Para concluir El Camino de Santiago ha sido interpretado en muchas ocasiones como una metáfora de la vida: con sus etapas y dificultades. Muchos autores han establecio una paralelismo del Camino de Santiago con el juego de la oca: al igual que en este juego, en el Camino hay que avanzar y superar situaciones complicadas. Uno de los autores que plantea este idea es el francés Louis Charpentier en su obra Les Jacques et le Mystère de Compostelle, de 1971: para Charpentier la oca era un juego concebido para la enseñanza de los peregrinos del Camino de Santiago. El Camino de Santiago se ha relacionado también con la Vía Láctea: los peregrinos se guíaban siguiendo las estrellas que conforman esta constelación conocida también con el nombre de Camino de Santiago. Siglos han transcurrido desde que surgen los caminos que llevan a ese lugar en tierras gallegas llamado Compostela. Y aunque los cambios en los atuendos de los peregrinos y en sus motivaciones sean significativos, los caminos permanecen inmutables, si bien el asfalto los han endurecido en ocasiones. Disfrutar del Camino es una experiencia única y al igual que en la vida, lo importante es disfrutar del viaje. Contemplar la naturaleza que se transforma según la estación del año y no tener más aspiración que recorrer los senderos sin prisa, en paz. Caminar.
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