Cuadernos Hispanoamericanos. Número 851. (Mayo 2021)

Page 20

Por José Manuel González Herrán

Emilia Pardo Bazán: «La PRIMERA VEZ que vi París...»

[...] A medida que nos acercamos a la gran capital, como si la noche no quisiera dejarse vencer por su blanco hermano el día, la luna se remontó en un cielo de una pureza sin igual, y los vagos contornos de los objetos se hicieron distintos a su claridad argentina. Estábamos entrando en París. No quiero negarlo. Yo era presa de una agitación violenta. [...] A la claridad diáfana de la luna, yo veía a París bajo las múltiples fases de su formación y de su existencia [...]. ¡Todo lo veía yo bajo aquella resplandeciente luna, en la quieta y azulada atmósfera de aquella noche de enero, y los árboles del camino me tomaban extrañas formas, y las mil y mil luces que brillaban en la ciudad se me antojaban llamaradas del incendio! La vista de la estación cambió el curso de mis ideas; me sobrecogió con ligero asombro cuando oí decir: «¡París!», y para arrancarme a aquellas sensaciones pueriles me lancé al ómnibus y cerré obstinadamente los ojos hasta el hotel, queriendo guardar entera mi impresión para el día siguiente. Me acosté rápidamente, y aunque el sueño huía de mis párpados, traté de dormir, repitiendo en voz baja: «Necesito reposar para recorrer París» (Pardo Bazán, 2014, p. 39).1 Esto escribe en su diario de viaje2 la joven Emilia –ha cumplido 22 años el septiembre anterior–, cuando, en una noche de finales de enero de 1873, acompañada de sus padres, su esposo y uno de sus tíos, llega por primera vez a la ciudad que tan importante será en su vida. CUADERNOS HISPANOAMERICANOS

18


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.