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EL ARTE COMO TRABAJO

Testimonios de artistas de Reactivando Videografías

Remedios Zafra comisaria científica eL cOmIenZO: sOBre VOcacIOnes, FOrmacIÓn Y mOtIVacIOnes artÍstIcas

Como parte de la investigación que acompaña al proyecto expositivo Reactivando Videografías, entre 2021 y 2022, veintiséis artistas de Latinoamérica y España compartieron sus vivencias y testimonios sobre su práctica creativa, audiovisual, trabajo artístico e institución-Arte. Dichos relatos se articulan alrededor de sus procesos e itinerarios artísticos, permitiéndonos reflexionar sobre reiteraciones y singularidades comunes alrededor de su hacer creativo como trabajo.

Las cuestiones que sirven de mapa a los testimonios vienen marcadas por interrogantes sobre: cómo se forma hoy un artista, de qué manera se llega al audiovisual, cómo la práctica creativa es inscrita como trabajo y qué dificultades tiene para ello, de qué vive y cómo vive hoy un creador, qué papel tienen las instituciones culturales y qué interlocución y respuesta encuentran en ellas. Estas motivaciones están en la base de las entrevistas1 semiestructuradas a los artistas participantes y nos permiten proponer un recorrido posible y relacional por sus reflexiones y vivencias en primera persona.

Puede que a quienes nos dedicamos también a la gran diversidad de trabajos creativos y culturales que hoy predomina no nos llame la atención que en todos los casos observados la orientación artística naciera como vocación o como hábito reiterado desde que eran niños. Como si la necesidad que comienza siendo expresiva siempre hubiera estado presente como algo que punza y que nos llama a volver, algo que se busca materializar ayudados de formación específica o de tiempo para plasmar sensaciones e ideas, para dejar crecer esa semilla de curiosidad que llama a relacionar, buscar, desmontar, establecer diálogos a través del dibujo, la poesía, la pintura, la música o la creación libre y despojada de disciplina.

1 Los fragmentos extraídos de las entrevistas escritas aparecen entrecomillados e identificados por letras diferentes asignadas a cada unx de lxs artistas participantes. Si bien en su mayoría han aceptado publicar sus nombres, se adopta un criterio uniforme de anonimato para todos los testimonios. Asimismo, las negritas marcadas “no” están realizadas por las personas entrevistadas, sino que forman parte de los énfasis que en cada apartado se resaltan atendiendo a las líneas reflexivas que se buscan abordar.

“La vocación creativa nació del deseo de relacionar. Por ejemplo, pensar sobre el encuentro de objetos en una gaveta, la arbitrariedad del orden y el desorden, el cruce entre personas, lo polifónico, la relación de la palabra con la “cosa” que describe, el origen de las formas de representar.” (Testimonio A)

“Desde muy temprana edad, todo me causaba curiosidad, miraba durante horas las cosas, me cuestionaba, etc. (testimonio Q)

“Mi vocación creativa surge en la infancia. Desde muy chico se me estimuló y alentó a explorar distintos lenguajes y medios expresivos. A los 2 años comencé a ir al jardín de infantes que incluía talleres de plástica y de expresión musical, en la escuela primaria asistí en paralelo a la escuela de música, y a lo largo de mi adolescencia y juventud formé parte de distintos talleres y grupos vinculados a las artes visuales”. (Testimonio U)

“Desde siempre he tenido una inquietud por buscar otras lecturas a las que me presentaban, una necesidad de construir, desmontar y volver a formularme las preguntas desde parámetros diferentes. Mis padres siempre me han animado a ello, me formé como artista y me doctoré en Bellas Artes.” (Testimonio B)

“Cuando cumplí 18 estudiaba en el bachillerato y trabajaba como recreadora infantil. Me preguntaba si hacer Bellas Artes, pero algo me decía (por lo que tenía entendido y había investigado) que me iban a deformar, que me iban a sacar la frescura de esos años. (…) no tenía miedo a equivocarme, sino a perder el tiempo y no hacer obra, porque concibo que la equivocación es inherente al trabajo artístico. No pienso en hacer una gran obra, pienso en decir o hacer algo. Fue entonces que decidí estudiar arte contemporáneo (…) No me arrepiento hasta el día de hoy”.

(Testimonio Q)

Para D que comparte su testimonio a través de un audio en su formación y orientación tuvo gran importancia el intercambio doméstico con los saberes, prácticas, técnicas que allí emergen como los vinculados a la costura y al textil, incluso antes de ser nombrados como artísticos o creativos. Pero, aunque una vez se orienten a un trabajo artístico prevalezca esta forma de nombrar, para ella siguen también perteneciendo a esos otros ámbitos del trabajo compartido en y entre distintas personas y casas y tiene que ver además con “ir a la casa de quien cose”, “estar tomando té”, “sumergirse, salir y entrar”.

DIBuJar. eL traZO Que se Derrama Hasta una FOrmacIÓn

La mayoría de artistas que comparten sus testimonios resalta el valor que tiene la posibilidad de dibujar y garabatear como punto de entrada a una expresión primero subjetiva y después simbólica, quizá estética y tal vez artística. En esos casos, el reconocimiento del otro que mira y dice o avala “se te da bien”, contribuye a reforzar una actividad que reiterada se vuelve necesaria para quien la desarrolla. Justamente esta práctica del dibujo, junto aquellas que requieren de la manualidad del trabajo plástico y expresivo están siendo desplazadas en los últimos años por la irrupción tecnológica que de manera intrusiva y naturalizada lleva a apropiarse de muchos tiempos de niños y adolescentes. Por contraste, en los artistas la materialidad del tocar, sentir, manchar y expresar suele ser el comienzo, protagonizando momentos definitorios a la hora de orientarse y seguir tomando decisiones hacia profesiones o trabajos que les movilizan.

“En el colegio se me daban bien dibujar y las manualidades (…) y me pareció interesante trabajar enseñando a dibujar y a pintar; investigué qué tenía que hacer para poder dedicarme a ello, y elegí la carrera de Bellas Artes como el camino más directo para conseguirlo. También tengo que decir que era una carrera universitaria muy diferente al resto, y eso me atrajo mucho: se trataba para mi de un nuevo espacio, del que no tenía ninguna referencia”. (Testimonio I)

“De joven siempre me gustó dibujar y pintar e ingresé a los 14 años, a la Escuela Nacional de Artes (…). Luego de 5 años (que dura la carrera), me gradué en el año 2005, como Bachiller en Arte con Especialidad en Grabado. (Testimonio O)

Para Z que comparte su testimonio de manera sonora, su llegada al arte también vino del dibujo desde pequeña. Ahora, aunque trabaja distintos formatos considera que el dibujo sigue siendo el principal para pensar y tratar ciertas ideas, tanto cuando están definidas, como cuando son confusas. Especialmente en este último caso el dibujo ayuda a materializar lo que cuesta expresar y comunicar de manera fluida.

Este gusto por el trazo viene a menudo acompañado por una sugerente sensibilidad poética. En la inefabilidad que las personas en- contramos ante aquello que congrega contradicción y oscuridad, aquello que siendo confuso despierta emociones claras e intensas, la respuesta busca materializarse y ser articulada desde la expresión primero y el instrumento después. Un lápiz, un grafito ayudan a trazar líneas y palabras, dibujos o poemas, por separado o de manera integrada. Porque la clasificación palpita con intensidad en quien mira e interpreta, pero no necesariamente en quien crea, sobre todo cuando aún no ha conocido las disciplinas y se mueve en la libertad de no (querer) identificar los límites. En el juego estético y experimental pronto llegan los nombres y a muchos les asaltan con pasión palabras que son asimismo como lentes, me refiero a la sensibilidad poética.

POesÍa Y Otras artes

“Empecé con la poesía, cuando era adolescente quería ser poeta. Soy de Nicaragua, acá la poesía fue por muchos años como el oficio o vocación creativa más generalizada. No me formé inicialmente como artista. Estudié Comunicación Social y comencé mi vida adulta como periodista. Mi primer trabajo fue en un periódico en donde fui periodista cultural. Después trabajé en un canal de televisión. Ahí aprendí a editar y por editar me obsesioné con el audiovisual. Sentía que era como escribir lo que no se podía escribir”. (Testimonio R)

“Llegue de una manera muy inesperada, como lo despeja la ecuación de un amigo poeta: PROBLEMA – RBL = POEMA. Una huelga por tiempo indeterminado de la universidad publica a la que me preparaba para concurrir (arquitectura), me lleva a buscar alternativas para ocupar mi tiempo. Lo tardío de la fecha en comenzar la búsqueda me deja con una sola opción disponible, la única que no había llenado sus cupos (literatura). Así, de forma fortuita descubrí la poesía. Comencé a escribir y publicar libros en los géneros poesía y cuento corto y esta actividad se desarrolló simultáneamente con la ya reanudada carrera de arquitectura. Unos años mas tarde comencé a hacer cruces y utilizar las herramientas de render y animación 3d típicas de los conocimientos de arquitectura, para materializar visualmente algunas de las ideas que había escrito en los libros. Esto se torno un modo de trabajo artístico que sigo desarrollando hasta hoy en día”. (Testimonio K)

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