tripararaavispk
8/9/09
12:48
Página 5
IGNACIO CABALLERO GARCÍA BLANCA GAGO DOMÍNGUEZ
Rara Avis Retablo de imposturas
Montesinos
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Página 7
SUMARIO
Roberto Bolaño y las actas Belano Fernando Pessoa en A boca do Inferno El Clan Ulrich Las otras muertes de Sherlock Holmes Sylvia Beach & Co. La peau blanche de Juan Goytisolo El Club del Expurgo Ciudadano Breton El pacto de los manuscritos Cierta conjura Dadá Charles Baudelaire, poeta visionario malgré lui La bala errada El inventor delirante Epílogo Dramatis Personae, por Tolliver O’Neill
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Pรกgina 9
A Juan Goytisolo
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Pรกgina 10
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Pรกgina 21
Fernando Pessoa en A boca do Inferno
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Página 23
El poeta es un fingidor. RICARDO REIS
En septiembre de 1930, el famoso ocultista y renegado de la Golden Dawn, Aleister Crowley, arribada al puerto de Lisboa con la intención de conocer a otro gran iniciado: Fernando Pessoa. Hacía tiempo que ambos mantenían correspondencia, desde que el poeta portugués, gran conocedor de las disciplinas astrológicas, descubriera con acierto un error de cálculo en la carta astral que el propio Crowley hizo de sí mismo. Pessoa no sólo era un erudito y admirador de las artes mágicas, sino que también se declaraba abiertamente miembro de la Orden de Cristo, sucesora de los Templarios en Portugal. Los grados de iniciación que en ésta u otra orden llegó a alcanzar el famoso poeta portugués nunca han quedado del todo esclarecidos. No es difícil intuir la intensidad hermética a la que llegaron las veladas entre estos dos hombres a lo largo de la famosa estadía de Crowley en la capital lusa. A finales de octubre se denuncia en Lisboa la desaparición del mago inglés y el veinticinco de ese mismo mes aparece su pitillera en Cascais, una localidad costera cercana a Lisboa. El 23
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Página 24
objeto fue hallado en lo alto del acantilado A Boca do Inferno, junto a lo que a todas luces parecía una nota de suicidio que rezaba: No puedo vivir sin ti, la otra boca del infierno me agarrará, no será tan caliente como la tuya.
Ni las autoridades portuguesas ni, por supuesto, el gobierno de Su Majestad, que envió a Lisboa una patrulla de hombres de Scotland Yard, quedaron conformes con la teoría del suicidio. Se interrogó a todos los que tenían relación con Crowley; Pessoa se convirtió en el principal sospechoso. Un registro en la casa del poeta arrojó resultados que apoyaban la teoría del crimen pasional, después de que los agentes de Scotland Yard encontraran en su estudio un poema que, según escribió en su informe el oficial a cargo de la investigación, era un […] certero y milimétrico mapa sentimental de las abigarradas y malévolas motivaciones que han empujado al señor Fernando Pessoa a cometer tan terrible crimen.
El texto encontrado narraba la relación que, desde hacía años, Pessoa mantenía con una misteriosa desconocida. El largo poema —del que Ángel Crespo comenta un extracto en La vida plural de Fernando Pessoa— se abría en 1928 con una declaración de rechazo al recuerdo de Ofélia, un antiguo amor, para referir a continuación el encuentro con una dama, cuyo nombre nunca mencionará, en una librería del Chiado. A partir de entonces, más con vocación de diario que de obra poética, Pessoa escribe con semanal puntualidad los pormenores de 24
tripararaavispk
8/9/09
12:48
Pรกgina 126