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biden, china y la asociación económica integral regional
Joseph Biden tendrá muy poco espacio para negociar con China y, lo más seguro, es que termine cediendo muchísimo más de lo que hubiera cedido Donald Trump.
¿NORTEAMERICA EN LA CUERDA DEL AHORCADO? BIDEN, CHINA
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Y la asociación económica integral regional
Por federico aLcaLá FoTos: Quehacer PoLítico / ArCHIVo
Es conocida en la sabiduría popular del mexicano aquel refrán que dice
“Bendita seas desgracia…cuando vienes sola y no acompañada” muy acorde con aquello de “los dichos de los viejitos, son evangelios chiquitos” y en las actuales circunstancias ¡los dos van como anillo al dedo!
No suPeramos aún la dramática elección de tica. La pugna entre ciudadanos favorables a la política y los Estados Unidos de Norteamérica y la reticencia personalidad de Donald Trump se enfrentó a ese cumulo de Donald Trump de reconocer el triunfo del ahora notable de aquellos que vieron en el actual presidente un Presidente Electo Joseph Biden cuando, el Gran Dragón “riesgo” a la permanencia de los derechos fundamentales Rojo nos sorprende con la firma de lo que denomina y la igualdad en Norteamérica. “Asociación Económica Integral Regional” o RCEP por Sin embargo, el discurso de Trump, siempre contrario sus siglas en inglés. a China, tuvo como objetivo reparar el daño que, por lo
Desde la confrontación Nixon-Kennedy no se había menos dos décadas de déficit comercial con el gigante tenido una elección tan reñida y controversial como la asiático y la casi desaparición de la planta industrial última celebrada en la Unión Americana, la cual convocó norteamericana, habían provocado en el empleo y en un a la mayor cantidad de votantes en su historia democrá- sinnúmero de carencias de su población.
Es posible vincular la actual crisis social con la dramática crisis económica que, años de dependencia de China, habían dejado en los EE.UU y su población.
Estados Unidos queda dividido, verdaderamente fracturado, polarizado y, ahora más que nunca, vulnerable frente a la economía, no solo de China, sino de toda Asia. El desempleo, la falta de oportunidades y la recesión económica se suma ahora a las diferencias políticas entre demócratas y republicanos. Sin entrar en particularidades del proceso electoral y de la muy controversial personalidad de Donald Trump una cosa si se le debe de reconocer: el “Make America Great Again” era la única opción no solo para esa nación sino también para toda la región comercial de Norteamérica, incluyendo nuestro país. Le falló la forma, el hacer política e implementar con eficacia su idea. Ahora, bien se puede decir que la desgracia no vino sola, sino llego acompañada como un puñetazo económico a toda la región.
La “Asociación Económica Integral Regional” se convierte en el mayor tratado de libre comercio de toda la historia y representa el treinta por ciento del mercado mundial. Agrupa a más de 2,200 millones de asiáticos de catorce países en un esquema de cooperación e intercambio económico sin precedentes y todo ello liderado por China.
Suma los países de la Asociación Joe Biden como su presidente. de Naciones del Sudeste Asiático Recordemos que al candidato (ASEAN) los cuales son Birmania, Joseph Biden se le vinculo, por Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, conducto de su hijo Hunter Biden con Laos, Malasia, Singapur, Tailan- jugosos negocios en China y, para dia y Vietnam, a los cuales colmo, con empresas que el se les suman China, propio Presidente ObaAustralia, Corea ma había señalado del Sur, Japón y como perniciosas Nueva Zelanda. para los intereses El tratado fue tecnológicos y suscrito el pasado comerciales de los 15 de noviembre Estados Unidos. de 2020. Esto hace Donald Trump y su que el acto constituya equipo de campaña una afrenta doble para lo señalaban como la los Estados Unidos de Norteamérica: no solo ASEAN “marioneta de China” al haber recibido más de mil quedaron excluidos del millones de dólares en tratado, sino que, además, quedó sus negocios privados con bancos suscrito una vez concluido el proceso chinos. En ese sentido, Joseph Biden electoral. Si se hubiese firmado antes, se le denominó el “China´s Man” el seguramente los norteamericanos se la “Hombre de China” haciendo refehubieran pensado dos veces en elegir a rencia a su defensa de las relaciones comerciales con el gigante asiático. El tratado fue suscrito el pasado 15 de noviembre de 2020.
El Covid-19 y acontecimientos como el homicidio del afroamericano George Floyd y movimientos como “Black Lifes Matter” incidieron directamente en las preferencias por el candidato demócrata, quien al final de una todavía controvertida jornada electoral, resultó ganador con 290 votos del Colegio Electoral. Sin embargo, la dinámica de la campaña se enfocó en hacer visibles los errores políticos de Donald Trump, pero jamás en proponer medidas y, sobre todo, una propuesta coherente de cómo afrontar el desastroso déficit comercial con China y como rescatar el aparato productivo norteamericano y, por ende, su economía y posicionamiento global. Ahora la desgracia afloró de manera sorpresiva para la nación norteamericana, pues el anuncio del RCEP pone en evidencia lo vulnerable de su situación social y económica. Ahora, apenas superado el trauma de la elección, el pueblo norteamericano se enfrenta a la súbita y desastrosa realidad de perder injerencia en el mayor mercado del mundo: Asia. El RCEP no solo implica la zona de libre comercio más grande del mundo, sino también un paraíso en donde todos sus miembros garantizan su autosuficiencia en casi todos los aspectos: producción, materias primas, mano de obra, infraestructura, puertos, logística comercial y de transporte de mercancías, etc. Esto implica que rompen, o pueden romper, en definitiva
con los lazos comerciales que los sujetaban a los Estados Unidos. Solamente la India no suscribió el tratado por la evidente amenaza que implica China para su desarrollo económico, sin embargo, la infraestructura industrial y comercial hindú esta a décadas de distancia de la del Gran Dragón Rojo. Incluso Australia y Japón han signado el tratado frente a la evidente desventaja que implicaría no hacerlo.
La trascendencia del RCEP no solo afecta la economía de los Estados Unidos, sino además le da un golpe mortal, casi definitivo y de forma fulminante a nuestro T-MEC. Con la exclusión de los Estados Unidos de la alianza comercial asiática, el mercado de productos estadounidense decaerá en máximos nunca imaginados y eso implica no solo la perdida de producción maquiladora en nuestro país, sino además, la perdida de empleo de miles de “paisanos” que puntualmente remiten sus remesas de dólares a este lado de la frontera. Recordemos que el flujo de esas remesas supera cada año los 30,000 millones de dólares, haciendo de estas la principal fuente de divisas de México.
Canadá, puede en todo momento aprovechar el hecho de ser miembro de la Commonwealth de Naciones que la vincula con los intereses del antiguo Imperio Británico, y de la cual también Australia forma parte. Su mínima población y su enorme riqueza en recursos naturales la hacen un muy apetecible a China, pero como aliado comercial. Recordemos que Vancouver ha sido por muchos años el asiento de una población asiática vibrante y muy activa en el ámbito comercial lo cual ubica a Canadá en un punto excepcional. ¿Acaso por ello Justin Trudeau, a sabiendas del avance del RCEP, se negó a acompañar al Trump y al Presidente López Obrador en la ceremonia del T-MEC?
No le resultará difícil a Canadá, si así lo decidiera, desentenderse del T-MEC y asegurarse un espacio en el RCEP, lo cual seria tanto como “asestar una puñalada por la espalda” a los Estados Unidos. ¿Sin embargo, como Don Corleone, acaso la gran nación china no esta ahora en la mejor posición de ofrecerle un “acuerdo que no podrá rehusar” a Canadá? Evidentemente que sí. Esto deja a los Estados Unidos en la peor situación de su historia. China ha dado un golpe magistral y fulminante a la economía occidental.
Evidentemente, Joseph Biden tendrá muy poco espacio para negociar con China y, lo más seguro, es que termine cediendo muchísimo más de lo que hubiera cedido Donald Trump. Ahora todos aquellos que veían en Trump una amenaza a la “democracia norteamericana” se encontrarán de frente y contra la pared con la verdadera amenaza a sus sueños de gloria. Biden se incorpora a la presidencia a los casi 78 años de edad, con evidentes lagunas en sus discursos, sin una propuesta seria y coherente para paliar el déficit comercial de su país y, con ello garantizar la estabilidad y el crecimiento económico.
Aunado a lo anterior debemos tener también en cuenta las reacciones que el RCEP esta causando en la Unión Europea. Alemania, que es la nación más importante de ese bloque económico, ha permanecido hasta ahora como el principal proveedor tecnológico de China, situación que le permitía presumir un bajo déficit comercial frente al gigante asiático. El resto de los países europeos participaban en mucho menor medida en dicha “dependencia tecnológica” y se beneficiaban de los productos “Made in China” como el resto del mundo. Sin embargo la incorporación de Corea del Sur y Japón al RCEP, no solo implica “libre comercio” sino también acceso al desarrollo tecnológico que tanto ansia China.
También Europa esta temblando, pues este tratado comercial se vincula dolorosamente a la tragedia social y económica que llevó consigo el Covid-19, irónicamente también “Made in China”. Países como España, Italia, Grecia y otros tantos de la Unión Europea se encuentran ahora sí en una grave disyuntiva, la cual se agrava al considerar que los ingresos por turismo se han precipitado totalmente y, por lo menos, tardarán unos cuatro años en ponerse al nivel de 2019. Lo mismo le sucede a la Ciudad de Nueva York, la cual constituía el principal destino turístico del Norteamérica, tanto por placer como por negocios. Las autoridades de esa ciudad calculan que pasaran más de cuatro años para regresar a niveles del año pasado y, por vía de mientras, las tiendas de souvernirs están desiertas y quebrando.
China ha dado un golpe magistral y fulminante a la economía occidental. Ha logrado no solo la consolidación de la “Nueva Ruta de la Seda” sino que, además se posiciona como la gran mega potencia militar, comercial y política del mundo. Hong Kong paulatinamente va perdiendo los privilegios que heredó de la Corona Británica y bien nos puede servir de ejemplo de lo que viene en un futuro muy cercano. Para 2049 los chinos no solo conmemorarán 100 años del Partido Comunista y de ser una república popular…podrán celebrar ser el resurgimiento del mayor Imperio del mundo contemporáneo. Y por eso…”bendita seas desgracia, cuando vienes sola y no acompañada” porque en este caso, para nuestra gran desgracia, ¡llegaste muy mal acompañada y en el peor de los tiempos posibles! Vulnerant omnes, ultima necat. PQ