Cactus #9

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ina á q u o, m u p t “en el tiem iajas d re v ” p e siem delant a

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ENERO / FEBRERO URTARRILA / OTSAILA 2015 GRATIS / DOAN

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ENTREVISTAS música

manos de topo cómic

dylan horrocks REPORTAJES cine

o n ly l o v e r s left alive libros-sociedad

los apaches de parís arte

arte lo-fi fotografía

susana blasco

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Cactus en casa Si quieres números antiguos, te es imposible conseguir la revista en papel en alguno de nuestros puntos de distribución, vives fuera de Bilbao o sencillamente prefieres recibirla en casa como un señor o una señora porque sabe Dios qué puede pasar ahí fuera, puedes hacerte con una desde nuestra web y nosotros te la mandamos a casa. visita

w w w. r e v i s ta c a c t u s . c o m / e n c a s a

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bbbbbbbbbbbbbbbbb

¡ h o l a !

Con esto del nuevo año toca hacer propósitos, dicen. Que si dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, aprender inglés de una maldita vez, dejar de jugar al puto Candy Crush… ¡Menudencias! En Cactus tenemos nuestros propios propósitos para 2015. Y cuando decimos “propios” nos referimos a nuestras ideas para que los demás se las apliquen, claro. Para empezar, no estaría mal bajar el IVA cultural, para evitar situaciones esperpénticas como la de esa compañía teatral que regalaba entradas para su representación a quienes compraran una revista porno en su web, pues la pornografía tiene un IVA reducida al 4%. O quizá les convenga hacer teatro porno y así Wert tenga un auténtico dilema. Dice Álex de la Iglesia que “aunque nadie apueste por el cine, seguiremos haciéndolo”. Eso, en el mejor año del cine español, a pesar de 8 apellidos vascos. El director parece empeñado en resucitar a través de sus películas carreras de ídolos caídos, como Messi o Raphael, pero desde aquí le recomendamos que lo siguiente que debería hacer es intentar recuperar la suya propia. Cuando hizo su última gran película, Santiago Segura aún tenía gracia. La televisión española, por su parte, sigue dando tumbos con formatos caducos y personajes gastados. Los adolescentes se refugian en YouTube, cae Pirate Bay y los rumores apuntan a la llegada de NetFlix a nuestro país, mientras el Gobierno ha ampliado el plazo para adaptar las antenas al TDT. Así que nuestra recomendación está clara: dejaos de gastos en la comunidad de vecinos e id ahorrando para el servicio de TV online. Nosotros ya lo estamos haciendo. Para eso, y para comprar un látigo con el que azotarnos cuando no atendemos tanto como deberíamos las redes sociales de Cactus.

bbbbbbbbbbbbbbbbbbb UN PROYECTO DE Sandro Gomato, Koldo Gutiérrez, Elizabeth Casillas

NÚMERO 9 ENERO/FEBRERO 2015 www.revistacactus.com @revistacactus

HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO José Blázquez, Borja Crespo, David Ortega, Eva Cid, Pablo Ríos, Mox Pāradox, Jess B, Curruscu, Yahvé M. de la Cavada.

L A C A B E C E R A D E L A R E V I S TA E S O B R A D E Mireia Pérez.

C O N T A C T O info@revistacactus.com P U B L I C I D A D publicidad@revistacactus.com E D I TA Gomagula S. Coop. Pequeña

I M P R I M E Graficas Irudi S.L. D E P Ó S I T O L E G A L BI-669-2013

Cactus no se hace responsable necesariamente de las opiniones vertidas por sus colaboradores pero les arropará con una mantita siempre que lo necesiten

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í

n

d

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e

Columna personal

A r t í c u l o s y r e p o r ta j e s

Fotografía

Tira cómica

E n t r e v i s ta s

F i c c i o n e s va r i a s

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6 . L a e s t r at o s f e r a

26. en el reino de los apaches

8. flan con napalm

30. manos de topo

9. Le futebol

3 4 . l o - f i : a r t e c o n t e c n o l o g í a o b s o l e ta

10. harm (onics)

40. susana blasco

12. mierda de la buena

46. perfil: spider jerusalem

14. monster of the week

4 8 . ¡ pa s at i e m p o s !

16. dylan horrocks

5 0 . s n a c ks : b o l i ta s

2 2 . o n ly l o v e r s l e f t a l i v e : v a m p i r o s y p r o f e ta s

51. agenda cactus


2015

BILBAO Kultura egunero Cultura día a día

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La estratosfera

g Por

José Blázquez @balazkez

La policía de los síes

NO ¿Qué sería lo primero que pensarías si te

dijera que mi abuelo materno decidió, cuando tenía casi setenta años, no salir de su casa, y que, finalmente, murió, veinte años después, en su cama, habiendo conseguido el objetivo que se propuso? ¿Has pensado, quizás, que mi abuelo seguramente tendría una enfermedad mental? ¿O has imaginado que una persona en su ‘sano juicio’ no toma semejante decisión? Si así ha sido, solamente te diría dos cosas: una, que el resorte del policía psiquiátrico que llevas dentro funciona a la perfección; y dos, que la rapidez con la que has firmado el diagnóstico te convierte en uno de los agentes normalizadores que el Poder tiene repartidos por todo el mundo. Quizás no lo supieras y ya siento tener que ser yo quien te lo diga, que eres uno de… [música de cabecera, que sale el título, en mayúsculas, a pantalla completa] LOS POLICÍAS DE LOS SÍES. Porque antes de reflexionar un mínimo sobre la naturaleza del no, sobre qué puede significar y sobre qué ha venido a transformar, has tomado el atajo socio-estigmatizador, que señala como ‘trastornado mental’ a todo aquel que se salga de la normalidad. A ver qué piensas de este otro caso. Recuerdo un amigo de juventud que decidió hacerse una vasectomía. Tendría alrededor de veinticinco años. Un día me contaba cuál había sido la reacción del médico, que, a bote pronto, le había mandado hacer unos test psicotécnicos para valorar si estaba en su ‘sano juicio’ para llevar a cabo sus planes. Recuerdo aquella conversación y de cómo, no sé si él o yo, uno de los dos terminó poniendo sobre la mesa la pregunta del porqué no se hacen los mismos controles psico-psiquiátricos a quienes deciden tener hijos. Tú, como un policía de los síes, habrás pensado que mi amigo estaba mal de la cabeza; y a eso yo te respondo que cuánto mejor iría el mundo si los test se lo hicieran a los que deciden tener hijos…

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A poco que se piense, casi todo es una confabulación en contra del no. Contra no casarse, por ejemplo (y esto sin entrar en las ventajas fiscales que tiene). ¿Cuántas veces habré tenido que explicaros a vosotros, los policías de los síes, las razones por las que yo no me he casado, con preguntas de un cuestionario con las que intentáis pillarme para hacerme ver que todavía puedo volver a la norma? Es patético y atosigante asistir a una clase teórica de las vuestras, cuando os ponéis, según vuestras propias palabras, en el peor de los casos: ¿se muere uno de los dos y qué? Los policías de los síes no toleráis los noes, los perseguís e intentáis cambiarlos por síes, sobre todo aquellos que tienen que ver con la cosa de saltarse el guión social, no escrito, previsto para cada una de nuestras vidas. Entonces, no querer salir a la calle nunca más, como hizo mi abuelo, o no querer tener hijos, como hizo mi amigo, o no querer casarse, como hago yo, os mata. ¡Pues que os jodan! ¡Y qué mal os sienta cuando os dicen que lo primero que aprende a decir un niño no es ni papá ni mamá, sino un no, un no como una casa, la negación primaria, contra la puta autoridad, la negación como primer síntoma de la sublevación. Por paradójico que parezca, no creo que haya una afirmación más rotunda de una vida que una concatenación de noes. Cada no es una revolución microscópica y la suma de noes equivale a una revolución pequeña y la suma de todas las pequeñas revoluciones puede ser el principio de una grande. Pero claro, que hablamos de una revolución cotidiana, nada espectacular, sin apenas espectadores, sin aplausos, en el ámbito donde SÍ se puede transformar aquello que SÍ está al alcance de tus manos. La fuerza del cambio reside en el NO, en la acción que niega y en la afirmación que esconde, y por eso os molesta tanto, a vosotros, policías de los síes, torrentes brazos armados de la ley…


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flan con napalm

g Por

Borja Crespo @ElTioCreespy

Señales apocalípticas los aeropuertos invitan cada día más a que te invada el estrés y no por el miedo a volar. Las compañías aéreas se van cubriendo de gloria día a día, por no hablar de las comodidades del inevitable lugar de tránsito. Al margen de los precios populares, muy acordes a los tiempos que corren, uno se encuentra con situaciones de degradación humana irritantes. En mi caso es bastante habitual que me registren al cruzar el arco del control, aunque no suene. Hace no mucho fue el colmo de los colmos. Pasó sin problemas, delante de mí, una niña con un brazo escayolado. El guardia civil le sonrío, cual simpático pedófilo, tras saltar la alarma, sin mostrar atisbo alguno de querer registrarla. No fue lo más llamativo. Inmediatamente después sorteó la máquina, tan campante, una mujer con un collarín para el dolor cervical adornando su cuello, botas de montar hasta casi la rodilla y un bebé con pañales XXL en los brazos. Sonó el pitido, pero la reacción de los responsables de seguridad fue de nuevo de complicidad. Al que había que dar el stop es al siguiente, al que esta pataleta escribe. Fuera botines, fuera cinturón, fuera vergüenza. Probablemente la fémina con el crío a cuestas llevaba un millón de euros en farlopa repartida por su cuerpo serrano y el trasero del infante (¿era hijo suyo?). En mi caso, tan solo portaba pelusas en los bolsillos y mucha rabia como consecuencia de tamaña injusticia. Algunos no hacen bien su trabajo, mientras a otros se les despide por menos. Córtate el pelo, cambia de vida, o te seguirán dando por saco, porque la luz roja no se encendió. Los niños tienen barra libre en un sistema donde gozan de absoluta prioridad, por encima de todo lo demás. No puede faltar un parque infantil donde aparcarlos en el barrio, ni guarderías ad hoc ni actividades extraescolares para educarlos en vez de sus ancestros. Los pequeños siempre son de fiar, aunque te la puedan liar, como los padres que responden por ellos. Dejo de irme por la ramas y voy a lo mío porque en la misma semana, en una noche de esas en la que me da por poner temas musicales en un local donde venden líquidos espirituosos para que el personal baile como si no hubiera mañana, fui rodeado por un grupúsculo de policías de paisano, de esos que necesitan urgentemente tirar de personal shopper para no dar el cante. Camiseta de Extremoduro marcando músculo, riñonera en la cintura y otras obviedades delatan la profesión que llevan por dentro. Al frente, una mujer

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extremadamente seria que escupe preguntas impropias de alguien con un cargo institucional. Quiere saber si estoy dado de alta por la sala para ejercer mi labor de pinchadiscos. Es una inspectora de trabajo que no tiene otro pito que tocar, como diría mi abuela, acompañada por siete agentes de la ley que tampoco tienen otra faena que resolver en este mundo tan cívico. La interfecta me pregunta si es mío el equipo, a ver qué estoy haciendo, a qué dedico el tiempo libre y casi se interesa por mi talla de calzoncillos. Le cuento entre canción y canción, con los cascos puestos, que pongo música muy de ciento en viento, como mucho una vez al mes, y soy autónomo, luego facturo, pago mis impuestos -¡agh!- y cumplo con lo que toca. Nunca imaginé que ejercer de DJ ocasional, luego intrusista, podía llevarte a sufrir un surrealista interrogatorio en tercer grado, con toda la basura criminal que hay por ahí manejando cifras bastante más llamativas. Queda claro que les encanta poner paquetes a los garitos por cualquier tontería y, a ser posible, tener su licencia de apertura en continuo trámite para poder controlar el negocio nocturno. Con el cumplimiento del aforo saltan chispas. Los papeles en regla, por mis cojones. Se me pasa por la cabeza la detención reciente de un profesor de ilustración por tener la atractiva idea de sacar a la calle a sus alumnos a dibujar con tiza en el suelo para que combatan su timidez. Se le acusa de apropiación indebida del espacio público, precisamente cuando pisaban la misma plaza que el ayuntamiento alquila para asuntos varios en su beneficio -y no el de los vecinos-. Ya no se puede jugar a la rayuela como cuando éramos chavales. Supongo que si eres un niño no te sueltan tamaña estupidez ni acabas en comisaría, ¿o sí? ¿Todo en orden? Ha invadido usted la acera… Tras estas tragicómicas anécdotas, señales apocalípticas, metáforas de nuestro tiempo, estoy pensando seriamente en dedicarme al tráfico de cocaína con bebés muertos. Rellenamos sus pequeños cuerpos con droga, los cosemos bien y, si no huelen demasiados mal -han de ser cadáveres frescos-, cruzamos con ellos cualquier tipo de control sin miedo a que nos pillen. Ser legal en este mundo es de idiotas. Querer ganarse la vida cumpliendo con las reglas establecidas es de ilusos. Tontos todos por querer dormir con la conciencia tranquila. Lección aprendida. Hagamos apología de la sinvergonzonería.


g Pablo RĂ­os presenta

Le futebol

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harm(onics

g Por

)

Yahvé M. de la Cavada

Elogio del concierto de mierda Ray Bradbury dijo que para destruir la cultura no hacía falta quemar libros, bastaba con conseguir que la gente dejase de leerlos. Algo así se percibe al respecto de la música en directo, especialmente en un país que no muestra particular predilección por esta. No hablo de festivales, de salas ni de promotores que programan bandas internacionales o al grupo de moda esta temporada. Hablo de la raíz. Vayamos a ras de suelo, a los garitos, los bares y locales que impulsan la oferta musical privada con más o menos escrúpulos y con más o menos ganas. Allí, en los bares, es donde germina la música en directo, donde las bandas salen de la adolescencia artística o mueren en el intento. No se me ocurre ninguna gran banda que no haya nacido con sus huesos pegados a esos escenarios inexistentes, dibujados mentalmente sobre suelos de baldosa e improvisados entre mesas con restos de hamburguesa, máquinas de dardos o insalvables puertas de retrete. Nadie ha sabido lo que es tocar en directo hasta que no se ha visto ante una taberna casi vacía, con los enchufes de los amplificadores apiñados en una regleta y buscando consuelo en la mirada benevolente, incluso admirada, del amigo o familiar de turno. Eso tiene que pasar. Tiene que poder pasar. Sin embargo, con toda la música en directo que se nos oferta, cada vez son menos las ocasiones para disfrutar de ella en su formato más humilde. Viene a la cabeza el gran Nick Hornby (o John Cusack, si lo preferís) que se preguntaba “¿escuchaba música pop porque estaba deprimido o estaba deprimido porque escuchaba música pop?”, y me pregunto: ¿la gente no va a ver conciertos porque hay muy pocos o hay muy pocos conciertos porque nadie va a verlos? Si miro la asistencia de la mayoría de conciertos que se hacen en mi ciudad, la media es de fracaso, de auténtico pinchazo. Los llenazos en grandes festivales ponen en evidencia el interés que provoca la música en directo entre el consumidor medio. Hasta las cosas que aún se hacen de forma masiva y presuntamente desprejuiciada se tambalean bajo una lupa afinada. Reformulemos la pregunta: ¿la gente asiste

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a eventos musicales para escuchar música en directo o la gente escucha música en directo como parte de la liturgia social que implica un evento? Entiéndase gente como masa, mayoría, gran espectro social o lo que cada uno quiera (generalizo porque es divertido y porque no me queda más remedio, con lo que, en realidad, no es tan divertido). Quien esto escribe asiste a un centenar largo de conciertos al año, en todo tipo de aforos. Y he observado que, por lo general, cuanto más pequeño es el recinto, menor (y menos interesada) es la respuesta popular, con acento en el popular. Cuando un bar programa un concierto no sólo tiene que encontrar un público, sino que tiene que evitar que el concierto disuada a una buena porción de clientes a cambiar de local. Nuestro país ha educado a millones de individuos para desarrollar rechazo hacia la música en directo que no conlleve un acto social y mayoritario. Ya no vamos a conciertos, vamos a “el concierto al que hay que ir”. Muchas veces por motivos de lo más vulgares, y casi siempre extra musicales. Y lo malo de este asunto no es tanto que cada vez haya menos oportunidades para ver conciertos de interés cuestionable y calidad más cuestionable aún. Lo malo es que esos conciertos pequeñitos en bares y locales hosteleros representan la más básica cualidad de la música en directo: la de mero divertimento en un contexto de puro divertimento. Tenemos que volver a acostumbrarnos a tomar una cerveza mientras una banda toca, y hacerlo porque en ese local en concreto hay una banda tocando. Tenemos que conseguir que eso sea un valor, quitándole todo el valor al mismo tiempo. Así, las nuevas bandas tendrán ocasión de tocar y crecer, y nosotros tendremos ocasión de ignorarles cuando sea necesario, y mucho más importante: de fijar la vista en el escenario preguntándonos de dónde han salido esos chavales y cómo coño suenan tan bien. Sólo cuando exista un sustrato social en el que la música en directo en un bar sea un reclamo a nivel popular, podremos presumir de una sociedad musicalmente civilizada. Hasta entonces, seguiremos descubriendo bandas jóvenes por internet.


Publirreportaje

¿PODRÁS ESCAPAR

DE MAD MANSION?

No es una casa del terror, sino algo muy distinto que probablemente no hayas probado. Podría definirse como un videojuego real, una aventura gráfica en la que un grupo de hasta cinco personas deben escapar en menos de una hora de una extraña mansión repleta de puzles, enigmas y secretos. La mansión de la familia Crowell alberga un oscuro secreto y nosotros debemos descubrirlo. La misteriosa casa no se encuentra en el monte ni en las afueras del condado de Maine, sino en Bilbao. Cuando el grupo de entre dos y cinco personas se adentre en ella quedará rápidamente encerrado y deberá buscar la manera de escapar en 60 minutos. Con ese sencillo punto de partida, los jugadores quedarán atrapados (literalmente) por Mad Mansion, el primer juego de escape de Euskadi y de la zona Norte. Tuvieron la idea al ver hace años algo parecido en Hong Kong, mucho más grande pero también más sencillo, como una simple atracción de feria. Por Europa abundan este tipo de actividades y sólo en Barcelona hay varias distintas, pero Mad Mansion es una de las mejores. “A todos los clientes les encanta”, apunta su responsable, “incluso muchos extranjeros que han jugado en otros países dicen que éste es de los más originales e ingeniosos”. Por ello ahora mismo ocupa el primer puesto de actividades de Bizkaia en TripAdvisor. Mad Mansion abrió las verjas el pasado junio y desde entonces han participado miles de personas, aunque sólo un 30% ha logrado huir. Para hacerlo hay que encontrar pistas, resolver acertijos, enigmas y puzles de todo tipo dispersos por las habitaciones de la casa, que está llena de sorpresas. Son pruebas de lógica e ingenio, con la presión de la cuenta atrás de una hora, pero sin miedo. “Esto no es una casa del terror”, aclara su creador. Su principal influencia no son las películas de terror, sino el mítico videojuego de los 80 Maniac Mansion. La famosa aventura gráfica de LucasArts, con sus enrevesados rompecabezas y delirante sentido del humor, marcó la infancia de los fundadores y les ha servido para coger ideas. “Algunos de los acertijos y la ambientación están inspirados en ella”, reconocen. Precisamente, la decoración es una de las principales virtudes de Mad Mansion. El escenario tiene multitud de elementos, muchos de ellos se utilizan en algún puzle y otros están simplemente para ambientar y distraer. No es casualidad, sus

autores son delineantes y decoradores, así que el interiorismo les gusta. Aunque lo que mejor se les da son los juegos de ingenio. Tienen gran facilidad para inventarlos sin repetirse. Además de Maniac Mansion, también han cogido algunas ideas de Indiana Jones y Habitación 1408, un relato de Stephen King. Gracias a su éxito, han surgido nuevos proyectos paralelos. El primer fin de semana de febrero, en el Good Hostel de Bolueta, organizarán Mad Asylum, una precuela de la historia original ambientada en un manicomio. Serán partidas de un máximo de dos horas, con grupos de ocho personas y la intervención de algún actor para aumentar la tensión. Además, con Tourné Bilbao, una tienda de alquiler y rutas en bici, han preparado otro juego de aprendices de detectives. Los participantes tendrán que buscar pistas por toda la ciudad, del Parque de Etxebarria al Museo Marítimo. Todo ello mientras trabajan ya en el segundo nivel de Mad Mansion, que esperan estrenar el próximo junio, coincidiendo con el primer aniversario. “Ya hemos diseñado los puzles”, cuentan, “pero ahora tenemos que montar el escenario”. Aunque estará situado en la misma mansión, los jugadores empezarán encerrados en el calabozo y tendrán que descubrir la manera de salir de ahí. Sus creadores promete que los enigmas van a ser mucho más originales, pues habrá varios que no se han visto en ningún juego. A los niños se les da especialmente bien Mad Mansion. Recientemente, una pequeña de once años encontró un secreto que nadie había hallado aún y le sirvió para avanzar más rápido. De momento, el récord está en escapar con más de nueve minutos de margen. ¿Podrás superarlo? Info práctica: C/ Huertas de la Villa, 16 48007 Bilbao Reservas: 622 03 47 81 Grupos: 2 a 5 personas Precio: Consultar www.madmansion.es

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por

Iker Maidagan Un libro: Creativity Inc. Ed Catmull (2014)

Creativity Inc. fue durante semanas el tema de conversación de profesionales y aficionados a la animación, denostado por unos y adorado por los otros respectivamente. Se trata del relato mediante el que Ed Catmull, actual presidente de Pixar, describe el auge de su compañía desde sus orígenes bajo el ala de Lucasfilm hasta el reciente declive de las secuelas post-adquisición de Disney. El problema de Catmull es que adopta la perspectiva de un gurú que intenta inspirar a otros en pos del éxito como mánager en la industria del entretenimiento, negando los problemas evidentes que atraviesa la Pixar actual en beneficio de una interpretación almibarada. Pero es en sus primeros capítulos, ya más alejados en el tiempo, donde Creativity Inc. ofrece una historia fascinante de cómo un grupo de cineastas y científicos comprometidos unieron sus fuerzas para reinventar el cine de animación para siempre.

Un podcast: Sangre fucsia sangrefucsia.wordpress.com

Sangre fucsia se define como un fanzine sonoro en el que la cultura les preocupa, y mucho. Afirman ser la víscera, el puñetazo, la hemorragia. Feminismo y cultura se unen para divulgar la herstory o visibilizar los feminismos gitanos. Pero también hay tiempo para analizar las obras de Disney, Pixar y Miyazaki; la unión del cómic y la mujer o recomendar un par de títulos de ciencia ficción feminista, que también existe. Capítulos semanales de una hora que, advertimos, serán un contundente golpe en el estómago.

por

Elizabeth Casillas

Un videojuego: The Talos principle Croteam (2014)

The Talos Principle llegó de sopetón hace un par de semanas, de la mano de un estudio más conocido por la socarronería que las cavilaciones filosóficas. Y de forma igual de inesperada, ofreció una cucharada de sofisticación en un 2014 olvidable en el terreno de los videojuegos. Se trata de un puzzle sin concesiones, de un ejercicio petulante de erudición. The Talos Principle abruma con su tono solemne y pretensiones metafísicas, pero debajo de toda esa fachada se encuentra un rey perfectamente abrigado. A nivel puramente mecánico, es un título que se mueve en la misma liga que Portal o Antichamber. Y a nivel argumental es una propuesta más en ese reducido grupo de juegos que comprenden la complicada relación entre apartado jugable y objetivo temático.

Una sección hecha por los colaboradores de la revista y un Invitado distinto cada mes, totalmente subjetiva y que no atiende a razones temporales ni de género. Recomendaciones a gogó. Sólo buena mierda. Un fanzine: Bob y amigos en el museo Joyildo Roberta Vázquez (Ediciones Valientes, 2014)

Roberta Vázquez está haciendo últimamente muchas cosas y muy bien. La hemos visto dibujando un capítulo de Teen Wolf, el genial webcómic de tiktokcomics.com que también es buena mierda, o en el zine colaborativo Solo Perras. En esta nueva entrega de Bob y amigos este particular grupo de seres antropomórficos visitan la exposición “Salitre” en Museo Joyildo. Las reflexiones sobre el arte contemporáneo en clave de humor se aúnan a la decadencia juvenil y, en buena parte, bien podrían formar parte del Hechizo Total de Simon Hanselmann.


Un canal de Youtube: Every frame a painting Tony Zhou (2014)

YouTube también sirve para ver cosas interesantes, además de tonterías. Tony Zhou se dedica a realizar unos estupendos vídeos de análisis fílmicos. En ellos disecciona diversos aspectos de cineastas como Fincher, Edgar Wright, Satoshi Kon… e ¡incluso Michael Bay! Son piezas muy bien realizadas, exhaustivas, con reflexiones interesantes, en alta definición y bien locutadas (en inglés), sin necesidad de ver la cara a su brillante autor. Así podemos fijarnos en la importancia del silencio en el cine de Scorsese o la sutileza de Spielberg al hacer planos-secuencia.

Mierda de la buena

Un libro: Crónica y Mirada María Angulo y VV.AA. (Libros del KO, 2014)

En estos tiempos de noticias irrelevantes y redes sociales, se agradece una reivindicación de uno de los géneros más importantes del periodismo: la crónica. Aunque en España ha sido casi desterrado de la prensa, en Sudamérica sigue teniendo gran importancia. Este libro recoge consejos teóricos y herramientas para llevar a cabo este tipo de textos, dejando de lado toda objetividad. Además de ideas de varios investigadores, también incluye deliciosas crónicas de prestigiosos autores como Juan Villoro o Martín Caparrós. La de Leila Guerriero sobre el poeta chileno Nicanor Parra debería figurar en todas las facultades de periodismo.

por

Koldo Gutiérrez

Un libro: Limbos Teiera

Un disco: Sombras en las estrellas Kyoto (2014)

Tras un par de epés, un disco largo y un split a medias con The Fractal Sound, Kyoto se acaban de autoeditar un disco en el que llevaban tiempo trabajando y por el que deberían estar pegándose las discográficas de este país y de alguno de fuera. Su mezcla galáctica de todo lo que lleve la etiqueta post, del hardcore más experimental o del shoegaze llega aquí a su punto más álgido hasta el momento en canciones como El último verano, Carl Sagan o La partícula de Dios. Se puede escuchar en su Bandcamp o pedir copias físicas del disco magníficamente diseñado por EstudioVACA.

En el pasado festival de cómic BilBolBul de Bolonia, las chicas del sello Teiera junto al ruso afincado en San Francisco Roman Muradov se curraron un libro durante los días que duró el festival y que fue siendo documentado día a día en una exposición desde los primeros bocetos hasta el resultado final. Dicho resultado fue un libro compuesto por cuatro cuadernillos de cómic (uno por autora) estampados estupendamente mediante risografía a dos tintas; verde y rosa fosforito, en una edición limitada a 100 copias y que fue presentado el último día del festival. Viendo cómo quedó la cosa no dirías que está hecho del tirón ni en tan poco tiempo.

por

Álvaro Ortiz


m o n s t e r

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o f

t h e Avistamiento nº8:

w e e k elyeti

g Ilustración

Jess B

El primo asiático del famoso Bigfoot (o Sasquatch) norteamericano es en realidad su abuelo, por lo menos si nos ceñimos a sus primeros avistamientos, que datan de principios del siglo XIX. Algunos documentos hablan de su existencia incluso anterior, como parte del folklore y las creencias de algunas personas que habitaban el Himalaya antes aún de que el budismo se instaurara en ese área como religión oficial. Los lepcha son una tribu que habita desde hace siglos en la zona y hace mucho tiempo ya hablaban de un extraño “Ser glaciar” al que consideraban su propio Dios de la Caza. Los seguidores de otra religión animista local, el bön, también hablaban de un “hombre salvaje” (o “mi rgod” en su idioma) cuya sangre solían usar en ciertos rituales místicos. Claro que para poder utilizarla, antes debían matarlo con un arma afilada y posteriormente mezclarla con veneno y mostaza. Las informaciones de la época lo describen como una criatura de aspecto simiesco que portaba una enorme piedra como arma y que solía emitir un reconocible silbido. Por todo esto, los tibetanos tenían clara su existencia, aunque no sabían a ciencia cierta si era peligroso o inofensivo. Lo que sí creían es que tenía una gran esperanza de vida, por lo menos hasta que era atravesado por alguna de sus flechas para extraerle su ansiada sangre. Una historia de la época se refiere a un ser que habitaba en un monte de la zona, al que desde entonces denominaron mi go ri (que podría traducirse como “Montaña del hombre de las nieves”). Varias personas afirmaron entonces haberle visto cojeando de una herida que había recibido tres generaciones antes. Es decir, la criatura habría sobrevivido a sus bisabuelos, abuelos y padres hasta coincidir con los nuevos tibetanos. Los avistamientos no se limitan a lugareños. En 1832, el naturalista y etnólogo británico Brian Houghton Hodgson publicó en la revista Journal of the Asiatic Society of Bengal su experiencia personal en el Norte de Nepal. Los sherpas que le guiaron por allí

le mostraron una enorme y extraña criatura bípeda cubierta de largo pelo oscuro, que huyó de ellos. Hodgson concluyó que era un orangután, una especie que suele encontrarse por la zona. Ya en 1899, el coronel y explorador inglés Laurence Waddell publicó su libro, Among the Himalayas, en el que contaba sus vivencias por esos lares. Al Noreste de Sikkim, a 5.000 metros de altura, se topó con un rastro de huellas en la nieve. Sus guías le dijeron que sin duda se trataba del Yeh-Teh que la población local tan bien conocía desde hacía décadas. El término, que después se simplificó y pasó a la posteridad como Yeti, en la lengua local venía a significar vagamente “esa cosa de allí”. Sin embargo, Waddel no hizo caso a sus porteadores y rechazó las advertencias, pues él creía que se trataba simplemente de huellas del oso pardo de las nieves que poblaba esa región. Poco a poco, con la popularidad del Everest, cada vez más extranjeros empezaron a organizar expediciones a aquel recóndito paraje, lo que contribuyó a aumentar la fama del Yeti. En 1921, otro militar británico, Charles-Howard Bury también afirmó haber visto misteriosas figuras negras y grandes huellas a 6.400 metros. Y, por supuesto, lo contó en otro libro: Mount Everest The Reconnaissance. No obstante, pensó que se trataba de un lobo típico del lugar. Nuevamente, sus sherpas le dijeron que era el “metoh-kangmi”, que en su idioma quería decir algo así como “hombre-oso de las nieves”. Por simplificarlo (y quizá también para restarle algo de dramatismo), el término se quedó en “hombre de las nieves”. No obstante, para darle algo más de sonoridad, un periodista del The Statesman in Calcutta llamado Henry Newman y que firmaba con el pseudónimo de ‘Kim’, fue quien se sacó de la manga el adjetivo “abominable” para referirse al cada vez más famoso hombre de las nieves. No está del todo claro si fue una simple confusión idiomática tras entrevistar a unos porteadores de la enésima expedición al Everest o una licencia artística. Aunque fuera un simple orangután, un oso o un lobo, el apelativo caló entre la sociedad y perdura hasta nuestros días. Ya sabemos cómo son los periodistas.

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n a l y D s k c o R r o H ENTREVISTA

g Texto

Elizabeth Casillas

Han tenido que pasar dieciséis años para reencontrarnos con Dylan Horrocks, el autor de cómics neozelandés que primero nos llevó a Hicksville, un idílico pueblo costero en el que a todo el mundo le gustan los tebeos, y que ahora, con Sam Zabel y la pluma mágica, nos muestra el poder de la fantasía y las viñetas. Hablamos con él sobre la tarea del dibujante, de estar en el dique seco y de cómo conseguir hacer estallar la presa.

D

ylan Horrocks nos asegura que sus primeras palabras fueron “Pato Donald” y que siente el cómic como una más de sus lenguas maternas. Lo cierto es que desde hace años este dibujante neozelandés viene demostrando en cada viñeta su pasión por el medio. Tras la publicación de la maravillosa Hicksville en 1998, con la que consiguió un Eisner, pasó un tiempo escribiendo cómics más comerciales para Vertigo y DC. Después, llegó la sequía y un pánico atroz a la página en blanco. Aprovechamos que por fin regresa a las estanterías con Sam Zabel y la pluma mágica (Astiberri, 2014), una novela gráfica pura y versátil que se adentra en la responsabilidad de nuestras fantasías y la magia de la creación, para hablar, entre muchas otras cosas, de fobias, pasiones y la situación de la mujer en el cómic.

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¿Qué van a encontrar los lectores en Sam Zabel y la pluma mágica? Es una historia sobre nuestra relación con las historias, sueños y fantasías. El protagonista, Sam Zabel, es un dibujante que ha perdido su pasión por los cómics y está atascado creativamente. Un día conoce a una creadora de webcómic, Alice; encuentra un viejo cómic de ciencia ficción hecho en los años 50 y es transportado a un apasionante viaje a través de mundos imaginarios con guerreros marcianos, monstruos voladores con forma de ojo, odaliscas de piel verde y una misteriosa chica con botas-cohete y el secreto de la pluma mágica. Hay sexo, humor, drama y una exploración bastante seria del placer y el peligro de la fantasía. También cómics.

Tanto Hicksville como Sam Zabel y la pluma mágica tienen muchas cosas en común, así que vamos a


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libro, sin embargo, le he puesto en una situación muy similar a la mía porque quería explorar su significado y sus implicaciones. Así que los primeros capítulos son bastante autobiográficos, pero no totalmente, por supuesto. Después de eso las cosas se vuelven un poco raras.

Otra cosa que he encontrado en común en estas dos obras es tu insistencia en recordar que tu destino es ser autor de tebeos autobiográficos. ¿Te es dificil definirte como un autor de cómic con un estilo en concreto? Es gracioso, porque raramente he dibujado cómics autobiográficos. Ese es otro aspecto en el que Sam no es como yo. No obstante, me siento mucho más cómodo en lo que los norteamericanos llaman cómics alternativos que en lo mainstream. Empecé en la escena de los mini-cómics con pequeñas editoriales que emergieron en los 80 y aún me veo a mí mismo como ese tipo de dibujante, aunque ahora mis obras sean novelas gráficas más ambiciosas y a todo color.

Lo cierto es que en ambas obras demuestras que te manejas bien en cualquier género, especialmente en Sam Zabel y la pluma mágica. De hecho, son un buen banquete para cualquier amante de los cómics y demuestran que realmente amas el medio. ¿Cómo comenzó tu pasión por los cómics? ¿En qué momento decidiste dedicarte a ello? hablar sobre algunas de ellas. Primero, y la más obvia, Sam Zabel. Mientras que en Hicksville él era un actor secundario, ahora es el personaje principal. ¿Hay mucho de ti en Sam Zabel? Sam Zabel es un personaje que he usado en mis tebeos desde antes de Hicksville. Él no soy yo, pero compartimos un montón de cosas. Ambos somos dibujantes y de Nueva Zelanda, nos enfrentamos a algunos problemas similares, aunque a veces los tratamos de manera distinta. Al principio no pensaba en Sam como si fuera exactamente yo. Él era simplemente un dibujante que podía utilizar cuando quería contar historias sobre hacer cómics. Para el nuevo

¡Gracias! Mi padre siempre ha estado interesado en los cómics y tiene un gran gusto bastante amplio. Así que crecí con las reediciones del Pato Donald de Carl Banks, la colección de Snoopy, libros de Tintin, The Spirit de Will Eisner, Zap Comix de Robert Crumb, copias de la revista francesa Pilote y todo tipo de tesoros. Me enamoré de ellos inmediatamente, de hecho parece ser que mis primeras palabras fueron “Pato Donald”, y no recuerdo un momento en el que no estuviera leyendo cómics o dibujándolos por mi cuenta, en cuadernos y trozos de papel. A veces siento que los tebeos son una de mis lenguas maternas. Muchos fans de los cómics americanos crecen obsesionados por los superhéroes y tienden a seguir personajes

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«Cuando estás deprimido y sientes miedo al fracaso, una página en blanco es terrorífica. Es como una bomba a punto de explotar que debes de s act iv a r. » o universos concretos. Pero yo nunca hice eso. Leía cómics británicos como 2000 AD, tebeos europeos, underground y alternativos. Estaba más interesado en autores específicos que en personajes, o, en lo que muchos se han convertido actualmente, franquicias. Así que crecí leyendo todo tipo de géneros y estilos. Heredé la curiosidad de mi padre por el diverso mundo de los cómics en toda su loca variedad. Y a lo largo de los años creo que he intentado dibujar un poco de todo. Eso me resultó útil cuando estaba haciendo Sam Zabel y la pluma mágica.

¿Cambió mucho tu vida desde la publicación de Hicksville? Porque ha pasado mucho tiempo entre esta y Sam Zabel y la pluma mágica.

Tras la publicación de Hicksville en 1998, empecé a trabajar escribiendo cómics comerciales para Vertigo y DC. Escribí una serie de fantasía titulada Hunter: La edad de la magia, un spin-off de Los libros de la magia de Neil Gaiman, durante unos pocos años y luego escribí el mensual Batgirl por un tiempo. Fue una buena manera de pagar facturas y aprender mucho, pero parte de ello me resultó bastante complicado. Sin ser fan de los cómics de superhéroes, habitualmente me sentía como si estuviera atascado llevando a cabo las fantasías de poder de otra persona. Con el paso del tiempo se hizo cada vez más difícil acceder a mis propias fantasías e historias. Fue como si perdiera mi voz como dibujante. Escribir y dibujar Sam Zabel y la pluma mágica es en gran parte cómo encontré mi regreso al placer y el poder de los cómics. Pero antes necesitaba explorar mi propia relación con la fantasía.

¿Y cómo te ha influido el hecho de haber trabajado en esas series para DC o Vertigo? Aprendí un montón trabajando en DC, pero principalmente aprendí qué hace a mis cómics diferentes. Me gusta contar historias que se desarrollan lentamente y se toman su tiempo para explorar ideas, paisajes y personajes. Y tengo muy poco interés en escenas de lucha. Una de mis cosas favoritas que hice para DC fue una escena para Bizarro Comics en la que Supergirl y Mary Marvel se sienta en una cafetería para charlar sobre sus vidas. Eso es todo lo que ocurre. Ese es el tipo de cómics de superhéroes que me gustaría escribir. Pero también aprendí mucho sobre fantasía. Escribir Hunter: La edad de la magia, cuyo protagonista, Tim Hunter, es un joven mago reforzó lo mucho que amo el género fantástico. Y Batgirl me obligó a cuestionarme la ética de la fantasía. Recuerdo ver un anuncio de reclutamiento para el ejército

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de los Estados Unidos en la contraportada de un número que había escrito. Fue cuando el ejército norteamericano estaba lanzando fósforo blanco [NdT: un arma química incendiaria] sobre civiles de Faluya. Empecé a preguntarme si las fantasías que conducen el universo de Batman (venganza, dominio de la violencia, justicia a través del poder, malvados villanos caricaturizados…) estaban relacionadas con las fantasías que llevaron a los norteamericanos a apoyar la invasión de Iraq. Así que todo eso estaba en mi mente cuando empecé a escribir Sam Zabel y la pluma mágica. En cierta manera, este libro es el resultado directo del trabajo que hice para DC.

¿Es necesaria un pluma mágica para superar la fobia a la página en blanco? ¿Cómo se consigue uno reponer de una racha así? Cuando estás deprimido y sientes miedo al fracaso, una página en blanco es terrorífica. Es como una bomba a punto de explotar que debes desactivar. Pero cuando te relajas y disfrutas el proceso de dibujar, esa misma página está rebosante de posibilidades. Es como el patio más genial o un campo lleno de nieve fresca, preparado para que saltes, esquíes y te lances bolas de nieve con tus amigos. Para mí, lo más importante fue hacer las paces con el hecho de dibujar. Dejar de preocuparme tanto y simplemente disfrutar con ello. Y ahora estoy disfrutando más que nunca de hacer cómics.

Otro tema que se trata en tus obras es la representación que se hace de la mujer en el mundo del cómic. ¿Crees que ha cambiado algo en el mundo del cómic respecto a la mujer desde que dibujaste Hicksville hasta ahora?


La rotundidad y la variedad de estilos que Dylan Horrocks aplica en sus viĂąetas cobran en Sam Zabel y la pluma mĂĄgica una especial fuerza gracias a pĂĄginas como esta.

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Oculto en el punto más bajo del mundo, existe un tranquilo pueblo costero donde la playa es soleada, el té caliente, los lugareños afables, y a todo el mundo le gustan los tebeos. Ese pueblo es Hicksville.

«Empecéapreguntarme si las fantasías que conducen el universo de Batman estaban relacionadas con las fantasías que llevaron a los norteamericanos a apoyar la invasión de Iraq»

Eso depende de si te refieres a las mujeres como personajes, creadoras o lectoras. En los cómics comerciales americanos es como si hubiera habido un aumento en la fetichización de la violencia contra las mujeres. Cuando era pequeño, la mujer en los cómics comerciales servía a veces de interés romántico. En algún momento, su principal papel pasó a ser una combinación de objeto sexual y víctima: mujeres y novias que los villanos violaban, torturaban y descuartizaban para que el atormentado hombre tuviera algo de lo que vengarse. Pero también ha habido un retroceso porque muchas mujeres lectoras, además de creadoras y periodistas, están protestando y escritoras como Gail Simone y Kelly Sue DeConnick están reafirmando a las superheroínas como personajes fuertes, independientes y complejos. Es un momento interesante en la industria, con una fuerte presión por parte de lectores y creadores para una mayor diversidad y madurez, mientras cierta gente en la cima, al menos en DC, aún se resiste al cambio. Y todavía hay demasiados fans hombres que quieren preservar los cómics como un “gueto sólo para chicos”. Afortunadamente, todo su repugnante acoso y misoginia online es en realidad una señal de que están perdiendo la batalla. Fuera de los superhéroes es un mundo totalmente distinto, claro. En las novelas gráficas y webcómics parece como si la mayoría de dibujantes interesantes que han emergido en los últimos años fueran mujeres. Próximamente podríamos llegar al punto en el que las mujeres dominaran el terreno. Cuanto antes, mejor.

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De hecho, en Sam Zabel y la pluma mágica, Sam mantiene una charla con Evan, quien representa a un autor del cómic del pasado, sobre la violencia que se ejerce contra las mujeres. ¿Crees que es algo exclusivo de los autores más mayores? No del todo. En los cómics comerciales recientes a veces parece que la violencia es más frecuente, más extrema y más abiertamente misógina. Pero entonces recuerdo todos esos cómics de la Edad Dorada, anteriores al código de regulación, con mujeres atadas, golpeadas, torturadas y apuñaladas. Así que quizá todo esto va y viene al cambiar las tendencias sociales y aumentar o desaparecer la censura. De todas formas, no quiero parecer puritano sobre esto. Creo que lo principal que estoy intentando explorar en Sam Zabel y la pluma mágica es mi incertidumbre sobre este tema. Quiero decir, me encantan muchos de esos cómics de la Edad Dorada, con sus deliciosas portadas y escalofriante imaginería. No siento lo mismo con muchos cómics modernos de superhéroes, pero soy un gran fan de Robert Crumb, S. Clay Wilson, Guido Crepax y Suehiro Maruo. Sam Zabel y la pluma mágica no es una polémica queja contra el sexismo o los tebeos violentos, sino que plantea la pregunta: “¿Soportamos una responsabilidad moral por nuestras fantasías?” No me interesan las respuestas simples a esa pregunta; quiero mantener todas las complicaciones, contradicciones, preocupaciones conflictivas y deseos en juego mientras lo exploramos.


«Hay una gran variedad de voces expresándose a través de los cómics y eso es muy emocionante» Como comentas, por suerte cada vez hay más mujeres dibujando. Esperemos que eso cambie más las cosas. Es una de las mejores cosas que le han pasado jamás a los cómics. Y no sólo mujeres, también hay muy buenos dibujantes transexuales trabajando ahora mismo, como el neozelandés Sam Orchard. Hay una gran variedad de voces expresándose a través de los cómics y eso es muy emocionante, no sólo en lo que respecta al género, sino también a la sexualidad, nacionalidad, etnia y de más.

Y hablando del mundo del cómic, en Hicksville mencionas a “editores estrechos de miras y un medio encerrado en un gueto e ignorado por incontables individuos que podrían haberlo ayudado a volar”. ¿Crees que esto sigue siendo así o que con el boom de las novelas gráficas ha cambiado un poco? Todo está cambiando. Es un mundo completamente nuevo. Ni siquiera puedo empezar a imaginar cuál será el panorama del cómic dentro de veinte años. Cuando empecé Sam Zabel y la pluma mágica, estaba pasando por un oscuro momento en mi relación con los cómics. Pero al final me sentí más esperanzado y optimista por el futuro de los cómics que nunca. Afortunadamente sacas algo de ello.

También frente a la obstinación de los editores en hacer lo que funciona, o lo que vende, están las autopublicaciones y, cada vez más, internet. ¿Cómo ves estas vías de escape al mercado tradicional? ¿Crees que son efectivas? No veo internet como una vía de escape del sistema tradicional de publicación de cómics. Es más bien un nuevo y amplio horizonte de posibilidades para creadores y lectores, muchos de los cuales puede que nunca encuentren un sitio en el mundo de cómics antiguo. Recuerdo cuando las fotocopiadoras empezaron a ser comunes y baratas en los ochenta, y vimos el florecimiento de la pequeña imprenta, los mini-comics y fanzines, que sentimos como una revolución en el cómic. Internet es eso en una escala mucho más grande. Por supuesto, hay complicados reajustes en la industria a los que editores y vendedores tratan de adaptarse. Pero lo principal, para mí, es que la explosión creativa está pasando muy rápido como para seguirle el ritmo. ¡Buenos tiempos!

Para finalizar, ¿crees que esta vez tardaremos algo menos en volver a ver una nueva obra tuya por las librerías? ¡Si! La sequía se acabó, la presa ha estallado. ¡No puedo dejar de dibujar! @

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O n l y lovers l e f t aVampiros l iy profetas ve El apocalipsis según Jarmusch

g Texto

O

nly Lovers Left Alive no es otra película de vampiros enamorados, ni siquiera es otra película de vampiros. La última obra de Jim Jarmusch es la única revisión contemporánea posible de lo vampírico; la revisión ontológica y política del mito. Los vampiros de Jarmusch, Eve (Tilda Swinton) y Adam (Tom Hiddleston), la pareja protagonista, no viven confinados en castillos en lo alto de una montaña en mitad de un páramo inhóspito, ni duermen en ataúdes. Tampoco visten ceñidos atuendos de cuero ni marcan músculo. Y, desde luego, no acuden a secundaria ni

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Eva Cid

viven romances adolescentes. Los vampiros de Jarmusch de repente se han dado cuenta de quiénes son y dónde están, de dónde vienen, de qué beben y en qué han participado a lo largo de la historia en el imaginario colectivo, en la tradición popular, en la literatura y en el cine, y esta apercepción se produce desde dentro y fuera del propio mito. Estos vampiros han abierto los ojos y se han posicionado del lado agente y creativo. Ni producto humano marginal ni engendro demoníaco: son sujetos plenamente (auto) conscientes, abiertos a un mundo del que participan, productores de algunas de las ideas que a lo largo de la historia han ayudado a impulsarlo.


El hombre tradicionalmente ha usado al vampiro como reverso oscuro de sí mismo; como una excusa, temeroso de Dios, para asomarse a un lado tenebroso que no es otro que el suyo propio. La mirada del esteta: historia y pesimismo La característica inmortalidad del vampiro es el pretexto perfecto para realizar una crítica social y política de nuestro tiempo, desde el particular prisma de unas criaturas que han visto y vivido en primera persona diferentes épocas anteriores desde hace cientos de años. Si bien es loable el intento de realizar una lectura diacrónica válida del ser humano y los pilares de su civilización, la lectura se realiza, inevitablemente, desde el paradigma actual, con todo lo que ello conlleva, pero sin que el resultado sea, a causa de ello, menos interesante. Desde un pesimismo resignado que lo impregna todo, los vampiros (en especial Adam) arrojan una mirada crítica a las sociedades humanas contemporáneas, que aquí se configuran bajo el velo de distintos espectros de la decadencia. Una mirada que parece suspendida e inmóvil en la calma que precede al apocalipsis, en vez de un momento de bajada en el cíclico devenir de las cosas. El concepto de corrupción para el vampiro se ejemplifica en la naturaleza misma de la sangre humana, corrompida por su propio estilo de vida. Se produce así una peculiar y refrescante inversión simétrica del tradicional sesgo entre la inocencia y la bondad asociada al hombre, y la podredumbre y maldad atribuible al vampiro clásico. Ahora el hombre está corrupto porque así lo ha permitido el propio hombre; el vampiro, en cambio, decide, porque puede y porque quiere, no participar de esa corrupción, y aunque a veces los instintos propios de su condición salgan a flote, la renuncia apenas es sacrificio para Adam y Eve. La depredación aquí es cosa propia de humanos; los no muertos disfrutan saboreando las creaciones de los hombres más que los propios hombres, y prefieren las creaciones humanas a los humanos. El mito vampírico, en manos de Jarmusch, como si de una autoconsciencia se tratara, ha decidido que el vampiro es, al fin y al cabo,

una criatura mucho más civilizada y tolerante que el ser humano en tanto se ha aprehendido de lo mejor que la humanidad ha dado y ha participado activamente en su enriquecimiento. Por su parte el ser humano, como individuo o como colectividad asociada a un determinado paradigma, se perfila como un bárbaro, o como un zombi. Es el vampiro quien cede, quien se aparta elegantemente y se oculta, y quien, en última instancia, tiene derecho a juzgar y potestad para decidir a quién salvar de la inane levedad del ser mortal. Y decide que sólo los amantes sobreviven. El concepto de amor -en este caso el amor entre Eve y Adam- no es uno sino varios estirados indefinidamente en el tiempo con sus lapsos, sus conflictos y sus ausencias, entre la hedonista amante de las minúsculas bellezas y particularidades de la naturaleza y el melancólico músico suicida. Se dibuja un tipo de amor de marcado carácter romántico y trágico, y tan tangible en presencia como en el vacío que deja la ausencia de un amante en el otro. Los amantes estetas (probablemente) son, además, las dos criaturas más cool del planeta, a este o aquel lado de la pantalla. Ese derroche estilístico y ese barroquismo estético crepuscular están totalmente justificados, y Jarmusch lo sabe y se recrea en ello. Únicamente se puede ser tan cool cuando has vivido cientos de años y has visto, leído, experimentado de primera mano y participado activamente en los acontecimientos y construcciones culturales más influyentes de la civilización humana.

D e t r o i t e s u n d e s i e r t o , Tá n g e r u n oasis En este mosaico de obras literarias, maravillas naturales, composiciones musicales, personalidades históricas del mundo del arte y chupitos de sangre, Only Lovers Left Alive se detiene en nuestro ahora y le hace un retrato a dos manos y desde dos puntos opuestos del globo (dos prismas

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Dice Jarmusch que los vampiros no son una metáfora de los hombres, sino que son hombres. Y probablemente está en lo cierto. para un solo lienzo). Adam acentúa las tonalidades frías, oscuras y eléctricas de un Detroit –trocito del bullicioso occidente– ya apagado, mientras que Eve perfila el cuadro con los aromas orientales de la somnolienta, cálida y cantarina Tánger. La elección de sendos enclaves no parece casual ni responde solo a cuestiones estéticas o cromáticas. La estancia de Adam, músico deprimido, en Detroit se justifica en la trama por la búsqueda de una vida anónima en una ciudad cuasi fantasma y de amplia tradición musical, pero Detroit es además un perfecto icono de la decadencia del actual sistema socioeconómico y político, una crítica al capitalismo feroz que la película no se preocupa por ocultar bajo capas de lectura literal. Tampoco parece casual la elección de Tánger, la ciudad-mito preñada de intrigas, libertinaje, drogas y exotismo de mediados del siglo XX, donde la sombra de los escritores malditos del pasado se mezcla con el humo del hachís como elemento común socializador, imprimiendo un ritmo distinto a las cálidas noches mediterráneas, una atmósfera densa,

favorable a la ensoñación. Éste es el lugar en el que residen Eve y Marlowe (John Hurt), personaje esencial cuya muerte, además de una bella parábola literaria, supone un elemento profético que subraya aún más el clima pre apocalíptico.

Vampiros clásicos, vampiros actuales, vampiros ideales. ¿Realmente la visión clásica del vampiro difiere tanto de las revisiones más actuales? Dice Jarmusch que los vampiros no son una metáfora de los hombres, sino que son hombres. Y probablemente está en lo cierto. El vampiro siempre ha sido una criatura terrorífica y fascinante, pero lo ha sido precisamente por ser el más humano de los monstruos. Mientras que otras criaturas del imaginario del terror ejercen su influjo desde la animalidad o directamente la monstruosidad de su condición, el vampiro lo hace desde las más profundas fascinaciones y anhelos humanos, aquellos demasiado temibles y contrarios a la voluntad divina como para que el hombre, sencillo hombre desnudo e ignorante,

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Detroit es un perfecto icono de la decadencia del actual sistema socioeconómico y político, una crítica al capitalismo feroz que la película no se preocupa por ocultar bajo capas de lectura literal.

se atreva a interesarse por ellos de manera abierta… Como la inmortalidad. Para acercarse a ella, o a una vida después de la muerte carente de cualquier velo de beatitud y espiritualidad religiosa, el hombre tradicionalmente ha usado al vampiro como reverso oscuro de sí mismo; como una excusa, temeroso de Dios, para asomarse a un lado tenebroso que no es otro que el suyo propio. El vampiro quizá sea un reflejo de lo que la naturaleza humana sabe de sí misma pero es incapaz de reconocer o atribuirse como consecuencia del tradicional pensamiento religioso mayoritario de occidente, que históricamente ha posicionado a los hombres justo por encima de los animales, despojándoles de lo animal que tenemos en tanto animales somos, y justo por debajo de Dios y, por tanto, imbuidos de un temor reverencial a pensarnos a nosotros mismos al desamparo de toda idea de divinidad o fuerza superior, sobrenatural y ordenadora. En Only Lovers Left Alive existe una crisis identitaria de lo humano semejante. El ser humano parece pernoctar indefinidamente en una dolorosa inopia, mientras que el vampiro ha desplazado a Dios de su trono y ha ocupado ese lugar, pero encarnando al ser humano idealizado, al ser humano también animal, en una nueva y mejorada versión del esquema tradicional. La diatriba de Jarmusch, finalmente, se redime de su misantropía gracias al amor, de nuevo pieza clave y redentora de los hombres en contraposición al salto al vacío con que los vampiros, en un acto de misericordia para con los elegidos, afrontan una nueva era, dejando, no obstante, una huella indeleble en la revitalización (moribunda) del mito. @

c / P a r t i c u l a r d e I n d aut x u , 2 . B I L B A O

www.naseibelleza.com

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EN EL REINO DE LOS

Apaches g Texto

David Ortega

La Francia de la Belle Époque oculta recuerdos de una ciudad en llamas por culpa de los apaches. Jóvenes desencantados, aferrados a la delincuencia, que protagonizaban sangrientas batallas campales entre sí y con la Policía. Por el día asaltaban a la burguesía. Por la noche bailaban la danza apache. Para los periódicos eran “la plaga de París”.

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Si no les dan trabajo, robarán. Si no les dejan divertirse, se pelearán.

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arís, principios del siglo XX. Bandas de jóvenes, pocos más allá de los 25 años, pueblan las calles ataviados con extraña indumentaria y zapatos relucientes. Malviven por el día y bailan por la noche, en locales donde mujeres de la alta burguesía acuden a veces atraídas por el peligro y ansiosas por danzar de forma violenta con los delincuentes de los que tanto habla la prensa. La capital francesa les teme mientras ellos reinan. A veces se enzarzan en peleas multitudinarias por honor y territorio. A veces roban a los burgueses con un concienzudo método propio, llamado le coup du père François. Son los dueños de la ciudad. Los Warriors antes de los Warriors. Son los apaches de París. “El apache es la plaga de París. 30.000 de ellos aterrorizan la capital y, frente a ese ejército, ¿qué vemos? 8.000 agentes de Policía patrullando la ciudad. El apache es el rey de la calle. Se mueve por los bulevares y las plazas son sus lugares de asilo. París es un campo de batalla donde estos vándalos juegan impunemente con el cuchillo o el revólver, atacando a su paso a los pacíficos ciudadanos. La Policía está asustada, indefensa”. El 20 de octubre de 1907, el diario parisino Le Petit Journal alertaba en su portada del peligro de los apaches. La prensa, elemento indispensable para la creación de mitos, ayudaría a sembrar el pánico en la ciudad atribuyendo desde entonces a los apaches todos los delitos que se cometían en sus calles, cuanto más brutales mejor. A veces acertaban. Enterrados por la historia durante mucho tiempo, la editorial La Felguera acaba de publicar recientemente el libro Apaches, los salvajes de París, elaborado con mimo a base de abundante material gráfico, análisis de autores contemporáneos, textos de revistas de la época, recortes de la prensa parisina y capítulos dedicados a la presencia de apaches también a este lado de los Pirineos.

Oeil de biche La Belle Époque era una gran mentira. París hervía en las dos últimas décadas del siglo XIX y los primeros años del XX a lo largo y ancho de los cabarets, los cafés, las galerías de arte y las exposiciones universales, pero la ciudad ocultaba al mismo tiempo un submundo de hambre, exclusión social y explotación obrera. En los barrios de la zona noreste (Belleville, La Bastilla, La Vilette, Ménilmontant y Montmartre) la juventud no encuentra su sitio. Unos

porque no pueden, otros porque no quieren. Como en tantas y tan diversas ocasiones y lugares de la historia, deciden organizarse bajo un signo y una estética común. Si no les dan trabajo, robarán. Si no les dejan divertirse, se pelearán. La Policía se ve desbordada por su violencia, pero no son capaces de contener su avance, mientras la prensa narra sus fechorías a diario, cada vez más aparatosas y célebres. Hablan en jare, un jerga urbana que al resto de parisinos le suena a chino. Tienen la piel tatuada, como sólo marineros y delincuentes lucían por entonces, pintando sobre todo un pequeño dibujo alrededor de los ojos denominado oeil de biche. Visten con chaquetas de satén negras, camisas de colores vivos, blusas, chalecos y pantalones apretados en las rodillas, los bénard, con amplios bolsillos delanteros para cargar sus armas y objetos sustraídos. Dos elementos completan su icónica indumentaria: unos zapatos siempre relucientes, puntiagudos y amarillos con botones dorados en el caso de los matones de mayor entidad, y un fular que cada banda lucía de un color diferente para identificarse. Nada en ellos era común al resto de parisinos. Como tampoco lo era al resto de delincuentes de otras ciudades europeas. Ni sus armas, ni su forma de luchar, ni tan siquiera su forma de bailar. Los apaches eran únicos. En sus peleas callejeras recurrían a cuchillos como el zarin, delgado y afilado, o el revólver apache, una pistola sin cañón cuya empuñadura era un puño americano y que contaba además con un cuchillo de doble filo como punta. Fácilmente plegable para poder esconderlo en el bolsillo, el revólver apache era sin embargo letal cuando se disparaba a quemarropa. Si las armas estaban de más, las peleas entre bandas (y con la Policía) se desarrollaban bajo el estilo del savate, una lucha callejera surgida cuando las leyes de Francia prohibieron el uso de los puños en las trifulcas barriobajeras al considerarlos un arma letal. El que se liara a puñetazos podía acabar enrolado en el ejército obligado por un juez, así que hubo que buscar alternativas.

Le coup du père François National Police Gazette. 21 de octubre de 1905. “Hoy los rufianes han llegado al centro de la ciudad. Están en casa, en el corazón de la vieja Cité, junto a la catedral de Notre Dame. En la Rue de la Roquette unos veinte matones pertenecientes a dos bandas rivales lucharon con cuchillos

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El odio a la policía era una de las pocas cosas que unía a los apaches. y pistolas. Ocho policías trataron de separarlos. De pronto, los matones olvidaron sus diferencias personales para hacer causa común contra los agentes”. El odio a la Policía era una de las pocas cosas que unía a los apaches, que sobrevivían principalmente como proxenetas y asaltantes y llegaron a perfeccionar al extremo la técnica del le coup du père François para hacerse con el dinero de los paseantes. El procedimiento era sencillo pero efectivo. Dos apaches se cruzaban con su víctima, el primero seguía andando y el segundo se colocaba justo detrás de ella. En un instante le rodeaba el cuello con su fular, se daba la vuelta y, espalda contra espalda, el apache se iba agachando doblando la columna de la víctima. Cuanto más se quejaba y más fuerza hacía para soltarse, más presión ejercía el fular sobre su cuello. Mientras tanto, su acompañante robaba las pertenencias del desafortunado parisino para dejarle después seminconsciente y huir con tranquilidad. De los apaches se recuerda casi todo, salvo el origen real de su sobrenombre. Según cuenta el autor Carles Viñas en el libro editado por La Felguera, muchos sitúan el origen del apodo de estas bandas el 12 de diciembre de 1900, cuando el periódico Le Matin se refiere a la presencia en los bajos fondos de la ciudad de “una tribu de apaches recién llegados de las Montañas Rocosas”. “Sin duda, la brutalidad de las acciones cometidas por estos jóvenes parisinos indujo al periodista

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a compararles con los indígenas americanos fruto de la imagen estereotipada que había lanzado a la fama la novela El último mohicano, y de la fascinación que suscitó en Francia la cultura de los indios americanos tras la gira europea del espectáculo circense Buffalo Bill’s Wild West”. Otros localizan sin embargo el germen del nombre en un agente de la Policía que, durante el interrogatorio a un miembro de la banda de Belleville, una de las más famosas de la época, gritó al detenido, apodado Terror, que su cuadrilla se comportaba “como apaches”. El nombre gustó tanto al joven encarcelado que se adueñó de él para extenderlo como la pólvora Carles Viñas recuerda también en el libro cómo, curiosamente, muchos años después de que los últimos apaches desaparecieran de París, diferentes movimientos políticos y sociales han intentado apoderarse de su imaginario, especialmente desde finales de los ochenta. Los jóvenes de extrema izquierda los utilizaban como ejemplo de lucha contra la autoridad y resistencia ante el poder establecido -Manu Chao, todavía como líder de Mano Negra, les dedicó la canción Paris la nuit-, al tiempo que la ultraderecha se adueñó de parte de la estética e identidad del apachismo para liderar hace unos años, allá por 2010, su cruzada xenófoba contra los racailles, el término despectivo con el que se denominan a las bandas de pequeños delincuentes de diferentes razas nacidos en Francia pero hijos de la inmigración.


Casque d’or No hay peor combinación posible que temor y fascinación. La insana necesidad de amar lo que desconoces, de abrazar lo prohibido y dejarte llevar hasta orbitar a su alrededor. La danza apache era uno de los focos de atracción de la noche parisina, hasta tal punto que muchos representantes de la alta burguesía, mujeres sobre todo, se acercaban a los antros de mala muerte de la ciudad a contemplar, y bailar en ocasiones, la extremadamente violenta danza apache. En ella, hombre y mujer escenificaban el encuentro entre una prostituta y su proxeneta con muchas cuentas pendientes. Sonoras bofetadas, lanzamientos por los aires, agarrones del pelo, volteretas, empujones al suelo, patadas y simulaciones de maltrato y asesinato copaban este baile con reminiscencias lejanas al tango argentino, aderezado con la música del Valse des Rayons. Una danza brutalmente plástica que dejaba la zona de baile hecha unos zorros y a los bailarines con el cuerpo lleno de moratones. Aunque la presencia femenina en las bandas era testimonial, la historia apache dejó para el recuerdo la vida y milagros de la prostituta Amélie Hélie, Casque d’or por su larga melena rubia, que provocó una de las mayores batallas campales de la época al protagonizar un triángulo amoroso con dos líderes apaches, Joseph Pleigneur, alias Manda, y Dominique Leca. Ambos acabaron en la cárcel, pero Casque d’or fue contratada como cabaretera convertida ya en la reina de los apaches, llegando a protagonizar un musical y vender sus memorias a la revista Fin de Siècle. En 1952 su vida fue llevada al cine por Jaques Becker. Asediados por la Justicia y la Policía, que llegó a crear agentes antiapaches, las Brigadas del Tigre, especializados en la lucha savate, y diluidos con el tiempo entre el anarquismo y la corriente ácrata, los apaches iniciaron un declive paulatino que culminaría finalmente con la irrupción de la Primera Guerra Mundial, no sin antes tener tiempo de convertirse en auténticos iconos de un París olvidado. @

Diferentes movimientos políticos y sociales han intentado apoderarse de su imaginario, especialmente desde finales de los ochenta.

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s o n a M de o p o tg M TA

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Sandro Gomato

anos de topo siempre fueron la parodia perfecta del cantante melódico lastimero que se arrastra en un llanto infinito de desdichas amorosas, sólo que ellos han sabido hacerlo con fuertes dosis de tripas y humor. Ahora reconocen haberse hecho mayores, y su último trabajo, Caminitos del deseo, el primero autoeditado, grita “¡muerte y destrucción!” a otros niveles más allá del terreno sentimental. Ni ellos se lo creen, pero llevan ya cuatro discos a sus espaldas y queda muy lejos aquel “Somos Manos de topo y no tenemos talento” con el que se dieron a conocer hace casi 8 años en una entrevista en el diario Público. Tienen talento y tienen rabia creativa, una cualidad que escasea en un panorama indie nacional quizá demasiado blandito y poco dado a arriesgar. Hablamos con Alejandro Marzoa, fundador de la banda junto con Miguel Ángel Blanca, su peculiar vocalista y a quien conoció en la escuela de cine y con quien ahora comparte, además de la música, su labor de realizador.

esperábais llegar a donde estáis ahora, con cuatro discos publicados?

Cuando comenzó Manos de Topo con Ortopedias Bonitas, allá por 2007, ¿realmente

Eso surgió casi sin pensarlo, de forma natural. Miguel Ángel se sentía cómodo cantando así y empezó

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Si te soy honesto no, porque todo empezó como un hobby que luego fue evolucionando hacia algo más serio. Nunca hemos perdido la perspectiva y sabemos de sobra qué clase de grupo somos y por qué hacemos esto, que es casi una purga personal de cada uno y un grupo de amigos que ha ido evolucionando. Comenzamos casi por casualidad y Ortopedias Bonitas llamó la atención de un sello indie de Barcelona que nos propuso grabar discos. Por entonces éramos muy novatos en todo esto, salvo Rafa, el batería, el resto apenas teníamos experiencia en la música. Hicimos más canciones, hicimos giras y aquí estamos. Somos un grupo que, por lo especial de nuestra propuesta, seguramente nos lo tenemos que currar el doble para seguir al pie del cañón.

Porque Miguel Ángel y tú os conocisteis en la escuela de cine. ¿En qué momento surge la idea de formar una banda y, sobre todo, de hacerlo con un apartado vocal tan particular?


Foto: Esther Navalón

«Ya no somos esos veinteañeros que éramos antes, y eso se ve reflejado también en las letras» a hacerlo. A todos nos sorprendió, pero él había encontrado una forma de expresarse y además las letras le acompañaban en esa puesta en escena de pasiones desatadas, de sufridor. No fue nada premeditado ni con la intención de llamar la atención. Quizá surgió más de la inexperiencia y de querer encontrarnos seguros.

que conlleva tener un grupo. Ahora también tenemos que hacer el doble de trabajo, funcionamos como una empresa con todo lo que eso conlleva. Aunque quizá sea pronto para concluir nada, creemos que es una forma de funcionar que le va a beneficiar al grupo y más en los tiempos que corren de dificultades a todos los niveles.

De hecho se nota una evolución en su tono a lo largo de la discografía.

Habéis reconocido que este nuevo disco habla un poco sobre hacerse mayor. Así que habéis hecho aquí ese ejercicio de tomar consciencia de ello y no quedaros en el eterno desdichado que llora sus desgracias amorosas.

Sí, aunque dé la sensación de que él siempre ha cantado de esta forma, con el tiempo ha ido modulando y adaptando su voz. Ha sabido ir encontrando su sitio sin renunciar a su estilo y ha hecho casi un sello personal de ello.

Como me decías, Caminitos del deseo es vuestro primer disco autoeditado. Da la sensación de que habéis hecho siempre lo que habéis querido, así que, ¿por qué razón disteis ese paso y qué os ha aportado? Siempre hemos tenido la suerte de hacer lo que nos apetecía. Tuvimos la suerte de conocer a Sones, la discográfica con la que hicimos los tres discos anteriores, y en ningún momento nos cortaron las alas, siempre nos dejaron hacer lo que queríamos y se mostraban orgullosos de lo que éramos nosotros. Pero ha llegado un punto en el que, después de tanto tiempo, quizá necesitábamos autogestionarnos y dejar intermediarios por el camino por una mera cuestión de supervivencia, de sacarle mayor rentabilidad al esfuerzo y al trabajo

Sí, Manos de Topo siempre ha sido un reflejo de lo que le pasa a sus miembros, siempre pasado por un filtro y por un universo particular, claro. Somos diez años mayores que cuando hicimos Ortopedias bonitas y ya no somos esos veinteañeros que éramos antes, y eso se ve reflejado también en las letras. Tal vez el disco habla de una forma más directa, sin tantos rodeos. Habla de la situación actual por la que está pasando nuestra generación, no vivimos en una cueva y somos conscientes del entorno que nos rodea. Pero todo se puede resumir en que todos pasamos los 30 años, estamos cerca de los 35 y son otras las cosas que te preocupan.

A raíz de eso, quizá la canción que mejor transmita esa idea sea Collar de macarrones, que viene a ser un grito nostálgico de la juventud. Habéis reconocido que habla de

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«Por lo especial de nuestra propuesta, seguramente nos lo tenemos que currar el doble para seguir al pie del cañón» echar de menos el ser joven y hacer collares de macarrones. ¿Sentís nostalgia de los primeros Manos de topo? ¿Es el Ortopedias bonitas vuestro collar de macarrones?

Está claro que aquel era un disco mucho más inocente y sencillo a todos los niveles, y lo recordamos como la arrancada del grupo. Lo del collar de macarrones lo has definido tú muy bien, de hecho a nuestra empresa o sociedad le hemos puesto ese nombre. Se puede decir que es un nuevo punto de partida: lo que fue entonces el Ortopedias es ahora Collar de macarrones.

El disco termina con un mensaje que viene a decir “abracémonos y cantemos todos juntos porque poco más podemos hacer”. Ese coro final, ¿es tan pesimista como parece o todo lo contrario? No, yo te diría que, tal y como está interpretado, puede verse el humor que sigue habiendo en el grupo, ese reírse de uno mismo que es ley de vida en la banda. La canción no deja de ser irónica, habla de “un último esfuerzo”, una frase que ha perdido su valor hoy en día de tanto usarse sabiendo que no es verdad, que el último esfuerzo será por hoy, pero que mañana se nos volverá a pedir uno nuevo. De hecho la letra dice “no existe un último esfuerzo”, quitándole todo el sentido a la frase. Aún así, por la melodía, los coros y el tono general es evidente que es un canto positivo dentro de lo negativo que puede tener el mensaje.

Pues nos quedamos más tranquilos. Cambiando de tema, Los Planetas han sido para toda una generación la banda sonora de las rupturas amorosas, y creo que Manos de topo podría encajar ahí perfectamente. Puede ser. Mucha gente, cuando nos encontramos con ellos en los conciertos, nos hablan de historias personales… “La etapa en la que os descubrí era una etapa en la que tuve una decepción amorosa, etcétera…”. Así que sí nos relacionan con etapas suyas a nivel sentimental, lo cual es bonito porque ves que existe una conexión con la gente que te escucha. Al margen de eso, poca comparación con Los Planetas podemos hacer. Ellos son un grupo casi de masas y nosotros algo mucho más minoritario.

¿Seguís el panorama indie nacional? ¿Qué os motiva de lo que ahí se encuentra? Sí, intentamos estar conectados y saber lo que se hace alrededor. Lo cierto es que oímos de todo, desde quizá lo más popular del indie como El Columpio Asesino o Love of Lesbian, Mishima… a cosas mucho más rebuscadas como Unicornibot, Novedades Carminha. Te diría tropecientos grupos que nos gustan o con los que compartimos formas de hacer o formas de ver la música. Por ejemplo, te puedo mencionar algo que no le pega tanto a la banda como es Carlos Cros, un tipo de Barcelona que ha hecho un disco

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cojonudo que quizá sea un rollo más cercano a Sidonie o a Pereza pero que he descubierto que me gusta mucho.

No sé si notáis que os van empezando a considerar como algo más que simplemente un grupo paródico. ¿Hay mucha diferencia en cómo os trata la gente respecto a los inicios? Quizá en un principio había muchos que pensaran que esto era como un chiste, y mucha gente lo seguirá pensando. Pero creo que todo lo que ha rodeado siempre a Manos de topo ha tenido siempre un fundamento y un trabajo detrás que se aprecia, ya sea por cómo cuidamos nuestra imagen, los videoclips, el diseño de los discos, las fotos de promoción… O mismamente la evolución que ha tenido nuestro sonido en los dos últimos discos. Parece que hay gente a la que no le encaja que podamos hacer cosas con tanto empaque o tan terminadas con una filosofía y una puesta en escena como las que tenemos. Así que creo que con cuatro discos, en cierto modo, a nivel de la prensa y de las críticas sí que nos hemos ganado el respeto. Y a nivel de público, siempre nos acompañará el estigma de “o los odias o los amas”. Sabemos que nuestra propuesta no es del todo accesible pero intentamos que sea nuestra bandera.

Está muy bien porque hemos hecho todo esto evitando la palabra madurez, cosa que imagino agradecerás también un poco. En el fondo somos inmaduros, por mucha edad que tengamos o por mucho que hayamos crecido.

Manos de topo nace y evoluciona casi de forma paralela a Twitter, y además compartís con la red social ciertas cosas en común: el lloriqueo, el grito de rebeldía, de despecho e incluso el uso del humor y la ironía como lenguaje. No sé cómo lo ves y si crees que la banda podría haber existido y crecido sin internet. Lo cierto es que nos ayudó mucho, y me remonto a los tiempos de MySpace. Mucha gente nos empezó a conocer


por ahí y encontramos muchos grupos afines con los que nos hermanamos a través de redes sociales. Es una forma muy directa no sólo de promoción sino de estar en contacto con la gente que te sigue. Y con los que no te siguen también, en Twitter nos reímos de toda esta gente a la que parece que Manos de topo le han arruinado la vida y cada vez que lo escucha parece que muere un gatito en cada casa en España. Es realmente curioso todo lo que despierta lo que dices y haces en las redes.

Grabáis ahora bajo la producción de Ramón Rodríguez (The New Raemon), que es quien se encarga de parar un poco los pies a Miguel Ángel con sus lloriqueos y sus gallos. La mano de un productor en un estudio de grabación es necesaria: alguien que tenga una visión externa, que conozca cuáles son las virtudes de las canciones del grupo y que sepa trabajarlas y modularlas. A Ramón siempre le ha gustado mucho Manos de topo, siempre nos ha querido y siempre nos ha incitado a cuidar las sonidos y a intentar que las canciones tengan un mayor empaque. Lo de la voz es como lo del Casiotone, que se ha quedado más abandonado, al igual que ciertos instrumentos y sonoridades que ahora utilizamos y antes no. Antes el grupo era más acústico, más lo-fi, y hoy es mucho más contundente, más eléctrico.

Al margen de la banda, eres realizador. ¿Cómo es en tu caso esa transición de ser un cineasta que entiendo ha de transmitir

cierta imagen de seriedad a ser el tío que toca con los Manos de topo? Me siento un tipo afortunado que se puede dedicar a lo que le gusta, así que realmente no considero que sean dos facetas tan diferentes. Más bien es algo creativo en lo que me siento muy cómodo y las compagino perfectamente, nunca me centro en una cosa y luego me voy a la otra, sino que a lo largo del año lo voy equilibrando de la forma que puedo. De hecho Miguel Ángel es el guionista de todo lo que hago, o sea que parecemos pareja de hecho.

¿Hay muchas diferencias entre el panorama indie de la música y el panorama indie del cine a nivel de industria? Sí, sobre todo porque grabar un disco es muchísimo más sencillo que grabar una película, también en lo económico. La difusión de unas canciones también es algo mucho más sencillo, mientras que en el cine es mucho más complejo y dependes de otros muchos factores. Para rodar una película hay que liar a un equipo mucho mayor que para grabar un disco, así que también hay diferencias en cuanto a la logística.

¿Tienes algún nuevo proyecto en mente? Tenemos ya un nuevo guión con el que estamos intentando convencer a productoras y actores que se llama La última canción y aborda el mundo de la música. Trata sobre una vieja gloria de la canción melódica que tiene la oportunidad de volver a reencontrarse con el éxito. @

«Sabemos que nuestra propuesta no es del todo accesible pero intentamos que sea nuestra bandera»

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LO FI Arte con tecnología obsoleta g Texto

Koldo Gutiérrez

El arte de baja fidelidad y el Do It Yourself están más de moda que nunca. Abundan los festivales y exposiciones sobre estas tendencias, que acogen desde música chiptune o de 8 bits, hasta ilustraciones, arte en teletexto, videojuegos de aspecto retro o cine experimental. Repasamos algunas de las últimas muestras recientes y charlamos con dos de sus autores.

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Meneo mezcla reggaetón con sintetizadores y música de 8 bits añadida con una GameBoy xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx Raquel Meyers hace arte en teletexto con un Commodore 64 porque “necesitaba algo nuevo, un aliciente para seguir creando”

A

viene de la música, en oposición al hi-fi con el que vendieron la moto (y el enorme aparato de música) a nuestros padres en los 80. Aunque hace décadas algunos grupos ya experimentaron con ese estilo, como los Beach Boys o Bob Dylan, ha sido recientemente cuando se ha popularizado la música lo-fi, sobre todo electrónica.

En parte como respuesta a este tipo de obras pretendidamente pulidas ha surgido en los últimos años el denominado “arte lo-fi”, arte de baja fidelidad. El nombre

Uno de los más famosos en España (y en Bilbao, donde ha actuado varias veces) es Meneo. Conocido también como Rigo Pex (aunque su nombre real es Roberto Pérez Samaoya) es un músico guatemalteco afincado en Madrid que mezcla reggaetón con sintetizadores y música de 8 bits añadida con una GameBoy. Sí, la mítica consola portátil de Nintendo lanzada en 1989. El músico define sus estilo como “electropical sounds” y sus conciertos son delirantes, pues además de pulsar los escasos botones del vetusto instrumento para tocar, Meneo canta y baila. Todo un espectáculo con performance incluida, mientras le acompañan sus videoclips de fondo. Son vídeos con aspecto rudimentario, como de videojuego antiguo, que parecen sacados de La Hora Chanante.

ntonio López al fin ha terminado su cuadro cortesano de la Familia Real, tras veinte años de trabajo. Su particular retrato de Dorian Gray lucirá en el Palacio Real. Allí podrá contemplarse la esperada obra del pintor español vivo más prestigioso y uno de los mayores exponentes del realismo. Al mismo tiempo, el Museo de Bellas Artes de Bilbao ha acogido durante tres meses una exposición dedicada al hiperrealismo. Ambos estilos comparten su interés por representar por la realidad, o lo que, al menos, percibimos como tal. Para ello, sus autores deben hacer gala de una técnica sublime, perfecta, pura. Pero, ¿tiene sentido que unos estilos como estos, cuya máxima aspiración es convertirse casi en una fotografía que recoge lo que ven nuestros ojos, perduren en nuestros días de cámaras digitales en cada bolsillo?

LO FI 35


Teletexto y Commodore 64 Meneo ha colaborado en varias ocasiones con Raquel Meyers, una artista murciana residente en Suecia que se ha labrado un nombre creando arte (estático y en movimiento) en teletexto, una tecnología prácticamente olvidada que se estrenó en 1974. Por si fuera poco, lo hace tecleando con un Commodore 64, uno de los primeros ordenadores domésticos, que salió a la venta ocho años después del nacimiento del teletexto. Raquel, autodidacta, empezó a experimentar con este sistema en 2010 porque «necesitaba algo nuevo, un aliciente para seguir creando», asegura. Tanto es así, que no duda al afirmar que la herramienta «aún tienen muchas posibilidades que ofrecer». Sin embargo, pese a lo que pueda parecer por esta fiebre revival actual, ella deja claro que «no los uso por nostalgia o por la moda retro». La artista cree firmemente que sus herramientas habituales no tienen limitaciones, por eso las prefiere a otras. «El Commodore 64 es perfecto tal cual, sin necesidad de modificarlo», reivindica. Por estos motivos, aunque su estilo se puede englobar dentro del arte lo-fi, Raquel rechaza estas etiquetas. «La técnica o estética es una opción personal. Yo elijo el brutalismo y la simplicidad de los caracteres de texto como mi propio lenguaje», declara, «lo importante es la narrativa, da igual la técnica que se use. Cuando el uso es puramente estético o se rige por modas todo se convierte en papel de pared y pura decoración para poner encima del sofá». Por tanto, Raquel considera que esta tendencia es básicamente una moda pasajera. Pero ella lo tiene clarísimo. «Yo no me rijo por los criterios de los curators. Si no, hace mucho tiempo que me habría dedicado a otra cosa, sólo hago lo que me apasiona», sentencia. Incluso reniega de la relación entre el arte lo-fi y la crisis económica. «La creatividad nunca ha estado ligada a la economía, al menos para mí. Si se limitara todo al dinero sería un aburrimiento y una vaga excusa», mantiene, «lo único importante es la imaginación y el desafío, todo lo demás es circunstancial y está sobrevalorado».

Soluciones complejas a problemas simples Santa Nalga es el nombre del hasta ahora único disco largo de Meneo, cuya portada no puede ser más explícita. Debajo, una de las páginas con las que Raquel Meyers participa en un particular Teletexto fabricado en compañía de otros artistas.

Los antiguos sistemas de videojuegos, además de servir de herramienta creativa como en los citados casos del Commodore 64 y la GameBoy, también viven su particular época lo-fi. Ese es el caso del bilbaíno Mikel Calvo, diseñador de juegos y cofundador de Pulsar Concept. De manera independiente ha desarrollado The Mask of Atlantis, basado en la película experimental del mismo nombre realizada por su amigo Jorge Núñez (el cofundador de Puerta, con el que hablamos en CACTUS 7). Al igual que el filme de Jorge, el juego de Mikel es un experimento, al estar creado mediante ZZT, lenguaje de programación de MS-DOS lanzado en 1991 por lo que después sería Epic Games. Se trata de una vetusta herramienta que le confiere al título un aspecto de 8 bits, totalmente desfasado. Pese a los más de veinte años pasados, ZZT

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cuenta con una gran comunidad de usuarios. Mikel leyó sobre ella en un libro, la probó y quedó fascinado. «Adaptar la película de Jorge Núñez requería que la experiencia de juego fuera extraña, obsoleta y ligeramente sórdida, nos pareció que ZZT podía recrear todo eso a la perfección», afirma el diseñador. Por eso se decantó por esta herramienta en vez de otras más habituales y actuales, como Game Maker.

Mikel Calvo: «recurrimos al lo-fi para huir del virtuosismo»

Aunque The Mask of Atlantis ha sido un experimento aislado, dadas las peculiares características estilísticas de la película en la que se basa, Mikel no descarta volver a emplear ZZT alguna vez. «Actualmente salen infinidad herramientas, mods, plugins y motores para los game designers, esto a veces es contraproducente», explica, «en un futuro, cuando me vea contaminado por esa avalancha de aplicaciones volveré a crear otra historia con ZZT para ‘resetear’ y volver a los orígenes. Creo que es un ejercicio sano que todos deberíamos hacer». Las limitaciones que ofrecen este tipo de sistemas supuestamente obsoletos sirven a menudo de reto a los creadores y también al público. «Te obligan a pensar en buscar soluciones complejas a problemas simples, lo cual es un inconveniente», reconoce Mikel, «pero al mismo tiempo el pixel art y los caracteres ASCII obligan al jugador a hacer parte del trabajo, a imaginarse una situación». Lo ilustra con un ejemplo concreto de su propio juego: hay un objeto que no queda del todo claro si es una maceta o una poción, pero por el contexto se deduce que es una poción. «Se puede crear mucha magia con todo eso», concluye. Pero además de esa “magia” a la que alude, ¿a qué se debe este auge por el arte lo-fi? Según el game designer, entre otros motivos, es para huir del virtuosismo. «Para volver a un estado donde no nos importan los gráficos detallados y nos centramos en lo simple», cuenta. Aunque reconoce que el factor nostálgico del que reniega Raquel Meyers también es muy fuerte. «Pero creo que sobre todo es el decir un gran NO a todos esos anuncios y revistas sobre la next-gen», critica, «no hace falta tener la última tecnología para divertirse, ¿no?». Por supuesto, la crisis económica también ha influído. Al fin y al cabo, este tipo de herramientas contribuyen a

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Grandma Lo-Fi es un documental sobre una anciana que crea música lo-fi con teclado y utensilios domésticos. A su lado, su directora, la islandesa Kira Kira, capaz de crear trabajos para la música, para el campo audiovisual y para la danza y el teatro.

este arte de “baja fidelidad” ha surgido Como respuesta a obras pretendidamente pulidas xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

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The Mask of Atlantis, el videojuego-experimento creado por Mikel Calvo y basado en la película del mismo nombre de Jorge Núñez.

reducir costes y tiempo en la producción. Según Mikel, ha servido para que los creadores se den cuenta de lo realmente importante, dar más valor a la creación y al Do It Yourself (DIY). Sin embargo aclara que «no tiene tanto que ver con tener capacidad económica, más bien hacemos creaciones porque el no tener dinero nos ha hecho ver que podemos crear».

Precisamente el movimiento DIY está muy en boga e intrínsecamente relacionado con el lo-fi. A finales del pasado septiembre se celebró en Donosti Drive in Automatic, un evento organizado por el colectivo Roar! Un grupo que se dedica habitualmente a proyectos audiovisuales y a las actividades alrededor del arte.

El madrileño Javi Álvarez es especialista en arte conceptual que experimenta con música psychobilly, la electrónica vintage, el punk y que compone y realiza vídeos con casiotones y el mítico Spectrum. Por su parte, Kristín Björk es una compositora y realizadora audiovisual islandesa. Además, es miembro fundador Kitchen Motors, un colectivo basado en experimentar con música electrónica y el arte. Kristín, además, se dedica a composiciones teatrales, cinematográficas y la danza. Hace tres años estrenó su primera película como directora, con el descriptivo título de Grandma Lo-Fi: The Basement Tapes of Sigríður Níelsdóttir. Es un filme que mezcla documental y animación sobre una adorable anciana que creaba música lo-fi con teclado y todo tipo de utensilios domésticos, y ha sido proyectado en el MoMA.

El festival consistió en dos jornadas de experimentación sonora y visual que tenía como hilo conductor procesos manuales, DIY, el reciclaje, la reapropiación y el lo-fi en general. Entre los participantes figuraban Néboa y Kira Kira, álter egos de los creadores experimentales Javi Álvarez y Kristín Björk, respectivamente.

Precisamente, Basement tapes (algo así como “cintas del sótano”) era el título del disco que Bob Dylan lanzó en 1975. El álbum recopilaba varias maquetas de canciones que el trovador de Minnesota había grabado en 1967 y está considerado uno de los primeros hitos del pop lo-fi, junto al Smiley Smile de los Beach Boys, lanzado ese año. @

Las cintas del sótano

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y k g Texto

Elizabeth Casillas

Cortar y pegar se convierte en un movimiento mecánico, un gesto que se repite como un mantra y, de la iluminación, nace una nueva obra de arte con forma de migraña. Te presentamos el trabajo de tono surrealista y pasión por la geometría de esta diseñadora gráfica.

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unque tiene aspecto risueño, Susana Blasco asegura que es capaz de decir más de cincuenta tacos por hora y que, tras sus collages, esconde un punto psicópata. Es fácil imaginar a esta diseñadora gráfica zaragozana avecindada en Bilbao sentada a la mesa con guantes quirúrgicos, pinzas y un cúter de punta afilada dispuesta a diseccionar milimétricamente a sus víctimas, cientos de personas anónimas que mantiene almacenadas en cajas. A Susana Blasco le encanta pasear por los mercados callejeros y es allí donde recluta a las personas que después pasarán a ser parte de su arte. Durante su estancia en Londres comienza a acumular un gran cantidad de fotografía antigua que encuentra baratísima, tirada por el suelo, mojándose bajo la lluvia. Despiertan en ella un instinto casi maternal. «¿Quién ha tirado esas fotografías? ¿por qué ya nadie las quiere en su familia?», se pregunta Blasco. «¿Qué futuro le espera a todo ese material?», nos preguntamos nosotros.

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De su serie AntihĂŠroes 41


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Los collages de Susana Blasco son una superposición de sentimientos encontrados, de tener que decidir entre amar o destruir, entre vivir en la nostalgia o mirar hacia delante con una nueva creación.

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En una visita a la galería londinense Whitechapel se da de bruces con la exposición de John Stezaker. Llega la catarsis. La sencillez que el artista conceptual británico transmite con sus collage provoca en ella el mismo impacto que un puñetazo en el estómago. El conflicto visual producido por los collage de Stezaker hace que esta disciplina se le antoje interesante, ya que hasta entonces Blasco había vinculado esta técnica, de forma casi exclusiva, a las vanguardias o el movimiento punk. Llega la crisis, desciende el trabajo y en su estudio, como si fuese una pieza más del mobiliario, reaparece una caja llena de fotografías. Aumentan las horas libres, llega la experimentación, se autoimpone ciertas normas y nacen así sus primeros collage geométricos. Seis, ocho, nueve fotografías cortadas en pequeñas piezas de no más de tres milímetros pegadas con cuidado hasta fundir una única imagen. Horas de ensamblaje para unir a gente de sitios muy distintos, de Londres, de Madrid, de Berlín. Ahora están casados por el contacto del pegamento. La separación que produce la hoja metálica al dividir en dos el papel es equivalente a la ruptura que Blasco hace de su trabajo como diseñadora gráfica y su vertiente más artística. Si en la primera le gusta jugar con los objetos, en la segunda son las fotografías antiguas su único material de trabajo. Sin embargo, la serie Antihéroes se convierte en una intersección de ambas facetas y su éxito en la red alcanza metas que difícilmente puede imaginar. Los Antihéroes son su particular juego. Al pasar a formar parte de la galería de Antihéroes, las víctimas que posteriormente serán diseccionadas y ensambladas en los collage geométricos aumentan levemente su esperanza de vida. Y aunque no son más de dos los que se han salvado este año y han pasado a esta galería de anónimos ilustres, cada vez son más conocidos entre el público. Todos sabemos que Clark Kent es Superman y Bruce Wayne es Batman. Sin embargo estos Antihéroes serán, por siempre, secretos. @

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45 Collages geomĂŠtricos


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S p i d e r Jerusalem gg Texto

Ilustración

Koldo Gutiérrez

Mox Pāradox

escribe desde las entrañas. Y por eso es el mejor.

L

os buenos periodistas deben escribir con la cabeza fría, tras hablar con los protagonistas, consultar las fuentes, contrastar la información y analizar detenidamente los hechos. Pero Spider Jerusalem escribe desde las entrañas. Y por eso es el mejor. El juntaletras de La Ciudad, esa enorme megalópolis futurista y ciberpunk de Estados Unidos, no entiende de manuales de estilo. Sin embargo, su estilo es totalmente reconocible: rabia contra todo y contra todos. En sus incendiarios artículos es evidente su odio a la autoridad y a la corrupción política. Y a los perros. A los putos perros. Spider aprovecha su columna, titulada nada sutilmente “Odio todo esto”, para arremeter contra las injusticias en general y contra los gilipollas en particular. Le encanta. Se pasó cinco años retirado del periodismo y completamente alejado del mundo civilizado, malviviendo en un delirante escondite fortificado que había montado en plena montaña. Su aspecto era entonces totalmente desaliñado, con el pelo y la barba larguísimos y a buen seguro llenos de piojos. Un ermitaño o un náufrago tendrían mejor pinta. Pero un buen día, o malo, recibió una llamada de su editorial. Estaban totalmente cabreados con él, pues les debía dos libros que habían acordado

hace tiempo. Así que al desastroso escritor no le quedó más remedio que podar su barba, raparse la cabeza y regresar a La Ciudad. Allí volvió a reunirse con su antiguo compañero, Mitchell Royce, que ahora es el director de La Palabra, el periódico más importante de la urbe. Su primer encargo, aunque en realidad fue más bien idea suya, fue cubrir unos incidentes que un grupo de separatistas enganchados a las alteraciones genéticas. Hartos de estar condenados a vivir en los suburbios, organizaron revueltas y disturbios. Jerusalem se involucró en el asunto, como es habitual en él, y consiguió ayudar a apaciguar los ánimos. De propina, se llevó una brutal paliza de la policía, como mandan los cánones. Claro que el mártir Spider no sería nada sin sus asistentes, Yelena Rossini y Channon Yarrow, a las que llama cariñosamente “asquerosas ayudantes”. Ellas le acompañan en su tabajo y labores diarias típicas de cualquier periodista: sacar fotos, seguir a gente, espiar fuentes, ayudarle cuando está de resaca o rozando la sobredosis. Aunque ambas odiaban al principio a su cruel y retorcido jefe, acaban cogiéndole cariño. Y la rebelde Yelena, algo más que eso, pues gracias a la camaradería que se establece entre ellos y a unas cuantas botellas de más, se acostaron juntos. Ella al principio se negaba a admitirlo, pero las características gafas estereoscópicas

de Spider, con cámara incorporada, grabaron toda la escena desde la mesilla. Esos peculiares anteojos asimétricos le resultan muy útiles al periodista en su trabajo para captar imágenes y sonidos. Por ejemplo, durante la campaña electoral que enfrentó al que era presidente en aquel entonces, apodado ‘La Bestia’ por el propio Spider desde años atrás, y ‘El Sonrisas’. Aunque inicialmente este último parecía un candidato mejor y más sincero, el propio periodista destapó algunos asuntos muy turbios y descubrió que sus creencias y modus operandi no eran muy distintos de los del veterano y corrupto político. Desgraciadamente, las agresivas columnas y artículos que le dedicó no fueron suficientes para abrir los ojos a la masa, que acabó votando en su mayoría por el candidato más joven y simpático. Esa fue una auténtica condena para Spider, que tuvo que agudizar su ingenio para sobrevivir y seguir sacando la verdad a la luz. Y es que el periodista es un fiel devoto de La Verdad, que considera debe prevalecer siempre por encima de todo. Y a pesar de todo. Para ellos emplea sus métodos poco ortodoxos y su total falta de objetividad, pues todo lo ve desde un prisma muy personal y el cristal (de lentes roja y verde) de sus propias gafas. No necesita más que su habitual dosis de mala hostia y su portátil para incitar a las masas a través de su columna de opinión.

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¡PASATIEMPOS!

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- Yo no miento. - Yo tampoco, papi. 7 de la mañana de un día cualquiera en el Heaven. Y la cosa se complica. Dos puertas y dos porteros. Una puerta lleva al cuarto oscuro y la otra a la calle. Un portero siempre dice la verdad y el otro siempre miente. ¿Que pregunta deberás hacer para acabar donde quieres?

Preguntas que no merece la pena que hagas: - Tengo hambre. ¿Qué puerta cojo? - Quiero conocer a alguien especial. ¿Qué puerta cojo? - ¿Por dónde llego antes al Larrinoa? - ¿Tienes menú del día?

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Puedes encontrar las soluciones en nuestra web o a través de este código QR:

Un globo, dos globos, tres fellinis. ¡Qué engaño cariño! Una ráfaga de aire ha dejado a Las Fellini sin sus globos. Ayuda a Nagore Gore, Nenita Danger y Caprichossi a recuperarlos. Sigue las cuerdas y estira sólo de las que corresponden a los dos globos amarillos. Ellas (y todos los bilbaínos) te lo agradecerán.

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CONSUMIR PREFERENTEMENTE ANTES DE

CACTUS Nº 10

BOLITAS

¡¡Un sabor redondo!! Hace un par de números hablamos sobre Ricitos, el mayor exponente de esa Santa Trinidad de Cheetos en los añorados 80 y 90 formada por sus hermanos Ricitos y Bolitas. Si en su momento nos ocupamos del miembro molón y sanote, hoy toca centrarse en el gordo: Bolitas. Como no podía ser de otra forma, se trataba de un snack con sabor a queso, por eso tenía un ratón de mascota. Pero a diferencia de su hermano deportista, Bolitas estaba realmente obeso por pasarse el día devorando ídems en Villa Bolitas, como pudimos averiguar en el cómic que aparecía en la parte trasera de Ricitos. Está bien eso de incluir una tira cómica en cada paquete, lo que no está tan bien es aprovechar para reirse del pobre Bolitas y sus problemas de sobrepeso tanto en la tira de Ricitos, como también en la de su propio snack. ¡Menuda manera de fomentar el bullying (o boling, en este caso)! En 1991 los tres ratones pasaron a mejor vida, pero Bolitas mutó temporalmente en Bolas de Dragón (ver CACTUS 4) y poco después se convirtió en los famosos Pelotazos que perduran hasta nuestros días. Aumentó el sabor a queso, pero adelgazó y perdió algo de personalidad.

Imagen: todocoleccion.net

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No me tire, deposíteme sobre una mesa para que otros puedan disfrutarme. Gracias.

Antes de desaparecer para siempre, los hermanos Ricitos, Torciditos y Bolitas dejaron atrás su aspecto urbano y joven para transformarse en auténticos mosqueteros. Quizá fuera por la influencia de D’Artacán y los tres mosqueperros. El caso es que en vez de canes, aquí eran ratones y se les conocía como Masqueseros. Y como muestra, quedan esas supuestas gomas de borrar con su aspecto, que en realidad sólo servían para ensuciar el papel y adornar la estantería.


AGENDA

enero / febrero 2015 - Bilbao

CURSOS / TALLERES / ENCUENTROS... VIE 23 ENE

19:00 a 20:30

NASEI BELLEZA Particular de Indautxu 2, Bilbao.

AROMATERAPIA 20€ MATERIAL INCLUÍDO Una visita olfativa por los aceites esenciales más utilizados en la cosmética natural, sus múltiples propiedades y aplicaciones. En este taller obtendrás recetas de elaboración, catarás esencias para aprender a distinguirlas y personalizarás un producto cosmético que te llevarás a casa.

SAB 17 ENE

SAB 7 FEB

16:00 a 18:00

NASEI BELLEZA

VELAS AROMÁTICAS VEGETALES 45€ MATERIAL INCLUÍDO Opta por una manera sana de perfumar tu hogar de forma natural. Con este taller aprenderás a realizar velas vegetales 100% ecológicas, libre de parafinas y demás ingredientes derivados del petroleo. Únicamente elaboradas con materias prima vegetales y aromatizadas con aceites esenciales de cultivo ecológico.

21:00 a 01:00

GARABIA ARETORA (ZAWP) Ribera de Deusto 47, Bilbao.

CLASE ABIERTA DE LINDY-HOP + SWING PARTY GRATIS El evento consistirá, de 21:00- 22:00, en una clase abierta impartida por Maien Boix en la que el público participante tendrá que lidiar con el éxito para poder bailar. Tras la clase abierta podremos disfrutar hasta altas horas del arte a los platos de Dj. Nash con una mezcla de música explosiva: Swing, Rock & Roll y Rhythm&Blues.

CONCIERTOS / EXPOSICIONES / PROYECCIONES... AGENDA AMBIGÚ

AGENDA ZAWP Y hACERIA

c/ San Vicente, 5. Bilbao.

Ribera de Deusto 47, Bilbao.

VIE 16 ENE 22:00 DJ PHIL ROSS

SAB 10 ENE 20:00

THE ART OF LIVING 3€ ART, MUSIC, CRAFT BEER, FREE FLOWING ENGLISH AND GREAT PEOPLE!!

SAB 10 ENE 22:00 (hACERÍA)

CONCIERTO FLAMENCO CLUB: EL TIEMPO 8€

SAB 17 ENE 21:00 (hACERÍA)

INAZIO ESCUDERO + LE CERCLE DES MALLISSIMALISTES & XAVIER QUEREL 8€

SÁB 17 ENE 22:00 MUHAMMED ALI MEMORIA + DJ DZ VIE 23 ENE 22:00

VERBENA ELECTROPICAL PRE-PARTY con RIGOBERTO

SAB 24 ENE 22:00 THE THREE AMIGOS VIE 30 ENE 23:00

DJ NASH ROCK’N’ROLL

EN EVIDENCE CAFÉ TEATRO c/ Barrainkua, 12. Bilbao / 94 402 89 94

TODOS LOS MIÉRCOLES 21:00

PINT & SHOT IRISH FOLK SESSION

DOM 25 ENE 11:00 MUME MERCADO DE MÚSICA Mercado de música MuMe: instrumentos, vinilos, CDs, camisetas, partituras, reproductores, proyectos, música en directo…todo lo que tenga relación con la música tiene cabida. #MuMeZAWP

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