La onda política

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La onda política Raúl Prada Alcoreza

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Índice: Prólogo

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Fenomenologías políticas El descarnado poder El poder clientelar El desmoronamiento Malversación gubernamental Improvisaciones gubernamentales El saqueo de México Las concepciones triviales del mundo

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Vibraciones y singularidades Onda política La máquina de poder en su singularidad

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Tesis ondulatorias Campos ondulatorios del tejido espacio-temporal-social La metáfora Apuntes para una interpretación compleja de la metáfora Onda y metáfora

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Prólogo El ensayo Onda política corresponde a un nuevo desplazamiento en los recorridos iniciales por los horizontes de los tejidos del pensamiento complejo. Esta vez se intenta no solo pensar la simultaneidad dinámica de la complejidad integrada del tejido del espacio-tiempo, en sus distintas escalas, sobre todo, enfocándose en los tejidos espaciotemporales-territoriales-sociales, sino apreciar el acontecimiento existencial, que contiene el acontecimiento de la vida, enfocado en el acontecimiento político, desde las perspectivas fluidas de los movimientos y el devenir, que implican las ondas y sus vibraciones.

Loa primeros capítulos están dedicados al análisis de fenómenos políticos y del poder, dados en la geografía política boliviana y en la geografía política mexicana, incluyendo la geografía política de los Estados Unidos de Norteamérica. Vale decir, El poder clientelar, El 4


desmoronamiento, Malversación gubernamental, Improvisaciones gubernamentales, El saqueo de México y Las concepciones triviales del mundo, conforman esta parte del análisis crítico, basado en descripciones y perfiles políticos y formas de las estructuras de poder contemporáneas. La segunda parte, corresponde a dos desplazamientos teóricos; uno, pensar el acontecimiento político desde la perspectiva de las ondas vibrantes; dos, pensar la complejidad integrada del acontecimiento político en su singularidad. Estos son los capítulos Onda política y La máquina de poder en su singularidad. La tercera parte, corresponde a las consecuencias teóricas de los anteriores desplazamientos; se busca sugerir hipótesis teóricas que vayan armando interpretaciones integrales. Los capítulos Campos ondulatorios del tejido espacio-temporalsocial y La metáfora, Apuntes para una interpretación compleja de la metáfora, son los primeros armados teóricos del análisis ondulatorio, así como, en el segundo caso, aunque no sea 5


el primer análisis de este tipo, es armado del análisis metafórico de lo político. En cambio el último capítulo Onda y metáfora, es como la búsqueda del funcionamiento conjunto y paradójico de la onda y la metáfora, de la onda política y la metáfora, como referente y memoria sensible, como acontecimiento político y acontecimiento hermenéutico figurativo.

Desde Episteme compleja, los ensayos sucesivos son recorridos en los tejidos del pensamiento complejo. Si se quiere, se pueden considerar andamios, en lo que respecta a nuestro aporte a la construcción colectiva del pensamiento complejo.

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FenomenologĂ­as polĂ­ticas

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El descarnado poder

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Habría que observar con detenimiento el disfuncionamiento de las máquinas de poder o, si se quiere el funcionamiento descoyuntado de los aparatos de poder. Ya lo dijeron antes, la máquina del Estado funciona chirriando. Este almatroste funciona desvencijándose. Esta impresión se hace más evidente en la etapa reciente del ciclo del capitalismo vigente, la de la tardía modernidad, la de la decadencia del sistema-mundo capitalista. Se hace patente en distintas formas manifiestas, sobre todo, en distintos síntomas inquietantes. Mencionaremos algunos, a modo de ilustración. Los gobiernos no gobiernan, simulan que gobiernan, mientras dejan que las estructuras efectivas de poder conduzcan los rumbos de la política y de la economía. Los discursos no dicen la verdad, tan solo la pretenden; dicen que dicen la verdad, cuando lo que les interesa es convencer que lo que ocurre es lo que dicen. Los referentes del esquematismo dualista político de “izquierda” y “derecha”, no son referentes orientadores ni valederos, pues “izquierda” es una pose, “derecha” otra pose, para llegar al poder y 11


conservarlo. Las leyes, la Constitución, no norman, sino que sirven como instrumentos jurídicos de legitimación de actos inconstitucionales e ilegales. La revolución se ha convertido en un mito; ha dejado de ser un acontecimiento político y subversión social. La justicia es el fin que justifica los medios, medios usados más injustos. La libertad es otro fin que justifica las prácticas habituales políticas, que conculcan, de hecho, la libertad, al reducirla a la libertad de mercado, a la libre empresa y a la competencia. Los derechos no son algo que garantizar y cumplir, sino algo que se reclama al gobierno para restregarle la cara; por parte del gobierno, los derechos son parte de la retórica política, para nombrarlos como parte de sus convicciones. Se puede ver que la lista es mucho más larga. Pero, no se trata de ser exhaustivos para mostrar los alcances de la decadencia. De lo que se trata es entender por qué ocurre esto, por qué se dan estos contrastes, por qué funciona la política de esta manera. Vamos a tratar de sugerir hipótesis interpretativas, buscando una configuración adecuada de 12


esta diseminación, esta anti-política, esta anti-producción, de esta decadencia1.

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Ver Diseminaciones. También El mundo como espectáculo. Así como Antiproducción. De la misma manera, revisar La decadencia http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/diseminaciones1/ https://pradaraul.wordpress.com/2015/10/06/el-mundocomo-espectaculo/. https://pradaraul.wordpress.com/2015/08/01/antiproducc ion/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/03/25/ladecadencia-2/.

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Funcionamiento descoyuntado de la política 1. No se trata de gobernar, en el sentido del griego antiguo, el cuidado de la ciudad, que puede también interpretarse como el cuidado de la sociedad, sino dejar hacer y dejar pasar. Esta vez, no solamente respecto a la economía, sino respecto también a la política. Se supone que las estructuras de poder ya están consolidadas; no se trata de transformarlas, ni mucho menos, demolerlas, sino de presentarlas; en un caso, como el fin de la historia; en otro caso, como si hubieran cambiado, al servicio de la justicia. En ambos casos, no se gobierna, sino se simula que se lo hace, mientras se sirve a los verdaderos amos del poder, por así decirlo, las trasnacionales, el sistema financiero internacional, los carteles y los servicios de inteligencia. 2. No se trata de la verdad, ni como correspondencia con la realidad, ni como esencia de los hechos, sucesos, eventos, sino de la verdad del poder, la verdad producida por el poder, la verdad que dice quién manda. 14


3. En el sistema-mundo moderno no hay referentes, en el sentido estricto de la palabra. El sistema-mundo moderno, en su etapa decadente, modifica los referentes cuando requiere hacerlo. El sistema-mundo político usa los referentes no para diferenciar posiciones políticas efectivamente encontradas, sino para distribuir las retoricas políticas, de acuerdo a las competencias por el poder. 4. El sistema-mundo jurídico, conteniendo a los sistemas jurídicos nacionales, no está para que las leyes y normas se cumplan, sino para que sirvan como codificadores, que puedan decodificarse según los intereses concretos del poder. 5. El término de revolución no señala un acontecimiento dramático de transformación, efectuado por las masas, sino es un mito, que sirve para ungir a los “revolucionarios” del halo sagrado de la mitología de la revolución. 6. La justicia ha dejado de ser una demanda de los condenados de la tierra, para convertirse en una identidad política; en política habría quienes luchan o persiguen la justicia. Ellos merecen 15


llegar al poder para curar heridas, corregir errores, solucionar entuertos. 7. La libertad ha dejado de ser una condición de posibilidad ética de la política, para convertirse en el ejercicio práctico de empresas monopólicas, extractivistas, financieras y especuladoras. La libertad es la libertad de disponer del dinero y hacer más dinero. 8. El sistema-mundo moderno es un mundo sin derechos, puesto que ya no se tiene derechos; no se cumplen ni garantizan estos derechos. Es un mundo donde se impone la astucia, la fuerza, la economía política del chantaje.

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Una configuración singular decadencia política

de

la

¿Qué “lógica”, qué sentido tiene todo esto? En el sistema-mundo moderno, en su etapa decadente, las ideologías y los ideales, por así decirlo, no están para que se cumplan, pues se han vuelto hojas secas, libros guardados o rememorados en la retórica política. Están para dar sentido, por lo menos discursivo, a lo que no tiene sentido. No tiene sentido decir que si en otros países hay menos árboles que en Bolivia, esos países no deberían seguir talando, sino conservar los bosques; en cambio, Bolivia puede hacerlo, desboscar, para su “desarrollo”. Esta demostración por el absurdo, para defender una represa depredadora y extractivista, es una muestra elocuente de esta política decadente del mundo moderno. Decir que se puede hacer un nuevo referendo por lo mismo, por lo que se ha perdido en un anterior referendo, pues había desinformación y distorsiones, es la expresión elocuente del cinismo político llevado al extremo. Sin embargo, se lo 17


presenta, en los medios de comunicación oficiales, como una corrección de una anomalía anterior, cuando la anomalía visible es este forcejeo grotesco del gobierno, del oficialismo y su masa elocuente de llunk’us. Buscar cambiar la Constitución para lograr una nueva reiterada reelección a la presidencia, es el mayor desprecio a la Constitución, que se dice servir, banalizándola al extremo. Las transformaciones estructurales e institucionales, que establece la Constitución no interesan; se puede decir que han sido cumplidas, la retórica dice de todo, el papel aguanta todo. Lo que interesa es el juego del poder, mantenerse en el círculo vicioso del poder. Encubrir las propias fechorías indilgando a otros que lo habrían hecho, es la muestra más degradante de inmoralidad y la evaporación de la ética. Pero, se lo hace, pues no se trata, de ninguna manera, de confesar, ni mucho menos, sino de manchar a los otros con el propio barro.

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Hablar a nombre del pueblo, más aun, a nombre de las movilizaciones sociales, cuando este pueblo ha sido anulado de la participación democrática, cuando las movilizaciones sociales anti-sistémicas han desaparecido, es usurparle al pueblo, de la manera más deshonesta, su potestad, su voluntad, su libertar, también sus expectativas y esperanzas. Pero, se lo hace, pues lo que importa no es el pueblo real, de carne y hueso, sino el nombre de pueblo, que justifica todos los atropellos del gobierno. En conclusión, la política, en la etapa de la decadencia, es el teatro de la crueldad, el montaje insólito de escenarios de espectáculos, donde no importa el sentido inmanente de los acontecimientos, sino el sinsentido del desborde del poder, del descomunal despliegue de violencia, la justificación cínica de las super-ganancias y las ganancias ilícitas.

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El poder clientelar

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El poder no es sólo relación de fuerzas, como Michel Foucault expuso, sino dominación; es decir, separación de la fuerza de lo que puede. La fuerza, separada de su potencia, es, sencillamente, una energía capturada por las mallas institucionales, puesta al servicio del poder, de la dominación. Paradójicamente, una fuerza, capturada por las mallas institucionales, es una fuerza que no puede, que no tiene potencia, una fuerza anulada. Es sobre este desperdicio que se afinca el poder.

Entonces, ¿por qué se llama poder a lo que no tiene potencia? Esta inversión del sentido en la palabra usurpadora, dice mucho acerca del poder. El poder no tiene potencia, es impotente. Sin embargo, se presenta como todo poderoso. Llamemos a esto el encubrimiento de la impotencia. El poder es una máscara que oculta el rostro de la impotencia, de la debilidad, incluso del miedo.

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Sin embargo, he ahí la paradoja, el poder, que es impotencia, de todas maneras domina. ¿Por qué? Una respuesta, que parece coherente con esta situación, en los planos de intensidad de la fuerzas, es que la dominación transcurre en el imaginario. Se toma como realidad la máscara, la presentación, el encubrimiento de la impotencia; entonces, al hacerlo, se asume, la derrota. No se resiste, no se lucha, se entrega la voluntad a la máscara.

Sin embargo, la respuesta no termina de responder, de completar la interpretación de la problemática. ¿Por qué se acepta la teatralidad del poder, en vez de avizorar claramente lo que es, en realidad? En otras palabras, ¿por qué no se confía en las propias fuerzas? ¿Por qué se las entrega al supuesto vencedor? ¿No se conoce la potencia? La segunda respuesta adecuada parece ser esta: no se conoce la propia potencia.

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El vínculo con el cuerpo también parece ser imaginario; es decir, se acepta las interpretaciones institucionalizadas por las mallas institucionales; concretamente, por el Estado. No es un vínculo vital; este vínculo se habría hundido en el olvido de una memoria descalificada por la versión narrada por el poder. Las fuerzas, que no pueden ser sino corporales, se las asume en su forma de representación; representación que aparece en la narrativa del poder; donde las fuerzas son conmensuradas cuantitativamente, no en su cualidad. Entonces, al aceptar esta versión nihilista de los contextos, campos, planos de intensidad, espesores, donde se mueven las fuerzas, se termina retrocediendo ante la espectacularidad de las maquinas del poder, sin atinar a desencadenar la potencia efectiva de las fuerzas; lo que pueden.

La tercera respuesta es contundente. Se renuncia a la potencia de las fuerzas; se renuncia a luchar; se entrega las armas y los cuerpos al supuesto vencedor. Esta 24


rendición es la muestra clara del despliegue, el desenvolvimiento y la dominación del nihilismo.

En estas condiciones, diremos, todavía, histórico-políticas, se da lugar lo que se viene en llamar las genealogías del poder. El poder, como expropiación de parte de la potencia de las fuerzas, como captura de las fuerzas que se rinden, erige sus mallas institucionales, las estructuras y diagramas de poder, que se inscriben en la piel, como historia política; mallas institucionales que se sumergen en los espesores del cuerpo, constituyendo subjetividades. Se edifica la dominación en sus formas singulares como aparecen en la historia, por así decirlo.

Es cuando emergen las formas polimorfas del poder, las distintas narrativas de las dominaciones; las distintas relaciones, tecnologías, codificaciones y hermenéuticas del poder, respecto al cuerpo, como acontecimiento vital. Se edifican, también, las estructuras, los 25


bloques y los sistemas institucionales de dominación. Se edifican las estructuras e institucionalidades patriarcales; se edifican las instituciones que garantizan el cumplimiento de los roles, acompañadas por constitución de sujetos; por ejemplo, los relativos al género, que diferencia hombre de mujer. Se edifica el Estado, en su forma simbólica, como divinidad en la Tierra, encriptada en el cuerpo del déspota. Se edifica el imperio, como extensión semántica, que representa una imposible extensión somática, la del cuerpo del déspota, en territorios y pueblos conquistados. Se inscribe, como código inicial del poder, las deudas infinitas, impagables, de los pueblos, respecto al Estado, al Imperio; institucionalizadas como los tributos adeudados al déspota, poseedor de todos los territorios.

Cuando los imperios entran en crisis, acompañados por la crisis de las narrativas imperiales y del Estado antiguo, ante la emergencia de los flujos decodificadores, de los flujos 26


diseminadores de los mitos; flujos axiomáticos, relativos a la suspensión de valores, de instituciones, de narrativas y relatos del poder antiguo. Cuando se quiebran las máscaras del poder antiguo y se descubre la momia indefensa del déspota, de su burocracia, de su Estado e imperio, irrumpe el desborde de los movimientos corporales de los pueblos.

Ante esta subversión de la praxis, que destruye los disfraces del poder y su teatro espectacular, de la pretendida epopeya; ante el desmoramiento de las mallas institucionales del Estado antiguo y de los imperios; ante la explosión corporal de los pueblos, condición de posibilidad histórica-política-cultural de la democracia, en sentido pleno, del autogobierno; los fragmentos del antiguo Estado, de los antiguos imperios, encarnados en las castas y clases sociales destronadas, reaccionan. Rearman el Estado, en su versión moderna, la del Estado-nación. Recodifican las relaciones sociales, cristalizando nuevos valores, nuevos imaginarios, donde las jerarquías 27


reaparecen; empero, ahora, en una versión laica. Los representantes del pueblo sustituyen a las cortes y a la nobleza.

La deuda infinita reaparece; modernamente, en la versión financiera. Es decir, el código inaugural del poder, se restaura, en la versión del crédito, del préstamo, del interés y la amortización, que convierte a los pueblos en deudores eternos.

En estos nuevos contextos, los de la modernidad, se edifican nuevas estructuras y mallas institucionales del poder, nuevas formas de dominación, sin hacer desaparecer a las antiguas formas de dominación; sino, más bien, combinando con ellas las nuevas formas, las nuevas lógicas, las nuevas relaciones, y las nuevas codificaciones. Uno de esos ámbitos sintomáticos y asombrosos es lo que llamamos las relaciones clientelares del poder.

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Las relaciones clientelares de poder son relaciones basadas en el chantaje. Se trata de relaciones de complicidad, basadas no solo en el encubrimiento mutuo, sino también en un chantaje emocional. La narrativa reteje, por así decirlo, la ilusión mesiánica de la promesa. Se convierte al caudillo en el mesías moderno, configurado en su perfil político. Las masas seducidas siguen al nuevo mesías, que promete reivindicarlas.

Hay que hablar de varias modalidades o tipos de las relaciones clientelares. Se dan en variadas escalas. Las políticas y estatales tienen que ver con dos figuras elocuentes; una, el modo paternalista del funcionamiento de estas relaciones clientelares; dos, el cuoteo o reparto de privilegios concedidos a la lealtad; también a la composición clientelar del movimiento populista. En ensayos anteriores, hablamos de la primera modalidad de las estructuras de las

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relaciones clientelares2; ahora, queremos enfocarnos en la segunda modalidad, las formas de cuoteo clientelar del poder.

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Ver GramatologĂ­a del acontecimiento. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/gramatologia-delacontecimiento-/.

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El poder del cuoteo

Para comenzar, pondremos en mesa una primera definición, el cuoteo tiene que ver con el reparto; en este caso, el reparto del poder, entre los asociados o coaligados. Aquí comienza el problema; el reparto del poder no es lo mismo que otros repartos; por ejemplo, de la herencia. También podríamos hablar del reparto de la tierra. Incluso, yendo más lejos, a cuestiones más complicadas, no es lo mismo que el reparto de tareas, por ejemplo, en la familia. El reparto del poder corresponde como al reparto de privilegios, respecto a la administración del poder. El problema radica en que, en este caso, en el reparto del poder, no hay referentes, ni ponderadores, sólidos, en lo que respecta a lo que se reparte y a su distribución. Lo que queda claro, en los casos de la herencia, la tierra y las tareas.

El reparto de la administración del poder no podría corresponder a la estructura de los asociados, coaligados, aliados, 31


miembros; pues la administración del poder responde a una división de funciones, que corresponde al ejercicio de dominaciones estatales. Al engranaje de las máquinas de poder, que ocasionan la síntesis política; síntesis de las dominaciones, que se resume, modernamente, en la legitimación. Esta síntesis solo se puede lograr cuando los aparatos de poder se engranan, en función de una administración coordinada. Además, una administración que logre mínimamente ciertos resultados administrativos y de las políticas postuladas. Cuando esto no ocurre, cuando no se dan estos resultados mínimos, técnicos y administrativos, quiere decir que no hay coordinación, tampoco engranan los aparatos, menos, la burocracia cumple su papel. Contra lo esperado, el Estado no funciona, ocasionando la crisis de las dominaciones y de la legitimación.

Esta situación extrema parece darse cuando se hace depender el manejo de lo público de formas de cuoteo gremiales, 32


corporativas y sindicales. La eficacia de una Federación sindical, más aún, nacionalmente, de una Confederación sindical, en cuanto organización social, en cuanto las demandas y resistencias, incluso, en lo que respecta a las luchas políticas desatadas, se esfuma completamente cuando se quiere aplicar esta distribución en la administración del Estado.

Esta confusión es uno de los socavamientos de la convocatoria política del gobierno del MAS. Hay dos confusiones garrafales en esta conducta política del cuoteo; una, no entender que el mapa estatal no es el mapa sindical; no comprender que el autogobierno, el ejercicio directo de la democracia, el autogobierno, no puede darse, de ninguna manera, por otorgar a la Federación sindical provincial un espacio administrativo público. Esto, dicho en palabras simples, es corrupción.

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Ciertamente, no es éste, el sindical, la única forma de cuoteo; hay otros asociados, que participan en otras modalidades de cuoteo. Llamemos a otra modalidad, cuoteo institucional; nos referimos a la participación de las Fuerzas Armadas en el gobierno y en espacios del Estado. Esta forma de participación del ejército y la armada en el gobierno, se dio en las dictaduras militares. ¿Por qué se vuelve a dar en un “gobierno progresista”? ¿Necesidad de incorporar a las Fuerzas Armadas en el “proceso de cambio”? ¿Reconocimiento de una debilidad estructural en la defensa del “proceso de cambio”? Empero, cuando se desplazan las funciones de las Fuerzas Armadas, que son principalmente de defensa militar, a tareas administrativas políticas, se evidencian las profundas falencias del ejército y las fuerzas armadas. Un ejército, que se ocupa, aunque sea, en parte, de la administración pública o de la representación diplomática, evidencia que no toma en serio sus tareas militares. Peor aún, tampoco cumple eficientemente en las tareas 34


administrativas públicas representación diplomática.

y

de

Hay también otros tipos de cuoteo, plasmados en la forma de gubernamentalidad clientelar, como, por ejemplo, el cuoteo de tendencias manifiestas, no tanto en el partido, pues éste, prácticamente, no existe, sino en la estructura palaciega del poder. También, en este caso, la distribución de cuoteo no responde a las necesidades administrativas públicas.

Mencionaremos una más, entre otras muchas, que se dan, efectivamente. El cuoteo regional o, si se quiere, departamental. Es cuando, recién aparece, cierta influencia del “partido” del MAS. El peso de las regiones es importante, sobre todo, en la convocatoria electoral; cuando se trata de un partido de cobertura nacional. Este cuoteo regional, tampoco se adecúa a las necesidades de la administración del Estado; aunque, en este caso, es 35


importante considerar la adecuación de las políticas a los contextos regionales.

Sin considerar otros tipos de cuoteo político en lo que denominamos poder clientelar, lo que queremos es mostrar la inadecuación des-estructurante en lo que respecta a las modalidades de cuoteo político, como procedimientos de enganchar a sectores, sindicatos, gremios, corporaciones, instituciones tutelares y regiones, en la concomitancia del circulo vicioso del poder.

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El desmoronamiento

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Las caídas suelen ser equivalentes a la altura desde donde se cae; también pueden ser estruendosas, si la edificación que se derrumba es monumental. Pero, sorprendentemente, también ocurre algo bien diferente; cuando se espera un estruendo apenas se escucha el sonido de la caída de un letrero, el que identificaba el edificio con sus anteriores ocupantes. El desmoronamiento puede venir por implosión, no por explosión. El Estado de los soviets se derrumbó de repente, después de siete décadas, ante la crisis de la perestroika. ¿Cómo la primera revolución proletaria triunfante (1917), que erige un Estado Socialista, cae sin emitir casi ruido, salvo el estruendo de los medios de comunicación? Simplemente se desmoronó como una arquitectura de poder, agotada de sostenerse sobre columnas inconsistentes, que no soportaron el peso de la maquinaria burocrática; a pesar que las mismas columnas se afincaban en cimientos profundos y consistentes, los de la misma sociedad subversiva. En Bolivia la revolución nacional (1952), pero también

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obrera y campesina, aunque inconclusa3, se desvencijó doce años después, ante un golpe militar. Sergio Almaraz Paz llamó a este evento triste, “revolución 4 arrodillada” .

Se puede situar como epicentro a la movilización prolongada, 2000-2005; acontecimiento de la movilización múltiple, compuesta por movilizaciones en distintas escalas. Intermitentes, algunas continuas; movilizaciones en todo el tejido social, movilizaciones entrelazadas, imbricándose y fortaleciéndose por la irradiación de otras movilizaciones dadas; aunque se puede hablar de ejes articuladores de la movilización. Estos ejes son: el substrato anticolonial indígena; el substrato nacional-popular, el horizonte autogestionario, el presente agitado de la movilización anti-neoliberal. También se 3

Ver de Liborio Justo: La revolución derrotada. http://www.youblisher.com/p/470180-JUSTO-LiborioBolivia-la-Revolucion-Derrotada/. 4 Ver de Serio Almaraz Paz: El poder y la caída. Amigos del libro. La Paz. También del mismo autor Obras. Plural Editores; La Paz.

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puede hablar de convergencias acumulativas y de explosiones sintetizadoras, como la guerra del agua, el bloqueo indígena-campesino, la guerra del gas, la toma de Sucre por los movimientos sociales anti-sistémicos. Todo esto nos muestra la complexión de la movilización prolongada5. Después de esta subversión de la praxis de la sociedad alterativa, se edifica, sobre estos cimientos, un gobierno de convocatoria popular; el mismo que nacionaliza los hidrocarburos y convoca a la Asamblea Constituyente. Para pasar, después de la promulgación de la Constitución, a la construcción del Estado Plurinacional, cuyas columnas, en vez de ser otras columnas, diferentes al Estadonación, son las mismas columnas que este Estado. De entrada, se opta por un

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Ver Horizontes de la descolonización; también Acontecimiento político. https://pradaraul.wordpress.com/horizontes-de-ladescolonizacion/. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/acontecimentopolitico-i/. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/acontecimentopolitico-i/428-2acontecimento-politico-ii/.

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camino corto, el de la refacción del antiguo edificio del viejo Estado-nación. Con lo que el Estado plurinacional no solamente queda inconcluso, sino que queda sin construir6.

A una década de gestiones de “gobierno progresista”, el proyecto populista del MAS se desmorona. ¿La caída será una explosión estruendosa o, más bien, una implosión casi silenciosa? Las recientes reacciones del “gobierno progresista” y de sus aparatos de Estado, además del “partido”, como que anuncian que el Estado clientelar va a resistir a su caída, buscando, desesperadamente, evitar su desmoronamiento. A pesar de haber perdido el referéndum sobre la posibilidad de revisar la Constitución y lograr una nueva postulación a la reelección del presidente, inmediatamente después de la derrota, han pregonado buscar la reelección. Los argumentos son estrambóticos, aludiendo a una supuesta 6

Ver Una interpretación de la década. https://pradaraul.wordpress.com/2016/01/24/unainterpretacion-de-la-decada/.

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campaña de la “derecha”, desatando rumores sobre la relación del presidente con la responsable de la CAMCE; empresa china encargada de proyectos concedidos sin cumplir con las normas de contratación de bienes y servicios. Los argumentos son estrambóticos, pues la cuestión no es la relación del presidente con la representante aludida, sino la corrupción insoslayable al otorgar concesiones, contrataciones, proyectos, de manera ilegal, a la empresa cuestionada; además de contar con que la empresa no ha cumplido en ninguno de sus contratos7.

Esto no solamente es irse por las ramas, sino no tomar en cuenta el delito grave contra el Estado. Reducir la corrosión institucional y la extensión abrazadora de la economía política del chantaje a una cuestión de “telenovela” sensacionalista, acompañada por el tema de la reelección, como si la problemática política pudiera 7

Ver Prácticas y cartografías de la impostura. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/critica-de-laideologia/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/.

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quedar restringida a la competencia electoral, es mostrar claramente los menguados alcances políticos de los involucrados. Además de los entornos, no solamente palaciegos, sino del partido y de los llamados “movimientos sociales”, afines al gobierno, que de movimientos tienen muy poco, en un periodo de estancamiento y de inmovilidad; a no ser que se tomen como tales los montajes multitudinarios de apoyo oficial al gobierno. Mucho menos se trata de movimientos sociales anti-sistémicos, como lo fueron los de la movilización prolongada 8.

La cuestión de fondo es la crisis múltiple del Estado-nación. En este contexto, la problemática de la crisis corresponde a la crisis de la forma de gubernamentalidad clientelar, que, en la singularidad de los “gobiernos progresistas” de fines del siglo XX y principios del siglo XXI, se manifiesta en la corrosión institucional, 8

Ver Arenas deleznables, suelos inconsistentes. https://pradaraul.wordpress.com/2016/01/01/arenasdeleznables-suelos-inconsistentes/.

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en la exaltación de las simulaciones y montajes, en los límites del teatro político. Estamos ante márgenes de maniobra, cada vez más estrechos, del círculo vicioso del poder. Las distintas versiones ideológico-políticas, incluso las que se consideran antagónicas, cada vez se parecen más. En este estrechamiento, el circulo vicioso de poder, en vez de manifestar formas aparentes variadas, en concurrencia y hasta enfrentadas, termina mostrando comportamientos parecidos, conductas equivalentes, usos del poder repetitivos, sean de “izquierda” o de “derecha” los gobiernos9.

El “gobierno progresista” de Bolivia, en su tercera gestión, ya devela los síntomas del desmoronamiento. Por lo menos, dos derrotas electorales; la relativa a la elección de los magistrados, cuando ganó el no; la relativa al referéndum sobre la reelección. Por lo menos, dos derrotas 9

Ver Crítica de la ideología. https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-laideologia-i/. https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-laideologia-ii/.

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políticas contundentes; la del “gasolinazo”, cuando el gobierno se vio obligado a retroceder y levantar su medida de suspensión de la subvención a los carburantes; la del Conflicto del TIPNIS, sobre todo, en lo que corresponde a la VIII marcha indígena. Añadamos a estos síntomas del desmoronamiento, la ineptitud de la burocracia estatal, en lo que respecta a la administración pública, al manejo técnico de las empresas estatales. Todo esto en contextos cada vez más morbosos y perversos de la corrosión institucional y de la extensión de los circuitos y redes de corrupción10.

La durabilidad y la permanencia de una forma de gubernamentalidad, depende de cierto equilibrio, por así decirlo, de sus componentes y de sus condiciones de posibilidad. Por ejemplo, mantención de ciertos niveles de convocatoria y de legitimidad, a pesar que éstas hayan 10

Ver Laberinto generalizado. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/laberintogeneralizado/.

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disminuido. Mínimos manejos técnicos de las empresas estatales; mínimos niveles de eficacia burocrática, además de lograr controlar, hasta determinados niveles, las prácticas acompañantes de la corrosión institucional y de la corrupción. Estas condiciones del equilibrio, en el funcionamiento y estructura de la gubernamentalidad clientelar, no se cumplen en la tercera gestión del “gobierno progresista”; comenzó la regresión desde la segunda gestión de gobierno (2010), cuando se dan pasos atrás como la desnacionalización de los hidrocarburos con la firma de los Contratos de Operaciones. El “gobierno progresista” sigue el curso de la curva, ascendente y descendente, de gobierno, de periodo de forma de gubernamentalidad, de estilo y perfil de la estructura de poder. Después de un punto de inflexión, al llegar la curva, en su fase ascendente, a una cumbre, comienza la fase del descenso. Las pendientes del descenso dependen, por así decirlo, de coordenadas, que definen el ejercicio de poder, la efectuación política, las prácticas desplegadas por el 47


gobierno, el partido de turno, los aparatos de Estado en funcionamiento. Estas acciones estatales y gubernamentales se dan en los contextos definidos por las mallas institucionales y la sociedad institucionalizada; también en incidencia relativa en los planos y espesores de intensidad de la sociedad alterativa. El momento o la coyuntura más calamitosa de la regresión y la decadencia, se da cuando las coordenadas definen una pendiente que se aproxima a la vertical, como una caída directa. Esto ocurre cuando no solamente no se cumplen las mínimas condiciones del equilibrio de la estructura de gubernamentalidad, sino cuando la institucionalidad misma queda en completo suspenso; se descoyunta, no funciona o se la inutiliza por procedimientos no-institucionales. Cuando la Constitución y la estructura legal no se cumplen por nada, ni siquiera parcialmente, para guardar las apariencias. Cuando se opta por imposición descarnada del poder, por el ejercicio de la violencia monopólica del Estado, aunque ésta sea simbólica, 48


incluso burocrática y proliferante en montajes escénicos políticos 11 clientelares .

El optar por el forcejeo político, el atropello constante, en vez de negociar, buscar acuerdos, incluso parciales; en vez de optar por abrir espacios de deliberación, preferir, mas bien, la descalificación, de entrada, de la llamada “oposición”, así como de dirigentes y organizaciones sociales - que resisten, demandan e interpelan a un gobierno, sus gestiones, sus órganos de poder, que vulneran la Constitución -, aísla, a la corta, a la mediana o a la larga, al mismo gobierno y su estructura de gubernamentalidad. A pesar de la convocatoria oficiosa, oficial e inducida, a los “movimientos sociales”; a pesar de un Congreso de partido, aparatoso, improvisado y vertical; el “gobierno progresista”, su forma de gubernamentalidad clientelar, su Estado 11

Ver Círculo vicioso del poder. https://pradaraul.wordpress.com/2016/11/07/circulovicioso-del-poder/.

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rentista y economía extractivista, están más aislados que nunca, más desorientados que antes, más desesperados que en crisis coyunturales anteriores. La prepotencia desmesurada, que se hace más ostentosa, a pesar que pretende mostrar fortaleza, devela profundas debilidades, que ya han carcomido la arquitectura de poder. Sobre todo, se expresa, aunque de manera encubierta, con máscaras de cinismo, el miedo de las autoridades, de los gobernantes, de los representantes y dirigencias oficialistas.

Legalmente no se puede hacer otro referéndum sobre el mismo tema, incumpliendo con el mandato del referéndum que rechazó, por mayoría, la reelección. Las delirantes propuestas del MAS para abrir la Constitución por un tema particular, como el de un nuevo referéndum, con el objeto de lograr una nueva reelección, habiendo incumplido con tópicos y temáticas estructurales de las transformaciones institucionales, no son más que chabacanadas o 50


especulaciones seudo-leguleyas, buscando justificar lo que no se puede; dada la estructura normativa y legal de la Constitución y del Estado. No parece posible poder lograr este propósito, incluso, en el caso que se lo intente por la fuerza. En el caso hipotético que se lo hiciera, lo único que se haría es cavar la tumba más a fondo.

La crisis de la gubernamentalidad clientelar, en el contexto y la periodización de los “gobiernos progresistas”, teniendo como substrato estructural, histórico-político, a la crisis múltiple del Estado-nación, la crisis política no encuentra su solución tampoco en el cumplimiento de la Constitución, en lo que respecta a la reelección, yendo a las elecciones del 2019 sin la candidatura de Evo Morales Ayma. Gane quien gane se seguirá en el círculo vicioso del poder; otorgándole su propio perfil, cualquiera sea éste. De lo que se trata es de salir del círculo vicioso del poder. Ciertamente, esto no ocurre de la noche a la mañana, no ocurre como acto de consciencia, ni 51


sucede como racionalidad instrumental, ni reforma institucional. Teóricamente, la salida del círculo vicioso del poder, por ende, de la crisis múltiple del Estadonación, solo puede darse mediante la liberación de la potencia social; lo que implica también la salida de la ideología generalizada, del fetichismo generalizado, de la economía política generalizada. Este acontecimiento histórico-político-social-económicocultural de la democracia radical correspondería, hipotéticamente, a otro iluminismo. No solo a un iluminismo del iluminismo, que significa crítica de la crítica, sino al uso crítico de la razón. Ingreso a la madurez social, al autogobierno de los pueblos.

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Malversaciรณn gubernamental

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Usar fondos de un lado del presupuesto o de la contabilidad general a otro lado, cambiar el destino definido de un fondo para otro objetivo, es malversación. Por lo tanto, delito tipificado; se trata de un delito financiero. La malversación es el acto de apropiación indebidamente de valores o fondos, que han sido confiados institucionalmente. Es un tipo de fraude financiero. Puede referirse tanto a caudales privados o a erarios públicos, llamado detrimento patrimonial. El desfalco es una “ofensa estatutaria”, por lo que la definición de este delito varía de estatuto a estatuto, dependiendo. Sus compendios distintivos son: la conversión fraudulenta de la propiedad de otros por una persona jurídica, que tiene posesión lícita de ella. En otras palabras, es un acto delictivo contra el patrimonio, esto es, contra el derecho del propietario de controlar la disposición y el uso de su propiedad. El dispositivo de la conversión requiere una interferencia sustancial en los verdaderos derechos de propiedad del dueño o los dueños, el colectivo en cuestión.

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El “gobierno progresista” de Bolivia tiene una inclinación compulsiva al manejo discrecional del presupuesto, de los recursos y de los fondos; en este caso, de los fondos de pensiones. Ya antes, se atribuyó la potestad, por cierto inconstitucional, además de no institucional, ni legal, fuera de ilegitima, de comprar bonos con el dinero de los ahorros de los trabajadores y empleados. Se habla de por lo menos 500 millones de dólares. Nadie ha rendido cuenta de esos usos inconsultos y no programados. Por otra parte, estos movimientos dinerarios adquieren una tonalidad grave cuando ya se tiene la información que las reservas internacionales bajaron subrepticiamente de aproximadamente 18 mil millones de dólares a alrededor de 9 mil millones de dólares. ¿Qué ocurrió con la mitad de las reservas internacionales? ¿En qué fueron usadas? Nadie responde ante tamaño movimiento financiero, salvo nebulosas y fragmentadas declaraciones de altos personeros del manejo económico del Estado. Ahora resulta que se usa el dinero de las AFP’s para un Fondo Agropecuario, para cubrir las necesidades financiera de 57


los empresarios, grandes, medianos y pequeños, afectados por la sequía y por las inundaciones. ¿Con qué atribuciones lo hacen? Por cierto, no constitucionales, no institucionales, ni legales, ni legítimas. Simplemente es una decisión arbitraria de las autoridades.

Encubren esta malversación financiera de fondos los otros aparatos del Estado, el Congreso, de mayoría oficialista; el Órgano Judicial, cooptado íntegramente por el ejecutivo; la Contraloría, encargada de controlar el manejo de la cosa pública. El delito es compartido por todos; los que toman la decisión arbitraria, los que operan y ejecutan, los que avalan, los que se hacen de la vista gorda, además de los que gritan a voz en cuello su apoyo a semejante manejo discrecional de la cosa pública.

El ahorro de los trabajadores es sueldo o salario diferido, acumulado en años de trabajo; es dinero guardado para los años de la jubilación. Son propietarios de estos recursos trabajadores y empleados, tanto 58


colectivamente como individualmente. Es pues un abuso sin miramientos ese uso discrecional de los fondos de pensiones. Empero, nadie defiende los derechos de los trabajadores, empleados y jubilados, salvo ellos mismos. El gobierno tiene el descaro de decir que está usando estos fondos sin mayores explicaciones, como lo hizo el presidente cuando dijo que se había llegado a un acuerdo con empresarios y el sector agropecuario de Santa Cruz para destinar el 5% del fondo de pensiones a créditos con interés de 7% y 9%.

Estas acciones gubernamentales dolosas y por cierto delictivas, financieramente, no solo tienen el contexto abrumador del uso inconsulto de las reservas internacionales; propiedad del pueblo boliviano, no del Estado, no del gobierno de turno, no de los gobernantes, ni de los funcionarios que se ocupan de esas tareas. Sino un contexto aún más avasallador. No se ha rendido cuentas de los Contratos de Operaciones hidrocarburíferas; que efectiva, implican una desnacionalización, al entregar el 59


control técnico a las empresas trasnacionales, además de conculcar la esperada refundación de YPFB. No se han rendido cuentas de sobreprecios en carreteras, en construcciones, como la represa de Misicuni, así como de las inversiones en las empresas públicas, que no funcionan; algunas son espectros, pues solamente tienen la fachada. No se ha rendido cuenta de la corrosión institucional y la corrupción escandalosa en el caso de la empresa china CAMCE, que no ha cumplido ninguno de sus contratos, incluyendo la compra de las barcazas, que nunca llegaron a Bolivia. No se ha rendido cuenta del bochornoso escándalo del Fondo Indígena. La lista es larga, pero estos ejemplos bastan para ilustrarnos sobre los hondos niveles de la disgregación institucional, descohesión legal y normativa, de la inmoralidad galopante, de la forma gubernamental clientelar.

El suceso político-económico es el siguiente: El gobierno popular resolvió disponer el 5%, equivalente a 150 millones de dólares, del Fondo de 60


Pensiones, correspondientes a los ahorros de los trabajadores y empleados, en condición de jubilados. Se dispone de este fondo en calidad de créditos para el “sector agropecuario y productivo del país”. En este tenor, el presidente anunció la otorgación de un crédito para el sector productivo, a un interés del 7%, por un lapso de 10 años. La decisión política fue tomada a la culminación de una reunión entre el mandatario con empresarios privados y productores del país.

La reacción de la Cámara Agropecuaria fue la siguiente: Julio Roda, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), apuntó que esta medida, aprobada por el gobierno, no solo beneficia a los productores de Santa Cruz, sino a todos los productores del país, en especial a los pequeños, que ahora con este fondo tendrán acceso a la tecnología. Por otra parte, Luis Fernando Barbery Paz, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Bolivia, destacó que estas medidas fortalecen la “articulación públicoprivado”. Agregó que este fondo 61


permitirá ampliar la frontera agrícola, en consecuencia incrementar la producción de alimentos para el país, garantizando la seguridad alimentaria 12.

El suceso político-económico, la decisión gubernamental de usar los fondos de pensiones, transfiriéndolos al fondo agropecuario, y la reacción de la burguesía agroindustrial y de los empresarios privados, nos muestra la concomitancia, como dice el presidente de la Federación de Empresarios Privados, la “articulación públicoprivada”. No hay nada mejor que esta concomitancia para caracterizar al “gobierno progresista”. El gobierno es un operador de la burguesía agroindustrial y de los empresarios privados; por lo menos, de los sectores más connotados, los del oriente de Bolivia. Ciertamente esta no es la única característica del 12

Ver Temen que se pierda dinero de pensiones que vaya al agro. ERBOL. http://www.erbol.com.bo/noticia/economia/17012017/tem en_que_se_pierda_dinero_de_pensiones_que_vaya_al_agro .

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“gobierno progresista”; haciendo el recuento de sus gestiones de gobierno, es un operador de las empresas trasnacionales extractivistas. Además, en lo que respecta a su perfil político, responde a la forma de gubernamentalidad clientelar. Sin describir otras caracterizaciones, quedándonos, por el momento, con estas tres, estamos ante un comportamiento político discrecional, creyente de su impunidad; retórico, en cuanto a las justificaciones de sus actos; corroído por el desajuste de la institucionalidad; embarcado en los circuitos perversos de la corrupción.

Es en este contexto histórico-político e histórico-económico singular que debemos interpretar la decisión gubernamental de usar los fondos de los ahorros de los trabajadores y empleados. En la psicología gubernamental estas decisiones no les parecen onerosas, sino plenamente justificadas. Como son el “gobierno de los movimientos sociales” y responden al “proceso de cambio”, el fin justifica los medios. Este maquiavelismo 63


banal es lo que motiva y semejantes acciones financieras.

anima

Se nota en la actitud gubernamental no solamente un desprecio a la ConstituciĂłn, a la institucionalidad del Estado, macroinstituciĂłn que ocupan, desprecio a la estructura legal y normativa, sino un desprecio a los trabajadores, empleados, a los jubilados. El desprecio polĂ­tico es rasgo evidente del despotismo. Lo que sorprende es que el pueblo boliviano no reaccione ante semejante vejamen y deja solos a los jubilados en la defensa de sus derechos y de su fondo.

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Improvisaciones gubernamentales

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Ante una crisis económica, ciertamente, es indispensable buscar salidas y soluciones. Sobre todo, teniendo en cuenta que las salidas y soluciones, en pleno sentido de la palabra, éstas derivan del conocimiento adecuado de la estructura de la crisis; mejor si se trata de un conocimiento de las dinámicas de la crisis. Las soluciones responden a la estructura de la problemática y se encuentran las salidas cuando las soluciones encontradas inciden efectivamente en la problemática en cuestión. Esta actitud rigurosa es la aconsejable ante la crisis económica; de ninguna manera improvisaciones dadas al calor de reuniones entre gobierno empresarios privados, agroindustriales, y otras entidades productivas, afectadas por la crisis.

Gonzalo Colque, director de la Fundación TIERRA, a propósito del uso del Fondo de Pensiones para apoyar a los agroindustriales, agropecuarios, 68


empresarios grandes, medianos pequeños del agro, escribe:

y

En agosto del año pasado, la Asociación de Proveedores de Insumos Agrícolas (APIA) y la Asociación Nacional de Proveedores de Insumos, Bienes y Servicios Agrícolas y Pecuarios (APRISA), enviaron una carta abierta al Presidente Evo Morales señalando que la mora del sector agropecuario ascendía a 474 millones de dólares. Preocupados, pidieron la creación de un fondo especial de reactivación económica para que los agropecuarios honren sus deudas con las casas comerciales. En respuesta a similares demandas de los productores, el gobierno aprobó el 2 de agosto de 2016 el Decreto Supremo 2858 para autorizar la reprogramación de deudas con el sistema financiero pero esta medida fue inútil. El propio presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Rodas, se encargó de aclarar que en realidad el 97% de las 69


deudas de los agropecuarios no era con las entidades financieras privadas sino con los proveedores de insumos agrícolas, maquinarias, pesticidas y semillas. Antes de echar mano al fondo de pensiones, el gobierno y los agroempresarios barajaron diferentes opciones de salvataje. El pedido empresarial de reprogramación de la deuda con casas comerciales fue rechazado por el gobierno nacional y calificado de inviable debido a que este tipo de créditos comerciales están fuera del alcance de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), el ente regulador del sistema financiero. El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) también desestimó refinanciar la deuda agropecuaria. Por su parte las casas comerciales interesadas en proteger sus intereses, sugirieron la creación de un fondo para la compra de

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deudas agroempresariales intereses y a largo plazo13.

con

bajos

La problemática de la crisis agropecuaria y agroindustrial, problemática singularizada por la crisis económica mundial, regional y nacional, requiere la atención integral de los procesos concurrentes, tanto económicos, políticos, sociales y, sobre todo, ecológicos. Para comenzar no se puede aceptar que el costo de la crisis se transfiera a los ecosistemas, en términos comunes, a la naturaleza. Ésta no es ninguna solución ni salida. Lo que se hace es continuar con la destrucción de los ecosistemas, mediante la llamada estrategia de la ampliación de la frontera agrícola. No se puede beneficiar con esta 13

Ver de Gonzalo Colque Fondo de pensiones al rescate de agroempresarios endeudados. Fundación Tierra. Miércoles, 18 Enero 2017 12:29. http://ftierra.org/index.php/opinion-yanalisis/748-fondo-de-pensiones-al-rescate-deagroempresarios-endeudados.

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destrucción a unos cuantos, en el lapso de una coyuntura, difiriendo las consecuencias de los costos ecológicos para después, incluso en el mismo periodo al que pertenece la coyuntura.

En segundo lugar, la solución financiera, la transferencia de fondos, el pago de deudas adquiridas, no es tampoco solución. Lo que se hace es pagar deudas contraídas, alivianar la carga de los empresarios y productores; empero, no resolver el problema que los tiene arrinconados. Si la crisis, en parte viene por la restricción de los mercados y los vaivenes de los precios de los productos; el recurso financiero no es una solución, solo es un flujo cuantitativo monetario. Menos se resuelve este problema ampliando la frontera agrícola, bajo la estrategia de una agricultura y agropecuaria extensiva. Si la solución tiene que ver con los mercados; tanto gobierno y empresarios y productores deberían dilucidar una estrategia de 72


expansión a los mercados, consensuada, apoyada estatalmente. Esta estrategia requiere un conocimiento adecuado de los mercados, teniendo en cuenta sus características diferenciales locales, nacionales y regionales, además de considerar la particularidad de cada rubro. Esto requiere esfuerzos investigativos; de ninguna manera, acomodarse a lo que es una mera descripción general observando el comportamiento de los datos. La estadística es un instrumento de medida y conmensuración, orienta sobre las magnitudes. Nunca sustituye al conocimiento de las realidades concretas. Este apego fetichista a la aritmética de una estadística, todavía elemental, es una de las causas de la desinformación y el desconocimiento, al momento de tomar decisiones y actuar.

En tercer lugar, la seguridad alimentaria, más aún, la soberanía alimentaria, no son categorías para uso retorico político, 73


sino son términos que exigen un entendimiento de lo que implica las complementariedades entre población, bienes alimenticios, accesibilidad a los mismos, estructura productiva, ecosistemas. Pero, esto, la comprensión de las estructuras categoriales de la seguridad alimentaria y soberanía alimentaria, es algo que brilla por su ausencia en el gobierno y en los funcionarios a cargo de estos temas.

En cuarto lugar, no se puede engañar a la población con argumentos no solo retóricos sino manipuladores. No se puede decir que no hay riesgo en el uso de los fondos de pensiones, presentando el uso del 5% del Fondo de pensiones, para obtener en diez años, el beneficio de un interés al 7%. Esta es una manera de embaucar a la opinión pública, sin tocar las condiciones económicas que pueden garantizar que esto ocurra. Por eso, el autor citado se pregunta:

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¿Por qué la banca privada no se interesa en el negocio agropecuario? Si fuera cierto que el agro ofrece una oportunidad de oro de alta rentabilidad; es de esperar que los bancos financien generosamente al sector, flexibilizando requisitos para préstamos y comprando las deudas de las casas comerciales. Sin embargo esto no sucedió porque a fin de cuentas los banqueros saben cómo y dónde lucrar. Usualmente se dice que los créditos para el agro son de alto riesgo, algo muy cierto, pero es igualmente cierto que el agronegocio es una actividad económica altamente especulativa, opera con bajo perfil público y reporta oficialmente utilidades muy bajas. Para ilustrar lo dicho comparemos “YPFB Refinación” con las principales empresas del agronegocio (agroindustria y productores primarios) establecidas en Santa Cruz. El 2015, mientras el gigante estatal reportó 8,6 mil millones de 75


bolivianos en ingresos y una utilidad neta de 504 millones de bolivianos; nueve empresas del agronegocio movieron juntos ingresos de similar tamaño (8 mil millones de bolivianos) pero la utilidad neta apenas alcanzó 51,7 millones de bolivianos. En otras palabras, la rentabilidad económica de la empresa estatal es casi diez veces mayor con respecto al grupo agroempresarial. La baja rentabilidad económica en realidad se explica por las prácticas ocultas de expatriación de la mayor parte de las ganancias por parte de las compañías transnacionales.

Si la rentabilidad es baja en el sector agroindustrial y agropecuaria, sin adentrarse a las particularidades diferenciales, no hay pues condiciones económicas para garantizar la devolución del préstamo, la cancelación del crédito. Esta es una muestra más de las innumerables improvisaciones del 76


gobierno, de sus apresuramientos, de la forma irresponsable de asumir los problemas que tiene que atender. Ahora no vamos a hacer una lista, ni siquiera corta e ilustrativa de estos comportamientos gubernamentales. Lo que interesa es interpretar esta actitud discrecional económicamente, esta conducta demagógica y arbitraria políticamente, del llamado “gobierno progresista”.

El gobierno, el partido oficialista, los órganos del Estado copados, la masa elocuente de llunk’us, están abocados a conseguir una consecutiva reelección del presidente, a pesar de que perdieron en el referendo sobre la reforma constitucional para habilitar al presidente a una nueva relección, que, por cierto, es inconstitucional. En este forcejeo no institucional, inconstitucional, ilegal y hasta grotesco, en su obsesiva y delirante compulsión por la continuidad, requieren rearmar las 77


alianzas políticas, incluyendo a estratos sociales con influencia económica. Otra vez, el fin justifica los medios. No importa si no es legal, ni legítimo, los que se hace con respecto a lo que no es otra cosa que malversación financiera 14. Lo que importa es lograr una composición de alianzas que pueda solventar semejante delirio político. Entonces, tanto el procedimiento económico de transferencia financiera como el procedimiento político de composición de alianzas, marchan paralelamente, reforzándose. La improvisación económica va junto al delirio político del círculo vicioso del poder.

Obviamente, la que acabamos de exponer, no es la única explicación posible; la interpretación de la conducta gubernamental requiere de la 14

Ver Malversación gubernamental. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/malversaciongubernamental/.

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comprensión del funcionamiento de la maquinaria del poder, en su singularidad boliviana, en la coyuntura y en el contexto de la crisis económica. Una conducta política, como la que nos ocupa, no solo responde a estrategias políticas, sino también a habitus políticos, así como a estructuras de poder, también a estructuras económicas, así como estructuras clientelares, en este caso. Si tenemos en cuenta la genealogía de los habitus políticos, que requiere de una larga duración, podemos conjeturar que la improvisación política tiene su historia en la historia política boliviana. Si atendemos a las estructuras de poder, podemos suponer que las mismas tienen, mas bien, larga duración, y no, lo que pretende el ideólogo del “gobierno progresista”, que hubieran cambiado desde la promulgación de la Constitución. Si consideramos las estructuras económicas del país, que corresponden a lo que hemos denominado modelo extractivista 79


colonial del capitalismo dependiente, podemos interpretar que la conducta política del gobierno, no solo es desesperada, sino que deriva de una consciencia dependiente. Si observamos la estructura clientelar, podemos adivinar que cuando un gobierno popular pierde la capacidad de convocatoria, mantiene su sostenibilidad del poder con la expansión del clientelaje, no solo en lo que respecta a los sectores populares sino también en lo que se relaciona con los sectores privilegiados, ahora en dificultades.

Gonzalo Colque continúa el análisis desmontando los argumentos del gobierno para justificar el uso del Fondo de Pensiones para alimentar al Fondo Agropecuario:

Otras supuestas ventajas de financiar a los agroempresarios endeudados con 80


aportes de los trabajadores no soportan una mínima evaluación. Se dice que el ‘crédito blando’ será destinado para los pequeños y medianos productores, sin embargo, los mayores endeudados que necesitan el rescate son los grandes. En el caso de las deudas contraídas con empresas afiliadas a APIA y APRISA, solo 30 por ciento productores concentrarían el 60 por ciento de los montos adeudados. Es decir, más de la mitad de la deuda está en muy pocas manos y la otra mitad está desperdigada entre miles y miles de productores, incluyendo a los 12 mil afiliados a la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO). Los datos de tenencia de la tierra reafirman que en la “zona de expansión agroindustrial” más del 60 por ciento de las tierras saneadas pertenecen a propietarios que en promedio poseen legalmente más 325 hectáreas por cabeza. Este grupo dominante espera el salvataje. En simple, los mayores beneficiarios serán

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los grandes productores endeudados y, por supuesto, las casas comerciales.

La mayor parte de la deuda es responsabilidad de los grandes empresarios, no de los medianos ni de los pequeños. Salvar financiera mente al estrato latifundista y agroindustrial privilegiado y dominante, no es salvar de la crisis al aparato productivo agropecuario, agrícola y agroindustrial del país. Esta es una manera de presentar la situación, ocultando la estructura agraria diferencial y jerárquica. ¿Qué clase de “gobierno progresista” es éste? Por cierto, no es socialista, por donde se lo vea, como pretende demagógicamente; tampoco es comunitario; pues de estas estrategias financieras está ausente la comunidad indígena y la comunidad campesina. Tampoco es popular, pues no contempla la reforma agraria.

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No se trata, ahora, cortar los pescuezos a la burguesía agroindustrial y agropecuaria, en el periodo político correspondiente a un gobierno como el que comentamos; que podemos llamarlo bondadosamente reformista, a pesar de sus atribuladas contradicciones. Tampoco es tarea nuestra, pues nuestras proyecciones tienen que ver con los autogobiernos y las autogestiones. Sino reflexionar sobre las alternativas sensatas que tiene un gobierno reformista, respondiendo a la pregunta de por qué no opta por ellas, entrampándose, mas bien, en improvisaciones constructoras de calamidades.

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El saqueo de México

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El desmoronamiento y la decadencia del Estado-nación de México no pueden ser más contundente. Un Estado subsumido por el lado oscuro del poder15, el diagrama de poder de los Carteles; una economía nacional ocupada por las empresas trasnacionales. Situación agudizada con la privatización de la empresa estatal del petróleo, PEMEX; con lo que se despelleja lo poco que quedaba de la Revolución mexicana. Una burguesía despótica, un gobierno presidido por un fantoche; políticas económicas no solo esquemáticamente neoliberales, sino abusivamente reiterativas de lo que ya se sabe y ya se conoce; sobre todo, por sus consecuencias. Analistas oficialistas y voceros del gobierno dicen que no se puede atribuir a la reforma energética el llamado gasolinazo16. Estos voceros

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Ver El lado oscuro del poder. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/el-lado-oscurodel-poder/. 16 Ver ¿Por qué hay un "gasolinazo" en México pese a la expectativa de que bajarían los precios con la Reforma Energética? Juan PaullierBBC Mundo, Ciudad de México; 5

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parecen aprendices de brujo trasnochados; no solamente repiten argumentos debatibles y desgastados, sino que muestran su desconcierto, haciendo evidente su torpeza. Si se liberan los precios, si se juega al libre mercado, como lo ha hecho el neoliberalismo por todas partes, no se induce la “baja de los precios” por los juegos del mercado; esto es una ingenuidad supina. Sino, al liberar la mano invisible del mercado, que no es otra cosa, ahora, que el dominio monopólico de las empresas trasnacionales, quienes inducen precios inflacionarios, además de buscar superganancias, no solo por la explotación extractivista, no solo por el control monopólico de las reservas de recursos naturales y la producción, sino también por la especulación, que es la inclinación del capitalismo vigente en su etapa

enero 201. http://www.bbc.com/mundo/noticias-americalatina-38514442.

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tardía, se cae en la dictadura de los monopolios.

Las promesas del actual presidente, Enrique Peña Nieto, sobre la disminución de los precios, fue una estratagema de campaña electoral. La pregunta es: ¿cómo el pueblo se olvida del sentido del comportamiento político, incluso del contrastante comportamiento en el lapso de las campañas y cuando se gobierna? Es absurdo creer que los precios iban a bajar con la liberación de los mismos en el marco de los juegos del mercado; es más absurdo decir que no se puede relacionar la reforma energética con el “gasolinazo” y la subida de los precios. Como si la reforma energética nada tuviera que ver con el comercio de los carburantes. ¿Es que estos voceros creen que pueden decir cualquier cosa? Incluso creer que se puede separar la medida económica más importante del gobierno, la reforma energética, y el impacto en el mercado.

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Estamos ante el típico discurso político, retórico y justificador; solo que, en este caso, se lo hace de una manera pedestre, vaciada de todo ingenio. Es más, estamos ante un discurso neoliberal, en un país que dio continuidad al proyecto neoliberal desde el gobierno de Miguel de la Madrid, que comienza a implementarlo; pasando por los gobiernos del PAN, volviendo al gobierno del PRI. Pero, esta vez no un PRI populista, incluso excesivamente demagógico y autoritario, sino ante un PRI sin identidad, ni pasado, porque lo ha borrado. Un PRI de fantoches.

Es indispensable contextuar la crisis mexicana en una coyuntura cuando el flamante presidente de los Estados Unidos de Norte América, aparentemente con rasgos populista, al estilo del chauvinismo anacrónico de una burguesía pujante desaparecida, es la síntesis de la correlación de fuerzas en el país que cobija al gendarme del imperio. Lo popular de la votación de Donald Trump parece encontrarse en una clase media cansada de la clase política y de la 90


restricción de las oportunidades; incluso esta votación también parece encontrarse en parte de la clase obrera, irritada por la desocupación y el cierre de fábricas. Lo no popular del apoyo de Trump parece encontrarse en una burguesía que no tiene la característica de pujante, menos de industrial, sino de una burguesía que se hizo rica con el capitalismo especulativo, con las burbujas especulativas y con la exacción del pueblo norteamericano, al modo financiero. Hablamos de la sobreoferta inmobiliaria y sobreoferta crediticia, convertida, después, en la crisis inmobiliaria. Por otra parte, volviendo al electorado republicano, además, la convocatoria mediática de Trump atrajo votantes racistas, cuando descargó el actual presidente su discurso xenófobo, antimexicano.

México, que nacionalismo aparece como lo contrario; generalizada,

fue el referente del latinoamericano, ahora el triste referente de todo de la desnacionalización incluyendo a las propias 91


constituciones subjetivas. La legendaria prepotencia despótica de la clase dominante, el despotismo congénito y despreciativo de la clase política, sobre todo, de los gobernantes, que se creen merecedores y posan como para los cuadros apologéticos que cuelgan en las instituciones, coadyuva grandemente al desmoronamiento del Estado17.

Este panorama político es atroz, cuando se observa que incluso este espectáculo político lamentable es peor. El Estado, en las condiciones estructurales e institucionales de la decadencia, considera al pueblo mexicano como enemigo o, por lo menos, sospechoso, no digno de confianza política. Un Estado que declara la “guerra al narcotráfico”, a los Cárteles, para atacar al pueblo; más aún, lo ataca con más saña cuando el pueblo se auto-defiende de las mafias. Un Estado que se asienta sobre más de cien 17

Ver México: Intensidades sociales y territoriales. https://pradaraul.wordpress.com/2014/12/02/mexicointensidades-sociales-y-territoriales/.

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mil muertos de toda una década; que descarga el patriarcalismo asesino en el cuerpo vulnerable de las mujeres; que permite el asesinato al antojo de instituciones y asociaciones violentas. Un Estado que se entrega indulgente al dominio de las empresas trasnacionales, sobre todo, norteamericanas. En fin, un Estado cuyo gobierno es el ejemplo descarnado del comportamiento canalla, como lo hizo en el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa. En estas condiciones histórico-políticas coyunturales desastrosas, en esta falta de condiciones de posibilidad históricopolíticas y de voluntad política, el descaro de una llamada “reforma energética”, que es el mecanismo jurídico-político de la entrega de las reservas hidrocarburíferas y la empresa estatal, a manos de implacables empresas trasnacionales, que son los otros Cárteles, monopolios económicos y especulativos, el impacto del “gasolinazo” es más devastador.

El muchacho de cara bolita, que funge de presidente, ha dicho que había que 93


suspender la subvención a la gasolina, para evitar otras medidas como más impuestos. Un argumento prestado. Lo que está en juego es la trasferencia de riqueza a las empresas trasnacionales; acompañada por los flujos de ingreso de una clase política corrompida hasta la médula. Por lo menos el PRI hasta de Miguel de la Madrid era todavía nacionalista, si se puede creer en el discurso y la supuesta preservación de empresas públicas; el PRI, ahora, es el mejor instrumento de la demolición del Estado-nación mexicano.

¿Qué pasa con la sociedad alterativa18? El pueblo profundo. Como de tiempo, desde los sucesos de 1968, la sociedad mexicana se movilizó por los desaparecidos de Ayotzinapa; todo parecía anunciar una nueva revolución mexicana en el comienzo del siglo XXI, así como ocurrió al inicio del siglo XX. Sin embargo, multitudinarias movilizaciones, 18

Ver Imaginación e imaginario radicales. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/imaginacion-eimaginario-radicales-en-devenir-y-dinamicas-moleculares/.

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que se prologaron un lapso apreciable, no le movieron un pelo a los gobernantes. Siguieron con el guion grotesco de la tramoya, de dilatar investigaciones y aclaraciones, de lanzar argumentos estrambóticos, continuando la represión sañuda contra un pueblo estoico.

La “izquierda tradicional” o, por lo menos, la reformista, parece haber sido tragada, desde hace un buen tiempo, por el poder. Forma parte de sus cartografías políticas de las dominaciones. Se contenta con lamentarse cuando son escamoteadas sus victorias electorales, haciendo amagues de movilización; pero, al final se conforma con los resultados, aceptando la fatalidad de la costumbre. Esta “izquierda” no convoca a la lucha, no interpela radicalmente, no defiende consecuentemente a la apabullante población de víctimas y masa de muertos y desaparecidos. El discurso denunciante de esta “izquierda” termina legitimando los actos despóticos del poder.

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Solo aparece la experiencia, la convocatoria de autogobiernos y autogestión del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), como referente alternativo; para incursionar en otro modo de hacer política, otro modo de ejercer la democracia, participativa y de autogobierno. Sin embargo, como sabemos, la experiencia, como tal, se ha circunscrito a las comunidades autónomas de la Selva Lacandona, en el Estado de Chiapas; en contraste, la convocatoria es nacional y mundial; el ejemplo es ético; volviendo a articular ética y política19. Empero, lo que pueda acontecer como acontecimiento político depende de la interacción entre pueblo mexicano y pueblos indígenas, entre sociedad alterativa mexicana y experiencia zapatista.

En conclusión, la crisis múltiple del Estado-nación, podríamos decir, en su 19

Ver Ethos y politeia. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/ethos-ypoliteia/.

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fase decadente, la descomunal violencia desatada por Cárteles y Estado contra el pueblo, la subsunción de la economía nacional a la economía global especulativa y extractivista, el descaro de políticas entreguistas y de medidas antipopulares, como la del “gasolinazo”, que transfiere los costos, al cuerpo magullado y lastimado del pueblo, habla de la decadencia generalizada de la clase política, de la burguesía, de los gobernantes, de la burocracia y de los militares.

Haciendo una pregunta a la antigua, desempolvada, inadecuada, empero, ilustrativa: ¿Estas son condiciones objetivas para la revolución? Para responder esta pregunta anticuada no vamos a recurrir al viejo argumento, también débil, de las condiciones subjetivas, sino situar la crisis múltiple del Estado-nación mexicano en el contexto de la crisis múltiple generalizada de los Estado-nación en el mundo. Vamos a situar esta crisis en el sistema-mundo capitalista, en su fase financiera y 97


especulativa, por lo tanto, también decadente; así como en el sistemamundo político, el orden mundial, el del imperio; acompañado por el sistemamundo cultural de la banalidad. La revolución mexicana del siglo XXI no puede ser sino mundial; lo que pasa y pasé con el pueblo mexicano es corresponsabilidad de todos los pueblos del mundo. Pueblos atacados por la hiperburguesía mundial, el 1% de la población mundial, que ha decidido el mundo de Orwell para los pueblos. La única manera de seguir en la ruta de la producción por la producción, el enriquecimiento por el enriquecimiento, la ficción aritmética de la contabilidad de la acumulación de capital, que no conmensura los costos transferidos a la naturaleza, es precisamente la esclavización de todos los pueblos, convertidos en los deudores eternos de una deuda infinita, inventada por el poder y el Capital20.

20

Ver La inscripción de la deuda, su conversión infinita. https://pradaraul.wordpress.com/maquinaria-despotica-dela-deuda-infinita/la-inscripcion-de-la-deuda-su-conversioninfinita/.

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Las concepciones triviales del mundo

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Hablemos de las concepciones triviales del mundo, que forman obviamente parte de la ideología; ese sistema representativo del mundo, de legitimación de las dominaciones polimorfas y de orientación práctica de acciones vinculadas a la reproducción del poder. Por cierto, hablamos de sistema más en términos metafóricos, pues más que sistema es un conglomerado de sedimentaciones representativas, estratificadas en los depósitos de las formaciones discursivas de la sociedad oficializada, del Estado y del imaginario conservador. Este sistema-ideológico es pues variado y plural; cada estrato o grupos de sedimentos ideológicos, funciona, muchas veces, aparentemente, de una manera independiente. Solo cuando la crisis múltiple del Estado y de la sociedad institucionalizada, los sedimentos, los estratos ideológicos, los fragmentos sueltos, locales y regionales, se articulan para defender desesperadamente el establishment.

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No vamos a desplegar una exposición exhaustiva, menos minuciosa, del 21 acontecimiento ideológico , sino, tan solo, tomaremos un ejemplo ilustrativo, en la coyuntura del sistema mundomoderno. ¿Qué se dice, qué se piensa, qué se imagina, en lo que respecta a México? Tomemos a México tanto como Estado-nación, así como formación económico-social, aunque también y sobre todo, como complejidad dinámica singular espacio-temporal-territorialsocial, desde la perspectiva de la complejidad22.

Empecemos por lo más fácil, la concepción grosera del mundo, que expresa elocuentemente el actual presidente de los Estados Unidos de Norte América. Resumiendo, por razones de 21

Ver Crítica de la ideología. https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-laideologia-i/. https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-laideologia-ii/. 22 Ver Flujos y espesores. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/flujosespesores/.

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espacio, estamos ante una concepción grosera del mundo. El mundo se reduce a un mundo de “ganadores y perdedores”, donde el ombligo del mundo es el propio país, el del presidente susodicho. Lo anacrónico de este discurso es el núcleo ideológico chauvinista, como si se estuviera ante una nación en la etapa su consolidación, como si no hubiera transcurrido mucha agua bajo el puente. Siendo ya, para decirlo con una tesis teórica política conocida, el gendarme del imperio, del orden mundial, en plena fase de dominación financiera y del 23 capitalismo especulativo . Hablamos de una híper-potencia, de un complejo económico-tecnológico-científicoindustrial-comunicacional, que incide preponderantemente en los decursos del sistema-mundo capitalista. El anacronismo de este chauvinismo habla del retraso ideológico de este discurso, que no brilla precisamente por su ingenio, ni por sus aportes, ni por que diga algo nuevo. Estamos ante hombres, que 23

Ver Michael Hardt y Antonio Negri. Imperio. http://www.infojur.ufsc.br/aires/arquivos/michael%20hardt %20-%20antonio%20negri%20-%20imperio.pdf.

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manifiestan un rezago temporal, en lo que respecta a lo que podríamos llamar, provisionalmente, recurriendo a un concepto conocido, consciencia del mundo o si se quiere consciencia histórica, más claramente, consciencia del presente.

Esta concepción grosera del mundo cree que las fronteras geográfico-políticas son naturales; en consecuencia, considera que es conveniente reforzarlas construyendo “muros”. En esta figura paranoica se expresa claramente lo grosero y elemental de esta concepción chauvinista. Si nos adentramos a sus ideas sobre la economía, vemos también sus estrechos alcances. En un mundo globalizado, atravesado por empresas trasnacionales, pedir el retorno de las industrias, por ejemplo, automotrices, es develar la ingenuidad extrema de esta representación aterida. Pero, quizás lo más grosero de esta concepción se encuentre en su yerto racismo recalcitrante. Para esto hombres de la élite dineraria, la gente de color, los 104


mexicanos, los migrantes, los indocumentados, son la lacra, que corroe a la nación, a la economía y a la sociedad. Esta paranoia extrema nos muestra los coagulados miedos, los fantasmas, que rodean las casas solariegas de estos hombres y sus círculos de reuniones. Yendo por este recorrido, sobresale el machismo exacerbado en hombres de poder, que ven a la mujer o como un adorno, símbolo de su poder y prestigio banal, o como subjetividad dependiente, por lo tanto, controlable, o, en la paranoia misma, como un peligro o amenaza a las incertidumbres de su propio mito, el macho alfa.

Estos hombres, de la concepción grosera del mundo, no son precisamente el ejemplo de la burguesía emprendedora del siglo XIX y mitad del siglo XX, la burguesía industrial; sino, mas bien, son el perfil de la burguesía financiera y especulativa, que maneja conglomerados de empresas, mediante el juego de acciones, de la bolsa y de la especulación. Son, más bien, en sentido riguroso de la 105


palabra, hombres ricos, super-ricos, hombres adinerados, que por su dinero forman parte de la élite del sistemamundo cultural de la banalidad24. Sus super-ganancias las obtienen esquilmando a los pueblos mediante las burbujas especulativas, la compulsión del crédito, el endeudamiento deshonesto de la población, que llevan a las crisis financieras, como la de la crisis inmobiliaria.

Tomando en cuenta estos perfiles de esta burguesía especuladora, podemos aseverar que la presencia de esta casta de piratas de cuello blanco - de hombres mediáticos o, en contraste, de bajo perfil, aunque aparecen en revistas que publicitan a los supuestos “ganadores” en un mundo de “perdedores”, a los multimillonarios -, no le hace bien al mundo, ni siquiera a su propio país, que

24

Ver Crítica de la economía política cultural. https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/07/critica-de-laeconomia-politica-cultural/.

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tanto se deleitan en nombrar, considerándose los más patriotas.

Sin embargo, esta concepción grosera del mundo no solamente se da en el ombligo del mundo, sino también en las periferias de la geopolítica del sistema-mundo capitalista. La burguesía mexicana, destacando aquella burguesía que le hace eco a la burguesía norteamericana, aquella comprometida con el Tratado de Libre Comercio, es la que expresa de manera ruda y torpe esta concepción grosera del mundo; solo que a su propia manera. Hay como una herencia congénita, desde la época de la colonia, de las clases dominantes mexicanas, por lo menos, de la que ha logrado preservar la punta de la pirámide de la estructura social, relativa a la concepción de la política y del ejercicio del poder. No se encuentra otro método eficaz sino el de la violencia descomunal; el dejar claro quién manda, quien tiene el monopolio del poder, quien tiene las armas. El abolengo de estas familias deriva de la expropiación de tierras de comunidades, 107


de naciones y pueblos indígenas, del desconocimiento taxativo de los ejidos, de los derechos campesinos, ganados y conquistados en la revolución. En esto hay algo de analogía con la burguesía norteamericana; los criollos, después de la independencia, avanzaron implacablemente sobre la geografía territorial de las naciones y pueblos indígenas, anexionándosela; desconociendo su propia constitución liberal. La diferencia radica en que el empuje, en el norte, de la burguesía industrial vino, por así decirlo, desde abajo, desde la migración plebeya. Un origen o nacimiento de esta burguesía industrial se encuentra en los pioneros; lo que no tuvo la genealogía de la burguesía mexicana y no tuvieron las genealogías de las burguesías latinoamericanas. Salvo contadas excepciones, que fueron anuladas, de entrada, por los que optaron por la expropiación de tierras comunales y por la corrosión institucional, para enriquecerse. Sin embargo, con el tiempo, los estratos de la burguesía mundial, pues tenemos que hablar de esta manera en el sistema-mundo 108


capitalista globalizado, se han venido articulando e integrando mejor; si bien, no exactamente tomando consciencia de clase, pues los egoísmos particulares siguen preponderando, por lo menos, en lo que respecta a la plasmación fáctica de los vínculos y redes que cohesionan a la burguesía mundial.

La concepción grosera del mundo de parte de la burguesía mexicana, de la comprometida con el Tratado de Libre Comercio, sobre todo ahora, de la comprometida con el gobierno de Enrique Peña Nieto, la que cierra los ojos ante la matanza sistemática de mexicanos y de mujeres, ante la magnitud innombrable de desaparecidos, tiene sus particularidades. Uno de los rasgos llamativos es la psicología despótica, el hábito de la prepotencia, la pretensión de inmunidad, ante sus actos. En lenguaje común, podríamos decir, cinismo. Lo sorprendente es que este despotismo de traduce en desprecio a los coterráneos; por eso, no les importa la devastadora

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marcha de la muerte de sus paisanos, a quienes, en el fondo, los desprecian.

En lo que respecta a sus ideas económicas, no podrían ser más elementales. De manera parecida a como piensan las élites de las burguesías latinoamericanas y las castas políticas, consideran que el “desarrollo económico nacional” es función de la “inversión de capitales” extranjeros. Se trata de burguesías que han inhibido la génesis de sus propias burguesías industriales, prefiriendo dedicarse al comercio, a la exportación de materias primas y a la importación manufacturada; optando por la economía extractivista, que es herencia colonial. En consecuencia, consolidando, en sus países, el 25 capitalismo dependiente . Bueno, son estas burguesías, no solamente las aliadas de las burguesías imperialistas, 25

Ver Formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/31/formacionesespacio-temporales-territoriales-sociales-del-subsistemamundo-del-capitalismo-dependiente/.

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en su entonces, principalmente, primero británica, después, norteamericana, no solamente aliadas de la hiper-burguesía mundial, sino son parte de las redes, mallas, sociales, económicas y culturales del tejido dominante de la burguesía mundial.

Como eco mediático de esta concepción trivial del mundo, los medios de comunicación de masas, difunden esta ideología banal, inoculando los mismos prejuicios en las poblaciones. En lo que respecta al ejemplo tomado, el caso México, se nota el mismo modelo repetitivo, tanto en la información como en los supuestos análisis. No solamente hablamos de los que hacen apología de la decadencia, que obviamente no la consideran como tal, llamémoslos los apologistas del sistema-mundo capitalista, sino, incluso, de los que tienen una pose crítica; desde los más tibios hasta los más “radicales”. El análisis de los primeros se reduce al recurrente y anodino argumento de la “lucha contra el terrorismo”, el 111


narcotráfico y otros males de la contemporaneidad. En el mejor de los casos, a exigir el cumplimiento del Tratado de Libre comercio, así como el respeto de los derechos de los migrantes. Los segundos, repiten el paradigma institucional; reclaman el respecto a la democracia institucionalizada, el respeto al derecho internacional; así como el respeto a los derechos humanos. La recurrencia de sus análisis o, si se quiere, la estructura de sus análisis, se reduce a enfocar el papel influyente de personas, que generalmente son las figuras destacadas en el ámbito político; por ejemplo, los presidentes; ampliando el contexto, los partidos políticos. Todo esto en el marco de los márgenes de maniobra de la democracia institucionalizada, ya casi desvencijada, pues nadie tampoco la respeta, sino la usan para conseguir sus propósitos y fines. Su visibilidad no alcanza a vislumbrar las dinámicas sociales de los pueblos; mucho menos se les ocurre indagar sobre las estructuras de poder. Supuestamente estos temas son los tópicos de la “izquierda” tradicional. Esta “izquierda”, si bien no 112


comparte la concepción grosera del mundo, no deja de pertenecer a una de las variantes de la concepción trivial del mundo.

La concepción, supuestamente crítica, concibe un mundo donde personajes y protagonistas históricos abstractos luchan. El proletariado abstracto en lucha encarnizada con la burguesía abstracta. Mejorando un poco este cuadro, llegan a distinguir las particularidades nacionales de la lucha de clases; empero, los actores históricos siguen siendo abstractos. Para esta “izquierda” el concepto de capitalismo, como el relativo al modo de producción capitalista, no es un concepto, sino la esencia o sustancia misma de la realidad. Como consecuencia de esta “ideología vanguardista”, tenemos una participación, en la práctica, en la historia reciente efectiva, de esta izquierda, como funcional al sistema-mundo capitalista. Aunque digan lo contrario de la concepción grosera del mundo, la trivialidad ideológica consiste en reducir la complejidad dinámica e integral del 113


sistema-mundo moderno a un paradigma dualista, que no da cuenta de la realidad efectiva, sino de las condiciones anacrónicas de una teoría rezagada.

Lo mejor que tiene esta “izquierda” es el ejercicio de la denuncia, que ciertamente es útil, para poner en mesa y en conocimiento de la población, la vulneración flagrante de derechos. Sin embargo, perversamente, si bien las denuncias hacen visible las violencias dominantes, terminan legitimando el orden mundial y el orden nacional; pues siguen jugando a la democracia reducida, a la democracia simulada, la democracia institucionalizada 26. Esta crítica es, hoy, una caricatura de lo que fue, en su tiempo, la crítica de la economía política; es lo que permite el sistema, lo que le condesciende decir que se está en democracia y se otorga la libertad de expresión. Mientras el mundo efectivo 26

Ver Ethos y politeia; también Praxis y acontecimiento. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/ethos-ypoliteia/. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/praxisy-acontecimiento/.

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sigue su marcha macabra apocalipsis, usando esta elocuente.

hacia el metáfora

Hemos dejado pendiente la alusión a otras formas de la ideología contemporánea, que es, mas bien, como un sistema compartido de prejuicios globalizado; formas más elaboradas, se parezcan todavía a la trivialidad heredada o hayan cruzado estos umbrales, construyendo interpretaciones más sofisticadas, ya sea de legitimación del sistema-mundo o ya sea de crítica, en los límites de la razón fantasma. De estas formaciones discursivas y enunciativas hablamos en otros ensayos 27. Lo que queríamos presentar, en este ensayo, era cortes transversales de lo más sintomático de las concepciones triviales del mundo; tomando como referente el caso paradigmático de México.

27

Ver La decadencia. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/la-decadencia/.

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116


Vibraciones y singularidades

117


Onda polĂ­tica

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La metáfora, es decir, la figura, que corresponde a la metaforización o a la figuración, no solamente ayuda a pensar, sino corresponde a una de las funciones primordiales del pensamiento. Vamos entonces a emplear la metáfora onda, que corresponde a la figura física de vibración, para referirnos a la frecuencia política, aunque también al movimiento político o proceso político. Hemos empleado dos palabras, frecuencia y movimiento; una, que corresponde a una figura estadística; la otra, que no deja de corresponder a la figura física, por excelencia, si se quiere, de desplazamiento. También empleamos el término de proceso, que corresponde a la metáfora industrial de proceso productivo. Como podemos ver, el lenguaje está atravesado por metáforas, además de alegorías y símbolos; así como por mitos, entonces, tramas. Como dijimos, a un principio, las metáforas ayudan a pensar, por analogías y diferencias, por similitudes y distinciones, por comparaciones y contrastes; así como por transferencias de sentido. El

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mismo que sufre transformaciones semánticas y conceptuales.

Nos referimos a onda política como oscilación del comportamiento político, sobre todo, en lo que respecta al contraste entre ascenso y descenso de un ciclo político28. Aunque este comportamiento, de ascenso y descenso, corresponde a solo un recorte de la onda, que luego de encontrar su cresta se desliza hacia su fondo, ya incorporamos la imagen de onda al referirnos a un ciclo político, por lo tanto, a un proceso político. Al hacerlo, acompañamos a esta imagen con las figuras de vibración y frecuencia. En otras palabras, hablamos del proceso político como si se comportara de una manera ondulatoria. Al hacerlo, de contrabando, también se 28

Ver El descarnado poder; también El poder clientelar; así mismo El desmoronamiento. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/el-descarnado-poder/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/el-poderclientelar/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/eldesmoronamiento/.

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introduce la idea de regularidad en las oscilaciones ondulatorias. Es cuando tenemos que tener mucho cuidado, pues, para decirlo directamente, las regularidades políticas no se reducen a las regularidades físicas, sino que son conformadas por otras composiciones y combinaciones en la articulación de sus propias complejidades singulares.

Vamos a tratar de comprender el acontecimiento político, por lo tanto, en el acontecimiento, comprender el proceso político, usando la metáfora de onda política. En este sentido, requerimos presentar esquemáticamente el concepto físico de onda; lo hacemos de una manera descriptiva y sucinta de la teoría física con este propósito. Después, usaremos el arsenal de categorías estructurantes del concepto de onda, con el objeto, también metafórico, de pensar el ciclo político, desde el enfoque oscilatorio de onda.

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Concepto físico de onda

Una onda se manifiesta en la propagación de una perturbación en alguna propiedad del espacio. Hablamos de densidad, presión, campo eléctrico-magnético; involucrando un transporte de energía, sin conllevar un transporte de materia. Sin embargo, el espacio perturbado puede contener materia, aire, agua, o no, mas bien, vacío. La magnitud física, cuya perturbación se propaga, se formula como una función tanto de la posición como del tiempo, ψ(⃗r, t). Matemáticamente se enuncia que dicha función es una onda si verifica la ecuación de ondas:

∇2ψ(⃗r, t) = 1/ v2 *∂2ψ/ ∂t2 (⃗r, t),

donde v es la velocidad de propagación de la perturbación. Ciertas perturbaciones, debidas a la presión, dada en el ambiente, llamadas sonido, verifican la ecuación anterior. 123


Una vibración determina las características necesarias y suficientes que definen un fenómeno como onda. Se entiende intuitivamente como transporte de perturbaciones en el espacio; se considera el espacio como un medio en el que pueden producirse y propagarse dichas perturbaciones, al variar alguna de sus propiedades medibles. La teoría de ondas se ocupa de las propiedades de los fenómenos ondulatorios; independientemente de cual sea su origen físico29. Una peculiaridad de estos fenómenos ondulatorios es que, a pesar de que el estudio de sus características no depende del tipo de onda en cuestión, los distintos orígenes físicos, que provocan su aparición, les confieren propiedades particulares, que las distinguen de unos fenómenos a otros. La acústica se diferencia de la óptica; las ondas sonoras están relacionadas con aspectos más mecánicos que las ondas electromagnéticas, donde rigen los fenómenos ópticos. Conceptos tales como 29

Ostrovsky y Potapov, 1999.

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masa, cantidad de movimiento, inercia o elasticidad son conceptos imprescindibles para describir procesos de ondas sonoras; en cambio, en los fenómenos ópticos, no tienen relevancia. Las diferencias en la cualidad de las ondas, ocasionan ciertos atributos, que caracterizan cada onda; manifestando distintos efectos en el medio en que se propagan. En el caso del aire, vórtices, ondas de choque; en el caso de los sólidos, dispersión; y en el caso del electromagnetismo, presión de radiación.

Elementos de una onda

• Cresta: La cresta es el punto de máxima elongación, es decir, máxima amplitud de onda; es el punto de la onda más separado de su posición de reposo. • Período (T): El periodo es el tiempo que tarda la onda en ir de un punto de máxima amplitud al siguiente.

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• Amplitud (A): La amplitud es la distancia vertical entre una cresta y el punto medio de la onda. Nótese que pueden existir ondas cuya amplitud sea variable, es decir, crezca o decrezca con el paso del tiempo. • Frecuencia (f): Número de veces que es repetida dicha vibración por unidad de tiempo. En otras palabras, es una simple repetición de valores por un período determinado. T = 1 /f. • Valle: Es el punto más bajo de una onda. • Longitud de onda (λ): Es la distancia que hay entre el mismo punto de dos ondulaciones consecutivas o la distancia entre dos crestas consecutivas. • Nodo: es el punto donde la onda cruza la línea de equilibrio. • Elongación (x): es la distancia que hay, en forma perpendicular, entre un punto de la onda y la línea de equilibrio. • Ciclo: es una oscilación completo de ida y vuelta.

o

viaje

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• Velocidad de propagación (v): es la velocidad a la que se propaga el movimiento ondulatorio. Su valor es el cociente de la longitud de onda y su período:

v = λ /T

Las ondas periódicas están caracterizadas por crestas, montes y valles; usualmente son categorizadas como longitudinales o transversales. Una onda transversal es aquella con las vibraciones perpendiculares a la dirección de propagación de la onda; incluyen ondas en una cuerda y ondas electromagnéticas. Onda longitudinal es aquella con vibraciones paralelas en la dirección de la propagación de las ondas; incluyen ondas sonoras. Cuando un objeto corta un espesor determinado, por ejemplo, un estanque, el espacio experimenta una trayectoria orbital, porque las ondas no son simples ondas transversales sinusoidales. Ondas en la superficie de una cuba son, realmente, 127


una combinación de ondas transversales y longitudinales; los puntos en la superficie siguen caminos orbitales. Todas las ondas tienen un comportamiento común bajo un número de situaciones estándar. Todas las ondas pueden experimentar los siguientes fenómenos:

• Difracción: Ocurre cuando una onda al topar con el borde de un obstáculo deja de ir en línea recta para rodearlo. • Efecto Doppler: Efecto debido al movimiento relativo entre la fuente emisora de las ondas y el receptor de las mismas. • Interferencia: Ocurre cuando dos ondas se combinan al encontrarse en el mismo punto del espacio. • Reflexión: Ocurre cuando una onda, al encontrarse con un nuevo medio que no puede atravesar, cambia de dirección. • Refracción: Ocurre cuando una onda cambia de dirección al entrar en un nuevo medio en el que viaja a distinta velocidad. 128


• Onda de choque: Ocurre cuando varias ondas que viajan en un medio se superponen formando un cono.

Una onda es polarizada si solo puede oscilar en una dirección. La polarización de una onda transversal describe la dirección de la oscilación, en el plano perpendicular a la dirección del viaje. Ondas longitudinales tales como ondas sonoras no exhiben polarización, porque para estas ondas la dirección de oscilación es a lo largo de la dirección de viaje. Una onda transversal, como la luz, puede ser polarizada usando un filtro polarizador o al ser reflejada por un dieléctrico inclinado 30. 3030 Referencias: [1] Ron Cowen (29 de mayo de 2014). «No evidence for or against

gravitational waves». Nature (en inglés). • “buena onda” 2011 un tipo raro, su casa • “Mala onda” 2013 mira tú, un estudio. Bibliografía: • Campbell, M. and Greated, C. (1987). The Musician’s Guide to Acoustics. New York: Schirmer Books. • French, A.P. (1971). Vibrations and Waves (M.I.T. Introductory physics series). Nelson Thornes. • Hall, D. E. (1980). Musical Acoustics: An Introduction. Belmont, California: Wadsworth Publishing Company. Texto • Onda Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Onda?oldid=95475265 Colaboradores: AstroNomo, Agremon, Moriel, JorgeGG, Lourdes Cardenal, Pleira, Wintermute~eswiki, Dodo, Tano4595, Chinomng, Schummy, Ivan.Romero, Elessar~eswiki, Periku, Balderai, Elsenyor, Digigalos, MarhaultElsdragon, LocoMaN, Hispa, Airunp, Taichi, Rembiapo pohyiete (bot), LeCire, Magister Mathematicae, Charlitos, Ppfk~eswiki, RobotQuistnix, Alhen, Superzerocool, Caiserbot, BOT-Superzerocool, Vitamine, BOTijo, YurikBot, Cameri, Echani, Lobillo, Gothmog, Hectormb, Marb, Stefan h~eswiki, Jclerman, Eskimbot,

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Propuestas para un concepto de onda política

1. Onda política es el fenómeno de propagación del acontecimiento

Banfield, Aranda56~eswiki, George McFinnigan, Götz, José., Er Komandante, Tomatejc, Alexquendi, Dropzink, BOTpolicia, CEM-bot, Heavy, Laura Fiorucci, Hlucho, Retama, Baiji, Davius, Rosarinagazo, Antur, Gran Coyote, Jonas Scrub~eswiki, Thijs!bot, Alvaro qc, Jmcalderon, Yeza, RoyFocker, Max Changmin, Mario modesto, PhJ, LMLM, Botones, Isha, LPFR, Chuck es dios, Gusgus, Mpeinadopa, Jurgens~eswiki, JAnDbot, Kved, Muro de Aguas, Gsrdzl, TXiKiBoT, R2D2!, Fedevla, Humberto, Netito777, Algarabia, ZrzlKing, Phirosiberia, Nioger, Behemot leviatan, Chabbot, Alefisico, Pólux, JoSongoku, Bucephala, VolkovBot, Technopat, Alereal, Nicoguaro, Josell2, Matdrodes, House, DJ Nietzsche, BlackBeast, Lucien leGrey, TIMINeutron, 3coma14, Muro Bot, Amirapuato, Bucho, Angupedia, Srbanana, SieBot, Jengitsme, Ctrl Z, PaintBot, Danzoldick7, Drinibot, CASF, Bigsus-bot, Dark, Ugly, Greek, BOTzilla, Bbkkk, Mafores, Tirithel, JaviMad, XalD, Jarisleif, HUB, Nicop, DragonBot, Eduardosalg, Botellín, Leonpolanco, Pan con queso, Coren~eswiki, Juan Carlos Sánchez Rivero, Furti, Petruss, Argenz, Poco a poco, PetrohsW, Lluvia, Arhendt, Açipni-Lovrij, Mrspokito, Atsl87, Camilo, UA31, Sakuretsu, AVBOT, Elliniká, David0811, RckR, Angel GN, Andrea199433, MarcoAurelio, NjardarBot, Ialad, Diegusjaimes, Davidgutierrezalvarez, DumZiBoT, Metalero Andante, Arjuno3, Andreasmperu, Luckas-bot, Iñigo17, Picorico, Roinpa, Darq, Ixfd64, Vic Fede, Raúl Espitia Meloo, Xiomaramadelaine, Vandal Crusher, Yonidebot, Camilo 5263, Ivancp100, Nixón, RadiX, SuperBraulio13, Ortisa, Manuelt15, Xqbot, Jkbw, Dreitmen, Luis hernan 28, -Erick, Ricardogpn, Miley alejandra, Igna, Torrente, Panderine!, Zulucho, Evelyn Flores, Hprmedina, TobeBot, Sebitx, Halfdrag, RedBot, Cccs~eswiki, Vubo, EvilGod, Jerowiki, PatruBOT, Tbhotch, Jorge c2010, Foundling, GrouchoBot, Edslov, TheOrlSan, EmausBot, Savh, AVIADOR, Clusternote, Allforrous, Jorge nitales, Rubpe19, MercurioMT, Jcaraballo, ChuispastonBot, Waka Waka, Mjbmrbot, Hiperfelix, XanaG, Antonorsi, MerlIwBot, JABO, Satanás va de retro, AvicBot, Mauro tramontina, Ginés90, Fany bonita, 5truenos, DerKrieger, Ruben Josue Rafael Flores, LlamaAl, Érico, Sujeto2598, FrancoSorano, Vicente1064, DLeandroc, Murcyredhot, Violin3000, Helmy oved, José A.2, Syum90, Kevin Barja, Rauletemunoz, Lemilio775, Zimplemente silvestrista, Legobot, Leitoxx, Davidarauzm, Balles2601, Herman.pulido, Edagar.15, Santya, Daltreck, Jarould, Kevin lagos, RI123JH, 4lextintor, Lectorina, Fernando2812l, Jair.reolv, Jose de jesus gutierrez campos, Krassnine, YordyMaxXd, Franciscojvvergara, Naegi Makoto, y Anónimos: 773. Ver Enciclopedia Libre: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&b ookcmd=download&collection_id=c92b529a017624bff455d6 f7e7da94fcf9261be3&writer=rdf2latex&return_to=Onda. Mainkra777mainkra777

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político en el tejido espacio-temporalsocial. 2. La onda política transporta, por así decirlo, la energía capturada de las fuerzas sociales, atrapadas en las mallas institucionales.

3. La onda política ocasiona perturbaciones en planos y espesores de intensidad del tejido social. 4. Estas perturbaciones dejan sus huellas en estos planos y espesores de intensidad de la complejidad social singular.

5. El comportamiento de la onda política depende, por así decirlo, de las coordenadas dadas en la multidimensionaldad del tejido social; coordenadas definidas por dispositivos, agenciamientos, prácticas, estructuras e instituciones en la complejidad integral del tejido

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social, que supone los ciclos vitales ecológicos de la biodiversidad. 6. La forma de la curva, sus características, sus oscilaciones, sus ritmos, velocidad y duración, dependen del juego complejo de composiciones y combinaciones de las fuerzas o los campos de fuerzas, que corresponden a distintas materialidades, en el tejido social, en las territorialidades y en las ecologías.

7. Las crestas de la onda política definen el alcance de las vibraciones, la irradiación de las perturbaciones. Además de que éstas, las crestas, también dependen de la frecuencia, la longitud de onda, la velocidad de sus oscilaciones y la cantidad de energía desplegada. 8. El periodo de la onda política depende de la consistencia de las gestiones, de la convocatoria, de la fortaleza institucional; en el caso de perturbaciones transformadoras, 132


depende de la profundidad y extensión de las incidencias, de sus efectos de masa, en el contexto de nuevas equilibraciones, adecuaciones, sincronizaciones.

9. La amplitud de la onda política se define por la intensidad de los desplazamientos, la característica de los ritmos, por la forma misma de la onda, así como por el alcance de la cresta. 10. La frecuencia de la onda física viene definida por el número de vibraciones en unidad de tiempo. En lo que respecta a la onda política, podríamos decir que la frecuencia se define por la cantidad de acciones, prácticas, gestiones, por el lado, de la malla institucional, y la cantidad de conflictos, movilizaciones, activismos, por el lado de la sociedad alterativa.

11. El valle en la onda política viene definida por el momento de mayor 133


inercia, tanto en la gestión como en el proceso político en curso. 12. El nodo en la onda política viene definido en el momento cuando tanto la gestión como el proceso político se encuentran en su línea de equilibrio.

13. La elongación en la onda política define la diferencia entre turbación y la línea de equilibrio, en cualquier momento de la onda política; en el caso de crisis, se trata de la diferencia entre punto singular de la crisis y línea de equilibrio, en cualquier momento del proceso político. 14. El ciclo político en la onda política se configura entre la apertura de un proceso político y su clausura.

15. La velocidad de propagación en la onda política corresponde a la relación entre longitud de onda y su periodo, en la onda física; en el caso que nos compete, se trata de la extensión de la 134


onda, si se quiere, lo que abarca, y el lapso en el que se efectúa. 16. También se pueden usar, metafóricamente, los fenómenos descritos de la onda física. La difracción en la onda política corresponde al cambio de orientación del desplazamiento directo, al enfrentarse a obstáculos políticos o económicos, de resistencias y conflictos, bordeando los mismos para rodearlos.

17. También se puede estudiar en los procesos políticos el efecto doppler, que vendría definido por la retroalimentación entre la fuente emisora de políticas y la recepción social de las mismas; en su caso, también se puede hablar de ruido o de incomunicación o de inconexión entre la fuente emisora y la recepción, en caso de conflicto, mucho más, en caso de crisis.

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18. Así como se pueden encontrar interferencias cuando distintos proyectos políticos, acompañados por sus respectivos procesos políticos, se encuentran en un momento del espacio-tiempo del tejido social.

19. Del mismo modo, se puede estudiar en la onda política el fenómeno de reflexión. Esto ocurre cuando el proceso político, al encontrarse con espesores de intensidad que no puede cruzar o incidir, cambia de orientación y dirección. 20. También puede darse el fenómeno de refracción, cuando la onda política, al encontrarse con espesores de intensidad resistentes, por así decirlo, y sin embargo, los atraviesa, pero, se desplaza a distinta velocidad.

21. De la estudiar, parecido choque.

misma manera, se puede en la onda política, algo al fenómeno de onda de Esto ocurre cuando varias 136


ondas polĂ­ticas se superponen en un mismo contexto, formando un cono de posibilidades.

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La onda política populista

A manera de ilustrar y como ejercicio de aplicación de la metáfora de onda política, vamos a poner en juego la estructura, por así decirlo, de la metáfora en cuestión, sus categorías y fenómenos; en principio, describiendo el proceso político populista desde el enfoque de la onda política. Después buscaremos otra interpretación desde la perspectiva de la complejidad, que pone en juego las vitales figuras de vibración, onda, energía, cuerdas.

1. Si bien, tenemos que hablar de onda política populista en su singularidad; refiriéndonos a un proceso político especifico, dado en un contexto determinado y en una coyuntura definida; vamos a hacerlo de esta manera, comprendiendo las articulaciones de la complejidad y sus dinámicas simultaneas e integradas; empero, tratando, no de generalizar, sino de profundizar en las regularidades, características, ritmos 138


y ciclos de un proceso político populista particular. Este es el caso del proceso político populista boliviano reciente. 2. Una primera descripción, desde la perspectiva de la onda política, es que la misma parece variar en su desplazamiento. Las primeras oscilaciones y vibraciones, podríamos decir, en una primera etapa de la forma de gubernamentalidad populista, parecen mostrar crestas altas, amplitudes mayores, ritmos acelerados, propagaciones mayores. En cambio, en las siguientes etapas del proceso político populista, parecen, mas bien, disminuir en intensidad, en amplitud, en alcance, así como también en los ritmos y velocidades del proceso mismo.

3. Ocurre como si la energía social con la que nace el proceso político en cuestión disminuyera, ocasionando desaceleraciones, disminución de los ritmos, menor envergadura en cuanto 139


a los alcances políticos. Las vibraciones y la frecuencia de las vibraciones disminuye en el periodo. 4. Se podría decir que tanto la distancia de los momentos de la onda política respecto de la línea de equilibrio disminuye; así como también, la distancia de estos momentos respecto del fondo o su valle, que manifiesta inercia, disminuye. Lo primero, puede ser tomado como una tendencia a la equilibración del proceso, después de la primera temporada agitada. En cambio, lo segundo, aparece como un acercamiento a la inercia.

5. En este transcurso, donde se manifiestan cambios en la forma de la curva de la onda política, así como en su tamaño, alcances, ritmos, frecuencias, parecen cambiar las significaciones de los fenómenos políticos. Quizás un primer síntoma de la variación del sentido político aparece con el fenómeno de difracción. Ante la presencia de 140


obstáculos políticos, el comportamiento político, mas bien, tiende a eludirlos, sin enfrentarlos, bordeándolos para rodearlos. No se solucionan los problemas; empero, se busca enquistarlos, por este merodeo, aislándolos. 6. Recordando nuestros análisis anteriores, es cuando se hace patente la tendencia a la simulación, al montaje, al teatro político; que busca sustituir la presencia de los ineludibles obstáculos por la representación de su desaparición; creyendo que con aislarlos o enquistarlos basta, para hacerlos desaparecer. Sin embargo, el problema no solucionado subsiste.

7. Otro síntoma de la modificación de contexto aparece como efecto doppler; la relación entre la fuente emisora de políticas y la recepción social deja de ser la de la retroalimentación, como en los mejores momentos de la convocatoria, para comenzar a mostrar 141


incomunicaciones, inconexiones y ruidos, entre la fuente y la recepción. 8. Un tercer síntoma del cambio de contexto, que corresponde al cambio en la forma de la curva de la onda política, es el de la interferencia. Distintos proyectos políticos, contenidos en el mismo proceso político, concurren diferenciándose. Esto sin considerar los proyecto políticos de procesos políticos anteriores o, por así decirlo, conservadores, en un caso, o radicales, en contraste, en otro caso.

9. El cuarto síntoma parece formar parte de una subsiguiente fase o, si se quiere, tercera etapa, en esta secuencia de la onda política populista. Se trata del fenómeno de reflexión; cuando la onda política populista se topa con espesores sociales que no puede cruzar, incorporar, ni incidir, cambia la orientación de la onda, reflejándose en una especie de retorno, así como mostrando otras 142


direcciones políticas carácter conservador.

ocultas,

de

10. En esta tercera etapa del proceso político populista, aparece un quinto síntoma; el fenómeno de la refracción. Cuando los espesores sociales de resistencia no son lo suficientemente consistentes, la onda política populista logra atravesarlos; empero, lo hace de manera ralentizada. Incluso se puede considerar que se dan nuevos acuerdos, nuevas alianzas, impensables en la primera etapa del proceso político. 11. A nuestro entender, el sexto síntoma todavía no se ha dado con respecto a las condiciones de posibilidades del contexto de realidad, por así decirlo. La onda política populista no se ha topado con otras ondas políticas, ocasionando esta superposición un cono de posibilidades políticas abiertas.

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Esta inicial descripción, que es, mas bien, incipiente todavía, hecha desde la perspectiva de la metáfora de onda política, no ha usado la estructura y composición de las coordenadas, que hacen a la multidimensionalidad, por lo tanto, a la complejidad dinámica, en este caso política. Lo que nos acercaría al análisis desde la perspectiva de la complejidad, que comprende la integralidad del acontecimiento político. Queda pendiente esta tarea, en aras de reenganchar esta descripción con los análisis prospectivos que hicimos antes. Sin embargo, ya podemos sugerir, con lo descrito, algunas hipótesis interpretativas.

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Hipótesis interpretativas

I.

La onda política populista nace con una cantidad de energía social, que despliega desbordantemente. Esta cantidad de energía social disminuye, se desgasta o agota; pues no encuentra retroalimentación. Al ocurrir esto, la forma de la curva de la onda política cambia; se modifica, achicándose, encogiendo toda la estructura de sus composiciones. Cambiando también los contextos de realidad y las coyunturas. La incidencia política de la onda política populista ya no es de convocatoria, sino, mas bien, clientelar. Modificando el sentido mismo político del proceso. De promesa se ha convertido en una burda imitación.

II.

Estas variaciones en la estructura de composición de la 145


onda política, que implica merma de las cantidades, disminución de los tamaños y alcances, así como de los ritmos, las frecuencias y la velocidad, por lo tanto, de la intensidad y la extensidad del proceso mismo, cambian u ocasionan otros contextos de realidad. Estos contextos ya no son de apertura, menos de transformación, sino, más bien, anuncian la clausura y a regresión conservadora.

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La mรกquina de poder en su singularidad

Pintura de Eusebio Choque

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La máquina de poder es un concepto abstracto; sabemos que en la realidad efectiva la máquina de poder no se da en su forma abstracta o como generalidad homogénea. Se da, mas bien, de manera concreta y singular; es decir, como única, en un lugar y momento determinados, en una geografía específica y en un periodo determinados. En una región y en un mundo correspondientes a una época determinadas. La máquina de poder en su singularidad es un concepto complejo, que se refiere al funcionamiento de la máquina misma, a su estructura tecnológica y técnica; estos términos tomados en sentido amplio. Tanto en lo que respecta a la arqueología de la techné, así como en el sentido que le atribuye Michel Foucault; tecnologías y técnicas de organización social. También en el sentido de diseño así como de efectuación o funcionamiento. Si se quiere, su adaptación y adecuación al terreno, a las condiciones exigentes, donde tiene que funcionar. También máquina en su sentido de ingeniería; es decir, comprendiendo que ingeniería supone la aplicación del 149


conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos, con el propósito de innovación, invención, desenvolvimiento e incremento de técnicas y herramientas. La ingeniería emplea los conocimientos y métodos científicos adquiridos, ajustándose a las condiciones de posibilidad del momento. Ingeniería como arte del manejo tecnológico en el diseño, impulso y manejo de nuevos procedimientos técnicos en la industria y otros campos de aplicación. En otras palabras, como heurística aplicada. En sentido pleno, la ingeniería no es exactamente teleológica, sino una metodológica; es decir, una instrumentalidad al servicio de la resolución de problemas.

Como se puede ver, cuando empleamos el concepto de máquina, nos abrimos a estas connotaciones y otras más, como la relativa al conjunto engranado de mecánicas, que coordinan el movimiento integral de la máquina. Sin embargo, esta aplicación o, si se quiere, esta atribución al poder, concebido como máquina, tiene 150


problemas; pues la máquina del poder, lejos de abarcar estas connotaciones, las excluye, restringiendo su campo de funcionamiento a un estrecho margen de peculiaridades, definidas, esta vez, por las finalidades del poder. En consecuencia, paradójicamente, la máquina del poder se vuelve teleológica; abandona su característica de metodológica.

Sabemos que lo de máquina abstracta de poder es una metáfora. Empero, si no tenemos en cuenta qué ocurre con este uso metafórico, podemos perder la posibilidad de un buen uso hermenéutico, la posibilidad de una interpretación adecuada. En este caso, la transformación metafórica, en vez de, volar, se afinca al suelo, por así decirlo; repta, circulante, alrededor de recurrentes usos y servicios, que no solucionan problemas; al contrario, preservan los problemas como en una suspensión dilatada burocráticamente. Por eso, podemos concluir, en una hipótesis interpretativa cardinal: la 151


máquina del poder no está para solucionar problemas ni resolverlos, sino para mantener los problemas; es más, para ocasionar más y otros problemas.

Ahora bien, cuando hablamos de la singularidad de la máquina del poder, apuntamos a que, en el caso, por así decirlo, histórico-político-cultural, las máquinas de poder no son iguales, no son homogéneas, como ocurre con las máquinas de la ingeniería, sino únicas, singulares, distintas. A pesar de analogías, que puedan manifestar y mostrar, a pesar de que pueda parecer que proceden de un modelo históricopolítico-económico. Esto, sin embargo, no es lo que ocurre; no se procede de ningún modelo, si se quiere ideal, sino que el modelo, mas bien, se construye o se conforma en la medida que las genealogías de las maquinas singulares del poder tienden a parecerse. Lo hacen por concurrencia y paradójica diferenciación e imitación. En realidad, el modelo es un procedimiento de

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interpretación teórica, no una realidad efectiva.

Cuando hablamos de máquina abstracta de poder singular, no podemos hacerlo sin la referencia concreta; no se remite a una generalidad, menos a un modelo, sino a una concreción especifica. Por eso, nos vamos a referirnos a una singularidad, como podíamos también habernos referido a otra singularidad. La singularidad de referencia es la máquina abstracta de poder boliviana.

No hay origen ni fin, es decir una linealidad, si se quiere, histórica, en el sentido de la narratividad de la historia. Hay acontecimientos, que se van dando y afectando mutuamente. Ninguno de los acontecimientos dados en los tejidos espacio-temporales-territoriales-sociales se borra o desaparece, aunque los cronistas no los hayan anotado. Este es uno de los problemas de la historia, que

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parte de las fuentes de los cronistas y no de los acontecimientos.

Las huellas de las “sociedades precolombinas”, para decirlo con ese tono que delimita la historia, no se han borrado, aunque no fueron narradas ni documentadas. Esas huellas están hendidas en las territorialidades ecológicas y culturales, en las memorias ecológicas, también en las memorias corporales y en las memorias sociales; aunque estas memorias no encuentren su evocación en las formas de expresión privilegiadas por la modernidad.

Lo vivido y experimentado por los seres no desaparece, se registra en los cuerpos y ciclos vitales. Por lo tanto, hay que tener en cuenta y no perder de vista que la memoria no se restringe a la idea de memoria, que tiene la psicología, menos la filosofía. La memoria responde a la complejidad de la vida misma, que es definida como memoria sensible; abarca y comprende múltiples planos y 154


espesores de intensidad, en constante devenir.

Las sociedades modernas, los pueblos en la modernidad, parecen haber olvidado. Esto es cierto relativamente, cuando nos referimos a la memoria psicológica o a la memoria filosófica; es decir, a la memoria que se toma en cuenta cuando ingresa a las narrativas y transmisiones orales, cuando aparecen en los recuerdos, en los registros documentados, incluso en los registros arqueológicos. No se considera, por ejemplo, la memoria biológica, la memoria genética, mucho menos la memoria molecular, la memoria atómica, la memoria de las asociaciones de las partículas infinitesimales. Pero, sin ir tan lejos, no se toma en cuenta las memorias corporales y territoriales, las memorias ecológicas.

Las sociedades que la antropología llama indígenas, se encuentran en las huellas o, mejor dicho, en la gramatología o inscripción de las huellas corporales y 155


territoriales de los ciclos vitales; de manera concreta, en los ciclos vitales de las reproducciones sociales. La ideología puede soslayar estas evidencias inscritas en los cuerpos y territorios, pero, no puede hacerlas desaparecer. La ideología puede solventar a las ciencias sociales y humanas; posibilitando que éstas hablen a nombre de los supuestamente desaparecidos, de las supuestamente desaparecidas sociedades y civilizaciones. Sin embargo, no puede hacerlas desaparecer del planeta, tampoco del mundo. Pueden las instituciones académicas haberse ocupado de estudiar, durante medio milenio, a pueblos, sociedades y civilizaciones, aparentemente barridas por la modernidad, incluso resistentes y perdurables, basándose en sus fuentes y registros documentados; sin embargo, esta ocupación disciplinaria o si se quiere científica, estos corpus representativos, no sustituyen a los acontecimientos territoriales, sociales, culturales y civilizatorios.

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Que no aparezcan a los ojos meticulosos de los estudiosos, no quiere decir que no existen. Mucho menos cuando no son reconocidos por las mallas institucionales del Estado moderno, del Estado-nación. Lo que pasa es que la existencia, en su complejidad dinámica e integrada, no es visualizada, por eso, no es mencionada, aun cuando la intuición social da cuenta de estas existencias en devenir y en constante manifestación singular.

Estas existencias, ignoradas por las narrativas académicas, aparecen desbordando, cuando las mallas institucionales entran en crisis, se abren fisuras, aberturas, en las redes y tejidos institucionales. El problema se da cuando aparecen y se muestran desbordantes; se acostumbra a nombrarlas de la manera habitual, usando los paradigmas heredados. Entonces, la propia costumbre conservadora de asumir la existencia desde los recortes institucionalizados, descartando ámbitos de la experiencia social, así como espesores de la memoria social. 157


Estas experiencias sociales y memorias sociales, vinculadas a memorias territoriales y memorias ecológicas, forman parte de las dinámicas de los cuerpos y de los ciclos vitales; es decir, de las ecologías. Daremos un primer ejemplo, como acercamiento a lo que señalamos, en el horizonte discursivo; este es el relacionado a las enfermedades, a los perfiles epidemiológicos, si se quiere por épocas y regiones. Diremos que las enfermedades son como los síntomas de las de-sincronías de las sociedades institucionalizadas con sus entornos ecológicos. Las de-sincronías pueden ser leídas como desbordes de lo que las sociedades institucionalizadas desconocen y descartan. Las dinámicas vitales, desde las dinámicas moleculares hasta las dinámicas molares, desbordan a los funcionamientos maquínicos de estas sociedades. Cuando estas sociedades, por ejemplo, en la modernidad, han logrado resolver la contingencia expansiva de las enfermedades, recurriendo a la ciencia y a la técnica, 158


construidas y conformadas con ese propósito, es cuando se han abierto a la comprensión de las dinámicas vitales, desconocidas institucionalmente, aunque sea ésta comprensión parcial. Las “sociedades nativas”, repitiendo otro de los nombres atribuidos, que lograron comunicaciones con, por lo menos, parte de las ecologías, acumulando saberes sobre las plantas, también resolvieron problemas a partir de los usos y empleos de las plantas.

Ambos saberes, los saberes nativos, por así decirlo, manteniendo nombres conocidos, y los saberes científicos modernos, lograron abrirse al conocimiento de, por lo menos, parte de los ciclos vitales y las dinámicas ecológicas y biológicas. No vamos a entrar a la desubicada discusión de cuál de los saberes es más eficaz y más verdadero; sino, tan solo, señalar momentos, situaciones, donde las sociedades han podido abrirse a la sincronización ecológica, aunque

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interpreten la misma de distintas maneras y con distintas narrativas.

Lo que acabamos de decir es una manera de ilustrar, ejemplificando, sobre la gravitación, por así decirlo, de las dinámicas existenciales ecológicas y sociales, no evocadas por las sociedades modernas. La conquista, con la llegada de los europeos al continente de Abya Yala, desató cataclismos biológicos y ecológicos. Los cuerpos de las poblaciones nativas no contaron con la información genética para defenderse de los virus que trajeron con ellos los europeos. Las enfermedades, como la viruela, acabaron con proporciones altísimas de las poblaciones nativas, en muchos casos, haciendo desaparecer a pueblos enteros. No es que se enfrentaron dos paradigmas de saberes, dos formas de civilizaciones distintas, como de alguna manera se interpreta, en distintas tonalidades y acepciones, sino que el desconocimiento europeo no solo del quinto continente, sino de espesores existenciales vitales y de sus ciclos, 160


desencadenó acciones y efectos destructivos sin precedentes. Por otra parte, el desconocimiento de las “sociedades nativas” de la existencia de otras sociedades y civilizaciones, que habitaban el planeta y conformaban el mundo, hizo a estas sociedades vulnerables ante la llegada extracontinental.

Dos formas de sociedades y civilizaciones institucionalizadas, a su manera, se enfrentaron, ocasionando destrucciones masivas irreparables; cuando, por lo menos, desde una perspectiva teórica y de historia ficción podría haber sido beneficiosa y potenciadora. Volvamos a la ideología, esta vez, en su peculiaridad del momento, la coyuntura, el periodo y la época colonial; veremos que los imaginarios constituidos e instituidos impidieron la comprensión de lo que acontecía. Unos interpretaron como si se tratara desde la llegada a la India oriental, del Asia, hasta una tarea civilizatoria, suponiendo mayor evolución, además de contar con la 161


supuesta religión verdadera; otros interpretaron, desde una premonición mítica, hasta un castigo por haber abandonado a los dioses. En ambos casos, la ideología les jugó una mala pasada. Los conquistadores y colonizadores perdieron la oportunidad de aprender; los conquistados y colonizados perdieron la oportunidad no solamente de resistir, sino de vencer; eran indudablemente la apabullante mayoría poblacional. Podían haber evitado el desembarco continuo de los europeos, como lo hicieron los asiáticos, que contaron con ejércitos que los detuvieron en las costas. Podían haber aprendido también de los otros saberes y técnicas, contribuyendo con sus propios saberes y técnicas.

No hubo tal oportunidad. Para decirlo en términos renacentistas, la humanidad se cegó a sí misma, se enfrentó a sí misma, como acostumbraba y acostumbra. No quiso aprender, prefirió el recurso heredado, el de la violencia y el de la sumisión, cuando se siente vencida. 162


Ambas estrategias son equivocadas, desde la perspectiva de la vida, pues no aprovecharon el momento de aprender. Unos porque se creían superiores, aunque no se sabe, a ciencia cierta, por qué; otros porque se dejaron convencer por sus propios mitos. Unos podían haber inaugurado un mundo de la fusión de horizontes, para decirlo en el lenguaje de Hans-George Gadamer; otros, por haber dejado de luchar, arriesgándolo todo, para vencer y expulsar a los invasores. No hay dominación sin que haya aceptación; en este caso, para decirlo directamente, complicidad de las noblezas nativas, no de los pueblos nativos.

Con el ejemplo que acabamos de exponer, lo que hacemos es no solo señalar la incidencia, aunque sea sintomática, del espesor de las dinámicas existenciales, sino de lo que se pierde; la oportunidad. Ahora es indispensable de mostrar algunos otros ejemplos, no mencionados por la historiografía ni las ciencias humanas ni sociales. Estos otros 163


ejemplos tienen que ver con lo que intuyen las sociedades alterativas; es decir, las mismas sociedades, empero, en este caso, no institucionalizadas, resistentes, en flujos de fuga de las mallas institucionales del Estado. La sociedades alterativas al evadir el manto de las mallas institucionales, al escapar de sus capturas, además, al atravesarlas nómadamente, están vinculadas a los ciclos vitales de las ecologías de la biodiversidad del planeta; aunque lo hagan de una manera espontánea e intempestiva, aunque no sean conscientes de las dinámicas de su praxis; aunque no lo evoquen de la mejor manera, sino recurriendo o a sus mitos o a la ideología moderna vanguardista o populista.

¿Qué es lo que intuyen? Diremos que intuyen que el mundo efectivo no está ni se encuentra en el mundo de las representaciones institucionalizadas, en el mundo fetichista; que en el mundo efectivo es posible la utopía, para decirlo en el leguaje romántico vanguardista. En 164


palabras más claras, menos metafóricas, intuyen los espesores de los ciclos vitales ecológicos del planeta, aunque, incluso, no puedan figurarlo.

En sentido pleno de la palabra, las rebeliones sociales, no solo responden a la acumulación de demandas que desbordan, a la insatisfacción social, a la dolorosa violencia impuesta, institucional, simbólica y cotidiana, sobre todo, no solo responde a la utopía perseguida y soñada, sino a las dinámicas creativas de la vida, a la potencia creativa de la vida.

Esto, lo que decimos, sigue siendo prolegómenos a la anunciada descripción y exposición de la máquina de poder singular boliviana. No podíamos entrar en esta descripción, por más somera que fuera, ni esta exposición, por más hipotética que sea, sin los apuntes que acabamos de colocar. Ahora entramos a una exposición sucinta e interpretativa,

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por lo tanto hipotĂŠtica, de la mĂĄquina de poder singular boliviana.

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Hipótesis sobre la máquina de poder singular boliviana

1. La máquina de poder singular boliviana sigue siendo colonial. La violencia inscrita en los territorios y en los cuerpos de los pueblos nativos sigue hendida en los cuerpos, incidiendo en los comportamientos y conductas; sobre todo, en las instituciones. 2. La independencia, la república, las sucesivas revoluciones, lo que hicieron es modificar y cambiar, incluso, si se quiere, mejorar y hasta democratizar las formas de colonialidad; sin embargo, nunca salieron de la irradiación colonial.

3. Un rostro indígena en el gobierno no cambia esta estructura de poder colonial, esta genealogía de la colonización y la colonialidad, sino, mas bien, afirma, paradójicamente, la 167


colonialidad misma, al legitimar la colonización recurrente con la firma del perfil indígena. 4. Uno de los ejes del diseño de la arquitectura de la máquina de poder singular boliviano, es el de presentarse por lo que se debe, se espera y se imagina ser, además de desentenderse de lo que efectivamente es. Llamemos a esto la ilusión del poder.

5. Una de las condicionalidades restrictivas de la genealogía del poder, es el de haber optado por el recorte de republiquetas y no por la patria grande, la utopía de las guerras anticoloniales. 6. Un perfil del diseño de la arquitectura del Estado-nación es optar por la condicionalidad del mercado internacional, convirtiendo al país en un país extractivista, exportador de materias primas. No por la condición de posibilidad histórico-política168


cultural de la cohesión social, territorial, cultural; en otras palabras, por algún proyecto propio, es decir continental.

7. Una herencia condenatoria, por así decirlo, es que los campos de las correlaciones de fuerza han definido la resultante de la jerarquía y la potestad de una clase dominante, impuesta por la fuerza, sin que ésta sea hegemónica, ni logre un claro dominio institucionalizado. Su dominio fue preservado más por el imaginario social e institucional que por una realización institucional. 8. Lo que el discurso del nacionalismo revolucionario llama la anti-nación, el coloniaje, no es otra cosa que este triunfo, más simbólico que real, de una clase dominante sin dominio, ni si quiera sobre sí misma. La nación, en el sentido de Estado-nación, no fue otra cosa que una representación no lograda, ni siquiera después de la revolución nacional de 1952; tampoco 169


en el gobierno del “primer presidente indígena”. En ambos casos, 19521964, 2000-2017, hay más inflación de la representación que efectiva realización social, política, económica y cultural. 9. Un síntoma recurrente y alarmante son las intermitentes derrotas militares, en guerras cruciales para la consolidación de un Estado-nación. Las estructuras de las derrotas tienen mucho que ver con la inclinación por las ceremonias del poder, por los juegos del poder, por los chauvinismos, por las tramoyas, y dejar de lado las responsabilidades, las estrategias y organizaciones efectivas, así como el patriotismo espontáneo, que no puede ser otro que el democrático. Dejando de lado el cumplimiento de las tareas militares, dedicando el tiempo al chantaje de oportunistas y brabucones.

10. Una antinomia no resuelta es la de la correspondencia, mas bien, de la in170


correspondencia, es la relativa a la incomplementariedad entre los actos heroicos del pueblo, que se enfrentan a la realidad y la historia, para cambiarlas, y gobernantes y representantes, que resultan de los levantamientos e insurrecciones populares. Quienes acotan los horizontes de las transformaciones a los tamaños de sus propios egos miserables. 11. Una herencia compartida entre los distintos perfiles de la clase política, es la inclinación por el uso del poder en beneficio propio, como si su situación de gobernante o representante del pueblo fuera la oportunidad de la revancha y no la oportunidad de modificar las reglas del juego. 12. Otra herencia congénita es la creencia de los “revolucionarios” de que el fin justifica los medios, maquiavelismo barato. El fin de la revolución justificaría toda clase de medios empleados, desde la violencia desmedida hasta las tramoyas más 171


desvergonzadas, evadiendo la responsabilidad con las generaciones de derechos conquistados. Olvidando que cuando se violan derechos se pierde el derecho a reclamar y a justificar la acción y el ejercicio mismo de poder. 13. Una práctica persistente es la del prebendalismo y el clientelaje; que sustituye a la convocatoria, cuando falta, que busca comprometer coactivamente cuando falla el entusiasmo, que construye un poder basado en las complicidades.

14. Una de las consecuencias deleznables es que, en las condiciones descritas, se sobrepone el oportunismo, la impostura, la comedia y la simulación; sobre todo, la economía política del chantaje. 15. Un comportamiento repetitivo tiene que ver con una consciencia dependiente y sumisa de la clase política, que considera que la realidad 172


es la que se reconoce en la predominancia del mercado, del capital, del sistema financiero, de la geopolítica del sistema-mundo capitalista, por más “antiimperialista” que se reclame.

16. Quizás el rasgo más elocuente de la decadencia radique en el menosprecio de las capacidades de la gente, de los pueblos, respecto a su madurez para decidir, construir colectivamente las decisiones políticas, aprender, autogobernarse y auto-gestionar.

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Tesis ondulatorias

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Campos ondulatorios del tejido espacio-temporal-social

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Hablamos de onda política, también de onda política populista, especificando este movimiento oscilatorio; sin embargo, debemos entender que se trata no de una onda, sino de múltiples y plurales ondas, es decir, vibraciones, que hacen a esta figura, aparentemente homogénea y única31. Cuando, más bien, nos encontramos ante conglomerados y hasta constelaciones de ondas, que hacen a la dinámica de los procesos políticos. Si hablamos de onda y no de ondas, lo hicimos, en principio, por razones de exposición y de ilustración pedagógica 32. Ahora, se trata de describir mejor este fenómeno vibratorio del acontecimiento político. Se entiende que lo hacemos, al

31

Ver Flujos y espesores. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/flujosespesores/. 32 Ver El descarnado poder, Poder clientelar, El desmoronamiento y Onda política. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/eldescarnado-poder/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/el-poderclientelar/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/eldesmoronamiento/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/ondapolitica/.

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haber asumido el paradigma de la teoría de las cuerdas, como instrumento hermenéutico adecuado, en el análisis de la complejidad dinámica e integrada33.

Ciertamente, es comprensible que en la perspectiva de la complejidad, enfoquemos el acontecimiento político no solo desde la perspectiva de la complejidad, dinámica e integrada, sino incorporemos, en lo que respecta a los movimientos, desplazamientos, dinámicas, además del carácter asociativo de las composiciones, la perspectiva ondulatoria en el análisis de fenomenologías sociales, políticas, económicas, culturales y ecológicas; atendiendo también a la energía contenida y a la energía desatada. Desde esta configuración compleja, se hace imprescindible tener en cuenta la simultaneidad dinámica del tejido espacio-temporal- territorial-social. Esto exige entender que los fenómenos 33

Ver Cuerdas compositoras del universo. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/cuerdas-compositoras-delmultiverso/.

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molares del universo suponen substratos no solo moleculares y atómicos, sino suponen también asociaciones de partículas infinitesimales, de compasiones y combinaciones de la fuerza fundamentales; sobre todo, de acuerdo al avance de la teoría física, asociaciones, composiciones y combinaciones de cuerdas. En otras palabras, conjeturamos que la energía, que mueve al universo, en sus distintas escalas, se manifiesta de manera ondulatoria. Recurriendo a la metáfora de la teoría de las cuerdas, de que el universo es una sinfonía de notas, suponemos que la energía es el motor, por así decirlo, figurativamente, del universo, en sus distintas escalas. Entonces, las propiedades ondulatoria y vibratoria se encuentran tanto en las dimensiones infinitesimales de las partículas, así como en las dimensiones atómicas, también en las dimensiones moleculares; del mismo modo, las propiedades ondulatoria y vibratoria se encuentran en las dimensiones molares. En consecuencia, la hipótesis teórica es que las características ondulatorias y 180


vibratorias se encuentran o se manifiestan en todo el universo, en sus distintas escalas. Interpretar el acontecimiento político, usando la metáfora de la onda, es entonces pertinente.

Ahora, necesitamos aclarar que no se trata de una onda, sino de dinámicas de ondas y vibraciones, donde la multiplicidad y pluralidad de ondas ocasiona un efecto convergente, dando la impresión de un comportamiento único. Por lo tanto, trataremos de comprender el engranaje integrador de las dinámicas múltiples y plurales de la multiplicidad de ondas singulares, que hacen al acontecimiento político. En este avance de aproximaciones interpretativas, sugerimos hipótesis metodológicas, que nos ayuden en el propósito.

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Dinámicas de las ondas singulares

1. Así como no hay una fuerza, individualizada, sino campos de fuerza, en concurrencia; tampoco hay una onda sola, sino constelaciones de ondas, que conforman campos. El campo vibrante de las ondas se configura como campo energético. Así como las olas configuran el mar, en su movimiento de flujo y reflujo, se puede decir, por analogía, que las ondas singulares configuran el campo ondulatorio, en cuestión. Aclaremos que no se puede concebir este campo como espacio, sino como espaciotiempo; en consecuencia, en constante movimiento. La onda política, de la que hablamos, se encuentra configurada por las dinámicas de múltiples y plurales ondas imbricadas. 2. Visto de esta manera, la onda política populista es como la configuración de múltiples y plurales vibraciones

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singulares, engranadas, que hacen al proceso político.

3. Se puede hablar, metafóricamente, de una onda política, de manera concreta, de una onda política populista, porque se configura un engrama integral de la constelación de ondas. Por lo tanto, se trata de comprender cómo se configura esta integración compleja, que articula la multiplicidad de ondas y vibraciones. Para esto, es menester entender las dinámicas vibratorias, que hacen a la integralidad del desplazamiento ondulatorio, que llamamos onda política. 4. Así como no hay un pez, sino cardumen de peces, así como no hay un pájaro, sino banda de pájaros; de la misma manera, se puede decir que no hay una onda, sino campos o corrientes de desplazamiento de ondas. Los cardúmenes de peces y las bandas de pájaros conforman agregaciones, asociaciones, hasta, 183


incluso, se podría decir, sociedades. ¿Qué conforman los campos de desplazamientos de flujos de ondas? Sin llegar a decir que en el campo de ondas en desplazamiento, las ondas se asocian, puede concebirse que las ondas se hallan conectadas en su desplazamiento, incluso que se encuentran, de alguna manera, enlazadas.

5. Se trata de campos energéticos, incluso, yendo más lejos, se trata de no olvidar que el universo mismo es energético. La energía mueve, por lo tanto, hace el universo. La energía es la potencia, en las distintas escalas de universo; potencia que supone la sincronía integral de la energía. 6. En consecuencia, se puede conjeturar que las constelaciones de flujos de ondas se encuentran como compactas e incluso sincronizadas, abarcando y atravesando las distintas escalas del universo. Esta concepción nos lleva a

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suponer un universo ondulatorio y vibratorio.

7. En lo que respecta al acontecimiento político, no solamente se define por la multiplicidad de singularidades, la multiplicidad de procesos singulares, entrelazados, sino por las dinámicas propias ondulatorias y vibratorias del acontecimiento. 8. Ahora bien, las dinámicas ondulatorias del acontecimiento, exigen, por así decirlo, la comprensión de su conectividad, así como de su presencia compacta en los desplazamientos. En pocas palabras, la pregunta es cómo se ensamblan los conglomerados, las constelaciones, las corrientes de los campos de flujos de ondas.

Hablando de flujos de ondas, para ilustrar, pongamos como ejemplo, la marea, el flujo y reflujo de las olas del 185


mar. Estas olas, en flujo y reflujo, que pueden ser metáfora de las ondas, se mueven por el influjo sincronizado del sol, la luna y la tierra. Diremos, simplificando, que los campos gravitatorios del sol, la luna y la tierra, propagan perturbaciones que se manifiestan en la marea. Podríamos hablar hasta de una sincronía dinámica de los tres campos gravitatorios, que se propaga en el variante y cíclico comportamiento de la marea; además considerando los distintos lugares y regiones donde se manifiesta la marea de manera distinta. Es conveniente separar, analíticamente, lo que son las ondas gravitatorias, de lo que son las huellas dinámicas de la propagación de las ondas, en los espesores de los océanos. Aunque sabemos que la complejidad dinámica e integrada del planeta, articula ondas gravitatorias y manifestación material de las propagaciones de las perturbaciones, es menester, por el momento, distinguir las ondas gravitatorias, como tales, de las manifestaciones de las propagaciones donde se trazan. Al hacerlo, retomamos la diferenciación física entre ondas y 186


partĂ­culas, entre ondas y materialidad corpĂłrea.

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Interpretación prospectiva flujos de ondas

de

los

Las ondas, si bien, pueden estar articuladas a partículas, a materialidades, a corpus, a corporeidades, no son ni partículas, ni materialidades, ni corpus, ni corporeidades. Las ondas son vibraciones, para decirlo resumidamente. Si se quiere, para expresarlo provisionalmente, se trata de energía desplegada en vibraciones.

En consecuencia, parece apropiado diferenciar entre materia, energía y campos o corrientes de desplazamientos de flujos de ondas. Aunque se suponga la conversión o transformación de la energía y materia, sabemos que no es lo mismo. Entonces, ¿qué son las vibraciones y ondas de los distintos campos de fuerzas fundamentales? ¿La energía misma, es decir, las formas de manifestación de la energía? ¿Campos ondulatorios y vibrantes de la relación entre energía y materia? ¿O representaciones 188


matemáticas y físicas de fenómenos complejos? En el último caso, podríamos estar no solo analizando e interpretando la complejidad dinámica, sino atribuyendo existencia singular a las ondas.

No pretendemos responder a estas preguntas, que dejamos a las investigaciones teóricas y descriptivas de la física contemporánea, sino establecer marcos problemáticos en estas cuestiones tan sugerentes como los campos o corrientes de flujos ondulatorios. Dicho esto, podemos pasar a la exposición prospectiva sobre los campos de desplazamiento de las ondas políticas.

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Campos de desplazamiento de las ondas políticas

Los campos o corrientes de flujos de ondas políticas trazan sus huellas dinámicas en las corporeidades sociales. Estos flujos pueden ser directamente las manifestaciones de la energía social, tanto correspondientes a las fuerzas capturadas por las mallas institucionales, así como correspondientes a la creatividad de la sociedad alterativa.

Suponiendo que sea así, en aras de la hipótesis teórica, lo sugerente es que la energía social como que cobra, por así decirlo, figurativamente, autonomía. Las mallas institucionales pueden capturar fuerzas sociales y hacerlas andar en función de la reproducción del poder; pero no pueden controlar el juego, aleatorio y necesario, de la energía desplegada. Antes decíamos que las mallas institucionales no pueden controlar los efectos de masa, que se desatan de las múltiples y plurales 190


acciones y prácticas desplegadas en los campos imbricados entre instituciones y devenir social. En otras palabras, las circunscripciones de los planos y espesores de intensidad de las mallas institucionales no abarcan, de lejos, la complejidad dinámica social, menos ecológica.

Interesa entonces, tanto teóricamente, así como descriptivamente, en las investigaciones necesarias, comprender estos campos o corrientes de flujos de ondas políticas, tal como las denominamos, provisionalmente, que, ciertamente, corresponden a flujos de ondas sociales, mucho más, flujos de ondas ecológicas.

La hipótesis prospectiva de corrientes de flujos de ondas políticas, que deriva en la tesis de los campos vibratorios políticos, puede sugerir interpretaciones sobre las contingencias políticas; contingencias no controladas ni por las mallas institucionales, que quedan pequeñas, ni 191


por la sociedad alterativa. Teniendo en cuenta esta posibilidad, vamos a sugerir nuevas hipĂłtesis interpretativas de la crisis de la gubernamentalidad populista, que tambiĂŠn llamamos gubernamentalidad clientelar.

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Crisis y contingencias de gubernamentalidad populista

la

1. La gubernamentalidad populista, así como toda forma de gubernamentalidad, no controla los efectos masivos que desata. No lo puede hacer pues sus mallas institucionales estatales, así como las redes institucionales civiles, no abarcan ni la totalidad, ni complexiones de los planos y espesores de intensidad articulados sociales y ecológicos. 2. La gubernamentalidad populista, así como toda forma de gubernamentalidad, funciona con la energía social capturada por las mallas institucionales. Lo hace en contextos y ámbitos sociales, territoriales y ecológicos, donde la energía social y ecológica se desenvuelve desbordando los recortes de realidad de las mallas institucionales.

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3. Al encontrarse y al ocurrir esto, los efectos masivos no controlados, tanto de las acciones y políticas gubernamentales, así como a las acciones y prácticas de la sociedad alterativa, al encontrarse con campos de flujos de onda energéticos, sociales y ecológicos, que, obviamente no controlan, las mallas institucionales, la gubernamentalidad populista se sitúa en distintos contextos de realidad, conformados en la interacción de los diferentes campos intervinientes, planos y espesores de realidad, articulados e integrados, en la sincronización de la complejidad dinámica. 4. En consecuencia, la gubernamentalidad populista, así como toda forma de gubernamentalidad, no solamente no controla los efectos masivos de las acciones singulares, sino que no logra ni comprender, ni entender, por lo tanto, ni descifrar, los nuevos contextos de realidad ocasionados.

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5. Ahora bien, las distintas formas de gubernamentalidad, inciden, sin control, de manera diferente, en la realización y concreción de los contextos de realidad señalados. 6. La forma de gubernamentalidad populista, incide de unas maneras convocativas y retoricas, que desatan expectativas populares; esperanzas que se convierten, posteriormente, en frustraciones. Los contextos de realidad, de los que hablamos, pueden resumirse esquemáticamente, por lo tanto, de una manera inapropiada, empero ilustrativa, de la siguiente manera: La forma de gubernamentalidad populista, en un principio, heredera de contextos políticos de movilización social, se encuentra en un contexto todavía de movilizaciones y expectante; después, ante los efectos masivos no controlados, se sitúa en un contexto de incertidumbres, pues todos los actores o protagonistas, tanto estatales como civiles, tanto 195


pertenecientes a la sociedad institucionalizada, así como a la sociedad alterativa, se encuentran desafiados ante la visualización social de la complejidad, sinónimo de realidad. La tendencia, casi general, de la gubernamentalidad populista, es desconocer el nuevo contexto; pretender que se encuentra en el contexto anterior; en consecuencia, entonces, actuar anacrónicamente. Un tercer contexto es como el resultado de este taxativo desconocimiento de la realidad, que lleva a la gubernamentalidad populista, a actuar anacrónicamente, como si se encontrara en un contexto imaginario; desencadenando nuevos efectos masivos no controlados. El contexto de realidad que se conforma, ineludible, es donde la propia forma de gubernamentalidad populista aparece como extraña, incongruente y hasta amenazante en el contexto conformado.

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La metรกfora Apuntes para una interpretaciรณn compleja de la metรกfora

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La metáfora (metaphora) es la transferencia (epiphora) a una cosa de un nombre (onomatos) que designa otra (allotriou), transferencia del género a la especie (apo tou genus epi eidos) o de la especie a la especie (apo tou eidous epi eidos) o según relación de analogía (é kata to analogon). Aristóteles

La metáfora como transferencia de sentido, donde el sentido mismo no deja de sufrir transformaciones. Este enunciado, que ya se encontraba en Aristóteles34, plantea una diferenciación entre pensamiento y lenguaje; la metáfora forma parte del lenguaje, que podríamos decir constitutiva. El pensamiento es directo, para expresarse 34

Ver de Aristóteles Retórica. https://docs.google.com/file/d/0By4kcbi6MzzdQVJyZ2lCS0M 4dDA/view. También Poética. https://docs.google.com/file/d/0By4kcbi6MzzdM1lRaEhBdm xZcTQ/view.

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recurre a la metáfora, ingresando de lleno al lenguaje; que podríamos tomarlo como heurística de la construcción del sentido. Al respecto, el problema es el siguiente: ¿Cómo podría pensarse sin la figuración, sin la metaforización? En este caso, el del enunciado, el pensamiento vendría a ser como la relación originaria con el mundo; las relaciones derivadas vendrían con el lenguaje.

Lo que expusimos es un esquema simple de uno de los enunciados más fuertes en la Poética y la Retórica de Aristóteles. Este esquema simple y hasta reductivo, puede ayudarnos a diferenciar corrientes teóricas de larga trayectoria, en lo que respecta a los debates sobre el pensamiento y el lenguaje35. La premisa de la diferencia entre pensamiento y lenguaje, deriva en distintas consecuencias teóricas e interpretativas, que, a pesar de compartir la premisa, se 35

Ver de Jacques Derrida Márgenes de la filosofía. Catedra; Madrid 1994. También del mismo autor La mitología blanca. https://es.scribd.com/document/111385296/La-MitologiaBlanca-Jacques-Derrida.

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colocan en posiciones encontradas. Por ejemplo, en un caso, se considera al pensamiento como actividad fundamental; en otro caso, mas bien, se considera al lenguaje como actividad primordial. Se puede decir que la primera tendencia se inclina por la filosofía como ciencia del pensamiento; en tanto que la segunda tendencia se inclina por la retórica, la lingüística, la antropología y la hermenéutica, como saberes o ciencias del arte del convencimiento, de los sistemas de signos, de los sistemas culturales y de la interpretación.

La corriente teórica, opuesta, por así decirlo, a la que parte de la premisa de la diferencia entre pensamiento y lenguaje, es la que no los diferencia, sino que las comprende como una articulación compleja entre ambas actividades vitales. Esta otra premisa, de la que se parte, también deriva en distintas consecuencias teórica e interpretativas; sin embargo, en este caso, resulta más difícil detectar estas tendencias en su conformación como disciplinas, saberes, 201


ciencias. Encontramos estas tendencias, de manera implícita, en los usos que hacen las ciencias, en tanto disciplinas, de la metáfora del leguaje, así como en la subsunción del “pensamiento” o lo que podría ser una analogía del pensamiento, aunque circunscrito, a las operaciones de codificación y decodificación. Hablamos, por ejemplo, de la biología; ciencia de la vida, que acude a la metáfora del lenguaje para interpretar las dinámicas moleculares.

Así como en la biología, también podemos encontrar en las exposiciones de la física, la recurrencia metafórica para explicar fenómenos estudiados. Es en el pensamiento complejo, cuando se hacen explicitas las consecuencias teóricas de la premisa de la articulación compleja entre pensamiento y lenguaje. Por ejemplo, la multidisciplina de la ecología desarrolla interpretaciones de la complejidad, donde pensamiento y lenguaje forman parte de las dinámicas ecológicas.

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La anterior exposición esquemática y hasta simple, que no tiene otro objeto que poner en mesa la cuestión o, como se dice popularmente, rayar la cancha, nos ayuda a comprender mejor la función de la metáfora en el lenguaje y el pensamiento; incluso en los comportamientos y conductas, así como en la praxis. Ahora podemos volver a la cuestión de la metáfora para comprender que el pensamiento, el lenguaje y la praxis se colocan en una situación, mas bien, operativa, y no de pretensión de verdad. Es la ideología generalizada la que ha asumido como presupuesto motor la pretensión de verdad.

Pensar es interpretar, en el sentido más amplio de la palabra; también se puede decir que es inferir, así como construir conceptos y crear paradigmas. No se puede concebir un pensamiento que no figure, que no recurra a la metáfora como acto figurativo, que codifica y decodifica, que compara y contrasta, también aproxima e iguala, que acumula y 203


transforma sentidos, experimentรกndose la transmisiรณn semรกntica36.

36

Ver Episteme compleja. https://voluntaddepotencia.wordpress.com/epistemecompleja/.

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Premisas

1. La metáfora se da en una operación de la construcción de sentido. La metaforización se da en la actividad relativa a la producción de sentido. 2. Ahora bien, la metáfora se da lugar en la mente humana con la intervención de todo el cuerpo. Se da como singularidad dinámica en la complejidad dinámica de la fenomenología de la percepción37.

3. Lo que hace a la metáfora, la comparación, la diferenciación y la analogía, la transmisión y traslación de sentido, se da en las dinámicas de la percepción, se da en la experiencia y en la memoria. 4. Considerando la experiencia vital, a partir de la memoria, de la 37

Ver de Merleau Ponty Fenomenología de la percepción. https://filosinsentido.files.wordpress.com/2013/07/merleauponty-maurice-fenomenologia-de-la-percepcion.pdf.

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acumulación, por así decirlo, de imágenes, de sentidos y significaciones, recurriendo a la selección, se arma un nuevo sentido, que interpreta la nueva experiencia vivida.

5. Desde la perspectiva de la complejidad, la metáfora, no puede aislarse en un plano de intensidad, como el literario, tampoco circunscribirse al espesor de intensidad del lenguaje, menos aislarlo en ese campo de abstracción que se denomina el pensamiento, como si éste pudiera funcionar sin el cuerpo. La metáfora es posible en la fenomenología de la percepción, que es, a su vez, individual y social; en consecuencia, es posible en la complejidad dinámica de los ciclos vitales. 6. Por lo tanto, la metaforización no acaece solo en los ámbitos de lo imaginario; sino que estos ámbitos 206


son posibles porque forman parte de dinámicas complejas integradas de ecologías sociales, de ecologías territoriales y de ecologías biodiversas.

7. De manera concreta y, si se puede decir, provisionalmente, nuclear, el acontecimiento de la metáfora acontece en las dinámicas corporales, en la actividad de las memorias, respondiendo a los desafíos de las experiencias. 8. La comparación, la contrastación, la analogía, la diferenciación, por lo tanto, la traslación y transmisión de sentido, lo hacen, lo efectúan, lo ejecutan, los sujetos sociales involucrados en la interpretación constante de la experiencia social, que comprende la multiplicidad de experiencias individuales.

9. No son sostenibles ya las teorías de la metáfora que solo se 207


circunscriben a planos de intensidad de las narrativas, literarios, discursivos, o de los espesores de intensidad del lenguaje, o del campo filosófico, al que ha sido reducido el pensamiento. La metáfora no nace por sí misma, ni se reproduce sola, tampoco se transforma en esta soledad conjeturada. La metáfora acontece en las mentes humanas todavía manteniendo este concepto discutible de mente, para ilustrar -, debido a que los cuerpos humanos experimentan las múltiples y plurales conexiones con el mundo en devenir. 10. La metáfora forma parte de las capacidades operativas y hermenéutica de los cuerpos. Ayuda a la sobrevivencia, también al potenciamiento de la vida; en el caso que nos ocupa, al potenciamiento de la vida humana.

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11. La construcción de sentido y la producción de sentido, de las que forman parte la metáfora y la metaforización, son, diremos, provisionalmente, procesos heurísticos y hermenéuticos, en la interpretación social del mundo en devenir. 12. Los saberes sobre la metáfora y la metaforización, heredados de la episteme moderna, han configurado cuadros de clasificación de formas de metáfora, diferenciado modos de metaforización, han construido teorías que interpretan tanto la proliferación metafórica en el lenguaje y el pensamiento, así como su presencia en distintos campos; por ejemplo, el retórico, el poético, el filosófico; sin embargo, no han podido dar cuenta de la metáfora en sí misma, ni de la metaforización en sí misma. De esto dan cuenta las distintas corrientes teóricas e interpretaciones sobre la metáfora. 209


No han podido hacerlo, pues este sí mismo es una conjetura metafísica, heredada de la filosofía. Empero, esto no es lo más importante; para mantener todavía el concepto abstracto, este sí mismo se encuentra en la complejidad misma dinámica e integrada de la fenomenología de la percepción, que es fenomenología corporal, dados en los contextos de las fenomenologías ecológicas38.

13. Ahora bien, las traslaciones y transmisiones de sentido, que hacen a la metáfora y a la metaforización, de las que se habla desde Aristóteles, se dan primordialmente en los espesores intensos de la experiencia social. Es donde se experimentan estas traslaciones y transmisiones de manera vivida, como actividades entrelazadas. Estos procesos, por 38

Ver Devenir fenomenología y devenir complejidad. https://pradaraul.wordpress.com/2016/09/04/devenirfenomenologia-y-devenir-complejidad/.

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así decirlo, de traslación y transmisión fáctica son intuidos, percibidos e interpretados imaginariamente, además de codificados por el lenguaje. 14. Desde esta perspectiva, que comprende a las fenomenologías donde aparecen la metáfora y la metaforización, que supone entrelazamientos abigarrados, por así decirlo, de los procesos de producción de sentido, es indispensable desplazarse a la ecología de la metáfora y de la metaforización.

15. Retomando el incuestionable acierto y certeza de las teorías de la metáfora, respecto a las propiedades y atributos de traslación, transmisión y hasta transformación de sentido, lo que proponemos, desde la perspectiva de la complejidad, es investigar, analizar e interpretar estas propiedades y atributos, estos 211


procesos, en las articulaciones complejas integradas de las fenomenologías corporales y las ecologías donde se encuentran insertas. 16. Las traslaciones, las transmisiones y las transformaciones complejas e integradas, se dan en la simultaneidad dinámica del mundo en devenir; por lo tanto, en la multiplicidad y pluralidad de experiencias singulares, sociales, colectivas e individuales.

17. Las traslaciones, las transmisiones y las transformaciones de sentido, de las que hablan las teorías de la metáfora, son como el efecto imaginario y abstracto, tanto en el lenguaje como en el pensamiento, de las dinámicas integradas de la complejidad dinámica de las fenomenologías en curso.

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18. Se requiere entonces de descripciones, concepciones, interpretaciones complejas, del acontecimiento metáfora en el acontecimiento vida. Por lo tanto, el análisis de las singularidades metafóricas en los contextos y coyunturas, mejor dicho, en los tejidos espacios-tiempos de las singularidades sociales, territoriales y ecológicas.

19. Una pregunta que parece pertinente es: ¿Cómo emerge la imagen inmanente, por así decirlo, que corresponde a la metáfora, de la complejidad dinámica e integrada de las fenomenologías en curso?

Con el propósito de sugerir hipótesis interpretativas prospectivas, vamos a sugerir algunas.

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La metáfora desde la perspectiva de la complejidad

1. Es el cuerpo el que vive las transformaciones en la experiencia. Es también el cuerpo el que requiere de acciones en sus entornos. Estas acciones son posibles por un complejo de operaciones que se dan, tanto en el cuerpo como en los entornos; en el cuerpo como fenomenologías de la percepción, para resumir; en los entornos como fenomenologías sociales, territoriales y ecológicas. 2. Así como el sentido inmanente se da en la intuición fenomenológica, como concibe Merleau Ponty, así también, podemos sugerir, se da la imagen inmanente, como intuición corporal. El sentido inmanente, sufre, por así decirlo, su metamorfosis fenomenológica, como propone 39 Edmund Husserl , convirtiendo las

39

Ver de Edmund Husserl Investigaciones lógicas I y II.

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sensaciones agolpadas en sentido; también proponemos que la imagen inmanente, sufre su metamorfosis fenomenológica, convirtiendo las huellas fenomenológicas, por así decirlo, en metáfora.

3. Para decirlo de una manera muy esquemática, pero, ilustrativa, diremos, por de pronto, que el devenir mundo redunda como devenir metáfora y devenir sentido. 4. La mecánica de la metaforización, por así decirlo, esto de mecánica, obviamente metafóricamente, no se da en la metáfora ni en la metaforización mismas, sino en la complejidad integrada de las fenomenologías corporales y las fenomenologías sociales, territoriales y ecológicas.

http://medicinayarte.com/img/husserl-investigacioneslc3b3gicas-i.pdf. http://medicinayarte.com/img/edmundhusserl-investigaciones-logicas-ii.pdf.

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5. Las dinámicas mundanas son vividas por el cuerpo sensiblemente o de manera sensible, en tanto memoria sensible, de modo singular. Esta singularidad sensible es interpretada imaginariamente, lingüísticamente, pensativamente, por el ser humano, en los distintos momentos y contextos, locales, nacionales, regionales y mundiales. 6. Todo esto acontece acompañado por la inscripción de las mallas institucionales estatales, sociales y culturales. Estas mallas institucionales, por una parte, son como los archivos y registros de la memoria social institucionalizada, que se transmite de generación en generación. Por otra parte, al institucionalizarse, se convierten en hábitos y habitus, también en paradigmas, que son asumidos en la innovación misma de la apropiación y el aprendizaje.

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7. Las teorías de la metáfora han descuidado no solo estudiar la metáfora como acontecimiento, sino en lo que respecta a la inscripción institucionalizada, inscrita en los cuerpos, hendida en los comportamientos, en los habitus. Como metaforización ya dada, fijada y consolidada socialmente e institucionalmente, si se quiere, usando una figura extrema ilustrativa, como mundo metafórico dado. 8. Para ilustrar, diremos, figurando y ejemplificando, que así como Emile Benveniste dice que el humano nace en el lenguaje y desde el lenguaje nombra el mundo40; se puede parafrasear y decir que el humano nace en la metáfora y desde la metáfora imagina el mundo.

40

Ver de Emile Benveniste Problemas de lingüística general I y II. https://es.scribd.com/doc/54029923/Emile-BenvenisteProblemas-de-linguistica-general-1. http://www.textosenlinea.com.ar/academicos/Problemas%2 0de%20ling%C3%BC%C3%ADstica%20general%20II.PDF.

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9. En consecuencia, la metáfora, comprendiendo los planos y espesores de intensidad de donde emerge, como imagen inmanente, la metáfora, desde la perspectiva de la complejidad, atraviesa el mundo en constante devenir. Paradójicamente, el mundo es invención de la metáfora y la metáfora es producción del mundo. 10. Las ciencias son ciencias no porque se alejan, abandonan o, extremando, excluyen la metáfora. Las ciencias están atravesadas por la metáfora; la usan, solo que ésta se encuentra bajo las condiciones transformadas por las ciencias. Incluso las matemáticas están atravesada por la metáfora; dejando a un lado, por el momento, los signos numéricos y los símbolos algebraicos, que también se encuentran irradiados de metáfora, las exposiciones de las teorías matemáticas están atravesadas por metáforas. Sin tocar todavía lo signos numéricos y los símbolos algebraicos, anotaremos de pasada, que las figuras

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geomĂŠtricas no dejan de connotar su inmanencia metafĂłrica.

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Onda y metรกfora

221


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Ahora reflexionaremos sobre la relación entre onda y metáfora; es decir, entre vibración de la energía e imaginación. Dicho en términos comunes y acostumbrados, aunque inadecuados y hasta equivocados, entre realidad y representación. Nosotros diremos que se trata de la realidad efectiva, en constante devenir, que registra la memoria sensible. En otras palabras, las vibraciones materiales y energéticas son inscritas en la memoria sensible. Ahora bien, ¿cuál es la relación? ¿De qué maneras se complementan y se refuerzan?

Para comenzar podemos decir que las ondas, que comprenden las vibraciones, son como la energía y la materialidad de la existencia, y que la imaginación, que no deja de ser energía y materialidad, son como los plegamientos de esta energía y materialidad. Plegamientos de los substratos y estratos de la memoria sensible. Las metáforas son las figuraciones y las configuraciones, también las reconfiguraciones, que 223


interpretan no solamente la experiencia biología, sino, si se puede hablar así, abusando de los términos, la experiencia de las formas de la existencia misma.

La metáfora es como la imagen impresa en la percepción del cuerpo. Entonces, es la hendidura, sobre todo la huella, impresa en el cuerpo, en forma de figura. La relación entre vibración y metáfora se da por esta inscripción de la huella en el cuerpo. Las vibraciones, sentidas por el cuerpo, son interpretadas como figuras recordadas, acumuladas e incluso transformada por la memoria perceptual del cuerpo. Hay pues una correlación, incluso una complementariedad; la experiencia es retenida en forma figural. Empero, de aquí no podemos concluir que la figura retenida es la verdad de la experiencia. Podía haber sido otra figura, dependiendo el momento y las circunstancias de la experiencia. Es una figura entre las muchas que podían haberse dado. Empero, en la experiencia y memoria singulares adquiere el valor de lo vivido, del recuerdo inolvidable. Por 224


eso, la figura adquiere la dimensión o la densidad supuesta del sentido adquirido, aunque podía haber sido cualquier otra figura.

Las vibraciones o las ondas se inscriben en la memoria bilógica; en el sentido existencial, como registro de la vida y la existencia. Entonces, se puede decir, que la experiencia existencial, en sus plurales y múltiples formas, se registra en los espesores de la memoria, existencial y biológica. Una de las maneras de retención y fijación es la impresión figurativa. De aquí no se puede deducir que la figura lograda es la que expresa sustancialmente y esencialmente la experiencia. Podría haber sido esta figura u otra. Lo que importa es que hay una figura que expresa la experiencia del momento, aunque haya podido ser también otra.

En la metáfora redundan las vibraciones y las ondas energéticas y materiales, de una manera imaginaria. La importancia 225


de esta imaginación es que el acontecimiento vivido queda registrado. Ahora bien, la figura es elocuente, pues presenta no solo la imagen de la experiencia sino también sus significaciones. Se puede decir, con toda la provisionalidad del caso, que las vibraciones energéticas y materiales, inscritas en el cuerpo, se retienen en la memoria imaginaria o memoria figurativa. Esto es como la continuidad de la experiencia o del acontecimiento en la misma configuración.

En consecuencia, una hipótesis interpretativa de la relación entre vibraciones y metáforas, es que la metáfora logra retener las sensaciones y la impresión sensible de la experiencia del acontecimiento, tal como se constituye y conforma en su momento. En otras palabras, de manera resumida, la metáfora ya es memoria sensible.

Ahora bien, sin ir profundizando la temática, lo que nos interesa, por el 226


momento, es comprender el juego metafórico y su relación con las huellas de las vibraciones en el cuerpo, como ejes constitutivos de la interpretación. Si utilizamos un entramado metafórico, que si bien, no es exactamente una trama, lo hacemos pues este es nuestro recurso de la memoria sensible, que nos tocó guardar. Este entramado metafórico es el que permite interpretar y descifrar la experiencia41.

En lo que respecta a la experiencia social del acontecimiento político, pues no hay una experiencia individual, sino colectiva, aunque se la asuma de manera particular 41

Ver La metáfora poética; también Alegoría romántic; le sigue El ángel caído y el pez alado; así como Potencia poética, de la misma manera Metáfora rebelde. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/lametafora-poetica/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/alegoriaromantica/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/el-angelcaido-y-el-pez-alado/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/potenciapoetica/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/metaforarebelde/.

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y propia, el entramado metafórico ayuda a interpretar la experiencia. Puede aparecer como una tragedia o como una premonición, también como un drama circunstancial, en el decurso de una narrativa, ya sea romántico o apocalíptica; empero, lo que importa es que se da lugar a la interpretación. Es decir, a otorgar un sentido a la experiencia.

Lo que importa es lograr interpretar la experiencia. Lo que no implica que esta interpretación sea la verdadera; es una entre muchas posibles. El valor de la interpretación es que se ha dado, ha configurado una narrativa. Por lo tanto, la experiencia es evocada y transmitida. Hay que tomarla como una comunicación, como una transmisión, si se quiere, de información, acompañada por un sentido construido. Pero, los sentidos construidos no son la última palabra; son versiones de entre muchas otras posibles, que dan cuenta de lo acontecido. Aunque haya otras posibles interpretaciones, lo

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ineludible es que es esta interpretación y no otra de la que se parte.

De donde se parte es del lugar experimentado, memorizado, vivido y asumido de una determinada manera. Es como el primer paso en el escenario del baile; lo que viene, aunque esté, de alguna manera condicionado, por el primer paso, puede asumir, adquirir mayor soltura e invención. Entonces, se puede decir que la metáfora es como la redundancia imaginaria de la onda; de ninguna manera es donde la onda encuentra su esencia, en esa representación. Sino que la onda adquiere como un eco, teniendo en cuenta, otros posibles ecos.

Las vibraciones vibran, oscilan, ondulan, recorren; no dejan de deponer su huella, por más imperceptible que sea. Son captadas, si se quiere, registradas, además de percibidas. Las sensaciones y las imágenes son formas de registro, momentos articulados de la percepción. 229


Las mismas ondas irradian en el tejido del espacio-tiempo; por otra parte, las vibraciones son como eventos, en cuya aparición dan cuenta de su contenido y forma; por así decirlo, dicho de manera provisional, no ocurren sin más, como si no ocurrieran, sino que el evento tiene su propia cavidad.

Dejando ahí, la interpretación prospectiva y especulativa, lo que interesa ahora, es reflexionar sobre el juego o la composición combinada entre lo que hemos denominado onda política y la metafórica, como acontecimiento figurativo, en el análisis de las formaciones discursivas políticas y sus praxis.

La metáfora de onda política, que utilizamos, enfoca la experiencia política desde las perspectivas del movimiento y, por lo tanto, del devenir. La experiencia 230


política es visualizada como irradiación, como flujos de eventos, que inciden en los planos y espesores de intensidad sociales, en los espesores culturales y territoriales. Afectando los campos de fuerzas y las correlaciones de fuerzas de los campos; así como afectando a las subjetividades y los ámbitos comunicacionales. En relación a las estructuras institucionales, también son afectadas por estas vibraciones políticas. Por lo tanto, la metáfora de onda política, nos ayuda a desplazar los enfoques sobre lo político y la política. Al figurar de esta manera, vibrante, la experiencia política, se da lugar a desplazamientos de sentido, traslados de sentido y también transformaciones de sentido; lo político y la política como acontecimiento, adquirieren otras tonalidades y significaciones. El pensar la experiencia política a partir de la configuración vibrante de onda, la política deja de ser concebida como institución o, en contraste, como interpelación o práctica. En su acepción moderna, la política como gobierno o como deliberación, incluso crítica, es desplazada por las perspectivas 231


fluidas, en constantes flujos, vibrando en los tejidos espacio-temporales-sociales. Incluso, la política, en sentido más amplio, la política como cuidado de la ciudad, de la población de la sociedad, política que se integra a la ética como acción, es desplazada por enfoques que captan las incidencias de las vibraciones políticas, por más imperceptibles que sean.

La metáfora de onda política, como toda metáfora, ayuda a pensar; ahora, como otra forma de pensar, la del pensamiento complejo. Habíamos dicho que el pensamiento complejo comprende la simultaneidad dinámica de la complejidad, como sinónimo de realidad. Ahora, considerando la metáfora de onda, ayuda a pensar la intensidad de la energía, que se pone en juego; cómo incide esta energía en desplazamiento en los tejidos sociales; cómo afecta a las materialidades sociales. Cómo replantea las condiciones de posibilidad, logrando que estas condiciones de posibilidad

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aparezcan en mutabilidad.

su

plasticidad

y

Ahora bien, para decirlo de una manera comprensible, las vibraciones políticas pueden llegar a destejer los tejidos sociales o, en contraste, retejerlos, preservando sus nudos y texturas. ¿De qué depende? ¿Del tipo de onda? ¿Del alcance y de la intensidad de la onda? ¿De las composiciones y combinaciones en el flujo de ondas? Si suponemos que una de las propiedades de las ondas es trasmitir, ¿depende de lo que transmiten? Ciertamente, cuando visualizamos la experiencia política desde la metáfora de onda, no podemos quedarnos solamente con esta figura, es indispensable comprender las relaciones de las ondas políticas con los tejidos sociales. ¿Qué efectos tienen las vibraciones de las ondas políticas en los tejidos sociales?

En un mundo vibrante, ocupado y hecho por multiplicidad de ondas, de todo tipo, parece necesario comprender los 233


entrelazamientos de ondas y de sus flujos. ¿Hay o no algo parecido a la codificación y decodificación entre las ondas? ¿Cómo se afectan e inciden, sobre todo, cuando parecen adquirir distinta cualidad? Por ejemplo, ondas como condensadas en tejidos, en relación a ondas libres, como flujos de fuga.

Como se puede ver, son problemas, tópicos y temas pendientes. No pretendemos, de ninguna manera, resolverlos ahora; solo plantearlos. Lo que interesa anotar es el juego complementario entre onda política como metáfora, que hace pensar y visualiza la experiencia política, y la metaforización misma como hermenéutica figurativa y como otra manera de pensar.

En otras palabras, la metáfora de la metaforización ayuda a pensar, por lo tanto, ayuda a interpretar, en tanto que la onda política, que ciertamente es la metáfora en uso, hace referencia a lo que es pensado, la experiencia política. Hace 234


referencia desde la perspectiva del movimiento y el devenir del mundo, concebido como tejido espacio-temporal en constante vibraciĂłn energĂŠtica.

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