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D. Juan José Rodríguez Sosa
Juan José Rodríguez Sosa
(enfermero y ex concejal).
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Don Juan José Rodríguez Sosa nació en el barrio costero de Bañaderos un 27 de enero de 1946. Su padre, Juan, era jornalero de las plataneras y Saturnina, su madre que si bien era ama de casa, también estuvo en algunos momentos en las plataneras para ayudar a su marido. Su niñez transcurrió en Bañaderos, estudió en la escuela del Barranquillo, de esa época recuerda con añoranza y con cariño la labor desarrollada por el profesor José Manuel Illera de la Mora, que enseñaba moral, ética, cómo comportarse (urbanidad), o cómo usar los cubiertos en las comidas, etc. En la escuela de Bañaderos estuvo hasta los quince o dieciséis años, período en el que también ejercía como monaguillo. Posteriormente, se fue al colegio del Pino, en Guanarteme para hacer formación profesional, donde estudió chapa y pintura, durante dos años (estudios que nunca finalizó del todo).
A los 18 años cuando se abrió la clínica del Pino (sobre 1966) comenzó a trabajar como celador en dicho centro hospitalario. Luego con 21 años tuvo que cumplir con el servicio militar obligatorio (sobre 1968), período que aprovechó para formarse como instalador electricista doméstico. Siendo celador y antes de casarse hizo un curso a distancia de fotografía, de la casa Agfa. Mientras hacía el citado curso don Pedro Sosa Suárez, “Periquín” (1953-2016), luego conocido fotógrafo profesional, aprendió con él.
En 1970 se casa y continuaba con su trabajo de celador, pero siempre tuvo el deseo de formarse como enfermero. Comenzó a estudiar en el turno nocturno del instituto Pérez Galdós para obtener el bachillerato, por lo que trabajaba de día y estudiaba de noche. Luego quiso comenzar enfermería en Las Palmas, pero en esa época sólo podían las mujeres. Si quería estudiar debía ir a Sevilla, o a otros lugares. Entonces comienza a organizar, junto con otros compañeros, una propuesta al Ministerio de Educación para que les permitiesen estudiar en Las Palmas dicha especialidad. Al final después de varios escritos y de una lucha reivindicativa consiguieron (sobre 1973) que se pudiese impartir clases de enfermería a los varones en la escuela que había en el Hospital Insular. De hecho su promoción (1973-1977) fue la primera que era mixta. Durante esos años trabaja en el turno de noche para poder estudiar y acudir a clases por las mañanas (dormía sólo los fines de semana). Cuando finalizó sus estudios a través de promoción interna comienza a trabajar como enfermero en la misma clínica de El Pino, donde permaneció unos cuatro años.
Con posterioridad solicitó traslado al centro de salud de Gáldar, donde permanece por tres años, al considerar que quería tener un trato más directo con los pacientes. Entre las diversas situaciones que le sucedió nos contó que una noche vieja (que no estaba de guardia) tuvo que atender a un paciente que tenía casi completamente seccionado el dedo gordo de un pie. El cirujano esperó por él y le dejó que hiciese la microcirugía, afortunadamente pudo reconstruir e implantar bien el dedo seccionado. Mientras trabajaba en Gáldar se sacó el carnet de radio aficionado (solía comunicarse de madrugada), de esa época todavía conserva diversas postales de Cuba, Venezuela, etc.
En 1991 se involucra en la política municipal, siendo elegido como concejal, por lo que tuvo que solicitar una excedencia para ejercer como cargo público. Durante tres mandatos ejerció las delegaciones de servicios sociales, parques y jardines, playas, mayores y festejos. De todas guarda un grato recuerdo, pero destaca servicios sociales y parques y jardines. De esta última recuerda que en muchas ocasiones utilizaba su propio vehículo particular para llevar al personal, el material, etc. También nos contaba que durante el primer año varios concejales tuvieron que abonar de sus propios bolsillos algunas facturas para pagar gastos municipales, porque ciertos proveedores no querían tener cuentas, o dar crédito, con el Ayuntamiento. Durante su etapa en el Ayuntamiento puso en marcha la unidad de atención, ayuda e inserción a las personas drogodependientes, el programa la tercera edad como oportunidad, un programa de radio para la tercera edad, etc. Sin embargo, a pesar de estar en excedencia, seguía haciendo curas, poniendo enemas, etc., fuera de su horario laboral a personas necesitadas de Bañaderos.