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Doan Gratis Free

Disasterpeace + Luciano de Samósata + Laurie Anderson + Robin Hunicke + Marta Alonso Berná



“Feminam scriptor. Rara avis” es el lema que la ilustradora Higi Vandis ha creado para la primera portada de este 2019 y con la que cumplimos nuestros propósitos de año nuevo: seguir pinchando y reivindicar aquello que ha permanecido oculto. Como por ejemplo, Susan Fenimore Cooper y Barbara Baynton, dos escritoras de campo con formas distintas de reflejar el entorno rural que habitan, pero con una cosa en común: haber sido olvidadas durante décadas pese a ser pioneras de las literaturas de sus respectivos países. Otros dos libros recientes han marcado nuestra agenda, Iris Brey y Joy Press analizan en sus respectivos ensayos la transformación televisiva a raíz del creciente número de mujeres en todos los estratos de la industria desde los años dos mil. Pero, ¿existió realmente una época en las que las mujeres dominaron la televisión o fue todo un espejismo? El mundo de las camgirls es sórdido y desconocido, por eso agradecemos que Isa Mazzei haya conseguido salir de él para escribir una de las películas más fascinantes de la temporada, Cam, centrada en su dura experiencia personal. Aunque los juegos producidos por Robin Hunicke suelen ser luminosos, ella también ha sufrido algunos traumas que ha tratado de plasmar en su obra. Hablamos con ella sobre Journey, Luna y el próximo Wattam, entre otras muchas cosas. Richard Vreeland se ha dado a conocer gracias a los videojuegos, pero como compositor y con el nombre de Disasterpeace, quien dio el salto al cine con It Follows y se acaba de estrenar su nueva colaboración con el mismo director, Lo que esconde Silver Lake. Seguro que una de sus inspiraciones fue Laurie Anderson, matriarca de la música electrónica que sigue recorriendo el mundo presentando su trabajo y reflexionando sobre la pérdida y el futuro. Y hablando de clásicos, hemos decidido reivindicarlos. Nos centramos en la figura de Luciano de Samósata, escritor sirio del siglo II, precursor involuntario de la ciencia ficción y uno de los primeros autores humorísticos. Frank Lloyd Wright fue el arquitecto más importante del pasado siglo, por algo está considerado el padre de la arquitectura orgánica y moderna, gracias a su pasión por el arte japonés que él mismo dejó patente en un ensayo publicado ahora aquí. Y por último, nos adentramos en la historia de la mítica banda de hip hop Wu-Tang Clan gracias a las memorias de escrito por Lamont “U-God” Hawkins. Spoiler: habrá altas dosis de violencia, drogas y bling-bling.

Cactus #33 Enero/febrero 2019

Diseño Querida Duska,

Contacto info@revistacactus.com

Un proyecto de Sandro Gomato, Koldo Gutiérrez, Elizabeth Casillas

Imprime Another Press

Publicidad publicidad@revistacactus.com

Han colaborado en este número José Blázquez, Roberta Vázquez, María Sánchez, Janire Goikoetxea Eva Cid, Yahvé M. de la Cavada, Klari Moreno, Mikel Gil, Higi Vandis.

Depósito legal BI-669-2013

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@revistacactus Cactus no se hace necesariamente responsable de las opiniones de sus colaboradores, aunque les arropará con una mantita si algún día la necesitan. Ningún contenido de esta publicación puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso previo del editor. © de textos e imágenes: sus autores

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Soy tan feliz que me cortaría las venas

Occidente en las últimas décadas. Los datos dibujan el mapa del mundo infeliz; la inmensa mayoría son países occidentales y, muchos de ellos, países cuyos modelos políticos y sociales llamamos, paradójicamente, Estado del Bienestar, que son los países nórdicos (pensarás que la ausencia de sol provoca estragos en la salud mental, pero cuidado, que Australia y Nueva Zelanda suelen aparecer, y España también anda por el Top 10). Entonces, podemos decir que hay algo que esconde nuestra sonrisa; que hay algo en el relato que amenaza la ficción de nuestra alegría. ¿No seremos cada uno de nosotros una muestra de este mapa de la infelicidad, en el que los países donde mejor decimos que se vive es donde más deprimidos nos sentimos?

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Cualquiera que viera las fotografías que exhibes en tu casa llegaría a la conclusión de que eres una persona feliz. Para exhibirte en sociedad, has elegido los mejores momentos de tu vida, los grandes acontecimientos, esos fabulosos viajes, etcétera, imágenes todas ellas protagonizadas por la sonrisa. Es el mismo mensaje que proyectas constantemente en tus redes sociales, donde muestras siempre tu mejor cara, tu perfil bueno, tu sonrisa de dentista. Con todo el trabajo incesante que pones para mantener el relato feliz en alto, si algún ingrato, aun con todo, se osara a preguntarte, a bocajarro, si eres feliz, enseguida le cortarías, con un punto de enfado, respondiendo con un contundente: «¿Por quién me tomas?, claro que soy feliz y nadie puede ponerlo en duda».

Un estudio de 2011 de varias universidades anglosajonas, titulado Dark Contrasts: The Paradox of High Rates of Suicide in Happy Places, arrojó un resultado que también dinamita nuestra sonrisa de dentista. En esta publicación se cruzaron datos con una lista que ese mismo año, 2011, la revista Forbes había publicado, de los 110 países más felices del mundo; los países más “happy” eran Noruega, Dinamarca, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, Suecia, Canadá, Suiza, Países Bajos y Estados Unidos. Pero, ¡oh, oh…! las conclusiones del estudio determinaron que países como Dinamarca, Islandia, Irlanda y Suiza, así como Estados Unidos o Canadá, eran al mismo tiempo los que mostraban una mayor tasa de suicidios.

Esta forma de estar en el mundo, esa sobreexposición que haces del júbilo de vivir, no es algo que haya traído Instagram ni su postureo de postal sino que viene de antiguo, puesto que es uno de los patrones de comportamiento que nos definen, como occidentales, en nuestro espacio y en nuestro tiempo. Mires a donde mires, todos estamos-en-lafelicidad. Da la sensación de que finalmente hemos logrado salir de la suciedad de la vida para habitar en el universo aséptico de un anuncio. En la publicidad, sus protagonistas, hagan lo que hagan, están-en-lafelicidad, sonríen, cualquier conflicto ha sido barrido de su cotidianeidad, y no solamente eso, sino que hay en su comportamiento una ostentación, una demostración de fuerza, de un impulso vital motivado por el buen rollo y el bienestar. En Occidente, el reino de la dicha se conquista por la vía del consumo y de la misma forma que la publicidad vende un producto, nosotros hacemos lo propio cada vez que le regalamos al mundo nuestra mejor cara. Cada uno de nosotros, en nuestro estar-en-el-mundo, somos ya el producto de una venta al público, cuyo relato es, necesariamente, estar-en-la-felicidad.

Las interpretaciones de la Pirámide de Maslow defienden que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide). En teoría, una vez auto-realizados, deberíamos dejar de necesitar más, pero no ocurre así. Nunca dejamos de necesitar algo. Porque nuestra felicidad es un demonio insaciable. Nuestro cuento nos devora. La imposición social del “happismo” nos revienta en la cara porque nos termina saliendo el tiro por la culata. El thriller, finalmente, termina acuchillando nuestras vidas; irrumpe cruelmente desde la elipsis, mancha de terror a nuestra inmaculada comedia y salpica de sangre todas y cada una de las fotografías en las que sonreímos.

En este cuento con el que nos relacionamos con los demás, en tanto que es una ficción, hay elipsis, y lo que ocultamos, en este caso, es un monstruo que nos acecha desde las sombras que proyectan nuestras sonrisas en público y que se llama depresión. Si consultas las fuentes pertinentes verás que el consumo de antidepresivos se ha disparado en

JOSÉ BLÁZQUEZ

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NOSFERATU Fokua / Foco

AGNÈS VARDA 2018ko azaroa – 2019ko ekaina noviembre 2018 – junio 2019 Emanaldiak / Proyecciones: Tabakalera 20:00tan Sarrera / Entrada: 3,50 euro Egutegia: www.donostiakultura.eus www.tabakalera.eu


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Una mancha

que se forman ante ti de ese que va antes que tú pero al que nunca ves. Porque la mayoría de las veces, por no decir todas, nunca alcanzas al animal que sigues. Solo tocas y observas lo que ha ido dejando a su paso. Yo no puedo evitar recoger estas pequeñas muestras que tuvieron que ver con el invisible. Lleno la casa de lo que tuvo que ver con él, una especie de recordatorio, una manera de recordar y de recordarme a mí misma, una forma de señalar que una vez estuve allí. Ya no solo cosas materiales, hago fotos, grabo sonidos. Quiero que el recuerdo de lo que nunca vi abarque todo.

1. Hay una mancha en la casa de mis abuelos. Allí ya no habita nadie. Solo la humedad, el polvo, las sábanas demasiado blancas para cubrir los muebles y los retratos. A veces pienso que la casa es un organismo vivo, algo que se ha transformado en una especie de sistema digestivo de manera forzosa. Una especie de revancha, una forma de echarnos en cara a los que nos fuimos y apenas regresamos, a los que fueron arrebatados de la vida demasiado pronto.

5. ¿Cómo sobrevivir a todas las ausencias? ¿Cómo recodarlas? ¿Cómo mantenerlas con vida? ¿Cómo escribir sobre lo que nunca se convirtió en experiencia y solo es una estela? ¿un rastro? ¿una mancha?

2. La mancha, creedme, tiene forma de cabeza de animal. Hay días que parece un lince, otros se asemeja más a un gato, y cuando hace demasiado frío se convierte en la cabeza de una pantera. Apareció en el corredor de la casa, un sitio por el que tenemos que pasar todos al entrar. Enfrente está la habitación donde me suelo quedar a veces. Hace poco descubrí que la cama donde duermo es la cama de mi abuelo cuando era estudiante. Esa noche, quise escribir, leer, quedarme sentada. Abarcar con el cuerpo el espacio que una vez abarcó el cuerpo de un antepasado mío y que ya no está. Quizás pensé que las partículas tienen memoria, que los cuerpos de los ausentes dejan estelas y huellas en el espacio.

6. Anoche soñé con la mancha. La tocaba. Le hablaba. Le cantaba una especie de nana, quería que estuviera tranquila. Hace unos días en casa dijeron que querían pintar la casa de nuevo. Ocultar las humedades, borrar con cal las cicatrices y las marcas. En el sueño la mancha protesta, no quiere desaparecer, convertirse en nada. Yo acaricio su cabecita de animal. La mancha ronronea, se queda dormida y sueña. Yo vigilo su sueño, le digo de nuevo, «tranquila, no pasará nada, todo aunque sea invisible, deja su rastro y su huella. Sigue aquí y permanece».

3. Abro el último libro de Sara Torres, Phantasmagoria: “o no. o era una cabaña simple. musgo y alcornoque mientras se mantuvo erguida. después. A su pie. alguien falseó un yacimiento con restos de otras cosas”

MARÍA SÁNCHEZ

4. Una manía que tengo desde pequeña es seguir rastros. Restos de plumas, pelos, lanas. Huellas frescas, fluidos, huesecillos. Nidos, ramitas. Ruidos

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INGURUMEN, LURRALDE PLANGINTZA ETA ETXEBIZITZA SAILA DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE, PLANIFICACIÓN TERRITORIAL Y VIVIENDA


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Listas y tontos

de los implicados en votaciones de lo mejor del año no tienen mucha idea de qué les ha gustado y qué no, ni mucho menos de por qué. La cosa no va de si este disco es una obra maestra o si este otro es una joya que ha pasado desapercibida pero que tiene potencial para cambiar el mundo de la música: la cosa va de qué dice de nosotros nuestra lista de lo mejor del año. Y esto hay que pensarlo bien.

No sé cuántos años llevo participando profesionalmente en listas de “lo mejor del año”, pero muchos. Sean los que sean, demasiados. Es un ejercicio divertido, de eso no hay duda, y muy útil desde el punto de vista de la reevaluación — reescuchar lo valorado y rastrear lo que ha podido pasar desapercibido—, pero el resultado suele ser tan estéril y estar tan corrupto que cada vez me da más reparo emitir votaciones para la publicación que sea. Para empezar, porque muchas veces esas votaciones desembocan en un gran plebiscito común, y por lo general el resultado siempre muestra selecciones con las que muchas veces no puedo sentirme identificado, por no decir que en ocasiones me han hecho sentir auténtica vergüenza.

¿Esto nos mola o no? Mmm, peliagudo; lo están poniendo bien en todas partes. ¿Tal vez deberíamos desmarcarnos para demostrar que no nos dejamos llevar por la masa? Aunque ahora mola ser un poco mainstream, lo difícil es encontrar el punto. ¿Hasta dónde podemos abrazar el mainstream sin perder el cool? ¿Nos mola Rosalía? Que nos mole es cool, pero que no nos mole también; ¿qué hacemos? A este hay que meterle que está en todas partes, pero hay que destacar alguna cosa que no haya tenido ninguna repercusión, porque ha de quedar claro que vamos un paso por delante; que aquí controlamos. Y hay que meter al menos un par de cosas de este sello, que se enrolla con nosotros y nos pone mucha publi, y destacar a este que va a ser cabeza de cartel en ese festival con el que nos viene tener una buena relación, así que hay que hilar fino con esto. A ver: lo mejor del año. Tampoco es que hayamos escuchado esto en profundidad, quizá incluso únicamente hemos visto algún video en YouTube o escuchado un par de temas en Spotify, pero lo que mola es lo que mola. Está ahí fuera y es nuestro deber contarlo.

Aunque, por otro lado, conociendo como conozco ciertos ámbitos de la prensa musical, creo que puedo apostar, sin mucho riesgo a perder, a que en la mayoría de casos el resultado publicado es el que se dicta en redacción (si es que hay una redacción, que está la prensa últimamente muy en plan «la revista/web la hacemos un colega y yo desde casa y tenemos gente que nos escribe todo, con sintaxis de preescolar y perspectiva de completo indocumentado, pero nos lo hace a cambio de algunas entradas para conciertos y ya»). Esa es la realidad: en general la confección de las listas del año es un trabajo estratégico, porque la selección de títulos a destacar de un año por parte de una publicación dice mucho, muchísimo, no de la cosecha del año o de si tal o cual disco es una obra maestra, sino de la propia publicación.

En fin, una puta pantomima todo, como en tantas y tantas cosas. No siempre es así, y hay cabeceras que intentan currárselo y tomárselo en serio, pero, cuando el que te cuenta la historia se proyecta como protagonista de la misma, es porque la historia que te está contando no tiene ningún valor.

Una lista de lo mejor del año es un documento de identidad, un informe que dice muchísimas cosas sobre la marca que la acoge, y por eso es tan relevante (para quienes la hacen y la publican) lo que contenga. De hecho, es triste ver a compañeros preparando sus listas siempre después de estudiar al dedillo lo que se está diciendo aquí y allá, lo que se ha publicado en tal web súper influyente o lo que han aupado en esta otra revista que lo peta. ¿Por qué? Porque muchos

YAHVÉ M. DE LA CAVADA

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Una sección hecha por los editores de la revista y un invitado distinto cada número, totalmente subjetiva y que no atiende a razones temporales ni de género. Recomendaciones a gogó. Sólo buena mierda.

Por E L I Z A B E T H C A S I L L A S Un cómic LOUIS ENTRE FA N TA S M A S

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Isabelle Arsenault y Fanny Britt (Salamandra Graphic, 2018) La ilustradora Isabelle Arsenault y la escritora Fanny Britt vuelven a juntarse para firmar una novela gráfica, Louis entre fantasmas, tan poética y formidable como compungida. No podría ser de otra manera, como ya demostraron en su anterior obra, Jane, el zorro y yo, tienen un dominio total de las pausas y los silencios para dar a la obra un halo de poesía visual. En esta ocasión, ponen el foco en la vida de Louis, un niño a punto de llegar a la adolescencia cuyos padres acaban de separarse. Desde su perspectiva abordan temas como la depresión, el alcoholismo o el paso a la vida adulta. Con una gran carga dramática, es el hermano pequeño de Louis quien sirve de contrapunto cómico, siempre en el momento justo.

Por K O L D O G U T I É R R E Z Un videojuego MINIT

Un libro PERMAFROST

Devolver Digital (2018)

Un canal de YouTube SCREENPRISM

Eva Baltasar (Literatura Random House, 2018)

Ahora que cada juego de gran presupuesto obliga a meter cientos de horas sin valorar el tiempo del jugador, con aburridas misiones de recadero y dando tumbos por escenarios gigantescos, necesitamos más títulos sencillos y directos como Minit: una peculiar aventura en blanco y negro donde cada partida no dura más de 60 segundos. Eso nos obliga a no perder el tiempo en tonterías y decidir bien nuestras acciones para hacer progresar la historia y evolucionar el mundo. Un reducido equipo formado por cuatro personas, entre quienes destaca el máximo responsable del imprescindible Nuclear Throne, son los responsables de uno de los juegos más originales del año, con influencia de Majora’s Mask y Dark Souls.

(2018)

Recomendar a estas alturas Permafrost es poco arriesgado, ya que viene avalado por gran parte de la crítica y la respuesta del público sigue siendo muy positiva, pero aún así había que decirlo: hay que leer a Eva Baltasar. Escribe Baltasar que cuando eres pequeño la normalidad se circunscribe a tu casa, pero la normalidad que rodea a la protagonista del libro es tan única como plausible: una madre obsesiva, una hermana convencional, varias amantes que aplacan su hedonismo y sus impulsos suicidas. Irónica, desgarradora, divertida e irreverente, así es Permafrost, un libro con el que la escritora catalana ha iniciado un tríptico de protagonistas femeninas para explorar distintas etapas en la vida de las mujeres.

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La desaparición de Every Frame a Painting hace un par de años dejó un vacío de calidad en YouTube, donde cada vez resulta más complicado separar el grano de la paja. Screenprism se ha propuesto coger el testigo y cada sábado y domingo publica un vídeo-ensayo donde reflexiona sobre películas y series populares para profundizar en diversos aspectos narrativos, temáticos o sociales. Su exhaustiva serie dedicada a cada uno de los personajes principales de Mad Men demuestra su gran capacidad de análisis, pero también han hablado sobre BoJack Horseman, John Carpenter, Mamoru Hosoda, Harry Potter, Marvel, Friends, Dark Knight o The Office.


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Por S A N D R O G O M A T O

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Para muchas personas dormir no es ni mucho menos un acto automático y sencillo que se logra simplemente metiéndose en la cama y cerrando los ojos. Henry Nicholls, quien padece narcolepsia y otras alteraciones asociadas a ella, hace aquí un repaso por todos los trastornos relacionados con el sueño, desde el cada vez más frecuente insomnio esporádico hasta la rarísima enfermedad que les cuesta la vida a unas pocas personas en todo el mundo por no poder dormir, pasando por otros que pueden convertir tu día a día en una pesadilla. Todo ello condimentado con información valiosa sobre qué pasa cuando nos dormimos y cómo mejorar nuestros hábitos. No te aseguramos que duermas a pierna suelta si tienes problemas, pero al menos podrás conocer mejor al enemigo.

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Por M A R Í A S Á N C H E Z (poeta y escritora)

Un ensayo D U É R M E T E YA Henry Nicholls (Blackie Books, 2018)

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Un libro LA MIEL Tonino Guerra (Pepitas de calabaza, 2018)

Una serie documental SUNDERLAND ‘TIL I DIE Netflix (2018)

¿Un libro de poesía? no solo eso. La miel es un pequeño universo lleno de vueltas al origen, a la infancia, a la raíz, a los lugares que estuvieron llenos y quedaron vacíos. Un canto a los últimos años, a la calma, a los campesinos y a sus costumbres, a nuestros últimos mayores que morirán solos sin esperar que alguien les cierre los párpados al morir. Poemas llenos de vida pero también de pequeños fotogramas infinitos, esperando que pasemos la página y los leamos para sucederse y comenzar a existir una y otra vez.

Cuando el Sunderland descendió a la segunda división inglesa en 2017, sus aficionados se prepararon para un duro año en el que todas las expectativas estaban puestas en regresar a la Premier League. Así lo entendieron también los creadores de este documental, dispuestos a contar una historia de gloria en torno a este tradicional club de fútbol de una ciudad industrial del norte de Inglaterra. Sin embargo, desde el principio de la temporada, todo lo que podía salir mal salió mal, y lo que se imaginaba como un final feliz acabó tornándose en catástrofe. Sunderland ‘til I die es interesante porque, frente a tanta historia de autorrealización y epicidad con que nos bombardean a diario, relata un terrible fracaso.

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Una película TRES CARAS Jafar Panahi (2018) ¿Y si la única opción como forma de resistencia es la ficción? Tres rostros, tres mujeres, tres edades, tres vidas. El director iraní se funde con el paisaje y nos lleva a las montañas del Noroeste para contarnos la historia de tres mujeres que comparten profesión. En un marco de choque entre los visitantes de la ciudad con las normas no escritas del pueblo y sus habitantes, Panahi se convierte en nuestro guía y nos sumerge en un relato donde también hay resistencia contra lo político y lo patriarcal en un lugar remoto del país.

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Cactus La estampa japonesa

Frank Lloyd Wright

Sans Soleil, 2018

De la estampa japonesa a la arquitectura moderna #33 01–02_2019

FRANK LLOYD WRIGHT fue el gran arquitecto estadounidense del siglo XX. Diseñó unas 1.000 estructuras y más de la mitad llegaron a construirse. Su carrera se prolongó durante siete décadas y su influencia permanece tan vigente como muchos de sus edificios. Su obra más alabada e icónica sigue siendo la Casa de la Cascada, construida en una zona rural de Pennsylvania en 1935. La vivienda, levantada en pleno bosque junto a una catarata, se integra en el entorno con tal armonía que parece formar parte de la propia naturaleza desde hace siglos, lo que dio lugar a que muchos empezaran a referirse a su estilo como “arquitectura orgánica”. Esa obra supuso un auténtico hito en su carrera, aunque contaba ya con 67 años, y la culminación de su pasión por la arquitectura japonesa, la que le inspiró para concebir su obra maestra. El arquitecto nacido en Wisconsin en 1867 estaba profundamente enamorado de la cultura nipona, por lo que en 1912 publicó un breve ensayo titulado The Japanese Print: An Interpretation, lanzado ahora en España por la editorial Sans Soleil con el nombre de La estampa japonesa: Una interpretación. El libro cuenta con una introducción de David Almazán, profesor de Arte de Asia Oriental en los estudios de Historia del Arte del grado y máster de la Universidad de Zaragoza, donde también es profesor del Diploma de Especialización en Estudios Japoneses. Es un experto en la materia que explica la relación de Wright con el arte del País del Sol Naciente. Su primer acercamiento con la arquitectura japonesa se produjo de casualidad. Tras el gran incendio que asoló Chicago en 1871, la ciudad trató de reinventarse y resurgir de sus cenizas, así que en

Un ensayo de 1912 escrito por Frank Lloyd Wright declara su amor por la cultura nipona y cómo su estilo influyó en su obra. Así nació la arquitectura orgánica y moderna, con la mítica Casa de la Cascada como cúspide. La editorial Sans Soleil acaba de publicarlo ahora. TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ

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pasado un total de 37 meses allí. Se implicó tanto con su arte, que en 1913 le encargaron diseñar el Hotel Imperial de Tokio. El edificio recordaba al Pabellón Fénix que tanto le había impactado tres décadas antes en Chicago, pero además incorporaba nuevos elementos decorativos para darle un aire más actual y no se quedaba sólo en lo estético; cuando tuvo lugar el Gran Terremoto de 1923, el hotel fue uno de 1893 acogió la Exposición Universal, gran evento que las pocas estructuras de Tokio que resistió. Eso dejó contó con la participación de Japón, una nación que patente que Wright había asimilado tanto el estilo también buscaba proyección internacional tras la como la técnica japonesa, y de esa combinación Restauración Imperial de 1868. El joven arquitecto surgió la arquitectura moderna tal y como la trabajaba en aquella época en Chicago, a las órdenes conocemos. de importantes figuras de su gremio. Uno de ellos era El arquitecto estadounidense no se conformó Louis Sullivan, uno de lo teóricos más importantes de con eso. Además del conocimiento adquirido en sus su tiempo, que dejó una profunda en él y le inculcó una máxima que siguió durante toda su vida: la forma viajes, también fue trayendo infinidad de estampas japonesas. Se convirtió en coleccionista y estudiosos sigue a la función. de ukiyo-e, al importar más de veinte mil de esos tapices para él, amigos y museos. Sus artistas Tú a Boston y yo a Chicago. Tras la apertura de la favoritos eran Katsushika Hokusai, famoso por sociedad nipona al comercio, muchos occidentales sus Cien vistas del monte Fuji, y Utagawa Hiroshige, empezaron a interesarse por su cultura. Pintores autor de paisajes donde combinaba armónicamente como Monet o Van Gogh estaban fascinados por los personas y arquitectura local. Ambos eran de los más ukiyo-e, las míticas estampas, y la burguesía europea populares en esta ancestral técnica, así que Wright y norteamericana empezó a importar objetos. En los organizó varias exposiciones dedicadas a ellos y su círculos académicos también surgió un repentino influencia se aprecia en su obra posterior. Fruto de interés y en el caso de Estados Unidos varios estudiosos se juntaron en Boston para profundizar en esa devoción, en 1912 escribió el citado ensayo, un revelador estudio sobre el arte japonés y su influencia su nueva pasión. Wright comenzó a trabajar en 1885 en el nacimiento de la arquitectura contemporánea.
 para un coleccionista de arte japonés que era primo No se trata de un tratado académico, sino de una profunda reflexión sobre el concepto de la belleza basada en la estética oriental. Alaba costumbres locales como la ceremonia del té y deja HOKUSAI Y HIROSHIGE DEJARON constancia de su platónica admiración UNA PROFUNDA HUELL A EN SU en frases como ésta: ESTILO, QUE PLASMÓ EN SU OBRA «Estos sencillos grabados a POSTERIOR color son, de hecho, un lenguaje cuyo objetivo es la belleza absoluta, inspirados por la necesidad japonesa de expresar con precisión lo bello, que para él es la realidad, mucho más que los objetos de una de esas eminencias, así que desde Chicago naturales a los que arrebató el secreto de su ser». entró en contacto con esos japonófilos bostonianos. En su posterior autobiografía, Wright reconoció la Cuando ocho años más tarde visitó la Exposición pasión que las estampas le habían generado. Gracias Universal, allí descubrió la arquitectura de aquel a ellas eliminó lo superfluo y alcanzó una plástica lejano país: había una réplica a mitad de tamaño del simplicidad que cambió su estilo y revolucionó la Pabellón del Fénix, una construcción erigida en Uji, arquitectura moderna para siempre, con la Casa cerca de Nara, a comienzos del siglo XI. de la Cascada como cénit. La estampa japonesa es El edificio permaneció en Chicago hasta que en una poética carta de amor, sincera, descarnada y 1946 otro incendio acabó con él. El autor de esta acompañada por algunas de las ilustraciones que más versión reducida fue Kuru Masamichi, que había influyeron al principal arquitecto del siglo XX. @ introducido la arquitectura en la universidad de su nación. Frank Lloyd Wright se sumergió de lleno en la cultura de Japón y en 1905 visitó el país junto a su mujer durante mes y medio, en pleno hanami, la época de floración de los cerezos que tantas veces había visto en estampas. Ese fue solo el primero de muchos viajes a Japón; al final de su vida había 13

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Cactus En carne viva

Lamont U-God Hawkins

Sexto Piso, 2018

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U-God, fundador de la clásica banda de hip hop, relata con extra de bravuconada su dura vida en las calles y su conversión en estrella millonaria. Lo hace en En carne viva.

Azote Wu-Tang TEXTO: MIKEL GIL

Es evidente que U-God tira de fanfarronería a la hora de novelizar cada pasaje de su agitada adolescencia, pero el resultado es un relato trepidante escenificado como una historia sacada de The Wire y el protagonista fuera poco menos que Stringer Bell. U-God, de nombre Lamont Hawkins, fue un bebé nacido fruto de una violación y criado en los bloques de viviendas sociales de Staten Island, al sur de Nueva York, donde había que trapichear para medrar. No había problemas para conseguir clientela en pleno apogeo de aquella droga que se asemejaba a láminas de pintura blanca desconchadas de una pared: el crack. Químicamente, pura cocaína, solo que fumable. Legalmente, considerado más grave que la cocaína por parte del estado federal y su política de guerra contra las drogas, diseñada para que los pobres recibieran peores penas que los acaudalados esnifadores de farlopa.

SI HAY UN TIPO DE MÚSICO que es capaz de escribir un libro con la misma parte del cerebro con la que trabaja sus canciones, ese es el rapero. La prosa de U-God Hawkins es como sus rimas: vivaz y efectiva. Pero quien coja En carne viva con la intención de leer sobre rap, estilo de vida Wu-Tang y creación artística, que busque en otro lado. Estas cuestiones aparecen menos en el libro que el propio U-God en las canciones del icónico debut de su banda: 36 Chambers, cuya grabación le pilló al rapero cumpliendo condena en el maco por tenencia de drogas y arma de fuego. De los nueve miembros del clan, U-God es de los de casta baja, uno de los que se quedaría en el banquillo de hacer una alineación all-star. Por eso, En carne viva no es tanto un relato sobre las andanzas de los WuTang como de la suya propia, la de su indomable ego forjado en los bajos fondos neoyorquinos de los años ochenta. El Wu-Tang Clan no se forma hasta pasados dos tercios del libro, y ojalá tardara más. 14


Así, no se pierde la connotación de clase del término, en contraposición al business que será más empleado por el Clan después. Porque una vez los Wu-Tang empezaron a ingresar esos dollah dollah bills, poco quedó del juego y mucho de farándula, litigios y pantalones de chándal Wu wear™. Aparece un nuevo U-God, preocupado no por sobrevivir en la calle, sino porque en el faraónico Caesar’s Palace de Las Vegas pierde veinte minutos de su vida si se equivoca de pasillo para ir a la piscina. Se suceden anécdotas de apenas tres líneas, como la de la noche en que casi se encaró con Leonardo DiCaprio o en la que casi se ligó a Kim Kardashian —una de las pocas mujeres que aparecen con nombre propio en el libro, en condiciones similares al resto—. Los Wu-Tang —principalmente Raekwon— fueron precursores en el rap gangsta y su jerga extraída de las calles de Staten Island. Con la muerte por sobredosis de Ol’ Dirty Bastard en 2004, el más errático y excesivo de sus miembros, el Clan se alejó de aquella estética y se sumió en una serie de disputas intestinas por el control comercial y creativo de la banda. En cierto modo, En carne viva es un alegato de U-God contra RZA, el líder Q U I E N C O JA E N CA R N E V I VA C O N de facto del Wu-Tang Clan, con quien a LA INTENCIÓN DE LEER SOBRE la hora de escribir la biografía tenía un R A P, E S T I L O D E V I D A W U -TA N G Y juicio pendiente debido a royalties de C R E A C I Ó N A R T Í S T I C A , Q U E B U S Q U E las canciones. EN OTRO LADO «Quizá lleve los adornos de un rapero y productor de éxito, quizá tenga un montón de coches y de casas, pero no tiene a nadie con quien compartirlo», dice sobre RZA. Suena a paja en el ojo ajeno, porque Entre cambalaches y altercados parece mentira que en el libro se intuye que U-God siempre se ha sentido U-God tuviera tiempo para indagar en el mundo del sin apoyo en sus horas más bajas: cuando estuvo hip hop. Atribuye su éxito a su «pureza de corazón», en el trullo, o cuando su hijo de dos años recibió la meritocracia y una suerte de predestinación relacionada con su fe: la Nación del 5% de Clarence 13X, dos balazos en medio de un ajuste de cuentas. Es una sensación que no ha logrado quitarse con los uno de los discípulos de Malcolm X. Viene a ser una años, pese a que haya cambiado las pistolas por los variante del Islam adecuada para afroamericanos, en tribunales. No hay unión de mosqueteros en una la que se sitúa al hombre negro como ser primigenio. banda con nueve miembros y nueve abogados: El 5% se refiere al porcentaje de humanos iluminados, «Me metí en el mundo del rap porque quería los Pobres Profesores Justos, que han de educar a los vivir sin tener que estar mirando por encima del salvajes y protegerlos de otro 10% de esclavizadores. hombro, sin pistolas y gente jodida. Me equivoqué de profesión, porque la industria de la música es Fuera game, dentro business. Game es la palabra la misma puta mierda. Tratas con gente que quiere con la que los negros en EEUU se refieren al negocio robarte, que se cabrea contigo porque tienes éxito, de la droga, pero que Milo J. Krmpotić traduce en que te odia». @ esta edición al español directamente como ‘juego’. U-God vendía crack a kilos; a miles de dólares por día. Si Nueva York nunca dormía, las esquinas y los puntos de venta de droga tampoco. Había que cuidarse de la policía, de los demás camellos y de los ladrones de traficantes. En un principio, los puños bastaban para defenderse. «No hay un número suficiente de neoyorquinos que hayan recibido un puñetazo en la cara». El rapero menciona que en las calles de su barrio —de donde también procedía el boxeador Mike Tyson— se forjaron maestros de los «52 bloqueos manuales» (52 hand blocks), un estilo de lucha callejera casi mitológico, basado en la defensa y el contraataque. En aquellos tiempos, llevar puestas joyas ostentosas no era querer demostrar la pasta que uno tenía, sino lo gallo que uno era. Luego llegaron las armas a los barrios, por lo que la técnica de los 52 bloqueos acabó extinguiéndose. En el trajín de pistolas, «la MAC-10 era una putita preciosa», como si fuera el anillo único: un arma que nadie quería tirar por muy manchadas que estuvieran sus balas.

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Sobre escribir, el campo y el olvido Recientemente se han recuperado las obras de Susan Fenimore Cooper y Barbara Baynton, dos escritoras de campo con formas muy distintas de reflejar el entorno rural que habitan, pero con una cosa en común: haber estado durante décadas olvidadas a pesar de ser pioneras de las literaturas de sus respectivos países. TEXTO: ELIZABETH CASILLAS ILUSTRACIÓN: HIGI VANDIS

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Capítulo 1: Sobre la naturaleza Martes, 4 de abril.Por primera vez desde que empezó esta estación, anoche se oyeron ranas croar.

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— Susan Fenimore Cooper

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esde la primavera de 1948 hasta el invierno de 1849, Susan Fenimore Cooper escribió un diario donde recogía los pensamientos que le despertaba la naturaleza alrededor de la cual vivía. En 1850 estas reflexiones fueron publicadas por primera vez bajo el título Diario rural y, lo más probable, es que sean pocos los lectores que hayan tenido conocimiento hasta la fecha de esta obra o, no arriesgo mucho al decirlo, su autora. Sin embargo, el libro de Fenimore Cooper es una pieza fundacional de la literatura sobre la naturaleza y, de hecho, fue publicada cuatro años antes que la obra sobre naturaleza por antonomasia: Walden de Henry D. Thoreau. Susan Fenimore Cooper (1813-1894) era naturalista además de una brillante escritora. Publicó, entre otros, los libros Female Suffrage: A Letter to the Christian Women of America y The Rhyme and Reason of Country Life y colaboró con medios de renombre como The Atlantic Monthly. Tenía formación en historia, arte, botánica y zoología. Hablaba varios idiomas. Fundó un orfanato en Cooperstown, Nueva York, y lo convirtió en una célebre organización benéfica. «Podemos afirmar que Susan Fenimore Cooper, atendiendo a su posición y a su época, era una mujer con conciencia de género, feminista y ecologista», asegura María Sánchez en el prólogo que antecede al diario. Pero también era “hija de”. En concreto, hija de James Fenimore Cooper, uno de los autores estadounidenses más reconocidos gracias a, entre otras, obras como El último mohicano. Un detalle que, a priori, podemos considerar baladí, pero que en este caso marcó totalmente la vida de Susan porque, cuando su padre murió, dejó de escribir para dedicarse por completo

a la salvaguarda de los archivos de su progenitor y la beneficencia. Explica Sánchez que un dato curioso acerca de muchas de las mujeres que escriben sobre naturaleza es que heredan de los hombres de la familia el vínculo con el medio, pero se convierten en las primeras en escribir sobre ello de una manera totalmente diferente: «Es el caso de Susan Fenimore Cooper con este libro, y de obras que se han editado recientemente en nuestro país como La memoria secreta de las hojas, de Hope Jahren, y El ingenio de los pájaros, de Jennifer Ackerman. Mujeres que, siguiendo la estela de las profesiones o aficiones de los padres, prosiguen con ellas a través de la escritura», apunta. Fenimore utiliza un estilo casi poético, sin pretensiones, pero minuciosamente descriptivo en el que las postales sobre lo que le rodean se entrelazan con profundas reflexiones sobre la conservación del entorno vegetal y animal, las consecuencias de la industrialización o el cambio en los hábitos de los pájaros por las acciones de los hombres. Con Diario rural, la escritora americana se convierte, de un solo golpe, en pionera de la conservación, la ecología y la literatura sobre naturaleza.

Diario rural se publicó cuatro años antes que la obra sobre naturaleza por antonomasia: Walden de Thoreau

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Capítulo 2: Sobre los que habitan La mujer llevaba la bolsa con el hacha, el mazo y las cuñas; el hombre, el cazo y las bolsas limpias de la comida. — Barbara Baynton

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arbara Baynton nació en 1857 en Scone, un pueblo situado en el estado de Nueva Gales del Sur que forma parte del bush australiano, una expresión local que sirve para definir tanto la zona rural más cercana a las ciudades como su particular estilo de vida. Allí vivió hasta que se trasladó junto a sus tres hijos a Sídney después de que su primer marido la abandonara y en 1890 se casó con su segundo esposo, Thomas Baynton, con quien empezó una nueva vida. La estabilidad económica adquirida tras su enlace matrimonial hizo posible que Barbara Baynton comenzase a escribir. Algunos de sus relatos no tardaron en ver la luz en la revista The Bulletin y, sin embargo, tuvo que partir a Londres para ver su obra recopilada en un libro. Estudios de lo salvaje –cuyo título original es Bush Studies– fue publicado por primera vez en el año 1902 por la editorial londinense Gerald Duckworth and Company. El manuscrito había sido rechazado debido a las descripciones crudas y mordaces que hacía del bush por los editores australianos tantas veces que Baynton a punto estuvo de arrojarlo al fuego. Hoy, por contra, esta antología es considerada una de las piedras angulares de la literatura australiana, y Baynton una pioneras. Tras leer los seis relatos de Estudios de lo salvaje, es fácil entender las dos cosas: el rechazo, porque estos relatos presentan un retrato de la vida en las zonas rural de Australia que muy pocos australianos estaban dispuestos a leer a principios del siglo XX –muy alejado de la literatura patriótica-heróica que estaba de moda en la época–; y que hoy en día sea considerado piedra angular de la literatura australiana, porque pocos han podido escribir textos tan realistas añadiendo pinceladas de la tradición gótica, la literatura fantástica y la comedia y salir airosos con semejante destreza. Si Susan Fenimore Copper estudió la naturaleza que le rodeaba, Barbara Bayton realizó en sus relatos un análisis sobre las personas que habitaban en un entorno rural concreto, el bush australiano. Era, como apunta Pilar Adón en el posfacio del libro, un estudio pormenorizado, escrupuloso y verídico realizado mediante la observación directa sobre 19

«cómo sobreviven los hombres y las mujeres del interior del país, cómo se relacionan entre ellos, cómo se alimentan, se entretienen y se evaden, cómo se trasladan de un lado a otro por un paisaje que no puede ser más árido y, a la vez, cómo interactúan con ese entorno adverso. Cómo comparten su vida con las especies vegetales y con las especies animales». Estudios de lo salvaje no es precisamente una imagen bucólica de la vida en el campo y, de hecho, Baynton incide en casi la totalidad de los relatos sobre la situación de aislamiento rural y cómo ésta afecta a sus habitantes. Pero no es su único tema recurrente: la maternidad y sus terrores o la infidelidad de los hombres también están presentes. Las mujeres tienen un gran protagonismo en toda la obra y, como bien apunta Adón, Baynton no muestra ningún reparo a la hora de hacer referencias a las palizas que los maridos les daban a sus mujeres. «Unas mujeres para las que el verdadero peligro no procedía de la naturaleza, sino de los hombres que vivían en ella», señala la traductora.

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Capítulo 3: Sobre el olvido, cómo y por qué La «literatura» tiene asignada un falso centro. No solo es masculina, blanca y de clase media (o alta), sino también de la costa este europea.

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— Joanna Russ

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an tenido que pasar casi dos siglos desde la publicación original de Diario rural de Susan Fenimore Cooper para que finalmente nos llegase su obra traducida y para que supiéramos que fue ella, y no Thoreau, la primera persona en Estados Unidos en escribir un ensayo sobre la naturaleza. Aunque la obra de Barbara Baynton fue reivindicada en las décadas setenta y ochenta del pasado siglo como una de las más significativas de la literatura australiana, no fue hasta el pasado mes de noviembre cuando vimos en librerías por primera vez Estudios de lo salvaje. «Sabemos que Thoreau leyó Diario rural, y que en uno de los medios en los que colaboraba hizo alguna mención sin pena ni gloria al libro de Susan. Hoy sabemos que lo leyó. Vuelve el género a marcar la escritura y a cuestionarnos una vez más: ¿y si Diario rural hubiera sido escrito por un hombre? ¿Se habría cuestionado a Thoreau? ¿Se habría hablado de una obra fundamental que lo precedía y que claramente había sido influencia y semilla?», pregunta María Sánchez. La respuesta puede estar en el ensayo Cómo acabar con la escritura de las mujeres que Joanna Russ escribió en 1983 y que, casualidad o más bien síntoma de que algo está cambiando en el panorama social y cultural, ha sido recientemente publicado en castellano por la editorial Dos Bigotes con traducción de Gloria Fortún.

Expone Joanna Russ que simplemente ignorar las obras, a sus autoras y toda su tradición es la técnica más comunmente empleada para acabar con la escritura de las mujeres, y la más difícil de combatir. Pero no es la única. Russ también apunta a las «prohibiciones informales (que incluyen la disuasión y la falta de acceso a los materiales y a la formación), negar la autoría de la obra en cuestión (esta estrategia abarca desde un simple error de atribución a sutilezas psicológicas que hacen que la cabeza te dé vueltas), ninguneo de la obra en sí misma de distintas formas», a «aislar la obra de la tradición a la que pertenece y su consiguiente presentación como anómala» o a las «afirmaciones de que la obra indica el mal carácter de la autora y por tanto el interés se debe meramente al escándalo que provoca y no debiera haberse escrito» como otras de las posibles causas. Alguna de ellas (o varias) pueden atribuirse precisamente al trabajo de Susan Fenimore Cooper y Barbara Baynton que durante décadas ha sido ignorado, aislado de la tradición a la que pertenece y ninguneado. Pero ha llegado la hora de colocarlas de nuevo en el sitio de la estantería que les pertenece.

Ignorar a las autoras y su tradición es la técnica más empleada para acabar con la escritura de las mujeres


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El próximo 12 de febrero sale a la venta Tierra de mujeres de María Sánchez (Córdoba, 1989), un ensayo personal sobre la vida en el medio rural y sobre las mujeres de su familia. Hija y nieta de veterinarios, ella es la última de varias generaciones vinculadas desde hace años a la tierra y los animales, y también la primera mujer de su familia en dedicarse a un oficio que tradicionalmente ha estado desempeñado por hombres. Tierra de mujeres es el relato de las mujeres silenciadas en los campos españoles pero, como nos apunta Sánchez, «también es una manera de reivindicar otra narrativa para el medio rural, sobre todo escrita por mujeres. Una excusa para sentirnos reconocidas, para que perdamos el miedo y la vergüenza y empecemos nosotras a contar nuestras historias». A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en España, Tierra de mujeres pretende llenar un hueco en el debate sobre feminismo

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y literatura rural. Y también busca ofrecer una visión de la vida en campo realista, porque, como nos explica, escribir desde lo rural hoy en día no tiene nada de especial, siempre que quienes escriban conozcan el campo y quieran contar sus historias. «El problema es que siempre se ha escrito desde el campo desde los mismos lugares, desde el género masculino y bajo una óptica muchas veces errónea: nostalgia, idilio, oasis, paternalismo, prejuicios hacia sus habitantes... Por eso la necesidad de una genealogía, y por eso también la escritura de este ensayo», sentencia su autora. @

^ Tierra de mujeres (Seix Barral, 2019)

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Posfacio: Una tierra para las mujeres


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Disasterpeace lleva quince años explorando nuevos terrenos en la música electrónica inspirado por los videojuegos con un estilo inconfundible. Ese medio le dio a conocer por su inolvidable banda sonora de FEZ, donde combinaba sintetizador y distorsión como nunca habíamos oído. Gracias a ello dio el salto al cine con It Follows y ahora vuelve a colaborar con su director.

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TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ

UN TOUR MELÓDICO DEL RIFF AL CHIPTUNE

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ecientemente se ha estrenado Lo que esconde Silver Lake, el esperado regreso del director de It Follows. David Robert Mitchell realizó en 2015 una de las películas de terror más originales y fascinantes de los últimos años, pero el mérito no fue sólo suyo; para generar la inquietante atmósfera de su peculiar slasher contó con la inestimable contribución de un compositor debutante en el cine y que supo dotar a la película de un aura fantasmagórica: Disasterpeace. Ahora que la pareja se ha vuelto a reunir, es buen momento para profundizar en la carrera del joven músico neoyorquino. Richard Vreeland lleva con ese nombre artístico desde hace más de una década. «No imaginaba que cosas que inventé con dieciocho años seguiría usándolas tanto tiempo después», reconoce a sus 32 palos, aunque su intención inicial era bautizar a un posible grupo. It Follows le puso en el mapa cinematográfico, pero él llevaba mucho tiempo componiendo y labrándose un nombre en la escena underground electrónica vinculada a los videojuegos. La mayoría le conocimos en 2012 gracias a su labor en FEZ, uno de los títulos indies más populares. Quienes nos acercamos a ese juego por su precioso estilo visual y sus originales mecánicas nos topamos con algo mucho mejor y que se quedó grabado para siempre en nuestros tímpanos: su banda sonora de estilo chiptune y con abundante uso del sintetizador que remitía a los 80 era cautivadora desde la pantalla de inicio, con el simpático tema principal in crescendo que nos animaba a explorar un mundo pixelado y colorido. Si FEZ se inspiraba en obras clásicas de los 16 bits para proponer nuevas y rompedoras ideas, la música de Disasterpeace hacía lo propio: partía del sonido típico de los videojuegos de los 90, pero ampliaba su capacidad con nuevas técnicas como la distorsión y el reverb para lograr un sonido más ambiental y evocador. Sus 26 temas van de lo mágico a lo íntimo, pasando por lo épico y el ruidismo. Pero, ¿cómo llegó un compositor desconocido a trabajar en uno de los juegos más revolucionarios de la última década?

Vince Guaraldi y George Winston. En el instituto descubrió a Tool y Rage Against the Machine, así que empezó a hacer sus pinitos con la guitarra y a trastear con los ordenadores, pero se decantó por estudiar diseño gráfico y webs. Pronto se dio cuenta de que su desbordante creatividad necesitaba algo más de libertad, así que lo dejó e ingresó en el conservatorio en 2005 con 19 años. Por aquel entonces ya había empezado a publicar su música en foros de internet; su primer disco, con el nada modesto título de History of the Vreeland, lo subió el último día de 2004 y tenía un estilo mucho más rockero, aunque ya hacía uso de sintetizador. Los videojuegos había formado parte de su vida, así que eran una gran influencia para él, especialmente al descubrir a otras personas que hacían versiones de canciones clásicas o que empleaban sistemas antiguos para crear música. Siguió colgando álbums y le llamaron para participar en la banda sonora de un juego para móviles, que finalmente no vio la luz, aunque él compuso 17 temas pegadizos y animados. Pese a la decepción, no se desanimó. Empezó a trabajar en otros juegos casuales para móvil que pasaron desapercibidos y en encargos junto a otros

EN EL INSTITUTO DESCUBRIÓ A TOOL

Y RAGE AGAINST THE MACHINE, Y EMPEZÓ A

HACER SUS PINITOS CON LA GUITARRA Y A TRASTEAR CON LOS ORDENADORES músicos para sagas más conocidas como Drawn To Life: The Next Chapter o Bomberman Live: Battlefest. Hacia 2008 entró en el estudio Demiurge de Boston como técnico de sonido. Eso le permitió probar cosas nuevas y percatarse de que prefería la composición. Para ellos se ocupó de la banda sonora de Shoot Many Robots, aunque tardaría unos años en salir. En esa ciudad colaboraba con un colectivo artístico y tocaban en distintos estados. En 2010 actuaron en un evento de videojuegos en Montreal, y el programador de FEZ le vio en directo. Ese título llevaba varios años levantando mucho hype en la incipiente escena indie, así que Disasterpeace ya lo conocía y cuando le ofrecieron participar en él no lo dudó, aunque había algo que no le convencía. «Querían que trabajara junto a otros músicos, pero yo presioné para que no fuera

Vreeland’s story. Su padrastro era el director musical de su iglesia y solía ensayar en el sótano de casa. El pequeño Rich estaba fascinado con la batería y practicaba cuando no estaban. Además, su madre tocaba el piano y su hermana cantaba. Su familia le inculcó el gusto por músicos de la época como Led Zeppelin, Los Beatles, King Crimson, Joni Mitchell, 23

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IT FOLLOWS —2015

HYPER LIGHT DRIFTER —2016

Carpenter & Cage. Al director de It Follows le había gustado tanto su trabajo en FEZ que utilizó provisionalmente algunas canciones para un premontaje. A Vreeland le atraía el mundo del cine, pero se le hizo raro tener que inspirarse en su propia música, tal y como le indicó el cineasta. «Fue un desafío para mí, ya que era como copiarme a mí mismo en otro contexto y a veces era mejor la versión original», confiesa. Para facilitarle la labor, el director le dio varias referencias en las que inspirarse. John Carpenter, cuyas películas y composiciones son la gran influencia del filme y que acaba de hacer la música de la nueva Halloween siguiendo su reconocible estilo habitual. John Cage, pionero de la música experimental. Y Krzysztof Penderecki, gran compositor polaco cuyas piezas han sonado en Corazón Salvaje, Inland Empire, Twin Peaks, Hijos de los hombres y Shutter Island. El resultado es una obra fascinante y compleja. Es inevitable pensar en FEZ al escuchar temas como Jay, pero Disasterpeace supo alejarse lo suficiente de su obra más conocida por motivos obvios; aquí no hay cielos azules, sino un tono oscuro y un ambiente malsano con un peculiar asesino en serie. Su sonido sucio, asfixiante y chirriante es más contundente que en trabajos anteriores, gracias al uso de la percusión, y sirve para provocarnos la misma paranoia que sufren los protagonistas, como el inquietante Old Maid.

FEZ —2012

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UNDER THE SILVER LAKE —2018

así, ya que consideraba que el juego se beneficiaría de tener una única voz», sentencia. Y joder si tenía razón. Con apenas 24 años, convenció a los autores del juego de que él era la persona ideal para ese trabajo y que no necesitaba a nadie más para crear su atmósfera y el tono. Ahí fue cuando empezó a dejar patente su inconfundible estilo, el sello que le catapultaría al Olimpo de los mejores compositores del videojuego. Su banda sonora fue tan rica y potente, que se sacó de la manga otros dos discos de remezclas. Aunque empezaba a estar bastante ocupado, con trabajos para la difunta Telltale, como Puzzle Agent 2, él supo ver que FEZ era un juego especial, que conectaba con sus intereses y que le permitiría explorar nuevos terrenos y darse a conocer. Si hay dos elementos que definen su estilo, estos son la música basada en los riffs de guitarra y el chiptune, que «me obliga a pensar en la música como voces individuales», señala. En cierta forma, se aleja del sonido machacón característico de ese género para dar lugar a algo más melódico y envolvente. Poco a poco, al ir adentrándose en ese terreno fue descubriendo que eso era lo que más le gustaba y le permitió elaborar lo que define como «un vocabulario de composición, porque al tener ciertas limitaciones sonoras puedo empujar en nuevas direcciones». Así siguió trabajando en juegos independientes, siguiendo un estilo similar, como KRUNCH, Runner 2, The Floor Is Jelly o Monsters Ate My Birthday Cake, pero entonces recibió una inesperada oferta laboral: hacer la banda sonora de una película de terror.

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GRACIAS A FEZ EMPEZÓ A DEJAR PATENTE SU ESTILO, QUE LE CATAPULTARÍA AL OLIMPO DE LOS MEJORES COMPOSITORES DEL VIDEOJUEGO El compositor ha seguido trabajando en juegos más pequeños, pero de gran prestigio, como Mini Metro y Reigns, y también ha realizado la música de un capítulo de la séptima temporada de Hora de Aventuras, Bad Jubies, rodado en stop-motion y ganador de un Emmy en 2016. Dada la influencia de los videojuegos en la serie, Disasterpeace encajaba perfectamente y tuvo plena libertad creativa. La banda sonora de Lo que esconde Silver Lake lleva meses disponible en Spotify. Se nota que ahora ha tenido más tiempo para realizarla, ya que son 34 tracks, entre los que se incluyen varios de REM y otros grupos, y no recuerda en absoluto a FEZ. Su estilo más ominoso, con abundancia de vientos y cuerdas, parece alejarse definitivamente del chiptune que le ha hecho famoso, aunque no deja de lado el tono melancólico y lúgubre, y lleva a pensar en Bernard Herrmann o Angelo Badalamenti. Tendremos que esperar a verla para saber si la música encaja con las imágenes y si estamos ante un punto de inflexión en la carrera de Disasterpeace, un compositor ecléctico y versátil que evita quedarse en su zona de confort. @

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Al año siguiente realizó otro de sus trabajos más alabados: la banda sonora de Hyper Light Drifter. Otro juego indie que causó un gran impacto, gracias nuevamente a inspirarse en clásicos, pero con la suficiente personalidad propia como para trascender más allá del simple homenaje nostálgico, tanto en sí mismo como en la banda sonora. «Sabía que en cierta manera sería un sucesor espiritual de lo que había hecho en FEZ», apunta el músico. Si la BSO de aquel era emocional y con gran apoyo en las melodías, en Hyper Light Drifter apostó por algo más íntimo y oscuro, con mayor uso del piano y un ritmo más lento y pausado. Disasterpeace se alejó del estilo chiptune y se inspiró más en el cine, especialmente en la obra de Vangelis, y en la música de dos juegos míticos en los que también se basa el propio título: Chrono Trigger y The Legend of Zelda. La banda sonora de Hyper Light Drifter nos transmite la soledad del protagonista, afectado por una extraña enfermedad, y evoca sensaciones de desconcierto en un reino mágico.


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L U N A D E L C Í N I C O P E S I M I S T A TEXTO: EVA CID

Redibujar los límites de lo posible desde la insatisfacción. Damos un paseo por la obra de Luciano de Samósata, precursor involuntario de la ciencia ficción y uno de los primeros autores humorísticos. 26


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Ese espejo del pozo podría parodiar, quizá, la bola mágica de algún cuento fantástico, pero también es muy interesante contemplarlo desde el carácter profético de la fantasía, una de las características no definitorias pero sí frecuentes en la ciencia ficción. Al fin y al cabo, la imaginación humana es el límite de lo real y de lo fantástico por igual. Como apunta Carlos García Gual, «Luciano no podía imaginarse que algún día ese prodigio estaría integrado en la vida cotidiana, ni que desde la tierra, a través de una pantalla parecida, veríamos caminar a los astronautas por la pálida y silenciosa luna». En Icaromenipo, otra de sus narraciones más conocidas, Luciano describe otro viaje a la luna. En este relato el cínico Menipo, emulando a Ícaro, se fabrica un par de alas emplumadas y con ellas asciende hasta el satélite, pero una vez allí no encuentra nada intrínsecamente lunar que le sea

Las lunas de Luciano. En Relatos Verídicos (o, según la otra versión del título, Verdadera Historia), Luciano relata cómo llegó a la Luna en barco, después de que el bergantín, con sus cincuenta tripulantes, fuera absorbido por un tifón mientras surcaba el Atlántico, y continúa con la narración disparatada de todo lo que encontró tras alunizar en el satélite terrestre. A su llegada a la Luna, Luciano se encuentra con un conflicto bélico interestelar. Los selenitas —los habitantes de la Luna— están en guerra con los heliotas —los habitantes del Sol— por la colonización del Lucero del Alba. Extraños monstruos, híbridos de vegetales y bestias, desfilan en ejércitos sobre inmensas telas de araña bajo un decorado surrealista. La luna de Luciano, además, está llena de todo tipo de extrañas criaturas, como los dendritas, unos seres nacidos de una especie de cocos cuyos genitales, postizos, podían ser de marfil o de madera, dependiendo de su condición social. Los selenitas, además, tenían ojos de quita y pon, una cola verde y esponjosa parecida a una col, y una bolsa de marsupial donde guardaban a sus crías durante el invierno. Incluso, en este viaje alucinado, el viajero Luciano encuentra algo parecido a una televisión:

GRAN PARTE DE SU OBRA ES UNA DENUNCIA DE LA FALSA RETÓRICA DE SU ÉPOCA Y DEL CARÁCTER FRAUDULENTO DE SUS PRODUCCIONES INTELECTUALES

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«Y aún contemplé en el palacio real una última maravilla: un espejo muy grande en el brocal de un pozo no muy hondo. Si uno va y baja al pozo puede oír todo lo que se dice en la Tierra, en nuestro país, y si uno mira en el espejo, puede ver todas las ciudades y los pueblos, como si se encontrara en ellos. Entonces pude yo ver allí a todos mis amigos y mi patria, pero no puedo decir con certeza si ellos me veían también a mí.»

acido en la Siria de principios del siglo II, Luciano de Samósata es uno de los grandes satíricos no sólo de la Antigüedad sino de todos los tiempos. Su obra, que se mueve entre la parodia, la fantasía y el pastiche, imaginó por primera vez los viajes espaciales y plantó la semilla de un tipo de comedia cuyo espíritu es muy similar al que tiene el género hoy en día. Luciano no fue mencionado por sus contemporáneos, y fue desconocido también por las generaciones inmediatamente posteriores. Sin embargo, tuvo una gran influencia en la picaresca, en la sátira y en las novelas de aventuras, y su herencia puede rastrearse en autores tan dispares como Cervantes, Jonathan Swift, Quevedo, Voltaire o el alemán Christoph Martin Wieland. Por otra parte, su novela Relatos Verídicos, aunque respondiera a su propósito original de parodiar los relatos de viajes, es considerada como la primera piedra en la edificación del género de la ciencia ficción.


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r e i v i n d i c a n d o ^ La poetisa Safo de Mitilene

L a l o s c l a s i c o s

Cactus escrito (con permiso de La Epopeya de Gilgamesh). Además, el prototipo de héroe que encarna Ulises, cuyos valores son más humanos que divinos y cuya principal habilidad, aquella que emplea para escapar de mil y un entuertos, es la astucia, lo coloca en un espacio psicológico muy cercano al lector actual. La Teogonía de Hesíodo, por su parte, es el primer poema griego que explica el origen divino del mundo y las diferentes generaciones de dioses. El texto de Hesíodo, que data de entre el siglo VIII y el VII a. C., contiene una de las más antiguas versiones del origen del cosmos y el linaje de los dioses, pero además es una lectura ligera y sencilla, fascinante para cualquier persona atraída por el mito clásico. La obra de Sófocles, de la que se conservan sólo siete tragedias (Ayax, Traquinias, Antígona, Edipo rey, Edipo en Colono, Electra y Filoctetes ) es un teatro de caracteres. De hecho, todas las tragedias conservadas, salvo Las Traquinias, reciben como título el nombre de sus respectivos protagonistas. Cada una de estas figuras emerge de entre las líneas del trágico griego como un auténtico coloso y arquetipo humano. Se trata de obras centradas en el sufrimiento de su protagonista, pero éste es un sufrimiento solitario, un dolor no compartido, inmune al consuelo del amigo o la familia. Este dolor se diferencia del dolor cristiano (más afín a nuestra sensibilidad) en que este último está supeditado a la esperanza de la liberación, a la expectativa del más allá, mientras que el sufrimiento en la tragedia de Sófocles adquiere una textura funesta: es un dolor intransferible y sin salida. Los textos de Sófocles nos brindan una oportunidad maravillosa para conocer más de cerca, en el contexto del esmerado retrato de esos héroes caídos en desgracia, un esbozo de las sensibilidades y los principios éticos de la época. El autor y director teatral Wajdi Mouawad (1968) señaló que en cada una de las siete tragedias «hay revelaciones terribles» que separan al ser humano de su equilibrio. La lírica griega clásica, por su parte, es un corpus complejo formado por un buen puñado heterogéneo de autores, pero en ningún caso caduco o lejano a la sensibilidad del lector contemporáneo. En general, y debido a la cantidad de poetas y características tan dispares entre ellos, quizá lo más interesante para el lector primerizo sea, a priori, una antología temática, donde encontrará bellísimas piezas sobre la juventud, el paso del tiempo y la vejez, la naturaleza, las festividades y el vino, la guerra, la política o el amor (heterosexual y homosexual). Sin embargo, la obra de Safo, que lamentablemente nos ha llegado de forma fragmentada y parcial, bien merece un acercamiento exclusivo. Los versos de la poetisa de Mitilene abordaron todas las dimensiones del amor, y lo hicieron con una suavidad y una perspicacia en el lenguaje inéditas en cualquier otro artista de la época.

a obra de Luciano de Samósata, además de reivindicable por su importancia, lo es también por su frescura. Sus Relatos Verídicos y sus Diálogos siguen siendo, mil ochocientos años más tarde, una lectura sorprendente, divertidísima y estimulante para lectores de cualquier nivel. También sirve como ejemplo perfecto de la importancia que tiene la manera en que reclamamos nuestros clásicos, y de cómo los términos, a menudo excesivamente solemnes, que se asocian a ellos en la educación formal acaban por alejar a potenciales lectores, espantados por ese halo de sopor que desprenden. Porque si bien cierto aire solemne puede ayudar a transmitir la idea del indudable valor de este patrimonio, un cambio en las claves que tradicionalmente se le asocian podría favorecer su accesibilidad. Entre los clásicos griegos existen muchas obras que a día de hoy siguen resultando tan apasionantes, o más, que muchas lecturas contemporáneas, y es importante reivindicarlas en estos términos. Solemnidades aparte, el mejor homenaje que se les puede rendir a los clásicos es facilitar que la gente siga leyéndolos. La Odisea es un ejemplo perfecto. El poema épico supuestamente escrito por Homero en la época de transición entre la cultura oral y la escrita es, ni más ni menos, que el origen de la aventura. Es la semilla del género fantástico y el primer gran libro de aventuras jamás 28


de interés. Lo que sí encuentra es, desde semejante posición privilegiada, una mirada desde lo alto a los hombres y a sus vidas carentes de sentido. A diferencia de la voluptuosidad fabulosa del viaje interestelar en primera persona de Relatos Verídicos, aquí la luna de poco le sirve al cínico; es un simple observatorio desde el cual contemplar el lamentable espectáculo terrestre. Mientras que en Relatos Verídicos domina la hipérbole, la fantasía, y un tono festivo y burlón, en Icaromenipo el viaje es un pretexto para satirizar los vicios de los poderosos, los desvaríos de los filósofos y, en general, la decadencia de la sociedad. La parodia es la manera en que Luciano toma posesión de su herencia literaria, el molde mediante el cual procesa y fagocita esta herencia. Estos relatos, cada uno desde un posicionamiento y estilo particular, se configuran como una burla dirigida a los que él considera embaucadores, falsos profetas, a todos los narradores de grandes gestas y peripecias autobiográficas que siempre insisten en la veracidad de todo cuanto narran (en este último grupo entraría muy especialmente Heródoto). En contraposición, Luciano anuncia que todos los episodios de sus historias son enteramente falsos. Gran parte de su obra es una denuncia de la falsa retórica de su época y del carácter fraudulento de sus producciones intelectuales. Teniendo todo esto en cuenta, resulta muy interesante constatar que el germen involuntario de la ciencia ficción nazca, precisamente, de un profundo descontento social, como un movimientoreacción fruto del desencanto de una época. Un rasgo que, éste sí, podríamos considerar como definitorio del género. Matrimoniadas en el Olimpo. El diálogo, tradicional vehículo del pensamiento filosófico, fue empleado por Luciano para dar forma a la sátira. El autor grecosirio se burla despiadadamente, desde el ateísmo materialista propio de los cínicos, de las costumbres de sus contemporáneos y las supersticiones religiosas de la época, sirviéndose del diálogo no como forma literaria con intenciones filosóficas, sino como un procedimiento artístico para dar salida a su particular visión mordaz del mundo. Su colección de diálogos (Diálogos de los dioses, Diálogos de los muertos, Diálogos marinos, Diálogos de las cortesanas) está protagonizada fundamentalmente por dioses y personajes famosos, y el objetivo del autor es despojarlos de cualquier hálito de gloria, esplendor o la magnificencia con la que usualmente eran tratados. En esta colección de obras, dioses, héroes y otros personajes ilustres protagonizan enfrentamientos dialécticos en un lenguaje sencillo que los enfrenta a situaciones de una mundanidad muy humana, situaciones marcadas por los celos, la envidia, las rencillas familiares o las infidelidades, y que a día de hoy siguen conformando una lectura terriblemente divertida. @


Cactus

^^^^^^^^^^^^^^^ LAURIE ANDERSON

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LO QUE EL AGUA ME DIO LA OBRA DE LAURIE ANDERSON SE CENTRA EN EL LENGUAJE, PERO SOBRE TODO EN LA LIBERTAD

TEXTO: JANIRE GOIKOETXEA

INICIALMENTE FORMADA EN VIOLÍN Y ESCULTURA, EL TRABAJO DE ANDERSON ABARCA PERFORMANCE, ARTE VISUAL Y PROYECTOS MULTIMEDIA.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>> PIONERA DE LA MÚSICA ELECTRÓNICA Y EL STORYTELLING INMERSIVO, LA ARTISTA SIGUE RECORRIENDO EL MUNDO PRESENTANDO SU TRABAJO Y REFLEXIONANDO SOBRE LA PÉRDIDA Y EL FUTURO. 30


show cuidadosamente diseñado por multitud de escenarios durante su próximo tour. Nada de esto era verdad, y aún así la actitud le valió unas pocas respuestas positivas. Hizo las maletas y marchó a comenzar su carrera artística. Durante estos primeros años siempre fue consciente de sus limitaciones, pero también del poder que el arte tiene de transmitir grandes emociones con muy pocos recursos. Así, con sus humildes materiales y sus poderosas ideas despolitizadas, se mantuvo en su escala de artista autosuficiente, siempre libre. Otra de sus fuertes apuestas por la libertad fue la de aprender muy pronto a no etiquetarse como una artista de un solo medio. La tecnología electroacústica del momento fue esencial para el desarrollo de la música de Anderson. A una mente como la de Laurie, las infinitas posibilidades que los instrumentos normales le brindaban se le quedaban cortas. Decidió sumarles un elemento performativo, algo que los hiciera únicos. Su faceta de escultora-inventora vino inspirada por la idea de hacer hablar a los objetos y sacar las historias del material. Entre sus más famosas creaciones se encuentran una mesa que permite escuchar sonido a través de los codos, un palo que replica voces en la distancia y su famoso Tape Bow Violin de 1977. Este violín tenía una cinta magnética pregrabada en el arco, capaz de emitir todo tipo de sonidos en lugar de notas musicales. El estilo de Laurie precisaba tocar y hablar, y por ello no quería prescindir de la parte más emocional ni asignársela a su propia voz. En estas obras, las dinámicas de las conversaciones se ejecutaban durante un monólogo, con el estrés ejercido por las dos partes representado en una sola acción. El huracán que lo cambió todo. Pero no solo los cables y los artilugios compartían con ella el escenario, su performance Duets on ice consistía en la interpretación en vivo de una pieza para violín junto con música electrónica, subida a unos patines cuyas hojas atravesaban dos bloques de hielo. Tras décadas destruyendo barreras entre lo digital y lo analógico, y lo real y la ficción, la frialdad de sus esculturas intervenidas y diseñadas bajo la herencia del minimalismo de los 60 se derritió para dar paso a una etapa creativa que estaría marcada por un hecho clave en su vida. El huracán Sandy azotó la costa este de Estados Unidos en el año 2012. La ciudad se inundó y durante cuatro días paralizó la vida de todos sus ciudadanos. Muchos sufrieron grandes pérdidas materiales. Este fue el caso de Laurie, que vio cómo los recuerdos de su casa, desde teclados antiguos hasta libros y documentos muy valiosos se vieron reducidos a basura. Pero de una gran anécdota siempre sale una gran historia. Desde Mark Twain a Hemingway, muchos autores que han retratado la psique estadounidense a través de la ficción han utilizado como telón de fondo el mar. Desde el agua, es más fácil tomar perspectiva a la hora de hablar del 31

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omenzó a entrenarse desde muy joven. Una de sus hermanas pequeñas padecía insomnio y Laurie tuvo que inventar infinitas historias sobre las aventuras de una niña para llenar sus noches en vela. Hija de una familia de ocho hermanos y de padres que mantuvieron siempre la comunicación y la lectura como pilares fundamentales para su educación, comprendió desde el mismo nido que las historias no tenían porqué contar la verdad. Su abuelo siempre les narraba la historia de cómo había llegado desde Chicago a Suecia a la edad de ocho años. Con nueve ya había montado su propio negocio y con diez ya se había casado. Incluso para los más pequeños esa historia era merecedora de sospecha, pero a Laurie no le importaba que su abuelo no fuera el héroe que decía ser, sino un hombre capaz de contar unas historias tremendamente entretenidas. A pesar de haber estudiado Historia del Arte, comenzó rápidamente a interesarse por la práctica de la pintura y más tarde se pasó a la escultura multimedia incluyendo en sus piezas pequeños hacks tecnológicos. El cine y la música fueron los medios que le hicieron despegar profesionalmente. Cansada de mostrar sus piezas en pequeños festivales underground de Nueva York, la ambición le llevó a escribir más de 500 cartas a todos los grandes y pequeños nombres de la escena artística norteamericana de los años 70. Como buena comunicadora y hábil creadora de ficción, se retrató como una artista segura, decidida a pasear su último

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Cactus mente durante los 70 en la elástica escena de una propio hogar. Para ella este fue un instante revelador Nueva York que se negaba a hacer distinciones entre en el que se desprendió de todo lo material y se tipos de expresión artística, y descontenta con el reubicó en la tierra con respecto a todo lo que había consumo de la música electrónica prêt-à-porter que sido perdido, y lo que aún estaba por perder. desintegra el sonido al convertirlo en MP3 y llega Durante la década de los 80 Anderson ya había grabado varios álbumes de estudio, había lanzado una fragmentado al oyente, Anderson retomó la corriente del sonido experiencial e hizo de su directo la clara tecno-ópera basada en Moby Dick y había alcanzado resonancia de una rave electroacústica. Mientras lo más alto de las charts de Reino Unido con su tema la música sonaba, el público visualizaba ERST, un pop O Superman. El trabajo de Laurie, a pesar de ser software interactivo que acompañaba al cuarteto y puramente independiente en su creación, siempre permitía convertir su música en cadenas de letras en se ha visto reforzado por la colaboración con otros forma de texto telegráfico, que aunque presentada a creadores. En 2003 fue elegida para ser la primera (y gran velocidad, su lectura no estaba en absoluto fuera última) artista en residencia de la NASA. Laurie creó un poema y obtuvo tantas preguntas como respuestas. de las posibilidades de un humano multitarea del siglo XXI. El conflicto entre el texto hablado y el escrito Conscientes del momento altamente emocional y fracturaba las historias para crear una estructura creativo que vivía la artista, Kronos Quartet vio en polifónica extraña y nueva, y hacía al espectador 2013 la oportunidad de que Laurie colaborara con sentirse como una computadora de estímulos. La ellos en Landfall, un proyecto conceptual para el que música dibujaba paisajes de un glitch minimalista, contarían con su violín y característico spoken word. Pensado primero para ser interpretado en la Universidad de Maryland como un proyecto aislado, fue tomando UNA DE SUS MÁS FAMOSAS más tarde su forma final con un álbum CREACIONES ES UNA MESA QUE presentado en 2018. Durante las decenas de conciertos PERMITE ESCUCHAR SONIDO A que la formación dio con el paso de TRAVÉS DE LOS CODOS los años, las performances fueron evolucionando. Habiendo formado su

> En 2003 fue elegida para ser la primera (y última) artista en residencia de la NASA. En la imagen, To the moon, un paseo de realidad virtual por la cara oculta de la luna. >

> Chalkroom (2018), uno de sus trabajos más recientes, acaba de pasar por Madrid.

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que provocaba el error en la mente del espectador pero mantenía el sonido inmaculado. En Landfall, Anderson habla de aquel día en que lo perdió todo, pero también de galaxias y criaturas extintas, además de otra gran pérdida personal, la de su esposo durante veintiún años, Lou Reed. Los temas del disco se filtraron nostálgicamente en un libro llamado Things I lost in the flood (2018), un catálogo hecho historia que recoge imágenes y relatos de la vida de la artista. Otras realidades. Las historias de Anderson siempre suceden en el ahora, legado de su trayectoria como performer y apasionada de la acción directa frente al público. Durante toda su carrera, se había limitado a contar historias en los medios que mejor aceptaran una narrativa, como la música o el cine, siendo consciente de que cada vez el arte visual tiene más protagonismo por ser el que menos tiempo de consumo necesita. En su búsqueda para un espacio diseñado para el arte narrativo, se topó con la Realidad virtual. En un principio, y como a muchos artistas, el lenguaje visual de la tecnología no le convenció, pero todo cambió al conocer sobre la posibilidad de volar y ser, por fin, completamente libre. El arte -cuando es buen arte- te permite perderte dentro de él, sea cual sea el medio, pero solamente la Realidad virtual puede llegar a ser tan profundamente íntima en la experiencia. Creada junto al artista Hsin-Chien Huang, Chalkroom (2018) es un espacio polvoriento con una atmósfera muy lúgubre, donde se sigue una arquitectura hecha con palabras. El usuario toma su propio camino y elige su propia historia, privándose incluso en ocasiones de descubrir todos los lugares. La clave de esta experiencia es la inexistencia de principio o final, lo cual suprime los momentos más incómodos para una performer y evita la posibilidad de hacer un juicio rápido a quien se encuentra perdido en la inmensidad de su universo. Coincidiendo con el 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna, Anderson diseñó además To the moon (2018), una experiencia de mundo abierto donde podemos pasear por una cara imaginaria de la luna. La mirada activa este espacio y nos permite recorrer muchas de las metáforas que ya imaginamos en Landfall. Desde las constelaciones hasta los dinosaurios, las palabras y los símbolos construyen imágenes de elementos perdidos. Laurie Anderson sigue dando con claves sobre el futuro del storytelling y defiende el libre albedrío dentro de sus propias historias con una mente que se ha mantenido exponencialmente vanguardista desde hace más de 70 años. Esta mujer, pionera de los nuevos medios y libre de profesión, mejora el modo de contar sus historias a medida que pasa el tiempo, cuando las repite, las simplifica y limpia de todo en lo que no hay tiempo para reparar. Laurie Anderson es el ejemplo de que nuestras historias pueden rejuvenecernos si aprendemos a contarlas bien. @


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HUNICKE «Los videojuegos pueden cambiar tu manera de pensar»

ROBINCactus

TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ

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Trabajó en Los Sims, produjo Journey y después fundó su propio estudio para crear juegos personales y artísticos, como Luna o el próximo Wattam, del autor de Katamari. Es una de las mujeres más importantes de la industria y tiene las ideas muy claras. Aprovechamos su paso por el BIME para hablar con Robin Hunicke sobre el estado del medio, problemas laborales, no-jugadores y superar traumas.

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Hablando de no-jugadores, ¿crees, como proclamó Leigh Alexander, que el término “gamer” está muerto? Es algo que acabará desapareciendo con el tiempo. No le preguntas a alguien si es “lector” o si es “espectador de películas”. A veces puedes decir que te gusta el cine experimental o la ciencia ficción, y creo que es hacia donde los juegos deberían dirigirse. Cada vez más gente juega y no necesitan identificarse así, porque han formado parte de su vida desde que nacieron. Simplemente asumen que si sale un título interesante lo jugarán. ¿Cuántos “gamers” están jugando ahora a Fortnite, y cuántos están jugando con sus hijos? Minecraft también ha logrado eso. ¿Se consideran esos niños a sí mismos “gamers”? Lo dudo. ¿Lo consideran sus padres? Probablemente. Es algo generacional.

Últimamente ha habido varias polémicas sobre malas prácticas de compañías con sus trabajadores. Vosotros admitisteis que durante la fase final de Journey os arruinasteis, que varios trabajadores estuvieron un tiempo sin cobrar y que para que el proyecto llegara a buen puerto mejorasteis la comunicación entre el equipo y trabajabais menos tiempo. No importa que un juego se lance a tiempo. Nadie recuerda si eso ocurre o no. La gente no recuerda si Wattam debía salir este año o el siguiente, porque no importa; saldrá cuando esté listo. Será un juego completo, una experiencia suficiente; esa es la meta. El objetivo es lograr un equilibrio entre un mundo abierto con muchas cosas que no son interesantes y una experiencia donde te diviertes descubriendo qué viene después. En Luna hicimos un cuento de hadas que no resultara intimidante por ser en realidad virtual y estar dirigido para los no-jugadores. Es importante que el estudio no tenga una gran presión para poder hacer lo que realmente quiere. Cuando trabajas en algo que te apasiona, mucha gente

¿Qué aprendiste en EA que te esté sirviendo ahora en tu propio estudio? Cuando llegué a EA no tenía ni idea de cómo hacer un juego comercial. Tenía muchos prejuicios sobre cómo debería hacerse un juego, porque ya me movía en la escena experimental e independiente antes de que se llamara así a raíz del boom de Braid. Yo llegué a una empresa enorme a trabajar en una saga que ya era popular para hacer una expansión, así que me dediqué a poner objetos. Era diseñadora y supuso una lección de humildad darme cuenta de que no sabía nada. No sabía gestionar al equipo ni mi propio tiempo, no sabía hablar claramente sobre diseño ni pedir ayuda. No sabía ni cuándo debía irme a casa, así que pasé muchas noches perdiendo el tiempo allí. 35

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quiere quedarse hasta tarde y eso hace que otros sientan que también tienen que hacerlo. En Funomena, si Keita se queda hasta tarde trabajando en su juego, porque su familia está en Japón, digo a los demás que ellos no tienen por qué hacer lo mismo si no quieren. No quiero pensar en un mundo donde el trabajo es tan importante que la familia es lo segundo, pero parece que muchas empresas, no solo de juegos, nos llevan hacia allí. ¿No sería genial si tuviéramos una renta básica universal, seguridad social y vivienda para poder dedicarnos a lo que nos apasiona?

oy sale Red Dead Redemption 2; tengo la sensación de que ahora mismo todos los juegos de gran presupuesto son iguales: enormes mundos abiertos donde mezclan todos los géneros a la vez, pero al final no son nada en concreto. Intentan tener una historia, acción, sigilo, rol… Siempre debe haber límites sobre lo grande que una simulación puede ser. A Los Sims puedes jugar de muchas maneras distintas, porque es de baja fidelidad: los sistemas sobresalen y los puedes ver funcionar, sin unos gráficos hiperrealistas, con texturas alucinantes y demás. De hecho, según Los Sims ha ido adquiriendo mayor fidelidad, cada vez me distrae más; prefiero la versión más abstracta donde me puedo centrar en las reglas, porque simplifica lo que tengo que hacer. Creo que el problema es que si aspiras a la alta fidelidad y múltiples sistemas, te quedas sin tiempo y los sistemas quedan sin pulir y no resultan tan interesantes, al tener que centrarte en los aspectos gráficos. Por eso las secuelas suelen ser mejores, porque permiten partir de una base y mejorar esas ideas.


Cactus de todo el mundo es valiosa y nadie está al cargo de los demás. Haces lo que quieres y vemos si funciona, pero debes cometer tus propios errores. Creemos que los juegos pueden enseñar a la gente a ser curiosa y aportarles experiencias para aprender. Pueden cambiar tu manera de pensar y hacerte vivir la vida de otra persona, aunque sea durante un día. Cuando jugué por primera vez Mainichi, que narra la vida como mujer transexual de Mattie Brice, entender su sufrimiento cotidiano fue una experiencia tan emotiva… [Silencio largo] Fue muy impactante para mí, nunca lo olvidaré, fue un regalo. No hace falta crear un juego de alta fidelidad para lograr algo así, ella lo hizo con Game Maker. Es un gran ejemplo de cómo puedes contar algo doloroso y convertirlo en precioso. Cuando Mattie recibió la agresividad del GamerGate, hizo que quienes conocíamos su experiencia sufriéramos aún más, pero

Aprendí duras lecciones sobre diseño trabajando en Los Sims. Descubrí lo importante que es organizarse y colaborar. En una gran empresa, a veces un mail es más importante que el gamedesign, porque si no revisas tu correo te puedes perder algo muy importante. Aprendí a escuchar, a tener menos confianza en mis propias ideas y a sentirme cómoda si me equivoco. Lo importante debe ser el objetivo final. Cuando fundé Funomena sabía que a veces cometería errores, no soy perfecta. Si pudiera viajar atrás en el tiempo no cambiaría nada, porque estoy muy feliz con la persona que soy actualmente y he llegado aquí gracias a esos errores.

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¿Por eso Funomena es una compañía abierta a estudiantes, para que aprendan esas lecciones en un espacio seguro? Intento es que las personas se sientan cómodas siendo ellas mismas. La opinión

«EN UNA GRAN EMPRESA, A VECES UN MAIL ES QUE EL GAMEDESIGN» ^ Luna (Funomena, 2017)

sirvió para darnos cuenta de que debíamos evitar ese tipo de situaciones. Esa violencia puede matar a alguien y no debemos permitirlo. Los juegos son tan poderosos para comunicar a través de decisiones simples. Estoy totalmente agradecida a gente como Mattie que expone su vida y son honestos con sus traumas. Cuando yo hice Luna, no salí diciendo «este juego trata sobre mi proceso de superar la violación que sufrí», porque no quería que tratara sobre violación; sino sobre pasar página, así que en vez de centrarme en mi narrativa personal, durante el desarrollo incluímos los recuerdos de todo el equipo sobre momentos difíciles que trataban de dejar atrás. Por eso, trata sobre un pajarito perdido que va curando a otros animales para poder volver a casa, pero es muy abstracto porque sentíamos que era suficiente

^ Wattam (Funomena, ?)

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Cactus distintas y ampliar la audiencia, no podemos seguir haciendo juegos más grandes, es muy caro.

ACABARÁ DESAPARECIENDO CON EL TIEMPO» así y preferíamos no decirle a la gente cómo debería sentirse. Eso es algo que he aprendido en proyectos como Journey o Los Sims: es importante dejar espacio suficiente para que los jugadores vivan su propia experiencia, pero poniendo al mismo tiempo tanto de ti como puedas. Eso es lo que hace que los juegos sean tan poderosos y por eso los hago. Has trabajado en proyectos muy diversos: simuladores sociales, puzles infantiles, aventuras emotivas, MMOs, puzles físicos o realidad virtual. ¿Buscas experimentar y probar nuevas ideas en cada trabajo? Siempre. Necesito cambiar radicalmente, siempre busco experimentar para que los jugadores sientan cierta incertidumbre. Mi siguiente proyecto quiero que sea jugado por mucha gente a la vez, pero sé que será difícil. Recientemente, un amigo me dijo: «Está claro que sientes tanta pasión por este proyecto, que espero que sepas que la industria de videojuegos te necesita». [Risas] Bueno, no creo que sea así. Es complicado hoy día ser una persona creativa y muchos indies necesitan recibir ese tipo de ánimos para seguir. El autor de Gorogoa es amigo mío y lo jugué muchas veces cuando lo estaba haciendo, para darle consejos y animarle. Es uno de mis juegos favoritos y tardó mucho tiempo en hacerlo. Es un momento crítico, porque necesitamos hacer cosas

¿Qué juegos recientes crees que continúan el legado de thatgamecompany? Me encantan los que distribuye Annapurna: Gorogoa, Florence o Donut County, que aportan la visión personal de un creador. Títulos gratuitos como Mainichi o Lim. Tengo muchas ganas de probar Dreams y quiero empezar Red Dead Redemption 2 para ver si su historia es interesante, porque la del primero no era gran cosa y prefería cabalgar por el escenario y perderme por ahí. Eso sí, me gustaría poder ser una chica. Tú eres embajadora de la asociación Woman in Games y apuestas por la diversidad. ¿Crees que la situación en la industria está cambiando? Creo que está mejor, pero que es fácil para los hombres decir que está bien, aunque no es así. Creo que habría que contratar a más mujeres y financiar más proyectos suyos. No habría que apoyar productos que promuevan la violencia hacia las mujeres. Hace poco Natalie Portman planteó que durante un año deberían dejar de trabajar en películas donde se agreda o viole a mujeres. ¿Qué pasaría si hiciéramos eso en los videojuegos? @

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«LA DENOMINACIÓN

Estamos en un festival de música y una de las mayores virtudes de Journey es su increíble banda sonora. ¿Podrías explicar cómo fue el trabajo de Austin Wintory, que también se ha ocupado de la labor en tu último juego? Austin empezó a trabajar con nosotros desde el comienzo del proyecto, lo cual es muy importante en el caso de un compositor o diseñador de sonido, ya que cuando estás diseñando un juego lo puedes imaginar en tu cabeza, pero no lo puedes escuchar. Eso nos ayudó a percibirlo desde las fases iniciales y obtener feedback para no tener que diseñar más cosas de las necesarias. En el caso de Luna fue distinto, ahí quería que compusiera música sobre transformación y “pasar página” por sí mismo. Así que en vez de hacer música para mí, quería que para Austin fuera un proceso de “dejarlo pasar”, porque Luna trata sobre superar traumas, por eso le pedí que pensara en algo que él quería dejar pasar y que compusiera música para ello.


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La era

en la que

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dominaron

la televisión: un espejismo TEXTO: ELIZABETH CASILLAS

Iris Brey y Joy Press analizan en sus respectivos ensayos la transformación televisiva a raíz del creciente número de mujeres en todos los estratos de la industria desde los años dos mil. Sin embargo, ¿existió realmente una época en las que las mujeres dominaron la televisión o fue todo un espejismo? 38


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unas sexualidades femeninas en constante evolución. «El mayor avance alcanzado es el hecho de que la representación de su sexualidad en pantalla se aleje del modelo tradicional de la sexualidad de la mujer. […] La multiplicación de sexualidades femeninas en la pequeña pantalla forma parte de un movimiento que permite a los espectadores y espectadoras descubrir otros modelos que el de la mamá y el de la zorra», señala Brey. Palabras prohibidas. La falta de mujeres en todos los estratos de la industria televisiva ha propiciado hechos tan irrisorios como absurdos. Por ejemplo, la cadena estadounidense ABC —difusora de series que han pasado a formar parte de la historia de la televisión como Perdidos (2004—2010)– tiene censurada la palabra “vagina”. Así que, cuando Shonda Rhimes, creadora de Anatomía de Grey (2005 – ), quiso mencionarla en su show —una serie de médicos, con la palabra “anatomía” en el título para más inri– tuvo que inventar el término “vajayjay”. Más allá de lo ridícula que pueda parecer esta situación, para Brey es interesante cómo el cuestionamiento del lenguaje utilizado para definir el género y la sexualidad en las series permite al espectador iniciar su propia reflexión. «Este desequilibrio lingüístico deja ver un problema social más profundo: no ponerle nombre a algo contribuye a reducir su existencia», subraya la autora de Sexo y series. Este hecho, añade Brey, no se ciñe a un único término, sino que se hace más notorio aún cuando se habla de placer femenino: «cuando viene dado

Iris Brey: «La multiplicación de sexualidades femeninas en la pequeña pantalla forma parte de un movimiento que permite a los espectadores y espectadoras descubrir otros modelos que el de la mamá y el de la zorra» 39

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range Is the New Black, Transparent, Girls, Weeds, Broad City, Unbreakable Kimmy Schmidt, Grace y Frankie, Smilf, Glow, Better Things, Fleabag…, Desde 2015, el número de ficciones televisivas creadas y protagonizadas por mujeres, sobre todo en la industria estadounidense, ha subido como la espuma. Era fácil. Hasta entonces no habían sido muy numerosas, tan sólo pequeñas excepciones dentro de la norma, como recuerda la crítica y editora cultural estadounidense Joy Press en Dueñas del show (Alpha Decay, 2018), un ensayo que reivindica el papel determinante de la mujer en la actual era dorada de las series de televisión. La inclusión de esta nueva ola de mujeres en la industria televisiva supuso un cambio de paradigma: si bien antes, como apunta Press, «muchos aspectos de la vida de la mujer – tan importantes como la amistad femenina y tan normales como el dolor menstrual– nunca se trataron con profundidad en la pequeña pantalla porque los responsables de las cadenas de televisión creían que eran aburridos o poco interesantes», ahora era el momento de centrar el foco en ellos. Para Iris Brey, autora del libro Sexo y series (Héroes de papel, 2018), uno de los principales cambios que ha traído la llegada de las mujeres a los puestos de guionista, productora y directora a partir de los años dos mil ha sido la multiplicación de personajes femeninos complejos y el despliegue en pantalla de


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Cactus por el acto de la masturbación, se suele esconder; se esconde de nuestras lenguas y de nuestras pantallas. El disfrute femenino se ve relegado a la esfera de lo privado; debe estar controlado. La pantalla ayuda a que la lengua se libere y, mostrando el placer femenino, pone en evidencia la necesidad de renovación que sufre la lengua». Lena Dunham predicó las bondades de la masturbación en Girls (2012–2017) y puso en pantalla a cuatro jóvenes que exploraban su sexualidad sin culpabilidad, algo que sorprendentemente era bastante novedoso. «El sexo femenino explícito era para Dunham una «última frontera» de la televisión –sobre todo si se filmaba desde el punto de vista de la mujer– y los espectadores que, como el del festival de SXSW, respondían con repulsa a las escenas de sexo de la serie la fascinaban», escribe Press. Mientras que Dunham decidió ahondar en esa repulsión al sexo femenino que bien podía darse por ser ofensivo políticamente, por atacar a la moral o, simplemente, porque considerasen a Hannah poco atractiva, Michelle Ashford, guionista de Masters of sex (2013–2016), decidió diseccionar minuciosamente el orgasmo femenino de una forma que podríamos considerar clínica. «Masters of sex revela hasta qué punto el disfrute femenino sigue siendo objeto de estudio, ya que las respuestas que aportan Masters y Johnson, en los años setenta, se contraponen hoy a muchos mitos vehiculares por los medios de comunicación», señala Brey. Ashford se tuvo que enfrentar no sólo a uno de los grandes temas tabú, sino también a representar en pantalla algo que, en la medida en que el orgasmo femenino no deja indicios visuales que indiquen claramente que se ha producido, es muy difícil de trasladar a imagen. De hecho, la secuencia de apertura de la serie recoge casi todos los eufemismos que se han utilizado en la

gran pantalla para representar el orgasmo femenino, desde la flor que se abre a la botella de champán que se descorcha pasando por, ¡oh, cielos!, los fuegos artificiales.

< Dueñas del show. Las mujeres que están revolucionando las series de televisión. (Alpha Decay, 2018)

< Sexo y series. Las sexualidades femeninas, una revolución televisiva. (Héroes de papel, 2018)

Violación: fuerza y abundancia. Las mujeres han traído a la televisión un nuevo lenguaje, una nueva agenda y, además, una nueva perspectiva de temas que siempre han estado ahí como, por ejemplo, la violación. Hubo un momento que fueron tantas las tramas sobre violaciones en las series policiacas que parecía imposible sentarse a ver la televisión sin encontrarse una cada noche. Sin embargo, algo ha cambiado, y si bien siguen formando parte clave de la construcción de algunos personajes femeninos, los violadores ya no son monstruos que aparecen en callejones de noche. El perfil actual del violador se corresponde con la realidad: son maridos, amigos, compañeros de trabajo…, en definitiva: son entorno. Ahora bien, no es oro todo lo que reluce y si bien la cadena HBO se convirtió en hogar de muchas de estas mujeres, como el caso de Lena Dunham y Girls, también ha mantenido muchos de los viejos códigos. Iris Brey hace hincapié precisamente en uno de los estandartes de la cadena: Juego de tronos (2011–). Muchos han sido los periodistas que han denunciado cómo la serie usa la desnudez femenina para mantener unos altos índices de audiencia, pero Brey va más allá e insiste en el uso de la violación como trama para mantener al espectador: «Las escenas de violación no están ahí para hacernos reflexionar sobre el concepto de consentimiento, no están ahí para hacer que la trama avance ni para dar profundidad a los personajes. Estas escenas parecen haber sido escritas para exhibir a mujeres desnudas y vulnerables en aras de atraer a la audiencia. En Juego de tronos, las agresiones sexuales se erotizan y no son pocas», sentencia.

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Joy Press: «Cuando empecé, la edad de oro de la televisión femenina parecía experimentar un avance permanente; ahora es mucho más insegura y precaria»

Es probable que, como señala Brey, las series permitan desencadenar una difusión masiva de estas nuevas representaciones y tener un impacto en los espectadores de todo el mundo, pero estos mismos espectadores están recibiendo estímulos y mensajes contrarios en gran parte de las ficciones. No han desaparecido los protagonistas heteronormativos ni las tramas machistas de gran parte de los productos culturales, sólo que ahora hay una pequeña parte del pastel que pertenece a las mujeres. Aunque, siendo pájaro de mal agüero, quizás ni eso y, al igual que siente Press, la sensación sea que tras una edad dorada demasiado corta sean pocas las mujeres que aún queden dominando la televisión. «La edad de oro de la televisión femenina parecía experimentar un avance permanente; ahora es mucho más insegura y precaria. Seguramente esta época acabará siendo otro capítulo de una larga saga de lucha cultural en la que se decidirá qué clase de país será Estados Unidos. Por eso es aún más importante la fuerza creativa que batallan estas mujeres». @

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¿Demasiado bueno para ser real? Shonda Rhimes inventando el término “vajayjay” para hablar de los órganos de reproducción femeninos en televisión mientras nadie se cuestiona la palabra “pene” o “testículo”, Lena Dunham mostrando el placer sexual femenino y el aborto, Jenji Kohan enseñando en Orange Is the New Black que no todas las mujeres negras o las lesbianas son iguales, Jill Soloway poniendo a una mujer transgénero como protagonista… ¿Era todo demasiado bueno para ser real? Puede que sí. «A través de los popularísimos dramas de Shonda Rhimes, en los que había actores de todas las razas, o de la serie Transparent de Jill Soloway, que exploraba las complejidades de la transexualidad, la televisión estaba transmitiendo la imagen de una América posracial y sexualmente progresista; una imagen que resultó demasiado adelantada a la realidad de gran parte del país, que seguía aferrada a los valores y a las injusticias y desigualdades tradicionales», apunta Press.


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La guionista Isa Mazzei debuta en el cine con Cam, una historia personal y terrorífica sobre el sórdido mundo de las camgirls, chicas que se desnudan online para disfrute de sus fans. Un oscuro thriller erótico que habla sobre la identidad, empoderamiento y perder el control en internet. TEXTO: KOLDO GUTIÉRREZ

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l concepto del voyeur sexual ha estado intrínsecamente ligado al género del thriller erótico y el terror desde hace décadas. Los mejores ejemplos se han valido de tendencias de cada época para contar sórdidas historias relacionadas de una forma u otra con el sexo. En la infravalorada Doble Cuerpo, Brian De Palma nos mostraba a un actor de poca monta recién separado que cada noche observa por su ventana el piso de una desconocida que se desnuda. En Perfect Blue, Satoshi Kon analizaba el fenómeno de las idol japonesas en pleno auge de internet. Nacho Vigalondo trató en Open Windows de hacer algo parecido con una actriz famosa interpretada por una de las pornstars de moda, en una pirueta metanarrativa que no le salió del todo bien. Y Norberto Ramos ubicó un peculiar giallo en el escabroso mundo de los Call TV. Netflix acaba de estrenar la que puede considerarse sucesora de todas ellas, al hablarnos de un gran fenómeno de nuestro tiempo, aunque los medios apenas hablen de ello y tú finjas no conocerlo: las camgirls o webcam models. Cam narra la historia de Alice, una joven que triunfa en internet con la identidad secreta de Lola. Ella es una de tantas chicas que cada día actúa frente a su webcam en directo para cientos de espectadores. Se va desnudando, habla con ellos e interactúa por chat mientras muchos le piden que vaya haciendo todo tipo de cosas, desde disfrazarse, pellizcarse, azotarse o comer algo, hasta masturbarse o degollarse. Su popularidad va aumentando gracias al número de personas que la miran y también al dinero que muchas de ellas le dan a través del sistema de la propia web. Pueden ser pequeñas propinas o cifras desorbitadas si hace algo realmente llamativo. Alice está obsesionada con subir en el ranking, así que está dispuesta a hacer cualquier cosa por satisfacer a su exigente audiencia, hasta que un día


Cactus filme de 2017 servía para mostrar las miserias de la clase burguesa blanca en relación con el racismo, este nos pone frente al espejo de un tema silenciado e ignorado por la mayoría: la peliaguda situación de las trabajadoras sexuales. Mazzei sabe perfectamente de lo que habla y lo hace con delicadeza e inteligencia, sin la condescendencia habitual con la que suele presentarse este tema en pantalla. «Es esencial que la película, si no está a favor del sexo, al menos sea neutral.

desconocidos pierde el control. Cam también rompe con el estereotipo del terror donde los personajes son estúpidos y actúan de manera absurda; Alice lleva un táser en el bolso para protegerse y llama a la policía en cuanto surgen los problemas. Su encuentro con la ley depara una de las escenas más increíbles, al preguntarle los agente, cuando tratan de ayudarle: «¿Qué es lo más raro que has tenido que hacer?». La frase también está basada en la realidad, pues ejecutivos de

CAM SUBVIERTE LOS CLICHÉS DEL GÉNERO, AL NO MOSTRAR EL S E X O C O M O TA B Ú Y P R E S E N TA R A U N A P R O TA G O N I S TA F U E R T E E INTELIGENTE La mayor parte del terror suele tener una moralidad y la historia típica de una trabajadora sexual en los medios muestra a una mujer inocente corrompida por una oscura industria de la que trata de huir», cuenta la guionista, «creo que esa narrativa es muy problemática y dañina, ya que quita a la mujer la capacidad de elección». La protagonista es una mujer fuerte, plenamente consciente de lo que hace, empoderada y que sabe manejar la situación a su antojo, hasta que por motivos

Alice a través de la pantalla. En su escasa hora y media, como buen thriller que se precie, Cam nos agarra desde el primer minuto, con su impactante inicio, y no nos suelta. Nos sumerge en lo más profundo de internet y nos traslada a un mundo desconocido y oculto, pero al alcance de dos clics. «El terror nos permite hurgar en cosas a las que tememos y que son subversivas o tabú», reflexiona Mazzei, «películas como Get Out son un gran ejemplo de cómo el terror puede estar al frente de las conversaciones que necesitamos tener como sociedad y eso es genial». Si el 49

Hollywood se la plantearon cuando estaban discutiendo el guión. Sin embargo, Mazzei no se ha basado únicamente en su propia experiencia, sino que ha contado también con el asesoramiento de otras amigas del gremio, como strippers y escorts, para hacer todo más crudo y realista. El giro fantástico de otra persona haciéndose pasar por ella también viene de experiencias auténticas. «La idea de Lola vino de un lugar muy personal; la paranoia de esa fractura entre mi vida real y mi vida online», afirma. Cuando era camgirl, se encontraba con sus shows pirateados, con capturas de pantalla y publicados en otras webs, sin que apareciera su nombre ni, por supuesto, cobrar un duro. «Era reducida a “chica pálida de pelo rizado” en PornHub, lo que resultaba como una profanación y sentía que estaba mirando una versión incorpórea de mí misma sobre la que ya no tenía control». Con su debut, Mazzei ha logrado convertirse en mucho más que eso y entregarnos una de las películas más aterradoras y personales del año, al tiempo que desmonta varios clichés del género. @

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no puede acceder a su cuenta y descubre horrorizada que otra mujer idéntica a ella le ha usurpado la identidad, aunque sus fieles fans no parecen notar la diferencia. Al comienzo de la película aparece un crédito llamativo: A Film by Isa Mazzei & Daniel Goldhaber. Goldhaber es un director debutante que viene del cortometraje y Mazzei es la guionista, que también inicia así su carrera en el cine. Ambos han querido así repartir la autoría de su trabajo, que habitualmente se suele atribuir al director, pero en este caso se trata más bien de una película de la mujer, ya que se inspira en su historia personal como camgirl. Mazzei concedió una entrevista a Vice, que si por algo son conocidos es por su talento para tratar temas morbosos surgidos en internet, donde habló sobre cómo su oscuro pasado le sirvió para concebir una de las películas más escalofriantes del año. «Me encantan las películas de terror y los thrillers. Inicialmente pensé en hacer un documental, pero pensé que así no lograría captar lo que quería, porque no se trataba simplemente de mostrar los hechos de esta subcultura, sino hacer que la audiencia sintiera lo que es formar parte de ella», explica la guionista. Y pese a ser su ópera prima ha cumplido su objetivo con creces.


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Este artículo

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es mentira L

La dibujante australiana reflexiona sobre la mentira, sobre cómo la decimos, pero ¿cómo la cuenta ella? En este punto Parrish es franca y lo hace con una voz propia: su obra vibra con una paleta de color profusa y unas formas andróginas, pero poco definidas. La sobriedad los reserva para los interludios, en un preciso blanco y negro, que forman la obra dentro de la obra: un libro (que no es de verdad) titulado Un paso al interior no significa que lo entiendas se cuela entre las páginas de La mentira y cómo la contamos, y es utilizado como herramienta para demostrar que la mentira se extiende entre todas las clases, condiciones u orientaciones sexuales. También para recordar que las promesas incumplidas, en el fondo, no son más que mentiras. Este artículo se escribe en diciembre de 2018, una fecha, como la de todos los finales de año, muy dada a la recapitulación y a la valoración de los doce meses anteriores. Es algo estúpido, los finales de año no son especiales, pero nos lo creemos. Pienso en todas las mentiras que he dicho por no ofender, por evitar el conflicto, y sobre todo en todas aquellas que me he dicho y que a buen recaudo seguro que son más. Pienso en todo lo que he leído sobre ella, desde el ensayo de Slimani a Chico, chica, chico de Savannah Knoop (Alpha Decay, 2018), y sobre todo en una conversación mantenida una tarde de verano y que quedó apuntada en mi cuaderno. «Lo que nos mantiene unidos es la mentira», me sostuvo un buen amigo. Y es verdad. O no.

eila Slimani en su magnífico ensayo Sexo y mentiras (Cabaret Voltaire, 2018) escribía sobre una «sociedad corroída por el veneno de la hipocresía y por una cultura de la mentira institucionalizada», y lo hacía en referencia a Marruecos, un país en el que la miseria sexual es utilizada como herramienta de sumisión y donde la ley castiga y proscribe toda relación fuera del matrimonio. Sin embargo, sería injusto creer que sólo el país vecino finge y muestra una falsa mojigatería. La mentira, al fin y al cabo, es un rasgo inherente al ser humano y ha mantenido una estrecha relación en cuanto a identidad sexual se refiere durante años por diversos motivos, desde la mera supervivencia a la hipócrita beatería. La mentira y cómo lo contamos es la primera novela gráfica de Tommi Parrish (Melbourne, 1989), un debut con el que consiguió cuatro nominaciones a los premios Ignatz en 2018, y que llega a España a mediados de enero editado por Astiberri. Un encuentro fortuito entre una cajera de supermercado y un antiguo amigo es el punto de partida de esta historia que aborda la ambigüedad de género, lo queer y los conflictos de identidad sexual y, por supuesto, la mentira. Una charla entre vasos de vino y comida rápida que, a priori, debería agilizar las verdades es el escenario perfecto para ver cómo la idea entre lo que cada uno piensa que es y lo que realmente es se va disociando cada vez más a medida que los protagonistas lo verbalizan. Los recuerdos enterrados de Cleary y Tim se entrelazan con deseos prohibidos, reprimidos y acallados. Identidades sexuales ocultas bajo relaciones heteronormativas que forman dobles mentiras: hacia fuera y hacia dentro.

La mentira y cómo lo contamos, de Tommi Parrish, sale a la venta el 17 de enero editado por Astiberri. 50


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Agenda Cactus Ene—Feb 2019

C U R S O S , TA L L E R E S , E N C U E N T R O S C O N C I E R T O S , E X P O S I C I O N E S , P R OY E C C I O N E S . . .

Ribera de Deusto, 47. Bilbao. SÁB 12 ENE 19:30

Teatro: Construyendo a Verónica 10€ SÁB 12 ENE 21:00

Concierto flamenco: Eduardo Florido 10€ DOM 13 ENE 19:00

Vía de fuga Gordoniz, 5. Bilbao.

Euskalduna, 7. Bilbao

SÁB 12 ENE 22:00

JUE 17 ENE 19:00

Concierto: María Ruiz

SÁB 19 ENE 22:00

JUE 24 ENE 21:00

Teatro: Impro y punto

DOM 13, 20, 27 ENE 11:00-15:00

JUE 31 ENE 21:00

DOM 13, 20, 27 ENE 17:00-19:00

Presentación de ‘El tesoro del Cisne Negro’ con Paco Roca

Concierto: Lumaga

Teatro: Marx lo hizo 10€ El bazar de ZAWP

Ambigú

Teatro: Activa tu modo C-n

Encuentro y taller Ukedada 10€

SÁB 19 ENE 20:00 + DOM 20 ENE 19:00

Teatro: La Julita está en crisis 10€

Joker Comics

San Vicente, 5. Bilbao. VIE 11 ENE

Vocoder Club 5º aniversario

Residence Barrainkua, 1. Bilbao

Documental Ciudadano Fernando Gallego, baila o muere

CADA MIÉRCOLES 21:00

Natxo Dixkontrol + DJ Lumpen + Yo Soy La Tormenta

Irish Folk Sessions

ENE SÁB 12 Marieta SinDJ + Mr. Postman VIE 18 Natural Brothers SÁB 19 DJ Satte VIE 25 JKBX SÁB 26 Mr. Bering

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ZAWP + hACERIA


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