La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe • 2020
Capítulo II
Gráfico II.16 (conclusión)
B. 2018 China Japón Estados Unidos Rep. de Corea Alemania Taiwán (Provincia China de) Italia Francia México España India Singapur Canadá Tailandia Chequia 0
20
40
60
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Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Federación Internacional de Robótica.
En la medida en que otras tecnologías, como la manufactura aditiva (impresión 3D), tengan viabilidad técnica y económica, también podrían afectar la organización de la producción internacional. Como se verá más adelante, la impresión 3D podría impulsar una reconfiguración de la producción localizada a pequeña escala. Se estima que el mercado mundial de impresión 3D crecerá a una tasa anual del 26,4% entre 2020 y 2024, hasta alcanzar unos 41.000 millones de dólares (Statista, 2020).
B. La pandemia de COVID-19: un cataclismo para las cadenas globales de valor Por sus características globales y transversales, la pandemia de COVID-19 ha provocado la crisis económica y social más profunda que el mundo ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Las cadenas globales de valor no han sido inmunes a este contexto y, por el contrario, se encuentran entre las entidades productivas más golpeadas. Las señales de preocupación por los efectos disruptivos de la pandemia en las cadenas globales de valor se encendieron en los países industrializados a los pocos días de que se diera la alarma mundial por el virus, a finales de enero de 2020 (Alderman, 2020). En un tiempo muy breve, se interrumpieron las redes de suministro de numerosas cadenas productivas y su capacidad productiva resultó afectada. En ese momento, la mayoría de los actores económicos de América Latina consideraba la crisis sanitaria un problema lejano. La opinión pública latinoamericana recién comenzó a dimensionar la amenaza cuando se constató el desabastecimiento de productos médicos que procedían de China (Javorcik, 2020; Schatan, 2020). No obstante, a esa altura la crisis ya se había extendido, con distintos efectos y grados de profundidad, a la gran mayoría de las cadenas globales de valor que tenían en China algunos de sus eslabones clave. Por ejemplo, en el sector automotor, las medidas sanitarias y la interrupción de las cadenas de suministro significaron la paralización de la producción de algunas de las principales empresas de la industria: el 7 de febrero Hyundai en la República de Corea; el 14 de marzo la filial de Fiat Chrysler Automobiles en Serbia; el 17 de marzo Volkswagen en Europa y el 21 del mismo mes en los Estados Unidos; dos días antes General Motors, Fiat Chrysler Automobiles y Ford en los Estados Unidos, y esta última también en Europa (Miroudot, 2020; Foldy, 2020; Haren y Simchi-Levi, 2020).
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