91-92 Cenicero / JOSERRA ORTIZ / 4 Segundo movimiento / ADRIANA PAOLA MEZA / 8
Lyotard vs el mundo / PABLO ESPINOSA VERA / 71 MISCELÁNEA
Poemas /ADRIANA CISNEROS GARZA / 11 Corregir lo incorregible / CARLOS LÓPEZ / 77 Poesía y espiritualidad: dos alas de un mismo pájaro. Entrevista a SERGIO MONDRAGÓN / RAFAEL GARCÍA / 15 ANATOMÍA DE LA CRÍTICA
Blanco / EDGAR IBARRA / 80 Post-it o la alegría de la brevedad / IGNACIO GONZÁLEZ CABELLO / 83
Pluralidad de voces de (la otra) América. Una visión desde el ámbito polaco / KRYSTYNA RODOWSKA. Traducción de
De poetas y de monstruos / RENATO TINAJERO / 87
ZYGMUNT WOJSKI / 19
La búsqueda de raíces y el despertar cultural / HAN SHAOGONG. Traducción de SUN XINTANG / 33 La inclusión de la Rusticatio Mexicana, de Rafael Landívar, en el curso de Literatura Mexicana / JOSÉ ROBERTO
TOBOSO A la letra: La noche en flor / BÁRBARA JACOBS / 91 Letras al margen: Un buen paseo intelectual / EDUARDO ANTONIO PARRA / 93
MENDIRICHAGA / 38
La materia no existe: Visionario Levrero / ALBERTO CHIMAL Mitología íntima y tragicomedia en: La giganta, de Patricia Laurent Kullick / HUGO VALDÉS / 43
/ 96
Plumas al vuelo: El escenario de la escritura / JESSICA Maternidad sin tregua en La giganta de Patricia Laurent Kullick / NORA LIZET CASTILLO AGUIRRE / 46 ANDAR A LA REDONDA
NIETO / 99
CABALLERÍA Contraste y complemento / ALEJANDRA JUÁREZ / 101
El intelectual, comentarios a dos voces / FUTURO MONCADA Y BENITO ESTRADA LARA / 49
DE ARTES Y ESPEJISMOS
Ínsulas de armas tomar / ODETTE ALONSO / 104 Memorias de Adrián, de Alfonso Elizondo / ALFONSO REYES MARTÍNEZ / 105
Israel Landeros, un arte de afuera / FORASTERO HDZ / 61 Lectura y futuro, de José Ángel Leyva / FELIX SUÁREZ / 107 Entrevista a Sylvia Molloy / RAÚL OLVERA MIJARES / 66
ÍNDICE
Universidad Autónoma de Nuevo León Dr. Jesús Ancer Rodríguez Rector Ing. Rogelio G. Garza Rivera Secretario General Lic. Rogelio Villarreal Elizondo Secretario de Extensión y Cultura Dr. Celso José Garza Acuña Director de Publicaciones Mtro. Margarito Cuéllar armasyletrasuanl@gmail.com Director editorial
EN PORTADA: PAREJA DISLOCADA ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016
Lic. Nohemí Zavala nohemizav@gmail.com Editora responsable Lic. Verónica Rodríguez veronica.rz@gmail.com Diseño Macy Espinosa Brenda Muñoz Correccion de estilo Armas y Letras. Revista de literatura, arte y cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León no. 91-92, julio-diciembre 2015. Es una publicación trimestral, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección de Publicaciones de la UANL. Domicilio de la publicación: Casa Universitaria del Libro, Padre Mier 909 pte. esquina con Vallarta, Monterrey, Nuevo León, México, C.P. 64000. Teléfono: + 52 81 83294126. Fax: + 52 81 83294111. Editora responsable: Nohemí Zavala Castrellón. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2009-061817570300-102, ISSN en trámite ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de título y contenido No. 14,918, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro de marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial: en trámite. Impresa por: Serna Impresos, S.A. de C.V., Vallarta 345 Sur, Centro, C.P. 64000, Monterrey, Nuevo León, México. Fecha de terminación de impresión: julio de 2015. Tiraje: 1,500 ejemplares. Distribuido por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección de Publicaciones de la UANL, Casa Universitaria del Libro, Padre Mier 909 pte. esquina con Vallarta, Monterrey, Nuevo León, México, C.P. 64000. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Prohibida su reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del editor. Impreso en México Todos los derechos reservados Copyright 2015
¥ ¥JOSERRA ORTIZ
TECNOFACETA / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016 / DUOTONO
CENICERO
It began with a Kiss. It almost always begins with a kiss. Etgar Keret, Unzipping
CALAC RÁN (FRAGMENTO) / TINTA SOBRE PAPEL / 2014
A
lgunas veces, cuando quiero recordar a Holley, siempre evoco el sabor de su saliva en uno de nuestros últimos besos. A las cinco de la mañana de aquél sábado distante, la humedad de su boca mantenía un dejo de cerveza con cigarro, vodka y Red Bull. Podría decir que sabía a fiesta de bodega con música electrónica, o al punchis punchis que en la libertad del verano se vestía de collares fluorescentes y pintalabios azul; pero como el tiempo cambia todas las perspectivas, hoy diré mejor que sabía a cenicero. Ignoraba entonces que nada dura para siempre. Al besarla esa vez, creí que me arrojaba a un mundo que comenzaría a suceder sin detenerse y, después, en el siguiente instante, entendí que en realidad empezaba a clausurarse a pesar de que el beso sabía al inicio de la vida, al protozoario que saldría del mar a conquistar la tierra. ¿Cómo intuir que sería de otra manera? Si eso nos habíamos dicho con la mirada, abrazados al alba de esa mañana fresca y húmeda afuera de los separos de la policía municipal donde Martín el abogado pagaba la fianza de Ariel y Pedrito. Habían roto el candado de un Modelorama en la Balcones del Valle, allá por casa de Pepe, y la tira los tenía guardados junto al fruto de su hazaña: dos cartones de Modelo especial al tiempo, tres paquetes de Marlboro, unos cacahuates. Gran cosa. Dos horas antes, Memo llegó corriendo al rave gritando que los habían apañado. “¿A quién?, ¿de qué hablas?”. “Al Pedro, wey, y a la Ariel”. “¿Por qué?, ¿qué dices?”. Entre su respiración agitada y la música estridente de DJ Wizz no lograba entender bien. “Vamos afuera”. La anécdota era tonta y sencilla, pero nos pareció lo más grave del mundo: Pedro y Ariel se habían quedado sin chupe y se les hizo fácil botar el candado del Modelorama para sacar provisiones justo en el momento en que la patrulla hacía su ronda por el barrio. Ariel llamó a Memo porque era el único de nosotros que tenía celular y no quería que sus papás se enteraran. Entonces Memo fue a buscarme a la fiesta en la que estaba con Holley para saber si yo tenía el teléfono de Martín el abogado, nuestro profesor de ciencias sociales en la prepa. “Eh, ya sé que te vas a encabronar, que me dijiste que hoy no te molestara porque querías estar solo con la Holley, llevártela al motel, pero… wey, no mames, neta es una emergencia”. “Ya, Memo, tranqui. Respira, qué pedo dices cabrón”. “¡El número del Martín, wey! ¿Lo tienes? ¿No te acuerdas… este… no te acuerdas que al principio del año dijo que cualquier pedo le llamáramos para sacarnos del bote? Eso dijo”. “Pero ya es verano, wey, estamos de vacaciones”. “De todos modos, carnal, chicle y pega”. Durante el año escolar recién terminado yo había sido tesorero de la sociedad de alumnos, así que tenía los datos de todos los profesores en una pequeña agenda que guardaba en la cartera. Buscamos un teléfono público. “Háblale tú”. “Ni vergas wey,
dile tú, a ti te estima un buen”. “No, tú wey, a ti te habló Ariel”. “Sí, pero qué pena”. Harta de la ridícula discusión, Holley cogió el teléfono y después de dos intentos pudo comunicarse. “¿Señor Martín?... Hola señor, soy Holley… sí, la chica americana… sí, sigo aquí… no, ya pronto me voy… sí, muy bien mi español, gracias”. Cinco minutos después y tras las explicaciones, palabras más, palabras menos, el profe quedó de vernos afuera de los separos en media hora. Nosotros llegamos ahí en quince minutos, no estábamos tan lejos. Me estacioné cerca de la entrada, vigilando la puerta para ver llegar al profe. No queríamos entrar a la comandancia, apestábamos a fiesta. “Wey, pinche Pedro pendejo”, dijo Memo tirado en el asiento de atrás. Fumaba un Raleigh. “Cabrón, ya te dije que no fumes en el carro”. “Bofo cabrón, déjame en paz, ¡estoy nervioso!”. “Voy, ni que el pedo fuera tuyo. Que se me hace, neta, que se me hace que todavía te gusta la Ariel”. “Órale pendejo, claro que no, ni que fuera tú y Karlita la nalgona”. No me gustó escuchar eso frente a Holley, ella no sabía de mis ex novias. Salí del carro dando un portazo. “¡Ora! Qué te pasa, baboso”. “¡Ya, cálmense!”, dijo Holley bajándose también, “cuidado con la policía”. Memo también bajó. Había llegado Martín el abogado y decidió acompañarlo. “Orita vengo chavos, ya, todo tranquilo”. Se alejó, dejándonos solos, sentados sobre el cofre de mi auto. “Perdón Holley, es que… estoy muy nervioso”. “¿Por tus amigos?”. Guardé silencio. En realidad, estaba confiado en que Pedro y Ariel saldrían bien librados. Martín el abogado los ayudaría y, si no podía hacerlo, el papá de cualquiera de ellos dos pagaría la fianza fácilmente. Pensaba sobre todo en el de Ariel, porque conocía bien a ese señor: era uno de los socios del club con los que mi papá jugaba squash todos los fines de semana. Tenía una fábrica de plásticos en la zona industrial, Audi del año, casa en el Campestre. Su dinero compraría la libertad de su hija y el silencio de la policía, el del dueño del Modelorama y el de la prensa. Así que no, no estaba angustiado ni por Pedro ni por Ariel. Estaba nervioso por Holley, ¿pero cómo decirle? ¿Cómo explicarle que con el fin del año escolar y el avance del verano, cada día estaba más cercana su partida y regresaría a ese mundo donde yo no existía? ¡Lo habíamos pasado tan bien todo este tiempo! Con ella había descubierto tantas cosas y, sobre todo, en su compañía despertaron los sentimientos y las formas que me alejaron prematuramente y para siempre de la adolescencia, dándome la seguridad para plantarme en el mundo. La quería o la amaba, eso sí no lo entendía, pero por suerte siempre se lo había dicho en inglés y en ese idioma la misma palabra vale para expresar ambas cosas. “No… it ain’t that, Honey bunny”. “What is it, then?”. “I don’t know. I’m stupid. Sorry”. “Hey, look at me. Pedro and Ariel are gonna be fine, you know that, right? It’s not like they killed anyone… they just broke into some store to get a couple of beers! Even if their parents find out about it no les va a pasar nada. You know Ariel’s mom, she’s gonna be all like fuck that shit! Están chavos, se les hizo fácil”. Me gustaba cuando decía esa frase hecha y tonta, sencillísima y que, sí, la mamá de Ariel nos había enseñado a utilizar como pretexto para regalarnos cerveza, dejarnos fumar mota en su jardín o validar cualquier pendejada que estuviéramos dispuestos a hacer. Por eso le pedí que lo dijera de nuevo. “Fuck that shit. Estamos chavos. Se nos
CALAC RÁN (FRAGMENTO) / TINTA SOBRE PAPEL / 2014
hizo fácil”. Reímos. La tomé de la cintura y le planté un breve beso en la mejilla. Le sobé los hombros, la espalda. “You know I love you like crazy… te voy a extrañar un chingo”. “I know”, un beso en la frente. “I do too”, otro. “I will too”, uno más. “Pero todavía no me voy, que quedan unas semanas. No te azotes, please”. “¿De verdad te tienes que ir?, ojalá pudiéramos escaparnos”. “Shut it… ya, mejor disfrutemos el ahora. Mira, ahí vienen los vatos”. Después de que nos contaron cómo se había arreglado todo, Holley y yo nos echamos de espaldas sobre el cofre, viendo el cielo que se abría. Empezaba a clarear y el cielo estaba tan limpio que al fondo ya se anunciaban los cerros. Los primeros cantos de las aves ahuyentaban la modorra y la gringa se veía guapísima. Estábamos cansados, bostezábamos el desvelo y el bajón de adrenalina nos había llegado ahora que todo estaba tranquilo y arreglado; nuestros papás nunca se enterarían, promesa de Martín el abogado, siempre y cuando cumpliéramos en pagarle el dinero de la fianza y las molestias, poco a poco y entre todos. Entonces miré a Holley fijamente a los ojos. Buscó mi mano y se la di. “¿Estás bien?”, me preguntó. “Nunca he estado mejor”, le dije. La atraje contra mi cuerpo. Ella se dejó abrazar. En las escalinatas de los separos nos miraban algunos policías. Martín el abogado se había ido. Pedro, Ariel y Memo bebían café recargados en la pared. La besé tiernamente, primero, apretando bien su cintura, cerrando los ojos y, después, cuando mi lengua recorrió el rocío de cerveza y vodka de su boca con más devoción que otra cosa, me hubiera gustado que los policías y nuestros amigos rompieran a aplaudir, dando vítores y abrazándose entre ellos; sentía que ese beso podía ser el definitivo, el momento en que el tiempo se detenía para siempre porque comenzaban a correr los créditos de la película en la que Holley, por fin, después de aquella noche, comprendía que lo nuestro era un amor para siempre y tomaría la decisión de quedarse conmigo, en San Luis Potosí, tan lejos, pero tan lejos de Kansas. “Eh, ¿no quieren ir por tacos?”, preguntó Holley justo al separar su boca de la mía, sonriendo. “Vamos a esos que nos llevó Ariel la otra vez. I’m buying”.
¥¥ADRIANA PAOLA MEZA
EL SEGUNDO TARAREO VINO DESPUÉS DE QUE G SUCCIONÓ TODO EL POLEN DE MI FLOR. FUE LA NOCHE MÁS MARAVILLOSA DE MI VIDA. LAS ESTRELLAS APARECÍAN Y SE OCULTABAN DURANTE NUESTRO TRAYECTO AL HOTEL. ÉL ERA MI PROFESOR DE ARTES. TENÍA UN CABELLO RALO QUE UN DÍA FUE BELLOS RIZOS OSCUROS Y UNA PIOCHA COMPLETAMENTE BLANCA. LO QUE MÁS ME GUSTABA ERA EL AROMA DE SU LOCIÓN, ME RECORDABA LA VILLA DONDE MI MADRE HABÍA NACIDO: UN PEQUEÑO CONJUNTO DE CABAÑAS A LO LARGO DEL RÍO, DONDE LOS LEÑADORES ACUMULABAN SUS DESCANSOS EN LOS MADEROS Y LOS NIÑOS ESCUCHABAN SUS ANDANZAS SENTADOS EN LA TIERRA HÚMEDA. ESOS AROMAS A MADERA Y HUMEDAD ERAN LO QUE YO HABÍA HEREDADO DE MI MADRE.
TRANSFIGURACIÓN FACIAL / TINTA SOBRE PAPEL / 2016 / DUOTONO
Segundo movimiento
L
as historias que G contaba me divertían. No me importó mucho que no pudiera mantener su pene erecto durante el acto sexual. Nos bastaba con los minutos de besos, toqueteos y caricias varias, con cualquier pretexto aparcaba el auto, en algún lugar oscuro en el centro de la ciudad, e introducía sus dedos en mi vagina. Junto a él escribí un magnífico breviario de orgasmos leves. Era encantador en muchos sentidos, pero estaba demasiado enraizado en su comodidad. Uno de esos árboles que requieren de la mejor retroexcavadora del mundo para arrancarlos. Yo no era ni por asomo una. No podía con sus temores. Temor a embarazarme. Temor a que nos vieran. Temor a un paro cardiaco. Temor de no volver a pintar. Llevaba meses sin conseguir una imagen clara en su cabeza para dibujarla sobre el lienzo. Resistía mis sugerencias “pinta cualquier cosa, ya vendrá un buen cuadro después” le dije, pero no quería. Se empecinaba en que la obra pictórica debía ser la expresión descomunal de una energía que lo poseía. Ese momento nunca llegó. Cada día fumaba y carraspeaba viendo un lienzo blanco que tenía en su cuarto de trabajo. Y yo no hacía más que hincarme, abrir su pantalón y dejar entrar su sexo en mi boca. Llevaba treinta años casado con la misma mujer. Estaba tan aburrido que evitaba la cena con su esposa, asistiendo a exposiciones de pintura, inauguraciones de museos o tertulias con amigos. Huía de todo y de todos hasta que me encontró a mí. Nos habíamos visto por última vez en la posada de la facultad, había propuesto que tomáramos un café esa misma semana. Dije que sí con la cabeza, aunque internamente me negaba a eso. No quería tener una relación complicada. Pero un aburrido día, le envié un mensaje ofreciéndole unos cuantos besos y aceptó. Quedamos de vernos en el centro comercial Samsara. Ese día, mientras yo aún conducía por la avenida, él me llamó. —He llegado, te espero —dijo y colgó. Yo estaba extrañada porque mientras fue mi maestro había llegado tarde a casi todas las clases con excepción del día del examen final. Todos sabían que le encantaba que lo esperaran. Pese a que sus erecciones dejaban mucho que desear, G resultó ser muy bueno para encontrar el punto de la inicial de su nombre. Su lengua era rosada y ancha, aunque tenía los labios muy delgados, era capaz de lamer hasta mostrar la campanilla. Al principio era algo tosco y agudo en su tacto, pero con el paso de los encuentros fue conociendo mi sabor y mis gustos. Era incomprensible para él disfrutar tanto de un sexo que no le pertenecía en ningún sentido. Un día, sin querer se me ocurrió decirle: —Pero si no pretendo casarme contigo. Entonces él me miró de soslayo, rascó su dedo índice izquierdo —con el pulgar e índice derecho— hasta sacar una blanca cáscara de piel y dejar enrojecida su mano izquierda: —Casi me dices que nada más me quieres para eso. Me desagradaba que siempre sustituyera la palabra “sexo” por la de “eso”. Pero tenía veinte años más que yo y no acostumbraba el lenguaje directo. Él prefería elaborar dulces palabras para objetivos específicos y cosas que, a mi modo de verlo, resultaban bastante prácticas. Así que por un tiempo le seguí el juego. Una mañana fui por mi hermana al aeropuerto. Traería un regalo que un amigo me había enviado desde Argentina. Sentía una enorme curiosidad. Él era un anciano de ochenta años con una voz maravillosa: raspada, grave, alegre y sutil. Desde hacía unos meses me conectaba a internet todas las noches para charlar con él. Una vez que estábamos relajados, él comenzaba
a excitarme diciéndome palabras como: mi putita, mi niña, mi zorrita. Su timbre de voz me alteraba tanto que no me importaban las palabras, incluso creo que me gustaban. Cuando llegué a la estación mi hermana estaba algo enfurecida. Se me había hecho tarde. La saludé pero permaneció en silencio, subimos al auto y siguió igual. Ya llevábamos veinte minutos de recorrido de la estación a la casa cuando le dije: —Mariana, di algo. Bueno, dame lo que René me envió. —¿De modo que se llama René? El muy imbécil de tu amigo no quiso decírmelo. Por dios, hermana. Es un anciano. —Sí, si no importa. ¿Dónde está? —En la maleta que dejé en la cajuela. —Lo hubieras dicho antes. Me orillé en cuanto pude. Abrí la cajuela. Descorrí el zíper de la maleta y ahí estaba. Era una caja roja, parecía de zapatos, tenía una nota “Sos una diosa”. No iba a abrirla ahí pero necesitaba acariciarla. Era lo más cercano que tenía a un contacto con su cuerpo. Dejé que mis dedos sintieran la textura rugosa de la envoltura, tomé la caja, la puse en el asiento trasero del auto y volví al volante. —¿No vas a abrirla? —No. —¿Por qué no? —preguntó Mariana. —Al rato. —Armas un alboroto por esa estúpida caja y resulta que ni siquiera podré ver su contenido. Guardé silencio. El resto del trayecto miraba los espejos central y retrovisor. Sobrellevé el malhumor de mi hermana y traté de adivinar qué sería lo que había adentro de la caja. Desde el asiento del conductor podía oler que despedía un aroma que seguramente provenía de la loción de René. —¡Qué bárbaro! —dijo— esa caja apesta a su vejez. —¿Puedes callarte? —No, no quiero. —Mariana, no estoy de humor para… —¿Qué esperas de mí? ¿Qué me sienta orgullosa de que mi hermana está enamorada de un anciano casi senil que le daba clases y de otro casi en la tumba que le envía regalitos? —Basta. En ese momento llegamos a casa y en cuanto detuve el auto, timbró mi teléfono. Era G. —¡Vaya! No va a morirse pronto —dijo Mariana—y azotó la puerta del carro. Mientas esperaba a que abriera la puerta de la casa. Escuché la respiración entrecortada de G. —Ho… la, Ho… —Dime, ¿qué diablos te sucede? Estoy ocupada. Colgué de inmediato. Tomé la caja de donde la había dejado y bajé del auto. Caminé hacia el parque que corría a lo largo del fraccionamiento. Durante un tiempo sólo pude mantener la caja entre mis manos. Encontré un tronco ancho y bastante frondoso. Me senté bajo su sombra. Aspiré el aroma del pasto mojado con el que se confundía la loción de René. Lentamente fui despegando la cinta con que había sellado el paquete. No quise abrirla aún. Acaricié mi mejilla con el costado de la caja, cerré mis ojos e imagine que era él quien me tocaba. El teléfono siguió sonando pero lo ignoré. G había arruinado mis fines de semana en muchas ocasiones. Cada vez que su esposa lo ignoraba, me daba el nombre de un hotel y la hora en que nos veríamos. René está conmigo, me dije. Esta vez no.
P O ESÍ A
Anticristo ¥¥ ADRIANA CISNEROS GARZA
Ni en el más corto sueño desatiende mi apetito. Advierto piedad cuando sucumbe entre piernas. El diablo me encarna. No soy diosa.
POE S Í A
Guerrillero Entreabre su hendidura nacarada disparando balas de saliva por su lengua de metralla. Oscila el carnoso péndulo con tacto que anhelan ajenos. Del sexo al rostro, su rifle pulposo le ciñe el cuerpo en vertical. Dinamita su erotismo unísono. Si al oscurecer pereciera, entiérrala en ti mismo.
P O ESÍ A
Undécimo Revolotean luciérnagas en cortejo veraniego. Invade mi oquedad polilla interminable. Comisionadas tórtolas en viaje hacia el sur. Moras mi verso naciendo poeta.
POE S Í A
Vampiro Secular me oscilas caballero. Maná es tu Príapo. Dejo de menta y vinagreta.
¥¥RAFAEL GARCÍA
A
más de medio siglo de la publicación de su primer poemario, Sergio Mondragón (Cuernavaca, 1935) continúa siendo un referente en la historia de la poesía mexicana tanto por su labor editorial en la década de los sesenta con la revista El Corno Emplumado como por poemarios como El aprendiz de brujo y Hojarasca, este último condecorado con el Premio Xavier Villaurrutia en 2010.
José Agustín lo llamó “el beatnik mexicano” y lo destacó como impulsor de la contracultura desde la poesía. En fechas recientes han surgido numerosos artículos y ensayos en torno a su obra, principalmente con motivo del octogésimo aniversario del poeta. Si algo ha caracterizado la trayectoria literaria de Mondragón es una visión unificadora de la vida y la poesía: una actitud contemplativa que más allá de describir la coexistencia de la materia y el espíritu, celebra su interdependencia.
RAFAEL GARCÍA (RG): Al describir tu obra, en la ASÍ COMO SE CULTIVA UNA PLANTA, antología Poesía en movimiento Octavio Paz hablaba de PONIÉNDOLE AGUA, ADMIRÁNDOuna “mística poética que es corporal”; Alberto Blanco dice que es una poesía del “despertar de la vocación y la fe en el LA Y QUITÁNDOLE LOS HIERBAJOS, mundo y en su poder de transformación”; Elsa Cross, en Los DE MODO PARECIDO SE CULTIVA LA dos jardines, sitúa tu obra con la de otros autores que “dan cuenta de un interés por la espiritualidad de oriente”. En fin, ATENCIÓN. queda muy clara la presencia de un trasfondo espiritual en tu poesía que se acerca más a una mística abierta que a alguna de otros, sus inteligencias; dándome cuenta de las religión o teología en particular. Pero ¿qué hay del camino limitaciones, de las equivocaciones. hacia la mística? ¿Ha sido necesario algún tipo de ascética para alcanzar esa mística poética? RG: La naturaleza y particularmente la vegetación es una presencia constante en tu obra poética. Incluso a veces pareciera SERGIO MONDRAGÓN (SM): Me gusta la idea destacar la persistencia del mundo vegetal entre la vida urbana. de “mística abierta”. Me sugiere una unión de lo visible ¿Cómo defines la importancia de la naturaleza en tus poemas? y lo invisible al alcance de la gente común que con sinceridad y sencillez quiere transitar los caminos de la estética y la fe. De allí, para quien tiene vocación por el lenguaje, puede brotar una poética, unos textos; una ascética que es más bien una lógica del vivir de acuerdo con las normas básicas de la convivencia, de la vida, de la naturaleza en que estamos inmersos: no desperdiciar, no agredir, coadyuvar en la marcha natural de las cosas, en la edificación de la cultura, la solidaridad, etc. RG: A lo largo de tu obra describes muchas veces una actitud más bien contemplativa frente a lo escrito, una visión que privilegia la escucha y la observación del mundo frente a una escritura más activa como la que quizá propusieron Huidobro en su “Arte poética” o Poe en su “Philosophy of composition”. Tú destacas la figura del autor como un “copista” más que como un creador. ¿Qué relación guarda la postura de un poeta frente a la poesía con la del hombre frente a la vida? SM: Yo contemplo el espectáculo total de la creación. Una contemplación activa. De allí tomo lo que escribo, extraigo instrucciones para la acción, lecciones de vida. Más que una postura frente a la poesía es una postura frente a la vida. El poema es un subproducto. RG: Has descrito tu papel como poeta, pero ¿cómo describirías a Sergio Mondragón como lector? SM: Hay épocas en que leo poquísimo, otras en las que leo todo el tiempo, día y noche, en todas partes, disfrutando las creaciones, los mundos mentales
SM: La naturaleza lo es todo para mí. Entiendo por naturaleza no sólo lo que está afuera sino también adentro de mí. Aliento una aspiración a que se disuelvan las fronteras ilusorias entre ambos lugares. O sea que no sólo las frondas del prado y sus insectos sino también los matorrales de la mente forman parte del mismo paisaje. Un instante privilegiado es cuando se percibe esa unidad, esa identificación. Vida urbana y mundo vegetal no son universos distintos. RG: En el poema “Regocijo en todo tiempo” hablas de la pervivencia de las palabras de Eckhart en un contexto urbano del siglo XX. ¿Cuáles son los espacios para intuición y para el descubrimiento de ese “regocijo” en el mundo contemporáneo? ¿Cómo los encuentras tú entre el ruido de una ciudad como el DF? SM: La intuición está allí todo el tiempo como un sentido más; como están los brazos, activos o inactivos, o el poder de recordar. Esa situación quizá sea el resultado de un cultivo, de un fijarse en las numerosas señales que surgen por todas partes y a las que un sentido despierto les presta atención. El regocijo es así mismo una consecuencia. Así como se cultiva una planta, poniéndole agua, admirándola y quitándole los hierbajos, de modo parecido se cultiva la atención. Aunque los hierbajos son parte de la magnífica creación, y también encierran sus misterios. Lo mismo sucede con el ruido, aunque lo detestes.
RG: Tu trabajo como editor ha transcurrido de manera paralela (o quizá, entrelazada) con tu obra poética. ¿Cuál ha sido la relación entre éstas dos actividades y en qué sentido se han apoyado u obstaculizado entre sí? SM: Ambas actividades han sido complementarias, se han desarrollado como parte de un todo ante el cual he tenido que tratar de desempeñarme con eficiencia, veracidad y claridad. La materia prima en los dos casos es el lenguaje: el de las señales y el de las palabras. RG: ¿Cuál es la relación entre la disciplina y la inspiración? ¿Dónde están los límites en el caso de tu oficio poético?
RG: José Agustín en La contracultura en México habla de la influencia de Phillip Lamantia y el poeta Ernesto Cardenal en el ambiente que circundó la creación de El Corno Emplumado, podrías describir brevemente esa época y algunas de las figuras que marcaron tu inicio como editor y poeta.
SM: Lamantia y Cardenal, y yo añadiría a los poetas Juan Martínez, Homero Aridjis y Octavio Paz, fueron figuras cuya vida y obra me influenciaron profundamente. Los años sesenta estuvieron teñidos de represión y autoritarismo, y en esa atmósfera fue que se rompieron los lazos de la sujeción y pudo HABRÍA QUE ENTENDER brillar el anhelo de libertad, QUE SE DEBE ERRADICAR EL creación y gozo.
AUTOMATISMO DE LA VIDA DESPIERTA A LA QUE YA SE HA UNO ACOSTUMBRADO.
SM: No son excluyentes ambas entidades, que se entrelazan. Todo el tiempo estás haciendo cosas. Haces esto, haces aquello otro: ahora escribes una línea, ahora bajas una escalera, etc. Si no se hace cualquiera de las dos cosas con atención, se puede ir uno de narices. Habría que entender que se debe erradicar el automatismo de la vida despierta a la que ya se ha uno acostumbrado. No podría existir la una sin la otra. Las dos son facultades, como el ser y el estar. Son conjugaciones de un mismo verbo, el verbo vivir. No es fácil expresar estas cosas. RG: Tus poemarios suelen estar separados por varios años entre sí, ¿eres un poeta que deja “descansar” los textos o que los re trabaja constantemente?
SM: Soy más bien alguien que escribe poco o muy despacio, aunque viva en función del lenguaje, ese lenguaje vivo de las señas o signos que traza la naturaleza. Las palabras son uno más de esos guiños. Vienen a ti, las rechazas o las aceptas, las sustituyes por otras, todas son acciones inmersas en ese mar de la vida en que navegamos. Escribo tan despacio que para contestar más adecuadamente este cuestionario necesitaría disponer de mucho más tiempo.
RG: ¿Consideras que los movimientos contraculturales como los beatniks o los hippies fueron precursores del interés en las tradiciones orientales en occidente y particularmente en este país? ¿Cómo consideras que ha sido la acogida de estas tradiciones en México? SM: En cierto modo algunos poetas beat —algunos de sus poemas— fueron precursores. Sobre todo su visión de la sacralidad de las cosas y su lenguaje libre, desafiante del status quo. En México también lo fueron los libros sobre el Zen y el budismo en general que se publicaron en aquella época. Creo que las disciplinas venidas de oriente, el yoga, las artes marciales, el budismo, la ceremonia del té, el arreglo floral, la meditación, etc., han hallado alguna similitud con la poesía indígena, con lenguas como el náhuatl y otras, en fin, con el universo indígena todavía vivo hoy, y que han tenido aceptación entre una buena parte de la gente pensante y sensible de México. RG: ¿Cómo fue tu ingreso al conocimiento en tradición Zen y cómo impactó tu visión de la vida y la poesía? SM: Yo me enteré de la existencia del Zen por el libro de D.T. Suzuki Introducción al budismo Zen en una traducción excelente de Kazuya Sakai. Ese libro me abrió los ojos a muchas cosas. Desde entonces hasta hoy he seguido siendo un entusiasta aficionado a
la práctica del budismo. Gracias a eso me volví un observador de todos los fenómenos de la vida. En cuanto a la poesía, mi iniciador fue el poeta Juan Martínez. Él me enseñó a reconocer el sonido, el significado y el ritmo del lenguaje. Aunque ya en los poemas de María Enriqueta y Juan de Dios Peza que leí en los libros de la escuela primaria, había tenido un vislumbre de ello. RG: Existe un misticismo que solemos relacionar con las experiencias del éxtasis y arrobamiento que acontecen a unos cuantos iluminados, pero tú también hablas de un misticismo en la vida cotidiana, un misticismo de las cosas. ¿Crees la posibilidad de una mística abierta para la mayoría de las personas? SM: Sí existe la posibilidad de una mística abierta para la mayoría de las personas, y uno de los caminos para acceder a ella, creo yo, es el budismo, que es una práctica sencilla para reaprender a vivir, para desprogramarse de la enajenación a la que ya nos hemos acostumbrado. Para aprender un modo distinto de convivir con los demás y con uno mismo. RG: La poesía del siglo XX y lo que va del XXI ha visto surgir muchos poetas en cuya obra se muestran inquietudes
espirituales: Concha Urquiza, Javier Sicilia, José Ángel Valente, Elsa Cross, Hugo Mujica, tú mismo. ¿Qué refleja para ti esta poesía? SM: El sentido estético y el sentido religioso de la vida son dos sensibilidades que están muy cercanas. A veces se integran una en otra. Ese borrarse de la frontera entre ambas encuentra su mejor expresión en la poesía. RG: En la vida contemporánea pareciera que predomina un lenguaje alejado de la poesía y aún de la naturaleza, como que nos enseñan a pensar en prosa, y no la mejor prosa. ¿Crees que la poesía pudiera ser una liberación de cierta lógica obsesionada con el éxito? ¿Un retorno a la palabra sin afán de dominio? SM: El verdadero éxito es alcanzar la salvación, el ponerle fin a la ignorancia de no saber para qué estamos aquí. “Un retorno a la palabra sin afán de dominio”. En esta tarea la poesía, el lenguaje, la espiritualidad, son coadyuvantes insoslayables. RG: ¿Cuál es la relación entre la poesía (tanto la creación poética, como la recepción estética) con la espiritualidad? SM: Son las dos alas de un mismo pájaro.
ENTRAMADO IDEOLÓGICO / COLOR SOBRE MADERA / 2014 / MONOTONO
EL VERDADERO ÉXITO ES ALCANZAR LA SALVACIÓN, EL PONERLE FIN A LA IGNORANCIA DE NO SABER PARA QUÉ ESTAMOS AQUÍ.
DISLOCACIÓN CROMÁTICA / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2015 / DUOTONO
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
PLURALIDAD DE VOCES DE
(la otra)
AMÉRICA Una visión desde el ámbito polaco
¥¥KRYSTYNA RODOWSKA
Traducción de Zygmunt Wojski
N
os acostumbramos a llamarlos: latinoamericanos. Yo misma, a menudo, los llamo así. Pero ¿reflexionamos acaso sobre lo que encubre esa abreviatura cómoda? ¿No se trata de una desgana subconsciente de verlos así como ellos mismos se ven? Ellos, es decir, los Otros, alejados geográficamente, se llaman a sí mismos americanos. El destacado filósofo mexicano, Leopoldo Zea, en sus libros escribe sobre “nuestra” América. Pablo Neruda en el poema “Alturas de Machu Picchu” evoca las imágenes de la “antigua América”; Pedro Henríquez
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
Ureña, pensador e investigador de la cultura hisun lazo estrecho de todos los poetas presentados con panoamericana, proclama la necesidad de una utopía la cultura europea en su aspecto mediterráneo, en para “nuestra América”. Los poetas que toman la la cual, gracias al mestizaje, están enraizados desde voz en mi antología Umocz wargi w kamieniu, Moja los hace siglos. No sin razón esta América —central o labios en la piedra (2011), título tomado de un verso meridional, lo mismo da— se define adicionalmente de Octavio Paz, y los más jóvenes, que he conocido con el adjetivo “latina”, exponiendo sus raíces latinas en festivales de poesía orgacasi en cada ocasión. Por nizados en América Latina LOS “LATINOS” DE DIFEREN- ejemplo, en el nombre del y en revistas digitales, confestival mexicano Encuentro TES TRONCOS LINGÜÍSTICOS sideran a América tout court de Poetas del Mundo Latino, como su Magna Patria. Eran Y CULTURALES EMPEZARON cuyos coorganizadores americanos mucho antes que A JUNTARSE, OPONIENDO SU son desde hace varios años aquellos del Norte, a los que los poetas de Quebec que AMERICANISMO ESPECÍFICO atribuimos coloquialmente cultivan de esta manera con el derecho a la exclusividad AL AMERICANISMO DE LEN- ostentación —como señal de de ese nombre. Indepensu ruptura con el patrocinio dientemente del hecho de GUA INGLESA QUE DOMINA tradicional de Francia— declararse y sentirse mexi- EN EL ASPECTO ECONÓMICO sus lazos con América. canos, nicaragüenses, chileLos “latinos” de diferentes Y CIVILIZADOR, Y TAMBIÉN nos, cubanos, argentinos, troncos lingüísticos y peruanos, etc., tienen la con- —EN LO QUE SE TRATA DE LA culturales empezaron a ciencia de una lengua común RECEPCIÓN EN EL MUNDO— juntarse, oponiendo su —aunque con muchas variamericanismo específico EN EL ASPECTO CULTURAL. antes— de una cultura y de al americanismo de lengua la misma historia dramática inglesa que domina en el cuyo momento transcendente, aunque no inicial, fue aspecto económico y civilizador, y también —en la Conquista. Esos americanos o —desde nuestro lo que se trata de la recepción en el mundo— en el punto de vista— latinoamericanos, festejaron el biaspecto cultural. Es un fenómeno relativamente nuevo centenario de la liberación del dominio español como y sorprendente que tuve la posibilidad de registrar una buena ocasión para reflexionar en qué consiste personalmente. su sentimiento de identidad, actual y proyectado haEn ese contexto más amplio de la maduración cia el futuro. de la autoconciencia veo la evolución de la poesía No por casualidad presento a los poetas que latinoamericana del siglo XX y de los inicios del siglo XXI. en su obra valorizan de diferentes maneras el A caballo entre los siglos XIX y XX, el nicaragüense pasado indígena, mestizo o africano. A los primeros Rubén Darío fue un autor sumamente original que pertenecen: Pablo Antonio Cuadra, Pablo Neruda, se convirtió en un renovador incuestionable de Octavio Paz, Ernesto Cardenal y en cierto sentido la poesía de lengua española en la misma España, José Emilio Pacheco. César Vallejo vivió y evocó poesía estancada entonces en su academicismo. Fue intensamente la pertenencia al mundo mestizo, sobre él quien en el año 1890 empleó por primera vez el todo en su poesía inicial. En la corriente llamada término “modernismo”, adoptado dos años más tarde negritud —iniciada por los poetas de lengua francesa por los modernistas catalanes. Al mismo tiempo, su Léopold Sédar Senghor y Aimé Césaire— se inscriben propia poesía con temática abiertamente americana, los cubanos Nicolás Guillén y, parcialmente, Gastón se inspiraba en el simbolismo francés —Verlaine, Baquero, el primero insular y el segundo, emigrante. Baudelaire y, en un grado menor, Rimbaud—, Sin embargo al mismo tiempo aparece como un buscando modelos también en Whitman y Poe. signo particular de la identidad (latino) americana Rubén Darío no fue el único modernista interesante
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
en América Latina; en aquella época tanto en México como también en Cuba y en Argentina escribían poetas tan destacados como Gutiérrez Nájera, José Juan Tablada, José Martí y Leopoldo Lugones, mencionado tan a menudo por Jorge Luis Borges. Sin embargo, nadie como Darío impuso de forma tan expresiva a América y a Europa —a través de España— nuevos paisajes líricos y un nuevo estilo de escribir poesía. Para los escritores latinoamericanos de vanguardia de los años 20 y 30 se convirtió en el punto más importante de referencia y, para la generación venidera, en un blanco para disparar. No es por casualidad que su nombre relampaguee seguidamente en los textos poéticos y diferentes declaraciones de Huidobro y Neruda, de Cuadra y Guillén. Mi antología Moja los labios en la piedra abre con Vicente Huidobro, gran mago de la palabra, iniciador del creacionismo, maestro sin alumnos, personaje controversial y fascinante, hombre de la pluma, pero también de la acción guerrera que pagó con su muerte prematura. Durante un período bastante largo no fue profeta en su país; uno de los críticos chilenos lo llamó incluso “poeta francés de origen chileno”, lo cual con certeza no iba a ser un cumplido. Eligiendo sus poemas destaqué Altazor, un increíble experimento poético, incomparable, por lo menos, con nada en el terreno de la poesía latinoamericana y europea, fruto de diez años de trabajo del autor. La palabra Altazor procede de la expresión española el “alto azor”, sin embargo no faltan hipótesis de algunos investigadores de su obra, según los cuales las primeras versiones de Altazor habían aparecido en el idioma francés. En este poema de siete partes Huidobro experimenta con las posibilidades expresivas de la lengua española, imponiéndole el estado de licencia, haciendo girar y dividir las palabras para crear híbridos sorprendentes, logrando juegos lingüísticos de carácter lúdico para producir una gran explosión de la lengua. Al mismo tiempo Altazor cuenta la caída de su protagonista; después de un levantamiento cósmico viene la catástrofe. Una catástrofe que puede convertirse en una limpieza del terreno. En Canto VII, en el campo de batalla de las palabras, en medio de un gran silencio, quedan únicamente fonemas aislados, sonidos gráficos que emite un pájaro gorjeando en una rama. ¿Acto de destrucción? ¿Una advertencia ante el abuso de la
plenipotencia de la lengua? El crítico español Juan Malpartida interpreta el experimento de Huidobro como acto de transgresión, el vencimiento de la caída, ya que —según él— el poeta intentaba lograr “que las palabras dejaran de significar nada fuera de sí mismas y se hicieran entes libres. Quería que el poeta pudiera actuar como actúa la naturaleza”. Así escribió Malpartida a principios de los años noventa en uno de los números de la revista trimestral Cuadernos Hispanoamericanos. La traducción de Altazor me exigió actos de invención increíbles. Huidobro consideraba que no existía la poesía intraducible puesto que no se trata de sustituir en ella unas palabras por otras, sino de crear nuevos entes con la materia verbal. El autor sugiere al traductor una estrategia de equivalentes, da una carte blanche a su ingenio, lo que aproveché diligentemente, reemplazando los juegos lingüísticos originales por los míos en polaco, disciplinándolo todo con la primacía del efecto fónico. Y así sustituí “ruiseñor” que en el original ronca con sus dos “r” por “skowronek” (alondra) que tiene también un “wr” enérgico en medio de la palabra, a diferencia de “slowik” (ruiseñor), suave como seda e incapaz de levantar al crescendo la gama —do, re, mi, fa, sol, la, si—, incluida hábilmente en el nombre del pajarito. De la misma forma tuve que reelaborar, poner a bailar “jaskólka” (golondrina), inventando una letanía entera de equivalentes aproximados a “golonfina”, “golontrina”, “golonclima”, etc. En el episodio de los necrólogos lúdicos de muertos inventados, el autor juega con aliteraciones, asociaciones surrealistas, relacionadas con sus nombres: yo también me divertí mucho inventando en polaco los equivalentes de los juegos de Huidobro. En cambio, otro poeta de vanguardia, César Vallejo, no me provocó risa, a pesar de que pude permitirme el lujo de inventar algo de vez en cuando traduciendo sus poemas que se caracterizan por una dicción muy particular, emocional, a veces histérica, increíblemente difícil de reflejar en una traducción. Vallejo es un poeta destacado, pero a mi juicio desigual, muy hermético, sumergido en sus propias visiones y obsesiones. Sigue fascinando a las generaciones de latinoamericanos y españoles e inspirando innumerables comentarios. Gradualmente se apartaba de la estética romántica, del
culto de la belleza por los simbolistas y modernistas latinoamericanos, desprendiéndose del discurso lógico, de la corrección lingüística, descubriendo los absurdos y la arbitrariedad no sólo de la existencia, sino también de los signos de la lengua. El emigrante peruano Vallejo, apartado de su país, de los paisajes espirituales de su infancia y sus primeros años juveniles, desenraizado e inadaptado, se lanza para exponer el radicalismo de su desesperación existencial y metafísica. Aunque sabía emplear las innovaciones formales del ultraísmo para expresar el aspecto trágico de la existencia y buscar patéticamente la verdad, no creía en la posibilidad de alcanzar la catarsis gracias al arte, lo cual tiñe su poesía de un profundo pesimismo. Acusado de egocentrismo y obsesión en la perforación de sus propias desgracias, consideraba, sin embargo, la solidaridad humana como un valor principal, lo cual se reflejó en sus declaraciones a favor del comunismo y la República Española que luchaba contra el franquismo. El último volumen de poemas, lleno de pasión y dolor, lleva un título característico España, aparta de mí este cáliz. De este volumen de poemas traduje el poema “Masa” como “Toda la gente”, pues la palabra “masa” se asocia negativamente en un país con experiencias tan duras ocasionadas por el culto de las “masas trabajadoras”, mientras que el poeta peruano creía en su fuerza salvadora. Por otro lado, en el contexto de la solidaridad de Vallejo con la ideología comunista, me intrigó la expresión irónica “tristes obispos bolcheviques” en el poema “Despedida recordando un adiós”, cuyos subcontextos no he logrado descifrar. Además de una decena de poemas que logré —y quizás no— arrancar de la inexistencia en el idioma polaco, lo que aprecio más son sus breves prosas —llamadas por el mismo poeta “poemas en prosa”—, publicadas después de la muerte de Vallejo. La poética del absurdo y del surrealismo va paralela a la agudeza de la descripción realista, sin privarla ni por un momento de reticencias y de misterios. Un vanguardista inagotable por su espíritu y temperamento, un fenómeno de vitalidad que se traduce como potencia creadora y la capacidad de renovar las riquezas de la lengua de un volumen al otro lo es también Pablo Neruda, poeta que aprovecha los medios expresivos surrealistas. Los comentaristas latinoamericanos de su obra —y
los hay una legión— señalan que este hecho es el resultado de una coincidencia y no de la imitación, ya que el primer tomo “surrealista” de este poeta apareció antes del anuncio del primer manifiesto de los surrealistas franceses, y la imaginación de Neruda fue animada seguramente por la lectura juvenil de Rimbaud en su versión original. Hoy, cuando ya podemos apreciar toda la obra del chileno, debería aparecer una antología de obras cumbres del poeta, y sería —después de desechar un número considerable de poemas circunstanciales y propagandistas— una cantidad verdaderamente imponente. En 1974 el poeta español Luis Rosales, amigo de García Lorca, compuso una antología que —según el crítico español antes mencionado, Juan Malpartida— era demasiado amplia y tolerante para las obras llamadas minoris gentium. No conozco este libro, pero el año en el que fue compuesto —un año después de la muerte del poeta, quien murió de un infarto doce días después que Salvador Allende— habla por sí mismo: las emociones del duelo, junto con las emociones políticas encendidas, también en Europa, justo después del golpe de Estado en Chile, llegaban
JUEGO ECONÓMICO / TINTA SOBRE PAPEL / 2015
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
entonces al cenit, de ahí que fuese difícil en aquel momento crear una distancia crítica hacia Neruda. Por otro lado, en la Polonia de la transformación del régimen, el poeta que había visitado nuestro país varias veces en los años cincuenta y sesenta e hizo su elogio en una de las partes del poema poco conocido “Allí murió la muerte” —traducido por Jaroslaw Iwaszkiewicz, Editorial Czytelnik, 1953—, se volvió víctima de unos periodistas ignorantes que lo señalaron como “un noblista-comunista poco interesante”.1 Confieso que la ira que sentí leyendo ese comentario “profesional” me incitó a dedicarle a Neruda la presentación más completa posible en mi antología. Se debe carecer de todo sentido histórico para sentenciar a un poeta de su talla por el entusiasmo hacia el comunismo y la Unión Soviética, demostrado en un tiempo concreto y en el ambiente creado, entre otros, por los surrealistas franceses más famosos, como Aragon o Éluard. Igual que su compatriota y casi coetáneo Vicente Huidobro quien “cometió” un poema extático en honor de Lenin y “La Pasionaria” Dolores Ibárruri, Neruda formó su personalidad en la época del deslumbramiento colectivo con las utopías sociales, junto con sus visiones del hombre nuevo y completo liberado de la explotación, lo cual, junto con una sensibilidad particular y auténtica hacia la pobreza y el atraso de los ciudadanos de la Patria Magna latinoamericana, saturó con el tiempo su poesía con la fe en la imagen creada y con un optimismo profético. Hoy nos parece ridícula la descripción “en donde habrán inmensos almacenes”, que aparece en el soneto amoroso dedicado a la amada Matilde, como un símbolo de nuevos y mejores tiempos, que refuerza el espíritu —“¡y cuántas cosas puras pasarán!”—. Sin embargo, también hoy muchos lectores latinoamericanos de la poesía de Neruda reaccionan de otra manera a los signos semejantes, ideológicamente marcados. Conocen de memoria los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en su tiempo el catecismo de la nueva sensibilidad en el continente. Los jóvenes y no tan jóvenes poetas todos los años van a la Isla Negra “siguiendo las huellas del Poeta”. Es la consigna del 1 “Lo frecuentaba también (al lado de Gabriela Mistral) un comunista-noblista chileno mucho menos interesante, Pablo Neruda”, cita del artículo de W. Gogolinski en Rzeczpospolita, enero 6-7 de 2009.
Festival Internacional de Poesía, que se celebra allí en octubre. Acuden al festival sobre todo los latinoamericanos, los españoles y los portugueses; para todos ellos Neruda sigue siendo una autoridad artística y espiritual indiscutible. La fuerza de esta poesía consiste, a mis ojos, en su vitalidad y sensualidad, en un fervor emocional con el cual el autor de Las piedras de Chile expresa su lazo orgánico con la tierra y el cielo, con el océano y las selvas de América. Neruda trata a la literatura como una manifestación de la naturaleza, la sumersión en ella es una condición de la purificación espiritual y de una regeneración. Es en los signos que ofrece la naturaleza donde están inscritos los enigmas de la vida y de la muerte, es de sus profundidades que “salen los verdaderos ‘tratados poéticos’ misteriosos y profundos que nadie leerá, puesto que nadie los escribió”, según afirma en uno de sus autocomentarios. La a-culturalidad —y no anticulturalidad— de Neruda fue muy bien caracterizada por García Lorca quien afirmó que el chileno “es más próximo a la sangre que a la tinta”. El autor sacraliza los misterios cósmicos de la naturaleza, levantando al mismo tiempo al poder del mito la historia del continente latinoamericano. Pienso aquí en Canto general (1950), cuya parte más bella la constituye el encantador poema “Alturas de Machu Picchu” con el eco bíblico de una letanía, lamento al pie de la realidad y la cultura incaica violada en el fragmento central. Al mismo tiempo —junto a la tendencia dominante de sublimar la naturaleza, la historia y el erotismo— en la poesía de Neruda domina un detalle presente en su máxima concentración en los tres ciclos de las Odas elementales y también en Cien sonetos de amor, donde la amada aparece una vez como estatua de una diosa modelada de “arcilla”, otra vez como “un ancho Mississippi de estuario femenino”, pero al mismo tiempo es Matilde de “diminutas orejas” y pechos tan pequeños como “dos copas de trigo”. En el tomo póstumo titulado Libro de las preguntas, el poeta alcanza el nivel de descubrimientos equivalente a la clarividencia y la sencillez del lenguaje infantil. Del “noblista–comunista poco interesante” se puede divagar interminablemente, extrayendo de la lectura de los treinta y ocho tomos de sus poemas, como de los pozos mineros, hallazgos inagotables y desconocidos.
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
EL MOVIMIENTO VANGUARDISTA EN NICARAGUA DE LOS AÑOS VEINTE Y TREINTA, DONDE CUADRA, AL LADO DE OTROS POETAS E INTELECTUALES, DESEMPEÑÓ EL PAPEL CENTRAL, SE IMPUSO LA TAREA DE REVALORIZAR LAS CREACIONES DE LA IMAGINACIÓN POPULAR INDÍGENA Y MESTIZA.
Con la amplitud de las visiones de Neruda para quien el mundo era uno, en la pluralidad y variedad de sus manifestaciones, confrontó el vanguardismo del nicaragüense Pablo Antonio Cuadra, concentrado en promover los valores nacionales y, más ampliamente, los centroamericanos. Después de Rubén Darío es el personaje del primer plano en la historia de la literatura nicaragüense, emblemática para toda la América Central. Este vanguardismo de los poemas de PAC —llamado con esta abreviatura por los amigos— es muy extraño y sorprendente y la proclama el autor expressis verbis en sus ensayos. Nada de experimentos con la lengua, la forma es casi clásica, a menudo propia de las baladas —por ejemplo, en “La isla de la mendiga”— o épica, como en los largos poemas autobiográficos y de iniciación, por ejemplo “Thállassa —memoria y navegaciones—” o “La Tribu”; muchas veces apoyada en un diálogo escenificado para las necesidades de una parábola poética, como en el breve poema “La noche es una mujer desconocida”. Hay que observar detenidamente la historia de Nicaragua, un pequeño y pobre país donde abundan los volcanes y los poetas, para apreciar el papel de la obra de Cuadra, de diferentes géneros, en la formación de la identidad nacional. En un país envuelto desde el siglo XVI, es decir, desde la época de la Conquista, en el dualismo cultural donde aún en la primera mitad del siglo XIX la mayoría de sus habitantes, sin entender el español, hablaba en la lengua de los indios mixtecas o de los chorotegas, una de las necesidades más urgentes era la reconstrucción en la lengua “alta” de los antiguos mitos fundadores de los indígenas, equipándolos con su dimensión universal. El movimiento vanguardista en Nicaragua de los años veinte y treinta, donde Cuadra, al lado de otros poetas e intelectuales, desempeñó el papel central, se impuso la tarea de revalorizar las creaciones
de la imaginación popular indígena y mestiza. La recordación poética de los mitos del “paraíso perdido”, del “exilio” —presente incesantemente durante las sucesivas guerras civiles— y de “la navegación por el mar” iba a poner una piedra angular en la construcción de la identidad nacional, capaz de oponerse a las invasiones exteriores, también culturales. El auténtico talento poético de Cuadra hace que estos postulados encuentren en su obra una imagen certera y atractiva en el aspecto poético. Los poemas como el de “Inauguración de los Andes por Dios” donde Dios —figura sincrética formada por la unión de Viracocha incaico con Dios judeocristiano— crea “cosas: volcanes, desfiladeros, nubes”, pronunciándolos, “Esta cordillera es una oración de Dios cuya sintaxis / sólo fue conocida por los misteriosos aymaras”, igual que “Manuscrito en una botella”, “La isla de la mendiga” o “El indio y el violín” emanan un aura mágica. Yo llevaba años recortando los poemas de Cuadra de las páginas de la revista literaria española Cuadernos Hispanoamericanos, sin saber todavía que el destino —es decir, una serie de casos aceptados— me llevaría dos veces a la patria del poeta, ofreciéndome incluso un viaje en lancha de motor a una de las trescientas islas del Mar Dulce mítico de Nicaragua, es decir, del enorme lago Cocibolca, por cuyas aguas navegó el protagonista de Cuadra, “El Cifar”. Sobre el lugar que ocupa este lago en la imaginación colectiva de los nicaragüenses, así habló Cuadra durante una de sus conferencias: “Por supuesto, nosotros también tenemos dos mares, por el Este y por el Oeste. Pero el Lago es otra cosa. El Lago es un mar aprisionado en el pecho de Nicaragua, mar que irrumpió en su cuerpo. Es el caso de apropiarse, de tomar en posesión. Nicaragua es tomada en posesión por este mar”. El vanguardismo de Cuadra procede de las fuentes conceptuales, pero esto no hace daño a su poesía.
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
Casi me arrepiento de haber vacilado ante el intento de irrumpir en la estructura de los bellos poemas como “Junio-La mestiza”, “El Mango” o “La Ceiba”, con la intención de raptar para el polaco sus misterios, pero lo hice temiendo que el número de notas necesarias para explicar el sentido de las palabras en el idioma náhuatl y de nombres de dioses indígenas que abundan en estos textos sobrepasara el límite de la paciencia del lector. Estos poemas permanecen pues en su medio ambiente lingüístico natural, inconquistable y tentador como los picos de los volcanes de Nicaragua. Trece años más joven, Ernesto Cardenal, compatriota y primo de Cuadra, se inspiró en su obra también por la herencia imaginativa de los indios centroamericanos, buscando sabiduría intemporal en sus modelos de la vida y en los valores confesados por ellos. Sin embargo, más que los mitos como base de la identidad contemporánea de los nicaragüenses, lo que le interesa a Cardenal son los episodios selectos de la historia de América Latina, transformados y comentados por la narración poética. Se puede opinar también que Cardenal, siendo sacerdote dotado del temperamento de activista social cuya labor se dirige hacia la gente sencilla y sin educación, aspira al papel de maestro y profesor de historia. Caracterizando la poesía latinoamericana contemporánea en el postfacio para la antología de sus poemas, publicada hace poco en México (Universidad Veracruzana, 2009), Cardenal distingue en ella dos tendencias: “subjetiva, abstracta, onírica y hermética. Y la otra, objetiva, concreta, realista, comprensible”. Incluye su propia poesía en la segunda categoría. El deseo de comprender y reconstruir el pasado indígena fue en el poeta tan intenso que estos temas están presentes hasta en tres colecciones de sus poemas: Quetzalcóatl (1985), El estrecho dudoso (1966), Los ovnis de oro. Poemas indios (1988). Aparecen allí los personajes míticos como Quetzalcóatl —el Dios más importante en el panteón de los toltecas, llamado también la “Serpiente Emplumada”— y también los personajes históricos como Fray Bartolomé de las Casas, Cortés, Pedro de Alvarado y otros. El fragmento de los “Cantares mexicanos” traducido por mí, presenta una muestra de la poética aplicada por Cardenal, donde se puede observar una concentración de elementos descriptivos
de las escenas de batalla, propia de los murales de Diego Rivera o de Siqueiros, o paráfrasis de una crónica del siglo XVI y al mismo tiempo un mito del pasado idealizado. Sin embargo, si Cardenal merece el nombre de uno de los más famosos bardos de la actualidad poética de América Latina, es por el polifacetismo que caracteriza su poesía y su personalidad. Personalmente, me gusta la corriente de la meditación mística, representada por tres breves poemas sin título, extraídos de la colección Gethsemani Ky (1960), que el poeta ya no reimprimió en su antología de 2009. Encontramos allí la esencialidad, la transparencia y el misterio de las cosas inexplicables, exteriorizados en el estilo de la meditación zen. Son convincentes también en su sencillez breves y más largas narraciones poéticas de las colecciones tempranas de poesía, presentadas en esta selección. En el largo poema “Coplas a la muerte de Thomas Merton” toma la palabra la visión de las relaciones humanas con el cosmos y con un lugar concreto en la tierra de nuestro experimento, en este caso con el funcionamiento de la comuna cristiana en el Archipiélago de Solentiname, con la filosofía del amor omnipresente y que constituye el principo del universo, amor que vence la muerte. Cardenal tardío se inspira cada vez más —como lo confiesa en el prólogo para la selección mexicana de sus poemas— en los hechos científicos, y sobre todo en el estudio de los éxitos de la física contemporánea: “Me parece que hasta ahora he sido el único poeta que se ha inspirado en la visión actual del universo y quizás en eso consiste la originalidad de mi Cántico cósmico”. Cardenal se revela por consiguiente como un poeta de muchos registros: desde la lírica amorosa hasta los tratados metafísicos con matiz paracientífico, desde los reportajes sobre el pasado precolombino y colonial hasta las miniaturas místicas sumergidas en el silencio. Sus Salmos recuerdan los sones de protesta cuya retórica es la unión de los ecos bíblicos con el discurso mantenido en la poética de beat generation a la cual Cardenal se refería a menudo en su obra. Pienso que después de dos ediciones en forma de libros de las traducciones de la poesía de Cardenal, las de hace treinta y veintiún años, llega el momento de presentarla de una forma más completa. Esa presentación debería tomar en cuenta la evolución ideológica, intelectual y la de los medios de expresión de esta poesía, apoyada
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
en una selección de muchos volúmenes, incluido el otra imagen-recuerdo: del rito sangriento de sacrificar Cántico cósmico (1989) de quinientas páginas y en la las víctimas por los aztecas. “Habla / Moja los labios lectura de tres tomos de Vida perdida (2003) memorias en la piedra que mana inagotable” (“Manantial”). y autobiografía espiritual del poeta. Paz enciende incansablemente cada vez nuevas El mexicano Octavio Paz saca otras consecuencias fogatas de oxímoros y de imágenes con varias capas. poéticas de la fascinación con el pasado remoto, Presenciamos una marcha triunfal de verbos, una en su caso el pasado precolombino de México y condensación de energía masculina; casi todos los sus señales en el arte, la literatura y la arquitectura. versos se gobiernan por un verbo, creando un campo Lo que completa su magnético intenso conocimiento profundo del verso donde se PAZ SACRALIZA EL EROTISMO realizan metamorfosis de este tema y su imaginación es la lección DÁNDOLE UNA DIMENSIÓN y por donde fluyen las del surrealismo francés definiciones llevadas CÓSMICA. ofrecida sobre todo por por el verbo “es”. André Breton, amigo “Una espiga es todo el de Octavio Paz. Según Paz un poema es el sacrificio trigo… Un hombre de carne es un hombre de sueño” del momento, una salida fuera de la experiencia (“Refranes”). Leyendo sus poemas tardíos siento cotidiana hacia el absoluto, una epifanía momentánea una cierta saciedad de definiciones por las que sus donde todos los tiempos se juntan en el ojo abierto poemas se petrifican. En el mundo de Paz reina una del presente. Comparte también con Breton la permeabilidad absoluta de formas existenciales: uno convicción del papel iniciador de la pasión amorosa, puede ser otro y al mismo tiempo todo puede ser capaz no solamente de conciliar las contradicciones, otro todo. Esta libertad de formas y de máscaras, sino de avanzar hacia el papel del principio del de apariciones y ocultaciones queda regulada y funcionamiento del universo. Paz sacraliza el erotismo puesta en marcha por el principio de analogía. La dándole una dimensión cósmica. “Esa noche mojé mis conjunción “como” libera la realidad de limitaciones manos en tus pechos”, dice en el poema “La llave de en su percepción, llevándola a otra dimensión de la agua”. La frase anterior, pronunciada en francés por existencia: “Como el incendio y su voraz plumaje” su esposa francesa decía: “Le pays est plein de sources” o “Cuerpos tatuados por sonidos / como el cuerpo (“el país está lleno de fuentes”), pero incluso si esta de dios constelado de” (“Manantial”).2 La analogía frase no hubiera aparecido, el verbo “mojar” evoca permite percibir el mundo como sistema de vasos en seguida la imagen oculta de una fuente, del agua comunicantes, establece un lazo estrecho entre las brotando de entre piedras rocosas. Sobre el mismo contradicciones, construye un puente entre el agua principio se condensa en la poesía de Paz la indianidad y el fuego, el hombre y el cosmos, el hombre y Dios. oculta: interiorizada, libre de narración y provista de A veces la conjunción “como” es sólo sobreentendida una carrera totalmente libre de asociaciones. No he y entonces toda distancia y división de las formas olvidado hasta hoy una intensidad solar increíble del existenciales desaparecen; una cabeza puede ser una “Valle de México”, un breve texto en prosa, el primero “cueva que habita un relámpago” y una pareja de —según me parece— que traduje y publiqué en amantes desnudos abrazándose puede volverse “un “Literatura na S´wiecie” (1970, núm. 1): “En mis órbitas surtidor en el centro de la pieza”, (“Refranes”). Una vacías dos astros alisan sus plumas rojas”. Esta imagen frase como “Bandadas de cometas que se pierden en metafórica produce una sensación física del calor al mi frente” confirma que Paz aprendió cuidadosamente mediodía, de un calor que enceguece, sustituyendo la lección de prácticas creadoras del autor de Altazor y, una visión normal por la de una estrella rapaz, ave. por otro lado, de los surrealistas franceses fascinados En “Paisaje pasional”: “el pico del ave solar abre el por el México precolombino. corazón del espacio”. Debajo de esta imagen —otra metáfora del calor— y más bien en su interior, respira 2 N. del T. Los subrayados son de la autora.
AVE CAÍDA / CARBONCILLO SOBRE PAPEL / 2015 / MONOTONO
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
La poesía de Paz son resplandores de imágenes, la materia en el estado de desmaterialización, la energía visionaria. Sus poemas, y sobre todo las grandes formas como “Himno entre ruinas”, “Vuelta” o “1930: Vistas fijas” actúan también a través de su peso y su materialidad, con todo su esplendor, con la expansión pictórica de colores, los contornos de la narración y la invasión de detalles. Es un verdadero horror vacui, pero controlado por la estrategia poética. Sus poemas titulados “Piedra de sol” o “El cántaro roto” recuerdan una catedral latinoamericana en el estilo churrigueresco. Sin embargo, es solamente la primera capa del barroco de Paz, la exterior: sus “catedrales” se apoyan en un fuerte eje constructivo en forma de un concepto que une la visión cosmogónica con las teorías lingüísticas de Jakobson y de Saussure, según las cuales todo el universo es un sistema de signos para descifrar, y la lengua humana —uno de los dialectos que componen ese sistema—, un texto que traduce de una traducción que es traducción de la traducción, y así cada vez más lejos hacia atrás, sin posibilidad de llegar al original. Paz atribuía mucha importancia a la traducción poética, él mismo también la practicaba, escribía con perspicacia sobre sus problemas. ¿La mística de la traducción? Viajero–cosmopolita, conocedor de historia y de historia del arte mexicano, filósofo y comparatista de las culturas, trataba a la poesía como el valor supremo, el único sacrum, después de perder el sacrum religioso. De ahí que la comunión y no la comunicación debiera ser —según Paz— el objetivo del poema. Por eso también inclina su atención hacia los filósofos y las mitologías del Oriente, sobre todo de la India, lo cual encontró su expresión en los poemas de la colección Ladera este (1969) y en la magnífica prosa El mono gramático (1997), hecha fusión del reportaje de una excursión con un ensayo, con la descripción de los frescos en un templo y de la poesía.3 Lo interesante es que el joven poeta Jorge Luis 3 Publiqué un gran fragmento de El mono gramático en Literatura na S´wiecie (1987, núm. 1).
Borges —nacido en el último año del siglo XIX— fue en sus inicios literarios, más o menos en 1918-1919, un vanguardista entusiasta y adepto del ultraísmo. Escribió incluso un manifiesto —bastante belicoso— de su fe en las nuevas concepciones reinantes en el arte, donde encontramos las siguientes frases: “Se nos ha querido imponer la obsesión de un eterno y mustio universo, de ramaje agobiado bajo las grises telarañas y larvas de pretéritos símbolos. Y nosotros quisimos descubrir la vida. Queremos ver con ojos nuevos”. Al volver de Europa a Buenos Aires, muy deprisa renunció a “agitar la flor de la novedad” y a los poemas juveniles de carácter ultraísta que nunca más volvió a reimprimir. Sin embargo antes de dejarse conocer como el famoso autor de Ficciones y de la colección poética de versos y pequeñas prosas, titulada El Hacedor (1960), en el tomo inicial Fervor de Buenos Aires (1923), y también en los siguientes Luna de enfrente (1969) y en Cuaderno San Martín (1929), describió, a veces con una emoción patente, unos lugares concretos en el mapa de la capital, el barrio de Palermo donde vivía, el ambiente de los arrabales, la famosa necrópolis Recoleta, unas callejuelas abandonadas, utilizando una lengua transparente y comprensible, sin acumular detalles eruditos característicos de la etapa media de su obra poética. En el prólogo a la reedición Fervor de Buenos Aires hecha en 1969 dio cuenta discretamente del episodio de su juventud rebelde: “En aquel tiempo, buscaba atardeceres, los arrabales y la desdicha; ahora, las mañanas, el centro y la serenidad.”. Y el poema “Arrabal” de esta colección termina con una nota fuerte: “Los años que he vivido en Europa son ilusorios, / yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires”. Así pues, el sentimiento de pertenencia a Buenos Aires y, sobre todo, a las imágenes de la ciudad en el pasado —con el ambiente inolvidable de algunos barrios, con el brillo de los
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
cuchillos sacados con Tengo hasta hoy una BORGES SIEMPRE FUE UN frecuencia por los deuda personal que pagar a famosos bandidos, con las CONSERVADOR CONSECUENTE, este poeta. Es más bien una mujeres del submundo, ADMIRADOR Y CANTOR DEL necesidad de reparación los gauchos, una ciudad por la infidelidad frente a la PASADO, LO CUAL TUVO QUE concreta y mítica, de una concepción de Borges de su g e nealo g í a recor dada INFLUIR EN SUS ELECCIONES propio papel como escritor. tantas veces— nunca Tanto en la primera edición ESTÉTICAS Y UNA POÉTICA polaca de poemas reunidos abandonará al poeta y escritor, considerado NEOCLÁSICA DETERMINADA. en El Hacedor (1974) como como el más cosmopolita en la segunda (1998) este después de Huidobro. título fue traducido por Aparte del mencionado episodio juvenil ultraísta Zofia Chądzyn´ska —traductora de breves prosas en durante su estancia en Madrid y justo después este volumen— como Twórca (“Creador”). Y resulta de volver a la Argentina, Borges siempre fue un que el hacedor —sustantivo formado del verbo hacer— conservador consecuente, admirador y cantor del es alguien que trata su actividad de una manera mucho pasado, lo cual tuvo que influir en sus elecciones más modesta, sin usurparse el derecho a “crear” algo estéticas y una poética neoclásica determinada. nuevo en la literatura. El autor de “El cómplice” lo Cultivó con gusto la forma del soneto, pero también el entendía desde su profunda transformación estética. verso libre y la prosa poética que yo preferiría llamar Si yo tuviera la ocasión de publicar por tercera vez “breve narración”, pues el autor no intenta poetizar esta colección de poemas, la titularía “Wykonawca” en ella, alcanzando la dimensión poética gracias a la (“El ejecutor”). intención y a la construcción interior de la parábola. Veintiséis años más joven que Borges, es decir, Por otro lado, la técnica de la enumeración que aplica toda una generación, su compatriota admirado por en los poemas muy a menudo, permite anular la Cortázar y Octavio Paz, Roberto Juarroz —que murió diferencia entre la lengua de la prosa y de la poesía; así en 1995— “pertenece a la vanguardia de maestros de sucede por ejemplo en “Abramowicz”, “Los justos” o la nueva sensibilidad entre las nuevas generaciones “El bastón de laca” de la colección La Cifra (1981), libro de poetas latinoamericanos”. Escribí esta frase publicado unos años antes de la muerte del autor. Con hace más de trece años en el prólogo de mi primera su gigantesca erudición y su vivir casi exclusivo por la presentación del poeta en las páginas de “Literatura literatura, a lo que fue condenado por la pérdida de la na S´wiecie” (1993, núm. 12). ¿Cómo se leerá hoy esta vista, Borges tuvo gran facilidad de rimar dictando sus poesía que exige del lector una gran concentración sonetos primero a la madre —su secretaria personal del pensamiento, siendo tan ascética en su expresión? durante muchos años—, y después a María Kodama, No sabría responder a esta pregunta de una manera su ex-alumna, compañera de sus viajes ultramarinos, concreta, sin embargo, se puede juzgar que la Poesía con quien se casó en las postrimerías de su vida. vertical del argentino, laureado con el primer premio Esforzándome en las traducciones de los poemas en la Bienal Internacional de Poesía en Lieja, Bélgica que pertenecen a la segunda categoría, envidiaba a en 1992, sigue siendo penetrante y viva, aunque Borges por la naturalidad de su dicción, sin ninguna seguramente no para esos poetas y artistas de América pompa especial que podía haberse colado en la forma Latina que apuestan por un compromiso directo con tan rigurosa del soneto. Desgraciadamente no logré la pluma en los manifiestos y protestas, por ejemplo, igualar esa naturalidad admirable en mis traducciones, contra el golpe militar en Honduras o en otras partes, donde escogí rimas inexactas, asonantes —de acuerdo apoyando con sus versos “la causa justa”. Al lado de a la tradición de la poesía de lengua española— con esos herederos de la vena de Neruda, que se bañan en el fin de poner la coraza de la forma al texto y que el agua caliente de las emociones ideológicas, existen, quedara lo más ligero y ventilado posible. claro está, y crean muchos autores para quienes —
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
igual que para Juarroz— lo que cuenta es sobre todo presente en la propia naturaleza de la lengua, es en 4 la autonomía del lenguaje poético. definitiva profundamente ético. La dicción de Juarroz — La poesía de Juarroz excluye una experiencia sus características estructuras verbales, aparentemente directa, no le interesa tampoco una situación histórica impasibles y al mismo tiempo extrañamente frescas— concreta ni las anécdotas. Es indiferente hacia las se reconoce en seguida y los medios ascéticos, aspiraciones románticas y hacia las usurpaciones de “pobres”, subrayan el maximalismo de las intenciones los adeptos de la fórmula cognoscitivas de esta “LA POESÍA VERTICAL” SE VUELVE del compromiso social y poesía donde toda la político. Por otra parte, UN TESTIMONIO DE LA DECADEN- eficiencia combinatoria más bien no le preocupa la de la mente intenta necesidad de innovaciones CIA HUMANA —MOTIVO QUE SE siempre de nuevo apresar formales ni lo atormenta REPITE A MENUDO EN LOS PO- el misterio. el deseo de crear un nuevo La pluralidad de voces EMAS DE JUARROZ— Y DE SU ELElenguaje, aunque sin duda de América, la otra, aprovecha las experiencias VACIÓN; FRENTE AL PODER GENE- poco conocida, no sería de la vanguardia de los RAL DE LA MUERTE EL POETA SE una pluralidad si faltara años veinte y treinta del en ella el matiz negro. SIENTE OBLIGADO A REPETIR SIN siglo XX, sobre todo La negritud, es decir, la del signo de Vicente CESAR ESTA FIGURA DE SÍSIFO. “murzyn´skos´c´” en polaco Huidobro, haciéndolo —viene de Murzyn como de paso, para animar el movimiento de las ideas. (negro), palabra poco afortunada, propuesta en los años Y es porque en el centro de la atención del poeta se setenta por Zbigniew Stolarek, traductor también del encuentra sobre todo la vida espiritual del hombre, el famoso poema “Cahier d’un retour au pays natal” del husmeo —presente obsesivamente en esta poesía— de Martinicano Aimé Césaire—, tuvo mucho renombre en los mecanismos de conocer y experimentar las cosas los años treinta gracias al trabajo de Césaire. Las bases elementales: la vida, el amor, la muerte, Dios, casi teóricas del movimiento que describía unos círculos siempre escrito con letra pequeña, desde la perspectiva cada vez más amplios, fueron creadas por el senegalés del escepticismo y la añoranza. Léopold Sédar Senghor. En cambio, los surrealistas En el área de los países de lengua española esta poesía como primeros dieron un impulso para el creciente parece un fenómeno totalmente aislado y original. interés por el arte del Continente Negro. Según la Una de las particularidades de la poesía de Juarroz, traducción de Stolarek “la negritud es simplemente tentada visiblemente por la metafísica —se siente en el reconocimiento del hecho de ser negro, aceptación ella la influencia de Rilke— es que no se deja engañar del destino que es nuestro destino, de nuestra historia totalmente, quedándose en el límite del agnosticismo y y nuestra cultura”. Según el poeta cubano Nicolás la ausencia de Dios, fértil para el creador de las palabras Guillén es también el orgullo de las propias raíces como lo confiesa el autor. “La poesía vertical” se vuelve africanas, surgido del sentimiento de daño y de la un testimonio de la decadencia humana —motivo que complejidad del destino cubano. El poema “Ancestros”, se repite a menudo en los poemas de Juarroz— y de su que aparece en mi selección, presenta un testimonio elevación; frente al poder general de la muerte el poeta amargo de la conciencia digerida de este destino. Sin se siente obligado a repetir sin cesar esta figura de Sísifo. embargo, el mejor provecho lo extrae Guillén de la Así pues, el sentido de la empresa de Juarroz, a pesar de experiencia artística de la negritud en los poemas de toda su sensibilidad en la dimensión lúdica del juego, los volúmenes Motivos del son (1930) y Sóngoro Cosongo (1930) donde se oye el sonido de los tambores africanos 4 Debido a las dificultades para llegar a un acuerdo con la viuda y el ritmo arrebatador de los bailes. Estos poemas de Roberto Juarroz, Laura Cerrato, en lo que se refiere a la habría que tamborearlos, menearlos con las caderas y autorización de todas las traducciones del poeta, en la antología aparecen solamente seis poemas suyos, mientras que la intención el vientre, cantarlos. Por eso me limité a la evocación era publicar alrededor de cuarenta.
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
NICANOR PARRA APARECIÓ EN EL TERRENO DE LA POESÍA LATINOAMERICANA CON UNA GRAN ESCOBA PARA BARRER LOS PECADOS CAPITALES DE LA POESÍA Y LA REALIDAD, Y LAS INTENCIONES DE ESTA OPERACIÓN SON DE NATURALEZA CLARAMENTE ÉTICA.
DON SEÑOL / TINTA SOBRE PAPEL / 2014
de un solo poema: el canto ritual para matar a una culebra “Sensemayá”. Guillén aprobó con entusiasmo la Revolución cubana; es autor de varios poemas donde Fidel Castro aparece como salvador y garante de los derechos recuperados por los ciudadanos afrocubanos. El poeta lo ensalza en el volumen Tengo (1964). Por suerte, es un poeta excelente, profundamente culto que cultiva con éxito la forma clásica del soneto, principalmente amoroso. Me encantó su sentido del humor, visible en diferentes etapas de su obra, pero de forma más completa quizás en el tomo de poemas surrealistas El Gran Zoo (1967). Esos poemas son muy divertidos y constituyen un ejercicio perfecto de la imaginación. La consigna “¡Patria o muerte!”, al final del poema “Aviso” donde el director de un parque zoológico da cuenta del estado de posesión de su institución, hace suponer que el poeta abanderado de la Cuba revolucionaria sabe a veces tratar con un guiño de ojo irónico unas consignas absurdas que gobiernan el subconsciente colectivo. Como contraste, dieciséis años más joven que Guillén, Gastón Baquero, poeta y también periodista brillante, abandonó el “paraíso” cubano ya en el año 1959, dirigiéndose al exilio en España donde en silencio trabajó en varias instituciones públicas relacionadas con la cultura, últimamente en la Radio Exterior de Madrid. Siguió escribiendo poesía y ensayos, publicados sobre todo en la revista Mundo Hispánico. En Cuba, desde el momento en que el poeta abandonó la isla, se silenció sintomáticamente su obra. Los críticos españoles, justo unos meses antes de su muerte, descubrieron la singularidad de esta poesía. Lo paradójico fue que después de la llegada de Baquero a España, la mayoría de los intelectuales antifranquistas le dieron la espalda, tratándolo como “gusano reaccionario” y exponiéndolo a un ostracismo en sus círculos. Así pues en mi antología tengo el gusto de hacer justicia al poeta poco conocido —debido a las dramáticas circunstancias históricas—, al mismo tiempo uno de los más destacados en América Latina, cuya obra poética y cuyos ensayos se abren lentamente el camino a los honores póstumos, inclusive —según se oye decir— en su Cuba natal. La erudición literaria, el conocimiento de la historia, la pintura y la música, impone una dimensión universal a los poemas de Baquero, impregnados de un aura onírica, llena de sentidos ocultos. En esta poética se mantienen
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
sus más bellos poemas como “Memorial de un testigo”, y la realidad, y las intenciones de esta operación son “Marcel Proust pasea en barco por la bahía de Corinto” de naturaleza claramente ética. Es alguien del tipo de y “En la noche, camino de Siberia” un poema visionario Tadeusz Ró˙zewicz para la poesía de este continente. asombroso, que pinta de una manera sugestiva la Durante la traducción de sus poemas me acompañó pesadilla del totalitarismo. todo el tiempo la pregunta relacionada con la lengua del En la poesía de Baquero mana también la fuente poeta: ¿en qué grado Parra utiliza el lenguaje coloquial subterránea de sus relaciones con África. El poeta y vulgar? La intuición y la lectura de sus poemas de indirectamente evoca la corriente histórica de la diferentes épocas de su obra apuntan que el poeta negritud escribiendo pastiches y paráfrasis anónimos intenta guardar el equilibrio entre el estilo “bajo” y o de autores africanos locales, tal vez los griots. En el “alto”, cuidando mantener “la convención logocéntrica” volumen Poemas africanos (1974) aparecen también tres y la comprensión del mensaje. parodias de los textos Léopold Sédar Senghor. Sin Sin embargo, lo más interesante parece ser lo que embargo, lo que impresiona más dijo Parra en la parte siguiente de EDUARDO LIZALDE es Cuba “misteriosa”, encerrada la entrevista sobre la antipoesía. en la memoria y llevada al largo REALIZA UNA DECONS- Resulta que la destrucción del exilio, Cuba que revive en el poema lenguaje poético académico y ESPEC- convencional, definido por él con el “Himno y escena del poeta en las TRUCCIÓN calles de la Habana”, con Federico TACULAR DEL CON- criptónimo de “deconstrucción de García Lorca en el papel principal. la academia”, queda acompañada TENIDO DEL POEMA La escena una hechicera negra que por la construcción del “discurso lee al poeta español su destino a ERÓTICO TRADICIO- periférico”, es decir, por la partir de una concha, escena adepta revalorización del rico folklore NAL, SIN DEJAR DE chileno del que el poeta se sirve al culto afrocubano de la santería, o las letanías poéticas a los poderosos CULTIVAR LA FORMA con manojos llenos, acogiendo orishas cubanos, fascinan con su CLÁSICA DEL SONETO la tradición del poema estrófico magia poética. Por todo ello, Baquero (copla), desempolvando también es el gran poeta poco conocido que Y DEL POEMA RIMADO. los auténticos textos de los no tuvo tiempo de convertirse en “el bardos populares, sometiéndolos monstruo sagrado” de la poesía de América Latina. a transformaciones discretas, más o menos así como En cambio, el chileno Nicanor Parra merece procedía Gastón Baquero con los poemas o canciones ciertamente este nombre. Fue gracias a él y su poesía de África. sarcástica, irónica y autoirónica que tuvo tanto éxito En el terreno de la poesía mexicana contemporánea, el término “antipoesía”. Preguntado en una entrevista entre los herederos de Octavio Paz de generación por lo que entiende con esta noción, Parra no da una mayor y más joven, se ven por lo menos unos quince respuesta unívoca. Este matemático y físico finamente poetas de talento, que buscan un equilibrio oscilatorio educado habla de una rebelión del buen sentido contra entre una actitud de vanguardia y la clásica, las que a el aislamiento frente a la realidad y contra la falsedad veces aparecen mezcladas. Eduardo Lizalde realiza de sus imágenes por diferentes poetas “barrocos” de una deconstrucción espectacular del contenido del Chile, habla de la necesidad de privarse de ilusiones, poema erótico tradicional, sin dejar de cultivar la de combatir el sentimentalismo. A este catálogo de forma clásica del soneto y del poema rimado. Organiza diagnosis y de objetivos que se vislumbran en la manera también expediciones personales en busca de mitos de ponerlos, añadamos el anticlericalismo consecuente creadores, volviendo obsesivamente de un tomo para de Parra, a veces con matiz blasfemo como en los otro —siguiendo a William Blake y a Borges— al mito poemas del tipo de “Agnus Dei”. Nicanor Parra apareció del Tigre, personificación de la muerte, la destrucción en el terreno de la poesía latinoamericana con una gran y la belleza. En cambio Pacheco —honrado en 2009 escoba para barrer los pecados capitales de la poesía con el laurel del Premio Cervantes, es decir, de un
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
Nobel español— cultivando el modelo de la poesía intelectual, abierta a las inspiraciones de muchas culturas y épocas, desde Grecia antigua, Roma y el Lejano Oriente hasta Kavafis y Herbert —de cuya poesía fue amante, en traducciones al inglés, desde los años setenta—, efectúa juegos posmodernistas con el pasado y con la misma literatura, llegando hasta negarle al autor el derecho a la originalidad creadora. Igual que Cardenal, Pacheco en el ciclo “Antigüedades mexicanas” evoca, diríamos, nuevamente, y recrea a su manera en el poema los episodios más importantes de la historia del México precortesiano y de la época de la Conquista, comentándolos desde el punto de vista de un intérprete actual de esos momentos dramáticos. Pacheco introdujo en la poesía mexicana contemporánea “imitaciones” y “aproximaciones” de los poemas escritos por los poetas mundiales más destacados, así como lo inauguró en la poesía polaca Jaroslaw Marek Rymkiewicz. “Nos deja indiferentes la palabra ‘catástrofe’ / Reímos de quien presagia males mayores”, dice Pacheco en el poema “Titanic”. Este poeta ve consecuentemente en colores negros el presente y el futuro del mundo, así ve al hombre con su espiritualidad enana y la naturaleza apropiada por su insensatez. La historia le parece una crónica de horrores y destrucciones —que no nos enseñan nada— repetidos a lo largo de los siglos. La poesía tampoco salvará nada ni a nadie. A los poetas les quedan juegos posmodernistas con las convenciones y la necesidad de “poner infinitamente al revés la lengua desgastada (…) y todo eso solamente/ para que en el desierto/brote el agua” (“Job-18,2”). ¿Los poetas-Sísifo de nuestros tiempos? Quien ciertamente ha digerido la lección del catastrofismo de Pacheco, de la ironía mordaz de Lizalde, pero también la fe indestructible de Paz en la poesía y en la tradición, ha sido José Ángel Leyva, representante de la generación media en el momento actual de poetas mexicanos. Un apologeta fervoroso del arte de la lectura, abogado de la poesía del diálogo. Por una parte, evoca la tradición de vanguardia, siempre viva, a la manera de Huidobro, y por otra, aspira a tratar la poesía como terreno para realizar sus elecciones éticas, con lo cual establece relaciones con la obra de sus antecesores directos. Sin embargo, a diferencia de ellos, no renuncia como poeta a las aspiraciones de reformar el mundo, activando —a través de su fuerte
potencial de energía lingüística— los poderes diligentes del pensamiento poético olvidado por la mayoría de los poetas europeos. Ambar Past —americana del Norte, “convertida” a la mexicanidad consciente de sí misma “soy orgullosamente mexicana”—, penetra en las lenguas, en la cultura antigua y en la mentalidad contemporánea de los mayas, transformándolas en su lenguaje poético donde el pastiche, los ecos del pensamiento y la imaginación de los indígenas van parejos con la capacidad de descubrimiento. Ella también, poetisa de la rebelión y del desafío lanzado a las costumbres tradicionales del continente, conocidas bajo el nombre de machismo, tiene el coraje de soñar activamente con el mundo mejor, el de la convivencia armoniosa de hombres y mujeres, que se inscribe en el contexto más amplio de la lucha común de los pobres y excluídos del mundo latinoamericano. En este contexto no deben extrañar las entonaciones radicales que se sienten en el poema “Dedicatorias” cuyo ímpetu y estilística parecen deber mucho a la inspiración de la poesía beat. Espero que mi trabajo permita a los lectores y poetas en Polonia descubrir —más vale tarde que nunca— esa otra América que —en contra de la opinión anterior— destapa su rostro del Continente de la Poesía. Esta poesía, en la mayoría de sus realizaciones y en sus búsquedas más ambiciosas, no renuncia a las aspiraciones de discursar en nombre de las élites intelectuales, a la defensa de los valores firmes como la soberanía, la hermandad por encima de las divisiones en países, razas y naciones, a la reivindicación de los derechos de la gente humillada y marginalizada. La palabra “poeta” se escribe a menudo en América Latina con P mayúscula. La tradición de un profundo respeto e importancia atribuída a las palabras del poeta procede directamente de la función del personaje, codificada en el subconsciente colectivo, llamado antaño tlamantinime —sabio, poeta, sacerdote—, alguien que tiene algo importante que decir, dotado de máxima autoridad, dirigente espiritual. Los poetas europeos hace tiempo renunciaron a este papel o, en algunos casos, fueron obligados a renunciar. Desde entonces se ocupan de cuidar y desarrollar la autonomía del lenguaje; el lenguaje se ha transformado en su mundo entero. Los latinoamericanos, esos pueblos viejos-jóvenes, siguen sin poder y sin querer limitarse a ello.
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
LA BÚSQUEDA DE RAÍCES Y EL
DESPERTAR CULTURAL ¥¥HAN SHAOGONG
YUCA / TINTA SOBRE PAPEL / 2014 / DUOTONO
Traducción de Sun Xintang
E
n la década de los ochenta del siglo pasado, en China recibieron amplia atención una gran cantidad de escritores latinoamericanos como Rulfo, García Márquez, Vargas Llosa, Borges, entre otros. En un encuentro literario que tuvo lugar en la ciudad de Hangzhou en 1985, con algunos amigos hablé de García Márquez, cuyas obras más representativas aún no habían sido traducidas al chino. En aquel entonces sólo había leído una nota de prensa sobre el escritor colombiano, pero ya me interesaba enormemente su experimento de integración en su narrativa de leyendas locales, mitos y fantasías. Luego publiqué un artículo titulado Las raíces de la literatura, que, inesperadamente levantó un gran debate a lo largo y ancho del país durante varios años, con la publicación de centenares de textos, lo que en la historia de la literatura contemporánea china dio origen a la noción de “Literatura en busca de raíces”. Aún hoy, muchos críticos, al valorar a los escritores importantes contemporáneos de China usan la etiqueta de “literatura en busca de raíces” y al mismo tiempo mencionan con igual énfasis el realismo mágico.
36
COBRANZA / TINTA SOBRE PAPEL / 2014 / EN MOSAICO Y MONOTONO
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
MUCHOS LITERATOS, ACOSTUMBRADOS AL MODELO DEL REALISMO REVOLUCIONARIO O REALISMO SOCIALISTA RUSO Y SOVIÉTICO, INCLUIDOS IMPORTANTES FUNCIONARIOS DE LA CULTURA, CREEN QUE LA BÚSQUEDA DE LAS RAÍCES CONSTITUYE UN SOSPECHOSO RETROCESO HACIA EL FEUDALISMO. La “búsqueda literaria de raíces” de China está bastante vinculada con las contribuciones de los colegas latinoamericanos gracias a la inspiración del realismo mágico de esta región. Con anterioridad a eso, los lectores chinos estaban más familiarizados con los escritores de la Unión Soviética, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, y siempre lo imaginativo y lo moderno lo identificaban con la literatura de esos países occidentales. A los ojos de mucha gente, los rascacielos de Occidente eran símbolo de la “modernidad”, mientras que la “tradición” se convertía en una palabra peyorativa en contraposición a ese espectáculo. Para muchos intelectuales la “transfusión” cultural casi se convertía en una irrefutable salvación de la nación. En el Movimiento de la Nueva Cultura de las primeras décadas del siglo XX en China, “Abajo el confucianismo” fue el lema más pregonado. El taoísmo y el budismo igualmente fueron considerados venenosos, algo así como un opio moral, y además, se consideró que la escritura china de caracteres, que tiene una historia de más de tres mil años, se debería sustituir por el francés o el esperanto. En la “Gran Revolución Cultural”, que se produjo a mediados de siglo, el gobierno y los guardias rojos pregonaban que había que “destruir las cuatro antiguallas”, es decir, suprimir el pensamiento, la cultura, las costumbres y la tradición. Dirigían la lanza contra todo patrimonio cultural autóctono, las leyendas, mitos, ritos, incluso la vestimenta. Muchos templos fueron destruidos, casi todas las obras antiguas y clásicas fueron prohibidas y quemadas. Todo eso pasó a ser considerado como contrario a la revolución, hasta el punto de que en los escenarios del país sólo quedaron vigentes “Ocho obras modelo” que preconizaban la revolución y la lucha armada. Fue sólo en las últimas décadas del siglo XX, bajo el liderazgo del Sr. Deng Xiaoping que China
emprendió la reforma y apertura, y abrió las puertas al capitalismo transnacional. Esto produjo una metamorfosis o versión actualizada del rechazo a las tradiciones culturales autóctonas. No es difícil imaginar que el considerar las tradiciones como la raíz de la literatura chocó con una fuerte crítica de diversas partes. Muchos literatos, acostumbrados al modelo del realismo revolucionario o realismo socialista ruso y soviético, incluidos importantes funcionarios de la cultura, creen que la búsqueda de las raíces constituye un sospechoso retroceso hacia el feudalismo. Según ellos, si hay raíces, sólo existen en la Revolución Rusa de 1917, y en Yan’an, que es el lugar sagrado de la revolución moderna de China. Por otra parte, otros intelectuales, que adoran lo occidental, tachan la búsqueda de las raíces de puro nacionalismo, de contracorriente conservadora. Según sus palabras, ¿qué necesidad hay de buscar estas raíces podridas si lo urgente es cortarlas? Tal como lo dijo un crítico chino en una frase que se ha hecho célebre: China no tendrá esperanza alguna hasta que sea colonizada por el Occidente durante trescientos años. Estas dos visiones críticas, una de adoración a la Unión Soviética y la otra a Estados Unidos, una que preconiza la “destrucción de las cuatro antiguallas” y la otra, “la occidentalización completa”, son ideológicamente opuestas y, sin embargo, forman una divina alianza en cuanto a la impugnación de las tradiciones culturales autóctonas de China. Representan de manera conjunta la dura opresión de la civilización occidental contra un país del oriente en vías de desarrollo y comparten la misma lógica histórica del progresismo y del universalismo. Bajo esta lógica, la civilización no presenta diversidad y la única pauta reside en “progreso” versus “retraso”. Si China llega a ser una potencia con una población próspera, tiene que aprender todo de Occidente, superar a Occidente y convertirse en el Occidente
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
Número Dos de color rojo o azul, aunque se supriman la mayoría de ellos han sido bautizados “escritores los palillos y en cambio se usen el cuchillo y el tenedor, zhiqing” (jóvenes educados en la ciudad y enviados se tiña de rubio el cabello, se olvide a Confucio y a al campo para ser reeducados durante la “Gran Lao Tzu, se sustituyan los caracteres chinos con la Revolución Cultural”), que abarca tanto a los que escritura latinizada y el Pinyin, pues justamente ésta pasaron a vivir de la ciudad al campo como a los que última fue la orientación de la reforma de la escritura regresaron al campo tras estudiar en la ciudad. Son de los gobiernos chinos tanto del partido nacionalista personas que crecieron a mediados del siglo pasado como del comunista en el siglo pasado. y acumularon dos experiencias de vida: la rural y la En realidad soy un fanático de la cultura occidental. urbana. En su memoria no sólo está la ciudad que El año en que escribí el artículo Raíces de la literatura, es una ventana para divisar la civilización exterior, estudiaba inglés en una universidad. Me sumergí tanto sino también el campo, que es un museo vivo de la en este idioma extranjero civilización autóctona. Por que sólo me acordaba del SIN DUDA, LA LITERATURA eso, no habría forma más chino cuando escribía a NECESITA RAÍCES, PERO TAM- natural de llamarlos que mis familiares. Más tarde “mestizos culturales”, que BIÉN HOJAS, TALLO, FLORES, traduje al chino obras del sintieron en carne propia escritor norteamericano ASÍ COMO OTRAS CONDI- los choques, conflictos, Raymond Carver, del CIONES COMO PARA CRECER rupturas y agitaciones de la checo Milan Kundera y cultura. Sería también muy COMO AGUA, TIERRA Y AMdel portugués Fernando natural que esa idea de la Pessoa, gracias a este BIENTE. EN ESTE SENTIDO, búsqueda literaria de raíces conocimiento lingüístico. les facilitara liberar todas sus Sin embargo, dudo de la SERÍA RIDÍCULO VESTIR A contradictorias emociones posibilidad y racionalidad MUCHOS ESCRITORES CON EL psicológicas de la pubertad de la citada “transfusión” para participar en un diálogo UNIFORME DE “BÚSQUEDA DE cultural. Las dos novelas cultural muy largo en la era ya traducidas al español, Pa RAÍCES” PARA SU PARTICI- de la globalización. Los pa pa y Diccionario de Maqiao, PACIÓN EN UNA SUPUESTA “zhiqing” tienen un especial son mis producciones salón de clase en el que CARRERA COLECTIVA. bajo este contexto de vivieron la opresión cultural pensamiento. Hay otros en ambos sentidos. ejemplos como los escritores chinos Jia Pingwa y Mo En realidad, no me gusta esta etiqueta que me han Yan, el primero vivió mucho tiempo en el campo del impuesto de “escritor de la búsqueda de raíces”, y Oeste de China y el segundo en el campo del Este tampoco creo que haya en este mundo alguna doctrina de China. Los dos, como dijo William Faulkner, que sea elixir de la literatura. Sin duda, la literatura siempre enfocan sus miradas en “un lugar del tamaño necesita raíces, pero también hojas, tallo, flores, así de un sello que es la tierra natal”, y son considerados como otras condiciones como para crecer como agua, como escritores emblemáticos, llevan a la narrativa tierra y ambiente. En este sentido, sería ridículo vestir los elementos de la historia, la geografía, folclore a muchos escritores con el uniforme de “búsqueda y leyendas, presentando un rico alcance cultural de raíces” para su participación en una supuesta autóctono en sus obras. carrera colectiva. Algunos críticos podrían creer en Estos escritores son diferentes en cuanto a las esta panacea universal, pero nunca los escritores. técnicas de narrar, el gusto estético y las ideas No obstante, “las raíces de la literatura” tienen que políticas, pero se enfrentan ambos a las complicadas ver con el mestizaje cultural, con la multidireccional relaciones entre la cultura foránea y la autóctona, evolución histórica de la homogeneización y que es una tensión entre fusión y conflicto. En China, heterogenización de la civilización, que si no es tan
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
PARA UN AUTOR, TODO PATRIMONIO CULTURAL CONSTITUYE VALIOSOS RECURSOS Y NO ES NADA SENSATO DESCUIDAR E INCLUSO MENOSPRECIAR SUS RECURSOS ORIGINALES. importante entre los escritores de Europa y América, ha de ser uno de los desafíos ineludibles de los colegas chinos. Con una historia más bien separada de cinco mil años, altas montañas y extensos desiertos que la confinan en el Continente de Asia Oriental, China mantiene su propio sistema en cuanto a los lazos de sangre, idioma, religión y modelo de gobierno, etc. Sin vivir una colonización occidental completa y profunda, será muy difícil que se convierta en una reproducción de Occidente. Un camino chino que comprende “tolerante pero diferente”, “armónico pero diferente” y “mixto pero diferente”, otra posibilidad de modernización o modernización de múltiples fases, a lo mejor será esta la suerte de una nación de desarrollo tardío. Eso es comparable a la literatura latinoamericana, que no es una simple extensión transoceánica de la europea, tal como Juan Rulfo no es el Kafka latinoamericano, ni García Márquez el Cervantes latinoamericano. Lo mismo ocurre con la literatura china, que posee su propio rostro con características propias. El hecho de que algunos periodistas y críticos nos otorguen títulos tales como Kafka B, Kafka C, no nos produce ninguna alegría. Lo más importante es: ¿ha existido una cultura o civilización completamente pura? ¿Es real y confiable la noción de Occidente? Es una gran cultura la occidental, pero los números arábicos que emplean los modernos científicos occidentales fueron invención
de los árabes. El cristianismo y el islam de Occidente vienen del medio oriente, muy lejos del mapa europeo. El sistema del servicio civil basado en los códigos napoleónicos utiliza como referencia directa los exámenes imperiales iniciados por China hace más de mil años. Por lo tanto, la cultura humana siempre ha sido la separación en unión o la unión en separación, lo uno mezclado con lo otro. Delimitar la cultura occidental y la oriental, relacionarlas con lo moderno y lo tradicional, no es más que un acto de pereza mental que tiene muchos riesgos. Para un autor, todo patrimonio cultural constituye valiosos recursos y no es nada sensato descuidar e incluso menospreciar sus recursos originales. De igual modo, reproducir a los demás de manera exacta no es más que una ilusión, al menos un desperdicio o una búsqueda por todas partes de lo que se encuentra al alcance de la mano, y esto supone desestimar la diversidad de la civilización. Hace algunos años conocí a un genetista que me dijo que él y su equipo conceden mucha importancia a las “especies primitivas”, tales como desenterradas de tumbas antiguas, plantas silvestres crecidas en lugares apartados, es decir, especies que aún no han sido utilizadas en la agricultura moderna. Estas especies suelen evitar la degradación funcional y conservar más genes de calidad. Pero cabe preguntar ¿estas especies deben pertenecer a la tradición o a la modernidad? Si corresponden a la tradición, ¿cómo podemos descubrirlas, comprenderlas y utilizarlas sin acudir a la teoría moderna ni a la ciencia genética? Si corresponden a la modernidad, ¿por qué las están matando los fertilizantes e insecticidas, la maquinaria y la producción a gran escala de la agricultura moderna? Esta es una historia del nuevo despertar de una “especie primitiva”, que posiblemente sea una metáfora, una perspectiva de esperanza, oportuna para los escritores de los países en vías de desarrollo.
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
Rusticatio
Mexicana
¥¥JOSÉ ROBERTO MENDIRICHAGA
VOLANDO SUEÑOS / TINTA SOBRE PAPEL / 2015 / MONOTONO
La inclusión de la , de Rafael Landívar, en el curso de Literatura Mexicana
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
R
afael Landívar, autor de la Rusticatio mexicana fue uno de los jesuitas mexicanos expulsos, en este caso a Bolonia, de los 650 que hubieron de salir de la Nueva España por orden real de Carlos III, mandato del cual se libraron sólo en los territorios vaticanos y en los de la reina Catalina de Rusia. Landívar nació en Guatemala en 1731 y murió en Bolonia en 1793. Se licenció en filosofía en 1746 y se doctoró en la misma disciplina en 1747, en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Llegó a la Nueva España en 1749. Ingresó a la Compañía de Jesús en 1750 y se ordenó sacerdote cinco años después, en función de que había cursado ya las humanidades y la filosofía. Fue profesor y rector del Seminario de San Jerónimo en Puebla. Se estableció en Italia en 1767, el mismo año de la expulsión (Musacchio, 1990: 1004). TRADUCCIONES CONOCIDAS Para el presente trabajo, he tenido frente a mí y he consultado las traducciones de Ignacio Loureda, de 1924, y de Octaviano Valdés, de 1942. Loureda era catedrático de la Universidad Nacional de México y en su advertencia “Al que leyere” señala: Acaso no haya en toda la numerosa, valiosa y erudita producción literaria de Méjico en el siglo XVIII, que es por excelencia la centuria de la cultura mejicana, sobre todo de su sistematización, difusión y nacionalización, una obra tan eminente y representativa como la Rusticatio mexicana del P. Rafael Landívar, que es creo yo, en las letras mejicanas lo que Alegre en la Ciencia […]. (Landívar, 1924: v).
Loureda agradece a don Jaime Torres Bodet el haber podido consultar en la Biblioteca Nacional los ejemplares de la Rusticatio que procedían del Colegio Apostólico de San Fernando (Landívar, 1924: vi). Octaviano Valdés (1901-1991), por su parte, era un culto sacerdote de la Arquidiócesis de México. En 1922 ingresó a la Universidad Gregoriana. Doctor en filosofía y teología en 1929. De 1930 a 1952 fue profesor de griego, arte, filosofía y teología en el Seminario Conciliar de México (Astey, 2011: s.p.). Canónigo de la Catedral. Colaboró en la Gaceta del Arzobispado y en la revista Ábside. Fue miembro de
la Academia Mexicana de la Lengua. Estudioso de Horacio y de Landívar (Ocampo, 2007: v). Valdés aporta más datos biográficos sobre Landívar y dice que éste fue prefecto de la Congregación de la Anunciata y rector del Seminario de San Borja en Guatemala, vistió en el Noviciado de Tepotzotlán de México la sotana de la Compañía de Jesús y al fallecer en Bolonia el 27 de septiembre de 1793, fue sepultado en la iglesia de Santa María delle Muratelle (Landívar, 1942: vii).1 Da cuenta Valdés de las traducciones al castellano sobre esta obra de Landívar, mencionando las de Luis Beltranera, Federico Escobedo y Joaquín Arcadio Pagaza (fragmentos), al igual que la de Ignacio Loureda. Acerca de la traducción de éste, Valdés opina que: La versión de Loureda está en prosa y editada con el texto latino. Tiene el mérito de haber sido la primera translación completa, pero muy desafortunada a causa de su infidelidad. Y no cabe disculparla diciendo que se trata de lugares en que por lo oscuro la interpretación es dudosa, pues en la mayoría de ellos el sentido es bien seguro […]. Si los límites de este estudio lo permitieran, podría multiplicar los ejemplos hasta el cansancio. No hay un libro sin varios pasajes falseados; baste decir que haciendo a un lado inexactitudes de poca importancia he contado unos ciento setenta lugares en que aparece alterado sustancialmente el pensamiento original. Domina en la obra cierta dureza de lenguaje y violencia de giros por la manera de traducir la construcción latina, materialmente, sin adaptarla al espíritu del español […]. Es lamentable también la impresión del texto latino, sumamente descuidado; pues comparándola con la segunda edición de Bolonia de 1782, he hallado unas sesenta erratas, de las cuales no pocas dejan ininteligible el sentido. Media docena de ellas consisten en alteración de orden de los versos u omisión de ellos, uno o más, hasta diez, como en el primer libro en que falta del dieciocho al veintiocho. (Landívar, 1942: xx-xxii). 1 Ver igualmente: Tradición jesuita en Guatemala: una aproximación histórica, de Jesús M. Sariego, trabajo de 18 páginas disponible en http://biblio3.url.edu.gt/Libros/tra_je_g.pdf
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
LAIRD HACE NOTAR LOS ASPECTOS ESPACIO-TEMPORALES DEL POEMA DE LANDÍVAR; SUS IMPLICACIONES PARA LA MEJOR COMPRENSIÓN DE LA SOCIEDAD COLONIAL, CUYAS TENSIONES “APENAS SE HAN COMENZADO A EXPLORAR”. LA OBRA DE ANDREW LAIRD Pero un libro que me ha parecido soberbio y que merecería pronta traducción al castellano es The epic of America. An introduction to Rafael Landívar and the Rusticatio mexicana, nueva versión al inglés, del profesor Andrew Laird de la Universidad de Warwick, quien ha publicado varios trabajos de investigación sobre Juan Luis de la Cerda, Francisco Xavier Alegre, Diego José Abad y Bernardo Ceinos de Riofrío. Laird trabajó durante 2003-2004 en el Centro de Estudios Clásicos del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, con una beca de la Universidad de Wisconsin y de la British Academy, lo que le permitió realizar este monumental trabajo, que implica muchos años previos de investigación y conocimiento del tema. Está publicado en 2006 por la casa Duckworth y lleva hermosas reproducciones, amplísimas notas y una selecta bibliografíahemerografía.2 Andrew Laird deja claro en su prólogo que Landívar “era uno de los más destacados poetas latinistas de América”. Al mismo tiempo, señala que “ha habido cuatro traducciones de la Rusticatio al castellano, incluyendo dos en verso, y una al inglés por Graydon W. Regenos”, parte cuarta que él reproduce en su Epic of America (Laird, 2006: 3-4). En su conclusión, Laird hace notar los aspectos espacio-temporales del poema de Landívar; sus implicaciones para la mejor comprensión de la sociedad colonial, cuyas tensiones “apenas se han 2 Algunos de los autores citados por Laird son: Mauricio Beuchot, David Brading, Alfonso Castro Pallares, Gustavo Couttolenc, Gerardo Decorme, Mariano Cuevas, José Antonio Ferrer Benimeli, Virginia Guedea, Tarcisio Herrera, Anthony O’Higgins, A. L. Kerson, José María Lafragua, Miguel León-Portilla, J. Mata Gavidia, Alfonso y Gabriel Méndez Plancarte, Agustín Millares, Bernabé Navarro, Ignacio Osorio, Joaquín Antonio Peñalosa, Manuel I. Pérez Alonso, Octaviano Valdés, M. A. Suárez, R. Sheifler y muchos más.
comenzado a explorar”; que contiene un inmejorable material para ser estudiado en lo que hoy se denomina como intertextualidad; que queda por profundizar lo relativo a la enseñanza-aprendizaje del latín como lengua fundamental, al tiempo que llama la atención a los académicos de habla inglesa acerca de la necesidad de tomar en consideración a más poetas y escritores hispanos, a fin de enriquecer la enseñanza de las humanidades (Laird, 2006: 74-75). CONTENIDO DE LA RUSTICATIO MEXICANA La obra de Rafael Landívar contiene: una dedicatoria a la ciudad de Guatemala; una advertencia que señala cómo la mayor parte de lo que evoca fue apreciado por el poeta o constatado por veraces testigos, pasando luego a los libros, que abordan ejemplos de los reinos mineral, animal y vegetal, siempre con presencia humana, a saber: los lagos (I), el volcán Jorullo (II), las cataratas guatemaltecas (III), la cochinilla y la púrpura (IV), el añil (V), los castores (VI), las minas de plata y de oro (VII), el beneficio de la plata y del oro (VIII), el azúcar (IX), los ganados mayores (X), los ganados menores (XI), las fuentes (XII), las aves (XIII), las fieras (XIV) y los juegos (XV), libro al que dedico mi atención y que se ha elegido por la experiencia de su didáctica para los alumnos de Letras y de cuantos aman las humanidades, en el curso de Literatura Mexicana. La obra de Landívar contiene un apéndice sobre La cruz de Tepic. Voy ahora a los primeros versos del libro decimoquinto de la Rusticatio: LIBER XV: LUDI Lustra venenatis postquam montana sagittis Horrentesque canum turbavi murmure saltus, Fert animus pravum ludis miscere laborem,
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
Et vires blanda fractas revocare quiete. Tyndaridae juvenes, tenui ludere disco Saepe juvat, durasque animo depellere curas, Dicite, quae festis praestet spectacula ludis Occiduis emissa plagis animosa juventus: Et vidistis enim pueri, et reserate potestis. Protinus armatos generosa in praelia Gallos Ipsae sequar. Nec enim fas est obducere pugnas, Quae nova limphati recludunt monstra furoris. Vix cervice minax, fastuque elata superbo, Incessuque ferox graditur cristata volucris Assiduo gaudens socias invadere bello, Cum ludi vesanus amor, cum saeva voluptas Chortibus abreptam parva concludit in aula, Fune pedem retinet, solersque ad preaelia servat
Luego de las peleas de gallos, Landívar describe con detalle las carreras de caballos, que a tantos jinetes como espectadores entusiasman, para luego narrar la llamada fiesta brava o corridas de toros, mismas que hoy día han sido cuestionadas en diversos países, regiones y ciudades hispanolusitanas por la crueldad hacia la bestia, pero que tanto arraigo tienen, por otra parte, en nuestros pueblos latinos.
[…] LIBRO XV: LOS JUEGOS Después de haber alborotado con mortales flechas [las cavernas montañosas y de haber inquietado con ladridos los hórridos [bosques, se impone combinar el trabajo malo con el juego y reponer las fuerzas perdidas con el agradable [ocio. ¡Oh! jóvenes tindáridos, que gustan frecuentemente [de recrearse con el delgado disco y ahuyentar con esto las preocupaciones, digan qué juegos son los que más practica la entusiasta juventud venida [de Occidente: y que ustedes han conocido de niños y pueden [ahora relatar. Seguiré este tema, al punto, con las peleas de los valientes gallos. Ciertamente no puedo [ocultar las sangrientas pugnas que estos nuevos monstruos del furor ponen de [manifiesto. Tan pronto como gallarda y orgullosamente avanza el ave con su cresta alzada, riñendo feroz continuamente con sus iguales, el vesánico amor al juego, la cruel pasión, saca a aquélla de su corral y la pone en una [pequeña jaula, donde se le liga con cuerda una pata y se le reserva [astutamente para la pelea […]
Nil tamen occiduis pubes ardentius oris Optat, quam circo tauros agitare feroces. Area lata patet duro circumdata vallo Plurima quae fusae praebet subsellia turbae Pulchra coloratis, variisque ornata tapetis, Et quam solus adit ludo indulgere suetus, Sive pedes norit tauros illudere saltu, Seu fragantis equi duris regat ora capistris […] Non nunquam gladio nimium dum fidit acuto Tollitur in coelum confossus viscera cornu Conceditque acer fatis gladiator iniquis. Ille cruentata corpus pervolvit arena; Horrescit visu populus, sociique periclo. Hinc aliis aliae succedunt ordine pugnae, Dum juvat alternis ludos confundere ludis. Mas nada prefiere tanto la juventud occidental como la lidia de toros bravos en la arena. Se prepara una amplia área rodeada de fuerte valla, la cual ofrece muchos asientos a la numerosa [concurrencia, cubiertos éstos de coloridos y vistosos tapetes de [ornato. A esta valla o redondel entra sólo el preparado para [esta suerte, sea que sepa burlar al toro con sus saltos, sea que sepa dominar la cabeza del fuerte caballo con el firme cabestro […] Algunas veces, el osado torero, confiando demasiado [en su filosa espada, es levantado por los aires y cornado en sus órganos [vitales. El toro revuelca en la arena el cuerpo ensangrentado, por lo que éste sucumbe de amarga muerte. El público y los mozos se horrorizan ante la escena. Continúan luego nuevas corridas, una después de [la otra,
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
alternadas y con la finalidad de no hacer monótono [el espectáculo.
Landívar advierte luego que, durante la misma fiesta, se da igualmente el jaripeo de un toro bravo, donde la bestia es sujeta para que la pruebe uno de los mozos, montándolo como si fuera un equino, pudiendo alternar la fiesta con carreras de caballos. Consigna igualmente el poeta guatemalteco la suerte de lo que hoy perpetúan los valerosos Voladores de Papantla, que se dejan caer al espacio en una demostración que no ha perdido su expectación y colorido. Viene también descrito en el libro de “Los juegos” la suerte del famoso palo ensebado. Y, finalmente, relata Landívar la fuerza y hermosura del legendario juego de pelota. Nil vero miranda magis spectacula praebet Quam numerosa vacans Indorum copia ludo. Illa prius densum sudanti ex arbore gummi Cogit (cui virtus donavit elastica nomen), Atque pilam vario magnam glomeramine format, Quae tenues superet geminatis saltibus auras. Tunc manus ingentem fingit sinuata coronam, Primus ubi grandem sursum jacit impetus orbem, Quin ulli manibus liceat contingere jactum; Sed potius femore, aut cubitis, humerisque, genuque […]. Quod si aliquis manibus spheram pulsare volantem Ausit, et incautus legem violare severam, Ille, notam passus, patitur dispendia ludi. Nada, sin embargo, brinda un más sorprendente [espectáculo que el que ofrece una numerosa compañía de Indios [que así juegan. Primero recogen una gruesa goma tomada del árbol del hule (le dio nombre su elástica [propiedad), y reuniéndola forman una pelota grande, que puede rebotar subiendo por el aire. El equipo entonces forma un amplio círculo y hace a lo alto el primer tiro de la pelota, sin que a nadie le sea permitido, una vez lanzada, [tocarla con la manos
sino, más bien, con los muslos, los codos, los hombros [y las rodillas […]. Pero si alguno de los jugadores osara cogerla con su [manos mientras está en el aire y violara esta estricta norma, aquél, además de recibir una amonestación por [quebrantar esta ley, habrá de pagar [los gastos del juego.
CONCLUSIÓN Por motivos de tiempo no me ha sido posible traducir y comentar todo el capítulo o libro decimoquinto de la Rusticatio mexicana de Rafael Landívar. Considero que el primer lector de este poema, o quien lo relea, ha podido darse una idea de su forma y contenido, en un afán del poeta por fijar la riqueza de estas costumbres seculares, muchas de las cuales subsisten y son practicadas hoy. Vuelvo a insistir en la enseñanza y práctica de un latín más avanzado en nuestras escuelas y facultades de Letras, para que pudiendo saborear textos como la Rusticatio, no abandonemos esta calidad de las letras clásicas y continuemos en la creación, historia, análisis y crítica de nuestras letras indígenas y virreinales, dentro del curso correspondiente. REFERENCIAS Astey, L. (1995). La leyenda del Teófilo. Recuperado el 24 de mayo de 2011 de http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/ letras41/texto1/sec_1.html Laird, A. (2006). The epic of America. An introduction to Rafael Landívar and the Rusticatio Mexicana. Londres: Duckworth. Landívar, R. (1924). Rusticación mejicana. Traducción literal y directa de la segunda edición de Bolonia, 1782, por Ignacio Loureda. Ciudad de México: Sociedad de Edición y Librería Franco Americana. Landívar, R. (1942). Por los campos de México. Prólogo, versión y notas de Octaviano Valdés. Ciudad de México: UNAM. Macchi, L. (1951) Diccionario de la lengua latina, cuarta edición. Buenos Aires: Editorial Don Bosco. Musacchio, H. (1990) Diccionario enciclopédico de México. Ilustrado, tercera reimpresión. Ciudad de México: Andrés León, Editor. Ocampo, A. (2007). “Valdés, Octaviano (1901-1991)” en Diccionario de escritores mexicanos, siglo xx: desde las generaciones el ateneo y novelistas de la Revolución hasta nuestros días. Ciudad de México: UNAM. Sariego, J. M. (2010). Tradición jesuita en Guatemala: una aproximación histórica. Recuperado el 1 de marzo de 2015 de http://biblio3.url.edu.gt/Libros/tra_je_g.pdf
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
Y RINO / DIBUJO Y ACUARELA / DUOTONO DURMIENDO AL MUNDO / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2015 / MUSA DUOTONO
MITOLOGÍA ÍNTIMA Y TRAGICOMEDIA EN:
LA GIGANTA, DE PATRICIA LAURENT KULLICK
45
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
¥¥HUGO VALDÉS
E
n La Giganta, la tercera novela de Patricia Laurent Kullick, la narradora —y sexta de diez hijos— recrea y examina a la madre como si la confrontara su propia conciencia: “yo nací —dice— para mirarte siempre, para vigilar tu sueño, acompañarte y cuidarte en la cantina de los soldados”. Sin embargo, este recurso sobre el que se estructura el texto es al cabo una amorosa interpelación que se desliza del dolor no asumido hasta el júbilo de vivir, así sea en las condiciones menos propicias: tal narradora retrata el hogar de aquellos días como si cada uno de sus integrantes —o al menos los hijos mayores— cumpliera complicadas misiones especiales a lo largo de la jornada. Especie de hilo umbilical, puente de plata entre el ser que permanece dormido y aquel que remonta los límites del espacio doméstico, su ejercicio se detalla así: “te explico a través de una sonda delgadísima que me provoca una vibración dolorosa por todo el sistema linfático”. Memorial zumbón que hace las veces de paliativo contra la miseria y el caos cotidiano en que sobrevive una familia que, con las distancias del caso, recuerda a la de The Royal Tenenbaums, la película de Wes Anderson, el recuento se torna una piadosa exégesis del clan engendrado por la Giganta y el ingeniero francés Etienne, un padre extraño a su propio linaje que se antoja sólo un visitante más de la casa. Entre larga misiva y relación de hechos, más que de cargos y reclamos (sin asomo de amargura, la voz le pide extemporáneamente al abuelo exhibicionista que evite enseñarles su “cosa” o hacerles “mañas” a fin de que no se retrase el proceso de maduración, con el consiguiente “bajísimo coeficiente emocional” que les traería la experiencia), La Giganta se tiene también como un esfuerzo entre creativo y curativo —se deshilvana desde el “mar catártico” donde la narradora dice encontrarse— sobre el que se asienta la mitología íntima de un grupo cuya disfuncionalidad deviene tragicomedia.
Así, presenciamos la preparación comedida de una desgracia que a final de cuentas no fragua: las tentativas de suicidio colectivo que la Giganta emprende para escapar definitivamente de la precariedad, tanto material como existencial, recalan en opciones festivas o equivalen a ese ansiado gran viaje que las familias normales planean para las vacaciones. No cabe siquiera el drama en proponer que si no mueren devorados por los tiburones en Mazatlán durante un paseo improbable a esa playa, lo hagan dinamitados de regreso en la camioneta que tampoco poseen. Caben, sí, el franco absurdo por el prurito de cuidar las formas, como el plan de untar de DDT a todos antes de darles una dosis de arsénico para no morir llenos de piojos; y aun el episodio fársico, a un paso de la carcajada —uno de sus hijos la encuentra “mirando incrédula la llama de la tubería de gas”, convertida en un soplete que no evoluciona en la llamarada y explosión final—, trágico sólo por su ineficacia y el aura de impotencia que reserva para una Giganta a la que derrota esa vida que se niega a abandonarla. Etienne en cambio sí conseguirá dejarla, por petición expresa de la mujer, convencida al fin de que nada tiene que hacer junto a ella aquel hombre “prestado” literalmente por la familia original que dejó en Europa, y para el que México es sólo un estado mental que lo ha atado a una parentela espuria. Siempre lejano y ajeno —por un tiempo se emplea en Oaxaca construyendo carreteras—, inasible aun cuando permanece en casa, ocupado en emborracharse para dialogar en ausencia con sus vástagos franceses o en observar el cielo a fin de descubrir constelaciones, sus hijos mexicanos se asumen como un error mestizo, dislates genéticos o meros accidentes a resultas de un experimento amatorio que empezó diecisiete años atrás, cuando sus padres se conocieron. Su desarraigo, pues, se funda en esa fusión imposible o tan difícil de congeniar en el seno del ADN —coctel violentado, alebrestado, lodo convulso que
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
aún no se asienta—, concepto al que Patricia Laurent acude con fortuna igual que al de los borradores humanos. Subrayo esta cualidad provisional que distingue a la progenie de Etienne y la Giganta por la forma en que se reitera tanto el término —“los borradores humanos no duermen, sino vigilan porque siempre están al borde de ser borrados de la faz de la Tierra”—, como la noción de ese limbo ontológico en el que para bien o para mal medran: No estamos autorizados a existir, no tenemos la bendición divina, no pertenecemos a esta dimensión. Somos parte de una ilusión, de una prestidigitación. Etienne sueña con el regreso a Francia. La Giganta no sabe ni por donde le llegó esta hilera de hijos y piojos: ella es una gran bióloga experta en venenos. Alberto se fusiona en un movimiento político. Felipe se vuelve niña. Efraín, el acróbata supremo de la felicidad, caerá en el abismo de la ausencia, en el mito de todos los fugitivos.
Bocetados apenas, así sea para participar en un ensayo de dimensión cósmica, los diez espíritus viajeros fraccionados viven cada cual su suerte y muerte — Alberto, el mayor, desaparece en calidad de prosélito de la Liga 23 de Septiembre; Efraín, el segundo hijo y héroe arquetípico de la casa, renuncia a ella cuando pelea con su padre tras de que este intercambia a Felipe por un reloj de oro y latas de ultramarinos, etcétera—, bajo la férula de ese humor que no escapa de la mirada de su autora ni aun —o, por el contrario, sobre todo— en los momentos convencionalmente signados para generar cualquier otra clase de emoción. Pongo de ejemplo la muerte de Alberto que, si bien es inobjetable, la viene a confirmar desde el más allá, por obra de una sesión mediúmnica, el espíritu de Abraham Lincoln; o la calistenia pavloviana a la que es sometida la bebé Valeria por la narradora a fin de ganarse unos pesos, ante un auditorio atónito por una escena que pareciera ideada para el programa de Los Simpson. Por momentos paganos que se encomiendan a otros dioses, los que sean, con tal de ser socorridos del infortunio al cual los condena la incuria paterna y las inútiles jornadas de trabajo de la Giganta —volvía a casa “borracha, semidesnuda y hasta golpeada”,
A LO LARGO DE ESTA VERTIGINOSA SUCESIÓN DE HECHOS QUE DAN CUENTA DE LA GIGANTA Y SU PROLE, LA PROSA SE VUELVE ADEMÁS UN SURTIDOR DE EPIFANÍAS: “LAS GIGANTAS NO NECESITAN PROFESIÓN, LA TIENEN DE NACIMIENTO: PERDONAN FÁCILMENTE Y APARTE SONRÍEN”.
perdiendo incluso el bolso y los productos que debía haber vendido—, los hermanos de la narradora, al igual que ella y sus padres, son presentados con maestría socarrona, calculada, dosificadamente, en un texto que va marcando su derrotero por medio de prospecciones que anuncian los pasajes torales —la huida de varios de los hermanos para trabajar en la televisión y conseguir dinero, el incendio provocado para acabar con todo, por ejemplo—, cebados hábilmente para el lector con digresiones a manera de estampas que potencian subrepticiamente el interés en la próxima escena clave. A lo largo de esta vertiginosa sucesión de hechos que dan cuenta de la Giganta y su prole, la prosa se vuelve además un surtidor de epifanías: “las gigantas no necesitan profesión, la tienen de nacimiento: perdonan fácilmente y aparte sonríen”; “La vida es hermosa para los suicidas. Hay una dosis de cinismo saberse prerreventado”; “Los occidentales nos miramos y sonreímos porque no sabemos hacer otra cosa en la oscuridad”; “la melancolía es un órgano que no puede ser extirpado en Jerusalén”, entre otras; constatando con esta calidad escritural, además de su habilidad narrativa ya comentada, la madurez y el talento de una de nuestras primeras escritoras. Enhorabuena a Paty Laurent por esta tercera, breve y no menos poderosa novela.
¥¥NORA LIZET CASTILLO AGUIRRE
Maternidad sin tregua en
LA GIGANTA de
Patricia Laurent Kullick HABLAR DE LA GIGANTA NO ES TAREA FÁCIL. TENEMOS QUE SUMERGIRNOS EN LA LITERATURA DE PATRICIA LAURENT Y DESCUBRIR UNA NARRATIVA APARENTEMENTE LIGERA, NO OBSTANTE LLENA DE SIMBOLISMOS Y DE SITUACIONES FUERA DE LO COMÚN. ESTA NOVELA, QUE VIO LA LUZ PRIMERA EN MARZO DE 2015, ES PARTE DE LA COLECCIÓN ANDANZAS DE LA EDITORIAL TUSQUETS.
DESAMPARO / TINTA SOBRE PAPEL / 2013
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
A N ATO M Í A D E L A C R Í TI CA
¿QUIÉN ES LA GIGANTA? LA GIGANTA ES LA PROTAGONISTA DE ESTA HISTORIA Y DE QUIEN NUNCA SABEMOS SU NOMBRE, SÓLO QUE ES INDÍGENA Y BEBEDORA COMPULSIVA DE MEZCAL, CON UN MUY BUEN CULO Y PIERNAS; ADEMÁS DE CONSERVAR SU DENTADURA COMPLETA A PESAR DE LOS 10 HIJOS, PRODUCTO DE SU RELACIÓN CON ETIENNE, UN INGENIERO FRANCÉS LLEGADO A OAXACA PARA PARTICIPAR EN OBRAS VIALES.
L
a Giganta con su don de la fertilidad ha sido productora de una prole similar a las doce tribus de Israel. Cada hijo muestra un sello distintivo. Esta progenie es inaugurada por Alberto (el revolucionario) y seguida por Efraín (la voz calma), continúa con Felipe (que quiere ser niña), Violeta (con sus monedas), Julieta (eternamente enamorada), Susana (la bailarina), Carlos (que no entiende nada), Óscar (se da cuenta del desmadre), Yazmín (llora, llora) y la pequeña Valeria (la esperanza). Valeria es un bebé bamboleante, deseosa de comer crema de cacahuate, de lucir su vestido rojo símbolo de libertad y de paseos. Valeria representa la máxima expresión de libertad cuando con su pequeño dedo indica la puerta y necesita salir de casa. “Nació lista para irse.” (p. 67). La Giganta es la imagen de la madre mexicana, la Chingada, la Malinche, la mujer nativa de estas tierras violentada por el extranjero. “Explosión cósmica entre la risa. Sueños en añicos, pedacería de niños, los piojos también, a chingar a su madre. Nos evitamos costosos funerales y oneroso terreno de panteón. El rompecabezas de la raza mestiza que traerá la paz a la Tierra ¡pum!, adiós a los mundos paralelos…” (p. 50). La Giganta es México: Madre de todos y desesperanzada en lo más profundo de su ser y de su estirpe. Ninguneada por sí misma, pero a la vez reconoce que su producción aunque sea genética es vasta, importante, representa un crisol de ideologías y avidez de esperanza, deseos por triunfar y salir adelante. Feliz de su dinastía bella, con esa belleza europea heredada del padre, con esa fuerza absoluta, heredada de la madre. La Giganta es mujer, es madre, es representante de una raza superior. Para mal vivir vende cosméticos y
LA NOVELA TIENE LA PARTICULARIDAD QUE MUESTRA EL LADO MÁS OSCURO DE LA MATERNIDAD Y LOS EXCESOS PROVOCADOS POR ACCIONES QUE SE SALEN DE CONTROL. libros por catálogo, también es dueña de una carcajada capaz de acabar con todo. La novela es la historia de una nación saqueada, invadida, en busca de una identidad propia narrada a través de la voz infantil de una niña de 11 años, parte de esa prole milenaria llena de anécdotas de aventuras y de saqueos. Narra historias de violencia familiar, representadas en la piel de la Giganta, en la piel de los niños que tienen hambre y nunca se sienten seguros, pero nunca demuestran el miedo. Historias de los piojos y de los excesos que como madre la Giganta comete. Cada escena representa los recuerdos, recuerdos tristes divididos en 25 capítulos de diferentes extensiones. Comienza con la remembranza del intento de suicidio de la Giganta y el intento de ahogar a los 10 hijos y continúa con otras posibles formas de matar a los niños. Una especie de Medea mexicana que no termina de fraguar el plan y ejecutarlo. La novela tiene la particularidad que muestra el lado más oscuro de la maternidad y los excesos provocados por acciones que se salen de control. La autora utiliza tonos desde lo más sombrío hasta lo más jocoso, conserva la mirada inocente de la niña que está contando la historia.
A NATOM Í A D E L A C RÍ T I CA
Patricia Laurent utiliza recursos estilísticos y retóricos para describir cada situación familiar, sin omitir hablar de lo deprimente de la vivienda; sin embargo lo hace con un lenguaje sencillo y perfectamente seleccionado para que sin importar la carga emotiva del momento, se palpe ligero y transitorio por parte del lector. Crea los ambientes nauseabundos y melancólicos, alegres y nostálgicos, llenos de colores, llenos de olores, de imágenes y de piojos. La fluidez de su prosa es uno de los elementos que hacen que esta novela presente las situaciones familiares, de maternidad, hablar de los hijos, hablar del marido, de los vecinos, de las injusticias, situaciones comunes, pero también de la revolución, del homosexualismo, de las enfermedades y de las vejaciones que como indígenas sufren algunos habitantes del terruño que se describe en la historia. Es muy loable la prosa de Patricia Laurent, ya que a pesar de la sordidez de los pasajes, siempre hay manera
de salvar la situación y los niños fungen como ángeles guardianes de su madre, ellos la cuidan y no a la inversa, que es lo que tradicionalmente debería suceder. También vale mencionar que en el camino de la literatura escrita por mujeres la Giganta representa la desmitificación de la madre que sucumbe ante las adversidades y se somete al dominio del padre. La Giganta no es abnegada, no es objeto de maltratos que queden impunes. Cuando está sobria actúa de manera muy contundente, cuando bebe mezcal, no es capaz de darse cuenta de los peligros a los que orilla a sus hijos, sin embargo los hijos siempre saben qué hacer. A lo largo de las 131 páginas que pasan ligeras, los entrañables personajes se funden con la transgresión de la siempre conservada imagen de la maternidad y acrecientan la idea de la justicia y de la fraternidad. Brindan la esperanza de reconocer el valor de la familia, que sin importar los infortunios, al mantenerse unida sabe vencer todo obstáculo.
ESTRÉS / TINTA SOBRE PAPEL / 2014
LA GIGANTA REPRESENTA LA DESMITIFICACIÓN DE LA MADRE QUE SUCUMBE ANTE LAS ADVERSIDADES Y SE SOMETE AL DOMINIO DEL PADRE.
PERESO / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2015 / MONOTONO
EL INTELECTUAL: comentarios a dos voces ¥¥FUTURO MONCADA Y BENITO ESTRADA LARA
FUTURO MONCADA: Acerca de nuestro artículo, quería comentarte que la idea es sostener una conversación vía e-mail en la que se pueda interactuar a través de preguntas (y contra-preguntas), comentarios, citas, etc. y luego hacer una edición de esos textos, con los fragmentos que cada quien quiera añadir. Si estás de acuerdo podemos empezar por donde sugeriste: ¿Qué es un intelectual?
BENITO ESTRADA LARA: En forma por demás sintética, se puede decir que un intelectual es aquel que utiliza su intelecto; esto implica, como decía don Daniel Cosío Villegas, que se haga funcionar ese remate superior de nuestro cuerpo que se llama cabeza y que se ejerciten las capacidades propias del ser humano y que nos distinguen de otras especies inferiores en este sentido. Me refiero a la capacidad
A NDA R A L A RE D ONDA
de análisis, la capacidad de síntesis, la capacidad de medios. No son pocas las ocasiones en las cuales un juicio crítico y la capacidad de aportación creadora. gran autor que sorprendía con sus ideas escritas, Todas estas capacidades están relacionadas entre terminó contradiciéndose con sus acciones. En este sí y se utilizan para abordar un determinado sentido, dada la casi inexistencia de un sentido crítico problema y encontrar una informado entre las mayorías, solución al mismo. La llamada TODAVÍA A ESTAS ALTURAS el intelectual aparece como inteligencia, creo yo que no un líder de opinión que bien SE SIGUE PRIVILEGIANes otra cosa que la habilidad pudiera dedicar su tiempo para utilizar las capacidades DO LA MEMORIZACIÓN Y a confundir, en beneficio de mencionadas ante una SE SIGUE BUSCANDO EL los intereses que le facilitan situación dada. la vida. Edward Said decía SOMETIMIENTO ACRÍTISe supone que la sociedad, en uno de sus textos que “... a través del proceso de CO DEL ALUMNO AÚN EN la historia es hecha por socialización y a través de hombres y mujeres, y puede la educación formal, entre NIVELES ACADÉMICOS SU- también ser deshecha y reotras cosas, desarrolla esta PERIORES. escrita siempre con silencios y dimensión intelectual de los elisiones, con formas impuestas educandos. Nuestra realidad, desgraciadamente, es y deformaciones que son toleradas”. En este sentido, otra muy diferente; todavía a estas alturas se sigue el intelectual, que no es un sujeto objetivo, sino un privilegiando la memorización y se sigue buscando autor con cargas ideológicas claras, ayuda a escribir la el sometimiento acrítico del alumno aún en niveles historia y, claro está, a re-escribirla. ¿Cuál es entonces académicos superiores. el papel del intelectual? Considero que el intelectual surge de diversas carreras o profesiones, pero principalmente de BEL: Creo que históricamente el intelectual siempre ha aquellas relacionadas con las letras o con las llamadas estado cerca del poder, frecuentemente lo ha anhelado, ciencias sociales: Ciencias políticas, Derecho, lo ha buscado con fervor, lo ha criticado, se ha dejado Antropología, Sociología, Economía, Psicología, usar o, también, se ha mantenido a cierta distancia, Historia, etc. Todas estas carreras relacionan a la buscando la libertad necesaria para poder hablar persona con el conocimiento del hombre en sociedad, con mayor objetividad de los asuntos sociales que le con el poder, con el acontecer histórico de la competen al tema político y a los políticos. Algunas humanidad y lo sensibilizan respecto al papel de uno veces, para cumplir con su misión crítica, ha tenido mismo ante todos estos hechos. que arriesgar el pellejo al toparse con autócratas que no Es necesario señalar que el intelectual utiliza sus toleran la menor divergencia. Me refiero sobre todo a capacidades para analizar críticamente su entorno las dictaduras tanto de izquierda como de derecha. social para señalar rumbos, alternativas, soluciones. Efectivamente esta correspondencia entre el Para esto el intelectual tiene forzosamente que intelectual y el poder es compleja y no se relaciona expresarse, tiene que manifestar públicamente sus solamente con el saber, con la información, con ideas, sus análisis, sus juicios, sus críticas y sus las ideas, sino que tiene un componente ético, un aportaciones; tiene que escribir, tiene que hablar y, en componente que se relaciona con el compromiso términos de Freyre, tiene que “pronunciar su palabra”. profesional en cuanto a la búsqueda de la verdad y a la difusión de esta verdad, cueste lo que cueste y esto no FM: Pensando en la existencia del intelectual es tan sencillo incluso en las democracias, menos aún como un orientador de la mirada o un intérprete de en democracias incipientes como la nuestra. realidades, se me cruzaba por la mente la compleja Respecto a las contradicciones que mencionas, sí, relación que éste tiene con el poder, particularmente efectivamente, sin embargo es necesario distinguir su manera de acercarse a las instituciones y a los entre el error y la perversidad. Un intelectual puede
A N DA R A L A R ED O N DA
PUÑALADAS / TINTA SOBRE PAPEL / 2016 / MONOTONO
equivocarse en sus aseveraciones críticas y después rectificar en sus acciones. Lo grave y moralmente nefasto es cuando el intelectual se comporta en forma contraria a lo esperado, rompiendo así la congruencia entre lo escrito y lo actuado y decide en la práctica aceptar lo inaceptable, con un trasfondo absolutamente pedestre o monetario. FM: El error y la rectificación son hechos que merecen algunas reflexiones, sobre todo teniendo en cuenta que la historia es una materia sujeta a la eventualidad de la interpretación y es muy poco común que un personaje público se retracte por lo dicho o hecho. Sabemos que la política mal entendida es el arte de decir mentiras, quizá por esa razón ha sorprendido tanto El Alcalde, un documental realizado por dos cineastas y un periodista (Emiliano Altuna, Carlos F. Rossini, Diego Enrique Osorno). En este trabajo se abordan las circunstancias del gobierno de Mauricio Fernández Garza, presidente municipal de San Pedro Garza García (2009-2012/2015-2018). Lo sorprendente es que este hombre, aun siendo político, dice verdades de manera desabrochada, y esas verdades son realmente lamentables, antiéticas e inaceptables, por decir lo menos, sin embargo, es interesante saber que una buena parte del público local parece no entender la crítica implícita que hacen los directores, sino que,
más bien interpretan la película como una apología al personaje. Ante este hecho quedan en el aire dos posibles interpretaciones: o bien el promedio de la gente no tiene una cultura visual que le permita entender que aunque el documental le da la voz a Fernández Garza, no está de acuerdo necesariamente con sus opiniones y acciones, o cuando se le dicen verdades terribles al pueblo, este asiente por ignorancia o por evasión. BEL: En México nadie renuncia y nadie pide perdón, me refiero a los políticos. Lo que decía de los intelectuales que rectifican en los hechos es diferente, recuerdo en este momento el caso de Octavio Paz, que renunció a la embajada en la India después de la matanza de Tlatelolco. En contraposición, Martín Luis Guzmán, uno de los novelistas de la Revolución más reconocidos, se solidarizó con Díaz Ordaz de manera verdaderamente penosa. La política real nos presenta a personajes-actores, que mienten y que representan papeles agradables al público. Son capaces de todo, especialmente cuando tratan de captar votos en las famosas campañas político-electorales. Desde cargar niños hasta abrazar ancianas, pasando por los bailes guapachosos en los que se atreven a zapatear y a mover cadera con la flor más bella del ejido. Son capaces no sólo de mentir sino de manipular, de chantajear, de amenazar, de robar, y también de matar. Esto no quiere decir que todos los políticos sean así, considero que en todos los partidos hay excepciones y gente buena con verdadera vocación de servicio, que trata de hacer valer sus puntos de vista y sus principios, pero considero que son una minoría. Es necesario también hacer notar que un político aparentemente honesto y de principios mientras es parte de la oposición, puede cambiar radicalmente ya en el poder, ante la necesidad de realizar sus proyectos o ante la enorme tentación de enriquecimiento rápido, más ahora cuando entran en juego los millones del narcotráfico y del crimen organizado. Esto que estoy diciendo para México se puede generalizar para todas las sociedades contemporáneas y para todos los tiempos, desde luego con matices y diferencias. No estoy excluyendo de esto a la misma Iglesia Católica o, precisando, a la jerarquía de esta iglesia, detentadora de un poder
A NDA R A L A RE D ONDA
internacional inmenso. Es el fenómeno del poder que como decía Lord Acton corrompe y cuando es absoluto, corrompe absolutamente. También se puede decir que el poder no corrompe, sino que es el hombre el que hace mal uso del poder, o también se podría agregar que el poder aflora la verdadera personalidad de los políticos, haciendo que la parte oscura y destructiva de su ser, protagonice su quehacer.
Respecto a la democracia representativa, no hay de otra en cuanto a lo posible y lo deseable, sin embargo, nuestra realidad en México y la historia política contemporánea nos señala que nuestros diputados y senadores al que siempre representaron fue al Presidente de la República. A partir del cambio de partido en el poder, los políticos en el Congreso representaron y actualmente todavía representan a sí mismos y a sus partidos. Los ciudadanos cuentan casi exclusivamente para colectar votos en tiempos de campaña, para comprar su apoyo en las periódicas elecciones o para ser utilizados como carne de cañón o como comparsas en eventos oficiales. Para nuestros políticos cuentan sobre todo las televisoras, los otros medios masivos de comunicación, los empresarios grandes, los banqueros, los grandes sindicatos controlados, el gobierno norteamericano y ahora, también los grandes capos multimillonarios con quienes algunos se han asociado provechosamente. La resistencia siempre es buena, en la trinchera de cada quien, actuando de buena fe y conociendo las posibilidades que ofrecen nuestras leyes; manifestando nuestras ideas, ejerciendo el análisis de nuestra realidad y ejerciendo nuestra crítica informada. En realidad este es el quehacer del intelectual, esté donde esté, en el arte, en la literatura, en las universidades, en el periodismo. El intelectual forzosamente tiene que relacionarse con los medios de comunicación, tiene que publicar sus artículos en los medios impresos, en revistas especializadas, también dejarse ver a través de la televisión y dejarse oír a través de la radio. Esto es absolutamente necesario si pensamos que el intelectual debe, como objetivo fundamental, no sólo analizar y enjuiciar críticamente su realidad sino dar a conocer sus puntos de vista al mayor público posible. La libertad del intelectual es la condición más importante para que su pensamiento y sus juicios sean
LA RESISTENCIA SIEMPRE ES BUENA, EN LA TRINCHERA DE CADA QUIEN, ACTUANDO DE BUENA FE Y CONOCIENDO LAS POSIBILIDADES QUE OFRECEN NUESTRAS LEYES; MANIFESTANDO NUESTRAS IDEAS, EJERCIENDO EL ANÁLISIS DE NUESTRA REALIDAD Y EJERCIENDO NUESTRA CRÍTICA INFORMADA.
FM: Ante el hecho de que los medios de comunicación no sólo determinan el poder, sino que ellos mismos lo configuran, y ante la certidumbre de que la democracia representativa aún no es posible en México, al menos en términos de la equidad ante el voto que puede uno figurarse como necesaria en una sociedad, surge la noción de resistencia. Resistir como sinónimo de fortaleza. ¿Cuáles son entonces las relaciones posibles entre el intelectual y los medios de comunicación?
BEL: Respecto a los medios de comunicación, no sé si se pueda afirmar que son los que configuran el poder. Lo que sí es cierto es que conforman elementos muy poderosos en las actuales democracias. En México, durante muchos años, el partido en el poder mantuvo un control absoluto de todos los medios, no sólo con el monopolio del papel para la prensa escrita (a través de la productora e importadora de papel, PIPSA), sino con un dominio sobre la radio, las revistas y la televisión cuando ésta se inició. Con algunas honrosas excepciones, todos los medios “agacharon la cabeza” y, en cierta forma, se beneficiaron económicamente con las publicaciones del gobierno. Las dádivas a muchos periodistas fueron lo común y los periodistas mercenarios proliferaron. Hubo actos verdaderamente vergonzosos de algunos dueños y empresarios, quienes para quedar bien con el presidente en turno se atrevieron a denunciar “irregularidades” de sus colegas.
A N DA R A L A R ED O N DA
correctos y reconocidos. Esta libertad del ejercicio intelectual frecuentemente se topa con la sensibilidad “delicada” del político autócrata y se producen ataques injustos. El caso de Excélsior es significativo. Don Julio Scherer, ante los ataques de Echeverría, tuvo que abandonar el periódico en unión de todos los editorialistas, que habían conformado —todos ellos— un equipo intelectual de primer orden. Televisa durante muchos años estuvo a las órdenes del ejecutivo en turno y frecuentemente daba “dolor de estómago” escuchar 24 horas el programa noticioso de esta empresa, que decía únicamente lo que le convenía al gobierno o al partido en el poder. Ahora todo indica que, por primera vez en nuestra historia política, esta televisora construyó y preparó a su candidato a la presidencia, y lo llevó al poder con la ayuda del PRI a sus órdenes: Enrique Peña Nieto. FM: Las relaciones de poder existen en todos los ámbitos de la vida social, incluido el trato con las personas más cercanas. Este hecho puede generar largas reflexiones acerca de las mejores maneras de establecer consensos en torno a determinadas ideas. Debido a que somos humanos y no existe una sociedad “perfecta”, esas maneras de relacionarnos se encuentran siempre en construcción. La ética es un comportamiento común preferible para la mayoría, es decir, consensuado. La ley determina la puesta en acción de una determinada ética, pero pudiera decirse que carece de sentido si los gobernados no entienden sus razones, o si dicha ética no hace parte de sus comportamientos cotidianos. Convendría preguntar si en las actuales circunstancias —me refiero a las condiciones establecidas por los medios dominantes— la voz del intelectual independiente tiene alguna incidencia en el imaginario colectivo. En este punto vale decir que la libertad del intelectual comprometido con los medios de mayor cobertura, pudiera no existir, si entendemos que la mayoría de éstos operan a partir de sus propios intereses y no de los requerimientos informativos y de análisis que implica la difusión de ideas en una sociedad. Hace poco escuché una frase dicha por un funcionario del servicio de seguridad de Israel —Shin Bet— que iba más o menos así: “aquellos que son vistos como terroristas por un bando, resultan ser los
defensores de los derechos del otro bando”. Según esta frase, todo pareciera reducirse a las subjetividades, sin embargo, resulta importante preguntarse qué entiende por “derechos” una sociedad, y en qué medida algunos de esos “derechos” pudieran lesionar los de otras sociedades. Al respecto, no estaría de más pensar cómo se configura la posición ideológica de un intelectual. BEL: Como veo las cosas, el intelectual está irremediablemente unido al poder, ya sea directamente, como parte de la estructura política, aportando sus conocimientos, su análisis, su pensamiento crítico o sus ideas sobre políticas públicas. Aquí vale la pena recordar, entre otros, al grupo que rodeó a Juárez, posiblemente el gabinete más brillante que tuvo México en el siglo XIX. El rey, el presidente, el primer ministro, el dictador, el director de empresa, el gerente, el secretario sindical, el dueño de una televisora, el hombre más rico del mundo, el padre de familia, el rector de una universidad, el cura, el obispo, el cardenal, el papa, todos están relacionados con el poder y lo ejercen de una manera o de otra, y los integrantes de esos grupos respectivos reaccionan también ante este fenómeno de una manera o de otra. El intelectual también tiene poder y también lo ejerce. La información que maneja, su palabra, el medio en el que se desenvuelve, sus análisis, sus escritos, su contribución en los medios de comunicación, su influencia en la opinión pública y también la influencia que puede llegar a tener con los que ejercen el poder político. Cierto es que en nuestras sociedades son muy pocos los que leen los periódicos, más pocos los que leen libros y más pocos todavía los que pueden tener una opinión crítica respecto a lo que leen, y esto limita sobremanera el efecto de la palabra del intelectual. La mayor parte de la gente en nuestra sociedad ve televisión y principalmente los programas que podríamos llamar de recreación, que en gran medida son basura. Todos estos productos, efectivamente, entretienen a la gente, pero también la deforman, la embrutecen, le minan su capacidad crítica y la distraen respecto a su también quehacer cívico de conocer lo que está pasando, de reaccionar ante las diversas manifestaciones del poder institucional y de actuar en consecuencia.
A NDA R A L A RE D ONDA
AMENAZA / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016
“DISCREPANCIA” ES UNA PALABRA QUE MERECE ATENCIÓN. VISTA DE MANERA RÁPIDA PUDIERA SER INTERPRETADA COMO EL INICIO DEL CONFLICTO, SIN EMBARGO, CONSIDERO MÁS ACERTADO EMPARENTARLA CON LA NOCIÓN DE PLURALIDAD.
La palabra del intelectual incide en un pequeño número de personas, y tal vez lo importante de esto es que estas personas son las más conscientes, las más informadas, las más alertas. La cuestión del poder y del liderazgo es un fenómeno complejo aún en los grupos pequeños, más aún en los grupos mayores y más todavía en las grandes comunidades urbanas en donde el poder político se
entrelaza con el poder económico, que a veces se funden y en otros casos se enfrentan. FM: “Discrepancia” es una palabra que merece atención. Vista de manera rápida pudiera ser interpretada como el inicio del conflicto, sin embargo, considero más acertado emparentarla con la noción de pluralidad. No estar de acuerdo pudiera suponer, en términos civilizados, la
A N DA R A L A R ED O N DA
posibilidad de que dos partes o más argumenten con respecto a un asunto, sin tomar represalias, sin pretender la eliminación de uno de los contendientes dialógicos. Al respecto citaré tres ejemplos bastante ilustrativos. Primero: hoy me enteré que un caricaturista fue corrido de su puesto en uno de los periódicos más importantes de Monterrey, debido a que en una de sus publicaciones criticaba al entonces Gobernador. Traducción: la discrepancia es un arte poco practicado, más bien temido, aunque se haga con humor y en el contexto pertinente. Segundo: hace un par de semanas me enteré de que en otro diario de esta ciudad, la sección cultural —o las dos páginas que más se le parecen— no ejerce ningún comentario crítico acerca de las políticas estatales en cultura —que lo merecen—, debido a que quien dirigía dicha institución —Carmen Junco— es familiar de los dueños del medio impreso. Traducción: cuando todos trabajamos para el mismo bando la discrepancia es un riesgo que pocos quieren (pueden) correr. Tercero: escucho con regularidad casos de maestros que no son recontratados en instituciones universitarias de la ciudad porque intentan ejercer libre cátedra. Traducción: en las instituciones educativas superiores —sobre todo las privadas— el estudiante es un cliente y el maestro un trabajador fácilmente sustituible, es decir, impedido para ejercer una formación que puede pasar por el disenso. BEL: La palabra discrepancia es una palabra mágica. Son precisamente los que discrepan los que han cambiado al mundo, para bien o para mal. Esto, enmarcado en lo que podríamos llamar una postura dialéctica social o lo que en Sociología se llama Teoría del Conflicto. Esto que estoy afirmando se aplica a cualquier manifestación humana: en política, en economía, en cualquier ciencia de las llamadas exactas, en educación, en filosofía, en cuestiones técnicas, etc. El avance de la historia humana y de todas las civilizaciones, ha sido precisamente por la intervención de los que discrepan, los que cuestionan, los que siempre han mostrado su inconformidad por lo establecido. En arte, el pecado capital se comete cuando se repite, cuando se copia, cuando se muestra incapacidad para proponer algo nuevo, y en las actividades científicas, el avance se da cuando alguien construye una hipótesis diferente, confrontando lo que existe. En el plano político, la palabra discrepancia está unida a la alternativa democrática; en realidad no se puede
hablar de democracia sin la posibilidad de disentir, sin la posibilidad de dialogar, sin la posibilidad de debatir. Todo esto, independientemente de que los que discrepan son muy pocos. Son muy pocos, pero con ellos estamos en deuda permanentemente. La palabra discrepancia está unida a la palabra plural y a la palabra democracia. Lo más aburrido en esta vida es relacionarte con personas que piensan exactamente igual que tú, y lo más productivo, desde el punto de vista intelectual, es lo contrario, es decir, la construcción de relaciones conflictivas en las cuales se dé precisamente la discrepancia, el debate y el respeto por el análisis y el juicio crítico del otro. Esto sin embargo, requiere que los dialogantes estén en niveles similares en cuanto a la información, en cuanto a la formación y en cuanto al respeto y la tolerancia precisamente de los argumentos diferentes. Esto no es fácil de lograr, lo más frecuente es que las personas, incluso las personas inteligentes y cultas se “aferren” a ideas preconcebidas y no permitan que los juicios del otro cambien sus estructuras, su pensamiento, sus ideas. Creo que en estos casos estorban las ideologías, pues éstas están cargadas de emocionalidad y pesan tanto que enturbian el encuentro con la verdad. Una ideología es una reducción, en algunos casos, caricaturesca de la realidad, en otros casos, una deformación perversa. Lo curioso y lo grave de esto es que independientemente de lo erróneo o equivocado que sea una construcción ideológica, los resultados en la práctica de su aplicación política, económica, social, son absolutamente reales. La historia nos muestra casos tristes, patéticos, dramáticos, terribles o francamente criminales. Esto para la izquierda y para la derecha. Cuando la discrepancia es pública y es hacia un personaje del medio político, frecuentemente algunos medios ejercen una especie de autocensura y no publican lo que consideran que puede afectarlos. Esto se acentúa cuando los dueños de los medios, abiertamente están a favor de un determinado partido político. FM: Pensando un poco en el origen de la violencia, podemos considerar que su germen se encuentra en todos los seres humanos y que puede brotar en diferentes situaciones dependiendo de, entre otras causas, algunas que tú mencionas: formación, información, reducción, imposición o equivocación. Todo el mundo quiere apagar el fuego que se fue
A NDA R A L A RE D ONDA
encendiendo de manera gradual en México, pero la verdad es que se especula mucho al respecto y se tratan de ignorar algunas de sus principales causas. Para ponerlo en pocas palabras diremos que existe una ética malsana que se erige como modelo en la sociedad y que surge de las relaciones políticas corruptas. De manera que cuando un ciudadano obtiene un cargo público, suele reproducir cierto tipo de comportamientos que le acostumbraron a ver. En el ámbito de la empresa privada, los monopolios tienen un “código de comportamiento” en el que siempre se privilegian (defienden) los intereses de la empresa, es decir, de sus propietarios. Estos hechos determinan los índices de pobreza, malnutrición, insuficiencia en servicios, educación y salud en una sociedad, en fin, llueve sobre mojado. Algunas personas se cuestionan por qué en lugares con igual o mayor nivel de pobreza no existen semejantes estados de tensión. Se mencionará por ejemplo al África subsahariana donde se encuentran varios de los países más pobres del mundo (Angola, Chad, Zimbabue, Zambia), cuyos índices de violencia son menos de la mitad de los que se registran en el país con la economía más estable de la región: Sudáfrica. Claro, estas naciones no viven al lado de los EU y tampoco enfrentan la eventualidad del tráfico de armas y drogas, ni la decisión del gobierno para “erradicar” los problemas sociales por la fuerza, en un juego de alianzas que resulta muy confuso a los ojos de la opinión pública. Antanas Mockus, maestro y político colombiano, señala tres ejes que determinan las acciones censurables (punibles) en una población: moral, cultura y ley. Estos tres filtros suelen ser diferentes en cada nación, como quiera que las acciones religiosas, culturales o legislativas que generan impedimentos en un contexto, en otro no; lo hacen, sin embargo, es importante decir que la satisfacción de las necesidades básicas de vida para la totalidad de los habitantes de un determinado lugar puede generar grados menores de violencia. BEL: Respecto al tema de la violencia, probablemente debemos entenderla como parte de la sustancia humana; la parte negativa, destructiva que habita en todos nosotros y que determinadas circunstancias
hacen que aflore. Esto en el terreno individual, pero desde el punto de vista social-estructural, es necesario entender que existe, o puede existir una violencia institucional, una violencia por parte del Estado en contra de la ciudadanía, iniciándose así lo que Hélder Câmara llamó «Espiral de violencia», que principia con políticas injustas en contra de las mayorías, medidas de explotación, de manipulación, de dominación y que como respuesta se da una violencia revolucionaria de reivindicación. El obispo de los pobres, como se llamó a este insigne brasileño, decía que «La madre de todas las violencias es la injusticia», y en México, durante decenios, se ha limitado la libertad de miles de personas, se ha mantenido una situación no sólo de pobreza de más de la mitad de la población sino de miseria en muchos casos. Desgraciadamente, también en México se ha construido una estructura social de desigualdad con repercusiones insospechadas. Aquí tenemos a uno de los hombres más ricos del mundo y por otro lado, a millones viviendo y soportando algún grado de pobreza, que en algunos casos es pobreza alimentaria. Existe una pequeña élite aliada con el poder político que ha usurpado la riqueza del país de muchas maneras. Alguien dijo que México es surrealista, no, es descarnadamente realista; con un realismo gubernamental hipócrita, manipulador y, por otro lado, una ciudadanía que no acaba de nacer. FM: Existen revoluciones violentas y no violentas. Las revoluciones no violentas tienen logros no tan espectaculares, cotidianos, pequeños para explicarnos más claramente. Las transformaciones en este planeta, en términos sociales, políticos, tecnológicos, tienen altas dosis de violencia. Los cambios en la geología, los cambios climáticos, los cambios en un cuerpo biológico víctima de una enfermedad pueden tener circunstancias similares, sin embargo, también podemos hablar de cambios que en la naturaleza son el resultado de cierta gradualidad y que además son cíclicos. Sabemos que los muertos por acción de la violencia siempre son contados según la posición ideológica que se tenga: es frecuente el ocultamiento de grandes atrocidades que hace el poder, sabemos también que las víctimas de regímenes suelen ser olvidadas, a pesar de la historia escrita o fabulada, a pesar del arte.
A N DA R A L A R ED O N DA
UNA REVOLUCIÓN, DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIOLÓGICO O POLÍTICO, IMPLICA CAMBIOS PROFUNDOS EN UN LAPSO DE TIEMPO RELATIVAMENTE CORTO. LA REALIDAD NOS DICE QUE HAY COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR EN UNA SOCIEDAD SIN UTILIZAR LA VIOLENCIA. Existen acciones violentas que se vuelven normales o se transforman en propaganda ideológica, a fuerza de mencionarse. La denuncia es una cualidad del intelectual, de hecho, la posición del intelectual debe ser la del contradictor en contextos sociales donde impere la injusticia, la antiética, la violación de los derechos básicos. No un incendiario, no alguien que usa las palabras como armas, más bien alguien que revela y se rebela. Es un hecho que trabajar para el poder representa comodidades. En Monterrey se habla de la expulsión de los jesuitas hace varias décadas, como resultado de su aliento ideológico a las causas populares. También se sabe que —casi al mismo tiempo— la Legión de Cristo y el Opus Dei tuvieron gran acogida en la ciudad, debido a sus claras simpatías con la derecha local. La fe funciona mejor para algunas personas cuando se gana en abundancia. Las sociedades pueden sintetizarse en unas cuantas ideas asumidas de manera mayoritaria. ¿Cuáles podrían ser las ideas más viables en una sociedad como la nuestra?
lo que está pasando en todos lados con la influencia de las redes sociales y la posibilidad de buscar información de cualquier cosa, la posibilidad de comunicarte como lo estamos haciendo en estos momentos, la posibilidad de tener contacto directo con las manifestaciones artísticas de todos los tiempos, etc. Una revolución, desde el punto de vista sociológico o político, implica cambios profundos en un lapso de tiempo relativamente corto. La realidad nos dice que hay cosas que no se pueden cambiar en una sociedad sin utilizar la violencia. La lucha por la libertad siempre estará presente, incluso ante la promesa de seguridad y de satisfacciones económicas. Acabo de ver una película sobre la Rusia en los tiempos de José Stalin y se me grabó una frase atribuida a este dictador: “La muerte de un hombre es una tragedia, la muerte de un millón es estadística”. Las grandes matanzas han sido también en nombre de Cristo y tomando como bandera la defensa de una determinada fe religiosa. El poder siempre corrompe. A propósito de las revoluciones, Cristo es uno de los grandes personajes que durante siglos ha influenciado el comportamiento humano. Agrego que para la mayoría de los que se dicen católicos en México, Cristo es el gran desconocido. Es importante decir que, en México, los conquistadores utilizaron la violencia, la palabra, la religión y el engaño. Cortés prometió a los pobres Tlaxcaltecas liberarlos de los imperialistas Aztecas y lo que les dio fue una nueva dominación que duró hasta el siglo XIX. Recuerdo lo que decía uno de los Virreyes, dirigiéndose a los pobladores indígenas: “Ustedes están para callar y obedecer”, y parece que esta ha sido la consigna aún después de una supuesta revolución.
BEL: Considero que los cambios actuales, profundos, y que han afectado el modo de vivir de toda la gente en el mundo han sido realizados no por políticos, sino por tecnólogos, por ingenieros, por personas creativas. La computadora, el teléfono celular, la tableta, etc. están modificando la manera de vivir de mucha gente, para bien o para mal. Todo lo que estamos viviendo en estos momentos es un cambio revolucionario, que incluso en algunos casos, ha determinado cambios políticos, recordemos lo que ha pasado en el mundo árabe, con las dictaduras y la rebelión de los jóvenes,
FM: La violencia es una de las manifestaciones del espíritu humano, surge de manera animal, como una advertencia, como una defensa del territorio, como una manera de imponerse por la fuerza. En fin, todos podemos ser violentos o violentados. Alguna vez le escuché decir a un indígena del Cauca colombiano que sus armas eran las palabras. Se refería al poder de su mitología, a la vitalidad del pensamiento. El Cauca es el departamento —estado— con mayor población indígena en Colombia y uno de los más sacudidos por las múltiples manifestaciones de la violencia, ocurridas en el
cruce de armas en manos civiles, militares y paramilitares, el narcotráfico y la arremetida de los proyectos extractivos transnacionales. En fin, los pueblos indígenas siguen siendo, en varios sentidos, luces en medio del camino. BEL: La violencia actual se relaciona sobre todo con la actuación del narcotráfico, al que se le atribuyen cuando menos sesenta mil muertos durante el sexenio pasado y más de treinta y cinco mil desaparecidos, a la fecha. Esto es una tragedia que está marcando a la sociedad entera con el signo del terror, la sangre, la corrupción y la descomposición de las estructuras del Estado y de la sociedad misma. Creo que esta crisis es profunda y no veo alternativas a corto plazo. El Estado está debilitado, las instituciones sociales están quebradas y el poder de los criminales se manifiesta por todos lados. FM: Hablamos de un genocidio en México, sin embargo, el país sigue andando. En el fondo, cualquier acto violento es una manifestación del miedo. Así mismo sucede en Colombia, desde hace seis décadas, si contamos solamente la última fase de la violencia, que incluye el alzamiento en armas por parte de civiles a través de los grupos partidistas, los grupos guerrilleros, los narcotraficantes, los paramilitares financiados por terratenientes y la mezcla en mayor o menor medida de algunos de ellos. El gobierno colombiano reconoció a finales del año pasado que el número de víctimas en los últimos cincuenta años de conflicto, supera los cinco millones. El Estado considera como víctimas a las personas que han sufrido infracciones al derecho internacional o violaciones graves a los derechos humanos. En Colombia, toda una generación de líderes campesinos, políticos, sindicalistas y figuras del ámbito cultural, además de intelectuales y maestros, ha sido asesinada. El asesinato es una de las estrategias que tiene el poder para amedrentar a las voces disidentes, actuales y futuras. No son pocos los pensadores que fueron silenciados de esta manera, intimidados o comprados por el poder. Pensar en tiempos de crisis puede resultar peligroso, pero también es fundamental hacerlo, de esta manera, artistas e intelectuales responden a su tiempo, poniendo espejos de cuerpo entero ante las sociedades en las que habitan.
BEL: Creo que la labor del intelectual es esa, elaborar espejos de cuerpo entero para que todo mundo se vea como es, en lo individual y en lo colectivo, con sus virtudes pero también con sus lacras. La búsqueda y el encuentro con la verdad, eso que supuestamente nos hará libres, eso como finalidad suprema de los científicos y de las organizaciones académicas, eso como valor supremo de nuestra existencia, eso es lo que representa el espejo de cuerpo entero. Sólo añadiré que a veces nuestro cerebro nos engaña y vemos lo que queremos ver. Corresponde a los “oculistas” hacer que la visión se corrija y que todo mundo vea lo que es. Esto es frecuentemente revolucionario y por lo tanto peligroso. Es peligroso simplemente porque los espejos muestran niveles de injusticia, de explotación, de avaricia, y esto trastoca el “orden” institucional. FM: A la luz de la desaparición (asesinato) de 43 normalistas de Ayotzinapa, pienso cómo este hecho ha sido una piedra de toque que ha sacudido al país. Las cifras de asesinatos son escalofriantes, a partir del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) como resultado de la “lucha frontal” contra el narco. En la pesadilla que ha vivido México desde entonces se nos ha acostumbrado
SOCIEDAD MEXICANA / TINTA SOBRE PAPEL / 2014 / MONOTONO
A NDA R A L A RE D ONDA
A N DA R A L A R ED O N DA
a la presencia de la muerte, sin POSIBLEMENTE ESTE SEA también era militar. Estamos embargo, lo ocurrido en Iguala hablando de principios del siglo UNO DE LOS MOMENTOS pasado. surge como un hecho limítrofe, y entre muchas razones posibles, MÁS CRÍTICOS DEL ESTADO Algunas personas calculan esto se debe a que aparece como que en el estado de Guerrero se MEXICANO CONTEMPORÁuna réplica de lo ocurrido en generan aproximadamente 17 mil Tlatelolco (1968): estudiantes NEO Y, PRECISAMENTE POR millones de dólares al año por el conscientes e inconformes que ESO, SE REQUIEREN MEDI- cultivo y procesamiento de la fueron silenciados por la fuerza. amapola. Esto no es de ahora ni DAS RADICALES PARA LIMLas circunstancias son diferentes es poca cosa. en estos dos hechos, pero la PIAR LAS INSTITUCIONES El grupo de los Beltrán sensación es similar. Vivimos Leyva y después los llamados QUE LO COMPONEN. en una sociedad totalitaria, “Guerreros Unidos” son los atemorizante, al mando de un grupos que controlan, parece ser, Estado que se fraguó en los estudios de televisión, sin la plaza y las rutas de este lucrativo negocio. Negocio que gobernabilidad, un Estado ligado al crimen, un Estado dispone, como todos los de su especie, de una partida que que es el crimen mismo. podríamos llamar de “relaciones públicas”. Que basta y sobra para “convencer” a la policía local, a los responsables BEL: El caso de Guerrero debemos enmarcarlo, como el de la seguridad, a los alcaldes y quién sabe más arriba y caso de Michoacán y Tamaulipas y, tal vez como otras hasta dónde. entidades de la república, dentro de la problemática Los traficantes están dispuestos a todo, por eso los del crimen organizado y sus alianzas con políticos de niveles de violencia, los asesinatos, las fosas clandestinas, todos los niveles, con empresarios pequeños, medianos la corrupción generalizada, la impunidad. y grandes, con la policía, así en general, y tristemente, En Guerrero se encuentra el municipio más pobre de también con mandos militares. México: Metlatónoc y aquí los campesinos miserables En Guerrero hace muchos años que se cultiva amapola cultivan amapola ya que, aunque los narcos los explotan, y este cultivo se ha disparado en los últimos años, esta planta les deja más que el maíz. Este municipio simplemente porque el negocio de los opiáceos genera representa uno de tantos casos de violencia institucional; las más altas utilidades en las actividades de lo que se la violencia del olvido, de la explotación, de la miseria, que conoce equivocadamente como narcotráfico y también los criminales aprovechan perfectamente en su beneficio. porque la demanda en Estados Unidos ha aumentado. El Gobernador con licencia, la policía federal, la PGR, Los empresarios criminales del narcotráfico son el CISEN, el Gabinete Federal de Seguridad, la Secretaría criminales y asesinos pero no son estúpidos. Si el de Gobernación, las corporaciones militares, el Presidente vecino país ya está produciendo miles de toneladas Peña Nieto ¿no sabían nada? de mariguana y de muy buena calidad; si el gobierno Posiblemente este sea uno de los momentos más norteamericano está abriendo el mercado propio y está críticos del Estado Mexicano contemporáneo y, legalizando este producto no sólo para fines medicinales, precisamente por eso, se requieren medidas radicales que los tiene, sino para fines recreativos; si pronto para limpiar las instituciones que lo componen. Medidas este vecino será el mayor productor de cannabis del radicales en el sentido de raíz, de fondo, de esencia; y en el mundo; en buena mercadotecnia criminal, los narcos fondo, en la raíz, tenemos una estructura política enferma mexicanos han encontrado otra alternativa: la amapola y una sociedad descompuesta, desigual. y sus derivados, principalmente la famosa goma de opio, La élite político-empresarial, por sí sola, no tomará que por cierto, fue el primer producto de este tipo que estas medidas radicales. Se requiere que surja la nuestros paisanos empezaron a exportar a Estados ciudadanía organizada y que exija pacífica pero Unidos y, curiosamente, fue el gobernador de Baja firmemente el cumplimiento de la ley y el imperio de la California Norte el primer exportador. Debo añadir que justicia.
A NDA R A L A RE D ONDA
No se trata de crear más LA GUERRA ES EL LÍMITE MÁS capitalistas (neoliberales), tradúzcase esto como: la burocracia de seguridad, ni LAMENTABLE QUE PUEDE VI- intención de satisfacer un deseo crear otra inútil comisión. Este no es un asunto policiaco, ni VIR UNA SOCIEDAD Y SURGE que nunca se sacia o el impulso siquiera militar, es un problema CUANDO LA POSIBILIDAD DE espasmódico del consumo en todas sus manifestaciones ecológico, político, empresarial, posibles. asentado todo esto sobre una HABLAR DESAPARECE. En la época de la guerra fría base social de corrupción cuya entre los bloques liderados por Estados Unidos y la URSS, manifestación más patética es la impunidad, ésta más existían guerrillas y convicciones ideológicas; ahora sólo grave aún que el delito mismo. Se trata de un Estado que existe la ley de la oferta y la demanda. Crudo y duro: no ha atendido, en el caso del consumo de drogas, la parte vendedor y cliente, sólo que con armas de por medio. preventiva y la posibilidad de legalizar-controlar este Contra el narcotráfico nadie puede, porque disentir asunto. Se trata de un estado de derecho alejado de la es peligroso y porque los beneficiarios económicos son realidad; se trata de que al país entero se le ha visto como cada vez más poderosos. A propósito, la ONU afirma un enorme botín; se trata de que más de la mitad de la que entre el 70 y el 95% de las ganancias del narcotráfico población ha quedado como una masa invisible para los —dependiendo del tipo de droga— se queda en los gobernantes, sin voz, sin fuerza, sin aliento. Se trata de Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa, la desigualdad, se trata del engaño monumental, se trata, en tanto que los costos sociales son asumidos por los finalmente, de la debilidad de un ciudadano que no acaba países principalmente cultivadores y/o productores: de nacer. compatriotas enfrentados a muerte, es decir, todas las Es necesario encontrar la verdad sobre el caso de versiones posibles del pánico. Ayotzinapa. Es necesario encontrar la verdad sobre Diremos que el Tratado de Libre Comercio (1994) fue el México. Es necesario encontrar el verdadero camino hacia inicio de la debacle mexicana: la incapacidad de tener una la consolidación democrática. Es necesario escuchar la autonomía empresarial y alimentaria debido a un acuerdo voz de los muertos y desaparecidos que claman justicia. que, entre otras cosas, representó el establecimiento de las maquiladoras de este lado de la frontera, lo cual supuso FM: Encontrar la verdad de lo que ha sucedido en el daños ecológicos y condiciones laborales mínimas sin México reciente es un tema fundamental, sobre todo injerencia del Estado mexicano; a este empobrecimiento cuando esa verdad aparece tan celosamente custodiada. de la sociedad se sumó la deportación de cientos de miles En pocas palabras, debe clarificarse cuántos de los de personas por parte de Estados Unidos desde 2006; crímenes que se conocen fueron cometidos por el Estado. dos elecciones presidenciales dudosas (2006 y 2012); el Una pregunta substancial para entender el conflicto establecimiento de la llamada guerra contra el narcotráfico mexicano sería ¿a quién le conviene la guerra contra el (Felipe Calderón Hinojosa en 2006), así como la ola de narcotráfico? o, siendo más básico, ¿a quién le conviene reformas legislativas (2013, 2014) que vinieron con el el narcotráfico?; además, ¿qué hechos desencadenaron presidente en curso, Enrique Peña Nieto. el narcotráfico tal como hoy se conoce en este país?; La guerra es el límite más lamentable que puede vivir finalmente es clave indagar ¿quiénes son los beneficiarios una sociedad y surge cuando la posibilidad de hablar de esta guerra cuyo capítulo anterior ocurre todavía en desaparece. No está de más indagar ¿cuál es el origen de Colombia después de treinta años? la increíble cantidad de armamento que llega a este país? Cabe decir que ningún Estado puede derrotar al Si bien la pregunta parece tendenciosa, es evidente que narcotráfico debido a que éste asume la inexistencia las fábricas de armas no se distinguen propiamente por de la ética. Si la ética no existe, robar, torturar, promover la paz y la justicia en ningún lugar del mundo. desaparecer, ejecutar no son acciones condenables, Cuando el poder que te gobierna es la delincuencia, todo lo contrario, son las “licencias” de las cuales se la instauración de un nuevo poder debe ser motivo de vale el narcotráfico para crecer. hondas reflexiones. El narcotráfico es la más rampante de las prácticas
¥¥FORASTERO HDZ
VUELO INTERNO / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
LA CIUDAD DONDE UNO NACE Y CRECE SE MANIFIESTA, CONSCIENTE O INCONSCIENTEMENTE EN CADA COSA QUE UNO REALIZA. EN EL CASO DE LOS QUE VIVIMOS EN MONTERREY Y SU ÁREA METROPOLITANA, UNO SE ENFRENTA A UN LUGAR LLENO DE MATICES, DESDE LOS MÁS FAVORECEDORES HASTA LOS MÁS TRÁGICOS. AL SER CONFRONTADOS POR UNA PIEZA DE SILVESTRE MADERA ESTO ES LO QUE PERCIBIMOS.
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
SU BÚSQUEDA Y COMPROMISO CON EL ARTE Y LAS CAUSAS SOCIALES LO LLEVARON A GANAR EL CONCURSO NACIONAL “LOS 43” EN LA CATEGORÍA DE CARICATURA. Su acercamiento al arte se dio desde muy pequeño a través del dibujo, al darse cuenta de que en las calles hay situaciones y personajes tan particulares que es imposible no pensar en plasmarlos en papel. Los años y las distracciones propias de la edad despertaron en él un interés mayor por esta disciplina. Madera es Licenciado en Lenguajes Audiovisuales (UANL). Su trayectoria laboral lo ha llevado por diversos caminos, siendo algunos de los más destacados su paso por el INAH de Nuevo León donde se desempeñó como dibujante naturista en el área de arqueología (2012-2014), su labor como encargado de organización y logística de exposiciones de artistas emergentes de la localidad en la Universidad Humanista de las Américas, así como su etapa como encargado de la obra pictórica en la Biblioteca Magna de la UANL (2014-2015) donde llegó a conocer otras perspectivas del mundo del arte. La necesidad de ir consolidando su dominio de otras técnicas lo ha llevado a tomar cursos de grabado
y escultura con artistas de reconocimiento internacional como Edgar “Bacalao” Argaez, grabado, y Héctor Olivares, escultura. Su búsqueda y compromiso con el arte y las causas sociales lo llevaron a ganar el concurso nacional “Los 43” en la categoría de caricatura, esto le permitió tomar un curso con el monero Trino en el Centro Cultural Talavera CDMX y viajar a Barranquilla, Colombia, en un intercambio cultural donde pudo conocer el arte y realidades de otro país. Es uno de los más jóvenes y prolíficos dibujantes de este género en México. Su facilidad para la caricatura política puede apreciarse en los numerosos cartones que ha realizado para Vida Universitaria, Siete Días, Sol Azteca, El Horizonte y La Rocka. Otros de sus
RESISTENCIA CIVIL / TINTA SOBRE PAPEL / 2015 / EN ESCALA DE GRISES
S
ergio Silvestre Martínez Madera es un artista plástico que domina distintas disciplinas como son el dibujo, la pintura, el grabado, el muralismo y el street cartoon. Además de una técnica impecable en sus trabajos hay mensajes que van desde lo personal hasta lo sociopolítico, reflejando los problemas del país y del mundo. Esto se debe a que Silvestre no es un artista que se quede en su estudio a plasmar miradas lejanas, sino que puede adentrarse en cualquier ambiente y sentirse cómodo, ganarse a la gente y sus pláticas, conocer de primera mano lo que está sucediendo a su alrededor y plasmarlo con una mirada analítica y mediante ideas claras y precisas.
MALALA Y EL DERECHO A LA EDUCACIÓN / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
CON IRONÍA Y UN HUMOR PUNTUAL, LAS PIEZAS DE MADERA ESTIMULAN AL ESPECTADOR A CUESTIONARSE UNA REALIDAD QUE NECESITA SER EXPUESTA Y CONFRONTADA.
dibujos pueden encontrarse en fanzines, como La Nevera, y libros independientes, como Los hedonistas cansados, y dos libros que condensan su trabajo y que han sido adquiridos a lo largo de toda la república: Creativerio (2013) y Silvestiario (2015). Sus murales se encuentran en hoteles y restaurantes importantes de la ciudad, en exposiciones con sus pinturas, dibujos e ilustraciones, pero también en la calle donde cualquier persona los puede ver al salir del trabajo mientras espera el transporte que lo llevará a casa. Con ironía y un humor puntual, las piezas de Madera estimulan al espectador a
cuestionarse una realidad que necesita ser expuesta y confrontada. Silvestre sabe que el arte puede cumplir una labor social, que puede llevarlo a otros lugares además de lo contemplativo y de la experiencia estética, que el arte y el artista no sólo deben estar en galerías, aulas y publicaciones especializadas, sino que el arte y la vida pueden, y deben, estar también allá afuera, en un acercamiento con la gente y los lugares. Esto es lo que vuelve a Madera un artista completo que va más allá de la ejecución técnica y el talento, lo cual se ve reflejado en su vida y congruencia, y, por supuesto, en su obra.
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
REVIST T N A E a
SYLVIA MOLLOY HIPSTERSIN / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016 / MONOTONO
¥¥RAÚL OLVERA MIJARES
EN VIRTUD DE UNA CITA EFECTUADA A TRAVÉS DEL CORREO ELECTRÓNICO, ME ENCUENTRO A PUNTO DE EMPRENDER UN DIÁLOGO CON SYLVIA MOLLOY (BUENOS AIRES, 1938), ESCRITORA, ACADÉMICA, ENSAYISTA, NARRADORA, AUTORA DE DOS NOVELAS MUY PARTICULARES, Y DE UN LIBRO SOBRE BORGES QUE ES TAMBIÉN EXCEPCIONAL.
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
RAÚL OLVERA (RO): Quisiera que me contara un poco, maestra, ¿cómo fue que empezó usted a escribir de una manera consciente?
sentido, agradezco haber podido hacer las dos. Cada vez más quiero incluir esa veta crítica, darle una vuelta personal a la crítica. De hecho, últimamente he escrito textos que son una combinación de las dos escrituras.
SYLVIA MOLLOY (SM): La pregunta no es fácil, RO: Lo que yo observé En breve cárcel es que hay como o mejor dicho, la respuesta no es fácil. Yo de muy un filón biográfico, donde relato y crónica se traslapan, chica, como todo chico, me gustaba leer mucho y de una manera que sólo el autor lo entiende o bien el pensaba que un día iba a escribir, luego cursé estudios detective, es decir, el crítico universitarios en Francia y comencé por el camino de la LA IDEA DE ESCRIBIR FIC- que siga su vida paso a paso. crítica. Mi primer libro fue CIÓN ME TALADRABA PERO, SM: Me gusta la idea del escrito en francés, La diffusion de la littérature hispano-américaine AL MISMO TIEMPO, COMO detective, porque me acuerdo en France au XXe siècle (1972), ESTABA EMBARCADA EN que un amigo mío me dijo: ésta novela se lee con la y fue ahí que comencé a leer EL CAMINO DE LA CRÍTICA, curiosidad que uno lee una a Borges, quien fue uno de los escritores que Francia ESCRIBÍ UN LIBRO SOBRE crónica. Volviendo a lo que decía de la dificultad que tuve descubrió tempranamente. La idea de escribir ficción me BORGES, QUE ME PARECÍA al principio, fue una dificultad taladraba pero, al mismo tiempo, LA MEJOR MANERA DE LAN- sobre todo de época. Fue una novela que yo publiqué en como estaba embarcada en el ZARME A LA FICCIÓN, DE ALEspaña, porque en Argentina camino de la crítica, escribí nadie quería publicarla. Era un libro sobre Borges, que GUNA FORMA. plena dictadura y no había me parecía la mejor manera manera. Aceptaron el libro de Borges pero en la misma de lanzarme a la ficción, de alguna forma. De hecho, casa editora, yo tenía un amigo ahí, quien me dijo: me mientras escribía ese libro comencé en forma paralela gustaría publicarla pero francamente no puedo. En a escribir ficción. Ahí empecé a escribir En breve cárcel vista de eso, tuve mucha suerte de poder publicarla (1981). Terminé prácticamente al mismo tiempo Las en Seix Barral. Cuando iba a Buenos Aires llevaba letras de Borges (1979) y En breve cárcel. ejemplares. Fue una novela que tuvo una circulación underground al comienzo. Me he encontrado con gente RO: Eso es interesante, pues yo veo un maridaje, que la había leído en fotocopias. Se pasaban fotocopias. una combinación muy particular en su obra, entre Está bien, es una manera de llegar a los lectores. la narrativa y el ensayo. Eso, creo, enriquece ambos géneros: al ensayo lo vuelve menos árido y a la narrativa RO: ¿La primera reedición vino con la Serie del la hace más rica en conceptos. En español, de pronto Recienvenido? no hay muchos autores así. Los editores quieren cosas típicas, canónicas, más puras, comerciales. ¿Usted tuvo SM: Hubo dos reediciones. La primera fue en Argentina algunos problemas con su primera novela en Argentina? en un sello de poca difusión, Simurg. La segunda fue aquí en México con Alfaguara, salió en una serie que SM: Encasillar a la gente. Primero quiero volver a patrocinaba el Claustro de Sor Juana. Sandra Lorenzano lo que decíamos de las escrituras que se conectan, apoyó mucho la publicación de la novela, así que tuve la crítica y la ficcional. Yo siento que cada una mucha suerte. La novela fue encontrando padrinos o “contamina” a la otra. Uso el verbo contaminar en madrinas. El primer padrino fue Severo Sarduy quien un sentido positivo, cada una enriquece a la otra me recomendó en Seix Barral. Para México mi segunda efectivamente. De modo que para mí se vuelven madrina fue Sandra Lorenzano y luego puedo decir que una, son dos facetas de una misma escritura. En ese
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
Ricardo Piglia fue mi tercer padrino, dentro de la Serie del Recienvenido. RO: Con Ricardo Piglia ha habido una serie de coincidencias, han sido ustedes maestros en el mismo departamento de ciertas universidades estadounidenses.
cómo abordarlos. Hay un escritor chileno importante, Augusto d’Halmar, que se conoce muy poco, tiene una novela notable, La pasión y muerte del Cura Deusto (1924), que es una novela de contenido homoerótico y por eso, creo, no se le ha leído, se le ha ignorado. Mi interés no es elegir, llamar la atención sobre el homoerotismo en la novela exclusivamente sino decir: está ese elemento, mírenlo, es importante dentro de la lectura que hacen acerca de la novela.
SM: Pero no al mismo tiempo, yo enseñé en la Universidad de Princeton durante muchos años pero él vino después. Ahora estoy libre como un pájaro. Estaba EN EL CANON LATINOAME- RO: No todos han tenido la fortuna de contar con la en la Universidad de Nueva RICANO NO LEEMOS DESDE protección de un editor y York hasta que me jubilé. En Buffalo comencé mi carrera LA PERSPECTIVA DEL GÉ- amigo íntimo como François Wahl en el caso de Severo docente, luego Princeton, NERO Y ADEMÁS LEEMOS A Sarduy, a cargo de Éditions du Yale, Nueva York. “Ahora POCAS ESCRITORAS. Seuil. ¿Usted conoció a ambos? estoy donde no estoy”, como diría Gabriela Mistral. La idea SM: Sobre todo conocí bien a de Piglia ha sido estupenda. Severo. Era muy gracioso, con un sentido del humor La Serie del Recienvenido ha rescatado textos que ya estupendo, con una elegancia y despilfarro verbal estaban agotados. Es muy bueno darle nueva vida a notables, la capacidad de reírse de sí mismo, no sé, era esos libros, el mío incluido. una esencia muy refrescante y a la vez de una ludicidad ejemplar. RO: Volviendo al ensayo, es casi obligado hablar de Borges, referirse a él, en los libros de usted, en RO: ¿Y a Roland Barthes, un buen amigo de Sarduy? particular, ¿cuáles son los puntos más originales, algo que nadie hubiera señalado antes? SM: Fui a una conferencia suya, he leído en forma extensiva a Roland Barthes y lo considero uno de los SM: No creo que me corresponda a mí decirlo. He críticos más importantes del siglo XX. Una vez me lo hecho mucho trabajo sobre género en un momento presentó Sarduy pero no lo frecuenté con asiduidad. donde no se trabajaba como categoría crítica. En el canon latinoamericano no leemos desde la perspectiva RO: ¿Y a Juan Goytisolo? del género y además leemos a pocas escritoras. Me interesaba mucho Delmira Agustini en su relación SM: Lo conozco poco, lo conocí de hecho en Estados con Rubén Darío. Ahí empezó el interés por el Unidos, porque se le invitó a dar una conferencia a la género como categoría crítica y, dentro del género, universidad pero no lo he leído. seguir distintas líneas que se habían ignorado hasta entonces, sobre todo, trabajar la disidencia sexual RO: La propuesta de Goytisolo y la propuesta de como categoría válida de análisis literario. Sarduy, en particular en la novela, depende mucho del lenguaje. ¿En su caso personal, la propuesta RO: ¿En relación con Borges sería interesante? novelística es distinta, quizá más sutil? SM: No, ahí sí no me meto. Me interesaba además SM: No sé, no sabría cómo describirlo. Yo trabajo con rescatar escritores o libros que se han dejado de leer fragmentos, los acumulo, y escenas que voy hilvanando. por una suerte de consenso, no sé cómo llamarlo, la Trabajo mucho con material autobiográfico o con crítica ha dejado de lado esos textos, porque no sabe
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
memoria, personal o de otros, a veces acudo, robo recuerdos, digamos. Me interesa ficcionalizar el pasado que yo recuerdo, fragmentos del pasado que recuerdo, como digo, no sé inventar, no me interesa inventar. Pienso que ya hay suficientes cosas interesantes en lo que pueda yo recordar.
DESTRUCCIONISMO / TINTA SOBRE PAPEL / 2014 / MONOTONO
RO: El género fantástico como tal, en definitiva no le interesa, ¿o me equivoco?
SM: Varia imaginación (2003) es de hecho una doble cita. Es parte de un verso que José Bianco toma de la literatura española y la usa para una de sus novelas. Sobre la última producción de Borges, hay un libro que me interesa mucho que es un relato de viaje, Atlas (1984), porque es el viaje de un hombre que no puede ver, que no ve el lugar a donde viaja, que recurre a memoria, a citas, a cosas que le han contado, para hablar de ese lugar que no puede ver. RO: Creo que, desde el punto de vista estilístico, esos libros tienen un acabamiento sumo, una perfección muy grande. Quizá ahí se halle lo más grande. SM: Es el trabajo de la miniatura. Son textos cortos, muy torneados. No sé. Yo prefiero ver a Borges como una especie de corriente. Si tuviera que decir un libro de Borges para llevarme a la isla desierta, diría un libro del comienzo, Evaristo Carriego (1930), ahí en ese libro está prácticamente todo. RO: Hay una coincidencia con Borges, por la formación en Ginebra, que es que él también escribió algunos de sus primeros textos en francés, como usted. Es curioso. Hay una parte del exilio argentino que se desarrolló en Francia y adoptó incluso la lengua francesa como idioma de expresión literaria. Algunos son buenos, ¿recuerda usted alguno? Hay ciertos autores que sólo conocen los franceses, porque realmente pertenecen a ellos.
SM: No puedo, me encontraría con las manos atadas, inutilizadas para el género fantástico. RO: ¿Qué opina usted de esto? A Borges se lo conoce más por sus cuentos, a veces por sus ensayos pero, en los últimos años de su vida, publicó libros como Los conjurados (1985), colecciones de poemas en prosa, estampas, poemas de inspiración whitmaniana, porque eran versos muy largos, en resumen, de varia invención. Usted tiene un libro que se llama Varia imaginación, que son relatos, por cierto.
SM: Hay otros que se han quedado en Francia pero siguen escribiendo en español, pienso en el caso de Sergio Delgado, un cuentista estupendo, poco conocido, cuentista y narrador en términos generales. O bien otros escritores como la poeta Silvia Baron Supervielle, que comenzó en español, fue a Francia, se quedó a vivir allá y ahora escribe en francés pero se traduce ella misma a veces al español. Hay un ir y venir de las lenguas en ciertos escritores, es un tema en el que ahora estoy trabajando. RO: Usted mencionaba a José Bianco, Borges, la revista Sur, yo he leído las novelas de José Bianco y advierto, como descubro en Kafka o en otros escritores, una especie de homoerótica velada. Es un tema interesante, porque no está muy explorado, y lo mismo se
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
PENSÉ “ESTO ES COMO UN DON. ¿QUÉ HAGO CON ESTA COINCIDENCIA: PUEDO OLVIDARLA O PUEDO TRATAR DE EXORCIZARLA, DE ALGUNA MANERA, ESCRIBIÉNDOLA?” Y ES LO QUE HICE. podría descubrir en Borges, ahí desde luego es más velado todavía, más sutil, más oculto, pero habría manera. SM: Seguramente ha habido trabajos que ya han mirado el homoerotismo en “La intrusa”, por ejemplo, el cuento de Borges. Hay un crítico, Daniel Balderston, que ha trabajado ese aspecto de Borges. Y el caso de Bianco también. Es decir, aparece el tema. Los libros se leen según las épocas y esa lectura homoerótica de Bianco posiblemente no hubiera ocurrido en otro momento, digamos, pero las perspectivas de lectura cambian, se enriquecen, se combinan de maneras diversas. RO: Si usted considera el caso de Kafka, un relato como “La colonia penitenciaria” (1919), hay una serie de prácticas sadomasoquistas que pueden interpretarse en otro contexto. ¿De qué manera la propia biografía, las vivencias personales forman parte de la obra narrativa, qué distancia hay que tomar, si es que alguna, para procesarlas, cómo es su método? SM: No tengo método. He tenido, no sé qué palabra elegir, la suerte de haber escrito dos novelas cuyos comienzos, cuya escena primera, digamos, corresponde a una vivencia muy intensa mía y a partir de eso, esa vivencia mía que elijo, pasar al ámbito narrativo, novelesco, que sirve como de envión, me da el envión para continuar. En el caso de En breve cárcel, esa experiencia que cuenta la narradora de haber llegado a un apartamento donde ya había estado y eso por casualidad, me ocurrió en efecto. Pensé “Esto es como un don. ¿Qué hago con esta coincidencia: puedo olvidarla o puedo tratar de exorcizarla, de alguna manera, escribiéndola?” Y es lo que hice. En el caso de la segunda novela, de En breve cárcel, el personaje que llega con las cenizas de su madre y luego esas cenizas se pierden, verdad. Eso me ocurrió a mí. Las cenizas de mi madre se perdieron por algún tiempo y no
había manera, en plena dictadura, de hacer demasiadas averiguaciones. No se perdieron por motivos políticos pero todo era politizado en ese momento. Esa pérdida de las cenizas maternas fue algo que me pasó a mí, de nuevo, es algo que tengo que contar. RO: Son varias lenguas, en su caso personal, en principio el castellano, después el francés como lengua de enseñanza, y más tarde el inglés como lengua de adopción, pues tiene usted libros escritos en inglés. SM: No de adopción. Fue lengua paterna. Me crie en dos lenguas. Mi padre era argentino, hijo de irlandés y de escocesa, pero la colonia inglesa en esa época en la Argentina era muy cerrada y mantenía el inglés como lengua. Mi papá, si bien argentino, fue a colegios argentinos y todo, mantenía el inglés y nos hablaba a mi hermana y a mí en inglés. Así que hablábamos español con mi madre, que era de origen francés, hija de franceses, pero que había perdido la lengua. Eso me taladraba mucho, la idea de perder una lengua. Cómo no mantuvieron el francés a la vez que el español, me sigue preocupando. Me da pena la idea de que una lengua se pierda cuando se la puede seguir manteniendo. De alguna manera, eso lo tengo bastante consciente, yo pedí aprender francés. RO: Sobre todo, la de su madre. ¿Después no hubo manera de volver a Francia, enseñar allá, volver por temporadas? SM: Fue muy difícil. Si bien me doctoré allí y todo, el sistema francés era muy cerrado en esa época y era muy difícil entrar en él. Ahora es mucho más fácil. Pero está bien, me mantuvo en un ir y venir que, de alguna manera, intelectualmente, me nutre. RO: Para concluir, yo que soy también traductor, me interesa su opinión, ¿qué cosa podría usted decir al respecto? SM: Simplemente recordar que la traducción es, ante todo, un acto de lectura. Ese acto de lectura cuestiona toda idea de inmovilidad de un original. En cuanto se traduce un texto se relativiza toda idea de texto original y es lo más fecundo que puede pasar en la literatura, establecer diálogos entre versiones de un mismo texto.
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
¥¥PABLO ESPINOSA VERA
ENGORDA / TINTA SOBRE PAPEL / 2016
LYOTARD VS EL MUNDO EL “ESCRITOR FANTASMA” EN ACCIÓN
¿POR QUÉ ESCRIBÍ ESTA NOVELA?
L
a idea de explorar, como el Capitán Nemo en 20,000 leguas de viaje submarino, las profundidades de este mar cenagoso en que se ha convertido el México actual asolado por poderes fácticos y “constitucionales”, refiriéndose en específico a los cárteles del narcotráfico y al Gobierno federal, respectivamente, fue una idea que se tornó en obsesión enfermiza hasta “explotar” al introducir, en
ese infierno, a un especie de Don Quijote de la Mancha que en apariencia “no tiene vela en ese entierro”: el profesor Juan Lyotard K., un profesor de ciencias de la comunicación de masas cuya vida personal se asemeja a la de Indiana Jones en versión de antihéroe. Juan Lyotard K. representa al ciudadano de este país con todas sus cualidades y defectos, pero además simboliza al “sujeto de la enunciación” del cuarto
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
INFINIDAD DE EVENTOS Y PUESTAS EN ESCENA SURGIERON DE LA “NADA”, INCLUYENDO PERSONAJES ENTEROS Y UNA GRAN CANTIDAD DE AFFAIRES Y NUDOS NARRATIVOS QUE SE TEJIERON POR SÍ MISMOS CONFINÁNDOME A MÍ, COMO “ESCRIBIDOR”, AL ROL DE CASI UN ARTESANO Y HASTA DE UN SIMPLE ESPECTADOR DE LA FIESTA ABRUMADO POR LA GRAN CANTIDAD DE ACONTECIMIENTOS DESPLEGÁNDOSE LENTAMENTE ANTE MIS NARICES. poder, el de los mass media independientes atropellados por el Estado y por las fuerzas criminales organizadas que exigen la “ley de l’omertà” que podemos sintetizar como “silencio o plomo”. Como prueba viviente, además de los cientos de periodistas asesinados en México, ahí está lo que sucede en Veracruz y la reciente masacre contra un fotorreportero y una activista social, Rubén Espinosa Becerril y Nadia Vera, que se atrevieron a desafiar al Leviatán jarocho. En el ámbito de la ficción, pero siempre reflejando la hiperrealidad que nos permea de signos neokafkianos, Lyotard es sacudido en un momento crucial de su vida muy confortable, partiendo de principios del Zen budismo, por una especie de satori o despertar de la conciencia, por no hablar de “iluminación cósmica” de la mente. Este “despertar” significa el revelar, contra su propia voluntad, la existencia que él conoce de un pacto mafioso diseñado bajo la mesa, al margen de la sociedad, entre los jefes de jefes de los grandes cárteles y la cúpula del poder del Gobierno federal, escalando desde el gabinete de seguridad nacional hasta la Presidencia de la República. Por supuesto tal empresa está plagada de riesgos. Subirse al ring a enfrentar a dos gigantes para “desenmascararlos” simboliza aquí y en China una acción suicida, propia de un samurái.
IRRUMPE EL “ESCRITOR FANTASMA” El problema al relatar la síntesis de este posmoderno viaje de Ulises es que la novela, diseñada bajo un estricto plan narrativo, se salió de control y empezó a escribirse por sí misma. Día tras día durante esos seis o siete años que me llevó contar esa historia de corte semiótico, el texto empezó a crecer por sí solo y los personajes irrumpieron de manera imprevisible, como una especie de “rizoma”, en el lenguaje de Deleuze y Guattari, o en un sentido de “deriva” del discurso, remitiéndonos a la teoría de la deconstrucción de Derrida, aunque yo prefiero, como semiótico y apegándome al pensamiento de Charles Peirce y de Umberto Eco, definir ese “modelo de autoescribirse” como parte esencial de la semiosis, es decir, la propia interpretación que alguien hace, cualquier ser o cualquier entidad, en torno a un signo y a su objeto. Es el proceso de “reenvío de signos” o una nueva interpretación del proceso, en sí, la base de la comunicación. Lo anterior es importante para entender cómo opera, al margen del escritor, un texto que se separa de las intenciones del autor y que exige autonomía en su devenir, las propias líneas o corrientes narrativas, y que empieza a “escribirse” por sí solo o guiado por una especie de “escritor fantasma” como diría Roman Polanski. En Lyotard vs el mundo sucedió eso al pie de la letra: infinidad de eventos y puestas en escena surgieron de la “nada”, incluyendo personajes enteros y una gran cantidad de affaires y nudos narrativos que se tejieron por sí mismos confinándome a mí, como “escribidor”, al rol de casi un artesano y hasta de un simple espectador de la fiesta abrumado por la gran cantidad de acontecimientos desplegándose lentamente ante mis narices. Así, la idea de crear un thriller político, una novela negra o hasta un guion cinematográfico tomando como protagonistas a dos grandes “sujetos de la enunciación” como lo son los “jefes de jefes” —incluyendo a sanguinarios sicarios de los cárteles, así como los facciosos representantes del poder político, escalando a los más altos niveles del Gobierno federal y de otros poderes como el legislativo y el judicial— se quedó atrás. Y la narración empezó a desenvolverse y a multiplicarse por otras veredas
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
y vericuetos que nunca tuve en mente dentro de mi a la sociedad. Y así, apoyándose en un mass media, el “plan maestro” que constituía la novela, la que hubiese periódico La Galaxia de Gutenberg, publica, hasta cierto podido concluir en menos de un años, llevándome así punto en contra de su voluntad, los términos del pacto a más de seis años intentando resolver el crucigrama desatando así, tras abrir esa “caja de Pandora”, toda la o el “cubo de Rubik” en que se convirtió la obra. Por ira de esos grandes poderes que se transforma en una eso hablo del rizoma del postestructuralismo, de la vendetta incontenible en contra del pobre de Lyotard deriva de la deconstrucción y de la semiosis narrativa, y del mundo que lo circunda. Y me pregunto: ¿quién fenómeno que se puede entender al darle lectura a en este país, como indefenso ciudadano o persona una imprescindible obra de Umberto Eco titulada común y corriente, tiene la fuerza o los recursos para Lector in fabula, un texto crítico enfrentar la furia incontenible que revela cómo opera este de dos poderes como los UNA SÍNTESIS DE LA OBRA proceso de “auto-escritura” de representados por los cárteles una historia, donde el autor se NOS LLEVARÍA A SIMPLI- y por el propio Gobierno transforma en lector y viceversa. FICARLA COMO LA LUCHA federal, este último como, Estamos en el terreno de la destaca Louis Althusser, DESIGUAL ENTRE DOS PO“semiótica del receptor”, ni más monopolizador de la fuerza ni menos, del “interpretante DERES OMNÍMODOS EN de Estado o de la violencia otro”: usted y yo. Lyotard vs institucional? el mundo exigió su patente de CONTRA DE UN TERCER Una síntesis de la obra corso y se salió con la suya y PODER: LOS MASS MEDIA, nos llevaría a simplificarla autoescribió al margen de un como la lucha desigual entre COMO ESTÁ SUCEDIENDO atónito escritor, yo mismo, su dos poderes omnímodos en propia versión de la historia, ACTUALMENTE EN MÉXICO. contra de un tercer poder: que por cierto está inacabada. los mass media, como está sucediendo actualmente en ¿DE QUÉ NOS HABLA LA NOVELA? México. La masacre de periodistas que se atreven a desafiar o develar asuntos ultra-secretos del mundo de los cárteles o del ominoso universo del poder político, Una novela en sí es una especie de “historia de historias”, es más que un hecho. Lo podemos leer de manera de diferentes narraciones, las que en su momento cotidiana sin irnos al espacio de la ciencia ficción en empiezan a entrecruzarse generando verdaderos nudos revistas como Proceso o Nexos, y en diarios como Reforma, brownianos que en momentos desesperan al lector. El Norte, La Jornada, El Universal, Milenio Diario o Excélsior, Así, podemos sintetizar en unas cuantas palabras la aparte de muchos medios de estados o municipios gran historia o récit de la obra como podemos reducir la como el semanario Zeta de Tijuana. Muchos de los trama de un film en dos minutos. Pero eso sólo nos da una escenarios narrativos que aparecen en la novela fueron imagen muy analógica o connotativa del objeto en sí. extraídos de estos medios de comunicación con sus Lyotard vs el mundo es la historia de un profesor, propios nombres y citas, incluyendo textos completos que es periodista a la vez, enfrentado por cosas de las de periodistas críticos. Aquí la realidad cotidiana o circunstancias a un gran secreto de la “política negra” mítica, como diría Roland Barthes, se funde y confunde que asola y devasta al país: un acuerdo mafioso de “no con la hiperrealidad ficticia de la obra. A veces, en parte, agresión” pactado entre dos poderes fácticos para parece que estamos leyendo una crónica o una nota proteger sus propios intereses (¿“El Chapo” Guzmán y periodística de lo sucedido el día de ayer, y a veces la la Presidencia de la República?). Por azares del destino realidad supera a la ficción como diría Julio Cortázar al y gracias a su amistad con un súper-sicario amigo de referirse a Rayuela. Es lo que convierte a la obra en una la infancia, tiene acceso a dicho documento top secret y apasionante narración donde no siempre sabemos qué no logra dominar a su conciencia, que le grita y le exige es realidad y qué es ficción. revelar dicho secreto de índole criminal para alertar
UN CASTING FUERA DE SERIE Cada uno de los personajes que irrumpen en la historia con su propia línea narrativa van tamizando, texturizando, contextualizando y dotando de tercera dimensión al gran relato y aquí es donde es necesario destacar cómo la novela en sí se separa del “escribidor” y marca su raya para empezar a desplegar, al margen de un “gran creador” o dictador su propia versión de los hechos. Así la historia del mejor amigo de Juan Lyotard, un joven profesor diez años menor que él llamado J.J. Lincoln, empieza a surgir exhibiendo las entrañas del mundo de este personaje, admirador de expresiones de la cultura popular (La Familia Burrón) y del arte contemporáneo; y él también profesor en la USEMASS, Universidad de los mass media, tristemente asociado al “Indiana Jones” del relato y cliente frecuente del Starbucks desde donde se escribe la historia y se percibe el infierno. Y la propia madre de este joven, Ma Marilyn quien rinde culto a la Coatlicue y a los dioses prehispánicos y aztecas irrumpe de manera imprevisible y provocadora en esta “red de redes” en que se va transformando el relato, dejándonos una impresión de total incertidumbre y asombro. “La venganza de los dioses se precipitará sobre ti con toda su fuerza, Juan Lyotard”. El joven Aristóteles Kowning de 17 años, hijo único de Lyotard, vive en un mundo de metarrealidades, un “mundo otro” que termina como empieza: de ficcióncolor-de-rosa a ficción-sangrienta sin que él o el grupo de teenagers que lo rodea entienda de qué se trata. Aquí el consumo de la cannabis, la golden, tiene mucho que ver. Y el drama es que el adolescente no tiene oportunidad de poder traducir el affaire al que son lanzados él y su novia Alice Love, igual que un golpe de dados en Las Vegas, el famoso Un coup de dés de Mallarmé que decidirá su suerte. Tras irrumpir dentro de una alegoría
onírica, en el entorno cotidiano del propio Van Gogh, su habitación en Arles (obra intervenida en la propia portada de esta obra) y estableciendo un extraña relación tête-à-tête con el famoso pintor y después de un encuentro azaroso con un piloto de Fórmula 1 en la logósfera de Sao Paulo minutos antes de definirse el Campeonato Mundial de Pilotos en el circuito de Interlagos, Aristóteles no logra decodificar el porqué de su aventura existencial ligada, por cuestiones del azar, con la de su padre, quien también deja de ser dueño de su voluntad para cometer atrocidades, o actos asertivos en otro contexto. Finalmente, como un objet trouvé, la cabeza del impetuoso adolescente aparece, como una versión neobarroca de la Mona Lisa, en el Museo Francis Bacon de Londres, semejando una obra de arte postconceptualista del artista inglés Maurice Himmler. “El Orejotas” Rivera, temible sicario que trabajó bajo las órdenes de “Jefes de jefes” de varios cárteles y quien años antes interpretó a Gestas, el ladrón que insultó a Jesús en la puesta en escena de “La Crucifixión” en el Cerro de la Estrella de Iztapalapa, representa el “puente intocable” que tiende rumbo a su amigo de la adolescencia, Juan Lyotard, con efectos inesperados, propios de un film de Hitchcock. Es él el súper-matón de la historia quien, en un arranque de ingenuidad o de lealtad, le entrega las llaves de la “caja de Pandora” al periodista-escritor rogándole utilizar dicho material para una novela inexistente y por supuesto, Lyotard genera un golpe de timón conforme a su naturaleza mitómana y exhibe el “acuerdo mafioso” en su columna periodística bajo el sugerente título de El Presidente pacta que desata el tsunami de la venganza o del “ajuste de cuentas”. Toda esta línea narrativa de amistades y traiciones deriva en una mise-en-scène propia de una obra de Beckett (Esperando a Godot) o de un film de Tarantino (Pulp fiction) que no es válido develar en este evento. Sería como asestar una puñalada al espíritu mismo de la novela.
KARIN / ACRÍLICO SOBRE MURO / 2014 / DUOTONO
D E A RT E S Y E S PE J I S M OS
D E A RTES Y ESP E J I SM O S
Otro personaje notable es Tony LYOTARD VS EL MUNDO, de los grandes jefes; Peter Peter, fiel amigo de J. Lyotard, quien D. Cooper, zar del narcotráfico radicado en Manhattan y hombre DE 800 PÁGINAS, ES UNA intenta, vía la semiótica del arte, de todas las confianzas del más NOVELA QUE HAY QUE develar los misterios últimos de la obra de El Tintoretto en poderoso de los “Jefes de jefes”, LEER, UN DISCURSO DE Venecia; Nefertiti, la esposa de quien establece una alianza tripartita con el licenciado Karl LA REALIDAD CONTEM- Peter Peter que busca venganza Trueno —alto y ambicioso PORÁNEA QUE HAY QUE tras ser violada; el Presidente de la República, confinado funcionario de la Secretaría del SEGUIR HASTA EL FINAL, en su despacho de Los Pinos, Interior con acceso directo al Presidente de la República y UN EJERCICIO DE SEMIO- escenificando un largo soliloquio en torno al “pacto maldito”; todo un aparato represivo a su SIS IN PROGRESS, EN TÉR- Maurice Himmler, el inefable alcance— y el senador Ríoseco —siniestro personaje de larga MINOS DE JAMES JOYCE, artista británico que busca trayectoria política con todo un QUE HAY QUE EXPERI- sacudir el mainstream del arte contemporáneo a cualquier background de eventos corruptibles precio; Mary Emily, la perfumista de alto nivel y de complicidades MENTAR, QUE VIVIR. de Livershop permeada por una facciosas, destacando su amistad semiósfera de aromas y erotismo propio de un relato de con grandes capos del crimen organizado y con toda “Gabo”, que se le atraviesa a Lyotard y a “El Balas” sin una red de contactos estratégicos que le permiten escrúpulos; Loreta Laplenaide, la exesposa de Lyotard llevar él y su familia un tren de vida propio de la Dolce que lo maldice y estigmatiza para borrarlo del mapa a vita fellinesca (cualquier parecido con algún político toda costa, aliada a su eterno pretendiente Clark Kane; mexicano es mera coincidencia)—. Oly Glamour, alter ego de Lyn May adorada por Lyotard Y el propio Juan Lyotard Kowning, un “lobo en sus noches onanísticas y de desvelo mientras su estepario” del México del Siglo XX, extraído de la esposa trabaja incansable, como Penélope, hasta que se mismísima posmodernidad de la que nos habla su harta; Diana Kane, discípula del profesor de semiótica homónimo, el filósofo francés, autor de La condición & mass media dispuesta a todo con tal de cruzar el “Mar posmoderna, con toda clase de obsesiones, manías, de los Sargazos” de los exámenes finales… visiones, reticencias y hasta instintos criminales que lo convierten en todo un cronopio cortazariano que no UNA NOVELA QUE HAY QUE LEER sabe, y parece no importarle, lo que quiere. Su propia vida o lo que sabemos de ella a través de la novela es un transcurrir accidentado y tautológico, una especie Lyotard vs el mundo, de 800 páginas, es una novela que de viaje u odisea hacía la nada, hacía el nonsense. Lo hay que leer, un discurso de la realidad contemporánea único que le resulta apasionante al señor Lyotard es, que hay que seguir hasta el final, un ejercicio de semiosis aparte del estudio de la comunicación de masas y como in progress, en términos de James Joyce, que hay que buen homo eroticus en declive, las mujeres hermosas y experimentar, que vivir. Es más que un reflejo o una voluptuosas aunque estas sean vedettes de manufactura representación de la realidad, la realidad misma apenas virtual, de magazine o de película. simulada. Es una historia de historias que supera la A estos personajes se suman en la saga una docena de ficción. Una narrativa que se desborda a sí misma. seres ficticios inspirados en la realidad, como el General Y no lo digo como “autor”, sino como el artesano en Golf que presume de incorruptible y de honrado hasta que me convertí en mi rol de “escribidor”, quedando las cachas tras haber sido el gran decisor en la región deslumbrado con el resultado final tras ser sustituido militar del “triángulo dorado” en el Pacífico; “El Balas”, por un tramposo, chapucero e inteligente como temible sicario quien, como a Terminator, no lo detiene Sherlock Holmes, “escritor fantasma” que clonó mi nada ni nadie para cumplir las encomiendas recibidas identidad o que vino en mi auxilio.
SAYULITA / COLOR Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016 / DUOTONO
MISCELÁNEA
MISCELÁNEA
¥¥CARLOS LÓPEZ
CORREGIR LO incorregible
E
l trabajo del corrector es polémico e incoma la mejor perla idiomática. La convocatoria ha tenido prendido. Las opiniones extremas sobre este gran aceptación entre correctores de estilo, editores, oficio van desde afirmar que el corrector es traductores, diseñadores, escritores, periodistas, un escritor frustrado hasta considerar innecesaria su publicistas, maestros, promotores culturales, autores labor. Hay escritores que piensan que su trabajo no de manuales, funcionarios, estudiantes, quienes debe ser tocado ni con el rasguño de una coma, pero aprovechan el foro para exponer los problemas con que hay otros que confiesan en privado —aunque nunca se enfrentan a diario, sus dudas y opiniones sobre la lo expresen por escrito ni den el crédito donde correscorrección y sus alrededores. ponde— que el corrector es coautor de su obra, que El trabajo de corrección nunca mereció el interés sin su ayuda sus textos serían un galimatías, o más de la academia. Por eso es comprensible que los textos pobres, o antiestéticos. de los académicos sean los peores; Miguel Ángel Asturias el de los doctores, sobre todo, más decía que el trabajo del MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS ocupados en llenar informes para el corrector era igual al del DECÍA QUE EL TRABAJO DEL Sistema Nacional de Investigadores carnicero, mientras que CORRECTOR ERA IGUAL y pedir becas, sin tiempo para leer José Saramago afirmaba o aprender a escribir con sintaxis que “el oficio de correc- AL DEL CARNICERO, MIEN- y ortografía aceptables. Por eso tor pertenece al reino TRAS QUE JOSÉ SARAMAGO no pueden corregir los trabajos de la libertad”. de sus alumnos y los libros que Para hablar de estos AFIRMABA QUE “EL OFICIO escriben o las tesis que asesoran y otros temas, y para DE CORRECTOR PERTENECE están inundadas de errores de recordar el nacimiento todo tipo. Tampoco hacen trabajo de Erasmo de Róterdam AL REINO DE LA LIBERTAD”. de investigación respecto a algo (Holanda, 27 de octubre tan elemental como la corrección de 1466-12 de julio de 1536), se celebra cada 27 de y aceptan sin criticar las reglas de la Real Academia octubre el Día Internacional de la Corrección de Estilo. Española y las reglas hechas por instituciones En la Biblioteca de México José Vasconcelos, desde extranjeras. Dos ejemplos de esto son la aceptación y temprano hasta muy noche, se llevan a cabo diversas recomendación de Cómo se hace una tesis, de Umberto actividades organizadas por Profesionales de la Edición, Eco, y el manual de la Asociación de Psiquiatría que dirige Ana Lilia Arias. Entre otras cosas, se crearon Americana (APA) para trabajar el aparato crítico. El los premios “Martí Soler” a la mejor anécdota de primero no tiene aplicación ni en Italia y el segundo se corrección de estilo en México y el “Nikito Nipongo” usa más en México que en Estados Unidos.
MISCELÁNEA
Harta de ser enmendada por el joven corrector, buscó en un texto revisado por él alguna errata, para echársela en cara: —Mira lo que se te fue —le mostró una palabra, donde le había marcado un dele que eliminaba un acento.
—¿Por qué le quitas el acento a dieciséis? — preguntó el corrector. —¿Que no sabes que los números no se acentúan? —contestó, orgullosa.
Al concurso Nikito Nipongo llegaron las siguientes perlas: Se agregan tres cucarachas [por cucharadas] de azúcar (Contenido, febrero, 1993). Curso de verano infantil (Cartel pegado en un vagón del metro Universidad-Indios Verdes). Primero.- Se exhorta al Titular del Ejecutivo Federal a que por medio de la Secretaría de Relaciones exteriores solicite al Gobierno de los Estados Unidos de América que suprima la advertencia de no visitar México, por las consecuencias fatales que esto conlleva para nuestro país, sin dejar de olvidar que somos parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Senado de la República, Gaceta del Senado, núm. 2, 13 mayo, 2009, http://goo.gl/ kf2u6V). Come frutas naturales (En un anuncio de Big Cola publicado en Sólo DFútbol, Canal 4-Televisa, noviembre, 2009).
CALAC RÁN (FRAGMENTO) / TINTA Y COLOR SOBRE PAPEL / 2014 / DUOTONO
El sometimiento de los intelectuales al imperio es tal que hasta para las reseñas que les encargan a sus estudiantes piden palabras clave y abstract, aunque tanto el trabajo como la publicación estén hechos en su totalidad en castellano. Cuando uno les pide explicaciones sobre esto, sacan a relucir su autoritarismo para decir que así lo hace todo el mundo y que las revistas arbitradas deben escribirse de acuerdo con los criterios locos de una asociación que trastoca todos los elementos de las fichas bibliográficas, por ejemplo, y la puntuación que usan sin rigor ni criterio. Por fortuna, hay personas cuerdas que se rebelan contra las entelequias, y con una buena dosis de crítica y sentido común hacen un trabajo digno con los textos que les toca corregir. De manera que si se topan con et. al. en una cita, aplican sus conocimientos de latín, de inglés y de puntuación para darle sentido a lo que el doctor quiso decir: et al. Y hasta le aconsejan que para la próxima use en su idioma y otros, para no complicarse la vida. Durante cientos de años el trabajo de corrección se hizo de manera empírica; los conocimientos se transmitían en los talleres de impresión de maestro a aprendiz. La asociación civil Profesionales de la Edición se creó el 11 de diciembre de 1993 con el fin de capacitar a los correctores y luchar porque se reconozca el carácter profesional de su oficio, útil en todas las áreas del conocimiento, y para documentar el trabajo de corrección de estilo en México. Una organización similar existe en Argentina, la Fundación Litterae, dirigida por Alicia Zorrilla, que inauguró la Casa del Corrector y en 2010 llevó a cabo las Jornadas Internacionales sobre Lengua Española. En la península ibérica, Antonio Martín preside la Unión de Correctores de España. El Premio Martí Soler se instituyó en reconocimiento a su labor constante y preocupación para capacitar a las personas que trabajan en el mundo editorial y su extensa trayectoria en él. La anécdota ganadora fue la que contó Beatriz Corona, traductora independiente:
MISCELÁNEA
EL CORRECTOR TRABAJA CON EL CEREBRO, CON EL CORAZÓN, CON LAS ENTRAÑAS; AMA LAS PALABRAS; SE PREOCUPA POR CUIDAR EL TESORO DEL LENGUAJE. LAS CORRECCIONES QUE HACE SON POR EL BIEN DEL TEXTO.
Alicia Galván resultó ganadora con la siguiente: Externamos nuestras mas sentido pesar y nos unimos a la pena que embarga a nuestra compañera Claudia Salceda por la perdida de su hermana. Rogamos al Señor Jesucristo por una pronta resignación, descanse en Paz. Respetuosamente, Rosarito en la Noticia (23 oct, 2008, http://goo.gl/e7OzJP).
Eugenia Huerta mandó las siguientes, fuera de concurso: El pasado 23 de octubre, durante la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias, al referirse a la unam como una institución que acogió a intelectuales españoles refugiados en México después de la derrota de la República en la guerra civil, el mismísimo Felipe de Borbón y Grecia, príncipe de Asturias y heredero al trono español, soltó ésta en su discurso: “los españoles del éxito y del llanto”, en un intento por citar a uno de ellos, el poeta León Felipe, que les llamaba “los españoles del éxodo y del llanto” (en El exilio español en México, 1939-1982. Ciudad de México: Salvat/FCE, 1982, p. 778). Nunca se sabrá si el error, más que errata, fue obra de quien le escribió el discurso o si, simplemente, Felipe no sabe leer.
Y otra: ...inicia en México la labor de detección de cáncer, principalmente a expensas del estudio de la descamación de células vaginales (técnica del Papa Nicolao)...
“¡Chin! ¿No habrá querido decir Papá Noel?”, se pregunta Huerta. El corrector no sólo sabe reglas del lenguaje; su acervo cultural es amplio, su conocimiento de las materias del saber es vasto. El corrector trabaja con el cerebro, con el corazón, con las entrañas; ama las palabras; se preocupa por cuidar el tesoro del lenguaje. Las correcciones que hace son por el bien del texto. Sin embargo, algunos no hacen bien su trabajo. Julio Cortázar se irritaba con los correctores (en Confieso que he vivido, de Pablo Neruda, anota: “¡Che Otero Silva, qué manera de revisar el manuscrito, carajo!”) y se mostraba sarcástico con ellos (en la segunda edición de La realidad y el deseo, de Luis Cernuda, de Editorial Séneca, debajo del colofón que presume que el libro estuvo “bajo [sic] el cuidado tipográfico del poeta Emilio Prados”, con una llamada al pie de página en la palabra cuidado agrega a mano: “el descuido”). Quien corrige no espera recompensas y su labor es mal pagada, lo mueve solo la convicción de ayudar en la creación de un texto digno; lo hace según le dicta su conciencia. Si no fuera por el trabajo del corrector, las faltas se multiplicarían sin parar, navegaríamos en un mar de erratas, nos ahogaríamos en ellas. Pero aun así, es impresionante la cantidad de erratas y errores que se encuentra uno todos los días, en todos lados, a todas horas. Según Jerónimo Hornschuch, el corrector “debe evitar con el mayor cuidado el entregarse a la ira, a la tristeza, a la galantería; en fin, a todas las emociones vivas. Debe, sobre todo, huir de la embriaguez, pues, ¿hay un ser cuya vista esté más turbada que aquel idiota que transformaba Diana en Rana?”. Quiere correctores castos el autor de la Ortotipografía (Leipzig, 1608), algo difícil de conseguir en estos tiempos; o tal vez debido a esto, los creadores de programas inventaron el corrector integrado a las computadoras. Sin embargo, todos sabemos que estos correctores automáticos no son ciento por ciento confiables. El conocimiento y la capacidad de discernir es una facultad solo de los seres humanos y es preferible un corrector depravado (otro adjetivo que suele colgarse a quien se dedica a este valiente, deífico oficio), vicioso, que celebre con un trago cada obra terminada —como lo hacen los maestros albañiles— y que sonría con un ¡salud! porque salvó del coma a un libro que se encontraba en estado traumático.
BLANCO
¥¥EDGAR IBARRA
EL COLOR TIENE MUCHAS INFLUENCIAS EN LOS ARTISTAS. EL PINTOR LOS RECREA, EL FOTÓGRAFO LOS GUARDA, EL NOVELISTA LOS DESCRIBE, EL ESCULTOR LOS OLVIDA Y EL POETA LOS VIVE. O TAL VEZ TODOS LOS VIVEN EN UNA EXPERIENCIA DIFERENTE Y DE UNA FORMA DIFERENTE. LOS COLORES SON MANIFESTACIONES DE LAS EMOCIONES Y LAS EMOCIONES LAS PADECEMOS, JUEGAN CON NUESTRA MENTE, NUESTRA VOLUNTAD Y LAS DECISIONES QUE NOS HACEN SER. A VECES PARECE QUE LAS EMOCIONES NOS HACEN SER MÁS QUE NUESTRAS PROPIAS DECISIONES, SON ACCIONES QUE PODEMOS SEPULTAR EN EL SÓTANO, PERO NUNCA DEJAN DE LATIR DELATANDO NUESTRA NATURALEZA.
CAT / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2015
MISCELÁNEA
MISCELÁNEA
EL COLOR ES TIEMPO QUE PASA, ES CONTINGENTE, SON MOMENTOS QUE TIENEN PRINCIPIO Y FIN, NO SON ETERNOS. POR ESTO SU VALOR AUMENTA.
E
dith Södergran, poeta nacida en Rusia, decidió escribir en la lengua de sus padres, el sueco; puede que por esta razón sea más poeta sueca. Ellos provienen de lugares fríos con poca luz en el invierno, pero un invierno blanco. En cambio, ella proviene de primaveras y veranos llenos de sol, que hacen relucir los colores de las hojas, el césped, las flores, el cielo y el mar. Las sombras no son completamente oscuras, la oscuridad tiene un tono de luz, no hay oscuridad profunda. Pero en el invierno la noche es tan negra como temible. El otoño es el anuncio de estos días sin color, sin sol. The days of autumn are translucent painted on the forest’s golden ground… The days of autumn smile at all the world. It is so good to sleep without desire, sated with flowers, of green grown tired, the vine’s red garland at the headboard of the bed…1
Los colores se convierten no sólo en emociones sino en vida, contraste con la muerte que se vacía en el negro. El color es tiempo que pasa, es contingente, son momentos que tienen principio y fin, no son eternos. Por esto su valor aumenta. Como toda vida, muere. El color hace que la vida valga la pena. Que valga la penar ver por la ventana, voltear a ver los labios, los pétalos y el reflejo en el lago. La palidez es muerte, soledad, vacío de belleza. The colours’ longing is the blood’s. If you thirst after beauty you must close your eyes and look into your own heart. Yet beauty fears the daylight and too many looks,
1 De “The Days of Autumn”, trad. De David McDuff en Complete Poems ( Bloodaxe Books, 1984).
yet beauty will not suffer noise or all too many [movements— you must not bring your heart to your lips, we should not disturb the noble rings of silence and solitude, — what is greater to meet than an unsolved riddle with strange [features?2
El color llena al hombre de vida, a la mujer de belleza, y el poema hace al color eterno. Luz que no termina de reflejar lo que no podemos asir, pero que podemos nombrar y de esta forma experimentar. En una antología de poesía popular española, Octavio Paz encontró un poema que narra la historia de la religión, y en ese sentido, de casi toda la historia de la cultura occidental. En un portal de Belén nació un clavel encarnado que por redimir al mundo se volvió lirio morado.3
Lo encarnado, lo vivo, lo rojo. Se une con el cielo divino y azul. Forman a otro color, el cual mezcla tanto el misterio de la humanidad y la divinidad de Cristo. También está dentro del misterio la intensa moral en la cual nuestra cultura se ha asentado por casi dos milenios. La pureza del lirio sólo fue posible tras la redención de un sólo hombre, tras el desgaste de todo el color que tenía dentro. Perdió su temporalidad para ser inmortal, para ser eterno. Sin color sólo hay forma. El color en la escultura de los dioses en la antigüedad era para realzar su belleza. Los bañaban 2 De “The Colours’ Longing”, trad. De David McDuff en Complete Poems (Bloodaxe Books, 1984). 3 Canción popular anónima. Octavio Paz la recoge en su ensayo “El lirio y el clavel” que aparece en su libro Al paso (Seix Barral, 1992).
MISCELÁNEA
en oro para establecer su belleza pero también su formas para describir la nieve, más de 40 formas estado divino. En Mesoamérica las piedras talladas de nombrar una sola forma blanca. También recibían colores de la naturaleza. Los tótems de Paz en su poema “Blanco” jugó con la forma del los nativos americanos se distinguían tanto por poema, tanto por su lectura como por su presencia su color como por el animal que física: es un códice como el de simbolizan. La intención era los antiguos mesoamericanos EL DESIERTO que desdoblaban para relatar resaltar su naturaleza eterna. SIN Por desgracia usaban pigmentos DE LO BLANCO NO su historia; así el poema se naturales, estos se desgastaron desdobla para ser vivido. En VERÍAMOS TAN VIVO con el tiempo. sí, el poema es una forma que Los escultores que sucedieron EL ROJO DEL ÚLTIMO cambia, que tiene más de una a los antiguos romanos y griegos lectura, más de una forma de ser. no vieron los colores que llenaba DÍA DE OTOÑO. ASÍ Al leer a Södergran uno de vida a estas obras. Sólo vieron COMO LOS PÉTALOS experimenta la facilidad con la forma. El blanco del mármol que puede terminar una sonrisa, NO SERÍAN TAN ETERse convirtió en belleza, pero se la pesadumbre que se tiene que convirtió en presencia blanca NOS EN EL POEMA soportar con uno mismo en de la forma. No es ausencia COMO ES SU PRE- el invierno, que la vida tiene de color, es presencia de la un precio y ese precio es la SENCIA EN NUESTRO totalidad. De la idea de belleza, eternidad. Sin el desierto de lo q u e p u e d e t e n e r c u a l q u i e r SÓTANO DELATOR. blanco no veríamos tan vivo el forma, inclusive la humana, no rojo del último día de otoño. sólo divina. Así como los pétalos no serían Los nativos de las tierras tan eternos en el poema como es frías del norte de América presencian al clima su presencia en nuestro sótano delator. El juego como un ser vivo, saben que puede cambiar su cósmico de los contrarios desciende hasta nuestra hábitat en cualquier momento. La forma blanca vista. Lo que muere y lo que nace, lo que es eterno que los rodea cambia día a día, tras vientos, y lo que es perecedero. La forma sólo está ahí para tormentas, lluvias, días claros y nevadas. El clima que sea en el cambio. La eternidad no tiene forma, tiene su temperamento, la nieve es la huella que no cambia, no trasciende en nuestra vida porque deja tras un arranque de ira o de compasión. La no la alcanzamos a abarcar. Lo perecedero tiene característica primordial de estos pobladores es la forma, cambia y trasciende nuestra vida porque adaptación. En su lengua pueden tener más de 40 sólo dura un pestañear.
MISCELÁNEA
Post-it
o la brevedad de la alegría LAGUNA DE LABRADORES / TINTA Y ACUARELA SOBRE PAPEL / 2016 / DUOTONO
¥¥IGNACIO GONZÁLEZ CABELLO
A Gabriela Muñoz García
T
odo o nada son palabras relativas dentro del cuerpo del post-it: un poema, una ecuación matemática, un saludo, un “te amo”, una fecha especial, una receta, un dibujo, un signo o una obra de arte. Observar un post-it pareciera más bien un ejercicio de apreciación y un reto a la creatividad. Su cuerpo de cuatro lados (metáfora de las extremidades del ser humano) nos invita a conocer las variables del espacio-tiempo: una sola palabra puede modificarse en su tamaño a gusto de quien escribe el asunto y ésta no conoce, en algunos casos, la vejez.
Las dimensiones y colores del post-it brindan un toque mágico y atractivo a la vista: desde 7.5 cm 2 hasta el doble de la medida de éste sorprenden en toda circunstancia. La ventaja de este cuadrado en miniatura es su flexibilidad de contenido y aplicaciones, pues nos lleva a ejercitar la creatividad, el gusto y la brevedad. El post-it es quizá un juego (in)consciente de sopa de letras, de confrontación escritural (decir todo en un suspiro de palabras es el gran desafío), de conocimientos euclidianos y habilidades de diseño.
MISCELÁNEA
La idea es el primer aspecto por expresar, pero esta Al llevarnos al asombro el post-it muestra alguno de construcción babélica de líneas, trazos y planos tiene sus dotes estoicos: el ímpetu del amor, el arte de vivir, la su código, inherente para algunos y, para otros, muy creación de algo metalingüístico y no muy helenístico, difícil de desarrollar: un esquema donde expresar inquietud —como conocimiento— y exaltaciones del lo deseado es el fin. Después viene el tormento de pathos. La atención provocada en algunas personas al ver la escritura —tortura conocida estos mensajes se debe a la ausencia por Italo Calvino y los escritores ACTOS MUY COTIDIA- gramatical y sintáctica de las norteamericanos de la generación palabras y oraciones construidas, perdida— al cuestionarse cómo NOS SON LOS DETERMI- señalamiento mal visto por la hacer y decir. Este objeto de NANTES HEIDEGGERIA- poca depuración de errores o cuatro extremidades manifiesta pereza de pulir lugares comunes y NOS DE LA IDENTIDAD un ars combinatoria —desde las deficiencias. ¿Pero no es así nuestra primeras ideas de Leibniz hasta las DEL EMISOR DEL POST- comunicación hoy en día? Quizá concepciones y explicaciones de en eso radica el arte de expresarse Barthes— de ideas, sentimientos, IT. CADA FORMA EX- con post-it en la actualidad. Si caben acciones y sensaciones: agrupación PRESADA EN EL PAPEL alrededor de veintitrés palabras (sin de las palabras en forma de collage SERÁ UN INDICIO PARA tomar en cuenta el tamaño de la y/o pastiche y un acercamiento por tipografía y caligrafía de la persona) instinto o sentido común a la ciencia EL RECEPTOR. en el cuadro de papel y como única de las formas (la forma del cuerposalida —a manera de intención espacio del post-it). verbal kamikaze— abreviar y Existe una parte muy interesante dentro de esta efectuar apócopes de algunas palabras sea un beneficio taxonomía de matices del post-it: la ontología del decir y para la transmisión del mensaje, entonces podemos ser. Caminar y ver un automóvil cubierto de post-it, tapizar comprender el desliz gramatical. la oficina, adherir uno de estos cuadros despegables al cuerpo de alguien o colocar uno solo en el refrigerador Te veo de rato! se convierten en la identificación y característica de quien escribe y quien lo recibe. El mensaje o lo escrito E te traes las rolas determina la identidad —en algunas ocasiones no pa’ ver qué onda porque descifrada por el receptor— de las personas: se reconoce igual y sale algo, no el destinatario de la escritura y la idea o expresión. Si observamos a un joven pretendiente adornar el Atte: Pedro automóvil de su amada con mensajes amorosos y ella reconoce las expresiones, la suavidad del tema y la Tampoco debemos canonizar un modo o estilo de intención del obsequio, se crea justamente esa conexión expresión pues aquí es donde la poesía hace acto de de identidad ontológica; o si bien una madre le deja presencia: un haikú bien o mal construido, un verso un recado a su hijo en la pantalla de su computadora sin ritmo o con exageradas cacofonías, un verso personal, éste reconocerá la sutileza descrita. Actos muy libre o un caligrama. En el post-it se suscitan también cotidianos son los determinantes heideggerianos de la paisajes inimaginables, palabras construidas creativa e identidad del emisor del post-it. Cada forma expresada inteligentemente y juegos lingüísticos (paranomasias) en el papel será un indicio para el receptor. Escribir algo en donde se resaltan la trascendencia y esmero de lo en breves cantidades requiere de una astucia mental y escrito. Un espíritu breve mallarmiano en las palabras de una concreción quirúrgica, incluso incorporar estos y un diseño apollinezco decoran la anatomía del papel papeles en determinado lugar demanda una habilidad sin importar el color fluorescente de éste. Entre menos de ingeniería o arquitectura: aquí mismo la estética palabras se ocupen y el mensaje se soporte a través de encuentra espacio para integrarse y decorar o trascender. la brevedad y/o creatividad, el post-it se convierte en
MISCELÁNEA
un fragmento de literatura muy peculiar: imágenes trazadas a través de un puño de letras, caligramas sostenidos en el papel y, colgando entre la superficie de algún lugar, la narración completa o inconclusa de un texto. La potencialidad del post-it recae en ser una manta abigarrada de estructuras, colores, herramientas, sensaciones, palabras, imágenes y oportunidades, y en expresar en concreción la esencia e identidad a través del ejercicio verbal breve. UNA PIEZA HACEDORA DE FELICIDAD/ FACILIDAD Cuando el tiempo es un factor abrumador y reaccionamos con intolerancia porque deseamos expresar algo, obtener un permiso o simplemente no perder tiempo, es entonces que el post-it se vuelve un utensilio muy cómodo y escueto de diversa capacidad expresiva. Esta practicidad aparente en el papel autoadhesivo oculta un arte muy complejo y de suma diversión porque no sólo es utilizado como intercesor de un mensaje, también es un objeto holístico: tomar un post-it e iniciar con él un juego hábil de Tangram para construir ciertas figuras, entretenerse con juegos de papiroflexia, arrugar por completo el papel y lanzarlo para atraer la atención de alguien o usarlo como tapiz para cubrir algún inconveniente arquitectónico. El desprendimiento material de esta pieza de papel hacedora de peculiares características funciona como un desapego físico y emocional del emisor: aspecto psicológico oculto al escribir sobre él y dejarlo en un sitio. A este desprendimiento material le sigue una liberación interna y verbal de la persona: desencadenarse del ímpetu, apuro o euforia al escribir el asunto. No sólo en la literatura y el arte podemos observar implícitamente esta teoría psicológica sino también es llevada hasta nuestro rutinario actuar en la vida: escribir algo y expresarlo para consumir o liberar una necesidad. A partir de toda esta acción del desprendimiento se suma un lugar común en la psicología y en las intenciones de los medios de comunicación: la representación de la psyche de la persona. La psyche interviene en la escritura del mensaje y su intención: se manifiestan desde las sensaciones hasta las percepciones del emisor a través de un estado consciente o inconsciente. Lejos de enfocar
¿POR QUÉ ESTE OBJETO TAN SENCILLO PROVOCA FELICIDAD? LAS VASTAS RESPUESTAS SE VUELCAN PARA SOBRESALIR DOS: LOS MENSAJES ESCRITOS EN ÉL Y EL FÁCIL MANEJO PARA DEJAR UN TEXTO EN CUALQUIER LUGAR. la manifestación de la psyche por procesos cognitivos, es a través del alma —en su concepción clásica— la proyección de la escritura del mensaje: en la intención literaria este romanticismo es la vía de difusión textual. Después de comprender la función de la psyche y el desprendimiento material en el post-it es prudente conocer de manera concreta que en el reconocimiento de estos cuadros se asoma un rostro junguiano: a través del reconocimiento del mensaje se asocia la identidad pública o la personalidad (entre el ego y la persona) del emisor en el receptor. Este reconocimiento de la identidad pública del emisor es la acción trascendental al recibir u obtener un post-it porque se adquiere una causa o sensación (felicidad, uso cómodo o asombro): un recordatorio de un quehacer cotidiano o un mensaje de amor, por ejemplo. Además de estas consideraciones teóricas, se encuentra la cuestión del color de los papeles. ¿Por qué utilizar colores fluorescentes si la razón esencial es el texto? Esta cuestión de tono travieso nos remite a tomar en cuenta la posibilidad de escribir un texto muy escueto y poco provocativo: el color intercede para ayudar a sostener la importancia del mensaje. Con normalidad encontramos estos papeles cuadrados en color amarillo y éste mismo en tonalidad fluorescente: su atractivo diseño nos cautiva en alguna medida. Color y palabra parecen ser ya un juego sinestésico en donde la percepción de los colores es análoga —en algunos casos— al tono de las palabras. Este papel cuadrado se convirtió en un hacedor de dos características muy prudentes —según el siglo XXI y sus propagandas modernas— hoy en día: la facilidad y felicidad. ¿Por qué este objeto tan sencillo provoca felicidad? Las vastas respuestas se vuelcan para sobresalir dos: los mensajes escritos en él y el fácil manejo para dejar un texto en cualquier lugar.
MISCELÁNEA
LA DESCRIPCIÓN DEL MENSAJE, LAS PALABRAS, LAS LETRAS Y LAS IMÁGENES –METÁFORAS– ES UN CONJUNTO EN SÍ DE “FORMA”.
ESPACIO + FORMA / PALABRAS = OULIPO AUX POST-IT Bajo la rúbrica del “Taller de literatura potencial” podemos presentar al post-it como un ejercicio de literatura hecha por estructuras no lineales y formales: la brevedad —casi llevándonos al microrrelato—, el espacio adecuado para un haikú, las dimensiones prudentes para la realización de un verso libre o la construcción gramatical de una oración con palabras mínimas. El “Taller de literatura potencial” o Oulipo nace a partir de escritores y matemáticos con las ideas de crear literatura no convencional e incluso jugando con los límites de las formas y cánones establecidos. Estos escritores pretendían una unión de las matemáticas y la literatura sin regla instaurada. El Oulipo fue contemporáneo del nouveau roman, de allí su incesante búsqueda experimental en la literatura. En este taller como en el post-it las formas, los espacios y las palabras son la herramienta principal del juego literario. El post-it es el cuaderno u objeto donde la experimentación verbal desencadena el mensaje o historia, el espacio de éste no es limitado porque la tipografía de las palabras es manejada a gusto, convención y creación y las palabras son el pretexto de expresar algún deseo. La intertextualidad se presenta en ciertas ocasiones en el papel: basta la evocación de una palabra hacia otra o que un personaje remita a otro. Qué onda! No te vayas a tardar sino te vas a parecer a una tortuga Sobres, te veo a‘í Atte: Karla
¿Cómo un pedazo de papel es un taller? Escribir y escribir no garantiza poder expresar exactamente lo deseado debido a cuestiones de precisión verbal o creatividad. Este espacio —ahora clasificado como
taller— nos obliga a redactar con determinadas palabras, signos y posiciones en el papel: se convierte en un recurso hábil por desafiar en algunas ocasiones a los convencionalismos de escritura y expresión comunicativa. El espacio es fijo y no absoluto pero repetitivo en sus medidas. A esto le agregamos la(s) forma(s) de escritura a desarrollar en el post-it porque el espacio visto en éste suscita una especie de reto creativo –ya implícito en el emisor– para acomodar cada palabra o letra desde la reflexión mental y así proyectarla en la escritura y descripción del asunto. La descripción del mensaje, las palabras, las letras y las imágenes –metáforas– es un conjunto en sí de “forma”. Una particular mirada en este taller y objeto cuadrado es —coincidencia indiscutible de la nueva ola narrativa del siglo XX: nouveau roman— la eliminación de signos ortográficos, adaptaciones de anglicismos, supresión de una consonante (“h”) y permutación de algunas de éstas (la “c” y “q” por “k”) y repetición de vocales (sobre todo la “a” y “o”) e intercambio de éstas (la “u” sufre muchos cambios por consonantes), asiduo uso de apócopes y la pereza de escribir una palabra extensa o compuesta (por ejemplo: quehacer por “khacr” o no te creas por “ntc”). Esta riqueza moderna de la gramática —en general en varios países y no sólo en el español— y, expuesta y provocada en el post-it, prueba la trascendencia de un objeto ordinario a niveles filosóficos, literarios y psicológicos. La relación análoga entre el “Taller de literatura potencial”, las teorías psicológicas, los preceptos y las concepciones clásicas y experimentaciones lingüísticas dejan en claro por qué desglosar una teoría mínima del post-it: iniciar a comprender y aproximarse a los objetos más cotidianos del ser humano para conocerse a sí mismo y al otro a través del tiempo. El post-it dejó de ser un artículo de oficina o un papel más en la casa y pasó a ser un proyecto de comunicación de amalgamas, un color de múltiples reacciones a través del sentir y se colocó como un artefacto de trascendencia (no) material-efectivo.
MISCELÁNEA
DE POETAS Y DE
¥¥RENATO TINAJERO
NEGACIÓN / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2016
MONSTRUOS
I
D
esde hace algún tiempo, con poca disciplina, he intentado traducir a Robert Herrick, el poeta inglés del siglo xvii. Herrick es un autor virtualmente desconocido en nuestra lengua; con los dedos se cuentan las traducciones de sus poemas, todas ellas dispersas, fragmentarias y casi inasequibles. Herrick es un autor del que mucho podemos aprender. Su poesía no es de esa Poesía con mayúsculas que se ancla en el Ser, esa Poesía que sólo da pasaporte a excesos, profundidades y trascendencias. No, nada de eso. La poesía de Herrick se antoja más terrenal, más saludable y amable. Herrick es un poeta que se sabe humano-demasiado-humano. Uno que, cuando canta al amor, habla de amores terrenales que festivamente se resuelven en la cama. Los pezones de su amada Julia, el sudor, el aroma y el vestido de la dama son temas de su poesía. Anacreóntico quizás sea el adjetivo que mejor le convenga a nuestro poeta, pero es más que eso. Meditativo y pesimista por momentos, comparte un aire de familia con Ricardo Reis y los Rubaiyat. En sus versos palpita cierta ironía, mitad trágica y mitad cómica, que a los modernos nos hace mucha falta, tan serios como
somos, tan llenos como estamos de temores y de culpas. Traducirlo ha sido fatigoso. Si se traduce de manera literal, suena pedestre. Las delicadas aliteraciones del idioma inglés, la cadencia inglesa que alterna con soltura sílabas acentuadas y sin acentuar, le sirven a Herrick para vestir de esplendores imágenes de crudeza anatómica y hasta fisiológica. Traducir a Herrick es reescribir a Herrick, pulirlo hasta encontrar el tono que, en la lengua de este lado, capte la intención y el contenido del original. Un poema de dos versos, de factura sin tacha y todo regocijo, puesto tal cual en español alcanza niveles de insólita banalidad: Her legs Fain would I kiss my Julia’s dainty leg, Which is as white and hairless as an egg.
Llevado, literal, al español, el poema suena así: Sus piernas Gustoso besaría la pierna deliciosa de mi Julia, la cual es tan blanca y tan lampiña como un huevo.
MISCELÁNEA
El adjetivo mismo que Herrick LA LECCIÓN DEL DÍA: ENTRE ¿De quién es esta manita, de quién [la orejita, el ojito, la naricita? usa para referirse a la pierna de LA INOCENCIA Y LA MONS- ¿De quién la barriguita llena de su amada, “dainty”, es engañoso. “Deliciosa” es una manera de TRUOSIDAD MEDIA UN TRE- [leche? ¿No se sabe todavía? ¿De un impresor, de un médico, traducirlo. “Delicada” y “fina” CHO DEMASIADO CORTO. [de un comerciante, de un cura? son otras opciones, como ¿A dónde irán estos graciosos también lo son “sabrosa” y [piececitos, a dónde? “exquisita”. ¿Qué se hace con un adjetivo que refiere de ¿A la huerta, a la escuela, a la oficina, a la boda igual manera cualidades espirituales y culinarias? tal vez con la hija del alcalde? No vale la pena enumerar las decenas de intentos por dar a la traducción una justa personalidad, Cielito, angelito, corazoncito, amorcito, acorde simultáneamente con el original y con oídos cuando hace un año vino al mundo, habituados a las sílabas redondas del español. El no faltaron señales en el cielo y en la tierra: poema (cuya rima y métrica no representaron, por un sol de primavera, geranios en las ventanas, cierto, un obstáculo menor) quedó así: Sus piernas Un huevo, limpio y blanco: así se mira la deliciosa pierna de mi Julia donde un beso, con gusto, le daría.
A otro le habría quedado mejor. Yo tuve que añadir un tercer verso, cambié la rima consonante por asonante y (lástima) no pude rescatar la métrica original, aunque sí encontré una medida nueva de once sílabas por verso. No se oye tan mal, ni nada falta: están presentes aquel huevo lampiño, la sabrosa pierna y el gustoso beso. Al menos fluye no exento de limpieza, y quizás tampoco exento de algún eco de la belleza que tenía el poema original. Así fue como las blancas piernas de Julia, que acaso se desnudaron en una alcoba de Londres en aquel lejano 1600, saltaron el mar y los siglos y aquí, por labios que hablan español, serán otra vez besadas. II De Wislawa Szymborska es este poema, en la traducción de Abel A. Murcia publicada por el Fondo de Cultura Económica: Primera fotografía de Hitler ¿Y quién es este niño con su camisita? Pero ¡si es Adolfito, el hijo de los Hitler! ¿Tal vez llegue a ser un doctor en leyes? ¿O quizá tenor en la ópera de Viena?
música de organillo en el patio, un presagio favorable envuelto en un fino papel de [color rosa. Antes del parto, su madre tuvo un sueño profético: ver una paloma en sueños, será una buena noticia; capturarla, llegará un visitante largamente esperado. Toc, toc, quién es, así late el corazón de Adolfito. Chupete, pañal, babero, sonaja, el niño, gracias a Dios, está sano, toquemos madera, se parece a los padres, al gatito en el cesto, a los niños de todos los demás álbumes de familia. Ah, no nos pondremos a llorar ahora, ¿verdad?, mira, mira, el pajarito, ahora mismo lo suelta el [fotógrafo. Atelier Klinger, Grabenstrasse, Braunen, y Braunen no es una muy grande, pero es una digna [ciudad, sólidas empresas, amistosos vecinos, olor a pastel de levadura y a jabón de lavar. No se oye el aullido de los perros, ni los pasos del [destino. El maestro de historia se afloja el cuello y bosteza encima de los cuadernos.
La lección del día: entre la inocencia y la monstruosidad media un trecho demasiado corto; unos cuantos años, dos o tres ideas bien aprendidas, unos cuantos sucesos funestos. O quizás es otra la lección: que es una y la
MONOPIE / CARBONCILLO SOBRE PAPEL / 2015 / MONOTONO
MISCELÁNEA
misma la naturaleza del bien y la del mal. O acaso: que es imposible dilucidar la verdadera condición del mal, que su naturaleza es demasiado escurridiza, demasiado subjetiva, indistinguible. O que el bien y el mal son mera cuestión de perspectivas. O, tal vez: lo inexorable del destino —o en contrario: lo desastrosamente incierto que el futuro— es lo fácil que resulta torcer el rumbo y propiciar catástrofes y demonios. Los demasiados trucos del azar. Lo vacuo que resulta aún pensar en la esencial bondad del hombre y de la naturaleza. Siempre me aturde aquella parte del poema que habla de las señales en el cielo y en la tierra. La mención del sol y los geranios, y el sueño de la madre, me llenan de una congoja helada, áspera, dura. Es demasiado cruel obligarse a contemplar el horror (que no se nombra) en las imágenes de una felicidad tan luminosa como doméstica y hasta trivial. Es bucear demasiado lejos, al fondo donde nuestras certidumbres diarias pierden todo significado y no hay lógica ni sentido común de los cuales echar mano para comprender. Wislawa sabe bien cómo invocar a los monstruos. III El 17 de abril de 1979 fue declarado de interés nacional por la Presidencia de Argentina el Primer Congreso Mundial de Filosofía Cristiana, próximo a celebrarse en octubre de ese mismo año en la ciudad de Córdoba. Que un congreso de filosofía sea proclamado oficialmente como “de interés nacional” es toda una noticia y motivo suficiente para echar las campanas al vuelo. ¿Comenzaba a cristalizarse en la América Latina la perseguida alianza entre la filosofía y la política, entre el pensamiento y la acción? ¿El sueño que dos mil años atrás ya acariciaba Platón se hacía realidad en la Argentina? Una inquietud, cierta desazón, un sentimiento de irremediable contradicción surge cuando las cartas se ponen sobre la mesa. El Presidente de la República Argentina era entonces Jorge Rafael Videla. Esto es 1979 y la junta militar lleva tres años en el poder. Faltarán aún cuatro años para que la democracia regrese a la Argentina y Videla sea juzgado por sus crímenes y condenado a la prisión perpetua. Esto es 1979 y estamos frente a un congreso de filosofía cristiana declarado de interés nacional por un gobierno apuntalado en las armas de una junta militar.
Impulsado y encabezado por la alta jerarquía eclesiástica de Argentina, con la intención de aglutinar “a todos los pensadores auténticamente católicos”, el Congreso de Filosofía buscó desde el inicio el apoyo gubernamental, como consta en estas líneas escritas por el Dr. Alberto Caturelli, Presidente de la Comisión Ejecutiva encargada de organizar el evento (esta cita y las siguientes son del primer volumen de las memorias del Congreso, impresas por la Sociedad Católica Argentina de Filosofía entre 1980 y 1984): En los preparativos transcurrió el año 1978 y era necesario interesar al Gobierno Nacional en una empresa que comprometía tan gravemente a la Argentina. Por ese motivo, en diciembre obtuvimos [Caturelli y Mons. Dr. Octavio Derisi, Presidente de la Comisión Organizadora] una entrevista con el Presidente de la Nación quien comprendió inmediatamente la trascendencia del Congreso y nos brindó su ayuda. En la nota que dejamos en sus manos hacíamos referencia a “la especialísima situación de la Argentina en medio de un mundo en crisis” y al papel que puede jugar el pensamiento católico en la construcción de su futuro. El 17 de abril de 1979, el Congreso fue declarado de interés nacional (p. 16 del primer volumen de las memorias).
Las mismas memorias “LA FILOSOFÍA SIGUE SIENDO UNO Con o c í a u n o d e l o s cuentan que Videla filósofos que estuvieron ahí, DE LOS PILARES FUNDAMENTALES Agustín Basave, hombre asistió al primer día del Congreso. Estuvo DE NUESTRA CIVILIZACIÓN”. de cuya integridad moral en la misa inaugural, e intelectual no tengo oficiada por el Arzobispo de Córdoba, Mons. Dr. Raúl dudas. No dudo tampoco —no tengo razones para Francisco Primatesta, Cardenal, y en seguida acudió al hacerlo— de la integridad de los demás asistentes Teatro Libertador General José de San Martín, donde al Congreso. Es propio de las dictaduras buscar la pronunció el discurso de apertura. El discurso de Videla apariencia de legitimidad; es fácil dejarse seducir y está incluido en las memorias. Habló de la búsqueda convencer por el hijo de puta en turno. En la hora de la verdad, del bien común. Fue breve, puntual e de los impostores es difícil, si no imposible, aclarar irreprochable. “La filosofía sigue siendo uno de los responsabilidades, intereses y lealtades. La verdad, pilares fundamentales de nuestra civilización”, añadió de suyo nebulosa, se torna aún más escurridiza casi al término de su discurso. y esconde sus evidencias. La paradoja de esta Se impone preguntar qué llevó a un grupo de historia es la siguiente: la celebración misma del hombres sabios, presumiblemente comprometidos Primer Congreso Mundial de Filosofía Cristiana, por convicción personal con la caridad y la verdad, a encaminado a establecer y proclamar los pilares participar en un Congreso auspiciado por una dictadura de una verdad que a los congregados parecía tan militar. ¿Qué los llevó a Córdoba en 1979? Se entiende clara, tan fácil de reconocer, está fundada en la (porque ha ocurrido miles de veces en la Historia) el ocultación de otras verdades: las verdades de los vínculo que existía entre la jerarquía eclesiástica del presos y los desaparecidos, de los libros quemados, lugar y los dueños del poder. De esa jerarquía y de ese de los hombres silenciados, la del doble discurso vínculo emanó el Congreso. ¿Pero los demás? ¿Será que del gobierno y de su diplomacia, con sus acuerdos y el anhelo sincero por fundar los pilares de una verdad sus compromisos no del todo declarados. La verdad que juzgaban incontrovertible hizo a los filósofos pasar misma se pudre. Cae del árbol, ligera, como un fruto por alto las circunstancias seculares del Congreso? hueco, como una mera apariencia, un simulacro de ¿Una vez más el fin justificó los medios? lo que pretendió llegar a ser.
DOMINIO MEDIÁTICO / TINTA SOBRE PAPEL / 2012
MISCELÁNEA
TO B O SO
A la letra
LA NOCHE EN FLOR
OLIGARZA / TINTA SOBRE PAPEL / 2016
¥¥BÁRBARA JACOBS
E
l apodo de Licha se lo pusieron Pati y Márgara una tarde en que entre copas Alfredo les contó que una noche años atrás no se había desmaquillado antes de caer dormido en su cama, ni se había quitado la peluca femenina y ni siquiera el vestido ni las joyas ni los tacones con los que había asistido a la fiesta, de modo que en la mañana, cuando su papá entró a despertarlo y vio el estado en el que se encontraba, con alarma llamó a gritos a su esposa, “¡Licha, Licha, ven a ver lo que le sucedió a Alfredo!”. Y lo cierto es que a partir de entonces sus dos amigas del alma adoptaron el apodo, con beneplácito de Alfredo, tanto para
dirigirse a él como para referirse a él entre ellas o ante los demás. De qué otro modo podía ser cuando Pati estaba involucrada en una relación o en cualquier asunto, sino transformándolo, convirtiéndolo en un episodio más de la gran aventura que vivir significaba para ella. Alfredo, o Licha, se ha dedicado a recorrer restaurantes por el mundo y aplicarles de una a cinco estrellas para una guía internacional que es muy consultada. Le gusta la cocina, obviamente, y cuando vuelve a la Ciudad de México y a su propia casa suele organizar cenas con sus amigas para presentarles sus más recientes hallazgos gastronómicos.
Pati y Márgara eran muy amigueras (es decir, Pati era; Márgara sigue siéndolo) y cada una vivía envuelta en múltiples y distintas actividades, tanto de trabajo como sociales, y cuando Licha las invitaba por lo general ellas llegaban a la cena con otros amigos con los que hubieran tenido compromiso en aquella misma ocasión, lo que para Licha siempre ha sido bienvenido. Las dos eran antropólogas (es decir, Pati era; Márgara sigue siéndolo), pero mientras que Márgara es experta en textiles artesanales, Pati lo era en el tema de los inmigrantes en México en el Siglo XX. Así, con frecuencia se veían entre indígenas o mexicanos pero de origen extranjero. Por razones y circunstancias particulares, las dos se desenvolvían como hablantes en inglés, aparte del español, aunque Pati dominaba también otros idiomas, además de que era muy buena para jugar con todos los idiomas que conocía, aunque en grados diferentes, y para reírse inocente pero ingeniosamente de ellos. A Pati, que había sido gran viajera, con frecuencia la visitaban extranjeros, tanto en su casa como en su oficina, ya fuera por amistad o por asuntos de trabajo, como en el verano era el caso de Midori, una investigadora y profesora de español en Japón, especializada —no se sabe por qué— en el cine mexicano hecho por realizadores de origen libanés. Midori era muy seria y muy delicada y atenta. A pesar de ser de estatura
más bien baja, su presencia imponía. Hablaba y escribía perfectamente bien el español, con una caligrafía muy fina y muy cuidada, tanto así que a la propia Pati le daba una ligera vergüenza contestarle sus cartas, pues la correspondencia era uno de los medios en que Pati más lujo se daba jugando. Pati no usaba las mayúsculas, por ejemplo, y podía imitar a la perfección, por escrito, el habla de los indígenas del país hablando español, para ellos su segundo idioma.
Una vez coincidió que Midori estuviera de visita en la Ciudad con que Licha, recién regresado de Japón, organizara una cena japonesa a la que, entre otros amigos, invitó a sus viejas amigas Pati y Márgara, y a la que, a su vez, Pati invitó a Midori. Mientras que Pati y Márgara se vistieron de kimono (que les prestó Licha, igualmente de kimono), con una gran flor en el pelo cada una y sandalias de madera con el calcetín que separa el dedo pulgar del resto de los dedos, según consta en la serie de fotografías que se tomaron, Midori asistió vestida a la manera
occidental, un discreto y clásico vestido de noche de color rosa pálido. En la cena corrió el sake, como llamamos en México a la bebida alcohólica tradicional de Japón hecha a base de arroz, que acompañó diversos platillos de la cocina japonesa. Y llegó el momento en que Pati cantó, en japonés, una canción de cuna japonesa auténtica que había memorizado en una reunión con cierto banquero nipón años atrás, y en consecuencia todos los demás se animaron a hablar “japonés” pero en español, o sea, hablaron español pronunciado como nosotros oímos el japonés, o en inglés, es decir, “inglés a la japonesa”, como jugaríamos a llamarlo en México. Todo esto tácitamente contando con que el perfecto conocimiento del español de Midori probablemente no abarcaba la comprensión del humor que recorría la reunión, pues de lo contrario quizá se habría sentido ofendida. A la hora de despedirse del anfitrión y de llevar a Márgara y a Midori a sus respectivas casas o alojamientos, además de darle las gracias, Pati le dijo a Licha en voz alta, “Taque care” y le dio un beso. Midori se bajó en la parada del metro, y Pati y Márgara la vieron alejarse. Pero de pronto Midori rectificó y se dio media vuelta para volver a acercarse a ellas. Pati bajó la ventanilla para oír qué les tenía que decir y, con Márgara, gozaron cuando la oyeron recomendarles “Taque care” y de nuevo alejarse, después de hacerles una reverencia a la manera de la tradición japonesa.
SUCULENTA / TINTA SOBRE PAPEL / 2016
TOBOS O
TO B O SO
Letras al margen
UN BUEN PASEO
INTELECTUAL ASEINATO INADVERTIDO / TINTA SOBRE PAPEL / 2013
¥¥EDUARDO ANTONIO PARRA
D
esde tiempos de Montaigne, a quien se atribuye, si no la invención del género, sí su puesta en funcionamiento como lo conocemos en la actualidad, se dice que el ensayo no pretende otra cosa que pasar al papel una suerte de conversación, ya sea entre el autor y el lector, o bien del autor consigo mismo, sin que intervengan mayores artificios retóricos, es decir, una conversación natural, como si se tratara de una sobremesa, sobre cualquier tema de interés para quienes intervienen en ella. Esta condición de “naturalidad” es difícil de aplicar a muchos de los ensayos con los que nos vamos topando en nuestras vidas de lectores, ya que se nos presentan como tales ciertos escritos que
pertenecen a otra clasificación, como las monografías, los tratados, los estudios, las introducciones y hasta las reseñas, que quizá tengan muchas de las características del género, excepto, por supuesto, la de naturalidad conversada; pues ¿qué hay de natural en una página que el autor atiborra con esquemas, alusiones a datos duros y con múltiples citas a pie de página? A mí en lo particular me resultaría imposible sostener una charla en la cual mi interlocutor tuviera que detenerse a cada momento para demostrarme con cifras y fichas bibliográficas que está diciendo la verdad. Tal vez por eso, de entre todos los tipos de ensayo que se publican, o que pasan por serlo, mi preferido es aquel al que ha dado en llamarse
“ensayo personal”, o “ensayo creativo”, para diferenciarlos de los que proceden de una investigación exhaustiva o los que se abocan a la interpretación de algo. El ensayo personal y creativo es el que más se acerca a lo que deseaba Montaigne en el momento de tratar de definir el género: inicia sin formulismos retóricos, como si se derivara de los temas tratados de antemano en una plática, y comienza a crecer y a extenderse conforme más ideas se enredan al tronco del tema principal; a veces llega a una conclusión, a veces no es necesario, pues, como en las charlas informales, su intención no es sino pasar revista a una serie de hechos o de planteamientos; está escrito con un lenguaje sencillo —de acuerdo con el vocabulario y la cultura de su autor—, y quizá
su principal estrategia narrativa sea la digresión, ese impulso que nos hace desviarnos un poco de tema, rodearlo, envolverlo, pasar de largo, pero siempre regresando a él después de establecer un contexto más amplio. Las piezas que constituyen El corto verano del cuervo y otros ensayos, de Ramón López Castro son como las descritas, creativas y personales. Leerlas es igual que conversar con su autor, pues para quienes lo conocemos resulta evidente que todas ellas giran en torno a los intereses que él ha privilegiado siempre: el cine, la literatura clásica y la contemporánea, los viajes a países lejanos, la historia de México y la historia universal, la narrativa de ciencia ficción, el arte y la historia militar, la familia, la seducción del lenguaje, el amor… Aún más: quien haya conversado con Ramón López Castro, como yo lo hago desde hace más de un cuarto de siglo, se dará cuenta que tanto el lenguaje como el modo en que estructura sus ensayos son su manera normal de hablar y de pensar, ya que su lenguaje en la conversación siempre es elevado, y cualquier plática con él se verá salpicada con anécdotas, referencias a autores o a hechos del pasado de las que acumula su extraordinaria erudición. Desde la primera pieza, titulada “África mía”, advertimos que estamos ante un libro bastante personal, pues en ella se involucra no sólo la vida privada, íntima, del autor, sino que en vez de una disertación sobre el Continente Negro, lo que leemos es un recuento de las imá-
genes africanas que López Castro lleva en la memoria, gracias sobre todo al cine, a la literatura y a esa amante ocasional que, desde Málaga, le señala en el océano la línea de sombra que proyecta la tierra en lontananza. Esa primera pieza, un ensayo breve que hace las veces de pórtico, es como un anuncio que nos dice en qué territorios nos vamos a internar conforme transcurran las páginas: en el territorio de un hombre sumamente memorioso; en las reflexiones de un escritor en extremo curioso que intenta siempre ver el revés o los reveses de las tramas; en la inventiva de un imaginador cuyo único límite parece ser el de la coherencia de las ideas. Así, al pasar de un ensayo al siguiente, los lectores nos volvemos algo así como confidentes de Ramón López Castro en lo que respecta no sólo a sus relaciones interpersonales, sino también a sus luchas diarias en el oficio de escritor, como cuando nos habla de la creación de un personaje en el texto titulado “Vida y traición de las cosas inertes”; o a las consecuencias emocionales de un problema de salud en el ensayo que lleva por título “La mueca”; o al sencillo disfrute de unas vacaciones en compañía de sus sobrinos en la última pieza del libro, llamada “El corto verano del cuervo”. En los ensayos mencionados, uno puede
sentir que está sentado a la mesa en compañía del autor, con un café o una copa de por medio, y que las palabras simplemente fluyen sin otro propósito que el de pasar un buen rato con un amigo culto, inteligente y observador, cuyo escepticismo, o mejor dicho, cuya duda metódica, lo lleva a revisar las cosas por todos los lados posibles. Una charla sin ningún propósito aparente, pero profunda, donde los destellos de la inteligencia y la capacidad de la memoria se vuelven herramientas de convencimiento, y de la que uno emerge enriquecido con ideas e imágenes que quizá de otro modo nunca le habrían pasado por la cabeza. No obstante, además de los textos que abordan en forma directa diversos aspectos de su vida personal, en El corto verano del cuervo hay otros textos que asimismo la rozan mientras parecen enfocados en otros temas, como el titulado “Camina como hombre”, que desde el título nos anuncia que se trata de las visiones de quien a lo largo de su vida ha sido un flâneur. En él, López Castro inicia sus reflexiones sobre el simple acto de caminar refiriéndose a un filme en el que los protagonistas realizan unas caminatas inolvidables, Deseando amar, de Won Kar Wai, para luego rememorar lo que vio, sintió y pensó durante sus caminatas por las calles de Monterrey, por las de
NAVEGANDO EN LOS CIELOS (FRAGMENTO) / TINTA SOBRE PAPEL / 2016
TOBOS O
TO B O SO
PARA LÓPEZ CASTRO CONOCER OTROS TERRITORIOS E INTERACTUAR CON CULTURAS DISTINTAS ES COMPRENDER MEJOR LOS PROPIOS Y COMPRENDERSE MEJOR A SÍ MISMO. París y las que tiene guardadas en la memoria pertenecientes a otras generaciones. El autor no oculta su cosmopolitismo, al contrario, lo exhibe en varios de sus textos, ya que para él el viaje es otra forma de conocimiento que, además, por supuesto, deja experiencias muy gratas. Para López Castro conocer otros territorios e interactuar con culturas distintas es comprender mejor los propios y comprenderse mejor a sí mismo. Esto lo pone de manifiesto en el ensayo titulado “Los tiempos del verbo desear”, donde nos descubre que en una ciudad como Lisboa el verbo se conjuga en pasado y da paso a la saudade; que en Nueva York se conjuga en presente, pues ahí los satisfactores de los deseos se encuentran al alcance de la mano; y que él aprendió que en Washington se conjuga en futuro, pues sólo en el futuro sería posible encontrar un amor como el que imaginó en esa capital. Viajes de estudio, viajes de placer, sesiones y más sesiones de cine, lecturas, experiencias personales, reflexiones y observaciones constituyen la materia prima con que se elaboran los textos de El corto verano del cuervo. Los vasos comunicantes que conectan entre sí cada una de estas fuentes son los que configuran la visión del autor,
del ensayista, hasta convertirla en un discurso rico y chispeante capaz de relacionarlo todo. Así, en el texto titulado “Inmersión”, a partir de la visita a un museo en el que contempla un submarino alemán, Ramón López Castro reflexiona sobre la muerte —uno de los temas que más rondan sus palabras— y sobre la traición. En “El amor es un jabalí en la espesura” hace un repaso de los diversos tipos de amor que embargan al ser humano, desde el amor al dinero, el amor cortés medieval, el amor místico y el amor pasión, al que identifica como un jabalí a causa de su salvajismo y su vocación destructiva. El amor al dinero, sin embargo, está analizado en un ensayo independiente titulado “La manía de la avaricia: un acercamiento fílmico”, donde el autor se enfoca en los magnates financieros y creadores de crisis que nos ha retratado el séptimo arte. Se podría decir que casi no hay tema que no interese a un ensayista como Ramón López Castro. Aunque no ocupen el centro del enfoque de cada texto, los tópicos y las ideas que se van desprendiendo de las líneas conforme se avanza en la lectura de ellos son innumerables y, aunque sea de manera rápida, son examinados con atención. En otras ocasiones, en textos breves, López Castro nos habla
de las imágenes y pensamientos que le suscitan ciertas noticias o comentarios. Por ejemplo, en el texto titulado “Naturaleza muerta con estacionamiento y rey jorobado” reflexiona sobre la terrible suerte de Ricardo III de Inglaterra, de quien ya se había ocupado en el ensayo sobre el amor, al saberse la noticia de que su cadáver fue encontrado muchos siglos después de su muerte en las obras de un estacionamiento. Cruel destino para quien, gracias a Shakespeare, es considerado el villano más redondo de la literatura occidental, en palabras del propio López Castro. Y para rematar esta relación tan estrecha entre historia y literatura, el autor nos entrega un texto donde se pasa revista a dos vidas paralelas, la de Oscar Wilde y la del narrador cubano Reinaldo Arenas, distantes en el tiempo, pero cercanas en la represión que ambos sufrieron por su orientación homosexual y que los convirtió prisioneros del sistema. Cuando el pensamiento y el lenguaje del autor comienzan a desplegarse, el tema central del ensayo se convierte tan sólo en una suerte de paseo en el que la verdadera riqueza se halla en los detalles adyacentes, sin contar con que ese paseo puede desviarse de improviso a causa de una digresión más atractiva. Sí, leer este libro es como dar una caminata en compañía de Ramón López Castro en la que nos dejamos seducir poco a poco por su cultura, su ingenio, su inteligencia y la calidez de su palabra.
TOBOS O
VISIONARIO LEVRERO ¥ ¥A LB E RTO CHIMAL
ERUPCIÓN IDEOLÓGICA / ÓLEO SOBRE MADERA / 2012 / DUOTONO
La materia no existe
TO B O SO
HASTA AÑOS RECIENTES, ESTE TEXTO (O SERIE DE TEXTOS) CIRCULABA CASI SIEMPRE EN COPIAS FOTOSTÁTICAS O DIGITALES —COMO BUENA OBRA “RARA”— PERO NO POR SER DE LEVRERO SINO POR SU FORMA: PRESENTADO COMO UNA ESPECIE DE MININOVELA HECHA DE CAPÍTULOS BREVÍSIMOS.
N
o está claro aún si el narrador uruguayo Mario Levrero (1940-2004) terminará por convertirse en un autor “de culto”, de esos que son celebrados más por el rescate póstumo de su obra que por las virtudes de la obra misma. Hace 30 años nadie hacía caso de él fuera de su país natal. Luego se le tildó de autor “excéntrico” o “de género”. Escritor pero también instructor de talleres literarios, creador de juegos y crucigramas, a Levrero se le tiene ahora como uno más de los “raros” sudamericanos; una especie de Robert Walser surrealista, anónimo, reticente y rodeado de visiones. Esto es una tontería, desde luego, y el primero que puede combatirla es Levrero mismo, quien escribió de su propia vida en varias ocasiones y dedicó al tema su libro final: La novela luminosa (2005), testimonio conmovedor del impulso creativo y vital en la vejez y al mismo tiempo una novela completamente alejada del sentimentalismo y los clichés del “escritor secreto”, “rebelde” o “decadente”. Este era un hombre que pasó sus últimos años dedicado al trabajo,
rodeado de personas cercanas con las que tenía las mismas dificultades de cualquier ser humano y testimoniando su propio declive físico de forma sincera y desapasionada. Los fans que esperan de sus escritores una biografía emocionante (y muchas veces toleran que esa biografía no esté acompañada de una obra medianamente legible), jamás van a interesarse en Mario Levrero. Tampoco le va a interesar jamás a quienes usan los libros como una forma de sentirse cerca de las celebridades que adoran, antes que como un objeto para leer: los adoradores de Werevertumorro, digamos, o cualquier otro show writer. No importa. En cualquier caso, habría que leerlo, simplemente. Conocer aquel libro y el resto de la gran obra de Levrero, y entre ellos el que es, probablemente, el más innovador y transgresor, el más audaz y el más cargado de resonancias: Caza de conejos, escrito originalmente en 1973. Hasta años recientes, este texto (o serie de textos) circulaba casi siempre en copias fotostáticas o digitales — como buena obra “rara”— pero no por ser de Levrero sino por
su forma: presentado como una especie de mini-novela hecha de capítulos brevísimos y además sobre un tema aparentemente banal (las peripecias alocadas, a veces monstruosas, de un grupo de cazadores de conejos, justamente), Caza de conejos ha sido menospreciado como una “mera” colección de minificciones, un “mero” cuento infantil o una “mera” historia de ciencia ficción, indigno de ser reeditado como otros libros —más claramente novelas o libros de cuentos— de su autor. Sin embargo, aunque el libro no deja de jugar con muchas convenciones literarias, es algo más: es una novela mutante, una obra que subvierte y dinamita (anticipándose a mucho de la literatura impresa y digital del presente) las convenciones, en particular, de la novela. Los “capítulos” iniciales de Caza de conejos, marcados con números romanos como una edición rancia de Víctor Hugo y con un prólogo que presenta su escenario, personajes y temas centrales (cazadores, animales, un bosque, un castillo, catástrofes, violencia, humor y erotismo), parecen sugerir
EN REALIDAD, EL CONJUNTO DE CAZA DE CONEJOS NO TRAZA UNA LÍNEA NARRATIVA SINO QUE ABRE UN CAMPO DE HISTORIAS, DE MÚLTIPLES MUNDOS NARRADOS SIMILARES ENTRE SÍ, DONDE NO HAY UN “AVANCE” NI UNA “RESOLUCIÓN” DEFINITIVA, SINO —AL MENOS POTENCIALMENTE— INFINITAS APROXIMACIONES Y ALTERNATIVAS.
la continuidad de una historia: el entrelazamiento de fragmentos que es la base de la forma de la novela desde la Edad Media. Y entonces, a medida que avanza por los textos, el lector se da cuenta de que no está leyendo una progresión dramática: un personaje muere y en el siguiente fragmento está vivo, luego muere de otro modo, luego el escenario y las situaciones cambian de manera aparentemente irreversible... para ser revertidos en el texto siguiente... En realidad, el conjunto de Caza de conejos no traza una línea narrativa sino que abre un campo de historias, de múltiples mundos narrados similares entre sí, donde no hay un “avance” ni una “resolución” definitiva, sino —al menos potencialmente— infinitas aproximaciones y alternativas. Esto es subversivo porque pone en aprietos al lector que sólo conoce la lectura novelesca como consumo de una trama “enérgica”, consistente, que lo lleve al final. Sólo un puñado de obras del siglo XX (pienso en los Ejercicios de estilo de Queneau, cuyo fin es otro)
intentan un sabotaje similar; sólo algunos experimentos recientes de escritura digital parecen prolongarlo, al menos por ahora. Hasta hace poco todas las ediciones de Caza de conejos tenían erratas bien visibles y a veces idiotas; por ejemplo, la primera que leí está en una antología de Bernard Goorden, Lo mejor de la ciencia ficción latinoamericana (Martínez Roca, 1982), cuyo corrector puso la numeración de todos los “capítulos” en caracteres arábigos, sin tomar en cuenta que dos de ellos son breves juegos metaficcionales en los que se hace referencia a los números romanos; el sentido de ambos se perdía en la edición española porque dependía precisamente de que se reconociera y respetara esa parte de la propuesta de Levrero. Una edición del libro publicada en 2012 por Zorro Rojo, cuidada y bella como todas las de esta editorial, es, al parecer, la primera sin fallas. Además, las ilustraciones de la artista catalana Sonia Pulido refuerzan la dureza de la historia, su vuelo imaginativo y sobre todo sus implicaciones eróticas.
Una invención significativa o re-lectura aparece en la portada misma: la imagen de una conejaLolita armada con un rifle, que no está explicitada jamás en el texto pero engrana perfectamente las sugerencias de perversión y transgresión gozosa de Levrero con las de varias de las figuras principales de la literatura occidental.
ILUSTRACIÓN NATURISTA / PROYECTO ARQUEOLÓGICO INAH / CARBONCILLO SOBRE PAPEL / 2014 / DUOTONO
TOBOS O
TO B O SO
Plumas al vuelo
El escenario de la
MANOSEO / TINTA SOBRE PAPEL / 2013
escritura
¥¥JESSICA NIETO
C
uando se han pasado tantos años —diez, para ser precisa— tras el telón, como un director que alista los detalles para la puesta en escena de una obra en donde quienes salen a representarla son otros, de pronto pasar de estar tras bambalinas a estar en el escenario puede resultar un poco violento. Sobre todo para mí, que siempre he sido terriblemente tímida y pararme frente a un público me congela. Sospecho que por mi carácter, sí, se me da practicar oficios discretos. Como la edición. La edición es, por lo general, un oficio discreto. Por supuesto existen editores que no destacan por su sencillez, pero no me refiero a los editores comerciales, esos que comandan negocios y van a la caza de más y diversas
plumas, sino a los editores de mesa, a los que trabajamos con los textos, más específicamente, los que tomamos en nuestras manos la labor de desmadejar escrituras. Los que con nuestras plumas desplumamos. No por mala leche, pero es nuestra labor: leer, leer con lupa, como se ha dicho cien mil veces —y yo miope; eso de que los editores leemos con lupa no me cae nada en gracia—. Entonces, de usar mi pluma para desplumar a componer un plumero, hay un trecho. Un trecho de diez años recorridos por estas mismas páginas de Armas y Letras, las que ahora acogen mi escritura. Pasé diez años componiendo este escenario en el que ahora me planto. Afirmar que ahora manejo una pluma es un decir, por supuesto. Ya casi no tomo plumas para es-
cribir, aunque para editar me sigo valiendo de la perversa pluma de tinta roja —y sí, tengo que admitir que es muy placentero encontrar un error y marcarlo, aunque por la discreción propia de mi oficio sólo lo pongo en evidencia ante mí, y al autor se lo comunico de la manera más diplomática posible—. Pero me desvío; decía que no, no sostengo una pluma, escribo directo en la computadora, como imagino lo hacen ya muchos escritores. Es decir, tecleo. Sin embargo, sí utilizo plumillas, tajos y tintas para trazar letras; para hacer caligrafía. Puedo sostener, sin temor a equivocarme, que entre trabajar la escritura como editora, escribir, y practicar caligrafía, hay una separación muy puntual. Son oficios distintos, pero históricamente complementarios. La diferencia más clara estriba, como bien lo explica Wang
TOBOS O
Hsi Chih, reconocido calígrafo, en que “La escritura necesita del sentido, mientras que la caligrafía se expresa sobre todo mediante la forma y el gesto”. Como editora y escritora ocasional, entiendo que el aparecer de la escritura, su sentido, su legibilidad, es primordial. Escribir a mano, teclear o textear al final son acciones que llevan al mismo objetivo: elaborar textos legibles que comuniquen. Como aspirante a calígrafa entiendo que la apariencia de la escritura es fundamental para detectar precisamente el gesto, el rostro, la imagen de las palabras. Eso que hace única a cada escritura. El gesto caligráfico es irrepetible, mientras que estas letras impresas con un tipo de fuente específico, son y serán siempre iguales. El escenario en el que se presenta cada tipo de escritura se construye con el manejo de la pluma. Una pluma que puede ser real, un bolígrafo, por ejemplo, o un decir, una metáfora. Lo que no varía, y esto lo puedo decir como editora, escritora y aspirante a calígrafa, es la certeza de que toda escritura es intencional, deliberada. Creo que toda escritura tiene una intención. No sólo en su sentido, sino en su aspecto. En su aparecer y en su apariencia. De estos dos aspectos se conforma toda escritura, no sólo la literaria, no sólo la académica. La escritura toda. Puede ser muy burda y utilitaria, pero mientras sea escritura habrá sido concebida con un sentido y un aspecto. Por eso la metáfora de la puesta en escena me resulta muy pertinente: todas las escrituras que pasaron frente a mis miopes ojos y mi desplumadora
LA ESCRITURA OCURRE SÍ, CUANDO LA ESCRIBIMOS, PERO SOBRE TODO OCURRE CUANDO SE LE LEE, CUANDO LOGRA COMUNICAR. CUANDO SALE AL ESCENARIO Y NOS DESLUMBRA POR LO NÍTIDA Y NOS CONMUEVE POR LO CONGRUENTE. pluma traían consigo su sentido y su aspecto; porque sabían que serían leídas, es decir, serían vistas, y había que cuidar que su actuación fuera impecable. La escritura ocurre sí, cuando la escribimos, pero sobre todo ocurre cuando se le lee, cuando logra comunicar. Cuando sale al escenario y nos deslumbra por lo nítida y nos conmueve por lo congruente. Ahora que lo pienso —y lo escribo, no quiero dejar de destacar que ahora escribo—, editar una revista cultural, y universitaria, también es componer un plumero, uno muy heterogéneo, con plumas de colores, jaspeadas, brillantes, cortas, largas, y con el cual sacudimos, literalmente, el sopor, la apatía, el individualismo, la indiferencia; aligeramos el eco persistente de un discurso hegemónico y terrible, el que nos tiene atrapados en la violencia, la desigualdad y la injusticia. Porque las revistas culturales apuestan por el diálogo, la inclusión de diversos puntos de vista; son espacios de crítica, de reflexión. No son publicaciones inocentes. Si algo las define es su afán de conmoción. Apuntan a la generación de ciudadanos, verdaderos habitantes conscientes de su ser dentro de la sociedad en la que les ha tocado
vivir. Durante mi tiempo como su editora, procuré que en Armas y Letras, a través de los textos publicados, se mantuviera vigente su intención social y política, la intención primera y original de su fundador, Raúl Rangel Frías. Quien por cierto no fue nada tímido y se posicionó como un líder en muchos sentidos. Fue director y actor de su propia obra; pluma fuente de la que manaron proyectos enormes como nuestra Universidad. Ahora estoy parada sobre el escenario de Armas y Letras. Aquí me sostengo con mi pluma. O con mis plumas. Trabajar en la revista ha sido una experiencia básica para mí, que me obsesiono por el aparecer y la apariencia de la escritura. No hay invento más maravilloso, más perfecto; no hay una expresión más clara de la inteligencia humana, que la escritura. Esto es en lo que creo, si es que me lo preguntan; y aunque por mi carácter sólo se me da practicar oficios discretos, silenciosos, apuesto por éstos que construyen escenarios para la escritura: los libros, las revistas, los muros, virtuales y reales… todos esos espacios que son además posibilidades que tanta falta nos hacen ahora, en este momento de la historia en que vamos andando por la noche de la humanidad.
C A B A LL E R Í A
CONTRASTE Y COMPLEMENTO TÍTULO: Armas y Letras. Revista
de literatura, arte y cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, núm. 90 AUTORES: Varios EDITA: UANL AÑO: 2015
Ll
evé conmigo la revista, como lo hago con el texto que esté leyendo en curso, a un sinnúmero de lugares intentando con ello empezar su lectura, hago hincapié en la palabra intento pues ni en el transporte público, sala de espera, cafetería o banca de parque tal cometido fue posible como con otros materiales de lectura en ocasiones anteriores. Algunas veces, durante la noche en la sala o en las visitas a la biblioteca logré esa primordial atención indivisible para explorar su contenido. Entiendo mejor ahora el origen de tal abstracción, inicié al azar y de ahí, lo siguiente: Chipuli interviene con un monstruo, la desidia devoradora. Como abrir una caja de pandora, se detuvo el tiempo, “Los ojos de la mora” parecían darle aún más poder… Era sólo el primer texto que leía de la edición 90 de Armas y Letras.
Inevitable fue luego la vinculación con otro desatino moderno, “la red de indiferencia general” que Coral Aguirre nos menciona en “Los pasos perdidos, los caminos soñados”. Un pasaje agudo que parte de la ciudad y la mujer como habitante de la misma, donde, a la vez, la autora va abarcando temas desde la seguridad personal hasta el uso y función del espacio público, pasando por conceptos más subjetivos como ciudadanía, confianza y comunidad. Sirva una modesta selección para demostrar la relevancia casi axiomática del texto:
[Con base en] Hacernos cargo de nuestros derechos con paciencia, con nuestros pasos yendo y viniendo, con la organización silenciosa de nuestros encuentros y nuestras tareas juntas… sin pausa, paso a paso, día a día, calle a calle, de esquina a esquina. En la plaza y en la feria, en el parque y en el zócalo, a la salida de la escuela y de regreso.
Habitar la ciudad soñada es cambiar lo que se ejerce en ella.
“¿Cómo escribir la Patria?” podría plantearse en relación a lo precedente pero es también donde hallamos a Rosetti, quien con una aportación de eje académico va revisando el quehacer literario de J.J. Fernández de Lizardi. Rosetti departe sobre la reflexión que a partir
[Pero necesita de] La transformación socialmente solidaria, dentro de una resistencia lúcidamente cotidiana, y que de algún modo es la de la mayoría.
[Puesto que] La falta de educación y el soslayo a nuestras responsabilidades éticas es el núcleo de nuestra orfandad.
C A B A LL E R Í A
de su obra genera en sus receptores así como la inevitable posibilidad de evolucionar a raíz de la misma. El autor ha erigido su escritura “entre la utopía y el desencanto”. Un ejemplo, no sin antes recordar que el periodo histórico de sus obras abarca de 1816 a 1822, Lizardi plantea una isla utópica cuyo sistema “cívico-político” dista mucho del de la capital mexicana: Existe un gobernador elegido por el pueblo, los horarios de trabajo se encuentran regulados, cada ciudadano se encuentra a gusto y participa activamente para que la regularidad subsista.
Marguerite Duras, imponente pero no exclusiva, nos da aún más a través de, en palabras de Vela, “las postales del alma”, de quienes nos comparten sus recuerdos y percepciones. En “De la página a la pantalla”, Sepúlveda relata: “fue un sábado por la tarde del verano de 1985, en la Alianza Francesa de la colonia María Luisa, cuando pude conocerle India Song… Un cine con absoluta seriedad y acaso, sin pensarlo, escribía en la pantalla para los que el escritor francés Stendhal denominó “The Happy Few’”. O volviendo a “El fluir de las imágenes”, de Vela: “una prosa instintiva —como ninguna otra— que tiene su propio ritmo sincopado, pero fluido como el rumor del mar”. “Escribirse” por José Luis Aguirre y la selección de “Esto es todo” por Mijares proporcionan una continuación ahora literaria. En el primero “Ella es la historia. Se mira a sí misma y se arranca una parte… Para, al final, decir que ella misma es literatura, pero sólo después de escribir, escribirse”. Posteriormente,
“varían las reflexiones, la espera, el elogio, las coincidencias, la rebelión de los pesares, la desazón, el deseo, la muerte.” Y cita: Ven a amarme. Ven. Ven a este papel blanco. Conmigo.
Bonitzer dice que Duras “es un escándalo”, pues entre otras cosas, “ha entrado en el cine cargada de elipses cada vez más insolentes, improbables, con imposibles acercamientos directos a un núcleo extático, hacia una evidencia oscura y cegadora”. En palabras de Fellous, de la conversación entre Duras y Godard “sólo quedaba su encuentro”, y lo vamos presenciando a medida que la lectura avanza: DURAS: Pero yo llamo “escrito” a todo: al libro que escribo y convierto en una especie de escrito en blanco, no puedo salirme de él o deshacerme de él. En él me pierdo.
La cronología y las aportaciones de los autores francófonos las otorga Miguel Covarrubias. Se destaca, mención intencionada de lo establecido en la reseña de Hernández acerca del trabajo de Covarrubias como editor, “el encomiable y arduo trabajo que amerita ser traductor... y los avatares que éste conlleva”, integrándose al total del espectro que teníamos con las postales anteriores. Citando este mismo volumen de Covarrubias, Podría dejarlo todo al azar, “Estoy convencido de que no sólo de pan vive el hombre. También mucho le conviene la poesía porque ésta le ayuda a vivir con plenitud”, sosteniendo con ello las aportacio-
nes de Collado, Marsman —traducido por Osvaldo Rocha—y Zambrano, señalando de lo que nace: “Luego se averigua con aquello del destino.” La obra plástica de Alberto Cavazos desafía, particularmente las versiones a color, en la adaptación que se hizo luego en el diseño parece no causarles daño alguno. El trabajo de Griselda Villegas aparece también pero en menor frecuencia, no con ello demeritando su importancia. La amalgama entre los compañeros de página agrega valor sin resultar invasivo, exagerado o competitivo. Albert Caraco vive a través del análisis que ofrece Villareal. Comprender el panorama de la existencia humana en conjunto con el ambiente circundante que generó tales consecuencias decanta en un reto. Sí, su “desbordante pesimismo nos arroja, como a su versión de la naturaleza humana, en la oscuridad de sus letras, en un vacío negro lleno de soledad, dolor y hastío reflejado en sus ensayos”. Claro, se obtiene una lección, a la par de un ejercicio empático, una confronta... una provocación de naturaleza atemporal e intolerante hacia el letargo. Cita: Nuestras revoluciones son puramente verbales y cambiamos las palabras para darnos la ilusión de estar reformando las cosas, tenemos miedo de todo y de nosotros mismos, encontramos la manera de eliminar la audacia yendo más allá de la audacia y tener ocupada la locura exagerando la locura.
En “Vargas Llosa o el nuevo Rodó”, Aguilar construye un puente para mostrar las similitudes entre ambos intelectuales. “Los dos están en contra de la ignorancia, de los hombres
CONFRONTACIÓN / ACUARELA Y TINTA SOBRE PAPEL / 2014 / DUOTONO
C A B A LL E R Í A
que han provocado ésta y lucharon contra la ultra especialización de las disciplinas que encasillan al estudiante”. En respeto a la vigencia de sus posturas y contextos, esto va más como ejercicio de apreciación que de sobreimposición que pareciera implicar su título. Redondean la caballería: Alvarado con quién compartimos “este juego mortal”, que es “la lectura del poema pues se vive en el instante suspendido, en el aire de nuestra propia respiración...” refiriéndose al trabajo de Ferreira Gullar. Flores en su recomendación de La más densa niebla, afirma que gracias a las nuevas versiones que realiza Toño Malpica de los cuentos clásicos de Hans Christian Andersen, se crea la compañía ideal para lectores de procedencias y edades varias. Vázquez comenta sobre “una prosa limpia y agradable” en El corto verano del cu-
ervo y otros ensayos, donde la estampa de Ramón López Castro “siempre provoca y a través de ella, se traza una ruta”. Lo diario más palpable es revelado por Jacobs, Chimal, Parra y Kaput. A los primeros dos la creatividad les encuentra trabajando, llámese trabajo a hacer conciencia de acciones sintomáticas o lavar platos. En Letras al margen, La mano siniestra de José Clemente Orozco, se invita a conseguir este libro de Ernesto Lumbreras, al ser bajo la premisa de Parra, una animada platica con un hombre culto que nos nutre con sus conocimientos, sin resultar pretencioso. Por último, se cierra esta familiaridad con la única entrevista del ejemplar. Kaput nos transmite a través de su redacción que hemos irrumpido en la cocina donde tiene lugar la breve pero profunda charla con Coral Aguirre.
Ella, a su vez, vuelve a despejar la niebla: Tenés que saber. Tenés que tener conciencia. Y eso define toda una vida. Hay que tener memoria, hay que tener responsabilidad ética... Nunca más, que no suceda nunca más…
En tiempos donde, citando a Pascal Quignard, el silencio es el vértigo moderno, podría afirmarse que casi pasa lo mismo con la atención. Agradezco que esta revista, apoyada de manera absoluta por el equipo que la forma, sirva de balanza para nivelar el aturdimiento. Un meritorio nivel de detalle y la delicadeza en su conjunto, continuan enalteciendo su propopsito sin exepción. Alejandra Juárez
C A B A LL E R Í A
TÍTULO: Colección Ínsula.
Cuadernos de escritura de Armas y Letras. Revista de literatura, arte y cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Títulos I-XII AUTORES: I, Bárbara Jacobs; II, Víctor Barrera Enderle; III, Françoise Roy; IV, Ricardo Cuadros; V, Sergio Loo; VI, José Luis Solís; VII, Eduardo Zambrano; VIII, Odette Alonso; IX, Vidal Medina; X, Alberto Chimal; XI, Paulino Ordóñez; XII, Pedro de isla. EDITA: UANL AÑO: 2014 y 2015
ÍNSULAS DE ARMAS TOMAR
C
omo un mazo de naipes, barajo una y otra vez los doce libros de la colección Ínsula, estos cuadernos de escritura que ha publicado la revista Armas y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León para conmemorar su 70 aniversario. Como las piezas de un rompecabezas, los acomodo en orden y luego rompo la formación para elegir uno. Al azar, pienso mientras la mano se desliza sobre ellos. El primero —no puedo, ni quiero, evitarlo— es Postales desde mi cabeza, de Sergio Loo. En él, el hablante poético, atacado por la enfermedad y la desazón, describe, para “la gente que quedó atrás”, una Barcelona deslumbrante y hostil. Leído ahora, pareciera que Sergio nos hablara desde ese otro lugar al que se fue hace dos años y, de pronto, de entre los versos brota una ínfima y engañosa sensación de que sólo estuviera en esa otra tierra desde donde llegaran sus postales. Después, los afectos vuelven
a imponerse y tomo otros tres cuadernillos: el primero, Tutti quanti, donde Françoise Roy mezcla prosa y verso en un libro que trasciende la simple clasificación de poemario, que transita hacia otros géneros y donde cuestiona la condición humana e incluso la divina, cuando afirma que “Dios ha hecho votos de silencio”; el segundo, aquel que reúne un par de cuentos de Pedro de Isla, en uno de los cuales María Asunción, harta de su vida miserable, lanza el azadón contra una piedra que, al fragmentarse, deja ver la imagen luminosa de la Virgen María, cuya aparición, junto a buen despliegue de lo que ahora llamamos marketing, acabará cambiándole la fortuna a todo el pueblo. En tercer lugar, Las ciudades latinas d e A l b e r t o C h i m a l , esa mirada trascendental al mundo conocido por medio de la descripción —a modo de divertimento—, de una serie de ciudades desconocidas, cuyos nombres son únicamente cada
una de las letras del alfabeto latino. Estas ciudades son buscadas por Horacio Kustos, explorador “interesado en hallar y documentar lo extraño, lo raro, lo inusitado”, a partir de una única pista: las muy notas lacónicas, que parecen escritas por un aforista, encontradas por el viajero en Internet. Sus anfitriones —habitantes de un pueblo que se llama Coma y colinda con otro pueblo que se llama Punto— le preguntan asombrados: “¿Internet es un lugar?” y piden que les cuente más sobre tan fabuloso sitio. Dos ensayos, que son los primeros títulos de la colección, integran esta primera docena. Bárbara Jacobs cuenta —y revisa— en Hacia el valle del sueño la historia de la historia que es a su vez contada en su novela Las hojas muertas, e incluye fragmentos de varias de sus obras en este texto, que fuera originalmente una conferencia dictada en el City College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, mientras que Víctor Barrera
C A B A LL E R Í A
Enderle, el otro ensayista, diserta y argumenta acerca de Fray Servando Teresa de Mier como primer autor de las letras regiomontanas. También la dramaturgia ha encontrado lugar entre los cuadernos de Ínsula. Dos problemas acuciantes de la frontera norte ocupan la atención de José Luis Solís en los guiones de El hombre bueno y Endless balero: la sequía en las zonas desérticas y la migración ilegal hacia Estados Unidos; mientras que en el monólogo Exposición de una larva, de Vidal Medina, el personaje emplaza a los espectadores desde su condición de gusano, que es resultado de un experimento que pretende extinguir, o al menos transformar en otra especie, a todos los integrantes de esta humanidad que ha perdido la ternura.
Otros libros se unen al conjunto: los delicados y luminosos haikús agrupados bajo el título Un puñado de sol, de Eduardo Zambrano; el magnífico Artis, de Ricardo Cuadros, poemario en prosa acerca de la poesía como acto de fe y de creación, como advocación de la vida y de la muerte, y también como traición; y el cuento La novia y sus amigas, de Paulino Ordóñez, en el cual la observación de la foto de una boda es el mejor pretexto para describir la vida de seis amigas, con sus dobleces e hipocresía y, a través de ellos, hacer un retrato también de toda una clase social. Al final de la tirada de este dominó, de este puñado de runas que son ínsulas, queda mi libro: Bailando a oscuras, ese cuaderno del amor y el desamor que también
—por qué no— les recomiendo. Jessica Nieto, coordinadora de esta colección, explica en su introducción que estos cuadernos han sido concebidos como “libros de bolsillo, de corte literario, breves en su extensión, que conforman un panorama actual de escrituras de autores y autoras en lengua hispana”. Recuerdo entonces que los pobladores de Coma le dicen a Kustos: “Éste es el país de la escritura humana” y me atrevo a decir que, como las Ciudades Latinas, así son estas Ínsulas de Armas y Letras: pequeños países que dan cuenta de un mapa escritural, de este fragmento representativo de la literatura contemporánea en español. Odette Alonso
Memorias de Adrián TÍTULO: Memorias de Adrián AUTOR: Alfonso Elizondo EDITA: Editorial Sesgo AÑO: 2015
“…l
os barrios urbanos donde vivía ya no existen, los grandiosos espacios rurales que frecuentaba se han poblado y sólo me ha quedado la inmensa alegría que generan en mi espíritu el universo privado e infinito de mis sueños…”, dice Alfonso Elizondo al inicio de su libro Memorias de Adrián. Son textos construidos en el deambular por los días, entre las
DE ALFONSO ELIZONDO redes de la imaginación, concitada para iniciar así la obra literaria. Ubicado al oriente de Monterrey en la década de los años 40, Adrián cruza por aquellos barrios que serían recuerdo inextinguible de su niñez y su adolescencia, sostenido en el transcurrir de un mundo rural que recién llegaba a la ciudad para afrontar nuevos desafíos sociales. Un mundo de carencias en una entonces ciudad
adolescente, como la llamara José Alvarado, que recibió quizás como ninguna otra ciudad mexicana la influencia de Norteamérica. Nacido en el seno de una familia de clase media, recibe las primeras letras en un colegio liberal, lo que ayudó notablemente a su formación. Ama la filosofía, la literatura, que apuró a grandes dosis desde la temprana juventud. Ingresa a las aulas universitarias:
C A B A LL E R Í A
primero al bachillerato y después en Filosofía y Letras, que abandona para ingresar a Ciencias Químicas. Asiduo asistente a la entonces recién creada Biblioteca “Alfonso Reyes”, conoce y se relaciona con otros jóvenes cuya pasión por la literatura y el arte los hacía confrontar sus ideas y crecer así en las lecturas y la discusión apasionada de los nuevos libros: En esos años se consolidó la Escuela de Verano, se habilitó el Aula Magna del Colegio Civil como espacio público para la ópera y el teatro, se creó el semanario Vida Universitaria, se financiaron dos publicaciones literarias autónomas llamadas Kátharsis y Apolodionis y surgió un organismo de crítica cinematográfica con sala de exhibición encabezado por el joven cinéfilo Roberto Escamilla, quien logró traer a Monterrey a la figura del cine de habla hispana más importante de esa época: el gran director español Luis Buñuel, quien había construido el momento más hermoso del cine mexicano en toda su historia. (“Las artes en Monterrey 50–60”, p. 33).
Asiste al accionar de aquel grupo de universitarios de ideas liberales y de izquierda, — algunos de ellos fueron sus maestros—, que bajo la guía y la visión de Raúl Rangel Frías, construyeron el andamiaje filosófico, científico y artístico sobre el que creció una nueva Universidad de Nuevo León, Casa de Estudios aletargada desde su inicio, en 1933, por la somnolencia del oscurantismo y los ecos porfirianos del Siglo XIX.
Poco a poco, Adrián aisla sus pensamientos, descubre las voces del paisaje que le rodea y construye con sus primeros alientos el camino que al crecer lo modificará y hará llegar hasta los litorales solitarios en donde se debaten la inteligencia y el sueño de la vida. Libro escrito con sobriedad y fácil acomodo en una síntesis expresiva, su orden nos describe primero la infancia en los barrios del oriente de la Calzada Madero, en donde el padre de Adrián tuvo un bazar. Después, el de La Montera, cercano al anterior, barrio de quienes soñaban con ser toreros y en donde Adrián descubre un diario deambular surrealista de oligofrénicos: personajes en los que la ternura deja su impronta de simpatía, donde hay notas de humor chispeante y una voz escondida entre las palabras que los retratan, a veces los estrujan, los redimen siempre, a pesar de las adversidades, las miserias y el abandono: El primer loco del desfile era “Cando”, una versión terrenal del semidiós olímpico Sísifo, quien durante el sol ardiente del mediodía caminaba danzando hacia el poniente de la ciudad con un costal vacío que llenaba con la basura que los vecinos del barrio habían depositado en recipientes metálicos afuera de sus casas. Al mismo tiempo se detenía a ejecutar bailes patéticos y cánticos guturales indescifrables frente a las casas, con el propósito de obtener algo de comer o unas cuantas monedas de cobre que le arrojaban al piso para que se fuera.
Con las primeras sombras de la tarde “Cando” regresaba hacia el Oriente de la ciudad con trote desgarbado y entre sonidos quejumbrosos mientras derramaba en la calle todas las piezas de basura que había recogido durante su gira del mediodía, hasta que se perdía entre las sombras y carrizales de la Acequia de los Indios donde tenía su guarida nocturna. (“El Barrio de La Montera”, p. 19).
En la última parte del texto, Elizondo habla de las regiones fronterizas de Tamaulipas que conoció de cerca: Difunto Ángel, El Quitrín, La Bandera, Guardados de Arriba y de Abajo, La Misión, Huerta del Aire, y de gentes e historias traspasadas de emoción, humor y tristeza; retratos insólitos y bien construidos: En pleno verano llegaba sonriendo y vociferando a la cantina más concurrida de Difunto Ángel este extraño personaje donde se mezclaban la demencia pura con la gracia de un comediante de la legua. Apenas vestía un calzoncillo corto de algodón de chillantes colores con un cinturón de explorador en el que ganchaba su cantimplora llena de tequila y unas botas de cuero color café con casquillo en las puntas, como las usadas por los exploradores. Su enorme barriga y sus piernas muy blancas y de un tinte rosado quedaban al descubierto mientras sostenía en sus manos una caja llena de cervezas y pequeños trozos de hielo. (“La Guajolota”, p.55).
C A B A LL E R Í A
Los cinco últimos relatos del libro hablan de personajes singulares que destacaron entre todos por su picardía, su humor y por los hechos notables en sus vidas: “El Chanate”, “El Pato Viejo”, “La Guajolota”, Chuy “El Enjabonado”, Tello Mantecón y “El Manchas”. De ellos, uno de los más interesantes es Tello Mantecón, conocido actor popular de carpa en
el Teatro México de Monterrey, de un ingenio que afloraba para estallar en la risa del auditorio con espontánea facilidad. Queda retratado para la historia en este bello pasaje. Memorias de Adrián de Alfonso Elizondo, nace a la luz pública por un autor que ha sabido entender el paso de la vida, ganar vuelo sereno y evocar sus recuerdos y su mundo.
Su aspiración, él lo ha dicho, es llegar al entendimiento con formas coloquiales y descriptivas, a una expresión literaria que propicie sin obstáculos lingüísticos la comunicación con los lectores. Creo que Alfonso Elizondo logra sus propósitos en este bello libro.
LECTURA Y FUTURO
II
incluso provocarlas. Un libro debía ser una herida permanente. Por eso consideraba que aquellos libros que dejaban a su lector igual que antes de leerlos eran libros fallidos. El texto de José Ángel tiene esa virtud de trastocar, despertar, conmover y mover a la reflexión a sus lectores. En Lectura y futuro, Leyva hace una suerte de cala en las dolencias sociales e individuales que trae aparejadas la ausencia del libro en nuestras vidas. Sabe que si bien la lectura no es una herramienta probada de “éxito” ni garantía de progreso y bienestar material, ni siquiera pasaporte al poder político, su carencia “sí es garantía de sometimiento, de pobreza, de marginación, de olvido, de ceguera, de debilidad crítica”. Con la afilada punta de un escalpelo, Leyva hace una breve incisión sobre el tema de la educación en el país: sus anquilosados programas, sus erróneos contenidos
I
E
n “Criticar al crítico” (1961), T. S. Eliot reconoce estar más interesado en lo que otros poetas han escrito sobre la poesía, que lo que han dicho sobre ella aquellos críticos que no son poetas. Algo parecido a eso nos sucede a muchos cuando oímos hablar sobre el tema de la lectura: preferimos siempre la reflexión de los lectores consuetudinarios que además son también escritores, por encima de la opinión de los estudiosos y los investigadores avocados a la cuestión. Lo que ocurre, tal vez, es que de los primeros uno recibe (y percibe), más que un diagnóstico o un análisis estadístico, el eco vivo de la emoción y la reflexión que dejó en ellos el libro, tal como si se tratara de los rastros de fuego que dejó el paso del amor por sus vidas.
José Ángel Leyva, que es ante todo un poeta y un avezado lector, ha escrito un libro sobre el acto de leer y sus consecuencias, Lectura y futuro. En él, a partir de la pregunta “¿Leer para qué?”, Leyva rechaza con fundado razonamiento la idea del lector hedonista y la lectura sólo como fuente de placer. José Ángel cree que la función del libro y la lectura no es otra que provocar un estado de crisis en el lector, es decir, provocar en él un estado de alerta que lo lleve a la duda y siembre de interrogantes su pensamiento. ¿Para qué se querría un libro que adormezca la conciencia de su lector? Ciorán se preguntaba al respecto si los libros servían para aprender en realidad; para eso, se respondía, bastaba con ir a clases. Creía, pues, que un libro debía ser un peligro, trastocar la vida del lector, hurgar en sus heridas o
Alfonso Reyes Martínez
TÍTULO: Lectura y futuro AUTOR: José Ángel Leyva EDITA: Fondo Editorial
Estado de México AÑO: 2015
C A B A LL E R Í A
utilitarios y pragmáticos, lejanos de toda consciencia social, indiferentes al otro, porque nada del otro importa al final de cuentas. En esta oscuridad ética y moral en la que se nos educa desde los primeros años, asuntos como la literatura, la filosofía, las humanidades, en general, y la poesía, en particular, son temas que, debido a su “inutilidad práctica”, hemos ido dejando de lado como sociedad, con las consecuencias que ello implica: ceguera moral, violencia, corrupción, devastación y depredación de recursos naturales; en suma, descomposición del tejido social. En medio de esas calamidades variopintas, Leyva percibe la pezuña del mal, el lado oscuro del poder, al cual todo ese caos beneficia de modo natural. En efecto, tal como apunta el autor, una sociedad sin libros y sin lectores afirma la supremacía de un conocimiento perverso, puesto al servicio del dominio y la enajenación, y limita, en consecuencia, el desarrollo de una sociedad crítica, consciente, reflexiva.
En un contexto así, la lectura resulta entonces un medio de disenso y transgresión contrario al sistema, porque lleva al lector de un estado pasivo a la toma de consciencia, a la puesta en duda de certezas dadas. Por eso, José Ángel ve en la lectura, más que un suave viaje en poltrona, un camino de exploración que lleva al lector al encuentro de la manzana prohibida, de “la manzana de la crisis” que un día nos arrojó de la inocencia. III Lectura y futuro es más que un texto bien intencionado a favor de los lectores; es ante todo un auto de fe de un poeta que ha explorado las verdades profundas de la condición humana a través de la vida, la poesía y los libros. Por eso, su mirada va más allá del entorno y las coordenadas sociales del tema. Así, desde la poesía y sus posibilidades de conocimiento, José Ángel explora aquí también las expresiones del sueño, la búsqueda de las vanguardias y la muerte de éstas,
las temáticas y el imaginario del Romanticismo del siglo XIX en el cual se fincaron no sólo las bases del resto de las vanguardias del siglo XX sino el corpus total de la sensibilidad y el arte de nuestros días. De ahí su afirmación de que el Romanticismo es, por excelencia, “la gran vanguardia”. Tiene razón: de la temática romántica, la tradición literaria ha desprendido, propagado y prolongado la figura del poeta como avatar de la libertad, una especie de Prometeo que alumbra con su antorcha la oscuridad de la caverna; la poesía también como revelación y conocimiento de otros mundos. Convencido de lo anterior, Leyva reivindica a lo largo de este libro el valor social de la poesía y la vigencia del espíritu romántico libertario: su herencia actual es la insumisión al poder y el sentido contestatario y subversivo que José Ángel atribuye a la lectura en el presente y de cara a los aspectos más siniestros y sombríos del porvenir. Félix Suárez
93 - 94 En nuestro siguiente número doble, una selección de la poesía de Rodrigo de Souza Leão, hasta ahora inédita en México, en traducción de José Luis Aguirre. Además, Fernando Alarriba escribe sobre el escritor sirio Mohamad Alaaedin Abdul Moula, refugiado en México a raíz del conflicto político en su país natal, y la represión que sufrió en respuesta por su oposición al régimen del presidente Bashar al-Ásad. Además de otros ensayos, crítica, columnas, reseñas y selección de poesía, el número estará acompañado por la obra de Damián Ontiveros.
AU TO R E S
AU TO R E S
(San Luis Potosí, 1981). Doctor en Estudios Hispánicos por Brown University y profesor investigador en la UASLP. Es autor de Los días con Mona (FETA, 2011) y coordinador de la antología El complot anticanónico. Ensayos sobre Rafael Bernal (FETA, 2015).
SUN XINTANG. Profesor de la Universidad de Lengua
(Monclova). Estudió Letras Españolas y Diplomado en Arte Dramático por la FFYL de la UANL. Ha publicado en diversas revistas y antologías. Como actriz y directora de teatro ha incursionado en la dramaturgia para niños y adultos.
JOSÉ ROBERTO MENDIRICHAGA
JOSERRA ORTIZ
ADRIANA PAOLA MEZA
(Monterrey). Coautora del libro Sangre de Diosa: greguerías sobre el ciclo menstrual (2015). Su obra ha aparecido en antologías editadas en España, Chile y República Dominicana. Ha impartido talleres de lectura y creación literaria.
y Cultura de Beijing y subdirector del Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina. Ha traducido de chino a español y de español a chino obras de diversos autores. (Monterrey, 1944). Cultiva el ensayo, la reseña y la biografía. Es autor de diez libros y profesor en la Universidad de Monterrey, donde imparte, entre otros, los cursos de literatura mexicana y literatura universal del siglo XIX. Es miembro del SNI de Conacyt, Nivel I.
ADRIANA CISNEROS GARZA
(Monterrey, 1982). Maestro en Literaturas Comparadas por la Universidad de Guadalajara y Doctor en Estudios Humanísticos por el ITESM. Ha publicado artículos en numerosas revistas y antologías. RAFAEL GARCÍA
(Leópolis, Ucrania, 1937). Poeta, traductora, ensayista, crítica literaria y periodista cultural. Maestría en Letras Francesas en la Universidad de Varsovia. Ha traducido y publicado en Polonia a numerosos autores latinoamericanos del siglo XX. KRYSTYNA RODOWSKA
(Skierniewice, Polonia, 1941). Traductor e investigador. Estudió Filología Francesa en la Universidad de Varsovia y Filología Española e Hispanoamericana en la Universidad de La Habana (Cuba) así como estudios de posgrado en el Institut d’Études Hispaniques de La Sorbona. ZYGMUNT WOJSKI
(Hunan, China, 1953). Escritor y traductor. Entre sus numerosas obras de narrativa y ensayo destacan Pa pa pa y Diccionario de Maqiao. Ha merecido numerosos premios dentro y fuera de su país, como la Orden de las Artes y las Letras que otorga el gobierno de Francia. HAN SHAOGONG
HUGO VALDÉS (Monterrey, 1963). Narrador y ensayista.
Ha merecido importantes reconocimientos como el Certamen Nacional de Literatura Alfonso Reyes en 1994. Recientemente publicó la novela Breve teoría del pecado (2013) y el ensayo El dueño y el creador: un acercamiento al dédalo narrativo de Sergio Pitol (2014). (Monterrey, 1970). Estudiante del Doctorado en Filosofía con énfasis en Estudios de la Cultura, UANL. Colaboradora en distintas revistas de Literatura y Humanidades. Actualmente prepara su tesis doctoral en torno a la escritora María Luisa Garza, Loreley. NORA LIZET CASTILLO
(Colombia/México). Poeta, diseñador, artista visual. Ha publicado Papel espejo (2000/2012), y Poesía es la política del inconsciente (2013/2015), entre otros libros. Una muestra de su trabajo se encuentra en futuromoncada.com y colectivoesteticaunisex.com FUTURO F. MONCADA
Realizó estudios de Administración, Sociología, Educación y Arte. Ha sido alumno, maestro, investigador y funcionario en varias instituciones universitarias. Actualmente se dedica a la producción artística: escultura y bajorrelieves en metal y madera. BENITO ESTR ADA L AR A.
FORASTERO HDZ. Profesor universitario y productor
audiovisual. Ha publicado cuentos en antologías de la UANL, la revista Oficio y fanzines. Fundador de la editorial Los hedonistas cansados, donde ha dado espacio a autores emergentes ahora reconocidos.
AU TO R E S
(Monterrey, 1985). Pintor, muralista y caricaturista. Cuenta con diversas exposiciones individuales de pintura y dibujo y ha publicado los libros Creativerio (2013) y Silvestiario (2015). SILVESTRE MADERA
(1968). Ensayista, narrador y poeta. Ha colaborado en Tierra Adentro, Luvina, La Tempestad, La Palabra y el Hombre, autor de Puntos cardinales (2003) y Las influencias expuestas (2013). Sobrevive como traductor y corrector.
(Ciudad de México, 1947). Narradora y ensayista. Merecedora del Premio “Biblos” al Mérito 2013. Sus libros más recientes son Antología del caos al orden (Joaquín Mortiz/Planeta, 2013) y La Dueña del Hotel Poe (Ediciones ERA/UANL, 2014). BÁRBARA JACOBS
RAÚL OLVERA MIJARES
EDUARDO ANTONIO PARRA (León,
1965). Narrador y ensayista. Por el relato Nadie los vio salir ganó el Premio de Cuento Juan Rulfo 2000. Fue becario de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation en 2001. Su libro más reciente es Desterrados (2013).
PABLO ESPINOSA VERA. Es presidente y fundador del
Instituto de Semiótica y Cultura de Masas & Mass Communications. Entre sus libros destaca El semiófago/ Poesía semiótica dedicado a Octavio Paz. Fundador y director de Editorial Praxis, en México. Recibió el Premio Nacional de Literatura de Guatemala. Dirige la revista El Puro Cuento. Es autor de varios libros. CARLOS LÓPEZ.
(Monterrey, 1984). Estudiante del Doctorado en Filosofía de la Cultura, UANL. Ha sido maestro durante 9 años en los niveles de secundaria, preparatoria, licenciatura y maestría. Actualmente prepara su tesis doctoral en torno a Octavio Paz. EDG AR IBARR A Z AVAL A
IGNACIO GONZÁLEZ CABELLO (Monterrey, 1987). Editor,
corrector y branding. También es escritor y músico. Ha publicado poesía y ensayo en antologías y revistas digitales. RENATO TINAJERO (Ciudad Victoria, 1976). Es autor
de los libros Una habitación oscura (Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Tamaulipas, 1997), La leona (UANL, 2000) y Yorick (Diáfora/UANL, 2008). En 2012 fue becario del FONCA en la especialidad de Poesía. (1970). Escritor, practicante y estudioso de la escritura digital. CNN México incluyó su cuenta de Twitter en una lista de las 140 mejores del país. Mantiene el sitio web: www.lashistorias.com.mx ALBERTO CHIMAL
JESSICA NIETO (Monterrey, 1982). Editora, ensayista
y aspirante a calígrafa. Fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en 2010. Ha publicado el libro Metal de la voz. Ensayos en torno a la escritura literaria (Ediciones Intempestivas, 2011). (Monterrey, 1985). Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Regiomontana. Colabora en diferentes instituciones públicas y privadas en las áreas de Administración, Comunicación y Cultura.
ALEJANDRA JUÁREZ
(Santiago de Cuba, 1964). Es poeta y narradora. Entre sus obras más recientes se encuentra el libro de cuentos Hotel Pánico (Universidad Veracruzana, 2011) y el poemario Bailando a oscuras (UANL, 2015). ODETTE ALONSO
(Monterrey, 1943). Editor y Diseñador editorial. Fue fundador de la revista literaria Salamandra y director de Armas y Letras y Katharsis, entre otras publicaciones. En 2015 obtuvo el reconocimiento al Mérito Editorial que otorga la UANL. ALFONSO REYES MARTÍNEZ
(Estado de México, 1961). Poeta, ensayista y editor. Entre sus libros más recientes se encuentran El amor incluso (2011) y el libro de ensayos Enigma y profecía en la tradición de Occidente (2013). Es coordinador del Programa Editorial de la UAEM. FÉLIX SUÁREZ