Espesores del presente Sebastiano Monada
Ă?ndice: Prefacio
3
La patria de mi Madre
4
Cruzando el umbral de la historia
15
Un instante eterno
20
Alicia en el mundo prosaico
25
AcciĂłn libertaria
30
Canto a la composiciĂłn musical
36
Prefacio Espesores del presente es un poemario que se coloca en la simultaneidad dinámica de los tejidos del espacio-tiempo, liberándose de los prejuicios e ilusiones del espacio absoluto y del tiempo absoluto. Concibe el momento como sincronización dinámica; desde esta intuición reflexiona metafóricamente, es decir, poéticamente, sobre la experiencia singular del mundo que toca vivir. Comprendiendo los entornos familiares, los entornos territoriales, además las memorias activadas por las circunstancias de un presente, que se hace presente, de manera paradójica; primero, en su desaparecer, por lo tanto fugacidad; después, en una condición abigarrada, que contiene lo que la filosofía moderna llama pasado y por otro lado, futuro.
El primer poema, La patria de mi madre, sitúa el locus poético en el lugar de la experiencia, la patria heredada. El poema que le sigue, Cruzando el umbral de la historia, es una correspondencia con la nieta, la sucesión de las herencias familiares, histórico-culturales, afectivas y de la memoria social. Un instante eterno, es el poema que expresa las figuras metafóricas y alegóricas de la intuición del instante como eternidad. Alicia en el mundo prosaico, recita versos, que hacen a un poema romántico, en tono de ironía metafórica, aludiendo a la complementariedad de lo fantástico y de la realidad. En cambio, Acción libertaria, canta a la subversión, a la poiesis de la subversión, a su acto creativo por excelencia. El poema Canto a la composición musical es el canto a la creativa vida, que deja atrás a las pretensiones de la muerte, que no es más que una coyuntura singular y diseminada del devenir vida.
La patria de mi Madre
Dedicado a la mamรก y abuela Beba
Con hilos finos y transparentes Como cabellos regalados por la Virgen Coses el traje de tus narrativas Volando como mariposas Interpretas el mundo Con colores de primavera Ahí se encuentra tu patria A la que quieres tanto
El país imaginado se extiende Desde el Altiplano hasta el Pacífico Curvando topos esféricos Rotando sus órbitas eternas Alrededor de pasiones solares Cruzando las olas petrificadas de la cordillera Desde Chuquiago Marka hasta los llanos Desbordantes de las sierras Perdidas en la inmensidad fragante Abarcando los montes altos del Amazonas Donde uno de tus ancestros entregó la vida Defendiendo la geografía patria En la guerra del Acre
La historia que me contaste está plagada De guerras perdidas Y heroicas De cercenamientos territoriales Amputaciones a la herencia dejada Por los fundadores del alba
Identidad boliviana construida en batallas Donde la sangre sembró memorias De los muertos olvidados Protegida por los vivos agobiados Por el peso del pasado Creciendo como árboles soñados Y muchedumbres de aves mitológicas
Identidad como circulación de climas Envolviendo cuerpos palpitantes Y territorios fecundos Otorgándoles colores de bronce Y estaño Asombro en los rostros Metáforas de semblante de cristo Resucitado Embriagados por espesas atmósferas O por tenues brisas glaciales Participes del acontecimiento Ecológico De los paisajes mutantes Y de los mitos inaugurales Creciendo como frutos de mango Colgados de las ramas danzantes
Recuerdas a tu padre Volviendo tres veces De la guerra del Chaco
Teatro de la crueldad Aridez boreal De la muerte Y de las trincheras ensangrentadas Cada vez más desgastado Y herido por dentro Huellas marcadas del sacrificio De los hombres convocados A defender la patria En conflagraciones atroces Desatadas por estados Y empresas angurrientas
Cuando niña tus trenzas te perseguían En tus correteos traviesos Largas trenzas nocturnas Que atraparon a mi padre Ingeniero del amor Y de la armonía madurada Rendido ante tu ímpetu paceño Habitante de la cabecera de valle Donde se enraíza cenicienta La ciudad afincada en las faldas Del achachila Illimani
Una numerosa familia conforma Tu primer entorno Cobijado por la abuela Cuyas enormes alas religiosas
Protegieron a los suyos Con la tenacidad de las mujeres recias Afrontando las contingencias Combinando ternura Y rudeza
Tú patria concebida en el fulgor De tus sueños Tiene la fragancia familiar De tus recuerdos hilvanados Con delicado arte bordado Juntando fastuosos telares Donados por arcángeles Pintados por Melchor Pérez de Holguín Una vez acoplados por hilos finos Cabellos ondeantes de la madre Del hijo del hombre Crucificado Cobran sentido En la textura Alegórica De sastres otoñales
Amas al país de tus recuerdos Volantes navegando al viento Y miras afectuosamente Abrazando sus montañas y bosques Sus comarcas y costumbres Ciudades edificadas en nostalgias
Adobes hechos de mezclas de barro Y paja brava Lama acariciada Por pies descalzos Aplastando composición cuajada Ladrillos de arcilla cosidos Con el fuego de las asonadas Insurrecciones populares Emergidas de múltiples corajes Tomando la palabra en las calles Piedras labradas Por las esperanzas De las multitudes
Amas el lago sagrado Huella acuática del diluvio Olvidado Sudor del sol dador de hijos Pedagogos de la humanidad Buscadores de tierras fértiles Para edificar el mundo De los suka kollus Y los sembradíos de papa Lago del titi cruzando puentes De los universos acompasados Chaka conectora cósmica Espejo de la Vía Láctea Próxima a la fecundidad de la tierra Marca sagrada
Nacimiento de la agricultura Donde se hundió la vara de oro Lanzada por Maco Cápac y Mama Uqllu Símbolo del mando Y de la magia Lugar donde se sembró la médula Del Tawantinsuyu Espacio-tiempo de cartografía Pacha-cíclica Compuesta por cuatro ejes cardinales Dibujados por el astro
Amas las caídas de los Yungas Como hondonadas de cantos Cuando la cordillera convocada Cansada de herir a las nubes Migrantes Se desliza tumultuosa En mares de arbustos Disputando con las rocas Incrustadas en las montañas Pendientes profundas al abismo Verdoso Poema de Federico García Lorca Donde los bosques tropicales Bailan al compás de las coplas Tocadas en charango
Respetas los símbolos patrios
Y la bandera tricolor Como te enseñaron en la escuela Y la abuela Celsa Quieres recuperar los territorios Perdidos El Atacama y los puertos Ocupados En la guerra del Pacífico
La patria en tus ojos Copiosos Se encuentra en la recuperación De los espacios arrancados Descuartizamiento de su cuerpo rebelde La patria ha sido desgajada de sus pétalos Ya no es la rosa Esplendorosa Que vio nacer el libertador
La patria es como la hija perdida Y esperada Aguardando su regreso Trama de epopeya En busca de su desenlace Es el pasado utópico Y el futuro añorado
La patria son tus hijos Y los hijos de ellos
Génesis de las tribus Convirtiéndose en nación La patria es la familia extendida Gramática de los nombres rigiendo Tejidos del abigarrado parentesco
La patria sumergida en la música Lugareña Palpitaciones inspiradas En las cuecas de antaño Seguidas por pañuelos ondulantes Como palomas blancas Alzando vuelo Y en sus ceremonias festivas Congregando a poblaciones cívicas En las plazas de armas En las letras de los himnos Y en los desfiles escolares
La patria que amas es de metal Y oro negro Como lo es de acero fundido El núcleo de la Tierra Despojada de sus minerales Y de sus yacimientos fósiles Es vaciada por dentro
Si antes le arrancaron territorios Ahora le arrebatan sus órganos
Vitales Otra vez la patria se encuentra En lo que se pierde Y le despojan
La patria se nos escapa de las manos Y de los ojos Como fluido temporal Y fugaz Se esparce como arena O fluye como el agua
La patria es como la brisa Danzando sin prisa Conmoviendo los tallos Deslizando pasos furtivos A los ritmos que cantan Coros ondulantes
La patria estรก en la piel Profunda Del espesor corporal Como concibe Paul Valery Y en la casa solariega En la cocina barroca Y en la mesa servida En lo crudo y lo cosido De sus platos picantes
La patria baila a ritmos diarios Pujante dinámica del azar Y la necesidad Dados tirados al cielo Y caídos al suelo Dando ocasión al número certero Como juega Stéphane Mallarmé En un lance de dados jamás abolirá el azar De agitados ajetreos urbanos Siembra sedienta Y anhelada cosecha rural Está en el chuño y la tunta
La patria encarna en los nietos Capullos de las cuatro estaciones Interpretadas por violines de Vivaldi Y en las reuniones familiares Convergencias rítmicas De las genealogías En el cariño que profesas Y los afectos que generas
La patria está en los cuerpos Profusos Del pueblo En ese querer multitudinario Deseante de patria
Cruzando el umbral de la historia
Dedicado a MĂaluna
Tú que miras curiosa Como aurora Niña que acabas de nacer En la esfera azulada En tus ojos asombrados brilla La creación y la vida
Aprenderás a descifrar lenguajes Como si fueran pinturas impresionistas O sinfonías barrocas A interpretar gestos jeroglíficos Como si fuera escritura egipcia
Miraras el mundo con ojos críticos Como Simon de Bouvard Develando claves de dominaciones polimorfas De las instituciones normadas Como Dorothy Mary Crowfoot Definiendo la estructura de dinámicas biológicas Como Hannah Arendt concibiendo la pluralidad En la política y la democracia Como Petra Herrera Guerrera de la revolución mexicana Como Bartolina Sisa Vargas Combatiente anticolonial Como Juan Azurduy de padilla Guerrera de la independencia de la Patria Grande Como alteridad de la mujer absoluta Descubriendo que todo mundo contiene
Universos que lo hacen posible Sabrás que siempre otros orbes son viables
Lo que les dejamos a ustedes Niños de la primavera de otra época Es un mundo en barrotes Encerrado en sus fetiches Mundo anclado en el fondo de sus prejuicios Cristalizados en el bastón del esqueleto
Egoístas hombres petulantes bufones Se sentían el centro del planeta Y el fin de la historia Destruyeron el Oikos Para demostrar la tesis del desarrollo Y de la evolución campante Quemaron el aire de la Tierra Arrancando la energía fósil De los profundos estratos geológicos
Estos déspotas patriarcales treparon Sobre cadenas de montaña de cuerpos Obligados a hacer pirámides Que en verdad son tumbas de faraones En la cima antropológica miraron el horizonte Creyendo ver en lontananza El espejo narciso de su rostro confirmado En el reflejo de las alabanzas De funcionarios encorvados de tanto agachar la cabeza
Niños del presente y del futuro Las generaciones que les antecedieron No supieron parar la locomotora enloquecida Avanzando acelerada por las rieles definidas De antemano No escucharon el consejo de Walter Benjamin Dejaron que el tren se descarrile varias veces Descargando masas de víctimas como deshechos Holocaustos coloniales y racistas Sembrando cementerios poblados de fantasmas
Pudimos arreglar todos los problemas heredados No lo hicimos por terquedad aterida Como enfermedad congénita O por fundamentalismos sin sentido De toda calaña Por burocratismos fatales Rutina aburrida de las máquinas oxidadas O fetichismos institucionales Artefactos delirantes de los imaginarios
No es la mujer sino el hombre Heredero del mito de Adán La mujer es la costilla del primer anthropos Propiedad huesuda del patriarca El macho institucionalizado como Estado Embarcado en otro mito moderno El relato de la historia
Subordinando a la mujer y a los territorios Y a otros hombres feminizados No quiso dar la solución al alcance de la mano Prefirió perseguir la ilusión de sus discursos Dejando la huella de destrucción en el planeta
Niñas y niños de la Tierra Que miran con las pupilas encendidas Como constelaciones viajeras No continúen la ruta de la historia Camino del abismo y de la muerte Ni la ruta del desarrollo Carretera taladora de bosques Dejen que la potencia de la vida Que son sus cuerpos creativos Se libere de las ataduras de las instituciones Enmohecidas y crujientes Y de arsenales de prejuicios acumulados Como basurales metropolitanos Inventando formas y contenidos de otras composiciones Del multiverso aventurero
Un instante eterno
Cae el agua del cielo Inagotables muchedumbres de voces transparentes Continuidad sangrante de la bóveda atmosférica No es roja como las auroras que pierden su inocencia Ni como los crepúsculos suicidas Que pierden la cabeza
Mis oídos escuchan el derrumbe de los sueños condensados Vaporoso manto sentimental extendido Como amor maternal cuidando de las plantas vulnerables De las rocas orgullosas por su temple tenaz
Me uno a su caída múltiple Perpetua Como la convicción fanática de los enamorados Miro desde la ventana adormecida A la ciudad dormida En los brazos minerales de la cordillera Que se olvidó apagar las fogatas de San Juan Solo la lluvia intenta enmendar el olvido Apagando los múltiples incendios titilantes En las calles enlosadas de la Churubamba
Asombrado de la bondad vaporosa de las nubes Observo los diminutos hogares ondulantes Desde el lado oscuro del planeta Que abandonó al sol en su tormenta de pulsiones Desatando su apasionado fulgor En ausencia de la media esfera bronceada
Más allá de la piel de la Tierra Incontables constelaciones debaten bulliciosas Sobre el curso inocuo del destino Ellas mismas dan vueltas como remolinos Alrededor de su eterno retorno Al comienzo de todo
Te recuerdo amada La calle mojada No estaba Manuel Como cantaba Víctor Jara Tu mirada creadora Cuerdas fugitivas de la nada Inventando mundos alterativos Regalándolos a los niños de rostros fascinados
Tus ojos navegantes descubren islas ocultas Y continentes nómadas Me inventaron iluminando con la antorcha de tus certezas Inexpugnables como los oleajes cristalizados de las montañas También tú eres mi invento alquimista Pues quiero convertir mis deseos en Dulcinea del Toboso Como lo hizo el caballero de la triste figura
Millones de humanos se atropellan por alcanzar la corona Símbolo frenético del poder Por alcanzar el oro de la alquimia Que convierte las banalidades en moneda de apuesta
O por lo menos el paraíso comprado En la taxonomía cosificada de los supermercados
Enredaderas de pena me crecen en el cuerpo Miro risueño las compulsiones mercaderes Agotan sus vidas en esta compulsa vana Algunos, muy pocos, creen haberse coronado No saben que es un disfraz de carnaval Son los bufones que emulan soberanos Creen contar con montañas de oro Como los tesoros de Ali Baba No saben que el brillo acumulado en sus bolsillos Y en sus depósitos bancarios Es la risa macabra de su propio demonio Vencido de antemano Por el dulce canto de los cisnes
No está el sol Tan solo la luna en su cuarto menguante No estás tú Tan solo tu recuerdo divagante En mi habitación marina como barco que apaga sus luces Al hundirse en el abismo insondable De tus sensaciones sin nombre En el perfil sensual de la composición pintada por tu cuerpo Y la fragancia de tus sueños no recordados
El agua abandonada resuena en las canaletas de las casas Mientras se juega en el cosmos la guerra de los dioses
Mientras se juega en la Tierra la guerra de los mortales Cuando tú sueltas tu cabellera inmensa Liberando la noche de Constantinopla
Es hermoso este instante diferido como elástico Te encuentro en la calle imaginada por Jaime Sáenz Guzmán La lluvia ya no está pero la ciudad sigue todavía El multiverso trenza sus múltiples tejidos La ciudad de Chuqui-Apu trepa las laderas Buscando al Amauta confundido con las cumbres Los representantes sonámbulos pretenden el poder añorado Y la hojalata de la riqueza fácil No saben que esto dura hasta que sople el viento
Alicia en el mundo prosaico
Ojos brillantes como lucero de la mañana Y venus esculpida en la noche En lejanas distancia del firmamento Perseguido por millones de quimeras asustadas Esbelta figura femenina demandante En el preciso lugar De tu presencia incuestionable Encuentros o encrucijadas convocantes Cabellos crespos pintados en pinceladas caprichosas Como cuando el pintor prefiere depositar sus deseos En el expuesto telar
Tu rostro alegre enternece a templados ojos Que te miran ansiosos Descubriendo en tus rasgos espontáneos La embriagante permanencia Perseverancia de afectos vitales A pesar del mundo prosaico Embargado en el drama cotidiano Repetido hasta el cansancio Como por insistencia se pudiera dominar La explosión inicial de tus encantos
Si consiguiera decirte lo que pienso En mensajes encriptados en lenguajes secretos Inscribiendo mis afectos desbordados En ritmos ondulantes de tu cuerpo vaporoso Recorriendo distancias elásticas En emanaciones atmosféricas exhaladas
Por los espesores insondables de tus deseos
Candor melodioso de extravagante belleza Viajera luminosa de estaciones climáticas Y vetustos ferrocarriles olvidados Símbolo cultural rebelde de los sentidos Y de la extravagante estética
Quisiera perderme para siempre en tu morada Hecha de huesos heredados De nómadas ancestros olvidados Y exuberantes carnes moduladas Por alfareros del barro cocido Vuelto por el fuego porcelana Afincar mis memorias trabajadas En territorios indomables de tu piel En espesores de tus sueños marianos Tu vibrante imaginación aérea Tus metabolismos cíclicos ensimismados
Te recuerdo en el fulgor cancionero de tus curvas Tus pasos de gacela imperceptible Sin hacerse escuchar Silenciosa como el tiempo Pero hendiendo tus huellas En profundidades de la tierra asombrada En latidos de mi cuerpo seducido
Alicia en el mundo prosaico no hay sabias crisálidas
Que dan consejos en forma de acertijos Saliste del espejo del cautiverio fantástico Para enfrentarte a la cruda realidad Desafiando las reglas ateridas Petrificadas como fósiles en las rocas Sin dejarte embaucar Como Alicia en el país de las maravillas
La brisa de tu voz acaricia las hojas de mis sensaciones Las ramas bamboleantes del bosque guardando la memoria De los largos ciclos vitales Tus insólitas imágenes inscritas Y tú presencia innegables Sumergidas en corrientes sanguíneas Navegan como flotas de barcos intrépidos En busca de continentes perdidos
Alicia en el mundo prosaico no hay maravillas Que escapan a las reglas del juego del poder Hay actos heroicos en vez de fantasías O hay conformismos ateridos en la carne
Detrás del espejo donde entraste El mundo prosaico se repite deformado Al ritmo de sueños divagantes Donde todo se convierte en juegos lógicos Elucubrados por Lewis Carroll De lo otra parte del espejo cuando sales El país de las maravillas se repite desencantado
Al ritmo de prácticas cotidianas Donde se mata conejos por multitudes Donde se tala bosques por extensiones Donde se hace morir de hambre por poblaciones Donde las reinas y los reyes no son de barajas de naipes Sino de gigantes consorcios crepitantes Y carteles monopólicos asesinos
Ahora que sales del espejo te habrás dado cuenta Que los dos mundos se complementan perversamente El mundo prosaico y el país de las maravillas Aunque uno sea el sueño de tus fugas Y el otro sea las reglas que rechazas
Acciรณn libertaria
Vigorosos cuerpos en acción Como huracanes desatados Despojados de las ataduras Amarradas por minuciosos funcionarios Y por meticulosos monjes capuchinos Rondando en torno al déspota Vigorosos cuerpos en acción Liberan la vida
Voces incendiarias queman las fortalezas Amuralladas del envejecido Leviatán Y los mohosos palacios somnolientos Donde duerme la vetusta aristocracia Y la mimética nobleza moderna Recorren las calles como ríos turbulentos Limpiando las ciudades de trastos viejos
Arsenal de herramientas gramáticas Recorridos de huellas hendidas en la piel Y en la corteza de los sabios troncos Útiles para desarmar hábilmente La máquina abstracta de las dominaciones Como se desviste a una monja rebelde Que arrojó sus votos por la ventana Como se despoja la cebolla capa a capa Para cocinar la salsa condimentada Acompañando el suculento almuerzo De los alborozados hogares del pueblo
Asociaciones libertarias constructora de andamios colectivos Y arquitecturas fluidas de asambleas participativas Como bucles creativos arrojados por la explosión inaugural Convocando a fuerzas fundamentales de la poiesis Inventando sinfonías que hacen energía danzante Y a la dinámica condensada materia sensible Como nata cambiante
Gestos elocuentes de la multitud subversiva Apoteósica epopeya del presente dilatado Como eterno retorno de lo mismo Atravesando las mallas institucionales Como la luz atraviesa los espesores tejidos Del artesanal espacio-tiempo Derrumbando escenarios de la simulación Desenmascarando el teatro político Desnudando de antifaces y disfraces El carnaval de la representación
Comunidades sembradas en territorios liberados Regreso de las plantas quebrando el asfalto Abandonado por las municipalidades atosigadas Y las cenicientas aceras olvidadas Como en Los pasos perdidos de Alejo Carpentier Sociedades emergidas de lo común En la gratuidad directa donante de los ciclos vitales Comunidades ancestrales de los pueblos nativos Actualizándose en el desborde social Como diluvio apocalíptico
Enfrentando al Estado y el Capital Las dos caras siamesas del poder
Hoy cuando la decadencia corroe Como campamentos de hongos en madera De muchedumbres de troncos sonoros Encaminándose al abismo y a la nada Cuando el mundo moderno especula Contando en las noches cuentos de hadas Y de bellas durmientes despertadas Por el beso ardiente del príncipe enlutado Contando en los días cuentas económicas Inflamando la contabilidad de los bienes Valorando los delirios aritméticos de la ficción Se anuncia en el crepúsculo de la civilización El derrumbe de urbes encandiladas por el fetichismo Fantasmas convocados por la alucinación del cambio Cuyo valor es meramente numérico
Jóvenes rebeldes heterodoxos e iconoclastas Flamean ondeando su afecto por la vida Se comunican con los seres vitales del planeta Aman el Oikos en su pluralidad profusa Siembran y cosechan alimentos orgánicos Respetan la armonía de los nichos ecológicos Y sueñan con la entrelazada sociedad biodiversa
Convocados están todos los pueblos del mundo Llamados por las selvas frondosas
Y los lejanos o cercanos orbes ignotos Y las conocidas urbes desamparadas A liberar su potencia creativa Y su ingeniosa inventiva estética Uniendo sus composiciones diversas Como sinfónica de múltiples acordes Y templados instrumentos acompasados En la constelación social de la autogestión Como congregación de ríos en las cuencas Retornando a las ecologías de los ciclos De los fértiles suelos Del agua dulce o salada De las corrientes de aires puros De los ondulantes bosques cantores Y del originario fuego mágico Como antaño los elementos primordiales Acomodados en la vasija de barro Moviéndose ondulantes en la curvatura orfebre Narrando el mito de los elementos Con el sonido de los instrumentos musicales
No está el ápeiron, indeterminado e indefinido No-materia, No-energía Alucinación inexistente No está el fantasma invento religioso Está lo imaginario aterido a los cuerpos Incrustado en la fluyente materia Como energía artista dibujando perfiles Pintando de colores las formas
Alfarera amasando contenidos Dando forma y expresiรณn al acontecimiento
Canto a la composiciรณn musical
¿Cómo puede interpretarse una sinfonía en pleno bombardeo? Tocar el piano con dedos sublimes acariciando los efluvios de la vida Mientras máquinas atroces sin memoria sensible Arrojan bombas sobre la ciudad poblada de miedos ¿Cómo puede el amor vencer a las máquinas de guerra?
La vida está más acá y más allá de la muerte La muerte es apenas un momento del devenir vida Los bombardeos no podían detener el flujo vigoroso De los innumerables procesos vitales Atravesando los tejidos espacio-temporales
Las máquinas de guerra destruyen ciudades Como aplastando cáscaras de nueces No pueden hacer otra cosa sino dejar desolación Por donde pasan jorobadas y nocturnas Como recita el poeta gitano
Esta es su victoria, la victoria de la muerte Nada más, ni nada menos Tan solo ocupar lo que se destruye Contando muertos por millares La cantidad de su triunfo lúgubre No son más que instrumentos apocalípticos En manos de entumecidos generales Que se consideran Cesar Cuando apenas son caricaturas descoloridas Del general romano convertido en emperador Acabando con la república etrusca
Los bombarderos no escucharon las notas del piano Mientras sus bombas caían implacables En la consolidada urbe vulnerable No escuchaban no por el estruendo de las explosiones Sino porque no tenían oídos para la música No tenían el cuerpo sensible para apreciar la vida Eran mohínos muertos vivientes Muertos que mataban para ser acompañados por sus víctimas Una vez cadáveres Acompañados por el recuerdo de sus destrucciones
Esa es su gloria triste Al ser marionetas de generales fosilizados De gobernantes grises apostando a la violencia Descomunal y deslumbrante Para cubrir sus vacíos miserables
No supieron nunca Que fueron vencidos por la música La sublime sinfonía elevándose desde las teclas del piano Fueron vencidos por las vibraciones melodiosas Devenidas de las ondas iniciales del multiverso
Lo que hicieron quedará como historia de la estupidez humana En cambio la sinfonía solitaria y soñadora Que habitaba la atmosfera violentada De la metrópoli empedernida Es la evidente expresión de la creativa vida
Que desprecia las guerras Dejándolas en su insipiente insinuación desaparecida
Los primeros toques ondulantes y sonoros Imitaban los golpes de campana Acompañados de arpegios vertiginosos El moderato se desenvuelve armonioso Develando recuerdos tiernos Y nostalgias alejadas en distancias ilusorias del tiempo
El adagio sostenuto contrasta con sosiego apacible Meditando sobre los arpegios Y golpes de campana Repicando en la oquedad asolada Ignorando el sonido estridente de las bombas Concentrado en el acontecimiento musical del multiverso
El Allegro scherzando resuelve el contraste Entre los arpegios rápidos e intempestivos Y la melancolía suave dilatándose en sensaciones Candorosamente apaciguadas Con el encanto romántico del lirismo musical
Es cuando el acto heroico de las cuerdas del piano Y del artista rebelde Vencen a la estridencia del bombardeo Y las pretensiones delirantes de las máquinas de guerra Pues se conectan con la memoria actualizada De las primeras notas de las cuerdas
Creadoras del multiverso apasionado