El pensamiento complejo ante la complejidad integral, sinónimo de realidad, que incursiona ha heredado el lenguaje, que es el lenguaje hablado y escrito; sobre todo, el lenguaje desenvuelto en la modernidad. Este lenguaje está cargado por las estructuras lingüísticas conformadas en milenios, por conceptualizaciones cinceladas en la filosofía moderna, modificadas operativamente por las ciencias, usadas y abusadas por las retoricas políticas e “ideológicas”. Se trata de conceptos, teorías, paradigmas, adecuados a los esquematismos dualistas del pensamiento de la episteme modera; no son adecuados para expresar el pensamiento complejo y su perspectiva de la complejidad. Otro lenguaje no se inventa de la noche a la mañana. El pensamiento complejo está condicionado en las exposiciones y en la formación expresiva; tiene que usar el lenguaje heredado. Sin embargo, lo puede hacer, recurrir al lenguaje, transformándolo, comenzando usándolo como ámbitos metafóricos.