ESPECIAL
En el 2021, Multimax lanzó su programa ‘Libros por Panamá’ para ayudar a las familias de escasos recursos a adquirir libros de texto.
“En Multimax, con nuestros programas de RSE buscamos ser un canal facilitador para que gente ayude a gente, apoyando desinteresadamente a la sociedad panameña, con el fin de que la brecha social disminuya. Nuestros proyectos alcanzan a los más necesitados durante todo el año, siempre tratando de salvaguardar la dignidad humana”. Multimax cuenta con su proyecto insignia denominado “Déjala ir”, en el cual a través de buzones estratégicamente ubicados, las personas pueden depositar ropa usada, limpia y en buen estado, que luego es distribuida en regiones de extrema necesidad. “Ha sido un programa espectacular que, en los últimos cinco años, ha entregado ropa para varios miles de personas en distintos programas de beneficencia en todo el país”.
Libros por Panamá
MULTIMAX
Por un mejor Panamá La compañía y sus colaboradores trabajan por su comunidad, con el objetivo de dejar un mejor país a las nuevas generaciones.
54 | VIDA Y ÉXITO
E
xisten muchas maneras de contribuir con la sociedad, lo importante es hacerlo de forma creativa en virtud de crear un cambio o brindar una solución sostenible. Así lo asegura Daniel Bettsack, presidente de la firma panameña Multimax, quien afirma que las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) utilizadas de manera adecuada representan un vehículo para sensibilizar, educar, crear valor y fortalecer la sociedad, ya sea en el espectro político, ambiental, cultural o económico.
En el 2021, Multimax lanzó su programa “Libros por Panamá”, que busca ayudar a las familias de todo el país con necesidad de recursos a adquirir libros de texto, logrando promover el intercambio de libros. “‘Libros por Panamá’ nace de escuchar a los padres en las redes quejándose de la compra de libros en momentos de penuria, instantes en que 200.000 personas carecen de trabajo y necesitan de ayuda solidaria. A la vez, existen miles de personas que tenían dichos libros y, una vez concluidas las clases, necesitaban disponer de ellos de manera responsable y evitar que, en muchos casos, terminan en la basura. La idea era propiciar un intercambio gratuito de libros y la respuesta fue espectacular. Gracias a la campaña, miles de personas se acercaron a dejar libros. También podían llevarse o traer los que quisieran. Era un ambiente sin presiones. Creo que hicimos una diferencia”, explica Bettsack.