Poemario de amor Sebastiano Monada
Jozef Siklienka: Mujer vaporosa
Poemario del amor, poemas pertenecientes a Carla Roca Ortiz. Fueron entregados a ella, como manifestación desbordante de una entrega, de la pasión por la revelación femenina de la totalidad y la des-totalización, es decir, la creación. Los publicamos, porque ella considera que se deben publicar, pues tampoco se cree dueña de ninguna pasión. Entonces, estos poemas, son de todas maneras dedicados, a un ser, metáfora de una ángel, si se puede hablar así, capaz de comprender y ser transparente en su entrega, en su interpretación candente.
Índice:
Entrañable constelación de mujer absoluta
6
El eterno retorno del amor
10
Mujer metáfora y ventana interior
13
Tejedora de esperanzas
19
Artesana de los tejidos
22
Eres
25
Amor
28
¿Cómo es posible tu existencia?
31
Te amo como nunca he amado a nadie
35
¿Quién soy?
39
Mi bien
45
Sensualidad
50
Nombre y cuerpo de mis sueños
54
Premonición
58
¿Amor virtual?
65
Mujer
70
Te amo
73
Mujer armazón de mundos
78
Dilución amorosa de la mañana
82
Ant贸nio Macedo 1955 - Portuguese Figurative Realist painter -
Entrañable constelación de mujer absoluta Cascada de cabellos negros Caen sobre tus hombros primaverales Ojos dulces, cuya picardía brota, estilo italiano Rostro claro, luz lunar alumbrando la inmensidad nocturna Habitada por constelaciones viajeras Noche cóncava, curvándose en la memoria de tus pasiones Cosmos agitado en el estallido repetido de las estrellas Mientras tu boca suave, juvenil, insinúa a la vez Una sutil sonrisa y un beso ardiente
Mi mirada aventurera te encuentra La evocación impetuosa, amazona, cautivadora De mujer absoluta Me conquista Tu rostro resplandeciente como el alba Cuadro revelador de Botticelli, Candorosamente sensual y reflexiva Apacible en la madurez de tus sueños Impetuosamente desbordada en los entusiasmos Espontáneamente desplegados De tu deslumbrante encanto camba Conmovedoramente afectuosa
Mujer total, absoluta Manifestación adorable, seductora, de la llanura insomne Provocando amor como respuesta a la percepción de tu presencia Ocasionando estallidos de románticas utopías Pasiones desbordadas atravesando el cuerpo Ahora, capaz de rapto y dilución total
Al verte tan propia Talante madurado en vino añejo Herencias de la abuela de gustosa tradición y filosofía renacentista Figura fragante, huella profunda, hendida en las costumbres Invadiendo la atmosfera hasta convertirla en emanación tuya Entonación de la trama femenina, tejido artesanal Interprete de mundos perdidos Cohesión familiar y ternura de pareja
Me rindo a tus encantos legendarios Acumulados en la suavidad de tu piel En el espesor voluptuoso de tu memoria tropical
Enamorado entonces, atrapado en el fulgor nocturno de tus ojos En la acuática pronunciación de tus labios En la insinuación espontanea de tu boca En las reflexiones de mujer madura
Abrazadas por tu imperecedera lozanía Delgada figura recorriendo vaporosa El clima convulsionado del universo de mis sensaciones
Ahora, después del acontecimiento, transportando tú nombre Diluyéndome diseminadamente fragmentario Todo lo mío es tuyo Hago entrega de mis moléculas y mis átomos dinámicos Del brío explosivo, acompañante de mis recorridos Mis vehemencias desbordando primaveras y otoños Mis bosquejos insurrectos Mis sueños transgresores Los recónditos secretos La palabra esculpida, la experiencia inscrita Y la espontaneidad romántica, guerrera, utópica De las múltiples subversiones creativas Te entrego todo La escritura nómada La grama de lo posible Queriéndome refugiar En el hogar de tu templado espíritu
Mujer voluptuosa encarnando enunciados labrados Maravillosamente repetida en cada rasgo dibujado
De tu rostro latino, de tu cuello iluminado Por una suave luz resbalando silenciosamente Descubriendo tiernamente la narrativa romántica De la escritura intrépida de tus pasiones De la grafía sensitiva, ambulante, envolvente De tu imaginación vital desprendida solarmente De la estética pictórica de tu cuerpo Irradiando la circulación de los climas Atrapándome en una atmosfera incandescente Perdiéndome para siempre en la caricia seductora De tu presencia enraizada
El eterno retorno del amor ¿Volver a enamorarme, acaso? No es voluntad, ni búsqueda, ni periplo Es nacimiento
Un horizonte nuevo de luces y de voces De sensaciones acaso agazapadas Esperando felinas el asalto a la presa Caza intrépida, veloz, zarpazos desgarradores Colmillo clavándose en la garganta Amor depredador, impulso vital de los ciclos ¿Por qué no dejar que ocurra? ¿Por qué detener su salto de leopardo?
Al verte sonriente apoyada en la baranda Tu suave mano tocando la madera La bata de lana cayendo apaciblemente Mostrando vulnerable tu fino hombro Apenas cubierto por una delgada chompa bruna Tu blonda cabellera azabache arrullada en una cola meneada Cae resbalando hasta tocar tu seno Más abajo tu cintura cubierta Cadera matricial, fecunda, curva ornamental
Melodía de canciones rituales Ceremonia sensual de la celebración de la fertilidad Eterno retorno del comienzo inaugural
Mientras tus ojos viajan soñadores Por la estepa donde los recuerdos son apenas empujados por la brisa Donde tus pensamientos cabalgan como rebaños salvajes De caballos y yeguas garbosas Mirada de mujer mediterránea, insondable Allí, en las profundidades de sus brillos circulares Se esconden los secretos de tu espíritu ¿Quién podrá interpretar los jeroglíficos Donde se guardan las claves de tu entrega?
Dos aretes redondos cuelgan de tus delicadas orejas Acompañando la sonrisa deleitosa Mostrando la blancura marfil de tus paradisíacos dientes Calcio cuidadosamente guardado desde niña
La armonía de tu rostro me recuerda La representación de la belleza, equilibrio y sincronía musical Jugando en la claridad de tu piel Composición poiética, telos hereditario Antigüedad inscrita en la expresión ancestral, seducción irresistible
Hembra convocativa y mujer adorada como símbolo Alegoría del mito del origen del fuego De las armas, de los instrumentos y de la agricultura
Semblante sereno en la ternura dibujada Espejo del alma pronunciándose resplandeciente Como sinfonía de luces capturadas Por la encantadora magia de tu fisonomía
No se puede no amarte, es imposible No se puede detener el nacimiento impetuoso, vehemencia amorosa El asalto felino del desborde efusivo No se puede detener el querer intempestivo Inmensamente, emulando a los amantes heroicos No se puede renunciar sin renunciar al mismo tiempo a la vida No se puede detener la fuerza gravitatoria del amor Me convertiré en una órbita girando alrededor tuyo Describiendo la geométrica de esta atracción La gramática de las pasiones
Mujer metáfora y ventana interior Mujer palabra, mujer figura Mujer pasión Mujer de fuego, mujer de agua Mujer tierra, mujer serena Mujer amazona, mujer guerrera
Herencia aromática de café destilado Manos cultivadoras de pasta, cociendo salsa Secreto familiar, alquimia culinaria Bifurcación de lo crudo y lo cocido Origen del mito y la cultura
La abuela, la madre, acompañando esta innovación De la memoria Mujeres imborrables, entramado latino Del tejido hogareño Artesanas del tiempo, amasadoras de los recuerdos Cocineras de la conversación inagotable Médula histórica Mujeres sabias, como ningún hombre podría serlo Al no separar lo condensado y lo indeterminado
El espesor de la percepción y la virtualidad de la razón Cuerpo voluptuoso y ánimo vaporoso Fieles acompañantes jardineras De las enredaderas del eterno coloquio femenino Mientras se cose la salsa de la pizza dominical
Lugar del gusto y de la filosofía ancestral Pensamiento moldeado en arcilla Cocido a fuego lento Espacio reflexivo donde rebrota la reminiscencia
En el ayer Una ventana colonial te custodia Una reja de hierro forjado te resguarda Un caballete de madera tapa a la vista El ingreso óptico a la casa Clausurando a la mirada La visita indiscreta al refugio Ocultando a los ojos curiosos tesoros de la alcoba Entorno de piedra Lumbrera bordeada por el muro urbano
Adentro tus cosas, lo tuyo esparcido decorativamente Tu aroma balsámico suspendido exquisitamente en el aire
Adentro tus enigmas herméticos, tus epítomes celosamente guardados Tus manuscritos entrañablemente tallados en las hojas Adentro, el cuarto donde duermes apacible Adentro es donde añoro estar Retroceder dos años en el tiempo, reunirme contigo Como acordamos alguna vez En un café casero de la ciudad virreinal Interrumpir mi viaje de retorno, quedarme contigo para siempre En la eternidad del instante Conocer tu aposento, tus pergaminos La manera primorosa de ordenar los objetos De componer con artefactos materiales, con fetiches retraídos Una antigua costumbre doméstica En el espacio privativo de la morada
Este afuera y este adentro de la residencia Afuera y adentro de ti Escenarios íntimos y externos Escenarios de textura móvil Dando lugar a tu cuidadosa aparición
Apoyada en un codo Tu delgado brazo, haciendo un triangulo insinuante
Sostiene tu cabeza delicadamente Tu melena suelta, ámbar del desierto Cae como cascada melancólica Sobre tus hombros blandos Cubriendo, marrullera, envolviendo, tu cuello claro Ese es el lugar donde me pierdo Ese es el lugar donde me dejo caer
No sé si es la desnudez cilíndrica, tentadora De tu garganta curva Cazadora de mi mirada No sé si es la metáfora de una luz selenita El acicate erótico desenlazando deseos Me pierdo en tu cuello, en su provocación desnuda Me pierdo en la luz lunar resbalando perezosamente Agua de manantial
Más abajo, tus senos manifiestos, placenteros Arropados por una ligera blusa lila Composición magistral en un cuerpo espigado Arquetipo estético moderno
En la médula del cuadro tu rostro luminoso Nebulosa humana de esta composición figural
Rostro expresivo, jubiloso, definido por una sonrisa rebosante Unos ojos navegantes, románticos
Mujer de la ventana Fisonomía desenvuelta, despreocupada Belleza matinal antes de todo Antes de la ordenada secuencia de la norma y del aliño Cabellera recién despierta, alborozo matutino Gracia de mujer dispensada de los trajines de la semana Beldad sencilla sin ornamentos
Mujer de la ventana, líneas de fuga Mujer urbana, líneas cautivadas, corporativas Prosista escrupulosa, enlazando amorosamente la narrativa Gramática de las pasiones
Amo ese esplendor tuyo Esa pose espectacular de mujer fatal Esa travesura coqueta sutilmente teatralizada Haciéndote perpetuamente moza, vital Amo el candor perene de tu silueta Tu rostro risueño y mediterráneo Amo tu edad, la edad de la razón También de las nostalgias
También de la búsqueda del horizonte nómada Amo tu sonrisa genuina La sensualidad emanada de tu busto grácil Amo los cruces de puente entre tus mundos Tus metamorfosis, la abundancia de tus portes Tus maneras de ser Enamorado de tu devenir mujer No hay sólo un acontecer, sino un enjambre
Tantas mujeres habitan tu cuerpo Enamorado de todas estoy De esa aglomeración exuberante De su retruécano inacabado De su complementación turbulenta Creativa, emergente
Tejedora de esperanzas Contemplas el libro como se admira una reliquia encontrada Gozándola al tenerla a mano Estampado urbano, vestigio de lectura pública Tus ojos inclinados, largas pestañas, cejas suaves, párpados epicúreos Dejando resbalar tu mirada profesional Deslizándose por la liza explanada de la portada Mientras tu sonrisa prodigiosa murmura una canción antigua Rúbrica de tu semblante Concediendo plenitud lograda Acompañando la alegría rebosante de mujer madura
Recia como la certeza consolidada del mundo Habitado por sensaciones experimentadas Por significaciones cultivadas, capturas benévolas
Hay una hermosura alcanzada en este esplendor Después de haber vivido Una belleza propia de la edad de la razón Eso te convierte en el núcleo de un ámbito Donde riges como centro acogedor Redes tejidas por tus finas manos de pianista Pacientemente, artesana de la palabra
Alfarera de los climas sensuales brotando de tu cuerpo Artista de la arcilla moldeada, de la cerámica cocida Por el fuego de tu imaginación lúdica Narrativa mundana, composición inaugural Hecha de los elementos primordiales Agua, tierra, aire, fuego
Médula del bosque, abundancia de la floresta, certidumbre de la selva Serenidad aposentada en el trópico Toboriche de dura madera cobijando a Araverá Destello celestial, hija del cacique Urutï Mítico cóndor blanco Esposa de Chinu Tumpa, dios colibrí Perseguida por los Aña, lémures crueles Montados en potros alados lanzadores de fuego Preñada, llevando en el vientre a Paye Chamán del Chaco Boreal Árbol refugio de secretos de Destello celestial Convertida en hermosa flor, néctar del colibrí
Así te veo al contemplar la fragancia femenina De tu vitalidad frondosa transcurriendo apacible Figura elegante irradiando confianza Maravillosa existencia dadora de esperanzas
¿Cómo eres posible en las ruinas de un mundo desaparecido? ¿Dónde te ocultaste en los tiempos aciagos? ¿Te guardo el Toborichi como a Destello celestial? Sólo sé, en el ahora eterno, de tu reveladora preexistencia Tradición cultural resguardando el hogar
Al mirarte se apacigua mi espíritu Aposentándose como colibrí en el nido de tu madero Te contemplo asombrado, hechizado, acuarela corpórea De sutiles atractivos Consagración primaveral, juventud renovada Eres la trama remozada de la espera
Artesana de los tejidos ¿Dónde se pierden tus ojos cuando hablas? ¿Dónde estás artesana de tejidos y de tramas? ¿Dónde tus ojos románticos se posan? Mariposas melancólicas atraídas por el néctar de las flores Pensamientos alados descendiendo a tu añorada tierra ignota ¿Dónde , amor mío, está tu espíritu, cuando pronuncias el lenguaje De los sueños imposibles realizados? ¿Cuál es ese lugar que me pone celoso?
Amor, canción corporal, melodía vital Sinfonía de pasiones, ritmo de flujos deseantes Sueño poético, intrépido, de percusiones estéticas Cuando hablas viajas donde no puedo llegar Cuando hablas y viajas me pierdo contemplando Tu recorrido inalcanzable De metamorfosis y distancias aproximativas Tu extrañamiento desgarrándome cuando me quedo En el lugar donde me pongo, donde coloco mis alforjas Mis herramientas de combate, mi sudor diurno Mi voz interpelando al método La terrosa existencia sosteniendo pensadas rebeliones Quedo en el lugar, hombre afincado en la materialidad del tiempo
Del abandono, de la duración y de la memoria
Al viajar de esa manera, musa del alba y del crepúsculo Desgarras mi ser diluyéndome en la eterna pregunta Sobre la existencia asumida y la plenitud buscada Viéndote presente en tu alejamiento y distanciada en el momento Colindante y alejada, corpórea y virtual, a la vez Viéndote tan propia, tan mujer, tan carnal y fecunda Viéndote tan ensimismada, tan flotante, a la vez Desgarrándome entonces de amor escindido Amo tanto a tu cuerpo vital como a las quimeras insomnes Habitantes laboriosos de tu mirada
Me tienes rendido a tus pies Encantadora pintura de Sandro Botticelli Mujer holista en toda tu exuberancia Mujer fuerte y vulnerable a la vez Mujer terrenal e imaginaria, en su vicisitud Mujer de mis sueños y de mis bravas compulsiones, en su trance Mujer de vestido azul y aretes plateados De cosmético suave remarcando deleitosamente tus labios De delicadas cejas maquilladas, curvas tímidas Acompañando la melancolía sideral de tus ojos nocturnos Soñadores, románticos, gitanos
Mujer de la prosa clara, diáfana Tejedora de tramas logradas en su propio inacabamiento Artesana de las sensaciones brotadas de mi cuerpo seducido Cantar de los cantares Cántaro de miel y cántaro de vino añejo Amo tu aparición húmeda, tropical, convocativa Amo tus cabellos lacios recogidos hacia atrás Dejando, sin embargo, sueltos los de adelante Cayendo sobre tu frente y cubriendo tus delicadas orejas claras Amo los rasgos llaneros de tu rostro La marca indeleble de tu sonrisa oculta La preocupación tenue dibujada imperceptiblemente Amo tu cuello seductor, tus hombros claros Curvados por la fuerza secreta de la sensualidad, suaves Amo ese cuerpo recio de hembra universal Cuerpo continente de la sabiduría femenina Inentendible para el ego patético masculino
Dejándome entonces entregado A la historia barroca encarnada en ti Ya no me pertenezco, te pertenezco a ti A la certidumbre femenina, local y viajera Soy ahora parte de tu naturaleza proliferante Parte de tu nicho, de tu oikos, de tu biotopos
Eres Eres de nuestras tierras Tierras de Abya Yala Entre dos océanos y dos historias civilizatorias La oriental y la occidental Eres del continente perdido Más acá y más allá del bien y del mal Más acá y más allá de la densidad de la memoria De la vertiginosidad del presente Eres de las playas claras y tibias De la tierras mojadas por el río Descolgándose de las monumentales cumbres nevadas Bajando estrepitosa a los valles, a los llanos Al trópico denso de la cuenca amazónica
Formas parte de estos humus fértiles, de estos vahos envolventes Embriagantes Formas parte de estos campos, olor a carbón, a leña A café destilado Formas partes de estas ciudades pueblerinas A pesar de sus veloces expansiones Sus emulaciones modernas
Eres la jovencita colegial traviesa y aprendiz En el caldo de las emociones de la vida Eres tus lágrimas arrancadas por tus enojos Eres tus desbordantes alegrías emanando de tu cuerpo Delicado
Eres el ahora melancólico, nostálgico Remembranza de tus tiempos depositados en los sedimentos De tu cuerpo experimentado Eres también el deseo de fundar en el presente Un mundo emanado de tus palpitantes querencias
Eres la cristalina y suave voz pronunciada Delicadamente, acariciante brisa soplando significados Joyas de orfebres alquimistas Voz acuática, serena, de tono tropical Voz atravesando la geología viviente, corporal, de mis circulaciones Y pulsaciones Apaciguando mis inquietudes con esa sabía frecuencia De las palabras de mujer edificada en certezas culturales Melodía de sensaciones impronunciables Sin embargo, iluminadoras de recorridos Trayectorias de metamorfosis y navegaciones sin retorno
Eres la dama airosa y grácil La prestancia desplegada en el entorno Orbitando alrededor tuyo Canción romántica cantada por trovadores insomnes Eres el embrujo de mis ojos El embriagador aroma producido por tu presencia Gravitante Por tu irresistible forma de dirigirte a mi Eres el aire entrando a mis pulmones Aire respirado por la brava rebelión impetuosa Eres el aire absorbido por mis células Eres el aire convertido en palabras volviendo a la atmósfera Eres mis palabras retornando a ti inspiración fluida
Amor Amor explosión existencial Conmoción corporal y de la memoria Convocatoria del origen Utopía romántica Amor imposible en la posibilidad misma Posible en la imposibilidad misma Emoción e imaginación sublevadas Reclamando la eternidad del instante Cuando te amo Cuando no te tengo y te demando
Amor paradójico Ansiedad inmensa capaz de arrastrarme al abismo O de tomar el cielo por asalto Amor inquieto por tu ausencia Cavando como minero en el densidad de la distancia Para encontrar la veta mineral llevándome a ti
Amor guerrero, batallador Luchando en un presente saturado Por edificar el nicho donde cobijarnos De la tempestad del acontecer empujándonos
A nuestro desaparecer
Amor, palabra resumida como para expresar La desmesura vehemente de vidas encontradas Amor irradiándose cambiando el territorio a su paso Amor amante de los entornos de tu piel De la casa donde resides De la ciudad donde habitas De los libros tocados por tus manos de pianista De los paisajes mirados por tus ojos soñadores Del lomo del caballo montado por tus piernas amazonas Por tu cadera de jinete y tu cuerpo viajero Del café destilado tomado por tus labios benignos De tus reflexiones flotantes interpelando apatías De tu ropa apegada al aroma exuberante Emanando de las intensidades desatadas por tu metabolismo Literario
Amor experiencia indecible Experiencia demoledora como un cataclismo Energía vital de los comienzos Creadora de universos desapareciendo En las pupilas acuáticas de tus ojos gitanos Reapareciendo en el vaho sensual exhalado
De tu corporeidad primaveral Amor inalcanzable dibujado en el horizonte nómada En la esfera narrativa de los entramados femeninos
Amor ideal Contrastado en la cotidianidad de nuestras premuras En la gravitación exigente de nuestros compromisos Por las leyes de la realidad Física indiferente a la subversión de los afectos Sólo podrán vencerla Si el amor es tan grande como para derribar la realidad Construyendo en sustitución la melodía de las pasiones
¿Cómo es posible tu existencia? ¿Cómo eres posible? ¿Cómo es posible tu existencia? ¿Cómo puedes compartir este presente fugaz? ¿Cómo puedes hacerlo, talante vigoroso, Ímpetu tenaz, arraigada en la eternidad del instante? ¿Cómo puedes ser, reverberación sensual, emanación tierna Agudeza intuitiva? Un espíritu delicado descifrador de las huellas y vestigios De un mundo hundiéndose en su desaparición
¿Cómo puedes ser tan mujer, tan profundamente humana? Tan reveladoramente versátil en la candidez de tus rasgos Gramática corporal inscrita por las percusiones del timbal afro Nutrientes emociones atravesando los pliegues de la travesía Brisa existencial dilatada sin cometidos premiosos Anhelo seráfico, magma fluyente Soplo conjugado, turbulencia molecular invisible Tú devuelves en reciprocidad esa donación Al dar de ti la hechicera exhibición de tus ritmos anatómicos De tus rituales simbólicos inaugurando el comienzo recurrente del mito
¿Cómo eres posible en las ruinas de ciudades desaparecidas?
Tú presencia súbita, inverosímil en la regularidad de los naufragios En las resignaciones masivas ahogándose en el fetichismo cotidiano De la especulación trivial, espejismo estrepitoso, ostentación descomedida De abalorios desechables
Tu presencia viajera contrasta con el derroche Misceláneo de la ocasión Se aferra a la concavidad de cada instante Como si fueran inmensos territorios recorridos Por comunidades nómadas, cazadora y recolectoras Artesanas y técnicas de los primordiales instrumentos
Tu existencia anacrónica contrasta Con la crónica incineración de las cosas Depositando en tu interior la memoria de los momentos Simples en su grandeza, grandes en su simpleza
¿Cómo puedes ser posible? Revelación casual en el azar de los sucesos Golpe de dados tirados al cielo, caídos en el suelo terrestre Número aleatorio de la necesidad Tesis de Mallarme ¿Cómo puede el golpe de dados dar como destino La composición mágica de la pronunciación rítmica
De tus aprehensiones primorosas De tus góticos estremecimientos De tus refugios reflexivos De tus meditaciones orientales Combinada con la modernidad de tus ademanes Con la tradicional costumbre de la mesa De la cocina, de la masa de la pasta, de la mezcla de la salsa Del efluvio aromático del café destilado
¿Cómo es posible tu paso por el mundo? Paso hendido en la arenas y en el suelo húmedo De las explanadas de las historias locales Tu paso agraciado de piernas largas Piernas moldeadas como esculturas clásicas Piernas de Venus, inmortales, obsesión pictórica realista Paso de gacela en el claro del bosque Paso de musa en el espesor del insomnio de la escritura
Sólo es posible por albedrío épico Por diligencia indómita opuesta a los avatares Por rebeliones minuciosas en la filigrana de las rutinas Por rebeliones dramáticas en las confines de los embates Dibujada por las colisiones y las osadías constitutivas Sólo es posible por propensión inconfundible
Como devoci贸n som谩tica, aprendizaje asumido Impulso legendario, ut贸pico En un 谩nimo despejado al devenir
Te amo como nunca he amado a nadie El amor de mi vida Canción de Pablo Milanés Te amo como nunca amé a nadie Frase recurrente pronunciada por los enamorados De todos los tiempos
Aunque lo digan redundantemente En las varias ocasiones de sus fascinaciones En los diversos relatos amorosos Adquiere valor en la sinceridad del momento
Nunca lo dije a nadie antes Parecía frase entonada, teatral Ahora recurro a esta misma frase tantas veces dicha No encuentro otra para decirte lo mismo En la confesión sincera del estremecimiento sentido
No encuentro otros recursos filológicos Para confesarte mi amor Estremecido, conmocionado Alterado hasta la mínima partícula cuántica En un cuerpo acostumbrado a la rebelión
Acostumbrado al combate, a las exigencias de la eventualidad De la subversión de la praxis contra la historia y la realidad Cuerpo, sin embargo, vulnerable ante la revelación candorosa De la armonía apacible, sabiduría antigua femenina De las ancestrales abuelas, de las eternas mamás, de las hijas continuadoras A pesar de las rupturas generacionales De las nietas promesas de nuevos tiempos Vulnerable ante la conjugación estética de delicados dibujos corporales Y palabras descolladas pronunciadas por tu voz acuática Vulnerable a la gracias de tu vaporoso cuerpo De tus miradas viajeras De tus manos y dedos de concierto De tu sonrisa sensual de mujer madura De tu composición regia normando el movimiento del ambiente Clima templado de los ciclos de tu escritura
Soy derrotado Por tus encantos embriagadores, manifestaciones fluidas De la cautivadora substancia contenida En tu afinada morfología mediterránea Soy derrotado por la caricia tierna, soplo tibio de tus verbos Envolviéndome en el remolino de tus constelaciones emotivas Sinfonía maravillosa de tus inspiraciones palpitantes De tu respiración delicada canción pectoral
Soy derrotado por tu ciclo vital cruzándose con el mío Atrayéndome con inmensa reciedumbre gravitatoria Arrancando mis moléculas hacia el campo magnético de tu energía Normando las parábolas alrededor de tu médula Núcleo del nacimiento de una nuevo hado
Por eso, yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa Fragmento de Romancero Gitano Poemario de Federico García Lorca Yo soy la otredad construida por tu fibra femenina Los fragmentos de mi cuerpo, de mis pasiones, de mis pensamientos Pertenecen al bucle febril de tu existencia
Te amo como nunca amé a nadie Adquiere connotación En el ahora de un hombre maduro De un hombre artesano de palabras Quien, sin embargo, no encuentra otras ahora Para expresarte su sismo al encontrar tú aparición aguardada Otras palabras sino aquellas mismas adolescentes frases Pronunciadas por los enamorados de siempre
Este te amo como nunca amé a nadie Adquiere inmanencia matricial
Confesi贸n tr茅mula De alguien vivido Quien, sin embargo, no encuentra Otra pronunciaci贸n para decirte: Eres el amor de mi vida
¿Quién soy? ¿Quién soy? ¿Acaso el anagrama febrilmente leído De los ensayos filosóficos de Sartre? ¿O la novela dramática de los Hermanos Karamasov De Dostoievki? ¿Réquiem para una república de Almaraz Texto de intensa tonalidad camusiana? Existencialismo boliviano ¿Más bien las largas conversaciones interminables con el primo Erudito y matemático? Descubrir la rebelión en las venas negras de los libros De piel lechosa En la figura estereotipada de los caudillos insomnes En los nombres incendiarios de los escritores prohibidos
Soy acaso la emoción sentida al ver el rostro pálido Los cabellos largos y lacios de la muchacha cubana recién llegada Acaso el curso mixto de primaria Bullicioso e inocente de mi escuela Sacro producto de la revolución de 1952 Las largas caminatas a la escuela llevando de la mano a mi hermano menor
Las excursiones al cerro con la profesora de la reforma educativa Los amigos líderes, adelantados en todo En las peleas callejeras, en conocimiento de las artes Secretas escondidas por las mujeres
¿Acaso soy la buscada elocuencia radical en el grupo de amigos? Las primeras expediciones pidiendo libertad El encuentro con la marcha del Colegio Ayacucho Muchachos intrépidos y audaces Acostumbrados a enfrentarse a la policía
Soy tu mirada clara y celeste Tu rostro oval y pálido adornado suavemente con esporádicas pecas Como estrellas nocturnas contrastando con tu nívea piel La complicidad conspirativa en el café universitario Los bloqueos abruptos en la Avenida Villazón Las provisionales molotov explotando en la calle adoquinada Lanzando temerariamente su llama crepitante Los gases lacrimógenos, barrera de humo, arrancando lágrimas inesperadas Seguidas por la estampida estudiantil
Nos encontramos tantas veces antes de amarnos Hablando tanto de todo menos de nosotros Militantes del gobierno obrero campesino
Cuando ya estábamos juntos compartiendo el hogar Seguimos militando con el sigilo convencido de la pretendida vanguardia Tú feminista, yo por la revolución permanente Llegaron los hijos, tiernas criaturas de nuestro amor Y nuestros combates obstinados La vida nos arrastró como vendaval hacia la edad de la razón Descubrí tu espíritu bohemio y peregrino Querías conocerlo todo, absorberlo todo con tu percepción fogosa Con tu inspiración intensa, con tu forma de exigirle al instante La intuición absoluta
Cuando te fuiste en tres años interminables No pude detener tu naufragio en las aguas insondables del destino Nos despedimos una mañana, antes de uno de mis viajes Me miraste con el otoño de tus ojos, el crepúsculo ingrato de tu vida Supe del adiós traducido en luz de celaje En el fondo de tus ojos dejando teñido el océano celeste
¿Quizás sea tu partida? Mi soledad perenne, mi errancia inscrita como huella indeleble A pesar del buen humor dilatado Del carácter jovial exhalando afectividad En las fraternidades conspicuas y en las reuniones cómplices
A pesar de los amigos numerosos y los escasos amores De los repetidos cortejos como profusiones de mariposas primaverales A pesar de los escritos insurrectos y la inextinguible guerra de los heterodoxos Parecida a la memoria reiterativa de las primeras hazañas
¿Quién soy? No lo sé, tampoco sé si lo sabré algún día Lo que soy está en mis presentes pasos En los flamantes aprendizajes En las entregas sinceras a los brazos amantes En el nuevo hogar formado a cincel Dando forma a las rocosas personas labradas Parejas de ciclos antelados La sedimentación de historias renuentes a los cambios Por eso amé en ti ese logro artesanal Una nueva hechura de pasión esculpida Estoy En el nuevo nacimiento de nuestra fertilidad creativa
Tres hijos acompañan mi contemporaneidad La época corporal de la actualidad pronunciada Tres hijos, son lo que soy Mi suceder distribuido en sus caminos francos Tres acontecimientos en mi historia inquieta
Tres nombres, los epígrafes de la trama familiar Del estambre de peregrinaciones itinerantes Periplos diversos entrecruzados en la reminiscencia vital Y lúdica
De tiempo volví a amar Quizás con la fuerza impetuosa dada por la madurez Por el despertar de sensaciones guardadas Por eso emergidas volcánicamente Saber y explosión sensual se interceptan como dragones Pugnando, ataviando un fervor ignoto, copioso
He amado tres veces La primera de una manera militante La segunda descubriendo el espesor de la piel La tercera, contigo, perplejo ante la revelación Cautivadora de los sortilegios voluptuosos, evocativos De mujer recia en la beldad de la sazón, coreando el aura florecida De la primorosa juventud lograda En el lienzo colorido de tus manos artistas Enseñándome la plenitud del inacabamiento
¿Cómo puedo ahora continuar? En el todavía inmortal del instante de tus ojos viajeros
En la luz brillante y húmeda de tu cuello desnudo En la voz acuática pronunciando inmensos ríos amazónicos Danzando en meandros la canción interminable Dedicada al océano
Serás el último amor habido No tendré más Lo demás es sosiego, armonía, paz de la meditación Y la remembranza excavadora del tiempo perdido Acompañarte en la realización artesanal de tus trenzados amorosos Del arco iris, entramado legendario expresado en tus melódicas emociones En el pentagrama de tus hábitos En la contrastación verificada de tus certezas culturales Amarrando pasados y presentes en el afecto hermenéutico De tu transcurrir existencial
Lo sé Por eso me detengo a cavilar Despidiéndome de mi pretérito recorrido Celebrando el nuevo horizonte abierto Ceremonialmente, en el rito del sacrificio Constitutivo de la comunidad
Mi bien Mi bien Agua de manantial Ternura espontánea Médula de mi presente Esbelta presencia femenina Fragancia de la floresta Cuando me hablas fluyendo Remanso interminable de emociones De frases maduradas en tu genealogía Quedo encantado Por la condensación erudita del efluvio figurativo De tus formas expresivas Tus ademanes flexibles Tus nociones forjadas En la afanosa rebelión feminista
Me encanta la manera como me interpelas Cuestionando los radicalismo profesados Las nostalgias de un pasado rememorado Peso arrastrado en el devenir De los años, haciéndonos más veteranos
Cuando reprochas tiernamente Con voz acuática y sabiduría heredada De las mujeres ejes constitutivos de la familia Cuando me dices jugabas con muñecas Mientras yo quería alzarme en armas Amo por eso a tus muñecas Y no dejo las armas de la crítica
En tu rostro pálido y resplandeciente Delegado, dibujando risueñamente La gracia de mujer mirándome como a un niño Tus ojos soñadores resaltan Emanando enunciaciones visuales Sin necesidad de palabras
Me siento cobijado por tu ternura Por tu experimentada manera de manejar Las situaciones, las conversaciones íntimas Los debates interminables Cariñosamente compartidos Por eso recurro a la memoria minera Cuando hablan los obreros de sus compañeras Reconociéndolas como las maridas Pues llevan las riendas del hogar y de las luchas
Eres la tibieza somática y acogedora La Sofía y la praxis de la gestión amorosa Inteligencia femínea Desconocida por los hombres Eres la crítica material y sencilla De la apoteosis de las grandes tragedias Históricas de la humanidad De la apología de las ideas ultimatistas Buscando más bien En la simplicidad de lo cotidiano La grandeza efectiva
Eres mi maestra Enseñándome a vivir en la concavidad cordial De los instantes comunes En la afable relación con los entornos apreciados Enseñándome a relativizar los protagonismos arronjados Mostrándome la modestia de la sabia entereza Combinada con el ahora y aquí te quiero
Eres la dueña De mi cuerpo y sus avatares De su modulación dinámica
De su emanación virtual En forma de metáforas y conjeturas Eres la dueña de mis moléculas De mis partículas cuánticas De mi imaginación entusiasta De mis utopías quijotescas De mi escritura rebelde
Te amo Como combatiente Al mismo tiempo niño eterno Atrapado en inmadureces no resueltas A pesar de las pretensiones épicas De transformaciones milenarias Emancipaciones múltiples Liberaciones obsesivamente perseguidas
No dejaré de ser un combatiente Seré mejor contigo a mi lado Ahora aprendiendo de ti Sobre las emancipaciones minuciosas En la filigrana de las costumbres Instantáneas, puntuales Cotidianas
Donde efectivamente somos Sin esperar Tomar el cielo por asalto
Sensualidad Ayer hable contigo Largamente conversamos sobre las intimidades del cuerpo Las experiencias de diseminación y entrega La importancia del clima erótico De la cultura gestora de placeres Perdida por la premura del tiempo imprescindible Del tiempo valorado por su uso comercial Arrastrando a los cuerpos a su desvalorización A su uso apresurado Dramáticamente desgajado de sus devenires Vacío cubierto apenas por el imaginario patriarcal Simulación, dominio sin placer Violencia contra los cuerpos Pretensión de goce Cuando lo único habido Es la catarsis desesperada del hombre despojado
Escapar de este despedazamiento De esta ilusión frenética Reaprender de las antiguas culturas La dilatación del tiempo labrado por cuidado del cuerpo
Por la preparación de sus espesores Continente de los flujos deseantes La creación del clima tibio Cobijador de la entrega De la amalgama candorosa de composiciones sensuales Recuperando la potencia erótica Es tarea urgente en el camino de las emancipaciones
Amo tus confidencias y las mías La memoria guardada de los éxtasis De las inscripciones amorosas en la piel De los temores en la antesala Del goce mezclado con dolor De la maravillosa pronunciación emotiva Transitando por las venas Cuando las respiraciones se agolpan Como corrientes de nubes encontradas Haciendo estallar relámpagos fogosos Haciendo crepitar las composiciones consolidadas Corpóreas y anímicas
Sensualidad De mujer vigorosa De cabellos largos envueltos
Resbalando por tu hombro delicadamente Cubriendo tu cuello reluciente Cascada nocturna cayendo gravitatoriamente Hasta tocar tu seno voluptuoso Cantar de miel y vino En lengua aramea Mientras miras so帽adoramente La eterna creaci贸n de la vida En la proliferaci贸n de los detalles En el asombro de los colores y los aromas
Apoteosis sensual Curvando tus largas piernas adustas Presentando tus caderas briosas Tu suave abdomen entra帽able pradera Donde se aposentan mis ansias Guardando la matriz de los nacimientos
Tus hermosos pies desnudos Sostienen tu cuerpo Mostrando dulces dedos cuidados Afanosamente desde la infancia
Una de tus manos se agarra del madero
Ramal figurando el asenso de mis pulsaciones al verte La otra mano se oculta detrás de tu cadera Mientras tu rostro refulgente es el escenario de una copla Romancero gitano conmovido por tu tenue sonrisa Tus labios solícitos a hablar o dar un mimo Rostro oval, mediterráneo, Melodía del llano Utopía barroca de mis anhelos
Te amo y te deseo Desde el ímpetu acumulado de todas mis estaciones Sedimentos de intensidad en el espesor de la memoria Emergidos en el momento crucial de tu aparición Cuando andaba reuniendo mis armas Para dar la última batalla Revelación sin transcurso Mostrándome la mudanza de los horizontes El recomienzo eterno del amor
Nombre y cuerpo de mis sueños No puedo ocultar tu nombre Tu nombre es mi horizonte No puedo ocultar mi amor por ti Aunque me lo pidas Mi amor me desborda y me domina No puedo callar Quiero recitar en las calles Los poemas escritos Palomas mensajeras, viajeras hacia la residencia De la composición corporal construida por tus emociones
No me pidas no cante No me pidas me calle No me pidas Mi amor se libera de todo control Quiere cada lugar de la geografía del mundo Sepa de mi entrega Sepa del sacrificio ancestral Del los ritos y ceremonias Practicados Ofrendándote los circuitos del don La circulación de mi sangre
Los recorridos nómadas de mis pasiones
Recibí tu canción de Paula Fernandes Escuche la letra y la melodía Me estremecí deviniendo de ti Al decirme de confesiones Quedo atónito y perdido En la pronunciación acuática de tu voz En el desprendimiento de tu ánimo vaporoso Antiguo y moderno Dulce tejedora de las tramas Conduciendo destinos Abriendo senderos Haciendo caminos en el andar
¿Cómo no rendirme a ese encanto? A esa ternura sabia de mujer recia Bella en su madurez y conocimiento Labrado en la ardua labor de vivir contingencias Avatares y desafíos ¿Cómo no rendirme a la madre entregada al hijo?
No hay mayor manifestación De desborde material sobre los sentidos
Cuando una mujer madre expresa su sensualidad En el logro de su cultivo acumulado En el apego a la vida En la lucha por defender los derechos Del hijo en un mundo derrotado por la indolencia
Amo ese batallar Esa guerra propia Siendo en realidad de todos Ignorada por todos Sin entender, sin comprender En ese drama nos jugamos La condición humana La dignidad de la vida
Tu nombre es el mío Soy lo que evocas Soy tú Mezclado, confundido Palpitando en tus pulsaciones Emocionándome en tus emociones Pensando en tus pensamientos No soy yo Si no la manifestación candorosa
De tus formas migrantes De tus contenidos cambiantes De tus palabras arrastradas Por la historia sabia de la sororidad Reprimida de la mujeres Sin embargo, resistente Perviviente Proyectando la liberaci贸n de todos Los cuerpos devenidos Desde la explosi贸n inicial
Premonición Sé, estaré contigo Estaré a tu lado como tu sombra Como el fuego del hogar dándote el calor Estaré en tu mirada Atravesándome luminosamente La morfología beligerante
Estaré En la candidez de tus labios refinados En el resplandor nacarado de tus dientes Perlas capturadas en el fondo del mar Arte orfebre de joyero eximio
Estaré En tu rostro alusivo, llanero Inapelable por su versatilidad De exuberante fémina Entre la edad candorosa Y la edad de la razón Mientras tus cabellos hacen de contorno Cabellos recorriendo los bordes de tu rostro Tu cuello húmedamente luminoso
Llegando en su caída a orillar tus senos
Llevas una blusa negra Color de la bandera de los anarquistas Aunque no lo seas Y cuides tiernamente La paz anhelada por los supervivientes En cambio yo quiero continuar la guerra inconclusa Hasta los últimos celajes Tiñendo los paisajes del color de sus estertores Hasta envolverse por la noche del universo oscuro Curvándose sobre las luces, la densa materia Demandante del eterno retoro de lo mismo
Tú estás ahí Ofreciendo tu existencia Como prueba palpable Del amor en la edad de la razón
Es cuando se ama racionalmente Es cuando la mujer es vigor logrado Convocatoria de la entrega De la agonía y nacimiento amoroso En plena elocuencia de los arqueos
En una transición dejando la impetuosa juventud Perfilando la tibieza madura, reflexiva Voluptuosa entre la espontaneidad y la sabiduría Entre el deseo y la paz
En la mitad de tu rostro se aposenta la luz solar Iluminando tanto tu tez pálida Pintándola como a punto de desaparecer La otra mitad esta sombreada como en un cuadro Suavemente, pinceladas imperceptibles Otorgando espesor mundano a tu semblante Mitad niña y mitad altiva Primaveral y otoñal a la vez
Miras desde la profundidad de tu historia Después de haber mirado al mundo en su cataclismo Habiendo experimentado los golpes de la vida Tan fuertes yo no sé Como decía Cesar Vallejo en los Heraldos negros Como cuando el pan del horno se nos quema Golpes como el odio de Dios Habiendo experimentado también el goce de mujer Sensible, apertura fluyente a los climas embriagantes De la emanación erótica
A los aromas pronunciados por la laboriosa artesanía De las abuelas Viejas tejedoras Compositoras de la memoria, la transmisión oral Sabias mujeres olvidadas Cuya mirada viene del pasado Logra contemplar el confín del porvenir
Amo en ti tu perfil desafiante El alejamiento de los convencionalismos Tu belleza inconfundible, singular Propia de la arcilla cocida de nuestras tierras En su mestizaje voraz
Amo Tu cabellera oscura arremolinada, rizada En olas de bucles caprichosos Empujada ligeramente por la brisa del día
Amo Tus labios encarnados a punto de cerrarse Mostrando apenas el blancor refulgente De tu dentadura cuidada Amo la composición mediterránea de tu nariz y tus cejas
Sobresaliendo, resaltando una escondida melancolía En la pradera de felicidades alcanzadas
Amo la distribución minuciosa de tus pecas en la frente Pequeñas estrellas de bronce en tu tez blanca Encuentro en tu cuello lánguido La regia geometría por donde sube el soplo de tu voz Convirtiendo tu respiración en mariposas gramaticales
Amo el borde descubierto apenas De tus suaves pechos De donde quisiera prenderme como niño sediento Siento la fuerza tremenda de tu vitalidad Capaz de comenzar otra trama de tejedora Encontrando los hilos regalados por la tierra En recompensa a tu dedicación devota
Una melodía de figuraciones Componen tu elocuencia somática El espesor de los efluvios musicales De tus emociones absolutas
Descubro una erudición inédita en los volúmenes Articulados de tu corporeidad
Iniciada desde el calcio de tus huesos Hasta el suave, sigiloso, erotismo de tu corteza delicada Pasando por tus órganos efusivos
Hay una rebelión material en el cuadro ofrecido Por tu pose altiva Solemne, sin embargo, reposada
Quisiera acompañar esta modulación vital Esta leyenda anatómica Esta intensidad vehemente convocativa Apetencia de mundos desconocidos De tus trayectos itinerantes De tus multiplicidades subjetivas Habitantes de tu recorrido intrépido
Quisiera ser tu aspiración Quedarme en tu interior Como aire circulando en su ciclo Como sangre recorriendo en su circuito Todo tu continente voluptuoso
Quisiera darte la paz y la calma En esta etapa de tu vida
En este horizonte extendido Como presente renovado Como memoria recurrente e invenci贸n creativa Quisiera ser la caricia tierna El cobijo donde duermas segura Protegida por mi custodia templada Quisiera ser el beso serenando a tus labios Habitados de verbos ancestrales Quisiera ser tuyo en la eternidad encendida Por tus ojos viajeros
¿Amor virtual? Es verdad No te besé Pero, leí en tus labios Besos posibles No llegué a estar cerca de ti Tan próximos como para confundirnos Pero, al escucharte, al leerte, al verte Por la pantalla Pude acceder, a través de tus palabras Tu voz acuática Al ánimo, al impulso vital Al ímpetu Que habita tu hermoso cuerpo esbelto Pude descubrir Las fuerzas armonizando una melodía Corporal Energía musical hecha de emociones Concurrentes En el espacio-tiempo de tu transcurrir En las imágenes mandadas por ti gentilmente Puede adivinar la fragancia embriagante De mujer absoluta
Por eso me enamoré sin tocarte Me embarqué en inagotables conversaciones Sobre todos los tópicos arribados Inquietudes codiciosas en la apertura amorosa Buscando inquirir quien es el otro
Mi amor por la revelación Por el ser luminoso Remontando la distancia Manifestada en la forma virtual De nuestra relación Creció con el tiempo Con el acumulo de una memoria Con el develamiento de tus facetas Tu afable manera de desplegar comportamientos Tibios y tiernos Afectos constructores del nicho Un oasis en la urbanidad fatal
Te fallé tres veces Como Simón Pedro a Jesús No eres María ni Magdalena para perdonar No soy Simón Pedro para ser perdonado
No es este un evangelio Sino la trama urdida por dos trayectos de vida Encontrados
La segunda vez me dijiste Estas atrapado en tu pasado No sé si es tan certera esta apreciación Lo cierto es Anclado estoy por la física implacable De la escasez Tesis de la economía monetarista
La vida es paradójica Se afecta a las personas más queridas Se logra abrir las puertas del corazón tierno De la musa de ojos viajeros Cuando menos se puede acudir a su demanda Se escribe compulsivamente Empujado por la devoción a la palabra Emanación del cuerpo Cuando te encuentras más arrinconado Descubres el amor de tu vida Cuando no puede llegar a ella A su espesor territorial
¿Serán pruebas del destino? ¿Desafíos sórdidos del juego caprichoso Del azar y la necesidad? No lo sé
No seré salvado por Jesús como Simón Pedro No soy un discípulo Soy el inacabamiento de un guerrero La historia inconclusa de un enamorado La niñez perdurable en la edad de la razón
No quiero afectarte No quiero fallar de nuevo No tengo la cara de Simón Pedro para enfrentar Refugiándome en el silencio A meditar en el anti-héroe que soy Como si mi vida fuera una novela de Cervantes O de Malraux
Perdona Por el desconcierto ocasionado Por haber develado el lado oscuro de la luna Donde no se dice lo ocurrido
Aprovechando la sombra contrastada Cuando el sol brilla del otro lado
Mujer Mujer Composición musical Tus curvas danzan una dulce canción Con el fondo nocturno alumbrado por las luces De una ciudad encendida primorosa Radiante en su fiesta Cuando las jovencitas salen en grupo Sonriendo ante la premonición de la aventura
Tu figura esbelta reluce candorosa Tus ojos brillantes sonríen Sintetizando la muchedumbre de voces De las maravillosas adolescentes
Destacas Con tu peinado lacio Tu maquillaje encarnado Tu cuello desnudo alumbrando Como luna llena Conmoviendo a las manadas de lobos Habitantes míticos de los bosques Conmoviendo
Los ritmos de mi pectoral Como si fuera un arpa sensible del Chaco
Mujer Delgada en su finura Fina en su gracia Arrogante en su caminar Provocativa sin quererlo Elegante erotismo De la noche festiva de la ciudad
Me pierdo en tus encantos Clima embriagador de la vigilia transgresora Rito envolvente de las convocatorias A la manifestación festiva de la metrópoli Eres parte de la música Como nota corporal Acompañando A la sonoridad del ritmo Cantado por Ivete Sangalo
Eres parte de mi sueño Vaporoso suspenso Sin gobierno del tiempo
Cuyo espacio es tan plĂĄstico Transcurriendo en una materialidad Construida por la propia irradiaciĂłn De la mĂşsica y de la concavidad de la noche
Te amo Te amo Aunque parezca exagerado decirlo Lo siento cuando ya no soy lo que era Lo se Cuando te recuerdo En la huella dejada por tu voz acuática En la inscripción consentida en mis ojos Por tu imagen de mujer absoluta Por tu fragancia adivinada En la experiencia denotada En la modulación curvada de tus portes culturales En los ritmos apacibles de tus reflexiones Te amo Cuando extraño las interminables conversaciones Horadadoras de nuestros cuerpos expuestos Atravesando su tiempo acumulado como memoria
Se, te amo, en la certeza corporal En la conmoción de mis órganos En la pronunciación de mis pensamientos Queriendo recuperarte En remembranzas, manadas de bisontes desaparecidos
Deslizándose silenciosamente Como constante paisaje emotivo
Te amo Al saber de tu composición construida artesanalmente En una laboriosa lucha de mujer tejedora Tramando recorridos conectores de otros mundos Usando hilos regalados por la madre tierra Compensando tú devota dedicación amorosa Tú erudita manera de superar las contingencias
Te amo Por la combinación seductora De tus cabellos oscuros cascadas rizomáticas De flujos invernales Tu tez pálida brillando como luna llena Tu mirada migrante atravesando territorios Colindantes en su variado espesor pasional Tus labios suaves, sin embargo pronunciación Convocativa Insinuantes, dulces como la miel Gustosos como el vino de buena cepa Añejado en las despensas de la casa solariega
Te amo Por tu cuerpo esbelto como la imaginación de Salvador Dalí Pintor surrealista Manifestando estéticamente en el distanciamiento simbólico La escultura mediterránea Retomada por el artista amante del renacimiento De antiguas civilizaciones Imaginando a Venus de la mañana Y del crepúsculo Aparición erótica Conteniendo la reflexión trabajada De mujer en la edad de la razón
Mi amor es indiscutible Es certeza existencial Amor indescifrable Espontaneo como floresta de la primavera Incontrolable como los devastaciones Inesperadas
Amor exigente Sin embargo, prodigioso En el instante En el momento
Amor vivido como sueño Deseo rebelde y aventurero Irrenunciable
Te amo Lo saben mis células tumultuosas El calcio de mis huesos arqueros La alteración de mis órganos efusivos Las partículas sostenedoras del universo Lo sabe mi ajayu Soplo inicial recorriendo mis venas
Mi amor por ti Es desenlace de una larga historia acumulada Eres el entramado tejido Por impetuosas búsquedas Por perseverantes rebeliones Por ideales concebidos Arquetipos de belleza colmada También por debilidades mantenidas Y vulnerabilidades acompañantes En el trayecto recorrido Por un pretendiente
De tu atenci贸n y cari帽o
Mujer armazón de mundos Mujer camba y colla en su emisión carnal, en su difusión cultural Llanera y andina a la vez Raigambre tropical y nacimiento en los brazos de la cordillera Descendencia cruceña y fuente paceña Combinación intensa boliviana En el ardor de sus geografías diversas En el hálito de sus civilizaciones ancestrales En la emanación de sus culturas híbridas Arcaicas y modernas En la exploración ávida de sus discordancias De sus analogías compartidas Mestizaje voraz Pasiones talladas en el cuerpo Arcilla cocida por las rebeliones itinerantes Por las sacrificios heroicos Artesanía moldeada con ternura Por las melodías románticas de las épocas De las guitarras y charangos tocando nuestras canciones Territoriales en sus contextura regional En sus letras locales Confeccionada Por las reflexiones renacentistas y precolombinas
De nuestro pensamiento barroco Por las preguntas sin respuesta
Eres el advenimiento repentino, relámpago Luminosidad antes del estruendo Anunciando la tempestad pasional Resumen de nuestras historias aventureras También de residencia en la tierra Genealogías cíclicas Obras humanas en acoplamiento Eres la palabra dulce soplando mundos desaparecidos Convertidos en sístole y diástole voluntariosa Escultora de horizontes nómadas Eres el brasa incendiaria esparcida en tu piel Ardiendo por dentro como volcán en ciernes Astro encapsulado conteniendo sensaciones candentes Aves de fuego Renacidas de las cenizas de los planetas disueltos Eres el oasis en el desierto Maná escondido Cuando exhibes tu busto voluptuoso Revelando los tiempos no han cambiado Seguimos siendo demandas de amor Donadoras de de la emulsión sensual
De la miel Resina escurrida en nuestras propagaciones Sanguíneas No somos sino la apoteosis del asombro Perplejidad del desborde de la vida
Cuando te prodigas, certeza somática Te fundes conmigo en una amalgama metálica Ofrenda a los orígenes del universo A la explosión inicial Sacrificio material a la voluntad inmanente del caosmosis Escucho mis palpitaciones confundidas con las tuyas Como timbales llamando a los tótems del bosque A energías encerradas en las montañas A la fábula renovada vagando por la explanada Inmensa del Altiplano Convocando A la pronunciación vaporosa de los follajes del llano De las selvas amazónicas En reciprocidad Dono mi cuerpo en trueque Torbellino circular de la compulsión emotiva
Emanación ansiosa de efluvios acumulados
Éxtasis del entrelazamiento, textura secreta De la inmensa felicidad cristalizada en los huesos Esparcida en los espesores somáticos Destilando incandescentemente Savia desbordada en la corteza herida de los árboles Voces a-gramáticas, abandonando la estructura del lenguaje Aflicciones de agonía y de nacimiento Cuando la muerte y la vida terminan de confundirse Mezcladas en un solo clamor de regocijo
Mujer armadura cultural Pantera cruzando los puentes de los mundos Enlazas con tus manos los hilos del tejido Amarre anudando nuestras anatomías encontradas Nuestros ánimos confabulados En la invención de una melodía inédita
Dilución amorosa de la mañana Hoy te amé temprano Antes de la instalación del sol en el medio de todo Te mire a los ojos, hundiéndome en su profundidad oceánica Tus parparos epicúreos, tus largas pestañas no fueron escudo Me acerque con la suavidad felina del asalto desgarrador Sacándote la blusa capilar lentamente con mis destrezas tórridas Quedaste aderezada ante mi arronjada embestida Dejándote despojar de tu indumentaria Te besé como lluvia tropical, tibia, copiosa La humedad emanada de nuestros cuerpos Nos envolvió en el clima alborotado creado Por la búsqueda atropellada de nuestras privacidades Interioridades secretas, socavones donde se guarda El mineral de las pasiones
Tu boca húmeda fue invadida por mi suplicante lengua Sentí tu agonía herida por los zarpazos eróticos La ocupación sin aviso de mi piel en la tuya Respirando por los poros nuestros espíritus arrastrados Al caos de la conflagración somática Ocasionada por el deseo desatado
Te tuve exuberante fragancia del llano Me diluí como tormenta en la selva expuesta Enterrándome en el humus fértil de tu territorialidad soñadora El felino depredador asaltante quedó rendido En la maraña de tus enredaderas De tus tejidos amorosos, de tu arte sensual Heredado de las culturas antiguas Sabiduría olvidada en la vorágine de la modernidad
Recuerdo tu mirada curiosa viéndome tiernamente Vencedora de la contienda anatómica Tu rostro oval claro de luna Desprendiendo una sinfonía para piano Tu boca satisfecha, tu cuerpo lozano Suspendido en el vaho matutino de la habitación Alzando vuelo como primorosa ave victoriosa Mientras el leopardo yacía desplomado En la floresta caída al suelo Después de la tempestad Arracadas las hojas de los árboles
Te amo recordando la mañana agitada En evocación del tango sensual bailado Por nuestros cuerpos compulsivos
Ahora formas parte de la eternidad cobijada En mi memoria larga espesor de intensidades