Gaceta octubre 2017

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Esta Gaceta es un producto colectivo de apasionados por el arte y la cultura. Si quieres ser parte, contáctanos a: republicasur2013@gmail.com

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VIENTOS DE OCTUBRE Llega octubre y la corriente del tiempo parece haber arrastrado toda clase de sinsabores a este vértice del río. Las relaciones políticas entre dictadores ególatras se tensan sobre el mar y la tierra y no nos queda más que mirar las estelas que dejan sus misiles; tal parece que olvidaron poner la etiqueta que dice «manténgase fuera del alcance de los niños» sobre los juguetes nucleares: tal como si se tratara de Dr. Strangelove de Kubrick. En la otra orilla, y esto sin que sea culpa de ningún ser viviente, varios huracanes y terremotos han destruido parte de México y el Caribe. La tierra tiene su propia forma de revancha y normalmente, siempre pagamos los mismos, quienes no hemos tenido la oportunidad de prepararnos para recibir el golpazo.

Este mes, la convergencia entre el arte y la ciudad, será el eje central: CIVITIC es una red de estudio sobre las ciudades latinoamericanas, de la cual seremos sede. A propósito de ello, nuestra agenda cinematográfica presentará «Ciudades de película», películas donde las ciudades son protagonistas. Además cada una de ellas dialogará dentro de nuestro espacio con una muestra plástica.

Director: Jordi Garrido

Subdirector: Gustavo Peribañez

Editores: Jordi Garrido David Larriva

Impresión: República Sur

En cuanto a la literatura, se presentarán tres libros: Orfila de Javier Vásconez ilustrado por Roger Ycaza –autor de nuestra portada–; Cirugía inflamable, la quinta publicación de Ninacuro cartonera y Uves como cuervos de Pedro Rosa Balda.

Autores de esta edición:

Y como siempre, tendremos mucha música para todos los gustos: Da Pawn, Será la corriente del tiempo, el trabajo Edgar Castellanos (Mamá Vudú), Salsa, cooperativo y un cambio de perspectiva Trova, Héroes del silencio… en el devenir de la humanidad lo que consiga salvarnos de este futuro que El arte y la cultura siempre serán, en esta y en cualquier república, la mejor forma pinta muy negro. de encarar los malos momentos. Desde nuestra República, con plena consciencia de que las simples palabras de ánimo no son suficientes, seguimos trabajando y luchando incansablemente por la trinchera, pensando que otro mundo es posible y que la cultura es nuestra mejor arma.

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Corrector: David Larriva

René Silva Catalán Sebastián Endara Johnny Gavilanes Rocío Gutiérrez Rocío Pérez Boris Banegas Abád

Diseño y diagramación: Daniel Esteban

María Cecilia Picech Juan Pablo Dávila Roger Ycaza Efraín Álvarez

La Gaceta Cultural no se responsabiliza por las opiniones vertidas por nuestros colaboradores.

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René Silva Catalán

POESÍA Y MÚSICA, HERMANAS GEMELAS Presentación libro Disonancias de Alexander Ávila Álvarez

Tamba, tamba, tamba, tamba, tamba del negro que tumba; tumba del negro, caramba, caramba, que el negro tumba: ¡yamba, yambó, yambambé! Nicolás Guillén La cuestión de la duración relativa de las sílabas nunca ha sido descuidada por los hombres de oído sensible. Particularmente quiero evitar detalles técnicos. La manera de aprender la música del verso es oírla. Ezra Pound

en la eufonía del poemario, la reiteración de comunicar aquel segundo flash consiente del credo de moda, desde el estado presente del ser poético y del ser hombre, desde la mirada personal del autor, que en cortos y breves poemas da refutación, observa y corrige las afirmaciones al dogma del lunes a viernes. Poesía y música, unidas por un cordón umbilical, un canto en busca de acentuar el dolor al silencio, la soledad del humo del cigarro, el monólogo de la urbe, ese culto de vivir con horas y segundos perdidos. La música como la poesía nos traen remembranzas de autores, poemas y melodías que nos trasladan a momentos y sus olores con sus colores vivos, recordar los gestos del rincón de un bar, de los hit de adolescencia, en fin, con el tiempo se

Para existir el signo debe tener códigos significantes y significados, un ejemplo de ellos es la música, una partitura sobre la cual vamos colocando símbolos en cinco líneas y espacios intermedios, Disonancias, el libro es algo similar, poesía y música, ambas nos recuerdan ser hermanas gemelas, siempre que el hombre las necesita, a través de un play o un separalibro, están dispuestas a calmar el aliento, relajar la vista, olvidarnos del entorno gris del rito diario. Homero lo hacía, a través de un instrumento musical de viento o cuerda al abrigo de la palabra con sus acentos y puntuación, le comunicaban los distintos tonos y estados de su pensamiento, afloraban sus fobias, alegrías, desesperanzas, en fin, este poemario, breve y concreto, también es lo que buscar decir, una entonación de sosiego como preguntas y afirmaciones lanzadas en el aire. De motivos tan cotidianos y sencillos, de las avenencias de la vida diaria, Alexander, su autor, erige este libro; además, gracias a su oficio de músico, construye el entramado del verso, alcanzando el vínculo con el axioma, tal vez por su formación profesional en la sicología, que le permite un matiz escritural abstraído, refleja e impone como concepto creativo, la rutina del ciudadano robótico en la línea de producción de nuestro esnobismo capitalista. Una poesía sin compromiso visual, pero que adquiere fuerza al ser cantada, con frases con una cadencia donde el imaginario se traslada por las problemáticas del ser sicológico, filosófico y cae de bruces a la acera terrenal. También hay un acercamiento a los poetas de antaño, aquellos de versos con rimas y sonetos, pero no en la construcción decimal sino,

hábitos diversos similares para todos y cotidiano como escupir en el suelo o callar a un bebé, a través de la escritura, con el tiempo pasa a tener efecto poético y se vivencia en el poemario. Disonancias en dos capítulos el primero titulado lado A y el segundo lado B, como los vinilos (como metalero, me alegra hoy recobren su sitial), un lado A más formal y bien logrado poéticamente y un lado B, totalmente más niezcstcheniano y punzante. Curioso en el poemario es el signo musical, que tiene su función con la simbología del play, rec, rew, etc., para dar nombre a algunos textos o simplemente apoyarse en estos significantes, sin duda este recurso en el libro, ofrece una versión distinta a la escritura y sucede hoy lo mismo en otros poetas que se apoyan en el cine la televisión u otros lenguajes y códigos audiovisuales permiten salir de la formalidad de la poesía, un acercamiento donde poesía y música se abrazan en este libro.

Actualmente, con la existencia de la cultura de masas, las nuevas tecnologías y el mundo de las redes sociales, surge la posibilidad de conocer y aproximarnos a una obra literaria más cercana al ciudadano común, a un lector que no lee poesía, pero con Disonancias debería, ya que habla y solfea lo que sucede en el mundo externo, ese vulgar de la ciudad y el interno más allá de los audífonos, del mp4 pero que conserva la estética emotiva y sensorial del texto poético, ese diálogo con el yo interno.

trasforman en referentes de la memoria que muy a pesar de ciertas enfermedades, nos da pellizcos para no desconocer su melodía baja, sus palabras entrecortadas. Disonancias, un libro sin apuro de transitar por el tamiz de la academia o por una sala de concierto, adiós a la liturgia profesada en estas esferas, lo importante es el intrínseco encuentro con la palabra con el lector final, justamente imagino busca Alexander, que la palabra se torne una línea de tiempo, un trailer con su guión y personajes, transmitir

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Sebastián Endara

AFORISMOS PARA RE-PENSAR LA POLÍTICA (Desde otras miradas)

1. La lucha de clases está vigente. Ni el socialismo ni el capitalismo han podido resolver esa ruptura social. La explotación del trabajo es el motor de los sistemas basados en la rentabilidad. La pauperización y la inequidad, sus consecuencias. La simplificación de alternativas entre derechas e izquierdas es obsoleta a la hora de plantear cambios cualitativamente superiores, pues este sistema termina legitimando las contradicciones y fortaleciendo la estructura político administrativo donde tiene cabida: el Estado. 2. La alternativa política está en la recuperación del interés en lo colectivo común a todos, pero no desde la lógica de la administración burocrática sino desde la autogestión de la sociedad civil. 3. No es posible hablar de una alternativa política si ésta no se declara estrictamente ecologista y ligada a los intereses de la reproducción de la vida. 4. El problema de una política diferente sigue estando en la imposibilidad de la reproducción y expansión de propuestas alternativas, así como su reconocimiento y apoyo oportuno por parte de la sociedad. El tema no solo pasa por el despertar de la conciencia, sino por la generación de redes y conexiones comprometidas con el cambio social.

5. La transformación social tiene que ver con la profundización de los saberes de los pueblos y culturas originarias. Su cosmovisión, su ética, su estética, y sus lógicas. Es necesario tener claro este enorme potencial espiritual y filosófico en la reconstrucción de una lectura empoderada de la propia realidad. 6. La transformación exige que los saberes sean útiles para la reproducción de la emancipación social. 7. Se vuelve imperativo realizar una crítica al fundamento de la actual política; la democracia representativa, que no solo sostiene el sistema de organización estatal, sino el discurso de expansión del capitalismo postmoderno, neocolonial, corporativista y clientelar. La superación de la democracia representativa está en la acción directa. 8. La transformación cultural pasa por cambiar los instrumentos de pensamiento, fundando una pluriversidad epistemológica respetuosa de los saberes que se enfrentan a la dominación epistemológica de lo establecido.

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9. Se debe valorar «mucho» las prácticas y acciones desde los pequeños territorios que visibilizan las alternativas de dignidad y resistencia. 10. Es necesario problematizar permanentemente los fundamentos de nuestras más preciadas construcciones ideológicas. Las categorías no son inmóviles y pueden ser usadas de manera contradictoria. Hace falta una mirada compleja que más allá de dar cuenta de la multiplicidad de sus significados, comprenda solo las probabilidades de su expresión. La idea se justifica en el contexto. Una idea nunca es una idea eterna. 11. El reto está en volver a las tácticas de la propaganda (educación popular asamblearia) de las ideas y las prácticas solidarias, de autogestión y de apoyo mutuo. No solo predicar con el ejemplo, sino divulgar las profundas gratificaciones que provee el esfuerzo por crear comunidad.


Johnny Gavilanes

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Rocío Gutiérrez

ENCUENTRO PROVOCADO Contener sorbos de mirar por el retrovisor es, cuanto menos, nimbo para la memoria difusora del pretérito de nuestra vida. Viajar a Madrid esos días aventuraría sin duda un antes y un después preludios de una nueva etapa inminente en sus deseos. Supo de las fechas por descuido de él. Celosa de ser descubierta en el papel de «Celestina-de-sí-misma», fingió de la mejor manera que supo y pudo, ignorancia primero y cariñosa indiferencia después de conversar sobre ello. Llegó el día. Como en cada viaje, eligió lectura para el trayecto. Tiempo atrás se mareaba al leer, se le pasó súbitamente sin razón conocida. Tras un recorrido extenuante entre angustia e ilusión, en el que no pasó de una página releída «ene» veces, hizo una llamada al hotel donde sabía que se alojaba. Le informaron que le esperaban y que aún no se había registrado. Dictó a un recepcionista de voz histriónica un mensaje para que se lo entregaran a su llegada: Estoy en la ciudad. Si quieres que nos conozcamos llámame a este número. Beso ahí. Fiera. No había plan B. Al colgar lo pensó. Tomó unas cañas en una tasca cercana a la estación con su compañera de viaje y dueña del teléfono de contacto. A las nueve tomaba el tren hacia su destino final y ahí se desvanecía su única vía de conexión. Dudó en un segundo utópico entre recluirse o socializarse en caso de no recibir respuesta. Llamó a una pareja de amigas que trabajaban por esas fechas en la capital. Sorprendidas la invitaron a compartir un evento que celebraban (¡mira tú!) esa misma noche. «A partir de las nueve estaremos. ¡No toca llegar tarde! Te esperamos si falla tu plan». Anotó al dictado la dirección deletreada. Plan B resuelto. Desesperante ocupación de la inquietud. Las ocho y media. Presenciaba la charla de su acompañante con dualidad cerebral, imaginando a cada rato el encuentro… ¡por qué sería!

Sorpresa con riña a partes iguales compensadas con ternura. No daba crédito. Quedaron en una hora a cenar. «En la plaza Santa Ana en la puerta del teatro… del Teatro Español. Vale.» Llegó pronto y antes que él a pesar de callejearse el barrio de Huertas, ahora De Las Letras, inflando los minutos desde la estación de Atocha. Se reconocerían. Montones de fotos reenviadas en estos dos años lo suficientemente nítidas como para no confundir en un encuentro in-live. Aun así dudó si lo descubriría entre la gente. Desde una cabina que en esos años existían en las calles y los bares llamó nuevamente al hotel. Asfixia de susto por un paso atrás, eran las diez y media. «En la puerta saliendo. Se atrasó el fin del simposio del Reina y tenía que pasar por el hotel. En diez minutos estoy.» Transcurrieron y llegó. Con la mirada se encontraron a lo lejos y sus pasos hicieron el acercamiento. Con timidez besaron sus mejillas. En contra de las apariencias son grandes tímidos. Propuso un restaurante que conocía en el barrio por haber vivido ahí tiempo atrás. Fueron. Le encantaban las casas de comida con su olor a guisos. Nadie sentado en un martes vulgar. Pidieron rápido. Parando de contarse solo ante la insistencia del camarero en dar palique que habiéndolo reconocido recordaba sus tiempos de vecinos. Confesó que recogió su mensaje en la recepción cinco minutos después de su llamada. Y tal fue la excitación que le produjo que optó por continuar con la agenda y contestar al acabar. «Tardas cinco minutos en llamar y no me encuentras». Brotó de su boca como fuelle de acordeón parlante. Tomó café él no. Y salieron del local. Con una mano agarrada a su brazo, con la otra portando el neceser, caminaban por Madrid con la noche de serena, disfrutando el placer de deambular entre calles de la gran ciudad. Reían y se detenían a mirar, a mirarse. «Con gusto tomo el penúltimo trago en tu hotel».

A menos cinco las nueve retumbó el ring del teléfono. Abismo sonoro de su anhelo. «¿Es él? Creo. No es número de mi agenda. ¿Hola? Sí, se pone. Chao.»

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Retorno, Serie - fotografía Rocío Gutiérrez

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Rocío Pérez

Boris Banegas Abád

« Y SI QUEDAMOS HOY PARA TOMAR ALGO... UNA CALLE POR EJEMPLO »

LOS ZAPATOS DE GLENDA... ¿Y EL TECLADO DE MATEO?

Quizás, a veces, una no debería empezar a escribir en determinados momentos… o quizás sí.

Son dos historias, dos realidades distintas, las que relatamos. La primera, la de una deportista de escasos recursos conmovió al país entero cuando se supo que ganó una medalla de oro tras recorrer miles de kilómetros y representar al Ecuador. El caso se volvió mediático al saberse que había competido con zapatos zurcidos, una y otra vez, los mismos que usó también para entrenar antes de la competencia. Fue entonces cuando varios medios de comunicación contaron su historia, entrevistaron a sus familiares y viajaron para conocer su casa. Su ciudad natal organizó un homenaje en su honor apenas regresó y no faltaron las fuertes críticas contra el Ministerio del Deporte por no brindarle las condiciones necesarias para que su logro fuese menos pesado.

Hoy me he puesto a escribir con un fuego que me quema por dentro. Una ira que crece cada día ante el dolor, la impunidad y la pasividad de la mayoría; y el coraje, la lucha y las resistencias de unas y unos pocos. Esa minoría que lucha por los derechos de todas y todos, aunque nos parezcan ahora lejanos, aunque no nos «toquen» sus problemas; esa minoría a la que están masacrando mientras el cómodo resto mira hacia otro lado; esa minoría que va a desaparecer si no dejamos de mirar para otro lado. Hoy regreso de ver en el museo etnográfico de Buenos Aires dos documentales: uno sobre la expulsión del pueblo saharaui del Sáhara Occidental y otro sobre el asesinato de una activista por los derechos de las mujeres en Argelia. El primer documental relata a través de Soukeina, una activista secuestrada y encerrada por más de diez años, la historia de lucha el pueblo saharaui. El pueblo saharaui es originario del Sáhara Occidental, territorio del norte de África situado en el extremo occidental del desierto del Sahara, a orillas del océano Atlántico. Es uno de los diecisite territorios no autónomos que se encuentran bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado. El conflicto del pueblo saharaui, a pesar de estar bastante invisibilizado, es un conflicto que perdura más de cuarenta años. La mitad del pueblo saharaui vive desde hace décadas en campos de refugiados en condiciones extremadamente precarias construidos en mitad del desierto, la otra mitad continúa viviendo en su territorio original pero viven bajo la ocupación y continua vigilancia de Marruecos. El Sahara Occidental fue una colonia española que a principios de los años setenta comienza a levantarse buscando su independencia. En 1974, España promete a los saharauis un referendum de autodeterminación, que traiciona, firmando finalmente un acuerdo que nunca sería publicado en el Boletín Oficial del Estado con Marruecos y Mauritania donde España se compromete a retirarse del Sahara Occidental y ese territorio sería divido entre Marruecos y Mauritania. A pesar de que los saharauis denuncian el acuerdo no hay apoyo de la comunidad internacional, pocas semanas después las tropas españolas comienzan a retirarse y Marruecos y Mauritania envían sus ejércitos a la conquista del Sahara Occidental frente a la resistencia de sus habitantes. El conflicto perdura hasta hoy. El otro documental narraba el asesinato el 15 de febrero de 1995 de Nabila Djahnine, feminista militante y presidenta de la asociación Thirghri N’tmetout, que fue asesinada por un grupo armado en Tizi-Ouzou, un pueblo argelino. Nabile se enfrentaba a los islamistas que obligaban a las mujeres, bajo pena de muerte, a llevar el hijab (velo-pañuelo) o abandonar el trabajo y la educación. Ella fue el primer asesinato de una militante feminista, desde 1995, las desapariciones y los asesinatos no han parado. No siendo suficiente, acabo de leer como en Brasil el Ministerio Público de Amazonas confirmaba que una tribu indígena no contactada acaba de ser asesinada por mineros ilegales en el Vale do Javari, Sao Paulo de Olivenca, en la frontera con Perú y Colombia. Este codiciado territorio tiene unos 7.000 habitantes y albergaría, al menos, a catorce tribus aisladas y cinco etnias contactadas. Fue regularizado en 2001 como tierra indígena. Mineros, hacendados y madereros que matan a sus anchas a poblaciones que han escogido no ser contactadas en territorios protegidos, territorios que tienen que ser protegidos por ley porque no tenemos la suficiente humanidad para dejarlos vivir como han decidido hacerlo.

La segunda es la de un músico ecuatoriano que viajó una cantidad similar de kilómetros; esta vez para mostrar su trabajo en uno de los festivales de música más importantes del mundo. Sin embargo, en un aeropuerto europeo, sus instrumentos y equipos, tan necesarios para su trabajo como los zapatos para la deportista, fueron robados. Pidió ayuda en las redes sociales para poder alquilar o comprar lo necesario y dar el concierto, pero los medios no dijeron nada, nadie levantó la voz para criticar a ningún ministerio, no le ofrecieron un sueldo, nadie le compró nuevos instrumentos, aun así, llegó a su destino y no solo mostró su música, sino que acercó los sonidos de toda una región del país a un nuevo público. Los medios de comunicación, una vez más, contaron sólo una historia: la que vendía más, la que conmovía más, la que el periodista promedio está acostumbrado a contar. La receta es siempre la misma con los deportistas de escasos recursos y no importa su proyección, ni sus logros futuros y aún menos cuánto ha invertido el estado en ellos. Acaso alguien se preguntó ¿con que recursos viajó la deportista? Pero no se equivoquen, no pretendo quitarle legitimidad a un logro deportivo, pero si reflexiono con dos realidades diferentes, que son igual de importantes para el desarrollo del país. Los artistas no tienen un sueldo fijo y no se les paga médicos ni directores que estén a su servicio. Los artistas tampoco cuentan con centros de alto rendimiento y los medios no están preocupados en seguirles por cada festival al que van. No importa si tienen los recursos necesarios para sus ensayos o proyectos, si su familia es de escasos recursos o son de clase alta. Simplemente, para los medios, no son más que un adorno interesante que les permite llenar su parrilla de programación o completar sus secciones diarias. Cuatro de cada cinco personas a quienes les conté las dos historias sabían quién era la deportista y dónde compitió. El mismo número me preguntó el nombre del músico e indagó también por el género o por «alguna canción conocida» para poder «ubicarlo». Las estadísticas son frías, pero también reflejan la realidad de un país gobernado por la pornomiseria que emite la mayoría de los medios de comunicación.

Lo último que he leído hoy es una noticia relacionada con la desaparición de Santiago Maldonado en Argentina. Santiago Andrés Maldonado desapareció el 1 de agosto de 2017, «presuntamente» víctima de una desaparición forzada en el marco de la represión de una protesta de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen, ubicado en la provincia del Chubut. La represión fue llevada a cabo por la Gendarmería Nacional, una fuerza de seguridad que opera en el ámbito del Ministerio de Seguridad del Poder Ejecutivo. Santiago sigue desaparecido y todas y todos seguimos preguntándonos por qué. Hoy no he podido seguir leyendo, a pesar de que hay cientos y cientos de conflictos, abusos, violencias, despojos que necesitan ser visibilizados para poder plantarles cara. Porque no podemos seguir mirando para otro lado. Hoy no he podido seguir leyendo… porque me bajo a tomar algo: una calle, por ejemplo.

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/ Dir.: Presidente Córdova 5-55 y Hno. Miguel / Télf.: 0987706450 - 2844634 / Email: republicasur2013@gmail.com /

República Sur


María Cecilia Picech

INTERVENCIÓN URBANA, ARTE Y PODER Una pared es una gran arma, es una de las más peligrosas cosas con las que puedes golpear a alguien Banksy. En Silva, 2014 Generalmente, al pensar en ciudades no solemos evocar al arte que la habita y configura. Tampoco al hablar de arte nos referimos a su marco urbano de contención, reflexión y acción. Sin embargo, la ciudad y el arte se configuran en íntima relación, construyendo múltiples y complejos vínculos. En este escrito no llegaré a esbozarlos todo, tampoco es esa mi intención. Lo que sí pretendo es presentar ideas que nos permitan pensar en el arte en/de la ciudad y la ciudad de/en el arte en contextos cambiantes de lo urbano, donde las relaciones del pasado son subvertidas y aparecen otras, a la vez que se proyectan nuevos espacios artísticos. Para Argan (1998), pensador y crítico de arte italiano, la ciudad se identifica con el arte al ser la concurrencia de todas las técnicas artísticas. En este sentido, la ciudad aparece como obra o práctica artística porque construye de forma permanente la forma ciudadana a partir de espacios imaginados y narrados. De acuerdo a Jean Luc Nancy (2011), el arte como «técnica de un fin que desborda el concepto de fin» pertenece a lo común y no a la ciudad. Y aquí podemos pensar que lo común, fundamento ciudadano de una vida en sociedad, aquello por lo cual compartimos un sentido y nos relacionamos, puede estar propiciado, permitido y/o perseguido en una ciudad determinada. Más bien, nos lleva a entender que mientras algunas prácticas artísticas son exaltadas, subvencionadas y legitimadas, otras son ocultadas, censuradas y estigmatizadas. Estas consideraciones en torno al poder, en lo que respecta a la institucionalización o no del arte, pautan los espacios que éste ocupa, como práctica social y estética, en una ciudad determinada. Por un lado, están los espacios de arte legitimados como museos, auditorios, teatros, cines y los monumentos de diferentes personajes de la historia y el espectáculo, que se consideran recintos artísticos «por antonomasia», ya que no deben disputar socialmente su sentido como lugar/objeto de arte y/o práctica artística. Una muestra o una performance en uno de estos espacios se considerad arte sin peros, al igual que sus cultores, artistas. Por otro lado, el arte rebasa estos espacios. Al caminar las calles de cualquier urbe latinoamericana vemos grafitis, stencils, malabares, grupos de breakdance, freestyle, muestras de fotografía, performance artísticas de todo tipo: teatrales, musicales, circenses, y otras prácticas. Centros culturales comunitarios, independientes –incluso improvisados–, parques y esquinas funcionan de escenarios públicos para dejar una impronta estética, manifestarse, expresarse, dejar una impresión, rimas, imágenes o reflexiones compartidas, con quienes, fueron hasta ahí decididamente o «se encontraron» con las representaciones. Estas expresiones adquirieron, en los últimos años, cierto reconocimiento institucional por los municipios, ONGs y fundaciones, que comenzaron a trabajar con ellas, siendo

conscientes de su potencial como prácticas estéticas, sociales y políticas en el espacio público. Ya sea para «embellecer» la ciudad, trabajar con grupos sociales vulnerables y/o hacer campañas políticas o de concientización, estas manifestaciones empezaron a ser subvencionadas y tenidas en cuenta por las autoridades. Sin embargo, se encuentran insertas en marcos jurídicos, administrativos, políticos y culturales que no las reconocen

como prácticas artísticas legítimas –considerándolas vandálicas, ilegales e incluso no-arte–, sus cultores son perseguidos por no acatarse a las normativas urbanas contemporáneas que privatizan y mercantilizan los espacios públicos, y dificultan su accionar y expresión en las ciudades. El arte es un concepto en disputa que cambia en el tiempo y en el espacio, pero que su presencia en la ciudad indica una marca, proyección y construcción simbólica de los ciudadanos. Esas marcas pueden ser, como señala Nelly Richard (2005), vectores de reproducción social o resignificación creativa y desobediente a los modos pautados de ser y habitar las ciudades, definidos en particulares marcos de poder, participación y/o represión social. Es nuestro deber como artistas y académicos pensar estos cruces para generar espacios urbanos más inclusivos, democráticos y abiertos a las prácticas artísticas y culturales que se desarrollan en las ciudades ecuatorianas. Estas nos hablan tanto del artista y su obra como de los sentidos que compartimos o nos enfrentan como ciudadanos que habitamos –y no solo ocupamos, sino que también representamos– un espacio común. Entre 3 y el 6 de octubre de 2017 a partir de las 18h00, se llevará a cabo el ciclo Arte+Ciudad en República Sur. Esta es una actividad complementaria del Congreso de Estudios Urbanos CIVITIC, que se efectuará en la Universidad del Azuay y será organizada por CIVITIC, una red de estudio conformada por trece universidades de Ecuador. Se abordarán cuatro ejes clave de los estudios urbanos: Patrimonio, Derecho a la Ciudad, Economía Urbana y Gobernanza con el fin de afianzar los conocimientos y posibilidades de acción pública en las ciudades ecuatorianas y sus problemáticas.

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En este contexto, en el Ciclo Arte+Ciudad se presentarán artistas/ activistas cuencanos que nos contarán sobre su trabajo en/con la ciudad, ya sea que se fundamenten en ella para manifestar su práctica artística o reflexionen sobre la ciudad desde un modo artístico de pensar. El martes 3, abriendo el ciclo, los alumnos de AULA, Escuela y Laboratorio de Fotografía, nos presentarán su exploración de Cuenca a través de la lente de sus cámaras, en el trabajo que titularon Mi Ciudad. El miércoles 4, Fabiola Cedillo nos mostrará su obra Constructo, en el que aborda las relaciones entre imagen, cuerpo y espacio público en la construcción de comportamientos moldeados. El jueves 5, se presenta Disidencias: Arte acción y cotidianidad de María José Machado, quién indaga las relaciones performáticas entre arte, subjetividad y ciudad, en donde el cuerpo es una herramienta creativa de exploración, acción y reacción enteramente comunal. El viernes 6, Diego Lara Saltos nos expondrá su trabajo Juerga Popular: Intervención poética en la ciudad, en donde con carteles interviene con un texto poético, buscando la re-creación de sentidos de los ciudadanos, interdialogando el texto con la ciudad. Además, a partir de las 19h30 se proyectarán películas clásicas y contemporáneas con el eje estético y reflexivo de las ciudades: Retrato de las ciudades; Migraciones y pobreza en América Latina; Marginalidad en las ciudades neoliberales, y cine urbano militante. Arte+Ciudad propone un espacio para pensar, debatir, reflexionar, cuestionar y proponer nuevos cruces entre prácticas artísticas y ciudad.

Referencias: Argan, Giulio Carlo (1998). “História da Arte como História da Cidade. Martins fontes”, Martins Fontes: 13-72. Nancy, Jean-Luc (2011). “Arte y Ciudad”. En Disturbis, número 9. Disponible en: http://www.disturbis.esteticauab.org/ DisturbisII/Nancy.html Richard, Nelly (2005). “Intervenciones urbanas: arte, ciudad y política”. En Ciudades Translocales: espacios, flujos, representación. Perspectiva desde las Américas, Rossana Reguillo y Marcial Godoy Anativia (Eds.): 257-270. México: Iteso. Silva, Armando (2014). Atmosferas Ciudadanas: graffiti, arte público, nichos estéticos. Quito: Intiyan, Ediciones CIESPAL.


Juan Pablo Dรกvila

www.numeralstudio.net

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Roger Ycaza

rogerycaza.com

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Efraín Álvarez

VERSUSVIDA

ENTRE AYER Y HOY ¿QUIEN SOY?

¿ALGO MÁS PARA MORIR?

Me ciega la vida

Cuando florece la pena

Traiciona memoria

en el árido huerto de la vida

Me encierran los años

Cuando lacera la tristeza de tu voz

A prematura existencia

reflejando el oscurecido corazón Cuando el deseo de la fulgurante estrella,

Y DE PRONTO En mi covacha, mi aposento

como la vida, se va sin razón.

Cual finura de pordiosero

Cuando tu corazón de hierro se baña

Resquebrajado mi pecho

Peregrinan inquietudes

en la turbia agua de mar del destino

Se rompen mis huesos

De acerbos pensadores

Cuando el oráculo de la existencia

Aciaga mi cuerpo

Conscientes de la vida

se aleja sin dejar reverencia.

Compongo unos versos

¿Cuál es el final del sendero?

Empuja a gritos la corriente, coartándose el camino,

Demente conciencia Ayer, mi oído fue más llevadero

destruyéndome el molino

Prófuga memoria

Embriagaba a mi alma

Toca tragar ásperas bocanadas

Inertes mis besos

Batallaba mis avernos

de crudas mentiras y heridas

Despiadada historia

Descansaba y continuaba

Virar la cara directa al abismo y esperar que la suerte me empuje al olvido

La luna creciente Hoy, me enfrento a la rápida partida Al tedioso hastió de la vida

El sol renaciente El velo nocturno

A la mediocridad he hipocresía

Callada se ausenta

Y las dudas me vacían Se fraguan batallas Cañones y agallas Etéreas discordias Sin registro ni glorias

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