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ECONOMÍA EN CONSTRUCCIÓN

Economía en DISCULPEN LAS molestias (RE)CONSTRUCCIÓN: El cambio climático fue el protagonista de 2019 y este año no ha sido la excepción, presente en conversaciones a todos los niveles: gobiernos, sector empresarial, organizaciones sin ánimo de lucro y, como hecho destacado, también entre la ciudadanía. L a celebración de la CoP 25 (Conference of Parties) en Madrid -y la cobertura mediática y de seguimiento por parte de la sociedad- nos permitió vivir de cerca el movimiento que generó un proceso de negociación internacional en acción climática y, por tanto lo sentimos como nuestro, pues queriendo o sin querer, fuimos parte de ello. El “súper año 2020”, era clave en la consolidación no solo de las negociaciones climáticas (en la CoP 26 de Glasgow) sino también para mejorar la conservación de la naturaleza (que tendría su broche de oro en la CoP 15 de China). Este año lo esperábamos con grandes expectativas y ganas de trabajar por impulsar de manera determinante la agenda ambiental; ya no había lugar a (más) discusión: no hay desarrollo económico y social sin poner el foco primero en los asuntos ambientales que, tal y como destacaba en enero el World Economic Forum, constituye los riesgos de mayor probabilidad de ocurrencia e impacto. Comenzaba la década de la resiliencia. Pero, como muchas veces pasa, “la vida es lo que ocurre mientras haces otros planes” y cuando estábamos en el mejor momento

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Por: Ana Herrero Hernández, directora del área ambiental de Forética. foretica@foretica.es

para actuar contra el cambio climático, la crisis sanitaria que estamos viviendo lo paralizó todo. El Covid-19 irrumpió sin avisar y sin contemplaciones. Y precisamente, por su cercanía y dureza, nos ha hecho entender de golpe el significado profundo y verdadero de lo que es un riesgo global, un riesgo no diversificarle, un fenómeno que no entiende de fronteras, la delgada línea en el paso de riesgo a emergencia, la necesidad de coordinación y colaboración de todos los países, así como de ambición y determinación particular de cada uno de ellos. Ello significa la urgencia -que ha de ser enfrentada aquí y ahora, sin otra alternativa- que no todo radica en ideología política, también es necesario tener a la ciencia como aliada – escuchando y aplicando sus alertas y recomendaciones. Es curioso, pero a muchos todo esto no les suena nuevo ¿estamos acaso hablando del cambio climático?

Sin duda alguna, la crisis climática y la sanitaria presentan innumerables similitudes, e incluso podremos decir, cuando superemos esta situación, que una de las pocas cosas buenas que nos habrá aportado el Coronavirus es que ha vuelto tangibles las implicaciones de los riesgos globales.

Sin duda, son las sutiles diferencias entre ambas crisis (a veces únicamente una cuestión de tiempo) las que ponen en peligro que mantengamos el nivel de ambición para la acción climática, que es no solo necesario sino al que previamente ya nos habíamos comprometido. Y es que el cambio climático, aunque no lo veamos de manera directa en nuestras calles y entorno, genera muertes humanas (según la Organización Mundial de la Salud, entre los años 2030 y 2050 habrán 250 mil muertes al año), incide en la seguridad de las cadenas de suministro globales, provoca desplazamientos sociales y agranda las desigualdades (la Organización Internacional para las Migraciones estima que para 2050 habrá entre 25 millones y 1 billón de personas desplazadas por razones ambientales) y pone en jaque la economía (según investigadores de la Universidad de Cambridge, el 7% del PIB mundial desaparecerá para 2100 como resultado de un modelo business as usual en las emisiones de carbono).

Y ahí está el quid de la cuestión: por suerte para nosotros y por desgracia para el planeta, el cambio climático incide en una escala de tiempo más amplia –de forma que no lleva a un colapso global aquí y ahora- y además las peores consecuencias están a cientos o miles de kilómetros de algunas personas. Está claro que los seres humanos estamos mejor preparados para protegernos a nosotros mismos, a los nuestros, que a otros –de otros tiempos y lugares. De ahí el famoso refrán “ojos que no ven, corazón que no siente”. Esto es en esencia el gran enemigo de la crisis climática –y principal diferencia con la crisis de la pandemia.

Pero, en este contexto, somos muchos los que sí queremos mirar al futuro y construir, trabajando hoy para cosechar mañana; los que pensamos en la “nueva normalidad” que hemos de restablecer después de que consigamos controlar la situación generada por el Coronavirus, y lo más importante, los que lo hacemos desde una aproximación de la sostenibilidad, como única forma de conseguir superar esta crisis sin empeorar otras. Cambios de la pandemia

La crisis del coronavirus está causando impactos en los mercados financieros más graves que los ocurridos en la crisis del 2008, por tanto, es fundamental el posterior proceso de recuperación económica. Serán necesarios muchos trade offs entre decisiones ambientales, sociales y económicas, tratando de llegar a las soluciones más beneficiosas a largo plazo. Mientras en este tipo de discusiones y reflexiones esté presente el enfoque de sostenibilidad, tendremos motivo de celebración.

La sostenibilidad será garantía de futuro (de hecho, no olvidemos que el propio concepto de sostenibilidad implica permanencia, futuro) igual que ha sido un escudo para las compañías en los desplomes de las bolsas mundiales durante esta crisis (en Europa, las compañías más sostenibles han caído un 4,8% menos que sus índices de referencia y en Estados Unidos un 2,5%).

Ahora que hemos de generar una “nueva normalidad”, recordemos que, aunque sea nueva, implica aquello que se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Y, como decíamos al principio, a comienzo de año ya teníamos unas “normas fijadas”, había unos compromisos: a nivel global los países habían asumido el nivel de ambición para no superar el aumento de temperatura por encima de 1,5°C a final de siglo; en Europa el New Green Deal marcaba una ambiciosa agenda por la sostenibilidad y en España, el gobierno asumía 30 compromisos en la declaración de emergencia climática. La situación ha cambiado, sí, y hemos de ser flexibles, pero solo en los plazos.

Desde Forética, en los próximos meses estaremos hablando de futuro, desarrollo y sostenibilidad con nuestras empresas en el marco de la iniciativa “Futuro de la sostenibilidad en las empresas: Resiliencia y ‘nueva normalidad’ Post COVID-19” y es que todo proceso de destrucción, una vez superado el duelo por la pérdida sufrida, ofrece oportunidad de la reconstrucción. Ha quedado claro que no podemos conformarnos con una simple reconstrucción, debemos aspirar a una reconstrucción mejor.

Como el ave Fénix -criatura de la mitología griega capaz de resurgir de sus cenizas y claro símbolo de resiliencia- tenemos la opción (casi la obligación) de renovar los sistemas y dar lugar a una economía más fuerte que garantice la salud y el bienestar a largo plazo de las personas, la creación de empleo y la lucha contra el cambio climático. Una sociedad más sostenible y resiliente

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Economía verde

La nueva normalidad tiene que mantener un nivel de compromiso y ambición como queda recogido en las medidas propuestas por António Guterres, Secretario general de las ONU, sobre la forma de plantear la recuperación. Hay que crear una economía verde con empresas y empleos que garanticen el desarrollo sostenible, invirtiendo en el futuro e incorporen en el sistema financiero riesgos y oportunidades climáticas.

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Ana

Es licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y ha cursado másteres en MBA y Gestión y Control Ambiental de la Empresa en el Instituto de Empresa y la Universidad Politécnica de Madrid. Desde enero de 2012 es directora de Proyectos y Servicios de Forética, ejecuta y supervisa proyectos, diagnósticos en materia de RSE, memorias de sostenibilidad y planes estratégicos.

Por: Gustavo Díaz,

Consejero Asesor de la Asociación de Industrias Maquiladoras y Manufactureras en México. jorge.montes@vtz.mx

S I T UA C I O N E S D E E M E R G E N C I A : PARA CARNADA PERFECTA phishing y ciberataques

¿QUÉ HACER PARA NO MORDER EL ANZUELO?

La cotidianeidad en el mundo ha dado un giro, con una población habida de internet por el confinamiento y el aumento del teletrabajo, los ciberataques son una realidad de la cual debe protegerse.

En este tiempo, en el que la población mundial permanece más expuesta al internet desde sus hogares, en modo teletrabajo, y está ávida de información sobre la pandemia mundial, las noticias falsas y rumores son la carnada perfecta para que los atacantes cibernéticos hagan más extensivas sus campañas maliciosas.

“Cuando un atacante cibernético desarrolla una campaña de phising o de ingeniería social busca algo que llame mucho la atención de la gente, que en este caso sería el coronavirus. Si a esto se le suma el deseo de las personas por saber más del tema, sin verificar que la información provenga de una fuente confiable, pues entonces la fórmula está hecha, y es cuando los ciudadanos muerden el anzuelo ante un ataque en Internet”, explicó Gustavo

Díaz, socio líder de ciberseguridad de consultoría para el Sector

Financiero en la Región Norte de Latinoamérica de EY.

En el contexto del coronavirus, los ciberataques siguen llegando por medios tradicionales, que pueden ser vía correo electrónico no deseado, dominios y software malignos, o redes sociales. “Dentro de las recomendaciones para no ser víctimas podemos citar algunas en las cuáles la mayoría tienen que ver con el autocuidado y sentido común. Por ejemplo, ¿es normal que mi jefe me escriba a esta hora?”, destaca Díaz.

Para el experto en ciberseguridad es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

A. Revisar siempre la fuente la información. Confiar únicamente en sitios oficiales.

B. E vitar a toda costa las fuentes de información que solicitan ingresar a un link o a una página específica, mucho menos si piden alguna información a cambio (datos personales, contraseñas o datos bancarios).

C. T ener un antivirus instalado y actualizado en el computador, celular o tablet. D. Revisar el remitente, normalmente los correos maliciosos vienen de remitentes similares a los ya conocidos.

E. E vitar abrir correos que obliguen a tomar una acción determinada en un corto período de tiempo.

F. E vitar a toda costa correos que a cambio de una información ofrezcan recompensa.

En la era digital, en el que los contenidos se viralizan tan rápido como la epidemia, es de vital importancia evitar replicar mensajes de dudosa procedencia. “Lo más importante es estar informado. Sin embargo, a pesar de que los gobiernos y las entidades autorizadas generen informes y hacen sus mejores esfuerzos para divulgar la información pertinente, la población general confía en otras fuentes no autorizadas que generan contenido a través de redes sociales, a partir de las cuales personas mal intencionadas toman ventaja y generan información no adecuada, parcializada y publican las famosas “fake news”

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En esta situación de pandemia el uso de internet se ha disparado, los riesgos de sufrir un ciberataque también por ello es importante cumplir con las recomendaciones brindadas en este artículo.

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Gustavo Díaz

Socio líder de ciberseguridad de consultoría para el Sector Financiero en la Región Norte de Latinoamérica de EY,una firma global experta en consultoría, auditoría, impuestos, transacciones y legal.

NUEVA REALIDAD:

teletrabajo Y HORARIO FLEXIBLE

La situación que vivimos hoy obligó a acelerar el proceso de transformación digital para muchas empresas, eso nos va llevado a estar viviendo en una realidad que en algunos sectores se veía muy lejana.

EnSegún la empresa de investigación Gartner un 74% de compañías que participaron en una encuesta sobre el teletrabajo realizada el pasado 30 de marzo, manifestó que mantendrá el “home office” para algunos de sus colaboradores, una valiosa oportunidad para aquellas tareas donde no se depende del espacio físico para realizar las labores.

“En realidad esta crisis vino a acelerar un proceso que ya era una realidad, desde hace varios años, cuando los millennials se incorporaron al mercado laboral los líderes de las empresas nos encontramos con nuevas y diferentes necesidades, motivaciones y expectativas en este grupo de colaboradores. Nos enfrentamos a solicitudes como “me gustaría pasar más tiempo con mi familia” o “no quiero perder tanto tiempo en trasladarme de mi casa a la oficina”, esto motivó a algunas empresas a diseñar programas de teletrabajo y flexibilidad de horario” asegura Marta Sigarán,

Gerente País CCK El Salvador.

Sin embargo, el confinamiento obligatorio generó una fuerte presión para, definitivamente, llevar estas prácticas a una gran cantidad de empresas que, por alguna razón, aún no habían implementado medidas en esta línea y que en la mayoría de los casos no estaban listas.

La clave para que el teletrabajo y los horarios flexibles funcionen, es contar con un plan estratégico de ejecución de los mismo, que permita a la empresa y a los colaboradores comprender completamente los retos y beneficios del proyecto.

El avance tecnológico y las herramientas de control actuales, también facilitan la implementación de este, un colaborador con su computadora portátil y su smartphone ya es un candidato para realizar su trabajo con esta modalidad. Que es el teletrabajo

El teletrabajo generalmente es conocido como el trabajo a distancia que realizan los colaboradores de una organización por medio del uso de las tecnologías de la información. En el contexto actual, miles de organizaciones a nivel mundial continuaron sus labores con sus colaboradores desde casa.

“A pesar de que fue una salida positiva dentro la pandemia, muchos colaboradores comenzaron a quejarse de síndrome de burn out o estar totalmente cansados, debido a que su esquema laboral pasó a no tener horarios a recibir solicitudes a altas horas de la noche o a saltarse tiempos de comida y recreación a los que estaban acostumbrados” Continua Marta Sigarán

Además, cabe destacar que en las organizaciones conviven diversas generaciones y para personas que tienen 20 años en una empresa, llegando a su lugar de trabajo a diario el tener un cambio tan brusco y además prolongado, puede generar rechazo inmediato. ¿Cómo convivir con el teletrabajo y la vida familiar?

El principal problema con el que se han encontrado las personas al desarrollar el teletrabajo, es que no cuentan necesariamente con un lugar en su hogar para trabajar de una manera cómoda y cumpliendo todos los requisitos de salud ocupacional, además, en el contexto que se vive, hay varias personas realizando trabajos desde casa, con sus hijos, niños y jóvenes estudiando también de manera remota, teniendo que compaginar los tiempos con las labores del hogar.

Debido a que la pandemia tomó por sorpresa a muchas de las empresas y sus colaboradores, el teletrabajo que siempre ha sido visto como un beneficio para ambos, llegó a verse incluso como una dinámica compleja para ejecutar en la práctica, con fallas tecnológicas, de logística, de organización de equipos, de registros de horas trabajadas, etc. Smartwork

Sin embargo, a pesar de que no todas las organizaciones y sus colaboradores están listos para el teletrabajo es una realidad inminente.

Con este escenario en mente, CCK empresa especializada en asesoría en comunicaciones y relaciones con los diferentes públicos de la organización, lanzó el concepto SmartWork, programa de trabajo flexible que ya tenía implementado en su propia operación y del cual han obtenido grandes beneficios tanto sus colaboradores, como la propia empresa. Con SmartWork las compañías cuentan con las herramientas necesarias para ofrecer teletrabajo y horarios flexibles de forma simultánea y, por otra parte, ofrece a los colaboradores bienestar y calidad de vida personal.

Este nuevo modelo, convierte al trabajador en un recurso de la empresa totalmente autónomo que gestiona su propio tiempo y lugar de trabajo, cuya vinculación con la empresa se limita a la consecución de los objetivos finales.

Todo debe ser evaluado y tener un control constante, por ello, el Smartwork debe contar con un software o herramienta tecnológica para el registro, administración y supervisión de las horas de trabajo de cada funcionario, lo que le facilita a la empresa analizar, distribuir y priorizar la dedicación de tiempo de los colaboradores en las distintas labores.

El programa permite:

El colaborador puede definir su lugar de trabajo y distribuir su horario de forma que pueda atender algunas responsabilidades personales y, al mismo tiempo, organizar su tiempo laboral para cumplir con los objetivos y requerimientos de la empresa.

La empresa puede tener un control sobre el rendimiento del colaborador sin contar con la presencia física de la persona en las instalaciones de la organización.

Es ta diseñado con base en la experiencia del propio programa que CCK impulsó hace 3 años para sus colaboradores y que cubre los requerimientos tecnológicos, operativos, legales, de recursos humanos y comunicación interna, esta última muy necesaria para incentivar su adopción voluntaria.

No todos los colaboradores se sienten cien por ciento cómodos al inicio con el Smartwork, ya que dependiendo de la generación a la que pertenezcan para muchas personas es vital salir a una oficina e interactuar con sus compañeros de trabajo, por ello este modelo es algo más que un teletrabajo, es una forma de ser flexibles y que la cantidad de horas que se hagan desde el hogar o los horarios que se seleccionen puedan ser adecuados a cada colaborador.

“Para tener un ejemplo real, en la oficina de CCK El Salvador, la asistente administrativa tardaba 2 horas desde su casa para llegar a la oficina y 2 horas de regreso, con un horario fijo de 7:00 a.m. a 4:00 p.m. lo que hacia que se levantara antes de las 4 de la mañana para ir a trabajar y regresara hasta pasadas las 6 de la tarde a su casa, pasaba de ser una jornada de 8 horas a una jornada de 12 horas fuera de casa, lo que es muy cansado para cualquier colaborador” Concluye Marta Sigarán

“El SmartWork me ha permitido tener horarios flexibles, cumpliendo con las horas laborales en el transcurso del día, esta autonomía hace mejorar mi eficiencia en el cumplimiento de tareas ya que puedo distribuir mi tiempo como mejor me convenga, además de reducir costos me permite disfrutar más con mi familia y atender situaciones emergentes en caso lo necesite”, indicó Kelly Hernández, Asistente Administrativo CCK El Salvador

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BENEFICIOS DE SMARTWORK

Empresa

• Herramientas pra administrar las hpras de trabajo de sus colaboradores. • Beneficio y condiciones favorables a sus colaboradores, lo que se traduce en mayor retención de talento. • Seguimiento de las labores que ejecuta cada colaborador en el día, semana y mes. • Análisis de eficiencias en el uso del tiempo y ejecución de tareas.

Colaborador

• Herrmamienta para definir su lugar y horario de trabajo. • Flexibilidad de horaria para atender temas personales. • Ahorros en tiempo y dinero en traslados a la oficina. • Responsabilidad por el uso del tiempo en cada una de sus tareas.

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