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Luis de Carvajal, EL HOMBRE // Óscar Tamez Rodríguez
El 30 de mayo de 1579 es la fecha oficial en que nace la provincia ubicada al noreste del virreinato de la Nueva España conocida como NuevoReino de León, una efeméride que debiera estar en el calendario cívico del Estado de Nuevo León, de las organizaciones de historiadores y cronistas y en las agendas cívico escolares como fecha emblemática.
La persona que imaginó la grandeza de esta tierra del actual noreste mexicano fue el explorador portugués Luis de Carvajal de la Cueva, quien arriba a la Nueva España apenas unas décadas después de haber sido conquistada por los españoles, vaya, la oportunidad de consolidar una nueva provincia en la colonia virreinal derivaba precisamente de que la monarquía española estaba en una etapa expansionista en el nuevo continente.
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Carvajal llega a la Nueva España en el año de 1567, según se desprende de sus declaraciones ante el “Tribunal del Santo Oficio y la Inquisición”. (González, 2017. pág. 19).
De acuerdo a Carlos González (2017) en el libro Poderoso señor capitán Don Luis de Carvajal y de la Cueva, el explorador nace en el año de 1539 en Mogadouro, Portugal; lo cual implica que tenía apenas 28 años cuando arribó a América. Para entonces era casado con “doña Guiomar de Rivera en la ciudad de Sevilla” (Ídem. pág. 12), el mismo año en que arriba a nuestro continente.
Los datos previos ofrecen una amplia información que contribuye a dilucidar la personalidad del portugués conquistador.
Al llegar al Nuevo Mundo se encontraba en plena edad productiva, cargado de ambiciones pues para ese entonces, había vivido en Benavente, España de donde aprendió los modales de los nobles de su época, tal como lo establece Samuel Temkin (2017) en el libro Luis de Carvajal de la Cueva, los principios del Nuevo Reino de León, además de haber representado al rey de Portugal en la isla Cabo Verde.
También es de destacar que recién casado, en “plena luna de miel” decide separarse de doña Guiomar Rivera para emprender su aventurera expedición al Nuevo Mundo. Este sólo elemento debe servir como indicador para entender que Carvajal no tenía amor por su esposa ni interés por la vida conyugal; sin dejar de lado que el matrimonio pudo haber sido arreglado, como también se estilaba en aquella época. Lo cierto es que según señala González (2017), no tuvo hijos con su esposa.
Otro aspecto poco conocido de don Luis de Carvajal es el asunto de sus apellidos. En aquella época el apellido materno era usado frecuentemente como primer apellido, situación que puede confundir al momento de estudiar biografías de la época. Es el caso de Luis de Carvajal quien era hijo de Gaspar de Carvajal, quien a su vez era hijo de Gutiérrez Vázquez de la Cueva [abuelo de Luis] y Francisca de Carvajal [abuela de Luis].
Inmediatamente se distingue que el padre de Luis, don Gaspar, lleva el apellido materno y no el ‘Vázquez’ del padre, aunque debemos puntualizar que el apellido materno del papá de Luis es ‘de la Cueva’. Tengamos presente este dato porque será útil párrafos más delante.
La madre de don Luis de Carvajal fue doña “Catalina de León” González (op. cit. pág. 11), aunque Temkin (2017. pág. 24) señala que el nombre de la mamá es Catarina, dato que, sin ser relevante, cobrará importancia más delante.
Así que el nombre real o al menos el que debió llevar según la usanza actual de nuestra época es el de Luis de Carvajal de León, el apellido del padre seguido por el de su madre, hijo de Gaspar de Carvajal y Catarina de León.
Según la usanza de la época y tomando el antecedente de su padre, don Luis, pudo bien haberse llamado Luis de León de Carvajal o haber llevado los apellidos de sus abuelos maternos que eran de León (por parte de su padre Antonio) o Núñez (por parte de su madre Francisca).
Sin embargo, lo conocemos como Luis de Carvajal de la Cueva, el primer apellido de su padre y el segundo apellido de su abuelo paterno. Las razones para estos cambios en sus apellidos no la conocemos, pero es un aspecto que de investigarse a fondo, puede contribuir a develar la personalidad o la forma de vida del fundador del Nuevo Reino de León.
Abundar en este aspecto no es trivial, es relevante para entender las motivaciones que llevan a un adulto joven, recién casado, a abandonar su forma de vida para lanzarse a la aventura expedicionaria.
Queda de manifiesto que se requiere un estudio genealógico y detallado de los hábitos de la época y en particular de la familia de don Luis para entender por qué el conquistador portugués se identificaba como Luis de Carvajal de la Cueva, además de un estudio toponímico para determinar si el nombre Nuevo Reino de León, está vinculado a una forma de preservar los orígenes y vínculos familiares o solamente a la geografía de León en España.
Lo antes no es descabellado señalarlo, según (Temkin, 2017), fue Luis de Carvajal quien nombró sitios emblemáticos del valle de Extremadura descubierto por él en la búsqueda de su ruta que comunicara a Mazapil con Pánuco. Entre los sitios nombrados por Carvajal se encuentran el cerro de la Silla, el río Santa Catarina y el cerro de la Mitra (Temkin, 2017).
Lo evidente es que Luis de Carvajal de la Cueva o Luis de Carvajal de León, era un hombre atrevido, inquieto y ambicioso, algo inestable en sus emociones, indispuesto a fijar raíces; decidido a todo y a dejar todo por emprender sus metas, misma ambición que fue su perdición, dicho sea de paso.
Antes de proseguir, con la recreación del perfil personal del fundador del Nuevo Reino de León, o lo que es igual, su primer Gobernador. Es oportuno señalar tres aspectos relevantes que influyen en la fundación de esta provincia de la actual geografía norestense de México.
Primero, el triunfo de los reyes católicos, Fernando e Isabel, sobre la invasión de los musulmanes en España. Segundo, el reforzamiento a la persecución de los judíos radicados en España por su preferencia religiosa. Tercero, el descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal Colón.
Los tres sucesos anteriores acontecidos el mismo año de 1492 y los tres determinantes en la vinculación de Carvajal con el Nuevo Reino de León.
Durante la conquista y colonización de los moros sobre España, hubo un sector o grupo poblacional en creciente en los territorios españoles. Este grupo es el de los judíos, quienes además de practicar su preferencia religiosa, poseían en alto número de ellos, gran riqueza patrimonial y financiera.
El empoderamiento de los reyes católicos tras la expulsión de los musulmanes y su cercanía con el Papa y la Fe católica, los llevó a endurecer las políticas contra la aceptación de los judíos radicados en suelo español.
Esta persecución implicaba que los judíos debían convertirse al catolicismo, practicar la fe cristiana y abandonar las prácticas judías, lo antes sin poder gozar de los mismos privilegios que los españoles considerados de abolengo o de raigambre étnico español.
Sin embargo, la conversión al cristianismo no era un salvoconducto para los judíos conversos. “Una fracción de ellos fue acusada, justa o injustamente, de seguir practicando el judaísmo, acusaciones que ayudaron a establecer la Inquisición española…”. (Temkin, op. cit. 35). Ser converso no era garantía de poder sortear la persecución que bajo la excusa religiosa tenía también sus tintes económicos y políticos.
Es el caso de la familia de don Luis; quien nace en Mogadouro, provincia de Braganza, límites de Portugal con España, quienes se desplazaron a ese país por el peligro que corrían los judíos y los criptojudíos i en los dominios de los reyes católicos. Al respecto, González (2017, pág. 11) señala “que el nacimiento de este personaje [Luis de Carvajal] en el lugar señalado fue accidental, ya que el resto de la familia Carvajal nació en Benavente, de la provincia de Zamora, Junta Castilla-León”.
Por su parte Temkin (2017, pág. 35) destaca que “la Inquisición española y la expulsión de los Judíos de España en 1492 jugaron un papel muy importante en impulsar familias enteras a irse a Portugal”.
El mismo González (2017, pág. 15) establece que “Luis de Carvajal pertenece a una generación de cristianos nuevos, acusado de ser seguidor de la Ley Mosaica”, que si bien el mismo autor señala que Carvajal nunca aceptó esta imputación ante el Tribunal, hay evidencias de que era miembro de esa generación de cristianos conversos o nuevos cristianos.
No hay duda que fue marcado por las circunstancias que rodearon su vida, A temprana edad —10 años dice Temkin (pág. 41) — quedó huérfano, su formación terminó al lado de su tío materno “Duarte de León” (Ibidem), de quien aprendió navegación y las negociaciones comerciales, según afirma González (2017).
Duarte de León fue a Benavente para llevarlo a Lisboa, sitio en el que permaneció tres meses; de ahí lo envió a Cabo Verde donde pasaría los siguientes 13 años de su vida. Durante esa etapa, el joven Carvajal forjaría sus habilidades, que serían útiles para cumplir su destino en la conformación del Nuevo Reino de León.
En su estancia de Cabo Verde, aprendió contabilidad y algo de formación militar, al grado que fue nombrado por el rey de Portugal su “tesorero de los derechos y haciendas de los difuntos que fallecieron en las islas de Santiago y Fogo en Cabo Verde y Guinea”. Temkin (2017, pág. 43).
Luego de Cabo Verde, regresa a Lisboa, de ahí a Sevilla donde se casa con la hija de Miguel Núñez y Blanca Rodríguez, doña Guiomar Núñez. De ahí emprendería su viaje hacia el Nuevo Mundo.
Para viajar al continente americano, debió mentir, adulterar documentos o lograr que alguien se hiciera de la vista gorda; las leyes del momento prohibían que cualquier “judío, moro o cristiano nuevo” Temkin (2017, pág. 46) viajara al Nuevo Mundo español, incluso había restricciones ii para los portugueses. Carvajal estaba impedido al menos por una de las restricciones, por no decir que por tres de ellas, así que debió viajar desde las Islas Canarias —ya desde entonces un paraíso para evadir las leyes—.
El Nuevo Mundo representó para Luis de Carvajal de la Cueva un espacio de desarrollo, de superación y donde sus ambiciones cobraron dimensiones muy elevadas.
Esas ambiciones le ocasionaron enemigos terribles, quienes disputaron con él el poder y la riqueza y que le llevaron a terminar su vida llena de acusaciones donde sus enemigos construyeron sobre su persona una verdad diferente a la que hoy conocemos gracias a la revisión histórica que nos ofrece Carlos González Rodríguez.
Lejos de ser una vida manchada por los fervores religiosos y anti judíos; es una historia de intrigas políticas, de manejos opacos en las esferas de gobierno iii y corrupción de funcionarios públicos. La vida de un hombre del poder que terminó aplastado por las mismas torceduras del poder.
Notas
[1] Son judíos conversos al catolicismo para cumplir con la ley impuesta, pero que en la intimidad de sus casas practicaban la religión judía. Generalmente a los hijos se les inculcaba la fe judía hasta alcanzar la edad para comprender, con lo que evitaban indiscreciones accidentales de los menores.
[2] Luis de Carvajal de la Cueva, aunque nunca lo confirmó, fue acusado de prácticas judaizantes, por lo que, conociendo sus antecedentes, es probable le hubieran negado el permiso de salida al Nuevo Mundo. Otra restricción es que de no ser reconocido como judío, sí era un cripto judío, además que probadamente nacido en Portugal, aunque sus padres fuesen españoles.
[3] El gobierno en ese entonces era representado verticalmente por el Rey Felipe II, y los virreyes con quienes debió interactuar Luis de Carvajal, que dicho sea, hubo los que fueron sus aliados como el Virrey Martín Enríquez y los que lo reprobaban como el VirreyÁlvaro Manrique.
Bibliografía
González Rodríguez, Carlos. Poderoso señor CapitánDon Luis de Carvajal y de la Cueva. UANL, 2017.Mty. Méx.
Temkin, Samuel. Luis de Carvajal de la Cueva,los principios del Nuevo Reino de León. FCPyRI,UANL. 2017. Mty. Méx