EDICIÓN
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gaceta cultural
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MANUEL VILAS:
«AL FINAL, SOMOS LO QUE RECORDAMOS» entrevista RS/VER MÁS PÁG. 4
punto seguido
LECCIONES DE ABISMO, LOS SELLOS SAGRADOS DE CRISTÓBAL ZAPATA Con una sabiduría cadenciosa, acertada, en Lecciones de abismo, Cristóbal Zapata (Cuenca, 1968) vierte sobre nuestros ojos y nuestras yemas, una especie de ungüento mágico. En los relatos que conforman este libro publicado por Editorial La Caída (2019), su palabra aspira a la sensualidad, al estremecimiento, debido a esa pulcritud y a su trabajo labrado letra a letra que semeja al del miniaturista.Se trata de cinco cuentos relativamente largos que son el resultado de un, asimismo, extenso período de gestación. Quienes conocemos a Zapata, sabemos de sus afinadas cualidades de poeta, lo que lo han convertido en uno de nuestros escritores fundamentales de las últimas décadas, con un repertorio lírico que habla por sí mismo, y, sin embargo, sus cuentos, tanto los que pertenecen a este volumen cuanto los de su título anterior, El pan y la carne (Eskeletra, 2007; Campaña Nacional Eugenio Espejo, 2014), dan cuenta de una solvencia escritural que en su caso gana con el reposo, con el detenimiento, y, acaso, con el hartazgo que le provocan a su autor. Todo libro, así como toda obra que se precie de ser llamada arte, demarca su sendero. LITERATURA/VER MÁS PÁG.3
columnistas RS
VOLVER A LA TIERRA Hace tiempo que dejé mi tierra, mi tierruca, como la llamamos allí, en esa región del norte de España, para salir a buscarme la vida por el mundo, como han hecho tantas antes de mí y como seguirán haciendo muchos otros después. Migrantes es verdad que somos todos. Porque si no lo somos nosotras, lo son nuestros padres, madres, abuelos, bisabuelas, tatarabuelos y más allá. Por desgracia, mucho más que por fortuna, me temo, las historias de la humanidad son historias de movimiento desde sus inicios. Unas, las más antiguas, por supervivencia; otras, las más actuales, por necesidad. Y entre medio de todas ellas, la humanidad se mueve por ambición, pero esto son otras historias, aunque se hayan empeñado en enseñarnos que es una sola. COLUMNISTAS/VER MÁS PÁG.11
OCTUBRE/2019
el vinilo
LUIS HUMBERTO SALGADO:
el beethoven ecuatoriano Luis Humberto Salgado es una leyenda de la historia musical de Ecuador, en su haber compositivo están nueve sinfonías, cuatro óperas, una ópera-ballet, cuatro ballets, una opereta, ocho conciertos y un sinfín de piezas de música popular ecuatoriana como pasillos, sanjuanitos y pasacalles; pero todo esto podría quedar en el olvido debido a que muy pocas han sido grabadas —incluso interpretadas—, lo que dejaría el nombre, la vida y la obra de este artista como una simple leyenda de la que no existe registro alguno. Sin embargo, la Orquesta Sinfónica de Cuenca (OSC), gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP), está dando un paso enorme en pro de la conservación de este legado con la producción de un disco con las nueve sinfonías del compositor cayambeño… MÚSICA/VER MÁS PÁG.6
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Ya empezamos a vislumbrar la nueva década asomando por la puerta y parece que, al fin, la ciudadanía ha cambiado su actitud contra la CRISIS climática y comienza a luchar contra los gobiernos y las grandes multinacionales que nos llevan manipulando desde hace décadas. Finalmente nos hemos dado cuenta de que si no exigimos y presionamos para que los países no solo asuman sino cumplan mayores compromisos con el medio ambiente (a la vez que cambiamos nuestra propia mentalidad y nuestros malos hábitos), nos quedamos sin planeta en menos de lo que canta un gallo. También esperamos cambios en nuestra redacción con la nueva era. Como pequeño medio de comunicación, en cuanto a recursos económicos se refiere, seguimos en constante dependencia del funcionamiento de nuestra madre centro cultural-restaurante República Sur, y aunque no vamos a seguir dejando de chupar de su teta, necesitamos emprender nuestro propio camino, evolucionar y seguir creciendo. Semejante afirmación no es nada más que para comunicarles, queridos lectores, que a partir de los meses venideros es posible que tengamos páginas de publicidad privada, hasta ahora habíamos sido «vírgenes» en ese aspecto, pero con el fin de llegar a más ciudades y mucho más público, necesitamos apoyo de empresas afines (queda hecha la invitación para quién se dé por aludido) para nuestra expansión. Además, afortunadamente, tenemos un alto volumen de trabajo y cubrimos numerosos eventos locales, nacionales e internacionales para lo que también requerimos más músculo financiero y humano (de nuevo, invitados todos).
Dirección de comunicación: Amyr Sarmiento C.
Subdirector: Gustavo Peribáñez
Diseño y diagramación: Stéphane Lapeyre
Editores: Jordi Garrido Camila Corral Escudero
Fotografía: Santiago Figueroa
Corrección: Camila Corral Escudero
Distribución: CCE Azuay
Autores de esta edición: Carlos Vásconez Camila Corral Escudero Amyr Sarmiento C. Syntia Alves
Rocío Pérez Pedro López Francisco Álvarez Ríos Nacho Dueñas
La Gaceta Cultural no se responsabiliza por las opiniones vertidas por nuestros colaboradores.
Realmente nos sentimos dichosos por ir alcanzando pequeñas metas propias y por ver cómo muchos de nuestros colaboradores y entrevistados también están siendo galardonados por todos lados: felicitamos a nuestra columnista, Rocío Pérez, por su nuevo libro, del cual tienen una reseña en esta edición, a nuestro colaborador, Josué Durán Hermida, ganador del último premio Aurelio Espinosa Pólit y de la Convocatoria para Publicaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay, y, por último, a Ernesto Carrión, que se ha hecho con el Miguel Donoso Pareja, en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil, en la que también estuvimos presentes. A nivel de equipo, queremos mostrar nuestra felicidad por la entrevista de este mes al escritor, a nuestro entender, de la mejor novela del 2018 en lengua castellana, la preciosa Ordesa de Manuel Vilas, un placer de conversación que les invitamos a leer, además de todas nuestras secciones habituales.
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Director: Jordi Garrido
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Carlos Vásconez
LECCIONES DE ABISMO, LOS SELLOS SAGRADOS DE CRISTÓBAL ZAPATA Con una sabiduría cadenciosa, acertada, en Lecciones de abismo, Cristóbal Zapata (Cuenca, 1968) vierte sobre nuestros ojos y nuestras yemas, una especie de ungüento mágico. En los relatos que conforman este libro publicado por Editorial La Caída (2019), su palabra aspira a la sensualidad, al estremecimiento, debido a esa pulcritud y a su trabajo labrado letra a letra que semeja al del miniaturista.
Fotografía: Xavier Caivinagua
Se trata de cinco cuentos relativamente largos que son el resultado de un, asimismo, extenso período de gestación. Quienes conocemos a Zapata, sabemos de sus afinadas cualidades de poeta, lo que lo han convertido en uno de nuestros escritores fundamentales de las últimas décadas, con un repertorio lírico que habla por sí mismo, y, sin embargo, sus cuentos, tanto los que pertenecen a este volumen cuanto los de su título anterior, El pan y la carne (Eskeletra, 2007; Campaña Nacional Eugenio Espejo, 2014), dan cuenta de una solvencia escritural que en su caso gana con el reposo, con el detenimiento, y, acaso, con el hartazgo que le provocan a su autor. Todo libro, así como toda obra que se precie de ser llamada arte, demarca su sendero. La obra narrativa, ensayística y poética de Zapata implica esa necesidad de salir de su propio cuerpo y, al afantasmarse, buscar con urgencia el cuerpo del otro, apropiárselo por la virtud de la palabra adecuada. Esa es la misión de Zapata y su labor de escriba. Los relatos de Lecciones de abismo nos remontan a épocas de una preciosura ambiental que estremece, gracias en gran medida a esa cualidad descriptiva que adopta el autor para adentrarnos en un mundo lejano, aunque hubiese estado esperándonos a la vuelta de la esquina durante toda nuestra vida. En el primero de ellos, «La prenda», un joven experimenta el deseo con su prima. En «Lecciones de abismo», el narrador, Augusto, se pierde en un túnel del tiempo junto a su hermano Sandro, cuales Alicias redivivas. En «El hada de azúcar», mi favorito, crea un personaje inolvidable, inspirado en la magnífica Osmara de León y en su esposo, el gran pintor Ricardo León injustamente olvidado. «La invención de Maud Talbot» nos recuerda los viejos relatos decimonónicos, desde su mismo arranque, en especial los de Stevenson y Dickens. Finalmente, al leer «El retorno», con el cual concluye el libro, uno piensa en el eterno retorno planteado por los griegos, pero se mantiene en nuestro tiempo gracias a las virtudes mágicas del cine que descubre su tierno protagonista.He mencionado a Charles Dickens no arbitrariamente. Estos cuentos nos remiten a una serie de autores canónicos que han empleado a la ciudad no como pretexto para situar una acción sino como centro del relato, dándoles cualidades humanas, fabulando con sus recodos y callejones, con sus suburbios y sus grandes catedrales, en una sinuosidad de caminos que, muy distantes a ser laberínticos, nos conducen con acierto a una casa de citas o a nuestro hogar.
secretos de una escena con una precisión abismal, yéndose y llevándonos con él a esas honduras. Cada relato posee esa introspección de sus personajes que no podría darse de manera eficaz en una narración de no ser porque el entorno es coherente con lo contado. Así nos devuelve la certidumbre de que para que un relato sea efectivo, como dice John Banville, es indispensable que lo que rodea a un personaje sea una extensión o prolongación de este. Las alusiones al cine, a la literatura juvenil y el recurso del erotismo forjan una serie de capas que se adaptan con justeza a nuestro cuerpo. Parodiando a Borges, diríamos que es el mapa 1:1 que todo cartógrafo trata de idear. Sus historias son de una textura tal que, como en Seda de Baricco, parecería que tocáramos la nada. Como podrá adivinarse, la nostalgia es un leitmotiv que atraviesa a estos cinco relatos. Zapata es un escritor que busca muy profundamente lo que la palabra supo impregnar en su corazón. Luego, alienta a estas memorias para que le devuelvan las palabras que almacenó muy en lo profundo. Esa evocación es una urgencia que delata al escriba y que también lo sentencia, ya que toda frase acertada tiene su inconveniente en que algún día será nuestro castigo. Recordemos la máxima: «¡Que la carne triunfe es necesidad de la palabra!».Una sobredosis de ciudad (barrunto de la Cuenca de los Andes, aquí llamada Convención) es lo que hallamos en Lecciones de abismo. Una ciudad que desborda de sus márgenes, contrariamente a las palabras que la describen, que están en las páginas con una autoridad enigmática, alegando que lo que tratan de expresar es una verdad y que, para hallarla, hay que franquear ciertos sellos sagrados. He aquí el logro que rebasa lo estético de la elección del título del libro, ya que todo abismo implica la noción de desconcierto, de ignorancia, de atravesar una frontera, la que a veces conocemos como «miedo».
Fotografía: Xavier Caivinagua
He hablado con frecuencia de los «sellos sagrados» en la escritura de Cristóbal Zapata. Lo he hecho con absoluta consciencia. Si es que hay algo que marca la producción del escritor cuencano es su recurrencia al culto, a lo que contiene misterio, y es por ello que su éxito con la palabra, que es en sí misma un enigma, se parece a la del amante sobre la carne fértil del ser amado. La similitud es más que eso, es una búsqueda del tesoro en el cuerpo del otro, en los ojos, en las manos del amado, así como en la piel y en las emociones del lector. De ahí que la sentencia con la que culmina su primer relato sea irrefutable: «Comprendió, con una mezcla de excitación y alegría, que abrir un libro es como abrir un cuerpo, que ambos actos inauguran un mundo». Relatos para engrosar nuestra imaginación, la que dice lo que de verdad nos pasó. Relatos para identificarnos en sus deseos. Relatos que Cristóbal Zapata nos ofrenda, como una prenda que nos ajuste, que nos distinga entre el gentío.
Y es el modelo cinematográfico tal vez el arte que más influye en estas tramas. Cinéfilo por excelencia, Zapata recurre con avidez al efecto fílmico, sobre todo a las indagaciones En la vida vale más ser útiles que necesarios; en el arte pasa al revés. Este libro es de un fotograma. Detiene el tiempo (¿qué otra cosa hace el arte?) para indagar en los necesario.
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MANUEL VILAS: «AL FINAL, SOMOS LO QUE RECORDAMOS» Hace poco escuché decir que leer un libro es lo único que en estos tiempos convulsos nos desconecta de todo el ruido general, y no podría estar más de acuerdo. Leer es el último resquicio de la soledad, calma e intimidad necesaria que nos permite encontrarnos con esa voz interior que se silencia por los gritos de la información inmediata y banal que consumimos a cada segundo. Y si el libro es excepcional, ese ritual privado se vuelve sublime: eso es lo que sucedió para mí con Ordesa, el último libro de Manuel Vilas (Huesca, 1962), que fue el más vendido en España en 2018. Las ferias de libros, por su parte, son esas pocas fechas del año en que el acto solitario de la lectura se convierte en una fiesta compartida. El pasado sábado 28 de octubre, esta gaceta participó de la celebración que ofreció la Feria Internacional de Guayaquil 2019, en la que tuvimos el privilegio de entrevistar al poeta y narrador español que nos había conmovido recientemente. Con varios libros y reconocimientos a su haber, entre los que destacan los poemarios Resurrección (2005, XV Premio Jaime Gil de Biedma); Calor (2008, VI Premio Fray Luis de León); Gran Vilas (2012, XXXIII Premio Ciudad de Melilla); El hundimiento (2015; XVII Premio Internacional de Poesía Generación del 27), y las novelas España (2008), que fue elegida por la revista Quimera como una de las diez novelas más importantes en español de la primera década del siglo XXI; Aire Nuestro (2009, Premio Cálamo); Los inmortales (2012), y El luminoso regalo (2013), no fue sino hasta la publicación de Ordesa que este autor no ha parado de dar vueltas por el globo terráqueo para acercar a sus lectores a una de las obras más bellas, desgarradoras y bien escritas de las letras hispanas. La novela, una mezcla entre carta de amor a su padre y a su madre y de libro de memoria, explora los territorios más complejos del ser humano y consigue decir varias verdades universales. Si bien tienes una trayectoria llena de reconocimiento de la crítica y has incursionado tanto en la poesía y la narrativa, pareciera que Ordesa inaugura un camino para ti que no habías explorado antes y que ha sido un éxito a nivel mundial: el de «el libro de memoria» o autobiográfico.
revisión y exploración de lo que había sido mi pasado, una necesidad casi biológica, tal vez fruto de mi edad, con esta novela ha ocurrido un pacto con lector. Pasa algo peculiar y ese pacto consiste en que el narrador ya no soy yo, sino quien lee. Es tan íntimo lo que ocurre con la lectura de este tipo de libros que tienen que ver con una exploración de la verdad, que la subjetividad Así es, en libros anteriores había utilizado mucho —la interpretación de esos hechos que eran los de mi el humor y también la autoficción, pero Ordesa es familia—, deja de pertenecer al escritor. diferente. Yo, como escritor, soy diferente a otros que a lo mejor son poco permeables a su experiencia vital. Nunca pensé que mi familia pudiera ser representativa Mi evolución como ser humano ha influido en mi de nada, cuando escribí la novela ni se me ocurrió literatura, entonces todos los episodios autoficcionales pensar que estaba tocando una tecla universal. Me he de mis obras del pasado son ahora para mí algo lejano, dado cuenta luego con todo lo que me han dicho los ya no me reconozco en ellas. Si me citas un libro de hace lectores. Me decían «mi padre era como el tuyo» o «mi 10 años, tal vez pueda explicarlo, pero ya no me siento padre era peor que el tuyo» y fue entonces cuando muy próximo por una razón: quien yo fui cuando lo noté, además, que las obsesiones de mi familia que escribía, pues ya no lo encuentro en mi cabeza, es como yo creía muy peculiares, eran las marcas de toda una si ese Manuel fuese alguien que ya no forma parte de mí. época en España. Esta novela está escrita en base de las cosas que yo veía a hacer a mi padre y a mi madre. La manera que yo encontré para reconstruir sus vidas y recordarlas era contando lo que yo les vi hacer. Eso es Ordesa, una novela autobiográfica porque lo que ahí se narra son hechos objetivables, verídicos y creo que si ha tenido tanto éxito es porque trata un tema universal: la relación de padres, madres e hijos. Es más o menos común que el lector se deje seducir por un personaje, que se enamore de la ficción que supone su existencia, pero tras Ordesa, que es un libro valientemente confesional, ¿cómo te sientes como autor/narrador al enfrentarte al lector después de haberte exhibido a niveles tan profundos?
Juan José Millás dijo que «Ordesa es un libro que lees boqueando, como si acabara de sacarte de la atmósfera, o que te arrastran a las profundidades del océano»… su belleza es tan apabullante probablemente porque está lleno de amor: a los padres, a los hijos, pero sobre todo a la vida. ¿Fue ese el sentimiento que detonó la escritura o fue el dolor de la ausencia? El hecho de la escritura es un sí rotundo a la vida, en la escritura hay amor, sí, pero este libro se me impuso tras la muerte de mi madre, fue una urgencia que nació con su muerte.
Cuando muere mi madre en el 2014 se cierra un ciclo vital, ya mis dos padres, las personas que sustentaban mi memoria familiar, están muertos, y me doy cuenta de que mi pasado fue con ellos. Además esta época coincidía con mi divorcio, así que estaba diciendo adiós a dos familias, la familia de la que fui hijo y a la familia en la que fui padre, entonces me di cuenta Has dicho que sería necesario que existan más de una cosa importante: de que un ser humano sin novelas autobiográficas, ¿por qué? familia no es nadie, no tiene identidad. Necesitamos familias para poder vivir, el ser humano sin familia es Más allá de escritor, soy también un lector y creo en la como un perro apaleado. importancia de indagar en la libertad personal. Existe ahora una tendencia de escritura autobiográfica que He escrito este libro como recordatorio de ese atavismo encuentro más sincera y más apasionante para narrar. fundamental de los seres humanos, que son padres La ficción no siempre es necesaria, la vida tiene más o son hijos. Primero eres hijo y luego padre, y en el verdad. medio están todos los grandes misterios de la vida.
En Ordesa insistes en la búsqueda de la verdad ¿Cuándo el dolor paralizante se vuelve pulsión y afirmas que esta «es lo más interesante de la escritural para luego convertirse en un libro? literatura», ¿cuándo un libro contiene verdad? Cuando se trata de un asunto de supervivencia: de Esa es la mejor pregunta y a la vez la más difícil de superar el dolor, seguir con vida y a la vez de rescatar contestar. Creo que un escritor lo que sueña es que la suya porque cuando recuerdas parece que los que Más allá de mi exposición, que claro que ha sido en su libro haya tanta verdad como en su propia vida, se han ido vuelven otra vez. Con Ordesa yo necesitaba aferrarme a ese pasado que se fue con la muerte de dolorosa a la vez que un ejercicio interesante de trasladar todo el flujo de la vida al de las páginas.
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Cambiando un poco de tema… La cifra oficial de lectura en el Ecuador es de medio libro al año (Centro Regional para el Fomento del Libro en No hay ningún ser humano que esté satisfecho de América Latina y el Caribe, CERLALC), ¿qué crees cómo ha resuelto la relación con padres y madres. He tú que puede hacer la literatura para que no se hablado con un montón de lectores que me cuentan su extingan los lectores? relación con ellos y nadie está realmente tranquilo… hay mucha gente que piensa que podía haber hecho No creo que la cifra diste mucho de la que hay en mucho más, otros que piensan que lo hicieron todo lo España, ya sabemos todos que es una tendencia que pudieron, pero aun así sienten culpa… No puedes universal. Escribir historias más humanas y más evadir esa sensación porque cuando mueren ellos van sensibles y apasionantes, es la única forma de a un sitio a donde tú no puedes acompañarlos y ahí interpelar a los lectores y tal vez lo único que se le se produce una separación devastadora. Te deja algo pueda pedir a la literatura, porque no depende solo dentro, que creo que es un sentimiento universal. de ella. mis padres y de los cincuenta años de mi vida que se fueron con ellos.
centrarse en enseñar a los alumnos a amar a la vida y a entenderla a través de la inteligencia y las palabras. Debe enseñarles a usar las palabras como «balas enamoradas», que es lo que escribiste… Exactamente, como balas enamoradas [risas]. ¿Qué supuso para ti dejar la educación después de tanto tiempo para volcarte a las letras? Para empezar, significó saltar al vacío, una renuncia necesaria. Sentí miedo porque dedicarse a la literatura era correr un riesgo enorme en un país como España en el que el oficio del escritor a veces parece absurdo. Pero si un país no tiene escritores, no tiene nada. Yo aposté por la literatura y con ello por la pobreza y la incertidumbre, pero era una responsabilidad conmigo mismo. Los escritores son las personas más adecuadas para recomendar libros, ¿qué estás leyendo actualmente? Soy un lector que come de todo y leyendo soy muy caótico porque empiezo muchos libros a la vez, ahora mismo me vienen tantos títulos que no sabría qué decir… Bueno, recién compencé lo último de Lina Meruane, que se presentó en estos días en la feria, y promete mucho. Para finalizar, cuéntanos, ¿tienes proyectos en la mira? Sí, varios, la literatura es un trabajo a tiempo completo. No es que llega el viernes y puedes decir: «ahí te quedas, me voy de vacaciones el fin de semana», un escritor vive las 24 horas del día con la literatura encima. Es un trabajo estresante [risas]. ¿Seguirás por la línea de lo autobiográfico?
¿La escritura enmienda, es decir, puede mitigar el dolor de las palabras que no se dijeron? Hasta que no murió mi madre no fui consciente del grado de importancia que tenía la vida de mis padres en la mía. Esto es terrible porque significa que si no mueren, nunca llegas a averiguar cuánto los quieres; por eso mi novela es más bien una carta de amor para ellos. No sé si haya enmienda, creo que la palabra correcta es consuelo. Eso es, la literatura, y este libro en específico que tuvo bastante de terapéutico, fueron un consuelo, catarsis, salvación y exaltación de la vida. Aunque siga conviviendo con la pérdida, ya con cierta serenidad no te la puedes quitar. Si te quitas la pérdida, te quitas el recuerdo, y yo no quiero olvidar. Al final, somos lo que recordamos.
Por supuesto, es parte de mi evolución como ser humano Imagen: Santiago Figueroa y como escritor, después de emprender ese camino ya no se vuelve. Lo autobiográfico es una tentación muy Sin educación, sin un compromiso de los gobiernos poderosa y dudo que pueda escapar de ella. y las instituciones de cultura, sin planes de lectura… no será posible revertir su creciente desaparición. La grabadora paró, y mientras Manuel se preparaba Los medios de comunicación también tienen para la conferencia que daría en breves minutos la responsabilidad de tener páginas culturales, y nosotros recogíamos las cosas, nos quedaron deberían arriesgarse más por aquella literatura que algunos minutos para seguir charlando. Le pregunté también se arriesga, no solo por la literatura sino por si había tenido algún acercamiento con la literatura todo lo que tiene la capacidad de crear conciencias ecuatoriana, nos fuimos alejando de la sala de críticas. Y claro, los medios independientes como el escritores rumbo al auditorio conversando sobre César Dávila, poeta al que había leído hace tiempo, suyo son vitales. sobre las escritoras que han publicado en el exterior Tú fuiste profesor durante veinte años, pero en como Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, Ordesa hay una visión desencantada sobre el sistema Solange Rodríguez, sobre su amigo, Mario Campaña, entre otros grandes nombres de nuestras letras… educativo. Después, él se ubicó en la mesa en la que conversaría Sobre el sistema educativo alienado que se ha quedado con Carolina —no sin antes desear fuerza y éxitos para varado en el tiempo y está en agonía, sí, pero no la Gaceta República Sur—, y nosotros en primera fila sobre la educación. Esta, como digo en el libro, debe para seguir escuchándolo.
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Amyr Sarmiento C.
LUIS HUMBERTO SALGADO: EL BEETHOVEN ECUATORIANO Hay que comprender con el cerebro en tensión y escuchar con el ánimo inmerso en la contemplación auditiva de las imágenes sonoras que emergen. Luis Humberto Salgado Luis Humberto Salgado es una leyenda de la historia musical de Ecuador, en su haber compositivo están nueve sinfonías, cuatro óperas, una ópera-ballet, cuatro ballets, una opereta, ocho conciertos y un sinfín de piezas de música popular ecuatoriana como pasillos, sanjuanitos y pasacalles; pero todo esto podría quedar en el olvido debido a que muy pocas han sido grabadas —incluso interpretadas—, lo que dejaría el nombre, la vida y la obra de este artista como una simple leyenda de la que no existe registro alguno. Sin embargo, la Orquesta Sinfónica de Cuenca (OSC), gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP), está dando un paso enorme en pro de la conservación de este legado con la producción de un disco con las nueve sinfonías del compositor cayambeño, las que además han sido presentadas al público en lo que denominaron Ciclo Salgado: tres conciertos en tres fines de semana, cada uno con tres sinfonías distintas y, para finalizar, un conversatorio. Sobre Ciclo Salgado El reconocido músico Renato Zamora es el productor musical de Ciclo Salgado y es también quien definirá la estética del disco en la posproducción junto a Michael Meissner, director musical de la OSC, de acuerdo a algunos documentos audiovisuales que atestiguan la manera en la que Salgado arreglaba y escribía. Es así como ambos pretenden responder a la pregunta: ¿cómo suena Salgado? Zamora afirma que el producto será un medio magnífico para que la obra del compositor se acerque a más gente, sin importar su grado de instrucción musical o sin tener que esperar a que alguien la ejecute. Este proyecto consistió en tres semanas con una ardua rutina: ensayos todas las mañanas, grabación de los movimientos de cada sinfonía durante las tardes y un concierto de fin de semana en el que ejecutaban las tres sinfonías que habían practicado durante los días anteriores.
sus sinfonías, la obra del vanguardista Luis Humberto resulta ser incluso más interesante que la del clasicista por varias razones: uno, el cayambeño ha sido altamente innovador, en ninguna de sus sinfonías hay algún tema que se repita; dos, mezcló, de manera muy sutil, el dodecafonismo de Schöenberg con rudimentos de la música andina, especialmente ritmos como el danzante, el yaraví, el sanjuanito, entre otros, es decir, fusionó la música de vanguardia del siglo XX con sus propias raíces culturales; tres, mientras en Beethoven se puede apreciar un progreso que va desde una influencia muy marcada de Haydn y Mozart en su Primera Sinfonía, hasta una composición completamente novedosa en la Novena, Salgado, por su parte, es radicalmente innovador desde su Primera Sinfonía, lo cual hace que sea un reto adivinar en qué etapa de su carrera ha compuesto cada una de sus piezas.
En cuanto a lo musical, Meissner comentó sobre la «monstruosa» dificultad que supuso ejecutar la obra de Salgado para los instrumentistas, quienes admitieron que al final resultó extremadamente gratificante interpretarlo. El costo de este proyecto, según Gabriela Sánchez, directora ejecutiva de la OSC, asciende aproximadamente a 28 mil dólares, pero mencionó que hay un montón de costes simbólicos que no aparecen en este rubro como la labor titánica de Michael Meissner de edición y digitalización de las obras que le ha tomado más de dos años. El director alemán comentó que el primer desafío fue encontrar las partituras que, en teoría, gracias a la gestión de la Fundación Salgado, habían sido vendidas al Ministerio de Cultura y Patrimonio por parte de los nietos del compositor, pero que existen varias que podrían declararse perdidas. De la Primera Sinfonía, La Andina, por ejemplo, no existe registro del final, para interpretarla, la OSC tuvo que adaptar un final de una versión más simplificada que el mismo Salgado realizó 23 años después de la composición original; de la Quinta Sinfonía lo único que existía era la partitura de la reducción para piano (Salgado siempre escribía primero a modo de sonata y luego elaboraba las partes de la orquesta), es decir, en este caso el director tuvo que orquestarla en su totalidad con base en los sonidos del piano y, sobre todo, gracias a su vasto conocimiento acerca del compositor.
Fotografía: Mauro Pazmiño.
La gran dificultad en el registro de la obra de Salgado radica en la serena, introvertida y apolítica personalidad que le caracterizaba. Él nunca tuvo mayor interés por darse a conocer o por salir del país, lo que ha resultado en una falta de conocimiento por parte de la ciudadanía acerca del compositor. No solamente han sido muy pocas las personas que han escuchado las composiciones del cayambeño ni existe un formato o plataforma para reproducirlas, sino que en Internet hay información muy escasa acerca de su vida, por lo que su legado se reduce a tres o cuatro párrafos muy escuetos y sus obras se pueden disfrutar únicamente en vivo en contadas ocasiones.
Beethoven versus Salgado: la tradición frente a la innovación
Por todas estas razones, escribí este artículo para profundizar en la genialidad del gran compositor; justo entonces, casi como un acto divino, fui invitado al Meissner hace énfasis en que Salgado era un verdadero genio, de esos que no se conversatorio del Ciclo Salgado en el cual participó Guillermo Meza con una vuelven a repetir. Tanto el alemán como el quiteño Guillermo Meza Luzuriaga, intervención que era en buena parte lo que estaba buscando, de modo que los presidente de la Fundación Salgado, lo han comparado en repetidas ocasiones próximos párrafos serán mayoritariamente un resumen bastante literal de dicha con Beethoven. El director de la OSC incluso se atreve a decir que, a nivel de exposición, con una dosis de investigación personal.
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Sobre Salgado y sus nueve sinfonías Primero un pequeño contexto acerca de Luis Humberto. Fue el primero de los ocho hijos del compositor Francisco Salgado Ayala con Bethsabé Torres. Nació en Cayambe (1903) y vivió en Quito desde los cuatro años, donde murió en 1977 de un infarto en plena aula de clase. Efectivamente, además de compositor, era profesor, investigador y también crítico musical. En 1924 se graduó como pianista del Conservatorio Nacional de Música, del que después sería director en tres ocasiones. Es compositor de las óperas Cumandá y Eunice, su obra cumbre fue el Sanjuanito Futurista, en el que puso en práctica sus postulados teóricos sobre la evolución y el nacionalismo musical con esa distintiva mezcla salgadiana de componentes en apariencia antagónicos: el académico y el vernáculo. Además, fue pionero en Ecuador del género sinfónico dentro de la tradición del sinfonismo clásico vienés.
«Las estructuras que relacionan el interior de la obra son las que mandan y deciden en la misma. En este sentido, Salgado, como todo gran compositor, es un arquitecto de sonidos». Guillermo Meza Luzuriaga
estaba abriendo un camino nuevo, es entonces cuando él mismo reconoce su estilo como «modernista y ultramodernista, más allá de Schöenberg», lo cual no era en lo absoluto una exageración. Al poco tiempo, compuso la Primera Sinfonía (1945-1949), que fue comparada por el presidente de la Fundación Salgado con La Primera de Beethoven, aduciendo que la sinfonía del genio alemán se ceñía a cierto esquema, mientras que la de Salgado era extraordinariamente innovadora. La comparación no es arbitraria, puesto que Luis Humberto le tenía una enorme admiración a Ludwig Van, tanto que su Séptima Sinfonía fue un homenaje al bicentenario de su natalicio. Con esta obra, el cayambeño encontró el camino hacia una música genuina y auténticamente ecuatoriana. Fue así cómo Salgado concibió que nuestros aires pueden ser utilizados de manera eficaz dentro del tratamiento de la técnica sinfónica, llegar hasta lo que él llamó «la forma de la sinfonía andina» tomó tiempo. Esta simbiosis es el prototipo de lo que sería la creación de Luis Humberto Salgado, que oscila entre la estricta tonalidad hasta la atonalidad, con sinfonías más abstractas, otras más claramente predispuestas hacia lo que él mismo llamó «estilo folklórico», pero lo importante es que él nunca se alejó del nacionalismo.
Meza Luzuriaga cuenta que Salgado no solamente fue un gran creador, sino también un incomprendido por su sociedad, que nunca estuvo —ni quiso estar— preparada intelectualmente para comprender sus logros. Su música es indudablemente de tradición occidental, de raigambre europea, pero Luis Humberto logró un mestizaje entre el alma blanca y el alma indígena. Aquello no fue fácil, a decir de Meza, puesto que el alma europea siempre quiere imponerse, por las mismas connotaciones coloniales y porque en el ámbito académico la música mestiza era vista de manera peyorativa.
Con el mismo espíritu lúdico y de vanguardia, Salgado hizo ejercicios intelectuales con muchas de sus sinfonías, por ejemplo, cuando compuso sus sinfonías sintéticas, asumió la realización de Franz Liszt con la Sonata en Si Menor para Piano, en la que el austro-húngaro logró hacer un compacto de todos los movimientos de la sonata en uno solo. Justamente eso es lo que Salgado replicó en su Segunda Sinfonía, La Sintética No. 1. Esta versatilidad del gran compositor es el resultado de estudios autodidactas profundos, disciplinados pero, sobre todo, muy críticos, incluso consigo mismo. Es mentira que en Salgado haya descriptivismo, él nunca trató de describir una realidad, aunque sí es cierto que El equilibrio del que hablamos fue posible gracias a la completa educación de la siempre va a honduras emocionales, lo que le otorga momentos fuertemente que gozó Luis Humberto. Por intermedio de su hermano, el diplomático Gustavo expresionistas. No se puede negar, cada una de sus sinfonías es un universo Enrique Salgado, el músico tuvo acceso a libros, partituras, tratados teóricos, etc., propio en la que nunca deja que se pierdan ni su solidez estructural ni su rasgo de muchos lugares del mundo, lo que le permitió estar al tanto de las corrientes de amalgama salgadiana. musicales a nivel global. Además de la circunstancia excepcional de haber tenido como maestros a su padre (otra coincidencia con Beethoven), gran compositor de Referencias: la época, y a Doménico Brescia, reconocido músico italiano traído al país por el General Eloy Alfaro. Wong Cruz, K. (2004). Luis Humberto Salgado: un Quijote de la música. Quito: Banco Central del Ecuador, Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión.
Aun en sus inicios en la composición, ya se sentía la madurez de su producción, pero la terminó de alcanzar, según los críticos, en el año de 1944 con la creación de su Sanjuanito Futurista. A partir de ese momento, su obra se dividió en el periodo antefuturista y el posfuturista. Cabe destacar que aquella fue una época convulsa en Ecuador, pues había una tensión civil muy alta debido a la entrega de territorio amazónico al Perú dos años atrás, al mismo tiempo que nacía la revolución civil de La Gloriosa que azotó a Guayaquil. El Sanjuanito Futurista es una pieza para piano que logra un «maridaje» (término del músico) perfecto entre el dodecafonismo de Arnold Schöenberg, adoptado desde una visión evolucionista, y los aires vernáculos del sanjuanito, de raigambre netamente indígena. Luis Humberto la concibió como una obra de laboratorio que alcanza el nivel de obra de arte desde todo punto de vista y con la que supo que
Orquesta Sinfónica de Cuenca. (septiembre de 2019). Boletín de Prensa de «Ciclo Salgado». Cuenca, Azuay, Ecuador: Ministerio de Cultura y Patrimonio. Orquesta Sinfónica de Cuenca. (20 de septiembre de 2019). Conversatorio acerca del «Ciclo Salgado». Cuenca, Azuay, Ecuador: Ministerio de Cultura y Patrimonio. Ponce Berrú, I. (2014). Expresión estética y mestizaje en la obra de Luis Humberto Salgado. Quito: Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Ministerio de Cultura y Patrimonio. (s.f.). Tres sinfonías de Luis Humberto Salgado ofrece la Orquesta Sinfónica de Guayaquil. Recuperado de Ministerio de Cultura y Patrimonio: https://www.culturaypatrimonio.gob.ec/tres-sinfonias-de-salgado-ofrece-la-orquesta-sinfonica-deguayaquil-este-viernes-26/ Músicarte. (20 de diciembre de 2013). Luis Humberto Salgado. Recuperado de Músicarte: http://www.academiamusicarte.edu.ec/academia/index.php?option=com_content&view=article&id =147&catid=10&Itemid=8 EcuRed. (s.f.). Luis Humberto Salgado Torres. Recuperado de EcuRed: https://www.ecured.cu/Luis_Humberto_Salgado_Torres
Cronología sinfónica: Primera: Sinfonía Andina (1945-1949); Segunda: Sinfonía Sintética No. 1 (1953); Tercera: Sinfonía Estilo Rococó (1955); Cuarta: Sinfonía Ecuatoriana; Quinta: Sinfonía Neorromántica; Sexta: Sinfonía para Cuerdas y Timbales (1968); Séptima [Homenaje al bicentenario natal de Beethoven] (1970); Octava (1973); Novena: Sinfonía Sintética No. 2 (1975).
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Syntia Alves
RESEÑA DE LA ANTROPOLOGÍA EN 100 PREGUNTAS DE ROCÍO PÉREZ GAÑÁN Aunque hay quienes cuestionan el carácter científico de la antropología, esta importante área de conocimiento se basa, al igual que cualquier ciencia, en hacer preguntas. En este sentido, el libro La antropología en 100 preguntas es un trabajo realmente interesante que invita al lector a viajar y recorrer los múltiples caminos de la antropología, algunas veces, desde el lugar de interlocutor, y otras, junto a la autora, desde el espacio de quienes tratan de hacer y responder preguntas. Con este fin, el libro hace un recorrido desde los conceptos básicos de la antropología hasta las discusiones antropológicas contemporáneas de una forma novedosa y particular. Las cien preguntas elegidas por la autora para componer el libro tienen, al mismo tiempo, densidad conceptual y académica, exhaustividad y especificidad, lo que hace que el libro sea una lectura esencial para las personas del área de las ciencias sociales y las ciencias humanas. Pero quizás, el mayor aporte de este trabajo sea que las preguntas que contiene son una forma interesante de tener un primer y, al mismo tiempo, profundo contacto con la antropología. Dentro de la amplitud y la complejidad de la antropología, la autora plantea al lector inquietudes sobre la disciplina que la desbordan y la interpelan de una forma desenfadada. No es habitual, ni mucho menos, preguntarse si la antropología tiene sentimientos, va a sobrevivir en un futuro, o sacar a relucir los viejos —y nuevos—, «pecados» de esta ciencia. Sin embargo, lejos de ser un planteamiento naif, nada en el libro es ingenuo y muestran que la autora es consciente de cuánta antropología se ignora, se desacredita y se desecha; y de cuánta antropología hace falta aún seguir pensando y repensando desde múltiples y diversos espacios. Como ejercicio exhaustivo, el libro también piensa en la antropología en relación con otras áreas, y en este sentido, la autora muestra la relación dialéctica de esta área de conocimiento con otras ciencias y las problemáticas y suspicacias que estas interrelaciones, a veces, generan. Esto abre la puerta a una pregunta importante para todos los profesionales del siglo XXI: ¿qué tan preparados estamos para sobrevivir en el mundo real? Por otro lado, uno de los rasgos más sobresalientes de este libro es su capacidad de plantear las bases para el desarrollo de un «ojo crítico». La autora, a través de una acertada y amplia selección de preguntas pone el dedo en una llaga disciplinaria que parece difícil de cerrar, pero que, como antropólogos, científicos sociales o personas que vivimos en sociedad no podemos ignorar. Así, nos invita a cuestionarnos tanto los objetos de investigación de los trabajos antropológicos hasta las propias categorías y conceptos creados por los intelectuales clásicos que, a la luz de hoy, deberían ser problematizados y no tomados como verdades absolutas. Este libro es una rara avis, ya que a lo largo de sus páginas no pretende tan solo mostrar los «éxitos antropológicos», sino también las dificultades, los obstáculos y las equivocaciones en un camino muy complejo y de muchas aristas, miradas, enfoques e historias. No podemos olvidar que la antropología surge de las expediciones europeas en un contexto colonizador e imperialista y que ello conforma ineludiblemente la manera de ver y entender al otro. Y que esta mirada inicial, aunque es ampliamente criticada en la actualidad, no se ha liberado del todo de algunas de las posiciones colonialistas, etnocéntricas y patriarcales que se generaron entonces. Y, ¿qué hacemos con las estructuras y formas básicas de hacer antropología? Esta pregunta, que me hago yo misma como antropóloga «del sur», es una de las reflexiones fundamentales de esta obra. La autora aporta, en esta línea, algunas reflexiones que, si bien muestran la importancia de los comienzos de la antropología, también los cuestiona y problematiza en el mundo contemporáneo profundizando en la necesidad de abordar, de una vez por todas, las desigualdades, asimetrías e interrelaciones de un mundo local y, al mismo tiempo, global. En este libro puede verse el trabajo de una antropóloga que conoce el presente, no ignora el pasado, pero que mira hacia el futuro. De este modo, las preguntas en este libro no pretenden proporcionar respuestas exactas o verdades incuestionables, sino exponer al lector a posiciones críticas en antropología sobre los diversos temas que esta disciplina enfrenta constantemente. ¿Por qué leer este libro? Porque no proporciona respuestas sino preguntas, porque la autora está interesada en compartir y dialogar con el lector estas cuestiones de la antropología, pero invitándole a buscar sus propias respuestas, y porque ya sea uno mismo antropólogo o no, el lector al final del libro puede darse cuenta de que algunas (o muchas) de las cuestiones en este libro son ineludiblemente suyas. Syntia Alves PhD. en Ciencias Sociales Universidad Metropolitana de Santos, Brasil
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Agenda Cultural jueves
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Concierto
Concierto
Feria de compra-venta
CONCIERTO DE MÚSICA LATINA ALEX Y JENNY
TREVOL + LAS ROSAS DE HIROSHIMA (BANDA INVITADA)
FERIA DE COMPRA-VENTA E INTERCAMBIO DE ROPA Y ACCESORIOS
Cover: $3 Hora: 20h30
Preventa: $5 Dia del evento: $7 Hora: 20h00
Hora: 14h00 a 20h00. Djs: Daniel Coma y Esteban Moscoso After, Hora: 21h30 a 03:00 am. Dj Mope Entrada Libre
sabado
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18 octubre
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Concierto
Concierto
Fiesta
NOCHE DE TROVA NACHO DUEÑAS, DAVID BALAREZO, ROGGER MOLINA
TRIBUTO A AVENTURA
OKTOBERFEST FIESTA DE LA CERVEZA
Cover: $5 Hora: 21h00
Cover: $7 Hora: 21h30
Cover: $3 (incluye Stella Artois), 2x1 Stella, 3x2 BBC Hora: 18h Djs: Dj Rebulicano, Dj Joven Dario
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Concierto
Concierto
Concierto
TRIBUTO CON BANDA A ALEJANDRO SANZ
ROCK TRILOGY: PINK FLOYD / THE DOORS / LED ZEPPELIN
LETELEFONO, LOS PESCADOS, MR. ÜBERMENSCH
Cover: $7 Hora: 21h30
Cover: $6 Hora: 21h00
Cover: preventa $5, puerta $10 Hora: 21h00
octubre
/ Dir.: Presidente Córdova 5-55 y Hno. Miguel / Télf.: 0987706450 - 2844634 / Email: republicasur2013@gmail.com /
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Cartelera de Cine
Ciclo: El cine que no llega a los cines
MARTES
MIERCOLES
hora: 19:00
hora: 19:00 octubre
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Yesterday
Dir: Danny Boyle Duración: 116 min. País: Reino Unido Año: 2019
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L'homme fidèle Dir: Louis Garrel Duración: 75 min. País: Francia Año: 2018
Sinopsis: Un músico que lucha por abrirse camino se da cuenta
Sinopsis: Marianne deja a Abel por Paul, su mejor amigo y padre
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de que es la única persona en el mundo capaz de recordar a los Beatles.
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Toy Story 4
Dir: Josh Cooley Duración: 100 min. País: Estados Unidos Año: 2019
del hijo que está esperando. Ocho años más tarde, Paul muere y Abel vuelve con Marianne. Esto provoca los celos del hijo de Marianne y de la hermana de Paul, Eve, enamorada en secreto de Abel desde que era niña.
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Grâce à Dieu
Dir: François Ozon Duración: 137 min. País: Francia Año: 2018
Sinopsis: Woody siempre ha tenido claro cuál es su labor en el
Sinopsis: Alexandre vive en Lyon con su esposa e hijos. Por
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octubre
mundo y su prioridad: cuidar a su dueño, ya sea Andy o Bonnie. Pero cuando Bonnie añade a Forky, un nuevo juguete de fabricación propia, a su habitación, arranca una nueva aventura que servirá para que los viejos y nuevos amigos le enseñen a Woody lo grande que puede ser el mundo para un juguete.
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Midsommar
Dir: Ari Aster Duración: 145 min. País: Estados Unidos Año: 2019
Sinopsis: Una pareja estadounidense que no está pasando por su
casualidad, se entera de que el sacerdote que abusó de él sigue trabajando con niños. Se lanza a un combate al que se unen François y Emmanuel, con el fin de liberarse de sus sufrimientos a través de la palabra. Pero las repercusiones y consecuencias de sus testimonios no dejarán a nadie indemne.
16
El cuento de las comadrejas Dir: Juan José Campanella Duración: 129 min. País: Argentina Año: 2019
mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.
Sinopsis: Cuenta la historia de una bella estrella de la época
octubre
octubre
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Skin
Dir: Guy Nattiv Duración: 110 min. País: Estados Unidos Año: 2019
dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un escritor cinematográfico frustrado y un viejo director hacen lo imposible por conservar el mundo que han creado en una vieja mansión ante la llegada de dos jóvenes que presentan una amenaza que lo puede poner todo en peligro.
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The Third Wife
Dir: Ashleigh Mayfair Duración: 96 min. País: Vietnam Año: 2018
Sinopsis: Un hombre joven desamparado, criado por cabezas
Sinopsis: Una niña de 14 años tiene problemas con las políti-
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octubre
rapadas y conocido entre los supremacistas blancos, da la espalda al odio y a la violencia con la esperanza de transformar su vida. Para ello, cuenta con la ayuda de un activista negro y de la mujer a la que ama... inspirada en hechos reales.
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El Camino: A Breaking Bad Movie Dir: Vince Gilligan Duración: 122 min. País: Estados Unidos Año: 2019
Sinopsis: Tiempo después de los eventos sucedidos tras el último
episodio de la serie "Breaking Bad", el fugitivo Jesse Pinkman (Aaron Paul) huye de sus perseguidores, de la ley y de su pasado.
cas familiares, su propia agencia y la perspectiva de la maternidad cuando se convierte en la tercera esposa de un rico terrateniente en la Vietnam rural del siglo XIX.
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Les Invisibles
Dir: Louis-Julien Petit Duración: 102 min. País: Francia Año: 2018
Sinopsis: A raíz de una decisión del ayuntamiento, el centro de acogida para mujeres sin domicilio fijo va a cerrar. A las trabajadoras sociales del centro solo les quedan tres meses para rehabilitar a estas mujeres. A partir de ahora, ¡todo está permitido: falsificaciones, enchufes, mentiras…
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Rocío Pérez
VOLVER A LA TIERRA Hace tiempo que dejé mi tierra, mi tierruca, como la llamamos allí, en esa región del norte de España, para salir a buscarme la vida por el mundo, como han hecho tantas antes de mí y como seguirán haciendo muchos otros después. Migrantes es verdad que somos todos. Porque si no lo somos nosotras, lo son nuestros padres, madres, abuelos, bisabuelas, tatarabuelos y más allá. Por desgracia, mucho más que por fortuna, me temo, las historias de la humanidad son historias de movimiento desde sus inicios. Unas, las más antiguas, por supervivencia; otras, las más actuales, por necesidad. Y entre medio de todas ellas, la humanidad se mueve por ambición, pero esto son otras historias, aunque se hayan empeñado en enseñarnos que es una sola. Como migrantes por necesidad, lo que ya no han podido, pueden, ni podrán hacer muchas y muchos, es volver con frecuencia a su lugar de origen. Yo soy una privilegiada, eso es algo que trato de no olvidar nunca. Quizás es uno de los ejercicios más empáticos que podemos hacer en nuestra interacción cotidiana con otros y otras. Ser muy conscientes de nuestros privilegios y de quienes no los tienen. Yo puedo volver a mi mar, a mis montañas y a mi gente. Aunque ya no me sienta parte propiamente de ello, volver me hace sonreír. Sonreír sinceramente en este mundo de mierda se está convirtiendo en un ejercicio de rebeldía. Pero incluso la rebeldía puede tener privilegios y ser ignorante. En este último viaje de regreso a casa, aunque casa no solo hay una, realicé unos talleres fuera de la educación formal reglada con sus títulos rimbombantes —de los que adornan nuestras paredes, o, en mi caso, un tubo portamapas que viaja por todas partes. Este curso versaba sobre la identificación, conocimiento y uso de plantas silvestres autóctonas. No hay nada mejor que aprender fuera de las lógicas de la enseñanza «oficial», para darse cuenta de la ignorancia hacia la que nos han dirigido. No hay nada como estás necesarias curas de humildad. Una de mis formaciones universitarias es Geografía. Por supuesto, he estudiado cubiertas vegetales, interacciones y usos. Pero, haciendo una retrospectiva, lo hicimos como si estudiásemos algo que está ahí pero que nos es lejano al mismo tiempo. No se enseña a quererlo, se enseña a utilizarlo, a explotarlo, con suerte, con respeto. Sé lo que es un Quercusilex —una señora encina—, y conozco sus usos, por ejemplo, como recurso ganadero en las dehesas, pero nunca nadie me habló de las posibilidades de la ortiga —más allá de sus virtudes como infusión-, o del llantén, o de los tréboles, o del diente de león, o de la milenrama… Y nadie me habló, porque son plantas que crecen en todas partes, que podemos recolectar —con cuidado, respeto y agradecimiento a la tierra— y utilizar nosotras mismas. Porque no tienen valor en el mercado, porque nos hicieron creer, en occidente, que no tenemos estos usos, estas historias, estas tradiciones, esta cercanía a la tierra. Porque hemos perdido nuestra soberanía alimentaria y nuestros sistemas de organización y uso comunal de los recursos bajo un entramado de políticas alejadas de las realidades que prefieren tirar a la basura lo producido para mantener los precios que redistribuirlo en un mundoque se muere de hambre cuando no hay ninguna razón productiva para hacerlo. En dos meses (re)aprendiendo sobre esto, puedo cambiar parte de mi dieta alimenticia, puedo hacer con mis propias manos remedios, ungüentos, cremas… pero quizás lo más importante es que estoy conociendo y recuperando un tipo de conocimiento que nos habían arrebatado, ocultado o criminalizado —sí, porque las grandes empresas farmacéuticas, por ejemplo, tienen algo que decir, como que «no tiene propiedades probadas» aunque empiecen a usarlas en sus productos de veinte euros el bote—. Porque solo tiene propiedades beneficiosas lo que se comercializa, el resto son «cosas de viejas» o «cosas de brujas». Pues muy bien, recurramos a nuestras viejas y brujas y su sabiduría. Valoricemos de una vez todo lo que nos han dado, lo que nos siguen dando. Reconozcamos sus resistencias, sus luchas, que son las nuestras, aunque no nos demos cuenta. Salgamos por un rato de nuestra alienación científica, tecnológica e ilustrada y volvamos nuestra mirada al conocimiento local. Este conocimiento es fundamental para empezar a cambiar las cosas. Conozcamos nuestras historias, nuestras formas de vivir, nuestras gentes. El conocimiento nos hará libres, se dice. Cuidado, el conocimiento no está exento de colonialidad y poder. Hay que hilvanar muy fino en el contexto pasado de generación de conocimiento y en el marco actual de sobreinformación, y hay que recuperar saberes que no están considerados en esa fórmula de libertad. Estos conocimientos locales, tradicionales, además de hacernos libres nos harán soberanos de nuestra vida y nuestras historias.
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Pedro López
EL DÍA QUE GAMALIEL CONOCIÓ A MARILYN
Hace unos días recibí la visita de algunos familiares, entre ellos Gamaliel, el hijo pequeño de uno de mis parientes. Había pasado algún tiempo desde la última vez que lo vi, por ello me sorprendió lo mucho que ha crecido ya debe tener alrededor de seis o siete años. Luego de estar por unos breves minutos en la sala de mi casa, se aburrió de la charla de los adultos y se dirigió a mi habitación. Yo lo seguí por precaución, pues en ella están mis libros, indefensos contra sus posibles fechorías infantiles, pero no fue así, pues lo encontré muy tranquilo sobre mi cama, jugando con el recorte de una nube, un sol y alguna clase de insecto de papel que había traído de su casa. Me acerqué a él y traté de empezar una conversación, le pregunté los tópicos respecto a la escuela, que si ya sabía leer, que cómo se llevaba con sus compañeros de clase, y de repente reparo en que Gamaliel se ha quedado completamente inmóvil, como suspendido en el tiempo, y solo luego de unos segundos me pregunta «¿Quién es esa chica?», al instante me doy cuenta que se refiere a las fotos de Marilyn que se encuentran en la pared de la cabecera de mi cama. Le explico que todas son la misma persona, que se llama Marilyn Monroe, y fue una actriz de cine y que las fotos corresponden a los personajes que interpretó en varias películas. Decir que Gamaliel está extasiado es decir poco, sus ojos emiten un destello que se puede asemejar al que tenían los personajes interpretados por Gómez Bolaños y Ramón Valdez cuando vieron por primera vez en la vecindad a Rosita Bouchot y a Olivia Leiva. El niño no sabe para dónde mirar, explora por un momento los muslos y el vestido blanco de «The seven year itch», para luego perderse en los labios y el vestido rojo de «Niagara», después se queda petrificado ante los pechos y las caderas de «Lets make love», y la apoteosis se da cuando divisa el desnudo en la piscina de «Something's got to give». Las pupilas de Gamaliel están dilatadas, sus mejillas enrojecidas, su boca entreabierta, ha visto la luz, diferente por supuesto a aquella que se dice que sorprendió a Saulo de Tarso en el camino de Damasco y lo transfiguró después en el autor de las Epístolas, una luz diferente pero también divina a su manera. Una de mis tías nos llama para que pasemos a la mesa a tomar café, y es así que el niño vuelve a la realidad y de un salto se baja de la cama y se marcha de mi habitación, y es así también que pasados unos días yo me pregunto si acaso este momento podrá ser decisivo en su vida, pues acaso fue la primera vez que se enfrentó al avasallante poder de la belleza del cuerpo femenino, en toda su exuberancia, en toda su majestad, en toda su dimensión carnal y metafísica, y tomando en cuenta que los padres de Gamaliel son cristianos, de esos que no celebran un acto estético fuera de sus limitadísimos cánones, las imágenes que ha visto el niño no estaban previstas para sus ojos ni para el resto de sus sentidos. Me pregunto si con el correr de los años Gamaliel dejará a un lado a Jesús y se volverá un devoto marilynesco, o quizá siga siendo un creyente fiel, pero su inconsciente le llevará a desarrollar una especial preferencia por las chicas rubias, y por supuesto, también es posible que la imagen de Marilyn poco a poco vaya diluyéndose de su mente, conforme pasen los días y las tareas y juegos propios de la infancia ocupen su tiempo y su atención. Me pregunto lo que hubiera pasado si en mi niñez solitaria y anodina me hubiera encontrado con esta diosa rubia, quizá todo hubiera sido diferente, quizá todo hubiera pasado más rápido: las pajas, los enamoramientos, los poemas.
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Francisco Álvarez Ríos
EL CINE ES OTRA COSA Corría el año 1963 y la atención del mundo miraba sin parpadear varios estrenos de directores, después de que, hasta entonces, ya habían escrito su nombre en la historia oficial del cine: Aldrich, Lewis, Berlanga, Wilder, Fellini, Forqué, ellos fueron varios de los autores que, fotograma a fotograma, provocaron una de las épocas más fértiles de la historia oficial del cine. Pero; ese mismo año, un caudal distinto de la cultura cinematográfica realizó la publicación del filmbook Metáforas de la Visión del maestro Stan Brakhage; un hecho que hasta la actualidad causa un gran revuelo en otra clase de cineastas, a quienes les pertenecía el lado b de la historia del cine, sitio donde se repiten a forma de mantra las líneas introductorias de aquella trascendental publicación: «Imaginar un ojo no gobernado por las leyes de la perspectiva hechas por el hombre, un ojo no-prejuiciado por la lógica composicional, un ojo que no responde al nombre de todo, pero el cual tiene que conocer cada objeto encontrado en la vida a través de la aventura de la percepción» Era el año 1963, época marcada por un cine que formulaba sus reglas de mercado e industrialización, pero también fue un año en el que el cine reivindicó su dimensión dialéctica orientada al cuidado artístico y político en la forma de hacer, distribuir y ver cine. Se había creado, entonces, un ambiente propicio para la gestación de un debate continuo sobre la naturaleza de las imágenes, su materialidad, sus soportes y una deliberación de gran vigencia en la actualidad: cómo y con qué principios el cine es proyectado, compartido o distribuido. Es evidente que algunas plataformas de distribución de contenidos en línea han desarrollado gran capacidad de distribución, imponiendo que las pantallas individuales se destinen al entretenimiento dócil, que se caracteriza por el fácil acceso a contenidos creados para promover dinámicas de apreciación fragmentaria. Por otro lado, el mundo vive un auge de festivales o muestras de cine y esos son los lugares de reflexión que nos interesan, especialmente cuando pensamos en el impacto local y nacional.
¿Por qué son importantes los festivales de cine? ¿Para qué vamos a festivales de cine? Son preguntas a las que hemos regresado constantemente y las que redescubrimos cada año: una ciudad sin festivales de cine es como vivir en una casa sin ventanas; una ciudad que no promueve la creación cinematográfica es como un hogar sin álbum de fotos; es decir, que los festivales y muestras de cine son importantes por la condensación de miradas, memoria, experiencias y propuestas creativas que nos permiten saber del otro y acercarnos a las perspectivas sobre el acontecer objetivable al que llamamos realidad. No es suficiente con justificar la existencia de un festival al designarlo de forma reduccionista como una fiesta del cine, es necesario combatir el espejismo de la estructuración piramidal y patronal de muchos espacios cinematográficos. Por este motivo, son indispensables los espacios donde la lógica de mercado nunca esté por encima de la naturaleza poética y política de las obras. Volver a las ideas de Brakhage para repensar las distintas orillas donde se gesta la actividad cinematográfica, siempre ha sido para nosotros un gesto inspiratorio en diversas frecuencias. Cámara Lúcida, firme con su propósito inicial, promueve a los autores que necesitan filmar para entender su experiencia contemporánea de estar en el mundo, quienes ejercen un oficio cinematográfico más real y, por lo tanto, más honorable. Cámara Lucida apoya al cine libre que acepta la responsabilidad de su libertad, porque «la eliminación de todos los temores es, en la mirada, aquello a lo que tenemos que aspirar».
Si bien es legítimo que varios espacios de proyección se estructuren para alimentar procesos de industrialización, se vuelve imprescindible la existencia de espacios que resistan deliberadamente al ejercicio mercantil del cine y se comprometan a proyectar y reflexionar sobre cines que plastifican la realidad para transformarla, y a explorar películas menos perfectas, pero más libres. Precisamente, este es el compromiso que hemos asumido para gestionar y ejecutar durante cuatro años consecutivos la plataforma de proyección y reflexión Cámara Lúcida-Festival Internacional de Cine No Ficción, Experimental y Poéticas Expandidas, que este año se realizará del 14 al 22 de noviembre.
www.ecamaralucida.com
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Nacho Dueñas
LA CONTRACULTURA COMO APUESTA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA VIDA FELIZ Decía Facundo Cabral, el cantor de la esperanza y de la alegría de vivir, que «estás hecho para la felicidad: fuera de la felicidad, todo son excusas». Pareciera que nuestra sociedad, tan aséptica y tecnolátrica, tan conectada y burocratizada, tan ruidosa y gregaria, tan desigual e insolidaria, no necesitase excusas para hacer de la infelicidad su proyecto de vida: trabajar, producir, consumir, descansar, comprar, estresarse y, eso sí, pulsar teclas, mirar pantallas, conducir carros y cumplimentar trámites, olvidando que, según John Lennon, «la vida es esa maravilla que transcurre mientras perdemos miserablemente el tiempo». Y, sin embargo, no es que la vida no sea bella, es que no sabemos vivirla. Tal vez por cobardía, puede que por mediocridad, quizá por comodidad o acaso por ignorancia, el caso es que malgastamos nuestra existencia como si esta no valiese la pena. Como canta el músico español Luis Eduardo Aute, «pretenden convertir a aquel milagro que una vez fue el ser humano / en simple productor, consumidor, contribuyente, ciudadano». Y todo esto se debe a que, desde las primeras ciudades (Jericó, Uruk, ÇatalHuyuk…) y las primeras civilizaciones (sumerios, acadios, egipcios, hindúes, chinos, persas, griegos, romanos…), toda cultura se ha desarrollado en detrimento de la naturaleza del ser humano, y no en armonía con ella, lo cual ha generado una humanidad estructuralmente infeliz o, en mejor de los casos, resignada a su suerte. Decía Henry David Thoreau que «la inmensa mayoría de las personas arrastran una vida de callada desesperación».
-El anticonsumismo, a partir de las tres R (reducir, reciclar y reutilizar), permite descubrir la gran calidad de vida de una cotidianidad sin auto, sin televisión, sin celular, sin casa en propiedad o sin cuenta en el banco, según la posibilidad y el nivel de conciencia. Así, disminuir los objetos a acumular permite no solo tener menos preocupaciones, sino en teoría menos horas de trabajo, para disfrutar de un ocio humano y espiritual, que como tal apenas cuesta dinero (un buen paseo, una buena carcajada, un buen libro, un buen partido de fútbol, un buen concierto de música…). -La banca ética: entidades financieras en lo funcional, son organizaciones alternativas en lo ético, pues otorgan créditos sin intereses con criterios no de rentabilidad, sino de valor social y, además, no invierten en narcotráfico, armas o prostitución. Y no solo son funcionalmente pertinentes (concesión de créditos, domiciliación de nóminas…) sino que, contra lo que cupiera pensar, son rentables y, por lo tanto, viables. -El neorruralismo: en los países industrializados e hiperurbanizados, como reacción a los altos niveles de estrés y a la crisis económico-social no superada, se ha descubierto que en los pequeños pueblos, una vez dotados de todos los servicios mínimos necesarios (carreteras, conectividad, energía…), la vida es más bella, feliz, económica, humana y espiritual.
-La agricultura ecológica, consistente en una conjunto de granjas cuya producción agropecuaria está dotada de, a lo largo del proceso elaborativo, unas determinadas garantías de calidad ecológica (ausencia de humo, renuncia al uso de transgénicos, utilización de fertilizantes naturales…). Dichas garantías no solo preservan nuestra Sin embargo, no han faltado a lo largo de la historia las minorías sensibles, lúcidas casa común, sino que son una ayuda insustituible de cara a una vida más sana, y y espirituales que, a despecho de la mentalidad mayoritaria de su tiempo, han por tanto más feliz. construido alternativas felices, humanas y sencillas, a modo de pequeños nichos de gente plena y alegre, al integrar de manera armónica naturaleza y cultura. No -Las tiendas de comercio justo, que a diferencia del comercio convencional, en vano sostuvo Chesterton que «a cada siglo le salva la inmensa mayoría que se presenta determinadas características éticas al vender productos sanos, útiles opone a los criterios de la inmensa mayoría». Nos referimos a los taoístas chinos, a y ecológicos a la vez que, eliminando a la figura del intermediario, a menudo los cínicos griegos, a los primeros monjes cristianos, a los sufíes del siglo XIII, a los abusiva, y sustituyéndolo por las redes alternativas de consumidores, posibilitan que las comunidades productivas aumenten sus ganancias, que a su vez se generan románticos del siglo XIX o a los anarquistas y los hippies del siglo XX. mediante unas prácticas sociales, igualitarias y ecológicas. ¿Y en nuestros días? Probablemente no tengamos perspectiva para advertirlo, por aquello de que el árbol no percibe el bosque, pero si analizamos un poco, -El boicot a las multinacionales. Como es sabido, las principales multinacionales podremos advertir que está surgiendo una nueva contracultura, por más que los (Palmolive, Nestlé, ITT, Texaco, United Fruit Company, Bayer…), agrupadas valores dominantes de nuestro tiempo traten de sofocarla o de ocultarla. Así, y sin mediante la denominada Comisión Trilateral (verdadero gobierno mundial a la que apenas nos demos cuenta, se están popularizando determinadas apuestas, que sombra), han llevado a cabo todo tipo de prácticas genocidas contra comunidades, mujeres, ciudadanos, países y planeta. Por ello, se propone no consumir, en vamos a exponer a continuación: la medida de lo posible, productos de estas empresas, fomentando a cambio el -El feminismo radical: más allá de la necesaria reivindicación de determinados comercio local y de pequeños productores. derechos con respecto al hombre, este consiste en una feminización de la sociedad, en detrimento de los valores masculinos (el belicismo, la propiedad, la desigualdad, -El cooperativismo o pequeñas empresas cuya propiedad está en manos de sus la fuerza, el poder…), emergidos del patriarcado, que elevado a sistema económico trabajadores, quienes aplican criterios de reparto equitativo de ganancias y, si es posible, de dotarlo de una adicional identidad social, ecológica y feminista. evoluciona al capitalismo. -El ecologismo biocéntrico e integral, que a diferencia del ecologismo antropocéntrico considera que el centro de la vida es la vida y no el ser humano, elemento marginal a lo largo de «la trama de la vida» (Fritjof Capra), a nivel cósmico y planetario, por lo que debe adaptarse e integrarse a dicha trama y no al revés.
-Las cooperativas integrales, en las cuales se atiende a la autogestión entre sus miembros, no solo en el proceso productivo y de consumo, sino en el de otros servicios básicos como la educación, la salud, la cultura y las finanzas, siempre en clave social e igualitaria.
-Las economías en transición o pequeñas iniciativas locales de diversa índole -Las ecoaldeas o pequeñas comunidades rurales autogestionadas desde lo (social, autogestionaria, ecológica, espiritual, feminista…), cuya vocación consiste asambleario, lo igualitario y lo ecológico, en donde todo se produce, gestiona y en integrarse en otras iniciativas para constituir una red cada vez más tupida y consume eliminando la huella ecológica, y organizando la vida según el principio trascender esta sociedad capitalista, industrialista y deshumanizada. de Schumacher de que lo pequeño es hermoso, generando una apuesta por una vida feliz, humana, espiritual, artística y en armonía con nuestra verdadera esencia -Los okupas y los centros sociales autogestionados: el primero es desobediente civil que incumple la ley notoriamente injusta (como el caso de España, país donde natural y emocional.
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puede haberse expropiado las casas de hasta un millón de ciudadanos, y donde como con razón denuncia Rafael Correa, la ley permite «gente que necesita casas sin casa, y bancos que no necesita casas con casa»). En este contexto, el okupa habita una casa abandonada para dotarla, al margen de la ley, de la función social que le corresponde. Cuando a dicha casa un conjunto de okupas la dota de determinados servicios culturales abiertos al público (conciertos, talleres, debates, cine, charlas…), se transforma en un centro social autogestionario, de carácter no lucrativo y de toma de decisiones asamblearia.
a su vez, afirmó que el universo es una perfecta maquinaria de objetos sólidos e independientes (planetas, personas, animales, objetos, átomos…) relacionados entre sí mediante leyes objetivas e inmutables y cuya base era un Dios a modo de motor inmóvil. Por tanto, fuera de lo objetivo, concreto y mensurable, nada había de real.
-El Sumak Kawsay o conjunto de saberes ancestrales andinos. Se basa fundamentalmente en la búsqueda de la plenitud y de la felicidad en función de una triple armonía concéntrica: con uno mismo, con la comunidad y con el cosmos. El mundo andino tiene que ofrecer a la ciudadanía mestiza el anteponer la vida al productivismo, el comunitarismo anti-individualista y determinados valores ecológicos, en referencia a la actitud de reverencia ante la pachamama. El teólogo Josep Estermann afirma el elevado nivel de la filosofía andina, que nada tiene que envidiar a la occidental, y que en algunos conceptos recuerda al taoísmo chino, tal vez el mayor sistema filosófico de la humanidad.
Hoy día, hay todo un corpus de autores y principios que cuestionan la falsedad epistémica de la modernidad: la física cuántica y la teoría de la relatividad negando la existencia ontológica de la materia, base del universo newtoniano (Heisenberg, Rutherford, Einstein), el subconsciente como refutador de la razón como aparato epistémico (Freud, Fromm…), la constatación de la parapsicología y de la integración de toda la materia (Jung, Sheldrake), el carácter vivo de dicha materia (Bateson, Varela, Prigogine…), la constatación de los fenómenos místicos (de la Rubia, Johnston, Caplan…).
Es por esto que el proyecto de la modernidad, solo apto para la minoría blanca, burguesa, europea y masculina, es una solución falsa frente al estancamiento de la humanidad, dadas las características anteriormente apuntadas (racionalismo, -El animalismo o reflexión teórico-práctica que sostiene que los animales deben positivismo, materialismo, monoteísmo, industrialismo…). El socialismo, el ser sujetos de mayores derechos, entre ellos el de no matarlos para nuestra comunismo, el marxismo, y las actuales corrientes emancipatorias (al menos las alimentación, no usarlos como cobayas, y de, en general, considerarlos con el mayor hegemónicas) han fracasado porque su aparato epistémico es fútil. De ahí el fracaso respeto posible. De ahí el vegetarianismo o, en su versión radical, el veganismo. del paradigma de la modernidad, y de su huida en falso, la postmodernidad.
-Las espiritualidades suprarreligiosas. Si la espiritualidad es un fenómeno natural (que no presupone necesariamente la creencia en Dios), la religión (sistematización práctico-funcional de aquella) es un fenómeno cultural que, por diversas razones, se ha convertido en una cáscara vacía. En nuestros días, se asiste a un renacer espiritual, ya detectado por numerosos autores («el siglo XXI será religioso o no será», apuntó André Malraux), consistente en nuevas fórmulas no teístas ni de mentalidad occidental (meditación, reiki, suprateísmo, naturalismo, vida sencilla…), que si bien suponen una apuesta digna de consideración, no dejan de verse banalizadas por corrientes tipo Era Acuario o New Age. Todas estas propuestas son, más que revolucionarias, contraculturales. La revolución es la lucha por un orden social justo, que elimine la pobreza, el hambre y la desigualdad, lo cual es necesario pero insuficiente. La contracultura va más allá, pues integrando a aquella, pretende una revolución cultural o cambio de mentalidad, y acabar con una civilización que, como todas, ha creado una humanidad infeliz por reprimir la naturaleza en nombre de la cultura. Por ello, las apuestas revolucionarias clásicas (socialismo, comunismo, sindicalismo, movimiento obrero…) fracasaron por no ir a la raíz de los valores occidentales (machismo, materialismo, racionalismo, industrialismo, productivismo, patriarcalismo, monoteísmo, militarismo, positivismo, cientificismo…). Estos valores que acabamos de enumerar son los propios de la modernidad occidental que, como es sabido, es un conjunto de referentes emancipatorios, emergido de la quiebra del Antiguo Régimen, o síntesis de lo político (monarquía absoluta), lo religioso (teocracia) y lo económico (feudalismo), surgiendo las revoluciones, tanto políticas (francesa, soviética, china…), como económicas (capitalismo antifeudal, comunismo anticapitalista…), o científico-técnica (desde la máquina de vapor de la 1a revolución industrial hasta la conectividad de la actual 4a revolución industrial). Dicha modernidad decimonónica es la ilustración dieciochesca puesta en práctica. Esta ilustración, como es sabido, es una reflexión de numerosos autores (Montesquieu, Voltaire, Condorcet, Diderot, D’Alembert…) consistente en la creencia en el progreso lineal de la humanidad, a partir del uso de la razón que le llevará a la felicidad. El paradigma de la ilustración fue necesario en su contexto para luchar contra grandes lacras de la humanidad, tales como el fanatismo, el milagrerismo, la desigualdad, la barbarie, la ignorancia, las guerras, etc.
Todos estos mimbres están generando la transmodernidad o superación de la modernidad (y de su huida en falso, la postmodernidad), consistente en volver a levantar unos nuevos grandes relatos emancipatorios, como pretendió la modernidad, pero sin los errores epistémicos de la física clásica que, aun refutados uno por uno, siguen formado parte de nuestra mentalidad y de nuestra cotidianidad. Sin embargo, poco a poco van emergiendo unos novedosos paradigmas epistémicos, dotados de las siguientes características: • • • • • • • • •
Interrelacionalidad de la realidad Valor de lo micro Realidad fluida, no rígida El aparato epistémico no es la razón sino la emoción Inexistencia ontológica de la materia Carácter vivo de toda la realidad La energía como arjé de toda realidad Base espiritual (no necesariamente religiosa) de la vida El centro de la vida no es la humanidad, es la propia vida.
Si se observa bien, estos elementos de la realidad son los opuestos a las bases de la modernidad. Por ello, el viejo paradigma emancipatorio fracasó. Ahora, con estos mimbres, se debe adaptar el novedoso paradigma epistémico al plano social, haciendo emerger un novedoso paradigma emancipatorio, que consistirá en los siguientes elementos: • Crear muchas pequeñas iniciativas liberadoras e interconectarlas • No se trata de tomar el poder (totalitarismo), sino de diluirlo desde abajo • La lucha debe ser festiva y lúdica, antes que marcial y rígida. • La base de la lucha no es tanto el intelecto como la emoción (espiritualidad). • La lucha no es solo económica social sino holística e integral (el ocio, la alimentación, la espiritualidad…). Ahora bien, si analizamos, veremos que estos elementos son el fundamento de las actuales contraculturas, pues son las apuestas liberadoras que rompen con el paradigma de la modernidad, la cual, junto con el paradigma judeo-cristiano, constituyen la base de la errónea epistemología de occidente.
Creemos que una nueva contracultura está emergiendo y creciendo, pasando de ser alternativo a ser alternativa. No se nota porque estamos sumergidos en la prisa, el estrés y la tecnolatría. Pero cualquier persona lúcida o inquieta lo podrá advertir, Sin embargo, las bases conceptuales de la ilustración fueron Descartes y Newton, a poco que reflexione. Tal vez en esta apuesta se defina el surgimiento de una padres del racionalismo filosófico y de la física clásica, respectivamente. Descartes nueva humanidad, más amorosa y feliz. O como dicen nuestros taitas y amautas, sostenía que la facultad epistémica del ser humano era la pensante, en detrimento un nuevo pachakutic. Y quizá, a diferencia de la caída de los incas a la llegada de de la sentiente, y que fuera de la razón nada había digno de consideración. Newton, Pizarro, ahora amanezca a mitad de la noche.
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2019 1 IS O x RT A 2ELLA 2 ST x 3 BC B
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DJ RE PU BL DJ IC JO AN VE O N DA RI O
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