Cactus #31

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Doan Gratis Free

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Las nuevas series miran a la realidad Doan/Gratis Ocaña + Carmen Maria Machado + Abstracción en videojuegos + Anabel Colazo



Algunos lo sabéis, otros os enterais ahora, pero en Cactus estamos de celebración. Y no una celebración cualquiera, no. Con este número, tan combativo y pinchante como siempre, celebramos nuestros primeros cinco años de andadura. Y queremos dedicárselo a todos aquellos que lo hacen posible: a nuestros colaboradores, que nos dan textos estupendos en cada número; a todas aquellas empresas e instituciones que nos dan su confianza en cada número y que hacen posible que Cactus siga siendo lo que es: una revista cultural, en papel y gratuita. Y, por supuesto, a ti, lector. Que nos sigues dando fuerzas para hacer todo lo que viene en las páginas siguientes. Con el nuevo curso ha llegado también un nuevo diseño, trabajo de ese spin-off de Cactus que es Querida Duska, coronado con una portada ilustrada por Núria Tamarit, quien da color al artículo sobre protagonistas no convencionales que se salen de la norma en la televisión actual. Uno de los mejores ejemplos recientes es el de la serie Black Lighting, que cuenta con el personaje de Thunder, afroamericana, lesbiana e hija superpoderosa del protagonista. El fotógrafo portugués Valter Vinagre también se atreve a mostrar un tema tabú poco representado como es la prostitución de carretera. Hablamos con Daniel Muriel sobre su ensayo Identidad gamer. Videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea. Y es que los videojuegos pueden ser de estilos muy diversos. Algunos se atreven a huir del hiperrealismo y apuestan por la abstracción, abranzando el minimalismo absoluto. El cómic Röhner también se inspira, a su manera, en el estilo de la Bauhaus, gracias al diseño industrial, pero con un protagonista que sufre Asperger. La escritora americana de ascendencia cubana Carmen Maria Machado debuta con Su cuerpo y otras fiestas, un libro que explora las diferentes violencias en los cuerpos de las mujeres de una manera impactante e inventiva. Ahora que se cumplen 35 años de la muerte del artista sevillano Ocaña, una obra de teatro le recuerda y no hemos dudado en reivindica su figura. La artista japonesa Rokudenashiko también destaca por su capacidad de subversión; creó un kayak con la forma de su vagina y fue encarcelada por ello. Ahora cuenta su trayectoria en un manga. Sus compatriotas de Studio Ponoc están llamados a ser los herederos de Studio Ghibli aunque, con su nueva película, Mary y la flor de la bruja, vuelven a demostrar que siguen a la sombra de los creadores de Totoro y Mononoke.

Cactus #31 Septiembre/octubre 2018

Diseño Querida Duska,

Contacto info@revistacactus.com

Un proyecto de Sandro Gomato, Koldo Gutiérrez, Elizabeth Casillas

Imprime Another Press

Publicidad publicidad@revistacactus.com

Han colaborado en este número José Blázquez, Roberta Vázquez, María Sánchez, Francesc Miró, Yahvé M. de la Cavada, Ros Boisier, Ana Llurba, Eva Cid, Núria Tamarit, Rebeca Gracia Lara, Klari Moreno.

Depósito legal BI-669-2013

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@revistacactus Cactus no se hace necesariamente responsable de las opiniones de sus colaboradores, aunque les arropará con una mantita si algún día la necesitan. Ningún contenido de esta publicación puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso previo del editor. © de textos e imágenes: sus autores

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Quien con monstruos lucha...

Casado, herederos directos y ya sin complejos de la Una, Grande y Libre. Es precisamente en este último ejemplo de contienda entre dos nacionalismos donde se visualiza claramente, volviendo a la imagen con la que empezábamos, un conflicto enconado en el que las dos partes alimentan a sus enemigos o adversarios a fuerza de disputarles eso que creen tener, la razón.

Imaginémonos a dos personas que están de pie, agarradas por las manos, cada una de ellas tirando hacia sí misma con la misma o similar fuerza, tratando de vencer y tumbar a quien tiene enfrente. De esta imagen se deriva una fotografía universal entendida por todos y todas, que puede interpretarse como una contienda en la que está en juego, por ejemplo, la posesión de eso que llamamos la razón. “Tener la razón”…, habrá habido pocos conjuntos semántico-gramaticales tan devastadores como esta suma de verbo más artículo determinado más sustantivo, para la humanidad en su conjunto y en particular para cada uno de los individuos que solemos disputar –la razón– en cada uno de nuestros combates dialécticos. Tener la razón implica la mayor de las exclusiones; porque la razón solamente es una y además es indivisible; es decir, o la tengo yo o la tienes tú. Pensemos en que la mayoría de los conflictos enconados que hay repartidos por el planeta y en cada una de nuestras experiencias sociales proceden de la catástrofe a la que nos empuja este imperativo nefasto que consiste en tener la razón.

En la confrontación imaginada entre las dos personas que siguen enfrascadas en su perpetua lucha en un bucle infinito, la mayor de las paradojas reside en el hecho de que cualquiera de las partes solamente dispone de una manera de vencer a la otra, y es soltarla. Soltar a la otra persona da como resultado su caída automática, porque si dejas de ejercer fuerza de repente, es su propia fuerza la que hace que salga disparada hacia atrás y se caiga redonda. Visualmente hablando, para quien asiste a la contienda, en el estricto cuerpo a cuerpo, habría una victoria clara, pero desde el punto de vista de la ambición particular de los contendientes, la razón seguiría siendo esa idea inmaculada que sobrevuela el campo de batalla y que continúa huérfana de dueño. Porque lo que nos han enseñado desde nuestra cultura judeocristiana, es que la fe, antiguamente, y la razón, ahora, se ganan siempre por conquista y nunca por abandono.

Esta imagen es un patrón de fuerzas que siendo contrarias y buscando la destrucción mutua, se terminan complementando para lograr un fin indeseado por ambas partes, que es la permanencia y el equilibrio, y es una fotografía trágica que puede aplicarse a hechos sociales y políticos muy concretos, algunos acontecidos en estas últimas fechas. Un ejemplo fue cómo la huelga de taxistas de este verano disparó las descargas de las aplicaciones de Uber y Cabify, plataformas contra las que, paradójicamente, luchaba este colectivo de transporte. Otro caso paradigmático ha sido cómo ante el anuncio de la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, la presencia en el lugar de turistas morbosos y fascistas nostálgicos ha aumentado considerablemente. En lo concerniente al plano político, también podríamos hablar de cómo el intento independentista catalán está provocando, más allá de que los muchos nacionalistas españoles que hay hayan salido del armario y hayan exhibido multitud de banderas de España en las ventanas de sus ciudades, el rearmamento de un sentimiento todavía más centralista y jacobino del que ya había, con la irrupción de figuras políticas tan reaccionarias como lo son Albert Rivera y Pablo

Por si es necesario aclarar malentendidos, concluyo con que todo esto no es ni una apología de ninguna filosofía oriental que incita a una forma de estar en el mundo más contemplativa y menos combativa, ni tampoco una invitación a la rendición en cada uno de los conflictos en los que andamos metidos, es solamente una metáfora especulativa amparada por un ejercicio de física fundamental, y que se ha traído para que discernamos en qué lugar de fuerza ubicamos a nuestros enemigos cada vez que ponemos en juego eso de tener la razón. El ejemplo elegido sirve para advertirnos de que enfrentarnos a algo es una manera de legitimarlo, y que buena parte de que ese algo continúe vivo se alimenta en la misma lucha por combatirlo. Yo, por mi parte, en mi día a día, cada vez dejo caer a más gente. Les suele dejar perplejos, a esos terceros, desplomados en el suelo, magullados a causa de su propia fuerza, que yo haya renunciado a luchar contra ellos. Al fin y al cabo, tener la razón no es para tanto, enseguida te cansas una vez que la has conquistado y vas a por otra. Una y otra vez. Ya nos ocurre con ella algo parecido a lo que nos pasa con cualquier mercancía. JOSÉ BLÁZQUEZ

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Una voz

la nada que tener un lugar en medio al que sigue mucha gente o en una plaza del centro de cualquier ciudad donde muchos se encuentran, quedan, prestan atención. Todos tenemos voz, una voz propia y única. Una voz para contar nuestra historia. Cada día pienso más en esas voces que no suelen ocupar los espacios ni los medios, esas voces que no disponen de los altavoces que tienen las otras, a las que tenemos por comunes, mayoritarias, normales, importantes. Quizás por eso, aparezca en algunos sorpresa e inquietud cuando otras voces toman el lugar que siempre les correspondieron.

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1.

Últimamente hablo mucho sola. Me sorprendo contándome a mí misma cosas, detalles, conversaciones, tareas pendientes que tengo que hacer. También hablo mucho con calcetines, mi gato, mi compañero de casa. Hablo de nosotros, de nuestro día, de qué vamos a cocinar, o qué libro cogería él para leer. He llegado incluso a leerle algún tuit en voz alta, a enseñarle la pantalla del móvil mientras reía. También me he sorprendido hablándole a las plantas, quitándole las hojas secas, cambiándolas de tiestos, poniéndole los platitos, cantándoles tonterías mientras riego el patio. Y sí, también les hablo en voz alta a las cabras con las que trabajo. Esto no pasa tan a menudo porque no suelo estar sola cuando estoy con ellas, pero si no hay una palabra hablada, uso las manos. Pero no he sido consciente de que soy una mujer que habla sola en voz alta hasta que no oí a la escritora cubana Aída Falcón explicar por qué había escrito su libro, Mujeres que hablan solas. En uno de los ratos que ella hablaba sola por su casa, consigo misma, en voz alta, su hija apareció y le dijo riendo que dejara de hablar sola, que parecía que estaba loca. Aída no encontró mejor forma para contarle a su hija que escribir un libro, un libro lleno de mujeres, de todas las mujeres de su familia, con las que se había criado y con las que había compartido parte de su vida. Todas ellas tenían compartían un rasgo, todas ellas hablaban solas.

3. Hay una imagen que no se despega de mí desde que hace unos días, en una comida en un prado de Babia, mientras no dejaba de sonar el agua, y las niñas se turnaban para mecerse las unas a las otras en la hamaca, se comenzó a hablar de cazadores, guerrilleros, maquis, furtivos, pastores... hombres que se echaban al monte y vivían apartados, solos, que elegían, muchos de ellos por imposición, la intemperie y la soledad. No sé quién habló del fantasma que desde entonces me persigue, hay momentos que quizás dudo si lo oí de verdad o ha sido una invención mía, el resultado de algún detalle que tras días apareciendo y rondando por cuadernos e ideas ha terminado convirtiéndose en historia, en algo palpable y posible. Un cuerpo en un espacio reducido, en la montaña, entre rocas, durmiendo en la posibilidad de una grieta, de pie, cubierto de mantas, solo. Siempre descansaba de pie, no había lugar para la horizontalidad. Nada más saber de su historia, sin saber por qué, pensé en su voz. No me vino lo inhóspito de la situación, la soledad, o el frío. Solo imaginé nanas, murmullos, tonos con los que el fantasma se tejía a sí mismo para quedarse dormido entre montañas. Y de nuevo ese pellizco, esa pregunta inconsciente de querer saber si sigue retumbando entre los animales y rocas que habitan hoy el lugar, con fuerza, una voz sola, huérfana, lejana, quizás ronca, pero propia.

2. No sé qué cara pongo cuando leo o oigo a algún periodista decir o escribir eso de “dar voz”. Es una expresión horrible, pretenciosa, fuera de lugar. No sabía que el mundo estaba dividido entre los que tienen voz y la dan, y los que no la tienen y esperan que estos primeros se la den. Suele pasar, además, que la mayoría de los que “no tienen voz” y esperan a que vengan los otros a prestársela pertenecen a minorías, son de diferente clase social o género, o simplemente viven en los márgenes. Visto así, parece que este gesto se convierte en un favor, para mí, a veces se torna como si fuera algo caritativo. Pero claro, no es lo mismo hablar sola o en medio de

MARÍA SÁNCHEZ

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Ser y no ser

te hierva la sangre pensando que por qué no te dan ayudas a ti, y a otros sí. Por qué, por qué a ellos y a ti no, si lo necesitas igual, o más; sí, sí, seguro que más. Es pensar en lo que tenías, en las cosas que hacías hace años. Es pensártelo dos veces antes de tomar un café. Es enfadarte con alguien que te está atendiendo por cualquier tontería, reclamando de forma infantil un respeto que tú mismo no te tienes. Es inventarte una excusa para no ir a cenar con unos amigos porque necesitas ese dinero para llegar a fin de mes, y aún así tampoco tienes claro si no tendrás que volver a pedir prestado antes de eso. Es sentir envidia de un amigo, un familiar o un vecino y descubrirte fantaseando con que algo malo les ocurra. Y sentirte una basura por ello.

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Es despertarte por la mañana y quedarte unos minutos sin levantarte, pensando, o sin pensar. Es despertarte a mediodía sin saber muy bien por qué, o para qué, en otro día en el que la vida parece congelada. Es estar en la cama pensando «qué voy a hacer, qué voy a hacer». Es levantarte dolorido, preguntándote qué va a ser de ti si la cosa no cambia, preguntándote hasta cuándo resistirás con ese trabajo, o con esos trabajos, total, para vivir así. Es mirar a tu pareja y pensar que dependes de ella, y sentir cada día las pequeñas punzadas de vergüenza, vencido de intentarlo y refugiado en el humillante paraguas de que las cosas están como están. Es mirar a tu hija e intentar no pensar en qué va a ser de ella y qué oportunidades podrás darle. Es enfadarte con tu hijo cuando te pide algo que no te puedes permitir, deseando que te deje en paz de una vez. Es sentirte diminuto cuando tu vida palidece ante la de tu cuñado, o tu primo, o tu hermana. Es sentir agradecimiento hacia tu cuñado, o tu primo, o tu hermana, intentando no guardarles rencor por ello, porque sabes que no podrías sostenerte sin su ayuda. Es querer separarte de tu pareja y saber que no puedes permitírtelo, e incubar día a día un resentimiento que cada vez os hace la vida más insoportable. Es querer tener un hijo y saber que no puedes costear lo que implica, haciendo que tengas verdadero pánico a que un día ocurra sin querer. Es mirar las paredes de tu casa maldiciéndolas, diciendo sin pensarlo dos veces que preferirías vivir en la calle que seguir encadenado a un lugar que no puedes pagar y en el que ya tampoco quieres vivir.

Es tener miedo, mucho miedo. De que tu jefe te mire mal. De que te bajen las horas en el trabajo. De ver que este mes te han ingresado menos y no saber por qué. De denunciar un abuso o una situación irregular, porque necesitas ese trabajo. Del gobierno y sus leyes y sus nuevas normativas. De todos esos políticos que te robaron, de los que te roban y de los que te van a robar. De los que ganaron las elecciones. De los que dicen que las van a ganar. De la factura de la luz. De las cartas del banco. De las cuotas, las letras, los impuestos. De que te pillen porque esto o aquello lo has cobrado en negro. De la última fecha de pago. Del fin de mes y de primeros de mes, por motivos diferentes, pero parecidos. Es vivir con miedo a todo eso y a muchas más cosas. Es querer cambiar de vida, y no saber de qué manera. Es querer dejar de fumar, de beber o de lo que sea y pensar que para qué. Es dejar pasar tus días sin hacer nada, porque no puedes, no sabes, no quieres. Es pensar lo menos posible, ocupar tu cabeza con cualquier cosa que te vayan poniendo delante, para no pararte a pensar demasiado, ni demasiado a menudo.

Es estar enfadado, harto, con los nervios a flor de piel. Es querer romper cosas. Es sentir varias veces al día que no puedes más. Es querer pegar a este o aquel político cada vez que ves su ridícula cara en la televisión. Es pensar auténticas locuras que nunca harás, pero que harías, vaya si las harías. Es sentir cómo se te acelera el pulso cuando se acerca tu turno en la cola para conseguir un trabajo, una ayuda, un préstamo, que te fraccionen los impuestos. Es contener las ganas de llorar cuando se te estropea el coche, o cuando encuentras una multa en tu parabrisas. Es saber que estás a merced de muchas cosas que escapan a tu control. Es que

Es querer salir sin saber cómo. Es querer marcharte sin saber a dónde. YA H V É M . D E L A C AVA D A

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Una sección hecha por los editores de la revista y un invitado distinto cada número, totalmente subjetiva y que no atiende a razones temporales ni de género. Recomendaciones a gogó. Sólo buena mierda. Por E L I Z A B E T H C A S I L L A S

Un webcómic JOSELITO EL PECADOR

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Marta Altieri (2018) Joselito no deja de temblar. Literal. La imagen de Joselito vibra en cada viñeta, aunque no tengo muy claro si podemos hablar de viñetas. Joselito tiene todas las respuestas, necesita desaparecer, pasar desapercibido y mutar. Aunque quizás no merezca el esfuerzo, quizás mejor se mata. Spoiler: no se mata. Tiene una cita, con Wendy Carmen. Marta Altieri ha dibujado (y programado) un webcómic innovador e interactivo –banda sonora incluida–. La autora aprovecha todas las posibilidades del medio y un estilo aesthetic para narrar una historia rutinaria postadolescente que conquista por las formas. Por cierto, lo podéis leer gratis en la página de la autora: 137.rehab

Por K O L D O G U T I É R R E Z

Una radio online RADIOOOOO. COM

Una serie HERIDAS ABIERTAS Jean-Marc Vallée (HBO, 2018)

Este ambicioso proyecto lleva varios años activo, pero aún se encuentra en fase beta. Una genial radio online en cuya web podemos seleccionar cualquier país del mundo (¡cualquiera!) y elegir una década del siglo XX para escuchar música de esa región y época. Desde Argentina en 1900, pasando por Mongolia en 1920, Malasia en los 50 o Zambia en los 80. Por si no fuera suficiente, también existen lugares ficticios como 8 Bit Island (con música de videojuegos clásicos), Guilty Pleasure Island (poblada de “delicias inconfesables”) o Lazy Island (con temas relajantes para los más vagos). Todo ello con una preciosa e intuitiva interfaz, que denota que está creada por «un pequeño pero super motivado equipo de amantes de la música y diseñadores gráficos», como ellos mismos cuentan. ¡La alternativa perfecta a Spotify!

Con Big Little Lies descubrí a un hombre obsesionado con la música, incapaz de no integrarla en cada escena y con un gusto envidiable. En Café de Flore, una de sus primeras cintas, había hecho ya su declaración de intenciones y ahora en Heridas abiertas ha demostrado que no, que él no cambia así como así. Jean-Marc Vallée ha firmado una de las series del verano, basada en la novela homónima de Gillian Flynn –autora de otros best sellers como Perdida– y protagonizada por la brillante Amy Adams. Una historia oscura, donde nada es lo que parece, en la que la periodista Camille Parker debe volver a su ciudad natal para cubrir los asesinatos de dos adolescentes en extrañas (y macabras) situaciones. Un thriller sobre madres, hijas y traumas arrastrados. 10

Un libro REALISMO CAPITALISTA Mark Fisher (Caja Negra, 2017) El fallecido crítico cultural británico, autor de Lo raro y lo espeluznante, se sacó de la manga en 2009 un lúcido ensayo que reflexiona sobre la evolución del capitalismo hasta convertirse en lo que ya todos conocemos como neoliberalismo. Mediante certeros ejemplos de la vida diaria y la cultura popular, y partiendo de la máxima de que «es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo», Fisher desgrana la deriva sociopolítica de la última década. El autor aboga por una izquierda con ideas y valores propios, que no se limite a ser una simple respuesta o reacción a la derecha más agresiva. Pese a que su fecha de publicación original es previa al 15M y a Occupy Wall Street, y a la eclosión de las redes sociales, sus teorías siguen muy vigentes. Para nuestra desgracia.


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Por S A N D R O G O M A T O

Una película CUSTODIA COMPARTIDA Xavier Legrand (2017) No hay apenas un momento de sosiego para el espectador en este incomodísimo artefacto que comienza de forma tajante y directa, dejando claro con una brutal secuencia inicial qué es lo que podemos esperar de la próxima hora y media, y que llega al destino fijado de forma áspera y sin pegar volantazos. Probablemente la gran virtud de Legrand aquí es que ha comprendido que la raíz de la violencia machista pasa por el patriarcado y lo retrata con buena parte de su complejidad. Tensión a borbotones en lo que se ha catalogado ya como una película de terror moderna, aunque aquí el miedo se palpa como real y el malo no es un excéntrico psicópata con problemas mentales.

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Por D A N I E L M U R I E L

Una editorial REEDICIONES ANÓMALAS

Un cómic LA PEOR BANDA DEL MUNDO

Aunque más que como editorial, haya nacido como un proyecto colaborativo sin ánimo de lucro, lo cierto es que el legado de Reediciones Anómalas empieza a ser importante. Esta iniciativa surgió con el fin de recuperar obras perdidas, descatalogadas o inéditas aquí, siempre con un nexo temático en común: lo relacionado con el misterio, lo paranormal o la ufología. En su catálogo habitan ya obras de titanes del género como John Keel o Jacques Vallée, y acaban de superar un crowfunding para reeditar quizá la joya de la corona de los relatos sobre encuentros terroríficos con extraterrestres: Comunión, de Whitley Strieber.

José Carlos Fernandes (Astiberri, 2013-2014) Originalmente editados por Devir, Astiberri recupera en dos volúmenes la obra cumbre de José Carlos Fernandes. Es un cómic que se mueve entre el surrealismo, el realismo mágico y el tratado sociológico. Hilarante y delirante, sorprende cómo Fernandes, a través del absurdo y la creación de escenarios que parecen surgir de la imaginación cruzada de Kafka y Borges (las referencias explícitas abundan), dibuja una estampa tan certera como inquietante de la realidad. Perderse, entre otros, en el Quiosco de la Utopía, el Museo Nacional de lo Accesorio y de lo Irrelevante, o los Archivos de lo Prodigioso y lo Paranormal es al mismo tiempo un placer y toda una lección de lo social contemporáneo.

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Un videojuego D E A D LY PREMONITION: DIRECTOR’S CUT Hidetaka ‘Swery’ Suehiro (Rising Star, 2013) Estamos ante uno de los títulos más extraños de uno de los desarrolladores más peculiares de la historia reciente de los videojuegos. Esta revisión de la obra de ‘Swery’, muy fiel a la original, se caracteriza por envolver una historia estrambótica llena de personajes estrafalarios con unas mecánicas de juego torpes y a menudo mal ejecutadas. Sin embargo, a pesar de encontrarnos con una narrativa desastrosa, unos controles nefastos, y unas mecánicas absurdamente exasperantes, estamos ante una suma de imperfecciones que dan lugar a un producto único, absorbente y que roza la catalogación de obra maestra. Deadly Premonition es una versión lisérgica de Twin Peaks –cuya inspiración es innegable– hecha videojuego.

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Ruinas en el interior del bosque. A un costado de las carreteras secundarias, y entre las sombras movedizas de los árboles, aguardan los gestos penumbrosos de un eterno Portugal secreto. En él se vislumbra la imagen posible de los sueños prohibidos, el retrato huidizo del deseo incomprensible de la aventura rápida...

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TEXTO: ROS BOISIER I M A G E N : V A LT E R V I N A G R E

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ehículos de todo tipo circulan por estas carreteras en un ir y venir incesante, en un son reincidente y fugaz, testigos estrepitosos de aquello que se ha decidido invisibilizar durante décadas. Conductores que miran pero que ignoran lo evidente, que a veces cruzan el umbral hacia un paisaje agreste para ser partícipes del extraño pero íntimo mito de los bosques portugueses entre el Rio Miño y el Algarve. Son hombres seducidos por una travesura nada infantil donde la situación clandestina aumenta el deseo. Estos bosques son el refugio de lo enigmático y lo violento que nada tienen que ver con la concepción idílica de los parajes naturales, sino más bien con la construcción de un submundo a pie de carretera al que acude todo tipo de visitante. Se trata de una imagen recurrente como la evocación de una escena interminable, en lugares estratégicos con códigos populares, una trama para suplir las carencias, romper con lo rutinario o apaciguar el eco tembloroso que subyace en la piel del curioso que acude por primera vez. Imagen tan oportuna para algunos, tan inoportuna para otros, real pese a todo. En Posto de trabalho (XYZ Books, 2015), Valter Vinagre (Avelãs de Caminho, Portugal, 1954) traspasa la linde de lo superficial para adentrarse en una investigación de lo profundo con la sutileza que requiere abordar un tema tan maltratado como es la prostitución de carretera. Una propuesta

fotográfica cimentada en la evidencia, en los tiempos intermedios en que yacen solitarios los vestigios de las improvisadas edificaciones destinadas a la prestación lasciva. Imágenes suspendidas en una atmósfera tensa provocada por la incertidumbre de lo que pueda acontecer en estos escenarios ocupados, presencias ocultas de la memoria arraigada en el territorio, ojos vigilantes que en silencio resguardan sus intereses. Vinagre recorre estos parajes de Portugal de norte a sur durante tres años para conocer en primera persona las condiciones extremas a las que se exponen estas mujeres y sus clientes. El fotógrafo se aproxima a esta realidad como un testigo cauteloso que abandona el ámbito de lo público para perderse en la contemplación de lo efímero del refugio laboral y sus consecuencias más intensas. Elabora un discurso sobre la violencia social contemporánea que suele ser reconocida como un incuestionable legado histórico de la humanidad. Sin embargo, la violencia no debe ser entendida como connatural al ser humano ni mucho menos aceptada. El pulso de las fotografías de Valter Vinagre es semejante a la esencia de la espera, síntoma constante de la prostitución de carretera, señal de disponibilidad, indicio de precariedad. Las imágenes apelan a una reflexión propia de la indagación comprometida, se trata de superar el encanto de la propuesta estética y el asombro del motivo 12


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en página funciona como la insistente aparición de pequeños laberintos abiertos que convergen uno tras otro en un acto de eterno encadenamiento. La secuencia fotográfica es una metáfora de la espera, de la prolongación inacabada de una realidad tangible que requiere de nuevas lecturas que guiarán paulatinamente al lector hacia una interpelación personal que dejará más interrogantes que afirmaciones. ¿No es así como se gesta el pensamiento?

Mujeres icono de la espera. Mujeres solitarias en el purgatorio. Mujeres que tras la estela polvorienta de los automóviles ven pasar el tiempo, reconocen la imagen inminente y espeluznante de su destino: la ilegalidad, la invisibilidad, la indefensión. Mujeres extranjeras. Mujeres con nombres prestados que potencian fantasías, personajes de una representación bucólica basada en hechos reales. Mujeres que se exhiben. Mujeres que esperan. Una trama articulada, un doble síntoma de poder del sistema y un punto de encuentro: exclusión Posto de trabalho de Valter Vinagre. Editado por XYZ Books en 2015. para ellas, inclusión propiciar un fluido ensayo de la imaginación sin para ellos, precariedad belicosa para ambos. Un lugar prejuicios morales que entorpezcan el encuentro para ser e interpretar roles. Mujeres que esperan a pie entre la indagación y el mensaje que pretende de carretera. ¿Cuál es la esencia de esta espera? Se transmitir el autor. Hacer presente lo ausente es uno intuye que el vacío, consecuencia de la saturación de de los atributos más significativos de este fotolibro. lo conocido, pues no hay nada nuevo en esta espera La apuesta editorial de Posto de trabalho es perpetua. Se cree que la violencia es inherente a este minimalista, simbólica, circular. Representada en oficio pero en realidad el mundo está condenado a sutiles gestos conceptuales en el diseño del libro la vehemencia de la crueldad que ha trascendido sin que aportan nuevas señales de sentido al discurso vergüenzas los límites de la dignidad de las culturas. fotográfico. La sucesión de escenarios en la puesta Los tiempos venideros no son muy optimistas para las mujeres ausentes en las fotografías de Valter Vinagre. Mujeres que aspiran a continuar su viaje VA LT E R V I N A G R E T R A S PA S A entre la carretera y el bosque, entre el bosque y la LA LINDE DE LO SUPERFICIAL carretera, sin cesar, cada día, inhalando los desechos PA R A A D E NTR A R S E E N U N TE M A de la sociedad y escuchando hasta en sueños el TA N M A LT R ATA D O C O M O L A ensordecedor zumbido del desprecio de quienes miran hacia otro lado. @ PROSTITUCIÓN DE CARRETERA 13

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fotografiado para pensar en lo ausente, en lo no fotografiado. A diferencia de las imágenes que todo lo muestran, una fotografía que oculta puede propiciar múltiples intentos por dar sentido al mensaje cifrado en los elementos evocados a modo simbólico en la ausencia. De este modo, la fuerte atracción entre lo visible y lo invisible en estas fotografías estimula el interés por explorar el potencial de la mirada y


Cactus CASI TRES DÉCADAS después de su fundación, el estudio de animación japonés más célebre del mundo anunció un viraje decisivo para su futuro: Studio Ghibli cerraría su departamento de producción de largometrajes. Escasos meses después, sin embargo, iniciaría su andanza una pequeña empresa dispuesta a continuar exactamente con esta labor. Alentado por Yoshiaki Nishimura, productor de El recuerdo de Marnie y El cuento de la princesa Kaguya, un firme equipo de animadores y animadoras decidía abandonar la sombra de Totoro y construir su futuro: nacía Studio Ponoc.

te asegura que vaya a salir siempre bien. Existen infinitos factores que alteran de forma imperceptible el proceso en la cocina. Y lo mismo pasa con cualquier obra de arte: repetir un patrón siguiendo paso a paso la receta original no es garantía de absolutamente nada. Nunca. A Pixar le pasó hace un tiempo: aunque Coco fuese un film notable y funcionase bien a la hora de hacer saltar determinados resortes emocionales en el espectador, había algo en su concepción de producto-perfectamente-empaquetado que vaciaba su visionado de significantes trascendentes. En cierto

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STUDI O

PON OC

y el eterno problema del legado de Ghibli EL ESTUDIO DE ANIMACIÓN QUE PRETENDE HEREDAR EL PRESTIGIO DE STUDIO GHIBLI ESTRENA MARY Y LA FLOR DE LA BRUJA, UNA PELÍCULA QUE IMITA EN FORMA Y FONDO EL ESTILO DE LA CASA DE TOTORO. TEXTO: FRANCESC MIRÓ

Ahora llega a España Mary y la flor de la bruja, el primer largometraje de una compañía discípula que también resulta ser pretendiente de su ansiado trono. Un film dirigido por Hiromasa Yonebayashi, realizador de obras notables como Arrietty y el mundo de los diminutos o El recuerdo de Marnie, que en esta ocasión ofrece una especie de calcomanía de estilos gráficos, tics narrativos y ribetes discursivos de la casa de Miyazaki. Reflejo fantasmal de una obra ajena.

sentido, parecía ser que al método religiosamente estudiado se le podían ver las costuras. Y algo semejante parece haber pasado con Mary y la flor de la bruja, una película correctísima en casi todos sus aspectos –absolutamente maravillosa en lo técnico– frente a la que un visitante asiduo del universo Ghibli reconocerá ingentes cantidades de guiños, estrategias continuistas y desarrollos argumentales conocidos. Aunque puede que también exhorte la incomodidad de descubrir que, más que disfrutar el film que tiene delante, se está entreteniendo buscando ecos de otros universos ajenos a la ficción planteada. En Mary y la flor de la bruja rememoramos desde el minuto uno el mundo de Nicky, la aprendiz de

Mary y el síndrome del impostor. Aunque todas las semanas hagas una paella, y aunque tengas practicadísima la fórmula, el orden de los ingredientes, el tiempo de cocción, el punto de sal del sofrito y quién sabe cuántas movidas más, nada 14


bruja. Al fin y al cabo, ambas narran la historia de dos jóvenes brujas que tendrán que hacerse valer en un mundo hostil y más complejo de lo esperado. En ambas sus protagonistas vuelan sobre escobas y tienen gatos descaradamente simpáticos. Y si Yonebayashi plantease su última obra simplemente como un homenaje al film del 89, tampoco habría mayor problema. El dilema se expresa mediante su desarrollo, cuando uno se percata progresivamente de que todas las ideas narrativas y soluciones gráficas planteadas en el primer film de Studio Ponoc… no le corresponden a Studio Ponoc. Son reverberaciones de otras pertenecientes a A Susurros del corazón, a Pompoko, a El castillo ambulante e incluso a Ponyo en el acantilado. Hiromasa Yonebayashi parece presa de cierto síndrome del impostor, de no ser capaz de crear nuevos mundos sin traicionar las expectativas de aquellos que esperen ver otra obra de Ghibli. Así que estando de sobra capacitado para insuflar energía propia e inventiva personal al primer film de Studio Ponoc, decide no hacerlo, recurriendo a imitar una fórmula que pierde entidad y sinceridad por falta de valentía.

Isao Takahata. Recurrió entonces a Yoshifumi Kondô, que debutó con Susurros del corazón, pero falleció en 1998 víctima de una aneurisma. Cuatro años después, el estudio volvería a intentarlo con Hiroyuki Morita, director del largometraje Haru en el reino de los gatos, La sucesión: un problema histórico. Así las pero no quedarían contentos con el resultado y el cosas, ¿podemos afirmar que no estamos ante animador no repetiría jamás en la dirección. el estudio sucesor de Ghibli? Sería demasiado Poco después, Ghibli propuso a un realizador osado aventurarlo. De hecho, Ponoc estrenará en en auge llamado Mamoru Hosoda dirigir El castillo breves Modest Heroes, un film compuesto por tres ambulante, pero este se desvinculó del proyecto por desavenencias con su forma de entender la historia. No sería hasta el fichaje de Hiromasa S U C R E A D O R R E C U R R E A I M I TA R U N A Yonebayashi para dirigir Arriety y el FÓRMUL A QUE PIERDE ENTIDAD Y mundo de los diminutos, cuando por S I N C E R I D A D P O R F A LTA D E V A L E N T Í A fin un realizador joven tendría la capacidad de estrenar una película que contentase a público y crítica cortometrajes de tres realizadores distintos que cumpliendo con los estándares de Ghibli… aunque pueden ser la clave de su futuro –todos hombres, fuese a costa de la originalidad y el riesgo. pues parece ser que tener a mujeres al frente de Ahora, Studio Ponoc ha presentado su primera proyectos no es una prioridad tampoco en este joven película de la mano, justamente, de este director, en estudio animado–. lo que viene a significarse como una jugada más bien Con todo, cabe recordar que el relevo conservadora. Cuando quizás la clave de su futuro no generacional viene siendo un mal endémico ya sea repetir errores ni tampoco fórmulas, sino confiar a presente en Studio Ghibli. En 1994, tras el estreno de pleno pulmón en nuevos talentos que aporten nuevas Porco Rosso, Hayao Miyazaki hizo su primera tentativa formas de ver y amar el cine de animación. Al fin y al de retirarse de la animación y el estudio decidió cabo, seguir la receta de siempre no te asegura que las apostar por un talento que no fuese el suyo o el de cosas salgan bien ni mal. Pero ahí está la magia. @ 15

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Cactus n los últimos años, los videojuegos se han convertido, junto a las series de televisión, en la nueva cultura de masas. Ya sea el Tetris, la serpiente de los Nokia, World of Warcraft, la Wii, Minecraft o Candy Crush, podríamos asumir que la mayoría de la población ha probado un videojuego alguna vez en su vida, sin embargo, ¿podemos afirmar que toda la gente es gamer? Daniel Muriel, doctor en Sociología por la Universidad del País Vasco e investigador postdoctoral en el Instituto de Estudios de Ocio (Universidad de Deusto), se ha propuesto indagar en este complejo asunto en el libro Identidad gamer. Videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea, que publica ahora AnaitGames. A través de entrevistas realizadas a varias personas representantes de diferentes estamentos dentro del videojuego (desarrolladores, periodistas, académicos, youtubers y, claro está, jugadores), ha ido confeccionando categorías que podrían servir para definir y catalogar Lo Gamer. «Decidí elaborar una serie de artículos que sirviera de difusión, pero también de herramienta de debate con su comunidad y que eso a su vez me permitiera analizar y recoger esos resultados para generar algo que pudiera acabar convirtiéndose en este libro», explica. La comunidad de AnaitGames es muy activa y se aleja del estándar habitual de las webs de videojuegos, donde proliferan las discusiones e insultos, así que el experimento le salió bien: entre los ocho artículos hubo más de 650 comentarios, de los que ha seleccionado 300 para incorporarlos ahora al libro que nos ocupa. Muriel diseccionó la identidad gamer en cuatro tipos: hardcore gamer, casual gamer, gamer foodie-

coinnosseur y gamer intelectual-cultural. Las dos primeras han sido habitualmente los sacos en los que se solían meter a todos los jugadores, una simplificación maniquea y binaria con la que muchos usuarios no nos sentíamos cómodos, así que este trabajo arroja luz y aporta matices a una cuestión que puede parecer banal, pero que conviene comprender. El hardcore gamer es el jugador clásico por antonomasia, la versión canónica del gamer que se forjó en gran parte gracias a las revistas especializadas de los 90. Como apunta el autor en su libro, «en ese contexto surgió la idea del gamer como jugador experto que le sitúa en un plano superior al del jugador novel o el no-jugador, asociándose la identidad gamer con la del varón adolescente, que pasaba así a ser el target comercial preferido por la industria y los medios de comunicación». No por casualidad, esa imagen prototípica perdura hoy día y es la que en cierta forma defiende la pureza de esa estirpe de jugadores, lo que incluso ha dado lugar al infausto caso del GamerGate, que pese a sus excusas lo que defendía, en esencia, era la predominancia de un tipo de juegos (¡y jugadores!) que no se alejen de lo que llevamos mamando desde los orígenes del medio, con todo lo que eso conlleva: violencia extrema, escasa representación de minorías sociales y nula presencia de mujeres, ya sea como personajes, desarrolladoras o jugadoras. El casual gamer, por su parte, surge en directa oposición al término anterior: «Es una definición de gamer que comienza por resquebrajar y cuestionar la propia idea de gamer», señala Muriel. Este concepto, que nació con fuerza gracias al propósito deliberado de Nintendo de acercar los videojuegos a un nuevo público con su DS y Wii, hizo que personas

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I D E N T I DA D

GA M E R :

Diseccionando a los jugadores EL SOCIÓLOGO BILBAÍNO DANIEL MURIEL PUBLICA EL ENSAYO IDENTIDAD GAMER. VIDEOJUEGOS Y CONSTRUCCIÓN DE SENTIDO EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA BAJO EL SELLO DE ANAITGAMES, DONDE DISECCIONA LA CULTURA DEL VIDEOJUEGO ACTUAL COMO ELEMENTO AGLUTINADOR Y DIFERENCIADOR EN CUATRO CATEGORÍAS DISTINTAS. ¿QUÉ NOS UNE Y NOS DIFERENCIA CUANDO JUGAMOS A THE LAST OF US, OVERWATCH O POKÉMON GO? TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ ILUSTRACIÓN: CACTUS

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surge la tercera categoría acuñada por Muriel: el gamer foodie-coinnosseur. Aquí entrarían aquellos que conciben los videojuegos como cultura, más que como simple entretenimiento, elemento competitivo o tecnología de vanguardia. El porqué de ese nombre es sencillo, se lo dio un entrevistado, al hacer un paralelismo entre jugar sólo a cierto tipos de juegos (aunque sean considerados hardcore) con sólo comer en McDonald’s: «Un foodie es alguien que explora diferentes tipos de comida, diferentes culturas gastronómicas». La cuarta categoría es parecida a la anterior, pero con una sutil diferencia: el (no-)gamer culturalintelectual no tiene por qué identificarse como gamer y además establece una distancia con el videojuego como medio; lo analiza, lo estudia, y se acerca a él desde un punto de vista crítico. Esto englobaría a periodistas culturales, académicos, investigadores, críticos, curadores y artistas. Esas son las cuatro tipologías principales, pero Muriel establece dos más al margen. LA SERIE ORIGINAL DE ARTÍCULOS Una de ellas hace su G E N E R Ó M Á S D E 6 0 0 C O M E N TA R I trabajo mucho más OS, QUE LE HAN SERVIDO AL AUsencillo, al asegurar T O R PA R A I N C O R P O R A R N U E VO S rotundamente que todo CONCEPTOS el mundo que juegue es automáticamente gamer. Por último, en su habitualmente ajenas al medio empezaran a probar experimento dio también cabida a ciertos colectivos títulos que se alejaban de los formatos clásicos, expulsados de las representaciones hegemónicas, como Brain Training o Wii Sports. Eso soliviantó a los ahora que algunos juegos han empezado a apostar Guardianes de la Auténtica Esencia del Videojuego© por una mayor diversidad. El sociólogo habló con y acabó generando su propio debate: cuando algunas miembros de los proyectos Gaymer.es y Todas encuestas indicaban que aproximadamente el 52% de Gamers, dos webs españolas centradas en dar los jugadores eran mujeres, los talibanes cuestionaban visibilidad al colectivo LGTBQ+ y las mujeres, desdeñosamente el dato afirmando que se trataba respectivamente. simplemente de “jugadoras casual” porque invertían Identidad gamer. Videojuegos y construcción su tiempo en Angry Birds y Bejeweled en vez de Call of de sentido en la sociedad contemporánea es un Duty o Assassin’s Creed. ensayo lúcido, profundo y pertinente, escrito con «esfuerzo por adaptar el estilo e incluir pocas Fast food games. Precisamente ese tipo de títulos referencias teóricas para que la lectura resulte lo de corte tradicional son los que acaban echando para más ágil posible», comenta el autor. Quizá gracias a atrás no solo a los supuestos casuals, sino también él podamos ahora comprender qué tipo de jugador a quienes buscan nuevas experiencias formales, es nuestro hijo, que se pasa las horas dándole a estéticas o narrativas en este medio. Así es como Fortnite. @

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¿A quién

PERTENECE

tu manko?

CREÓ UN KAYAK CON LA FORMA DE SU VULVA Y FUE ENCARCELADA POR ELLO. AHORA, LA ARTISTA JAPONESA ROKUDENASHIKO CUENTA EN UN MANGA CÓMO SE CONVIRTIÓ, A LA VEZ, EN DELINCUENTE Y ARTISTA MANKO.

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TEXTO: ELIZABETH CASILLAS

EN JULIO DE 2014 saltaba la noticia, la artista Rokudenashiko –literalmente “inútil” o “incapaz”– había sido detenida y encarcelada en Japón por crear un kayak con forma de vulva que previamente había financiado mediante una campaña de micromecenazgo. En un intento de los medios tradicionales por participar, sin cuestionarlo, en su humillación pública decidieron despojarle de su condición de artista, refiriéndose a ella por su nombre legal, dando su edad y dirección. «Autodeclarada artista detenida por distribución de obscenidades digitales», titularon algunos medios. La visión de la red, sobre todo en el foro 2ch –uno de los más populares en el país nipón–, y de los medios internacionales fue muy distinta: la detención de Rokudenashiko era absurda e incomprensible. La artista japonesa decidió luchar por su libertad de expresión, y demostrar que, además de un caso claro de censura, era una cuestión de represión sexual. Y lo hizo haciendo más arte manko, que podemos definir como “el arte que le sale del chichi”, y dibujando un manga: Obscenidad (Astiberri, 2018), una de las joyas de esta rentrée. En él, la autora intenta explicar cómo es posible que una artista termine convirtiéndose de la noche a la mañana en delincuente y que, aunando dibujo, textos y entrevistas, ayuda al lector a comprender no sólo sus decisiones artísticas, ¿por qué hacer arte con su vulva?, sino también el sistema judicial o el doble rasero de la sociedad japonesa en lo que a órganos sexuales se refiere. 18


Cactus Obscenidad, como el resto de su obra artística, se ha convertido así en un cómic sobre la libertad de expresión, pero también en un alegato feminista en defensa del chichi, que no es otra cosa que los genitales femeninos. Si Liv Strömquist en El fruto prohibido (Reservoir Books, 2018) repasaba la historia cultural de la vulva con argumentación teórica, Rokudenashiko se basa en una experiencia personal y rocambolesca, LOS MEDIOS TRADICIONALES FUERON pero en ambas impera, a PA R T Í C I P E S D E S U H U M I ­ LL ACIÓN PÚBLIpesar de todo, el humor. CA DESPOJANDOL A DE SU CONDICIÓN DE «Mis ideas han CREADORA Y REFIRIÉNDOSE A ELLA COMO enfurecido a un « S U P U E S TA A R T I S TA » puñado de hombres de mentalidad estrecha, pero el número de persona sensata, o los principios de la sexualidad personas que creen que son divertidas, tontas, moral y legítima». Y, para la policía de Tokio, distribuir alegres e hilarantes también ha aumentado», confiesa un archivo digital en 3D de su vulva era un delito. En la mangaka. Lo cierto es que ni es la primera, ni será concreto uno por el que debería cumplir dos años de la última. Aún resuenan los ecos de Anish Kapoor cárcel y pagar una multa de 20.000 euros. y su obra Dirty Corner, una escultura de una vagina Pero tal y como se puede apreciar en el cómic, el gigante al que renombraron como La vagina de la problema no está solo en un código penal anticuado, reina y que fue instalada en los jardines del palacio sino en todo un sistema –desde los juzgados hasta la de Versalles en 2015. La obra que ofendió por igual a cárcel, pasando por las comisarías– que se centran en la derecha francesa y al sector más reaccionario de la opresión y utilizan la vergüenza y el decoro como la población fue boicoteada hasta en tres ocasiones. arma. Joanne Mariner, especialista en prisiones de Decidió que no borraría los insultos antisemitas Human Rights Watch, expone en una cita recogida en que fueron grafiteados sobre la obra, y un político el libro de forma bastante gráfica la dominación del local demandó al artista por “incitación al odio” y un poder carcelario: «Hay una obsesión con las reglas juez sentenció que Kapoor debía borrar los grafitis. y con la obediencia estricta y absoluta a las reglas. (Sí, todo es demasiado irónico). En una entrevista Cuando creen que las reglas no se cumplen, aplican reciente en El País Semanal, el escultor apuntaba castigos arbitrarios». Y la ingenuidad e inocencia de que con esta obra: «Quería alterar el orden, llevar Rokudenashiko choca de frente con este sistema, una presencia caótica, problemática, compleja, provocando situaciones que rozan la comedia. turbulenta». La pena es que, a día de hoy, muchos sigan considerando a los órganos sexuales femeninos Tu pussy, mi manko. «Hasta que no empecé a una presencia problemática y que el arte, como el de trabajar en esto, no me di cuenta de los prejuicios Rokudenashiko, Strömquist o Kapoor, tenga que salir que había en este país contra el manko», apunta en su defensa. @ la artista. La visión que Japón tiene del manko está completamente trastocada y su censura roza Obscenidad. lo enfermizo: la representación de los genitales Astiberri, 2018. es ilegal, incluso en las películas pornográficas deben pixelarse. Y sin embargo, cada año celebran el Festival del Falo de Acero de Kawasaki, lleno de dibujos, esculturas y demás representaciones de penes –algunos gigantes–. Así que el problema no es tanto la censura a los genitales como un pavor (incomprensible) a los genitales femeninos. «No es normal que lo que debería ser simplemente un órgano que poseen todas las personas denominadas como mujeres al nacer merezca un desprecio tan insistente y reciba un tratamiento tan especial. Bien pensado, incluso pronunciar manko era un tabú, y estaba absolutamente prohibido desde que era niña, y yo había acabado respetando las convenciones arcaicas en contra de esa palabra, a pesar de mí misma», explica Rokudenashiko. 19

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Desde hace más de cien años, el artículo 175 del Código Penal del país incluye el estatuto de Obscenidad. Takeshi Sumi, uno de los abogados de la artista, explica en el cómic que “obscenidad” es, según el Tribunal Supremo, «cualquier cosa que incite el deseo sexual, la excitación o la estimulación en vano, o que viole el sentido de la decencia de una


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Las nuevas ficciones televisivas miran a la realidad T E X T O : E VA C I D I L U S T R A C I Ó N : N Ú R I A TA M A R I T

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l enorme crecimiento y popularización de las plataformas de contenido bajo demanda ha cambiado nuestra forma de entender y de ver la televisión. El ejemplo más claro lo encontramos en Netflix, y aunque actualmente no es la única plataforma que distribuye contenidos a la carta, sí es la más popular y la que tiene un fondo de armario más amplio. Su crecimiento ha sido tal, que en pocos años ha pasado de ser una opción más o menos underground, con una intención de aportar contenidos diferentes de los que podían verse por medio de las vías tradicionales, a convertirse en un cajón de sastre donde se pueden encontrar producciones orientadas a casi todo tipo de espectadores.

Este cambio en la forma de consumir televisión ha venido impulsado por el espectacular aumento de la popularidad de las series. Fenómenos televisivos como Breaking Bad sirvieron para mostrar a estas plataformas de vídeo bajo demanda que el público se fideliza con las series, algo que pueden atestiguar otros canales como HBO con su gallina de los huevos de oro particular, Juego de Tronos, y su capacidad para multiplicar las suscripciones a la página y batir récords de visionados con cada nuevo episodio. Estos modelos de televisión a la carta parece que están tratando de cambiar algunos de los preceptos básicos que han seguido las cadenas tradicionales a la hora de seleccionar y producir sus contenidos. La mayoría de estas redes, incluso las dirigidas a 21

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LA CONSOLIDACIÓN DE LOS CANALES DE CONTENIDOS A LA CARTA HA CAMBIADO NUESTRA FORMA DE VER TELEVISIÓN, PERO TAMBIÉN ESTÁ MOLDEANDO LAS PROPIAS FICCIONES TELEVISIVAS CON UN MODELO ORIENTADO AL PÚBLICO GRACIAS AL CUAL CADA VEZ HAY MÁS ESPACIO PARA VISIONES Y ENFOQUES ALEJADOS DE LOS LUGARES COMUNES TRADICIONALES.


Cactus Una nueva realidad de creadoras

JENJI KOHAN Guionista y la principal creadora de Orange Is the New Black, además de la productora ejecutiva de GLOW.

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J I L L S O L O WAY La artífice principal de Transparent, aunque su trabajo como productora también estuvo presente en otras series como A dos metros bajo tierra

ELLIE KEMPER En buena parte, responsable del gran éxito de Unbreakable Kimmy Schmidt gracias a ese talento natural para la comedia

un público relativamente amplio, utilizan su programación para definir identidades cuidadosamente elaboradas. El caso de HBO, por ejemplo, busca deliberadamente la aclamación de la crítica y optar a premios Emmys. Por su parte, no existe tal cosa como un “show de Netflix” típico. Mientras HBO parte de una mentalidad muy definida, de arriba abajo, Netflix opta por el camino opuesto, de abajo arriba; la personalización de sus productos en base a los gustos de los espectadores. Un ejemplo de esto es que se han desechado los criterios tradicionales basados en datos demográficos que se tomaban habitualmente para configurar el target de una determinada serie, y los ha reemplazado por lo que ellos llaman “taste clusters”. Estos grupos se delimitan gracias a los algoritmos con que la compañía de Silicon Valley registra los diferentes perfiles de usuarios de acuerdo a sus hábitos de consumo. Qué tipo de series y películas vemos y durante cuánto tiempo seguido, o cuántas horas semanales destinamos a ello, entre otros muchos criterios. De este modo pueden tomar decisiones sobre su programación, tanto a la hora de dar continuidad a series existente como a la de dar el visto bueno o rechazar según qué propuestas. Cambio de paradigma. La eliminación de los intermediarios, las empresas de publicidad que sustentaban la televisión tradicional y determinaban en gran medida el tipo de contenido con el que estaban dispuestas a asociar su marca, también ha favorecido este cambio de paradigma. Ahora casi todo depende directamente de nosotros, de nuestras preferencias. Gracias a la variedad de contenidos de los que disponemos, los perfiles de los espectadores son demasiado diversos como para poder estimar qué puede gustarle a una persona basándose sólo en criterios de edad, sexo, grupo étnico, o país de residencia. Precisamente esa búsqueda de personalización para refinar sus apuestas es lo que posibilita que hoy en día muchas cadenas no tenga miedo a la hora de arriesgar y meterse en nuevos géneros o temáticas poco convencionales. Pero lo que realmente nos interesa a nosotros como espectadores, o como críticos, lo que nos beneficia de forma directa, es que gracias a (o a pesar de) todo este entramado empresarial basado en datos y algoritmos, últimamente podemos disfrutar en pantalla de producciones que abordan temas o enfoques que eran impensables hace apenas una década. No es una cuestión meramente de calidad. Especialmente cuando nos movemos en volúmenes tan amplios, es complicado que todas las producciones rayen a niveles altos. Es una cuestión de diversidad. Ahora tenemos a nuestra disposición historias diferentes, enfoques

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diversos, personajes no convencionales, representaciones de cuerpos y psicologías que tradicionalmente no tenían espacio. Un buen ejemplo, para empezar a hablar de cuerpos y sensibilidades diversas, son varias de las producciones de Jenji Kohan N E T F L I X O P TA P O R E L como Orange Is the New Black, de la que es guionista y principal creadora, CAMINO OPUESTO A HBO: o GLOW, de la que es productora LA PERSONALIZACIÓN DE ejecutiva. Y es que una de las cosas más interesantes de OITNB desde SUS PRODUCTOS EN BASE su estreno fue su política para con los cuerpos femeninos. No A LOS GUSTOS DE LOS solo es que la temática carcelaria E S P E CTA D O R E S uniformaba toda la diversidad del cast casi enteramente femenino de la serie, sino que bajo esos uniformes, y también fuera de ellos en la multitud de escenas de desnudo carentes de enfoque sexualizante, se mostraba una gran diversidad de cuerpos sin que dicha diversidad tuviera intención alguna de clasificar en clichés o estereotipos. En otras palabras, mientras que lo habitual en la televisión es ver personajes femeninos estereotipados en función de su características físicas y los cánones de belleza estándar, OITNB despliega un elenco de personajes complejos y diversos sin L A N A Y L I L LY que su psicología o caracterización dependa de su peso, su forma WACHOWSKI física, o su belleza relativa. Directoras, guionistas, productoras… En GLOW se produce una reivindicación del cuerpo similar, Las hermanas Wachowski han incluso más evidente si cabe, dado que está en estrecha relación demostrado con Sense8 que otra con la temática central. La serie de Liz Flahive y Carly Mensch televisión es posible narra las peripecias de un grupo de mujeres en Los Ángeles de los 80 que ingresan en un programa de lucha libre femenina liderado por un director de cine de serie B venido a menos. Lo que en un principio arranca como una serie de humor con gags basados en la incapacidad de estas chicas para convertirse en luchadoras, se va tornando en una corrosiva crítica a la mirada masculina que las juzga y las somete a escrutinio. Mientras tanto, son los personajes femeninos los que, precisamente gracias al uso de sus cuerpos, van ganando empaque, perfilando su psicología y estableciendo lazos complejos entre ellas. Los elementos cómicos, si bien dependen BRIT MARLING en gran medida de esta corporalidad, se efectúan de forma activa, desde ellas, y no de forma pasiva, donde ellas sean el gag para Sustento principal de The OA, un el que las ve desde fuera, como tradicionalmente se ha hecho en drama con elementos de ciencia personajes de sitcom que se salían de sus claves normativas. ficción y realismo mágico del que es Otro viraje interesante de la comedia desde sus términos creadora, productora y protagonista. tradicionales hasta recaer en figuras femeninas que son agentes

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Cactus del gag y no el objeto del mismo, se produce en Unbreakable Kimmy Schmidt. De hecho, toda la serie gira en torno a este desplazamiento, este nuevo foco. Kimmy (Ellie Kemper), una mujer de 29 años que ha pasado desde los 15 encerrada en un búnker por el líder de una secta, retoma su vida con el único objetivo de dejar de ser una víctima. Lógicamente, las carencias de semejante aislamiento se utilizan como AHORA TENEMOS A elemento cómico, pero en este caso son el prisma desde el cual se contempla NUESTRA DISPOSICIÓN la normatividad que la rodea, una HISTORIAS DIFERENTES, normatividad que es retratada de forma grotesca y ridícula, tal como la ve ENFOQUES DIVERSOS, Kimmy desde su perspectiva inocente. PERSONAJES NO La función del resto del elenco es igualmente interesante. CONVENCIONALES, En un territorio como el de las R E P R E S E N TAC I O N E S D E sitcom, minado de producciones protagonizadas por hombres siendo CUERPOS Y PSICOLOGÍAS muy ingeniosos, muy corrosivos y, QUE TRADICIONALMENTE también, muy misóginos, Unbreakable Kimmy Schmidt está protagonizada NO TENÍAN ESPACIO por personajes que han sido los tradicionales focos del ingenio de estos señores: un hombre negro gay con sobrepeso, una loca de los gatos, una rubia mujer trans, es ineludible mencionar Transparent, la entrada en años con la única aspiración vital de serie de Jill Soloway producida por Amazon Studios. cazar un marido rico. Todos ellos invierten los Nunca antes se había visto en televisión un abordaje papeles y se apropian de forma activa de sus propios semejante de temas como la orientación sexual, clichés para, desde ahí, construir una nueva forma la identidad de género o el feminismo, desde una de entender la comedia. Y, precisamente desde perspectiva tan sensible, a veces revolucionaria, y esta inversión, pese a lo que muchos creen sobre totalmente alejada de la marginalidad con la que se los límites del humor, es posible hacer comedia suelen asociar estos temas al ubicarla en el seno de sobre temas controvertidos como el feminismo, una familia norteamericana de clase alta. la homosexualidad y el racismo sin que resulte Sense8, de las hermanas Wachowski, es otro ofensiva. referente en este sentido. En este caso, la presencia En materia de representación LGBT siempre de personajes LGBT es un recurso imprescindible hemos tenido carencias en televisión. Ya fuera para hablar de lo que en última instancia habla por la ausencia total de esta realidad humana la serie: la necesidad universal de los cuidados. estadísticamente relevante, o por representaciones Sense8 se sirve de elementos cifi para contarnos deficientes y prejuiciosas. En este terreno, pese a una historia que versa fundamentalmente sobre las razonables críticas hacia Jeffrey Tambor y los la importancia de entendernos y cuidarnos los responsables de su elección para interpretar a una unos a los otros. Toda su carga dramática, toda

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su emotividad, emana de ahí. Los cuidados, más concretamente, la sororidad, es también el tema central de una de las mejores producciones de HBO, Big Little Lies, creada por David R. Kelley y basada en la novela homónima de Liane Moriarty. La serie nos traslada a un vecindario de clase alta en una localidad californiana, el típico escenario donde la televisión acostumbra a recrear tramas de intrigas y rivalidades, sobre todo femeninas. Y este caso la historia parte de ahí, de este lugar común, pero para ir desligándose poco a poco del cliché hasta dinamitarlo con la red de cuidados tejida por los personajes femeninos. Sobre redes de cuidados y diversidad cabe mencionar The OA, un drama con elementos de ciencia ficción y realismo mágico escrito por Brit Marling. La serie sigue la estela de la cineasta estadounidense, y sus peculiares claves narrativas se ponen al servicio de un grupo de adolescentes inadaptados, su también inadaptada profesora, y una mujer ciega que reaparece en extrañas circunstancias, con la visión restablecida, después de haber estado siete años desaparecida. The OA discurre a varios niveles narrativos, pero en última instancia puede entenderse como una fábula mágica que hace un retrato sensible y respetuoso de personas neurodivergentes y marginales sin caer en juicios de valor o cuestiones morales. Si acaso, la única moraleja que puede extraerse es que, a veces, la locura, lo anormal, es lo único que nos puede salvar de la normatividad y del horror que se puede llegar a desencadenar bajo su yugo.

Sobre adolescentes inadaptados al sistema existe una cantidad ingente de producciones dentro de lo que conocemos como el género “young adult”, aunque la mayoría de ellas hace un retrato más o menos conservador de ese estatus de inadaptación social. Jason Rothenberg rompe los límites de esos convencionalismos con su serie Los 100 para The CW, al invertir las causas de esa inadaptación. La premisa es sencilla: la Tierra ha quedado inhabitable por los abusos de los sistemas económicos humanos y su gestión de recursos, y lo que queda de nosotros sobrevive en una estación espacial. Los adolescentes protagonistas de la serie no tienen problemas para adaptarse a un sistema, es el sistema el que ha demostrado no funcionar, y ellos son un producto del sistema. Así, tenemos a un grupo de personajes que se mueven constantemente en una escala de valores llena de matices donde no existen blancos o negros. Un puñado de chavales que han nacido de algo que ya está roto, y que son capaces de perpetrar las mayores atrocidades por los motivos que creen más nobles. El zeitgeist de la serie es evidente, pero lo llamativo es la claridad con la que se subraya el problema de base. Estos son solo algunos ejemplos, no de que las series ahora sean mejores que antes, probablemente no lo sean si atendemos a criterios formales o narrativos, pero sí son sintomáticos de que, con los nuevos modelos de televisión, por primera vez se están teniendo en cuenta las preferencias reales del público, y esto se traduce en la apertura hacia nuevos enfoques que recogen sensibilidades y realidades que antes se ignoraban. @

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HE VISTO

A UNA MUJER

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Black Lightning y el respeto a la superheroína TEXTO: REBECA GRACIA LARA

LA SERIE BLACK LIGHTNING HA LLEGADO EN UN MOMENTO EN EL QUE EL AUDIOVISUAL DE SUPERHÉROES TIENE QUE DEMOSTRAR QUE ESTÁ DISPUESTO A OFRECER, POR FIN, UNA VISIÓN DEL HEROÍSMO QUE NO ESTÉ SOLO AL ALCANCE DE UNOS POCOS, Y HA ENCONTRADO LA SOLUCIÓN A CASI TODOS LOS MALES DE ESTOS RELATOS EN LA SUPERHEROÍNA THUNDER.

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Nuevas ficciones televisivas

LLEVAMOS DEMASIADO TIEMPO esperando a que se produzca el cambio definitivo que hará girar al audiovisual de superhéroes en una nueva dirección para, por fin, ofrecer de forma habitual los referentes y la inspiración que necesitan los distintos tipos de público. Ese momento a partir del cual los actos heroicos dejarán de estar únicamente en manos de la mayoría masculina y blanca que puebla nuestro imaginario colectivo. Aunque las carencias del sistema de representación actual son evidentes, la demanda de diversidad aún no ha sido bien recibida por el mercado. Así, la reciente aparición de producciones que intentan llenar vacíos inmensos en el superheroico trae consigo unas expectativas difíciles de manejar: a obras como Wonder Woman (Jenkins, 2017), Black Panther (Coogler, 2018), Luke Cage (2016), Jessica Jones (2015-) y Supergirl (2015-) les exigimos todo lo que se nos ha denegado históricamente, pero ellas tienen que rendir cuentas a unas industrias que quieren seguir haciendo lo mismo de siempre. Como es lógico, algunas no salen airosas de ese tira y afloja de necesidades contrapuestas, si bien las hay que hacen suya la responsabilidad de brindarnos aquello que nadie más se ha atrevido a proponer. En esa línea, la cadena norteamericana The CW, epicentro del universo televisivo de DC Comics, estrenó la serie Black Lightning escasas semanas antes de la explosión cinematográfica de la Black Panther de Marvel Studios. Igual que en aquella, sus creadores —Salim Akil y Mara Brock Akil— buscaban aportar historias heroicas protagonizadas por afrodescendientes, y lo hacían en un contexto de protesta que sigue la estela del movimiento Black Lives Matter. Lo que no se esperaba era que, además, fuesen a realizar un alegato en favor de las figuras femeninas del audiovisual de superhéroes a través de Anissa Pierce y su identidad heroica Thunder, conscientes del maltrato que sufren las superheroínas a manos del mercado.

sujetos capaces de las acciones más extraordinarias. De este modo, sabedores del estado actual de estas producciones, donde los personajes racializados todavía luchan por abrirse un hueco, los Akil demandan su propio espacio. Y lo demandan para todos y para todas. En especial, la serie demuestra una necesaria autoconsciencia en lo que se refiere a la superheroína Thunder; afroamericana, lesbiana e hija superpoderosa de Jefferson Pierce/Black Lightning. Su transformación en protectora de Freeland explora el heroísmo femenino admitiendo la existencia de una tradición sexista en el audiovisual de superhéroes que debe ser erradicada para tratar a estos personajes —y al público— como se merecen. Además, no enmascaran ese bagaje, sino que lo subvierten de forma evidente para que entendamos que es un problema que ha de solucionarse de una vez por todas. En un momento dado llega a mencionarse que Thunder tiene un club de fans creado por los habitantes de Freeland y que cuenta con más tirón público que su propio padre —el justiciero cuyo regreso habían anhelado durante años— porque ella «le está dando la vuelta a la narrativa del patriarcado sobre las superheroínas». De esta manera, la serie se dedica a legitimarla como defensora frente a las amenazas que tratan de someter al pueblo afroamericano, y se confronta y rechaza ese discurso que ha venido describiendo a las figuras heroicas femeninas a través de estereotipos para situarlas en un lugar subordinado a los héroes. Así, ofrecen una alternativa que respeta a Thunder como sujeto digno de admiración por su potencial y trabajan el personaje desde su identidad de mujer afroamericana y homosexual —grupos sociales marginados en el discurso mainstream—, pues saben que existe una carencia inexcusable de referentes con los que inspirar a distintos tipos de público femenino. Por eso es tan emocionante verle ponerse su traje de superheroína por primera vez en una secuencia de

He visto a una mujer extraordinaria. El rostro más visible de Black Lightning es Jefferson Pierce, su protagonista masculino, pero la serie también gira en torno a Anissa, Jennifer y Lynn Pierce en su relación con el heroísmo en un ambiente como el estadounidense donde la identidad afroamericana y su supervivencia son puestas a prueba. El talante reivindicativo que recorre las tramas de su primera temporada deja claro el profundo conocimiento de sus creadores sobre las posibilidades de los relatos superheroicos para establecer referentes que nos inspiren y nos sitúen en la esfera pública como 27

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BLACK LIGHTNING NARRA HISTORIAS HEROICAS P R OTAG O N I Z A DA S POR AFRODESCENDIENTES EN UN CONTEXTO DE P R OT E S TA Q U E S I G U E LA ESTELA DEL MOVIMIENTO BLACK LIVES MATTER


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S A B E D O R E S D E L E S TA D O ACTUAL DE ESTAS PRODUCCIONES, DONDE LOS PERSONAJES R AC I A L I Z A D O S TO DAV Í A LUCHAN POR ABRIRSE UN HUECO, SUS CREADORES DEMANDAN SU PROPIO ESPACIO montaje cuyo hilo musical es un rap de Godholly en el que asegura haber visto a una mujer extraordinaria que no huye y que ha venido a devolverles el respeto a las mujeres. La idea de estar presenciando un instante clave por su simbología es utilizada para reivindicar a Thunder como una superheroína imprescindible a golpe de black girl magic y girl power con los que destacar la resistencia de las mujeres afroamericanas.

las superheroínas evolucionen y traspasen unas fronteras que han sido establecidas, en exclusiva, para ellas. Aquí, sin embargo, la naturaleza heroica de Anissa es planteada desde que aparece en pantalla cuando su familia va a buscarla a comisaría tras ser detenida por formar parte de una protesta pacífica que se tornó violenta. Su activismo es un elemento clave con el que entender al personaje y se remarca de manera constante que su intención siempre ha sido proteger a quienes se encuentran en una situación de desigualdad, incluso antes de saber que tiene superpoderes. Ese objetivo heroico y su compromiso con los demás son la chispa que hace que Thunder, su identidad superheroica, sea la respuesta más coherente a la llamada de socorro de Freeland en medio del abuso y la corrupción, ya que aún no se ve con buenos ojos el regreso de Black Lightning. Por eso, desde que Anissa descubre sus habilidades especiales jamás muestra temor hacia lo que representan; son justo lo que necesita para llevar a cabo su misión, son las herramientas

Derribando estereotipos. Es evidente que Black Lightning no teme acercarse a Anissa Pierce para mostrar una historia de orígenes que derribe los estereotipos con los que el audiovisual ha venido trazando a las figuras heroicas femeninas. Parece que sus responsables exponen esta reescritura casi como un acto de justicia frente a unas prácticas narrativas y visuales que otros han empleado para limitar el poder de las mujeres —más aún de las mujeres racializadas y de las mujeres LGTB— dentro y fuera de estos relatos. La construcción de unos discursos que basan su camino, habitualmente, en la expiación de pecados pasados o en ser ayudantes del héroe dificulta que 28


que la sublimarán como protectora y le darán una posibilidad real de cambiar las cosas. Así pues, resulta apasionante verla disfrutar de la exploración de su fuerza, investigando y probando sus superpoderes de manipulación de la densidad hasta aprender a hacer que su cuerpo sea, por ejemplo, a prueba de balas. Esto se muestra en contraposición al miedo, el peligro y el secretismo que suelen caracterizar al poder femenino en el audiovisual superheroico y que se examinan más en profundidad a través de su hermana Jennifer, aterrada por sus propias capacidades. La autonomía de Anissa ahondando en su potencial con pasión y sin que otros vengan a considerarla una amenaza, y el camino de Jennifer hacia la aceptación de sus habilidades, destacan la necesidad de valorar la fuerza de las mujeres. Y, de paso, lanzan un mensaje de empoderamiento a las espectadoras con el que se las alienta a no temerse a sí mismas y a sentir que ellas también pueden ser extraordinarias. No obstante, los Akil son conscientes de que ese discurso no se sostendría si no fuese respaldado por las figuras de autoridad que aparecen en la serie, porque el cuestionamiento de la valía de las superheroínas y la duda sobre sus superpoderes están completamente enraizados en las dinámicas narrativas del audiovisual superheroico. De esta forma, vemos a Anissa dialogar con sus padres acerca de su superheroísmo y no solo no pide permiso para salir a patrullar sino que deja claro que lo seguirá haciendo aunque se opongan. Es por eso que resulta tan importante que el propio Black Lightning no dude ni un segundo cuando ve lo que su hija sabe hacer y se muestre por completo entusiasmado; no hay absolutamente nada que le lleve a pensar que Anissa no está capacitada para ser una superheroína. Así, la dinámica de camaradería que se genera entre ambos desde el momento en el que comienzan a trabajar juntos es un paso más hacia la asimilación de las figuras heroicas femeninas y de su fuerza dentro de unos entornos que, tradicionalmente, han intentado excluirlas por todos los medios. Enmarcando al personaje desde el ámbito de lo extraordinario y sus posibilidades, sin convertir a Thunder en un objeto y sin coartarla a través de clichés sexistas, Black Lightning construye a su superheroína con respeto y nos lanza una llamada de atención que pone en evidencia que esa no sea la tónica general en todas las producciones superheroicas. Este derrumbe de estereotipos resulta plenamente autoconsciente en un momento en el que el subgénero debe aceptar sus mayores carencias, y no es casualidad que se lleve a cabo en obras que ya surgen intentando cubrir necesidades del mercado sobre segmentos de la audiencia históricamente ignorados. Ahora hace falta que estas propuestas no queden circunscritas solo a equipos creativos que sienten en sus propias carnes los efectos de no verse representados en pantalla. @


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TODOS LOS OCAÑA POSIBLES CUANDO SE CUMPLEN 35 AÑOS DE LA MUERTE DEL PINTOR, ARTISTA Y ACTIVISTA JOSÉ PÉREZ OCAÑA, UNA OBRA DE TEATRO RECUERDA Y REIVINDICA SU FIGURA.

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TEXTO: ELIZABETH CASILLAS ILUSTRACIÓN: ANE PIKAZA

«Por qué la represión me ha puesto estos cuatro trapos sucios, que yo no quiero la ropa, que se la doy a mi público, aquí la tienen señoras, mirad que estoy desnudo» —José Pérez Ocaña—

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l 24 de marzo de 1947, en Cantillana, un pequeño pueblo de la provincia de Sevilla, una mujer da a luz a dos niños. A uno le llama Jesús; al otro, José. El primero le sale comunista, el segundo, mariquita y libertario. Esta afirmación la diría muchos años más tarde Jesús Pérez, hermano de José Pérez Ocaña, pintor, artista, activista, anarquista... demasiadas etiquetas para alguien que se puede definir en una sola palabra: Ocaña. Él es nuestro protagonista. Cantillana, principios de septiembre de 1983. Ocaña, vestido de sol, sale ardiendo. «Rodeada de angelitos, chavales y chavalones, lucía un esplendoroso disfraz de sol con papeles de colores, la cara pintada como un cuadro (incluyendo las gafas) y llevando un gran sol como estandarte en el que había instalado unas bengalas. Cuando llegaron al patio del colegio encendió las bengalas. Varias chispas prendieron inmediatamente sobre el papel de seda. En unos segundos el traje, el pelo, su cara, estaban envueltos en llamas que intentaba apagar a manotazos y chillidos», explicaba Alejandro Molina en el libro Los años 70 vistos por Nazario y sus amigos (Nazario, 2004). Las heridas de este incidente agudizaron la hepatitis que le causó su muerte el 18 de septiembre. Cantillana lloraba, Barcelona también. En los 36 años que separan ambos hechos, Ocaña crece, hace el servicio militar en Madrid, se muda a Barcelona, trabaja como pintor de brocha gorda, se traviste y pasea por Las Ramblas con el dibujante underground Nazario del brazo, se sube a un escenario en las jornadas libertarias, vive con Camilo, se desnuda en público, acude a la primera manifestación gay de España, pinta cuadros, pinta vírgenes, expone solo, expone con otros artistas, protagoniza un documental, copa páginas y páginas en revistas, en periódicos, le dan una paliza, otra, le encarcelan, es libre, es leyenda. Ocaña era uno, y eran muchos. Estaba el pintor, que quedó eclipsado en vida por sus otros yos, el personaje y el activista. Sin embargo sus pinturas

eran como él: llenas de luz, de color y de obsesiones. Pintó a la virgen, se autodefinió como fetichista religioso, pero también a otros aspectos más íntimos de su vida: su familia, sus amores y, por supuesto, a una Andalucía que tildaba de «cuadro surrealista» y de la que nunca escapó. La represión de su Cantillana local, tan religiosa, chocaba frontalmente con la Barcelona acogedora y libertaria de los setenta y ambas localidades tuvieron un fuerte impacto en su obra. Y en sus otras personalidades. Fue en Las Ramblas donde nació el Ocaña personaje, el performista, aquel al que muchos llamaba travesti –aunque él renegara de esta etiqueta–, el que paseaba vestido con mantón de Manila y abanico, cantando y enseñando el rabo. También fue en la Ciudad Condal donde floreció su activismo, por el cual pagó, y muchas veces. Identificarse como homosexual y anarquista durante el Franquismo tenía sus consecuencias, pero también durante los primeros años de la Transición. Sus detenciones, lejos de pasar desapercibidas, se convertían en manifestaciones ante la Dirección General de Seguridad. La historia que siempre debió contarse. Dicen que Ocaña sufrió en sus carnes el desamor y los desaires de una sociedad que, aunque luchaba por abrir su mente, aún estaba muy lejos de llegar a comprenderle. Es ahora, al cumplirse 35 años de su muerte, cuando el actor y dramaturgo Unai Izquierdo ha decidido sacar del cajón, animado por Ramón Barea y la producción de Pabellón 6, una historia que llevaba demasiado tiempo escondida, la historia que siempre debió contarse. «Ocaña fue una persona que hizo mucho por la libertad sexual en unos tiempos bastante complicados y creo que su historia tiene que contarse para que otras generaciones sepan de dónde venimos, que hay gente que ha hecho mucho camino por los demás», explica Izquierdo. Pero, ¿cómo se logra retratar a una persona que rechazaba cualquier etiqueta? Como el mismo Ocaña decía, no era ningún saco 31

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EN SUS 36 AÑOS PARTICIPÓ EN LAS JORNADAS LIBERTARIAS, SE DESNUDÓ EN PÚBLICO, ACUDIÓ A LA PRIMERA MANIFESTACIÓN GAY DE ESPAÑA, PINTÓ CUADROS Y VÍRGENES, EXPUSO, PROTAGONIZÓ UN DOCUMENTAL, APARECIÓ EN REVISTAS, LE DIERON VARIAS PALIZAS, LE ENCARCELARON Y SE CONVIRTIÓ EN LEYENDA.


Cactus de patatas con ningún nombre. Sin embargo, su personalidad era tan melodramática, que no ha resultado demasiado complicado. «Era un teatro, con sus luces y sus sombras. De cara a la galería era una persona sin miedo, sin complejos, un adelantado a su tiempo, una persona que dentro de un pueblo muy pequeño de Sevilla es capaz de romper con todo, pero luego sufre, vive, llora, ríe, como todo ser humano. Esto potencia un poco su carácter de artista, pero por otro lado eleva también su categoría personal», explica el dramaturgo. Es por ello que en la obra de teatro que se representará del 7 al 9 de octubre en el Teatro Arriaga de Bilbao, la compañía haya querido mostrar a un Ocaña poliédrico, con todas sus aristas. Que no fueron pocas. El artista andaluz reivindicaba su obra como pintor, pero le podía el personaje que había creado. De alguna forma, él mismo fagocitó su faceta como pintor, que tan solo ha sido realmente valorada después de fallecer. «A raíz de su muerte, su pintura coge mucho valor. En la Barcelona de la época creo que su pintura era muy apreciada, siempre dentro de un contexto más naíf, de persona autodidacta, pero sí que hizo muchas exposiciones conjuntas. Pero al final, el mito hace al artista», sentencia Izquierdo. Esa Barcelona a la que hace alusión el dramaturgo se ve reflejada a lo largo de toda la pieza teatral, que tiene muchos puntos de teatro documento: «No hay que olvidar que él llega a Barcelona en el año 1971 y muere en su pueblo en 1983, estamos hablando de un pleno periodo franquista y después de transición. Donde las cosas para los homosexuales no eran fáciles. Y menos para él, que abiertamente lo decía, que paseaba por Las Ramblas disfrazado de mujer y cantando, que participaba activamente en la lucha política, que formó parte de las jornadas libertarias y la primera manifestación gay», apunta. En la obra, el espectador se encontrará con el Ocaña artista y el Ocaña persona. «Al final se funden en el mismo dibujo, pero son dos vertientes diferentes del mismo personaje. Es una obra de sentimientos, donde vamos a conocer al Ocaña más profundo, más sensible, más sincero. Pero también vamos a ver al Ocaña disfrazado, que cantaba, que hacía teatro». Izquierdo, que además de escribir la pieza también la protagoniza, estará dirigido por María Goiricelaya y acompañado de Itziar Lazkano, interpretando a una de las personas imprescindibles en la vida del artista: su madre; Mikel Losada como Camilo, su fiel amigo; y Diego Pérez como Santiago, una figura clave en la obra para explicar los años de juventud de Ocaña. @

DE ALGUNA FORMA, ÉL MISMO FAGOCITÓ SU FACETA COMO PINTOR, QUE TAN SOLO HA SIDO REALMENTE VALORADA DESPUÉS DE FALLECER. Para profundizar:

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OCAÑA, RETRATO INTERMITENTE (Ventura Pons, 1977) José Pérez Ocaña abrió las puertas de su casa al director barcelonés Ventura Pons para hablar de su vida y, al mismo tiempo, retratar su subconsciente. La cinta fue seleccionada en el Festival de Cannes y es uno de los documentos que mejor retratar no sólo al artista andaluz, sino a toda una época y un movimiento social.

ALÍ BABÁ Y LOS 40 MARICONES (Nazario, 1993) Con este cómic, Nazario, máximo exponente del cómic underground español, rindió homenaje a su querido amigo. También lo hizo en su biografía, La vida cotidiana del dibujante underground (Anagrama, 2016), dedicándole un capítulo y recordando cómo Ocaña siempre fue autosuficiente y consiguió buscarse la vida sin tener que adosarse a nadie.

OCAÑA (Alberto Cardin, 2011) Esta monografía, la primera dedicada a la obra artística del pintor andaluz, es en palabras de su editor Pedro G. Romero un intento por resituar algunos comportamientos que se han escapado del ámbito artístico para aparecer como meros hechos socioculturales. Una tentativa para recuperar una figura durante años ignorada por la historiografía del arte español. 32


EDICIÓN XX. EDIZIOA

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U N CA R N AVA L S I N I E S T R O :

IMAGEN: TOM STORM

TEXTO: ANA LLURBA

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El feminismo especulativo de Carmen Maria Machado

«ÉRASE UNA VEZ: DE LA HISTORIA QUE SIGUE AÚN NO PUEDE DECIRSE “SÓLO ES UNA HISTORIA”. ESTE CUENTO SIGUE SIENDO REAL. LA MAYORÍA DE LAS MUJERES QUE RECUERDAN HABER DESPERTADO,RECUERDAN HABER DORMIDO, HABER SIDO DORMIDAS.» —La risa de la medusa. HÉLÈNE CIXOUS—

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CARMEN MARIA MACHADO es una escritora cánticos de los niños. Todos conocen estas historias, americana de ascendencia cubana cuyo libro debut, Su es decir, todo el mundo las cuenta, incluso si no las cuerpo y otras fiestas, llegará este otoño a las librerías conocen, pero nadie cree en ellas». De esta manera, españolas gracias a la editorial Anagrama. Machado la autora hace confluir el storytelling clásico con la ha sido finalista de premios prestigiosos como el experimentación formal, por ejemplo, cuando para National Book Award y el Nebula, además de recibir recrear el sonido de una episiotomía se dirige a los el premio Shirley Jackson de cuento o haber sido lectores, dando instrucciones escénicas y provocando becada en los programas de escritura creativa de Iowa una sugestiva mise en abyme: «Dales un cuchillo de y Yaddo, entre otros innumerables reconocimientos a cocina a los oyentes y pídeles que corten el tierno su trabajo. Este es un libro de relatos con una inusual colgajo de piel entre el dedo índice y el pulgar. Después, agradéceles». consistencia orgánica. A través de una vocación En el siguiente cuento, una solitaria narradora relata lúdica, el debut de Machado trasvasa la ciencia su vida sexual y sus amores tanto hombres como ficción, el terror, la comedia y el realismo psicológico mujeres, a medida que nos vamos dando cuenta de para explorar las diferentes violencias, tanto físicas que la razón de su extrema soledad es una plaga como discursivas, en los cuerpos de las mujeres de devastadora que está acabando con la posibilidad una manera impactante e inventiva. de contacto físico entre personas. Este quizá sea el El relato de apertura, La puntada del marido, relato más logrado, así como una incisiva metáfora cuenta la historia de una mujer que debe disuadir a sobre la oscura épica erótica que une a la muerte con su marido de desatar la misteriosa cinta verde que la sexualidad. En los siguientes relatos, Las mujeres nunca se saca de alrededor de su cuello. «¿Por qué reales tienen cuerpos y Ocho bocados, a pesar de la quieres ocultarlo?», pregunta el marido alegando audacia formal, el tono general de las historias roza que un matrimonio no debe guardar secretos. «No lo estoy escondiendo. Solo que no es tuyo», le responde lo didáctico moralizante. En el primero se narra una la narradora. El título del cuento remite a una broma oscura de la SUS P R O TA G O N I S TA S SON ginecología: se refiere a la puntada “extra” que los ginecólogos agregan NARRADORAS ASEDIADAS POR a la abertura vaginal después de DIFERENTES TIPOS DE VIOLENCIAS una episiotomía para la satisfacción QUE NO NECESARIAMENTE LAS sexual del marido. Además, la CONVIERTEN EN VÍCTIMAS historia está basada en una versión libre de la macabra fábula infantil The Green Ribbon (La cinta verde), y así es como epidemia que provoca que las mujeres se desvanezcan Machado parafrasea y remite una y otra vez a los hasta el punto que una costurera ha empezado a cuentos populares: «Cualquier cosa podría moverse coserles la ropa al cuerpo. En esta dirección, en el allí en la oscuridad, creo. Un hombre con las manos siguiente relato, su narradora se realiza una cirugía en forma de gancho. Un autoestopista fantasmal para perder peso y la culpa que siente se manifiesta que repite para siempre el mismo viaje. Una anciana en la constante presencia de un invitado indeseado convocada desde el reposo de su espejo por los en su propia casa. Ambos son metáforas grotescas y 35

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1. El género, los géneros y otras fiestas feroces.


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bizarras de la anorexia y la obsesión con la perfección de la imagen corporal femenina. 
 Sin embargo, la ambición carnavalesca y la tendencia al pastiche se manifiesta de manera brillante en Especialmente atroz. 272 capítulos de Ley y orden: Unidad especializada en víctimas. En esta nouvelle, el famoso programa de televisión estadounidense es presentado a través de unas breves sinopsis de episodios surrealistas que satiriza la manera en que la violencia sexual se presenta en horarios de máxima audiencia. Sin duda es el texto más experimental del libro, dando lugar a una escritura barroca, donde fantasmas, demonios

y doppelgängers conviven en una Nueva York que «monta sobre la espalda de un monstruo gigante». Esta lograda manipulación de los discursos literarios también es evidente en El residente. Con bastante humor negro, Machado se mete con el privilegiado limbo de las colonias de artistas, recreando diversos tópicos del terror gótico que asedian a uno de los infortunados residentes. Finalmente, en el último relato, Difícil en las fiestas, las secuelas de la violencia real se materializan en una mujer que fue agredida físicamente y descubre que puede oír los pensamientos de los actores de las películas porno que mira.

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2. Feminismo especulativo y otros cuentos de hadas.

A PARTIR DE UNA ECLÉCTICA red de conceptos con la que estás familiarizado. Pero te aseguro que es prestados de otras teóricas, científicas, antropólogas, lo que debes saber». Según la escritora y folklorista filósofas y también escritoras, Donna Haraway amplió Angela Carter en su ambiciosa Antología de los cuentos su ecléctico y sugerente mapa teórico hacia el campo de hadas (Impedimenta, 2016), ese presunto anonimato de la ficción. De una manera lúdica, Haraway invita a de los cuentos de “viejas comadres”, de “marujas”, es “especular”, en el sentido de imaginar y crear universos decir, «historias sin ningún valor, falsedad, chismorreo posibles, a partir de las múltiples combinaciones banal», es una etiqueta denigrante que atribuye a que la contracción SF le inspira: “Science Fiction”, las mujeres el arte de contar cuentos a la vez que “String Figures”, “Speculative Fiction”, “Speculative las despoja de su valor. En esta reivindicación del Feminism”. Y creemos que en este terreno se mueve anonimato, su criterio compilador se focalizó en la narrativa de Machado. Un territorio resbaladizo personajes femeninos que no siempre cumplen que desafía la tesis opaca del realismo considerado las expectativas sociales esperadas. En ese punto, como el estándar de la calidad literaria, donde la donde las expectativas del lector son sorprendidas, especulación entre las posibilidades de los géneros, con irreverencia, humor y carnavalización ajena a lo el terror, la ciencia ficción, el pastiche, el humor le panfletario es donde subyace el poder de la narrativa suman profundidad al de Machado. Todas realismo psicológico sus protagonistas son LA ESPECUL ACIÓN ENTRE LAS de sus personajes. narradoras asediadas Además, esta autora por diferentes tipos POSIBILIDADES DE LOS GÉNEROS demuestra una gran de violencias que LITER ARIOS LE SUMAN PROFUNDIDAD capacidad para no necesariamente AL REALISMO PSICOLÓGICO DE SUS compartir historias las convierten en PERSONAJES comunitarias, víctimas sino en explorando sus raíces agentes invocantes profundas en la experiencia de las mujeres durante de situaciones más allá de lo que conocemos como siglos y la forma en que se ejecutan y actualizan “realidad”, haciendo de la mayoría de sus relatos una juntas, al mismo tiempo que desafía nuestras lecturas original pieza de un feminismo especulativo que no individuales: «Esa puede no ser la versión de la historia nos dejará ilesos. 36


CÓNCLAVE BAJO LA LUZ DE LA LUNA. Conciliábulo para festejar la sucesión de los ciclos de la naturaleza. Ritual, fiesta, reunión en torno al caldero. Aquelarre. Walpurgis. No se me ocurre una imagen más evocadora para nombrar la genealogía de autoras feministas de la que participa Carmen Maria Machado con Su cuerpo y otras fiestas, su libro debut. Esta reunión de narradoras “brujas” estaría presidida por la escritora británica Angela Carter invocando el poder de un eclecticismo valiente, sádico y revulsivo que tanta polémica generó entre las feministas puritanas de su época. La escritura de Machado participa de los mismos sugestivos sortilegios narrativos que La cámara sangrienta (Sexto Piso, 2016), con sus reboots carnavalizados, violentos y eróticos de los cuentos clásicos. A su lado, arrojando sapos, murciélagos y patas de cabra al caldero se encuentran las narradoras americanas Kelly Link y Karen Rusell. Ellas invocan a los poderes oscuros de la fantasía, el humor, la empatía y realismo mágico a esta celebración pagana de la literatura. Otra hechicera más joven, una prolífica y elegante aprendiza, Helen Oyeyemi, nos trae no solo unos exquisitos reboots sino también una actualización de las fábulas y leyendas urbanas yorubas de sus raíces culturales africanas como ofrenda para nuevas pócimas literarias. Montada en su escoba, Lidia Yuknavitch sobrevuela la velada y hasta arroja su nueva novela, El libro de Joan (Alpha Decay, 2018) haciendo saltar las chispas del recuerdo de la leyenda histórica que inspira esta obra contemporánea representativa del feminismo weird: Juana de Arco, la mítica doncella de Orleans. Y como invitada especial desde Argentina, Mariana Enríquez se suma al aquelarre invocando el poder redentor de las llamas en ese cuentos de brujas contemporáneo: Las cosas que perdimos en el fuego. Relato que también da nombre a un estremecedor libro de cuentos de terror que empujan al lector a sentir en su piel la angustia y la incertidumbre de la intemperie social latinoamericana. Desempolvad las escobas, el caldero y el sombrero de pico porque este aquelarre de narradoras ha llegado para quedarse. @

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3. Brujas y narradoras


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ABSTRACCIÓN EN LOS VIDEOJUEGOS

Cuando los cuadrados vencen a los polígonos LAS GRANDES COMPAÑÍAS PERSIGUEN EL HIPERREALISMO EN LOS VIDEOJUEGOS DE MAYOR PRESUPUESTO, EN ESTOS TIEMPOS DE 4K Y REALIDAD VIRTUAL. AFORTUNADAMENTE, ALGUNOS CREADORES SE ALEJAN DE ESO Y APUESTAN POR ESTILOS DISTINTOS: ESTÉTICAS ABSTRACTAS Y MINIMALISTAS QUE INCLUSO PUEDEN PRESCINDIR DE PERSONAJES ANTROPOMÓRFICOS.

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TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ

CUANDO PENSAMOS en videojuegos, lo más probable es que en primer lugar nos venga a la mente alguna imagen icónica: Mario, Sonic, Lara Croft o Nathan Drake. Los protagonistas son quienes suelen definir cualquier obra de ficción y en el caso del ocio interactivo, desde sus primitivos inicios los creadores trataron de representar, aunque fuera de manera rudimentaria, algo parecido a personajes: así nacieron Space Invaders, Pac-Man o Donkey Kong. Esa limitada tecnología era empleada para mostrar en pantalla con unos pocos pixels unos marcianitos, un comecocos o un gorila. Con el paso del tiempo y los avances técnicos los desarrolladores fueron poco a poco puliendo sus diseños, añadiendo detalles y dotando de mayor realismo a sus criaturas. Así llegamos a los tiempos actuales, donde las protagonistas de Horizon Zero Dawn o Hellblade superan ampliamente los 100.000 polígonos para ser representadas con un nivel de detalle casi enfermizo. Pero, ¿es realmente necesario tener personajes hiperrealistas para hacer un buen juego? Es más, ¿necesitamos siquiera personajes de aspecto antropomorfo para jugar?

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Mike Bithell piensa que no. El creador de Thomas Was Alone lo tuvo claro desde el principio, cuando empezó a diseñar este original juego de puzles que vio la luz en 2013. Pese a su título, Thomas no está solo, sino que va acompañado por un grupo de Inteligencias Artificiales como él. ¿De qué manera representar este ente incorpóreo? Bithell decidió hacerlo de una manera tan sencilla como efectiva: con cuadrados y rectángulos de colores. El desarrollador optó por el minimalismo más absoluto, inspirado por la Bauhaus y Piet Mondrian. La estética modernista de la revolucionaria escuela alemana y el estilo abstracto del pintor holandés influyeron en Thomas Was Alone de manera evidente, lo que se trasladó incluso a sus mecánicas, muy simples, para dar lugar a un estimulante juego que combina puzles con un ligero toque de plataformas y una emotiva historia introspectiva. Es cierto que históricamente los juegos de puzles como Tetris, Columns o Lumines han prescindido en su mayoría de personajes, pero nunca antes se había hecho como aquí, ya que cada rectángulo cuenta con una marcada personalidad propia y, aunque suene paradójico, tiene más aristas que la mayoría de personajes al uso.

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Aunque Thomas Was Alone sea el principal abanderado de este estilo, unos años antes ya triunfó otro título de corte similar, pero en un género totalmente distinto. Geometry Wars fue un experimento que el estudio Bizarre Creations llevó a cabo mientras desarrollaba Project Gotham Racing, que vio la luz en la primera Xbox en 2001. Sus desarrolladores estaban probando las posibilidades del mando de la nueva consola, así que se sacaron de la manga un minijuego que posteriormente incluyeron como extra en la secuela del título de coches dos años más tarde. Su inesperado éxito propició que lo ampliaran para convertirlo en un juego descargable comercial de Xbox 360 en 2005. Geometry Wars es un frenético juego de acción en 2D donde utilizamos los dos sticks para movernos y disparar libremente en cualquier dirección contras los numerosos enemigos. Su endiablado ritmo arcade, estilo retro y naturaleza experimental hizo que Bizarre Creations decidiera mantener el juego con un aspecto muy similar al prototipo inicial. ¿Para qué molestarse en diseñar naves, monstruos y extraterrestres tradicionales cuando

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puedas optar por criaturas geométricas de colores con estilo vectorial y luces de neón? El resultado es un producto brillante y trepidante donde, pese a la abundancia de enemigos, disparos y al caos reinante, en todo momento entendemos qué debemos hacer gracias a un diseño limpio, elegante y que se centra en lo realmente importante.

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El de las plataformas es otro género que podría prestarse fácilmente a la abstracción, pero pocos se atreven, ya que para captar la atención de los jugadores muchas veces se necesita un reclamo visual reconocible o alguien con quien identificarse, aunque sea un fontanero gordo o un erizo azul. Hay que bucear en el indie para encontrar alguna propuesta que apuesta por personajes no figurativos en este terreno. 140 es un pequeño y exigente juego con gráficos abstractos donde debemos superar obstáculos gracias a nuestra habilidad y al sentido del ritmo por medio de una potente banda sonora electrónica y melancólica.

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Otro caso parecido es el del curioso Type:Rider, un título lanzado en 2013 para iOS, Steam, PS Vita y PS4 coproducido por el canal ARTE, lo que da buena cuenta de su faceta artística. Definido por sus creadores como «una odisea tipográfica», se trata de un original plataformas en el que recorremos diversos mundos inspirados en las tipografías más importantes de la historia: de Gothic a Helvetica, pasando por Times New Roman. ¡Y con un nivel secreto dedicado a la denostada Comic Sans! Con un planteamiento como este, no tendría sentido que el protagonista fuera un personaje normal, así que optaron por una decisión coherente con su estética, ya que encarnamos a dos puntos (“:”).

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Aventura épica minimalista

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l más reciente ejemplo de esta filosofía es un juego español que acaba de salir a la venta en Steam y Switch: Flat Heroes. La ópera prima del estudio indie Parallel Circles, formado por Lucas González y Roger Valldeperas es un frenético y trepidante plataformas de acción minimalista en 2D que lleva un par de años recorriendo los festivales, donde ha cautivado a propios y

extraños. Aunque su referente más directo es el genial Super Meat Boy, sus autores han sabido alejarse y crear algo propio y reconocible, con una personalidad tan arrebatadora que llama la atención desde la primera imagen, vídeo o gif, donde también luce mucho. «Queríamos centrarnos en lo realmente importante, en su jugabilidad y control, por eso apostamos por un estilo minimalista, para que no

Cada vez que surge la eterna discusión sobre si los videojuegos son arte, uno de los nombres que suele salir a la palestra es REZ. La obras maestra de Tetsuya Mizuguchi cautivó a propios y extraños en 2001 con su lisérgica estética abstracta inspirada en Kandinsky y la sinestesia. Si bien es cierto que el avatar que manejamos tiene inicialmente un aspecto humanoide, al recibir daño vamos involucionando hasta convertirnos en una esfera.

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A N T I C H A M B E R

Un aspecto psicodélico ligeramente parecido a REZ tiene Antichamber, un peculiar juego de 2013 que combina puzles y plataformas en 3D. Al ser en primera persona, desconocemos el aspecto de nuestro personaje, pero podemos suponer que no es un marine calvo precisamente, ya que recorremos un retorcido escenario que remite a las famosas obras del pintor M.C. Escher, con pasillos imposibles y espacios no euclídeos que nos acaban volviendo locos. 40

tuviéramos que invertir tiempo en cosas secundarias, como diseñar o animar personajes detalladamente», reconoce Lucas. Ambos desarrolladores trabajaron durante años en varios juegos de gran presupuesto, como la saga Lego, así que saben de lo que hablan. Tener ahora libertad creativa y mantener un equipo tan reducido les ha otorgado una gran flexibilidad para ir probando y descartando ideas. En Flat Heroes controlamos un cuadrado de color (o varios, si jugamos cuatro amigos a la vez) y debemos superar breves pantallas repletas de enemigos de todo tipo que van a por nosotros. Ciertos niveles pueden pasarse en apenas diez segundos, pero algunos probablemente nos lleven más de una hora, sin que por ello nos lleguemos a frustrar, todo un mérito de sus autores. La mayor virtud del juego, aparte de su delicioso aspecto visual, es su magnífico control, preciso hasta límites insospechados. «Queríamos generar automatismos e inmediatez para que los jugadores puedan pensar y actuar muy rápido», explica Roger. Y es que el minimalismo en el diseño lo han trasladado también al manejo; no se trata de una simple decisión artística, sino también jugable. Podemos saltar, rebotar en las paredes (o quedarnos pegados a ellas), efectuar un dash aéreo para deslizarnos en el aire y un pequeño pulso que sirve tanto de defensa como de ataque si lo usamos en el momento adecuado. Todas esas acciones se realizan con sólo dos botones, para no avasallar


H E R O E S al jugador y que rápidamente pueda decidir qué hacer, por dónde moverse, cómo esquivar y acabar con los enemigos. Una gran simplificación que hace que el juego resulte fácil de aprender, pero difícil de dominar. No exigen un timing perfecto ni penalizan al jugador, ya que cada pantalla se puede pasar de infinitas maneras, al generar situaciones más orgánicas, lo que da muestra de su nula rigidez. La gran variedad de enemigos (quince y diez bosses), cada uno con su patrón diferenciado, da lugar a momentos dinámicos e imprevistos; podemos intuir lo que va a pasar, pero nunca sabemos fijo lo que va a ocurrir, y eso nos obliga a reaccionar instintivamente para sobrevivir. «Nosotros diseñamos por sensaciones y queríamos transmitir la sensación de que has superado un momento super épico», cuentan sus autores. Por eso los niveles son tan cortos e intensos, para no saturar ni que resulte tedioso. Parallel Circles consigue su objetivo con creces, gracias especialmente a la manera en la que el cuadrado protagonista se mueve con total fluidez. Su desplazamiento ágil y natural genera una gran satisfacción que podría rivalizar con otras joyas del género, como el propio Mario o Celeste, una de las grandes sorpresas de este año. Flat Heroes sigue a rajatabla la máxima de que «menos es más», y lo hace tanto en su apartado visual como en su control, dando así lugar a un juego divertido, trepidante y perfecto que demuestra que unos simples cuadrados pueden transmitir mucho más que millones de polígonos. @ 41


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R Cuando la empatía carece de expresión.

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h n MAX BAITINGER (Penzberg, 1982) es uno de los autores de cómic alemanes más vanguardistas de su generación y Röhner, su segundo libro y el primero en llegar a las librerías españolas gracias a la editorial Fulgencio Pimentel, es una buena muestra de ello. Baitinger comparte espectro artístico con creadoras como Anna Haifisch, Marie-Luce Schaller o James Turek, con quienes lleva a cabo en la ciudad en la que reside, Leipzig, el festival de artes gráficas The Millionaires Club. En esta obra se propone, a través de un dibujo pulcro de líneas elegantes y obsesivas, narrar el momento exacto en el que la rutinaria vida de un joven neurótico se ve, de forma indeseada, perturbada. Como el cómic está narrado en primera persona desconocemos su nombre, pero tenemos muy claras cuáles son sus rutinas: cada mañana se despierta y prepara café. Pero nada de ese café desastroso que, medio dormidos, hacemos a veces. «Echar el café. ¡No apretujar! Limpiar el borde. Cerrar la cafetera.

EL DIBUJANTE ALEMÁN MAX BAITINGER F I R M A U N C Ó M I C E X P E R I M E N TA L D E L Í N E A S E L E G A N T E S Y O B S E S I VA S Q U E T R A N S M I T E N A LA PERFECCIÓN EL DESAFECTO DE SU P R O TA G O N I S TA

e TEXTO: ELIZABETH CASILLAS

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Cactus Placa eléctrica. Válvula hacia la pared», enumera nuestro protagonista antes de calentar la taza con agua hirviendo, de dejarlo reposar. Baitinger le dedica una doble página aséptica, clara, y en blanco y negro —como el resto del cómic— que casi parece sacado de un manual de instrucciones. No serán las únicas viñetas que dedique a esta empresa. Quizás, por ello, es fácil comprender que esta tarea se repite día tras día, sin variación. O, al menos, eso es lo que el protagonista pretende. Hasta que un día recibe una carta. Su vecina le trae el correo y él a cambio se ocupa de vez en cuando de arreglarle la casa. Es una postal de Röhner, suponemos que es un viejo amigo. Al abrirla cae un millón de confetis de papel de aluminio de colorines sobre la alfombra de pelo largo. Röhner está en la ciudad, necesita un sitio donde apalancarse. Tira la carta. Nunca conseguirá quitar del todo el confeti de la alfombra. Tira la alfombra. Un día al volver a casa hay alguien. Intuimos la presencia porque, en este punto, Baitinger pasa a dibujar perspectivas imposibles, casi lisérgicas. La visión se distorsiona hasta que llegamos a un primerísimo primer plano: Röhner, él es el causante de dicha alteración. Dings, la vecina, le ha dejado entrar y él se ha instalado. No es una visita deseada, pero aún así, el anfitrión prepara la habitación, sigue una rutina de limpieza escrupulosa. Pulcro, como tiene que ser todo en esta novela gráfica. Röhner pertenece a una corriente del cómic más experimental, con unas dotes extraordinarias para la narración y la síntesis. Baitinger consigue transmitir todo lo que siente su protagonista, aunque este no demuestra empatía alguna. Su dibujo, que casi podríamos tildar de diseño, nos traslada a la Escuela de la Bauhaus. Los muebles, el diseño industrial, la arquitectura, todo tiene peso en esta historia. Cómic atípico, como también lo es el personaje principal.

Young Sheldon, en el que se narra la infancia del brillante físico tejano. Pero el problema, señalaba Trivi, no está en la sobrerrepresentación, sino más bien en hacer que el Asperger sea la única cualidad que define al personaje, de la misma manera que muchas veces lo es ser gordo. Muchos de estos personajes crean falsos mitos, como que todos los Asperger son superdotados. Por ejemplo, en el cómic de Max Baitinger, el protagonista no da muestras en ningún momento de tener una inteligencia por encima de lo normal, pero nadie duda de su condición. Otro de los clichés de estas ficciones es la falta de empatía de estos personajes que, aunque es uno de los síntomas de la enfermedad, como bien apunta Marta Trivi suele estar mal expresada. «Si bien puede ser normal que, tal y como se muestra en la ficciones, los Aspergers puedan hacer comentarios que podrían calificarse de inapropiados o insensibles, lo cierto es que ese comportamiento conlleva un sufrimiento posterior por parte del aspie que nunca se representa en pantalla», apunta la autora. En este punto, Baitinger tampoco falla: percibimos la ansiedad y vemos la soledad en la que vive como consecuencia, intuimos una depresión agudizada por ese dibujo aséptico, esos grandes planos tan vacíos, esa carencia de expresión. Y tan sólo hay un punto de duda: las ensoñaciones homicidas del protagonista. Pero, ¿acaso no las hemos tenido todos alguna vez? Acabar con ese vecino ruidoso, ese jefe exasperante, ese archienemigo que nos quita cada día el sitio en el aparcamiento o, como al protagonista del cómic alemán, a esa visita no deseada que se alarga demasiado, que descoloca nuestros libros, ensucia nuestras alfombras o no tiene idea alguna de cómo hacer un buen café. @

Una minoría sobrerrepresentada. Hace un par de años, Marta Trivi en su artículo El Síndrome de Asperger en pantalla: clichés, genialidad y risas enlatadas se hacía eco de cómo el Asperger era el síndrome de moda en la televisión con una clara sobrerrepresentación de esta minoría en la pantalla. Los personajes aspies, explicaba Trivi, se habían convertido en una especie de cliché que los guionistas copiaban una y otra vez sin vergüenza ninguna. Algunos de esos personajes han ido desapareciendo de la pantalla, como Abed Nadir de Community o Sherlock, aunque no podemos descartar del todo que vuelva cualquier día de estos a resolver crímenes con su actitud obsesiva y exasperante. Han aparecido algunos nuevos, como Sam, protagonista de Atípico, y otros han ido a más. Como Sheldon Cooper, quien no sólo continúa protagonizando The Big Bang Theory (aunque el final de la serie haya sido ya anunciada) sino que incluso, desde finales de 2017, cuenta con su propio spin-off, 49

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RÖHNER PERTENECE A UNA CORRIENTE DEL CÓMIC MÁS EXPERIM E N TA L , C O N UNAS DOTES EXTRAORDIN A R I A S PA R A LA NARRACIÓN Y LA SÍNTESIS


revistacactus.com ESTE

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Kidding se estrena en España el 9 de septiembre

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SE

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DE...

Jim Carrey, un hombre en una caja

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o sé si alguna vez hemos dejado de hablar de Jim Carrey. Puede que un día simplemente lo dejásemos de ver en pantalla, pero de un modo u otro, para mí, siempre ha estado entre nosotros. Como cuando toco la puerta de casa y respondo diciendo con un tono maniaco «el del cable», o cuando los viajes en coche se hacen largos y canto «tengo un jilguero, lo conoce el mundo entero, mi dulce amor me ha comprado un jilguero». Si suena Cuban Pete se me empiezan a menear los hombros, y deseo con fuerzas que todas mis noches de fiesta terminen en el club Coco Bongo. Pero lo cierto es que sí, que hubo en la época en la que Jim Carrey desapareció de la vida de muchas personas, incluso casi de la suya propia. El pasado año entendimos en parte lo que pasó gracias al documental Jim y Andy (Chris Smith, 2017), una cinta que se adentra en el rodaje de Man on the moon –biopic en el que Carrey interpreta a uno de los cómicos más extraordinarios de la historia: Andy Kaufman–. Pero más allá del enfrentamiento de estos dos comediantes, el documental revelaba muchas más cosas sobre Carrey: sus obsesiones, su depresión, su intento por darle sentido a una vida cuando se encontraba en la cima del éxito. Pinceladas de lo que la película de Smith corroboraba estaban ya en el capítulo de Comedians in cars getting coffee de Jerry Seinfeld, una serie documental en la que, como el propio título indica, Seinfeld invita a otros cómicos a dar una vuelta en coche y tomar un café mientras hablan de sus vidas. «Podría dejar el mundo del espectáculo y me sentiría feliz con lo que he hecho,

con lo que he vivido y he recibido. Pero vaya a donde vaya, siempre estaré agradecido porque, de algún modo, hice algo que levanta el ánimo a la gente», le confesaba Carrey a Seinfeld. Sonaba a despedida, a alguien que no quiere seguir más ahí, que busca apartarse. Pero Jim Carrey ha renacido y todos vamos a ser testigos de ello a partir del próximo 9 de septiembre cuando la cadena estadounidense Showtime –se podrá ver en Movistar+ en España– estrene el primer capítulo de Kidding, una serie protagonizada por el cómico canadiense y que, además, supone el reencuentro con unos de los directores que mejor ha sabido plasmar su interpretación: Michel Gondry. Juntos hicieron de ¡Olvídate de mí! una película de culto y ahora están dispuestos a mostrarnos una vez más esa cara oscura de la comedia y de los programas infantiles. Mr. Pickles (Jim Carrey) es todo un icono de la televisión infantil, una marca en la que confían por igual todos los miembros de la familia, todo un símbolo de bondad y esperanza. Pero no hay nada más allá que apariencia y, cuando su familia se va a pique, Jeff muestra lo que realmente esconde: es un tanto inestable y bastante infeliz. «No eres una persona real, eres un hombre en una caja. La gente ve una marca en la que confiar. Nadie ve al hombre», le recuerda uno de los personajes. Kidding es la historia de un hombre bueno a punto de perderlo todo, incluida su cabeza, y de un actor que aspira a recuperarlo todo, incluído al público (aunque éste nunca se fue). 50


Cactus

Agenda Cactus Sep—Oct 2018

Joker Comics

Residence

Barrainkua, 1. Bilbao

Euskalduna, 7. Bilbao CADA MIÉRCOLES 21:00

Irish folk sessions

JUE 20 SEP 19:00

Club de lectura de novela gráfica The Black Holes, de Borja González JUE 25 OCT 19:00

Club de lectura de novela gráfica Lectura por determinar

Louise Michel liburuak

Elcano, 27. Bilbao

Presentaciones de libros: MIÉ 19 SEP 19:30

Todos llevan máscara con la autora Laura Freixas y Josune Muñoz (Skolastika)

Pilar Salamanca y Patricia Fernández. VIE 19 OCT 19:00

Contra el patriarcado María Pazos

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JUE 20 SEP 19:00

Ayer no te vi en Sarajevo + Perra tumba

Cactus patrocina: Getxophoto

DEL 16 AL 23 DE OCTUBRE

Zinemakumeak gara! Muestra de Cine Dirigido por Mujeres

Ezequiel Agirre, 6. Getxo.

20 DE OCTUBRE

Cómic & Música. Dibujantes que hacen música Con Clara te canta (Klari Moreno) y España Futurista (Paco Alcázar)

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DEL 5 AL 30 DE SEPTIEMBRE


Zinemaren hiru aldien eskola

Elias Querejeta Zine Eskola nazioarteko zentro bat da, eta zinemaren inguruko jarduera hauek hartzen ditu barne: pentsamendua, ikerketa, praktika esperimentala, eta berrikuntza pedagogikoa.

Artxiboa HIRU GRADUONDOKO Komisariotza PROGRAMA Sorkuntza

Erakunde honek sortua eta finantzatua Creada y financiada por

La escuela de los tres tiempos del cine

Elías Querejeta Zine Eskola es un centro internacional de pensamiento, investigación, práctica experimental e innovación pedagógica en torno al cine.

Archivo TRES PROGRAMAS Comisariado DE POSTGRADO Creación

Erakunde hauen parte-hartzearekin Con la participación de

info@zine-eskola.eus / www.zine-eskola.eus


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