Metamorfosis y biopoder RaĂşl Prada Alcoreza
1
Índice:
Prologo
3
A la sombra de la Oligarquía “café con leche”
15
La maquinaria del bio-poder
38
Diagonales del poder
50
Decadencia y gubernamentalidad liberal
66
Realismo político de la oligarquía
110
Los recovecos conservadores
138
El presente brasilero
151
La ficción de la realidad institucional
196
2
Prologo
En
Metamorfosis
encuentran
y
reunidos
biopoder, los
ensayos
se de
análisis de la coyuntura política crítica del Brasil. El texto ya forma parte de los nuevos desplazamientos mencionados en un prólogo de estos ensayos. Se trata, como
se
dice,
de
encontrar
nuevas
complejidades; por lo tanto, de ampliar la mirada
móvil
respecto
a
las
composiciones complejas singulares de la realidad.
Si
bien
los
anteriores
desplazamientos hacia el pensamiento complejo, lograron plantear la diferencia epistemológica,
entre
horizontes
epistemológicos, entre epistemes, entre zócalos
de
las
epistemes;
incluso
podríamos decir que se llegó a teorizar la complejidad
como
simultaneidad 3
dinámica; de todas maneras, no dejaban de
exponer,
usando
el
lenguaje
heredado, recurriendo a los conceptos heredados, aunque se los coloque en conexiones complejas. En cambio, en el reciente
desplazamiento,
del
que
hablamos, se intenta configurar otros conceptos y otros entramados, buscando corpus teóricos más propios. Los ensayos Flujos-espesores, Dinámicas corporales y sociales,
además
de
este
ensayo,
Metamorfosis y biopoder, forman parte de estos últimos desplazamientos.
¿Por qué la complejidad, la episteme de la complejidad? No se trata de una nueva ruptura epistemológica en la historia de las
estructuras
del
pensamiento.
Tampoco de las consecuencias de la acumulación
de
conocimientos,
de 4
información, de saberes, de ciencias, de técnicas y tecnologías, que repercuten en transformaciones,
aunque
sea
imperceptibles, muchas veces. Si bien se da de todas maneras, que los saberes, los
conocimientos,
las
ciencias,
las
teorías, las tecnologías, se transformen y transformen
sus
entornos,
que
se
conformen paradigmas, la episteme de la complejidad
no
funciona
como
un
paradigma o conjuntos de paradigmas articulados.
Puede ser señalado como
paradigma complejo, según los teóricos de
la
complejidad,
considerando
sus
distintas corrientes; pero, esto, en todo caso, no es la característica primordial de la perspectiva de la complejidad. Incluso si, de acuerdo a nuestra interpretación, ya cruzamos el umbral de la episteme de la
modernidad
y
nos
encontramos
moviéndonos en la episteme compleja, la 5
incidencia e impacto del pensamiento complejo radica en la reincorporación del pensamiento al cuerpo, de los saberes y ciencias a los ciclos de la vida. Para decirlo de alguna manera, al pensamiento complejo no le importa el pensamiento como pensamiento, la teoría como teoría, la ciencia como ciencia, sino que se entrega de lleno a la vida, a la creación permanente pensamiento,
de
la
saber,
vida,
usando
ciencia,
como
instrumentos potenciadores de la vida.
Dejemos aquí estas reflexiones sobre el pensamiento
complejo
y
la
episteme
compleja. Lo que requerimos hacer es hablar introductoriamente del ensayo que presentamos. Este ensayo, Metamorfosis y biopoder, intenta obtener un mapa conceptual de la composición compleja 6
singular de la crisis política del Brasil, en esta coyuntura. Busca el enfoque de la mirada
móvil,
que
acontecimiento
desde
observa la
el
participación
misma en el acontecer. Mirada móvil que mira, no desde una exterioridad, desde donde
observa;
tampoco
desde
interioridad
contenida.
Sino
experiencia
social
acontecimiento,
desde
la
del
memoria
desde
una
social
la del
acontecimiento, desde las prácticas y acciones en el acontecimiento. Desde esta perspectiva, se busca comprender la crisis política a partir de la paradoja flujos/espesores,
considerando
el
contraste de la biopolítica y el biopoder, desde
otros
fenómenos
y
figuras
estructurantes del poder, como la de la geometría de las diagonales.
7
La crisis política es un acontecimiento, no solo porque acontece, sino porque la multiplicidad de singularidades, que lo componen, sincronizan y transforman el acontecer
mismo
del
acontecimiento.
Dependiendo de las configuraciones de las sincronizaciones múltiples, que se dan constantemente, que son como continuos compases
vibrantes
concordando
su
sincronización. Basta que se dé una sola variación en las singularidades para que provoque
una
nueva
sincronización.
Como se trata de múltiples variaciones dadas,
se
puede
esperar
que
las
sincronizaciones son complejas en su propia
simultaneidad
dinámica.
Para
decirlo con el lenguaje heredado, que preserva las figuras de tiempo, de la sucesión, de la causalidad, podemos decir que a cada rato se proyecta futuro,
8
modificando
sus
posibilidades
de
realización permanentemente.
La coyuntura de la crisis política es crucial,
no
presente,
solamente
donde
se
porque
puede
es
el
actuar
e
incidir, sino porque en esta coyuntura se definen desenlaces del periodo. Ocurra o no ocurra un suceso, ocurra de tal o cual manera,
no
es
repercusiones
en
indiferente los
a
las
desenlaces.
Por
ejemplo, que el gobierno de Michel Temer se
consolide
tendencia
en
y
dilate, los
define
una
decursos
del
acontecimiento de la crisis. Que el pueblo recupere
su
soberanía
y
saque
al
gobierno irregular de Temer, define otra tendencia en el decurso de los eventos. Por lo tanto, por lo menos, se incide en la dirección de las rutas. 9
Recogiendo esta exposición, hay pues responsabilidad respecto de los ciclos de la vida. Dicho en otras palabras: soy responsable de mis actos. Nadie puede escapar a esta responsabilidad. Tampoco se pueden olvidar que formamos parte de eco-sistemas
de
la
biodiversidad,
entonces no solo nos complementamos con otras formas de vida, en sentido biológico, sino que nuestra forma de participación en el acontecimiento, define entornos restringidos, donde la incidencia adquiere mayor proporción.
Metamorfosis y biopoder, como los otros ensayos,
se
herramientas
del
consideran
también
activismo
libertario.
Estos ensayos críticos no se proponen
10
exponer
la
verdad
sobre
tal
o
cual
problemática, a la manera de las ciencias sociales y humanistas modernas, en la pretensión petulante de la filosofía, sino participar
en
complejidad.
la
comprensión
Además
de
las
de
la
fuentes
heredadas, que son los registros, Paul Ricoeur diría las huellas, los documentos, los monumentos, las ruinas, las marcas, que se hacen presentes en el contexto de conexiones que mantenemos con estas fuentes, las fuentes privilegiadas por el pensamiento
complejo
son
la
experiencias social, la memoria social, sobre todo, la información obtenida de las prácticas y las acciones. El activismo tiene ante sí fuerzas compuestas en sus propias dinámicas simultáneas. Esta es la ventaja del activismo; lee, interpreta, fuerzas,
no
queda
atrapado
en
paradigmas, para deducir del modelo 11
teórico
explicaciones
de
hechos,
de
sucesos, de eventos sociales.
Volviendo a la crisis política, siendo un desenlace
en
el
periodo,
para
comprenderlo se requiere, por así decirlo, figurativamente,
entender
la
trama
tejida, textura posible en sus condiciones de
partida,
que
se
despliegan
como
hilvanados, aparentemente dispersos; sin embargo, el tejido los abarca, empujando desenlaces. Dicho de otra manera, la crisis política ya se encontraba como posibilidad en las condiciones de partida, en
las
condiciones
históricas;
los
de
despliegues
posibilidad de
estas
condiciones de posibilidad se dan en las prácticas dispositivos
sociales; de
sobre poder
todo,
los
tienen
la
disponibilidad de definir hilvanados, que 12
pueden convertirse en los ejes del diseño. Llama la atención que el pueblo, siendo el soberano, en la democracia formal, no despliegue
también
sus
hilvanados,
dejando al Estado que lo haga, de la forma
como
siempre
jerárquicamente,
lo
hace,
burocráticamente
“pragmáticamente”.
La
crítica
de
y los
ensayos va dirigida a esta inhibición del pueblo,
a
esta
pasividad
y
espera,
reaccionando cuando es tarde, por así decirlo;
crítica
a
su
conservadurismo
aterido. Estos ensayos convocan a los pueblos a liberar su potencia social, a soltar su creatividad, a inventar mundos, tal como los inventa la vida; no quedarse atrapados en único mundo hilvanado por las
estructuras
anacrónico, artificialmente,
de
poder,
fosilizado, convertido
mundo revivido en
una
13
monstruosa embarcaciรณn que nos lleva al naufragio. .
14
A la sombra de la Oligarquía “café con leche”
15
Hemos
hecho
perspectiva,
conocer
que
hemos
nuestra denominado
compleja, recogiendo la tradición reciente de
las
teorías
de
la
complejidad1;
comprendiendo su arqueología del saber, desde la teoría de sistemas hasta las versiones más elaboradas y compuestas, como es la teoría de la complejidad de Edgar Morin. En este sentido y desde estos enfoques, móviles y articulados, también
hemos
lanzado
algunos
postulados – haciendo uso y manteniendo estos enunciados estructurantes de la formación corresponde
discursiva a
la
heredada, episteme
de
que la
modernidad -. Entre estos postulados propusimos que no hay verdades, en el sentido atribuido por la filosofía, antigua
1
Ver Episteme compleja. https://pluriversidadoikologas.wordpress.com/2016/04/17/ episteme-compleja/.
16
y moderna, que tienen como substrato la concepción de verdad religiosa, de las religiones monoteístas. Que la teoría y la ciencia,
son
solamente
instrumentos
orientadores para la sobrevivencia; en el mejor de los casos, instrumentos de potenciamiento creativos. En condición de instrumentos,
son
cambiables
y
desechables, cuando dejan de servir.
Considerando este postulado, en relación al
desenlace
política
coyuntural
brasilera,
para
de seguir
la
crisis
con
el
análisis crítico, buscando la comprensión de la composición compleja singular de la formación social brasilera; podemos decir que nunca se deja de aprender. Por lo tanto, al no tener una verdad, sino solo descripciones, análisis, orientaciones e interpretaciones, desde la perspectiva de 17
la
complejidad,
hipótesis,
queda
tesis,
explicaciones
que
las
interpretaciones
y
sobre
claro las
relaciones,
estructuras, diagramas y cartografías del poder, no son, de ninguna manera, ni verdades,
ni
la
última
palabra.
Sino
aproximaciones a la complejidad singular del acontecimiento Brasil, así como de otro
acontecimiento
cultural singular.
social-político-
Por eso, es menester
volverse a preguntar sobre el poder, sus funcionamientos,
sus
dinámicas
y
mecánicas de fuerzas, buscando mejorar las apreciaciones a las que habíamos llegado.
En este sentido, vamos a tratar de proponer nuevas consideraciones sobre las
composiciones
y
combinaciones
singulares de los campos de fuerza, que 18
conforman la mecánica y dinámica de las fuerzas de las estructuras de poder en Brasil, que pueden servir también para el análisis de otras composiciones sociales complejas
singulares,
ciertamente composiciones
las
considerando
condiciones, y
las
combinaciones
singulares, en cada caso.
19
Consideraciones
sobre
la
crisis
política
1. Hay que visualizar el funcionamiento del poder, en su singularidad nacional; singularidad
que
articula
distintas
singularidades de las composiciones de poderes
locales,
micro-regionales
y
regionales. Las redes y circuitos de poder no acaban, obviamente, aquí. Esto
es
apenas
un
conjunto
de
enfoques, de recortes y selecciones, que nunca dejan de ser arbitrarias; aunque
útiles
en
la
configuración
imaginaria, simbólica y conceptual de la
interpretación
sinónimo
de
de
la
realidad,
complejidad.
Parece
menester hacer otras selecciones, que puedan
añadirse
a
las
anteriores,
20
avanzando en la configuraciĂłn de la complejidad. AsĂ como propusimos que uno de los mapas de dispositivos del poder son las relaciones clientelares, vamos a proponer
que
otros
mapas
de
de
poder
parece
que
dispositivos
tienen que ver con redes y mallas, relaciones y circuitos, de esquemas de habitus
y
de
comportamientos,
e
institucionalizados
estructurados
como verdades de grupos, de estratos, no solamente elitistas; por ejemplo, oligĂĄrquicos o burgueses. Estas otras redes
de
poder,
diagonalmente,
funcionan
comprometiendo
a
distintos estratos y diferentes clases sociales,
comprometiendo
y
articulando a sujetos ateridos a sus verdades, que no son otra cosa que 21
prejuicios
fosilizados.
En
otras
palabras, es el poder, concretamente, el
Estado,
con
todo
su
aparataje
institucional, el que está incorporado, inscrito
e
internalizado
en
las
estructuras subjetivas. 2. Hablamos
de
prácticas
sociales
instrumentalizadas
e
institucionalizadas, en la acepción de sentido común realizado en acciones. Prácticas
sociales
orientadas
prejuicios
arraigados.
Por
por
ejemplo,
hábitos de fraternidades de machos, que
tienen
descalificadora también
tiene
una de
la una
concepción mujer.
Así
concepción
estereotipada de la clase trabajadora, con toda la pluralidad diferencial que pueda conllevar. Pues como no han estudiado donde estudian los hijos de 22
la oligarquía, no han cumplido con los requisitos
jerárquicos
reconocimiento como
son
del
institucionalizado,
los
de
una
carrera
académica, definida en el cronograma valorado;
hasta
los
posgrado,
mejor
si
doctorado,
estudios se
mucho
posdoctorado.
Entonces,
de
logra
el
más
el
los
que
nacieron para gobernar, conciben a los nuevos
gobernantes,
devenidos
de
sectores populares, como ignorantes e inaptos
para
gobernar.
En
otras
palabras, solo los amos y patrones pueden gobernar. Olvidando que la garantía de lo que pretenden conocer, saber
y
tener
la
destreza,
es
solamente el título; que no es otra cosa que un aval administrativo y jurídico, que, en todo caso, solo puede garantizar que se ha cumplido. No 23
necesariamente que tiene un dominio sobre las materias, los tópicos y temas de sus estudios. Mucho menos que puede
usarlos
para
auscultar
la
realidad o los recortes de realidad. Hay,
obviamente
excepciones,
que
confirma la regla; esto corresponde a cuando,
fuera
de
administrativamente cronograma
cumplir con
académico,
el
se
ha
dedicado con esmero por comprender las
problemáticas
tratadas.
Se
ha
convertido en un investigador. Sin embargo, esta no es la regla, sino la excepción.
La
mayoría
de
los
profesionalizados considera que lo que ha aprendido y lo ratifica su título, es de por sí un reconocimiento de la jerarquía que ha logrado. Por lo tanto, es un personaje fuera de lo común, que merece respeto y reconocimiento. 24
En consecuencia, la sociedad debe agradecerle
sus
servicios
cuando
trabaja, mucho más si se sacrifica gobernando para el pueblo. 3. Si quedara, todo esto, en el ámbito de la “ideología” - aclarando que tampoco la “ideología” funciona aisladamente, sino
en
conexión
con
prácticas
e
instituciones -, los alcances de los efectos masivos serían menores. Sin embargo, la “ideología” - en este caso, reaccionaria
y
conservadora
al
extremo, machista, patriarcal, racista y pretensiosa, sin tener sustento, pues los conocimientos que saca a relucir son
elementales
acciones.
Lo
sentimiento
que
de
se
efectúa
hay
es
en un
sobrevaloración,
alimentado por prejuicios socialmente ateridos
e
institucionalizados.
En 25
consecuencia, las redes, las mallas, los circuitos
y
correspondientes
las
prácticas, a
habitus
anacrónicos conservadores, no solo se preservan, sino que funcionan como obstáculos
encarnados,
obstruyendo
posibilidades de cambio, incluso si este cambio se limita a las reformas.
4. ¿Qué es lo que más molesta a esta gente de jerarquía? ¿Qué gobiernen dirigentes sindicales? ¿Qué gobierne una mujer? ¿Qué gobiernen personas que tuvieron un pasado de “izquierda”, en
el
sentido
radical?
Puede
ser;
empero, lo que se hace más patente es que les molesta más es que estos nuevos gobernantes, descalificados de antemano por ellos, se atrevan a hacer, de manera plebeya, por así 26
decirlo, lo que ellos hacían de manera señorial. Hablamos de la corrupción. 5. No
está
tanto
en
cuestión
la
“ideología” que postulan los dirigentes sindicales, los y las que tuvieron un pasado de “izquierda” radical; pues, de
alguna manera, quizás por su
pragmatismo, consideran, en el fondo, que estos son discursos, hasta poses, pues cuando hay que gobernar hay que gobernar. En este tema, creen que
no
hay
otra
salida
que
el
pragmatismo. Lo que les afecta más entrañablemente es que los nuevos gobernantes aparezcan como señores, que se vistan como ellos, que gasten como ellos, incluso más que ellos; peor, aún que opten por prácticas paralelas, paralelas
como de
ellos.
Prácticas
poder,
no 27
institucionalizadas, que tiene que ver con
la
corrosión
corrupción.
Esto
institucional no
es
y la
aceptable.
Estas prácticas son un privilegio de la clase económicamente dominante.
6. Sin
embargo,
para
recurriremos
a
esquemática,
en
hacerlo la
fácil,
ilustración
aras
de
una
exposición pedagógica. Se da como una división del trabajo. Unos son los que
administran
beneficios
y
gozan
económicos
de
los
de
sus
monopolios, ya sea la tierra, emporios empresariales, dominios financieros; otros
son
los
que
administran
el
Estado. En estructuras de poder del Estado-nación más consolidadas o de mayor
tamaño
institucional,
esta
parece ser la regla; por lo menos, 28
como tendencia. Brasil sin contar con una larga tradición democrática, en su formalidad
institucional,
de
alguna
manera, ha matizado esta tendencia. Los
representantes
burguesía
y
de
necesariamente
la son
políticos
de
oligarquía, de
la
la no
clase
económica dominante. Generalmente corresponden a lo que se denomina, inadecuadamente, clases medias.
Se
trata de sectores, grupos, personas, de las clases medias, que tienen la peculiaridad de ser arribistas. A pesar de
que
blanden
esa
concepción
jerárquica de formación académica, no necesariamente
los
representantes
políticos de la burguesía han cumplido con el cronograma académico; es un ideal. La pobreza de sus actos habla de esto, la miseria de sus conductas, corroboran esto. Peor aún, cuando 29
hablan,
sus
discursos
son
deprimentes. 7. ¿Se
creen
realmente
salvadores?
¿Creen que salvan a Brasil de las garras del “bolchevismo” o, en otra acepción, creen que salvan a Brasil de la
corrupción
institucional?
y
la
Cuando
corrosión
ellos
o
sus
antecesores fueron los maestros de estos
estilos
políticos,
lastimosamente, gobernantes, sectores radical, Alumnos
que,
los
nuevos
devenidos
populares han que
o
de
de
la
los lucha
aprendido
rápido.
superaron
a
los
maestros. Parece que fuera así, por sus pretensiones dichas. Sin embargo, no está claro. En todo caso, creen que es fácil gobernar, cuando son ellos los que
gobiernan;
basta
aplicar
las 30
recetas, que se han convertido en hábito
de
neoliberales; difundidas
políticos
liberales
y
recetas
distribuidas
y
por
los
organismos
internacionales,
por
las
empresas
trasnacionales,
por
los
aparatos
“ideológicos” del orden mundial. No tardan en estrellarse con la realidad efectiva; empero, no van a revisar, por
nada
del
mundo,
sus
representaciones de la realidad, su “ideología”
conservadora.
Prefieren,
como los nuevos gobernantes, culpar a la
conspiración.
Solo
que
la
conspiración ha cambiado de bando y de color. 8. El funcionamiento de la crisis política no solamente abarca los ámbitos de la legitimación, de la institucionalidad, de las estructuras de poder del Estado31
nación, sino también las estructuras éticas y morales, de los esquemas de conductas y de prácticas.
Lo que
hemos llamado los síntomas de la decadencia. Esto ya lo dijimos en otros ensayos2. Lo que hay que añadir es que la decadencia es compartida por los
gobernantes
tradicionales,
derrocados en las elecciones, y por los nuevos gobernantes, que ganaron las elecciones,
por
lo
menos,
las
anteriores. Si bien también esto lo dijimos y lo que volvemos a remarcar es que la crisis alcanza al Estado; se trata de la crisis múltiple del Estadonación.
También
de
la
sociedad
institucionalizada, capturada por las maquinas del poder; no de la sociedad
2
Ver La decadencia. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/ladecadencia/.
32
alterativa, la sociedad efectiva, la que sostiene los ciclos vitales sociales. A lo que apuntamos es a que al compartir ambas
expresiones
encontradas,
las
progresistas, generalizada,
de no
políticas,
conservadoras la es
y
decadencia sostenible
el
argumento que unos, cualquiera, es mejor
que
los
otros,
el
enemigo;
incluso, en la versión matizada del mal menor3. 9. Dijimos que estas relaciones, redes, prácticas, de habitus, de conductas e imaginarios conservadores ateridos y anacrónicos anclados, son trasversales a la estructura social. Los sujetos 3
Ver Imaginación e imaginario radicales en devenir y dinámicas moleculares. https://pradaraul.wordpress.com/2016/04/17/imaginacione-imaginario-radicales-en-devenir-y-dinamicas-moleculares/.
33
sociales
y
subjetividades
se
encuentran distribuidos en toda la estructura social. Hay un contingente significativo, si se quiere, como la mitad de la población, que ha votado por estos diputados, representantes de la clase económicamente dominante. Obviamente,
no
todos
son
de
la
oligarquía, tampoco de la burguesía, así como de las clases medias altas; hay también muchos de las clases medias bajas, incluso hasta de la clase trabajadora y de los desocupados. ¿Por qué lo han hecho? Recogemos lo que aseveramos en otro ensayo, que los
progresistas
construyen
su
derrota4; primero, con sus conductas
4
Ver La paradoja conservadurismo-progresismo. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/laparadoja-conservadurismo-progresismo/.
34
pragmáticas,
su
realismo
político,
reduciendo al límite las posibilidades transformadoras, incluso en el alcance reformista. Después, en la medida que se inclinan por prácticas de poder paralelas, pasando de la convocatoria social a la extensión abrumadora de las relaciones clientelares. En tercer lugar,
cuando
sustituyen,
de
una
manera compulsiva, la realidad por la propaganda
y
la
publicidad.
Por
último, cuando desatan obsesivamente la expansión de la practicas paralelas de la corrupción. Entonces, la gente se cansa,
se
desencanta,
pierde
sus
expectativas; mucha gente opta por el voto
castigo,
no
importando
las
consecuencias.
35
10.
La crisis llega a fondo cuando se
retorna a los que gobernaron antes o se retorna a éstos en la versión de sus sucesores; se vuelve a aquéllos que desataron la expansión de la crisis social, la crisis económica, la crisis política,
en
los
alcances
desmesurados, que incitaron a los movimientos
sociales-antisistémicos.
Sin embargo, no es ninguna salida, mantener a los nuevos gobernantes, que a pesar de sus discursos distintos, de su “ideología” progresista, incluso a pesar de las medidas sociales, que beneficiaron
a
significativos
contingentes de la población, además de las medidas que favorecieron a la recuperación de la soberanía de los recurso naturales y de la economía nacional, son la otra cara del poder, de la
reproducción
del
poder;
por
lo 36
tanto, de las dominaciones. Forman parte de distintas versiones del orden mundial de las dominaciones, de la estructura hegemรณnica del sistemamundo capitalista.
37
La maquinaria del bio-poder
38
Cuando
hablamos
de
poder
no
imaginamos unas estructuras de poder edificadas en un afuera, externas, como una maquinaria, separada de la sociedad, que
actúa
contra
ella,
desde
esa
exterioridad. Esta es la imagen que, de alguna manera, ha sido compartida por la ciencia política, la filosofía política, las “ideologías”;
incluso
pretendidamente
críticas
“revolucionarias”.
y Si
bien, como concebimos, el poder solo se puede entender como economía política del poder, en el contexto complejo de la economía política generalizada, por lo tanto, como bifurcación, separación, del Estado respecto de la sociedad, hay que tener en cuenta que esta separación es imaginaria, institucionalizada.
aunque En
también realidad,
efectivamente, el Estado no se separa de la sociedad, sino, como también dijimos, 39
captura
parte
de
sus
fuerzas
para
reproducirse. Cuando más se dice que se separa – por ejemplo desde la tesis de Louis Althusser y la interpretación de Alain Badiou - es cuando, efectivamente, está más enraizado a la sociedad, por lo menos, en la sociedad institucionalizada5. Pues requiere de energía vital, requiere de la vida, requiere capturar energía de 5
Althusser y Badiou lo dicen, distanciándose de la tesis determinista de la concepción mecánica de la relación entre estructura económica y superestructura ideológica, política, jurídica y cultural, buscando explicar la función del Estado como instrumento de dominación. Esta interpretación de la autonomía relativa del Estado supone el contexto de la lucha de clases. En Acontecimiento político retomamos esta interpretación. Sin embargo, si bien ayuda a comprender la puesta en juego “ideológica”, institucional y política, no explica el funcionamiento mismo del poder, de las dominaciones, sus dinámicas moleculares. Revisar de Louis Althusser Maquiavelo entre nosotros. AKAL; Madrid. Así mismo, revisar de Alain Badiou Teoría del sujeto, también La revolución cultural. ¿La última revolución? Prometeo Libros; Buenos Aires 2009. Les conférences du Rouge-Gorge. Ver también Acontecimiento político. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/aconteciment o-politico-i/. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/aconteciment o-politico-ii/.
40
vida,
para
lograr
funcionar
como
maquinaria del poder. En este sentido, retomamos la tesis de Michel Foucault sobre
la
biopolítica
y
asumimos
la
interpretación de Antonio Negri y Michael Hardt, que proponen una diferenciación entre biopoder y biopolítica. Siendo la primera,
la
que
corresponde
a
las
dominaciones; siendo la segunda, la que corresponde a la espontaneidad de la vida; por este camino, a la potencia creativa6.
Por estas consideraciones, nuestra crítica giró hacia esa parte de la sociedad capturada,
atrapada
en
la
redes
del
6
Ver de Antonio Negri y Michael Hardt Commonwealth. The Belknap Press of Harvard University Press Cambridge, Massachusetts 2009. Traducción: Daniel Clavero. Akal; Madrid 2009.
41
poder, de las mallas institucionales del Estado. El poder, en todas sus formas, en todos
sus
engranajes
y
genealogías,
emerge de los cuerpos capturados. Estos cuerpos, en su relación con el poder, han constituidos
sujetos
adecuados
a
la
reproducción del poder, subjetividades afines a la reproducción del poder. Son como
los
acciones
cuerpos y
que
prácticas
constantemente,
las
que
ejecutan
las
reproducen,
relaciones
de
dominación polimorfas. Son los cuerpos que emiten los discursos de legitimación o que comparten esos discursos. Son también los que hacen circular y por donde circulan los imaginarios del poder, también
las
formas
de
pensamiento
social, por así decirlo, que interpretan el poder como si fuese la realidad.
42
Entonces,
hay
que
tener
otra
configuración del poder. No es externo a una sociedad interna. Es, por así decirlo, usando
provisionalmente
el
viejo
lenguaje, externo e interno, a la vez. El poder no solo puede ser descrito como genealogía, a partir de las genealogías de las
dominaciones,
sino
como
metamorfosis. Las instituciones, que van a convertirse en las mallas institucionales del Estado, son creadas por los mismos humanos, por la misma sociedad. Estas construcciones
y
edificaciones
institucionales, como estructuras y como organizaciones funcionales, se convierten, poco a poco, de instrumentos útiles en dispositivos de poder; por lo tanto, de dominación.
La
sociedad
institucionalizada elabora interpretaciones para
legitimar
esta
mutación.
Las
instituciones se fetichizan, sobre todo, el 43
conjunto de ellas, el Estado. Es cuando las
interpretaciones
“ideologías”,
que,
exposiciones
racionales,
conforman
aunque
pretendan
configuran
el
mito del poder, el mito del Estado, el mito del gobierno. Las instituciones se convierten en el principio y el fin; son, definitivamente, la “realidad” producida por el poder.
No
hay
que
considerar
esta
metamorfosis, como dada en el tiempo, en el ciclo largo de la historia, pues las instituciones ni el Estado tienen vida propia. Ocurre constantemente; el poder tiene
que
reproducirse
permanentemente, tiene que ser rehecho todos los días. Para que esto suceda requiere
que
reproduzcan
haya en
cuerpos sus
que
lo
prácticas
e 44
imaginarios.
Los
cuerpos
son
especializados; unos como funcionarios, otros
como
usuarios;
unos
como
gobernantes y administradores de la cosa pública, otros como gobernados. Unos, como
maestros,
“ideología”
los
estatal,
que
enseñan
en
todas
la sus
versiones, temas, tópicos y rubros; otros, como los que aprenden, los que escuchan y
son
inducidos
comparten
a
creer
en
lo
que
“ideológicamente”.
Ciertamente, esta división del trabajo de la reproducción del poder no queda ahí; continúa, pues la dominación no es única, homogénea y general, sino hay múltiples formas de dominación, distribuidas en la sociedad.
Esta
dominaciones
multiplicidad connota
de
múltiples
relaciones de biopoder entre Estado y sociedad. ilustrativa,
Para
dar
son
como
una
imagen
innumerables 45
cordones que conectan los cuerpos a los dispositivos de poder. Estos funcionan absorbiendo
vida,
canalizando
esta
capturando
vida,
energía
a
la
reproducción y expansión del poder.
Los sujetos sociales capturados por las mallas institucionales del poder no se ven como capturados, sino, mas bien, como beneficiados por instituciones del orden, del progreso, del desarrollo. Hay como una
satisfacción
de
establecer
esta
relación de biopoder; se da como un placer de formar parte de esta marcha histórica
y
civilizatoria.
No
pueden
imaginarse otra realidad posible, otro mundo mundo
alternativo. posible.
especulaciones imposibles
o,
Este
Lo
es
demás
delirantes, en
otras
el
único
o
son
utopías versiones, 46
radicalismos
soñadores,
románticos,
hasta irresponsables.
La configuración entonces se parece más a la de una conformación biotecnológica; entendiendo
tecnología
en
el
sentido
amplio como lo sugiere Foucault. Hay también tecnologías sociales, formas de organización,
de
estructuras,
de
diagramas, que se aplican a los cuerpos, buscando inducir sus comportamientos. Ciertamente, estas tecnologías de poder no
dejan
de
usar
las
técnicas,
las
tecnologías, en sentido restringido, como herramientas
específicas.
En
consecuencia, por esta vinculación, este conjunto de conexiones, entre cuerpos y dispositivos de poder, se refuerza la imagen de que el Estado vive, de que las mallas institucionales viven; tienen vida 47
propia. Pues, al chupar la sangre de los cuerpos vivos - diciéndolo en sentido metafórico -, sangre que circula por las venas artificiales de los aparatos del Estado, el gran vampiro, cobra vida, por así
decirlo;
más
bien,
la
portentosa
edificación fabulosa donde habitan los vampiros, que son fantasmas, es decir, imaginarios sociales, cobra vida.
En consecuencia, efectivamente, no hay separación entre Estado y sociedad; esto se da imaginariamente, como “ideología”; mito
sostenido
institucional,
por
que
imaginaria,
la
no
separación
deja
empero,
de
ser
funciona
materialmente. Para decirlo, de algún modo, la realidad efectiva del poder, que en
la
economía
política
generalizada
funciona como bifurcación, disociando lo 48
abstracto de lo concreto, valorizando lo abstracto, existe,
desvalorizando
funciona
lo
concreto,
efectivamente,
como
articulación imprescindible.
Esta configuración del poder, nos ha llevado a la interpretación de que la clave de la reproducción del poder se encuentra en los que lo padecen, al aceptar esta relación de subordinación, de delegación y de representación. Hay como un deseo del amo, de que ocurra así, de que se perpetúe
un
dominaciones. edulcorarse, de
Éstas
basado pueden
en
las
cambiar,
adquirir
democráticas; formas
orden,
mimesis
empero,
las
polimorfas
dominación
se
preservan.
Pueden, incluso cambiar las élites; parte de
los
que
gobernar.
eran
gobernados,
Empero,
la
ahora,
estructura 49
estructurante
del
perdura,
reproduce,
se
poder
se
conserva,
mutando
y
transfigurรกndose en sus mutaciones.
50
Diagonales del poder
51
La episteme de la modernidad, sobre todo, en ciencias sociales y humanas, ha concebido no solo esquematismos duales, desde
los
cuales
ha
interpretado
y
explicado el mundo, sino también ha configurado
como
completamente
estratos
separados,
espacios
absolutamente distintos, hasta tal punto que casi no se tocan. La más sugerente teoría, la que más ha hecho inteligible a las formaciones sociales, es la teoría de la lucha de clases. Esta teoría, en sus mejores versiones, ha podido observar y reflexionar sobre las entremezclas entre las clases sociales; por lo menos, en sus bordes.
Ha
podido
visualizar
las
dinámicas de la movilidad social. No así, como
las
versiones
ortodoxas,
consideran
que
clases
pertenecen
a
las
mundos
que
sociales
totalmente
distintos, que solamente se tocan en el 52
conflicto social. Sin embargo, a pesar de estas
dilucidaciones,
de
las
mejores
versiones de la teoría de la lucha de clases,
la
teoría
ha
seguido
manteniéndose en una suerte de cuadro rígido de las clases sociales, como si fueran
conglomerados
completamente
diferentes y fijados en una pirámide estática.
Ahora,
podemos
hablar,
contando con la experiencia social, en sus innumerables
realizaciones
singulares,
contando
y
formas
con
las
investigaciones sociales, que la realidad social
no
es
corresponde
a
ésta,
sino,
espacios
mas
bien,
yuxtapuestos,
imbricados, entrelazados, no solo por las dinámicas sociales,
sociales sino
y
las
porque
movilidades
distintas
clases
sociales pueden compartir “ideologías”, sentidos imaginarios
comunes, del
apegos
poder.
Por
a lo
los tanto, 53
haciendo una transversal diagonal en la supuesta estructura social clasificada y fijada, encontraremos espesores intensos compartidos por distintas clases sociales. Por
ejemplo,
culturales, relativos ateridas
espesores
de al
“ideológicos”,
prejuicios, machismo
como
la
de
como
los
o
creencias
las
religiones
monoteístas. Si bien pueden diferenciarse en la potestad económica, no se puede dejar de ver que, a pesar de situarse como
distintas
opuestas,
clases
pueden
económicas
en
el
sociales,
compartir mercado,
hasta
prácticas en
los
circuitos financieros, en el impulso a la acumulación
de
capital
y
en
el
exacerbado consumo inútil y banal.
Como puede verse, estamos, mas bien, ante cuadros, como paisajes sociales, por 54
así
decirlo,
como
visibilidades,
abigarrados. Quizás éste haya sido uno de los errores de la teoría de la lucha de clases;
a
pesar
de
su
perspicacia
histórico-política, al convertir la clase social en una esencia; por lo tanto, en un atributo metafísico, como si esto bastara para definir una práctica política, moral y ética.
La
historias
experiencia políticas,
contrario.
social
ha
Distintas
en
demostrado clases
las lo
sociales
pueden, mas bien, inclinarse a lo mismo, por
la
“conquista
del
poder”,
según
imaginarios apologistas de la violencia y del
oportunismo,
dominaciones
por
añoradas.
lograr Por
las
ejemplo,
dicho de manera más cruda, a solo “dar la vuelta la tortilla”, sin destruir las estructuras de poder, de dominación, coloniales y patriarcales. Lo que se llama conservadurismo, en sentido amplio, en 55
sus
distintas
manifestaciones,
es
compartido por distintas clases. No hay clase revolucionaria de por sí; por el hecho de pertenecer a tal o cual clase, sobre todo, subalterna. No hay, tampoco, exactamente, clase reaccionaria de por sí, aunque las clases dominantes tiendan regularmente
a
serlo,
defendiendo
el
statu quo. Lo que parece haber, más bien,
son
alianzas
inconscientes,
implícitas,
conservadoras,
que
comprometen a sectores de estratos de diferentes clases. Hay como una apuesta a mantener las reglas del juego, las estructuras
y
las
consolidan,
legitiman
instituciones, y
garantizan
que la
continuidad del poder; es decir, de las múltiples formas de las dominaciones. Ámbitos de poder, donde consideran se puede lograr la plasmación de las propias
56
expectativas,
circunscritas
al
egoísmo
trivial.
A pesar de sus buenas intenciones y la lucidez lograda por la teoría de la lucha de
clases,
propuestos, sustituirlo
no
logró
destruir por
la
sus el
objetivos Estado
asociación
y de
productores. No pudo porque no logró visualizar la complejidad de las luchas emancipadoras y libertarias. Si bien se puede considerar la lucha de clases como una
buena
acontecimiento
aproximación social,
quedó
al como
instrumento ineficaz para demoler las estructuras de poder y las estructuras de clases de la sociedad moderna. Al no tener una comprensión más clara de la complejidad
de
las
luchas
sociales,
políticas, culturales, decoloniales y anti57
patriarcales;
al
abigarrado
de
no
interpretar
los
frentes
lo y
enfrentamientos de las luchas, entonces, terminó por empoderar a personajes que tenían más parecido con los enemigos de clase que con los perfiles imaginados románticamente.
Hay quienes todavía creen que la teoría de la lucha de clases es la teoría por excelencia de las luchas sociales, de las emancipaciones
y
de
las
liberaciones
múltiples, de clase, indígena, nacional, de mujeres y de diversidades subjetivas. Aunque lo hagan con la mejor intensión, que es el de continuar las luchas; esta teoría, que ha ayudado mucho en el siglo XIX y XX en la organización de la rebelión social, se ha convertido, tal como está conformada, en un obstáculo para la 58
continuidad de las luchas. Continuación multitudinaria de las luchas plurales, por los mejores caminos, que no pueden ser otros
que
los
que
conduzcan
a
la
destrucción del poder, de la estructura de la desigualdad social, de la estructura de las
jerarquías,
del
orden
de
las
dominaciones, de la estructura y malla mundial del colonialismo heredado y de las
estructuras
institucionalizadas
del
patriarcalismo.
De ninguna manera se niega la evidencia de las luchas sociales; todo lo contrario. Lo que es imprescindible es tener un mapa
completo
actualizado, complejidad. claramente,
de
configurado Se con
trata
las en de
luchas, toda ver
enfoques
su más más
detallados, contra qué se lucha cuando se 59
lucha contra el poder y el sistema-mundo capitalista, que también debe ser llamado el
sistema-mundo
hemos
salido
colonial, del
pues
no
horizonte
del
colonialismo. Lo que ha pasado es que la geopolítica colonial ha mutado.
Si los mejores portavoces de la teoría de la lucha de clases, que son los activistas radicales, quieren honestamente destruir el poder y el sistema-mundo capitalista, que
comprende
cultural,
el
el
sistema-mundo-
sistema-mundo
político,
además del sistema-mundo colonial, que, mas
bien,
contiene
sistemas-mundos articulándolos,
o
deben
a los
todos
estos
atraviesa,
decidirse
en
el
dilema en el que se encuentran. Salvar a una teoría, ya agotada, como sacerdotes, elaborando
hipótesis
auxiliares
para 60
justificarla, como hacen los monjes en toda religión, o dejarla como herencia, de un pasado heroico, y abordar la tarea de teorías complejas de las luchas sociales en un mundo efectivo, que desborda precisamente por su complejidad.
Esto,
sobre todo, para mejorar la eficacia de las luchas sociales y de los movimientos sociales antisistémicos, así como de todos los pueblos del mundo en combate contra la dominación a secas de una hiperburguesía mundial.
Cuando las experiencias sociales políticas enseñan que los líderes pueden terminar formando parte de la misma estructura de poder odiada, el Estado, además de la geopolítica
del
sistema-mundo
61
capitalista;
cuando
las
propias
organizaciones sociales, que defendieron los
derechos
términos
del
económicos, marxismo
usando
los
militante,
así
como los derechos sociales, jurídicamente conquistados;
cuando
los
propios
“partidos revolucionarios”, que lucharon con tesón, durante el periodo de las resistencias;
terminan
mutando
hasta
convertirse en los mejores dispositivos de las estructuras de poder ateridas, solo que en condiciones de gobierno de una nueva élite, pero, nueva élite de lo mismo; entonces, estos son los síntomas de las falencias de una teoría, que hurgó en la llaga de la herida social. Para comenzar a lanzar hipótesis de interpretación, partida,
todavía
diremos
que
generales, lo
que
de
parece
enfrentarse son diagonales transversales 62
político-sociales-culturales, que cruzan la estructura social. Algunas diagonales, que logran
conformarse
partir
de
y
constituirse,
alteridades,
transgresoras,
prácticas
tendencias
económicas,
políticas
a
sociales,
y
culturales
alterativas, se enfrentan a una numerosa colección
de
transversales,
diagonales, que
se
también
inclinan
por
conservar los órdenes de relaciones de poder de las dominaciones múltiples. En pocas palabras, ciertamente pecando de esquematismo, pero, útil en la ilustración, podemos decir que lo que se enfrenta es la
sociedad
alterativa
a
la
sociedad
institucionalizada. Dicho en términos más teóricos,
incluso
más
metafóricos,
podemos decir que lo que se enfrentan son mundos posibles y alternativos, al mundo
real,
en
sentido
institucional,
63
afincado de manera anacrónica en un pasado fetichizado, que no olvida.
Muchos
de
compañeras estaban
nuestros de
en
conservadoras,
compañeros
lucha,
otras
realidad,
diagonales,
no
transgresoras,
en
las
y las
alterativas,
emancipadoras
y
libertarias. Se creyó que por el hecho de compartir una formación discursiva, una “ideología”, la interpelación a un enemigo común o varios, bastaba para considerar que compartíamos todo, es decir, todo lo que se refiere a la alteridad absoluta. Cuando se dio la ocasión, el momento de las pruebas, se evidenció, a todas luces, que
no
es
así.
Los
discursos,
la
“ideología”, el enemigo común, no eran más que algunos de los rasgos, que no podían,
ciertamente,
definir
las 64
características
completas
militantes
y
fragmentadas.
estas Como
de
estos
militancias
dijimos
en
un
ensayo anterior, no hay el revolucionario puro o absoluto; esto es un mito7. Lo que hay
son
decisiones
cruciales
momentos
cruciales.
Entre
en estas
decisiones, aprender y desprenderse de los
conservadurismos,
mantenemos.
Además,
que
todavía aprender
colectivamente, como pedagogía política de masas y multitudes.
7
Ver El mito del “revolucionario”. https://pradaraul.wordpress.com/2015/02/19/el-mito-delrevolucionario/.
65
Decadencia y gubernamentalidad liberal
66
Los grados más altos de la decadencia aparecen
cuando
se
manifiestan
los
síntomas del mayor desajuste, de la mayor
disyunción,
disociación,
con
comúnmente
la
lo
de
la
que
mayor
consideramos
realidad,
que
para
nosotros es sinónimo de complejidad. El Nuevo gobierno de Michel Temer, el reciente presidente interino del Brasil, evalúa la posibilidad de vender acciones de
empresas
compañía
públicas,
de
incluyendo
correos,
así
la
como
propiedades estatales de compañías de transporte, energía y seguros.
Esta
proyección privatizadora, como ya se conoce, desde la perspectiva neoliberal de
transferir
al
sector
privado
estas
acciones y estas compañías estatales. Lo que se conoce como el ajuste estructural privatizador, globalizado por el mundo, con
el
apoyo
de
los
organismos 67
internacionales
del
orden
mundial;
contando con connivencia del impulso concomitante
del
sistema
financiero
internacional; es decir, en el contexto de las centralidad y acumulación de la hiperburguesía
mundial,
que
domina
el
mundo. El gobierno interino de Michel Temer está elaborando
una
lista
compañías
estatales,
de
empresas
con
objeto
y de
privatizarlas. De esta manera, volver a lo mismo
de
antes
progresistas” economía
del
nacional
de
los
PT; no
“gobiernos
entregar solo
a
la
manos
privadas sino a empresas trasnacionales. La imaginación de los herederos de la “oligarquía café con leche” no llega a más.
Solo pueden concebir un Brasil
subalterno,
incluso
como
potencia
emergente en la geopolítica del sistema68
mundo capitalista; por lo tanto, en la geografía
política
de
los
centros
hegemónicos del poder y de la economíamundo. La mentalidad de estos herederos de
los
esclavistas
y
hacendados
cafetaleros es sumisa al orden mundial, impuesto
por
los
oligopolios
trasnacionales. Para ellos, el Brasil se encuentra
circunscrito
extractivista
colonial
al
del
modelo
capitalismo
dependiente. Incluso, en el caso, que parte de ellos, la burguesía industrial, que estaba, mas bien, más cerca del PT, apunta a consolidar la característica de potencia
industrial.
Como
lo
dijo
Francisco de Oliveira, no se trata de que se pase por la revolución industrial y la revolución
cibernética,
sino
de
la
composición misma de la economía. Para Oliveira,
Brasil
no
dejó
de
ser
una
formación económico-social ornitorrinco; 69
es
decir,
una
mezcla
alucinante
de
mamífero y ovíparo. Pues, a pesar de las revoluciones
industriales,
tecnológicas,
científicas y cibernéticas, el peso de la economía, de la estructura económica, gravita en el extractivismo8.
Los
representantes
de
la
burguesía,
predominantemente comercial,
financiera,
especuladora,
ligada
al
latifundio, exceptuando a la burguesía industrial, mucho
muestran más
anteriores
características
restringidas
representantes
de
que la
los clase
económicamente dominante, anteriores a los
gobiernos
patéticos
del
PT.
comediantes,
Parecen que
unos
intentan
8
Francisco de Oliveira: El neo-atraso brasilero. Siglo XXICLACSO.
70
articular un discurso, para justificar su presencia fraudulenta en el gobierno, después
de
iniciado
el
juicio
de
impedimento a Dilma Rousseff. ¿Por qué lo hicieron? Lo que dicen los voceros de los “gobiernos progresistas” de América Latina y de la “izquierda” reformista, que se trata de un golpe congresal; que más parce una típica astucia criolla. Astucia perpetrada usando tecnicismos jurídicos, a la usanza más leguleya. Que en todo caso,
por
medida
las
desproporciones
tomada
por
el
de
la
Congreso,
patentiza un despropósito político. Lo que llama la atención es que, siendo el motivo efectivo el escándalo estruendoso y
de
magnitud
de
la
corrosión
empresarial y la corrupción en torno a PETROBRAS,
donde
no
solo
estaba
involucrado el gobierno, sino también la 71
llamada “oposición”, sobre todo, entre ambos,
los
actuales
flamantes
gobernantes interinos, se derive en un juicio menor, marginal, que no debía haber tenido las consecuencias que ha tenido. No se justifica la destitución, tomando la acusación efectuada. Rousseff fue suspendida como presidenta, después de que el Senado aprobó someterla a un juicio político por cargos de violar leyes presupuestarias. relevada
de
La su
mandataria cargo
fue
por
su
vicepresidente, Michel Temer9.
Carla Guimarães, columnista de El País, escribe:
9
Ver el artículo de redacción Brasil evalúa vender activos públicos. El País. 16 de mayo, 2016.
72
Los grandes medios de comunicación de Brasil, que pertenecen a un pequeño grupo de familias, crearon lo que se podría
llamar la
dramaturgia
“impeachment”: existe
un
del
Gobierno
corrupto, el pueblo pide su dimisión en las
calles,
el
Congreso
derriba
a
la
presidente y Brasil vuelve a ser el país del futuro. Para esos medios, el PT no solo era el culpable de la corrupción, sino la causa de todos los males de Brasil. Patricia (se refiere a su prima con la que nunca estuvo de acuerdo) no podía estar más de acuerdo con ese guion. Ella y otros miles de brasileños salieron a las calles vestidos con los colores de la bandera para luchar contra la corrupción y exigir la salida del PT. Cada vez que Dilma hablaba en la tele, Patricia cogía 73
una cacerola y se ponía a protestar desde su ventana. La historia narrada por los medios y defendida en las calles era casi perfecta, si no fuera por un pequeño detalle: Dilma no está acusada en ningún caso de corrupción. Sin embargo, muchos de los responsables por llevar adelante su proceso de “impeachment” sí lo están. Es el caso del expresidente del Congreso, Eduardo
Cunha,
del
presidente
del
Senado, Renan Calheiros, y del propio vicepresidente, Michel Temer. Este último fue condenado por el Tribunal Regional Electoral
de
São
Paulo
por
hacer
donaciones de campaña por encima del límite legal y no podrá postularse a ningún cargo público en un periodo de 8 años. Temer acaba de ser nombrado
74
presidente interino de la República de Brasil10.
¿Lo hicieron para salvar sus pellejos? ¿Por qué encontraron la oportunidad en plena crisis? ¿Por qué los herederos de la “oligarquía café con leche” decidieron empujar, desde hace un buen tiempo, el cambio de ruta del gobierno? ¿Por qué los socialistas
reformistas
del
PT
construyeron su derrota? No se puede responder, a ciencia cierta, como se dice, estas
10
preguntas.
Quizás
todas
estas
Carla Guimarães: Érase una vez un país llamado Brasil. El
País; 16 de mayo, 2016.
75
tendencias,
inherentes
al
proceso
de
crisis múltiple, política, institucional y económica, hayan incidido en conjunto; cada tendencia aportando con su cuota. Dejaremos que las respuestas las den investigaciones descriptivas y analíticas, correspondientes. Lo que queda claro, es que asistimos a los síntomas evidentes de la
degradación
extrema
de
la
clase
política.
La autora del artículo citado dice: Quizás uno de los mayores errores del partido de Dilma y Lula fue haberse dejado absorber por la política tradicional brasileña. Después de tantos años en el poder, el PT ya no era tan cercano a los movimientos sociales que le apoyaron y 76
estaba dedicado de lleno al juego político. Dilma ganó las últimas elecciones con el apoyo del PMDB de Temer, Eduardo Cunha y Renan Calheiros. Un partido de derechas que siempre estuvo cerca del poder y que ahora ha encontrado la manera de tomarlo11.
Lo que parece insólito, pero, no lo es, es que
el
partido
aliado
del
gobierno,
además, nada más ni nada menos, que el vicepresidente,
fueron
los
que
conspiraron contra Dilma. Esto es parte del anecdotario de las historias políticas de América Latina. Lo que no deja de sorprender es que el pueblo, a pesar de haber salido a las calles a defender a la 11
Ibídem.
77
presidenta, frente a la tramoya gris de la tradicional clase política, angurrienta de poder,
a
cualquier
costo
y
usando
cualquier medio, se haya dejado, al final de
cuentas,
escamotear
por
estas
astucias criollas. Sobre todo, después de haber
ganado
elecciones,
consecutivamente
llevando
al
poder
posteriormente,
manteniéndolo
poder,
un
durante
largo
al
las PT;
en
el
periodo
de
gestiones de un gobierno catalogado de “progresista”.
El
gobierno
interino
de
Temer
es
inconstitucional, por más encubierto que esté
este
hecho,
por
el
barniz
del
tecnicismo jurídico, que sacó a Dilma Rousseff. En la Constitución no está contemplada una medida como ésta para 78
el caso tratado, por cargos de violar leyes presupuestarias.
A
todas
luces,
su
destitución adolece no solo de legitimidad sino también de legalidad, incluso de institucionalidad. La situación de este gobierno interino es como la de un gobierno de facto; decimos esto, a pesar de no compartir la interpretación de la “izquierda” reformista, de que se trata de un “golpe congresal”. Es un gobierno irregular,
para
decirlo
suavemente.
Sensatamente, lo que queda, incluso para salvar las apariencias formales de la democracia institucionalizada, es pedir la renuncia
de
este
gobierno
irregular.
¿Llamar inmediatamente a elecciones? ¿Restituir a Rousseff, hasta que culmine su mandato? parte
del
¿Medidas radicales por pueblo,
que
opta
por
profundizar la democracia, en sentido participativo, incluso apuntando a los 79
autogobiernos? Estos temas son los que tiene que resolver el pueblo mismo. Lo importante es que lo que se haga sea parte
de
consensos
democráticos,
participativos,
reflexivos
multitudinariamente Transparentar
lo
y que
PRETROBRAS,
buscando,
nacionalización.
Pues
es
autocríticos. ocurrió
con
su
re-
uno
de
los
pivotes del “desarrollo” y el “crecimiento” económico de la potencia emergente.
En otras palabras, nuestra perspectiva política es la siguiente: los pueblos no tienen por qué seguir tolerando estas conductas de la clase política; la del tecnicismo grotesco de destitución, la de la corrupción generalizada en toda la clase política, progresistas y neoliberales, 80
incluyendo
a
conservadores;
las
demagogias de unos y de otros. Así como las comedias estridentes, de unos y de otros. El pueblo debe tomar en sus manos, como corresponde, el ejercicio de la democracia; pues eso quiere decir democracia,
gobierno
del
pueblo;
es
decir, autogobierno del pueblo.
Como dijimos en otro texto12, lo que llama la atención es que la atmósfera donde ocurrió la destitución de Dilma Rousseff es enardecida por el caso de corrupción de PETROBRAS, donde están metidos todos, “derechas” e “izquierdas”;
12
Ver Apuntes sobre la crisis política de Brasil. https://pradaraul.wordpress.com/2016/03/19/apuntessobre-la-crisis-politica-de-brasil/.
81
sin embargo, no es esto lo que se juzgó, se investigó e indujo a tomar medidas. No convenía, pues, como todos están involucrados, sobre todo, los acusadores de Dilma Rousseff, entonces, el juicio quedó
anclado
problema.
Por
en
un
cierto,
fragmento no
el
del más
importante, sino el menos significativo, ya que todos los gobiernos anteriores hacían lo mismo; prestarse dinero para cubrir huecos presupuestarios.
Carla Guimarães escribe:
A pesar de la decepción con el PT, en los últimos
meses,
miles
de
personas
salieron a las calles para denunciar el golpe. Algo que no estaba en el guion 82
redactado
por
los
grandes
medios.
Movimientos sociales, sindicatos, líderes indígenas, personalidades del mundo de la
cultura
orígenes contra actos
y
ciudadanos
sociales
se
de
manifestaron
del “impeachment”, en a
lo
largo
distintos
del
país.
en
diversos El
color
predominante en esas protestas era el rojo, a diferencia del verde y amarillo que dominaban las marchas anti-Dilma. Yo participé en una manifestación en Madrid. Éramos cuatro gatos protestando en Sol, pero teníamos la sensación de formar parte de algo mayor. Nos sentíamos parte del enorme movimiento de lucha por la democracia que está tomando Brasil. Más que las siglas, nos unía la indignación de ver a tantos políticos involucrados
en
casos
de
corrupción
votando a favor del “impeachment” de la presidente en nombre, paradójicamente, 83
de la lucha contra la corrupción. También nos unía la sensación de que el Gobierno de Dilma no estaba siendo juzgado por sus errores, sino por sus aciertos. Durante los 12 años de gobierno del PT cerca de 40 millones de personas salieron de
la
pobreza
históricamente
y
la
excluida
población
ganó
espacio
dentro de la sociedad. El partido cambió una historia de más de 500 años de desigualdad. Quizás por ello, ganó cuatro elecciones seguidas. En las últimas, la derecha se dio cuenta de que le costaría mucho recuperar el poder en las urnas y decidió tomarlo a través de un proceso aparentemente
legal,
pero
tremendamente injusto. Los que asumen ahora
el
Gobierno
representan
los
intereses de los grandes latifundios, la industria
de
las
armas,
las
iglesias 84
evangélicas y quizás de muchos políticos y grandes empresarios a los que le vendría bien que las investigaciones de los casos de corrupción, como el de PETROBRAS, fuesen finalizadas sin mucho revuelo y sin grandes repercusiones13.
Carla Guimarães lo dice, el error es haberse dejado absorber por la política tradicional brasileña; también expresa: el PT
ya
no
era
tan
cercano
a
los
movimientos sociales que le apoyaron y estaba dedicado de lleno al juego político. Extendiendo
la
pregunta,
respecto
a
todos los “gobiernos progresistas”, ¿por qué se dejan absorber por las prácticas de la política tradicional? Como se puede leer en los ensayos difundidos, para 13
Ibídem.
85
nosotros esto pasa porque no se sale del círculo vicioso del poder. No se da el problema
porque
“traicionan”
los
encumbrados líderes populares y sociales, como
cree
la
“izquierda”
tradicional
radical. Esto es como caer en una de las versiones de la teoría de la conspiración, que
nos
resulta
muy
esquemática,
simplista y hasta dramática, convirtiendo la
realidad
política
en
juego
de
dispositivos de conspiración. Para que pueda suceder esto, la realidad tendría que reducirse a la dimensión plana, sin espesores, donde solo cabe tramas, por así decirlo, de dibujos animados. Nadie, ni grupos, ni agencias de inteligencia, ni gobiernos,
por
más
poderosos
que
puedan ser, puede controlar todas las variables - por así decirlo, usando un término conocido - de la complejidad, sinónimo de realidad. Por otra parte, la 86
complejidad dinámica de la realidad, no puede
ser
reducida,
ni
siquiera
representada, a dos dimensiones, como para
hacer
simplista
caber
como
una la
versión
teoría
de
tan la
conspiración.
La
tragedia
de
los
“gobiernos
progresistas” es que son marionetas, aunque no lo quieran, tampoco lo crean, de las fabulosas máquinas de poder, de la economía-mundo y de la guerra; es decir, de estructuras de poder estructurantes de la
política
oficial,
institucionalizada;
practicada por los Estado-nación, en el contexto de la geopolítica del sistemamundo capitalista. Solo pueden moverse dentro
de
determinados
definidos
por
cruzarlos
es
el
orden
tomado
márgenes, mundial. como
El una 87
transgresión a este orden mundial. Los líderes se ilusionan con que controlan el poder, el Estado, el gobierno. Esto no ocurre, tampoco puede ocurrir, menos en estos “gobiernos progresistas”, que solo han atinado a tibias reformas, dejando intacta la estructura de poder heredada. En gobiernos que cruzaron los límites de los márgenes trazados, por ejemplo, los gobiernos del socialismo real, también ocurrió
algo
parecido,
aunque
más
trágico, por la apuesta que se puso en juego;
la
económica,
trasformación política
y
social, cultural.
Recurriendo a un Estado de transición, la dictadura
del
proletariado,
hacia
la
sociedad sin clases. En este caso, más complejo y profundo, por lo tanto, más comprometedor y demoledor, no se salió del círculo vicioso de poder porque, se bien se cambió el Estado y las reglas 88
económicas nacionales, no se pudo salir del
horizonte
del
sistema-mundo
capitalista;
reproduciendo,
paradójicamente, en el socialismo real, el modo de producción capitalista.
Hemos aprendido de las historias políticas de la modernidad, que es el horizonte cultural del sistema-mundo capitalista, por
lo
tanto,
integrado, tienen
que
que
sistema las
globalizado,
transformaciones
alcanzar
la
esfera
horizontes del mismo mundo. quiere
decir
que
no
se
sin
Esto no comiencen
cambios en cualquier lugar donde se pueda. De ninguna manera. Lo que no se puede
hacer
es
confundir
estas
modificaciones locales como si fuesen el fin de la historia, que es el sentido “ideológico” transmitido por los discursos, 89
antes, socialistas, después populistas, y, ahora, por los progresistas. Lo grave, para decirlo más severamente, es creer que se puede transformar con la misma maquinaria del poder, el Estado, como si solo se tratara de usar de otro modo esta herramienta de dominaciones. Lo patético es
ver
a
los
líderes
populares
y
progresistas imitar los comportamientos de la clase política derrocada; desde sus vestimentas, aunque adquieran un toque folclórico, hasta sus modales, sus estilos, incluso sus prácticas. síntomas
del
Estos ya son
alejamiento
de
estos
“gobiernos progresistas” respecto de los movimientos sociales antisistémicos, que son la potencia social, que llevó al poder a estos gobiernos.
90
Hay como una intuición enunciada, en discursos
convocativos,
revolucionarios
del
siglo
por
los
pasado,
los
heroicos, no los imitadores; esta intuición es
que
una
revolución
no
puede
detenerse, como la política, en sentido pleno; como la democracia, en sentido absoluto,
no
se
Cuando
ocurre
político,
el
de
detiene, este la
desborda.
acontecimiento revolución,
la
transformación en explosión, en devenir, no puede detenerse, pues tiene que desmantelar maquinaria
no del
solo
la
Estado,
fabulosa maquinaria
milenaria, sino milenios de dominaciones ateridas;
trayectorias
de
genealogías
institucionales, que inscribieron en los cuerpos estas dominaciones. El reducir las tareas revolucionarias a medidas, promulgadas por el gobierno, es una de las más turbadoras inocencias de estos 91
pregoneros del socialismo por decreto, de la descolonización por decreto, de la independencia por decreto. Esta inocencia es, nuevamente, reducir las tareas de transformación estructural, institucional y subjetiva, al plano, donde solo caben dibujos animados.
La pregunta que parece pertinente es esta: ¿Los “revolucionarios” tomaron en serio las tareas que se tenía delante? Obviamente, no solamente como partido, pretendida
vanguardia,
sino
como
sociedad, por lo menos, parte de la sociedad explotada, que es la mayoría. ¿O se dejaron seducir por los cantos de sirena del poder? La tragedia de los bolcheviques, después del acto heroico de enfrentar a la realidad y la historia, inventando
otras
condiciones
de 92
posibilidad, es que al toparse con las grandes dificultades de la transformación social, política, económica y cultural, no encontraron otra salida que el recurrir a la violencia, para forzar los procesos inherentes
a
la
realidad,
como
complejidad. Con esto, no solo imitaron a los
amos,
patrones,
terratenientes,
burgueses, derrocados, sino que cayeron en
un
anacronismo
conservador
de
envergadura, el Estado policial.
Sin
pretender
dictatorial
de
justificar los
esta
actitud
bolcheviques,
que,
ciertamente, tuvieron que defenderse de la invasión imperialista, por todos los lados,
por
todas
las
fronteras,
esta
experiencia social política formó parte de las duras lecciones. Lo extraño es que en vez de aprender, corregir los errores, los 93
partidos
“revolucionarios”,
vanguardias,
se
pretendidas
apegaron
a
la
“ideología”, defendieron a los gobiernos bolcheviques,
defendieron
al
Estado
policial, a pesar que precisamente los errores cometidos fueron la causa de la caída de los Estados del socialismo real de la Europa oriental. En otras palabras, se prefirió no aprender y seguir adelante, repitiendo el libreto.
El perfil de los “gobiernos progresistas” es más bajo; no llegan a tanto. No transforman el Estado, usan el Estadonación,
burgués,
colonial,
subalterno,
para, disque, transformar la sociedad y liberar a los pueblos. Lo terrible, que vuelva a ocurrir por enésima vez lo que ya ocurrió antes, es que el pueblo, que se ha rebelado, y cambiado la correlación de 94
fuerza,
llevando
al
expresiones
políticas
progresistas,
también
poder
a
estas
populistas cree
en
y esta
ilusión, de que se puede usar el Estado para transformar. Entonces hay como una
retroalimentación
de
la
misma
ilusión, compartida por los gobernantes y gran parte del pueblo. Solo cuando ya no se puede ocultar lo mal que van las cosas, parte del pueblo se sorprende; en principio atina a corregir el curso político; después,
puede,
al
sentirse
desencantado, asumir una indiferencia preocupante o comenzar a resistir al nuevo gobierno, que se parece en mucho a los gobiernos pasados. Esta reacción popular visto,
puede en
el
derivar, voto
como
castigo
hemos a
los
progresistas.
95
¿Se trata de castigar a los progresistas? Ni de castigarlos, ni de defenderlos. La pregunta es: ¿Por qué el pueblo, con toda la pluralidad, con toda la multiplicidad, de sus
singularidades,
con
todas
las
diferencias que caben, no toma en sus manos
la
responsabilidad
de
la
democracia? Dicho de otra manera: ¿Por qué delega sus voluntades singulares, para no hablar de la voluntad general; por qué opta por la representación, que nunca, obviamente lo va a representar? Siguiendo
con
la
redundancia
de
la
pregunta: ¿Por qué transfiere parte de su fuerza política, otorgando poder a los representantes, al gobierno, al Estado? ¿No hay de otra? ¿Esas son las únicas reglas del juego democrático que se puede
seguir,
la
delegación
y
la
representación? ¿El mundo político es tan reductivo? 96
Recurriremos a la crítica de Emmanuel Kant, aquella que tiene que ver con la razón,
podríamos
política,
cuando
decir, dice
práctica
que
la
o
única
autoridad es la razón, que se debe asumir el uso crítico de la razón. Por cierto, no compartimos iluminismo nuestra
el
y
elogio
de
la
posición
de
razón es,
Kant
del
abstracta;
más
bien,
reincorporar la razón al cuerpo, a la fenomenología de la percepción; hacerla, por lo tanto, potente y con incidencia; además, integrada a la experiencia y a la memoria. Pero, no olvidemos de cuando escribió
Kant
sus
críticas,
como
vislumbrando todo el horizonte de la modernidad. enunciado
Por es
otra valioso,
parte,
este
por
sus
implicaciones con la libertad, con el uso 97
de la razón, también con la democracia. Si, al mismo tiempo, le añadimos eso de la razón integrada al cuerpo y a la percepción,
entonces,
el
alcance
es
mayor.
En
pocas
palabras,
podemos
decir,
llevando al extremo la pregunta: ¿Por qué el pueblo no quiere ser libre? ¿Por qué no quiere asumirse? ¿Por qué delega esta responsabilidad del ejercicio pleno de la democracia, que no puede ser otro que el de la auto-conducción? Éste parece ser el nudo gordiano de la problemática política, circunscrita en los límites institucionales de la democracia formal, por lo tanto, de la democracia simulada.
98
No con la pretensión de responder estas preguntas, que solo se pueden responder con investigaciones en profundidad, en el contexto
de
la
complejidad,
también
auscultando a fondo la experiencia social, contando con todas sus singularidades, vamos a sugerir algunas hipótesis, con el ánimo
de
abrir
senderos
reflexivos,
induciendo a efectuar las investigaciones de las que hablamos.
99
Hipótesis sobre las subordinaciones ateridas
1. Parece que estamos ante un conjunto de restricciones impuestas. En primer lugar,
ciertos
culturales,
condicionamientos
políticos,
económicos
y
sociales. No hablamos de condiciones de
posibilidad,
sino
de
condicionamientos. En este sentido, los condicionamientos son, mas bien, inducidos;
elaborados
construidos
en
yuxtapuesta humanos.
de En
previamente,
la los
artificialidad espaciamientos
segundo
lugar,
los
diagramas de poder, que se inscriben en
la
superficie
del
cuerpo
como
historia política, que se adhieren al cuerpo,
haciendo
constitución
de
emerger
sujetos.
En
la tercer 100
lugar, las dominaciones se plasman en esquemas
de
subordinación,
conductas de
de
sumisión,
de
renuncia. En cuarto lugar, la sociedad institucionalizada geografía
social
espacialmente
conforma donde
el
se
ejercicio
una plasma y
las
consecuencias de estas dominaciones. El poder se hace geografía. En quinto lugar,
todo
esto
se
interpreta,
socialmente, como que “son así las cosas”, “esa es la cruda realidad”; por lo tanto, la “ideología” funciona como intérprete del mundo, de la realidad. 2. En consecuencia, estamos ante ciclos de retroalimentación, regeneración y reproducción del poder, en distintos niveles,
planos
y
espesores
de
intensidad constitutivos.
101
3. Cuando
el
pueblo,
una
parte
del
pueblo, la mayor parte del pueblo, se rebela, es cuando pone en evidencia la fragilidad de este sistema complejo del poder. Por otra parte, puede que sus funcionamientos,
los
del
sistema,
entren en crisis, y es cuando se hace evidente
la
cosificaciĂłn,
la
fetichizaciĂłn, del sistema. 4. Sin embargo, el sistema de poder por
asĂ
decirlo,
provisionalmente,
mientras tanto - puede regenerarse, reconstituirse, reconstruir
mutarse. el
poder
Puede alterado,
mediante nuevos pactos, conformando otras instituciones acopladas, incluso mejorando las anteriores, en el marco de la reproducciĂłn del poder.
102
5. Se entiende que en los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX, se haya interpretado
las
crisis
del
sistema
como agonías del sistema, estimando su acabose defectivo. Sin embargo, ya avanzado
el
sostenibles mucho
siglo estas
menos
XX,
no
eran
interpretaciones;
en
el
siglo
XXI.
Entonces, ¿Por qué se persiste en este pronóstico? Tal parece que no se quiere salir de la inclinación por la cosificación, por el fetichismo, por la “ideología”. ¿Por qué es más fácil auto-engañarse que mirar cara a cara la realidad, para decirlo de manera figurada? ¿Por qué ya somos sujetos constituidos por el poder, por lo tanto, no
es,
de
ninguna
escapar
de
sus
manera,
telarañas,
de
fácil sus
redes? No vamos a responder estas 103
preguntas sugerir
difíciles;
la
pueblo,
pero,
siguiente
parte,
vamos
a
impresión:
el
mayoría,
es
la
corresponsable de que se siga, como sociedad
institucionalizada,
en
el
círculo vicioso del poder. 6. Ciertamente el pueblo no es un sujeto, sino multitudes. No se puede hablar de responsabilidad de todos; estos son los
usos
metafóricos
transfiriendo
del
el
lenguaje,
acontecimiento
individual a acontecimientos masivos. En
todo
caso,
la
responsabilidad,
efectivamente dada, es individual, por así decirlo. Sin embargo, los efectos masivos,
molares,
en
la
sociedad,
ocasionan consecuencias inesperadas, no controladas. La responsabilidad, en sentido figurativo, aunque extendida a
104
la población, es, de todas maneras, ineludible.
7. Tampoco, en este caso, el de la población, parte o la mayoría, hay culpabilidad. No hay culpables, salvo para la consciencia del resentimiento de
las
religiones
monoteístas,
inoculada en los pueblos. El pueblo, para
seguir
correspondiente
con
este
al
concepto,
concepto
de
voluntad general de Rousseau, es la constelación
corporal
viviente,
atravesada por técnicas y tecnologías de
poder,
inscritas
en
el
cuerpo.
Aunque, como dijimos, al hablar de la sociedad alterativa, parte del pueblo escapa,
como
líneas
de
fuga,
del
control y la vigilancia del Estado. El pueblo, como referente político, es 105
materia y objeto de poder de la política,
en
tomándola
sentido como
restringido,
cartografías
y
ejercicios pragmáticos del poder. El pueblo
es
convertido
en
voluntad
general; es decir, en una voluntad única, aval
homogénea; de
la
supuestamente
democracia
formal,
paradójicamente, hecha del vaciado del contenido concreto, efectivo, de las voluntades singulares del pueblo. Esta es la pretensión del poder, el lograr este objetivo. Empero, no es tan fácil, pues la corporeidad multitudinaria del pueblo, sus espesores singulares, sus ámbitos diversos de relaciones, sus ecologías saberes,
sociales,
psicológicas,
compartiendo
con
de las
ecologías vitales de la biodiversidad, no es abarcable por las herramientas específicas del poder.
Aunque pueda 106
parecer que lo hace, por lo menos, “ideológicamente”, ésta es una ilusión, que dura lo que dura un periodo o, en el mejor de los casos, una era; pero, ¿qué
son
estos
lapsos
ante
las
estructuras de larga duración de las formas
de
vida?
¿Qué
es
esta
interpretación,
esta
narrativa,
apologética
poder,
ante
del
las
gramatologías, inscripciones, señales, marcas, de la complejidad ecológica del planeta? Poca cosa, por cierto. 8. No es que el poder no afecta a la corporalidad del pueblo; lo hace. Las consecuencias
son
lo
que
ya
describimos y comentamos. El poder requiere
rehacerse
constantemente,
depende de la absorción de vidas; en cambio, la vida está programada, por así
decirlo,
es
espontánea.
La 107
combinación
entre
filogénesis
y
ontogénesis hacen a la vida creativa y paradójica. La vida siempre encuentra una salida para seguir creando. En cambio, el poder, solo puede repetir recurrentemente lo mismo, cada vez más queda más anacrónico respecto de la complejidad.
9. La subordinación como relación de dominación, es una larga construcción institucional. No se trata de un solo diagrama de poder, que se incrusta en los cuerpos, sino varios. El cuerpo es invadido
por
diagramas
religiosos,
morales, patriarcales, de castigo, de vigilancia, control,
de
disciplinamiento,
colonial
y
otros.
de La
subordinación es como el resultado del
108
conjunto
de
estas
modulaciones
y
ortopedias de los diagramas de poder. 10.
El pueblo, que no es pueblo, como
el concepto indica, unidad homogĂŠnea, voluntad general, sino multitudes en movimiento, conglomerados sociales dinĂĄmicos, conjunciones cambiantes, composiciones
en
constantes
desplazamientos, se encuentra entre el
devenir
vida
y
las
reducciones
institucionales, que lo convierten en materia manipulable del poder.
109
Realismo polĂtico de la oligarquĂa
110
A lo largo de las historias políticas de la modernidad
en
el
mundo,
se
han
patentizado los comportamientos, sobre todo, de aquéllos que tienen incumbencia con el poder. En los primeros tiempos que el humano frecuenta – como recita Federico García Lorca -, el recurso a la violencia fue, por decirlo así, el método aplicado de domesticación, con látigo. Ejércitos de mercenarios servían para tal efecto;
después,
ejércitos
institucionalizados, usando la figura del servicio obligatorio. Este método político, el de la violencia, no se ha perdido ni difuminado; ha quedado; se vuelve al mismo
recurrentemente,
cuando
la
emergencia lo requiere. Sin embargo, han
aparecido
procedimientos relacionado
al
otros
métodos
políticos, logro
de
como los
y el
pactos
sociales; por ejemplo, lo que llama Jean 111
Jacques Rousseau, el Contrato social. En otras
palabras,
se
edifica
el
Estado
moderno sobre la base del Contrato Social. Se puede decir que, con el tiempo, el Contrato Social se convierte en la Constitución.
Empero,
esto
es
presupone
corroboradas
interpretaciones
rousseaunianas
interpretaciones
del
teoría, las y
las
constitucionalismo.
Puede ser que así se piense y se quiera; pero, la realidad, abre otras rutas y recorridos. En primer lugar, los pactos políticos no son entre personas de carne y hueso, sino entre clases sociales, por así decirlo, de manera fácil y entendible. Mucho mejor dicho, entre expresiones sociales de conglomerados de fuerzas, cohesionadas, aparentemente, por una “ideología”
compartida;
por
lo
tanto,
cuando se da el pacto puede darse entre más o menos afines o, de lo contrario, 112
entre opuestos. El Contrato Social da lugar a la construcción del Estado de derecho, a la arquitectura jurídico-política de la división de poderes, estableciendo contrapesos, por lo tanto, el equilibrio político.
Estado
de
delegaciones
y
representaciones; por lo tanto, Estado mediatizado por estas transferencias de las voluntades y de la voz.
Este conjunto de normas, procedimientos y
métodos
políticos,
además
de
la
geometría estructural del Estado-nación, hacen
a
lo
República,
que
también
se
conoce
como
como
democracia
institucional. ¿Cuál de los dos métodos políticos es más apropiado, si se quiere, más útil, para las dominaciones? ¿El recurso a la violencia o el democrático formal?
Ciertamente,
no
se
puede 113
responder a esta pregunta, sin considerar los
contextos
decisiones.
donde
Todo
se
toman
depende
de
las la
coyuntura, de la correlación de fuerza, de los
niveles
contextos
de
legitimidad,
nacionales,
de
los
regionales
y
mundiales. Sabemos que la violencia es la descarnada manifestación del poder; el poder está ahí, sacándose la máscara, mostrando su desnudo rostro implacable.
En relación a la edificación burocrática y mediadora de la democracia institucional, Vladimir
Ilich
Lenin
la
definía
como
“cretinismo parlamentario”. Este fue el argumento trasmitido, asumido y usado por los alzamientos en armas contra el régimen burgués. Sin embargo, otras interpretaciones marxistas, incluyendo la interpretación
de
Engels,
veían
con 114
buenos ojos, la oportunidad democrática de presentarse a las elecciones, como partido del proletariado. No estamos en el debate o el dilema que define muy bien Rosa
Luxemburgo,
¿reforma
o
revolución?, sino evaluando cuál de los métodos
le
ha
sido
más
útil
a
la
estructura de poder, a la genealogía de las
dominaciones.
Hemos
dicho,
que
depende del contexto.
Decir, lo que acabamos de decir, no resuelve
nada;
tan
solo
define
la
relatividad del concepto de utilidad. Lo que
importa,
ahora,
es
evaluar
los
efectos de ambos métodos políticos; cuál tiene más repercusiones, si se quiere, más efectos multiplicadores, también más
115
duración. La impresión que dejan las historias políticas es la siguiente: La violencia puede domesticar; pero, no constituye sujetos, en pleno sentido de la palabra;
conforma
subjetividades
aterradas; doblega por el miedo, por terror.
La
violencia
tiene
efectos
coyunturales; no se desplaza a largo plazo,
a
no
ser
constantemente. mediaciones
que
En
procedimientos
de
repita
cambio,
democráticas,
institucionalizadas,
se
los esta
las
formales métodos
e y
democracia
limitada a la idea de república, constituye sujetos, tiene efectos duraderos, además de generar campos institucionales, que configuran
la
geografía
social
y
la
efectuación constante de la reproducción masiva de sujetos sociales.
116
Con lo que acabamos de apuntar, no queremos decir, de ninguna manera, que es preferible enfrentar la violencia que enfrentar a la y en la democracia formal. Estos son tópicos, que no se pueden resolver
en
un
ensayo
teórico;
solo
pueden ser atendidos en un contexto y coyuntura concretos, teniendo en cuenta la correlación de fuerzas y, sobre todo, la predisposición de las fuerzas sociales. De todas
maneras,
no
se
puede
hacer
apología de la violencia, venga de donde venga, como cuando se dice: “la violencia es la partera de la historia”. Enalteciendo, como si fuera la providencia, la “violencia revolucionaria”. Siguiendo este lenguaje y apuntando a la crítica, los revolucionarios no podrían ser los apologistas de la violencia, pues se trata de convocar a la humanidad,
en
la
versión
internacionalista, si se quiere, de la lucha 117
de clases; no de identificar enemigos para destruirlos. La violencia no es, de ninguna manera, una comunicación, si se quiere,
tampoco
ninguna
clase
de
lenguaje, no es racional; la violencia es más parecida a la marca que deja en el cuerpo el implacable látigo del poder, para que nadie se olvide quien manda.
No se dice, de ninguna manera, que hay que renunciar a la defensa y a la lucha armada.
La
responsabilidad
mayor,
revolucionaria, es defender la revolución, la marcha a la revolución; defender a los y las compañeras de lucha, a los pueblos, clases, mujeres, diversidades, por las que se pelea. Si el contexto y la coyuntura ameritan, alzarse en armas. Empero, esto no se puede confundir con el uso de la violencia
para
causar
terror,
para 118
“convencer” por miedo, para incorporar por espanto. Tampoco se puede confundir con esa inclinación religiosa de señalar a los infieles; es decir, a los enemigos. Los discursos
revolucionarios
de
la
modernidad, se han caracterizado, mas bien, por la convocatoria al proletariado mundial, por la invitación a los pueblos, otros
pueblos
y
otras
sociedades,
a
integrarse como fuerzas humanas, en un proyecto humanista de largo aliento.
Después de las copiosas historias políticas experimentadas
y
memorizadas
socialmente, aunque no necesariamente reflexionadas
y
analizadas
a
fondo,
parece que tenemos que aprender a reconocer los síntomas de la exaltación, de la dramaturgia, de la victimización y del
estruendoso
radicalismo.
No 119
hablamos del radicalismo espontáneo, del radicalismo que llega a las raíces del problema y busca soluciones radicales, sino nos referimos al radicalismo teatral. Todos estos síntomas exaltados parecen, mas bien, paradójicamente, mostrar lo contrario
de
lo
que
aparentemente
expresan. El fundamentalismo, cualquiera sea éste, en realidad, no toca el fondo, no llega al fundamento, no toca la raíz; sino que convierte en fundamento un prejuicio mezquino y elemental, que lo embadurna de demagogia delirante. Se puede dar muchos ejemplos al respecto; daremos
solo
algunos,
de
manera
general, usando analogías.
Comencemos con los fundamentalismos religiosos; particularmente, monoteístas; hablamos de las tres grandes religiones 120
monoteístas. Por cierto, no nos referimos a toda la gama de interpretaciones y prácticas
de
estas
iglesias,
sino,
de
manera específica, a sus manifestaciones fundamentalistas.
Tampoco
está
en
discusión su creencia en Dios; lo que nos interesa
es
analizar,
fundamentalistas
y
las su
expresiones connotación
política. Estos fundamentalismos asumen la síntesis de sus prejuicios, para decirlo metafóricamente,
como
Dios
o
representación de Dios. Con esto reducen la imagen, símbolos, representación, de Dios no solamente a imagen y semejanza del hombre, sino al tamaño de prejuicios miserables, como son los relativos a la dominación masculina, a la indiscutible preponderancia estructural patriarcal, a la centralidad racial de “mi gente”, de “mi pueblo”; que obviamente, no es ni su pueblo ni su gente, sino el imaginario que 121
coloca en lugar de ellos. Con esta actitud, le hacen un flaco favor a su religión, pues vulgarizan tanto a Dios, que el mundo se divide en la caricatura fiel/infiel y se reduce a la caricaturesca guerra de fieles contra infieles.
En
el
fondo,
estos
fundamentalismos
están convulsionados por el espíritu de venganza,
están
constituidos
por
la
consciencia culpable, están estructurados por el resentimiento. Se trata de sujetos desdichados, en sentido hegeliano; es decir, desgarrados, llevando al extremo del exterminio este desgarramiento.
La
exorbitante
muestra
de
violencia
manifiesta
que
se
busca
desesperadamente
catarsis;
en
otras
palabras, desahogo. Reclaman, a voz en cuello, reconocimiento, pues se sienten 122
profundamente manera
frustrados.
simple,
atención.
De
buscan
esa
forma,
Dicho,
de
llamar
la
pretenden
convertirse en el centro de atención; en el centro de la violencia.
Seguimos
con
los
fundamentalismos
“ideológicos”. El formato es parecido, incluso el perfil, a lo que ocurre con los fundamentalismos diferencia
radica
religiosos. en
la
La
pretensión
racional, moderna, convocativa, además de presentarse como salvadores de los explotados y marginados de la Tierra, prometiendo el paraíso terrenal, no en el cielo, como el fundamentalismo religioso, sino
en
la
Tierra.
Pero,
de
manera
equivalente, el enemigo, en este caso, figura moderna, que ha sustituido al infiel,
es
tratado
y
considerado 123
igualmente
como
un
poseído,
un
endemoniado, un monstruo; al cual está de antemano justificado asesinar. En las historias singulares, tenemos demasiados ejemplos
de
crímenes
cometidos
a
nombre de la revolución.
Continuamos con los fundamentalismos científicos. Las ciencias, por cierto, se basan
en
la
experimentación,
la
investigación, los datos, las fuentes y los registros;
corroborando
las
hipótesis.
Esto les otorga una ventaja grande en la construcción del saber, respecto a la narrativa
religiosa
“ideológica”.
Empero,
y
la cuando
narrativa ciertos
intérpretes de la ciencia convierten los conocimientos logrados, las revelaciones de las ciencias, en verdades universales, peor
aún,
en
leyes,
emerge
un 124
fundamentalismo científico, como el que aconteció
con
el
positivismo
metodológico. No hablamos de todas las corrientes positivistas; la mayoría de ellas aportaron
impulsando
investigaciones
causalistas. La expresión filosófica de este positivismo evidentemente fue la primera
formulación
propiamente
dicha.
epistemológica, Hablamos
de
la
exaltación de la ciencia, como si ya se hubiera llegado al fin del conocimiento y tengamos verdades universales, en un pluriverso
que
nos
falta
todavía
comprender.
Estos tres ejemplos, en tres planos de intensidad, nos ayudan a contar con analogías, a pesar de las diferencias, y cierta regularidad de la trama de actos y prácticas
exaltadas.
Los 125
fundamentalismos
son
recalcitrantemente
en
extremo
conservadores,
aunque no lo crean, por ejemplo, los fundamentalistas éstos
se
“ideológicos”.
invisten
con
el
Cuando traje
de
“revolucionarios”, imitando a héroes del pasado, pero no sus actos y acciones, sino en la emulación discursiva, lo que muestran,
paradójicamente,
conservadurismo
más
es
aterido,
el más
entumecido y agobiante. Generalmente, estas
composiciones
subjetivas
singulares, combinan el machismo y su horizonte dominante, el patriarcalismo, con otros prejuicios arraigados.
Lo sobresaliente o llamativo es que los entornos de los fundamentalistas, creen en lo que dicen y hacen éstos; los consideran
radicales.
Entonces,
los 126
fundamentalistas logran su cometido; no solo llamar la atención, sino convencer de lo que no son.
¿Por qué tocamos este tema? Porque es imprescindible poner los puntos sobre las ies.
Cuando
estos
fundamentalismos
salen a la palestra, efectivamente, no está en debate y en juego su radicalismo, sino,
mas
bien,
conservadurismo. desmesurada remplazar
su
La
violencia
violencia
esta
anacrónico no
falencia.
o
la
pueden Se
cree
comúnmente que por ser más violentos son más radicales. Los asesinatos no hacen
a
radicales
sino
a
temerosos
conservadores, que se colocan la careta más aterradora, para infundir miedo. El desgarrarse las vestiduras, el discurso exaltado,
llevando
al
extremo
las 127
consecuencias de la “ideología”, hasta parecerse a un ultimatismo, o todo o nada,
o
muestra,
el
poder
mas
o
bien,
el
el
apocalipsis,
reclamo
más
chillón por preservar lo mismo; la misma estructura de poder, solo cambiándole de nombres.
Pues,
conocido,
solo
puede
en
este
tener
orden
valor
su
radicalismo simulado.
Las ciencias, los saberes y conocimientos logrados por estos logos y technes, que son las ciencias, seguirán el devenir experiencia, devenir memoria, devenir interpretación,
devenir
explicación,
devenir técnica y tecnología. Cuando se hace
un
corte
trayectorias
transversal
inventivas,
en
estas
creativas
y
descubridoras, convirtiendo un momento de las ciencias en lo absoluto, no se juega 128
el destino de las ciencias, frente al oscurantismo, estrategias
de
como
pregonan,
poder
de
sino
profesores,
académicos y difusores de las ciencias.
Como
se
puede
fundamentalismos,
están
ver
los
íntimamente
ligados al poder. ¿De qué manera? La demanda de reconocimiento, el colocarse como patriarcas, en el centro imaginario de círculos concéntricos, el esmerarse en la estridencia exaltadora, sobre todo, con ademanes
de
violencia
simbólica,
pueden
descarnada
interpretarse
o
como
estrategias de poder.
Ahora bien, ¿qué tienen que ver estos fundamentalismos con los oportunistas y 129
pragmáticos
de
la
clase
política?
Aparentemente nada; son perfiles tan distintos,
que
aproximarlos.
no Sin
parece
posible
embargo,
lo
que
comparten, en el fondo, es el prejuicio conservador; conciben como realidad el imaginario aterido en sus subjetivadas; imaginario
que
corresponde
a
la
hermenéutica del resentimiento, de la consciencia
culpable,
del
espíritu
de
venganza. Claro que unos lo expresan de manera violenta y otros lo expresan de manera
comediante,
trampeando,
corroyendo y corrompiendo.
En otras palabras, estamos ante perfiles subjetivos
consumados
por
el
poder,
averiados por el poder, desmoronados por el poder; por eso mismo, el poder se vuelve una obsesión. El poder, para ellos, 130
es
vida.
Conciben
el
poder
de
una
manera sesgada, si podemos hablar así; más que dominio, lo que se persigue es el reconocimiento, en un caso, y riqueza, en el
otro
caso.
En
el
primer
caso,
convirtiéndose en ángeles vengadores; en segundo caso, haciéndose ricos.
Volviendo a nuestro tema en cuestión, el de la clase política. Los componentes de esta clase política, de este estrato de representantes y delegados, a diferencia de
los
fundamentalistas,
son
pragmáticos, realistas, por así decirlo. Sin embargo, hay que detenerse en escuchar sus
argumentaciones.
Cuando
el
pragmatismo se identifica como realismo, incluso como racional, cuando se dice, por ejemplo, que las “condiciones no están dadas”, aunque no tengan los 131
ademanes
violentos
fundamentalismos, este
equilibrado
de
pretenden
los exaltar
comportamiento,
metódico, pragmático y realista. Para éstos, el pragmatismo, lo que se llama realismo político, se convierte en una verdad proclamada; aunque no logren elaborar una teoría que los justifique, sino, mas bien, su formación discursiva, aparece distribuida eclécticamente.
En este caso, no hay diagonales, que es la figura que propusimos en las nuevas consideraciones sobre el poder14, sino vasos
comunicantes,
metafóricamente
otra
usando figura.
Comencemos por lo más fácil, además por la enunciación ya planteada en otros 14
Ver Diagonales del poder. Corporeidades intensas; La Paz 2016.
132
ensayos15. Dijimos que los enemigos se requieren, se necesitan, pues el opuesto justifica su presencia, su discurso, su accionar, su estrategia. Dijimos amigo y enemigo
son
cómplices.
fundamentalistas
Los
aparecen
como
opuestos, distintos, antagónicos, a los pragmáticos; los pragmáticos - en el orbe mundial,
en
la
burocracia
de
las
organizaciones internacionales, así como en las potencias centrales y los Estadonación
-
interminable hacen
les
declaran
contra
el
categóricamente
la
guerra
terrorismo; las
lo
potencias
centrales, sobre todo la hiper-potencia militar-tecnológica-comunicacional, gendarme del mundo. Esta guerra contra el
terrorismo
mundial
y
a
reposiciona la
al
orden
hiper-potencia.
Los
15
Ver El mundo como espectáculo. Dinámicas moleculares; La Paz 2016.
133
fundamentalistas necesitan al monstruo, al demonio, del otro lado, para legitimar, religiosamente, su presencia, sus actos, sus
gritos
desesperados
de
reconocimiento. Ambos son cómplices en estas paradojas del amigo/enemigo y del fiel/infiel.
Claro,
que
no
se
puede
dejar
de
considerar las diferencias; peculiarmente la diferencia de lo que se pone en juego; lo que es notoriamente diferente entre fundamentalistas
y
pragmáticos.
Los
fundamentalistas ponen el pellejo; los pragmáticos no lo hacen, están muy lejos de hacer esto, ni de pensarlo. Lo que ponen en juego es su prestigio, por cierto artificial; además del peligro de ir a la cárcel
por
corrupción.
Incluso
estos
desenlaces se pueden sortear, con más 134
corrupción, comprometiendo a jueces y fiscales, incluso al mismísimo gobierno y al mismísimo Congreso. Del prestigio, les importa menos; eso, quizás es lo que puedan extrañar alguna vez.
Los
fundamentalistas,
con
todas
las
diferencias del caso, entre los distintos fundamentalismos, son arronjados; en cambio, los pragmáticos tienden a ser cobardes. Hay excepciones, por cierto. No dan
la
cara,
trampean,
se
lanzan
excusan, cortinas
mienten, de
humo;
pero, no dan la cara, no se enfrentan a la responsabilidad asumida de palabra.
Suponiendo estos bocetos de perfiles subjetivos,
podemos
decir
que,
considerando este cuadro analógico y 135
comparativo
de
comportamientos
perfiles
políticos,
se
de puede
sugerir interpretaciones hipotéticas de lo sucedido en Brasil. Se explica que el Congreso
brasilero
haya
terminado
destituyendo a la presidenta con un juicio a
los
usos
préstamos
presupuestarios, para
llenar
por
huecos
los del
presupuesto. Después de haber hecho esto, haber decidido, sin contar con una clara
argumentación
jurídica,
ni
se
inmuten; no se les pone roja la cara de vergüenza, hasta
se
arrogantes.
sino
al
sentirse
vuelven
impunes,
descarados
y
Solo así se puede explicar
que un gobierno interino, se arrogue las atribuciones que no le competen, como el de
formular
políticas
económicas.
Un
gobierno interino tiene a lo máximo la tarea
perentoria
de
convocar
a
elecciones, no de reformular las políticas, 136
menos
las
políticas
económicas.
Sin
embargo, con el mayor desparpajo el gobierno
interino
precisamente
esto hace,
es
lo
que
mostrando
abiertamente el mayor desprecio a la soberanía popular.
Hablamos, entonces,
de la herencia de la oligarquía “café con leche” y de sus sucesores. Entre lo heredado, se halla este desprecio al pueblo;
se
siguen
considerando
por
encima de todos; por lo tanto, con la facultad de despreciar y hacer caso omiso a las reglas del juego y a la voluntad popular.
137
Los recovecos conservadores
138
¿Qué
le
queda
al
conservadurismo
más
tradicional, con todas las tonalidades que pueda tener? Ese conservadurismo que ni siquiera llega a la frase del gatopardo: todo tiene que cambiar para que nada cambie. Frase
que
es,
si
se
puede
hablar
así,
expresión de la lucidez conservadora, que sabe
y
se
adecúa
a
la
coyuntura,
al
momento, al presente, al periodo nuevo que se abre. Sino hablamos del conservadurismo que no aprende, que sigue creyendo que el mundo es tal como se imagina. Un cuadro inmóvil, helado, fosilizado, definido por los que nacen en cuna de alcurnia, sobre los que tienen la desgracia de nacer en cuna de pobre, peor aún, sin cuna. Sintiendo que su “nobleza”
ha
sido
mancillada
por
la
intromisión de una democracia institucional, que no corresponde a este continente, ni a este
país;
consideradas
porque
las
ignorantes;
mayorías además,
son como
pobres son como el caldo donde se generan
139
las delincuencias de toda clase. del
conservadurismo
que
Hablamos
aprueba
el
asesinato de niños callejeros, porque son los que
asaltan.
Nos
conservadurismo convicción
del
que
referimos tiene
dualismo
aterida
colonial
al la
hombre
blanco/hombre de color, donde el hombre blanco es el ideal civilizatorio, en tanto que el hombre de color es lo concreto, en todas sus formas y tonalidades cromáticas, que hay que
desvalorizar.
Señalamos
al
conservadurismo que considera firmemente que las mujeres deben quedarse en casa, cumpliendo
con
sus
labores.
Ese
conservadurismo que tiene la convicción de que Brasil debe ser aliado de la hiperpotencia Bueno
mundial, pues,
este
gendarme
del
mundo.
conservadurismo
ha
retornado en Brasil.
No vayamos a la vana discusión de quién tiene la culpa, ¿los progresistas que han 140
construido su derrota o la izquierda radical que no comprende las transiciones? De esto, hemos expuesto en otros ensayos16. Lo que interesa es entender el funcionamiento da la maquinaria estructura
fabulosa de
las
del
poder,
de
dominaciones,
de
la los
“aparatos ideológicos”, de los dispositivos adheridos a las subjetividades. Así como comprender la fuerza de las resistencias, el impulso de la potencia social, pero, también su aminoramiento, después de los grandes desplazamientos. aproximarse
Es
al
imprescindible
conocimiento
de
las
composiciones y combinaciones complejas singulares del poder. Ciertamente, esto lo pueden
lograr
profundidad, complejidad.
investigaciones
desde
la
Ahora,
perspectiva no
en de
estamos
la en
condiciones a hacerlo. Por eso lanzamos la
16
Ver Acontecimiento político; también Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-16. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-dela-ideologia/.
141
invitación
a
hacerlo,
colectivos
activistas.
sobre Sin
todo,
a
embargo,
los esta
dificultad, no nos impide interpretar, con lo poco que conocemos, la escaza información que
manejamos,
preocupación desenlaces
e
empero,
incertidumbre venideros,
con
la
sobre
los
desprender
interpretaciones hipotéticas, como senderos posibles de las investigaciones.
En este sentido, volvemos a lanzar hipótesis interpretativas
auscultadoras
sobre
la
coyuntura crítica de la República Federativa de Brasil; empero, también oportunidad de la simultaneidad dinámica de la potencia social, de las sociedades alterativas brasileras, que son
las
que
le
otorgan
esa
alegría
y
creatividad que les caracteriza.
142
Crisis del Estado y oportunidad para la sociedad alterativa
1. La forma generalizada del Estado-nación ha entrado en crisis; por todos los lados aparecen síntomas de su decadencia. Ya no es la maquinaria fabulosa, que inventó las naciones; en principio, a sangre y fuego; después, mediante la conformación de campos sociales, el campo burocrático, el campo escolar, el campo económico. La “ideología” emerge y se sostiene en esta yuxtaposición Durante
de
siglos,
expandiéndose, afinando
sus
el
campos Estado,
sociales. ha
venido
complejizándose, engranajes
y
funcionamientos. Ha logrado no solo las dominaciones, realizadas, además, como convicción de cada quien, sino que ha edificado su hegemonía en la sociedad institucionalizada.
Esta
maquinaria
143
abstracta de poder, configurada, en la concepción legitimada
liberal, por
los
como
república,
procedimientos
de
delegación y representación, ha entrado en
crisis.
No
puede
garantizar
el
funcionamiento equilibrado de los distintos campos sociales conformados; no puede garantizar el desenvolvimiento pasivo de la reproducción del poder.
¿Volvemos al
método de emergencia de la violencia, para preservar, por lo menos por un tiempo, las dominaciones? 2. A la clase dominante económicamente le queda un margen estrecho de maniobras, para
seguir
sobreviniendo
jerárquicamente dentro
de
la
como
dominante. gama
de
clase
Empero, esta
clase
dominante, hay un estrato “ideológico”, cultural y económico, que tiene mucho menos margen de maniobra; este estrato es el conservadurismo del que hablamos.
144
3. La crisis de los “gobiernos progresistas” desata pasiones encontradas, también, en este escenario, desata ateridas nostalgias de
“nobleza”.
Esto
también
aconteció
durante la caída de la URSS, que desató incluso pasiones monárquicas. Como que la crisis replantea todo, remueve todo, abre la oportunidad, otra vez, a todas las opciones
sedimentas,
así
como
a
la
nuevas alternativas. Todas las tendencias entran
en
concurrencia.
Esto
solo
lo
resuelve la correlación de fuerzas. 4. En la coyuntura crítica del Brasil se ha dado el desenlace, momentáneo, de la toma del poder por parte del estrato conservador;
recurriendo
a
artimañas
jurídicas, maniobras leguleyas y políticas, así como, lo que nunca falta, corrupción. Una fraternidad atosigada de machos,
145
hombres blancos, que tiene aterida en su piel,
carne
y
conservadora jerárquicas
huesos de
de
la
convicción
las
diferencias
“nobleza”,
supuesta,
raciales, de género, es un síntoma que alumbra
sobre
la
formación
social
abigarrada brasilera. ¿Hay problemas no resueltos
en
la
formación
social?
Refiriéndonos a los conflictos sociales, culturales, por
sus
“ideológicos”, pretensiones
acompañados de
poder
contrastadas. ¿Se ha dejado pendiente un conjunto de temas y tópicos irresueltos, apresurando
pactos
sociales,
contratos
sociales, que hicieron de cimientos de la construcción
del
Estado-nación?
Por
ejemplo, el llegar a una independencia acordada, manteniendo a la descendencia de la nobleza portuguesa; adquiriendo la independencia la figura de imperio y no de república. ¿Cuándo se llega a la república, vuelve
a
ocurrir
algo
parecido;
la
146
burguesía industrial no logra articular en el
proyecto
oligarquía
burgués “café
nacional
con
latifundistas;
entonces,
democrática
no
leche”, la
se
a
la los
convicción
afinca
en
los
comportamientos, en las conductas y las mentalidades de la clase económicamente dominante?
¿Cuándo se produce el golpe
militar, en el contexto de la guerra fría, los militares retoman los dos proyectos mezclados, el conservador latifundista y el moderno de la burguesía industrial, sin resolver el problema de esta composición? ¿Cuándo
se
retorna
a
la
democracia
institucionalizada, toda esta herencia de problemas no resueltos, convulsiona y empieza
a
estallar,
impidiendo
una
marcha constante de reformas sociales? 5. Estas preguntas parecen apuntar a la siguiente conclusión: No se puede avanzar si no se resuelven todos los problemas
147
pendientes,
en
las
entrañas
de
la
formación social.
6. Ciertamente,
la
resolución
de
los
problemas no resueltos no está en las manos
de
la
clase
económicamente
dominante. Ésta, en el mejor de los casos, bajo la conducción de sus estratos más abiertos
a
las
adecuaciones,
más
modernos, por así decirlo, por ejemplo, la burguesía industrial, puede lograr pactos sociales
que
prolonguen
el
ciclo
de
medianos plazos. Sin embargo, en la medida que no se resuelven todos los problemas
pendientes,
no
se
puede
edificar proyectos que vayan más allá de lo que somos, en el momento presente. 7. Esta posibilidad de la clase dominante está cerrada, por el momento, por la
148
subida
al
gobierno,
del
estrato
conservador.
8. Las perspectivas populares, seguramente se encuentran desconcertadas, después de
haberse
desencantado
de
sus
expectativas, respecto a los “gobiernos progresistas”; sobre todo, después del desenlace conservador. Empero, no han perdido su potencia social; solo que se encuentra,
por
el
momento,
inhibida,
cohibida, desanimada. 9. Es cuando el activismo libertario tiene que estar más activo. Interpelando no solo a la “ideología” dominante y hegemónica, señalando las estructuras de poder, sino también interpelando al propio pueblo por la corresponsabilidad en los desenlaces. Como dijimos, la clave del poder no se encuentra en el poder, en la disponibilidad
149
de fuerzas que manejan los dominantes, sino en la renuncia a luchar de los dominados.
150
El presente brasilero
151
Desde
nuestra
complejidad,
perspectiva, por
lo
la
de
la
menos,
pretendidamente, no podemos hablar del presente
de
una
temporal-social;
formación pues
espacioestas
composiciones complejas singulares, que durante
la
consideradas
modernidad formaciones
fueron históricas,
responden a complejidades integrales de simultaneidad dinámica. Sin embargo, lo hacemos, ponemos presente brasilero, usando este concepto de presente como metáfora; sobre todo, por razones de exposición. Esta aclaración nos deja libres para analizar e interpretar la coyuntura, usando el lenguaje acostumbrado, de manera metafórica.
¿Dónde comenzar? Si nuestra perspectiva no es lineal; no es pues un comienzo 152
histórico; colocando antecedentes, en un empiezo expositivo, como para mostrar algunas condiciones históricas, sociales, culturales y económicas. Tampoco se trata de comenzar con una descripción de la
estructura
acostumbra;
económica,
incluso
en
como
el
caso
se que
tengamos varios cortes transversales, en el
tiempo,
presente.
para No
compararlos
mejora
la
con
el
situación
si
apoyamos a esta descripción económica con una descripción social; así bien, el mismo
caso,
si
comenzamos
con
la
descripción social y la apoyamos con la descripción económica. Tampoco mejora mucho, si apoyamos ambas descripciones con una descripción cultural. Todos estos comienzos están dentro del paradigma temporal. Suponen el tiempo lineal, que ciertamente es prejuicio de los sentidos comunes, pero también lo fue del sentido 153
científico de la modernidad y sigue siendo el sentido de las ciencias sociales y humanas, cuando
lo
ya
mismo, hemos
de
la
filosofía,
ingresados
a
los
horizontes de la episteme compleja.
Entonces,
¿por
dónde
comenzar
la
exposición? Por otra parte, hay otro problema, en relación a la perspectiva de la complejidad. La perspectiva de la complejidad siquiera
no
en
es
las
determinista, versiones
sobredeterminación
o
de
de la
ni la co-
determinación. Por ejemplo, no puede situarse
en
plano
de
intensidad
económico, encontrando que este plano determina al plano de intensidad social en conjunto; al plano de intensidad político, al plano de intensidad cultural, al plano de
intensidad
jurídico,
al
plano
de 154
intensidad
“ideológico”.
No
mejora
la
situación si se dice que la determinación es indirecta y hay autonomía relativa de los otros planos. Pues lo único que se ha hecho es matizar el determinismo; pero, preservar el paradigma causalista.
La pregunta sigue vigente, ¿desde la perspectiva de la complejidad, por dónde comenzar? No es fácil. Se puede decir que se puede comenzar por cualquier circunstancia, pero, no linealmente, sino armando el tejido de la complejidad, de la manera más adecuada posible. Es cierto, esto se puede hacer. Empero, como puente, como hicimos en Gramatología del acontecimiento, comenzaremos con una exposición genealógica; es decir, con un análisis del presente efectuando una mirada
retrospectiva
del
pasado.
La 155
genealogía, a pesar de ser crítica de la historia y crítica de la episteme de la modernidad,
de
todas
maneras,
se
mantiene en la conjetura del tiempo; sino no se podría hablar de genealogía. Lo hacemos porque la genealogía contiene poderosos
cuestionamientos
a
la
concepción de temporalidad y la narrativa histórica.
Entonces comenzamos por el presente. Vamos a retomar las consideraciones de Boa Aventura de Sousa Santos sobre ciertas
circunstancias
sintomáticas
del
presente brasilero, el de sus conflictos recientes.
156
En el artículo El precio del progreso, de Boaventura de Sousa Santos, el conocido teórico crítico escribe:
Con la elección de la presidenta Dilma Roussef, Brasil quiso acelerar el paso para convertirse en una potencia global. Muchas de las iniciativas en ese sentido venían de atrás, pero tuvieron un nuevo impulso: Conferencia de la ONU sobre el Medio Mundial
Ambiente, de
Fútbol
Rio+20 en
en
2012,
2014,
Juegos
Olímpicos en 2016, lucha por un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, papel activo en el creciente protagonismo
de
las
“economías
emergentes”, los BRICS (Brasil, Rusia, India,
China
y
África
del
Sur),
nombramiento de José Graziano da Silva como director general de la Organización 157
para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 2012 y de Roberto Azevedo como director general de la Organización Mundial del Comercio a partir de 2013, una política agresiva de explotación de los recursos naturales, tanto en Brasil como
en
África,
Mozambique,
principalmente
fomento
de
la
en gran
agricultura industrial, sobre todo para la producción de soja, agro-combustibles y la cría de ganado17. Se señala no solamente una “ideología” progresista, por lo tanto, de “izquierda”, sino
también
una
predisposición
gubernamental. Esta “ideología” y esta predisposición se orientan al desarrollo de 17
Refugio sociológico: ¿Qué está pasando en Brasil? La
opinión
de
los
sociólogos
sobre
estas
protestas.
file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Brasil/Sociologia/%C2%BFQu%C3%A9%20est%C3%A1% 20pasando%20en%20Brasil_%20%20La%20opini%C3%B3n%20de%20los%20soci%C3%B3logos%20sobre%20estas%20protestas.%20_% 20Refugio%20Sociol%C3%B3gico%20%20Blog%20de%20divulgaci%C3%B3n%20cient%C3%ADfica%20sociol%C3%B3gica.html.
158
Brasil como potencia mundial, sobre la base
de
que
emergente
ya
es
industrial.
emergente
es
una
potencia
de
potencia
Lo
parte
del
discurso
jerarquizador del orden mundial; lo de “ideología”
progresista
es
como
el
imaginario político, construido por el PT en largas décadas de luchas sociales y organizaciones
sindicales
trabajadores.
Si
esquematizando,
de
se la
los quiere,
“ideología”
progresista corresponde a las genealogías inherentes a los procesos de la formación social; lo de país potencia, corresponde a las
genealogías
en
los
ámbitos
de
relaciones de Brasil con la geopolítica del sistema-mundo capitalista.
La movilización popular condujo, primero, al
proceso
constituyente
de
1988; 159
después
a
la
recuperación
de
la
democracia, para continuar, en un tercer momento, con la victoria electoral del PT. Ambos
procesos
genealógicos,
que
llamaríamos, uno, genealogía interna, el otro,
genealogía
mantuviéramos
externa,
este
esquematismo
dualista
interno/externo;
vamos
a
hacer.
expositivamente
si
pero,
Si
no
lo
concedemos
comenzar
con
la
genealogía; no podemos hacer lo mismo con el esquematismo dualista. Lo que diferencia al pensamiento complejo del pensamiento moderno, no es solamente su
diferencia
paradigma
radical
temporal,
respecto así
como
al su
diferencia radical con el determinismo, sino
su
diferencia
radical
con
el
esquematismo dualista. Podríamos decir que de los paradigmas en uso en la episteme
moderna,
mencionando 160
algunos,
el
paradigma dualista,
paradigma
determinista, es
este
temporal, el
el
paradigma
último,
el
más
estructurante del pensamiento moderno. Como hemos expuesto en otros ensayos, en la perspectiva de la complejidad, no hay interno y externo, no es sostenible este dualismo. En consecuencia, las dos trayectorias
compuestas
genealogías
de
mencionadas
las son
simultáneamente mundanas y singulares.
Para no hacer unas exposiciones largas de estas genealogías, partiremos de sus nacimientos, de sus emergencias, si se quiere, de sus momentos constitutivos. En
Gramatología
encontramos, 18
en
del la
acontecimiento18 interpretación
Gramatología del acontecimiento:
http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/gramatologia-delacontecimiento-/.
161
hipotética, que el momento constitutivo de la genealogía política se da en el acontecimiento de la columna Prestes. Es en este acontecimiento de rebelión y levantamiento de la oficialidad joven, más vinculada a lo popular, y contraria a la dominación de la oligarquía “café con leche”;
cuando parte
de
la
sociedad
alterativa de la formación social brasilera se
insubordina
institucional
contra
impuesto,
el
orden
heredado
del
imperio brasilero. Podemos decir, que es cuando
emerge
nacional-popular
parte y
de
la
causa
energía efectos
estatales.
El segundo momento constitutivo de la genealogía política es la conformación del gobierno nacionalista de Getulio Vargas. A
pesar
de
haber
comenzado,
su 162
incursión política, ligado a la oligarquía, con la tarea de poner orden al desorden generado por las demandas sociales y a la agitación del Partido Comunista, este carismático caudillo, da el viraje hacia lo nacional-popular. En sus gobiernos se efectúan nacionalizaciones, por lo tanto expropiaciones
de
efecto
estatal;
se
amplía la democracia; se promulga la ley del trabajo; se plasma una política de industrialización, retomando el proyecto de
la
burguesía
maneras,
a
industrial.
pesar
de
los
De
todas
avances
políticos, sociales y económicos, el Estado populista
no
resuelve
los
obstáculos
anacrónicos plantados por la oligarquía, entre ellos, la persistencia obsoleta de la propiedad latifundiaria; ligada todavía al eje cafetalero, basado en la explotación masiva e itinerante de las fuerzas de trabajo arrendadas, fuerzas de trabajo 163
que antes fueron las fuerzas sociales esclavizadas.
La
revolución
industrial
requería de la reforma agraria, así como lo requerían las poblaciones campesinas. Esto no ocurrió. Entonces, a pesar de las contradicciones
inherentes
al
proceso
populista,
acontecimiento
Getulio
el
Vargas, para nombrarlo de esta manera singular, que hace hincapié en la figura del caudillo, fue un momento constitutivo de
la
formación
económico
social
brasilera.
El tercer momento constitutivo es el PT, como
organización
trabajadores. acontecimiento
Se
política trata
diferido,
de
los
de
un
pues
el
acontecimiento organizativo político de la clase trabajadora, se da lugar en la 164
experiencia décadas.
social,
Uno
de
acumulada los
en
desenlaces
del
acontecimiento político es el ascenso al gobierno del PT. En este tercer momento constitutivo, como
tanto
la
lo
nacional-popular
orientación
socialista,
combinados en el PT, en las gestiones de gobierno
progresista,
estatales.
Hablamos
sociales,
jurídicas
tienen de
y
las
efectos reformas
políticas,
que
tuvieron no solamente efecto estatal, sino que el efecto estatal irradió como efecto social. En este sentido, sin exagerar, se puede hablar de un Brasil antes del PT y de
un
Brasil
después
del
PT
en
el
a
las
gobierno.
No
vamos
a
referirnos
ahora
contradicciones profundas del “gobierno progresista”; ya lo hicimos antes, en 165
otros ensayos19. Ahora interesa exponer o dibujar sucintamente las genealogías. En este sentido, importa, la vinculación de
esta
genealogía
de
la
“ideología”
progresista, con la genealogía geopolítica del
Brasil
en
el
sistema-mundo-
capitalista.
19
Ver Gramatología del acontecimiento; también Apuntes sobre la crisis política de Brasil; así como Remolinos de la crisis política; así mismo aconsejamos A la sombra de la Oligarquía “café con leche”; La maquinaria del bio-poder; Diagonales del poder; Decadencia y gubernamentalidad liberal; Realismo político de la oligarquía; Los recovecos conservadores; La ficción de la realidad institucional. https://pradaraul.wordpress.com/2016/03/19/apuntes-sobre-la-crisispolitica-de-brasil/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/04/19/remolinos-de-la-crisispolitica/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/14/a-la-sombra-de-laoligarquia-cafe-con-leche/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/15/la-maquinaria-del-biopoder/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/15/diagonales-del-poder/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/17/decadencia-ygubernamentalidad-liberal/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/18/realismo-politico-de-laoligarquia/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/18/los-recovecosconservadores/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/20/la-ficcion-de-la-realidadinstitucional/.
166
Según
nuestras
interpretaciones
anteriores, el momento constitutivo de esta
genealogía
geopolítica,
que
no
llamaremos genealogía económica, por las razones expuestas, sino genealogía de la vinculación de la formación económica social
brasilera
en
el
sistema-mundo
capitalista, se encuentra en la conquista y la colonización portuguesa. Cuando se estructura el sistema-mundo capitalista y se da lugar a la conformación de la geopolítica de este sistema-mundo. En otras palabras, cuando esta genealogía se estructura sobre la base de la división internacional mercados,
del de
trabajo, las
de
los
economías.
Estructuración mundial de la hegemonía de la economía-mundo y del sistemamundo
capitalista,
configurándose
la
geopolítica de la dominación del orden 167
mundial,
sobre
la
base
de
la
diferenciación de centros y periferias; es decir, edificando la economía política de la geopolítica del sistema-mundo, en el contexto complejo e integrado de la economía
política
generalizada20.
Este
momento constitutivo de la dependencia es
gravitante;
sobre
todo,
desde
el
enfoque de nuestra exposición, en lo que respecta a la vinculación con la otra genealogía mencionada.
Siguiendo
con
la
exposición
sucinta,
estamos en condiciones de sugerir una hipótesis interpretativa, a propósito del entrelazamiento
entre
ambas
genealogías. Diremos que la articulación
20
Crítica de la economía política generalizada: http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-dela-economia-politica-generalizada/.
168
entre ambas genealogías es gravitante; genealogías
que
resumidamente genealogía
llamaremos
genealogía
geopolítica;
política
ésta
y
última
correspondiente a la vinculación de la formación económico-social brasilera en y con la geopolítica del sistema-mundo capitalista.
Ocurre
como
si
esta
genealogía geopolítica mundial entregara los hilos - a pesar que la materia prima la entrega Brasil - con los que se va hacer la textura de las otras genealogías; entre ellas, de acuerdo a la selección, a modo de ejemplos, que hemos hecho en la exposición, por cierto arbitraria, es la genealogía “ideológica” progresista del PT.
Dicho
esto,
lanzada
esta
primera
hipótesis interpretativa, podemos sugerir 169
una
segunda
Este
hipótesis
entrelazamiento
interpretativa: entre
las
genealogías se convierte en el espesor abigarrado donde redundan las formas de dependencia. La dependencia del Estadonación
subalterno
respecto
de
la
geopolítica del sistema-mundo, redunda en otras dependencias o si se quiere limitaciones,
como,
por
ejemplo,
la
dependencia o limitación de la “ideología” reformista. Lo que concibe el PT como realismo “izquierda”
político,
sus
denominan
críticos
de
pragmatismo,
otros, más tajantes, llaman oportunismo, mas bien, parece ser la plasmación de estas redundancias dependientes en el campo “ideológico”, en el campo social, en el campo político, por así decirlo.
170
Lo que han hecho los gobiernos del PT, en el presente o en la historia reciente, es moverse en estas redundancias o en los espacios-tiempos, intensidad,
espesores
atravesados
vibraciones
de
las
ondas
de
por
las
de
estas
redundancias. La “ideología” reformista o progresista
es
dependiente;
llamamos
timorata.
reforma
son
Las
antes
políticas
la de
dependientes;
las
repercusiones sociales, jurídicas, políticas y económicas, a pesar de sus beneficios masivos,
son
también
dependientes;
aunque hayan mejorado las condiciones de la dependencia y los términos de intercambio.
Expliquemos
esta
fenomenología de la dependencia como el declive a la decadencia, debido a haberse mantenido en el círculo vicioso del poder. Lo que no hay que olvidar es que el PT se movía
en
planos
de
intensidad
y 171
espesores de intensidad de redundancias dependientes.
El analista crítico Boaventura de Susa Santos continúa:
Beneficiado
por
una
buena
imagen
pública internacional, granjeada por el presidente
Lula
y
sus
políticas
de
inclusión social, este Brasil desarrollista se impone ante el mundo como una potencia
de
nuevo
tipo;
benévola
e
inclusiva. No podía, pues, ser mayor la sorpresa
internacional
manifestaciones
(se
ante
refiere
las a
las
protestas sociales en el lapso del mundial de futbol), que en la última semana sacó 172
a la calle a centenares de miles de personas en las principales ciudades del país.
Si
ante
las
recientes
manifestaciones en Turquía la lectura sobre las “dos Turquías” fue inmediata, en el caso de Brasil fue más difícil reconocer la existencia de “dos Brasiles”. Pero
está
ahí
a
ojos
de
todos.
La
dificultad para reconocerla reside en la propia naturaleza del “otro Brasil”, un Brasil furtivo a análisis simplistas. Ese Brasil está hecho de tres narrativas y temporalidades.
La primera, es la narrativa de la exclusión social (uno de los países más desiguales del
mundo),
de
las
oligarquías
latifundistas, del caciquismo violento, de las élites políticas restrictas y racistas; una narrativa que se remonta a la colonia 173
y
se
ha
reproducido
sobre
formas
siempre mutantes hasta hoy. La segunda narrativa, es la de la reivindicación de la democracia participativa, que se remonta a los últimos 25 años y tuvo sus puntos más altos en el proceso constituyente, que condujo a la Constitución de 1988; en los presupuestos participativos sobre políticas
urbanas
municipios;
en
en
centenares
de
el impeachment del
presidente Collor de Mello en 1992; en la creación de consejos de ciudadanos en las principales áreas de políticas públicas, especialmente en salud y educación, a diferentes niveles de la acción estatal (municipal, regional y federal). La tercera narrativa, tiene apenas diez años de edad y versa sobre las vastas políticas de inclusión
social
adoptadas
por
el
presidente Lula da Silva a partir de 2003, que
condujeron
a
una
significativa 174
reducción de la pobreza, a la creación de una clase media con elevada vocación consumista,
al
reconocimiento
de
la
discriminación racial contra la población afrodescendiente
e
indígena
y
a
las
políticas de acción afirmativa, y a la ampliación territorios
del
reconocimiento
de
y quilombolas [descendientes
de esclavos] e indígenas21.
No se puede no ver la diferencia entre los gobiernos
del
PT
y
los
gobiernos
neoliberales, que le antecedieron. Esto sería
ceguera
política,
debida
al
dogmatismo correspondiente. Los efectos estatales, políticos, económicos, sociales y culturales de los gobiernos del PT son,
21
Ibídem.
175
obviamente,
diferentes,
gubernamentales
de
a
los
los
efectos
gobiernos
neoliberales. Esta diferencia es patente y clara. No como el discurso neoliberal trillado
de
los
partidos
políticos
neoliberales, liberales y conservadores del Brasil creen; por ejemplo, que el PT no
toma
en
económicas”,
cuenta que
las
su
“leyes
demagogia
desordena la economía y obstruye el “desarrollo”. Tomando como ejemplo de los
mejores
argumentos
que
pueden
elaborar estas expresiones “ideológicas” y políticas de la oligarquía, de la burguesía y de las clases medias altas. Esta tesis es insostenible,
pues,
no
solamente
su
concepción económica responde al básico paradigma
económico,
economía-mundo
a
que
reduce
la
la
caricatura
aritmética y cartesiana de la concurrencia y comportamientos de la oferta y la 176
demanda,
sino
que
los
gobiernos
neoliberales comparten ciertas analogías con
los
gobiernos
progresistas.
Considerando las diferencias de las que hablamos, por lo menos, en dos aspectos destructivos.
El
primero,
dependencia;
no
expresiones
políticas,
el
salen
de
la
las por
dos más
encontradas que se consideren, de la reproducción de la dependencia, en sus distintas
tonalidades.
El
segundo,
la
inclinación a las prácticas paralelas de las formas de poder no-institucionales; la corrosión institucional y la corrupción. En consecuencia, políticas,
que
ambas se
expresiones
suponen
enemigas,
reproducen la dependencia y el poder, sus formas de dominación, aunque se diferencien
en
sus
repercusiones
estatales, políticas, económicas, sociales y
culturales.
Ciertamente,
el
estilo 177
neoliberal es mucho más destructivo, mucho
menos
nacional,
mucho
más
desastroso en lo que respecta a lo social y popular, pues ahí, en estos planos y espesores de intensidad, transfiere los costos
de
sus
políticas
de
ajuste
estructural.
El análisis de Boa Aventura sugiere la siguiente explicación del comienzo de la crisis
política,
en
la
gestión
de
la
presidencia de Dilma Russeff:
Lo que sucedió desde que la presidenta Dilma
asumió
el
cargo
fue
la
desaceleración o incluso el estancamiento de las dos últimas narrativas. Y como en política no existe el vacío, ese terreno 178
baldío que dejaron fue aprovechado por la
primera
y
más
antigua
narrativa,
fortalecida bajo los nuevos ropajes del desarrollo capitalista y las nuevas (y viejas) formas de corrupción. Las formas de
democracia
participativa
fueron
cooptadas, neutralizadas en el dominio de las
grandes
infraestructuras
y
megaproyectos, y dejaron de motivar a las generaciones más jóvenes, huérfanas de
vida
familiar
y
comunitaria
integradora, deslumbradas por el nuevo consumismo u obcecadas por el deseo de éste. Las políticas de inclusión social se agotaron y dejaron de responder a las expectativas
de
quien
se
sentía
merecedor de más y mejor. La calidad de vida urbana empeoró en nombre de los eventos de prestigio internacional, que absorbieron las inversiones que debían mejorar los transportes, la educación y 179
los
servicios
públicos
en
general.
El
racismo mostró su persistencia en el tejido social y en las fuerzas policiales. Aumentó el asesinato de líderes indígenas y campesinos, demonizados por el poder político como “obstáculos al crecimiento”, simplemente por luchar por sus tierras y formas de vida, contra el agronegocio y los
megaproyectos
mineros
e
hidroeléctricos (como la presa de Belo Monte, destinada a abastecer de energía barata a la industria extractiva)22. El prestigioso profesor, teórico, asesor de movimientos sociales y crítico, encuentra un
viraje
conservador,
desarrollista,
acompañado
al
estilo
con
la
algarabía de pretensiones de potencia, en la
gestión
embargo,
22
de este
Dilma viraje
Rousseff;
sin
conservador
ya
Ibídem.
180
había comenzado en las gestiones de gobierno de Lula da Silva. La pregunta es: Considerando la regularidad análoga de los comportamientos de los gobiernos populistas,
después
progresistas,
¿por
qué estos gobiernos llegan a un punto de inflexión, en su recorrido político, a partir del
cual,
comienza
su
regresión
y
decadencia? No se trata de personas, de carismas de personas, ni siquiera de consecuencias individuales, sino de la mecánica de la política misma populista, en un caso, progresista, en otro caso. En otros ensayos dijimos que este punto de inflexión aparece por la misma función o, si se quiere, ecuación, de la curvatura política
populista
o
progresista23.
Las
reformas no pueden continuar a partir del punto crítico de la curva ascendente de
23
Textos citados en otro pie de página.
181
avance, al tocar el umbral, límite político, que ya cuestiona, de manera cualitativa y radical, las relaciones y las redundancias de dependencia; punto crítico, a partir del cual, el dilema es el siguiente: para continuar
adelante
transformaciones
se
requiere
institucionales,
de de
aboliciones o desmantelamientos, aunque sean dilatados y reformistas, de la malla institucional del Estado, de la condición estructural de la dependencia, de la condición simulada de la democracia; o, en contraste, la ruta es la regresión y la decadencia, comenzando la evidencia de las analogías perversas con los gobiernos neoliberales.
182
La otra referencia de este artículo a la gestión de Dilma Rousseff es la siguiente:
La presidenta Dilma fue el termómetro de este cambio insidioso. Asumió una actitud de
indisimulable
movimientos
hostilidad
sociales
y
hacia
los
los
pueblos
indígenas, un cambio drástico respecto a su antecesor. Luchó contra la corrupción, pero dejó para los aliados políticos más conservadores las agendas que consideró menos importantes. Así, la Comisión de Derechos
Humanos,
históricamente
comprometida con los derechos de las minorías, fue entregada a un pastor evangélico homófobo, que promovió una propuesta legislativa conocida como cura gay. Las manifestaciones revelan que, lejos de haber sido el país que se despertó, fue la presidenta quien se 183
despertó. Con los ojos puestos en la experiencia internacional y también en las elecciones presidenciales de 2014, la presidenta
Dilma
dejó
claro
que
las
respuestas represivas solo agudizan los conflictos y aíslan a los gobiernos. En ese sentido, los alcaldes de nueve capitales ya han decidido bajar el precio de los transportes. Es apenas un comienzo. Para que sea consistente, es necesario que las dos narrativas (democracia participativa e inclusión social intercultural) retomen el dinamismo que ya habían tenido. Si fuese así, Brasil mostrará al mundo que sólo merece la pena pagar el precio del progreso profundizando en la democracia, redistribuyendo la riqueza generada y reconociendo
la
diferencia
cultural
y
184
política de aquellos que consideran que el progreso sin dignidad es retroceso24.
La
interpretación
nuestra
es
distinta.
Dilma heredó y continúo la ruta iniciada por Lula. La ruta extractivista o, mejor dicho, del neo-extractivismo, como lo denomina
Eduardo
enfrentamiento
con
Gudinas. los
El
pueblos
y
organizaciones indígenas recomenzaron en las gestiones de Lula, continuaron en la gestión de Dilma. Puede ser que se agravaron en la presidencia de Dilma; empero,
hay
una
continuidad
entre
ambas gestiones, al respecto. No es el problema, si es Lula o Dilma, tampoco la diferencia
24
de
sus
perfiles.
Sino
la
Ibídem.
185
estructura política del PT, la composición “ideológica” del PT, su estilo de reformas, basadas en el modelo de los pactos entre trabajadores y burguesía progresista.
Hay
algo
que
quisiéramos
remarcar,
retomando algo que ya planteamos en otro ensayo25. Lo que llama la atención en
estas historias
dramáticas de
los
Estado-nación periféricos y subalternos, incluso
en
su
condición
de
potencia
emergente, en algunos casos, es su renuncia a la hegemonía, a la estrategia, si se quiere, geopolítica. La burguesía brasilera, burguesía
teniendo
como
industrial,
un
eje
a
la
gobierno
progresista con alta legitimidad y apoyo popular,
25
tenían
en
sus
manos
la
Ensayos citados en otro pie de página.
186
posibilidad de irradiar un proyecto de integración continental, la utopía de la Patria Grande, bajo la conducción de la burguesía industrial o del Estado-nación. Empero, ante esta posibilidad histórica se comportan de una manera despreciable; sacando a luz sus temores ateridos, sus cohibiciones
cristalizadas
y
derrotadas
anteladas. Renuncian al proyecto que les abre
el
horizonte
político
para
la
realización de clase y la materialización de
un
Estado-nación
pleno,
no
fragmentado; renuncian por la búsqueda negociada
de
una
subalternidad
más
prestigiosa y jerárquica en el sistemamundo capitalista. Desde nuestra lectura, las burguesías latinoamericanas, las que se encuentran al sur del Río Grande, no tienen
la
voluntad,
el
impulso,
la
ambición, que tuvieron las burguesías al norte del río Grande, en el temprano siglo 187
XVIII. Tampoco lo tienen los Estadonación fragmentados de América Latina, por más demagogia que destilen y por más
instancias
burocráticas
de
integración que conformen. ¿Cuál es el problema? Como se ha podido ver,
en
nuestros
escritos,
desde
Acontecimiento político, estamos contra las lecturas “ideológicas” apologéticas, desprendidas desde los mitos modernos, como la de la historia oficial, así también como las del caudillo, ampliándonos a los espacios
del
saber,
esquematismo
como
dualista
del de
Izquierda/derecha, progresismo/conservadurismo. Desde el mito político de la bondad dejada por los nacionalismos,
populismos
y
progresismos. Pues estas lecturas, lo único
que
hacen,
es
reformar
la 188
redundancia enalteciendo
de
las
dependencias,
precisamente
aquéllas
cualidades diseminantes y debilitantes de la potencia social de nuestros pueblos. Dicho de manera resumida, el problema parece ser que las burguesías tempranas portuarias
de
Latino
América,
intervinieron en el siglo XIX, no tanto para lograr la independencia, sino para evitar la revolución social, que venía acompañando
a
los
movimientos
anticoloniales e independentistas del siglo XVIII.
Brasil es un nombre para denominar una composición
plural
compleja
singular,
que, sin embargo, no es dispersa, sino se encuentra cohesionada. Cohesionada por el Estado, por la “ideología” del Estado189
nación, por la narrativa de la historia política, así como por las narrativas de los pueblos. Veamos por donde veamos, hay como un referente integrante, ya sea como formación social o como Estadonación.
Brasil
es,
en
un
momento
constitutivo, la decisión de la mayoría, el coraje del pueblo, de llevar a un dirigente metalurgista al gobierno; en la coyuntura electoral, que ungió en la presidencia a Dilma, es un pueblo entrabado en sus dilemas. Cuando sale a las calles a defender a la presidenta,
frente a la
tramoya judicial, es un pueblo que no resuelve sus dilemas.
Para continuar,
empleando
las
frases
concluyentes que emitimos, hilando poco a poco, con las dificultades del caso, aproximaciones al pensamiento complejo, 190
a la complejidad integral, sinónimo de realidad, diríamos que, nadie sabe lo que es Brasil, como tampoco nadie sabe lo que son las composiciones complejas singulares de las formaciones socialesterritoriales, que la formación discursiva política llama países; pero, hay muchas interpretaciones
sobre
esta
formación
social. Ciertamente, este enunciado no resuelve
el
problema.
sociedad
tan
vital
¿Cómo
culturalmente,
una tan
socialmente alterativa, es decir, creativa, puede haber caído en una artimaña tan grotesca del juico a Dilma? Lo decimos reconociendo que salió a las calles, pero no continua en ellas, de manera masiva, permanente y sobre todo generalizada. Lo que ha ocurrido es una usurpación de la soberanía popular, por parte de arteros representante de la clase política más mañosa y descarada. Decimos esto sin 191
necesidad de defender a la presidenta, responsable de sus propios errores.
El desenlace, la separación de Dilma de la presidencia por 180 días, revela muchas cosas
sobre
el
poder.
Primero,
que
cualquiera puede llegar al poder, aunque desde el sentido común no se lo merezca; esto
quiere
atributos.
Lo
decir
que
primero
tiene
que
otros
revela
la
coyuntura, es que los atributos no son indispensables, sino que alguien ocupe el vacío. Lo segundo, es que no importa las reglas del juego político, tampoco la Constitución, por lo tanto, las leyes, sino la interpretación que se hace de ellas, aunque la interpretación deje mucho que desear; lo que importa es la realización del objetivo que se persigue. En este caso,
retirar
a
una
presidenta 192
democráticamente elegida, por razones que
no
conducen
desproporcionada, Congreso.
a
la
tomada
medida por
Independientemente
el de
nuestra posición crítica, no es sostenible el
formato
propósito,
del al
juico,
manejo
reducido,
a
presupuestario,
soslayando la razón o causa del ambiente que
llevó
al
juicio,
la
corrupción
institucional de PRETROBAS, del Estado, de los partidos y de las empresas. Menos es sostenible la conclusión del juicio, retirar de la presidencia a Dilma. En tercer lugar, no importa ni la legalidad, ni la legitimidad de la acción congresal, sino el haber buscado una salida al grave escándalo de la corrupción, mediante un chivo expiatorio, con la separación de la presidenta del gobierno. La realización de este
proyecto,
conspirativo
o
no,
aparentemente corrobora la efectuación 193
del
objetivo;
ejecutores
pero,
que
no
no
saben
han
los
cumplido
exactamente con el objetivo propuesto, sino
con
el
comienzo
de
su
propio
derrumbe.
Brasil no es solamente un país, una república federativa, que comprende a múltiples
pueblos
geográficamente diferenciados,
y
sociedades,
y
culturalmente
sino,
sobre
todo,
sociedades alterativas entrelazada, que busca
las
realizaciones
de
sus
manifestaciones creativas. El problema son las sociedades institucionales y los gobiernos, que prefieren optar por la ficción
“ideológica”,
por
la
ilusión
de
un
enorme
administrativa-política,
espacio geográfico político definido como Estado-nación
de
la
República 194
Federativa. El problema de fondo es que una sociedad tan vital como el conjunto articulado de las sociedades creativas brasileras, termine atrapado e inhibido en las
restricciones
de
las
malla
institucionales del Estado.
La tercera hipótesis: Las propias rebeldías terminan atrapadas en beneficio de la reproducción del poder. Esto solo pude ocurrir porque la acción contestataria es decodificada desde el lenguaje del poder; en términos simples, cuando el proceso político inherente ni siquiera, en este último caso, el recurso estatal, aprende e incorpora las demandas que enfrenta.
195
La ficciรณn de la realidad institucional
196
Introducción
La ficción de la realidad institucional es un
ensayo
crítico
de
análisis
e
interpretación de los funcionamientos de las dinámicas de fuerzas e institucionales del poder, desde la perspectiva de la complejidad. pensamiento
Esta
incursión
complejo,
se
ha
por
el
venido
haciendo desde hace un tiempo, quizás desde Acontecimiento político, que marca el paso hacia una evaluación crítica de lo que
denominamos
ahora
“ideología”;
comprendida no solo como fetichización, sino también como malla institucional, que sostiene esta cosificación y orienta las
prácticas
y
las
relaciones
de
la
sociedad institucionalizada. Por lo tanto, “ideología” e institucionalidad, que se pretenden independientes y dominantes, 197
jerárquicamente, respecto a lo que la modernidad, por lo menos en gran parte de sus periodos, consideró naturaleza. Una
modernidad
contexto
que
ecológico,
independiente
ni
desconoce que
menos
no
su es
dominante,
efectivamente, de los ecosistemas, de la biodiversidad y del pluriverso, en sus distintas escalas.
El presente ensayo, como los recientes anteriores, desde quizás Antiproducción, busca en la simultaneidad dinámica de complejidad integral de la realidad más complejidad de la que se tomó en cuenta, en
las
selecciones
y
composiciones
combinadas de las singularidades, en exposiciones anteriores; por lo menos, desde el ensayo que mencionamos, en esta estrofa. Somos conscientes de que 198
una cosa es comprender, si se quiere, mejor dicho, intuir la complejidad, como sinónimo de realidad,
y otra cosa es
exponerla, abarcando el entendimiento de ella, que siempre va a ser menor respecto a la comprensión. Más aún, cuando se trata de exponerla a través del lenguaje; la exposición no alcanza nunca a decir lo que se intuye; si esto ocurre, esta restricción del lenguaje, tampoco alcanza a decir lo que se comprende. Así mismo,
aunque
mejora,
dice,
narrativamente, lo que entiende; pero, no de una manera completa y satisfactoria. Ahí queda lo que llama Paul Ricoeur la configuración
de
la
escritura;
en
la
reconfiguración es tarea del lector o lectora, no solamente apropiarse de la escritura o de la palabra, de la narrativa y lo que dice, sino de interpretarla desde su mundo - para decirlo en términos de 199
Ricoeur
-
presente.
Por
eso
mismo,
diríamos, la tarea de completarlo, por lo menos, en la intuición e interpretación propias.
El tema del ensayo, como dijimos, no es solamente la crítica de la “ideología”, desde la perspectiva de otros ángulos de la
problemática,
comprender tecnología, masivo
el la
y
sino,
sobre
todo,
funcionamiento,
operatividad, múltiple
el
la
efecto
de
este
funcionamiento, que no puede ser sino material, en este caso, institucional, en el contexto ecológico.
Hablar
de
institucional
la es
ficción
de
la
concentrarse
realidad en
la
mecánica y dinámica del funcionamiento 200
institucional, en relación a la corporeidad social. Aunque parezca una retoma de la “sociología física” de Augusto Comte, diremos que, mas bien, está más cerca de una física de lo social. Sin embargo, la diferencia con el concepto de sociología de Comte, radica, primero, en que la física de referencia, la física que hace de zócalo epistemológico, no es la física newtoniana, sino la física relativista y cuántica. Segundo, que no se trata de una mirada determinista y causalista, en el
espacio
y
el
tiempo
absolutos,
asumidos por la física clásica e irradiada al resto de las ciencias modernas, así como a su filosofía y sentidos comunes, sino de la perspectiva móvil e integral de la complejidad. Tercero, que no estamos en la certidumbre de la verdad de la filosofía, las ciencias y las “ideologías” de la modernidad, sino, mas bien, en la 201
indeterminación
cuántica,
en
la
relatividad de los referentes; por lo tanto, en
el
cálculo
probabilístico
y
en
la
comprensión de lo posible.
Por otra parte, como hemos dicho, por lo menos, desde Acontecimiento político, que estamos ante exposiciones que se asumen
como
interpretaciones
hipotéticas, que reclaman investigaciones contrastantes.
202
Sobre la corresponsabilidad popular
Entremos directamente con la pregunta: ¿Qué impide que el pueblo asuma la responsabilidad del autogobierno, que es la democracia plena? Fuera de las tesis vertidas de la cosificación y fetichización “ideológica”; fuera de que no controla los medios de producción, recurriendo a este concepto marxista, para ilustrar; fuera de que
no
controla
ni
dispone
de
esa
fabulosa herramienta de poder, que es el Estado; incluso, aunque esto último sea discutible, en términos efectivos, debido a la correlación de fuerzas. Tal parece que hay otro obstáculo que le impide ver con claridad, la ficción de la realidad institucional.
Parece
que
esta
ficción
corresponde a la esfera “ideológica”, que no
es
algo
nuevo;
sin
embargo, 203
detengámonos
en
este
fenómeno
imaginario, que incide en las acciones, prácticas y comportamientos.
Visto
de
más
cerca,
no
parece
corresponder a una cosmovisión, sino a la restricción misma de la percepción; es decir, a un cercenamiento de la capacidad de
percepción
institucional, trayectorias
del
cuerpo.
que de
La
malla
acompaña
las
vida,
logra
como
congelar, inhibir, la integralidad dinámica de la fenomenología de la percepción. Privilegiando solo algunas sensaciones, imaginaciones,
razonamientos,
seleccionados; aquéllos que sirven en la consecución
de
la
racionalidad
instrumental, de la producción y del cálculo cuantitativo de la acumulación. Lo demás, el conjunto de las capacidades, 204
facultades, integradas de la percepción, se ha sumergido en el abismo del olvido. Tomando
en
cuenta
esta
hipótesis
teórica, podemos sugerir otra hipótesis, más analítica: la ficción de la realidad institucional no solo se puede explicar por el efecto “ideológico”; más aun, el efecto “ideológico” no logra explicar esta ficción. La ficción de la realidad institucional corresponde, ortopedia
en
gran
moderna
del
parte,
a
la
cuerpo,
al
cercenamiento de su capacidad integral perceptiva.
En otras palabras, el hombre se ve a través de los ojos institucionales. Esto se efectúa cuando la capacidad integral de la percepción no funciona; entonces, este vacío
es
llenado
por
la
maquina
interpretante del poder. La realidad se 205
reduce a las condiciones de posibilidad acotadas por el Estado. No van más allá; ese más allá es una especulación, para esta interpretación estatal. Desaparecen las
condiciones
concretamente,
de
potencialidad;
desaparece,
por
lo
menos, en la sociedad institucionalizada, la potencia social, creativa como toda vida.
Si
la
realidad,
complejidad, realidad
como
es
sinónimo
circunscrita
reducida,
de
a
esta
entonces
se
comprende el razonamiento subordinado generalizado.
Si
los
“gobiernos
progresistas” entraron en crisis, si los conservadores
han
vuelto,
ya
no
se
puede hacer otra cosa, más que esperar a las elecciones. Esta argumentación, dicha
en
distintas
tonalidades,
con 206
distintas frases y alocuciones, deriva de la ficción de la realidad institucional.
En primer lugar, nadie sabe lo que es la realidad,
pues
dinámica e
es
una
integral,
complejidad
sincronizada;
un
tejido espacio-tiempo en movimiento y componiendo-descomponiendorecomponiendo
su
estabilidad
plural,
manteniendo las simetrías, en distintas escalas.
En
lo
que
respecta
a
la
acumulación de los conocimientos y los saberes, los más adelantados avances que se han hecho, al respecto, han sido dados en el zócalo epistemológico de la episteme compleja. No olvidemos que la ruptura epistemológica comienza en el suelo
o
zócalo
epistemológico,
como
ocurre con toda episteme. En lo que corresponde a la apertura de la episteme 207
compleja,
la
remoción
del
epistemológico
se
reconfiguración
compleja
de
generada
la
relativista
por
ocasiona
zócalo
física
por
la
realidad, y
cuántica.
En contraste, hasta ahora, la filosofía y las ciencias sociales están atrapadas en las redes y telarañas de la episteme moderna; esquemática y dualista. Estas ciencias sociales y saberes humanistas son
reticentes
a
desplazamientos
embarcarse y
en
rupturas
epistemológicas. Renuncian a la apertura de
horizontes,
revoluciones
abiertos
teóricas,
por
científicas
las y
tecnológicas; desatadas por las rupturas y desplazamientos epistemológicos de la física relativista y cuántica. La situación es peor aún, cuando se trata de los 208
saberes burocráticos del Estado, que son los saberes que más repercuten en las conductas y mentalidades de la mayoría de
la
población.
Los
saberes
institucionales son mucho más primarios que los saberes académicos; más que explicaciones,
como
ocurre
con
los
saberes académicos, ofrecen apologías, acompañadas de rituales, ceremonias y apologías, institucionales; mitificando el saber,
la
ciencia,
la
filosofía,
como
verdades instituidas universalmente. Pues consideran
que
estas
formaciones
discursivas o paradigmas corroboran y legitima al Estado.
En largos periodos, la relación entre Estado y mayorías populares es perversa. El Estado, en su condición simbólica de madre de la nación y de padre del 209
pueblo, tiene en sus manos el gran recurso
del
chantaje
emocional.
En
relación al Estado, en la condición de subalternidad,
las
mayorías
populares
tienden a inclinarse a una relación de dependencia, simbolizada en la figura familiar de la relación tutora del padre respecto a los hijos. No solamente que pueden ser manipuladas las mayorías con el chantaje emocional, sino que también, como
complementando,
las
mayorías
populares recurren al chantaje emocional, en una etapa dada de sus demandas. En otras etapas de las demandas, mas bien, intermitentes,
generan
sociales.
cuadro
Este
reivindicativo,
no
es
movimientos y
cronograma
obviamente
una
regla, ni ocurre siempre. Lo que decimos corresponde
a
un
boceto
analógico,
relativo a una etapa de la experiencia, la memoria, y el aprendizaje social. 210
Cuando las mayorías populares quiebran esta
relación
de
dependencia
con
el
Estado, pueden hacerse autónomas, por lo menos, en el momento intenso de la insurrección, del levantamiento, de la movilización, de la decisión colectiva por otro
rumbo.
momentos
Sin
embargo,
no
prolongadamente.
El
estos
se
dilatan
bloque
de
las
mallas institucionales se comporta como si fuese un campo gravitatorio, campo político y campo institucional que obliga a las muchedumbres sociales volver a sus órbitas acostumbradas.
¿Por
qué
pasa
esto?
Después,
precisamente, de que han roto la ligazón de dependencia con el Estado, aunque
211
este
quiebre
sea
coyuntural,
en
un
momento de intensidad. ¿No se ha podido retirar el velo de la ficción de la realidad institucional? ¿No se ha podido ver que la realidad poder,
definida es
una
y
producida
ficción?
por
Realidad,
el no
necesariamente comprendida en toda su complejidad integral dinámica, sino, mas bien, como realidad destituida y ampliada por los desplazamientos provocados por el acto creador de la subversión. Es decir, no se ha podido ver otra realidad, más amplia, que la que daba la ficción de la realidad institucional. ¿No ha podido el pueblo verse a sí mismo como creador de la realidad social?
¿Cómo despertar la percepción integral del cuerpo? ¿Cómo revivir las facultades entumecidas del cuerpo? Lo que decimos 212
en los ensayos: ¿Cómo liberar la potencia social?
En
pocas
palabras,
¿cómo
despejar la niebla de la ficción de la realidad
institucional?
Repitiendo
la
pregunta de otra forma, como también la hicimos antes: ¿Cómo comunicarse con la potencia del cuerpo, soslayando el oído de la razón abstracta, instrumentalizada, incrustada en los cuerpos; dispositivo de la legitimidad y reproducción del poder?
Este parece ser el gran desafío para las sociedades y pueblos. No se vislumbra ningún futuro promisorio si no se asume y de supera este desafío. Resolver este desafío,
solucionar
el
problema
mayúsculo, implica dar un gran salto; el salto que necesitamos. No solo para resolver los grandes problemas de la humanidad pendientes, sino, una vez 213
hecho
esto,
dedicarnos
a
lo
verdaderamente
importante
para
la
humanidad,
la
tarea
de
la
humanidad;
la
con
los
digna
comunicación
seres del pluriverso. Son ciertamente preguntas
abrumadoras.
Empero,
parecen ser las preguntas urgentes, como las que se hizo Foucault; una de ellas era: ¿cómo hemos llegado a ser lo que somos
en
Podríamos
el
momento
añadirle:
¿Qué
presente? y
quiénes
somos, en realidad?
No
parece
preguntas si
posible
responder
permanecemos
estas
anclados,
tenaces y tercos, en los horizontes de la episteme moderna; que, si bien ha sido útil, en una etapa de esta era vertiginosa, ya está desbordada por la complejidad, sinónimo de realidad. Horizontes móviles 214
de la complejidad, que ya vislumbramos. ¿Cómo abrirse socialmente, entregarse colectivamente, a cruzar el umbral y el límite epistemológico; aventurarse en la perspectiva
de
la
complejidad?
No
busquemos ejemplos a seguir, en la historia portentosa de la modernidad; no podemos
hacer
algo
equivalente
y
análogo, como si fuesen paralelas nuestra actualidad y la de la modernidad. Lo que vayamos
a hacer,
responde, por así
decirlo, ilustrativamente, a otras lógicas, a
otros
espacio-tiempos,
a
otras
topologías.
Esto, las nuevas rutas y recorridos, no es imposible hacerlos, como comúnmente se puede creer, pues nuestros cuerpos lo hacen siempre. Los cuerpos responden a la
complejidad
sincronizada
del 215
pluriverso. Por más tosco que sea lo que vamos a decir, lo diremos, pues no contamos con otros recursos que este enunciado:
parece
que
debemos
reincorporar la razón, convertida, en la modernidad, en abstracta e instrumental, al cuerpo; reintegrarla a la fenomenología de
la
percepción;
orientadora
de
potenciarla
nuestras
como
prácticas
y
acciones.
216
No es el odio sino el amor
Para abordar estas preguntas, por lo menos
para
intentar
abordarlas,
recurriremos a la poesía, que es la que está
más
próxima
a
la
intuición
perceptual. En No es el odio sino el amor, de Sebastiano Monada, se recita:
No es el odio lo que nos hace fuertes Como roca cristalizada en las profundidades Espesuras oscuras insondables de la tierra Fundida antes por el magma volcánico No es el odio lo que ayuda a conocer algo Como instrucción campechana de la experiencia No es el odio lo que abre las puertas Del porvenir luminoso como alborada boreal Como los telones del teatro descubriendo la escena No es el odio lo que colabora a lograr el alborozo Como cumbre escalada con esfuerzo por tenaz alpinista No es el odio lo que nos salva de amenazas Como enfermedades acechando ocultas en el cuerpo Lo que resuelve problemas y responde a desafíos Como invitaciones seductoras de territorios ignotos
217
No es el odio la prolongación de la lucidez Como pulsación solar abarcando a su entorno Tampoco del afecto apasionado y honesto Emergiendo como manantial del fondo de los peñascos El odio es justamente todo lo contrario Es como el ensanche de la falta de agudeza Dejándonos ciegos y mudos, atrofiando los sentidos Fuera de ser una exhibición clara de ausencia emotiva Evidente inhibición de la vitalidad y la alegría Sustituida por el rencor escarbando las entrañas Como buitre picoteando insaciablemente Nuestro expuesto abdomen como el de Prometeo Y la culpabilidad sorda como pesada carga Llevada sobre la espalda de aparapita Como frustración agobiante de verdugos implacables Sin embargo, frígidos humanos desvalidos El odio causa más contrariedades desconcertantes Como los fármacos curando y envenenando Al mismo tiempo al convaleciente vulnerable Ocasiona insistentes amenazas contendientes Nubes borrascosas cargadas de rayos y furores Nos lleva a callejones de penumbra sin salida Como encrucijadas abriéndose a los abismos Convierte a cercanos y lejanos en enemigos Como perseguidos infieles convertidos en aberraciones Nos trueca en celosos vigilantes acechados Como ciudades sitiadas por ejércitos invasores Por fantasmas atormentados por sus desvaríos Como criminales perseguidos por las miradas Y el recuerdo inolvidable de sus víctimas Espectros dentro de sus oxidadas armaduras
218
Visitantes mudos de la noche Como inesperadas presencias exhibiendo viseras Ocultando a medias sus rostros El odio cierra los portones del porvenir Como telones del teatro clausurando la escena El odio nos ciega y ya no vemos nada Sino los íconos delirantes del resentimiento El odio interrumpe la propagación de la sabiduría Como los diques de las represas detienen los ríos Nos vuelve arrogantes hedonistas Nos convierte en testarudos intolerantes Repetidores de carencias miserables Ausencias de prolíficas cogniciones Agoreros tristes de lo mismo Es el apego a la voluptuosa vida Don desbordante de vigorosa energía Devoción a los minuciosos detalles Componiendo resplandecientes paisajes Cariño de traviesas algarabías de especímenes Inquietos en su festivo conglomerado musical Franqueza reposada esparcida en el aire Diseminada en la atmósfera y los suelos Remontada por el agua de los afluentes Trabada en las ramas de los árboles Como brisa aposentada en el refugio de las hojas Donde se confecciona nidos cobijando sueños Es el amor el impulso vital del entendimiento Como corriente o viento empujando las velas De galeones navegantes en océanos soñados Puente sentimental transportándonos a la eventualidad Como arco cruzando de una orilla a la otra
219
Senderos atravesando los bosques o las montañas Como rutas escondidas al lóbrego bilioso Ayudándonos a cruzar los laberintos Como sagaz periplo despejando el acertijo Primavera solicitante de la madrugada venturosa Clima florido emprendiendo el ciclo de las estaciones Como Vivaldi interpreta en lenguaje de violines Frecuente rutina regulada del día Premonición escrupulosamente descifrada En los jeroglíficos del pergamino conservado Desenvolviendo una novicia iniciación adolescente Primavera cuajada en nuestras médulas Como sedimentos de regocijos hospedados Después, las flores se van y nos abandonan Como fragancia de pretéritos amores Son los sentimientos de gozo y asombro Enseñando la relatividad de los aprietos Risueñas encuentran siempre las salidas Son las sensaciones los empalmes trenzados Con los recónditos misterios del cosmos No es el odio sino el amor lo que nos hace humanos Por lo tanto apacibles animales mutantes Innovando en la metamorfosis del mundo Asiste en la comunicativa colmada comprensión Con el resto de los cuerpos del firmamento Y de las moléculas grumosas coaligadas Y los átomos compuestos por órbitas saltonas Y los núcleos detenidos en pesadas reflexiones Existiendo nosotros ensamblados con el universo entero Tejidos hirsutos de sutiles hilos Desde sus hebras minúsculas hasta sus colosales galaxias
220
No es el odio sino el amor la energía de los organismos Como gravitación induciendo a danzar a planetas Y enmarañadas constelaciones deslumbrantes Aptitud creativa de nuestras habilidosas manos Como arte fecundo realizándose en cuadros Y primorosos poemas recobrados La corriente sanguina rítmicamente circulando Por las redes de venas y arterias confluyentes Flujo de versos melodiosamente pronunciados Ligazón social congregando mónadas agitadas Convocatorias sinfónicas cautivando a los oídos Aglomerando grupos, comunidades y sociedades Como aglutinan manadas las lagunas de la selva No es el odio sino el amor diáfano Coligando los ciclos diversos de vitales elipses El humano no es el animal racional Tampoco el animal con lenguaje Ni siquiera el animal simbólico Es ante todo, primero el animal afectivo Animal de imaginación exuberante Naciendo en el plasma del apego La ternura y la atracción arcanas Emergiendo la vida del caldo estelar Y en la inquietud de la explosión inicial Como primera nota del concierto total Intrépida inventora de mundos prodigiosos Estallido de sensaciones propagadas Como vuelos vibrantes de ondas Y estremecimientos melódicos de penetrante copla Canción primordial anterior a la materia No es el odio lo que ayuda a luchar y combatir
221
No es el odio lo que ayuda emancipar y liberar No es el odio lo que da fibras e ímpetus Si no es lo que aprisiona en la cárcel De rejas de angustias y de miedos Debilitando el cuerpo atosigado por las normas El odio es el huevo donde se incuba la serpiente Donde germinan los bisoños despotismos Aunque se insinúen con palabras aladas Es el amor y el afecto desenvueltos Como mariposas redimidas de sus capullos Emancipando y liberando las profusas formas De las memorias sensibles de la vida La potencia creativa de los entrelazados cuerpos
26
Proliferantes autonomías transversales e impetuosas
No es el odio sino el amor, no es el odio sino el afecto; éste es el mensaje. No culpemos a nadie ni a nada de este odio bilioso, que destilamos muchas veces en las
relaciones,
intermitentemente,
combinadas, con
otros
sentimientos. Han emergido en nosotros 26
Sebastiano Monada: Subversión Afectiva. Dinámicas moleculares; La Paz 2016.
222
como
de
nosotros
se
edificaron
las
instituciones
de
nuestras
historias
sociales.
qué
momento
nace
¿En
la
genealogía del odio? ¿Con las religiones monoteístas,
que
infieles?
aceptamos,
No
separan
fieles
de
de
ninguna
manera, la tesis hobbesiana de que el “hombre es el lobo del hombre”, como si el
mal
estuviese
genéticamente
incrustado en su cuerpo. Esta tesis no se sostiene
ante
la
mirada
y
el
saber
biológico. El odio es un hecho y producto social; ha sido inoculado, así como las instituciones han sido construidas por las sociedades que las padecen. El odio ha sido
sembrado
por
las
relaciones
y
estructuras sociales tejidas por las mallas institucionales.
223
¿Cómo desanudar estos lazos de esas relaciones sociales que inoculan el odio? ¿Cómo liberarse de los amarres, de las ataduras,
de
las
redes
de
captura
institucionales? ¿Cómo desatar y liberar nuestra capacidad de afecto y asombro? Estas son las preguntas que el activismo libertario tiene que preguntarse y buscar respuestas, compartiendo con los pueblos las
mismas,
convocándoles
a
buscar
también respuestas.
Ahora, buscamos abordar las preguntas o,
si
se
quiere,
posibilidad filosofía
de
de la
las
las
condiciones
de
preguntas,
en
la
fenomenología
de
la
percepción.
224
Potencia
y
fenomenología
de
la
percepción
En
Fenomenología
de
la
percepción,
sobre todo, en la parte conclusiva y reflexiva de todo el libro, la tercera parte, El
ser-para-sí
Merleau-Ponty
y
el
ser-del-mundo,
aborda
de
lleno
la
dinámica fenomenológica intrincada entre el ser-para-si y el ser-del-mundo. Como hemos anotado antes, en otros ensayos, donde retomamos la fenomenología de la percepción, nos adherimos a esta filosofía por su lectura del cuerpo. En este sentido nos
inmiscuimos
en
la
interpretación
filosófica de esta tercera parte del libro citado.
225
Cuando comentamos La fenomenología del
espíritu,
interpretación
buscando la
en
su
argumentación
vital
sobre el cuerpo, hicimos hincapié en la dinámica
integral
de
la
percepción;
aunque aquélla vez también hablamos de la simultaneidad, ahora, queremos hacer hincapié en la simultaneidad dinámica, que se encuentra implícita en el texto.
En la tercera parte de Fenomenología de la percepción, Merleau-Ponty deja claro que estamos en un mundo, que nuestro cuerpo existe en el mundo, que las actividades
realizadas
por
el
cuerpo,
como sentir, imaginar, razonar, pensar, percibir, se dan por la dinámica corporal en relación a la dinámica del mundo. Se trata de un cuerpo en situación; por lo tanto, situado por la experiencia, en el 226
espacio-tiempo,
curvado
y
en
movimiento. Lo sugerente es que lo que se
da,
sea
percepción,
pensamiento, en
el
simultáneamente; con
la
cuerpo,
en
dinámica del
concordancia
sensación, se
da
correspondencia mundo.
A esta
complementaria,
hemos
llamado sincronía integral del pluriverso, en sus distintas escalas.
Estos tópicos y temáticas del ser, del cuerpo, de la situación, del mundo, tal como son analizados e interpretados, desde la perspectiva de la fenomenología de
la
percepción,
son
indispensables
repasar, en relación a la problemática de las
representaciones
estatales
de
la
realidad, que venimos analizando en este ensayo.
Por eso, daremos una revisión
rápida al primer acápite de la tercera 227
parte del libro, antes de continuar con nuestra reflexión crítica.
Al respecto, partiendo de la crítica del racionalismo de René Descartes, cuando expone su famoso enunciado cogito, ergo sum; definiendo esta filosofía idealista, Merleau-Ponty escribe:
Todo pensamiento de algo es al mismo tiempo consciencia de sí, de otro modo no podría tener objeto. A la raíz de todas nuestras
experiencias
y
nuestras
reflexiones, encontramos, pues, un ser que
se
reconoce
a
sí
mismo
inmediatamente, porque es su saber de sí y de todas las cosas, y conoce su propia existencia, no por constatación y como un hecho dado, o por inferencia a partir de 228
una idea de sí mismo, sino por contacto directo con ella. La consciencia de sí es el ser mismo del espíritu en ejercicio. Es necesario que el acto por el que tengo consciencia de algo sea captado en el instante en que se consuma, sin lo cual se rompería. Siendo así, no se concibe que
pueda
provocado
ser por
desencadenado
nada
de
nada,
o es
necesario que sea causa sui27.
Por eso, después de haber caracterizado la premisa de Descartes, dice:
Volver con Descartes de las cosas al pensamiento de las cosas, es o bien reducir la experiencia a una suma de 27
Merleau-Ponty: Fenomenología de la percepción. PlanetaAgostini. Buenos Aires 1993. Pág. 381.
229
acontecimientos psicológicos, de los que el Yo no sería más que el nombre común o la causa hipotética, mas entonces no se ve como mi existencia podría ser más cierta que la de ninguna cosa, puesto que no
es
más
inmediata,
salvo
en
un
instante incaptable; o bien reconocer, más
acá
de
los
acontecimientos,
un
campo y un sistema de pensamientos que no esté sujeto ni al tiempo ni a limitación ninguna, un modo de existencia que nada deba al acontecimiento y que sea la existencia
como
espiritual
que
contraiga
en
consciencia, capte
sí
a
mismo
un
acto
distancia todo
y
cuanto
enfocare, un “yo pienso” que sea por sí mismo
y
sin
adición
suplementaria
ninguna un “yo soy”28.
28
Ibídem.
230
Como
hicimos
notar,
en
un
anterior
ensayo29, donde se toca la temática del cuerpo y el mundo, Merleau-Ponty crítica tanto a la perspectiva idealista, así como a la perspectiva empirista. La crítica de la perspectiva radica
racionalista,
en
este
a
Descartes,
supuesto
de
intemporalidad, fuera de la experiencia, de este yo pienso. En otras palabras, Merleau-Ponty
se
pregunta:
¿Cómo
puedo pensar fuera del mundo y de la experiencia en el mundo? La crítica del empirismo
puede
resumirse,
por
el
momento, en el siguiente criterio: ¿Si el cuerpo se convierte en un objeto más en el mundo, que es como la totalidad de 29
Ver Acontecimiento poético; también Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.
231
objetos, es un hecho más en la totalidad de hechos dados en el mundo, entonces, cómo puede dar cuenta un objeto de otro objeto, un hecho de otro hecho, si el pensamiento
es
solo
una
hipótesis
experimental? En anteriores capítulos, Merleau-Ponty
llega
a
decir
que
racionalismo y positivismo, idealismo y empirismo,
se
simétricamente, premisas
de
complementan
al
absolutizar
partida;
el
primero,
sus el
pensamiento; el segundo, el hecho.
Luego se pregunta:
¿Cómo podríamos disociar la certeza de nuestra
existencia
perceptora
de
su
partenaire exterior? Es esencial para mi visión el que se refiera, no solamente a 232
un supuesto visible, sino también a un ser actualmente visto30.
Por eso dice que ver es acción de ver, la operación de ver, experimentar mediante la vista; no hay un pienso que veo, anterior, como supone el idealismo de Descartes. La acción de ver es inmediata al pienso que veo; en otras palabras, a la consciencia de ver. Es esta simultaneidad lo que hace diferente a la fenomenología de la percepción, tanto del idealismo como
el
empirismo.
No
solo
por
la
inmediatez de la experiencia del ver y de la
consciencia
consecuencias desplazamiento
30
del
ver,
sino
multiplicadoras
por de
las este
epistemológico.
Ibídem. Pág. 384.
233
Interpretar
esta
perspectiva
fenomenológica como dialéctica, tal como todavía lo hace Merleau-Ponty, es dejarla como en la sucesión del tiempo, que la dialéctica concibe como superación de la contradicción
y
síntesis.
Lo
que
es
sugerente; empero, todavía lineal. La inmediatez del acontecimiento conduce a otra interpretación, más adecuada, la de la complejidad; la simultaneidad del acto y de la consciencia nos sugiere una composición integral del acontecer. Y esto nos lleva a la sincronía integral.
A
propósito
del
cogito,
concepto
fundamental en Descartes, Merleau-Ponty anota: Los actos del Yo son de índole tal que se rebasan a sí mismos y hay intimidad de la 234
consciencia.
La
trascendencia
consciencia
de parte en
es
parte,
no
trascendencia soportada - ya dijimos que una trascendencia tal seria el paro de la consciencia -, sino trascendencia activa. La consciencia que de ver o sentir tengo, no
es
la
notación
pasiva
de
un
acontecimiento psíquico cerrado en sí mismo, y que me dejaría incierto en lo que a la realidad de la cosa vista o sentida
se
refiere;
tampoco
es
el
despliegue de un poder constituyente que contendría eminente
en y
sí
mismo,
eterno,
toda
de
modo
visión
o
sensación posible y se uniría al objeto sin tener que abandonarse; es la efectuación de la visión31.
31
Ibídem. Pág. 386.
235
Cuando
habla
de
trascendencia
soportada, se refiere a la perspectiva inmanentista idealista, que no considera la exterioridad del Yo; cuando habla de trascendencia relación
activa,
dinámica
del
se
refiere
cuerpo
a
la
con
el
mundo y del mundo con el cuerpo. Como se puede ver, no niega la consciencia, entendida
como
consciencia
de
sí,
consciencia del cuerpo, consciencia del acto, sino que, descarta la interpretación espiritual, consciencia.
por
así
Tampoco
decirlo,
de
la
acepta
que
la
consciencia se puede reducir a un suceso psíquico, como registro psicosomático; este suceso y registro no me dirían nada de lo que se ve ni del recorte del mundo donde se sitúa lo que se ve. Usando las palabras del fenomenólogo, diremos que el cuerpo es el motor de la experiencia, 236
de la memoria, de las sensaciones, del pensamiento, en el contexto del mundo.
Por esto esta afirmación:
Lo que descubro y reconozco por el Cogito, no es la inmanencia psicológica, la inherencia de todos los fenómenos en unos “estados de consciencia privados”, el contacto ciego de la sensación consigo misma - no es siquiera la inmanencia trascendental, la pertenencia de todos los fenómenos
a
constituyente,
una la
consciencia
posesión
del
pensamiento claro por sí mismo -, es el movimiento profundo de trascendencia que
es
mi
ser
mismo,
el
contacto
237
simultaneo con mi ser y con el ser del mundo32.
Al respecto, hay que anotar que MerleauPonty
no
concibe
trascendente
y
trascendental como lo hace Emmanuel Kant, en el sentido de condición de posibilidad a priori, sino como relación con
el
mundo;
si
se
quiere,
dicho
forzadamente, como experiencia de la exterioridad
de
una
interioridad.
En
términos del filósofo, como experiencia en el ser del mundo del ser-para-sí. Se trata entonces del tejido efectuado entre el ser-para-sí y el ser del mundo; en sentido pleno, no hay ni exterioridad ni
32
Ibídem.
238
interioridad, sino una dinámica inventiva entre ambos.
En relación a esta simultaneidad dinámica entre
experiencia,
consciencia,
sensaciones y afectos, en el mundo, el teórico da un ejemplo:
Por ejemplo, el amor y la voluntad son operaciones interiores; se fabrican sus objetos, y se comprende que, al hacerlo, puedan desviarse de lo real y, en este sentido,
engañarnos,
pero
parece
imposible que nos engañen acerca de sí mismas: a partir del momento en que siento el amor, la alegría, la tristeza, es verdad que amo, que estoy triste o alegre, aun cuando el objeto no tenga, de hecho - eso es, para los demás o para mí 239
mismo en otro momento - el valor que ahora
le
atribuyo.
La
apariencia
es
realidad en mí, el ser de la consciencia estriba en aparecerse. ¿Qué es querer, sino tener consciencia de un objeto como valido (o como valido precisamente en cuanto no es válido, en el caso de la voluntad perversa); que es amar, sino tener consciencia de un objeto como amable? Y dado que la consciencia de un objeto envuelve necesariamente un saber de sí misma, sin lo cual escaparía y ni siquiera captaría su objeto, querer y saber que uno quiere, amar y saber que uno ama no son más que un solo acto, el amor es consciente de amar, la voluntad consciencia de querer. Un amor o una voluntad que no tuviese consciencia de sí sería un amor que no ama, voluntad que no quiere, tal como un pensamiento
240
inconsciente sería un pensamiento que no piensa33.
En resumidas cuentas, amar es tener consciencia del amor; tener voluntad es tener consciencia de o que se quiere. Se ama y al mismo tiempo, por así decirlo, se tiene consciencia de que se ama; se desata una voluntad y al mismo tiempo se tiene consciencia de lo que se quiere. La conclusión es elocuente: Un amor o una voluntad que no tuviese consciencia de sí sería un amor que no ama, voluntad que no quiere, tal como un pensamiento inconsciente sería un pensamiento que no piensa.
33
Así
como
el
amor
tiene
Ibídem. Pág. 387.
241
consciencia
de
sí,
la
voluntad
consciencia
de
sí,
el
cuerpo,
multiplicidad
de
tiene en
actividades
la que
desempeña, tiene consciencia de sí. Es la consciencia de sí del cuerpo lo que hace posible la consciencia de sí del amor y de la voluntad.
La conclusión de esta parte del texto, dedicada al Cogito, es a lo queríamos llegar.
El Cogito es el reconocimiento de este hecho fundamental. En la proposición “Yo pienso, yo soy”, las dos afirmaciones son equivalentes, ya que, de otro modo, no habría Cogito. Pero todavía hay que entenderse
sobre
el
sentido
de
esta
equivalencia: no es el Yo pienso el que 242
contiene de modo eminente el Yo soy, no es mi existencia la que se reduce a la consciencia
que
inversamente, reintegrado
de
el
Yo
al
transcendencia consciencia
tengo,
es,
pienso
el
movimiento
del la
ella
Yo
soy,
reintegrada
de y
la
a
la
existencia34.
En lo que viene, combinaremos tres rutas;
expondremos
interpretación fenomenológica
de de
nuestra la
la
teoría percepción,
correspondiente a esta parte ontológica del
libro;
sacaremos
nuestras
conclusiones; y aplicaremos la teoría y la
34
Ibídem. Págs. 392-393.
243
interpretaciรณn a la problemรกtica tratada en este ensayo.
244
Potencia y percepción
La interpretación que vamos a exponer, va a seleccionar, tanto del libro citado, sobre todo de lo que corresponde al primer tema tocado en la tercera parte, el cogito,
y
va
comentar,
tomando
en
cuenta aquéllo que puede ayudarnos a tratar la pregunta que nos hicimos: ¿Qué es la ficción de la realidad institucional?
Para
decirlo
de
entrada,
institucional
vendría a
institucional
o,
mas
la
realidad
ser
el
mundo
bien,
el
mundo
institucionalizado. En nuestras palabras, el mundo recortado institucionalmente en el mundo efectivo. Al que le hemos denominado varias veces el mundo de las representaciones; en tanto que el mundo 245
efectivo corresponde al mundo en tanto devenir, en tanto complejidad dinámica integral.
Retomando
la
perspectiva
fenomenológica expuesta, el mundo es la trascendencia activa; en consecuencia, ¿el mundo institucional vendría a ser la trascendencia
activa
de
las
mallas
institucionales? Este es nuestro primer problema
de
aplicación
de
la
teoría
fenomenológica de la percepción a la problemática tratada.
Interpretando a Merleau-Ponty, el mundo es la trascendencia activa donde me encuentro
y
de
donde
obtengo
la
experiencia, que da cuenta del mundo y de mi participación el mundo, de mi manera de percibirlo y de la consciencia de mi percepción y participación. Dicho en
palabras
no
apropiadas,
pero, 246
ilustrativas, en la relación cuerpo-mundo, ocurre como si la trascendencia activa fuera
convertida
por
el
cuerpo
en
inmanencia activa; pero, una inmanencia activa activa.
que
supone
Aplicando,
rigurosamente, provisionalmente,
la
trascendencia
no
de
podemos que
todo sugerir,
el
mundo
institucional vendría a ser, parcialmente, la
trascendencia
activa
institucional,
donde me encuentro, en parte, y en parte no me encuentro; pues hay partes de mí que no están capturadas por las mallas institucionales.
Esta
parcial
trascendencia se convertiría en parcial inmanencia por mediación de la parte de mi cuerpo capturada institucionalmente. Esta inmanencia parcial corresponde a la trascendencia
activa
institucional
adherida a mi cuerpo. La consciencia parcial
de
esta
operación
interpreta 247
inmediatamente esta operación de dos maneras
contrastadas.
maneras,
que
Una
de
llamaremos
las
pasiva,
interpreta tal como interpreta la narrativa institucional; en cambio, la otra manera, inducida por la parte no capturada del cuerpo,
interpreta
operación.
críticamente
esta
Resiste y se rebela. En
contraste, la otra parte no capturada de mi cuerpo, genera como una consciencia de sí alterativa. La otra parte del cuerpo percibe
otra
precisamente
trascendencia, no
la
activa,
institucional;
una
trascendencia que contiene a la propia trascendencia institucional y la explica. Se
trata
de
una
consciencia
de
la
diferencia entre la realidad institucional y la
realidad
provisionalmente,
efectiva; a
ésta,
llamemos, consciencia
crítica.
248
Una primera hipótesis interpretativa de la arqueología y genealogía de la ficción de la
realidad
institucional
podría
ser:
Cuando la parte del cuerpo capturado por las
mallas
manera
institucionales
inmediata,
una
genera,
de
consciencia
pasiva, que incide predominantemente en las
conductas
y
comportamientos,
la
realidad institucional tiende a aparecer como la realidad única, incluso se la considera como realidad objetiva. De esta forma, clausurando la posibilidad de ver más
allá.
Es
cuando
una
parte
significativa de la sociedad renuncia a su voluntad o, mejor dicho, constelación de voluntades; confundiendo sus deseos con el querer del poder. En cambio, cuando la parte del cuerpo no-capturado por las mallas institucionales genera, de manera inmediata,
una
consciencia
crítica,
la 249
realidad institucional tiende a aparecer como una ficción del poder.
Podemos
sugerir
una
gama
de
combinaciones entre estas composiciones contrastadas; pero, esto lo dejaremos, por la claridad de la exposición. Lo que importa es buscar la comprensión de por qué se impone la ficción de la realidad y solo en momentos de crisis, se cuestiona esta representación institucionalizada y se generan otras representaciones, mas bien, no institucionalizadas, más amplias y complejas. La segunda hipótesis que proponemos es: esto pasa cuando se renuncia
a
la
propia
voluntad,
a
la
conciencia de sí de los propios deseos; atendiendo y obedeciendo, mas bien, a lo que
quiere
el
poder,
confundiéndolo,
como si fuera el propio querer. 250
Volvemos a encontrarnos con esto de que la clave del poder se encuentra en la renuncia de los dominados y subalternas a luchar, no así en la disponibilidad de fuerzas del poder. Solo que, en este caso, de la interpretación que acabamos a hacer,
la
renuncia
a
luchar
implica
también la renuncia a la voluntad, lo que significa la renuncia a los propios deseos; así como que, en definitiva, el conjunto de las renuncias significan la renuncia a ser-para-sí. Se acepta ser lo que quiere el poder que se sea. Jugando con las frases, quizás al modo dialéctico; esto implica ser-para-otro; en este caso ser-para-elpoder.
251
¿Por qué se renuncia? Recordando a Hegel, ¿por miedo a morir?, ¿por miedo, en general? ¿Por qué se quiere ser amo, al verse a sí mismo, a través de los ojos del amo? ¿Por qué ambos, amo y esclavo, quieren el goce y no el diferimiento, que implica
el
metáfora
trabajo? filosófica
Ciertamente,
la
de
es
Hegel
simbólicamente rica, en lo que respecta a la dialéctica del amo y el esclavo; es decir, de la dialéctica de la dominación; sin embargo, a la vez es pobre, pues la dominación
no
se
reduce
a
este
desenlace de la tragedia dialéctica de la guerra entre señorío y servidumbre. La respuesta no está en los desenlaces alternativos
que
sugiera
el
texto
de
Hegel. No se explica por qué ha sido vencido, pues no hubiera sido vencido si encaraba a la muerte. Incluso después de muerto, si éste fuera el caso, hubiera 252
vencido al que se instituye como amo, cuando se renuncia a seguir el combate y se prefiere aceptar las condiciones de la rendición. No se explica la por qué ha sido
vencido,
atendiendo
al
miedo,
aunque lo haya tenido, pues el miedo también radicaba en el que se instituye como amo. No se explica por qué ha sido vencido, al atender a que no quiere morir, pues, de todas maneras, ambos enemigos, podían morir. La respuesta no parece encontrarse en estas alternativas implícitas, que se hallan en esta metáfora filosófica
de
dominación,
la
dialéctica
aunque
incluso
de
la
jueguen
algún papel en el desenlace efectivo.
Sugerimos auscultadora
la de
siguiente
hipótesis
interpretación:
Se
renuncia porque el poder ha vencido 253
antes
de
incluso
que
el
comience
conflicto
el
que
combate, desata
el
combate; pues el poder ya tomó, por anticipación, parte del cuerpo, de tal manera, que incide gravitantemente, de manera
previa,
comportamientos había,
desde
en y un
las
conductas,
mentalidades. principio,
No la
predisposición de luchar hasta el fin, consecuentemente.
254