8 minute read
Cuadro 1: Los sindicatos y las políticas en el Partido Laborista del Reino Unido
hizo una distinción entre los partidos políticos formados dentro del Parlamento, que generalmente representan a la burguesía, y aquellos que surgieron fuera del Parlamento, generalmente los socialistas. Argumentaba que estos últimos tienen una mayor tendencia a mantener un elemento de democracia interna, por lo que cambiar las políticas del partido es un proceso más tenso de lo que es en otros tipos de partidos. Aunque algunos han introducido cambios organizacionales al paso del tiempo, los partidos políticos verdes tienen una fuerte preferencia por procesos que maximicen la participación de los miembros en la toma de decisiones, compartan el liderazgo y minimicen la jerarquía.18 Hay información adicional sobre la toma de decisiones y las estructuras de partido de los partidos verdes en el caso de estudio sobre los partidos verdes de Bélgica y Canadá que se detalla en la Parte II de esta publicación. Muchos partidos políticos que se ubican a la izquierda del espectro ideológico tienen fuertes relaciones con los sindicatos obreros. Estos grupos con frecuencia desempeñan un papel poderoso en la movilización del apoyo para sus partidos afiliados y tienen un papel significativo en los procesos de toma de decisiones del partido. Por ejemplo, en el Partido Laborista Australiano, los sindicatos obreros afiliados tienen el derecho de enviar delegados a los congresos del partido y participar en consejos consultivos que reúnen al partido y los funcionarios de los sindicatos a niveles estatal y territorial para discutir varios asuntos. Adicionalmente, todos los legisladores laboristas están obligados a consultar a los activistas del sindicato en las áreas geográficas que representan.19 El Cuadro 1 describe la evolución de los roles que desempeñan los sindicatos obreros en los procesos de formulación de políticas del Partido Laborista del Reino Unido. Para obtener información adicional sobre los procesos de formulación de políticas del Partido Laborista del Reino Unido, consulte el caso de estudio en la Parte II de esta publicación.
CUADRO 1: LOS SINDICATOS Y LAS POLÍTICAS EN EL PARTIDO LABORISTA DEL REINO UNIDO
Los vínculos entre el Partido Laborista del Reino Unido y los sindicatos obreros británicos son especialmente profundos. El partido fue fundado en 1900 por sindicatos obreros y sociedades socialistas. En los inicios de la historia del partido, uno debía ser miembro del sindicato para poder ser miembro del partido y los sindicatos patrocinaban a los legisladores a nivel individual. Asimismo, durante décadas las normas y la organización del partido garantizaron que los sindicatos ejercieran una poderosa influencia en la formulación de las políticas del partido. Los sindicatos no solo tenían entre el 80 y el 90 por ciento de los lugares de la Conferencia del Partido Laborista —que es donde se adoptan las políticas del partido— cada año, sino que los procedimientos de “voto en bloque” en la conferencia permitían a cada sindicato emitir todos sus votos asignados como una sola unidad, lo que garantizaba el dominio del sindicato de la formulación de las políticas del partido.1 Sin embargo, el poder de los sindicatos en asuntos de política distaba mucho de ser absoluto, y la pregunta sobre quién tiene la última palabra sobre las políticas —la conferencia del partido o los líderes del partido en el Parlamento— ha sido tema de continuo debate.2 En las décadas de 1960 y 1970, un largo periodo de estanflación en la economía del Reino Unido llevó a conflictos entre los sindicatos y los líderes del Partido Laborista en torno a los salarios, lo que culminó en el infame Invierno del Descontento de 1979. En el otoño de 1978, los líderes laboristas exigían el establecimiento de topes a los salarios para combatir la inflación. La conferencia del partido, que estaba
19
controlada por los sindicatos, aprobó una resolución de políticas que rechazaba los topes, pero los líderes del partido ignoraron esta resolución e impusieron sanciones a los contratistas del Gobierno que aumentaran los salarios por encima de la meta de crecimiento del cinco por ciento establecida por los líderes. Este acto incitó a una importante acción del sindicato del sector público en la que 1.5 millones de trabajadores se pusieron en huelga, lo que dio como resultado escasez e intranquilidad. El impacto que tuvo la huelga en el país, incluyendo reportes de que los enterradores que estaban en huelga dejaban los cadáveres en las calles, le dio a este periodo el nombre de “El Invierno del Descontento” y el resultado político ayudó al Partido Conservador de Margaret Thatcher a desplazar a los laboristas del Gobierno en 1979.3 En las décadas posteriores al Invierno del Descontento, la dirigencia del Partido Laborista tomó medidas para diluir la influencia de los sindicatos dentro del partido a fin de parecer más elegibles. Bajo el liderazgo de John Smith, el partido eliminó el voto en bloque de los sindicatos para las elecciones parlamentarias de 1993.4 Bajo la batuta de Tony Blair, el partido posteriormente redujo la participación de los votos sindicales en la conferencia del partido al cincuenta por ciento. Otros cambios a los procesos de elaboración de políticas del partido en 1997 crearon un Foro Nacional de Políticas para supervisar el desarrollo de las políticas del partido. Los sindicatos están incluidos en este organismo junto con representantes de otras estructuras del partido.5 Las tensiones también han continuado en años más recientes. En 2004, el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte se convirtió en el primer sindicato en la historia del partido en ser expulsado por apoyar a un Partido Socialista Escocés6 y el Sindicato de las Brigadas de Bomberos se convirtió en el primer sindicato en desafiliarse formalmente del Partido Laborista después de un amargo conflicto salarial.7 Adicionalmente, la reciente desaceleración económica del Reino Unido no ha favorecido las relaciones entre los sindicatos y el partido. En la conferencia del Partido Laborista de 2011, el presidente de Unite, el sindicato más grande del Reino Unido, amenazó con retirar su apoyo a los legisladores laboristas que apoyaran nuevas leyes antihuelgas, y los acalorados intercambios entre el líder laborista Ed Miliband y los sindicatos sobre el tema de las medidas de austeridad y los recortes a los sueldos del sector público continuaron en 2012.8 Aunque las conexiones institucionales entre el Partido Laborista y los sindicatos británicos dieron lugar a lo que se podría decir era la relación entre sindicato y partido más fuerte de Europa antes de la década de 1980, los sindicatos del Reino Unido ahora ejercen mucho menos influencia sobre la formulación de políticas que en el pasado. 9
Referencias:
1. Quinn, Thomas, “Block Voting in the Labour Party: A Political Exchange Model”, Party Politics 8:2 (2002), p. 215. 2. Ibíd, p. 220. 3. Hay, Colin, “Chronicles of a Death Foretold: The Winter of Discontent and Construction of the Crisis of British Keynesianism”, Parliamentary Affairs 63:3 (2010), pp. 446-470. 4. Partido Laborista del Reino Unido, “History of the Labour Party” , www.labour.org.uk/historyofthelabourparty3. 5. Partido Laborista del Reino Unido, The Labour Party Rulebook 2010, www.leftfutures.org/wp-content/uploads/2011/02/LabourParty-Rule-Book-2010.pdf, p. 25. 6. Cramb, Auslan y David Millward, “RMT to be First Union Expelled in Labour’s History”, The Telegraph, 7 de febrero de 2004. www.telegraph.co.uk/news/uknews/1453685/RMT-to-be-first-union-expelled-in-Labours-history.html. 7. Maguire, Kevin, “Fire Brigades Union to Sever Link with Labour”, The Guardian, 16 de junio de 2004. www.guardian.co.uk/politics/2004/jun/17/uk.firefighters. 8. Davies, Lizzy y Patrick Wintour, “Ed Miliband Returns Unite Union Leader’s Fire” , The Guardian, 17 de enero de 2012, www.guardian.co.uk/politics/2012/jan/17/labour-spending-cuts-harman. 9. Erikson, Mats, Together we are Stronger: A Method Manual about Trade Union-Political Cooperation, Estocolmo: Olof Palme International Center, 2011.
Orientación a las políticas
La orientación a las políticas se refiere al punto hasta el que un partido se enfoca en desarrollar y promover políticas basadas en problemas y el grado hasta el cual los votantes pueden identificar sus preferencias en cuanto a las políticas. Los manifiestos de los partidos y otros documentos de políticas normalmente dan algún indicio de la orientación de las políticas de un partido. Sin embargo, el desempeño de las políticas, o lo que el partido realmente hace cuando se le da la oportunidad de gobernar o influir en la agenda de políticas, también es importante. Aquí igualmente existe una amplia variedad de prácticas alrededor del mundo. Algunos partidos se enfocan muy poco en las políticas mientras que otros compiten primordialmente con base en sus propuestas para resolver los problemas sociales. Asimismo, mientras algunos partidos se enfocan en desarrollar políticas para una estrecha gama de asuntos, otros buscan competir en una amplia variedad de cuestiones. Una vez que están en el Parlamento o son parte del Gobierno, los partidos “nicho” con frecuencia desarrollan una amplia variedad de posturas de políticas. Por ejemplo, cuando inicialmente surgieron los partidos verdes, su enfoque se limitaba en gran medida a políticas para la protección ambiental y el desarrollo sustentable, pero en el transcurso de los años han ampliado sus posturas de políticas. Como se comentará posteriormente en la sección sobre desarrollo y actualización de los principios de los partidos y en el caso de estudio que se detalla en la Parte II, la Unión de Fuerzas Democráticas de Bulgaria (SDS, por sus siglas en búlgaro), originalmente se formó para dar fin al régimen comunista, pero posteriormente se enfrentó al reto de desarrollar soluciones de políticas para una serie de desafíos del Gobierno, incluyendo la privatización.
Ideología
Muchos partidos políticos del mundo han utilizado diferentes clasificaciones ideológicas, incluyendo socialista, progresivo, cristianodemócrata, conservador, liberal, verde, para describirse a sí mismos, y en distintos grados, se han basado en estos principios para organizarse y proponer políticas. Dadas las discrepancias que en ocasiones existen entre las clasificaciones ideológicas autoatribuídas y las posturas del partido, los científicos políticos han llevado a cabo varios estudios para compararlas. Si bien los partidos adoptan sus propias etiquetas ideológicas, los observadores políticos también les han asignado dichas clasificaciones a diferentes partidos políticos al buscar maneras convenientes de agrupar a los partidos con filosofías similares. En otros casos, ha sido más difícil clasificar los partidos a partir de su concordancia con los valores de una o más familias ideológicas establecidas, lo que pone en duda si en realidad encarnan algún valor o principio político discernible.
Esta sección comenzó con la definición de la identidad de partido como un compuesto de marca, base de apoyo, enfoque en personalidades, patrocinio político, cultura organizacional, orientación a las políticas e ideología de un partido. Juntos, estos elementos describen lo que representa un partido, cómo busca implementar sus metas y la imagen que quiere transmitir al público. También indican la medida en que un partido prioriza la formulación de políticas, los principios o las creencias que fundamentan el contenido de sus políticas y los procesos conexos,
21