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¿El varón multiorgásmico es posible?
Por Dra. Nancy Álvarez www.NancyAlvarez.com
El varón multiorgásmico es una realidad. Por años, el hombre ha soñado con obtener orgasmos sin perder su erección y poder seguir haciendo el amor. Muchos charlatanes les han vendido esta posibilidad, basándose en mentiras, pastillas milagrosas, cremas…
By Dr. Nancy Álvarez
The multi-orgasmic male is a reality. For years, men have dreamed of having orgasms without losing his erection and being able to continue making love. Many charlatans have sold them this possibility, based on lies, miraculous pills, creams...
Today science has found the answer. Men can be multi-orgasmic, like women, without pills, without creams and enjoying themselves. It’s simple, they just have to have orgasms without ejaculating. The million dollar question is how.
It is not easy for a man to imagine the possibility of feeling multiple orgasms during the same sexual act. Renowned scientists and sexologists have worked on this possibility from various angles. But, beyond the myth and fantasy, there is the real possibility of achieving a more intense sexual life as a couple.
If we manage to understand that orgasm, ejaculation and erection are independent processes, then we have the possibility of understanding that the man can enjoy himself more fully. For years, we have seen ejaculation as part of the orgasm in men. They always come together, but they are not the same, and that is the basis for achieving the goal.
The human sexual response has several stages: desire, what attracts us to another human being, that force that drives us to want to kiss him, to make love. We have very little control over desire, since it is dominated by the unconscious. We do not know why we want or stop wanting a person.
Then comes the second, excitement, where drastic changes occur in the body. They all lead to the necessary preparation for making love. The man achieves his erection and the woman fills her vagina with her blood in order to expand. In both, lubrication begins. Then follows the plateau, which is the maximum of excitation.
The next one is everyone’s favorite, the orgasm. It is the maximum of pleasure. It begins with great tension in all the muscles and ends with great relaxation. Once obtained, it is passed to the resolution, the moment in which everything returns to normal. The body slowly (slower in women than in men) recovers its normal blood pressure levels, the penis gradually loses its erection, the nipples and the vagina return to normal.
In men, there is an important change, and it is the refractory period, which is nothing more than the necessary rest time between one sexual act and another, to achieve another erection. This varies with age.
Today we know that every woman has the capacity to be multi-orgasmic. She only has to be stimulated by her partner, immediately after having obtained her orgasm.
In man, the technique is totally different. To be multi-orgasmic, he must have orgasms without ejaculating. This is possible with a series of guided exercises to strengthen the pubococcygeal muscles. They are located in the genital area and are decisive when it comes to making love and having a good sexual response.
Hoy la ciencia ha encontrado la respuesta. Los varones pueden ser multiorgásmicos, como las mujeres, sin pastillas, sin cremas y disfrutando. Es sencillo, solo deben tener orgasmos sin eyacular. La pregunta del millón es cómo.
No es sencillo para el varón imaginarse la posibilidad de sentir orgasmos múltiples en el transcurso de un mismo acto sexual. Reconocidos científicos y sexólogos han trabajado sobre esta posibilidad desde diversos ángulos. Pero, más allá del mito y de la fantasía, existe la posibilidad cierta de alcanzar una vida sexual más intensa en pareja.
Si logramos entender que orgasmo, eyaculación y erección son procesos independientes, entonces estamos ante la posibilidad de comprender que el varón puede disfrutar más plenamente. Por años, hemos visto la eyaculación como parte del orgasmo en el hombre. Siempre vienen juntos, pero no son lo mismo, y esa es la base para lograr la meta.
La respuesta sexual humana tiene varias etapas: el deseo, lo que nos atrae de otro ser humano, esa fuerza que nos impulsa a querer besarlo, a hacer el amor. Sobre el deseo tenemos muy poco control, pues está dominado por el inconsciente. No sabemos por qué deseamos o dejamos de desear a una persona.
Después viene la segunda, la excitación, donde ocurren cambios drásticos en el cuerpo. Todos conducen a la preparación necesaria para hacer el amor. El hombre logra su erección y la mujer llena su vagina de sangre para poder ampliarse. En ambos, comienza la lubricación. Luego sigue la meseta, que es el máximo de excitación. La siguiente es la preferida por todos, el orgasmo. Es lo máximo de placer. Comienza con una gran tensión en todos los músculos y termina con una gran relajación. Una vez obtenido, se pasa a la resolución, el momento en que todo vuelve a la normalidad. El cuerpo, lentamente (más lento en la mujer que en el hombre), recobra sus niveles normales de presión arterial, el pene poco a poco pierde la erección, los pezones y la vagina vuelven a la normalidad.
En el hombre, hay un cambio importante, y es el periodo refractario, que no es más que el tiempo necesario de descanso entre un acto sexual y otro, para lograr otra erección. Esto varía con la edad.
Hoy sabemos que toda mujer tiene la capacidad de ser multiorgásmica. Sólo tiene que ser estimulada por su compañero, inmediatamente después de haber obtenido su orgasmo.
En el hombre, la técnica es totalmente diferente. Para ser multiorgásmico, debe tener orgasmos sin eyacular. Esto es posible con una serie de ejercicios guiados para fortalecer los músculos pubocoxígeos. Están ubicados en el área genital y son determinantes a la hora de hacer el amor y tener una buena respuesta sexual.