Adolescentes y Pediatras, ¿Quién le teme a Quién? A d o l e s c e n t e s
y
P e d i a t r a s ,
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Q u i é n ?
María Inés Villarreal Q., MD. Hospital Militar Central Universidad Militar Nueva Granada Bogotá, D.C.- Colombia
Introducción En días pasados, asistí a una reunión con un grupo de Pediatras, dos de ellos Neonatólogos, una Infectóloga y un Pediatra general. Como siempre, no tardamos en llegar a temas médicos y uno de los temas discutidos fue la atención de los adolescentes. Algunos de los comentarios fueron: De Neonatólogos: “ .... A mi lo que me pasa, es que cuando se meten en temas de sexualidad y de pronto le cuentan a uno todas esas historias, no sé qué decir, me incomoda .... “; “ ..... a mi lo que me molesta es que me hablen, yo estoy acostumbrado a pacientes que no hablan .... “. De Infectóloga: “ ... a mi lo que me pasa es que me pueden dar tres vueltas, hablan y hablan y no se cuando es que empiezan a decir mentiras ... “. De Pediatra general: “ ... a mi me gustan los adolescentes, pero es que hay un momento cuando se está con ellos en que sutilmente empiezan a manejar la consulta y uno no se da cuenta .... “. Estos comentarios nos muestran la actitud de muchos Pediatras hacia el grupo de pacientes que entran en esa turbulenta edad de cambio físico, afectivo y cognoscitivo. De cualquier manera, en general se tiene el concepto de atención de adolescentes como algo más difícil comparado con otros grupos de
edad, y hay bastante de cierto en esta afirmación. La adolescencia es una etapa intermedia, en donde no se es niño, ni adulto, lo cual obliga al profesional a establecer una clara individualización de cada paciente, dadas las características de cambio, momento a momento, que hacen necesario tener en cuenta el grado de desarrollo físico, cognoscitivo y afectivo de cada paciente en el momento mismo de su atención. No es posible abordarles como a niños, a través de sus padres en exclusiva, ni tratarles como a adultos con todas las habilidades y capacidades que esta calificación implica. Los adolescentes tienen una intensa percepción de sí mismos y durante todo su período madurativo, irán cambiando su capacidad de proyectarse hacia el futuro y su comprensión de temas abstractos. Todo esto hace que el profesional que quiera atender a este grupo poblacional, deba tener interés, gusto especial por líos adolescentes, conocimientos profundos sobre todos los temas relacionados con esta edad y una habilidad compleja que requiere flexibilidad de estilo, amplitud de criterio, alta capacidad de observación y de comunicación verbal y no verbal, para lograr entrevistas satisfactorias, que permitan identificar problemas en áreas médicas, psicoafectivas, CCAP Módulo 1 Octubre de 2001
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