Metamorfosis y biopoder

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Metamorfosis y biopoder RaĂşl Prada Alcoreza

1


Índice:

Prologo

3

A la sombra de la Oligarquía “café con leche”

15

La maquinaria del bio-poder

38

Diagonales del poder

50

Decadencia y gubernamentalidad liberal

66

Realismo político de la oligarquía

110

Los recovecos conservadores

138

El presente brasilero

151

La ficción de la realidad institucional

196

2


Prologo

En

Metamorfosis

encuentran

y

reunidos

biopoder, los

ensayos

se de

análisis de la coyuntura política crítica del Brasil. El texto ya forma parte de los nuevos desplazamientos mencionados en un prólogo de estos ensayos. Se trata, como

se

dice,

de

encontrar

nuevas

complejidades; por lo tanto, de ampliar la mirada

móvil

respecto

a

las

composiciones complejas singulares de la realidad.

Si

bien

los

anteriores

desplazamientos hacia el pensamiento complejo, lograron plantear la diferencia epistemológica,

entre

horizontes

epistemológicos, entre epistemes, entre zócalos

de

las

epistemes;

incluso

podríamos decir que se llegó a teorizar la complejidad

como

simultaneidad 3


dinámica; de todas maneras, no dejaban de

exponer,

usando

el

lenguaje

heredado, recurriendo a los conceptos heredados, aunque se los coloque en conexiones complejas. En cambio, en el reciente

desplazamiento,

del

que

hablamos, se intenta configurar otros conceptos y otros entramados, buscando corpus teóricos más propios. Los ensayos Flujos-espesores, Dinámicas corporales y sociales,

además

de

este

ensayo,

Metamorfosis y biopoder, forman parte de estos últimos desplazamientos.

¿Por qué la complejidad, la episteme de la complejidad? No se trata de una nueva ruptura epistemológica en la historia de las

estructuras

del

pensamiento.

Tampoco de las consecuencias de la acumulación

de

conocimientos,

de 4


información, de saberes, de ciencias, de técnicas y tecnologías, que repercuten en transformaciones,

aunque

sea

imperceptibles, muchas veces. Si bien se da de todas maneras, que los saberes, los

conocimientos,

las

ciencias,

las

teorías, las tecnologías, se transformen y transformen

sus

entornos,

que

se

conformen paradigmas, la episteme de la complejidad

no

funciona

como

un

paradigma o conjuntos de paradigmas articulados.

Puede ser señalado como

paradigma complejo, según los teóricos de

la

complejidad,

considerando

sus

distintas corrientes; pero, esto, en todo caso, no es la característica primordial de la perspectiva de la complejidad. Incluso si, de acuerdo a nuestra interpretación, ya cruzamos el umbral de la episteme de la

modernidad

y

nos

encontramos

moviéndonos en la episteme compleja, la 5


incidencia e impacto del pensamiento complejo radica en la reincorporación del pensamiento al cuerpo, de los saberes y ciencias a los ciclos de la vida. Para decirlo de alguna manera, al pensamiento complejo no le importa el pensamiento como pensamiento, la teoría como teoría, la ciencia como ciencia, sino que se entrega de lleno a la vida, a la creación permanente pensamiento,

de

la

saber,

vida,

usando

ciencia,

como

instrumentos potenciadores de la vida.

Dejemos aquí estas reflexiones sobre el pensamiento

complejo

y

la

episteme

compleja. Lo que requerimos hacer es hablar introductoriamente del ensayo que presentamos. Este ensayo, Metamorfosis y biopoder, intenta obtener un mapa conceptual de la composición compleja 6


singular de la crisis política del Brasil, en esta coyuntura. Busca el enfoque de la mirada

móvil,

que

acontecimiento

desde

observa la

el

participación

misma en el acontecer. Mirada móvil que mira, no desde una exterioridad, desde donde

observa;

tampoco

desde

interioridad

contenida.

Sino

experiencia

social

acontecimiento,

desde

la

del

memoria

desde

una

social

la del

acontecimiento, desde las prácticas y acciones en el acontecimiento. Desde esta perspectiva, se busca comprender la crisis política a partir de la paradoja flujos/espesores,

considerando

el

contraste de la biopolítica y el biopoder, desde

otros

fenómenos

y

figuras

estructurantes del poder, como la de la geometría de las diagonales.

7


La crisis política es un acontecimiento, no solo porque acontece, sino porque la multiplicidad de singularidades, que lo componen, sincronizan y transforman el acontecer

mismo

del

acontecimiento.

Dependiendo de las configuraciones de las sincronizaciones múltiples, que se dan constantemente, que son como continuos compases

vibrantes

concordando

su

sincronización. Basta que se dé una sola variación en las singularidades para que provoque

una

nueva

sincronización.

Como se trata de múltiples variaciones dadas,

se

puede

esperar

que

las

sincronizaciones son complejas en su propia

simultaneidad

dinámica.

Para

decirlo con el lenguaje heredado, que preserva las figuras de tiempo, de la sucesión, de la causalidad, podemos decir que a cada rato se proyecta futuro,

8


modificando

sus

posibilidades

de

realización permanentemente.

La coyuntura de la crisis política es crucial,

no

presente,

solamente

donde

se

porque

puede

es

el

actuar

e

incidir, sino porque en esta coyuntura se definen desenlaces del periodo. Ocurra o no ocurra un suceso, ocurra de tal o cual manera,

no

es

repercusiones

en

indiferente los

a

las

desenlaces.

Por

ejemplo, que el gobierno de Michel Temer se

consolide

tendencia

en

y

dilate, los

define

una

decursos

del

acontecimiento de la crisis. Que el pueblo recupere

su

soberanía

y

saque

al

gobierno irregular de Temer, define otra tendencia en el decurso de los eventos. Por lo tanto, por lo menos, se incide en la dirección de las rutas. 9


Recogiendo esta exposición, hay pues responsabilidad respecto de los ciclos de la vida. Dicho en otras palabras: soy responsable de mis actos. Nadie puede escapar a esta responsabilidad. Tampoco se pueden olvidar que formamos parte de eco-sistemas

de

la

biodiversidad,

entonces no solo nos complementamos con otras formas de vida, en sentido biológico, sino que nuestra forma de participación en el acontecimiento, define entornos restringidos, donde la incidencia adquiere mayor proporción.

Metamorfosis y biopoder, como los otros ensayos,

se

herramientas

del

consideran

también

activismo

libertario.

Estos ensayos críticos no se proponen

10


exponer

la

verdad

sobre

tal

o

cual

problemática, a la manera de las ciencias sociales y humanistas modernas, en la pretensión petulante de la filosofía, sino participar

en

complejidad.

la

comprensión

Además

de

las

de

la

fuentes

heredadas, que son los registros, Paul Ricoeur diría las huellas, los documentos, los monumentos, las ruinas, las marcas, que se hacen presentes en el contexto de conexiones que mantenemos con estas fuentes, las fuentes privilegiadas por el pensamiento

complejo

son

la

experiencias social, la memoria social, sobre todo, la información obtenida de las prácticas y las acciones. El activismo tiene ante sí fuerzas compuestas en sus propias dinámicas simultáneas. Esta es la ventaja del activismo; lee, interpreta, fuerzas,

no

queda

atrapado

en

paradigmas, para deducir del modelo 11


teórico

explicaciones

de

hechos,

de

sucesos, de eventos sociales.

Volviendo a la crisis política, siendo un desenlace

en

el

periodo,

para

comprenderlo se requiere, por así decirlo, figurativamente,

entender

la

trama

tejida, textura posible en sus condiciones de

partida,

que

se

despliegan

como

hilvanados, aparentemente dispersos; sin embargo, el tejido los abarca, empujando desenlaces. Dicho de otra manera, la crisis política ya se encontraba como posibilidad en las condiciones de partida, en

las

condiciones

históricas;

los

de

despliegues

posibilidad de

estas

condiciones de posibilidad se dan en las prácticas dispositivos

sociales; de

sobre poder

todo,

los

tienen

la

disponibilidad de definir hilvanados, que 12


pueden convertirse en los ejes del diseño. Llama la atención que el pueblo, siendo el soberano, en la democracia formal, no despliegue

también

sus

hilvanados,

dejando al Estado que lo haga, de la forma

como

siempre

jerárquicamente,

lo

hace,

burocráticamente

“pragmáticamente”.

La

crítica

de

y los

ensayos va dirigida a esta inhibición del pueblo,

a

esta

pasividad

y

espera,

reaccionando cuando es tarde, por así decirlo;

crítica

a

su

conservadurismo

aterido. Estos ensayos convocan a los pueblos a liberar su potencia social, a soltar su creatividad, a inventar mundos, tal como los inventa la vida; no quedarse atrapados en único mundo hilvanado por las

estructuras

anacrónico, artificialmente,

de

poder,

fosilizado, convertido

mundo revivido en

una

13


monstruosa embarcaciรณn que nos lleva al naufragio. .

14


A la sombra de la Oligarquía “café con leche”

15


Hemos

hecho

perspectiva,

conocer

que

hemos

nuestra denominado

compleja, recogiendo la tradición reciente de

las

teorías

de

la

complejidad1;

comprendiendo su arqueología del saber, desde la teoría de sistemas hasta las versiones más elaboradas y compuestas, como es la teoría de la complejidad de Edgar Morin. En este sentido y desde estos enfoques, móviles y articulados, también

hemos

lanzado

algunos

postulados – haciendo uso y manteniendo estos enunciados estructurantes de la formación corresponde

discursiva a

la

heredada, episteme

de

que la

modernidad -. Entre estos postulados propusimos que no hay verdades, en el sentido atribuido por la filosofía, antigua

1

Ver Episteme compleja. https://pluriversidadoikologas.wordpress.com/2016/04/17/ episteme-compleja/.

16


y moderna, que tienen como substrato la concepción de verdad religiosa, de las religiones monoteístas. Que la teoría y la ciencia,

son

solamente

instrumentos

orientadores para la sobrevivencia; en el mejor de los casos, instrumentos de potenciamiento creativos. En condición de instrumentos,

son

cambiables

y

desechables, cuando dejan de servir.

Considerando este postulado, en relación al

desenlace

política

coyuntural

brasilera,

para

de seguir

la

crisis

con

el

análisis crítico, buscando la comprensión de la composición compleja singular de la formación social brasilera; podemos decir que nunca se deja de aprender. Por lo tanto, al no tener una verdad, sino solo descripciones, análisis, orientaciones e interpretaciones, desde la perspectiva de 17


la

complejidad,

hipótesis,

queda

tesis,

explicaciones

que

las

interpretaciones

y

sobre

claro las

relaciones,

estructuras, diagramas y cartografías del poder, no son, de ninguna manera, ni verdades,

ni

la

última

palabra.

Sino

aproximaciones a la complejidad singular del acontecimiento Brasil, así como de otro

acontecimiento

cultural singular.

social-político-

Por eso, es menester

volverse a preguntar sobre el poder, sus funcionamientos,

sus

dinámicas

y

mecánicas de fuerzas, buscando mejorar las apreciaciones a las que habíamos llegado.

En este sentido, vamos a tratar de proponer nuevas consideraciones sobre las

composiciones

y

combinaciones

singulares de los campos de fuerza, que 18


conforman la mecánica y dinámica de las fuerzas de las estructuras de poder en Brasil, que pueden servir también para el análisis de otras composiciones sociales complejas

singulares,

ciertamente composiciones

las

considerando

condiciones, y

las

combinaciones

singulares, en cada caso.

19


Consideraciones

sobre

la

crisis

política

1. Hay que visualizar el funcionamiento del poder, en su singularidad nacional; singularidad

que

articula

distintas

singularidades de las composiciones de poderes

locales,

micro-regionales

y

regionales. Las redes y circuitos de poder no acaban, obviamente, aquí. Esto

es

apenas

un

conjunto

de

enfoques, de recortes y selecciones, que nunca dejan de ser arbitrarias; aunque

útiles

en

la

configuración

imaginaria, simbólica y conceptual de la

interpretación

sinónimo

de

de

la

realidad,

complejidad.

Parece

menester hacer otras selecciones, que puedan

añadirse

a

las

anteriores,

20


avanzando en la configuraciĂłn de la complejidad. AsĂ­ como propusimos que uno de los mapas de dispositivos del poder son las relaciones clientelares, vamos a proponer

que

otros

mapas

de

de

poder

parece

que

dispositivos

tienen que ver con redes y mallas, relaciones y circuitos, de esquemas de habitus

y

de

comportamientos,

e

institucionalizados

estructurados

como verdades de grupos, de estratos, no solamente elitistas; por ejemplo, oligĂĄrquicos o burgueses. Estas otras redes

de

poder,

diagonalmente,

funcionan

comprometiendo

a

distintos estratos y diferentes clases sociales,

comprometiendo

y

articulando a sujetos ateridos a sus verdades, que no son otra cosa que 21


prejuicios

fosilizados.

En

otras

palabras, es el poder, concretamente, el

Estado,

con

todo

su

aparataje

institucional, el que está incorporado, inscrito

e

internalizado

en

las

estructuras subjetivas. 2. Hablamos

de

prácticas

sociales

instrumentalizadas

e

institucionalizadas, en la acepción de sentido común realizado en acciones. Prácticas

sociales

orientadas

prejuicios

arraigados.

Por

por

ejemplo,

hábitos de fraternidades de machos, que

tienen

descalificadora también

tiene

una de

la una

concepción mujer.

Así

concepción

estereotipada de la clase trabajadora, con toda la pluralidad diferencial que pueda conllevar. Pues como no han estudiado donde estudian los hijos de 22


la oligarquía, no han cumplido con los requisitos

jerárquicos

reconocimiento como

son

del

institucionalizado,

los

de

una

carrera

académica, definida en el cronograma valorado;

hasta

los

posgrado,

mejor

si

doctorado,

estudios se

mucho

posdoctorado.

Entonces,

de

logra

el

más

el

los

que

nacieron para gobernar, conciben a los nuevos

gobernantes,

devenidos

de

sectores populares, como ignorantes e inaptos

para

gobernar.

En

otras

palabras, solo los amos y patrones pueden gobernar. Olvidando que la garantía de lo que pretenden conocer, saber

y

tener

la

destreza,

es

solamente el título; que no es otra cosa que un aval administrativo y jurídico, que, en todo caso, solo puede garantizar que se ha cumplido. No 23


necesariamente que tiene un dominio sobre las materias, los tópicos y temas de sus estudios. Mucho menos que puede

usarlos

para

auscultar

la

realidad o los recortes de realidad. Hay,

obviamente

excepciones,

que

confirma la regla; esto corresponde a cuando,

fuera

de

administrativamente cronograma

cumplir con

académico,

el

se

ha

dedicado con esmero por comprender las

problemáticas

tratadas.

Se

ha

convertido en un investigador. Sin embargo, esta no es la regla, sino la excepción.

La

mayoría

de

los

profesionalizados considera que lo que ha aprendido y lo ratifica su título, es de por sí un reconocimiento de la jerarquía que ha logrado. Por lo tanto, es un personaje fuera de lo común, que merece respeto y reconocimiento. 24


En consecuencia, la sociedad debe agradecerle

sus

servicios

cuando

trabaja, mucho más si se sacrifica gobernando para el pueblo. 3. Si quedara, todo esto, en el ámbito de la “ideología” - aclarando que tampoco la “ideología” funciona aisladamente, sino

en

conexión

con

prácticas

e

instituciones -, los alcances de los efectos masivos serían menores. Sin embargo, la “ideología” - en este caso, reaccionaria

y

conservadora

al

extremo, machista, patriarcal, racista y pretensiosa, sin tener sustento, pues los conocimientos que saca a relucir son

elementales

acciones.

Lo

sentimiento

que

de

se

efectúa

hay

es

en un

sobrevaloración,

alimentado por prejuicios socialmente ateridos

e

institucionalizados.

En 25


consecuencia, las redes, las mallas, los circuitos

y

correspondientes

las

prácticas, a

habitus

anacrónicos conservadores, no solo se preservan, sino que funcionan como obstáculos

encarnados,

obstruyendo

posibilidades de cambio, incluso si este cambio se limita a las reformas.

4. ¿Qué es lo que más molesta a esta gente de jerarquía? ¿Qué gobiernen dirigentes sindicales? ¿Qué gobierne una mujer? ¿Qué gobiernen personas que tuvieron un pasado de “izquierda”, en

el

sentido

radical?

Puede

ser;

empero, lo que se hace más patente es que les molesta más es que estos nuevos gobernantes, descalificados de antemano por ellos, se atrevan a hacer, de manera plebeya, por así 26


decirlo, lo que ellos hacían de manera señorial. Hablamos de la corrupción. 5. No

está

tanto

en

cuestión

la

“ideología” que postulan los dirigentes sindicales, los y las que tuvieron un pasado de “izquierda” radical; pues, de

alguna manera, quizás por su

pragmatismo, consideran, en el fondo, que estos son discursos, hasta poses, pues cuando hay que gobernar hay que gobernar. En este tema, creen que

no

hay

otra

salida

que

el

pragmatismo. Lo que les afecta más entrañablemente es que los nuevos gobernantes aparezcan como señores, que se vistan como ellos, que gasten como ellos, incluso más que ellos; peor, aún que opten por prácticas paralelas, paralelas

como de

ellos.

Prácticas

poder,

no 27


institucionalizadas, que tiene que ver con

la

corrosión

corrupción.

Esto

institucional no

es

y la

aceptable.

Estas prácticas son un privilegio de la clase económicamente dominante.

6. Sin

embargo,

para

recurriremos

a

esquemática,

en

hacerlo la

fácil,

ilustración

aras

de

una

exposición pedagógica. Se da como una división del trabajo. Unos son los que

administran

beneficios

y

gozan

económicos

de

los

de

sus

monopolios, ya sea la tierra, emporios empresariales, dominios financieros; otros

son

los

que

administran

el

Estado. En estructuras de poder del Estado-nación más consolidadas o de mayor

tamaño

institucional,

esta

parece ser la regla; por lo menos, 28


como tendencia. Brasil sin contar con una larga tradición democrática, en su formalidad

institucional,

de

alguna

manera, ha matizado esta tendencia. Los

representantes

burguesía

y

de

necesariamente

la son

políticos

de

oligarquía, de

la

la no

clase

económica dominante. Generalmente corresponden a lo que se denomina, inadecuadamente, clases medias.

Se

trata de sectores, grupos, personas, de las clases medias, que tienen la peculiaridad de ser arribistas. A pesar de

que

blanden

esa

concepción

jerárquica de formación académica, no necesariamente

los

representantes

políticos de la burguesía han cumplido con el cronograma académico; es un ideal. La pobreza de sus actos habla de esto, la miseria de sus conductas, corroboran esto. Peor aún, cuando 29


hablan,

sus

discursos

son

deprimentes. 7. ¿Se

creen

realmente

salvadores?

¿Creen que salvan a Brasil de las garras del “bolchevismo” o, en otra acepción, creen que salvan a Brasil de la

corrupción

institucional?

y

la

Cuando

corrosión

ellos

o

sus

antecesores fueron los maestros de estos

estilos

políticos,

lastimosamente, gobernantes, sectores radical, Alumnos

que,

los

nuevos

devenidos

populares han que

o

de

de

la

los lucha

aprendido

rápido.

superaron

a

los

maestros. Parece que fuera así, por sus pretensiones dichas. Sin embargo, no está claro. En todo caso, creen que es fácil gobernar, cuando son ellos los que

gobiernan;

basta

aplicar

las 30


recetas, que se han convertido en hábito

de

neoliberales; difundidas

políticos

liberales

y

recetas

distribuidas

y

por

los

organismos

internacionales,

por

las

empresas

trasnacionales,

por

los

aparatos

“ideológicos” del orden mundial. No tardan en estrellarse con la realidad efectiva; empero, no van a revisar, por

nada

del

mundo,

sus

representaciones de la realidad, su “ideología”

conservadora.

Prefieren,

como los nuevos gobernantes, culpar a la

conspiración.

Solo

que

la

conspiración ha cambiado de bando y de color. 8. El funcionamiento de la crisis política no solamente abarca los ámbitos de la legitimación, de la institucionalidad, de las estructuras de poder del Estado31


nación, sino también las estructuras éticas y morales, de los esquemas de conductas y de prácticas.

Lo que

hemos llamado los síntomas de la decadencia. Esto ya lo dijimos en otros ensayos2. Lo que hay que añadir es que la decadencia es compartida por los

gobernantes

tradicionales,

derrocados en las elecciones, y por los nuevos gobernantes, que ganaron las elecciones,

por

lo

menos,

las

anteriores. Si bien también esto lo dijimos y lo que volvemos a remarcar es que la crisis alcanza al Estado; se trata de la crisis múltiple del Estadonación.

También

de

la

sociedad

institucionalizada, capturada por las maquinas del poder; no de la sociedad

2

Ver La decadencia. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/ladecadencia/.

32


alterativa, la sociedad efectiva, la que sostiene los ciclos vitales sociales. A lo que apuntamos es a que al compartir ambas

expresiones

encontradas,

las

progresistas, generalizada,

de no

políticas,

conservadoras la es

y

decadencia sostenible

el

argumento que unos, cualquiera, es mejor

que

los

otros,

el

enemigo;

incluso, en la versión matizada del mal menor3. 9. Dijimos que estas relaciones, redes, prácticas, de habitus, de conductas e imaginarios conservadores ateridos y anacrónicos anclados, son trasversales a la estructura social. Los sujetos 3

Ver Imaginación e imaginario radicales en devenir y dinámicas moleculares. https://pradaraul.wordpress.com/2016/04/17/imaginacione-imaginario-radicales-en-devenir-y-dinamicas-moleculares/.

33


sociales

y

subjetividades

se

encuentran distribuidos en toda la estructura social. Hay un contingente significativo, si se quiere, como la mitad de la población, que ha votado por estos diputados, representantes de la clase económicamente dominante. Obviamente,

no

todos

son

de

la

oligarquía, tampoco de la burguesía, así como de las clases medias altas; hay también muchos de las clases medias bajas, incluso hasta de la clase trabajadora y de los desocupados. ¿Por qué lo han hecho? Recogemos lo que aseveramos en otro ensayo, que los

progresistas

construyen

su

derrota4; primero, con sus conductas

4

Ver La paradoja conservadurismo-progresismo. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/laparadoja-conservadurismo-progresismo/.

34


pragmáticas,

su

realismo

político,

reduciendo al límite las posibilidades transformadoras, incluso en el alcance reformista. Después, en la medida que se inclinan por prácticas de poder paralelas, pasando de la convocatoria social a la extensión abrumadora de las relaciones clientelares. En tercer lugar,

cuando

sustituyen,

de

una

manera compulsiva, la realidad por la propaganda

y

la

publicidad.

Por

último, cuando desatan obsesivamente la expansión de la practicas paralelas de la corrupción. Entonces, la gente se cansa,

se

desencanta,

pierde

sus

expectativas; mucha gente opta por el voto

castigo,

no

importando

las

consecuencias.

35


10.

La crisis llega a fondo cuando se

retorna a los que gobernaron antes o se retorna a éstos en la versión de sus sucesores; se vuelve a aquéllos que desataron la expansión de la crisis social, la crisis económica, la crisis política,

en

los

alcances

desmesurados, que incitaron a los movimientos

sociales-antisistémicos.

Sin embargo, no es ninguna salida, mantener a los nuevos gobernantes, que a pesar de sus discursos distintos, de su “ideología” progresista, incluso a pesar de las medidas sociales, que beneficiaron

a

significativos

contingentes de la población, además de las medidas que favorecieron a la recuperación de la soberanía de los recurso naturales y de la economía nacional, son la otra cara del poder, de la

reproducción

del

poder;

por

lo 36


tanto, de las dominaciones. Forman parte de distintas versiones del orden mundial de las dominaciones, de la estructura hegemรณnica del sistemamundo capitalista.

37


La maquinaria del bio-poder

38


Cuando

hablamos

de

poder

no

imaginamos unas estructuras de poder edificadas en un afuera, externas, como una maquinaria, separada de la sociedad, que

actúa

contra

ella,

desde

esa

exterioridad. Esta es la imagen que, de alguna manera, ha sido compartida por la ciencia política, la filosofía política, las “ideologías”;

incluso

pretendidamente

críticas

“revolucionarias”.

y Si

bien, como concebimos, el poder solo se puede entender como economía política del poder, en el contexto complejo de la economía política generalizada, por lo tanto, como bifurcación, separación, del Estado respecto de la sociedad, hay que tener en cuenta que esta separación es imaginaria, institucionalizada.

aunque En

también realidad,

efectivamente, el Estado no se separa de la sociedad, sino, como también dijimos, 39


captura

parte

de

sus

fuerzas

para

reproducirse. Cuando más se dice que se separa – por ejemplo desde la tesis de Louis Althusser y la interpretación de Alain Badiou - es cuando, efectivamente, está más enraizado a la sociedad, por lo menos, en la sociedad institucionalizada5. Pues requiere de energía vital, requiere de la vida, requiere capturar energía de 5

Althusser y Badiou lo dicen, distanciándose de la tesis determinista de la concepción mecánica de la relación entre estructura económica y superestructura ideológica, política, jurídica y cultural, buscando explicar la función del Estado como instrumento de dominación. Esta interpretación de la autonomía relativa del Estado supone el contexto de la lucha de clases. En Acontecimiento político retomamos esta interpretación. Sin embargo, si bien ayuda a comprender la puesta en juego “ideológica”, institucional y política, no explica el funcionamiento mismo del poder, de las dominaciones, sus dinámicas moleculares. Revisar de Louis Althusser Maquiavelo entre nosotros. AKAL; Madrid. Así mismo, revisar de Alain Badiou Teoría del sujeto, también La revolución cultural. ¿La última revolución? Prometeo Libros; Buenos Aires 2009. Les conférences du Rouge-Gorge. Ver también Acontecimiento político. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/aconteciment o-politico-i/. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/aconteciment o-politico-ii/.

40


vida,

para

lograr

funcionar

como

maquinaria del poder. En este sentido, retomamos la tesis de Michel Foucault sobre

la

biopolítica

y

asumimos

la

interpretación de Antonio Negri y Michael Hardt, que proponen una diferenciación entre biopoder y biopolítica. Siendo la primera,

la

que

corresponde

a

las

dominaciones; siendo la segunda, la que corresponde a la espontaneidad de la vida; por este camino, a la potencia creativa6.

Por estas consideraciones, nuestra crítica giró hacia esa parte de la sociedad capturada,

atrapada

en

la

redes

del

6

Ver de Antonio Negri y Michael Hardt Commonwealth. The Belknap Press of Harvard University Press Cambridge, Massachusetts 2009. Traducción: Daniel Clavero. Akal; Madrid 2009.

41


poder, de las mallas institucionales del Estado. El poder, en todas sus formas, en todos

sus

engranajes

y

genealogías,

emerge de los cuerpos capturados. Estos cuerpos, en su relación con el poder, han constituidos

sujetos

adecuados

a

la

reproducción del poder, subjetividades afines a la reproducción del poder. Son como

los

acciones

cuerpos y

que

prácticas

constantemente,

las

que

ejecutan

las

reproducen,

relaciones

de

dominación polimorfas. Son los cuerpos que emiten los discursos de legitimación o que comparten esos discursos. Son también los que hacen circular y por donde circulan los imaginarios del poder, también

las

formas

de

pensamiento

social, por así decirlo, que interpretan el poder como si fuese la realidad.

42


Entonces,

hay

que

tener

otra

configuración del poder. No es externo a una sociedad interna. Es, por así decirlo, usando

provisionalmente

el

viejo

lenguaje, externo e interno, a la vez. El poder no solo puede ser descrito como genealogía, a partir de las genealogías de las

dominaciones,

sino

como

metamorfosis. Las instituciones, que van a convertirse en las mallas institucionales del Estado, son creadas por los mismos humanos, por la misma sociedad. Estas construcciones

y

edificaciones

institucionales, como estructuras y como organizaciones funcionales, se convierten, poco a poco, de instrumentos útiles en dispositivos de poder; por lo tanto, de dominación.

La

sociedad

institucionalizada elabora interpretaciones para

legitimar

esta

mutación.

Las

instituciones se fetichizan, sobre todo, el 43


conjunto de ellas, el Estado. Es cuando las

interpretaciones

“ideologías”,

que,

exposiciones

racionales,

conforman

aunque

pretendan

configuran

el

mito del poder, el mito del Estado, el mito del gobierno. Las instituciones se convierten en el principio y el fin; son, definitivamente, la “realidad” producida por el poder.

No

hay

que

considerar

esta

metamorfosis, como dada en el tiempo, en el ciclo largo de la historia, pues las instituciones ni el Estado tienen vida propia. Ocurre constantemente; el poder tiene

que

reproducirse

permanentemente, tiene que ser rehecho todos los días. Para que esto suceda requiere

que

reproduzcan

haya en

cuerpos sus

que

lo

prácticas

e 44


imaginarios.

Los

cuerpos

son

especializados; unos como funcionarios, otros

como

usuarios;

unos

como

gobernantes y administradores de la cosa pública, otros como gobernados. Unos, como

maestros,

“ideología”

los

estatal,

que

enseñan

en

todas

la sus

versiones, temas, tópicos y rubros; otros, como los que aprenden, los que escuchan y

son

inducidos

comparten

a

creer

en

lo

que

“ideológicamente”.

Ciertamente, esta división del trabajo de la reproducción del poder no queda ahí; continúa, pues la dominación no es única, homogénea y general, sino hay múltiples formas de dominación, distribuidas en la sociedad.

Esta

dominaciones

multiplicidad connota

de

múltiples

relaciones de biopoder entre Estado y sociedad. ilustrativa,

Para

dar

son

como

una

imagen

innumerables 45


cordones que conectan los cuerpos a los dispositivos de poder. Estos funcionan absorbiendo

vida,

canalizando

esta

capturando

vida,

energía

a

la

reproducción y expansión del poder.

Los sujetos sociales capturados por las mallas institucionales del poder no se ven como capturados, sino, mas bien, como beneficiados por instituciones del orden, del progreso, del desarrollo. Hay como una

satisfacción

de

establecer

esta

relación de biopoder; se da como un placer de formar parte de esta marcha histórica

y

civilizatoria.

No

pueden

imaginarse otra realidad posible, otro mundo mundo

alternativo. posible.

especulaciones imposibles

o,

Este

Lo

es

demás

delirantes, en

otras

el

único

o

son

utopías versiones, 46


radicalismos

soñadores,

románticos,

hasta irresponsables.

La configuración entonces se parece más a la de una conformación biotecnológica; entendiendo

tecnología

en

el

sentido

amplio como lo sugiere Foucault. Hay también tecnologías sociales, formas de organización,

de

estructuras,

de

diagramas, que se aplican a los cuerpos, buscando inducir sus comportamientos. Ciertamente, estas tecnologías de poder no

dejan

de

usar

las

técnicas,

las

tecnologías, en sentido restringido, como herramientas

específicas.

En

consecuencia, por esta vinculación, este conjunto de conexiones, entre cuerpos y dispositivos de poder, se refuerza la imagen de que el Estado vive, de que las mallas institucionales viven; tienen vida 47


propia. Pues, al chupar la sangre de los cuerpos vivos - diciéndolo en sentido metafórico -, sangre que circula por las venas artificiales de los aparatos del Estado, el gran vampiro, cobra vida, por así

decirlo;

más

bien,

la

portentosa

edificación fabulosa donde habitan los vampiros, que son fantasmas, es decir, imaginarios sociales, cobra vida.

En consecuencia, efectivamente, no hay separación entre Estado y sociedad; esto se da imaginariamente, como “ideología”; mito

sostenido

institucional,

por

que

imaginaria,

la

no

separación

deja

empero,

de

ser

funciona

materialmente. Para decirlo, de algún modo, la realidad efectiva del poder, que en

la

economía

política

generalizada

funciona como bifurcación, disociando lo 48


abstracto de lo concreto, valorizando lo abstracto, existe,

desvalorizando

funciona

lo

concreto,

efectivamente,

como

articulación imprescindible.

Esta configuración del poder, nos ha llevado a la interpretación de que la clave de la reproducción del poder se encuentra en los que lo padecen, al aceptar esta relación de subordinación, de delegación y de representación. Hay como un deseo del amo, de que ocurra así, de que se perpetúe

un

dominaciones. edulcorarse, de

Éstas

basado pueden

en

las

cambiar,

adquirir

democráticas; formas

orden,

mimesis

empero,

las

polimorfas

dominación

se

preservan.

Pueden, incluso cambiar las élites; parte de

los

que

gobernar.

eran

gobernados,

Empero,

la

ahora,

estructura 49


estructurante

del

perdura,

reproduce,

se

poder

se

conserva,

mutando

y

transfigurรกndose en sus mutaciones.

50


Diagonales del poder

51


La episteme de la modernidad, sobre todo, en ciencias sociales y humanas, ha concebido no solo esquematismos duales, desde

los

cuales

ha

interpretado

y

explicado el mundo, sino también ha configurado

como

completamente

estratos

separados,

espacios

absolutamente distintos, hasta tal punto que casi no se tocan. La más sugerente teoría, la que más ha hecho inteligible a las formaciones sociales, es la teoría de la lucha de clases. Esta teoría, en sus mejores versiones, ha podido observar y reflexionar sobre las entremezclas entre las clases sociales; por lo menos, en sus bordes.

Ha

podido

visualizar

las

dinámicas de la movilidad social. No así, como

las

versiones

ortodoxas,

consideran

que

clases

pertenecen

a

las

mundos

que

sociales

totalmente

distintos, que solamente se tocan en el 52


conflicto social. Sin embargo, a pesar de estas

dilucidaciones,

de

las

mejores

versiones de la teoría de la lucha de clases,

la

teoría

ha

seguido

manteniéndose en una suerte de cuadro rígido de las clases sociales, como si fueran

conglomerados

completamente

diferentes y fijados en una pirámide estática.

Ahora,

podemos

hablar,

contando con la experiencia social, en sus innumerables

realizaciones

singulares,

contando

y

formas

con

las

investigaciones sociales, que la realidad social

no

es

corresponde

a

ésta,

sino,

espacios

mas

bien,

yuxtapuestos,

imbricados, entrelazados, no solo por las dinámicas sociales,

sociales sino

y

las

porque

movilidades

distintas

clases

sociales pueden compartir “ideologías”, sentidos imaginarios

comunes, del

apegos

poder.

Por

a lo

los tanto, 53


haciendo una transversal diagonal en la supuesta estructura social clasificada y fijada, encontraremos espesores intensos compartidos por distintas clases sociales. Por

ejemplo,

culturales, relativos ateridas

espesores

de al

“ideológicos”,

prejuicios, machismo

como

la

de

como

los

o

creencias

las

religiones

monoteístas. Si bien pueden diferenciarse en la potestad económica, no se puede dejar de ver que, a pesar de situarse como

distintas

opuestas,

clases

pueden

económicas

en

el

sociales,

compartir mercado,

hasta

prácticas en

los

circuitos financieros, en el impulso a la acumulación

de

capital

y

en

el

exacerbado consumo inútil y banal.

Como puede verse, estamos, mas bien, ante cuadros, como paisajes sociales, por 54


así

decirlo,

como

visibilidades,

abigarrados. Quizás éste haya sido uno de los errores de la teoría de la lucha de clases;

a

pesar

de

su

perspicacia

histórico-política, al convertir la clase social en una esencia; por lo tanto, en un atributo metafísico, como si esto bastara para definir una práctica política, moral y ética.

La

historias

experiencia políticas,

contrario.

social

ha

Distintas

en

demostrado clases

las lo

sociales

pueden, mas bien, inclinarse a lo mismo, por

la

“conquista

del

poder”,

según

imaginarios apologistas de la violencia y del

oportunismo,

dominaciones

por

añoradas.

lograr Por

las

ejemplo,

dicho de manera más cruda, a solo “dar la vuelta la tortilla”, sin destruir las estructuras de poder, de dominación, coloniales y patriarcales. Lo que se llama conservadurismo, en sentido amplio, en 55


sus

distintas

manifestaciones,

es

compartido por distintas clases. No hay clase revolucionaria de por sí; por el hecho de pertenecer a tal o cual clase, sobre todo, subalterna. No hay, tampoco, exactamente, clase reaccionaria de por sí, aunque las clases dominantes tiendan regularmente

a

serlo,

defendiendo

el

statu quo. Lo que parece haber, más bien,

son

alianzas

inconscientes,

implícitas,

conservadoras,

que

comprometen a sectores de estratos de diferentes clases. Hay como una apuesta a mantener las reglas del juego, las estructuras

y

las

consolidan,

legitiman

instituciones, y

garantizan

que la

continuidad del poder; es decir, de las múltiples formas de las dominaciones. Ámbitos de poder, donde consideran se puede lograr la plasmación de las propias

56


expectativas,

circunscritas

al

egoísmo

trivial.

A pesar de sus buenas intenciones y la lucidez lograda por la teoría de la lucha de

clases,

propuestos, sustituirlo

no

logró

destruir por

la

sus el

objetivos Estado

asociación

y de

productores. No pudo porque no logró visualizar la complejidad de las luchas emancipadoras y libertarias. Si bien se puede considerar la lucha de clases como una

buena

acontecimiento

aproximación social,

quedó

al como

instrumento ineficaz para demoler las estructuras de poder y las estructuras de clases de la sociedad moderna. Al no tener una comprensión más clara de la complejidad

de

las

luchas

sociales,

políticas, culturales, decoloniales y anti57


patriarcales;

al

abigarrado

de

no

interpretar

los

frentes

lo y

enfrentamientos de las luchas, entonces, terminó por empoderar a personajes que tenían más parecido con los enemigos de clase que con los perfiles imaginados románticamente.

Hay quienes todavía creen que la teoría de la lucha de clases es la teoría por excelencia de las luchas sociales, de las emancipaciones

y

de

las

liberaciones

múltiples, de clase, indígena, nacional, de mujeres y de diversidades subjetivas. Aunque lo hagan con la mejor intensión, que es el de continuar las luchas; esta teoría, que ha ayudado mucho en el siglo XIX y XX en la organización de la rebelión social, se ha convertido, tal como está conformada, en un obstáculo para la 58


continuidad de las luchas. Continuación multitudinaria de las luchas plurales, por los mejores caminos, que no pueden ser otros

que

los

que

conduzcan

a

la

destrucción del poder, de la estructura de la desigualdad social, de la estructura de las

jerarquías,

del

orden

de

las

dominaciones, de la estructura y malla mundial del colonialismo heredado y de las

estructuras

institucionalizadas

del

patriarcalismo.

De ninguna manera se niega la evidencia de las luchas sociales; todo lo contrario. Lo que es imprescindible es tener un mapa

completo

actualizado, complejidad. claramente,

de

configurado Se con

trata

las en de

luchas, toda ver

enfoques

su más más

detallados, contra qué se lucha cuando se 59


lucha contra el poder y el sistema-mundo capitalista, que también debe ser llamado el

sistema-mundo

hemos

salido

colonial, del

pues

no

horizonte

del

colonialismo. Lo que ha pasado es que la geopolítica colonial ha mutado.

Si los mejores portavoces de la teoría de la lucha de clases, que son los activistas radicales, quieren honestamente destruir el poder y el sistema-mundo capitalista, que

comprende

cultural,

el

el

sistema-mundo-

sistema-mundo

político,

además del sistema-mundo colonial, que, mas

bien,

contiene

sistemas-mundos articulándolos,

o

deben

a los

todos

estos

atraviesa,

decidirse

en

el

dilema en el que se encuentran. Salvar a una teoría, ya agotada, como sacerdotes, elaborando

hipótesis

auxiliares

para 60


justificarla, como hacen los monjes en toda religión, o dejarla como herencia, de un pasado heroico, y abordar la tarea de teorías complejas de las luchas sociales en un mundo efectivo, que desborda precisamente por su complejidad.

Esto,

sobre todo, para mejorar la eficacia de las luchas sociales y de los movimientos sociales antisistémicos, así como de todos los pueblos del mundo en combate contra la dominación a secas de una hiperburguesía mundial.

Cuando las experiencias sociales políticas enseñan que los líderes pueden terminar formando parte de la misma estructura de poder odiada, el Estado, además de la geopolítica

del

sistema-mundo

61


capitalista;

cuando

las

propias

organizaciones sociales, que defendieron los

derechos

términos

del

económicos, marxismo

usando

los

militante,

así

como los derechos sociales, jurídicamente conquistados;

cuando

los

propios

“partidos revolucionarios”, que lucharon con tesón, durante el periodo de las resistencias;

terminan

mutando

hasta

convertirse en los mejores dispositivos de las estructuras de poder ateridas, solo que en condiciones de gobierno de una nueva élite, pero, nueva élite de lo mismo; entonces, estos son los síntomas de las falencias de una teoría, que hurgó en la llaga de la herida social. Para comenzar a lanzar hipótesis de interpretación, partida,

todavía

diremos

que

generales, lo

que

de

parece

enfrentarse son diagonales transversales 62


político-sociales-culturales, que cruzan la estructura social. Algunas diagonales, que logran

conformarse

partir

de

y

constituirse,

alteridades,

transgresoras,

prácticas

tendencias

económicas,

políticas

a

sociales,

y

culturales

alterativas, se enfrentan a una numerosa colección

de

transversales,

diagonales, que

se

también

inclinan

por

conservar los órdenes de relaciones de poder de las dominaciones múltiples. En pocas palabras, ciertamente pecando de esquematismo, pero, útil en la ilustración, podemos decir que lo que se enfrenta es la

sociedad

alterativa

a

la

sociedad

institucionalizada. Dicho en términos más teóricos,

incluso

más

metafóricos,

podemos decir que lo que se enfrentan son mundos posibles y alternativos, al mundo

real,

en

sentido

institucional,

63


afincado de manera anacrónica en un pasado fetichizado, que no olvida.

Muchos

de

compañeras estaban

nuestros de

en

conservadoras,

compañeros

lucha,

otras

realidad,

diagonales,

no

transgresoras,

en

las

y las

alterativas,

emancipadoras

y

libertarias. Se creyó que por el hecho de compartir una formación discursiva, una “ideología”, la interpelación a un enemigo común o varios, bastaba para considerar que compartíamos todo, es decir, todo lo que se refiere a la alteridad absoluta. Cuando se dio la ocasión, el momento de las pruebas, se evidenció, a todas luces, que

no

es

así.

Los

discursos,

la

“ideología”, el enemigo común, no eran más que algunos de los rasgos, que no podían,

ciertamente,

definir

las 64


características

completas

militantes

y

fragmentadas.

estas Como

de

estos

militancias

dijimos

en

un

ensayo anterior, no hay el revolucionario puro o absoluto; esto es un mito7. Lo que hay

son

decisiones

cruciales

momentos

cruciales.

Entre

en estas

decisiones, aprender y desprenderse de los

conservadurismos,

mantenemos.

Además,

que

todavía aprender

colectivamente, como pedagogía política de masas y multitudes.

7

Ver El mito del “revolucionario”. https://pradaraul.wordpress.com/2015/02/19/el-mito-delrevolucionario/.

65


Decadencia y gubernamentalidad liberal

66


Los grados más altos de la decadencia aparecen

cuando

se

manifiestan

los

síntomas del mayor desajuste, de la mayor

disyunción,

disociación,

con

comúnmente

la

lo

de

la

que

mayor

consideramos

realidad,

que

para

nosotros es sinónimo de complejidad. El Nuevo gobierno de Michel Temer, el reciente presidente interino del Brasil, evalúa la posibilidad de vender acciones de

empresas

compañía

públicas,

de

incluyendo

correos,

así

la

como

propiedades estatales de compañías de transporte, energía y seguros.

Esta

proyección privatizadora, como ya se conoce, desde la perspectiva neoliberal de

transferir

al

sector

privado

estas

acciones y estas compañías estatales. Lo que se conoce como el ajuste estructural privatizador, globalizado por el mundo, con

el

apoyo

de

los

organismos 67


internacionales

del

orden

mundial;

contando con connivencia del impulso concomitante

del

sistema

financiero

internacional; es decir, en el contexto de las centralidad y acumulación de la hiperburguesía

mundial,

que

domina

el

mundo. El gobierno interino de Michel Temer está elaborando

una

lista

compañías

estatales,

de

empresas

con

objeto

y de

privatizarlas. De esta manera, volver a lo mismo

de

antes

progresistas” economía

del

nacional

de

los

PT; no

“gobiernos

entregar solo

a

la

manos

privadas sino a empresas trasnacionales. La imaginación de los herederos de la “oligarquía café con leche” no llega a más.

Solo pueden concebir un Brasil

subalterno,

incluso

como

potencia

emergente en la geopolítica del sistema68


mundo capitalista; por lo tanto, en la geografía

política

de

los

centros

hegemónicos del poder y de la economíamundo. La mentalidad de estos herederos de

los

esclavistas

y

hacendados

cafetaleros es sumisa al orden mundial, impuesto

por

los

oligopolios

trasnacionales. Para ellos, el Brasil se encuentra

circunscrito

extractivista

colonial

al

del

modelo

capitalismo

dependiente. Incluso, en el caso, que parte de ellos, la burguesía industrial, que estaba, mas bien, más cerca del PT, apunta a consolidar la característica de potencia

industrial.

Como

lo

dijo

Francisco de Oliveira, no se trata de que se pase por la revolución industrial y la revolución

cibernética,

sino

de

la

composición misma de la economía. Para Oliveira,

Brasil

no

dejó

de

ser

una

formación económico-social ornitorrinco; 69


es

decir,

una

mezcla

alucinante

de

mamífero y ovíparo. Pues, a pesar de las revoluciones

industriales,

tecnológicas,

científicas y cibernéticas, el peso de la economía, de la estructura económica, gravita en el extractivismo8.

Los

representantes

de

la

burguesía,

predominantemente comercial,

financiera,

especuladora,

ligada

al

latifundio, exceptuando a la burguesía industrial, mucho

muestran más

anteriores

características

restringidas

representantes

de

que la

los clase

económicamente dominante, anteriores a los

gobiernos

patéticos

del

PT.

comediantes,

Parecen que

unos

intentan

8

Francisco de Oliveira: El neo-atraso brasilero. Siglo XXICLACSO.

70


articular un discurso, para justificar su presencia fraudulenta en el gobierno, después

de

iniciado

el

juicio

de

impedimento a Dilma Rousseff. ¿Por qué lo hicieron? Lo que dicen los voceros de los “gobiernos progresistas” de América Latina y de la “izquierda” reformista, que se trata de un golpe congresal; que más parce una típica astucia criolla. Astucia perpetrada usando tecnicismos jurídicos, a la usanza más leguleya. Que en todo caso,

por

medida

las

desproporciones

tomada

por

el

de

la

Congreso,

patentiza un despropósito político. Lo que llama la atención es que, siendo el motivo efectivo el escándalo estruendoso y

de

magnitud

de

la

corrosión

empresarial y la corrupción en torno a PETROBRAS,

donde

no

solo

estaba

involucrado el gobierno, sino también la 71


llamada “oposición”, sobre todo, entre ambos,

los

actuales

flamantes

gobernantes interinos, se derive en un juicio menor, marginal, que no debía haber tenido las consecuencias que ha tenido. No se justifica la destitución, tomando la acusación efectuada. Rousseff fue suspendida como presidenta, después de que el Senado aprobó someterla a un juicio político por cargos de violar leyes presupuestarias. relevada

de

La su

mandataria cargo

fue

por

su

vicepresidente, Michel Temer9.

Carla Guimarães, columnista de El País, escribe:

9

Ver el artículo de redacción Brasil evalúa vender activos públicos. El País. 16 de mayo, 2016.

72


Los grandes medios de comunicación de Brasil, que pertenecen a un pequeño grupo de familias, crearon lo que se podría

llamar la

dramaturgia

“impeachment”: existe

un

del

Gobierno

corrupto, el pueblo pide su dimisión en las

calles,

el

Congreso

derriba

a

la

presidente y Brasil vuelve a ser el país del futuro. Para esos medios, el PT no solo era el culpable de la corrupción, sino la causa de todos los males de Brasil. Patricia (se refiere a su prima con la que nunca estuvo de acuerdo) no podía estar más de acuerdo con ese guion. Ella y otros miles de brasileños salieron a las calles vestidos con los colores de la bandera para luchar contra la corrupción y exigir la salida del PT. Cada vez que Dilma hablaba en la tele, Patricia cogía 73


una cacerola y se ponía a protestar desde su ventana. La historia narrada por los medios y defendida en las calles era casi perfecta, si no fuera por un pequeño detalle: Dilma no está acusada en ningún caso de corrupción. Sin embargo, muchos de los responsables por llevar adelante su proceso de “impeachment” sí lo están. Es el caso del expresidente del Congreso, Eduardo

Cunha,

del

presidente

del

Senado, Renan Calheiros, y del propio vicepresidente, Michel Temer. Este último fue condenado por el Tribunal Regional Electoral

de

São

Paulo

por

hacer

donaciones de campaña por encima del límite legal y no podrá postularse a ningún cargo público en un periodo de 8 años. Temer acaba de ser nombrado

74


presidente interino de la República de Brasil10.

¿Lo hicieron para salvar sus pellejos? ¿Por qué encontraron la oportunidad en plena crisis? ¿Por qué los herederos de la “oligarquía café con leche” decidieron empujar, desde hace un buen tiempo, el cambio de ruta del gobierno? ¿Por qué los socialistas

reformistas

del

PT

construyeron su derrota? No se puede responder, a ciencia cierta, como se dice, estas

10

preguntas.

Quizás

todas

estas

Carla Guimarães: Érase una vez un país llamado Brasil. El

País; 16 de mayo, 2016.

75


tendencias,

inherentes

al

proceso

de

crisis múltiple, política, institucional y económica, hayan incidido en conjunto; cada tendencia aportando con su cuota. Dejaremos que las respuestas las den investigaciones descriptivas y analíticas, correspondientes. Lo que queda claro, es que asistimos a los síntomas evidentes de la

degradación

extrema

de

la

clase

política.

La autora del artículo citado dice: Quizás uno de los mayores errores del partido de Dilma y Lula fue haberse dejado absorber por la política tradicional brasileña. Después de tantos años en el poder, el PT ya no era tan cercano a los movimientos sociales que le apoyaron y 76


estaba dedicado de lleno al juego político. Dilma ganó las últimas elecciones con el apoyo del PMDB de Temer, Eduardo Cunha y Renan Calheiros. Un partido de derechas que siempre estuvo cerca del poder y que ahora ha encontrado la manera de tomarlo11.

Lo que parece insólito, pero, no lo es, es que

el

partido

aliado

del

gobierno,

además, nada más ni nada menos, que el vicepresidente,

fueron

los

que

conspiraron contra Dilma. Esto es parte del anecdotario de las historias políticas de América Latina. Lo que no deja de sorprender es que el pueblo, a pesar de haber salido a las calles a defender a la 11

Ibídem.

77


presidenta, frente a la tramoya gris de la tradicional clase política, angurrienta de poder,

a

cualquier

costo

y

usando

cualquier medio, se haya dejado, al final de

cuentas,

escamotear

por

estas

astucias criollas. Sobre todo, después de haber

ganado

elecciones,

consecutivamente

llevando

al

poder

posteriormente,

manteniéndolo

poder,

un

durante

largo

al

las PT;

en

el

periodo

de

gestiones de un gobierno catalogado de “progresista”.

El

gobierno

interino

de

Temer

es

inconstitucional, por más encubierto que esté

este

hecho,

por

el

barniz

del

tecnicismo jurídico, que sacó a Dilma Rousseff. En la Constitución no está contemplada una medida como ésta para 78


el caso tratado, por cargos de violar leyes presupuestarias.

A

todas

luces,

su

destitución adolece no solo de legitimidad sino también de legalidad, incluso de institucionalidad. La situación de este gobierno interino es como la de un gobierno de facto; decimos esto, a pesar de no compartir la interpretación de la “izquierda” reformista, de que se trata de un “golpe congresal”. Es un gobierno irregular,

para

decirlo

suavemente.

Sensatamente, lo que queda, incluso para salvar las apariencias formales de la democracia institucionalizada, es pedir la renuncia

de

este

gobierno

irregular.

¿Llamar inmediatamente a elecciones? ¿Restituir a Rousseff, hasta que culmine su mandato? parte

del

¿Medidas radicales por pueblo,

que

opta

por

profundizar la democracia, en sentido participativo, incluso apuntando a los 79


autogobiernos? Estos temas son los que tiene que resolver el pueblo mismo. Lo importante es que lo que se haga sea parte

de

consensos

democráticos,

participativos,

reflexivos

multitudinariamente Transparentar

lo

y que

PRETROBRAS,

buscando,

nacionalización.

Pues

es

autocríticos. ocurrió

con

su

re-

uno

de

los

pivotes del “desarrollo” y el “crecimiento” económico de la potencia emergente.

En otras palabras, nuestra perspectiva política es la siguiente: los pueblos no tienen por qué seguir tolerando estas conductas de la clase política; la del tecnicismo grotesco de destitución, la de la corrupción generalizada en toda la clase política, progresistas y neoliberales, 80


incluyendo

a

conservadores;

las

demagogias de unos y de otros. Así como las comedias estridentes, de unos y de otros. El pueblo debe tomar en sus manos, como corresponde, el ejercicio de la democracia; pues eso quiere decir democracia,

gobierno

del

pueblo;

es

decir, autogobierno del pueblo.

Como dijimos en otro texto12, lo que llama la atención es que la atmósfera donde ocurrió la destitución de Dilma Rousseff es enardecida por el caso de corrupción de PETROBRAS, donde están metidos todos, “derechas” e “izquierdas”;

12

Ver Apuntes sobre la crisis política de Brasil. https://pradaraul.wordpress.com/2016/03/19/apuntessobre-la-crisis-politica-de-brasil/.

81


sin embargo, no es esto lo que se juzgó, se investigó e indujo a tomar medidas. No convenía, pues, como todos están involucrados, sobre todo, los acusadores de Dilma Rousseff, entonces, el juicio quedó

anclado

problema.

Por

en

un

cierto,

fragmento no

el

del más

importante, sino el menos significativo, ya que todos los gobiernos anteriores hacían lo mismo; prestarse dinero para cubrir huecos presupuestarios.

Carla Guimarães escribe:

A pesar de la decepción con el PT, en los últimos

meses,

miles

de

personas

salieron a las calles para denunciar el golpe. Algo que no estaba en el guion 82


redactado

por

los

grandes

medios.

Movimientos sociales, sindicatos, líderes indígenas, personalidades del mundo de la

cultura

orígenes contra actos

y

ciudadanos

sociales

se

de

manifestaron

del “impeachment”, en a

lo

largo

distintos

del

país.

en

diversos El

color

predominante en esas protestas era el rojo, a diferencia del verde y amarillo que dominaban las marchas anti-Dilma. Yo participé en una manifestación en Madrid. Éramos cuatro gatos protestando en Sol, pero teníamos la sensación de formar parte de algo mayor. Nos sentíamos parte del enorme movimiento de lucha por la democracia que está tomando Brasil. Más que las siglas, nos unía la indignación de ver a tantos políticos involucrados

en

casos

de

corrupción

votando a favor del “impeachment” de la presidente en nombre, paradójicamente, 83


de la lucha contra la corrupción. También nos unía la sensación de que el Gobierno de Dilma no estaba siendo juzgado por sus errores, sino por sus aciertos. Durante los 12 años de gobierno del PT cerca de 40 millones de personas salieron de

la

pobreza

históricamente

y

la

excluida

población

ganó

espacio

dentro de la sociedad. El partido cambió una historia de más de 500 años de desigualdad. Quizás por ello, ganó cuatro elecciones seguidas. En las últimas, la derecha se dio cuenta de que le costaría mucho recuperar el poder en las urnas y decidió tomarlo a través de un proceso aparentemente

legal,

pero

tremendamente injusto. Los que asumen ahora

el

Gobierno

representan

los

intereses de los grandes latifundios, la industria

de

las

armas,

las

iglesias 84


evangélicas y quizás de muchos políticos y grandes empresarios a los que le vendría bien que las investigaciones de los casos de corrupción, como el de PETROBRAS, fuesen finalizadas sin mucho revuelo y sin grandes repercusiones13.

Carla Guimarães lo dice, el error es haberse dejado absorber por la política tradicional brasileña; también expresa: el PT

ya

no

era

tan

cercano

a

los

movimientos sociales que le apoyaron y estaba dedicado de lleno al juego político. Extendiendo

la

pregunta,

respecto

a

todos los “gobiernos progresistas”, ¿por qué se dejan absorber por las prácticas de la política tradicional? Como se puede leer en los ensayos difundidos, para 13

Ibídem.

85


nosotros esto pasa porque no se sale del círculo vicioso del poder. No se da el problema

porque

“traicionan”

los

encumbrados líderes populares y sociales, como

cree

la

“izquierda”

tradicional

radical. Esto es como caer en una de las versiones de la teoría de la conspiración, que

nos

resulta

muy

esquemática,

simplista y hasta dramática, convirtiendo la

realidad

política

en

juego

de

dispositivos de conspiración. Para que pueda suceder esto, la realidad tendría que reducirse a la dimensión plana, sin espesores, donde solo cabe tramas, por así decirlo, de dibujos animados. Nadie, ni grupos, ni agencias de inteligencia, ni gobiernos,

por

más

poderosos

que

puedan ser, puede controlar todas las variables - por así decirlo, usando un término conocido - de la complejidad, sinónimo de realidad. Por otra parte, la 86


complejidad dinámica de la realidad, no puede

ser

reducida,

ni

siquiera

representada, a dos dimensiones, como para

hacer

simplista

caber

como

una la

versión

teoría

de

tan la

conspiración.

La

tragedia

de

los

“gobiernos

progresistas” es que son marionetas, aunque no lo quieran, tampoco lo crean, de las fabulosas máquinas de poder, de la economía-mundo y de la guerra; es decir, de estructuras de poder estructurantes de la

política

oficial,

institucionalizada;

practicada por los Estado-nación, en el contexto de la geopolítica del sistemamundo capitalista. Solo pueden moverse dentro

de

determinados

definidos

por

cruzarlos

es

el

orden

tomado

márgenes, mundial. como

El una 87


transgresión a este orden mundial. Los líderes se ilusionan con que controlan el poder, el Estado, el gobierno. Esto no ocurre, tampoco puede ocurrir, menos en estos “gobiernos progresistas”, que solo han atinado a tibias reformas, dejando intacta la estructura de poder heredada. En gobiernos que cruzaron los límites de los márgenes trazados, por ejemplo, los gobiernos del socialismo real, también ocurrió

algo

parecido,

aunque

más

trágico, por la apuesta que se puso en juego;

la

económica,

trasformación política

y

social, cultural.

Recurriendo a un Estado de transición, la dictadura

del

proletariado,

hacia

la

sociedad sin clases. En este caso, más complejo y profundo, por lo tanto, más comprometedor y demoledor, no se salió del círculo vicioso de poder porque, se bien se cambió el Estado y las reglas 88


económicas nacionales, no se pudo salir del

horizonte

del

sistema-mundo

capitalista;

reproduciendo,

paradójicamente, en el socialismo real, el modo de producción capitalista.

Hemos aprendido de las historias políticas de la modernidad, que es el horizonte cultural del sistema-mundo capitalista, por

lo

tanto,

integrado, tienen

que

que

sistema las

globalizado,

transformaciones

alcanzar

la

esfera

horizontes del mismo mundo. quiere

decir

que

no

se

sin

Esto no comiencen

cambios en cualquier lugar donde se pueda. De ninguna manera. Lo que no se puede

hacer

es

confundir

estas

modificaciones locales como si fuesen el fin de la historia, que es el sentido “ideológico” transmitido por los discursos, 89


antes, socialistas, después populistas, y, ahora, por los progresistas. Lo grave, para decirlo más severamente, es creer que se puede transformar con la misma maquinaria del poder, el Estado, como si solo se tratara de usar de otro modo esta herramienta de dominaciones. Lo patético es

ver

a

los

líderes

populares

y

progresistas imitar los comportamientos de la clase política derrocada; desde sus vestimentas, aunque adquieran un toque folclórico, hasta sus modales, sus estilos, incluso sus prácticas. síntomas

del

Estos ya son

alejamiento

de

estos

“gobiernos progresistas” respecto de los movimientos sociales antisistémicos, que son la potencia social, que llevó al poder a estos gobiernos.

90


Hay como una intuición enunciada, en discursos

convocativos,

revolucionarios

del

siglo

por

los

pasado,

los

heroicos, no los imitadores; esta intuición es

que

una

revolución

no

puede

detenerse, como la política, en sentido pleno; como la democracia, en sentido absoluto,

no

se

Cuando

ocurre

político,

el

de

detiene, este la

desborda.

acontecimiento revolución,

la

transformación en explosión, en devenir, no puede detenerse, pues tiene que desmantelar maquinaria

no del

solo

la

Estado,

fabulosa maquinaria

milenaria, sino milenios de dominaciones ateridas;

trayectorias

de

genealogías

institucionales, que inscribieron en los cuerpos estas dominaciones. El reducir las tareas revolucionarias a medidas, promulgadas por el gobierno, es una de las más turbadoras inocencias de estos 91


pregoneros del socialismo por decreto, de la descolonización por decreto, de la independencia por decreto. Esta inocencia es, nuevamente, reducir las tareas de transformación estructural, institucional y subjetiva, al plano, donde solo caben dibujos animados.

La pregunta que parece pertinente es esta: ¿Los “revolucionarios” tomaron en serio las tareas que se tenía delante? Obviamente, no solamente como partido, pretendida

vanguardia,

sino

como

sociedad, por lo menos, parte de la sociedad explotada, que es la mayoría. ¿O se dejaron seducir por los cantos de sirena del poder? La tragedia de los bolcheviques, después del acto heroico de enfrentar a la realidad y la historia, inventando

otras

condiciones

de 92


posibilidad, es que al toparse con las grandes dificultades de la transformación social, política, económica y cultural, no encontraron otra salida que el recurrir a la violencia, para forzar los procesos inherentes

a

la

realidad,

como

complejidad. Con esto, no solo imitaron a los

amos,

patrones,

terratenientes,

burgueses, derrocados, sino que cayeron en

un

anacronismo

conservador

de

envergadura, el Estado policial.

Sin

pretender

dictatorial

de

justificar los

esta

actitud

bolcheviques,

que,

ciertamente, tuvieron que defenderse de la invasión imperialista, por todos los lados,

por

todas

las

fronteras,

esta

experiencia social política formó parte de las duras lecciones. Lo extraño es que en vez de aprender, corregir los errores, los 93


partidos

“revolucionarios”,

vanguardias,

se

pretendidas

apegaron

a

la

“ideología”, defendieron a los gobiernos bolcheviques,

defendieron

al

Estado

policial, a pesar que precisamente los errores cometidos fueron la causa de la caída de los Estados del socialismo real de la Europa oriental. En otras palabras, se prefirió no aprender y seguir adelante, repitiendo el libreto.

El perfil de los “gobiernos progresistas” es más bajo; no llegan a tanto. No transforman el Estado, usan el Estadonación,

burgués,

colonial,

subalterno,

para, disque, transformar la sociedad y liberar a los pueblos. Lo terrible, que vuelva a ocurrir por enésima vez lo que ya ocurrió antes, es que el pueblo, que se ha rebelado, y cambiado la correlación de 94


fuerza,

llevando

al

expresiones

políticas

progresistas,

también

poder

a

estas

populistas cree

en

y esta

ilusión, de que se puede usar el Estado para transformar. Entonces hay como una

retroalimentación

de

la

misma

ilusión, compartida por los gobernantes y gran parte del pueblo. Solo cuando ya no se puede ocultar lo mal que van las cosas, parte del pueblo se sorprende; en principio atina a corregir el curso político; después,

puede,

al

sentirse

desencantado, asumir una indiferencia preocupante o comenzar a resistir al nuevo gobierno, que se parece en mucho a los gobiernos pasados. Esta reacción popular visto,

puede en

el

derivar, voto

como

castigo

hemos a

los

progresistas.

95


¿Se trata de castigar a los progresistas? Ni de castigarlos, ni de defenderlos. La pregunta es: ¿Por qué el pueblo, con toda la pluralidad, con toda la multiplicidad, de sus

singularidades,

con

todas

las

diferencias que caben, no toma en sus manos

la

responsabilidad

de

la

democracia? Dicho de otra manera: ¿Por qué delega sus voluntades singulares, para no hablar de la voluntad general; por qué opta por la representación, que nunca, obviamente lo va a representar? Siguiendo

con

la

redundancia

de

la

pregunta: ¿Por qué transfiere parte de su fuerza política, otorgando poder a los representantes, al gobierno, al Estado? ¿No hay de otra? ¿Esas son las únicas reglas del juego democrático que se puede

seguir,

la

delegación

y

la

representación? ¿El mundo político es tan reductivo? 96


Recurriremos a la crítica de Emmanuel Kant, aquella que tiene que ver con la razón,

podríamos

política,

cuando

decir, dice

práctica

que

la

o

única

autoridad es la razón, que se debe asumir el uso crítico de la razón. Por cierto, no compartimos iluminismo nuestra

el

y

elogio

de

la

posición

de

razón es,

Kant

del

abstracta;

más

bien,

reincorporar la razón al cuerpo, a la fenomenología de la percepción; hacerla, por lo tanto, potente y con incidencia; además, integrada a la experiencia y a la memoria. Pero, no olvidemos de cuando escribió

Kant

sus

críticas,

como

vislumbrando todo el horizonte de la modernidad. enunciado

Por es

otra valioso,

parte,

este

por

sus

implicaciones con la libertad, con el uso 97


de la razón, también con la democracia. Si, al mismo tiempo, le añadimos eso de la razón integrada al cuerpo y a la percepción,

entonces,

el

alcance

es

mayor.

En

pocas

palabras,

podemos

decir,

llevando al extremo la pregunta: ¿Por qué el pueblo no quiere ser libre? ¿Por qué no quiere asumirse? ¿Por qué delega esta responsabilidad del ejercicio pleno de la democracia, que no puede ser otro que el de la auto-conducción? Éste parece ser el nudo gordiano de la problemática política, circunscrita en los límites institucionales de la democracia formal, por lo tanto, de la democracia simulada.

98


No con la pretensión de responder estas preguntas, que solo se pueden responder con investigaciones en profundidad, en el contexto

de

la

complejidad,

también

auscultando a fondo la experiencia social, contando con todas sus singularidades, vamos a sugerir algunas hipótesis, con el ánimo

de

abrir

senderos

reflexivos,

induciendo a efectuar las investigaciones de las que hablamos.

99


Hipótesis sobre las subordinaciones ateridas

1. Parece que estamos ante un conjunto de restricciones impuestas. En primer lugar,

ciertos

culturales,

condicionamientos

políticos,

económicos

y

sociales. No hablamos de condiciones de

posibilidad,

sino

de

condicionamientos. En este sentido, los condicionamientos son, mas bien, inducidos;

elaborados

construidos

en

yuxtapuesta humanos.

de En

previamente,

la los

artificialidad espaciamientos

segundo

lugar,

los

diagramas de poder, que se inscriben en

la

superficie

del

cuerpo

como

historia política, que se adhieren al cuerpo,

haciendo

constitución

de

emerger

sujetos.

En

la tercer 100


lugar, las dominaciones se plasman en esquemas

de

subordinación,

conductas de

de

sumisión,

de

renuncia. En cuarto lugar, la sociedad institucionalizada geografía

social

espacialmente

conforma donde

el

se

ejercicio

una plasma y

las

consecuencias de estas dominaciones. El poder se hace geografía. En quinto lugar,

todo

esto

se

interpreta,

socialmente, como que “son así las cosas”, “esa es la cruda realidad”; por lo tanto, la “ideología” funciona como intérprete del mundo, de la realidad. 2. En consecuencia, estamos ante ciclos de retroalimentación, regeneración y reproducción del poder, en distintos niveles,

planos

y

espesores

de

intensidad constitutivos.

101


3. Cuando

el

pueblo,

una

parte

del

pueblo, la mayor parte del pueblo, se rebela, es cuando pone en evidencia la fragilidad de este sistema complejo del poder. Por otra parte, puede que sus funcionamientos,

los

del

sistema,

entren en crisis, y es cuando se hace evidente

la

cosificaciĂłn,

la

fetichizaciĂłn, del sistema. 4. Sin embargo, el sistema de poder por

asĂ­

decirlo,

provisionalmente,

mientras tanto - puede regenerarse, reconstituirse, reconstruir

mutarse. el

poder

Puede alterado,

mediante nuevos pactos, conformando otras instituciones acopladas, incluso mejorando las anteriores, en el marco de la reproducciĂłn del poder.

102


5. Se entiende que en los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX, se haya interpretado

las

crisis

del

sistema

como agonías del sistema, estimando su acabose defectivo. Sin embargo, ya avanzado

el

sostenibles mucho

siglo estas

menos

XX,

no

eran

interpretaciones;

en

el

siglo

XXI.

Entonces, ¿Por qué se persiste en este pronóstico? Tal parece que no se quiere salir de la inclinación por la cosificación, por el fetichismo, por la “ideología”. ¿Por qué es más fácil auto-engañarse que mirar cara a cara la realidad, para decirlo de manera figurada? ¿Por qué ya somos sujetos constituidos por el poder, por lo tanto, no

es,

de

ninguna

escapar

de

sus

manera,

telarañas,

de

fácil sus

redes? No vamos a responder estas 103


preguntas sugerir

difíciles;

la

pueblo,

pero,

siguiente

parte,

vamos

a

impresión:

el

mayoría,

es

la

corresponsable de que se siga, como sociedad

institucionalizada,

en

el

círculo vicioso del poder. 6. Ciertamente el pueblo no es un sujeto, sino multitudes. No se puede hablar de responsabilidad de todos; estos son los

usos

metafóricos

transfiriendo

del

el

lenguaje,

acontecimiento

individual a acontecimientos masivos. En

todo

caso,

la

responsabilidad,

efectivamente dada, es individual, por así decirlo. Sin embargo, los efectos masivos,

molares,

en

la

sociedad,

ocasionan consecuencias inesperadas, no controladas. La responsabilidad, en sentido figurativo, aunque extendida a

104


la población, es, de todas maneras, ineludible.

7. Tampoco, en este caso, el de la población, parte o la mayoría, hay culpabilidad. No hay culpables, salvo para la consciencia del resentimiento de

las

religiones

monoteístas,

inoculada en los pueblos. El pueblo, para

seguir

correspondiente

con

este

al

concepto,

concepto

de

voluntad general de Rousseau, es la constelación

corporal

viviente,

atravesada por técnicas y tecnologías de

poder,

inscritas

en

el

cuerpo.

Aunque, como dijimos, al hablar de la sociedad alterativa, parte del pueblo escapa,

como

líneas

de

fuga,

del

control y la vigilancia del Estado. El pueblo, como referente político, es 105


materia y objeto de poder de la política,

en

tomándola

sentido como

restringido,

cartografías

y

ejercicios pragmáticos del poder. El pueblo

es

convertido

en

voluntad

general; es decir, en una voluntad única, aval

homogénea; de

la

supuestamente

democracia

formal,

paradójicamente, hecha del vaciado del contenido concreto, efectivo, de las voluntades singulares del pueblo. Esta es la pretensión del poder, el lograr este objetivo. Empero, no es tan fácil, pues la corporeidad multitudinaria del pueblo, sus espesores singulares, sus ámbitos diversos de relaciones, sus ecologías saberes,

sociales,

psicológicas,

compartiendo

con

de las

ecologías vitales de la biodiversidad, no es abarcable por las herramientas específicas del poder.

Aunque pueda 106


parecer que lo hace, por lo menos, “ideológicamente”, ésta es una ilusión, que dura lo que dura un periodo o, en el mejor de los casos, una era; pero, ¿qué

son

estos

lapsos

ante

las

estructuras de larga duración de las formas

de

vida?

¿Qué

es

esta

interpretación,

esta

narrativa,

apologética

poder,

ante

del

las

gramatologías, inscripciones, señales, marcas, de la complejidad ecológica del planeta? Poca cosa, por cierto. 8. No es que el poder no afecta a la corporalidad del pueblo; lo hace. Las consecuencias

son

lo

que

ya

describimos y comentamos. El poder requiere

rehacerse

constantemente,

depende de la absorción de vidas; en cambio, la vida está programada, por así

decirlo,

es

espontánea.

La 107


combinación

entre

filogénesis

y

ontogénesis hacen a la vida creativa y paradójica. La vida siempre encuentra una salida para seguir creando. En cambio, el poder, solo puede repetir recurrentemente lo mismo, cada vez más queda más anacrónico respecto de la complejidad.

9. La subordinación como relación de dominación, es una larga construcción institucional. No se trata de un solo diagrama de poder, que se incrusta en los cuerpos, sino varios. El cuerpo es invadido

por

diagramas

religiosos,

morales, patriarcales, de castigo, de vigilancia, control,

de

disciplinamiento,

colonial

y

otros.

de La

subordinación es como el resultado del

108


conjunto

de

estas

modulaciones

y

ortopedias de los diagramas de poder. 10.

El pueblo, que no es pueblo, como

el concepto indica, unidad homogĂŠnea, voluntad general, sino multitudes en movimiento, conglomerados sociales dinĂĄmicos, conjunciones cambiantes, composiciones

en

constantes

desplazamientos, se encuentra entre el

devenir

vida

y

las

reducciones

institucionales, que lo convierten en materia manipulable del poder.

109


Realismo polĂ­tico de la oligarquĂ­a

110


A lo largo de las historias políticas de la modernidad

en

el

mundo,

se

han

patentizado los comportamientos, sobre todo, de aquéllos que tienen incumbencia con el poder. En los primeros tiempos que el humano frecuenta – como recita Federico García Lorca -, el recurso a la violencia fue, por decirlo así, el método aplicado de domesticación, con látigo. Ejércitos de mercenarios servían para tal efecto;

después,

ejércitos

institucionalizados, usando la figura del servicio obligatorio. Este método político, el de la violencia, no se ha perdido ni difuminado; ha quedado; se vuelve al mismo

recurrentemente,

cuando

la

emergencia lo requiere. Sin embargo, han

aparecido

procedimientos relacionado

al

otros

métodos

políticos, logro

de

como los

y el

pactos

sociales; por ejemplo, lo que llama Jean 111


Jacques Rousseau, el Contrato social. En otras

palabras,

se

edifica

el

Estado

moderno sobre la base del Contrato Social. Se puede decir que, con el tiempo, el Contrato Social se convierte en la Constitución.

Empero,

esto

es

presupone

corroboradas

interpretaciones

rousseaunianas

interpretaciones

del

teoría, las y

las

constitucionalismo.

Puede ser que así se piense y se quiera; pero, la realidad, abre otras rutas y recorridos. En primer lugar, los pactos políticos no son entre personas de carne y hueso, sino entre clases sociales, por así decirlo, de manera fácil y entendible. Mucho mejor dicho, entre expresiones sociales de conglomerados de fuerzas, cohesionadas, aparentemente, por una “ideología”

compartida;

por

lo

tanto,

cuando se da el pacto puede darse entre más o menos afines o, de lo contrario, 112


entre opuestos. El Contrato Social da lugar a la construcción del Estado de derecho, a la arquitectura jurídico-política de la división de poderes, estableciendo contrapesos, por lo tanto, el equilibrio político.

Estado

de

delegaciones

y

representaciones; por lo tanto, Estado mediatizado por estas transferencias de las voluntades y de la voz.

Este conjunto de normas, procedimientos y

métodos

políticos,

además

de

la

geometría estructural del Estado-nación, hacen

a

lo

República,

que

también

se

conoce

como

como

democracia

institucional. ¿Cuál de los dos métodos políticos es más apropiado, si se quiere, más útil, para las dominaciones? ¿El recurso a la violencia o el democrático formal?

Ciertamente,

no

se

puede 113


responder a esta pregunta, sin considerar los

contextos

decisiones.

donde

Todo

se

toman

depende

de

las la

coyuntura, de la correlación de fuerza, de los

niveles

contextos

de

legitimidad,

nacionales,

de

los

regionales

y

mundiales. Sabemos que la violencia es la descarnada manifestación del poder; el poder está ahí, sacándose la máscara, mostrando su desnudo rostro implacable.

En relación a la edificación burocrática y mediadora de la democracia institucional, Vladimir

Ilich

Lenin

la

definía

como

“cretinismo parlamentario”. Este fue el argumento trasmitido, asumido y usado por los alzamientos en armas contra el régimen burgués. Sin embargo, otras interpretaciones marxistas, incluyendo la interpretación

de

Engels,

veían

con 114


buenos ojos, la oportunidad democrática de presentarse a las elecciones, como partido del proletariado. No estamos en el debate o el dilema que define muy bien Rosa

Luxemburgo,

¿reforma

o

revolución?, sino evaluando cuál de los métodos

le

ha

sido

más

útil

a

la

estructura de poder, a la genealogía de las

dominaciones.

Hemos

dicho,

que

depende del contexto.

Decir, lo que acabamos de decir, no resuelve

nada;

tan

solo

define

la

relatividad del concepto de utilidad. Lo que

importa,

ahora,

es

evaluar

los

efectos de ambos métodos políticos; cuál tiene más repercusiones, si se quiere, más efectos multiplicadores, también más

115


duración. La impresión que dejan las historias políticas es la siguiente: La violencia puede domesticar; pero, no constituye sujetos, en pleno sentido de la palabra;

conforma

subjetividades

aterradas; doblega por el miedo, por terror.

La

violencia

tiene

efectos

coyunturales; no se desplaza a largo plazo,

a

no

ser

constantemente. mediaciones

que

En

procedimientos

de

repita

cambio,

democráticas,

institucionalizadas,

se

los esta

las

formales métodos

e y

democracia

limitada a la idea de república, constituye sujetos, tiene efectos duraderos, además de generar campos institucionales, que configuran

la

geografía

social

y

la

efectuación constante de la reproducción masiva de sujetos sociales.

116


Con lo que acabamos de apuntar, no queremos decir, de ninguna manera, que es preferible enfrentar la violencia que enfrentar a la y en la democracia formal. Estos son tópicos, que no se pueden resolver

en

un

ensayo

teórico;

solo

pueden ser atendidos en un contexto y coyuntura concretos, teniendo en cuenta la correlación de fuerzas y, sobre todo, la predisposición de las fuerzas sociales. De todas

maneras,

no

se

puede

hacer

apología de la violencia, venga de donde venga, como cuando se dice: “la violencia es la partera de la historia”. Enalteciendo, como si fuera la providencia, la “violencia revolucionaria”. Siguiendo este lenguaje y apuntando a la crítica, los revolucionarios no podrían ser los apologistas de la violencia, pues se trata de convocar a la humanidad,

en

la

versión

internacionalista, si se quiere, de la lucha 117


de clases; no de identificar enemigos para destruirlos. La violencia no es, de ninguna manera, una comunicación, si se quiere,

tampoco

ninguna

clase

de

lenguaje, no es racional; la violencia es más parecida a la marca que deja en el cuerpo el implacable látigo del poder, para que nadie se olvide quien manda.

No se dice, de ninguna manera, que hay que renunciar a la defensa y a la lucha armada.

La

responsabilidad

mayor,

revolucionaria, es defender la revolución, la marcha a la revolución; defender a los y las compañeras de lucha, a los pueblos, clases, mujeres, diversidades, por las que se pelea. Si el contexto y la coyuntura ameritan, alzarse en armas. Empero, esto no se puede confundir con el uso de la violencia

para

causar

terror,

para 118


“convencer” por miedo, para incorporar por espanto. Tampoco se puede confundir con esa inclinación religiosa de señalar a los infieles; es decir, a los enemigos. Los discursos

revolucionarios

de

la

modernidad, se han caracterizado, mas bien, por la convocatoria al proletariado mundial, por la invitación a los pueblos, otros

pueblos

y

otras

sociedades,

a

integrarse como fuerzas humanas, en un proyecto humanista de largo aliento.

Después de las copiosas historias políticas experimentadas

y

memorizadas

socialmente, aunque no necesariamente reflexionadas

y

analizadas

a

fondo,

parece que tenemos que aprender a reconocer los síntomas de la exaltación, de la dramaturgia, de la victimización y del

estruendoso

radicalismo.

No 119


hablamos del radicalismo espontáneo, del radicalismo que llega a las raíces del problema y busca soluciones radicales, sino nos referimos al radicalismo teatral. Todos estos síntomas exaltados parecen, mas bien, paradójicamente, mostrar lo contrario

de

lo

que

aparentemente

expresan. El fundamentalismo, cualquiera sea éste, en realidad, no toca el fondo, no llega al fundamento, no toca la raíz; sino que convierte en fundamento un prejuicio mezquino y elemental, que lo embadurna de demagogia delirante. Se puede dar muchos ejemplos al respecto; daremos

solo

algunos,

de

manera

general, usando analogías.

Comencemos con los fundamentalismos religiosos; particularmente, monoteístas; hablamos de las tres grandes religiones 120


monoteístas. Por cierto, no nos referimos a toda la gama de interpretaciones y prácticas

de

estas

iglesias,

sino,

de

manera específica, a sus manifestaciones fundamentalistas.

Tampoco

está

en

discusión su creencia en Dios; lo que nos interesa

es

analizar,

fundamentalistas

y

las su

expresiones connotación

política. Estos fundamentalismos asumen la síntesis de sus prejuicios, para decirlo metafóricamente,

como

Dios

o

representación de Dios. Con esto reducen la imagen, símbolos, representación, de Dios no solamente a imagen y semejanza del hombre, sino al tamaño de prejuicios miserables, como son los relativos a la dominación masculina, a la indiscutible preponderancia estructural patriarcal, a la centralidad racial de “mi gente”, de “mi pueblo”; que obviamente, no es ni su pueblo ni su gente, sino el imaginario que 121


coloca en lugar de ellos. Con esta actitud, le hacen un flaco favor a su religión, pues vulgarizan tanto a Dios, que el mundo se divide en la caricatura fiel/infiel y se reduce a la caricaturesca guerra de fieles contra infieles.

En

el

fondo,

estos

fundamentalismos

están convulsionados por el espíritu de venganza,

están

constituidos

por

la

consciencia culpable, están estructurados por el resentimiento. Se trata de sujetos desdichados, en sentido hegeliano; es decir, desgarrados, llevando al extremo del exterminio este desgarramiento.

La

exorbitante

muestra

de

violencia

manifiesta

que

se

busca

desesperadamente

catarsis;

en

otras

palabras, desahogo. Reclaman, a voz en cuello, reconocimiento, pues se sienten 122


profundamente manera

frustrados.

simple,

atención.

De

buscan

esa

forma,

Dicho,

de

llamar

la

pretenden

convertirse en el centro de atención; en el centro de la violencia.

Seguimos

con

los

fundamentalismos

“ideológicos”. El formato es parecido, incluso el perfil, a lo que ocurre con los fundamentalismos diferencia

radica

religiosos. en

la

La

pretensión

racional, moderna, convocativa, además de presentarse como salvadores de los explotados y marginados de la Tierra, prometiendo el paraíso terrenal, no en el cielo, como el fundamentalismo religioso, sino

en

la

Tierra.

Pero,

de

manera

equivalente, el enemigo, en este caso, figura moderna, que ha sustituido al infiel,

es

tratado

y

considerado 123


igualmente

como

un

poseído,

un

endemoniado, un monstruo; al cual está de antemano justificado asesinar. En las historias singulares, tenemos demasiados ejemplos

de

crímenes

cometidos

a

nombre de la revolución.

Continuamos con los fundamentalismos científicos. Las ciencias, por cierto, se basan

en

la

experimentación,

la

investigación, los datos, las fuentes y los registros;

corroborando

las

hipótesis.

Esto les otorga una ventaja grande en la construcción del saber, respecto a la narrativa

religiosa

“ideológica”.

Empero,

y

la cuando

narrativa ciertos

intérpretes de la ciencia convierten los conocimientos logrados, las revelaciones de las ciencias, en verdades universales, peor

aún,

en

leyes,

emerge

un 124


fundamentalismo científico, como el que aconteció

con

el

positivismo

metodológico. No hablamos de todas las corrientes positivistas; la mayoría de ellas aportaron

impulsando

investigaciones

causalistas. La expresión filosófica de este positivismo evidentemente fue la primera

formulación

propiamente

dicha.

epistemológica, Hablamos

de

la

exaltación de la ciencia, como si ya se hubiera llegado al fin del conocimiento y tengamos verdades universales, en un pluriverso

que

nos

falta

todavía

comprender.

Estos tres ejemplos, en tres planos de intensidad, nos ayudan a contar con analogías, a pesar de las diferencias, y cierta regularidad de la trama de actos y prácticas

exaltadas.

Los 125


fundamentalismos

son

recalcitrantemente

en

extremo

conservadores,

aunque no lo crean, por ejemplo, los fundamentalistas éstos

se

“ideológicos”.

invisten

con

el

Cuando traje

de

“revolucionarios”, imitando a héroes del pasado, pero no sus actos y acciones, sino en la emulación discursiva, lo que muestran,

paradójicamente,

conservadurismo

más

es

aterido,

el más

entumecido y agobiante. Generalmente, estas

composiciones

subjetivas

singulares, combinan el machismo y su horizonte dominante, el patriarcalismo, con otros prejuicios arraigados.

Lo sobresaliente o llamativo es que los entornos de los fundamentalistas, creen en lo que dicen y hacen éstos; los consideran

radicales.

Entonces,

los 126


fundamentalistas logran su cometido; no solo llamar la atención, sino convencer de lo que no son.

¿Por qué tocamos este tema? Porque es imprescindible poner los puntos sobre las ies.

Cuando

estos

fundamentalismos

salen a la palestra, efectivamente, no está en debate y en juego su radicalismo, sino,

mas

bien,

conservadurismo. desmesurada remplazar

su

La

violencia

violencia

esta

anacrónico no

falencia.

o

la

pueden Se

cree

comúnmente que por ser más violentos son más radicales. Los asesinatos no hacen

a

radicales

sino

a

temerosos

conservadores, que se colocan la careta más aterradora, para infundir miedo. El desgarrarse las vestiduras, el discurso exaltado,

llevando

al

extremo

las 127


consecuencias de la “ideología”, hasta parecerse a un ultimatismo, o todo o nada,

o

muestra,

el

poder

mas

o

bien,

el

el

apocalipsis,

reclamo

más

chillón por preservar lo mismo; la misma estructura de poder, solo cambiándole de nombres.

Pues,

conocido,

solo

puede

en

este

tener

orden

valor

su

radicalismo simulado.

Las ciencias, los saberes y conocimientos logrados por estos logos y technes, que son las ciencias, seguirán el devenir experiencia, devenir memoria, devenir interpretación,

devenir

explicación,

devenir técnica y tecnología. Cuando se hace

un

corte

trayectorias

transversal

inventivas,

en

estas

creativas

y

descubridoras, convirtiendo un momento de las ciencias en lo absoluto, no se juega 128


el destino de las ciencias, frente al oscurantismo, estrategias

de

como

pregonan,

poder

de

sino

profesores,

académicos y difusores de las ciencias.

Como

se

puede

fundamentalismos,

están

ver

los

íntimamente

ligados al poder. ¿De qué manera? La demanda de reconocimiento, el colocarse como patriarcas, en el centro imaginario de círculos concéntricos, el esmerarse en la estridencia exaltadora, sobre todo, con ademanes

de

violencia

simbólica,

pueden

descarnada

interpretarse

o

como

estrategias de poder.

Ahora bien, ¿qué tienen que ver estos fundamentalismos con los oportunistas y 129


pragmáticos

de

la

clase

política?

Aparentemente nada; son perfiles tan distintos,

que

aproximarlos.

no Sin

parece

posible

embargo,

lo

que

comparten, en el fondo, es el prejuicio conservador; conciben como realidad el imaginario aterido en sus subjetivadas; imaginario

que

corresponde

a

la

hermenéutica del resentimiento, de la consciencia

culpable,

del

espíritu

de

venganza. Claro que unos lo expresan de manera violenta y otros lo expresan de manera

comediante,

trampeando,

corroyendo y corrompiendo.

En otras palabras, estamos ante perfiles subjetivos

consumados

por

el

poder,

averiados por el poder, desmoronados por el poder; por eso mismo, el poder se vuelve una obsesión. El poder, para ellos, 130


es

vida.

Conciben

el

poder

de

una

manera sesgada, si podemos hablar así; más que dominio, lo que se persigue es el reconocimiento, en un caso, y riqueza, en el

otro

caso.

En

el

primer

caso,

convirtiéndose en ángeles vengadores; en segundo caso, haciéndose ricos.

Volviendo a nuestro tema en cuestión, el de la clase política. Los componentes de esta clase política, de este estrato de representantes y delegados, a diferencia de

los

fundamentalistas,

son

pragmáticos, realistas, por así decirlo. Sin embargo, hay que detenerse en escuchar sus

argumentaciones.

Cuando

el

pragmatismo se identifica como realismo, incluso como racional, cuando se dice, por ejemplo, que las “condiciones no están dadas”, aunque no tengan los 131


ademanes

violentos

fundamentalismos, este

equilibrado

de

pretenden

los exaltar

comportamiento,

metódico, pragmático y realista. Para éstos, el pragmatismo, lo que se llama realismo político, se convierte en una verdad proclamada; aunque no logren elaborar una teoría que los justifique, sino, mas bien, su formación discursiva, aparece distribuida eclécticamente.

En este caso, no hay diagonales, que es la figura que propusimos en las nuevas consideraciones sobre el poder14, sino vasos

comunicantes,

metafóricamente

otra

usando figura.

Comencemos por lo más fácil, además por la enunciación ya planteada en otros 14

Ver Diagonales del poder. Corporeidades intensas; La Paz 2016.

132


ensayos15. Dijimos que los enemigos se requieren, se necesitan, pues el opuesto justifica su presencia, su discurso, su accionar, su estrategia. Dijimos amigo y enemigo

son

cómplices.

fundamentalistas

Los

aparecen

como

opuestos, distintos, antagónicos, a los pragmáticos; los pragmáticos - en el orbe mundial,

en

la

burocracia

de

las

organizaciones internacionales, así como en las potencias centrales y los Estadonación

-

interminable hacen

les

declaran

contra

el

categóricamente

la

guerra

terrorismo; las

lo

potencias

centrales, sobre todo la hiper-potencia militar-tecnológica-comunicacional, gendarme del mundo. Esta guerra contra el

terrorismo

mundial

y

a

reposiciona la

al

orden

hiper-potencia.

Los

15

Ver El mundo como espectáculo. Dinámicas moleculares; La Paz 2016.

133


fundamentalistas necesitan al monstruo, al demonio, del otro lado, para legitimar, religiosamente, su presencia, sus actos, sus

gritos

desesperados

de

reconocimiento. Ambos son cómplices en estas paradojas del amigo/enemigo y del fiel/infiel.

Claro,

que

no

se

puede

dejar

de

considerar las diferencias; peculiarmente la diferencia de lo que se pone en juego; lo que es notoriamente diferente entre fundamentalistas

y

pragmáticos.

Los

fundamentalistas ponen el pellejo; los pragmáticos no lo hacen, están muy lejos de hacer esto, ni de pensarlo. Lo que ponen en juego es su prestigio, por cierto artificial; además del peligro de ir a la cárcel

por

corrupción.

Incluso

estos

desenlaces se pueden sortear, con más 134


corrupción, comprometiendo a jueces y fiscales, incluso al mismísimo gobierno y al mismísimo Congreso. Del prestigio, les importa menos; eso, quizás es lo que puedan extrañar alguna vez.

Los

fundamentalistas,

con

todas

las

diferencias del caso, entre los distintos fundamentalismos, son arronjados; en cambio, los pragmáticos tienden a ser cobardes. Hay excepciones, por cierto. No dan

la

cara,

trampean,

se

lanzan

excusan, cortinas

mienten, de

humo;

pero, no dan la cara, no se enfrentan a la responsabilidad asumida de palabra.

Suponiendo estos bocetos de perfiles subjetivos,

podemos

decir

que,

considerando este cuadro analógico y 135


comparativo

de

comportamientos

perfiles

políticos,

se

de puede

sugerir interpretaciones hipotéticas de lo sucedido en Brasil. Se explica que el Congreso

brasilero

haya

terminado

destituyendo a la presidenta con un juicio a

los

usos

préstamos

presupuestarios, para

llenar

por

huecos

los del

presupuesto. Después de haber hecho esto, haber decidido, sin contar con una clara

argumentación

jurídica,

ni

se

inmuten; no se les pone roja la cara de vergüenza, hasta

se

arrogantes.

sino

al

sentirse

vuelven

impunes,

descarados

y

Solo así se puede explicar

que un gobierno interino, se arrogue las atribuciones que no le competen, como el de

formular

políticas

económicas.

Un

gobierno interino tiene a lo máximo la tarea

perentoria

de

convocar

a

elecciones, no de reformular las políticas, 136


menos

las

políticas

económicas.

Sin

embargo, con el mayor desparpajo el gobierno

interino

precisamente

esto hace,

es

lo

que

mostrando

abiertamente el mayor desprecio a la soberanía popular.

Hablamos, entonces,

de la herencia de la oligarquía “café con leche” y de sus sucesores. Entre lo heredado, se halla este desprecio al pueblo;

se

siguen

considerando

por

encima de todos; por lo tanto, con la facultad de despreciar y hacer caso omiso a las reglas del juego y a la voluntad popular.

137


Los recovecos conservadores

138


¿Qué

le

queda

al

conservadurismo

más

tradicional, con todas las tonalidades que pueda tener? Ese conservadurismo que ni siquiera llega a la frase del gatopardo: todo tiene que cambiar para que nada cambie. Frase

que

es,

si

se

puede

hablar

así,

expresión de la lucidez conservadora, que sabe

y

se

adecúa

a

la

coyuntura,

al

momento, al presente, al periodo nuevo que se abre. Sino hablamos del conservadurismo que no aprende, que sigue creyendo que el mundo es tal como se imagina. Un cuadro inmóvil, helado, fosilizado, definido por los que nacen en cuna de alcurnia, sobre los que tienen la desgracia de nacer en cuna de pobre, peor aún, sin cuna. Sintiendo que su “nobleza”

ha

sido

mancillada

por

la

intromisión de una democracia institucional, que no corresponde a este continente, ni a este

país;

consideradas

porque

las

ignorantes;

mayorías además,

son como

pobres son como el caldo donde se generan

139


las delincuencias de toda clase. del

conservadurismo

que

Hablamos

aprueba

el

asesinato de niños callejeros, porque son los que

asaltan.

Nos

conservadurismo convicción

del

que

referimos tiene

dualismo

aterida

colonial

al la

hombre

blanco/hombre de color, donde el hombre blanco es el ideal civilizatorio, en tanto que el hombre de color es lo concreto, en todas sus formas y tonalidades cromáticas, que hay que

desvalorizar.

Señalamos

al

conservadurismo que considera firmemente que las mujeres deben quedarse en casa, cumpliendo

con

sus

labores.

Ese

conservadurismo que tiene la convicción de que Brasil debe ser aliado de la hiperpotencia Bueno

mundial, pues,

este

gendarme

del

mundo.

conservadurismo

ha

retornado en Brasil.

No vayamos a la vana discusión de quién tiene la culpa, ¿los progresistas que han 140


construido su derrota o la izquierda radical que no comprende las transiciones? De esto, hemos expuesto en otros ensayos16. Lo que interesa es entender el funcionamiento da la maquinaria estructura

fabulosa de

las

del

poder,

de

dominaciones,

de

la los

“aparatos ideológicos”, de los dispositivos adheridos a las subjetividades. Así como comprender la fuerza de las resistencias, el impulso de la potencia social, pero, también su aminoramiento, después de los grandes desplazamientos. aproximarse

Es

al

imprescindible

conocimiento

de

las

composiciones y combinaciones complejas singulares del poder. Ciertamente, esto lo pueden

lograr

profundidad, complejidad.

investigaciones

desde

la

Ahora,

perspectiva no

en de

estamos

la en

condiciones a hacerlo. Por eso lanzamos la

16

Ver Acontecimiento político; también Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-16. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-dela-ideologia/.

141


invitación

a

hacerlo,

colectivos

activistas.

sobre Sin

todo,

a

embargo,

los esta

dificultad, no nos impide interpretar, con lo poco que conocemos, la escaza información que

manejamos,

preocupación desenlaces

e

empero,

incertidumbre venideros,

con

la

sobre

los

desprender

interpretaciones hipotéticas, como senderos posibles de las investigaciones.

En este sentido, volvemos a lanzar hipótesis interpretativas

auscultadoras

sobre

la

coyuntura crítica de la República Federativa de Brasil; empero, también oportunidad de la simultaneidad dinámica de la potencia social, de las sociedades alterativas brasileras, que son

las

que

le

otorgan

esa

alegría

y

creatividad que les caracteriza.

142


Crisis del Estado y oportunidad para la sociedad alterativa

1. La forma generalizada del Estado-nación ha entrado en crisis; por todos los lados aparecen síntomas de su decadencia. Ya no es la maquinaria fabulosa, que inventó las naciones; en principio, a sangre y fuego; después, mediante la conformación de campos sociales, el campo burocrático, el campo escolar, el campo económico. La “ideología” emerge y se sostiene en esta yuxtaposición Durante

de

siglos,

expandiéndose, afinando

sus

el

campos Estado,

sociales. ha

venido

complejizándose, engranajes

y

funcionamientos. Ha logrado no solo las dominaciones, realizadas, además, como convicción de cada quien, sino que ha edificado su hegemonía en la sociedad institucionalizada.

Esta

maquinaria

143


abstracta de poder, configurada, en la concepción legitimada

liberal, por

los

como

república,

procedimientos

de

delegación y representación, ha entrado en

crisis.

No

puede

garantizar

el

funcionamiento equilibrado de los distintos campos sociales conformados; no puede garantizar el desenvolvimiento pasivo de la reproducción del poder.

¿Volvemos al

método de emergencia de la violencia, para preservar, por lo menos por un tiempo, las dominaciones? 2. A la clase dominante económicamente le queda un margen estrecho de maniobras, para

seguir

sobreviniendo

jerárquicamente dentro

de

la

como

dominante. gama

de

clase

Empero, esta

clase

dominante, hay un estrato “ideológico”, cultural y económico, que tiene mucho menos margen de maniobra; este estrato es el conservadurismo del que hablamos.

144


3. La crisis de los “gobiernos progresistas” desata pasiones encontradas, también, en este escenario, desata ateridas nostalgias de

“nobleza”.

Esto

también

aconteció

durante la caída de la URSS, que desató incluso pasiones monárquicas. Como que la crisis replantea todo, remueve todo, abre la oportunidad, otra vez, a todas las opciones

sedimentas,

así

como

a

la

nuevas alternativas. Todas las tendencias entran

en

concurrencia.

Esto

solo

lo

resuelve la correlación de fuerzas. 4. En la coyuntura crítica del Brasil se ha dado el desenlace, momentáneo, de la toma del poder por parte del estrato conservador;

recurriendo

a

artimañas

jurídicas, maniobras leguleyas y políticas, así como, lo que nunca falta, corrupción. Una fraternidad atosigada de machos,

145


hombres blancos, que tiene aterida en su piel,

carne

y

conservadora jerárquicas

huesos de

de

la

convicción

las

diferencias

“nobleza”,

supuesta,

raciales, de género, es un síntoma que alumbra

sobre

la

formación

social

abigarrada brasilera. ¿Hay problemas no resueltos

en

la

formación

social?

Refiriéndonos a los conflictos sociales, culturales, por

sus

“ideológicos”, pretensiones

acompañados de

poder

contrastadas. ¿Se ha dejado pendiente un conjunto de temas y tópicos irresueltos, apresurando

pactos

sociales,

contratos

sociales, que hicieron de cimientos de la construcción

del

Estado-nación?

Por

ejemplo, el llegar a una independencia acordada, manteniendo a la descendencia de la nobleza portuguesa; adquiriendo la independencia la figura de imperio y no de república. ¿Cuándo se llega a la república, vuelve

a

ocurrir

algo

parecido;

la

146


burguesía industrial no logra articular en el

proyecto

oligarquía

burgués “café

nacional

con

latifundistas;

entonces,

democrática

no

leche”, la

se

a

la los

convicción

afinca

en

los

comportamientos, en las conductas y las mentalidades de la clase económicamente dominante?

¿Cuándo se produce el golpe

militar, en el contexto de la guerra fría, los militares retoman los dos proyectos mezclados, el conservador latifundista y el moderno de la burguesía industrial, sin resolver el problema de esta composición? ¿Cuándo

se

retorna

a

la

democracia

institucionalizada, toda esta herencia de problemas no resueltos, convulsiona y empieza

a

estallar,

impidiendo

una

marcha constante de reformas sociales? 5. Estas preguntas parecen apuntar a la siguiente conclusión: No se puede avanzar si no se resuelven todos los problemas

147


pendientes,

en

las

entrañas

de

la

formación social.

6. Ciertamente,

la

resolución

de

los

problemas no resueltos no está en las manos

de

la

clase

económicamente

dominante. Ésta, en el mejor de los casos, bajo la conducción de sus estratos más abiertos

a

las

adecuaciones,

más

modernos, por así decirlo, por ejemplo, la burguesía industrial, puede lograr pactos sociales

que

prolonguen

el

ciclo

de

medianos plazos. Sin embargo, en la medida que no se resuelven todos los problemas

pendientes,

no

se

puede

edificar proyectos que vayan más allá de lo que somos, en el momento presente. 7. Esta posibilidad de la clase dominante está cerrada, por el momento, por la

148


subida

al

gobierno,

del

estrato

conservador.

8. Las perspectivas populares, seguramente se encuentran desconcertadas, después de

haberse

desencantado

de

sus

expectativas, respecto a los “gobiernos progresistas”; sobre todo, después del desenlace conservador. Empero, no han perdido su potencia social; solo que se encuentra,

por

el

momento,

inhibida,

cohibida, desanimada. 9. Es cuando el activismo libertario tiene que estar más activo. Interpelando no solo a la “ideología” dominante y hegemónica, señalando las estructuras de poder, sino también interpelando al propio pueblo por la corresponsabilidad en los desenlaces. Como dijimos, la clave del poder no se encuentra en el poder, en la disponibilidad

149


de fuerzas que manejan los dominantes, sino en la renuncia a luchar de los dominados.

150


El presente brasilero

151


Desde

nuestra

complejidad,

perspectiva, por

lo

la

de

la

menos,

pretendidamente, no podemos hablar del presente

de

una

temporal-social;

formación pues

espacioestas

composiciones complejas singulares, que durante

la

consideradas

modernidad formaciones

fueron históricas,

responden a complejidades integrales de simultaneidad dinámica. Sin embargo, lo hacemos, ponemos presente brasilero, usando este concepto de presente como metáfora; sobre todo, por razones de exposición. Esta aclaración nos deja libres para analizar e interpretar la coyuntura, usando el lenguaje acostumbrado, de manera metafórica.

¿Dónde comenzar? Si nuestra perspectiva no es lineal; no es pues un comienzo 152


histórico; colocando antecedentes, en un empiezo expositivo, como para mostrar algunas condiciones históricas, sociales, culturales y económicas. Tampoco se trata de comenzar con una descripción de la

estructura

acostumbra;

económica,

incluso

en

como

el

caso

se que

tengamos varios cortes transversales, en el

tiempo,

presente.

para No

compararlos

mejora

la

con

el

situación

si

apoyamos a esta descripción económica con una descripción social; así bien, el mismo

caso,

si

comenzamos

con

la

descripción social y la apoyamos con la descripción económica. Tampoco mejora mucho, si apoyamos ambas descripciones con una descripción cultural. Todos estos comienzos están dentro del paradigma temporal. Suponen el tiempo lineal, que ciertamente es prejuicio de los sentidos comunes, pero también lo fue del sentido 153


científico de la modernidad y sigue siendo el sentido de las ciencias sociales y humanas, cuando

lo

ya

mismo, hemos

de

la

filosofía,

ingresados

a

los

horizontes de la episteme compleja.

Entonces,

¿por

dónde

comenzar

la

exposición? Por otra parte, hay otro problema, en relación a la perspectiva de la complejidad. La perspectiva de la complejidad siquiera

no

en

es

las

determinista, versiones

sobredeterminación

o

de

de la

ni la co-

determinación. Por ejemplo, no puede situarse

en

plano

de

intensidad

económico, encontrando que este plano determina al plano de intensidad social en conjunto; al plano de intensidad político, al plano de intensidad cultural, al plano de

intensidad

jurídico,

al

plano

de 154


intensidad

“ideológico”.

No

mejora

la

situación si se dice que la determinación es indirecta y hay autonomía relativa de los otros planos. Pues lo único que se ha hecho es matizar el determinismo; pero, preservar el paradigma causalista.

La pregunta sigue vigente, ¿desde la perspectiva de la complejidad, por dónde comenzar? No es fácil. Se puede decir que se puede comenzar por cualquier circunstancia, pero, no linealmente, sino armando el tejido de la complejidad, de la manera más adecuada posible. Es cierto, esto se puede hacer. Empero, como puente, como hicimos en Gramatología del acontecimiento, comenzaremos con una exposición genealógica; es decir, con un análisis del presente efectuando una mirada

retrospectiva

del

pasado.

La 155


genealogía, a pesar de ser crítica de la historia y crítica de la episteme de la modernidad,

de

todas

maneras,

se

mantiene en la conjetura del tiempo; sino no se podría hablar de genealogía. Lo hacemos porque la genealogía contiene poderosos

cuestionamientos

a

la

concepción de temporalidad y la narrativa histórica.

Entonces comenzamos por el presente. Vamos a retomar las consideraciones de Boa Aventura de Sousa Santos sobre ciertas

circunstancias

sintomáticas

del

presente brasilero, el de sus conflictos recientes.

156


En el artículo El precio del progreso, de Boaventura de Sousa Santos, el conocido teórico crítico escribe:

Con la elección de la presidenta Dilma Roussef, Brasil quiso acelerar el paso para convertirse en una potencia global. Muchas de las iniciativas en ese sentido venían de atrás, pero tuvieron un nuevo impulso: Conferencia de la ONU sobre el Medio Mundial

Ambiente, de

Fútbol

Rio+20 en

en

2012,

2014,

Juegos

Olímpicos en 2016, lucha por un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, papel activo en el creciente protagonismo

de

las

“economías

emergentes”, los BRICS (Brasil, Rusia, India,

China

y

África

del

Sur),

nombramiento de José Graziano da Silva como director general de la Organización 157


para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 2012 y de Roberto Azevedo como director general de la Organización Mundial del Comercio a partir de 2013, una política agresiva de explotación de los recursos naturales, tanto en Brasil como

en

África,

Mozambique,

principalmente

fomento

de

la

en gran

agricultura industrial, sobre todo para la producción de soja, agro-combustibles y la cría de ganado17. Se señala no solamente una “ideología” progresista, por lo tanto, de “izquierda”, sino

también

una

predisposición

gubernamental. Esta “ideología” y esta predisposición se orientan al desarrollo de 17

Refugio sociológico: ¿Qué está pasando en Brasil? La

opinión

de

los

sociólogos

sobre

estas

protestas.

file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Brasil/Sociologia/%C2%BFQu%C3%A9%20est%C3%A1% 20pasando%20en%20Brasil_%20%20La%20opini%C3%B3n%20de%20los%20soci%C3%B3logos%20sobre%20estas%20protestas.%20_% 20Refugio%20Sociol%C3%B3gico%20%20Blog%20de%20divulgaci%C3%B3n%20cient%C3%ADfica%20sociol%C3%B3gica.html.

158


Brasil como potencia mundial, sobre la base

de

que

emergente

ya

es

industrial.

emergente

es

una

potencia

de

potencia

Lo

parte

del

discurso

jerarquizador del orden mundial; lo de “ideología”

progresista

es

como

el

imaginario político, construido por el PT en largas décadas de luchas sociales y organizaciones

sindicales

trabajadores.

Si

esquematizando,

de

se la

los quiere,

“ideología”

progresista corresponde a las genealogías inherentes a los procesos de la formación social; lo de país potencia, corresponde a las

genealogías

en

los

ámbitos

de

relaciones de Brasil con la geopolítica del sistema-mundo capitalista.

La movilización popular condujo, primero, al

proceso

constituyente

de

1988; 159


después

a

la

recuperación

de

la

democracia, para continuar, en un tercer momento, con la victoria electoral del PT. Ambos

procesos

genealógicos,

que

llamaríamos, uno, genealogía interna, el otro,

genealogía

mantuviéramos

externa,

este

esquematismo

dualista

interno/externo;

vamos

a

hacer.

expositivamente

si

pero,

Si

no

lo

concedemos

comenzar

con

la

genealogía; no podemos hacer lo mismo con el esquematismo dualista. Lo que diferencia al pensamiento complejo del pensamiento moderno, no es solamente su

diferencia

paradigma

radical

temporal,

respecto así

como

al su

diferencia radical con el determinismo, sino

su

diferencia

radical

con

el

esquematismo dualista. Podríamos decir que de los paradigmas en uso en la episteme

moderna,

mencionando 160


algunos,

el

paradigma dualista,

paradigma

determinista, es

este

temporal, el

el

paradigma

último,

el

más

estructurante del pensamiento moderno. Como hemos expuesto en otros ensayos, en la perspectiva de la complejidad, no hay interno y externo, no es sostenible este dualismo. En consecuencia, las dos trayectorias

compuestas

genealogías

de

mencionadas

las son

simultáneamente mundanas y singulares.

Para no hacer unas exposiciones largas de estas genealogías, partiremos de sus nacimientos, de sus emergencias, si se quiere, de sus momentos constitutivos. En

Gramatología

encontramos, 18

en

del la

acontecimiento18 interpretación

Gramatología del acontecimiento:

http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/gramatologia-delacontecimiento-/.

161


hipotética, que el momento constitutivo de la genealogía política se da en el acontecimiento de la columna Prestes. Es en este acontecimiento de rebelión y levantamiento de la oficialidad joven, más vinculada a lo popular, y contraria a la dominación de la oligarquía “café con leche”;

cuando parte

de

la

sociedad

alterativa de la formación social brasilera se

insubordina

institucional

contra

impuesto,

el

orden

heredado

del

imperio brasilero. Podemos decir, que es cuando

emerge

nacional-popular

parte y

de

la

causa

energía efectos

estatales.

El segundo momento constitutivo de la genealogía política es la conformación del gobierno nacionalista de Getulio Vargas. A

pesar

de

haber

comenzado,

su 162


incursión política, ligado a la oligarquía, con la tarea de poner orden al desorden generado por las demandas sociales y a la agitación del Partido Comunista, este carismático caudillo, da el viraje hacia lo nacional-popular. En sus gobiernos se efectúan nacionalizaciones, por lo tanto expropiaciones

de

efecto

estatal;

se

amplía la democracia; se promulga la ley del trabajo; se plasma una política de industrialización, retomando el proyecto de

la

burguesía

maneras,

a

industrial.

pesar

de

los

De

todas

avances

políticos, sociales y económicos, el Estado populista

no

resuelve

los

obstáculos

anacrónicos plantados por la oligarquía, entre ellos, la persistencia obsoleta de la propiedad latifundiaria; ligada todavía al eje cafetalero, basado en la explotación masiva e itinerante de las fuerzas de trabajo arrendadas, fuerzas de trabajo 163


que antes fueron las fuerzas sociales esclavizadas.

La

revolución

industrial

requería de la reforma agraria, así como lo requerían las poblaciones campesinas. Esto no ocurrió. Entonces, a pesar de las contradicciones

inherentes

al

proceso

populista,

acontecimiento

Getulio

el

Vargas, para nombrarlo de esta manera singular, que hace hincapié en la figura del caudillo, fue un momento constitutivo de

la

formación

económico

social

brasilera.

El tercer momento constitutivo es el PT, como

organización

trabajadores. acontecimiento

Se

política trata

diferido,

de

los

de

un

pues

el

acontecimiento organizativo político de la clase trabajadora, se da lugar en la 164


experiencia décadas.

social,

Uno

de

acumulada los

en

desenlaces

del

acontecimiento político es el ascenso al gobierno del PT. En este tercer momento constitutivo, como

tanto

la

lo

nacional-popular

orientación

socialista,

combinados en el PT, en las gestiones de gobierno

progresista,

estatales.

Hablamos

sociales,

jurídicas

tienen de

y

las

efectos reformas

políticas,

que

tuvieron no solamente efecto estatal, sino que el efecto estatal irradió como efecto social. En este sentido, sin exagerar, se puede hablar de un Brasil antes del PT y de

un

Brasil

después

del

PT

en

el

a

las

gobierno.

No

vamos

a

referirnos

ahora

contradicciones profundas del “gobierno progresista”; ya lo hicimos antes, en 165


otros ensayos19. Ahora interesa exponer o dibujar sucintamente las genealogías. En este sentido, importa, la vinculación de

esta

genealogía

de

la

“ideología”

progresista, con la genealogía geopolítica del

Brasil

en

el

sistema-mundo-

capitalista.

19

Ver Gramatología del acontecimiento; también Apuntes sobre la crisis política de Brasil; así como Remolinos de la crisis política; así mismo aconsejamos A la sombra de la Oligarquía “café con leche”; La maquinaria del bio-poder; Diagonales del poder; Decadencia y gubernamentalidad liberal; Realismo político de la oligarquía; Los recovecos conservadores; La ficción de la realidad institucional. https://pradaraul.wordpress.com/2016/03/19/apuntes-sobre-la-crisispolitica-de-brasil/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/04/19/remolinos-de-la-crisispolitica/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/14/a-la-sombra-de-laoligarquia-cafe-con-leche/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/15/la-maquinaria-del-biopoder/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/15/diagonales-del-poder/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/17/decadencia-ygubernamentalidad-liberal/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/18/realismo-politico-de-laoligarquia/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/18/los-recovecosconservadores/. https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/20/la-ficcion-de-la-realidadinstitucional/.

166


Según

nuestras

interpretaciones

anteriores, el momento constitutivo de esta

genealogía

geopolítica,

que

no

llamaremos genealogía económica, por las razones expuestas, sino genealogía de la vinculación de la formación económica social

brasilera

en

el

sistema-mundo

capitalista, se encuentra en la conquista y la colonización portuguesa. Cuando se estructura el sistema-mundo capitalista y se da lugar a la conformación de la geopolítica de este sistema-mundo. En otras palabras, cuando esta genealogía se estructura sobre la base de la división internacional mercados,

del de

trabajo, las

de

los

economías.

Estructuración mundial de la hegemonía de la economía-mundo y del sistemamundo

capitalista,

configurándose

la

geopolítica de la dominación del orden 167


mundial,

sobre

la

base

de

la

diferenciación de centros y periferias; es decir, edificando la economía política de la geopolítica del sistema-mundo, en el contexto complejo e integrado de la economía

política

generalizada20.

Este

momento constitutivo de la dependencia es

gravitante;

sobre

todo,

desde

el

enfoque de nuestra exposición, en lo que respecta a la vinculación con la otra genealogía mencionada.

Siguiendo

con

la

exposición

sucinta,

estamos en condiciones de sugerir una hipótesis interpretativa, a propósito del entrelazamiento

entre

ambas

genealogías. Diremos que la articulación

20

Crítica de la economía política generalizada: http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-dela-economia-politica-generalizada/.

168


entre ambas genealogías es gravitante; genealogías

que

resumidamente genealogía

llamaremos

genealogía

geopolítica;

política

ésta

y

última

correspondiente a la vinculación de la formación económico-social brasilera en y con la geopolítica del sistema-mundo capitalista.

Ocurre

como

si

esta

genealogía geopolítica mundial entregara los hilos - a pesar que la materia prima la entrega Brasil - con los que se va hacer la textura de las otras genealogías; entre ellas, de acuerdo a la selección, a modo de ejemplos, que hemos hecho en la exposición, por cierto arbitraria, es la genealogía “ideológica” progresista del PT.

Dicho

esto,

lanzada

esta

primera

hipótesis interpretativa, podemos sugerir 169


una

segunda

Este

hipótesis

entrelazamiento

interpretativa: entre

las

genealogías se convierte en el espesor abigarrado donde redundan las formas de dependencia. La dependencia del Estadonación

subalterno

respecto

de

la

geopolítica del sistema-mundo, redunda en otras dependencias o si se quiere limitaciones,

como,

por

ejemplo,

la

dependencia o limitación de la “ideología” reformista. Lo que concibe el PT como realismo “izquierda”

político,

sus

denominan

críticos

de

pragmatismo,

otros, más tajantes, llaman oportunismo, mas bien, parece ser la plasmación de estas redundancias dependientes en el campo “ideológico”, en el campo social, en el campo político, por así decirlo.

170


Lo que han hecho los gobiernos del PT, en el presente o en la historia reciente, es moverse en estas redundancias o en los espacios-tiempos, intensidad,

espesores

atravesados

vibraciones

de

las

ondas

de

por

las

de

estas

redundancias. La “ideología” reformista o progresista

es

dependiente;

llamamos

timorata.

reforma

son

Las

antes

políticas

la de

dependientes;

las

repercusiones sociales, jurídicas, políticas y económicas, a pesar de sus beneficios masivos,

son

también

dependientes;

aunque hayan mejorado las condiciones de la dependencia y los términos de intercambio.

Expliquemos

esta

fenomenología de la dependencia como el declive a la decadencia, debido a haberse mantenido en el círculo vicioso del poder. Lo que no hay que olvidar es que el PT se movía

en

planos

de

intensidad

y 171


espesores de intensidad de redundancias dependientes.

El analista crítico Boaventura de Susa Santos continúa:

Beneficiado

por

una

buena

imagen

pública internacional, granjeada por el presidente

Lula

y

sus

políticas

de

inclusión social, este Brasil desarrollista se impone ante el mundo como una potencia

de

nuevo

tipo;

benévola

e

inclusiva. No podía, pues, ser mayor la sorpresa

internacional

manifestaciones

(se

ante

refiere

las a

las

protestas sociales en el lapso del mundial de futbol), que en la última semana sacó 172


a la calle a centenares de miles de personas en las principales ciudades del país.

Si

ante

las

recientes

manifestaciones en Turquía la lectura sobre las “dos Turquías” fue inmediata, en el caso de Brasil fue más difícil reconocer la existencia de “dos Brasiles”. Pero

está

ahí

a

ojos

de

todos.

La

dificultad para reconocerla reside en la propia naturaleza del “otro Brasil”, un Brasil furtivo a análisis simplistas. Ese Brasil está hecho de tres narrativas y temporalidades.

La primera, es la narrativa de la exclusión social (uno de los países más desiguales del

mundo),

de

las

oligarquías

latifundistas, del caciquismo violento, de las élites políticas restrictas y racistas; una narrativa que se remonta a la colonia 173


y

se

ha

reproducido

sobre

formas

siempre mutantes hasta hoy. La segunda narrativa, es la de la reivindicación de la democracia participativa, que se remonta a los últimos 25 años y tuvo sus puntos más altos en el proceso constituyente, que condujo a la Constitución de 1988; en los presupuestos participativos sobre políticas

urbanas

municipios;

en

en

centenares

de

el impeachment del

presidente Collor de Mello en 1992; en la creación de consejos de ciudadanos en las principales áreas de políticas públicas, especialmente en salud y educación, a diferentes niveles de la acción estatal (municipal, regional y federal). La tercera narrativa, tiene apenas diez años de edad y versa sobre las vastas políticas de inclusión

social

adoptadas

por

el

presidente Lula da Silva a partir de 2003, que

condujeron

a

una

significativa 174


reducción de la pobreza, a la creación de una clase media con elevada vocación consumista,

al

reconocimiento

de

la

discriminación racial contra la población afrodescendiente

e

indígena

y

a

las

políticas de acción afirmativa, y a la ampliación territorios

del

reconocimiento

de

y quilombolas [descendientes

de esclavos] e indígenas21.

No se puede no ver la diferencia entre los gobiernos

del

PT

y

los

gobiernos

neoliberales, que le antecedieron. Esto sería

ceguera

política,

debida

al

dogmatismo correspondiente. Los efectos estatales, políticos, económicos, sociales y culturales de los gobiernos del PT son,

21

Ibídem.

175


obviamente,

diferentes,

gubernamentales

de

a

los

los

efectos

gobiernos

neoliberales. Esta diferencia es patente y clara. No como el discurso neoliberal trillado

de

los

partidos

políticos

neoliberales, liberales y conservadores del Brasil creen; por ejemplo, que el PT no

toma

en

económicas”,

cuenta que

las

su

“leyes

demagogia

desordena la economía y obstruye el “desarrollo”. Tomando como ejemplo de los

mejores

argumentos

que

pueden

elaborar estas expresiones “ideológicas” y políticas de la oligarquía, de la burguesía y de las clases medias altas. Esta tesis es insostenible,

pues,

no

solamente

su

concepción económica responde al básico paradigma

económico,

economía-mundo

a

que

reduce

la

la

caricatura

aritmética y cartesiana de la concurrencia y comportamientos de la oferta y la 176


demanda,

sino

que

los

gobiernos

neoliberales comparten ciertas analogías con

los

gobiernos

progresistas.

Considerando las diferencias de las que hablamos, por lo menos, en dos aspectos destructivos.

El

primero,

dependencia;

no

expresiones

políticas,

el

salen

de

la

las por

dos más

encontradas que se consideren, de la reproducción de la dependencia, en sus distintas

tonalidades.

El

segundo,

la

inclinación a las prácticas paralelas de las formas de poder no-institucionales; la corrosión institucional y la corrupción. En consecuencia, políticas,

que

ambas se

expresiones

suponen

enemigas,

reproducen la dependencia y el poder, sus formas de dominación, aunque se diferencien

en

sus

repercusiones

estatales, políticas, económicas, sociales y

culturales.

Ciertamente,

el

estilo 177


neoliberal es mucho más destructivo, mucho

menos

nacional,

mucho

más

desastroso en lo que respecta a lo social y popular, pues ahí, en estos planos y espesores de intensidad, transfiere los costos

de

sus

políticas

de

ajuste

estructural.

El análisis de Boa Aventura sugiere la siguiente explicación del comienzo de la crisis

política,

en

la

gestión

de

la

presidencia de Dilma Russeff:

Lo que sucedió desde que la presidenta Dilma

asumió

el

cargo

fue

la

desaceleración o incluso el estancamiento de las dos últimas narrativas. Y como en política no existe el vacío, ese terreno 178


baldío que dejaron fue aprovechado por la

primera

y

más

antigua

narrativa,

fortalecida bajo los nuevos ropajes del desarrollo capitalista y las nuevas (y viejas) formas de corrupción. Las formas de

democracia

participativa

fueron

cooptadas, neutralizadas en el dominio de las

grandes

infraestructuras

y

megaproyectos, y dejaron de motivar a las generaciones más jóvenes, huérfanas de

vida

familiar

y

comunitaria

integradora, deslumbradas por el nuevo consumismo u obcecadas por el deseo de éste. Las políticas de inclusión social se agotaron y dejaron de responder a las expectativas

de

quien

se

sentía

merecedor de más y mejor. La calidad de vida urbana empeoró en nombre de los eventos de prestigio internacional, que absorbieron las inversiones que debían mejorar los transportes, la educación y 179


los

servicios

públicos

en

general.

El

racismo mostró su persistencia en el tejido social y en las fuerzas policiales. Aumentó el asesinato de líderes indígenas y campesinos, demonizados por el poder político como “obstáculos al crecimiento”, simplemente por luchar por sus tierras y formas de vida, contra el agronegocio y los

megaproyectos

mineros

e

hidroeléctricos (como la presa de Belo Monte, destinada a abastecer de energía barata a la industria extractiva)22. El prestigioso profesor, teórico, asesor de movimientos sociales y crítico, encuentra un

viraje

conservador,

desarrollista,

acompañado

al

estilo

con

la

algarabía de pretensiones de potencia, en la

gestión

embargo,

22

de este

Dilma viraje

Rousseff;

sin

conservador

ya

Ibídem.

180


había comenzado en las gestiones de gobierno de Lula da Silva. La pregunta es: Considerando la regularidad análoga de los comportamientos de los gobiernos populistas,

después

progresistas,

¿por

qué estos gobiernos llegan a un punto de inflexión, en su recorrido político, a partir del

cual,

comienza

su

regresión

y

decadencia? No se trata de personas, de carismas de personas, ni siquiera de consecuencias individuales, sino de la mecánica de la política misma populista, en un caso, progresista, en otro caso. En otros ensayos dijimos que este punto de inflexión aparece por la misma función o, si se quiere, ecuación, de la curvatura política

populista

o

progresista23.

Las

reformas no pueden continuar a partir del punto crítico de la curva ascendente de

23

Textos citados en otro pie de página.

181


avance, al tocar el umbral, límite político, que ya cuestiona, de manera cualitativa y radical, las relaciones y las redundancias de dependencia; punto crítico, a partir del cual, el dilema es el siguiente: para continuar

adelante

transformaciones

se

requiere

institucionales,

de de

aboliciones o desmantelamientos, aunque sean dilatados y reformistas, de la malla institucional del Estado, de la condición estructural de la dependencia, de la condición simulada de la democracia; o, en contraste, la ruta es la regresión y la decadencia, comenzando la evidencia de las analogías perversas con los gobiernos neoliberales.

182


La otra referencia de este artículo a la gestión de Dilma Rousseff es la siguiente:

La presidenta Dilma fue el termómetro de este cambio insidioso. Asumió una actitud de

indisimulable

movimientos

hostilidad

sociales

y

hacia

los

los

pueblos

indígenas, un cambio drástico respecto a su antecesor. Luchó contra la corrupción, pero dejó para los aliados políticos más conservadores las agendas que consideró menos importantes. Así, la Comisión de Derechos

Humanos,

históricamente

comprometida con los derechos de las minorías, fue entregada a un pastor evangélico homófobo, que promovió una propuesta legislativa conocida como cura gay. Las manifestaciones revelan que, lejos de haber sido el país que se despertó, fue la presidenta quien se 183


despertó. Con los ojos puestos en la experiencia internacional y también en las elecciones presidenciales de 2014, la presidenta

Dilma

dejó

claro

que

las

respuestas represivas solo agudizan los conflictos y aíslan a los gobiernos. En ese sentido, los alcaldes de nueve capitales ya han decidido bajar el precio de los transportes. Es apenas un comienzo. Para que sea consistente, es necesario que las dos narrativas (democracia participativa e inclusión social intercultural) retomen el dinamismo que ya habían tenido. Si fuese así, Brasil mostrará al mundo que sólo merece la pena pagar el precio del progreso profundizando en la democracia, redistribuyendo la riqueza generada y reconociendo

la

diferencia

cultural

y

184


política de aquellos que consideran que el progreso sin dignidad es retroceso24.

La

interpretación

nuestra

es

distinta.

Dilma heredó y continúo la ruta iniciada por Lula. La ruta extractivista o, mejor dicho, del neo-extractivismo, como lo denomina

Eduardo

enfrentamiento

con

Gudinas. los

El

pueblos

y

organizaciones indígenas recomenzaron en las gestiones de Lula, continuaron en la gestión de Dilma. Puede ser que se agravaron en la presidencia de Dilma; empero,

hay

una

continuidad

entre

ambas gestiones, al respecto. No es el problema, si es Lula o Dilma, tampoco la diferencia

24

de

sus

perfiles.

Sino

la

Ibídem.

185


estructura política del PT, la composición “ideológica” del PT, su estilo de reformas, basadas en el modelo de los pactos entre trabajadores y burguesía progresista.

Hay

algo

que

quisiéramos

remarcar,

retomando algo que ya planteamos en otro ensayo25. Lo que llama la atención en

estas historias

dramáticas de

los

Estado-nación periféricos y subalternos, incluso

en

su

condición

de

potencia

emergente, en algunos casos, es su renuncia a la hegemonía, a la estrategia, si se quiere, geopolítica. La burguesía brasilera, burguesía

teniendo

como

industrial,

un

eje

a

la

gobierno

progresista con alta legitimidad y apoyo popular,

25

tenían

en

sus

manos

la

Ensayos citados en otro pie de página.

186


posibilidad de irradiar un proyecto de integración continental, la utopía de la Patria Grande, bajo la conducción de la burguesía industrial o del Estado-nación. Empero, ante esta posibilidad histórica se comportan de una manera despreciable; sacando a luz sus temores ateridos, sus cohibiciones

cristalizadas

y

derrotadas

anteladas. Renuncian al proyecto que les abre

el

horizonte

político

para

la

realización de clase y la materialización de

un

Estado-nación

pleno,

no

fragmentado; renuncian por la búsqueda negociada

de

una

subalternidad

más

prestigiosa y jerárquica en el sistemamundo capitalista. Desde nuestra lectura, las burguesías latinoamericanas, las que se encuentran al sur del Río Grande, no tienen

la

voluntad,

el

impulso,

la

ambición, que tuvieron las burguesías al norte del río Grande, en el temprano siglo 187


XVIII. Tampoco lo tienen los Estadonación fragmentados de América Latina, por más demagogia que destilen y por más

instancias

burocráticas

de

integración que conformen. ¿Cuál es el problema? Como se ha podido ver,

en

nuestros

escritos,

desde

Acontecimiento político, estamos contra las lecturas “ideológicas” apologéticas, desprendidas desde los mitos modernos, como la de la historia oficial, así también como las del caudillo, ampliándonos a los espacios

del

saber,

esquematismo

como

dualista

del de

Izquierda/derecha, progresismo/conservadurismo. Desde el mito político de la bondad dejada por los nacionalismos,

populismos

y

progresismos. Pues estas lecturas, lo único

que

hacen,

es

reformar

la 188


redundancia enalteciendo

de

las

dependencias,

precisamente

aquéllas

cualidades diseminantes y debilitantes de la potencia social de nuestros pueblos. Dicho de manera resumida, el problema parece ser que las burguesías tempranas portuarias

de

Latino

América,

intervinieron en el siglo XIX, no tanto para lograr la independencia, sino para evitar la revolución social, que venía acompañando

a

los

movimientos

anticoloniales e independentistas del siglo XVIII.

Brasil es un nombre para denominar una composición

plural

compleja

singular,

que, sin embargo, no es dispersa, sino se encuentra cohesionada. Cohesionada por el Estado, por la “ideología” del Estado189


nación, por la narrativa de la historia política, así como por las narrativas de los pueblos. Veamos por donde veamos, hay como un referente integrante, ya sea como formación social o como Estadonación.

Brasil

es,

en

un

momento

constitutivo, la decisión de la mayoría, el coraje del pueblo, de llevar a un dirigente metalurgista al gobierno; en la coyuntura electoral, que ungió en la presidencia a Dilma, es un pueblo entrabado en sus dilemas. Cuando sale a las calles a defender a la presidenta,

frente a la

tramoya judicial, es un pueblo que no resuelve sus dilemas.

Para continuar,

empleando

las

frases

concluyentes que emitimos, hilando poco a poco, con las dificultades del caso, aproximaciones al pensamiento complejo, 190


a la complejidad integral, sinónimo de realidad, diríamos que, nadie sabe lo que es Brasil, como tampoco nadie sabe lo que son las composiciones complejas singulares de las formaciones socialesterritoriales, que la formación discursiva política llama países; pero, hay muchas interpretaciones

sobre

esta

formación

social. Ciertamente, este enunciado no resuelve

el

problema.

sociedad

tan

vital

¿Cómo

culturalmente,

una tan

socialmente alterativa, es decir, creativa, puede haber caído en una artimaña tan grotesca del juico a Dilma? Lo decimos reconociendo que salió a las calles, pero no continua en ellas, de manera masiva, permanente y sobre todo generalizada. Lo que ha ocurrido es una usurpación de la soberanía popular, por parte de arteros representante de la clase política más mañosa y descarada. Decimos esto sin 191


necesidad de defender a la presidenta, responsable de sus propios errores.

El desenlace, la separación de Dilma de la presidencia por 180 días, revela muchas cosas

sobre

el

poder.

Primero,

que

cualquiera puede llegar al poder, aunque desde el sentido común no se lo merezca; esto

quiere

atributos.

Lo

decir

que

primero

tiene

que

otros

revela

la

coyuntura, es que los atributos no son indispensables, sino que alguien ocupe el vacío. Lo segundo, es que no importa las reglas del juego político, tampoco la Constitución, por lo tanto, las leyes, sino la interpretación que se hace de ellas, aunque la interpretación deje mucho que desear; lo que importa es la realización del objetivo que se persigue. En este caso,

retirar

a

una

presidenta 192


democráticamente elegida, por razones que

no

conducen

desproporcionada, Congreso.

a

la

tomada

medida por

Independientemente

el de

nuestra posición crítica, no es sostenible el

formato

propósito,

del al

juico,

manejo

reducido,

a

presupuestario,

soslayando la razón o causa del ambiente que

llevó

al

juicio,

la

corrupción

institucional de PRETROBAS, del Estado, de los partidos y de las empresas. Menos es sostenible la conclusión del juicio, retirar de la presidencia a Dilma. En tercer lugar, no importa ni la legalidad, ni la legitimidad de la acción congresal, sino el haber buscado una salida al grave escándalo de la corrupción, mediante un chivo expiatorio, con la separación de la presidenta del gobierno. La realización de este

proyecto,

conspirativo

o

no,

aparentemente corrobora la efectuación 193


del

objetivo;

ejecutores

pero,

que

no

no

saben

han

los

cumplido

exactamente con el objetivo propuesto, sino

con

el

comienzo

de

su

propio

derrumbe.

Brasil no es solamente un país, una república federativa, que comprende a múltiples

pueblos

geográficamente diferenciados,

y

sociedades,

y

culturalmente

sino,

sobre

todo,

sociedades alterativas entrelazada, que busca

las

realizaciones

de

sus

manifestaciones creativas. El problema son las sociedades institucionales y los gobiernos, que prefieren optar por la ficción

“ideológica”,

por

la

ilusión

de

un

enorme

administrativa-política,

espacio geográfico político definido como Estado-nación

de

la

República 194


Federativa. El problema de fondo es que una sociedad tan vital como el conjunto articulado de las sociedades creativas brasileras, termine atrapado e inhibido en las

restricciones

de

las

malla

institucionales del Estado.

La tercera hipótesis: Las propias rebeldías terminan atrapadas en beneficio de la reproducción del poder. Esto solo pude ocurrir porque la acción contestataria es decodificada desde el lenguaje del poder; en términos simples, cuando el proceso político inherente ni siquiera, en este último caso, el recurso estatal, aprende e incorpora las demandas que enfrenta.

195


La ficciรณn de la realidad institucional

196


Introducción

La ficción de la realidad institucional es un

ensayo

crítico

de

análisis

e

interpretación de los funcionamientos de las dinámicas de fuerzas e institucionales del poder, desde la perspectiva de la complejidad. pensamiento

Esta

incursión

complejo,

se

ha

por

el

venido

haciendo desde hace un tiempo, quizás desde Acontecimiento político, que marca el paso hacia una evaluación crítica de lo que

denominamos

ahora

“ideología”;

comprendida no solo como fetichización, sino también como malla institucional, que sostiene esta cosificación y orienta las

prácticas

y

las

relaciones

de

la

sociedad institucionalizada. Por lo tanto, “ideología” e institucionalidad, que se pretenden independientes y dominantes, 197


jerárquicamente, respecto a lo que la modernidad, por lo menos en gran parte de sus periodos, consideró naturaleza. Una

modernidad

contexto

que

ecológico,

independiente

ni

desconoce que

menos

no

su es

dominante,

efectivamente, de los ecosistemas, de la biodiversidad y del pluriverso, en sus distintas escalas.

El presente ensayo, como los recientes anteriores, desde quizás Antiproducción, busca en la simultaneidad dinámica de complejidad integral de la realidad más complejidad de la que se tomó en cuenta, en

las

selecciones

y

composiciones

combinadas de las singularidades, en exposiciones anteriores; por lo menos, desde el ensayo que mencionamos, en esta estrofa. Somos conscientes de que 198


una cosa es comprender, si se quiere, mejor dicho, intuir la complejidad, como sinónimo de realidad,

y otra cosa es

exponerla, abarcando el entendimiento de ella, que siempre va a ser menor respecto a la comprensión. Más aún, cuando se trata de exponerla a través del lenguaje; la exposición no alcanza nunca a decir lo que se intuye; si esto ocurre, esta restricción del lenguaje, tampoco alcanza a decir lo que se comprende. Así mismo,

aunque

mejora,

dice,

narrativamente, lo que entiende; pero, no de una manera completa y satisfactoria. Ahí queda lo que llama Paul Ricoeur la configuración

de

la

escritura;

en

la

reconfiguración es tarea del lector o lectora, no solamente apropiarse de la escritura o de la palabra, de la narrativa y lo que dice, sino de interpretarla desde su mundo - para decirlo en términos de 199


Ricoeur

-

presente.

Por

eso

mismo,

diríamos, la tarea de completarlo, por lo menos, en la intuición e interpretación propias.

El tema del ensayo, como dijimos, no es solamente la crítica de la “ideología”, desde la perspectiva de otros ángulos de la

problemática,

comprender tecnología, masivo

el la

y

sino,

sobre

todo,

funcionamiento,

operatividad, múltiple

el

la

efecto

de

este

funcionamiento, que no puede ser sino material, en este caso, institucional, en el contexto ecológico.

Hablar

de

institucional

la es

ficción

de

la

concentrarse

realidad en

la

mecánica y dinámica del funcionamiento 200


institucional, en relación a la corporeidad social. Aunque parezca una retoma de la “sociología física” de Augusto Comte, diremos que, mas bien, está más cerca de una física de lo social. Sin embargo, la diferencia con el concepto de sociología de Comte, radica, primero, en que la física de referencia, la física que hace de zócalo epistemológico, no es la física newtoniana, sino la física relativista y cuántica. Segundo, que no se trata de una mirada determinista y causalista, en el

espacio

y

el

tiempo

absolutos,

asumidos por la física clásica e irradiada al resto de las ciencias modernas, así como a su filosofía y sentidos comunes, sino de la perspectiva móvil e integral de la complejidad. Tercero, que no estamos en la certidumbre de la verdad de la filosofía, las ciencias y las “ideologías” de la modernidad, sino, mas bien, en la 201


indeterminación

cuántica,

en

la

relatividad de los referentes; por lo tanto, en

el

cálculo

probabilístico

y

en

la

comprensión de lo posible.

Por otra parte, como hemos dicho, por lo menos, desde Acontecimiento político, que estamos ante exposiciones que se asumen

como

interpretaciones

hipotéticas, que reclaman investigaciones contrastantes.

202


Sobre la corresponsabilidad popular

Entremos directamente con la pregunta: ¿Qué impide que el pueblo asuma la responsabilidad del autogobierno, que es la democracia plena? Fuera de las tesis vertidas de la cosificación y fetichización “ideológica”; fuera de que no controla los medios de producción, recurriendo a este concepto marxista, para ilustrar; fuera de que

no

controla

ni

dispone

de

esa

fabulosa herramienta de poder, que es el Estado; incluso, aunque esto último sea discutible, en términos efectivos, debido a la correlación de fuerzas. Tal parece que hay otro obstáculo que le impide ver con claridad, la ficción de la realidad institucional.

Parece

que

esta

ficción

corresponde a la esfera “ideológica”, que no

es

algo

nuevo;

sin

embargo, 203


detengámonos

en

este

fenómeno

imaginario, que incide en las acciones, prácticas y comportamientos.

Visto

de

más

cerca,

no

parece

corresponder a una cosmovisión, sino a la restricción misma de la percepción; es decir, a un cercenamiento de la capacidad de

percepción

institucional, trayectorias

del

cuerpo.

que de

La

malla

acompaña

las

vida,

logra

como

congelar, inhibir, la integralidad dinámica de la fenomenología de la percepción. Privilegiando solo algunas sensaciones, imaginaciones,

razonamientos,

seleccionados; aquéllos que sirven en la consecución

de

la

racionalidad

instrumental, de la producción y del cálculo cuantitativo de la acumulación. Lo demás, el conjunto de las capacidades, 204


facultades, integradas de la percepción, se ha sumergido en el abismo del olvido. Tomando

en

cuenta

esta

hipótesis

teórica, podemos sugerir otra hipótesis, más analítica: la ficción de la realidad institucional no solo se puede explicar por el efecto “ideológico”; más aun, el efecto “ideológico” no logra explicar esta ficción. La ficción de la realidad institucional corresponde, ortopedia

en

gran

moderna

del

parte,

a

la

cuerpo,

al

cercenamiento de su capacidad integral perceptiva.

En otras palabras, el hombre se ve a través de los ojos institucionales. Esto se efectúa cuando la capacidad integral de la percepción no funciona; entonces, este vacío

es

llenado

por

la

maquina

interpretante del poder. La realidad se 205


reduce a las condiciones de posibilidad acotadas por el Estado. No van más allá; ese más allá es una especulación, para esta interpretación estatal. Desaparecen las

condiciones

concretamente,

de

potencialidad;

desaparece,

por

lo

menos, en la sociedad institucionalizada, la potencia social, creativa como toda vida.

Si

la

realidad,

complejidad, realidad

como

es

sinónimo

circunscrita

reducida,

de

a

esta

entonces

se

comprende el razonamiento subordinado generalizado.

Si

los

“gobiernos

progresistas” entraron en crisis, si los conservadores

han

vuelto,

ya

no

se

puede hacer otra cosa, más que esperar a las elecciones. Esta argumentación, dicha

en

distintas

tonalidades,

con 206


distintas frases y alocuciones, deriva de la ficción de la realidad institucional.

En primer lugar, nadie sabe lo que es la realidad,

pues

dinámica e

es

una

integral,

complejidad

sincronizada;

un

tejido espacio-tiempo en movimiento y componiendo-descomponiendorecomponiendo

su

estabilidad

plural,

manteniendo las simetrías, en distintas escalas.

En

lo

que

respecta

a

la

acumulación de los conocimientos y los saberes, los más adelantados avances que se han hecho, al respecto, han sido dados en el zócalo epistemológico de la episteme compleja. No olvidemos que la ruptura epistemológica comienza en el suelo

o

zócalo

epistemológico,

como

ocurre con toda episteme. En lo que corresponde a la apertura de la episteme 207


compleja,

la

remoción

del

epistemológico

se

reconfiguración

compleja

de

generada

la

relativista

por

ocasiona

zócalo

física

por

la

realidad, y

cuántica.

En contraste, hasta ahora, la filosofía y las ciencias sociales están atrapadas en las redes y telarañas de la episteme moderna; esquemática y dualista. Estas ciencias sociales y saberes humanistas son

reticentes

a

desplazamientos

embarcarse y

en

rupturas

epistemológicas. Renuncian a la apertura de

horizontes,

revoluciones

abiertos

teóricas,

por

científicas

las y

tecnológicas; desatadas por las rupturas y desplazamientos epistemológicos de la física relativista y cuántica. La situación es peor aún, cuando se trata de los 208


saberes burocráticos del Estado, que son los saberes que más repercuten en las conductas y mentalidades de la mayoría de

la

población.

Los

saberes

institucionales son mucho más primarios que los saberes académicos; más que explicaciones,

como

ocurre

con

los

saberes académicos, ofrecen apologías, acompañadas de rituales, ceremonias y apologías, institucionales; mitificando el saber,

la

ciencia,

la

filosofía,

como

verdades instituidas universalmente. Pues consideran

que

estas

formaciones

discursivas o paradigmas corroboran y legitima al Estado.

En largos periodos, la relación entre Estado y mayorías populares es perversa. El Estado, en su condición simbólica de madre de la nación y de padre del 209


pueblo, tiene en sus manos el gran recurso

del

chantaje

emocional.

En

relación al Estado, en la condición de subalternidad,

las

mayorías

populares

tienden a inclinarse a una relación de dependencia, simbolizada en la figura familiar de la relación tutora del padre respecto a los hijos. No solamente que pueden ser manipuladas las mayorías con el chantaje emocional, sino que también, como

complementando,

las

mayorías

populares recurren al chantaje emocional, en una etapa dada de sus demandas. En otras etapas de las demandas, mas bien, intermitentes,

generan

sociales.

cuadro

Este

reivindicativo,

no

es

movimientos y

cronograma

obviamente

una

regla, ni ocurre siempre. Lo que decimos corresponde

a

un

boceto

analógico,

relativo a una etapa de la experiencia, la memoria, y el aprendizaje social. 210


Cuando las mayorías populares quiebran esta

relación

de

dependencia

con

el

Estado, pueden hacerse autónomas, por lo menos, en el momento intenso de la insurrección, del levantamiento, de la movilización, de la decisión colectiva por otro

rumbo.

momentos

Sin

embargo,

no

prolongadamente.

El

estos

se

dilatan

bloque

de

las

mallas institucionales se comporta como si fuese un campo gravitatorio, campo político y campo institucional que obliga a las muchedumbres sociales volver a sus órbitas acostumbradas.

¿Por

qué

pasa

esto?

Después,

precisamente, de que han roto la ligazón de dependencia con el Estado, aunque

211


este

quiebre

sea

coyuntural,

en

un

momento de intensidad. ¿No se ha podido retirar el velo de la ficción de la realidad institucional? ¿No se ha podido ver que la realidad poder,

definida es

una

y

producida

ficción?

por

Realidad,

el no

necesariamente comprendida en toda su complejidad integral dinámica, sino, mas bien, como realidad destituida y ampliada por los desplazamientos provocados por el acto creador de la subversión. Es decir, no se ha podido ver otra realidad, más amplia, que la que daba la ficción de la realidad institucional. ¿No ha podido el pueblo verse a sí mismo como creador de la realidad social?

¿Cómo despertar la percepción integral del cuerpo? ¿Cómo revivir las facultades entumecidas del cuerpo? Lo que decimos 212


en los ensayos: ¿Cómo liberar la potencia social?

En

pocas

palabras,

¿cómo

despejar la niebla de la ficción de la realidad

institucional?

Repitiendo

la

pregunta de otra forma, como también la hicimos antes: ¿Cómo comunicarse con la potencia del cuerpo, soslayando el oído de la razón abstracta, instrumentalizada, incrustada en los cuerpos; dispositivo de la legitimidad y reproducción del poder?

Este parece ser el gran desafío para las sociedades y pueblos. No se vislumbra ningún futuro promisorio si no se asume y de supera este desafío. Resolver este desafío,

solucionar

el

problema

mayúsculo, implica dar un gran salto; el salto que necesitamos. No solo para resolver los grandes problemas de la humanidad pendientes, sino, una vez 213


hecho

esto,

dedicarnos

a

lo

verdaderamente

importante

para

la

humanidad,

la

tarea

de

la

humanidad;

la

con

los

digna

comunicación

seres del pluriverso. Son ciertamente preguntas

abrumadoras.

Empero,

parecen ser las preguntas urgentes, como las que se hizo Foucault; una de ellas era: ¿cómo hemos llegado a ser lo que somos

en

Podríamos

el

momento

añadirle:

¿Qué

presente? y

quiénes

somos, en realidad?

No

parece

preguntas si

posible

responder

permanecemos

estas

anclados,

tenaces y tercos, en los horizontes de la episteme moderna; que, si bien ha sido útil, en una etapa de esta era vertiginosa, ya está desbordada por la complejidad, sinónimo de realidad. Horizontes móviles 214


de la complejidad, que ya vislumbramos. ¿Cómo abrirse socialmente, entregarse colectivamente, a cruzar el umbral y el límite epistemológico; aventurarse en la perspectiva

de

la

complejidad?

No

busquemos ejemplos a seguir, en la historia portentosa de la modernidad; no podemos

hacer

algo

equivalente

y

análogo, como si fuesen paralelas nuestra actualidad y la de la modernidad. Lo que vayamos

a hacer,

responde, por así

decirlo, ilustrativamente, a otras lógicas, a

otros

espacio-tiempos,

a

otras

topologías.

Esto, las nuevas rutas y recorridos, no es imposible hacerlos, como comúnmente se puede creer, pues nuestros cuerpos lo hacen siempre. Los cuerpos responden a la

complejidad

sincronizada

del 215


pluriverso. Por más tosco que sea lo que vamos a decir, lo diremos, pues no contamos con otros recursos que este enunciado:

parece

que

debemos

reincorporar la razón, convertida, en la modernidad, en abstracta e instrumental, al cuerpo; reintegrarla a la fenomenología de

la

percepción;

orientadora

de

potenciarla

nuestras

como

prácticas

y

acciones.

216


No es el odio sino el amor

Para abordar estas preguntas, por lo menos

para

intentar

abordarlas,

recurriremos a la poesía, que es la que está

más

próxima

a

la

intuición

perceptual. En No es el odio sino el amor, de Sebastiano Monada, se recita:

No es el odio lo que nos hace fuertes Como roca cristalizada en las profundidades Espesuras oscuras insondables de la tierra Fundida antes por el magma volcánico No es el odio lo que ayuda a conocer algo Como instrucción campechana de la experiencia No es el odio lo que abre las puertas Del porvenir luminoso como alborada boreal Como los telones del teatro descubriendo la escena No es el odio lo que colabora a lograr el alborozo Como cumbre escalada con esfuerzo por tenaz alpinista No es el odio lo que nos salva de amenazas Como enfermedades acechando ocultas en el cuerpo Lo que resuelve problemas y responde a desafíos Como invitaciones seductoras de territorios ignotos

217


No es el odio la prolongación de la lucidez Como pulsación solar abarcando a su entorno Tampoco del afecto apasionado y honesto Emergiendo como manantial del fondo de los peñascos El odio es justamente todo lo contrario Es como el ensanche de la falta de agudeza Dejándonos ciegos y mudos, atrofiando los sentidos Fuera de ser una exhibición clara de ausencia emotiva Evidente inhibición de la vitalidad y la alegría Sustituida por el rencor escarbando las entrañas Como buitre picoteando insaciablemente Nuestro expuesto abdomen como el de Prometeo Y la culpabilidad sorda como pesada carga Llevada sobre la espalda de aparapita Como frustración agobiante de verdugos implacables Sin embargo, frígidos humanos desvalidos El odio causa más contrariedades desconcertantes Como los fármacos curando y envenenando Al mismo tiempo al convaleciente vulnerable Ocasiona insistentes amenazas contendientes Nubes borrascosas cargadas de rayos y furores Nos lleva a callejones de penumbra sin salida Como encrucijadas abriéndose a los abismos Convierte a cercanos y lejanos en enemigos Como perseguidos infieles convertidos en aberraciones Nos trueca en celosos vigilantes acechados Como ciudades sitiadas por ejércitos invasores Por fantasmas atormentados por sus desvaríos Como criminales perseguidos por las miradas Y el recuerdo inolvidable de sus víctimas Espectros dentro de sus oxidadas armaduras

218


Visitantes mudos de la noche Como inesperadas presencias exhibiendo viseras Ocultando a medias sus rostros El odio cierra los portones del porvenir Como telones del teatro clausurando la escena El odio nos ciega y ya no vemos nada Sino los íconos delirantes del resentimiento El odio interrumpe la propagación de la sabiduría Como los diques de las represas detienen los ríos Nos vuelve arrogantes hedonistas Nos convierte en testarudos intolerantes Repetidores de carencias miserables Ausencias de prolíficas cogniciones Agoreros tristes de lo mismo Es el apego a la voluptuosa vida Don desbordante de vigorosa energía Devoción a los minuciosos detalles Componiendo resplandecientes paisajes Cariño de traviesas algarabías de especímenes Inquietos en su festivo conglomerado musical Franqueza reposada esparcida en el aire Diseminada en la atmósfera y los suelos Remontada por el agua de los afluentes Trabada en las ramas de los árboles Como brisa aposentada en el refugio de las hojas Donde se confecciona nidos cobijando sueños Es el amor el impulso vital del entendimiento Como corriente o viento empujando las velas De galeones navegantes en océanos soñados Puente sentimental transportándonos a la eventualidad Como arco cruzando de una orilla a la otra

219


Senderos atravesando los bosques o las montañas Como rutas escondidas al lóbrego bilioso Ayudándonos a cruzar los laberintos Como sagaz periplo despejando el acertijo Primavera solicitante de la madrugada venturosa Clima florido emprendiendo el ciclo de las estaciones Como Vivaldi interpreta en lenguaje de violines Frecuente rutina regulada del día Premonición escrupulosamente descifrada En los jeroglíficos del pergamino conservado Desenvolviendo una novicia iniciación adolescente Primavera cuajada en nuestras médulas Como sedimentos de regocijos hospedados Después, las flores se van y nos abandonan Como fragancia de pretéritos amores Son los sentimientos de gozo y asombro Enseñando la relatividad de los aprietos Risueñas encuentran siempre las salidas Son las sensaciones los empalmes trenzados Con los recónditos misterios del cosmos No es el odio sino el amor lo que nos hace humanos Por lo tanto apacibles animales mutantes Innovando en la metamorfosis del mundo Asiste en la comunicativa colmada comprensión Con el resto de los cuerpos del firmamento Y de las moléculas grumosas coaligadas Y los átomos compuestos por órbitas saltonas Y los núcleos detenidos en pesadas reflexiones Existiendo nosotros ensamblados con el universo entero Tejidos hirsutos de sutiles hilos Desde sus hebras minúsculas hasta sus colosales galaxias

220


No es el odio sino el amor la energía de los organismos Como gravitación induciendo a danzar a planetas Y enmarañadas constelaciones deslumbrantes Aptitud creativa de nuestras habilidosas manos Como arte fecundo realizándose en cuadros Y primorosos poemas recobrados La corriente sanguina rítmicamente circulando Por las redes de venas y arterias confluyentes Flujo de versos melodiosamente pronunciados Ligazón social congregando mónadas agitadas Convocatorias sinfónicas cautivando a los oídos Aglomerando grupos, comunidades y sociedades Como aglutinan manadas las lagunas de la selva No es el odio sino el amor diáfano Coligando los ciclos diversos de vitales elipses El humano no es el animal racional Tampoco el animal con lenguaje Ni siquiera el animal simbólico Es ante todo, primero el animal afectivo Animal de imaginación exuberante Naciendo en el plasma del apego La ternura y la atracción arcanas Emergiendo la vida del caldo estelar Y en la inquietud de la explosión inicial Como primera nota del concierto total Intrépida inventora de mundos prodigiosos Estallido de sensaciones propagadas Como vuelos vibrantes de ondas Y estremecimientos melódicos de penetrante copla Canción primordial anterior a la materia No es el odio lo que ayuda a luchar y combatir

221


No es el odio lo que ayuda emancipar y liberar No es el odio lo que da fibras e ímpetus Si no es lo que aprisiona en la cárcel De rejas de angustias y de miedos Debilitando el cuerpo atosigado por las normas El odio es el huevo donde se incuba la serpiente Donde germinan los bisoños despotismos Aunque se insinúen con palabras aladas Es el amor y el afecto desenvueltos Como mariposas redimidas de sus capullos Emancipando y liberando las profusas formas De las memorias sensibles de la vida La potencia creativa de los entrelazados cuerpos

26

Proliferantes autonomías transversales e impetuosas

No es el odio sino el amor, no es el odio sino el afecto; éste es el mensaje. No culpemos a nadie ni a nada de este odio bilioso, que destilamos muchas veces en las

relaciones,

intermitentemente,

combinadas, con

otros

sentimientos. Han emergido en nosotros 26

Sebastiano Monada: Subversión Afectiva. Dinámicas moleculares; La Paz 2016.

222


como

de

nosotros

se

edificaron

las

instituciones

de

nuestras

historias

sociales.

qué

momento

nace

¿En

la

genealogía del odio? ¿Con las religiones monoteístas,

que

infieles?

aceptamos,

No

separan

fieles

de

de

ninguna

manera, la tesis hobbesiana de que el “hombre es el lobo del hombre”, como si el

mal

estuviese

genéticamente

incrustado en su cuerpo. Esta tesis no se sostiene

ante

la

mirada

y

el

saber

biológico. El odio es un hecho y producto social; ha sido inoculado, así como las instituciones han sido construidas por las sociedades que las padecen. El odio ha sido

sembrado

por

las

relaciones

y

estructuras sociales tejidas por las mallas institucionales.

223


¿Cómo desanudar estos lazos de esas relaciones sociales que inoculan el odio? ¿Cómo liberarse de los amarres, de las ataduras,

de

las

redes

de

captura

institucionales? ¿Cómo desatar y liberar nuestra capacidad de afecto y asombro? Estas son las preguntas que el activismo libertario tiene que preguntarse y buscar respuestas, compartiendo con los pueblos las

mismas,

convocándoles

a

buscar

también respuestas.

Ahora, buscamos abordar las preguntas o,

si

se

quiere,

posibilidad filosofía

de

de la

las

las

condiciones

de

preguntas,

en

la

fenomenología

de

la

percepción.

224


Potencia

y

fenomenología

de

la

percepción

En

Fenomenología

de

la

percepción,

sobre todo, en la parte conclusiva y reflexiva de todo el libro, la tercera parte, El

ser-para-sí

Merleau-Ponty

y

el

ser-del-mundo,

aborda

de

lleno

la

dinámica fenomenológica intrincada entre el ser-para-si y el ser-del-mundo. Como hemos anotado antes, en otros ensayos, donde retomamos la fenomenología de la percepción, nos adherimos a esta filosofía por su lectura del cuerpo. En este sentido nos

inmiscuimos

en

la

interpretación

filosófica de esta tercera parte del libro citado.

225


Cuando comentamos La fenomenología del

espíritu,

interpretación

buscando la

en

su

argumentación

vital

sobre el cuerpo, hicimos hincapié en la dinámica

integral

de

la

percepción;

aunque aquélla vez también hablamos de la simultaneidad, ahora, queremos hacer hincapié en la simultaneidad dinámica, que se encuentra implícita en el texto.

En la tercera parte de Fenomenología de la percepción, Merleau-Ponty deja claro que estamos en un mundo, que nuestro cuerpo existe en el mundo, que las actividades

realizadas

por

el

cuerpo,

como sentir, imaginar, razonar, pensar, percibir, se dan por la dinámica corporal en relación a la dinámica del mundo. Se trata de un cuerpo en situación; por lo tanto, situado por la experiencia, en el 226


espacio-tiempo,

curvado

y

en

movimiento. Lo sugerente es que lo que se

da,

sea

percepción,

pensamiento, en

el

simultáneamente; con

la

cuerpo,

en

dinámica del

concordancia

sensación, se

da

correspondencia mundo.

A esta

complementaria,

hemos

llamado sincronía integral del pluriverso, en sus distintas escalas.

Estos tópicos y temáticas del ser, del cuerpo, de la situación, del mundo, tal como son analizados e interpretados, desde la perspectiva de la fenomenología de

la

percepción,

son

indispensables

repasar, en relación a la problemática de las

representaciones

estatales

de

la

realidad, que venimos analizando en este ensayo.

Por eso, daremos una revisión

rápida al primer acápite de la tercera 227


parte del libro, antes de continuar con nuestra reflexión crítica.

Al respecto, partiendo de la crítica del racionalismo de René Descartes, cuando expone su famoso enunciado cogito, ergo sum; definiendo esta filosofía idealista, Merleau-Ponty escribe:

Todo pensamiento de algo es al mismo tiempo consciencia de sí, de otro modo no podría tener objeto. A la raíz de todas nuestras

experiencias

y

nuestras

reflexiones, encontramos, pues, un ser que

se

reconoce

a

mismo

inmediatamente, porque es su saber de sí y de todas las cosas, y conoce su propia existencia, no por constatación y como un hecho dado, o por inferencia a partir de 228


una idea de sí mismo, sino por contacto directo con ella. La consciencia de sí es el ser mismo del espíritu en ejercicio. Es necesario que el acto por el que tengo consciencia de algo sea captado en el instante en que se consuma, sin lo cual se rompería. Siendo así, no se concibe que

pueda

provocado

ser por

desencadenado

nada

de

nada,

o es

necesario que sea causa sui27.

Por eso, después de haber caracterizado la premisa de Descartes, dice:

Volver con Descartes de las cosas al pensamiento de las cosas, es o bien reducir la experiencia a una suma de 27

Merleau-Ponty: Fenomenología de la percepción. PlanetaAgostini. Buenos Aires 1993. Pág. 381.

229


acontecimientos psicológicos, de los que el Yo no sería más que el nombre común o la causa hipotética, mas entonces no se ve como mi existencia podría ser más cierta que la de ninguna cosa, puesto que no

es

más

inmediata,

salvo

en

un

instante incaptable; o bien reconocer, más

acá

de

los

acontecimientos,

un

campo y un sistema de pensamientos que no esté sujeto ni al tiempo ni a limitación ninguna, un modo de existencia que nada deba al acontecimiento y que sea la existencia

como

espiritual

que

contraiga

en

consciencia, capte

a

mismo

un

acto

distancia todo

y

cuanto

enfocare, un “yo pienso” que sea por sí mismo

y

sin

adición

suplementaria

ninguna un “yo soy”28.

28

Ibídem.

230


Como

hicimos

notar,

en

un

anterior

ensayo29, donde se toca la temática del cuerpo y el mundo, Merleau-Ponty crítica tanto a la perspectiva idealista, así como a la perspectiva empirista. La crítica de la perspectiva radica

racionalista,

en

este

a

Descartes,

supuesto

de

intemporalidad, fuera de la experiencia, de este yo pienso. En otras palabras, Merleau-Ponty

se

pregunta:

¿Cómo

puedo pensar fuera del mundo y de la experiencia en el mundo? La crítica del empirismo

puede

resumirse,

por

el

momento, en el siguiente criterio: ¿Si el cuerpo se convierte en un objeto más en el mundo, que es como la totalidad de 29

Ver Acontecimiento poético; también Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

231


objetos, es un hecho más en la totalidad de hechos dados en el mundo, entonces, cómo puede dar cuenta un objeto de otro objeto, un hecho de otro hecho, si el pensamiento

es

solo

una

hipótesis

experimental? En anteriores capítulos, Merleau-Ponty

llega

a

decir

que

racionalismo y positivismo, idealismo y empirismo,

se

simétricamente, premisas

de

complementan

al

absolutizar

partida;

el

primero,

sus el

pensamiento; el segundo, el hecho.

Luego se pregunta:

¿Cómo podríamos disociar la certeza de nuestra

existencia

perceptora

de

su

partenaire exterior? Es esencial para mi visión el que se refiera, no solamente a 232


un supuesto visible, sino también a un ser actualmente visto30.

Por eso dice que ver es acción de ver, la operación de ver, experimentar mediante la vista; no hay un pienso que veo, anterior, como supone el idealismo de Descartes. La acción de ver es inmediata al pienso que veo; en otras palabras, a la consciencia de ver. Es esta simultaneidad lo que hace diferente a la fenomenología de la percepción, tanto del idealismo como

el

empirismo.

No

solo

por

la

inmediatez de la experiencia del ver y de la

consciencia

consecuencias desplazamiento

30

del

ver,

sino

multiplicadoras

por de

las este

epistemológico.

Ibídem. Pág. 384.

233


Interpretar

esta

perspectiva

fenomenológica como dialéctica, tal como todavía lo hace Merleau-Ponty, es dejarla como en la sucesión del tiempo, que la dialéctica concibe como superación de la contradicción

y

síntesis.

Lo

que

es

sugerente; empero, todavía lineal. La inmediatez del acontecimiento conduce a otra interpretación, más adecuada, la de la complejidad; la simultaneidad del acto y de la consciencia nos sugiere una composición integral del acontecer. Y esto nos lleva a la sincronía integral.

A

propósito

del

cogito,

concepto

fundamental en Descartes, Merleau-Ponty anota: Los actos del Yo son de índole tal que se rebasan a sí mismos y hay intimidad de la 234


consciencia.

La

trascendencia

consciencia

de parte en

es

parte,

no

trascendencia soportada - ya dijimos que una trascendencia tal seria el paro de la consciencia -, sino trascendencia activa. La consciencia que de ver o sentir tengo, no

es

la

notación

pasiva

de

un

acontecimiento psíquico cerrado en sí mismo, y que me dejaría incierto en lo que a la realidad de la cosa vista o sentida

se

refiere;

tampoco

es

el

despliegue de un poder constituyente que contendría eminente

en y

mismo,

eterno,

toda

de

modo

visión

o

sensación posible y se uniría al objeto sin tener que abandonarse; es la efectuación de la visión31.

31

Ibídem. Pág. 386.

235


Cuando

habla

de

trascendencia

soportada, se refiere a la perspectiva inmanentista idealista, que no considera la exterioridad del Yo; cuando habla de trascendencia relación

activa,

dinámica

del

se

refiere

cuerpo

a

la

con

el

mundo y del mundo con el cuerpo. Como se puede ver, no niega la consciencia, entendida

como

consciencia

de

sí,

consciencia del cuerpo, consciencia del acto, sino que, descarta la interpretación espiritual, consciencia.

por

así

Tampoco

decirlo,

de

la

acepta

que

la

consciencia se puede reducir a un suceso psíquico, como registro psicosomático; este suceso y registro no me dirían nada de lo que se ve ni del recorte del mundo donde se sitúa lo que se ve. Usando las palabras del fenomenólogo, diremos que el cuerpo es el motor de la experiencia, 236


de la memoria, de las sensaciones, del pensamiento, en el contexto del mundo.

Por esto esta afirmación:

Lo que descubro y reconozco por el Cogito, no es la inmanencia psicológica, la inherencia de todos los fenómenos en unos “estados de consciencia privados”, el contacto ciego de la sensación consigo misma - no es siquiera la inmanencia trascendental, la pertenencia de todos los fenómenos

a

constituyente,

una la

consciencia

posesión

del

pensamiento claro por sí mismo -, es el movimiento profundo de trascendencia que

es

mi

ser

mismo,

el

contacto

237


simultaneo con mi ser y con el ser del mundo32.

Al respecto, hay que anotar que MerleauPonty

no

concibe

trascendente

y

trascendental como lo hace Emmanuel Kant, en el sentido de condición de posibilidad a priori, sino como relación con

el

mundo;

si

se

quiere,

dicho

forzadamente, como experiencia de la exterioridad

de

una

interioridad.

En

términos del filósofo, como experiencia en el ser del mundo del ser-para-sí. Se trata entonces del tejido efectuado entre el ser-para-sí y el ser del mundo; en sentido pleno, no hay ni exterioridad ni

32

Ibídem.

238


interioridad, sino una dinámica inventiva entre ambos.

En relación a esta simultaneidad dinámica entre

experiencia,

consciencia,

sensaciones y afectos, en el mundo, el teórico da un ejemplo:

Por ejemplo, el amor y la voluntad son operaciones interiores; se fabrican sus objetos, y se comprende que, al hacerlo, puedan desviarse de lo real y, en este sentido,

engañarnos,

pero

parece

imposible que nos engañen acerca de sí mismas: a partir del momento en que siento el amor, la alegría, la tristeza, es verdad que amo, que estoy triste o alegre, aun cuando el objeto no tenga, de hecho - eso es, para los demás o para mí 239


mismo en otro momento - el valor que ahora

le

atribuyo.

La

apariencia

es

realidad en mí, el ser de la consciencia estriba en aparecerse. ¿Qué es querer, sino tener consciencia de un objeto como valido (o como valido precisamente en cuanto no es válido, en el caso de la voluntad perversa); que es amar, sino tener consciencia de un objeto como amable? Y dado que la consciencia de un objeto envuelve necesariamente un saber de sí misma, sin lo cual escaparía y ni siquiera captaría su objeto, querer y saber que uno quiere, amar y saber que uno ama no son más que un solo acto, el amor es consciente de amar, la voluntad consciencia de querer. Un amor o una voluntad que no tuviese consciencia de sí sería un amor que no ama, voluntad que no quiere, tal como un pensamiento

240


inconsciente sería un pensamiento que no piensa33.

En resumidas cuentas, amar es tener consciencia del amor; tener voluntad es tener consciencia de o que se quiere. Se ama y al mismo tiempo, por así decirlo, se tiene consciencia de que se ama; se desata una voluntad y al mismo tiempo se tiene consciencia de lo que se quiere. La conclusión es elocuente: Un amor o una voluntad que no tuviese consciencia de sí sería un amor que no ama, voluntad que no quiere, tal como un pensamiento inconsciente sería un pensamiento que no piensa.

33

Así

como

el

amor

tiene

Ibídem. Pág. 387.

241


consciencia

de

sí,

la

voluntad

consciencia

de

sí,

el

cuerpo,

multiplicidad

de

tiene en

actividades

la que

desempeña, tiene consciencia de sí. Es la consciencia de sí del cuerpo lo que hace posible la consciencia de sí del amor y de la voluntad.

La conclusión de esta parte del texto, dedicada al Cogito, es a lo queríamos llegar.

El Cogito es el reconocimiento de este hecho fundamental. En la proposición “Yo pienso, yo soy”, las dos afirmaciones son equivalentes, ya que, de otro modo, no habría Cogito. Pero todavía hay que entenderse

sobre

el

sentido

de

esta

equivalencia: no es el Yo pienso el que 242


contiene de modo eminente el Yo soy, no es mi existencia la que se reduce a la consciencia

que

inversamente, reintegrado

de

el

Yo

al

transcendencia consciencia

tengo,

es,

pienso

el

movimiento

del la

ella

Yo

soy,

reintegrada

de y

la

a

la

existencia34.

En lo que viene, combinaremos tres rutas;

expondremos

interpretación fenomenológica

de de

nuestra la

la

teoría percepción,

correspondiente a esta parte ontológica del

libro;

sacaremos

nuestras

conclusiones; y aplicaremos la teoría y la

34

Ibídem. Págs. 392-393.

243


interpretaciรณn a la problemรกtica tratada en este ensayo.

244


Potencia y percepción

La interpretación que vamos a exponer, va a seleccionar, tanto del libro citado, sobre todo de lo que corresponde al primer tema tocado en la tercera parte, el cogito,

y

va

comentar,

tomando

en

cuenta aquéllo que puede ayudarnos a tratar la pregunta que nos hicimos: ¿Qué es la ficción de la realidad institucional?

Para

decirlo

de

entrada,

institucional

vendría a

institucional

o,

mas

la

realidad

ser

el

mundo

bien,

el

mundo

institucionalizado. En nuestras palabras, el mundo recortado institucionalmente en el mundo efectivo. Al que le hemos denominado varias veces el mundo de las representaciones; en tanto que el mundo 245


efectivo corresponde al mundo en tanto devenir, en tanto complejidad dinámica integral.

Retomando

la

perspectiva

fenomenológica expuesta, el mundo es la trascendencia activa; en consecuencia, ¿el mundo institucional vendría a ser la trascendencia

activa

de

las

mallas

institucionales? Este es nuestro primer problema

de

aplicación

de

la

teoría

fenomenológica de la percepción a la problemática tratada.

Interpretando a Merleau-Ponty, el mundo es la trascendencia activa donde me encuentro

y

de

donde

obtengo

la

experiencia, que da cuenta del mundo y de mi participación el mundo, de mi manera de percibirlo y de la consciencia de mi percepción y participación. Dicho en

palabras

no

apropiadas,

pero, 246


ilustrativas, en la relación cuerpo-mundo, ocurre como si la trascendencia activa fuera

convertida

por

el

cuerpo

en

inmanencia activa; pero, una inmanencia activa activa.

que

supone

Aplicando,

rigurosamente, provisionalmente,

la

trascendencia

no

de

podemos que

todo sugerir,

el

mundo

institucional vendría a ser, parcialmente, la

trascendencia

activa

institucional,

donde me encuentro, en parte, y en parte no me encuentro; pues hay partes de mí que no están capturadas por las mallas institucionales.

Esta

parcial

trascendencia se convertiría en parcial inmanencia por mediación de la parte de mi cuerpo capturada institucionalmente. Esta inmanencia parcial corresponde a la trascendencia

activa

institucional

adherida a mi cuerpo. La consciencia parcial

de

esta

operación

interpreta 247


inmediatamente esta operación de dos maneras

contrastadas.

maneras,

que

Una

de

llamaremos

las

pasiva,

interpreta tal como interpreta la narrativa institucional; en cambio, la otra manera, inducida por la parte no capturada del cuerpo,

interpreta

operación.

críticamente

esta

Resiste y se rebela. En

contraste, la otra parte no capturada de mi cuerpo, genera como una consciencia de sí alterativa. La otra parte del cuerpo percibe

otra

precisamente

trascendencia, no

la

activa,

institucional;

una

trascendencia que contiene a la propia trascendencia institucional y la explica. Se

trata

de

una

consciencia

de

la

diferencia entre la realidad institucional y la

realidad

provisionalmente,

efectiva; a

ésta,

llamemos, consciencia

crítica.

248


Una primera hipótesis interpretativa de la arqueología y genealogía de la ficción de la

realidad

institucional

podría

ser:

Cuando la parte del cuerpo capturado por las

mallas

manera

institucionales

inmediata,

una

genera,

de

consciencia

pasiva, que incide predominantemente en las

conductas

y

comportamientos,

la

realidad institucional tiende a aparecer como la realidad única, incluso se la considera como realidad objetiva. De esta forma, clausurando la posibilidad de ver más

allá.

Es

cuando

una

parte

significativa de la sociedad renuncia a su voluntad o, mejor dicho, constelación de voluntades; confundiendo sus deseos con el querer del poder. En cambio, cuando la parte del cuerpo no-capturado por las mallas institucionales genera, de manera inmediata,

una

consciencia

crítica,

la 249


realidad institucional tiende a aparecer como una ficción del poder.

Podemos

sugerir

una

gama

de

combinaciones entre estas composiciones contrastadas; pero, esto lo dejaremos, por la claridad de la exposición. Lo que importa es buscar la comprensión de por qué se impone la ficción de la realidad y solo en momentos de crisis, se cuestiona esta representación institucionalizada y se generan otras representaciones, mas bien, no institucionalizadas, más amplias y complejas. La segunda hipótesis que proponemos es: esto pasa cuando se renuncia

a

la

propia

voluntad,

a

la

conciencia de sí de los propios deseos; atendiendo y obedeciendo, mas bien, a lo que

quiere

el

poder,

confundiéndolo,

como si fuera el propio querer. 250


Volvemos a encontrarnos con esto de que la clave del poder se encuentra en la renuncia de los dominados y subalternas a luchar, no así en la disponibilidad de fuerzas del poder. Solo que, en este caso, de la interpretación que acabamos a hacer,

la

renuncia

a

luchar

implica

también la renuncia a la voluntad, lo que significa la renuncia a los propios deseos; así como que, en definitiva, el conjunto de las renuncias significan la renuncia a ser-para-sí. Se acepta ser lo que quiere el poder que se sea. Jugando con las frases, quizás al modo dialéctico; esto implica ser-para-otro; en este caso ser-para-elpoder.

251


¿Por qué se renuncia? Recordando a Hegel, ¿por miedo a morir?, ¿por miedo, en general? ¿Por qué se quiere ser amo, al verse a sí mismo, a través de los ojos del amo? ¿Por qué ambos, amo y esclavo, quieren el goce y no el diferimiento, que implica

el

metáfora

trabajo? filosófica

Ciertamente,

la

de

es

Hegel

simbólicamente rica, en lo que respecta a la dialéctica del amo y el esclavo; es decir, de la dialéctica de la dominación; sin embargo, a la vez es pobre, pues la dominación

no

se

reduce

a

este

desenlace de la tragedia dialéctica de la guerra entre señorío y servidumbre. La respuesta no está en los desenlaces alternativos

que

sugiera

el

texto

de

Hegel. No se explica por qué ha sido vencido, pues no hubiera sido vencido si encaraba a la muerte. Incluso después de muerto, si éste fuera el caso, hubiera 252


vencido al que se instituye como amo, cuando se renuncia a seguir el combate y se prefiere aceptar las condiciones de la rendición. No se explica la por qué ha sido

vencido,

atendiendo

al

miedo,

aunque lo haya tenido, pues el miedo también radicaba en el que se instituye como amo. No se explica por qué ha sido vencido, al atender a que no quiere morir, pues, de todas maneras, ambos enemigos, podían morir. La respuesta no parece encontrarse en estas alternativas implícitas, que se hallan en esta metáfora filosófica

de

dominación,

la

dialéctica

aunque

incluso

de

la

jueguen

algún papel en el desenlace efectivo.

Sugerimos auscultadora

la de

siguiente

hipótesis

interpretación:

Se

renuncia porque el poder ha vencido 253


antes

de

incluso

que

el

comience

conflicto

el

que

combate, desata

el

combate; pues el poder ya tomó, por anticipación, parte del cuerpo, de tal manera, que incide gravitantemente, de manera

previa,

comportamientos había,

desde

en y un

las

conductas,

mentalidades. principio,

No la

predisposición de luchar hasta el fin, consecuentemente.

254


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