Este sistema de contacto personal implica transportar a gente de un lado a otro. Para difundir la capacitación en todo el país, se debe llevar la audiencia a los capacitadores o llevar al capacitador a donde se encuentre la audiencia. El primer sistema reúne a personas de regiones o poblados lejanos en un punto central (p.ej., la capital u otras ciudades importantes) para que, a su vez, puedan ser enviados a sus lugares de origen donde repetirán la capacitación para otros voluntarios. Estos nuevos capacitadores repiten el proceso para aquellas personas que son llevadas a un punto central desde regiones y aldeas lejanas. Estos aldeanos entonces regresan a sus aldeas o pueblos para repetir el patrón. Este sistema descentralizado permite construir una organización grande utilizando el mínimo de recursos logísticos y organizativos. Sin embargo, ya que no se puede supervisar directamente el entrenamiento que se realiza fuera de la capital, debe tenerse en cuenta que el ejercer control sobre las personas reclutadas y la calidad y consistencia de la capacitación se vuelve más difícil. Un segundo sistema, en el que un grupo de capacitadores se distribuye para visitar audiencias locales, quienes a su vez entrenan a familiares y amigos en el mismo lugar, es una variación simple del método descrito anteriormente. Este sistema generalmente emplea equipos móviles de dos o tres capacitadores cada uno. Este sistema ayuda a mantener la calidad y uniformidad en la capacitación de un nivel a otro. Puede también reducir los costos minimizando el número de personas que necesitan ser transportadas a los sitios de capacitación. Un reto potencial es el encontrar suficientes capacitadores calificados que estén dispuestos a viajar por todo el país durante un largo periodo. En una variación adicional del sistema de pirámide, se pueden usar los equipos móviles como sustituto para el sistema de capacitar a los capacitadores. Bajo este plan, se asigna grupos especiales para realizar una gira, partiendo de un sitio central para llevar a cabo sesiones de capacitación locales a lo largo de una ruta con paradas previamente planeadas, regresando o reportándose a las oficinas centrales con cierta frecuencia. Estos capacitadores puden representar la única fuente de información, instrucciones y técnicas que se transmiten a las audiencias aun tratándose de los niveles más locales. Este modelo, dependiente del uso continuo de capacitadores experimentados, ayuda a asegurar la calidad y uniformidad de la capacitación. Además, la presencia de capacitadores provenientes de las oficinas centrales genera entusiasmo y sirve como un método de reclutamiento muy efectivo. Otra opción incluye el patrocinio de días nacionales de capacitación, durante los cuales las sesiones de capacitación son realizadas simultáneamente en todo el país. Al mismo tiempo que este modelo permite la organización de un evento a gran escala en todo el país, requiere inicialmente un intenso periodo de actividad cuando muchos capacitadores deberán ser capacitados y una gran cantidad de materiales deberán ser creados, producidos y distribuidos.
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