Inari febrero 2015

10 Febrero’15

NUEVA TEMÁTICA:

MAGOS

ENTREVISTA A LAURA BARTOLOMÉ

#EVA PLAYS OTOMES DRAMATICAL MURDER

INARI febrero’15

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Directora: Mónica B. (Nari) Diseño: Neri B. (Himi) Maquetación: Neri B. (Himi) Arturo B. (Zen) Colaboradores: Álvaro P. (Quartenyo) Arturo B. (Zen) Dàmaris A. (Cocokraken) Eva T. Francisco P. (Anyeluss) Marta (Mordosarion) Rubén S. (Menhdel) Correción: Cristina (Ottavia) Fotografía: Cristina (Ottavia) Portada: Ero Pinku (YAOI Pulse) http://www.ero-pinku.com/ Contacto: info-inari@phobialia.com

INARI es una revista online gratuita y se realiza sin ánimo de lucro, los derechos de autor de todos los materiales (fotos, textos, ilustraciones) que se utilizan en esta revista son propiedad de sus respectivos dueños mientras que el de la revista pertenece a INARI. Cualquier error u omisión son involuntarios. Por favor, póngase en contacto con nosotros en info-inari@phobialia.com para poder corregirlo en futuros números.

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EDITORIAL

A

día de hoy aún podemos encontrarnos con algunas coeditoriales en las que te ofrecen publicar tu novela a cambio de una suma de dinero (que puede ser mayor o menor) a cambio de ello. Mil ejemplares de los cuales te regalan 10 para tu uso y disfrute. Se ofrecen a organizarte presentaciones de tu novela, sí, pero a cambio deberás vender un número mínimo de ejemplares o, si no, tendrás que pagarlos de tu bolsillo. Una estafa que a día de hoy, por desgracia, sigue funcionando. En una época en la que autopublicar es relativamente fácil gracias a las nuevas plataformas, y en la que uno mismo puede venderse y hacerse publicidad en las redes sociales, es increíble ver que aún hay gente que se aprovecha de la gente más novel, de aquellos cuyo único deseo es ver su libro en papel, para sacarles el dinero. Parece mentira, pero aún hay mucha gente que, por desgracia, sigue picando, alimentando estos negocios cuando, por mucho menos, podrían estar vendiendo ese mismo libro a través de empresas como Amazon. Así que chicos, si estáis pensando en autopublicar vuestro libro (y lo mismo digo con los cómics) buscad información antes y no os fieis de estas empresas. Para pagar por publicar, es mejor buscar una buena imprenta y hacer los ejemplares uno mismo a acabar pagando mucho más por confiar en gente como esta. Preguntad a otros escritores, buscad bien en las páginas y, sobre todo, nunca perdáis la ilusión por ver vuestra obra en papel.

Nari

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ENTREVISTA

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GALERÍA TEMÁTICA

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EVA PLAYS OTOMES

LAURA BARTOLOMÉ

LGBT

DRAMATICAL MURDER

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FANZINES

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LA BIBLIOTECA

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ZEN GAMING ZONE

LGBT

LAS REGLAS DEL JUEGO

LOS SIMS

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ENTREVISTA: Lura Bartolomé

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ENTREVISTA: Rafater

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FANZINES: LGBT

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GALERÍA TEMÁTICA

16

CRITICA DE WEBCÓMIC

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LA BIBLIOTECA: Las reglas del juego

16 |

CRITICA DE WEBCÓMICS

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RELATOS TEMÁTICOS

66 |

LGBT

LGBT

18 |

ENTREVISTA

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RESEÑA DE CÓMIC

RAFATER

EL ESCLAVO DE LA ROSA

SERIES CON PACO TRANSPARENT

40

RELATOS TEMÁTICOS: LGBT

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ZEN GAMING ZONE: Los Sims

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RESEÑA DE CÓMIC: El Esclavo de la Rosa.

66

SERIES CON PACO: Transparent

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EVA PLAYS OTOMES: DMMD

ENTREVISTA A

LAURA BARTOLOMÉ NOMBRE/ALIAS: Laura Bartolomé (antiguamente Dorianne, pero ya no lo uso).

EDAD: 35 PROCEDENCIA : Valencia / Castellón.

LE GUSTA: Los Sugus.

NO LE GUSTA: Las lentejas.

TEMÁTICA PREFERIDA: Fantasía épica.

UNA VIRTUD: Perseverancia.

UN DEFECTO: Baja autoestima.

HOBBIES: Leer / coleccionar novelas y cómics, Hamma, hacer abalorios, los dollfies…

LIBROS FAVORITOS: Juegos de seducción, Juegos de amor, Las crónicas y las leyendas de la Dragonlance, La historia interminable y Crónicas vampíricas (Anne Rice).

MÚSICA FAVORITA: Rock y sus diversas vertientes.

JUEGOS FAVORITOS: Soy tan mala que no juego.

UN MANGA/CÓMIC: Gunm (Alita).

COLOR FAVORITO: Rojo.

PÁGINA WEB: https://www.facebook.com/pages/Albarginas-World-Dorianne/112713198775744

En primer lugar me gustaría agradecerte que nos concedas un poco de tiempo para nosotros y honrarnos con tu presencia en este nuevo número de INARI, que sabemos que estás inmersa en algún que otro proyecto.

Gracias a vosotr@s.

Dinos, Laura… ¿Cómo comenzaste en el mundo de la narración y la escritura? ¿De dónde nace esta pasión?

Comencé a escribir con 17 años, tras leer mucha literatura fantástica y vampírica. Sentí la necesidad de contar mis propias historias. Con 18 años, una amiga de entonces me metió en el Yaoi y me dediqué a escribir sobre el tema. Lo escribía para mí, de forma completamente autodidacta, aprendiendo poco a

poco de los errores que cometía. ¿Y la pasión por el cómic y la ilustración? Porque no solo escribes, sino que has publicado una serie de cómics y algún que otro libro de ilustración.

Desde muy niña ya decía que de mayor quería ser pintora. Con 14 años conocí lo que eran los cómics japoneses en sí (Dragon Ball y Ranma ½), así que decidí dibujar en cómic las historias de fantasía y aventuras que por aquel entonces tenía en mente, con un estilo japonesillo (bueno, lo intentaba).

He estudiado ilustración, por lo que me considero más una dibujante que escribe de vez en cuando. ¿Cuáles

crees

que

han

sido

tus

principales

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ENTREVISTA LAURA BARTOLOMÉ

influencias? ¿Qué autores te han marcado en cada campo?

En la literatura: Anne Rice, Tolkien, Margaret Weis y Tracy Hitman. Nut también me inspira mucho. En el dibujo he pasado por muchas influencias, desde Dragon Ball, Masakazu Katsura, pasando por Youka Nitta o Minami Ozaki…

Vamos a comenzar por el cómic. Tienes un buen número de cómics autopublicados y publicados por editorial a día de hoy. Uno de los más conocidos es No te escondas, que consta de seis tomos y se publicó con Nowevolution ¿Nos hablas un poquito de esta obra?

Esta obra nació cuando tenía 18 años, la dibujé y terminé. Con el tiempo pensé en redibujarla (cambiándola) y presentarla a Nowevolution, que me la aceptó tras el rechazo de una anterior. Respecto a qué contar sobre ella… Que es una historia de amor entre dos personas, dos hombres. La premisa es muy simple, aunque a lo largo de los tomos vamos viendo por qué los personajes son como son y actúan como actúan, y que al final hay cosas que no son lo que parecen ;) No censuro nada, aunque lo trato todo de forma muy natural, porque para mí lo es. Tiene drama, humor y tíos buenos, jajaja. ¿Qué ha supuesto para ti realizar esta obra? ¿Cómo es la experiencia de sacar adelante un cómic de seis tomos?

Puedo decir que amo esta historia, por todo el esfuerzo que puse en ella y por lo mucho que aprendí en todos los aspectos durante los años que la llevé a cabo, y por otro lado acabé muy quemada y cansada porque seis tomos son muchos (Pensad que lo hice todo yo sola, aquí no hay asistentes, jajaja).

Compaginarlo con la vida personal y laboral lo hizo complicado. Me han insultado, criticado, se han reído de mí por mi forma de dibujar y mis fallos… Pero me queda la satisfacción de terminarla y que muchas personas hayan seguido mi trabajo gracias a ella y aún lo sigan. Conclusión: no hago más series largas, pero sigo dibujando.

Pero aparte de esto has sacado adelante más cómics. ¿Nos hablas un poquito de ellos y de lo que han supuesto para ti?

Han supuesto un aprendizaje continuo, eso lo principal.

Tengo La flor del mal, que trata sobre una chica que viaja a la época victoriana y tiene que vérselas con una secta. Susurro de besos, mi primera autoedición con la que empezaron a conocerme. No te escondas, del que ya he hablado. Juegos de seducción, que soy muy fan… Y Las reglas del juego (yo dibujando fútbol, ¡jaja!). La mayoría no los terminé por diversas razones, pero como he dicho: aprendizaje continuo.

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Como hemos dicho también eres una prolífica escritora y has sacado varias novelas y relatos. Una de las que más conocemos es Susurro de besos. ¿Nos hablas de ella?

Esta historia es la más sencilla que tengo. Una historia normal, con personas normales a las que les pasan cosas que a cualquiera le pueden pasar. Solo quería desagobiarme. No sé qué pasó, pero se volvió muy popular entre las personas a las que les gusta el Yaoi.

Samuel y Marc son compañeros, se enamoran en secreto el uno del otro, y nada será fácil. Es la historia de dos puntos de vista, de dos personas diferentes, pero que se quieren. Eso sí, los “puteo de lo lindo”.

Hace no mucho también estuviste moviendo por tu página web Razas, una novela que tú misma has autopublicado y que, si estoy bien enterada, va por una segunda edición.

Bueno, ya se me ha agotado de hecho. Es mi historia favorita porque une homoerótica con fantasía épica (mi género predilecto aunque la gente se sorprenda).

Ya tenía yo ganas de leer algo así, pero al no dar con ello tuve que hacerlo yo, jajaja. Me encantaría que la gente la leyera, porque no solo es la historia de los protagonistas sino que he creado un universo, unas razas, muchos personajes secundarios pero indispensables y lloro con el final como una boba (y los fans que lo leen). Estoy muy orgullosa de ella y la edición que le hice (diseño e ilustraciones).

También tienes varios relatos y novelas en Wattpad. ¿Qué pueden encontrar aquellos que quieran pasarse por tu perfil?

Por ahora Yaoi (en el futuro La flor del mal, que no lo es). De todos modos no cuento historias típicas (o eso me dicen). Ángeles y Vampiros es mi primera novela y le tengo mucho cariño. Razas también está completa. Intento hacer historias complicadas, con muchos personajes, aventuras, amor, desamor…

Fastidiar personajes y lectores es mi sino, jajaja. Os animo a leerlas un poquito al menos, así sabréis si os pueden gustar o no. ¡Hasta chicos heteros las han leído! También se pueden leer comentarios de los lectores para hacerse una idea de si está bien o mal.

Por lo que podemos ir viendo, el género homoerótico es el que más sueles cultivar. ¿Qué tiene este género para que te guste tanto?

Hombres guapos… Jajaja. No sé, después de tantos años yo diría que debe ser genético que me guste o algo así. Nací con ello. Ahora en serio; veo que tiene más juego a la hora de contar una historia, más complicación. Y sí, porque me gusta ver chicos con chicos. Hombres del mundo, con novias yaoistas, miradlo por el lado bueno: si vemos Yaoi estamos más

“contentas” y os haremos más “felices”. ¿Crees que es un género poco valorado en España o un género en alza?

No sé qué decir, esto va por épocas. Un día las editoriales apostaron por ello, un día dejaron de hacerlo. Las que leíamos entonces nos hemos buscado la vida para sacarlo como sea. Es un hecho que hay mucha gente a la que le gusta, y un hecho que pasan de comprarlo. Pero no desaparecerá.

Vamos a hablar un poquito de ti para que la gente te conozca mejor. Todo autor tiene cariño a alguno de los personajes de sus obras. ¿Cuál es tu favorito y por qué?

A Davide, el vampiro italiano de Ángeles y vampiros.

Un ex sacerdote, con muy mala leche, celoso a más no poder, pero más bueno que el pan. Y Zenón, de No te escondas: ese grandote tiernote con mucha paciencia (y rubio con perilla, ya que estoy). ¡Jiji! ¿Te resulta muy complicado compaginar la dedicada vida de escritora y dibujante con la vida diaria?

Sí, porque no estoy bien de salud y agoto las energías durante el horario laboral. Cuando tengo tiempo libre suelo estar muerta de cansancio, por lo que ahora mismo no escribo y dibujar es cansino, aunque tenga ganas. Aún así saco fuerzas de donde sea. Por poco que haga ya me siento bien conmigo misma, completa. Si no hago nada es como estar vacía.

Adentrándonos ya en el terreno personal. ¿Cómo

es un día normal para ti? ¿Qué cosas te gustan hacer?

Me levanto y trabajo durante 8 horas como editora (con el parón para comer, claro), que es lo que me da para vivir. Luego pues hay días que dibujo hasta la hora de cenar y me voy a dormir. Otras veces salgo a dar una vuelta con mi familia o mis amistades (con mi novio no puedo XD Vive lejos) al cine, a cenar, a tomar lo que sea. Toda persona necesita despejarse.

Los fines de semana compagino dibujar con mi otro curro (soy oficial de mesa de baloncesto XD). Vamos, no tengo mucho tiempo para leer, es lo único que me pesa de todo. ¿Cuál es tu mayor sueño?

Cualquiera podría decirte que vivir de lo que dibujo, pero soy realista y no… Así que mi sueño es compartir la vida con la persona que quiero, ganarme la vida como pueda y seguir dibujando y escribiendo siempre, llegando a todas las personas que me siguen y me seguirán algún día. Es muy simple: solo pido estabilidad personal, laboral y que más gente conozca mi trabajo con el paso de los años.

Si pudieras llevarte tres cosas a una isla desierta... ¿Qué te llevarías?

Jajaja… Qué difícil. Papel, lápiz… y La historia interminable :P ¿En algún momento te ha ocurrido alguna situación con algún fan o seguidor en la que hayas pensado “Tierra trágame”?

Jajaja. Una vez una mozas se pusieron a saltar y

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ENTREVISTA LAURA BARTOLOMÉ

dar grititos al saber que yo era la autora de No te escondas. Me debí poner como un tomate. Luego di una charla sobre yaoi y directamente habría salido corriendo porque me moría de pura vergüenza.

Además, no dije más que tonterías. ¿Qué es lo que más te gusta de este trabajo? Y… ¿lo que menos?

Lo que más el resultado y la satisfacción de que le guste a las personas que lo leen y te lo digan. Y lo que menos el proceso lento y trabajoso que lleva todo.

Crear, dibujar, terminar… Es horrible, jajaja.

Volvamos al mundo profesional, hablando ya del presente. Ahora mismo estás entintando el cómic de Susurro de besos. ¿Nos puedes contar algo sobre este proyecto?

Que llevo 91 páginas… Jajaja.

Que es un trozo de la novela, que queda de forma autoconclusiva (a quien no se haya leído la novela no le vamos a fastidiar el resto porque lea el cómic). Al que le gusta la novela, en cambio, es un buen complemento de esta porque podrá ver en imágenes lo que ha leído, aunque he de decir que la he tenido que adaptar.

Tendrá 128 páginas.

No puedo decir la editorial, pero si sois avispados lo supondréis. ¿Y vamos a poder leer más cosas tuyas en adelante?

Pues sí, quiero escribir La flor del mal, como ya he dicho, tengo muchas ganas pero no tiempo. Y me apetece cambiar de género. Por otra parte, ya tengo un proyecto futuro de cómic, en la que la guionista será Nut (autora de Juegos de seducción).

Una historia divertida, que ya estoy cansada de tanto drama por ahora.

Y ya por último… ¿Qué quieres decirles a nuestros lectores?

Que espero que no se hayan aburrido con mi verborrea incontrolable. Y que los animo a ser masocas y leer mis historias, que morder no muerden…

Solo enganchan de vez en cuando.

Muchas gracias por habernos concedido esta entrevista y dejarnos dar a conocer a más gente tus obras. Que sepas que las puertas de INARI siempre estarán abiertas de par en par para que nos hables de nuevos proyectos o nos deleites con algún trabajo más. Mucha suerte con todos tus proyectos futuros ¡Estamos deseando leerlos!

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Y yo deseando que me preguntéis las barbaridades que queráis. Un beso a tod@s.

FANZINES LGBT

Recuperamos la sección con un tema, LGBT, que aparentemente iba a dar buen material en forma de fanzines. Que hay buen material, sí, pero qué desilusión al no encontrar apenas fanzines que aborden la homosexualidad femenina, y ninguno sobre la bisexualidad ni la transexualidad. Hay muchos, y algunos incluso muy buenos, que tratan la homosexualidad masculina, y de entre ellos muchos son Yaoi/Boy’s love. Lo ideal habría sido encontrar fanzines de cómics (porque esta sección va de fanzines de cómics, uno se imagina que habrá fanzines LGBT no de cómics rondando) que trataran este tema directamente, con autores del colectivo y sin buscar a un público demandante de pornografía. O dicho en cristiano: menos rabos en culos, menos coños en coños y menos rabos en coños en culos y en tetas. No porque a uno no le gusten ciertas cosas, sino por el hecho de encontrar historias con algo más de chicha; detrás que el mero morbo de ver como un detective con gabardina y cara de alienígena le da lo suyo y lo de su prima al de los cuernos y la vara de control mental. Lo bueno es que en todo desierto hay algún oasis y hoy no va a ser menos.

Algunos de los siguientes fanzines ya han sido referenciados en números anteriores de la revista, por lo que también vamos a repasarlos para ver que aportan al mundillo LGBT y en qué número aparecieron.

El Diario de Knives Chau Spin-off de Scott Pilgrim, de Brian Lee O’Malley.

Trata sobre un supuesto amorío entre Knives Chau y Kim Pine, ambas exnovias de Scott en la historia original. Scott Pilgrim y Mako (Legend of Korra) tendrían mucho de lo que hablar. Todo parte de una escena real del cómic en la que ambas se besan y, claro, da para que la imaginación vuele.

Knives se enamora de Kim, a Kim le pone los cuernos su novio... Creo que se nota a dónde vamos a ir a parar. Aunque da igual todo lo que pueda decir, estamos hablando de Knives y Kim, y toda persona que no esté rota y haya leído Scott Pilgrim DEBE amar a ambos personajes. Pero sobre todo a Kim. Me vale con que sólo amen a Kim, en realidad.

El fanzine fue escrito y dibujado por Rubén Blanco, saliendo en el Salón del manga de Barcelona de 2011. Estamos hablando de un fanzine de ochenta y seis paginazas, que lo escribo con letras porque son un montón, hecho por una sola persona. Rubén Blanco, estés donde estés, te aplaudo. Además, el autor se preocupó en conservar el espíritu de la obra original ya no sólo en el estilo de dibujo, sino también en el diseño de portada e interiores.

Bravo Rubén, ¡bravo!

Deviantart: hi-pandaren.deviantart.com

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The Yuri Project Fanzine que durante varios años fue referente y, casi con toda seguridad, único fanzine de temática Yuri del panorama. Desde 2004 hasta 2010 lanzó un total de siete números, siempre coincidiendo con el Salón del manga de Barcelona.

Durante sus números fue combinando las historias originales con los Doujinshis, los relatos cortos y las ilustraciones. Por sus páginas han pasado versiones lesbianas de One Piece, Avatar: The Last Airbender, Harry Potter, Naruto, Nana y muchos más.

The Yuri Project estuvo capitaneado por Malena LBC, UtenaBCN y Lyra, contando entre sus colabores con gente conocida dentro del mundillo, tales como: Laura Palmer, Marcel Pérez o Kamapon. Lis en Fleur, del que ya hemos hablado en números anteriores de la revista, tomó el relevo espiritual cuando TYP desapareció. Ahora, Lis en Fleur también ha cerrado en su cuarto número.

Veremos quien llena el hueco.

Blog: yuriproject.blogspot.com.es

En la Mente de una Fangirl Perpetrado por las mismas cabezas que Pandora’s Box, En la mente de una fangirl nació en 2012 por un sencilla razón: la necesidad de crear más, más, MÁS historias en las que tus personajes favoritos se dan tan duro que podrían caminar por las dos aceras a la vez. En este último Salón del manga de Barcelona apareció el tercer número, aunque en su stand no llegué a verlo. Debía ser como un nivel secreto: si has visto los suficientes nardos introduciéndose en el culo de un personaje de Supernatural, desbloqueas el fanzine y lo puedes comprar. O eso… o se lo llevaron como comadrejas hambrientas. Hambrientas de nardos en culos de personajes de Supernatural.

De manera especial, en su segundo número se fusionó con Friki no Yaoi; otro fanzine del que es fácil adivinar la temática y que tenía un recorrido de al menos cinco números, convirtiéndose en un fanzine con doble portada. El último número contiene obras de autoras habituales de Pandora’s Box y fanzines primos, como Victoria RockGaara, Laura Palmer y Sara Díaz.

Tumblr: fangirl-fanzine.tumblr.com Facebook: En la mente de una fangirl

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FANZINES LGBT

Slash World Al estilo de En la mente de una fangirl, tenemos amoríos entre personajes de series y cine. Creado por MissPotts y Bergdora, esta última también cocreadora de La rebelión de los ukes, en noviembre del año pasado salió su primer número.

Referenciado en el número especial del Salón del Manga de Barcelona 2014.

Deja Blue Circle Agrupación catalana que crean obras de BL (Boy’s love), originalmente lanzan el fanzine en inglés para llegar a un público internacional. Ganaron el premio a mejor fanzine del Salón del manga con Cloack & Sword, de temática medieval.

Referenciado en el número 5, sobre Superhéroes, por su fanzine Behind the Mask.

Sextories Aunque no es LGBT en su totalidad, sus dos números sí tienen muchas historias, tanto con gays como con lesbianas. Tiene un tercer número en camino y, si los dos primeros eran buenos, el tercero va a ser la bomba.

Referenciado en el número 6, sobre Romántica erótica.

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La Rebelión de los Ukes Cuenta la historia de varios personajes ukes (los sumisos de una relación gay) que se encuentran a través de Japón con la historia en común de que todos están siendo manipulados por sus semes (los no sumisos). Acabó en el número 5 este octubre pasado.

Referenciado en el número 6, sobre Romántica erótica.

Lis en Fleur / Life in a Glasscase De temática Yuri el primero y Yaoi el segundo, más bien tirando a suavecitos, sus últimos números, y con los que cierran, aparecieron a finales de octubre: cuarto de LeF y el octavo de LiaG. Su jefa, Arima, ha montado Tomodomo Ediciones, así que bien está lo que bien acaba.

Referenciados en el número 6, sobre Romántica erótica.

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“Takeshi es un chico malhumorado que no confía en las personas por culpa de una situación del pasado, pero… ¿qué pasará cuando aparezca un nuevo alumno, poco común y con un imán para meterse en problemas? ¿Afectará la vida normal que lleva Takeshi?”

Las autoras Megu-chan y Niuneko nos traen la historia de Takeshi Nimura, un alumno de instituto un tanto alicaído, que vive con su padre después de que su madre les abandonara. Por si eso fuera poco, su padre es travesti (a falta de una aclaración mejor en el cómic) y ello le causa problemas en el colegio cuando otros niños lo descubren. Pasados los años, Takeshi continúa sus estudios en el instituto, habiéndose convertido en un chaval serio y muy desconfiado. Es aquí donde se pone el verdadero punto de partida de este webcómic.

A todas luces pinta que va a ser un dramón, ¿eh?

Si alguno se ha visto tentado de caer en ese error, basta que el padre de Takeshi abra la boca para que se nos quite de inmediato esta impresión de la cabeza. Este es un cómic que derrocha humor por todas partes. A la simpatía del señor Nimura le sigue Kenta Fukuda, el clásico amigo al que le emociona TODO y especialmente ligar con chicas guapas; la señora Momoka, una profesora nueva que amenaza con travestir a sus alumnos a las primeras de cambio; y, por último, aparece el otro chico en discordia: Ren Sugiyama. Fukuda y Sugiyama empiezan con mal pie (¡Oh, sorpresa!), pero pronto se verán envueltos en diferentes situaciones donde tendrán que ayudarse y, al menos a Takeshi, ello amenaza con no dejarle indiferente.

El estilo de este cómic es marcadamente manga.

Tanto el dibujo como el tipo de humor recuerdan a historias del estilo de Gravitation. Particularmente, me gusta que el protagonista sea de base un tipo tan serio y todo lo que le pasa vaya buscando claramente que pierda la compostura e incluso la paciencia. Y eso que la historia está prácticamente en sus inicios, aún hay mucho que descubrir del otro protagonista, Sugiyama, y el elenco de secundarios (como Mary) del cual no tenemos más que unas pocas pinceladas. Eso sí, las que hay, dan pie a una historia que puede llegar a ser muy interesante.

En conclusión, un divertido webcómic con el que echarse unas risas con las andanzas de sus protagonistas. Únicamente hay que dar un pequeño tirón de

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orejas a las autoras, que tienen la historia bastante parada a día de hoy, y ojalá que pronto se animen a retomarla. Para descubrirla por vosotros mismos, no tenéis más que acudir a su web: http://meenamoredeunmafioso.subcultura.es/ Mordosairon

En alguna clase de ejercicio de originalidad, éste va a ser una crítica doble. Pero lo primero es lo primero, veamos lo que la autora tiene que decirnos de estas dos obras: The Lord and the Marine “Sir Reginald sabe que ser homosexual en el siglo XIX no está muy bien visto, por lo que todas sus relaciones no pasan de ser noches esporádicas con desconocidos. El señor Pine es un marinero aburrido con excesiva confianza en sí mismo”.

Not a Super Hero “Si descubrieras que tienes “cualidades” por encima de lo corriente, ¿qué harías? ¿Convertirte en superhéroe, ponerte unas mallas y salir a luchar contra el mal? ¿O aprovecharlos para divertirte?”

Hay que empezar diciendo que son dos historias demasiado cortas para hacer una crítica completa, de ahí el haberlas juntado (¿Alguien se había creído lo de la originalidad?). ¿Por qué no esperar a que maduren un poco más? Pues, básicamente, porque la autora ha logrado que ambas me entraran por los ojos desde la primera hoja. No deja de ser llamativo que hay muchos autores, quizá demasiados, cuyo estilo de dibujo parece cortado por un patrón muy similar (Obviamente, luego cada uno le da su toque personal, eso es aparte). No es necesariamente malo, ya que lo principal son las historias, pero el hecho es que, gracias a eso, el dibujo de María Romero, autora de ambos webcómics, ha llamado mi atención como lo haría un cartel de neón en mitad de la noche antártica.

Con ese primer punto de atención logrado, el siguiente paso es ver qué historia se iba a cocer en ambos cómics. Por un lado, el planteamiento de The Lord and the Marine es bastante original, ya que habitualmente gran parte de las historias que tratan temas LGTB suelen ambientarse en contexto actual.

Llevarlo a un contexto histórico de casi 200 años atrás se dice pronto, aunque por el momento no se ven pretensiones más allá de las estéticas (como he comentado, ambos son cómics en fase muy temprana). Por la otra parte, en Not a Super Hero la temática LGTB está (o estará, según la autora) en un segundo plano, siendo lo principal la historia de su protagonista: un chico de 17 años que tiene la habilidad de adoptar la apariencia de diferentes personas y organiza su vida para sacar el máximo partido de ello sin que le descubran.

Marine, sin ser el resultado de una técnica extremadamente compleja, pero sí bien utilizada. El estilo está, en general, bien cuidado desde la primera hoja y la narrativa, aún siendo mejorable en algún punto, es bastante solvente. Poco más se puede decir, hasta que ambas obras maduren un poco más, pero lo que hay es bastante destacable.

En conclusión, ambas obras bien merecen la pena un vistazo. Si bien el ritmo de actualización está algo parado desde diciembre (algo más en el caso de Not a SuperHero), esperamos que la autora siga deleitándonos con el desarrollo de estas historias. Para más detalles, aquí están los enlaces correspondientes: Página Web de The Lord and The Marine: http://lordandsailor.subcultura.es/ Página Web de Not a SuperHero: http://notasuperhero.subcultura.es/ Mordosairon

Respecto al estilo, lo comentado anteriormente. El dibujo se escapa de lo que uno ve habitualmente en webcómics, y se escapa para bien. Especialmente bonito resulta el toque de color en The Lord and the

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NIGHTMARE. DARK GODS Durante el pasado Expocómic 2014 tuvimos el placer de poder hablar con Rafater, ganador del premio al mejor autor español en Expomanga 2014 y autor del artbook Eros, que publicó con Ediciones Babylon.

A finales del año pasado, y coincidiendo con el Salón del manga de Barcelona, Norma editorial sacó a la venta un nuevo trabajo de Rafater en el que, junto con Cristina Puig, nos adentra en un mundo lleno de vampiros y demonios. Él mismo nos ha hablado acerca del libro y de su experiencia con este nuevo libro que, estamos seguros, os gustará a todos.

“Vampiros, demonios y una cruel venganza. Acompañaremos a Lil en su periplo personal a través de los caminos de la noche. Conoceremos a Edmund, un jovencísimo vampiro, y a Balth, su terrible hermano. Le daremos la mano a Gárgola, a Vétika y a un elenco de otros muchos personajes que nos arrastrarán, con una serie de trazos intensísimos y terribles, a través de un viaje tan seductor como terrorífico”.

Tras publicar Eros con Babylon, has pegado el salto a Norma. ¿Cómo has llevado el cambio?

En realidad las dos cosas fueron simultáneas, lo que pasa es que lo de Norma fui haciéndolo en mis ratos libres, por así decirlo. Y eso que el proyecto de Nightmare. DarkGods lo comencé antes de publicar con Babylon, así que hace ya bastante tiempo que lo vengo arrastrando, lo que ocurre es que ha sido un proceso bastante largo, con sus pros y sus contras. Uno de los principales contras es que me ha cambiado mucho el estilo, entonces algunas de las ilustraciones del principio las tuve que rehacer de nuevo. Y, principalmente, como sabía que me llevaría mucho tiempo, lo que hice fue trabajarlo por fases: primero hice los bocetos de todo el libro; después, como es un estilo más realista, hice una sesión de fotos con modelos para todo el libro; y a partir de ahí hice los dibujos a lápiz de todo, y finalmente les di color. Entonces creo que al final, estilísticamente, tiene algo de coherencia el libro gracias a ello.

También el hecho de haber estado trabajando simultáneamente en otros proyectos que no puedo enseñar, y en diferentes trabajos, ha ayudado a que mi estilo vaya variando y he podido aplicar esas mejoras a este libro.

Así que tienes cosillas por ahí que podremos ver más adelante, ¿no?

Sí (risas), un montón, la verdad. Porque claro, una cosa es lo que puedo enseñar, mis pequeños bocetos o algunas cosas que sí me dan permiso para mostrar, y otra muy diferente es lo que luego hago. ¿Qué tal ha sido la experiencia de trabajar con Norma?

Muy buena. La verdad es que se han portado muy

bien conmigo. No tengo ninguna queja, al revés, porque en un principio el libro iba a ser más pequeño, iba a ser como la saga Eclipse de Victoria Francés o el primero de Nekro, pero fui muy insistente con Óscar, el director de Norma, que es el que me lo ha llevado todo, y al final lo han hecho más grande, le han puesto relieve en la portada después de mucho luchar. ¿Y qué tal ha sido trabajar con Cristina Puig?

Pues muy bien. En realidad fue ella la que se puso en contacto conmigo para este proyecto. Yo fui el año anterior a Norma, hará ahora cuatro años, a presentar mi portafolio y me dijeron que les gustaba, pero que estaban buscando un proyecto uniforme: libro, cómic, etc. Algo ya más acabado y no ilustraciones sueltas como les llevé. Así que al año siguiente yo ya tenía previsto preparar algo y presentar algo con historia, lo que pasa es que por medio me contactó Cristina, para ver si me interesaba hacer unas ilustraciones sobre una historia que había hecho sobre vampiros, y le dije que sí, claro. ¿Qué pueden encontrar nuestros lectores en NDG? Pues van a encontrar vampiros y mucha sangre. He tenido que contenerme mucho en cuanto a las ilustraciones, viniendo de dónde vengo (risas). Porque claro, ya en Babylon lo que hice fue ilustraciones más tipo pin-up tirando hacia el erótico, aunque antes ya había hecho cosas de militares para Estados Unidos, que no tiene nada que ver con todo esto. Yo creo que os va a gustar mucho.

Bien chicos, pues ya sabéis, si os gusta Rafater y os gustan los vampiros, no podéis dejar pasar este libro de arte, una edición preciosa en tapa dura, con relieves y con 72 páginas a todo color.

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Fiesta Privada Marta Saera

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Vespa Ride!

Berta Pascual (Bamidala) http://bamidala.tumblr.com/

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Noli Ire Henar Torinos www.henartorinos.com

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Podeis enviarnos vuestras participaciones hasta el 20 DE MARZO M谩s informaci贸n en el blog de INARI

http://revistainari.blogspot.com.es

DEL 2015.

En el fondo del vaso Cristina G. https://www.facebook.com/Cristina.G.Arts?ref=hl

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La inspiraci贸n Eneritz Rubio y Mer Higaldo littlebig_n.deviantart.com linyaen.deviantart.com

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Lluvia y casualidad Nna Bid http://nana-bid.daportfolio.com

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LA BIBLIOTECA

Las Reglas del Juego Bienvenidos un número más a la sección de La Biblioteca. Poco a poco el mundo de la literatura en España se va abriendo a nuevas temáticas, las cuales están dando muy buenos resultados. Una de ellas es la literatura homoerótica, una temática a la que cada vez se unen más escritoras, ayudando a que la oferta de novelas para las lectoras asiduas del tema se amplíe y tengan dónde elegir. Y como nuestra temática de este número es LGTB+, os propongo una novela que a más de uno os va a gustar: Las reglas del juego, de Nisa Arce.

“Tras llevar toda la vida dedicado al fútbol, Dani se encuentra en su mejor momento deportivo: se le considera uno de los defensas más destacados del mundo, cuenta con un palmarés envidiable y su trayectoria como jugador y capitán de su equipo es intachable. Sin embargo, no puede afirmar lo mismo en el plano personal...

La llegada del nuevo fichaje estrella del club, el delantero argentino Mateo Vicovic, hará que su vida cambie dentro y fuera de los terrenos de juego para siempre, cuando pone en riesgo su carrera por algo que nunca creyó que llegaría a experimentar: el amor”.

Con dos de las tres partes de la historia ya en el mercado gracias a Ediciones Babylon, y casi la mitad de la tercera novela ya publicada en Wattpad, Nisa Arce ha conseguido dar a sus lectoras una historia profunda, emotiva y con tintes dramáticos, sin dejar de lado esos puntos cómicos que hacen que la obra sea muy completa. Nisa nos presenta a Dani y a Mateo, dos muchachos completamente opuestos que comparten una pasión: el fútbol. Dani es un muchacho reservado, serio, metódico, que ha dedicado toda su vida y sus esfuerzos al fútbol, hasta tal punto que ha dejado prácticamente de lado su vida personal. Mateo, sin embargo, tiene carisma, gracia y toda la fuerza para conseguir sus sueños pese a que la vida no le ha tratado precisamente bien. Dos futbolistas mundialmente famosos que se ven obligados a mantener sus gustos sexuales ocultos debido a sus repercusiones mediáticas. Pero no os cuento más, que es una historia que merece la pena leer.

Las reglas del juego nos ofrece un elenco de personajes bastante amplio. Algo que me gusta mucho de la autora es que todos los personajes son diferentes entre sí, de manera que puedes comprender sus motivaciones, sus gustos o su manera de pensar gracias a cómo han ido transcurriendo sus historias a lo largo de las novelas. Desde un recto Dani, pasando por un Puig más responsable y calmado, y llegando hasta un alocado y ligón Sergio, podemos ahondar en diferentes problemas y ver cómo cada uno los resuelve a su manera. El desarrollo de los personajes es muy bueno, y eso siempre es algo que agradecer. A lo largo de los dos primeros libros todos los personajes que han tenido un mínimo de protagonismo han evolucionado con su historia, con sus situaciones personales, y por desgracia eso es algo que no se puede decir siempre de un libro.

La narrativa de Nisa es muy sencilla de seguir. Pese a las largas descripciones para poder situarnos bien o a los largos monólogos interiores de los protagonistas, la forma de narrar que tiene hace que leerla sea muy fluido; tanto que a veces, sin darse uno cuenta, ha leído mucho más de lo que creía.

Un lenguaje sencillo, nada rebuscado, y muy directo, hacen de esta obra algo perfecto para leer cuando simplemente se quiere desconectar del mundo.

Otra cosa que me ha gustado mucho de Las reglas del juego es la manera de tratar temas difíciles.

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Como no quiero destriparos nada no voy a deciros cuales son, pero tengo que reconocer que hay temas muy duros entre esas páginas que Nisa ha sabido tratar de manera magistral: ha conseguido que conectara con los personajes y que sintiera emocionalmente algo parecido a lo que sentían los personajes (al menos en mi caso). En el primer libro nos plantea problemas ligados en su mayoría a los dos protagonistas masculinos, y los trata muy bien. Pero en el segundo, que se introducen algunos temas bastantes delicados con su círculo de amigos, me ha impresionado bastante.

Otra cosa que me ha gustado mucho es que, pese a lo duro del tema de fondo, Nisa es capaz de meter escenas cómicas sin que parezca forzado. Lo hace, en ocasiones, en momentos tensos. Y eso no es precisamente fácil, así que desde aquí mi más sincera enhorabuena.

No soy muy dada a leer literatura homoerótica, pero he de decir que esta novela me ha sorprendido gratamente. Una trama muy bien hilada, unos personajes maravillosos y, en conjunto, una obra que puede aportarnos mucho por los temas que trata. Así que si os gusta la romántica, yo os animo a que deis un paso más allá y leáis Las reglas del juego, porque estoy segura de que os va a impresionar.

Podéis conseguir las dos novelas en papel a través de la tienda de Ediciones Babylon o leer la novela online en Wattpad.

Babylon: http://tienda.edicionesbabylon.es/es/ Wattpad: http://www.wattpad.com/user/nisarce/about Nari

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Camino a casa.

Por Dark_Lord subcultura.es/user/Dark_Lord

Parada bajo la marquesina, espero pacientemente a que llegue el autobús que me lleve de camino a casa. El frío atenaza cada uno de los huesos de mi cuerpo, pero no es lo que hace que desee que pase ya. En medio de la oscuridad de la noche, se distinguen desde lejos sus luces, tomando la última curva antes de llegar a mi parada. Agito el brazo, encendiendo la luz del móvil.

No es nada divertido que pase de largo, siendo tan de noche y con el frío que hace. Por suerte, sé que pronto estaré en casa. Que no tardare en sentir el calor de tu cuerpo.

Ya sentada en mi asiento, junto a la ventana, mi corazón empieza a latir desbocado. El icono de notificaciones del Whasapp está encendido, y seguramente sea un mensaje tuyo. O al menos, eso es lo que me gustaría. Sólo era un mensaje de mi hermano. ¿No es curioso lo fácilmente que nos acostumbramos a las cosas buenas de la vida y lo fácilmente que las echamos en falta el día que no las tenemos? Ni siquiera hablo de los mensajes románticos ni de cuando me dices que me esperas en casa, completamente desnuda o sólo vestida con las últimas bragas que elegimos la semana pasada en el Women’s Secret. Esas negras de encaje, tan sexys que me vuelven loca.

Son las pequeñas cosas las que más necesito. Las conversaciones sobre nada en particular. Los mensajes donde me preguntas si llegaré tarde a cenar. Las charlar donde sólo hablamos del tiempo.

Muchos lo llaman rutina, pero para mí es ese día a día donde nuestro amor se va fortaleciendo.

Así fue como terminé enamorada de ti. No fue ningún flechazo, y lo sabes. Sólo éramos amigas, las mejores amigas del mundo. Pero poco a poco, sin darme ni siquiera cuenta, fuiste ganando terreno en mi corazón. Mi siquiera creí que pudiese enamorarme de una mujer. Nunca me consideré lesbiana.

No me había fijado en otra mujer. Por eso reaccione tan mal la primera vez que te atreviste a dar el salto, cuando me dijiste que me querías y besaste mis labios por primera vez.

Salí corriendo, sin saber qué pensar. ¿Mi mejor amiga quería ser mi novia? Yo estaba detrás de Carlos en aquel tiempo y quería contarte el poco caso que me hacía. Tú dijiste que no entendías como nadie se daba cuenta de lo especial que era yo. No pensaba que lo dijeras en el sentido el sentido en que lo hiciste. Sólo creí que era la típica frase para dar ánimos que se dicen las amigas entre sí. Pero luego me besaste. Y te odié por ello. Pasé días sin hablarte. Era algo demasiado nuevo, demasiado inesperado. No sabía qué pensar. Pero tú me conocías mejor que nadie. Conocías mis cosas buenas y malas. Mi pasión por la vida y mi mala leche cuando se me cruzaban los cables. Y aun así, a pesar de todo, decías que me querías.

Arriesgaste todo aquella tarde en la cafetería. A punto estuvo efe saliste mal. Poco te faltó para que no te quisiera ni como amiga. Estaba demasiado confundida con todo eso. Pero finalmente, me atreví a llamarte. Te dije que estaba dispuesta a intentarlo, que sabía que nadie me querría tanto como tú. Pero necesitaba tiempo, necesitaba ir despacio. Tu respuesta me desarmó. Dijiste que habías esperado tres años por mí y que seguirías esperando el tiempo que fuera necesario. Que yo valía la pena y que no querías compartir tu vida con nadie más. ¿En qué momento ocurrió? No lo sé. Creo que es como decía Amaral en aquella canción: me has ganado poquito a poco.

Ya en casa, nos damos un beso de los que saben a rutina. Son muchos años juntas y muchas experiencias vividas. Aun así, a pesar de lo euro de este lunes de trabajo, te sonrío. No necesito mucho más para hacer que tus ojos brillen. Esos ojos, en los que me veo reflejada día a día.

Te beso en la boca. Necesito hacerte el amor. Necesito sentir el calor de tu cuerpo. Necesito

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sentir tus manos acariciando mi cuerpo desnudo. Me tomo este aperitivo, cruzando mi lengua con la tuya. Recuerdo nuestra primera vez. Yo estaba muy nerviosa. Había follado con algún que otro chico, pero no con otra chica. Ni siquiera había visto a otra mujer desnuda. Mi cuerpo temblaba cuando llevabas mi mano hacia uno de tus pechos desnudos. Eran grandes, no muy firmes, pero hermosos. Besabas mi cuello, mis mejillas, mi boca.

Puede que ahora esa relación que tenemos no sea tan apasionada como lo fue durante los primeros años, pero cada época tiene sus cosas bonitas, que hacen cada momento especial y único. Ya no tenemos los 30 que teníamos la primera vez que me diste a probar el sabor de tus labios. Nuestro cuerpo no es el mismo, pero sigo viéndote hermosa, con esos rizos negros que se te enredan en cualquier parte y que de cuando en cuando, los haces pasar por la planchadora por verte con un look diferente. ¡Es tan suave sentir tu pelo deslizándose entre mis dedos! Con tus rizos naturales, o tu alisado de peluquería, corto o largo, es siempre una de las tantas cosas que te hacen preciosa a mis ojos. Porque, hagas lo que hagas, siempre te veré como la única dueña de mi corazón, aquella a la que le entregué sus llaves para que viviese en él por siempre.

Y aunque no todo sea de color de rosa, y discutamos y nos podamos pasar días e incluso semanas enteras enfadadas la una con la otra y haya días en los que una de las dos juremos que no queremos volver a la otra en nuestra vida, siempre nuestro amor termina siendo más fuerte que todas las peleas del mundo. Porque las relaciones nunca son fáciles. Porque el amor duele. Porque la vida no es como los cuentos de Disney o las películas de Hollywood. La vida real es mucho más complicada. Quizás sea lo que la hace realmente mágica, lo que hace que valga la pena vivirla. Hay que pelearla, lucharla día a día. Y es realmente agotadora, pero también tiene su premio. El mío es haber encontrado con quien compartirla, haber recorrido este camino a tu lado. Y lo que nos queda por recorrer. Y nunca podré dejar de agradecerte que me hayas quitado todos mis miedos.

Mi miedo a entregarme. Mi miedo a decir “te quiero”. Mi miedo a usar la palabra “amar”. Eres lo mejor de mi vida, y moriría feliz si lo hiciera a tu lado, abrazada en la cama junto a ti.

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Cenizas al viento.

Por Ana Julia Guardia

Al salir corriendo a la estación, el polvo que levantaba las botas se adherían al impecable traje de la aviación más cuidado, lavado y planchado que esos cuarteles habían visto. Por ello, cada salida se arrepentía de correr de esa forma entre las suciedades de la tarde, pensando que los ojos de ella nunca veían la visión impecable digna de su presencia.

Doblando a la izquierda, derecha, izquierda, y cruzando el diminuto puente que desembocaba en la estación, sólo pensaba en la cantidad de sudor que goteaba de su barbilla. Su aroma cada vez más afilado y el barro de sus botas que llegaba a los faldones de su pantalón desesperaban su ánimo de por sí acelerado. ¿No eran suficientes nervios por el precioso encuentro? ¿No bastaba que tuvieran las preocupaciones de los ataques a las vías de los trenes? ¿Ahora, además, debía preocuparse por manchas indiscretas en sus ropajes? ¡Santísimo, aquí tienes a la jefa de brigada! ¡Temblando por manchas marrones y calor!

No eran ni las cinco, se acababa de lavar y arreglar. El aroma de rosas de su jabón se había dispersado en el aire, siendo sustituido por la acidez esencia de exudaciones vespertinas. Podía sentir las miradas disconformes de sus compañeros de fila frente a la taquilla, cómo la juzgaban, como si supieran que tras ese mal olor demasiado suave, ese uniforme masculino, se encontraban unas gasas apretando sus curvas naturales.

-…Vamos, señor, apresúrese.- Sus labios susurraban cual mantra, mientras observaba al hombre ¿Por qué siempre tocaba ser atendido por un trabajador de gesto estoico cuando tenía tantas prisas? En esos tiempos donde la velocidad combinaba con la eficiencia en cada ámbito, la calma sobrenatural de ese agente debía tomarse casi como ofensivo ¿¡Qué tan difícil eran vender unos tickets!? La tensión en su estómago se agitaba contra las paredes, causando terribles retortijones que no hacían sino aumentar en cada segundo de la danza del segundero. La tensión se contagiaba entre las filas, combinándose con la alteración causada por los bombardeos de hacía unos días en la comunidad vecina En su corazón, no deseaba que el hombre se apresurara. En su estado físico actual, presentarse ante Cathy era un insulto a las buenas maneras. Sin embargo, sí llegaba tarde, perdería el tren y las preciosas dos horas de estar con ella como una pareja normal. La primera decisión apelaba a su buen juicio, cosa que seguramente agradaría a cualquier dama, pero la segunda era aún más tentativa. El sólo hecho de pasar dos segundos con ella eran mejor que pasar ninguno, por más fea y sucia que estuviera. Ni siquiera tenía las esperanzas que Cathy se hubiera retrasado. Su tío tenía un reloj cronometrado a la hora de enviarla a realizar diligencias en la Capital.

- Siguiente.-La palabra nasal tras el vidrio de la taquilla fue suficiente para colocar en favor a alguna de las opciones. Definitivamente no quería esperar cuarenta minutos para el siguiente tren con semejantes compañías. Pagó, agradeció y huyó a los cambiadores masculinos para terminar con eso lo más pronto posible.

Se acomodó los cabellos rubios que habían escapado bajo la gorra e intentó arreglar un poco los manchones del blanco pantalón sin mucho éxito. Deseaba limpiarse el sudor, pero no tenía tiempo extra y se tardaría menos inventando una excusa plausible…Además que esos baños…

Prefería apestar que pescar una infección urinaria, muchas gracias. Una pasada de pañuelo en el

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rostro bastaría para el sudor y unas gotas de perfume en zonas estratégicas para el olor.

Increíblemente, sus prisas fueron innecesarias. Al echarle una vista de reojo al reloj del tren, verificó que todavía faltaban doce minutos. Cuando salió del baño y subió a su vagón usual entre empujones a las personas que poseían el instinto de urgencia erizado por el cercano peligro, sobraba tiempo para, quizás, echar una última vista a la vieja estación antes de abordar al calor insoportable del interior, por la hora, el día y las ganas de los cadetes de volver a casa una última vez antes de ser enviados al frente.

La melancolía se sentía en el aire, junto al calor y el miedo. Entre las filas, los pasillos, los hombres y mujeres que veía todavía poseían el rostro de los jóvenes arrancados de cálidos hogares. En todos leía la desesperación previa al adiós de amantes, amigos y hermanos que habíamos formado en esas semanas de intenso entrenamiento. Todos sabían que la mayoría no regresaría con vida.

Algunos morirían por bombas, otros por el mordisco de una bala, a otros la muerte no sería tan misericordiosa de arrancarles la vida inmediatamente, sino que se los llevaría por parte tras incontables agonías. El entusiasmo y la necesidad que había llevado a alistarse parecían insignificantes ahora.

Todavía ella no estaba atrapada en el ambiente fúnebre de la ocasión. En su interior habitaba más bien la tristeza de un indefinido adiós, no de una eterna despedida. Quizás por eso su ánimo seguía ligero, sus esperanzas brillantes y la frente en alto al andar a la tercera fila del quinto vagón.

Sus latidos se desbocaban a medida que se acercaba, la forma de corazón del rostro adorable que llenaba sus fantasías se definía en su mente nublada por el calor y la estruendosa risa que salía de esos delicados labios. Desde que la había visto por primera vez, hacía ya seis meses, esa sonora carcajada parecía canciones de los coros de la Iglesia en lugar del molesto ruido que escuchaban los demás pasajeros.

- Casi llegas tarde, Sammy…-Dijo la delicada voz en un tono más bien irónico, guardando quizás su sarcasmo para alguna otra ocasión especial. Ocupaba ya su lugar en el asiento junto al pasillo de forma más bien despreocupada, con las piernas estiradas a un lado del puesto delantero y los dedos enredados en un mechón denigrado de su coleta castaña. Cada vez se sorprendía del desparpajo de su personalidad, así como de su gran altura, que combinaba con un gentil carácter cuando lo deseaba. Apenas dejó espacio para que su acompañante se introdujera en su lugar usual junto a la ventana, guiñándole un ojo al acomodarse erguida.-Pensé que debía cancelar todos nuestros planes en tu hogar. Arrojar las velas y el vino…

Sam sintió que su rostro se coloreaba hasta las orejas, el calor del vagón volviéndose insoportable por unos segundos de suprema vergüenza. La situación no causaría semejante reacción si no fuera por el diminuto detalle que la chica tendía a decir todo a vox populi.-…Guarda silencio…

-Contrario a las lecciones de su madre, sujetó a la castaña del cuello de su camisa, acercándola a su rostro al tiempo que verificaba que las personas volvían a sus asuntos.- No todos deben enterarse de ya-sabes-que…

La risilla de Cathy volvió, pero esta vez controlada, casi sensual, a medida que cortaba los pocos centímetros que los separaban hasta llegar al ansiado roce de labios con el que ambos soñaban desde hacía una semana. Las protestas de Sam terminaron, los besos volviéndose lo último en que deseaba pensar en esa vida. No sintió momento cuando partieron, ni el instante que las delicadas manos de ella se enredaron en la cintura holgada de su chaqueta. Cuando lograron despegarse del cálido lazo que las enredaba en vida, las dudas y vergüenzas habían desaparecido en una nube de añoranza.

Los labios húmedos de Cathy nunca habían dejado de sonreír, su aura segura brillando en los ojos castaños que la miraban con amor.- Sally…Mi Sally…-El susurro de esas simples tres palabras la estremecían más que cualquier confesión de pasiones. Cuando trabajaba en el cuartel, la memoria de esa voz diciendo su nombre verdadero bastaba para infundirle ánimos. Amaba a Cathy por la forma que desaparecía el miedo de la guerra, el pánico a la separación y a no verla más nunca después de ese fin de semana de entrega mutua. Y esos ojos, ay, esos espejos límpidos donde el cielo y la tierra habían encontrado su inspiración, más hermosos que las campiñas que cruzaban. Más perfectos que las obras de arte.

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Ella lo valía todo. Fingir ser hombre al subir ese tren, la angustia de ser descubierta y las prisas.

Quería ya terminar esas guerras inútiles donde los orgullos se encontraban y el amor se perdía. Huir juntas, a un lugar donde pudieran amarse sin temer desprecios y humillaciones. Sally no alcanzaba a recordar un mundo donde Cathy no existiera. Las razones de participar en esa guerra inútil no bastaban ahora para estimularla a matar a personas que amaban como ella, pero la esperanza de que tras cumplir ese terrible deber podía marcharse con su amada podían extirpar todo el sentido de humanidad que habitaba ese corazón sano.

- Catherine. Te amo, te adoro…-El apasionado beso en el que se unieron no bastaba para Sally, deseaba darle más, ofrecerle más a esa princesa con raíces de granjera. Servirle el vino de la vida en una copa de plata y hacerla feliz ante los votos divinos.- Sé amable conmigo, no tengo experiencia.-Pidió Sally con labios temblorosos por primera vez, sabiendo que quizás sería la primera y la última que estaría entre esos brazos fuertes. Juntas durante dos noches, solas en la habitación que su madre les tenía preparada para dormir como amigas que eran ante los ojos del resto.

En ese cuarto de su niñez, donde tantas veces había soñado con pilotar las estrellas, cumpliría el único sueño que en verdad anhelaba. Esa habitación sería el paisaje de su eternidad, de sus votos para la fidelidad completa. Sería su saludo y despedida, el lecho de su boda. Sally sólo deseaba que esos instantes duraran para siempre.

Los besos en el vagón y el amor en la habitación. Necesitaba de ellos como otros necesitarían de los suyos en el frente.- Te haré muy feliz, Sally. El amor de mi vida.-Susurró la castaña en un temblor, la agridulce oración llenando de inexplicable felicidad a la rubia que ya sentía la desesperación, el dolor y la furia de tener que marcharse en tres días, de dejar a Cathy y a toda su familia en tristeza por su inminente muerte o desfiguración mental y física. No quería, no quería que ese momento se acabara nunca.

Sus manos se entrelazaron, sus miradas sin apartarse una de la otra en un intenso instante de necesidad mutua. Necesitaban observarse, memorizar sus facciones. Frescas, jóvenes, llenas de vitalidad y amor una por la otra. Tenían un futuro brillante con una última nube en el horizonte. Un futuro juntas, lleno de amor y felicidad. Con esos pensamientos positivos en alto, se animó a confesar las palabras que habían guiado su prisa por llegar al tren, sabiendo que no tendría el valor de decirlas en ningún otro momento. Quitó la gorra que sujetaba sus largos cabellos rubios, revelando la identidad femenina a los presentes, sin el menor rastro de arrepentimiento en su rostro o de miedo en la sonrisa de Cath.

La boca de Sally se movió en una confesión que fue sellada por un último beso antes que el silbido que había callado sus palabras de los oídos de los presentes se convirtiera en una explosión incandescente, transformando el vagón en el que se encontraban en una masa de hierro y fuego. El tren se descarrió, dejando la cifra más alta de heridos, muertos y desaparecidos de la región.

Sus cuerpos se quemaron juntos, convirtiéndose en polvo y alimentando las hermosas campiñas al dispersarse en la coreografía sensual del viento, naciendo de ellas hermosas flores perfumadas que los amantes futuros regalarían unos a los otros, alimentados por el fuego pasional de un amor verdadero que encontró su deseo cumplido en el impacto de una bomba enemiga.

Hasta la eternidad, Catherine. Te amo

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La fugitiva.

Por Cirkadia

Chiribita, una de las ciudades vacacionales del distrito de Chribita, construida en una de las Islas Etéreas sobre el mar de nubes Calipso.

Entre la gente que paseaba, se bañaba en piscinas de fantasía y tomaba el sol, una mujer en bikini disfrutaba en una tumbona, con gafas oscuras y mueca de satisfacción.

Una sombra se acercó a ella y la encantada turista le tendió un vaso vacío.

–Otro como éste, camarera.

Pero en vez de un cóctel, la dueña de la sombra la obsequió con una esposa cerrándose en torno a su muñeca. La mujer de la tumbona se sobresaltó.

–Se acabaron las bebidas con sombrillita y los baños de sol para ti, lady Chanceuse –declaró con sorna otra mujer, vestida con vaqueros y camisa de cuadros.

–Oh, demonios, ¿es que una ya no puede tomarse unas vacaciones tranquila? –suspiró bajándose un poco las gafas de sol para mirar por encima de ellas.

–No después de haber robado un botín de un millón –declaró con dureza.

–¿Eso es lo que te han dicho que vale? –se burló Chanceuse torciendo la sonrisa.

–Andando –ordenó tirando de la esposa, la otra estaba unida a su propia muñeca.

–Vale, vale, no hace falta que seas brusca –se quejó poniéndose en pie–. Deja que me ponga el pareo al menos.

Recatada ya, la cazarrecompensas se llevó a Chanceuse y su bolso a través del complejo vacacional. La gente las miraba con curiosidad y extrañeza, lo que no amilanó la fugitiva apresada, que se exhibía con desparpajo.

–¿Qué pasa, es que nunca habéis visto a dos mujeres caminar agarradas de la mano? –les preguntó la ladrona.

–Cállate –gruñó la cazarrecompensas.

–¿Paseas así con todos tus ligues? Seguro que sí, será la única forma de que no huyan de ti.

–Ya sé por qué pagan tanto por ti –declaró con la vista clavada al frente.

–¿Por mi peligroso atractivo? –pruebó con una sonrisilla maliciosa.

–Por pesada.

Llegaron a un coche-nave aparcado a las afueras de la isla de Chiribita. La cazarrecompensas la metió en la parte de atrás para esposarla a una barra que había en la parte superior. Después montó en el asiento del conductor y puso en marcha el vehículo.

–¿Y por quién tengo el honor de haber sido pillada? –preguntó Chanceuse inclinándose hacia adelante.

–A ti no te importa –contestó con sequedad.

–¡Oh, la famosa cazarrecompensas Atinoteimporta! –exclamó alucinada–. No, ahora en serio, ¿cómo te llamas?

Su captora no respondió y el coche-nave despegó para volar sobre el mar de nubes de Calipso.

–¿Y a dónde vamos? –se interesó la cautiva.

–A Isla Central.

–Entonces tenemos tiempo para conocernos. Empieza por decirme cómo…

Un golpe sacude el coche-nave.

–Lástima que no vayamos a tener intimidad –rectificó Chanceuse.

Un par de camionetas voladoras flanquearon el coche, acosándolo a empujones.

–Los muy cabrones estaban debajo de la isla –gruñó la cazarrecompensas.

–¿Y qué vas a hacer con la competencia? –preguntó no demasiado preocupada.

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La cazarrecompensas cambió de marcha macha, empujó el volante hacia adelante y su nave-coche cayó en picado dejando las camionetas arriba.

Chanceuse aulló divertida mientras su captora pilotaba concentrada.

El coche-nave entró en un campo de pedruscos voladores, que sorteó con elegancia. Las camionetas las seguían desde la distancia, donde había menor densidad islillas.

–Los estás dejando atrás –observó la ladrona–. Pero en cuanto salgamos de este campo de minas, nos atraparán. Esos paletos les ponen unos motores a sus chatarras…

La cazarrecompesas metió otra marcha y continuó hundiéndose, esquivando unos cuantos pedruscos voladores, directa a Calipso.

–¡¿Qué haces, loca?! –chilló la cautiva agarrándose a la barra con la mano libre.

El coche-nave se sumergió en el mar de nubes, provocando un salpicón vaporoso.

Inmersas en una densa niebla, la cazarrecompensas activó un radar que le marcaba la cercanía de los pedruscos flotantes y retomó una conducción más sosegada.

–¿Sabes, nunca había estado dentro de Calipso? –confesó Chanceuse.

–No hay mucho que ver –contestó imperturbable, esquivando islillas fantasmales.

–Me gustan tus truquitos. Si salimos de ésta, empezaré a tomarte en serio –prometió sentándose con tranquilidad.

–Eso no me importa, porque tú estarás en la cárcel.

–Eso ya lo veremos –murmuró con una sonrisilla torcida.

Dos horas después, la cazarrecompensas miró fastidiada el indicador de combustible e hizo que su coche-nave ascendiera para salir de Calipso.

–Sol de nuevo –celebró Chanceuse recostándose como si estuviera en la tumbona.

–Aprovéchalo, porque allí donde irás a parar no lo verás mucho.

–Ey, ¿por qué tanto odio? –se quejó frunciendo el ceño–. ¿Qué te pasa, tienes algo personal contra mí? ¿He robado algo que consideraras de tu propiedad?

Su captora no respondió y siguió subiendo directa a las islas mayores.

–Vale, pues no respondas, señora gruñona –refunfuñó la ladrona poniendo morritos.

Llegaron a una islita en la que sólo cabía un dispensador de combustible y una caseta donde dormita un tipo en camiseta de tirantes. La cazarrecompensas aparcó en el escaso terreno restante y salió del vehículo. Mientras echaba de comer a su coche-nave, Chanceuse miraba desde dentro sin perder detalle. Cuando sacó la manguera y fue a pagar, la cautiva se deslizó al asiento del piloto, libre de las esposas.

–¡Gracias por llenarme el depósito! –se despidió–. ¡Te mandaré una postal!

La cazarrecompensas no movió ni una ceja y Chanceuse puso en marcha el vehículo. O lo intentó. La captora se acercó a la ventanilla y le dio unos toquecitos. La ladrona bajó la ventanilla con una sonrisa de niña pillada haciendo una travesura.

–No vas a poder ponerlo en macha –le adviertió la cazarrecompensas severa.

–Ya… ¿Y podrías chivarme cómo…?

–Obviamente no. Quita del asiento del conductor o te tiro de la isla.

–Yo tengo una idea mejor –sacó una pistola de alguna parte–. ¿Qué tal si te lo piensas mejor?

–No. –¿No? –repite apuntándole a la cara.

–Señorita, ¿tiene algún proble-? –cuando el encargado vio el percal, se quedó tieso un segundo y luego corrió a esconderse en la caseta.

La cazarrecompensas seguía imperturbable.

–Tienes agallas y me has caído bien, así que sé buena chica y dime cómo…

Un bocinazo la interrumpe.

–Mierda, paletos –gruñe Chanceuse y abrió la puerta–. Entra y pon esto en marcha.

La cazarrecompensas se sentó en el asiento del conductor y la ladrona se desplazó al del copiloto sin soltar la pistola. El coche-nave salió despedido de la islita justo a tiempo de esquivar a las dos camionetas.

–Ah, así que tienes que encender las cosas en un orden para que funcione –observó Chanceuse–. No sé si es una genialidad o que esto es una chatarra.

–El caso es que sirve para que una idiota en bikini no me lo robe.

–En bikini, pareo y pistola –remarcó.

–Ponte el cinturón.

La cazarrecompensas hizo una brusca maniobra y las camionetas que estaban empezando

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a cercarla casi se chocaron cuando se escaparon por arriba.

–¿Cómo me habrán encontrado tan rápido? –se preguntó la conductora.

–Déjame adivinar. ¿Has dejado el coche abandonado al ir a buscarme y esos paletos le han puesto un localizador?

–Serán cabrones. ¡El cinturón!

Pegó un volantazo y cayeron en picado pasando muy cerca de las camionetas, desestabilizándolas.

–¡¿Se puede saber por qué conduces como una desquiciada?! –gritó Chanceuse agarrándose donde podía.

–Ellos tienen más motor y yo llevo un localizador, ¿no? Pues entonces sólo tengo una opción –respondió pegando otro volantazo.

–¿Qué, derribarlos a golpes? –cuestionó estupefacta.

–Tienes razón. Préstame esto –le quitó la pistola–. Tú sujeta el volante.

La cazarrecompensas apuntó por la ventana a uno de los capós de las camionetas y disparó.

Después del petardazo, algo rebotó contra la chapa.

–¿Dardos? ¿Llevas dardos? –se sorprendió volviéndose hacia Chanceuse.

–Soy ladrona, no asesina –se justificó ella–. ¿No te quedas más tranquila sabiéndolo después de haberte apuntado con ella?

–Ahora mismo no. Abre la guantera. Saca una llave inglesa.

–¿Qué vas a reparar ahora? –preguntó tendiéndosela.

–Reparar nada –la tiró por la ventana, acertándole en el parabrisas a una de las camionetas.

–¿Tu plan ahora es tirarles cosas?

–Les he roto el parabrisas, para ver algo tendrán que quitarlo.

–¿Y, se les secarán los ojos?

La conductora atrajo el volante hacia su cuerpo y el coche-nave ascendió bruscamente.

Subieron más y más perseguidas por las camionetas. Hasta detenerse en lo alto, altísimo.

–¿Qué vas a…? Oh, dioses –la fugitiva finalmente se ató el cinturón.

La conductora volteó el coche-nave, apuntando con el morro hacia abajo, hacia los perseguidores. Cayendo en picado, giró el vehículo para que su ventanilla quedara en el mismo lado que la camioneta sin parabrisas, saca el brazo y disparó. El dardo se clavó en el conductor. Una maniobra suicida las hizo pasar muy cerca de los otros. Arriba, ambas camionetas tomaron trayectorias peligrosas y se fueron a tomar por saco.

–¿Qué les has hecho a los otros? –exclamó Chanceuse.

–Golpearles con una corriente de aire –contestó recuperando la horizontalidad y dejando la pistola en el salpicadero.

La fugitiva la miró con admiración y, de repente, la agarró de la cara para plantarle un beso en los labios. La cazarrecompensas se sobresaltó y la apartó con brusquedad.

–¿Qué haces?

–Eso que has hecho ha sido espectacular. Una maldita locura temeraria, pero espectacular.

–¿Y por eso tienes que besarme? –gruñó limpiándose la boca.

–Pues sí. ¿Tus padres nunca te dieron la charla de que cuando alguien te gusta…?

–Sí, y empezaba con “cuando un chico te gusta…”

–Pues también pueden ser chicas. ¡Sorpresa!

La cazarrecompensas puso los ojos en blanco y aterrizó en una islita. Salió del coche-nave para arrodillarse junto a él y buscar debajo. Desenganchó una cajita con una lucecita y la tiró al vacío. Al ponerse en pie, Chaceuse le había vuelto a robar el sitio para intentar arrancar el vehículo.

Sin éxito.

–¿Qué, vas a mandarme una postal?

La ladrona dejó caer la cabeza contra el volante.

–Pero si he hecho lo mismo que tú –se lamentó.

–No lo has hecho. Ahora aparta –la empujó hacia el asiento del copiloto.

Entró, puso en marcha el coche-nave sin problemas y despegaron.

–¿Qué vas a hacer cuando aterricemos y ya no te necesite? –se interesó Chanceuse.

–Cuando llegue ese momento, no podrás escapar.

La fugitiva suspiró fastidiada y miró por la ventana.

Minutos después, viajando ya sin contratiempos, la ladrona volvió a hablar: –Venga, ahora en serio. Lleguemos a un acuerdo.

–El único acuerdo que aceptaré es que tú te calles y yo a cambio no te golpeé contra el

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techo.

–Te ofrezco diez mil.

–Jah. –Vaaaaale, veinte mil.

–La recompensa por ti es de doscientos mil, tendrás que ofrecer más para que me lo piense.

–Doscientos en mucho –se quejó poniendo morritos–. Ni siquiera sabía que hubiera subido tanto la recompensa por mí.

–Los últimos a los que robaste son familias muy influyentes.

–Oh, vaya… ¿Treinta entonces? –ofreció y se ganó una mala mirada–. ¿Y si… te compenso de alguna otra forma? –sugirió deslizando la mano por el muslo de la conductora.

La cazarrecompensas pegó un volantazo, poniendo el coche-nave bocabajo. La fugitiva se golpeó contra el techo y se queda patas arriba mientras la otra conducía del revés dura como piedra.

–Vuelvo a mi oferta inicial: tú te callas, y no me tocas, y yo no te golpeo más.

–Pero piénsatelo –pidió Chanceuse.

La cazarrecompensas hizo otra maniobra brusca, ascendiendo casi en vertical, aún bocabajo, y la fugitiva rodó por el techo para ir a chocarse al fondo. Aprovechando que estaba aturdida, volvió a esposarla a la barra. Después recuperaron la horizontalidad.

–Mira que eres bruta… –gimió la ladrona poniéndose del derecho–. No me extraña que los chicos huyan de ti.

La cazarrecompensas puso los ojos en blanco y continuó conduciendo. Se acercaban a la ciudad de Purpurina, capital del sector Libis.

–Cien mil –ofreció de repente la cautiva.

–No. –Cien mil, me dejas en esa isla y ya no te damos más problemas ni yo ni los paletos que también quieran la recompensa.

–Es que te voy a dejar en Purpurina.

–¿No íbamos a Isla Central?

–Mentí. Puedo entregarte en cualquier capital.

–¡¿Qué?! ¡Pero qué zorra eres!

–¿Ya no te gusto? Lástima –se encogió de hombros.

–Vale, tú ganas, igualo la recompensa.

–Para eso te entrego y además gano buena fama.

–Doscientos diez, veinte, treinta. ¡Doscientos cincuenta y es mi última oferta!

La cazarrecompensas detuvo el coche-nave cerca de Purpurina.

–¿Y quién me garantiza a mí que vayas a cumplir tu palabra? –planteó seria.

–Vamos, confía en mí –rogó poniendo ojitos–. Me has caído bien, no te timaré.

–Y me lo dice la ladrona más buscada fuera de Skirion.

–Podría haberte dejado seca junto a mi tumbona, pero te decidí dar una oportunidad a una chica tan guapa y resuelta –añadió con sonrisilla seductora.

–Deja los halagos para otros. No me fío de ti.

–Puedo extenderte ahora un cheque por cincuenta mil y el resto…

–El resto nunca llegará.

–Pero qué eres mal pensada eres –se queja fastidiada–. Mira, te haré un cheque por setenta y cinco.

–Que resultará ser falso o no tendrá fondos.

–De acuerdo, haz lo que quieras –suspiró Chanceuse–. ¿Por qué todas las chicas guapas son estúpidas o demasiado íntegras? –se quejó al cielo.

La cazarrecompensas continuó su descenso hacia Purpurina. Por el rabillo del ojo observó a la ladrona en el espejo retrovisor, parece resignada.

–Tú tramas algo –la acusó.

–¿Yo? Qué va. Me he aburrido de tomar el sol en Libis, no es tan divertido como parece. Los tribunales de Isla Central serán un buen cambio de aires.

La cazarrecompensas hizo una mueca.

–Y después, la prisión de Boreas, a tener que llevar abrigo todo el año.

–Deja de hacerte la víctima –ordenó mientras sobrevolaban la ciudad de Purpurina.

–Mientras no me manden a Cecias, estaré bien.

–Ya sabías lo que te exponías con tus delitos.

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–A todo menos a caer rendida ante una cazadora de corazón de hielo –dijo teatral.

La conductora puso los ojos en blanco y aterrizó en el patio de un edificio. Al instante el coche-nave quedó rodeado por un montón de guardias con uniforme veraniego. La cazarrecompensas salió del vehículo.

–Vengo por la recompensa de Chanceuse, la que robó la rosa.

Los guardias abrieron una puerta trasera para mirar dentro. La captora les cedió la llave de las esposas para que la sacaran.

–Es ella –confirmó el jefe–. Buen trabajo, venga conmigo para cobrar.

–Esperad –pidió la ladrona, con las manos esposadas a la espalda–. Dejad que me despida.

–Un placer haber hecho negocios contigo –contestó la cazarrecompensas.

–No me arrepiento de nada –le confió con una sonrisa maliciosa antes de echarse hacia adelante para volver a besarla.

Impactada, tardó un segundo de más en quitársela de encima y empujarla hacia los alucinados guardias.

–¿Qué pasa, nunca habéis visto a un preso intentar cualquier artimaña para escaparse? –les abroncó avergonzada, limpiándose la boca con el dorso de la mano.

–Nunca eso –reconoció uno.

–Ya me gustaría a mí que lo intentara conmigo –añadió otro.

–No hay para vosotros, chicos. Ahora llevadme a mi celda, me gustaría cambiarme de ropa –declaró Chanceuse hecha toda una diva.

La cazarrecompensas volvió a poner los ojos en blanco.

–Dadme ya mi dinero. Necesito un trago después del día que he tenido –suspiró agotada.

Horas después abrieron la celda de Chanceuse, que iba con ropa simple de presa.

–¿Me vais a llevar de excursión? –preguntó risueña mientras le esposaban las manos delante.

–Antes del amanecer estarás en Isla Central –le informaron sacándola al pasillo.

–¿Ah, sí? ¿Cuánto queréis apostar por ello? –musitó con una sonrisilla torcida y sonó un discreto clic en sus esposas.

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Mañana, cuando el mundo nos haya olvidado.

Por Laura López Alfranca www.lauralopal.blogspot.com

Calvin se despertó porque los destellos malvas y verdes eran demasiado intensos para él; vivir en el Cielo durante tanto tiempo le había ablandado… o tal vez fuera a causa de su cuerpo de metal. Miró al viejo ordenador, que seguía haciendo ruido mientras intentaba acabar de cumplir su misión. Fuera, escuchó a la gente despertando y gritándose, además de algunos disparos aislados: el típico amanecer del Infierno. Se acercó a la ventana y miró la inmensa caída hasta el suelo del bloque de apartamentos, el viento ululó revolviéndole sus cabellos, trayéndole un hedor repugnante a cloaca, humanidad y desesperanza.

Unos resuellos agónicos le hicieron girarse y acercarse a la única cama que había. Cogió la mano del hombre y se la colocó al lado de la cara, consiguiendo que Eric se relajase por unos instantes e intentara reajustar su respiración. No, no se llamaba así era… acompasar, eso. A veces se olvidaba que las personas no podían reprogramarse a sí mismas. Sintió la lágrima recorriendo su cara antes que la pena en su pecho, sus reflejos le estaban traicionando o, tal vez, se le adelantaban. ―¿Calvin? ―murmuró Eric casi sin resuello. El aludido notó como todo dentro de él se encogía por la rabia, la ira y la tristeza. ―Estoy aquí, mi amor. Descansa… pronto habrá acabado todo.

O, al menos, eso era lo que deseaba.

Su amante se quedó más tranquilo y Calvin comprobó que los enganches craneales no se habían movido. No podían permitirse fallar, como tampoco que les separasen. Los resuellos de Eric parecían tropezar en su garganta y el otro joven le agarró la cabeza para que la máquina no se moviera. Dio igual que le escupiera en la cara con esputos negros, su amor había hecho lo mismo por él. Le cogió el brazo al enfermo, lo remangó y comenzó a hacer que tocaba un piano contra su piel, mientras el otro intentaba recuperar la respiración y sonreía.

Calvin sintió que si corazón se retorcía de dolor, o lo que tuviera en el pecho que encerrase su alma. Aquel gesto no era suyo, si no de su anterior yo, esa persona por el que el hombre tendido en la cama había arriesgado su vida y su estatus social. Pero para Eric no había diferencia alguna entre la máquina que le cuidaba y el hombre que murió por la misma dolencia que el enfermo padecía: solo veía la mente de la que se había enamorado y a la que deseaba proteger por encima de todo, hasta el punto de convertirse en un paria. Y aquel ser de metal le amaba con la misma intensidad.

Calvin había preferido morir a su lado en la más mísera pobreza, que salvarse rodeado de lujos y despreocupaciones.

No, el robot podría dudar de todo su ser, de si las emociones eran suyas o solo un pálido reflejo de las que sintió alguien que fue descargado a un procesador, pero no era capaz de negar sus sentimientos por ese humano. Podría poner en entredicho el alma, que él sea o no el humano que fue, pero jamás de Eric. Siguió tocando contra la piel enferma y tibia, como cuando se conocieron. *** Calvin miró a todos los allí presentes con odio y asco. Mientras, tocaba de forma mecánica, fallando cada pocas notas en aquel piano de plástico transparente. Todos eran tan falsos como aquel instrumento: sus pieles, ojos y cabellos de colores estridentes y antinaturales. Todos ellos estaban follando mientras él interpretaba alguna pieza vacua y sin sentido que alguno de los allí presentes habría compuesto para su gloria personal.

Sintió que alguien se sentaba a su lado y levantó su mano para que viera el tatuaje: era un criado en el infierno para la familia Walker. Solo un miembro de esa casa podría apartarle del instrumento y poseerle. En cambio, vio que la persona le quitaba la partitura que tenía delante y le

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colocaba otra. Se detuvo a mirarla fijamente: era mucho más compleja y, por lo que leía, solo podía clasificarla de obra maestra. Sintió sus dedos cosquilleando de emoción. Se giró para mirar al joven a su lado y, sí, tenía el pelo azul, a juego con los ojos y la piel. Al menos podía pensar que tenía buen gusto.

Calvin comenzó a tocar con frenesí, sintiéndose más vivo que nunca. Adoraba la música, en el Infierno nunca habría tenido la oportunidad de acercarse al arte, tan solo de matarse en las minas o sirviendo en las casas de los habitantes de Limbo. En el Cielo no pasaría de ser un perro bien amaestrado y el saber tocar de un truco interesante, sin embargo, ser un chihuahua era mejor que vivir sin la música.

Alrededor todo se silenció. Solo existía aquella partitura, las teclas y, a lo sumo, unos ojos claros que le miraban fascinado mientras dejaba que su alma fluyera fuera de su cuerpo a través de sus dedos. Alguien le golpeó en la mano con fuerza haciendo que se detuviera y siseara de dolor. Alzó la cabeza para ver a su dueña, una joven de rosa chillón a la que llamaba Ama, ¿para qué aprenderse un nombre si tenía tatuado a quién pertenecía? ―Perrito, estás siendo muy maleducado con mi prometido ―dijo ella abrazando al joven sentado a su lado. ―Marla, no hagas eso ―dijo el otro, incómodo por los recorridos que seguían las manos de la joven―. Tú criado estaba tocando una canción para mí. ―Tú lo que quieres es follártelo, sé que eres un experimentador y de los que más busca... nuevas experiencias ―murmuró ella de forma audible, haciendo que su prometido se sonrojara y Calvin, muy a su pesar, se retorciera el gesto del disgusto.

Odiaba a los hombres que buscaban su cuerpo, le parecía más humillante que con mujeres. ―Bueno, como quieras. Pero si quieres divertirte un rato, tienes mi permiso. ―El esclavo, al ver cómo su ama metía la lengua en la boca a ese joven hasta hacerle sentir incómodo. Hasta el pianista lo lamentó por su acompañante―. Aun así te advierto: no molestes con esa música tan aburrida, no me dejas concentrarme.

Cuando ella se fue, ambos se miraron con cierto desagrado, pero Calvin se retiró, aquel gesto tan osado podía significar un castigo realmente duro para él. Cogió la partitura y se la tendió a su señor bajando la cabeza; no se podía permitir volver a tocar aquella pieza. El joven se arremangó, dejando ver un brazo fuerte y de piel sana. Se lo tendió y con una sonrisa tímida, le pidió: ―Por favor, sigue tocando. ―Calvin le miró inseguro, pero si hacía aquello, no incumplía la orden de su señora.

Comenzó a tocar primero de forma insegura, imaginándose las notas en su cabeza. Casi se olvidó que era un brazo de un amo, si no fuera por su piel suave y que le escuchaba reírse por lo bajo. Le hacía cosquillas… nunca había visto a un habitante del Cielo con un gesto tan natural. Por unos instantes rozó la mano del amo y este, de forma inconsciente la cerró sobre sus dedos. Fue una respuesta tan casual e inocente que le hizo pararse y mirarle a los ojos claros, lo único natural de su ser. Cuando su señor le respondió con una sonrisa apaciguadora, siguió tocando encima de su piel, sin darle importancia a aquel suceso. *** Escuchó explosiones provenientes de los bajos del edificio. Seguramente los miembros de las brigadas policiales intentarían entrar por el ascensor pensando que era un portal. Calvin se rió por la situación: que alguien del Cielo creyera que los del Infierno vivían en apartamentos como ellos y no en chavolas de cemento era, cuanto menos, peculiar. ―¿Vienen a por nosotros? ―murmuró Eric en un susurro débil. ―Vienen por ti, si es lo que preguntas. Aún puedes volver con ellos ―le dijo el joven acariciándole la cara. Ante la sonrisa apesadumbrada de su compañero, supo que la respuesta era no, ya no solo por sus propias convicciones, sino también porque se estaba muriendo―. ¿Quieres que siga tocando? La transmisión acabará en unos pocos minutos. ―Por favor ―pidió acurrucándose contra su almohada, con expresión de paz.

La piel era pálida, sin rastro alguno de azul. Sus cabellos eran rasposos, quebradizos y tan tiesos como la paja, el celeste se había desvaído y prácticamente parecía blanco. Intentó fijarse en aquellos pequeños detalles, en sus arrugas, en sus resuellos… lo que fuera para no centrarse en el hecho de que se le iba. Sintió que una lágrima surcaba su rostro antes de que su corazón comenzara a latir despacio en su pecho. ¿Qué más daba que fuera una válvula de caucho y látex, si seguía sufriendo como si fuera de músculo?

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Recordó cómo todos les miraban cuando les veían juntos. Mejor dicho, a Calvin… Eric era lo que se llamaba un experimentador. Alguien que se tomaría en serio su obligación de engendrar hijos, aunque de cuando en cuando cedería a los impulsos antinaturales de juntarse con alguien del mismo sexo o de baja casta social. El esclavo intentó hacerse siempre a la idea; tenía que entender que iba a perderle en favor de la humanidad. Para eso existían los miembros del cielo: para que sus genes limpios y superiores creasen una nueva sociedad. Los del infierno solo eran ganado para divertirse y utilizar para cualquier necesidad que se tuviera. A veces, incluso, para engendrar y mantener la sangre libre de problemas genéticos derivados de la endogamia.

A Calvin no le importaban las palizas por los celos de su ama, estar con Eric era maravilloso, el verdadero Cielo. Pero cuando comenzaron las habladurías y las pintadas contra sus tendencias, el esclavo intentó deshacerse de él. No podía dejar que hicieran daño a lo único que le había hecho sentirse como una persona. ―No debes olvidar que tienes una obligación. Pasa tiempo con mi ama, te ayudará a que te dejen tranquilo ―le repetía cientos de veces. Eric le miraba decepcionado y le hacía caso, aunque parecía que sus citas con la mujer no solían acabar bien.

Las marcas que había llevado hasta el día de su muerte eran la prueba, pero prefería ser él quien cargara con las consecuencias. Cualquier castigo, por muy doloroso, duro y humillante que fuera, se convertía en soportable si podía ayudar a su amante. Lo que nunca supuso, es que su dueña prefiriese acabar con él que compartir a su prometido.

Calvin recordaba el dolor de su cuerpo, como el virus iba comiendo su carne y entrañas con una voracidad irrefrenable. Se recordó llorando por el sufrimiento, gritando para que alguien le rematase. Las medicinas del Cielo no podían hacer nada por él, su cuerpo se convulsionaba a cada medicamento como si fuera otro ataque de la enfermedad. Estaba seguro de que iba a morir, y así lo hizo.

Cuando sintió que su cuerpo se iba quedando frío, deseó que Eric se sintiera aliviado, porque el esclavo al que le había mostrado sus debilidades, al que incluso se permitió en un impulso loco, decirle que le amaba, iba a morir. El hombre solo le cogió la mano y con una sonrisa tierna, le preguntó: ―¿No preferirías quedarte aquí conmigo?

Si hubiera estado en sus cabales, le habría rechazado con educación, pero su corazón le traicionó. ―Me encantaría pasar la eternidad contigo.

Sus delirios le condenaron. No sabía que Calvin había robado un robot y, mucho menos, que descargó lo que se conocía como «alma» o mente en la CPU. Cuando el esclavo se levantó completamente curado supo que algo no iba como debería. No necesito esperar a que le dijeran que estaban en una nave rumbo a ninguna parte, huyendo de las brigadas policiales.

Quiso odiarle, espetarle que lo había hecho movido por el egoísmo y que prefería morir que vivir en la incertidumbre que causaba su condición. Nunca le dijo nada. A fin de cuentas, Eric fue quien más perdió en el cambio… Calvin, en cambio, obtuvo un cuerpo fuerte, la persona a la que quería y una vida más emocionante. Aunque llevado por la culpabilidad, no podía evitar preguntar a su amante tras hacer el amor: ―¿Cuándo volverlas a tus obligaciones, con tu familia? No puedes vivir lejos de tu mundo.

Cuando veía a su amor sonreír sin darle importancia. El mundo parecía perfecto, sobre todo cuando le respondía: ―Mañana, cuando el mundo se haya olvidado de nosotros. ―¿Crees que lo harán? ―insistía al sentir que su sentido práctico volvía a imponerse. ―Seguramente, nadie podría pasarse una vida persiguiendo a dos fugitivos que no son nadie.

Ese «mañana» nunca llegó. Nunca se olvidaron de dos criminales tan perniciosos como ellos… y Calvin estaba cansado de huir, de que alguien les culpara por ser un poco egoístas. Anhelaba habérselo dicho a su amor, demostrarle lo valiente que podía llegar a ser, incluso con sus dudas sobre su naturaleza… pero Eric enfermó.

Un ruido en la pantalla le hizo mirarla anonadado, hasta el punto de comenzarse a reír histéricamente y echarse a llorar. Lo había conseguido, por muy ardua que había resultado ser la tarea,

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no fue imposible. ―¿Ya está? ―preguntó el humano con voz queda y él asintió―. ¿Estás seguro de que es esto lo que quieres? ―¿Ahora te arrepientes? ―preguntó Calvin.

Los gritos provenientes de fuera indicaban que la brigada pronto asaltaría la casa, cuando consiguieran atraparles, a él le matarían y a Eric le borrarían los recuerdos que compartieran. Todo fuera para mantener el orden natural de las cosas.

El habitante del cielo se incorporó un poco y miró la pantalla, donde las letras bailaban formando frases extrañas. Sonrió con nostalgia. ―¿Ese es el aspecto que tengo? Es extraño ―aseguró y siguió aferrado a la mano de su amante―. Adelante, antes de que sea demasiado tarde.

Calvin se preguntó si debía decirle algo más. En su lugar, desconectó los cables y sacó la jeringuilla con el veneno. Mientras se la inyectaba a Eric, ambos se sonrieron con cariño, sabiendo que, pronto, todo acabaría. ―Te quiero ―dilo el esclavo, pero al ver la mirada vidriosa del humano, no estuvo muy seguro de que le hubiera podido escuchar.

Sin tiempo para pensar o lamentarse por la situación, cogió las conexiones neuronales y las colocó en sus muñecas, donde estaban las salidas para carga y descarga de datos. En apenas unas milésimas de segundo pudo verse dentro de las redes y, al mismo tiempo, en aquel cuerpo de metal que los policías no tardaron en hacer estallar.

Se alejó sorprendido de aquellas conexiones. No recordaba que se prefería destruir un modelo antiguo a repararlo. Entonces miró a su alrededor, aunque en principio pudiera hacerlo… Era una extraña sensación esa de poder percibir en todas direcciones dentro del mundo virtual. Existían las palabras, las imágenes, los videos, la música, el todo y la nada. Pero, sobre todo, estaba Eric, observándole desde el conjunto de datos del que se componía en aquel momento. Inseguros, ambos se tocaron y fue como sentir una oleada de estímulos directamente desde el cerebro. Calvin tuvo que reírse al darse cuenta de que, realmente, se trataba de eso. Se volvieron a tocar y, llevados por una necesidad que no parecía acabarse con la muerte de la carne, se mezclaron y amaron sin tener barreras que les impidiera entregarse por completo al otro: no hubo secretos, ni temor, tan solo la aceptación y comprensión de todo aquello que se pensaba, de lo que se deseaba decir y nunca se pudo.

Las reacciones a su alrededor no se hicieron esperar: comentarios airados, asqueados y llenos de resentimiento se arremolinaban a su alrededor, aunque ya nada les importaba. Cuando sintieron que los firewalls intentaban expulsarles de los equipos y los antivirus borrarles, comenzaron a correr libres a la vista de todos, mostrando su amor.

Murieron por desear ocultarse al mundo y ahora vivirían eternamente a la vista de todos.

Mostrándose sin tapujos, disfrutando de los momentos que no tuvieron con sus cuerpos.

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RESEÑA DE CÓMIC Bienvenidos un número más a la sección de reseñas de cómic. Esta vez, y coincidiendo con la temática de nuestro número, hemos decidido reseñar El esclavo de la rosa, de Javi Cuho y Van Durán. Antes de entrar de lleno en la reseña, queríamos hacer un pequeño apunte para todos aquellos lectores a los que la temática LGTB+ les interesa dentro del mundo del cómic.

Dentro del amplio catálogo de cómics que hay a día de hoy publicados en España, los de temática homosexual van ganando cada vez más fuerza. Además del que vamos a reseñar hoy, tenemos la suerte de contar con un nutrido grupo de autores que se dedican a cultivar esta temática, dando lugar a obras como Tragedy (Javi Cuho y Henar Torinos), Saihoshi Integral (Studio Kôsen), 3x1 Renewall (Inma Ruíz) o No te escondas (Laura Bartolomé) entre muchas otras. Así que si os gusta la temática, desde Inari os invitamos a entrar en este mundo, donde podréis descubrir no solo historias maravillosas sino a grandes autores.

Y dicho esto, vamos a adentrarnos en la reseña de este número, una obra que se publicó ya hace unos años y cuyo éxito ha llevado a la editorial a sacar una segunda edición este mismo año: El esclavo de la rosa.

“El Conde de la Rosa Negra es un enigmático personaje que se pasea por las calles del deprimido París de finales del siglo XVIII. Aunque sus oscuras intenciones no están claras, Hans, un joven noble aficionado a la escritura, no puede evitar sentirse atraído por él y le ha convertido en la fuente de inspiración de todos sus relatos...”

A lo largo de dos tomos, Javi Cuho y Van Durán nos presentan una historia llena de misterios, infidelidades, amor y, sobre todo, obsesión. El esclavo de la rosa nos introduce en la historia de un enigmático personaje, el Conde de la Rosa Negra, que se dedica a secuestrar jovencitas, liberándolas poco tiempo después. Estas chicas al regresar no hablan, no dicen gran cosa de él, pero todas aparecen con una rosa negra marcada a fuego en su piel. El protagonista, Hans Von Der Burg, es un chico huérfano de la nobleza sueca que vive en París bajo la estricta vigilancia de su tío Magnus, quien le acogió tras la muerte de sus padres. Su sueño es convertirse en escritor y para sus obras se inspira en las leyendas urbanas del Conde de la Rosa Negra, por quien siente una gran obsesión y una innegable atracción. El marco en el que se integra la historia, la Revolución francesa, le da un toque dramático a la historia. Han sabido representar muy bien esa disparatada y enorme diferencia entre la ostentosa vida de la aristocracia y la paupérrima vida de los pueblerinos muertos de hambre que llevaron al pueblo a una revolución contra la nobleza; un hecho histórico que ha servido en numerosas ocasiones para inspirar grandes historias.

Los grandes puntos a favor que tiene El esclavo de la rosa son la historia, el dibujo y el desarrollo de los personajes: unos personajes muy humanos, con sus virtudes y sus grandes defectos, con sus obsesiones y sus bajas pasiones.

La historia queda perfectamente enmarcada en el espacio que han tenido para desarrollarla (aunque en nuestra humilde opinión habría dado para mucho más de dos tomos). Engancha desde el primer momento y es capaz de enlazar el ambiente de revolución del pueblo, con el terror a ese enigmático Conde de la Rosa y las relaciones de amor, infidelidad y desamor que se viven a lo

largo de sus páginas sin que quede forzado. Sin embargo, da la sensación de que el final queda abierto, lo que da libertad a los lectores a imaginar qué podría pasar a partir de ahí.

El dibujo de Van Durán es impecable, con un trazo muy limpio, algo que se aplica tanto a los personajes y sus vestimentas como a los fondos y los decorados, los cuales se ven muy cuidados, quedando relegados a un segundo plano cuando los personajes deben destacar.

Ha conseguido crear distinción entre los personajes principales, quedando todos totalmente únicos, lo que ha utilizado perfectamente para jugar con la identidad del conde y confundir al lector una vez que se le ve el rostro al completo. También he de decir que, aunque los personajes más secundarios carecen un poco de esta diferenciación, el jugar con las formas de las narices de los distintos personajes les da un toque de distinción muy curioso a los personajes.

Quizá lo único malo que tiene es que, pese a que a lo largo de los dos tomos la trama se sucede de manera constante y a un ritmo para nada pausado (algo muy acertado debido al número de páginas del que disponían para el desarrollo total), el final queda un pelín precipitado por la falta de espacio ya que, como hemos dicho anteriormente, la historia es tan rica en detalles que podría haber dado para más de un tomo.

Si os gustan las historias de amor homosexual no os perdáis El esclavo de la rosa porque es una obra con una grandísima calidad, muy bien trabajada y que merece la pena estar en vuestras estanterías. ¡Nos vemos en el próximo número!

Nari y Zen

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#EvaPlaysOtomes DRAMAtical Murder

Con el 2015 recién estrenado y muchas ganas de arrasar, #EvaPlaysOtomes quiere empezar pisando fuerte este año. Y es que dada la temática LGBT de este número, se ha presentado la oportunidad que llevaba esperando desde Dios sabe cuándo: traeros la reseña de uno de los juegos BL más comentados de 2014. ¡Venga, abrochaos el cinturón y preparaos para conocer a los chicos más cañón de Midorijima!

INFORMACIÓN GENERAL Título: DRAMAtical Murder Compañía: Nitro+CHiRAL. Idioma: Japonés e Inglés.

Plataforma: Windows, Mac y Linux.

Datos extra: Juego del 2012 de género BL (Boys’ Love) y para un público +18, cuenta con una secuela llamada “DRAMAtical Murder re:connect”. Con fecha de lanzamiento en Japón de Octubre del año pasado, también salió una versión para PS Vita llamada “DRAMAtical Murder re:code”, en la que volvemos a jugar al primer “DRAMAtical Murder” pero con algunas modificaciones y rutas nuevas. Al mismo tiempo, también tiene adaptación al anime y un manga.

ARGUMENTO Nuestro protagonista es Aoba Seragaki, un muchacho con un pelo increíble y una chaqueta todavía más increíble. Y con “increíble” me refiero a que puede resultar dañino para la vista, claro. Nuestro héroe vive en un Japón pseudofuturista en el que los ordenadores con forma de animal parlante están a la orden del día, los jóvenes juegan a un juego de peleas mentales en una realidad virtual y el mundo de la moda ha perdido el sentido de la estética y el buen gusto. Más concretamente, vive en el viejo distrito residencial de Midorijima, que es algo así como el barrio pobre de esta isla. En el centro insular se encuentra “Platinum Jail”: una especie de resort/parque temático amurallado para los más adinerados; fundado por la Corporación Toue, que compró el lugar y obligó a los residentes locales a vivir en las afueras. ¿Veis? Lo de siempre: los ricos son muy malos y sus almas huelen a pedo. Contadme algo que no sepa.

Aoba trabaja en una chatarrería junto a Ren, su allmate —u ordenador inteligente, acostumbraos al término porque se usa mucho— con forma de perro. Tiene una vida modesta viviendo con su abuela, juntándose con gente que viste peor que él y currando para ganarse las lentejas. Entre esta gente con la que se junta conoceremos a Koujaku, amigo de la infancia de nuestro prota que: “Para nada es gay porque se cepilla a muchas mujeres pero, eh, que pelo más bonito tienes, Aoba”; o a Mizuki, el amigo al que, según el fandom, “No le dieron una ruta” (¡Al menos en el primer DRAMAtical Murder!). Gracias a Mizuki sabremos que es el jefe de un grupo de Rib —”Grupo de peleas callejeras” para la gente mundana como nosotros—, pero que es una práctica que se está perdiendo por culpa del Rhyme: un juego donde la gente usa sus allmates para luchar en combates mentales en una realidad virtual. Volved a leer la frase y haceros la imagen en vuestras cabezas porque no tiene pérdida. ¿Por qué os cuento lo del Rib y el Rhyme? Porque Aoba, aunque no participe en ninguna de las dos cosas, acaba viéndose envuelto en todo esto. Poco después de chocarse por la calle con un hombre con una moto enorme, que luego sabremos que se llama Mink, nuestro peliazul es invocado a la fuerza en uno de los campos de batalla del Rhyme. Ahí un misterioso tipo con cabeza de conejo le fuerza a pelear con él; dándonos a entender, por cómo le habla, de que Aoba ya lo ha hecho antes. Aunque nuestro protagonista no recuerde

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#EVAPLAYSOTOMES DRAMAtical Murder

haber luchado a Rhyme en su vida. El héroe de nuestro juego pierde el conocimiento en medio del combate y, al volver a la chatarrería donde trabaja, se encuentra tirado en el suelo a un chico con bata y máscara de gas. El muchacho, de nombre Clear, llama a nuestro héroe “Master”, pero Aoba no se empana de la misa la mitad y se vuelve a casa. No obstante, su periplo no acaba porque un chaval se ha colado en su habitación y ha empezado a trastear con Ren, el allmate del peliazul. Al parecer este muchacho, Noiz, es el mismo que luchó con Aoba. Y perdió contra el peliazul.

Sin saber cómo pudo haber ganado el combate tras su desmayo, el juego te da a entender que el pasado de nuestro prota es tan turbio como el agua del Llobregat, y encima sufre de amnesia. Por si fuera poco, el chico se ve arrastrado cada vez más a toda una trama de equipos de Rib que desaparecen, y empieza a recibir mensajes anónimos en forma de juego de 8Bits que le piden que rescate a una princesa. ¿Qué sentido tendrá todo esto? ¿Cómo encajaran todas las piezas y qué pinta Aoba en este fregado? El argumento de este juego es tan rebuscado y complejo que aún habiéndoos escrito un tocho tan denso me he dejado cosas.

Lo importante es que el día a día de Aoba se verá truncado, conociendo a nuevas personas y sabiendo la verdad acerca de las que ya conoce.

PERSONAJES Y RUTAS ¡Sí, las rutas! Lo siento, con tanto argumento seguramente habíais olvidado que este es un juego de gente que besa a otra gente... ¡Pero a eso vamos ahora! Aquí os muestro la lista de maromos de pura cepa dispuestos hacerse a Aoba, aunque aquí lo que de verdad importa es que serán nuestros ojos los que disfrutarán del pastel. ¡Venga, adelante!

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Koujaku Amigo de la infancia de nuestro protagonista. Es el mejor peluquero de la ciudad, o quizá solo es que es guapo y flirtea más que respira, pero siempre tiene cola para un corte de pelo. Su aspecto de samurái pega a la perfección con su personalidad: fuerte de voluntad, amable y compasivo. Muestra mucha confianza y se preocupa mucho por Aoba. También tiene una banda de Rib, cuyos miembros lo siguen fielmente y sin pestañear. El perfecto y honorable líder que cumple el cliché japonés: enhorabuena campeón. La parte divertida del asunto es que, desde mi punto de vista, cuando te lo miras con perspectiva es un chiste con piernas y bonitos músculos: para ser la ruta de un juego BL, se esfuerza mucho en no parecer el bisexual que en realidad es. Vamos, que como he dicho antes, flirtea un montón con mujeres y repite varias veces que son seres preciosos que merecen ser adorados (gracias, rico). Pero obviamente no es eso lo único que piensa, ya que acabará prendado de su amigo de la infancia; lo que convierte las escenas románticas de Koujaku en un amasijo de adorabilidad e incomodidad suprema. Una risa, chica...

Noiz El chico que reta a Aoba a un combate de Rhyme y luego se cuela en su casa como si fuera un ninja con un extraño gusto por el color verde eléctrico. Un encanto, ¿no? Es un adicto a este juego de peleas mentales y tiene hasta su propio grupo (lo que decía, bandas callejeras). Aparte de eso, es un experto reuniendo información, reparando ordenadores y con todo el tema del hackeo. Podría decirse que es un genio, pero todo lo que tiene de listo lo tiene de inepto social. Es borde y directo, a veces llega a ser infantil. Se pica a la mínima de cambio, sobre todo cuando Koujaku se mete con él, lo cual es siempre que comparten espacio en un mismo lugar. Le cuesta mucho relacionarse con la gente y tiene cero empatía, pero tiene sus motivos.

Sin embargo, sus salidas infantiles y su naturalidad al actuar hacen que llegue a ser muy tierno. ¡Menos cuando llega la parte del sexo, que eso de tierno no tiene nada, pero prefiero que lo juguéis a destripároslo por aquí!

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Clear El tipo que Aoba se encuentra tirado en la calle y que le llama “Master”. Habla de forma muy formal y educada, y siempre se muestra alegre y optimista. Su personalidad tan infantil y enérgica contrasta mucho con el hecho de que lleve siempre una máscara de gas puesta. De hecho, no se la quita ni para comer. Gran parte de sus rarezas se deben a que en realidad no es humano: es un androide, pero poco más se sabe de él. Esperad, ¿he dicho androide? Sí, gente, es lo que pensáis: un robot que no sabe cómo se comportan los humanos y al que enseñaremos lo que es el amor. ¡Muy dulce pero para nada inesperado! A todo esto, tiene muchas inseguridades y no suele compartir sus sentimientos. También le gusta mucho cantar, las medusas y va siempre con un paraguas transparente arriba y abajo. ¡El resumen es que es un ser bonito de la creación!

Mink El hombre de la moto con aspecto de chulo con el que Aoba se choca y que, posteriormente, se volverá a encontrar gracias a algo llamado “argumento enrevesado”. Es un antiguo preso y tiene una banda de ex convictos con él que merodean una zona abandonada del viejo distrito residencial. Sin embargo, parece no sentir apego por nada ni nadie: es cruel, frío y directo. Actúa por y para su propio beneficio, y por cosas de su pasado, se ha cerrado tanto que no crea lazos con nadie. Por lo cual, le es difícil expresarse y suele hablar poco. Utiliza a Aoba para sus propios fines pero luego termina ayudando de un modo u otro. Su ruta es bastante oscura, dura y compleja; y su personalidad es la que sufre más cambios entre el inicio del juego y el final. Oh, sí, y si os va el rollo violaciones en los BL... Pues ánimo, adelante y jugaros su ruta.

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Ren El allmate de Aoba. El allmate con forma de perro. El perro de Aoba. ¿Lo repito? La bolita peluda que nuestro protagonista lleva siempre arriba y abajo tiene ruta. ¡Viva, bravo! Eso es, al menos, lo que os dirán siempre cuando queráis jugar al DRAMAtical Murder: “el juego donde te zumbas al perro”. Sí, sí, cuéntame algo que no sepa. Pero la verdad es más compleja: dentro del mundo virtual de Rhyme, Ren tiene forma humana. Además, el chaval tiene su propia personalidad y esas cosas. Es muy maduro, serio y suele malentender algunas cosas por lo literal que es a la hora de hablar. Se preocupa mucho por Aoba, tanto como su dueño se preocupa por él. Están muy unidos y le tiene en mucha estima, aunque no suele meterse en las decisiones que toma nuestro protagonista. También es muy educado, hasta el punto de no decir claramente cuando se encuentra mal o está incómodo por no ofender o molestar. ¡Además, cuando es humano está tó potente y cuando es un perro es la cosa más peluda y adorable del mundo! Al menos hasta que habla, ya que tiene una de las voces más graves y varoniles del juego. Y su ruta es la que más peso argumental tiene. Diez sobre diez.

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RESEÑA PERSONAL: Es un juego muy bueno, interesante y con uno de los argumentos más rebuscados e idos de la olla que he visto nunca; y digo eso habiendo jugado a la saga Zero Escape. Realmente tiene muchas cosas buenas, muchísimas: el apartado artístico es fantástico, la historia es complicada e interesante, los personajes son complejos hasta decir basta y la música es magnífica.

Si os soy honesta, podría estar tres días hablando de lo preciosas que son las ilustraciones y todas las otras cualidades buenas que tiene el juego; pero como siempre, quiero ser imparcial y destacar también lo malo. ¡Porque, oh amigos, hay cosas malas! Para empezar, hay puntos de la trama que no tienen sentido o son tan rebuscadas que marean. Que un argumento sea complejo no es malo, al contrario; pero al acabarte todas las rutas tienes la sensación de que te han pegado una paliza mental. A lo mejor solo fui yo, pero cuando terminé todas las rutas no podía resumirle a mis amigos todo lo que había pasado en el juego sin ponerme a llorar intentando explicarlo para que tuviera sentido. ¿Por qué? Porque es una paranoia descomunal. ¡Una paranoia guay, porque una de mis cosas favoritas de este juego es la trama, pero paranoia a fin de cuentas!

Aunque, sin lugar a dudas, lo peor es la moralidad que te plantean. Es cierto que cada cual tiene sus fetiches, pero hay cosas que no tienen justificación. Evitando hacer spoilers os diré que me parece terrible romantizar las violaciones y el abuso mental y físico. ¿Aunque el argumento “lo exija”? ¡Pues sí, coño! Es que no es solo en DRAMAtical Murder, es que hay otros juegos BL donde me he encontrado burradas así. ¡Como si fuera algo genérico de las relaciones homosexuales, y este es un mensaje muy malo y equivocado! ¡Con lo bonito que es el sexo consentido, independientemente de la sexualidad de cada uno! Es que os lo juro, este juego tiene una buena dosis de ejemplos a no seguir. Al menos, en DRAMAtical Murder hay escenas muy bonitas que te hacen creer que las relaciones sexuales con amor existen, porque madre mía... Hay ciertos momentos que me dejaron santificándome aunque sea atea.

Un Padre Nuestro por el alma de Aoba y su orificio rectal... ¡Hablando de culos! (Me cago en todo, lo siento, quería ser elegante pero en el fondo soy muy básica).

Estoy muy mosqueada por el hecho que, en las escenas de sexo, Aoba siempre está abajo recibiendo.

O sea, eso de romper el cliché no va con este juego, porque no vais a ver al protagonista de otra forma. Luego no me extraña que haya gente por ahí que se piense que el tópico es la realidad...

Una cosa que me da pena es que haya mucha gente que no lo juegue por puro prejuicio. Me he encontrado con personas, así en plural, que no han querido jugar por el simple hecho de que es BL. Me da un poco de lástima porque eso impide que a lo mejor se pierdan un buen juego que les gustaría. ¡Así que no me seáis tontos, disfrutad de un buen juego y, si os gustan los maromos, poneos el babero y abrochaos el cinturón!

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ZEN GAMING

ZONE Por primera vez en esta sección vamos a variar ligeramente el concepto y, en vez de un juego, vamos a describir una de las sagas de juegos más famosas a día de hoy. Tomando como referencia lo natural y cotidiano del tema que nos atañe en este número, vamos a desglosar el concepto un poco más allá: vamos a llegar a elegir nuestra propia vida, vamos a crear un Sim. Los Sims es un simulador social con una buena base de estrategia que fue creado por el diseñador Will Wright, desarrollado por Maxis y publicado por la archiconocida Electronic Arts, allá por el año 2000.

Desde entonces, y habiéndose convertido en una gran franquicia, se convirtió en el juego más vendido de PC, cuando solo contaba con dos entregas del

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título, superando las 100 millones de copias en todo el mundo.

Esta popular saga fue la primera de su género, en el que cada ser vivo contaba con su propia personalidad y se controlaba individualmente de forma directa. Los Sims consisten en crear y controlar a unos personajes llamados Sims, construyendo sus casas, cubriendo sus amplias y diversas necesidades, y cumpliendo sus sueños. De este modo entramos de lleno en la asombrosa y compleja, aunque no lo parezca, jugabilidad de este título, ya que tendremos que: gestionar los Simoleones (moneda ficticia del juego) de la unidad familiar, comprar o construir una casa en la que vivan nuestros Sims, amueblarla para cubrir sus necesidades básicas, encontrar trabajo…

En resumen, hacer que nuestros Sims “vivan” y, por supuesto, cuanto más logren en sus vidas, mejor.

Los Sims enfocan a los personajes con una visión en perspectiva isométrica desde la que podremos manejar a nuestras pequeñas criaturas a nuestro antojo… Hasta cierto punto. Obviamente, en caso de que nuestro Sim tenga una imperiosa necesidad básica que satisfacer va a abandonar cualquier acción que le hayamos marcado para intentar satisfacerla. Aunque también existe la posibilidad de “obligarle” a realizar otras tareas con sus directas consecuencias: que se orine encima, caiga dormido por agotamiento o incluso que el propio Sim muera.

Quizás la saga haya variado estéticamente a lo largo de los años con sus expansiones y nuevos títulos, pero se puede generalizar como a un gigantesco “todo” en el que todo es una expansión; ya que las mecánicas, mejoradas y depuradas entrega tras entrega, son básicamente las mismas, con ligeras variaciones. Tenemos en primer lugar un creador de personajes que nos dejará (dentro de unos márgenes un tanto alocados) personalizar la apariencia de nuestro Sim a gusto del consumidor además de añadirle, dependiendo de la entrega, algunos detalles de personalidad más definidos; así como manías o dejes para cuando dejemos activada la opción de “libre albedrío” o dejemos al Sim a su aire tenga unas pautas mínimamente marcadas en su comportamiento.

Dentro de la dificultad de Los Sims se encuentra el satisfacer todas y cada una de las necesidades de los personajes. Aparte de las necesidades básicas fisiológicas del ser humano (comer, dormir y evacuar), también debemos prestar atención a otros rasgos como: la higiene, su relación con otros Sims, el nivel de diversión del que disfruta o incluso la comodidad de donde se sienta o duerme. Todo esto sería bastante sencillo por sí solo, pero tenemos un pequeño inconveniente: la vida de un Sim es como la vida real y, por lo tanto, el dinero no cae del cielo (a no ser que usemos trucos, claro está) y debemos trabajar. La complejidad de llevar paralelamente las necesidades básicas del Sim con un horario de trabajo, además de intentar cumplir requerimientos para poder ascender y tener mejor sueldo, será nuestro principal quebradero de cabeza.

para demostrar mayor carisma entre los demás Sims, desarrollar el pensamiento lógico jugando al ajedrez o manejando diversas máquinas de estudio o estimular nuestra creatividad tocando un instrumento o dedicándonos a pintar.

Y si pensabais que hasta aquí llegaba todo… ¡Os equivocáis! No solo es cuestión de tener un Sim acomodado con una rutina establecida, ya que eso podría lograrse de otro modo, lo que realmente entra en juego es lo que realmente marca el género de “simulador social”. A la hora de jugar el objetivo, aparte de lo obligatorio por el sistema de necesidades, será hacer amistades con los diversos pueblerinos de la localidad en la que emplacemos a la unidad doméstica: ver que Sims tienen gustos similares y entablar relaciones con ellos tan profundas como realmente queramos. Puedes optar por ser amigo de todo el mundo, buscar pareja, o ser un Casanova y ligar con todo Sim que te encuentres, todo esto a gusto del jugador.

Como detalle adicional, el punto mas fuerte de Los Sims es su comidad, ya que sin ella no existiría tanta variedad de vestimentamentas con las que ataviar a nuestros queridos personajes, más modelos de objetos para decorar, nuevos diseños y un sinfín de extras que el juego, por si mismo, no nos ofrecería.

Más allá de ensalzar el título, Los Sims nos proponen vivir una vida como queramos o incluso tener una visión más cineasta y creer que nuestra pequeña marioneta debe seguir un patrón y actuar acorde, como en la película “El Show de Truman”; facilitando o dificultando la existencia del personaje comprándole mejores cosas o forzando que nuestra criatura muera de inanición al retirar una puerta de la sala en la que se encuentra, haciendo que aparezca la muerte y poder echar una partida de ajedrez con ella… ¿Por qué no?

Zenninsha

Además de esto, también podremos personalidad e ilustrar a los Sims con diferentes conocimientos, ya que disponemos de diversos campos en los que especializarlos. Podremos lograr: ser grandes cocineros (y evitar de paso incendiar la cocina al intentar hacer la comida), aprender mecánica para reparar el inodoro o la ducha, hacer ejercicio para mejorar nuestro físico, practicar discursos frente al espejo

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SERIES CON

PACO LGBT Este mes en Inari, vamos a hablar de la comunidad LGTB. Me he visto en una difícil tarea, porque encontrar una serie que represente los valores LGTB con respeto y sin prejuicios, aún es complicado. Es cierto que la comunidad LGTB se ha visto representada en el espectro televisivo desde hace muchísimos años, pero siempre se ha mostrado desde personajes secundarios o tras una óptica caricaturesca. Parece que los temas LGTB son más digeribles cuando no se toman en serio, o cuando son meramente anecdóticos. Afortunadamente con los años, esos prejuicios se han ido mermando (que no desapareciendo) y la televisión nos ofrece productos de gran calidad que nos acercan a estos temas desde una óptica respetuosa y alejada de prejuicios, donde se exploran de manera sincera estas cuestiones. Durante los años, han aparecido grandes personajes que trataban estos temas con profundidad y honestidad. Pero estos personajes no suelen ser los personajes protagonistas de las series. Personajes como Marshal, el hijo de la protagonista en United states of Tara; o Max, uno de los protagonistas de Happy Endings, nos demuestra que la incursión de personajes LGTB dentro de la televisión se aleja de los tópicos preestablecidos. Pero pocas series son las que se atreven a poner en primer plano a la comunidad LGTB. Finalmente me he decidido a hablaros de la que, para mí, es la creación más sincera y alejada de los estereotipos que se emite en la actualidad, una joya llena de sensibilidad creada por Amazon Studios: Transparent. Serie que, además, aborda un tema tan desconocido y pocas veces explorado como es la transexualidad.

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Transparent Temporadas: 1 (A la espera de la segunda temporada). Estreno: 6 de Febrero de 2014. Creadora: Jill Solloway. Emisión Original: Amazon Instant Video. Emisión en España: Movistar Series. Numero de Episodios: 10.

Duración de los episodios: 30’ aprox. Reparto: Jeffrey Tambor (Morton L. /Maura Pfefferman), Amy Landecker (Sarah Pfefferman), Jay Duplass (Joshua ‘Josh’ Pfefferman), Gaby Hoffmann (Alexandra ‘Ali’ Pfefferman), Judith Light (Shelly Pfefferman).

Transparent es un juego de palabras: Transexual + Parent. Es, además, una historia basada en las vivencias reales de su creadora: Jill Solloway. Y eso se nota. Se nota, porque Transparent respira autenticidad. Esta serie, ganadora de dos globos de oro a la mejor serie comedia y al mejor actor (Jeffrey Tambor), nos transporta al centro de la familia de Morton L. Pfefferman. Y nos hace acompañarlos por su viaje hacia la aceptación.

Porque Transparent trata de la aceptación, del amor sin prejuicios, de la valentía de amar con el corazón desnudo, de aprender a amarse a uno mismo y entender. De entender que la vida no debe regirse por los cánones establecidos, y que esos muros invisibles con los que nos limitamos a nosotros mismos no son infranqueables. Transparent nos lleva por un camino en el que aprenderemos que la verdadera plenitud solo podemos alcanzarla al ser fieles a nosotros mismos.

La primera parada que encontramos en este viaje hacia la aceptación es la de Morton L. Pfefferman, un hombre que, pasados los 70 años, consigue superar la barrera que los prejuicios de esta sociedad le había impuesto, logrando finalmente aceptarse a sí mismo. Tras tener la valentía de aceptar esta situación, trata de lograr que su familia también lo acepte. Primero, desnudándose frente a ellos. Un desnudo que efectúa vistiéndose como siempre ha sentido que debía hacerlo y siendo quien siempre ha sentido que era: Maura.

Maura es una mujer real, sensible y tierna. Es maravillosa la labor con la que los responsables la han retratado: la naturalidad con la que nos la presentan hacen sentir que podría ser alguien que realmente conocemos, y su honestidad nos hacen entender cada miedo y frustración por las que debe vivir. Maura, además, está alejada de los excesos con los que siempre se nos presenta a la comunidad transexual. Y, sobre todo, está llena de humanidad.

La siguiente parada es su familia. Esa gran familia de la que ella es el epicentro y el pegamento. Cada uno de sus hijos es un personaje tridimensional con sus propios problemas, frustraciones y dudas. Cada uno debe afrontar su vida y las dudas que surgen en el camino hacia la madurez, mientras tratan de aceptar la nueva realidad que se les presenta. Cada uno lidiará con esta realidad de una manera diferente, tratando de entender qué es lo que está pasando y, sobre todo, tratando de encontrar quienes son; mientras lidian con los prejuicios que la sociedad y sus propios prejuicios, que adolecen sobre la nueva situación.

Pero la familia Pfefferman no estaría completa sin su otra gran madre, Shelly. La mima que durante años trató de entender junto a Maura lo que estaba ocurriendo, hasta que la situación la desbordó.

Durante este viaje conoceremos cómo Maura vivió su vida mintiéndose a sí misma, cómo llego hasta el punto en el que está y por qué tardó tanto en ser ella misma; y como ella y su familia intentan aceptar esta desconocida situación para ellos. Algo que harán, echando mano del amor que sienten unos por otros. Porque ese es el otro gran pilar de esta serie, el amor. El amor con que está hecha, el amor con que los actores dan vida a éstos personajes y la manera en que el amor puede aparecer en sus diferentes formas.

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