Ni duda cabe, el chantaje es una relación de poder, una de las múltiples formas de relaciones de poder, quizás, mejor dicho, de relaciones de poder de baja intensidad, por así decirlo, y en escala micro. En la práctica política se usa el chantaje de distintas formas, en distintas tonalidades y a distintas escalas. Hay una forma peculiar de chantaje político que tiene que ver con la manipulación de imágenes, de prestigios ganados, generalmente por otros, que son a los que se emulan, imitan y usurpan. Por ejemplo, una junta de vecinos actual, puede basar sus exigencias recurriendo al prestigio histórico de la junta de vecinos, como organización; prestigio que corresponde a la lucha emprendida por otra junta de vecinos anterior, la formada en el periodo de las resistencias y movilizaciones sociales.