Punto y coma N°7: Radiografía de la nueva izquierda

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N°7 / SEPTIEMBRE 2022 $8.000 | Santiago de Chile ISSN: 2452-5480

Mazzucato y la nueva izquierda chilena Álvaro Vergara Los límites de la revolución democrática Josefina Araos y Rodrigo Pérez de Arce El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa Gabriela Caviedes y Catalina Siles Entrevistas a Ricardo Brodsky, Daniel Mansuy y Lucy Oporto


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

puntoycoma © Punto y coma © Instituto de Estudios de la Sociedad Punto y coma Nº7, septiembre de 2022 Santiago de Chile Director: Claudio Alvarado Editor: Joaquín Castillo Coordinadores: María Josefina Poblete y Guillermo Pérez Comité editorial IES: Pablo Chiuminatto, Jorge Fábrega, Joaquín Fermandois, Braulio Fernández, Elena Irarrázabal, Daniel Mansuy, Héctor Soto y Alejandro Vigo Diseño: Huemul Estudio Colaboran en este número: Claudio Alvarado, Pablo Ortúzar, Joaquín Castillo, Josefina Araos, Rodrigo Pérez de Arce, Rosario Zanetta, Catalina Siles, Gabriela Caviedes, Álvaro Vergara, Manfred Svensson, Patricio Domínguez, Manuel Antonio Garretón, María Asunción Poblete, Noam Titelman, Juan Ignacio Brito, Eduardo Fuentes, Sylvia Eyzaguirre, Ricardo Salas, Jacqueline Dussaillant, María Josefina Poblete, Guillermo García, Gabriel Cid, Mary Mac-Millan y Ana María Woolvett. Ilustraciones y fotografías: Alejandra Acosta, Huemul Estudio, Cristián Soto. ISSN: 2452-5480 Impreso en Andros

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Editorial 04

Claudio Alvarado

Radiografía de la nueva izquierda Los límites de la revolución democrática 08 Entrevista a Ricardo Brodsky

16

El nihilismo y la infertilidad 25 política de la nueva izquierda Entrevista a Daniel Mansuy 30 El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa

37

Mazzucato y la nueva izquierda chilena 45 Entrevista a Lucy Oporto 54 Un lúcido pájaro de mal agüero 62

Josefina Araos y Rodrigo Pérez de Arce por Joaquín Castillo Pablo Ortúzar por Rosario Zanetta Gabriela Caviedes y Catalina Siles Álvaro Vergara por Manfred Svensson Patricio Domínguez

Rescate Las ideas de la renovación socialista 68

Manuel Antonio Garretón

Horas en la biblioteca 82 Contrapunto de María Asunción Poblete y Noam Titelman sobre El imperio del mal menor, de Jean-Claude Michéa. Reseñas sobre Íñigo Errejón y Álvaro García Linera; Fernando Atria; José Miguel Ahumada, Esther Wirth y Fernando Sossdorf, y Jean-François Braunstein Lorem ipsum La incuestionable vigencia de Gonzalo Vial 100 Entrevista a Andrea Kottow 106 Salir del victimismo 112 Buscando una imagen 116 En medio del derrumbe 121

Jacqueline Dussaillant por María Josefina Poblete Gabriel Cid Mary Mac-Millan Ana María Woolvett

Olimpo: Albert Camus 126

3


U

n momento estelar. Eso parecían vivir las

Radiografía de la nueva izquierda

fuerzas de la nueva izquierda chilena al comenzar este 2022. Mientras la Convención entraba en tierra derecha, Gabriel Boric se disponía a portarse la piocha de O’Higgins luego de un categórico triunfo en el balotaje presidencial. Así parecía consolidarse el éxito de un movimiento político y generacional que, desde 2011, había levantado una crítica lapidaria contra la derecha posdictadura y la antigua Concertación. Ese proyecto ahora alcanzaba el poder, anunciando un ciclo de grandes transformaciones encabezado por los mismos exdirigentes estudiantiles que, apenas una década atrás, habían cuestionado sin piedad al Chile de la transición. Los problemas, sin embargo, llegarían antes de lo imaginado. Pocos días después de asumir el nuevo gobierno, la flamante ministra del Interior, Izkia Siches, fue expulsada literalmente a balazos de Temucuicui, en lo que sería un crudo anticipo de las dificultades en materia de orden público y gestión del aparato estatal. Como es sabido, la lista de desaguisados es extensa e incluye desde vencimiento de plazos judiciales e incordios diplomáticos hasta polémicas con otros poderes del Estado, con la prensa y con sus socios de coalición —al ministro Jackson llegaron a tildarlo de “destructor de instituciones democráticas” desde las filas socialistas—. En paralelo, el trabajo del órgano constituyente pasaría a estar progresivamente bajo la lupa, y también ocurriría lo mismo con La Moneda: al intentar levantar al Apruebo de cara al plebiscito de salida, el oficialismo sería acusado de un intervencionismo electoral desconocido durante los últimos treinta años. En suma, y más allá del resultado del plebiscito —estas líneas se escriben los primeros días de agosto—, la entrada de la nueva izquierda al palacio de gobierno ha sido bastante más polémica e ingrata de lo previsto. Y, por lo mismo, las preguntas se multiplican: ¿cómo explicar el desfase entre las expectativas generadas antes de alcanzar el mando de la nación y los vaivenes experimentados ex post? ¿Por qué al mismo tiempo que se plantean grandes transforma-


ciones son tantos los problemas en la gestión

ximación a la violencia y el tipo de feminismo y

cotidiana del aparato público? ¿Cómo habrían

perspectiva de género que hoy los inspira. Se tra-

actuado ellos frente a la actual administración si

ta de un análisis crítico de muchos de estos plan-

fueran oposición? ¿Era prudente arriesgar de esa

teamientos, pero que se toma en serio las ideas

manera el capital político de Gabriel Boric ante

y propuestas de quienes hoy habitan La Moneda.

el plebiscito constitucional? En fin, ¿qué desafíos

En términos simples, la apuesta es reflexionar

implican esta clase de tensiones para los meses y

sobre los principales ejes políticos e intelectuales

años que siguen?

de este mundo, con vistas a comprender tanto la

La convicción que inspira esta nueva edición de Punto y coma es que para explorar ese tipo de

coyuntura actual como sus posibles perspectivas de futuro.

interrogantes hay que intentar levantar la mi-

En este escenario, la lectura de los textos que

rada y preguntarse por el trasfondo que subyace

componen la sección central de Punto y coma 7

al protagonismo político de la nueva izquierda

obliga a preguntarse si la nueva izquierda chi-

criolla. Dicho de otro modo, para explicar tanto

lena no debió aquilatar mejor la historia de las

su rápido ascenso al poder como los problemas

últimas décadas —la renovación socialista de los

antes referidos se requiere indagar en el origen

años ochenta y sus lecciones parece totalmente

e inspiración de este proyecto, en sus elementos

fuera de su horizonte—; si cuenta con un pro-

distintivos y en sus raíces políticas e intelectua-

yecto político que permita ejercer con la eficacia

les. Ese es, precisamente, el propósito de la sec-

que se requiere el poder del Estado, sobre todo

ción central de esta revista.

a la hora de resguardar el orden público; si aca-

Como es habitual, en ella se encontrarán artí-

so no se trata más bien de un sueño de trans-

culos más o menos extensos, entrevistas, reseñas

formación cultural de la vida social, con todo lo

de libros y documentos históricos. Naturalmen-

que esto implica; si tiene las herramientas para

te, se trata de un ejercicio complejo y desafian-

aceptar los cambios, prioridades y vaivenes de la

te, pues se examinan las prácticas e ideas de un

sociedad chilena cuando ellos no calzan con su

grupo político joven y que dirige el país por vez

propia agenda; y, en fin, si acepta o no la legiti-

primera. Si se quiere, el fenómeno analizado re-

midad de sus adversarios políticos.

presenta algo así como una noticia en desarrollo

Esta revista se detiene en asuntos de esa ín-

y, en consecuencia, los argumentos y conclusio-

dole, pero también en temas que van más allá de

nes que se despliegan en las páginas que siguen

la política de la mano de una sección miscelánea

son inevitablemente parciales o provisorios;

que, como de costumbre, subraya la autonomía

y bien podrían cambiar a través del tiempo. No

e importancia de las artes y humanidades. Por-

obstante, también es claro que durante los úl-

que, a diferencia de lo que cree cierta izquierda,

timos diez años el mundo de la nueva izquierda

una de las principales convicciones que subyace

ha recorrido una trayectoria determinada, que

a Punto y coma —y al trabajo del IES en general—

revela ciertas dinámicas políticas, antecedentes

es que no todo es político. Esta dimensión es fun-

conceptuales y conexiones internacionales que

damental para la vida personal y colectiva, pero

ayudan a entender su controvertido presente.

la condición humana se queda trunca sin el cul-

A continuación, el lector podrá profundizar

tivo del conocimiento y el arte; sin la experiencia

precisamente en ese tipo de contenidos, desde

estética y religiosa; sin aquellos vínculos afecti-

el desempeño de los líderes del Frente Amplio

vos y de amistad que el Estado debe apoyar, pero

en sus años en la dirigencia estudiantil hasta

a los cuales jamás podrá reemplazar.

su relación con el Podemos español, pasando por su singular nostalgia del Chile de los sesen-

Claudio Alvarado

ta y setenta —el mismo que, supuestamente,

Director

necesitaba una revolución—, sus vínculos con ideólogos locales, su mirada económica, su apro5




Los límites de la revolución democrática JOSEFINA ARAOS Y RODRIGO PÉREZ DE ARCE

8


A

inicios de febrero de 2022, una destacada

cuestionado por su esencialismo, que asignó a la

voz chilena iniciaba una entrevista con estas

clase obrera una prioridad aparentemente injus-

palabras: “Pablo, compañero, un gusto gigante

tificada, o al menos insuficiente, en la trayecto-

hablar contigo. (…) Para mí es un honor hablar

ria revolucionaria. Ese mundo obrero debía ser

con La Base, (…) el nuevo proyecto que están

reemplazado por la articulación y movilización

lanzando, cuenten conmigo”. No se trataba de

permanente de los diversos grupos oprimidos,

cualquier persona. Era la primera entrevista a

unidos por su condición de subalternidad, úni-

un medio español del presidente electo de Chile,

ca y verdadera garantía de inclusión. Esa era la

Gabriel Boric, y su interlocutor no era otro que

nueva estrategia política diseñada para avanzar

Pablo Iglesias, comunicador y político, fundador

en la instalación de la denominada democra-

del emblemático Podemos español. La Base es

cia radical.

su programa radial, lanzado luego de su retiro

En este ensayo nos interesa introducirnos de

de la política activa tras la derrota de “Unidas

manera general en ese marco intelectual, que

Podemos” en la elección para la Asamblea de

permeó de forma importante en el Frente Amplio

Madrid de 2021.

chileno. Para ello, presentaremos someramente

El episodio es relevante porque muestra un

en qué consiste la “radicalización democrática”,

vínculo conocido entre los mundos de cada uno.

revisaremos luego su aplicación al caso chileno

Tanto Iglesias como Boric han destacado su afi-

y mostraremos finalmente en qué medida este

nidad con la trayectoria política del otro. Asi-

marco explica algunas de las dificultades de la

mismo, ambos comandaron cuestionamientos

nueva izquierda a la hora de articular su pro-

profundos al orden partidario vigente en sus res-

yecto político. Nuestra intuición es que la misma

pectivos países —aunque con distinto éxito—.

idea de radicalización democrática, base de su

Pero lo que interesa a los fines de este ensayo es

éxito al permitirle instalar un diagnóstico crí-

el hecho de que comparten un proyecto político,

tico y movilizador sobre el presente, les impide

o al menos una de sus dimensiones centrales, y

hoy dar forma a un horizonte de acción estable

que Iglesias resume bien al inicio del mismo pro-

y convocante.

grama: la “radicalización democrática”. Inspirado en la reflexión de Chantal Mouffe y Ernesto

Un proyecto transnacional

Laclau, este proyecto busca sentar las bases para una izquierda posmarxista; esto es, una nueva

Íñigo Errejón, segundo a bordo de Podemos hasta

izquierda. El fracaso de los socialismos reales y

su quiebre con Pablo Iglesias, en noviembre de

la formulación de severas críticas a las teorías

2014 definía la agenda de radicalización demo-

marxistas clásicas hicieron necesaria una nue-

crática de este modo: no hay mayoría solo con

va conceptualización del conflicto político, así

la clase obrera industrial, hay que sumar acto-

como una redefinición del sujeto protagonista

res y articularlos para crear un conjunto nuevo,

de su agenda emancipatoria. El marxismo fue

con un nuevo horizonte; una creación que es

9


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

‘multiplicación’ porque implica más que hacer

desarrollará luego Chantal Mouffe. Esta había

alianzas. En sus palabras, se trata de “constituir

sido desconocida por un liberalismo que aspiraba

una voluntad popular nueva”1. Errejón resume

a borrar las diferencias, inspirado por la preten-

bien la apuesta. En un escenario completamente

sión ilustrada de un consenso racional definitivo.

distinto al del siglo XX, había que abandonar el

El principal peligro de esa pretensión, además de

énfasis exclusivo en los trabajadores, predomi-

eliminar en última instancia la política, reside en

nante hasta entonces en la agenda marxista. Se-

el hecho de ocultar que tal consenso eventual no

gún Errejón, y siguiendo la propuesta de Laclau

es más que el disfraz de la hegemonía del grupo

y Mouffe, el “estatus privilegiado de las clases”2

que logra consolidarse en el poder. Así, los auto-

había terminado por volver ciego al marxismo

res proponen la constitución de una política ago-

respecto de las múltiples formas que podían to-

nista, trayendo de vuelta tesis cuestionadas de

mar las relaciones de opresión. Este esencialismo

Carl Schmitt, que sitúe en el centro la confron-

se reveló insuficiente para los desafíos posterio-

tación de las distintas visiones de mundo. En esa

res a la Segunda Guerra Mundial: la propia clase

disputa juega un papel clave el concepto de “sig-

trabajadora vivía cambios importantes, mientras

nificante vacío” definido por Laclau, la verda-

en paralelo surgían nuevos “antagonismos” en

dera alternativa al esencialismo marxista. No se

que “minorías excluidas” eran reivindicadas por

debe establecer a priori el protagonista ni el con-

los nuevos movimientos sociales . La tarea ya no

tenido de la agenda de esta nueva política, sino

solo era convocar a un determinado grupo, sino

que se especificará según el contexto particular

3

“multiplicar” la composi-

donde ella se desarrolle. Lo

ción de la agenda transfor-

relevante es que, como un

madora, volviendo los ojos

espacio disponible, sea ca-

a las diversas identidades:

Este mundo criticó en duros

paz de llenarse con las rei-

mujeres, disidencias se-

términos el orden de los

vindicaciones dispersas de

xuales, pueblos indígenas,

denominados 30 años, y mostró

los grupos oprimidos. La

inmigrantes, entre otros, deberán

ser

articulados

para dar forma a esta nue-

una significativa distancia respecto de la herencia de la transición.

va voluntad popular. En

paradoja, evidenciada después por sus críticos, será que esa política, originalmente identificada con la

eso consiste la tarea de la política, pues la frag-

izquierda, termine siendo dotada de contenido

mentación distintiva de esta época oculta las ex-

por el otro extremo del espectro político.

periencias comunes de los sujetos, donde existen

Ahora bien, ese significante vacío que da forma

formas variadas de resistencia4. Por lo mismo, es

a la política agonista que Laclau y Mouffe quie-

el proyecto político el encargado de entregarles

ren inaugurar, tiene un objetivo delimitado: una

un sentido compartido para asociarse, sintetiza-

“revolución democrática” que en el mundo de la

do en la figura de un adversario común que les

posguerra busca superar la “sociedad jerárqui-

permite vincularse.

ca y desigualitaria”5, poniendo en evidencia sus

Se trata de un intento por recuperar la con-

tensiones. La apuesta no es “romper con la ideo-

flictividad que constituye lo político, como

logía liberal democrática sino al contrario, profundizar el momento democrático de la misma”,

1

Fort Apache, Podemos y el populismo. https:// www.youtube.com/watch?v=hqUv41yMgv0. Desde minuto 3:37. Las cursivas son nuestras.

ampliando esa democracia y extendiéndola a todas las esferas y a todos los vínculos sociales (por eso, hasta lo “personal” termina siendo “políti-

2 Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista: hacia una radicalización de la democracia (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2004), 202.

co”6). Es esa promesa de ampliación y extensión

3 Ibid. 203.

5 Laclau y Mouffe, 197.

4 Ibid., 197.

6 Ibid., 222.

10

la que hace posible el vínculo entre las distintas


luchas que, de otro modo, no tendrían identi-

La radicalización democrática en Chile

dad común alguna: la superación de las opresiones, arbitrariedades y metas no cumplidas de

Aunque no es la única influencia, la reflexión

las democracias liberales. El populismo, nombre

iniciada por Laclau y Mouffe fue recibida y tra-

que darán a ese significante vacío, es reivindi-

ducida políticamente por el FA en Chile. Este

cado e identificado así con una nueva agenda

mundo criticó en duros términos el orden de los

de izquierdas.

denominados 30 años, y mostró una significati-

La apuesta no está exenta de riesgos, y los pro-

va distancia respecto de la herencia de la tran-

pios autores son conscientes de ellos. Su crítica al

sición. Este cuestionamiento fue especialmente

“apriorismo esencialista” de la tradición de iz-

claro durante la movilización estudiantil del 2011

quierdas busca poner en evidencia el dinamismo

que, de la mano de la bandera de educación pú-

y carácter cambiante de lo social. La revolución

blica, gratuita y de calidad, quiso evidenciar la

democrática no puede tener destinatario es-

mercantilización de bienes fundamentales en

tablecido de antemano, porque los sujetos in-

nuestro país. Se trata de una hipótesis que ganó

dividuales y colectivos están en permanente

adhesión ciudadana e impacto a nivel político, lo

transformación y la política de izquierda debe

que se expresa en la carrera que muchos de los

observar todo el tiempo ese movimiento. Su ta-

líderes del movimiento iniciaron poco después

rea es simplemente reconocer los nuevos lugares

en el Congreso; y en las reformas estructurales

donde se articulan las resistencias7. Sin embargo,

—con la gratuidad universitaria como punta de

el rechazo de ese apriorismo vuelve a los prota-

lanza— presentadas por el segundo gobierno de

gonistas de la acción política figuras abstractas,

Michelle Bachelet.

y en medio de tanta diferencia, aparece el riesgo

Sin embargo, su denuncia fue más allá: la crítica

de que falte “toda referencia a esa unidad que, si

a los 30 años era también un cuestionamiento al

bien es imposible, es, sin embargo, un horizonte

modo de entender y ejercer la política en nuestro

necesario” para construir proyectos colectivos.

país. La época de “los consensos” fue impugna-

Laclau y Mouffe quieren resistir la posibilidad

da por esta generación que denunció la negación

de que se elimine “todo punto de referencia co-

del conflicto político y la reducción del poder a

mún”, ya que reconocer solo la diferencia vuelve

un mero problema técnico. La dura evaluación

imposible la articulación colectiva. En ese caso

que hacen del periodo se podría resumir así: ya

no se trataría más que de otro camino, como

no había grandes disputas ideológicas, solo el

ellos mismos reconocen, que conduce a terminar

desafío de ponerle “rostro humano” a nuestro

con la política. Es una apuesta que puede ter-

liberalismo. Esta idea está presente en varios

minar fragmentando y disolviendo toda unidad

referentes del conglomerado, como Fernando

futura . A esto podríamos agregar otro peligro,

Atria9 e incluso Gabriel Boric10, y fue formulada

menos identificado por los autores: el esfuerzo

casi en los mismos términos que los utilizados

por no asignar jerarquía a ninguna causa o actor

por Laclau y Mouffe. Se habría permitido así la

puede constituir una utopía, pues la realidad

perpetuación de lógicas instauradas en dictadu-

obliga siempre a establecer prioridades; siempre

ra, en connivencia con una derecha cómoda en la

habrá que elegir. Y son de hecho algunos de estos

cultura del veto, quedando toda la clase política

8

peligros los que el propio Frente Amplio chileno ha experimentado en el despliegue de esta nueva revolución.

7 Ibid., 222-223. 8 Ibid., 234.

9 Fernando Atria, Neoliberalismo con rostro humano: veinte años después (Santiago: Catalonia, 2013). 10 Boric rescataba la oposición de Podemos en España a “una socialdemocracia deslavada como camino a una supuesta humanización del neoliberalismo”. Gabriel Boric, Podemos, aprendizajes para Chile, sin calco ni copia. Disponible en https://rebelion. org/podemos-aprendizajes-para-chile-sin-calco-ni-copia/

11


ciega a los cambios y demandas de la sociedad

del propio Boric, que escribía con admiración las

chilena. Esta combinación, entre otras cosas, iría

siguientes líneas a partir de la experiencia de Po-

configurando el llamado malestar que terminó

demos en 2016: “Lo que el marxismo tradicional

de estallar el 18 de octubre de 2019. No es casual

consideró históricamente como ‘frentes secun-

que la lectura construida por el FA sobre la crisis

darios’ (feminismo, ecologismo, movimientos

de los últimos años tuviera cierto éxito, estable-

de minorías raciales y de género, entre otros),

ciendo (aparentemente) los ejes de la política del

son elementos de primera línea en su desplie-

futuro. La implacable crítica de esta nueva gene-

gue político. Si bien reconocen la importancia

ración fue la base de su posicionamiento político

del análisis de clase, no subordinan toda dispu-

y de la definición de su proyecto. El orden neo-

ta a este, comprendiendo, acertadamente a mi

liberal habría impedido ampliar la democracia a

entender, la importancia de temas que han sido

aquellos grupos subalternos, invisibilizados por

permanentemente relegados a un lugar de tras-

el consenso imperante, donde la clase era ape-

tienda en la izquierda tradicional”11.

nas una de muchas otras reivindicaciones olvi-

No es casual que varios de los temas que Bo-

dadas. Que Gabriel Boric haya ganado la última

ric esbozaba en ese entonces aparezcan en-

elección presidencial —después de una Conven-

tre las prioridades del ahora presidente y de su

ción donde predominaba justamente el mundo

coalición. Y podemos confirmarlo en su propio

que daría forma a su coalición— los hizo creer

programa. Allí destacan la idea matriz de un go-

que su diagnóstico era acertado y hegemónico. El

bierno feminista y ecologista, la plurinacionali-

tiempo de constituir una nueva voluntad popular

dad, una “estrategia intersectorial de ciudadanía

parecía llegar al fin. Pero las cosas siempre son

sexual”, modificar la ley de identidad de géne-

más complejas.

ro, todo dentro del marco del “reconocimiento de identidades”, sobre todo de quienes han sido

Las identidades al poder

“sistemáticamente discriminados: niñas/mujeres, minorías sexuales, pueblos indígenas, per-

La influencia de Laclau y Mouffe y el vínculo con el proyecto español se confirman en la reflexión

12

11 Gabriel Boric, Podemos, aprendizajes para Chile.


sonas en situación de pobreza”. La clase trabaja-

la sociedad12. De cierto modo, pareciera ser que

dora queda como un actor secundario, ya que lo

la carta fundamental en que piensa Bassa es lo

central es la convocatoria a los distintos grupos

que hace existir al pueblo, de manera tal que lo

oprimidos. Las dificultades del FA para alcanzar

que había antes se subordina a lo que se puede

arraigo social parecen inseparables de la pregun-

moldear a partir del pacto político. Una forma

ta por las consecuencias del énfasis en los grupos

de teología política donde la constitución de la

reivindicados. Y el modo en que se reformuló el

voluntad popular se revela como pura construc-

cargo de Primera Dama, cuyas funciones se en-

ción, con todas las implicancias que ello puede

focarían en “la discriminación de grupos histó-

tener. Es difícil separar el proyecto más amplio

ricamente excluidos, con enfoque interseccional,

del cual participa Bassa —la radicalización de-

de derechos humanos y perspectiva de género

mocrática— de su aterrizaje constitucional, en

inicialmente con énfasis en pueblos indígenas,

el que la carta fundamental termina ajustando el

migración, género y diversidad sexo-genérica”,

pueblo que es al pueblo que debe ser. “Uno de los

es ilustrativo del mismo fenómeno.

principales desafíos de todo proceso constitu-

Este mismo espíritu impregnó la Convención.

yente es reconfigurar las relaciones de poder po-

Es evidente que allí convivieron muchos pro-

lítico, económico y social de un país”13. De hecho,

yectos de izquierda, donde el FA era uno más.

Bassa llegaba a afirmar que debíamos reconsti-

Sin embargo, su facción fue decisiva, y figuras

tuir incluso nuestra vida cotidiana: “podemos

ligadas a ese mundo tuvieron un papel deter-

reescribirla en base al respeto universal de todos

minante en ella. Así, es posible leer las justifica-

nuestros derechos, sin discriminaciones econó-

ciones dadas y muchas normas aprobadas desde

micas, de género, de etnia o territoriales y con

la influencia intelectual que aquí analizamos.

una perspectiva feminista transversal”14.

Podemos identificar por ejemplo una marcada

Como puede verse, este proyecto ha sido in-

tendencia a promover normas de carácter iden-

fluyente en nuestro espacio público. Esto se debe

titario en el texto, haciendo una constante rei-

a varias razones. Junto con la crítica teórica al

vindicación de la particularidad. Esto aparece de

marxismo tradicional, el proyecto delimitado

manifiesto no solo en las normas más controver-

por la reflexión de Laclau y Mouffe ofrece un plan

siales en materia de derechos sexuales y repro-

de acción que a primera vista se acomoda bien al

ductivos, o las perspectivas de plurinacionalidad

mundo contemporáneo. Habitamos hoy socie-

y de género para el ejercicio del poder, sino tam-

dades fragmentadas, en contextos de debilita-

bién en el modo de organizar el Estado. Vemos

miento progresivo de los partidos políticos y de

así la configuración de una amplia variedad de

las militancias largas, mientras en paralelo co-

instituciones atomizadas y autónomas a nivel

bran fuerza reivindicaciones particulares y con-

regional, donde el motor fue el aseguramiento

tingentes. Género, medio ambiente, etnias, entre

exclusivo de la autonomía, sin una preocupación

otras, se levantan como banderas movilizadoras

clara por los necesarios límites y contención de

a partir de las cuales parece más eficaz orientar

ese único principio, así como la referencia a la

la acción política. Incluso si tomamos distancia

unidad mayor que los vincula.

de una crítica a los 30 años que parece despiada-

Pero no se trata simplemente de mirar el tipo

da, puede pensarse que el FA acertó al identificar

de normas aprobadas, sino también su funda-

una política que, por las razones que fuera, pare-

mentación. Al leer los artículos del libro La Cons-

cía temer al disenso y al conflicto político. No es

titución que queremos (2020), editado por los exconvencionales Jaime Bassa y Christian Viera (ambos vinculados al FA), aparecen varios elementos que muestran la comprensión que los inspira. Según Bassa, la Constitución no se reduce a su dimensión puramente jurídica, sino que está llamada a constituir políticamente a

12 Jaime Bassa, Juan Carlos Ferrada y Christian Viera (eds.), La constitución que queremos: propuestas para un momento de crisis constituyente (Santiago: LOM, 2019), 19. 13 Punto 9, https://jaimebassa.cl/wp-content uploads/2021/03/decalogo.pdf 14 https://jaimebassa.cl/conoceme/

13


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

azaroso que su lectura del pasado y su proyecto

Pobreza de la radicalización

cobraran fuerza después de la más profunda crisis desde el retorno a la democracia. Esto es, en

En una entrevista reciente, el cientista político

parte, por su capacidad para haber encontrado

Juan Pablo Luna criticaba al FA en duros térmi-

un punto certero de crítica y, al mismo tiempo,

nos: el conglomerado “no tiene bases sociales ni

ofrecer un camino de acción.

organización a nivel popular. Quiere gobernar

Sin embargo, apenas llegaron al poder, el pro-

para un pueblo que en rigor no conoce y al que

yecto ha mostrado sus fisuras. De la mano de la

en el mejor de los casos solo le llega ‘Gabriel’”,

Convención y con el arribo a La Moneda, el an-

afirmó el académico16. La observación es revela-

tagonismo de su práctica política y la reivindi-

dora. La nueva voluntad popular que buscaban

cación fragmentada de identidades han sido un

no ha logrado hacerse efectiva, tanto por difi-

impedimento para convocar y sostener grandes

cultades para ampliar las bases de este mundo,

mayorías, para ampliar una base que sigue sien-

como para articular un relato donde se afirme

do fundamentalmente de élite y para construir

algo más que particularidades. Ocurre también,

proyectos colectivos que permitan orientarse

como anticipamos al comienzo, que la preten-

hacia el futuro. Por un lado, no deja de ser pa-

sión antiesencialista termina por subordinar a

radójico que el triunfo en segunda vuelta haya

los grupos que, en la práctica, siguen siendo los

requerido un giro significativo de Gabriel Boric.

más desaventajados. La clase sigue siendo una

Su conexión con el Chile actual a nivel masivo y

de las principales variables para explicar las dis-

mayoritario le exigió re-

tintas formas de exclusión

negar de una porción no

en Chile y América Latina.

menor de sus críticas a los

La agenda identitaria, cie-

30 años, incluyendo nue-

Los problemas que evidencia este

vos énfasis, prioridades y

Frente Amplio no son exclusivos de

no solo hablar a distintos

hasta una nueva imagen.

nuestro país, y repercuten en una

grupos fragmentados sin

Por otro lado, las dificultades en sus primeros

izquierda global cuyas premisas muestran tensiones similares.

meses de gobierno están ancladas en parte en una

ga a esa realidad, arriesga

nada en común, sino sobre todo a elitizarse por no lograr conectar con las aspiraciones de las gran-

premisa intelectual y un proyecto político que no

des mayorías. Que el nuevo gobierno haya teni-

logra abrir un horizonte de largo plazo que en-

do que empezar su mandato asumiendo, contra

tronque con las reales aspiraciones ciudadanas.

su voluntad, un conflicto inédito en materia de

Como decía Carlos Ominami, el éxito del proyec-

seguridad habla de esas dificultades. La alianza

to “prosperará en la medida en que construya

entre la radicalización democrática y los grupos

un respaldo mayoritario que [lo] sostenga y ga-

desfavorecidos duró hasta que las prioridades de

rantice, al mismo tiempo que espacios para que

estos últimos cambiaron.

la minoría tenga la posibilidad de desarrollarse

Conviene recordar en todo caso que los pro-

y hacer posible la alternancia” . Quizás esto se

blemas que evidencia el Frente Amplio no son

deba en parte al hecho de que la lógica política

exclusivos de nuestro país, y repercuten en una

adoptada funcionaba bien en la oposición, pero

izquierda global cuyas premisas muestran ten-

hizo crisis al llegar al poder. La crítica no basta

siones similares. Quien describió con mayor

para gobernar.

precisión el fenómeno de alejamiento entre las

15

izquierdas y las clases populares es el francés Jean-Claude Michéa. En El imperio del mal menor,

15 Carlos Ominami, “La nueva imagen internacional de Chile”, La Tercera, 3 de marzo de 2022.

14

16 “Juan Pablo Luna: “Si lo que el Frente Amplio quería era transformar, deberá hacerse cargo de sus evidentes limitaciones””, por María José O’Shea. La Tercera, 3 de julio 2022.


Michéa critica con dureza a una izquierda que,

entre sí, por el solo hecho de que sean circuns-

en los hechos, ha terminado por abrazar el pa-

tancialmente unificables en torno a un adversa-

radigma liberal, dejando de lado la posibilidad

rio común, pero que a la hora de implementar en

de una comunidad “que se organice como tal”17.

positivo una alternativa, revienten en cualquier

La dispersión de la sociedad en tantas identida-

dirección”. Habrá que ver si acaso hoy, estando

des como individuos existan vuelve extrema-

en el poder, es capaz de conducir a su gobierno

damente difícil proponer un proyecto que logre

evitando tal explosión. Puede que esa aproxi-

articular un sentido e instituciones compartidas.

mación rindiera frutos para unir a su coalición

Al mismo tiempo, al ensalzar esa elección indi-

de cara a la elección presidencial. Sin embargo,

vidual, termina despreciando aquello que George

arriesgan un paulatino alejamiento de las mayo-

Orwell llamara la decencia común: ese patrimo-

rías que, siendo críticas con el presente, se resis-

nio moral de las capas populares, modesto, pero

ten a la lógica identitaria y terminan sintiéndose

de incalculable valor para una sociedad que busca

abandonadas. El desafío consiste en construir

orientarse en medio de la fragmentación. Por

una hipótesis donde el adjetivo “democrático”

momentos, son justamente esos grupos los que

sea efectivo y honesto. Y ello exige que la críti-

se oponen con más fuerza a los valores defendi-

ca del presente no sea total. La identificación de

dos por la revolución democrática. El rechazo a

los 30 años con mero neoliberalismo y herencia

la inmigración, las resistencias a la transforma-

de la dictadura impide conectar con aquellas

ción del lenguaje o la reproducción de prejuicios

dimensiones valoradas por una ciudadanía que

de género suele darse en los grupos más pobres

siente que tiene mucho que perder. Como dije-

que, ante su porfía, suelen volverse objeto del

ra Hannah Arendt, si no hay reconciliación con

más absoluto desprecio. Esa ha sido, de hecho,

las propias circunstancias, se volverá imposible

la tónica seguida por distintas democracias oc-

constituir un mundo común en torno al cual las

cidentales en el último tiempo.

distintas identidades se encuentren. Y en ese caso

Pocos advirtieron este riesgo con la lucidez de

no sabrán escapar a la mera afirmación de la di-

Gabriel Boric en 2016: “El riesgo que creo im-

ferencia y la fragmentación que, como ellos bien

portante anotar es la posibilidad de estar ger-

saben, no es más que otro camino para poner fin

minando una bomba de demandas incoherentes

a la política.

17 Jean-Claude Michéa, El imperio del mal menor (Santiago: IES, 2020), 49.

Josefina Araos es licenciada y magíster en historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, y estudiante del doctorado en Filosofía de la Universidad de los Andes. Ha publicado Católicos y perplejos. La Iglesia chilena en su hora más oscura (Ediciones UC, 2018) y El pueblo olvidado. Una crítica a la comprensión del populismo (IES, 2021). Rodrigo Pérez de Arce es abogado y magíster en sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y subdirector del IES. Es autor de Contra todo lo podrido. Crónica del nacionalismo chileno (Planeta, 2022). 15


RICARDO BRODSKY:

“La Convención fue un fracaso en la construcción de un consenso” Fotografía: Cristian Soto Quiroz

POR JOAQUÍN CASTILLO


Militante de la izquierda durante toda su vida y exdirector del

Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky

conoce bien la trayectoria y el pensamiento de quienes hoy están en La Moneda. En esta entrevista, Brodsky plantea algunas de las dificultades que se le abren a la coalición de Gabriel Boric y analiza críticamente el desempeño de la Convención Constitucional.

¿Cómo lees el quiebre entre la Concertación y

¿Y qué pasa con la izquierda tradicional frente a

la nueva izquierda? ¿Cuáles son las principales

estos movimientos?

características de esta nueva generación? La gran diferencia con la izquierda tradicional es Yo creo que es un mundo que se inspira en una

que esta última viene del marxismo. Por tanto,

especie de posmarxismo, donde la determina-

tiene un universal desde el cual mira el mundo.

ción económica y las clases sociales pasan a ser

También asume estas demandas más específi-

menos relevantes. Estos conceptos ya no son el

cas de movimientos sociales, en eso no hay tanta

motor de la izquierda, y a través de múltiples

diferencia, pero con menos fuerza, con menos

movimientos sociales y demandas —feminis-

identidad. La vieja izquierda tiene un concepto

mo, indigenismo, medio ambiente—, empiezan

de nación, entonces relativiza mucho más estos

a surgir muchos particularismos que la izquier-

particularismos.

da hace suyos y finalmente encarna. Y su teoría del cambio social apunta a que a través de estos

¿Y las coincidencias entre la vieja y la nueva iz-

conflictos particulares se va produciendo una di-

quierda?

námica de la sociedad que permite profundizar la democracia. Se propone un tipo de democracia

Hay un campo común muy grande. El socialis-

que no es la democracia liberal; en eso coinciden,

mo democrático y el Frente Amplio, al menos

peligrosamente a mi juicio, con el populismo

la mayoría que representa a Boric y Jackson,

latinoamericano, por ejemplo el peronismo o el

van hacia una cierta convergencia. Además, hay

chavismo, que tienen una idea de la democracia

un tema generacional que es muy importan-

como una guerra entre amigos y enemigos.

te. Esta generación de nueva izquierda irrumpe

17


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

violentamente, con una crítica feroz a la Concer-

en su conjunto, y eso va produciendo una cier-

tación y a los años de la transición. Pero lo tuvo

ta ruptura con esa base social. Les va a costar y

que hacer porque necesitaba irrumpir, patear la

les está costando, pero, por ejemplo, la pérdida

mesa. Hoy que son gobierno empiezan a recupe-

de apoyo hacia Boric que se ve en las encuestas

rar muchos de los valores y de las políticas de esa

tiene mucho que ver con que necesita separarse

vieja izquierda.

de su base más radical, y esa base radical que es parte de su apoyo se empieza a sentir defraudada

¿No hay una situación imposible de superar

y empiezan a ver otras opciones.

cuando esta izquierda se construye desde la multiplicidad, desde la diversidad de banderas

¿Lo pueden desbordar por la izquierda de su

y causas?

coalición?

Ahí se va a vivir una contradicción que se ex-

Jadue, por ejemplo, busca aprovechar eso. Pero,

presa, a mi juicio en forma bastante clara, en la

bueno, Jadue creo que no tiene cómo, porque el

Convención Constituyente, donde estuvieron los

Partido Comunista no es parte de esa nueva iz-

fieles representantes de estos movimientos, de

quierda, aunque tiene algunas dirigentas con

estos particularismos, y, por otro lado, el Frente

afinidades generacionales, de historia, y son ex-

Amplio, el Partido Comunista, los socialistas

traordinariamente buenas, pero desde el punto

que, si bien se apoyan en estos grupos, tienen

de vista doctrinario, ideológico, es otra cosa.

una mirada es más global y no se casan, digámoslo así, con cada uno de

¿Ves ánimos refundacio-

esos movimientos.

nales en la izquierda de la

¿Podrías darnos algún ejemplo?

[Hay una izquierda] que se refugia en sus principios o sus valores exclusivos y excluyentes

Es muy claro en el tema

y no busca construir un acuerdo

medioambiental: la comi-

con el conjunto de la sociedad.

sión

de

medio

ambiente

Convención, en la izquierda que hoy día está en el Gobierno? Yo creo que sí. ¿En qué se manifiestan?

sufrió el rechazo de prácticamente todas sus normas, no una, sino varias

Se manifiestan en la idea de cambiar radical-

veces, y en ese rechazo participaron el Frente

mente el sistema político. Hay que acordarse de

Amplio y el Partido Comunista. Entonces surge

que el Frente Amplio iba, en la discusión cons-

una nueva contradicción en este mundo amplio

titucional, hacia un parlamentarismo que tuvie-

de izquierda, entre gente o partidos que tienen

ron que disfrazar, digámoslo así. Pero igual hay

una mirada de país y otros que tienen una mirada

un cambio importante en su propuesta: hay una

solo limitada a sus particularidades, y cuyo inte-

Cámara, que si bien no es única, es súper pode-

rés es llegar lo más lejos posible en su tema. Y los

rosa frente a la otra. Hay, además, un Gobierno y

que han llegado más lejos son los representantes

un presidente mucho más débiles: el mandatario

de los pueblos originarios, sin duda.

pierde la exclusividad sobre el gasto público, lo que no es menor, y pierde además los estados de

¿Cómo se puede, desde allí, plantear un proyec-

emergencia. Es decir, pierde atribuciones para

to de mayorías?

manejar la economía, para manejar el orden público, de manera que hay ahí un ánimo refunda-

Creo que no deben desprenderse de esas causas.

cional claro, o por lo menos cambios drásticos al

Nunca lo van a hacer, porque también ahí está su

sistema político.

base social. Pero estar en el Gobierno te obliga a un aquí y ahora pragmático, a hablarle al país

18


¿Piensas en otros ejemplos?

falencias en esas reformas que no se hicieron. La primera fue no haber hecho una reforma a

Hay también un cambio bastante drástico en te-

Carabineros: se dejó que siguieran siendo un or-

mas relativos al poder judicial, con la propuesta

ganismo completamente autónomo, dependien-

de este Consejo de Justicia que introduce la ma-

do del Ministerio de Defensa por muchos años.

triz política en su administración. Eso uno puede

En octubre de 2019 se pagó el pato, porque vol-

considerarlo como que es más democrático o que

vieron a reemerger las prácticas que habíamos

va a permitir la politización de las resoluciones

conocido en el pasado, por no haber hecho esa

judiciales, es decir, que los jueces estén miran-

reforma en el momento inicial de la transición.

do este Consejo para ver cómo fallan, como pasa en Argentina. Nosotros estamos más cerca de los

Mencionabas que había otros errores o falen-

argentinos que de los franceses, entonces yo creo

cias importantes de esos años…

que el peligro es real. Las autonomías territoriales o el pluralismo

Otro grave error fue que, a pesar de que se sa-

jurídico son también cambios bastante refun-

bía que las pensiones iban a ser de miseria, no se

dacionales que han sido sólidamente respal-

hizo nada, ni para aumentar las cotizaciones, ni

dados por el Frente Amplio, el PC y todos estos

para controlar a las AFP. Entonces llegamos a una

movimientos más ciudadanos. Así que ese ánimo

crisis total. Solo el último gobierno de Bachelet

existe.

logró crear la pensión básica solidaria. Ese es un pequeño avance, pero que no reforma el sistema

Muchos han dicho que más allá del resultado del plebiscito, el problema constitucional va a seguir abierto. ¿Coincides con esa afirmación?

ni mejora las pensiones sustancialmente. Creo que también el tema indígena se dejó pasar demasiado: el reconocimiento constitucional es algo que acordó Aylwin en sus primeros días

Yo coincido con que el tema constitucional va

de gobierno. Entonces no se entendió que había

a seguir abierto cualquiera sea el resultado del

un problema político —derechos del pueblo—

plebiscito. La Convención fue, a mi juicio, un fra-

detrás de ese drama. Y claro, ahora el reconoci-

caso en la construcción de un consenso, porque

miento constitucional es como el mínimo.

la mayoría optó por darse todos los gustos que se quiso dar. Esto es bien serio porque muestra a

Y hay muchas cosas además de ese reconoci-

una izquierda incapaz de construir hegemonía, o

miento constitucional.

sea, que se refugia en sus principios o sus valores exclusivos y excluyentes y no busca construir un

Claro. Todas estas cosas que se dejaron de ha-

acuerdo con el conjunto de la sociedad.

cer, porque no se abordaron, hoy día estallan en la cara. Creo que también estalló en la cara lo

LOS TREINTA AÑOS

que dice Lucy Oporto, esto de la impunidad, que todos quieren ser impunes, porque ven que los

El estallido y el triunfo del Frente Amplio y su

otros son impunes. No es raro que la gente asalte

coalición lleva a que uno siempre vuelva la mi-

los supermercados, porque estamos en un país

rada hacia los 30 años. ¿Cuáles son los desafíos

donde todo se puede hacer y casi no hay conse-

pendientes de ese período?

cuencias. Entonces también existió esta idea de la impunidad, y no me refiero a los derechos hu-

Yo tengo una altísima valoración de esa época,

manos. De hecho, creo que en derechos humanos

sobre todo de los primeros 20 años, propiamente

a partir del 2000 se avanzó mucho.

de los gobiernos de la Concertación. Después viene esta mezcla, Piñera, Bachelet, Piñera, que son otros 10 años mucho más raros, de idas y vueltas. Reconozco básicamente tres o cuatro grandes

19


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

Esta serie de demandas muy sensibles —pen-

también de mucha gente es que solamente se lo-

siones, salud, educación— se manifestó de

gran cosas cuando tú cortas el tránsito, cuando

manera masiva, carnavalesca y al mismo tiem-

tú haces barricadas, etc. Está también el tema

po violenta durante el estallido. Para sanar esa

de golpear al Gobierno, el de reaccionar a una

grieta se ideó el camino constitucional. ¿Tú

represión de Carabineros, o sea, todo eso se junta

crees que tuvo éxito ese ejercicio?

y se arma este actor violento.

Yo creo que el problema chileno es una fractura

Tú dices que se valida la violencia, pero la so-

entre el conjunto del mundo político y una parte

ciedad chilena y la izquierda en particular había

de la sociedad que no se siente incluida. Esta frac-

aprendido una lección al respecto: el “nunca

tura es mucho más compleja de resolver, porque

más” era sobre las violaciones a los derechos

supone medidas de largo plazo que apunten a la

humanos, sobre la violencia como un método

inclusión económica, social, educacional, de de-

de acción política. ¿Qué pasó ahí?

rechos. Creo que esa grieta no se ha enfrentado todavía. Lo tiene que hacer el gobierno de Boric y

Pasó que cambió la hegemonía de la izquierda.

los que vendrán después. La Convención, por su

Esa lectura del “nunca más” correspondió a la

parte, no sé si no lo ha sabido hacer, pero no lo-

centroizquierda, a la renovación socialista y a la

gró unir lo que tenía que unir.

DC. En este nuevo ciclo político la izquierda está dominada por otra hegemonía, la del Partido Co-

¿Y respecto del tema de la

munista y el Frente Amplio.

violencia en el estallido?

Ellos fueron muy críticos

Creo que viene de una violencia que estaba ejerciéndose en el país hace ya

Esa lectura del “nunca más” correspondió a la centroizquierda, a la renovación

con la transición, no tienen la misma lectura que tiene el socialismo democrático respecto de las causas del

varios años, básicamente a

socialista y a la DC. En este nuevo

través de los encapuchados

ciclo político la izquierda está

pular y del golpe de Esta-

y los grupos que “acompa-

dominada por otra hegemonía.

do. El tema de la violencia

ñaban” las movilizaciones sociales y a la moviliza-

fracaso de la Unidad Po-

juega un papel bien central: ten en cuenta que la Con-

ción estudiantil. ¿Cuál es la diferencia entre lo

vención Constituyente en una de sus primeras

que pasó en octubre y lo que venía de antes? Es

declaraciones validó la violencia y la estimó ne-

que en octubre la gente validó esa violencia, la

cesaria para llegar a tener una Convención Cons-

hizo parte de sus manifestaciones, no la repudió

titucional.

como se repudiaba antes, entonces se incorporó como un elemento casi normal, naturalizado de

Da la impresión de que la izquierda que hoy es

la manifestación.

hegemónica saca las conclusiones que le acomodan con respecto al uso de la violencia en los

¿Y eso por qué? ¿Por la urgencia del malestar,

años sesenta y setenta.

por aprovechar de asestar un golpe al gobierno de turno?

Desde el primer día después del golpe de 1973 hubo dos lecturas, y estas de alguna manera si-

Claro, todas esas causalidades: el malestar ge-

guen siendo el origen de una fractura que hay en

neral, la idea de que las cosas no cambian si no

la izquierda: por un lado, están quienes leyeron

se hace algo que realmente duela, porque digá-

lo que dijo Enrico Berlinguer del PC italiano, esto

moslo, algo de eso hay. O sea, ¿cuánto tiempo

es, que la Unidad Popular no podía intentar ha-

lleva el movimiento No + AFP? Es un movimiento

cer todas estas reformas sin una mayoría política

muy masivo y no logra nada. Entonces ahí la idea

y social, y que esa fue la causa fundamental del

20


fracaso del gobierno de Allende. Y otros que di-

de censura, con toda esta discusión en torno al

cen que lo que pasó es que el imperialismo y la

negacionismo. Esa izquierda tiene menos cariño

burguesía atacaron y el gobierno no comprendió

con las libertades públicas, con la democracia

o no supo levantar una fuerza militar de defensa

representativa y todo eso.

suficiente. Esas son dos lecturas completamente distintas que de alguna manera se reprodujeron

Esta nueva izquierda, ¿observa la Unidad Popu-

durante la dictadura entre quienes buscaron su

lar desde el puro símbolo o quiere reivindicar

derrota militar y quienes buscaron el camino de

en parte su proyecto político?

construir mayorías y aprovechar los resquicios que ofrecía la Constitución de 1980. Obviamen-

Yo creo que la Unidad Popular es un referente

te ganó una línea y gobernó 20 años, pero eso se

obligado para todas las izquierdas. La UP tenía

acabó y entró este otro mundo con una fuerza

un relato que era muy coherente, muy atractivo:

inaudita.

el relato de las luchas sociales que empezaron en el siglo XIX, los mineros, Recabarren, hasta

¿Y no dirías que el compromiso de este otro

llegar al gobierno de la Unidad Popular como un

mundo con la democracia es más débil?

camino ascendente del pueblo para conquistar el gobierno. Ese relato era muy fuerte y se daba

Yo creo que con la democracia liberal es más dé-

en un contexto latinoamericano donde estaba la

bil, porque tienen otra idea de democracia: de

revolución cubana y otras cosas. Entonces es un

asamblea, de participación, de base. Pero con

relato que mucha gente añora: esa coherencia

la democracia liberal o democracia representa-

histórica, esa continuidad, y luego también se

tiva, con las libertades públicas, yo creo que es

añora la figura de Salvador Allende como un pre-

más dudoso. Por ejemplo, en la Constituyen-

sidente mártir, como el que asumió su respon-

te también se trató de establecer mecanismos

sabilidad hasta el final, el coherente, etcétera.

21


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

Yo creo que esa nostalgia no va acompañada de

genética o memoria social, digamos, que se re-

una nostalgia por el programa: el programa de

produce en las familias, en los grupos humanos.

la UP correspondía a un mundo que ya no exis-

Pero como ellos no conocieron realmente esta

te, un mundo donde estaba la Unión Soviética,

experiencia, se han adherido a la memoria más

cuando el socialismo real existía como tal. Hoy

fácil, que es la memoria más identitaria.

los países gobernados por el Partido Comunista son países de un capitalismo salvaje, no hay nada

Y más cómoda, sobre todo, que te permite no

ahí de socialismo propiamente tal, hay socialis-

hacer autocrítica…

mo de Estado o socialismo de mafias, pero no hay una idea que pudiera encantar a la población

Y no cuestionar demasiado las cosas y quedarte

mundial como sí encantó hace algunas décadas

con las figuras heroicas, con el sacrificio, con el

el socialismo.

valor. Son cosas muy ciertas pero que no apuntan a un “nunca más”.

Un socialismo de masas. ¿Crees que esa nueva izquierda está dispuesta a Exacto. El contexto de la Guerra Fría no existe,

mirar su pasado con un poco más de autocrí-

por lo tanto, el programa de la Unidad Popular no

tica? ¿Crees que esta izquierda está dispuesta a

creo que sea un referente importante. Tanto en la

plantearse preguntas incómodas a los casi 50

izquierda como en la derecha se sigue invocando

años del golpe de Estado?

el tipo de conflicto de la Guerra Fría porque les resulta conveniente, pero

Yo creo que los más jóve-

no tiene fondo en realidad.

nes sí. Creo que pueden ser

Y es más fácil evocar ese

Aunque creo que nunca va a

caso de polarización en vez

haber una memoria común entre

de intentar comprender las características específicas del presente…

los chilenos sobre esto, creo que sí podría avanzarse hacia una conciencia común de lo que pasó.

parte de una reflexión más colectiva que apunte a sacar lecciones y a poner en valor temas como los derechos humanos, el Estado de derecho, la democracia. Aunque creo que nunca va a haber una memoria común

Claro. Hay una memoria de la UP, del golpe, de la violación a los derechos

entre los chilenos sobre esto, creo que sí podría

humanos que busca leer el pasado para reafirmar

avanzarse hacia una conciencia común de lo que

su propia identidad, su carácter y la continuidad

pasó. Pero claro, es un esfuerzo intelectual y po-

de su misión. Y ese es un tipo de memoria que es

lítico que no es tan evidente…

bien fuerte, yo diría que incluso en la izquierda es mayoritaria. Y hay otra memoria que busca

¿Estarían dispuestos a renunciar a hablar solo

ser más ejemplar, más universal, que busca, más

desde el lugar de víctimas si eso contribuye a la

que reivindicar una identidad, comprender cier-

paz social?

tos procesos y poner en valor los derechos humanos, el diálogo.

Va a depender de cómo le esté yendo al Gobierno en septiembre del próximo año, porque si

¿Sacar una lección para que el pasado ilumine

las divisiones políticas se agudizan y se polari-

el presente?

za el escenario, la posibilidad de una conversación común, digamos, en torno a los 50 años, se

Más que eso: que te dé tu identidad, tu fuerza para seguir buscando. Esas dos memorias también existen y tienen que ver con estas dos izquierdas. En el Frente Amplio lo heredaron como memoria

22

hace imposible.


¿Se corre el riesgo de seguir discutiendo en tor-

Ese prólogo del informe Rettig, escrito, entre

no a los mismos ejes de la historia reciente, en

otros, por Gonzalo Vial, da cuenta de una

torno al Sí y al No de 1988?

reflexión más ejemplar, en el sentido que decías antes.

Perfectamente puede ser que los 50 años estén marcados por eso. Incluso yo diría que puede ha-

Claramente, el capítulo político de nuestro In-

ber un cierto retroceso en la lectura de qué es lo

forme Rettig es bastante explicativo y a mi juicio

que pasó en Chile. Me refiero a un retroceso, por

da en el clavo en muchos temas, sin eludir res-

ejemplo, respecto al informe Rettig. Siempre me

ponsabilidades, porque claramente una parte

acuerdo del informe “Nunca más” en Argentina,

son las Fuerzas Armadas. Es muy crítico respecto

que tiene un problema; un prólogo lo hizo Sabato

de la formación de los militares, la doctrina de

y otro lo hizo Kirchner cuando reeditó el informe.

seguridad nacional, pero también es crítico ob-

Hizo su propio prólogo, que era una lectura com-

viamente de los partidos de la ultraizquierda, el

pletamente distinta de lo que había pasado en

MIR, la propia evolución del Partido Socialista,

Argentina según el prólogo original del informe

los propios errores de Allende. Es un informe

“Nunca más”. Yo creo que aquí podemos ir ha-

que trata de entender; no de justificar, pero sí

cia allá también, o sea, hacia un tipo de lectura

de entender.

mucho más militante e identitaria, alejándonos de una lectura a lo Sabato, que buscaba una

Pero esa distinción teórica parecía imposible de

comprensión más completa de los conflictos de

hacer durante los últimos años.

la sociedad argentina. Claro, es verdad. La izquierda siempre ha considerado que hablar del contexto podría relativizar

23


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

la condena a la violación a los derechos humanos.

la reconciliación versus un Atria de la posición

Yo escribí un libro sobre estos temas, y los tres

amigo-enemigo. Yo creo que en la cabeza de

primeros capítulos eran dedicados al contexto

Atria se expresa muy bien lo que ha sido la evo-

de Chile, Perú y Argentina. Yo siempre dije que

lución de mucha gente.

en el Museo de la Memoria no se puede tratar el contexto, porque el Museo de la Memoria es un

Hablábamos antes de una izquierda que, por un

dispositivo de reparación moral a las víctimas.

lado, creyó en la renovación socialista, y por

Por lo tanto, ahí no vale la explicación, lo que

otro, una izquierda más identitaria. Esa segun-

vale es poner en el centro del tema el respeto de

da izquierda no estaría por la reconciliación ni

los derechos humanos. Pero en la academia, en

en un plano discusivo ni en un plano político,

el mundo político, en la sociedad, el contexto no

¿o sí?

se puede eludir, porque todas las cosas pasan por algo. Es imposible eludir el contexto, además

Esta izquierda está convencida de esta idea que

entenderlo es políticamente lo más productivo,

hablábamos: de que la sociedad es conflicto y el

porque te ayuda a no repetirlo.

conflicto es entre amigos y enemigos. Esa mentalidad, que es la mentalidad además del popu-

¿Sería un error, entonces, mirar el próximo año

lismo, está en el kirchnerismo, en Maduro para

desde el plano puramente reivindicativo, no?

qué decir, Ortega… Siempre hay un enemigo, el

Sobre todo en un contexto donde la sociedad se

que te va a destruir si no lo destruyes tú antes.

está polarizando.

Entonces esa mirada de la sociedad como conflicto te impide una lectura más comprensiva

Creo que va a ser una conmemoración por una

de aquellos y de lo que pasó en el pasado. No veo

parte reivindicativa y por otra más poética, más

mucho por dónde, porque la centroizquierda, el

artística. Creo que los artistas van a jugar un pa-

socialismo democrático que se llama ahora, no

pel importante en el sentido de darle una pro-

tiene la fuerza hoy para imponer sus términos en

yección distinta a la conmemoración de los 50

el debate. Se ha dejado arrastrar y eso lo vimos

años. Pero soy más bien pesimista en el sentido

claramente en la Convención.

de que se pueda construir algo distinto a lo que se hizo en el libro Las voces de la reconciliación (IES,

En la desaparición de la Concertación, la no rei-

2013). Si se escribiera de nuevo, se llegaría a algo

vindicación de su propia obra.

muy parecido a lo que se llegó hace una década. Se dejó avasallar, y eso tiene consecuencias. Hoy día el concepto tiene peor prensa de lo que ya tenía en ese entonces… Si tú lees al Fernando Atria de esa época y lo lees hoy, son dos Atria muy distintos. Es un Atria de

24


El nihilismo y la infertilidad política de la nueva izquierda PABLO ORTÚZAR

25


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

H

ace un tiempo Noam Titelman, expresidente

de la FEUC como representante del NAU, afir-

anterior, y su proyecto ha encontrado gran recepción en la nueva generación.

mó que la izquierda chilena joven —de la que él forma parte y que hoy gobierna— tenía un serio

Todos contra el neoliberalismo, sea lo que sea

déficit de intelectuales, mientras que la centroderecha joven sufría una carencia similar de po-

Sin embargo, la cosa se complica si intentamos

líticos. Esta afirmación podría ser rápidamente

definir ese proyecto. Atria y Ruiz pertenecen

descartada haciendo un repaso del sinnúmero de

a una generación opacada y anulada por la éli-

académicos jóvenes de izquierda que hoy con-

te dirigente de la Concertación, cuya juventud

trolan —por volumen— el mundo universita-

transcurrió entre la frustración de crecer en

rio de las humanidades y las ciencias sociales.

medio de una dictadura y la de tener que aga-

Sin embargo, se nota fácilmente que el punto de

char el moño ante los mayores, que decidieron

Titelman no es que no hayan intelectuales que

pactar para desmantelarla de a poco. Ambos

sean de izquierda —la mayoría lo son— sino que

comparten la convicción de que las tres décadas

muy pocos entre ellos parecen dedicados a pen-

de mayor desarrollo humano y económico de la

sar el proyecto político de dicho sector, aunque

historia nacional (1989-2019) son producto de

siempre estén disponibles para azuzar y batallar

una renuncia ideológica y política por parte de la

en las redes sociales o firmar declaraciones co-

izquierda, que habría reproducido, a su vez, un

lectivas. Lo que le faltaría a la nueva izquierda,

vacío moral y político llamado “neoliberalismo”.

entonces, no serían militantes dedicados al tra-

Luego, los dos definen su propia postura como

bajo no manual (de hecho, casi nadie en sus par-

“antineoliberal”, incluyendo bajo el arco de lo

tidos trabaja con las manos), sino una discusión

“neoliberal” tanto la dictadura militar de Pino-

de ideas.

chet (reconvertida en la derecha política) como

¿Se ajusta este postulado a los hechos? Bien

la Concertación.

podría uno dudarlo. Después de todo, pensado-

¿Pero qué sería el “neoliberalismo”? En am-

res como Fernando Atria (hoy dedicado de lleno

bos casos se entiende como la dominación de la

a la política, incluso cuando está en el aula) y

razón instrumental y económica por sobre todos

Carlos Ruiz Encina, ambos con una importan-

los demás valores y consideraciones. Razón que

te red de seguidores y discípulos en los mundos

asocian directamente con los mercados. Luego,

de la izquierda joven, han venido desarrollando

el “antineoliberalismo” sería la afirmación de

una amplia obra de reflexión política durante

“la sociedad” (en el caso de Ruiz) o bien de “la

los últimos 15 años. Bastaría, entonces, poner

ciudadanía” (en el caso de Atria) contra la coor-

ese trabajo sobre la mesa y mostrar el alcan-

dinación mercantil del tráfico social. Y, en ambos

ce de su influencia para descartar lo señalado

casos, el retroceso del mercado se asocia con el

por Titelman o, al menos, para matizarlo: qui-

reemplazo de las formas institucionales privadas

zás no hay pensadores políticos de izquierda de

por formas estatales sometidas a la dirección de-

la generación del Presidente Boric, pero sí de la

mocrática o popular.

26


Este movimiento hacia el Estado es entendi-

en contacto con el mundo, ni tampoco tienen un

do por Ruiz desde un razonamiento que siempre

programa de modernización del Estado. Escriben

remite hacia atrás, hacia una era dorada meso-

como socialistas utópicos de comienzos del siglo

crática supuestamente destruida por el golpe de

XIX, como si todos los fracasos prácticos—y los

Estado de 1973 (orden que, por otro lado, le pa-

horrores políticos— de las recetas socialistas de

recía tan radicalmente injusto a la izquierda chi-

los últimos 150 años nunca hubieran ocurrido.

lena de esa época que buena parte de ella estaba

¿Les importa esta falta de objetividad? La res-

dispuesta a combatirlo por las armas). Atria, en

puesta, probablemente, es que no. Ambos son

cambio, lo ve como una progresión sacramen-

miembros de una izquierda posmaterialista, que

tal hacia la constitución de un pueblo entendido

luego del fracaso y derrumbe de los socialismos

como comunidad de salvación. Es decir, el pri-

reales (y sus distintas formas de capitalismo

mero utiliza una forma mítica clásica, la de la

de Estado) renunció a tratar de competir en el

restauración de la Edad Dorada, mientras que el

plano de lo real con el orden capitalista liberal.

segundo asocia la superación del “neoliberalis-

El concepto de “neoliberalismo” es para ellos,

mo” con la escatología cristiana de la construc-

en realidad, lo que Ernesto Laclau llamaba un

ción del Reino.

“significante vacío”. Es decir, un concepto sin

En este sentido, Ruiz es menos radical que

contenido positivo propio, pero que es capaz de

Atria . Su horizonte se resuelve en una especie

representar y articular la negatividad a la que se

de peronismo difuso, donde la “sociedad civil”

culpa de la imposibilidad de la plenitud de sen-

1

consiste en grupos activistas

tido de la comunidad. Así, el

de interés clientelizados por

“antineoliberalismo” es un

el Estado a cambio de apo-

símbolo de antagonismo más

yo político-electoral, todo

Todo esto es muy generacional.

sobre un fondo de desarro-

Está empapado del enojo de

permite aglutinar distintas

los “jóvenes de la transición”

identidades bajo un mis-

llismo

nacionalista.

Atria,

en cambio, se mueve en un plano

teológico

abstracto,

con pretensiones salvíficas.

que nunca lograron rebelarse contra sus padres políticos.

Un nuevo cielo y una nueva

o menos indeterminado, que

mo paraguas imaginario. La suma de todas “las luchas” contra las fuerzas que amenazan la plenitud comunita-

tierra estarían detrás de la comunidad forza-

ria imaginada. El confluir de todos los enojos y

da de bienes temporales. Tal como ha señalado

fastidios contra el reino de este mundo.

Hugo Herrera, para Atria el mercado representa

Y es que solo en este antagonismo radical e

el “mundo de Caín”, del cual la humanidad po-

imaginario, pensaba Laclau, puede construirse

dría purgarse utilizando la ley como herramienta

un “pueblo” en oposición a ese “otro” general-

sacramental y el Estado como instrumento pe-

mente identificado con las “élites”. El “antineo-

dagógico.

liberalismo” es, de este modo, un catalizador de

El problema que ambos comparten, eso sí, es

frustraciones sociales y existenciales, a las que

el carácter mítico de su estatismo. Esto, debido

se invita a orientarse y encontrarse en una lucha

a que lo sostienen no comparando la realidad

hegemónica épica pero de contenidos y bordes

del mercado con la realidad del Estado, sino la

dudosos. Lo único que amalgama al conjunto es

realidad del primero con una versión ideali-

el deseo de conflicto, el antagonismo total.

zada del segundo. De este modo, no se hacen

Todo esto, hay que recordarlo, es muy genera-

cargo de ninguno de los problemas reales que

cional. Está empapado del enojo de los “jóvenes

muestran las ideas socialistas una vez que entran

de la transición”, que nunca lograron revelarse contra sus padres políticos. No es coincidencia que Fernando Atria decida comenzar su li-

1

Aunque no mucho. Resulta clarificador, para entenderlo, leer su texto del 2001 “Perfilar la nueva sociedad desde las luchas actuales”.

bro Neoliberalismo con rosto humano—donde despliega una crítica radical a la Concertación—

27


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

citando el hit de fines de los ochenta “First we

medios: todo lo que muerda al neoliberalismo

take Manhattan”, de Leonard Cohen: “Me sen-

sirve. Anarquistas antifronteras y etnonaciona-

tenciaron a veinte años de aburrimiento/ por

listas que quieren expulsar de su territorio a per-

tratar de cambiar el sistema desde adentro/ ven-

sonas de otra raza se pueden dar la mano en ese

go ahora, vengo a darles su merecido”. Ahí está

punto. Feministas que creen que las mujeres se

la clave de lectura de la revancha generacional

definen biológicamente y constructivistas de gé-

que ese texto encarna, aunque aparezca envuelto

nero también. Hasta abogados progresistas mi-

en principios generales: la frivolidad de un adul-

llonarios y estudiantes pobres de regiones. Todos

to que no tuvo la juventud que creía merecer, y

quieren demoler, y después ya habrá tiempo para

que hoy vampiriza la adolescencia ajena.

ver qué se construye sobre las ruinas. Se espera

¿Por qué Atria y Ruiz consideran los treinta

que el antagonismo tenga la respuesta.

años de mayor desarrollo económico y paz po-

Esto explica, de hecho, la incapacidad para

lítica de la historia de Chile como un calvario?

condenar el violentismo callejero de la protesta

Justamente porque identifican la ausencia de

octubrista o el terrorismo étnico de grupos ex-

tensión antagónica y el repliegue hacia la pros-

tremistas mapuches en el sur. La dirección de

peridad privada como un hundimiento en el sin-

esas violencias les parece amiga, aunque sea in-

sentido. Y todos los enemigos y víctimas de ese

manejable. Nunca se plantean qué pasaría si el

orden pasan a ser, entonces, sus amigos bajo la

viento cambiara de dirección y el incendio que

gran carpa “antineoliberal”. De eso se trata, en

alimentan se volviera contra ellos.

general, su visión política.

En este sentido, es notable la similitud entre el nihilis-

Nihilismo de los medios

Gobernar es organizar y

mo político de entreguerras examinado por Karl Löwith

En la práctica, lo que se ter-

proveer, no irritar y demandar.

—que concentró sus furias

mina configurando como el

Puestos al otro lado de la

contra el liberalismo— y

“campo antineoliberal” es una mezcolanza de activismos identitarios dispersos y

mesa, ha quedado claro que no hay realmente proyecto.

grupos de interés. Va desde

nuestro

antineoliberalismo.

No por nada Carl Schmitt aparece como el intelecto tutelar de ambos momentos.

las minorías sexuales hasta los nacionalismos

Intelectualmente, Ruiz y Atria ya no preten-

étnicos, pasando por ambientalistas, universi-

den entender, sino ‘decidir’. Sus palabras ya no

tarios, animalistas, indigenistas, veganos, fe-

buscan “hacer más manifiestas las cosas, sino

ministas y varios más. El lenguaje económico es

‘confrontar, combatir, negar y refutar’”2. Y, por

desplazado por el de los “excluidos”, pues esta

lo mismo, se han vuelto simples eslóganes que

izquierda no tiene realmente propuestas econó-

orientan una decisión nihilista3. En sus manos,

micas (más allá de “redistribuir” entre los lotes).

el lenguaje político no tiene un contenido positi-

El lenguaje y la reflexión sobre las clases sociales

vo. Es meramente polémico, referido a una opo-

quedan, por lo tanto, en un plano secundario. Ni

sición concreta4. De ahí que Atria, por ejemplo,

hablar de convocatorias a proyectos comunes. Es

siempre alegue que lo están malinterpretando

lo que advirtió Mark Lilla en El regreso liberal, y

cada vez que alguien intenta hacerlo responsable

que ha sido señalado, en el contexto nacional,

de lo que dice o escribe: él considerará, en cada

por Alfredo Joignant.

momento, que la interpretación adecuada de sus

Para darle algún grado de coherencia a este re-

dichos es la que más le convenga. Las palabras,

voltijo, el recurso lógico es declarar tan terrible e invivible el orden existente que, por la razón y medios que sean, su destrucción misma parezca un programa aceptable. La incongruencia de los fines se resuelve por el nihilismo de los

28

2 Karl Löwith, Martin Heidegger and European Nihilism (Nueva York: Columbia UP, 1995), 158. 3 Ibid. 4 Ibid., 156.


como le gusta repetir en contra de sus contradic-

Puestos al otro lado de la mesa, ha quedado claro

tores, ya dan lo mismo.

que no hay realmente proyecto. Que el vacío solo

El nihilismo de los medios de Schmitt, en todo

engendra vacío.

caso, se basaba en la expectativa de que contra

Noam Titelman, bajo esta luz, tendría razón:

la violencia extrema desatada “alguna potencia,

la nueva izquierda no tiene intelectuales. Las

algún poder bueno y racional haría el papel de

recetas tomadas de la generación anterior han

katechontos… la violencia del mito siempre habría

alcanzado su estéril límite. Y no hay nadie de la

de aspirar, por su telos inmanente, a fundar un

generación joven, todavía, haciéndose cargo de

derecho nuevo”5. Un dios político, parido por la

ese problema. El proyecto político de demolición

destrucción sacrificial, vendría a salvarnos. Es lo

que los llevó al poder también los vuelve impo-

que estos intelectuales esperaban de la Asamblea

tentes en él.

Constituyente: la encarnación del signo “pue-

Superar el nihilismo identitario, recuperar

blo”. Pero el “signo celestial” que persiguieron

la racionalidad y la objetividad en los análisis y

a través de la “belleza de sus armas” (Cohen de

actualizar las banderas de lucha de la izquierda

nuevo) se apagó a mitad de camino.

en el plano de la justicia social son tareas enormes y que difícilmente pueden ser abordadas

Un callejón sin salida

mientras se gobierna. Se gobierna, en general, ejecutando lo reflexionado fuera del poder. Y a

La Convención Constitucional mostró que un

la fuerza política liderada por Gabriel Boric lo

conjunto de minorías compactadas en torno a un

reflexionado se le agotó al poco andar. Lo úni-

significante vacío no conforman una mayoría ni

co que queda flotando, detrás de las modas iz-

producen un pueblo. La polémica no engendra

quierdistas pasajeras, es el mezquino leninismo

política necesariamente. Y lo que sirve para con-

del Partido Comunista, cuyo negocio siempre es

frontar no rinde frutos a la hora de organizar un

exactamente el mismo: el reemplazo brutal de

orden. El actual gobierno de Gabriel Boric sufre

una élite del poder por otra.

por las mismas razones: toda su práctica es la

Íñigo Errejón —que, a diferencia de Pablo

de una movilización permanente. Pero gobernar

Iglesias, no tiene contraparte en Chile— dice que

es organizar y proveer, no irritar y demandar.

luego de la conquista política, al otro día, hay que ocuparse de recoger la basura. Con eso se refiere

5 José Luis Villacañas, Poder y conflicto. Ensayos sobre Carl Schmitt (Madrid: Marcial Pons, 2008), 24. Katechon, en griego, significa “lo que contiene” o “lo que retiene”. En su segunda carta a los Tesalonicienses, Pablo de Tarso afirma que la venida del anticristo depende de la supresión de aquello que lo retiene. Originalmente se pensó que este “contenedor” era la Iglesia, pero luego el concepto fue asociado al Imperio Romano (que, se pensaba según otras profecías bíblicas, sería el último imperio antes de la destrucción del mundo).

a lo concreto, cotidiano, material y objetivo. A la labor poco épica y nada de escatológica de proveer buen gobierno. Pareciera que cumplir esa tarea nunca le interesó a la “generación perdida” de la transición, pero es lo único que podrá darle futuro a la izquierda “encontrada” del nuevo ciclo político que despunta.

Pablo Ortúzar es antropólogo social y magíster de Análisis Sistémico por la Universidad de Chile. Actualmente cursa estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. Dentro de sus últimas publicaciones destaca El precio de la noche. Diálogo sobre la tiranía (Tajamar, 2021) y El poder del poder (Tajamar, 2016). Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad y columnista de La Tercera. 29


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

Daniel Mansuy:

“Yo no veo que esta nueva izquierda pueda conducir una salida de la crisis” POR ROSARIO ZANETTA

30


Profesor de filosofía política, columnista y panelista de radio y

televisión. Las contribuciones de Mansuy en el debate público son seguidas atentamente por círculos de izquierda y derecha. En esta entrevista, el académico de la Universidad de los Andes e investigador senior del IES adelanta algunas de sus reflexiones sobre la nueva izquierda y el allendismo que desarrolla en un libro que publicará Random House durante el año 2023, y que actualmente está trabajando en medio de un escenario político que también alimenta su análisis.

Fue el verano pasado cuando Daniel Mansuy

más jóvenes siempre hacen con los más viejos,

(44) aprovechó una estadía en la Universidad

algo que pasa en todo el mundo y hasta aquí no

de Notre Dame para empezar la escritura de un

tiene nada de original. El dato significativo es

libro sobre la izquierda en Chile. La reflexión y

que, como hace muy poco había ganado Sebas-

el trabajo de fuentes era algo que venía hacien-

tián Piñera, la izquierda estaba en la oposición y

do hace años, en parte porque lo necesitó para

a los viejos líderes de la Concertación esta acusa-

su ensayo Nos fuimos quedando en silencio (IES,

ción les pegó, les dolió.

2016) y en parte también porque la historia de su familia está vinculada con los turbulentos años

¿Por qué es tan significativo?

setenta —su abuelo materno, Ismael Huerta, fue ministro de Allende y de Pinochet—. La escritura

En ese dolor está el origen de todo esto, porque

de este nuevo libro, por tanto, ha tenido para él

le reconocieron una validez que a mi juicio no te-

una carga emotiva particular. Sobre la nueva iz-

nía o, al menos, no en la forma en como estaba

quierda, la ex Concertación, la crisis política y su

planteada. Los viejos quedaron entonces en una

difícil manejo profundiza en esta entrevista rea-

situación de inferioridad psicológica respecto de

lizada algunas semanas antes del plebiscito del 4

los más jóvenes, a quienes cedieron la iniciati-

de septiembre.

va política. La izquierda no defendió lo que había hecho, más bien se avergonzó, y bueno, le regaló

¿Por qué nace esta nueva izquierda y por qué se

todo ese espacio a la nueva izquierda.

demoró tan poco en llegar al poder? Has dicho en distintas columnas que la Son dos preguntas distintas y partiré por la se-

Concertación renunció a esos treinta años,

gunda. La generación del Frente Amplio —que

cuando lo que correspondía era hacer un

nace a la vida política con las movilizaciones del

análisis crítico de ese periodo, pero no una

2011—, lanza una acusación implacable a la iz-

abdicación. ¿Cómo se entiende esto?

quierda que había gobernado Chile durante los veinte años anteriores: no haber sido suficien-

Ahí hay un misterio psicológico que no termi-

temente de izquierda. Básicamente, la acusa de

no de explicarme. Por un lado está la idea de

haber traicionado sus ideales. Eso es algo que los

que los más jóvenes representan una pureza de 31


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

izquierda, la “verdadera izquierda”. Por otro, la

a votar por él. Y luego, en su primer discurso el

Concertación cuando gobernó estuvo obligada a

presidente Boric no lo nombra, con lo que mar-

ser muy responsable y, por tanto, luego se sin-

ca una distancia evidente. Lagos de algún modo

tió seducida por el chasconeo de estos chicos que

encarna la Concertación. Evidentemente no es

tenían una libertad que ellos no tuvieron. Por-

solo él, pero si uno tuviera que reducir la Concer-

que —hay que decirlo también—, la transición

tación a dos figuras creo que sin duda Aylwin y

fue una cuestión súper disciplinada, súper rígida.

Lagos son las figuras capitales. Y, por tanto, hay

En el fondo, ellos vieron en la nueva generación

una distancia súper constante con él, aunque ob-

la juventud que hubieran querido tener y que no

viamente también lo necesitan.

tuvieron porque estaban siendo subsecretarios o jefes de gabinete. Creo que eso les pesó mucho.

¿Por qué tanta distancia?

Pero había también diferencias más de fondo,

A esta nueva izquierda le cuesta mucho entender

¿no?

que para hacer transformaciones hay que tener mayorías dignas de ese nombre y para eso nece-

Había también una fisura en la Concertación en-

sitan sí o sí al mundo de Lagos, y también bas-

tre los autoflagelantes y los autocomplacientes.

tante más que el mundo de Lagos. Hay ahí una

Ese era un problema estructural, y los autoflage-

disyuntiva entre querer hacer un discurso iden-

lantes se sintieron con plena libertad de acción.

titario de nicho, que es muy radical, muy fuerte

Y hay también otro fenóme-

y muy enérgico, pero que sa-

no: la izquierda ya estaba en

bemos exactamente cuánto

la oposición y estaba siendo

pesa tras la primera vuelta

una muy mala oposición,

Yo no tengo noticia de que él

presidencial: un 25%. Eso es

porque no le reconoce plena

(Boric) tenga una reflexión

interesante para ser oposi-

legitimidad a la derecha. Por muchos problemas y defec-

demasiado profunda sobre los

tos que hayan tenido los go-

problemas que enfrentó Allende

biernos de Sebastián Piñera,

más allá de su figura moral.

la verdad es que la izquierda ha manifestado cierta falta de libertad democrá-

ción y para tener un grupo político relevante, pero para gobernar un país es completamente insuficiente, y si además quieres hacer trans-

formaciones profundas es la nada misma.

tica que es bien preocupante. Es como si solo ella pudiera gobernar en Chile, lo que es una conclu-

Esa tensión, ¿tiene alguna forma de resolverse?

sión bastante poco democrática.

¿Cómo sale de ahí Boric?

Sin embargo, al mismo tiempo se da una

Creo que al día de hoy ni él lo tiene muy resuel-

paradoja. El Frente Amplio necesitó a la ex

to. Boric es sin duda un político talentoso, ca-

Concertación y especialmente a Ricardo Lagos

rismático; es en principio un gran político, pero

para poder llegar al gobierno. Sin ese apoyo

siempre tengo la sensación de que llegó muy

explícito tal vez Gabriel Boric no habría podido

joven al poder. Yo no soy mucho mayor que él,

ganar la segunda vuelta…

pero somos de generaciones distintas. En mi generación a los 35 ya tenías las cosas claras, en la

Siguen dependiendo de ellos porque para go-

generación siguiente a esa edad puedes seguir

bernar necesitan la mitad más uno de los votos.

divagando. Creo que a los 35 años aún hay cosas

Es interesante lo que dices, porque recibieron

de su identidad política que él no tiene resueltas.

el apoyo de Lagos que, aunque fue más tibio

Entonces, él puede seguir insistiendo en hablarle

que el apoyo de Bachelet —“por sus obras los

a su nicho y fortalecerlo —lo que es completa-

conoceréis”, dijo en El País—, aseguró que iba

mente inconducente—, o bien puede gobernar

32


para las grandes mayorías con el PS, el PPD y

lo que era el MIR y su acción real y lo que hace

eventualmente con parte de la DC, pero lo van a

hoy el grupo más ultra. Había una ideología de la

acusar por los siglos de los siglos como traidor.

violencia que por supuesto era más fuerte, y con esto no digo que hoy no la haya, sino que la de

Tiene que decidir…

entonces jugaba otro papel.

Él tiene que tomar una decisión y pagar los

¿Y en qué se parecen ambas situaciones?

costos asociados a ella. Por ahora simplemente ha navegado entre esas dos opciones. Fue muy

Hay varias similitudes, pero hay una que es bien

interesante, por ejemplo, lo que pasó en el

impresionante —y bien perturbadora, de he-

primer viaje del presidente a Canadá y Estados

cho—: Allende se vio dividido entre dos almas, y

Unidos y la pugna que se dio entre la Cancillería

su falta de decisión para zanjar entre esas almas

y el Segundo Piso, entre quienes entienden las

esterilizó su gobierno. Boric es un gran lector, le

relaciones exteriores como un mecanismo de las

gusta mucho la historia, también entiendo que

democracias liberales en el mundo y quienes ven

remite mucho a la figura de Salvador Allende. Es

a EE.UU. como un gran dragón imperialista al que

una imagen que él admira mucho como un sím-

hay que pegarle todo el tiempo. Mi impresión es

bolo de cierta pureza de izquierda. Sin embargo,

que Boric no quería tomar una definición antes

yo no tengo noticia de que él tenga una reflexión

del plebiscito, pero la ciudadanía está cada vez

demasiado profunda sobre los problemas que

más impaciente.

enfrentó Allende más allá de su figura moral.

EL FANTASMA DE LA UP

¿A qué te refieres, en concreto?

¿Cuánto se parece esa tensión entre las dos

Esto tiene que ver con dos polos que se neutralizan

almas del gobierno a la disputa entre el PS y el

entre sí, luego el Presidente no toma una deci-

PC bajo el gobierno de Salvador Allende?

sión, deja que la pugna se despliegue frente a sus ojos y eso le impide tener una acción política

Hay cosas muy distintas, por supuesto, porque

más o menos robusta, más o menos importante.

ahí había un escenario de influencia de lo que

Allende pasó los tres años que duró su gobierno,

Gonzalo Vial llamaba el “guevarismo” y que

los 1000 días, sin zanjar esta discusión, y si hay

uno podría llamar “castrismo”. Había gente que

un diagnóstico claro es que a la Unidad Popular

realmente pensaba que la democracia burgue-

le faltó conducción política. Esa es la principal

sa con elecciones e instituciones se iba a acabar

crítica y autocrítica que hacen en la izquierda:

y había que terminar con ella cuanto antes. Uno

no hubo conducción política, no hubo liderazgos

podrá ser muy crítico de la nueva izquierda por

que la hicieran y Boric corre un riesgo parecido.

muchos motivos, pero hay una distancia entre

33


Sin embargo, a Allende esa ambigüedad le era

un cuarto de los votos. Es un dato importante

útil hasta cierto punto, aunque terminó muy

para estos efectos.

mal. Boric en cambio sabe que esa ambigüedad puede terminar mal, él tiene más información,

Hace un tiempo hablaste en una entrevista de la

¿no?

soledad de Boric. Cuando él asumió el gobierno parecía tener cierta épica. ¿La perdió en el

Efectivamente. Tiene un dato más. Es difícil de-

camino?

cirlo, pero Allende tenía una fuerza política asociada a su persona que tenía un arraigo. Fue can-

En junio, en su primera cuenta pública, Boric

didato cuatro veces; había sido senador 40 años.

tuvo un tono que fue el de la segunda vuelta pre-

Era un hombre que Chile conocía, por decirlo así.

sidencial; sin embargo, uno no ve en la gente que

Boric quizá construya eso en el tiempo, pero hoy

lo rodea voces que le den soporte y lo apoyen en

no lo tiene.

lo que está diciendo. Cuando escuchas al Boric de ese día notas que quiso hablarle a todos los chi-

O no al menos con esa magnitud…

lenos; escuchas luego a sus ministros más cercanos, a los parlamentarios del Frente Amplio

Allende era como un producto de la cultura chi-

y la verdad es que ese tono no existe. Cuando

lena. Boric puede ser flor de un día. No digo que

él quiere cambiar el tono, su gente no lo sigue

lo vaya a ser, pero puede serlo. No hay ningún

para nada. ¿Cuándo has visto un parlamentario

arraigo en él. No hay una trayectoria construida

del Frente Amplio hablando como habla Boric?

durante décadas como la de Allende. La posición

Nunca. Están siempre en otra posición. Es difícil

de Allende era, a mi juicio, políticamente bas-

sostener un gobierno con esas dificultades. Este

tante más sólida que la que por momentos parece

es el gobierno más difícil de los últimos años,

tener Boric. Y para eso basta un dato: en esa pri-

y poner todo en los hombros de una sola per-

mera vuelta había menos candidatos, es verdad,

sona, por carismática o inteligente que sea, es

pero Allende obtuvo un tercio de los votos y Boric

un despropósito.

34


EL FUTURO DEL FRENTE AMPLIO

que te estás metiendo en un laberinto con muy pocas salidas.

¿Cómo se sale entonces de esta crisis de Estado? ¿Es capaz la nueva izquierda de manejarla?

Has dicho en distintas columnas que el Frente Amplio y la nueva izquierda tienen un proyecto

Yo creo que la nueva izquierda es estructural-

cultural, pero no un proyecto político. ¿Por qué?

mente incapaz de convocar. La última crisis que tuvimos la encauzó Patricio Aylwin y él tenía un

Pienso que no tienen proyecto político porque

solo ingrediente en su receta, que era convocar,

no tienen un plan de cómo conseguir mayorías

convocar lo más amplio posible. Obviamente

políticas que den lugar a transformaciones pro-

tenía ministros y gente que lo ayudaba, un equi-

fundas. Hay una reivindicación vaga, general, de

po; las mejores cabezas de la época, de hecho,

que queremos ir a una sociedad más justa, pero a

pero el proyecto de Aylwin era sumar. La nueva

la hora de ponerle patas a eso, en todos los ám-

izquierda es identitaria, le gusta el conflicto y

bitos, es de una vaguedad espantosa. Nunca está

nunca ha querido sumar, entonces yo no veo que

explicitado cómo van a conseguir los votos en el

esta nueva izquierda pueda conducir una salida

parlamento para lograr esas cosas si no los tie-

de la crisis, así como se ha comportado hasta

nen. No hay una coalición robusta, con objetivos

ahora.

claros. No está la voluntad para llegar a acuerdos.

¿Hay también en esa nueva izquierda una

¿Qué expectativa se puede tener para destrabar

romantización de la violencia y de la revolución

la crisis política cuando la coalición gobernante

que,

ahora

gobierno,

le

que ha

en contra?

muy

delicada

porque no tienen un plan de cómo conseguir mayorías

desde el punto de vista de-

políticas que den lugar a

mocrático y para el 18 de

transformaciones profundas.

octubre hubo una validación

estas

fracturas

internas?

No tienen proyecto político

La izquierda ha sido una oposición

tiene

son jugado

Tiene una solución. Creo que, gane el Apruebo o el Rechazo, Boric siempre ha tenido una carta bajo su manga que, supongo, va a tener que usar en algún minuto y por la que tendrá que

de la violencia en sus distintas formas: barricadas, “el que baila pasa”,

pagar costos: darle la conducción política del

protestas en el centro, saqueos… A veces incluso

gobierno al Partido Socialista. Eso significa una

desde una sociología de muy baja estofa, de muy

ruptura con su primer diseño, una tensión gran-

bajo nivel. Yo no creo que en la nueva izquierda

de con el PC y con parte importante del Frente

haya una reflexión sobre el ejercicio del poder y

Amplio, lo que tampoco es fácil. A mí me parece

sobre el ejercicio de la fuerza y, por tanto, tienen

que la única salida de gobernabilidad que tiene

muchos complejos a la hora de ejercer tanto el

Gabriel Boric es darle la conducción política del

poder como la fuerza.

gobierno al Partido Socialista.

Les incomoda…

¿Y eso implica el fin del Frente Amplio tal como se conoce hoy?

Les incomoda mucho. Y esto cuando no hay problemas de seguridad da lo mismo, pero cuan-

Eso significa el fin del proyecto del Frente Amplio

do tienes una crisis de seguridad en Chile en La

de Gabriel Boric como lo conocemos hasta hoy.

Araucanía, con el narcotráfico, con la migración en el norte y la delincuencia común, la verdad es

35


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

Entonces la antigua Concertación no está del

Pero dijiste que había dos cosas que decir…

todo muerta para ti… Sí, la segunda es que, al mismo tiempo, le carLa Concertación en cuanto a figura histórica sí,

gamos en exceso a Sebastián Piñera problemas

pero el proyecto socialdemócrata me parece que

que eran estructurales. Es decir, era fácil tener

va a resucitar de algún modo. Ahora, para resu-

un culpable en La Moneda. Todo lo malo que pa-

citar tiene que distinguirse con cierta nitidez del

saba en Chile era culpa de Sebastián Piñera. Sin

proyecto protochavista. Y estas reconfiguracio-

embargo, el Frente Amplio se ha tenido que dar

nes son súper complicadas. Sin embargo, uno

cuenta de modo muy acelerado que los proble-

podría pensar que en Chile no hay ningún motivo

mas en Chile con o sin Sebastián Piñera son bas-

para que no se reconfigure de alguna manera el

tantes parecidos, y que el problema no era él.

proyecto socialdemócrata. De hecho, el PS y el PPD han sido súper insistentes en reivindicarse

Dijiste también que para cierta izquierda, o

como polo de socialismo democrático, como un

al menos para ciertos sectores, la derecha era

polo que pesa, que tiene voto, que tiene parla-

ilegítima. ¿Por qué piensas eso y qué tan graves

mentarios. Son institucionales, y cuando ocurrió

son las consecuencias de esto?

el gran error de la ministra Siches con el tema del avión que se había ido vacío, todos los senadores

Simplemente constato que las dos veces que la

del Partido Socialista salieron a respaldarla. No

derecha ha ganado la izquierda ha hecho oposi-

porque le encontraran razón, sino porque en-

ciones muy destructivas, muy duras, muy poco

tienden que al Ministro del Interior se le respal-

amables, muy poco republicanas y muy poco es-

da. Eso es disciplina política, así se gobierna.

tratégicas, en el sentido de que horada las condiciones de gobernabilidad que te afectan también

LA LEGITIMIDAD DE LA DERECHA

a ti después.

¿Cuánto del éxito de la nueva izquierda en llegar

¿Cuánto de eso es una reminiscencia de la

al poder es responsabilidad también de los

dictadura?

errores de la derecha? Está asociado probablemente a la dictadura, pero Sobre el gobierno de Sebastián Piñera creo que

han pasado cincuenta años del golpe de Estado,

hay dos cosas que decir, y si bien van en senti-

han sido reemplazadas las generaciones. Por la

dos distintos, ambas son verdad. Una, es que

sanidad de la democracia chilena, es hora de que

en sus dos versiones, pero sobre todo en la se-

la izquierda acepte que se puede perder en las

gunda, no logró proveer de un proyecto político

urnas y que hay que dejar que el otro gobierne y

que respondiera a las fracturas sociales de Chile

apostar a ganar las elecciones siguientes como

por una razón muy simple: porque el piñeris-

en cualquier democracia normal. Pero me llama

mo nunca pensó que esas fracturas existieran.

la atención que las dos veces que en Chile ha go-

Y como nunca pensó que existieran, creyó que

bernado la derecha, la izquierda no acepta en su

se podía seguir gobernando el año 2018 como si

interior que la derecha gane. Ninguna democra-

gobernara en el año 93, eso se ve claramente. La

cia sana puede funcionar así.

derecha, entonces, es responsable en parte importante de esto, porque no fue capaz de ofrecer un proyecto político. Y al no ser capaz de ofrecerlo y quedar prácticamente en el suelo, ocurre lo que ocurrió en la Convención, donde desaparece. El desastre de la derecha es un desastre nacional en un sentido, porque desequilibró mucho el cuadro político.

36


El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa

37

Ilustración: Alejandra Acosta

GABRIELA CAVIEDES Y CATALINA SILES


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

E

sujetos a crítica respecto de ciertas premisas que

Gabriel Boric reafirmó su compromiso con un

sostienen la aproximación feminista de la nue-

principio que ya había señalado en su campaña

va izquierda. Los tres casos que analizaremos a

y en reiteradas intervenciones posteriores: el

continuación resultan ejemplares acerca de su

suyo es y será un gobierno feminista. Después

postura teórica, pero en ningún caso son una re-

de todo, su conglomerado viene denunciando un

visión exhaustiva del programa de gobierno fe-

extendido malestar femenino de larga data. En

minista de una coalición como el Frente Amplio.

n su primera cuenta pública, el Presidente

un país que, de acuerdo con la encuesta Criteria Research de 2021, el 91% de las mujeres consi-

Cuidados y corresponsabilidad

dera machista, el Presidente y su equipo se han comprometido a avanzar hacia una cultura de

La realidad chilena en este asunto es particu-

corresponsabilidad en el cuidado —“¡Democra-

larmente compleja, y ayuda a comprender al-

cia en el país y en la casa!”—, en tolerancia cero

gunas de las razones por las que un porcentaje

hacia la violencia de género y hacia un programa

tan alto de chilenas considera que vive en un

de acompañamiento a las identidades de género

país machista. Cuando se trata de asumir labores

y a las diversidades sexogenéricas. Si algo carac-

de cuidado (parciales o permanentes) de recién

teriza al actual programa del gobierno es preci-

nacidos o menores de edad, de adultos mayores o

samente esta agenda. No hay que olvidar que, de

de personas enfermas o discapacitadas, las mu-

hecho, parte importante de la victoria del presi-

jeres suelen ser quienes asumen ese papel. Esta

dente se debe al voto femenino.

labor puede realizarse o no de forma remunera-

Sin embargo, el entusiasmo frenteamplista no

da. En el caso de las tareas de cuidado remune-

suele tomar en consideración la otra cara de esa

radas, los salarios no figuran entre los más altos

realidad. La misma encuesta ya citada mostra-

del mercado. En el caso de las que no lo son, las

ba que, al momento de identificarse con el mo-

cuidadoras dependen de la realidad de la persona

vimiento feminista, los porcentajes son mucho

a su cargo: si requiere cuidado permanente, y ella

menores: solo 36% de las mujeres se siente muy

no tiene a quién recurrir, su acceso a la fuerza la-

o bastante identificada con él. ¿Cómo se explica

boral se ve seriamente amenazado. Si las labores

esta distancia? Es posible suponer que, si bien

de cuidado le permiten encontrar espacio para

la mayoría de las mujeres comparte buena par-

trabajar fuera del hogar, ella debe compatibilizar

te de los diagnósticos sobre los problemas que

su trabajo con el cuidado. En este último escena-

las aquejan, existen diferencias importantes

rio, según han insistido voces de diversos secto-

en el enfoque y los métodos propuestos por el

res, las mujeres trabajan como si no cuidaran y

movimiento feminista hegemónico en el Fren-

cuidan como si no trabajaran, con el consecuente

te Amplio. Cada uno de los focos que destacó el

burnout laboral y doméstico, y las repercusiones

presidente, aunque muy relevantes, pueden ser

en su salud mental y la de su entorno.

38


Es evidente que se trata de un problema acu-

ese contexto aparece, por ejemplo, el concepto

ciante, que requiere soluciones que nos orien-

de “derecho a cuidar” en el texto que propuso la

ten a una cultura corresponsable respecto de las

Convención: se trata de que la persona tenga la

personas que dependen de otras para su super-

posibilidad de “decidir adquirir obligaciones de

vivencia y desarrollo. Esto implica, en términos

cuidado con otras personas”2. El cuidado debe ser

simples, que las mujeres no pueden ser las úni-

libremente escogido y formar parte del proyecto

cas cuidadoras. Compartir de manera equitativa

vital del individuo: las relaciones de cuidado que

las tareas de cuidado implica atender también a

se entablan con otras personas no pueden estar

las mujeres en su realidad material, en su desa-

exigidas por cierto tipo de relaciones de depen-

rrollo integral y en su situación mental y física.

dencia (como entre padres e hijos) o la fuerza

Ahora bien, para el feminismo instalado en el

de la situación. Esta es una de las razones por

gobierno —y también para aquel que estuvo en

la cuales se aboga por el aborto libre: sería una

la Convención—, la gravedad de esta situación

manera de evitar que la mujer se vea forzada a

tiene su origen principal en el mercado y su so-

asumir por décadas un compromiso de cuidado

lución preponderante en el Estado. Si el proble-

que no está lista ni dispuesta a asumir.

ma tiene origen en el mercado, es porque este se

Sin embargo, aunque muchas de las labores de

desarrolla ciego a sus condiciones de posibilidad:

cuidado son libremente asumidas, existen otras

el cuidado de personas que no forman parte ac-

que nacen de situaciones inesperadas. Enferme-

tiva de la fuerza laboral, pero sí del consumo,

dades graves, accidentes, súbitas discapacidades

depende de las mujeres, y

de seres queridos. El com-

esa labor no es reconocida

promiso de cuidado con una

en términos económicos. Es

persona cercana o familiar

más, lo que las mujeres de-

Compartir de manera equitativa

jan de hacer por dedicarse al

las tareas de cuidado implica

ción consentida en ese mo-

cuidado les supone un costo

cuidar también de las mujeres

mento, como quien escoge

de oportunidad: el mercado las castiga. En consecuencia, razona ese feminismo,

en su realidad material, en su desarrollo integral.

no es aquí fruto de una elec-

una actividad de realización personal, sino la consecuencia de un vínculo constitutivo con una persona que no le

caben dos cursos de acción simultáneos: frenar parcialmente el mercado

resulta útil, sino valiosa por sí misma a quienes

(por ejemplo, reduciendo la jornada laboral, u

deberán hacerse cargo de ella. Desde luego, no

obligando a las empresas a flexibilizar el horario

hay razón para que el compromiso solo puedan

de trabajadores y trabajadoras) e involucrar ac-

asumirlo las mujeres3. Es necesario impulsar

tivamente al Estado (por ejemplo, con sala cuna

mecanismos para que hombres y mujeres “com-

universal o subsidiando el empleo femenino).

partan responsabilidades dentro y fuera del ho-

También se contempla la posibilidad de generar

gar, logrando vidas más plenas y felices”4. La

instancias de cuidado por parte de la comunidad1.

autonomía es sin duda necesaria, pero una labor

Estos son cursos de acción posibles y se puede

de cuidado que conduzca al desarrollo, también

llegar a acuerdos razonables que ayuden a avan-

pleno y feliz, de la persona dependiente debe

zar en conjunto. Con todo, hay tres asuntos de

poder integrar algo de entrega. El gran compro-

fondo que resultan conflictivos. El foco central

miso de una labor de cuidado es el de poner la

de las políticas que plantea este tipo de feminis-

necesidad del otro en primer lugar —que no es lo

mo es proteger siempre, a como dé lugar y casi a cualquier costo, la autonomía femenina. En

1

Camila Miranda y Mara Roitstein, Los cuidados al centro de la Nueva Constitución, Fundación NODO XXI, 8

2 Ibid., 6 3 Aunque suele ocurrir con frecuencia que, ante enfermedades o vejez de los padres, las hijas se hacen cargo más solícitamente que los hijos. 4 Disponible en https://minmujeryeg.gob.cl/?page_ id=4195

39


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

mismo que dejar de cuidar de sí mismo—. Dicho

embargo, se ha visto cómo en países con mayor

de otro modo, la plenitud de quien está siendo

equidad de género las mujeres siguen estando

cuidado pasa en buena medida por no concebir-

mayoritariamente presentes en profesiones y

se a sí mismo como la carga del autovalente. Tal

oficios de cuidado. Muchas optan, incluso, por

consideración tiene una cabida muy estrecha en

dedicarse al cuidado de sus hijos renunciando a

la dialéctica de la pura autonomía.

una carrera profesional. El temor al estereotipo

En segundo lugar, el “derecho a cuidar” pro-

puede conducir a negar una realidad que se da

puesto indica que ningún trabajo de cuidado

en términos generales (no absolutos), así como

debería hacerse gratuitamente, sino que siem-

también a desdeñar la relevancia de las labores

pre debiera tener recompensa económica. Esto

de cuidado, contrariamente a lo que se propone

aplica para aquellos casos en los que los cuida-

desde un enfoque feminista.

dos son provistos por personas externas, a quienes en estricto rigor no les corresponde realizar

Violencia de género

esta tarea. Pero asumir este criterio para todas las relaciones de cuidado, incluidas, por ejem-

Muy probablemente, esta es la causa que más ha

plo, la de madres o padres y sus hijos supone la

movilizado a las feministas de Chile y del mundo

valorización de un vínculo que más bien tien-

entero. Las manifestaciones masivas comenza-

de a desvalorizarse al fijar un precio. De hecho,

ron en Estados Unidos en 2017 y en Chile en 2018.

no deja de ser paradójico que, al mismo tiempo

Sin embargo, en vez de disminuir, las cifras de

que el feminismo de la nueva izquierda se defi-

violaciones, abusos, acosos, femicidios y violen-

ne fundamentalmente como contrario al sistema

cia intrafamiliar se agravaron notoriamente en

neoliberal y capitalista, no tiene problemas en

medio de la pandemia. Se activaron mecanismos

someter cosas invaluables a la lógica del merca-

y protocolos de prevención y denuncia, pero el

do. Dicho lo anterior, esto no obsta a que puedan

problema no parece haber disminuido. El Mi-

existir políticas de subsidio a las mujeres que

nisterio de la Mujer y la Equidad de Género del

trabajan y cuidan, o que solo cuidan, para dismi-

gobierno de Gabriel Boric tiene este asunto en

nuir su precarización y reconocer la importancia

la cumbre de sus prioridades. En su sitio web se

de su trabajo. Lo relevante es poder distinguir

desglosa el concepto de violencia de género en

adecuadamente entre aquel subsidio y la mone-

diversas aplicaciones, para que una mujer sepa

tarización de los vínculos familiares que típica-

distinguir cuándo está siendo violentada. Así, el

mente subyacen al cuidado de los más débiles.

Ministerio explica qué debe entenderse por fe-

En tercer lugar, la aproximación del feminis-

micidio, por violencia sexual, física, psicológica

mo frenteamplista a las realidades de género

y económica, por acoso sexual y por agresión en

consiste en suponer que prácticamente todas las

espacios públicos.

costumbres son herederas de una construcción

No obstante, los esfuerzos por la erradicación

cultural en la que ha primado la lógica masculi-

de la violencia hacia la mujer han traído otro

na. Aunque eso ha sido verdadero con respecto a

tipo de consecuencias negativas. En primer lu-

una amplia gama de asuntos, no es claro que sea

gar, porque detrás de este objetivo está la visión

fácil y completamente aplicable a los cuidados,

de que “la violencia de género es estructural y

como a veces se insiste en remarcar. Acusar al

transversal en la sociedad”, como señaló el Pre-

patriarcado como el culpable de que las mujeres

sidente Boric en su primera cuenta pública, lo

se hagan responsables de las labores de cuidado

cual parece suponer que las relaciones entre los

tiene el riesgo, por una parte, de asociar el cui-

géneros, en cualquier ámbito, están marcadas

dado únicamente con una carga, y por otra, de

simplemente por la dominación5. Esto ha traído

asumir que las mujeres serían más felices en otro tipo de trabajos y que, incluso si escogen ese camino profesionalmente, en algún sentido están siendo víctimas de estereotipos de género. Sin

40

5 El proyecto de ley sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia establece que “La violencia contra las mujeres comprende cualquier acción u omisión (…) basada en el género y ejercida en


consigo una constante actitud de sospecha que

recientemente denunciados, anteriores a los re-

entorpece la vida social, pues sitúa a las rela-

sultados del proceso, que asumen la inmoralidad

ciones entre hombres y mujeres en un estado de

de los hombres a la vez que creen en la moralidad

permanente conflicto. Además, quita fuerza al

superior o infalible de las mujeres. Esto subvier-

combate de situaciones reales de violencia que

te, desde luego, el principio de igualdad que se

experimentan muchas mujeres. En el fondo, si

quería reivindicar.

todo es violencia, nada lo es. En segundo lugar, la sospecha y el victimis-

Las disidencias

mo producto de una mirada omniabarcante de la violencia de género deja a los hombres en calidad

El sitio web del Ministerio de la Mujer y la Equi-

de (potenciales) victimarios solo por el hecho de

dad de Género sostiene, como parte de los prin-

ser tales, lo que supone una grave injusticia. Se

cipios fundamentales sobre los que se sostiene

deja de lado la presunción de inocencia y el de-

su programa, que “una sociedad desarrollada

bido proceso, e incluso plantear cualquier atisbo

se basa en que tanto hombres como mujeres

de duda frente a una denuncia es leído como una

sean reconocidos como sujetos de derechos y

actitud cómplice del siempre violento orden pa-

obligaciones, en igualdad de condiciones y res-

triarcal. Piénsese, por ejemplo, en las funas de

petando las diferencias naturales de cada uno.

cualquier tipo en contra de sujetos que han sido

Nuestra inspiración es el respeto a la diversidad más que una lucha entre hombres y mujeres”. Es

el marco de las relaciones de poder históricamente desiguales que emanan de los roles diferenciados asignados a hombres y mujeres, que resultan de una construcción social, cultural, histórica y económica”.

una aseveración razonable con la que, en principio, se puede estar de acuerdo desde distintos sectores. Sin embargo, podemos preguntarnos qué tanto cree el propio ministerio y gobierno en una declaración como esa. ¿Existen para ellos

41


“diferencias naturales” entre hombres y muje-

significado de lo femenino y lo masculino queda

res? ¿Existen hombres y mujeres como una ca-

de algún modo atado a aquellos estilos estéticos

tegoría binaria?

y de vida, y, por el otro, debe darse por terminado

El discurso feminista predominante ha opta-

el sistema de representación política que tenga

do por sostener que no hay más mujeres ni más

el sexo en consideración. Es decir, si el género es

hombres que los que deseen reconocerse como

esencialmente individual, entonces no sostiene,

tales, pero en ningún modo esa definición puede

sino más bien desafía la capacidad política de re-

aludir a datos biológicos. Por eso, para esta po-

presentar a ciertos grupos por medio de él, algo

sición, no es lo mismo la “mujer” que la “per-

que el feminismo del Frente Amplio defiende. Y

sona menstruante” o “persona gestante”. Bajo

esto, desde luego, valdrá también para las mu-

esta lógica es más adecuado predicar “mujer”

jeres. En ese sentido, dice Judith Butler que una

de una mujer trans que de un hombre trans, por

aplicación no problemática de una teoría femi-

ejemplo. Es interesante observar que el texto

nista que ponga en tela de juicio la categoría de

constitucional que propuso la Convención inten-

mujer sería “que se descarte la opción de que el

ta eludir este problema al proponer la expresión

feminismo sea considerado una política de repre-

conjunta “mujeres y personas gestantes”. Apa-

sentación”6. La historiadora chilena Valentina

rentemente, la expresión dota a la disidencia

Verbal coincide con esta postura. Para ella, algo

sexual de los mismos derechos que las mujeres,

así como escaños reservados para disidencias

pero a la vez establece una sutil pero radical dis-

sexuales es algo ridículo: “Las identidades de

tinción entre ambas.

género son, por definición, individuales. Y si eso

Si, en cambio, la diferencia sexual no radica

es así en términos de género, mucho menos po-

en la corporalidad, sino más bien en los estilos y percepciones que cada cual reclama para sí, y a partir de los cuales busca reconocimiento por parte del resto, entonces, cabe al menos advertir sobre dos dilemas relevantes. Por un lado, existe un riesgo severo de estereotipación, porque el

42

6 Judith Butler, El género en disputa (Barcelona: Paidós, 2017), 53.


drían significar lo mismo en términos políticos,

tiene una finalidad, sino que adquiere un signifi-

como para que una represente a la otra” .

cado único, personal, irrepetible e intransferible

7

Por último, cabe preguntarse por la capacidad

según el propio modo de comprenderse sexual-

real de respeto a la diversidad. Lo que subyace a

mente; es decir, el cuerpo se constituye a través

los debates más polémicos en torno al género es

de los actos que el individuo realiza. En tal caso,

un choque de visiones en torno a la corporali-

tampoco tenemos un límite necesario como seres

dad: hay dos antropologías diferentes en juego.

humanos —cualquier límite que exista debe ser

Por un lado, quienes sostienen la diferencia se-

subsanado paulatinamente por la tecnología—,

xual binaria y su complementariedad conciben

por lo que difícilmente podemos entendernos

la misma corporalidad humana como dada. El

como una sociedad interdependiente, sino como

cuerpo tiene un sentido y una finalidad, y debe

una que se necesita por sus avances tecnológicos.

ser protegido de la denigración y del abuso por-

Nada de eso tiene una finalidad intrínseca: la tie-

que no es algo que sea posesión material, sino

ne en cuanto sirve al individuo.

parte esencial de la propia identidad y, por ende,

Ambas visiones pueden ser sostenidas simul-

dignidad. A la vez, la corporalidad humana de-

táneamente en una comunidad, y la promulga-

muestra su necesaria finitud y complementa-

ción de leyes en uno u otro sentido dependerá

riedad, que está en la base de la formación de la

del debate democrático, con la mayor seriedad

sociedad. Así, la sociedad es intrínsecamente de-

posible. Pero el feminismo de la coalición de

pendiente, porque lo es en la misma formación

gobierno es poco propenso a conceder legitimidad política o intelectual a

de sus miembros.

esta diversidad de posicio-

El lado contrario del debate no concibe el cuer-

nes

—paradójicamente—,

po como algo dado ante lo

Aún existiendo un 91% de

que cabe gratitud, sino que

mujeres que considera vivir en

talmente morales. Quienes

la realidad material debe

un país machista, el porcentaje

se sitúan a ambos lados del

ser ordenada a voluntad mediante una serie de acciones. Si es necesario, se

de feministas declaradas en Chile no alcanza ni la mitad.

involucran medios econó-

y por razones fundamen-

debate pueden coincidir en que las disidencias sexuales han estado históricamente marginadas y han recibi-

micos y tecnológicos para que el cuerpo respon-

do un trato denigrante e inaceptable. Pueden no

da a los propios deseos y a la propia percepción.

coincidir, sin embargo, en las políticas que han

La dignidad humana comienza y termina en la

de seguirse para evitar esa denigración en el fu-

voluntad, y si no se puede utilizar ni la economía

turo. Para el feminismo que comentamos, solo

ni la tecnología, como ocurre en el caso del len-

hay una manera efectiva: la que ellas proponen.

guaje, es deber de la sociedad reelaborar concep-

Por eso, oponerse a sus políticas es oponerse a la

tos o integrar otros nuevos que den cuenta de esa

valoración humana de las diversidades sexuales.

voluntad. Para el feminismo queer8 el cuerpo no

Así, quien busca mantener la separación binaria del sexo o la categoría de mujer para las nacidas

7 “Valentina Verbal: “En la derecha también hay una versión peligrosa de la política identitaria””, por Daniel Hopenhayn. La Tercera, 29 de mayo 2020. 8 Las feministas queer piensan que no existe un sexo de nacimiento, sino que el sentido de la sexualidad está dado por una serie de expresiones de género que se despliegan constantemente, pero que dependen del modo en que decidimos apropiarnos de patrones culturales. Si alguien decide apropiarse de esos patrones de manera diferente a las tradicionales, suele ser marginalizado y patologizado, pero la normalidad o anormalidad de su género y

biológicamente tales, se le acusa de transfobia. El asunto se vuelve aún más complejo si la persona en cuestión se declara feminista. La ministra Antonia Orellana sostuvo en una entrevista con El Mercurio9 que la transfobia (entendida

orientación sexual no es menos ficticia que la del heterosexual o cisgénero. 9 Entrevista en la sección Reportajes (D6) de El Mercurio (20 de marzo de 2022).

43


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

justamente en este plano) no cabe en el feminis-

forzada a declararse feminista con todo lo que

mo. Por otro lado, muchas feministas radicales

ello implica en el discurso imperante, o bien

relatan que a menudo son estigmatizadas por

debe considerarse un “peligro” para los dere-

buscar separar los derechos de las mujeres de la

chos de las mujeres. El totalitarismo moral del

causa trans. Para las radicales (que no se llaman

feminismo hegemónico explica por qué, aun

así por ser extremas sino por buscar la “raíz” de

existiendo un 91% de mujeres que considera vi-

la opresión femenina), es necesario abolir los

vir en un país machista, el porcentaje de femi-

códigos de lo que se entiende como necesaria-

nistas declaradas en Chile no alcanza ni la mitad.

mente femenino, o aquellas herramientas que se

Pero el Frente Amplio no considera matices.

utilizan para esclavizar a la mujer, como la pros-

Ha decidido impulsar una agenda feminista

titución o la pornografía. En ese contexto, ellas

incorporando “perspectiva de género” en todas

insisten en que las expresiones de género no son

sus instancias y según sus propias prerrogati-

lo que constituye a una mujer. Aun concediendo

vas. Con ellas pretende satisfacer una serie de

que se trata de un grupo de personas histórica-

demandas que parecen ya haberse instalado en

mente excluido que requiere reconocimiento y

el país, como se expresó en la enorme convoca-

aceptación, las radicales hacen el esfuerzo por

toria que tuvo el movimiento feminista en mayo

distinguir planos. Por esta razón, las feministas

de 2018 y que la nueva izquierda intentó capita-

transafirmativas las consideran “un peligro para

lizar. Sin embargo, su posición ideológica parece

el feminismo y para las mujeres” y describen su

estar empañando estos esfuerzos. A menudo in-

lucha como “discursos de odio” 10.

sisten en la implementación de una serie de me-

En una palabra: para este feminismo, quie-

didas simbólicas —como el lenguaje inclusivo o

nes no comparten su diagnóstico y sus medios

la declaración del carácter interseccional de las

en todos los campos relevantes de inequidad de

acciones gubernamentales— que escasamente

género, o son completamente hostiles a la cau-

responden a las urgencias sociales que enfrentan

sa, o la traicionan. Por lo general, esto obtiene

las mujeres chilenas. Bajo el disfraz de la eman-

un resultado maniqueo: o bien la persona se ve

cipación y la diversidad como valores supremos se esconde un fuerte contenido normativo propio de un feminismo identitario que deja poco espa-

10 Adria Campos, feminista radical de Fresas Chile, cuenta que “nos han llamado asesinas y nazis, y nosotras nunca hemos asesinado a nadie, nunca hemos acosado a nadie en la calle”. Disponible en https://www.cnnchile.com/tendencias/feministas-radicales-quienes-son-terf_20200710/

cio para el disenso y, sobre todo, para la consideración de nuestras relaciones de dependencia no como un obstáculo para alcanzar una vida plena, sino como una condición necesaria para ella.

Gabriela Caviedes es licenciada y doctora en filosofía por la Universidad de los Andes e investigadora del centro SIGNOS de la misma casa de estudios. Catalina Siles es licenciada y magíster en historia, y candidata a doctora en sociología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es investigadora asociada del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES).

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Mariana Mazzucato y la nueva izquierda chilena

De la experimentación neoliberal a la desarrollista ÁLVARO VERGARA

45


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

H

ace tiempo que la izquierda sufrió una reno-

de ese complejo entramado destaca la académica

vación teórica. La caída de los socialismos reales

italoamericana de la University College London,

y el aparente triunfo de la díada capitalismo-de-

Mariana Mazzucato. Hasta ahora en el país se

mocracia representativa la forzaron a repensar

ha examinado poco el pensamiento de esta eco-

su antiguo proyecto transformador. Desde aquel

nomista. Y es importante hacerlo porque, como

fracaso, muchos de sus líderes entendieron que

mostraremos en este ensayo, su influencia es

si deseaban convertir sus proyectos políticos en

significativa dentro del mundo progresista.

alternativas confiables debían fortalecer ciertos

¿Cuáles son las ideas rectoras que ha propuesto

ámbitos en los que habían fallado, en especial el

Mariana Mazzucato? ¿Qué lugar ocupa la obra

económico. El sociólogo Raymond Aron señaló

de esta académica dentro del pensamiento eco-

que uno de los problemas de las izquierdas de

nómico y político dominante hoy en la nueva

su tiempo había sido, precisamente, una caren-

izquierda chilena? ¿Cómo ha reaccionado este

cia de cimientos económicos funcionales1. Y, en

sector ante la denominada crisis del capitalis-

efecto, había allí un atraso evidente. Así, a nivel

mo? Ese es el tipo de preguntas que exploramos

global, fue surgiendo un influyente y heterogé-

a continuación.

neo grupo de pensadores que busca tensionar y modificar la economía social de mercado2. ¿Sus

Mazzucato y la izquierda chilena

medios? La mezcla de libros de difusión, prensa, academia y distintas fórmulas programáticas

Bien puede decirse que Mazzucato es una econo-

para intentar superar la desigualdad.

mista propia de los tiempos actuales. Las diná-

En Chile ha sucedido algo similar. Las nuevas

micas de innovación, de hecho, son el hilo cen-

generaciones de la izquierda nacional deseaban

tral que cruza toda su teoría. Será normal, por

romper tanto con el “neoliberalismo tecnócrata”

tanto, encontrar reiteradas en sus libros palabras

de sus padres concertacionistas, como con los

como, “creatividad”, “tendencias” y “nuevas

planes quinquenales admirados por sus abuelos.

tecnologías”. Pero esta contemporaneidad tam-

Esto los condujo a intentar desarrollar un enfo-

bién se refleja en su papel de intelectual pública.

que propio que, después de cierto tiempo, pare-

En efecto, Mazzucato usa Twitter, vende bestse-

cen haber conseguido.

llers y da conferencias multitudinarias, transfor-

Son diversas las influencias internacionales

mándose en una rockstar de la economía gracias a

que confluyen en el proyecto chileno, pero dentro

su capacidad de cruzar distintas audiencias. Sus ensayos reposan sobre los escritorios de casi to-

1

Raymond Aron, El observador comprometido (Barcelona: Página Indómita, 2019).

2 Los principales son Joseph Stiglitz (Columbia), Ha-Joon Chang (Cambridge), Thomas Piketty (Paris), Gabriel Zucman (Berkeley), Emmanuel Saez (Berkeley) y Mariana Mazzucato (UCL).

46

das las izquierdas criollas: desde el liberalismo progresista, pasando por el socialismo democrático, llegando incluso al Partido Comunista. Mazzucato no es solo la principal referencia económica de Apruebo Dignidad, sino también


una valiosa colaboradora de esta coalición. En

Ahora bien, decir que la izquierda chilena

febrero de 2022 el ministro Secretario General

abandonó el proyecto económico del socialis-

de la Presidencia, Giorgio Jackson, declaró que

mo antiguo no significa que haya abjurado de la

la economista habría estado cooperando ac-

economía planificada. Sus instrumentos enfati-

tivamente con la subsecretaria Javiera Peter-

zan otros medios, como el aumento de la inter-

sen (quien termina su doctorado en el Instituto

vención del Estado en los procesos de toma de

para la Innovación y Propósito Público de UCL,

decisiones comerciales, o una amplia gama de

dirigido por la misma Mazzucato)3. Y su influen-

medidas fiscales y regulatorias, subsidios y res-

cia va más allá. Recordemos, por ejemplo, que en

tricciones. En otras palabras, ya no aspiran a pla-

los momentos más complejos del Frente Amplio,

nificar toda la producción, pero no renuncian a

el mismo Jackson evaluó la idea de ir a estudiar

hacerlo con una parte importante de ella. Ese es,

a UCL. Asimismo, importantes colaboradores del

precisamente, el horizonte normativo de Maria-

Presidente Gabriel Boric se inspiran, en parte, en

na Mazzucato: su finalidad principal no es el re-

su trabajo: Nicolás Grau, Diego Pardow, José Mi-

emplazo del capitalismo por otro sistema, sino,

guel Benavente, Rodrigo Echecopar, entre otros.

como muchos intentaron antes, encauzarlo hacia rumbos “progresistas”, empleando para ello la

3 “Giorgio Jackson: “Es posible una agenda del progresismo sin que Chile deje de ser un país atractivo para la inversión””, Diario Financiero, 9 de febrero de 2022.

enorme fuerza del aparato público. Siguiendo la terminología del pensador austriaco Joseph Schumpeter, para Mazzucato el ca-

47


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

pitalismo funciona sobre la base de la “destruc-

Mazzucato, pero también para el Frente Amplio,

ción creativa”, es decir, a partir de la constante

los principales sujetos que resguardan el inte-

renovación de las tecnologías en la producción de

rés público son los gobiernos. ¿Por qué? Porque

bienes y servicios4. Para el autor de Capitalismo,

“solo el Gobierno tiene la capacidad de super-

socialismo y democracia es la acción humana la

visar una transformación a la escala necesaria;

que, en su constante proceso de competencia,

de reformular la manera en que se rigen las or-

descubre nuevas formas para crear mejores pro-

ganizaciones económicas, cómo se estructuran

ductos. Mazzucato está de acuerdo en lo prime-

sus relaciones y cómo se relacionan entre sí los

ro, pero disiente en lo segundo. La académica

agentes económicos y la sociedad civil”9.

piensa que el ser humano no estaría logrando

Con todo, la teoría de un Estado empresario no

progresar a niveles más altos debido al mercado

es nueva. En Chile varios miembros de la nueva

desregulado y a la avaricia de los empresarios5.

izquierda esbozaron algo parecido antes de que

De tal forma, establece que el capitalismo, “en

salieran a la luz los trabajos de esta economista10.

lugar de optar por una trayectoria de crecimien-

Si se quiere, Mazzucato, reflotó una antigua teo-

to sostenible, ha creado economías que, infladas

ría desarrollista que remite a la “vanguardia”

por burbujas especulativas, enriquecieron al uno

inversora de las empresas estatales. El postulado

por ciento que ya era inmensamente rico y des-

es simple: el Estado es quien asume el riesgo a

truyeron el planeta” . ¿Cuál sería la solución?

gran escala; en consecuencia, a él le correspon-

Desarrollar una nueva forma de colaboración

de el título de verdadero creador de riqueza. En

pública-privada.

resumen, sus dos principales funciones son:

6

asumir riesgos y crear mer-

En principio esta propuesta no debería alarmar a nadie. Es más, formulada en esos términos amplios hoy sería aceptada casi trans-

cados.

¿Qué es el Estado para Mazzucato? ¿Qué definición

versalmente por el espectro

utiliza? ¿Cuáles son sus

político chileno. Sin embar-

implicancias? Nunca lo aclara.

go, la especificación es algo

Una consideración atenta de ese planteamiento hace resaltar algunas deficiencias que la economista nunca responde de buena forma, o que, más bien, prefiere

más polémica. Según ella —y esta es su idea ma-

ignorar. En las secciones siguientes nos deten-

dre— el Estado debe liderar el desarrollo eco-

dremos en esos problemas, comenzando por las

nómico, pues este apuesta “en áreas en las que

expectativas que genera su teoría a la hora de in-

el sector privado no invertiría ni aunque tuviera

tentar aplicarla en la realidad.

los recursos”7. En sus palabras: “cuanto más minimicemos el papel del Estado en la economía,

Un problema de expectativas

menos capaces seremos de asignarle un papel relevante y convertirlo en un actor relevante y,

Las principales deficiencias de la teoría del Es-

por tanto, menos capaz será el Estado de atraer

tado emprendedor se encuentran en sus propias

talento de alto nivel” . En tales términos surge su

bases conceptuales. Para notar a lo que nos refe-

famosa teoría del “Estado emprendedor”. Para

rimos, el lector puede realizar el siguiente ejer-

8

cicio: busque, en cualquiera de los libros de esta 4 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor (Madrid: RBA Libros, 2019), 20. 5 Michael Jacobs y Mariana Mazzucato, Rethinking Capitalism: Economics and Policy for Sustainable and Inclusive Growth (Londres: Wiley-Blackwell, 2016). 6 Mariana Mazzucato, Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo (Madrid: Taurus, 2021), 27. 7 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor, 65. 8 Ibid., 54.

48

economista, un párrafo con alguna definición o

9 Ibid., 38. 10 Véase Rodrigo Vallejo y Diego Pardow, “Derribando mitos sobre el Estado Empresario”, Revista Chilena de Derecho, vol. 35, núm. 1 (2008): 135-156; véase también José Miguel Ahumada, “La vigencia de las ideas impulsadas por la CEPAL”, Ciper Opinión, 23 de enero de 2018.


caracterización de los principales conceptos de

plantearse expresamente esta pregunta es a una

sus propuestas. Le anticipamos que no los en-

formulación retórica: la dupla Estado y empre-

contrará por ninguna parte. Esa omisión, natu-

sa constituye una exageración porque postularía

ralmente, debilita su esquema: si no se precisan

una imagen dicotómica entre “un sector empre-

las definiciones de una determinada propuesta

sarial que surge y un sector público burocrático

teórica, su interpretación se vuelve equívoca.

que ronronea”12. Ante tamaña omisión, justificar

En diversos pasajes Mazzucato tiende a con-

después la intervención del Estado es difícil; y es

fundir y a usar indistintamente términos que

que ¿cómo identificar las funciones y la finali-

son diferentes. Algunos comunes, por ejem-

dad en la sociedad de un “ente” tan trascendente

plo, son: gobierno y Estado; público y estatal; o

como indeterminado? La académica no lo expre-

renta (rent) y ganacia (profit)11. Es precisamente

sa. Nada de esto queda muy claro en sus escritos.

desde ahí que surge una interrogante funda-

Con todo, la propuesta también parece insufi-

mental: ¿qué es el Estado para Mazzucato? ¿Qué

ciente por otros motivos. Desde luego, Mazzucato

definición utiliza? ¿Cuáles son sus implicancias?

no busca elaborar un conjunto de manuales ex-

Nunca lo aclara. A lo único que se remite luego de

plicativos, pues sus libros tienen una marcada finalidad proselitista. Su deseo, más bien, es recopilar información, datos y ejemplos concretos

11 Sinclair Davidson y Jason Potts, “The Entrepreneurial State and the Platform Economy”, en Questioning the Entrepreneurial State (Karl Wennberg y Christian Sandström eds.) (Nueva York: Pringer, 2022).

para utilizarlos luego en el espacio público (y

12 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor, 35.

49


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

así lo han hecho personeros como José Miguel

problema de expectativas: por diversos motivos,

Ahumada, José Miguel Benavente o el mismo Ni-

no es lo mismo extrapolar el éxito de la interven-

colás Grau en el debate nacional). En otras pa-

ción estatal con ejemplos como la NASA o Sili-

labras, pretende elaborar un listado de insumos

con Valley a nuestra realidad local, como cuando

útiles para aquellos que simpaticen con la idea

José Miguel Ahumada defiende la creación de un

de incrementar la intervención del Estado en la

Banco de Desarrollo criollo (con muchas funcio-

sociedad. El inconveniente, sin embargo, es que

nes que, además, ya podría realizar la Corfo). Es

a ese defensor del Estado emprendedor le resul-

manifiesto el contraste con la Premio Nobel de

tará difícil hacer valer sus argumentos frente a

economía Elinor Ostrom, quien fue bastante en-

un especialista.

fática a lo largo de su carrera en señalar lo difícil

Lo anterior se comprueba al buscar —de nue-

y riesgoso que es trasplantar iniciativas locales

vo— en cualquiera de sus libros, algún ejemplo

de desarrollo sin considerar el conocimiento de

no de fallas de mercado (pues encontrará mu-

la realidad y las costumbres del lugar en que se

chos), sino de fallas de empresas del Estado.

planea instaurar14; algo en lo que los seguido-

Tampoco las encontrará por ninguna parte. Este

res chilenos de Mazzucato no temen en incurrir

sesgo de selección (cherry picking) provoca la tí-

a menudo.

pica falacia de la “evidencia incompleta” (tan usada en el mundo de la economía política). Y es

Un problema de justicia

en este punto donde se aprecia también que la teoría de Mazzucato, en vez

En cualquier caso, la pro-

de realizar un ejercicio com-

puesta de Mazzucato no

prehensivo

necesario

(es

decir, presentando fortale-

Tras la praxis del Estado

zas y debilidades), prefiere

emprendedor subyace un

elaborar su teoría desde una

presupuesto antidemocrático,

perspectiva que bien puede

trasladando una importante

ser calificada de partisana, donde, además, ya abundaban este tipo de análisis. Pa-

gama de toma de decisiones al gobierno de turno.

rece, por tanto, que las posi-

solo es inconveniente por el “problema de expectativas” recién descrito, sino también por otro que podría

caracterizarse

como

una “injusticia en la toma de decisiones”. Esta deficiencia es quizás la más grave, pues revela que tras la praxis del

bilidades del Estado emprendedor siempre serán

Estado emprendedor subyace un presupuesto

expuestas en un contexto que le sea favorable.

antidemocrático, trasladando una importante

Este problema guarda directa relación con otra dificultad adicional: como la misma Mariana

gama de toma de decisiones desde los ciudadanos al gobierno de turno.

Mazzucato reconoce13, su lista de ejemplos pro-

Una anécdota del mismo Raymond Aron nos

viene principalmente de Estados Unidos; es

puede servir para ilustrar el punto. En una de sus

decir, de una de las principales potencias del

entrevistas, este pensador muestra cómo, du-

mundo. Pero además (y esto no lo reconoce) di-

rante la Guerra Fría, la casta dirigente soviética

chos ejemplos vienen con un fuerte sesgo de se-

estaba más preocupada de producir acero que

lección en la evidencia. En consecuencia, querer

comida para el pueblo15. ¿Quién definía qué hacer

aplicar tales directrices a cabalidad en países con

o no? En otras palabras, ¿quién definía la esca-

menos recursos no solo resulta ilusorio, sino

la de valores unitaria desde la cual se diseña la

también más o menos problemático según el

política económica? Respuesta: los funcionarios

caso. Lo preocupante es que ni siquiera advierten la posibilidad de que la propuesta genere efectos adversos. Aquí se logra apreciar un evidente

14 Elinor Ostrom, “Why Do We Need to Protect Institutional Diversity?”, European Political Science, 11 (2011): 128-147.

13 Ibid., 32

15 Raymond Aron, El observador comprometido, 348.

50


del gobierno de turno. Guardando las proporcio-

palabras, no arriesgan su propio capital. ¿Qué

nes, el Estado emprendedor de Mazzucato aspira

pasaría, por ejemplo, si los funcionarios de la

a una especie de tecnocracia antideliberativa si-

empresa estatal se jugaran su propio patrimonio

milar, puesto que impone una escala de valores

al momento de decidir invertir? Los resultados,

unitaria y definida de antemano en las materias

con una probable seguridad, serían diferentes.

en las que debiera involucrarse. Bajo esta in-

Ese “atrevimiento” del que habla Mazzucato se

versión estatal los funcionarios del gobierno de

vería limitado por motivos de previsión natura-

turno eligen, en virtud de ciertos criterios pre-

les.

viamente definidos, en qué áreas deberá invertir el Estado.

El ejemplo sobre la NASA de su libro es ilustrativo, porque insinúa el traspaso de la toma

De tal forma, en su último libro, Misión eco-

decisiones desde abajo-hacia-arriba a uno de

nomía, Mariana Mazzucato afina su propues-

arriba-hacia-abajo impuesto a la ciudadanía.

ta del Estado emprendedor, explicando que la

Al analizar este caso, Mazzucato estima que el

inversión estatal debe realizarse por “misiones”,

proyecto espacial del Apolo 11 fue un éxito. Y en

es decir, planificando los objetivos a cumplir.

efecto, considerando la influencia y la conso-

Usando su propia terminología, las empresas

lidación de Estados Unidos alcanzó frente a la

estatales siempre serán más “atrevidas” que las

Unión Soviética durante esos años complejos, no

privadas. Y el motivo es muy simple: si el proyec-

cabe duda de que el saldo fue positivo. Aún así, la

to del particular fracasa, este arriesga su propio

situación contiene otros elementos fundamen-

patrimonio; en cambio, si lo hace el proyecto de

tales omitidos por la economista, como las cir-

la empresa estatal, son los contribuyentes quie-

cunstancias particulares de la época. Mazzucato

nes pierden su dinero.

en ningún momento se pregunta si los ciuda-

El punto que convenientemente omite la au-

danos estadounidenses sin Guerra Fría habrían

tora es que las misiones serán definidas por los

gastado todos esos recursos en la carrera espa-

funcionarios del gobierno, puesto que la inver-

cial o, en cambio, en la construcción de hospita-

sión estatal es materia de política pública, de-

les, centros educacionales o recintos carcelarios.

terminada en base a las prioridades subjetivas de

¿Por qué? Porque las prioridades de los políticos

quien detenta el poder (sin perjuicio de los pa-

o de la administración muchas veces no coinci-

rámetros técnicos que puedan sostenerla). Por lo

den con aquellas de la ciudadanía. El problema

mismo, son los gobiernos de turno quienes deci-

de justicia en el Estado emprendedor incentiva

den dónde, cuánto y cómo invertir. Aquí se ubi-

a que se gasten fondos ciudadanos en objetivos

ca el problema de justicia de esta agenda, pues-

que ellos mismos podrían no desear. Sanear este

to que el Estado emprendedor delibera sobre la

dilema, por tanto, se configura como un desafío

vida de los demás a bajo costo —o, peor, a cos-

ineludible para sus seguidores.

to ajeno—. Los funcionarios públicos no tienen mucho que perder al arriesgar los recursos de las arcas fiscales porque no se juegan la piel; en otras

51


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

Un problema de responsabilidad

serán financiadas con fondos del erario nacional. Eso quiere decir que en la práctica lo que termina

Cabe agregar que el Estado emprendedor tam-

sucediendo es una redistribución injusta de in-

bién lleva aparejado un “problema de respon-

gresos: se toman fondos comunes para reparar

sabilidad”. Toda actividad industrial se realiza

algo en lo que no se participó colectivamente.

en un territorio físico determinado. Mazzucato

En la negligencia privada, en cambio, por regla

lo tiene presente, y por eso suele dedicar capí-

general este debe indemnizar, mitigar y reparar

tulos al medio ambiente. Su Estado emprende-

con sus propios medios.

dor muestra una faceta ecológica que intenta

Pongamos un ejemplo ficticio para ilustrar el

compatibilizar el cuidado a la naturaleza con el

argumento. Si los desechos tóxicos de la futu-

desarrollo industrial. Sin embargo, acá hay otra

ra NASA latinoamericana desarrollada bajo las

dificultad estructural, que tiene que ver con el

directrices de Mazzucato terminan destruyen-

incumplimiento de un famoso principio de res-

do un ecosistema, todos los habitantes del país

ponsabilidad ambiental, conocido en lengua-

pagarán los costos económicos de esa negligen-

je coloquial como “quien contamina paga”. En

cia, ¡incluso los mismos vecinos que sufrieron

efecto, Mazzucato omite que, al igual que en las

la catástrofe! El motivo es el siguiente: como

empresas privadas, cuando interactúan las em-

los impuestos van a un fondo común, terminan

presas estatales, sus efectos (sean positivos o

conformando una entidad mancomunada per-

negativos) afectarán directa e indirectamente a

teneciente a todos los miembros de la nación

ciudadanos que no tuvieron nada que ver con la

en partes iguales. La empresa, por tanto, debe

toma de decisiones, lo que podría generar serias

pagar utilizando una fracción del total. El Esta-

dificultades políticas.

do emprendedor convive con la tensión de que

Pero hay una diferencia que se relaciona con

actividades contaminantes deban ser primero

la naturaleza del financiamiento de las empre-

ejecutadas y luego reparadas con los recursos de

sas del Estado, puesto que, cuando se sanciona

todos los contribuyentes. Pero eso no es lo úni-

al Estado emprendedor y este debe indemnizar,

co, sino que, como vimos antes, al mismo tiem-

se genera una tensión que puede ilustrarse en la

po se nos despoja de nuestra capacidad de voz e

siguiente pregunta: ¿cómo responde si no tiene

injerencia en el proceso de “innovación”. Ese es

un patrimonio propio al cual acudir? Mazzucato

el problema de responsabilidad que, debido a su

no lo menciona. No obstante, la académica tiene

naturaleza, el Estado emprendedor siempre de-

razón al decir que los privados nunca arriesgarán

berá ponderar en su accionar.

lo mismo que el Estado emprendedor, porque ambos difieren en la naturaleza de su financia-

¿Un “experimento” desarrollista?

miento (las privadas con fondos de particulares, las estatales con impuestos y rentas de la na-

Si hay algo que nos han demostrado los desafíos

ción). Lo que ocurre en este caso es que las ne-

actuales (la pandemia, el cambio climático, et-

gligencias de los funcionarios públicos siempre

cétera) es que la colaboración público-privada

52


y, sobre todo, la diversidad de proyectos de

si produce a costos muchos más elevados? ¿No

desarrollo científico e industrial, son la clave del

frustraría todo esto los incentivos para desarro-

desarrollo. La exitosa campaña chilena de vacu-

llar nuevas tecnologías?

nación es el mejor ejemplo de eso, con colabo-

Por todo lo anterior, resulta al menos curioso

ración entre empresas, universidades y aparatos

que uno de los sectores políticos que denunció a

estatales. Pero, como se ha visto hasta aquí, las

Chile ante el mundo como un supuesto “labora-

interrogantes que se asoman en la propuesta de

torio neoliberal” se base, paradójicamente, en

Mazzucato podrían hacer tambalear dicha cola-

propuestas económicas que abogan por la ex-

boración. Porque, a fin de cuentas, son muchas

perimentación “imaginativa” del Estado en la

las incertidumbres: ¿qué ocurre si el Estado em-

vida de los ciudadanos16. Al final, pareciera que la

prendedor decide invertir solo en las áreas más

experimentación resulta buena cuando es de un

rentables? ¿Qué pasa si al contar con mayor fi-

determinado color político: no a la experimenta-

nanciamiento y con beneficios regulatorios ter-

ción liberal, sí a la desarrollista.

mina por arrasar con la competencia privada? ¿Y si eleva las barreras de entrada hasta niveles inalcanzables para potenciales competidores? ¿Y

El Estado emprendedor Mariana Mazzucato RBA Libros, 2019 400 páginas

16 Mariana Mazzucato. Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo, 36.

Misión Economía Mariana Mazzucato Taurus, 2021 249 páginas

Álvaro Vergara es abogado y magíster en estudios políticos de la Universidad de los Andes. Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES).

53


LUCY OPORTO:

“No rebajaré a Salvador Allende al nivel de Boric y su horda” POR MANFRED SVENSSON

54


Voz disidente e incómoda para el progresismo y la nueva izquierda, la filósofa

Lucy Oporto (1966) fue una de las primeras en cuestionar el llamado estallido social de octubre de 2019. Con una importante trayectoria de publicaciones

durante más de una década, su reflexión en la antesala y transcurso de la crisis ha sido objeto de especial atención, y hoy sigue interpelando a los lectores gracias a su obra He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza. Ensayos de crónica filosófica (Katankura, 2021). La cultura, la violencia, el valor de la educación y de la afirmación del espíritu son algunos de los temas en los que profundiza en esta entrevista, donde además sitúa el momento actual en un fenómeno más amplio de disolución identitaria, marcado por la frivolidad y el materialismo.

Tu posición es bien única: te declaras allendista

legítimamente. Otros los han instrumentalizado

y, al mismo tiempo, afirmas de modo inequí-

para llevar agua a su molino, convirtiéndolos en

voco que rechazarás el borrador de la Constitu-

una extensión de sus guerras privadas. Y otros

ción que presentó la Convención. ¿Qué tan ex-

han pretendido tomarme examen, como si fuese

cepcional es esto?

una estúpida. No obstante, prácticas mezquinas como estas últimas me dan la razón respecto de

Me cuesta creer que se trate de una posición tan

la decadencia cultural y espiritual de Chile: los

excepcional, como si existiese un solo modo de

auténticos lectores escasean, otros leen literal o

valorar a Allende hoy. Pero he tenido evidencias

tendenciosamente, o no entienden lo que leen, o

de algo así, en el nivel de la caricatura y la vulga-

extraen conclusiones apresuradas, superficiales,

ridad. Unos han recogido pasajes de mis traba-

frívolas y oportunistas. Por mi parte, no rebajaré

jos más conocidos porque se reconocen en ellos,

a Salvador Allende al nivel de Boric y su horda.

55


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

En medio del estallido social publicaste una

No sé si corresponda llamar “cultura” a ese lugar

sentida nota fúnebre por el fallecimiento del

común sin consecuencias en que ha devenido la

poeta chileno Armando Uribe. En su muerte

transgresión. Es una mercancía desechable más.

parecías ver la partida no solo de una mente

No estoy enterada de cómo han sido tratadas las

brillante y un espíritu noble, sino también un

figuras de Mistral o Uribe en el último tiempo. En

punto de contraste respecto de la “juventud

cuanto a Violeta, desde el principio fue instru-

autorreferente” que inundaba las calles. ¿Está

mentalizada como ícono del “estallido social”,

Uribe entre las figuras que más te han marcado?

per se. En 2015, The Clinic presentó una imagen

¿Qué peso le atribuyes al contraste entre estas

suya con el rostro de Jovino Novoa, procesado

generaciones para comprender la “disolución

por haber emitido boletas ideológicamente fal-

de Chile” de la que llevas unos años hablando?

sas. Es un ejemplo de transgresión como objeto de consumo, que solo se agotaba en “ultrajar

Uribe tenía una fuerza interior peculiar y un co-

el recuerdo de las mejores figuras del país”, y

nocimiento de un Chile cultural e intelectual más

que solo la degradaba a ella. En 2020, el Museo

antiguo. De ahí, en parte, su importancia en mi

Violeta Parra fue incendiado tres veces, hasta ser

formación. Conversé con él varias veces y leí, so-

destruido. Pero el foco estuvo puesto en culpar a

bre todo, sus ensayos. A comienzos de los 2000

Carabineros. Ni ella ni su obra importaban mucho

era el único en Chile que se había referido a las

a los héroes de la revolución. Solo eran impor-

prolongaciones del fascismo por otras vías, tras

tantes en la medida de permitir la justificación

el término del régimen, basándose en Sciascia,

de la barbarie y sus extorsiones, la cosificación

quien distinguía entre régimen fascista y espíri-

de la propia Violeta como pasto para las masas,

tu fascista.

la legitimación de la primera línea y su horda de

La llamada “generación sin miedo” es suma-

perros. Hasta hoy no se sabe quién perpetró ese

mente dudosa para mí. La veo como un producto

acto barbárico. Actualmente, una parte impor-

terminal de la posdictadura y la sociedad de con-

tante de su obra visual está protegida en la UC.

sumo, cuyo foco es lo nuevo y lo desechable. Ade-

Pero las disputas en torno al destino de su legado

más, carece de sentido histórico: supone que la

continúan. Es como si su imagen se hubiese car-

realidad misma comenzó con ella, tal como que-

comido, en medio de esta barbarie y degradación

dó demostrado a partir de la asonada de octubre

sin término. O como si la maldad irredenta ex-

de 2019. Pero me quedo con las excepciones: jó-

puesta en El gavilán, su obra maestra, la hubiese

venes que se han preocupado de tender puentes

alcanzado post mortem, de modo siniestro.

con generaciones más antiguas, interesados en

Pero no hay comparación entre la pseudoes-

sus obras (perdidas, olvidadas o despreciadas) y

tética “performativa” y sin espíritu surgida con

en rescatar tradiciones desaparecidas, construc-

ocasión de la asonada de octubre de 2019 y la

tivas desde luego; jóvenes interesados en apren-

Nueva Canción chilena, o cintas como El Chacal

der y conocer por su valor humano intrínseco.

de Nahueltoro, Largo Viaje o Valparaíso, mi amor, o el Canto Nuevo durante la dictadura, plenos

También abordas críticamente la cultura de la

de un espíritu profundo subyacente a la cultura,

transgresión. Hay una tendencia a ultrajar el

cuya irradiación melancólica ha permanecido en

recuerdo de las mejores figuras del país, e in-

el tiempo, a pesar de la destrucción y el horror.

cluso hablas de un “progresismo consumista” que explota “el vacío de un pueblo corrompi-

Y esta concepción de la cultura obviamente

do”. ¿En qué medida ves al mundo de la cultura

repercute de modo muy directo sobre nuestra

involucrado en nuestra degradación? ¿Cómo

vida en común…

sientes que están siendo tratadas figuras señeras como Violeta Parra, Gabriela Mistral o el

Así es. Otro ejemplo de esa transgresión sin

mismo Uribe?

consecuencias para sus agentes fue la vandalización sostenida del monumento a Baquedano,

56


justificada por académicos como Sergio Grez,

relacionarse con la propia historia, como si el

mientras la horda entronizaba, en su lugar, la

pasado tuviera ante todo que ser objeto de de-

figura del perro Negro Matapacos, considerado

nuncia.

ícono y estandarte del “estallido social”. Es una imagen de la instintividad sin espíritu que ha do-

El pasado histórico reciente, la postdictadura,

minado, desde el principio, este proceso de des-

está envenenado por la impunidad de los críme-

composición y derrumbe institucional: un perro

nes cometidos durante la dictadura, junto con la

que asesina carabineros. Parece una obviedad, a

destrucción de la educación pública, que también

la luz de los recientes asesinatos de carabineros.

ha sido un crimen inexpiado. Es imprescindible

Pero no lo era, desde el punto de vista del hun-

investigar el pasado a fondo y desde la buena fe,

dimiento de la conciencia que esa imagen arcai-

en busca de la verdad, a fin de entender la situa-

ca prefiguraba. La clausurada entrada principal

ción actual, cuyas directrices se muestran muy

de la estación Baquedano del Metro es ahora un

poco auspiciosas, en términos sociales, cultura-

foso, y allí permanece una gran estatua de Negro

les y espirituales. El inconsciente colectivo, que

Matapacos, el ídolo de la horda de perros. Incluso

contiene la herencia psíquica de la humanidad,

hay un altar, como si se tratara de una divinidad

no obedece al cortoplacismo. No piensa de esa

del inframundo, y una leyenda pintada: “Sitio de

manera, por así decirlo, ni admite fracturas de

memoria”. ¿Cuál memoria, desde la perspectiva

la memoria como las habidas en Chile, compro-

cortoplacista y consumista de la refundación?

metiendo generaciones. Y la conformación de

Estos son ejemplos de cómo

una identidad, tanto individual

parte del mundo cultural, ar-

como colectiva o nacional, de-

tístico y académico terminó como hipnotizado o atrapado por la barbarie. Es grave, ya que se trata de personas educadas

La llamada “generación sin miedo” es sumamente dudosa para mí. La veo

pende de tal concienciación, entendimiento y conocimiento del pasado. La llamada nueva izquierda

que parecen haber renunciado

como un producto terminal

correspondería a la fuerza do-

a su capacidad de pensar, juz-

de la postdictadura y la

minante dentro de la Conven-

gar y distinguir, lo cual indica el

sociedad de consumo.

ción Constitucional y aliada de

avance de un proceso arraigado en el inconsciente colectivo, que puede ser muy peligroso.

Boric y los suyos, constituida por la novísima “generación

sin miedo”, ante la cual muchos adultos aca-

Las falsas seducciones de la transgresión pa-

baron postrándose, capitulando y abandonando

recen ser parte de un proceso de psicopatiza-

tanto su sentido de la responsabilidad consigo

ción individual y colectivo, algunas de cuyas

mismos como su capacidad de juzgar. Pareciera

características son: ausencia de todo límite, en-

ser otra variante de la renuncia a la capacidad de

treguismo a lo indiferenciado, renuncia a la ca-

pensar, en cuanto antesala del fascismo. El mun-

pacidad de pensar y destrucción del espíritu. Solo

do político ya estaba en decadencia. Pero esos jó-

el crimen organizado ha sido capaz de satisfacer

venes, siempre ganadores, no están en posición

plenamente el violento deseo inherente a esas

de ofrecer al país una posibilidad cierta, elevada

seducciones, sobre todo en los más jóvenes, cuya

y digna de superar la barbarie, ni menos de puri-

cifra es el hedonismo de la sociedad de consumo

ficar el alma de Chile del veneno que la carcome.

en su apoteosis. ¿En qué crees que se manifiesta esa incapacidad?

¿Hay tras todo esto un problema mayor en la manera de relacionarse con la propia identi-

Una demostración de esto son sus pretensiones

dad nacional? Durante la campaña presidencial

refundacionales o abiertamente fundacionales,

y en el trabajo de la Convención fue recurren-

como si el mundo, la historia, el lenguaje, la cul-

te cierta dificultad de la nueva izquierda para

tura y el ser mismo, hubiesen sido inventados por

57


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

ellos. Han legitimado la violencia sobre la base de

este decía pretender superar. Recogiendo las

una retórica conceptualmente oscura y engañosa

últimas palabras de Pasolini, hablas de “tener,

que favorece la disolución, la fragmentación y el

poseer y destruir” como la lógica fundamental

hundimiento del pensamiento en lo instintivo y

de este proceso. ¿Fue ese para ti el rasgo princi-

carente de espíritu, con sus variantes abyectas,

pal del estallido?

tales como ese culto irreflexivo a la transgresión y la disolución, e incluso una abierta volun-

Para mí fue y sigue siendo el rasgo principal de

tad de destruir la cultura occidental. El proceso

la asonada de octubre de 2019, cuya violencia

en su conjunto, desde la asonada de octubre de

vandálica se manifestó después como conduc-

2019, hasta el borrador de Preámbulo de la nueva

ta imitativa. Había y sigue habiendo auténticas

Constitución, se funda en la barbarie.

y grandes necesidades en la población, pero mi hipótesis es que estas fueron capitalizadas por el

En un ensayo de 2016, “El Cristo roto y el lump-

crimen organizado, en función de su expansión y

enfascismo”, escribías que “ya no hay ninguna

control territoriales, lo cual se muestra hoy os-

diferencia entre oprimidos y opresores. Ambos

tensiblemente, con la presencia de cárteles ex-

comparten las mismas ambiciones y deseos

tranjeros en Chile, cuyas prácticas son incluso

violentos”. ¿Qué hechos te impulsaron de modo

más feroces que las de la DINA y la CNI.

decisivo a este diagnóstico? Solemos fijarnos en dos polos de ese “tener, La observación sostenida, durante décadas, tan-

poseer, destruir”: miramos el tener, que aso-

to de la degeneración de las

ciamos con el consumismo,

personas

y el destruir, que se ha ma-

en

consumidores

voraces como de su nivelación autocomplaciente,

fomen-

tada institucionalmente (la

Parte del mundo cultural, artístico y académico terminó

“democratización del con-

como hipnotizado o atrapado

sumo” de la Concertación,

por la barbarie.

nifestado en tantas formas de violencia. Pero entremedio está el poseer. ¿Qué papel atribuyes al hedonismo en la actual crisis del país?

la “educación como bien de consumo” de Piñera). Pero la mente humana no

Habría que distinguir el hedonismo de la ale-

es una tabula rasa. Para que tal degradación se

gría de vivir, la serenidad interior y la celebra-

haya expandido y consumado, era necesaria una

ción festiva de una elevada victoria tras arduos

voluntad de envilecimiento; esto es, una disposi-

esfuerzos, que involucran distintas formas de

ción interna capaz de acoger esa cosificación —a

alegría y placer. En cambio, el hedonismo de la

través de la publicidad, por ejemplo—, e incluso

sociedad de consumo, considerado por Pasolini

capaz de legitimar la claudicación moral como

como el verdadero fascismo, debido a su impron-

norma aceptada para surgir en la vida.

ta niveladora, está abocado a la depredación de

Esto se relaciona con la brotación de aquella

su entorno de modo insaciable: su único interés

instintividad sin espíritu, que deriva en una in-

es colmar el vacío del alma que le es inherente,

diferenciación sin límites. Según Jung, el hombre

a través del devoramiento de objetos, personas,

masa no sirve para nada: solo lo mueve la avi-

pensamientos, sentimientos y energías de otros.

dez y el pánico. Esto se puede aplicar al caso de

Entiendo la fórmula de Pasolini en ese sentido:

la transversalidad de la dominación, propia de lo

tener, depredando todo lo que hay; poseer, apro-

que he llamado lumpenfascismo, lumpenconsu-

piándose del ser y la energía de tales objetos y

mismo y narcofascismo.

personas, quitándoles todo en función de intereses mezquinos y cortoplacistas de todo orden,

En otro ensayo explicaste el estallido como

y, finalmente, destruirlos, en cuanto cosas fun-

una perpetuación de la lógica neoliberal que

cionales, inútiles y desechables. Poseer, en este

58


marco, apunta a relaciones instrumentales y

izquierda más joven ha condenado los años de

funcionales entre seres humanos, y entre estos y

la Concertación como mera continuación de la

todo lo que hay, incluso Dios.

dictadura, ¿los incluirías también a ellos en la

El hedonismo de la sociedad de consumo, así

misma crítica?

entendido, subyace a la crisis actual, al menos como una de sus líneas principales. Correspon-

He impugnado la posdictadura y su espíritu

de a la putrefacción de ese modo de vincularse

fascista, desde otras bases, tal vez olvidadas,

y forma de trato dominados por la traición, la

apuntando al problema del mal y la extinción

mentira, la manipulación y las relaciones de do-

del espíritu. Pero me quedo con las excepciones

ble vínculo. Pero esta crisis pareciera ser su cum-

constructivas individuales en todo, y dondequie-

plimiento, en toda su obscenidad, y no una rebe-

ra que estén. En consecuencia, mi condena no es

lión consciente contra tales vínculos y formas de

universal. En cuanto a esa supuesta izquierda más

trato envilecedores.

joven y crítica, no me inspira ninguna confianza. Su ambición, soberbia y desconexión con la ma-

¿No crees que en esta mirada hay algo así

terialidad de los hechos parecieran ser la base

como el riesgo de una condena universal? Si la

de su “construcción de realidad”. La dictadura

59


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA

también persiguió destruir la memoria, la histo-

Te enfrentaste también a varias voces —a Ma-

ria, el pensamiento, para fundar otro orden ins-

riano Puga y Gabriel Salazar, pero también al

titucional, y lo consiguió.

italiano Franco Berardi— que de un modo u

Pero la juventud se acaba rápido, luego de lo

otro excusaron la violencia. ¿Cuál te parece ser

cual es necesario contar con una vida interior

la falla fundamental en la condonación de esta?

consistente y real, desarrollada esforzadamente con anterioridad, sin la cual no vale la pena vi-

Una falla fundamental sería su visión unilate-

vir. Lo contrario sería equivalente a devenir un

ral de los “pobres y oprimidos” cercana a la del

cuerpo sin alma. Pero allí está esa juventud, en la

buen salvaje, como modelo identitario de pureza

cresta de la ola, jugando a la revolución, imple-

e inocencia, frente al envilecimiento atribuido

mentando sus burocracias, plasmando obsce-

exclusivamente a “los poderosos”, “la élite” y

namente la impronta de un régimen constituido

sus variantes, como si los primeros no tuvieran

por la anomia y la barbarie, desde dentro y des-

ninguna responsabilidad. En dichos autores, veo

de el principio. Tal vez esto sea la antesala de la

una total desconexión con la materialidad de

“guerra de todos contra todos” o de otra dic-

los hechos, sobre todo frente al daño concreto

tadura. En efecto, son más de lo mismo, y peor.

e irreductible ocasionado por esa violencia, así

Tuvieron incluso más posibilidades de educarse.

como exculpación victimista e infantilización

¿Y? El espíritu fascista subyace a su ambición de

del buen salvaje y sus extorsiones, justificadas

poder sin límites, su narcisismo, conducta errá-

de antemano. Otra falla, inherente a la anterior,

tica, frivolidad, veleidad e inconsistencia.

es su calculada selectividad de la violencia, en función de intereses corporativos y pertenencias

Entonces reconoces la existencia de excepcio-

identitarias autorreferentes y carentes de todo

nes dentro de la “monstruosidad de la posdic-

sentido de la responsabilidad.

tadura”, pero el panorama general es lúgubre. ¿Cómo compatibilizas tu devastadora mirada

¿Qué tipo de salida ves a este ciclo que involucra

del presente con la esperanza?

no solo violencia, sino también estas actitudes ante ella?

Por supuesto que quedan, pero son pocas: personas, individuos o pequeñas comunidades en

La solución, si la hubiese, solo podría darse en el

busca de una profundidad real de las cosas, el

largo plazo, a través de una educación auténtica

acontecer y las personas mismas. También in-

y profunda, abocada a la formación de personas,

telectuales, artistas y poetas, como los que he

al desarrollo de su capacidad de conciencia desde

abordado en mis trabajos. En general, personas

una vida interior enraizada en el espíritu, la inte-

vivas y muertas que hayan tenido o tengan algún

ligencia y la sensibilidad. A propósito de la cultu-

nexo con antiguas tradiciones abocadas al cono-

ra cinematográfica, Salinas Roco señalaba que su

cimiento y la afirmación del espíritu, en senti-

desarrollo era lento y largo, como todo auténti-

do amplio.

co proceso cultural, lo cual supone instituciones

En lo personal, lo único que me sostiene inter-

estables en el tiempo, capaces de otorgarle pro-

namente, en medio de esta horrible oscuridad, es

tección y soporte. Las políticas públicas superfi-

mi interés por ese conocimiento y por el desci-

ciales y de corto plazo, en función de la sociedad

framiento de la realidad y sus misterios, lo cual

de consumo, han demostrado ser fatales para el

es una tarea larga, ardua e imposible. Y también

desarrollo de la cultura, tal como pudo consta-

poder comunicarme con otras personas des-

tarlo el propio Salinas.

de ese lugar interior, en el marco de un diálogo respetuoso, en busca de un discernimiento de la

¿En qué medida crees que la discusión pública

verdad: un camino que siempre será infinito, en

chilena está dando espacio a este tipo de pro-

comparación con la pequeñez humana.

blemas de fondo? ¿No sugiere tu diagnóstico que además de nuestros problemas sociales hay

60


una dimensión interior cuyos trastornos esta-

frente al peso de la realidad muchas veces impe-

mos ignorando?

netrable, en favor de las apariencias y sus prestigios; luchas por el poder en el “campo cultural”,

Es pertinente recordar que, durante la dictadura,

aplicadas a cualesquiera manifestaciones estéti-

investigar, publicar y discutir era una hazaña casi

cas. Ya no hay lugar para el amor, ni la belleza, ni

imposible. Por lo tanto, cualquier esfuerzo serio

los misterios del espíritu, ni para enfrentar dile-

por abordar la realidad desde distintos enfoques

mas morales fuera de la caricatura y la sorna. Solo

y entendimientos, en busca de la verdad, el co-

cuentan el cálculo, las estrategias y las alianzas,

nocimiento y el desarrollo de la capacidad de

de suyo utilitarias y desechables. Mientras tanto,

conciencia, será un aporte. Se han publicado li-

la instintividad sin espíritu, que implica una di-

bros desde las ciencias políticas, la historia, las

sociación, una polarización y un hundimiento de

ciencias sociales, la arquitectura y el urbanismo,

la conciencia, se expande, como parte de la crisis

entre otros, pero no conozco cabalmente el al-

que amenaza con ser total en Chile. Un ejemplo

cance de la discusión acerca de la crisis actual.

siniestro son aquellos académicos que legiti-

Sí vengo advirtiendo, desde hace años, cier-

maron la violencia barbárica desplegada desde

to énfasis tanto en una especie de sociología

la asonada de 2019. Y, desde luego, el avance y

materialista e inmanente como en enfoques pos-

radicalización del crimen organizado.

modernos, para los cuales la vida interior y espi-

Dichos enfoques materialistas y posmodernos

ritual no existe, o es una ficción o una construc-

han ido posicionándose desde una cierta rigidez

ción conveniente, o una impostura artificiosa del

doctrinaria encubierta y hasta militante, con

colonialismo occidental, o una metafísica ajena

escaso margen para la crítica, unida a un vacío

a la realidad, de la que habría que avergonzar-

espiritual, sobre todo en los ámbitos académi-

se por opresiva y falsa. Por otro lado, salvo ex-

co, institucional y estético. Y me pregunto cómo

cepciones, la Iglesia dejó de preocuparse por los

llegó a ocurrir esto, más allá de lo contingente,

asuntos del espíritu, contenidos en sus fuentes,

las modas, el mercado académico; qué transfor-

ediciones críticas y tradiciones decantadas en

maciones internas se produjeron para que una

muchos siglos, desde antes de su propia crisis.

disposición a encarnar esas tendencias se desa-

He visto demasiada frivolidad: materialismo

rrollara desde esa rigidez y vacío, qué imágenes

obtuso abocado a la mera exterioridad, “per-

interiores actuaron aquí, y desde qué fondo des-

formatividad” como renuncia al conocimiento

conocido brotaron.

He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza Lucy Oporto Valencia Katankura, 2021 316 páginas

61


Un lúcido pájaro de mal agüero. Alfredo Jocelyn-Holt y su crítica a la nueva izquierda universitaria PATRICIO DOMÍNGUEZ

62


L

eer La Escuela Tomada (Santiago: Taurus,

Por el contrario, se trata de un testimonio do-

2014) de Alfredo Jocelyn-Holt se parece a ratos

loroso, casi sangrante, propio de quien quiere

a beber un licor fuerte y de buena factura. Se dis-

profundamente a la institución universitaria en

fruta en dosis breves, a sorbitos. Pero echarse

general y a la Universidad de Chile en particu-

un vaso a la boca puede ser indigesto. No porque

lar. Este genuino amor por lo universitario hace

Joceyn-Holt carezca de una buena pluma, sino

que le perdonemos al autor su exceso de bilis, la

porque su contenido, en dosis altas, puede ser

diatriba a veces inhumana y muchas pateaduras

venenoso. El libro es, entre otras cosas, el relato

gratuitas. ¿Es conspiranoico Jocelyn Holt? ¿Fue

descarnado de la operación política urdida entre

la toma del año 2009 una orquestación perfecta

académicos y alumnos para derrocar a Roberto

entre una nueva izquierda estudiantil maquia-

Nahum del decanato de la Facultad de Derecho

vélica, un grupúsculo de profesores sedientos de

de la Universidad de Chile y así hacerse del poder.

poder y la facción “autoflagelante” en La Mone-

¿A quién le podría interesar este relato picante y

da? Los hechos posteriores le han dado la razón

lúcido de las consabidas triquiñuelas del poder?

al autor: el modus operandi de la nueva izquierda

¿Otra microhistoria? No. En primer lugar, porque

estudiantil ahora en el poder y de los teóricos del

Jocelyn-Holt tiene la rara virtud de hacer histo-

nuevo orden constitucional que quiso diseñar

ria con perspectiva, pese a la cercanía de los he-

la Convención se repitió, ahora a escala global,

chos relatados. No se trata, entonces, de describir

desde el estallido de 2019 en adelante: la mis-

meramente las canalladas políticas que remecen

ma retórica autocomplaciente, el mismo méto-

a una facultad desvencijada de un país perdido,

do matonesco-victimista, la misma ausencia de

sino de “describir la aldea y ser universal” (Tols-

un proyecto político realista, la misma liviandad

toi). Jocelyn-Holt es capaz de leer la toma de la

refundacional y, lo más alarmante: la misma fri-

Facultad como el patólogo que reconduce ciertos

volidad para destruir instituciones.

síntomas al diagnóstico completo de la enferme-

Jocelyn-Holt nos invita a mirar la Escuela To-

dad. Y en segundo lugar, como si fuera poco, la

mada como paradigma, como laboratorio en

trama de la toma tiene entre sus protagonistas a

miniatura, desde donde se puede entender el

Gabriel Boric y Fernando Atria, quienes han ju-

rumbo de un país cuya institución universitaria

gado un papel protagónico, para decirlo de modo

(públicas y privadas, tradicional o nueva, nadie

añejo, en “los destinos de la nación”.

se salva) sufre, desde hace décadas, de una crisis

El actual Presidente de la República y uno de

de identidad. Según el historiador, la gran catás-

los principales ideólogos de la Convención se

trofe de la universidad es haberse transformado

dan cita en una historia canallesca, contada con

en el botín de personas y grupos que quieren ha-

la pericia de un entomólogo de la ruindad, un

cerse de ella para usarla de trampolín para otra

fino maestro del ad hominem. Sin embargo, Jo-

cosa. Como bien lo sabe el autor, el ideal de la

celyn-Holt no es un cínico que se solace en la

universidad —ni Oxbridge se salva— como lugar

descripción de la decadencia de su alma mater.

de estudio, formación e investigación ha tendido

63


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

a desaparecer en el último siglo. El monstruo de

mundial actual, por el contrario, empuja en la

mil cabezas que lo ataca no es solo la hiperpo-

dirección opuesta: el grado de magíster se orien-

litización de una nueva-izquierda-millenial en

ta meramente a la profesión y el grado de doctor

complicidad con una vieja-izquierda-culpo-

se orienta exclusivamente a la investigación (una

sa, sino la ingeniería social, el mercantilismo

contradicción etimológica, porque tanto la pala-

y la estandarización total bajo el modelo de las

bra magister como la palabra doctor remiten a la

ciencias naturales. ¿Cómo puede sobrevivir un

enseñanza). ¿Dónde queda la docencia y, por lo

lugar consagrado al sereno estudio de pregun-

tanto, la formación? En muchas universidades,

tas filosóficas o históricas cuando es asediado

en el sótano de los trastos inservibles (¿reem-

constantemente por agendas de reivindicación

plazable por cápsulas pregrabadas?) o etapa de

de minorías, por la presión de transformarse

“servicio militar” para novatos. Pero en honor a

en el vehículo de ascenso social, por el apuro de

la verdad, hay que decir que hacer una buena cla-

vender posgrados a toda costa, por la imposición

se es más difícil y exigente que escribir un buen

trepidante de “producir” la mayor cantidad po-

paper. Una clase oral frente a un auditorio crítico

sible de artículos cuantificables? Hasta donde yo

es un acto académico más complejo hermenéu-

sé, Jocelyn-Holt es el único que en la fértil pro-

tica y retóricamente que la escritura de un paper.

vincia ha planteado estas preguntas del modo

Existen profesores mediocres que publican bien,

serio y descarnado que merecen.

pero hasta ahora no se conocen profesores me-

El entramado conceptual y afectivo que inspira al autor a defender a la universidad como lugar

diocres que hagan buenas clases. El papel aguanta mucho. Me temo que en esta co-

consagrado al estudio —la palabra “consagrado” está

yuntura,

puesta ex profeso, pues la

muchos que compartimos

pasión por el saber siempre

Jocelyn-Holt nos invita a mirar

ha tenido algo de ascéti-

la “escuela tomada” como

co— es el ideal tradicional británico (Oxford-Cambridge). A su vez, este es heredero del ideal medieval

paradigma, como laboratorio en miniatura, desde donde se puede entender el rumbo de un país.

de las artes liberales, esto es,

Jocelyn-Holt

(y

una vocación de este tipo) sea un animal en extinción dentro del ecosistema nacional. Ser erudito con vocación docente y escribir libros en vez de papers puede ser el comienzo de un exilio

las ciencias propias del ciudadano libre, ajeno

en la academia. ¿Existe alguna salida al laberinto

(al menos por algunos años de su vida) al ám-

de una universidad presionada internamente por

bito de la producción y del poder político. Den-

índices y ránkings, ahogada externamente por

tro de este esquema, lo principal es la docencia

comisiones de expertos y carcomida continua-

de alto nivel. No aparece la dicotomía, engendro

mente por el alumno-cliente, el alumno-anal-

quizás de la Forschungsuniversität humboldtiana

fabeto, el alumno-activista y el burócrata di-

y los burócratas metidos a “teóricos de la edu-

dactólogo? No tengo la menor idea. Solo se me

cación superior”, entre profesor docente y pro-

ocurren atisbos de soluciones, la mayoría de ellas

fesor investigador. El corazón de la universidad

irrealizables en el corto plazo o ingratas para mí

así entendida —así la defiende, por ejemplo J. H.

mismo y para mis colegas. La primera de ellas,

Newman, oxoniense ilustre— no radica tanto en

de tipo platónico-straussiano, es esforzarse por

el avance o “producción” del conocimiento (para

persuadir al poder (gobierno de turno, partidos

esto están las ‘Societies’ y otras instituciones),

políticos y poder económico) de que es bueno

sino en la formación de alumnos a manos de pro-

que existan instancias ajenas al poder estatal y

fesores sabios. Es a partir de esa constante inte-

empresarial. Sin embargo, esta medida (desea-

racción entre alumnos hambrientos de conocer

ble en sí misma) de despolitización (en el senti-

y profesores ávidos de transmitir un legado que

do recién señalado, no en el sentido de “vivir en

se generan libros y monografías. La tendencia

las nubes”) y de desempresarización implica en la

64


práctica la pauperización de la universidad. Una

de Chile como laboratorio, o mejor dicho, ma-

universidad sin Estado y sin empresa es más li-

nicomio a escala menor. El libro, publicado en

bre y, a la vez, más pobre. Sin embargo, creo que

2015, ha envejecido notablemente bien en estos

cabe plantear la pregunta con toda la honestidad

últimos años: las revueltas esperpénticas y las

posible: ¿no sería mejor una universidad más

maquinaciones jurídico-políticas se apoderaron

pobre? ¿No podríamos, de una vez por todas,

del Chile posoctubre utilizando exactamente las

sentarnos a estudiar y debatir con cierta sere-

mismas lógicas que describe con todo detalle Jo-

nidad? ¿No sería la pobreza socrática el modo

celyn-Holt. Con la llegada al poder de la nueva

de desembarazarse del incómodo papel totali-

izquierda universitaria este libro ha crecido en

zante que todos le quieren atribuir a la universi-

espesor y en calado histórico. No solo la conspi-

dad (lugar de estudio, diversión, poder político,

ración resultó ser real, sino que se mostró efec-

salud mental, deportes, contactos, innovación,

tiva para “tomarse al país” entero. Boric y Atria

apareamiento)? Probablemente en el ámbito de

pasaron de ser figuras del mundillo universitario

las humanidades nos hemos engañado a noso-

a convertirse en personalidades nacionales. La

tros mismos. ¿No bastaba con sueldos decentes y

Facultad de Leyes adquirió dimensiones gigan-

muchos libros? ¿Para qué tantos viajes, proyec-

tescas y amenaza con tragarse al país entero con

tos concursables y abultados presupuestos para

su lógica boxeril. You were bloody well right, Mr.

“vinculación con el medio”? Las grandes ins-

Jocelyn-Holt…

tituciones del saber a lo largo de la historia han sido lugares bastante ascéticos —que no quiere

La universidad bajo la lupa

decir feos, como lo entendemos en Chile—. Detrás de los bellos muros pétreos de muchas uni-

Dentro de las patologías de la universidad actual,

versidades europeas se pasaba frío y se comían

vale la pena detenerse en lo que he llamado “el

lentejas durante todo el invierno.

alumno activista”. Desde el año 2015 hasta la

El libro de Jocelyn-Holt tiene el gran mérito

fecha se han acelerado los procesos de descom-

de suscitar precisamente ese tipo de preguntas

posición universitarios a nivel mundial a manos

a partir de la crónica sobre los hechos recien-

de este espécimen criado en los colleges y univer-

tes en nuestro país, utilizando a la Universidad

sidades de élite norteamericanos, e importado

65


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO

como McDonald’s a todas partes del mundo. Se

profesores o botar estatuas, tanto mejor. Es la

trata de un estudiante cuya motivación primera

versión más radical del alumno relativista y que-

para “estar” (no se estila el verbo “estudiar”) en

jón que Allan Bloom describió en El cierre de la

la universidad guarda muchas similitudes con

mente moderna (The closing of the american mind,

las motivaciones de la generación que retrata

según su título en inglés) a fines de los ochenta.

Jocelyn-Holt en su libro. En primer lugar, suele

El alumno criticado por Bloom era escéptico

ser un estudiante poco interesado en las mate-

y pasivo. El activista actual es un dogmático de

rias que cursa y muy interesado en una agenda

armas tomar. Ambos, sin embargo, comparten la

de reivindicaciones de minorías (sexuales, ra-

indiferencia por el estudio y la renuncia a priori a

ciales, nacionales, la que sea). Así, si está inscrito

ser interpelados interiormente por el diálogo con

en historia, literatura o filología, su interés prin-

grandes mentes del pasado. Si la historia política

cipal no será el estudio de una época, un géne-

y filosófica no ha sido más que siglos de errores

ro literario o un autor grecolatino, sino siempre

y balbuceos comparados con la “teoría crítica”,

una “reivindicación” moral de una víctima (real,

la deconstrucción o el animalismo, ¿por qué to-

epistemológica o imaginaria) como medio para

marse la molestia de estudiar bien la tradición?

cambiar un estado de cosas presente que se per-

Si historia humana es un campo de batalla muy

cibe como opresivo o injusto. En el plano político,

claro de buenos y malos, siquiera sugerir que el

un alumnado criado bajo la academia entendida

malo tenga razón es “ofensivo”. La universidad

como activismo termina por inundar el espacio

no es el lugar para exponerse a autores divergen-

público de exhortaciones autoritarias acerca de

tes, sino el tribunal de la historia. El alumno nor-

cómo debemos hablar (“no

teamericano —y su émulo

se dice nuestros niños, sino

sudamericano—

niñas, niños y niñes”) o lla-

por lo tanto, una epidermis

mados refundacionales que no se distinguen de un gra-

El gobierno liderado por Boric también ha dado muestras de

fiti de protesta (“es posible

estar preso de esta mentalidad

refundar este Chile”). Las

de campus universitario.

declaraciones simplonas de

cultiva,

muy sensible ante cualquier ofensa real o imaginaria, pero una total dureza y desparpajo a la hora de llevar a cabo acciones justicieras.

Loncón, Bassa o Karamanos —los tres con am-

Solo así se explica la convivencia de “espacios

plios pergaminos académicos— son la expre-

seguros” para alumnos y de violentos lincha-

sión de este tipo de práctica universitaria. Son las

mientos para alumnos o profesores herejes.

versión woke del eslogan marxista “los filósofos

Nuestra convención constitucional ha sido un

se han dedicado a interpretar el mundo, pero de

remedo de esta mentalidad de campus de huma-

lo que se trata es de transformarlo”.

nidades en decadencia: una mezcla de discurso

Este tipo de estudiante, entonces, se sue-

ofendido ante “todas las injusticias de la histo-

le aburrir con el estudio pausado y reflexivo de

ria” con un continuo uso de la fuerza disfraza-

las fuentes: quiere llegar rápido a la “acción”.

do de teorías que no se atreven a ser debatidas

Su tesis doctoral será casi siempre la mezcla del

racionalmente. El gobierno liderado por Boric

estudio de alguna minoría maltratada con un

también ha dado muestras de estar preso de esta

sermón moral sobre el pasado y el presente. Mu-

mentalidad de campus universitario: los temas

chas veces su oponente será la disciplina misma

de gobierno se tratan como si se estuviera en una

que intenta estudiar: la historia es “demasiado

asamblea con megáfonos, en donde lo impor-

blanca y masculina”, los estudios clásicos “han

tante son los gestos y las alocuciones. Se intenta

invisibilizado a la raza negra”; el canon litera-

lidiar con problemas complejísimos a punta de

rio es “elitista y discriminador”, el derecho es

puestas en escena (viajes a la Araucanía en son

“logocéntrico”. Sin contentarse con una crítica

de paz y amor) o guiños discursivos (“estado de

maniquea al pasado, intenta “deconstruir” una

emergencia acotado”), y, al mismo tiempo, sus

disciplina que no domina. Si hay que expulsar

intelectuales orgánicos —académicos, ¿hacía

66


falta decirlo?— gastan tinta denostando al vo-

vociferantes del “mundo de la cultura”. De es-

tante del Rechazo por ser demasiado tonto como

tos tres, creo que Jocelyn-Holt ha sido quizás el

para comprender el cielo que proponen.

más lúcido, porque es el que más siglos intenta

Con todo, esto no es un fenómeno exclusivo del

abarcar con la mirada. Como historiador que no

alumnado. La elitista revuelta contra el ‘canon’

se contenta con “poner la cantidad mayor posi-

(¿hay algo más elitista que sentarse a criticar una

ble de huevos” (la metáfora es de Nietzsche en

lista canónica para proponer otra?) no sería po-

contra del paperismo del siglo XIX), Jocelyn-Holt

sible sin la anuencia expresa de un profesorado

ha optado por desnudar a la nueva izquierda uni-

desencantado con su propia disciplina y ávido de

versitaria con un libro que se atreve a pensar a la

aventuras estudiantiles. ¿Por qué es vergonzosa

institución universitaria en sí.

la figura del viejo que solo experimenta entu-

En efecto, la izquierda juvenil y sus desacier-

siasmo y arrebato por las épicas refundacionales

tos pasarán. El problema subyacente que todavía

de las generaciones nuevas? Por dos razones: en

nos deparará muchos dolores de cabeza es el de

primer lugar, por la misma razón que es ridícula

la institución universitaria. ¿Seguirá siendo ca-

la figura del joven que posa de viejo: a cada época

paz esta institución milenaria de albergar en sus

de la vida le corresponden pasiones propias. En

muros a una “comunidad de maestros y discípu-

segundo lugar, porque el viejo que posa de re-

los”? Si no tiene la fuerza para eso, que muera no

volucionario ignora tontamente que el próximo

sería una gran tragedia. Solo hay que rezar para

en la lista de los ítems obsoletos será él mismo

que aparezca un nuevo Casiodoro o Alcuino de

(de manual básico de la revolución). Como en la

York y, de ese modo, se vuelvan a congregar los

novela Padres e hijos de Turguénev, el mentor de

“mentores, excéntricos y genios”.

jóvenes revolucionarios será objeto de risa y desprecio de los mismos revolucionarios. El profesor aliado de hoy será el blanco de las funas de Twitter de mañana. En cambio, el viejo que mantiene su dignidad atreviéndose a elevar su voz crítica ante la vociferación juvenil mantiene su auctoritas, aquella característica que, según Cicerón, era la cumbre de la madurez. Para aterrizarlo al caso chileno, creo que ha habido al menos tres plumas públicas que han optado por la auctoritas y han señalado con acierto y sobriedad las trampas de la agenda universitaria octubrista: se trata de Carlos Peña, Cristián Warnken y Alfre-

La escuela tomada Alfredo Jocelyn-Holt Taurus, 2015 642 páginas

do Jocelyn-Holt. Cada uno a su manera y en su registro ha sabido hablar con honestidad intelectual y sin miedo a caer mal a las nuevas élites

Patricio Domínguez es doctor en filosofía por la Universidad Eberhard Karls de Tübingen (Alemania) y profesor de filosofía y lenguas clásicas en la Universidad de los Andes (Chile).

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68

. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL


RESCATE

Las ideas de la renovación socialista MANUEL ANTONIO GARRETÓN

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Luego del golpe de Estado, una parte del mundo socialista comenzó una profunda reflexión para comprender las razones que llevaron al colapso al proyecto de la

Unidad Popular. A fin de cuentas, la coalición de Salvador Allende había tenido una oportunidad única para llevar a cabo su programa político, pero, antes del golpe mismo, las enormes diferencias dentro de su conglomerado, la promoción de la vía armada por parte de grupos importantes de la izquierda y la debacle económica nacional llevaron a lo que Joaquín Fermandois bautizó como una “guerra civil política” En este extracto de un texto publicado originalmente como un documento de trabajo de Flacso y aparecido en 1987, Manuel Antonio Garretón, en ese entonces dirigente del Bloque Socialista, reflexiona acerca del actuar de su partido. Así, se pregunta qué se podría haber hecho distinto para que el proyecto de la UP pudiera haber llegado a buen puerto. A la luz del momento político actual, cuando la izquierda vuelve a estar en el poder por primera vez sin la compañía del centro político luego del retorno a la democracia, la reflexión crítica de Garretón levanta preguntas ineludibles. No se necesita compartir íntegramente el diagnóstico ni las propuestas del autor para advertir que se trata de un documento histórico de enorme actualidad.

70


l proceso de renovación socialista significó

E

de liberación, como el alba de los tiempos en que

un distanciamiento respecto de algunos compo-

“cantan los ruiseñores”, al decir de Kundera.

nentes del modelo político clásico de la izquier-

Me parece que el marxismo leninismo sirve para

da, de su matriz teórico-ideológica. Ello referido

pensar y actuar la revolución y no otro tipo de

a la concepción marxista leninistas, a la visión

procesos. Y, más allá de la retórica o del alcance

del socialismo y la democracia, a la relación en-

metafórico que quiera darse al concepto revolu-

tre nación, clase y partido y a las consecuencias

cionario, lo cierto es que, a diferencia de lo que se

de ello para la propia autopercepción.

percibió en la década del sesenta, no tenemos el

Respecto de la tradición marxista leninista, la

problema de la revolución ad portas, y entonces,

renovación socialista acepta muchos elementos

para pensar y actuar otro tipo de procesos so-

provenientes de esta cultura, al mismo tiempo

ciopolíticos, el marxismo leninismo no nos sirve

que entiende que en la o las fuerzas políticas que

como matriz básica. Por otro lado, la concep-

expresen la renovación deberá contarse con sec-

ción marxista leninista implica pensar y actuar

tores que se autodefinen de esa manera, que se

la historia con pretensión científica, en términos

identifican como marxistas leninistas. Sin em-

de leyes generales de la evolución histórica de las

bargo, hay un abandono de esta versión como

cuales las sociedades particulares son ilustracio-

ortodoxia, como “la” vertiente teórico ideoló-

nes. Y aquí también este enfoque científico ilu-

gica del Socialismo. Podrán haber elementos y

minista dificulta el reconocimiento completo y

sectores marxistas leninistas que se incluyan

complejo de las sociedades concretas. Finalmen-

en los procesos y tendencias de renovación so-

te, un tercer elemento del marxismo leninismo

cialista, pero esta deja de tener al marxismo le-

con el que se establece una distancia es la idea de

ninismo como su referente. Su identidad no se

que el actor que encarna estas leyes de la historia

encuentra en el marxismo leninismo y, junto al

que permiten realizar la revolución es una clase

abandono de este como su matriz básica o única

social determinada que se expresa o identifica

de reflexión y acción, hay también contradicción

con una vanguardia o partido.

con algunos de los elementos específicos de esa tradición.

Un segundo distanciamiento de la renovación socialista respecto de la matriz clásica de la teo-

Por un lado, la concepción marxista leninis-

ría y la acción de la izquierda se refiere al tema

ta está constituida para pensar un modelo par-

mismo del socialismo. En el modelo tradicional

ticular de cambio social cual es la revolución, y

de la izquierda primaba una cierta concepción

la revolución consiste en el colapso de un orden

del socialismo que se deduce fundamentalmente

social, la toma de poder por un determinante

también de las leyes históricas y que consiste en

actor, el inicio de un proceso de destrucción del

la postulación de un modelo (en el sentido fuerte)

orden antiguo, fundamentalmente en el régi-

o sistema de sociedad que se contrapone y supera

men político, y la construcción de un nuevo or-

el de la sociedad capitalista. Hacer el socialismo,

den social que es visto como un largo momento

entonces, es en la matriz clásica de la izquierda,

71


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE

hacer la experiencia socialista histórica, tran-

a nuestros contextos, a su modelo político de

sitar a un modelo de sociedad, a un tipo de so-

identificación entre Estado y partido y de subor-

ciedad definida en sus rasgos fundamentales,

dinación de las libertades públicas. Al mismo

realizando ciertas cosas que están de algún modo

tiempo hay también una crítica a este sistema

codificadas. Yo creo que hay aquí una distancia

político, en cuanto su adscripción irrestricta a

por cuanto este modelo socialista se definía bá-

uno de los bloques mundiales ha limitado la in-

sicamente al nivel de lo que, buena o malamente,

dependencia nacional.

se puede llamar Modo de Producción.

El tercer componente del modelo clásico de la

Porque el socialismo consistía fundamental-

izquierda, respecto del cual también la renova-

mente en la eliminación del nivel económico de

ción socialista toma su distancia y produce una

las características básicas del capitalismo. De

cierta ruptura, es la versión instrumental de la

ahí la importancia en los modelos socialistas de

democracia. Ello puede expresarse así: en el en-

las nacionalizaciones o estatizaciones y expro-

tendido relativamente ambiguo que el socialis-

piaciones, las planificaciones centrales, etc. La

mo es portador no solo de un cambio económico,

definición del socialismo partía de las transfor-

el régimen político y el Estado se constituyen

maciones económicas, cambios en la propiedad

como emanación o reflejo de esa transformación

privada y en las relaciones de producción para

económica; el socialismo tendría así un modelo

permitir el posterior desarrollo de las fuerzas

de régimen político, o sea, de mediación entre

productivas. De este modelo histórico clásico

Estado y Sociedad, distinto, original. Por lo tan-

de socialismo, al menos en su pureza original,

to, en esta visión la democracia política por ra-

tiende a haber un distanciamiento en la renova-

zones históricas puede ser aceptada, pero no es

ción socialista, la que busca reformular el con-

un componente esencial del ideal socialista. Una

cepto mismo de socialismo, como enunciaremos

buena ilustración de esta visión es la distinción

más adelante.

entre tareas democráticas y tareas socialistas;

Pero no se trata solo de una crítica al economi-

ello quiere decir que las tareas democráticas son

cismo del concepto o modelo socialista históri-

valiosas, positivas e importantes, pero que no

co, sino también de su crítica en cuanto modelo

son propiamente socialistas. Esta distinción está

único universal aplicable a todas las experiencias

ligada a esa concepción relativamente instru-

históricas (se rescata así el carácter nacional de

mental de la democracia, puesto que el fin que se

un socialismo para cada país) y en cuanto por-

postula puede hacerse con democracia política

tador de un tipo de régimen político que en vez

o con otro instrumento y eso dependerá de las

de superar las limitaciones del sistema demo-

circunstancias históricas, sin que la democracia

crático ha eliminado sus grandes conquistas. El

política tenga una valoración por sí misma. El

reconocimiento de los avances democráticos, en

distanciamiento de esta visión por parte de la re-

términos de igualdad y justicia sociales, que ha

novación socialista abre paso a un nuevo campo

logrado el socialismo histórico no impide una

de desarrollo teórico, ideológico y práctico, como

crítica radical, en lo que se refiere a su aplicación

veremos más adelante.

72


73


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE

Un cuarto componente que caracterizaba el

teóricas o ideológicas; sino de lo que ha sido la

modelo teórico ideológico y político de la iz-

práctica histórica de la izquierda en Chile, prin-

quierda era una reducción, que se daba sobre

cipalmente en torno a los dos grandes hitos

todo al nivel práctico, del concepto de nación,

señalados. No pueden entenderse los proce-

país o sociedad a un concepto de clase o, en el

sos de renovación socialista sin esos referen-

mejor de los casos, movimiento popular, me-

tes históricos.

diado este, y por lo tanto también reducido en

Respecto del periodo de la Unidad Popular,

cierto modo, ya sea por el concepto de partido o

más allá de la valoración positiva de una enorme

el concepto de izquierda. Esto tiene como efec-

cantidad de aspectos y elementos de esa expe-

to una determinada política de la izquierda que

riencia, lo que distingue el análisis autocrítico de

tiene como eje su propia unidad concebida como

la renovación socialista de otras autocríticas es

una finalidad a la que se subordinan otros reque-

que supera la obvia y simple versión de una pura

rimientos de política nacional. En efecto, hay una

derrota. Hubo un proyecto popular de inmensas

desviación hacia la razón de partido (cuando de-

proyecciones, hubo una derrota (lo que es un

cimos partido no nos referimos solo a uno, sino

puro dato objetivo sin componente autocrítico

también a la izquierda concebida como unidad):

excepto la debilidad frente al adversario), pero

lo que es bueno para la izquierda es, por defini-

hubo a la vez fracaso. La aceptación e intento de

ción, bueno para la nación. Y, por lo tanto, el éxi-

explicación de un fracaso, más allá de una de-

to de esta concepción del modelo socialista, de la

rrota frente a un adversario superior en fuerza,

revolución, finalmente, descansa fundamental-

obliga a una crítica muy profunda. Insisto, no

mente en la unidad del actor que lo implementa,

es en el rescate de los elementos positivos que

es decir, en la unidad de la izquierda, de modo

se comparte con muchos otros sectores, ni en el

que el grueso de la política de izquierda se dirige

diagnóstico elemental de que hubo derrota don-

hacia ella misma y se define en términos de sus

de reside la especificidad del análisis del periodo

relaciones internas.

de la Unidad Popular por parte de la renovación

Respecto

de

estos

cuatro

componentes,

entonces, la tradición marxista leninista, el mo-

socialista, sino en la conceptualización y comprensión de un fracaso.

delo socialista clásico de sociedad, la visión ins-

En esta reevaluación del proyecto de la UP

trumental de la democracia y la reducción

hay diversos elementos. Uno de ellos refiere al

nación-clase-partido que se expresa en un de-

contenido mismo más allá de las medidas de-

terminado tipo de acción política, la renovación

mocratizadoras y de participación popular, del

socialista marca una distancia y en algunos casos

proyecto y utopía socialista que perseguíamos.

ruptura, manteniéndose siempre en el campo

¿De qué socialismo se trataba? ¿Era tan distin-

cultural de la izquierda.

to en nuestras mentes y en nuestras prácticas al socialismo histórico real? Y si lo era, ¿por qué la

La reevaluación del pasado y la experiencia

indignación generalizada de la izquierda frente

dictatorial

a los discursos de Allende en que hablaba de un segundo camino al socialismo, en democracia

Pero esta primera dimensión de ruptura o dis-

y sin dictadura del proletariado? Otro de estos

tancia con el modelo político tradicional de la

puntos críticos es el problema de las vías al so-

izquierda no se reduce a algunos componentes

cialismo. Aquí la pregunta básica es, ¿por qué las

de matriz teórico-ideológica, sino que se refiere

dudas y ambigüedades, salvo muy importantes

también a su propia experiencia histórica. Hay

excepciones, cuando se nos preguntaba por las

aquí, a su vez, dos aspectos: la referencia al pe-

elecciones en el año 1976? Es decir, una de las ca-

riodo de la Unidad Popular y a la experiencia de la

racterísticas que definen la renovación socialista

dictadura militar.

respecto del proyecto de la UP es que no limita

Se trata aquí del análisis crítico no ya del pen-

su reflexión crítica a la implementación del pro-

samiento socialista, de las diversas vertientes

yecto, ni al grado de radicalidad o moderación de

74


su aplicación, sino que apunta a algunos de sus

positivo del mito, donde hay que estar conscien-

rasgos constitutivos, al proyecto mismo.

te de esta contradicción para no quitarle a la con-

Siempre de modo esquemático, en esta evalua-

vocatoria socialista su proyección nacional.

ción del pasado hay un elemento muy delicado

La experiencia de la dictadura enfrentó al so-

con el cual será muy difícil ajustar cuentas, por

cialismo y a la izquierda chilena con una reali-

cuanto pertenece al nivel más profundo de los

dad que no podía sino incidir en la reformula-

mitos y de los símbolos de identidad, cual es el

ción de su proyecto teórico ideológico y político.

de la herencia de Allende. Y, sin embargo, en toda

En efecto, la naturaleza del golpe militar y de la

evaluación del pasado y su proyección actual

dictadura mostró que, en estos países, con cla-

está presente este elemento con una carga muy

ses medias diversificadas y ejércitos modernos,

honda de desgarro y significación polivalente.

la alternativa real no era socialismo o fascismo,

Por supuesto, la herencia de Allende y el sím-

sino dictadura militar o democracia política en

bolo de Allende no pertenecen a la renovación

el que una mayoría sociopolítica va realizando

socialista ni a ningún sector particular de la iz-

transformaciones con sentido socialista. Lo que

quierda, sino al conjunto de ella. Pero también

reveló el golpe militar fue que el fracaso de la

es cierto que cada sector o grupo construye su

Unidad Popular consistió en su incapacidad de

propio Allende, de las versiones más ortodoxas

constituir una mayoría social y política que re-

hasta las más renovadas, hace su propia lectu-

sistiera la reacción de las fuerzas conservadoras

ra de él, lo que es propio de los grandes mitos de

contra su proyecto transformador. Paradojal-

una nación o de un sector

mente, se mostraba que

de ella. Para la renovación

solo se puede realizar un

socialista, Allende expre-

profundo proyecto trans-

sa las grandes virtudes de

La aceptación e intento de

la izquierda, combinando

explicación de un fracaso, más

mayoría para ello y que esa

la vocación popular con la

allá de una derrota frente a un

mayoría solo puede cons-

presencia y el manejo institucional,

adelantando,

más intuitiva y práctica-

adversario superior en fuerza, obliga a una crítica muy profunda.

mente que a nivel teórico,

formador si se cuenta con

tituirse en un marco político e institucional de tipo democrático. Dicho de otra manera, la alternativa real

la vinculación entre socialismo y democracia

a la democracia política, “formal o burguesa”,

política, combinando el proyecto nacional con su

no era el socialismo sino la dictadura o régimen

instrumento, la unidad de la izquierda. No es ex-

militar. Por lo tanto, si habrá socialismo en estos

traño, entonces, que tanto la renovación como la

países, tendrá que ser en democracia política.

unificación del campo socialista quieran hacerse

La experiencia de la dictadura puso en el tapete

bajo la figura de Allende, reclamando su legado.

el tema de la condición humana universal e his-

Por otro lado, en la medida que los procesos de

tórica más allá de sus dimensiones clasistas. El

la renovación socialista apuntan a reivindicar un

tema de los derechos humanos como variaciones

proyecto de nación y a convocar más allá de la

históricas y culturales del derecho a la vida re-

izquierda misma, no puede hacerse abstracción

plantea la naturaleza de un proyecto de clase en

del hecho que Allende y la Unidad Popular son

términos de una vocación nacional. El lenguaje y

también símbolo de contradicción en la sociedad

la práctica de los derechos humanos lleva a reco-

chilena, expresión de una época que marcó una

nocerlos como algo que trasciende la naturaleza

profunda división entre los chilenos y cuyas he-

de clase y es válido para todos; lo que cambia es la

ridas no está claro que hayan cicatrizado. La iz-

connotación de enemigo y obliga a promover una

quierda y la renovación socialista dentro de ella

institucionalidad en que ellos se respeten y de-

no pueden dejar de referir su identidad a Allende

sarrollen. Pero la experiencia dictatorial muestra

y la Unidad Popular. Pero es una identidad con-

no solo la importancia y el carácter irrenunciable

tradictoria, hecha de afirmación y de despliegue

75


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE

de las libertades públicas y de un tipo de insti-

probable es que se den ambos efectos. Insisto, la

tucionalidad que las garantice y promueva, sino

renovación socialista no se identifica con ningu-

también lleva a la valoración de las formas au-

na línea política coyuntural específica.

tónomas de lucha y de afirmación como sujetos

La segunda observación se refiere a que este

por parte de los diversos sectores sociales. La

distanciamiento de un determinado modelo teó-

acción colectiva simbólica, expresiva, defensiva,

rico-ideológico hace posible la confluencia de

reivindicativa, participativa, de enfrentamiento

diversas matrices de reflexión o acción políticas,

y autoafirmación, la creación de espacios de dig-

sin que la renovación socialista se identifique

nidad y la búsqueda de autogobierno, son todas

con ninguna de ellas en una globalidad. Así, por

dimensiones de un proyecto que no descansa en

ejemplo, hay un aporte ético del pensamiento

la pura dependencia del sistema político y que

cristiano, una sintonía con ciertas corrientes del

redefine el sentido mismo de la acción política.

marxismo, una absorción de teorías y métodos

Así, tanto la revisión del pasado como la ex-

del pensamiento científico social, etc. Todo ello

periencia del régimen militar, como la reflexión

le da al socialismo renovado una gran riqueza y

crítica de los socialismos históricos, llevan a un

diversidad teórico-ideológica que se aparta de

distanciamiento y redefinición del modelo tra-

cualquier ortodoxia y cuyos elementos éticos

dicional de la acción política de la izquierda, lo

corresponden a concepciones metacientíficas

que incluye un alejamiento del marxismo leni-

de diversas vertientes culturales. Dicho de otro

nismo, una redefinición del

modo, no hay un horizonte

socialismo, una revaloración

teórico e ideológico limitado

de la democracia política y un replanteamiento de las rela-

El reconocimiento de los

y unilateral, sino un campo cuyo núcleo se diversifica y

ciones entre partido y socie-

avances democráticos que

dad. Este distanciamiento o

ha logrado el socialismo

con nuevos aportes a partir de

ruptura constituye la primera

histórico no impide una

grandes inspiraciones y tra-

dimensión o eje de la renovación socialista. Tres observaciones son necesarias para finalizar este

crítica radical a su modelo político de identificación entre Estado y partido.

análisis. La primera es que la

enriquece permanentemente

diciones abiertas. La tercera observación se refiere a que esta primera dimensión de distanciamiento del modelo teórico político

ruptura o distanciamiento de un modelo y ma-

tradicional de la izquierda pareciera enfatizar

triz teórico-políticos tradicionales no significa

el elemento crítico-negativo más que la pro-

abandono de la izquierda ni de su cultura, sino

posición alternativa, por un lado, y los conte-

una mutación o giro manteniendo la identidad y

nidos intelectuales más que los aspectos refe-

afiliación a ella. No hay aquí un desplazamiento

ridos al estilo y acción o prácticas políticas, por

hacia el centro y una socialdemocratización, sin

el otro. Nuestro esfuerzo ha sido precisamente

que ello signifique ninguna connotación peyora-

marcar los puntos de ruptura en los que no se

tiva. Ya hemos dicho que la renovación socialista

es tradicional. Pero es evidente, como se verá

apunta a un cambio cultural dentro de la izquier-

al analizar las otras dimensiones de la renova-

da manteniendo la vocación popular y de trans-

ción socialista, que cada uno de estos elementos

formación y sustitución de la sociedad capitalis-

crítico-negativos involucra, aunque más no sea

ta y no se refiere al problema de las estrategias

germinalmente, una propuesta alternativa que

y líneas políticas, aunque puede tener diversos

define un contorno positivo del socialismo. Así,

efectos, no necesariamente inequívocos, sobre

por ejemplo, en la crítica a la noción clásica de

ellas. Por ejemplo, yo creo que es un error pensar

revolución como toma del poder y ruptura, hay

que la renovación socialista se traduce en sí en

la propuesta de un proceso de constitución de

una mayor moderación o una mayor radicaliza-

mayorías y una redefinición de la noción de po-

ción política. Puede llevar a una u otra y lo más

der, extensible a todas las esferas, de la sociedad

76


y no exclusivamente a la del Estado. En la crítica

mesianismo de clase. En el distanciamiento del

a la visión cientificista de leyes generales válidas

modelo partidario clásico, hay la propuesta de un

para todas las sociedades, hay el rescate de un

sistema de representación multipartidaria donde

método de análisis que privilegia las contradic-

no se identifica a priori una clase o una categoría

ciones históricas específicas de cada sociedad.

con un partido y donde se enfatiza una relación

En la crítica a la visión instrumental de la demo-

no vanguardista entre partido y masas, lo que

cracia política, hay una opción por ese régimen

lleva a una afirmación de la democracia interna

como parte del proyecto socialista. En la crítica

del partido. Y así podría seguirse. Lo mismo pue-

a los modelos socialistas históricos, hay en ger-

de decirse respecto al estilo y prácticas políticas.

men un concepto de socialismo que rescata el

La renovación socialista privilegiará todas aque-

predominio de la sociedad civil y de movimien-

llas prácticas y formas de organización que sig-

tos sociales autónomos, las formas de autogo-

nifiquen autonomía de los sujetos sociales y ex-

bierno y autogestión colectiva, la afirmación de

presión de autogobierno y libre determinación,

la vigencia universal de los derechos humanos,

constitución de mayorías sociopolíticas para la

de las libertades públicas, del pluralismo de pro-

realización de transformaciones sociales en los

yectos sociales, la irreductibilidad entre Estado,

ámbitos global y sectoriales, ejercicio del poder

régimen político y sociedad civil. En la crítica a

local, democratización del Estado y de las or-

los reduccionismos clasistas, hay la postulación

ganizaciones sociales y políticas, etc. Es obvio

de un proyecto nacional no reductible a ningún

que a estas alturas no pueda haber un modelo

77


cristalizado de la práctica y estilos políticos de la renovación socialista, máxime si ella no se identifica exclusivamente con ninguna organización política que puede ser considerada en cuanto tal como su referente. Hay entonces, embriones y jirones de prácticas y estilos que pueden detectarse empíricamente en múltiples experiencias de base y de formas de liderazgo, pero no un modelo constituido. Radicalidad socialista y radicalidad democrática Una segunda dimensión de la renovación socialista, en parte ya señalada y relacionada con la anterior, es el descubrimiento de, y opción por, la democracia política, como el régimen político que se incorpora como elemento constitutivo del proyecto de transformación social, del proyecto socialista. Es posible que todavía las expresiones teóricas y prácticas del socialismo no se hayan aún repuesto de lo que significa este descubrimiento y opción, lo que impide una verdadera coherencia al respecto y la asunción de todas sus consecuencias. Creo conveniente plantear este problema en términos de la conciliación conflictiva entre dos radicalidades que en la reflexión teórica se han presentado como contradictorias, la radicalidad democrática y la radicalidad socialista. Vale la pena aclarar que estamos usando el concepto “democracia” en el sentido preciso de régimen político que es con el cual se presentan las tensiones. Es decir, no hablamos aquí del ideal democrático en sentido genérico, ni de la democracia como atributo de toda la sociedad, con los cuales es muy fácil mostrar que hay identidad abstracta con el ideal socialista, sino de la democracia como un tipo particular de régimen político caracterizado por la elección de gobernantes por voto universal, estado de derecho, libertades públicas garantizadas, separación de los poderes del Estado, alternancia en el poder político, sistema de representación en que goCarlos Altamirano y Clodomiro Almeyda, importantes dirigentes durante los años de la Unidad Popular, representaron posturas antagónicas durante la renovación socialista de los años ochenta.

biernan las mayorías y se respetan las minorías, pluralismo ideológico político, etc. Es decir, se trata de una forma específica de mediación entre Estado y Sociedad que puede ser válida para algunos contextos históricos y no para otros.

78


Ninguna sociedad puede escapar al problema

político que la renovación socialista postula para

de cómo se gobierna y qué condiciones definen

un país como Chile (pues no en todas partes la

esa forma de gobierno y al problema de la defi-

opción socialista tendrá un mismo proyecto de

nición de la relación entre la gente y el Estado,

régimen político en tanto este se define histó-

es decir, el tema de la ciudadanía. Y la democra-

ricamente) es el régimen democrático. Pero ello

cia política es una respuesta histórica particular

tiene ciertas consecuencias que provienen de lo

a estas dos cuestiones, así como hay otras res-

que llamamos lo radical democrático, y que en-

puestas posibles. No hay experiencia histórica de

frentan lo radical socialista. ¿Cómo se concilian

socialismos con democracia política así defini-

ambas radicalidades?

da. Las sociedades socialistas conocidas poseen

Mi impresión es que no hay manera de resolver

otro tipo de régimen político y en las sociedades

esta contradicción sin un cambio en el concepto

con regímenes democráticos el paso hacia es-

clásico de socialismo. Habría, entonces, que in-

tructuras sociales definidamente socialistas ha

dicar que el socialismo tiene un modelo (y más

encontrado obstáculos enormes que terminan

adelante criticaré la idea de modelo), una pro-

por permitir reformas, pero no la superación del

puesta de organización de la economía y también

capitalismo. La radicalidad democrática con-

una propuesta de organización de la sociedad ci-

siste en que solo se pueden hacer ciertas cosas

vil y del Estado. Pero no tiene un modelo per se de

en política si se cuenta con mayorías para ello y

régimen político, sino que este varía de acuerdo a

esas mayorías están definidas por ciertas reglas

los contextos nacionales. Entonces, para ciertos

preestablecidas y que en

países, e insisto que esto no

ningún caso pueden afectar

es necesariamente univer-

los derechos básicos de los miembros de la sociedad. La

radicalidad

socialis-

Solo se puede realizar un profundo proyecto transformador

ta consiste en que hay que

si se cuenta con mayoría para

eliminar la explotación, es

ello y esa mayoría solo puede

decir, la apropiación del sobre trabajo de los otros por parte de algunos, lo

constituirse en un marco político e institucional de tipo democrático.

que constituye lo esencial

sal, el socialismo no podría sino aceptar que el régimen político válido y bueno es el régimen democrático. Pero desde ese momento, la democracia política (tal como la hemos definido y que algunos llaman democracia burguesa, formal, repre-

de la relación y la sociedad capitalistas. Y eso no

sentativa, liberal, constitucional, etc.) pasa a ser

parece que pueda hacerse bajo regímenes de de-

un elemento constitutivo del proyecto socialista,

mocracia política como se ha mostrado históri-

forma parte de su identidad irrenunciable tanto

camente.

como las propuestas económicas y sociales de

Ese es el meollo del problema y a esta contra-

superación capitalista, es decir, es tan “socialis-

dicción o tensión hay que responder sin retóri-

ta”, aunque se comparta con sectores no socia-

cas ni evasivas. Todo proyecto político o histó-

listas, como las tareas económicas básicas que

rico global tiene que hacer una opción explícita

se denominan socialistas (expropiaciones, na-

por el régimen político o sistema de gobierno

cionalizaciones, gestión y apropiación colectiva,

y ciudadanía, opción que pasa a formar parte

etc.). Se supera, así, la distinción falsa entre “ta-

constitutiva y definitoria del tal proyecto. Ello

reas socialistas” y “tareas democráticas”.

implica reconocer la autonomía del régimen po-

La constitución de la democracia política es una

lítico en relación al sistema económico social:

de las tantas tareas socialistas, y en algún mo-

son dos opciones diferentes, irreductibles que

mento puede ser la tarea principal, aun cuando

no se derivan la una de la otra. Si todo proyec-

nunca un proyecto socialista se agotará en la pro-

to histórico o social global (y ya clarificaremos

puesta de democracia política, como ninguna so-

más adelante algo de esto) debe tener un pro-

ciedad se agota o define solo al nivel del régimen

yecto de régimen político, entonces, el régimen

político o del puro modelo económico, o del puro

79


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE

modelo cultural o del puro Estado. Pero en ese

desencantamiento de la transformación del or-

plano, el del régimen político, la democracia po-

den social. La existencia de un régimen político

lítica, su construcción y ampliación es un valor

democrático, que supone sin duda poder y domi-

y principio histórico irrenunciable para ciertas

nación, es contradictoria con esta idea de “toma

sociedades. Si el proyecto de régimen político,

de poder”, pues el concepto de incertidumbre y

en este caso la democracia política, es parte del

reversibilidad es esencial a tal régimen: nadie se

proyecto socialista y tan importante como el

toma el poder político de una vez para siempre.

proyecto de sociedad civil y de Estado, y si cada

Si ello ocurriera, no estaríamos en un régimen de

esfera guarda cierta autonomía, es normal que

democracia política.

entre ellas haya tensiones, “chantajes” de la de-

Es evidente que esta reformulación plantea

mocracia política al socialismo: tanto socialis-

un problema a la teoría y práctica históricas del

mo cuanto la democracia política lo permita. Y

socialismo, del que no es fácil salirse y del que

a su vez habrá un “chantaje” del socialismo a la

pueden desprenderse algunas consecuencias.

democracia política: si no se crean ciertas con-

La primera es que, si solo puede avanzarse en

diciones sociales, la democracia política se hará

la transformación social bajo el principio de

inestable y llegará a su colapso. Pero se trata de

mayorías políticas, el eje fundamental de la ac-

contradicciones y chantajes mutuos que se dan

ción histórica y social pasa a ser la política y la

no desde fuera sino en el interior de un mismo

cultura, la política cultural, la construcción de

proyecto socialista y que el socialismo debe ir

consensos, la convicción, la enseñanza y apren-

resolviendo históricamente, enfatizando a veces

dizaje, lo que supone a su vez las grandes accio-

el tema del régimen político, otras veces el de la

nes colectivas de movilización, lucha, presión y

transformación económico social, otras veces el

enfrentamientos políticos. La segunda es que el

de la independencia nacional, pero nunca aban-

socialismo ya no puede definirse como un mo-

donando ninguno. Ello permite afirmar que en

delo de sociedad caracterizado y establecido de

un momento determinado la identidad socialista

una vez para siempre. No hay, en sentido estric-

sea, por ejemplo, la lucha por los derechos hu-

to, “sociedad socialista”, porque el socialismo es

manos elementales, en otro por la expropiación

un principio de transformación social, la supe-

de los monopolios, etc. No renunciar a ninguno

ración de alienaciones, opresiones y explotacio-

de los componentes propios del proyecto signifi-

nes basada en la idea de la emancipación social

ca adaptar sus exigencias y requerimientos mu-

y autogobierno de la gente, con un rol protagó-

tuos a la situación histórica objetiva y subjetiva

nico de trabajadores y dominados, pero no es un

de la sociedad, resolviendo en cada caso cuál es la

esquema de mecanismos concretos, un sistema

problemática principal que se enfrenta.

social predeterminado. En ese sentido el concep-

Es evidente que aquí se ha operado una redefi-

to de transición al socialismo, propio de la visión

nición del socialismo clásico, por cuanto tiende a

clásica y tradicional de la revolución y donde se

desaparecer la idea de la “toma del poder”, en un

hace referencia a un periodo y un momento pre-

momento y locus determinado, a lo que sucede el

cisos, pierde su sentido. No hay transición de una

80


sociedad a otra, hay transformación permanen-

cuáles son las contradicciones principales más

te. No hay modelo socialista, hay proceso socia-

urgentes de la sociedad capitalista y cómo su-

lista, que es siempre reversible y transformable,

perarlas en un determinado momento histórico,

a diferencia de los modelos de sociedad.

en el entendido que no habrá paraíso terrenal ni

La idea de un modelo de sociedad es contra-

“nueva” sociedad sin contradicciones. En sen-

dictoria con el principio de régimen democrático

tido estricto, no hay proyecto de sociedad so-

que supone disputas, competencias, transaccio-

cialista ni modelo global concreto definido para

nes entre propuestas que corresponden a diver-

siempre, no hay “toma del poder” ni un momen-

sos modelos encarnados por diversos actores en

to en que se “empieza” a construir el socialismo,

interacción. La definición de socialismo no pue-

pero hay siempre política socialista posible, ta-

de dejar de ser ambigua, por cuanto este consiste

rea socialista frente a todo. No hay “Sociedad

en la definición histórica a juicio de la gente, de

Socialista” instalada, hay transformación socia-

los diversos componentes de las clases popula-

lista y gobierno socialista posible en un régimen

res, de trabajadores manuales e intelectuales, de

de democracia política.

Manuel Antonio Garretón es sociólogo y politólogo. Es doctor en sociología por l‛École des Hautes Études en Sciences Sociales (París) y profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile. Dentro de su amplia obra académica destacan los libros Las ciencias sociales en la trama de Chile y América Latina (LOM, 2015), Del postpinochetismo a la sociedad democrática (Debate, 2007) y La sociedad en la que viviremos (LOM, 2000). Fue reconocido con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2006. Agradecemos a Flacso Chile la posibilidad de reproducir este fragmento de “Las ideas de la renovación socialista” (documento de trabajo Flacso Nº97, del año 1987) en este número de Punto y coma.

81


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

h o r a s en la El auge de la nueva izquierda en Chile exige detenerse con atención en su historia, sus postulados intelectuales y su proyecto político. El triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales y el desempeño de la Convención Constitucional han mostrado que se trata de un elenco variopinto de fuerzas políticas, cuyas causas y banderas no siempre dialogan de manera armónica. En esta ocasión, quisimos revisar con atención la lúcida crítica del intelectual francés Jean-Claude Michéa al modo en que la izquierda contemporánea abraza el liberalismo de corte progresista, así como otros libros nacionales y foráneos que ayudan a profundizar tanto en las premisas como en los puntos ciegos de la nueva izquierda.

82


biblioteca Contrapunto de María Asunción Poblete y Noam Titelman sobre El imperio del mal menor, de Jean Claude Michéa Juan Ignacio Brito sobre ¿Qué horizonte?, de Íñigo Errejón y Álvaro García Linera Eduardo Fuentes sobre La forma del derecho, de Fernando Atria Sylvia Eyzaguirre sobre La lección nórdica, de José Miguel Ahumada, Esther Wirth y Fernando Sossdorf Ricardo Salas sobre La filosofía se ha vuelto loca, de Jean-François Braunstein

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. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

Contrapunto Por medio de un lúcido análisis de la sociedad contemporánea, Jean-Claude Michéa aborda en El imperio del mal menor cómo el liberalismo ha triunfado en su intento por hacernos renunciar a la idea de “bien”, “grandeza” o “virtud”. Así, por medio del imperio del derecho y del mercado, el quehacer político se ha reducido a la coordinación de intereses, teniendo como objetivo primordial el evitar las guerras. El resultado: una izquierda plegada a los principales postulados del liberalismo, ajena a las grandes causas que le dieron sentido en el pasado y cada vez más cercana a banderas específicas de ciertas élites progresistas. En este número de Punto y coma, María Asunción Poblete y Noam Titelman reseñan, desde perspectivas distintas, el polémico ensayo del intelectual francés.

La abdicación de la izquierda MARÍA ASUNCIÓN POBLETE

El año 2018, Revolución Democrática causó re-

firiendo rendirse a las premisas del orden liberal

vuelo al cuestionar la celebración del “día de los

(o “el imperio del mal menor”). El autor explora

enamorados” con la siguiente frase atribuida a

de forma detallada el vínculo entre el liberalismo

Ayn Rand: “para saber decir “yo te amo” pri-

económico y el progresismo cultural, pues, para

mero se debe aprender a decir yo”. A primera

él, ambas vertientes constituyen una unidad in-

vista, parece desconcertante que la nueva iz-

disoluble. A través de una genealogía del libera-

quierda remita a autores libertarios como Rand.

lismo, que permea tanto a la izquierda como a la

Sin embargo, una aproximación más profunda

derecha actual, la obra nos ayuda a comprender

nos permite encontrar vínculos —impensados a

mejor las contradicciones de nuestra dinámica

primera vista— entre el liberalismo económico y

política, que, dúctil y líquida, está fundada sobre

las agendas culturales progresistas.

la piedra angular del liberalismo.

Esta es, precisamente, una de las principales

Si bien el autor plantea preguntas incómodas

contribuciones de El imperio del mal menor. Ensa-

que interpelan a todo el espectro político, es par-

yo sobre la civilización liberal, del intelectual fran-

ticularmente duro con las izquierdas contempo-

cés Jean-Claude Michéa. En un tono provocador y

ráneas, a las que reprocha haber abandonado a

persuasivo, el pensador de izquierda sugiere

grupos mayoritarios como obreros y trabajado-

que el progresismo contemporáneo —ese que

res, para reemplazarlos por una defensa corpo-

promueve desde la apertura de fronteras a la de-

rativa de agendas elitistas e identitarias. Michéa

construcción del amor romántico—, difícilmen-

ve en mayo de 1968 el punto de inflexión: en ese

te podría ser tildado de socialista.

momento la izquierda habría abdicado de sus lu-

Según Michéa, las izquierdas contemporáneas

chas. Tal revolución no cambió la estructura de

se habrían alejado de sus luchas originarias , pre-

poder, pero sí habría tenido un impacto cultural

84


que transformó ideas y valores, pues sus consig-

pues supone el reemplazo de la política clásica

nas iniciales, que apuntaban a la reivindicación

por un dispositivo puramente negativo: “el arte

de mayores libertades en la esfera privada, cala-

de delimitar, en definitiva, la sociedad menos

ron hondo en la izquierda. Que este movimiento

mala posible”, regulando normativamente los

haya comenzado con una revuelta estudiantil no

desacuerdos y neutralizando las pasiones que le

deja de ser revelador para el caso chileno, pues

subyacen. Dicha solución liberal no se concibe a

el Frente Amplio irrumpe en un contexto similar

sí misma como una triunfal, sino que correspon-

en 2011, y a todas luces parece ser una fiel repre-

de a una estrategia del mal menor impuesta por

sentante de la izquierda liberal progresista que

la naturaleza de las cosas.

critica el autor.

Los dos vehículos por medio de los cuales el liberalismo logra su ascenso son el derecho y el

Liberalismo: uno solo

mercado. El derecho, abstracto y neutral, brinda reglas mínimas y comunes garantizadas por

Una de las ideas centrales que desarrolla el

el Estado, que regulan y aplacan las pasiones

autor dice relación con los orígenes del pro-

del individuo. El mercado, por su parte, tiene el

yecto liberal. El “mundo sin alma” del capi-

mismo propósito neutralizante: permite que los

talismo contemporáneo —en palabras de Mi-

individuos persigan libremente sus intereses

chéa— constituiría la única forma plausible bajo

mediante su actividad económica, generando la

la cual la doctrina filosófica liberal pudo haberse

natural armonía que brinda la mano invisible.

materializado. Por lo tanto, al filósofo francés le

Así, se avanzaría hacia la simple unificación ju-

parece ilusoria la separación y categorización que

rídica y mercantil de la humanidad.

tiende a hacerse en el debate público respecto de

A lo largo de la obra, el autor analiza de modo

un liberalismo económico (encarnado general-

panorámico las implicancias de este imperio del

mente por la derecha) y otro político y cultural

mal menor, pues durante las últimas décadas

(bandera principalmente de las izquierdas).

ha logrado situarse ya no como un piso mínimo,

La doctrina liberal se hace posible al inscribirse

sino como “el mejor de los mundos” donde la li-

en el proyecto occidental moderno y convertirse

bertad individual y la “sociedad abierta” se eri-

en la ideología por excelencia de la moderni-

gen como un ideal de perfección de la naturaleza

dad. Según Michéa, una compleja combinación

humana. Al no existir bases filosóficas y morales

de condiciones contingentes a partir del siglo

comunes, se pierde la noción misma de límite: el

XVII posibilita esta situación. El devastador es-

individuo contemporáneo ve en cualquier fron-

cenario de múltiples guerras religiosas, que pro-

tera un atentado al despliegue de su autonomía,

pició el desarrollo de filosofías y antropologías

pues su horizonte está en alcanzar la emancipa-

“pesimistas”, sumado a la invención de la cien-

ción total.

cia experimental de la naturaleza, que deviene en

Aquí el autor dispara la mayor parte de sus dar-

el ideal de una Ciencia aparentemente imparcial,

dos contra la izquierda progresista, presa de esta

proporcionaría las bases para un nuevo método

lógica liberal. Dicha izquierda, al abrazar acríti-

de procesamiento racional y neutro del proble-

camente las banderas de la autonomía individual

ma político. De esta forma, pretendía alcanzar-

y la diversidad, asume la defensa del liberalismo

se el objetivo central consistente en pacificar y

cultural más ortodoxo, el cual, como plantea Mi-

neutralizar todo conflicto. Allí radica el origen

chéa, es indisoluble del liberalismo económico.

del liberalismo.

He aquí, entonces, la paradoja: al mismo tiempo

Este prometedor método implicaría sustraer

que dice combatir el neoliberalismo más extre-

de la esfera pública todo lo relativo a lo bello,

mo, trabaja para él, pues la liberación cultural

bueno y verdadero, lo que conlleva una privati-

que promueve termina por expandir las dinámi-

zación de las convicciones y costumbres morales;

cas del mercado. Así, a pesar de que en su retórica

esto con el fin de aplacar toda fuente de conflicto.

se arroga la superación del “mal menor”, lo pro-

El precio a pagar por la pacificación es elevado,

fundiza, juega con sus lógicas.

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R ADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . C ONTRAPU NTO

patente en el debate sobre migración, donde los economistas de derecha liberal, interesados en la oferta de mano de obra barata, y las élites de izquierda globalista, que añoran un mundo abierto y sin fronteras, suelen estar en pleno acuerdo. Ahí parecen encontrarse personas tan disímiles como Beatriz Sánchez y Hernán Büchi. ¿Es pura casualidad? No, según Michéa. Cierta izquierda alimenta inconscientemente las dinámicas que dice aborrecer, pues la expansión del mercado necesita de la liberación cultural que ellos promueven. A esta situación apunta Michéa. Para demostrarla, se vale de múltiples ejemplos y analogías en las que destaca su permanente ironía. El autor también remite frecuentemente a los primeros socialistas, e incluso a la temprana tradición marxista, para ilustrar la desorientación sistemática de la izquierda contemporánea: en esos momentos, la izquierda pudo haber cometido muchos errores, pero no traicionó su vocación fundamental junto al pueblo. Destacan acá sus Nadie sabe para quién trabaja

alusiones a George Orwell, intelectual socialista de cabecera del francés, y particularmente su

Dicha izquierda se aleja cada vez más de su vo-

concepto de common decency. Con dicha noción,

cación originaria y se identifica progresivamente

Orwell busca explicar algunas virtudes humanas

con las élites. La fascinación de estas élites con

como la solidaridad y la lealtad, que emergen

la sociedad abierta, la autonomía total y el mo-

naturalmente en la vida ordinaria de las comu-

vimiento no conecta con las grandes masas po-

nidades humanas. Sin embargo, la nueva iz-

pulares, cuyas aspiraciones están vinculadas

quierda tiende a despreciar esas disposiciones, y

al arraigo por sus comunidades de origen. Este

las fuerzas transgresoras del progresismo ven en

es el motivo que explica que la nueva izquierda

ellas pura opresión. En el imperio del mal menor,

tenga tantas dificultades a la hora de captar la

la transformación de todos los escrúpulos éticos

adhesión del pueblo. Es más, reacciona indig-

en tabúes arbitrarios vuelve imposible la defen-

nada calificando de “populista” todo programa

sa de cierto patrimonio moral que, para Orwell y

que contradiga sus agendas cosmopolitas y que

Michéa, merece ser preservado, pues actúa como

apele directamente a las masas y sus necesida-

dique de contención frente a dicha ola transgre-

des. A fin de cuentas, es esa abdicación la que

sora.

en ocasiones ha dejado un flanco abierto para el

Esta obra nos interpela a todos —no solo a la

surgimiento de líderes que sí podrían ser mere-

izquierda— a no perder esa decencia común,

cedores de aquel epíteto.“Basket of deplorables”,

quizás la única salida a este laberinto. Deja un

como se refirió Hillary Clinton al electorado que

cierto sabor amargo sobre la realidad, pero, a la

posteriormente le dio la victoria a Donald Trump

vez, inquietudes que movilizan. A fin de cuentas,

en 2016.

ante la insuficiencia del derecho y el mercado,

Por otro lado, la izquierda moderna pare-

no puede concebirse una vida auténticamen-

ce ignorar que esta lógica vanguardista termi-

te humana sin arraigo o vínculos comunitarios,

na inevitablemente favoreciendo el despliegue

sin una base común subyacente que, a lo largo de

del capitalismo, su supuesta némesis. Esto es

este ensayo, el autor nos invita a buscar.

86


El progresismo y la decencia común NOAM TITELMAN

En su ensayo El imperio del mal menor el inte-

esfuerzo para mostrar por qué el liberalismo no

lectual francés Jean-Claude Michéa presenta las

cumple con su propia promesa de evitar la gue-

contradicciones y puntos ciegos de la que con-

rra y los impulsos destructivos de la sociedad y

sidera la ideología por excelencia de la moder-

de generar un mayor bienestar gracias a un con-

nidad: el liberalismo. Pero es más que eso. Ins-

tinuo progreso. El segundo es que la lógica del

pirado en los escritos de George Orwell, el autor

“mal menor” del liberalismo, fundamentada en

contrapone al liberalismo —en sus formas de iz-

una antropología esencialista del egoísmo, está

quierda y derecha— la “decencia común” (com-

errada. Es decir, Michéa afirma que la paradoja

mon decency). Este sentido de decencia sería una

del liberalismo es que está constantemente lu-

especie de brújula moral que pervive, todavía, en

chando por reformar al ser humano para hacerlo

las clases populares.

más cercano a su naturaleza. A esta antropología

Buena parte del texto recorre algunas de las

del esencialismo egoísta se opondría el sentido

críticas que realiza el posliberalismo —a estas

de decencia de Orwell, presente en las clases tra-

alturas bastante conocidas— a la sociedad con-

bajadoras.

temporánea. Como sus pares posliberales en Es-

Michéa afirma que el liberalismo es incapaz

tados Unidos o Reino Unido, Michéa plantea su

de cumplir sus propias promesas. Esta crítica se

proyecto como un “desenmascaramiento” de la

basa en la “neutralidad axiológica” de las dos

política establecida y la reivindicación de lo que

fuerzas sobre las que se sostendría el liberalis-

Patrick Deneen denomina “conservadurismo de

mo: el derecho y el mercado. La crítica a la neu-

clase trabajadora” . En particular, hay una crí-

tralidad axiológica del derecho se centra en los

tica reiterativa a las izquierdas y derechas por

problemas del liberalismo cultural o político, y

su adopción del liberalismo, las primeras en su

por lo tanto en la izquierda. “El socialismo ori-

versión política y cultural, las segundas en su

ginal (…) siempre objeta que una sociedad que no

versión económica. Si bien la crítica está dirigi-

exige de sus miembros más que el respeto de su

da a ambos mundos, el foco está más bien puesto

indiferencia recíproca no es una verdadera so-

en lo que se presenta como una hipocresía de la

ciedad, y que la máxima vive y deja vivir termina

izquierda que buscaría “distinguir (…) un ‘buen’

donde no hay un mínimo de common decency (…)

liberalismo político y cultural, y un ‘mal’ libera-

y se transforma, de hecho, en vivir y dejar morir”

lismo económico” (27).

(57).

1

El ensayo de Michéa se encarga de desmenu-

Es más, Michéa llega a exagerar este argu-

zar la lógica del mal menor que promete el libe-

mento al punto de afirmar que la búsqueda de lo

ralismo. En definitiva, es posible dividir las crí-

“políticamente correcto” en las izquierdas libe-

ticas del autor en dos grupos. El primero es un

rales sería una falla esencial de la promesa liberal de superar las guerras civiles ideológicas: “es inevitable (…) la aparición de una nueva guerra

1

Patrick Deneen, “Why Conservatism Is The Natural Home For Working-Class Americans”, The American Conservative, 8 de julio de 2020.

de todos contra todos, conducida esta vez en los tribunales (…) en la que los defensores de lo ‘po-

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R ADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . C ONTRAPU NTO

líticamente correcto’ se han convertido, como se

Más allá de su utilidad como un resumen con-

sabe, en soldados profesionales” (47-48). Así,

ciso y clarificador de las posiciones poslibera-

Michéa cuestiona la fe en el progreso como nue-

les, el principal valor del texto se encuentra en

vo credo liberal que “siempre se presenta como

el rescate, contrapuesto al egoísmo racional,

una máquina de guerra contra los distintos ‘con-

del sentido de decencia común: “ese concepto

servadurismos’” (115).

deliberadamente vago e impreciso, consiste en

En cuanto a su crítica al liberalismo econó-

enraizar, en lo más profundo de la práctica so-

mico, Michéa se centra la idealización del “cre-

cialista, las virtudes humanas de base (…). Estas

cimiento” y progreso económico. Su posición

virtudes o disposiciones psicológicas y culturales

recoge la crítica histórica premarxista del socia-

a la generosidad y a la lealtad”.

lismo al liberalismo, distinguiendo entre una so-

Como explica Michéa, la exigencia de “racio-

ciedad “justa” y una decente. Así, una sociedad

nalidad” a los seres humanos y que “sus deci-

marcada por el aplauso al egoísmo sin límites

siones existenciales se acomoden al modelo de

“es una sociedad que en los hechos respalda com-

la axiomática del interés y calculo estratégico”

portamientos tan indecentes y tan abiertamente

lleva a que la lógica liberal destruya “gradual-

contrarios a la dignidad humana que no podría

mente las condiciones de toda civilidad y de toda

ser moralmente aceptable y que, por lo tanto, no

decencia común” (120). Algo así advirtió Hannah

tendría sentido definirla como ‘justa’” (49). En

Arendt, cuando explicó los orígenes del totalita-

una sociedad en la que el Estado liberal se entre-

rismo en el individualismo de las sociedades de

ga a la neutralidad axiológica y al escepticismo

masa, desarraigado y solitario. Retirarse al reino

metódico del derecho liberal, sería el mercado el

de lo privado implicaría que todos los individuos

que terminaría reemplazando el sentido moral.

están presos de su experiencia singular2. Al fi-

No se trataría de dos liberalismos, uno político y

nal, la convivencia social no puede descansar en

otro económico, sino que serían las dos caras de

mero egoísmo individual.

una misma moneda.

Es interesante detenerse en la relevancia que

El lector disfrutará mucho más esta parte del

ha tenido siempre el sentido de decencia para la

texto si se lo toma por lo que es: la obra de un

convivencia pacífica a la que aspira el liberalismo.

talentoso polemista que defiende una trinche-

Por ejemplo, el concepto de sentido de decencia

ra con abundantes referencias académicas. No

jugó un rol fundamental en un conocido hecho

es este el intento de hacer un sopesado análisis

acontecido pocos años después de la muerte de

de las virtudes y defectos de la sociedad liberal,

Orwell: la persecución del senador McCarthy

sino la consagración de una posición de combate

contra las supuestas amenazas al modo de vida

argumentativo. Desde esa trinchera, se entiende

liberal y que derivó en una verdadera cacería

la equiparación un tanto hiperbólica entre una

de brujas. Una de las escenas más conocidas de

guerra en la que literalmente se cortan cabezas con un sistema jurídico en el que ellas se cuentan. 2 Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism (Londres: Penguin Classics, 2017).

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este proceso, y que significó el fin de la carrera

de los socialistas democráticos de América, lanzó

política de McCarthy, fue cuando Joseph Welch

una edición titulada “La izquierda en el purgato-

lo confrontó, frente a millones de televidentes,

rio”, en cuya editorial se preguntaba si el sueño

con una simple replica: “¿acaso no tiene el más

de una “coalición de coaliciones” de izquierda

mínimo sentido de decencia?”. No fue la neu-

que “una a movimientos colineales sin organi-

tralidad o escepticismo metódico lo que salvó la

zación partidaria o una jerarquía de prioridades”

convivencia social de un Estados Unidos embar-

corra el riesgo de exacerbar el desalineamien-

cado en una deriva autoritaria, sino el sentido de

to de la clase trabajadora con la izquierda4. Una

la decencia común. Por medio del rescate de esta “decencia co-

pregunta que ciertamente resuena en el progresismo y la nueva izquierda chilena.

mún”, Michéa reivindica también un sujeto his-

En cualquier caso, el ensayo de Michéa es una

tórico típicamente menospreciado por las ideo-

excelente provocación para las nuevas y no tan

logías progresistas de izquierdas y derechas. Y

nuevas izquierdas, que obliga a replantearse

lo hace sin caer en el exotismo museológico. El

algunas de sus certezas más profundas. La re-

sentido de decencia común está vivo, según el

flexión descrita es una oportunidad para reco-

autor, en las clases trabajadoras y es fundamen-

ger la necesidad de tomarse en serio a ese sujeto

tal para el funcionamiento de la sociedad.

que sufre las desigualdades económicas, no solo

Por otro lado, la discusión por la decencia re-

como un receptor pasivo de las ideas socialis-

quiere de un cuidadoso análisis. La reivindica-

tas, sino como alguien con un conocimiento e

ción de la noción de decencia está, por cierto, ro-

interés propio, anclado en esa decencia que no

deada de peligros. Bien lo sabía el propio Orwell

ha desaparecido. En definitiva, es un poten-

cuando reseñó Mein Kampf, de Hitler, advirtien-

te recordatorio de que si el socialismo pretende

do que el dictador sabía que “los seres humanos

ser un movimiento de la clase trabajadora, no

no solo quieren comodidad, seguridad, jornadas

puede ignorar ese sentido de decencia común

laborales cortas, higiene (...), también, al menos

que la mueve.

intermitentemente, quieren lucha y sacrificio, sin mencionar tambores, banderas y desfiles de lealtad”3. Con facilidad, esa búsqueda de decencia, generosidad y lealtad puede ser el lugar de nacimiento del horror. Es llamativo que, desde una tradición política completamente diferente, los socialistas democráticos en el mundo han llegado a debates similares. Recientemente, Jacobin, la principal revista

3 George Orwell, “Review of Adolph Hitler’s Mein Kampf”, The New English Weekly, 21 de marzo de 1940.

4 Bhaskar Sunkara, “The Left in Purgatory”, Jacobin 44, Invierno 2022.

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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA

La quimera de la “revolución democrática” JUAN IGNACIO BRITO

Sobre Qué horizonte. Hegemonía, Estado y revolución democrática (Madrid: Lengua de Trapo, 2019), de Álvaro García Linera e Ínigo Errejón.

Como un ave rapaz que huele carroña, un par

de ruptura en los que la gente deja de obedecer a

de preguntas sobrevuela la lectura de Qué hori-

sus mandantes”. Es la largamente esperada hora

zonte, el libro-diálogo entre el exvicepresidente

del zarpazo, que no puede ser desaprovechada.

boliviano Álvaro García Linera e Íñigo Errejón,

Los planetas se han alineado, porque las mino-

exfundador del español Podemos: ¿es posible

rías habituadas a mandar ya no logran cooptar a

una “revolución democrática” como la que pro-

quienes los desafían y amenazan, añade Errejón.

ponen? ¿No es la democracia, sistema político

García Linera explica que la sociedad da un “sal-

que promueve la resolución pacífica del conflicto

to histórico” cuando “las viejas certidumbres se

a través de la representación, el respeto a la ley y

derrumban, las antiguas creencias dejan de ser

el equilibrio de poderes, antónimo de la revolu-

eficientes, la tradición, en ciertas cosas, deja de

ción, que involucra el asalto a menudo violento

ser un referente moral para guiar el comporta-

del poder y la imposición del grupo ganador so-

miento de las personas, y se produce ese mo-

bre los vencidos?

mento de vaciamiento y disponibilidad”.

A Errejón y García Linera no parece inquietar-

El mayor acierto del análisis se presenta cuan-

les esa contradicción. A ellos les preocupan —lo

do Errejón y García Linera describen las razones

dicen de entrada los editores— “las condiciones

inmediatas del derrumbe de la “dominación”.

que hacen posible la toma del poder por parte de

Este es consecuencia de un “agravio moral” que

las clases populares” y “cómo ese poder puede

rompe la confianza entre los poderosos y los do-

perdurar y enraizarse”. A través del registro de

minados. Se quiebra el consentimiento sobre el

conversaciones que sostuvieron en Madrid y La

que descansa la hegemonía de unos pocos, quie-

Paz entre abril de 2018 y febrero de 2019, des-

nes pierden el prestigio e incluso el respeto de la

criben el camino que ha de recorrer la “irrupción

sociedad. El agravio resulta evidente cuando la

popular” para ser exitosa y consolidarse.

población advierte que “los de arriba no respe-

Como suele ocurrir con la izquierda, el diag-

tan sus propias reglas”. La gente deja de sentir-

nóstico de las condiciones que facilitan y per-

se representada por la élite y la crisis conduce al

miten dicha irrupción es mucho más potente

“hecho revolucionario”. Surge una nueva creen-

que las definiciones respecto de qué hacer cuan-

cia, apunta el español: “los de arriba no son me-

do finalmente se arriba al poder. A los autores

recedores y los de abajo pueden ser portadores

no parece interesarles este aspecto; a ellos les

de un proyecto de orden diferente”. La “irrup-

preocupa el poder, que, en este libro al menos,

ción plebeya” se desplegará cuando coincidan

asoma como un fin en sí mismo, un recurso que

cuatro condiciones: cuando las élites dirigentes

hay que arrancar a los sectores dominantes y

estén desorientadas y desprestigiadas; cuando

luego preservar con cambios ojalá irreversibles,

los organismos y mecanismos institucionales

como si tal cosa existiera en una democracia.

que tramitan las demandas ciudadanas colap-

Los autores son conscientes de que este es el

sen; cuando para la gente se haga menos ren-

momento de la izquierda. García Linera dice que

table seguir esperando que irrumpir en la vida

se vive una instancia excepcional, “momentos

pública y participar en política; cuando surjan la

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esperanza en que las cosas van a cambiar, y referentes y liderazgos que la encarnen. A ellas se suman dos “elementos operativos”: la construcción de mayorías en sociedades democráticas o la derrota de los elementos coactivos de los regímenes dictatoriales. El análisis parece impecable y, en el caso chileno, premonitorio. Es posible apreciar cómo incidieron estos factores en el estallido de 2019. Y también por qué este enfrentó dificultades y se tradujo en un caos: García Linera advierte que en el momento revolucionario surgen muchas voces y que debe imponerse una que dirija la revuel-

revolucionario no tenga, por ejemplo, mayoría

ta. De lo contrario, solo habrá licuefacción de las

en el Senado u otras instituciones, deberá ha-

certidumbres y desorden.

cer “presión colectiva”, recurrir a la calle, pro-

La mejor parte del libro queda atrás cuando

mover que el presidente se declare en huelga

deja de lado la revolución y los autores conversan

de hambre (como hizo Evo Morales) y utilizar

sobre “qué hacer en el Estado”. Es decidor que

recursos extralegales para hacer “frente a las

dediquen 75 páginas a discernir sobre la revolu-

fuerzas conservadoras que se han atrincherado

ción y solo 20 a cómo encarar “qué pasa al día

en ciertas áreas del Estado que, supuestamente,

siguiente del estallido, del día hermoso”. Abun-

tú gobiernas, pero en realidad, no lo haces”. Esta

dan aquí las generalidades e, incluso, las obvie-

declaración pone de manifiesto una vocación

dades. García Linera describe que la gestión del

autoritaria: después de todo, se trata de quebrar

Estado es una “relación de paradojas”: promover

toda resistencia y conquistar el Estado entero,

a la vez el cambio y la estabilidad; combinar el

el único que posee el poder y la influencia social

entusiasmo revolucionario con el burocratismo

para hacer los cambios que los revolucionarios

estatal y el poder de los mandos medios. Como el

han soñado desde siempre. Luego habrá que po-

triunfo nunca será completo, la revolución debe

ner ojo a los medios de comunicación, porque

ser permanente, aunque no imprudente. Hay

“reproducen las ideas de los dominantes” y, por

que avanzar todo lo que se pueda, pero no entrar

la misma razón, controlar la educación. Simple-

en disputas imposibles de ganar, lo que obliga

mente, acabar con una hegemonía para crear

a priorizar.

otra que imponga cambios ojalá irreversibles

El listado se parece al que cualquier gobierno

(“siempre más allá”, sostiene Errejón). Al final,

democrático debe construir para llevar adelan-

la respuesta a la pregunta de si existe para la iz-

te su programa. Hay, sin embargo, una diferen-

quierda hispanoamericana algo así como una

cia clave, expresada por García Linera: cuando

“revolución democrática” termina respondién-

haya fuerzas que resistan el cambio o el gobierno

dose sola.

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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA

Hacia lo desconocido para encontrar lo nuevo EDUARDO FUENTES

Sobre La forma del derecho (Madrid: Marcial Pons, 2016), de Fernando Atria

Hay libros que incluso en sus errores son geniales,

decir cuál es el contenido de esa voluntad, sino de-

porque plantean temas fundamentales bajo nue-

cir que es una voluntad no sometida a los poderes

vas luces y formulan tesis provocadoras y de largo

fácticos que impiden el reconocimiento mutuo.

alcance. La forma del derecho es uno de ellos. Si bien

Hay aquí, sin embargo, un problema serio. Atria

se presenta como un texto de filosofía del derecho,

entiende el reconocimiento mutuo en sentido dis-

quizás es más apropiado considerarlo un tratado

cursivo: reconocerse es justificarnos el uso del

general sobre la democracia.

poder político mediante razones aceptables para

El libro tiene tres partes: “La ironía del positi-

todos. Para Atria reconocernos como iguales es re-

vismo jurídico”; “Legislación, jurisdicción y ad-

husar el uso puramente fáctico del poder político,

ministración” y “Viviendo bajo ideas muertas”.

es decir, rehusar a imponer nuestras posiciones a

Tratan, respectivamente, de filosofía jurídica con-

los demás por la pura fuerza. Si nos tratamos como

temporánea, la distinción entre las funciones es-

iguales, entonces nunca nos “impondremos”

tatales modernas, y de la naturaleza de lo político

nada: todo uso del poder será aceptable para cada

y la constitución de la voluntad popular.

uno de nosotros (a pesar de todo su diatriba contra

La tercera parte, la más original del libro y po-

el liberalismo, el criterio de legitimidad propuesto

líticamente la más relevante, tiene que ver con la

es virtualmente idéntico al de Rawls. ¡Vaya para-

reflexión sobre la idea de la voluntad del pueblo.

doja!) Actualmente, sigue el argumento, nues-

La tesis más controversial es, me parece, que para

tras relaciones están en gran parte mediadas por

entender cómo el pueblo puede tener una volun-

intereses fácticos, por pensamiento estratégico,

tad ha de entenderse primero el carácter teológico

donde imponemos nuestra posición al otro (es-

del lenguaje político. Con ello Atria quiere decir lo

pecialmente bajo el “neoliberalismo”). Es solo en

siguiente: al igual que las expresiones teológicas

la sociedad sin clases donde lograríamos ver que

no pueden decirnos qué es Dios, sino solamente lo

nuestros intereses son comunes y, por tanto, ape-

que no es (no es material, no está limitado tem-

laríamos a las mismas razones. El problema con eso

poralmente, etcétera), las expresiones políticas

es que, cual situación ideal habermasiana, supone

no nos dirían cómo es una vida plenamente polí-

que es en principio posible una deliberación en la

tica, sino solo cómo no es. Ahora bien, el truco está

que todos los ciudadanos podamos hacer trans-

en el adjetivo “plenamente”. Una vida política es

parentes nuestras razones. Atria parece asumir

una vida en la que nos reconocemos mutuamen-

que no hacerlo se debe a i) mala fe, o ii) problemas

te: cuando nos relacionemos como iguales cuyo

institucionales contingentes. Sin embargo, los lí-

destino está unido de modo inevitable. Nuestras

mites a la deliberación no son contingentes. Como

instituciones nos permiten vivir una vida donde

bien nos recuerda el Wittgenstein de Sobre la cer-

hay un reconocimiento imperfecto, pero apuntan

teza, toda investigación epistémica implica ciertas

al reconocimiento pleno. Sin embargo, no nos di-

“creencias bisagra” que no pueden ser puestas en

cen cómo sería una sociedad en la que tal recono-

duda. En otras palabras, es en principio imposible

cimiento ocurriera efectivamente. Solo nos dicen

presentar nuestras razones a otro sin estar limita-

cómo no es: por ejemplo, no es una sociedad don-

dos por el contexto específico en el que lo estamos

de el mercado prima en toda la vida pública, dado

haciendo, y por ende nunca podemos transparen-

que él presenta nuestros intereses como opuestos.

tar todo lo que sostenemos. En el mejor de los ca-

Por consiguiente, hablar de voluntad popular no es

sos, podemos lograr acuerdos con los otros porque

92


ellos también comparten nuestras presuposiciones. Pero si no lo hacen o si el contexto no permite que se haga, entonces la deliberación encontrará un límite infranqueable. En consecuencia, el reconocimiento mutuo también lo encontrará. El punto es que la imposibilidad de reconocernos plenamente, al modo que aspira Atria, no es culpa del capitalismo. Sucede que no es posible siquiera imaginar cómo sería una conversación donde no hubiesen “pre-juicios”, por lo que cualquier sistema social impedirá la “plena” deliberación. Dicho de otro modo, es imposible empezar a deliberar sin partir excluyendo a alguien. A lo más que podemos aspirar es a excluir a los menos o, curiosamente reivindicando a un liberal como Rawls, a un consenso traslapado. Un segundo problema yace en el camino que nos recomienda Atria. Tenemos que llegar a la sociedad de total reconocimiento, donde la vida sea plenamente política. Pero no podemos decir cómo ella

lo cree, sostener un determinismo histórico para

es, así que no podemos ocupar esta Utopía como

errar en la descripción. Cuando Atria se propone

un criterio para evaluar directamente nuestras ac-

preguntar cómo las luchas del pasado llegaron acá

ciones. ¿Cómo llegar a allí, entonces? Aquí el lector

toma como punto de partida el presente, con una

puede sorprenderse, pues Atria afirma que debe-

cierta interpretación de este. Al hacerlo, eviden-

mos solo radicalizar lo que ya venimos haciendo

temente parecerá que había algo ya en las luchas

hace mucho. Como suele afirmar el presidente Bo-

anteriores que prefiguraban nuestra situación ac-

ric, “los problemas de la democracia se solucionan

tual. Así, las luchas por los derechos civiles de los

con más democracia”. Cuando miramos las luchas

afroamericanos en EEUU, por ejemplo, habrían

políticas por el derecho a voto, fin de la esclavitud

sido “en el fondo” luchas por la sociedad de reco-

o mejoras laborales nos damos cuenta —se supo-

nocimiento pleno. De esta manera, Atria, junto con

ne— que ellas eran realmente una misma lucha: la

parte importante de la tradición socialista, puede

búsqueda del reconocimiento. Es decir, si el reco-

afirmar que todas las luchas son la misma lucha.

nocimiento se “anticipa” en nuestras institucio-

Sin embargo, ello sería tratar a las personas como

nes democráticas, toda lucha emancipatoria será

personajes de una novela histórica leída desde

una lucha por más democracia.

su final, jalonados por fuerzas que no alcanzan a

El problema de esto no es que sea, como Atria

comprender en su totalidad, con intereses que les

correctamente nota, una teoría progresista donde

son opacos, pero que académicos del futuro desci-

el miércoles es siempre mejor que el martes. No,

frarán al ver “cómo resultó todo”.

la dificultad se encuentra en que trata al pasa-

En la presentación del libro, Atria nos dice que

do como terra nullius, en la ajustada expresión de

La forma del derecho “pretende articular (…) el pró-

Tsilipakos. Es decir, describe los eventos pasados

logo silencioso a toda acción política”. Sus obras

según lo que significan para nosotros ahora, no

más políticas son “lo que viene después del pró-

según lo que significaron para los agentes concre-

logo”. Pero no solo esos libros son “prefigurados”

tos que los realizaron en el pasado. Incluso, como

aquí (para continuar con el lenguaje teológico que

bien señala Tsilipakos, si tomamos el presente

tanto gusta al autor) sino también su propia acción

como el “punto de término” del pasado, ya lo es-

política. Así, Atria intentó mostrarnos el “real”

tamos distorsionando. Porque somos nosotros en

sentido (exculpatorio) de la violencia política del

el presente quienes decimos que “las cosas como

18 de octubre al señalarnos “cómo había termina-

son ahora” son el resultado al cual apuntaban “las

do todo”: con una Convención que, entre otros, lo

cosas como eran antes”. No es necesario, ni Atria

incluía a él. 93


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA

En busca de un modelo SYLVIA EYZAGUIRRE

Sobre La lección nórdica. Trayectorias del desarrollo en Noruega, Suecia y Finlandia (Santiago: FCE, 2021), de José Miguel Ahumada, Eszter Wirth y Fernando Sossdorf

Cómo alcanzar el desarrollo es la principal pre-

por ende, una economía interna pequeña, que los

gunta a la que se ha enfrentado en los últimos

obliga a estar abiertos al comercio exterior. En

veinte años la política chilena. Después de un

segundo lugar, son países ricos en recursos na-

progreso económico destacado durante la déca-

turales. La economía noruega se concentra en la

da de los noventa, una caída sostenida de la po-

explotación del petróleo, la pesca y silvicultura,

breza y un avance notable en las condiciones de

así como en el desarrollo del transporte maríti-

vida de la población, Chile se posiciona hoy como

mo; la economía sueca, por su parte, se concentra

uno de los países más desarrollados de la región.

fuertemente en la producción de madera, energía

A pesar de estos grandes logros, nuestro país no

hidroeléctrica y el hierro; mientras que Finlandia

consiguió mantener un ritmo de crecimiento

es fuerte en la industria maderera y metalúrgica.

que le permitiera alcanzar el desarrollo. Ya co-

Finalmente, son países que eran relativamente

menzados los 2000, la economía chilena perdió

pobres a fines del siglo XIX e incluso durante la

dinamismo y la modernización acelerada de las

primera mitad del siglo XX, pero gracias a refor-

décadas anteriores trajo consigo nuevos desa-

mas institucionales y la promoción de políticas

fíos que la clase política no fue capaz de abordar.

industriales lograron un desarrollo económico

Con el fin de la Concertación, que gobernó entre

notable durante la segunda mitad del siglo XX,

1990 y 2010, se inicia una época de alternancia

posicionándolos dentro de las naciones con ma-

en el poder entre la izquierda y la derecha. Estos

yor bienestar social. El desarrollo económico que

bruscos cambios de timón revelan la ausencia de

experimentó cada uno de ellos tiene sus propias

un acuerdo sobre mínimos comunes que permi-

características que los hace únicos, sin embargo,

tan establecer un horizonte hacia el cual avanzar.

se pueden identificar dos rasgos esenciales que

Esta ausencia de acuerdo sobre el país que que-

son comunes:

remos ser nos ha llevado a una pérdida creciente

i) Un fuerte rol del Estado en su desarrollo eco-

de gobernabilidad y, en el último tiempo, a un

nómico, ya sea a través de una activa regulación

deterioro de nuestra democracia.

y fiscalización, implementando políticas indus-

José Miguel Ahumada, Eszter Wirth y Fer-

triales e incluso siendo parte de la producción a

nando Sossdorf consideran la experiencia de los

través de empresas estatales. El caso de la parti-

países escandinavos como un modelo que podría

cipación del Estado en la explotación del petróleo

resultar interesante para Chile. La lección nórdica

o el proceso de electrificación con capital público

muestra un modelo de desarrollo sin duda atrac-

son, en Noruega, buenos ejemplos para mostrar

tivo, pues logra equilibrar el progreso económico

cómo se facilitó el proceso de industrialización

con equidad social, lo que resultaría sostenible

del país. En el caso de Suecia, la reforma agraria

en el tiempo. Los países analizados (Noruega,

y educacional son políticas claves para el éxito

Suecia y Finlandia) poseen características de-

del proceso de industrialización que se inicia en

mográficas y económicas que resultan intere-

1850.

santes para el caso chileno. En primer lugar, las

ii) Una alta tasa de tributos que permite reducir

tres naciones tienen una población reducida y,

la desigualdad que genera el mercado y financiar

94


prestaciones sociales universales que aseguran una vida digna a toda la población. El libro contempla tres capítulos, cada uno dedicado a explicar de forma simple y en un lenguaje accesible el proceso de desarrollo económico que vivieron Noruega, Suecia y Finlandia. En ellos no solo se retrata el contexto político,

caracteriza por su individualismo y poco aprecio

social y económico previo a la etapa de progre-

al cumplimiento de las normas.

so, sino que también se analizan los principales

Por otro lado, el contexto regional no contri-

factores que permitieron dicho desarrollo y sus

buye en esta dirección. Estamos insertos en una

consecuencias más allá de la economía, que re-

región marcada por la corrupción y la inestabili-

percuten en bienestar social, sostenibilidad y es-

dad de las democracias. De hecho, nuestra propia

tabilidad democrática.

historia da cuenta de varios quiebres democráti-

El texto hace bien en resaltar los aspectos que

cos durante el siglo XX, lo que lleva a desconfiar

son interesantes para Chile, dada su geografía,

del Estado y la política. Otra diferencia con los

demografía y economía. Sin embargo, los auto-

países nórdicos es el capital humano. Si bien en

res no destacan e incluso en ciertos casos omi-

los últimos treinta años las políticas de educa-

ten diferencias fundamentales con nuestro país,

ción superior han permitido aumentar de forma

que obstaculizan la viabilidad de implementar

exponencial la cobertura, teniendo en este ámbi-

este tipo de proyectos políticos. Las tres nacio-

to los mejores índices de Latinoamérica, todavía

nes nórdicas se caracterizan por ser sociedades

vastos sectores de la población no cuentan con

igualitarias. Estos países no solo son más igua-

los conocimientos ni habilidades para desen-

litarios en términos económicos que el promedio

volverse en áreas más complejas y con mejores

de los países de la OCDE, sino que también lo son

remuneraciones. Estas condiciones culturales y

desde un punto de vista étnico, cultural, religioso

sociales inciden sobre las formas de organiza-

y social. La igualdad es un factor que contribu-

ción social, económica y política que hacen de

ye a la generación de confianza interpersonal y

nuestra sociedad una muy distinta a las de los

sentido de unidad, necesarios para generar una

países nórdicos.

sociedad fundada en el principio de reciprocidad,

Con todo, este libro es una invitación a re-

que se observa tanto en las políticas solidarias

flexionar sobre nuestro modelo económico y so-

como en el cumplimiento de las normas. Estos

cial y ayuda a derribar prejuicios asentados en la

países también se caracterizan por su alto capital

derecha y la izquierda relativos al rol del Estado y

humano, producto de un acceso amplio a la edu-

el mercado. Con ello contribuye al debate público

cación desde incluso antes del siglo XX. Chile, por

en una de las principales tareas que tenemos

el contrario, es una sociedad altamente desigual,

por delante: ponernos de acuerdo en el tipo de

con bajos índices de confianza interpersonal y en

desarrollo que necesitamos para los próximos

instituciones del Estado. La sociedad chilena se

treinta años.

95


RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA

Una tarea demasiado seria RICARDO SALAS

Sobre La filosofía se ha vuelto loca. Un ensayo políticamente incorrecto, de Jean-François Braunstein (Barcelona: Ariel, 2019)

Alterando un poco el sentido del verso de Parra,

pluma laureada de pensadores como Judith But-

tras la última página de La filosofía se ha vuelto

ler o Peter Singer. Así, por medio del aumento

loca cierto número de lectores diría que la serie-

del tamaño de la fuente con que están escritos,

dad es cómica. De hecho, la referencia a la comi-

el autor confía en que puedan ser captados en su

cidad —o a la franca ridiculez— es abundante

verdadera naturaleza; una naturaleza que para

en este libro inusual. No obstante, la descripción

Braunstein es tragicómica. El texto de este pro-

honesta que hace Braunstein de las tesis centra-

fesor de filosofía de la Universidad de París qui-

les de un grupo de exponentes de las teorías de

siera funcionar como esa técnica con que el tera-

género, los derechos de los animales y la euta-

peuta va repitiendo lo que el paciente le confiesa,

nasia dejaría un tanto perplejos a sus defensores.

enfrentándolo, como en un espejo, a las palabras

“¿Pero de qué se ríen?”, preguntarían ellos o

cuyo verdadero sentido al paciente se le escapa.

sus discípulos, sin poder explicarse que los ar-

El ensayo tiene tres partes. La primera (“El gé-

gumentos y buena parte de los ejemplos que

nero y la negación del cuerpo”) está dedicada a

usan en favor de sus teorías puedan parecer ri-

mostrar la evolución de la idea de género, des-

dículos. La seriedad de estos filósofos afamados

de que John Money la ideara y la experimenta-

de los que trata, entonces, parece cómica. Quizá

ra desde 1955, incluido el suicidio de una de sus

sea esta una debilidad del libro, pues, en el es-

víctimas, hasta la negación misma del cuerpo en

tado actual de nuestra cultura, gran parte de la

beneficio de la fluidez autopercibida. La segunda

exposición irá a contracorriente de las filosofías

parte (“El animal y el olvido del hombre”) versa

de moda. Por tanto, su efecto se encuentra res-

sobre la pretensión de derechos para los anima-

tringido a los que aún conservan esa sensatez

les hasta la afirmación de una igualdad tal con

que les lleva a ser escépticos de ciertas ideas en

el ser humano que aquella condición sea irrele-

boga. Como cuando se sostiene que ni el cuer-

vante para decidir entre uno y otro en casos de

po humano ni el sexo existen, que los animales

“conflicto”. La tercera parte (“La eutanasia y la

deben ser reconocidos como ciudadanos y sus

banalización de la muerte”) da cuenta de las es-

manadas como naciones —en una suerte de plu-

trategias para justificar la muerte voluntaria de

rinacionalidad transespecista— o que lo moral-

personas cuyas vidas se estiman menos valiosas,

mente relevante no es matar a alguien, sino que

abarcando las actuales tendencias hasta la más

este sienta que lo matan.

cruda eugenesia.

El objetivo del libro no es discutir esos argu-

El título de la Introducción es elocuente acer-

mentos ni oponer contraejemplos, sino exhibir-

ca del rasgo más claramente común a las tres

los en pantalla grande, tal como han salido de la

partes: “De los buenos sentimientos a la abyec-

96


ción”. En cada una, el autor relata ese paso desde la identificación de un problema real hasta el montaje de artificios conceptuales con los que se justifican lesiones muy graves a la dignidad humana. Se anticipa de ese modo a la cómoda objeción según la cual las teorías de género, el animalismo o la eutanasia buscan resolver problemas reales. En términos simples, de que efectivamente haya personas transexuales, maltrato animal o sufrimiento humano no se sigue que las cuestiones de justicia que surgen a su respecto y que exigen solución se resuelvan mediante la deshumanización. No les queda bien, por ejemplo, el proverbio de Estefanía de Mónaco que sirve de epígrafe a la segunda parte: “los animales son humanos como los demás”, ni la extensión

to, es incompatible con el tono de este libro que

de los derechos laborales a los bueyes, ni los be-

resalta, reduciéndolas al absurdo —aunque sin

sos profundos con uno que otro mamífero para

llegar a caricaturizarlas—, algunas locuras de la

autoafirmarse en la experiencia de igualdad. Ob-

filosofía de hoy. Ella, al revés de este trabajo de

viamente, por su contenido y por su tono, el libro

Braunstein, no puede contentarse con mostrar

desafía lo políticamente correcto, como el autor

la ridiculez de unos esperpentos bienintencio-

lo confiesa en el subtítulo.

nados, sino probar la falsedad de las proposicio-

Con todo, incluso para quien advierte intui-

nes de que se nutren. Más aún: que la filosofía se

tivamente lo insensato de las propuestas de las

haya vuelto loca solo es posible allí donde han

tres grandes teorías que son descritas, queda una

fallado algunas premisas situadas muy en lo alto

tarea paradójica: la expansión y el enraizamiento

y que son de competencia de la metafísica. No es

cultural de estas ideas obligan a ocuparse de ellas

casualidad que el propio autor reconozca en la

con la mayor seriedad posible, haciéndolas obje-

ideología de género una reencarnación de la vieja

to de trabajos de refutación científica y filosófi-

gnosis. En esto, en que no haya que tomar en se-

ca especializados que lo conduzcan a probar con

rio estas teorías, Braunstein se equivoca, aunque

anchas investigaciones aquello que el sentido

el precio a pagar sea la cómica seriedad de quien

común ya sabe por sí mismo. Esta tarea, por cier-

deba embarcarse en este empeño.

97


98

. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL


99


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

La incuestionable vigencia de Gonzalo Vial Correa

JACQUELINE DUSSAILLANT

100


l escritor maliense Amadou Hampâté Bâ decía

E

desaparezca y arda no por acción del fuego sino

que “cuando un anciano muere, una biblioteca

de la dispersión y el olvido, en 2020 se publicó

arde; toda una biblioteca desaparece, sin necesi-

Gonzalo Vial. Política y crisis social, una recopila-

dad de que las llamas acaben con el papel”. Esta

ción de sus columnas del diario La Segunda3, y

reflexión, que cobra pleno sentido cuando pro-

hace algunos meses apareció Chile en el tiempo.

viene de un hombre que dedicó buena parte de

Sociedad, política y crisis, una recopilación de va-

su vida a recuperar y clasificar archivos sobre las

rios de sus artículos, conferencias y columnas.

tradiciones orales del África occidental, paradó-

Este último libro, a cargo de la editorial Tanto

jicamente también halla su espacio allí donde la

Monta, ofrece poco más de treinta textos escri-

palabra escrita abunda. Y es este precisamente el

tos por Vial entre 1964 y 2010, agrupados en seis

caso de Gonzalo Vial Correa, quien falleció en oc-

apartados. Los tres primeros giran en un orden

tubre de 2009, tras una larga y prolífica carrera

cronológico en torno al Chile Indiano, al siglo

como historiador y columnista. De su pasión por

XIX y luego al siglo XX; los tres restantes fue-

escribir —siempre en una vieja máquina— dan

ron ordenados en función de tres ejes titulados

cuenta múltiples libros, capítulos, artículos, co-

“Pensamiento”, “Educación” y “Sociedad”.

lumnas y conferencias. Allí se expresa el hombre

Acogiendo la invitación que nos hace este li-

convertido en historiador, abogado, periodista

bro, cabe preguntarse por qué vale la pena leer

y educador, revelando sus investigaciones, re-

y releer a Gonzalo Vial. En primer lugar, porque

flexiones y preocupaciones1.

fue uno de los intelectuales de mayor influen-

Era tal su entusiasmo por la historia, que en

cia no solo en el ámbito historiográfico chileno,

2006 confesó que “es triste pensar que, pro-

sino también en la política de los últimos treinta

bablemente, mi periodo de fecundidad como

o cuarenta años. Como bien señala el historiador

historiador ha concluido. Pero habiendo dura-

José Manuel Castro en su prólogo, Gonzalo Vial

do sesenta años, no puedo extrañarme del he-

nunca pasó desapercibido entre los especialis-

cho” . Con el fin de impedir que esa amplia obra

tas, de manera que para cada uno de sus libros

2

no tardaba en aparecer el trabajo crítico de destacados historiadores e intelectuales4. En efec1

Una primera versión de este texto fue leída con motivo del lanzamiento de Chile en el tiempo. Sociedad, política y crisis, de Gonzalo Vial, realizado el 19 de abril de 2022 en Santiago.

to, dependiendo del caso, era leído con franca

2 Gonzalo Vial Correa, Chile en el tiempo: sociedad, política y crisis (Santiago: Tanto Monta editorial, 2021), 20.

3 Gonzalo Vial Correa, Gonzalo Vial. Política y crisis social (Santiago: IdeaPaís, 2020). 4 Vial, Chile en el tiempo, 19.

101


LORE M IPS U M. E NSAYO

admiración, pero también con recelo e incluso

tales como el embarazo adolescente, la prosti-

con rechazo. Quizá por la agudeza de su pensa-

tución, la vagancia, el alcoholismo y la droga-

miento, o porque escribía con una pluma no hi-

dicción6. Observó que entre los censos de 1992 y

riente pero sí bien afilada, sus palabras corrían

2002, las jefas de hogar aumentaron en un 25%,

ágiles en una aparente fácil lectura, que en ver-

las parejas no casadas en un 86% y las mujeres

dad tenía el peso de quien escribía con pasión y

trabajadoras en un 20%7. A su entender, todo ello

convicción. La avidez por la lectura que manifes-

repercutía negativamente en la sociedad chilena,

tó desde niño lo acompañó durante toda su vida,

en especial en los sectores populares. Pero, como

a tal punto que, como señala Cristián Zegers,

señala Andrea Botto, Vial también fue un conser-

quien fuera director de La Segunda, “lo sabe y lo

vador en su rol de historiador, en el sentido de

lee todo […] puede comentar incluso un artículo

que fue “ajeno a las modas historiográficas de la

que leyó en la revista de los químicos farmacéu-

segunda mitad del siglo XX” de manera que cul-

ticos o del gremio del rodado”5. Y claro, no hay

tivó esencialmente una mirada de larga duración

duda de que vale la pena leer a un gran lector.

centrada en la política.

Fue un intelectual algo difícil de clasificar, no

Se ha dicho que su trayectoria intelectual fue

solo porque en él albergaban muchos oficios con

dibujada en líneas sinuosas8: por una parte ha-

sus propias lógicas, preguntas y métodos —el

bría contribuido a dar cierto sustento ideológi-

derecho, la historia, el periodismo y la educa-

co al golpe militar a través de la fundación de

ción— sino también porque, aunque política-

las revistas Portada y Qué Pasa —abiertamente

mente comulgaba con la derecha —así, en tér-

opositoras al gobierno de Salvador Allende— y

minos generales— en ciertos aspectos se alejaba

en especial por su participación en el polémico

de ella. En otras palabras, siendo un intelectual

Libro Blanco del cambio de gobierno en Chile; por

de derecha, también fue muy crítico de su pro-

otra, no dudó en criticar abiertamente la viola-

pio sector. Aunque no le gustaba el calificativo de

ción de los derechos humanos y a la propia figura

conservador, entre otras cosas porque lo consi-

del jefe de la DINA, Manuel Contreras. De hecho,

deraba un concepto misterioso que servía para

fue miembro de la Comisión Nacional de Verdad

descalificar sin necesidad de refutar, es evidente

y Reconciliación o “Comisión Rettig”. Pese a ha-

que en muchos aspectos sí lo fue. Ello se observa

ber sido ministro de Augusto Pinochet a fines de

en que, por ejemplo, tenía la más profunda con-

la década de los setenta, tuvo claro el valor de la

vicción de que la familia, en un sentido tradicio-

democracia. De lo contrario, costaría entender

nal y cristiano, era y debía seguir siendo la base

que haya considerado un error la proscripción de

de la sociedad, por lo que su cuidado y resguardo

partidos políticos, incluso de aquellos situados

eran tareas esenciales a las que como católico

en la vereda opuesta a sus ideas.

dedicó parte de su vida. De hecho, tal como se

Me atrevo a decir que en Gonzalo Vial el be-

lee en su artículo “Cambios y continuidades de la

nefactor era inseparable del intelectual, el in-

sociedad chilena”, una de las raíces profundas de

telectual inseparable del católico, y el católico

ciertos cambios negativos experimentados por

inseparable del hombre público. Su profunda fe

nuestra sociedad la atribuía a la desintegración

y compromiso con los más necesitados ilumi-

de la familia, en especial en los sectores más po-

nó cada uno de sus pasos, pero también su in-

bres. Le preocupaba la cada vez menos frecuente

terpretación acerca del pasado de nuestro país.

tendencia a “casarse por las dos leyes”, debido a

También esta es una razón para leerlo y releerlo,

la banalidad del vínculo, el abandono de las mu-

pues nos acerca a perspectivas e interpretaciones

jeres por sus parejas y la altísima tasa de nacimientos de niños nacidos fuera del matrimonio. Veía en la crisis de esta institución la base de una

6 Ibid., 543.

serie de problemas que aquejan a la juventud,

7 Ibid., 575.

5 Ibid., 16.

8 Mario Andrés González, Gonzalo Vial Correa, Las sinuosidades de una trayectoria intelectual, 1969-1991 (Valparaíso: RIL Editores), 2017.

102


que no abundan en nuestra historiografía, pero

ilegitimidad de nacimiento. Solo a partir del siglo

que enriquecen nuestra mirada del pasado. Por

siguiente las rígidas jerarquías sociales y los ce-

supuesto, se puede estar o no de acuerdo con

rrados círculos sociales empezaron a fracturarse

muchos de sus análisis y diagnósticos, pero su

por razones diversas y de distinta naturaleza: el

espesor, honestidad y libertad intelectuales me

mestizaje, los énfasis puestos por el pensamien-

parecen incuestionables.

to liberal en la igualdad ciudadana, la legislación

Otra razón para leer y releer a Gonzalo Vial

borbónica, los trastornos derivados de las gue-

radica en que es un personaje ineludible al mo-

rras de Independencia, entre otros. Con respecto

mento de intentar comprender la historia de

a su pensamiento acerca del camino transitado

Chile. Todos quienes nos dedicamos a la historia

por la democracia en Chile, Vial escribió en 1986

sabemos el enorme valor que tienen las buenas

—sí, antes del retorno a la democracia— que la

preguntas en nuestro oficio, pues nos ilumi-

consulta popular era el elemento determinante

nan el camino a transitar. Y Gonzalo Vial se hizo

de un régimen democrático, pero que tenía que

grandes preguntas. Quizá no las respondió todas,

ser regular, amplia, informada y libre. Esto últi-

pero es innegable que su mirada siempre invita a

mo implicaba que el voto debía ser libre de coer-

la reflexión. Se interrogó acerca de las igualda-

ción física, moral o sicológica, libre de fraude y

des y desigualdades sociales desde tiempos de la

soborno, y secreto. A partir de esto, afirmó que

América hispana, acerca del origen de los prejui-

hasta 1891 no hubo democracia en nuestro país,

cios sociales en el Chile de

pero que sí comenzó a desa-

finales del siglo XVIII, de la

rrollarse a partir de entonces

fragilidad de la democracia en el país, de las crisis políticas y sociales de los siglos XIX y XX. Así, por ejemplo, ante una sociedad jerárquicamente organizada como la medieval, se preguntó acer-

Aunque políticamente comulgaba con la derecha, en ciertos aspectos se alejaba de ella. En otras palabras, siendo un intelectual de derecha,

ca del ánimo igualitario que

también fue muy crítico

introdujo el cristianismo y

de su propio sector.

para alcanzar “un alto grado de perfección” hacia 1973, cuando

desapareció

“de

golpe”11. Y ese derrumbe lo explicaba por la ausencia de condiciones mínimas para que funcionara la democracia. Entre ellas, las condiciones morales que veía expresadas en el odio político,

que se trasladó a América en los hombros de la cultura española. Creía que “la

y también condiciones políticas tales como que

igualación, sea política, sea económica-social,

los partidos estaban escasamente regulados, a la

sea reflejo exterior de una actitud espiritual

vez que había “personajes que actuaban en po-

o religiosa, es siempre imperfecta”9 y que en

lítica sin definir sus atribuciones”, tanto en las

América el “niño mimado” al que se le abrían las

Fuerzas Armadas y en la Iglesia como en el Par-

puertas era siempre el blanco, aunque advierte

tido Comunista. Pero, también consideraba que

que a los indios, mestizos, zambos y otros no se

debían existir condiciones sociales mínimas para

les cerraron todas las puertas10.

que una democracia fuera estable y posible, de

En relación con la sociedad hispanoamericana,

ahí su gran preocupación por la pobreza y la falta

escribió que a fines del siglo XVIII las estructuras

de acceso a una buena educación, para él dos ca-

sociales se articulaban y diferenciaban en gran

ras de una misma moneda12.

medida a través de prejuicios —en el sentido

A esta última carencia no solo dedicó palabras

de “juicio anticipado”— asociados a cuestiones

y tinta, sino que en ella volcó buena parte de su

étnicas, al ejercicio de ciertos oficios, a razo-

vida. Primero como ministro de Educación en-

nes financieras, a la condición de legitimidad o

tre 1978 y 1979, como decano de la Facultad de

9 Vial, Chile en el tiempo, 33.

11 Ibid., 352.

10 Ibid., 66.

12 Ibid., 372.

103


LORE M IPS U M. E NSAYO

Educación de la Universidad Finis Terrae y como

se refería a la pobreza espiritual, no a la pobreza

profesor. Pero en especial a través de la Funda-

material. En otras palabras, superar la pobreza

ción Educacional Barnechea, que creó junto a

material debía ser considerado una prioridad, en

su mujer María Luisa Vial para dar educación de

especial entre los cristianos, pero no solo por un

excelencia a niños de escasos recursos y a la que

deber moral, sino también porque en ella residía

consagró gran parte de sus energías, recursos y

un peligro latente.

tiempo. Al leer muchos de los artículos compi-

Con mucha lucidez, en 2003 escribió que “la

lados en Chile en el tiempo es fácil constatar que

extrema pobreza chilena es una bomba de tiem-

Vial tenía una visión de conjunto acerca de la

po puesta dentro de un país que no se da cuen-

realidad chilena. Fue esa lucidez lo que le per-

ta”13. Para salir de ella, estimó que el crecimiento

mitió ver más lejos que la mayoría, en especial

económico, siendo relevante y necesario, no bas-

en relación con la urgencia de abordar adecua-

taba. Tampoco bastaba la mera “capacitación”,

damente el circulo vicioso conformado por mala

pues para capacitar se requiere tener una base

educación y pobreza. En su estilo, escribió que

mínima que no siempre está asegurada. Recurrió

tanto “el viejo de derecha” como el “sociólogo

al siguiente ejemplo: en la escuela de su funda-

socialista” se equivocaban si recibían la frase

ción había una niña que no hablaba, por lo que

cristiana “siempre habrá pobres entre vosotros”

la directora instó a su madre a que le mostrara

como una suerte de placebo para aceptar la pobreza con resignación. En su perspectiva, Cristo

104

13 Ibid., 519.


elementos de la cocina y la invitara a repetir lue-

extensión, pero de calidad inaceptable.

go cada palabra, como “olla”, “sartén”, “vasos”,

Nuestro desafío es mejorarla sin reducir-

y así sucesivamente. La madre respondió: “En la

la. Si tenemos éxito, habrá en Chile una

cocina lo único que hay es un sartén”14. Con ese

sociedad muy distinta de la actual, es pro-

simple relato, Vial estaba diciendo que la tarea

bable, pero que conservará para todos los

que tenemos como país es enorme, pero que

valores que hoy estimamos básicos […]. Si

solo podrá resolverse si conocemos el origen de

no tenemos éxito, veremos la revolución

muchos de nuestros problemas: la verdadera di-

social, la misma que no tuvieron nuestros

mensión de la pobreza. Por eso, ante la pregunta

antepasados finiseculares porque hicieron

de cómo salir de la extrema pobreza respondió

a tiempo la callada, pero eficaz revolu-

que a través de la educación, pero invirtiendo de

ción educacional15.

verdad en educación de calidad. Haciendo un recuento por la historia de la educación en Chile, en

Han pasado treinta y siete años desde que escri-

1985 apuntó:

bió lo anterior. Este lúcido vaticinio es otra razón para leer y releer a Gonzalo Vial.

Nosotros nos hallamos, al término del siglo, ante una educación ya enorme en su 14 Ibid., 521.

15 Ibid., 496. La cursiva está en el original.

Chile en el tiempo: sociedad, política y crisis Gonzalo Vial José Manuel Castro (ed.) Tanto Monta, 2021 604 páginas

Jacqueline Dussaillant es doctora en historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, investigadora del CIDOC y profesora asociada de la Escuela de Historia de la Universidad Finis Terrae. Es autora, entre otros libros, de La revolución francesa en sus documentos (1990, junto a Claudio Rolle y Ricardo Krebs), Las reinas del Estado (2011) y Chile. Cuentos con Historia. Siglos XVI, XVII y XVIII (2014).

105


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

Andrea Kottow:

“La literatura es un espacio donde podemos mirar las tensiones que nos atraviesan” POR MARÍA JOSEFINA POBLETE

106


El cuerpo y las distintas preguntas que surgen de la experiencia encarnada es el

hilo fundamental que recorre Fronteras de lo real (Hueders, 2022), de la docto-

ra en historia de la medicina por la Universidad Libre de Berlín, Andrea Kottow. Escrito en un periodo de varios años, esta suerte de “diario de lectura” reflexiona en torno a la enfermedad, el psicoanálisis, el deseo, el secreto y el duelo, en un estilo sumamente libre e íntimo, alejado de la rigidez que impone la academia. A continuación, la profesora de la UAI profundiza en las nociones que dan vida a este conjunto de ensayos y en las tensiones que presentan los tiempos actuales, marcados por una virtualidad que la vida en pandemia no ha hecho más que dejar en evidencia.

Tu libro arranca con una consigna médica del

asimismo, podríamos pensar que la literatura

siglo XIX como epígrafe, “la salud es el silencio

nace de una cierta noción de que estamos enfer-

de los órganos”, con la que estableces desde el

mos de lenguaje, que nuestra manera mediada

inicio el vínculo entre salud y palabra —en este

de relacionarnos con el mundo es nuestra enfer-

caso, la ausencia de ella—. ¿Por qué eliges esa

medad más propia, en tanto seres humanos.

frase para reunir estos textos? Al inicio te refieres a la paradoja entre ser y Pensar la enfermedad desde un cuerpo que ha-

tener un cuerpo. Podemos hablar de nuestro

bla a través de sus síntomas es una idea antigua

cuerpo enfermo como si fuera algo ajeno, aun-

que ha sido revitalizada en distintos momentos

que este, al mismo tiempo, nos determina y no

históricos y que atraviesa no solo el discurso

podemos separarnos de él. ¿Por qué la literatu-

médico, sino también el psicoanalítico y, de al-

ra puede ser un espacio valioso para reflexionar

guna manera, el literario. Nos damos cuenta de

sobre esta condición?

que tenemos, que somos un cuerpo, cuando este se manifiesta, y una forma de hacerlo es desde

Porque la literatura no pretende resolver para-

la molestia, el dolor, la enfermedad o la vejez. Si

dojas, no necesita evitar las contradicciones y, en

no sabemos que estamos enfermos, porque no lo

su mejor versión, no tiene una tesis que deba ser

sentimos, es como si no lo estuviéramos. Aquí se

comprobada. Más bien lo contario: la literatura

abre una serie de paradojas, como, por ejemplo,

es un espacio donde podemos mirar esas tensio-

que uno puede estar mortalmente enfermo sin

nes que nos atraviesan, que no podremos elimi-

saberlo, o perfectamente sano sintiéndose muy

nar, pero cuyo enfrentamiento nos puede llevar a

enfermo. Si la salud es el silencio del cuerpo,

una forma más armónica de habitarlas.

107


LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA

Uno de tus ensayos gira en torno a la noción

presentes. A veces con más, a veces con menos

de “secreto”. ¿Cómo dialoga con los tiempos

maestría. La literatura que a mí más me gusta no

actuales, caracterizados por una alta deman-

niega ese vacío, sino que lo va rodeando, hacien-

da por transparencia y una feroz exposición de

do de él algo constitutivo de la escritura.

la intimidad? Nuestros modos de habitar y de relacionarnos Cuando empecé a interesarme en el tópico del

con el cuerpo también han cambiado de manera

secreto, uno de los motivos era precisamente ese

sustancial, principalmente por la virtualidad

diagnóstico que está contenido en la pregunta:

que hoy predomina en nuestras relaciones.

vivimos tiempos en los cuales no solo se nos insta

¿Cómo dialoga tu propia reflexión sobre el cuer-

a no tener secretos, sino donde es casi imposible

po con estas nuevas formas de “presencia”?

mantenerlos. Todo queda archivado, grabado, registrado. Los límites entre lo íntimo, lo privado

Quisiera pensar que nos defenderemos, de al-

y lo público tienden a borrarse, entre otras ra-

gún modo, de esa amenaza de la desaparición del

zones, por la homogenización que experimentan

cuerpo, que nos daremos cuenta de las pérdidas

estas esferas en las redes sociales. Frente a este

que implica percibir al otro sin la presencia de

panorama, me interesaba reivindicar el secreto;

su cuerpo. Hay signos que permiten pensar que

la opacidad, la reflexión de que en el lenguaje, y

ha habido cierta resistencia a la virtualización

esta idea es de Derrida, siempre estamos inmer-

de todo, y otros que parecen mostrarnos lo con-

sos en algo que trae consigo

trario. Quisiera pensar que

una pérdida de sentido. Esa

reflexionar acerca del deseo,

sería la dimensión más radi-

de la enfermedad o del due-

cal del secreto: algo que nos

El ser humano es un ser

conecta con lo que no pode-

enfermo de lenguaje, en el

forma de subrayar la impor-

sentido de que nuestra relación

tancia de seguir pensando el

mos saber ni conocer. Otro de tus ejes de lectura es el “deseo”. “De pronto las

con el mundo y las cosas está mediada por la palabra.

palabras no son sino otra

lo desde la literatura es una

cuerpo desde su materialidad y presencia, un ínfimo acto de rebelión frente a la creciente virtualización.

manifestación de una marca de insatisfacción, de una búsqueda por llenar un vacío que no

En tu libro contrastas la excesiva búsqueda ac-

somos capaces de colmar”, escribes. ¿Qué co-

tual de vidas más saludables e higiénicas con

nexiones puedes establecer entre esta idea y la

una suerte de fascinación frente a persona-

cultura actual, marcada por la rápida satisfac-

jes que encarnan vidas marcadas por el sufri-

ción del deseo? ¿Impacta este rasgo moderno

miento y la enfermedad, tales como Baudelaire,

de algún modo en la literatura?

Rimbaud o Simone Weil. ¿Qué crees que explica esa atracción?

El deseo, como el secreto, tiene también que ver con esa dimensión que no puede nunca ser satis-

Este planteamiento es, en realidad, de Susan

fecha, que no puede conocerse del todo. En una

Sontag, y se encuentra en un pequeño ensayo que

cultura de la transparencia, y de la promesa y de-

dedica, justamente, a la filósofa Simone Weil. Lo

manda de que todo deseo puede ser satisfecho, la

que Sontag postula es que nos fascinan esos per-

capacidad, o incluso el interés, de enfrentar ese

sonajes excesivos, enfermos, delirantes, contra-

vacío que se abre ahí donde no puede colmarse el

dictorios. Y esta inclinación por lo desbordado es

desear y el saber, tiende a ser ignorada. Creo que

leída por Sontag como una forma de reaccionar y

la así llamada “literatura del yo”, tan en boga en

resistir a la exigencia excesiva de salud, cordura e

los últimos años, es la forma en que esos mismos

higiene que marca la actualidad. Nos atrae lo que

rasgos de nuestra contemporaneidad se hacen

108


al mismo tiempo debemos rechazar. Miramos en

de 1856, época de pleno auge de la modernidad.

otros los peligros de los que nos queremos salvar.

En este sentido, podríamos leer a ese sujeto unitario y estable como una ilusión, incluso en las

ENFERMOS DE LENGUAJE

épocas supuestamente más plagadas del imaginario moderno. Y a la modernidad como un in-

Desde hace un tiempo el ‘yo’ se aparece al lector

tento de suprimir a un sujeto cuya escisión siem-

de manera a veces escindida, de límites difusos.

pre fue un peligro.

Tal como los géneros literarios, que actualmente se caracterizan por su hibridez, el sujeto

La historia está plagada de autores en quienes

también se ha vuelto esquivo a nuestros inten-

la posibilidad de la propia muerte pareciera im-

tos por definirlo. ¿Qué nos dice esto de la expe-

pulsar una escritura que se revela muchas veces

riencia moderna?

como una tarea apremiante. ¿Qué crees que explica esa urgencia?

Si bien hay un modo de leer la modernidad desde el modelo que acentúa la racionalidad de un

La muerte nos marca, define nuestra existencia.

sujeto que se reconoce a sí mismo, también po-

Pero es al mismo tiempo lo desconocido por ex-

demos encontrar ejemplos muy tempranos de

celencia. Esta paradoja se vuelve urgente cuando

un cuestionamiento a esa idea moderna del su-

la muerte se anuncia, por ejemplo, a través de

jeto. Pienso, por ejemplo, en Madame Bovary, de

la enfermedad. Creo que los escritores escriben

Flaubert, donde el farmacéutico Homais termina

porque no pueden hacer otra cosa; es una forma

siendo un personaje ridículo en todo su afán pro-

de vivir y de pensar la vida. Frente a la inminen-

gresista y su fascinación científica. Este texto es

cia de la muerte, un escritor hace lo que necesita

109


LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA

hacer para seguir viviendo: escribir. Sabiendo

el virus nos ha ido mostrando lo contrario: los

que el tiempo acecha, esta escritura se presenta

ricos lo pasaron infinitamente menos mal que

bajo el signo del apremio.

los pobres; la pandemia ha empobrecido a los más vulnerables, y esto se reproduce a escala

En tu libro te refieres a lo “inefable”, un motivo

mundial. No pareciera que la experiencia común

que podemos rastrear hasta el Romanticismo y

de la amenaza y fragilidad tienda a unirnos, sino

que abarca tópicos como la muerte, la enferme-

más bien a acentuar el individualismo y la salva-

dad, la pérdida. ¿Cómo explicas el empeño de la

ción personal.

palabra por nombrar lo que pareciera resistirse a ser enunciado? ¿De qué manera es la literatura

En una vereda contraria a la de Nancy, Giorgio

un espacio privilegiado para hablar de aquello

Agamben denunciaba, por ejemplo, la falta de

que se ubica más allá del lenguaje?

humanidad en las radicales medidas de distanciamiento y otros límites a la libertad indivi-

El ser humano es un ser enfermo de lenguaje, en

dual. ¿Cómo interpretar estos tiempos virales

el sentido de que nuestra relación con el mundo

en clave biopolítica?

y las cosas está mediada por la palabra. Nuestra entrada a la cultura, a la relación con otros está

La biopolítica solía ser un conjunto de pensa-

marcada por el ingreso al lenguaje. Al mismo

mientos filosóficos que nos podían interesar más

tiempo, estamos atravesados por la experiencia

o menos. Lo que la experiencia del Covid y la pan-

de su insuficiencia: no logramos decir todo lo que

demia nos ha enrostrado es la biopolítica en tan-

nos sucede, o decirlo de tal forma que se sien-

to experiencia cotidiana. Desde las cuarentenas

ta en concordancia con lo que nos pasa. Pero no

y las restricciones a la movilidad, pasando por

tenemos muchos otros modos de entrar en re-

la escasez de camas críticas en hospitales y clí-

lación con el otro y con nosotros mismos. Y así

nicas, hasta llegar a la pregunta acerca de cómo

nos desvivimos tratando de decir lo que sabemos

incentivar a la gente a vacunarse o cómo hacer

que no tiene mucho nombre: el dolor, el amor, la

frente (en otros países una pregunta importante)

muerte. La literatura es siempre, en algún punto,

a los movimientos antivacuna. Las problemáti-

también una reflexión sobre esta relación: entre

cas que se abren —¿dónde termina la libertad

la palabra y la cosa, entre lo que puede y no puede

individual?, ¿qué tipo de vida vale la pena de ser

manifestar el lenguaje. En ese sentido, se vuelve

vivida?, ¿cómo se evidencia la jerarquía entre

un espacio que desde su configuración se inclina

cuerpos que importan más que otros?— no son

a preguntarse acerca de sus (in)capacidades.

exclusivas de los tiempos virales, pero estos las han puesto en el centro de nuestras vidas.

TIEMPOS VIRALES El miedo al cuerpo del otro ha formado parte La pandemia ha impactado profundamente

de la rutina cotidiana en estos años de pande-

nuestras vidas, modificando —con efectos que

mia, pero tampoco es exclusivo de esta época:

aún desconocemos— el tejido social. ¿Qué de-

ya lo vimos en los ochenta en plena crisis del

safíos impone este nuevo escenario a nuestra

sida o en tiempos más remotos, con múltiples

manera de relacionarnos con la enfermedad y la

pestes y plagas. ¿Se trata de un miedo latente

muerte? Jean-Luc Nancy hablaba por ejemplo

en nuestra sociedad? ¿Qué implicancias tiene a

del “comunovirus”, aludiendo a la oportunidad

nivel simbólico?

que presenta el virus para experimentar verdaderamente —en el miedo y la amenaza— la vida

Las enfermedades infecciosas despiertan el

en comunidad.

miedo al contagio, a la enfermedad, a la muerte. Mucho antes de que se descubriera, en el si-

Me gustaría mucho poder pensar de forma po-

glo XIX, que las bacterias y virus eran las que

sitiva, como lo hace Nancy, pero me temo que

producían la infección, la experiencia empírica

110


—así lo podemos leer, por ejemplo, en las des-

que era considerado con un interés moderado

cripciones que Boccaccio hace de la peste en el

para pensar la actualidad, se volvió algo que pa-

Decamerón— mostraba que la enfermedad se

recía servir, de algún modo, para pensar lo que

transmitía de un cuerpo a otro. Evitar el contacto

lo estaba ocurriendo. La otra vivencia, que se en-

con el cuerpo de otro es entonces una forma de

cuentra en otro costado del asunto, tuvo que ver

salvarse. La pregunta urgente que surge es, ¿qué

con que pocas veces antes había sentido tan fuer-

estamos dispuestos a hacer y qué tipo de vidas

temente mi cuerpo: encerrados, unos encima de

estamos dispuestos a vivir con tal de salvarnos,

otros en casa, virtualizados por obligación, con

de sobrevivir? Me parece que hoy vivimos su-

restricciones de movimientos y sometidos a vi-

midos en un mundo donde el vínculo con el otro

gilancia policial y militar. Tener o ser un cuerpo

está marcado, sobre todo, por la desconfianza. La

se me hizo más patente que nunca, más allá del

experiencia pandémica no ha hecho sino aumen-

peligro a enfermar. Cuando aquello que solemos

tar esta sospecha y acrecentar la cautela.

pensar desde la teoría se nos vuelve real, se produce cierto desajuste.

Como alguien que se dedica a pensar los cruces entre literatura y enfermedad, ¿qué herramientas te ha brindado la pandemia para tu propia reflexión sobre el lenguaje y sus fronteras? Una primera experiencia tuvo que ver con que aquello a lo que me había dedicado por años, y

Fronteras de lo real Andrea Kottow Hueders, 2022 109 páginas

111


Salir del victimismo GABRIEL CID

“L

a víctima es el héroe de nuestro tiem-

po. Ser víctima otorga prestigio, exige escucha,

sospecha. Ante la víctima —se cree— solo queda el silencio reverente o el asentimiento.

promete y fomenta reconocimiento, activa un

Sin embargo, a contracorriente de este lugar

potente generador de identidad, de derecho, de

común, el descarnado texto de Giglioli se pro-

autoestima. Inmuniza contra cualquier críti-

pone profanar el aura de la que se revisten las

ca, garantiza la inocencia más allá de toda duda

víctimas —reales o supuestas— para someter a

razonable ¿Cómo podría la víctima ser culpable

escrutinio lo que parece ser una inquietante pa-

o responsable de algo? La víctima no ha hecho,

radoja. En efecto, por su naturaleza, la condición

le han hecho; no actúa, padece. En la víctima se

de víctima es indeseable y penosa, y lo normal es

articulan carencia y reivindicación, debilidad y

que quien la padezca desee abandonar pronta-

pretensión, deseo de tener y deseo de ser. No so-

mente dicha condición. La ironía es que en nues-

mos lo que hacemos, sino lo que hemos padecido,

tra época asistimos al fenómeno inverso. Para

lo que podemos perder, lo que nos han quitado”.

algunos, el estatuto de víctima parece ser apete-

Con este párrafo notable, Daniele Giglioli, aca-

cible, una posición de extraño privilegio a la que

démico de Literatura Comparada de la Univer-

habría que aferrarse para prolongar su extensión

sidad de Bérgamo (Italia), comienza su lúcido

en el tiempo, e incluso heredarla. Esa absurda

análisis de la singular cultura del victimismo y

inversión valórica es la distorsión que ha intro-

sus consecuencias para la sociedad contemporá-

ducido en las víctimas la “ideología victimista”

nea. Un análisis que, a primera vista, podría ser

que ha devenido en una verdadera “máquina mi-

leído como un acto de crueldad sin justificación

tológica”, donde lo indeseado se torna deseable.

aparente. Y es que naturalmente estar en el lu-

¿Cómo entender este fenómeno? En pri-

gar de víctima conduce a la conmiseración por

mer término, porque la condición de víctima

su condición asociada a la inocencia; un estatu-

hoy proporciona poder. Y un poder sumamen-

to que la pone a resguardo de cualquier crítica o

te atractivo. “La víctima es irresponsable, no

112


responde de nada, no tiene necesidad de justi-

sienten sus representantes o herederos indiscu-

ficarse: es el sueño de cualquier tipo de poder”,

tibles. Como aclara Giglioli, “la posición de vícti-

piensa Giglioli. Solo comprendiendo esta dimen-

ma se vuelve más chantajista a medida que des-

sión podemos entender la transformación del

aparecen sus titulares efectivos. Generalmente

imaginario de la víctima en una figura que con-

son los descendientes de los muertos o los sobre-

trola simbólicamente un poder al que se niega a

vivientes quienes se arrogan un reconocimiento

renunciar. Esto resulta particularmente sensible

que sus antepasados nunca habrían soñado con

cuando hay quienes hablan en nombre de las

demandar”. Por eso, ese tipo de identidades fun-

víctimas sin serlo realmente, quienes asumen

dadas en el victimismo tienden a ajustar cuentas

la posición de representantes vicarios de un mal

con el pasado y volver la historia un campo de

que no padecen, pero que ven en esa condición

batallas simbólicas donde se pueda desplegar el

la posibilidad de enunciar un discurso identitario

predecible memorial de agravios en que se funda

irrebatible, poseer la palabra absoluta porque no

la identidad anclada exclusivamente en el des-

puede ser censurada, a riesgo de ser tildado de

pojo, la exclusión y el dolor.

verdugo. El diálogo se torna imposible, pues solo

Por esto, la historia resulta clave para la ideo-

hay posibilidad de asentimiento silencioso ante

logía victimista. Más bien, sus usos y abusos, y

un chantaje simbólico de quien monopoliza los

sobre todo los rasgos de los que se ha revestido la

términos morales del debate. Así, irónicamente

historia desde mediados del siglo XX. En efecto,

el victimismo y sus portavoces reproducen lo que

para el autor el discurso victimista no es natural,

Lacan llamaba el “discur-

sino que posee una historia,

so del patrón”, un discurso

un contexto específico que

que podría ser sintetizado como “dame la razón y serás bueno”. Junto al poder, la ideología victimista garantiza identidad. En tiempos de declive de las grandes narrativas y

Para algunos, el estatuto de

proporciona sus condiciones de posibilidad. Es en la dé-

víctima parece ser apetecible,

cada de 1960 cuando Giglioli

una posición de extraño

observa el surgimiento del

privilegio a la que habría que aferrarse.

paradigma victimista, lo que es compartido por otros autores. Ese momento coincide con el ascenso de la memoria

de ascenso del individualismo, la figura de la víctima provee una imagen

como una categoría de reflexión sobre el pasado

inobjetable de sí misma, una forma peculiar de

que termina eclipsando la hegemonía de la his-

identidad encapsulada en una autopercepción

toria. Se trata de un momento donde la historia

de inocencia que asegura reconocimiento for-

—imparcial, objetiva y explicativa—, es fagoci-

zoso. La rigidez identitaria que se sigue de esto,

tada mediáticamente por la memoria —parcial,

su reducción unilateral a un solo rasgo enfatiza-

subjetiva y emotiva— y donde esta impone los

do monótonamente, encerrando toda la narra-

marcos del debate. En otros términos, el posicio-

tiva identitaria en la condición de sufrimiento

namiento de la víctima como el “héroe de nues-

que debe ser reconocida por otros solo desde la

tro tiempo” es indisociable de lo que Enzo Tra-

conmiseración, da lugar a competencias inve-

verso ha llamado “obsesión memorialista” que

rosímiles entre diferentes grupos que rivalizan

campea en el mundo contemporáneo. Los rasgos

por el poco honroso mérito de haber sido vícti-

distintivos de esta obsesión son, por un lado, la

ma durante más tiempo, de modos más crueles

utilización del pasado como objeto de consumo

o en mayores cantidades, inaugurando una nue-

desde el registro de la memoria y, por otro, el po-

va “aristocracia del dolor” y “meritocracia de la

sicionamiento privilegiado del testigo —donde

mala suerte”. Y, de modo sorprendente, dicha

la víctima es el testigo por antonomasia— como

posición identitaria es reivindicada vicariamen-

el nuevo portador de una verdad incuestionable1.

te por quienes, no habiendo sufrido los padecimientos históricos de su grupo particular, se

1

Enzo Traverso, El pasado, instrucciones de uso. Histo-

113


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

Y es que el siglo XX, “el siglo culpable”, al decir

repetir el pasado no es quien no lo recuerda, sino

de Giglioli, ha abundado en episodios traumáti-

quien no lo comprende”.

cos —campos de exterminio, genocidios, gue-

Tanto la supremacía mediática de la “memo-

rras, masacres y dictaduras— que han allanado

ria histórica” como la conversión de la identidad

el camino hacia la configuración de un relato

en un relato fuertemente anclado a la tragedia

sobre el pasado emotivo que medra a expensas

y los agravios tiene efectos importantes para la

de la tragedia y lo reproduce desde el registro de

cultura contemporánea. La más relevante es la

las conmemoraciones luctuosas y los “lugares de

desconcertante exaltación de la impotencia de la

memoria” para reivindicar un mediático “¡Nun-

víctima y la privación de las herramientas y dis-

ca más!”. Sin embargo, como añade lúcidamen-

cursos que la deberían alentar a abandonar dicha

te el autor, esta retórica efectista es incapaz de

condición. El victimismo reduce la identidad de

lograr dicho propósito, pues al aislar los aconte-

la víctima a ser un mero portador de propieda-

cimientos traumáticos de la trama histórica que

des morales, pero no un generador de cambios,

los contiene, los convierte en valores en lugar de

castrando así su capacidad de agencia. Por eso,

explicarlos como hechos históricos, perdiendo

pese a que las víctimas fundan su identidad en su

así su carácter pedagógico de alerta a las nuevas

supuesta inocencia, en su incapacidad inherente

generaciones. Porque “el que está condenado a

para hacer daño y poseer intenciones torcidas, la cultura de la victimización es todo menos inocente, menos aun cuando el lugar de las víctimas termina siendo cooptado por los poderosos, que

ria, memoria, política (Madrid: Marcial Pons, 2007), 14-18.

114

buscan hablar por ellas, usurpar su voz, heredar


simbólicamente ese estatuto para inmunizarse a

futuro. Desalienta la transformación. Privatiza

la crítica y volver redituable ese lugar de privi-

la historia. Confunde la libertad con la irrespon-

legio que, irónicamente, no desean abandonar.

sabilidad. Enorgullece la impotencia o la encubre

Así, el corolario de la cultura de la victimización

con una potencia usurpada”. Por eso, Crítica de la

no podría ser más inquietante, si se ponderan los

víctima es un libro que formula un valiente ale-

valores que promueven y el tipo de identidades

gato que persigue desmontar las dinámicas de la

que estimula.

mitología victimista con el propósito de que las

Como sentencia Giglioli: “La prosopopeya

víctimas reales puedan dejar de serlo, que logren

de la víctima refuerza a los poderosos y debi-

superar aquel paradigma que las reduce a la im-

lita a los subalternos. Vacía la agency. Perpe-

potencia, que encapsula sus vidas en el trauma y

túa el dolor. Cultiva el resentimiento. Corona

las constriñe a habitar ese espacio sin posibilidad

lo imaginario. Alimenta identidades rígidas y a

de abandonarlo.

menudo ficticias. Hinca al pasado e hipoteca el

Crítica de la victima Daniele Giglioli Herder, 2017 132 páginas

Gabriel Cid es doctor en historia por la Universidad del País Vasco y académico del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián. Entre sus libros destacan Terror en Lo Cañas. Violencia política tras la Guerra del Pacífico (2021, en coautoría con Carmen McEvoy) y Pensar la revolución. Historia intelectual de la independencia chilena (2019). 115


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

Buscando una imagen MARY MAC-MILLAN

116


C

ualquier enfrentamiento bélico, desastre na-

la persecución en su ensayo Ante el dolor de los

tural, crisis política o accidente va acompaña-

demás. En relación a la diferencia entre palabra

do, hoy en día, de imágenes que se viralizan con

e imagen, sostiene: “Las narrativas pueden ha-

enorme rapidez por diversos medios de comuni-

cernos entender. Las fotografías hacen otra cosa

cación. La primera guerra en ser cubierta por la

distinta: nos persiguen insistentemente”1. Nos

prensa fotográfica fue la de Crimea (1853-1856).

interesa ahora pensar una posible función ética

Roger Fenton, fotógrafo inglés, tuvo la difícil ta-

de la imagen, una que vaya más allá de la mera

rea encomendada por su gobierno de tomar fo-

constatación de un hecho histórico. Es decir,

tos en terreno pero con la explícita misión de no

¿existen imágenes aceptables y otras inacepta-

desmoralizar a los británicos. Es decir, imágenes

bles? ¿Hay “mejores” o “peores” imágenes en

con censura: nada de muerte, nada escabroso. El

relación a la representación de un hecho doloro-

pesado aparataje fotográfico impidió, de hecho,

so? ¿Despiertan las imágenes una respuesta con-

la foto horrorosa del combate mismo. La Guerra

creta por nuestra parte?

Civil Española (1936-1939) fue la primera gue-

En el año 2015, la fotografía de un niño si-

rra en cubrirse fotográficamente desde el mis-

rio muerto a la orilla de una playa turca dio la

mo campo de batalla, generando la sensación de

vuelta al mundo. Su diminuto cuerpo yacía en

inmediatez. Pero si vamos más lejos aún, antes

una extraña posición que incluso fue recreada

de la invención de la fotografía, Goya “cubre” la

en numerosas obras artísticas, un poco al estilo

invasión de las tropas napoleónicas a España du-

de Andy Warhol con su Marilyn Monroe. Pero el

rante 1810. Los desastres de la Guerra (1810-1815),

cuerpo de un niño muerto no es lo mismo que el

una serie de 82 grabados, da cuenta de las atro-

rostro de una glamorosa actriz. ¿Existen límites

cidades sin límites cometidas por ambos bandos,

a la difusión de determinadas imágenes? De ser

aunque sobre todo por las tropas francesas. Goya

así, ¿cuáles serían?

acompaña sus ilustraciones con breves frases

En los noventa, el fotógrafo Kevin Carter fue

críticas como “Para eso habéis nacido” o “Se

duramente criticado por su famosa imagen de

aprovechan”.

una niña sudanés exánime y desnutrida a la

Hoy asistimos al bombardeo de imágenes de

que acecha un buitre. Carter recibió el Premio

la guerra en Ucrania. Pero antes fue el estallido

Pulitzer el 1994 por esta captura y se suicidaría

social en Chile, las diversas crisis migratorias,

pocos meses después. En relación a este punto,

la guerra civil en Siria, los atentados terroristas,

Sontag afirma: “en situaciones donde el fotó-

la crisis hídrica, la pandemia y un largo etcéte-

grafo debe optar entre una fotografía y una vida,

ra. Un extenso listado de hechos violentos, de

el fotógrafo opta por la fotografía, alcanzan-

sufrimiento humano y animal nos persigue día

do esta pasividad también a unos espectadores

a día desde las diversas representaciones visuales: fotografías, imágenes noticiosas y dibujos. Es Susan Sontag quien acuña esta metáfora de

1

Susan Sontag, Ante el dolor de los demás (Buenos Aires: Alfaguara, 2003), 83.

117


reducidos a voyeurs, a vaciaderos de imágenes”2.

de una respuesta política. En una recopilación

Sin embargo, la misma foto será reutilizada por

de estudios titulada En torno a los límites de la

el artista visual chileno Alfredo Jaar y situada

representación, Saúl Friedlander afirma que “la

dentro de una instalación mayor, titulada “El

representación tiene límites que no se deberían

sonido del silencio”. El trabajo artístico de Jaar

transgredir, pero que fácilmente pueden ser

promueve una cierta distancia crítica en rela-

transgredidos. Cuáles serían las características

ción a la foto aislada. Siendo así, insistimos en

de semejante transgresión, sin embargo, es algo

preguntar: ¿hay modos más o menos adecuados

mucho más arduo de lo que nuestras definicio-

que otros de presentar las imágenes? Un último

nes han sido capaces de abarcar hasta ahora”3.

ejemplo: el periodista y fotógrafo Richard Drew

Reconociendo la dificultad de plantear dichos

toma una dramática imagen del atentado a las

límites, menciona algunos criterios que pue-

Torres Gemelas de Nueva York. Un hombre ca-

den iluminarnos. La banalización de un hecho

yendo como una flecha vertical desde uno de los

dramático es uno de ellos: “dicho registro no

edificios en llamas. La foto, llamada “The falling

ha de verse distorsionado o banalizado por re-

man”, aparecería en el New York Times y en de-

presentaciones groseramente inapropiadas”4.

cenas de otros diarios. La reacción del público no

Tal sería el caso de las fotos digitales de la cárcel

se dejó esperar. La imagen fue considerada inde-

de Abu Ghraib, en las que vemos a unas jóvenes

cente y se ganó el estatuto de imagen tabú, de-

soldados norteamericanas posando y sonriendo

biendo ser retirada de los medios periodísticos.

con el pulgar arriba al lado de presos iraquíes

Intentemos ahora guiarnos en este espinudo problema de la pregunta por el rol ético de una imagen y de su mejor o peor cualidad a través

3 Saúl Friedlander (comp.), En torno a los límites de la representación. El nazismo y la solución final (Buenos Aires: Quilmes, 2007), 24.

2 Ibid., 20-21.

4 Ibid.

118


torturados. Dichas fotos, tal como lo menciona

los casos más emblemáticos de esta situación lo

Susan Sontag, nos recuerdan las imágenes de los

constituye la Muerte de un miliciano, de Robert

orgullosos miembros del Ku Klux Klan, quienes

Capa. Se supone que Capa habría captado el mo-

posaban satisfechos frente a sus víctimas ahor-

mento mismo en el que un soldado español es

cadas en un árbol. El límite de la banalización

abatido por balas franquistas. Sin embargo, se

abre, sin embargo, una nueva arista al proble-

sospecha que el autor de la imagen habría reali-

ma. Porque si bien esas imágenes estarían ba-

zado un montaje; es decir, no se trataría de una

nalizando hechos de violencia impresentables

captura del instante mismo de su caída, sino de

y mostrándolas como meros juegos de niños —

una pose. Más allá de este ejemplo específico,

hecho reprochable en sí—, eso no invalida nece-

lo cierto es que las fotos “trucadas” se toman

sariamente la difusión de la imagen. De hecho, es

licencias compositivas en aras de un dramatis-

precisamente la difusión y su rol como testimo-

mo buscado. Como en los dos principios antes

nio lo que permite luego la sanción de esa con-

esgrimidos, también aquí se puede contraargu-

ducta y una toma de conciencia de lo ocurrido.

mentar. Dicho atentado contra la verdad de los

Otro límite propuesto es el de un exceso de es-

hechos puede entenderse dentro del marco de

teticismo. Según Friedlander, “la dimensión es-

una búsqueda expresiva, objetivo que bien puede

tética inevitablemente domina y apabulla al es-

justificar la transgresión a una verdad limitada a

pectador que carece del conocimiento necesario

lo netamente objetivable.

sobre los hechos”5. Sobre la

Un último límite que se-

estetización de la imagen,

ñala Friedlander es el del

Sontag también enjuicia: “Las fotografías que re-

¿Existen imágenes aceptables

exceso de horror, un exceso que atentaría contra

presentan el sufrimiento

y otras inaceptables? ¿Hay

no deberían ser bellas, del

“mejores” o “peores” imágenes

y de la moral. Hay imáge-

mismo modo que los pies

en relación a la representación de

nes que, por la violencia o

de foto no deberían moralizar. Siguiendo este criterio, una fotografía bella desvía la atención de la sobriedad

un hecho doloroso? ¿Despiertan las imágenes una respuesta concreta por nuestra parte?

ensañamiento de las situaciones que las originan, no se pueden tolerar: se convierten en una situación imposible para el especta-

de su asunto y la dirige al medio mismo, por lo que pone en entredicho el

la delicada línea del pudor

dor.

carácter documental de la imagen”6. Un ejemplo

Cada uno de los límites mencionados (banali-

de imágenes estetizadas lo hallamos en la obra

zación, estetización, falta a la verdad y exceso de

de Sebastiao Salgado, fotógrafo brasileño-fran-

horror), si bien ayudan a pensar la imagen desde

cés cuyo tema suele ser el mundo de los obreros

un marco ético, abren a su vez nuevas aristas y

y de la clase social trabajadora. Sus detractores le

cuestionamientos. Debemos insistir en la pre-

achacan embellecer la labor de hombres y mu-

gunta: ¿existe una imagen correcta? ¿Qué cuali-

jeres que, de hecho, sufren en su día a día. Ante

dades debería tener?

esta crítica, Salgado ha argumentado que solo fotografía su mundo.

Ya que todos los límites de la representación resultan ser escurridizos, vale la pena plantear

Otro de los límites de la representación tiene

el problema desde otra mirada. Buscamos una

que ver con la necesidad de verdad que le cabe

imagen verdadera, que no banalice ni esteti-

a toda fotografía que tiene un claro referente

ce el hecho en cuestión y que tampoco horrori-

histórico. Es decir, imágenes retocadas o mani-

ce al espectador. Una imagen que despierte una

puladas para dar la apariencia deseada. Uno de

respuesta ética y política. Llegados a este punto muerto, resulta de ayuda lo que plantea el filó-

5 Ibid., 40. 6 Sontag, 35.

sofo francés Jacques Rancière en su ensayo “La imagen intolerable”, perteneciente al libro El

119


. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

espectador emancipado. Rancière da otra vuelta

y palabras. Y aunque resuene aquí el cliché —una

de tuerca a la problemática del horror y a la sa-

imagen vale más que mil palabras—, Rancière no

turación de las imágenes, negando que hayamos

resuelve esta disputa inclinándose por uno u otro

visto un exceso de imágenes y que ellas sean las

medio de representación. Más bien hace hin-

culpables de nuestra insensibilidad. El asunto no

capié en el complejo y denso entramado al cual

es la cantidad de imágenes a las que hemos es-

pertenece un determinado cuadro: “Una imagen

tado sometidos, sino más bien su tipo. ¿En qué

nunca va sola”, afirma. A este entramado mayor

está pensando Rancière? En una imagen que se

lo designa como “dispositivo de visibilidad”. Ese

sustraiga a la lógica del espectáculo, del horror y

dispositivo, entendido como un despliegue es-

de la banalidad. Para ello propone pensarla desde

pacial y temporal al cual pertenece la imagen,

la figura de la metonimia (la parte por el todo).

es esencial a la hora de pensar sus posibles efec-

Rancière da un ejemplo que nos puede ilumi-

tos políticos.

nar. Destaca el trabajo visual del artista chileno

Para comprender del todo esta insistencia en

Alfredo Jaar en relación a la masacre ruandesa

el dispositivo hay que hincar fuerte en la crí-

(1994) en la que se cometió un genocidio en con-

tica de Rancière a la ingenuidad del esquema

tra de los ciudadanos tutsis. La obra en cuestión,

tradicional de representación. La relación en-

una instalación titulada “The Eyes of Gutete

tre representación y la posible respuesta en un

Emerita”, es descrita por Rancière en estos tér-

accionar concreto por parte del espectador es

minos: “Esta instalación está organizada en tor-

del todo puesta en duda por el filósofo francés.

no a una única fotografía que muestra los ojos de

Y dice: “el uso clásico de la imagen intolerable

una mujer que ha visto la masacre de su familia:

trazaba una línea recta entre el espectáculo in-

por tanto, el efecto por la causa, pero también

tolerable y la conciencia de la realidad que este

dos ojos por un millón de cuerpos masacrados”7.

expresaba, y de allí al deseo de actuar para cam-

Este ejercicio de traslación implica una opción

biarla”9. Dicho en palabras más simples: el he-

por lo singular en vez de lo numeroso. Para Ran-

cho de ver una imagen de contenido doloroso no

cière, el embotamiento de la imagen en su fuerza

asegura per se que reaccionaremos a ese dolor en

política está ligado, en parte, a la pérdida de la

un accionar concreto. El vínculo entre represen-

singularidad. La representación de Jaar vuelve a

tación, saber y acción es, según Rancière, “una

valorar el dolor individual por sobre la anonimia

pura presuposición”10.

de la masacre que termina por no decirnos nada.

Volvemos a preguntar: ¿cómo recuperar la

En palabras del filósofo, “la metonimia que pone

capacidad política de una imagen? Habrá que re-

la mirada de esa mujer en el lugar del espectáculo

pensar la relación entre lo visible y el efecto posi-

del horror trastorna también la cuenta de lo indi-

ble a partir de esa visibilidad. Pero ya no desde la

8

vidual y de lo múltiple” . Junto a la fotografía de

certeza del accionar buscado, sino precisamente

los ojos de la mujer la instalación incluye un texto

desde la duda. Habremos de seguir en busca de

que narra su historia. Así, Rancière pone una vez

esa imagen, la imagen adecuada para provocar

más en el tapete la vieja disputa entre imágenes

tanto la distancia crítica como el compromiso ético en el accionar.

7 Jacques Rancière, El espectador emancipado (Castellón: Ellago Ensayo, 2010), 101. 8 Ibid.

9 Ibid., 105. 10 Ibid.

Mary Mac-Millan es licenciada en Lengua y Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Albert Ludwig de Friburgo. Es profesora de la Facultad de Artes Liberales de la UAI. 120


En medio del derrumbe. Sobre El desierto avanza, de Cristián Warnken ANA MARÍA WOOLVETT

121


LORE M IPS U M. E NSAYO

El desierto avanza; Ay del que en su alma alberga desiertos Friedrich Nietzsche

stas palabras de Nietzsche no solo inspiran el

E

ya no son realidades que permanecerán mientras

título, sino que también sintetizan la narración

generaciones de hombres mudan su existencia,

del editor y columnista Cristián Warnken en El

pues el calentamiento global se presenta como

desierto avanza. Divagaciones sobre nuestro tiempo

un proceso desatado e imparable. Esos son los

(Santiago: Ediciones El Mercurio, 2021). Con un

signos de nuestros particulares tiempos. En este

estilo narrativo magistral, Warnken comienza

proceso, explica el autor, muere la política y las

su obra situando al lector en un momento his-

relaciones tal como las entendemos, y nacen en

tórico comprendido como un punto de inflexión:

el interior del hombre el miedo y la angustia. La

la caída del Imperio Romano, concretizada en la

doble crisis que nos afecta es, a fin de cuentas,

invasión de los vándalos del norte de África. Este

el punto de arranque del texto: la desertificación

hecho nos conduce a Agustín de Hipona, quien

del mundo y la desertificación interior. ¿Es cau-

llora y sufre profundamente, sin dejar claro si la

sa una de la otra? La transformación del paisaje,

causa de su tragedia es el derrumbe de su mundo,

¿cambiará nuestro ser?

cultura y civilización, o bien la propia muerte, el

“El desierto avanza”, “Algunos desiertos” y

paso esperado a la patria espiritual. Recurriendo

“El desierto florece” son las tres partes de este

al método mítico de Constantino Cavafis (utilizar

ensayo: la primera de ellas ilustra la abismal

un episodio del pasado como espejo para com-

trascendencia de nuestro momento histórico; la

prender el presente) Warnken logra dar cuenta

segunda describe y reflexiona sobre las caren-

de la trascendencia histórica del nuestro tiempo.

cias propias del hombre y las comunidades que

Según él, estaríamos en un “momento radical de

han perdido el sentido frente al narcisismo, ni-

la historia del espíritu humano ”(37), instante

hilismo e individualismo. La tercera, por último,

preciso en que un mundo muere para permitir

busca dar una luz de esperanza en medio de la

que nazca otro, momento que es la manifesta-

desolación, la angustia y el tedio de los tiempos

ción concreta de las silenciosas y grandes trans-

contemporáneos.

formaciones que cambian la historia.

El autor pretende observar estos desiertos no

A pesar de esta similitud, advierte Warnken,

desde la especialidad de una disciplina, sino a

existe una profunda diferencia entre Agustín y

partir de las figuras del “caminante errante” be-

nosotros. La primera de ellas es que el obispo de

duino, el “paseante” o “callejero” (el flâneur de

Hipona puede esperanzarse en la eternidad. Hoy,

Baudelaire) y la del amateur, “quien cultiva un

en cambio, el hombre contemporáneo ha perdido

arte u oficio sin ser un profesional” (42). El re-

su sentido, como consecuencia de la modernidad

sultado de este viaje, por tanto, es distinto a un

y del nihilismo. A su vez, la Tierra y la naturaleza

análisis prolijo de realidades políticas, sociales,

122


culturales; va revelando, en cambio, pequeños

gratitud, del diálogo y de la conversación, la de-

espacios que permiten asomarse al avance de los

sertificación interior y de la mirada. Por el mismo

desiertos que sugiere el autor.

motivo que esta lista no aspira a ser exhaustiva,

En este “caminar errante”, Warnken se apoya

invita al lector a encontrar sus propios desiertos.

en innumerables poemas que le sirven de fuen-

La idea central de estas reflexiones tiene como

tes de las que beber en este árido paisaje. Afir-

telón de fondo los síntomas del ocaso al que

ma que la palabra poética entrega posibilidades

asistimos: la crisis de las democracias liberales,

que otras formas de expresión carecen. Citando

el deterioro o desaparición de las comunidades,

a María Zambrano, sugiere que la poesía, a di-

una creciente tecnificación y deshumanización

ferencia de la filosofía, no le teme a esa Nada a

de nuestras relaciones y, finalmente, el calenta-

la que nos arroja el nihilismo: puede mirarla de

miento global.

frente (44). La poseía es el “otro” pensar de Oc-

¿Cuáles son las causas de esta desertificación?

cidente, “que recoge lo que el racionalismo ha

Warnken expresa que la historia de la filosofía

dejado en la sombra” (44), y puede llegar a luga-

occidental es la de un progresivo alejamiento de

res donde la filosofía no ha llegado, pues hoy “los

la vida. Recurriendo en variadas ocasiones a Hei-

grandes fundamentos nacidos desde la filosofía

degger, revela la alienación de un pensamiento

se debilitan o desmoronan (Verdad, Historia,

que ha abandonado tanto al mundo como a la

Razón y Ser)” (45). Así, como fuente de agua, la

interioridad del hombre. Es el triunfo del nihilis-

poesía es nuestro propio desierto florido, no una

mo, de la razón pura, la técnica y la desmesura

respuesta sino un cobijo

(“hybris, pecado capital

que nos permite descansar

para los griegos” pues no

y seguir caminando. Desde este punto, War-

La doble crisis que nos afecta es, a

respeta

equilibrios

hu-

manos ni naturales (30)).

nken invita a dar un paseo

fin de cuentas, el punto de arranque

Según Warnken, todo esto

junto a sus “divagaciones

del texto: la desertificación del

ha derivado en la crisis de

de nuestro tiempo”, desde las cuales observa esos

mundo y la desertificación interior.

“desiertos que avanzan”, entrelazando

su

¿Es causa una de la otra?

propia

sentido, la herida abierta de nuestra modernidad. La supremacía del pensamiento científico y la

voz con la de un amplio abanico de intelectuales.

técnica nos recuerdan el abandono del que habla

La riqueza y diversidad de las fuentes que con-

Hannah Arendt, la doble huida del hombre: de

voca hacen de este recorrido un intenso paseo

la Tierra al universo y del mundo al yo. El doble

alrededor del pensamiento de los últimos siglos

efecto es la fuga del mundo como si no se per-

en torno a esas “grietas” que ha dejado la mo-

teneciera a él y, por otro lado, un afán por do-

dernidad. Abundan, a su vez, poetas chilenos,

minarlo, consecuencia de una sociedad tecnifi-

como Vicente Huidobro (quizás el más nihilista

cada fundada en la verdad científica. La huida del

de todos), Enrique Lihn, Jorge Tellier, Nicanor y

mundo hacia otros planetas cuando la Tierra está

Violeta Parra, Gabriela Mistral y Pablo Neruda,

en peligro, y la huida del yo hacia las sirenas de

entre muchos otros. Para quien no conozca de

la digitalización (“las redes”) y del narcicismo,

poseía chilena, el texto de Warnken es una am-

la sobreinformación y la especialización de co-

plia y penetrante entrada a ella.

nocimiento nos alejan de una visión integradora.

En este proceso de desertificación, “ay del que

En algunos capítulos Warnken centra la mira-

en su alma alberga desiertos”, nos advierte el au-

da en Chile, y esto da cuenta de una de las pre-

tor, haciendo eco de Nietzsche. Warnken distin-

ocupaciones fundamentales que guían el texto:

gue la desertificación del tiempo y del espacio, la

la incertidumbre sobre el devenir nacional y la

pérdida de lo próximo (y del prójimo); y del sen-

imprescindible reflexión de retorno a lo origi-

tido de la muerte, la desertificación de nuestra

nario y propio de nuestra cultura y de nuestra

relación con el paisaje y la de la era digital, de la

forma de habitar el paisaje. Su lectura está llena

123


de advertencias para esta finis terrae, que busca

globales”, los programas ideológicos del siglo

auscultar la especificidad del ser chileno y, como

XX, abstracciones totalizadoras de derecha y de

hace la poseía, entrar lateralmente a la descrip-

izquierda que abandonaban la realidad concre-

ción de las grietas sociales. A través de las pala-

ta y buscaban una refundación radical, borrando

bras de Nicanor Parra: “Chile no es un país, es un

las tradiciones y el arraigo. Esta desertificación

paisaje”, ilustra el costo de haber volteado la es-

desde arriba es un peligro especialmente pre-

palda a nuestra naturaleza; esa desconexión con

sente cuando se busca un futuro utópico, y Chi-

la tierra ha impedido la manifestación en formas

le no está libre de ellas. A partir de lo anterior,

culturales propias, lo que aparece como una ta-

Warnken llama a volver sobre nuestra historia

rea no resuelta, conflicto del cual brota “ese re-

sin “‘deconstruir’ violentamente el orden que

sentimiento que late en nuestra convivencia”

nos ha sostenido”, e identifica lo que será el gran

(69). Contra la victimización que gana terreno en

desafío cultural y político de las próximas déca-

la esfera pública, propia de quien siente que se le

das: pensar la política sin desligarla de la cultu-

debe todo, propone la gratitud y la celebración,

ra, el territorio y el espíritu (270). En este punto,

que permiten la donación: “las comunidades que

el recorrido del beduino parece ser insuficiente.

se construyen desde la gratitud son creativas; las

El contexto nacional y el proceso político actual

que desde el resentimiento, autodestructivas”

necesitan explicación y análisis más detallados.

(256). Es el “Gracias a la vida” de Violeta Parra.

El recorrido de “caminante errante” al que nos

Asimismo, Warnken cuestiona nuestra polí-

invita Warnken también está lleno de posibili-

tica sin raíces y una ontología que brota de una

dades y sugerencias. Sin determinismo alguno,

modernidad “irresuelta”. Evidencia esta situa-

insinúa caminos para educarnos a nosotros

ción presentando la propuesta de Mario Gón-

mismos y a las nuevas generaciones a través del

gora en su Ensayo sobre el Estado y la Nación

pensar meditativo que se detiene ante las co-

en Chile, describiendo de forma certera lo que

sas, se contacta con la selva y el bosque, conoce

para el historiador fueron las “planificaciones

la naturaleza con sus nombres propios y no se

124


encierra en el invernadero de la cultura libresca.

Creer que el mundo desaparecerá por com-

Así, el autor busca rescatar una mirada integra-

pleto es creer, como Agustín, que al morir nues-

dora frente al conocimiento fragmentado y sitúa,

tro mundo muere todo, precisamente porque

en este ejercicio, a la poesía como acceso al len-

ese todo es nuestro. Pero cada ocaso tiene sus

guaje original y propio de esta tierra.

propios colores. Warnken describe aquello que es

Al contextualizar el texto de Warnken parece

valioso de nuestro mundo y lo atesora para que

evidente su necesidad de ir a Hipona y pensar en

no lo absorba el desierto. Especialmente cuando

cómo habrá experimentado Agustín esas trans-

se refiere a educación, llama a focalizarnos en

formaciones profundas. El curso de los aconteci-

lo más propio de nuestra cultura, lo primigenio

mientos en Chile y el mundo refleja las fracturas

y más auténtico, una reacción que ha sido muy

de todo aquello en lo que se creyó como solución

propia de nuestro tiempo, que se previene ante la

a los dilemas humanos: la paz y estabilidad que

crisis total tanto como otra confía en el progreso.

traería la globalización, la solidez de las demo-

Tal vez esa es la mayor distancia que habría que

cracias liberales, la fe en el progreso histórico

tener con este ensayo. Asumir el mundo al que

lineal y ascendente. Pero por las grietas de esta

traemos a las nuevas generaciones es, también,

modernidad se asoma el magma, y Warnken se

enseñar a vivir en él como responsables de este.

detiene a observarlo. El mundo tal como lo hemos

Para Arendt, la relevancia de este hecho se refleja

conocido parece suspenderse. El estallido social

en una profunda crisis de la educación, causada

y sus dinámicas, el COVID con sus calles vacías y

en parte porque hay adultos que rechazan toda

su sentimiento de vulnerabilidad o las protestas

responsabilidad con respecto al mundo: “para el

que manifiestan la debilidad de las democracias

joven los educadores representan un mundo cuya

liberales —y hoy agregaría la guerra— son esos

responsabilidad asumen, aunque ellos no lo hi-

particulares momentos que no hacen más que

cieran y aunque, de manera abierta o encubierta,

reflejar grandes transformaciones y, al mismo

prefirieran que ese mundo fuese distinto”.

tiempo, hacen aparecer nuestros propios miedos, aquellos que creíamos enterrados. Este es el contexto desde el cual escribe el autor. Un contexto que evoca al mundo de Agustín.

El desierto avanza... Divagaciones sobre nuestro tiempo Cristián Warnken Ediciones El Mercurio, 2021 348 páginas

Ana María Woolvett es historiadora de la Universidad Católica, magister en Historia y Gestión del Patrimonio y magister en Estudios Políticos de la Universidad de los Andes, donde actualmente cursa el doctorado en filosofía. 125


Ilustración: Alejandra Acosta

. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL

— Olimpo — ALBERT CAMUS

126


“A

una metáfora de la ocupación nazi en Francia, la

destino de artistas porque se sentían distintos,

novela cuenta la historia de una comunidad gol-

aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni

peada por la enfermedad en pleno siglo XX. Junto

su diferencia más que confesando su semejanza

al Mito de Sísifo (1942), La peste ofrece al lector un

con todos”, sostiene Albert Camus en su discur-

potente relato existencialista, corriente de la que

so de aceptación del Premio Nobel de Literatura,

Camus es uno de sus más notables exponentes. Sin

en 1957. A sus ojos, todo escritor debe ir y volver

un Dios al que recurrir, el hombre enfrenta la os-

hacia los demás, como un péndulo, sin jamás des-

curidad que define a la condición humana, aunque

prenderse de la comunidad en la que se ha forjado.

con la esperanza de dar a la vida un sentido que ni

Su voz ha de estar siempre al servicio de quienes

siquiera la muerte podrá arrancarle.

quellos que muchas veces han elegido su

padecen en silencio, y su vocación solo cobra ver-

Camus nunca se sintió atado a un grupo ni a una

dadero sentido cuando acepta las dos tareas que la

ideología. En la escena intelectual francesa de la

hacen grande: la verdad y la libertad.

posguerra siempre se distinguió por su libertad.

Nacido en Argelia en 1913 en el seno de una fa-

Quizás el mayor ejemplo de esto sea su ruptura

milia de colonos franceses, creció en uno de los

con Sartre, quien no le perdonó su dura crítica a los

barrios más pobres de Argel. Su padre, muerto en

socialismos reales, formulada en El hombre rebelde

la Primera Guerra Mundial, lo dejó poco antes de

(1951). Mientras Sartre acogía la violencia como un

cumplir un año, y su madre, analfabeta, no pudo

medio para lograr cambios, Camus la repudiaba,

proveerle una educación tradicional. Su paso por

sin importar su origen. Para este último, la verdad

los liceos, bajo la tutela de sus profesores Louis

no era de derechas ni izquierdas, sino un patrimo-

Germain y Jean Grenier, fue central en su for-

nio de la sociedad que merecía ser cuidado y de-

mación. Relatada maravillosamente en su novela

fendido a toda costa. En ese mismo espíritu, siem-

póstuma El primer hombre (1994), la experien-

pre estuvo dispuesto a discutir y escuchar: incluso

cia imprimió en el joven no solo el gusto por la

del error se aprende.

filosofía —especialmente por Nietzsche—, sino

Sus detractores no fueron pocos, ya que jamás

también un rasgo que atravesará toda su obra: la

transó en algo crucial: los medios informan, no

gratitud. Tras experimentar en carne propia lo que

bastan las buenas intenciones. “En estos momen-

es no tener un lugar en el mundo, Camus rescata

tos están poniendo bombas en los tranvías de Ar-

en clave autobiográfica la importancia de los lazos

gel. Mi madre puede estar en uno de esos tranvías.

humanos y de la atención desinteresada por otros,

Si la justicia es eso, elijo a mi madre”, dijo a raíz

ambos contenidos magistralmente en el vínculo

de los atentados terroristas de independentistas

educativo. En sus propias palabras, en la clase del

algerinos. En su obra Los justos (1949), Camus se

señor Germain “se los juzgaba dignos de descubrir

pregunta precisamente por la legitimidad del ase-

el mundo”.

sinato de un inocente cuando se persigue una cau-

Novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y pe-

sa noble. Para él no había dudas: eso no era posible.

riodista, Camus participó activamente en la prensa

La justicia, para ser real, debe ser concreta. De lo

de la época, principalmente en Combat, diario de

contrario pierde todo valor.

la Resistencia del que llegó a ser redactor jefe y

Antes de viajar a Suecia para recibir el Premio

editorialista. Pero fue la publicación de su primera

Nobel, Camus pidió a los padres de Simone Weil

novela, El extranjero (1942), el hito que consolidó

poder pasar un rato a solas en la habitación de la

su nombre. En medio de una realidad devastada, su

filósofa. Aun cuando no compartía con ella sus

voz fue un faro: en ella fue posible encontrar una

creencias religiosas, es posible reconocer en am-

fuerza inédita para enfrentar el caos que sobrevino

bos una fuerte apuesta por el ser humano, además

a la guerra y un impulso para cuestionar la socie-

de la añoranza por lo absoluto. Tres años después,

dad que emergía de sus cenizas.

la muerte le llegaría de manera temprana a cau-

“La plaga no está hecha a la medida del hombre,

sa de un accidente automovilístico. Junto al ma-

por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal,

nuscrito de El primer hombre, se encontraría en el

un mal sueño que tiene que pasar”, apunta el na-

automóvil un ejemplar de El hombre y lo divino, de

rrador de La peste (1947). Leída comúnmente como

María Zambrano.

127


últimos libros constitucionales ies

El Estado subsidiario, de Chantal Delsol

El federalista, de Alexander Hamilton, James Madison y John Jay

Tensión constituyente, de Claudio Alvarado

La moral del derecho, de Lon Fuller

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