Gramática corporal es un poemario dedicado al cuerpo, a la potencia del cuerpo. En este sentido, ante la captura institucional del cuerpo, inscribiendo en la piel la historia política y en el espesor del cuerpo la constitución del sujeto, el cuerpo es estereotipado, convertido en desnudo ofertado. Se trata de un desnudo cubierto, por así decirlo; cubierto por las luces de la publicidad, por el brillo otorgado por los medios y los espectáculos. El cuerpo ya no es cuerpo, en sentido vital, en sentido propio, es decir, vida, sino mercancía. El poemario dibuja y pinta metafóricamente esta condición enajenada del cuerpo. Gramática corporal convoca a la potencia del cuerpo, convoca su emancipación; liberar al cuerpo de la jaula de montajes y espectáculos mediáticos, buscando desborde la vida, la potencia creativa de la vida. El cuerpo sea cuerpo, es decir, potencia sensible.