Caer en la falsa identidad es fácil: asumir identidades profesionales ajenas (oftometrista, vendedor, técnico, práctico) elude el compromiso, como una hoja arrastrada por el viento o cambiar de color según la ocasión, como el camaleón. La identidad depende del autoconocimiento: ¿quién soy, qué soy, de dónde vengo?; de la autoestima: ¿me quiero mucho, poquito o nada?; y de la autoeficacia: ¿hacia dónde voy, que quiero ser? Lic. en Opt. Nélida Téllez Ramírez