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FERNANDO BORQUEZ “Deberíamos estar reteniendo vientres”
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►Académico se refirió al riesgo de exportar vientres mientras cae la masa ganadera nacional.
El retroceso de la masa ganadera en Chile es una situación que preocupa a los productores de carne desde ya hace bastante tiempo. Desde Fedecarne, se ha asegurado que el rango potencial de producción del país podría llegar fácilmente a 10 millones de cabezas, aunque sectores más conservadores hablan de una capacidad de 6 a 7 millones de cabezas. En todo caso, cifras muy distantes a las que hoy se exhiben. Según los últimos datos de Odepa, Chile posee alrededor 2 millones 700 mil cabezas de ganado, una baja preocupante, porque una medición del año 2007, el INE establecía que la masa ganadera era de 3 millones 700 mil cabezas.
Algunas de las explicaciones apuntan a una pérdida de competitividad ante otros rubros, en un escenario donde el valor del suelo va al alza, convirtiéndose en una actividad con márgenes escasos en relación a otras actividades agrícolas que se desarrollan en el mismo territorio, principalmente frutales menores, hoy por hoy, la niña bonita de la producción agrícola nacional.
Este conocimiento es un paso importante, ya que “hemos bajado nuestra masa ganadera de manera dramática y hoy tenemos la misma población de vacunos que en 1954”, indicó el investigador y docente del departamento de producción animal de la facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Fernando Bórquez. Eso indicó, sumado a los nuevos negocios que han generado para la ganadería con la exportación de ganado en pie, ha ido disminuyendo aún más la población de bovinos. “Realmente existe una ventana para la exportación, porque Chile es un país muy sano, y tiene características naturales que son muy proclives para la ganadería. Tenemos condiciones naturales que nos permitirían tener el doble o triple de cabezas de vacuno y ser grandes exportadores pero hay cosas que no se han hecho bien”, destacó. Lo más importante, dijo es que a nivel de los productores, de acuerdo a un estudio reciente, “hay cerca de un 60 por ciento, que o no sabe leer, tienen enseñanza básica incompleta o terminada, tienen mayoritariamente sobre 40 años, no tienen internet, no llevan registro de muchas cosas, entre eso, lo económico. Entonces, es un sector bastante atrasado”.
A eso se suma la falta de incentivos para mantener la masa ganadera, un requerimiento constante de los productores. Para eso, Aprocarne ha realizado un trabajo conjunto con Odepa a fin de generar un diagnóstico de las condiciones generales de mercado ganadero a fin de lograr un producto financiero dedicado exclusivamente a mejorar la producción ganadera con tasas de créditos convenientes y a largo plazo, “que sea una herramienta que el productor tenga a la mano tanto para iniciar un negocio como para fortalecer la masa ganadera existente”, aunque aún no hay plazos concretos para contar con este instrumento.
“Estamos viviendo un momento bien positivo, que aparentemente es para quedarse. Con los buenos precios, debido a la disminución de animales que hay, la gente tienen dificultad para completar los animales que va a engordar. Recientemente se acaban de ir 5 mil terneras a China y yo lo encuentro espantoso, porque si a una ternera le proyectas 3 o 4 crías en su vida útil, estamos hablando de 20 mil nuevas cabezas menos. No es la gota que va a rebalsar el vaso, pero estamos en un periodo en que se deberían retener vientres”.
El también director de Aprocarne, indicó que como organización de productores, se ha propuesto hacer programas de fomento, a la usanza del banco ganadero que operaba a expensas de Corfo, años atrás. “Lo interesante es que no usabas plata sino que pagabas con animales. O sea, me entregaban una vaquilla preñada y después de x años, devolvías dos vaquillas preñadas”.
En su defecto, la necesidad apunta a establecer un sistema de crédito ganadero para quienes estén interesados en este rubro, para que así puedan invertir en el negocio. Faltan instrumentos de financiamiento de la banca, adaptados a los ciclos de producción agrícola, que son mucho más largos.
De lograrse sería una herramienta interesante para el productor y el sector ganadero en general, no sólo para los productores, sino para el resto de la cadena, ya que las ferias tendrían más animales que transar y las faenadoras más animales disponibles.