El pediatra y la construcción E
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Luis Carlos Ochoa Vásquez, MD Pediatra puericultor, Universidad de Antioquia Profesor titular Universidad Pontificia Bolivariana
Introducción Las condiciones de vida de los niños de hoy no permiten concebir una atención pediátrica enfocada exclusivamente al aspecto biológico, menos aún en esta época en la que se han logrado importantes avances en el control de aquellas enfermedades que ocupaban la atención de familias, médicos y servicios de salud (trastornos infecciosos metabólicos, endocrinos, congénitos, entre otros). Para brindar una atención realmente integral, adaptada a las necesidades de los niños de hoy, se requiere de un pediatra que ejerza plenamente su obligatoria función de puericultor. Quien no actúe así será posiblemente un buen especialista en enfermedades de niños, pero no un buen pediatra. Partiendo pues de este axioma (todo buen pediatra tiene que ser un buen puericultor), se puede afirmar que dentro de las funciones más trascendentales del pediatra, dentro de ese acompañamiento científico, respetuoso y afectivo que hace a la familia y al niño en su desarrollo y crecimiento, está el ayudar a la construcción de hábitos saludables.
Teniendo en cuenta que todos los esfuerzos por una crianza óptima se orientan a ayudar a cada niño a la construcción y reconstrucción de las metas del desarrollo (autoestima, autonomía, creatividad, solidaridad, felicidad y salud), no es exagerado afirmar que, en última instancia, el objetivo central de la crianza humanizada es acompañar al niño en la adquisición de hábitos saludables que le orienten su conducta y comportamiento por el resto de su vida. Cuando se hace referencia a estos hábitos, esto no significa que solamente se trate de la salud física o la prevención de enfermedades orgánicas. En el contexto amplio de este término, es indispensable incluir al niño en su dimensión holística, integradora: el niño como un ser biopsicosocial, único e irrepetible. Es por esta razón por la que en este documento se hará mención a hábitos de higiene, de conducta, de manejo de las emociones y sentimientos, de convivencia, de tolerancia, de actuar siempre con base en la díada inseparable de derechos y deberes. Por contraposición, es indispensable intervenir también en la prevención de adquisición CCAP Volumen 10 Número 4 N
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