Caminando: de las bibliotecas a Santiago
El viajero, rendido y cansado, que ve del camino la línea escabrosa que aún le resta por andar, anhelara, deteniéndose al pie de la loma, de repente quedar convertido en pájaro o fuente, en árbol o roca. (En las orillas del Sar. Rosalía de Castro)
LOS CAMINOS ........................................................................................................................................ 2 OBRAS GENERALES EN NUESTRAS BIBLIOTECAS .................................................................................................... 4 XACOBEO ............................................................................................................................................... 6 ORIGEN DE LAS PEREGRINACIONES ....................................................................................................... 7 PEREGRINACIÓN EN NUESTRAS BIBLIOTECAS ....................................................................................................... 9 CÓDICE CALIXTINO ............................................................................................................................... 10 GUÍAS PRÁCTICAS EN NUESTRAS BIBLIOTECAS ................................................................................................... 12 IMÁGENES DE SANTIAGO ..................................................................................................................... 13 ARTE Y CAMINO EN NUESTRAS BIBLIOTECAS ..................................................................................................... 15 PECTEN JACOBAEUS ............................................................................................................................. 16 EL CAMINO PRIMITIVO ........................................................................................................................ 17 EL CAMINO PRIMITIVO EN NUESTRAS BIBLIOTECAS ............................................................................................ 20 OTRAS RUTAS ...................................................................................................................................... 22 CAMINO FRANCÉS ............................................................................................................................. 22 CAMINO DE LA COSTA ....................................................................................................................... 22 CAMINO PORTUGUÉS ....................................................................................................................... 23 ITINERARIO DE LEÓN A OVIEDO ........................................................................................................ 23 OTROS CAMINOS EN NUESTRAS BIBLIOTECAS .................................................................................................... 26 COMPOSTELA Y MÁS ALLÁ ................................................................................................................... 28 NOVELAS Y PELÍCULAS EN NUESTRAS BIBLIOTECAS .............................................................................................. 30 PARA CONCLUIR .................................................................................................................................. 33 BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 34
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Los caminos Son muchos los caminos que llevan a Santiago. Se puede definir la Ruta Jacobea o Camino de Santiago como el conjunto de los distintos caminos que llevan a Compostela. Historia y leyenda se mezclan en el Camino de Santiago, la magia envuelve este itinerario. Los relatos e historias inverosímiles se cuentan a través de las crónicas, los relatos de los viajeros y las fuentes literarias. En la época medieval, el Camino de Santiago se convirtió en un verdadero fenómeno de masas, sobre todo hasta el siglo XIII. En un principio los caminos eran peligrosos y muchos peregrinos no llegaban a su destino, prueba de ello es la existencia de un gran número de cementerios de peregrinos por los caminos. Se empiezan a hacer más seguros y se construyen hospitales, se reparan caminos, se construyen puentes. Los monasterios cluniacenses tienen un papel importante en la atención desinteresada de los peregrinos. Las Órdenes militares, como la de los Caballeros de Santiago o los templarios, se preocupan también de la seguridad física de los peregrinos, defendiéndoles de malhechores. A partir de los siglos XIV y XV, el Camino de Santiago entrará en decadencia y el número de peregrinos se reduce progresivamente. Esta decadencia se hace más evidente en el siglo XVI. Varias son la razones: el triunfo de la Reforma protestante detiene las peregrinaciones de países como Inglaterra, Holanda o Alemania que aceptaron la doctrina de Lutero; se cambian las normas penales y la peregrinación como castigo es sustituida por multas en dinero; se producen cambios en la mentalidad que ya no es la de la gran religiosidad medieval; la figura del peregrino sufre un desprestigio y se acaba asociando al pícaro… En el siglo XX, en la década de los ochenta, surge un gran interés por el Camino de Santiago, por dar a conocer el legado de nuestro pasado medieval. Se busca la recuperación no solamente por su valor religioso, si no también por el valor cultural, económico y turístico.
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Muestra de este interés, es el desarrollo de la infraestructura que ayuda a mantener el Camino de Santiago: se renuevan e inauguran albergues, y se mejora la señalización. Una figura clave en esta recuperación de la Ruta Jacobea fue la del párrroco de O Cebreiro Elías Valiña, que comenzó a señalizar los senderos con las flechas amarillas tan características. Es también autor de las primeras guías prácticas del Camino de Santiago y un impulsor y defensor del mismo hasta su fallecimiento en 1989. Los Caminos fueron declarados en 1987 como el primer “Itinerario Cultural Europeo” por el Consejo Europeo. En 1993 se inscribe en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y según se puede leer en la página web de este organismo: “Esta extensión comprende una red de cuatro itinerarios de peregrinación cristiana – el Camino de la Costa, el Camino interior del País Vasco y La Rioja, el Camino de Liébana y el Camino Primitivo – que suman unos 1.500 kilómetros y atraviesan el norte de la Península Ibérica. El bien cultural ampliado posee un rico patrimonio arquitectónico de gran importancia histórica, compuesto por edificios destinados a satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los peregrinos: puentes, albergues, hospitales, iglesias y catedrales. También cuenta con algunas de las rutas primigenias de peregrinación a Santiago de Compostela, creadas después de que en el siglo IX se descubriera en el territorio de esta localidad un sepulcro que, según se cree, encierra los restos mortales del apóstol Santiago el Mayor”. En el año 2004 el Camino de Santiago recibe el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia “como lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y pueblos que, a través de los siglos, se ha convertido en símbolo de fraternidad y vertebrador de una conciencia europea”. Ha recibido el título honorífico de “Calle Mayor de Europa”·
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Obras generales en nuestras bibliotecas
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El Camino de Santiago. M. D. Miguel… [et al.] (1990) Bibliotecas: Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), San Claudio, Tudela Veguín y Vallobín
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El Camino de Santiago. Paco Martín (1990, 1993) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Tudela Veguín, Vallobín y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El Camino de Santiago. Julio Valdeón… [et al.] (1990, 1993) Bibliotecas: La Corredoria y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Curiosidades del Camino de Santiago. Juan Ramón Corpas (1992) Bibliotecas: Ciudad Naranco, San Claudio y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El Camino de Santiago siguiendo las estrellas: evocaciones y leyendas. Alfredo Gil del Río (1993) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Las peregrinas cosas del camino. Javier Leralta (1993) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Leyendas del Camino de Santiago. Juan G. Atienza (recopilador) (1998) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Ultreia: historias, leyendas, gracias y desgracias del Camino de Santiago. Luis Carandell (1998) Bibliotecas: La Corredoria, Trubia y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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La flecha amarilla: el camino hacia Santiago. Suso del Toro (1998) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Camino de Santiago: historia de un andar milenario. Maria Merino (1999) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El secreto de Compostela: claves ocultas del Camino de Santiago. Tomé Martínez (1999, 2002). Bibliotecas: Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos) y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Parada y fonda para el peregrino: la gastronomía del Camino de Santiago. María Zarzalejos (1999) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El Camino de Santiago. César Hernández (dir.) (2004) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Trubia, Tudela Veguín y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Hospitales y alberguerías de peregrinos en Asturias. Carlos Madera (2006) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Corredoria, Sara Suárez Solís (PumarínTeatinos), José Mª Laso Prieto (Ventanielles), Villa Magdalena y San Lázaro
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Leyendas y milagros del Camino de Santiago. Xosé Ramón Mariño (2010) Biblioteca: Ciudad Naranco
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El Camino inmortal: Compostela a mi pesar. Jean-Christophe Rufin (2014) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Vallobín y Villa Magdalena
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Caminos de Santiago: historia, leyendas y mitos. Hanna Stefaniak (2021) Biblioteca: Vallobín
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Mirabilia: compendio de maravillas y asombros del Camino de Santiago. José C. Vales y Olga García Arrabal (2021) Biblioteca: Vallobín
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Xacobeo En el año 2021 se celebró el año Xacobeo, es el 120 de la historia, y, por primera vez, debido a la situación de pandemia derivada del COVID-19, se prolonga al 2022, es decir, será año Xacobeo durante estos dos años. Son Año Xacobeo, también llamado Año Santo Compostelano, Año Jubilar o Año Jacobeo, todos los años en los que la fiesta de Santiago, que en el calendario litúrgico se celebra el 25 de julio, coincide en domingo, tal y como estableció el Papa Calixto II en el año 1126, año de la colocación de la última piedra de la Catedral de Santiago de Compostela. En el Año Xacobeo se puede ganar el Jubileo que consiste en que los peregrinos y peregrinas que visiten la tumba del apóstol en la Catedral de Santiago, consiguen la indulgencia plenaria o el perdón de todos los pecados, según la iglesia católica siempre que hagan una oración y reciban los sacramentos de la penitencia y la comunión. Durante el Año Xacobeo la denominada Puerta Santa de la Catedral de Santiago, se abre para servir de acceso al interior. Esta puerta permanece cerrada cuando no es Xacobeo. El papa Juan Pablo II visitó Santiago de Compostela en 1982, Año Xacobeo. Su sucesor Benedicto XVI lo hizo en el Año Santo 2010.
Más información: Xacobeo 2021-2022: web oficial [en línea]. Consejo Jacobeo 2021. [consulta 28 junio 2021]. Disponible en: http://consejojacobeox21.es/
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Origen de las peregrinaciones La palabra peregrino procede del latín, peregrinus, que significa, en sentido amplio: “el que anda por los campos”. Desde tiempos remotos, el ser humano se acercó a lugares que consideraba ligados a los dioses: ríos, manantiales, cuevas, colinas…
lugares que creía
poseían propiedades mágicas o curativas. Este fenómeno no es exclusivo del mundo
cristiano:
también
judíos,
hindúes
o
musulmanes
realizan
peregrinaciones. Los cristianos comenzaron haciéndolo a Jerusalén para visitar el sepulcro de Jesucristo, y siguieron con Roma, donde se encuentra el sepulcro de San Pedro. Después del período de las invasiones bárbaras y la fragmentación del Imperio Romano, los centros de peregrinación europeos se multiplicaron en torno a objetos concretos, las llamadas reliquias. La moda de su adoración, traída de Bizancio, proliferó de tal forma que cualquier iglesia o abadía que se preciara hubo de contar con un cuerpo de santo o algún objeto que le hubiera pertenecido, para atraer a los fieles. Este culto formó parte de una vuelta a la magia y la superstición envueltas con ropaje cristiano: muchos fieles creían que las reliquias poseían cualidades de los santos en vida y protegían del mal. En este mundo mágico y prodigioso, los restos de Santiago se convirtieron en objeto de adoración, por haber sido un apóstol íntimamente ligado a Cristo. Después de San Pedro, enterrado en Roma, sus restos son la reliquia más importante de Europa. La peregrinación, además de una andadura piadosa, fue desde sus inicios un trasvase de ideas, concepciones nuevas, de culturas, de estructuras y de formas artísticas. Los motivos de la peregrinación eran espirituales, pero la espiritualidad se mezclaba con otros intereses: -
Piedad y deseo de satisfacer la devoción personal
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Veneración de las reliquias
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Para cumplir un voto ajeno o comisionados por una localidad con el fin de implorar la intercesión del santo (por ejemplo, cuando la peste se cebaba con una población)
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Para cumplir una manda testamentaria: el que recibía una herencia debía cumplir la voluntad del difunto
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En algunas ocasiones, la peregrinación era impuesta como penitencia canónica e incluso como pena civil, particularmente en casos de adulterio y homicidio. Son frecuentes los relatos que hablan de peregrinos encadenados
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También había pícaros disfrazados de mendigos que aprovechaban para robar
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Por el afán de aventuras, las ansias de recorrer el mundo…
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Peregrinación en nuestras bibliotecas -
El Camino de Santiago: peregrinos en la Europa medieval. Fernando Aznar (1990) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Tudela Veguín, Vallobín y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Caminos y peregrinos: huellas de la peregrinación jacobea. Antonio Viñayo (1992) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Luis Vázquez de Parga (1993) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, San Claudio, Trubia y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Los peregrinos del Camino de Santiago: historia, leyenda y símbolo. Juan G. Atienza (1993) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Pícaros y picaresca en el Camino de Santiago. Pablo Arribas Briones (1999) Biblioteca: San Lázaro
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Santiago el Mayor y Compostela: un apóstol, una ciudad, unos caminos. Manuel Jesús Precedo Lafuente (1999) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Raíces y claves de la peregrinación jacobea: caminar por estrellas. Joaquín Alegre (2004) Biblioteca: Villa Magdalena
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Códice Calixtino Considerada la primera guía turística que aparece en la Historia. El Liber Sancti Jacobi fue escrito a mediados del siglo XII. Es más conocido por el nombre de Códice Calixtino porque se atribuyó al Papa Calixto II, aunque parece ser que esta atribución fue una manera de dar prestigio a la obra. Se divide en cinco libros sin unidad entre ellos. En su redacción trabajaron varias manos. En estos cinco libros se recogen asuntos diferentes relacionados con el Camino de Santiago: en el primero se trata de los textos litúrgicos, poéticos y musicales en honor del Apóstol; el segundo, de los relatos de sus milagros; el tercero, de la traslación del cuerpo desde Palestina a Galicia; el cuarto, de las conquistas de Carlomagno en España y de la batalla de Roncesvallles y finalmente el libro quinto que se considera la primera guía turística sobre el Camino y la Catedral de Santiago. Este libro quinto es conocido con el nombre de Liber Peregrinationis, y se debe a la pluma de Ayméric Picaud: es una especie de guía práctica para el peregrino, un itinerario detallado con notas de las distintas localidades que jalonan el Camino Francés y que deben visitarse. Además, expone una serie de advertencias al peregrino de los peligros que puede encontrar por el camino. Por último, presenta una descripción detallada de Santiago y su catedral. Picaud se queda maravillado al contemplar el templo y así lo describe: No hay grieta ni defecto alguno; está magníficamente construida, es grande, espaciosa, luminosa, armoniosa, bien proporcionada en anchura, longitud y altura, y de admirable e inefable fábrica. Además, tiene doble planta como un palacio real. Quien recorre por arriba las naves del triforio, aunque suba triste, se vuelve alegre y gozoso al contemplar la espléndida belleza del templo. Se conservan dos manuscritos escritos en latín del Códice Calixtino, uno de 225 folios que se encuentra en el archivo de la Catedral de Santiago y otro, incompleto, conocido como el manuscrito de Ripoll, en Barcelona. El códice de Santiago fue robado en julio del año 2011 y recuperado un año después.
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Puedes verlo y leerlo en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000145335&page=1
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Guías prácticas en nuestras bibliotecas -
El Camino de Santiago en Asturias: itinerarios. Luis Antonio Alias, Luis Montoto, Gaspar Meana (1992) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Trubia y Tudela Veguín
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El Camino de Santiago en mountain bike. Juanjo Alonso (1993, 2007) Bibliotecas: San Claudio, Vallobín y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El Camino de Santiago a pie. Paco Nadal (1999, 2002, 2017) Bibliotecas: Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El Camino de Santiago en coche (2004) Biblioteca: Trubia
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El Camino de Santiago: guía práctica del peregrino. José Mª Anguita (2004) Biblioteca: Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos)
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El Camino de Santiago en tu mochila: guía del peregrino práctico. Antón Pombo (2010) Bibliotecas: Ciudad Naranco, San Claudio, Vallobín y San Lázaro
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Guía del Camino de Santiago a pie. José Manuel Somavilla (2010) Bibliotecas: Ciudad Naranco y Villa Magdalena
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Guía del Camino de Santiago para peregrinos. Antón Pombo (2010) Biblioteca: La Corredoria
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Imágenes de Santiago Se dan tres representaciones del Apóstol Santiago: Una de las imágenes es la del apóstol vestido con una larga túnica: Santiago era uno de los doce apóstoles de Jesucristo, en el Nuevo Testamento se dice que fue el hermano mayor de Juan el Evangelista, ambos eran pescadores e hijos de Zebedeo y de Salomé. Quizás la imagen más famosa de Santiago es la de Santiago peregrino con todos o algunos de estos elementos: capa corta, pelerina para cubrir los hombros, bordón, morral, vieira, calabaza como cantimplora, sandalias y sombrero de ala ancha. Esta imagen de Santiago pasa de los peregrinos al Apóstol y no al revés. Otra imagen es la que se conoce como Santiago Matamoros, lo representa a caballo, con una espada en una mano y los cadáveres de los infieles. En el año 844 se fecha la batalla de Clavijo, enfrentamiento que se produjo entre las huestes mahometanas y el rey Ramiro I de Asturias. La víspera del segundo día de la batalla se le aparece a Ramiro, Santiago prometiéndole que le dará la victoria. Al día siguiente aparece Santiago cabalgando un corcel blanco, enardeciendo a las tropas y asesinando a unos setenta mil mahometanos. Con esta victoria por parte de los cristianos se pone fin a la tradición de tributar cien doncellas vírgenes a los sarracenos cada año para evitar conflictos entre ellos, cobardía ficticia creada para desprestigiar a los reyes astures Aurelio, Silo y Mauregato, seguramente por haber sido demasiado pacifistas.Esta ficción fue narrada por primera vez por el el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Santiago cabalgando un caballo blanco y luchando aparece descrito en “La balada de Santiago”, poema que escribió Federico García Lorca después de su viaje de estudios de 1916 en el que recorrió Galicia, entre otros lugares de España, con sus compañeros de universidad: Esta noche ha pasado Santiago su camino de luz en el cielo.
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Lo comentan los niños jugando con el agua de un cauce sereno. ¿Dónde va el peregrino celeste por el claro infinito sendero? Va a la aurora que brilla en el fondo en caballo blanco como el hielo. ¡Niños chicos, cantad en el prado, horadando con risas al viento! Dice un hombre que ha visto a Santiago en tropel con doscientos guerreros; iban todos cubiertos de luces, con guirnaldas de verdes luceros, y el caballo que monta Santiago era un astro de brillos intensos. Dice el hombre que cuenta la historia que en la noche dormida se oyeron tremolar plateado de alas que en sus ondas llevóse el silencio. […]
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Arte y Camino en nuestras bibliotecas -
Cancionero de los peregrinos de Santiago. Pedro Echevarría Bravo (1971) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, San Claudio y Villa Magdalena
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El Camino iniciático de Santiago. Juan Pedro Morín (1993) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y Villa Magdalena
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El Camino de Santiago. Isidro G. Bango Torviso (1993, 1994, 1998) Bibliotecas: Ciudad Naranco, San Claudio, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y Villa Magdalena
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El arte románico en el Camino de Santiago. Isabel Frontón (1999) Biblioteca: Villa Magdalena
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Los caminos a Compostela: el arte de la peregrinación. Ramón Yzquierdo Perrín (2003) Biblioteca: Villa Magdalena
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El trazo del peregrino. Efrén García (2004) Biblioteca: Villa Magdalena
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Luces de peregrinación. Lorenzo Arias Páramo… [et al.] (2004) Biblioteca: Villa Magdalena
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La gran obra de los Caminos de Santiago: iter stellarum (2004, 2013) Biblioteca: Villa Magdalena
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El arte en el Camino: actas del Seminario celebrado con ocasión del III Ciclo de Conferencias del Camino de Santiago. coordinación, Fernando Clavijo Coello (2014) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Trubia, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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Pecten jacobaeus La vieira común o pecten jacobaeus, está vinculada hasta en su nombre científico al Camino de Santiago y constituye uno de sus símbolos por excelencia. Los peregrinos llevaban estas vieiras o conchas en el sombrero, alrededor del cuello o prendidas en el pecho, de modo visible. Es uno de los atributos del Santiago peregrino. Los primeros peregrinos la adquirían en Santiago de Compostela una vez consumada la peregrinación y como recuerdo de la misma. Se vendían gran cantidad de ellas en los mercados: durante el reinado de Alfonso X el Sabio se dictó una prohibición de venderlas, reservando el negocio a la Catedral en exclusiva. Este negocio debió de ser muy lucrativo puesto que había una gran abundancia de puestos donde se vendían las conchas y que el arzobispo Suárez de Deza limitó a 100. Se empiezan a fabricar vieiras de metal y de azabache. La concha se ha asociado frecuentemente a la prosperidad y a la buena suerte, y además, era un elemento práctico ya que el peregrino la incorporó a su equipaje y la utilizaba para recoger agua y poder beber fácilmente en las fuentes y arroyos que encontraba en los caminos. Actualmente la vieira se ha convertido en símbolo oficial del Camino en carreteras y monumentos. Este signo y logotipo fue creado por los diseñadores españoles Macua y García Ramos: se trata de una concha amarilla esquematizada sobre fondo azul, colores de la bandera europea. Esta esquematización de la vieira mantiene la esencia de la concha, pero añade, a través de unas rayas, la idea de los caminos y el sentido de la ida hacia el oeste. Se puede encontrar en calzadas, mojones y también en folletos y carteles.
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El Camino Primitivo El autor Vicente José González García nos habla del Camino Primitivo como el original: Ese camino nacido en Oviedo origina todos los caminos que van a Santiago a través de todos los tiempos posteriores y venideros.1 Se conoce como Camino Primitivo porque fue el primero que se recorrió y lo hizo el monarca Alfonso II el Casto. Seguía el trazado de antiguas vías romanas como la vía Lucus Asturum (actual Lugo de Llanera) a Lucus Augusti (actual Lugo). Según cuenta la leyenda, el apóstol Santiago desembarcó en Andalucía procedente de Palestina con una labor evangelizadora, que continuó por las actuales tierras portuguesas de Braga y Coímbra, pasando por Iria Flavia (nombre que recibía la actual región de Compostela y Padrón) en el finis terrae hispánico. A su vuelta a Palestina, en un clima de convulsión política e inquietud religiosa, Herodes Agripa, le condena a morir decapitado en torno al año 44. Dos de los discípulos de Santiago, Atanasio y Teodoro, recogieron sus restos y los trasladaron en una nave hasta Galicia. Una vez en tierras hispanas tuvieron que sortear varios problemas con la reina pagana Lupa, que gobernaba aquel territorio, pero finalmente la reina Lupa se convierte al cristianismo y permite enterrar los restos del Apóstol en sus tierras. Cerca del año 829, un ermitaño llamado Paio (o Pelayo) observó unas extrañas luces nocturnas que partían del monte que hoy es conocido como el Pico Sacro y caían en un lugar del bosque Libredón, y lo puso en conocimiento del obispo de Iria Flavia, Teodomiro. El obispo mandó limpiar de maleza ese paraje y aparecieron las ruinas de una antigua edificación: dentro de ella había tres sepulturas, una de ellas era un arca marmórea. Se cree que en estas sepulturas estaban enterrados Santiago el Mayor, en el arca
marmórea, y sus dos
discípulos, en las otras dos. El obispo Teodomiro se puso en camino hacia Cangas de Onís para comunicar el hallazgo al rey Alfonso II el Casto. El rey acudió con su corte a Compostela 1
GONZÁLEZ GARCÍA, Vicente José. El Camino de Santiago a partir de su origen en Oviedo: un camino para
todos. María Belén González Collado. Oviedo: Consejería de Educación, Cultura y Deporte, 2014. ISBN 97884-8053-775-9
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para venerar los restos del apóstol y mandó construir una capilla para proteger aquellos restos. Por este motivo se considera esta peregrinación la primera, y el Camino Primitivo como el más antiguo. Existen otras teorías sobre a quién pertenecían los restos: una de ellas es que el sepulcro fuera el de Prisciliano de Ávila, primer condenado a muerte por la Iglesia católica por herejía en el siglo IV. O también que podría ser el enterramiento del dueño de algún castro hispanorromano. Pero para la Iglesia Católica está aceptado, y respaldado por bula papal, que es Santiago quien reposa en Compostela. Seguramente el rey no era ajeno al potencial simbólico que entrañaba el viaje en sí mismo: ese caminar de este a oeste que era tanto como ir de la luz a la sombra, del resplandor a las tinieblas, de la vida a la muerte; esa ruta que partía del último bastión del que disponían los cristianos verdaderos para encaminarse por senderos ignotos hacia el lugar donde decían que se terminaba el mundo; ese itinerario que nacía en el fulgor del amanecer para consumirse en la penumbra rojiza del crepúsculo; ese aventurarse de lo seguro a lo desconocido para venerar el cuerpo de un apóstol que había ido a hallar reposo en el último confín de la tierra.2 Se extiende la noticia del descubrimiento del sepulcro por España y también por Portugal, Francia, Inglaterra, Italia, Alemania… y surgen los distintos caminos a Santiago desde estos lugares. Los peregrinos que emprendía el Camino Primitivo salían de Oviedo por la puerta de Santiago, en el barrio de la Argañosa, que ya en el siglo XV recibía el nombre de Camino de Santiago; atravesaban el arroyo de Lavapiés, donde existía una leprosería. Desde aquí se llegaba a San Lázaro de Paniceres, Santa María de Lloriana, hasta el valle del Nora. Seguían por Escamplero, cruzaban el río Nalón por un puente que subsiste aún, para continuar por Peñaflor, Grado, que tenía un hospital, y el alto de La Cabruñana, con su correspondiente leprosería. Descendían hasta La Doriga y llegaban a Cornellana donde estaba el Monasterio de San Salvador. Desde Cornellana hacia Salas el camino discurría paralelo al 2
BARRERO, Miguel. Las tierras del fin del mundo: de Oviedo a Compostela por el Camino primitivo. 1ª ed.
Somonte-Cenero (Gijón): Trea, 2016. ISBN 978-84-9704-908-5
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curso del río Nonaya. De Salas se ascendía por la Sierra de Bodenaya hasta la meseta desolada de la Espina, que tenía dos hospitales. De aquí arrancaba el camino a Tineo, Pola de Allande y se ascendía al Puerto del Palo para volver a descender hasta el río Navia, que se atravesaba por el antiguo puente de Salime, hoy cubierto por las aguas del pantano del mismo nombre, para llegar a la villa de Grandas de Salime. Se inicia el último tramo del camino asturiano que llevaba al Alto de O Acebo por donde se accedía a tierras lucenses: se descendía a Puebla de Burón y Fonsagrada. Continuaban por O Cádavo, Lugo, San Román de Retorta y Melide (en Melide el Camino Primitivo y el Francés confluyen). El Camino atravesaba Arzúa, O Pedrouzo, Lavacolla y llegaba a Santiago. La emoción embarga el ánimo del peregrino. Ya tiene ante sí, intramuros, al Santiago románico, medieval y barroco. Un destino universal. Un lugar que cambió el rumbo de Europa a partir del siglo IX. El rey Alfonso II el Casto, primer peregrino de esta historia, viajó con su séquito desde Oviedo a postrarse ante los restos del hijo de Zebedeo. El peregrino acaba de hacerlo por el mismo camino que siguió el monarca asturiano para, como aquel, arrodillarse ante la sacra tumba del apóstol.3
Oviedo origen del Camino: https://www.oviedoiniciodelcamino.com/html/
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POLLEDO, Alberto. Buen Camino: de Oviedo a Santiago tras los pasos de Alfonso II. Oviedo: KRK, 2012.
Octavo mayor. ISBN 978-84-367-405-5
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El Camino Primitivo en nuestras bibliotecas -
Oviedo en el Camino de Santiago. Fiquín (1999) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Oviedo en el Camino de Santiago. Carmen Ruiz-Tilve (1999) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Tudela Veguín, Villa Magdalena y San Lázaro
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A Santiago por Asturias: los primeros caminos a Santiago de Compostela. Xose Mª Vega Blanco (2003) Bibliotecas: La Corredoria y Villa Magdalena
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Guía práctica del Camino del Norte, Camino Primitivo y Camino de San Salvador. Carlos Mencos Arraiza (2009) Biblioteca: San Lázaro
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Oviedo y el tesoro de su catedral en los orígenes del Camino de Santiago: actas del Seminario celebrado con ocasión del I Ciclo de Conferencias del Camino de Santiago. Fernando Clavijo Coello (coord.) (2010) Bibliotecas: La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Vallobín y San Lázaro
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El camino primitivo a Santiago: (desde Oviedo a Compostela). Jorge Sánchez (2011) Biblioteca: Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja)
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Buen camino: de Oviedo a Santiago tras los pasos de Alfonso II. Alberto Polledo (2012) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Trubia, Tudela Veguín y Villa Magdalena
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El Camino de Santiago a partir de su origen en Oviedo: un camino para todos. Vicente José González García (2014) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Vallobín y San Lázaro
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Un patrimonio a pie de camino. III Jornadas de Patrimonio Cultural de Oviedo (2018) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Trubia, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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Otras rutas CAMINO FRANCÉS Es la Ruta Jacobea más popular. El Camino Francés parte en Francia de cuatro rutas diferentes: Tours, Vézelay y Le Puy que entran en España por Roncesvalles y la de Arlés, que penetra por Somport y continúa en Jaca. Estos cuatro itinerarios confluyen en Puente la Reina (Navarra) y siguen un trayecto único que pasa por lugares como Estella, Logroño, Burgos, Frómista, León, Astorga, Ponferrada, O Cebreiro, Portomarín, Melide (donde se une con el Camino Primitivo), Arzúa, O Pedrouzo, Lavacolla hasta llegar a Santiago de Compostela. La primera peregrinación documentada procedente de Francia es la que realiza un grupo de peregrinos, entre ellos Godescalco (o Gotescalco), el obispo de Le Puy, que llega a Santiago en el año 951. Esta peregrinación se encuentra recogida en el manuscrito conocido como la Crónica Albeldense, que es lo único que queda del desaparecido Monasterio de Albelda en La Rioja. Podéis
verla
y
leerla
en
la
Biblioteca
Digital
de
Castilla
y
León:
https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.do?id=13545
CAMINO DE LA COSTA El Camino de la Costa entra desde Francia por Irún y sigue la línea de la costa vasca, cántabra y asturiana hasta Galicia. En Ribadeo se inicia el recorrido por Mondoñedo y Lugo y enlaza con el Camino Francés. En Asturias el Camino de la Costa entra desde Cantabria por el concejo de Llanes, sigue por Ribadesella, Caravia, Colunga, Villaviciosa: desde Villaviciosa se puede llegar a Oviedo por el interior atravesando los concejos de Sariego y Siero; o bien seguir el itinerario costero por Gijón, atravesando las villas de Candás y Luanco y la de Avilés, la más antigua entre las villas asturianas 22
medievales. Continua por Pravia, Muros del Nalón, Cudillero, Valdés, Navia, La Caridad, Tapia y llega a Castropol y entra a tierras gallegas por Ribadeo.
CAMINO PORTUGUÉS El Camino Portugués sigue una vía romana que conducía a Santiago a través de Tuy, Redondela, Pontevedra y Padrón.
ITINERARIO DE LEÓN A OVIEDO Algunos peregrinos abandonan el Camino francés en León para llegar a Oviedo, y lo hacenn para rendir culto a las reliquias del templo catedralicio ovetense. Atraviesan por el Puerto Pajares o Puerto de Arbas, que era la denominación medieval: Ante los ojos de los caminantes y peregrinos que franqueaban los casi 1.400 metros de altitud del Puerto de Arbas se desplegaba un paisaje impresionante: al frente los altísimos picachos del Macizo de Ubiña y una sucesión inacabable de montañas que sobrecogían el ánimo de cuantos por vez primera tomaban contacto con las ásperas tierras de Asturias, sobre todo si esto ocurría en la larga estación invernal, que en aquellas alturas se prolonga por espacio de muchos meses.4 Para darnos una idea de la importancia que tuvo la peregrinación a Oviedo bastaría recordar la copla española que se repite en los mismos términos en francés y en italiano: Quien va a Santiago y no a San Salvador, sirve al criado y deja al Señor. 4
RUIZ DE LA PEÑA, Juan Ignacio. Las peregrinaciones a San Salvador de Oviedo en la Edad Media. Oviedo:
Consejería de Educación, Cultura y Deporte, 1990. ISBN 84-7847-029-8
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Alfonso II el Casto había edificado una iglesia dedicada al Salvador en Oviedo. El Salvador de Oviedo tenía sus propios peregrinos. Allí estaba el arca de las reliquias que según la tradición fue traída a Oviedo tras el peligro de la invasión persa de Jerusalén. Primero son llevadas a África, después a Sevilla y finalmente a Toledo. A principios del siglo VIII, con motivo de la entrada de los árabes en la península, se busca refugio para las reliquias en el norte de España, y de esta forma llegan a Oviedo: en un primer lugar al monte Monsacro y luego a la Capilla de San Miguel en la Catedral, conocida actualmente como Cámara Santa. En la cristiandad el culto a las reliquias gozó siempre de gran popularidad. Son incontables las desviaciones de la Ruta Jacobea motivadas únicamente por el ansia de venerarlas. Otros lugares donde se veneraban reliquias en España eran San Millán de la Cogolla, Santo Domingo de Silos o San Isidoro de León. En Oviedo se guardaban, según algunos inventarios redactados en la Edad Media: una parte de la cruz de Jesús o “Lignum Crucis”, el sudario que recubrió la cabeza de Jesucristo en el sepulcro y espinas de la corona, un trozo de tela del vestido de la Virgen y una sandalia de San Pedro entre otras muchas reliquias. Para la mentalidad de la época aquel tesoro inapreciable merecía todos los honores de una peregrinación internacional. Un catálogo de las reliquias de Oviedo figura en letra francesa del siglo XI en un manuscrito de Valenciennes, lo que prueba que la peregrinación tenía ya categoría internacional. San Salvador de Oviedo se convirtió en el segundo centro de peregrinación en España. Desde finales del siglo XI muchos peregrinos se acercaban a Oviedo a la ida o a la vuelta de Santiago. Uno de los primeros impulsores de la peregrinación a Oviedo fue Ponce de Tavernoles, relacionado con la dinastía de Sancho el Mayor de Navarra y nombrado obispo de Oviedo hacia el año 1018. Pero fue la visita del rey Alfonso VI a Oviedo en 1075, el factor decisivo de la fama de la peregrinación a Oviedo. Esta peregrinación a San Salvador de Oviedo tuvo su auge sobre todo en la época medieval con un gran número de peregrinos y ya en el siglo XVI se produce el ocaso y la veneración por las reliquias custodiadas en la Cámara Santa, pierde interés.
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Además de las rutas mencionadas existen otros caminos: el Camino Inglés que es marítimo en parte hasta llegar a Ferrol o A Coruña; el Camino de la Vía de la Plata…
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Otros caminos en nuestras bibliotecas -
El camino Jacobeo en Asturias: actas Jornadas de Estudio celebradas en Infiesto entre el 17 y 19 de abril 1998. Andrés Martínez Vega (coord.) (1999) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), San Claudio y San Lázaro
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De Roncesvalles a Santiago, paso a paso. Julio Pelayo Cortázar (1999) Biblioteca: José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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Los Caminos de Santiago en Galicia: camino portugués. Francisco Singul (2004) Biblioteca: Ciudad Naranco
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El Camino de Santiago por la costa o camino del Norte. Ángel González (2004) Bibliotecas: Trubia y Villa Magdalena
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Camino del Norte: ruta jacobea de la costa. Juanjo Alonso (2005) Biblioteca: San Lázaro
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Los caminos de la mar a Santiago de Compostela. Feliciano Novoa Portela y Pilar Ramos Vicent (2010) Biblioteca: Vallobín
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Camino de San Salvador: de la Pulchra Leonina a la Sancta Ovetensis. Alberto Polledo (2015) Bibliotecas: La Corredoria y Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos)
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El Camino de Santiago por la ruta de la costa hasta Oviedo y su paso por Valdediós y Noreña. José Manuel Fanjul Cabeza (2020) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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Compostela y más allá La etimología del término Compostela ha sido muy discutida. Según una teoría, no muy aceptada actualmente, vendría de “campus stellae”, campo de estrellas, haciendo referencia a las luces o luminarias vistas por el ermitaño Paio o Pelayo, que puso en conocimiento del obispo Teodomiro, y que fue el lugar donde descubrieron el enterramiento que creyeron pertenecía al apóstol Santiago. El Cronicón iriense, del siglo XI, considera que “compostela” deriva de “compositum tellus”, que significa “tierra hermosa” o “bien compuesta”. Otros creen que deriva de “componere” en el sentido de “enterramiento” más el diminutivo “-tella” que sería algo así como “cementerio sagrado”. Aymeric Picaud, en su Liber Peregrinationis, escribe: Compostela, la excelsa ciudad del Apóstol, llena de todo tipo de encantos, la ciudad que custodia los restos mortales de Santiago, motivo por el cual está considerada como la más dichosa de España. Poco antes de alcanzar Compostela, los peregrinos llegan al Monte do Gozo, también llamado Monxoi o Monroi. Antaño caundo iban en grupo se proclamaba rey de la peregrinación al que llegara el primero al Monroi (puede estar en el origen de los apellidos franceses Roi o Leroi). Y tras la declaración descendían del Monxoi y aceleraban el paso cantando himnos de alabanza al Santo: Herru Sanctiagu Grot Sanctiagu E ultreya e suseia Deus adjuva nos (Señor Santiago / Gran Santiago / más allá, más arriba / Señor, ayúdanos)
Toma mucho tiempo llegar desde no muy lejos. Poco antes del final, escalamos la pequeña colina llamada Monte do Gozo. Al alcanzar esta altura desde la cual la ciudad, tan largamente anhelada, puede ser vista repentinamente a media legua 28
de distancia, los peregrinos de antaño se arrodillaban, derramaban lágrimas de alegría y comenzaban a cantar el Te Deum.5
Actualmente se tiende a valorar más el camino en sí mismo que el destino. Se han empezado a recorrer otros caminos con finales alternativos como Finisterre o Muxía: Finisterre por ser considerado el extremo occidental del mundo antiguo y Muxía porque allí se encuentra la llamada Pedra de Abalar, piedra en la que, según la leyenda, se transformó la barca donde iba la Virgen que se había aparecido a Santiago. Así como ninguna montaña termina en la cima, de la misma manera ningún peregrino termina en Santiago. La ciudad y el santo enterrado allí son un punto de pensamiento, pero el camino continúa. Sigue hacia el oeste: Finisterre. Así que, cuando el peregrino llega a Compostela pensando que no quiere nada más que detenerse, y aunque la ciudad enreda sus pies de manera que, por uno o dos días, o una semana se queda quieto, o camina de estatua en estatua besando al apóstol Santiago, o se acuesta en una cama en un sueño, llega el día en que despierta. La mañana le abre sus ojos azules. El tiempo es un camino. Es hora de partir: Finisterre.6
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CARSON, Anne. Tipos de agua: el Camino de Santiago. 1ª ed., 4ª reimp. Madrid: Vaso Roto, 2020. ISBN
978-84-948989-0-7 6
CARSON, Anne. Op. cit.
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Novelas7 y películas en nuestras bibliotecas
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Compostela y su ángel. Gonzalo Torrente Ballester (1948) Bibliotecas: Trubia y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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El peregrino de Compostela: diario de un mago. Paulo Coelho (1987) Bibliotecas: La Corredoria, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Trubia, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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Endrina y el secreto del peregrino. Concha López Narváez (1987) Bibliotecas: Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Trubia, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El bordón y la estrella. Joaquín Aguirre Bellver (1992) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), Trubia, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El peregrino. Jesús Torbado (1993) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Tudela Veguín, Vallobín y José Mª Laso Prieto (Ventanielles)
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La espada y la rosa. Antonio Martínez Menchén (1993) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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Doble asesinato en la abadía. Jacqueline Miranda (1998) Biblioteca: Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos)
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Iacobus. Matilde Asensi (2000)
La fecha que aparece junto a las novelas es la fecha de la primera edición, independientemente de la edición que haya en nuestras bibliotecas. 7
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Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), San Claudio, Trubia, José Mª Laso Prieto (Ventanielles), Villa Magdalena y San Lázaro -
El bostezo del puma. Gonzalo Moure (1999) Bibliotecas: La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El herrero de la luna llena. María Isabel Molina (2003) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El verdugo de Dios: un inquisidor en el Camino de Santiago. Toti Martínez de Lezea (2004) Bibliotecas: Trubia y Tudela Veguín
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Peregrinatio. Matilde Asensi (2004) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Sara Suárez Solís (PumarínTeatinos), San Claudio, Trubia, Tudela Veguín, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El jardín de la oca. Toti Martínez de Lezea (2007) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Sara Suárez Solís (PumarínTeatinos), San Claudio, Trubia, Tudela Veguín, Vallobín y San Lázaro
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La estrella peregrina: una peregrinación a Santiago de Compostela en el año mil. Ángeles de Irisarri (2010) Bibliotecas: Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), San Claudio, Tudela Veguín, Vallobín, José Mª Laso Prieto (Ventanielles) y San Lázaro
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El códice peregrino. José Luis Corral Lafuente (2012) Biblioteca: Vallobín
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El mal camino. Mikel Santiago (2015) Bibliotecas: Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Trubia y San Lázaro
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Orthodoxia. Ulises Bértolo (2016)
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Bibliotecas: Ciudad Naranco, Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos ), Trubia y Tudela Veguín -
Un noruego en el Camino de Santiago. Jason (2017) (Cómic). Bibliotecas: Vallobín y San Lázaro
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La peregrina. Isabel San Sebastián (2018) Bibliotecas: Ciudad Naranco, La Corredoria, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Trubia, Vallobín y San Lázaro
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El canino de Santiago. Sara Actriz Escudero (2021) Biblioteca: San Lázaro
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Al final del camino. película dirigida por Roberto Santiago (2008) Bibliotecas: Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos) y Trubia
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The Way. película dirigida por Emilio Estévez (2013) Bibliotecas: Ciudad Naranco, Lorenzo Rodríguez Castellano (La Granja), Sara Suárez Solís (Pumarín-Teatinos), San Claudio, Tudela Veguín y Vallobín
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Para concluir El Camino de Santiago ha sido interpretado en muchas ocasiones como una metáfora de la vida: con sus etapas y dificultades. Muchos autores han establecio una paralelismo del Camino de Santiago con el juego de la oca: al igual que en este juego, en el Camino hay que avanzar y superar situaciones complicadas. Uno de los autores que plantea este idea es el francés Louis Charpentier en su obra Les Jacques et le Mystère de Compostelle, de 1971: para Charpentier la oca era un juego concebido para la enseñanza de los peregrinos del Camino de Santiago. El Camino de Santiago se ha relacionado también con la Vía Láctea: los peregrinos se guíaban siguiendo las estrellas que conforman esta constelación conocida también con el nombre de Camino de Santiago. Siglos han transcurrido desde que surgen los caminos que llevan a ese lugar en tierras gallegas llamado Compostela. Y aunque los cambios en los atuendos de los peregrinos y en sus motivaciones sean significativos, los caminos permanecen inmutables, si bien el asfalto los han endurecido en ocasiones. Disfrutar del Camino es una experiencia única y al igual que en la vida, lo importante es disfrutar del viaje. Contemplar la naturaleza que se transforma según la estación del año y no tener más aspiración que recorrer los senderos sin prisa, en paz. Caminar.
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