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LOS CULTIVOS ORGANICOS

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MENSAJE ECOLOGICO

MENSAJE ECOLOGICO

LOS CULTIVOS ORGANICOS Su importancia ecológica para conservar y fertilizar el suelo Por Ernesto Flores Co-fundador del CENECOS (Ex Centro de Estudios de Cultivos Orgánicos)

Cada día se hace más necesario rever los conocimientos científi cos que con su inexactitud han contribuido a degradar la calidad de vida del Planeta. C ultivar orgánicamente va mucho más allá del hecho de prescindir de los productos químicos, pues también es darle al suelo los elementos necesarios para conservar y aumentar su fertilidad natural. Debemos tomar conciencia que el suelo es un gran organismo vivo, en el cual millones de microorganismos encuentran su hábitat y que, mediante su trabajo de degradación y mineralización de los restos orgánicos e inorgánicos permiten la interacción dinámica del suelo con el resto de los individuos La ecología (del griego OIKOS: casa, lugar donde se vive) estudia las relaciones funcionales entre los seres vivos y su medio ambiente, ofreciéndonos un mayor entendimiento sobre la inobjetable interdependencia que existe entre todos los organismos vivos que integran la totalidad de la Vida (biosfera) que hay en el planeta. Así, lo que afecta a un organismo vivo afecta a todos los demás, aunque no lo percibamos directamente. Cuando el hombre, por ignorancia o por negligencia, incorpora a los cultivos productos químicos (herbicidas, fertilizantes, plaguicidas, etc.) no sólo está deteriorando la vida del suelo al alterar su equilibrio natural, sino que también está contaminando a los vegetales, y a los consumidores de esos vegetales: animales y hombres. Estos últimos son víctimas de intoxicaciones y enfermedades producidas por restos de plaguicidas clorados y fosforados (entre otros) que fueron aplicados por el agricultor a sus cultivos, ignorando en muchos casos el grado de contaminación que está produciendo. Actualmente, la única alternativa posible a todas las modernas prácticas agrícolas del “hombre civilizado” que van intoxicando suelos, plantas, animales y también al hombre, son LOS CULTIVOS ORGANICOS, los mismos que practicaron nuestros antepasados agricultores que respetaron, amaron y comprendieron al suelo (para muchos la Pachamama) como un gran organismo viviente. Podemos ver que el cultivo orgánico o biológico nació hace más de 80 años como consecuencia de la toma de conciencia de investigadores, agricultores, médicos, etc., ante el atropello y el avance del cultivo químico contra las leyes de la naturaleza. Entonces, el cultivo orgánico surgió como una clara respuesta a esa práctica “inorgánica” que en vez de cultivar la tierra la explota, que en lugar de enriquecer el suelo lo agota hasta llegar (a la larga) a desertifi carlo. Cuando hablamos de ecología y del medio ambiente, de los residuos atómicos, de la tala irracional de los bosques, de las aguas contaminadas, de las ballenas, etc., muchas veces nos olvidamos de las pulverizaciones masivas con químicos que reciben los suelos y las plantas, desequilibrando los ecosistemas y afectando la calidad de vida de todos los seres vivos. A nivel rural podemos cultivar orgánicamente en una huerta o en campos destinados a la agricultura (entre otras posibilidades), pero cabe la pregunta: ¿Cómo podemos hacer cultivos orgánicos viviendo en la ciudad?... En este sentido la respuesta la tiene la jardinería orgánica. Dentro de la jardinería, que trata en líneas generales sobre la multiplicación y combinación de plantas ornamentales, encontramos el enfoque orgánico, donde el contacto con la naturaleza y la creatividad se unen para cultivar y combinar plantas sin contaminar el medio ambiente, absteniéndonos de utilizar productos químicos y sobre todo, trabajando para conservar y aumentar la fertilidad natural del suelo o sustrato (mezcla para cultivo en maceta). Es importante señalar, que uno de los temas de estudio de la jardinería es el cultivo de plantas en maceta; por este motivo la práctica de la jardinería orgánica se nos plantea (en nuestro medio urbano) como una alternativa al alcance de todos, pues las macetas nos dan la posibilidad de cultivar plantas en cualquier departamento de ciudad. Aunque la vivienda sea de un solo ambiente con poco espacio, mientras llegue algo de luz natural, siempre habrá lugar para una planta. Particularizando más llegamos al ABC de la jardinería orgánica: LOS ABONOS ORGÁNICOS (RESACA, COMPOST, MANTILLO DE HOJAS, ETC.). Con éstos podemos cultivar plantas en recipientes, preparando sustratos biológicamente ricos y terminar así con la generalizada “desnutrición” de las plantas en maceta con sustratos de poca o nula actividad biológica (estériles) y la mayoría de las veces contaminados con productos químicos, que se llegan a aplicar no sólo por emergencia (caso de planta enferma) sino también por hábito. Tengamos presente que el único medio para obtener plantas sanas y resistentes a los parásitos es favorecer al máximo la actividad biológica del suelo (o sustrato para las plantas en maceta). Otro tema de estudio de la jardinería orgánica es el cultivo y combinación de plantas alimenticias, aromáticas y clásicas de ornamento en un mismo espacio físico. Esto permite al hombre disfrutar y reunir factores de utilidad y belleza en los vegetales de su “huerto-jardín”. Por su enorme importancia ecológica es fundamental la conservación, cultivo y difusión de las plantas autóctonas (ej. ceibo, tala, pacará, mburucuyá, etc.) pues son las que más aportan al equilibrio ecológico, básicamente por atraer a una fauna acompañante también autóctona. Finalmente recordemos que los cultivos orgánicos, ya sean realizados a campo, en una huerta suburbana o en un departamento de ciudad, tienden a lograr una relación de unidad entre el Hombre y la Naturaleza, enseñándonos a amar y comprender al suelo como un organismo viviente, de cuya salud dependen todos los seres vivos. Para concluir quiero ofrecerles un pensamiento de Lady Eve Balfour, que se encuentra en su libro El suelo viviente: “Cuando el hombre esclaviza al hombre es una forma de canibalismo. Cuando el hombre esclaviza a la naturaleza, explotándola abusivamente, es también una forma de canibalismo, porque el hombre también es parte de la naturaleza. Si él desea sobrevivir debe aprender a cooperar con las fuerzas de la naturaleza, en la misma forma que debe aprender a cooperar con los demás seres humanos”. ILUSTRACIÓN INTEGRAL

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