armasyletras107-108

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107-108 LETRAS DE ARMAS TOMAR

Medios que no piden permiso / IRASEMA FERNÁNDEZ/ 40

ANCESTRAS: un ejercicio de creatividad, observación profunda, amistad y autoafirmación Comenzar a nombrarlas / LUCÍA ANAYA/ 5 Entre comas / GEORGINA RENANÁ/ 6 Si no hubieras sido madre / CAMILA SOTO/ 9 Manuela / KATLIN ARCE/ 11 Mercedes Siempreviva / MELINA SARAHID GARCÍA/ 12

Catita (La Varsoviana) /

DE ARTES Y ESPEJISMOS Si a las flores del bodegón les salieran pies, no se marchitarían... m a r c h a r í a n... solo para convertirse en sus propias pintoras. Conversaciones con Laiza Onofre, Gabriela Medellín, Olivia Fainsod e Isarema Fernández / ELISA HERNÁNDEZ/ 42

PAMELA GÓNGORA

El arte de la vagancia / INÉS ESTRADA/ 49

ESPINOSA/ 14

La trenza / ANDREA GORGONIA TREVIÑO/ 17 Expectativas / LUCÍA ANAYA/ 19 ANATOMÍA DE LA CRÍTICA

CONTEXTURA La comedia es un mal novio

/ XÓCH SÁNCHEZ

SANTOS/ 53

Postergando el frenesí capitalista: lo que dicen los paños bordados en María, de Jorge Isaacs / CORDELIA RIZZO/ 21

TOBOSO

De suplementos culturales, escritura, práctica académica y masculinizarse para encajar en el arquetipo del intelectual / ALEIDA ARGUETA

[Letras al margen] La segunda lectura / EDUARDO

CASTAÑEDA/ 25

[La materia no existe] Demonios /

ANTONIO PARRA/ 55 ALBERTO

CHIMAL/ 59

ANDAR A LA REDONDA

[Plumas al vuelo ] De escrituras viajeras / JESSICA NIETO/ 62

“Libertad, autogestión y barrio”. Entrevista con el colectivo editorial Av. Aztlán / 29 Entrevista con Aranzazú Pérez, de la fanzinería Ricos Jugos / DANIELLA DEL SOL MALDONADO/ 33

CABALLERÍA Marisol Vera Guerra libra la última batalla contra el feminicidio en #SiLaMuerteSeEnamoraDeMi / MARÍA DEL CARMEN BENÍTEZ FLORES/ 65

ÍNSULA

“Los límites del lenguaje son nuestros abismos”

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Las líneas que nos interseccionan / LAIZA ONOFRE/ 37

JUAN CARLOS PANIAGUA DE LOS REYES/ 67

Un estallido de color y de formas orgánicas

Carta a una amiga. Acerca de La perra, de Pilar Quintana / JIMENA HINOJOSA/ 68

MEDELLÍN/ 39

/ GABRIELA


ÍNDICE

Universidad Autónoma de Nuevo León Santos Guzmán López Rector Juan Paura García Secretario General Celso José Garza Acuña Secretario de Extensión y Cultura Antonio Ramos Revillas Director de Editorial Universitaria Nohemí Zavala nohemizav@gmail.com Editora responsable Verónica Rodríguez veronica.rz@gmail.com Diseño

Esta edición No. 107-108 de Armas y Letras contó con la participación de Minerva Reynosa como editora invitada

Armas y Letras. Revista de Literatura, arte y cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Año 25, No. 107-108, julio-diciembre 2021, es una publicación trimestral, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Editorial Universitaria de la UANL. Casa Universitaria del Libro, Padre Mier 909 Pte. esquina con Vallarta, Monterrey, Nuevo León, México, C.P. 64000, Tel. + 52 81 83294126, Fax + 52 81 83294111, www.armasyletras.uanl.mx, armasyletrasuanl@gmail.com Editora responsable: Nohemí Zavala Castrellón. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo en trámite, ISSN en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título y contenido No. 14,918, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro de marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, en trámite. Impresa por Serna Impresos, S.A. de C. V., Vallarta 345 Sur, Centro, C.P. 64000, Monterrey, Nuevo León, México. Este número se terminó de imprimir en marzo de 2022 con un tiraje de 1,500 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del autor de la publicación. Prohibida su reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del editor. Impreso en México Todos los derechos reservados Copyright 2021

EN PORTADA: ANXIETY, DE OLIVIA FAINSOD / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2019


ANCESTRAS

EN EL CORAZÓN DE LA SUPERVIVENCIA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2020

Un ejercicio de creatividad, observación profunda, amistad y autoafirmación

Los textos de Ancestras fueron creados para la plataforma Las Inadecuadas, un espacio abierto por mujeres para sentipensar desde la escritura y la convivencia. Se publicaron por primera vez en: https://lasinadecuadastaller.medium.com

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SOMOS UNA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2021

COMENZAR A NOMBRARLAS

¥¥  LUCÍA ANAYA

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ue hace un año, en agosto del 2020, en medio de una crisis de salud global, que un grupo de muchachas hispanohablantes de diversas geografías se aglutinaron de manera virtual en torno a uno de sus intereses favoritos: la escritura. Un espacio de encuentro que fungió como catalizador creativo en un momento bastante caótico. Es así que gracias a la comunidad “Muchachas que leen muchachas” y a su convocatoria para el Laboratorio de Creación y Espacios Seguros, cinco “inadecuadas” que buscaban experimentar escribiendo no-ficción se encontraron para construir un espacio propio donde explorar juntas su interés por narrar. Tras conocerse un poco y compartir ideas e inquietudes, las inadecuadas construyeron el barco que las soportaría en la travesía que estaban por emprender. Un proyecto para el cual, no podrían haber encontrado un equipo más adecuado. Cuando llegó el momento de invitar a otras muchachas a acompañar este viaje, la respuesta fue contundente. Al parecer allá afuera había otras voces que también necesitaban de un espacio como este para explorar a través de la escritura las profundidades de su sentipensar. Así fue que 11 mujeres de diversas regiones de México zarpamos del puerto seguro del silencio, para navegar por las bravas olas de la vulnerabilidad, el autoconocimiento, el acompañamiento y la escritura. Hoy ha transcurrido un año del inicio de este viaje que ha fortalecido nuestros lazos y que ha constituido un increíble ejercicio de creatividad, observación profunda, amistad y autoafirmación. Por eso queremos compartir con ustedes los hallazgos, que nos hemos encontrado en el camino. La primera serie de nuestros escritos transcurre en la isla del pasado y su hilo conductor son las “Ancestras”, todas aquellas mujeres que vinieron antes de nosotras y gracias a las cuales hoy podemos encontrarnos aquí. Nuestras historias se entrelazan con las de ellas y las de las que las precedieron. Comenzar a nombrarlas es parte importante para recordar quiénes somos y hacia dónde vamos.

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SEHKMET / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2020

ENTRE COMAS ¥¥GEORGINA RENANÁ

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n el principio, o punto a, porque no estoy muy segura de que haya sido el inicio, pero principio de todas maneras; hubo una explosión, La energía contenida que ya no pudo más, Tuvo que salir, porque ya no podía entrar, y expandirse, Llenar la oscuridad con fotones, y con ellos, crear la sombra, Fue la sombra al principio, un daño colateral, Pero siempre nos enfocamos en los neutrones, átomos, estrellas, galaxias, saturnos y géminis, Sea cual sea el motivo de interés, el punto a fue una explosión, Y los demás puntos, fueron igual de explosivos, Fusión de galaxias, colisión de planetas, estrellas absorbiendo a otras, meteoritos atravesando atmósferas, La Tierra creando su campo de defensa magnético para protegerse de la radiación del Sol, el único astro que le provee de energía, Moléculas de hidrógeno y oxígeno atrayéndose para generar agua, If you want to find life, follow the water, De ahí surgieron los primeros organismos unicelulares cuya única función era comerse entre ellos, hasta que hubo un error, Uno de ellos no hizo buena digestión, y de ese error emergió la mitocondria, La evolución, Células eucariotas, algas, peces sin ojos, peces con ojos, uno salió del agua, hifas en la tierra, hongos que medían lo que un rascacielos, peces con ojos pero ahora son terrestres, mucho oxígeno, animales enormes, animales comiéndose a otros, plantas desayunando luz, meteorito, menos oxígeno, micelio descomponiendo muerte, animales pequeños, y siempre más pequeños, primates, sapiens sapiens, an

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Entre cada coma hay miles de años, Entre cada coma hay un encuentro de cuerpos impactándose, Unos dominando, otros pereciendo, Siempre una coma, Pero ya no veo la que sigue, quizás se hizo tan pequeña que apenas forma un punto, Es tan pequeña que solo puedo ver la más reciente, Y en esa coma, más explosiones sucedieron, Yo sucedí, Yo sucedí porque sucedieron mi madre, mis abuelas, sus madres, sus abuelas. Sucedieron Jane Austen, Virginia Woolf, Murasaki Shikibu, Enheduanna, Malintzin, Juana Inés de Asbaje, Sei Shōnagon, Margaret Cavendish, Heo Nanseolheon, Gabriela Mistral, las sin nombre, las con nombre, las sin país, las con país, las sin padres, las con padres, las sin hijos, las con hijos, las que eran mujeres y las que no lo eran, las que amaban, las que no,

Y sucedí en las comas, entre la conquista y las mexicas, entre el saqueo del maíz y el nuevo orden de clases, entre raptos y torturas, entre vainillas y pulacles, entre Querétaro y Veracruz, entre Alcalá y la Meca, entre el cerezo y la jacaranda, entre pieles claras, pieles morenas, pieles sin color, solo pieles, entre coordenadas difusas y nacionalidades impuestas, entre el amor y la mentira, entre el dolor y la resignación, entre sueños y cementerios, entre recetas y tejidos, entre cáncer y acuario, entre caballos y coralillos, entre virus y bacterias, entre planetas y estrellas, entre galaxias y fotones, entre la luz y la oscuridad, En la sombra, En donde están mi mamá, mi hermana, mis abuelas, sus abuelas, nuestras abuelas, Cuando hay explosión, Las comas de la evolución,

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Yo sucedí, , , ,,,

, abuelas, algas, sus madres, mi madre, mis madres, las abuelas galaxias, sus recetas y fotones; hubo un daño: color, solo pieles enfocando células abuelas, mis células, nuestras células únicamente para protegerse de todas difusas y todas torturas, Austen, Woolf, Shikibu, Malintzin, como meteoritos atravesando a otras, crean la Mecaranda, entran, para protegerse de que la mitocondria, de que la Evolución, Células comen energía y crean defensa magnética para suceder Y en los neutrones sin ojos, hasta medían las sin sombra, En la mitocondria sucedieron mi madre, mis abuelas, y el principio, puedo ver la radiación de la coma, encontré fusión. Y en ella, a las mexicas saturnas, a las abuelas absorbiendo explosiones,

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CANCERIANA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2020

SI NO HUBIERAS SIDO MADRE ¥¥CAMILA SOTO

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i bisabuela fue la mayor de nueve hermanos y, como era costumbre en su época, se convirtió en una segunda madre para los menores. Lo fue tanto que, cuando mataron a su padre y a dos de sus hermanos en la guerra, cruzó los Pirineos junto a su madre, sus hermanos y su hija recién nacida para estar juntos en los campos de concentración. Solo se separaron cuando le llegaron noticias de que habían apresado a su marido y volvió a España a buscarlo. Al resto de su familia los volvió a ver hasta 40 años después. Tuvo cuatro hijos a los que crío sola (tres mujeres y un hombre), primero durante la posguerra y luego, en un país nuevo donde no conocía a nadie. Su marido fue otro hijo para ella, le llevó el desayuno a la cama todos los días de su vida. Cuando sus hijas crecieron y se casaron se mudaron a otros departamentos en el mismo edificio. Como ellas trabajaban, maternó también a sus nietos. Los llevaba caminando a la escuela y los recogía, les hacía de comer y los cuidaba por las tardes hasta que sus madres volvían del trabajo. En total tuvo nueve nietos en 22 años, de todos fue abuela y madre.

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Se llamaba Josefa, pero le decían Yaya, que es como se les dice a las abuelas en el norte de España. Mucho se ha dicho acerca de que cuando una mujer es madre pierde su nombre para convertirse en “la madre de”, la Yaya perdió su nombre para convertirse en abuela. En la familia se dice que era una mujer fuerte, ¿cómo no serlo habiendo vivido una guerra, una posguerra y un exilio?; que nunca se quejaba, ¿con quién se iba a quejar?; y que, como era la que “tomaba las decisiones” en la casa se trataba de un matriarcado. Creo que lo que llamamos matriarcado es en realidad cuando los hombres en el patriarcado no saben, o no quieren hacerse cargo de su vida y esperan que las mujeres a su alrededor lo hagan. No puedo evitar pensar en la Yaya llevándole el desayuno a la cama todos los días a su marido y teniendo la comida servida en el momento en que él llegaba de trabajar para que no se enojara. Nunca expresó su cariño físicamente, pero le gustaba hablar. Podía pasar horas contando historias de su niñez en África, del hermano al que atropellaron en una acera en Madrid, de la guerra y la posguerra, del abuelo que engañó a la abuela con la hijastra y del perico que los delató, del viaje en barco a América que duró lo mismo que el de Colón (70 días) y en el que se la pasó mareada. Haber escuchado esas historias es, para mí, la muestra más grande de cariño. Recuerdo en especial una reunión donde todos le pedían que contara alguna anécdota, alguien le preguntó que, si pudiera volver en el tiempo, qué cambiaría de su vida. “No hubiera tenido hijos”, respondió tajante y sin dar mas explicaciones. “¿¡Cómo dices eso!? Entonces ninguno de nosotros estaríamos aquí”, le reclamó alguna tía ofendida. Cada verano, cuando nos despedíamos hasta el siguiente año, ella respondía “Si sigo viva”. La Yaya murió en su cama a los 91 años, se despidió de todos sus hijos y nietos. Escribiendo estas líneas pienso que me hubiera gustado hacerle la pregunta que nadie le hizo aquella vez: ¿Qué hubieras hecho si no hubieras sido madre?

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EAGLE / SERIE: BRAVE / TÉCNICA: DIGITAL IMPRESO SOBRE TELA Y BORDADO A MAÑO / AÑO: 2016

MANUELA ¥¥ KATLIN ARCE

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i abuela tomó prestados mis ojos para llorar. La descubrí una noche. Cerré los ojos y podía seguir viendo desde el techo del cuarto. Estaba acostada sobre el tapete, boca arriba, y mi abuela en cuclillas junto a mí. Alrededor mío había más personas que no reconocí. Me decían que todo estaría bien, que estaba lista. Luego todo se oscureció y mis ojos se escurrieron. Le dije a mi abuelita Manuela que me dejara en paz. Ya no quiero sufrir. Le dije que llorara todo esta vez, y que deseaba sintiera paz hasta el fondo de su corazón. Tengo la esperanza de llorar hasta su última gota y debo ser fuerte pues no habrá lugar para más lágrimas. Mamita Manuela se secó un día y desde entonces le presto mis ojos. Tengo el sueño de vernos florecer. Regresarán mis ojos limpios de todo mal recuerdo, listos para construir nuevas imágenes. Entonces mamá levantará su frente y se hinchará su pecho y mi sangre se ablandará. Habrá despertado en mi familia materna el amor por nosotras. Dejará de reinar la amargura y la tristeza en las paredes de la casa y entrará por la ventana la felicidad perdida de mi abuela. Y con ella: nuestra paz.

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¥¥MELINA SARAHID GARCÍA

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uando Mercedes suelta la carcajada en la cocina, hace temblar las rosas de su patio. Entrar a su casa me despierta una sensación de alivio, si afuera la lluvia de balaceras se deja caer sobre la ciudad, en su casa se detiene todo ruido, como si los cenzontles y chicos que cantan en su terraza se transformaran en un campo de protección, apenas cruzando la puerta de madera, siempre abierta, se detiene el caos y hasta los chubascos crean armonía al mecer las hojas del nogal en el patio trasero; la recuerdo muchas veces en su cocina, con nubes de aroma que anuncian su presencia, el olor a hierbanís, tortillas de harina, zacate de limón, o pipián, la envuelve y hacen levitar su cuerpo. Creo que mi olor favorito para recordarla es el de tamalitos recalentados la mañana del veinticinco de diciembre, cuando todas nos apretujamos para caber en la mesita pequeña de la cocina, en lugar del gran comedor del espacio contiguo, más íntimo y cercano el círculo que la noche anterior; porque le daba posada a las vecinas y vecinos que cumplían religiosamente con el ritual del rosario, no había año en que no se iluminara el pesebre que ocupaba la mitad del porche, con las estatuillas de burritos, vacas, ovejas, labradores, y pastores, rodeando la centenaria figurita de madera del Niño Dios, la cual vestían las elegidas como madrina y padrino en su natal San Luis Potosí. Una larga fila llenaba la calle para besarle los pies a la representación de Dios, después recibían la bolsita con una gran naranja, cacahuates y colaciones; ya con la sonrisa de mazorca puesta en la cara íbamos a pegarle a la piñata, momento para el cual se cerraba la calle y dos de mis tíos se trepaban a los techos de cada extremo para hacer temblar la estrella de papel rellena de dulces a la espera del buen tino. El comedor entonces se transformaba en una mesa interminable de comensales dispuestos a la gratitud por un año sin hambre y con techo seguro, las hijas, nueras y nietas servían los tamales. Días antes, las tareas se iban repartiendo de manera colectiva, unas despelucaban las hojas de maíz y las ponían a remojar, otras preparaban la carne con chile para el relleno y las menos dichosas, embarraban la masa, mientras los hombres afuera bebían cerveza alrededor del fuego en el asador, sentados en las mecedoras con sus sombreros anchos y sonrisas largas, escuchando las canciones del noreste que acompaña el acordeón. Solo la catástrofe sanitaria detuvo el ritual, pero ahora que lo escribo me pregunto quién va a dar continuidad a las tradiciones cuando la otra parte de Mercedes se evapore.

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DRAGON / SERIE: BRAVE/ TÉCNICA: DIGITAL IMPRESO SOBRE TELA Y BORDADO A MAÑO / AÑO: 2016

Mercedes Siempreviva


Una mujer devota a sus creencias, su esposo y el cuidado de sus hijas e hijos. Su fortaleza de espíritu es tan grande que hace unas semanas estuvo hospitalizada y la acompañé un par de noches, y ni aún en cama pierde las ganas de encontrar cualquier pretexto para la risa, y ante el dolor, parece que se hace más fuerte su dignidad. “Son pintitos del mismo arroz, hija”, me dice cuando me cuenta de sus achaques mientras borda o dobla calcetines. Ocho partos naturales, y una voluntad inquebrantable. Esa es mi abuela paterna, Mercedes, hija de un pastor de campo en el pequeño pueblo de Alamito de los Días, huérfana de madre a los dos años y sobreviviente del hambre que atormenta a los estómagos de las desheredadas de la tierra. Terminó la primaria cuando yo estudiaba la licenciatura. Un día, sentadas en la mesita de la cocina, por primera vez, bebí una cerveza con ella. Le hice muchas, muchas preguntas. Ella también es preguntona y por gracia, también contestona porque no se queda callada cuando algo no le place, quizá por eso ahora nos llevamos tan bien y nos escuchamos con atención, le pedí permiso para compartir un poco de su vida, porque la admiro. Me contó que un día, mi abuelo llegó a pedirla, a su papá le pareció buen yerno porque tenía chivas, garantía de maíz y CUANDO DIJE SÍ, ALGO frijoles en la mesa, así que dijo sí, ella dijo no. Lo quería, pero SALIÓ DE MI CUERPO sabía que era un hombre ojo verde y alegre, cuenta. “Regresó días después, sentí un furor en todo el cuerpo Y YA NUNCA VOLVIÓ. cuando volvió a preguntar, y dije sí, pero desde entonces yo ya no fui yo; ellos dos arreglaron las bodas, fui un cero a la izquierda, era cantarina y platicadora, me volví ajena a mí, me sentía como sonámbula, cuando dije sí, algo salió de mi cuerpo y ya nunca volvió”. Le dió un trago a su cerveza y me miró con sus ojos de agua y empezó a tararear una canción. Ya era la hora de la cena, así que comenzamos a preparar las tortillas y puse un disco de las Jilguerillas. Creo que tal vez una parte de Mercedes se evaporó porque los hombres de este mundo son aún insuficientes para una mujer con tanta fuerza, con la mitad que quedó siguió amando la vida, sin cantar quizá, pero con pisadas firmes, una mujer de raíces tan profundas que no hay corriente que la desarraigue, tan sabia que su compañía da sombra. Mi abuelo estaba sentado esperando su plato, como buen macho, no sabe cuidar ni servir pero espera siempre ser servido y ser cuidado. Siguió Jaramillo en la reproducción y mi abuela empezó a cantar también, quedito. Ojalá las particulas de Mercedes que volaron cuando dijo sí, vuelvan a ella para cantar a rienda suelta. Hay cicatrices que sanan, pero arden con el cambio de clima y algo en el corazón se achica tan solo al ver la carne enrojecida. Ser huérfana de madre es una herida profunda, y tal vez, la raíz de su amorosa y disciplinada forma de criar. Con esa alegría tan suya, la gente no imaginaría que en su niñez sufrió tanta hambre, que aprendió a diferenciar entre las plantas salvajes cuáles eran comestibles sin causar daño: “De la bardita del vecino colgaba una siempreviva, y cuando mi tía no nos quería dar de comer, acercaba mi boca como un animalito y masticaba la hierba”. Esa niña pequeña y salvaje sobrevivió porque la naturaleza es pródiga, ahora es una persona sabia y rodeada de una familia que la protege, tal vez un día se evapore completa, por eso pienso que la sabiduría de su vida merece memoria, y quise compartirte su historia, para que la palabra la transforme, y se quede aquí, Mercedes Siempreviva.

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Catita

MARIA ANTONIETA PONS / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2020

(LaVarsoviana)

¥¥PAMELA GÓNGORA ESPINOSA

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ació en un pueblo minero, Mazapil, Zacatecas, por ahí de los años 20. De esos lugares que no se sabe a ciencia cierta si en verdad existen o son leyenda. Las malas y buenas lenguas cuentan que era muy coqueta y que tenía muchos novios, pero que con ninguno se quería casar. Ella nunca quiso hacer vida en el pueblo que la parió, siempre se sintió de otro lado, aunque siempre dijo muy orgullosa “Soy de Mazapil, Zacatecas”. Un buen día pasó por el pueblo un vendedor de cuero y, ella cuenta de su propia boca, no lo pensó dos veces y se subió a la carreta para irse con él. En aquellos tiempos era muy común que se “robaran” a las muchachas para casarse con ellas, pero Catita siempre sostuvo que ella se fue sola, que nadie se la robó, como la Varsoviana.

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Varsoviana, Varsoviana Quién te trajo aquí. Yo solita, yo solita Vine a dar aquí.

Durante varios años peregrinó por muchas ciudades del norte del país, como solían hacerlo nuestros antepasados nómadas, hasta que se instaló en la ciudad de Saltillo, Coahuila. Parió 5 veces, pero fue madre de 7, adoptó a 2 de sus sobrinas tras la muerte de su hermana. Prácticamente las crió ella sola pues, aunque tuvo marido, enviudó a los pocos años de nacer su última hija. La casa de Catita siempre olió a una mezcla de mujer con caldo de habas. Catita se encargó de que todas sus hijas estudiaran y se graduaran de una carrera, cosa poco común en esa época. Ella decía que quería que ninguna de sus hijas tuviera que depender de un hombre y, hasta cierto punto, lo logró. Solo dos de sus hijas se casaron, una de ellas mi abuela que, como buena mujer rebelde de época adelantada, fue la primera en la familia en divorciarse. Comadre Juana Vamos a bailar Con ese viejo Cara de comal.

Irónicamente, Catita fue muy devota a todos los santos, creo que por ello ninguna de la familia tuvo nunca la necesidad de rezar, ella cubría la cuota de todas y rezaba por todas las personas que eran parte de su vida; le tomaba un rato. Todas las tradiciones católicas eran parte intrínseca de sus rituales. La reglamentaria visita a los 7 templos que siempre terminaban con un elote en la última iglesia, estaba presente cada año. Cada diciembre se acostaba al niño Jesús y se levantaba en enero, se le daba un beso en los pies y se tomaba un dulce, o varios. Cada mes se rezaba el rosario en su casa y ella se sabía todas las letanías de memoria. Entre sus devociones estaban también las plantas, principalmente los rosales, a quienes les cantaba todas las tardes mientras los regaba uno por uno; también le tomaba un rato, pero Catita nunca vivió a prisa. Cada año volvía sin falta también a visitar a todos su familiares y allegados. Cuando cumplió 80 años por fin se cumplió su sueño de ser la reina de Mazapil, Zacatecas. La pasearon alrededor de la plaza principal en un carro alegórico y su vestido como de quinceañera. La foto de su coronación se puede apreciar aún en la sala de su casa. El pan de maiz El pan de maiz El pan de maiz Sin sal.

Yo disfruté a mi bisabuela 19 años y ella me disfrutó a mí. Cuando era pequeña, me cantaba mucho, en mi memoria guardo canciones de Amparo Ochoa que puedo recitar de memoria sin saber su procedencia. Recuerdo muy bien sus manos rascando mi espalda con sus largas uñas gruesas. Nunca nadie ha superado esa manera de rascar la espalda. El pan de maiz El pan de maiz El pan de maiz azul.

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Catita falleció en su cama a los 90 años, rodeada de sus hijas, nietas y bisnieta, como cualquiera pudiera desear. Quedaron atrás sus plantas que, hasta la fecha, siguen floreando cada semana santa. Las tradiciones religiosas no se nos pegaron a ninguna de sus descendientas, pero siempre apreciamos mucho cuando alguien reza por nosotras. “La Varsoviana” Amparo Ochoa Varsoviana, Varsoviana Quién te trajo aquí. Yo solita, yo solita Vine a dar aquí. Comadre Juana Vamos a bailar, La Varsoviana Que van a tocar. Severiana, Severiana Quién te trajo aquí. Yo solita, yo solita Vine a dar aquí. Comadre Juana Vamos a bailar Con ese viejo Cara de comal. El pan de maiz El pan de maiz El pan de maiz azul. Comadre Juana Vamos a bailar, La Varsoviana Que van a tocar. Comadre Juana Vamos a bailar Con ese viejo Cara de comal.

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KURBOI / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2019

LA TRENZA ¥¥ANDREA GORGONIA TREVIÑO

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u abuela trenza tu pelo para que sus palabras se asienten detrás de tu oreja y no se vuelen al aire cuando lo veas. Agarra cada rizo con fuerza; jalando, tirando, aunque este siga ardiendo por esperar a tu hombre bajo el sol. Toma un mechón con otro y los entrelaza con historias, cantos y pasajes. Su olor se queda grabado en cada trenza que hace. En cada hueco, ella se encarga de hacer un espacio para las mujeres de esta casa y así nos lleves presentes en el cuerpo. Entrecruza en tu sien la vida por llegar de todas las demás. Mira Catita, escúchame bien, ese muchacho no te conviene ¿qué te va a dar él que no te demos ya? Ha trazado un camino en tu cabeza, es en él que nos encontramos las demás. Una ruta de migraciones, Cata. Desde ahí partió Elena, tu hermana, perdida aún en la infertilidad. Dijiste “hay viajes de tierra y todas los hemos vivido, pero, a Elenita, Dios santo, ¿de qué migración se trata cuando no pueden cruzar los espermas a la casa del óvulo con el fin de procrear?”. Es infértil, te responde tu abuela, recorriendo con sus dedos tu piel. Las dos palabras te suenan, más bien, a sentencia. Es infértil. Infértil como el suelo que dejas atrás con tu novio, porque no hay nada que sembrar. Bueno, ¿y qué hace ese tal Lino, eh? ¿De dónde te lo sacaste tú? no, Cata, si estás bien bárbara, yo mandándote por el pan y tu trayéndote a un hombre.

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Callas el hecho de que tu trenza fue lo primero que él vio en ti. Son las uñas de tu abuela las que te raspan la conciencia. Son sus manos las que destierran el recuerdo de la primera plática que tuviste con él, esa misma que guardaste en la memoria antes de emprender el viaje. Tu piel blanca, tersa, le recuerda a tu novio el algodón que plantaba en su niñez. Le recordó, sobre todo, que del otro lado había todavía una posibilidad de seguir; allá donde el cielo cae sobre sus hombros, ese mismo que le deja la piel tostada. Allá donde el sol dobla la esquina de una tierra que nunca has visto. Sueñas con que tu cabello se hace uno con la noche y cuando despiertas solo queda el rastro de un lazo perdido. Partes una mañana con la misma seguridad en que tu abuela parte la línea en tu cabello. Y tal vez, solo tal vez, allá del otro lado estés mejor. Pero la tierra prometida nunca viene. En cambio, se reemplaza por una sultana en el Norte más lejos que la tierra del ejido que dejas atrás. Por eso la abuela te agarra fuerte para que no te le vayas a ir. Y es que qué ganas de trenzarte al piso como si pudiera enmendar lo que hizo tu prima Mercedes la sequía anterior. “Ay Meche… Si tan solo pudiera traerla al nombrarla. Quitar esa vaga sensación de que alguna vez estuvo aquí”. Desde que se fue, tu abuela no hace más que musitar su nombre arrastrando las vocales lentamente. Se le ha formado una mueca en la boca de solo recordarlo. Con ella si debieron tener cuidado, mija la hubieran trenzado al piso para que no se la llevara el fulano ese o quitarle el té por el que te mandaron años antes de que se fuera Antes de terminar tu peinado le escuchaste decir que tu prima tendría dos hijas, aunque solo una cruzó la puerta de su pelvis, iniciando así la migración terrenal. Mercedes dio a luz a una niña y a una sombra. Ella las quiso juntar en una trenza también. Pero esas mujeres ya estaban malditas mucho antes de que el cabello te saliera de la sien. Para ellas son estas trenzas de memorias y maldiciones. Tú mejor que nadie sabes que los cuerpos no resisten los adentros de un vientre carcomido de hambre y pena. Tu abuela te trenza duro y fuerte como si pudiera enmendar el presagio que le vino en la tarde cuando tus ojos se llenaron de sol al ver a Lino pasar. Era como si la virgencita me hablara, mija. No la escuchas. Sus ojos se ahúman enteros y en ese mítico pesar lo recuerdas una vez más: tu Lino que te esperaba a las orillas del pueblo. Así claritito la sentí zumbando en mis oídos, te dice; Me vino todo de repente a los ojos, nos vi agarradas de las manos y nos unía cabello, mucho cabello, cabello hasta los pies. Va a agarrar todos los mechones en uno, Catita. Los unirá con un lazo eterno. En esta trenza que acaba con tu cabello negro, cuidas las historias de las que te siguen. Vamos a viajar siempre juntas. No importa migración sobre tierra, río, cuerpo y mar; has de cargarnos pendientes del tejido silente de la memoria; tejidas entre cuerpo, alma y el recuerdo de algo que está por llegar.

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MATILDE RODRÍGUEZ CABO / SERIE: DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS - PASEO DE LA MUJER MEXICANA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2021

EX PEC TA TI VAS ¥¥LUCÍA ANAYA

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i madre fue una mujer de la nueva época, de las “emancipadas” que no se parecían para nada a mis abuelas, revolucionarias por supuesto, pero que no contaron con el privilegio de elegir una forma más libre de vivir. Ella era médica, una de las primeras mujeres profesionistas de su familia. Antes de serlo llegó a participar como columnista y juez en una revista de fisicoculturismo –sí, por un buen tiempo le pagaron por otorgarle una calificación numérica a cuerpos de hombres cubiertos de aceite posando en ropa interior. Así fue como conoció a mi padre, que, aunque no se cubría de aceite, sí pertenecía a un gimnasio que ella visitaba. Gracias a ese encuentro, hoy estoy aquí contándoles esta historia. Inteligente y poderosa, por muchos años ella dirigió su propio consultorio y fue el sustento principal del hogar que compartía con mi padre y conmigo. Recuerdo percibir cómo inspiraba autoridad y respeto. Temía mucho a sus regaños, siempre que podía intentaba huir para no recibirlos. En mi mente aún tengo la imagen vívida de ella llegando imponente a mi escuela después de sus jornadas laborales. Vestía de manera llamativa, era fácil distinguirla: conjuntos de colores chillantes, falda, saco con hombreras, lentes oscuros, medias y zapatos de tacón, el cabello estilizado con muchísimo volumen. El último grito de la moda en los noventas. Muchas señoras se acercaban y le preguntaban por remedios para diversas dolencias mientras esperaban que sus hijos salieran. A veces traía regalos para mí, artículos curiosos de plástico que regalaban los laboratorios a los médicos para promocionar sus medicinas. Yo era coleccionista de aquellos, tenía varios corazones con formas hiperrealistas fabricados en

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goma, bolígrafos con forma de jeringa, imanes con dibujos de píldoras, rompecabezas y juegos de mesa que promocionaban Rivotril, Clonazepam y medicamentos para dormir. En mi colegio, era fácil distinguir a los hijos de médicos, pues todos contábamos con legajos y blocks promocionales de medicamentos para reducir la presión arterial, controlar el nivel de glucosa e incluso para eliminar la disfunción eréctil. Me parece que ahora, los laboratorios médicos ya no tienen permitido hacer una publicidad tan salvaje. Aunque siempre estuve orgullosa de mi madre, no siempre tuve la mejor relación con ella. Las expectativas siempre son demasiado grandes para las madres y varias veces llegué a resentir que no estuviera presente del modo en que parecían estar las madres de otras compañeras. Desde antes de comenzar el colegio, pasé por una larga lista de cuidadoras por contrato que se hacían cargo de mí mientras mamá trabajaba, en otras ocasiones lo hacían mis abuelas y mi padre. En algún momento de mi primera infancia mis padres hablaron conmigo: papá había encontrado un empleo más demandante que no le permitía pasar tanto tiempo conmigo, ahora tendría que acompañar a mamá al trabajo y la nana en turno se harían cargo de mí. Sin pensarlo dos veces le dije: “¡Papá no trabajes! ¿Por qué no nos puede mantener ella?”. No estaba acostumbrada a pasar tiempo con mi madre. El nuevo trabajo de mi padre, reestructuró mis rutinas y nos empujó a pasar más tiempo juntas. La relación no fluía tan fácil. Por un lado, ella trataba de parecer una médica competente y ser madre a la vez. Mientras que yo pasaba los días vaciando estantes de medicamentos en busca de nuevos juguetes, desarmaba equipo médico o platicaba indiscreciones a sus pacientes. Me daba la impresión de que ella siempre estaba enojada conmigo, así que opté por evitarla. Me transformé en una niña tímida y huidiza. Por muchos años esas etapas tempranas de mi infancia determinaron mi actitud hacia el mundo y sobre todo mi relación con ella. Me sentía incomprendida y distante, probablemente ella también. Merecíamos otra narrativa. Dicen que los tropezones son como pequeñas catarsis que nos obligan a poner atención y, para qué negarlo…a mí me ha tocado caer muchas veces. Fue precisamente en una caída donde el equipaje al que me aferraba cayó estrepitosamente, abriéndose de par en par y su contenido voló frente a mí. Avergonzada, fui recogiendo pieza por pieza…observándola, sintiéndola, midiéndola en mi cuerpo… Expectativas. Ninguna me quedó. Opté por abandonarlas. Al continuar mi camino, me solté a llorar. Me sentí ligera. Por primera vez comprendí a mi madre. Mujer sumisa, mujer delicada, mujer incondicional… Expectativas…Madre impecable, madre abnegada, madre tierna, madre orquesta… Estar en todo sin llegar a nada… Las expectativas siempre son demasiado grandes para las madres, más vale abandonarlas.

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RAFAELA LÓPEZ AGUADO / SERIE: HEROÍNAS DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO- PASEO DE LA MUJER MEXICANA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO 2021

A NATOMÍ A D E L A C R Í T I CA

Postergando el frenesí capitalista: lo que dicen

los paños bordados en María de Jorge Isaacs

¥¥CORDELIA RIZZO

A

partir de los 70s en Latinoamérica aparecen telas bordadas como acuerpamientos y signos de protesta en los espacios públicos; estos sucesos obligan a revisar las escenas en las que se borda en la tradición literaria como algo más que un elemento incidental del espacio privado.1 También en el espacio literario el bordado encarna un proceso femenino complejo, y con esto en mente cuestiono la interpretación de la vida privada de las mujeres en escenas de María de Jorge Isaacs (1867), una novela ampliamente leída en Colombia y en otras partes de Latinoamérica. Dentro de este tipo de escritura, llamada ficción fundacional por la crítica literaria Doris Sommer, la unión de los protagonistas en la trama funciona como 1   Las arpilleras chilenas, el costurero de la memoria de Colombia y las chalinas peruanas, como son objetos que interrumpen los mensajes y disciplinamientos patriarcales y capitalistas.

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símbolo de la consolidación del Estado nacional. Según Doris Sommer, la obra de Isaacs muestra la imposibilidad de consolidar la nación colombiana porque María muere. Su origen judío y la feminidad desbordada atada a esta estirpe conflictúan con el deseo nostálgico de salvación del orden colonial/ hacendario en decadencia. A partir de la posibilidad de desdoblar los significados críticos del bordado, leo tres escenas de la novela de Isaacs en las que aparecen telas bordadas como refrenamientos del desenlace trágico de la novela. Frente a la imposibilidad de que el Paraíso transite hacia una era de liberalismo y modernidad en el Cauca, los bordados en la novela funcionan como aletargamientos de los efectos de los valores que acotan las acciones de los protagonistas, tanto los valores del capitalismo liberal como lo que concierne al disciplinamiento nostálgico de la aristocracia hacendaria.


ANATO M Í A DE L A CR Í TI CA

Doris Sommer argumenta que las dudas y obstáculos de la relación, motivadas por la insidiosa enfermedad de María y la cercanía familiar de los protagonistas, encarnan el conflicto de la historia: “Como hemos de ver, esa enfermedad hereditaria es sintomática de un atolladero social insalvable (ese solo paso prohibido) que mantiene a los amantes separados mas certeramente que cualquier tragedia personal” (Sommer, 442). Dentro de esta lectura de Sommer se puede notar que la tensión erótica de los protagonistas carga ciertos objetos de erotismo. Las escenas que refieren la costura o bordados como objetos y prácticas citadas simbolizan intercambios afectivos que invitan a fomentar una modulación amorosa, pues pausan o contienen el ritmo de la descarga pasional que amenaza con tornarse excesiva. En la siguiente escena Efraín está volviéndose a encontrar con María cuando recién regresa a la hacienda tras concluir cinco años de escuela en Bogotá. Los bordados y referencias a la costura son recursos con los cuales sus mundos se comienzan a vincular afectivamente. En la siguiente escena María desplaza su concentración de un bordado que está haciendo hacia Efraín, María me miraba a veces al descuido, o hacía por lo bajo observaciones a su compañera de asiento; y al ponerse de pie para acercarse a mi madre a consultar algo sobre el bordado, pude ver sus pies primorosamente calzados: su paso ligero y digno revelaba todo el orgullo, no abatido, de nuestra raza, y el seductivo recato de la virgen Cristiana. Ilumináronsele los ojos cuando mi madre le manifestó el deseo de que yo diese a las muchachas algunas lecciones de gramática y geografía, materias de las que no tenían más que muy escasas nociones. Convínose en que daríamos comienzo a las lecciones pasados seis u ocho días, durante cuales podría yo graduar los conocimientos de cada una. (Isaacs, cap. 4).

Una primera lectura de esta escena nos muestra a María performando tareas idóneas de una heroína romántica. Su manera de andar la revela como una mujer deseable y afín al privilegio de Efraín. Como asegura Clara Gago Velasco, María es el arquetipo

LA COMUNICACIÓN DE LOS AMANTES USARÁ LOS OBJETOS COMO EL CABELLO, LOS PIES Y LAS FLORES COMO MEDIOS DE EXPRESIÓN del “ángel del hogar” y como mujer virginal, en un intercambio típico de amor cortés que reinscribe el romanticismo (o posromanticismo como ella argumenta): “Efraín siempre espera esa respuesta sensual pero María no es capaz de darla porque no es lo apropiado” (Gago Velasco, 46). Para Isaacs, la irrupción de la mirada de Efraín hacia los pies y el calzado de María activa el circuito del intercambio erótico que los valores de la aristocracia hacendaria restringen. Aquí con el bordado y la escena privada como tela de contraste, Efraín desde el inicio proyecta la transacción económica de los amantes: a la vida doméstica, delicada y aislada de María –que la hacen una esposa adecuada– la complementarán las lecciones de gramática y geografía que su educación lo capacita para ofrecer. El silencio y privacidad de la actividad de coser es opuesta a los saberes que detenta Efraín sobre cómo desenvolverse en el mundo que se extiende fuera de la casa, la comunicación correcta y efectiva (gramática) y la orientación espacial en los territorios que les pertenecen (geografía). Este es un intercambio que autoriza la madre de ambos. Como Gago Velasco señala, la comunicación de los amantes usará los objetos como el cabello, los pies y las flores como medios de expresión porque, “Por ello, María solo puede expresar sentimientos románticos lejos de lo erótico y pasional y no puede violar el modelo performativo que ha aprendido de la sociedad” (Gago Velasco, 46). Asimismo, el ritmo del coser asemeja al frenesí del deseo de volver a ver a Efraín. En el capítulo 34, Efraín se extraña de que María lo espere en una roca. Conversan un tiempo solos, aunque a la espera ansiosa de unirse al resto de la familia. Él busca que permanezcan solos más tiempo, a lo que ella se niega en repetidas ocasiones. Ella le muestra un pañuelo, y él le pregunta que qué ha hecho en su ausencia, y ella responde:

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A NATOMÍ A D E L A C R Í T I CA

—Desear que pasaran [los días] —¿Nada más? —Coser y pensar mucho. —¿En qué? —En muchas cosas que se piensan y no se dicen. (Isaacs, cap. 34).

María afirma que no le dice las cosas porque él ya las sabe. Ella no lee en ausencia de Efraín porque dice que le produce ansiedad, y como señalé antes, en el orden hacendario él es el polo intelectual y el acceso al mundo en la relación. Ella aquí se autorregula. Lo que sigue en esta escena es la confesión de los miedos de ambos, el desborde, encarnados en el ave de mal agüero. La referencia a la costura y el pañuelo figuran aquí como deberes cumplidos, y permitidas muestras de afecto. Su cualidad de práctica autorizada los convierte en otros dispositivos de consolidación de la nación. Eli Bartra lo comenta en su ensayo sobre arte popular, “el arte popular es algo que ha resultado sumamente útil para consolidar una identidad cultural de carácter nacional en países pluriétnicos como el nuestro, pues se toman aspectos propios de cada cultura, en particular del arte, y se amalgaman en una supuesta unidad identitaria nacional” (Bartra, 26). El bordado es una suma de técnicas de indígenas y criollas en Latinoamérica que después se movilizará su consolidación como signos tradicionales de una región o un país.2 Por la suma de estilos, movimientos y materiales el bordado tiene el potencial de sintetizar saberes indígenas y de la colonia en una propuesta técnica. La falta de atención que le merecen a un intelectual como Isaacs, demuestra el potencial subversivo de los conocimientos que se piensan menores y que se transmiten sin aspavientos mientras los señores de la hacienda se preocupan por el ‘verdadero estado de las cosas’. De entrada esto apunta a la artificialidad de la división de saberes que hace Efraín. Según Victoria Mitchell, en “Drawing Threads from Sight to Site” donde traza la historia común entre el conocimiento sobre lo textil y la noción patriarcal de arquitectura, 2   En épocas recientes los movimientos de resistencia social en Colombia han adoptado el bordado y la costura como modos de protesta, el Valle del Cauca tiene a la Ruta Pacífica de Mujeres que a través de lo textil manifiestan su crítica del conflicto.

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los textiles históricamente resuelven conflictos entre lo que se puede verbalizar y el espacio, “Los textiles funcionan, crítica y materialmente, para conectar abismos entre el lenguaje y el espacio, o las palabras y la arquitectura” (Mitchell, 342). Claramente estos silencios entre María y Efraín están cruzados por este tipo de vacío y ansiedad, pero el paño, el bordado, aquí doma la experiencia de la oscuridad que les ocurre. Por otro lado María no está tan ajena al mundo de Efraín, pues está aprendiendo del mundo de ‘afuera’ por medio de la actividad que performa el adentro, el bordado. El bordado requiere habilidades finas, aprendizaje y concentración. En esta repetición y adquisición de destreza, el refinamiento de las manos y las puntadas da, inadvertidamente, la capacidad de alcanzar otros niveles de conciencia y aprendizaje intelectual. Mitchell considera que la manipulación de los hilos genera capacidades de pensamiento sofisticadas paralelas a las que se le atribuyen a Efraín, pues el cultivo del arte de la ornamentación requiere: Este continuo torcimiento y dibujamiento de la línea de hilo continua, un componente natural de la sucesión de tareas en la elaborada hechura de resultados textiles no puede ser solo manipulación física pura o repetición mundana sin conciencia. Es una actividad que requiere compostura y concentración de la organización, del ojo y la mano en conversación y de (auto) control, de una conciencia del tiempo y de la espacialidad del cuerpo medible, de coordinación, de enderezamiento. (Mitchell, 344).

A pesar de que el bordado ensimisma y ata a la heroína al espacio de la casa, le da herramientas de conciencia de la espacialidad útiles para una empresa de administración y dominio del territorio. Tomando en cuenta estos valores encarnados en el bordado, en otra escena previo a que Efraín se despida de la hacienda para continuar sus estudios, Custodio le pide su consentimiento para enviar a su hija a la casa principal a que su madre le enseñe a coser finamente: —Pues ory verá: su mamá le propuso el otro día a mi mujer que le mandara a Salomé por unas semanas para que la muchacha aprendiera a coser en fino, que es todo lo que Candelaria desea.


ANATO M Í A DE L A CR Í TI CA

EL BORDADO COMO TECNICA, AL IGUAL QUE EL DRAMA DE MARÍA, ES UN FOCO NEGOCIADOR DE LA IDENTIDAD FEMENINA EN EL INTERSTICIO DE LA TRADICIÓN COLONIAL Y LA INMINENTE LLEGADA DE LA EXPLOTACIÓN DEL CAPITALISMO GLOBAL QUE AQUEJAN AL PROYECTO DE NACIÓN COLOMBIANA. Entonces no se pudo… Yo no lo conocía a usted como agora. —¡Compadre!... —¡Por la verda que murió Cristo! Ya el caso es diferente: quiero que su mamá me tenga allá unos meses a la muchacha, que por ahí no ha de ir a buscarla el enemigo malo: Salomé se ajuiciará y será lo mismo que decirle al que quiera alborotármela, que se vaya a la punta de un cuerno. ¿Le parece?

Custodio le está pidiendo a Efraín que reciba en su casa a Salomé para que aprenda a costurar, que es un saber y poder que detenta la madre de Efraín. Custodio y su esposa Candelaria entienden que la lejanía es crucial para evadir a Justiniano, pero aunada al saber-hacer del bordado podría darle herramientas, fuerza y madurez moral para volverse más juiciosa sobre a quien unir su vida. De igual forma, desde las técnicas del cuerpo de Marcel Mauss, no cualquier serie de movimientos tienen el valor de la técnica del bordado en el contexto de la novela de María, “Es precisamente esta noción de prestigio de la persona que performa la ordenada, autorizada, probada acción vis-a-vis el individuo que solo imita la actividad lo que tiene el elemento social” (Mauss, 73-74). La madre de Efraín es quien está socialmente autorizada para dotar de esos elementos de juicio y prudencia a Salomé. Sommer habla de que el personaje de Salomé sirve para retratar que dentro del ethos de la novela cierta igualdad de condiciones es bueno que sea parte del romance autorizado, “El romance legitimo entre Salomé y Tiburcio, amenazado por el interés del blanco Justiniano por la mulata (Sommer, 210-226), deja claro que los cruces raciales y entre clases son sospechosos, porque las relaciones entre desiguales pueden ser de explotación, o por lo menos inestables” (Sommer, 452). Aquí la nostalgia de la novela, encarnada en el bordado, es productiva

porque Custodio rechaza las riquezas de Justiniano por privilegiar, aunque patriarcalmente, el bienestar de su hija a la voracidad capitalista, “Es posible que sea la única novela canónica de su época escrita al revés, desde la pérdida del amor y del orden patriarcal estable que aflora el héroe, hasta la evocación de una presencia imposible” (Sommer, 45). En conclusión, las implicaciones de la práctica del bordado y la costura en escenas de María revelan cierta capacidad de accionar de las mujeres que podría pasar desapercibida. Estos momentos activan una pausa al ritmo del trajín de la hacienda, el apasionamiento de los amantes, la inminente muerte de María, el juicio de la historia. Ilustran, en esta pausa, una grieta que da pie a la posibilidad de otro final para los amantes. En el caso de Salomé, aprender a costurar fino señala el rechazo a la inminente ola de cambios que el capitalismo mundial demandará de la economía colombiana, encarnado en la voracidad de Justiniano. Esta pausa es posible porque el bordado encierra la capacidad de María de autorregularse y autogestionarse, desde una estética cotidiana que no interrumpe los cánones sociales. Sigue dentro del canon de heroínas románticas porque bordar la reafirma como una compañera deseable. El bordado como técnica, al igual que el drama de María, es un foco negociador de la identidad femenina en el intersticio de la tradición colonial y la inminente llegada de la explotación del capitalismo global que aquejan al proyecto de nación colombiana. REFERENCIAS Bartra, E. (2014). “Apuntes sobre feminismo y arte popular” en Mujeres, feminismo y arte popular. Eli Bartra y María Huacuz Elías (coordinadoras). Ciudad de México: UAM. Gago Velasco, C. (2107). “Erotismo y deseo en la formación de la identidad de los personajes de María (1867) de Jorge Isaacs” Middle Atlantic Review of Latin American Studies, Vol. 1, No. 2, pp. 43-53. Mitchell, V. (2006). “Drawing Thread from Sight to Site” Textile, Volume 4. Issue 3, pp. 300-361. Sommer, Doris. “El Mal de Maria: (Con)fusion en un romance nacional” MLN, Vol. 104, No. 2, Hispanic Issue (marzo, 1989), pp. 439-474.

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ANTONIA GEORGINA ALEMANIA JIMENEZ TRAVA / SERIE: DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS - PASEO DE LA MUJER MEXICANA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2021

A NATOMÍ A D E L A C R Í T I CA

¥¥ALEIDA ARGUETA CASTAÑEDA

DE SUPLEMENTOS CULTURALES, ESCRITURA, PRÁCTICA ACADÉMICA Y MASCULINIZARSE PARA ENCAJAR EN EL ARQUETIPO DEL INTELECTUAL

A las escritoras que aún no podemos autonombranos escritoras

R

ecuerdo cuando lo mirabas dentro del salón de clases y te preguntabas si él, al igual que tú, sentía miedo. Que te preguntabas si sentía que tendría que ganarse un lugar o todos darían por sentado que ese espacio le era propio. Si en los espacios académicos se trataba de ser talentoso o ser dedicado. Hacer investigación o escribir poesía. Ser hombre o ser mujer.

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Llegaste a la academia llena de incertidumbres y te prometiste hacer todo lo que debías para ganarte un lugar, construirte y hallar, en esta experiencia, el sentido de pertenencia. Tu estabilidad se fracturaba en la medida que tus referentes, siempre masculinos, reafirmaban tu ‘‘incompetencia’’. De tiempo en tiempo, cuando peor te sentías, recordabas las conversaciones entre tu hermano y papá. Nunca supiste exactamente


dónde vivía papá, pero, si te preguntaban, respondías avanzar pensando que esto formaba parte de algo más que vivía en Tampico, por la lada de su número grande. En el fondo, solo querías ser como aquellos telefónico. De las pocas cosas que sabías era que emigró que admirabas. Sin embargo, ¿te acuerdas de ti? ¿de de El Salvador a los dieciocho años, tenía un cavalier cómo eras antes de abismarte en la trayectoria de gris, le echaba salsa inglesa a todo lo que pudiera y, por intelectuales como aquellos? último, que era escritor. A lo largo del camino reconociste que utilizando A veces piensas que la carrera de escritor de tu el periodismo cultural como referente pueden padre pudo ser importante. Tienes sus novelas en entenderse el aspecto político, social y económico alguna parte de tu librero, pero nunca las has leído. que envuelve al medio cultural y artístico. Entendiste Cuando tu padre te regaló por primera vez uno de sus cuáles eran las reglas del juego; gigantes y menos libros estabas en primaria y la lectura no te interesaba gigantes en una pugna constante por decir qué es y mucho. De vez en cuando leías la cubierta trasera qué no es el arte, distinguir quiénes forman parte de la donde venía una reseña de otro escritor sobre dicha hegemonía y quiénes parte de lo que podría entenderse novela, tenía por nombre David como resistencia (aunque a tu y su apellido era como el de una PAPÁ FUE LA PRIMERA parecer ambas partes intentan región al centro de Italia. Mamá PERSONA QUE TE HIZO ostentar poder) y, finalmente, te contó que hace muchos años el valor del espacio o medio SENTIR QUE NO ERAS papá presentó Estación Tula que se utiliza para asentar –en Tula– junto con ese mismo INTELIGENTE. posicionamiento, ideología, escritor. Papá dejó de escribir hace mucho tiempo. ¿Si lo leerías? Quién sabe, de un tiempo a esta parte dejó de interesarte lo que escribieran los hombres. Lo que sí es cierto es que papá fue tu primer referente del mundo intelectual y lo recuerdas por aquellas conversaciones de ‘‘hombres’’ que sostenía con tu hermano. Tú, sentada entre los dos escuchando sobre temas que no entendías y que nadie te explicaba. De vez en cuando la caricia condescendiente de tu padre comunicando que, aunque no hablara contigo, ahí estaba. Papá fue la primera persona que te hizo sentir que no eras inteligente. En alguna de tus sesiones tu terapeuta te preguntó por qué seguías llamando a tu padre escritor si ya no escribía y, en cambio, te sentías incapaz de tú denominarte escritora cuando llevas años intentando. Imagino que con tales antecedentes la búsqueda de los intereses propios se torne en un camino escabroso. ¿Con cuántas figuras masculinas te topaste para moldearte y encajar con el arquetipo de intelectual que se fomenta dentro de los espacios académicos? ¿A cuántas cosas renunciaste? ¿En qué parte del camino comenzaron a interesarte las publicaciones periódicas? Que llegaras a conocer el suplemento cultural sábado no fue del todo una casualidad. Un intelectual te lo mencionó y decidiste

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SER MUJER / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2021

ANATO M Í A DE L A CR Í TI CA


A NATOMÍ A D E L A C R Í T I CA

discurso e identidad en dicho contexto. Conocer todo lo anterior era importante para dimensionar qué lugar figuraba en todo esto un suplemento tan recordado como lo es sábado del unomásuno. El trayecto comienza en 1977 con Manuel Becerra Acosta, ex subdirector del periódico Excélsior, fundando el diario unomásuno. Esto como consecuencia de que Julio Scherer García fuese obligado a abandonar su cargo como director de Excélsior, a quien por solidaridad siguieron otros periodistas y reporteros: de esta manera, la situación se prestó para que se crearan nuevos medios de comunicación en México, pues fue el mismo caso con la creación del semanario Proceso y la revista Vuelta. El unomásuno encauzó el debate público y pronto se convirtió en uno de los periódicos más influyentes a nivel nacional. El suplemento de este diario fue sábado, como puede esperarse del nombre se publicaba en sábado para dar más competencia y abarcar más lectores más allá de los suplementos dominicales. Fue fundado por Fernando Benítez el 19 de noviembre de 1977, dirigido por éste y con José de la Colina y Huberto Batis figurando como jefe y secretario de redacción. Dentro del suplemento se publicaba de todo: crítica literaria, poesía, ensayo, cuento, etc. No te sorprendió mucho saber que la primera entrega de sábado abrió con un texto de Octavio Paz, en realidad, dado al renombre de los personajes anteriormente mencionados no te sorprendió en lo absoluto. Cuando visitabas los archivos para leer periódicos viejos y te llenabas los guantes de látex de tinta pensabas en muchas cosas. Pasabas los dedos por los encabezados y mirabas nombres y trayectorias que a ti te parecían tan lejanas. Una de esas trayectorias fue la de Benítez, tan amplia: periodista, escritor, historiador y editor. Creador de los suplementos culturales más importantes en el país. Una persona no puede hablar de periodismo cultural en México sin mencionar La Cultura en México en el diario Novedades, México en la Cultura de Siempre! o La Jornada Semanal, mucho menos, sábado. El reto del suplemento cultural del unomásuno fue comenzar y volverse relevante. El prestigio detrás de la figura de Fernando Benítez permitió que su suplemento se volviera el centro y escenario donde importantes figuras de la literatura se enfrentaban. ¿Octavio Paz o Carlos Monsiváis? ¿A quién le ibas? La

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¿QUÉ RONDABA POR TU CABEZA EN AQUEL ENTONCES? POCO TE DETENÍAS A PENSAR EN CUÁLES ERAN TUS PROPIAS INQUIETUDES.

verdad es que a ninguno, en este punto las discusiones intelectuales entre vatos ya te parecían extrañas y sospechosas. Debate político, subsidios, ensayos, buenas ilustraciones y cada vez más páginas: ésa fue la época de oro para dicho suplemento. Entonces llegó la decadencia y el año 1983, se fue Benítez y con ello muchos de los colaboradores de renombre. Fue Huberto Batis quien quedó al frente del suplemento y tú, tras seguir investigando, entendiste los dos puntos claves en su dirección: por un lado, dar más espacio a la polémica, por el otro, brindar visibilidad a las voces más jóvenes. A tu parecer, y al de muchos, el suplemento más controvertido de México fue aquel que se llevó a cabo bajo la dirección de Batis, así, puede tomarse como ejemplo la creación del Desolladero, una sección de correspondencia plagada de polémicas entre lectores y colaboradores. Y sí, lo admiraste. Y en tu mente también lo llegaste a llamar el maestro. Entendiste el papel que jugó sábado. Desde Batis, dio un drástico giro y comenzó a centrarse en lo actual como un medio que permitió reflejar las inquietudes de los nuevos escritores del país. Menos vacas sagradas. Nuevos aires. Más crítica. La divergencia incomoda y evidencia la jerarquización existente del medio cultural y artístico. En el caso de sábado sus opositores eran intelectuales o escritores ya institucionalizados. A este punto ya todo parecía ser una lucha, siempre un debate, una discusión y la firme creencia de que ciertas opiniones eran más importantes que otras. ¿Qué rondaba por tu cabeza en aquel entonces? Poco te detenías a pensar en cuáles eran tus propias inquietudes, preferías leer a hombres y mirar hacia un lado porque te diste cuenta que hacer las cosas a tu manera resultaba tristemente difícil.


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Para empezar, ni siquiera tenías una manera de en el ámbito literario. Tuviste un largo proceso hacer las cosas. Pasaste mucho tiempo sin apropiarte de cuestionamientos, te rodeaste de más mujeres, de tus intereses, que tomabas lo primero que encajaba exploraste otros temas y poco a poco les diste un con aquello que veías se hacía en la academia, la crítica lugar a tus intereses. literaria, el salón de clases. Intentando (y fracasando Y al fin te diste cuenta que no eras la única que se en la ejecución) hacer lo que otras personas sentía así. –principalmente hombres– hacían con tanta facilidad. De qué otra forma nos sentiríamos si en espacios Nada de lo que habías hecho hasta el momento era académicos escuchamos frases como “tu ensayo está completamente tuyo. Tu escritura, tus artículos, bien, quizás puedas publicarlo en alguna revistilla”, ensayos y tu investigación dicha por un profesor o “no se resumieron en actos de ¿DÓNDE TE MATARON me gusta hablar con mujeres complacencia. ¿Te acuerdas porque no me ofrecen una de los nervios que sentías LAS GANAS DE ESCRIBIR? plática intelectual”, enunciada por intentar resolver dudas, ¿CUÁNDO COMENZASTE por una académica. ¿Cuál es preocupaciones y obstáculos esa intelectualidad tajante que A PREFERIR QUEDARTE por miedo a que se pensara excluye a las mujeres? ¿Por qué que el motivo de estos era CALLADA? de entrada ya estamos fuera tu “incompetencia”? Por eso del debate? Te dio mucha preferías vivir en pausa. Posponiendo avances. tristeza darte cuenta, al hablar con otras mujeres en Te tomó muchísimo tiempo darte cuenta un taller de investigación, que muchas pasamos por que avanzabas sin ser parte realmente de lo que un proceso de masculinización porque en nuestros estabas construyendo. Nada de lo que hiciste contextos no hay un punto de referencia para fue suficiente. Todo por querer hacerte un lugar desenvolvernos de forma distinta. donde otros parecían desplazarse con tanta Masculinizaste tus intereses, tus procesos y tus naturalidad. Aprendiste mucho de aquello que métodos porque la manera en la que se concibe la no nació primeramente de ti, así se resume todo intelectualidad es una construcción masculina. lo que conoces de sábado. Y aunque parezca una Muchas lo logran, empoderarse a la manera de contradicción también hubo cosas que te gustaron ellos. ¿Pero qué pasa con aquellas que como tú no del proceso, adentrarte en el periodismo cultural, están conformes con esa idea? Se van a explorar por ejemplo. Agradecer que hubo antes un espacio otros horizontes. Se deshacen. Lloran. Resisten. para las disidencias como lo fue sábado, que hay Y renuncian. Como tú renunciaste a los ideales. personas que cimientan las pautas para quienes Los arquetipos. A tus deseos. A los hombres que quieren escribir, crear u opinar aún si no tienen una amaste. Porque en este punto ya no se trata de lo que gran trayectoria o experiencia: apostar a los jóvenes diga papá o alguna figura masculina, porque ya no siempre será un acto enriquecedor. El asunto es que estás dispuesta a escribir, pensar y hablar desde el a tu parecer eso ya no es suficiente. abismo. Desde hace tiempo dejaste de atribuirte bajo Se trata de pensar en qué espacios hay que el nombre de “incompetencia” la desigualdad que atravesar antes de la creación y la publicación. predomina allá afuera. Y, finalmente, comprendiste ¿Dónde te mataron las ganas de escribir? ¿Cuándo que eres la resistencia frente a aquellos que, aunque comenzaste a preferir quedarte callada? Te ni quieran lo sepan, siempre han tenido un lugar. resultaba frustrante darte cuenta que para ti la (Esta es una respuesta a la afirmación “Nunca voy a escritura no era un acto espontáneo. Externar tus entender por qué está tan enojada conmigo”. Entonces opiniones siempre generaba angustia. Pensabas y ahora había muchas razones. Pero no es algo personal. en quiénes eran aquellos que podían aspirar a Qué tal. En fin, los libros los devolveré el día en que nos estar en espacios cómo sábado, ser parte de la podamos volver a ver. Son tres, no lo olvido.) academia, formar parte de importantes círculos

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A N DA R A L A R E D ON DA

FLAMINGO VYBE / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2016

“LIBERTAD, AUTOGESTIÓN Y BARRIO”

ARMAS Y LETRAS: ¿Quiénes conforman el colectivo? COLECTIVO EDITORIAL AVENIDA AZTLÁN: En estos cuatro años de la revista, han pasado por ella Alejandra, Arnoldo, Carolina, Cecile, Dante, Fanny, Juan, Lucía y Tanía. Sin embargo, actualmente somos pocas las que seguimos. Siempre será un gusto conocer personas que compartan ideología con nosotras y quieran unirse al Colectivo Editorial Av. Aztlán, la invitación siempre está abierta. AYL: ¿En qué año y a partir de qué acontecimiento o acontecimientos surge? 29

ENTREVISTA CON EL COLECTIVO EDITORIAL AV. AZTLÁN CEAA: Principalmente fue una cuestión de amigas con similitud de ideas, con necesidad de tener un medio de comunicación impreso que contrarrestara lo rápido y virtual. Carolina tenía la inspiración de la revista Teen Angels Magazine, Arnoldo el periódico anarquista Regeneración de los hermanos Flores Magón. Mientras que Fanny, Alejandra y Carolina tenían una gran inquietud de continuar el trabajo fotográfico callejero que años atrás habían desarrollado. Justo en ese momento las tres salíamos de otro proyecto de fotografía callejera.


A NDA R A L A R EDO NDA

Un momento identificable fue mayo 2017 en una plática del Congreso Nacional Indígena en el bar Gargantúa, donde varias de nosotras estábamos presentes. Ya teníamos hecha una parte del primer número de la revista, pero ese día nos motivamos aún más en incluir la sección del CNI por más de un año en nuestra revista. AYL: Para ustedes, ¿qué caracteriza a las colonias que se encuentran entre la Avenida Aztlán y las faldas del cerro del Topo Chico, al norponiente de la ciudad de Monterrey? CEAA: Pensamos que es la historia de lucha y organización, principalmente por la manera en que muchas familias se asentaron en este territorio en los setentas, generación de nuestros abuelos y abuelas. Por otro lado, la cuestión del trabajo es algo que comparten en común muchas de estas familias, pues casi siempre han sido trabajos informales como resistencia al desempleo y a la falta de oportunidades. Desde trabajos de construcción, talleres de todo tipo, comercio callejero, recolección de basura y trabajo doméstico en colonias de clase media. Finalmente, todas estas colonias comparten una estética similar, desde el aprecio a la música Colombiana, estilos de ropa, gusto por el grafiti y la fiesta. Es por esta razón que siempre han existido grupos de jóvenes o pandillas que comparten estos mismos elementos, muchos con los cuales simpatizamos. AYL: ¿Existen elementos que las hermanen y / o que den sentido de identidad o pertenencia a sus habitantes? ¿De qué manera estos elementos se relacionan con los conceptos de libertad, autogestión y barrio? CEAA: Claro, nosotras nos sentimos identificadas con el barrio y su cultura. Nuestra identidad como mujeres ha sido permeada por el barrio, siempre hemos vivido en colonias populares. Nuestro interés parte del crecer e identificar los factores, precariedades, singularidades de cada uno de nuestros barrios. Nos encanta su cultura y sus formas de expresión. La curiosidad y ganas de dar a conocer las singularidades de estas manifestaciones es como comenzó la creación de la revista, vimos espacios en

MANEJAR ESTE PROYECTO CON AUTOGESTIÓN ES PORQUE NO CREEMOS EN QUE LA COMERCIALIZACIÓN DE NUESTRA REVISTA SEA ADECUADA PARA NUESTROS FINES, EL INTERÉS PRINCIPAL ES QUE SEA LEÍDA Y PARTICIPEN MÁS PERSONAS. nuestros barrios que no se veían en los canales de televisión ni en otras formas de noticias. Queríamos dejar los clichés de “ser de barrio”, donde hay esta idea de que todo aquel que viva en una colonia popular está ligado a la delincuencia o algún tipo de acto ilícito. Manejar este proyecto con autogestión es porque no creemos en que la comercialización de nuestra revista sea adecuada para nuestros fines, el interés principal es que sea leída y participen más personas. Agradecemos a la Cooperativa Soluciones ASEV quienes comparten ideología con nosotras y siempre han apoyado con la impresión de la revista. Nunca nos va interesar dar propaganda o ayudar a ninguna clase de políticos, creemos firmemente que si el barrio quiere y se organiza logra en colectivo lo que se proponga, y de ahí este último concepto de Libertad. AYL: ¿Qué respuesta han visto en el entorno a partir de publicar un medio que aborda de manera central las vivencias cotidianas de la localidad? CEAA: Al comienzo esperábamos una mejor respuesta por parte de los vecinos, hacíamos cada mes convocatorias esperando recibir historias, fotografías, dibujos, lo que sea que el barrio quisiera compartir. Sin embargo parte de Av. Aztlán ha sido entender las formas que tienen nuestras y nuestros vecinos para comunicarse. Ha habido resistencia y creemos que también inseguridad al momento de escribir cualquier aporte. No son colonias con una costumbre a la escritura ni a la lectura, por lo que no nos sorprende esta respuesta.

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Justamente van dos navidades que regalamos más de 200 libros a la comunidad, gracias a donativos de amigas y amigos. En un futuro esperamos encontrar más formas de que estas historias del norponiente sean contadas. Sin embargo, nos da ánimos que cada vez más las personas se familiarizan con el contenido, un ejemplo de esto puede ser las publicaciones en nuestra página sobre feminismo, en las cuales anteriormente había burla y rechazo y últimamente ha habido mucha empatía. AYL: ¿Qué respuesta han encontrado en lectores que no provienen de la comunidad? CEAA: Sí ha habido interés por miembros de otras comunidades, como por ejemplo de personas en el centro de Monterrey, sobre todo porque en algunos lugares de esa zona nos han ayudado como punto de distribución de la revista, fuera de nuestras colonias. Lugares que desde hace tiempo han sido parte de este proyecto y se van incorporando otros. Ha habido también acercamiento de académicos o alumnos de cine que les interesa conocer nuestro proyecto, en algún momento nos han entrevistado para conocer desde donde es que construimos como colectivo. AYL: ¿Qué recepción han tenido entre sus lectores el abordar temas como el aborto, los feminicidios, la violencia o la clausura del penal del Topo Chico? CEAA: Consideramos que las publicaciones barriales suelen tener enfoques que atraviesan problemas de la comunidad, pero dejando a un lado siempre la cuestión de las mujeres. Tal vez la revista crecería más si dejáramos a un lado esos temas que incomodan a nuestros vecinos, aborto, feminicidio,

AL COMIENZO EN NUESTRA PÁGINA DE FACEBOOK HABÍA TODO TIPO DE BURLAS Y HASTA ODIO HACIA LOS REPRIMIDOS POR LA POLICÍA. ACTUALMENTE ES MUY RARO QUE ESO SUCEDA. 31

desapariciones forzadas, brutalidad policiaca, etc. Pero la verdad es que no estamos dispuestas a ser solo una revista que trate memes, o videos divertidos del barrio. Pues justo creemos que ese contenido muchas veces refuerza el estigma o cliché de lo que es “ser de barrio”. Como anteriormente mencionamos los temas de feminismo han tenido mejor respuesta al paso de los años, al comienzo en nuestra página de Facebook había todo tipo de burlas y hasta odio hacia los reprimidos por la policía. Actualmente es muy raro que eso suceda y de alguna manera creemos que como revista hemos generado un pequeño cambio al presentar, persistir y explicar constantemente estos problemas. AYL: ¿Qué recepción ha tenido entre sus lectores el abordar temas como la cultura colombia, el arte callejero, la literatura y otras manifestaciones culturales? CEAA: Nos parece que sí ha habido mucha empatía, las personas se identifican con este fenómeno musical, actualmente hemos identificado que sigue sonando fuerte en los barrios y a las personas les gusta hablar, leer todo lo relacionado a esto. El arte callejero creo que entraría dentro de los temas con más presencia en el barrio, en lo personal a nosotras nos encantan estas dos formas de expresión cultural y creemos que son temas de gran interés y convocatoria, la literatura está presente en nuestros números pero no se aviva tanto o más bien no se compara con las primeras expresiones culturales mencionadas. Para nosotras es importante seguir convocando a que nos escriban, también en este aspecto hemos tenido participación de académicas y académicos en artículos o entrevistas, no nos cerramos a futuro a nuevas y nuevos participantes, entre más personas quieran participar, ¡Adelante!. AYL: ¿La mayoría de sus contenidos provienen de la misma comunidad? ¿Cuáles consideran que han sido los elementos para esa respuesta a su convocatoria? CEAA: Este ha sido el propósito desde el inicio de la revista, que su contenido lo formaran los vecinos y vecinas del norponiente, lo cual se ha logrado poco a poco. Como mencionamos anteriormente, las formas


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constantemente se genera dialogo en los comentarios y muchas veces enriquecen las mismas historias o recuerdos que publicamos, los van entrelazando a lo que ellos y ellas recuerdan y de ahí surge contenido propio de estas personas. Para nosotras el interés y la participación de las y los lectores son dos de los entramados más importantes con que se realiza la revista. Nos gusta y pensamos que es esencial que las y los vecinos del norponiente tengan un espacio para expresarse ya sea por medio de fotografías, ilustraciones, cuentos, anécdotas, noticias; cual sea su forma de participación es fructífero para el contenido. La intención siempre ha sido crear el espacio, el dialogo para toda aquella expresión de los barrios y la revista seguirá por ese camino, mientras sus habitantes lo sigan apoyando. RABBIT HOLE / SERIE: ALICE / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2019

han tenido que cambiar para lograr obtener las historias. Nos dimos cuenta de que si no era fácil recibir historias por iniciativa de las vecinas o vecinos, teníamos que buscarlas. Comenzamos a generar contenido por medio de entrevistas, sobre todo a las personas mayores. Buscamos esos relatos de lucha para que las generaciones actuales conozcan su historia, contada por las personas que lo vivieron. Nosotras también, como vecinas al norponiente, aportamos con fotografías, dibujos, escritos y todo en conjunto crea los elementos principales de nuestra revista, los cuales ayudan a que los y las lectoras se animen a enviarnos sus propios contenidos. Finalmente, la página de Facebook es muy importante también pues al publicar contenido

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“QUERÍA REEDITAR LIBROS QUE HABÍAN PERDIDO LOS DERECHOS DE AUTOR, SOBRE TODO DE CIENCIA PORQUE SIEMPRE TIENEN ILUSTRACIONES

FLAME PRINCESS / SERIE: ADVENTURE TIME FAN ART / TÉCNICA DIGITAL / AÑO: 2015

Y GRABADOS MUY HERMOSOS.”

ENTREVISTA A ARANZAZÚ PÉREZ, DE LA FANZINERÍA RICOS JUGOS ¥¥DANIELLA DEL SOL MALDONADO PÉREZ

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bicado en Guadalajara, Ricos Jugos es un espacio donde pueden adquirirse fanzines e ilustraciones independientes, además de encontrar jugos y talleres. Ofrece un espacio creativo a artistas y a cualquiera que quiera dibujar, pues, en palabras de su fundadora, “Dibujar horrible también es dibujar”.


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DANIELLA DEL SOL MALDONADO PÉREZ: ¿Cómo surgió la idea de crear un lugar donde se juntaran los jugos y las publicaciones independientes? ¿En qué se complementan? ARANZAZÚ PÉREZ: Siempre me hacen esta pregunta y creo que siempre contesto cosas diferentes. Honestamente no sé bien cómo surgió, creo que no existe el momento aislado en el tiempo en el que mi cerebro hizo sinapsis y se me ocurrió esta idea, solo fue que se presentó la oportunidad de hacerlo. Me gustan los jugos y me gustaba la idea de tener un lugar en donde vendiéramos autopublicaciones. Yo venía de estar vendiendo playeras y pósters en bazares y pensaba que podría hacerlo, pero tener un local no es lo mismo, es mucho más difícil y angustiante. DSMP: ¿Tenías experiencia con los zines, el arte autogestivo o las publicaciones independientes antes de este proyecto? AP: Antes de abrir la tienda tenía un proyecto en el que distribuía playeras y pósters con imágenes de astronomía antiguas, de ahí salió mi interés por la posibilidad de hacer libritos de manera independiente. Quería reeditar libros que habían perdido los derechos de autor, sobre todo de ciencia porque siempre tienen ilustraciones y grabados muy hermosos, y aunque nunca lo hice, también me gustaría hacer facsímiles de libros viejos o cositas así.

creadorxs de fanzines a quienes invito a distribuir, pero prefieren no traer sus cosas a la tienda y distribuirlas por su cuenta, lo cual está perfecto. Ocurren los dos fenómenos. No creo que hayamos creado una comunidad, si no que llegamos a participar de una, que chica o grande estaba existiendo desde siempre. DSMP: ¿Se han topado con resistencia, obstáculos o confusión de las personas ante los zines? AP: El mayor obstáculo es que no es rentable, es una tienda bonita que se sostiene gracias a que tengo apoyo por otros lados. Un objeto como el zine, que también por definición debería ser barato, no puede sostener los gastos fijos de un negocio. El zine tiene como intención hacerse y ya, no necesariamente convertirse en un negocio rentable, hablando de dinero. Este modelo de negocio es contradictorio en sí mismo. Entonces quizá el mayor obstáculo es que día con día, o, mejor dicho, mes con mes, dudo de la viabilidad de este espacio. No es que no recibamos apoyo, pero me pregunto

NO / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2021

DSMP: ¿Cuál fue el momento en el que pensaste en la posibilidad de convertirte en distribuidora de este tipo de material? AP: Desde que abrimos Ricos Jugos esa fue la idea. Más que gustarme los fanzines, me gusta que la gente los haga. Que decida agarrar un montón de ideas, acomodarlas y reproducirlas para luego distribuirlas. DSMP: Nos parece que su local es una gran manera de poner los fanzines a la vista del público en general, ¿han visto a su comunidad crecer con gente que antes no consumía o sabía sobre ellos? AP: Me gustaría decir que sí, pero realmente no sé si sea directamente por la tienda. Me ha pasado que llegan personas que no sabían qué es un fanzine y se llevan uno o se animan a hacer uno. También hay

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¿qué sería que nos apoyen? ¿que compren millones de fanzines? No es que existan millones por ser comprados. Realmente es algo que me preocupa y me hace dudar de la importancia de un espacio como este. A pesar de ser bonito, no deja de ser un capricho particular que se sostiene por un deseo personal que al final es frágil, sobre todo en tiempos como los que estamos pasando. ¿Qué importancia tiene que exista este espacio, o que dejara de existir? Si desapareciera, eventualmente habría otras pequeñas resistencias o “deseos personales”, por así llamarlos, que llegarían y luego desaparecerían cuando se venzan, cansen, o consigan un trabajo que sí pague las cuentas. Tengo muchas preguntas sobre esto y me gustaría preguntarle a la gente por qué se interesa en Ricos Jugos. DSMP: ¿Qué ofrece un zine que los medios

LAS VENTAJAS QUE TIENEN LAS AUTOPUBLICACIONES SOBRE LAS PUBLICACIONES CONVENCIONALES SON LA LIBERTAD, INDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA, PERO ESTO SIGNIFICA QUE TODAS LAS RESPONSABILIDADES, ECONÓMICAS, CREATIVAS Y DEMÁS, RECAEN SOBRE TI. institucionalizados no? ¿Qué intereses, experiencias o inquietudes han observado que llevan a alguien a acercarse desde lo institucionalizado a los fanzines? AP: Una de las cosas que creo que hace atractivo al fanzine sobre una publicación institucionalizada podría ser la accesibilidad para hacerlo sin esperar a que sea aceptada, validada o permitida por una editorial o institución oficial. Las ventajas que tienen las autopublicaciones sobre las publicaciones convencionales son la libertad, independencia y autonomía, pero esto significa que todas las responsabilidades, económicas, creativas y demás, recaen sobre ti. Sin embargo, tú decides cómo las

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sorteas y cómo resuelves tu publicación. Creo que muchas personas se acercan a la autopublicación por un deseo personal de ver sus dibujos y sus ideas en las manos de otros, y ese deseo de compartir puede provocar que alguien haga un zine y lo distribuya. También creo que cuando la gente llega a la tienda y ve que se pueden hacer esos “libritos”, sienten que es tan fácil que cualquiera puede hacerlo, entonces eso les contagia el deseo de hacerlo. Eso es lo que más me gusta de estar en Ricos Jugos. Alcanzar a ver ese momento en donde alguien se da cuenta que tiene ganas de hacer algo por el simple hecho de disfrutarlo y compartirlo. DSMP: ¿Qué experiencias particulares encuentras en la edición, ilustración, promoción, etc. de los fanzines, que no se ven en otros medios? AP: Una cosa particular que encuentro en los fanzines y que creo que es parte de lo más valioso de esta práctica es que no es una actividad solitaria. A pesar de partir de la idea de la independencia o autonomía, casi siempre las personas cuentan con alguien más para hacer el zine o la publicación. Algún amigx les platicó de los zines, les acompañó a la copiadora, les sirvió de editor, o como en el caso de los zines colaborativos, se hacen en colectivo. Sin esa camaradería sería difícil distribuir, intercambiar, platicar, editar o pensar tu zine. DSMP: ¿Podrías enumerar la riqueza de técnicas que rodean tanto al arte del fanzine como al de la publicación independiente, como el collage, la ilustración, la serigrafía, etc.? AP: Existen muchas técnicas de ilustración, ya sea análoga o en digital. De la análoga hay desde las técnicas más convencionales hasta más intrépidas y especializadas, como los grabados, pasando por el collage y la fotografía. Hablando del medio que utilizan para reproducirlo entran la fotocopia, la serigrafía, la risografía, impresión digital, etc. DSMP: ¿Cómo comenzó a crecer la comunidad de Ricos Jugos? ¿Fue difícil conseguir zines al principio? AP: Lo que nos ayudó a darnos a conocer y que la gente viniera fueron lxs amigxs y las reuniones de dibujo, que eran abiertas para quien quisiera venir


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a dibujar un tema en específico, a veces con algún artista invitado. Ahora por la situación sanitaria esos encuentros se terminaron, pero espero que pronto regresen. Al principio no recuerdo que hubiera sido muy difícil conseguir zines, la gente fue amable y confió en dejarnos sus publicaciones para distribuir. DSMP: ¿Qué estrategias les han ayudado a darse a conocer entre artistas y autorxs independientes, y a crecer? ¿Pertenecen a alguna red, comunidad o círculo de artistas que les apoye o facilite esto? AP: Mi esposo hace cómics y autopublicaciones desde hace tiempo, eso me sirvió porque la gente lo ubicaba, además de que me ayudaron amigos y conocidos. A la vez, el tener la tienda me ha ayudado a conocer personas que se dedican a esto y los he invitado a participar. Me he dado cuenta de que las personas que más se acercan a la tienda no son necesariamente personas que se dediquen a la ilustración, sino gente que lo disfruta en general. Cuando hacíamos los encuentros de dibujo iba mucha gente que sólo quería ir a dibujar con sus amigos, gente que nunca había visto en mi vida. Me sorprendía que extraños vieran una actividad en un local de jugos y se animaban a ir sin conocer a nadie. Esa es la gente que salva al local. DSMP: Existen dinámicas y violencias que nos atraviesan como mujeres en diferentes áreas de nuestras vidas. ¿Cómo estas se manifiestan en tu práctica cotidiana o motivan lo que haces? ¿El feminismo o alguna otra reivindicación juega un papel en esto? AP: La más primaria y básica que se me ocurre es que piensan que la tienda es de mi pareja y que yo le “ayudo”. Hombres que son condescendientes conmigo, me quieren explicar cosas, o buscan hablar con “el dueño”. Antes me enojaba, pero aprendí a aceptar que

ESA ES LA MAYOR VENTAJA DE LA AUTOGESTIÓN. QUE LA MAYORÍA DE LAS COSAS SE HACEN PORQUE SÍ, PORQUE TE PARECEN VALIOSAS. solo es una muestra de la realidad en la que vivo. Las otras, del día a día, son frustrantes y llegan a ser un motor para seguir haciendo lo que me interesa y lo que creo justo. A mí me interesa tener un negocio que proponga cosas políticamente. He decidido no aceptar cosas con las que no estoy de acuerdo, que me parecen injustas o solamente interesadas en el asunto de ganar dinero. No me interesa involucrarme, ni trabajar mercantilmente, con personas o actividades que no respeto y representan lo contrario a lo que queremos difundir. DSMP: Por último, ¿cómo describirías la libertad y capacidad para experimentar que tiene el arte autogestivo, que no se dan en espacios de arte institucionalizados? AP: Quizá la mayor ventaja, más que la libertad discursiva que podrías tener al ser autónomo, es la libertad de hacerlo sabiendo que no va a tener ningún fin. Es difícil gozar de esa libertad y no padecerla. Decir: “Voy a hacer esta publicación, este póster, este dibujo, esta juntada para dibujar, nada más porque quiero”, sin pensar en likes, o en traducir esa creación en dinero, porque no lo hará. Esa es la mayor ventaja de la autogestión. Que la mayoría de las cosas se hacen porque sí, porque te parecen valiosas. Eso es lo que hay que defender. Como dice Pablo Fernández Christlieb, psicólogo social mexicano: “Defender el derecho de sentarse en una silla al sol”.

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ÍNSULA

Las líneas que nos interseccionan ¥¥LAIZA ONOFRE

Juntos / Serie: Ilustraciones para Girls Globe / Ilustración digital / 2017

Parteras / Serie: Ilustraciones para Girls Globe / Ilustración digital / 2017

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Í NS UL A

Vínculo / Serie: Ilustraciones para Girls Globe / Ilustración digital / 2017

Maternar / Serie: Ilustraciones para Girls Globe / Ilustración digital / 2017

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ÍNSULA

Un estallido de color y de formas orgánicas ¥¥GABRIELA MEDELLÍN

Inocente / Ilustración digital / 2020

Capullo / Técnicas mixtas / 2020

2020 / Técnicas mixtas y retoque digital / 2020

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Í NS UL A

Medios que no piden permiso ¥¥IRASEMA FERNÁNDEZ

Salva a una niña / Serie: Narrativas Móviles / Papel y tinta china / 2021

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ÍNSULA

Violencia Institucional Machista / Serie: Narrativas Móviles / Papel y tinta china / 2020

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D E A RTES Y ES P EJ I S M O S

MARCHARÍAN SOLO PARA CONVERTIRSE EN SUS PROPIAS PINTORAS Conversaciones con las ilustradoras Laiza Onofre, Gabriela Medellín, Olivia Fainsod e Irasema Fernández ¥¥ELISA HERNÁNDEZ

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ecientemente, tuve la oportunidad de conocer a cuatro morras que rifan haciendo un trabajo increíble. Lo mejor del proceso fue c o i n c i d i r : todas somos m u j e r e s , que habitamos espacios distintos, que tenemos edades, procesos y vidas diferentes; sin embargo, a pesar de no haber cruzado palabra antes, y teniendo de por medio esta pantalla, las fallas del internet, los problemas con los audios, puedo decir que sentí una cercanía extraordinaria. En esta nueva normalidad, donde lo extraordinario pareciera más habituado a nosotrxs

que cualquier otra cosa, en la que nuestra interacción se limita a vernos o tal vez solo escucharnos, debo decir que me tomó por sorpresa poder sentir una empatía tan profunda con rostros y voces nuevas. “Mira mamá, hice amigas en pandemia…” y creo que, de manera resumida, para eso sirve el arte. Sin estar segura de “¿qué es el arte”, sí estoy segura de que muchos de los miles de puntos que nos atraviesan como personas conectaron gracias a una sola cosa (estoy mintiendo, fueron muchas, pero me encanta hacerla de emoción): somos c r e a d o r a s . 42

BUDDHA / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2019

SI A LAS FLORES DEL BODEGÓN LES SALIERAN PIES, NO SE MARCHITARÍAN…


D E A RT E S Y E S PE J I S MOS

L A I Z A O N O F R E Y EL ESPACIO A UN LADO DE LA PEQUEÑA TAZA DE CAFÉ

P A R A M Í el tema de la creación, ya sea la ilustración, la música, escribir… es como con esta intención de hacerme una realidad habitable, y más o menos s e g u r a . Y que esta realidad habitable paralela pueda ser p a r a o t r a s p e r s o n a s . Si algo M E G U S T A R Í A que la gente recordara de mí es: “me dio ese espacio bonito”, como una forma a r m o n i o s a , de una forma l i n d a . De pronto siento que el arte, o bueno, l a c r e a c i ó n a r t í s t i c a A M Í me ha funcionado como este espacio donde puedo seguir con la vida. Es como este espacio que te da vitalidad para seguir con toda la mierda que implica vivir de pronto…

Cuando conversé con Laiza por primera vez fue por medio de un correo muy profesional que intentó ocultar mi inexperiencia en el mundo adulto de la entrevista y la comunicación. Curiosamente, ella tiene una manera especial de hacerte sentir cercana, y justo en el momento en el que me identificó como cachanilla, los kilómetros que nos dividen entre la tierra cálida y Monterrey, donde ella vive, se comenzaron a desvanecer. El segundo momento que recuerdo en el que me sentí bienvenida por Laiza, fue cuando noté que ambas, en la entrevista, sosteníamos una taza que nos acompañaba en la plática. Pudiese pasar como algo desapercibido, es bastante común acompañar el trabajo de escritorio con una bebida apapachadora que te invita a no rendirte, sin embargo, una vez que comencé a observar detalladamente el trabajo de Laiza, no pude dejar de pensar en tazas de café. En Mexicali, debido a que el calor no nos permite realizar muchas actividades, la raza brava comenzó a crear distintos espacios cafeteros para poder pasar las tardes, convivir y charlar. Por otro lado, como respuesta a las dificultades que imponen algunas instituciones locales (acaparadas por artistxs veteranxs) para ampliar su catálogo de expositorxs, y como consecuencia de su poca apertura a tratar temas diversos, actuales y, lo que algunxs llaman p r o v o c a d o r e s , comenzaron 43

a generarse fusiones entre estos espacios cafeteros y artistxs, dando como resultado espacios independientes. Pienso en lo que Laiza relata a cerca de sus experiencias como estudiante de artes visuales. Dedicada a la experimentación en un primer momento, descubre en la ilustración un lenguaje que le permite generar un encuentro entre estas dos grandes estructuras que tienden a conformar el mundo del arte, y que suelen chocar: por un lado, la parte romántica de lx artistx creadxr, expresivx que busca comunicar; por otro lado, lo conceptual y lo racional, también, lo que Laiza nombra como el lado m a s c u l i n o del arte. Para ella, el arte intelectual en exceso deja de cumplir con su función esencial, que es la de entablar relaciones. Cuando miramos el trabajo de Laiza, notamos la manera en que las líneas se cruzan. Las ilustraciones no hablan en exceso, sino que muestran lo esencial, de una manera sutil y delicada. Lo primero en lo que reparé, es la manera en la que Laiza retrata las relaciones entre personxs. Ya sea tomadxs de la mano, rozando cuerpo a cuerpo, creadxs por una misma línea que se vuelve infinita. P A R A M Í , algo importante y relevante del trabajo artístico es que se mantenga en movimiento. Y también, creo algo importante del quehacer artístico, bajarlo de esta elite intelectual, como si fuera algo solamente de personas tocadas por la inspiración o por la creatividad. Bajar el mensaje a algo que pueda ser entendible y agradable para todos y todas… C R E O que se tiene que replantear el lugar del artista también, del creador, de la creadora, tiene que ser un lugar más h u m a n o .

En su tesis, Laiza trabajó un proyecto sobre arte correo durante un intercambio en Chile. Consistía en mandar postales que pudieran ser intervenidas por lxs destinatarixs. La idea de la postal como un mensaje enviado por Laiza se cultiva como una comunicación inconclusa, en la que este mensaje depende de lx otrx personx para poder consolidarse. De la misma manera, Laiza concibe el espacio. Así como las líneas que vemos unirse en el universo micro entablado en sus


D E A RTES Y ES P EJ I S M O S

ilustraciones, estas trayectorias a lo largo del globo, mantenían cierta unidad más allá del espacio, en el que, como la creadora lo explica, busca hacer sentir a lxs otrxs parte de… esa nueva realidad h a b i t a b l e , tal vez en papel, tal vez en letras, pero siempre paralela a nuestro mundo físico. Yo no conozco a Laiza en el mundo físico. Trabajó como docente tanto en las artes como en historia. Para ella existe una deuda histórica muy fuerte y parte de su intención es tener más acercamiento con contenidos creados por mujeres. De la misma manera, el feminismo es un tema recurrente en sus piezas. Laiza nos habla desde su propia experiencia, sus cuestionamientos, su E L L A . Es introspectiva, y vemos retratada a la mujer desde el tema de la relación con su cuerpo, con la s o r o r i d a d , con la maternidad, con las distintas esferas que nos llegan a permear en distintos momentos. Las líneas que dibuja Laiza son el reflejo de las líneas que nos interseccionan, atraviesan, definen, desdibujan y vuelven a surgir en algo tan etéreo como una flor.

G A B R I E L A M E D E L L Í N Y EL BRILLO DE LA PUPILA QUE REFLEJA LO QUE VE

M I I L U S T R A C I Ó N siempre es un grito de mis sentimientos, es un grito de mis emociones, y, al yo tener esa visión de lo que es el arte y la ilustración, creo que todos podemos también ser a r t i s t a s, todos podemos e x p r e s a r n o s de la misma manera, y no está mal. De la manera en que lo quieras hacer, no está mal, siempre que tú estés poniendo algo de ti, como yo intento poner algo de mí en todo lo que hago.

Hay personas que no le temen a ser vistas. Estas personas suelen entrar a los espacios y dejar una especie de resonancia. La manera en la que Gabriela se presenta es imponente, para nada titubea. Cuando caminas por la banqueta, es muy común ver que las raíces buscan asomarse de entre el cemento que tanto nos aferramos a imponer sobre la tierra. Esta es solo la intención de lx humanx de volver el camino

más transitable. Pero, hablar con Gabriela es como detenerte a cuestionar… ¿qué estamos buscando tratando de hacer más sencillo y transitable el camino? Cuando, por sí solo, ya tiene una función, un propósito, y aquello que es natural e inherente a la vida, es completamente disfrutable. Gabriela vive en Monterrey, pero nació en Ciudad Obregón, Sonora. Me platicó acerca de su decisión de estudiar arquitectura, pues ve en el campo la fusión tanto del arte, como de las ciencias que tanto le parecían interesantes, como la física y la matemática. Aun así, su encuentro con las artes fue, a su descripción, algo inevitable. Lo que comenzó desde niña como una inclinación por el gusto hacia lo artístico, terminó por verse influenciado por la experiencia visual de la fotografía, transformando sus proyectos. En preparatoria se encontró con la literatura, comenzando así, de manera introspectiva, a generar retratos de temas íntimos, relacionados a emociones y experiencias, desde la pérdida y conceptos trascendentes, como la reencarnación. Creo que Gabriela no es del tipo de persona que tema enfrentarse a lo que somos capaces de sentir. Desde su perspectiva, estamos atravesando por un tiempo en el que solemos aparentar muchas cosas en nuestras redes sociales, y nos esmeramos en crear un retrato ficticio de lo que realmente somos. Concuerdo enormemente con ella. Su trabajo, cultivado desde la experiencia autodidacta y posicionado desde el lenguaje pictórico diverso, que mezcla distintos materiales y recursos, tiene como pilares fundamentales la e x p r e s i ó n , la figura femenina, el rostro y la m i r a d a. Desde hace tiempo he intentado encontrar una conclusión apropiada, o por lo menos general, acerca de lo que llamamos femenino. Se le suele relacionar con lo íntimo, con lo que es propio de lo micro, que no pertenece al mundo exterior. Sin embargo, considero que sin esa intimidad no podríamos medir la inmensidad externa, y que tanto una como la otra, son importantes, y n i n g u n a e s p r o p i a d e u n g é n e r o e s p e c í f i c o . El asumir nuestro trabajo como femenino es más bien un posicionamiento desde la experiencia empírica de lo propio de ser mujer, sea lo que esto signifique.

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D E A RT E S Y E S PE J I S MOS

Gabriela habla desde la nostalgia, y se atreve a retratarla como algo digno, cuando estamos acostumbradxs a rechazar la emoción, a sentir que nada tiene que ver con la plenitud. Pareciera en un primer momento que el estallido de color, lo orgánico de las formas, buscaran decirnos otra cosa, pero su intención como creadora es darles protagonismo a las miradas de los retratos.

S E N O S señala mucho como mujer, la típica de que te sientes un día triste y ‘estas en tus días’, N O , soy un ser humano, estoy t r i s t e , me siento mal, así como tú también te puedes sentir triste. Si tú como h o m b r e lo quieres reprimir, por lo que se te ha impuesto y enseñado en la sociedad que es malo, pues es ya un pensamiento tuyo que deberías c a m b i a r … Lo que es sentir como mujer, que ha sido m e n o s p r e c i a d o y reprimido muchas veces por ese tipo de temas a lo largo de la historia humana…

Adentrándose también como autodidacta en la ilustración digital, Gabriela es propietaria de la página en redes sociales conocida como Water Desert Art. Por medio de estas plataformas ha compartido su trabajo, experiencia y procesos, permitiéndonos ahora ser parte del otro lado de este mito bohemio de lx artistx que se encierra en su mundo para crear. Gabriela tiene una intención completamente diferente… Hablar a través de M I S I M Á G E N E S , hablar lo que mucho tiempo callo o he tenido que callar; como a través de la ilustración, como si fuera hasta cierto punto una terapia, poderlo soltar de una forma en la que yo sé que no soy la única que puede sentirse así, que tal vez hay otra persona que no sabe lo que está sintiendo o no sabe cómo e x p r e s a r l o , entonces, de alguna manera decir no estás sola.

Aun así, ha sido cuestionada por usuarios varones a cerca de su falta de retrato de figuras masculinas, con lo cual ella ha sido bastante tajante al respecto… ¿Por qué me quieres imponer que dibuje hombres, si yo no quiero dibujar hombres? M I T E M A y lo que yo quiero expresar va más arraigado al tema de la mujer.

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Su trabajo se convierte entonces en una especie de proceso, que se gesta en las palabras, para posteriormente traducirlas en imágenes con la intención de que el mensaje sea claro, que, de esta manera, se pueda establecer una relación de empatía con lxs espectadorxs. Cuando Gabriela me dijo que le interesa especialmente la mirada fuerte, me comentó que es un rasgo característico asociado a ella. En distintas ocasiones le han preguntado si sus piezas son autorretratos. Aclaró que nunca se ha utilizado a ella como un referente, sin embargo, logra hacer algo muy curioso, y es que, al llenar tanto de experiencia y propósito su trabajo, es muy difícil no pensar estos dibujos, no tanto como autorretratos explícitos, sino más bien de una interpretación de sí misma, de su realidad y su experiencia. Gabriela se vuelve así el reflejo de sí misma en todas nosotras. Creo que, a fin de cuentas, eso es el feminismo. Debemos reconocer en el acto de que una mujer se retrate o retrate a la mujer como tal, por más abstracto que esto sea, un posicionamiento político de intentar recuperar todos estos años de historia y arte en el que nuestro lugar era ser el de las musas. El color en las piezas de Gabriela busca decirnos que está bien reconciliarnos con nuestras emociones. Que hay felicidad más allá de aquello que está condicionado o estereotipado con lo a m a r g o . La emancipación de nuestros sentires tiene una lucha tan larga y perpetua como la de la mujer. Con respecto a todo este tema de las ilustraciones, con el feminismo, lo del 8 de marzo, fue una manera, de, como todas, sufrí a c o s o toda mi vida, lo sigo sufriendo cuando llego a salir a la calle. Entonces, para mí, sí quiero hacerlo, porque Q U I E R O G R I T A R , lo que no he podido gritar cuando alguien en la calle me dice algo, o cuando alguien me quiere agredir. Ante todo este tipo de situaciones, fue mi manera de Q U I E R O G R I T A R L O Y O T A M B I É N , y lo voy a gritar a través de una ilustración. Yo sé que este grito que voy a dar, muchas lo van a escuchar con solo ver la imagen.


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S I E N T O que yo, mi persona, me cuesta mucho e x p r e s a r m e verbalmente. A veces siento que mi cabeza va a mil por hora, y que, al momento en que sale de mí, no es el mensaje que quería decir. Pero a la hora de ilustrarlo, (yo soy una persona muy v i s u a l ) siento que es más claro, que puedo comunicar lo que n e c e s i t o .

O L I V I A F A I N S O D … Y CÓMO PONER EL GLITTER EN EL ASIENTO DESOCUPADO SOBRE LA MESA

A J O N J O L Í es a m o r en brochazos, es una carta abierta al corazón que habla por medio de reflexiones de cómo son más nuestras s i m i l i t u d e s que las diferencias humanas, generando en eco un apapacho c o l e c t i v o .

Cuando pienso en el feminismo, recuerdo la facilidad con la que iniciaban las relaciones y amistades cuando teníamos menos de diez años. Generalmente todo era desencadenado por la simple pregunta: ¿quieres ser mi amiga? Así, sin más, confiando en el interés por querer compartir lo más sagrado en la infancia, los juegos. De un momento a otro y con cuatro palabras, una desconocida se convertía en confidente. Hablar con Olivia fue transportarme a ese momento en el que sabes que tienes una nueva amiga, solo que ahora aquello sagrado que tenemos en común, es la creación. Estoy segura de que si en la primaria hubiera tenido libros ilustrados con imágenes como las que crea Olivia, mi acercamiento con la lectura hubiera sido muchos años antes. Además de que su formación parte desde la animación, ilustrar es su verdadero propósito. Su meta, dedicarse a hacer libros para niñxs. Actualmente se dedica a producir y manejar su cuenta Ajonjolí Art desde distintas redes sociales, donde difunde contenido con temáticas variadas. Parte desde la cultura popular, pero también reflexiona temáticas relevantes, como lo son el feminismo, la solidaridad, sobre todo a otros movimientos como la lucha LGBT+, pasando también por la salud mental, la empatía, lo mexicano y también, lo que para ella significa ser mujer. Olivia habla de su proceso como algo que se cultiva desde, por y p a r a e l l a , pero que resulta t r a n s f o r m a d o en una herramienta para conectar con lxs demás. Lo describe como una forma de comunicarse más sinceramente, pero también refleja su nivel de compromiso, no solo hacia su persona, sino con todo lo que la rodea.

Entonces, en esta asimilación de la realidad, Olivia recurre a su i n t u i c i ó n para crear. Después de charlar con ella pude darme cuenta de que la base de su trabajo son las emociones, ya que, analizando sus piezas desde diferentes perspectivas, llegamos desde todas las vertientes a este punto común en el que nos encontramos de frente con el concepto de la humanidad. P A R A M Í fue como no sentirme sola en mi cabeza, como a veces me siento. Como poder decir: ¡ah mira estoy conectando! Hay gente que se siente igual que yo. Hasta cierto punto, les ayudó mi ilustración a sentirse también parte de un a l g o. Siento que creo comunidad con mis ilustraciones.

Su trabajo la hace feliz, y busca que lxs espectadorxs sientan lo mismo, una especie de a p a p a c h o . Pero al mismo tiempo, todo está relacionado a un proceso personal en el que ella se habla a sí misma. En la búsqueda de un estilo propio encontró un tipo de sello personal en los detalles que agrega al momento de trabajar. Los patrones, las texturas, la variedad de estilos que intercala. Sus ilustraciones están elaboradas con la intención de agradar, para posteriormente invitarte a reflexionar: ¿Cómo ser mujer? ¿Cómo es ser un ser humanx? Solo para que podamos concluir que, sea cuál sea la respuesta, es una decisión intima, única, y que, bajo el halo de la dignidad individual, cada quién encontrará su propia respuesta correcta. Olivia lo que hace es abrir un pequeño universo, correr un espacio en la mesa, preparar una taza de té y pedir que te detengas a a p r e c i a r . Considero que justamente esta capacidad de contemplación es la única que realmente distingue lxs humanxs.

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Hablamos también del arte político. Recordé una discusión acerca de las estéticas generadas para poder hablar de temas considerados violentos. Lo considero un terreno ambiguo, en el que solo lx creadorx podrá delimitar aquel lenguaje que corresponde a la situación específica. Pero también pensé en esta idea de que debemos mostrarnos fuertes todo el tiempo, y de cómo se espera que esa fortaleza sea coherente con lo asociado al temple fuerte. Olivia por medio de su arte, busca recordar este lado humanx en el que está bien no estar bien todo el tiempo, saber pedir ayuda. Nada de esto pone en cuestionamiento nuestra fortaleza, por el contrario, hace falta mucha determinación para ceder y aceptar nuestros límites. S I E N T O Q U E este mundo de fantasía, de flores, brillos, colores y que podría caer en el estereotipo, porque las mujeres somos m á s que eso, obviamente, pero es como un acto de pelea, el a p r o p i a r t e de esto y que sea parte del empoderamiento. Siento que eso también se refleja un poco en mi trabajo, que tiene esto super hiper feminizado, tierno al máximo, porque me empodero de eso.

Define su propio trabajo como femenino, en el sentido que va más allá de reafirmar roles estéticos. Busca compartir su perspectiva de distintas situaciones, en las que muchxs podemos sentirnos vulnerables. Podemos apreciar en sus piezas una especie de sugerencia a pensar en el retrato de la mujer como una identidad completamente libre de d e c i d i r . Sus imágenes nos dicen que, si a lo largo de la historia nos han dicho que la mujer debe ser hermosa, vamos a serlo bajo nuestros propios términos, ya no porque sea un deber, sino porque en realidad, todas ya lo somos, y somos perfectamente capaces de elegir cómo representarlo. Al final lo más humano que queremos es ser a c e p t a d o s , ser queridos como somos, ser valorados, entonces, siento que va mucho de eso mi l u c h a… El día que yo ya no esté aquí, en esta tierra, creo que mi trabajo lo hago también pensando en dejar como una especie de l e g a d o algo, un bonito recuerdo, m í o .

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I R A S E M A F E R N Á N D E Z Y LA PUERTA ENTREABIERTA QUE DEJA ENTRAR LA LUZ DE LA CALLE

M E G U S T A R Í A que cuando la gente piense en lo que yo hago, piense que es arte c o m u n i t a r i o . Que si llegamos a un lugar donde tenemos voz, tenemos que darles espacio a otras voces, tenemos que no ocupar espacio por o t r a s y o t r e s , tenemos que hacer que esa voz se e x t i e n d a , que no estorbe a otras mujeres racializadas, a otras mujeres en otros estratos sociales, a mujeres migrantes, mujeres trans, mujeres discriminadas, mujeres indígenas… Que mi trabajo pudiera servir para que otras creen sus propias narrativas y sus propios e s p a c i o s .

Recuerdo que la primera semana de clases en la facultad de artes la dediqué a vagar por la ciudad buscando murales. En Mexicali hay un espacio, cerca de las notarías y despachos jurídicos, conocido como el pasaje del arte. Los murales se han convertido en parte de lo que es el paisaje urbano. Incluso, se han llevado a cabo eventos para homenajear artistxs localxs que dedicaron su trabajo a ir más allá de la pintura de caballete. Cuando charlé con Irasema, ella se encontraba en Alemania. Para ella eran las ocho de la noche y para mí el día acababa de comenzar: 8M del 2021 y ya estábamos hablando sobre que “todo arte es político”. Si alguien sabe de eso es Irasema. Su formación viene de las letras. La ilustración comenzó a manifestarse a través de pequeños dibujos en cuadernos, también en diarios. Empezó a compartir estos productos y la gente respondió. En poco tiempo, el deseo de salir del cuaderno ya era evidente. Irasema saltó de las páginas intimas a buscar paredes públicas. El arte callejero siempre había sido de su agrado, y cuando platica acerca de su perspectiva, todo este mundo burocrático y mitificado de LOS genios en las artes, pareciera cada vez más absurdo. El arte postrado en las galerías termina por reflejar un capricho banal y meramente económico del mundo del arte.


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Entre los temas que enuncia, predominan la violencia de género, el derecho a la protesta, la defensa de los derechos humanos de la comunidad LGBT+, la autoerotización y la sororidad. C R E O Q U E , cuando caminaba por las ciudades, siempre me gustaba observar los murales, el street art. No sé, siempre era muy p e r c e p t i v a a esos mensajes. Yo creo que todxs somos, como, si vemos algo, nunca somos indiferentes a las cosas que vemos en la calle, y menos cuando se trata de a r t e en la vía pública. Yo quiero hacer eso.

Así, se volvió parte de un colectivo llamado Mujeres desde la periferia. Se dedicó a crear un vínculo entre la imagen y el texto. Podemos reconocer en sus piezas consignas feministas dispuestas de tal forma, como una especie de trampa atractiva, que a fin de cuentas terminará dando el mensaje. De igual forma reconocemos figuras como Sor Juana, utilizada en diversos medios para satirizar y pronunciar una demanda en contra de la brecha de género. La palabra en la obra de Irasema se convierte en la línea que dibuja, dentro de lxs espectadorxs, aquello que se está denunciando. Y O E S C O G Í este tipo de arte por el contexto en el que crecí, no había otras maneras de acceder a las esferas del arte. Yo no crecí en un lugar donde el arte era parte de la vida cultural de la f a m i l i a . Mi mamá siempre escribió poesía, pero como una mujer que lo hace desde la periferia, como una mujer que tiene tres hijos, es madre soltera, tiene que salir a trabajar, no era una artista dedicada a eso. Mi abuela igual. Mi abuela pintaba sus cuadros y tomaba clases en una casa de cultura, igual en la periferia, y tenía su estética. Fue madre soltera de cinco hijos. Y creo que yo también tengo un poco de eso, crecer en el m u n d o d e l a r t e desde una visión desde la periferia.

En su trabajo podemos leer “El tercer mundo es una invención colonial”. Hablando desde la interseccionalidad, se exige un replanteamiento de perspectivas, empleando medios que no piden permiso, que te obligan a voltear a mirar, en la calle, donde todo es de todxs. Irasema habla también de cómo lo que pones en este escenario urbano puede ser leído de diferentes maneras. Efectivamente es una consecuencia. Sin embargo, no dejo de pensar en lo que fue para ella estudiar letras, a pesar de que se ha dedicado a publicar en espacios como Literal Magazine, Revista de la Universidad, Confabulario, La Tempestad, Tierra Adentro, Revista Nexos, Punto de Partida y De lo Imposible Ediciones, la calle ahora es un macro cuaderno en el que se dedica a escribir para permanecer dialogando, como en el fondo, toda escritura intenta hacer. H A S T A Q U E Y O me empecé a nombrar escritora y artista, sin creérmela, pero sosteniéndola públicamente, la gente me empezó a reconocer como tal. Antes me decían: tú haces un montón y como que no me la creía, pero yo también decía: ¿Por qué no me la creo? ¿Por qué morrillos de veintiún años son reconocidos, y ellos andan caminando como d a n d i s ? ¿Por qué a nosotras nos cuesta como el doble de tiempo hacerlo?

Pareciera que todo estuviera programado para individualizarnos. Pareciera que es imposible entender la perspectiva debido a la o t r e d a d . Yo no he podido compartir el espacio físico con ninguna de estas mujeres. Creo que es una gran evidencia de lo que está ocurriendo en este momento, en el que todxs estamos compartiendo, aunque sea algo, de manera simultánea. No me queda más que agradecer el tiempo compartido, hoy más que nunca, que el tiempo se ha convertido en algo invaluable. Espero, poder saldar todas las brechas algún día. Desde la histórica, la del género, la de la distancia que nos ha impedido conocernos y r e c o n o c e r n o s .

Entonces, se posiciona así en contra de la centralización tanto de saberes como de cultura, pilares fundamentales en una sociedad, incluso cuando se nos ha tratado de imponer lo contrario.

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EL ARTE DE LA * VAGANCIA

CHESHIRE / SERIE: ALICE / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2019

¥¥INÉS ESTRADA

EL OTRO DÍA LE DIJE A UNA AMIGA CURADORA QUE CREO QUE EL ARTE ES UN TIMO, Y SÓLO ME CONTESTÓ QUE TODO ES UN TIMO. TAL VEZ ASÍ SEA, PERO AL MENOS OTRAS ESTAFAS PARECEN TENER UN PROPÓSITO MÁS CONCRETO. EL ARTE ES CHISTOSO PORQUE ES COMO, UNA ESTAFA MUY VAGA.

*Inés Estrada es una dibujante de la Ciudad de México. Escribió este texto originalmente en inglés para su blog en 2018 a principios de un estado de psicosis.

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O

sea, ¿cuál es el propósito del arte conceptual? Claro, hay piezas que en verdad “te dejan pensando”, y pues sí me gustan algunas cosas de Francis Alÿs, pero en general, creo que el “Arte” es una estafa elitista, auto-referencial y buena para nada más que lavar dinero. Digo, para ser un artista contemporáneo exitoso, lo más fácil es que seas rico de entrada para que puedas acceder a una “buena escuela”… aunque cualquiera que escojas estará bien, ya que como tienes dinero, probablemente también tengas ya conexiones influyentes que te garanticen unas buenas oportunidades de trabajo en cuanto te gradúes. Así que si tienes esa suerte: ¡bien por ti! Si no, pues entonces agárrate, porque vas a tener que chupar muchos pitos... y esto no lo digo de manera peyorativa: respeto la prostitución como cualquier trabajo –aunque preferiría chupar un pito real que uno metafórico, ja. Sea cual sea tu preferencia, ten por seguro que tu visión personal, tus ideas, tu “arte” en sí, en realidad no importa tanto, siempre y cuando sirva para promover y mantener la ya establecida ideología explotadora, colonialista, racista, elitista y abusiva de nuestra cultura; siempre respaldada (aunque no siempre abiertamente) por: museos, patrocinadores, los de los fondos fiduciarios, las bienales, las corporaciones, el gobierno o quien quiera que esté a cargo del negocio artístico en cuestión… todo es parte del mismo círculo masturbatorio de los privilegiados. Es por eso que el “Arte” a menudo acaba siendo un producto muy alejado de la verdadera dedicación material y liberación espiritual que se puede experimentar a través del hacer y disfrutar otros tipos de arte. Esta es sólo mi visión como una persona que se encuentra fuera de ese mundo, así que, si eres parte de él, ojalá no estés de acuerdo conmigo y puedas inspirarme un poco de esperanza en el “Arte”. Me pregunto si la auto-satisfacción realmente es tan perjudicial para las actuales estructuras de poder y el capitalismo. Porque aún si eres capaz de encontrar tu propia satisfacción espiritual (reestructurando tus patrones mentales y desapegándote de toda la mierda que “la cultura” nos deja) mientras estés vivo, tu existencia y bienestar requieren del consumo de recursos. El consumo material es una necesidad innegable para nuestra sobrevivencia. Pero esta abrumadora y depredadora cultura de consumo es innecesaria y destructiva, tanto en

el sentido material como espiritual. Su intención parece ser más bien la de mantenernos insatisfechos, para así mantenernos consumiendo constantemente, cada vez más y más. Bajo esta mentalidad, todo es un objeto en potencia, y así todo se convierte en un producto: la comida, el tiempo, los sentimientos, las drogas, el espacio, nuestros cuerpos, nuestra energía... sí, esta cultura nos miente, haciéndonos creer que sólo consumiendo nos podremos sentir satisfechos, pero si crees eso, encontrarás que nada es suficiente. Después de vivir la mayor parte de mi vida así, apenas empiezo a encontrar mi verdadera realización conectando conmigo y aquello que va más allá de mí. Nuestra cultura objetivizante es tan omnipresente, que ahora más que nunca, el éxito de tu arte es casi independiente de tu dominio de la técnica y más bien depende de qué tan bien te sepas vender, de cómo manejes “tu marca” o lo que sea que pretendas proyectar a través del internet. Porque no es sólo el arte el que es un producto: los artistas también. Y si así lo deseas, puedes convertir también tu vida en un producto de consumo, otro poco de “contenido” para el ya aparentemente infinito “scroll” que es el internet actual. Y por mucho que ame el internet, no puedo negar que es también el más invasivo y omnipresente sistema de medios corporativos de nuestro planeta. Es interesante pensar en cómo desde el principio de la cultura humana y hasta hace pocos años, las elites ejercían su poder limitando el acceso de las masas a la información, y ahora lo hacen de la forma opuesta: la información es tan accesible y tan abundante que nos abruma como individuos. En nuestra lucha por discernir qué partes de ella son realmente importantes, agotamos nuestra energía y acabamos atorados en bucles informáticos limitados, diseñados sutilmente para mantener nuestra consciencia limitada en sí misma. Y así, la mayor parte del arte que se encuentra en internet sirve ese mismo propósito también. ¿Pero, qué tal que sólo quieres dibujar? ¿Qué tal que no te importa un carajo la realización espiritual, cambiar el mundo ni ser parte de ninguna escena? Si el arte es una estafa, entonces los artistas contemporáneos son como los de la bolsa en Wall Street y los dibujantes como carteristas callejeros. No hay nada glamuroso en dibujar. Como cualquiera puede hacerlo (digo, cualquiera puede garabatear lo que sea en la puerta de un baño y llamarlo dibujo) es visto casi como una pérdida de tiempo. Pero

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justo porque cualquiera puede hacerlo es que a mí me resulta algo tan especial. Derrida define la escritura como cualquier forma de trazo, según él, hasta un camino en la nieve es el trazo de un gesto expresivo (así que me imagino que también estaría de acuerdo con GG Allin cuando dijo que “la piel es como un papel”) y todo esto me lleva a pensar que tal vez hasta distinguir entre escribir y dibujar es inútil... y mientras seguimos aquí desatando los nudos del absurdo infinito, el capitalismo no cuestionó nada y cómodamente absorbió la práctica del dibujo dentro de su sistema: a principios del siglo XX nacieron los cómics producidos de manera industrial, y poco después, las caricaturas animadas también. La mayoría de estos fueron hechos por caricaturistas desconocidos, elaboradas en condiciones similares a las de otros trabajadores industriales de la época... no porque fuera un trabajo peligroso, pero sí mal pagado y en condiciones de explotación. Muchos artistas eran publicados sin créditos, su trabajo sólo era para ser impreso de forma barata como un producto efímero de entretenimiento desechable. Creo que es por esto que hay algo de oscuro en la industria del cómic, no es tanto un aire de misterio, ¡si no de vergüenza! Es una pena, ya que el arte de dibujar en sí puede ser muy divertido y a menudo es capaz de provocar uno de los más poderosos y sanadores impulsos humanos: ¡la risa! Hoy en día, parece que hay un nuevo acercamiento a hacer cómics. Al menos en Estados Unidos y Canadá, los cómics ya no son el producto final en sí: son un camino al mundo de la animación. La animación está chingona, y al menos en los EEUU se ve que está bien pagada, pero la neta, creo que la mayoría de las cosas que se hacen hoy están gachas. Ya todo es o aberraciones deformes de 3D (y no con un estilo chido como el de Jordan Speer o Sam Lyon) o caricaturas digitales super planas y limpias que ya ni se animan en los estudios (eso lo hacen en Corea del Sur). Hay artistas jóvenes como Victoria Vincent, Anatola Howard y Renata Gasiorowska que me inspiran fe en el mundo de la animación tradicional todavía, y pues sí supongo que algunas caricaturas de las que pasan en la tele ahorita no están tan mal, mientras a los niños les gusten y les hagan imaginarse cosas eso es todo lo que realmente importa. Solamente soy una pinche snob que prefiere las caricaturas hechas a mano, de cuando se notaba que la gente que las hacía estaba

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EL TIPO DE IDIOTECES GENIALES TAN FUERA DE ESTE MUNDO QUE SÓLO SE IMAGINAN LOS VERDADEROS LOCOS CREATIVOS MARGINALES. obsesionada con su trabajo y que además se divertían inventándose babosadas. El tipo de idioteces geniales tan fuera de este mundo que sólo se imaginan los verdaderos locos creativos marginales. ¡Como en los 30s y los 40s, que el negocio de la animación era manejado básicamente por vándalos caricaturistas! Walter Lantz se adueñó del estudio de animación de Universal gracias a una apuesta de póker– sí, el creador del Pájaro Loco, una de mis caricaturas favoritas y una verdadera hazaña del humor y la posibilidad ilimitada de la física del mundo animado. Tex Avery, otro maestro de las caricaturas, era tan sólo un rufián payaso que fue a Los Angeles y mintió para conseguir el puesto de director en un estudio que después se convertiría en Warner Bros. Ah, y eso después de que perdió la percepción de profundidad en un ojo por una broma estúpida de la que fue participe durante su época trabajando en el estudio de Lantz, un incidente que al parecer aprovechó a su ventaja para inspirarse y crear nuevos trucos visuales, más locos y originales. Tiene sentido, ya que el arte es en parte una reinvención de nuestras formas de expresión material, y las limitaciones son siempre potenciales para inventar nuevas cosas. El arte es un truco, un artificio, y todos los artificios son magia. El acto de trazar lo encontramos desde los inicios de la humanidad, y así sus múltiples formas, funciones e interpretaciones han ido evolucionando. Me gusta cuestionarme todas las etiquetas que le damos a estas expresiones mágicas... ¿es el arte rupestre realmente arte? ¿por qué las artesanías no son arte? Ahora creo que estos bucles conceptuales son parte del timo que es el “Arte” (léase: otra estafa para mantener los ideales occidentales de nuestra cultura depredadora, explotadora, colonizadora, racista y elitista). Y así, la mayoría de los dibujantes, maestros del oficio del trazo, trabajan como ladrones a la sombra de nuestra sociedad. Empieza como algo natural que haces de niño, pero ya que creces y comienzas a ser asimilado en la sociedad, es


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UNA VEZ QUE ENTIENDES QUE DIBUJAR NO ES ALENTADO POR LA SOCIEDAD, SI DECIDES SEGUIR HACIÉNDOLO, TIENES QUE HACERLO DISCRETAMENTE, A ESCONDIDAS EN LAS ESQUINAS DE TUS CUADERNOS, ESPERANDO QUE LA FIGURA DE AUTORIDAD EN TURNO NO SE DÉ CUENTA DE QUE ESTÁS MÁS CÓMODO VIVIENDO EN TU PROPIO MUNDO QUE EN EL SUYO. una de esas cosas que eres forzado a abandonar. Dibujar no requiere tanto talento como requiere enfoque y concentración. Como robar, es una técnica que requiere una práctica aislada, casi secreta y extremadamente dedicada. Se trata de hacer lo mismo una y otra vez, casi siempre a solas, a menudo incómodamente, pero que cuando es hecho a la vista de otros, debe percibirse como algo que se hace sin ningún esfuerzo. Se siente como mágico porque realmente puede manifestar magia: al proyectar una imagen estás creando un símbolo. Los símbolos pueden ser invocados repetidamente en distintas formas, son multidimensionales y siempre tienen el potencial de expandir su significado y su poder. Su connotación puede ser la más absurda y no por eso son menos poderosos. Pienso en la rana Pepe de Matt Furie y como se transformó de ser un chistoso personaje pacheco de MySpace en un símbolo estadounidense del odio a través de su reproducción en memes hechos por troles de internet y neo-nazis. Los símbolos son increíblemente poderosos precisamente porque evaden cualquier lógica y van directo a tu subconsciente. Dibujar puede ser poderoso en esa manera trascendental, es una manifestación energética, una reinterpretación de lo que percibes fuera de ti y dentro del mundo imaginario que aparece a través de impulsos eléctricos en tu cerebro, una reacción de alquimia que desata un impulso a tu mano a través de tu brazo, dirigido por tus ojos, para que el símbolo se proyecte en una superficie a la vista de otros, para ser reinterpretado y absorbido de forma única dentro de sus propios mundos eléctricos privados. Tal vez el arte sirva para nuestra liberación espiritual, pero aun así, los verdaderos artistas son definitivamente más como vagos que chamanes. No necesitas de un guía o un gurú para dedicarte al dibujo, el graffitti o el tatuaje. Es como aprender a tocar rocanrol, eso no lo aprendes en la escuela, sólo lo haces, es como una compulsión, el ansia de matar el aburrimiento. Hacer arte es más una

necesidad del subconsciente que una decisión consciente. No es una práctica que encaje bien con el conformismo. Una vez que entiendes que dibujar no es alentado por la sociedad, si decides seguir haciéndolo, tienes que hacerlo discretamente, a escondidas en las esquinas de tus cuadernos, esperando que la figura de autoridad en turno no se dé cuenta de que estás más cómodo viviendo en tu propio mundo que en el suyo. Siempre tengo presente que la manera en la que empecé a sacar dinero de mis dibujos fue haciendo calcomanías en la preparatoria aquí en la Ciudad de México. Dinero que de inmediato iba a gastarme en mota y alcohol para compartir con mis amigos, otros vagos como yo. De alguna forma pasé de eso a “tomármelo en serio” y ahora he vuelto a pensar que tal vez... no debería. En realidad, creo que no importa cuál sea tu acercamiento al arte y al dibujo mientras encuentres satisfacción en ellos. Realmente no hay otra meta en esta actividad tan vaga... o hechicería espiritual, como quieras verlo. El arte es un misterio conocido. Te conmueve de tal forma que no puedes negar su existencia, y se puede sentir tan real o tan falso como te llegue. Puedes observarlo y analizarlo desde un millón de perspectivas y siempre vas a encontrar en él algo nuevo para considerar y cuestionar, racional o irracional. A veces creo que trato de comprender la magia tanto, que llego al punto que siento que estoy a punto de destruirla. Pero la verdadera magia es indestructible y siempre superará la comprensión humana, su poder tan grande y tan más allá de mí que sólo al rendirme a su subjetiva irracionalidad puedo encontrar el placer verdadero. Y mientras sigo intentando desapegarme de todos los patrones de pensamiento destructivos que la sociedad me ha enseñado, mi mente comienza a fluir libre hasta que todo pierde importancia y me río de lo absurdo que es todo, así como cuando era una niña viendo caricaturas con mi cara tan pegada a la televisión que casi podía lamer la pantalla. 52


CHAOS REIGN / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2016

CONTEXTURA

La COMEDIA es un mal NOVIO

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¥¥XOCH SÁNCHEZ SANTOS

L

a relación más tóxica que he tenido en mi vida es con mi carrera. Es mi malandro emocional, mi Voldemort, mi Chernobyl. Es mi enemigo que me cae bien, algo así como Hans Landa en Bastardos Sin Gloria. Es mi amor verdadero, le doy todo: mis mejores días, los momentos especiales, mi dinero, mis ganas, mis mejores carnes, mis lágrimas, me emociono con la idea de que conozca a mis papás y nos visualizo envejeciendo juntos, retirados en la Toscana italiana (porque también me gustan las comedias románticas). Mis éxitos son gracias a ella, mis fracasos son por descuidarla. Me desvivo por hacer sus sueños realidad, busco llenarla de lujos, no dudo en entregarle mi existencia entera. Le doy mi tarjeta de crédito para que la use a su voluntad (esto claramente es mentira, no 1   Texto publicado originalmente en la plataforma digital Ideas en Deconstrucción

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LA COMEDIA ES UN CAMINO DE GRISES. LA COMEDIA ES LUZ Y OSCURIDAD, PARTE DE UN LUGAR DE DOLOR QUE CON EL PASO DEL TIEMPO SE TRANSFORMA EN RISA. tengo tarjeta de crédito, soy un fantasma fiscal, pero por motivos dramáticos, dejémoslo así, no me juzguen, soy escritora); no me importa emproblemarme con el SAT si eso la hará sentir plena. La felicidad y la ansiedad, todo es para ella y como todo buen egoísta desconsiderado, pelado mal nacido, a veces no da nada a cambio, pero ahí sigo porque la amo. Esto bien podría ser un episodio mal escrito de “La Rosa de Guadalupe”, pero soy yo tratando de alcanzar mis metas. Es la cotidianeidad del creador.


CONTEXTURA

LA COMEDIA SÍ ES UN MAL NOVIO, PERO AL FINAL DEL DÍA ES EL MEJOR AMANTE QUE TE PUEDES ENCONTRAR AHÍ AFUERA. Amy Poehler –una de mis diosas de la comedia, Santa Patrona de la risa y la improvisación– en su libro Yes, please menciona que debes de tratar esta carrera como si fuera un mal novio y como quiero que todo el mundo conozca su basta sabiduría, se los comparto: Tienes que preocuparte por tu trabajo, pero no por el resultado. Tienes que preocuparte por lo que eres y lo bien que te sientes, pero no por si la gente piensa que eres buena. [...] La ambivalencia puede ayudarte a domesticar a la bestia. Recuerda, tu carrera es un mal novio. Le gusta cuando no dependes de ella. Te recompensará cada vez que no te muestres necesitado. Te perseguirá si te interesas en otras cosas (pasión, amistad, familia, longevidad) más importantes para ti. Si tu carrera es un mal novio, es muy sano recordar que siempre te puedes ir y acostarte con alguien más.

La comedia sí es un mal novio, pero al final del día es el mejor amante que te puedes encontrar ahí afuera. P.D.: Esto aplica para cualquier carrera, cambia “comedia” por lo que te apasiona y es lo mismo. Saludos cordiales.

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TRECE LUNAS / TÉCNICA: DIGITAL - DESPUÉS SE HIZO MURAL / AÑO: 2020

La comedia es un camino de grises. La comedia es luz y oscuridad, parte de un lugar de dolor que con el paso del tiempo se transforma en risa. La comedia es observación y honestidad. La comedia te desnuda el alma. La comedia te hace sudar la gota gorda. La comedia te genera angustia. La comedia te lleva al cielo sin pagar boleto. La comedia es una droga legal. La comedia es adrenalina pura sin tener que arriesgar tu vida escalando una montaña. La comedia es una piedra muy dura, aun así, le ponemos todo el corazón para picarla. ¿Hasta dónde se vale sacrificarse? He pensado muchas veces en tirar la toalla, es desgastante echarle ganas y no tener los resultados esperados. Subirte al escenario y encontrar que solo tres personas fueron a verte. Que sí, siempre estaré profundamente agradecida con el público que asiste a reír conmigo. Sin ellos el remate no existe, no resuena. Sigue siendo doloroso, no vamos a negarlo, pero el show debe de continuar. Y continuo ahí, aferrada a esa relación que por más dañina que pueda llegar a ser conmigo, mi villana de telenovela, mi bully de bolsillo, no la veo lejos de mi vida. Está tatuada en mí, como ceja y labios tatuados en los noventa, sigue y seguirá hasta el final de los tiempos, o la cremación, que eso llegará primero.


TOBOS O

DREAMING / TÉCNICA: DIGITAL/ AÑO: 2020

[Letras al margen]

LA SEGUNDA LECTURA ¥¥EDUARDO ANTONIO PARRA

U

na obra narrativa nunca es la misma cuando la abordamos por segunda vez. Al releerla, cobran relevancia ciertos detalles que durante la primera inmersión en ella apenas nos llamaron la atención, mientras otros, que nos habían parecido fundamentales, palidecen ante nuestros ojos hasta transformarse en elementos de segundo orden. El argumento y la trama, por ejemplo: cuando ya los conocemos y, por lo tanto, dejamos de esperar que nos sorprendan, abandonan su preeminencia para dejar que la mirada se pose con mayor énfasis en cuestiones como las ideas secundarias que sostienen la historia, el uso del lenguaje por parte del autor, las atmósferas, las técnicas y procedimientos, el trasfondo que sirve de sostén al relato.

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TO BO S O

LOS MODOS DE ESCRIBIR Y LOS MODOS DE LEER CAMBIAN. Esa transformación se advierte incluso si entre la primera y la segunda lecturas hay un breve periodo de tiempo, pero, cuando median años o décadas entre ambas, las diferencias son más marcadas. ¿A qué se debe? Tal vez a que, con el paso del tiempo, los modos de leer cambian, al igual que las maneras de escribir. Pero, sobre todo, a que también nosotros cambiamos. Muchas veces he escuchado de labios de colegas y lectores, tras releer una novela o un libro de cuentos al que habían amado en sus años de juventud, que ya no les gustó, que les pareció “pretencioso”, o muy difícil, o que de plano consideraban que la obra en cuestión había “envejecido” mal con el paso de los años. ¿Qué significa que un libro ha envejecido mal? ¿Que retrata una época que ya no es la nuestra, y por ello ha perdido interés en la actualidad? ¿Que sus técnicas y procedimientos son distintos a los que nos tienen acostumbrados los narradores actuales? ¿Que las nuevas generaciones ya no “vibran” con ellos? ¿O que simplemente somos nosotros los que hemos evolucionado –para bien o para mal– y que lo que antes nos atraía ahora no nos provoca sino indiferencia? Hace algunos años les encargué a los integrantes de un taller de lectura y escritura que leyeran

La casa verde, de Mario Vargas Llosa, novela que me había deslumbrado a los veinte años, en cuyas páginas ansiaba volver a sumergirme. Comencé a leerla con gran entusiasmo y pronto me vi de nuevo fascinado tanto por las historias como por la estructura, la capacidad verbal del autor y sus técnicas narrativas. Era, para mí, un goce absoluto, muy semejante a mi experiencia juvenil. Es decir, yo llevaba a cabo una lectura, si bien distinta, con una intensidad similar a la de años atrás. Sin embargo, cuando más absorto me hallaba en ella, una duda comenzó a inquietarme: ¿cómo se la estarían pasando con la novela los integrantes del taller? Eran lectores, sí, pero lectores del siglo XXI. ¿Cómo leerían esta obra maestra de la literatura latinoamericana del siglo XX? El día en que debíamos comentarla llegó, y me di cuenta de que, si bien la mayoría aseguró haberla disfrutado, hubo quienes tuvieron grandes dificultades para seguir las líneas narrativas a causa de sus audacias estructurales y, sobre todo, de la cantidad de “peruanismos” y de vocablos desconocidos para ellos que el ahora premio Nobel utiliza en la obra. “Cada página tuve que consultar el diccionario varias veces”, dijo uno de ellos. Los modos de escribir y los modos de leer cambian. Es cierto. En la mayor parte de los libros

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que se publican por lo menos desde hace tres décadas, el lenguaje narrativo se ha venido adelgazando. El mismo Vargas Llosa, sin modificar en lo esencial su estilo, lo ha adecuado poco a poco, de manera consciente o inconsciente, a la percepción de las generaciones actuales. No es lo mismo leer en la actualidad La casa verde o La conversación en la catedral –obras inmensas en lo que respecta al vocabulario–, que La fiesta del Chivo o El sueño del celta –escritas con un lenguaje más accesible para cualquier lector. En este ejemplo, los integrantes del taller eran nuevos lectores de La casa verde. Pero, ¿qué pasa con la mayoría de quienes han sido lectores “de antes” y son lectores “de ahora”? ¿Cómo experimentan la relectura de una novela a la que no se han acercado en mucho tiempo? Si sus intereses han cambiado, ¿serán capaces de disfrutar un relato cuya lectura juvenil los marcó en su momento con la misma intensidad que hay en sus recuerdos? En especial si se toma en cuenta que la memoria es engañosa y muchas veces lo que recordamos es distinto a lo que vivimos en realidad. Meses antes de que muriera, me topé con el gran escritor norteño Daniel Sada en una librería-cafetería de la Ciudad de México. Como siempre que nos encontráramos, nos tomamos un


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café y conversamos de literatura. Daniel acababa de entregar al Fondo de Cultura Económica un prólogo para las obras completas de un autor clásico, perteneciente a la Generación de Medio Siglo, del que en muchas ocasiones le oí decir maravillas. Para escribir dicho prólogo, había releído todos sus libros. ¿Y qué tal la experiencia?, le pregunté. Me sorprendió la expresión de desagrado que adoptó su rostro. Salvo la novela principal, la más conocida, me dijo, todo lo demás envejeció. ¿Cómo que “envejeció”?, inquirí. Sí, me respondió, envejeció mal, ya no se puede leer en estos días. Lo dicho por el maestro Sada me dejó pensativo. Acaso fue la primera vez que me pregunté cómo era posible que tal cosa –“envejecer”– pudiera sucederle a una obra narrativa, sobre todo a una de gran calidad y de origen no tan remoto: él se refería a novelas publicadas entre treinta y cuarenta años antes. ¿Habían cambiado tanto sus gustos en ese periodo de tiempo, que ya no consideraba ni siquiera “bueno” lo que antes había calificado como “superior”? ¿O se trataba de que sus gustos se habían adaptado a los nuevos modos de escritura y de lectura? El asunto me intrigaba aun más por tratarse de Daniel Sada, un escritor que nunca se acomodó a ninguna moda, y cuya escritura nunca fue sencilla. Por supuesto, lo anterior no ocurre con todas las obras narrativas, y el ejemplo principal serían los llamados clásicos: novelas y relatos de los siglos

¿SERÁ QUE MUCHAS VECES NOS ADELANTAMOS A CALIFICAR UN LIBRO MÁS O MENOS RECIENTE COMO UN “CLÁSICO”, SIN ESPERAR EL PASO DE LOS AÑOS QUE TODO LO COLOCA EN SU LUGAR? XVIII, XIX y XX a los que el paso del tiempo tan sólo les ratifica su vigencia, su inmortalidad, su capacidad de adaptarse a la vida humana de cualquier época y cualquier punto geográfico. Nunca envejecen. Nunca dejan de leerse, y cada nuevo acercamiento a ellos por parte de los lectores trae como recompensa el descubrimiento de aspectos inéditos en el conocimiento del ser humano, su condición y su naturaleza. ¿Entonces? ¿Será que muchas veces nos adelantamos a calificar un libro más o menos reciente como un “clásico”, sin esperar el paso de los años que todo lo coloca en su lugar? Antes se decía que “el mejor crítico literario es el tiempo”. Ahora, tal parece que, hipnotizados por la publicidad, por la inmensa cantidad de premios literarios, por la fabricación instantánea de “prestigios”, por la fama de los autores que otorga la exposición a medios masivos, y por las modas, muchos autores y obras se nos presentan como “inmortales” de inmediato, y nosotros lo creemos de buena fe, sin esperar la criba del tiempo y, lo que es peor, sin pasarlos por el tamiz de la segunda lectura, que sería una herramienta ideal para ayudarnos a calificar una obra narrativa. Sí, esa segunda lectura que, ya sea llevada a cabo 57

pocos meses o varias décadas después de la primera, nos serviría mucho para decidir si tal o cual relato entra o no en nuestro canon personal. Un par de meses atrás, quise hacer el experimento con una novela que también leí alrededor de mis veinte años, cuya lectura –lo he repetido por más de treinta años– me marcó como escritor y como ser humano: El obsceno pájaro de la noche, del chileno José Donoso. De ella tenía muy claros en el recuerdo los pasajes de las ancianas y huérfanas internadas en un convento casi en ruinas, y las escenas que transcurren en la finca La Rinconada, donde un millonario chileno construye una suerte de paraíso para que en él crezca su hijo, nacido con múltiples deformidades. Para que el niño no advierta que “es diferente”, el hombre comisiona a su secretario para que contrate a los monstruos más horripilantes del país, quienes se encargarán de criarlo y serán las únicas personas a las que tenga acceso mientras viva. Recordaba, también, que tras leer por vez primera la novela, tuve pesadillas recurrentes durante varias semanas, a pesar de que no se trataba de una historia del género de terror. De la historia no recordaba mucho más que esto, pero sí la emoción que me


produjo leerla, y que había sido fundamental en mi formación literaria. Era tanta mi nostalgia y mi cariño por la obra, que incluso conseguí para volver a leerla la misma edición en donde la leí la primera vez: de Argos Vergara, de bolsillo, de 1979, con la foto del autor en la contraportada. Y lo primero que noté al comenzar la relectura es que se trata de una edición no muy cuidada, con muchas erratas e incluso faltas de ortografía, detalles que no percibí en mi juventud, pero que ahora me saltan a la vista de modo automático. Me sumergí en El obsceno pájaro de la noche. De inmediato me atraparon el lenguaje y la atmósfera enrarecida, onírica, en que se desenvuelven las ancianas y las huérfanas asiladas entre las derruidas paredes del convento, y ese narrador ambiguo, el Mudito, que al mismo tiempo que cuenta lo que sucede con las mujeres adopta sus voces, sus miradas, sus tonos, sus necesidades, hasta terminar convertido en una vieja más del conjunto. Se trata de una novela publicada en 1970, en plena efervescencia del Boom Latinoamericano, del que Donoso formó parte. Como todas las buenas novelas de la época, su lectura entraña ciertas dificultades pues el autor echa mano de recursos y técnicas audaces, lo que exige una

buena concentración del lector. Conforme avanzaba en ella, mis recuerdos de su lectura anterior se adaptaban a la historia, es decir, recordé la trama cada vez con mayor nitidez, y mi atención se fijó en los procedimientos, la construcción de las atmósferas –opresivas, angustiantes, casi terroríficas– y en el sustento filosófico del relato, que nos habla de que en los márgenes extremos de la vida y de la sociedad las características del individuo desaparecen poco a poco, primero en un gregario borroso, y al final en la disolución de la existencia. Hay en ella reflexiones impresionantes de lo monstruoso como categoría estética de mayor valor que la simple fealdad, y sobre la permanencia de las creencias populares en forma de consejas, leyendas y mitos que continúan afectando la vida cotidiana de los integrantes de las masas contemporáneas. Al finalizar esta segunda vuelta de El obsceno pájaro de la noche, cerré el libro con el pulso acelerado: la novela había resistido, y muy bien, mi segunda lectura. Además, esta vez, tras terminarla, no he sufrido pesadillas. Si no fuera tan pronto –han transcurrido apenas poco más de cincuenta años de su publicación– me atrevería a calificarla de “clásico”. Pero, por lo menos, ha pasado a formar parte de manera definitiva de mi canon personal. O, dicho de otro

AL FINALIZAR ESTA SEGUNDA VUELTA DE EL OBSCENO PÁJARO DE LA NOCHE, CERRÉ EL LIBRO CON EL PULSO ACELERADO: LA NOVELA HABÍA RESISTIDO, Y MUY BIEN, MI SEGUNDA LECTURA. 58

modo, no ha envejecido. Sigue tan lozana como cuando su autor la dio a la imprenta, a pesar de las transformaciones en los modos de escribir y los de leer. A pesar de lo mucho que yo mismo he cambiado en estas tres décadas y fracción. Sin embargo, aunque la experiencia en términos emocionales no se diferenció tanto de la primera vez que la leí, la novela ya no fue la misma. Cambió, y para bien. Creció. Creo que antes no me había fijado en el peso de la leyenda de la niña-bruja que le sirve a Donoso de germen y sustento para los hechos que transcurren tanto en el convento en ruinas como en la finca de La Rinconada y sus monstruos: un suceso ocurrido alrededor de ciento cincuenta años atrás, a finales de la época colonial, y que marca a todos los personajes de la trama actual del relato. Tampoco había reparado en el retrato oscuro de la condición femenina, cuando las mujeres en los extremos de la vida –niñez y ancianidad– transcurren en el abandono y la soledad. Ni en la disección de las desigualdades sociales en la sociedad chilena de mediados del siglo XX. Ni, por último, en el absoluto dominio del lenguaje narrativo del que Donoso hace gala en estas páginas, multiplicando los puntos de vista, todos reconocibles, en una sola línea discursiva que se despliega en varias voces, sin interrumpir el ritmo ni con espacios en blanco ni con signos de puntuación que corten el aliento. Es verdad: para bien o para mal, una obra narrativa nunca es la misma cuando la abordamos por segunda vez.

TRECE LUNAS / TÉCNICA: DIGITAL - DESPUÉS SE HIZO MURAL / AÑO: 2020

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EL POBRECITO SEÑOR X / SERIE: VALER MADRE-217 TIERRA ADENTRO / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2016

[La materia no existe]

DEMONIOS ¥¥ALBERTO CHIMAL

—¿E

n qué estás pensando? —me preguntó mi esposa el otro día. —Demonios —le contesté, y se asustó. Mucho. Después me comentó que había temido que le hablara en serio. No soy creyente, pero en los últimos meses la hemos pasado más bien mal. ¿Qué tal que me hubiera encandilado con alguna superstición o alguna secta? ¿Qué tonterías iba a empezar a hacer para sentirme mejor conmigo mismo? * Antes de que salieran a relucir los “demonios”, habíamos estado hablando de una rendición. Ya puedo contar lo que sigue: a comienzos de 2017 caí en un periodo fuerte de depresión y, a la vez, de inquietud por las noticias del momento. Estaba en Estados Unidos, visitando a familiares, y los medios locales llevaban más de un año de ser la plataforma estridente y perpetua de la candidatura de circo (que estaba por convertirse en la presidencia de circo) de Donald Trump. En los años siguientes aquello se volvería una locura todavía más abrumadora, con torrentes de acontecimientos atroces, noticias escandalosas, tuits y gente de lo más diverso gritando

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y desgarrándose las vestiduras en público las 24 horas del día, cada día de cada año, por todo el mundo, hasta culminar en la catástrofe global de la pandemia —vuelta aún peor en Estados Unidos por el manejo faccioso y partidista del régimen de Trump de programas de salud, vacunas y hasta cubrebocas— y el intento de autogolpe de estado del 6 de enero de 2021. Pero los primeros días fueron suficientes para que me fuera de cabeza en el proverbial agujero. Siendo mexicano (me dicen), yo no debería haber prestado tanta atención, ni por tanto tiempo, a eso. No puedo sino admitir, con mucha pena, que así


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Me tardé en poder revisar el texto. Cuando al fin pude hacerlo, nadie lo quiso publicar. Pasó varios años así, en el limbo. En cierto momento, una editorial independiente se animó a sacarlo… y luego se tuvo que echar para atrás porque #sindinero, porque ya era #pandemia. Tuve que resistirme a volver a escribir toda la narración para agregarle el coronavirus. Y ahora que —encima de todos sus otros problemas— el mundo presencia la invasión rusa de Ucrania, y nos hemos convencido de estar en otra etapa más de la Historia, me harté, y me rendí por fin. La novela no es tan mala, pienso todavía, como varias que he visto publicadas y celebradas en estos años, pero evidentemente no encajaba en el tiempo en el que la terminé, ni en los primeros años de la pandemia. No va a encajar ahora. Así que no va a encajar nunca. No quiero que se convierta en un documento de “otro tiempo” o, peor todavía, de un tipo de mediana edad que tuvo que empezar a tomar pastillas para volver a funcionar. Ya puedo contar todo esto porque ese libro, definitivamente, no será publicado. Ya borré mi propia copia del archivo, y no soy tan vanidoso como para creer que alguna de las que hay por ahí vaya a sobrevivir. No es para tanto. En el mundo sobra escritura, y alguna otra de la que yo mismo he hecho ha tenido mejor suerte, a la escala que le corresponde.

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* Contar esto no es catártico. La catarsis ocurrió hace tiempo, lejos de toda persona fuera de mi familia inmediata, y no se asentó por escrito. Relato esto ahora, más bien, porque tiene que ver con los “demonios”. Los proyectos abortados de escritura no son tan infrecuentes. Casi toda persona que escribe tiene varios, aunque no los publicite. Yo tengo dos además del que ya mencioné: una novela/ bestiario, muy borgesiana, acerca de un naturalista excéntrico en los tempranos noventa, es decir, una especie de precursor de mi Kustos, en un tiempo de presuntas aperturas y posibilidades para el futuro; y otra novela acerca de un presente alterado, al estilo de una ucronía, con mucha injusticia y abusos de poder, es decir, una especie de precursor del escenario BOO / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2020

pasó. Era el derrumbe en cámara lenta del imperio que había tenido más de cerca durante toda mi vida, y con el que la gente de mi edad, al menos aquí, tiene una relación de amor y odio especialmente retorcida y compleja. Algo que hice en esos días fue empezar una novela. La terminé el mismo año. Tenía mucha imaginación fantástica pero también numerosas referencias, veladas y no tanto, a lo que estaba ocurriendo. Su personaje central, aunque no su protagonista, era Horacio Kustos, una especie de “explorador” o “buscador de maravillas” que he utilizado de manera intermitente por más de veinte años. Kustos estaba envejecido, en decadencia, buscando terminar su carrera o su propia vida, y el mundo a su alrededor parecía igualmente agotado, sumido en la desesperación. El narrador de la historia vive en un escenario fantástico —una isla que no está en los mapas— pero aquejado por toda clase de problemas reales, desde el ascenso de un régimen fascista hasta el calentamiento global, pasando por la codicia de empresas extractivas, facciones progresistas distraídas o peleando entre sí, racismo, homofobia, etcétera. La “realidad” le gana a la “fantasía” en el sentido de que Kustos desaparece, no se sabe si muerto o no, y al narrador le queda solamente intentar persistir en nuestro propio escenario de ruido y pesadillas. Pero persiste, impulsado por un deseo que él mismo no comprende bien.


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de mi isla imaginaria. No los extraño ni lamento su destino. Pero ahora me llama la atención que los tres tienen un impulso común: tratar de lidiar, de forma explícita, con ciertos aspectos muy específicos de la época en que fueron escritos. No sé si seré, en el fondo, un autor incapaz de otra cosa que fantasía escapista e insustancial (al menos, creo que los hay peores); si el enfoque era incorrecto por alguna razón (tengo textos con contenido político que sí han llegado a sus lectores), o si lo era el género (los abortos son todos novelas). Pero otra posible explicación es esta: quien escribe siempre tiene límites, en el espacio de su imaginación y en el tiempo de que dispone para utilizarla, y la materia literaria más elusiva de todas, la que más rápido se gasta y se pudre, es el presente cotidiano: lo que está de moda en un momento. Los casos de supuesto éxito (“¡el libro de este momento!”, “¡la novela que todo México esperaba!”) no sobreviven por la pertinencia que otros les atribuyan. El Yo acuso de Émile Zola se recuerda no por la condena injusta a la que se oponía, sino por Zola, y porque con ese texto se inventó la figura del “intelectual” contemporáneo. En los noventa, Vicente Leñero y otros dramaturgos mexicanos escribieron obras acerca del EZLN, teatro civil al calor de los hechos, que ya no se ponen porque sus guiños específicos se han vuelto

QUIEN ESCRIBE SIEMPRE TIENE LÍMITES, EN EL ESPACIO DE SU IMAGINACIÓN Y EN EL TIEMPO DE QUE DISPONE PARA UTILIZARLA, Y LA MATERIA LITERARIA MÁS ELUSIVA DE TODAS, LA QUE MÁS RÁPIDO SE GASTA Y SE PUDRE, ES EL PRESENTE COTIDIANO: LO QUE ESTÁ DE MODA EN UN MOMENTO. ininteligibles. Dante Alighieri puso a todos sus adversarios políticos en el Infierno de su Divina comedia, pero ¿alguien diría que el poema es un texto acerca de la actualidad política italiana de los siglos XIII y XIV? Todo en el mundo nos exige esa devoción a lo momentáneo: a lo que dicta el algoritmo, se podría decir. Lo más llamativo de ahorita. Y para quienes hacen caso, y se empeñan exclusivamente en perseguir lo fugaz, y fracasan, el resultado es injusto, y en el fondo espantoso, porque señala a la muerte y el olvido. Pero no hay nada que hacer al respecto. Hasta Shakespeare será olvidado, como dijo Bolaño alguna vez, y Bolaño será olvidado también. ¿Qué nos puede quedar al resto? * Yo no estaba hablando de demonios en general cuando hablaba con mi esposa el otro día. De hecho, quería decir (pensando que se iban a escuchar las itálicas, supongo) Demonios: la novela

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de Dostoievsky que también se conoce como Los poseídos o Los endemoniados. El libro trata de muchas cosas, pero entre ellas está Stepán Trofímovich Verjovenski, un escritor en caída libre –y desde no mucha altura– que anticipa con su vida entera aquel aforismo de Carlos Monsiváis: “No entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”. Llevado por la vanidad, Verjovenski cree ser una gran figura, un agudo observador de su momento a cada momento, y le extraña enormemente que nadie lo tome en serio, que sus textos vayan de un ridículo al siguiente y que su propio hijo, Piotr, lo desprecie más que nadie y dedique su vida a aspiraciones que el padre no puede ni empezar a comprender. A lo mejor en esa figura penosa hay una pista de lo que nos rebasa cuando pretendemos hacer políticas públicas con minificciones, entrevistar a una décima de segundo, detener por escrito los tanques de Vladimir Putin.


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De escrituras viajeras ¥¥JESSICA NIETO

E

scribir conlleva la construcción de un espacio dentro de otro espacio, un espacio que lo va configurando la misma escritura que se extiende por nuestra imaginación, por la hoja en blanco, o por el monitor de la computadora. Un espacio que se habita. Este espacio escritural se enuncia, además, desde nuestro propio lugar, el lugar desde el cual escribimos. La relación que mantiene ligados estos tres espacios se puede volver más compleja, cuando quien escribe se desplaza, se mueve, viaja. Y puede ser aún más complicado el panorama cuando el viaje es forzado, producto del exilio, cuando uno no decide moverse pero las circunstancias lo empujan. Estos movimientos, forzados o no, son también movimientos de la escritura. Si de por sí escribir es algo que va siendo, es decir, uno va escribiendo, el viaje obliga a mantener el trazo en

constante fluir, como si navegara. Pensar a la escritura como navegación es ideal en muchos sentidos, pero en particular para el escritor itinerante es la forma de sujetar su vagancia (si es que la vagancia puede sujetarse), de expresarla, porque, como lo afirma Gaston Bachelard: “el agua es la señora del lenguaje fluido, del lenguaje sin choques, del lenguaje continuo, continuado, del lenguaje que aligera el ritmo, que da una materia uniforme a ritmos diferentes”. En su libro El escritor como migrante, Ha Jin, escritor chinoestadounidense, escribe, claro, con mucha precisión, sobre el fluir de la escritura en el exilio. Desde hace varios años, Ha Jin vive en Estados Unidos, y ha decidido escribir en inglés y no en chino. Esta decisión que supondría una suerte de desarraigo, no resulta tan difícil o dolorosa cuando se toma desde la perspectiva de la escritura y no del

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escritor, es decir, cuando la lengua que expresa a la escritura es la adecuada, aunque el escritor no la sienta tan propia. Por supuesto que manejar otro lenguaje no es nada sencillo en el ámbito de la creación, porque además de dominar la gramática y el uso hay que saber combinar los múltiples sentidos de las palabras para generar metáforas, por ejemplo. Así, Ha Jin, escritor migrante él mismo, nos presenta una serie de situaciones vividas por varios escritores que, por razones políticas, ideológicas o por simple vagancia, han vivido en otros países donde no se habla su idioma y, como la necesidad de escribir es imperiosa, deciden escribir en la lengua del país donde ahora viven, porque ante todo desean ser leídos. Entre toda esta relación de autores, títulos de libros y experiencias diversas, Ha Jin va enumerando ideas o principios sobre el arte de escribir en el exilio, aunque

CATLOVER / TÉCNICA: DIGITAL / AÑO: 2016

[Plumas al vuelo]


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“A VECES, LA VIDA DE UN LIBRO NO VIENE DETERMINADA POR LA LENGUA EN LA QUE FUE ESCRITA, SINO POR EL TEMA SOBRE EL QUE VERSA”. varias de ellas pueden aplicarse fácilmente como principios de la escritura literaria en general, porque, si entendemos a la escritura como navegación, esta siempre es un viaje, siempre está en movimiento, siempre se y nos desplaza. De alguna manera, todos los escritores, estén o no en sus países de origen, son migrantes. Para Ha Jin, cuando uno decide escribir debe hacerlo respondiéndose tres grandes preguntas: ¿Para quién, en nombre de quién y en interés de quién escribo? La respuesta depende de cada escritor y de su circunstancia, pero lo que queda más o menos claro es que todo escritor busca el reconocimiento y la transcendencia. Para el escritor migrante, el reconocimiento de su pueblo es importante y es muy posible que su escritura se oriente hacia esa intención. Así, siendo un escritor viajero, y siendo la escritura el viaje, cuando uno sale de su patria, el regreso es posible gracias a la literatura. Otro principio literario que me ha resultado valioso es el que tiene que ver con la búsqueda de la similitud humana. Ha Jin, portavoz de la era global –aunque me gusta más decir, diversa– dice: “Así como el escritor creativo no debe aspirar a fracturar la cultura, sino a crearla, una gran novela no debe limitarse a presentar la cultura, debe crear cultura. Las grandes novelas no se limitan a contar

historias de otros mundos, sino que además despiertan la empatía del lector y le hacen recordar su propia situación existencial”. De esto se desprende otro principio, que es: “A veces, la vida de un libro no viene determinada por la lengua en la que fue escrita, sino por el tema sobre el que versa”. Considerando que en este libro se defiende la condición itinerante del escritor, su movilidad, se entiende a la literatura como aquello que elimina o reduce la extranjería. “Solo la literatura es capaz de atravesar las barreras históricas, políticas y lingüísticas, y llegar a un número de lectores que incluya a los de la patria natal del escritor”; así, “el arte se convierte en una vía de reconciliación y de trascendencia”. A pesar de esto, Ha Jin afirma que “para muchos escritores migrantes, la auténtica patria es la lengua materna”. Ante esto, el autor comenta que: “En la creación literaria se necesita una lengua de síntesis para asegurarle a la obra un mayor significado y autenticidad. Uno de los principios en los que debe basarse esta lengua es la traducibilidad. En otras palabras, cuando se traslada a otras lenguas, la obra tiene que conservar su significado”. Hay otro libro, de publicación reciente por la UANL, que toma este tema de pensar a la escritura en movimiento constante, como

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un andar que recorre el pensamiento, la palabra, la idea, o una tradición; una escritura que viaja, también, sin que el escritor o escritora viajen literalmente, sino que lo hacen a través de sus textos y de la lectura de los mismos. El libro es Escritores viajeros. El nomadismo como poética, de Asunción Rangel (2020), editora y escritora mexicana. En este conjunto de ensayos, Asunción profundiza en los viajes de los poetas Gonzalo Rojas, Juan Gelman, Pablo de Rokha y José Emilio Pacheco, cuyos textos sirven para ejemplificar el concepto de “nomadismo”. Los presenta como navegantes nocturnos, como Odiseos que “viajan por el mar de la tradición literaria de todos los tiempos”. A final de cuentas, el viaje que emprende todo escritor o escritora, salga de su país o no, es un viaje personal: va viajando-escribiendo solo. Por eso, uno de los principios que Ha Jin sostiene es precisamente que “como escritor, debo aprender a estar solo”. Cada quien configura su propio espacio, el espacio que habita a través de su escritura, y emprende un viaje en el cual nadie puede acompañarlo. El escritor apunta sus naves hacia los lectores, que son sus puertos, sitios donde se detiene a dejar algo de sí. Sitios de donde va y viene para seguir navegando. Como escritores nunca nos estamos quietos y nunca permanecemos: como Ulises retornamos, aunque “uno no puede regresar al mismo lugar como si fuera la misma persona [que se fue]”. Así, nuestro drama es no regresar nunca, y nuestra dicha, permanecer.


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TIGER / SERIE: BRAVE/ TÉCNICA: DIGITAL IMPRESO SOBRE TELA Y BORDADO A MANO/ AÑO: 2016

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MARISOL VERA GUERRA LIBRA LA ÚLTIMA BATALLA CONTRA EL FEMINICIDIO EN

#SiLaMuerteSeEnamoraDeMi

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uerras absolutas, civiles, bacteriológicas: hay de batallas a batallas; por supuesto, está la que vivimos al día de hoy: la guerra por preservar la vida ante una pandemia. También hay guerras psicológicas y aunque estas últimas hacen uso de propaganda y engaños, hay una guerra psicológica que nada tiene que ver con artificios ni trucos, sino con la contemplación profunda del problema de la violencia contra las mujeres, el cual se ha exacerbado a raíz del confinamiento. En una misión solitaria contra el abuso que aprisiona a las mujeres, la poeta Marisol Vera Guerra valerosamente contribuye a combatir la violencia contra nosotras, en una estrategia que entra profundo en nuestra psique con cada metáfora, en su libro #SiLaMuerteSeEnamoraDeMi, recientemente reeditado y publicado por la editorial Voces de Barlovento. Paradójicamente, esta guerra toma como trinchera el concepto del amor.

En #SiLaMuerteSeEnamoraDeMi, Marisol nos hace ver que las mujeres hemos sido ultrajadas a tal punto, que ya pudiera visualizarse esta relación mujer-muerte como un romance enfermizo y desesperanzador: te abrazaré más fuerte dice porque te amo y yo veo entonces que esto es el [amor su pezuña apoyada en mi mejilla (“Hipoxifilia”) no sé si es menester una llave para desactivar bombas o un gran matillo que rompa las [piernas de los secuestradores en todo caso un bonito vestido fácil de quitar de mi cuerpo (hay que estar presentables para la derrota) (“Estocolmo”)

En ocasiones la poeta usa como recurso el humor negro, en otras, nos expone verdades desoladoras 65

y angustiantes. Cada palabra, diligentemente escogida en estos doce poemas, nos deja contemplando su mensaje, y el efecto es tal, que quedamos suspendidos en otra dimensión. Cada línea nos absorbe de tal manera que la reflexión puede hacernos perder toda noción del tiempo, como una vena que se desangra lentamente. Su denuncia de la violencia contra la mujer a través de los versos que componen este poemario es mucho más elocuente que cien discursos, y su voz es más sonora que un grito de batalla. En ocasiones se adivina detrás de sus líneas la triste sonrisa de la Catrina en irónicos y sarcásticos versos que, por mordaces, nos desconsuelan más dolorosamente: la muerte es robusta como un [cetáceo y usa pantalones flojos no muy risueña que digamos (“#SiLaMuerteSeEnamoraDeMi III”) ¡sangre! ¡sangre! señorita es lo que [usted quería


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¿o señora? cómo debo llamarla no se ofenda usted se dejó matar las chicas buenas no se enojan [aunque sangren (“#SiLaMuerteSeEnamoraDeMi IV”)

Explorando la muerte por asesinato, por suicidio, como personaje o como personificación, Marisol nos habla de una forma íntima, diáfana, pero también tan penetrante, que nos hace imposible abstraernos de las imágenes contenidas en cada poema, pues nos llagan y cicatrizan en nuestra memoria. Un poema te puede asaltar con una línea aprisionando tu atención por sus juegos de palabras y aire cotidiano, o por la facilidad con la que nos identificamos con la voz lírica: Hoy la muerte me persiguió por las escaleras estirando su mano de salitre (“#SiLaMuerteSeEnamoraDeMi IV”) El poeta no se ajustó la corbata hizo el nudo (sí) como cualquier persona que despierta en un camposanto con la huella de ceniza en la frente (“Expresa los efectos de un año que se extingue”)

Entonces, te traslada despacio a través de imágenes que se transforman sutilmente en reflexiones filosóficas: Se puede sangrar mucho y seguir viva…

Para, finalmente, explotar en los íntimos horrores que pocas mujeres han sobrevivido, enfrentando nuevamente las acusaciones de quienes culpan a la víctima:

aún tengo el cartílago dañado cuatro marcas de uñas en el brazo no faltarán sus abogados: la culpa es de mi brazo por ser demasiado breve apetitoso y tibio (“Me dormí con un Pit Bull y desperté con una cobra”) algunas noches aún despierto envuelta en brumas y puedo oír cerca de mi cuello la respiración del monstruo (“Estocolmo”)

Cuando venimos a ver, cada imagen se ha adentrado hondo en otra dimensión de nuestro ser, (¿tal vez en nuestra alma?), inmovilizándonos como si camináramos en un campo minado en el que presenciamos injusticia y dolor; al final, desearemos nunca más abandonar a las mujeres atrapadas en estos poemas. Este poemario de Marisol, esencial dentro de su profusa producción poética, nos lleva a transitar desde la indignación hasta la rabia, la incredulidad y la impotencia, para finalmente sembrar en nosotros la determinación para hacer algo definitivo y detener este genocidio que hemos tolerado en México desde hace décadas. Y aunque pudiéramos pensar que la metáfora del conflicto bélico utilizada aquí es prerrogativa del patriarcado, el blandirla para describir la poesía de Marisol, nos permite pensar en una lucha dignificada a brazo partido para existir cada día; es

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TÍTULO:

#SiLaMuerteSeEnamoraDeMi AUTORA: Marisol Vera Guerra EDITORIAL: Voces de Barlovento Editores AÑO: 2020

una conminación para cambiar el paradigma anquilosado de nuestra cultura que ve a la mujer como una víctima, para pensar en nosotras ya no como seres débiles sino, como ella lo dice, olvidarnos de “quién de nosotros es la presa”. Al concluir su lectura, coincidimos con Francisco Barrios, en su prefacio incluido al principio de este poemario: Marisol nos enfrenta a “una realidad gris en la que es muy difícil reconocernos, pero que verso tras verso culmina con uno de los cierres más luminosos de la poesía mexicana actual”. María del Carmen Benítez Flores


CA BA L L E R Í A

“LOS LÍMITES DEL LENGUAJE SON NUESTROS ABISMOS”

L

a editorial Almadía publicó la novela de Mónica Ojeda, Nefando, durante el primer año de la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, en 2020; y entre pantallas y virtualidad se ha hecho la presentación de esta nueva edición por el sello mexicano, como si aquello formara parte del juego-novela que se derrama de internet y llega hasta la vida misma para advertirnos que la representación del mundo sucede sin su consentimiento. El panorama de la literatura universal está secuestrado por el canon inmisericorde que escoge a sus autores de acuerdo a criterios siempre cuestionables. Fuera de este está toda la demás literatura, la que, al estar al margen de la oficial, es una literatura llamada periférica, de culto, maldita, por considerarse anti-canónica o tan solo por no cumplir con estándares que la historia consagra para los vencedores. Me planteo desde esta perspectiva si la novela Nefando, de Mónica Ojeda, vaya a quedar fijada en la gloria de la literatura en español o de la literatura del siglo XXI a

nivel mundial. ¿Es una ambición o una angustia preguntarse esto? Por lo que representa actualmente el tema y el contenido de la novela de Ojeda, en nuestras sociedades y en la cultura, podría ser el brote de un tipo de litetarura (si no es que ya reminisencia heredada de Bataille, Sacher-Masoch, Pierre Louÿs, Apollinaire) condenada a ser proscrita no solo del cuerpo de obras ejemplares, sino de cualquier posibilidad de discusión y tratamiento públicos o autorizados para su divulgación. Este contexto enmarca el modelo de valores que rige nuestra época: se juzga desde lo intolerable y lo políticamente correcto en detrimento de las expresiones que irónicamente demuestran el exceso de esas manifestaciones totalitarias que censuran lo que, de por sí, existe. El dispositivo que es Nefando rebasa la expectativa textual de la novela posmoderna y se coloca como acto de denuncia estética, rayando hacia el performance lingüístico que se hace insoportable –en un buen sentido– de terminar. Podría situar como antecedentes de la novela de la ecuatoriana a la novela realista,

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TÍTULO: Nefando AUTORA: Mónica Ojeda AÑO: 2020 EDITORIAL: Almadía

que exhibe los horrores de la guerra, y la misma literatura erótica, de la que se desprende una vena poética, y ambas confluyen en la imbricación narrativa de la escritura perturbadora y perturbante de Ojeda. Sin embargo, la autora propone una lectura didáctica, pues el juego es también la estrategia que se despliega para hablar de lo inefable. Dificilmente se define Nefando con un solo tema, los personajes que relatan sus distintas historias forman una red compleja pero integral de situaciones que son reflejo unas de otras. Todas estas se delinean desde el punto de fuga


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del videojuego Nefando, el objeto que es investigado por medio de las entrevistas que registran los testimonios de algunos de los personajes y las narraciones que se alejan de la fidelidad periodística y en todo caso sugieren sucesos novelescos. Lo que une a las distintas historias de un mismo objeto es el abuso sexual infantil, y si tuviera que prevalecer lo lacónico temáticamente, sería la violación. A partir de este centro giran otras formas en que el abuso sexual es representado, metaforizado, como leitmotiv de la novela. Ya sea como comparación deshumanizada al hablar de la “violación a los derechos de autor”, o como la profanación del cuerpo, así como en la invocación de la palabra como fuerza divina y como acto creador para usarse de manera vulgar. La violación es también parte del erotismo, de lo prohibido, de la transgresión que se materializa en la novela en su forma más real y abrumadora que es entendida por ese inexacto eufemismo de pornografía infantil.

Por mucho que quisiera abordar este punto, me referiré brevemente a este término usado culturalmente –con pena– del ya nombrado abuso sexual infantil. Se ha mal interpretado su uso para resignificar la pedofilia y pederastia que es, además de ilegal, llevada a la misma representación que el contenido para adultos. La distinción es absurda y se hace evidente que el mundo tolera la pornografía, sin etiquetas, por ser verdadera, legalmente, y la pornografía infantil es falsa, es un crimen no solo legal sino moral. Esto, puesto también en clave literaria por Ojeda, cuestiona el derecho económico que hace de la industria del porno una mercancía tolerable, aunque incluso en recientes noticias se ha denunciado el abuso por parte de los productores hacia las actrices por el hecho de que frente a las cámaras se ejerce violación y el público es engañado al tomarlo como parte de una actuación más. ¿Por qué seguir llamándole

pornografía y además infatil a un video o una grabación donde alguien obliga y somete a otro a su voluntad? En otro extremo, la parte tolerada de la pedofilia reproduce la sexualización o hipersexualización infantil, al presentar estereotipos y conductas sexuales a una edad temprana de niñas y niños que actuan en el cine, televisión o simplemente se normaliza en distintos medios como ha pasado con la cosificación de la mujer. Como lectores, aunque no lo sepamos, nos han engañado; bien nos dijo Mónica Ojeda al comienzo de la novela: “el tiempo nos erosiona, por eso es necesario engañar al lector”. Y queda por preguntarse ¿quién ha sufrido más que estos niños? O, ¿hay algo peor? La pregunta se plantea incluso sin retórica, con el propósito estremecedor de pensar que sí, sí puede haber cosas peores y que sí, aun es necesario escribir sobre ello. Juan Carlos Paniagua de los Reyes

CARTA A UNA AMIGA

Acerca de La perra, de Pilar Quintana

Q

uerida Mariana:

Cuando la marea estaba baja, la laya se volvía inmensa, un descampado de arena negra que más parecía barro. He leído una novela extraordinaria: La perra, de Pilar Quintana. Sucede en medio de la selva, en un pequeño pueblo en la costa del pacífico colombiano. Y todo, absolutamente

todo está permeado por ese caos particular: la humedad sofocante, las lluvias iracundas, los árboles como gigantes que no te ceden el paso. El aleteo constante de libélulas, el ruido de abejas y abejorros, cantos de pájaros buscando su nido entre las copas de los laureles y aullidos de animales salvajes que retumban en la más oscura de las malezas. Un paisaje selvático y libre combinado con el sonido del pueblo. Los 68

pescadores desembarcando sus lanchas y el movimiento de la gente en el mercado, verduras y frutas jugosas conviviendo con las que ya están podridas, personas gritando: “Sí señora, ¿cuántos mangos se lleva hoy?”. Después el ladrido de los perros, que vagan por las calles empedradas y enlodadas de ese pueblo, vivienda de un personaje al que no podrás perderle la pista de principio a fin.


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—Esta mañana la encontré ahí, patas arriba. Con la muerte de una perra que deja a diez cachorros, así empieza esta poderosa novela. Damaris, la protagonista de esta historia, adopta una de las cachorras en una etapa donde se siente rendida ante la imposibilidad de concebir un hijo. Una mujer y una perra, unidas por la orfandad y el desamparo. Damaris está por cumplir 40 años “la edad en la que las mujeres se secan” según el dicho del pequeño pueblo costeño en el que vive junto a su marido Rogelio. Llevan años intentando concebir, probando con hierbas e infusiones, incluso con un curandero reconocido, quien intenta de todo para poder ayudar a la joven pareja. Pasan los años y el hijo no llega. Damaris, al sentir tal fracaso, recuerda las tragedias de su propia historia, te lleva por un camino tortuoso, de abandono, culpa y rabia contenida. Al principio su nueva cachorra es la esperanza de poder dedicar su tiempo al cuidado, al amor incondicional y leal que se tiene con los hijos. Al principio la perra es solo eso, el renacer de un deseo: una hija, aunque no hable nunca, aunque sea un animal, pero una hija. Con el tiempo la perra crece y pasa de ser la cachorra que sigue a la protagonista a todas partes, meneando la cola de aquí para allá, a ser un animal independiente que se escapa cada vez que su dueña se despista. La separación con los hijos siempre resulta dolorosa para los padres. Damaris dice algo como cuidé para que me abandonaran; la decepción profunda que significa darlo todo y que no te lo reconozcan ni te lo agradezcan. A

la par, su relación con Rogelio es inesperada, el acompañamiento que ambos se ofrecen a pesar de la separación que implica la pérdida del deseo por un hijo. Pilar retrata una relación intermitente pero clara en sus roles, sólida pero que no está exenta de conflictos y pormenores, una relación donde el amor se encuentra en la sutileza y la cotidianidad compartida. Resulta tortuoso que la estructura social desde tiempos muy antiguos siempre ha visto a la mujer en función a la maternidad o su carencia de ésta. Actualmente a menudo las mujeres somos cuestionadas sobre nuestra postura ante la maternidad, si decides serlo eso no debe ser un impedimento para tu carrera, pues como mujeres modernas debemos cumplir los dos roles para obtener un mínimo de respeto, y si decides no ser madre, siempre te verás con la duda de un posible futuro solitario; es, en todo caso, un riesgo que debes tomar en cuenta. La estructura social en torno al concepto de familia no te permite pensar en un futuro sin hijos, pero acompañada de amigos, por ejemplo. Por otra parte, en la mayoría de los pueblos de provincia, al menos en Latinoamérica, el dispositivo de “la madre dedicada a la maternidad” sigue siendo la norma. Para Damaris es una decepción no poder cumplir con la norma social establecida. Ella no logra recuperarse de ese dolor porque no se encuentra sola en la decepción, sino que lo es para el resto de sus conocidos del pueblo. Cualquier mujer embarazada se convierte en el recordatorio de que ella no pudo, y cualquier animal preñada, también.

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El idílico de cuidar a los hijos y amarlos incondicionalmente es una de las grandes mentiras de la publicidad, cualquier madre sabe las desventajas de tener un hijo, pero admitir el arrepentimiento después de parir sigue siendo prohibido para la sociedad de hoy. Por supuesto que hay historias sobre eso, como Nora, de Casa de muñecas, quién abandona no solo el rol de buena esposa, sino también el rol de madre con el objetivo de descubrirse a sí misma. Cuando se estrenó la obra de Henrik Ibsen (1879) el escándalo provocado casi acaba con la temporada, sobretodo porque significaba el quiebre de la idea de familia. Ibsen se metió con uno de los grandes tabiques de aquella sociedad, pues la idea de familia era inquebrantable y solo podía ser de una manera. Sin embargo, el escándalo de la obra no tenía que ver con el abandono, sino con el quiebre del símbolo de la madre dedicada. En ese entonces

TÍTULO: La Perra AUTORA: Pilar Quintana EDITORIAL: Random House AÑO: 2017


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y hasta ahora, la figura materna es un símbolo de condena, pues es la única decisión irreversible. Y mientras los padres pueden irse cuando no se encuentran en la paternidad, incluso si deciden quedarse en la familia y se arrepienten de haber tenido un hijo, pueden desafanarse de maneras que las mujeres, quizás, nunca podamos hacerlo. Es así como podemos tener padres tan distantes emocionalmente, el típico “mi padre nunca estaba en casa” o “mi padre nunca me abrazaba”, aquellos padres que se vuelven una figura borrosa para los hijos. Pero arrepentirse de ser madre va en contra del dispositivo social y eso se vuelve inadmisible.

La lluvia era siempre tan fresca y limpia que parecía purificar el mundo, pero en realidad era la responsable de que todo estuviera siempre cubierto de una capa de moho. La naturaleza en esta historia es una metáfora del caos interno de la protagonista. La escritora plantea un paisaje selvático y libre pero sujeto a la posibilidad del desastre. Damaris es, entonces, un puente entre lo interno y lo externo, entre la quietud y el caos, entre la palabra y el silencio. Así, comprendes la relación directa de una mujer con su entorno, su relación entre su sentir y lo que ha callado por tantos años. Pilar Quintana inventa una historia que llega a los rincones más profundos del ser humano. El retrato de una

mujer llena de culpa e ira contenida que termina por descargar todo eso a través de un animal indefenso. ¿Te ha pasado alguna vez, Mariana? Duele porque lo hemos hecho, porque es verdad. Y así, en medio del ruido sin parar de una selva que grita y se hace presente, de plantas envolviendo los rincones abandonados, de noches calurosas y días amenazados por la lluvia, Damaris nos lleva de la mano por su historia desgarradora y, en su particularidad, ahondamos en nuestra propia historia, llena de maleza y de perros que nos cuidan y cuidamos, que muerden, se escapan, nos abandonan y a los que nosotros también y con frecuencia, abandonamos. Jimena Hinojosa

LETRAS POR VENIR NUESTRA OBRA

DE

MELISSA

PRÓXIMA

EDICIÓN

TAHANNY GARCÍA

LEE

ESTARÁ

ILUSTRADA

BETANCOURT

AGUIRRE

COMO

Y

POR

CONTARÁ

EDITORA

LA

CON

INVITADA,

QUIEN, A PARTIR DE UNO DE SUS EJES DE ACCIÓN, EL TEMA DE ‘LA PÉRDIDA’, APORTARÁ UNA SELECCIÓN DE TRABAJOS RELACIONADOS CON LA ÉTICA Y EL ARTE CONTEMPORÁNEO.

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AU TO R AS

Escritora y creadora de contenido. Aficionada a la lectura, se describe a sí misma como curiosa e inquieta. Estudió Arte Digital y una Maestría en Humanidades. Actualmente conduce el podcast Creadoras no Musas y modera círculos de lectura y escritura para mujeres. LUCÍA ANAYA.

Nació en Veracruz, bajo la tenacidad de la constelación de acuario y con un abrazo de aire gélido. Se dedica a las ciencias sociales, pero estudia todas; se la pasa hablando de hongos y agujeros negros. Pues ¿quién se llama Geo sin ser especialista en las ciencias de la tierra? GEORGINA RENANÁ.

Es diseñadora editorial y aspirante a escritora. Nació en una ciudad del norte bajo el signo de Escorpio. En su tiempo libre lee, cocina, escribe, dibuja y cultiva tomatitos en su azotea. Disfruta de las cosas simples como andar en bicicleta, beber vino barato y bañarse con agua muy caliente. Asegura que el feminismo le cambió la vida para bien. CAMILA SOTO.

Actriz, escritora, maestra de arte escénico. Licenciada en teatro por la Universidad Veracruzana. Ha complementado su formación con una gran variedad de talleres artísticos y diplomados trabajando la voz, el cuerpo, la fotografía, el diseño, las letras y el collage. KATLIN ARCE (CAPRINKA).

Profesora y gestora cultural, miembro de IDEAS para la Cultura A.C. y la Biblioteca Casa del Colibrí. Estudió Letras Mexicanas en la Facultad de Filosofía y Letras UANL; formó parte de la Escuela Metodológica Nacional del IMDEC.

de la UANL. Perteneció a la tercera generación de becarios del Centro de Creación Literaria de la misma institución. Sigue persistiendo en la creación de una narrativa que medie la imagen y la palabra. (Ciudad de México, 1982). Académica, activista y creadora textil. Es maestra en Filosofía por la KU Leuven y candidata a doctora en Estudios del Performance por Northwestern University. Su proyecto doctoral plantea que el tacto opera y construye un sentido singular de lo político desde memorias afectivas. Su investigación académica está ligada a un trabajo de formación de redes de solidaridad trasnacional por la paz en México -desde 2010- en la plataforma Nuestra Aparente Rendición y luego Fuerzas Unidas por Nuestrxs Desaparecidxs en Nuevo León. CORDELIA RIZZO.

(Cd. Victoria, 1996). Es egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras (UANL). Escritora, feminista, esotérica de clóset, fanática del shitposting, menesterosa del diván y una comediante involuntaria de risa despiadada. Con sus amigas dirige el proyecto Morras Leyendo Morras enfocado a la difusión de literatura hecha por mujeres. Actualmente es profesora en una fundación, de ahí que procure enseñar a sus alumnxs que leer es una forma más de estar acompañado en la vida. ALEIDA ARGUETA CASTAÑEDA.

MELINA SARAHID GARCÍA.

Pamela es maestra de matemáticas y madre. Estudió Ingeniera Biomédica, pero su corazón siempre ha estado en las humanidades. Se encuentra construyendo junto con su familia nuevas maneras de vivir de forma sustentable.

AV. AZTLÁN es una revista autogestiva, independiente

de toda clase de institución o partido, que busca dar voz a las colonias alrededor del Cerro del Topo Chico para construir conocimientos, identidades y resistencias. Se desarrolla bajo el lema de “Libertad, autogestión y barrio”.

PAM E L A G Ó N G O R A E S P I N O SA .

(Monterrey, 1999). Estudió la licenciatura en Letras Hispánicas ANDREA GORGONIA TREVIÑO.

(Guadalajara, 1983). Estudié Licenciatura en Psicología y después hice una Maestría en Arte moderno y contemporáneo. Combinación educativa que garantiza el desempleo absoluto. En 2017 abrí “Ricos Jugos” en Guadalajara, que es una tienda de jugos y autopublicaciones, además de un espacio para actividades alrededor del dibujo. ARANZAZÚ PÉREZ.


AU TO R AS

Es estudiante de octavo semestre de la carrera de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras. Sus principales ramas de interés son la edición literaria y la literatura clásica. Actualmente es voluntaria en la Biblioteca Alaíde Foppa de la UNAM, en la sección “K-POP STORIES”, un proyecto mensual que estudia la ola hallyu como literatura. DANIELLA DEL SOL MALDONADO PÉREZ.

MINERVA REYNOSA .(Monterrey,

1979). Poeta, gestora cultural y Doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de Michoacán. Sus libros más recientes: iremos que te pienso entre las filas y el olfato pobre de un paisaje con borrachos o ahorcados (2020) y Lo mejor que damos. Antología personal (2022). Colabora con Benjamín Moreno en el proyecto de experimentación textual, visual y tecnológico Benerva! Es docente online, vocal de literatura para el Seminario de Cultura Mexicana Irapuato, gestora de distintos proyectos de sensibilización de la poesía y pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte.

iniciativa Mty Menstrual la cual se dedicaba a apoyar el periodo de mujeres en situaciones vulnerables y a generar diálogo sobre una nueva conciencia respecto a la menstruación. GABRIELA MEDELLÍN. (Ciudad Obregón). Ilustradora

independiente, creó el proyecto Water Desert Art en 2017 como un espacio personal para compartir la pasión por el arte visual representado por el retrato femenino con dibujos a lápiz, prismacolor, tinta, acuarela, acrílico y otras técnicas. El trabajo ha sido mostrado en distintas exposiciones dentro de mercados locales para su venta comercial en diferentes formatos como prints o stickers, al igual que las piezas originales. En 2018 se participó impartiendo talleres de pintura dentro del programa Bendito Mercado en Parque Arboleda. Recientemente ha colaborado con diferentes artistas independientes en la realización de portadas musicales y de libros y se ha adentrado de forma autodidacta en la ilustración digital. (Ciudad de México, 1990). Es escritora, artista visual y activista feminista. Su obra explora narrativas en torno al cuerpo femenino en su contexto político y cultural. Expone temas como la violencia de género, el derecho legítimo a la protesta, la defensa de los derechos humanos de la comunidad lgtb+, la autoerotización y la sororidad. En 2018 extendió su práctica artística de la escritura al terreno visual, con la finalidad de colocar el arte en la vía pública y dialogar con la gente de a pie. Sus murales se encuentran en la Ciudad de México y el Estado de México. Vocera del colectivo de impresión risográfica SARA (Sociedad Anónima de Reproducción Autogestiva). IRASEMA FERNÁNDEZ.

OLIVIA FAINSOD. Es

animadora, diseñadora gráfica e ilustradora, ejerce como directora de arte en Incubo Branding. Paralelo a ello lleva su marca Ajonjóliart, en ella además de hacer trabajos freelance, hace ilustraciones donde toca temas como el feminismo, autoestima e inclusión y diversidad. Ha sido ganadora en el concurso a! Diseño en Ilustración y Premio Nacional de Diseño en Bellas Artes. Su trabajo ha sido publicado en: Illustrated Girls, Revista Tierra Adentro, Flamantes libro de artistas, Revista Entrepreneurs, Fundación Rosa y Rojo y el libro Defensoras de los Derechos Humanos. LAIZA ONOFRE. (Monterrey,

1987). Ilustra, escribe y canta. Estudió la Licenciatura en Artes en la UdeM y tiene una Maestría en Educación por parte de la Universidad Tecmilenio. Ilustra para la plataforma Girl’s Globe, es docente en artes desde hace diez años y ha dibujado desde siempre. Ha sido tallerista en distintas instituciones y espacios independientes. Fue integrante de la banda electro pop Uvilov con la que participó en festivales culturales como el Forum Universal de las Culturas. Fue creadora de la

ELISA HERNÁNDEZ (Nahuala

Cachanilla). Producto fronterizo marca 1997. Egresada de la Facultad de Artes de UABC. Después de un fallido intento por ser artista, se dio cuenta de que más allá de la pintura, la palabra es una línea que dibuja de manera más precisa. Escritora de ensayo y relato corto, aborda temáticas a manera de ficción, así como crudirealista. Dentro del trending topic se encuentran el arte, el género, la pedagogía, la sexualidad y el feminismo.


AU TO R AS

Actualmente se dedica a la investigación, a escribir y a dar clases a muchachxs de secundaria. Se asume como una edupunk pseudo profesional de las artes, que trabaja en pro de la revolución sociocultural. (Ciudad de México). Dibujante. Además es editora y coeditora de libros, revistas y otras publicaciones de edición limitada y autogestivas dedicadas al arte, el internet y el cómic. Destacan la antología de cómics bilingüe Gang Bang Bong (México / Canadá 2010) y la compilación Fanzinología mexicana 1985 - 2015 (UNAM, 2014). Su sello es gatosaurio.com INÉS ESTRADA.

(Ciudad de México). Maestra en Tecnología Educativa por el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de British Columbia en Canadá. Graduada con honores en Lengua Inglesa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Es directora de Idiomas de la Prepa Tec CEGL y examinadora del Bachillerato Internacional. Coeditora de Onomatopeya Productions, casa editora de la colección Poetazos. Desarrolla un proyecto de escritura conjunta de cuentos para niños. MARÍA DEL CARMEN BENÍTEZ FLORES.

Estudia la licenciatura en Lengua y Letras Hispánicas en la UNAM. Cursó el Diplomado de Creación Literaria en la Escuela Mexicana de Escritores (EME). Participó en la primera edición de Revista Pistache, sobre gastronomía y literatura, como editor, corrector y redactor. JUAN CARLOS PANIAGUA DE LOS REYES.

Comediante, actriz y guionista. Ha trabajado en producciones como La lluvia al borde del camino, Morir en Martes, Julia vs Julia, dos especiales de Stand up comedy presenta de Comedy Central, y participaciones en Standparados. Escribió el piloto Welcome güey! y es coguionista del largometraje Entra en mi vida que actualmente se encuentra en preproducción. Creadora junto con Las PMS del Estrógeno Fest, el primer micrófono abierto exclusivo de mujeres para mujeres. Todos los lunes la puedes escuchar en el mejor podcast del mundo, Gracias por participar, disponible en tu plataforma de elección. Le gustan los perros, las películas de terror y correr para comer sin culpa. XOCH SÁNCHEZ SANTOS.

(León, 1965). Narrador y ensayista. Por el relato breve “Nadie los vio salir” ganó el Premio de Cuento Juan Rulfo 2000. Fue becario de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation en 2001. Su libro más reciente es Desterrados (2013). E D UA R D O A N TO N I O PA R R A .

(1970). Escritor, practicante y estudioso de la escritura digital. CNN México incluyó su cuenta de Twitter en una lista de las 140 mejores del país. Mantiene el sitio web: www.lashistorias. com.mx ALBERTO CHIMAL.

JESSICA NIETO. (Monterrey, 1982). Editora, ensayista

y aspirante a calígrafa. Fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en 2010. Ha publicado el libro Metal de la voz. Ensayos en torno a la escritura literaria (Ediciones Intempestivas, 2011).

(Ciudad de México, 1994). Escritora y actriz. Ha escrito ocho obras de teatro, dos monólogos y tres cortometrajes. Ha colaborado con adaptaciones de libros de texto para el Fondo de Cultura Económica, y en el último número de la revista Paso de Gato. Es becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de dramaturgia. JIMENA HINOJOSA.



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