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Eficiencia para enfrentar el encaste
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Mario Briones Académico UdeC
►Como llegar al encaste en buenas condiciones en ganado de carne
El encaste representa el primer paso para lograr una buena producción de terneros en un ciclo productivo de un rebaño de cría de bovinos de carne. Es por lo tanto, importante que se realice en la mejor forma posible. Para fijar el momento del encaste es imprescindible conocer la cantidad de alimento que se tendrá durante la parición y lactancia, debido a que la etapa de lactancia es el momento de mayores requerimientos alimentarios de la hembra. “Las vacas tienen que estar programadas para parir cuando la pradera está por empezar a producir en su mejor forma, de tal forma que cuando los terneros están demandantes de leche la pradera esté al máximo y puedan aprovechar el mejor y más barato forraje que les pueda de dar el productor, el pasto”, destaca Mario Briones.
El encaste en los bovinos de carne es complejo porque hay que ser muy eficiente con los animales al momento de enfrentar un periodo que es corto, destacó. El año tiene 365 días y la vaca tiene un periodo de gestación de 285. “Si uno saca la cuenta, entre que la vaca pare y se vuelve a preñar, tienen que transcurrir aproximadamente 80 días. No hay más tiempo, porque si no se cubre y no se inicia la preñez dentro de esos 80 días, al año siguiente la vaca va a parir un poco más tarde y se va a desfasar del ciclo de producción de la pradera. Hay que restarle a eso aproximadamente 40 días, 55 días pueden ser también de puerperio, que es lo que la vaca demora en recuperarse del parto. O sea, no hay más de 40 días para preñar la vaca, lo que equivale a dos ciclos estrales. Si el productor no lograr cubrir a la vaca en estos dos ciclos lo hace, se va a alterar su calendario reproductivo, anulando la sincronización de la parición de las vacas con la producción forrajera. Para tener las mejores expectativas de éxito, hay una serie de preparaciones que deben prevenirse previo al encaste para aumentar la eficiencia. Entre estas, mantener una condición corporal razonable en las vacas entre2, 5 y 3 durante el invierno; luego del parto, aceptar una pérdida de no más demedio grado de condición corporal, paraqué no se afecte la reproducción, ya que pérdidas superiores a un grado, afectan la reproducción en el parto.
Si las vacas están delgadas, con una baja condición corporal al momento del parto y más aún, que vayan disminuyendo la condición corporal al momento en que van a parir”, destacó Briones. “La condición corporal es un indicador objetivo y visual del grado de reserva de los animales, pero es fundamental en las vacas, que determina que de acuerdo a la cantidad de grasa subcutánea se les pone un puntaje. Eso, es reflejo de las reservas corporales. Y cuando las vacas paren a inicios del invierno, hay poco forraje y comienzan a darle leche al ternero recurriendo a esas reservas corporales y adicionalmente necesitan esas reservas de energía para reiniciar la ciclicidad.
“Si paren en baja condición corporal, la baja de energía hace que no ciclen y en vez de 40 días de puerperio, el ciclo podría extenderse mucho más, y llegar a demorarse entre 80 y 90 días para reiniciar la ciclicidad”, explicó Briones. El efecto, es que no se van a preñar en ese ciclo, y muchas veces el productor las mantiene con el toro hasta que se preñen, lo que gatilla que se produzcan pariciones cada vez más tardías. El ideal de condición corporal al momento del parto a finales de invierno es 2,5 y con una programación de alimentación paraqué no sigan bajando.
Para esto, indicó, lo que hay que hacer es suplementar, y lo más recomendable es tomar precauciones en el invierno, porque es más caro energética y económicamente volver a ganar condición corporal en primavera que mantenerla en invierno, destacó. Otro problema que detecta el especialista es que muchas veces los productores extienden excesivamente el calendario de encaste, hasta 120 días. “Lo sano, es hacer un período de encaste de no más de 90 días, ojalá de 60 días. Eso significa que con un calendario de entre 60 y 90 días, siendo riguroso al eliminar a las vacas que no logra recuperarse ni se preñan dentro de este período, estas van a quedar secas y van a ir saliendo del rebaño. Pero si uno tiene un periodo largo, de 120 días, va a poder detectar a las vacas que se preñan tardíamente, pero no las va a eliminar, porque el criterio es eliminar a las vacas que no paren. Pero una de las recomendaciones claves en el manejo de bovinos de carne es manejar la temporada de encaste a un mínimo razonable de 60 días. Pero si un productor tiene una temporada de encaste de 120 días, es absolutamente desaconsejable que al año siguiente la realice a 60, porque le va a quedar la mitad de su rebaño seco. Lo que tiene que hacer es ir disminuyendo unos 15 días por año, para llegar a un encaste optimo de entre 60 y 90 días.
Los costos económicos son directos, indica. “Una vaca que no se preña y se deja hasta el otro año, perdió un ternero en su vida reproductiva. La mantención de la vaca se está pagando con menos terneros, lo que significa que cada ternero producido en el campo es más caro porque hay que mantener vacas que no producen”. Nuestros productores, otra cosa que son reacios a hacer es sacar costos en los bovinos de carne
Otro punto a considerar es la revisión post parto de la vaca, aproximadamente a los 4550 días, por palpación transrectal para determinar preventivamente si existen problemas que requieran tratamiento.
La relación toro vaca es otro de los puntales para un buen encaste. La tendencia en los rebaños de cría de bovinos de carne es utilizar toros de fertilidad no probada, por un tiempo demasiado largo y además en proporción inadecuada. 1 toro por 35 vacas si el terreno es muy grande, 1 toro por 45 si el terreno es más pequeño. También hay que considerar lo quebrado del terreno y lo extenso del potrero de montado. Si se usa el mismo toro del encaste anterior, debería ser revisado por palpación e idealmente con un análisis de semen, cada vez que se va a entrar a encaste.
Si se trata de muchos toros, hay que ser aún más cuidadoso, indicó el docente, ya que se establecen jerarquías de dominancia y los que montan son los toros más viejos, pero al correr del tiempo, los toros sufren degeneración testicular, normal con la edad pero incide en problemas reproductivos. Lo ideal, destacó, es que el toro no esté más de dos años en el rebaño, porque de lo contrario, comienza a montar hijas, y si es un solo toro, eso es inevitable.
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