Terence Conran fue siempre un espíritu inquieto cuya visión no se circunscribió exclusivamente al interiorismo, sino que abarcó muchos otros aspectos del estilo de vida, entre ellos la gastronomía. En diciembre de 2019, pocos meses antes de su muerte, aún tuvo las energías para abrir un restaurante en el este de Londres, Wilder –en la imagen–, en colaboración con el chef Richard McLellan, cuya arquitectura encargó al estudio Kirkwood McCarthy.
"creer en el buen diseño es como creer en dios: te convierte en un optimista" TERENCE CONRAN