2 minute read
Saluda del Párroco
Se nos acerca la fiesta de nuestro santo patrón, San Juan Bautista. Todavía vivimos inmersos en las incertidumbres de esta pandemia, eso sí, con más esperanzas que el año pasado, pero con muchos interrogantes y temores. La fragilidad de la vida nos ha ayudado a pensar, y sobre todo a tener en cuenta que nos necesitamos unos a otros. La responsabilidad personal y colectiva es necesaria para la salud, la convivencia y todo aquello que nos permite vivir con dignidad. Les invito a releer los pasajes del Bautista que se encuentran en los evangelios. Fue un visionario que alumbraba tiempos nuevos y que llamaba a la responsabilidad de cada persona. Y lo hacía siendo responsable él mismo. Su rectitud y su coherencia le valieron un elogio del propio Cristo, que lo tuvo como referente y lo nombró su precursor.
Esperamos una normalidad que nunca puede ser volver a un pasado sin haber aprendido nada. Los ancianos y los enfermos han sufrido de manera especial durante todo este tiempo. Y muchos sanitarios y profesionales de todos los ámbitos de la vida han resistido y nos han dado ejemplo de humanidad y tesón. Haremos fiesta como las circunstancias nos permitan, pero lo haremos cuidándonos y cuidando. Felicito a todas las instituciones y organismos que nos han educado y nos han exigido el control y el cuidado mutuo. Felicito a la gran mayoría de las personas que han sido sensatas y educadas en estos tiempos para que los más vulnerables se sientan protegidos. Seguro que San Juan Bautista desde el cielo ha alentado nuestro comportamiento y premiado nuestra disciplina y caridad. Y sobre todo felicito a los que en estos tiempos no se han olvidado de los empobrecidos y han sabido compartir de forma discreta el pan, manteniendo la esperanza y la dignidad de muchas personas que no creyeron nunca estar donde están.
Advertisement
El mensaje del Bautista es de esperanza. No era un ingenuo y sabía que algunos corazones se resisten a aprender. Pero creía en la gente sencilla y animaba a colaborar a cada uno poniendo su granito de arena. Tampoco le gustaba que la sociedad fomentase el enfrentamiento y la discordia. Fue capaz de aglutinar a las orillas del Jordán a gente heterogénea, con el deseo de mejorar y aprender. Todavía hoy nos falta mucho para llegar a conseguir un equilibrio entre la defensa de lo que creemos y la capacidad de acogida y de diálogo. Debemos aprender cada día que son más las cosas que nos unen que las que nos separa. Crear barreras ideológicas y humanas nos empobrece y nos llena de miedos. Por eso, sigo manteniendo que el mensaje del Bautista es tremendamente actual.
Queridos habitantes de Arucas, con la humildad del casi recién llegado, les felicito en estas fiestas patronales. Son las fiestas de todos y para todos. Deseo que San Juan interceda por todos, por sus familias y por los más vulnerables. Aunque no procesionemos su imagen la podremos contemplar restaurada de manera profesional y siguiendo las normativas de patrimonio. Y podremos rezar de nuevo a través de esta imagen al que está en el cielo intercediendo por todos
Con mis mejores deseos, feliz fiesta a todos.
Higinio M. Sánchez Romero Sacerdote