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Editorial

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Hermosa infiel

Hermosa infiel

La Dirección General de Educación Superior para el Magisterio (Dgesum) puso en marcha la Red Nacional de Bibliotecas de las Escuelas Normales Públicas, con el objetivo de “generar estrategias para la vinculación de las bibliotecas de las escuelas normales públicas […] a fin de optimizar los recursos de infraestructura, materiales, financieros y humanos”, así como “proporcionar a la comunidad normalista (directivos, docentes, administrativos, estudiantes e investigadores) herramientas suficientes para responder a las necesidades de la Sociedad de la Información y el Conocimiento”. Un medio para lograr este cometido son las bibliotecas, por ello hay que fortalecerlas y considerarlas espacios de fomento a la lectura e investigación y de generación de conocimientos.

En el Estado de México, la red se conforma por 36 bibliotecas de las escuelas normales públicas, la Sala de Literatura Infantil y Juvenil “El cuaderno de Pancha”, de la Escuela Normal de Zumpango, y la Biblioteca Pedagógica del Estado de México. A partir de noviembre de 2019, la Dirección de Fortalecimiento Profesional, de la Dirección General de Educación Normal, coordina los proyectos de la red.

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Sin duda, 2020 ha sido un año de retos y desafíos para el sistema educativo, derivados por el coronavirus SARS-CoV-2. Sin embargo, el ambiente no ha sido excusa para que las bibliotecas sigan trabajando a distancia. Ahora más que nunca es crucial generar opciones de acercamiento de la cultura escrita a los docentes y estudiantes, debido a que las clases presenciales han estado en receso por más de siete meses. En tal contexto, la investigación y el aprendizaje autónomos adquieren mayor fuerza.

El número 90 de la revista electrónica Magisterio incluye las reflexiones de los profesores normalistas que se desempeñan como promotores de la lectura desde diferentes funciones. Ellos comparten sugerencias y vivencias para fortalecer la competencia lectora.

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