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A tu lado siempre
MIRIAM ALEJANDRA VÁZQUEZ MONTES
Hace 50 años nació una niña llamada Rosa María Montes Hernández en la CDMX en la delegación Tlalpan, era la segunda hija de doña Josefina Hernández y Miguel Montes vivían en la delegación Miguel Hidalgo junto a sus otros hermanos, en total eran ocho.
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Rosa era una niña alegre y risueña que siempre le gustaba estar con su mamá, no disfrutaba de su niñez como los demás niños. Su papá Miguel no estaba en su casa porque tenía otra familia, lo que impedía que tuvieran el amor fraternal. Doña Josefina tenía que trabajar todo el día para darles lo mejor a sus hijos porque lo que traía Miguel era muy poco, en ocasiones llegaba muy borracho e incluso llegó a pegarle varias veces. Decidió salir a vender chocolate casero para mantener a sus hijos. Rosa María no quería que a su mamá le pegaran de nuevo y dejó la escuela, solo estuvo hasta segundo año de primaria, en esos tiempos los maestros eran muy agresivos, Rosa incluso llegó a quedarse encerrada en el salón y su mamá tuvo que ir por ella, ese evento hizo que no le gustara la escuela así que mejor se puso a trabajar en el mercado para ayudar a su mamá y que sus hermanos pudieran ir a la escuela. Al cumplir 16 años, Rosa empezó a buscar escuelas con sistema abierto para seguir estudiando y conseguir un trabajo de ayudante con la comadre de su mamá en la alcaldía Coyoacán, en un tianguis que se ponía de lunes a domingo, ahí estuvo trabajando hasta los 17 años.
A los 18 años Rosa conoció a un joven que trabajaba en el tianguis y estudiaba la prepa. Era mayor que ella por cuatro años. Pasó el tiempo y se enamoró de Norberto Vázquez y
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decidió salirse de su casa para irse a vivir con él, Norberto tuvo que decirle a los papás de Rosa que se quería casar con su hija, el papá no se enojó y dijo llévatela. Como al mes Rosa quiso estudiar para ser enfermera y Norberto no la dejaba, se tenía que salir a escondidas para ser enfermera general, le daba miedo decirle a su esposo que tenía una profesión y que quería trabajar. Quedó embarazada y ya no le dijo nada porque estaba de lo más feliz por su embarazo llegaron los nueve meses en el mes de mayo tuvo a su primer bebé, la llamo Estela, el segundo fue Alberto, el tercero fue Juan. Decidió decirle a Norberto que tenía una profesión y que quería trabajar para ayudar en los gastos de la familia a él no le gustó y dijo que no, Rosa dijo: “quieras o no, iré a trabajar porque son tres hijos que tenemos y hay muchos gastos”. Actualmente trabaja en la clínica 32 que está en Coapa. Lleva 22 años trabajando. Pasaron los años y Rosa no sabía que estaba embarazada otra vez eso fue en 1996 y tuvo a su cuarto hijo.Fue niña, a la cual llamó Miriam. Esa niña soy yo que tengo como mamá a esa gran mujer. Y al año que nací tuve una hermana llamada Dannae y en el 2010 nació la última de la familia que fue Paola. En total, Rosa tuvo seis hijos. ¿Te preguntarás por qué apenas escribo esto y por qué te lo estoy dedicando? cada una de estas palabras llenas de sinceridad y de amor verdadero salen de aquel profundo ser que jamás quise que descubrieras a lo largo de mi vida, ya que me encargado de ser esa niña dura, fuerte y fría que se cierra a demostrar y decir un te quiero, un te amo… eres lo maximo, te adoro o hasta un gracias, siempre tuve esas palabras en mis labios pero mi orgullo y mi frialdad ganaba más en ese momento, nunca fui como las demás niñas que siempre le daban un beso a esa persona tan especial que tienes en la vida y que presumían que tenían a la mejor a su lado. Siempre quise que estuvieras más tiempo conmigo jugando y que por las noches me dieras el beso de buenas noches o por las mañanas. A pesar de todo lo que te llegue a hacer, siempre te preocupaste por mí, para que no me faltara nada aun sabiendo que llegue a ser en ocasiones grosera contigo.
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Aún recuerdo cuando me fuiste a dejar a mi primer día en el kínder, me sentí triste porque veía a todas las mamás y niñas abrazandose y despidiéndose de beso, esperaba que tú fueras la que dieras el primer paso en decirme Miriam ya me voy y me dieras un beso en el cachete, lo único que hice fue caminar a la puerta. En ese momento no sabía lo que tenía a mi lado y tenerte como mamá.
Hoy en día puedo gritar en voz alta tu nombre, Rosa María es mi madre ante la demás personas. Y espero que cuando estés leyendo esta parte, sonrías y sientas mi mano en tu hombro. Estoy agradecida porque jamás me faltó nada y por darme la vida nunca supe valorar ese amor y cariño de madre que me diste desde bebé hasta ahorita que soy una señorita que está por titularse. Que a pesar de como fui contigo de grosera siempre tuviste paciencia en irme guiando y enseñando. Jamás me dejaste caer por ningún momento, estuviste en las buenas y en las malas conmigo.
No me imagino el día que no te tenga en vida por que no sabría cómo solucionar mis cosas y que no te pueda ver y darte ese abrazo fuerte que jamás te di de niña.
Y hoy te tengo a mi lado demostrandote lo lejos que puedo llegar y que te sientas orgullosa de mí, porque me lo has dicho muchas veces te estoy dando todo para que llegues a ser una profesionista ya que no pude yo porque desde muy joven tuve que abandonar mi sueño de estar en una escuela, porque le ayudaba a mi mamá a traer dinero a la casa, ya que estaba grande me puse a estudiar para poder llegar a ser enfermera. Y tú lo estás logrando este sueño hecho realidad de verte graduada y que seas alguien de bien.
Sé que tengo a mis hermanos que acabaron su licenciatura, pero como bien dices que soy tu única esperanza, que no olvide de lo que soy hoy en día gracias a ti, porque jamás me faltó nada. Te lo juro que no te fallare sé que las palabras se las lleva el viento, pero estoy trabajando muy duro para que este sueño se haga realidad y te sientas orgullosa de mi, y que algún día te puedo dar un poco de lo que tu me has dado, jamás me faltó nada me diste todos mis gustos gracias a tu esfuerzo y trabajo.
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Para verme feliz. Hoy en día te lo puedo decir que sin ti yo no sería nadie. Porque eres esa madre que fuiste padre también, debido a que mi papá siempre se preocupó por él mismo y se le olvida que tenía familia, tu no nos dejaste solos nos diste a mí y a mis hermanos todo o que te permitía tu trabajo.
Fuiste la única que creyó en mí cuando todos me dijeron que jamás podría estar en la universidad, me has acompañado y te preocupaste por mí en ese momento, como lo sigues haciendo desde que supiste que venía en camino.
Para ti fue difícil todo lo que llegaste a vivir en la casa de mi abuela junto a mis tías que te hacían la vida imposible, y mi papá jamás te dio tu lugar ante su familia. Te grito y te hacía menos. Has pasado por mucho dolor en tu vida, no puedo cubrir todo ese malestar que llegaste a vivir, pero de lo que estoy segura es de que tratare de ser esa hija de la que te sientas orgullosa y feliz de haber tenido.
Te quiero con toda mi alma sé que un te quiero en este momento no es el indicado porque dirás que tuve más de 23 años para decírtelo y no te lo dije pero hoy quiero que lo sepas.
Nadie sabe lo que puede significar un “te quiero” cuando se lo dices a tu mamá, a una amiga es realmente diferente porque es el cariño más sincero que jamás te dejará caer por ningún momento y que siempre dará todo por ti para que estés bien a pesar de que no le demos su lugar.
Nunca es tarde para que demuestre todo lo que eres para mí, mamá, eres esa mujer que sigue trabajando para darme todo, es bonito ver que aun vas a mi cuarto a ver si ya me dormí y si me tape eso me hace tan feliz de que me veas como tu pequeña niña.
Quisiera no fallarte nunca pero es complicado ya que no soy una persona perfecta, llegó a cometer errores y herir a las personas en especial a ti en decir palabras ofensivas que te llegaron a lastimar sin saber cómo te sentías y lo que había dicho en ese momento. Yo creo que sin ti estaría totalmente perdida porque eres mi guía y no quiero llegar a imaginarme el día que no te tuviera ya a mi lado. Eres mi estrella y esa luz que ilumina mi camino. Te quiero, te quiero sin censura. Una vez más gracias
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por todo y por ser mi cómplice de este gran paso que estoy dando en cumplir mi sueño de títularme como licenciada en comunicación. Jamás olvides sonreír porque esa sonrisa que tienes es maravillosa y no dejes que nadie apague esa luz que te distingue como única y que seas mi persona favorita.
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