Cactus #17

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MAYO / JUNIO MAIATZA / EKAINA 2016 GRATIS / DOAN

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CACTUS EN CASA Si quieres números antiguos, te es imposible conseguir la revista en papel en alguno de nuestros puntos de distribución, vives fuera de Bilbao o sencillamente prefieres recibirla en casa como un señor o una señora porque sabe Dios qué puede pasar ahí fuera, puedes hacerte con una desde nuestra web y nosotros te la mandamos a casa. visita

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Kaixo!

La jovencísima ilustradora Conxita Herrero, la autora de la ilustración de nuestra portada, nos ha confesado no haber leído un cómic hasta los dieciocho años, pero ahora, gracias al fanzine, ha descubierto el enorme potencial del noveno arte. Y ya que en la cubierta vemos a gente admirando una caca, eso nos recuerda que se acaba de estrenar Capitán América: Civil War. Vale, lo reconocemos: estamos algo hartos de malditos superhéroes, y no somos los únicos. Varios autores de cómic y directores de cine también critican esta saturación, así que explicamos cómo y por qué hemos llegado a esta situación. Como los tebeos de Marvel y DC, la ciencia ficción es un género que históricamente ha estado dominado por los hombres, tanto entre sus autores, como entre sus personajes, así que repasamos las excepciones en las que las mujeres han formado parte de su esencia. La bruja es una figura recurrente en la fantasía, lo que no es tan habitual es tratar la brujería y la magia negra de una manera tan sugerente como lo hace The Witch, una de las películas de la temporada, en cuyos referentes históricos, temáticos y pictóricos profundizamos. Sobre seres malvados, o más concretamente, sobre personas que la sociedad asume como villanos oficiales trata el nuevo ensayo de Chuck Klosterman, El sombrero del malo, que nos invita a reflexionar sobre la plasticidad del término. La ética también está presente en los videojuegos, donde, cada vez más, no todas las decisiones son tan sencillas como elegir entre el bien y el mal. Analizamos algunas de estas cuestiones morales y los dilemas que plantean. Para el escritor Jon Bilbao, la mayoría de conflictos surgen dentro de la familia. Es ahí donde pasamos la mayor parte del tiempo y, por tanto, es normal que saque lo mejor y lo peor de nosotros. Así nos lo explica en una entrevista con motivo de su último libro, Estrómboli.

UN PROYECTO DE

Sandro Gomato, Koldo Gutiérrez, Elizabeth Casillas

NÚMERO 17 MAYO / JUNIO 2016 www.revistacactus.com @revistacactus

LA CABECERA DE LA REVISTA ES OBRA DE Cristian Robles

HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO José Blázquez, Borja Crespo, Eva Cid, Klari Moreno, Roberta Vázquez, Laura Lazcano Yahvé M. de la Cavada, David Ontoria, Clara Soriano.

C O N T A C T O info@revistacactus.com P U B L I C I D A D publicidad@revistacactus.com EDITA

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LA ESTRATOSFERA

NUESTRA SOLIDARIDAD ONLINE Por José Blázquez

@balazkez

ÚLTIMAMENTE LOS MEDIOS de comunicación no hablan de Palestina. Deben de estar esperando a que vuelva a explotar el conflicto en su forma más cruenta y espectacular, a ese momento en el que Israel decida sacar músculo y vuelva a machacar a la población gazatí bajo cualquier pretexto auspiciado por las potencias occidentales. Esperan los medios y esperamos nosotros, puesto que nosotros tampoco hablamos de lo que los medios callan. Lo que sí hacemos es aguardar agazapados detrás de la trinchera de la ‘rabiosa actualidad’, para estar cuando toque estar, preparados para el bombardeo de solidaridad ‘online’, arsenal que tenemos preparado como respuesta a la próxima ‘injusticia’ que está por venir. El caso de Palestina es uno de los más recurrentes, de explosión de solidaridad seguido de un largo silencio, que nos desborda ‘solamente’ cada cierto tiempo, como suele ocurrir también con el fenómeno migratorio de los refugiados, cuya relevancia cursa con altos y bajos, pero ahí tenemos, por ejemplo, el hambre, que sigue matando a personas en el mundo, en cantidades ingentes, indigeribles y vergonzantes en cualquiera de los términos humanitarios en los que filtremos la información, y es algo que ha dejado –ni se sabe ya cuándo fue la última vez que fue noticia– de ser rentable económicamente para nuestros medios de comunicación, a los que nosotros, cómplices, seguimos en sus silencios como los rebaños siguen a sus pastores, y a los que seguiremos a pies juntillas con nuestra solidaridad ‘online’ cuando ellos decidan. Nuestra solidaridad ‘online’: he aquí una de las claves. Reflexionemos sobre ella, a ver qué retrato nos devuelve de nosotros mismos, que somos católicos y practicantes de ella. Pongamos sobre la mesa que esta solidaridad hacia personas con problemas de toda índole que viven en países con problemas de todo tipo y que sufren los efectos de la guerra, el hambre o el desplazamiento forzoso, es decir, nuestra solidaridad ‘online’ con todas ellas, en las redes sociales, expresada con comentarios ‘muy sentidos’, sobre los llamados ‘temas sensibles’, a los que les damos nuestros ‘likes’ insobornables, convencidos de ser unas

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buenas personas, porque ‘vemos’ la injusticia obvia que destilan este tipo de imágenes y textos, podría equivaler al público sentado en las gradas del Coliseo Romano, donde estamos consumiendo el circo mediático mientras tenemos el pan asegurado, y donde nos compadecemos de la miseria y la desgracia de los hombres y mujeres que Nuestro Imperio arroja a las fieras. ¿La reconoces? Sí, es nuestra solidaridad ‘online’, esa misma que nos empuja a poner cara de pena, y a decir latiguillos del tipo ‘pobre gente’, ‘mala suerte’, ‘qué injusticia’, etcétera, expresiones que nuestros iguales entienden a la perfección, como también nos entienden –porque todos estamos en lo mismo– cuando cargamos contra la crueldad del Emperador, mientras reprobamos y silbamos o admitimos y aplaudimos cada uno de los espectáculos de los que Él nos hace partícipes. Este es el juego, basado en una transacción comercial cuya moneda de cambio, ¡cuidado!, no es nuestra solidaridad ‘online’ y gratuita, sino nosotros mismos, cada uno de nosotros, porque así lo demanda un Emperador –que es quien pone los temas de debate social en la agenda mediática– que, finalmente, lo que logra es que la mercancía seamos nosotros, a través de nuestras muestras de solidaridad. Las cosas así, la próxima vez que ocurra algo digno de que nos solidaricemos en las redes sociales quizás debamos pensar que nosotros mismos seremos el objeto del ‘like’, que nosotros mismos seremos los ‘megusteados’ cuando compartamos esa solidaridad, que nosotros seremos quienes nos exhibamos en un escaparate bajo la etiqueta ‘cómprame, soy un buen tipo, y sería cruel e injusto que no me quisieras’, y quizás debamos pensar, también, que aquello que compartamos para exhibir lo indignados que estamos y lo buenas personas que somos, será una forma sucia y encubierta de vendernos nosotros mismos como productos solidarios aptos para el consumo humano, porque, a pesar de que nos dejemos engañar, en el fondo sabemos que la solidaridad solamente tiene recorrido –y, por lo tanto, surte efecto– en los territorios documentales ‘offline’, porque las otras solidaridades, incluida la ‘online’, sabemos que son ficción.


Udane Ostolaza, Stone Lifting, Orio, Basque Country, 2016 © Julian Germain.

Hodei Ezpeleta, Wood Chopping, Mendaro, Basque Country, 2016 © Julian Germain.

FORMA ARTISTIKO BERRIEN NAZIOARTEKO TOPAKETA ENCUENTRO INTERNACIONAL DE NUEVAS FORMAS ARTÍSTICAS INTERNATIONAL MEETING OF NEW ARTISTIC FORMS 25 - 29 Maiatza | Mayo | May 2016

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FLAN CON NAPALM

CÓMO MONTAR UN FESTIVAL Por Borja Crespo

@ElTioCreespy

EXISTEN CIENTOS de festivales de cine en nuestra geografía, por no decir miles, sin contar las proyecciones en garitos y otras citas similares que se autodenominan así. ¿Qué hay de malo en llamarse muestra o certamen? Eventos cinematográficos, con el audiovisual por montera, los hay a porrillo por estos pagos, más que en cualquier otro país civilizado. Como experto en la materia, o eso dicen, por deformación profesional (como autor, periodista y gestor conozco bien sus entresijos), aquí van unos consejos para montar una grandilocuente actividad de estas características que encandile a las gentes del lugar y, sobre todo, a los políticos. Vaya por delante que el séptimo arte suele ser lo que menos importa en este tipo de festejos que me atrevo a zarandear con cariño y sentido del humor, empeñado en combatir cierto desamor por la farándula.

a un grupúsculo de famosetes al evento, a poder ser de los que montan escándalos, da muchos puntos. Ser carne de prensa rosa es más importante que lucir el careto en Días de cine o la revista Caimán. Eso es para culturetas. Si no queda más remedio que llevar a algún artista de verdad, tiene que salir en la televisión en alguna serie de máxima audiencia.

Consejo 1: Inauguración y clausura por todo lo alto, con gran cantidad de canapés. ¡A espuertas! Da igual que la calidad de las viandas sea infame. Toneladas de cacahuetes por encima de un puñado de pintxos bien elaborados, que hay que saciar a gran número de comensales y son los que pueden poner a parir la celebración, aunque no pisen jamás la sala de proyecciones después del acto inaugural. Que se emborrachen y empapucen como si no hubiera mañana. Acallemos sus cotilleos.

Consejo 4: Tirar de DVD, Blu-ray o alguna web de descargas –los hay con mucho morro- para elaborar una programación de lo más cuca, gastando poco dinero (o nada). Como la pasta se ha ido en los canapés de la inauguración y en la gran estrella invitada, o directamente se ha perdido en alguna partida extraña, hay un presupuesto irrisorio para alquilar películas en condiciones y/o de modo legal. El buen gestor ahorra costes por un tubo para que vaya a los bolsillos adecuados (y más avispados).

Consejo 2: Una rutilante alfombra roja y/o un pomposo photocall son la esencia de este tipo de acontecimientos. Llevar

Consejo 5: Si además de todo lo anterior conseguimos que algún espectador vaya al cine, podemos estar más que contentos, ¿no?

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Consejo 3: Es recomendable el fichaje de algún rostro veterano cuya popularidad esté en horas bajas, lo que afecta a su caché, pero contente a los medios. Hay un gran número de astros en decadencia que se hacen el tour mundial anual de aquí para allá, cobrando por bolo, de festival en festival. Aquí no hay más remedio que tirar de cheque, pero si con ello conseguimos salir en el papel cuché y el político de turno se hace un selfie con una cara conocida, ¡el trabajo está hecho!


2016 9-18 de JUNIO EKAINAREN 9tik 18ra

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HARM(ONICS)

SÍ, TE HAS QUEDADO ATRÁS Por Yahvé M. de la Cavada

@YahveMC

«ESCUCHA ESTA MIERDA, NEGRO»,

y me plantan un portátil en las narices. Lo dice mi hermano, un postadolescente enganchado al rap español que a veces habla de sí mismo en tercera persona autodenominándose “el puto amo”, no sin cierto crédito. En la pantalla, un tío de aspecto desconcertante lanza unas rimas tan pueriles como bizarras. El tipo se llama Kinder Malo, el tema La ley de Eddie Murphy, y el vídeo es un delirio tan absurdo como el tema. Menuda puta mierda, digo, y lo quito antes de que acabe. Pero, unos minutos después, no se me quita de la cabeza. Y lo pongo de nuevo. No sé cómo, pero me encuentro enganchado a esta movida. Lo comparto en Facebook y en pocos días recibo feedback de gente de lo más variopinto diciéndome que menuda basura, pero que desde que vieron mi enlace están enganchadísimos al puto Kinder Malo. Aunque su target es muy joven, por algún motivo, esta mandanga impacta sobre otras franjas de edad como un meteorito compuesto tanto por condescendencia y desprecio preventivos como por una inexplicable fascinación por un producto que, ni está dirigido a ti, ni se supone que debería gustarte. Qué coño, es que no me gusta, te dices. Pero no puedes parar de ponértelo, ni de pensar, joder, esta mierda mola. YouTube es mi oráculo: empiezo a navegar por el mundillo del trap nacional, coronado por los ya populares PXXR GVNG y extendiéndose por docenas de propuestas, cada cual más extrema, hasta otro puntal del género en España, y hermano putativo de Kinder Malo: Pimp Flaco. Escucho temas, veo inenarrables videoclips y asisto fascinado a entrevistas online en la que unos y otros hablan sin cortapisas. En un primer vistazo son un puñado de niñatos macarras y descerebrados, sin atisbos de talento musical, alardeando de la banalidad de su presente y de su futuro en canciones pseudo-rapeadas de forma torpe y cutre; ¿por qué deberían parecerme trascendentes, aunque sea mínimamente? Escucho y escucho, y hay de todo, pero ninguno como Kinder Malo: La ley de Eddie Murphy cada vez me parece mejor. Empiezo a encontrar cierta lógica en ese cúmulo de frases inconexas que aparentemente no desprenden más que exabruptos sexistas y nihilistas, camaradería zopenca y delirantes anhelos económicos, todo de forma aleatoria y absurda. Veo una breve

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entrevista a Kinder Malo y Pimp Flaco en la que, entre las fanfarronadas de rigor, el Malo dice: «la escena era necesaria porque había un público joven (…) con cierta manera de ver la vida, que no se ajustaba a la música que estaba sonando, con grupos de peña de 40 tacos diciendo gilipolleces…» y concluye, «no puedes mantener a una generación cuando tú no eres de esa generación». Y entonces lo entiendo. Sin entrar a valorar sus propuestas desde el punto de vista musical o artístico, toda esta peña representa lo que hace cuatro décadas representaban grupos como La Banda Trapera del Río, Kaka de Luxe o Basura: ahora son clásicos seminales, nombres esenciales en la historia musical de nuestro país, pero en su momento para muchos no eran más que cuatro colgados que no merecían más que indiferencia o desprecio. La distancia generacional es muy difícil de evitar, y poniendo atención en estas nuevas escenas que tienen tanto de marginal como de viral, ocurre lo mismo que ocurría entonces: no hay referentes directos ni movimientos con los que compararlos, porque sus circunstancias son totalmente diferentes. Estos tíos no tienen apoyo de ninguna marca, ni el aparato promocional de una discográfica, pero acumulan millones de visionados en Youtube. Ninguna radio o televisión en España se atrevería a pincharles ante una gran audiencia y, si su música trascendiese, las demandas y cancelaciones les lloverían al instante. No importa si lo que dicen es una tontería, si es cuestionable en forma y contenido, si es ofensivo, vacío o gratuito. La cuestión es que, hoy por hoy, este tipo de escena es refrescante por el mero hecho de existir: porque nos recuerda a los que seguimos a bandas de tíos de 40 tacos diciendo gilipolleces que la música también puede ser ofensiva y transgresora –aunque no sea de forma artística– y que la de las nuevas generaciones no está en los macrofestivales, ni en los discos, ni siquiera en Spotify. Que todo pasa, una vez más, ante nuestros ojos sin que nos demos cuenta, porque nos hemos quedado atrás. Y, quién sabe, puede que dentro de cuatro décadas haya críticos reivindicando esto como el único movimiento musical con agallas, independiente y autosuficiente que tuvo este país en demasiado tiempo. O no, vete a saber.


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Por

Samdro Gomato

Por

Elizabeth Casillas Un libro:

Un festival:

JÓVENES Y BLASFEMAS

RECIÉN PINTADO PUÑO (SM, 2015)

(BILBAO, 16 Y 17 DE JUNIO)

Los días 16 y 17 de junio, y con todo el apoyo de esta santa revista, se celebrará en Bilbao la primera edición de Jóvenes y Blasfemas, un festival con vocación de continuidad en el que se hablará, y mucho, sobre el estado actual de los cómics y de los videojuegos poniendo el foco especialmente en el papel que la mujer, históricamente olvidada en estas dos disciplinas artísticas, juega en la actualidad. Tertulias, exposiciones, proyección de documentales... Todo ello haciendo énfasis en los ejemplos positivos e intentando obviar esta vez la labor de divulgación feminista hecha desde la polémica y la vertiente negativa. Así que id apuntándolo en la agenda; tendrá lugar en BilbaoArte y desde ya podéis seguir todos los anuncios y las novedades en las redes sociales y en www.jovenesyblasfemas.com. Una revista:

VOLTIO

V.V.A.A. (LA CÚPULA, 2016)

El clásico formato de revista de cómic se permite hoy en nuestro país un tiempo de celebración entre tos y tos. La Cúpula acaba de lanzar, a modo de reivindicación de esta fórmula en decadencia, el primer número de Voltio, una publicación que ha empezado reuniendo a un selecto compendio de dibujantes tanto de aquí como de más allá de nuestras fronteras. Podemos leer historias de autores como Powerpaola, Cristian Robles, Ana Galvañ, José Domingo, Antonio Hitos o Ana Oncina, entre muchos otros. Nos prometen una descarga eléctrica directa al cerebro y desde aquí podemos dar fe de que, al menos, esta novedad editorial es una experiencia vibrante.

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Si no hojeas un libro de la colección El barco de vapor desde Fray Perico y su borrico, esta obra del ilustrador Puño puede ser un buen momento. Con su usual e impecable estilo, Puño nos lleva a conocer la ciudad de Tolbiac, una villa en la que la mitad de sus casas están pintadas de verde y la otra mitad, de azul. Cada noche, los que viven en las casas pintadas de azul salen a pintar de este color las de la zona verde, y los habitantes de la zona verde hacen lo propio con las casas azules. Otto, el dueño de la tienda de pinturas de Tolbiac, podría sacar buen provecho de ello. Sin embargo, tiene otros planes. Pensado para niños de 6 a 7 años, ojalá lo lean muchos más adultos. Un cómic:

LA CARNICERÍA

BASTIEN VIVÈS (DIÁBOLO EDICIONES, 2011)

Esta obra menor de Vivès, muy alejada del estilo y forma de otros cómics del autor como El gusto del cloro o Polina, supuso para mí una grata sorpresa. Primero, por alejarse de una narrativa convencional y, segundo, por tratar con entereza un tema como este. Aquí, el dibujante francés narra una tortuosa relación amorosa, miserias incluidas, con frialdad y, a la vez, con una gran ligereza, quizás en parte provocada por un dibujo a lapices de colores y por la ausencia de marcos en las viñetas. Sus noventa páginas, de pequeño formato, se devoran con virulencia y termina asomándose al abismo. El plato del día es ruptura y, de guarnición, nada.


Una sección hecha por los editores de la revista y un invitado distinto cada número, totalmente subjetiva y que no atiende a razones temporales ni de género. Recomendaciones a gogó. Sólo buena mierda.

Por

Koldo Gutiérrez

Un canal de Youtube:

THE NERDWRITER EVAN PUSCHAK (2011)

Por

Cada miércoles, Evan Puschak sube un nuevo vídeo a su canal en el que disecciona en profundidad, durante unos ocho minutos, diferentes obras culturales. Lo mismo analiza una película de Lars Von Trier, una serie de dibujos o los temas tratados en una sitcom, que el mundo de los sueños en Sandman. The Nerdwriter lleva a cabo brillantes ensayos con una lucidez y clarividencia que nos ayudan a apreciar ciertas obras con otra mirada. Su explicación del uso del leit motiv en la banda sonora de El Señor de los Anillos, su reflexión sobre por qué Las Meninas es el mejor cuadro de la historia o su exhaustivo análisis sobre la manera de hablar de Donald Trump son dignos de estudio. Una película:

EL CUENTO DE LA PRINCESA KAGUYA ISAO TAKAHATA (2013))

Tarde (se estrenó en 2013) y mal (pocas salas y aún menos VOS) ha llegado a nuestro país la penúltima joya del estudio Ghibli. Realizada por Isao Takahata, que siempre ha estado a la sombra de Hayao Miyazaki, a pesar de que este último hace tiempo que abandonó la originalidad y brillantez que le caracterizó. El director nipón ya había demostrado su sensibilidad con joyas como La tumba de las luciérnagas o Recuerdos del ayer. En esta ocasión se basa en un popular cuento del folklore japonés y emplea un estilo diferente al habitual, inspirado por el ukiyo-e, la técnica clásica de la pintura del país. Una deliciosa historia de tono melancólico con una de las mejores bandas sonoras compuestas por Joe Hisaishi. Y eso es mucho decir.

Jon Bilbao Un libro:

EL FANTASMA EN EL LIBRO JAVIER CALVO (SEIX BARRAL, 2016)

Un ensayo acerca del oficio de la traducción literaria escrito por uno de los mejores traductores del país. Tan erudito como ameno, tan divulgativo como crítico. Abarca desde las primeras traducciones, pasando por las diferentes tendencias de la traducción —más creativas o más fieles— hasta llegar a las fantraducciones de subtítulos de series de televisión o de megahits del fandom, como los libros de la saga Juego de Tronos. Un cómic:

LA JUVENTUD DE BLUEBERRY. EL CONVOY DE LOS FORAJIDOS CORTEGGIANI Y BLANC-DUMONT (NORMA, 2016)

No es fácil tomar el relevo en una colección clásica como El teniente Blueberry, en especial si el testigo lo entregan dos titanes del cómic como Jean-Michel Charlier y Jean Giraud ‘Mœbius’. Tanto la opción continuista como la renovadora serían objeto de crítica. Corteggiani y BlancDumont han optado por la segunda opción, lo que les honra. Sus resultados en esta nueva etapa están siendo irregulares, pero seguir disfrutando del teniente Blueberry después de 54 álbumes es motivo de alegría.

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Minifaldas en el cine de ciencia ficción Texto Laura Lazcano

¿Y si la ciencia ficción hubiese estado poblada por mujeres guionistas, directoras de cine, heroínas fuertes, científicas inteligentes y villanas interesantes y complejas? ¿Y si hubiese más películas de las que crees que no incorporan subtramas románticas como un intento torpe e insultante de captar la atención de un público potencialmente femenino?

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s un hecho incontestable que el cine de ciencia ficción es un género machista. No importa la temática, ya sean viajes en el tiempo, exploración espacial, invasiones alienígenas, la era atómica, monstruos, cyberpunk o escenarios post apocalípticos. Históricamente, los papeles atractivos se escribían pensando en ellos mientras que a ellas se les relegaba con frecuencia a personajes insulsos, secundarios y ridículos. Precisamente porque en pocos géneros se percibe tan claramente la mirada masculina en la creación de personajes femeninos, vamos a renunciar aquí a dar tanto espacio al sexismo –que bastante tiene ya– y optar por visibilizar a todas las mujeres relacionadas con el cine de ciencia ficción, ya sea por su labor de directoras, guionistas o el papel que desempeñan como actrices. Así, si nos remontamos a los años veinte, una de las primeras guionistas de ciencia ficción es Thea Von Harbou, responsable de los libretos de las célebres Metropolis (1927) y Frau Im Mond (1929), ambas dirigidas por Fritz Lang y con protagonistas femeninas. Pues tan atípico para la época es el papel de Maria en Metropolis, de defensora de los trabajadores en una fábrica a robot, como el de Friede en Frau Im Mond, cuyo trabajo a tiempo completo no consiste en ser mujer sino que trabaja como asistente de un científico y por ello viaja a la Luna. Habrá que saltar hasta la década de los 40 para volver a ver a una mujer en pantalla con cierto protagonismo, como es el caso de Doctor Cyclops (1940, Ernest B. Schoedsack), en el que una expedición de científicos se adentra en la jungla para encontrar a un investigador. Entre ellos está la bióloga Mary Robinson que, aunque termina corriendo la misma suerte que sus compañeros y sirviendo como pasto

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de un romance, la trama evita sexualizarla y le confiere la misma profundidad que a sus iguales masculinos, presentándola como una profesional valiente e inteligente.

Caricias al patriarcado Algo que se evidencia llegados los años cincuenta son los intentos torpes de representar la igualdad de género sin desafiar realmente la estructura patriarcal. Se incluyen personajes femeninos dignos y competentes con poder de decisión en las tramas y se permite que estas tramas avancen gracias a ellos. Es el caso de la doctora en química que viaja al espacio en Rocketship X-M (1950); la piloto de Cat Women of the Moon (1953) que lidera una expedición formada por hombres en la Luna; la entomóloga de Them! (1954) que ayuda en la investigación de unas hormigas gigantes afectadas por la radiación; las biólogas de Tarantula (1955) y It Came from Beneath the Sea (1955), junto con la historiadora de The Deadly Mantis (1957), quienes con sus conocimientos permiten acabar con arañas, pulpos e insectos desproporcionados; o la científica de This Island Earth (1955) que contribuye a detener una conspiración alienígena. Se intuyen ciertas grietas en este retrato de la mujer en la ciencia ficción de los cincuenta, ya que a menudo su inclusión en estas ficciones va acompañada de actitudes condescendientes por parte de los personajes masculinos, ya sean comentarios sexistas sobre ellas (“A menos que seas una probeta, no te hace caso” dice un piloto de Rocketship X-M sobre su compañera química); insinuaciones sexuales directas (“Yo te perseguiría alrededor de la Tierra y la Luna” le suelta de manera violenta un tripulante de Cat Women


En los a帽os 20, Thea Von Harbou escribi贸 dos grandes pel铆culas protagonizadas por mujeres: Metr贸polis [en la imagen] y Frau Im Mond

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of the Moon a la científica del cohete) o dudas sobre la profesionalidad de ellas (“No puedes venir, es peligroso” le dice un agente del FBI a la entomóloga mientras van a investigar unas hormigas afectadas por radiación; o el caso de un militar en It Came from Beneath the Sea que prefiere contratar a un hombre antes que pedir ayuda a la bióloga que está a su lado). Se refleja así la mentalidad de una época que se debate entre encasillar a la mujer en el rol tradicional de madre y esposa o aceptar como normal que quizás tenga interés en perseguir una carrera profesional. No será hasta la siguiente década que comience a normalizarse la presencia de las mujeres en naves. Así, la space opera de los años sesenta prospera gracias a obras como la checa Ikarie XB-1 (1963), donde la tripulación de una nave se embarca en un viaje al espacio en busca de un planeta mejor que la tierra. Este filme destaca no sólo por una cuidada estética

sino porque es posible ver a mujeres operando los mandos de la nave, realizando tareas importantes y actividades de ocio al igual que sus compañeros con total normalidad. Tres años después se estrena la serie original de Star Trek, creada por Gene Roddenberry que, aunque con un tono naif, incluye a una oficial de raza negra a bordo de la Enterprise. Más anecdótica es la aparición de la única astronauta de El planeta de los simios (1968) que muere nada más comenzar el filme, aspecto que se contrarresta con la presencia femenina de la simio psicóloga, que se rebela contra el sistema para ayudar a los protagonistas. En el caso de Barbarella, el tono distendido de comedia ayuda a suavizar la marcada sexualización de la protagonista, lo que probablemente se explique en la voluntad de respetar el cómic en el que se basa el filme. Dejando esto a un lado, ella es la que pilota la nave y sale relativamente airosa de las misiones.

La mítica teniente Ripley pasándolo regular en Alien (1979)

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Por último, el filme soviético Planeta Bur es interesante por varios motivos. Uno de ellos es que incorpora en su argumento a una cosmonauta que se dirige a Venus como parte de una misión. El otro es que Roger Corman, el productor norteamericano por excelencia de la serie B fusiló secuencias enteras de esta película para producir otras dos: Viaje al planeta prehistórico (1965) y Viaje al planeta de las mujeres prehistóricas (1968) en las que la escasa presencia femenina resulta más bien ridícula. Es precisamente una asistente de Corman, Stephanie Rothman, quien dirige Terminal Island a principios de los setenta donde, en una crítica a la cadena perpetua, escenifica una sociedad que envía a sus criminales a una isla de la que no se puede escapar. Respecto a los personajes, cada vez más mujeres interpretan papeles dignos en diferentes subgéneros de la ciencia ficción.Es el caso de la científica de La amenaza de Andrómeda (1971), cuya capacidad de decisión permite detener un virus letal. También la superviviente de una guerra bacteriológica demuestra que sabe defenderse y hace lo suyo para detener una pandemia en The Omega Man. Igual de alejadas del estereotipo de damisela en apuros se encuentran las protagonistas de Futureworld (1976) y Alien (1979). En la primera, secuela de Westworld, es una periodista que junto a su compañero destapa una conspiración con androides en un parque de atracciones futurista. De la obra de Ridley Scott, qué decir que no se haya dicho ya. La suboficial Ellen Ripley, protagonista de Alien, constituye una de las piedras angulares de la ciencia ficción feminista: no sólo lidia con un complot en su nave sino que patea el culo de unos cuantos alienígenas.

La octava pasajera Y al hilo de los extraterrestres, resulta que fue una mujer la que firmó el guión de E.T. en 1982, una de las obras más famosas de Steven Spielberg: Melissa Mathison. La escritora volvió a colaborar con Spielberg en uno de los episodios de la película de Twilight Zone. Otra guionista que destaca en la ciencia ficción de los ochenta con una obra bastante significativa es Leigh Brackett, que escribió El imperio contraataca de la saga Star Wars. Pero si Alien marca un antes y un después por el empoderamiento de su personaje, es justo decir que Born in Flames (1983) y Sex Mission (1984), lo hacen por su temática. En la primera, su directora Lizzie Borden imagina una sociedad en la que un ejército de mujeres se toma la justicia por su mano para acabar con las desigualdades de género. Toda

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una revolución feminista con estaciones de radio piratas para agitar a las masas. Sex Mission, a pesar de no estar dirigida por una mujer y aún con los giros narrativos a las que está sujeta, recrea en clave de comedia una comunidad post-nuclear en la que los hombres se extinguieron hace años y está habitada únicamente por mujeres que conviven en perfecta armonía.

En los 50 mejora el retrato de la mujer, pero siguen sufriendo actitudes condescendientes y comentarios sexistas Los ochenta también han pasado a la historia por mujeres intrépidas como Sarah Connor, conocida por escapar de un robot letal en The Terminator, Helen Mirren como la astronauta de 2010 The year we make contact -la secuela de 2001: Una odisea espacial- o Melanie Griffith interpretando a una temeraria cazarrecompensas en el desierto en Cherry 2000. También en paisajes desérticos se mueve la deslenguada protagonista de Tank Girl, el personaje de cómic llevado a la pantalla en 1995 por Rachel Talalay. Pero si algo marcó un hito en los noventa fue la realidad virtual, que encuentra su representación en ficciones como Días extraños (1995), Wild Palms (1993) o Matrix (1999). Mientras que las dos primeras están dirigidas por Kathryn Bigelow, en Matrix quien resulta relevante para el tema que nos ocupa es el personaje de Trinity, la hacker encargada de acercar al protagonista a un mundo oculto. También los sucesos paranormales y los encuentros con alienígenas tienen su protagonismo con la serie Expediente X (1993) y la agente Dana Scully, y el filme Contact (1997) con la científica encarnada por Jodie Foster. Según se avanza por la línea temporal que vertebra el cine de ciencia ficción, se llega a la conclusión de que, aunque no abundan, cada vez hay más mujeres dirigiendo y escribiendo proyectos. Lo que se complementa con el hecho de que poco a

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Gregorio de la Revilla, 8. Bilbao


Uno de los ejemplos más recientes: Trinity en Matrix (1999)

En pocos géneros se percibe tan claramente la mirada masculina en la creación de personajes femeninos como en la ciencia ficción poco comienzan a surgir personajes femeninos lejos de los roles pasivos y sexualizados y que no existen únicamente para dotar de más sentido a los masculinos. Así, en el terreno de la dirección destaca Karyn Kusama con Aeon Flux (2005), la adaptación de un anime homónimo. Con Charlize Theron de protagonista, la historia se centra en un futuro en el que gran parte de la población mundial ha muerto y el resto debe vivir en una ciudad amurallada donde se está gestando una revolución. Un tono más romántico y sensorial transmite la lituana Vanishing Waves (2012) de Kristina Buozyte, en la que unos científicos logran establecer una conexión telepática entre dos individuos. Por último, Jennifer Phang narra en Advantageous (2015) cómo una madre decide transferir su conciencia a un cuerpo más joven para recuperar su antiguo trabajo. Phang se aprovecha de la relación entre una madre y una hija en un futuro cercano para reflexionar acerca de cómo la mujer debe lidiar con la presión de la sociedad por mantenerse joven. Es esa misma reflexión sobre expectativas irreales del cuerpo femenino la que hace Ari Folman en The

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Congress (2013) concediéndole pleno protagonismo a Robin Wright, que se interpreta a ella misma en esta distopía de clones animados. Por otra parte, si hay una trilogía que ha hecho taquilla en la segunda década del 2000 es Los juegos del hambre con el personaje de Katniss Everdeen luchando incansable contra el Capitolio. En cuanto a la aventura espacial, vuelve a salir reforzada gracias a la serie de 2003 Battlestar Galactica con grandes personajes unidos en la lucha contra los cylon, como Laura Roslin, la presidenta de las colonias, o la temeraria Kara Starbuck. También en Prometheus (2012) –la secuela de Alien que prometía dar respuesta al origen de los xenomorfos– se pueden ver personajes femeninos interesantes como el de una arqueóloga y una empleada con autoridad sobre el resto de la tripulación de la nave. O en Gravity (2013), la gesta visual de Alfonso Cuarón, que dedica gran parte del metraje a los contratiempos de la ingeniera interpretada por Sandra Bullock. Scarlett Johansson se convierte en el nexo de unión en el caso de películas tan dispares como Under the skin (2013), la maravilla inefable de Jonathan Glazer donde la actriz da vida a un alienígena que vaga por Escocia. O Lucy (2014) de Luc Besson, en la que Johansson adquiere poderes tras entrar su cuerpo en contacto con una droga. Por último, lo que tienen en común las siguientes protagonistas es que se resisten a seguir siendo concebidas como objetos. Ya sea por su condición de robots (en la serie sueca de 2012 Akta Manniskor o el filme de 2015 Ex Machina), de clones (la serie Orphan Black, 2013) o de máquinas reproductoras (Mad Max, 2015). Es un comienzo algo esperanzador para terminar con el sexismo en el cine de ciencia ficción, ¿no os parece? @


2016I MAIATZAK 6-13 MAYO BILBOKO ZINEMALDI FANTASTIKOA FESTIVAL DE CINE FANTÁSTICO DE BILBAO BILBAO FANTASY FILM FESTIVAL

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Superhéroes:

Crónica de un genocidio cultural Texto Koldo Gutiérrez

Ilustración Klari Moreno

El último en alzar la voz contra la invasión de los superhéroes en el cine y los cómics ha sido Daniel Clowes, uno de los autores más respetados del mundo de las viñetas. Sus historias para adolescentes ya no sólo infectan los tebeos, sino que este año tendremos seis películas y ocho series de televisión. Tras su éxito comercial se oculta una triste realidad: son obras vacías totalmente confeccionadas por los estudios sin mayor aspiración que servir de trampolín para las que vengan después.

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aniel Clowes es uno de los nombres más importantes del noveno arte. Obras como Ghost World o David Boring son auténticos referentes y han influido a muchos artistas posteriores, como a él le ocurrió de joven con su admirado Robert Crumb, padre del cómic independiente. El pasado marzo publicó su nueva novela gráfica, Paciencia, y en una entrevista lamentó que los superhéroes sean la cultura dominante hoy día en los tebeos… y en el cine. Clowes cuenta que durante los años 90, cuando estaba realizando la serie Bola Ocho y su amigo Peter Bagge Odio, tenían «la sensación de que lo que estábamos haciendo era algo mainstream: comics para adultos, que una audiencia adulta podría leer, y sólo un pequeño nicho de autistas emocionales se preocupaban por los de superhéroes». Sin embargo, mientras ambas obras se convertían en dos de los mayores iconos del underground, los personajes con capa y superpoderes pasarían a dominar la cultura de masas más que nunca, llegando incluso a dar el salto del papel a la pantalla con gran éxito. Y por eso compara la cultura actual con «una tienda de cómics en 1985». «Es muy aleatorio, como si todos los tebeos trataran sobre tíos en leotardos y nosotros hiciéramos historias sobre gente normal, pero nos miraran como a los raros», se lamenta el autor, «siempre me entristezco cuando padres de 45 años no pueden esperar a ver Los Vengadores; eso no debería ser para vosotros». Hablando del supergrupo de Marvel, hace un año, durante la promoción de la segunda entrega, le preguntaron a Robert Downey Jr. qué opinaba sobre las declaraciones de Alejandro González Iñárritu, que acababa de ganar varios Oscar por Birdman, una parodia

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de ese tipo de obras, al tachar la abundancia de películas de superhéroes como «genocidio cultural». El famoso actor se puso el traje de Tony Stark y respondió de manera racista y condescendiente: «Creo que para un hombre cuya lengua materna es el español, poder formar una frase como ‘genocidio cultural’ dice mucho acerca de lo brillante que es». Clowes e Iñárritu no son los únicos que se han quejado por la saturación de superhéroes. Otros directores como Dan Gilroy (realizador de Nightcrawler, que no es precisamente un spin-off de Rondador Nocturno) o Steven Soderbergh, y reputados autores de cómic que en su momento trabajaron en ese tipo de productos, como Alan Moore o Dylan Horrocks, también están hartos de ello y lo han dejado claro en repetidas ocasiones. La situación alcanzó su punto crítico el 28 de octubre de 2014 en un evento de prensa organizado por Marvel Studios y presentado por su presidente, Kevin Feige. Ante una masa enfervorecida que aplaudía cada frase como si fueran accionistas contemplando los resultados del último año fiscal, Feige anunció la “Fase Tres” del universo cinemático Marvel. La compañía se refiere así a la nueva tanda de películas que están horneando, hasta once títulos comprendidos entre Capitán América: Civil War y el estreno de Vengadores: Infinity War - Parte 2 el 3 de mayo de 2019. Así, con un Excel calculado al milímetro, la autodenominada Casa de las ideas (sic) mostraba su plan de dominación mundial a cinco años vista como si fuera el mismísmo Club Fuego Infernal. Sólo este año, Marvel estrenará cuatro películas: Deadpool, la citada del Capitán América, X-Men Apocalypse y Doctor Extraño. Y a ello hay que sumar otras dos de su eterna rival DC Comics:


Autores de cómic como Daniel Clowes, Peter Bagge, Alan Moore y Dylan Horrocks, y directores como Iñárritu, Soderbergh y Dan Gilroy llevan tiempo criticando el exceso de superhéroes en tebeos y cine

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Batman v. Superman: El amanecer de la justicia y Suicide Squad. Desgraciadamente, la televisión, que actualmente vive su mejor momento creativo, tampoco se libra de esta lacra, con series como Daredevil, Jessica Jones, Agent Carter, Agents of S.H.I.E.L.D., Gotham, Flash, Arrow y Supergirl. Y eso sin contar las de animación. Pero, ¿cuándo empezó esta triste tendencia? Fue sobre todo a raíz del gran éxito de la película de Supermán en 1978, dirigida por un reputado Richard Donner y escrita por nada menos que Mario Puzo tras revolucionar el cine con su guión para las dos primeras entregas de El Padrino. En 1989 fue nuevamente DC Comics la que dio un golpe sobre la mesa y reventó la taquilla con Batman, realizada por un joven Tim Burton que ya por aquel entonces vestía más oscuro que el propio personaje. Entre medias, Marvel fue dando palos de ciego con varias producciones menores, la mayoría para televisión o directas a vídeo, que no conseguían hacer sombra a su competidora. Hasta 1998. Ese año se estrenó una película en apariencia menor, basada en un personaje no muy conocido de la empresa: Blade. Con sólo 40 millones de presupuesto, la aventura del cazavampiros negro triplicó sus beneficios y logró algo mucho más importante: que una cinta con aspecto de serie B sirviera para dar luz verde a nuevos y mucho más ambiciosos proyectos de Marvel en el cine. De esta forma, en 2000 se estrenó la que puede considerarse el asalto definitivo de los superhéroes a la gran pantalla. Marvel había tomado buena nota de su anterior éxito, así que optó por lo seguro: dobló el presupuesto, echó mano de una de sus sagas más populares, X-Men, y contrató a un director joven y prestigioso como Bryan Singer, que aún tenía reciente su aclamada Sospechosos Habituales. Como era de esperar, la historia de la Patrulla X fue un éxito mundial, así que Marvel se preparó para su siguiente paso. En 2002 llegó la primera película de Spider-Man, por entonces su personaje más popular. Con un presupuesto de 140 millones y un director, Sam Raimi, que había iniciado su brillante carrera en la serie B, donde demostró su talento visual y gran sentido del humor con la saga Evil Dead, se convirtió en la tercera película más taquillera del año, sólo superada por la segunda entrega de El Señor de los Anillos y la primera de Harry Potter. Este fue el pistoletazo definitivo para que Marvel empezara a trasladar a muchos otros de sus personajes al cine, mientras DC, que era la que había comenzado décadas atrás a hacerlo, tardó en reaccionar en el nuevo siglo, encadenando un despropósito

tras otro: La Liga de los Hombres Extraordinarios, Catwoman y Constantine. Fue en 2005 cuando al fin les sonó la flauta, al encargar a Christopher Nolan, un joven cineasta con cierto pedigrí en el mundo indie, que iniciara una nueva y fructífera trilogía del mejor personaje de la compañía: Batman. Desde entonces, casi cada año tenemos una media de cuatro películas de superhéroes. Y para este serán seis, al igual que en 2017.

Cine de grapa Quizá no parezcan tantas, pero su sobreexposición, desmesurado marketing y lanzamiento en miles de salas al mismo tiempo hace que resulte casi imposible escapar de ellas y, lo que es aún peor, que otras películas más pequeñas e interesantes acaben sepultadas ante toneladas de dólares, pólvora y efectos especiales. Fuegos artificiales, en definitiva, para ocultar sus enormes carencias. Cuando comenzó este fenómeno, los estudios encargaban el trabajo a directores de cierto prestigio, como los citados Singer, Raimi, Nolan o incluso Ang Lee, pero desde hace años, cuando la tendencia llegó a la cima y los presupuestos se dispararon, empezaron a optar por el camino fácil: contratar a figuras de capa caída como Joe Johnston (Capitán América: el primer vengador) o Martin Campbell (Linterna Verde), o a realizadores forjados en la televisión, como Alan Taylor (Thor 2) y los hermanos Russo (Capitán América: Soldado de invierno). Así, limitar la libertad creativa del director e imponer los designios del estudio resulta mucho más sencillo. No por casualidad, uno de los directores más talentosos de la actualidad, Edgar Wright, acabó abandonando Ant-Man apenas tres meses antes de empezar el rodaje, tras haber pasado unos ocho años preparando el proyecto y reescribiendo el guión mientras lo alternaba con otros proyectos personales. La

En 2014 Marvel anunció sus planes de futuro con milimétrica exactitud: once producciones que irán estrenando poco a poco hasta el año 2019


única declaración por parte de Marvel fue que el director se marchaba debido a «diferencias en la visión del filme». Dos semanas después encontraron un sustituto semidesconocido que había dirigido varias películas y series olvidables. Uno de los que más defendió la decisión de Edgar Wright fue Joss Whedon, director de las dos primeras entregas de Los Vengadores, que al enterarse de su abandono se sacó una foto en su apoyo y más tarde declaró que su guión era «el mejor que Marvel había tenido jamás». Meses después, tras el estreno de Los Vengadores: La era de Ultrón, Whedon siguió el camino de Wright al anunciar que no volvería a trabajar más con Marvel, alegando agotamiento: «Considero importante no hacer sólo esto y poder dedicarme a algo más pequeño, tener un nuevo desafío con el que evitar repetirme». Pese a su diplomacia, cabe intuir que las imposiciones de Marvel no gustaron al director, que se vio obligado a incluir a multitud de personajes de los cómics a modo de breve cameo. La mayoría ya habían aparecido en alguna de las anteriores cintas del Universo Cinematográfico Marvel, mientras que otros, como el Ulysses Klaue de Andy Serkis, es presentado aquí en una escena de cuatro minutos sólo a modo de aperitivo para la futura Black Panther. La mayoría de estas apariciones estelares son mero fan service, una forma sencilla, rápida y directa de dar a sus seguidores justo lo que quieren, un codazo cómplice, un simple placer onanista que no aporta absolutamente nada a la trama, pero que satisface a aquellos espectadores menos exigentes que han entrado al cine sólo para aplaudir a ese personaje tan querido que aparecía en aquel viejo cómic de Uncanny X-Men Nº523 o en cuatro páginas de un mítico Thor de 1967. Esa sensación no dista mucho de la de un niño en DisneyWorld, extasiado por estar constantemente rodeado de sus personajes favoritos.

Marvel (y Disney) coartan la libertad creativa de sus directores y por eso autores como Edgar Wright o Joss Whedon no quieren trabajar más con el estudio

Algo parecido ha ocurrido ahora con Batman v. Superman, que pese a sus terribles críticas, ha sido un gran éxito y ha servido para que Ben Affleck dirija la futura entrega del hombre murciélago. DC, harta de que sus películas no tuvieran el mismo éxito que su rival, ha optado directamente por el crossover facilón entre sus dos personajes estrella y ha unido brevemente a la fiesta de puñetazos a otros como Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash, para que los espectadores se enteren de que próximamente tendrán sus propios filmes… que a su vez servirán para introducir nuevos personajes irrelevantes para delirio de obsesos. Marvel y DC han conseguido, en definitiva, que sus películas se conviertan en simples anuncios de nuevas películas; una estrategia de marketing perfecta y repetible ad eternum. Puede sorprender, pero estas producciones no han inventado nada nuevo con semejante manera de atrapar a su audiencia. Al fin y al cabo, es la misma táctica pueril que han llevado a cabo Marvel y DC durante toda su historia: relatos infantiles casi carentes de arcos narrativos y que basan su atractivo en la acumulación de personajes que apenas evolucionan. Es cierto que existen excepciones puntuales, obras imperecederas como La broma asesina, Daredevil Born Again, Dios ama, el hombre mata, La última cacería de Craven o Supermán: Hijo Rojo, tebeos autoconclusivos que han pasado a la posteridad, han sentado las bases de futuras historias, han aportado cambios impactantes en su universo y aún hoy siguen siendo influyentes, pero son los menos. La mayoría continúan siendo cómics de grapa mensuales dirigidos al fan nostálgico. Marvel ha inventado así el cine de grapa tendiendo a unificar su universo y a darle más coherencia entre todos sus filmes, borrando de esta manera cualquier rasgo de autoría. Ya no es el Hulk de Ang Lee o el Ant-Man de Edgar Wright, sino las películas de Marvel, o su defecto Disney, su compañía madre desde 2009. Eso no difiere mucho de lo que ocurría en la industria del cómic hasta comienzos de los noventa, cuando los guionistas y dibujantes apenas eran reconocidos y ni siquiera contaban con los derechos de los personajes que habían creado. En los 80, autores como Frank Miller y Alan Moore revolucionaron los tebeos con Dark Knight Returns y Watchmen, pero lo que parecía un paso adelante y definitivo en este tipo de historias hacia nuevos territorios con tramas más oscuras y maduras, ha acabado volviendo a la casilla de salida: simple fantasías de poder para adolescentes. Y lo peor es que eso ha acabado infectado también al cine, donde títulos como Ex Machina, Attack the Block, Blue Ruin o Whiplash son considerados rarezas sólo aptas para los locos o eruditos. @

ESPECIALIDAD EN COMIDA SALUDABLE:

sandwiches, ensaladas y zumos detox.

Próxima apertura en Plaza del Museo, 3 (frente al Museo de Bellas Artes)

¡PRIMER ANIVERSARIO!

Mazarredo, 6. Bilbao. 94 657 08 99 41 www.cooperdeli.com


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Conxita Herrero Crear todo el rato CONXITA HERRERO COMENZÓ REALIZANDO FANZINES EXCLUSIVAMENTE TEXTUALES, HASTA QUE SE ENTERÓ DE QUE LA DIBUJANTE MIREIA PÉREZ HABÍA GANADO 12.000 EUROS CON EL PREMIO FNAC-SINS ENTIDO Y PENSÓ QUE NO ERA TAN MALA IDEA ESO DE HACER TEBEOS. ESTÁ LLAMADA A SER UNA DE LAS GRANDES PROMESAS DEL CÓMIC DE VANGUARDIA Y AHORA QUE ESTRENA GRAN BOLA DE HELADO PARECE UN BUEN MOMENTO PARA ACERCARSE A SU OBRA.

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E

l mes pasado, Conxita Herrero estaba muy triste. Había hecho la peor entrevista de trabajo de su vida, por motivos que aún desconoce, se quedó muy callada, y al volver a casa compuso una canción sobre ello. La semana anterior, alguien le contó una historia sobre un bambú y unas plantas. En su mente, dibujó de forma instintiva un cómic. Hoy está pensando en recopilar una gran cantidad de imágenes de árboles y hacer con ellas un collage. El fanzine se llamará Tronco. Depende de lo que sea que pase, la mente de Conxita Herrero (Barcelona, 1993) se decanta por una disciplina u otra con un único fin: crear todo el rato y no aburrirse. «Lo único que me tomo en serio es dibujar. Todo lo demás es algo que sé que no sé hacer: ni sé cantar, ni tocar, ni hacer vídeos. Puedo hacerlo en cuanto a que tengo dos manos, pero nada más», afirma. Si se cansa de los fanzines se pasará a componer canciones; si los

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«ENCUENTRO EL ARTE EN MUCHOS LUGARES»

cassettes no la llenan, pasará al collage y así, dando saltos de una disciplina a otra, consigue la libertad y experimentación que caracteriza a todo su trabajo que asegura es bastante exhibicionista, aunque también se excusa en que todos lo somos. «La diferencia es que yo lo he escrito y lo he puesto en un fanzine, pero todos estamos muy cerca los unos de los otros», puntualiza.


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«EL CÓMIC ES UN CAMPO AL QUE LE QUEDA MUCHO POR EXPLORAR»

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Gran bola de helado Conxita, que confiesa no haber leído un cómic hasta los dieciocho años, mantiene una visión del medio fresca. «Con el tiempo me he dado cuenta de que es una herramienta perfecta para contar historias porque en él puedes hacer lo que te dé la gana: dibujar, escribir, hacer bocadillos... Creo que el cómic es un campo al que le queda mucho por explorar. Me parece muy divertido, hay mucho lugar aún para las sorpresas». La editorial Apa-Apa acaba de publicar Gran bola de helado, diecisiete historias cortas, acompañadas de ilustraciones y textos que conforman 144 páginas que, afirman, son amor absoluto y suponen una buena dosis de dibujo que tan solo atiende a la libertad, la cotidianidad y la espontaneidad. Su protagonista es una joven a la que acompañan amigas y familiares de la autora, enlazando así realidad y ficción, y que resumen sus vivencias de los últimos meses. «Me siento dentro de muchas luchas, una de ellas por ejemplo es la feminista, y cuando dibujo algo procuro intercambiar los roles, hacer visibles a las mujeres, que la protagonista sea una y no uno, y así a base de ser pesada con esto lo mismo un día sucede de verdad y somos iguales», concluye. Cuando la artista barcelonesa respondió a nuestra entrevista, estaba muy nerviosa. Quién sabe, quizás también tenga un fanzine sobre ello, aunque nunca se imprima, o una cinta que nadie escuchará jamás. @

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CONSUMIR PREFERENTEMENTE ANTES DE

CACTUS Nº 18

Fritos Ketchup y Bravos

LOS MEJORES FRITOS A ESTE LADO DEL PECOS

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os míticos Fritos son uno de los snacks más famosos de la historia y, junto a los Doritos, uno de los más representativos de los Estados Unidos y esa mezcolanza tex-mex, mal que le pese a Donald Trump. El producto como tal nació en 1932, pero fue en 1959 cuando Lays, lo que aquí conocemos como Matutano, empezó a fabricarlo con gran éxito. En sus más de 50 años, las deliciosas tiras de maíz tostado con sabor a barbacoa han tenido multitud de variantes sin dejar nunca de lado su estilo característico, aunque desgraciadamente pocas de ellas llegaron por estos lares.

La más popular y añorada de esas versiones fueron los Fritos Ketchup. No fueron muy originales al crearlos, pues ya existían muchos snacks con ese sabor, pero por algún inexplicable motivo, la combinación de tiras de maíz y ketchup daba lugar a una extraña alquimia que resultaba de lo más adictiva. Su intenso sabor, encerrado en esas pequeñas bolsas que acababan de nacer bajo la etiqueta “Precio Joven” por 25 pesetas a mediados de los 90, los hacían demasiado tentadores. Desgraciadamente, y sin mediar explicación, Matutano retiró ese producto del mercado, dejando a muchos niños confusos que, ya creciditos, siguen refiriéndose a ellos en diversos foros como uno de los mejores snacks jamás creados. Un par de años después sacaron algo parecido, los Fritos Ketchup Ondulados, pero no eran lo mismo. Antes de ellos, incluso, existieron unos Fritos Bravos con salsa picante. Los fabricantes no suelen ser muy originales y siempre suelen apostar por ideas similares: queso, ketchup y picante; sota, caballo y rey. Tampoco duraron mucho, quizá porque en su descripción indicaba: “Frito con sabor a carne picante”. Así que los vegetarianos tuvieron que pasar de ellos.

No me tire, deposíteme sobre una mesa para que otros puedan disfrutarme. Gracias.

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AGENDA

MAYO / JUNIO 2016 - BILBAO

CURSOS / TALLERES / ENCUENTROS... AGENDA ESPACIOAERRE

ZAWP y hACERIA

Avda. de las Universidades, 2. Bilbao / 94 442 27 35

Avda. de las Universidades, 2. Bilbao / 94 442 27 35

SÁB 14 MAY 10:00 a 15:00

SÁB 7,14 Y 28 MAY 18:00 a 19:30

TALLER DE CALIGRAFÍA COPPERPLATE MINÚSCULAS 60€ (MATERIAL INCLUIDO)

FLAMENCO PARA CRECER ADULTOS: 10€ NIÑOS: 5€

SÁB 18 JUN 10:00 a 15:00

TALLER DE CALIGRAFÍA COPPERPLATE MAYÚSCULAS 60€ (MATERIAL INCLUIDO)

CONCIERTOS / EXPOSICIONES / PROYECCIONES... AGENDA ESPACIOAERRE

AGENDA ZAWP Y hACERIA

Avda. de las Universidades, 2. Bilbao / 94 442 27 35

Ribera de Deusto, 47. Bilbao

SÁB 14 MAY 19:00

INAUGURACIÓN EXPO ATMÓSFERA2 Inauguración de la exposición con los textos del escritor Mikel Alvira basados en las imágenes de la fotógrafa Ingunn Viste. Permanecerá hasta el 30 de junio.

AGENDA AMBIGÚ San Vicente, 5. Bilbao. 944 24 23 43

SÁB 7 MAY

STOMP!!! ON & ON, LANDO STONE + DJ PARRUCHO

VIE 13 MAY

LOS THREE AMIGOS

VIE 20 MAY

JOKE & FRIENDS

SÁB 21 MAY

VIE 27 MAY SÁB 28 MAY

START 12 AM… MONTONERA (FERIA DE VINILO 2ª MANO) + 10 STRINGS (LIVE) + TWIST!! DJ

CADA VIERNES 21:00 VIE 13 Y 20 MAY 21:00 SÁBADOS 7, 14, 21, 28 MAY 11:00-12:00 Y 12:00-13:30 DOM 15 MAY 11:00-15:00 FINDE 20, 21, 22 MAY

SÁB 28 MAY 19:00 DOM 29 MAY 20:00 DOM 29 MAY 11:00-15:00

HACERIA JAZZ CLUB CONCIERTO DE JAZZ + JAM SESSION 8€ CENAS FLAMENCAS 20€ (IMPRESCINDIBLE RESERVA) PUK: PARKE URBANO CREATIVO TALLERES INFANTILES 7€ EKOMERKA: MERCADO ECOLÓGICO GRATIS FESTIVAL ZONA FRANCA GRATIS Numerosas actividades, conciertos, exposiciones, talleres y obras de teatro se desarrollan durante todo el fin de semana. TEATRO: NOBILMENTE 12€ (en inglés con traducción simultánea) MUME: MERCADO DE MÚSICA GRATIS

MAI ET MOI + JKBX RUDY MENTAL + EDDIE MARACAS

JÓVENES Y BLASFEMAS FEST AGENDA RESIDENCE Barrainkua, 1. Bilbao. 944 05 26 66

CADA MIÉRCOLES 21:00

IRISH FOLK SESSIONS

AGENDA BAOBAB Príncipe, 1. (Ripa) Bilbao.

JUE 5 MAY 20:00

INAUGURACIÓN EXPOSICIÓN FOTOGRAFÍA IÑAKI LUENGO

SÁB 7 MAY 20:00

CONCIERTO ACÚSTICO SILVIA PENIDE

SÁB 28 MAY 20:00

CONCIERTO ACÚSTICO TOBY CONNOR

JUE 16 Y VIE 17 JUN BilbaoArte. Urazurrutia, 32. Bilbao.

Una celebración y una reivindicación de la figura femenina en dos disciplinas históricamente reservadas a los hombres como el cómic y los videojuegos. Charlas, proyecciones, exposiciones…



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