N°7 / SEPTIEMBRE 2022 $8.000 | Santiago de Chile ISSN: 2452-5480
Mazzucato y la nueva izquierda chilena Álvaro Vergara Los límites de la revolución democrática Josefina Araos y Rodrigo Pérez de Arce El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa Gabriela Caviedes y Catalina Siles Entrevistas a Ricardo Brodsky, Daniel Mansuy y Lucy Oporto
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
puntoycoma © Punto y coma © Instituto de Estudios de la Sociedad Punto y coma Nº7, septiembre de 2022 Santiago de Chile Director: Claudio Alvarado Editor: Joaquín Castillo Coordinadores: María Josefina Poblete y Guillermo Pérez Comité editorial IES: Pablo Chiuminatto, Jorge Fábrega, Joaquín Fermandois, Braulio Fernández, Elena Irarrázabal, Daniel Mansuy, Héctor Soto y Alejandro Vigo Diseño: Huemul Estudio Colaboran en este número: Claudio Alvarado, Pablo Ortúzar, Joaquín Castillo, Josefina Araos, Rodrigo Pérez de Arce, Rosario Zanetta, Catalina Siles, Gabriela Caviedes, Álvaro Vergara, Manfred Svensson, Patricio Domínguez, Manuel Antonio Garretón, María Asunción Poblete, Noam Titelman, Juan Ignacio Brito, Eduardo Fuentes, Sylvia Eyzaguirre, Ricardo Salas, Jacqueline Dussaillant, María Josefina Poblete, Guillermo García, Gabriel Cid, Mary Mac-Millan y Ana María Woolvett. Ilustraciones y fotografías: Alejandra Acosta, Huemul Estudio, Cristián Soto. ISSN: 2452-5480 Impreso en Andros
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Editorial 04
Claudio Alvarado
Radiografía de la nueva izquierda Los límites de la revolución democrática 08 Entrevista a Ricardo Brodsky
16
El nihilismo y la infertilidad 25 política de la nueva izquierda Entrevista a Daniel Mansuy 30 El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa
37
Mazzucato y la nueva izquierda chilena 45 Entrevista a Lucy Oporto 54 Un lúcido pájaro de mal agüero 62
Josefina Araos y Rodrigo Pérez de Arce por Joaquín Castillo Pablo Ortúzar por Rosario Zanetta Gabriela Caviedes y Catalina Siles Álvaro Vergara por Manfred Svensson Patricio Domínguez
Rescate Las ideas de la renovación socialista 68
Manuel Antonio Garretón
Horas en la biblioteca 82 Contrapunto de María Asunción Poblete y Noam Titelman sobre El imperio del mal menor, de Jean-Claude Michéa. Reseñas sobre Íñigo Errejón y Álvaro García Linera; Fernando Atria; José Miguel Ahumada, Esther Wirth y Fernando Sossdorf, y Jean-François Braunstein Lorem ipsum La incuestionable vigencia de Gonzalo Vial 100 Entrevista a Andrea Kottow 106 Salir del victimismo 112 Buscando una imagen 116 En medio del derrumbe 121
Jacqueline Dussaillant por María Josefina Poblete Gabriel Cid Mary Mac-Millan Ana María Woolvett
Olimpo: Albert Camus 126
3
U
n momento estelar. Eso parecían vivir las
Radiografía de la nueva izquierda
fuerzas de la nueva izquierda chilena al comenzar este 2022. Mientras la Convención entraba en tierra derecha, Gabriel Boric se disponía a portarse la piocha de O’Higgins luego de un categórico triunfo en el balotaje presidencial. Así parecía consolidarse el éxito de un movimiento político y generacional que, desde 2011, había levantado una crítica lapidaria contra la derecha posdictadura y la antigua Concertación. Ese proyecto ahora alcanzaba el poder, anunciando un ciclo de grandes transformaciones encabezado por los mismos exdirigentes estudiantiles que, apenas una década atrás, habían cuestionado sin piedad al Chile de la transición. Los problemas, sin embargo, llegarían antes de lo imaginado. Pocos días después de asumir el nuevo gobierno, la flamante ministra del Interior, Izkia Siches, fue expulsada literalmente a balazos de Temucuicui, en lo que sería un crudo anticipo de las dificultades en materia de orden público y gestión del aparato estatal. Como es sabido, la lista de desaguisados es extensa e incluye desde vencimiento de plazos judiciales e incordios diplomáticos hasta polémicas con otros poderes del Estado, con la prensa y con sus socios de coalición —al ministro Jackson llegaron a tildarlo de “destructor de instituciones democráticas” desde las filas socialistas—. En paralelo, el trabajo del órgano constituyente pasaría a estar progresivamente bajo la lupa, y también ocurriría lo mismo con La Moneda: al intentar levantar al Apruebo de cara al plebiscito de salida, el oficialismo sería acusado de un intervencionismo electoral desconocido durante los últimos treinta años. En suma, y más allá del resultado del plebiscito —estas líneas se escriben los primeros días de agosto—, la entrada de la nueva izquierda al palacio de gobierno ha sido bastante más polémica e ingrata de lo previsto. Y, por lo mismo, las preguntas se multiplican: ¿cómo explicar el desfase entre las expectativas generadas antes de alcanzar el mando de la nación y los vaivenes experimentados ex post? ¿Por qué al mismo tiempo que se plantean grandes transforma-
ciones son tantos los problemas en la gestión
ximación a la violencia y el tipo de feminismo y
cotidiana del aparato público? ¿Cómo habrían
perspectiva de género que hoy los inspira. Se tra-
actuado ellos frente a la actual administración si
ta de un análisis crítico de muchos de estos plan-
fueran oposición? ¿Era prudente arriesgar de esa
teamientos, pero que se toma en serio las ideas
manera el capital político de Gabriel Boric ante
y propuestas de quienes hoy habitan La Moneda.
el plebiscito constitucional? En fin, ¿qué desafíos
En términos simples, la apuesta es reflexionar
implican esta clase de tensiones para los meses y
sobre los principales ejes políticos e intelectuales
años que siguen?
de este mundo, con vistas a comprender tanto la
La convicción que inspira esta nueva edición de Punto y coma es que para explorar ese tipo de
coyuntura actual como sus posibles perspectivas de futuro.
interrogantes hay que intentar levantar la mi-
En este escenario, la lectura de los textos que
rada y preguntarse por el trasfondo que subyace
componen la sección central de Punto y coma 7
al protagonismo político de la nueva izquierda
obliga a preguntarse si la nueva izquierda chi-
criolla. Dicho de otro modo, para explicar tanto
lena no debió aquilatar mejor la historia de las
su rápido ascenso al poder como los problemas
últimas décadas —la renovación socialista de los
antes referidos se requiere indagar en el origen
años ochenta y sus lecciones parece totalmente
e inspiración de este proyecto, en sus elementos
fuera de su horizonte—; si cuenta con un pro-
distintivos y en sus raíces políticas e intelectua-
yecto político que permita ejercer con la eficacia
les. Ese es, precisamente, el propósito de la sec-
que se requiere el poder del Estado, sobre todo
ción central de esta revista.
a la hora de resguardar el orden público; si aca-
Como es habitual, en ella se encontrarán artí-
so no se trata más bien de un sueño de trans-
culos más o menos extensos, entrevistas, reseñas
formación cultural de la vida social, con todo lo
de libros y documentos históricos. Naturalmen-
que esto implica; si tiene las herramientas para
te, se trata de un ejercicio complejo y desafian-
aceptar los cambios, prioridades y vaivenes de la
te, pues se examinan las prácticas e ideas de un
sociedad chilena cuando ellos no calzan con su
grupo político joven y que dirige el país por vez
propia agenda; y, en fin, si acepta o no la legiti-
primera. Si se quiere, el fenómeno analizado re-
midad de sus adversarios políticos.
presenta algo así como una noticia en desarrollo
Esta revista se detiene en asuntos de esa ín-
y, en consecuencia, los argumentos y conclusio-
dole, pero también en temas que van más allá de
nes que se despliegan en las páginas que siguen
la política de la mano de una sección miscelánea
son inevitablemente parciales o provisorios;
que, como de costumbre, subraya la autonomía
y bien podrían cambiar a través del tiempo. No
e importancia de las artes y humanidades. Por-
obstante, también es claro que durante los úl-
que, a diferencia de lo que cree cierta izquierda,
timos diez años el mundo de la nueva izquierda
una de las principales convicciones que subyace
ha recorrido una trayectoria determinada, que
a Punto y coma —y al trabajo del IES en general—
revela ciertas dinámicas políticas, antecedentes
es que no todo es político. Esta dimensión es fun-
conceptuales y conexiones internacionales que
damental para la vida personal y colectiva, pero
ayudan a entender su controvertido presente.
la condición humana se queda trunca sin el cul-
A continuación, el lector podrá profundizar
tivo del conocimiento y el arte; sin la experiencia
precisamente en ese tipo de contenidos, desde
estética y religiosa; sin aquellos vínculos afecti-
el desempeño de los líderes del Frente Amplio
vos y de amistad que el Estado debe apoyar, pero
en sus años en la dirigencia estudiantil hasta
a los cuales jamás podrá reemplazar.
su relación con el Podemos español, pasando por su singular nostalgia del Chile de los sesen-
Claudio Alvarado
ta y setenta —el mismo que, supuestamente,
Director
necesitaba una revolución—, sus vínculos con ideólogos locales, su mirada económica, su apro5
Los límites de la revolución democrática JOSEFINA ARAOS Y RODRIGO PÉREZ DE ARCE
8
A
inicios de febrero de 2022, una destacada
cuestionado por su esencialismo, que asignó a la
voz chilena iniciaba una entrevista con estas
clase obrera una prioridad aparentemente injus-
palabras: “Pablo, compañero, un gusto gigante
tificada, o al menos insuficiente, en la trayecto-
hablar contigo. (…) Para mí es un honor hablar
ria revolucionaria. Ese mundo obrero debía ser
con La Base, (…) el nuevo proyecto que están
reemplazado por la articulación y movilización
lanzando, cuenten conmigo”. No se trataba de
permanente de los diversos grupos oprimidos,
cualquier persona. Era la primera entrevista a
unidos por su condición de subalternidad, úni-
un medio español del presidente electo de Chile,
ca y verdadera garantía de inclusión. Esa era la
Gabriel Boric, y su interlocutor no era otro que
nueva estrategia política diseñada para avanzar
Pablo Iglesias, comunicador y político, fundador
en la instalación de la denominada democra-
del emblemático Podemos español. La Base es
cia radical.
su programa radial, lanzado luego de su retiro
En este ensayo nos interesa introducirnos de
de la política activa tras la derrota de “Unidas
manera general en ese marco intelectual, que
Podemos” en la elección para la Asamblea de
permeó de forma importante en el Frente Amplio
Madrid de 2021.
chileno. Para ello, presentaremos someramente
El episodio es relevante porque muestra un
en qué consiste la “radicalización democrática”,
vínculo conocido entre los mundos de cada uno.
revisaremos luego su aplicación al caso chileno
Tanto Iglesias como Boric han destacado su afi-
y mostraremos finalmente en qué medida este
nidad con la trayectoria política del otro. Asi-
marco explica algunas de las dificultades de la
mismo, ambos comandaron cuestionamientos
nueva izquierda a la hora de articular su pro-
profundos al orden partidario vigente en sus res-
yecto político. Nuestra intuición es que la misma
pectivos países —aunque con distinto éxito—.
idea de radicalización democrática, base de su
Pero lo que interesa a los fines de este ensayo es
éxito al permitirle instalar un diagnóstico crí-
el hecho de que comparten un proyecto político,
tico y movilizador sobre el presente, les impide
o al menos una de sus dimensiones centrales, y
hoy dar forma a un horizonte de acción estable
que Iglesias resume bien al inicio del mismo pro-
y convocante.
grama: la “radicalización democrática”. Inspirado en la reflexión de Chantal Mouffe y Ernesto
Un proyecto transnacional
Laclau, este proyecto busca sentar las bases para una izquierda posmarxista; esto es, una nueva
Íñigo Errejón, segundo a bordo de Podemos hasta
izquierda. El fracaso de los socialismos reales y
su quiebre con Pablo Iglesias, en noviembre de
la formulación de severas críticas a las teorías
2014 definía la agenda de radicalización demo-
marxistas clásicas hicieron necesaria una nue-
crática de este modo: no hay mayoría solo con
va conceptualización del conflicto político, así
la clase obrera industrial, hay que sumar acto-
como una redefinición del sujeto protagonista
res y articularlos para crear un conjunto nuevo,
de su agenda emancipatoria. El marxismo fue
con un nuevo horizonte; una creación que es
9
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
‘multiplicación’ porque implica más que hacer
desarrollará luego Chantal Mouffe. Esta había
alianzas. En sus palabras, se trata de “constituir
sido desconocida por un liberalismo que aspiraba
una voluntad popular nueva”1. Errejón resume
a borrar las diferencias, inspirado por la preten-
bien la apuesta. En un escenario completamente
sión ilustrada de un consenso racional definitivo.
distinto al del siglo XX, había que abandonar el
El principal peligro de esa pretensión, además de
énfasis exclusivo en los trabajadores, predomi-
eliminar en última instancia la política, reside en
nante hasta entonces en la agenda marxista. Se-
el hecho de ocultar que tal consenso eventual no
gún Errejón, y siguiendo la propuesta de Laclau
es más que el disfraz de la hegemonía del grupo
y Mouffe, el “estatus privilegiado de las clases”2
que logra consolidarse en el poder. Así, los auto-
había terminado por volver ciego al marxismo
res proponen la constitución de una política ago-
respecto de las múltiples formas que podían to-
nista, trayendo de vuelta tesis cuestionadas de
mar las relaciones de opresión. Este esencialismo
Carl Schmitt, que sitúe en el centro la confron-
se reveló insuficiente para los desafíos posterio-
tación de las distintas visiones de mundo. En esa
res a la Segunda Guerra Mundial: la propia clase
disputa juega un papel clave el concepto de “sig-
trabajadora vivía cambios importantes, mientras
nificante vacío” definido por Laclau, la verda-
en paralelo surgían nuevos “antagonismos” en
dera alternativa al esencialismo marxista. No se
que “minorías excluidas” eran reivindicadas por
debe establecer a priori el protagonista ni el con-
los nuevos movimientos sociales . La tarea ya no
tenido de la agenda de esta nueva política, sino
solo era convocar a un determinado grupo, sino
que se especificará según el contexto particular
3
“multiplicar” la composi-
donde ella se desarrolle. Lo
ción de la agenda transfor-
relevante es que, como un
madora, volviendo los ojos
espacio disponible, sea ca-
a las diversas identidades:
Este mundo criticó en duros
paz de llenarse con las rei-
mujeres, disidencias se-
términos el orden de los
vindicaciones dispersas de
xuales, pueblos indígenas,
denominados 30 años, y mostró
los grupos oprimidos. La
inmigrantes, entre otros, deberán
ser
articulados
para dar forma a esta nue-
una significativa distancia respecto de la herencia de la transición.
va voluntad popular. En
paradoja, evidenciada después por sus críticos, será que esa política, originalmente identificada con la
eso consiste la tarea de la política, pues la frag-
izquierda, termine siendo dotada de contenido
mentación distintiva de esta época oculta las ex-
por el otro extremo del espectro político.
periencias comunes de los sujetos, donde existen
Ahora bien, ese significante vacío que da forma
formas variadas de resistencia4. Por lo mismo, es
a la política agonista que Laclau y Mouffe quie-
el proyecto político el encargado de entregarles
ren inaugurar, tiene un objetivo delimitado: una
un sentido compartido para asociarse, sintetiza-
“revolución democrática” que en el mundo de la
do en la figura de un adversario común que les
posguerra busca superar la “sociedad jerárqui-
permite vincularse.
ca y desigualitaria”5, poniendo en evidencia sus
Se trata de un intento por recuperar la con-
tensiones. La apuesta no es “romper con la ideo-
flictividad que constituye lo político, como
logía liberal democrática sino al contrario, profundizar el momento democrático de la misma”,
1
Fort Apache, Podemos y el populismo. https:// www.youtube.com/watch?v=hqUv41yMgv0. Desde minuto 3:37. Las cursivas son nuestras.
ampliando esa democracia y extendiéndola a todas las esferas y a todos los vínculos sociales (por eso, hasta lo “personal” termina siendo “políti-
2 Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista: hacia una radicalización de la democracia (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2004), 202.
co”6). Es esa promesa de ampliación y extensión
3 Ibid. 203.
5 Laclau y Mouffe, 197.
4 Ibid., 197.
6 Ibid., 222.
10
la que hace posible el vínculo entre las distintas
luchas que, de otro modo, no tendrían identi-
La radicalización democrática en Chile
dad común alguna: la superación de las opresiones, arbitrariedades y metas no cumplidas de
Aunque no es la única influencia, la reflexión
las democracias liberales. El populismo, nombre
iniciada por Laclau y Mouffe fue recibida y tra-
que darán a ese significante vacío, es reivindi-
ducida políticamente por el FA en Chile. Este
cado e identificado así con una nueva agenda
mundo criticó en duros términos el orden de los
de izquierdas.
denominados 30 años, y mostró una significati-
La apuesta no está exenta de riesgos, y los pro-
va distancia respecto de la herencia de la tran-
pios autores son conscientes de ellos. Su crítica al
sición. Este cuestionamiento fue especialmente
“apriorismo esencialista” de la tradición de iz-
claro durante la movilización estudiantil del 2011
quierdas busca poner en evidencia el dinamismo
que, de la mano de la bandera de educación pú-
y carácter cambiante de lo social. La revolución
blica, gratuita y de calidad, quiso evidenciar la
democrática no puede tener destinatario es-
mercantilización de bienes fundamentales en
tablecido de antemano, porque los sujetos in-
nuestro país. Se trata de una hipótesis que ganó
dividuales y colectivos están en permanente
adhesión ciudadana e impacto a nivel político, lo
transformación y la política de izquierda debe
que se expresa en la carrera que muchos de los
observar todo el tiempo ese movimiento. Su ta-
líderes del movimiento iniciaron poco después
rea es simplemente reconocer los nuevos lugares
en el Congreso; y en las reformas estructurales
donde se articulan las resistencias7. Sin embargo,
—con la gratuidad universitaria como punta de
el rechazo de ese apriorismo vuelve a los prota-
lanza— presentadas por el segundo gobierno de
gonistas de la acción política figuras abstractas,
Michelle Bachelet.
y en medio de tanta diferencia, aparece el riesgo
Sin embargo, su denuncia fue más allá: la crítica
de que falte “toda referencia a esa unidad que, si
a los 30 años era también un cuestionamiento al
bien es imposible, es, sin embargo, un horizonte
modo de entender y ejercer la política en nuestro
necesario” para construir proyectos colectivos.
país. La época de “los consensos” fue impugna-
Laclau y Mouffe quieren resistir la posibilidad
da por esta generación que denunció la negación
de que se elimine “todo punto de referencia co-
del conflicto político y la reducción del poder a
mún”, ya que reconocer solo la diferencia vuelve
un mero problema técnico. La dura evaluación
imposible la articulación colectiva. En ese caso
que hacen del periodo se podría resumir así: ya
no se trataría más que de otro camino, como
no había grandes disputas ideológicas, solo el
ellos mismos reconocen, que conduce a terminar
desafío de ponerle “rostro humano” a nuestro
con la política. Es una apuesta que puede ter-
liberalismo. Esta idea está presente en varios
minar fragmentando y disolviendo toda unidad
referentes del conglomerado, como Fernando
futura . A esto podríamos agregar otro peligro,
Atria9 e incluso Gabriel Boric10, y fue formulada
menos identificado por los autores: el esfuerzo
casi en los mismos términos que los utilizados
por no asignar jerarquía a ninguna causa o actor
por Laclau y Mouffe. Se habría permitido así la
puede constituir una utopía, pues la realidad
perpetuación de lógicas instauradas en dictadu-
obliga siempre a establecer prioridades; siempre
ra, en connivencia con una derecha cómoda en la
habrá que elegir. Y son de hecho algunos de estos
cultura del veto, quedando toda la clase política
8
peligros los que el propio Frente Amplio chileno ha experimentado en el despliegue de esta nueva revolución.
7 Ibid., 222-223. 8 Ibid., 234.
9 Fernando Atria, Neoliberalismo con rostro humano: veinte años después (Santiago: Catalonia, 2013). 10 Boric rescataba la oposición de Podemos en España a “una socialdemocracia deslavada como camino a una supuesta humanización del neoliberalismo”. Gabriel Boric, Podemos, aprendizajes para Chile, sin calco ni copia. Disponible en https://rebelion. org/podemos-aprendizajes-para-chile-sin-calco-ni-copia/
11
ciega a los cambios y demandas de la sociedad
del propio Boric, que escribía con admiración las
chilena. Esta combinación, entre otras cosas, iría
siguientes líneas a partir de la experiencia de Po-
configurando el llamado malestar que terminó
demos en 2016: “Lo que el marxismo tradicional
de estallar el 18 de octubre de 2019. No es casual
consideró históricamente como ‘frentes secun-
que la lectura construida por el FA sobre la crisis
darios’ (feminismo, ecologismo, movimientos
de los últimos años tuviera cierto éxito, estable-
de minorías raciales y de género, entre otros),
ciendo (aparentemente) los ejes de la política del
son elementos de primera línea en su desplie-
futuro. La implacable crítica de esta nueva gene-
gue político. Si bien reconocen la importancia
ración fue la base de su posicionamiento político
del análisis de clase, no subordinan toda dispu-
y de la definición de su proyecto. El orden neo-
ta a este, comprendiendo, acertadamente a mi
liberal habría impedido ampliar la democracia a
entender, la importancia de temas que han sido
aquellos grupos subalternos, invisibilizados por
permanentemente relegados a un lugar de tras-
el consenso imperante, donde la clase era ape-
tienda en la izquierda tradicional”11.
nas una de muchas otras reivindicaciones olvi-
No es casual que varios de los temas que Bo-
dadas. Que Gabriel Boric haya ganado la última
ric esbozaba en ese entonces aparezcan en-
elección presidencial —después de una Conven-
tre las prioridades del ahora presidente y de su
ción donde predominaba justamente el mundo
coalición. Y podemos confirmarlo en su propio
que daría forma a su coalición— los hizo creer
programa. Allí destacan la idea matriz de un go-
que su diagnóstico era acertado y hegemónico. El
bierno feminista y ecologista, la plurinacionali-
tiempo de constituir una nueva voluntad popular
dad, una “estrategia intersectorial de ciudadanía
parecía llegar al fin. Pero las cosas siempre son
sexual”, modificar la ley de identidad de géne-
más complejas.
ro, todo dentro del marco del “reconocimiento de identidades”, sobre todo de quienes han sido
Las identidades al poder
“sistemáticamente discriminados: niñas/mujeres, minorías sexuales, pueblos indígenas, per-
La influencia de Laclau y Mouffe y el vínculo con el proyecto español se confirman en la reflexión
12
11 Gabriel Boric, Podemos, aprendizajes para Chile.
sonas en situación de pobreza”. La clase trabaja-
la sociedad12. De cierto modo, pareciera ser que
dora queda como un actor secundario, ya que lo
la carta fundamental en que piensa Bassa es lo
central es la convocatoria a los distintos grupos
que hace existir al pueblo, de manera tal que lo
oprimidos. Las dificultades del FA para alcanzar
que había antes se subordina a lo que se puede
arraigo social parecen inseparables de la pregun-
moldear a partir del pacto político. Una forma
ta por las consecuencias del énfasis en los grupos
de teología política donde la constitución de la
reivindicados. Y el modo en que se reformuló el
voluntad popular se revela como pura construc-
cargo de Primera Dama, cuyas funciones se en-
ción, con todas las implicancias que ello puede
focarían en “la discriminación de grupos histó-
tener. Es difícil separar el proyecto más amplio
ricamente excluidos, con enfoque interseccional,
del cual participa Bassa —la radicalización de-
de derechos humanos y perspectiva de género
mocrática— de su aterrizaje constitucional, en
inicialmente con énfasis en pueblos indígenas,
el que la carta fundamental termina ajustando el
migración, género y diversidad sexo-genérica”,
pueblo que es al pueblo que debe ser. “Uno de los
es ilustrativo del mismo fenómeno.
principales desafíos de todo proceso constitu-
Este mismo espíritu impregnó la Convención.
yente es reconfigurar las relaciones de poder po-
Es evidente que allí convivieron muchos pro-
lítico, económico y social de un país”13. De hecho,
yectos de izquierda, donde el FA era uno más.
Bassa llegaba a afirmar que debíamos reconsti-
Sin embargo, su facción fue decisiva, y figuras
tuir incluso nuestra vida cotidiana: “podemos
ligadas a ese mundo tuvieron un papel deter-
reescribirla en base al respeto universal de todos
minante en ella. Así, es posible leer las justifica-
nuestros derechos, sin discriminaciones econó-
ciones dadas y muchas normas aprobadas desde
micas, de género, de etnia o territoriales y con
la influencia intelectual que aquí analizamos.
una perspectiva feminista transversal”14.
Podemos identificar por ejemplo una marcada
Como puede verse, este proyecto ha sido in-
tendencia a promover normas de carácter iden-
fluyente en nuestro espacio público. Esto se debe
titario en el texto, haciendo una constante rei-
a varias razones. Junto con la crítica teórica al
vindicación de la particularidad. Esto aparece de
marxismo tradicional, el proyecto delimitado
manifiesto no solo en las normas más controver-
por la reflexión de Laclau y Mouffe ofrece un plan
siales en materia de derechos sexuales y repro-
de acción que a primera vista se acomoda bien al
ductivos, o las perspectivas de plurinacionalidad
mundo contemporáneo. Habitamos hoy socie-
y de género para el ejercicio del poder, sino tam-
dades fragmentadas, en contextos de debilita-
bién en el modo de organizar el Estado. Vemos
miento progresivo de los partidos políticos y de
así la configuración de una amplia variedad de
las militancias largas, mientras en paralelo co-
instituciones atomizadas y autónomas a nivel
bran fuerza reivindicaciones particulares y con-
regional, donde el motor fue el aseguramiento
tingentes. Género, medio ambiente, etnias, entre
exclusivo de la autonomía, sin una preocupación
otras, se levantan como banderas movilizadoras
clara por los necesarios límites y contención de
a partir de las cuales parece más eficaz orientar
ese único principio, así como la referencia a la
la acción política. Incluso si tomamos distancia
unidad mayor que los vincula.
de una crítica a los 30 años que parece despiada-
Pero no se trata simplemente de mirar el tipo
da, puede pensarse que el FA acertó al identificar
de normas aprobadas, sino también su funda-
una política que, por las razones que fuera, pare-
mentación. Al leer los artículos del libro La Cons-
cía temer al disenso y al conflicto político. No es
titución que queremos (2020), editado por los exconvencionales Jaime Bassa y Christian Viera (ambos vinculados al FA), aparecen varios elementos que muestran la comprensión que los inspira. Según Bassa, la Constitución no se reduce a su dimensión puramente jurídica, sino que está llamada a constituir políticamente a
12 Jaime Bassa, Juan Carlos Ferrada y Christian Viera (eds.), La constitución que queremos: propuestas para un momento de crisis constituyente (Santiago: LOM, 2019), 19. 13 Punto 9, https://jaimebassa.cl/wp-content uploads/2021/03/decalogo.pdf 14 https://jaimebassa.cl/conoceme/
13
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
azaroso que su lectura del pasado y su proyecto
Pobreza de la radicalización
cobraran fuerza después de la más profunda crisis desde el retorno a la democracia. Esto es, en
En una entrevista reciente, el cientista político
parte, por su capacidad para haber encontrado
Juan Pablo Luna criticaba al FA en duros térmi-
un punto certero de crítica y, al mismo tiempo,
nos: el conglomerado “no tiene bases sociales ni
ofrecer un camino de acción.
organización a nivel popular. Quiere gobernar
Sin embargo, apenas llegaron al poder, el pro-
para un pueblo que en rigor no conoce y al que
yecto ha mostrado sus fisuras. De la mano de la
en el mejor de los casos solo le llega ‘Gabriel’”,
Convención y con el arribo a La Moneda, el an-
afirmó el académico16. La observación es revela-
tagonismo de su práctica política y la reivindi-
dora. La nueva voluntad popular que buscaban
cación fragmentada de identidades han sido un
no ha logrado hacerse efectiva, tanto por difi-
impedimento para convocar y sostener grandes
cultades para ampliar las bases de este mundo,
mayorías, para ampliar una base que sigue sien-
como para articular un relato donde se afirme
do fundamentalmente de élite y para construir
algo más que particularidades. Ocurre también,
proyectos colectivos que permitan orientarse
como anticipamos al comienzo, que la preten-
hacia el futuro. Por un lado, no deja de ser pa-
sión antiesencialista termina por subordinar a
radójico que el triunfo en segunda vuelta haya
los grupos que, en la práctica, siguen siendo los
requerido un giro significativo de Gabriel Boric.
más desaventajados. La clase sigue siendo una
Su conexión con el Chile actual a nivel masivo y
de las principales variables para explicar las dis-
mayoritario le exigió re-
tintas formas de exclusión
negar de una porción no
en Chile y América Latina.
menor de sus críticas a los
La agenda identitaria, cie-
30 años, incluyendo nue-
Los problemas que evidencia este
vos énfasis, prioridades y
Frente Amplio no son exclusivos de
no solo hablar a distintos
hasta una nueva imagen.
nuestro país, y repercuten en una
grupos fragmentados sin
Por otro lado, las dificultades en sus primeros
izquierda global cuyas premisas muestran tensiones similares.
meses de gobierno están ancladas en parte en una
ga a esa realidad, arriesga
nada en común, sino sobre todo a elitizarse por no lograr conectar con las aspiraciones de las gran-
premisa intelectual y un proyecto político que no
des mayorías. Que el nuevo gobierno haya teni-
logra abrir un horizonte de largo plazo que en-
do que empezar su mandato asumiendo, contra
tronque con las reales aspiraciones ciudadanas.
su voluntad, un conflicto inédito en materia de
Como decía Carlos Ominami, el éxito del proyec-
seguridad habla de esas dificultades. La alianza
to “prosperará en la medida en que construya
entre la radicalización democrática y los grupos
un respaldo mayoritario que [lo] sostenga y ga-
desfavorecidos duró hasta que las prioridades de
rantice, al mismo tiempo que espacios para que
estos últimos cambiaron.
la minoría tenga la posibilidad de desarrollarse
Conviene recordar en todo caso que los pro-
y hacer posible la alternancia” . Quizás esto se
blemas que evidencia el Frente Amplio no son
deba en parte al hecho de que la lógica política
exclusivos de nuestro país, y repercuten en una
adoptada funcionaba bien en la oposición, pero
izquierda global cuyas premisas muestran ten-
hizo crisis al llegar al poder. La crítica no basta
siones similares. Quien describió con mayor
para gobernar.
precisión el fenómeno de alejamiento entre las
15
izquierdas y las clases populares es el francés Jean-Claude Michéa. En El imperio del mal menor,
15 Carlos Ominami, “La nueva imagen internacional de Chile”, La Tercera, 3 de marzo de 2022.
14
16 “Juan Pablo Luna: “Si lo que el Frente Amplio quería era transformar, deberá hacerse cargo de sus evidentes limitaciones””, por María José O’Shea. La Tercera, 3 de julio 2022.
Michéa critica con dureza a una izquierda que,
entre sí, por el solo hecho de que sean circuns-
en los hechos, ha terminado por abrazar el pa-
tancialmente unificables en torno a un adversa-
radigma liberal, dejando de lado la posibilidad
rio común, pero que a la hora de implementar en
de una comunidad “que se organice como tal”17.
positivo una alternativa, revienten en cualquier
La dispersión de la sociedad en tantas identida-
dirección”. Habrá que ver si acaso hoy, estando
des como individuos existan vuelve extrema-
en el poder, es capaz de conducir a su gobierno
damente difícil proponer un proyecto que logre
evitando tal explosión. Puede que esa aproxi-
articular un sentido e instituciones compartidas.
mación rindiera frutos para unir a su coalición
Al mismo tiempo, al ensalzar esa elección indi-
de cara a la elección presidencial. Sin embargo,
vidual, termina despreciando aquello que George
arriesgan un paulatino alejamiento de las mayo-
Orwell llamara la decencia común: ese patrimo-
rías que, siendo críticas con el presente, se resis-
nio moral de las capas populares, modesto, pero
ten a la lógica identitaria y terminan sintiéndose
de incalculable valor para una sociedad que busca
abandonadas. El desafío consiste en construir
orientarse en medio de la fragmentación. Por
una hipótesis donde el adjetivo “democrático”
momentos, son justamente esos grupos los que
sea efectivo y honesto. Y ello exige que la críti-
se oponen con más fuerza a los valores defendi-
ca del presente no sea total. La identificación de
dos por la revolución democrática. El rechazo a
los 30 años con mero neoliberalismo y herencia
la inmigración, las resistencias a la transforma-
de la dictadura impide conectar con aquellas
ción del lenguaje o la reproducción de prejuicios
dimensiones valoradas por una ciudadanía que
de género suele darse en los grupos más pobres
siente que tiene mucho que perder. Como dije-
que, ante su porfía, suelen volverse objeto del
ra Hannah Arendt, si no hay reconciliación con
más absoluto desprecio. Esa ha sido, de hecho,
las propias circunstancias, se volverá imposible
la tónica seguida por distintas democracias oc-
constituir un mundo común en torno al cual las
cidentales en el último tiempo.
distintas identidades se encuentren. Y en ese caso
Pocos advirtieron este riesgo con la lucidez de
no sabrán escapar a la mera afirmación de la di-
Gabriel Boric en 2016: “El riesgo que creo im-
ferencia y la fragmentación que, como ellos bien
portante anotar es la posibilidad de estar ger-
saben, no es más que otro camino para poner fin
minando una bomba de demandas incoherentes
a la política.
17 Jean-Claude Michéa, El imperio del mal menor (Santiago: IES, 2020), 49.
Josefina Araos es licenciada y magíster en historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, y estudiante del doctorado en Filosofía de la Universidad de los Andes. Ha publicado Católicos y perplejos. La Iglesia chilena en su hora más oscura (Ediciones UC, 2018) y El pueblo olvidado. Una crítica a la comprensión del populismo (IES, 2021). Rodrigo Pérez de Arce es abogado y magíster en sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y subdirector del IES. Es autor de Contra todo lo podrido. Crónica del nacionalismo chileno (Planeta, 2022). 15
RICARDO BRODSKY:
“La Convención fue un fracaso en la construcción de un consenso” Fotografía: Cristian Soto Quiroz
POR JOAQUÍN CASTILLO
Militante de la izquierda durante toda su vida y exdirector del
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky
conoce bien la trayectoria y el pensamiento de quienes hoy están en La Moneda. En esta entrevista, Brodsky plantea algunas de las dificultades que se le abren a la coalición de Gabriel Boric y analiza críticamente el desempeño de la Convención Constitucional.
¿Cómo lees el quiebre entre la Concertación y
¿Y qué pasa con la izquierda tradicional frente a
la nueva izquierda? ¿Cuáles son las principales
estos movimientos?
características de esta nueva generación? La gran diferencia con la izquierda tradicional es Yo creo que es un mundo que se inspira en una
que esta última viene del marxismo. Por tanto,
especie de posmarxismo, donde la determina-
tiene un universal desde el cual mira el mundo.
ción económica y las clases sociales pasan a ser
También asume estas demandas más específi-
menos relevantes. Estos conceptos ya no son el
cas de movimientos sociales, en eso no hay tanta
motor de la izquierda, y a través de múltiples
diferencia, pero con menos fuerza, con menos
movimientos sociales y demandas —feminis-
identidad. La vieja izquierda tiene un concepto
mo, indigenismo, medio ambiente—, empiezan
de nación, entonces relativiza mucho más estos
a surgir muchos particularismos que la izquier-
particularismos.
da hace suyos y finalmente encarna. Y su teoría del cambio social apunta a que a través de estos
¿Y las coincidencias entre la vieja y la nueva iz-
conflictos particulares se va produciendo una di-
quierda?
námica de la sociedad que permite profundizar la democracia. Se propone un tipo de democracia
Hay un campo común muy grande. El socialis-
que no es la democracia liberal; en eso coinciden,
mo democrático y el Frente Amplio, al menos
peligrosamente a mi juicio, con el populismo
la mayoría que representa a Boric y Jackson,
latinoamericano, por ejemplo el peronismo o el
van hacia una cierta convergencia. Además, hay
chavismo, que tienen una idea de la democracia
un tema generacional que es muy importan-
como una guerra entre amigos y enemigos.
te. Esta generación de nueva izquierda irrumpe
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
violentamente, con una crítica feroz a la Concer-
en su conjunto, y eso va produciendo una cier-
tación y a los años de la transición. Pero lo tuvo
ta ruptura con esa base social. Les va a costar y
que hacer porque necesitaba irrumpir, patear la
les está costando, pero, por ejemplo, la pérdida
mesa. Hoy que son gobierno empiezan a recupe-
de apoyo hacia Boric que se ve en las encuestas
rar muchos de los valores y de las políticas de esa
tiene mucho que ver con que necesita separarse
vieja izquierda.
de su base más radical, y esa base radical que es parte de su apoyo se empieza a sentir defraudada
¿No hay una situación imposible de superar
y empiezan a ver otras opciones.
cuando esta izquierda se construye desde la multiplicidad, desde la diversidad de banderas
¿Lo pueden desbordar por la izquierda de su
y causas?
coalición?
Ahí se va a vivir una contradicción que se ex-
Jadue, por ejemplo, busca aprovechar eso. Pero,
presa, a mi juicio en forma bastante clara, en la
bueno, Jadue creo que no tiene cómo, porque el
Convención Constituyente, donde estuvieron los
Partido Comunista no es parte de esa nueva iz-
fieles representantes de estos movimientos, de
quierda, aunque tiene algunas dirigentas con
estos particularismos, y, por otro lado, el Frente
afinidades generacionales, de historia, y son ex-
Amplio, el Partido Comunista, los socialistas
traordinariamente buenas, pero desde el punto
que, si bien se apoyan en estos grupos, tienen
de vista doctrinario, ideológico, es otra cosa.
una mirada es más global y no se casan, digámoslo así, con cada uno de
¿Ves ánimos refundacio-
esos movimientos.
nales en la izquierda de la
¿Podrías darnos algún ejemplo?
[Hay una izquierda] que se refugia en sus principios o sus valores exclusivos y excluyentes
Es muy claro en el tema
y no busca construir un acuerdo
medioambiental: la comi-
con el conjunto de la sociedad.
sión
de
medio
ambiente
Convención, en la izquierda que hoy día está en el Gobierno? Yo creo que sí. ¿En qué se manifiestan?
sufrió el rechazo de prácticamente todas sus normas, no una, sino varias
Se manifiestan en la idea de cambiar radical-
veces, y en ese rechazo participaron el Frente
mente el sistema político. Hay que acordarse de
Amplio y el Partido Comunista. Entonces surge
que el Frente Amplio iba, en la discusión cons-
una nueva contradicción en este mundo amplio
titucional, hacia un parlamentarismo que tuvie-
de izquierda, entre gente o partidos que tienen
ron que disfrazar, digámoslo así. Pero igual hay
una mirada de país y otros que tienen una mirada
un cambio importante en su propuesta: hay una
solo limitada a sus particularidades, y cuyo inte-
Cámara, que si bien no es única, es súper pode-
rés es llegar lo más lejos posible en su tema. Y los
rosa frente a la otra. Hay, además, un Gobierno y
que han llegado más lejos son los representantes
un presidente mucho más débiles: el mandatario
de los pueblos originarios, sin duda.
pierde la exclusividad sobre el gasto público, lo que no es menor, y pierde además los estados de
¿Cómo se puede, desde allí, plantear un proyec-
emergencia. Es decir, pierde atribuciones para
to de mayorías?
manejar la economía, para manejar el orden público, de manera que hay ahí un ánimo refunda-
Creo que no deben desprenderse de esas causas.
cional claro, o por lo menos cambios drásticos al
Nunca lo van a hacer, porque también ahí está su
sistema político.
base social. Pero estar en el Gobierno te obliga a un aquí y ahora pragmático, a hablarle al país
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¿Piensas en otros ejemplos?
falencias en esas reformas que no se hicieron. La primera fue no haber hecho una reforma a
Hay también un cambio bastante drástico en te-
Carabineros: se dejó que siguieran siendo un or-
mas relativos al poder judicial, con la propuesta
ganismo completamente autónomo, dependien-
de este Consejo de Justicia que introduce la ma-
do del Ministerio de Defensa por muchos años.
triz política en su administración. Eso uno puede
En octubre de 2019 se pagó el pato, porque vol-
considerarlo como que es más democrático o que
vieron a reemerger las prácticas que habíamos
va a permitir la politización de las resoluciones
conocido en el pasado, por no haber hecho esa
judiciales, es decir, que los jueces estén miran-
reforma en el momento inicial de la transición.
do este Consejo para ver cómo fallan, como pasa en Argentina. Nosotros estamos más cerca de los
Mencionabas que había otros errores o falen-
argentinos que de los franceses, entonces yo creo
cias importantes de esos años…
que el peligro es real. Las autonomías territoriales o el pluralismo
Otro grave error fue que, a pesar de que se sa-
jurídico son también cambios bastante refun-
bía que las pensiones iban a ser de miseria, no se
dacionales que han sido sólidamente respal-
hizo nada, ni para aumentar las cotizaciones, ni
dados por el Frente Amplio, el PC y todos estos
para controlar a las AFP. Entonces llegamos a una
movimientos más ciudadanos. Así que ese ánimo
crisis total. Solo el último gobierno de Bachelet
existe.
logró crear la pensión básica solidaria. Ese es un pequeño avance, pero que no reforma el sistema
Muchos han dicho que más allá del resultado del plebiscito, el problema constitucional va a seguir abierto. ¿Coincides con esa afirmación?
ni mejora las pensiones sustancialmente. Creo que también el tema indígena se dejó pasar demasiado: el reconocimiento constitucional es algo que acordó Aylwin en sus primeros días
Yo coincido con que el tema constitucional va
de gobierno. Entonces no se entendió que había
a seguir abierto cualquiera sea el resultado del
un problema político —derechos del pueblo—
plebiscito. La Convención fue, a mi juicio, un fra-
detrás de ese drama. Y claro, ahora el reconoci-
caso en la construcción de un consenso, porque
miento constitucional es como el mínimo.
la mayoría optó por darse todos los gustos que se quiso dar. Esto es bien serio porque muestra a
Y hay muchas cosas además de ese reconoci-
una izquierda incapaz de construir hegemonía, o
miento constitucional.
sea, que se refugia en sus principios o sus valores exclusivos y excluyentes y no busca construir un
Claro. Todas estas cosas que se dejaron de ha-
acuerdo con el conjunto de la sociedad.
cer, porque no se abordaron, hoy día estallan en la cara. Creo que también estalló en la cara lo
LOS TREINTA AÑOS
que dice Lucy Oporto, esto de la impunidad, que todos quieren ser impunes, porque ven que los
El estallido y el triunfo del Frente Amplio y su
otros son impunes. No es raro que la gente asalte
coalición lleva a que uno siempre vuelva la mi-
los supermercados, porque estamos en un país
rada hacia los 30 años. ¿Cuáles son los desafíos
donde todo se puede hacer y casi no hay conse-
pendientes de ese período?
cuencias. Entonces también existió esta idea de la impunidad, y no me refiero a los derechos hu-
Yo tengo una altísima valoración de esa época,
manos. De hecho, creo que en derechos humanos
sobre todo de los primeros 20 años, propiamente
a partir del 2000 se avanzó mucho.
de los gobiernos de la Concertación. Después viene esta mezcla, Piñera, Bachelet, Piñera, que son otros 10 años mucho más raros, de idas y vueltas. Reconozco básicamente tres o cuatro grandes
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
Esta serie de demandas muy sensibles —pen-
también de mucha gente es que solamente se lo-
siones, salud, educación— se manifestó de
gran cosas cuando tú cortas el tránsito, cuando
manera masiva, carnavalesca y al mismo tiem-
tú haces barricadas, etc. Está también el tema
po violenta durante el estallido. Para sanar esa
de golpear al Gobierno, el de reaccionar a una
grieta se ideó el camino constitucional. ¿Tú
represión de Carabineros, o sea, todo eso se junta
crees que tuvo éxito ese ejercicio?
y se arma este actor violento.
Yo creo que el problema chileno es una fractura
Tú dices que se valida la violencia, pero la so-
entre el conjunto del mundo político y una parte
ciedad chilena y la izquierda en particular había
de la sociedad que no se siente incluida. Esta frac-
aprendido una lección al respecto: el “nunca
tura es mucho más compleja de resolver, porque
más” era sobre las violaciones a los derechos
supone medidas de largo plazo que apunten a la
humanos, sobre la violencia como un método
inclusión económica, social, educacional, de de-
de acción política. ¿Qué pasó ahí?
rechos. Creo que esa grieta no se ha enfrentado todavía. Lo tiene que hacer el gobierno de Boric y
Pasó que cambió la hegemonía de la izquierda.
los que vendrán después. La Convención, por su
Esa lectura del “nunca más” correspondió a la
parte, no sé si no lo ha sabido hacer, pero no lo-
centroizquierda, a la renovación socialista y a la
gró unir lo que tenía que unir.
DC. En este nuevo ciclo político la izquierda está dominada por otra hegemonía, la del Partido Co-
¿Y respecto del tema de la
munista y el Frente Amplio.
violencia en el estallido?
Ellos fueron muy críticos
Creo que viene de una violencia que estaba ejerciéndose en el país hace ya
Esa lectura del “nunca más” correspondió a la centroizquierda, a la renovación
con la transición, no tienen la misma lectura que tiene el socialismo democrático respecto de las causas del
varios años, básicamente a
socialista y a la DC. En este nuevo
través de los encapuchados
ciclo político la izquierda está
pular y del golpe de Esta-
y los grupos que “acompa-
dominada por otra hegemonía.
do. El tema de la violencia
ñaban” las movilizaciones sociales y a la moviliza-
fracaso de la Unidad Po-
juega un papel bien central: ten en cuenta que la Con-
ción estudiantil. ¿Cuál es la diferencia entre lo
vención Constituyente en una de sus primeras
que pasó en octubre y lo que venía de antes? Es
declaraciones validó la violencia y la estimó ne-
que en octubre la gente validó esa violencia, la
cesaria para llegar a tener una Convención Cons-
hizo parte de sus manifestaciones, no la repudió
titucional.
como se repudiaba antes, entonces se incorporó como un elemento casi normal, naturalizado de
Da la impresión de que la izquierda que hoy es
la manifestación.
hegemónica saca las conclusiones que le acomodan con respecto al uso de la violencia en los
¿Y eso por qué? ¿Por la urgencia del malestar,
años sesenta y setenta.
por aprovechar de asestar un golpe al gobierno de turno?
Desde el primer día después del golpe de 1973 hubo dos lecturas, y estas de alguna manera si-
Claro, todas esas causalidades: el malestar ge-
guen siendo el origen de una fractura que hay en
neral, la idea de que las cosas no cambian si no
la izquierda: por un lado, están quienes leyeron
se hace algo que realmente duela, porque digá-
lo que dijo Enrico Berlinguer del PC italiano, esto
moslo, algo de eso hay. O sea, ¿cuánto tiempo
es, que la Unidad Popular no podía intentar ha-
lleva el movimiento No + AFP? Es un movimiento
cer todas estas reformas sin una mayoría política
muy masivo y no logra nada. Entonces ahí la idea
y social, y que esa fue la causa fundamental del
20
fracaso del gobierno de Allende. Y otros que di-
de censura, con toda esta discusión en torno al
cen que lo que pasó es que el imperialismo y la
negacionismo. Esa izquierda tiene menos cariño
burguesía atacaron y el gobierno no comprendió
con las libertades públicas, con la democracia
o no supo levantar una fuerza militar de defensa
representativa y todo eso.
suficiente. Esas son dos lecturas completamente distintas que de alguna manera se reprodujeron
Esta nueva izquierda, ¿observa la Unidad Popu-
durante la dictadura entre quienes buscaron su
lar desde el puro símbolo o quiere reivindicar
derrota militar y quienes buscaron el camino de
en parte su proyecto político?
construir mayorías y aprovechar los resquicios que ofrecía la Constitución de 1980. Obviamen-
Yo creo que la Unidad Popular es un referente
te ganó una línea y gobernó 20 años, pero eso se
obligado para todas las izquierdas. La UP tenía
acabó y entró este otro mundo con una fuerza
un relato que era muy coherente, muy atractivo:
inaudita.
el relato de las luchas sociales que empezaron en el siglo XIX, los mineros, Recabarren, hasta
¿Y no dirías que el compromiso de este otro
llegar al gobierno de la Unidad Popular como un
mundo con la democracia es más débil?
camino ascendente del pueblo para conquistar el gobierno. Ese relato era muy fuerte y se daba
Yo creo que con la democracia liberal es más dé-
en un contexto latinoamericano donde estaba la
bil, porque tienen otra idea de democracia: de
revolución cubana y otras cosas. Entonces es un
asamblea, de participación, de base. Pero con
relato que mucha gente añora: esa coherencia
la democracia liberal o democracia representa-
histórica, esa continuidad, y luego también se
tiva, con las libertades públicas, yo creo que es
añora la figura de Salvador Allende como un pre-
más dudoso. Por ejemplo, en la Constituyen-
sidente mártir, como el que asumió su respon-
te también se trató de establecer mecanismos
sabilidad hasta el final, el coherente, etcétera.
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
Yo creo que esa nostalgia no va acompañada de
genética o memoria social, digamos, que se re-
una nostalgia por el programa: el programa de
produce en las familias, en los grupos humanos.
la UP correspondía a un mundo que ya no exis-
Pero como ellos no conocieron realmente esta
te, un mundo donde estaba la Unión Soviética,
experiencia, se han adherido a la memoria más
cuando el socialismo real existía como tal. Hoy
fácil, que es la memoria más identitaria.
los países gobernados por el Partido Comunista son países de un capitalismo salvaje, no hay nada
Y más cómoda, sobre todo, que te permite no
ahí de socialismo propiamente tal, hay socialis-
hacer autocrítica…
mo de Estado o socialismo de mafias, pero no hay una idea que pudiera encantar a la población
Y no cuestionar demasiado las cosas y quedarte
mundial como sí encantó hace algunas décadas
con las figuras heroicas, con el sacrificio, con el
el socialismo.
valor. Son cosas muy ciertas pero que no apuntan a un “nunca más”.
Un socialismo de masas. ¿Crees que esa nueva izquierda está dispuesta a Exacto. El contexto de la Guerra Fría no existe,
mirar su pasado con un poco más de autocrí-
por lo tanto, el programa de la Unidad Popular no
tica? ¿Crees que esta izquierda está dispuesta a
creo que sea un referente importante. Tanto en la
plantearse preguntas incómodas a los casi 50
izquierda como en la derecha se sigue invocando
años del golpe de Estado?
el tipo de conflicto de la Guerra Fría porque les resulta conveniente, pero
Yo creo que los más jóve-
no tiene fondo en realidad.
nes sí. Creo que pueden ser
Y es más fácil evocar ese
Aunque creo que nunca va a
caso de polarización en vez
haber una memoria común entre
de intentar comprender las características específicas del presente…
los chilenos sobre esto, creo que sí podría avanzarse hacia una conciencia común de lo que pasó.
parte de una reflexión más colectiva que apunte a sacar lecciones y a poner en valor temas como los derechos humanos, el Estado de derecho, la democracia. Aunque creo que nunca va a haber una memoria común
Claro. Hay una memoria de la UP, del golpe, de la violación a los derechos
entre los chilenos sobre esto, creo que sí podría
humanos que busca leer el pasado para reafirmar
avanzarse hacia una conciencia común de lo que
su propia identidad, su carácter y la continuidad
pasó. Pero claro, es un esfuerzo intelectual y po-
de su misión. Y ese es un tipo de memoria que es
lítico que no es tan evidente…
bien fuerte, yo diría que incluso en la izquierda es mayoritaria. Y hay otra memoria que busca
¿Estarían dispuestos a renunciar a hablar solo
ser más ejemplar, más universal, que busca, más
desde el lugar de víctimas si eso contribuye a la
que reivindicar una identidad, comprender cier-
paz social?
tos procesos y poner en valor los derechos humanos, el diálogo.
Va a depender de cómo le esté yendo al Gobierno en septiembre del próximo año, porque si
¿Sacar una lección para que el pasado ilumine
las divisiones políticas se agudizan y se polari-
el presente?
za el escenario, la posibilidad de una conversación común, digamos, en torno a los 50 años, se
Más que eso: que te dé tu identidad, tu fuerza para seguir buscando. Esas dos memorias también existen y tienen que ver con estas dos izquierdas. En el Frente Amplio lo heredaron como memoria
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hace imposible.
¿Se corre el riesgo de seguir discutiendo en tor-
Ese prólogo del informe Rettig, escrito, entre
no a los mismos ejes de la historia reciente, en
otros, por Gonzalo Vial, da cuenta de una
torno al Sí y al No de 1988?
reflexión más ejemplar, en el sentido que decías antes.
Perfectamente puede ser que los 50 años estén marcados por eso. Incluso yo diría que puede ha-
Claramente, el capítulo político de nuestro In-
ber un cierto retroceso en la lectura de qué es lo
forme Rettig es bastante explicativo y a mi juicio
que pasó en Chile. Me refiero a un retroceso, por
da en el clavo en muchos temas, sin eludir res-
ejemplo, respecto al informe Rettig. Siempre me
ponsabilidades, porque claramente una parte
acuerdo del informe “Nunca más” en Argentina,
son las Fuerzas Armadas. Es muy crítico respecto
que tiene un problema; un prólogo lo hizo Sabato
de la formación de los militares, la doctrina de
y otro lo hizo Kirchner cuando reeditó el informe.
seguridad nacional, pero también es crítico ob-
Hizo su propio prólogo, que era una lectura com-
viamente de los partidos de la ultraizquierda, el
pletamente distinta de lo que había pasado en
MIR, la propia evolución del Partido Socialista,
Argentina según el prólogo original del informe
los propios errores de Allende. Es un informe
“Nunca más”. Yo creo que aquí podemos ir ha-
que trata de entender; no de justificar, pero sí
cia allá también, o sea, hacia un tipo de lectura
de entender.
mucho más militante e identitaria, alejándonos de una lectura a lo Sabato, que buscaba una
Pero esa distinción teórica parecía imposible de
comprensión más completa de los conflictos de
hacer durante los últimos años.
la sociedad argentina. Claro, es verdad. La izquierda siempre ha considerado que hablar del contexto podría relativizar
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
la condena a la violación a los derechos humanos.
la reconciliación versus un Atria de la posición
Yo escribí un libro sobre estos temas, y los tres
amigo-enemigo. Yo creo que en la cabeza de
primeros capítulos eran dedicados al contexto
Atria se expresa muy bien lo que ha sido la evo-
de Chile, Perú y Argentina. Yo siempre dije que
lución de mucha gente.
en el Museo de la Memoria no se puede tratar el contexto, porque el Museo de la Memoria es un
Hablábamos antes de una izquierda que, por un
dispositivo de reparación moral a las víctimas.
lado, creyó en la renovación socialista, y por
Por lo tanto, ahí no vale la explicación, lo que
otro, una izquierda más identitaria. Esa segun-
vale es poner en el centro del tema el respeto de
da izquierda no estaría por la reconciliación ni
los derechos humanos. Pero en la academia, en
en un plano discusivo ni en un plano político,
el mundo político, en la sociedad, el contexto no
¿o sí?
se puede eludir, porque todas las cosas pasan por algo. Es imposible eludir el contexto, además
Esta izquierda está convencida de esta idea que
entenderlo es políticamente lo más productivo,
hablábamos: de que la sociedad es conflicto y el
porque te ayuda a no repetirlo.
conflicto es entre amigos y enemigos. Esa mentalidad, que es la mentalidad además del popu-
¿Sería un error, entonces, mirar el próximo año
lismo, está en el kirchnerismo, en Maduro para
desde el plano puramente reivindicativo, no?
qué decir, Ortega… Siempre hay un enemigo, el
Sobre todo en un contexto donde la sociedad se
que te va a destruir si no lo destruyes tú antes.
está polarizando.
Entonces esa mirada de la sociedad como conflicto te impide una lectura más comprensiva
Creo que va a ser una conmemoración por una
de aquellos y de lo que pasó en el pasado. No veo
parte reivindicativa y por otra más poética, más
mucho por dónde, porque la centroizquierda, el
artística. Creo que los artistas van a jugar un pa-
socialismo democrático que se llama ahora, no
pel importante en el sentido de darle una pro-
tiene la fuerza hoy para imponer sus términos en
yección distinta a la conmemoración de los 50
el debate. Se ha dejado arrastrar y eso lo vimos
años. Pero soy más bien pesimista en el sentido
claramente en la Convención.
de que se pueda construir algo distinto a lo que se hizo en el libro Las voces de la reconciliación (IES,
En la desaparición de la Concertación, la no rei-
2013). Si se escribiera de nuevo, se llegaría a algo
vindicación de su propia obra.
muy parecido a lo que se llegó hace una década. Se dejó avasallar, y eso tiene consecuencias. Hoy día el concepto tiene peor prensa de lo que ya tenía en ese entonces… Si tú lees al Fernando Atria de esa época y lo lees hoy, son dos Atria muy distintos. Es un Atria de
24
El nihilismo y la infertilidad política de la nueva izquierda PABLO ORTÚZAR
25
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
H
ace un tiempo Noam Titelman, expresidente
de la FEUC como representante del NAU, afir-
anterior, y su proyecto ha encontrado gran recepción en la nueva generación.
mó que la izquierda chilena joven —de la que él forma parte y que hoy gobierna— tenía un serio
Todos contra el neoliberalismo, sea lo que sea
déficit de intelectuales, mientras que la centroderecha joven sufría una carencia similar de po-
Sin embargo, la cosa se complica si intentamos
líticos. Esta afirmación podría ser rápidamente
definir ese proyecto. Atria y Ruiz pertenecen
descartada haciendo un repaso del sinnúmero de
a una generación opacada y anulada por la éli-
académicos jóvenes de izquierda que hoy con-
te dirigente de la Concertación, cuya juventud
trolan —por volumen— el mundo universita-
transcurrió entre la frustración de crecer en
rio de las humanidades y las ciencias sociales.
medio de una dictadura y la de tener que aga-
Sin embargo, se nota fácilmente que el punto de
char el moño ante los mayores, que decidieron
Titelman no es que no hayan intelectuales que
pactar para desmantelarla de a poco. Ambos
sean de izquierda —la mayoría lo son— sino que
comparten la convicción de que las tres décadas
muy pocos entre ellos parecen dedicados a pen-
de mayor desarrollo humano y económico de la
sar el proyecto político de dicho sector, aunque
historia nacional (1989-2019) son producto de
siempre estén disponibles para azuzar y batallar
una renuncia ideológica y política por parte de la
en las redes sociales o firmar declaraciones co-
izquierda, que habría reproducido, a su vez, un
lectivas. Lo que le faltaría a la nueva izquierda,
vacío moral y político llamado “neoliberalismo”.
entonces, no serían militantes dedicados al tra-
Luego, los dos definen su propia postura como
bajo no manual (de hecho, casi nadie en sus par-
“antineoliberal”, incluyendo bajo el arco de lo
tidos trabaja con las manos), sino una discusión
“neoliberal” tanto la dictadura militar de Pino-
de ideas.
chet (reconvertida en la derecha política) como
¿Se ajusta este postulado a los hechos? Bien
la Concertación.
podría uno dudarlo. Después de todo, pensado-
¿Pero qué sería el “neoliberalismo”? En am-
res como Fernando Atria (hoy dedicado de lleno
bos casos se entiende como la dominación de la
a la política, incluso cuando está en el aula) y
razón instrumental y económica por sobre todos
Carlos Ruiz Encina, ambos con una importan-
los demás valores y consideraciones. Razón que
te red de seguidores y discípulos en los mundos
asocian directamente con los mercados. Luego,
de la izquierda joven, han venido desarrollando
el “antineoliberalismo” sería la afirmación de
una amplia obra de reflexión política durante
“la sociedad” (en el caso de Ruiz) o bien de “la
los últimos 15 años. Bastaría, entonces, poner
ciudadanía” (en el caso de Atria) contra la coor-
ese trabajo sobre la mesa y mostrar el alcan-
dinación mercantil del tráfico social. Y, en ambos
ce de su influencia para descartar lo señalado
casos, el retroceso del mercado se asocia con el
por Titelman o, al menos, para matizarlo: qui-
reemplazo de las formas institucionales privadas
zás no hay pensadores políticos de izquierda de
por formas estatales sometidas a la dirección de-
la generación del Presidente Boric, pero sí de la
mocrática o popular.
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Este movimiento hacia el Estado es entendi-
en contacto con el mundo, ni tampoco tienen un
do por Ruiz desde un razonamiento que siempre
programa de modernización del Estado. Escriben
remite hacia atrás, hacia una era dorada meso-
como socialistas utópicos de comienzos del siglo
crática supuestamente destruida por el golpe de
XIX, como si todos los fracasos prácticos—y los
Estado de 1973 (orden que, por otro lado, le pa-
horrores políticos— de las recetas socialistas de
recía tan radicalmente injusto a la izquierda chi-
los últimos 150 años nunca hubieran ocurrido.
lena de esa época que buena parte de ella estaba
¿Les importa esta falta de objetividad? La res-
dispuesta a combatirlo por las armas). Atria, en
puesta, probablemente, es que no. Ambos son
cambio, lo ve como una progresión sacramen-
miembros de una izquierda posmaterialista, que
tal hacia la constitución de un pueblo entendido
luego del fracaso y derrumbe de los socialismos
como comunidad de salvación. Es decir, el pri-
reales (y sus distintas formas de capitalismo
mero utiliza una forma mítica clásica, la de la
de Estado) renunció a tratar de competir en el
restauración de la Edad Dorada, mientras que el
plano de lo real con el orden capitalista liberal.
segundo asocia la superación del “neoliberalis-
El concepto de “neoliberalismo” es para ellos,
mo” con la escatología cristiana de la construc-
en realidad, lo que Ernesto Laclau llamaba un
ción del Reino.
“significante vacío”. Es decir, un concepto sin
En este sentido, Ruiz es menos radical que
contenido positivo propio, pero que es capaz de
Atria . Su horizonte se resuelve en una especie
representar y articular la negatividad a la que se
de peronismo difuso, donde la “sociedad civil”
culpa de la imposibilidad de la plenitud de sen-
1
consiste en grupos activistas
tido de la comunidad. Así, el
de interés clientelizados por
“antineoliberalismo” es un
el Estado a cambio de apo-
símbolo de antagonismo más
yo político-electoral, todo
Todo esto es muy generacional.
sobre un fondo de desarro-
Está empapado del enojo de
permite aglutinar distintas
los “jóvenes de la transición”
identidades bajo un mis-
llismo
nacionalista.
Atria,
en cambio, se mueve en un plano
teológico
abstracto,
con pretensiones salvíficas.
que nunca lograron rebelarse contra sus padres políticos.
Un nuevo cielo y una nueva
o menos indeterminado, que
mo paraguas imaginario. La suma de todas “las luchas” contra las fuerzas que amenazan la plenitud comunita-
tierra estarían detrás de la comunidad forza-
ria imaginada. El confluir de todos los enojos y
da de bienes temporales. Tal como ha señalado
fastidios contra el reino de este mundo.
Hugo Herrera, para Atria el mercado representa
Y es que solo en este antagonismo radical e
el “mundo de Caín”, del cual la humanidad po-
imaginario, pensaba Laclau, puede construirse
dría purgarse utilizando la ley como herramienta
un “pueblo” en oposición a ese “otro” general-
sacramental y el Estado como instrumento pe-
mente identificado con las “élites”. El “antineo-
dagógico.
liberalismo” es, de este modo, un catalizador de
El problema que ambos comparten, eso sí, es
frustraciones sociales y existenciales, a las que
el carácter mítico de su estatismo. Esto, debido
se invita a orientarse y encontrarse en una lucha
a que lo sostienen no comparando la realidad
hegemónica épica pero de contenidos y bordes
del mercado con la realidad del Estado, sino la
dudosos. Lo único que amalgama al conjunto es
realidad del primero con una versión ideali-
el deseo de conflicto, el antagonismo total.
zada del segundo. De este modo, no se hacen
Todo esto, hay que recordarlo, es muy genera-
cargo de ninguno de los problemas reales que
cional. Está empapado del enojo de los “jóvenes
muestran las ideas socialistas una vez que entran
de la transición”, que nunca lograron revelarse contra sus padres políticos. No es coincidencia que Fernando Atria decida comenzar su li-
1
Aunque no mucho. Resulta clarificador, para entenderlo, leer su texto del 2001 “Perfilar la nueva sociedad desde las luchas actuales”.
bro Neoliberalismo con rosto humano—donde despliega una crítica radical a la Concertación—
27
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
citando el hit de fines de los ochenta “First we
medios: todo lo que muerda al neoliberalismo
take Manhattan”, de Leonard Cohen: “Me sen-
sirve. Anarquistas antifronteras y etnonaciona-
tenciaron a veinte años de aburrimiento/ por
listas que quieren expulsar de su territorio a per-
tratar de cambiar el sistema desde adentro/ ven-
sonas de otra raza se pueden dar la mano en ese
go ahora, vengo a darles su merecido”. Ahí está
punto. Feministas que creen que las mujeres se
la clave de lectura de la revancha generacional
definen biológicamente y constructivistas de gé-
que ese texto encarna, aunque aparezca envuelto
nero también. Hasta abogados progresistas mi-
en principios generales: la frivolidad de un adul-
llonarios y estudiantes pobres de regiones. Todos
to que no tuvo la juventud que creía merecer, y
quieren demoler, y después ya habrá tiempo para
que hoy vampiriza la adolescencia ajena.
ver qué se construye sobre las ruinas. Se espera
¿Por qué Atria y Ruiz consideran los treinta
que el antagonismo tenga la respuesta.
años de mayor desarrollo económico y paz po-
Esto explica, de hecho, la incapacidad para
lítica de la historia de Chile como un calvario?
condenar el violentismo callejero de la protesta
Justamente porque identifican la ausencia de
octubrista o el terrorismo étnico de grupos ex-
tensión antagónica y el repliegue hacia la pros-
tremistas mapuches en el sur. La dirección de
peridad privada como un hundimiento en el sin-
esas violencias les parece amiga, aunque sea in-
sentido. Y todos los enemigos y víctimas de ese
manejable. Nunca se plantean qué pasaría si el
orden pasan a ser, entonces, sus amigos bajo la
viento cambiara de dirección y el incendio que
gran carpa “antineoliberal”. De eso se trata, en
alimentan se volviera contra ellos.
general, su visión política.
En este sentido, es notable la similitud entre el nihilis-
Nihilismo de los medios
Gobernar es organizar y
mo político de entreguerras examinado por Karl Löwith
En la práctica, lo que se ter-
proveer, no irritar y demandar.
—que concentró sus furias
mina configurando como el
Puestos al otro lado de la
contra el liberalismo— y
“campo antineoliberal” es una mezcolanza de activismos identitarios dispersos y
mesa, ha quedado claro que no hay realmente proyecto.
grupos de interés. Va desde
nuestro
antineoliberalismo.
No por nada Carl Schmitt aparece como el intelecto tutelar de ambos momentos.
las minorías sexuales hasta los nacionalismos
Intelectualmente, Ruiz y Atria ya no preten-
étnicos, pasando por ambientalistas, universi-
den entender, sino ‘decidir’. Sus palabras ya no
tarios, animalistas, indigenistas, veganos, fe-
buscan “hacer más manifiestas las cosas, sino
ministas y varios más. El lenguaje económico es
‘confrontar, combatir, negar y refutar’”2. Y, por
desplazado por el de los “excluidos”, pues esta
lo mismo, se han vuelto simples eslóganes que
izquierda no tiene realmente propuestas econó-
orientan una decisión nihilista3. En sus manos,
micas (más allá de “redistribuir” entre los lotes).
el lenguaje político no tiene un contenido positi-
El lenguaje y la reflexión sobre las clases sociales
vo. Es meramente polémico, referido a una opo-
quedan, por lo tanto, en un plano secundario. Ni
sición concreta4. De ahí que Atria, por ejemplo,
hablar de convocatorias a proyectos comunes. Es
siempre alegue que lo están malinterpretando
lo que advirtió Mark Lilla en El regreso liberal, y
cada vez que alguien intenta hacerlo responsable
que ha sido señalado, en el contexto nacional,
de lo que dice o escribe: él considerará, en cada
por Alfredo Joignant.
momento, que la interpretación adecuada de sus
Para darle algún grado de coherencia a este re-
dichos es la que más le convenga. Las palabras,
voltijo, el recurso lógico es declarar tan terrible e invivible el orden existente que, por la razón y medios que sean, su destrucción misma parezca un programa aceptable. La incongruencia de los fines se resuelve por el nihilismo de los
28
2 Karl Löwith, Martin Heidegger and European Nihilism (Nueva York: Columbia UP, 1995), 158. 3 Ibid. 4 Ibid., 156.
como le gusta repetir en contra de sus contradic-
Puestos al otro lado de la mesa, ha quedado claro
tores, ya dan lo mismo.
que no hay realmente proyecto. Que el vacío solo
El nihilismo de los medios de Schmitt, en todo
engendra vacío.
caso, se basaba en la expectativa de que contra
Noam Titelman, bajo esta luz, tendría razón:
la violencia extrema desatada “alguna potencia,
la nueva izquierda no tiene intelectuales. Las
algún poder bueno y racional haría el papel de
recetas tomadas de la generación anterior han
katechontos… la violencia del mito siempre habría
alcanzado su estéril límite. Y no hay nadie de la
de aspirar, por su telos inmanente, a fundar un
generación joven, todavía, haciéndose cargo de
derecho nuevo”5. Un dios político, parido por la
ese problema. El proyecto político de demolición
destrucción sacrificial, vendría a salvarnos. Es lo
que los llevó al poder también los vuelve impo-
que estos intelectuales esperaban de la Asamblea
tentes en él.
Constituyente: la encarnación del signo “pue-
Superar el nihilismo identitario, recuperar
blo”. Pero el “signo celestial” que persiguieron
la racionalidad y la objetividad en los análisis y
a través de la “belleza de sus armas” (Cohen de
actualizar las banderas de lucha de la izquierda
nuevo) se apagó a mitad de camino.
en el plano de la justicia social son tareas enormes y que difícilmente pueden ser abordadas
Un callejón sin salida
mientras se gobierna. Se gobierna, en general, ejecutando lo reflexionado fuera del poder. Y a
La Convención Constitucional mostró que un
la fuerza política liderada por Gabriel Boric lo
conjunto de minorías compactadas en torno a un
reflexionado se le agotó al poco andar. Lo úni-
significante vacío no conforman una mayoría ni
co que queda flotando, detrás de las modas iz-
producen un pueblo. La polémica no engendra
quierdistas pasajeras, es el mezquino leninismo
política necesariamente. Y lo que sirve para con-
del Partido Comunista, cuyo negocio siempre es
frontar no rinde frutos a la hora de organizar un
exactamente el mismo: el reemplazo brutal de
orden. El actual gobierno de Gabriel Boric sufre
una élite del poder por otra.
por las mismas razones: toda su práctica es la
Íñigo Errejón —que, a diferencia de Pablo
de una movilización permanente. Pero gobernar
Iglesias, no tiene contraparte en Chile— dice que
es organizar y proveer, no irritar y demandar.
luego de la conquista política, al otro día, hay que ocuparse de recoger la basura. Con eso se refiere
5 José Luis Villacañas, Poder y conflicto. Ensayos sobre Carl Schmitt (Madrid: Marcial Pons, 2008), 24. Katechon, en griego, significa “lo que contiene” o “lo que retiene”. En su segunda carta a los Tesalonicienses, Pablo de Tarso afirma que la venida del anticristo depende de la supresión de aquello que lo retiene. Originalmente se pensó que este “contenedor” era la Iglesia, pero luego el concepto fue asociado al Imperio Romano (que, se pensaba según otras profecías bíblicas, sería el último imperio antes de la destrucción del mundo).
a lo concreto, cotidiano, material y objetivo. A la labor poco épica y nada de escatológica de proveer buen gobierno. Pareciera que cumplir esa tarea nunca le interesó a la “generación perdida” de la transición, pero es lo único que podrá darle futuro a la izquierda “encontrada” del nuevo ciclo político que despunta.
Pablo Ortúzar es antropólogo social y magíster de Análisis Sistémico por la Universidad de Chile. Actualmente cursa estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. Dentro de sus últimas publicaciones destaca El precio de la noche. Diálogo sobre la tiranía (Tajamar, 2021) y El poder del poder (Tajamar, 2016). Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad y columnista de La Tercera. 29
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
Daniel Mansuy:
“Yo no veo que esta nueva izquierda pueda conducir una salida de la crisis” POR ROSARIO ZANETTA
30
Profesor de filosofía política, columnista y panelista de radio y
televisión. Las contribuciones de Mansuy en el debate público son seguidas atentamente por círculos de izquierda y derecha. En esta entrevista, el académico de la Universidad de los Andes e investigador senior del IES adelanta algunas de sus reflexiones sobre la nueva izquierda y el allendismo que desarrolla en un libro que publicará Random House durante el año 2023, y que actualmente está trabajando en medio de un escenario político que también alimenta su análisis.
Fue el verano pasado cuando Daniel Mansuy
más jóvenes siempre hacen con los más viejos,
(44) aprovechó una estadía en la Universidad
algo que pasa en todo el mundo y hasta aquí no
de Notre Dame para empezar la escritura de un
tiene nada de original. El dato significativo es
libro sobre la izquierda en Chile. La reflexión y
que, como hace muy poco había ganado Sebas-
el trabajo de fuentes era algo que venía hacien-
tián Piñera, la izquierda estaba en la oposición y
do hace años, en parte porque lo necesitó para
a los viejos líderes de la Concertación esta acusa-
su ensayo Nos fuimos quedando en silencio (IES,
ción les pegó, les dolió.
2016) y en parte también porque la historia de su familia está vinculada con los turbulentos años
¿Por qué es tan significativo?
setenta —su abuelo materno, Ismael Huerta, fue ministro de Allende y de Pinochet—. La escritura
En ese dolor está el origen de todo esto, porque
de este nuevo libro, por tanto, ha tenido para él
le reconocieron una validez que a mi juicio no te-
una carga emotiva particular. Sobre la nueva iz-
nía o, al menos, no en la forma en como estaba
quierda, la ex Concertación, la crisis política y su
planteada. Los viejos quedaron entonces en una
difícil manejo profundiza en esta entrevista rea-
situación de inferioridad psicológica respecto de
lizada algunas semanas antes del plebiscito del 4
los más jóvenes, a quienes cedieron la iniciati-
de septiembre.
va política. La izquierda no defendió lo que había hecho, más bien se avergonzó, y bueno, le regaló
¿Por qué nace esta nueva izquierda y por qué se
todo ese espacio a la nueva izquierda.
demoró tan poco en llegar al poder? Has dicho en distintas columnas que la Son dos preguntas distintas y partiré por la se-
Concertación renunció a esos treinta años,
gunda. La generación del Frente Amplio —que
cuando lo que correspondía era hacer un
nace a la vida política con las movilizaciones del
análisis crítico de ese periodo, pero no una
2011—, lanza una acusación implacable a la iz-
abdicación. ¿Cómo se entiende esto?
quierda que había gobernado Chile durante los veinte años anteriores: no haber sido suficien-
Ahí hay un misterio psicológico que no termi-
temente de izquierda. Básicamente, la acusa de
no de explicarme. Por un lado está la idea de
haber traicionado sus ideales. Eso es algo que los
que los más jóvenes representan una pureza de 31
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
izquierda, la “verdadera izquierda”. Por otro, la
a votar por él. Y luego, en su primer discurso el
Concertación cuando gobernó estuvo obligada a
presidente Boric no lo nombra, con lo que mar-
ser muy responsable y, por tanto, luego se sin-
ca una distancia evidente. Lagos de algún modo
tió seducida por el chasconeo de estos chicos que
encarna la Concertación. Evidentemente no es
tenían una libertad que ellos no tuvieron. Por-
solo él, pero si uno tuviera que reducir la Concer-
que —hay que decirlo también—, la transición
tación a dos figuras creo que sin duda Aylwin y
fue una cuestión súper disciplinada, súper rígida.
Lagos son las figuras capitales. Y, por tanto, hay
En el fondo, ellos vieron en la nueva generación
una distancia súper constante con él, aunque ob-
la juventud que hubieran querido tener y que no
viamente también lo necesitan.
tuvieron porque estaban siendo subsecretarios o jefes de gabinete. Creo que eso les pesó mucho.
¿Por qué tanta distancia?
Pero había también diferencias más de fondo,
A esta nueva izquierda le cuesta mucho entender
¿no?
que para hacer transformaciones hay que tener mayorías dignas de ese nombre y para eso nece-
Había también una fisura en la Concertación en-
sitan sí o sí al mundo de Lagos, y también bas-
tre los autoflagelantes y los autocomplacientes.
tante más que el mundo de Lagos. Hay ahí una
Ese era un problema estructural, y los autoflage-
disyuntiva entre querer hacer un discurso iden-
lantes se sintieron con plena libertad de acción.
titario de nicho, que es muy radical, muy fuerte
Y hay también otro fenóme-
y muy enérgico, pero que sa-
no: la izquierda ya estaba en
bemos exactamente cuánto
la oposición y estaba siendo
pesa tras la primera vuelta
una muy mala oposición,
Yo no tengo noticia de que él
presidencial: un 25%. Eso es
porque no le reconoce plena
(Boric) tenga una reflexión
interesante para ser oposi-
legitimidad a la derecha. Por muchos problemas y defec-
demasiado profunda sobre los
tos que hayan tenido los go-
problemas que enfrentó Allende
biernos de Sebastián Piñera,
más allá de su figura moral.
la verdad es que la izquierda ha manifestado cierta falta de libertad democrá-
ción y para tener un grupo político relevante, pero para gobernar un país es completamente insuficiente, y si además quieres hacer trans-
formaciones profundas es la nada misma.
tica que es bien preocupante. Es como si solo ella pudiera gobernar en Chile, lo que es una conclu-
Esa tensión, ¿tiene alguna forma de resolverse?
sión bastante poco democrática.
¿Cómo sale de ahí Boric?
Sin embargo, al mismo tiempo se da una
Creo que al día de hoy ni él lo tiene muy resuel-
paradoja. El Frente Amplio necesitó a la ex
to. Boric es sin duda un político talentoso, ca-
Concertación y especialmente a Ricardo Lagos
rismático; es en principio un gran político, pero
para poder llegar al gobierno. Sin ese apoyo
siempre tengo la sensación de que llegó muy
explícito tal vez Gabriel Boric no habría podido
joven al poder. Yo no soy mucho mayor que él,
ganar la segunda vuelta…
pero somos de generaciones distintas. En mi generación a los 35 ya tenías las cosas claras, en la
Siguen dependiendo de ellos porque para go-
generación siguiente a esa edad puedes seguir
bernar necesitan la mitad más uno de los votos.
divagando. Creo que a los 35 años aún hay cosas
Es interesante lo que dices, porque recibieron
de su identidad política que él no tiene resueltas.
el apoyo de Lagos que, aunque fue más tibio
Entonces, él puede seguir insistiendo en hablarle
que el apoyo de Bachelet —“por sus obras los
a su nicho y fortalecerlo —lo que es completa-
conoceréis”, dijo en El País—, aseguró que iba
mente inconducente—, o bien puede gobernar
32
para las grandes mayorías con el PS, el PPD y
lo que era el MIR y su acción real y lo que hace
eventualmente con parte de la DC, pero lo van a
hoy el grupo más ultra. Había una ideología de la
acusar por los siglos de los siglos como traidor.
violencia que por supuesto era más fuerte, y con esto no digo que hoy no la haya, sino que la de
Tiene que decidir…
entonces jugaba otro papel.
Él tiene que tomar una decisión y pagar los
¿Y en qué se parecen ambas situaciones?
costos asociados a ella. Por ahora simplemente ha navegado entre esas dos opciones. Fue muy
Hay varias similitudes, pero hay una que es bien
interesante, por ejemplo, lo que pasó en el
impresionante —y bien perturbadora, de he-
primer viaje del presidente a Canadá y Estados
cho—: Allende se vio dividido entre dos almas, y
Unidos y la pugna que se dio entre la Cancillería
su falta de decisión para zanjar entre esas almas
y el Segundo Piso, entre quienes entienden las
esterilizó su gobierno. Boric es un gran lector, le
relaciones exteriores como un mecanismo de las
gusta mucho la historia, también entiendo que
democracias liberales en el mundo y quienes ven
remite mucho a la figura de Salvador Allende. Es
a EE.UU. como un gran dragón imperialista al que
una imagen que él admira mucho como un sím-
hay que pegarle todo el tiempo. Mi impresión es
bolo de cierta pureza de izquierda. Sin embargo,
que Boric no quería tomar una definición antes
yo no tengo noticia de que él tenga una reflexión
del plebiscito, pero la ciudadanía está cada vez
demasiado profunda sobre los problemas que
más impaciente.
enfrentó Allende más allá de su figura moral.
EL FANTASMA DE LA UP
¿A qué te refieres, en concreto?
¿Cuánto se parece esa tensión entre las dos
Esto tiene que ver con dos polos que se neutralizan
almas del gobierno a la disputa entre el PS y el
entre sí, luego el Presidente no toma una deci-
PC bajo el gobierno de Salvador Allende?
sión, deja que la pugna se despliegue frente a sus ojos y eso le impide tener una acción política
Hay cosas muy distintas, por supuesto, porque
más o menos robusta, más o menos importante.
ahí había un escenario de influencia de lo que
Allende pasó los tres años que duró su gobierno,
Gonzalo Vial llamaba el “guevarismo” y que
los 1000 días, sin zanjar esta discusión, y si hay
uno podría llamar “castrismo”. Había gente que
un diagnóstico claro es que a la Unidad Popular
realmente pensaba que la democracia burgue-
le faltó conducción política. Esa es la principal
sa con elecciones e instituciones se iba a acabar
crítica y autocrítica que hacen en la izquierda:
y había que terminar con ella cuanto antes. Uno
no hubo conducción política, no hubo liderazgos
podrá ser muy crítico de la nueva izquierda por
que la hicieran y Boric corre un riesgo parecido.
muchos motivos, pero hay una distancia entre
33
Sin embargo, a Allende esa ambigüedad le era
un cuarto de los votos. Es un dato importante
útil hasta cierto punto, aunque terminó muy
para estos efectos.
mal. Boric en cambio sabe que esa ambigüedad puede terminar mal, él tiene más información,
Hace un tiempo hablaste en una entrevista de la
¿no?
soledad de Boric. Cuando él asumió el gobierno parecía tener cierta épica. ¿La perdió en el
Efectivamente. Tiene un dato más. Es difícil de-
camino?
cirlo, pero Allende tenía una fuerza política asociada a su persona que tenía un arraigo. Fue can-
En junio, en su primera cuenta pública, Boric
didato cuatro veces; había sido senador 40 años.
tuvo un tono que fue el de la segunda vuelta pre-
Era un hombre que Chile conocía, por decirlo así.
sidencial; sin embargo, uno no ve en la gente que
Boric quizá construya eso en el tiempo, pero hoy
lo rodea voces que le den soporte y lo apoyen en
no lo tiene.
lo que está diciendo. Cuando escuchas al Boric de ese día notas que quiso hablarle a todos los chi-
O no al menos con esa magnitud…
lenos; escuchas luego a sus ministros más cercanos, a los parlamentarios del Frente Amplio
Allende era como un producto de la cultura chi-
y la verdad es que ese tono no existe. Cuando
lena. Boric puede ser flor de un día. No digo que
él quiere cambiar el tono, su gente no lo sigue
lo vaya a ser, pero puede serlo. No hay ningún
para nada. ¿Cuándo has visto un parlamentario
arraigo en él. No hay una trayectoria construida
del Frente Amplio hablando como habla Boric?
durante décadas como la de Allende. La posición
Nunca. Están siempre en otra posición. Es difícil
de Allende era, a mi juicio, políticamente bas-
sostener un gobierno con esas dificultades. Este
tante más sólida que la que por momentos parece
es el gobierno más difícil de los últimos años,
tener Boric. Y para eso basta un dato: en esa pri-
y poner todo en los hombros de una sola per-
mera vuelta había menos candidatos, es verdad,
sona, por carismática o inteligente que sea, es
pero Allende obtuvo un tercio de los votos y Boric
un despropósito.
34
EL FUTURO DEL FRENTE AMPLIO
que te estás metiendo en un laberinto con muy pocas salidas.
¿Cómo se sale entonces de esta crisis de Estado? ¿Es capaz la nueva izquierda de manejarla?
Has dicho en distintas columnas que el Frente Amplio y la nueva izquierda tienen un proyecto
Yo creo que la nueva izquierda es estructural-
cultural, pero no un proyecto político. ¿Por qué?
mente incapaz de convocar. La última crisis que tuvimos la encauzó Patricio Aylwin y él tenía un
Pienso que no tienen proyecto político porque
solo ingrediente en su receta, que era convocar,
no tienen un plan de cómo conseguir mayorías
convocar lo más amplio posible. Obviamente
políticas que den lugar a transformaciones pro-
tenía ministros y gente que lo ayudaba, un equi-
fundas. Hay una reivindicación vaga, general, de
po; las mejores cabezas de la época, de hecho,
que queremos ir a una sociedad más justa, pero a
pero el proyecto de Aylwin era sumar. La nueva
la hora de ponerle patas a eso, en todos los ám-
izquierda es identitaria, le gusta el conflicto y
bitos, es de una vaguedad espantosa. Nunca está
nunca ha querido sumar, entonces yo no veo que
explicitado cómo van a conseguir los votos en el
esta nueva izquierda pueda conducir una salida
parlamento para lograr esas cosas si no los tie-
de la crisis, así como se ha comportado hasta
nen. No hay una coalición robusta, con objetivos
ahora.
claros. No está la voluntad para llegar a acuerdos.
¿Hay también en esa nueva izquierda una
¿Qué expectativa se puede tener para destrabar
romantización de la violencia y de la revolución
la crisis política cuando la coalición gobernante
que,
ahora
gobierno,
le
que ha
en contra?
muy
delicada
porque no tienen un plan de cómo conseguir mayorías
desde el punto de vista de-
políticas que den lugar a
mocrático y para el 18 de
transformaciones profundas.
octubre hubo una validación
estas
fracturas
internas?
No tienen proyecto político
La izquierda ha sido una oposición
tiene
son jugado
Tiene una solución. Creo que, gane el Apruebo o el Rechazo, Boric siempre ha tenido una carta bajo su manga que, supongo, va a tener que usar en algún minuto y por la que tendrá que
de la violencia en sus distintas formas: barricadas, “el que baila pasa”,
pagar costos: darle la conducción política del
protestas en el centro, saqueos… A veces incluso
gobierno al Partido Socialista. Eso significa una
desde una sociología de muy baja estofa, de muy
ruptura con su primer diseño, una tensión gran-
bajo nivel. Yo no creo que en la nueva izquierda
de con el PC y con parte importante del Frente
haya una reflexión sobre el ejercicio del poder y
Amplio, lo que tampoco es fácil. A mí me parece
sobre el ejercicio de la fuerza y, por tanto, tienen
que la única salida de gobernabilidad que tiene
muchos complejos a la hora de ejercer tanto el
Gabriel Boric es darle la conducción política del
poder como la fuerza.
gobierno al Partido Socialista.
Les incomoda…
¿Y eso implica el fin del Frente Amplio tal como se conoce hoy?
Les incomoda mucho. Y esto cuando no hay problemas de seguridad da lo mismo, pero cuan-
Eso significa el fin del proyecto del Frente Amplio
do tienes una crisis de seguridad en Chile en La
de Gabriel Boric como lo conocemos hasta hoy.
Araucanía, con el narcotráfico, con la migración en el norte y la delincuencia común, la verdad es
35
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
Entonces la antigua Concertación no está del
Pero dijiste que había dos cosas que decir…
todo muerta para ti… Sí, la segunda es que, al mismo tiempo, le carLa Concertación en cuanto a figura histórica sí,
gamos en exceso a Sebastián Piñera problemas
pero el proyecto socialdemócrata me parece que
que eran estructurales. Es decir, era fácil tener
va a resucitar de algún modo. Ahora, para resu-
un culpable en La Moneda. Todo lo malo que pa-
citar tiene que distinguirse con cierta nitidez del
saba en Chile era culpa de Sebastián Piñera. Sin
proyecto protochavista. Y estas reconfiguracio-
embargo, el Frente Amplio se ha tenido que dar
nes son súper complicadas. Sin embargo, uno
cuenta de modo muy acelerado que los proble-
podría pensar que en Chile no hay ningún motivo
mas en Chile con o sin Sebastián Piñera son bas-
para que no se reconfigure de alguna manera el
tantes parecidos, y que el problema no era él.
proyecto socialdemócrata. De hecho, el PS y el PPD han sido súper insistentes en reivindicarse
Dijiste también que para cierta izquierda, o
como polo de socialismo democrático, como un
al menos para ciertos sectores, la derecha era
polo que pesa, que tiene voto, que tiene parla-
ilegítima. ¿Por qué piensas eso y qué tan graves
mentarios. Son institucionales, y cuando ocurrió
son las consecuencias de esto?
el gran error de la ministra Siches con el tema del avión que se había ido vacío, todos los senadores
Simplemente constato que las dos veces que la
del Partido Socialista salieron a respaldarla. No
derecha ha ganado la izquierda ha hecho oposi-
porque le encontraran razón, sino porque en-
ciones muy destructivas, muy duras, muy poco
tienden que al Ministro del Interior se le respal-
amables, muy poco republicanas y muy poco es-
da. Eso es disciplina política, así se gobierna.
tratégicas, en el sentido de que horada las condiciones de gobernabilidad que te afectan también
LA LEGITIMIDAD DE LA DERECHA
a ti después.
¿Cuánto del éxito de la nueva izquierda en llegar
¿Cuánto de eso es una reminiscencia de la
al poder es responsabilidad también de los
dictadura?
errores de la derecha? Está asociado probablemente a la dictadura, pero Sobre el gobierno de Sebastián Piñera creo que
han pasado cincuenta años del golpe de Estado,
hay dos cosas que decir, y si bien van en senti-
han sido reemplazadas las generaciones. Por la
dos distintos, ambas son verdad. Una, es que
sanidad de la democracia chilena, es hora de que
en sus dos versiones, pero sobre todo en la se-
la izquierda acepte que se puede perder en las
gunda, no logró proveer de un proyecto político
urnas y que hay que dejar que el otro gobierne y
que respondiera a las fracturas sociales de Chile
apostar a ganar las elecciones siguientes como
por una razón muy simple: porque el piñeris-
en cualquier democracia normal. Pero me llama
mo nunca pensó que esas fracturas existieran.
la atención que las dos veces que en Chile ha go-
Y como nunca pensó que existieran, creyó que
bernado la derecha, la izquierda no acepta en su
se podía seguir gobernando el año 2018 como si
interior que la derecha gane. Ninguna democra-
gobernara en el año 93, eso se ve claramente. La
cia sana puede funcionar así.
derecha, entonces, es responsable en parte importante de esto, porque no fue capaz de ofrecer un proyecto político. Y al no ser capaz de ofrecerlo y quedar prácticamente en el suelo, ocurre lo que ocurrió en la Convención, donde desaparece. El desastre de la derecha es un desastre nacional en un sentido, porque desequilibró mucho el cuadro político.
36
El feminismo de la nueva izquierda bajo la lupa
37
Ilustración: Alejandra Acosta
GABRIELA CAVIEDES Y CATALINA SILES
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
E
sujetos a crítica respecto de ciertas premisas que
Gabriel Boric reafirmó su compromiso con un
sostienen la aproximación feminista de la nue-
principio que ya había señalado en su campaña
va izquierda. Los tres casos que analizaremos a
y en reiteradas intervenciones posteriores: el
continuación resultan ejemplares acerca de su
suyo es y será un gobierno feminista. Después
postura teórica, pero en ningún caso son una re-
de todo, su conglomerado viene denunciando un
visión exhaustiva del programa de gobierno fe-
extendido malestar femenino de larga data. En
minista de una coalición como el Frente Amplio.
n su primera cuenta pública, el Presidente
un país que, de acuerdo con la encuesta Criteria Research de 2021, el 91% de las mujeres consi-
Cuidados y corresponsabilidad
dera machista, el Presidente y su equipo se han comprometido a avanzar hacia una cultura de
La realidad chilena en este asunto es particu-
corresponsabilidad en el cuidado —“¡Democra-
larmente compleja, y ayuda a comprender al-
cia en el país y en la casa!”—, en tolerancia cero
gunas de las razones por las que un porcentaje
hacia la violencia de género y hacia un programa
tan alto de chilenas considera que vive en un
de acompañamiento a las identidades de género
país machista. Cuando se trata de asumir labores
y a las diversidades sexogenéricas. Si algo carac-
de cuidado (parciales o permanentes) de recién
teriza al actual programa del gobierno es preci-
nacidos o menores de edad, de adultos mayores o
samente esta agenda. No hay que olvidar que, de
de personas enfermas o discapacitadas, las mu-
hecho, parte importante de la victoria del presi-
jeres suelen ser quienes asumen ese papel. Esta
dente se debe al voto femenino.
labor puede realizarse o no de forma remunera-
Sin embargo, el entusiasmo frenteamplista no
da. En el caso de las tareas de cuidado remune-
suele tomar en consideración la otra cara de esa
radas, los salarios no figuran entre los más altos
realidad. La misma encuesta ya citada mostra-
del mercado. En el caso de las que no lo son, las
ba que, al momento de identificarse con el mo-
cuidadoras dependen de la realidad de la persona
vimiento feminista, los porcentajes son mucho
a su cargo: si requiere cuidado permanente, y ella
menores: solo 36% de las mujeres se siente muy
no tiene a quién recurrir, su acceso a la fuerza la-
o bastante identificada con él. ¿Cómo se explica
boral se ve seriamente amenazado. Si las labores
esta distancia? Es posible suponer que, si bien
de cuidado le permiten encontrar espacio para
la mayoría de las mujeres comparte buena par-
trabajar fuera del hogar, ella debe compatibilizar
te de los diagnósticos sobre los problemas que
su trabajo con el cuidado. En este último escena-
las aquejan, existen diferencias importantes
rio, según han insistido voces de diversos secto-
en el enfoque y los métodos propuestos por el
res, las mujeres trabajan como si no cuidaran y
movimiento feminista hegemónico en el Fren-
cuidan como si no trabajaran, con el consecuente
te Amplio. Cada uno de los focos que destacó el
burnout laboral y doméstico, y las repercusiones
presidente, aunque muy relevantes, pueden ser
en su salud mental y la de su entorno.
38
Es evidente que se trata de un problema acu-
ese contexto aparece, por ejemplo, el concepto
ciante, que requiere soluciones que nos orien-
de “derecho a cuidar” en el texto que propuso la
ten a una cultura corresponsable respecto de las
Convención: se trata de que la persona tenga la
personas que dependen de otras para su super-
posibilidad de “decidir adquirir obligaciones de
vivencia y desarrollo. Esto implica, en términos
cuidado con otras personas”2. El cuidado debe ser
simples, que las mujeres no pueden ser las úni-
libremente escogido y formar parte del proyecto
cas cuidadoras. Compartir de manera equitativa
vital del individuo: las relaciones de cuidado que
las tareas de cuidado implica atender también a
se entablan con otras personas no pueden estar
las mujeres en su realidad material, en su desa-
exigidas por cierto tipo de relaciones de depen-
rrollo integral y en su situación mental y física.
dencia (como entre padres e hijos) o la fuerza
Ahora bien, para el feminismo instalado en el
de la situación. Esta es una de las razones por
gobierno —y también para aquel que estuvo en
la cuales se aboga por el aborto libre: sería una
la Convención—, la gravedad de esta situación
manera de evitar que la mujer se vea forzada a
tiene su origen principal en el mercado y su so-
asumir por décadas un compromiso de cuidado
lución preponderante en el Estado. Si el proble-
que no está lista ni dispuesta a asumir.
ma tiene origen en el mercado, es porque este se
Sin embargo, aunque muchas de las labores de
desarrolla ciego a sus condiciones de posibilidad:
cuidado son libremente asumidas, existen otras
el cuidado de personas que no forman parte ac-
que nacen de situaciones inesperadas. Enferme-
tiva de la fuerza laboral, pero sí del consumo,
dades graves, accidentes, súbitas discapacidades
depende de las mujeres, y
de seres queridos. El com-
esa labor no es reconocida
promiso de cuidado con una
en términos económicos. Es
persona cercana o familiar
más, lo que las mujeres de-
Compartir de manera equitativa
jan de hacer por dedicarse al
las tareas de cuidado implica
ción consentida en ese mo-
cuidado les supone un costo
cuidar también de las mujeres
mento, como quien escoge
de oportunidad: el mercado las castiga. En consecuencia, razona ese feminismo,
en su realidad material, en su desarrollo integral.
no es aquí fruto de una elec-
una actividad de realización personal, sino la consecuencia de un vínculo constitutivo con una persona que no le
caben dos cursos de acción simultáneos: frenar parcialmente el mercado
resulta útil, sino valiosa por sí misma a quienes
(por ejemplo, reduciendo la jornada laboral, u
deberán hacerse cargo de ella. Desde luego, no
obligando a las empresas a flexibilizar el horario
hay razón para que el compromiso solo puedan
de trabajadores y trabajadoras) e involucrar ac-
asumirlo las mujeres3. Es necesario impulsar
tivamente al Estado (por ejemplo, con sala cuna
mecanismos para que hombres y mujeres “com-
universal o subsidiando el empleo femenino).
partan responsabilidades dentro y fuera del ho-
También se contempla la posibilidad de generar
gar, logrando vidas más plenas y felices”4. La
instancias de cuidado por parte de la comunidad1.
autonomía es sin duda necesaria, pero una labor
Estos son cursos de acción posibles y se puede
de cuidado que conduzca al desarrollo, también
llegar a acuerdos razonables que ayuden a avan-
pleno y feliz, de la persona dependiente debe
zar en conjunto. Con todo, hay tres asuntos de
poder integrar algo de entrega. El gran compro-
fondo que resultan conflictivos. El foco central
miso de una labor de cuidado es el de poner la
de las políticas que plantea este tipo de feminis-
necesidad del otro en primer lugar —que no es lo
mo es proteger siempre, a como dé lugar y casi a cualquier costo, la autonomía femenina. En
1
Camila Miranda y Mara Roitstein, Los cuidados al centro de la Nueva Constitución, Fundación NODO XXI, 8
2 Ibid., 6 3 Aunque suele ocurrir con frecuencia que, ante enfermedades o vejez de los padres, las hijas se hacen cargo más solícitamente que los hijos. 4 Disponible en https://minmujeryeg.gob.cl/?page_ id=4195
39
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
mismo que dejar de cuidar de sí mismo—. Dicho
embargo, se ha visto cómo en países con mayor
de otro modo, la plenitud de quien está siendo
equidad de género las mujeres siguen estando
cuidado pasa en buena medida por no concebir-
mayoritariamente presentes en profesiones y
se a sí mismo como la carga del autovalente. Tal
oficios de cuidado. Muchas optan, incluso, por
consideración tiene una cabida muy estrecha en
dedicarse al cuidado de sus hijos renunciando a
la dialéctica de la pura autonomía.
una carrera profesional. El temor al estereotipo
En segundo lugar, el “derecho a cuidar” pro-
puede conducir a negar una realidad que se da
puesto indica que ningún trabajo de cuidado
en términos generales (no absolutos), así como
debería hacerse gratuitamente, sino que siem-
también a desdeñar la relevancia de las labores
pre debiera tener recompensa económica. Esto
de cuidado, contrariamente a lo que se propone
aplica para aquellos casos en los que los cuida-
desde un enfoque feminista.
dos son provistos por personas externas, a quienes en estricto rigor no les corresponde realizar
Violencia de género
esta tarea. Pero asumir este criterio para todas las relaciones de cuidado, incluidas, por ejem-
Muy probablemente, esta es la causa que más ha
plo, la de madres o padres y sus hijos supone la
movilizado a las feministas de Chile y del mundo
valorización de un vínculo que más bien tien-
entero. Las manifestaciones masivas comenza-
de a desvalorizarse al fijar un precio. De hecho,
ron en Estados Unidos en 2017 y en Chile en 2018.
no deja de ser paradójico que, al mismo tiempo
Sin embargo, en vez de disminuir, las cifras de
que el feminismo de la nueva izquierda se defi-
violaciones, abusos, acosos, femicidios y violen-
ne fundamentalmente como contrario al sistema
cia intrafamiliar se agravaron notoriamente en
neoliberal y capitalista, no tiene problemas en
medio de la pandemia. Se activaron mecanismos
someter cosas invaluables a la lógica del merca-
y protocolos de prevención y denuncia, pero el
do. Dicho lo anterior, esto no obsta a que puedan
problema no parece haber disminuido. El Mi-
existir políticas de subsidio a las mujeres que
nisterio de la Mujer y la Equidad de Género del
trabajan y cuidan, o que solo cuidan, para dismi-
gobierno de Gabriel Boric tiene este asunto en
nuir su precarización y reconocer la importancia
la cumbre de sus prioridades. En su sitio web se
de su trabajo. Lo relevante es poder distinguir
desglosa el concepto de violencia de género en
adecuadamente entre aquel subsidio y la mone-
diversas aplicaciones, para que una mujer sepa
tarización de los vínculos familiares que típica-
distinguir cuándo está siendo violentada. Así, el
mente subyacen al cuidado de los más débiles.
Ministerio explica qué debe entenderse por fe-
En tercer lugar, la aproximación del feminis-
micidio, por violencia sexual, física, psicológica
mo frenteamplista a las realidades de género
y económica, por acoso sexual y por agresión en
consiste en suponer que prácticamente todas las
espacios públicos.
costumbres son herederas de una construcción
No obstante, los esfuerzos por la erradicación
cultural en la que ha primado la lógica masculi-
de la violencia hacia la mujer han traído otro
na. Aunque eso ha sido verdadero con respecto a
tipo de consecuencias negativas. En primer lu-
una amplia gama de asuntos, no es claro que sea
gar, porque detrás de este objetivo está la visión
fácil y completamente aplicable a los cuidados,
de que “la violencia de género es estructural y
como a veces se insiste en remarcar. Acusar al
transversal en la sociedad”, como señaló el Pre-
patriarcado como el culpable de que las mujeres
sidente Boric en su primera cuenta pública, lo
se hagan responsables de las labores de cuidado
cual parece suponer que las relaciones entre los
tiene el riesgo, por una parte, de asociar el cui-
géneros, en cualquier ámbito, están marcadas
dado únicamente con una carga, y por otra, de
simplemente por la dominación5. Esto ha traído
asumir que las mujeres serían más felices en otro tipo de trabajos y que, incluso si escogen ese camino profesionalmente, en algún sentido están siendo víctimas de estereotipos de género. Sin
40
5 El proyecto de ley sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia establece que “La violencia contra las mujeres comprende cualquier acción u omisión (…) basada en el género y ejercida en
consigo una constante actitud de sospecha que
recientemente denunciados, anteriores a los re-
entorpece la vida social, pues sitúa a las rela-
sultados del proceso, que asumen la inmoralidad
ciones entre hombres y mujeres en un estado de
de los hombres a la vez que creen en la moralidad
permanente conflicto. Además, quita fuerza al
superior o infalible de las mujeres. Esto subvier-
combate de situaciones reales de violencia que
te, desde luego, el principio de igualdad que se
experimentan muchas mujeres. En el fondo, si
quería reivindicar.
todo es violencia, nada lo es. En segundo lugar, la sospecha y el victimis-
Las disidencias
mo producto de una mirada omniabarcante de la violencia de género deja a los hombres en calidad
El sitio web del Ministerio de la Mujer y la Equi-
de (potenciales) victimarios solo por el hecho de
dad de Género sostiene, como parte de los prin-
ser tales, lo que supone una grave injusticia. Se
cipios fundamentales sobre los que se sostiene
deja de lado la presunción de inocencia y el de-
su programa, que “una sociedad desarrollada
bido proceso, e incluso plantear cualquier atisbo
se basa en que tanto hombres como mujeres
de duda frente a una denuncia es leído como una
sean reconocidos como sujetos de derechos y
actitud cómplice del siempre violento orden pa-
obligaciones, en igualdad de condiciones y res-
triarcal. Piénsese, por ejemplo, en las funas de
petando las diferencias naturales de cada uno.
cualquier tipo en contra de sujetos que han sido
Nuestra inspiración es el respeto a la diversidad más que una lucha entre hombres y mujeres”. Es
el marco de las relaciones de poder históricamente desiguales que emanan de los roles diferenciados asignados a hombres y mujeres, que resultan de una construcción social, cultural, histórica y económica”.
una aseveración razonable con la que, en principio, se puede estar de acuerdo desde distintos sectores. Sin embargo, podemos preguntarnos qué tanto cree el propio ministerio y gobierno en una declaración como esa. ¿Existen para ellos
41
“diferencias naturales” entre hombres y muje-
significado de lo femenino y lo masculino queda
res? ¿Existen hombres y mujeres como una ca-
de algún modo atado a aquellos estilos estéticos
tegoría binaria?
y de vida, y, por el otro, debe darse por terminado
El discurso feminista predominante ha opta-
el sistema de representación política que tenga
do por sostener que no hay más mujeres ni más
el sexo en consideración. Es decir, si el género es
hombres que los que deseen reconocerse como
esencialmente individual, entonces no sostiene,
tales, pero en ningún modo esa definición puede
sino más bien desafía la capacidad política de re-
aludir a datos biológicos. Por eso, para esta po-
presentar a ciertos grupos por medio de él, algo
sición, no es lo mismo la “mujer” que la “per-
que el feminismo del Frente Amplio defiende. Y
sona menstruante” o “persona gestante”. Bajo
esto, desde luego, valdrá también para las mu-
esta lógica es más adecuado predicar “mujer”
jeres. En ese sentido, dice Judith Butler que una
de una mujer trans que de un hombre trans, por
aplicación no problemática de una teoría femi-
ejemplo. Es interesante observar que el texto
nista que ponga en tela de juicio la categoría de
constitucional que propuso la Convención inten-
mujer sería “que se descarte la opción de que el
ta eludir este problema al proponer la expresión
feminismo sea considerado una política de repre-
conjunta “mujeres y personas gestantes”. Apa-
sentación”6. La historiadora chilena Valentina
rentemente, la expresión dota a la disidencia
Verbal coincide con esta postura. Para ella, algo
sexual de los mismos derechos que las mujeres,
así como escaños reservados para disidencias
pero a la vez establece una sutil pero radical dis-
sexuales es algo ridículo: “Las identidades de
tinción entre ambas.
género son, por definición, individuales. Y si eso
Si, en cambio, la diferencia sexual no radica
es así en términos de género, mucho menos po-
en la corporalidad, sino más bien en los estilos y percepciones que cada cual reclama para sí, y a partir de los cuales busca reconocimiento por parte del resto, entonces, cabe al menos advertir sobre dos dilemas relevantes. Por un lado, existe un riesgo severo de estereotipación, porque el
42
6 Judith Butler, El género en disputa (Barcelona: Paidós, 2017), 53.
drían significar lo mismo en términos políticos,
tiene una finalidad, sino que adquiere un signifi-
como para que una represente a la otra” .
cado único, personal, irrepetible e intransferible
7
Por último, cabe preguntarse por la capacidad
según el propio modo de comprenderse sexual-
real de respeto a la diversidad. Lo que subyace a
mente; es decir, el cuerpo se constituye a través
los debates más polémicos en torno al género es
de los actos que el individuo realiza. En tal caso,
un choque de visiones en torno a la corporali-
tampoco tenemos un límite necesario como seres
dad: hay dos antropologías diferentes en juego.
humanos —cualquier límite que exista debe ser
Por un lado, quienes sostienen la diferencia se-
subsanado paulatinamente por la tecnología—,
xual binaria y su complementariedad conciben
por lo que difícilmente podemos entendernos
la misma corporalidad humana como dada. El
como una sociedad interdependiente, sino como
cuerpo tiene un sentido y una finalidad, y debe
una que se necesita por sus avances tecnológicos.
ser protegido de la denigración y del abuso por-
Nada de eso tiene una finalidad intrínseca: la tie-
que no es algo que sea posesión material, sino
ne en cuanto sirve al individuo.
parte esencial de la propia identidad y, por ende,
Ambas visiones pueden ser sostenidas simul-
dignidad. A la vez, la corporalidad humana de-
táneamente en una comunidad, y la promulga-
muestra su necesaria finitud y complementa-
ción de leyes en uno u otro sentido dependerá
riedad, que está en la base de la formación de la
del debate democrático, con la mayor seriedad
sociedad. Así, la sociedad es intrínsecamente de-
posible. Pero el feminismo de la coalición de
pendiente, porque lo es en la misma formación
gobierno es poco propenso a conceder legitimidad política o intelectual a
de sus miembros.
esta diversidad de posicio-
El lado contrario del debate no concibe el cuer-
nes
—paradójicamente—,
po como algo dado ante lo
Aún existiendo un 91% de
que cabe gratitud, sino que
mujeres que considera vivir en
talmente morales. Quienes
la realidad material debe
un país machista, el porcentaje
se sitúan a ambos lados del
ser ordenada a voluntad mediante una serie de acciones. Si es necesario, se
de feministas declaradas en Chile no alcanza ni la mitad.
involucran medios econó-
y por razones fundamen-
debate pueden coincidir en que las disidencias sexuales han estado históricamente marginadas y han recibi-
micos y tecnológicos para que el cuerpo respon-
do un trato denigrante e inaceptable. Pueden no
da a los propios deseos y a la propia percepción.
coincidir, sin embargo, en las políticas que han
La dignidad humana comienza y termina en la
de seguirse para evitar esa denigración en el fu-
voluntad, y si no se puede utilizar ni la economía
turo. Para el feminismo que comentamos, solo
ni la tecnología, como ocurre en el caso del len-
hay una manera efectiva: la que ellas proponen.
guaje, es deber de la sociedad reelaborar concep-
Por eso, oponerse a sus políticas es oponerse a la
tos o integrar otros nuevos que den cuenta de esa
valoración humana de las diversidades sexuales.
voluntad. Para el feminismo queer8 el cuerpo no
Así, quien busca mantener la separación binaria del sexo o la categoría de mujer para las nacidas
7 “Valentina Verbal: “En la derecha también hay una versión peligrosa de la política identitaria””, por Daniel Hopenhayn. La Tercera, 29 de mayo 2020. 8 Las feministas queer piensan que no existe un sexo de nacimiento, sino que el sentido de la sexualidad está dado por una serie de expresiones de género que se despliegan constantemente, pero que dependen del modo en que decidimos apropiarnos de patrones culturales. Si alguien decide apropiarse de esos patrones de manera diferente a las tradicionales, suele ser marginalizado y patologizado, pero la normalidad o anormalidad de su género y
biológicamente tales, se le acusa de transfobia. El asunto se vuelve aún más complejo si la persona en cuestión se declara feminista. La ministra Antonia Orellana sostuvo en una entrevista con El Mercurio9 que la transfobia (entendida
orientación sexual no es menos ficticia que la del heterosexual o cisgénero. 9 Entrevista en la sección Reportajes (D6) de El Mercurio (20 de marzo de 2022).
43
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
justamente en este plano) no cabe en el feminis-
forzada a declararse feminista con todo lo que
mo. Por otro lado, muchas feministas radicales
ello implica en el discurso imperante, o bien
relatan que a menudo son estigmatizadas por
debe considerarse un “peligro” para los dere-
buscar separar los derechos de las mujeres de la
chos de las mujeres. El totalitarismo moral del
causa trans. Para las radicales (que no se llaman
feminismo hegemónico explica por qué, aun
así por ser extremas sino por buscar la “raíz” de
existiendo un 91% de mujeres que considera vi-
la opresión femenina), es necesario abolir los
vir en un país machista, el porcentaje de femi-
códigos de lo que se entiende como necesaria-
nistas declaradas en Chile no alcanza ni la mitad.
mente femenino, o aquellas herramientas que se
Pero el Frente Amplio no considera matices.
utilizan para esclavizar a la mujer, como la pros-
Ha decidido impulsar una agenda feminista
titución o la pornografía. En ese contexto, ellas
incorporando “perspectiva de género” en todas
insisten en que las expresiones de género no son
sus instancias y según sus propias prerrogati-
lo que constituye a una mujer. Aun concediendo
vas. Con ellas pretende satisfacer una serie de
que se trata de un grupo de personas histórica-
demandas que parecen ya haberse instalado en
mente excluido que requiere reconocimiento y
el país, como se expresó en la enorme convoca-
aceptación, las radicales hacen el esfuerzo por
toria que tuvo el movimiento feminista en mayo
distinguir planos. Por esta razón, las feministas
de 2018 y que la nueva izquierda intentó capita-
transafirmativas las consideran “un peligro para
lizar. Sin embargo, su posición ideológica parece
el feminismo y para las mujeres” y describen su
estar empañando estos esfuerzos. A menudo in-
lucha como “discursos de odio” 10.
sisten en la implementación de una serie de me-
En una palabra: para este feminismo, quie-
didas simbólicas —como el lenguaje inclusivo o
nes no comparten su diagnóstico y sus medios
la declaración del carácter interseccional de las
en todos los campos relevantes de inequidad de
acciones gubernamentales— que escasamente
género, o son completamente hostiles a la cau-
responden a las urgencias sociales que enfrentan
sa, o la traicionan. Por lo general, esto obtiene
las mujeres chilenas. Bajo el disfraz de la eman-
un resultado maniqueo: o bien la persona se ve
cipación y la diversidad como valores supremos se esconde un fuerte contenido normativo propio de un feminismo identitario que deja poco espa-
10 Adria Campos, feminista radical de Fresas Chile, cuenta que “nos han llamado asesinas y nazis, y nosotras nunca hemos asesinado a nadie, nunca hemos acosado a nadie en la calle”. Disponible en https://www.cnnchile.com/tendencias/feministas-radicales-quienes-son-terf_20200710/
cio para el disenso y, sobre todo, para la consideración de nuestras relaciones de dependencia no como un obstáculo para alcanzar una vida plena, sino como una condición necesaria para ella.
Gabriela Caviedes es licenciada y doctora en filosofía por la Universidad de los Andes e investigadora del centro SIGNOS de la misma casa de estudios. Catalina Siles es licenciada y magíster en historia, y candidata a doctora en sociología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es investigadora asociada del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES).
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Mariana Mazzucato y la nueva izquierda chilena
De la experimentación neoliberal a la desarrollista ÁLVARO VERGARA
45
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
H
ace tiempo que la izquierda sufrió una reno-
de ese complejo entramado destaca la académica
vación teórica. La caída de los socialismos reales
italoamericana de la University College London,
y el aparente triunfo de la díada capitalismo-de-
Mariana Mazzucato. Hasta ahora en el país se
mocracia representativa la forzaron a repensar
ha examinado poco el pensamiento de esta eco-
su antiguo proyecto transformador. Desde aquel
nomista. Y es importante hacerlo porque, como
fracaso, muchos de sus líderes entendieron que
mostraremos en este ensayo, su influencia es
si deseaban convertir sus proyectos políticos en
significativa dentro del mundo progresista.
alternativas confiables debían fortalecer ciertos
¿Cuáles son las ideas rectoras que ha propuesto
ámbitos en los que habían fallado, en especial el
Mariana Mazzucato? ¿Qué lugar ocupa la obra
económico. El sociólogo Raymond Aron señaló
de esta académica dentro del pensamiento eco-
que uno de los problemas de las izquierdas de
nómico y político dominante hoy en la nueva
su tiempo había sido, precisamente, una caren-
izquierda chilena? ¿Cómo ha reaccionado este
cia de cimientos económicos funcionales1. Y, en
sector ante la denominada crisis del capitalis-
efecto, había allí un atraso evidente. Así, a nivel
mo? Ese es el tipo de preguntas que exploramos
global, fue surgiendo un influyente y heterogé-
a continuación.
neo grupo de pensadores que busca tensionar y modificar la economía social de mercado2. ¿Sus
Mazzucato y la izquierda chilena
medios? La mezcla de libros de difusión, prensa, academia y distintas fórmulas programáticas
Bien puede decirse que Mazzucato es una econo-
para intentar superar la desigualdad.
mista propia de los tiempos actuales. Las diná-
En Chile ha sucedido algo similar. Las nuevas
micas de innovación, de hecho, son el hilo cen-
generaciones de la izquierda nacional deseaban
tral que cruza toda su teoría. Será normal, por
romper tanto con el “neoliberalismo tecnócrata”
tanto, encontrar reiteradas en sus libros palabras
de sus padres concertacionistas, como con los
como, “creatividad”, “tendencias” y “nuevas
planes quinquenales admirados por sus abuelos.
tecnologías”. Pero esta contemporaneidad tam-
Esto los condujo a intentar desarrollar un enfo-
bién se refleja en su papel de intelectual pública.
que propio que, después de cierto tiempo, pare-
En efecto, Mazzucato usa Twitter, vende bestse-
cen haber conseguido.
llers y da conferencias multitudinarias, transfor-
Son diversas las influencias internacionales
mándose en una rockstar de la economía gracias a
que confluyen en el proyecto chileno, pero dentro
su capacidad de cruzar distintas audiencias. Sus ensayos reposan sobre los escritorios de casi to-
1
Raymond Aron, El observador comprometido (Barcelona: Página Indómita, 2019).
2 Los principales son Joseph Stiglitz (Columbia), Ha-Joon Chang (Cambridge), Thomas Piketty (Paris), Gabriel Zucman (Berkeley), Emmanuel Saez (Berkeley) y Mariana Mazzucato (UCL).
46
das las izquierdas criollas: desde el liberalismo progresista, pasando por el socialismo democrático, llegando incluso al Partido Comunista. Mazzucato no es solo la principal referencia económica de Apruebo Dignidad, sino también
una valiosa colaboradora de esta coalición. En
Ahora bien, decir que la izquierda chilena
febrero de 2022 el ministro Secretario General
abandonó el proyecto económico del socialis-
de la Presidencia, Giorgio Jackson, declaró que
mo antiguo no significa que haya abjurado de la
la economista habría estado cooperando ac-
economía planificada. Sus instrumentos enfati-
tivamente con la subsecretaria Javiera Peter-
zan otros medios, como el aumento de la inter-
sen (quien termina su doctorado en el Instituto
vención del Estado en los procesos de toma de
para la Innovación y Propósito Público de UCL,
decisiones comerciales, o una amplia gama de
dirigido por la misma Mazzucato)3. Y su influen-
medidas fiscales y regulatorias, subsidios y res-
cia va más allá. Recordemos, por ejemplo, que en
tricciones. En otras palabras, ya no aspiran a pla-
los momentos más complejos del Frente Amplio,
nificar toda la producción, pero no renuncian a
el mismo Jackson evaluó la idea de ir a estudiar
hacerlo con una parte importante de ella. Ese es,
a UCL. Asimismo, importantes colaboradores del
precisamente, el horizonte normativo de Maria-
Presidente Gabriel Boric se inspiran, en parte, en
na Mazzucato: su finalidad principal no es el re-
su trabajo: Nicolás Grau, Diego Pardow, José Mi-
emplazo del capitalismo por otro sistema, sino,
guel Benavente, Rodrigo Echecopar, entre otros.
como muchos intentaron antes, encauzarlo hacia rumbos “progresistas”, empleando para ello la
3 “Giorgio Jackson: “Es posible una agenda del progresismo sin que Chile deje de ser un país atractivo para la inversión””, Diario Financiero, 9 de febrero de 2022.
enorme fuerza del aparato público. Siguiendo la terminología del pensador austriaco Joseph Schumpeter, para Mazzucato el ca-
47
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
pitalismo funciona sobre la base de la “destruc-
Mazzucato, pero también para el Frente Amplio,
ción creativa”, es decir, a partir de la constante
los principales sujetos que resguardan el inte-
renovación de las tecnologías en la producción de
rés público son los gobiernos. ¿Por qué? Porque
bienes y servicios4. Para el autor de Capitalismo,
“solo el Gobierno tiene la capacidad de super-
socialismo y democracia es la acción humana la
visar una transformación a la escala necesaria;
que, en su constante proceso de competencia,
de reformular la manera en que se rigen las or-
descubre nuevas formas para crear mejores pro-
ganizaciones económicas, cómo se estructuran
ductos. Mazzucato está de acuerdo en lo prime-
sus relaciones y cómo se relacionan entre sí los
ro, pero disiente en lo segundo. La académica
agentes económicos y la sociedad civil”9.
piensa que el ser humano no estaría logrando
Con todo, la teoría de un Estado empresario no
progresar a niveles más altos debido al mercado
es nueva. En Chile varios miembros de la nueva
desregulado y a la avaricia de los empresarios5.
izquierda esbozaron algo parecido antes de que
De tal forma, establece que el capitalismo, “en
salieran a la luz los trabajos de esta economista10.
lugar de optar por una trayectoria de crecimien-
Si se quiere, Mazzucato, reflotó una antigua teo-
to sostenible, ha creado economías que, infladas
ría desarrollista que remite a la “vanguardia”
por burbujas especulativas, enriquecieron al uno
inversora de las empresas estatales. El postulado
por ciento que ya era inmensamente rico y des-
es simple: el Estado es quien asume el riesgo a
truyeron el planeta” . ¿Cuál sería la solución?
gran escala; en consecuencia, a él le correspon-
Desarrollar una nueva forma de colaboración
de el título de verdadero creador de riqueza. En
pública-privada.
resumen, sus dos principales funciones son:
6
asumir riesgos y crear mer-
En principio esta propuesta no debería alarmar a nadie. Es más, formulada en esos términos amplios hoy sería aceptada casi trans-
cados.
¿Qué es el Estado para Mazzucato? ¿Qué definición
versalmente por el espectro
utiliza? ¿Cuáles son sus
político chileno. Sin embar-
implicancias? Nunca lo aclara.
go, la especificación es algo
Una consideración atenta de ese planteamiento hace resaltar algunas deficiencias que la economista nunca responde de buena forma, o que, más bien, prefiere
más polémica. Según ella —y esta es su idea ma-
ignorar. En las secciones siguientes nos deten-
dre— el Estado debe liderar el desarrollo eco-
dremos en esos problemas, comenzando por las
nómico, pues este apuesta “en áreas en las que
expectativas que genera su teoría a la hora de in-
el sector privado no invertiría ni aunque tuviera
tentar aplicarla en la realidad.
los recursos”7. En sus palabras: “cuanto más minimicemos el papel del Estado en la economía,
Un problema de expectativas
menos capaces seremos de asignarle un papel relevante y convertirlo en un actor relevante y,
Las principales deficiencias de la teoría del Es-
por tanto, menos capaz será el Estado de atraer
tado emprendedor se encuentran en sus propias
talento de alto nivel” . En tales términos surge su
bases conceptuales. Para notar a lo que nos refe-
famosa teoría del “Estado emprendedor”. Para
rimos, el lector puede realizar el siguiente ejer-
8
cicio: busque, en cualquiera de los libros de esta 4 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor (Madrid: RBA Libros, 2019), 20. 5 Michael Jacobs y Mariana Mazzucato, Rethinking Capitalism: Economics and Policy for Sustainable and Inclusive Growth (Londres: Wiley-Blackwell, 2016). 6 Mariana Mazzucato, Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo (Madrid: Taurus, 2021), 27. 7 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor, 65. 8 Ibid., 54.
48
economista, un párrafo con alguna definición o
9 Ibid., 38. 10 Véase Rodrigo Vallejo y Diego Pardow, “Derribando mitos sobre el Estado Empresario”, Revista Chilena de Derecho, vol. 35, núm. 1 (2008): 135-156; véase también José Miguel Ahumada, “La vigencia de las ideas impulsadas por la CEPAL”, Ciper Opinión, 23 de enero de 2018.
caracterización de los principales conceptos de
plantearse expresamente esta pregunta es a una
sus propuestas. Le anticipamos que no los en-
formulación retórica: la dupla Estado y empre-
contrará por ninguna parte. Esa omisión, natu-
sa constituye una exageración porque postularía
ralmente, debilita su esquema: si no se precisan
una imagen dicotómica entre “un sector empre-
las definiciones de una determinada propuesta
sarial que surge y un sector público burocrático
teórica, su interpretación se vuelve equívoca.
que ronronea”12. Ante tamaña omisión, justificar
En diversos pasajes Mazzucato tiende a con-
después la intervención del Estado es difícil; y es
fundir y a usar indistintamente términos que
que ¿cómo identificar las funciones y la finali-
son diferentes. Algunos comunes, por ejem-
dad en la sociedad de un “ente” tan trascendente
plo, son: gobierno y Estado; público y estatal; o
como indeterminado? La académica no lo expre-
renta (rent) y ganacia (profit)11. Es precisamente
sa. Nada de esto queda muy claro en sus escritos.
desde ahí que surge una interrogante funda-
Con todo, la propuesta también parece insufi-
mental: ¿qué es el Estado para Mazzucato? ¿Qué
ciente por otros motivos. Desde luego, Mazzucato
definición utiliza? ¿Cuáles son sus implicancias?
no busca elaborar un conjunto de manuales ex-
Nunca lo aclara. A lo único que se remite luego de
plicativos, pues sus libros tienen una marcada finalidad proselitista. Su deseo, más bien, es recopilar información, datos y ejemplos concretos
11 Sinclair Davidson y Jason Potts, “The Entrepreneurial State and the Platform Economy”, en Questioning the Entrepreneurial State (Karl Wennberg y Christian Sandström eds.) (Nueva York: Pringer, 2022).
para utilizarlos luego en el espacio público (y
12 Mariana Mazzucato, El Estado Emprendedor, 35.
49
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
así lo han hecho personeros como José Miguel
problema de expectativas: por diversos motivos,
Ahumada, José Miguel Benavente o el mismo Ni-
no es lo mismo extrapolar el éxito de la interven-
colás Grau en el debate nacional). En otras pa-
ción estatal con ejemplos como la NASA o Sili-
labras, pretende elaborar un listado de insumos
con Valley a nuestra realidad local, como cuando
útiles para aquellos que simpaticen con la idea
José Miguel Ahumada defiende la creación de un
de incrementar la intervención del Estado en la
Banco de Desarrollo criollo (con muchas funcio-
sociedad. El inconveniente, sin embargo, es que
nes que, además, ya podría realizar la Corfo). Es
a ese defensor del Estado emprendedor le resul-
manifiesto el contraste con la Premio Nobel de
tará difícil hacer valer sus argumentos frente a
economía Elinor Ostrom, quien fue bastante en-
un especialista.
fática a lo largo de su carrera en señalar lo difícil
Lo anterior se comprueba al buscar —de nue-
y riesgoso que es trasplantar iniciativas locales
vo— en cualquiera de sus libros, algún ejemplo
de desarrollo sin considerar el conocimiento de
no de fallas de mercado (pues encontrará mu-
la realidad y las costumbres del lugar en que se
chos), sino de fallas de empresas del Estado.
planea instaurar14; algo en lo que los seguido-
Tampoco las encontrará por ninguna parte. Este
res chilenos de Mazzucato no temen en incurrir
sesgo de selección (cherry picking) provoca la tí-
a menudo.
pica falacia de la “evidencia incompleta” (tan usada en el mundo de la economía política). Y es
Un problema de justicia
en este punto donde se aprecia también que la teoría de Mazzucato, en vez
En cualquier caso, la pro-
de realizar un ejercicio com-
puesta de Mazzucato no
prehensivo
necesario
(es
decir, presentando fortale-
Tras la praxis del Estado
zas y debilidades), prefiere
emprendedor subyace un
elaborar su teoría desde una
presupuesto antidemocrático,
perspectiva que bien puede
trasladando una importante
ser calificada de partisana, donde, además, ya abundaban este tipo de análisis. Pa-
gama de toma de decisiones al gobierno de turno.
rece, por tanto, que las posi-
solo es inconveniente por el “problema de expectativas” recién descrito, sino también por otro que podría
caracterizarse
como
una “injusticia en la toma de decisiones”. Esta deficiencia es quizás la más grave, pues revela que tras la praxis del
bilidades del Estado emprendedor siempre serán
Estado emprendedor subyace un presupuesto
expuestas en un contexto que le sea favorable.
antidemocrático, trasladando una importante
Este problema guarda directa relación con otra dificultad adicional: como la misma Mariana
gama de toma de decisiones desde los ciudadanos al gobierno de turno.
Mazzucato reconoce13, su lista de ejemplos pro-
Una anécdota del mismo Raymond Aron nos
viene principalmente de Estados Unidos; es
puede servir para ilustrar el punto. En una de sus
decir, de una de las principales potencias del
entrevistas, este pensador muestra cómo, du-
mundo. Pero además (y esto no lo reconoce) di-
rante la Guerra Fría, la casta dirigente soviética
chos ejemplos vienen con un fuerte sesgo de se-
estaba más preocupada de producir acero que
lección en la evidencia. En consecuencia, querer
comida para el pueblo15. ¿Quién definía qué hacer
aplicar tales directrices a cabalidad en países con
o no? En otras palabras, ¿quién definía la esca-
menos recursos no solo resulta ilusorio, sino
la de valores unitaria desde la cual se diseña la
también más o menos problemático según el
política económica? Respuesta: los funcionarios
caso. Lo preocupante es que ni siquiera advierten la posibilidad de que la propuesta genere efectos adversos. Aquí se logra apreciar un evidente
14 Elinor Ostrom, “Why Do We Need to Protect Institutional Diversity?”, European Political Science, 11 (2011): 128-147.
13 Ibid., 32
15 Raymond Aron, El observador comprometido, 348.
50
del gobierno de turno. Guardando las proporcio-
palabras, no arriesgan su propio capital. ¿Qué
nes, el Estado emprendedor de Mazzucato aspira
pasaría, por ejemplo, si los funcionarios de la
a una especie de tecnocracia antideliberativa si-
empresa estatal se jugaran su propio patrimonio
milar, puesto que impone una escala de valores
al momento de decidir invertir? Los resultados,
unitaria y definida de antemano en las materias
con una probable seguridad, serían diferentes.
en las que debiera involucrarse. Bajo esta in-
Ese “atrevimiento” del que habla Mazzucato se
versión estatal los funcionarios del gobierno de
vería limitado por motivos de previsión natura-
turno eligen, en virtud de ciertos criterios pre-
les.
viamente definidos, en qué áreas deberá invertir el Estado.
El ejemplo sobre la NASA de su libro es ilustrativo, porque insinúa el traspaso de la toma
De tal forma, en su último libro, Misión eco-
decisiones desde abajo-hacia-arriba a uno de
nomía, Mariana Mazzucato afina su propues-
arriba-hacia-abajo impuesto a la ciudadanía.
ta del Estado emprendedor, explicando que la
Al analizar este caso, Mazzucato estima que el
inversión estatal debe realizarse por “misiones”,
proyecto espacial del Apolo 11 fue un éxito. Y en
es decir, planificando los objetivos a cumplir.
efecto, considerando la influencia y la conso-
Usando su propia terminología, las empresas
lidación de Estados Unidos alcanzó frente a la
estatales siempre serán más “atrevidas” que las
Unión Soviética durante esos años complejos, no
privadas. Y el motivo es muy simple: si el proyec-
cabe duda de que el saldo fue positivo. Aún así, la
to del particular fracasa, este arriesga su propio
situación contiene otros elementos fundamen-
patrimonio; en cambio, si lo hace el proyecto de
tales omitidos por la economista, como las cir-
la empresa estatal, son los contribuyentes quie-
cunstancias particulares de la época. Mazzucato
nes pierden su dinero.
en ningún momento se pregunta si los ciuda-
El punto que convenientemente omite la au-
danos estadounidenses sin Guerra Fría habrían
tora es que las misiones serán definidas por los
gastado todos esos recursos en la carrera espa-
funcionarios del gobierno, puesto que la inver-
cial o, en cambio, en la construcción de hospita-
sión estatal es materia de política pública, de-
les, centros educacionales o recintos carcelarios.
terminada en base a las prioridades subjetivas de
¿Por qué? Porque las prioridades de los políticos
quien detenta el poder (sin perjuicio de los pa-
o de la administración muchas veces no coinci-
rámetros técnicos que puedan sostenerla). Por lo
den con aquellas de la ciudadanía. El problema
mismo, son los gobiernos de turno quienes deci-
de justicia en el Estado emprendedor incentiva
den dónde, cuánto y cómo invertir. Aquí se ubi-
a que se gasten fondos ciudadanos en objetivos
ca el problema de justicia de esta agenda, pues-
que ellos mismos podrían no desear. Sanear este
to que el Estado emprendedor delibera sobre la
dilema, por tanto, se configura como un desafío
vida de los demás a bajo costo —o, peor, a cos-
ineludible para sus seguidores.
to ajeno—. Los funcionarios públicos no tienen mucho que perder al arriesgar los recursos de las arcas fiscales porque no se juegan la piel; en otras
51
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
Un problema de responsabilidad
serán financiadas con fondos del erario nacional. Eso quiere decir que en la práctica lo que termina
Cabe agregar que el Estado emprendedor tam-
sucediendo es una redistribución injusta de in-
bién lleva aparejado un “problema de respon-
gresos: se toman fondos comunes para reparar
sabilidad”. Toda actividad industrial se realiza
algo en lo que no se participó colectivamente.
en un territorio físico determinado. Mazzucato
En la negligencia privada, en cambio, por regla
lo tiene presente, y por eso suele dedicar capí-
general este debe indemnizar, mitigar y reparar
tulos al medio ambiente. Su Estado emprende-
con sus propios medios.
dor muestra una faceta ecológica que intenta
Pongamos un ejemplo ficticio para ilustrar el
compatibilizar el cuidado a la naturaleza con el
argumento. Si los desechos tóxicos de la futu-
desarrollo industrial. Sin embargo, acá hay otra
ra NASA latinoamericana desarrollada bajo las
dificultad estructural, que tiene que ver con el
directrices de Mazzucato terminan destruyen-
incumplimiento de un famoso principio de res-
do un ecosistema, todos los habitantes del país
ponsabilidad ambiental, conocido en lengua-
pagarán los costos económicos de esa negligen-
je coloquial como “quien contamina paga”. En
cia, ¡incluso los mismos vecinos que sufrieron
efecto, Mazzucato omite que, al igual que en las
la catástrofe! El motivo es el siguiente: como
empresas privadas, cuando interactúan las em-
los impuestos van a un fondo común, terminan
presas estatales, sus efectos (sean positivos o
conformando una entidad mancomunada per-
negativos) afectarán directa e indirectamente a
teneciente a todos los miembros de la nación
ciudadanos que no tuvieron nada que ver con la
en partes iguales. La empresa, por tanto, debe
toma de decisiones, lo que podría generar serias
pagar utilizando una fracción del total. El Esta-
dificultades políticas.
do emprendedor convive con la tensión de que
Pero hay una diferencia que se relaciona con
actividades contaminantes deban ser primero
la naturaleza del financiamiento de las empre-
ejecutadas y luego reparadas con los recursos de
sas del Estado, puesto que, cuando se sanciona
todos los contribuyentes. Pero eso no es lo úni-
al Estado emprendedor y este debe indemnizar,
co, sino que, como vimos antes, al mismo tiem-
se genera una tensión que puede ilustrarse en la
po se nos despoja de nuestra capacidad de voz e
siguiente pregunta: ¿cómo responde si no tiene
injerencia en el proceso de “innovación”. Ese es
un patrimonio propio al cual acudir? Mazzucato
el problema de responsabilidad que, debido a su
no lo menciona. No obstante, la académica tiene
naturaleza, el Estado emprendedor siempre de-
razón al decir que los privados nunca arriesgarán
berá ponderar en su accionar.
lo mismo que el Estado emprendedor, porque ambos difieren en la naturaleza de su financia-
¿Un “experimento” desarrollista?
miento (las privadas con fondos de particulares, las estatales con impuestos y rentas de la na-
Si hay algo que nos han demostrado los desafíos
ción). Lo que ocurre en este caso es que las ne-
actuales (la pandemia, el cambio climático, et-
gligencias de los funcionarios públicos siempre
cétera) es que la colaboración público-privada
52
y, sobre todo, la diversidad de proyectos de
si produce a costos muchos más elevados? ¿No
desarrollo científico e industrial, son la clave del
frustraría todo esto los incentivos para desarro-
desarrollo. La exitosa campaña chilena de vacu-
llar nuevas tecnologías?
nación es el mejor ejemplo de eso, con colabo-
Por todo lo anterior, resulta al menos curioso
ración entre empresas, universidades y aparatos
que uno de los sectores políticos que denunció a
estatales. Pero, como se ha visto hasta aquí, las
Chile ante el mundo como un supuesto “labora-
interrogantes que se asoman en la propuesta de
torio neoliberal” se base, paradójicamente, en
Mazzucato podrían hacer tambalear dicha cola-
propuestas económicas que abogan por la ex-
boración. Porque, a fin de cuentas, son muchas
perimentación “imaginativa” del Estado en la
las incertidumbres: ¿qué ocurre si el Estado em-
vida de los ciudadanos16. Al final, pareciera que la
prendedor decide invertir solo en las áreas más
experimentación resulta buena cuando es de un
rentables? ¿Qué pasa si al contar con mayor fi-
determinado color político: no a la experimenta-
nanciamiento y con beneficios regulatorios ter-
ción liberal, sí a la desarrollista.
mina por arrasar con la competencia privada? ¿Y si eleva las barreras de entrada hasta niveles inalcanzables para potenciales competidores? ¿Y
El Estado emprendedor Mariana Mazzucato RBA Libros, 2019 400 páginas
16 Mariana Mazzucato. Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo, 36.
Misión Economía Mariana Mazzucato Taurus, 2021 249 páginas
Álvaro Vergara es abogado y magíster en estudios políticos de la Universidad de los Andes. Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES).
53
LUCY OPORTO:
“No rebajaré a Salvador Allende al nivel de Boric y su horda” POR MANFRED SVENSSON
54
Voz disidente e incómoda para el progresismo y la nueva izquierda, la filósofa
Lucy Oporto (1966) fue una de las primeras en cuestionar el llamado estallido social de octubre de 2019. Con una importante trayectoria de publicaciones
durante más de una década, su reflexión en la antesala y transcurso de la crisis ha sido objeto de especial atención, y hoy sigue interpelando a los lectores gracias a su obra He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza. Ensayos de crónica filosófica (Katankura, 2021). La cultura, la violencia, el valor de la educación y de la afirmación del espíritu son algunos de los temas en los que profundiza en esta entrevista, donde además sitúa el momento actual en un fenómeno más amplio de disolución identitaria, marcado por la frivolidad y el materialismo.
Tu posición es bien única: te declaras allendista
legítimamente. Otros los han instrumentalizado
y, al mismo tiempo, afirmas de modo inequí-
para llevar agua a su molino, convirtiéndolos en
voco que rechazarás el borrador de la Constitu-
una extensión de sus guerras privadas. Y otros
ción que presentó la Convención. ¿Qué tan ex-
han pretendido tomarme examen, como si fuese
cepcional es esto?
una estúpida. No obstante, prácticas mezquinas como estas últimas me dan la razón respecto de
Me cuesta creer que se trate de una posición tan
la decadencia cultural y espiritual de Chile: los
excepcional, como si existiese un solo modo de
auténticos lectores escasean, otros leen literal o
valorar a Allende hoy. Pero he tenido evidencias
tendenciosamente, o no entienden lo que leen, o
de algo así, en el nivel de la caricatura y la vulga-
extraen conclusiones apresuradas, superficiales,
ridad. Unos han recogido pasajes de mis traba-
frívolas y oportunistas. Por mi parte, no rebajaré
jos más conocidos porque se reconocen en ellos,
a Salvador Allende al nivel de Boric y su horda.
55
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
En medio del estallido social publicaste una
No sé si corresponda llamar “cultura” a ese lugar
sentida nota fúnebre por el fallecimiento del
común sin consecuencias en que ha devenido la
poeta chileno Armando Uribe. En su muerte
transgresión. Es una mercancía desechable más.
parecías ver la partida no solo de una mente
No estoy enterada de cómo han sido tratadas las
brillante y un espíritu noble, sino también un
figuras de Mistral o Uribe en el último tiempo. En
punto de contraste respecto de la “juventud
cuanto a Violeta, desde el principio fue instru-
autorreferente” que inundaba las calles. ¿Está
mentalizada como ícono del “estallido social”,
Uribe entre las figuras que más te han marcado?
per se. En 2015, The Clinic presentó una imagen
¿Qué peso le atribuyes al contraste entre estas
suya con el rostro de Jovino Novoa, procesado
generaciones para comprender la “disolución
por haber emitido boletas ideológicamente fal-
de Chile” de la que llevas unos años hablando?
sas. Es un ejemplo de transgresión como objeto de consumo, que solo se agotaba en “ultrajar
Uribe tenía una fuerza interior peculiar y un co-
el recuerdo de las mejores figuras del país”, y
nocimiento de un Chile cultural e intelectual más
que solo la degradaba a ella. En 2020, el Museo
antiguo. De ahí, en parte, su importancia en mi
Violeta Parra fue incendiado tres veces, hasta ser
formación. Conversé con él varias veces y leí, so-
destruido. Pero el foco estuvo puesto en culpar a
bre todo, sus ensayos. A comienzos de los 2000
Carabineros. Ni ella ni su obra importaban mucho
era el único en Chile que se había referido a las
a los héroes de la revolución. Solo eran impor-
prolongaciones del fascismo por otras vías, tras
tantes en la medida de permitir la justificación
el término del régimen, basándose en Sciascia,
de la barbarie y sus extorsiones, la cosificación
quien distinguía entre régimen fascista y espíri-
de la propia Violeta como pasto para las masas,
tu fascista.
la legitimación de la primera línea y su horda de
La llamada “generación sin miedo” es suma-
perros. Hasta hoy no se sabe quién perpetró ese
mente dudosa para mí. La veo como un producto
acto barbárico. Actualmente, una parte impor-
terminal de la posdictadura y la sociedad de con-
tante de su obra visual está protegida en la UC.
sumo, cuyo foco es lo nuevo y lo desechable. Ade-
Pero las disputas en torno al destino de su legado
más, carece de sentido histórico: supone que la
continúan. Es como si su imagen se hubiese car-
realidad misma comenzó con ella, tal como que-
comido, en medio de esta barbarie y degradación
dó demostrado a partir de la asonada de octubre
sin término. O como si la maldad irredenta ex-
de 2019. Pero me quedo con las excepciones: jó-
puesta en El gavilán, su obra maestra, la hubiese
venes que se han preocupado de tender puentes
alcanzado post mortem, de modo siniestro.
con generaciones más antiguas, interesados en
Pero no hay comparación entre la pseudoes-
sus obras (perdidas, olvidadas o despreciadas) y
tética “performativa” y sin espíritu surgida con
en rescatar tradiciones desaparecidas, construc-
ocasión de la asonada de octubre de 2019 y la
tivas desde luego; jóvenes interesados en apren-
Nueva Canción chilena, o cintas como El Chacal
der y conocer por su valor humano intrínseco.
de Nahueltoro, Largo Viaje o Valparaíso, mi amor, o el Canto Nuevo durante la dictadura, plenos
También abordas críticamente la cultura de la
de un espíritu profundo subyacente a la cultura,
transgresión. Hay una tendencia a ultrajar el
cuya irradiación melancólica ha permanecido en
recuerdo de las mejores figuras del país, e in-
el tiempo, a pesar de la destrucción y el horror.
cluso hablas de un “progresismo consumista” que explota “el vacío de un pueblo corrompi-
Y esta concepción de la cultura obviamente
do”. ¿En qué medida ves al mundo de la cultura
repercute de modo muy directo sobre nuestra
involucrado en nuestra degradación? ¿Cómo
vida en común…
sientes que están siendo tratadas figuras señeras como Violeta Parra, Gabriela Mistral o el
Así es. Otro ejemplo de esa transgresión sin
mismo Uribe?
consecuencias para sus agentes fue la vandalización sostenida del monumento a Baquedano,
56
justificada por académicos como Sergio Grez,
relacionarse con la propia historia, como si el
mientras la horda entronizaba, en su lugar, la
pasado tuviera ante todo que ser objeto de de-
figura del perro Negro Matapacos, considerado
nuncia.
ícono y estandarte del “estallido social”. Es una imagen de la instintividad sin espíritu que ha do-
El pasado histórico reciente, la postdictadura,
minado, desde el principio, este proceso de des-
está envenenado por la impunidad de los críme-
composición y derrumbe institucional: un perro
nes cometidos durante la dictadura, junto con la
que asesina carabineros. Parece una obviedad, a
destrucción de la educación pública, que también
la luz de los recientes asesinatos de carabineros.
ha sido un crimen inexpiado. Es imprescindible
Pero no lo era, desde el punto de vista del hun-
investigar el pasado a fondo y desde la buena fe,
dimiento de la conciencia que esa imagen arcai-
en busca de la verdad, a fin de entender la situa-
ca prefiguraba. La clausurada entrada principal
ción actual, cuyas directrices se muestran muy
de la estación Baquedano del Metro es ahora un
poco auspiciosas, en términos sociales, cultura-
foso, y allí permanece una gran estatua de Negro
les y espirituales. El inconsciente colectivo, que
Matapacos, el ídolo de la horda de perros. Incluso
contiene la herencia psíquica de la humanidad,
hay un altar, como si se tratara de una divinidad
no obedece al cortoplacismo. No piensa de esa
del inframundo, y una leyenda pintada: “Sitio de
manera, por así decirlo, ni admite fracturas de
memoria”. ¿Cuál memoria, desde la perspectiva
la memoria como las habidas en Chile, compro-
cortoplacista y consumista de la refundación?
metiendo generaciones. Y la conformación de
Estos son ejemplos de cómo
una identidad, tanto individual
parte del mundo cultural, ar-
como colectiva o nacional, de-
tístico y académico terminó como hipnotizado o atrapado por la barbarie. Es grave, ya que se trata de personas educadas
La llamada “generación sin miedo” es sumamente dudosa para mí. La veo
pende de tal concienciación, entendimiento y conocimiento del pasado. La llamada nueva izquierda
que parecen haber renunciado
como un producto terminal
correspondería a la fuerza do-
a su capacidad de pensar, juz-
de la postdictadura y la
minante dentro de la Conven-
gar y distinguir, lo cual indica el
sociedad de consumo.
ción Constitucional y aliada de
avance de un proceso arraigado en el inconsciente colectivo, que puede ser muy peligroso.
Boric y los suyos, constituida por la novísima “generación
sin miedo”, ante la cual muchos adultos aca-
Las falsas seducciones de la transgresión pa-
baron postrándose, capitulando y abandonando
recen ser parte de un proceso de psicopatiza-
tanto su sentido de la responsabilidad consigo
ción individual y colectivo, algunas de cuyas
mismos como su capacidad de juzgar. Pareciera
características son: ausencia de todo límite, en-
ser otra variante de la renuncia a la capacidad de
treguismo a lo indiferenciado, renuncia a la ca-
pensar, en cuanto antesala del fascismo. El mun-
pacidad de pensar y destrucción del espíritu. Solo
do político ya estaba en decadencia. Pero esos jó-
el crimen organizado ha sido capaz de satisfacer
venes, siempre ganadores, no están en posición
plenamente el violento deseo inherente a esas
de ofrecer al país una posibilidad cierta, elevada
seducciones, sobre todo en los más jóvenes, cuya
y digna de superar la barbarie, ni menos de puri-
cifra es el hedonismo de la sociedad de consumo
ficar el alma de Chile del veneno que la carcome.
en su apoteosis. ¿En qué crees que se manifiesta esa incapacidad?
¿Hay tras todo esto un problema mayor en la manera de relacionarse con la propia identi-
Una demostración de esto son sus pretensiones
dad nacional? Durante la campaña presidencial
refundacionales o abiertamente fundacionales,
y en el trabajo de la Convención fue recurren-
como si el mundo, la historia, el lenguaje, la cul-
te cierta dificultad de la nueva izquierda para
tura y el ser mismo, hubiesen sido inventados por
57
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
ellos. Han legitimado la violencia sobre la base de
este decía pretender superar. Recogiendo las
una retórica conceptualmente oscura y engañosa
últimas palabras de Pasolini, hablas de “tener,
que favorece la disolución, la fragmentación y el
poseer y destruir” como la lógica fundamental
hundimiento del pensamiento en lo instintivo y
de este proceso. ¿Fue ese para ti el rasgo princi-
carente de espíritu, con sus variantes abyectas,
pal del estallido?
tales como ese culto irreflexivo a la transgresión y la disolución, e incluso una abierta volun-
Para mí fue y sigue siendo el rasgo principal de
tad de destruir la cultura occidental. El proceso
la asonada de octubre de 2019, cuya violencia
en su conjunto, desde la asonada de octubre de
vandálica se manifestó después como conduc-
2019, hasta el borrador de Preámbulo de la nueva
ta imitativa. Había y sigue habiendo auténticas
Constitución, se funda en la barbarie.
y grandes necesidades en la población, pero mi hipótesis es que estas fueron capitalizadas por el
En un ensayo de 2016, “El Cristo roto y el lump-
crimen organizado, en función de su expansión y
enfascismo”, escribías que “ya no hay ninguna
control territoriales, lo cual se muestra hoy os-
diferencia entre oprimidos y opresores. Ambos
tensiblemente, con la presencia de cárteles ex-
comparten las mismas ambiciones y deseos
tranjeros en Chile, cuyas prácticas son incluso
violentos”. ¿Qué hechos te impulsaron de modo
más feroces que las de la DINA y la CNI.
decisivo a este diagnóstico? Solemos fijarnos en dos polos de ese “tener, La observación sostenida, durante décadas, tan-
poseer, destruir”: miramos el tener, que aso-
to de la degeneración de las
ciamos con el consumismo,
personas
y el destruir, que se ha ma-
en
consumidores
voraces como de su nivelación autocomplaciente,
fomen-
tada institucionalmente (la
Parte del mundo cultural, artístico y académico terminó
“democratización del con-
como hipnotizado o atrapado
sumo” de la Concertación,
por la barbarie.
nifestado en tantas formas de violencia. Pero entremedio está el poseer. ¿Qué papel atribuyes al hedonismo en la actual crisis del país?
la “educación como bien de consumo” de Piñera). Pero la mente humana no
Habría que distinguir el hedonismo de la ale-
es una tabula rasa. Para que tal degradación se
gría de vivir, la serenidad interior y la celebra-
haya expandido y consumado, era necesaria una
ción festiva de una elevada victoria tras arduos
voluntad de envilecimiento; esto es, una disposi-
esfuerzos, que involucran distintas formas de
ción interna capaz de acoger esa cosificación —a
alegría y placer. En cambio, el hedonismo de la
través de la publicidad, por ejemplo—, e incluso
sociedad de consumo, considerado por Pasolini
capaz de legitimar la claudicación moral como
como el verdadero fascismo, debido a su impron-
norma aceptada para surgir en la vida.
ta niveladora, está abocado a la depredación de
Esto se relaciona con la brotación de aquella
su entorno de modo insaciable: su único interés
instintividad sin espíritu, que deriva en una in-
es colmar el vacío del alma que le es inherente,
diferenciación sin límites. Según Jung, el hombre
a través del devoramiento de objetos, personas,
masa no sirve para nada: solo lo mueve la avi-
pensamientos, sentimientos y energías de otros.
dez y el pánico. Esto se puede aplicar al caso de
Entiendo la fórmula de Pasolini en ese sentido:
la transversalidad de la dominación, propia de lo
tener, depredando todo lo que hay; poseer, apro-
que he llamado lumpenfascismo, lumpenconsu-
piándose del ser y la energía de tales objetos y
mismo y narcofascismo.
personas, quitándoles todo en función de intereses mezquinos y cortoplacistas de todo orden,
En otro ensayo explicaste el estallido como
y, finalmente, destruirlos, en cuanto cosas fun-
una perpetuación de la lógica neoliberal que
cionales, inútiles y desechables. Poseer, en este
58
marco, apunta a relaciones instrumentales y
izquierda más joven ha condenado los años de
funcionales entre seres humanos, y entre estos y
la Concertación como mera continuación de la
todo lo que hay, incluso Dios.
dictadura, ¿los incluirías también a ellos en la
El hedonismo de la sociedad de consumo, así
misma crítica?
entendido, subyace a la crisis actual, al menos como una de sus líneas principales. Correspon-
He impugnado la posdictadura y su espíritu
de a la putrefacción de ese modo de vincularse
fascista, desde otras bases, tal vez olvidadas,
y forma de trato dominados por la traición, la
apuntando al problema del mal y la extinción
mentira, la manipulación y las relaciones de do-
del espíritu. Pero me quedo con las excepciones
ble vínculo. Pero esta crisis pareciera ser su cum-
constructivas individuales en todo, y dondequie-
plimiento, en toda su obscenidad, y no una rebe-
ra que estén. En consecuencia, mi condena no es
lión consciente contra tales vínculos y formas de
universal. En cuanto a esa supuesta izquierda más
trato envilecedores.
joven y crítica, no me inspira ninguna confianza. Su ambición, soberbia y desconexión con la ma-
¿No crees que en esta mirada hay algo así
terialidad de los hechos parecieran ser la base
como el riesgo de una condena universal? Si la
de su “construcción de realidad”. La dictadura
59
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NTRE V IS TA
también persiguió destruir la memoria, la histo-
Te enfrentaste también a varias voces —a Ma-
ria, el pensamiento, para fundar otro orden ins-
riano Puga y Gabriel Salazar, pero también al
titucional, y lo consiguió.
italiano Franco Berardi— que de un modo u
Pero la juventud se acaba rápido, luego de lo
otro excusaron la violencia. ¿Cuál te parece ser
cual es necesario contar con una vida interior
la falla fundamental en la condonación de esta?
consistente y real, desarrollada esforzadamente con anterioridad, sin la cual no vale la pena vi-
Una falla fundamental sería su visión unilate-
vir. Lo contrario sería equivalente a devenir un
ral de los “pobres y oprimidos” cercana a la del
cuerpo sin alma. Pero allí está esa juventud, en la
buen salvaje, como modelo identitario de pureza
cresta de la ola, jugando a la revolución, imple-
e inocencia, frente al envilecimiento atribuido
mentando sus burocracias, plasmando obsce-
exclusivamente a “los poderosos”, “la élite” y
namente la impronta de un régimen constituido
sus variantes, como si los primeros no tuvieran
por la anomia y la barbarie, desde dentro y des-
ninguna responsabilidad. En dichos autores, veo
de el principio. Tal vez esto sea la antesala de la
una total desconexión con la materialidad de
“guerra de todos contra todos” o de otra dic-
los hechos, sobre todo frente al daño concreto
tadura. En efecto, son más de lo mismo, y peor.
e irreductible ocasionado por esa violencia, así
Tuvieron incluso más posibilidades de educarse.
como exculpación victimista e infantilización
¿Y? El espíritu fascista subyace a su ambición de
del buen salvaje y sus extorsiones, justificadas
poder sin límites, su narcisismo, conducta errá-
de antemano. Otra falla, inherente a la anterior,
tica, frivolidad, veleidad e inconsistencia.
es su calculada selectividad de la violencia, en función de intereses corporativos y pertenencias
Entonces reconoces la existencia de excepcio-
identitarias autorreferentes y carentes de todo
nes dentro de la “monstruosidad de la posdic-
sentido de la responsabilidad.
tadura”, pero el panorama general es lúgubre. ¿Cómo compatibilizas tu devastadora mirada
¿Qué tipo de salida ves a este ciclo que involucra
del presente con la esperanza?
no solo violencia, sino también estas actitudes ante ella?
Por supuesto que quedan, pero son pocas: personas, individuos o pequeñas comunidades en
La solución, si la hubiese, solo podría darse en el
busca de una profundidad real de las cosas, el
largo plazo, a través de una educación auténtica
acontecer y las personas mismas. También in-
y profunda, abocada a la formación de personas,
telectuales, artistas y poetas, como los que he
al desarrollo de su capacidad de conciencia desde
abordado en mis trabajos. En general, personas
una vida interior enraizada en el espíritu, la inte-
vivas y muertas que hayan tenido o tengan algún
ligencia y la sensibilidad. A propósito de la cultu-
nexo con antiguas tradiciones abocadas al cono-
ra cinematográfica, Salinas Roco señalaba que su
cimiento y la afirmación del espíritu, en senti-
desarrollo era lento y largo, como todo auténti-
do amplio.
co proceso cultural, lo cual supone instituciones
En lo personal, lo único que me sostiene inter-
estables en el tiempo, capaces de otorgarle pro-
namente, en medio de esta horrible oscuridad, es
tección y soporte. Las políticas públicas superfi-
mi interés por ese conocimiento y por el desci-
ciales y de corto plazo, en función de la sociedad
framiento de la realidad y sus misterios, lo cual
de consumo, han demostrado ser fatales para el
es una tarea larga, ardua e imposible. Y también
desarrollo de la cultura, tal como pudo consta-
poder comunicarme con otras personas des-
tarlo el propio Salinas.
de ese lugar interior, en el marco de un diálogo respetuoso, en busca de un discernimiento de la
¿En qué medida crees que la discusión pública
verdad: un camino que siempre será infinito, en
chilena está dando espacio a este tipo de pro-
comparación con la pequeñez humana.
blemas de fondo? ¿No sugiere tu diagnóstico que además de nuestros problemas sociales hay
60
una dimensión interior cuyos trastornos esta-
frente al peso de la realidad muchas veces impe-
mos ignorando?
netrable, en favor de las apariencias y sus prestigios; luchas por el poder en el “campo cultural”,
Es pertinente recordar que, durante la dictadura,
aplicadas a cualesquiera manifestaciones estéti-
investigar, publicar y discutir era una hazaña casi
cas. Ya no hay lugar para el amor, ni la belleza, ni
imposible. Por lo tanto, cualquier esfuerzo serio
los misterios del espíritu, ni para enfrentar dile-
por abordar la realidad desde distintos enfoques
mas morales fuera de la caricatura y la sorna. Solo
y entendimientos, en busca de la verdad, el co-
cuentan el cálculo, las estrategias y las alianzas,
nocimiento y el desarrollo de la capacidad de
de suyo utilitarias y desechables. Mientras tanto,
conciencia, será un aporte. Se han publicado li-
la instintividad sin espíritu, que implica una di-
bros desde las ciencias políticas, la historia, las
sociación, una polarización y un hundimiento de
ciencias sociales, la arquitectura y el urbanismo,
la conciencia, se expande, como parte de la crisis
entre otros, pero no conozco cabalmente el al-
que amenaza con ser total en Chile. Un ejemplo
cance de la discusión acerca de la crisis actual.
siniestro son aquellos académicos que legiti-
Sí vengo advirtiendo, desde hace años, cier-
maron la violencia barbárica desplegada desde
to énfasis tanto en una especie de sociología
la asonada de 2019. Y, desde luego, el avance y
materialista e inmanente como en enfoques pos-
radicalización del crimen organizado.
modernos, para los cuales la vida interior y espi-
Dichos enfoques materialistas y posmodernos
ritual no existe, o es una ficción o una construc-
han ido posicionándose desde una cierta rigidez
ción conveniente, o una impostura artificiosa del
doctrinaria encubierta y hasta militante, con
colonialismo occidental, o una metafísica ajena
escaso margen para la crítica, unida a un vacío
a la realidad, de la que habría que avergonzar-
espiritual, sobre todo en los ámbitos académi-
se por opresiva y falsa. Por otro lado, salvo ex-
co, institucional y estético. Y me pregunto cómo
cepciones, la Iglesia dejó de preocuparse por los
llegó a ocurrir esto, más allá de lo contingente,
asuntos del espíritu, contenidos en sus fuentes,
las modas, el mercado académico; qué transfor-
ediciones críticas y tradiciones decantadas en
maciones internas se produjeron para que una
muchos siglos, desde antes de su propia crisis.
disposición a encarnar esas tendencias se desa-
He visto demasiada frivolidad: materialismo
rrollara desde esa rigidez y vacío, qué imágenes
obtuso abocado a la mera exterioridad, “per-
interiores actuaron aquí, y desde qué fondo des-
formatividad” como renuncia al conocimiento
conocido brotaron.
He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza Lucy Oporto Valencia Katankura, 2021 316 páginas
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Un lúcido pájaro de mal agüero. Alfredo Jocelyn-Holt y su crítica a la nueva izquierda universitaria PATRICIO DOMÍNGUEZ
62
L
eer La Escuela Tomada (Santiago: Taurus,
Por el contrario, se trata de un testimonio do-
2014) de Alfredo Jocelyn-Holt se parece a ratos
loroso, casi sangrante, propio de quien quiere
a beber un licor fuerte y de buena factura. Se dis-
profundamente a la institución universitaria en
fruta en dosis breves, a sorbitos. Pero echarse
general y a la Universidad de Chile en particu-
un vaso a la boca puede ser indigesto. No porque
lar. Este genuino amor por lo universitario hace
Joceyn-Holt carezca de una buena pluma, sino
que le perdonemos al autor su exceso de bilis, la
porque su contenido, en dosis altas, puede ser
diatriba a veces inhumana y muchas pateaduras
venenoso. El libro es, entre otras cosas, el relato
gratuitas. ¿Es conspiranoico Jocelyn Holt? ¿Fue
descarnado de la operación política urdida entre
la toma del año 2009 una orquestación perfecta
académicos y alumnos para derrocar a Roberto
entre una nueva izquierda estudiantil maquia-
Nahum del decanato de la Facultad de Derecho
vélica, un grupúsculo de profesores sedientos de
de la Universidad de Chile y así hacerse del poder.
poder y la facción “autoflagelante” en La Mone-
¿A quién le podría interesar este relato picante y
da? Los hechos posteriores le han dado la razón
lúcido de las consabidas triquiñuelas del poder?
al autor: el modus operandi de la nueva izquierda
¿Otra microhistoria? No. En primer lugar, porque
estudiantil ahora en el poder y de los teóricos del
Jocelyn-Holt tiene la rara virtud de hacer histo-
nuevo orden constitucional que quiso diseñar
ria con perspectiva, pese a la cercanía de los he-
la Convención se repitió, ahora a escala global,
chos relatados. No se trata, entonces, de describir
desde el estallido de 2019 en adelante: la mis-
meramente las canalladas políticas que remecen
ma retórica autocomplaciente, el mismo méto-
a una facultad desvencijada de un país perdido,
do matonesco-victimista, la misma ausencia de
sino de “describir la aldea y ser universal” (Tols-
un proyecto político realista, la misma liviandad
toi). Jocelyn-Holt es capaz de leer la toma de la
refundacional y, lo más alarmante: la misma fri-
Facultad como el patólogo que reconduce ciertos
volidad para destruir instituciones.
síntomas al diagnóstico completo de la enferme-
Jocelyn-Holt nos invita a mirar la Escuela To-
dad. Y en segundo lugar, como si fuera poco, la
mada como paradigma, como laboratorio en
trama de la toma tiene entre sus protagonistas a
miniatura, desde donde se puede entender el
Gabriel Boric y Fernando Atria, quienes han ju-
rumbo de un país cuya institución universitaria
gado un papel protagónico, para decirlo de modo
(públicas y privadas, tradicional o nueva, nadie
añejo, en “los destinos de la nación”.
se salva) sufre, desde hace décadas, de una crisis
El actual Presidente de la República y uno de
de identidad. Según el historiador, la gran catás-
los principales ideólogos de la Convención se
trofe de la universidad es haberse transformado
dan cita en una historia canallesca, contada con
en el botín de personas y grupos que quieren ha-
la pericia de un entomólogo de la ruindad, un
cerse de ella para usarla de trampolín para otra
fino maestro del ad hominem. Sin embargo, Jo-
cosa. Como bien lo sabe el autor, el ideal de la
celyn-Holt no es un cínico que se solace en la
universidad —ni Oxbridge se salva— como lugar
descripción de la decadencia de su alma mater.
de estudio, formación e investigación ha tendido
63
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
a desaparecer en el último siglo. El monstruo de
mundial actual, por el contrario, empuja en la
mil cabezas que lo ataca no es solo la hiperpo-
dirección opuesta: el grado de magíster se orien-
litización de una nueva-izquierda-millenial en
ta meramente a la profesión y el grado de doctor
complicidad con una vieja-izquierda-culpo-
se orienta exclusivamente a la investigación (una
sa, sino la ingeniería social, el mercantilismo
contradicción etimológica, porque tanto la pala-
y la estandarización total bajo el modelo de las
bra magister como la palabra doctor remiten a la
ciencias naturales. ¿Cómo puede sobrevivir un
enseñanza). ¿Dónde queda la docencia y, por lo
lugar consagrado al sereno estudio de pregun-
tanto, la formación? En muchas universidades,
tas filosóficas o históricas cuando es asediado
en el sótano de los trastos inservibles (¿reem-
constantemente por agendas de reivindicación
plazable por cápsulas pregrabadas?) o etapa de
de minorías, por la presión de transformarse
“servicio militar” para novatos. Pero en honor a
en el vehículo de ascenso social, por el apuro de
la verdad, hay que decir que hacer una buena cla-
vender posgrados a toda costa, por la imposición
se es más difícil y exigente que escribir un buen
trepidante de “producir” la mayor cantidad po-
paper. Una clase oral frente a un auditorio crítico
sible de artículos cuantificables? Hasta donde yo
es un acto académico más complejo hermenéu-
sé, Jocelyn-Holt es el único que en la fértil pro-
tica y retóricamente que la escritura de un paper.
vincia ha planteado estas preguntas del modo
Existen profesores mediocres que publican bien,
serio y descarnado que merecen.
pero hasta ahora no se conocen profesores me-
El entramado conceptual y afectivo que inspira al autor a defender a la universidad como lugar
diocres que hagan buenas clases. El papel aguanta mucho. Me temo que en esta co-
consagrado al estudio —la palabra “consagrado” está
yuntura,
puesta ex profeso, pues la
muchos que compartimos
pasión por el saber siempre
Jocelyn-Holt nos invita a mirar
ha tenido algo de ascéti-
la “escuela tomada” como
co— es el ideal tradicional británico (Oxford-Cambridge). A su vez, este es heredero del ideal medieval
paradigma, como laboratorio en miniatura, desde donde se puede entender el rumbo de un país.
de las artes liberales, esto es,
Jocelyn-Holt
(y
una vocación de este tipo) sea un animal en extinción dentro del ecosistema nacional. Ser erudito con vocación docente y escribir libros en vez de papers puede ser el comienzo de un exilio
las ciencias propias del ciudadano libre, ajeno
en la academia. ¿Existe alguna salida al laberinto
(al menos por algunos años de su vida) al ám-
de una universidad presionada internamente por
bito de la producción y del poder político. Den-
índices y ránkings, ahogada externamente por
tro de este esquema, lo principal es la docencia
comisiones de expertos y carcomida continua-
de alto nivel. No aparece la dicotomía, engendro
mente por el alumno-cliente, el alumno-anal-
quizás de la Forschungsuniversität humboldtiana
fabeto, el alumno-activista y el burócrata di-
y los burócratas metidos a “teóricos de la edu-
dactólogo? No tengo la menor idea. Solo se me
cación superior”, entre profesor docente y pro-
ocurren atisbos de soluciones, la mayoría de ellas
fesor investigador. El corazón de la universidad
irrealizables en el corto plazo o ingratas para mí
así entendida —así la defiende, por ejemplo J. H.
mismo y para mis colegas. La primera de ellas,
Newman, oxoniense ilustre— no radica tanto en
de tipo platónico-straussiano, es esforzarse por
el avance o “producción” del conocimiento (para
persuadir al poder (gobierno de turno, partidos
esto están las ‘Societies’ y otras instituciones),
políticos y poder económico) de que es bueno
sino en la formación de alumnos a manos de pro-
que existan instancias ajenas al poder estatal y
fesores sabios. Es a partir de esa constante inte-
empresarial. Sin embargo, esta medida (desea-
racción entre alumnos hambrientos de conocer
ble en sí misma) de despolitización (en el senti-
y profesores ávidos de transmitir un legado que
do recién señalado, no en el sentido de “vivir en
se generan libros y monografías. La tendencia
las nubes”) y de desempresarización implica en la
64
práctica la pauperización de la universidad. Una
de Chile como laboratorio, o mejor dicho, ma-
universidad sin Estado y sin empresa es más li-
nicomio a escala menor. El libro, publicado en
bre y, a la vez, más pobre. Sin embargo, creo que
2015, ha envejecido notablemente bien en estos
cabe plantear la pregunta con toda la honestidad
últimos años: las revueltas esperpénticas y las
posible: ¿no sería mejor una universidad más
maquinaciones jurídico-políticas se apoderaron
pobre? ¿No podríamos, de una vez por todas,
del Chile posoctubre utilizando exactamente las
sentarnos a estudiar y debatir con cierta sere-
mismas lógicas que describe con todo detalle Jo-
nidad? ¿No sería la pobreza socrática el modo
celyn-Holt. Con la llegada al poder de la nueva
de desembarazarse del incómodo papel totali-
izquierda universitaria este libro ha crecido en
zante que todos le quieren atribuir a la universi-
espesor y en calado histórico. No solo la conspi-
dad (lugar de estudio, diversión, poder político,
ración resultó ser real, sino que se mostró efec-
salud mental, deportes, contactos, innovación,
tiva para “tomarse al país” entero. Boric y Atria
apareamiento)? Probablemente en el ámbito de
pasaron de ser figuras del mundillo universitario
las humanidades nos hemos engañado a noso-
a convertirse en personalidades nacionales. La
tros mismos. ¿No bastaba con sueldos decentes y
Facultad de Leyes adquirió dimensiones gigan-
muchos libros? ¿Para qué tantos viajes, proyec-
tescas y amenaza con tragarse al país entero con
tos concursables y abultados presupuestos para
su lógica boxeril. You were bloody well right, Mr.
“vinculación con el medio”? Las grandes ins-
Jocelyn-Holt…
tituciones del saber a lo largo de la historia han sido lugares bastante ascéticos —que no quiere
La universidad bajo la lupa
decir feos, como lo entendemos en Chile—. Detrás de los bellos muros pétreos de muchas uni-
Dentro de las patologías de la universidad actual,
versidades europeas se pasaba frío y se comían
vale la pena detenerse en lo que he llamado “el
lentejas durante todo el invierno.
alumno activista”. Desde el año 2015 hasta la
El libro de Jocelyn-Holt tiene el gran mérito
fecha se han acelerado los procesos de descom-
de suscitar precisamente ese tipo de preguntas
posición universitarios a nivel mundial a manos
a partir de la crónica sobre los hechos recien-
de este espécimen criado en los colleges y univer-
tes en nuestro país, utilizando a la Universidad
sidades de élite norteamericanos, e importado
65
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . E NSAYO
como McDonald’s a todas partes del mundo. Se
profesores o botar estatuas, tanto mejor. Es la
trata de un estudiante cuya motivación primera
versión más radical del alumno relativista y que-
para “estar” (no se estila el verbo “estudiar”) en
jón que Allan Bloom describió en El cierre de la
la universidad guarda muchas similitudes con
mente moderna (The closing of the american mind,
las motivaciones de la generación que retrata
según su título en inglés) a fines de los ochenta.
Jocelyn-Holt en su libro. En primer lugar, suele
El alumno criticado por Bloom era escéptico
ser un estudiante poco interesado en las mate-
y pasivo. El activista actual es un dogmático de
rias que cursa y muy interesado en una agenda
armas tomar. Ambos, sin embargo, comparten la
de reivindicaciones de minorías (sexuales, ra-
indiferencia por el estudio y la renuncia a priori a
ciales, nacionales, la que sea). Así, si está inscrito
ser interpelados interiormente por el diálogo con
en historia, literatura o filología, su interés prin-
grandes mentes del pasado. Si la historia política
cipal no será el estudio de una época, un géne-
y filosófica no ha sido más que siglos de errores
ro literario o un autor grecolatino, sino siempre
y balbuceos comparados con la “teoría crítica”,
una “reivindicación” moral de una víctima (real,
la deconstrucción o el animalismo, ¿por qué to-
epistemológica o imaginaria) como medio para
marse la molestia de estudiar bien la tradición?
cambiar un estado de cosas presente que se per-
Si historia humana es un campo de batalla muy
cibe como opresivo o injusto. En el plano político,
claro de buenos y malos, siquiera sugerir que el
un alumnado criado bajo la academia entendida
malo tenga razón es “ofensivo”. La universidad
como activismo termina por inundar el espacio
no es el lugar para exponerse a autores divergen-
público de exhortaciones autoritarias acerca de
tes, sino el tribunal de la historia. El alumno nor-
cómo debemos hablar (“no
teamericano —y su émulo
se dice nuestros niños, sino
sudamericano—
niñas, niños y niñes”) o lla-
por lo tanto, una epidermis
mados refundacionales que no se distinguen de un gra-
El gobierno liderado por Boric también ha dado muestras de
fiti de protesta (“es posible
estar preso de esta mentalidad
refundar este Chile”). Las
de campus universitario.
declaraciones simplonas de
cultiva,
muy sensible ante cualquier ofensa real o imaginaria, pero una total dureza y desparpajo a la hora de llevar a cabo acciones justicieras.
Loncón, Bassa o Karamanos —los tres con am-
Solo así se explica la convivencia de “espacios
plios pergaminos académicos— son la expre-
seguros” para alumnos y de violentos lincha-
sión de este tipo de práctica universitaria. Son las
mientos para alumnos o profesores herejes.
versión woke del eslogan marxista “los filósofos
Nuestra convención constitucional ha sido un
se han dedicado a interpretar el mundo, pero de
remedo de esta mentalidad de campus de huma-
lo que se trata es de transformarlo”.
nidades en decadencia: una mezcla de discurso
Este tipo de estudiante, entonces, se sue-
ofendido ante “todas las injusticias de la histo-
le aburrir con el estudio pausado y reflexivo de
ria” con un continuo uso de la fuerza disfraza-
las fuentes: quiere llegar rápido a la “acción”.
do de teorías que no se atreven a ser debatidas
Su tesis doctoral será casi siempre la mezcla del
racionalmente. El gobierno liderado por Boric
estudio de alguna minoría maltratada con un
también ha dado muestras de estar preso de esta
sermón moral sobre el pasado y el presente. Mu-
mentalidad de campus universitario: los temas
chas veces su oponente será la disciplina misma
de gobierno se tratan como si se estuviera en una
que intenta estudiar: la historia es “demasiado
asamblea con megáfonos, en donde lo impor-
blanca y masculina”, los estudios clásicos “han
tante son los gestos y las alocuciones. Se intenta
invisibilizado a la raza negra”; el canon litera-
lidiar con problemas complejísimos a punta de
rio es “elitista y discriminador”, el derecho es
puestas en escena (viajes a la Araucanía en son
“logocéntrico”. Sin contentarse con una crítica
de paz y amor) o guiños discursivos (“estado de
maniquea al pasado, intenta “deconstruir” una
emergencia acotado”), y, al mismo tiempo, sus
disciplina que no domina. Si hay que expulsar
intelectuales orgánicos —académicos, ¿hacía
66
falta decirlo?— gastan tinta denostando al vo-
vociferantes del “mundo de la cultura”. De es-
tante del Rechazo por ser demasiado tonto como
tos tres, creo que Jocelyn-Holt ha sido quizás el
para comprender el cielo que proponen.
más lúcido, porque es el que más siglos intenta
Con todo, esto no es un fenómeno exclusivo del
abarcar con la mirada. Como historiador que no
alumnado. La elitista revuelta contra el ‘canon’
se contenta con “poner la cantidad mayor posi-
(¿hay algo más elitista que sentarse a criticar una
ble de huevos” (la metáfora es de Nietzsche en
lista canónica para proponer otra?) no sería po-
contra del paperismo del siglo XIX), Jocelyn-Holt
sible sin la anuencia expresa de un profesorado
ha optado por desnudar a la nueva izquierda uni-
desencantado con su propia disciplina y ávido de
versitaria con un libro que se atreve a pensar a la
aventuras estudiantiles. ¿Por qué es vergonzosa
institución universitaria en sí.
la figura del viejo que solo experimenta entu-
En efecto, la izquierda juvenil y sus desacier-
siasmo y arrebato por las épicas refundacionales
tos pasarán. El problema subyacente que todavía
de las generaciones nuevas? Por dos razones: en
nos deparará muchos dolores de cabeza es el de
primer lugar, por la misma razón que es ridícula
la institución universitaria. ¿Seguirá siendo ca-
la figura del joven que posa de viejo: a cada época
paz esta institución milenaria de albergar en sus
de la vida le corresponden pasiones propias. En
muros a una “comunidad de maestros y discípu-
segundo lugar, porque el viejo que posa de re-
los”? Si no tiene la fuerza para eso, que muera no
volucionario ignora tontamente que el próximo
sería una gran tragedia. Solo hay que rezar para
en la lista de los ítems obsoletos será él mismo
que aparezca un nuevo Casiodoro o Alcuino de
(de manual básico de la revolución). Como en la
York y, de ese modo, se vuelvan a congregar los
novela Padres e hijos de Turguénev, el mentor de
“mentores, excéntricos y genios”.
jóvenes revolucionarios será objeto de risa y desprecio de los mismos revolucionarios. El profesor aliado de hoy será el blanco de las funas de Twitter de mañana. En cambio, el viejo que mantiene su dignidad atreviéndose a elevar su voz crítica ante la vociferación juvenil mantiene su auctoritas, aquella característica que, según Cicerón, era la cumbre de la madurez. Para aterrizarlo al caso chileno, creo que ha habido al menos tres plumas públicas que han optado por la auctoritas y han señalado con acierto y sobriedad las trampas de la agenda universitaria octubrista: se trata de Carlos Peña, Cristián Warnken y Alfre-
La escuela tomada Alfredo Jocelyn-Holt Taurus, 2015 642 páginas
do Jocelyn-Holt. Cada uno a su manera y en su registro ha sabido hablar con honestidad intelectual y sin miedo a caer mal a las nuevas élites
Patricio Domínguez es doctor en filosofía por la Universidad Eberhard Karls de Tübingen (Alemania) y profesor de filosofía y lenguas clásicas en la Universidad de los Andes (Chile).
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. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
RESCATE
Las ideas de la renovación socialista MANUEL ANTONIO GARRETÓN
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Luego del golpe de Estado, una parte del mundo socialista comenzó una profunda reflexión para comprender las razones que llevaron al colapso al proyecto de la
Unidad Popular. A fin de cuentas, la coalición de Salvador Allende había tenido una oportunidad única para llevar a cabo su programa político, pero, antes del golpe mismo, las enormes diferencias dentro de su conglomerado, la promoción de la vía armada por parte de grupos importantes de la izquierda y la debacle económica nacional llevaron a lo que Joaquín Fermandois bautizó como una “guerra civil política” En este extracto de un texto publicado originalmente como un documento de trabajo de Flacso y aparecido en 1987, Manuel Antonio Garretón, en ese entonces dirigente del Bloque Socialista, reflexiona acerca del actuar de su partido. Así, se pregunta qué se podría haber hecho distinto para que el proyecto de la UP pudiera haber llegado a buen puerto. A la luz del momento político actual, cuando la izquierda vuelve a estar en el poder por primera vez sin la compañía del centro político luego del retorno a la democracia, la reflexión crítica de Garretón levanta preguntas ineludibles. No se necesita compartir íntegramente el diagnóstico ni las propuestas del autor para advertir que se trata de un documento histórico de enorme actualidad.
70
l proceso de renovación socialista significó
E
de liberación, como el alba de los tiempos en que
un distanciamiento respecto de algunos compo-
“cantan los ruiseñores”, al decir de Kundera.
nentes del modelo político clásico de la izquier-
Me parece que el marxismo leninismo sirve para
da, de su matriz teórico-ideológica. Ello referido
pensar y actuar la revolución y no otro tipo de
a la concepción marxista leninistas, a la visión
procesos. Y, más allá de la retórica o del alcance
del socialismo y la democracia, a la relación en-
metafórico que quiera darse al concepto revolu-
tre nación, clase y partido y a las consecuencias
cionario, lo cierto es que, a diferencia de lo que se
de ello para la propia autopercepción.
percibió en la década del sesenta, no tenemos el
Respecto de la tradición marxista leninista, la
problema de la revolución ad portas, y entonces,
renovación socialista acepta muchos elementos
para pensar y actuar otro tipo de procesos so-
provenientes de esta cultura, al mismo tiempo
ciopolíticos, el marxismo leninismo no nos sirve
que entiende que en la o las fuerzas políticas que
como matriz básica. Por otro lado, la concep-
expresen la renovación deberá contarse con sec-
ción marxista leninista implica pensar y actuar
tores que se autodefinen de esa manera, que se
la historia con pretensión científica, en términos
identifican como marxistas leninistas. Sin em-
de leyes generales de la evolución histórica de las
bargo, hay un abandono de esta versión como
cuales las sociedades particulares son ilustracio-
ortodoxia, como “la” vertiente teórico ideoló-
nes. Y aquí también este enfoque científico ilu-
gica del Socialismo. Podrán haber elementos y
minista dificulta el reconocimiento completo y
sectores marxistas leninistas que se incluyan
complejo de las sociedades concretas. Finalmen-
en los procesos y tendencias de renovación so-
te, un tercer elemento del marxismo leninismo
cialista, pero esta deja de tener al marxismo le-
con el que se establece una distancia es la idea de
ninismo como su referente. Su identidad no se
que el actor que encarna estas leyes de la historia
encuentra en el marxismo leninismo y, junto al
que permiten realizar la revolución es una clase
abandono de este como su matriz básica o única
social determinada que se expresa o identifica
de reflexión y acción, hay también contradicción
con una vanguardia o partido.
con algunos de los elementos específicos de esa tradición.
Un segundo distanciamiento de la renovación socialista respecto de la matriz clásica de la teo-
Por un lado, la concepción marxista leninis-
ría y la acción de la izquierda se refiere al tema
ta está constituida para pensar un modelo par-
mismo del socialismo. En el modelo tradicional
ticular de cambio social cual es la revolución, y
de la izquierda primaba una cierta concepción
la revolución consiste en el colapso de un orden
del socialismo que se deduce fundamentalmente
social, la toma de poder por un determinante
también de las leyes históricas y que consiste en
actor, el inicio de un proceso de destrucción del
la postulación de un modelo (en el sentido fuerte)
orden antiguo, fundamentalmente en el régi-
o sistema de sociedad que se contrapone y supera
men político, y la construcción de un nuevo or-
el de la sociedad capitalista. Hacer el socialismo,
den social que es visto como un largo momento
entonces, es en la matriz clásica de la izquierda,
71
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE
hacer la experiencia socialista histórica, tran-
a nuestros contextos, a su modelo político de
sitar a un modelo de sociedad, a un tipo de so-
identificación entre Estado y partido y de subor-
ciedad definida en sus rasgos fundamentales,
dinación de las libertades públicas. Al mismo
realizando ciertas cosas que están de algún modo
tiempo hay también una crítica a este sistema
codificadas. Yo creo que hay aquí una distancia
político, en cuanto su adscripción irrestricta a
por cuanto este modelo socialista se definía bá-
uno de los bloques mundiales ha limitado la in-
sicamente al nivel de lo que, buena o malamente,
dependencia nacional.
se puede llamar Modo de Producción.
El tercer componente del modelo clásico de la
Porque el socialismo consistía fundamental-
izquierda, respecto del cual también la renova-
mente en la eliminación del nivel económico de
ción socialista toma su distancia y produce una
las características básicas del capitalismo. De
cierta ruptura, es la versión instrumental de la
ahí la importancia en los modelos socialistas de
democracia. Ello puede expresarse así: en el en-
las nacionalizaciones o estatizaciones y expro-
tendido relativamente ambiguo que el socialis-
piaciones, las planificaciones centrales, etc. La
mo es portador no solo de un cambio económico,
definición del socialismo partía de las transfor-
el régimen político y el Estado se constituyen
maciones económicas, cambios en la propiedad
como emanación o reflejo de esa transformación
privada y en las relaciones de producción para
económica; el socialismo tendría así un modelo
permitir el posterior desarrollo de las fuerzas
de régimen político, o sea, de mediación entre
productivas. De este modelo histórico clásico
Estado y Sociedad, distinto, original. Por lo tan-
de socialismo, al menos en su pureza original,
to, en esta visión la democracia política por ra-
tiende a haber un distanciamiento en la renova-
zones históricas puede ser aceptada, pero no es
ción socialista, la que busca reformular el con-
un componente esencial del ideal socialista. Una
cepto mismo de socialismo, como enunciaremos
buena ilustración de esta visión es la distinción
más adelante.
entre tareas democráticas y tareas socialistas;
Pero no se trata solo de una crítica al economi-
ello quiere decir que las tareas democráticas son
cismo del concepto o modelo socialista históri-
valiosas, positivas e importantes, pero que no
co, sino también de su crítica en cuanto modelo
son propiamente socialistas. Esta distinción está
único universal aplicable a todas las experiencias
ligada a esa concepción relativamente instru-
históricas (se rescata así el carácter nacional de
mental de la democracia, puesto que el fin que se
un socialismo para cada país) y en cuanto por-
postula puede hacerse con democracia política
tador de un tipo de régimen político que en vez
o con otro instrumento y eso dependerá de las
de superar las limitaciones del sistema demo-
circunstancias históricas, sin que la democracia
crático ha eliminado sus grandes conquistas. El
política tenga una valoración por sí misma. El
reconocimiento de los avances democráticos, en
distanciamiento de esta visión por parte de la re-
términos de igualdad y justicia sociales, que ha
novación socialista abre paso a un nuevo campo
logrado el socialismo histórico no impide una
de desarrollo teórico, ideológico y práctico, como
crítica radical, en lo que se refiere a su aplicación
veremos más adelante.
72
73
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE
Un cuarto componente que caracterizaba el
teóricas o ideológicas; sino de lo que ha sido la
modelo teórico ideológico y político de la iz-
práctica histórica de la izquierda en Chile, prin-
quierda era una reducción, que se daba sobre
cipalmente en torno a los dos grandes hitos
todo al nivel práctico, del concepto de nación,
señalados. No pueden entenderse los proce-
país o sociedad a un concepto de clase o, en el
sos de renovación socialista sin esos referen-
mejor de los casos, movimiento popular, me-
tes históricos.
diado este, y por lo tanto también reducido en
Respecto del periodo de la Unidad Popular,
cierto modo, ya sea por el concepto de partido o
más allá de la valoración positiva de una enorme
el concepto de izquierda. Esto tiene como efec-
cantidad de aspectos y elementos de esa expe-
to una determinada política de la izquierda que
riencia, lo que distingue el análisis autocrítico de
tiene como eje su propia unidad concebida como
la renovación socialista de otras autocríticas es
una finalidad a la que se subordinan otros reque-
que supera la obvia y simple versión de una pura
rimientos de política nacional. En efecto, hay una
derrota. Hubo un proyecto popular de inmensas
desviación hacia la razón de partido (cuando de-
proyecciones, hubo una derrota (lo que es un
cimos partido no nos referimos solo a uno, sino
puro dato objetivo sin componente autocrítico
también a la izquierda concebida como unidad):
excepto la debilidad frente al adversario), pero
lo que es bueno para la izquierda es, por defini-
hubo a la vez fracaso. La aceptación e intento de
ción, bueno para la nación. Y, por lo tanto, el éxi-
explicación de un fracaso, más allá de una de-
to de esta concepción del modelo socialista, de la
rrota frente a un adversario superior en fuerza,
revolución, finalmente, descansa fundamental-
obliga a una crítica muy profunda. Insisto, no
mente en la unidad del actor que lo implementa,
es en el rescate de los elementos positivos que
es decir, en la unidad de la izquierda, de modo
se comparte con muchos otros sectores, ni en el
que el grueso de la política de izquierda se dirige
diagnóstico elemental de que hubo derrota don-
hacia ella misma y se define en términos de sus
de reside la especificidad del análisis del periodo
relaciones internas.
de la Unidad Popular por parte de la renovación
Respecto
de
estos
cuatro
componentes,
entonces, la tradición marxista leninista, el mo-
socialista, sino en la conceptualización y comprensión de un fracaso.
delo socialista clásico de sociedad, la visión ins-
En esta reevaluación del proyecto de la UP
trumental de la democracia y la reducción
hay diversos elementos. Uno de ellos refiere al
nación-clase-partido que se expresa en un de-
contenido mismo más allá de las medidas de-
terminado tipo de acción política, la renovación
mocratizadoras y de participación popular, del
socialista marca una distancia y en algunos casos
proyecto y utopía socialista que perseguíamos.
ruptura, manteniéndose siempre en el campo
¿De qué socialismo se trataba? ¿Era tan distin-
cultural de la izquierda.
to en nuestras mentes y en nuestras prácticas al socialismo histórico real? Y si lo era, ¿por qué la
La reevaluación del pasado y la experiencia
indignación generalizada de la izquierda frente
dictatorial
a los discursos de Allende en que hablaba de un segundo camino al socialismo, en democracia
Pero esta primera dimensión de ruptura o dis-
y sin dictadura del proletariado? Otro de estos
tancia con el modelo político tradicional de la
puntos críticos es el problema de las vías al so-
izquierda no se reduce a algunos componentes
cialismo. Aquí la pregunta básica es, ¿por qué las
de matriz teórico-ideológica, sino que se refiere
dudas y ambigüedades, salvo muy importantes
también a su propia experiencia histórica. Hay
excepciones, cuando se nos preguntaba por las
aquí, a su vez, dos aspectos: la referencia al pe-
elecciones en el año 1976? Es decir, una de las ca-
riodo de la Unidad Popular y a la experiencia de la
racterísticas que definen la renovación socialista
dictadura militar.
respecto del proyecto de la UP es que no limita
Se trata aquí del análisis crítico no ya del pen-
su reflexión crítica a la implementación del pro-
samiento socialista, de las diversas vertientes
yecto, ni al grado de radicalidad o moderación de
74
su aplicación, sino que apunta a algunos de sus
positivo del mito, donde hay que estar conscien-
rasgos constitutivos, al proyecto mismo.
te de esta contradicción para no quitarle a la con-
Siempre de modo esquemático, en esta evalua-
vocatoria socialista su proyección nacional.
ción del pasado hay un elemento muy delicado
La experiencia de la dictadura enfrentó al so-
con el cual será muy difícil ajustar cuentas, por
cialismo y a la izquierda chilena con una reali-
cuanto pertenece al nivel más profundo de los
dad que no podía sino incidir en la reformula-
mitos y de los símbolos de identidad, cual es el
ción de su proyecto teórico ideológico y político.
de la herencia de Allende. Y, sin embargo, en toda
En efecto, la naturaleza del golpe militar y de la
evaluación del pasado y su proyección actual
dictadura mostró que, en estos países, con cla-
está presente este elemento con una carga muy
ses medias diversificadas y ejércitos modernos,
honda de desgarro y significación polivalente.
la alternativa real no era socialismo o fascismo,
Por supuesto, la herencia de Allende y el sím-
sino dictadura militar o democracia política en
bolo de Allende no pertenecen a la renovación
el que una mayoría sociopolítica va realizando
socialista ni a ningún sector particular de la iz-
transformaciones con sentido socialista. Lo que
quierda, sino al conjunto de ella. Pero también
reveló el golpe militar fue que el fracaso de la
es cierto que cada sector o grupo construye su
Unidad Popular consistió en su incapacidad de
propio Allende, de las versiones más ortodoxas
constituir una mayoría social y política que re-
hasta las más renovadas, hace su propia lectu-
sistiera la reacción de las fuerzas conservadoras
ra de él, lo que es propio de los grandes mitos de
contra su proyecto transformador. Paradojal-
una nación o de un sector
mente, se mostraba que
de ella. Para la renovación
solo se puede realizar un
socialista, Allende expre-
profundo proyecto trans-
sa las grandes virtudes de
La aceptación e intento de
la izquierda, combinando
explicación de un fracaso, más
mayoría para ello y que esa
la vocación popular con la
allá de una derrota frente a un
mayoría solo puede cons-
presencia y el manejo institucional,
adelantando,
más intuitiva y práctica-
adversario superior en fuerza, obliga a una crítica muy profunda.
mente que a nivel teórico,
formador si se cuenta con
tituirse en un marco político e institucional de tipo democrático. Dicho de otra manera, la alternativa real
la vinculación entre socialismo y democracia
a la democracia política, “formal o burguesa”,
política, combinando el proyecto nacional con su
no era el socialismo sino la dictadura o régimen
instrumento, la unidad de la izquierda. No es ex-
militar. Por lo tanto, si habrá socialismo en estos
traño, entonces, que tanto la renovación como la
países, tendrá que ser en democracia política.
unificación del campo socialista quieran hacerse
La experiencia de la dictadura puso en el tapete
bajo la figura de Allende, reclamando su legado.
el tema de la condición humana universal e his-
Por otro lado, en la medida que los procesos de
tórica más allá de sus dimensiones clasistas. El
la renovación socialista apuntan a reivindicar un
tema de los derechos humanos como variaciones
proyecto de nación y a convocar más allá de la
históricas y culturales del derecho a la vida re-
izquierda misma, no puede hacerse abstracción
plantea la naturaleza de un proyecto de clase en
del hecho que Allende y la Unidad Popular son
términos de una vocación nacional. El lenguaje y
también símbolo de contradicción en la sociedad
la práctica de los derechos humanos lleva a reco-
chilena, expresión de una época que marcó una
nocerlos como algo que trasciende la naturaleza
profunda división entre los chilenos y cuyas he-
de clase y es válido para todos; lo que cambia es la
ridas no está claro que hayan cicatrizado. La iz-
connotación de enemigo y obliga a promover una
quierda y la renovación socialista dentro de ella
institucionalidad en que ellos se respeten y de-
no pueden dejar de referir su identidad a Allende
sarrollen. Pero la experiencia dictatorial muestra
y la Unidad Popular. Pero es una identidad con-
no solo la importancia y el carácter irrenunciable
tradictoria, hecha de afirmación y de despliegue
75
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE
de las libertades públicas y de un tipo de insti-
probable es que se den ambos efectos. Insisto, la
tucionalidad que las garantice y promueva, sino
renovación socialista no se identifica con ningu-
también lleva a la valoración de las formas au-
na línea política coyuntural específica.
tónomas de lucha y de afirmación como sujetos
La segunda observación se refiere a que este
por parte de los diversos sectores sociales. La
distanciamiento de un determinado modelo teó-
acción colectiva simbólica, expresiva, defensiva,
rico-ideológico hace posible la confluencia de
reivindicativa, participativa, de enfrentamiento
diversas matrices de reflexión o acción políticas,
y autoafirmación, la creación de espacios de dig-
sin que la renovación socialista se identifique
nidad y la búsqueda de autogobierno, son todas
con ninguna de ellas en una globalidad. Así, por
dimensiones de un proyecto que no descansa en
ejemplo, hay un aporte ético del pensamiento
la pura dependencia del sistema político y que
cristiano, una sintonía con ciertas corrientes del
redefine el sentido mismo de la acción política.
marxismo, una absorción de teorías y métodos
Así, tanto la revisión del pasado como la ex-
del pensamiento científico social, etc. Todo ello
periencia del régimen militar, como la reflexión
le da al socialismo renovado una gran riqueza y
crítica de los socialismos históricos, llevan a un
diversidad teórico-ideológica que se aparta de
distanciamiento y redefinición del modelo tra-
cualquier ortodoxia y cuyos elementos éticos
dicional de la acción política de la izquierda, lo
corresponden a concepciones metacientíficas
que incluye un alejamiento del marxismo leni-
de diversas vertientes culturales. Dicho de otro
nismo, una redefinición del
modo, no hay un horizonte
socialismo, una revaloración
teórico e ideológico limitado
de la democracia política y un replanteamiento de las rela-
El reconocimiento de los
y unilateral, sino un campo cuyo núcleo se diversifica y
ciones entre partido y socie-
avances democráticos que
dad. Este distanciamiento o
ha logrado el socialismo
con nuevos aportes a partir de
ruptura constituye la primera
histórico no impide una
grandes inspiraciones y tra-
dimensión o eje de la renovación socialista. Tres observaciones son necesarias para finalizar este
crítica radical a su modelo político de identificación entre Estado y partido.
análisis. La primera es que la
enriquece permanentemente
diciones abiertas. La tercera observación se refiere a que esta primera dimensión de distanciamiento del modelo teórico político
ruptura o distanciamiento de un modelo y ma-
tradicional de la izquierda pareciera enfatizar
triz teórico-políticos tradicionales no significa
el elemento crítico-negativo más que la pro-
abandono de la izquierda ni de su cultura, sino
posición alternativa, por un lado, y los conte-
una mutación o giro manteniendo la identidad y
nidos intelectuales más que los aspectos refe-
afiliación a ella. No hay aquí un desplazamiento
ridos al estilo y acción o prácticas políticas, por
hacia el centro y una socialdemocratización, sin
el otro. Nuestro esfuerzo ha sido precisamente
que ello signifique ninguna connotación peyora-
marcar los puntos de ruptura en los que no se
tiva. Ya hemos dicho que la renovación socialista
es tradicional. Pero es evidente, como se verá
apunta a un cambio cultural dentro de la izquier-
al analizar las otras dimensiones de la renova-
da manteniendo la vocación popular y de trans-
ción socialista, que cada uno de estos elementos
formación y sustitución de la sociedad capitalis-
crítico-negativos involucra, aunque más no sea
ta y no se refiere al problema de las estrategias
germinalmente, una propuesta alternativa que
y líneas políticas, aunque puede tener diversos
define un contorno positivo del socialismo. Así,
efectos, no necesariamente inequívocos, sobre
por ejemplo, en la crítica a la noción clásica de
ellas. Por ejemplo, yo creo que es un error pensar
revolución como toma del poder y ruptura, hay
que la renovación socialista se traduce en sí en
la propuesta de un proceso de constitución de
una mayor moderación o una mayor radicaliza-
mayorías y una redefinición de la noción de po-
ción política. Puede llevar a una u otra y lo más
der, extensible a todas las esferas, de la sociedad
76
y no exclusivamente a la del Estado. En la crítica
mesianismo de clase. En el distanciamiento del
a la visión cientificista de leyes generales válidas
modelo partidario clásico, hay la propuesta de un
para todas las sociedades, hay el rescate de un
sistema de representación multipartidaria donde
método de análisis que privilegia las contradic-
no se identifica a priori una clase o una categoría
ciones históricas específicas de cada sociedad.
con un partido y donde se enfatiza una relación
En la crítica a la visión instrumental de la demo-
no vanguardista entre partido y masas, lo que
cracia política, hay una opción por ese régimen
lleva a una afirmación de la democracia interna
como parte del proyecto socialista. En la crítica
del partido. Y así podría seguirse. Lo mismo pue-
a los modelos socialistas históricos, hay en ger-
de decirse respecto al estilo y prácticas políticas.
men un concepto de socialismo que rescata el
La renovación socialista privilegiará todas aque-
predominio de la sociedad civil y de movimien-
llas prácticas y formas de organización que sig-
tos sociales autónomos, las formas de autogo-
nifiquen autonomía de los sujetos sociales y ex-
bierno y autogestión colectiva, la afirmación de
presión de autogobierno y libre determinación,
la vigencia universal de los derechos humanos,
constitución de mayorías sociopolíticas para la
de las libertades públicas, del pluralismo de pro-
realización de transformaciones sociales en los
yectos sociales, la irreductibilidad entre Estado,
ámbitos global y sectoriales, ejercicio del poder
régimen político y sociedad civil. En la crítica a
local, democratización del Estado y de las or-
los reduccionismos clasistas, hay la postulación
ganizaciones sociales y políticas, etc. Es obvio
de un proyecto nacional no reductible a ningún
que a estas alturas no pueda haber un modelo
77
cristalizado de la práctica y estilos políticos de la renovación socialista, máxime si ella no se identifica exclusivamente con ninguna organización política que puede ser considerada en cuanto tal como su referente. Hay entonces, embriones y jirones de prácticas y estilos que pueden detectarse empíricamente en múltiples experiencias de base y de formas de liderazgo, pero no un modelo constituido. Radicalidad socialista y radicalidad democrática Una segunda dimensión de la renovación socialista, en parte ya señalada y relacionada con la anterior, es el descubrimiento de, y opción por, la democracia política, como el régimen político que se incorpora como elemento constitutivo del proyecto de transformación social, del proyecto socialista. Es posible que todavía las expresiones teóricas y prácticas del socialismo no se hayan aún repuesto de lo que significa este descubrimiento y opción, lo que impide una verdadera coherencia al respecto y la asunción de todas sus consecuencias. Creo conveniente plantear este problema en términos de la conciliación conflictiva entre dos radicalidades que en la reflexión teórica se han presentado como contradictorias, la radicalidad democrática y la radicalidad socialista. Vale la pena aclarar que estamos usando el concepto “democracia” en el sentido preciso de régimen político que es con el cual se presentan las tensiones. Es decir, no hablamos aquí del ideal democrático en sentido genérico, ni de la democracia como atributo de toda la sociedad, con los cuales es muy fácil mostrar que hay identidad abstracta con el ideal socialista, sino de la democracia como un tipo particular de régimen político caracterizado por la elección de gobernantes por voto universal, estado de derecho, libertades públicas garantizadas, separación de los poderes del Estado, alternancia en el poder político, sistema de representación en que goCarlos Altamirano y Clodomiro Almeyda, importantes dirigentes durante los años de la Unidad Popular, representaron posturas antagónicas durante la renovación socialista de los años ochenta.
biernan las mayorías y se respetan las minorías, pluralismo ideológico político, etc. Es decir, se trata de una forma específica de mediación entre Estado y Sociedad que puede ser válida para algunos contextos históricos y no para otros.
78
Ninguna sociedad puede escapar al problema
político que la renovación socialista postula para
de cómo se gobierna y qué condiciones definen
un país como Chile (pues no en todas partes la
esa forma de gobierno y al problema de la defi-
opción socialista tendrá un mismo proyecto de
nición de la relación entre la gente y el Estado,
régimen político en tanto este se define histó-
es decir, el tema de la ciudadanía. Y la democra-
ricamente) es el régimen democrático. Pero ello
cia política es una respuesta histórica particular
tiene ciertas consecuencias que provienen de lo
a estas dos cuestiones, así como hay otras res-
que llamamos lo radical democrático, y que en-
puestas posibles. No hay experiencia histórica de
frentan lo radical socialista. ¿Cómo se concilian
socialismos con democracia política así defini-
ambas radicalidades?
da. Las sociedades socialistas conocidas poseen
Mi impresión es que no hay manera de resolver
otro tipo de régimen político y en las sociedades
esta contradicción sin un cambio en el concepto
con regímenes democráticos el paso hacia es-
clásico de socialismo. Habría, entonces, que in-
tructuras sociales definidamente socialistas ha
dicar que el socialismo tiene un modelo (y más
encontrado obstáculos enormes que terminan
adelante criticaré la idea de modelo), una pro-
por permitir reformas, pero no la superación del
puesta de organización de la economía y también
capitalismo. La radicalidad democrática con-
una propuesta de organización de la sociedad ci-
siste en que solo se pueden hacer ciertas cosas
vil y del Estado. Pero no tiene un modelo per se de
en política si se cuenta con mayorías para ello y
régimen político, sino que este varía de acuerdo a
esas mayorías están definidas por ciertas reglas
los contextos nacionales. Entonces, para ciertos
preestablecidas y que en
países, e insisto que esto no
ningún caso pueden afectar
es necesariamente univer-
los derechos básicos de los miembros de la sociedad. La
radicalidad
socialis-
Solo se puede realizar un profundo proyecto transformador
ta consiste en que hay que
si se cuenta con mayoría para
eliminar la explotación, es
ello y esa mayoría solo puede
decir, la apropiación del sobre trabajo de los otros por parte de algunos, lo
constituirse en un marco político e institucional de tipo democrático.
que constituye lo esencial
sal, el socialismo no podría sino aceptar que el régimen político válido y bueno es el régimen democrático. Pero desde ese momento, la democracia política (tal como la hemos definido y que algunos llaman democracia burguesa, formal, repre-
de la relación y la sociedad capitalistas. Y eso no
sentativa, liberal, constitucional, etc.) pasa a ser
parece que pueda hacerse bajo regímenes de de-
un elemento constitutivo del proyecto socialista,
mocracia política como se ha mostrado históri-
forma parte de su identidad irrenunciable tanto
camente.
como las propuestas económicas y sociales de
Ese es el meollo del problema y a esta contra-
superación capitalista, es decir, es tan “socialis-
dicción o tensión hay que responder sin retóri-
ta”, aunque se comparta con sectores no socia-
cas ni evasivas. Todo proyecto político o histó-
listas, como las tareas económicas básicas que
rico global tiene que hacer una opción explícita
se denominan socialistas (expropiaciones, na-
por el régimen político o sistema de gobierno
cionalizaciones, gestión y apropiación colectiva,
y ciudadanía, opción que pasa a formar parte
etc.). Se supera, así, la distinción falsa entre “ta-
constitutiva y definitoria del tal proyecto. Ello
reas socialistas” y “tareas democráticas”.
implica reconocer la autonomía del régimen po-
La constitución de la democracia política es una
lítico en relación al sistema económico social:
de las tantas tareas socialistas, y en algún mo-
son dos opciones diferentes, irreductibles que
mento puede ser la tarea principal, aun cuando
no se derivan la una de la otra. Si todo proyec-
nunca un proyecto socialista se agotará en la pro-
to histórico o social global (y ya clarificaremos
puesta de democracia política, como ninguna so-
más adelante algo de esto) debe tener un pro-
ciedad se agota o define solo al nivel del régimen
yecto de régimen político, entonces, el régimen
político o del puro modelo económico, o del puro
79
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S C ATE
modelo cultural o del puro Estado. Pero en ese
desencantamiento de la transformación del or-
plano, el del régimen político, la democracia po-
den social. La existencia de un régimen político
lítica, su construcción y ampliación es un valor
democrático, que supone sin duda poder y domi-
y principio histórico irrenunciable para ciertas
nación, es contradictoria con esta idea de “toma
sociedades. Si el proyecto de régimen político,
de poder”, pues el concepto de incertidumbre y
en este caso la democracia política, es parte del
reversibilidad es esencial a tal régimen: nadie se
proyecto socialista y tan importante como el
toma el poder político de una vez para siempre.
proyecto de sociedad civil y de Estado, y si cada
Si ello ocurriera, no estaríamos en un régimen de
esfera guarda cierta autonomía, es normal que
democracia política.
entre ellas haya tensiones, “chantajes” de la de-
Es evidente que esta reformulación plantea
mocracia política al socialismo: tanto socialis-
un problema a la teoría y práctica históricas del
mo cuanto la democracia política lo permita. Y
socialismo, del que no es fácil salirse y del que
a su vez habrá un “chantaje” del socialismo a la
pueden desprenderse algunas consecuencias.
democracia política: si no se crean ciertas con-
La primera es que, si solo puede avanzarse en
diciones sociales, la democracia política se hará
la transformación social bajo el principio de
inestable y llegará a su colapso. Pero se trata de
mayorías políticas, el eje fundamental de la ac-
contradicciones y chantajes mutuos que se dan
ción histórica y social pasa a ser la política y la
no desde fuera sino en el interior de un mismo
cultura, la política cultural, la construcción de
proyecto socialista y que el socialismo debe ir
consensos, la convicción, la enseñanza y apren-
resolviendo históricamente, enfatizando a veces
dizaje, lo que supone a su vez las grandes accio-
el tema del régimen político, otras veces el de la
nes colectivas de movilización, lucha, presión y
transformación económico social, otras veces el
enfrentamientos políticos. La segunda es que el
de la independencia nacional, pero nunca aban-
socialismo ya no puede definirse como un mo-
donando ninguno. Ello permite afirmar que en
delo de sociedad caracterizado y establecido de
un momento determinado la identidad socialista
una vez para siempre. No hay, en sentido estric-
sea, por ejemplo, la lucha por los derechos hu-
to, “sociedad socialista”, porque el socialismo es
manos elementales, en otro por la expropiación
un principio de transformación social, la supe-
de los monopolios, etc. No renunciar a ninguno
ración de alienaciones, opresiones y explotacio-
de los componentes propios del proyecto signifi-
nes basada en la idea de la emancipación social
ca adaptar sus exigencias y requerimientos mu-
y autogobierno de la gente, con un rol protagó-
tuos a la situación histórica objetiva y subjetiva
nico de trabajadores y dominados, pero no es un
de la sociedad, resolviendo en cada caso cuál es la
esquema de mecanismos concretos, un sistema
problemática principal que se enfrenta.
social predeterminado. En ese sentido el concep-
Es evidente que aquí se ha operado una redefi-
to de transición al socialismo, propio de la visión
nición del socialismo clásico, por cuanto tiende a
clásica y tradicional de la revolución y donde se
desaparecer la idea de la “toma del poder”, en un
hace referencia a un periodo y un momento pre-
momento y locus determinado, a lo que sucede el
cisos, pierde su sentido. No hay transición de una
80
sociedad a otra, hay transformación permanen-
cuáles son las contradicciones principales más
te. No hay modelo socialista, hay proceso socia-
urgentes de la sociedad capitalista y cómo su-
lista, que es siempre reversible y transformable,
perarlas en un determinado momento histórico,
a diferencia de los modelos de sociedad.
en el entendido que no habrá paraíso terrenal ni
La idea de un modelo de sociedad es contra-
“nueva” sociedad sin contradicciones. En sen-
dictoria con el principio de régimen democrático
tido estricto, no hay proyecto de sociedad so-
que supone disputas, competencias, transaccio-
cialista ni modelo global concreto definido para
nes entre propuestas que corresponden a diver-
siempre, no hay “toma del poder” ni un momen-
sos modelos encarnados por diversos actores en
to en que se “empieza” a construir el socialismo,
interacción. La definición de socialismo no pue-
pero hay siempre política socialista posible, ta-
de dejar de ser ambigua, por cuanto este consiste
rea socialista frente a todo. No hay “Sociedad
en la definición histórica a juicio de la gente, de
Socialista” instalada, hay transformación socia-
los diversos componentes de las clases popula-
lista y gobierno socialista posible en un régimen
res, de trabajadores manuales e intelectuales, de
de democracia política.
Manuel Antonio Garretón es sociólogo y politólogo. Es doctor en sociología por l‛École des Hautes Études en Sciences Sociales (París) y profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile. Dentro de su amplia obra académica destacan los libros Las ciencias sociales en la trama de Chile y América Latina (LOM, 2015), Del postpinochetismo a la sociedad democrática (Debate, 2007) y La sociedad en la que viviremos (LOM, 2000). Fue reconocido con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2006. Agradecemos a Flacso Chile la posibilidad de reproducir este fragmento de “Las ideas de la renovación socialista” (documento de trabajo Flacso Nº97, del año 1987) en este número de Punto y coma.
81
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
h o r a s en la El auge de la nueva izquierda en Chile exige detenerse con atención en su historia, sus postulados intelectuales y su proyecto político. El triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales y el desempeño de la Convención Constitucional han mostrado que se trata de un elenco variopinto de fuerzas políticas, cuyas causas y banderas no siempre dialogan de manera armónica. En esta ocasión, quisimos revisar con atención la lúcida crítica del intelectual francés Jean-Claude Michéa al modo en que la izquierda contemporánea abraza el liberalismo de corte progresista, así como otros libros nacionales y foráneos que ayudan a profundizar tanto en las premisas como en los puntos ciegos de la nueva izquierda.
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biblioteca Contrapunto de María Asunción Poblete y Noam Titelman sobre El imperio del mal menor, de Jean Claude Michéa Juan Ignacio Brito sobre ¿Qué horizonte?, de Íñigo Errejón y Álvaro García Linera Eduardo Fuentes sobre La forma del derecho, de Fernando Atria Sylvia Eyzaguirre sobre La lección nórdica, de José Miguel Ahumada, Esther Wirth y Fernando Sossdorf Ricardo Salas sobre La filosofía se ha vuelto loca, de Jean-François Braunstein
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. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
Contrapunto Por medio de un lúcido análisis de la sociedad contemporánea, Jean-Claude Michéa aborda en El imperio del mal menor cómo el liberalismo ha triunfado en su intento por hacernos renunciar a la idea de “bien”, “grandeza” o “virtud”. Así, por medio del imperio del derecho y del mercado, el quehacer político se ha reducido a la coordinación de intereses, teniendo como objetivo primordial el evitar las guerras. El resultado: una izquierda plegada a los principales postulados del liberalismo, ajena a las grandes causas que le dieron sentido en el pasado y cada vez más cercana a banderas específicas de ciertas élites progresistas. En este número de Punto y coma, María Asunción Poblete y Noam Titelman reseñan, desde perspectivas distintas, el polémico ensayo del intelectual francés.
La abdicación de la izquierda MARÍA ASUNCIÓN POBLETE
El año 2018, Revolución Democrática causó re-
firiendo rendirse a las premisas del orden liberal
vuelo al cuestionar la celebración del “día de los
(o “el imperio del mal menor”). El autor explora
enamorados” con la siguiente frase atribuida a
de forma detallada el vínculo entre el liberalismo
Ayn Rand: “para saber decir “yo te amo” pri-
económico y el progresismo cultural, pues, para
mero se debe aprender a decir yo”. A primera
él, ambas vertientes constituyen una unidad in-
vista, parece desconcertante que la nueva iz-
disoluble. A través de una genealogía del libera-
quierda remita a autores libertarios como Rand.
lismo, que permea tanto a la izquierda como a la
Sin embargo, una aproximación más profunda
derecha actual, la obra nos ayuda a comprender
nos permite encontrar vínculos —impensados a
mejor las contradicciones de nuestra dinámica
primera vista— entre el liberalismo económico y
política, que, dúctil y líquida, está fundada sobre
las agendas culturales progresistas.
la piedra angular del liberalismo.
Esta es, precisamente, una de las principales
Si bien el autor plantea preguntas incómodas
contribuciones de El imperio del mal menor. Ensa-
que interpelan a todo el espectro político, es par-
yo sobre la civilización liberal, del intelectual fran-
ticularmente duro con las izquierdas contempo-
cés Jean-Claude Michéa. En un tono provocador y
ráneas, a las que reprocha haber abandonado a
persuasivo, el pensador de izquierda sugiere
grupos mayoritarios como obreros y trabajado-
que el progresismo contemporáneo —ese que
res, para reemplazarlos por una defensa corpo-
promueve desde la apertura de fronteras a la de-
rativa de agendas elitistas e identitarias. Michéa
construcción del amor romántico—, difícilmen-
ve en mayo de 1968 el punto de inflexión: en ese
te podría ser tildado de socialista.
momento la izquierda habría abdicado de sus lu-
Según Michéa, las izquierdas contemporáneas
chas. Tal revolución no cambió la estructura de
se habrían alejado de sus luchas originarias , pre-
poder, pero sí habría tenido un impacto cultural
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que transformó ideas y valores, pues sus consig-
pues supone el reemplazo de la política clásica
nas iniciales, que apuntaban a la reivindicación
por un dispositivo puramente negativo: “el arte
de mayores libertades en la esfera privada, cala-
de delimitar, en definitiva, la sociedad menos
ron hondo en la izquierda. Que este movimiento
mala posible”, regulando normativamente los
haya comenzado con una revuelta estudiantil no
desacuerdos y neutralizando las pasiones que le
deja de ser revelador para el caso chileno, pues
subyacen. Dicha solución liberal no se concibe a
el Frente Amplio irrumpe en un contexto similar
sí misma como una triunfal, sino que correspon-
en 2011, y a todas luces parece ser una fiel repre-
de a una estrategia del mal menor impuesta por
sentante de la izquierda liberal progresista que
la naturaleza de las cosas.
critica el autor.
Los dos vehículos por medio de los cuales el liberalismo logra su ascenso son el derecho y el
Liberalismo: uno solo
mercado. El derecho, abstracto y neutral, brinda reglas mínimas y comunes garantizadas por
Una de las ideas centrales que desarrolla el
el Estado, que regulan y aplacan las pasiones
autor dice relación con los orígenes del pro-
del individuo. El mercado, por su parte, tiene el
yecto liberal. El “mundo sin alma” del capi-
mismo propósito neutralizante: permite que los
talismo contemporáneo —en palabras de Mi-
individuos persigan libremente sus intereses
chéa— constituiría la única forma plausible bajo
mediante su actividad económica, generando la
la cual la doctrina filosófica liberal pudo haberse
natural armonía que brinda la mano invisible.
materializado. Por lo tanto, al filósofo francés le
Así, se avanzaría hacia la simple unificación ju-
parece ilusoria la separación y categorización que
rídica y mercantil de la humanidad.
tiende a hacerse en el debate público respecto de
A lo largo de la obra, el autor analiza de modo
un liberalismo económico (encarnado general-
panorámico las implicancias de este imperio del
mente por la derecha) y otro político y cultural
mal menor, pues durante las últimas décadas
(bandera principalmente de las izquierdas).
ha logrado situarse ya no como un piso mínimo,
La doctrina liberal se hace posible al inscribirse
sino como “el mejor de los mundos” donde la li-
en el proyecto occidental moderno y convertirse
bertad individual y la “sociedad abierta” se eri-
en la ideología por excelencia de la moderni-
gen como un ideal de perfección de la naturaleza
dad. Según Michéa, una compleja combinación
humana. Al no existir bases filosóficas y morales
de condiciones contingentes a partir del siglo
comunes, se pierde la noción misma de límite: el
XVII posibilita esta situación. El devastador es-
individuo contemporáneo ve en cualquier fron-
cenario de múltiples guerras religiosas, que pro-
tera un atentado al despliegue de su autonomía,
pició el desarrollo de filosofías y antropologías
pues su horizonte está en alcanzar la emancipa-
“pesimistas”, sumado a la invención de la cien-
ción total.
cia experimental de la naturaleza, que deviene en
Aquí el autor dispara la mayor parte de sus dar-
el ideal de una Ciencia aparentemente imparcial,
dos contra la izquierda progresista, presa de esta
proporcionaría las bases para un nuevo método
lógica liberal. Dicha izquierda, al abrazar acríti-
de procesamiento racional y neutro del proble-
camente las banderas de la autonomía individual
ma político. De esta forma, pretendía alcanzar-
y la diversidad, asume la defensa del liberalismo
se el objetivo central consistente en pacificar y
cultural más ortodoxo, el cual, como plantea Mi-
neutralizar todo conflicto. Allí radica el origen
chéa, es indisoluble del liberalismo económico.
del liberalismo.
He aquí, entonces, la paradoja: al mismo tiempo
Este prometedor método implicaría sustraer
que dice combatir el neoliberalismo más extre-
de la esfera pública todo lo relativo a lo bello,
mo, trabaja para él, pues la liberación cultural
bueno y verdadero, lo que conlleva una privati-
que promueve termina por expandir las dinámi-
zación de las convicciones y costumbres morales;
cas del mercado. Así, a pesar de que en su retórica
esto con el fin de aplacar toda fuente de conflicto.
se arroga la superación del “mal menor”, lo pro-
El precio a pagar por la pacificación es elevado,
fundiza, juega con sus lógicas.
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R ADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . C ONTRAPU NTO
patente en el debate sobre migración, donde los economistas de derecha liberal, interesados en la oferta de mano de obra barata, y las élites de izquierda globalista, que añoran un mundo abierto y sin fronteras, suelen estar en pleno acuerdo. Ahí parecen encontrarse personas tan disímiles como Beatriz Sánchez y Hernán Büchi. ¿Es pura casualidad? No, según Michéa. Cierta izquierda alimenta inconscientemente las dinámicas que dice aborrecer, pues la expansión del mercado necesita de la liberación cultural que ellos promueven. A esta situación apunta Michéa. Para demostrarla, se vale de múltiples ejemplos y analogías en las que destaca su permanente ironía. El autor también remite frecuentemente a los primeros socialistas, e incluso a la temprana tradición marxista, para ilustrar la desorientación sistemática de la izquierda contemporánea: en esos momentos, la izquierda pudo haber cometido muchos errores, pero no traicionó su vocación fundamental junto al pueblo. Destacan acá sus Nadie sabe para quién trabaja
alusiones a George Orwell, intelectual socialista de cabecera del francés, y particularmente su
Dicha izquierda se aleja cada vez más de su vo-
concepto de common decency. Con dicha noción,
cación originaria y se identifica progresivamente
Orwell busca explicar algunas virtudes humanas
con las élites. La fascinación de estas élites con
como la solidaridad y la lealtad, que emergen
la sociedad abierta, la autonomía total y el mo-
naturalmente en la vida ordinaria de las comu-
vimiento no conecta con las grandes masas po-
nidades humanas. Sin embargo, la nueva iz-
pulares, cuyas aspiraciones están vinculadas
quierda tiende a despreciar esas disposiciones, y
al arraigo por sus comunidades de origen. Este
las fuerzas transgresoras del progresismo ven en
es el motivo que explica que la nueva izquierda
ellas pura opresión. En el imperio del mal menor,
tenga tantas dificultades a la hora de captar la
la transformación de todos los escrúpulos éticos
adhesión del pueblo. Es más, reacciona indig-
en tabúes arbitrarios vuelve imposible la defen-
nada calificando de “populista” todo programa
sa de cierto patrimonio moral que, para Orwell y
que contradiga sus agendas cosmopolitas y que
Michéa, merece ser preservado, pues actúa como
apele directamente a las masas y sus necesida-
dique de contención frente a dicha ola transgre-
des. A fin de cuentas, es esa abdicación la que
sora.
en ocasiones ha dejado un flanco abierto para el
Esta obra nos interpela a todos —no solo a la
surgimiento de líderes que sí podrían ser mere-
izquierda— a no perder esa decencia común,
cedores de aquel epíteto.“Basket of deplorables”,
quizás la única salida a este laberinto. Deja un
como se refirió Hillary Clinton al electorado que
cierto sabor amargo sobre la realidad, pero, a la
posteriormente le dio la victoria a Donald Trump
vez, inquietudes que movilizan. A fin de cuentas,
en 2016.
ante la insuficiencia del derecho y el mercado,
Por otro lado, la izquierda moderna pare-
no puede concebirse una vida auténticamen-
ce ignorar que esta lógica vanguardista termi-
te humana sin arraigo o vínculos comunitarios,
na inevitablemente favoreciendo el despliegue
sin una base común subyacente que, a lo largo de
del capitalismo, su supuesta némesis. Esto es
este ensayo, el autor nos invita a buscar.
86
El progresismo y la decencia común NOAM TITELMAN
En su ensayo El imperio del mal menor el inte-
esfuerzo para mostrar por qué el liberalismo no
lectual francés Jean-Claude Michéa presenta las
cumple con su propia promesa de evitar la gue-
contradicciones y puntos ciegos de la que con-
rra y los impulsos destructivos de la sociedad y
sidera la ideología por excelencia de la moder-
de generar un mayor bienestar gracias a un con-
nidad: el liberalismo. Pero es más que eso. Ins-
tinuo progreso. El segundo es que la lógica del
pirado en los escritos de George Orwell, el autor
“mal menor” del liberalismo, fundamentada en
contrapone al liberalismo —en sus formas de iz-
una antropología esencialista del egoísmo, está
quierda y derecha— la “decencia común” (com-
errada. Es decir, Michéa afirma que la paradoja
mon decency). Este sentido de decencia sería una
del liberalismo es que está constantemente lu-
especie de brújula moral que pervive, todavía, en
chando por reformar al ser humano para hacerlo
las clases populares.
más cercano a su naturaleza. A esta antropología
Buena parte del texto recorre algunas de las
del esencialismo egoísta se opondría el sentido
críticas que realiza el posliberalismo —a estas
de decencia de Orwell, presente en las clases tra-
alturas bastante conocidas— a la sociedad con-
bajadoras.
temporánea. Como sus pares posliberales en Es-
Michéa afirma que el liberalismo es incapaz
tados Unidos o Reino Unido, Michéa plantea su
de cumplir sus propias promesas. Esta crítica se
proyecto como un “desenmascaramiento” de la
basa en la “neutralidad axiológica” de las dos
política establecida y la reivindicación de lo que
fuerzas sobre las que se sostendría el liberalis-
Patrick Deneen denomina “conservadurismo de
mo: el derecho y el mercado. La crítica a la neu-
clase trabajadora” . En particular, hay una crí-
tralidad axiológica del derecho se centra en los
tica reiterativa a las izquierdas y derechas por
problemas del liberalismo cultural o político, y
su adopción del liberalismo, las primeras en su
por lo tanto en la izquierda. “El socialismo ori-
versión política y cultural, las segundas en su
ginal (…) siempre objeta que una sociedad que no
versión económica. Si bien la crítica está dirigi-
exige de sus miembros más que el respeto de su
da a ambos mundos, el foco está más bien puesto
indiferencia recíproca no es una verdadera so-
en lo que se presenta como una hipocresía de la
ciedad, y que la máxima vive y deja vivir termina
izquierda que buscaría “distinguir (…) un ‘buen’
donde no hay un mínimo de common decency (…)
liberalismo político y cultural, y un ‘mal’ libera-
y se transforma, de hecho, en vivir y dejar morir”
lismo económico” (27).
(57).
1
El ensayo de Michéa se encarga de desmenu-
Es más, Michéa llega a exagerar este argu-
zar la lógica del mal menor que promete el libe-
mento al punto de afirmar que la búsqueda de lo
ralismo. En definitiva, es posible dividir las crí-
“políticamente correcto” en las izquierdas libe-
ticas del autor en dos grupos. El primero es un
rales sería una falla esencial de la promesa liberal de superar las guerras civiles ideológicas: “es inevitable (…) la aparición de una nueva guerra
1
Patrick Deneen, “Why Conservatism Is The Natural Home For Working-Class Americans”, The American Conservative, 8 de julio de 2020.
de todos contra todos, conducida esta vez en los tribunales (…) en la que los defensores de lo ‘po-
87
R ADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . C ONTRAPU NTO
líticamente correcto’ se han convertido, como se
Más allá de su utilidad como un resumen con-
sabe, en soldados profesionales” (47-48). Así,
ciso y clarificador de las posiciones poslibera-
Michéa cuestiona la fe en el progreso como nue-
les, el principal valor del texto se encuentra en
vo credo liberal que “siempre se presenta como
el rescate, contrapuesto al egoísmo racional,
una máquina de guerra contra los distintos ‘con-
del sentido de decencia común: “ese concepto
servadurismos’” (115).
deliberadamente vago e impreciso, consiste en
En cuanto a su crítica al liberalismo econó-
enraizar, en lo más profundo de la práctica so-
mico, Michéa se centra la idealización del “cre-
cialista, las virtudes humanas de base (…). Estas
cimiento” y progreso económico. Su posición
virtudes o disposiciones psicológicas y culturales
recoge la crítica histórica premarxista del socia-
a la generosidad y a la lealtad”.
lismo al liberalismo, distinguiendo entre una so-
Como explica Michéa, la exigencia de “racio-
ciedad “justa” y una decente. Así, una sociedad
nalidad” a los seres humanos y que “sus deci-
marcada por el aplauso al egoísmo sin límites
siones existenciales se acomoden al modelo de
“es una sociedad que en los hechos respalda com-
la axiomática del interés y calculo estratégico”
portamientos tan indecentes y tan abiertamente
lleva a que la lógica liberal destruya “gradual-
contrarios a la dignidad humana que no podría
mente las condiciones de toda civilidad y de toda
ser moralmente aceptable y que, por lo tanto, no
decencia común” (120). Algo así advirtió Hannah
tendría sentido definirla como ‘justa’” (49). En
Arendt, cuando explicó los orígenes del totalita-
una sociedad en la que el Estado liberal se entre-
rismo en el individualismo de las sociedades de
ga a la neutralidad axiológica y al escepticismo
masa, desarraigado y solitario. Retirarse al reino
metódico del derecho liberal, sería el mercado el
de lo privado implicaría que todos los individuos
que terminaría reemplazando el sentido moral.
están presos de su experiencia singular2. Al fi-
No se trataría de dos liberalismos, uno político y
nal, la convivencia social no puede descansar en
otro económico, sino que serían las dos caras de
mero egoísmo individual.
una misma moneda.
Es interesante detenerse en la relevancia que
El lector disfrutará mucho más esta parte del
ha tenido siempre el sentido de decencia para la
texto si se lo toma por lo que es: la obra de un
convivencia pacífica a la que aspira el liberalismo.
talentoso polemista que defiende una trinche-
Por ejemplo, el concepto de sentido de decencia
ra con abundantes referencias académicas. No
jugó un rol fundamental en un conocido hecho
es este el intento de hacer un sopesado análisis
acontecido pocos años después de la muerte de
de las virtudes y defectos de la sociedad liberal,
Orwell: la persecución del senador McCarthy
sino la consagración de una posición de combate
contra las supuestas amenazas al modo de vida
argumentativo. Desde esa trinchera, se entiende
liberal y que derivó en una verdadera cacería
la equiparación un tanto hiperbólica entre una
de brujas. Una de las escenas más conocidas de
guerra en la que literalmente se cortan cabezas con un sistema jurídico en el que ellas se cuentan. 2 Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism (Londres: Penguin Classics, 2017).
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este proceso, y que significó el fin de la carrera
de los socialistas democráticos de América, lanzó
política de McCarthy, fue cuando Joseph Welch
una edición titulada “La izquierda en el purgato-
lo confrontó, frente a millones de televidentes,
rio”, en cuya editorial se preguntaba si el sueño
con una simple replica: “¿acaso no tiene el más
de una “coalición de coaliciones” de izquierda
mínimo sentido de decencia?”. No fue la neu-
que “una a movimientos colineales sin organi-
tralidad o escepticismo metódico lo que salvó la
zación partidaria o una jerarquía de prioridades”
convivencia social de un Estados Unidos embar-
corra el riesgo de exacerbar el desalineamien-
cado en una deriva autoritaria, sino el sentido de
to de la clase trabajadora con la izquierda4. Una
la decencia común. Por medio del rescate de esta “decencia co-
pregunta que ciertamente resuena en el progresismo y la nueva izquierda chilena.
mún”, Michéa reivindica también un sujeto his-
En cualquier caso, el ensayo de Michéa es una
tórico típicamente menospreciado por las ideo-
excelente provocación para las nuevas y no tan
logías progresistas de izquierdas y derechas. Y
nuevas izquierdas, que obliga a replantearse
lo hace sin caer en el exotismo museológico. El
algunas de sus certezas más profundas. La re-
sentido de decencia común está vivo, según el
flexión descrita es una oportunidad para reco-
autor, en las clases trabajadoras y es fundamen-
ger la necesidad de tomarse en serio a ese sujeto
tal para el funcionamiento de la sociedad.
que sufre las desigualdades económicas, no solo
Por otro lado, la discusión por la decencia re-
como un receptor pasivo de las ideas socialis-
quiere de un cuidadoso análisis. La reivindica-
tas, sino como alguien con un conocimiento e
ción de la noción de decencia está, por cierto, ro-
interés propio, anclado en esa decencia que no
deada de peligros. Bien lo sabía el propio Orwell
ha desaparecido. En definitiva, es un poten-
cuando reseñó Mein Kampf, de Hitler, advirtien-
te recordatorio de que si el socialismo pretende
do que el dictador sabía que “los seres humanos
ser un movimiento de la clase trabajadora, no
no solo quieren comodidad, seguridad, jornadas
puede ignorar ese sentido de decencia común
laborales cortas, higiene (...), también, al menos
que la mueve.
intermitentemente, quieren lucha y sacrificio, sin mencionar tambores, banderas y desfiles de lealtad”3. Con facilidad, esa búsqueda de decencia, generosidad y lealtad puede ser el lugar de nacimiento del horror. Es llamativo que, desde una tradición política completamente diferente, los socialistas democráticos en el mundo han llegado a debates similares. Recientemente, Jacobin, la principal revista
3 George Orwell, “Review of Adolph Hitler’s Mein Kampf”, The New English Weekly, 21 de marzo de 1940.
4 Bhaskar Sunkara, “The Left in Purgatory”, Jacobin 44, Invierno 2022.
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA
La quimera de la “revolución democrática” JUAN IGNACIO BRITO
Sobre Qué horizonte. Hegemonía, Estado y revolución democrática (Madrid: Lengua de Trapo, 2019), de Álvaro García Linera e Ínigo Errejón.
Como un ave rapaz que huele carroña, un par
de ruptura en los que la gente deja de obedecer a
de preguntas sobrevuela la lectura de Qué hori-
sus mandantes”. Es la largamente esperada hora
zonte, el libro-diálogo entre el exvicepresidente
del zarpazo, que no puede ser desaprovechada.
boliviano Álvaro García Linera e Íñigo Errejón,
Los planetas se han alineado, porque las mino-
exfundador del español Podemos: ¿es posible
rías habituadas a mandar ya no logran cooptar a
una “revolución democrática” como la que pro-
quienes los desafían y amenazan, añade Errejón.
ponen? ¿No es la democracia, sistema político
García Linera explica que la sociedad da un “sal-
que promueve la resolución pacífica del conflicto
to histórico” cuando “las viejas certidumbres se
a través de la representación, el respeto a la ley y
derrumban, las antiguas creencias dejan de ser
el equilibrio de poderes, antónimo de la revolu-
eficientes, la tradición, en ciertas cosas, deja de
ción, que involucra el asalto a menudo violento
ser un referente moral para guiar el comporta-
del poder y la imposición del grupo ganador so-
miento de las personas, y se produce ese mo-
bre los vencidos?
mento de vaciamiento y disponibilidad”.
A Errejón y García Linera no parece inquietar-
El mayor acierto del análisis se presenta cuan-
les esa contradicción. A ellos les preocupan —lo
do Errejón y García Linera describen las razones
dicen de entrada los editores— “las condiciones
inmediatas del derrumbe de la “dominación”.
que hacen posible la toma del poder por parte de
Este es consecuencia de un “agravio moral” que
las clases populares” y “cómo ese poder puede
rompe la confianza entre los poderosos y los do-
perdurar y enraizarse”. A través del registro de
minados. Se quiebra el consentimiento sobre el
conversaciones que sostuvieron en Madrid y La
que descansa la hegemonía de unos pocos, quie-
Paz entre abril de 2018 y febrero de 2019, des-
nes pierden el prestigio e incluso el respeto de la
criben el camino que ha de recorrer la “irrupción
sociedad. El agravio resulta evidente cuando la
popular” para ser exitosa y consolidarse.
población advierte que “los de arriba no respe-
Como suele ocurrir con la izquierda, el diag-
tan sus propias reglas”. La gente deja de sentir-
nóstico de las condiciones que facilitan y per-
se representada por la élite y la crisis conduce al
miten dicha irrupción es mucho más potente
“hecho revolucionario”. Surge una nueva creen-
que las definiciones respecto de qué hacer cuan-
cia, apunta el español: “los de arriba no son me-
do finalmente se arriba al poder. A los autores
recedores y los de abajo pueden ser portadores
no parece interesarles este aspecto; a ellos les
de un proyecto de orden diferente”. La “irrup-
preocupa el poder, que, en este libro al menos,
ción plebeya” se desplegará cuando coincidan
asoma como un fin en sí mismo, un recurso que
cuatro condiciones: cuando las élites dirigentes
hay que arrancar a los sectores dominantes y
estén desorientadas y desprestigiadas; cuando
luego preservar con cambios ojalá irreversibles,
los organismos y mecanismos institucionales
como si tal cosa existiera en una democracia.
que tramitan las demandas ciudadanas colap-
Los autores son conscientes de que este es el
sen; cuando para la gente se haga menos ren-
momento de la izquierda. García Linera dice que
table seguir esperando que irrumpir en la vida
se vive una instancia excepcional, “momentos
pública y participar en política; cuando surjan la
90
esperanza en que las cosas van a cambiar, y referentes y liderazgos que la encarnen. A ellas se suman dos “elementos operativos”: la construcción de mayorías en sociedades democráticas o la derrota de los elementos coactivos de los regímenes dictatoriales. El análisis parece impecable y, en el caso chileno, premonitorio. Es posible apreciar cómo incidieron estos factores en el estallido de 2019. Y también por qué este enfrentó dificultades y se tradujo en un caos: García Linera advierte que en el momento revolucionario surgen muchas voces y que debe imponerse una que dirija la revuel-
revolucionario no tenga, por ejemplo, mayoría
ta. De lo contrario, solo habrá licuefacción de las
en el Senado u otras instituciones, deberá ha-
certidumbres y desorden.
cer “presión colectiva”, recurrir a la calle, pro-
La mejor parte del libro queda atrás cuando
mover que el presidente se declare en huelga
deja de lado la revolución y los autores conversan
de hambre (como hizo Evo Morales) y utilizar
sobre “qué hacer en el Estado”. Es decidor que
recursos extralegales para hacer “frente a las
dediquen 75 páginas a discernir sobre la revolu-
fuerzas conservadoras que se han atrincherado
ción y solo 20 a cómo encarar “qué pasa al día
en ciertas áreas del Estado que, supuestamente,
siguiente del estallido, del día hermoso”. Abun-
tú gobiernas, pero en realidad, no lo haces”. Esta
dan aquí las generalidades e, incluso, las obvie-
declaración pone de manifiesto una vocación
dades. García Linera describe que la gestión del
autoritaria: después de todo, se trata de quebrar
Estado es una “relación de paradojas”: promover
toda resistencia y conquistar el Estado entero,
a la vez el cambio y la estabilidad; combinar el
el único que posee el poder y la influencia social
entusiasmo revolucionario con el burocratismo
para hacer los cambios que los revolucionarios
estatal y el poder de los mandos medios. Como el
han soñado desde siempre. Luego habrá que po-
triunfo nunca será completo, la revolución debe
ner ojo a los medios de comunicación, porque
ser permanente, aunque no imprudente. Hay
“reproducen las ideas de los dominantes” y, por
que avanzar todo lo que se pueda, pero no entrar
la misma razón, controlar la educación. Simple-
en disputas imposibles de ganar, lo que obliga
mente, acabar con una hegemonía para crear
a priorizar.
otra que imponga cambios ojalá irreversibles
El listado se parece al que cualquier gobierno
(“siempre más allá”, sostiene Errejón). Al final,
democrático debe construir para llevar adelan-
la respuesta a la pregunta de si existe para la iz-
te su programa. Hay, sin embargo, una diferen-
quierda hispanoamericana algo así como una
cia clave, expresada por García Linera: cuando
“revolución democrática” termina respondién-
haya fuerzas que resistan el cambio o el gobierno
dose sola.
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RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA
Hacia lo desconocido para encontrar lo nuevo EDUARDO FUENTES
Sobre La forma del derecho (Madrid: Marcial Pons, 2016), de Fernando Atria
Hay libros que incluso en sus errores son geniales,
decir cuál es el contenido de esa voluntad, sino de-
porque plantean temas fundamentales bajo nue-
cir que es una voluntad no sometida a los poderes
vas luces y formulan tesis provocadoras y de largo
fácticos que impiden el reconocimiento mutuo.
alcance. La forma del derecho es uno de ellos. Si bien
Hay aquí, sin embargo, un problema serio. Atria
se presenta como un texto de filosofía del derecho,
entiende el reconocimiento mutuo en sentido dis-
quizás es más apropiado considerarlo un tratado
cursivo: reconocerse es justificarnos el uso del
general sobre la democracia.
poder político mediante razones aceptables para
El libro tiene tres partes: “La ironía del positi-
todos. Para Atria reconocernos como iguales es re-
vismo jurídico”; “Legislación, jurisdicción y ad-
husar el uso puramente fáctico del poder político,
ministración” y “Viviendo bajo ideas muertas”.
es decir, rehusar a imponer nuestras posiciones a
Tratan, respectivamente, de filosofía jurídica con-
los demás por la pura fuerza. Si nos tratamos como
temporánea, la distinción entre las funciones es-
iguales, entonces nunca nos “impondremos”
tatales modernas, y de la naturaleza de lo político
nada: todo uso del poder será aceptable para cada
y la constitución de la voluntad popular.
uno de nosotros (a pesar de todo su diatriba contra
La tercera parte, la más original del libro y po-
el liberalismo, el criterio de legitimidad propuesto
líticamente la más relevante, tiene que ver con la
es virtualmente idéntico al de Rawls. ¡Vaya para-
reflexión sobre la idea de la voluntad del pueblo.
doja!) Actualmente, sigue el argumento, nues-
La tesis más controversial es, me parece, que para
tras relaciones están en gran parte mediadas por
entender cómo el pueblo puede tener una volun-
intereses fácticos, por pensamiento estratégico,
tad ha de entenderse primero el carácter teológico
donde imponemos nuestra posición al otro (es-
del lenguaje político. Con ello Atria quiere decir lo
pecialmente bajo el “neoliberalismo”). Es solo en
siguiente: al igual que las expresiones teológicas
la sociedad sin clases donde lograríamos ver que
no pueden decirnos qué es Dios, sino solamente lo
nuestros intereses son comunes y, por tanto, ape-
que no es (no es material, no está limitado tem-
laríamos a las mismas razones. El problema con eso
poralmente, etcétera), las expresiones políticas
es que, cual situación ideal habermasiana, supone
no nos dirían cómo es una vida plenamente polí-
que es en principio posible una deliberación en la
tica, sino solo cómo no es. Ahora bien, el truco está
que todos los ciudadanos podamos hacer trans-
en el adjetivo “plenamente”. Una vida política es
parentes nuestras razones. Atria parece asumir
una vida en la que nos reconocemos mutuamen-
que no hacerlo se debe a i) mala fe, o ii) problemas
te: cuando nos relacionemos como iguales cuyo
institucionales contingentes. Sin embargo, los lí-
destino está unido de modo inevitable. Nuestras
mites a la deliberación no son contingentes. Como
instituciones nos permiten vivir una vida donde
bien nos recuerda el Wittgenstein de Sobre la cer-
hay un reconocimiento imperfecto, pero apuntan
teza, toda investigación epistémica implica ciertas
al reconocimiento pleno. Sin embargo, no nos di-
“creencias bisagra” que no pueden ser puestas en
cen cómo sería una sociedad en la que tal recono-
duda. En otras palabras, es en principio imposible
cimiento ocurriera efectivamente. Solo nos dicen
presentar nuestras razones a otro sin estar limita-
cómo no es: por ejemplo, no es una sociedad don-
dos por el contexto específico en el que lo estamos
de el mercado prima en toda la vida pública, dado
haciendo, y por ende nunca podemos transparen-
que él presenta nuestros intereses como opuestos.
tar todo lo que sostenemos. En el mejor de los ca-
Por consiguiente, hablar de voluntad popular no es
sos, podemos lograr acuerdos con los otros porque
92
ellos también comparten nuestras presuposiciones. Pero si no lo hacen o si el contexto no permite que se haga, entonces la deliberación encontrará un límite infranqueable. En consecuencia, el reconocimiento mutuo también lo encontrará. El punto es que la imposibilidad de reconocernos plenamente, al modo que aspira Atria, no es culpa del capitalismo. Sucede que no es posible siquiera imaginar cómo sería una conversación donde no hubiesen “pre-juicios”, por lo que cualquier sistema social impedirá la “plena” deliberación. Dicho de otro modo, es imposible empezar a deliberar sin partir excluyendo a alguien. A lo más que podemos aspirar es a excluir a los menos o, curiosamente reivindicando a un liberal como Rawls, a un consenso traslapado. Un segundo problema yace en el camino que nos recomienda Atria. Tenemos que llegar a la sociedad de total reconocimiento, donde la vida sea plenamente política. Pero no podemos decir cómo ella
lo cree, sostener un determinismo histórico para
es, así que no podemos ocupar esta Utopía como
errar en la descripción. Cuando Atria se propone
un criterio para evaluar directamente nuestras ac-
preguntar cómo las luchas del pasado llegaron acá
ciones. ¿Cómo llegar a allí, entonces? Aquí el lector
toma como punto de partida el presente, con una
puede sorprenderse, pues Atria afirma que debe-
cierta interpretación de este. Al hacerlo, eviden-
mos solo radicalizar lo que ya venimos haciendo
temente parecerá que había algo ya en las luchas
hace mucho. Como suele afirmar el presidente Bo-
anteriores que prefiguraban nuestra situación ac-
ric, “los problemas de la democracia se solucionan
tual. Así, las luchas por los derechos civiles de los
con más democracia”. Cuando miramos las luchas
afroamericanos en EEUU, por ejemplo, habrían
políticas por el derecho a voto, fin de la esclavitud
sido “en el fondo” luchas por la sociedad de reco-
o mejoras laborales nos damos cuenta —se supo-
nocimiento pleno. De esta manera, Atria, junto con
ne— que ellas eran realmente una misma lucha: la
parte importante de la tradición socialista, puede
búsqueda del reconocimiento. Es decir, si el reco-
afirmar que todas las luchas son la misma lucha.
nocimiento se “anticipa” en nuestras institucio-
Sin embargo, ello sería tratar a las personas como
nes democráticas, toda lucha emancipatoria será
personajes de una novela histórica leída desde
una lucha por más democracia.
su final, jalonados por fuerzas que no alcanzan a
El problema de esto no es que sea, como Atria
comprender en su totalidad, con intereses que les
correctamente nota, una teoría progresista donde
son opacos, pero que académicos del futuro desci-
el miércoles es siempre mejor que el martes. No,
frarán al ver “cómo resultó todo”.
la dificultad se encuentra en que trata al pasa-
En la presentación del libro, Atria nos dice que
do como terra nullius, en la ajustada expresión de
La forma del derecho “pretende articular (…) el pró-
Tsilipakos. Es decir, describe los eventos pasados
logo silencioso a toda acción política”. Sus obras
según lo que significan para nosotros ahora, no
más políticas son “lo que viene después del pró-
según lo que significaron para los agentes concre-
logo”. Pero no solo esos libros son “prefigurados”
tos que los realizaron en el pasado. Incluso, como
aquí (para continuar con el lenguaje teológico que
bien señala Tsilipakos, si tomamos el presente
tanto gusta al autor) sino también su propia acción
como el “punto de término” del pasado, ya lo es-
política. Así, Atria intentó mostrarnos el “real”
tamos distorsionando. Porque somos nosotros en
sentido (exculpatorio) de la violencia política del
el presente quienes decimos que “las cosas como
18 de octubre al señalarnos “cómo había termina-
son ahora” son el resultado al cual apuntaban “las
do todo”: con una Convención que, entre otros, lo
cosas como eran antes”. No es necesario, ni Atria
incluía a él. 93
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA
En busca de un modelo SYLVIA EYZAGUIRRE
Sobre La lección nórdica. Trayectorias del desarrollo en Noruega, Suecia y Finlandia (Santiago: FCE, 2021), de José Miguel Ahumada, Eszter Wirth y Fernando Sossdorf
Cómo alcanzar el desarrollo es la principal pre-
por ende, una economía interna pequeña, que los
gunta a la que se ha enfrentado en los últimos
obliga a estar abiertos al comercio exterior. En
veinte años la política chilena. Después de un
segundo lugar, son países ricos en recursos na-
progreso económico destacado durante la déca-
turales. La economía noruega se concentra en la
da de los noventa, una caída sostenida de la po-
explotación del petróleo, la pesca y silvicultura,
breza y un avance notable en las condiciones de
así como en el desarrollo del transporte maríti-
vida de la población, Chile se posiciona hoy como
mo; la economía sueca, por su parte, se concentra
uno de los países más desarrollados de la región.
fuertemente en la producción de madera, energía
A pesar de estos grandes logros, nuestro país no
hidroeléctrica y el hierro; mientras que Finlandia
consiguió mantener un ritmo de crecimiento
es fuerte en la industria maderera y metalúrgica.
que le permitiera alcanzar el desarrollo. Ya co-
Finalmente, son países que eran relativamente
menzados los 2000, la economía chilena perdió
pobres a fines del siglo XIX e incluso durante la
dinamismo y la modernización acelerada de las
primera mitad del siglo XX, pero gracias a refor-
décadas anteriores trajo consigo nuevos desa-
mas institucionales y la promoción de políticas
fíos que la clase política no fue capaz de abordar.
industriales lograron un desarrollo económico
Con el fin de la Concertación, que gobernó entre
notable durante la segunda mitad del siglo XX,
1990 y 2010, se inicia una época de alternancia
posicionándolos dentro de las naciones con ma-
en el poder entre la izquierda y la derecha. Estos
yor bienestar social. El desarrollo económico que
bruscos cambios de timón revelan la ausencia de
experimentó cada uno de ellos tiene sus propias
un acuerdo sobre mínimos comunes que permi-
características que los hace únicos, sin embargo,
tan establecer un horizonte hacia el cual avanzar.
se pueden identificar dos rasgos esenciales que
Esta ausencia de acuerdo sobre el país que que-
son comunes:
remos ser nos ha llevado a una pérdida creciente
i) Un fuerte rol del Estado en su desarrollo eco-
de gobernabilidad y, en el último tiempo, a un
nómico, ya sea a través de una activa regulación
deterioro de nuestra democracia.
y fiscalización, implementando políticas indus-
José Miguel Ahumada, Eszter Wirth y Fer-
triales e incluso siendo parte de la producción a
nando Sossdorf consideran la experiencia de los
través de empresas estatales. El caso de la parti-
países escandinavos como un modelo que podría
cipación del Estado en la explotación del petróleo
resultar interesante para Chile. La lección nórdica
o el proceso de electrificación con capital público
muestra un modelo de desarrollo sin duda atrac-
son, en Noruega, buenos ejemplos para mostrar
tivo, pues logra equilibrar el progreso económico
cómo se facilitó el proceso de industrialización
con equidad social, lo que resultaría sostenible
del país. En el caso de Suecia, la reforma agraria
en el tiempo. Los países analizados (Noruega,
y educacional son políticas claves para el éxito
Suecia y Finlandia) poseen características de-
del proceso de industrialización que se inicia en
mográficas y económicas que resultan intere-
1850.
santes para el caso chileno. En primer lugar, las
ii) Una alta tasa de tributos que permite reducir
tres naciones tienen una población reducida y,
la desigualdad que genera el mercado y financiar
94
prestaciones sociales universales que aseguran una vida digna a toda la población. El libro contempla tres capítulos, cada uno dedicado a explicar de forma simple y en un lenguaje accesible el proceso de desarrollo económico que vivieron Noruega, Suecia y Finlandia. En ellos no solo se retrata el contexto político,
caracteriza por su individualismo y poco aprecio
social y económico previo a la etapa de progre-
al cumplimiento de las normas.
so, sino que también se analizan los principales
Por otro lado, el contexto regional no contri-
factores que permitieron dicho desarrollo y sus
buye en esta dirección. Estamos insertos en una
consecuencias más allá de la economía, que re-
región marcada por la corrupción y la inestabili-
percuten en bienestar social, sostenibilidad y es-
dad de las democracias. De hecho, nuestra propia
tabilidad democrática.
historia da cuenta de varios quiebres democráti-
El texto hace bien en resaltar los aspectos que
cos durante el siglo XX, lo que lleva a desconfiar
son interesantes para Chile, dada su geografía,
del Estado y la política. Otra diferencia con los
demografía y economía. Sin embargo, los auto-
países nórdicos es el capital humano. Si bien en
res no destacan e incluso en ciertos casos omi-
los últimos treinta años las políticas de educa-
ten diferencias fundamentales con nuestro país,
ción superior han permitido aumentar de forma
que obstaculizan la viabilidad de implementar
exponencial la cobertura, teniendo en este ámbi-
este tipo de proyectos políticos. Las tres nacio-
to los mejores índices de Latinoamérica, todavía
nes nórdicas se caracterizan por ser sociedades
vastos sectores de la población no cuentan con
igualitarias. Estos países no solo son más igua-
los conocimientos ni habilidades para desen-
litarios en términos económicos que el promedio
volverse en áreas más complejas y con mejores
de los países de la OCDE, sino que también lo son
remuneraciones. Estas condiciones culturales y
desde un punto de vista étnico, cultural, religioso
sociales inciden sobre las formas de organiza-
y social. La igualdad es un factor que contribu-
ción social, económica y política que hacen de
ye a la generación de confianza interpersonal y
nuestra sociedad una muy distinta a las de los
sentido de unidad, necesarios para generar una
países nórdicos.
sociedad fundada en el principio de reciprocidad,
Con todo, este libro es una invitación a re-
que se observa tanto en las políticas solidarias
flexionar sobre nuestro modelo económico y so-
como en el cumplimiento de las normas. Estos
cial y ayuda a derribar prejuicios asentados en la
países también se caracterizan por su alto capital
derecha y la izquierda relativos al rol del Estado y
humano, producto de un acceso amplio a la edu-
el mercado. Con ello contribuye al debate público
cación desde incluso antes del siglo XX. Chile, por
en una de las principales tareas que tenemos
el contrario, es una sociedad altamente desigual,
por delante: ponernos de acuerdo en el tipo de
con bajos índices de confianza interpersonal y en
desarrollo que necesitamos para los próximos
instituciones del Estado. La sociedad chilena se
treinta años.
95
RADIOGRAFÍA DE L A NU E VA IZ QU IE RDA . RE S E ÑA
Una tarea demasiado seria RICARDO SALAS
Sobre La filosofía se ha vuelto loca. Un ensayo políticamente incorrecto, de Jean-François Braunstein (Barcelona: Ariel, 2019)
Alterando un poco el sentido del verso de Parra,
pluma laureada de pensadores como Judith But-
tras la última página de La filosofía se ha vuelto
ler o Peter Singer. Así, por medio del aumento
loca cierto número de lectores diría que la serie-
del tamaño de la fuente con que están escritos,
dad es cómica. De hecho, la referencia a la comi-
el autor confía en que puedan ser captados en su
cidad —o a la franca ridiculez— es abundante
verdadera naturaleza; una naturaleza que para
en este libro inusual. No obstante, la descripción
Braunstein es tragicómica. El texto de este pro-
honesta que hace Braunstein de las tesis centra-
fesor de filosofía de la Universidad de París qui-
les de un grupo de exponentes de las teorías de
siera funcionar como esa técnica con que el tera-
género, los derechos de los animales y la euta-
peuta va repitiendo lo que el paciente le confiesa,
nasia dejaría un tanto perplejos a sus defensores.
enfrentándolo, como en un espejo, a las palabras
“¿Pero de qué se ríen?”, preguntarían ellos o
cuyo verdadero sentido al paciente se le escapa.
sus discípulos, sin poder explicarse que los ar-
El ensayo tiene tres partes. La primera (“El gé-
gumentos y buena parte de los ejemplos que
nero y la negación del cuerpo”) está dedicada a
usan en favor de sus teorías puedan parecer ri-
mostrar la evolución de la idea de género, des-
dículos. La seriedad de estos filósofos afamados
de que John Money la ideara y la experimenta-
de los que trata, entonces, parece cómica. Quizá
ra desde 1955, incluido el suicidio de una de sus
sea esta una debilidad del libro, pues, en el es-
víctimas, hasta la negación misma del cuerpo en
tado actual de nuestra cultura, gran parte de la
beneficio de la fluidez autopercibida. La segunda
exposición irá a contracorriente de las filosofías
parte (“El animal y el olvido del hombre”) versa
de moda. Por tanto, su efecto se encuentra res-
sobre la pretensión de derechos para los anima-
tringido a los que aún conservan esa sensatez
les hasta la afirmación de una igualdad tal con
que les lleva a ser escépticos de ciertas ideas en
el ser humano que aquella condición sea irrele-
boga. Como cuando se sostiene que ni el cuer-
vante para decidir entre uno y otro en casos de
po humano ni el sexo existen, que los animales
“conflicto”. La tercera parte (“La eutanasia y la
deben ser reconocidos como ciudadanos y sus
banalización de la muerte”) da cuenta de las es-
manadas como naciones —en una suerte de plu-
trategias para justificar la muerte voluntaria de
rinacionalidad transespecista— o que lo moral-
personas cuyas vidas se estiman menos valiosas,
mente relevante no es matar a alguien, sino que
abarcando las actuales tendencias hasta la más
este sienta que lo matan.
cruda eugenesia.
El objetivo del libro no es discutir esos argu-
El título de la Introducción es elocuente acer-
mentos ni oponer contraejemplos, sino exhibir-
ca del rasgo más claramente común a las tres
los en pantalla grande, tal como han salido de la
partes: “De los buenos sentimientos a la abyec-
96
ción”. En cada una, el autor relata ese paso desde la identificación de un problema real hasta el montaje de artificios conceptuales con los que se justifican lesiones muy graves a la dignidad humana. Se anticipa de ese modo a la cómoda objeción según la cual las teorías de género, el animalismo o la eutanasia buscan resolver problemas reales. En términos simples, de que efectivamente haya personas transexuales, maltrato animal o sufrimiento humano no se sigue que las cuestiones de justicia que surgen a su respecto y que exigen solución se resuelvan mediante la deshumanización. No les queda bien, por ejemplo, el proverbio de Estefanía de Mónaco que sirve de epígrafe a la segunda parte: “los animales son humanos como los demás”, ni la extensión
to, es incompatible con el tono de este libro que
de los derechos laborales a los bueyes, ni los be-
resalta, reduciéndolas al absurdo —aunque sin
sos profundos con uno que otro mamífero para
llegar a caricaturizarlas—, algunas locuras de la
autoafirmarse en la experiencia de igualdad. Ob-
filosofía de hoy. Ella, al revés de este trabajo de
viamente, por su contenido y por su tono, el libro
Braunstein, no puede contentarse con mostrar
desafía lo políticamente correcto, como el autor
la ridiculez de unos esperpentos bienintencio-
lo confiesa en el subtítulo.
nados, sino probar la falsedad de las proposicio-
Con todo, incluso para quien advierte intui-
nes de que se nutren. Más aún: que la filosofía se
tivamente lo insensato de las propuestas de las
haya vuelto loca solo es posible allí donde han
tres grandes teorías que son descritas, queda una
fallado algunas premisas situadas muy en lo alto
tarea paradójica: la expansión y el enraizamiento
y que son de competencia de la metafísica. No es
cultural de estas ideas obligan a ocuparse de ellas
casualidad que el propio autor reconozca en la
con la mayor seriedad posible, haciéndolas obje-
ideología de género una reencarnación de la vieja
to de trabajos de refutación científica y filosófi-
gnosis. En esto, en que no haya que tomar en se-
ca especializados que lo conduzcan a probar con
rio estas teorías, Braunstein se equivoca, aunque
anchas investigaciones aquello que el sentido
el precio a pagar sea la cómica seriedad de quien
común ya sabe por sí mismo. Esta tarea, por cier-
deba embarcarse en este empeño.
97
98
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
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. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
La incuestionable vigencia de Gonzalo Vial Correa
JACQUELINE DUSSAILLANT
100
l escritor maliense Amadou Hampâté Bâ decía
E
desaparezca y arda no por acción del fuego sino
que “cuando un anciano muere, una biblioteca
de la dispersión y el olvido, en 2020 se publicó
arde; toda una biblioteca desaparece, sin necesi-
Gonzalo Vial. Política y crisis social, una recopila-
dad de que las llamas acaben con el papel”. Esta
ción de sus columnas del diario La Segunda3, y
reflexión, que cobra pleno sentido cuando pro-
hace algunos meses apareció Chile en el tiempo.
viene de un hombre que dedicó buena parte de
Sociedad, política y crisis, una recopilación de va-
su vida a recuperar y clasificar archivos sobre las
rios de sus artículos, conferencias y columnas.
tradiciones orales del África occidental, paradó-
Este último libro, a cargo de la editorial Tanto
jicamente también halla su espacio allí donde la
Monta, ofrece poco más de treinta textos escri-
palabra escrita abunda. Y es este precisamente el
tos por Vial entre 1964 y 2010, agrupados en seis
caso de Gonzalo Vial Correa, quien falleció en oc-
apartados. Los tres primeros giran en un orden
tubre de 2009, tras una larga y prolífica carrera
cronológico en torno al Chile Indiano, al siglo
como historiador y columnista. De su pasión por
XIX y luego al siglo XX; los tres restantes fue-
escribir —siempre en una vieja máquina— dan
ron ordenados en función de tres ejes titulados
cuenta múltiples libros, capítulos, artículos, co-
“Pensamiento”, “Educación” y “Sociedad”.
lumnas y conferencias. Allí se expresa el hombre
Acogiendo la invitación que nos hace este li-
convertido en historiador, abogado, periodista
bro, cabe preguntarse por qué vale la pena leer
y educador, revelando sus investigaciones, re-
y releer a Gonzalo Vial. En primer lugar, porque
flexiones y preocupaciones1.
fue uno de los intelectuales de mayor influen-
Era tal su entusiasmo por la historia, que en
cia no solo en el ámbito historiográfico chileno,
2006 confesó que “es triste pensar que, pro-
sino también en la política de los últimos treinta
bablemente, mi periodo de fecundidad como
o cuarenta años. Como bien señala el historiador
historiador ha concluido. Pero habiendo dura-
José Manuel Castro en su prólogo, Gonzalo Vial
do sesenta años, no puedo extrañarme del he-
nunca pasó desapercibido entre los especialis-
cho” . Con el fin de impedir que esa amplia obra
tas, de manera que para cada uno de sus libros
2
no tardaba en aparecer el trabajo crítico de destacados historiadores e intelectuales4. En efec1
Una primera versión de este texto fue leída con motivo del lanzamiento de Chile en el tiempo. Sociedad, política y crisis, de Gonzalo Vial, realizado el 19 de abril de 2022 en Santiago.
to, dependiendo del caso, era leído con franca
2 Gonzalo Vial Correa, Chile en el tiempo: sociedad, política y crisis (Santiago: Tanto Monta editorial, 2021), 20.
3 Gonzalo Vial Correa, Gonzalo Vial. Política y crisis social (Santiago: IdeaPaís, 2020). 4 Vial, Chile en el tiempo, 19.
101
LORE M IPS U M. E NSAYO
admiración, pero también con recelo e incluso
tales como el embarazo adolescente, la prosti-
con rechazo. Quizá por la agudeza de su pensa-
tución, la vagancia, el alcoholismo y la droga-
miento, o porque escribía con una pluma no hi-
dicción6. Observó que entre los censos de 1992 y
riente pero sí bien afilada, sus palabras corrían
2002, las jefas de hogar aumentaron en un 25%,
ágiles en una aparente fácil lectura, que en ver-
las parejas no casadas en un 86% y las mujeres
dad tenía el peso de quien escribía con pasión y
trabajadoras en un 20%7. A su entender, todo ello
convicción. La avidez por la lectura que manifes-
repercutía negativamente en la sociedad chilena,
tó desde niño lo acompañó durante toda su vida,
en especial en los sectores populares. Pero, como
a tal punto que, como señala Cristián Zegers,
señala Andrea Botto, Vial también fue un conser-
quien fuera director de La Segunda, “lo sabe y lo
vador en su rol de historiador, en el sentido de
lee todo […] puede comentar incluso un artículo
que fue “ajeno a las modas historiográficas de la
que leyó en la revista de los químicos farmacéu-
segunda mitad del siglo XX” de manera que cul-
ticos o del gremio del rodado”5. Y claro, no hay
tivó esencialmente una mirada de larga duración
duda de que vale la pena leer a un gran lector.
centrada en la política.
Fue un intelectual algo difícil de clasificar, no
Se ha dicho que su trayectoria intelectual fue
solo porque en él albergaban muchos oficios con
dibujada en líneas sinuosas8: por una parte ha-
sus propias lógicas, preguntas y métodos —el
bría contribuido a dar cierto sustento ideológi-
derecho, la historia, el periodismo y la educa-
co al golpe militar a través de la fundación de
ción— sino también porque, aunque política-
las revistas Portada y Qué Pasa —abiertamente
mente comulgaba con la derecha —así, en tér-
opositoras al gobierno de Salvador Allende— y
minos generales— en ciertos aspectos se alejaba
en especial por su participación en el polémico
de ella. En otras palabras, siendo un intelectual
Libro Blanco del cambio de gobierno en Chile; por
de derecha, también fue muy crítico de su pro-
otra, no dudó en criticar abiertamente la viola-
pio sector. Aunque no le gustaba el calificativo de
ción de los derechos humanos y a la propia figura
conservador, entre otras cosas porque lo consi-
del jefe de la DINA, Manuel Contreras. De hecho,
deraba un concepto misterioso que servía para
fue miembro de la Comisión Nacional de Verdad
descalificar sin necesidad de refutar, es evidente
y Reconciliación o “Comisión Rettig”. Pese a ha-
que en muchos aspectos sí lo fue. Ello se observa
ber sido ministro de Augusto Pinochet a fines de
en que, por ejemplo, tenía la más profunda con-
la década de los setenta, tuvo claro el valor de la
vicción de que la familia, en un sentido tradicio-
democracia. De lo contrario, costaría entender
nal y cristiano, era y debía seguir siendo la base
que haya considerado un error la proscripción de
de la sociedad, por lo que su cuidado y resguardo
partidos políticos, incluso de aquellos situados
eran tareas esenciales a las que como católico
en la vereda opuesta a sus ideas.
dedicó parte de su vida. De hecho, tal como se
Me atrevo a decir que en Gonzalo Vial el be-
lee en su artículo “Cambios y continuidades de la
nefactor era inseparable del intelectual, el in-
sociedad chilena”, una de las raíces profundas de
telectual inseparable del católico, y el católico
ciertos cambios negativos experimentados por
inseparable del hombre público. Su profunda fe
nuestra sociedad la atribuía a la desintegración
y compromiso con los más necesitados ilumi-
de la familia, en especial en los sectores más po-
nó cada uno de sus pasos, pero también su in-
bres. Le preocupaba la cada vez menos frecuente
terpretación acerca del pasado de nuestro país.
tendencia a “casarse por las dos leyes”, debido a
También esta es una razón para leerlo y releerlo,
la banalidad del vínculo, el abandono de las mu-
pues nos acerca a perspectivas e interpretaciones
jeres por sus parejas y la altísima tasa de nacimientos de niños nacidos fuera del matrimonio. Veía en la crisis de esta institución la base de una
6 Ibid., 543.
serie de problemas que aquejan a la juventud,
7 Ibid., 575.
5 Ibid., 16.
8 Mario Andrés González, Gonzalo Vial Correa, Las sinuosidades de una trayectoria intelectual, 1969-1991 (Valparaíso: RIL Editores), 2017.
102
que no abundan en nuestra historiografía, pero
ilegitimidad de nacimiento. Solo a partir del siglo
que enriquecen nuestra mirada del pasado. Por
siguiente las rígidas jerarquías sociales y los ce-
supuesto, se puede estar o no de acuerdo con
rrados círculos sociales empezaron a fracturarse
muchos de sus análisis y diagnósticos, pero su
por razones diversas y de distinta naturaleza: el
espesor, honestidad y libertad intelectuales me
mestizaje, los énfasis puestos por el pensamien-
parecen incuestionables.
to liberal en la igualdad ciudadana, la legislación
Otra razón para leer y releer a Gonzalo Vial
borbónica, los trastornos derivados de las gue-
radica en que es un personaje ineludible al mo-
rras de Independencia, entre otros. Con respecto
mento de intentar comprender la historia de
a su pensamiento acerca del camino transitado
Chile. Todos quienes nos dedicamos a la historia
por la democracia en Chile, Vial escribió en 1986
sabemos el enorme valor que tienen las buenas
—sí, antes del retorno a la democracia— que la
preguntas en nuestro oficio, pues nos ilumi-
consulta popular era el elemento determinante
nan el camino a transitar. Y Gonzalo Vial se hizo
de un régimen democrático, pero que tenía que
grandes preguntas. Quizá no las respondió todas,
ser regular, amplia, informada y libre. Esto últi-
pero es innegable que su mirada siempre invita a
mo implicaba que el voto debía ser libre de coer-
la reflexión. Se interrogó acerca de las igualda-
ción física, moral o sicológica, libre de fraude y
des y desigualdades sociales desde tiempos de la
soborno, y secreto. A partir de esto, afirmó que
América hispana, acerca del origen de los prejui-
hasta 1891 no hubo democracia en nuestro país,
cios sociales en el Chile de
pero que sí comenzó a desa-
finales del siglo XVIII, de la
rrollarse a partir de entonces
fragilidad de la democracia en el país, de las crisis políticas y sociales de los siglos XIX y XX. Así, por ejemplo, ante una sociedad jerárquicamente organizada como la medieval, se preguntó acer-
Aunque políticamente comulgaba con la derecha, en ciertos aspectos se alejaba de ella. En otras palabras, siendo un intelectual de derecha,
ca del ánimo igualitario que
también fue muy crítico
introdujo el cristianismo y
de su propio sector.
para alcanzar “un alto grado de perfección” hacia 1973, cuando
desapareció
“de
golpe”11. Y ese derrumbe lo explicaba por la ausencia de condiciones mínimas para que funcionara la democracia. Entre ellas, las condiciones morales que veía expresadas en el odio político,
que se trasladó a América en los hombros de la cultura española. Creía que “la
y también condiciones políticas tales como que
igualación, sea política, sea económica-social,
los partidos estaban escasamente regulados, a la
sea reflejo exterior de una actitud espiritual
vez que había “personajes que actuaban en po-
o religiosa, es siempre imperfecta”9 y que en
lítica sin definir sus atribuciones”, tanto en las
América el “niño mimado” al que se le abrían las
Fuerzas Armadas y en la Iglesia como en el Par-
puertas era siempre el blanco, aunque advierte
tido Comunista. Pero, también consideraba que
que a los indios, mestizos, zambos y otros no se
debían existir condiciones sociales mínimas para
les cerraron todas las puertas10.
que una democracia fuera estable y posible, de
En relación con la sociedad hispanoamericana,
ahí su gran preocupación por la pobreza y la falta
escribió que a fines del siglo XVIII las estructuras
de acceso a una buena educación, para él dos ca-
sociales se articulaban y diferenciaban en gran
ras de una misma moneda12.
medida a través de prejuicios —en el sentido
A esta última carencia no solo dedicó palabras
de “juicio anticipado”— asociados a cuestiones
y tinta, sino que en ella volcó buena parte de su
étnicas, al ejercicio de ciertos oficios, a razo-
vida. Primero como ministro de Educación en-
nes financieras, a la condición de legitimidad o
tre 1978 y 1979, como decano de la Facultad de
9 Vial, Chile en el tiempo, 33.
11 Ibid., 352.
10 Ibid., 66.
12 Ibid., 372.
103
LORE M IPS U M. E NSAYO
Educación de la Universidad Finis Terrae y como
se refería a la pobreza espiritual, no a la pobreza
profesor. Pero en especial a través de la Funda-
material. En otras palabras, superar la pobreza
ción Educacional Barnechea, que creó junto a
material debía ser considerado una prioridad, en
su mujer María Luisa Vial para dar educación de
especial entre los cristianos, pero no solo por un
excelencia a niños de escasos recursos y a la que
deber moral, sino también porque en ella residía
consagró gran parte de sus energías, recursos y
un peligro latente.
tiempo. Al leer muchos de los artículos compi-
Con mucha lucidez, en 2003 escribió que “la
lados en Chile en el tiempo es fácil constatar que
extrema pobreza chilena es una bomba de tiem-
Vial tenía una visión de conjunto acerca de la
po puesta dentro de un país que no se da cuen-
realidad chilena. Fue esa lucidez lo que le per-
ta”13. Para salir de ella, estimó que el crecimiento
mitió ver más lejos que la mayoría, en especial
económico, siendo relevante y necesario, no bas-
en relación con la urgencia de abordar adecua-
taba. Tampoco bastaba la mera “capacitación”,
damente el circulo vicioso conformado por mala
pues para capacitar se requiere tener una base
educación y pobreza. En su estilo, escribió que
mínima que no siempre está asegurada. Recurrió
tanto “el viejo de derecha” como el “sociólogo
al siguiente ejemplo: en la escuela de su funda-
socialista” se equivocaban si recibían la frase
ción había una niña que no hablaba, por lo que
cristiana “siempre habrá pobres entre vosotros”
la directora instó a su madre a que le mostrara
como una suerte de placebo para aceptar la pobreza con resignación. En su perspectiva, Cristo
104
13 Ibid., 519.
elementos de la cocina y la invitara a repetir lue-
extensión, pero de calidad inaceptable.
go cada palabra, como “olla”, “sartén”, “vasos”,
Nuestro desafío es mejorarla sin reducir-
y así sucesivamente. La madre respondió: “En la
la. Si tenemos éxito, habrá en Chile una
cocina lo único que hay es un sartén”14. Con ese
sociedad muy distinta de la actual, es pro-
simple relato, Vial estaba diciendo que la tarea
bable, pero que conservará para todos los
que tenemos como país es enorme, pero que
valores que hoy estimamos básicos […]. Si
solo podrá resolverse si conocemos el origen de
no tenemos éxito, veremos la revolución
muchos de nuestros problemas: la verdadera di-
social, la misma que no tuvieron nuestros
mensión de la pobreza. Por eso, ante la pregunta
antepasados finiseculares porque hicieron
de cómo salir de la extrema pobreza respondió
a tiempo la callada, pero eficaz revolu-
que a través de la educación, pero invirtiendo de
ción educacional15.
verdad en educación de calidad. Haciendo un recuento por la historia de la educación en Chile, en
Han pasado treinta y siete años desde que escri-
1985 apuntó:
bió lo anterior. Este lúcido vaticinio es otra razón para leer y releer a Gonzalo Vial.
Nosotros nos hallamos, al término del siglo, ante una educación ya enorme en su 14 Ibid., 521.
15 Ibid., 496. La cursiva está en el original.
Chile en el tiempo: sociedad, política y crisis Gonzalo Vial José Manuel Castro (ed.) Tanto Monta, 2021 604 páginas
Jacqueline Dussaillant es doctora en historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, investigadora del CIDOC y profesora asociada de la Escuela de Historia de la Universidad Finis Terrae. Es autora, entre otros libros, de La revolución francesa en sus documentos (1990, junto a Claudio Rolle y Ricardo Krebs), Las reinas del Estado (2011) y Chile. Cuentos con Historia. Siglos XVI, XVII y XVIII (2014).
105
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
Andrea Kottow:
“La literatura es un espacio donde podemos mirar las tensiones que nos atraviesan” POR MARÍA JOSEFINA POBLETE
106
El cuerpo y las distintas preguntas que surgen de la experiencia encarnada es el
hilo fundamental que recorre Fronteras de lo real (Hueders, 2022), de la docto-
ra en historia de la medicina por la Universidad Libre de Berlín, Andrea Kottow. Escrito en un periodo de varios años, esta suerte de “diario de lectura” reflexiona en torno a la enfermedad, el psicoanálisis, el deseo, el secreto y el duelo, en un estilo sumamente libre e íntimo, alejado de la rigidez que impone la academia. A continuación, la profesora de la UAI profundiza en las nociones que dan vida a este conjunto de ensayos y en las tensiones que presentan los tiempos actuales, marcados por una virtualidad que la vida en pandemia no ha hecho más que dejar en evidencia.
Tu libro arranca con una consigna médica del
asimismo, podríamos pensar que la literatura
siglo XIX como epígrafe, “la salud es el silencio
nace de una cierta noción de que estamos enfer-
de los órganos”, con la que estableces desde el
mos de lenguaje, que nuestra manera mediada
inicio el vínculo entre salud y palabra —en este
de relacionarnos con el mundo es nuestra enfer-
caso, la ausencia de ella—. ¿Por qué eliges esa
medad más propia, en tanto seres humanos.
frase para reunir estos textos? Al inicio te refieres a la paradoja entre ser y Pensar la enfermedad desde un cuerpo que ha-
tener un cuerpo. Podemos hablar de nuestro
bla a través de sus síntomas es una idea antigua
cuerpo enfermo como si fuera algo ajeno, aun-
que ha sido revitalizada en distintos momentos
que este, al mismo tiempo, nos determina y no
históricos y que atraviesa no solo el discurso
podemos separarnos de él. ¿Por qué la literatu-
médico, sino también el psicoanalítico y, de al-
ra puede ser un espacio valioso para reflexionar
guna manera, el literario. Nos damos cuenta de
sobre esta condición?
que tenemos, que somos un cuerpo, cuando este se manifiesta, y una forma de hacerlo es desde
Porque la literatura no pretende resolver para-
la molestia, el dolor, la enfermedad o la vejez. Si
dojas, no necesita evitar las contradicciones y, en
no sabemos que estamos enfermos, porque no lo
su mejor versión, no tiene una tesis que deba ser
sentimos, es como si no lo estuviéramos. Aquí se
comprobada. Más bien lo contario: la literatura
abre una serie de paradojas, como, por ejemplo,
es un espacio donde podemos mirar esas tensio-
que uno puede estar mortalmente enfermo sin
nes que nos atraviesan, que no podremos elimi-
saberlo, o perfectamente sano sintiéndose muy
nar, pero cuyo enfrentamiento nos puede llevar a
enfermo. Si la salud es el silencio del cuerpo,
una forma más armónica de habitarlas.
107
LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA
Uno de tus ensayos gira en torno a la noción
presentes. A veces con más, a veces con menos
de “secreto”. ¿Cómo dialoga con los tiempos
maestría. La literatura que a mí más me gusta no
actuales, caracterizados por una alta deman-
niega ese vacío, sino que lo va rodeando, hacien-
da por transparencia y una feroz exposición de
do de él algo constitutivo de la escritura.
la intimidad? Nuestros modos de habitar y de relacionarnos Cuando empecé a interesarme en el tópico del
con el cuerpo también han cambiado de manera
secreto, uno de los motivos era precisamente ese
sustancial, principalmente por la virtualidad
diagnóstico que está contenido en la pregunta:
que hoy predomina en nuestras relaciones.
vivimos tiempos en los cuales no solo se nos insta
¿Cómo dialoga tu propia reflexión sobre el cuer-
a no tener secretos, sino donde es casi imposible
po con estas nuevas formas de “presencia”?
mantenerlos. Todo queda archivado, grabado, registrado. Los límites entre lo íntimo, lo privado
Quisiera pensar que nos defenderemos, de al-
y lo público tienden a borrarse, entre otras ra-
gún modo, de esa amenaza de la desaparición del
zones, por la homogenización que experimentan
cuerpo, que nos daremos cuenta de las pérdidas
estas esferas en las redes sociales. Frente a este
que implica percibir al otro sin la presencia de
panorama, me interesaba reivindicar el secreto;
su cuerpo. Hay signos que permiten pensar que
la opacidad, la reflexión de que en el lenguaje, y
ha habido cierta resistencia a la virtualización
esta idea es de Derrida, siempre estamos inmer-
de todo, y otros que parecen mostrarnos lo con-
sos en algo que trae consigo
trario. Quisiera pensar que
una pérdida de sentido. Esa
reflexionar acerca del deseo,
sería la dimensión más radi-
de la enfermedad o del due-
cal del secreto: algo que nos
El ser humano es un ser
conecta con lo que no pode-
enfermo de lenguaje, en el
forma de subrayar la impor-
sentido de que nuestra relación
tancia de seguir pensando el
mos saber ni conocer. Otro de tus ejes de lectura es el “deseo”. “De pronto las
con el mundo y las cosas está mediada por la palabra.
palabras no son sino otra
lo desde la literatura es una
cuerpo desde su materialidad y presencia, un ínfimo acto de rebelión frente a la creciente virtualización.
manifestación de una marca de insatisfacción, de una búsqueda por llenar un vacío que no
En tu libro contrastas la excesiva búsqueda ac-
somos capaces de colmar”, escribes. ¿Qué co-
tual de vidas más saludables e higiénicas con
nexiones puedes establecer entre esta idea y la
una suerte de fascinación frente a persona-
cultura actual, marcada por la rápida satisfac-
jes que encarnan vidas marcadas por el sufri-
ción del deseo? ¿Impacta este rasgo moderno
miento y la enfermedad, tales como Baudelaire,
de algún modo en la literatura?
Rimbaud o Simone Weil. ¿Qué crees que explica esa atracción?
El deseo, como el secreto, tiene también que ver con esa dimensión que no puede nunca ser satis-
Este planteamiento es, en realidad, de Susan
fecha, que no puede conocerse del todo. En una
Sontag, y se encuentra en un pequeño ensayo que
cultura de la transparencia, y de la promesa y de-
dedica, justamente, a la filósofa Simone Weil. Lo
manda de que todo deseo puede ser satisfecho, la
que Sontag postula es que nos fascinan esos per-
capacidad, o incluso el interés, de enfrentar ese
sonajes excesivos, enfermos, delirantes, contra-
vacío que se abre ahí donde no puede colmarse el
dictorios. Y esta inclinación por lo desbordado es
desear y el saber, tiende a ser ignorada. Creo que
leída por Sontag como una forma de reaccionar y
la así llamada “literatura del yo”, tan en boga en
resistir a la exigencia excesiva de salud, cordura e
los últimos años, es la forma en que esos mismos
higiene que marca la actualidad. Nos atrae lo que
rasgos de nuestra contemporaneidad se hacen
108
al mismo tiempo debemos rechazar. Miramos en
de 1856, época de pleno auge de la modernidad.
otros los peligros de los que nos queremos salvar.
En este sentido, podríamos leer a ese sujeto unitario y estable como una ilusión, incluso en las
ENFERMOS DE LENGUAJE
épocas supuestamente más plagadas del imaginario moderno. Y a la modernidad como un in-
Desde hace un tiempo el ‘yo’ se aparece al lector
tento de suprimir a un sujeto cuya escisión siem-
de manera a veces escindida, de límites difusos.
pre fue un peligro.
Tal como los géneros literarios, que actualmente se caracterizan por su hibridez, el sujeto
La historia está plagada de autores en quienes
también se ha vuelto esquivo a nuestros inten-
la posibilidad de la propia muerte pareciera im-
tos por definirlo. ¿Qué nos dice esto de la expe-
pulsar una escritura que se revela muchas veces
riencia moderna?
como una tarea apremiante. ¿Qué crees que explica esa urgencia?
Si bien hay un modo de leer la modernidad desde el modelo que acentúa la racionalidad de un
La muerte nos marca, define nuestra existencia.
sujeto que se reconoce a sí mismo, también po-
Pero es al mismo tiempo lo desconocido por ex-
demos encontrar ejemplos muy tempranos de
celencia. Esta paradoja se vuelve urgente cuando
un cuestionamiento a esa idea moderna del su-
la muerte se anuncia, por ejemplo, a través de
jeto. Pienso, por ejemplo, en Madame Bovary, de
la enfermedad. Creo que los escritores escriben
Flaubert, donde el farmacéutico Homais termina
porque no pueden hacer otra cosa; es una forma
siendo un personaje ridículo en todo su afán pro-
de vivir y de pensar la vida. Frente a la inminen-
gresista y su fascinación científica. Este texto es
cia de la muerte, un escritor hace lo que necesita
109
LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA
hacer para seguir viviendo: escribir. Sabiendo
el virus nos ha ido mostrando lo contrario: los
que el tiempo acecha, esta escritura se presenta
ricos lo pasaron infinitamente menos mal que
bajo el signo del apremio.
los pobres; la pandemia ha empobrecido a los más vulnerables, y esto se reproduce a escala
En tu libro te refieres a lo “inefable”, un motivo
mundial. No pareciera que la experiencia común
que podemos rastrear hasta el Romanticismo y
de la amenaza y fragilidad tienda a unirnos, sino
que abarca tópicos como la muerte, la enferme-
más bien a acentuar el individualismo y la salva-
dad, la pérdida. ¿Cómo explicas el empeño de la
ción personal.
palabra por nombrar lo que pareciera resistirse a ser enunciado? ¿De qué manera es la literatura
En una vereda contraria a la de Nancy, Giorgio
un espacio privilegiado para hablar de aquello
Agamben denunciaba, por ejemplo, la falta de
que se ubica más allá del lenguaje?
humanidad en las radicales medidas de distanciamiento y otros límites a la libertad indivi-
El ser humano es un ser enfermo de lenguaje, en
dual. ¿Cómo interpretar estos tiempos virales
el sentido de que nuestra relación con el mundo
en clave biopolítica?
y las cosas está mediada por la palabra. Nuestra entrada a la cultura, a la relación con otros está
La biopolítica solía ser un conjunto de pensa-
marcada por el ingreso al lenguaje. Al mismo
mientos filosóficos que nos podían interesar más
tiempo, estamos atravesados por la experiencia
o menos. Lo que la experiencia del Covid y la pan-
de su insuficiencia: no logramos decir todo lo que
demia nos ha enrostrado es la biopolítica en tan-
nos sucede, o decirlo de tal forma que se sien-
to experiencia cotidiana. Desde las cuarentenas
ta en concordancia con lo que nos pasa. Pero no
y las restricciones a la movilidad, pasando por
tenemos muchos otros modos de entrar en re-
la escasez de camas críticas en hospitales y clí-
lación con el otro y con nosotros mismos. Y así
nicas, hasta llegar a la pregunta acerca de cómo
nos desvivimos tratando de decir lo que sabemos
incentivar a la gente a vacunarse o cómo hacer
que no tiene mucho nombre: el dolor, el amor, la
frente (en otros países una pregunta importante)
muerte. La literatura es siempre, en algún punto,
a los movimientos antivacuna. Las problemáti-
también una reflexión sobre esta relación: entre
cas que se abren —¿dónde termina la libertad
la palabra y la cosa, entre lo que puede y no puede
individual?, ¿qué tipo de vida vale la pena de ser
manifestar el lenguaje. En ese sentido, se vuelve
vivida?, ¿cómo se evidencia la jerarquía entre
un espacio que desde su configuración se inclina
cuerpos que importan más que otros?— no son
a preguntarse acerca de sus (in)capacidades.
exclusivas de los tiempos virales, pero estos las han puesto en el centro de nuestras vidas.
TIEMPOS VIRALES El miedo al cuerpo del otro ha formado parte La pandemia ha impactado profundamente
de la rutina cotidiana en estos años de pande-
nuestras vidas, modificando —con efectos que
mia, pero tampoco es exclusivo de esta época:
aún desconocemos— el tejido social. ¿Qué de-
ya lo vimos en los ochenta en plena crisis del
safíos impone este nuevo escenario a nuestra
sida o en tiempos más remotos, con múltiples
manera de relacionarnos con la enfermedad y la
pestes y plagas. ¿Se trata de un miedo latente
muerte? Jean-Luc Nancy hablaba por ejemplo
en nuestra sociedad? ¿Qué implicancias tiene a
del “comunovirus”, aludiendo a la oportunidad
nivel simbólico?
que presenta el virus para experimentar verdaderamente —en el miedo y la amenaza— la vida
Las enfermedades infecciosas despiertan el
en comunidad.
miedo al contagio, a la enfermedad, a la muerte. Mucho antes de que se descubriera, en el si-
Me gustaría mucho poder pensar de forma po-
glo XIX, que las bacterias y virus eran las que
sitiva, como lo hace Nancy, pero me temo que
producían la infección, la experiencia empírica
110
—así lo podemos leer, por ejemplo, en las des-
que era considerado con un interés moderado
cripciones que Boccaccio hace de la peste en el
para pensar la actualidad, se volvió algo que pa-
Decamerón— mostraba que la enfermedad se
recía servir, de algún modo, para pensar lo que
transmitía de un cuerpo a otro. Evitar el contacto
lo estaba ocurriendo. La otra vivencia, que se en-
con el cuerpo de otro es entonces una forma de
cuentra en otro costado del asunto, tuvo que ver
salvarse. La pregunta urgente que surge es, ¿qué
con que pocas veces antes había sentido tan fuer-
estamos dispuestos a hacer y qué tipo de vidas
temente mi cuerpo: encerrados, unos encima de
estamos dispuestos a vivir con tal de salvarnos,
otros en casa, virtualizados por obligación, con
de sobrevivir? Me parece que hoy vivimos su-
restricciones de movimientos y sometidos a vi-
midos en un mundo donde el vínculo con el otro
gilancia policial y militar. Tener o ser un cuerpo
está marcado, sobre todo, por la desconfianza. La
se me hizo más patente que nunca, más allá del
experiencia pandémica no ha hecho sino aumen-
peligro a enfermar. Cuando aquello que solemos
tar esta sospecha y acrecentar la cautela.
pensar desde la teoría se nos vuelve real, se produce cierto desajuste.
Como alguien que se dedica a pensar los cruces entre literatura y enfermedad, ¿qué herramientas te ha brindado la pandemia para tu propia reflexión sobre el lenguaje y sus fronteras? Una primera experiencia tuvo que ver con que aquello a lo que me había dedicado por años, y
Fronteras de lo real Andrea Kottow Hueders, 2022 109 páginas
111
Salir del victimismo GABRIEL CID
“L
a víctima es el héroe de nuestro tiem-
po. Ser víctima otorga prestigio, exige escucha,
sospecha. Ante la víctima —se cree— solo queda el silencio reverente o el asentimiento.
promete y fomenta reconocimiento, activa un
Sin embargo, a contracorriente de este lugar
potente generador de identidad, de derecho, de
común, el descarnado texto de Giglioli se pro-
autoestima. Inmuniza contra cualquier críti-
pone profanar el aura de la que se revisten las
ca, garantiza la inocencia más allá de toda duda
víctimas —reales o supuestas— para someter a
razonable ¿Cómo podría la víctima ser culpable
escrutinio lo que parece ser una inquietante pa-
o responsable de algo? La víctima no ha hecho,
radoja. En efecto, por su naturaleza, la condición
le han hecho; no actúa, padece. En la víctima se
de víctima es indeseable y penosa, y lo normal es
articulan carencia y reivindicación, debilidad y
que quien la padezca desee abandonar pronta-
pretensión, deseo de tener y deseo de ser. No so-
mente dicha condición. La ironía es que en nues-
mos lo que hacemos, sino lo que hemos padecido,
tra época asistimos al fenómeno inverso. Para
lo que podemos perder, lo que nos han quitado”.
algunos, el estatuto de víctima parece ser apete-
Con este párrafo notable, Daniele Giglioli, aca-
cible, una posición de extraño privilegio a la que
démico de Literatura Comparada de la Univer-
habría que aferrarse para prolongar su extensión
sidad de Bérgamo (Italia), comienza su lúcido
en el tiempo, e incluso heredarla. Esa absurda
análisis de la singular cultura del victimismo y
inversión valórica es la distorsión que ha intro-
sus consecuencias para la sociedad contemporá-
ducido en las víctimas la “ideología victimista”
nea. Un análisis que, a primera vista, podría ser
que ha devenido en una verdadera “máquina mi-
leído como un acto de crueldad sin justificación
tológica”, donde lo indeseado se torna deseable.
aparente. Y es que naturalmente estar en el lu-
¿Cómo entender este fenómeno? En pri-
gar de víctima conduce a la conmiseración por
mer término, porque la condición de víctima
su condición asociada a la inocencia; un estatu-
hoy proporciona poder. Y un poder sumamen-
to que la pone a resguardo de cualquier crítica o
te atractivo. “La víctima es irresponsable, no
112
responde de nada, no tiene necesidad de justi-
sienten sus representantes o herederos indiscu-
ficarse: es el sueño de cualquier tipo de poder”,
tibles. Como aclara Giglioli, “la posición de vícti-
piensa Giglioli. Solo comprendiendo esta dimen-
ma se vuelve más chantajista a medida que des-
sión podemos entender la transformación del
aparecen sus titulares efectivos. Generalmente
imaginario de la víctima en una figura que con-
son los descendientes de los muertos o los sobre-
trola simbólicamente un poder al que se niega a
vivientes quienes se arrogan un reconocimiento
renunciar. Esto resulta particularmente sensible
que sus antepasados nunca habrían soñado con
cuando hay quienes hablan en nombre de las
demandar”. Por eso, ese tipo de identidades fun-
víctimas sin serlo realmente, quienes asumen
dadas en el victimismo tienden a ajustar cuentas
la posición de representantes vicarios de un mal
con el pasado y volver la historia un campo de
que no padecen, pero que ven en esa condición
batallas simbólicas donde se pueda desplegar el
la posibilidad de enunciar un discurso identitario
predecible memorial de agravios en que se funda
irrebatible, poseer la palabra absoluta porque no
la identidad anclada exclusivamente en el des-
puede ser censurada, a riesgo de ser tildado de
pojo, la exclusión y el dolor.
verdugo. El diálogo se torna imposible, pues solo
Por esto, la historia resulta clave para la ideo-
hay posibilidad de asentimiento silencioso ante
logía victimista. Más bien, sus usos y abusos, y
un chantaje simbólico de quien monopoliza los
sobre todo los rasgos de los que se ha revestido la
términos morales del debate. Así, irónicamente
historia desde mediados del siglo XX. En efecto,
el victimismo y sus portavoces reproducen lo que
para el autor el discurso victimista no es natural,
Lacan llamaba el “discur-
sino que posee una historia,
so del patrón”, un discurso
un contexto específico que
que podría ser sintetizado como “dame la razón y serás bueno”. Junto al poder, la ideología victimista garantiza identidad. En tiempos de declive de las grandes narrativas y
Para algunos, el estatuto de
proporciona sus condiciones de posibilidad. Es en la dé-
víctima parece ser apetecible,
cada de 1960 cuando Giglioli
una posición de extraño
observa el surgimiento del
privilegio a la que habría que aferrarse.
paradigma victimista, lo que es compartido por otros autores. Ese momento coincide con el ascenso de la memoria
de ascenso del individualismo, la figura de la víctima provee una imagen
como una categoría de reflexión sobre el pasado
inobjetable de sí misma, una forma peculiar de
que termina eclipsando la hegemonía de la his-
identidad encapsulada en una autopercepción
toria. Se trata de un momento donde la historia
de inocencia que asegura reconocimiento for-
—imparcial, objetiva y explicativa—, es fagoci-
zoso. La rigidez identitaria que se sigue de esto,
tada mediáticamente por la memoria —parcial,
su reducción unilateral a un solo rasgo enfatiza-
subjetiva y emotiva— y donde esta impone los
do monótonamente, encerrando toda la narra-
marcos del debate. En otros términos, el posicio-
tiva identitaria en la condición de sufrimiento
namiento de la víctima como el “héroe de nues-
que debe ser reconocida por otros solo desde la
tro tiempo” es indisociable de lo que Enzo Tra-
conmiseración, da lugar a competencias inve-
verso ha llamado “obsesión memorialista” que
rosímiles entre diferentes grupos que rivalizan
campea en el mundo contemporáneo. Los rasgos
por el poco honroso mérito de haber sido vícti-
distintivos de esta obsesión son, por un lado, la
ma durante más tiempo, de modos más crueles
utilización del pasado como objeto de consumo
o en mayores cantidades, inaugurando una nue-
desde el registro de la memoria y, por otro, el po-
va “aristocracia del dolor” y “meritocracia de la
sicionamiento privilegiado del testigo —donde
mala suerte”. Y, de modo sorprendente, dicha
la víctima es el testigo por antonomasia— como
posición identitaria es reivindicada vicariamen-
el nuevo portador de una verdad incuestionable1.
te por quienes, no habiendo sufrido los padecimientos históricos de su grupo particular, se
1
Enzo Traverso, El pasado, instrucciones de uso. Histo-
113
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
Y es que el siglo XX, “el siglo culpable”, al decir
repetir el pasado no es quien no lo recuerda, sino
de Giglioli, ha abundado en episodios traumáti-
quien no lo comprende”.
cos —campos de exterminio, genocidios, gue-
Tanto la supremacía mediática de la “memo-
rras, masacres y dictaduras— que han allanado
ria histórica” como la conversión de la identidad
el camino hacia la configuración de un relato
en un relato fuertemente anclado a la tragedia
sobre el pasado emotivo que medra a expensas
y los agravios tiene efectos importantes para la
de la tragedia y lo reproduce desde el registro de
cultura contemporánea. La más relevante es la
las conmemoraciones luctuosas y los “lugares de
desconcertante exaltación de la impotencia de la
memoria” para reivindicar un mediático “¡Nun-
víctima y la privación de las herramientas y dis-
ca más!”. Sin embargo, como añade lúcidamen-
cursos que la deberían alentar a abandonar dicha
te el autor, esta retórica efectista es incapaz de
condición. El victimismo reduce la identidad de
lograr dicho propósito, pues al aislar los aconte-
la víctima a ser un mero portador de propieda-
cimientos traumáticos de la trama histórica que
des morales, pero no un generador de cambios,
los contiene, los convierte en valores en lugar de
castrando así su capacidad de agencia. Por eso,
explicarlos como hechos históricos, perdiendo
pese a que las víctimas fundan su identidad en su
así su carácter pedagógico de alerta a las nuevas
supuesta inocencia, en su incapacidad inherente
generaciones. Porque “el que está condenado a
para hacer daño y poseer intenciones torcidas, la cultura de la victimización es todo menos inocente, menos aun cuando el lugar de las víctimas termina siendo cooptado por los poderosos, que
ria, memoria, política (Madrid: Marcial Pons, 2007), 14-18.
114
buscan hablar por ellas, usurpar su voz, heredar
simbólicamente ese estatuto para inmunizarse a
futuro. Desalienta la transformación. Privatiza
la crítica y volver redituable ese lugar de privi-
la historia. Confunde la libertad con la irrespon-
legio que, irónicamente, no desean abandonar.
sabilidad. Enorgullece la impotencia o la encubre
Así, el corolario de la cultura de la victimización
con una potencia usurpada”. Por eso, Crítica de la
no podría ser más inquietante, si se ponderan los
víctima es un libro que formula un valiente ale-
valores que promueven y el tipo de identidades
gato que persigue desmontar las dinámicas de la
que estimula.
mitología victimista con el propósito de que las
Como sentencia Giglioli: “La prosopopeya
víctimas reales puedan dejar de serlo, que logren
de la víctima refuerza a los poderosos y debi-
superar aquel paradigma que las reduce a la im-
lita a los subalternos. Vacía la agency. Perpe-
potencia, que encapsula sus vidas en el trauma y
túa el dolor. Cultiva el resentimiento. Corona
las constriñe a habitar ese espacio sin posibilidad
lo imaginario. Alimenta identidades rígidas y a
de abandonarlo.
menudo ficticias. Hinca al pasado e hipoteca el
Crítica de la victima Daniele Giglioli Herder, 2017 132 páginas
Gabriel Cid es doctor en historia por la Universidad del País Vasco y académico del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián. Entre sus libros destacan Terror en Lo Cañas. Violencia política tras la Guerra del Pacífico (2021, en coautoría con Carmen McEvoy) y Pensar la revolución. Historia intelectual de la independencia chilena (2019). 115
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
Buscando una imagen MARY MAC-MILLAN
116
C
ualquier enfrentamiento bélico, desastre na-
la persecución en su ensayo Ante el dolor de los
tural, crisis política o accidente va acompaña-
demás. En relación a la diferencia entre palabra
do, hoy en día, de imágenes que se viralizan con
e imagen, sostiene: “Las narrativas pueden ha-
enorme rapidez por diversos medios de comuni-
cernos entender. Las fotografías hacen otra cosa
cación. La primera guerra en ser cubierta por la
distinta: nos persiguen insistentemente”1. Nos
prensa fotográfica fue la de Crimea (1853-1856).
interesa ahora pensar una posible función ética
Roger Fenton, fotógrafo inglés, tuvo la difícil ta-
de la imagen, una que vaya más allá de la mera
rea encomendada por su gobierno de tomar fo-
constatación de un hecho histórico. Es decir,
tos en terreno pero con la explícita misión de no
¿existen imágenes aceptables y otras inacepta-
desmoralizar a los británicos. Es decir, imágenes
bles? ¿Hay “mejores” o “peores” imágenes en
con censura: nada de muerte, nada escabroso. El
relación a la representación de un hecho doloro-
pesado aparataje fotográfico impidió, de hecho,
so? ¿Despiertan las imágenes una respuesta con-
la foto horrorosa del combate mismo. La Guerra
creta por nuestra parte?
Civil Española (1936-1939) fue la primera gue-
En el año 2015, la fotografía de un niño si-
rra en cubrirse fotográficamente desde el mis-
rio muerto a la orilla de una playa turca dio la
mo campo de batalla, generando la sensación de
vuelta al mundo. Su diminuto cuerpo yacía en
inmediatez. Pero si vamos más lejos aún, antes
una extraña posición que incluso fue recreada
de la invención de la fotografía, Goya “cubre” la
en numerosas obras artísticas, un poco al estilo
invasión de las tropas napoleónicas a España du-
de Andy Warhol con su Marilyn Monroe. Pero el
rante 1810. Los desastres de la Guerra (1810-1815),
cuerpo de un niño muerto no es lo mismo que el
una serie de 82 grabados, da cuenta de las atro-
rostro de una glamorosa actriz. ¿Existen límites
cidades sin límites cometidas por ambos bandos,
a la difusión de determinadas imágenes? De ser
aunque sobre todo por las tropas francesas. Goya
así, ¿cuáles serían?
acompaña sus ilustraciones con breves frases
En los noventa, el fotógrafo Kevin Carter fue
críticas como “Para eso habéis nacido” o “Se
duramente criticado por su famosa imagen de
aprovechan”.
una niña sudanés exánime y desnutrida a la
Hoy asistimos al bombardeo de imágenes de
que acecha un buitre. Carter recibió el Premio
la guerra en Ucrania. Pero antes fue el estallido
Pulitzer el 1994 por esta captura y se suicidaría
social en Chile, las diversas crisis migratorias,
pocos meses después. En relación a este punto,
la guerra civil en Siria, los atentados terroristas,
Sontag afirma: “en situaciones donde el fotó-
la crisis hídrica, la pandemia y un largo etcéte-
grafo debe optar entre una fotografía y una vida,
ra. Un extenso listado de hechos violentos, de
el fotógrafo opta por la fotografía, alcanzan-
sufrimiento humano y animal nos persigue día
do esta pasividad también a unos espectadores
a día desde las diversas representaciones visuales: fotografías, imágenes noticiosas y dibujos. Es Susan Sontag quien acuña esta metáfora de
1
Susan Sontag, Ante el dolor de los demás (Buenos Aires: Alfaguara, 2003), 83.
117
reducidos a voyeurs, a vaciaderos de imágenes”2.
de una respuesta política. En una recopilación
Sin embargo, la misma foto será reutilizada por
de estudios titulada En torno a los límites de la
el artista visual chileno Alfredo Jaar y situada
representación, Saúl Friedlander afirma que “la
dentro de una instalación mayor, titulada “El
representación tiene límites que no se deberían
sonido del silencio”. El trabajo artístico de Jaar
transgredir, pero que fácilmente pueden ser
promueve una cierta distancia crítica en rela-
transgredidos. Cuáles serían las características
ción a la foto aislada. Siendo así, insistimos en
de semejante transgresión, sin embargo, es algo
preguntar: ¿hay modos más o menos adecuados
mucho más arduo de lo que nuestras definicio-
que otros de presentar las imágenes? Un último
nes han sido capaces de abarcar hasta ahora”3.
ejemplo: el periodista y fotógrafo Richard Drew
Reconociendo la dificultad de plantear dichos
toma una dramática imagen del atentado a las
límites, menciona algunos criterios que pue-
Torres Gemelas de Nueva York. Un hombre ca-
den iluminarnos. La banalización de un hecho
yendo como una flecha vertical desde uno de los
dramático es uno de ellos: “dicho registro no
edificios en llamas. La foto, llamada “The falling
ha de verse distorsionado o banalizado por re-
man”, aparecería en el New York Times y en de-
presentaciones groseramente inapropiadas”4.
cenas de otros diarios. La reacción del público no
Tal sería el caso de las fotos digitales de la cárcel
se dejó esperar. La imagen fue considerada inde-
de Abu Ghraib, en las que vemos a unas jóvenes
cente y se ganó el estatuto de imagen tabú, de-
soldados norteamericanas posando y sonriendo
biendo ser retirada de los medios periodísticos.
con el pulgar arriba al lado de presos iraquíes
Intentemos ahora guiarnos en este espinudo problema de la pregunta por el rol ético de una imagen y de su mejor o peor cualidad a través
3 Saúl Friedlander (comp.), En torno a los límites de la representación. El nazismo y la solución final (Buenos Aires: Quilmes, 2007), 24.
2 Ibid., 20-21.
4 Ibid.
118
torturados. Dichas fotos, tal como lo menciona
los casos más emblemáticos de esta situación lo
Susan Sontag, nos recuerdan las imágenes de los
constituye la Muerte de un miliciano, de Robert
orgullosos miembros del Ku Klux Klan, quienes
Capa. Se supone que Capa habría captado el mo-
posaban satisfechos frente a sus víctimas ahor-
mento mismo en el que un soldado español es
cadas en un árbol. El límite de la banalización
abatido por balas franquistas. Sin embargo, se
abre, sin embargo, una nueva arista al proble-
sospecha que el autor de la imagen habría reali-
ma. Porque si bien esas imágenes estarían ba-
zado un montaje; es decir, no se trataría de una
nalizando hechos de violencia impresentables
captura del instante mismo de su caída, sino de
y mostrándolas como meros juegos de niños —
una pose. Más allá de este ejemplo específico,
hecho reprochable en sí—, eso no invalida nece-
lo cierto es que las fotos “trucadas” se toman
sariamente la difusión de la imagen. De hecho, es
licencias compositivas en aras de un dramatis-
precisamente la difusión y su rol como testimo-
mo buscado. Como en los dos principios antes
nio lo que permite luego la sanción de esa con-
esgrimidos, también aquí se puede contraargu-
ducta y una toma de conciencia de lo ocurrido.
mentar. Dicho atentado contra la verdad de los
Otro límite propuesto es el de un exceso de es-
hechos puede entenderse dentro del marco de
teticismo. Según Friedlander, “la dimensión es-
una búsqueda expresiva, objetivo que bien puede
tética inevitablemente domina y apabulla al es-
justificar la transgresión a una verdad limitada a
pectador que carece del conocimiento necesario
lo netamente objetivable.
sobre los hechos”5. Sobre la
Un último límite que se-
estetización de la imagen,
ñala Friedlander es el del
Sontag también enjuicia: “Las fotografías que re-
¿Existen imágenes aceptables
exceso de horror, un exceso que atentaría contra
presentan el sufrimiento
y otras inaceptables? ¿Hay
no deberían ser bellas, del
“mejores” o “peores” imágenes
y de la moral. Hay imáge-
mismo modo que los pies
en relación a la representación de
nes que, por la violencia o
de foto no deberían moralizar. Siguiendo este criterio, una fotografía bella desvía la atención de la sobriedad
un hecho doloroso? ¿Despiertan las imágenes una respuesta concreta por nuestra parte?
ensañamiento de las situaciones que las originan, no se pueden tolerar: se convierten en una situación imposible para el especta-
de su asunto y la dirige al medio mismo, por lo que pone en entredicho el
la delicada línea del pudor
dor.
carácter documental de la imagen”6. Un ejemplo
Cada uno de los límites mencionados (banali-
de imágenes estetizadas lo hallamos en la obra
zación, estetización, falta a la verdad y exceso de
de Sebastiao Salgado, fotógrafo brasileño-fran-
horror), si bien ayudan a pensar la imagen desde
cés cuyo tema suele ser el mundo de los obreros
un marco ético, abren a su vez nuevas aristas y
y de la clase social trabajadora. Sus detractores le
cuestionamientos. Debemos insistir en la pre-
achacan embellecer la labor de hombres y mu-
gunta: ¿existe una imagen correcta? ¿Qué cuali-
jeres que, de hecho, sufren en su día a día. Ante
dades debería tener?
esta crítica, Salgado ha argumentado que solo fotografía su mundo.
Ya que todos los límites de la representación resultan ser escurridizos, vale la pena plantear
Otro de los límites de la representación tiene
el problema desde otra mirada. Buscamos una
que ver con la necesidad de verdad que le cabe
imagen verdadera, que no banalice ni esteti-
a toda fotografía que tiene un claro referente
ce el hecho en cuestión y que tampoco horrori-
histórico. Es decir, imágenes retocadas o mani-
ce al espectador. Una imagen que despierte una
puladas para dar la apariencia deseada. Uno de
respuesta ética y política. Llegados a este punto muerto, resulta de ayuda lo que plantea el filó-
5 Ibid., 40. 6 Sontag, 35.
sofo francés Jacques Rancière en su ensayo “La imagen intolerable”, perteneciente al libro El
119
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
espectador emancipado. Rancière da otra vuelta
y palabras. Y aunque resuene aquí el cliché —una
de tuerca a la problemática del horror y a la sa-
imagen vale más que mil palabras—, Rancière no
turación de las imágenes, negando que hayamos
resuelve esta disputa inclinándose por uno u otro
visto un exceso de imágenes y que ellas sean las
medio de representación. Más bien hace hin-
culpables de nuestra insensibilidad. El asunto no
capié en el complejo y denso entramado al cual
es la cantidad de imágenes a las que hemos es-
pertenece un determinado cuadro: “Una imagen
tado sometidos, sino más bien su tipo. ¿En qué
nunca va sola”, afirma. A este entramado mayor
está pensando Rancière? En una imagen que se
lo designa como “dispositivo de visibilidad”. Ese
sustraiga a la lógica del espectáculo, del horror y
dispositivo, entendido como un despliegue es-
de la banalidad. Para ello propone pensarla desde
pacial y temporal al cual pertenece la imagen,
la figura de la metonimia (la parte por el todo).
es esencial a la hora de pensar sus posibles efec-
Rancière da un ejemplo que nos puede ilumi-
tos políticos.
nar. Destaca el trabajo visual del artista chileno
Para comprender del todo esta insistencia en
Alfredo Jaar en relación a la masacre ruandesa
el dispositivo hay que hincar fuerte en la crí-
(1994) en la que se cometió un genocidio en con-
tica de Rancière a la ingenuidad del esquema
tra de los ciudadanos tutsis. La obra en cuestión,
tradicional de representación. La relación en-
una instalación titulada “The Eyes of Gutete
tre representación y la posible respuesta en un
Emerita”, es descrita por Rancière en estos tér-
accionar concreto por parte del espectador es
minos: “Esta instalación está organizada en tor-
del todo puesta en duda por el filósofo francés.
no a una única fotografía que muestra los ojos de
Y dice: “el uso clásico de la imagen intolerable
una mujer que ha visto la masacre de su familia:
trazaba una línea recta entre el espectáculo in-
por tanto, el efecto por la causa, pero también
tolerable y la conciencia de la realidad que este
dos ojos por un millón de cuerpos masacrados”7.
expresaba, y de allí al deseo de actuar para cam-
Este ejercicio de traslación implica una opción
biarla”9. Dicho en palabras más simples: el he-
por lo singular en vez de lo numeroso. Para Ran-
cho de ver una imagen de contenido doloroso no
cière, el embotamiento de la imagen en su fuerza
asegura per se que reaccionaremos a ese dolor en
política está ligado, en parte, a la pérdida de la
un accionar concreto. El vínculo entre represen-
singularidad. La representación de Jaar vuelve a
tación, saber y acción es, según Rancière, “una
valorar el dolor individual por sobre la anonimia
pura presuposición”10.
de la masacre que termina por no decirnos nada.
Volvemos a preguntar: ¿cómo recuperar la
En palabras del filósofo, “la metonimia que pone
capacidad política de una imagen? Habrá que re-
la mirada de esa mujer en el lugar del espectáculo
pensar la relación entre lo visible y el efecto posi-
del horror trastorna también la cuenta de lo indi-
ble a partir de esa visibilidad. Pero ya no desde la
8
vidual y de lo múltiple” . Junto a la fotografía de
certeza del accionar buscado, sino precisamente
los ojos de la mujer la instalación incluye un texto
desde la duda. Habremos de seguir en busca de
que narra su historia. Así, Rancière pone una vez
esa imagen, la imagen adecuada para provocar
más en el tapete la vieja disputa entre imágenes
tanto la distancia crítica como el compromiso ético en el accionar.
7 Jacques Rancière, El espectador emancipado (Castellón: Ellago Ensayo, 2010), 101. 8 Ibid.
9 Ibid., 105. 10 Ibid.
Mary Mac-Millan es licenciada en Lengua y Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Albert Ludwig de Friburgo. Es profesora de la Facultad de Artes Liberales de la UAI. 120
En medio del derrumbe. Sobre El desierto avanza, de Cristián Warnken ANA MARÍA WOOLVETT
121
LORE M IPS U M. E NSAYO
El desierto avanza; Ay del que en su alma alberga desiertos Friedrich Nietzsche
stas palabras de Nietzsche no solo inspiran el
E
ya no son realidades que permanecerán mientras
título, sino que también sintetizan la narración
generaciones de hombres mudan su existencia,
del editor y columnista Cristián Warnken en El
pues el calentamiento global se presenta como
desierto avanza. Divagaciones sobre nuestro tiempo
un proceso desatado e imparable. Esos son los
(Santiago: Ediciones El Mercurio, 2021). Con un
signos de nuestros particulares tiempos. En este
estilo narrativo magistral, Warnken comienza
proceso, explica el autor, muere la política y las
su obra situando al lector en un momento his-
relaciones tal como las entendemos, y nacen en
tórico comprendido como un punto de inflexión:
el interior del hombre el miedo y la angustia. La
la caída del Imperio Romano, concretizada en la
doble crisis que nos afecta es, a fin de cuentas,
invasión de los vándalos del norte de África. Este
el punto de arranque del texto: la desertificación
hecho nos conduce a Agustín de Hipona, quien
del mundo y la desertificación interior. ¿Es cau-
llora y sufre profundamente, sin dejar claro si la
sa una de la otra? La transformación del paisaje,
causa de su tragedia es el derrumbe de su mundo,
¿cambiará nuestro ser?
cultura y civilización, o bien la propia muerte, el
“El desierto avanza”, “Algunos desiertos” y
paso esperado a la patria espiritual. Recurriendo
“El desierto florece” son las tres partes de este
al método mítico de Constantino Cavafis (utilizar
ensayo: la primera de ellas ilustra la abismal
un episodio del pasado como espejo para com-
trascendencia de nuestro momento histórico; la
prender el presente) Warnken logra dar cuenta
segunda describe y reflexiona sobre las caren-
de la trascendencia histórica del nuestro tiempo.
cias propias del hombre y las comunidades que
Según él, estaríamos en un “momento radical de
han perdido el sentido frente al narcisismo, ni-
la historia del espíritu humano ”(37), instante
hilismo e individualismo. La tercera, por último,
preciso en que un mundo muere para permitir
busca dar una luz de esperanza en medio de la
que nazca otro, momento que es la manifesta-
desolación, la angustia y el tedio de los tiempos
ción concreta de las silenciosas y grandes trans-
contemporáneos.
formaciones que cambian la historia.
El autor pretende observar estos desiertos no
A pesar de esta similitud, advierte Warnken,
desde la especialidad de una disciplina, sino a
existe una profunda diferencia entre Agustín y
partir de las figuras del “caminante errante” be-
nosotros. La primera de ellas es que el obispo de
duino, el “paseante” o “callejero” (el flâneur de
Hipona puede esperanzarse en la eternidad. Hoy,
Baudelaire) y la del amateur, “quien cultiva un
en cambio, el hombre contemporáneo ha perdido
arte u oficio sin ser un profesional” (42). El re-
su sentido, como consecuencia de la modernidad
sultado de este viaje, por tanto, es distinto a un
y del nihilismo. A su vez, la Tierra y la naturaleza
análisis prolijo de realidades políticas, sociales,
122
culturales; va revelando, en cambio, pequeños
gratitud, del diálogo y de la conversación, la de-
espacios que permiten asomarse al avance de los
sertificación interior y de la mirada. Por el mismo
desiertos que sugiere el autor.
motivo que esta lista no aspira a ser exhaustiva,
En este “caminar errante”, Warnken se apoya
invita al lector a encontrar sus propios desiertos.
en innumerables poemas que le sirven de fuen-
La idea central de estas reflexiones tiene como
tes de las que beber en este árido paisaje. Afir-
telón de fondo los síntomas del ocaso al que
ma que la palabra poética entrega posibilidades
asistimos: la crisis de las democracias liberales,
que otras formas de expresión carecen. Citando
el deterioro o desaparición de las comunidades,
a María Zambrano, sugiere que la poesía, a di-
una creciente tecnificación y deshumanización
ferencia de la filosofía, no le teme a esa Nada a
de nuestras relaciones y, finalmente, el calenta-
la que nos arroja el nihilismo: puede mirarla de
miento global.
frente (44). La poseía es el “otro” pensar de Oc-
¿Cuáles son las causas de esta desertificación?
cidente, “que recoge lo que el racionalismo ha
Warnken expresa que la historia de la filosofía
dejado en la sombra” (44), y puede llegar a luga-
occidental es la de un progresivo alejamiento de
res donde la filosofía no ha llegado, pues hoy “los
la vida. Recurriendo en variadas ocasiones a Hei-
grandes fundamentos nacidos desde la filosofía
degger, revela la alienación de un pensamiento
se debilitan o desmoronan (Verdad, Historia,
que ha abandonado tanto al mundo como a la
Razón y Ser)” (45). Así, como fuente de agua, la
interioridad del hombre. Es el triunfo del nihilis-
poesía es nuestro propio desierto florido, no una
mo, de la razón pura, la técnica y la desmesura
respuesta sino un cobijo
(“hybris, pecado capital
que nos permite descansar
para los griegos” pues no
y seguir caminando. Desde este punto, War-
La doble crisis que nos afecta es, a
respeta
equilibrios
hu-
manos ni naturales (30)).
nken invita a dar un paseo
fin de cuentas, el punto de arranque
Según Warnken, todo esto
junto a sus “divagaciones
del texto: la desertificación del
ha derivado en la crisis de
de nuestro tiempo”, desde las cuales observa esos
mundo y la desertificación interior.
“desiertos que avanzan”, entrelazando
su
¿Es causa una de la otra?
propia
sentido, la herida abierta de nuestra modernidad. La supremacía del pensamiento científico y la
voz con la de un amplio abanico de intelectuales.
técnica nos recuerdan el abandono del que habla
La riqueza y diversidad de las fuentes que con-
Hannah Arendt, la doble huida del hombre: de
voca hacen de este recorrido un intenso paseo
la Tierra al universo y del mundo al yo. El doble
alrededor del pensamiento de los últimos siglos
efecto es la fuga del mundo como si no se per-
en torno a esas “grietas” que ha dejado la mo-
teneciera a él y, por otro lado, un afán por do-
dernidad. Abundan, a su vez, poetas chilenos,
minarlo, consecuencia de una sociedad tecnifi-
como Vicente Huidobro (quizás el más nihilista
cada fundada en la verdad científica. La huida del
de todos), Enrique Lihn, Jorge Tellier, Nicanor y
mundo hacia otros planetas cuando la Tierra está
Violeta Parra, Gabriela Mistral y Pablo Neruda,
en peligro, y la huida del yo hacia las sirenas de
entre muchos otros. Para quien no conozca de
la digitalización (“las redes”) y del narcicismo,
poseía chilena, el texto de Warnken es una am-
la sobreinformación y la especialización de co-
plia y penetrante entrada a ella.
nocimiento nos alejan de una visión integradora.
En este proceso de desertificación, “ay del que
En algunos capítulos Warnken centra la mira-
en su alma alberga desiertos”, nos advierte el au-
da en Chile, y esto da cuenta de una de las pre-
tor, haciendo eco de Nietzsche. Warnken distin-
ocupaciones fundamentales que guían el texto:
gue la desertificación del tiempo y del espacio, la
la incertidumbre sobre el devenir nacional y la
pérdida de lo próximo (y del prójimo); y del sen-
imprescindible reflexión de retorno a lo origi-
tido de la muerte, la desertificación de nuestra
nario y propio de nuestra cultura y de nuestra
relación con el paisaje y la de la era digital, de la
forma de habitar el paisaje. Su lectura está llena
123
de advertencias para esta finis terrae, que busca
globales”, los programas ideológicos del siglo
auscultar la especificidad del ser chileno y, como
XX, abstracciones totalizadoras de derecha y de
hace la poseía, entrar lateralmente a la descrip-
izquierda que abandonaban la realidad concre-
ción de las grietas sociales. A través de las pala-
ta y buscaban una refundación radical, borrando
bras de Nicanor Parra: “Chile no es un país, es un
las tradiciones y el arraigo. Esta desertificación
paisaje”, ilustra el costo de haber volteado la es-
desde arriba es un peligro especialmente pre-
palda a nuestra naturaleza; esa desconexión con
sente cuando se busca un futuro utópico, y Chi-
la tierra ha impedido la manifestación en formas
le no está libre de ellas. A partir de lo anterior,
culturales propias, lo que aparece como una ta-
Warnken llama a volver sobre nuestra historia
rea no resuelta, conflicto del cual brota “ese re-
sin “‘deconstruir’ violentamente el orden que
sentimiento que late en nuestra convivencia”
nos ha sostenido”, e identifica lo que será el gran
(69). Contra la victimización que gana terreno en
desafío cultural y político de las próximas déca-
la esfera pública, propia de quien siente que se le
das: pensar la política sin desligarla de la cultu-
debe todo, propone la gratitud y la celebración,
ra, el territorio y el espíritu (270). En este punto,
que permiten la donación: “las comunidades que
el recorrido del beduino parece ser insuficiente.
se construyen desde la gratitud son creativas; las
El contexto nacional y el proceso político actual
que desde el resentimiento, autodestructivas”
necesitan explicación y análisis más detallados.
(256). Es el “Gracias a la vida” de Violeta Parra.
El recorrido de “caminante errante” al que nos
Asimismo, Warnken cuestiona nuestra polí-
invita Warnken también está lleno de posibili-
tica sin raíces y una ontología que brota de una
dades y sugerencias. Sin determinismo alguno,
modernidad “irresuelta”. Evidencia esta situa-
insinúa caminos para educarnos a nosotros
ción presentando la propuesta de Mario Gón-
mismos y a las nuevas generaciones a través del
gora en su Ensayo sobre el Estado y la Nación
pensar meditativo que se detiene ante las co-
en Chile, describiendo de forma certera lo que
sas, se contacta con la selva y el bosque, conoce
para el historiador fueron las “planificaciones
la naturaleza con sus nombres propios y no se
124
encierra en el invernadero de la cultura libresca.
Creer que el mundo desaparecerá por com-
Así, el autor busca rescatar una mirada integra-
pleto es creer, como Agustín, que al morir nues-
dora frente al conocimiento fragmentado y sitúa,
tro mundo muere todo, precisamente porque
en este ejercicio, a la poesía como acceso al len-
ese todo es nuestro. Pero cada ocaso tiene sus
guaje original y propio de esta tierra.
propios colores. Warnken describe aquello que es
Al contextualizar el texto de Warnken parece
valioso de nuestro mundo y lo atesora para que
evidente su necesidad de ir a Hipona y pensar en
no lo absorba el desierto. Especialmente cuando
cómo habrá experimentado Agustín esas trans-
se refiere a educación, llama a focalizarnos en
formaciones profundas. El curso de los aconteci-
lo más propio de nuestra cultura, lo primigenio
mientos en Chile y el mundo refleja las fracturas
y más auténtico, una reacción que ha sido muy
de todo aquello en lo que se creyó como solución
propia de nuestro tiempo, que se previene ante la
a los dilemas humanos: la paz y estabilidad que
crisis total tanto como otra confía en el progreso.
traería la globalización, la solidez de las demo-
Tal vez esa es la mayor distancia que habría que
cracias liberales, la fe en el progreso histórico
tener con este ensayo. Asumir el mundo al que
lineal y ascendente. Pero por las grietas de esta
traemos a las nuevas generaciones es, también,
modernidad se asoma el magma, y Warnken se
enseñar a vivir en él como responsables de este.
detiene a observarlo. El mundo tal como lo hemos
Para Arendt, la relevancia de este hecho se refleja
conocido parece suspenderse. El estallido social
en una profunda crisis de la educación, causada
y sus dinámicas, el COVID con sus calles vacías y
en parte porque hay adultos que rechazan toda
su sentimiento de vulnerabilidad o las protestas
responsabilidad con respecto al mundo: “para el
que manifiestan la debilidad de las democracias
joven los educadores representan un mundo cuya
liberales —y hoy agregaría la guerra— son esos
responsabilidad asumen, aunque ellos no lo hi-
particulares momentos que no hacen más que
cieran y aunque, de manera abierta o encubierta,
reflejar grandes transformaciones y, al mismo
prefirieran que ese mundo fuese distinto”.
tiempo, hacen aparecer nuestros propios miedos, aquellos que creíamos enterrados. Este es el contexto desde el cual escribe el autor. Un contexto que evoca al mundo de Agustín.
El desierto avanza... Divagaciones sobre nuestro tiempo Cristián Warnken Ediciones El Mercurio, 2021 348 páginas
Ana María Woolvett es historiadora de la Universidad Católica, magister en Historia y Gestión del Patrimonio y magister en Estudios Políticos de la Universidad de los Andes, donde actualmente cursa el doctorado en filosofía. 125
Ilustración: Alejandra Acosta
. E DITAR S E GU N S E C C ION AL FIN AL
— Olimpo — ALBERT CAMUS
126
“A
una metáfora de la ocupación nazi en Francia, la
destino de artistas porque se sentían distintos,
novela cuenta la historia de una comunidad gol-
aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni
peada por la enfermedad en pleno siglo XX. Junto
su diferencia más que confesando su semejanza
al Mito de Sísifo (1942), La peste ofrece al lector un
con todos”, sostiene Albert Camus en su discur-
potente relato existencialista, corriente de la que
so de aceptación del Premio Nobel de Literatura,
Camus es uno de sus más notables exponentes. Sin
en 1957. A sus ojos, todo escritor debe ir y volver
un Dios al que recurrir, el hombre enfrenta la os-
hacia los demás, como un péndulo, sin jamás des-
curidad que define a la condición humana, aunque
prenderse de la comunidad en la que se ha forjado.
con la esperanza de dar a la vida un sentido que ni
Su voz ha de estar siempre al servicio de quienes
siquiera la muerte podrá arrancarle.
quellos que muchas veces han elegido su
padecen en silencio, y su vocación solo cobra ver-
Camus nunca se sintió atado a un grupo ni a una
dadero sentido cuando acepta las dos tareas que la
ideología. En la escena intelectual francesa de la
hacen grande: la verdad y la libertad.
posguerra siempre se distinguió por su libertad.
Nacido en Argelia en 1913 en el seno de una fa-
Quizás el mayor ejemplo de esto sea su ruptura
milia de colonos franceses, creció en uno de los
con Sartre, quien no le perdonó su dura crítica a los
barrios más pobres de Argel. Su padre, muerto en
socialismos reales, formulada en El hombre rebelde
la Primera Guerra Mundial, lo dejó poco antes de
(1951). Mientras Sartre acogía la violencia como un
cumplir un año, y su madre, analfabeta, no pudo
medio para lograr cambios, Camus la repudiaba,
proveerle una educación tradicional. Su paso por
sin importar su origen. Para este último, la verdad
los liceos, bajo la tutela de sus profesores Louis
no era de derechas ni izquierdas, sino un patrimo-
Germain y Jean Grenier, fue central en su for-
nio de la sociedad que merecía ser cuidado y de-
mación. Relatada maravillosamente en su novela
fendido a toda costa. En ese mismo espíritu, siem-
póstuma El primer hombre (1994), la experien-
pre estuvo dispuesto a discutir y escuchar: incluso
cia imprimió en el joven no solo el gusto por la
del error se aprende.
filosofía —especialmente por Nietzsche—, sino
Sus detractores no fueron pocos, ya que jamás
también un rasgo que atravesará toda su obra: la
transó en algo crucial: los medios informan, no
gratitud. Tras experimentar en carne propia lo que
bastan las buenas intenciones. “En estos momen-
es no tener un lugar en el mundo, Camus rescata
tos están poniendo bombas en los tranvías de Ar-
en clave autobiográfica la importancia de los lazos
gel. Mi madre puede estar en uno de esos tranvías.
humanos y de la atención desinteresada por otros,
Si la justicia es eso, elijo a mi madre”, dijo a raíz
ambos contenidos magistralmente en el vínculo
de los atentados terroristas de independentistas
educativo. En sus propias palabras, en la clase del
algerinos. En su obra Los justos (1949), Camus se
señor Germain “se los juzgaba dignos de descubrir
pregunta precisamente por la legitimidad del ase-
el mundo”.
sinato de un inocente cuando se persigue una cau-
Novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y pe-
sa noble. Para él no había dudas: eso no era posible.
riodista, Camus participó activamente en la prensa
La justicia, para ser real, debe ser concreta. De lo
de la época, principalmente en Combat, diario de
contrario pierde todo valor.
la Resistencia del que llegó a ser redactor jefe y
Antes de viajar a Suecia para recibir el Premio
editorialista. Pero fue la publicación de su primera
Nobel, Camus pidió a los padres de Simone Weil
novela, El extranjero (1942), el hito que consolidó
poder pasar un rato a solas en la habitación de la
su nombre. En medio de una realidad devastada, su
filósofa. Aun cuando no compartía con ella sus
voz fue un faro: en ella fue posible encontrar una
creencias religiosas, es posible reconocer en am-
fuerza inédita para enfrentar el caos que sobrevino
bos una fuerte apuesta por el ser humano, además
a la guerra y un impulso para cuestionar la socie-
de la añoranza por lo absoluto. Tres años después,
dad que emergía de sus cenizas.
la muerte le llegaría de manera temprana a cau-
“La plaga no está hecha a la medida del hombre,
sa de un accidente automovilístico. Junto al ma-
por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal,
nuscrito de El primer hombre, se encontraría en el
un mal sueño que tiene que pasar”, apunta el na-
automóvil un ejemplar de El hombre y lo divino, de
rrador de La peste (1947). Leída comúnmente como
María Zambrano.
127
últimos libros constitucionales ies
El Estado subsidiario, de Chantal Delsol
El federalista, de Alexander Hamilton, James Madison y John Jay
Tensión constituyente, de Claudio Alvarado
La moral del derecho, de Lon Fuller
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