Punto y coma n°2: A 50 años de la Unidad Popular

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N°2 / MARZO 2020 $4.000 | Santiago de Chile ISSN: 2452-5480

Chile y la Guerra Fría durante los años de la UP Tanya Harmer Revolución con banda sonora Marisol García El gobierno de la Unidad Popular ante la historia José Manuel Castro Entrevistas a Joaquín Fermandois, Patrick Iber y Gabriel Rodríguez Artículos de Ricardo Brodsky, María José Navia y Pablo Ortúzar


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puntoycoma © Punto y coma © Instituto de Estudios de la Sociedad Punto y coma N°2, marzo de 2020. Santiago de Chile Director: Claudio Alvarado R. Editor: Joaquín Castillo V. Coordinador: Rodrigo Pérez de Arce P. Comité editorial IES: Pablo Chiuminatto, Jorge Fábrega, Joaquín Fermandois, Braulio Fernández, Elena Irarrázabal, Daniel Mansuy, Héctor Soto y Alejandro Vigo. Diseño: Huemul Estudio Colaboran en este número: Tanya Harmer, José Manuel Castro, Patrick Iber, Guillermo Pérez, Marisol García, Joaquín Fermandois, Joaquín Castillo, Alfredo Jocelyn-Holt, Claudio Alvarado, Noam Titelman, Diego González, Ricardo Brodsky, Catalina Siles, Josefina Araos, Mariana Canales, María José Navia, Pablo Ortúzar, Carlos Correa, Gabriel Rodríguez, Santiago Ortúzar, Juan Ignacio Brito, Sofía Brahm y Consuelo Araos. Ilustraciones y fotografías: Alejandra Acosta, Mateo Flores, Armindo Cardoso, Domingo Ulloa, Biblioteca Nacional Digital, Marcelo Montecino, Romina Peña y Divino Collage. ISSN: 2452-5480 Impreso en Andros


Editorial

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Claudio Alvarado y Joaquín Castillo

A 50 años de la Unidad Popular Chile y la Guerra Fría durante los años de la UP

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Tanya Harmer

El gobierno de la Unidad Popular ante la Historia 16

José Manuel Castro

Entrevista a Patrick Iber 24

por Guillermo Pérez

Revolución con banda sonora 32

Marisol García

Entrevista a Joaquín Fermandois 40

por Joaquín Castillo

De la reforma agraria al despeñadero 50

Alfredo Jocelyn-Holt

Horas en la biblioteca Un fracaso respetable 60

Claudio Alvarado

¿Podría haber triunfado Allende? 63

Noam Titelman

Los laberintos de la revolución 66

Diego González

La revolución de los cristianos 68

Catalina Siles

Nacimiento y muerte de un sueño 70

Josefina Araos

Joan Garcés y su premonitorio análisis del fracaso 72

Ricardo Brodsky

Los intérpretes de la institucionalidad 74

Mariana Canales

Rescate Programa de la Unidad Popular 76 Lorem ipsum Una literatura de puertas abiertas 96

María José Navia

¿Dueños o custodios? 102 Pablo Ortúzar Fear the Walking Dead, el temor a la anomia 106 Carlos Correa Entrevista a Gabriel Rodríguez 110 por Santiago Ortúzar Noticias falsas en la era del ciberpesimismo 116 Juan Ignacio Brito Clericalismo y ensimismamiento 121 Sofía Brahm Primera persona singular 126 Consuelo Araos Olimpo: Andrés Bello 130

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A 50 años de la Unidad Popular El consenso liberal de los años noventa olvidó muchas cosas; entre ellas, que la política siempre tiene una dimensión conflictiva, en la medida en que implica una deliberación acerca de lo justo y lo bueno. La realidad de los últimos años —el momento político global— nos ha ido mostrando que el debate político suele volver por sus fueros, trayendo consigo las inevitables controversias entre diferentes visiones de mundo. Ese fue nuestro tema de conversación en Punto y coma Nº1, donde pudimos explorar desde diversas miradas la crisis de la democracia liberal y el auge de los populismos. Como se ha visto a lo largo y ancho del orbe, tal crisis está lejos de terminar, y los sucesos de los últimos meses en Chile y en el extranjero nos muestran que, en este tipo de encrucijadas, la reflexión es más importante que nunca. En un escenario marcado por el anhelo de cambios y el resurgimiento de propuestas más o menos refundacionales, nos parece crucial profundizar en aquel proyecto político que este año cumple medio siglo de historia y que continúa presente en nuestro imaginario, dividiendo al país hasta el día de hoy. En 2020 habrán transcurrido cincuenta años desde que Salvador Allende ascendiera a la presidencia de la nación. A su lado, un conglomerado de partidos de izquierda que propugnaba transformaciones estructurales. Ahora bien, al analizar críticamente el gobierno de la UP no está de más recordar que originalmente su discurso apuntaba a una revolución distinta, a la chilena, “con empanadas y vino tinto”. No con fusiles y uniformes verde olivo, al modo de la Revolución cubana, esa que inspiraba a unos y aterrorizaba a otros; esa revolución que tuvo éxito al hacerse con el poder y que jugó un rol fundamental en toda la política latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX. En efecto, una parte importante de la UP y de la izquierda decía que su revolución podría hacerse, de manera inédita, dentro del marco democrático e institucional. El que la “vía chilena” fuera distinta, al menos para una parte relevante de sus actores, obliga a mirarla en sus particularidades. Por supuesto que los conflictos políticos y culturales de la Guerra Fría influyeron en los mil días de Allende: influyeron EEUU y Cuba, influyeron la Escuela de las Américas y el poder soviético, influyeron los simbolismos de lado y lado; pero ante todo, influyeron las dinámicas propias de un país como Chile que buscó sin éxito durante décadas 4


una senda de desarrollo y modernización que se adecuara a su propia realidad. En el proceso de intentar comprender esta historia, la de una nación pequeña y pobre en la segunda mitad del siglo XX, muchas veces se pierde de vista este hecho esencial. Aquello que pasó durante los años sesenta y setenta debe ser iluminado por la experiencia comparada, pero sin olvidar las singularidades de la trayectoria chilena. Esta tiene que ver con el ambiente internacional de la época, pero también —y quizás, ante todo— con nuestros vaivenes y nuestros anhelos, con nuestros personajes y nuestras propias planificaciones globales, que no comenzaron ni terminaron con Allende. Desde luego, hay muchas razones para observar con detención y crítica el gobierno de la Unidad Popular. Aunque se han escrito bibliotecas enteras acerca del gobierno de Allende, la “densidad del acontecer” que concentran los años 1970-1973 justifican una reflexión conjunta y renovada sobre la vía chilena al socialismo. Ese es el ejercicio que nos hemos propuesto para el segundo número de Punto y coma. La figura de Allende, la reforma agraria, la cultura musical, el acontecer político y el contexto global de ese entonces son objeto de los artículos de este número. Además, hay entrevistas a destacados académicos nacionales y extranjeros que han dedicado sus carreras —incipientes o extensas— a reflexionar en torno a estos hechos, tanto desde una óptica foránea como a partir de hechos íntimamente chilenos. Asimismo, ofrecemos reseñas de libros importantes para quien quiera profundizar en el tema central de esta revista desde distintos puntos de vista, como la participación de la Iglesia católica en la causa de la izquierda, la discusión ideológica alrededor del concepto de democracia o la participación de líderes políticos o trabajadores en los conflictos de su época. Ese contenido no es fruto del azar. Nuestra convicción es que el período de la Unidad Popular exige miradas múltiples. Al haber terminado con un golpe de Estado, los años de Allende quedaron teñidos por todo lo que vendría después, lo que muchas veces ha impedido una mirada más atenta a los hitos e interpretaciones del período 1970-1973; sus antecedentes, causas y

peculiaridades. Puede pensarse que los mitos que se han levantado sobre Allende y su gobierno han sido, desde signos opuestos, un impedimento para discutir de manera menos apasionada acerca de las limitaciones que Chile tenía a mediados de siglo, y de las maneras en que se podía salir de dicha situación. Sin embargo, ni la potencia simbólica que ha adquirido Allende y su entorno, ni el bombardeo a La Moneda —ni siquiera los graves crímenes que ocurrieron después del golpe de Estado— deben impedirnos criticar este período en que la violencia fue alcanzando, con el paso de los años, legitimidad como herramienta política. Asimismo, urge recordar cómo y por qué se fue horadando el lugar del centro político como una posibilidad de encontrar acuerdos y plantear una ruta de acción compartida entre distintos sectores. Por motivos que deberán continuar siendo explorados —habrá que esperar que el medio siglo transcurrido nos ayude con una mayor perspectiva—, la revolución chilena no fue lo que buscaban sus impulsores más moderados; y los errores no fueron solo de ellos, sino de la generalidad de una clase política que despreció el valor de los consensos y los acuerdos en la vida pública. Una crítica ponderada a aquella normalización de la violencia se hace más necesaria que nunca, sobre todo en un contexto donde vemos que las instituciones democráticas están, una vez más, tensadas por maximalismos de variada índole, y donde el respeto por la divergencia política y las opiniones contrapuestas ya no goza su mejor época. A medio siglo de ascender al poder la Unidad Popular nos parece indispensable volver sobre aquellos años y reflexionar acerca del modo en que una democracia va degradándose y erosionando sus propios fundamentos. No para formular paralelos extemporáneos o exagerados con la situación actual (paralelos que suelen olvidar las particularidades de cada caso), sino para reflexionar de manera detenida en torno a nuestro orden social y, por qué no, iluminar desde ahí ciertos cursos de acción que necesita (y que no necesita) el Chile de hoy. Claudio Alvarado R. | Director Joaquín Castillo V. | Editor 5


Ilustración: Alejandra Acosta


A 50 años de la Unidad Popular


Chile y la Guerra Fría durante los años de la UP TANYA HARMER Traducción de Andrea Torres

E

l 5 de noviembre de 1970 miles de personas

se apiñaron en el Estadio Nacional para dar comienzo a la presidencia de Salvador Allende y lo que se anunciaba como el nacimiento de un nuevo camino revolucionario hacia el socialismo. Entre ellos se encontraban periodistas extranjeros, embajadores, funcionarios de embajadas y dignatarios invitados de todo el mundo. Cuando Allende subió al podio para entregar un mensaje de emancipación y renacimiento nacional, cada uno observó con el correspondiente júbilo, emoción tentativa, horror o preocupación, según sus creencias y procedencias. Una cosa parecía cierta: la inauguración de Allende cambió significativamente la forma en que los extranjeros veían a Chile y cómo el país se posicionaba en el escenario mundial. Pero aún estaba por determinarse su futuro.

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Los años que siguieron, los de la Unidad Popular, estuvieron íntimamente ligados a la Guerra Fría. Es imposible comprender la elección de Salvador Allende como presidente, los obstáculos que enfrentó y, quizás más significativamente, el violento golpe de Estado militar que lo derrocó —apoyado por los partidos políticos de centro y de derecha— sin comprender el contexto en el que tuvieron lugar. La división ideológica entre las diferentes variantes del capitalismo y el socialismo que determinó los asuntos mundiales también moldeó la política interna. Las influencias internacionales y transnacionales impregnaron las conversaciones cotidianas en Chile y proporcionaron puntos de referencia a través de los cuales los debates locales fueron refractados y enmarcados. La Guerra Fría también proporcionó un fundamento, una justificación y una excusa para la forma de actuar de las personas. Así como la Guerra Fría puede ayudarnos a comprender lo que sucedió en Chile, es igualmente claro, si no más, que la experiencia chilena a principios de la década de 1970 también puede ayudarnos a comprender de qué se trataba la Guerra Fría y quiénes fueron sus protagonistas (o, al menos, a clarificar las percepciones erróneas). De hecho, la forma en que lo global se cruzó con lo local y viceversa nos dice mucho acerca de cómo las fuerzas internacionales y transnacionales se alinearon unas contra otras, por qué fue así y qué consecuencias trajo para Chile y el mundo en general. Cincuenta años después del ascenso al poder de la UP, sabemos muchísimo más sobre el significado y la relevancia de la Guerra Fría para Chile. Sin embargo, es importante recalcar desde el principio que en Chile —y en América Latina en su conjunto— la Guerra Fría significó algo más que una simple lucha por el poder entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Lejos de ser un conflicto bipolar entre superpotencias volcado a un escenario local, la batalla de la Guerra Fría por Chile entre 1970 y 1973 fue librada tanto por una variedad de actores internacionales diferentes como principalmente por los propios chilenos. Estados Unidos fue, sin lugar a dudas, un actor decisivo en Chile durante estos años,

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. E NSAYO

interviniendo para desestabilizar la presiden-

de Chile y transformaron así la lógica del control

cia de Allende y apoyar a su oposición. Existe

político; la estatización de las industrias clave les

abundante evidencia de las amplias políticas —

quitó las llaves de la economía a quienes las ha-

encubiertas y abiertas— del presidente Nixon

bían guardado antes; el surgimiento de la Teolo-

lanzadas para “salvar a Chile” de aquellos que

gía de la Liberación y el catolicismo radicalizado

habían ejercido su derecho democrático al votar

desafiaron las certezas religiosas; los murales

por un gobierno que Estados Unidos reprobaba.

pintados por jóvenes chilenos en edificios y las

Como bromeó Henry Kissinger, asesor de segu-

marchas en las ciudades convirtieron los espa-

ridad nacional de Nixon, Washington no podía

cios públicos en áreas de disputa; la celebración

“cruzarse de brazos y observar cómo un país

de la UNCTAD III en Santiago y el esfuerzo por

se volvía comunista por la irresponsabilidad de

reposicionar al país en el escenario global como

su gente”. Los asuntos eran demasiado impor-

un país tercermundista no alineado reordenó las

tantes para que los votantes chilenos pudieran

relaciones internacionales de Chile; la vincula-

decidir por sí mismos. Creer que los políticos

ción de los militares con el gobierno desde 1972

estadounidenses eran capaces de discernir me-

parecía politizar a las Fuerzas Armadas. Desde la

jor que los mismos chilenos el rumbo que estos

década del sesenta, el aumento de la sindicaliza-

debían tomar fue producto de la mentalidad cho-

ción y la movilización de trabajadores, campe-

vinista que infundía la política exterior de Was-

sinos y estudiantes también dio una voz promi-

hington y menospreciaba

nente a las demandas de

a

aquellos que antes no ha-

otros,

especialmente

a los latinoamericanos

bían sido escuchados. El

—la autoproclamada es-

Pero la idea de que la oposición a

fera de influencia y pa-

la UP o del golpe en sí mismo fueron

a la acción directa —par-

tio trasero de los Estados

fabricados en Washington

ticularmente a las tomas

Unidos—. Y, por supuesto, la respuesta a la que esta mentalidad condujo invariablemente a los líderes

es demasiado simplista. Los chilenos se opusieron a Allende y a la UP por sus propios motivos.

estadouniden-

ses fue militar: un instrumento para arrebatar

recurso de estos sectores

de terreno—, junto con la reticencia de la UP a emplear la fuerza como medio para contenerlos, condujo a una sensación

de desorden vertiginosa.

el control de aquellos considerados “no aptos”

Frente a esta situación, los opositores busca-

para gobernar o demasiado vulnerables a las

ron a menudo en el extranjero algunos paralelos

fuerzas del “comunismo internacional” como

y modelos a evitar. Equipararon al Chile de los

para determinar la forma futura del mundo den-

años de la UP con la Cuba de Castro, a pesar de las

tro del contexto global de Guerra Fría.

diferencias evidentes entre las elecciones demo-

Pero la idea de que la oposición a la UP o del gol-

cráticas de la UP y la toma del poder por parte de

pe en sí mismo fueron fabricados en Washington

Fidel Castro en 1959, sin mencionar las libertades

es demasiado simplista. Los chilenos se opusie-

que gozaban los opositores al gobierno chileno.

ron a Allende y a la UP por sus propios motivos:

Imputaron falazmente que Chile se convertiría

temían que el programa de la UP para la trans-

en una dictadura soviética, y que los tanques del

formación socialista desarmaría las jerarquías

Ejército Rojo desfilarían por Santiago, sin ningu-

de poder existentes en la economía, la política, la

na evidencia real que sugiriera esta posibilidad.

cultura y la sociedad. La aceleración de la refor-

Al negarse a aceptar que el impulso para el cam-

ma agraria iniciada bajo el gobierno de Eduardo

bio provenía del mismo Chile y que tenía razones

Frei amenazó los intereses del latifundio; la ex-

de larga data por los cuales los diferentes chile-

tensión del voto a los analfabetos chilenos y me-

nos querían cambiar la estructura y la lógica del

nores de 21 años dio poder a quienes previamen-

poder, argumentaron que la UP, sus líderes y sus

te habían sido excluidos del espacio democrático

partidarios eran de alguna manera “extranjeros”

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y “no chilenos”. E hicieron circular el mito fan-

este período presionando a la administración de

tástico de que había 15.000 extremistas armados

Nixon para que interviniera más en el hemisfe-

en el país, listos para tomar el poder e instituir

rio contra los avances de la izquierda. Por tanto,

una dictadura revolucionaria.

contrario a la idea de que Washington dirigiera

Pero, por supuesto, a pesar de la retórica de

la Guerra Fría, los años de la UP muestran que

defender a Chile de la influencia “extranjera”,

Estados Unidos no era el único —ni siquiera el

los propios opositores de la UP fueron amplia-

líder— de los poderes anticomunistas en Améri-

mente financiados, inspirados e influidos por

ca. Cuando se trataba de la Doctrina de Seguridad

actores y eventos más allá de las fronteras de

Nacional adoptada por dictaduras militares en

Chile. Y aunque Estados Unidos proporcionó la

toda la región y defendida por los brasileños, la

mayor parte del apoyo financiero de la oposición,

influencia y la perspectiva francesa, desarrolla-

lo interesante —dado que a menudo pensamos

das en el curso de las guerras coloniales en In-

en la Guerra Fría como un conflicto estadouni-

dochina y Argelia, fueron tanto o más decisivas

dense-soviético— es que los oponentes más ar-

que el programa de entrenamiento de la Escuela

dientes de la UP no consideraron la democracia

de las Américas dirigida por Estados Unidos. Y a

liberal al estilo estadounidense como un mode-

nivel no estatal, los grupos de mujeres brasileñas

lo. Como ha mostrado la profesora de Harvard

de derecha, los círculos empresariales y los think

Kirsten Weld en sus recientes investigaciones,

tanks también tenían vínculos transnacionales

los chilenos conservadores también miraban,

directos con sus homólogos chilenos, apoyando,

más allá de América, a la España franquista y su

inspirando y ofreciendo asistencia logística a los

particular anticomunismo católico que había lle-

opositores de la UP.

gado al poder como resultado de una guerra civil violenta.

Por otro lado, los documentos desclasificados muestran un activo compromiso chileno con

Dentro de América, hubo influencias más in-

ideas y redes de la Guerra Fría más allá de Chi-

mediatas y directas. Se dice que incluso el ex-

le. El senador Sergio Onofre Jarpa y dos de sus

presidente reformista de Chile, Eduardo Frei,

diputados del Partido Nacional asistieron, en

comentó a un funcionario estadounidense que

mayo de 1973, al segundo congreso secreto de

Chile necesitaba una “solución brasileña” —re-

la Confederación Anticomunista Latinoameri-

firiéndose a la toma del poder por parte de los

cana (CAL) en Panamá, un lanzamiento regional

militares brasileños en 1964 y el gobierno auto-

de la Liga Mundial Anticomunista que se había

ritario en el poder en ese momento—. De hecho,

fundado en México el año anterior. Esta organi-

la dictadura brasileña, dirigida por el general

zación transnacional de derecha reunió a líderes

Emílio Garrastazu Médici, desempeñó un pa-

militares, paramilitares, policiales y políticos,

pel importante en los acontecimientos chilenos

trascendiendo Estados nacionales, autoridades

durante estos años, proporcionando inteligen-

gubernamentales y fronteras internacionales

cia y asesoramiento a los golpistas basados en ​​

en una cruzada internacionalista contra el “co-

la experiencia de haber derrocado la presidencia

munismo internacional”. Perdura la pregunta

de João Goulart e instituido un gobierno autori-

de si esas redes se tradujeron en una oposición

tario. En esta misma línea, Chile no fue el único

concreta a la Unidad Popular antes del golpe y

objetivo de una ofensiva brasileña en América

si los líderes de la UP, o los aparatos de inteli-

Latina durante este período. El régimen de Mé-

gencia individuales de cada uno de sus partidos

dici también intervino para evitar que la coali-

constitutivos, eran o no concientes del alcance

ción de izquierda, el Frente Amplio, ganara las

de su influencia. Hay informes de transferencias

elecciones democráticas de 1971 en Uruguay, y

de armas a través de las fronteras de Chile con

para apoyar el golpe de estado y la dictadura mi-

Bolivia y Argentina a las fuerzas paramilitares de

litar del general Hugo Banzer en Bolivia. De he-

derecha antes del golpe, y sabemos que el líder

cho, los documentos desclasificados muestran

de Patria y Libertad, Roberto Thieme, viajó a Bo-

que los brasileños pasaron una buena parte de

livia, Paraguay y Argentina a mediados de 1973

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. E NSAYO

en busca de apoyo, prometiendo lanzar una gue-

Si bien la distensión sirvió para limitar el entu-

rra de guerrillas urbana contra la UP a su regreso.

siasmo de la URSS por apoyar la vía chilena, tam-

Los actos de sabotaje aumentaron en los meses

bién funcionó contra la UP de otras maneras. La

siguientes, incluida la explosión de bombas en

esperanza de Allende, como lo demuestran algu-

trenes, escuelas e infraestructura. Incluso antes

nos documentos recientemente desclasificados

de la elección de Allende en 1970 los periódicos

del Ministerio de Relaciones Exteriores, era que

chilenos contenían informes de tráfico ilegal de

la distensión y el acercamiento entre Washing-

armas: las ametralladoras belgas de contrabando

ton y China señalaran la posibilidad de un plu-

que llegan de Argentina para grupos de extrema

ralismo ideológico en la política global; que esto,

derecha son solo un ejemplo. Pero como la ma-

a su vez, les ofrecería el espacio y la oportunidad

yoría de los historiadores de la Guerra Fría hasta

para que la UP avanzara por un camino democrá-

ahora se ha centrado en buscar evidencia irre-

tico pacífico hacia el socialismo sin la respuesta

futable de la responsabilidad de Estados Unidos

y hostilidad de Washington que los procesos re-

en el golpe, todavía sabemos muy poco acerca de

volucionarios de los cincuenta y sesenta habían

estas redes y operaciones anticomunistas más

enfrentado. Pero, por supuesto, rápidamente se

amplias.

hizo evidente que, si bien la distensión restringía a la Unión Soviética, la lógica de la coexistencia

Ahora sabemos mucho más que antes del otro

pacífica que Estados Unidos estaba dispuesto a

bando de la Guerra Fría.

abrazar para la Unión So-

Gracias al trabajo pionero

viética no aplicaba para

de académicos como Olga

Chile. Para los políticos de

Ulianova, el papel de la

Contrario a la idea de que

Unión Soviética en Chi-

Washington dirigiera la Guerra

Cuba o Vietnam— sim-

le se ha vuelto más claro.

Fría, los años de la UP muestran que

plemente no eran sufi-

En esta línea, destaca su resistencia a involucrarse más, así como su creciente pesimismo sobre el

Estados Unidos no era el único —ni siquiera el líder— de los poderes anticomunistas en América.

futuro de la UP, volviendo

Estados Unidos, Chile —y

cientemente importantes como para alcanzar un modus vivendi equivalente a la Unión Soviética o China. La propensión de

poco verosímil la idea de un forcejeo entre Esta-

la URSS a la estabilidad y al pragmatismo en la

dos Unidos y la Unión Soviética por Chile durante

era de Brezhnev tampoco se vio reflejada en el

la Guerra Fría. Los documentos desclasificados

Tercer Mundo, donde la revolución y el socia-

también muestran que Allende no tenía planes

lismo tuvieron que ser combatidos con la mis-

de establecer un vínculo estrecho con Moscú

ma intensidad de siempre. De hecho, aunque la

cuando fue elegido. Cuando se acercó directa-

década de 1970 fue un período de distensión en

mente a los líderes soviéticos dos años después,

todo el mundo, esto tuvo muy poco impacto en

durante un viaje a Moscú en 1972, también fue

Chile y América Latina, que experimentaron en

rechazado, pues los soviéticos no estaban dis-

este período tensiones ideológicas y episodios de

puestos a invertir en un proyecto cuyo fracaso les

violencia inusitados.

preocupaba, y tampoco podían ofrecer asistencia

En el caso de Cuba, La Habana ofreció apoyo a

sustancial debido a sus ya considerables com-

Allende en áreas de inteligencia y seguridad per-

promisos en Cuba y en otras partes del Tercer

sonal. Sin embargo, en su mayor parte, basado

Mundo. En cambio, los líderes de Moscú priori-

en la propia experiencia de la isla para enfrentar

zaron la distensión con Estados Unidos, estrate-

la hostilidad estadounidense, Fidel Castro su-

gia en apogeo a principios de los setenta, cose-

girió pragmatismo y moderación, y recomendó

chando los beneficios económicos y de seguridad

que los chilenos avanzaran con cuidado incluso

que esto trajo, al tiempo que temían los costos de

cuando se trataba de restablecer las relaciones

hacer volver las tensiones si respaldaban a la UP.

diplomáticas con La Habana. Esto no significaba

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del apoyo de La Habana a la revolución armada en el exterior, a mediados de la década del sesenta, los cubanos nunca habían considerado a Chile como un país donde una insurgencia guerrillera podría tener éxito, debido a su sólido sistema democrático constitucional y su terreno inadecuado: un árido desierto al norte, la Patagonia al sur, la inhóspita cordillera de Los Andes al este y el vasto Pacífico hacia el oeste, que no dejaban ningún medio de retirada. Durante los años de la UP, tratar de navegar entre una izquierda chilena dividida y apoyar un proceso revolucionario democrático presentó un desafío novedoso y difícil para La Habana. Aunque ofrecieron lo que pudieron cuando se trataba de azúcar, los cubanos no pudieron proporcionar la asistencia económica que el gobierno de Allende necesitaba cada vez más desde 1971 en adelante. Dada la creciente voluntad de la oposición de traspasar los límites de la Constitución para enfrentarse al Emílio Garrastazu Médici y Richard Nixon, presidentes de Brasil y EE.UU., reunidos en diciembre de 1971.

mandatario, Castro recomendó a la UP prepararse militarmente para defender al gobierno e idear una estrategia

que todos los actores chilenos escucharan este consejo o interpretaran el ejemplo cubano de la misma manera. Por el contrario, la revolución caribeña había iniciado un gran debate en la izquierda sobre el “camino” correcto hacia la revolución, y específicamente sobre la cuestión irresuelta de la inevitabilidad de la revolución armada como medio para avanzar o defender procesos revolucionarios. El hecho de que la insistencia de Cuba en la insurgencia guerrillera como medio para alcanzar el poder había disminuido a principios de los setenta, y que La Habana había transitado hacia una política exterior más orientada a la consolidación de la influencia y la creación de lazos con diferentes estados izquierdistas y nacionalistas, no fue entendido por algunos que todavía veían a Cuba como el defensor del llamado del Che Guevara de 1967 para crear “dos, tres… muchos Vietnams”. También es importante subrayar que, incluso en el apogeo

mediante la cual podría sobrevivir y liderar una resistencia a largo plazo. Sin embargo, lo que ahora está muy claro es que Allende rechazó el consejo cubano sobre cómo esto podría ocurrir, insistiendo en ir a La Moneda el día del golpe con solo un puñado de colaboradores, edificio que, como los cubanos habían advertido, era indefendible. Por ende, si bien Cuba fue influyente e importante para la UP, no significó que tuviera el control. Dada esta imagen de múltiples capas y dimensiones, ¿qué nos enseñan los años de la UP sobre la Guerra Fría? En un sentido muy directo, nos dicen que la batalla para determinar la forma futura del mundo no fue una simple lucha entre dos superpotencias opuestas. Por esos años la Guerra Fría se había vuelto mucho más complicada y descentrada que esto, involucrando una variedad caleidoscópica de diferentes actores

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. E NSAYO

En los años de la Guerra Fría todo servía como herramienta de lucha. Aquí, una caricatura muestra a Nikita Kruschev, máximo dirigente soviético, extrayéndole misiles de la boca a Fidel Castro.

estatales y no estatales. Se convirtió en un con-

contra Allende podía dar garantía contra las

flicto ideológico entre diferentes variantes del

fuerzas antidemocráticas del “comunismo in-

capitalismo y el comunismo, donde todos tenían

ternacional”. Pero la gran sorpresa al examinar

interpretaciones muy diferentes de esas ideas.

el amplio rango de influencias y actores trans-

En un contexto latinoamericano, la ausencia de

nacionales que moldearon la oposición a la UP es

la Unión Soviética como protagonista central

cuán fundamentalmente antidemocráticos eran.

también es sorprendente.

La dictadura de Brasil y la España franquista,

Los años de la UP también nos ayudan a de-

por no hablar de la corrupta democracia al estilo

terminar de qué se trataba la Guerra Fría. Entre

estadounidense en la era de Watergate, no ofre-

1970 y 1973, así como durante la campaña elec-

cían ejemplos brillantes de valores democráti-

toral de 1970 (y 1964), los opositores de Allen-

cos. Al final no fue la izquierda la que destruyó

de habían argumentado sistemáticamente que

la democracia de Chile, sino el ejército, con un

la democracia estaba en peligro: que solo votar

fuerte apoyo de los llamados defensores de la

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democracia que se habían opuesto a Allende des-

John Lewis Gaddis llamó una “larga paz”, los

de el principio. Por lo tanto, considerar la Guerra

pueblos de América Latina, África y Asia experi-

Fría como una lucha contra el comunismo y a fa-

mentaron conflictos y derramamiento de sangre.

vor de la democracia no tiene sentido. En el caso

En Chile, tres años después de que miles de se-

de Chile, se convirtió en una cruzada contra la

guidores y espectadores extranjeros se hubieran

democracia bajo el nombre del anticomunismo.

congregado en el Estadio Nacional para la inau-

Como es bien sabido, esta Guerra Fría global

guración del gobierno de Allende, el complejo

tuvo un alto costo humano. Más de 3.000 perso-

deportivo se convirtió en un sitio de represión de

nas fueron asesinadas o desaparecidas en Chile

la Guerra Fría. Cabe destacar, sin embargo, que

entre 1973 y 1990, y hubo más de 40.000 tortu-

no solo estaba involucrado el personal militar

rados y 200.000 exiliados. Cientos de miles más

chileno en el interrogatorio y la tortura de pri-

sufrieron destinos similares en América Latina y

sioneros, sino también miembros de las Fuerzas

millones murieron en todo el mundo, mientras

Armadas brasileñas. Esto era lógico en muchos

los amargos legados de violencia y guerras de

sentidos: la culminación de una ofensiva de la

memoria sobre el pasado persisten hasta nues-

Guerra Fría interamericana contra la izquierda

tros días. Como muestra Chile, las consecuencias

en todas sus formas y el comienzo de una nueva

de la Guerra Fría en todo el mundo estaban, por

fase de coordinación regional de derecha que de-

lo tanto, muy lejos de ser “frías”. Mientras que

terminaría el futuro del Cono Sur.

Europa experimentó la Guerra Fría como lo que

Tanya Harmer es historiadora y profesora de Historia Internacional en el London School of Economics. Ha sido profesora visitante en la Universidad de Columbia y en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Se ha especializado en la Guerra Fría Latinoamericana y su dimensión global, con especial énfasis en Chile. Ha publicado los libros El gobierno de Allende y la Guerra Fría Interamericana (UDP, 2013) y, recientemente, Beatriz Allende. A Revolutionary Life in Cold War Latin America (The University of North Carolina Press, 2020).

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

LA UNIDAD POPULAR ANTE LA HISTORIA: UN PANORAMA HISTORIOGRÁFICO JOSÉ MANUEL CASTRO

l gobierno de Salvador Allende es el período

E

han aparecido a lo largo de todo el mundo y en

de la historia de Chile que más interés ha gene-

diferentes idiomas1. La Biblioteca Nacional de

rado entre los investigadores, tanto en nuestro

Chile —que conserva todos los libros publicados

país como en el mundo. Desde 1973 en adelante

en el país— contabiliza más de 240 libros regis-

las publicaciones sobre el gobierno de la Unidad

trados tan solo con la entrada “Salvador Allen-

Popular no han dejado de multiplicarse, siendo

de”, mientras que Google Scholar registra más

examinada no solo desde la historia, sino tam-

de 700 investigaciones que llevan en su título la

bién desde disciplinas como la ciencia política,

entrada “Unidad Popular”.

la sociología, la literatura o el periodismo, las

El experimento chileno causó interés desde un

que muchas veces han tomado la iniciativa en el

comienzo, y distintos especialistas se traslada-

estudio de estos años polémicos y convulsos de

ron a Chile para observar de primera fuente el

la historia nacional. También abundan las me-

proceso político que prometía una transición al

morias y entrevistas, en las que distintos acto-

socialismo por vía democrática. Uno de los casos

res de la época han plasmado sus experiencias y

más interesantes fue el del afamado historiador

recuerdos sobre la transición chilena al socialismo. Tal como ha apuntado Franck Gaudichaud, nos encontramos frente a un verdadero “océano bibliográfico” en los estudios publicados sobre Chile y el gobierno de la Unidad Popular, los que 16

1

Franck Gaudichaud, Chile 1970-1973. Mil días que estremecieron al mundo. Poder popular, cordones industriales y socialismo durante el gobierno de Salvador Allende (Santiago: LOM Ediciones, 2016), 30.


británico Eric Hobsbawm, quien escribió con en-

dirigida por Alejandro San Francisco, cuyos to-

tusiasmo y escepticismo parte de lo que observó

mos 5 y 6 se dedican al estudio del gobierno de

en Chile en 1971 en la revista The New York Review

la Unidad Popular. En estos volúmenes —que

of Books:

juntos suman casi mil seiscientas páginas— la Unidad Popular y “las vías chilenas al socialis-

La experiencia chilena es así mucho más que una pieza de exotismo político para observadores de países desarrollados. El socialismo nunca llegará a, digamos, Europa occidental, por la vía china o vietnamita, pero es por lo menos posible reconocer en Chile las tendencias de situaciones políticas que pueden darse en naciones industrializadas, como también las estrategias que podrían aplicarse allí, y aun los problemas y dificultades de la ‘vía pluralista’. Esto no significa que esta vía deba fracasar, y ciertamente no significa que no deba ser intentada […] Un apostador que permitiera inclinar su juicio, apenas, a su natural simpatía por Allende, le daría una probabilidad de seis a favor y cuatro en contra, lo que no es desalentador. Si dejara de lado por completo su simpatía, diría una a que gana, dos a que pierde. Incluso así, es mucho más de lo que nadie hubiera apostado por los bolcheviques después de la Revolución de octubre. O, ya que estamos, por la victoria de Allende trece meses atrás2.

mo” son examinadas como un período de cierre de una “era revolucionaria” en que la transformación radical de lo político fue definida, primero, desde el cristianismo revolucionario democratacristiano encabezado por el presidente Eduardo Frei Montalva desde 1964, para luego intentar una transformación de orientación marxista desde 1970 con Salvador Allende a la cabeza. Por su parte, Joaquín Fermandois ha trabajado también en profundidad y extensamente el gobierno de la Unidad Popular, inserto tanto en el desarrollo del Chile republicano como en el escenario histórico global. Así, a Chile y el mundo 1970-1973 publicado en 1985, se ha sumado su monumental obra La revolución inconclusa, aparecida a cuarenta años del golpe de Estado y que ya cuenta con una nueva edición en tres tomos4. Remontándose incluso al siglo XIX, Fermandois

La “vía chilena al socialismo” ha animado es-

aborda los tres años de lo que ha denomina-

tudios históricos de distinta naturaleza y mag-

do como “crisis nacional”, en que la revolución

nitud. Por una parte, ha sido tratada en obras de

promovida por la Unidad Popular era inseparable

carácter general que la examinan en el contexto

de la larga historia de la izquierda chilena en el

del desarrollo de Chile republicano y el siglo XX.

siglo XX5.

Este es el caso de la obra de Gonzalo Vial, quien

Otras investigaciones también se han esfor-

pretendía con su Historia de Chile (1891-1973)

zado en comprender el gobierno de la Unidad

comprender el desarrollo y crisis de la democra-

Popular en el contexto del desarrollo y crisis

cia chilena entre los suicidios presidenciales de

democrática de Chile durante el siglo XX. Es el

José Manuel Balmaceda y Salvador Allende. En

caso de la Historia del siglo XX chileno. Balan-

la introducción a esa obra, la pregunta central

ce Paradojal, escrita por Sofía Correa, Consuelo

que Vial trataba de dilucidar era por qué había

Figueroa, Alfredo Jocelyn-Holt, Claudio Rolle y

fracasado el régimen democrático chileno: “es

Manuel Vicuña, en que distinguen que en el pe-

importante ahora, cuando queremos y busca-

riodo 1967-1973 “se despliega todo un espiral

mos constituir otra democracia, saber qué en-

revolucionario que revienta el 11 de septiembre,

fermedad mató a la primera”3. Por otro lado —y

con el golpe de Estado”6. Otro ejemplo es His-

retomando la tradición de escribir historias ge-

toria de Chile 1860-1973 de Adolfo Ibáñez Santa

nerales— recientemente han aparecido dos nuevos volúmenes de Historia de Chile 1960-2010, 2 El artículo se encuentra reproducido con el título “Chile: año uno” en Eric Hobsbawm, Sobre América Latina. ¡Viva la revolución! (Barcelona: Crítica, 2018), 394-395 y 420-421. 3 Gonzalo Vial, Historia de Chile (1891-1973) (Santiago: Editorial Zig-Zag, 2001), 7.

4 Joaquín Fermandois, La revolución inconclusa. La izquierda chilena y el gobierno de la Unidad Popular (Santiago: Centro de Estudios Bicentenario, 2019). 5 Joaquín Fermandois, La revolución inconclusa, 19. 6 Sofía Correa, Consuelo Figueroa, Alfredo Jocelyn-Holt, Claudio Rolle y Manuel Vicuña, Historia del siglo XX chileno. Balance Paradojal (Santiago: Editorial Sudamericana, 2001), 8.

17


L A UNIDAD POPUL AE ANTE L A HIS TORIA: U N PAN ORAMA HIS TORIOGRÁFIC O

María, que considera el periodo 1960-1973 como

El género ensayístico también ha sido rele-

el de la “modernidad revolucionaria” en que el

vante a la hora de ofrecer luces e interpretacio-

empuje de las ideologías y de los partidos revo-

nes sobre el gobierno de la Unidad Popular y el

lucionarios buscaban dar respuestas a problemas

quiebre de la democracia chilena. Entre estas

que la institucionalidad de la época no era capaz

propuestas destacan al menos dos: Ensayo histó-

de canalizar, montando “maquinarias de poder

rico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos

total que desencadenaron la creciente tensión

XIX y XX, de Mario Góngora, y El Chile perple-

a que se vio sometido el país durante la década

jo. Del avanzar sin transar al transar sin parar, de

revolucionaria”. Entonces, siguiendo en parte la

Alfredo Jocelyn-Holt. Para Góngora, la Unidad

interpretación de Mario Góngora, para los acto-

Popular debe ser comprendida en el marco de

res de la época las soluciones a los males sociales

las “planificaciones globales” desarrolladas en-

solo podían ser encontradas “en la acción polí-

tre 1964 y 1980, ligada “a la causa del marxismo

tica total”7. Finalmente, la Historia contemporá-

internacional, a la Unión Soviética y a Fidel Cas-

nea de Chile, de Gabriel Salazar y Julio Pinto, es

tro”. Entonces, Chile figuró “en un horizonte de

otro de los esfuerzos por situar el gobierno de

guerra ideológica mundial”, que adquirió ribetes

la Unidad Popular en el marco general del siglo

dramáticos durante el último año de gobierno,

XX, argumentando que la crisis democrática no

desde el Paro de Octubre de 1972 hasta la inter-

tiene como responsable único al gobierno de

vención militar en septiembre de 1973, refleján-

Salvador Allende, sino que este pagó los costos

dose en una “guerra civil todavía no armada pero

acumulados previamente por “la crisis terminal

catastrófica, análoga a los últimos meses de la

del Estado de 1925”8. En cuanto a lo político, Sa-

República Española”12. Por su parte, Jocelyn-Holt

lazar y Pinto estiman que la transición chilena al

destaca que el gobierno de la Unidad Popular re-

socialismo “se halló muy pronto maniatada en

presentó un período especialmente denso, “car-

la jaula liberal tendida desde 1925 por la Cons-

gado de capital histórico acumulado”. Salvador

titución Política. Solo estando dentro de ella la

Allende era consciente que en él confluían no

Unidad Popular comprendió lo importante que

solo sus adherentes y los partidos políticos que

era descerrajarla”9. En una línea similar, Tomás

apoyaron al gobierno inicialmente en las urnas

Moulian destaca aquellos factores de largo plazo,

o en la disputa política posterior, sino que su

señalando que la crisis de 1973 fue el resultado de

mandato hundía sus raíces en la larga historia

un lento proceso de incubación desde al menos

de luchas del socialismo chileno —remontándo-

mediados del siglo XX, en que hubo un desequi-

se incluso al siglo XIX— así como en corrientes

librio entre democratización política y desarrollo

políticas centrales de la historia de Chile, como

económico.10 A esto, Moulian añade la relevancia

el radicalismo, el laicismo, el balmacedismo, el

de la contradicción entre las dos líneas estraté-

desarrollismo, el sindicalismo y el movimiento

gicas de la Unidad Popular en la dirección del go-

universitario13.

bierno, cuestión que no logró ser resuelta en los tres años de administración socialista11.

Por último, donde más han proliferado los estudios sobre la Unidad Popular es en las investigaciones monográficas. Prácticamente no

7 Adolfo Ibáñez Santa María, Historia de Chile (18601973). Tomo 2 (Santiago: Centro de Estudios Bicentenario, 2013), 12-13. 8 Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea de Chile I. Estado, legitimidad, ciudadanía (Santiago: LOM Ediciones, 1999), 67. 9 Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea de Chile I, 164. 10 Tomás Moulian, Democracia y socialismo en Chile (Santiago: LOM Ediciones, 2018), 143 11 Tomás Moulian, Democracia y socialismo en Chile, 41.

18

existe episodio o dimensión del experimento

Ver también Alan Angell, Chile de Alessandri a Pinochet: en busca de la utopía (Santiago: Editorial Andrés Bello, 1993), 62-63. 12 Mario Góngora, Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX (Santiago: Ediciones La Ciudad, 1981), 130-132. 13 Alfredo Jocelyn-Holt, El Chile Perplejo. Del avanzar sin transar al transar sin parar (Santiago: Ariel, 2001), 115-117.


socialista chileno que no haya sido abordado por una ingente cantidad de investigaciones especializadas, las que abordan temas tan variados y disímiles como el papel de militares, pobladores, sindicatos, iglesias, partidos políticos o campesinos; la reforma agraria; biografías de líderes políticos; análisis de la música y el arte del período; el movimiento estudiantil, los mapuches, la cultura de masas, el derecho, la intervención extranjera o los lenguajes políticos y las ideologías. Entre estas, destacan por su cantidad los estudios, biografías o memorias dedicadas a Salvador Allende, verdadero símbolo de una época y de una causa, quien probablemente sea el personaje de la historia de Chile más estudiado tanto en el país como en el extranjero. Unidad Popular: visiones contrapuestas Los más de cuarenta años de robusta producción historiográfica sobre el gobierno de la Unidad Popular están cruzados al menos por dos características centrales. En primer lugar, la historiografía ha sido un escenario de disputa: mientras una visión enfatiza la crisis institucional, económica, social y moral acelerada por el gobierno de Salvador Allende, cuestión que habría sido decisiva tanto en el desenlace final del gobierno como en la crisis democrática, la otra recoge principalmente —bajo la perspectiva de la “batalla por la memoria”— la experiencia histórica de distintos actores sociales que vivieron esos años “desde abajo” y adhirieron al proyecto de transformaciones socialistas. Por una parte, una visión que podría denominarse como “historia política clásica” ha buscado comprender la dinámica que llevó al fracaso y fin abrupto del gobierno; por otra parte, la “nueva historia social” ha optado preferentemente por un ejercicio de reconstrucción de memoria, la que es entendida como una “práctica social a través de la cual los sujetos, individual o colectivamente, construyen sentidos respecto del pasado”14. Esta última visión es la que anima obras como

14 Pedro Milos (ed.), Memoria a 40 años. Chile 1970. El país en que triunfa Salvador Allende (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado), 12.

19


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

Cuando hicimos historia. La experiencia de la Uni-

gobierno con una minoría electoral y con estre-

dad Popular o Fiesta y drama. Nuevas historias de

cha ventaja sobre su contendor Jorge Alessandri,

la Unidad Popular, libros que examinan las ex-

manteniendo su carácter minoritario tanto en las

periencias y el sentido que tuvo el gobierno de

elecciones municipales de 1971 como en las par-

Allende para sus partidarios en la base social:

lamentarias de 197317.

pobladores de izquierda, movimiento sindical,

Por su parte, al ofrecer una “explicación plu-

“cristianos por el socialismo” y campesinos re-

ricausal” de la gran crisis chilena, la Historia de

volucionarios. Como explica su editor, Julio Pin-

Chile 1960-2010 sostiene que aunque muchos de

to, el carácter festivo que tuvo la Unidad Popular

los problemas que enfrentó el país en los años

para sus seguidores no era otra cosa que “la con-

setenta se arrastraban por varias décadas, es po-

ciencia de haber hecho historia. De que, al me-

sible reconocer algunos elementos que llevaron a

nos por un momento, la historia se convirtió en

una crisis terminal de la democracia precisamen-

proyecto a realizar, y no en el dominio eterno e

te durante el gobierno de Allende: la polariza-

inconmovible de poderes fácticos” . A pesar de

ción, la violencia, el odio político y la enemistad

15

su interesante propuesta,

cívica en que la doctri-

tal perspectiva de la his-

na de la lucha de clases

toria social ha quedado al debe en el estudio de la experiencia de los diversos grupos que componen

La historiografía ha sido un escenario de disputa: mientras una visión enfatiza la crisis institucional,

una base social heterogé-

económica, social y moral acelerada

nea, así como el estudio

por el gobierno de Salvador Allende,

de otros sectores sociales fundamentales para una mejor comprensión del

la otra recoge principalmente la experiencia histórica de distintos

período, como los grupos

actores sociales que vivieron esos

de clase media afines o

años “desde abajo”.

contrarios al gobierno.

jugó un papel central; la politización militar y la militarización de la política, que se hizo evidente desde que el Comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats asumió como Ministro del Interior tras el Paro de Octubre; la discordia

institucional,

que incluía acusaciones cruzadas entre gobier-

En contraste con la “nueva historia social”, la

no y oposición sobre el respeto a la Constitución

historia política ha buscado comprender, expli-

Política y la adhesión a la democracia18. Algunos

car y evaluar la dimensión propiamente política

elementos que también están presentes en el de-

de la UP. Al preguntarse por su fracaso, Alfredo

sarrollo del gobierno de Allende y que incidieron

Jocelyn-Holt ofrece algunas respuestas rotun-

en el colapso de la democracia fueron la erosión

das: “El Gobierno de la Unidad Popular a todas

del centro político, la movilización social, el

luces, y por donde se le mire, fue un desastre”;

desencadenamiento de un proceso revoluciona-

“La UP naufragó porque no supo gobernar”; “En

rio imposible de canalizar institucionalmente y

el plano económico, la UP fue de una irrespon-

la legitimación de la violencia en la disputa por el

sabilidad patente”; “El desorden público fue

poder político, no solo en la extrema izquierda o

un rasgo constante del gobierno”16. Al mismo

la extrema derecha, sino también en los partidos

tiempo, destaca que, a pesar de su vocación profundamente transformadora y revolucionaria y de que logró conservar un apoyo popular, fue

17 Alfredo Jocelyn-Holt, El Chile Perplejo, 121.

siempre un gobierno de minoría, que accedió al

18 Alejandro San Francisco (Director General), José Manuel Castro, Milton Cortés, Myriam Duchens, Gonzalo Larios, Monserrat Risco, Alejandro San Francisco, Ángel Soto, Historia de Chile 1960-2010. Tomo 6. Las vías chilenas al socialismo. El gobierno de Salvador Allende (1970-1973). Segunda Parte (Santiago: Universidad San Sebastián / CEUSS, 2019), 744-748.

15 Julio Pinto (ed.), Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular (Santiago: LOM, 2005), 5. 16 Alfredo Jocelyn-Holt, El Chile Perplejo, 121.

20


políticos institucionales19. Adicionalmente, Paul

sus principales tesis en el llamado Manifiesto de

Sigmund explica que en sus presidencias tanto

Historiadores. Contrarios a las propuestas de Vial,

Frei como Allende debieron enfrentar el desafío

el grupo de académicos estimaba que “la polari-

de conseguir cambios revolucionarios, man-

zación de la política no se debió tanto al carácter

teniendo una economía productiva y la demo-

‘intransigente’ de las planificaciones globales

cracia política. Particularmente sobre Allende,

introducidas desde 1964, sino más bien al efecto

Sigmund destaca que los elementos importantes

acumulado de la estagnación económica y la cri-

de la crisis fueron, por un lado, “la contradicción

sis social, que se arrastraban de, cuando menos,

entre democracia y marxismo” y “la fragilidad

comienzos de siglo”21. Además, indicaban que

de la economía chilena y un sistema político

“el incremento de la violencia social-popular y la

arcaico”, pero también “los errores políticos de

radicalización política de una parte de la Izquier-

Allende” .

da y de un sector relevante de la juventud chile-

20

Otra de las características relevantes sobre

na” no tenía como base exclusiva el “embrujo del

la historiografía de la Unidad Popular es que el

guevarismo”, sino la constatación del fracaso de

diálogo y el debate académico y directo de las

los gobiernos previos a la Unidad Popular, “todos

visiones contrapuestas ha tenido lugar en esca-

los cuales reprimieron con violencia la protesta

sas oportunidades. Probablemente la más lla-

social”22. Los autores del Manifiesto expresaron

mativa y que causó mayor interés público fue la

también que “dada la sólida votación lograda por

polémica generada tras la detención del general

la Unidad Popular en marzo de 1973 (43,3%), las

Pinochet en Londres en 1998. Para entonces, a

fuerzas de Derecha desecharon el trámite par-

raíz de una serie de fascículos sobre la historia

lamentario para impulsar el golpe militar (se

del periodo 1964-1973 que Gonzalo Vial publica-

arrojó maíz al paso de los soldados, acusándolos

ba en el diario La Segunda, un grupo inicialmen-

de ‘gallinas’)”23. Finalmente, argumentaron que

te de once especialistas —Mario Garcés, Sergio

“las tesis históricas de Gonzalo Vial se refieren

Grez, María Eugenia Horvitz, María Angélica

al período que permite explicar (y justificar) el

Illanes, Leonardo León, Pedro Milos, Julio Pinto,

Golpe de Estado de 1973”24. La réplica de Gonzalo

Armando de Ramón, Jorge Rojas, Gabriel Salazar

Vial aparecería en el mismo diario La Segunda, en

y Verónica Valdivia— se organizó para responder

la que, entre otras cuestiones, explicaría que “los fascículos no justifican ni desjustifican nada. Su

19 Ver Alan Angell, “Chile since 1958”, en Leslie Bethell (ed.), The Cambridge History of Latin America. Volume VIII. Latin America since 1930 (Cambridge: Cambridge University Press, 1991), 311-382; Arturo Valenzuela, The breakdown of democratic regimes, Chile (Baltimore: John Hopkins University Press, 1978). 20 Paul Sigmund, The Overthrow of Allende and the Politics of Chile 1964-1976 (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1977), 10-11.

tarea quiere ser histórica. Exponer los hechos, sus causas y consecuencias… el cómo y por qué 21 Sergio Grez y Gabriel Salazar (compiladores), Manifiesto de historiadores (Santiago: LOM Ediciones, 1999), 14. 22 Ibid. 23 Ibid. 24 Ibid.

21


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

estabilidad político-social, ningún consenso viable, con el 20% de la población sumido en la miseria física y moral del marginado. El progreso del resto de la sociedad exacerba la rebeldía del marginado”27. Para Vial, un síntoma de la decadencia se explicaba por “la forma irregular del progreso social, dejando inmensos ‘bolsones’ de marginados, [lo que] tiene un vínculo estrecho y evidente con el maridaje partidos/grupos de presión…Precisamente resultan marginados quienes carecen de poder de presión y, a causa de ello, no tienen influjo político ni —en consecuencia— partidos que los interpreten y amparen”28. Más adelante subrayaría este argumento: “el país, hacia los años 70, aún tenía un segmento considerable de su población sumido en una miseria material y también moral (ignorancia, ilegitimidad, aborto, desesperanza que lleva al suicidio, etc.) incompatible con la perfección de las formas democráticas alcanzada paralelamente”29. Finalmente, Gonzalo Vial estima que la ausencia de un “consenso doctrinario” se hizo más patente en la década de 1960 y 1970 debido a la intolerancia ideológica, afirmándose, por el contrario, “la necesidad imperiosa de liquidar suceden las cosas. Ello no implica aprobar ni re-

al adversario ideológico y político”. Este cam-

probar lo sucedido”25.

bio de mentalidad se explica por la “aparición

A pesar de que esta polémica tuvo lugar en

de las intransables ‘planificaciones globales’…, y

1999, Gonzalo Vial había ofrecido su interpreta-

el intento de imponerlas por gobiernos social y

ción sobre la crisis chilena durante la década an-

políticamente minoritarios”, y por la influencia

terior. Apegado a su interpretación de la historia

de las ideas de la Revolución cubana, que susten-

nacional, propuso como causa del derrumbe de

taban “la inutilidad de los métodos pacíficos y la

la democracia chilena la ruptura o ausencia de

inevitabilidad del enfrentamiento armado”30.

tres consensos: político, social y doctrinario. El primero se relacionaba con una serie de fallas

Guerra Fría e intervención extranjera

y vicios de los partidos políticos, como interferencia excesiva en los gobiernos, indisciplina,

Durante los años sesenta y setenta Chile vivió

financiamiento sin regulación y ceguera fren-

en el “ojo del huracán” de la Guerra Fría, resol-

te a los graves problemas sociales. La ausencia

viéndose en nuestro país un capítulo local de la

de un consenso social se expresaba en que “los innegables progresos económicos, políticos y sociales de nuestro siglo XX alcanzaron a vastos sectores de la población chilena, pero no a los marginados”26. Para Vial, “no hay ninguna

25 Gonzalo Vial, “Reflexiones sobre un manifiesto”, La Segunda, 12 de febrero de 1999. 26 Gonzalo Vial, “Decadencia, consensos y unidad na-

22

cional en 1973”, Dimensión histórica de Chile, N° 1 (Santiago, 1984), 157. 27 Ibid. 28 Ibid. 29 Gonzalo Vial, “Alrededor de los sucesos de 1973”, Dimensión histórica de Chile, N° 3 (Santiago, 1986), 256. 30 Gonzalo Vial, “Decadencia, consensos y unidad nacional en 1973”, 158.


disputa global entre capitalismo y socialismo. En

el proceso revolucionario que habían iniciado”33.

cuanto al peso de la intervención extranjera en

Además, el estudio de Harmer reconoce una di-

los asuntos locales, una postura ampliamente

námica regional en el desarrollo de la “Guerra

difundida es la que destaca la relevancia decisi-

Fría Interamericana”, que incluía la activa parti-

va de la intervención estadounidense en el de-

cipación de Brasil y Cuba en los asuntos chilenos,

sarrollo político de Chile durante la UP. A partir

las que deben ser comprendidas no bajo la lógica

de la documentación desclasificada en la que se

de una “historiografía de la recriminación” que

demuestra que Richard Nixon aprobó la aplica-

busca encontrar culpables para los sucesos po-

ción de programas de desestabilización política

líticos, sino desde una perspectiva comprensiva,

y económica en Chile, se argumenta que el rol

interesada en preguntarse por qué y cómo ocu-

norteamericano habría sido determinante en el

rren los acontecimientos y en examinar el papel

golpe de Estado31. Sin embargo, desde un enfoque

de todos los actores que confluyeron en la com-

que recupera la agencia de los actores locales,

pleja historia del gobierno de la Unidad Popular34.

Tanya Harmer explica que “los chilenos fueron

A cincuenta años de las elecciones presiden-

el factor determinante de las relaciones interna-

ciales de 1970, conviene volver a reflexionar en

cionales y del futuro de su país más que espec-

torno a estas preguntas elementales, no para

tadores pasivos que miran (y son afectados por)

justificar hechos ni para inculpar o exculpar a

32

las acciones de afuera” . Añade que “fueron los

uno u otro sector político que protagonizó la gran

militares chilenos, no Washington, quienes en

crisis chilena, sino para comprender mejor cómo

última instancia decidieron actuar y, a pesar de

y por qué se originaron revoluciones en Chile y

los preparativos de Cuba para enfrentar un gol-

cómo y por qué la convivencia democrática se vio

pe, fueron también Allende y la izquierda chilena

entonces interrumpida.

quienes estuvieron incapacitados para defender 31 Ver Thomas F. O’Brien, Making the Americas. The United States and Latin America from the Age of Revolutions to the Era of Globalization (Albuquerque: University of New Mexico Press, 2007); Peter Kornbluh, The Pinochet File. A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability (Nueva York: The New Press, 2013); Lubna Z. Qureshi, Nixon, Kissinger, and Allende. U.S. Involvement in the 1973 Coup in Chile (Lanham: Lexington, 2009). 32 Tanya Harmer, El gobierno de Allende y la Guerra Fría Interamericana (Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales, 2013), 22.

33 Tanya Harmer, El gobierno de Allende y la Guerra Fría Interamericana, 288. 34 Ibid.

José Manuel Castro es licenciado y magíster en historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, investigador del Instituto de Historia y del CEUSS de la Universidad San Sebastián y actualmente realiza sus estudios doctorales en historia en University College London. Es autor de Jaime Guzmán. Ideas y política. 1946-1973 (Centro de Estudios Bicentenario, 2016) y coautor del volumen colectivo Historia de Chile 1960-2010 (CEUSS, 2018-2020), del cual se han publicado los seis primeros tomos.

23


PATR IC K IB ER :

“El mensaje de la libertad cultural era mucho más apto para Europa del Este que para América Latina” POR GUILLERMO PÉREZ C.

24


La trama que se relata en Neither Peace Nor Freedom: The Cultural Cold War in Latin America tiene mucho de novela de detectives: agentes encubiertos, eventos de alta sociedad, sofisticación cultural, engaños, confabulaciones y secretos. Pero, a diferencia de muchos libros del género, el de Patrick Iber tiene poco de ficción: está basado en una sólida investigación de archivo que desmenuza los esfuerzos de Estados Unidos y la Unión Soviética por conquistar el mundo no por medio de las armas, sino a través de las ideas y las representaciones culturales. Formado en las universidades de Stanford y Chicago, el académico de la Universidad de Wisconsin relata aquí algunos de los pormenores del contexto internacional y cultural que rodeó los años de la Unidad Popular. En tu libro relatas la historia de la Guerra Fría

¿Cuáles son las diferencias con su dimensión

cultural en Latinoamérica, ¿a qué te refieres

propiamente política?

cuando utilizas ese término? Los políticos pueden buscar alianzas entre paíLa Guerra Fría fue una competencia entre civi-

ses, pero los artistas y los poetas pueden influir

lizaciones que incorporó muchas dimensiones.

en nuestras vidas de una manera mucho más

En definitiva, fue un conflicto en el que ambos

íntima. El objetivo del arte (o de la propaganda,

contendores querían demostrar la superioridad

quizás) de la Guerra Fría cultural fue crear una

de sus formas de vida. Y ahí es donde entra la

manera no solo de pensar el mundo, sino de sen-

dimensión específicamente cultural. Los artistas

tirlo emocionalmente. De inspirar lo que Ray-

plásticos, músicos, científicos o escritores —e

mond Williams llamaba los “structures of feeling”

incluso jugadores de ajedrez— se convirtieron,

que orientan a la élite cultural —y, tras ellos, a

bajo ciertas circunstancias, en símbolos de toda

la gente común— hacia una manera de sentir el

una manera de vivir. Y muchos aceptaron ese pa-

conflicto.

pel, tratando de demostrar con su obra la superioridad o del comunismo o de la democracia.

Por dar un ejemplo concreto: la radio de Estados Unidos transmitía el jazz hacia Europa del Este, difundiéndolo como una música que simbolizaba la libertad. Se hizo lo mismo con el expresionismo abstracto en las artes plásticas,

25


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

argumentando que esta forma de arte solo era

Al comienzo, la URSS fue muy hábil para adue-

posible en una sociedad “libre”, sin el control

ñarse del ideal de la paz. De hecho, hasta 1956

estatal que reinaba bajo el comunismo.

los soviéticos entregaron el “Premio Stalin de la Paz entre los pueblos”. Estados Unidos, en

Aunque estos años se suelen comprender de

cambio, no tuvo el mismo éxito a la hora de

manera dicotómica, en tu libro muestras que

promover lo que ellos llamaban libertad cultu-

a veces los límites eran difusos. Por ejemplo,

ral. ¿Cómo se explica aquello?

ciertas corrientes comunistas contrarias a Stalin en muchas ocasiones trabajaron con Esta-

La verdad es que, durante los primeros años de

dos Unidos para desprestigiar al líder soviético.

la década del cincuenta, los artistas que se inclinan por el lado comunista son superiores a sus

Muchos trotskistas, anarquistas y socialistas

oponentes anticomunistas. Pablo Neruda, Jorge

moderados, que fueron perseguidos durante la

Amado y Diego Rivera, por ejemplo, son tres ar-

Guerra Civil española y que partieron al exilio a

tistas que retoman los mensajes que promovía la

México o a Chile, culparon al partido comunis-

Unión Soviética, como su carácter de país pací-

ta y a Stalin por la pérdida de la República. Así,

fico y la condición belicista del mundo capita-

empezaron a buscar los medios para convencer

lista. Los anticomunistas no tienen a nadie que

al mundo de su punto de vista. En los años cin-

pueda comparárseles. Además, el mensaje de

cuenta, muchos de estos —destaca entre ellos

“paz” promovido por la URSS es atractivo. Esta

Julián Gorkin, militante del Partido Obrero de

percepción va cambiando con los años, debido a

Unificación Marxista (POUM)— terminan tra-

las acciones belicistas del bloque comunista y las

bajando con la CIA para diseminar mensajes

revelaciones sobre el actuar de Stalin, entre otras

antiestalinistas.

cosas. Incluso Neruda y Amado se van distanciando de su obra más didáctica de ese período.

¿Cuál es el rol que juega León Trotsky en la configuración de la Guerra Fría cultural en América

En esta historia uno ve a la figura de Neruda

Latina?

siempre rondando. Desde la Guerra Civil española, la ley maldita, los intentos de Estados

El último exilio de Trotsky es en México, que en

Unidos para impedirle el Nobel en 1963, hasta

los años del presidente Lázaro Cárdenas (1934-

su muerte diez años después. ¿Cuál fue su papel

1940) mantuvo una generosa política de asilo.

en la Guerra Fría cultural?

Los seguidores y simpatizantes de Trotsky fueron intensamente antiestalinistas y se organi-

Fue clave. Neruda, obviamente, tomó muy en

zaron para desprestigiar a la Unión Soviética,

serio lo que veía como su quehacer político. Or-

mientras que Trotsky fue asesinado por un agen-

ganizó conferencias para la ayuda de España,

te de Stalin a fines de 1940.

para la paz; escribió para generar solidaridad latinoamericana y para despertar un sentimiento

Al parecer, lo quisieron matar varias veces…

antiimperialista, entre otras cosas. El Canto General, por ejemplo, es una interpretación histó-

En mayo de ese año hubo otro intento, liderado

rica de la realidad latinoamericana que buscaba

nada menos que por el célebre muralista David

desembocar en la realización del comunismo.

Alfaro Siqueiros. Luego de eso, Siqueiros huye de

Sin embargo, la vida de Neruda también refleja

México con la ayuda de Pablo Neruda. Por eso es

las dificultades y las divisiones de la Guerra Fría

que hay murales de él en Chillán.

cultural en América Latina. Por ejemplo, es objeto de mucha crítica por parte de los cubanos por haber participado en una conferencia en Nueva York en 1966, y en privado expresa sus reservas ante lo que llama el “culto a Fidel”.

26


¿Le faltó un intelectual como Pablo Neruda a los intereses de Estados Unidos? Sin duda. ¿Hubo esfuerzos de Estados Unidos para convertir a Jorge Luis Borges en esa figura? El instrumento principal que tenía Estados Unidos para combatir en la Guerra Fría cultural se llamaba Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC), un grupo de intelectuales no comunistas que recibía algo de financiamiento de fundaciones como la Ford, aunque la mayoría provenía de la CIA. Ahora bien, no todos los que participaban en sus proyectos —que incluían revistas, conferencias, mesas redondas, galerías de arte— lo sabían. El CLC veía en Borges una contraparte de Neruda: un escritor original, capaz de ganar un Nobel. Lo llevaron a Europa, publicaron sus cuentos en revistas importantes en Londres y en otros lugares para elevar su perfil. Y tienen cierto éxito, aunque nunca logró ganar ese premio que sí consiguió Neruda. ¿Por qué? Esto tiene relación, en parte, con la política. El antiperonismo de Borges lo lleva cada vez más hacia posiciones conservadoras, e incluso a defender a gobiernos militares. Eso era mal visto: el candidato ideal para algo como el CLC era un anticomunista de centroizquierda, no un liberal de derecha. En ese intento por atraer intelectuales de renombre, supuestamente la CIA también le compró un campo y le pagó un sueldo a Juan Rulfo… Es complicado, y no quiero calumniar a Juan Rulfo, pero está demostrado que la Fundación Farfield, una fachada de la CIA, se interesó en un Centro de Escritores Mexicanos donde él trabajaba. El CLC le pagó el sueldo a Rulfo por dos años, y la Fundación Farfield le compró un terreno argumentando que con menos responsabilidades podría escribir más y posiblemente convertirse en el anti-Neruda que querían. A Rulfo, sin

Muchos artistas e intelectuales se involucraron en la Guerra Fría cultural. De arriba a abajo, Juan Rulfo, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges y David Alfaro Siqueiros.

27


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

embargo, creo que no le interesó tal cosa. Se fue

para la izquierda era preciso defender la sobera-

al campo, lo pasaba bien, pero nunca más escri-

nía nacional frente a la injerencia norteamerica-

bió algo como Pedro Páramo o El llano en llamas.

na; segundo, porque representaba la esperanza de que se podía refundar un país. Con las muchas

Algunas historias de tu libro dan cuenta de una

y muy obvias injusticias en otros países, era bas-

Guerra Fría cultural mucho más precaria de lo

tante difícil dejar de considerar a Cuba como la

que uno se imaginaría. Iniciativas como Mundo

posibilidad de un cambio deseado. Pensemos en

Nuevo o intentos de posicionar a algunos inte-

la recepción de Persona non grata de Jorge Ed-

lectuales como Robert Lowell (que en una gira

wards, por ejemplo, que entre ciertos círculos

por Latinoamérica terminó internado en una

nunca ha sido perdonado por escribir de sus ex-

clínica siquiátrica), resultaron en rotundos fra-

periencias como representante del gobierno de

casos. ¿Qué explica esa dificultad de los Estados

Allende en Cuba.

Unidos para desempeñarse en el plano cultural? En tu investigación señalas que a partir del caso Primero, porque los artistas e intelectuales no

Padilla se destapan las aberraciones de la Re-

suelen ser necesariamente muy fiables, como

volución cubana y se recrudece la represión y la persecución…

en el caso de Lowell. Segundo, las revistas, por ejemplo, Cuadernos, publicada por el CLC entre 1954 y 1965, adoptaron un perfil anticomunista poco atractivo para gente joven de esa época. ¿No tiene que ver también con una incapacidad

El período comprendido

Lo más importante es que la pelea por los “hearts and minds” ya no se trata de un asunto de revistas para intelectuales. Es, sobre todo, una

entre 1971 y 1976 es reconocido, incluso en Cuba, como

un

“quinquenio

gris”, años donde la represión cultural fue más

batalla en las redes sociales, donde

fuerte que nunca. Es im-

pueden participar todos.

portante decir que, inclu-

de las grandes potencias,

so dentro de situaciones represivas, algunos ar-

como Estados Unidos o la Unión Soviética, para

tistas encuentran formas de expresarse con mu-

leer a Latinoamérica en sus propios términos?

cha creatividad y que, hasta cierto punto y con diversos límites, pueden reflejar las realidades

Sí. El mensaje de “libertad cultural” era mucho

del país.

más apto para Europa del Este, que sufría bajo el comunismo, que para América Latina, que gene-

La figura de los compañeros de viaje y los

ralmente sufría bajo el anticomunismo. Creo que

intelectuales que acompañaban a la revolu-

por eso muchas iniciativas no resultaron más

ción, tanto en la URSS como en Cuba, muchas

que parcialmente exitosas.

veces contemplaban relatos y escenografías construidas a partir de un discurso oficial. ¿En

Da la impresión de que, sobre todo a nivel cul-

qué medida esos intelectuales fueron manipu-

tural, la URSS y Cuba tenían más habilidad que

lados primero por el estalinismo y luego por el

Estados Unidos para construir relatos efectivos

castrismo?

y esconder los lados oscuros de sus regímenes e historias.

En la propaganda estadounidense se solía pensar que el intelectual comunista era alguien reprimi-

Algunos tenían sus reservas ante el rumbo de la

do, con camisa de fuerza. Pero en el libro defino

revolución en Cuba, pero la mayoría de la izquier-

a los intelectuales prosoviéticos que residen en

da intelectual en América Latina quería apoyarla

el exterior a través de la metáfora de alguien en

por dos razones fundamentales: primero, porque

uniforme. Vestirse con uniforme impone cierta

28


El realismo socialista permeaba incluso la pintura. En la foto, El bolchevique, de Boris Kustodiev (1920).

responsabilidad e implica disciplina. La ironía es

Sí, el triunfo de Allende generó una nueva es-

que alguien como Neruda, por ejemplo, está en

peranza para la izquierda. Representa el sueño

riesgo por lo que dice, pero principalmente de-

de un socialismo democrático que ha llegado

bido al ambiente anticomunista de la época de

al poder por la vía electoral y no la vía armada,

la ley maldita. En algunos casos, los participan-

que fracasó tantas veces en los años sesenta. Y

tes en las campañas soviéticas a favor de la paz

también tuvo sus dimensiones culturales, don-

comprenden la naturaleza de las condiciones en

de la más obvia fue la nueva canción chilena. El

la URSS, pero optan por no decir nada porque eso

asesinato de Víctor Jara por la dictadura deja muy

beneficiará a sus enemigos políticos y a la bur-

claro que los militares vieron una amenaza en los

guesía. Es un callejón sin salida.

paladines de la cultura socialista.

Según tu investigación, la revelación del apoyo

¿Y cómo dialoga el gobierno de Allende con el

financiero de la CIA a organizaciones relacio-

contexto mundial de la Guerra Fría cultural?

nadas con la cultura y el caso Padilla provocaron algo así como un desencantamiento con la

Durante Allende, las grandes organizaciones

posibilidad de la utopía. ¿El triunfo de Salvador

de la Guerra Fría cultural se encuentran en un

Allende fue capaz de generar una nueva espe-

momento de descomposición. Es un momento

ranza para la izquierda, o una revitalización del

de transición. La Fundación Ford, por ejemplo,

ámbito cultural y simbólico de la Guerra Fría?

que asumió la responsabilidad de financiar el CLC después de que se revelara la participación 29


El expresionismo abstracto de Jackson Pollock era un insumo útil para ser mostrado como representación de una cultura libre en la propaganda antisoviética.

de la CIA, mantiene cierta neutralidad respecto

hoy puede ser tomada como un signo de progre-

al gobierno de Allende. Sin embargo, la llegada

so, por lo menos visto de cierta manera.

de Pinochet fue vista por ellos como un totali-

Ahora bien, puede ser que con ese análisis no

tarismo de derecha. En ese momento empiezan

haya dado en el clavo. Quizá el poder de los inte-

a desarrollar un programa en defensa de perse-

lectuales siempre ha sido más efímero que real.

guidos políticos y derechos humanos. Las gran-

O tal vez nuestros días no son tan democráticos,

des organizaciones internacionales de los años

y no sabemos cómo enfrentar gobiernos semi-

setenta, como Amnistía Internacional y Human

democráticos circunscritos por el capitalismo

Rights Watch, surgen, en parte, como una res-

global.

puesta a la caída de las organizaciones propagandísticas de la Guerra Fría, y son concebidas

Estados Unidos triunfó en la Guerra Fría políti-

como grupos independientes de los grandes po-

ca, ¿lo hizo también en su dimensión cultural?

deres. Es un cambio notable, y la trayectoria de Chile es muy importante en esa evolución.

Sí y no. La cultura popular de Estados Unidos es una parte inescapable de la cultura del

De tu libro podría desprenderse que los intelec-

capitalismo globalizado; sus intelectuales y

tuales en el siglo XX tuvieron voz porque eran

“high art” no tanto. Tampoco logró que los re-

útiles a los intereses de los Estados poderosos.

sidentes del mundo tuvieran una buena impre-

¿Cambia la función de los intelectuales en la

sión sobre el país. Además, muchos toman varios

configuración actual de la democracia?

aspectos de la cultura de EEUU, como su música o sus películas, y convierten el significado y el

Sostuve esa hipótesis mientras terminaba el li-

contenido. Pensemos, por ejemplo, en la música

bro, en 2014 y 2015. Me pareció que los intelec-

hip hop. Emerge en EEUU como una crítica al sis-

tuales del siglo XX fueron más importantes por-

tema de discriminación racial; es comercializa-

que, por un lado, podían atraer la atención de las

do, popularizado, purgado de su contenido po-

grandes potencias y, por el otro, podían repre-

lítico, extendido por todo el mundo, y ahora con

sentar el anhelo de pueblos oprimidos en varias

frecuencia se usa como protesta anticapitalista y

circunstancias. Puede ser correcto. En la demo-

antiimperialista.

cracia el papel del intelectual todavía existe, pero su capacidad de representación es menor. La falta relativa de importancia de los intelectuales de

30


¿En qué medida podrían seguir vigentes algunos de los elementos en disputa durante la Guerra Fría cultural? Hoy no tenemos una situación como la Guerra Fría del siglo XX. Sin embargo, se ve muy claramente que China considera importante proyectar su imagen en la cultura por medio, por ejemplo, de los centros Confucio, que hoy existen en muchos países. Con esto no estoy prediciendo una nueva Guerra Fría entre EEUU y China, pero no sería imposible que eso ocurriera y que también tuviera sus dimensiones culturales. Ahora bien, lo más importante es que la pelea por los “hearts and minds” ya no se trata de un asunto de revistas para intelectuales. Es, sobre todo, una batalla en las redes sociales, donde pueden participar todos. Tenemos una visión, todavía indistinta, de las distorsiones políticas y culturales de la Guerra Fría. Aunque sabemos perfectamente que las redes sociales están distorsionadas por intereses políticos y de empresas como Facebook y Twitter, no sabemos hasta qué punto nuestras formas de pensar son fruto de manipulaciones, o intencionadas o proFicha del libro:

ducidas simplemente por la estructura de los

Neither Peace nor Freedom. The

medios. Esa me parece la complejidad más im-

Cultural Cold War in Latin America.

portante de enfrentar en nuestros días.

Harvard University Press: 2015 336 páginas

31


Revolución con banda

sonora

Fotografía: Armindo Cardoso

MARISOL GARCÍA

32


“¿S

erá finalmente el destino de la Nueva

superado, y es a las claras el peor de los paterna-

Canción Chilena recurrir a lo fácil o simplemen-

lismos. La solución no es hacer ‛música para las

te grosero? ¿Es ésa la herencia de Violeta Parra?

masas’, sino que las masas hagan música”.

¿No se estará dando un respaldo muy importante

Las citas burlescas en esa columna de inicios

al ‛populismo’?”. Eran preguntas acuciantes las

de 1973 no son literales, pero sí de referencia fá-

que en enero de 1973 planteaba Inti-Illimani en

cil de pesquisar. Durante los dos años previos,

una columna firmada por el conjunto para la re-

el conjunto Quilapayún había editado varios

vista La Quinta Rueda, también con título entre

singles de canciones compuestas junto a Sergio

signos de interrogación e imperativo sentido de

Ortega con reconocibles señas populares (y “pi-

urgencia: “¿TERRORISMO MUSICAL?”1.

tucas”) al servicio de causas mayores: “La fiesta

Vaya qué encendido debe haber estado el de-

del domingo” (“son los momios que acaparan

bate, piensa uno, como para llevar la cantautoría

para ganar […] / todo lo han fondeado para espe-

a metáforas así de alarmantes. En siete párrafos

cular. / Esto es el descueve, / estos sinvergüenzas

tan contundentes como atados a su circuns-

nos quieren hambrear”), “Vox populi” (“la Pau-

tancia, los Inti —un grupo que en los años de la

la Cocodrizábal / se ha comprado una mansión

Unidad Popular probaba no solo la altura de su

/ y con los Hipopotegui / preparan la gran trai-

cometido artístico sino también una excepcio-

ción”), “Onofre sí, Frei”, “Las ollitas” y “No se

nal prolificidad, con más de un disco por año—

para la cuestión” (“los momios andan llamando

extendían de pronto su probada atención social

/ al paro y la sedición, / por más que los momios

hacia el que para entonces, todo indica, se había

llamen / no se para la cuestión”) distendían a rit-

convertido en campo de fiera batalla política:

mo bailable —si hasta parecían jingles, a veces—

“Nunca ha sido arma de los revolucionarios

riesgos y denuncias entonces candentes, como el

el terrorismo, y aquí estamos viendo atentados

desabastecimiento de alimentos, palabras públi-

musicales que encuentran fácil respuesta en el

cas de sedición e incluso los rumores de un golpe

enemigo (el mal gusto no es propio del pueblo;

de Estado. “Canciones contingentes” las llamó el

ha sido impuesto por los medios de comunica-

grupo de ponchos negros, ya para entonces con

ción en poder de la burguesía). Al ‛chachachá del

una identidad escénica y discográfica incontes-

chancho chino’ responde la ‛cumbia del desa-

table, y al menos un hito artístico imperecedero

bastecimiento’. A la ‛conga de las JAP’, responde

en su trayectoria (La cantatata popular Santa Ma-

el ‛merequetengue del pan negro’; a ‛no se para

ría de Iquique, compuesta por Luis Advis).

la cosa’ responde ‛mira cómo se paró’, etc. […].

En ese mismo período, otras canciones de par-

El arte rebajado para las masas está largamente

te de Ángel Parra (“El banquerito”, “El Drugstore”), Payo Grondona (“Los espero en Zapallar en

1 La Quinta Rueda 4, ene.-feb. 1973.

mi Impala”), Eduardo Yáñez (“No volveremos atrás”), Tiemponuevo (“El que no salta es momio”, “Contra viento y temporal”) y algunas de

33


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

entre las muchas (y muy diversas) de Víctor Jara

Ahora, en tan poco tiempo enfrentan una nueva

(“Ni chicha ni limoná”, “Las casitas del barrio

situación. La revolución a la cual cantaron como

alto”, “El desabastecimiento”) agudizaban las

una esperanza se hace realidad diaria, comienza,

contradicciones entre clases e ideas de un país

exige, plantea dudas y conflictos. Es un perío-

para entonces ordenado en extremos. La can-

do de transición al cual los compositores tienen

ción política local ya no era solo opinante o con-

que adaptarse […]. Se advierte la ausencia de un

cientizadora, como supo serlo en los inicios de

plan definido, claro y rotundo con respecto a la

la Nueva Canción Chilena y en toda la tradición

creación artística, y entonces el compositor o el

previa que la inspiró, sino que también se permi-

cantante no logran tampoco entregar lo mejor

tía énfasis nuevos, pauteados por circunstancias

de sí. Existen dudas, rivalidades y el objetivo que

de alta tensión. La impugnación y burla hacia un

antes era claro, el motivo creador, se diluye, se

otro distinto y distante se colaba en recordadas

escapa”2.

portadas de prensa, y también en algunos de esos

En ese texto para Ramona, Ricardo García im-

versos. Era un desvío del cauce de solemnidad y

pugna redundancias, incapacidad de adaptación

conciencia que apostaba por un contagio de ideas

a las nuevas circunstancias, la existencia de mú-

sin tibiezas, vía cadencia,

sicos más cómodos como

humor y coreo.

espectadores que como

En ese contexto, la columna de Inti-Illimani

La impugnación y burla hacia un

en La Quinta Rueda ser-

otro distinto y distante se colaba en

vía como una alerta interesante. La leemos hoy como un justo tinte de di-

recordadas portadas de prensa, y también en algunos de esos versos.

senso ante un relato que

participantes de los cambios y “la evocación de hechos o personajes ajenos al momento mismo”. Ocupa letras mayúsculas para aquello que le parece imperativo:

en torno a la Nueva Canción Chilena y la épica

“… sobre todo debe existir una severa AUTO-

allendista asociada suele mostrar una contun-

CRÍTICA. Reconocer que no todo lo que se hace

dencia monolítica, casi sin matices para las prio-

es de calidad. Que no todo debe ser aplaudido y

ridades que entonces defendía el arte popular

elogiado por el solo hecho de ser «comprometi-

adscrito a la izquierda. Y no es la única prueba de

do» con el proceso de cambios […]. No basta con

que para inicios de 1973 comenzaba a avivarse un

mencionar la palabra «REVOLUCIÓN» para que

debate en torno a los códigos (no diremos lími-

esa canción sea revolucionaria”.

tes) del canto político. Ya el año anterior, en la revista juvenil Ramo-

El movimiento de canto político chileno de-

na, Ricardo García reconocía una “crisis de com-

sarrollado desde mediados de los años sesenta

positores y de intérpretes” derivada, a su juicio

hasta septiembre de 1973 fue tan poderoso que

“de las condiciones en que se debate ahora el

constituye una referencia que solo en Chile ha

creador”. Nadie podía acusar al conocido locutor

tenido al menos cinco documentales y más de

radial y columnista —futuro fundador, en dic-

cincuenta libros3 ocupados en él (son inconta-

tadura, del sello Alerce— de carecer de autori-

bles, además, las tesis universitarias al respecto,

dad en el tema: fue su propia iniciativa por darle

en nuestro país y el extranjero). De las sendas de

mayor difusión al movimiento, el Festival de la

su propia definición y de los conflictos dentro de

Nueva Canción Chilena (1969-1971), la que en la

esta, sin embargo, apenas hay referencias, aun-

práctica lo bautizó. Y advertía entonces de una

que sí asoman pistas —en archivos de prensa, y

deriva indeseable: “El problema principal está en los compositores, que durante mucho tiempo entregaron lo mejor de su talento y de su esfuerzo al período de lucha, de combate, de denuncia y protesta.

34

2 Ricardo García, “La Nueva Canción Chilena perdió el ritmo”, Ramona 18, 29 feb. De 1972, 12-14. 3 Ver lista en <www.musicapopular.cl/biblioteca/genero/nueva-cancion-chilena>.


sobre todo en los recuerdos de sus protagonis-

En los meses previos a la elección de Salvador

tas— que permiten comprender mejor cómo la

Allende, canciones de Isabel Parra (“En sep-

Nueva Canción Chilena enfrentó el momento en

tiembre cantará el gallo”), Ángel Parra (“Unidad

que su canto valiente (y tan nutritivo) comenzó,

Popular”) y varias del encendido y disciplinado

quizás sin poder evitarlo, a desdibujar las dife-

conjunto porteño Tiemponuevo (como el vals

rencias entre verso, denuncia, panfleto, cró-

criollo “Será más mejor”, con su “mira que ya

nica y libelo. El paso de una propuesta musical

viene la revolución, / ¿para qué se asustan? /

y poética de real vanguardia al parcial servicio,

¡Será pa’ mejor!”) alentaron el voto por el can-

primero, de una campaña electoral y, luego, de

didato socialista, sin ser exactamente himnos de

la gestión de un gobierno tuvo costos sobre todo

campaña.

artísticos que no deja de ser interesante intentar abordar.

Era un cancionero circunstancial dirigido sobre todo a obreros, mujeres y estudiantes, que

Lo anterior no es opinión sino trayecto obje-

sugería que el apoyo a uno de los tres candidatos

tivo, sobre todo elocuente como seña históri-

en carrera significaba una conquista popular a la

ca. Constituye la más contundente y fascinante

que debía aspirarse con fuerza y a la vez concien-

prueba del único momento en que en nuestro

cia alerta de sus muchas amenazas. Por mucho

país tanta música y talento estuvieron de verdad

que conjugara sus llamados en plural, parte im-

enlazados a un programa político, a su triunfo y

portante de la Nueva Canción definía a un pueblo

su defensa.

ideológicamente homogéneo, en sintonía con las

35


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. E NSAYO

mismas aspiraciones de sus artistas y cuyo sentir

enlazado por su esperanza de cambio y justicia,

colectivo se diagnosticaba desde una mal disi-

porque “la vida es hermosa si se tiene un ideal”,

mulada verticalidad.

como cantaba Tiemponuevo, en “Lo lograre-

Por eso, de la discografía esencial del movi-

mos”, un vals disciplinado, en el que cada estro-

miento no pueden excluirse composiciones de

fa pauteaba instrucciones específicas para estu-

innegable

diantes, obreros, vecinos,

proselitismo.

artistas e intelectuales.

La más famosa es “Venceremos”, una composi-

Se entiende, entonces,

ción de Claudio Iturra y

El paso de una propuesta musical

que el cancionero al ser-

Sergio Ortega —funda-

de real vanguardia al servicio,

vicio de la UP avanzara

mental, y precoz com-

primero, de una campaña electoral

más allá de 1970. Cancio-

positor chileno, entonces integrante de la Comisión de Cultura del PC— hecha especialmente para

y, luego, de un gobierno, tuvo costos artísticos que no deja de ser interesante intentar abordar.

la definitiva campaña de

nes y discos completos acompañaron la gestión del gobierno en sus conquistas y dificultades. Un mes después de la ratifi-

Allende, que fue grabada primero por Inti-Illi-

cación del triunfo de Allende por el Congreso, el

mani, y que no tardó en convertirse no solo en el

disco Canto al programa, de Inti-Illimani (Dicap,

gran himno de la UP, sino en la canción electoral

1970), le puso —como nunca ha vuelto a hacerlo

más recordada de nuestra historia. En esa mis-

un LP— ritmo y arreglos típicos a la carta de na-

ma campaña de 1970, “Ni un paso atrás” (para

vegación impresa de su conquista: ahí quedaron

la candidatura de Radomiro Tomic) y “Flamea-

para siempre “Vals de la educación para todos”,

rán en septiembre banderas” (Jorge Alessandri)

“Canción de la reforma agraria”, “Tonada y saju-

aparecieron como canciones eficaces pero pá-

riana de las tareas sociales” y “El rin de la nueva

lidas ante el impacto de la proclama de clamor

Constitución”. Incluso una “Cueca de las Fuerzas

popular y anuncio de aquella “nueva alborada”

Armadas y Carabineros”, de convencidos versos

por llegar, y que cerraba con tareas imperativas:

hacia uniformados a los que se asumía a bordo de

“¡A cumplir, a cumplir, a cumplir!”.

la misma épica. Meses más tarde, el Grupo Lonqui tomó las así llamadas “Primeras 40 medidas

La cuarta y definitiva postulación presidencial

del gobierno popular”, y las musicalizó a ritmo

de Salvador Allende a La Moneda le había im-

de cachimbo, parabién, cueca, refalosa, tonada,

puesto así al canto político chileno la tarea de la

canto a lo humano y lo divino, trastrasera, vals,

convocatoria. El gobierno por venir se versificaba

pericona y trote para el disco 40 medidas cantadas

como una epopeya que necesitaba de un pueblo

(1971, Dicap), con igual cantidad de tracks (más

36


una “Canción final”) y títulos que no demandan

espacio a la urgencia de una composición más

explicaciones, desde “Supresión de los sueldos

combativa. Desde mediados de 1972 comenzó a

fabulosos” a “No más autos fiscales en diver-

cantarse con apuro ante los acontecimientos en

siones”, “Honestidad administrativa”, “No más

curso. La canción ya no era social ni triunfalista

amarras con el Fondo Monetario Internacional”,

sino “contingente”, e iba pauteándose día a día

“Descanso justo y oportuno”, “Contribuciones

alertada por nuevas amenazas. En ellas, casi

solo a las mansiones” y “Medicina gratuita en

como contracara de la versión entre redactores

los hospitales”. Por qué el estallido de 2019 no ha

de derecha, se presentaban al desabastecimiento

vuelto sobre este disco, o al menos a sus cancio-

como fondeo; al paro, como amenaza bravucona;

nes “Previsión para todos” y “No más estafas en

al alza de precios como especulación; y a la in-

los precios de los remedios” es solo atribuible a

tervención estadounidense como traición patria.

su ausencia en Spotify, aventuramos.

“Se quejan de que no hay nada, / que no soportan

Surgieron un montón de otras canciones para

las colas, / cuando quieren juntar rabia / golpean

celebrar el triunfo del médico socialista, apun-

las cacerolas”, describía Víctor Jara en “El desa-

talar su proyecto y recordar la responsabilidad

bastecimiento”.

colectiva en su devenir. Ahí estaban, al alcance

Muchas de esas composiciones se publicaron

de todos, “Un día el pueblo” y “Compañero Pre-

por primera vez en discos colectivos también

sidente”, de Rolando Alarcón; “Canción de pa-

peculiares, sin comparación previa ni posterior.

tria nueva” y “Cuando amanece el día”, de Ángel

Cada aniversario del ascenso de la UP tuvo al me-

Parra; “Nuestro amor” y “Marcha de la produc-

nos un longplay compilatorio para celebrarlo: Se

ción”, de Sergio Ortega y Quilapayún; “Vamos

cumple un año, ¡¡¡y se cumple!!! (1971, Mapu), 4 de

por ancho camino” y “Qué lindo es ser volunta-

noviembre de 1971. Primer año de gobierno popular

rio”, de Víctor Jara; “Póngale el hombro, mijito”,

(1971, IRT), Chile pueblo (en el 2º año del Gobierno

“La compañera rescatable” y “En esta tierra que

popular) (1972, IRT) y No volveremos atrás! (1973,

tanto quiero”, entre otras, de Isabel Parra; “No

Dicap) mostraron grabaciones antes inéditas de

meteremos las manos, quizás los pies” y “Ele-

Quilapayún, Víctor Jara, Sergio Ortega, Patricio

var la producción es también revolución”, de

Manns, Homero Caro, Amerindios e Inti-Illi-

Payo Grondona; “Canto al trabajo voluntario”

mani, entre otros grandes nombres de la Nueva

y “Primero de mayo en la plaza del pueblo”, de

Canción. También el cuequero Roberto Parra re-

Osvaldo Gitano Rodríguez; “Mes de volantines”

servó ahí (en “Los sediciosos I” y “Los sediciosos

y la adherente “Los colihues”, de Amerindios;

II”) pullas contra Sergio Onofre Jarpa y Roberto

además de la instrumental “4 de septiembre de

Viaux, el militar condenado por el asesinato a

1970”, de Combo Xingú.

varias manos del Comandante René Schneider

En línea con ese musicalizado fervor, la estatización del cobre, oficializada en julio de 1971,

(“generales culeros / son cogoteros”, es sin duda un singular remate).

apareció como una conquista especialmente

En el LP conceptual El gran desafío (1973, IRT)

significativa. Recuperar las ganancias de un mi-

el dúo Amerindios musicalizó los discursos leí-

neral atado a toda una simbología de esfuerzo e

dos por Salvador Allende en su viaje de fines de

identidad era la comprobación de una nueva era

1972 a México y la sede de las Naciones Unidas,

que sintonizaría en beneficio colectivo, rique-

en Nueva York. Y cuando en junio de 1973 vino

za, trabajo obrero y paisaje. “Nuestro cobre”, de

el llamado Tanquetazo, un disco doble de IRT no

Eduardo Yáñez, y “Ahora sí el cobre es chileno”,

tardó en reunir con excepcional premura diez

de Payo Grondona, son dos pruebas cantadas de

nuevas canciones de encendida concientización

ese orgullo (hay un paralelo en canciones como

sobre la amenaza golpista. El LP El pueblo uni-

“Palabra de campesino”, de Huamarí, sobre la

do jamás será vencido alcanzó a ser publicado y

reforma agraria).

distribuido semanas antes del 11 de septiem-

Ese optimismo de reivindicaciones y conquis-

bre y, junto a títulos como “Canto a los leales”

tas le cedió sin embargo, y muy rápidamente,

(Los Emigrantes), “No a la guerra civil” (Grupo

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Fotografía: Biblioteca Nacional Digital El Primer Festival de la Nueva Canción Chilena se realizó con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y contó con la participación de Quilapayún, y de figuras como Víctor Jara, Rolando Alarcón y Patricio Manns.

Lonqui) y “Arriba la guardia” (Nano Acevedo y

la Nueva Canción Chilena. Es un cancionero de

Pancho Navarro), incluyó la primera grabación

exaltación y de crítica política que, durante dos

de “El pueblo unido jamás será vencido”, el céle-

o tres años, se asumió dirigido de modo exclu-

bre himno que Sergio Ortega había hecho junto a

yente a correligionarios, y a cargo de músicos de

Quilapayún en julio de ese año y que hoy consti-

renombre que convivían en tiempo y espacio con

tuye patrimonio univer-

estrellas de aun mayor

sal de marchas en un sin-

popularidad,

fín de idiomas.

graduadas

para entonces de la Nue-

No es necesario volver a

La decisión creativa de abrazar o

va Ola (Pollo Fuentes, Ce-

recopilar la suma extensa

esquivar la mezcla de música

cilia) o el neofolclor (Las

de publicaciones, festivales, protestas y trabajos voluntarios en torno a

y consignas fue materia de un debate vivo durante todo el período.

estas grabaciones: ofre-

Cuatro Brujas, Los Cuatro Cuartos, Pedro Messone). Pero a diferencia de esas estrellas, y como

cen por sí mismas un recuento lo suficientemen-

en toda dinámica política, el cancionero políti-

te elocuente de un trayecto musical con opinión.

co fue en parte reconocido por la Unidad Popu-

Su adhesión puntual hacia un gobierno en ejer-

lar con nombramientos honoríficos y cargos de

cicio permite separarlas como un cauce históri-

importancia. Entre otros músicos, Quilapayún,

co particular, en representación solo parcial de

Víctor Jara, Sergio Ortega y el guitarrista Eugenio

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Dávalos obtuvieron de La Moneda el rango de

el pueblo es quien debe decidir qué es lo que tie-

“embajadores culturales” para llevar su traba-

ne valor artístico y qué cosa no. Yo como autor

jo por el mundo en representación del gobierno

y cantor me siento comprometido con nuestros

y, en algunos casos, asumir cargos relevantes

problemas y por eso compongo”4.

en instituciones públicas, como la Universidad

La candidatura de Salvador Allende a la Pre-

Técnica del Estado, el Canal de la Universidad de

sidencia, su mandato desde La Moneda y, final-

Chile y el nacionalizado sello IRT.

mente, su suicidio, el 11 de septiembre de 1973,

No la validez de ese servicio, pero sí la decisión

tuvieron incontables canciones de homenaje en

creativa de abrazar o esquivar la mezcla de mú-

Chile y el extranjero, en español y otros idio-

sica y consignas fue materia de un debate vivo

mas (si hasta The Clash debe sumarse a ese re-

durante todo el período del gobierno socialis-

cuento). La épica colectiva de su candidatura, la

ta, aunque el recuento posterior ha limado as-

firmeza de sus reformas, la amenaza en torno

perezas para favorecer de manera más unívoca

a sus derrotas y la tragedia de su caída cuentan

la innegable épica del vuelo mayor de la Nueva

con una banda sonora original que complemen-

Canción Chilena. Con la distancia de las décadas,

ta cualquier relato que quiera hacerse en torno a

ya a medio siglo de estos sucesos, es interesan-

esos mil días. Salvador Allende es, por lejos, el ex

te conocer, por ejemplo, la defensa decidida que

mandatario chileno con más versos y melodías

alguien como Víctor Jara llegó a hacer de algo así

compuestos en su memoria. Tal como acogió su

como un panfleto con sentido: “Creo que el pan-

promesa, la canción chilena acompañó también

fleto es importante cuando se utiliza para decir

su drama y su fatalidad.

verdades —advertía el músico y hombre de teatro en El Musiquero, en 1972—. Creo también en la vigencia de la canción de denuncia mientras no se terminen los vicios burgueses. Considero que

4 «La Nueva Canción Chilena es un hecho», El Musiquero 168, 22 jun. de 1972, 12-13.

Marisol García es periodista, y se ha especializado en música popular y canción chilena. Ha escrito y editado numerosos libros, entre los que destacan Canción Valiente. 1960-1989. Canto social y político en Chile (Ediciones B, 2013), Llora, corazón. El latido de la canción cebolla (Catalonia/CIP-UDP, 2017), Claudio Arrau (Hueders, 2018) y Lucho Gatica (Hueders/SCD, 2018). Además, es coeditora del sitio MusicaPopular.cl y parte del equipo que organiza el festival IN-EDIT, que se concentra en la exhibición de documentales y cine musical.

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Fotografía: Mateo Flores

Joaquín Fermandois:

“La idea de revolución hoy no tiene la fuerza semántica que tuvo hasta los setenta” POR JOAQUÍN CASTILLO VIAL

Formado entre Valparaíso, España y Alemania, Joaquín Fermandois es autor de una sólida y extensa obra acerca de la historia política de Chile durante el siglo XX. Creció leyendo la prensa cotidiana que relataba el devenir mundial durante el apogeo de la Guerra Fría, cuyos episodios marcaron un interés por el acontecer diario que continúa hasta hoy. Se mueve cómodamente entre referencias literarias y filosóficas, pero nunca deja de ser un hombre que, desde los documentos y los hechos, interpreta el devenir de Chile en la constante búsqueda de la modernidad. En esta entrevista abordamos, a propósito de la Unidad Popular, los conceptos de revolución, la actual crisis chilena, su formación disciplinar y las valiosas lecciones de sus maestros.

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Has escrito sobre el mito de la excepcionalidad

es bastante en periodo democrático. Ahora, para

democrática de Chile, la que vivíamos o creía-

lo que vino después, es poco. En ese entonces

mos vivir a fines de los sesenta. ¿Se entendía en

hubo mucho menos enfrentamiento que lo que

ese entonces el país como un oasis dentro de un

ha habido en la actual crisis.

escenario turbulento? ¿En qué consistía la crisis de los setenta? Ha sido muy discutido el tema del excepcionalismo chileno, una falsa superioridad del país, aun-

En el Chile de los setenta se formó un arco polí-

que, como en todo, hay que desgranar lo que más

tico que llevó a la crisis ideológica que tiene sus

interesa: en su estructura y en sus prácticas polí-

orígenes antes de la Segunda Guerra Mundial. En

ticas e institucionales, Chile ha sido más estable

un momento dado, pareciera que las sociedades

que otros países de América Latina, marcada

tienen un quiebre en torno al horizonte al que

por una inestabilidad general, como la mayoría

deberían avanzar, y sienten que si no cambian

de las democracias modernas. Los países esta-

radicalmente —lo que implica muchas veces un

bles de la modernidad han sido muy pocos, ojalá

cambio súbito e importante de las instituciones,

me quepan en los dedos de las manos, aunque

violento cuando es necesario— viene una caída,

lo dudo. Pueden ser pequeños países de notable

una decadencia. Es una idea seductora, de que

democracia como los Países Escandinavos, Paí-

estaríamos en una situación desesperada.

ses Bajos, Bélgica, Suiza, además de las democracias anglosajonas, pero es un fenómeno post

¿Cómo se experimenta esa crisis en el caso na-

Revolución Francesa, post Ilustración. Al mismo

cional?

tiempo, pasa que en Chile tenemos mucho la idea de que todo ha pasado en Chile y nada más que en

En Chile ya a fines del XIX se formó una izquier-

Chile; y no, eso es una distorsión.

da antisistema, pero no necesariamente revolucionaria. Esa izquierda estará siempre dividida

Has dicho que Chile vivía en los años de la UP

ante el dilema de si va a integrarse o no, y una

una “guerra civil política”. ¿En qué consistía

vez instalados se sienten traidores, a menos que

esa dimensión política que tú adjetivas ahí?

cambien el sistema. Pero, ¿cómo lo cambiamos? Haciendo leyes para nosotros y tomándonos la

Lo propongo extendiendo un concepto de Adol-

estructura. La izquierda tuvo éxito en ser anti-

fo Ibáñez. Coincido con él cuando describe así al

sistema por medio del Partido Comunista y de

periodo que va entre el Paro de octubre y el 11 de

la radicalización del socialismo a partir de los

septiembre. En esos once meses hay una gue-

cincuenta, con raíces y tentaciones que venían

rra civil política, en el sentido de que dentro del

de antes. Era una radicalización al interior de

cuerpo político del país hay dos almas que recla-

un sistema institucional. Si hubiera durado diez

man la totalidad de ese cuerpo y que sienten que

años más la situación que había hacia 1970, a lo

no pueden vivir con el otro, que no se puede esta-

mejor el comunismo habría derivado a un eu-

blecer un sistema bipolar donde quepan ambos.

rocomunismo, aunque no creo que hubiera sido

Y no era fácil en ese momento que escaparan de

fácil. Pero en 1970 ganan la elección y asumen el

esa visión.

gobierno. Creen firmemente que existe la posibilidad objetiva de que Chile cambie de sistema

Pero la guerra civil nunca excede su dimensión

y vaya a una sociedad mejor, una que ya existe

política, ya que luego del golpe hay un control

en el mundo. Ahí están las referencias vitales y

bastante rápido de la situación.

ardientes a la Revolución rusa y a sus analogías; hacia allá se tenía que marchar.

No, pero hay más de una treintena de muertos en incidentes entre el término del Paro de octubre y el 11 de septiembre. Para la historia de Chile eso

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

pó de las manos. La capacidad de movilización de las masas y de los sectores de la izquierda eran muy amplios; la creencia en la irreversibilidad de los cambios era tanto funcional —insuflar un ánimo de irrestricta confianza en la estrategia de acceder a la sociedad socialista— como un principio de fe, un dogma incuestionable. Para ello fue fundamental no solo la alimentación del modelo e inspiración del bloque soviético, sino que el influjo de la Revolución cubana. ¿Y cómo fue esa influencia en Chile? Influye sobre todo en el Partido Socialista que, en una identificación instantánea de Allende con la Revolución cubana, dijo muchas veces: “nuestro camino será distinto, pero el objetivo es el mismo”. Se comportó como si creyeran en eso. Alguno diría después que no creían en lo que decían, pero eso nos pone en otro problema, que lo que decían, el cimiento de su existencia política, era pura pantalla. Esto solo sucede cuando un sistema ideológico está a punto de desplomarse. En Chile, este embrujo por la Revolución cubana tuvo una gran fuerza y la impaciencia en la izquierda fue creciendo mucho, tanto que, si Allende no hubiera ganado en 1970, un gobierno de Jorge Alessandri hubiera tenido que enfrentar una guerrilla urbana bastante poderosa. Lo misEl Chile de los setenta era un país pobre, con problemas en su estructura política, con un profundo cambio demográfico, con un latifundio en crisis… En ese contexto aparecen demandas de revolución en un proceso de politización. ¿Tú crees que el gobierno de Allende tenía posibilidades de hacer frente a esa demanda por cambios estructurales una vez que se vio en el poder? La posibilidad de asentar un régimen marxista en Chile estaba dada y fue posible debido a la fuerza de la izquierda y de la movilización, y por lo aturdidos que estaban los adversarios, especialmente la derecha. En noviembre y diciembre de 1970 la única oposición política era de la Democracia Cristiana; esta, a su vez, con analogía a los liberales rusos hasta 1917: habían acelerado el cambio político hasta que el poder se les esca42

mo habría pasado si Allende hubiera aceptado una transacción con la oposición, que en el fondo hubiera sido una derrota política total o abandonar el Gobierno y entrar en un plebiscito. Pero podrían haber abierto esa puerta... Si hubieran abierto esa puerta, cualquier transacción habría sido rechazada por parte de su coalición, por elementos viscerales de una izquierda de acción directa, lo que habría creado una alternativa de guerrilla urbana importante en el país. Estaba pasando en todos los países de América Latina y en Chile el 68, 69; solo por intervención de Castro eso se contuvo en Chile en 1970.


¿Cuánto pesa el contexto de la Guerra Fría y cuál

la naturaleza, entendida como la struggle for life.

es el peso específico de la situación nacional?

Es una visión utópica porque hay que destruir la realidad para arribar a esa meta. En el marxismo

Pesa mucho y pesa poco. Se exagera la parte bi-

lo utópico está clarísimo.

polar de ese peso o que ambas potencias por sí mismas influían mucho. Lo hacían, pero no es

¿Qué tipo de dificultades experimentaba esa

ese el tema. La Guerra Fría emerge de visiones

izquierda al intentar moverse en un marco de-

alternativas y antagónicas que caracterizan al

mocrático?

fenómeno ideológico moderno y que además encarnan en sistemas de creencias, razonamientos

La izquierda en Chile, o una parte importante

radicales, antisistema, que logran tener impacto

de ella, sabía actuar democráticamente, aunque

cultural, político, social y penetran a veces parte

tratando de torpedear esta democracia, pero ac-

importante del cuerpo de la sociedad. Esto a su

tuaba democráticamente mientras no llegara al

vez creaba una reacción. Nazismo y comunismo

poder. Cuando arriba a esta primera meta, está

son como las más perfectas; el comunismo lo es

condenada a llegar a sus fines o sentirse traido-

más porque posee un tipo de persuasión original;

ra a sus creencias, estas a su vez experimentadas

persuasión fundada por intelectuales. En todo

con la combinación de religión política y certeza

fenómeno importante siempre hay un elemento

científica, se supone. Y en algún sentido tenían

intelectual detrás; en el marxismo eso es mucho

que ver la realidad como crisis, con una especie de frustración porque

más vigoroso.

no nos desarrollamos. Y Por eso logran ser tan convincentes

durante

todo ese periodo... Sí, claro, y le dan gran peso al carácter anta-

Las elecciones presidenciales son anuncios de algo nuevo, se asumía o esperaba que con Allende llegaría por fin un Presidente que se ocupe de

gónico de la política, al

esto y aquello. Pero las cosas no son

carácter absoluto. Aun-

tan fáciles de hacer.

que no hubiese habido

como las elecciones presidenciales son anuncios de algo nuevo, se asumía o esperaba que con Allende llegaría por fin un Presidente que se ocupe de esto y aquello. Pero las cosas no son tan fáciles de hacer.

Revolución rusa, hubiese habido algo así como comunismo y algo así como nazismo y fascismo,

O sea, ¿los desafíos que se le plantean a esa iz-

porque en realidad se estaban formando a fines

quierda revolucionaria cuando termina siendo

del XIX. El marxismo y el fascismo como los co-

oficialismo, son de una naturaleza de la cual no

nocemos en el siglo XX (Lenin y Mussolini) eran

se puede hacer cargo dentro del sistema demo-

estilos, doctrinas, prácticas políticas que estaban

crático?

instaladas antes de 1914. Esto ayuda a definir a la política moderna, incluyendo a nuestro país,

Ellos no lo veían como un problema a solucio-

que es parte de estas formas de identificación

narse; lo veían como una tarea, una misión. La

política que, más que puramente políticas, sue-

dificultad es que si no lograban esa misión, les

ñan con ser estilos de vida que van a recuperar

colapsaba todo: su legitimidad, su creencia.

una entidad, una forma humana legítima, nece-

Allende —aquí hay mucha interpretación diver-

saria y absoluta. Insinuando un paraíso sobre la

gente— fue un gran idealizador: la utopía era

tierra, muchas veces se dice que el nazismo no

posible y, por añadidura, existía.

lo fue porque es algo reaccionario y quiere mantener para siempre la jerarquía absoluta. Pero, a su manera, el nazismo era utopía, la utopía posible es mantenerse como el hombre próximo a

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

En la época de los setenta también se vive una

Reconozco que puede ser exagerado decirlo así,

legitimación de la violencia de manera explí-

pero cuando se decía “hay libertad”, no era una

cita. ¿Ves algún paralelo con el proceso actual?

libertad política; eso fue impuesto incluso a muchos empresarios amaestrados en el antiguo sis-

Sí, no sé si es paralelo o es que las sociedades hu-

tema Corfo. Hubo innumerables quiebras tanto

manas son adeptas a sublimar la violencia. Esto

por crisis como porque eran incompatibles con la

empieza con la figura del héroe, con el oficio

nueva economía. Además, la economía moderna

militar, con el uso de las armas que, para em-

también tiene conglomerados gigantes y parece

plearlas, hay que entusiasmarse con ellas. Esa

inevitable que en general sea así (el asunto es que

tendencia es muy grande y ahora hay muchos

tengan competencia), donde la planificación ra-

grupos que están exaltando la idea de la violencia

cional tecnocrática en el sentido más absoluto ha

en Chile. No es lo que lo define completamente,

ocupado un papel relevante.

pero en todo este movimiento actual, también en alguna medida en las universidades, está la idea

Esa idea de revolución que está tan presente en

de que no se puede tolerar nada y que la violen-

la segunda mitad del siglo XX en Chile, ¿sigue

cia injusta proviene del Estado, de la policía, de

presente hoy día de alguna manera?

las FFAA, del “sistema”. Y está también la idea de muchos adversarios, aunque mucho más ins-

Tiene varios sentidos el término revolución, a

talada en los sesenta que ahora porque era más

veces es más un horizonte que una realidad. En

parte de la historia de las intervenciones, los mi-

1970, revolución significaba avanzar a esos sis-

litares como última línea de defensa.

temas. Sobre si ahora, cincuenta años después, está presente: no, se ha desdibujado. Se usa el

Mario Góngora decía que la UP estaba dentro de

concepto de revolución, pero la idea no tiene la

estos otros dos grandes proyectos de planifi-

fuerza semántica que tuvo hasta los setenta. Ha

cación global, ¿compartes esa tesis tanto en lo

terminado significando la idea de destruir el sis-

general de las planificaciones globales como en

tema. Hay un fenómeno, porque se habla mucho

lo particular con respecto a la UP?

de anarquismo; yo creo que es una buena definición de lo que pasa, un sentimiento anarquista,

Sí, la idea de reoriginar la sociedad es muy fuerte

un sentimiento antisistema, un enardecimiento

en el marxismo moderno, la idea de un cambio

de contracultura activista bastante masivo.

radical. Para Marx eso sería un gran y violento hecho explosivo, pero lo nuevo iba a nacer por-

Pero sin una alternativa concreta como podría

que estaban en el seno de lo antiguo, o sea, la re-

existir en ese entonces...

volución es un proceso natural. El marxismo del siglo XX es marxismo revolucionario de Lenin,

No, pero sí hay una crisis institucional en Chi-

por decir un nombre, es la acción de crear una

le grave, de la cual van a emerger líderes que la

nueva sociedad. Está muy fuerte en Chile e im-

conduzcan, como pasa en toda sociedad humana.

plicaba una economía planificada, pero también

Son liderazgos que pueden llevar a una sociedad

la idea de reoriginarse desde cero.

atomizada, manejada en el fondo por ambientes como el narcotráfico, y en la superficie hay figu-

¿Y cuánto de esa idea de las planificaciones glo-

ras o caudillos a los que la gente les cree por un

bales explica lo que ha pasado en Chile desde los

tiempo.

noventa en adelante? Pensando un poco también en el contexto internacional de caída de los

historia y educación cívica

grandes relatos. Quería llevarte a la arena histórica y de educaLa libertad económica posterior a la Unidad Po-

ción cívica o el rol que cumplen los historiado-

pular también fue planificada, y por el Estado.

res en Chile. Siempre está la polémica —en la

44


cual participan los historiadores— de que se

Volviendo a esta discusión sobre la importancia

eliminan ciertas horas a las disciplinas de his-

de la historia en un mundo hiperconectado, hi-

toria o educación cívica. ¿Dónde te ubicas tú en

perglobalizado, hiperinformado, donde la in-

estos debates?

mediatez es muy importante, ¿cuál es el lugar que ocupa la historia y la reflexión que tenemos

Tengo que decir que en el XIX los pocos histo-

como sociedad acerca de nuestro pasado?

riadores sin embargo entraban al debate público. En el XX eso se apaga, aunque hay excepciones

Ha habido un fenómeno en estas últimas dé-

como Encina o, en alguna medida, y pisándole

cadas, en que el país está invirtiendo más en el

los talones, Jaime Eyzaguirre. Como que los his-

estudio de la historia, en la investigación de la

toriadores se retiran y eso coincide con el cre-

historia, en la historia académica. Nunca ha ha-

cimiento de la historiografía académica hacia

bido tantos historiadores dedicados a la docencia

mediados de siglo. Está la figura de Mario Gón-

e investigación con sueldos universitarios. Sin

gora que también tuvo una juventud de activis-

embargo, se da también el contraste con un des-

mo político, luego un retiro absoluto y, solo en

interés en la lectura de la historia. Ahora, me han

una última etapa, cierto activismo intelectual y

dicho que eso ha cambiado, que se están viendo

algo de político. Pero no había un debate público

libros de historia en las librerías, pero me temo

de historiadores. Estaba la posición de la histo-

que es un fenómeno pasajero.

riografía marxista en los setenta que confluye en la izquierda, pero no hay

Tú eres más escéptico al

debate

observar este fenóme-

tan

intenso

al

no…

interior de la sociedad como el que vemos ahora.

He escuchado varias veces: “toda la

Que los historiadores in-

culpa de esto la tienen los profesores

gresen a la escena pública es algo nuevo, un poco mi generación y antecedido

de historia que les han metido esto a los estudiantes”. Y hay algo de cierto

por el mismo don Mario,

en eso, hay una atmósfera.

Héctor Herrera, Sergio

Soy más escéptico, creo que el interés por la historia existe, está siempre latente en el ser humano, y se habla de la memoria. Esta se está pareciendo

Villalobos, Gonzalo Vial y desde el exilio también

mucho al concepto de ideología, memoria signi-

historiadores como Gabriel Salazar. En mi gene-

fica tal y cual cosa, y pobre del que no comulgue

ración esto se hizo más general y especialmente

con lo políticamente correcto. ¿Qué es memoria?

en función del estudio de la historia contempo-

Algo más complejo. El ser humano es memoria y

ránea que estaba abandonado en Chile. En el sigo

olvido, no sé si llamarlas facultades o no; olvido

XIX los escritores e historiadores escribían his-

es pérdida. Y sabemos por Borges que el memo-

toria contemporánea, en el siglo XX no. A partir

rioso en el fondo no sabe nada. La verdadera me-

del 73 apareció la pregunta: “¿qué ha pasado?”,

moria exige selección, y por ende ahí comienzan

“¿qué es Chile?”. Debate medio soterrado pero

los problemas. Es una autoconciencia existen-

importante —que merecería un estudio— des-

cial. En países como los nuestros hay escasa con-

pués de 1973, sobre si Chile había sido o no de-

ciencia histórica en ese sentido, comparado con

mocrático. Porque parte de la izquierda decía:

Europa y Estados Unidos, quizás con Argentina;

“no, es que hemos perdido la democracia”, pero

las familias en Chile tienen pobre conciencia de

en 1970 afirmaban que lo único democrático era

su propia historia; tenemos, porque todos cae-

lo que esa misma izquierda representaba. En otra

mos en este pecado. No sé, esta es una observa-

esquina: “es que no había democracia”, solo

ción subjetiva. Si a un colega en Europa o en Es-

totalitarismo latente. ¿Cómo es la cosa? Fue la

tados Unidos, uno le pregunta sobre su familia,

apertura de un debate relevante.

sabe dónde estudió su padre, qué hizo, cómo le fue en la universidad o qué fue, sus orígenes, etc.

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

Dan una visión más exacta que la que dan acá,

intelligentsia; al mismo tiempo —gran parado-

donde incluso los hijos de grandes personajes

ja—la lectura de la historia es escasa, muy esca-

tienen una visión anecdótica, vacua, de sus pa-

sa. La novela histórica, eso sí, tiene gran éxito, en

dres o abuelos y cuentan un chiste sobre ellos. Es

un sentido extenso del concepto de novela.

cierto, a veces que entre los padres e hijos hay un pozo invisible.

¿Qué acentos, escuelas o diálogos alrededor de ciertos temas, tú crees que enriquecen nuestros

La tradición historiográfica de Barros Arana,

debates historiográficos como elementos posi-

Amunátegui o el mismo Encina, genera la idea

tivos a destacar?

de “Chile, país de historiadores”, que compite con el “Chile país de poetas”. Esa expresión,

El incremento de los actores de la historia; quié-

¿tiene algo de cierto?

nes son los actores de la historia, hombres, mujeres, niños, sentimientos, la situación de los

Lo que pasa es que todos esos historiadores fue-

diversos grupos sociales, la historia de la moda,

ron también parte de la República que se cons-

la psicohistoria, tendencias que han ayudado a

truía, por eso tuvieron influencia. La gente dice:

hacer más compleja nuestra comprensión his-

“ya no hay rectores como Andrés Bello”. No los

tórica.

va a haber, no puede haberlo porque Andrés Bello fue rector, político, intelectual, hacía todo, como

Y la contracara de esto, ¿cuáles serían los as-

un maestro chasquilla. En el siglo XX ya no podía

pectos negativos?

ser así. Esa imagen de “Chile, país de historiadores” sospecho que es más una idea nuestra y no

La rigidez, el sentido de escuela en sentido es-

que desde fuera nos miren como tal.

trecho que hay en todo esto; que hay que decir tales y determinadas cosas. En los noventa y en

¿Cómo ves, en términos generales, el estado

la primera década del 2000 era hostigoso con-

actual de la historiografía chilena?

firmar cómo todos los estudiantes del único que hablaban era de Foucault. Yo leí a Foucault en

Muy diversificada. Experimenta todo el flujo de

los setenta y, encontrándolo interesante, nun-

esta nueva historia política, cultural, social, de

ca imaginé que iba a ser como el nuevo Marx. Se

vida privada, etc., que está muy en boga, y ya

trata, en alguna medida, de una influencia tan

no está la discusión que había en mi época, en-

fuerte que termina limitando las preguntas y fi-

tre marxistas y no marxistas, que era fuerte en

jando esta idea de que todo es un montaje, una

el Chile intelectual. Historiadores había pocos.

hegemonía. Nuevas generaciones de historiado-

Empieza, luego, toda esta historia cultural, pero

res no siempre desarrollan la sensibilidad para

también una historia de activistas, el historia-

digerir las tendencias que se suceden, y no basta

dor quiere transformar a la sociedad. Esto sigue

la cita de obras canónicas.

fuerte, importantísimo, en la crisis actual. He escuchado varias veces: “toda la culpa de esto la

el origen de la vocación y los

tienen los profesores de historia que les han me-

distintos maestros

tido esto a los estudiantes”. Y hay algo de cierto en eso, hay una atmósfera.

¿Cómo llegas a la historia y al oficio de historiador?

Pero tú crees que eso es consecuencia de cierta historiografía.

De varias maneras. Una es que empecé a leer desde niño. Desde el comienzo me apasionó la com-

Lo digo de esta manera. La historia académica

binación de historia con la actualidad. No vengo

se ha instalado más en la universidad y eso in-

de una familia de intelectuales, pero en ella se co-

fluye en la enseñanza y en la formación de una

mentaba el acontecer: las guerras mundiales, la

46


Revolución rusa, y todo eso a mí me impresiona-

esa edad, qué le vamos a hacer. Tampoco fui hi-

ba. Tengo vagos recuerdos de haber visto, en esos

ppie, no es mi estilo; pero fui otro tipo de rebelde,

noticiarios que habían antes en el cine, acerca de

silencioso, en cuanto escogí un oficio intelectual.

la Revolución húngara. 1957 fue un punto de inflexión, empecé a ocuparme y preocuparme de

¿Qué figuras, lecturas, profesores o inte-

la historia reciente. Comencé a leer diarios de a

lectuales públicos de esos años te llamaban

poco, entre el año 57 y el 60. Entre los 9 y 12 años

la atención?

inicié la costumbre que tengo hasta hoy de leer todas las noticias internacionales; me interesa-

Yo ya leía sobre Ortega, Nietzsche (poco),

ba lo que pasaba en el mundo. Recuerdo mucho

Spengler y Toynbee entre el último año de ense-

cuando leí un artículo sobre Nikita Khrushchev

ñanza media y al comenzar la universidad. Or-

en 1957, que comenzaba algo así como, “más di-

tega y Arnold Toynbee siguen como héroes para

charachero, más simpático, más chistoso que el

mí. El segundo tendrá defectos; era y es una gran

viejo zorro de Stalin, pero igualmente dictador”.

figura con un mérito, y su escritura entusias-

Me quedó metido. Después no paré.

ma en el conocimiento histórico. Todavía lo leo

Desde 1960 en adelante escuchaba sistemáti-

al azar. En la academia, a veces quienes critican

camente el noticiero internacional y leía sobre la

exacerbadamente al “mercado” desechan a los

Segunda Guerra Mundial, historia del siglo XX, el

historiadores del pasado porque estarían “supe-

comunismo. En un momento dije voy a ser pro-

rados”. ¿Qué es eso? Una lógica servil a las cien-

fesor de enseñanza media. La universidad pare-

cias duras. En ese entonces mi interés no iba por

cía una ambición que me quedaba grande. Yo era

la historia de Chile. Quería saber y explicar sobre

un joven rebelde en los años sesenta, no fui mar-

la historia universal, la Guerra Fría, las guerras

xista porque fui incapaz de creer en eso, aunque

mundiales. Todo eso sigue siendo mi pasión.

era tentador de repente ser marxista. Lo que triunfa tiene un arma adicional: va convencien-

Y sobre tus profesores en la Universidad

do a la gente de que el futuro va para allá y que

Católica de Valparaíso, ¿quienes te marcaron

esto es algo fantástico y lleno de sentido. Como

especialmente y qué aprendiste de ellos?

todo nuevo delirio, marxismo, fascismo, lo que pasa ahora. O con el islamismo radical. Cuánta

Ahí tuve a don Héctor Herrera, que fue uno de

gente indiferente a lo religioso, sin embargo, se

mis grandes maestros. Había profesores jóvenes,

encuentra con la ola y sucumbe, es su salvación.

somos amigos todavía; soy contemporáneo con

Entonces no fui marxista, en general no creí,

Roberto Silva, que se dedicó a crear una cadena

pero percibía su magnetismo, nido de la tenta-

de diarios regionales; y de Baldomero Estrada,

ción totalitaria. Observación típica de adolescen-

especializado en historia de las inmigraciones.

te joven o primerísima juventud, que a los mar-

Fui ayudante con Marco Antonio Huesbe, doc-

xistas, en términos comparativos, les iba mejor

torado en Alemania, gran experto en la historia

con las mujeres que al no marxista. Impactante a

constitucional y pensamiento político moderno.

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Fotografía: Mateo Flores

A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENTRE V IS TA

En 1966 y 1967 asistí a dos seminarios con don

Sí, hay algo de eso, aunque resultó distinto

Mario Góngora. Él dictaba clases en la Universi-

quizás a cómo don Héctor Herrera imaginaba.

dad de Chile y en la Católica en Santiago, en la

Con todo, en las grandes líneas sí fue clave en mi

sede de la Chile en Valparaíso y en la Católica de

formación, hablando en términos historiográfi-

Valparaíso. Inicié una larga relación con él, uno

cos. Hay con ellos una valoración compartida de

de los grandes intelectuales chilenos y latinoa-

los modelos que surgen en la historia, modelos

mericanos del siglo XX. Desde una segunda o

comprendidos como fenómenos permanentes a

tercera fila recibí el influjo de la Escuela de Ar-

los cuales el ser humano vuelve por los caminos

quitectura de la UCV, sobre todo de Godofredo

más enredados que existen. Por ejemplo, y esto

Iommi, con el que conversé mucho en la segunda

que digo no lo hubiera dicho él, pero a la caída

mitad de los setenta.

de Dios surgen los ídolos que son una especie de seudo dioses, lo que se repite y se repite.

¿Hay una cierta tradición intelectual que te ligue a una visión compartida en términos disci-

Pensando que hay gente que se dedica más a la

plinares, intelectuales o ideológicos? Pienso en

historia desde los archivos, otros que se dedican

nombres como Héctor Herrera, Ricardo Krebs o

más a la historia intelectual como es tu caso,

Mario Góngora. ¿Cómo lo ves tú? ¿Hay una tra-

¿cómo definirías tu modo de hacer historia?

dición ahí? Tengo dos amores en esto: por un lado la historia intelectual, la historia política, y por otro la his-

48


toria de las relaciones internacionales, por este

Una visión del ser humano, la visión del ser hu-

gusto mío por lo que pasa en la política mundial,

mano contemporáneo, moderno, digamos, una

la historia de la Unión Soviética, Estados Unidos,

visión de cuáles son los principales problemas o

las guerras mundiales, etc. Y entremedio se me

un punto de vista histórico en el sentido de cómo

metió Chile, la historia de Chile; mas, siempre

responden ellos a la experiencia histórica mo-

me apasionó el presente de Chile.

derna. Y también a los que son maestros personales, los maestros de la lectura y los maestros

¿Y se pueden equilibrar esas distintas facetas?

en la conversación, son tres tipos de maestros que he tenido. Los de juventud fueron Spengler,

Es difícil porque uno sacrifica una rigurosidad,

Ortega, Toynbee; después Jünger, Octavio Paz,

profundidad en uno de los dos campos, pero por

George Steiner y Czeslaw Milosz.

otro lado, así como me ha interesado la teoría política, la filosofía, sigo leyendo a Heidegger

Y porque en ellos encuentras la experiencia del

y un poco la literatura también, sobre todo las

ser humano más que cierta información o cier-

novelas. Les digo a mis estudiantes que la histo-

tos datos.

ria está en las novelas, no porque la historia sea como se explica en las novelas, sino porque ayu-

En ellos se encuentra una reflexión sobre la mo-

dan a comprender el puesto del ser humano en

dernidad, sobre qué hay de trascendente y no

el tiempo histórico. En otro sentido esto de mo-

trascendente en esto, de permanente en todo lo

verme en dos especialidades, lo señalo con pre-

que sucede, y también lo que hay en todo ele-

caución, creo que ha enriquecido mi observación.

mento de ilusión, de engaño. Va más allá de la modernidad: Antígona de Sófocles sigue ilumi-

Esto es importante, porque has escrito sobre

nando nuestro presente.

historia de Chile, relaciones internacionales, pero también acerca de George Orwell, Anaïs Nin, Thomas Mann… ¿qué puede aportar la literatura al tipo de historia que te interesa desarrollar?

Algunos libros de Joaquín Fermandois

Mundo y fin de mundo.

La revolución inconclusa.

Fragmentos acerca del

Política y trascendencia en

Chile en la política

La izquierda chilena y el

fin de mundo. Artículos y

Ernst Jünger 1920-1934

mundial. 1900-2004

gobierno de la Unidad

ensayos sobre Chile

Santiago: Brickle

Santiago: Ediciones

Popular

Santiago: Centro de

Ediciones, 2017

Universidad Católica de

Santiago: Centro de

Estudios Bicentenario,

390 páginas

Chile, 2005

Estudios Públicos, 2013

2015

638 páginas

851 páginas

524 páginas

49


DE LA REFORMA AGRARIA AL DESPEÑADERO ALFREDO JOCELYN-HOLT

— […] el otro día un colega nuestro, que

L

a pregunta sobre si la Reforma Agraria fue o

escribe en otro diario, se quejaba de que

no un error sigue siendo pertinente. Podrá resul-

la reforma agraria había acabado con la

tar incómoda, tardía incluso, pero de cómica o

hacienda.

ridícula no tiene nada. El fin de un orden que lle-

— Se quejaba… jajajá.

gó a durar tres siglos, la manera como se le hizo

— Nos reímos mucho de eso [con Carla

colapsar y las consecuencias que trajera consigo

Cordua], lo hallamos grotesco.

(una dictadura brutal), cuestionan aspectos fundamentales de cómo abordamos nuestra histo-

Roberto Torretti

ria todavía latente. Sin duda la Reforma Agraria

(El Mercurio, 6 de agosto de 2017)

fue una transformación social, “modernizó”, pero ¿con qué costos que puedan seguir avalando procesos semejantes? Esa es la pregunta que importa. Más allá del cinismo retrospectivo Sin Reforma Agraria —afirma uno de sus artífices— no habría sido posible “quebrar una estructura, cambiar el ritmo de la historia”1. 1

50

Rafael Moreno en Ángela Cousiño Vicuña y María


Conforme, eso era lo que pretendían; pero no deja

día más del 55% de la superficie agrícola utili-

de sorprender que aquel máximo dirigente de la

zable del país3. ¿Es que no se sabe para quién se

Corporación de la Reforma Agraria (CORA) bajo

trabaja? Digamos que nadie es suficientemente

Frei se aliara, pocos años después, a las fuerzas

dueño de la historia como para descalificar frí-

de la reacción en contra de la Unidad Popular, y

volamente a quienes no comparten sus prejui-

su partido, la Democracia Cristiana, apoyara el

cios progresistas.

golpe del 73. ¿Arrepentimiento, oportunismo o contradicción? Tampoco se entiende que se pro-

Un proceso complejo

clamara “la tierra para el que la trabaja” y que, sin embargo, en nueve años, bajo Frei y Allen-

La Reforma Agraria no solo hizo colapsar el or-

de, la reforma no hiciera dueños a campesinos;

den estructural social; también hizo posible la

sí, en cambio, lo hizo la dictadura una vez que el

pesadilla que siempre se temió. Lo decía Portales

proceso demostró ser un fracaso. Resulta no me-

en 1832: el orden social en Chile se mantiene por

nos paradójico que habiendo tratos tenidos por

el peso de la noche, y porque no habría agitadores

“abyectos”, nunca en trescientos años de orden

que instiguen a la masa en reposo a abandonar

hacendal se produjo una sola revuelta campesina

su inercia consuetudinaria. De llegar a ponerse

en el Valle Central. Teleseries latinoamericanas

en jaque la tranquilidad pública habiéndose al-

se obsesionan con mostrar a esclavos de senza-

terado dichas condiciones, no cabría más alter-

las incendiando ingenios azucareros y violando

nativa que proceder pragmáticamente, recurrir

a mujeres de casas-grandes; nada parecido su-

al orden institucional (“medidas dictadas por

cede en Chile, ni figura en nuestro folclore. Sor-

la razón”) o a prácticas probadamente efectivas

prende otro tanto que la demanda por Reforma

(“que la experiencia ha demostrado ser útiles”).

Agraria haya tenido que ser exógena, que viniera

Cualquier otra circunstancia y ya nada garanti-

del mundo urbano, de clases medias profesiona-

zaría nada, todo podía suceder. Justamente la

les, no de la izquierda organizada interesada en

situación que estalla en los sesenta y setenta, con

obreros industriales y sus reivindicaciones. Que,

lo cual se pasa a estar incluso más “a oscuras”

a su vez, todo comenzara el año 62, bajo pre-

que bajo el peso de la noche4. De ahí que la au-

sión de EEUU y el Vaticano, durante un gobierno

sencia de un quietismo social mínimo debilitara

de derecha (de Alessandri), y la profundizaran

la fe en el andamiaje institucional entre quienes

fuerzas de centro para evitar una segunda Cuba,

tradicionalmente lo habían erigido y sostenido,

también desconcierta. La llegada de Allende a La

confiados en que podía haber discusión públi-

Moneda constata que dicho propósito disuasivo

ca, constituciones, partidos políticos, educación

original se fue al tacho muy luego. ¿Jocoso? Ya

pública, laicización y mejoras en todo orden de

por aquel entonces, Torretti y su mujer —parti-

cosas —lo cual haría de la clase dirigente chile-

darios de Frei el 64 y de Tomic el 70— se habían

na una excepción en el continente— aun cuando

tenido que ir de Chile, “desesperados” porque la

ella misma supiera que se trataba de algo preca-

vida dedicada a la filosofía se les estaba hacien-

rio y condicional.

do difícil . Por último, lo del fin del abominable

En definitiva, se deja de creer en la política y

latifundio no se condice con la actual concentra-

se opta por la fuerza. Es que no pudo ser más te-

ción de tierras: 2.9% de los productores agríco-

merario suponer que los “dueños” del país (así

2

las considerados entre los “grandes” ocupan hoy

Angélica Ovalle Gana, Reforma agraria chilena. Testimonio de sus protagonistas (Santiago: Memoriter, 2013), 129; cf. Rafael Moreno Rojas, Sin Reforma agraria no habría sido posible (2014). 2 Cf. Eduardo Carrasco, En el cielo solo las estrellas. Conversaciones con Roberto Torretti (Santiago: Ediciones UDP, 2006), 149.

3 En 1955, en cambio, un 4.4% de los terratenientes poseían el 43.8% de la propiedad agrícola; cf. Sofía Correa et al., Historia del siglo XX chileno (Santiago: Sudamericana, 2001), 221. Respecto a las actuales cifras, véase el informe “La FAO en Chile: 60 años de colaboración 1945-2005” (2006), 22. 4 Cf. Alfredo Jocelyn-Holt, El peso de la noche. Nuestra frágil fortaleza histórica (Buenos Aires: Ariel, 1997).

51


dueño de la historia como para descalificar frívolamente a quienes no comparten

Fotografía: Armindo Cardoso

A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

Nadie es suficientemente

sus prejuicios progresistas.

se les reconocía y tachaba) iban a dejar de serlo

medio de tamaña camorra5. Así, pues, los expro-

por el mero hecho de desposeerlos de su princi-

piados apuntan en contra de la DC como traidora

pal activo político-social, bendecido este despo-

(motivos tenían), aun cuando el gobierno de

jo por curas y progresistas a ultranza. En el fon-

Alessandri abrió las compuertas. La Iglesia se

do, no haberse dado cuenta de a quiénes se tenía

siente aggiornada porque, al fin, presta su peso

enfrente significó entregarse a un voluntarismo

moral a una causa en favor de los más pobres de

ciego, sin reparar que en medio del despelote

este mundo, si bien debieron aliarse con cuan-

provocado todo podía pasar, justamente lo que

to ateo materialista para promover su princi-

ocurrió.

pal vocación nada piadosa: el clericalismo. En

La Reforma Agraria abarcó tres gobiernos,

cuanto a los DC (los que siguieron siendo y los

un golpe y una dictadura de dieciséis años. Tan

que dejaron de serlo), no hacen otra cosa desde

prolongado tiempo, diversos sus desvíos y ata-

hace décadas que felicitarse por haber terminado

jos, permite elegir con pinzas cualquier punto de

con la derecha liberal-conservadora y su voto, a

vista ideológico que se quiera “defender”. Una

pesar que se las tuvieron que ver, a cambio, con

de las dificultades para entender la sucesión de

nacionalistas y matones frontales. Permitieron

fases envueltas es que ningún libro ni investiga-

la radicalización más desatada en sus mismas

ción a la fecha engloba su evolución completa,

filas, el partido se quebró, y fueron incapaces de

asocia el proceso con el colapso institucional ni ofrece algo más contundente que el mero posicionamiento de este u otro bloque partisano en

52

5 Ni siquiera los trabajos de Octavio Avendaño, entre otros, Los partidos frente a la cuestión agraria en Chile, 1964-1973 (Santiago: Universidad Alberto Hurtado, 2017), que son muy competentes.


convertirse, tal como fantaseaban, en un PRI que gobernara Chile durante varias décadas. La UP, por su parte, seguirá pegada en el tiempo, complacida de haber liquidado el inquilinaje y haberlo vuelto irreversible, pretendiendo con ello borrar el hecho de que Allende fuera derrocado, el pueblo no lo defendiera y tamaño desastre diera curso a lo que vino después. Y, en cuanto a las Fuerzas Armadas y el neoliberalismo, llevan décadas suponiéndose triunfantes. Satisfechos por haber dado el golpe de gracia a la Reforma Agraria, y virado su curso hacia una modernización capitalista del agro más feroz que la de antes, sin tener que revertirla. Quizá la complejidad mayor estribe en que la línea entre reforma y revolución es tan fina (la terminología usada es ambigua a propósito) que impide diferenciarlas, cuestión a la que me referiré al final. Adicionalmente, creó una institucionalidad sínDe Alessandri a Frei

dico-fiscal (CORA, CONFSA e INDAP) que vino a ser un regalo caído del cielo para Frei6. Para

Dos son los alcances que hacen significativo al

nada una Reforma Agraria “de macetero” la de

gobierno de Alessandri. Es falso que su aporte a

Alessandri.

la Reforma Agraria haya sido una pura anécdota. En primer lugar, aun cuando EEUU y la Iglesia

De Frei a la Unidad Popular

lo forzaron (el primero condicionando la ayuda externa), no es menor que El Mercurio y la SNA la

Al gobierno de Frei la historia no lo absuelve. La

promovieran. ¿Porque preferían conducir y aco-

verdad tiene su hora. Podrá haberse amparado

tar el proceso? Es posible, pero se les arrancó de

en una postura técnica y fingidamente mode-

las manos y cayeron en la misma trampa que Frei

rada, pero ni sus más sesudos apologistas con-

y Washington. Con El Mercurio no hay que enga-

vencen, entonces o ahora. Cabe señalarlo como

ñarse. El agro tradicional poco le ha importado;

el responsable número uno de que el proceso se

siempre ha favorecido al empresariado financie-

desenfrenara y el país capotara. Antes de con-

ro o derecha económica. Si, incluso, debemos a

vertirse en gobierno ya se vislumbra que un áni-

Alessandri y a la dictadura (y antes a Ibáñez) la

mo clasista, antioligárquico, odioso y resentido

fobia antipolítica, y el clásico agricultor sin ella

guiará la Reforma Agraria. Basta leer al Frei del

deviene en un don nadie. Un típico tecnócra-

Chile desconocido (1937), en que ya concibe una

ta de la dictadura, en los ochenta, mandó a los

cruzada mesiánica7. A diferencia de Alessandri

lecheros a que se “comieran las vacas” cuando

y Allende, gozará de mayorías políticas y apoyo

pidieron medidas proteccionistas. La imagen conveniente del agro como lastre retardatario no deriva solo de la DC e izquierda. En segundo lugar, Alessandri también se volvió dirigista y tropezó con su propia huasca. La Ley 15.020, que comienza la Reforma Agraria, aceptó pagar solo el 20% en efectivo, el resto en bonos diferidos (atentando en contra del derecho de propiedad).

6 Incluso un exdirector de El Mercurio le achaca al gobierno de Alessandri haber legado a Frei el andamiaje con que se arrasó el campo posteriormente; cf. Arturo Fontaine Aldunate, La tierra y el poder (Santiago: Zig-Zag, 2001). 7 Además del libro de Frei, véase mi libro El Chile perplejo. Del avanzar sin transar al transar sin parar (Santiago: Planeta, 1998) donde contrasto su crítica con la de un díscolo aristocrático como Vicente Huidobro. 53


Fotografía: Armindo Cardoso

A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

Campesinos preparando un asado al fuego, en el marco de la Reforma Agraria.

incondicional de EEUU y, no menor el factor

a 674 el 68, y 1.275 el 69)9. El otro motivo de ra-

tiempo, solo la dictadura lo superará en duración

dicalización auspiciada por el gobierno va a ser

en su manejo de la reforma. Durante sus prime-

la llamada “Ley Aylwin” (por Patricio Aylwin)

ros tres años, hasta antes de la Ley 16.640 de

de 1969 que agilizará el ritmo de expropiacio-

1967, llevó a extremos la legislación de Alessan-

nes, incluyendo a predios “tomados” u ocu-

dri. Las expropiaciones fueron en escalada. De 17

pados, entregándole el control administrativo

unidades expropiadas entre 1962 y 1964, se pasó

del fundo a sus ocupantes y a funcionarios de la

a 495 entre 1964 y 1967. Posteriormente, con la

CORA, eliminando todo posible recurso judicial

Ley 16.640, entre 1967 y 1970, se expropiaron

o pendiente, el propietario quedando indefenso.

797 unidades adicionales. De modo que bajo Frei

Medida repudiada hasta por falangistas. Jorge

se llegó a un 40.84% del total de hectáreas físi-

Rogers Sotomayor, años antes (el 66), califica-

cas expropiadas entre 1962 y 1973 . Nombró a

ría muy duramente a su autor (“Aylwin no es un

un equipo que incluso integraría el gobierno de

político: es un fanático”)10.

8

la UP sirviendo de enlace entre una y otra expe-

En fin, el escenario que típicamente identifica-

riencia (con Jacques Chonchol y el futuro MAPU

mos con la UP —activismo, concientización, co-

a la cabeza, primero desde el INDAP, después

gobierno y permisividad gubernamental— viene

desde el Ministerio de Agricultura). Conforme

de antes, del 67 concretamente. Por cierto que

a la nueva Ley de Sindicalización Campesina

no solo en el agro (lo mismo se enseñoreará en

(N° 16.625, también de 1967) hubo un aumento

universidades por esa fecha), pero será la Refor-

de 33 sindicatos en 1965 (con 2.126 afiliados) a

ma Agraria que inicia y marca la tónica. Que la

423 sindicatos (y 104.666 campesinos) en 1969.

DC se quebrara y sus cuadros más de izquierda

Huelgas y tomas campesinas también incremen-

formaran nuevos movimientos y agrupaciones

tarán notoriamente (de un total de 702 en 1967

(MAPU e Izquierda Cristiana), confirma que la fase técnica y desarrollista —y en lo político, ob-

8 Datos de la CORA y de Alberto Valdés, “A 50 años: Balance de la Reforma Agraria chilena”, Informe Serie Económico Nº 258, Libertad y Desarrollo, julio 2016, 9, citados en Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, Reforma agraria chilena. 50 años. Historia y reflexiones (Santiago: Ediciones Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2017), 121.

54

sesa con liquidar a la derecha— estaba por superarse. Para dichos grupos no cabía sino emigrar y profundizar lo alcanzado en una siguiente

9

BCN (2017), 125.

10 Citado en Fontaine Aldunate (2001), 125.


arremetida, sea con Tomic o con Allende. Acu-

hectáreas expropiadas)12. Los sindicatos aumen-

saciones de “Kerensky chileno” (para referir-

taron de 211 (47.473 campesinos) en 1967 a 632

se a Frei), “tontos útiles”, “amigos de ruta” o

(127.782 afiliados) en 1970, hasta 870 (220.859

“diablos en sotanas” no emerjen de la nada. El

miembros) en 197313. A su vez, si las tomas y

libreto estaba ya escrito. Procaces y agresivos di-

huelgas campesinas bajo Frei llegaron a ser 2.651

chos motes, responden al ambiente caldeado que

en tres años (67, 68 y 69), con Allende alcanza-

Frei lega a su sucesor. A esas alturas, la Reforma

rán a ser 2.036 tan solo el año 197014. La legalidad

Agraria excede a quien sea que gobierne desde La

será menos respetada, mientras que el gobierno

Moneda, con lo cual nos lleva a su ulterior etapa,

se verá entre sobrepasado y cómplice. Se optará,

la de un Allende que terminará pegándose un tiro

en vez de asentamientos promotores de “comu-

en medio de bombardeos, previamente alistados

nitarismo”, por una colectivización estatista,

los campos de concentración y tortura. Discul-

fusionando predios y eliminando toda asociación

pen la crudeza, pero en ocasiones como estas la

con los viejos fundos. El enfoque cambia: menos

historia es cruda, no el mensajero: el tiempo se

concentrado en el problema agrario se encamina

encarga de que se escriba

a terminar con el orden

sola, y siempre en tales

burgués, convencidos de

casos se lee peor. La Unidad Popular y su Cueca Larga Entiendo que este número versa sobre la Unidad Popular y Allende, pero

Concuerdo con Bengoa en

que bajo Frei se seguía operando con lógica ca-

al menos un punto: lo que siguió

pitalista. La violencia en

fue una derrota y soledad campesina

el campo va a ser mayor,

profunda; lo único que nos compete hoy es hacer arqueología del campo chileno.

el MIR creará escuelas de guerrillas y se encauzarán reivindicaciones indígenas en el sur, en paralelo a grupos paramilitares de

¿por qué entonces le hemos dedicado tanta tinta a sus prolegómenos?

agricultores (resistencia más dura que la del Va-

Es que la UP es su continuación, consecuencia y

lle Central): un cuadro de potencial guerra civil

efecto anticipados. Dicha secuencia la retrata y

y lucha de clases. Bajo Allende, recordemos, ha-

define. La izquierda no solo no inicia el proceso

brá muchos otros conflictos, no solo generados

(no es de ella la idea que fuese el agro la chispa y

por la Reforma Agraria: nacionalización del co-

excusa que gatillaran el descalabro) ni la estrate-

bre, protestas callejeras, paro camionero, dege-

gia, ni fue necesaria una nueva ley. Así y todo, la

neración universitaria, intentos de involucrar a

arrastran, se suman y llevan el proceso a su pri-

militares, incorporación de comandantes en jefe

mer desenlace; la dictadura se encargará de re-

al gabinete… Retrospectivamente hablando, la

matarlo e imprimirle su final infeliz, vaya ironía.

suerte estaba echada.

Concuerdo con Bengoa en al menos un punto: lo que siguió fue una derrota y soledad campesina

¿La Reforma Agraria llevó al golpe?

profunda; lo único que nos compete hoy es hacer arqueología del campo chileno11. Torretti, en el

Todo indica que sí. Es el gran choque inicial y

entretanto, atina solo a reírse junto a su mujer.

primera propuesta propiamente revoluciona-

¿Qué es lo propio de la UP? La aceleración, el

ria, también el conflicto más prolongado. El

que se dispararan las expropiaciones y campesi-

que deja en evidencia la debilidad de la derecha

nos sindicalizados comparado con lo de Frei: de

y la lleva a desechar su tradicional creencia en

1.292 unidades (40.84% del total de hectáreas expropiadas) a 4.207 unidades (55.31% del total de 12 BCN (2017), 121. 11 José Bengoa, Reforma Agraria y revuelta campesina (Santiago: LOM, 2016).

13 José Garrido et al., Historia de la Reforma Agraria en Chile (Santiago: Editorial Universitaria, 1988), 106 14 BCN (2017), 125.

55


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. ENSAYO

la institucionalidad, con mayor razón al sen-

supuestas causas de la Reforma Agraria. Y eso que

tirse traicionada por la DC. Si Bengoa está en lo

arbitrariedades y choques violentos se producen,

correcto, que la Reforma Agraria afectó a 3.000

además de que el efecto desbordante cobrará

propiedades y a 1.800 familias emparentadas

víctimas entre quienes la iniciaron. La DC se di-

entre sí, es entendible que hubiese reacción. La

vide y el grueso de su militancia decide derrocar

resistencia de propietarios armados conducía a

a Allende. Hacia entonces es evidente que seme-

una guerra civil. Claramente, la Reforma Agra-

jante dinámica no es la de una reforma en curso,

ria demostró la precariedad de la historia y de la

sino que se está en plena revolución, para nada

institucionalidad legada, y lo poco confiable que

“en libertad” o “con empanadas y vino tinto”.

es el progresismo cuando hace “reformas” para

Fue así, brutalmente —todo cuestionado, todo

bloquear la revolución del otro, y adelantar la

vale— como se vino a decidir un 11 de septiembre

propia. Es más, volvió patente que se podía hacer

la muy lamentable vía de resolución por la que

borrón y cuenta nueva y que ello sirvió a una si-

se optó.

guiente revolución con otro tinte, una contrarre-

Y eso que hacía rato que se venía perfilando

volución militar, nacionalista y neoliberal infini-

como revolución, aun cuando hablaran de “re-

tamente más trastornadora. Eliminado además

forma”. Una podrá ser brusca y mortal, la otra,

el soporte de la derecha tradicional, pudo ha-

progresiva y gradual; con todo, llevada la distin-

cerse un golpe, sacrificar

ción al tema de la Refor-

el agro y los partidos de

ma Agraria, dará lo mis-

viejo cuño. Si la Reforma Agraria llegó a no impor-

Todo progresista es revolucionario.

tarles, así de olímpicos.

Concibe lo moderno de manera

Las casas patronales que se han restaurado y exhiben a todo color en libros de arte descomuna-

excluyente. No tolera que exista indicio alguno de que tradición y modernidad sean complementarias.

les nunca mencionan los

mo. No hay reformista que no quisiera el fin de la hacienda. No conozco uno que no despotrique en contra de un sistema cuya

caricatura

impi-

de entenderlo. Encuentran indigno y servil que

efectos de la Reforma Agraria (como si no hubie-

empleados manifiesten lealtad a patrones; no

se ocurrido nunca). La historia previa vale cero.

comprenden que pudiese haber habido recipro-

Lo que importa es el poder y qué hacer cuando se

cidad entre clases; se les escapa lo compartido

recupera, habiendo sido humillados una vez; ello

que podía llegar a ser una vida en común —ha-

ocurre y termina expidiéndose ese revanchismo,

blar parecido (ahuasados), comer más o menos

de tufo indesmentible, variante “rico de nuevo”,

lo mismo, disfrutar las mismas cosas —bestias,

igual de arribista, aunque menos siútico que el de

arquitectura y paisaje—, engendrarse unos con

“nuevos ricos”15.

otros incluso16. No hay progresista que no sea

Como habrán notado, no me detengo en los

intolerante. Nunca entenderá que ese mundo

principios ni en las supuestas “buenas inten-

permitió otra realidad, urbana, de clase media

ciones” que inspiraron el proceso, digamos,

profesional, a condición de no eliminar la matriz

su trasfondo evangélico. Esa perspectiva pinta

social. Todo progresista es revolucionario. Con-

un falso cuadro, aunque confirme prejuicios de

cibe lo moderno de manera excluyente. No tolera

quienes leen sobre el asunto para luego persig-

que exista indicio alguno de que tradición y mo-

narse. Lo que llama la atención, y sobre lo cual

dernidad sean complementarias. Para el progre-

poco se ha reparado, es la dinámica de los efectos,

sista reformar/revolucionar es una oportunidad:

fenómeno más significativo que la validez de las

permite negar cualquier resabio histórico.

15 Cf. Alfredo Jocelyn-Holt, “Biblioteca QP: La Riqueza Chilena” en Qué Pasa, (“Casas de campo chilenas”), 26-1-2007, 28-31.

16 Véase Sofía Correa, “Los expropiados” en A 50 Años de la Reforma Agraria, Universidad de Chile: Revista Anales, N° 12, (2017), 203-231.

56


Jorge Alessandri, Eduardo Frei y Salvador Allende llevaron adelante la Reforma Agraria, cada uno a su propia velocidad.

Resulta ocioso plantearse qué hubiese sido de

se iba a terminar la hacienda —la estructura de

Chile sin la Reforma Agraria. Se produjo. No es

más larga duración en Chile, clave para estruc-

que haya debido impedírsela. El punto es cómo

turar este país y su institucionalidad— y que

se hizo y cómo nos llevó a la UP y al despeña-

había que simplemente aguantarlo es no en-

dero. Y ello no merece ningún jajajá de nadie y

tender qué es una revolución, que a estas suelen

menos de intelectuales. Es como cuando dicen

seguirle contrarrevoluciones aún más durade-

que sin violencia nada se logra en la historia, o

ras, y esa es la manera como los países, al final,

no se hacen tortillas sin quebrar huevos. Suena

reencuentran su equilibrio… provisional.

a fatalismo o liviandad intelectual. Suponer que

Alfredo Jocelyn-Holt es historiador (D. Phil. de la Universidad de Oxford) y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Algunos de sus principales libros son La independencia de Chile (1992), El Chile perplejo (1998), El peso de la noche (1999) y La escuela tomada (2015). Desde hace años está embarcado en la escritura de la Historia General de Chile, de la cual se han publicado los tres primeros tomos.

57


h o r a s en la Esta sección quiere reseñar, dentro del océano bibliográfico que se ha escrito sobre la Unidad Popular, algunos de los libros que nos parecen más relevantes para comprender este período de la historia. Claudio Alvarado y Noam Titelman comentan el libro Salvador Allende. El fracaso de una ilusión, de Gonzalo Vial. Por otro lado, distintos colaboradores reseñan obras que abordan fenómenos centrales de los años sesenta y setenta.


biblioteca Contrapunto de Claudio Alvarado y Noam Titelman sobre Salvador Allende. El fracaso de una ilusión, de Gonzalo Vial. Diego González sobre Teoría y práctica de la Democracia Cristiana chilena y Los caminos de la revolución, de Jaime Castillo Velasco. Catalina Siles sobre Cristianos por el socialismo. Primer encuentro latinoamericano. Ricardo Brodsky sobre 1970. La pugna política por la presidencia en Chile, de Joan Garcés. Josefina Araos sobre Tejedores de la revolución, de Peter Winn. Mariana Canales sobre Las palabras no se las lleva el viento, de Diego Hurtado.


Fotografía: Armindo Cardoso/BND

Un fracaso respetable CLAUDIO ALVARADO R.

Contrapunto sobre Salvador Allende. El fracaso de una ilusión, de Gonzalo Vial (Santiago: Uni-

“E

l personaje clave de la Unidad Popular”,

Salvador Allende, “merece respeto”. Más aún,

versidad Finis Terrae — Centro de Estudios Bi-

“no hizo nada que ni remotamente permita des-

centenario, 2005).

preciarlo, aunque pensemos que muchas veces haya estado profundamente equivocado”. Estas ideas, contenidas en las primeras páginas de Salvador Allende. El fracaso de una ilusión, ilustran con claridad la singular perspectiva que distingue al libro de Gonzalo Vial. Desde luego, se trata de una obra crítica de la Unidad Popular y del expresidente Allende. Sin embargo, quien se acerque a ella desde la mera sospecha, como si fuera absolutamente predecible lo que dirá sobre estas materias un historiador conservador que fue activo opositor de la UP, se llevará más de una sorpresa. En rigor, Vial se toma muy en serio el auge y caída de la UP, alejándose de las caricaturas o las explicaciones simplistas al momento de examinar el quiebre más brutal y complejo del Chile republicano.

60


Quizá la principal manifestación de ese en-

iniciativas emblemáticas de Allende a lo largo de

foque sea el cuidado perfil de Salvador Allende

sus mil días, desde el proyecto que reemplazaba

que dibuja el libro, reconociendo en él ni más ni

al Congreso por una Asamblea del Pueblo unica-

menos que la ambigüedad característica de la

meral hasta el frustrado plebiscito y los intentos

condición humana. Por un lado, el autor subra-

finales de diálogo con la DC, fueron sistemática-

ya varios aspectos positivos de la personalidad

mente bloqueadas por el Comité de la UP. Todo

de Allende. Entre otros, su “pasión patriótica”,

esto, dicho sea de paso, permite comprender las

su consecuencia en la esfera política (“no puedo

sentidas palabras que —según Joan Garcés—

dejar de admirar las conductas que por convic-

dirigió Allende al emisario que el PS envió a La

ción sincera permanecen fieles a un ideal”), su

Moneda la mañana del 11 de septiembre de 1973.

consecuencia social (“como presidente siguió

Al ser consultado sobre qué harían en adelante,

viviendo la misma vida, con el mismo grupo

el presidente respondió con trágica sinceridad:

de amigos y amigas de su edad”) y su probidad

“nunca antes me han pedido mi opinión. ¿Por

(“desde el poder no incrementó en nada su pa-

qué me la piden ahora?”.

trimonio personal”). Tal vez nada llama tanto

El libro también mira con mucho recelo las va-

la atención como el hecho de que, según Vial, el

cilaciones de Allende. En particular, aquello que

líder de la UP “no tenía ningún resentimiento”.

Vial considera el “gran enigma” de su gobierno:

Asimismo, destaca la forma en que el historiador

que “durante años osciló entre el estilo parla-

aborda el suicidio de Allende. En este punto Vial

mentario del que provenía y la tentación gue-

no solo renuncia al juicio moral, sino que señala

varista”. En efecto, mientras el líder socialista

que ese trágico acto “posee sin duda un sentido

siempre defendió retóricamente la vía legal para

político, y en eso es muy respetable, es un acto de

alcanzar el poder y para, una vez situado en él,

grandeza personal: la única forma que le queda

empujar la revolución socialista, en los hechos

de entregar y subrayar su mensaje”.

fue amigo personal del Che Guevara y de Fi-

Por otro lado, nada de lo anterior impide al

del Castro, visitó Cuba, asistió a la fundación de

autor analizar críticamente diversos aspectos de

OLAS (entidad que coordinaba los movimientos

la vida política del expresidente. Una de las pre-

revolucionarios latinoamericanos) y respaldó los

guntas que más inquieta a Vial es cómo explicar

conocidos resquicios legales, entre varios otros

que Allende, un líder de masas innato e histó-

hitos de la misma índole. Por ejemplo, el pro-

ricamente eficaz en el ámbito partidario, haya

blema con los “bultos cubanos” de 1972, un sos-

encabezado “una gestión de gobierno desas-

pechoso conjunto de equipajes proveniente de

trosa como ninguna otra”. El texto apunta a su

la isla regida por Castro que fueron llevados a la

errónea creencia “en el poder compartido” y al

casa del expresidente sin pasar por la aduana. O

hecho de que “no supo o no pudo imponer su au-

el “episodio Santucho”: un grupo de guerrilleros

toridad”. Acá jugó un papel crucial el precio que

argentinos fugados del país trasandino respecto

pagó Allende para conseguir la nominación a la

de los que Allende debía decidir qué hacer, si de-

presidencia luego de tres intentos frustrados. Tal

volverlos a su país o ayudarlos. Ante esa disyun-

precio fue que las decisiones gubernamentales

tiva, Allende habría resuelto otra cosa: “éste es

no dependerían única ni principalmente del jefe

un gobierno socialista, mierda, así es que esta

de Estado, sino del Comité de la Unidad Popu-

noche se van para La Habana”. Es la dinámica de

lar, compuesto por representantes de todos los

la tensión jamás resuelta entre el ánimo institu-

partidos de la UP, y cuyas decisiones debían ser

cional y el anhelo revolucionario. En los términos

adoptadas por la unanimidad de sus miembros

de Vial, “Allende era un hombre tironeado entre

presentes. Si, como cree Vial, Allende “confió en

su moderación verbal, su pasado de viejo demó-

su legendaria muñeca para contrarrestar la ad-

crata, de una parte, y de la otra su entusiasmo,

versidad”, no es imposible pensar que cierta do-

también de viejo, por este romanticismo juvenil

sis de soberbia también le haya jugado una mala

de la violencia”.

pasada. En cualquier caso, Vial detalla cómo las

61


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. C ONTRAPU NTO

Con todo, el autor está lejos de creer que la caótica realidad del Chile predictadura se reduzca a los vaivenes del expresidente. Las críticas de Vial tampoco se agotan en el guevarismo o el resto del entorno de Allende. Sus cuestionamientos ni siquiera se restringen a quienes, como Carlos Prats o el Cardenal Silva Henríquez, limitaban al diálogo a la UP y la DC, olvidándose de un sector importante de la “política regular”: la derecha. A fin de cuentas, Gonzalo Vial describe dos crisis que confluyen por esos años. La primera, relativa a la ingobernabilidad de Allende y la UP, marcada por la polarización y el bloqueo del sistema político, así como por la violencia y el desastre económico del período. Pero esta crisis era solo una parte, aunque muy importante, de una segunda Fotografía: Armindo Cardoso/BND

crisis más amplia, una crisis nacional que venía al menos desde los años cincuenta. Ella consistía, siguiendo el concepto acuñado por Mario Góngora, en que convivían tres tercios con su respectiva planificación global, cada una incapaz de imponerse a la otra. El dramático resultado de todo esto, al decir del autor, era que “casi todas las fuerzas políticas y, en general, casi toda la población, querían la guerra civil, o al menos la aceptaban, resignadamente, como una tragedia inevitable”. Desde luego, estas y otras consideraciones podrán ser objeto de debate (basta pensar en el contrapunto con el Allende que perfila Carlos Altamirano); es lo que, en general, seguirá ocurriendo con esta disputada etapa de nuestra historia. Pero, precisamente por ese motivo, este tipo de obras merece ser leída y releída. Alguien podrá argumentar que el Salvador Allende de Vial carece de la sistematicidad propia de los textos estrictamente académicos. A cambio, sin embargo, el libro de Gonzalo Vial, originalmente un conjunto de conferencias leídas en un ciclo celebrado a treinta años de la muerte del expresidente socialista, ofrece una indispensable visión de conjunto del período 1970-1973; una visión que haríamos bien en meditar al cumplirse cinco décadas de aquel doloroso momento en que “nadie tenía fuerza electoral, fuerza parlamentaria ni fuerza social como para imponer su propio programa. Pero al mismo tiempo nadie… estaba dispuesto a transigir”.

62


¿Podría haber triunfado Allende? NOAM TITELMAN

Contrapunto sobre Salvador Allende. El fracaso

E

l libro de Gonzalo Vial, Salvador Allende. El

de una ilusión, de Gonzalo Vial (Santiago: Uni-

fracaso de una ilusión, es una crónica sobre la

versidad Finis Terrae — Centro de Estudios Bi-

Unidad Popular y los hechos que condujeron al

centenario, 2005)

golpe de Estado en 1973. Es destacable que Vial haya evitado en esa crónica dos atajos fáciles. Por un lado, desmiente varias de las afirmaciones negativas sobre la personalidad e intenciones de Allende: Vial describe al expresidente como dotado de una consecuencia social poco frecuente y una intachable probidad (35-42) y no le niega la intención genuina de alcanzar una revolución democrática, pluralista y libertaria (51). Por otro, y quizás más llamativo dada la biografía del autor, se abstiene, casi sin excepción, de juzgar el fin último de Allende y su proyecto socialista. Vial no presenta el golpe como resultado de los fines del proyecto allendista, sino como una consecuencia inevitable de los medios empleados para lograrlo.

63

63


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. C ONTRAPU NTO

Es curioso que también en la izquierda haya

La crisis chica se resumiría en la presencia del

dominado una visión fatalista sobre los medios

“guevarismo”, una corriente ideológica más

empleados por Allende. Son dos las principales

o menos estructurada con presencia en el MIR,

perspectivas con que la izquierda ha explicado

considerables sectores del Partido Socialista y

el golpe de 1973. Desde la tradición revoluciona-

una variedad de grupos de izquierda radical. El

ria más radical, la razón estaría en el rechazo de

guevarismo sería responsable de haber agudi-

Allende a armar un ejército paralelo que pudiera

zado la crisis económica y la tensión social al

hacer frente a las élites amenazadas. Por ejem-

haber llevado a la Unidad Popular a expandir las

plo, Ralph Miliband coincide con Vial en descri-

estatizaciones del área social (104-105) y sería

bir a Allende como un político eminentemente

culpable de la imposibilidad de Allende de ge-

parlamentario e institucionalista con, a lo más,

nerar una alianza más amplia, al boicotear las

algunas tendencias revolucionarias1. Así, para

conversaciones con la DC (132-134). Además de

Miliband, la insistencia en la vía institucional y

estos catalizadores de la crisis chica, el principal

gradual, en particular confiando en la neutrali-

efecto del guevarismo para Vial sería que intro-

dad de las Fuerzas Armadas, pecó de un exceso

dujo la violencia y el caos en la esfera nacional,

de ingenuidad que hizo inevitable el desenlace.

lo que, ante el temor de una guerra civil, habría

La otra tesis desde la izquierda fue liderada por

llevado a los militares a quebrar su neutralidad

Enrico Berlinguer . A partir de la experiencia chi-

y tomar partido contra la UP (161-163). En este

lena, el dirigente comunista italiano concluía que

último punto Vial no deja espacio a la duda: “En

la unidad de la izquierda no sería suficiente. Se-

Chile la violencia como método y necesidad in-

ría necesario realizar un “compromiso históri-

soslayable la introdujo el guevarismo y suscitó la

co” con otras fuerzas políticas, en particular con

contra violencia adversaria” (94)

2

la Democracia Cristiana, pues solo así se podría

La tesis de la inminente guerra civil guevaris-

asegurar la pervivencia de la democracia ante la

ta, ilustrada con los dichos incendiarios de algu-

respuesta reaccionaria que traerían las reformas

nos dirigentes políticos de izquierda, se basaría

económicas y sociales. El socialismo democráti-

en la existencia de milicias de tamaño desco-

co requeriría tanto de la capacidad de acumular

nocido y en que “era notorio que todo el mundo

como de perder fuerza generando compromisos

se estaba armando en Chile, menos las Fuerzas

con sectores democráticos no revolucionarios.

Armadas” (160). Mirado en retrospectiva, la evi-

En este sentido, citando a Lenin, Berlinguer hace

dencia en contra de esta tesis es abrumadora y es

referencia a la necesidad de una “ciencia de la

innegable que la resistencia de milicias al golpe

ofensiva” y, especialmente, una “ciencia de la

fue marginal. En realidad, para su buena o mala

retirada”, como parte de una estrategia demo-

fortuna, la UP parece haber sido muy eficaz en

crática hacia el socialismo.

evitar el surgimiento de un ejército popular pa-

Sin referirse a este debate de la izquierda, Vial

ralelo. Las pocas evidencias del supuesto poderío

coincide en la centralidad que tuvieron para

militar guevarista han sido desmentidas por la

el fracaso del proyecto de Allende los tres ele-

mayoría de los historiadores como artefactos de

mentos que allí se mencionan: la creciente ani-

propaganda del régimen militar3. Quizás lo más

madversión de las Fuerzas Armadas, la falta de

interesante de la tesis de una supuesta guerra ci-

alianzas amplias y la emergencia de la guerra de

vil guevarista es que permite reflejar los estados

clases. Adicionalmente, detrás de estos aspectos

de ánimo que se vivían en quienes percibían el

encuentra otras dos explicaciones: la “crisis chi-

peligro apremiante de un quiebre democrático,

ca” y la “crisis grande”.

más allá de que se basaran en hechos falaces.

1

Ralph Miliband (1973), “The coup in Chile”, Socialist Register, 10 (10).

2 Enrico Berlinguer (febrero de 1974), “Reflections after the events in Chile”, en Marxism today.

64

3 Por ejemplo, véase: Steve J. Stern, Battling for hearts and minds. Memory struggles in Pinochet’s Chile, 1973–1988 (Durham: Duke University Press, 2006).


Fotografía: Armindo Cardoso/BND

A diferencia de la explicación de la crisis chi-

Berlinguer, hubiera sido viable porque las ideo-

ca, el relato de la crisis grande parece dar mejor

logías de planificación global implicaban una in-

cuenta de lo acontecido y permite incluso pre-

compatibilidad inconciliable. La política chilena

cisar algunas de las explicaciones que han do-

se habría visto así atrapada por la incapacidad

minado el análisis desde la izquierda. La crisis

de aplicar esas ciencias de la ofensiva y de la re-

grande, basada en la visión de Mario Góngora,

tirada, que reclamaba Berlinguer, sucumbien-

hace referencia a la existencia de tres proyectos

do a la reacción feroz encarnada en el golpe de

de “planificación global” que, a partir de media-

Estado. En este sentido, el libro de Vial describe,

dos del siglo XX, significaron la imposibilidad

además del fracaso del proyecto allendista, otra

de dar una gobernanza estable al país. Los tres

desilusión, la del “excepcionalismo” chileno: la

tercios de la política chilena (izquierda, centro,

creencia de que, ante la disyuntiva entre razón y

derecha) estaban marcados por proyectos po-

fuerza, los políticos chilenos de todo el espectro

líticos que ideológicamente no podían transar:

siempre sabrían elegir la primera.

“en puridad de ideas sus modelos de sociedad

Cincuenta años después del inicio del gobierno

eran incompatibles e inconciliables” (77). Así,

de la Unidad Popular seguimos buscando expli-

este sería el fondo de la crisis institucional de

car su sangriento final. Hay algo en ese momen-

Chile, que terminó en el golpe militar: “Nadie

to clave de nuestra historia, en el que se quebró

tenía fuerza electoral, fuerza parlamentaria ni

la ilusión del excepcionalismo chileno, que lo

fuerza social como para imponer su propio pro-

convierte, una y otra vez, en el prisma desde el

grama. Pero al mismo tiempo, nadie (…) estaba

cual procesamos nuestras deliberaciones en la

dispuesto a transigir para generar esa mayoría”

política nacional. En momentos convulsos como

(103-104). La idea de un ejército popular parale-

los que ha experimentado recientemente el país,

lo, pese a lo que Miliband postula, habría sido in-

nuevamente resulta importante preguntarse por

viable porque no se disponía de tal fuerza social,

la capacidad de nuestra política para enfrentar

sobre todo frente a un ejército formalmente en-

un momento decisivo como aquel. En definitiva,

trenado como el chileno. Tampoco la idea de una

un libro y una desilusión que bien conviene re-

alianza social y política amplia, como sugiere

leer en los tiempos que vivimos.

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES E ÑA

Los laberintos de la revolución DIEGO GONZÁLEZ CAÑETE Sobre Los caminos de la revolución (Santiago: Editorial Del Pacífico, 1972) y Teoría y práctica de la Democracia Cristiana chilena (Santiago: Editorial Del Pacífico, 1973), de Jaime Castillo Velasco.

E

l triunfo de Salvador Allende el 4 de sep-

los numerosos ensayos y comentarios de su au-

tiembre de 1970 tensionó al Partido Demócrata

toría aparecidos en Política y Espíritu desde fines

Cristiano (PDC) tanto estratégica como doctri-

de los años cuarenta. Parcialmente recogidos

nariamente, al punto de revitalizar desacuerdos

en Los caminos de la revolución (1972) y Teoría y

e insuficiencias de larga data en el entorno par-

práctica de la Democracia Cristiana chilena (1973),

tidario. No se trataba solo de la derrota de Rado-

estos artículos son un testimonio del pulso de las

miro Tomic, su postulante a La Moneda. La con-

décadas centrales del siglo XX chileno, así como

quista del poder por la Unidad Popular tendría

de la espesura doctrinaria de uno de sus partidos

también consecuencias en las interpretaciones

más relevantes.

sobre la presidencia de Eduardo Frei, en la com-

La historia intelectual de la Democracia Cris-

posición interna del partido y en su proyección

tiana había estado desde sus orígenes atada a

en el futuro cercano. En este contexto, en el pla-

la idea de revolución, ya fuera como formula-

no de las ideas y la reflexión programática, jugó

ción teórica o posibilidad estratégica. De ahí que

un rol crucial el abogado Jaime Castillo Velasco,

el triunfo allendista remeciera los cimientos

la mayoría de las veces desde las páginas de la

“identitarios” del antiguo falangismo. En el en-

revista Política y Espíritu.

sayo “¿Qué es un Partido Demócrata Cristiano?”,

En la figura de Jaime Castillo reverberaba por

de agosto de 1957, Castillo había sugerido que el

entonces buena parte de la trayectoria formativa

partido naciente era fruto de la crisis del mun-

del socialcristianismo chileno, y su tribuna era

do moderno, nacido con el propósito de “pasar a

respetada por la claridad del estilo y la honesti-

una nueva etapa de civilización” que dejara atrás

dad intelectual en la diatriba. Hacia 1971, temas

las “tragedias de la economía liberal”: el indivi-

como la comprensión del momento histórico, el

dualismo y el colectivismo. Su ánimo de trans-

valor del pensamiento cristiano y la democracia,

formación era completo: “El Partido Demócrata

o la sombra de la revolución copaban las páginas

Cristiano es, pues, en definitiva, una empresa de

firmadas por el abogado, reflejando las pugnas

liberación del hombre”. Dos años después, Cas-

internas de la DC y su propia textura ideológi-

tillo definiría al PDC como un “partido de van-

ca. ¿Era la “vía chilena al socialismo” compati-

guardia”, esto es, doctrinario, homogéneo, com-

ble con la experiencia democratacristiana entre

batiente y disciplinado, provisto de un ideario

1964 y 1970? ¿Había el gobierno de Frei puesto

propio más allá de la oferta ideológica de la Gue-

en marcha una revolución? O más bien, ¿podría

rra Fría. La misión del partido era interpretada

ser aún considerado revolucionario el progra-

como revolucionaria, y lo perfilaba “hacia ade-

ma freísta, teniendo en cuenta la atracción que

lante”: “Y este “adelante” es la transformación

generaba el socialismo en muchos “camaradas”

de la sociedad capitalista burguesa o socialista

y las mudanzas del escenario internacional? Si

totalitaria en una sociedad en que los ideales co-

bien las reflexiones de Castillo auscultaban las

munitarios, vale decir, lo más hondo a que aspira

tensiones del presente, su vertebración teórica

el hombre, sean cumplidos”. El partido favorecía

se remontaba a décadas anteriores, evidente en

así la instauración de una sociedad comunitaria

66


—o “comunidad de hombres libres”— justa, solidaria y fraterna, muy lejos tanto del Estado totalitario de las democracias populares como del frío y no menos deshumanizador individualismo capitalista. En otras palabras, la revolución no estaba fuera del horizonte previsto por Castillo o los democratacristianos chilenos: una revolución humanista y cristiana, ajena a cualquier tentación totalitaria. Por lo que la fórmula “Revolución en democracia”, al menos desde 1962, definía los contornos de una transformación esperada a escala continental, que significaría el cambio

reacción: o el PDC optaba por la izquierda o sim-

no violento de un sistema social por otro. Estan-

plemente quedaría junto a la derecha fuera de la

do Frei en La Moneda, Castillo apelaría con fre-

Historia. Pero Castillo alertó: aquel “socialismo”

cuencia al carácter revolucionario de la DC y su

no representa un mero anhelo de una sociedad

noción de una revolución por etapas, en libertad,

fraterna y sin opresión, pues no se hace cargo

ante las acaloradas críticas de una izquierda que

del hecho histórico del Estado colectivista y bu-

rechazaba el rostro apenas “reformista” o ple-

rocrático, cuya realización concreta hoy existe y

namente “reaccionario” del freísmo.

está lejos de cada una de las utopías, libertarias

Los ensayos del intelectual democratacristiano

o cristianas. Bastaría interrogar al respecto a los

por estos años retoman alternativas propias de

que han amparado —aunque fuera con su silen-

la sensibilidad socialcristiana de la segunda pos-

cio— la represión soviética en Polonia, Hungría

guerra: la revitalización de un orden cristiano, el

y, recientemente, en Praga; bastaría observar la

fin de la opresión de clases, una vía no capita-

notoria degradación autoritaria de la Cuba cas-

lista de desarrollo y, acaso lo principal, la socie-

trista. Así, un socialismo ideal, aunque ambiguo

dad comunitaria como respuesta total, pluralista

e ingenuo, podría encaminarse temerariamente

y genuinamente democrática, cual régimen de

a una experiencia totalitaria. Por esto, la única

derechos humanos. Le resultaba por entonces

garantía de una revolución libre y democrática

atractiva la experiencia de Tito en Yugoslavia y

seguiría siendo, para él y otros, la propuesta por

descartaba la violencia como arma revoluciona-

la Democracia Cristiana.

ria: en la liberación de los oprimidos, observaba

Algo de la posición global de su partido reflejó

hacia 1969, es más heroico el estadista demócra-

Jaime Castillo a través de su obra programática

ta que aquel que ampara la fuerza y la vía de las

y periodística: una certeza doctrinaria, una fe

armas. Inspirado siempre por Maritain, volvía a

y convicción en los caminos futuros del país de

encontrar coincidencias naturales entre el cris-

acuerdo con una inspiración humanista cristia-

tianismo y la democracia.

na. Leyó también con tino el endeble piso que

En torno a la campaña presidencial de 1970, la

sustentaba a las democracias contemporáneas,

“vía chilena al socialismo” sumaría a exmilitan-

entre su gama de valores y principios, y sus mu-

tes del PDC interesados en profundizar la alter-

cho más prosaicas —aunque fundamentales—

nativa revolucionaria junto con otras “fuerzas

instituciones y contrapesos del poder. Con todo,

populares”, al no encontrar justificaciones en la

al menos hasta 1971 algo de esa fina precisión en

tesis del “camino propio”. Figuras de los nacien-

sus juicios históricos quedaría rezagada ante su

tes MAPU e Izquierda Cristiana veían al comuni-

insistencia en el lenguaje de la revolución, más

tarismo ya integrado en el allendismo, mientras

épico y monumental que sencillamente realista.

suponían la “irreversibilidad del socialismo”.

Ni siquiera las circunstancias y la deriva polari-

Otros juzgaban, a su vez, que no estar del lado

zada de la política chilena alcanzarían a atenuar

del “gobierno del pueblo” equivalía a estar con la

ese persistente optimismo.

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A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES E ÑA

La revolución de los cristianos CATALINA SILES V. Sobre Cristianos por el Socialismo. Primer encuentro latinoamericano (Santiago: Editorial Nuevo Mundo, 1972).

En abril de 1972 tuvo lugar en Santiago el Primer

(1962-65) y la Conferencia Episcopal de Mede-

Encuentro Latinoamericano de Cristianos por

llín en 1968, reuniones que no estuvieron exen-

el Socialismo (CpS). Este movimiento, confor-

tas de controversias. La preocupación eclesiás-

mado inicialmente solo por sacerdotes, se había

tica por las graves injusticias y desigualdades

fundado un año antes. ¿Su objetivo? Favorecer

sociales que afectaban especialmente al conti-

una acción decidida de los cristianos en la cons-

nente; la denuncia de una “violencia institucio-

trucción del socialismo en toda América Latina.

nalizada”; la manifestación de su “opción por

Para ello, sus promotores consideraban nece-

los pobres”, es decir, una preocupación priori-

sario un trabajo conjunto, es decir, un proyecto

taria por aquellos más afectados por la miseria

común entre los cristianos comprometidos con

material y moral, y sus llamados a escrudiñar

la causa de la liberación en toda la región, dado

los “signos de los tiempos” y a la acción deci-

el “carácter global y unitario de la única Revo-

dida por un nuevo orden social, fueron objeto

lución” (17). Con este propósito se organizó el

de interpretaciones divergentes producto de un

Encuentro, que congregó alrededor de 400 de-

ambiente altamente ideologizado.

legados, entre laicos, religiosos y sacerdotes de todo el continente.

Una de estas corrientes de interpretación más relevantes del período fue la Teología de la Libe-

No fue casualidad que el Encuentro se realiza-

ración, surgida en esos años. Su reflexión sirvió

ra en nuestro país. El experimento chileno de la

de inspiración y, al mismo tiempo, se nutrió de

vía pacífica hacia el socialismo impulsado por la

los distintos movimientos y organizaciones in-

Unidad Popular constituía un horizonte de es-

volucradas en los procesos revolucionarios lati-

peranza y motivación para los anhelos de libe-

noamericanos. Como se ve en las páginas de este

ración que existían en este colectivo. Este con-

libro, CpS entra en estrecho diálogo con la Teo-

texto explica que el presidente Salvador Allende

logía de la Liberación.

enviara unas palabras a los participantes, des-

El objetivo central del Encuentro de Santiago

tacando la “trascendente importancia” de la

fue “intercambiar, analizar y profundizar las

decisión revolucionaria de los cristianos para el

experiencias de compromiso efectivo de cris-

pueblo y su lucha.

tianos en la revolución liberadora de América

El libro Cristianos por el socialismo. Primer en-

Latina” (16). El punto de partida de los partici-

cuentro latinoamericano recoge los documentos

pantes en el Encuentro fue lo que consideraban

principales que orientaron el trabajo de esos

una injusta opresión del pueblo latinoamerica-

días. Su contenido logra cristalizar un momen-

no, producto del imperialismo capitalista que

to histórico inédito en Chile y América Latina,

se había establecido con el apoyo de las clases

marcado por el clima de polarización ideológica

dirigentes. Esta visión de la realidad los había

característico de la Guerra Fría. Dicha polariza-

llevado a la convicción de que, para atraer a las

ción penetró ámbitos insospechados, incluida

masas a la lucha por la liberación, era necesa-

la Iglesia Católica. Ella misma atravesaba los

ria la incorporación de los cristianos en el pro-

oleajes que trajo consigo el Concilio Vaticano II

ceso revolucionario. Para ellos esto implicaba,

68


en primer lugar, desideologizar al cristianismo latinoamericano que, servil a los intereses burgueses, y habría condenado al pueblo creyente a la pasividad, impidiéndole tomar conciencia de clase. En este sentido, CpS se mostraban críticos a las formas de religiosidad popular, consideradas herramientas de la oligarquía conservadora para mantener las estructuras de dominación. Asimismo, el reformismo guiado por los principios de la Doctrina Social de la Iglesia les parecía insuficiente; se necesitaba, por el contrario, una transformación profunda de las estructuras de dominación, no cambios “parciales y engañadores” supuestamente funcionales al sistema, en la medida en que impedían la agudización de las contradicciones de clase. De este modo, para el movimiento descrito solo el socialismo ofrecía un horizonte capaz de responder a la gravedad de la situación y establecer un camino eficaz de

El Encuentro, como puede suponerse, susci-

liberación: no había opciones intermedias, y los

tó una polémica con la jerarquía eclesiástica. El

cristianos debían contribuir a su realización. En

libro recoge el intercambio de correspondencia

palabras de los textos del Encuentro, “La causa

entre los organizadores de CpS, el cardenal Raúl

de liberación es la destrucción del capitalismo y

Silva Henríquez, entonces arzobispo de Santia-

la construcción del socialismo, como paso fun-

go, y la Conferencia Episcopal chilena. En estas

damental para que el Reino de Dios se acerque”.

cartas los obispos manifiestan su preocupación

Tomando las palabras que dirigió Fidel Castro

frente al hecho de que un grupo de sacerdotes

en su visita a Chile, para algunos miembros de

tomara públicamente posiciones políticas par-

CpS era necesaria una “alianza estratégica en-

tidistas, amenazando con perturbar la unidad de

tre marxismo y cristianismo”. Para ellos, la in-

la Iglesia. Asimismo, mostraban su aprehensión

compatibilidad entre ambos era solo un discurso

ante el uso acrítico del marxismo, la reducción

obstaculizador de las clases oligárquicas que, a

de la fe a la lucha de clases revolucionaria y, so-

través de una iglesia institucionalizada y la doc-

bre todo, la reducción del cristianismo a la di-

trina tradicional, desviaba la atención de los

mensión sociológica, olvidando su carácter teo-

cristianos de la urgencia de la revolución y los

lógico y profundamente mistérico.

condenaba a la inercia. Y ya que este credo era

Luego de dos años en que este movimiento se

visto como carente de un método político propio

asentó con fuerza en la opinión pública, habien-

y de herramientas analíticas para hacer fren-

do generado, de paso, una dura controversia al

te a la situación de América Latina, la apuesta

interior de la Iglesia Católica, el golpe de Estado

era luchar junto a los marxistas y hacer uso del

puso fin a Cristianos por el Socialismo en Chile.

materialismo histórico como clave de interpre-

A la larga, todo indica que no logró convertir-

tación de la realidad del continente y de trans-

se en un movimiento de raigambre popular. La

formación. Así se podría llevar a cabo el proceso

estrecha identificación con los objetivos polí-

de liberación que les exigía el modo en que com-

ticos de la UP y el desprecio por la religiosidad

prendían su compromiso con la justicia evangé-

popular desincentivaron la participación en un

lica y su “opción por los pobres”. En suma, había

colectivo que mantuvo —como reconocieron

que llegar hasta las últimas consecuencias: “los

posteriormente algunos de sus dirigentes— su

cristianos enriquecen y descubren su fe en la

carácter de vanguardia elitista y, sobre todo,

primacía de la acción revolucionaria” (257).

marcadamente clerical. 69


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES E ÑA

Nacimiento y muerte de un sueño JOSEFINA ARAOS BRALIC Sobre Tejedores de la revolución. Los trabajadores de Yarur y la vía chilena al socialismo (Santiago: LOM, 2004), de Peter Winn El 25 de abril de 1971 los obreros y empleados de

Luego de la repentina muerte de Juan en 1954,

la industria textil Yarur se tomaron su fábrica

sus hijos Jorge y Amador tomarán el poder de

y colgaron en la entrada un lienzo que rezaba:

la fábrica. El primero, buscando modernizar el

“ExYarur: territorio libre de explotación”. Con

funcionamiento de la industria, introdujo el sis-

este gesto modificaron, sin saberlo, el curso de la

tema taylorista que alteró por completo el régi-

vía chilena al socialismo. Si hasta ese momento

men laboral vigente. Se trataba de un conjunto

se desplegaba una cuidadosa “revolución desde

de “normas estandarizadas” para sacar el mayor

arriba”, con la toma se gatillaba una “desde aba-

provecho posible del tiempo de los obreros, asig-

jo”, poniendo de manifiesto las fuerzas desata-

nando puntos para que la faena fuera ejecutada

das por la promesa revolucionaria de la Unidad

sin perder “ni un momento ni un movimiento”.

Popular. Tejedores de la revolución, de Peter Winn,

Según Winn, el sistema taylorista convirtió a los

narra la historia de este proceso y de sus prota-

trabajadores “en óptimas y eficientes extensio-

gonistas. Su historia, dice el autor, quiere tomar

nes de las máquinas que cuidaban”, para quie-

distancia de las aproximaciones exclusivamente

nes la experiencia fue una verdadera “pesadilla”.

institucionales al gobierno de Allende, así como

Debido a conflictos entre hermanos y al traslado

de una historiografía laboral donde los trabaja-

de Jorge a la dirección de la banca que formaba

dores son apenas “abstracciones estadísticas”.

parte del imperio Yarur, la fábrica pasa a ma-

Winn opta así por un relato construido a partir

nos de Amador. A diferencia de Juan, el apodado

del testimonio de quienes a diario hicieron fun-

“chico de plomo” carecerá del ingenio, seguri-

cionar la emblemática industria Yarur. Imitando

dad y encanto de su padre, lo que terminará por

el oficio de los actores que elige como foco de su

convertir el paternalismo en pura represión. Así,

estudio, Winn entreteje los hilos de la experien-

a pesar de la triste memoria de 1939, un nuevo

cia cotidiana de los trabajadores de una empresa

movimiento de trabajadores intentará en 1962

que, para 1970, encarnaba como pocas la con-

conseguir la ansiada demanda de un sindicato

centración del poder en Chile.

libre. Sin embargo, el control de los patrones y la

El libro arranca en la década de 1930 con los primeros pasos de Juan Yarur en la creación de

complicidad —activa o pasiva— del Estado frustrarán la iniciativa.

un “imperio de papel y tela”, que se caracteri-

El triunfo de Salvador Allende en la elección

zaría por una exitosa combinación de estrategia

presidencial de 1970 fue, según Winn, interpre-

de negocios y vínculos políticos que le aseguró la

tado como propio por los trabajadores de Yarur.

rápida configuración de un monopolio industrial.

La organización clandestina liderada por los di-

Su modelo iba acompañado de un paternalismo

rigentes pudo salir a la luz y el “rescate del sin-

que dominó por décadas la relación entre patro-

dicato todavía apatronado” se volvió una posibi-

nes y empleados, expresado en una jerarquía de

lidad real. Si hasta esa fecha la sensación era la de

lealtades recíprocas en que la “benevolencia”

estar solos —“no teníamos quién nos ayudara”,

aseguraba el “control social”. La mejor prueba

recordaba una obrera en los años cincuenta—,

de la eficacia de su sistema será la inexistencia

con Allende en el gobierno se producía, según

de una organización sindical autónoma, a pesar

los trabajadores, un cambio de fuerzas, pues al

de las añoranzas de los trabajadores que tuvieron

fin el Estado estaría, en sus palabras, de su lado.

un primer intento frustrado en 1939.

La interpretación de los obreros demostró ser

70


acertada cuando el propio Allende visitó la fábrica durante su campaña. A las seductoras palabras introductorias de Amador Yarur, que había autorizado su visita, el candidato de la Unidad Popular respondió: “si soy elegido, Amador, aunque seamos muy buenos amigos, te quitaré esta industria. Pertenecerá a los trabajadores del pueblo de Chile”. Las palabras de Allende fueron casi premonitorias: una vez elegido, Yarur vivirá un proceso de politización que llevará a los trabajadores no solo a conseguir su añorado sindicato independiente, sino también a protagonizar la primera estatización de una empresa, a pesar del presidente, que resistió con fuerza la iniciativa. La toma que desencadenó los hechos quitó a Allende el control de una revolución que, de ahí en adelante, empezó a hacer visibles las enormes tensiones que la atravesaban. El aporte del trabajo de Peter Winn reside en mostrar el papel determinante de esa historia local en el desarrollo general del gobierno de la

una consideración más crítica de las razones que

Unidad Popular. En algún sentido, fue la toma de

explican el dilema en el que Allende se vio de

Yarur la que enfrentó a Allende y su coalición a

pronto encerrado, porque pareciera que se trató

un dilema contenido en su propio programa: si

apenas de unas muy buenas intenciones frus-

las expectativas generadas en el pueblo podían

tradas por una reacción inclemente y una masa

subordinarse a la agenda institucional de im-

repentinamente incontenible ante las reivin-

plementación de la vía chilena al socialismo. El

dicaciones prometidas. Esta hipótesis, empero,

presidente aceptó a su pesar la paralización de

deja fuera de análisis el hecho de haber plantea-

faenas y la posterior estatización pedida por los

do esas reivindicaciones justamente en términos

trabajadores, porque sabía que ponían en jaque

revolucionarios. En alguna medida, con ese ob-

la conducción y autoridad de un gobierno tre-

jetivo se sentaron las bases tanto para el rechazo

mendamente tensionado. Allende se debatía

opositor, que veía tambalear las instituciones,

entre frustrar las esperanzas de su base social o

como el descontrol de su base de apoyo, que ya no

profundizar el rechazo de una oposición que lo

veía razones para la espera pues el sistema mis-

acusaba de moverse al margen de la legalidad.

mo había sido por completo deslegitimado. La UP

Peter Winn lo expresa así: con la toma de Yarur se

activó así una retórica revolucionaria que no te-

planteaba la pregunta de si acaso “el proceso re-

nía cómo respaldar en la práctica, dando muestra

volucionario chileno era de y por los trabajadores

de un voluntarismo que se estrelló con una reali-

o meramente para los trabajadores”. Someterse a

dad que no pudo —o no quiso— adecuarse a sus

regañadientes a lo primero influirá directamente

expectativas. En cualquier caso, ello no impide

en la trayectoria posterior de la Unidad Popular.

reconocer el valor innegable del trabajo de Winn,

Al desencadenarse la revolución desde abajo, el

que logra sacar la historia de la Unidad Popu-

gobierno queda cuestionado y sus adversarios

lar del terreno exclusivo de la alta política, para

confirmarán todos sus temores. El desenlace de

llevarla a los actores que no solo permitieron su

esa historia es ya conocido por todos.

triunfo, sino que participaron activamente en un

En la historia del “nacimiento y muerte de un sueño” que reconstruye Winn, falta sin embargo

proceso revolucionario del que, después de su caída, fueron las principales víctimas.

71


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES E ÑA

Joan Garcés y su premonitorio análisis del fracaso RICARDO BRODSKY Sobre 1970. La pugna política por la presidencia en Chile, de Joan Garcés (Editorial Universitaria, Santiago, 1971)

Corría 1971, un momento de altas expectativas

partidos en Chile, la conformación de los tres

para el gobierno de la Unidad Popular, que venía

tercios, el rol de la DC, el aislamiento de la dere-

saliendo airoso de las elecciones municipales,

cha y la relación de los partidos comunista y so-

cuando la Editorial Universitaria publicó el libro

cialista. La tercera parte, “La opción de 1970 y la

de Joan Garcés, asesor del presidente Allende, ti-

ideología. Análisis de los tres programas presi-

tulado 1970. La pugna por la presidencia en Chile.

denciales”, incluye un innovador examen de los

Aunque el libro busca explicar y afirmar la posi-

programas en disputa, inspirado en los estudios

bilidad de éxito de la “vía chilena al socialismo”,

del lenguaje en boga por aquellos años.

no es ingenuo con respecto a los problemas que

Según Garcés, la posibilidad de que Allende

el proceso podría (y habría de) enfrentar: “ima-

ganara las elecciones presidenciales y pudie-

ginemos por un momento que la mayoría de la

ra conformar un gobierno viable descansaba en

oposición que controla el parlamento hubiera

tres factores decisivos de la realidad política y

adoptado una postura absolutamente obstruc-

social chilena. Por una parte, el hecho de que el

cionista a las iniciativas del Ejecutivo (…) El con-

país gozara de amplias libertades políticas en un

flicto de poderes no hubiera tardado en ser inso-

contexto institucional liberal y pluralista, donde

luble. El Ejecutivo, aislado institucionalmente de

se conformaron claras y diferenciadas alternati-

ese modo, al no contar con el respaldo irrestricto

vas con fuerte carga ideológica. En este sentido,

y comprometido de las fuerzas armadas, se hu-

Garcés valora como una condición necesaria para

biera enfrentado a una situación de aislamiento

el triunfo de Allende la mantención del esquema

y bloqueo institucional que lo hubiera asfixiado.

tripolar y la unidad de la izquierda “para obte-

Demasiado débil para adoptar medidas de fuerza

ner la mayoría relativa y después para sobrevivir

hasta sus últimas consecuencias, el gobierno de

políticamente más allá del 4 de septiembre”. En

Salvador Allende hubiera sido reducido a la im-

un esquema polarizado de izquierda y derecha,

potencia. El desenlace no es difícil intuirlo”.

como el que terminó imponiéndose hacia 1973,

El texto de Garcés es un intento por explicitar

hubiera sido imposible el triunfo de la UP o su

los fundamentos de la insólita pretensión, hasta

reconocimiento por parte del Congreso Nacional,

entonces, de hacer “la revolución hacia el so-

en cuyo caso, “las compuertas de la violencia po-

cialismo en pluralismo, democracia y libertad”,

lítica quedaban abiertas de par en par”.

proceso que llamó la atención a nivel mundial

En segundo lugar, estaba el hecho de que, a su

por sus carácter inédito y esperanzador. El libro

juicio, “la línea de escisión entre clases sociales

contiene tres ensayos que forman una unidad

no enfrenta, actualmente, en términos exclu-

coherente: el primero “Salvador Allende, Pre-

yentes a la gran masa de trabajadores y sectores

sidente de Chile”, analiza las condiciones y el

populares, por un lado, con un frente único, pe-

comportamiento político de los chilenos que dan

queña /mediana/ gran burguesía”. De lo ante-

contexto a la campaña presidencial. El segundo,

rior, el autor deduce que la UP podría extender

“El equilibrio de fuerzas sociales y los partidos

sus alianzas hacia los sectores medios, aislando a

políticos de 1963 a 1971”, analiza el sistema de

la gran burguesía. Para Garcés, “la base popular

72


de la DC y los símbolos semánticos revolucionarios de que ha hecho uso hacían de su izquierda el terreno político ideal para buscar alianzas”. Según su lectura, lo anterior se veía reforzado por la buena relación de Allende con una Iglesia Católica, y en especial con el Cardenal Raúl Silva Henríquez, sensibilizada por el Concilio Vaticano II. La tercera característica de la situación chilena que hacía posible la revolución era que “el movimiento obrero y políticamente más beligerante está agrupado tras los partidos marxistas, socialista y comunista”, partidos que habían venido colaborando sólidamente entre ellos desde hace décadas. Esto haría imposible el desbordamiento de sectores de trabajadores, como ocurrió por ejemplo en la Segunda República española con la existencia de una central anarcosindicalista. Como sabemos, el desbordamiento no vino por el lado del anarquismo (entonces inexistente), sino por una ultraizquierda que, abstrayéndose de la correlación de fuerzas, aspiraba a “avanzar sin transar”. El análisis de Garcés hace pensar que, para ser exitoso —donde lo exitoso habría sido cumplir con los aspectos centrales de su programa y completar su período abriendo paso a una

gobierno de EEUU, con todas sus consecuencias;

transformación socialista—, el gobierno de la

además, el gobierno de Allende no buscó instalar

UP requería vigorizar al extremo estos tres fac-

otra lectura posible, alejado de la retórica revo-

tores: fortalecimiento de la institucionalidad

lucionaria que Fidel Castro, en su excesiva visi-

democrática, extensión de las alianzas hacia un

ta a Chile, alimentó hasta el paroxismo. ¿Debió

centro político progresista y disciplina de los

Allende, como propuso a posteriori el dirigente

partidos ejes detrás del programa y del gobierno.

comunista italiano Enrico Berlinguer, separar

Desafortunadamente, como sabemos, ninguna

aguas del socialismo burocrático de la URSS y

de esas tres cuestiones ocurrió.

apostar todas las cartas a un entendimiento his-

Por qué no ocurrieron es harina de otro costal.

tórico con la Democracia Cristiana que permitie-

Es lógico pensar que las condiciones que ofrecía

ra consolidar los avances sociales y fortalecer la

el sistema político chileno posibilitaron el ex-

democracia?

perimento de la UP, un proyecto que hoy parece

Muchos han intentado explicar o comprender

algo exótico, no solo por lo pacífico, sino sobre

el fracaso de esta experiencia chilena. Lo defi-

todo por ese deseo de avanzar hacia un socialis-

nitivo es que esos años alimentan una memo-

mo que se derrumbó estrepitosamente unos años

ria traumática entre los chilenos: para unos, el

más tarde. Hay en este análisis, sin embargo, un

trauma de la UP, la violencia en las calles, las ex-

uso del lenguaje propio de la época que hoy puede

propiaciones, la amenaza comunista; para otros,

parecer distante, y una subvaloración de los as-

el martirio de Allende, el trauma de la dictadura

pectos del contexto global en que se desarrollaría

y las violaciones a los derechos humanos. Como

el proceso chileno. Como sabemos, el proyecto

hemos visto en estos últimos meses, estas me-

de la UP fue leído en clave de Guerra Fría por el

morias no nos abandonan.

73


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES E ÑA

Los intérpretes de la institucionalidad MARIANA CANALES S. Sobre Las palabras no se las lleva el viento. Lenguajes políticos y democracia durante el gobierno de la Unidad Popular (1970 – 1973) (Santiago: Centro de Estudios Bicentenario, 2019), de Diego Hurtado Torres .

“El diálogo es auténtico solo si las ideas se vuel-

(que Hurtado llama “jurídica”) la democracia

ven influenciables y se usan para persuadir e in-

era representativa, social o absoluta.

corporar en toda regla a los que cambian de opi-

El concepto de democracia, entonces, se re-

nión”. Convencido de que el diálogo es fructífero

veló complejo y, en cierto sentido, maleable. Sus

solo si las ideas interactúan unas con otras, así

distintas interpretaciones llevaron a ambos la-

como de la importancia del lenguaje en políti-

dos a oponerse entre sí en todo ámbito. Uno de

ca, Diego Hurtado se propone estudiar los sig-

ellos fue el derecho y las instituciones jurídicas,

nificados que la palabra “democracia” adquirió

las que, a pesar de pretender ordenar la conducta

durante el gobierno de Salvador Allende. En Las

humana y mantener un cierto orden social, lle-

palabras no se las lleva el viento, el autor demues-

gado un punto probaron ser ineficaces. Esa in-

tra que las interpretaciones de aquel concepto se

capacidad —con todo el descalabro político pos-

volvieron hasta tal punto impenetrables que de-

terior que conocemos— se debió a que, durante

jaron de influirse mutuamente, y a partir de allí

los años de la UP, ley e instituciones adoptaron el

se vieron quebradas todas las convenciones que

significado (y, por tanto, el rol) que sus intérpre-

habían sustentado la política chilena.

tes quisieron darle.

Con un notable trabajo de fuentes, Hurtado

El modo de comprender el derecho cambió se-

muestra el modo en que las distintas fuerzas

gún la comprensión de democracia que se tuvie-

políticas concebían la democracia, y las impli-

ra. Hurtado muestra, por ejemplo, cómo ya en su

cancias de ello en nuestra historia reciente. Por

primer mensaje al Congreso Nacional Allende se

ejemplo, para Salvador Allende y la Unidad Po-

comprometía a respetar el principio de legalidad,

pular, la democracia era un medio con una fi-

pero advertía que las leyes que reclamaban ser

nalidad específica: la implementación de un

respetadas obedecían a un orden capitalista,

sistema socialista. La democracia solo era tal si

muy lejano a su ideal de sociedad democrática.

era popular, socialista y dirigida por el pueblo

Los distintos modos en que la DC y la UP inter-

mismo. Así se advierte al leer el programa de go-

pretaron el Estatuto de Garantías Constituciona-

bierno de Allende, que buscaba socializar las ins-

les evidencia también el modo en que cada uno

tituciones, las empresas, la educación, el aparato

concebía el derecho. Aylwin explicaba que dicho

burocrático y hasta la propiedad, con un fuerte

estatuto cumplía el rol de hacer patente cual-

énfasis en la necesidad de democratización de

quier violación de la ley a fin de proteger la de-

estos espacios. Un episodio muy ilustrativo so-

mocracia; para Allende este solo era el paso ne-

bre lo anterior es el discurso del mandatario en

cesario para llegar a la presidencia. Finalmente,

el Estadio Nacional, con motivo del lanzamien-

el estatuto no se respetó. Y así, el autor narra más

to de la plataforma programática de la UP el año

situaciones que reflejan discrepancias similares,

1973. Para Allende, el progreso de la democracia

como el uso de los decretos expropiatorios, los

y la labor de la UP eran una misma cosa. Mientras

resquicios legales de Novoa Monreal y la discu-

tanto, en la vereda del frente, para la oposición

sión acerca de la interpretación de las normas de

74


cambio constitucional en el marco de la reforma a las tres áreas de la economía. Ante la relación de Allende y la UP con la Constitución y las leyes, la oposición estimaba que su atropello sistemático por parte del gobierno lo convertía en uno antidemocrático. La definición de democracia a la que se adscribía determinaba la interpretación y el uso que se hacía del derecho. A diferencia del gobierno, la oposición estimaba que defendiendo la legalidad se defendía la democracia. Hurtado concluye, así, que ambos grupos políticos terminaban sujetos a ordenamientos jurídicos distintos. De manera paulatina, durante el gobierno de Allende lo jurídico iría entrando en el terreno de lo político. Las distintas instituciones irían tomando partido por las posiciones políticas

pues pareciera que hoy tampoco estamos de

en escena. El autor narra los conflictos entre la

acuerdo con las reglas que nos rigen. Las dispo-

Contraloría y el gobierno, o entre este y la Cor-

siciones jurídicas e institucionales son instru-

te Suprema, y el rol del Tribunal Constitucional

mentos para lograr y mantener un cierto orden,

durante la reforma constitucional en relación a

y cumpliendo determinados requisitos permiten

las tres áreas de la economía. Hurtado atribuye

el sano desarrollo de la vida en sociedad. Pero en

esta intromisión política a la necesidad de que un

momentos críticos pueden ser ineficaces, como

árbitro neutro dirimiera el conflicto de autori-

lo demuestra nuestra historia. En algún gra-

dad existente. Sin embargo, en opinión del autor,

do, todo orden depende de la voluntad humana.

la palabra jurídica tendía a perder neutralidad

¿Puede el derecho proteger en todo momento la

y dejaba de ser fidedigna según el contenido de

democracia? ¿Existe un diseño institucional que

sus fallos, pues la politización del ambiente ha-

pueda hacer frente a los momentos de crisis?

cía que todo fuera recibido en clave política. Las

Y todo eso, ¿cómo se conjuga con los ajustes y

instituciones no pudieron cumplir con su rol y las

cambios que estimen bien en hacer las genera-

esferas de los poderes del Estado se mezclaron al

ciones venideras? Si institucionalidad y derecho

punto de no ser capaces de establecer contrape-

son solo instrumentos, quizás siempre estarán al

sos efectivos entre ellos.

servicio de la interpretación que de ellos quiera

La narración de Hurtado en torno al orden ju-

hacerse. Después de leer a Hurtado, surge la pre-

rídico e institucional del Chile de aquellos años

gunta de si en último término el derecho puede

deja varias preguntas que pueden ser especial-

separarse de sus intérpretes, y qué desafíos nos

mente pertinentes en los momentos actuales,

plantea eso hoy.

75


r e s c at e

Programa de la Unidad La sección “Rescate” procura poner a disposición de los lectores textos históricos, desconocidos, olvidados o de difícil acceso, con el fin de abordar desde una perspectiva distinta el tema central de Punto y coma. A cincuenta años de la Unidad Popular queremos complementar la interpretación que, en las páginas precedentes, se hizo sobre la UP, con uno de sus documentos fundacionales: su programa de gobierno. Acompañamos el rescate de este texto con fotografías de Marcelo Montecino, destacado artista nacional cuyo lente registró diversas escenas del Chile de los últimos meses del gobierno de Allende y de los días que siguieron al golpe de Estado de 1973.

E

l Programa Básico de Gobierno de la Unidad

Popular fue aprobado por los partidos Comunista, Socialista, Radical y Socialdemócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente (API), el 17 de diciembre de 1969 en Santiago de Chile.

76


Popular INTRODUCCIÓN Los partidos y movimientos que integran el

Los problemas en Chile se pueden resolver.

Comité Coordinador de la Unidad Popular, sin

Nuestro país cuenta con grandes riquezas como

perjuicio de mantener cada cual su propia filo-

el cobre y otros minerales, un gran potencial hi-

sofía y sus propios perfiles políticos, coinciden

droeléctrico, vastas extensiones de bosques, un

plenamente en la caracterización de la reali-

largo litoral rico en especies marinas, una su-

dad nacional expuesta a continuación y en las

perficie agrícola más que suficiente, etc.; cuenta,

proposiciones programáticas que serán la base

además, con la voluntad de trabajo y progreso

de nuestra acción común y que entregamos a

de los chilenos, junto con su capacidad técnica y

consideración del pueblo.

profesional. ¿Qué es entonces lo que ha fallado?

1. Chile vive una crisis profunda que se manifies-

Lo que ha fracasado en Chile es un sistema

ta en el estancamiento económico y social, en la

que no corresponde a las necesidades de nuestro

pobreza generalizada y en las postergaciones de

tiempo. Chile es un país capitalista, dependien-

todo orden que sufren los obreros, campesinos y

te del imperialismo, dominado por sectores de

demás capas explotadas, así como en las crecien-

la burguesía estructuralmente ligados al capital

tes dificultades que enfrentan empleados, profe-

extranjero, que no pueden resolver los proble-

sionales, empresarios pequeños y medianos y en

mas fundamentales del país, los que se derivan

las mínimas oportunidades de que disponen la

precisamente de sus privilegios de clase a los que

mujer y la juventud.

jamás renunciarán voluntariamente.

77


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

Más aún, como consecuencia misma del desa-

mientras algunos botan la comida, otros no ten-

rrollo del capitalismo mundial, la entrega de la

gan cómo alimentarse.

burguesía monopolista nacional al imperialismo

4. La explotación imperialista de las econo-

aumenta progresivamente, se acentúa cada vez

mías atrasadas se efectúa de muchas maneras:

más en su dependencia su papel de socio menor

a través de las inversiones en la minería (cobre,

del capital extranjero.

hierro, etc.), y en la actividad industrial, ban-

Para unos pocos, vender a diario un pedazo de

caria y comercial; mediante el control tecnoló-

Chile es un gran negocio. Decidir por los demás

gico que nos obliga a pagar altísimas sumas en

es lo que hacen todos los días.

equipos, licencias y patentes; de los préstamos

Para la gran mayoría, en cambio, vender a dia-

norteamericanos en condiciones usurarias que

rio su esfuerzo, su inteligencia y su trabajo es un

nos imponen gastar en Estados Unidos y con la

pésimo negocio, y decidir sobre su propio desti-

obligación adicional de transportar en barcos

no es un derecho del cual, en gran medida, aún

norteamericanos los productos comprados, etc.

están privados.

Para muestra un solo dato. Desde 1952 hasta

2. En Chile las recetas “reformistas” y “desa-

hoy, los norteamericanos invirtieron en América

rrollistas” que impulsó la

Latina 7 mil 473 millones

Alianza para el Progreso e

de dólares y se llevaron 16

hizo suyas el gobierno de Frei no han logrado alterar nada importante. En

Con esto se ha demostrado, una vez más, que el reformismo

lo fundamental ha sido

es incapaz de resolver los

un nuevo gobierno de la

problemas del pueblo.

De Chile el imperialismo ha arrancado cuantiosos recursos equivalentes al doble del capital instalado en nuestro país,

burguesía al servicio del capitalismo nacional y extranjero, cuyos débiles

mil millones de dólares.

formado a lo largo de toda su historia.

intentos de cambio social naufragaron sin pena

Los monopolios norteamericanos, con la com-

ni gloria entre el estancamiento económico, la

plicidad de los gobiernos burgueses, han logrado

carestía y la represión violenta contra el pueblo.

apoderarse de casi todo nuestro cobre, hierro y

Con esto se ha demostrado, una vez más, que el

salitre. Controlan el comercio exterior y dictan

reformismo es incapaz de resolver los problemas

la política económica por intermedio del Fon-

del pueblo.

do Monetario Internacional y otros organis-

3. El desarrollo del capitalismo monopolista nie-

mos. Dominan importantes ramas industriales

ga la ampliación de la democracia y exacerba la

y de servicios; gozan de estatutos de privilegios,

violencia antipopular.

mientras imponen la devaluación monetaria, la

El aumento del nivel de lucha del pueblo, a

reducción de salarios y sueldos, y distorsionan

medida que fracasa el reformismo, endurece la

la actividad agrícola por la vía de los excedentes

posición de los sectores más reaccionarios de las

agropecuarios.

clases dominantes que, en último término, no tienen otro recurso que la fuerza. Las formas brutales de la violencia del Estado actual, tales como las acciones del Grupo Móvil,

Intervienen también en la educación, la cultura y los medios de comunicación. Valiéndose de convenios militares y políticos tratan de penetrar las Fuerzas Armadas.

el apaleo de campesinos y estudiantes, las ma-

Las clases dominantes, cómplices de esta

tanzas de pobladores y mineros son inseparables

situación e incapaces de valerse por ellas mis-

de otras no menos brutales que afectan a todos

mas, han intensificado en los últimos diez años

los chilenos.

el endeudamiento de Chile con el extranjero.

Porque violencia es que junto a quienes poseen

Dijeron que los préstamos y compromisos con

viviendas de lujo, una parte importante de la po-

los banqueros internacionales podrían producir

blación habite en viviendas insalubres y otros no

un mayor desarrollo económico. Pero lo único

dispongan siquiera de un sitio; violencia es que

que lograron es que hoy día Chile tenga el récord

78


de ser uno de los países más endeudados de la

Para que ellos se dignen a seguir “trabajando”,

tierra en proporción a sus habitantes.

pues solo ellos pueden darse el lujo de poder tra-

5. En Chile se gobierna y se legisla a favor de unos

bajar o no, es preciso:

pocos, de los grandes capitalistas y sus secuaces,

- darles toda clase de ayuda. Los grandes em-

de las compañías que dominan nuestra econo-

presarios estrujan al Estado bajo la amenaza que

mía, de los latifundistas cuyo poder permanece

no habrá inversión privada si las ayudas y garan-

casi intacto.

tías que piden no se les otorgan;

A los dueños del capital les interesa ganar

- permitirles producir lo que ellos quieran con

siempre más dinero y no satisfacer las necesi-

el dinero de todos los chilenos, en lugar de ela-

dades del pueblo chileno. Si producir e importar

borar lo que necesita la gran mayoría del país;

automóviles de alto precio, por ejemplo, es un buen negocio, se desvían hacia ese rubro valiosos recursos de nuestra economía, sin tener en cuenta que solo un porcentaje ínfimo de chilenos

- dejarlos llevarse las ganancias que obtienen a sus cuentas bancarias en el extranjero; - dejarlos despedir obreros si estos piden mejores salarios;

están en condiciones de adquirirlos y que hay

- permitirles manipular la distribución de ali-

necesidades mucho más urgentes que atender;

mentos, acapararlos para provocar escasez y de

desde luego, en este mismo rubro, la de mejorar

esta manera subir los precios a fin de continuar

la locomoción colectiva, dotar de maquinaria a la

enriqueciéndose a costa del pueblo.

agricultura, etc. El grupo de empresarios que controla la economía, la prensa y otros medios de comunica-

Mientras tanto, buena parte de los que efectivamente producen experimentan una difícil situación:

ción; el sistema político, y que amenaza al Estado

Medio millón de familias carecen de vi-

cuando este insinúa intervenir o se niega a favo-

viendas y otras tantas o más viven en pésimas

recerlos, les cuesta muy caro a todos los chilenos.

condiciones en cuanto a alcantarillado, agua potable, luz, salubridad.

79


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

La necesidad de la población en materia de educación y salud son insuficientemente atendidas.

productos suben llevando siempre la delantera a las alzas de remuneraciones. 7. Un alto número de chilenos están mal alimen-

Más de la mitad de los trabajadores chilenos

tados. Según estadísticas oficiales, el 50% de los

reciben remuneraciones insuficientes para cu-

menores de 15 años de edad están desnutridos.

brir sus necesidades vitales mínimas. La desocu-

La desnutrición afecta su crecimiento y limita su

pación y el trabajo inestable se sufren en cada

capacidad de aprender, de instruirse.

familia. Para innumerables jóvenes la posibilidad de empleo se presenta muy difícil e incierta.

Esto demuestra que la economía en general, y el sistema agrícola en particular, son incapa-

El capital imperialista y un grupo de privi-

ces de alimentar a los chilenos, pese a que Chile

legiados que no pasa del 10% de la población,

podría sustentar ahora mismo una población de

acaparan la mitad de la renta nacional. Esto sig-

30 millones de personas, el triple de la población

nifica que de cada 100 escudos que los chilenos

actual.

producen, 50 van a parar

Por el contrario, debe-

a los bolsillos de 10 oli-

mos importar cada año

garcas y los otros 50 deben repartirse entre 90

La única alternativa verdaderamente

centenares de miles de dólares en alimentos de

chilenos, del pueblo y de

popular y, por lo tanto, la tarea

la clase media.

fundamental que el Gobierno del

El latifundio es el gran

Pueblo tiene ante sí es terminar con

culpable de los problemas

El alza del costo de la vida es un infierno en los hogares del pueblo y, en especial, para la dueña

el dominio de los imperialistas, de los monopolios, de la oligarquía

de casa. En los últimos 10

terrateniente e iniciar la construcción

años, según datos oficia-

del socialismo en Chile.

les, el costo de la vida ha subido casi en un mil por ciento.

origen agropecuario.

alimentarios de todos los chilenos y responsable de la situación de atraso y miseria que caracteriza al campo chileno. Los índices de mortalidad infantil

y adulta, de analfabetismo, de falta de viviendas,

Esto significa que todos los días se les roba una

de insalubridad son, en las zonas rurales, mar-

parte de su salario o de su sueldo a los chilenos

cadamente superiores a los de las ciudades. Estos

que viven de su trabajo. Igual como les ocurre a

problemas no los ha resuelto la insuficiente Re-

los jubilados y pensionados, al trabajador inde-

forma Agraria del gobierno democratacristiano.

pendiente, al artesano, al pequeño productor,

Solo la lucha del campesinado con el apoyo de

cuyas exiguas rentas son recortadas a diario por

todo el pueblo puede resolverlos. El actual desa-

la inflación.

rrollo de sus combates por la tierra y la liquida-

Alessandri y Frei aseguraron que pondrían

ción del latifundio abren nuevas perspectivas al

término a la inflación. Los resultados están a la

movimiento popular chileno.

vista. Los hechos demuestran que la inflación en

8. El crecimiento de nuestra economía es mí-

Chile obedece a causas de fondo relacionadas con

nimo. En los últimos lustros hemos crecido, en

la estructura capitalista de nuestra sociedad y no

promedio, apenas a razón de un 2% anual por

con las alzas de remuneraciones como han pre-

persona; y desde 1967 no hemos crecido, más

tendido hacer creer los sucesivos gobiernos para

bien hemos retrocedido, según las cifras del pro-

justificar la mantención del sistema y recortar

pio Gobierno (ODEPLAN). Esto quiere decir que

los ingresos de los trabajadores. El gran capita-

en 1966 cada chileno tenía una mayor cantidad

lista, en cambio, se defiende de la inflación y más

de bienes de la que tiene hoy. Ello explica que la

aún se beneficia con ella. Sus propiedades y ca-

mayoría esté disconforme y busque una alterna-

pitales se valorizan, sus contratos de construc-

tiva para nuestro país.

ción con el Fisco se reajustan, y los precios de sus

9. La única alternativa verdaderamente popular y, por lo tanto, la tarea fundamental que el

80


Gobierno del Pueblo tiene ante sí es terminar con

de izquierda e integrados por esa multitud de

el dominio de los imperialistas, de los mono-

chilenos que se definen por cambios fundamen-

polios, de la oligarquía terrateniente e iniciar la

tales.

construcción del socialismo en Chile.

Los Comités de Unidad Popular no solo serán organismos electorales. Serán intérpretes y

LA UNIDAD Y LA ACCIÓN DEL PUEBLO

combatientes de las reivindicaciones inmediatas

ORGANIZADO

de las masas y, sobre todo, se prepararán para ejercer el Poder Popular.

El crecimiento de las fuerzas trabajadoras en

Así, pues, este nuevo poder que Chile necesita

cuanto a su número, su organización, su lucha y

debe empezar a gestarse desde ya, donde quie-

la conciencia de su poder, refuerzan y propagan

ra que el pueblo se organice para luchar por sus

la voluntad de cambios profundos, la crítica del

problemas específicos y donde quiera que se de-

orden establecido y el choque con sus estruc-

sarrolle la conciencia de la necesidad de ejercerlo.

turas. En nuestro país

Este sistema de trabajo

son más de tres millones

común será un método

de

trabajadores

cuyas

fuerzas productivas y su

Los imperialistas y las clases

permanente y dinámico de desarrollo del Progra-

enorme capacidad cons-

dominantes del país combatirán la

tructiva no podrán, sin

unidad popular y tratarán de engañar

para las masas y una for-

embargo, liberarse den-

una vez más al pueblo. Dirán que

ma concreta de profundi-

tro del actual sistema que solo puede explotarles y someterles. Estas fuerzas, junto a todo el pueblo, movilizando a todos aquellos

la libertad está en peligro, que la violencia se adueñará del país, etc. Pero las masas populares creen cada vez menos en estas mentiras.

que no están comprometidos con el poder de los

ma, una escuela activa

zar el contenido político de la Unidad Popular en todos sus niveles. En un momento dado de la campaña los contenidos esenciales de este

Programa, enriquecidos por la discusión y el

intereses reaccionarios, nacionales y extranje-

aporte del pueblo y una serie de medidas inme-

ros, o sea, mediante la acción unitaria y combativa

diatas de gobierno, serán señalados en un Acta

de la inmensa mayoría de los chilenos, podrán rom-

del Pueblo que se constituirá, para el nuevo Go-

per las actuales estructuras y avanzar en la tarea de

bierno Popular y el Frente que lo sustenta, en un

su liberación.

mandato irrenunciable.

La unidad popular se hace para eso.

Apoyar al candidato de la Unidad Popular no

Los imperialistas y las clases dominantes del

significa, por tanto, solo votar por un hom-

país combatirán la unidad popular y tratarán de

bre, sino también pronunciarse en favor del

engañar una vez más al pueblo. Dirán que la li-

reemplazo urgente de la actual sociedad que se

bertad está en peligro, que la violencia se adue-

asienta en el dominio de los grandes capitalistas

ñará del país, etc. Pero las masas populares creen

nacionales y extranjeros.

cada vez menos en estas mentiras. Diariamente crece su movilización social que hoy se ve refor-

EL PROGRAMA

zada y alentada por la unificación de las fuerzas de izquierda.

El Poder Popular

Para estimular y orientar la movilización del pueblo de Chile hacia la conquista del poder,

Las transformaciones revolucionarias que el país

constituiremos por todas partes los Comités de

necesita solo podrán realizarse si el pueblo chi-

la Unidad Popular, articulados en cada fábri-

leno toma en sus manos el poder y lo ejerce real

ca, fundo, población, oficina o escuela por los

y efectivamente.

militantes de los movimientos y de los partidos

81


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

El pueblo de Chile ha conquistado, a través de un largo proceso de lucha, determinadas liberta-

La profundización de la democracia y las conquistas de los trabajadores

des y garantías democráticas por cuya continuidad debe mantenerse en actitud de alerta y com-

El Gobierno Popular garantizará el ejercicio de

batir sin tregua. Pero el poder mismo le es ajeno.

los derechos democráticos y respetará las ga-

Las fuerzas populares y revolucionarias no se

rantías individuales y sociales de todo el pueblo.

han unido para luchar por la simple sustitución

La libertad de conciencia, de palabra, de prensa

de un Presidente de la República por otro, ni para

y de reunión, la inviolabilidad del domicilio y los

reemplazar a un partido por otros en el Gobier-

derechos de sindicalización y de organización

no, sino para llevar a cabo los cambios de fondo

regirán efectivamente sin las cortapisas con que

que la situación nacional exige sobre la base del

los limitan actualmente las clases dominantes.

traspaso del poder, de los antiguos grupos do-

Para que esto sea efectivo, las organizaciones

minantes a los trabajadores, al campesinado y

sindicales y sociales de los obreros, empleados,

sectores progresistas de las capas medias de la

campesinos, pobladores, dueñas de casa, estu-

ciudad y del campo.

diantes, profesionales, intelectuales, artesanos,

El triunfo popular abrirá paso así al régimen

pequeños y medianos empresarios y demás sec-

político más democrático de la historia del país.

tores de trabajadores serán llamadas a intervenir

En materia de estructura política el Gobierno

en el rango que les corresponda en las decisio-

Popular tiene la doble tarea de:

nes de los órganos de poder. Por ejemplo, en las

- preservar, hacer más efectivos y profundos

instituciones de previsión y de seguridad social

los derechos democráticos y las conquistas de los

estableceremos la administración por sus pro-

trabajadores; y

pios imponentes, asegurando a ellos la elección

- transformar las actuales instituciones para

democrática y en votación secreta de sus conse-

instaurar un nuevo Estado donde los trabajado-

jos directivos. Respecto de las empresas del sec-

res y el pueblo tengan el real ejercicio del poder.

tor público, sus consejos directivos y sus comités

82


de producción deben contar con mandatarios di-

reemplace por la coordinación de todos los orga-

rectos de sus obreros y empleados.

nismos estatales.

En los organismos habitacionales correspon-

Se modernizará la estructura de las munici-

dientes a su jurisdicción y nivel, las Juntas de

palidades, reconociéndoles la autoridad que les

Vecinos y demás organizaciones de pobladores

corresponde de acuerdo a los planes de coordi-

dispondrán de mecanismos para fiscalizar sus

nación de todo el Estado. Se tenderá a transfor-

operaciones e intervenir en múltiples aspectos de

marlas en los órganos locales de la nueva orga-

su funcionamiento. Pero no se trata únicamente

nización política, dotándolas de financiamiento

de estos ejemplos, sino de una nueva concepción

y atribuciones adecuadas, a fin de que puedan

en que el pueblo adquiere una intervención real y

atender, en interacción con las Juntas de Vecinos

eficaz en los organismos

y coordinadas entre sí,

del Estado.

los problemas de interés

Asimismo, el Gobierno Popular garantizará

Apoyar al candidato de la Unidad

el derecho de los traba-

Popular no significa, por tanto, solo

jadores al empleo y a la

votar por un hombre, sino también

huelga y de todo el pueblo a la educación y a la cultura, con pleno respeto

pronunciarse en favor del reemplazo urgente de la actual sociedad que se

de todas las ideas y de las

asienta en el dominio de los grandes

creencias religiosas, ga-

capitalistas nacionales y extranjeros.

rantizando el ejercicio de su culto.

local de sus comunas y de sus habitantes. Deben entrar en funciones con este mismo propósito las Asambleas Provinciales. La policía debe ser reorganizada a fin de que no pueda volver a emplearse como organismo de represión contra el pueblo

y cumpla, en cambio, con el objetivo de defen-

Se extenderán todos los derechos y garantías

der a la población de las acciones antisociales. Se

democráticas entregando a las organizacio-

humanizará el procedimiento policial de manera

nes sociales los medios reales para ejercerlos y

de garantizar efectivamente el pleno respeto a la

creando los mecanismos que les permitan actuar

dignidad y a la integridad física del ser humano.

en los diferentes niveles del aparato del Estado.

El régimen carcelario, que constituye una de las

El Gobierno Popular asentará esencialmente

peores lacras del actual sistema, debe ser trans-

su fuerza y su autoridad en el apoyo que le brinde

formado de raíz, con vista a la regeneración y re-

el pueblo organizado. Esta es nuestra concep-

cuperación de los que hayan delinquido.

ción de gobierno fuerte, opuesta por tanto a la que acuñan la oligarquía y el imperialismo que

UN NUEVO ORDEN INSTITUCIONAL:

identifican la autoridad con la coerción ejercida

EL ESTADO POPULAR

contra el pueblo. El Gobierno Popular será pluripartidista. Esta-

La organización política

rá integrado por todos los partidos, movimientos y corrientes revolucionarias. Será así un ejecutivo

A través de un proceso de democratización en to-

verdaderamente democrático, representativo y

dos los niveles y de una movilización organizada

cohesionado.

de las masas se construirá desde la base la nueva

El Gobierno Popular respetará los derechos de la oposición que se ejerza dentro de los marcos legales. El Gobierno Popular iniciará de inmediato una

estructura del poder. Una nueva Constitución Política institucionalizará la incorporación masiva del pueblo al poder estatal.

real descentralización administrativa, conjuga-

Se creará una organización única del Estado

da con una planificación democrática y eficien-

estructurada a nivel nacional, regional y local

te que elimine el centralismo burocrático y lo

que tendrá a la Asamblea del Pueblo como órgano superior de poder.

83


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

La Asamblea del Pueblo será la Cámara Única

deberán ser aprobados por la Asamblea del Pue-

que expresará nacionalmente la soberanía po-

blo. Los organismos de los trabajadores tendrán

pular. En ella confluirán y se manifestarán las

una intervención fundamental en el sistema de

diversas corrientes de opinión.

planificación.

Este sistema permitirá suprimir de raíz los vi-

Los organismos regionales y locales de po-

cios de que han adolecido en Chile tanto el presi-

der del Estado Popular ejercerán autoridad en el

dencialismo dictatorial como el parlamentaris-

radio geográfico que les corresponda y tendrán

mo corrompido.

facultades económicas, políticas y sociales. Po-

Normas específicas determinarán y coordinarán las atribuciones y responsabilidades del Pre-

drán, además, entregar iniciativas y ejercer la crítica a los organismos superiores.

sidente de la República, ministros, Asamblea del

Sin embargo, el ejercicio de las facultades de

Pueblo, organismos regionales y locales de po-

los organismos regionales y locales deberá ajus-

der y partidos políticos, con el fin de asegurar la

tarse a los marcos fijados por las leyes nacionales

operatividad legislativa,

y por los planes generales

la eficiencia del gobierno

de desarrollo económico

y, sobre todo, el respeto a la voluntad mayoritaria. A fin de establecer la

Los instrumentos de la política económica y social del Estado

y social. En cada uno de los niveles del Estado Popular

debida armonía entre los

constituirán un sistema nacional

poderes que emanan de

de planificación, tendrán carácter

nizaciones sociales con

la voluntad popular y de

ejecutivo y su misión será dirigir,

atribuciones específicas.

que ésta pueda expresarse de un modo coherente,

coordinar y racionalizar la acción

se integrarán las orga-

A ellas les corresponderá compartir responsabili-

todas las elecciones se

del Estado. Los planes con que

efectuarán en un proce-

opere deberán ser aprobados por la

ciativas en sus respecti-

so conjunto dentro de un

Asamblea del Pueblo.

vos radios de acción, así

mismo lapso de tiempo.

dades y desarrollar ini-

como el examen y solu-

La generación de todo organismo de repre-

ción de los problemas de su competencia. Estas

sentación popular deberá realizarse por sufra-

atribuciones no implicarán limitación alguna a la

gio universal, secreto y directo, de los hombres

plena independencia y autonomía de las organi-

y mujeres mayores de 18 años, civiles y militares,

zaciones.

alfabetos y analfabetos.

Desde el día mismo que asuma el mando, el

Los integrantes de la Asamblea del Pueblo y

Gobierno Popular abrirá canales a fin de que se

todo organismo de representación popular esta-

exprese la influencia de los trabajadores y del

rán sujetos al control de los electores, mediante

pueblo, por intermedio de las organizaciones

mecanismos de consulta que podrán revocar sus

sociales, en la adopción de decisiones y en la fis-

mandatos.

calización del funcionamiento de la administra-

Se establecerá un riguroso sistema de in-

ción estatal.

compatibilidades que conduzca al término del

Estos serán pasos decisivos para la liquidación

mandato o la privación de su cargo cuando un

del centralismo burocrático que caracteriza al

diputado o un funcionario de altas responsabi-

sistema de administración actual.

lidades se desempeñen como gestor de intereses privados.

La organización de la justicia

Los instrumentos de la política económica y social del Estado constituirán un sistema nacio-

La organización y administración de la justicia

nal de planificación, tendrán carácter ejecutivo

debe estar basada en el principio de la autono-

y su misión será dirigir, coordinar y racionalizar

mía, consagrada constitucionalmente y en una

la acción del Estado. Los planes con que opere

real independencia económica.

84


Concebimos la existencia de un Tribunal Supremo, cuyos componentes sean designados por

del país sin perjuicio de su labor esencialmente de defensa de la soberanía.

la Asamblea del Pueblo sin otra limitación que la

Sobre estas bases, es necesario asegurar a las

que emane de la natural idoneidad de sus miem-

Fuerzas Armadas los medios materiales y técni-

bros. Este tribunal generará libremente los po-

cos y un justo y democrático sistema de remu-

deres internos, unipersonales o colegiados, del

neraciones, promociones y jubilaciones que ga-

sistema judicial.

rantice a oficiales, suboficiales, clases y tropas la

Entendemos que la nueva organización y ad-

seguridad económica durante su permanencia en

ministración de justicia devendrá en auxilio de

las filas y en las condiciones de retiro y la posibi-

las clases mayoritarias. Además, será expedita y

lidad efectiva para todos de ascender atendiendo

menos onerosa.

solo a sus condiciones personales.

Para el Gobierno Popular una nueva concepción de la magistratura reemplazará a la actual,

LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA ECONOMÍA

individualista y burguesa. Las La Defensa Nacional El Estado Popular presta-

El proceso de transformación de nuestra economía se inicia

fuerzas

populares

unidas buscan como objetivo central de su política reemplazar la actual

con una política destinada a constituir estructura económica, la preservación de la soterminando con el poder un área estatal dominante, rá atención preferente a beranía nacional, lo que concibe como un deber de todo el pueblo. El Estado Popular man-

formada por las empresas que actualmente posee el Estado más las empresas que se expropien.

tendrá una actitud alerta

del capital monopolista nacional y extranjero y del latifundio, para iniciar la construcción del socialismo.

frente a las amenazas a la integridad territorial y

En la nueva economía la planificación jugará

a la independencia del país alentadas por el im-

un papel importantísimo. Sus órganos centra-

perialismo y por sectores oligárquicos que se en-

les estarán al más alto nivel administrativo; y

tronizan en países vecinos y que junto con repri-

sus decisiones, generadas democráticamente,

mir a sus pueblos alientan afanes expansionistas

tendrán carácter ejecutivo.

y revanchistas. Definirá una concepción moderna, patriótica

Área de propiedad social

y popular de la soberanía del país basada en los siguientes criterios:

El proceso de transformación de nuestra eco-

a) Afianzamiento del carácter nacional de to-

nomía se inicia con una política destinada a

das las ramas de las Fuerzas Armadas. En este

constituir un área estatal dominante, formada

sentido, rechazo de cualquier empleo de ellas

por las empresas que actualmente posee el Es-

para reprimir al pueblo o participar en acciones

tado más las empresas que se expropien. Como

que interesen a potencias extrañas.

primera medida se nacionalizarán aquellas ri-

b) Formación técnica y abierta a todos los apor-

quezas básicas que, como la gran minería del

tes de la ciencia militar moderna, y conforme a

cobre, hierro, salitre y otras, están en poder de

las conveniencias de Chile, de la independencia

capitales extranjeros y de los monopolios inter-

nacional, de la paz y de la amistad entre los pue-

nos. Así, quedarán integrando este sector de ac-

blos.

tividades nacionalizadas las siguientes:

c) Integración y aporte de las Fuerzas Armadas en

1) La gran minería del cobre, salitre, yodo, hierro

diversos aspectos de la vida social. El Estado Po-

y carbón mineral;

pular se preocupará de posibilitar la contribución

2) El sistema financiero del país, en especial la

de las Fuerzas Armadas al desarrollo económico

banca privada y seguros;

85


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

3) El comercio exterior; 4) Las grandes empresas y monopolios de dis-

productos. Las empresas que integran este sector se-

tribución;

rán beneficiadas con la planificación general de

5) Los monopolios industriales estratégicos;

la economía nacional. El Estado procurará las

6) En general, aquellas actividades que condi-

asistencias financiera y técnica necesarias a las

cionan el desarrollo económico y social del país,

empresas de esta área, para que puedan cumplir

tales como la producción y distribución de ener-

con la importante función que desempeñan en

gía eléctrica; el transporte ferroviario, aéreo y

la economía nacional, atendido el número de las

marítimo; las comunicaciones; la producción,

personas que trabajan en ellas como el volumen

refinación y distribución del petróleo y sus de-

de la producción que generan.

rivados, incluido el gas licuado; la siderurgia, el

Además, se simplificarán los sistemas de pa-

cemento, la petroquímica y química pesada, la

tentes, aranceles aduaneros, contribuciones y

celulosa, el papel.

tributos para estas empresas y se les asegurará

Todas estas expropiaciones se harán siempre con pleno resguardo del interés del pequeño accionista.

una adecuada y justa comercialización de sus productos. En estas empresas se deberán garantizar los derechos de obreros y empleados a salarios y con-

El área de propiedad privada

diciones de trabajo justos. El respeto de estos derechos será cautelado por el Estado y los trabaja-

Esta área comprende aquellos sectores de la in-

dores de la empresa respectiva.

dustria, la minería, la agricultura y los servicios en que permanece vigente la propiedad privada

Área mixta

de los medios de producción. Estas empresas en número serán la mayoría.

Este sector será mixto porque se compondrá de

Así, por ejemplo, en 1967, de las 30.500 indus-

empresas que combinen los capitales del Estado

trias (incluyendo la industria artesanal), solo

a los particulares.

unas 150 controlaban monopólicamente todos

Los préstamos o créditos concedidos por los

los mercados, concentrando la ayuda del Estado,

organismos de fomento a las empresas de esta

el crédito bancario y explotando al resto de los

área podrán serlo en calidad de aportes para que

empresarios industriales del país, vendiéndoles

el Estado sea socio y no acreedor. Lo mismo será

cara la materia prima y comprándoles barato sus

válido para los casos en que dichas empresas

86


obtengan créditos con el aval o garantía del Estado o de sus instituciones.

5) Reorganización de la propiedad minifundiaria a través de formas progresivamente cooperativas de trabajo agrícola.

Profundización y extensión de la

6) Incorporación de los pequeños y medianos

Reforma Agraria

campesinos a las ventajas y servicios de las cooperativas que operen en su área geográfica.

La Reforma Agraria es concebida como un proce-

7) Defensa de la integridad y ampliación y ase-

so simultáneo y complementario con las trans-

gurar la dirección democrática de las comunida-

formaciones generales que se desea promover

des indígenas, amenazadas por la usurpación, y

en la estructura social, política y económica del

que al pueblo mapuche y demás indígenas se les

país, de manera que su realización es inseparable

aseguren tierras suficientes y asistencia técnica

del resto de la política general. La experiencia ya

y crediticia apropiadas.

existente en esta materia y los vacíos o inconsecuencias que de ella se desprenden, conducen a

Política de desarrollo económico

reformular la política de distribución y organización de la propiedad de la tierra en base a las

La política económica del Estado se llevará ade-

siguientes directivas:

lante a través del sistema nacional de planifica-

1) Aceleración del proceso de Reforma Agraria

ción económica y de los mecanismos de control,

expropiando los predios que excedan a la cabida

orientación, crédito a la producción, asistencia

máxima establecida, según las condiciones de las

técnica, política tributaria y de comercio exte-

distintas zonas, incluso los frutales, vitiviníco-

rior, como asimismo mediante la propia gestión

las y forestales, sin que el dueño tenga derecho

del sector estatal de la economía. Tendrá como

preferencial a elegir la reserva. La expropiación

objetivos:

podrá incluir la totalidad o parte de los activos

1) Resolver los problemas inmediatos de las

de los predios expropiados (maquinarias, herra-

grandes mayorías. Para esto se volcará la capa-

mientas, animales, etc.).

cidad productiva del país de los artículos super-

2) Incorporación inmediata al cultivo agrícola

fluos y caros destinados a satisfacer a los sectores

de las tierras abandonadas y mal explotadas de

de altos ingresos hacia la producción de artículos

propiedad estatal.

de consumo popular, baratos y de buena calidad.

3) Las tierras expropiadas se organizarán

2) Garantizar ocupación a todos los chilenos en

preferentemente en formas cooperativas de pro-

edad de trabajar con un nivel de remuneraciones

piedad. Los campesinos tendrán títulos de do-

adecuado. Esto significará diseñar una política

minio que acrediten su propiedad sobre la casa

que genere un gran empleo proponiéndose el uso

y el huerto que se les asigne y sobre los derechos

adecuado de los recursos del país y la adaptación

correspondientes en el predio indivisible de la

de la tecnología a las exigencias del desarrollo

cooperativa. Cuando las condiciones lo aconse-

nacional.

jen, se asignarán tierras en propiedad personal a

3) Liberar a Chile de la subordinación al capital

los campesinos, impulsando la organización del

extranjero. Esto lleva a expropiar el capital im-

trabajo y de la comercialización sobre bases de

perialista, a realizar una política de un creciente

cooperación mutua. También se destinarán tie-

autofinanciamiento de nuestras actividades, a

rras para crear empresas agrícolas estatales con

fijar las condiciones en que opera el capital ex-

la tecnología moderna.

tranjero que no sea expropiado, a lograr una ma-

4) En casos calificados se asignarán tierras a los

yor independencia en la tecnología, el transporte

pequeños agricultores, arrendatarios, medieros

externo, etc.

y empleados agrícolas capacitados para el traba-

4) Asegurar un crecimiento económico rápido y

jo agropecuario.

descentralizado que tienda a desarrollar al máximo las fuerzas productivas, procurando el óptimo aprovechamiento de los recursos humanos,

87


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

naturales, financieros y técnicos disponibles a

teléfonos, policías, jardines infantiles, canchas

fin de incrementar la productividad del trabajo y

deportivas; turismo y balnearios populares.

de satisfacer tanto a las exigencias del desarrollo

La satisfacción de estos justos anhelos del pue-

independiente de la economía como las necesi-

blo —que en verdad constituyen derechos que la

dades y aspiraciones de la población trabajadora,

sociedad debe reconocerle— será preocupación

compatibles con una vida digna y humana.

preferente del Gobierno Popular.

5) Ejecutar una política de comercio exterior

Puntos básicos de esta acción de gobierno

tendiente a desarrollar y diversificar nuestras

serán:

exportaciones, abrir nuevos mercados, lograr

a) Definición de una política de remuneraciones,

una creciente independencia tecnológica y fi-

procediendo a crear de inmediato los organismos

nanciera y evitar las escandalosas devaluaciones

que con participación de los trabajadores, deter-

de nuestra moneda.

minarán cifras que efectivamente constituyan

6) Tomar todas las me-

sueldos vitales y salarios

didas conducentes a la

mínimos en las diversas

estabilidad monetaria. La lucha contra la inflación

La cultura nueva no se creará

zonas del país. Mientras subsista la in-

se decide esencialmente

por decreto; ella surgirá de la

flación se procederá a es-

con los cambios estruc-

lucha por la fraternidad contra el

tablecer por ley reajustes

turales enunciados. Debe, además, incluir medidas que adecúen el flujo de

individualismo; por la valoración del trabajo humano contra su desprecio;

circulante a las reales ne-

por los valores nacionales contra

cesidades del mercado,

la colonización cultural.

controle y redistribuya el

automáticos, de acuerdo con el alza del costo de la vida. Estos operarán cada seis meses o cada vez que el costo de la vida supere un nivel de 5% de creci-

crédito y evite la usura en el comercio del dinero.

miento. En todos los organismos del Estado, y

Racionalice la distribución y el comercio. Esta-

en primer lugar en los cargos de confianza del

bilice los precios. Impida que la estructura de la

Ejecutivo, se limitarán los sueldos altos a una ci-

demanda proveniente de las altas rentas incenti-

fra compatible con la situación de nuestro país.

ve el alza de los precios.

Se procederá en un plazo que será definido téc-

La garantía del cumplimiento de estos objeti-

nicamente, a establecer un sistema de sueldos y

vos reside en el control por el pueblo organizado

salarios mínimos de niveles iguales para trabajos

del poder político y económico, expresado en el

iguales, cualquiera sea la empresa donde estos

área estatal de la economía y en la planificación

trabajos se realicen. Esta política se iniciará en el

general de esta. Es este poder popular el que ase-

área estatal para irla extendiendo a toda la eco-

gurará el cumplimiento de las tareas señaladas.

nomía, sin perjuicio de las diferencias derivadas de productividades dispares en distintas empre-

TAREAS SOCIALES

sas. Del mismo modo se eliminará toda discriminación entre el hombre y la mujer o por edad en

Las aspiraciones sociales del pueblo chileno son

materia de sueldos y salarios.

legítimas y posibles de satisfacer. Quiere, por

b) Unificar, mejorar y extender el sistema de se-

ejemplo, viviendas dignas sin reajustes que es-

guridad social, manteniendo todas las conquistas

quilmen sus ingresos; escuelas y universidades

legítimas alcanzadas, eliminando los privilegios

para sus hijos; salarios suficientes; que terminen

abusivos, la ineficiencia y el burocratismo, mejo-

de una vez las alzas de precio; trabajo estable;

rando y haciendo expedita la atención de los in-

atención médica oportuna; alumbrado públi-

teresados, extendiendo el sistema previsional a

co, alcantarillado, agua potable, calles y aceras

los sectores de trabajadores que aún no lo tienen,

pavimentadas; una previsión social sin privile-

y entregando a los imponentes la administración

gios, justa y operante, sin pensiones de hambre;

de las Cajas de Previsión, las que funcionarán

88


dentro de las normas de la planificación.

Las cuotas o rentas mensuales que deban pagar

c) Asegurar la atención médica y dental, preven-

los adquirientes de viviendas y arrendatarios,

tiva y curativa a todos los chilenos, financiada

respectivamente, no excederán, por regla gene-

por el Estado, los patrones y las instituciones de

ral, del 10% del ingreso familiar.

previsión. Se incorporará la población a la tarea de proteger la salud pública.

Llevar adelante la remodelación de ciudades y barrios, con el criterio de impedir el lanzamiento

Los medicamentos, sobre la base de un estricto

de los grupos modestos a la periferia, garanti-

control de costos en los laboratorios y la raciona-

zando los intereses del habitante del sector re-

lización de la producción, se entregarán en can-

modelado como del pequeño empresario que allí

tidad suficiente y a bajo precio.

labore, asegurando a los ocupantes su ubicación

d) Se destinarán fondos suficientes a fin de lle-

futura.

var a cabo un amplio plan de edificación de vi-

e) Se establecerá la plena capacidad civil de la

viendas. Se desarrollará la industrialización de la

mujer casada y la igual condición jurídica de to-

construcción controlando sus precios, limitando

dos los hijos habidos dentro o fuera del matri-

el monto de las utilidades de las empresas priva-

monio, así como una adecuada legislación de

das o mixtas que operan en este rubro. En situa-

divorcio con disolución del vínculo, con pleno

ciones de emergencia se asignarán terrenos a las

reguardo de los derechos de la mujer y los hijos.

familias que los necesiten, facilitándoles ayuda

f) La división legal entre obreros y empleados

técnica y material para edificar sus viviendas.

será suprimida, estableciendo para ambos la

El Gobierno Popular tendrá como objetivo de

calidad común de trabajadores y extendiendo el

su política habitacional que cada familia llegue

derecho a sindicalizarse a todos aquellos que ac-

a ser propietaria de una casa habitación. Se eli-

tualmente no lo tienen.

minará el sistema de dividendos reajustables.

89


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

CULTURA Y EDUCACIÓN

creación artística y literaria y multiplicará los canales de relación entre artistas o escritores con

Una cultura nueva para la sociedad

un público infinitamente más vasto que el actual.

El proceso social que se abre con el triunfo del

Un sistema educacional democrático, único y

pueblo irá conformando una nueva cultura

planificado

orientada a considerar el trabajo humano como el más alto valor, a expresar la voluntad de afir-

La acción del nuevo Gobierno se orientará a en-

mación e independencia nacional y a conformar

tregar las más amplias y mejores oportunidades

una visión crítica de la realidad.

educacionales.

Las profundas transformaciones que se em-

En el cumplimiento de estos propósitos influi-

prenderán requieren de un pueblo socialmen-

rá el mejoramiento general de las condiciones

te consciente y solidario, educado para ejercer

de vida de los trabajadores y la consideración,

y defender su poder político, apto científica y

en el nivel que corresponde, de las responsabi-

técnicamente para desarrollar la economía de

lidades de los educadores. Además, se establece-

transición al socialismo y abierto masivamente

rá un Plan Nacional de Becas lo suficientemente

a la creación y goce de las más variadas mani-

extenso como para asegurar la incorporación y

festaciones del arte y del

la continuidad escolar a

intelecto.

todos los niños de Chile,

Si ya hoy la mayoría de los intelectuales y artistas luchan contra las

Con el objeto de hacer realidad la planificación de la educación y la

deformaciones culturales

escuela única, nacional y democrática,

propias de la sociedad ca-

el nuevo Estado tomará bajo su

pitalista y tratan de llevar los frutos de su creación a los trabajadores y vincularse a su destino his-

responsabilidad los establecimientos privados, empezando por aquellos planteles que seleccionan su

tórico, en la nueva socie-

alumnado por razones de clase social,

dad tendrán un lugar de

origen nacional o confesión religiosa.

vanguardia para conti-

especialmente a los hijos de la clase obrera y del campesinado. Por otra parte, el nuevo

Estado

desarrollará

un plan extraordinario de construcción de establecimientos

escolares,

apoyado en recursos nacionales y locales movilizados por los órganos básicos de poder. Se ex-

nuar con su acción. Porque la cultura nueva no se

propiarán las edificaciones suntuarias que se

creará por decreto; ella surgirá de la lucha por la

requieran para habilitar nuevos establecimien-

fraternidad contra el individualismo; por la va-

tos escolares e internados. Por estos medios se

loración del trabajo humano contra su desprecio;

tenderá a crear por lo menos una escuela unifi-

por los valores nacionales contra la colonización

cada (básica y media) en cada comuna rural, en

cultural; por el acceso de las masas populares al

cada barrio y en cada población de las ciudades

arte, la literatura y los medios de comunicación

de Chile.

contra su comercialización.

Con el fin de atender a las necesidades de de-

El nuevo Estado procurará la incorporación de

sarrollo propias de la edad preescolar y para po-

las masas a la actividad intelectual y artística,

sibilitar la incorporación de la mujer al trabajo

tanto a través de un sistema educacional radi-

productivo, se extenderá rápidamente el sistema

calmente transformado como a través del esta-

de salas-cuna y jardines infantiles, otorgan-

blecimiento de un sistema nacional de cultura

do prioridad a los sectores más necesitados de

popular. Una extensa red de Centros Locales de

nuestra sociedad. Por efecto de esta misma polí-

Cultura Popular impulsará la organización de las

tica, la niñez obrera y campesina estará más apta

masas para ejercer su derecho a la cultura.

para ingresar y permanecer provechosamente en

El sistema de cultura popular estimulará la

90

el sistema escolar regular.


Para hacer efectiva una nueva enseñanza se requiere la aplicación de métodos que pongan

Democracia, autonomía y orientación de la Universidad

énfasis en una participación activa y crítica de los estudiantes en su enseñanza, en vez de la

El Gobierno de Unidad Popular prestará un

posición pasiva y receptiva que ahora deben

amplio respaldo al proceso de la Reforma

mantener.

Universitaria e impulsará resueltamente su de-

Para liquidar rápidamente los déficits cultura-

sarrollo. La culminación democrática de este

les y educacionales heredados del actual sistema,

proceso se traducirá en importantes aportes de

se llevará a cabo una amplia movilización popu-

las universidades al desarrollo revolucionario

lar destinada a eliminar a breve plazo el analfa-

chileno. Por otra parte, la reorientación de las

betismo, a elevar los niveles de escolaridad de la

funciones académicas de docencia, investigación

población adulta.

y extensión en función de los problemas nacio-

La educación de adultos se organizará principalmente en función de los centros laborales,

nales será alentada por las realizaciones del Gobierno Popular.

hasta hacer posible el funcionamiento perma-

El Estado asignará a las universidades recur-

nente de la educación general, tecnológica y so-

sos suficientes para asegurar el cumplimiento

cial para los trabajadores.

de sus funciones y su efectiva estatización y de-

La transformación del sistema educacional no

mocratización. Consecuentemente, el gobierno

será obra solo de técnicos sino tarea estudiada,

universitario corresponderá a sus respectivas

discutida, decidida y ejecutada por las organiza-

comunidades.

ciones de maestros, trabajadores, estudiantes y

A medida que en el conjunto del sistema edu-

padres y apoderados, dentro de los marcos gene-

cacional se eliminen los privilegios de clases se

rales de la planificación nacional. Internamente,

hará posible el ingreso de los hijos de los trabaja-

el sistema escolar se planificará respetando los

dores a la Universidad y permitirá también a los

principios de unidad, continuidad, correlación y

adultos, ya sea mediante becas especiales o a tra-

diversificación de la enseñanza.

vés de sistemas de estudio y trabajo simultáneo,

En la dirección ejecutiva del aparato educa-

ingresar a cursos de nivel superior.

cional habrá efectiva representación de las organizaciones sociales ya señaladas, integradas

Los medios de comunicación masiva

en Consejos Locales, Regionales y Nacional de Educación.

Estos medios de comunicación (radio, editoria-

Con el objeto de hacer realidad la planificación

les, televisión, prensa, cine) son fundamentales

de la educación y la escuela única, nacional y de-

para ayudar a la formación de una nueva cultura

mocrática, el nuevo Estado tomará bajo su res-

y un hombre nuevo.

ponsabilidad los establecimientos privados, em-

Por eso se deberá imprimirles una orientación

pezando por aquellos planteles que seleccionan

educativa y liberarlos de su carácter comercial,

su alumnado por razones de clase social, origen

adoptando las medidas para que las organiza-

nacional o confesión religiosa. Esto se realizará

ciones sociales dispongan de estos medios eli-

integrando al sistema educacional el personal y

minando en ellos la presencia nefasta de los mo-

otros medios de la educación privada.

nopolios. El sistema nacional de cultura popular se pre-

La Educación Física

ocupará especialmente del desarrollo de la industria cinematográfica y de la preparación de

La educación física y las prácticas de todos los

programas especiales para los medios de comu-

deportes, desde los niveles básicos del sistema

nicación masiva.

educacional y en todas las organizaciones sociales de jóvenes y adultos, serán la preocupación constante y metódica del Gobierno Popular.

91


A 50 AÑOS DE L A U NIDAD POPU L AR. RES C ATE

POLÍTICA INTERNACIONAL DEL

Se considera indispensable revisar, denunciar

GOBIERNO POPULAR

y desahuciar, según los casos, los tratados o convenios que signifiquen compromisos que limiten

Objetivos

nuestra soberanía y concretamente los tratados de asistencia recíproca, los pactos de ayuda mu-

La política internacional del Gobierno Popular

tua y otros pactos que Chile ha suscrito con los

estará dirigida a:

EEUU.

Afirmar la plena autonomía política y económica de Chile.

La ayuda foránea y empréstitos condicionados por razones políticas, o que impliquen la impo-

Existirán relaciones con todos los países del

sición de realizar las inversiones que deriven de

mundo, independientemente de su posición

esos empréstitos en condiciones que vulneren

ideológica y política, sobre la base del respeto a

nuestra soberanía y que vayan contra los intere-

la autodeterminación y a los intereses del pueblo

ses del pueblo, serán rechazados y denunciados

Chile.

por el Gobierno. Asimismo, se rechazará todo

Se establecerán vínculos de amistad y solidari-

tipo de imposiciones foráneas respecto a las ma-

dad con los pueblos dependientes o colonizados,

terias primas latinoamericanas, como el cobre, y

en especial aquellos que

a las trabas impuestas al

están desarrollando sus luchas de liberación e in-

libre comercio que se han

La política internacional chilena debe

traducido durante largo

mantener una posición de condena

tiempo en la imposibili-

dependencia. Se promoverá un fuerte sentido

a la agresión norteamericana

latinoamerica-

nista y anti-imperialista

en Vietnam y de reconocimiento y

por medio de una política

solidaridad activa a la lucha heroica

internacional de pueblos

del pueblo vietnamita.

antes que de cancillerías.

La defensa decidida de la autodeterminación

Solidaridad

de los pueblos será impulsada por el nuevo Go-

internacional

dad de establecer relaciones comerciales colectivas con todos los países del mundo.

bierno como condición básica de la convivencia internacional. En consecuencia, su política será

Las luchas que libran los pueblos por su libera-

vigilante y activa para defender el principio de

ción y por la construcción del socialismo reci-

no intervención y para rechazar todo intento de

birán la solidaridad efectiva y militante del Go-

discriminación, presión, invasión o bloqueo in-

bierno Popular.

tentado por los países imperialistas. Se reforzarán las relaciones, el intercambio y la amistad con los países socialistas.

Toda forma de colonialismo o neocolonialismo será condenada y se reconocerá el derecho a la rebelión de los pueblos sometidos a esos sistemas. Asimismo, toda forma de agresión econó-

Más independencia nacional

mica, política y/o militar provocada por las potencias imperialistas. La política internacional

La posición de defensa activa de la indepen-

chilena debe mantener una posición de condena

dencia de Chile implica denunciar la actual OEA

a la agresión norteamericana en Vietnam y de re-

como un instrumento y agencia del imperialismo

conocimiento y solidaridad activa a la lucha he-

norteamericano y luchar contra toda forma de

roica del pueblo vietnamita.

panamericanismo implícito en esa organización.

Del mismo modo se solidarizará en forma

El Gobierno Popular tenderá a la creación de un

efectiva con la Revolución cubana, avanzada de

organismo realmente representativo de los paí-

la revolución y de la construcción del socialismo

ses latinoamericanos.

en el continente latinoamericano.

92


La lucha antiimperialista de los pueblos del Medio Oriente contará con la solidaridad del Gobierno Popular, el que apoyará la búsqueda de una solución pacífica sobre la base del interés de los pueblos árabe y judío. Se condenará a todos los regímenes reaccionarios que promueven o practiquen la segregación racial y el antisemitismo. Política latinoamericana En el plano latinoamericano el Gobierno Popular propugnará una política internacional de afirmación a la personalidad latinoamericana en el concierto mundial. La integración latinoamericana deberá ser levantada sobre la base de economías que se hayan liberado de las formas imperialistas de dependencia y explotación. No obstante, se mantendrá una activa política de acuerdos bilaterales en aquellas materias que sean de interés para el desarrollo chileno. El Gobierno Popular actuará para resolver los problemas fronterizos pendientes en base a negociaciones que prevengan las intrigas del imperialismo y los reaccionarios, teniendo presente el interés chileno y el de los pueblos de los países limítrofes. La política internacional chilena y su expresión diplomática deberán romper toda forma de burocratismo o anquilosamiento. Deberá buscarse a los pueblos con el doble fin de tomar de sus luchas lecciones para nuestra construcción socialista y de ofrecerles nuestras propias experiencias de manera que en la práctica se construya la solidaridad internacional que propugnamos.

El texto de este ‘Programa básico de gobierno de la Unidad Popular’ está disponible, en su edición original, en el sitio web de la Biblioteca Nacional de Chile, www.memoriachilena.cl

93


94


95


Ilustración: Romina Peña


Una literatura de puertas abiertas MARÍA JOSÉ NAVIA

e ha vuelto un lugar común citar a la Virginia

S

dica su belleza. Ahí y en sus personajes femeni-

Woolf (1882-1941) de Un cuarto propio (A room of

nos hermosos, complejos, contradictorios. Como

one’s own, 1929). Citar, con más o menos preci-

esas mujeres que, desde su primera novela, Fin

sión, eso de que, para que una mujer pueda es-

de viaje (The Voyage Out, 1915) parecen no poder

cribir, debe tener un lugar. Se cita menos que a

encontrar su lugar en el mundo. En ella vemos a

eso debe agregársele el dinero, la independencia

Rachel, una joven sin madre a bordo de un bar-

económica. Y lo que aún menos gente recuerda

co de carga, junto a un grupo de tíos y amigos de

es la importancia de que esa habitación pueda

alta sociedad (también a los Dalloway, quienes

cerrarse con llave. Para Woolf, una mujer puede

hacen allí su primera aparición en la obra de la

escribir siempre que no la interrumpan, y el pro-

autora) rumbo a una Sudamérica fantasmal y

blema es que a las mujeres las viven interrum-

que se siente más cómoda junto a un piano que,

piendo. Su tiempo no es propio, y esto puede

al tocarlo, la hace imaginar que va construyendo

engendrar mucha rabia que luego envenena sus

ciudades en el aire. O Katherine, quien protago-

obras (algo que Woolf creía que le había sucedido

niza Noche y día (Night and Day, 1919), su incom-

a Charlotte Brontë).

prendida segunda novela (y la menos woolfia-

La literatura crece, sí, a puertas cerradas y en un tiempo protegido.

na de sus obras). Aquí se siguen los destinos de dos mujeres fuertes: una, enamorada, antes que

Sin embargo, la de Virginia Woolf es una lite-

todo, de las matemáticas y sus fórmulas (Ka-

ratura de puertas abiertas. Y ahí, me parece, ra-

therine); la otra, apasionada por su trabajo y el 97


LORE M IPS U M. E NSAYO

apoyo a la causa de los derechos de las mujeres

encuentra al fin su ritmo, su voz. Y ahí tenemos

(Mary). Una que se decide por el matrimonio y

a La señora Dalloway (1925), esa gran anfitriona

otra que apuesta por su independencia. Las dos

que quiere hacer una fiesta, y a Septimus Smith,

opciones de vida que ella misma intentó conciliar

un soldado que sufre de estrés postraumático se-

en su relación con Leonard Woolf, su esposo, con

vero y que acaba de volver de la Primera Guerra.

quien luego fundó la editorial Hogarth Press.

Y es en ese gesto, a primera vista frívolo, donde

Las novelas de Woolf son camaleónicas y difí-

se esconde la inmensa belleza de Woolf: ese abrir

ciles de catalogar. La propia autora, en sus dia-

las puertas a todo y a todos; al amor, a lo inespe-

rios (que recomiendo siempre con entusiasmo,

rado, a las interrupciones, al dolor, e incluso a la

especialmente la compilación El diario de una es-

muerte. A todas las vidas y muertes que guarda

critora (A Writer’s Diary), en la cual Leonard reu-

un día. Y, si bien hay críticos que acusan a Woolf

nió todas las entradas de los múltiples cuadernos

de no hacerse cargo de la historia ni del legado

de su mujer en los que se refería a su propia es-

colonial e imperial de Inglaterra, lo cierto es que,

critura) las va bautizando como elegías (El cuarto

al abrir sus puertas, entran también en sus no-

de Jacob, Al faro) o poemas teatrales (Las olas). Y

velas los ecos de esas guerras, a veces a gritos, a

es que Woolf, quien en su brillante ensayo Mo-

veces murmurando.

dern Fiction se queja del realismo clásico, aboga

Hay en La señora Dalloway una cumbre y una

por una literatura que se haga cargo de la belleza

forma de enfrentar el mundo y la pérdida. Una

del caos y de las mil im-

realidad que a Woolf nun-

presiones que nos asal-

ca le fue ajena: perdió a

tan a un mismo tiempo,

sus padres a muy tempra-

día a día, como la vida en

Woolf aboga por una literatura que se

la ciudad moderna.

haga cargo de la belleza del caos y de

de hermanos y hermanas

las mil impresiones que nos asaltan a

que con el paso de los años

Es este vértigo moderno el que retrata tan bien La señora Dalloway (1925), la novela en que aparece

la

un mismo tiempo, día a día, como la vida en la ciudad moderna.

hospitali-

na edad y quedó a cargo

también fueron muriendo de forma inesperada. Y quizás por eso la muerte se queda también en Al

dad como una fuerza y gesto ético poderoso en

faro (To the lighthouse, 1927), su siguiente no-

el que quisiera detenerme. Porque en todas las

vela, en la que nuevamente tenemos dos ideales

novelas de Virginia Woolf hay un rol que persi-

de mujer: la anfitriona, Mrs. Ramsay, y la artis-

gue a las heroínas como un fantasma: el de anfi-

ta, Lily Briscoe. Eso y el duelo de una familia, un

triona. Para algunas es un castigo, mientras que

duelo que se ve en la ausencia que trae la muerte

para otras un ideal de belleza. La misma Virginia

a los espacios y en la huella que deja en los obje-

siempre envidió a su hermana, Vanessa Bell, por

tos (la novela, dividida en tres partes, le dedica

su capacidad de conjugar su carrera artística con

toda una sección a la descripción de una casa de

una vida social agitada y, además, dedicarse a su

verano durante los años en que no es visitada).

familia y a sus hijos. Woolf, por su parte, sufría

Una literatura que aquí parece una naturaleza

de desórdenes alimenticios y problemas de salud

muerta, que nos recuerda lo efímero de la vida.

mental, y por largos períodos tuvo que escribir

Porque lo cierto es que la vida se le arrancaba

desde su cama y en tandas de una hora de escri-

a Virginia Woolf. Parecía que caminaba al mis-

tura diaria.

mo ritmo de sus libros, pero luego quedaba atrás

Pero volvamos a Virginia. Quien, después de

sumida en jaquecas, depresiones e ideaciones

escribir El cuarto de Jacob (Jacob’s Room, 1922), un

suicidas que le costarían finalmente la vida en

libro raro donde comienza a probar corriente de

1941, final que también, me parece, ha teñido en

conciencia —que se volvería algo así como una

demasía la lectura de su obra. Porque además de

marca de autoría— y donde se atreve a explo-

la muerte y la literatura del duelo, Woolf desa-

rar el tema de la muerte de su hermano Thoby,

fía, de modo muy modernista, las convenciones y

98


Woolf participó del célebre grupo Bloomsbury, junto con destacados intelectuales de su época, como Clive y Vanessa Bell, John Maynard Keynes, E. M. Forster y su marido, Leonard Woolf.

autoridades de su tiempo. Entre ellas, la historia

Elizabeth Barrett Browning (una novela traduci-

y la biografía como un género más cercano a la

da nuevamente al español por la editorial chilena

realidad y la verdad (un desacato que tiene algo

Montacerdos).

de familiar también: su padre Leslie Stephen es-

Pero antes vendría su obra más difícil: Las olas

tuvo a cargo de confeccionar el Diccionario de la

(The Waves, 1931), con sus voces entrelazadas y

biografía nacional, un esfuerzo monumental por

el movimiento permanente del mar. Y, la verdad,

registrar las vidas de todas las personas consi-

no es difícil ahogarse en las novelas de Woolf. Su

deradas importantes de las islas británicas). Así,

prosa va pintando y cantando, y a veces uno se

en Orlando: una biografía (1928), Woolf sigue el

pierde, como podemos perdernos, maravillados,

rastro de un hombre que, luego de vivir un par

en una ciudad que no conocemos pero que nos

de vidas (la novela lo acompaña por varios cien-

deslumbra. El sociólogo Georg Simmel ya había

tos de años), amanece convertido en una mujer,

advertido de esto a comienzos del siglo XX: el

sin mayor reflexión ni trauma, y se queja de que

peligroso efecto que las grandes ciudades podían

es imposible escribir una biografía porque en to-

tener en mentes sensibles, no acostumbradas a

dos nosotros conviven no solo una persona sino

tanta intensidad y estímulos. Pero en Woolf la

miles, siempre cambiantes, algo que excede con

marea de la ciudad acerca y repele; en sus nove-

creces los límites y capacidades del género. Más

las Londres aparece como una figura admirada,

adelante llevaría esto aún más lejos, al conce-

sus obras pueden entenderse a ratos como una

bir en Flush (1933) la biografía de un perro coc-

brillante carta de amor a sus calles, a su liber-

ker spaniel perteneciente a la famosa escritora

tad, a su belleza. Mientras tanto, en carne propia, 99


LORE M IPS U M. E NSAYO

Virginia era llevada lejos porque esa misma ciu-

su fortuna (y se la describe como inmensa) por

dad la perturbaba demasiado, porque la vida so-

el solo placer de escribir una muy buena página;

cial que demandaba le dolía, porque las tiendas

ese lector que, cuando niño, recolecta luciérna-

la distraían o la hacían sentirse fea e inadecuada.

gas en un frasco para así poder leer debajo de las

Sí, todos vuelven al “cuarto propio” porque

sábanas (eran otros tiempos), un lector infecta-

es fácil y breve. Porque tiene un eslogan, casi un

do y afiebrado y, quizás, un poquitito más cerca

mantra, fácil de repetir hasta el cansancio. Pero,

de ser feliz.

en realidad, Woolf se muestra en todo su esplen-

Y en los diarios también tenemos sus reaccio-

dor y oscuridad en sus novelas y el vaivén que

nes frente a la crítica, que le duele, especialmen-

ellas dibujan. En su forma de retratar el dolor de

te la de los amigos más cercanos (E. M. Forster,

una sociedad que va quedándose vacía y que, a

Lytton Strachey), o bien su forma de mirarse en

ratos, encuentra un solaz pasajero en la belleza

menos, pensando que sus libros no venderán

de una mañana o un día de junio, en esos mo-

más de dos mil copias, que su destino es desva-

ments of being en los que parecía concentrarse la

necerse.

vida entera, así como también en sus diarios que

Virginia Woolf mira la enfermedad a los ojos y

están siempre volviendo (ahora, por ejemplo, en

la lleva a la página, el único ring en el que sien-

una bellísima edición española), diarios en los

te que puede dar la pelea. O bien la disecciona en

que mezcla sus ideas so-

su breve y a la vez infinito

bre el arte con sus cuen-

ensayo sobre la enferme-

tas de dinero, el funcionamiento de la editorial que llevaba con su marido (y para la que ella misma se encargaba de compa-

Virginia Woolf mira la enfermedad a los ojos y la lleva a la página, el único ring en el que siente que puede dar la pelea.

ginar los libros y pegar sus portadas), o la tinta del lápiz que ya empieza

dad, en el que comenta que esos malestares nos separan del mundo, nos llevan a otra dimensión donde se vuelve necesario inventar un nuevo

lenguaje.

a agotarse porque están en guerra y hay escasez

Pero incluso aquellos lectores que se quedan

de materiales. Esos diarios en los que la autora

en el “cuarto propio”, a pesar de la puerta cerra-

se habla hacia el futuro, a la Virginia Woolf que

da y del espacio protegido, pueden ver los otros

volverá a releerlos, esos diarios donde vemos sus

dones y temas de Woolf refulgir a través de las

dudas frente a su talento y su incomodidad por

ventanas entrecerradas: su atención a la natura-

no encontrar un lugar dentro de la intelectua-

leza y el vaivén de la vida cotidiana que no puede

lidad de la época. Ella que, si bien pertenecía al

ni debe jamás despegarse de las ideas y sus mo-

famoso grupo Bloombsury, no podía entrar a las

vimientos, porque no existen nunca en esferas

bibliotecas de las universidades de su país (algo

separadas; esa escritora que a veces le dedica la

que también documenta en Un cuarto propio), y

misma atención a sus personajes humanos que

que se armaba su propia escuela literaria, pro-

a un caracol o insecto arrastrándose por un par-

poniéndose repasar a rusos y griegos en dosis

que; esa literatura que le abría las puertas —esas

diarias imposibles, o leyendo una a una todas las

que, a su autora, les costaba tanto abrir en la vida

obras de Shakespeare.

real— a todas las cosas.

Virginia Woolf fue una gran lectora, pero tardó un tiempo en plasmar esa fascinación en sus

Y entonces: la maravilla, el deslumbramiento, el milagro.

obras de ficción. Allí las mujeres verdaderamente

El filósofo Jacques Derrida, en sus trabajos

felices eran otro tipo de artistas e intelectuales

sobre la hospitalidad, llama la atención sobre

(aficionadas a la música, a la pintura, a las ma-

la raíz hos, con la que se forman tanto la pala-

temáticas) y solo encontraremos a la figura del

bra hospitalidad como hostilidad. Derrida lo

gran lector en Orlando, ese hombre, luego trans-

lee como la necesaria convivencia de ambas

formado en mujer, que sería capaz de donar toda

posibilidades en todo gesto de apertura a un otro.

100


Así, quien ofrece verdadera y absoluta hospita-

debe sacar las puertas de sus postigos. Y por ahí

lidad debe abrirse también a la posibilidad de la

se cuela la vida entera.

violencia. Un gesto valiente y que, sin embargo,

La literatura de Woolf es una literatura de de-

también entiende la necesidad e importancia de

talles y de entender al ser humano siempre en

otro. Derrida llega incluso a decir que el huésped

conexión con todas las cosas, en una interrela-

le entrega al anfitrión las llaves de su propia casa.

ción de convivencia permanente; una literatura

La literatura de Woolf es una literatura valien-

que vuelve a pensar la idea del heroísmo para

te, que se abre por completo y que recuerda a ese

quitarlo de los soldados y esfuerzos aguerridos y

inicio brillante de La señora Dalloway donde se

volverlo a la belleza y al desafío de vivir un solo

nos cuenta que la protagonista, para poder reci-

día (y luego otro, y otro más).

bir a tantas personas invitadas a su fiesta (personas dolidas y dañadas luego de años de guerra),

Un heroísmo en el que nos reconocemos y podemos sentirnos, al fin, como en casa.

María José Navia es magíster en Humanidades y Pensamiento Social por la Universidad de Nueva York y Doctora en Literatura y Estudios Culturales por la Universidad de Georgetown. Ha publicado las novelas SANT (Incubarte, 2010) y Kintsugi (Kindberg, 2018) y los libros de cuentos Instrucciones para ser feliz (Sudaquia, 2015) y Lugar (Ediciones de la Lumbre, 2017). Actualmente se desempeña como profesora en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

101


¿Dueños o custodios? La pregunta clave respecto al medio ambiente PABLO ORTÚZAR M.

L

a última tentación de Campbell

En la introducción de un muy buen manual sobre ecología humana1 que yo usaba en un curso de antropología económica, el autor, Bernard Campbell, culpaba a la tradición judeo-cristiana del maltrato que los seres humanos le propinábamos al medio natural. En su interpretación, el hecho de que el Dios judeocristiano hubiera puesto el resto de la creación explícitamente al servicio del ser humano constituía una autorización para poder destruirla, además de una clara devaluación de ella. Esta idea, si mal no recuerdo, no volvía a aparecer en el libro, pero Campbell explicaba en otro capítulo, muy adecuadamente, que los seres humanos nos relacionamos con los ecosistemas a partir de una mediación cultural, y no directamente. Es decir, a través de sistemas culturales que ordenan, clasifican y evalúan el entorno natural. De ello deduzco que

el antropólogo consideraba, al momento de escribir el libro, que nuestras coordenadas culturales seguían regidas por la tradición bíblica. Y la esperanza que el libro intentaba convertir en agenda era que entendiéramos la importancia de los ecosistemas para la vida humana y lográramos, de algún modo, deshacer la idea de que podíamos disponer de ellos a nuestro antojo — disponer en el sentido fuerte que el derecho civil le da a esta palabra dentro de la triada de “uso, goce y disposición”— que habíamos heredado de unos fanáticos religiosos que habitaron Palestina hace más de dos mil años. Esta idea siempre me llamó la atención. Primero, porque no me parecía que viviéramos en un ambiente cultural judeocristiano. Era demasiado consciente de que la Ilustración había buscado

arrasar

definitivamente

todas

las

creencias y supersticiones religiosas relativas al 1

Bernard Campbell, Barcelona, 1993).

102

Ecología

humana

(Salvat:

medio natural, reemplazándolas por la ciencia


Dios bíblico nunca transfiere, de hecho, poderes absolutos a nadie (lo cual tiene una serie de consecuencias problemáticas en el plano político). El señorío de los humanos sobre la naturaleza es una forma de explicar y legitimar el orden cultural y su superioridad relativa, pero no una especie de permiso total para destruir y saquear a su antojo. Además, al menos dos elementos bíblicos advierten claramente en contra de esta lectura: uno es el hecho de que en el paraíso los seres humanos y las bestias conversaban entre ellos y no parecían consumirse mutuamente. Esta imagen reaparece en casi todas las descripciones del paraíso (que se refiere, escatológicamente, tanto al inicio como al fin), y es parte fundamental de la práctica de Francisco de Asís, quien veía en la imperfecta interacción con los animales una espositiva, y que todo el proyecto de la modernidad, de alguna manera, descansaba sobre ese proceso de reemplazo. Proceso que, incluso en el Chile de los noventa y 2000, parecía avanzar viento en popa, derrotando todas esas prohibiciones extrañas y tabúes religiosos que la Iglesia católica había logrado sostener en pie por tantos años (todavía tengo guardado por ahí el VHS de La última tentación de Cristo que compré a los 16 años en una galería de Valparaíso, sintiendo que había sido parte casi de una conspiración en pos del libre uso de la razón y la libertad de conciencia). Mi propia disciplina, la antropología social, observaba el mito judeocristiano como uno más entre tantos otros, y lo observaba desde un lugar que se consideraba pulcro, neutro y definitivo: el de la ciencia. En segundo lugar, la propuesta de Campell no me convencía porque tampoco me quedaba claro que el texto bíblico estableciera que los seres humanos podían disponer libremente de su entorno natural. Es decir, que el Dios judeocristiano se los hubiera entregado como propiedad en el sentido romano. Hoy, con un poco más de formación en estos temas, comprendo con claridad que esto definitivamente no era así: la entrega del mundo que el Dios bíblico hace a los seres humanos sigue estrictamente la lógica del don, del regalo, y no

pecie de anticipación del reino de Dios. De esto se seguiría que, desde el punto de vista de la tradición judeocristiana, nuestra actual relación con las bestias y la naturaleza en general (así como la relación entre las mismas bestias) estaría marcada por la caída producto del pecado original, lo cual demandaría entender que la posibilidad de un vínculo mucho más estrecho y significativo sigue abierta como promesa, a pesar de lo deficitario de nuestra relación actual. El segundo ejemplo tiene que ver con la obligación legal (considerada de origen divino) que tenía el pueblo de Israel de dejar descansar la tierra y las bestias de carga cada siete años. Ese es el origen del concepto de “año sabático”. Un funcionalista bien podría suponer que aquí se esconde un asunto absolutamente práctico: dejar descansar la tierra permite mantener su fertilidad. Sin embargo, lo relevante para nosotros no es la función de la prohibición, sino su justificación: el Dios de Israel mandaba dejar descansar la tierra y las bestias, limitando entonces la posibilidad de los hombres de disponer de ellas, lo que era entendido, por los propios israelitas, como una preocupación por el bienestar no de sus cosechas, sino de la creación2. En tercer lugar, la visión de Campbell me parecía toscamente maniquea: la oposición entre ser

de la transferencia de propiedad. Lo entregado es dado en custodia y con un fin determinado. El

2 Ver E.P. Sanders, The historical figure of Jesus (Londres: Penguin, 1995), 38.

103


LORE M IPS U M. E NSAYO

humano y creación es muy difícil de defender en

avances y grandes logros en el plano de la ciencia

el terreno bíblico, considerando que, desde ese

y la medicina. Pero tiene costos: parte de la base

punto de vista, una oruga no es menos criatura

de que el mundo natural es inagotable, y que el

que cualquier persona humana, y que nuestra

ser humano es nada más que un pequeño y hu-

dimensión material es tan animal como la de

milde actor que, si acomete con todas sus fuerzas

cualquier otro mamífero. Únicamente las doc-

contra su medio, quizás, beneficiado por la for-

trinas maniqueas —que oponen lo espiritual a

tuna, logrará conseguir, por un momento, algo

lo material y vinculan solo lo primero con lo di-

glorioso. Así, se exagera la solidez de nuestro

vino— plantearon algo así, y fueron rechazadas

medio (y se inventan historias sobre lo terrible

tanto por judíos como por católicos. Hacerle vio-

y horrorosa que era la vida de los seres humanos

lencia a la naturaleza es también violentar al ser

“primitivos” o “premodernos”, lo que es clara-

humano, en la medida en que es parte de ella. Se-

mente desmentido por casi todo el registro an-

gún la Biblia, somos bestias creadas “a imagen y

tropológico y arqueológico). En segundo lugar,

semejanza de Dios”, pero bestias al fin y al cabo.

se parte de la base de que el gran objetivo a con-

Plantear una disociación

quistar es la autarquía: la

total entre el ser humano

autonomía total. Prime-

y su ambiente ecológico

ro, de los pueblos; luego,

suena, entonces, como

Toda naturaleza, incluyendo

una idea bastante dis-

la humana, es imaginada

el proyecto de la sobera-

paratada, con muy poco

como una página en blanco

nía, que hoy termina en el

fundamento en la tradición bíblica. Mis

sospechas

sobre

lo errónea que parecía la

de los individuos. Este es

sujeto soberano: uno que

sobre la cual la voluntad puede escribir lo que se le antoje con tal que tenga la fuerza para hacerlo.

ya no tiene vínculo alguno con el medio natural, cuya voluntad determina incluso su propio sexo o

idea de Campbell eran, de esta manera, correctas. Sin embargo, él tenía

la ausencia de él . Toda naturaleza, incluyendo

toda la razón en muchas más cosas: efectiva-

la humana, es imaginada como una página en

mente vivíamos en una cultura que considera-

blanco sobre la cual la voluntad puede escribir

ba que el medio natural era nuestra propiedad

lo que se le antoje con tal de que tenga la fuerza

en sentido romano, que podíamos explotarlo a

para hacerlo.

3

nuestro antojo y que el “enseñoreo” de los seres

En todo esto hay una simplificación algo gro-

humanos dependía, en buena medida, del con-

sera: pido al lector que entienda que estoy es-

trol, dominio y explotación sobre el medio natu-

cribiendo con brocha gorda algo que merece

ral. La Biblia, entonces, quizás no decía aquello

muchos más matices. Por ejemplo, no estoy di-

que el autor le atribuía, pero claramente nuestra

ciendo que nos hayamos vuelto grecorromanos

civilización tendía a leerla de esa manera.

y por eso destruimos el medio ambiente. El pro-

¿Cómo se construyó esa perspectiva? ¿Cómo es

ceso es mucho más complejo e implica la madu-

que terminamos concibiendo al ser humano en

ración de una teología alternativa a la ortodoxia

una especie de guerra contra su medio natural?

cristiana que toma elementos grecorromanos y

No tengo espacio aquí para relatar esa historia en

los va mezclando con nociones judeocristianas,

detalle. Sin embargo, sí puedo destacar que di-

hasta dar con algo nuevo y diferente4, que es la

cha cosmovisión parece enraizarse mucho mejor

civilización moderna.

en el mundo grecorromano que en el judeocristiano. Y que el gran proyecto de la modernidad es justamente uno de conocimiento y dominio, que concibe el mundo como algo a conquistar y apropiar, y no como un regalo a custodiar. Esta aproximación, por cierto, ha generado enormes

104

3 Ver el libro de Bérénice Levet, Teoría de género o el mundo soñado de los ángeles (Santiago: IES, 2018). 4 Una explicación detallada de este proceso se puede encontrar en J. Milbank, Theology and Social Theory, (Oxford: Blackwell, 1990).


Dominados por el deseo de dominar

vía férrea se acabará pocos kilómetros más allá. En tales condiciones, la mayoría de las personas

Un mensaje claro nos ha sido comunicado por

modernas preferirá esperar un “milagro cientí-

miles de científicos e intelectuales dedicados a la

fico” (por irónico que esto sea, dado que quienes

difusión científica: estamos destruyendo nues-

dan la alerta son justamente aquellos de los que

tro ecosistema. Estamos destruyendo el mun-

se espera el milagro).

do mediante su depredación y contaminación,

Lo que necesitamos, entonces, es un cambio de

introduciendo cambios que tendrán efectos des-

ruta. No seremos capaces de entender a cabali-

conocidos en el corto, mediano y largo plazo, y

dad el problema ambiental a menos que comen-

que afectarán brutalmente la vida en la tierra. Y

cemos a entender de un modo distinto nuestra

si no actuamos ahora, si no reducimos nuestras

relación con el mundo. Y eso demanda, en primer

emisiones contaminantes, tanto más rápido,

lugar, convencernos de que lo que está en juego

brutal e irreversible se volverá ese proceso. Tal

no es solo la vida humana, sino el alma. Nece-

mensaje ha sido recibido con iguales proporcio-

sitamos volver a entendernos como custodios de

nes de espanto, escepticismo e indiferencia, lo

nuestro entorno —así como de nuestra propie-

que resulta bastante impresionante. ¿Cómo pue-

dad y cuerpo— y no como sus dueños absolutos.

de explicarse algo así?

Y eso exige, a su vez, no expulsar definitivamen-

El problema de fondo no es que los científicos

te al Dios judeocristiano de nuestra cosmovisión,

que han llamado a la alerta — tal como Campbe-

sino traerlo de vuelta: no hay posibilidad de vol-

ll en su libro— estén equivocados. Seguramen-

vernos custodios de algo si no entendemos que

te tienen razón. El problema es que la teología

ese algo nos fue donado por alguien más.

moderna y las instituciones creadas a su alero

Curiosamente, curar el deseo de dominación

son incapaces de procesar esa alerta de mane-

que nos está llevando al despeñadero ecológi-

ra satisfactoria. Casi todas nuestras categorías

co parece demandar que volvamos a entender

políticas y culturales suponen una visión de la

el universo como creación y a nosotros mismos

naturaleza como propiedad a conquistar que

como criaturas que están solo de paso por este

resulta incompatible con ese llamado. No pode-

mundo. Es muy distinto sentirse señor soberano,

mos procesarlo sin generar un efecto dominó en

infinito e inmortal del espacio que uno habita, a

nuestra forma de comprender el mundo que ter-

saberse un humilde invitado, que deberá retomar

mina por hacernos concluir que no entendemos

mañana su camino. Para salvar nuestro mundo,

nada o que hay un error en la advertencia que se

en otras palabras, ya no podemos entenderlo

nos hace. Hemos construido una civilización en

como una propiedad: debemos perderlo.

torno al deseo de dominación, una civilización que, de hecho, depende del crecimiento ilimitado para no colapsar. A la velocidad a la que vamos, ponerle freno al tren implica descarrilarnos, a pesar de que los científicos nos advierten que la

Pablo Ortúzar es antropólogo social y magíster de Análisis Sistémico por la Universidad de Chile. Actualmente cursa estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. Es autor del libro El poder del poder (Tajamar, 2016), coautor de Gobernar con principios (LyD, 2012) y traductor de La gran sociedad (IES-Cientochenta, 2014), de Jesse Norman. Es investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad. 105


Fear the Walking Dead, el temor a la anomia CARLOS CORREA

U

no de los mayores atractivos en las historias

de terror del cine y la TV son los zombies, cadá-

muertos vivientes que caminaban putrefactos se convirtieron en metáforas sociales.

veres que caminan en busca de seres vivos a los

La siguiente estación fue el video clip de zom-

que morder, infectar y devorar. Es una especie de

bies protagonizado por Michael Jackson y dirigi-

alegoría maldita de la resurrección cristiana y,

do por John Landis, que funcionaba como pieza

por tanto, aterradora y atractiva para los espec-

audiovisual de su álbum Thriller. Allí más bien

tadores occidentales. En el canon de cine creado

hablaba de lo distinto y ambiguo, como el pro-

por George Romero, el terror a los muertos vi-

pio Jackson. El video suponía un elemento lúdico

vientes era una alegoría de una sociedad de con-

bailable en ello, y ser zombie se volvió divertido y

sumo que hacía perder el sentido de la realidad.

motivo de fiestas temáticas. No parecía una me-

Los muertos vivos deambulaban por centros co-

táfora social en modo alguno. Incluso, para des-

merciales vacíos, entre anuncios de neón y tien-

pejar dudas, el propio Jackson señaló “It’s just a

das cerradas, notificando que la civilización es-

movie”, para que no haya duda de que no es nada

taba tan entrelazada con la sociedad de consumo

más. Sin embargo, en una resignificación que dio

que sucumbía con esta. Varios críticos vieron en

la vuelta al mundo, un grupo de estudiantes uni-

la más famosa de las películas de este director,

versitarios en Chile lo actualizaron al convertir-

El amanecer de los muertos vivientes, una crítica

lo en uno de los momentos más mediáticos del

al capitalismo, pero Romero en realidad pre-

movimiento del 2011. Ocupando la misma música

dicaba su inevitabilidad. De ahí en adelante los

de Jackson e incluyendo coreografías, bailaron al

106


duda sobre dónde está el bien y el mal, pues su empleo se limitaba solamente a hacer aplicar las reglas creadas por otros. Al encontrarse con conocidos, se une a ellos y por tener la fuerza se convierte en líder, no sin antes emplear la ley de la selva. Ese nuevo grupo social descubre posteriormente a otros grupos sedentarios, y después de enfrentarse en guerras de hordas, vuelve a tener tierras, asociadas a lazos familiares. Friedrich Engels, el socio y financista de Marx, describe en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado; ese momento donde empieza a producirse la historia y las relaciones de poder. Engels y el propio Marx habrían estado encantados con Negan, el personaje que, como un sátrapa del Creciente Fértil, establece el poder mediante el garrote, cobra tributos, aplica leyes según su propio código y sostiene un ejército con los excedentes de producción. El hombre del bate con alambre de púas es una especie de Hammurabi que trata de poner orden, prefiere esclavizar a sus contrincantes en vez de matarlos, y empieza a transformar su territorio en un pequeño estado esclavista. Al igual que en la historia, todo esto sucede en la cercanía de un río que permite tierras arables y buen nivel de producción agrícola. ritmo de la canción con carteles colgados anunciado el monto de sus deudas universitarias. El

Una variación de este tema es un spin off com-

baile pasó a representar una pantomima de la

pletamente fuera del determinismo histórico,

muerte en vida, asociada a tener una importante

denominado Fear the Walking Dead. El primer día

desventaja financiera y un título con poca em-

de la serie transcurre en un mundo normal, en

pleabilidad y, por tanto, una imposibilidad de

una familia donde nadie cree que los problemas

estar en la sociedad de consumo. A diferencia de

del choque entre la adolescencia y los adultos

la película de Romero, donde moría la sociedad,

puedan ser la punta de algo más. Empiezan los

acá eran ellos los cadáveres.

pequeños incidentes, las rebeliones producidas

Frank Darabont, inspirado en el cómic The

por el extraño virus que ataca a algunos y que

Walking Dead, mantuvo la estética original de la

parte en comunidades marginales de jóvenes que

serie de películas romerianas, pero cambió ra-

se juntan a consumir drogas en espacios abando-

dicalmente el relato introduciendo una mirada

nados por la urbe. La policía y el Estado todavía

más relacionada con el Estado y las leyes. En la

existen, pero son cada vez más impotentes en la

serie de televisión, cuyas primeras temporadas

mantención del orden y de la tranquilidad de los

se ajustan a la trama del cómic, un agente de

ciudadanos. Las actividades comerciales sufren

policía encargado de imponer las leyes despier-

cada vez más interrupciones, ya sea por los nue-

ta abandonado en un hospital. Las normas han

vos zombies o por los propios humanos asusta-

dejado de existir, los humanos sobrevivientes se

dos que creen más en los rumores. Pareciera que

agrupan en montoneras e impera la ley del más

viene el caos, pero nadie sabe cuándo.

fuerte y las lealtades de sangre. El protagonista

107


LORE M IPS U M. E NSAYO

La clave de estas series está en una palabra

el tiempo, no solo se vuelve imposible contener

muy usada en las ciencias sociales, término que,

la desgracia, sino que no se puede predecir hasta

además, se ha convertido en el símbolo de estos

donde permanecerá la tierra firme en este diluvio

tiempos: anomia. La sola amenaza del fin provo-

de caos.

ca el caos y la suspensión de las reglas. No son

Las revueltas en las calles de los capítulos de

los zombies los que destruyen la sociedad, sino

Fear the Walking Dead tienen un cierto parecido

el temor a estos. El desorden y el caos de estas

a las narradas en la película Joker, y sin duda a

ficciones tienen un parecido peligroso con lo que

lo que hemos vivido en estos últimos meses. Se

hemos vivido en Chile desde el 18 de octubre.

rompen los semáforos, como ocurre en las cer-

El sociólogo Ulrich Beck escribió, inspirado en

canías de la Plaza Italia, pero también en Hong

la crisis de Chernobyl, un tratado que ha aga-

Kong, Barcelona, París o Beirut. En todas estas

rrado nuevos bríos en estos tiempos del poder

ciudades pareciera ser el descontento la ener-

diluido. En La sociedad del riesgo Beck describía

gía que lleva a los ciudadanos a romper todo en

un mundo con constantes choques entre una

las calles. Y si bien el origen del temor no es el

sociedad normativa y los

mismo, el fenómeno de

ciudadanos

anomia parece calcado. Al

conscientes

de su individualismo, y por tanto desconfiados de cualquier institución representativa.

Una

de

En Fear the Walking Dead, las fuerzas del orden público y el propio Estado son incapaces

final del día, el mundo en que vivimos, con empleos precarios, incertidumbre hacia el futuro o temor

las reflexiones que hace

de contener el caos, porque

de un caos ambiental en

Beck es cuánto configura

simplemente no lo entienden.

medio de climas extre-

la vida moderna el temor

al futuro desconocido. En Fear the Walking Dead,

mos hace pensar a mu-

chos en las nuevas generaciones.

el miedo a una civilización que pareciera que va a caer mueve más que la propia historia, e inclu-

Las revueltas pueden ser entendidas como me-

so que las convenciones sociales. Sabemos, como

táforas de lo que está pasando. Y pueden también

omniscientes que somos en materia de series de

ser leídas como una lección para los gobiernos.

TV, que ese mundo va a desaparecer. Pero ellos

En Fear the Walking Dead, las fuerzas del orden

no.

público y el propio Estado son incapaces de con-

Otro sociólogo de moda en estos tiempos,

tener el caos, porque simplemente no lo entien-

Zygmunt Bauman, se hizo famoso con su teoría

den. La transformación en zombie parece una

de la sociedad líquida, donde ninguna norma,

especie de enfermedad altamente contagiosa,

simbolizada por ladrillos sólidos, podía con-

como la peste negra de tiempos medievales, que

tener la expansión de las energías sociales. El

va de ciudad en ciudad sin respetar nada. Tam-

mundo, descrito por Bauman como algo líqui-

poco las razones de las explosiones sociales son

do, se vuelve incierto, al no poder ser contenido

correctamente entendidas por los Estados. El

y tener formas cambiantes. Y en una predicción

caso chileno, donde un llamado informe de “Big

increíble de Bauman de la ficción del mundo de

Data” provisto por un millonario culpa a los rit-

zombies, plantea que esas incertezas no afectan

mos pop coreanos de la agitación juvenil, mues-

a los sectores más desposeídos, sino a personas

tra que el nivel de incomprensión a la calle es

de clase media, con vínculos familiares sólidos,

similar al que tenía el gobierno estadounidense

profesiones y buenas casas. El apocalipsis que se

ante el llamado virus zombie.

aproxima en el horizonte no se entiende, provo-

El problema no es solo chileno, o de la supues-

ca anomia, pasan a estado líquido las conexiones

ta incapacidad de quien ocupa el cargo de Pre-

que hacen posible el entramado de las familias,

sidente. El muy lúcido y mediático Emmanuel

ciudades, sistemas políticos y naciones. Si el

Macron tampoco logra entender la calle, hasta

mundo pasa a no tener ninguna forma estable en

tal punto que cede y cede sin tener siquiera idea

108


de cuáles son los flujos de los chalecos amarillos.

zombies de Darabont, mientras el protagonista

El gobierno chino, uno de los más tecnologiza-

sueña con su recuperación, en sus alrededores se

dos y que mantiene como hijo malcriado a Hong

desata la pesadilla, sin explicar en ningún mo-

Kong también se ve impotente ante los jóvenes

mento de la serie cómo fue el paso de la norma-

que se han tomado las calles de la ciudad más

lidad al caos.

próspera de Asia. El manifiesto comunista diría

Mientras tanto, en The Walking Dead, la serie

que un fantasma recorre el mundo, pero en reali-

original (que ya va en una novena temporada)

dad es más certero decir que son los zombies del

pasan los años, se establece una nueva norma-

temor al futuro los que recorren las calles de las

lidad y se avanza por un camino hacia un futuro

ciudades.

mejor para lo que queda de humanidad. El miedo

Esa incerteza que nos plantea el spin off de Da-

quedó atrás, los humanos aprenden a convivir

rabont, más propia de las teorías postindustriales

con los zombies, y los problemas son más de las

de Bauman o Beck, se hace más parecida a lo que

propias contradicciones de la nueva sociedad,

vivimos y, por tanto, más temible. De ahí se ex-

descritas por Marx. La falta de miedo y, por tan-

plica que lo que sería una sola temporada de Fear

to, de atractivo de la serie, hizo a los realizadores

the Walking Dead —para resolver el momento

pensar la nueva pesadilla del spin off. Al final del

inconcluso del sueño del policía Rick Grimes—

día, la sociedad teme más a Beck y a Bauman que

ya va por un quinto año. Así, en el universo de

al viejo Karl Marx.

Carlos Correa es ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y MBA de la Universidad de Tulane. Fue subdirector y director (S) de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno de Chile durante el segundo mandato de Michelle Bachelet. Actualmente es director ejecutivo de la consultora Qualiz, profesor de Estudio de Audiencias y Comunicación Estratégica de la Universidad Diego Portales y columnista de La Tercera. 109


Fotografía: Mateo Flores

Gabriel Rodríguez, dibujante de Locke & Key: “La ficción, la fantasía y el horror también son un intento por articular la realidad” POR SANTIAGO ORTÚZAR LYON

“Dibujé desde muy chico: algunos de mis primeros recuerdos de niño son sentado dibujando, algo que mis papás siempre me fomentaron”. Así resume Gabriel Rodríguez (1974) sus inicios como dibujante de cómics y novela gráfica, cuya carrera le merecería en 2015 el prestigioso premio Eisner, que se lo dedicó a Themo Lobos. Sus ilustraciones de niño serían solo los primeros pasos en una trayectoria que incluye quince años de trabajo para la exitosa cadena IDW y la coautoría, junto con Joe Hill, de la alabada novela gráfica Locke & Key, recientemente adaptada por Netflix.

110


L

a llegada de la familia Locke a una misteriosa

siempre estuve vinculado, siempre me intere-

casa en el pueblo de Lovecraft es solo una de las

só mucho dibujar, pero siempre como vehículo

muchas historias que le sirven de pretexto para

para contar cosas, estas historias. Entonces fue

regresar persistentemente a las tramas miste-

muy natural el cómic como un desafío creativo

riosas e inquietantes que lo obsesionan. El ver-

en sí mismo. Encontraba fascinante cómo con

dadero potencial de sus historias no radica en el

recursos muy sencillos podías contar muchas

suspenso, el horror o el misterio que impregnan

historias y sin ninguna restricción de nada. Bá-

sus viñetas, sino en saber contraponer la dimen-

sicamente, en la página puedes poner lo que sea

sión fantástica de la existencia con lo íntimo y lo

que quepa dentro. A la hora de concebir una his-

cotidiano. Y es que la ficción, la fantasía y el ho-

toria, el límite lo tienen tu imaginación o lo que

rror también son, explica, una articulación de la

tú quieres contar.

realidad que nos toca vivir. Entonces, a juzgar por referencias como primeros pasos

Sandman o Watchmen, tú más o menos chico ya eras un lector bien adulto…

¿Cómo conociste los cómics? De hecho, fue mediante esos cómic de terror Siempre me interesó dibujar. Mis primeros re-

más adulto de la línea Vertigo [un sello del edi-

cuerdos de niño son dibujando, algo que mis pa-

tor estadounidense DC Comics. Fue creado en

pás siempre me fomentaron. Desde muy chico

1993 para publicar historias con contenido grá-

teníamos en la casa libros ilustrados e historie-

fico para el público adulto] que volví a leer cómic

tas. A medida que fui creciendo, fui descubrien-

ávidamente. Por ejemplo, Hellblazer y Preacher.

do que había distintas líneas literarias, que el

Toda esa línea de Vertigo, que publicaron a fines

cómic como medio daba para distintos tipos de

de los noventa y principios de los 2000, alcanzó

densidad de historias. Hay varias obras de cómic

autores muy buenos y se arriesgó a hacer cosas

que fueron súper marcadoras, que las releo cada

que tú en las historietas de superhéroes estándar

tanto ya sea por la parte estética, por la narra-

no ibas a ver.

tiva, por cómo están estructuradas o todas ellas combinadas. Yo soy el mayor de siete hermanos,

¿Qué otras historias te marcaron?

y siempre nos llamaron mucho la atención Tintín, Astérix o Mampato, historias de buen están-

Hay todo un arsenal de autores que estoy descu-

dar artístico y de contenido. El humor histórico

briendo y redescubriendo todo el tiempo. Algunos

de Astérix era un vehículo para aprender historia,

de los elementales, además de los que te conta-

también con los Mampato aprendimos mucho.

ba, son el Incal de Jodorowsky y Moebius, La casta

A los 13-14 le perdí un poco la pista a los có-

de los Metabarones, Akira, V de Vendetta. Pero, en

mic, pero a los 16-17 volví porque ahí encontré

literatura, para mí como creativo fue súper im-

los Sandman y La cosa del pantano de Alan Moore.

portante Las crónicas marcianas de Bradbury. Si

Más adelante, un amigo me trajo de Estados

tuviera que elegir un libro de cualquier tipo para

Unidos The Dark Knight Returns de Frank Miller

llevarme a una isla desierta sería ese, porque de

y Watchmen, también de Moore. Ahí la cuestión

alguna forma a través de la narrativa de Brad-

me agarró heavy y empecé a conseguir cómic de

bury pude entender la poesía. Soy un muy mal

otros autores. En la universidad leí muchos de

lector de poemas, me cuesta mucho entenderlos,

Moebius con Jodorowsky. Al final, con el cómic

pero Bradbury me transmitió esa sensación que

111


LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA

la poesía le transmite a los que la leen. También

Ya estando instalado en IDW, ¿cómo llegas a

me han inspirado mucho ciertas películas, y más

Locke & Key?

fundamentalmente la música. Para mí, escuchar música es clave para ponerme a tono para dibu-

Fue un proceso lento. A fines del 2007, IDW se

jar, para lo que quiero representar, escribir. A

puso en contacto con Joe Hill, porque el publi-

través de la apreciación de la música hay una ex-

sher de entonces de la empresa había leído una

periencia que gatilla procesos creativos con una

colección de cuentos suya. Le gustaron mucho y

potencia que casi nada más lo hace.

su idea inicial era adaptar cuatro o cinco cuentos de esa colección en cómic. Pero cuando se junta-

el camino a lovecraft

ron con Joe, él les contó que hace tiempo estaba tratando de sacar adelante una idea original para

¿En qué momento te dedicaste profesional-

cómic. Al editor de IDW le encantó el concepto, y

mente a dibujar cómics?

sabía lo buen escritor que era Joe: se dio cuenta de que era muy fanático de los cómics desde muy

Cuando partí trabajando, combinaba arquitec-

chico y entendía muy bien ese lenguaje. A muchos

tura con ilustración. Con el paso del tiempo, en

escritores de novelas, cuando tratan de escribir

la medida en que esos

cómics, no les resulta.

encargos se hicieron más estables,

especialmente

cuando empecé a trabajar en cómic para una editorial extranjera —la editorial IDW—, a los cinco

Cuando esta idea le llegó

A través de la apreciación de la música hay una experiencia que gatilla procesos creativos con una potencia que casi nada más lo hace.

a mi editor, él le dijo: “yo sé con quién deberías trabajar”, y le mandó algunas muestras mías, entre otros trabajos.

o siete años de carrera, empecé a enfocarme solo en hacer cómics. Em-

¿Cómo fueron esos primeros pasos?

pecé publicando cómics alrededor de 2002 y para 2008 ya pude empezar a dedicarme full-time solo a hacer cómic con IDW.

Cuando nos pusieron en contacto con Joe, los de IDW me mandaron una síntesis de la propuesta que él había hecho. Eran dos páginas tamaño

¿Cómo hiciste contacto con IDW?

carta: en la primera, en tres párrafos presentaba cómo se iba a desarrollar la historia en el tomo

Cuando estaba terminando de titularme y ha-

uno, y en la segunda incluía una lista con siete

ciendo las primeras pegas de ilustración me die-

protagonistas y una descripción de cada uno. Y

ron el mail de una editorial española que en ese

Joe me dice: “ve qué se te ocurre hacer con esto”.

momento se suponía que publicaba cómic en Es-

Ahí yo les mandé de vuelta un diseño de la prime-

paña y trabajaba para editoriales gringas. Cuan-

ra de las llaves, un bosquejo de cómo me imagi-

do los contacté, me dijeron que estaban cerran-

naba yo la casa, The Key House, y un boceto de los

do por una crisis editorial espantosa en España,

personajes. Y a Joe le encantaron; cuando par-

pero me pusieron en contacto con un tipo que

timos nos dimos cuenta de que los dos quería-

buscaba un dibujante para hacer la adaptación a

mos hacer más o menos lo mismo con ese tipo de

cómic de la serie de televisión CSI, por encargo

historia, así que sintonizamos muy bien. Cuando

de IDW. Y entré a una especie de licitación con

partí trabajando en cómics tenía la idea de even-

otros dibujantes y terminé ganándola. Esa fue el

tualmente hacer un trabajo de autor en la línea de

primer trabajo profesional que hice de cómic, en

lo que Vertigo había publicado en los noventa, y

diciembre de 2002.

esto era exactamente eso para mí. Locke & Key fue la primera vez que me lancé a hacer personajes y locaciones sin referencias. Yo simplemente leí lo que mandó Joe y se me vinieron los personajes

112


a la cabeza, así que pudimos largarnos de inme-

grupo de lectores muy fiel. Y también la editorial

diato a hacer la parte visual. Y ya cuando recibí

vio el potencial que tenía la historia y nos esti-

el primer guion me di cuenta no solo de lo buena

mularon para que siguiéramos adelante, inde-

que era la historia y lo buen escritor que era Joe,

pendiente de las ventas.

sino que el proyecto podía tener un carácter súper especial… Me sentí muy cómodo.

el principio de hitchcock

El editor tuvo buen ojo con ustedes, se dio

Una cosa genial de Locke & Key es cómo el

cuenta rápido que iban a funcionar bien…

horror y lo macabro generan un doble efecto sobre el lector. El horror por un lado espanta,

Fue muy divertido. Cuando empezamos a inter-

pero también es atrayente. ¿Cómo ves esa

cambiar los primeros mails nos dimos cuenta

dualidad en tu trabajo? ¿Y cómo lograr esas

de que teníamos el mismo tipo de humor y nos

reacciones inversas?

gustaban las mismas referencias, tanto literarias como de cómic. Fue un proceso de retroalimen-

En el caso de Locke & Key el horror y el suspenso

tación creativa increíblemente natural y fluido

funcionan porque Joe maneja muy bien el sen-

desde el comienzo. He tenido la tremenda suer-

tido del humor; son los contrapuntos del humor

te de que todos los guionistas con los que me ha

con el suspenso y el terror que hacen creíble la

tocado trabajar son muy buenos, y además muy

historia. Así se desarrolla un nivel de humanidad

abiertos a recibir contrapropuestas del encarga-

muy palpable con los personajes, que al final es

do de la parte visual. Los libros han terminado

clave para que la historia funcione. Es decir, dar-

mejor de lo que yo esperaba en un principio, en

te cuenta que un personaje debe tener reacciones

gran parte producto de esa retroalimentación.

que no son necesariamente heroicas cuando está

No hay nada más estimulante para la creatividad

asustado, o reacciones desatinadas cuando está

propia que trabajar con otro creativo que tú valo-

incómodo, eso es lo que va generando una sensa-

ras y cuyo trabajo respetas; se crea un ambiente

ción de vividez mucho más palpable en la histo-

súper grato. Al final del proceso de Locke & Key,

ria. Es algo que en Locke & Key hicimos de forma

que terminó alargándose ocho años, terminamos

intuitiva al principio y muy consciente al final.

convertidos en mejores amigos con Joe y mi edi-

Lo otro es darse cuenta de que en el terror,

tor, Chris Ryall, porque estuvimos ininterrum-

en el suspenso, es mucho menos importante la

pidamente juntos ese tiempo. Nos vimos en per-

sorpresa para el lector de lo que es la sorpresa

sona tres o cuatro veces, pero nos escribíamos

para el personaje. Para mí fue clave descubrir el

correos todos los días.

principio de Hitchcock: que el suspenso no está en que tú sorprendas al lector, sino que el lector

A doce años desde el primer número, ¿qué

tenga más información que el personaje. Eso es

significa para ti Locke & Key como Gabriel

clave, te das cuenta de que la idea no es mostrar

Rodríguez, dibujante ya consolidado e inserto

cosas, sino de contrastar la posición del que está

en el medio internacional?

leyendo y la posición de los personajes de la historia. Es algo de lo que fuimos muy conscientes

Para mí significó un punto de inflexión, un tra-

en el cómic mismo: a pesar de ser muy sacados

bajo en que tuve autoría. Y además se convirtió

de la caja, cuando hicimos cambios de estilos

en algo más grande, exitoso y logrado de lo que

gráficos en las historias funcionaba muy bien. Al

ninguno de nosotros se imaginó. Joe le vendió la

final eran cambios en la forma en que imponía-

idea a IDW de que podíamos hacer esta primera

mos la narrativa del cómic dentro de la historia,

miniserie y si nos iba mal podía cerrarla con una

no solo a través de lo que pasaba adentro de las

segunda miniserie, en realidad algo imposible…

viñetas, sino por la forma en que ellas se comu-

pero tuvimos la tremenda suerte de que, desde

nican con el lector.

un inicio sólido pero modesto, apelamos a un

113


Ilustración de Gabriel Rodríguez

LORE M IPS U M. E NTRE V IS TA

El horror que aparece en tus historias tiene

va de inmediato a la parte íntima de la historia.

una relación especial con la vida cotidiana. La

A mí eso me dejó muy en claro el potencial que

idea de que bajo nuestra vida diaria se esconde

tiene el medio; saber contraponer la dimensión

algo siniestro y terrible que eventualmente se

fantástica con cosas súper íntimas, humanas

revela, incluso por accidente. ¿Qué lugar ves

y cotidianas hace que ese tipo de historias sean

en tu trabajo para esa relación entre horror y

muy potentes y cercanas al lector.

cotidianeidad? Sobre eso último, ¿cómo te relacionas con tus La clave es lo bien que funciona someter a estos

personajes?

personajes a una situación de horror sobrenatural, enfrentarse a demonios y monstruos, pero

La relación es bien personal, porque trato de

darse cuenta de que, al final, eso no es nada com-

imaginármelos lo más reales posible. Una de las

parado con los horrores que ellos tienen que en-

cosas fascinantes que tiene el cómic como me-

frentar de su propia crisis familiar. Esa contrapo-

dio es que tú tienes que lograr generar empatía

sición hace muy vívida y cercana la historia a los

por líneas sobre papel. Necesitas que el lector se

lectores. Puedes hacer escenas tremendamente

olvide de que está mirando dibujos. Eso implica

extrañas, llevar la imaginación al límite, sin sa-

que necesitas poner mucha atención no solo a lo

car al lector de la historia; al contrario, cuando

estético sino a la conducta de sus personajes, a

después se da cuenta de que el conflicto que tiene

sus estados de ánimo, a su forma de tener una

atormentado al personaje no es el demonio que

expresión corporal propia. En el caso de Locke &

lo está persiguiendo, sino enfrentarse a que algo

Key, que cada personaje tuviera un tipo de ropa

que él hizo llevó a que mataran a su papá. Es algo

que lo identificara con su personalidad y además

con lo que cualquiera se puede identificar y es un

en cada uno de estos personajes uno va ponien-

tipo de horror infantil y subconsciente que te lle-

do cosas que observa en la vida cotidiana. Una

114


de las cosas que me exige el trabajar en cómics

ver con ciertos prejuicios culturales y ciertas

es que tengo que andar mirando y escuchando a

concepciones de qué es la ficción y la fanta-

la gente todo el tiempo, porque al final todo ali-

sía. Nosotros, al final, vivimos inmersos en una

menta lo que uno hace y a su vez te obliga a po-

construcción cultural que está llena de elemen-

nerle atención a lo que tú quieres que la historia

tos que son fantasía. La ficción, la fantasía y el

genere en el lector. En ese sentido conviví con los

horror también son un intento por articular la

Locke como parte adicional de mi familia, esta-

realidad. Tenemos algunos prejuicios formales

ba pensando todo el día, y es interesante porque

respecto a ciertos temas y eso a mí juicio habla

después te das cuenta de que ese tipo de esfuerzo

más de una cierta pobreza a la hora de enfrentar

en verdad genera un feedback. Me acuerdo que,

nuestro entorno. Tenemos la vista muy poco de-

cuando estábamos terminando Locke & Key, me

sarrollada para poder ver más allá. En el fondo,

llegó un mail de una lectora que me decía que ella

son medios que se transforman en vehículos de

estaba muy agradecida de haberse encontrado

empatía con otros seres humanos.

con nuestro libro porque, a través de la forma en

En un contexto en que estamos sometidos a

que Nina Locke había vivido su luto y su duelo,

torbellinos de híper información e híper conec-

ella había podido superar el duelo de la pérdida

tividad, algo tan abrumador, que desgraciada-

de su marido que se había muerto en el atentado

mente creo que en el último tiempo nos ha he-

de las Torres Gemelas. Entonces ahí te das cuen-

cho más insensibles en el vínculo con el otro,

ta de que tener la capacidad de crear ese senti-

es inevitable una reacción de auto protección

do de realidad es lo que hace realmente potente

que te contenga un poco de ese tsunami. Algo

contar historias por un medio como este.

tan intimista y reflexivo como la lectura permite abrir puertas a eso, y creo que hay un camino

De hecho, es una de las partes más duras del

por descubrir ahí. Pero, por sobre todo, el desafío

cómic…

es vencer el prejuicio de la forma y darse cuenta de que la forma al final es una herramienta para

Es triste, sí. Me acuerdo del número en que Nina

compartir un contenido, compartir ideas y para

Locke colapsa y se emborracha… Fue espanto-

conducir debates. Acá uno está planteando pos-

so dibujar ese cómic. Conviví seis semanas con

turas. No se trata de ir revelando verdades.

esa mujer que estábamos haciendo pedazos día a día… Más encima es lento: uno se demora un promedio de dos horas y media por viñeta. Terminé agotado. Afortunadamente era el último número del tomo y me podía tomar unas semanas para descansar después, porque terminaba francamente deprimido. Ahí te das cuenta cómo está generándose algo que tú esperas que se genere con la historia. La impresión más común pareciera ser que la fantasía es un género un tanto infantil, o chatarra, o simple y poco sutil… ¿tú cómo responderías a eso? Que es un prejuicio. Para mí es un tema de contenido y no de forma. Por eso muchas cosas de la cultura pop tipo “chatarra” pueden dar contenidos desafiantes, estimulantes. Tiene que

El cómic de Locke & Key, compuesto por más de una treintena de episodios, fue recientemente adaptado por Netflix.

115


Noticias falsas en la era del ciberpesimismo JUAN IGNACIO BRITO

E

l péndulo digital ha viajado de un extremo a

Hoy, en cambio, se multiplican las críticas

otro sin hacer escala en la moderación. En ape-

contra la tecnología digital. Desde quienes afir-

nas unos años hemos pasado de la ciberutopía

man que la exposición intensiva a internet uti-

al ciberpesimismo. En los noventa creímos que

liza la plasticidad neuronal del cerebro para ha-

el advenimiento de la “supercarretera de la in-

cernos superficiales2, hasta los que sostienen que

formación” y su capacidad disruptora robuste-

el compromiso de emparejar la cancha que en-

cerían la democracia, promoverían la igualdad

carnaba internet ha sido defraudado y sufrimos

y quebrarían el ciclo económico. Adherimos a la

ahora la mayor de las desigualdades en manos

“doctrina Google”, una “entusiasta creencia en

de un puñado de megacorporaciones con ambi-

el poder liberador de la tecnología acompañada

ciones monopolistas, dueños hipermillonarios

por el irresistible deseo por enlistar a las startups

y colmillos muy afilados (las empresas FAANG:

de Silicon Valley en la lucha global por la liber-

Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google)3.

tad” . En esa época, el mundo miraba con admi1

ración a jóvenes innovadores con pintas de nerd que eran capaces de levantar empresas desde la nada bajo la promesa de “no ser malas”, como afirma el lema de Google. 2 Ver Carr, Nicholas, The shallows (Nueva York: Norton, 2011). 1

Morozov, Evgeny, The net delusion (Nueva York: Public Affairs, 2011), xiii.

116

3 Ver Keen, Andrew, Internet no es la respuesta (Barcelona: Catedral, 2016).


Promesa fallida Buena parte del pesimismo actual se explica por

idea de que la tecnología posee una lógica propia,

una de las promesas frustradas de internet: la

bajo el concepto de que “internet se encuentra

desintermediación. En la economía del antiguo

entre las pocas cosas que los humanos han crea-

régimen, el consumidor siempre requería que

do y que realmente no comprenden”5.

un guardián le abriera las puertas. ¿Necesitaba

Este determinismo otorga a lo que sucede en

una pieza de hotel o un pasaje de avión? Hablaba

el ámbito de las tecnologías de la información

con una agencia de turismo. ¿Encontrar un ser-

un aire ficticio de inevitabilidad. El curso que ha

vicio? Consultaba las páginas amarillas o los avi-

tomado la industria digital —especialmente las

sos clasificados. ¿Conocer las últimas noticias?

redes sociales, el tono agresivo que a ratos las

Esperaba el diario o el noticiero. Internet, en

caracteriza y el surgimiento en ellas de noticias

cambio, aseguraba una experiencia distinta: los

falsas— no tiene nada de inevitable, y obedece a

consumidores ya no serían actores pasivos a la

la adopción consciente de medidas por parte de

espera de que otros les abrieran la puerta. Ahora

las empresas y quienes las lideran.

ellos mismos tomarían la iniciativa y se conver-

Como explican Jonathan Haidt y Tobias Ro-

tirían en productores de su propio consumo. Se-

se-Stockwell, las redes sociales surgieron a

rían prosumers.

principios de siglo con una oferta muy sim-

Pero la desintermediación se cumplió apenas.

ple: conectarse con amigos y mostrarse ante

Como sostiene Eli Pariser, “la desintermediación

ellos. Como nada perjudicial podría derivarse

es más mitología que un hecho. Su efecto ha sido

de ese inocente intercambio de información,

hacer que los nuevos mediadores —los nuevos

sitios como MySpace o Facebook lograron am-

guardianes en la puerta— sean invisibles”4.

plio alcance. En 2006 llegó Twitter, que innovó

Quizás en ningún ámbito esto es más eviden-

incorporando el timeline, un flujo constante e

te que en el fenómeno de las noticias falsas. En

interminable de información permanentemen-

ellas, lo que parece anónimo, casual, verdadero y

te actualizada que los usuarios podían revisar

confiable no lo es. ¿Cómo podría serlo? Una pla-

cuando quisieran. Facebook siguió el ejemplo y al

taforma especialmente apta para transmitir in-

año siguiente creó su propia versión: las Noticias

formación también lo es para difundir desinfor-

(el News Feed). En 2009 sumó un cambio decisi-

mación. Solo la ingenuidad ciberutopista puede

vo: añadió el botón “Me gusta”, con lo cual por

explicar que nadie haya considerado lo obvio:

primera vez los usuarios podían medir la popu-

el funcionamiento de las máquinas depende de

laridad de lo que publicaban.

las decisiones de quienes las diseñan y operan.

Construyendo sobre la base de la información

A despecho de lo anterior, ha cobrado fuerza la

proporcionada por los “Me gusta” y otros datos,

4 Pariser, Eli, The filter bubble (Nueva York: Penguin Books, 2011), 60.

5 Schmidt, Eric y Cohen, Jared, El futuro digital (Madrid: Ediciones Anaya, 2014), 17.

117


LORE M IPS U M. E NSAYO

Facebook programó un algoritmo que determi-

mucho más simple: llegar a la mayor cantidad de

naba el contenido al que cada cual se expondría

gente. Sus demiurgos saben que el público no se

en su News Feed. Otras redes sociales hicieron lo

interesa por contenidos complejos, procesos lar-

mismo; surgió así el “filtro burbuja”, por el cual

gos o explicaciones que apelan a la racionalidad.

los usuarios se exponen preferentemente solo

Las nuevas condiciones del universo en línea

a aquello que el algoritmo proyecta como de su

alteraron el criterio editorial. En el mundo offli-

afinidad. Esto institucionalizó el sesgo de con-

ne, un buen periodista es aquel que investiga y

firmación, dificultando el visionado de posturas

descubre, en un intento respetuoso por acercarse

distintas y reafirmando las propias, y también

a la verdad. Para ello debe tener una vocación de-

supuso un golpe mortal a la desintermedia-

tectivesca y un amplio conocimiento de fuentes

ción: ahora era la red social la que seleccionaba

y temas, además de capacidades para reportear.

el flujo informativo al que accedían quienes se

En el ambiente online, en cambio, necesita in-

conectaban.

ventiva, rapidez y poseer las habilidades de un

Al basarse en los gustos personales y no en la

pescador que tiende la carnada para atrapar al

calidad de los provee-

usuario, sin preocuparse

dores de contenido o en

demasiado por la verdad:

la relevancia de este, el algoritmo

proveyó

El poder de la viralización no radica

las

en la veracidad, la noticiabilidad

condiciones ideales para

un título atractivo, una fotografía sugerente, una dosis de emocionalidad y

el florecimiento de las

o la relevancia, sino en algo mucho

noticias falsas, pues des-

más simple: llegar a la mayor

las creencias del usuario.

de entonces una eventual

cantidad de gente.

En esta plataforma rigen

“noticia falsa” adquirió

un concepto que reafirme

nuevos valores: “Recha-

en el News Feed o el timeline el mismo valor y

zamos la idea de que la élite de los medios o la

apariencia que una provista por un medio reco-

gente que ha sido entrenada de una cierta ma-

nocido. 2009 también fue un año clave por otra

nera tiene de alguna forma el monopolio del cri-

razón: Twitter incluyó el botón “Retweet”, que

terio editorial”, decía en 2013 Sara Critchfield,

permitía retransmitir información sin tener que

directora editorial de Upworthy7.

copiar y pegar, abriendo las puertas a la virali-

Estas cualidades dejaron la mesa servida para

zación y sumando otro criterio de popularidad.

los desarrolladores de noticias falsas, quienes se

Facebook entendió el impacto de la innovación

dieron cuenta de las posibilidades que les abrían

y la copió en 2012, al incorporar un botón para

las redes sociales. No se trata aquí de simples

“compartir” contenidos. El golpe definitivo lle-

chismes o versiones no confirmadas que abun-

gó entre 2012 y 2013, cuando Upworthy y otros

dan y se viralizan con mayor o menor rapidez,

sitios desarrollaron la capacidad de probar la

sino de productos especialmente concebidos

popularidad de los titulares noticiosos y las fo-

para pasar por noticias reales y que persiguen un

tografías que los acompañan con el objetivo de

objetivo determinado. Para algunos, las noticias

aumentar el número de clics .

falsas son un arma nada ingenua en un conflicto

6

mayor: “Hay una guerra de información que se Nuevos valores

desarrolla en todo el mundo y que tiene lugar a la velocidad de la luz. Gobiernos, actores no esta-

El poder de la viralización no radica en la veraci-

tales e individuos están creando y distribuyendo

dad, la noticiabilidad o la relevancia, sino en algo

narrativas que no tienen nada que ver con la realidad. Esas narrativas falsas y engañosas socavan

6 Haidt, Jonathan y Rose-Stockwell, Tobias, “The dark psychology of social networks”, en The Atlantic, diciembre 2019. En https://www.theatlantic. com/magazine/archive/2019/12/social-media-democracy/600763/

118

7 O’Neil, Luke, “The year we broke the Internet”, en Esquire, diciembre 2013. En https://www.esquire. com/news-politics/news/a23711/we-broke-theinternet/


la democracia y la capacidad de la gente libre

por las noticias falsas casi siempre provienen de

para tomar decisiones inteligentes. Los actores

un sector que carece de una explicación plausible

en este conflicto son asistidos por las grandes

para justificar una derrota electoral inesperada o

plataformas de redes sociales, que se benefician

un evento social sorpresivo. La noción de un for-

de que tanto contenidos falsos como verdaderos

midable enemigo online es muy tentadora para

sean compartidos”8.

quienes no fueron capaces de leer los signos de

La intervención de trolls rusos que difundieron

los tiempos, pues los exime de responsabilidad

noticias falsas en las elecciones norteamericanas

y la transfiere a otro indeterminado y fuera de su

de 2016 y en el referéndum sobre el Brexit ha re-

alcance. A veces, las noticias falsas son una bue-

cibido enorme cobertura, así como las noticias

na excusa para justificar la falta de atención o,

falsas que habría propagado el candidato brasi-

incluso, la incompetencia.

leño Jair Bolsonaro durante su campaña presi-

Ello no significa, por supuesto, que las fake

dencial. En Chile, el Presidente de la República

news no deban ser enfrentadas. Al utilizar la

Sebastián Piñera, señaló —aunque luego relati-

mentira y el engaño, estas buscan persuadir a sus

vizó sus declaraciones— que durante el estalli-

destinatarios a través de la creación de versiones

do de octubre del año pasado, gobiernos e ins-

torcidas que resultan favorables para la causa

tituciones extranjeras usaron las redes sociales

del emisor. Son, por lo tanto, perniciosas y dañi-

para afectar la seguridad nacional transmitiendo

nas. Sin embargo, la idea de que representan una

noticias falsas en una “campaña de desinforma-

amenaza novedosa y mortal para la democracia

ción”9.

supone, por un lado, desconocimiento histórico

Es necesario comprender, sin embargo, que

y, por otro, la creencia errada de que la tecnolo-

estas declaraciones catastrofistas se inscriben en

gía es todopoderosa y el público absolutamente

la tendencia actual del ciberpesimismo y que es

maleable.

muy probable que en el futuro terminarán sien-

La desinformación es una táctica antigua. A lo

do consideradas como una exageración, al igual

largo de los siglos, sus promotores han preten-

que lo son hoy aquellas que prometían, en su

dido desmoralizar, confundir y, finalmente, de-

momento, el paraíso digital. Las versiones que

rrotar a sus enemigos. Las innovaciones tecnoló-

auguran la hecatombe democrática provocada

gicas han sido utilizadas con frecuencia por ellos para perfeccionar la manipulación y la difusión

8 Stengel, Richard, Information wars (Nueva York: Grove Atlantic, 2019). Versión Kindle. Traducción del autor. 9 “Piñera afirma que ‘muchos de los videos’ sobre violaciones a los DD.HH. ‘son filmados fuera de Chile’”. Entrevista en CNN. En https://www.cnnchile. com/pais/pinera-videos-violaciones-dd-hh-fuera-chile_20191226/.

de falsedades. Sin embargo, la historia muestra que, pese a su innegable poder, a la larga la información falsa no consigue prevalecer, ni siquiera en regímenes totalitarios que han hecho amplio uso de ella por décadas. Esto se debe, probablemente, a que las mismas tecnologías que son utilizadas para entregar información falsa sirven

119


LORE M IPS U M. E NSAYO

a la vez como vehículos muy eficaces para pro-

demás, acontecimientos como el rotundo triunfo

veer su antídoto: noticias reales que corroen la

del candidato conservador Boris Johnson en las

versión oficial y terminan derrotándola.

elecciones de diciembre de 2019, parecen confir-

Esto tiene que ver con el hecho de que los me-

mar que, al contrario de lo que se indicó luego de

dios de comunicación, incluso los más invasivos,

que la alternativa Leave se impusiera en el refe-

poseen capacidades limitadas para manipular al

réndum británico de 2016, la opción popular en

público. En su libro La plaza y la torre, el histo-

favor del Brexit descansa sobre bases mucho más

riador británico Niall Ferguson ofrece un ejem-

profundas que una muy eficiente campaña de in-

plo que ratifica este efecto reducido. Hace notar

tervención electoral impulsada por bots rusos.

que, pese a que las noticias falsas que circularon

Quizás conviene poner el fenómeno de las

durante la campaña estadounidense de 2016 en

noticias falsas en la perspectiva del pesimismo

redes sociales favorecieron en una proporción

digital en el cual nos encontramos inmersos. Y

de tres a uno a Donald Trump por sobre Hillary

considerar que, probablemente, este es hijo del

Clinton, esta última sacó una votación mucho

ciclo del pesimismo político que hoy prevalece.

mayor que el republicano entre el electorado jo-

Ello no significa, por supuesto, que los proble-

ven y urbano, por lejos el más expuesto a las re-

mas derivados de la difusión de información de-

des sociales e internet. El triunfo de Trump, aña-

liberadamente mentirosa no sean preocupantes,

de, se explica por su atractivo entre los votantes

pero sí pone una nota de cautela que es necesario

rurales y de mayor edad, que son justamente

considerar. Las noticias falsas constituyen un

los que se encuentran menos interconectados

peligro, pero no uno para el cual no nos encon-

en línea10. ¿Cómo fue eso posible? Si las noticias

tremos preparados o que no hayamos conocido

falsas fueran tan efectivas como se sostiene, el

antes en una encarnación similar.

resultado debió haber sido justo al revés. Por lo 10 Ferguson, Niall, La plaza y la torre (Barcelona: Debate, 2017), passim 451-453.

Juan Ignacio Brito es periodista de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Master of Arts in Law and Diplomacy del Fletcher School en la Universidad de Tufts, EEUU. Fue decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, donde actualmente ejerce la docencia, además de ser investigador del centro Signos, de la misma casa de estudios. Ha trabajado en distintos medios de comunicación, como El Mercurio, El Metropolitano, Qué Pasa, La Tercera y El Líbero.

120


Clericalismo y ensimismamiento SOFÍA BRAHM

Seis días antes de ser elegido Papa, Jorge Ber-

el principal factor que explica los abusos de con-

goglio se dirigió a los cardenales en un discurso

ciencia, de poder y sexuales dentro de la Iglesia.

que, visto en retrospectiva, entregaría los lineamientos generales de lo que terminaría siendo su

Un mal del continente latinoamericano

papado, los que sintetizaría meses después en su primera Exhortación Apostólica, Evangelii Gau-

El clericalismo es un peligro latente en todas las

dium. En este discurso, el entonces cardenal cri-

iglesias y en todos los tiempos. Ocurre cuando se

ticó fuertemente al clericalismo, a aquella Iglesia

quiebra el equilibrio entre la Iglesia y la sociedad,

que se vuelve “autorreferencial”, al “narcisismo

y la primera influye indebidamente en los asun-

enfermo” y al “vivir para glorificar unos a los

tos de la segunda, utilizando el poder temporal

otros”.

como recurso o derechamente buscándolo como

Para Francisco, esta Iglesia ensimismada se

fin. También ocurre dentro de la misma Iglesia

vuelve problemática y peligrosa, y la conexión

cuando se tiene una cultura de afección y sumi-

que existe entre esos vicios y los abusos eclesia-

sión infantil hacia el clero, lo que deriva en una fe

les resulta para él bastante clara. No se exagera

ciega —fideísta—, con ausencia de participación

al decir que, según Francisco, el clericalismo es

y discernimiento dentro del laicado.

121


LORE M IPS U M. E NSAYO

Por una serie de factores históricos y cultura-

Asimismo, el clericalismo pareciera haber in-

les, el peligro del clericalismo se encuentra fuer-

fluido en que las consecuencias de la crisis, tanto

temente presente en América Latina, un conti-

para las víctimas como para la comunidad cató-

nente que tiene un marcado sustrato cultural

lica en general, sean aún más devastadoras.

católico que se remonta a los primeros años de

En primer lugar, este vicio ofrece la oportunidad del abuso para aquellos sacerdotes que pu-

evangelización . 1

Para Francisco, el clericalismo en Latinoamé-

dieran tener la inclinación de abusar. La confian-

rica toma la forma de una “complicidad peca-

za excesiva depositada en la figura del sacerdote

dora” entre el clero y los laicos, donde “el cura

hace que cualquier acción delictiva quede invisi-

clericaliza y el laico le pide por favor que lo cle-

bilizada, y que cualquier denuncia hacia su per-

ricalice, porque en el fondo le resulta más cómo-

sona sea considerada poco verosímil.

do”2. El clericalismo es cómodo porque genera

Todo abuso es, en primer lugar, un abuso de

una fe que no se piensa y, por tanto, no se hace

poder. El poder, en principio destinado al ser-

plenamente responsable; que le teme al discer-

vicio, reviste un peligro para las interacciones,

nimiento, a la conversión y a la duda. Se contenta

pues puede llevar a actitudes de dominio del otro.

con lo que ya dijo otro, y solo se espera el pro-

Mientras mayor es la asimetría de poder, mayor

pio asentimiento. Muchas veces se espera que el

es el riesgo de actitudes abusivas y la tendencia

sacerdote tome decisiones por los propios laicos,

a “trascendentalizar” la figura del sacerdote.

incluso cuando guardan relación con sus vidas

Dotarlo de cualidades extraordinarias hace que

privadas. Es el clericalismo lo que explica esta

esta simetría se exacerbe y que el sacerdote se

falta de adultez y de libertad que “anula la per-

vuelva impermeable al control ético de parte de

sonalidad de los cristianos” .

quienes lo rodean. En Lumen Gentium se cita una

3

frase de San Agustín en que expresa bellamente Del clericalismo a la crisis de los abusos

el riesgo que reviste el poder para las relaciones dentro de la Iglesia: “Si me asusta lo que soy

En distintos informes internacionales que han

para vosotros, también me consuela lo que soy

analizado la crisis de la Iglesia se destaca el

con vosotros. Para vosotros soy obispo, con vo-

clericalismo como factor detonante y explicati-

sotros soy cristiano. Aquel nombre expresa un

vo de los abusos sexuales en el contexto eclesial.

deber, este una gracia; aquél indica un peligro,

Así lo consideran, por ejemplo, el documento

éste la salvación”4.

australiano de la Royal Commission into Institu-

Por otra parte, el clericalismo ha genera-

tional Responses to Child Sexual Abuse (2017) y el

do la tendencia a proteger de manera excesiva

informe alemán Sexual abuse of minors by catholic

la reputación institucional, evitar el escánda-

priests, deacons and male members of orders in the

lo y, por tanto, generar una cultura del secreto,

domain of the German Bishops’ Conference (2018).

por sobre el interés por la verdad, la justicia y el

El clericalismo habría favorecido los abusos, así

bien de las víctimas. El nexo entre clericalismo y

como también habría afectado en la respues-

la respuesta dada por la Iglesia a los abusos del

ta que originalmente se dio de los mismos, no

clero, laicado incluido, ya lo había constatado

solo por parte de la jerarquía eclesial, sino tam-

Benedicto XVI cuando debió enfrentar en 2010 la

bién, y sobre todo, de parte de los mismos laicos.

crisis de la Iglesia irlandesa. En una Carta Pastoral a los católicos de Irlanda el Papa emérito afir-

1

Documento de Puebla, CELAM, 1979.

2 Discurso a los obispos de la coordinación de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) durante la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, julio de 2013. 3 Carta del Papa Francisco al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, marzo de 2016.

122

maba que existía “una tendencia en la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos,

4 San Agustín, Serm. 340, 1: PL 38, 1483. En: Lumen Gentium, n. 32.


cuyo resultado fue la falta de aplicación de las

religioso se ha visto contaminado por creencias

penas canónicas en vigor y la falta de tutela de la

tóxicas respecto a la imagen sacerdotal y de la

dignidad de cada persona”5.

misma Iglesia.

Esa idealización reverencial y ciega de la figura del sacerdote y de la Iglesia representa un

El Pueblo de Dios y los espacios libres

desorden que se vuelve problemático. El poder

de clericalismo

sin contrapesos, el endiosamiento de una figura al punto de invisibilizar sus faltas y la reverencia

No todos los espacios son igualmente suscepti-

cultural que deriva en impunidad se convierten

bles de clericalización. Cuando el Papa habla de

en un peligro demasiado grande como para ser

este peligro se refiere sobre todo a los espacios

ignorados. Bajo este escenario, el abuso des-

más institucionalizados de la Iglesia, donde el

truye la misma imagen de Dios, que se expresa

clero tiene una presencia decisiva. A estos es-

para muchos, inconscientemente, en la figura

pacios se los distingue de aquellos donde toma

del sacerdote. El abuso se vuelve un “asesinato

forma la religiosidad popular. Se trata de dos

del alma”6, en la medida en que el propio mundo 5 Carta pastoral de Benedicto XVI a los católicos en Irlanda, 19 de marzo de 2010. 6 Thomas P. Doyle; “Sexual Abuse by Catholic Cler-

gy: The Spiritual Damage”, en Thomas G. Plante y Kathleen McChesney, Sexual Abuse in the Catholic Church. A Decade of Crisis: 2002-2012 (Santa Barbara: ABC-CLIO, 2011), 172.

123


LORE M IPS U M. E NSAYO

formas de ser Iglesia que se han desarrollado

Pueblo de Dios o Pueblo Sacerdotal, que aparece

especialmente en el contexto latinoamericano.

muy tempranamente en el Antiguo Testamento.

Una, la popular, es vivencial, simbólica y rica en

Las primeras referencias a ella se encuentran en

expresiones artísticas; la otra es más concep-

la Primera carta de Pedro:

tual, moralista e históricamente ha tendido a

“Acercándoos a Él, piedra viva, desechada por

despreciar la piedad popular. Una corre el riesgo

los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios,

de quedarse en la mera exterioridad, la otra el de

también vosotros, cual piedras vivas, entrad en

clericalizarse.

la construcción de un edificio espiritual, para un

La Iglesia institucionalizada, más allá de sus

sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espiri-

virtudes y del hecho de que la institucionaliza-

tuales, aceptos a Dios por mediación de Jesucris-

ción resulta indispensable, ha tendido a com-

to. […] Sois pueblo escogido, familia real y sacer-

prender y vivir la fe de una manera demasiado

dotal, nación santa, pueblo adquirido por Dios”8.

ahistórica, congelando un momento histórico

Esta imagen fue secundada luego del concilio

como arquetipo inmóvil

de Trento. El protestan-

del ser cristiano y consi-

tismo fue, en muchos

derándose “medida” de pureza cristiana y extenta de contaminaciones. Es

La Iglesia institucionalizada, más allá de sus virtudes y del hecho

una Iglesia que muchas

de que la institucionalización

veces no se deja conver-

resulta indispensable, ha tendido

tir, donde el buen cristiano pasa a ser el cristiano de “sana doctrina”, el

a comprender y vivir la fe de una manera demasiado ahistórica.

“bien formado”, el que

sentidos,

una

contra

clericalismo,

el

protesta

contra el monopolio clerical sobre los asuntos de la fe. Y al criticar Lutero el carácter institucional de la Iglesia y eliminar la estructura

sacramental,

la Iglesia en Trento res-

es “de los nuestros”, de nuestro movimiento, de

pondió reafirmando el carácter institucional y

nuestra parroquia, de nuestra comunidad. A su

jerárquico de la Iglesia9. La figura del sacerdote

vez, en ella se da por momentos una tendencia

consagrado fue colocada en un grado distinto, de

hacia la autocomplacencia y a un encierro có-

mayor mérito y autoridad que la figura del laico,

modo en las propias comunidades. Hay ahí una

que es también sacerdote por virtud del bautis-

preocupación marcada por dominar espacios

mo. Trento respondió, pero lo hizo a a medias,

más que por generar procesos de conversión. En

sin asumir el carácter comunitario y laical que

el mismo sentido, se desprecia muchas veces al

era aquello que sostenía la protesta de Lutero.

“laico común” y a su capacidad evangelizadora,

En el Concilio Vaticano II, con Lumen Gentium,

desvalorizando y olvidando así el sentido básico

la Iglesia volvió a referirse a la imagen de esta

de la Fe.

como Pueblo de Dios, asumiendo así lo mejor del

El Papa Francisco, formado en la tradición de

protestantismo y reintegrando dentro de su au-

la teología del pueblo7, ve en la piedad popu-

tocomprensión la idea del sacerdocio universal

lar un espacio a reivindicar como fundamen-

de los fieles. Esta eclesiología del Pueblo de Dios

to de una nueva evangelización. En esa visión,

resalta la imagen del sacerdocio ministerial como

la eclesiología del Pueblo de Dios es acentuada

una función de servicio10, un sacerdocio que es

como una forma de contrarrestar los peligros del

siempre “para los demás” y que está referido al

clericalismo. Esta es la imagen de la Iglesia como 8 1 Ped, 2, 4-5, 9. 7 Corriente que nace en Argentina y que encuentra sus orígenes tras el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín. Entre sus exponentes destacan Alberto Methol Ferré, Lucio Gera, Rafael Tello, Justino O’Farrel, Juan Carlos Scannone y Carlos María Galli.

124

9 Fernando Berríos, “Sacerdocio y función pastoral en la Iglesia. Una reflexión a 50 años del Concilio Vaticano II” en Fredy Parra y Agustina Serrano (eds.), La inteligencia de la esperanza. Anales de la Facultad de Teología nº5, 2012. 10 Lumen Gentium nº 24.


único sacerdocio de Cristo. Bajo esta concepción

Superar el ensimismamiento

la evangelización es tarea de la comunidad cristiana toda, del católico como pueblo.

Toda crisis tiene en su seno una dimensión sal-

Es precisamente en virtud de los riesgos del

vadora, una posibilidad de redención. La misma

clericalismo y de la necesidad de un crecimiento

crisis de la sociedad chilena nos ha mostrado

de la responsabilidad laical que el Papa ha que-

que vivir tan ensimismados y segregados va ali-

rido resignificar la piedad popular11. En su Car-

mentando un veneno potencialmente destruc-

ta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, en

tor. Cuando se cae el velo de pureza de lo más

medio de la crisis de los abusos, destaca los es-

sagrado de una sociedad, entonces se abre una

pacios de piedad popular como aquellos lugares

herida que cuesta sanar. Lo más sagrado se ha

de libertad cristiana:

quebrado, nada merece ya nuestro respeto. La

“En mi experiencia como pastor aprendí a

salida que buscamos es muchas veces anárquica

descubrir que la pastoral popular es uno de los

o, en su vertiente eclesial, secularizante, lo que

pocos espacios donde el Pueblo de Dios es so-

genera cuerpos amorfos, caóticos y sectarios,

berano de la influencia de ese clericalismo que

que revisten mayores posibilidades de abusos

busca siempre controlar y frenar la unción de

de poder. Convendría que tengamos una mirada

Dios sobre su pueblo. Aprender de la piedad po-

más humilde y realista de nosotros mismos y de

pular es aprender a entablar un nuevo tipo de

los demás.

relación, de escucha y de espiritualidad que exi-

La crisis de la Iglesia ha sido una crisis bru-

ge mucho respeto y no se presta a lecturas rápi-

tal para los cristianos; nos ha remecido, nos ha

das y simplistas, pues la piedad popular «refleja

humillado. Pero ha quedado en pie la única cer-

una sed de Dios que solamente los pobres y los

teza cristiana, que es la certeza de Jesucristo

sencillos pueden conocer» [Pablo VI, Evangelii

resucitado. Hemos debido madurar en nuestra

Nuntiandi, 4]12”.

fe; construir relaciones más saludables; constatar la responsabilidad que le compete a cada uno en generar espacios seguros, abiertos y honestos; reconocer la fe del sencillo, del pequeño, del devoto corriente y su capacidad evangelizadora. Quizás la salida de la crisis de la Iglesia, así

11 Discurso de Francisco durante el Encuentro con el comité de coordinación del CELAM, Viaje Apostólico a Río de Janeiro, XXVII Jornada Mundial de la Juventud. Domingo 28 de julio de 2013. 12 Carta de Francisco, “Al pueblo de Dios que peregrina en Chile”. Vaticano, jueves 31 de mayo de 2018.

como la salida de la crisis social, se juegue en la misma cancha, en la cancha de las periferias. En el reconocimiento y valoración mutua. En el salir de nuestro ensimismamiento autocomplaciente, en el ser conscientes del valor y la dignidad que tiene cada persona.

Sofía Brahm es socióloga de la Pontificia Universidad Católica y editora de Humanitas, revista de antropología y cultura cristiana de la misma universidad. Entre sus publicaciones destaca la edición de dos libros que recopilan la obra del sociólogo Pedro Morandé. Forma parte de la Comisión UC para el análisis de la crisis de la Iglesia.

125


Primera persona singular CONSUELO ARAOS

Una primera versión de este texto fue leída el jueves 12 de diciembre de 2019 en la sede del Instituto de Estudios de la Sociedad, en el contexto del lanzamiento del libro Primera persona singular. Reflexiones en torno al individualismo (IES, 2019). Agradecemos a la autora permitirnos reproducir esta profunda reflexión, la que invita a seguir conversando acerca de la condición en que el individuo se desenvuelve en la sociedad contemporánea.

B

uenas tardes. Quisiera agradecer a Claudio

Alvarado por esta invitación. Me siento muy

capacidad de autoposesión, como diría Romano Guardini.

honrada por la tarea de presentar este nuevo li-

Sorpresivamente en la segunda parte del título

bro publicado por el IES, casa de pensamiento en

no leemos “reflexiones en torno al individuo”,

la cual me he sentido siempre muy acogida y de-

como podría esperarse, sino “reflexiones en

safiada intelectualmente.

torno al individualismo”. Y aquí está, pienso, el corazón de la problemática que da origen a esta

Para comenzar, quisiera referirme al nombre

obra. Porque se trata de recordar que individua-

del libro y al contexto en el que éste aparece. De-

lidad e individualismo no son lo mismo, aunque

tengámonos un momento en el título y el subtí-

la cultura en que vivimos tienda a confundirlos.

tulo. Por un lado, leemos Primera persona singu-

No es lo mismo concebir y pensar al individuo

lar. Para hablar del individuo, se escoge hacerlo

desde la cultura del individualismo que desde

indirectamente a través del pronombre personal

una cultura de la persona, es decir, en cuanto

“yo”. Con ello, no hablamos del “individuo” en

“primera persona singular”. Como el prólogo y

general, sino de cada individuo particular, en su

cada uno de los capítulos que siguen se encargan

126


de mostrarnos, la interpretación individualista y

Trataré de señalar muy rápidamente cómo cada

su eficacia performativa de los procesos sociales

uno de los capítulos aporta en esa tarea. En su

concretos conduce a la paradójica disolución de

revisión histórica sobre el concepto de indivi-

todo rastro de individualidad.

duo, Manfred Svensson cuestiona la dicotomía

Llevamos varias semanas asistiendo a una

dominante en las humanidades entre sociedades

puesta en escena que nos tiene perplejos por

tradicionales (o cerradas) y sociedad moderna

muchas razones. Entre ellas, la extraña combi-

(o abierta) y su supuesta correspondencia con el

nación donde, por un lado, florecen las reivindi-

aparecer histórico del individuo en el paso de las

caciones y demandas por el reconocimiento de

primeras a la segunda. Según el autor, el sujeto

los derechos individuales más diversos, al mis-

moderno no es más que uno de los modos histó-

mo tiempo que se hacen explotar los límites de

ricos de la individualidad, de la cual el horizon-

la libertad de expresión de las subjetividades, in-

te premoderno ha conocido otras modalidades,

cluyendo la violencia contra prácticamente todo.

como las figuras de Antígona y de Cristo testi-

Por otro lado, estas reivindicaciones toman, en

monian.

muchos casos, la forma de movimientos masi-

En la versión subjetivista del individuo se ga-

vos que exacerban la homogeneidad hasta nive-

nan muchas cosas, pero hay otras que se pierden.

les extremos, llevando al paroxismo el modelo

Entre estas, la naturaleza comunicativa, o quizás

de la “militancia”, muy particularmente entre

mejor, comunional de la persona. Esta propuesta

los jóvenes: vestimentas uniformadas con aires

me hizo pensar en ciertos elementos de la no-

guerrilleros; regulaciones estrictas de las expre-

ción de persona propia de las sociedades orales.

siones de habla (“compañeres”); movimientos

Si las culturas escritas tienden a enfatizar el lado

corporales coreografiados a nivel masivo. Por

de la individualidad, las culturas orales tienden

otra parte, en Twitter e Instagram el hashtag (que

a enfatizar el otro lado de la distinción, lo que

hasta aquí no había reparado que significa “eti-

Marilyn Strather ha llamado la “dividualidad”.

queta”) ha monopolizado la esfera de la comu-

Esto es, la idea de que cada persona está hecha de

nicación virtual, sustituyendo de manera eficaz

otras personas, que nuestra existencia individual

cualquier esfuerzo reflexivo por frases hechas y

está incrustada de la existencia de otros. La re-

eslóganes fijados de antemano que se repiten y

lacionalidad no es un hecho fáctico, no es mera

expanden con la rapidez del automatismo y bajo

agregación empírica de individuos, sino que al-

la tiranía del like.

canza un estatus ontológico. Dice Heidegger que

Me pregunto entonces quién es este individuo

el coestar determina existencialmente al ser hu-

que se rebela contra toda autoridad, pero se so-

mano “incluso cuando no hay otro que esté fác-

mete sin resistencia al dominio implacable de la

ticamente ahí”.

mayoría, de lo políticamente correcto, a la tira-

Daniel Mansuy aborda este problema desde el

nía de eso que Martín Heidegger alude como la

ángulo de la participación política en contextos

medianía, el promedio, donde todo pronombre

democráticos. Siguiendo a Tocqueville, analiza

personal se sustituye por el impersonal del “se

las tensiones estructurales de la democracia para

dice” o del “se hace”. Cuando esto ocurre, dice

la experiencia de la individualidad. La democra-

Heidegger, el ser humano no es más sí mismo,

cia se fundamenta en el principio generalizado

“los otros le han tomado el ser”.

de igualdad, rompiendo las asimetrías jerárqui-

Creo entonces que este libro aparece en buen

cas y debilitando los vínculos tradicionales de

momento, porque se propone explorar eso que el

obligatoriedad. Sin quererlo, con ello separa a

individualismo como ideología ha ido barriendo

los individuos y los vuelca sobre sí mismos. Se-

del propio individuo al cual pretende exaltar, en

gún Mansuy, esto pone en riesgo la condición

los distintos ámbitos de la vida humana: en la

de posibilidad más básica de la vida política: la

comunicación, en la política, en la economía, en

disposición de los individuos a participar en los

la corporeidad y la identidad, en la cultura, en la

asuntos comunes. Pero no solo como mero hecho

trascendencia y la experiencia religiosa.

formal o procedimental (dimensión que también

127


LORE M IPS U M. E NSAYO

se ve erosionada, como muestra la baja partici-

es meramente un conjunto de ideas y de prác-

pación electoral), sino en los términos sustanti-

ticas, sino que es una cultura y, por lo tanto,

vos de una implicación personal en las preocu-

penetra el ámbito del sentido de la existencia

paciones comunes.

personal. Por ello, una verdadera crítica al in-

En otro plano, Jorge Fábrega aporta una acla-

dividualismo tiene que adentrarse en la dimen-

ración interesante sobre la derivación econo-

sión dramático-ontológica de la cultura. Desde

micista del individualismo. Esta produce una

aquí, vemos que lo que olvida el individualismo

concepción extremadamente reducida del indi-

es la historicidad de su propia manifestación. La

viduo. Este no es más un que tomador de deci-

exaltación de la voluntad soberana amputa de sí

siones muy predecible, que actúa siguiendo solo

misma todo lo dado. Los autores, siguiendo en-

dos principios: la maximización de utilidad como

tre otros a Pedro Morandé, muestran la impre-

criterio de racionalidad y el de la eficiencia como

sionante ingenuidad de este voluntarismo: a fin

criterio normativo. Bajo este sistema, cualquier

de cuentas, lo dado no es ni más ni menos que la

individuo que ejerza verdaderamente la libertad,

existencia misma. Nadie se ha dado a sí mismo la

será siempre irracional e inmoral. Este modelo,

existencia, y justamente en eso consiste el dra-

nos dice el autor, no solo es insuficiente para dar

ma que funda la cultura: ¿por qué yo y no otro?

cuenta del individuo, sino que también lo es para

¿por qué el ser y no la nada? Sin referencia al ho-

explicar correctamente la dimensión económica

rizonte cultural, no es posible siquiera formular

de la vida social. Como Marcel Mauss lo demostró

esta pregunta, y sin esta pregunta no hay indi-

hace tanto tiempo, las bases de la economía, la

viduo. Una consecuencia de este individualismo

moneda, el intercambio, el crédito y la produc-

es la pérdida de la hondura ontológica del yo, y

ción del valor en general tienen su fundamento

su reducción a la cáscara óntica de una existencia

en lo contrario a la autonomía individual, que es

puramente fáctica.

el don y el círculo de deudas y obligaciones perpetuas que éste genera.

Conecto aquí con el último artículo del libro, escrito por Pablo Ortúzar. En su exaltación de la

Gabriela Caviedes y Catalina Siles ofrecen un

voluntad soberana, el individualismo alcanza el

recorrido muy completo y clarificador sobre lo

ámbito de la trascendencia. Ya no se trata solo

que ellas llaman el “hijo no querido” —el “hua-

del problema del orden social, de cuál orden es el

cho” diríamos en Chile— de la Ilustración, que

más apropiado para defender los derechos sobe-

es el feminismo. Según las autoras, este cami-

ranos del individuo; se trata de lo que fundamen-

no ha sido el del un abandono progresivo de la

ta ese orden, lo legitima y lo vuelve significativo.

corporeidad, en su unidad biológico-simbólica,

Es interesante aquí la relación que establece el

como locus de la experiencia de habitar femeni-

autor entre la generalización del nihilismo con

namente el mundo. En su deriva postmoderna, el

la crisis ecológica, que es en el fondo una crisis

feminismo ha perdido su punto de arranque: la

de trascendencia. ¿Cuál es, entonces, la salida,

explicitación de que la relación del ser humano

si ninguna alternativa de orden parece ser sufi-

con el mundo y con su propia identidad es sexua-

ciente? Aquí, Ortúzar da un salto mortal, un giro

da y que esa sexualidad es una realidad comple-

que me sorprendió y me descolocó por su osadía.

ja que es necesario restituir. No hay individuos

A una crisis de trascendencia no podemos dar

abstractos que experimentan parejamente la

una respuesta que nos devuelva a la inmanencia.

realidad, ésta se desoculta de un modo distinto

El individuo tiene que recuperar para sí mismo

para hombres y para mujeres. Es el absurdo de

la única dimensión que le va quedando para en-

un feminismo sin mujeres, en el cual las muje-

contrar un fundamento positivo y no destructivo

res reales desaparecen y sus demandas quedan

a su deseo infinito de absoluto. Esa dimensión,

finalmente marginalizadas.

según el autor, es la religiosa. Dentro de la tra-

En su artículo, Josefina Araos y Santiago Ortú-

dición del cristianismo, Ortúzar propone reva-

zar introducen el horizonte cultural a la reflexión.

lorizar la tradición del peregrinaje como modelo

Esto permite reconocer que el individualismo no

hermenéutico para repensar la individualidad

128


en la sociedad contemporánea. Nadie puede pe-

contemporánea se hace urgente volver a pensar

regrinar por uno; es un camino profundamente

las distinciones público/privado, político/do-

personal donde se juega la libertad. Pero, a la vez,

méstico.

no se puede peregrinar en solitario; el camino no

El problema es que la relación entre familia e

me pertenece, y ya está marcado por las huellas

individuo también se entiende en el código in-

de esos otros peregrinos que lo recorrieron an-

dividualista: para algunos es el “refugio” de la

tes, y mis huellas guiarán a los que lo recorre-

individualidad; para otros, es la “amenaza” de

rán después. El peregrinar es una compañía en el

la individualidad. Pero es en el ámbito de la do-

drama de estar cada uno frente a su destino. El

mesticidad donde conocemos por primera vez la

peregrinaje es una figura fenomenológicamente

experiencia de aparecer delante de otros; es allí

interesante porque solo tiene sentido en acto: es

donde aprendemos el lenguaje, somos nombra-

en la medida en que está siendo y en la medida en

dos por primera vez y nos descubrimos siendo

que hay un peregrino que la encarna. La cultura

parte de un diálogo antes incluso de saber hablar.

y todas las condiciones de

Es el único ámbito donde

posibilidad de la indivi-

resulta imposible sepa-

dualidad de las que aquí hemos hablado están, es

rar la individualidad de

No creo que hoy podamos pensar

la dividualidad. Quienes

cierto, en el ámbito de lo

suficientemente en lo político si no

dado. Pero no se agotan

incorporamos en esa misma pregunta

participamos unos de la

ahí, porque lo dado es in-

la dimensión de lo doméstico.

existencia de otros; pero,

suficiente para producir

hacemos la vida juntos

a la vez, en ese espacio

la novedad que cada individuo porta consigo. Lo

somos radicalmente únicos e insistuíbles los

dado debe ser puesto en movimiento y reinter-

unos para los otros como no lo somos en ningún

pretado en el presente desde cada circunstancia.

otro ámbito de la vida social. Lo que experimento

Como Edipo frente a la esfinge, la respuesta al

ahí es lo más opuesto al anonimato, allí soy ple-

enigma de la existencia no puede nunca ser una

namente “yo”, soy acontecimiento.

respuesta general, sino que debe ser formulada en primera persona singular. La respuesta al enigma no es “el hombre”, sino “yo”.

Ficha del libro Título: Primera persona singular.

Para cerrar, me permito plantear algo que pienso que queda todavía pendiente. No creo que hoy podamos pensar suficientemente en lo político si no incorporamos en esa misma pregunta la dimensión de lo doméstico. Creo que para pensar

Reflexiones en torno al individualismo Editorial: Instituto de Estudios de la Sociedad Año: 2019 Páginas: 164

la experiencia de la individualidad en la sociedad

Consuelo Araos es socióloga y magíster en Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y doctora en Sociología por la École Normale Supérieure de París. Su investigación se enfoca en las áreas de familia y parentesco, políticas habitacionales, residencia y teoría social. Es profesora asistente del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 129


Olimpo

Andrés Bello 130


V

enezolano de sangre y chileno por adopción,

carácter: confrontado a los afanes ilustrados y

Andrés Bello es sin duda uno de los personajes

refundacionales de algunos pensadores, Bello no

más importantes de nuestra república. Se paseó

se rinde ante un aparente avance incondicional

con comodidad entre la literatura, la lingüística,

de la historia. Por el contrario, prefiere adecuar-

el derecho, la educación y la historia. Bello fue

se poco a poco a las circunstancias, valorando

un codificador, un apasionado por el orden, un

siempre aquello que pueda quedar atrás.

educador, un gramócrata. Jugó todos esos roles,

La amplitud y relevancia de su trabajo, que le

aunque se trata de un personaje que rehúye las

valió en 1832 la nacionalidad chilena, tiene pocos

etiquetas. Su obra, múltiple, trasciende lo escri-

puntos de comparación. Trabajó incansable-

to; los frutos de esta también perviven en las ins-

mente para poner en pie instituciones que, con

tituciones y en un modo de pensar.

plena conciencia de su contexto histórico —un

Bello fue funcionario del imperio español du-

país que se independizaba luego de tres siglos

rante los últimos años de los Borbones, antes del

bajo la corona española—, pudieran generar es-

derrumbe colonial, lo que marcó a fuego su bio-

tabilidad y progreso para el futuro. La Universi-

grafía. Vio luego cómo el fin de ese orden daba

dad de Chile, el Código Civil y la Gramática de la

paso a las guerras de independencia, generando

Lengua Castellana para uso de los americanos son

inestabilidad social y crisis política. La temprana

obras que, bajo la impronta de este intelectual,

amistad que sostuvo con Simón Bolívar, de quien

echaron raíces en Chile y se exportaron a las otras

fue tutor, lo llevó a seguir los acontecimientos

nacientes repúblicas hispanoamericanas. Aun-

continentales muy de cerca. Sin embargo, termi-

que muchas veces se ha querido leer a Bello como

nó distanciándose de una revolución que busca-

un conservador, sería más indicado describirlo

ba cambiarlo todo e imponer un orden radical-

como un reformista, como alguien que prefería

mente nuevo. Tuvo un profundo conocimiento

los cambios graduales a los movimientos radica-

de la historia de Occidente y de las fuentes de la

les. La apertura que demostró hacia el uso de la

cultura grecolatina, lo que le permitió observar

ortografía o su optimismo frente al progreso que

la historia no solo desde las rupturas, sino tam-

la técnica introduce a la agronomía hablan de un

bién desde las continuidades.

hombre que siempre fijó la mirada en el futuro,

Llegó a Chile en 1830, luego de un largo exilio en Londres, ciudad crucial en su biografía. Allí se

sin nunca perder de vista los elementos valiosos de la tradición.

casó y tuvo descendencia, allí enviudó y se vol-

La fama de Bello ha tenido un efecto para-

vió a casar, allí perdió amistades y un hijo (tuvo

dójico. Calles y estatuas que honran su figura

quince, pero pocos alcanzarían la adultez), allí

no se traducen en un conocimiento demasiado

soportó también penurias económicas. Su cer-

profundo o extendido de su obra y biografía. El

canía con distintos grupos de latinoamericanos

interés en Bello ha tenido altos y bajos; hoy en

londinenses le brindó, por medio de Mariano

día, con la reedición de antologías (Repertorio

Egaña, la oportunidad para venir a Chile y tra-

americano) o con nuevas y magníficas interpre-

bajar en la construcción de esta joven república

taciones de su trabajo (Andrés Bello. Libertad, im-

de fin de mundo. Aquí forjó amistades, influyó

perio, estilo, de Joaquín Trujillo), pareciera que la

en los poderosos y tuvo múltiples trabajos, que

marea vuelve a subir. En un momento convul-

le valieron la enorme influencia y reconoci-

sionado, bien vale volver sobre la figura de este

miento de los que gozó en vida. Se granjeó, tam-

venezolano que, siempre con un pie en la histo-

bién, enemigos. La famosa polémica con Lasta-

ria y el pasado, supo abrirse ante lo que deparaba

rria ilustra con claridad un rasgo central de su

el futuro.

131



Punto y coma es una publicación semestral que, al alero del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), quiere ser un espacio de encuentro y conversación alrededor de las ideas. El IES es un centro de estudios independiente, dedicado a la investigación y publicación en torno a temas públicos. Con un fuerte énfasis en las humanidades y ciencias sociales, el IES busca servir a la sociedad desde el plano de las ideas, sobre la base de la subsidiariedad, la solidaridad, el estado de derecho y otros principios e instituciones coherentes con la dignidad de la persona humana.


libros constitucionales ies

Subsidiariedad, Más allá del Estado y del mercado Pablo Ortúzar (ed.)

La ilusión constitucional. Sentido y límites del proceso constituyente Claudio Alvarado

El federalista Alexander Hamilton, James Madison y John Jay

Imaginar la república. Reflexiones sobre El federalista Claudio Alvarado (ed.)

La moral del derecho Lon Fuller


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