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Cuadro 13: La Fundación Colosio
Actualmente, los estatutos del PRI (Art. 203) le asignan a la Fundación Colosio la responsabilidad de “elaborar los planes de gobierno y plataformas electorales”, así como realizar “ …estudios sociales […] de análisis, elaboración y evaluación de políticas públicas”.25 Además, la fundación guía y coordina labores de investigación y análisis en materia social, económica y política. También está a cargo de transmitir la ideología del partido y apoyar la capacitación política de sus miembros, así como de desarrollar los planes de gobierno y las plataformas electorales del PRI (Art. 203) a nivel nacional y local. Adicionalmente, los estatutos le asignan a la Fundación la responsabilidad de:
promover la participación de expertos en cuestiones científicas, técnicas y culturales en sus actividades; brindar orientación y apoyo a otras unidades del partido en cuestiones editoriales y de ideología del partido; ejercer el presupuesto asignado al partido por la legislación federal y reservado para la realización de estudios y labores de investigación; administrar y actualizar el Centro Nacional de Información y Documentación “Adolfo López Mateos” , para garantizar la preservación de la memoria del partido y su archivo histórico; difundir el ideario de Luis Donaldo Colosio, el candidato presidencial que fue asesinado y a quien debe su nombre la organización; llevar a cabo estudios sociales, económicos y políticos; de opinión pública y mercadotecnia; de análisis, elaboración y evaluación de políticas públicas; y de asuntos internacionales; y elaborar y presentar para su aprobación ante el Consejo Político Nacional, el Programa Anual de Investigaciones Políticas,
Económicas y Sociales.
Si bien la Fundación y sus filiales son legalmente independientes del partido, los estatutos claramente identifican a la Fundación como un organismo del partido y establecen mecanismos para garantizar un sólido vínculo en la práctica. Por ejemplo, a la Fundación se le asigna un cierto número de delegados ante las asambleas del partido a nivel nacional, estatal y municipal (Arts. 65, 105, 125) y cuenta con representación ante el Consejo Político Nacional (Art. 70) y los consejos políticos a nivel estatal y municipal (Art. 110). Los estatutos expresamente estipulan que las filiales deben mantener una relación permanente con la Fundación Colosio (Art. 122). A nivel nacional, la Asamblea General de la Fundación elige al presidente de la Fundación de entre una lista de candidatos preseleccionados que presenta el presidente del partido (Art. 86). A nivel local, los presidentes de las oficinas locales del partido nominan a tres candidatos para dirigir la Fundación en su estado o municipio; la decisión final la toman los líderes nacionales de la Fundación.
De acuerdo con los estatutos, el objetivo primordial de la Fundación es apoyar al partido con sus labores de investigación y docencia (Art. 6). También requieren que la Fundación brinde apoyo técnico y jurídico a las bancadas legislativas del partido en el Congreso (Art. 7). El presidente de la Mesa Directiva y el secretario general deben ser miembros del partido (Art. 29, 30) y es requisito que los asociados de la Fundación sean miembros o simpatizantes del PRI (Art. 16). Entre los asociados de ex oficio se encuentran el presidente y el secretario general del partido (Art. 15).
La Fundación tiene cinco órganos internos:26 1. La Asamblea General de Asociados - Reúne a todos los asociados de la Fundación y es el principal órgano de toma de decisiones. Sus miembros pueden ser asociados fundadores, ordinarios, ex oficio y honorarios. Los asociados honorarios no tienen derecho a voto. El presidente y el secretario general de la Mesa Directiva tienen los mismos puestos en la
Asamblea General. 2. La Mesa Directiva - Incluye al presidente, el secretario general, el tesorero y cuatro vicepresidentes. El presidente es nominado por el presidente del PRI y ratificado por la Asamblea General por un periodo de cuatro años. El presidente designa al secretario general, a los vicepresidentes y al tesorero, quienes pueden ser destituidos de sus cargos a discreción. 3. El Consejo - Incluye a 10 líderes políticos, económicos o sociales nominados por el presidente de la Mesa Directiva y aprobados por la Asamblea General. Sus principales funciones son: dar opiniones sobre políticas públicas, planes de gobierno y plataformas electorales; auxiliar a la Mesa Directiva en los procesos de admisión de nuevos asociados; y definir criterios para la publicación de materiales impresos o electrónicos. El presidente de la Mesa Directiva también dirige el Consejo. 4. El Patronato - Un consejo especial conformado por cinco miembros que solicitan donativos y dádivas. Sus miembros son nominados por el presidente de la Mesa Directiva y ratificados por la Asamblea General. 5. El Órgano de Vigilancia - Un grupo de asociados que supervisan las actividades de la Fundación, incluyendo sus estados financieros y transacciones. La Asamblea General designa asociados para que conformen este órgano según el número de miembros que recomienda el Patronato.
El proceso de formulación de políticas del PRI a grandes rasgos
Elaboración de borradores
La Fundación Colosio redacta las políticas del partido.
Consulta
La Fundación Colosio organiza consultas con varios grupos (p. ej., líderes políticos, económicos, académicos y sociales destacados).
Aprobación
El Consejo Político Nacional aprueba todos los planes y las plataformas desarrollados por la Fundación a nivel nacional.
La Comisión Política Permanente Los estatutos del partido le encomiendan a la Comisión Política Permanente la tarea de proponer políticas públicas que fomenten el desarrollo de la nación. La Comisión es un grupo que complementa al Consejo Político Nacional e incluye al presidente de la Nación, los líderes del partido, los gobernadores en funciones, los líderes de la bancada en el Congreso, los presidentes del partido en estados que no están gobernados por el PRI, representantes de legisladores locales y alcaldes, así como líderes de organizaciones partidistas nacionales. Entre sus responsabilidades también se incluye la promoción del diálogo con otras fuerzas políticas, estar al tanto del contexto internacional y emitir recomendaciones acerca de la agenda legislativa del partido.
Por último, los estatutos facultan a las organizaciones partidistas para que promuevan políticas públicas a favor de grupos específicos, tales como las mujeres, los jóvenes, la sociedad civil, los adultos mayores y las personas con discapacidades.
Coordinaciones de Acción Legislativa Una vez que los planes y programas se han adoptado, las Coordinaciones de Acción Legislativa se encargan de asegurarse de que la actividad legislativa del partido refleje sus planes de gobierno y plataformas electorales. Estas tres unidades —una para los diputados federales, una para los senadores y una para los diputados locales— son organizaciones partidistas responsables de asegurarse de que las bancadas legislativas del partido conduzcan sus actividades de conformidad con los programas y las plataformas del partido, así como de verificar que los legisladores desempeñen su trabajo en apego a la ideología del partido. Las coordinaciones deben presentar temas prioritarios y acuerdos específicos ante el Consejo Político que corresponda a nivel nacional o estatal. También están a cargo de los servicios de consultoría y asesoría legislativa del partido. Las bancadas legislativas respectivas definen la estructura y el 155
personal de las coordinaciones. Además, las bancadas del partido en el Congreso Nacional financian un centro estratégico independiente, la Fundación José Luis Lamadrid Sauza, para apoyar su trabajo legislativo.
La formulación de políticas en la práctica
En julio de 2012, los mexicanos acudieron a las urnas para elegir a un nuevo presidente y nuevos miembros del Congreso. Los ciudadanos también eligieron a seis gobernadores estatales, alcaldes municipales y congresos estatales en 12 estados, además del Jefe de Gobierno y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. A fin de prepararse para estas elecciones, la Fundación Colosio llevó a cabo procesos independientes para desarrollar las plataformas electorales del PRI a nivel tanto nacional como estatal.
Para dar una visión general de las prioridades del partido a lo largo y ancho del país, la Fundación trabajó en el diseño de su plataforma nacional. Si bien históricamente el proceso de desarrollo de la plataforma era impulsado por el candidato presidencial del partido, en ciclos recientes esta ha sido diseñada con independencia del candidato y la campaña. En 2011, la plataforma electoral se diseñó antes de que el partido eligiera a su candidato presidencial. Además, la meta de la plataforma electoral cambió. En el pasado, el PRI producía plataformas extensas y detalladas que describían la visión de largo plazo del partido y su solución a muchos de los problemas del país. Las plataformas recientes son más breves y contienen compromisos alcanzables y medibles.
A fin de crear esta nueva plataforma electoral, la Fundación Colosio celebró una serie de foros con líderes de opinión, académicos y empresarios a nivel local. Los foros versaron sobre una serie de cuestiones desarrolladas por la Fundación y se organizaron en torno a cinco temas principales: gobernabilidad democrática y percepción social del estado de derecho; una economía competitiva que promueva el desarrollo; compromiso con la calidad de vida y la equidad; políticas ambientales sustentables; y una política exterior estratégica.
Asimismo, algunas organizaciones del partido —por ejemplo, las alas enfocadas a los adultos mayores y las personas con discapacidades— celebraron foros por separado con sus grupos meta. El proceso concluyó con una consulta nacional dirigida por la Fundación que gozó de gran visibilidad y contó con la participación de los líderes más sobresalientes del país en cuestiones políticas, económicas, académicas y sociales.
Si bien el proceso para diseñar la plataforma electoral nacional del partido no involucró al ciudadano promedio, las consultas organizadas por las filiales de la Fundación Colosio rindieron algunos beneficios tangibles. Por ejemplo, en algunos estados en donde el PRI no tiene una fuerte presencia, el reconocimiento de la Fundación como una institución seria le abrió las puertas en universidades y otras organizaciones que de otra manera habrían estado cerradas para el partido. Esto ayudó a nutrir el debate al garantizar que las inquietudes locales se tomaran en
cuenta al momento de darle los últimos toques a la plataforma. Al mismo tiempo, las redes y relaciones que la Fundación desarrolló a nivel local le ayudaron a tener diálogos más fluidos y productivos al momento de diseñar las plataformas locales del partido.
A nivel estatal y en la Ciudad de México, las plataformas locales deben ser congruentes con la plataforma nacional y la legislación local. La Fundación también provee lineamientos para el diseño de plataformas locales y les concede autonomía a las filiales estatales en función de la fortaleza y la capacidad probada de los líderes de la filial estatal de que se trate. Por ejemplo, en 2011 la Fundación le concedió un grado de flexibilidad considerable a su oficina de la Ciudad de México para que diseñara su propio proceso de desarrollo de la plataforma electoral:
En el Distrito Federal —que comprende la Ciudad de México y algunas zonas rurales— la Fundación llevó a cabo un proceso participativo para que los ciudadanos describieran “La Ciudad Que Queremos” (DFQQ). Como parte de este proceso, la Fundación buscó la participación ciudadana a través de:
más de 50,000 encuestas en casi una cuarta parte de las colonias y poblados del Distrito
Federal, que versaron acerca de los problemas locales, cuestiones propias de los jóvenes y el interés de la ciudadanía en apoyar la campaña del PRI; un foro virtual para compartir información y recopilar retroalimentación de miembros, simpatizantes y otros ciudadanos. Los participantes enviaron digitalmente 239 propuestas para la plataforma electoral del partido. La iniciativa DFQQ también estableció una presencia en redes sociales como Twitter y Facebook; una serie de 11 foros temáticos en donde expertos, líderes y miembros analizaron y fortalecieron el borrador de la plataforma que resultó de las encuestas ciudadanas y el foro en línea. Los temas tratados iban desde el empleo y la reducción de la pobreza, hasta el gobierno eficaz y la seguridad. En lugar de ofrecer foros separados para grupos infrarrepresentados, la iniciativa DFQQ buscó incluirlos totalmente en estos foros convencionales para fomentar un diálogo más rico. Entre los temas del diálogo se incluyeron: o empleo y crecimiento; o pobreza, marginación y cohesión social; o agua, medio ambiente y desarrollo sustentable; o desarrollo urbano, uso de suelo y transporte; o vivienda; o gobierno eficaz y participación ciudadana; o cultura y recreación; o protección de animales; o educación, capacitación permanente y uso del tiempo libre; o seguridad; y o nutrición, salud y seguridad social.
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De este proceso se derivó la plataforma electoral oficial del PRI para el Distrito Federal. La Fundación llevó a cabo un proceso similar en cada una de las 16 delegaciones del Distrito Federal y contó con la participación de más de 3,000 miembros del partido y ciudadanos comunes y corrientes, lo cual generó una plataforma electoral para cada delegación.
Lecciones aprendidas
La iniciativa DFQQ, como un esfuerzo público y basado en la comunidad, ayudó a crear plataformas electorales del PRI que abordaban las necesidades más apremiantes de los ciudadanos a nivel distrital y delegacional. También ayudó al partido a adoptar posturas moderadas acerca de temas en los que los grupos más radicales pugnaban por cambios drásticos. Por ejemplo, la plataforma no hacía un llamamiento para que el Distrito Federal se convirtiera en el estado número 32, sino que exigía que el Gobierno federal delegara más facultades y que se adoptara una constitución local. Además, este proceso consultivo ayudó al partido a identificar las debilidades de su principal competidor, el PRD, que entonces gobernaba tanto el Distrito Federal como 12 de las 16 delegaciones y de este modo el PRI pudo incorporar esa información en su estrategia. De igual importancia, las consultas entre las bases sociales le permitieron al partido involucrar a los ciudadanos y estar presente en espacios públicos y redes sociales durante el periodo de precampaña, cuando están prohibidas las prácticas electoreras pero se permite el desarrollo de plataformas electorales. También abrió la puerta a un mayor diálogo con universidades y atrajo a algunos académicos a quienes anteriormente se les relacionaba con otros partidos.
El PRI no ganó las elecciones en el Distrito Federal; perdió la contienda por la jefatura de gobierno y solo ganó en una de las 16 delegaciones. Sin embargo, esta plataforma electoral basada en los ciudadanos y sus hábiles mensajes políticos le permitieron al partido fijar la agenda para el discurso político durante la campaña. El mensaje claro del PRI, basado en consultas con la comunidad, impulsó a sus competidores políticos tanto de derecha como de izquierda a crear propuestas concretas para darse publicidad como opciones políticas diferentes. El PRD también adaptó un modelo que introdujo la Fundación Colosio y llevó a cabo una encuesta para identificar las necesidades de la ciudadanía. Sin embargo, el ejercicio del PRD se centró menos en el diálogo y más en la mercadotecnia política.
El PRI ha avanzado mucho desde la época en que su plataforma electoral era un documento creado por el candidato a la presidencia con ayuda de unos cuantos de sus amigos. En futuros ciclos electorales, es probable que se siga evolucionando hacia un proceso de desarrollo de una plataforma consultiva basada menos en la intuición y más en un entendimiento científico de las necesidades de los ciudadanos.
Es probable que las plataformas electorales en sí continúen evolucionando y pasen de ser grandes volúmenes con visiones grandilocuentes para convertirse en compromisos concretos y medibles para mejorar la vida de los ciudadanos. A su vez, esto permitirá que el partido y sus candidatos
creen un mensaje más sencillo que haga eco entre la gente. Especialmente a nivel local, el proceso seguirá haciendo partícipes a las comunidades y los ciudadanos comunes y corrientes. No obstante, dada la complejidad del desarrollo de una plataforma nacional, este proceso podría seguir buscando enriquecerse principalmente a través de los líderes de opinión y los académicos.
La plataforma electoral seguirá siendo un anteproyecto de la campaña de un candidato. Debido a la necesidad de que los funcionarios públicos gobiernen para todos, no solamente para quienes le son fieles al partido, la plataforma electoral debe ser un mapa, no una camisa de fuerza. Una vez que se les selecciona, cada candidato(a) tiene la responsabilidad de traducir la plataforma electoral del partido en compromisos más específicos que él/ella esté dispuesto(a) a emprender. La mayoría de los candidatos tendrán su propia interpretación de las propuestas de la plataforma; otros podrán incluso estar en desacuerdo con puntos específicos.
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