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MTRA. ATALA SOSA, apasionada por la educación

Por Arturo Padilla

Ser maestro es una oportunidad que la vida da pocas veces. Todos podemos enseñar (o aprender), y lo hacemos cada día, pero no cualquiera encuentra su llamado en esta profesión, y menos aún la cultiva por 37 años, luego de terminar estudios que nada tienen que ver con educación.

Tal es el caso de la Mtra. María Guadalupe Atala Sosa Hernández, egresada de la Licenciatura en Relaciones Comerciales de la UAG, maestra en Educación por la misma institución, y también exalumna de la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Ella ha sido profesora en el Decanato de Ciencias Sociales, Económico y Administrativas de la Autónoma de Guadalajara, e imparte la materia Inmersión a la Profesión y su Contexto a los Estudiantes de primer semestre de Comercio Internacional, y la materia Integrativa Mercadológica a los estudiantes de décimo cuatrimestre de la Licenciatura en Mercadotecnia y Relaciones Comerciales, entre otras asignaturas.

Sin embargo, su desarrollo profesional no se ha limitado a la docencia. Apasionada del comercio, las finanzas y otras materias vinculadas con la economía, presidió en 2011 la Asociación Mexicana de Ejecutivos en Comercio Exterior de Jalisco (AMECE), y trabajó como analista técnico especializado en la Secretaría de Economía del Gobierno Federal.

Entre otros logros, ha recibido premios para la UAG, dos Galardones de Exportación en la categoría de instituciones educativas, otorgados por el gobierno del Estado de Jalisco: uno en 1997 y otro en 2010. El Lic. Felipe Calderón entregó también el Premio

Nacional de Exportación, asimismo en la categoría de instituciones educativas, a ella y al rector de la UAG, Lic. Antonio Leaño Reyes.

A nivel personal, el COMCE de Occidente le otorgó la Medalla al Mérito en Comercio Exterior en 2005, y la AMECE (Asociación Mexicana de Ejecutivos en Comercio Exterior) le entregó el Premio al Ejecutivo del Año en Comercio Exterior, en la categoría Académico-Investigador, en 2009.

Esto le ha brindado una postura abierta en su visión de la vida, el trabajo y la educación. Opina que los profesores inspiradores son aquellos que despiertan en sus alumnos el deseo de aprender e investigar más allá de la clase y que, con su ejemplo de vida y congruencia, se convierten en modelos dignos de seguir.

“Comencé el 2 septiembre de 1985 en mi alma mater, y el día 19, un terremoto me detuvo por un corto tiempo, para retomar con mayor fuerza mi nueva vocación cuando volví a la escuela. Yo recomendaría a quienes lean esto que disfruten al máximo cada día y procuren apoyar a los demás”, dijo.

Compartió que los maestros no deben olvidar su vocación de servicio, que su misión es hacer que sus alumnos los superen y, una vez que logren, disfruten la satisfacción de verlos triunfar.

Nacida en jueves, el 10 de marzo de 1960, la Mtra. Atala Sosa fue hija única, por lo que desde niña hizo muchos amigos, que aún conserva, desde la primaria y secundaria. Tiene dos perros, que son sus fieles compañeros, y ama bailar, coleccionar muñecas, leer, los juegos de mesa, las películas de suspenso y la buena comida.

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