Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. N.o 57
ta Entrevis
Enrique Julián Fuentes, Director general de Medio Ambiente de Extremadura
El río Amazonas Los señalamientos forestales El crecimiento poblacional del jabalí La caza con parany l Especia
Inventarios del medio natural
SUMARIO FORESTA n.o 57 Colaboraciones Técnicas: 4
Entrevista: Enrique Julián Fuentes, director general de Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura
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Ismael Muñoz Linares
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Especial: Inventarios del Medio Natural Colaboraciones Técnicas:
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Investigación sobre los resultados anormales encontrados en el cotejo diacrónico entre los dos últimos Inventarios Forestales Nacionales en Navarra
José Antonio Villanueva Aranguren
Los señalamientos forestales: una herramienta imprescindible
Reportaje de actualidad: 90
para mejorar nuestros bosques
La caza con parany busca huecos para legalizarse
Verónica Ramírez Martín-Salas
Adrián Pascual, Pablo Sabín, Alfredo Fernández, Felipe Bravo, Cristóbal Ordóñez,
Francisco Rodríguez
Legislación ambiental: 116
Entrada en vigor del Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios
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Antonio García-Giralda Ruiz
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Noticias forestales Madera y arte: Telefonero español Almudena Córdoba López y Teodoro Abbad Santiveri
Plagas y enfermedades forestales: Haematoloma dorsatum (Arhens). Cercópido de los pinos Nieves Ibarra Ibáñez y Enrique Martín Bernal
Hongos: Agaricus porphyrizon P.D. Orton y Fomitopsis pinicola (Sw.) P. Karst.
Poblaciones en crecimiento de jabalí: ¿causas naturales o artificiales?
José Cuesta Cuesta y Nino Santamaría Rodríguez
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Programa Europeo de Conservación de los Recursos Genéticos Forestales (EUFORGEN) Ulmus laevis
Matías García Morell
Eric Collin, Martin Venturas, Carmen Collada, Salustiano Iglesias y Luis Gil
98 El río Amazonas: un misterio sin misterio
Emblemas nacionales de Centroamérica: Guatemala, Nicaragua, José Luis Lisbona Gil Costa Rica y El Salvador
Sebastià Delclós i Suñer
“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”
editorial
La información forestal
E
l mundo va cambiando, y cada vez de manera más rápida. Si la época de los grandes descubrimientos nos sacó de la Edad Media y mostró un orbe esférico y abarcable en todas direcciones, más tarde, la revolución industrial supuso tal alteración en los métodos de trabajo y en la economía que nada volvió a ser igual en occidente. Ahora nos encontramos inmersos, casi sin darnos cuenta, en la época de la información. Las nuevas tecnologías están modificando todo a nuestro alrededor de forma tan acelerada que transforma con cada giro de la Tierra la vida de una gran parte de la sociedad, y además, a nivel global, pues los flujos de información llegan prácticamente a todos los puntos del planeta. Nuestro ámbito forestal, por modesto que pueda parecer, no es inmune a los cambios. Ya en su día se abrió a las fuentes de información a través del mapa forestal. A pesar de que en el mismo tan solo se reflejaba una primera aproximación al área de distribución de las especies arbóreas, supuso con el paso del tiempo una herramienta de trabajo sustancial, ya que ha permitido valorar los cambios que se han ido produciendo, básicamente tras los programas de repoblaciones ejecutados en las últimas décadas, y no solo en la superficie total, sino en su composición. En este último aspecto, el hecho de diferenciar las masas naturales de las de ori-
gen no documentado se manifestó como un dato básico para la elaboración de una serie de trabajos posteriores, como por ejemplo los relacionados con la gestión de recursos genéticos forestales, y, en especial, para el establecimiento de regiones de procedencia. El Inventario Forestal Nacional (IFN), como herramienta básica para la gestión forestal, ha ido evolucionando asimismo con el paso del tiempo. En pocos años se ha pasado de considerar exclusivamente clases diamétricas a la valoración de otra serie de elementos cada vez más complejos, como puede ser la riqueza en biodiversidad. Quizá el IFN, en lo relativo al formato en que se está manejando la información y en cómo llega finalmente al usuario, sea un buen ejemplo para ilustrar los cambios que se han producido sociedades estos años, pues desde su comienzo en los primeros inventarios en que se suministraba la información en publicaciones de papel, se ha pasado hoy en día a la información en formato digital de bases de datos, en muchos casos sin procesar, de modo que partiendo de la información suministrada, los utilizadores hacen sus propios desarrollos y resultados. Tampoco ha sido ajeno el sector forestal a los profundos cambios acaecidos en las redes de información. Tanto desde la Administración General del Estado
El Inventario Forestal Nacional (IFN), como herramienta básica para la gestión forestal, ha ido evolucionando con el paso del tiempo. En pocos años, se ha pasado de considerar exclusivamente clases diamétricas a la valoración de otra serie de elementos cada vez más complejos, como puede ser la riqueza en biodiversidad Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
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La ley 42/2007, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, creó el Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (IEPNB) como un inventario de inventarios. El sector forestal es activo partícipe de esta nueva iniciativa, ya que aporta más de la mitad de los componentes que integran el IEPNB
como desde las comunidades autónomas se han multiplicado los inventarios y catálogos de elementos relacionados con el medio natural, cuya gestión hoy día sería impensable sin los Sistemas de Información Geográfica (SIG), y la enorme cantidad de información georreferenciada que proporcionan (hay que recordar en este sentido que los SIG nacieron para gestionar los bosques canadienses). A pesar de la inercia propia de un sector con pocos recursos, el mundo forestal está incorporando todas estas nuevas tecnologías, como es el caso reciente del LiDAR, que actualmente es una gran fuente potencial de gestión del conocimiento de nuestras áreas forestales. La promulgación de la ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, contempló esta nueva realidad al constituir el Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (IEPNB) como un inventario de inventarios. El sector forestal es activo partícipe de esta nueva iniciativa, ya que aporta más de la mitad de los componentes que integran el IEPNB, incluidos el propio inventario forestal y el mapa forestal. Aunque la principal función es la de servir de centro armonizador de la información del medio natural para que exista a nivel nacional una información homogénea y consistente entre las distintas fuentes de orígenes, principalmente las procedentes de las CC. AA. y de la AGE, esta no es la única, pues sirve además de enlace con la Unión Europea, en cuanto a la información que es preceptivo proveer a esta, así como a través del Banco de Datos de la Naturaleza, clave para difundir entre el gran público cuanta información se halla disponible tanto para la realización de trabajos técnicos como para uso lúdico.
La integración de la información forestal con la del medio natural ya estaba contemplada en el Artículo 28 de la actual Ley de Montes, estableciéndose la obligación de elaborar y publicar un informe forestal español. Es preocupante que en el borrador de modificación de esta Ley, que se encuentra en fase de tramitación, dicho artículo se haya eliminado, lo que irá en sentido contrario a los esfuerzos realizados hasta la fecha para disponer de una fuente de información única. Eso llevaría a una separación aún mayor del sector forestal del resto del medio natural, del que no se debería haber separado, además de favorecer la duplicación de esfuerzos en todo lo referente a la información relacionada con el medio natural sin contemplaciones sectoriales. Hasta el momento lo ganado en cuanto a la integración de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en el sector forestal y, en un sentido amplio, en el medio natural ha sido mucho. Se puede decir incluso que los diferentes equipos que trabajan para la gestión del medio natural en estos aspectos tienen un comportamiento modélico a pesar de las penurias económicas. Esto ha sido posible gracias a una legislación avanzada que ha contemplado esta integración de las TIC en la legislación sectorial, como han sido las leyes de Montes y del Patrimonio Natural y la Biodioversidad, y posteriormente el Real Decreto que desarrolla el IEPNB. Sería de desear que en estos tiempos en que se está produciendo un reajuste legislativo de todas estas normas, el desarrollo de las nuevas tecnologías en el sector no se vea menoscabado por visiones cicateras, cuando no meramente partidistas. Esperamos un ejercicio de responsabilidad y visión de futuro. Porque, nadie lo olvide, eso es lo que la sociedad espera y demanda.
La integración de la información forestal con la del medio natural ya estaba contemplada en el Artículo 28 de la actual Ley de Montes. Es preocupante que en el borrador de modificación de la Ley de Montes que se encuentra en fase de tramitación este artículo se haya eliminado. 2
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Fe de erratas del número 56 - El número de la ficha de plagas y enfermedades forestales que aparece en el sumario es incorrecto, ya que se trata de la “n.o 43” y no de la “n.o 42”. - En el artículo “Pasado, presente y ¿futuro?. Ejemplos de especies exóticas invasoras de alto impacto”, en la página 16 pone “el Jacinto de agua (Eichhornia crassipes), calificada con…” cuando debería poner “calificada como”. - En el artículo “El bosque productor”, en el pie de foto de la página 86 indica “aprovechamiento del corcho. Descorche del árbol” cuando debería poner “Aprovechamiento de piñón”. - En artículo “Cálculo de estructuras biológicas. Procesos de marginalización” se considera“ como colaboración técnica, no de “opinión técnica”. - La fotografía de portada era de José González Granados.
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ACTUALIDAD
ENTREVISTA
Enrique Julián Fuentes, director general de Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura
“Hoy por hoy, la biomasa eléctrica precisa ayuda pública para ser viable” Ismael Muñoz Linares
Enrique Julián Fuentes es Ingeniero Técnico Forestal y ocupa, desde las últimas elecciones autonómicas, el puesto de director general de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura. Es natural de Plasencia y ha sido socio y director general de la empresa Ambienta Ingeniería y Servicios de Extremadura S.L. por lo que conoce bien la realidad forestal extremeña. Su experiencia profesional, su juventud (34 años) y su procedencia de la empresa privada dibujan un perfil dinámico de alguien que es consciente de la necesidad de dar un impulso definitivo a un sector fundamental para Extremadura.
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Usted es el máximo responsable de una dirección general con muchas competencias. ¿Esto es una ventaja o un inconveniente?¿Es mejor gestionarlo todo bajo una sola dirección o es excesivo el trabajo para prestar atención a todos los detalles? Tener tantas competencias tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Es bueno coordinar bajo un mismo criterio las actuaciones que se realizan en el medio natural. Por ejemplo, la prevención de incendios forestales está muy ligada a la gestión y ordenación forestal, pues una correcta planificación favorece la lucha contra el fuego en verano. A su vez, la caza, la pesca y la conservación de la naturaleza están íntimamente vinculadas entre sí, pues gestionan recursos naturales de fauna y flora, que, no lo olvidemos, son a la vez recursos económicos. Por último, desde el Servicio de Protección Ambiental se informan y corrigen los posibles impactos que se
producen en el entorno natural, como medida de protección frente a las actuaciones solicitadas en el medio. Se pretende que haya coordinación e igualdad de criterios entre los distintos servicios de la Dirección General que, en nuestro caso, se consigue estando rodeado del mejor equipo técnico y humano posible. ¿En qué momento se encuentra la elaboración de los planes de gestión de la red Natura 2000? ¿Para cuándo los tendrán terminados? Los 148 lugares (ZEPA y LIC) que integran la red Natura 2000 en Extremadura suponen el 30,2 % de la superficie regional, es decir, más de 1.257.000 ha. La elaboración de los Planes de Gestión requiere un esfuerzo técnico considerable. En Extremadura, hemos optado por elaborar un documento de Directrices Generales de Gestión de la Red Natura 2000, que incluirá tanto las medidas de conservación para los hábitats naturales y las especies objeto de protección
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como los Planes de Gestión de cada uno de los espacios. Actualmente se encuentra en fase de redacción, habiéndose completado el 70 % del trabajo previsto. Las Directrices de Gestión de Red Natura 2000 en Extremadura se espera que estén terminadas en el último trimestre de 2013, si bien la tramitación necesaria para su aprobación definitiva se prolongará durante los primeros meses de 2014. ¿Cómo entiende usted la red Natura 2000? La Red Natura 2000 es una red europea de espacios naturales protegidos vinculados entre sí. Los espacios naturales protegidos se distinguen por los valores ambientales que poseen, repercutiendo directamente en la riqueza y la biodiversidad de un lugar. A mayor biodiversidad, mayor cantidad de recursos naturales y, por tanto, mayor riqueza. La clave está en poner en marcha un desarrollo económico compatible con la conservación de la naturaleza. ¿Qué clase de gestión debe hacerse en la red Natura? Es importante disponer en los espacios naturales de unos instrumentos de planificación y gestión que permitan el desarrollo socioeconómico al tiempo que se garantiza la conservación de la naturaleza. Permitir dentro de dichos espacios actuaciones tradicionales como la agricultura, la ganadería, los aprovechamientos forestales, la caza y la pesca donde proceda, potenciando el uso turístico o deportivo, ayuda a que los habitantes de las poblaciones incluidas dentro de la red Natura aceptan esta condición y puedan convivir en armonía con las figuras de protección. La Red Natura2000 es una gran desconocida para la gran mayoría de la población y, sin embargo, su existencia va a condicionar determinadas actividades y a potenciar otras. ¿Cómo se puede paliar este desconocimiento para que la Red sea un éxito y toda la población participe de unos mismos objetivos? Es cierto que gran parte de la población desconoce el significado y la esencia de Natura2000. Las administraciones públicas debemos dar más publicidad e información al ciudadano en este asunto. El Gobierno de
Extremadura, a través de la Dirección General de Medio Ambiente, tiene previsto celebrar el próximo mes de mayo una jornada informativa con motivo del XX aniversario de la red Natura. En esta jornada pretendemos acercar la Red al ciudadano, explicando cómo han cambiado determinados territorios incluidos dentro de dicha red como consecuencia de las inversiones realizadas en aquellos lugares y mostrando los beneficios obtenidos en lo que a calidad ambiental y recursos naturales se refiere.
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En ocasiones, la existencia de una determinada especie o la declaración de un espacio natural protegido ha frenado la realización de infraestructuras o actividades económicas por entenderse lesivas para el medio natural. En otras ocasiones se ha interpretado de forma distinta la ley, o directamente se ha cambiado la legislación, para permitir esas mismas actividades en otros lugares. ¿Cree usted que los ciudadanos entienden estas decisiones? Es evidente que cuando esto ocurre alguien pueda no entenderlo y con
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La biodiversidad extremeña es una fuente importante de recursos naturales y económicos. Pero para generar empleo debe funcionar el eje biodiversidad, instrumentos de gestión, operadores turísticos, divulgación y publicidad.
razón, pero esto sucede porque no se mantiene el mismo criterio siempre. Para que este hecho no se repita, es necesario disponer cuanto antes de los planes de gestión de los espacios naturales protegidos. De este modo, no habrá lugar a la interpretación y estarán todas las posibilidades de actuación recogidas en un documento normativo de carácter público. Extremadura tiene una enorme riqueza de biodiversidad, ¿cómo valoran los extremeños esta riqueza natural?. ¿Qué es necesario hacer para que esa riqueza natural se entienda como una oportunidad y no como un problema para el desarrollo? Los extremeños valoramos muy positivamente nuestra riqueza natural. El problema es que hasta la fecha no hemos sabido sacarle el jugo necesario para poder crear un tejido empresarial que lo explote de manera compatible con la conservación de la naturaleza. Se están dando pasos importantes con la revisión y la nueva redacción de los planes de gestión de los espacios naturales protegidos, en los que se regula la zonificación del territorio y los usos permitidos. Además, se está proyectando cada vez más la imagen de una Extremadura natural, abierta a actividades como la navegación, el senderismo, el turismo ornitológico o la fotografía de naturaleza.
¿De qué manera puede la biodiversidad producir beneficios económicos directos, más allá de las evidentes externalidades que nos da? La biodiversidad extremeña es una fuente importante de recursos naturales y económicos. A mayor biodiversidad, mayor riqueza de un espacio, pues atrae, entre otros, al turismo de naturaleza. Tenemos algo muy importante que es el potencial, lo que nos falta es aumentar el grado de implicación del tejido empresarial y que lo explote de manera ordenada y sostenible, toda vez que desde la administración regional se trabaja sin descanso para zonificar el territorio y delimitar los usos permitidos en los enclaves naturales protegidos. Para generar empleo debe funcionar el eje biodiversidad, instrumentos de gestión, operadores turísticos, divulgación y publicidad. ¿Qué papel debe jugar el sector forestal en el desarrollo rural de Extremadura? El sector forestal juega un papel muy importante en el desarrollo rural de Extremadura, dado que es una región con una superficie forestal superior al 60 %. Las inversiones realizadas con fondos europeos generan empleo directo en el monte y en el medio rural, pero también empleo indirecto en talleres, ferreterías, gestorías o restaurantes. El objetivo es buscar beneficios directos asociados al monte como, por
ejemplo, la madera, las piñas, las setas, la resina o el aprovechamiento cinegético. Debemos trabajar para conseguir una gestión integral del monte que arroje beneficios directos e indirectos. ¿Cuáles son los puntos fuertes del sector forestal extremeño y cuáles son los débiles? El punto más fuerte es su importante super ficie forestal y el valor potencial de producciones de madera, corcho, setas, caza, miel, frutos... Las debilidades se centran en el reducido valor productivo de los montes, es decir, debido a las condiciones climatológicas y altitudinales, en Extremadura no se dispone de suficientes terrenos donde puedan desarrollarse especies forestales de gran valor económico como el pino silvestre o frondosas maderables como haya, castaño o nogal. Además, habría que incidir en el desarrollo de potenciales nichos de mercado como el de las setas, frutos forestales o la biomasa. El aprovechamiento de biomasa forestal con fines energéticos parece presentarse como una oportunidad real e inmediata para la creación de empleo rural y la obtención de beneficios de los montes. ¿Cuáles son sus planes para Extremadura? El pasado 6 de marzo se publicó el Decreto 13/2013, de 26 de febrero,
Los extremeños valoramos muy positivamente nuestra riqueza natural. El problema es que hasta la fecha no hemos sabido sacarle el jugo necesario para poder crear un tejido empresarial que lo explote de manera compatible con la conservación de la naturaleza. 6
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por el que se regula el procedimiento administrativo para la realización de determinados aprovechamientos forestales y otras actividades en la Comunidad Autónoma de Extremadura. En este decreto, se regula en su disposición adicional sexta el régimen de los cultivos energéticos forestales y se crea el Registro de Cultivos Energéticos Forestales, con el que se pretende solventar las dificultades para certificar el origen y sostenibilidad de la biomasa forestal con fines energéticos. El desarrollo de esta disposición se realizará mediante Orden, de próxima publicación, en la que se concretarán los requisitos y trámites para la declaración de cultivos energéticos forestales, así como para su inclusión en el Registro de Cultivos Energéticos. Al mismo tiempo estamos valorando la posibilidad de elaborar un decreto de ayudas a la instalación de cultivos energéticos forestales en terrenos marginales de regadío, de acuerdo con las expectativas de instalación de nuevas plantas de cogeneración con biomasa forestal en la Comunidad Autónoma. ¿Puede arrancar el mercado de la biomasa con fines eléctricos sin ayudas públicas? Hoy por hoy la biomasa eléctrica precisa ayuda pública para ser viable. No obstante, para la producción de energía eléctrica a partir de biomasa se justifica un tratamiento específico con respecto al resto de energías renovables, por razones obvias. En primer lugar, por su dimensión social, al ser la tecnología que más puestos de trabajo genera. Pero también por su
componente de desarrollo rural, ya que dicho empleo se crea eminentemente en los núcleos rurales, en ámbitos muy ligados al sector agrícola y al forestal. Y en último término, porque contribuye a mantener limpios nuestros montes y a prevenir los incendios. Todo ello hace que las primas que reciba la biomasa eléctrica se vean holgadamente compensadas por los beneficios que va a generar en términos de reducción del déficit público, de creación de empleo, de mejora del medio ambiente y de reducción de nuestra dependencia energética del exterior. ¿Por qué ha sufrido tantos y tan graves incendios forestales Extremadura en los últimos años? Yo no creo que haya habido tantos y tan graves incendios en Extremadura en los últimos años, con la excepción del año 2003. Sí que es cierto que tanto en Extremadura como en el resto de España se producen graves incendios cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables. La razón es que el combustible vegetal se va acumulando en el campo y en los montes por motivos conocidos por todos. Por ejemplo, para este año, la cantidad de pasto que se va a generar no va ser aprovechado por el ganado como hace unos años, sencillamente porque hay menos ganado. Así sucede con otros aprovechamientos y trabajos en declive. En cuanto al monte, el Gobierno extremeño ha realizado para este 2013 un importante esfuerzo presupuestario para mejorar las infraestructuras de defensa de los montes de utilidad pública, así como
para el tratamiento de la superficie forestal, mediante clareos, claras, podas y desbroces. Depende además de las condiciones meteorológicas del verano, fundamentalmente olas de calor por convección sahariana, con muy bajas humedades relativas. Desgraciadamente, estas situaciones parecen ser cada vez más frecuentes. ¿Qué medidas piensa tomar para evitar y combatir los incendios forestales? En materia de prevención de incendios, este año se destinarán más de 19 millones de euros, procedentes de fondos europeos, para los trabajos preventivos en el monte. Con este presupuesto se trabajará en mejora de infraestructuras de defensa, construcción y mantenimiento de áreas y fajas cortafuegos y tratamientos selvícolas que disminuyan el combustible vegetal. Además, se cuenta con el dispositivo regional del Plan INFOEX, con un presupuesto para esta campaña superior a los 30 millones de euros y en el que trabaja un dispositivo formado por cerca de 900 personas. Por último, recientemente se ha firmado un convenio con la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura para inculcar los valores ambientales y las consecuencias derivadas de un incendio forestal entre los más pequeños, que no olvidemos, serán los mayores del futuro. Usted proviene de la empresa privada que, a menudo, se queja de excesivo celo en la administración pública, de demasiada burocracia y de competen-
Para la producción de energía eléctrica a partir de biomasa se justifica un tratamiento específico con respecto al resto de energías renovables, por razones obvias. En primer lugar, por su dimensión social, al ser la tecnología que más puestos de trabajo genera. Pero también por su componente de desarrollo rural, ya que dicho empleo se crea eminentemente en los núcleos rurales, en ámbitos muy ligados al sector agrícola y al forestal. Y en último término, porque contribuye a mantener limpios nuestros montes y a prevenir los incendios. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
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Los principales ejes de actuación de la Estrategia Extremeña contra el Cambio Climático serán: el fomento de las energías renovables y la eficiencia energética; establecer modelos de movilidad sostenible; promover el uso de transporte público y fomentar el efecto sumidero con apoyo decidido a la gestión forestal de los ecosistemas de dehesa, de montaña y de todas las masas forestales
cia desleal con asignaciones directas de trabajo a las empresas públicas como principales impedimentos para que se desarrolle un tejido empresarial forestal moderno y generador de empleo ¿Existe realmente ese desencuentro entre la empresa privada y la administración pública? ¿Qué papel le asigna usted a las empresas privadas en el sector forestal extremeño? No existe tal desencuentro porque hay comunicación fluida entre la administración competente y los representantes de las empresas forestales. Es bueno que haya esta comunicación, porque dichas empresas son las que ejecutan los trabajos que se licitan públicamente. Además, se cuenta con ellos para la elaboración de los decretos normativos y de ayudas, mediante el Consejo Asesor Forestal, que suele reunirse cuando hay medidas importantes pendientes de publicación. Las empresas forestales extremeñas gozan de un alto grado de especialización y prestan un servicio envidiable a la administración. Son un canal de creación de empleo importante y una garantía para el desarrollo de los trabajos encomendados, si bien es cierto que deben ayudar a la administración a buscar nuevos nichos de mercado para que el monte o los terrenos forestales tengan un carácter productivo. Las empresas forestales extremeñas funcionan bien cuando se dispone de un amplio presupuesto en materia de inversión pública, pero ¿qué ocurriría si esta inversión disminuyera en los próximos años?. Es un ejercicio que debemos resolver entre todos. Ustedes revisan en estos momentos la Estrategia Extremeña contra el Cambio Climático, ¿cuáles son sus principales ejes de actuación?. ¿Qué
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papel jugarán los bosques en esta estrategia? Continuaremos trabajando en los objetivos ya definidos, mejorando sus contenidos e introduciendo otros nuevos en función de los conocimientos existentes. Los principales ejes de actuación serán: fomento de las energías renovables y la eficiencia energética; establecer modelos de movilidad sostenible; promover el uso de transporte público, y fomentar el efecto sumidero con apoyo decidido a la gestión forestal de los ecosistemas de dehesa, de montaña y de todas las masas forestales. Los bosques representarán un papel muy importante en la política de actuación en materia de cambio climático, por su importancia como sumidero (captación de CO2 y otros gases contaminantes) y su contribución en la producción de biomasa.
Además regulan el ciclo hidrológico, reducen la erosión y determinan el paisaje. De ahí que hayamos publicado una línea de ayudas dotada con 22,5 millones de euros para la ayuda a la regeneración de la dehesa, que es la más importante extensión forestal y en biodiversidad de Extremadura. Continuaremos con la política de reforestación de tierras agrarias, mejora de los bosques y prevención y lucha contra los incendios forestales. ¿Qué objetivo cree que debe marcarse la estrategia regional contra el cambio climático? ¿Es suficiente con cumplir el 20-20-20 de la UE? El objetivo fundamental es prever y prevenir los efectos y modificaciones que el cambio climático pueda producir en la población y en los recursos naturales, mediante actuaciones en
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materia de adaptación y de mitigación recogidas en los Planes de adaptación y los Planes de acción. Extremadura, como Región Europea, tiene que cumplir con los compromisos adquiridos por la Unión Europea y del Estado Español, enfocando sus actuaciones hacia una economía eficiente y baja en carbono. En Extremadura se ha apostado por un desarrollo energético a través de las energías renovables, fundamentalmente termosolar y fotovoltaica, siendo muy importante la producción de energía hidroeléctrica y en menor medida la biomasa y los biocarburantes. Así, el objetivo de producción de energías renovables se ha alcanzado ampliamente, suponiendo un 25 % del total de la energía producida. Continuando con esta tendencia, Extremadura cumplirá con el objetivo de la UE, e incluso lo superará. En relación con la segunda parte de la pregunta, indicar que para mitigar las consecuencias que pueda producir el Cambio Climático no son suficientes los objetivos 20-20-20 en el contexto global y hay que realizar un mayor esfuerzo en toda Europa y en los países desarrolla-
dos y emergentes. Ya se está hablando, en el contexto internacional, de reducir aún más las emisiones hasta un 30 % respecto al año base (1990). ¿Qué otros objetivos se ha marcado en el área de protección ambiental para los próximos años? En los aspectos normativos, adaptar las directivas y reglamentos que la UE desarrolle y legisle, así como la legislación que se produzca de carácter nacional en las materias de cambio climático, calidad del aire, emisiones, residuos, evaluación ambiental, suelos contaminados, ecoauditorías y etiqueta ecológica. En este sentido, se va a revisar la Ley de Prevención y Calidad Ambiental de la Comunidad Autónoma de Extremadura para que, sin perder objetivos medioambientales, se agilicen los procedimientos de evaluación y de autorizaciones ambientales, al objeto de facilitar a los promotores una tramitación más ágil. Una reciente sentencia del Tribunal Constitucional declara inconstitucional las leyes extremeña y asturiana
que eximía a los médicos de la sanidad pública estar colegiados para ejercer su profesión. ¿Qué papel le asigna usted a los colegios profesionales en la defensa del medioambiente en general y del sector forestal en particular? Los colegios profesionales agrupan a gran parte de los técnicos que trabajan por y para el medioambiente y, por tanto, son esenciales para el sector forestal y para el medio rural. Desde los colegios se hace además una labor muy importante de difusión de la labor forestal y medioambiental y se divulga, entre los colegiados, gran parte de la información que procede de las administraciones. Como administración pública ¿qué valor le da al visado de los proyectos forestales? La Administración no exige visado a los proyectos que se presentan en la misma por hacer su Servicio de contratación de oficina supervisora. Aun así, en las convocatorias de ayudas se solicita la firma de técnicos competentes que puede acreditarse mediante los visados, estimándose conveniente aunque no obligatorio.
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ACTUALIDAD
En España existe mucha información sobre los elementos que conforman nuestro patrimonio natural, pero es heterogénea, está dispersa y, aun en la era digital, es de difícil acceso. La Administración General del Estado tiene la obligación de hacer accesible a la sociedad la información generada en las comunidades autónomas relacionada con la gestión en los procesos de toma de decisiones europeo e internacional.
Blanca Ruiz Franco Jefe de Área del Banco de datos de la Naturaleza Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
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Inventarios naturales
Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad
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n el año 1992, el Convenio de Diversidad Biológica, en su artículo 7, estableció la necesidad de inventariar y hacer un seguimiento de la biodiversidad (ecosistemas, especies y genes) para alcanzar los objetivos del Convenio en relación a la conservación y el uso sostenible de la misma. Atendiendo a este objetivo, las administraciones, sobre todo la nacional y las autonómicas, además de centros de investigación, ponen en marcha numerosas iniciativas para inventariar y hacer seguimientos, sobre todo en cuanto a ecosistemas y especies. Por el contrario, no existen casi trabajos a nivel genético, más allá del ámbito de los recursos genéticos forestales. La captura de la información, aún hoy, veinte años después, se hace de manera dispersa y heterogénea y, lo que es peor, ha dado lugar a datos duplicados y, en muchos casos, inaccesibles. Los trabajos cuyos resultados se difunden mediante informes, publicados en papel o en formatos de almacenamiento de documentos digitales con textos, gráficos y mapas puede considerarse que han perdido los datos de origen, ya que los microdatos utilizados en el proceso de análisis no se hacen accesibles fuera del círculo de los autores. En general, los datos se toman sin establecer una armonización conceptual y metodológica, mas allá del ámbito territorial que se quiere inventariar. En pocos casos se tienen en cuenta estructuras de almacenamiento comunes (modelos de datos), listas de códigos controlados (lista patrón) o estándares internacionales que permitan agregar los datos recogidos en el territorio inventariado
en escalas superiores como pueden ser las autonómicas o la nacional, todavía menos a escala europea o internacional. Es paradigmático que, tras más de cuarenta años, el inventario más prolífico en datos sobre el patrimonio natural en España, el Inventario Forestal Nacional, no haya conseguido que el concepto de “bosque”, terreno arbolado con fracción de cabida cubierta igual o superior al 10 %, sea utilizado por todas las comunidades autónomas en la elaboración de sus cartografías de usos del suelo o de vegetación. El Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad nace con una filosofía holística e integradora, basada en los principios de coordinación, cooperación, rigor científico-técnico y acceso a la información. El Inventario es el instrumento para el conocimiento creado por a la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y desarrollado por el Real Decreto 556/2011, de 20 de abril. Es un inventario de inventarios, pues está formado por inventarios, catálogos, registros y listas que permiten conocer la distribución, abundancia, estado de conservación y utilización de nuestro patrimonio natural y biodiversidad, prestando especial atención a los elementos que precisen medidas específicas de conservación o que hayan sido declarados de interés comunitario. Es un instrumento de carácter informativo, que constituye la principal herramienta de conocimiento y apoyo a las decisiones estratégicas que las administraciones públicas toman en materia de conservación, gestión y uso de nuestro patrimonio natural y de la biodiversidad.
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El principal objetivo de este Inventario es disponer de un instrumento para la conservación y el uso sostenible del patrimonio natural, con base en una información objetiva, fiable y comparable a nivel nacional, a partir de la cual se podrán: 1. Elaborar políticas de conservación, gestión y uso sostenible. 2. Difundir a la sociedad los valores del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. 3. Contribuir como fuente de información para atender a los requisitos de información de los compromisos internacionales. La coordinación de este Inventario se realiza a través del Comité del Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, creado en la Disposición adicional primera del Real Decreto 55//2011. Es un órgano de coordinación entre administraciones, con competencias de informe y propuesta, adscrito a la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. En él están representadas las comunidades y ciudades autónomas, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Ministerio de Fomento -mediante el Instituto Geográfico Nacional (IGN)- y el Ministerio de Economía y Competitividad -mediante el Instituto Geológico y Minero (IGME)- , así como el nodo español de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF). Este Comité está considerado como Grupo de Interés vinculado al Centro Nacional de Referencia en materia de biodiversidad y montes de la Red EIONET (Red Europea de
Información y Observación del Medio Ambiente), dependiente de la Agencia Europea de Medio Ambiente. A efectos de lo previsto en el Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, para el desarrollo del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, el Inventario cuenta con tres instrumentos: 1. Los componentes, treinta temas que se han identificado relativos al patrimonio natural y la biodiversidad 2. Un Sistema de Indicadores que permiten analizar sintéticamente sus principales características. 3. Un Informe anual sobre el estado y evolución del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Los componentes a identificación de los componentes a tener en cuenta en el Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad fue un trabajo de consenso, realizado por los técnicos de la extinta Dirección General de Medio Natural y Política Forestal durante el proceso de redacción del desarrollo reglamentario del IEPNB. Para la identificación de los componentes se tuvieron en cuenta las dos leyes básicas sobre la naturaleza en España: La Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, y la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Hay un gran número de componentes creados en la Ley de Patrimonio que no se habían puesto en marcha en el momento de la redacción del Real Decreto, por lo que se estimó oportuno establecer un calendario progresivo para ello en la disposición adicional segunda.
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Esquema conceptual
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La principal tarea del Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (IEPNB) es establecer las normas y criterios comunes que nos permitan normalizar la información que se genera relativa al patrimonio natural y la biodiversidad.
Los componentes prioritarios, descritos en el anexo II, tienen que estar disponibles en un año desde la entra en vigor del Real Decreto 556/2011, es decir, desde el 21 de abril de 2012. En el caso de los componentes fundamentales, el resto de los componentes identificados en el anexo III, se incorporarán a más tardar en dos años desde la entrada en vigor del real decreto, salvo aquellos para los que se establece un desarrollo reglamentario. Establecer conceptualmente el objeto de cada inventario, catálogo, etc. es una tarea a realizar en colaboración estrecha con los técnicos responsables en cada una de las áreas temáticas (componente) identificadas; son ellos los que tienen que indicar los elementos que lo constituyen, sus características y su estructura. La labor del IEPNB, a través del comité, es coordinar, estableciendo las normas técnicas que adapten esos conceptos y sus características en bases de datos y cartografía asociada permitiendo la interoperabilidad de los datos en sistemas distribuidos. De tal manera que el almacenamiento de los datos sea diseñado tendiendo en cuenta los usos para los que se capturaron, pero abierto a otros usos actuales o futuros aún no identificados. El ejemplo paradigmático de este trabajo coordinado ha sido la elaboración de la lista patrón de los hábitats marinos presentes en las aguas españolas. Mediante la participación de expertos de universidades, el CSIC, el Instituto Español de Oceanografía y las administraciones autonómicas y nacional en el grupo de trabajo de hábitats marinos se han identificado y clasificado jerárquicamente los hábitats marinos así como su relación con los sistemas de clasificación utilizados a nivel europeo y en convenios internacionales.
El Banco de Datos de la Naturaleza a través de su historia administrativa 1985, ICONA Subdirección General de Protección de la Naturaleza Se crea el Sistema de Información Forestal Nacional (SINFONA) 1995, MAPA Dirección General de Conservación de la Naturaleza Creación del Banco de Datos de la Naturaleza (Real Decreto 1055/1995) 1996, MMA Dirección General de Conservación de la Naturaleza Elabora y actualiza el Banco de Datos de la Naturaleza 2000, MMA Dirección General de Conservación de la Naturaleza Elaboración y actualización del Banco de Datos de la Naturaleza 2004, MMA Dirección General de la Biodiversidad Elaboración del Banco de Datos de la Biodiversidad dentro de la Subdirección General del Coordinación y Banco de Datos de la Biodiversidad. 2008, MARM Dirección General de Medio Natural y Política Forestal Elaboración del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2012, MAGRAMA Dirección General de Calidad y Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural Elaboración del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad
El sistema integrado de Información: El Banco de Datos de la Naturaleza a gestión de toda la información disponible en el IEPNB se hace a través de un sistema integrado de información denominado Banco de Datos de la Naturaleza (BDN). No es un sistema de nueva creación, pues el BDN nace, funcionalmente, el año 1985, y administrativamente, justo diez años más tarde, ante la necesidad de unificar la información para la elaboración del Inventario Forestal Nacional. Pocos años después se fue afianzando como sistema de almacenamiento de la información cartográfica necesaria para cada una de las áreas de la por entonces Dirección General de Conservación de la Naturaleza. En principio se diseñó como un repositorio de datos único para evitar duplicidades y asegurar el acceso a la información más actualizada. En el presente es aún un sistema isla, ya que no existe en principio ningún otro sistema que permita acceder a la información de un área temática en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
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Como sistema integrado tiene que ser versátil, permitiendo una revisión periódica que admita ser actualizado fácilmente. No obstante, tienen que contener herramientas que nos permitan cumplir con las funciones asignadas en el Real Decreto: armonización, análisis y difusión de la información incluida en el Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad: Armonización • Almacenamiento de datos mediante un sistema de gestión de bases de datos con referencia geográfica, que permita la generación de procesos automatizados desde la toma de datos en campo, preferiblemente utilizando los dispositivos móviles. • Sistema de control de calidad, para lo cual es indispensable que la documentación se realice mediante metadatos estandarizados según normas ISO. Análisis
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Componentes Prioritarios del IEPNB Son aquellos inventarios identificados en el Anexo II del Real Decreto 55//2011, de 11 de mayo, considerados de referencia para el resto de los componentes y base de las estadísticas e informes nacionales e internacionales elaborados por el Ministerio. • Producción del sistema de indicadores, mediante la elaboración de estadísticas, parámetros descriptores e indicadores, sensu stricto. • Elaboración de herramientas para la evaluación de cambios, la modelización de respuestas ante diferentes escenarios, etc. Difusión • Acceso a la información, preferiblemente electrónico, tanto de los microdatos como de los metadatos, indicadores o informes. • Interacción con la sociedad, mediante el uso de redes sociales: foros, wikis, etc., para la percepción de las necesidades de personas físicas y jurídicas. En principio se diseña como un sistema centralizado, ya que algunas de las funciones, como las de análisis, son más fáciles y seguras si están centralizadas, pero el diseño del sistema tiene que permitir unidades distribuidas. La información asociada a cada uno de los componentes del inventario disponibles en el sistema de información se ajustará a los criterios de calidad definidos para cada componente, y con carácter general: a) Deberán estar disponibles en el ámbito territorial definido en este inventario, sin perjuicio de que puedan ser completados o suplementados, a su vez, por otros elementos parciales desarrollados para ámbitos territoriales concretos. b) La actualización de la información será permanente, teniendo en cuenta la naturaleza de cada componente. c) Incluirán aquella información alfanumérica, multimedia, documental, geográfica o de cualquier tipo siempre que esté en formato electrónico. d) Se crearán y mantendrán actualizados los metadatos conforme al Reglamento n.o 1205/2008 de la Comisión, de 3 de diciembre de 2008, por el que se ejecuta la Directiva 2007/2/CE del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que se refiere a metadatos. e) Con miras a efectuar una normalización terminológica que permita mejorar el acceso y la comunicación entre los usuarios del inventario se utilizarán diccionarios de datos únicos que construyan un vocabulario controlado y estructurado formalmente, formado por términos que guarden entre sí relaciones semánticas y genéricas (de equivalencia, jerárquicas y asociativas) como un dominio en el cual se utilizará un identificador numérico, un nombre textual y, de manera opcional, una descripción o definición. Las fuentes de información son principalmente las administraciones, pero se establece la posibilidad de canalizar el conocimiento científico incluyendo la información generada
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en centros de investigación, universidades o por los propios ciudadanos, siempre que cumplan las condiciones de recogida de la información y esta pase los controles de calidad establecidos. Esta diversidad de fuentes está recogida en la propuesta de política de datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) para los próximos años. A fin de hacer posible el trabajo coordinado entre todas las fuentes de información, se establece un modelo de datos para cada componente que permita armonizar la información, simplificar su compilación y facilitar su acceso y explotación. Como mínimo contendrá: a) Identificación: denominación y codificación única. b) Localización geográfica: según lo dispuesto en el Real Decreto 1071/2007, de 27 de julio, por el que se regula el sistema geodésico de referencia oficial en España. c) Localización administrativa: según el Reglamento (CE) 105/2007 de la Comisión, de 1 de febrero de 2007, por el que se modifican los anexos del Reglamento (CE) 1059/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece una nomenclatura común de unidades territoriales estadísticas (NUTS). d) Fuente de información: incluye la identificación única e inequívoca del origen del dato, incluido el año de realización
Convenio sobre la diversidad Biológica. Naciones Unidas, 1992 Artículo 7. Identificación y seguimiento Cada Parte Contratante, en la medida de lo posible y según proceda, en especial para los fines de los artículos 8 a 10: a) Identificará los componentes de la diversidad biológica que sean importantes para su conservación y utilización sostenible, teniendo en consideración la lista indicativa de categorías que figura en el anexo I; b) Procederá, mediante muestreo y otras técnicas, al seguimiento de los componentes de la diversidad biológica identificados de conformidad con el apartado a), prestando especial atención a los que requieran la adopción de medidas urgentes de conservación y a los que ofrezcan el mayor potencial para la utilización sostenible; c) Identificará los procesos y categorías de actividades que tengan, o sea probable que tengan, efectos perjudiciales importantes en la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica y procederá, mediante muestreo y otras técnicas, al seguimiento de esos efectos, y d) Mantendrá y organizará, mediante cualquier mecanismo, los datos derivados de las actividades de identificación y seguimiento de conformidad con los apartados a), b) y c) de este articulo.
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Otro de los instrumentos del IEPNB es el Sistema de Indicadores, mediante el cual se obtiene una visión sintética del estado y tendencias de aquel que pueda ser transmitida al conjunto de la sociedad y que apoye los procesos de toma de decisiones y alimente otros sistemas de información de escala supranacional. Sus resultados (valores y tendencias) y conclusiones se plasman anualmente en el informe. En el año 2013 no se ha creado aún el Sistema de Indicadores. Existen sistemas parciales de indicadores o descriptores sobre varios temas cubiertos por el Inventario. Sin embargo, ya se han identificado en los tres informes anuales elaborados aquellos requeridos por instituciones supranacionales, los cuales sirven de aproximación para la identificación del núcleo de indicadores que conformen el Sistema de Indicadores en el futuro. Los indicadores se han de diseñar basándose en variables perfectamente definidas, en la medida de lo posible con información ya disponible en amplias series temporales, para así atender con eficacia y diligencia los indicadores solicitados a nivel nacional. Cuando sea posible se incluirán umbrales y valores de referencia, establecidos mediante consenso científico, que alerten de un cambio crítico en la evolución del parámetro. El tercer y último instrumento del Inventario es la difusión de la información que lo integra. La síntesis se realiza en los informes anuales basándose en la información recogida en el Inventario y su Sistema de Indicadores. El Ministerio realiza un esfuerzo tecnológico al hacer accesible a cualquier ciudadano la información de origen, los microdatos, conforme lo establecido en la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan
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los derechos de acceso a la información, de participación púublica y de acceso a la justicia en materia de medioambiente. Aunque se sigue utilizando de manera residual la difusión mediante envíos físicos de la información, hay que destacar los medios de difusión catalogados dentro de las nuevas tecnologías, principalmente: el uso de Internet, a través del portal institucional del Departamento (www.magrama.es); las redes sociales, mediante la Plataforma Biodiversia, y el acceso a la información cartográfica, mediante smartphone. La red social Biodiversia es un proyecto conjunto con la Fundación Biodiversidad, que cuenta con el apoyo del Plan Avanza del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, por el cual se puso en marcha, en el año 2011, un espacio virtual cuyo objetivo es canalizar la participación pública poniendo a disposición de los ciudadanos la información oficial generada en el marco del IEPNB, con el fin de fomentar la educación y la sensibilización ambiental. Biodiversia contiene foros, chats, grupos, imágenes, vídeos y agenda de eventos, lo que la convierte en un instrumento participativo que permite incorporar las aportaciones ciudadanas y la interacción entre diferentes usuarios con intereses comunes en las diferentes materias comprendidas en el IEPNB: montes, fauna, flora, aprovechamientos naturales, espacios protegidos, etc. La ultima novedad es el acceso a la información cartográfica de algunos componentes del Inventario a través de dispositivos de telefonía móvil, tanto para equipos con sistema operativo Android como para iphone, como son el Mapa Forestal de España, la Red Natura 2000, los espacios naturales
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Materias
Ecosistemas
Fauna y Flora
Recursos Genéticos
Recursos Naturales
Espacios Protegidos o de interés
Efectos negativos sobre el Patrimonio natural y la biodiversidad
Componentes
Anexos
Catálogo Español de hábitats en peligro de desaparición
Anexo III
Inventario Español de Hábitats marinos (*)
Anexo II
Inventario Español de Hábitats terrestres (*)
Anexo II
Inventario Español de Zonas Húmedas
Anexo III
Inventario de paisajes
Anexo III
Mapa Forestal de España
Anexo III
Inventario Español de Especies terrestres (*)
Anexo II
Inventario Español de Especies marinas (*)
Anexo II
Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y Catálogo Español de Especies Silvestres Amenazadas
Anexo III
Inventario Español de Bancos de Material Biológico y Genético referido a especies silvestres
Anexo III
Inventario Español de Parques Zoológicos
Anexo III
Recursos Genéticos Forestales
Anexo III
Inventario Español de Caza y Pesca
Anexo III
Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales
Anexo III
Inventario Forestal Nacional (*)
Anexo II
Mapa de suelos del Programa de Lucha contra la desertificación en el Mediterráneo
Anexo III
Otros componentes de la Estadística Forestal Española (*)
Anexo II
Dominio público hidráulico
Anexo III
Dominio público marítimo-terrestre
Anexo III
Inventario de Espacios Naturales Protegidos, RN2000 y áreas protegidas por instrumentos internacionales (*)
Anexo II
Inventario Español de lugares de interés geológico
Anexo III
Inventario Español de Patrimonios Forestales. Catálogo de montes de utilidad pública (*)
Anexo II
Red de vías pecuarias
Anexo III
Zonas de Alto Riesgo de Incendio
Anexo III
Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Anexo III
Daños Forestales. Redes nivel I y II
Anexo III
Estadística General de Incendios forestales (*)
Anexo II
Inventario Nacional de Erosión de Suelos (INES) *
Anexo II
Red de Estaciones Experimentales de Seguimiento de la Erosión y la Desertificación (RESEL)
Anexo III
Registro Estatal de Infractores de Caza y Pesca
Anexo III (*) Componentes prioritarios
protegidos o las regiones de procedencia de las principales especies forestales españolas. Todos estos instrumentos de difusión no solo van encaminados a las administraciones, sino también al conjunto de
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Bibliografía MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTCIÓN Y MEDIO AMBIENTE; 2013. Informe 2011 sobre el estado del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en España. MAGRAMA. 290 páginas. Madrid. MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO; 2011. Informe 2010 sobre el estado del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en España. Organismo Autónomo Parques Nacionales. 169 páginas. Madrid. MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO;
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los ciudadanos, ya que la valorización de nuestro patrimonio natural puede frenar la descapitalización de los valores naturales y paisajísticos, superando así la dicotomía entre desarrollo y conservación.
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2011. Informe del Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Análisis de la situación, año 2009. Organismo Autónomo Parques Nacionales. 325 páginas. Madrid. Recursos informativos http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/inventariosnacionales/inventario-espanol-patrimonio-natural-biodiv/default. aspx http://biodiversity.europa.eu/ http://www.biodiversia.es/
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ACTUALIDAD
Se hace una descripción del Inventario Forestal Nacional desde su génesis hasta su estado actual así como de su previsible futuro. Aunque gran parte de los técnicos forestales de España conocen este trabajo, consideramos conveniente efectuar un repaso de su trayectoria de más de cuarenta años, al tiempo que se abordan posibles soluciones para un proyecto afectado también por la situación de crisis global. Por último, se describen los productos y las bases de datos disponibles, que pueden ser empleadas con otras muchas utilidades. Roberto Vallejo Bombín Jefe de Área de Inventario y Estadísticas Forestales MAGRAMA Vicente Jesús Sandoval Altelarrea. Jefe de Servicio de Inventario Forestal MAGRAMA
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Inventarios naturales
El Inventario Forestal Nacional
ANTECEDENTES ue a principios de los años sesenta, en el momento en que España empezaba a despegar económicamente después de la dura etapa autárquica de la posguerra, cuando los planes de desarrollo impulsados por una generación de tecnócratas que no querían perder de nuevo el tren de la modernidad articularon el nuevo escenario económico que se presentaba. En la administración forestal, las nuevas hornadas de ingenieros daban un impulso a la anquilosada técnica forestal; las unidades administrativas centralizadas que daban apoyo a todos los servicios periféricos de las provincias con gran tradición, como Plagas Forestales o Semillas y Plantas de Vivero, se fortalecieron con otras nuevas, como las de Incendios e Inventario Forestal. Este último surgió para proporcionar una idea más exacta sobre nuestros montes y sus existencias a través de lo que sería el Primer Inventario Forestal Nacional (IFN1). El proyecto, que tras una fase de planificación se inició en 1964, duró más de diez años (1977). En ese periodo se recorrieron las cincuenta provincias españolas, de las que se obtuvo un profundo conocimiento de sus montes arbolados. Era la primera vez que se cuantificaba no solo la superficie de nuestros montes, sino también su estructura y los valores dasométricos (densidades, estructuras diamétricas, volúmenes, crecimiento, etc.) y dendrométricos (ecuaciones de cubicación y valores unitarios) de las especies arboladas. Se tenía así un conocimiento del sector que era necesario para el despegue económico del país. Tras unos años de “sequía” administrativa, y después de disminuir considerablemen-
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te el valioso capital humano que en forma de técnicos había acumulado el Servicio, se inició en 1986 el Segundo Inventario Forestal Nacional (IFN2), esta vez de la mano primero de la empresa TRAGSA y después de la de TRAGSATEC, al perderse el interés por reconstituir el equipo del IFN1 y seguir con trabajos ejecutados por administración. Este IFN2, al igual que lo fuera el IFN1 en su tiempo, fue novedoso para la época, estableciendo una metodología que se ha mantenido hasta nuestros días. Se creo el Sinfona (Sistema de Información Forestal Nacional)1, precursor del actual Banco de Datos de la Naturaleza. Se basaba en la utilización de los sistemas de información geográfica (SIG), con lo que la cartografía de temática forestal se unía de forma indisoluble al proyecto del IFN. Con la utilización de los SIG se abrió un amplio abanico de posibilidades, tanto en la realización y el procesado de los datos como en el uso posterior de estos. A partir de aquí, el IFN adquiere una doble utilidad: la inmediata, que proporciona la información procesada y que aparece en las publicaciones del IFN, y por otra, las bases de datos generadas, tanto las bases geográficas resultantes como las alfanuméricas procedentes de los datos de campo y las obtenidas en los pasos intermedios del proceso. Fue en el IFN2 donde se establecieron las bases para el proyecto actual. Se fijó la red de parcelas permanentes, que suman alrededor de 90.000. Se materializó su permanencia mediante un rejón metálico enterrado que situaba el centro de la parcela sobre el terreno, de tal manera que en cada ciclo, estimado en diez años, se pudieran localizar y medir los mismos árboles y parámetros. Es-
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tos últimos no tenían únicamente la finalidad de cuantificar volúmenes de madera como en el IFN1; en aquellos momentos interesaron otros parámetros más “ecológicos”, que daban una idea de la estructura y la evolución del ecosistema arbolado. De acuerdo con la planificación establecida, el IFN2 se terminó en 1996, después de haber publicado cincuenta libros provinciales que, con una amplia colección cartográfica, conformaban una edición muy completa. El IFN3 se inició a continuación, sin ninguna interrupción, terminando también de acuerdo con su planificación, en 2007. Este tercer ciclo, si bien continúa con la metodología ya fijada, es más ambicioso. La estructura de la información generada2 se mantiene y acrecienta con nuevos estudios que abarcan no solo la estructura de los montes sino también todo el sector forestal, fundamentalmente de tipo estadístico para así cubrir el hueco de información que se presentaba en el inicio del tercer ciclo. Se incluyen tres capítulos importantes: • Comparaciones (tablas 900), integrado perfectamente en la estructura original, y que surge a consecuencia de que en este ciclo se comienzan a repetir parcelas y, por tanto, hay que incluir una metodología que dé cabida a esos procesos. • Estudio de la biodiversidad forestal3, que se inició mediante convenio con la Universidad Politécnica de Madrid y que a lo largo de todo este ciclo fue estableciendo una metodología que no se cerraría hasta el siguiente. • Valoración económica, con la que se inicia la aplicación práctica sobre el territorio de las teorías que ven la necesidad de valorar los beneficios inmateriales del monte, precisamente en tiempos en que se comenzaba a hablar del efecto de los bosques como sumideros de CO2. De esta manera se consigue hacer una primera aproximación a los beneficios económicos que de manera global genera el monte, siendo un primer paso para dar a conocer a la sociedad los flujos económicos que realmente producen estos, asunto de actualidad cuando para justificar la venta de “nuestros montes públicos” se esgrimen unas cuentas
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de explotación que no tienen nada que ver con los beneficios reales obtenidos por la sociedad. • Fotografías de las parcelas hechas desde el punto central hacia afuera y en sentido inverso; estas instantáneas proporcionan un gran banco de imágenes de la situación de los montes y, repitiéndola en los sucesivos ciclos, no cabe duda de que será una buena herramienta para ver y explicar cambios en el paisaje forestal En este IFN3 se incorpora una cartografía forestal propia, el Mapa Forestal de España a escala 1:50.000 (MFE50), heredera de una tradición de más de ciento cincuenta años, y que se podría decir que en sus orígenes era un verdadero Inventario Forestal Nacional, incompleto si cabe, pues solo abordaba la distribución superficial de las masas arboladas, pero que proporcionó una primera idea de la extensión e importancia de nuestros bosques. A partir de ahora ambos proyectos, el IFN y el MFE, se pueden considerar unidos, por el servicio que presta el segundo al primero, lo que queda patente en la Ley de Montes (Ley 43/2003). A partir de 2008, una vez finalizado el IFN3, se inicia el siguiente ciclo, el Cuarto Inventario Forestal Nacional (IFN4), en el que estamos en estos momentos. Antes de continuar, ahora ya de una forma más descriptiva, con el futuro del proyecto y de los productos disponibles, no queremos terminar estos antecedentes sin hacer referencia a los cientos de personas, tanto de la Administración como de TRAGSA, que a lo largo de casi cincuenta años han trabajado para el proyecto. Sin ellas, sin su profesionalidad, no hubiera sido posible tener el IFN. Especial mención merecen nuestros compañeros Ramón Villaescusa Sanz y José Antonio Villanueva, que fueron los herederos de lo que iniciara José María Cervera, y que quedó muy claro en la dedicatoria del IFN2, en el recuerdo a los ausentes: “A José María, que imaginó este tinglado, a Javier, que lo levantó, y a Vicente, que murió sosteniéndolo”
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2.- EL ESTADO ACTUAL DEL INVENTARIO: EL IFN4 uando en 2008 se inicia el IFN4, además de ciclo se estrena por imperativo legal una nueva dirección del proyecto: la jubilación del hasta entonces jefe del servicio, José Antonio Villanueva. El momento por tanto era propicio para introducir los cambios que el nuevo equipo director considerara oportuno, pero desde el primer momento presidió la necesidad de mantener la metodología básica. Era mucho lo ganado hasta entonces y se consideró que no procedía efectuar grandes cambios, al menos de manera brusca. Así, si bien se opta por mantener lo básico, se introducen algunas variaciones que se enumeran a continuación:
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yyLa cartografía es ahora el MFE25. Este se diseñó, aun manteniendo el modelo de datos básico, pensando en una mayor precisión, así se bajó la tesela mínima de 2,25 ha en el uso arbolado y 6,25 ha en el desarbolado a 1 ha de forma general. Se incluyó información sobre el modelo de combustible y las formaciones desarboladas. yySe modifica el concepto de uso forestal arbolado, que estaba fijado a partir de un 5 % de fracción de cabida cubierta, subiéndolo al 10 % para adecuarlo a las definiciones internacionales. yySe han definido en el MFE25 las formaciones arboladas de tipo nacional, en total, 56 clases que sintetizan los tipos de bosque que se pueden encontrar en España. Estas formaciones son las que se utilizan para definir los estratos provinciales, autonómicos y nacionales, con lo que se consigue una gran comparabilidad de cifras. yySe ha revisado la lista de especies arbóreas, eliminando
algunas que, como el boj, no parecía adecuado incluirlas en el elenco de árboles. yyEl conocimiento de las superficies de las distintas formaciones que aparecen en una provincia permite una estratificación previa para que todas, o al menos las más importantes, queden representadas, al seleccionar un número suficiente de parcelas de cada una. yyAun manteniendo la tipología de tablas, los resultados se agrupan por formaciones, de tal manera que estas quedan totalmente tipificadas, tanto desde el punto de vista dasométrico como ecológico y de biodiversidad. yyEn la captura de los datos se ha contado desde el primer momento con GPS, lo que facilita la identificación exacta de la parcela con la tesela del mapa, dendrómetros que proporcionan las distancias reducidas de los árboles (necesario para afinar en los procesos de comparación de existencias) y las fotografías que se hicieron en el IFN3 y que facilitan la identificación del lugar en labores de localización. yySe ha establecido una metodología de calidad para los trabajos de campo. De momento, por falta de financiación, solo se ha podido realizar la provincia piloto: Murcia. yySe aumenta la periodicidad de inventario, a cinco años, en las zonas productivas del norte. yySe ha fijado una nueva metodología para el estudio de la biodiversidad forestal (ver Foresta número 52), con medición de nuevos parámetros como edad, ramoneo, altura de copa, etc. Esta nueva metodología se ha ido desarrollando gradualmente a medida que se han realizado las distintas CC. AA.
El primer inventario forestal nacional, proyecto novedoso nuevas técnicas en el que El que fuera Jefe del fuera el Primer Inventario Área de Banco de Datos Forestal Nacional, y, por tande la Naturaleza, Ramón to, su primer jefe. Villaescusa Sanz, uno de Las nuevas técnicas de los ingenieros que empeinventariación forestal mezaron el trabajo del Primer diante muestreo estadístico Inventario Forestal, ha fueron aplicadas durante dejado escrito muy clalos años 1962 y 1963, ya ramente cuáles fueron la por personal exclusivamengénesis y el desarrollo de te español, a la inventariaese proyecto. Lo resumición, a modo de ensayo, de mos a continuación: dos provincias: Segovia y "La ayuda americana, Oviedo, de características además de montar las famuy diferentes. mosas bases, financió diLa experiencia obteniversos proyectos de carácescusa, Villa ón Ram va, nue Villa da en las dos provincias ter civil. Enmarcado en uno IFN1, Jose Antonio Parte del equipo inicial del rilla Zor ro Ped y vera Cer ía de ensayo sirvió en 1964 Mar de ellos se impartió un cure Javier Martínez Millán, Jos para perfilar el planteasillo celebrado en Quintanar miento de lo que iba a ser ción de de la Sierra en el año 1961, el IFN1, cuyos trabajos de campo se los montes. Asistieron treinta ingeniedirigido por el experto ameiniciaron en la provincia de Madrid ros de montes de la Administración, y ricano Mr. Roger, sobre inventariación en 1965 y terminaron en 1974 en la entre ellos estuvo José María Cervera, forestal para mostrar las técnicas misma provincia, aunque hubo que que sería el encargado de aplicar esas estadísticas aplicadas a la inventaria-
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yySe introduce el cálculo de carbono, según las ecuaciones obtenidas principalmente en el INIA. De esta manera se da primero a nivel dendrométrico y luego dasométrico el carbono acumulado en las distintas partes del árbol. yyLa difusión y publicación se pensó en hacerla más a través de la web, reduciendo el volumen de papel. Por ello se ha diseñado una publicación en un formato de cuadernillo donde se difunden los principales parámetros obtenidos de una forma didáctica. Se piensa hacer una publicación extensa en formato pdf donde aparezcan las más de cien tablas que la formarán.
yy Se eliminan todos los datos estadísticos que se recopilaban en el IFN3. Ahora estos se recopilan a través del Anuario de Estadísticas Forestales, por lo que se consideró que era una información redundante. La planificación programada al inicio se topó con la crisis económica, iniciada al mismo tiempo que el IFN4, en 2008. Durante los primeros años, la crisis no hizo mella en los trabajos, si bien estos se retrasaron algo por las propias peculiaridades del cambio de ciclo. Así, se hicieron Navarra (pasó a ser la primera en este nuevo ciclo) y Galicia. En las
CC AA de ejecución en un año CC AA de ejecución en más de un año
CC AA con ciclo quinquenal
CC AA ejecutadas
CC AA en ejecución
repetirse a causa de haberse efectuado la primera vez con una metodología algo diferente a la empleada en las 49 provincias restantes. En España supuso la aplicación de unas técnicas y la utilización de unos materiales y equipos hasta entonces poco o nada empleados en el sector forestal. A grandes rasgos, estas innovaciones consistieron en: • La ejecución de inventario forestal mediante un muestreo estadístico. • El empleo de fotografías aéreas y su fotointerpretación (vuelo americano de 1957) • La utilización del relascopio de Bitterlich. • El proceso de datos informatizado utilizando fichas perforadas. Los resultados del IFN1 estaba previsto que quedaran reflejados en la siguiente serie de publicaciones:
Preparando el proceso de
• • • • •
datos del IFN1
50 provinciales 11 regionales 10 comarcales 20 específicas 1 nacional De todas estas solo se cumplieron según lo previsto las provinciales. El resto o fueron editadas en parte o se reagruparon, y otras, como el
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volumen nacional, fueron realizadas pero no publicadas. El trabajo se hizo por administración, y la dotación de personal, con ligeras variaciones, estuvo formada por un equipo de cerca de 60 personas, a saber: • 5 ingenieros de montes • 7 peritos de montes • 1 programador • 4 delineantes • 1 calculista • 8 administrativos y auxiliares • 20 capataces • 12 conductores El coste del IFN1, incluyendo al personal funcionario, se elevó a unos 140 millones de pesetas de 1970, que en euros actuales supondría unos 17,3 millones de euros".
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cuatro comunidades autónomas uniprovinciales que siguieron (Principado de Asturias, Cantabria, Región de Murcia e Islas Baleares) se dieron los primeros retrasos, al tener que alargar el plazo de realización por problemas de liquidez presupuestaria. A pesar de esta amenaza, se siguió con el plan de repetir los territorios más productivos del norte peninsular. De manera que, de acuerdo con la planificación, había que realizar los trabajos del País Vasco. Para ello se pensó ya en trabajar a nivel autonómico con una reducción del 50 % de las parcelas de la muestra que se encontraba fijada en el IFN3. A partir de ese momento la crisis se ha ido manifestando en toda su crudeza, con la consiguiente reducción presupuestaria. Por tanto, en la siguiente comunidad autónoma, La Rioja, se redujo algo el número de parcelas y se ralentizaron las operaciones para ajustar las anualidades al presupuesto existente, reduciendo el número de equipos y tardando once meses en su ejecución. En la C. A. de Madrid, en la que se está trabajando actualmente, una reducción de 651 parcelas no ha servido para bajar de diez meses de ejecución. De momento se sigue esperando una normalización presupuestaria que no parece llegar ni a corto ni a medio plazo, por lo que a partir de ahora, y sin saber a ciencia cierta con qué presupuesto se va a contar, se ha de adaptar la metodología para que, manteniendo su núcleo central, se pueda seguir obteniendo datos, optando por el mantenimiento de la periodicidad temporal frente a la ejecución de la totalidad de las parcelas. Se sabe, o mejor se desea, que las decisiones que se tomen a partir de ahora se han de considerar como soluciones temporales hasta que la situación revierta. Cuenta a nuestro favor que las parcelas seguirán estando ahí, ligadas al terreno con ese rejón metálico enterrado, por lo que se podrán volver a levantar, aunque sea en un plazo más largo. No cabe duda, y así nos lo transmiten los que han salido de otras crisis, que en ellas se agudiza el ingenio, saliendo fortalecidos de las mismas la mayoría de las veces. Esperamos que eso le ocurra al IFN. Con todo lo anterior existen muchas ideas que plasmar en la futura ejecución del IFN. Antes de expresarlas es interesante hacer un resumen de la situación actual: Debilidades • Reducción drástica del personal del Servicio. Los datos son ilustrativos. (Tabla 1) • Elevado costes de los trabajos de campo • Falta de personal para un manejo adecuado de las bases de datos e información existente y su posterior difusión en web. Amenazas • La única que realmente existe es la incertidumbre presupuestaria (¿coyuntural?). Los datos hablan por sí solos. (Tabla 2)
IFN2
IFN3
1 6 4 1 1
2 1 2 1
Ingeniero Ing. técnicos Capataces de campo Administrativo Encargado de vehículos
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Ingenieros Ing. técnico Capataces de campo Encargado de vehículos
Fortalezas • Las bases de datos son el gran capital con el que cuenta el IFN, con muchas capacidades aún por explotar. • Consideración del proyecto por parte de sus numerosos usuarios. • La gran cantidad de datos y su complejidad facilitan muchas opciones de solución ante la crisis. Oportunidades • Existencia de nuevas tecnologías que pueden mejorar los trabajos y los rendimientos. • Gran importancia de los trabajos de seguimiento de los bosques, especialmente en lo que respecta al efecto sumidero de CO2 • Nuevos cauces de colaboración con las CC. AA. y con empresas, todavía sin explotar. • Aplicación de metodologías proyectivas para obtención de datos, reduciendo la toma de estos. Basándonos en este análisis vamos a expresar las ideas con las que se pretende dinamizar el proyecto. • Ya se ha expresado anteriormente la posibilidad, casi necesidad, de subir el nivel de los datos al nivel autonómico. Esto significa que para mantener el error de muestreo dentro de los márgenes establecidos y al aumentar el territorio de muestreo el número de parcelas se reduce drásticamente. En línea con esta propuesta está la de reducir los parámetros, eliminando los menos necesarios, para aumentar el rendimiento. En estos momentos se cuenta con el hecho a nuestro favor de haber ejecutado ya todas las CC. AA. uniprovinciales. • Mantener el inventario de masas productivas del norte, según estaba planificado. Con este se daría una información sobre el recurso madera muy importante para la industria. Hay que tener en cuenta que dicho territorio (zonas productivas de Galicia, cornisa cantábrica y País Vasco), con una superficie del 7 % de la total arbolada del país provee el 76 % de madera producida en España. Para poder acometerlo habrá que tener en cuenta en su elaboración tanto la colaboración de las CC. AA. involucradas como el sector industrial y las nuevas tecnologías. • En la parte cartográfica, continuar con la ejecución del MFE25 por todo lo novedoso que resulta, especialmente el registro de la parte desarbolada. Paralelamente, realizar una versión actualizada (conocida como Foto Fija) de la última versión con que se cuente del MFE (50 o 25), en la que se modifiquen las variaciones habidas desde la ejecución del MFE y que sean de origen antrópico, especialmente incendios, repoblaciones y roturaciones. Este último producto se espera coordinarlo con las CC. AA. a través
IFN4
1 Ing. técnico 2 Capataces de campo
Año 2007
Año 2013
6.200.000 €
1.300.000 €
Arriba, tabla 2, presupuesto para el IFN A la izquierda, tabla 1, personal que ha trabajado en los distintos IFN
2013. N.o 57
SOPORTE LEGAL DEL INVENTARIO FOPESTAL NACIONAL l Inventario Forestal Nacional (IFN) es una estadística de ámbito nacional incluida en el Plan Estadístico Nacional (número 04001 del Inventario de Operaciones Estadísticas -IOE-), y por tanto, de obligado cumplimiento, siendo la Administración General del Estado (AGE) la responsable de su realización en coordinación con las Comunidades Autónomas. El IFN es una de las pocas competencias que se reservó para sí la AGE, y de este modo viene reflejado en los decretos de transferencias a las CC. AA., excepto en las de Cataluña y País Vasco, donde las competencias están compartidas. La Ley de Montes (Ley 43/2003), cuando trata las estadísticas forestales en su art. 28, dice: “..la Estadística forestal española, que incluirá las siguientes materias: a.- El Inventario forestal nacional y su correspondiente Mapa forestal de España.” Más recientemente, la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad (ley 42/2007), en su art. 9, en el que establece el Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (IEPNB), incluye igualmente el Inventario Forestal Nacional como uno de los elementos esenciales que lo formarán. Para que la información relativa al medio natural sea accesible y congruente resulta imprescindible contar con el IEPNB como herramienta para tal fin. En este sentido, la integración del IFN en el mismo supone un sello de homogeneización con el resto de estadísticas e indicadores que lo conforman, evitando de esta manera duplicidades y creando al mismo tiempo sinergias de trabajo. El Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, para el desarrollo del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, otorga al IFN el carácter de Componente Prioritario. Reconoce así la importancia que posee como instrumento de seguimiento de los bosques, dados sus casi cincuenta años de existencia, y entiende que los estudios de biodiversidad forestal que contiene servirán de nexo con otros componentes más descriptivos de la biodiversidad en sentido amplio. Por otra parte, muchos de los numerosos indicadores elaborados en el IFN se integrarán en el Sistema de Indicadores del IEPNB. Por último, la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, en su Art. 89 Capacidad de absorción de los sumideros españoles, dice en su punto 2 que el IFN será una de las fuentes para la evaluación del aumento de los sumideros forestales.
E
Fotografías comparativas de Baleares en el IFN3 e IFN4
Fotografías comparativas de Navarra en el IFN3 e IFN4
del Comité del Inventario del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, con lo que se consensuarían las cartografías de partida y se haría, a nivel nacional, una homogeneización de todas ellas sirviendo así como aportación del sector forestal a la cartografía SIOSE (Sistema de Ocupación del suelo de España), proyecto dirigido por el IGN (Instituto Geográfico Nacional). • Actualmente la unidad de trabajo del IFN es provincial, obteniéndose los datos nacionales por suma de los resultados de cada provincia. De cara al futuro, basándose en las formaciones arboladas, esta unidad debería ser de carácter nacional. Para este proceso, la parte cartográfica se basaría en los mapas más actualizados (Foto Fija) y
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para los valores de parcelas se utilizarían los últimos disponibles, estudiando metodologías de proyección de los datos en el tiempo. • Intentar llegar a una homogeneización de inventarios forestales entre las diferentes administraciones, de forma que en cierta medida se pudieran utilizar datos obtenidos a nivel de monte o comarcales. Esto se está empezando a trabajar a través del Grupo de Trabajo de Información Forestal. • Mantener la colaboración iniciada con el INIA para, entre otras cosas, estudiar la biodiversidad forestal y servir de apoyo científico al IFN
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PRODUCTOS DEL INVENTARIO pesar de que, como se ha indicado anteriormente, existe una deficiencia en cuanto a la difusión de información, se ha hecho un esfuerzo en los últimos años para disponer de la información existente en el IFN de la forma más organizada y accesible posible. Las bases de datos del IFN tienen numerosas aplicaciones, si bien es importante para poder acometerlas poseer un conocimiento amplio de la metodología seguida. Gran parte de las bases de datos, así como muchas de las publicaciones del IFN, están disponible para ser descargadas en la web accediendo al siguiente enlace: http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/ser vicios/banco-datos-naturaleza/informacion-disponible/index_ inventario_forestal.aspx Antes de relacionar los productos y las bases de datos disponibles y su posible utilización queremos hacer una referencia sobre la información más antigua, la procedente del IFN1. Lamentablemente, y aunque en su proceso se utilizaron las primeras máquinas informáticas que existían en España, no han llegado a nosotros esos ficheros informáticos. Por ello se está intentando informatizar, dentro de lo posible, para poder difundir entre los usuarios, los datos de campo y los resultados. Así se ha procedido al escaneado de toda la bibliografía generada durante el IFN1: cuadernos provinciales
A
y comarcales, libros de coníferas y frondosas, metodología seguida, manual de campo, etc. Los estadillos, que aún se conservan, se han escaneado igualmente y se ha generado una base de datos sencilla donde se incluyen los parámetros básicos. En un futuro se van a georreferenciar las parcelas que fueron pinchadas sobre fotografías aéreas del vuelo americano de 1957. De esta manera se podrá ligar la localización geográfica con los datos de lo que había en aquel momento en cada lugar. La ejecución de esta operación será acometida primeramente en aquellas CC. AA. en las que existen ortofotos del año 1957 (Andalucía, Murcia, Madrid, Navarra, País Vasco y Cataluña). Estos datos pueden ser útiles para trabajos de progresión o regresión de especies, como los que se están llevando a cabo en el INIA. La metodología de tipo continuo iniciada en el IFN2 provee cuatro tipos de información, todas a nivel provincial: una, cartográfica; otra, de base de datos de campo, procesos intermedios y árboles remedidos; una, de tablas de la publicación, y por último, una de biodiversidad. A continuación se repasa cada uno de estos grupos; para conocer con un poco más de detalle el proceso y de dónde sale cada una de los productos que se refieren a continuación es interesante tener presente el proceso de datos del IFN, esquematizado en el gráfico siguiente:
Estadillo del IFN1
22
2013. N.o 57
Proceso de datos del IFN4
AsociaciĂłn y Colegio Oficial de Ingenieros TĂŠcnicos Forestales
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Cartográfica Esta información es muy parecida en los tres ciclos. Se trata de coberturas geográficas en formato ArcInfo, bien en tipo coberturas (los procedentes del IFN2) o en Shape, o en Geodatabases las últimas. Comprende la información cartográfica forestal del mapa utilizado en cada momento, el Mapa de Cultivos y Aprovechamientos (MCA) en el caso del IFN2 y el MFE, bien el 50 o el 25 en el IFN3 e IFN4 respectivamente. En todos los casos comparten un modelo de datos homologables entre sí, lo que hace que puedan ser comparables. Además de la información de entrada, también están las capas generadas, principalmente la de estratos. Esta información, una reclasificación del mapa forestal utilizado, es la que une la información geográfica con la alfanumérica obtenida del Inventario, asignando a cada tesela de cartografía los valores modulares obtenidos: número de pies, área basimétrica, volumen, crecimiento, etc. Información utilizada de entrada en el proceso de datos y que se cruza con las anteriores de estratos es la correspondiente a los Espacios Naturales Protegidos y la Red Natura 2000 y a las propiedades forestales, procedentes de información proporcionada por las CC. AA. Al igual que en el caso anterior, por expansión de los valores modulares de los estratos se obtiene todos los valores expandidos a las diferentes tipologías de superficies. La valoración económica proporciona unas coberturas de mallas de 100x100 m, con los valores productivos, recreativos y ambientales que se han obtenido para esa porción del territorio. Bases de datos de campo y productos intermedios Estas bases de datos comprenden los datos brutos tomados en el campo, una vez depurados, y las de datos intermedios. Estas últimas son las bases generadas durante el proceso de datos. En estas bases de datos hay que diferenciar las procedentes del IFN2 de las de los dos siguientes. Las primeras están en formato de hoja de cálculo (Excel), con una estructura quizá más intuitiva, pero a la vez menos eficaz; las segundas están en bases tipo Access.
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Las bases de datos de campo integran todos los parámetros que se recogen en campo y que se agrupan en bloques: Localización, Pies Mayores, Pies Menores, Regeneración, Matorral, Parámetros... En el IFN2 además existía un fichero de Árboles Tipo, que englobaba los árboles tipo que se elegían en cada parcela y en los que se medían una serie de valores dendrométricos utilizados para la confección de las diferentes ecuaciones y tarifas de cubicación. Los ficheros de productos intermedios comprenden los resultados de los pasos hasta llegar a cuantificar las existencias por estrato. Comprenden la definición de los estratos, la asignación de las parcelas a los estratos, la aplicación de las diferentes ecuaciones (cubicación con y sin corteza, crecimiento, leñas y, en el IFN4, carbono) a cada uno de los pies mayores de las diferentes parcelas, existencias por parcela y por estratos. En el IFN3 y el IFN4 están también los valores de comparación para las parcelas repetidas y su expansión a los estratos. En este epígrafe se incluyen las bases generadas en la toma de datos de biodiversidad y sus productos elaborados. Tablas de la Publicación Desde el IFN1, la estructura de las tablas de publicación ha sido básicamente la misma, unos Datos de superficies y generales (tablas 100), Dasometría (tablas 200 y 300), Dendrometría (tablas 400) y Parámetros (tablas 500), estas últimas a partir del IFN2. En el IFN3 se añadirán las tablas de comparación (tablas 900), las de valoración y las de biodiversidad. Estas tablas fueron generadas para su utilización en imprenta, por lo que hasta el IFN4 no se generan en formato electrónico: xls. De todas formas existen una numerosa colección de publicaciones de papel, muchas de ellas hoy escaneadas y a disposición del público. Utilidades Con los datos tanto de las tablas generadas como de estas bases de datos, que proceden de casi 150.000 parcelas y más de dos millones de árboles medidos entre IFN2 y IFN3, se pueden acometer numerosas aplicaciones, pero siendo siempre
2013. N.o 57
conscientes de que para obtener resultados estadísticamente significativos necesitaremos un número suficiente de parcelas. Entre otras se podrían plantear las siguientes utilidades: • Reproducción del IFN particularizado para cualquier zona de tamaño suficiente, como una comarca forestal, municipio de gran superficie forestal, zona protegida, etc., obteniendo las mismas tablas que en el proceso de existencias del IFN4. • Muestreo piloto previo a inventarios de escala monte. • Estudios geoestadísticos de cualquier tipo, tanto a nivel de proceso de existencias como de comparación evolutiva del más de un centenar de parámetros que se miden en el IFN que permitan detectar cambios que se están produciendo aunque no sean evidentes. • Estudios de evolución de zonas incendiadas. • Estudios sobre la posible decadencia de especies forestales en los límites de su distribución por efecto del cambio climático o cualquier otra causa y, el caso contrario, de avance de otras mejor adaptadas. • Estudios sobre posibles sustituciones de unas especies forestales por otras a largo plazo mediante el estudio de la evolución de la regeneración. • Estudios sobre mortalidades atípicas de cualquier especie en cualquier zona geográfica. • Estudios sobre la vitalidad de la regeneración según la cantidad y la calidad de los pies menores que aparecen en las parcelas remedidas en los distintos IFN. • Estudios por especie sobre la dinámica de incorporaciones, paso entre clases diamétricas y mortalidad de cada distribución diamétrica. • Estudios de las posibles variaciones del incremento anual del volumen con corteza en función de diferentes escenarios. • Estudios sobre modelización, sobre todo del Incremento Anual del Volumen con Corteza (IAVCC), por especie a distintos niveles, empezando por los comarcales. • Evolución de ciertas especies de matorral indicadoras de cambios climáticos, edáficos, etc. • Estudio de la cantidad de madera muerta que albergan los bosques españoles.
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• Utilización de valores dendrométricos de pies mayores y árboles tipo, utilización de ecuaciones o tarifas de cubicación, estudios de crecimientos, etc. • Empleo como material de base en el aprendizaje de las asignaturas de dasometría, inventario, estadística, etc.
1. El Sinfona fue el usuario de la primera licencia ArcInfo en España 2. La estructura fijada en el IFN1, Superficies (tablas 100), Existencias (tablas 200), Indicadores Dasométricos (tablas 300), Indicadores Dendrométricos (tablas 400), se completó en el IFN2 con Indicadores Complementarios (tablas 500) 3. Ver Foresta número 52
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ACTUALIDAD
Inventarios naturales
Trabajos de inventario forestal en montes gestionados por la Comunidad Autónoma de Andalucía: pasado, presente y futuro RESUMEN a gestión forestal sostenible requiere un conocimiento preciso de los montes objeto de tratamiento y planificación. En el siguiente artículo se describen, de forma resumida, los trabajos de inventario forestal realizados por la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Estos inventarios están inicialmente planteados en el proceso de elaboración de Proyectos o Planes Técnicos de ordenación de montes bajo gestión pública, si bien la información recopilada y generada en los mismos resulta de utilidad para otros estudios y trabajos que demanden información cuantitativa y cualitativa sobre la cubierta forestal. La ordenación forestal es la planificación espacio-temporal de las actuaciones que son necesarias desarrollar sobre un monte, durante un plazo variable, para alcanzar los objetivos de su propietario y satisfacer, simultáneamente, las demandas de la sociedad, expresadas a través de la legislación ambiental. La ordenación de montes constituye la mejor garantía para alcanzar la sostenibilidad de los recursos naturales, la multifuncionalidad de nuestros montes, la compatibilidad entre los distintos usos y el incremento de los beneficios económicos y socioculturales
L
Francisco Javier Madrid Director general de Gestión del Medio Natural de la Junta de Andalucía
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que aportan a toda la sociedad. Así, entre los objetivos de estos proyectos destacan la persistencia, conservación y mejora de las masas forestales, la obtención del máximo número de utilidades, el aumento de la capacidad productiva de los recursos, la constancia de rentas, el mantenimiento o aumento de la capacidad protectora del vuelo, la regulación del ciclo hidrológico, la mejora de la oferta de uso público y el incremento de la biodiversidad. ANTECEDENTES ndalucía es una Comunidad Autónoma eminentemente forestal. Muestra de ello es que algo más de cuatro millones y medio de hectáreas tienen esta consideración, lo que supone más de la mitad de su superficie autonómica. Esta realidad lleva aparejada una larga tradición en gestión forestal, tal y como constatan los primeros trabajos de ordenación de montes tan emblemáticos como El Robledal y La Sauceda, Navahondona, Río Madera o Guadahornillos, que se remontan a finales del siglo XIX. Esta actividad planificadora se vio frenada a mediados del siglo XX, retomándose de nuevo con intensidad en la década de los noventa de dicho siglo. Actualmente, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y de acuerdo con los principios marcados por el Plan Forestal Andaluz, la Ley 2/92, Forestal
A
n.o 56
AÑO
MONTE
TÉRMINO MUNICIPAL
ESPACIO NATURAL
1890
El Robledal y la Sauceda
Cortes de la Frontera
Los Alcornocales
1893
Guadahornillos, Vertientes y Tejerina
La Iruela, Chilluévar, Sto. Tomé
Cazorla, Segura y las Villas
1893
Navahondona
Cazorla
Cazorla, Segura y las Villas
1893
Río Madera
Segura de la Sierra
Cazorla, Segura y las Villas
1898
Las Majadas de Ronda
Cortes de la Frontera
Los Alcornocales
1903
Los Propios
Hinojos
Doñana
1903
Hernán Martín, Montero, Sauzal, Barrancones, Laurel, agregados del Alberite, Laganes, Zarza y Jota
Alcalá de los Gazules
Los Alcornocales
1903
Campo Común de Abajo
Cartaya, Punta Umbría
Marismas del Odiel
1904
Campo Común de Arriba
Cartaya
1904
Cañada del Corcho y Rincón
Gibraleón
Marismas del Odiel
1906
Dehesa y Embarcadero
Aljaraque
1905
Las Corzas, Majadal Alto, Comares y Algamasilla
Algeciras
Los Alcornocales
1907
Navalcaballo
Orcera
Cazorla, Segura y las Villas
1918
Dehesa de la Fresnedilla
Siles
Cazorla, Segura y las Villas
1920
Ordenados de Almonte
Almonte
1921
Pinar de la Algaida
Sanlúcar de Barrameda
Doñana
1925
La Cancha
Cortes de la Frontera
Los Alcornocales
Provincia
Aprobado
En Redacción
En Revisión
Fase Aprobación
Total Andalucía
Almería
51.931,40
13.504,34
19.054,83
-
84.490,57
Cádiz
55.092,48
-
12.922,17
-
68.014,64
Córdoba
31.046,14
-
18.574,87
13.828,76
63.449,77
Granada
94.835,02
48.641,40
4.045,94
-
147.522,36
Huelva
96.675,88
13.490,09
18.484,36
-
128.650,33
128.703,99
20.460,28
16.725,84
23.196,08
189.086,19
Málaga
64.095,74
14.137,78
2.156,74
-
80.390,26
Sevilla
20.378,70
-
0,00
-
20.378,70
542.759,35
110.233,89
91.964,75
37.024,84
781.982,82
Jaén
Total Andalucía
Estado de ordenación de montes gestionados por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente (enero de 2013)
de Andalucía y la Ley 43/03, de Montes, desarrolla de forma continuada una línea de trabajo de ordenación de terrenos forestales bajo gestión pública (tanto patrimoniales de la Comunidad Autónoma de Andalucía como los de Ayuntamientos y particulares que mantienen un convenio vigente con la Administración). La redacción de estos proyectos se realiza conforme a las Instrucciones Generales de Ordenación de Montes de la Comunidad Autónoma de Andalucía (en adelante IGOMCAA), aprobadas mediante Orden de 26 de enero de 2004, así como la restante normativa ambiental de carácter sectorial. En la actualidad, la superficie de monte público ordenada
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o en fase de ordenación asciende a cerca de 782.000 hectáreas, lo que supone algo más del 60 % del total superficial público. REQUERIMIENTOS DE INVENTARIO FORESTAL PARA LA ORDENACIÓN DE MONTES rdenar un monte no es más que organizar en el espacio y en el tiempo todas las actuaciones y aprovechamientos a realizar para conseguir unos objetivos determinados. Para ello no basta con redactar un proyecto de ordenación, sino que es preciso aplicarlo, desarrollarlo y contrastarlo periódicamente para conseguir acercar el monte al modelo teórico
O
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propuesto dicha planificación. En el proceso de redacción y planificación es esencial basarse en un estudio detallado de las condiciones iniciales de las que parten los sistemas forestales (no solo en cuanto a su vegetación, sino de las condiciones ambientales, económicas y sociales que inciden en el mismo). Inventariar un monte es hacer una descripción completa y detallada de cómo es y cómo se encuentra dicho monte en el momento del estudio. Esta información puede ser de muy distinta índole en función de las características específicas del sistema forestal que se maneje, por un lado, y de los usos y aprovechamientos que se pretendan obtener del mismo, por otro. Las IGOMCAA dedican la SECCION 2.a INVENTARIOS (dentro del CAPÍTULO SEGUNDO: EVALUACIÓN DE RECURSOS Y FUNCIONES que se incluye en el TÍTULO PRIMERO: INVENTARIO) al inventario forestal (artículos 49 a 121). Las Instrucciones pretenden la normalización de la toma de datos mediante la descripción y los requerimientos mínimos de estas operaciones, debiendo el técnico competente adaptarlas a las peculiaridades de cada monte. Una de las novedades que introducen las IGOMCAA respecto a otras instrucciones de ordenación consiste en requerir, en todo caso, la realización de una adecuada descripción de la vegetación que permita mejorar el diagnóstico que tradicionalmente proporcionaba el análisis, meramente cualitativo, de la descripción del estado natural. Concretamente, el artículo 49 expresa que en todo Proyecto o Plan Técnico de Ordenación debe realizarse un inventario de vegetación, consistente en la descripción detallada de las unidades y subunidades de vegetación definidas, con el fin de permitir el diseño de los modelos de gestión que se consideren en cada caso. Para ello se realizará una prospección sistemática sobre el terreno, apoyada en un diseño de muestreo estadístico. En definitiva, se trata de realizar un análisis sencillo pero suficiente de la estructura, dinámica y vigor o estado sanitario de la masa forestal con el fin de cumplir los objetivos básicos. En el caso de masas arboladas, densas y huecas, y dehesas, el cumplimiento de los artículos del 53 al 59, en lo que se refiere al error máximo de muestreo admisible, fija este en un 30 % (con una probabilidad fiducial del 95 %) para la variable número de árboles, referido al cuartel de inventario. Para las masas no arboladas (matorral de alta montaña, her-
bazales…) las Instrucciones dictaminan que se debe realizar también un muestreo estadístico en parcelas dispuestas de forma sistemática, estableciendo como intensidad de muestreo en este caso la condición de no superar el 0,4 % de la superficie total a estudiar. En cumplimiento del art. 50, cuando parte de la oferta que el monte proporciona o puede proporcionar constituya un recurso de interés económico, se deberá complementar el inventario de vegetación con el inventario del recurso correspondiente (art. 66 y siguientes), más completo y detallado. Esto únicamente debe realizarse en el caso de los Proyectos de Ordenación. Las características de la mayor parte de las masas andaluzas hacen pensar que en la mayoría de los montes no sea necesario el inventario de recursos y funciones propiamente dicho con el nivel de detalle que obligan las instrucciones a tal fin. Se considera suficiente con un inventario de vegetación detallado en el que se haga también una estimación del recurso de interés. Para ello, basta con añadir a las variables descriptivas de las características de la vegetación (determinadas en el art.53) otras variables dasométricas con la finalidad de poder cuantificar dicho recurso (en árboles tipo o modelo). Esto hace que se esté por encima de los requisitos mínimos fijados en las Instrucciones, con el aumento de coste que ello conlleva. En resumen, en las IGOMCAA no se propone un único modelo de inventario, sino que, cumpliendo unos mínimos que permitan el manejo adecuado del sistema forestal y su persistencia, será competencia de cada gestor diseñar su propio modelo de inventario, de acuerdo con los procedimientos que, para cada uno de los aspectos mencionados, se establecen en dichas instrucciones. METODOLOGÍA DE TRABAJO a descripción de una superficie forestal puede realizarse por medio de diferentes variables o características, fáciles de medir y estrechamente relacionadas con otra información que se puede solicitar del inventario. Por otro lado, la aplicación de los métodos estadísticos de muestreo y análisis de regresión, el desarrollo tecnológico y el fácil acceso a información temática sobre territorio han hecho evolucionar muy rápidamente la técnica de inventariación forestal.
L
Inventariar un monte es hacer una descripción completa y detallada de cómo es y cómo se encuentra dicho monte en el momento del estudio. Esta información puede ser de muy distinta índole en función de las características específicas del sistema forestal que se maneje, por un lado, y de los usos y aprovechamientos que se pretendan obtener del mismo, por otro 28
2013. N.o 57
A. DISEÑO DE INVENTARIO; ZONIFICACIÓN Todo trabajo de inventario forestal parte de una fase de definición de objetivos y de diseño previa. Esta fase comienza con la denominada división inventarial del ámbito de trabajo, que tiene por objeto formar unidades más o menos homogéneas que permitan obtener la información necesaria de la manera más sencilla y económica posible. La principal de estas unidades inventariales es el cuartel, cuya característica esencial consiste en disponer de una planificación propia dentro de la ordenación y constituye la unidad de referencia para fijar las solicitudes del muestreo (error admisible y nivel de confianza). Para que la división inventarial sea lo más precisa posible se deben excluir previamente las áreas que no van a formar parte de la ordenación (inforestales, terrenos de dominio público, enclavados, ocupaciones y concesiones en vigor, etc.). El diseño de inventario propiamente dicho continúa con un análisis exploratorio de la zona de estudio, en la que básicamente se recopila toda la información cartográfica e histórica sobre la gestión del territorio a inventariar, así como de la cartografía de vegetación y de todas las capas de información existentes que ayuden a plantear el diseño de inventario. Con toda esta información se puede realizar recorridos de campo para verificar la diferenciación en estratos de vegetación o zonificación, necesaria para efectuar los cálculos posteriores. En esta fase es importante contar con el apoyo del personal encargado de la gestión del monte, ya que de esta zonificación depende en gran medida el éxito de los procesos posteriores.
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El siguiente paso es decidir qué tipo de muestreo estadístico es más adecuado en cada una de las unidades inventariales (cuarteles) en que se ha dividido el ámbito de planificación en función de la zonificación realizada en el campo. Lo más habitual es realizar un muestreo sistemático en cuarteles que presenten cierta homogeneidad en cuanto a la vegetación, y estratificado cuando existe más de un estrato de vegetación por cuartel. A continuación se debe fijar la variable a estimar, siendo las más usadas: número de árboles, área basimétrica, volumen maderable o superficie de descorche, dependiendo de si el tipo de inventario se va a centrar en la estimación de la vegetación o en la cuantificación de algún recurso como la madera o el corcho. Sobre dicha variable que se van a fijar los errores de muestreo admisibles y se van a realizar los cálculos de existencias. La fase estadística del diseño de inventario comienza evaluando la variabilidad de cada estrato, determinada mediante el coeficiente de variación, que relaciona la desviación típica con la media de la variable a estimar. Este coeficiente se puede obtener mediante realización de muestreos piloto, adopción de los valores de otra área de similares características, extracción de los datos del Inventario Forestal Nacional o asignación directa según distintas publicaciones. Una vez determinado el coeficiente de variación y fijado el error de muestreo admisible (de acuerdo a lo establecido por las indicaciones de las IGOMCAA), se procede a calcular el tamaño de la muestra (número de parcelas) necesario para cumplir estos requerimientos, mediante el empleo de expresiones matemáticas que varían según el tipo de muestreo escogi-
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do en la unidad inventarial o cuartel (para los inventarios forestales se utilizan principalmente el muestreo sistemático y el muestreo estratificado). A partir del número de parcelas necesario se determina el lado de malla de muestreo del cuartel (sistemáticos) o del estrato (estratificados), y en cada punto de intersección de la malla se sitúa una parcela de muestreo. Por último, se define la forma y el tamaño de la parcela, teniendo presente las directrices de las IGOMCAA. Como norma práctica, se suele fijar un radio de parcela tal que el número de árboles que queden dentro de la misma sea entre 15 y 20. Con menos árboles se corre el riesgo de no captar suficientemente bien los parámetros de la masa, mientras que levantando parcelas grandes que incluyan más árboles se estarían invirtiendo más recursos de los necesarios sin ganancia notoria en la bondad de los resultados. B. EJECUCIÓN DEL INVENTARIO: LEVANTAMIENTO DE LAS PARCELAS Definidos el número, forma, tamaño y distribución de las parcelas de inventario, se elabora un manual de instrucciones para el apeo de las parcelas de inventario forestal, documento en el que se explica la metodología para la toma de datos de campo. Los equipos de trabajo normalmente están configurados por un capataz forestal (con experiencia anterior en trabajos de inventario forestal) y un operario de apoyo en la realización de las mediciones. Además se cuenta con un equipo técnico cualificado que deberá organizar, dirigir y supervisar los trabajos de los equipos de campo a fin de asegurar la calidad de los trabajos realizados. Se distinguen tres fases claras en la ejecución de los trabajos de campo del inventario: progresión, replanteo de la parcela y toma de datos. Hasta finales del siglo XX la progresión y localización de las parcelas de muestreo se llevaba a cabo con la ayuda de brújula y cinta métrica. La generalización de la tecnología GPS ha simplificado enormemente esta labor, de forma que tanto los sistemas de información geográfica como los GPS son herramientas de apoyo imprescindibles en los trabajos de inventario forestal. Una vez localizado el centro de la parcela, se replantea la misma y comienza la determinación de los parámetros de inventario definidos de interés. Esta toma de datos ha evolucionado en los últimos años, de manera que se ha pasado de la consigna en estadillos en papel a la recogida y almacenamiento en colectores digitales de datos. Con esta forma de operar se ha ganado tanto en rendimiento como en fiabilidad y seguridad, ya que aparte de eliminar la posterior grabación de estadillos (y los posibles errores que se pueden cometer en esa grabación), permite el uso de aplicaciones informáticas diseñadas para este fin que facilitan el trabajo mediante listas y desplegables, así como la realización de controles en tiempo real, detectando posibles errores mediante reglas de validación. Resulta también muy sencilla la realización de copias de seguridad de los datos. C. CONTROL DE CALIDAD DEL INVENTARIO En líneas generales, el control de calidad de un inventario se realiza mediante el levantamiento de un número determinado de parcelas (denominadas parcelas de control), con objeto de detectar y analizar las desviaciones que se pueden producir en la toma de datos de inventario forestal. Este número de par-
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celas de control dependerá del total de ejecutadas, y pueden ser seleccionadas de forma aleatoria o dirigida. Las parcelas de control se deben medir de la misma forma que se hizo durante la realización del inventario, siguiendo las instrucciones del manual, y por parte de los propios equipos de inventario, acompañados por personal designado por la CAPMA. Posteriormente, en gabinete se realiza el análisis de calidad de los datos mediante comparación de la información inicial y la determinada en el control. En esta comparativa se valoran las desviaciones que se puedan producir y se puntúan de acuerdo con las pautas fijadas por el Departamento de Planes de Ordenación y Aprovechamientos del Servicio de Gestión Forestal Sostenible de la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Se fija el límite de rechazo (o número de parcelas erróneas admisibles) en el 10 % de las parcelas de control. Si se supera este límite, el inventario no se considera correcto. D. TRATAMIENTO Y GESTIÓN DE DATOS Una vez validado el inventario, la colección de datos obtenidos se almacena en formato digital para permitir un fácil acceso a dicha información y al consiguiente proceso de datos (bases de datos del tipo ORACLE o similar). Esto se hace en aplicaciones informáticas diseñadas para tal fin. El esquema del proceso se basa en la determinación de regresiones matemáticas de una sola entrada que estiman variables indirectas (volúmenes, crecimientos, superficie de descorche, por ejemplo) a partir de variables directas determinadas en campo (generalmente, diámetro). Como resultado final del proceso de cálculo se obtienen unos valores por especie y por clase diamétrica (a nivel parcela, cantón, cuartel, sección o monte) que se pueden mostrar en informes o exportar en formato digital para su posterior análisis y explotación. EVOLUCIÓN–NUEVAS TECNOLOGÍAS a Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha sido una de las pioneras en la aplicación de tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging) en inventarios forestales de Proyectos de Ordenación, alcanzando un total de algo más de 112.600 hectáreas muestreadas mediante esta técnica. Esta tecnología consiste en un radar láser que, montado en un avión o helicóptero, emite más de 150.000 pulsos láser por segundo hacia el terreno para capturar cualquier elemento del territorio. Mediante el uso de este tipo de sensores se puede obtener información de los bosques continua, precisa y en tres dimensiones. Así mismo, debido a que el láser es capaz de penetrar en la vegetación, se obtiene información topográfica del suelo debajo del dosel arbóreo, un dato muy importante para distintas aplicaciones. Con la tecnología LiDAR se obtienen de forma directa medidas de altura, densidad y estructura de la vegetación. Mediante la correcta construcción y aplicación de algoritmos matemáticos se han obtenido además, con la precisión requerida, datos de volumen de madera, número de árboles, área basimétrica, diámetro medio de los árboles y alturas medias y dominantes de los mismos. Toda la información generada es además útil para su utilización en numerosos sectores de la sociedad.
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Ismael Muñoz Ismael Muñoz
Acebeda en la sierra de Cazorla
Los montes inventariados con tecnología en Andalucía, han sido, hasta el momento, 32.932 ha en las Alpujarras (Granada), 13.506 ha en Vélez–María (Almería), 13.617 ha en los tt. mm. de Espiel, Hornachuelos y Villaviciosa de Córdoba (Córdoba), 12.747 ha en los tt. mm. de Valverde, Trigueros, Calañas y Beas (Huelva), 20.423 ha en montes del entorno del Parque Natural de la Sierra de Castril (Granada) y 19.440 ha en montes de Sierra Nevada en la provincia de Almería. OTRAS APLICACIONES l volumen de información disponible sobre inventario forestal permite su empleo en múltiples trabajos relacionados con el medio natural, como por ejemplo, trabajos de redacción de proyectos de ejecución de obra o tratamientos selvícolas, valoración de la cubierta forestal (en caso de rescisión de consorcios o convenios, tras la ocurrencia de incendios forestales, etc.), estudios para análisis de iniciativas empresariales relacionadas con algún recurso forestal o para la localización óptima de infraestructuras e industrias de transformación, entre otros. En esta línea, en los últimos años, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha emprendido una línea de trabajos para aumentar el conocimiento sobre el aprovechamiento de la biomasa forestal en Andalucía, motivado por el gran interés actual en el aprovechamiento sostenible de la misma como materia prima para la generación de energía. La utilización de parte de esta biomasa forestal, entendida como recurso, de manera compatible con otros usos y funciones de los sistemas forestales que la originan, requiere una planificación adecuada que permita una oferta predecible.
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OTROS TRABAJOS DE INVENTARIO Es interesante reseñar otros tipos de trabajos de inventario que se acometen desde la CAPMA, como son: -- La red de seguimiento de daños (SEDA): consiste en un muestreo sistemático sobre la superficie forestal de Andalucía (malla de 8 por 8 km, 1 por 1 km en las áreas de pinsapar) en parcelas permanentes donde se determina el estado vegetativo del arbolado. Esta red sirve como estructura fija para otros estudios temporales. -- Muestreos para conocer la calidad del corcho (Plan de Calas). -- Sistema de información geográfica de apoyo a la localización y seguimiento de la flora amenazada y de interés andaluza (aplicación FAME). -- Otros inventarios sobre el patrimonio natural, como el Catálogo Andaluz de Árboles y Arboledas Singulares. Todos estos trabajos de inventario se complementan entre sí y son necesarios para la toma de decisiones en cuestiones de planificación y gestión del medio natural.
Entre sus objetivos está estimar el volumen de existencias de biomasa de las especies forestales presentes en el territorio andaluz. Para conseguirlo se ha realizado un arduo trabajo de recopilación, homogeneización y depuración de la información dasométrica disponible, procedente tanto de proyectos de ordenación de montes públicos como de la información sobre vegetación de la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM) y del Inventario Forestal Nacional en su tercera edición (IFN3).
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PROVINCIA Almería
N.º PROYECTOS
N.º PARCELAS
5
4.462
Cádiz
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7.446
Córdoba
17
9.099
Granada
25
13.610
Huelva
22
15.305
Jaén
34
27.700
Málaga
30
8.870
Sevilla
9
3.650
174
90.142
Total
Número de proyectos de ordenación de montes públicos y parcelas de inventario (Referencia: BIOMASA FORESTAL EN ANDALUCÍA. 1. Modelo de existencias, crecimiento y producción. Coníferas)
REFLEXIONES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO ado que el inventario forestal es una de las fases que mayor presupuesto demanda dentro del proceso de la planificación forestal, la actual situación económica nos lleva a reflexionar y pensar cómo adaptarnos a ella para seguir avanzando. En esta línea, es posible reducir los costes de inventario, concentrando este en aquellas masas en las que quiera obtener con cierta precisión el volumen y minimizándolo en áreas donde no se planteen actuaciones que demanden datos de precisión para su proyección. En estas zonas el inventario podría reducirse a la realización de estimaciones periciales complementadas con parcelas relascópicas. Se puede reducir igualmente las variables a determinar en cada parcela, limitándolas únicamente a las que se consideren imprescindibles. Así, en muchos casos se puede disponer de fórmulas y ecuaciones para determinar parámetros indirectos a partir de mediciones directas, de manera que se puede obviar a medición dendrométrica en árboles modelo. En ocasiones también ocurre que se miden variables que no se llegan a utilizar en procesados posteriores (se podría por tanto suprimir la captura de información sin objetivo definido). La realización de inventarios pie a pie únicamente se abordaría en contadísimas ocasiones, dado que el coste adicional que supone frente a otros métodos de inventario solo lo justificaría en casos de elevado valor del recurso a estimar u otras necesidades de precisión en la medición. En zonas en las que exista disponibilidad de datos LiDAR (que se hayan podido levantar y financiar con cargo a otros objetivos, como por ejemplo, generación de modelos digitales
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Ismael Muñoz
En esta fase de recopilación documental se seleccionaron los proyectos de ordenación de montes públicos con potencial interés para este estudio, descartándose aquellos cuya información de inventario no estaba disponible en formato digital o presentaba un modelo de datos difícilmente homogeneizable, así como los proyectos con revisión ya realizada. Esta fase del trabajo permitió disponer de un total 90.142 parcelas de inventario (y su información dasométrica correspondiente) asociadas a 174 proyectos de ordenación.
CONCLUSIONES yyLa ordenación forestal, entendida como el resultado de un consenso para la gestión forestal sostenible, es un medio, no un fin. yyLa ordenación forestal es obligatoria para los montes públicos y una herramienta clave para los particulares. yyLas actuaciones contempladas en los proyectos de ordenación tienen prioridad en las inversiones de la CAPMA. yyLa gestión de los montes pasa por la planificación global, en la que se compatibilicen los diferentes usos y aprovechamientos del monte quedando garantizada la sostenibilidad del medio. Este modelo de gestión se encuadra en la estrategia seguida por la CAPMA para la valorización de los recursos naturales de los montes gestionados por la Junta de Andalucía. yyLa CAPMA apuesta por la certificación forestal de los montes, tanto públicos como privados, ya que supone una mejora continua de la gestión de nuestros montes. yyEl inventario forestal es la clave para conseguir el conocimiento necesario para realizar la ordenación y, por lo tanto, una gestión forestal responsable.
del terreno de precisión para estudios hidrológicos, determinación de áreas inundables, etc.) se pretende rentabilizar esta información para su explotación en inventario forestal, dado que permite tanto reducir considerablemente el tamaño de la muestra como ganar en precisión en la extrapolación espacial de los resultados de los inventarios forestales clásicos. Este planteamiento supondría una importante reducción de costes en el futuro, máxime al tener presente la obligación legal de disponer de un plan de gestión en gran parte de la superficie forestal nacional en 2018. Como primer paso se deberán adaptar, modificar o flexibilizar las instrucciones de ordenación para dar cabida a esta forma de trabajo, basada en mayor medida en la previa realización de análisis selvícolas detallados para posteriormente, a la luz de la información recopilada y de los objetivos propuestos, plantear un inventario enfocado a las necesidades de actuación e información.
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ACTUALIDAD
Hoy en día, los inventarios forestales a gran escala se han convertido en una herramienta imprescindible no solo para la gestión y la planificación forestal sino también para la investigación. En este artículo se hace una recopilación de algunos de los resultados más relevantes obtenidos con los datos de las más de 11.000 parcelas de muestreo de los dos inventarios forestales nacionales que se llevaron a cabo en Cataluña en los años 1989-1990 (IFN2) y los 2000-2001 (IFN3).
Inventarios naturales
Los inventarios forestales nacionales: una herramienta para la gestión, la planificación y la investigación
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esde 1993 hasta 2010 la superficie de bosque ha aumentado en casi 54.000 hectáreas. De acuerdo con los IFN en Cataluña, el almacenamiento medio de C total es de 51,8 t C/ha, y en términos absolutos se acumulan 59 millones de toneladas de C. Los bosques han mantenido su capacidad de sumidero durante este periodo acumulando 1,27 millones t C/año, lo que supone que han capturado el 8,5 % de las emisiones de CO2 de origen antropogénico. Más allá de la información general derivada de los inventarios, en este artículo se ponen varios ejemplos sobre su uso para la gestión, la planificación y la investigación y, finalmente, se da una visión de cuál podría ser el futuro de los inventarios forestales con el uso de los sensores remotos LiDAR.
investigación, en su inicio los inventarios forestales nacionales se concibieron estrictamente para cuantificar las existencias de madera por su entonces elevado interés comercial (Ciais & al., 2008). Los inventarios forestales a nivel nacional proporcionan una información sistemática, estadísticamente no sesgada y regularmente actualizada que da una visión general de los conjuntos de bosques representando la variación temporal y espacial a lo largo de gradientes ambienta-
Introducción os bosques juegan un papel clave en el ciclo global del carbono (C) porque son los responsables de capturar el 30 % de las emisiones de CO2 de origen antropogénico (Canadell & al., 2007; Pan & al., 2011). También son globalmente valiosos por otros muchos servicios indispensables para el bienestar de la sociedad, incluyendo valores y servicios ecológicos, económicos, sociales, estéticos y recreativos (Bonan, 2008; Pan & al., 2011). Mucho antes de que el ciclo del carbono formara parte de la agenda de
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Jordi Vayreda Ecólogo CREAF, Cerdanyola del Vallès (Barcelona)
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dos dimensiones, espacial y temporal, son esenciales para planificar y gestionar de manera racional a corto y a largo plazo el bosque con criterios de sostenibilidad ante las amenazas: fuego, fenómenos meteorológicos extremos (viento, calentamiento y sequía ocasionados por el cambio climático). Conocer qué especies son más vulnerables y avanzar hacia una planificación y una gestión adaptativas que permitan mitigar los efectos adversos del cambio climático son cuestiones que pueden ser abordadas basándose en la información derivada de estos inventarios forestales. En este artículo se recopilan algunos resultados relevantes obtenidos a partir de dicha información. Cómo se hace un inventario forestal ara llevar a cabo un inventario forestal en primer lugar hay que determinar la superficie forestal que se considera bosque. La definición adoptada en Cataluña para el inventario forestal es la del mapa de cubiertas del suelo de Cataluña (MCSC), que considera superficie arbolada toda área con árboles adultos que cubren al menos un 5 % del terreno en un área mínima de 0,05 ha (500 m2). Incluye las urbanizaciones con árboles, los bosques de ribera y las plantaciones de chopos y de plátanos, y excluye los parques y jardines urbanos y los campos de cultivo de leñosas (olivos, algarrobos y frutales). Los detalles de la metodología y la cartografía resultante de las tres ediciones de este mapa se pueden encontrar en http://www.creaf.uab.es/mcsc/. Determinada la superficie forestal, se sitúan las parcelas de muestreo del inventario forestal sobre una malla regular de 1x1 km, es decir, a razón de una parcela para 100 hectáreas (1 km2) de bosque, que se visitan cada diez años aproximadamente (Villanueva, 2005). En cada parcela circular se muestrean los árboles vivos o muertos en pie de al menos 7,5 cm en un radio que varía en función de su diámetro normal (DN). De cada uno se mide su DN y su altura, se determina la especie y se recogen otros datos relevantes como forma del árbol, calidad y estado fitosanitario. También se miden el número de pies de tamaños inferiores en cuatro categorías de regeneración y la composición, recubrimiento y altura media del
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les (Charru & al., 2010). Hoy en día, junto con los sensores remotos y los sensores Láser aerotransportados (LiDAR, Airborne laser scanning sensors) (Magnussen & al., 2010; Mc Roberts & al., 2010), se han convertido en una fuente de información imprescindible para cuantificar y entender la distribución geográfica y temporal de los bosques a escala global (Goodale, 2002; Körner & al., 2003; Liska & al., 2003; Ciais & al., 2008; Pan & al., 2011) y a escala regional (Caspersen & al., 2000; Charrú & al., 2010). Cataluña cuenta con una larga experiencia en inventarios forestales desde que la Generalitat en 1987 encargó al CREAF la realización del Inventari Ecológic y Forestal de Catalunya (IEFC, http://www.creaf.uab.cat/sibosc/). En aquel momento no se habían incorporado todavía a los inventarios forestales nacionales información sobre aspectos funcionales, como la utilización de los nutrientes, la luz y el agua disponibles. Algunas de las innovaciones que incorporó el IEFC para considerar estos procesos fueron: la estima de los índices de área foliar, de la radiación incidente, de la cantidad de hojarasca, del área basal de albura, de la biomasa y producción de cada una de las fracciones aéreas del árbol (madera, corteza, ramas y hojas), del contenido de nutrientes en cada una de ellas y el análisis de las series de crecimiento de los árboles (Gracia & al., 2004). Esta experiencia permitió incorporar el muestreo de algunos de los parámetros ecológicos al Inventario Forestal Nacional. El esfuerzo adicional que representó en Cataluña la medida de estas variables fue razonable tanto en tiempo de muestreo como de preparación técnica de los equipos de campo y, por tanto, de coste económico (Ibáñez & al., 2002). Fruto de esta colaboración, el Inventario Forestal Nacional en Cataluña constituye una base de datos georreferenciada muy completa, con aproximadamente 11.000 parcelas monitorizadas aproximadamente cada 10 años (Villaescusa & Díaz, 1998; Villanueva, 2005). La información recogida ha permitido una caracterización exhaustiva de la composición específica y de la estructura del estrato arbóreo y del sotobosque (incluyendo el estrato arbustivo y la regeneración de las especies arbóreas). El conocimiento del estado del bosque en las
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matorral. El muestreo sistemático de los mismos árboles de las mismas parcelas entre los dos inventarios forestales consecutivos nos permite conocer las existencias totales y por hectárea y sus cambios en el tiempo: tasas de crecimiento, de mortalidad, de aprovechamiento y de reclutamiento. Esta misma información se puede tratar desde muchos puntos de vista (por tamaños, por especies o grupos de especies...), se puede cruzar y enriquecer con otra información geográfica que recoja datos del relieve, geológicos, climáticos, etc., permitiendo análisis completos de los patrones espaciales. El tercer inventario forestal nacional (IFN3) en Cataluña se llevó a cabo entre 2000 y 2001 y supuso el levantamiento de 11.610 parcelas, de las cuales 9.458 se revisitaron, es decir, ya fueron muestreadas en los años 1989-1990 durante la campaña del IFN2. Resultados Superficie actual y cambios en la cubierta forestal En Cataluña la superficie forestal arbolada para el año 2005 (segunda edición del MCSC) es de 1,32 millones de hectáreas, que suponen un 41,1 % de la superficie de Cataluña, proporción significativamente más elevada que la de España, que es del 29 %, 14,7 millones de hectáreas (http:// www.magrama.gob.es). En comparación con el año 1993, la superficie forestal arbolada en Cataluña ha aumentado en casi 54.000 ha, lo que supone un aumento relativo del 4,4 % en 12 años. La superficie de matorral ha crecido en 9.000 ha (1,7 %), y la de prados y herbazales en poco más de 35.000 ha (27,4 %). Por otro lado, la superficie urbana ha aumentado en 32.000 ha (24 %), mientras que la de cultivos es la única que ha disminuido durante este periodo, en poco más de 134.000 ha (-12,2 %).
Cálculos in entrar en mucho detalle, con la información de las dimensiones de cada árbol (DN y altura) en cada parcela y por medio de ecuaciones de cubicación y de biomasa específicas de cada especie, se estiman el volumen con corteza, la biomasa (peso seco) de cada fracción: madera, corteza, ramas, hojas y raíces. A partir del valor de concentración de carbono (C) de cada fracción por cada especie se hace su conversión a almacenamiento de C. Para más información sobre los detalles de la metodología de cálculo se puede consultar Gracia & al. (2004) e Ibáñez & al., (2005).
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Distribución geográfica del almacenamiento de C Los valores más elevados de almacenamiento de C/ha del estrato arbóreo (figura 1), superiores a las 80 t C/ha, se concentran en el prepirineo de Gerona, la cordillera litoral y prelitoral del norte y en el Valle de Arán. Los valores intermedios se dan en el Prepirineo central, mientras que los valores más bajos, casi siempre por debajo de las 40 t C/ha, se dan en los bosques de alrededor de la depresión del Ebro y en buena parte de la provincia de Tarragona. Este patrón encaja con bastante precisión con el patrón de disponibilidad hídrica, situando los valores más elevados de almacenaje donde la precipitación es mayor.
Existencias forestales por hectárea y absolutas En el periodo de tiempo entre los dos inventarios forestales ha habido un incremento significativo en el número de pies, pasando de los 818 millones en 1990 a 877 millones en el año 2000, lo que supone un incremento porcentual del 7,2 % durante el periodo. Paralelamente, también ha aumentado el volumen con corteza en pie desde los 83 millones a los 102 millones de m3, lo que supone un incremento del 23 %. El almacenamiento medio de C total (aéreo y subterráneo) en Cataluña es de 51,8 t C/ha. Proporcionalmente, algo más del 16 % del C se almacena en el sotobosque, y la proporción entre parte aérea y subterránea es del 67:33. En términos absolutos, los bosques catalanes acumulaban, en los años 20002001, 59 millones de toneladas de C. Figura 1. Distribución geográfica de los almacenamientos medios de C arbóreo en t C/ha en Cataluña. Cada polígono representa un área de 5x5 km, y el valor que representa es la media de las parcelas de muestreo. El valor solo se recoge para los polígonos que tienen al menos una superficie arbolada del 10 %
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Crecimiento y balance de C de la biomasa arbórea Aparte del interés que puede tener conocer con precisión la cantidad de C almacenado en los bosques, más relevante es saber cuál es su tasa de crecimiento y su capacidad de sumidero. Esta capacidad se puede determinar fácilmente por comparación entre los dos inventarios sucesivos porque es el balance entre la tasa de crecimiento de los árboles supervivientes y los que se incorporan (reclutamiento), que contribuyen positivamente, y las pérdidas ocasionadas por la mortalidad y los aprovechamientos forestales. Si en un período determinado las ganancias superan a las pérdidas, los bosques actúan como sumideros, es decir, retiran CO2 de la atmósfera; en caso contrario son emisores netos de CO2. Sea cual sea la especie analizada, este balance ha sido positivo, es decir, han actuado como sumideros de C (figura 2). De meFigura 2. Valores medios de las tasas anual en t C /ha/ año para las especies más comunes de los bosques dia por hectárea, los bosques que más catalanes. En verde, la capacidad de sumidero; en amarillo, la tasa de aprovechamiento anual, y en naranja, han contribuido han sido los hayedos, las pérdidas ocasionadas por mortalidad. Estas tasas incluyen la parte aérea y subterránea (raíces) seguidos por los encinares y los pinares de pino albar. Los castañares y los pinares de pino laricio, a pesar de los incendios y de las plagas, han podido mantener una cierta capacidad de sumidero. cuatro especies que, por orden decreciente, han sido Pinus En cuanto a la proporción en valor absoluto corresponnigra, Quercus ilex, P. sylvestris y P. halepensis. Los bosques dientes a esta mismas especies (figura 3), un 60 % de la con mayor capacidad de sumidero han sido, en primer lugar, mortalidad (72.000 t C/año) se ha concentrado en tres espelos encinares, seguidos muy de cerca por los pinares de pino cies de coníferas (Pinus halepensis, P. nigra y P. sylvestris). albar, y, finalmente, los pinares de pino carrasco. Entre las Entre las frondosas, la que mayor mortalidad ha padecido tres especies han capturado casi dos tercios del C de los ha sido Quercus ilex (14 %, 17.000 t C/año). El 78 % de los bosques catalanes (740.000 t C/año). aprovechamientos (290.000 t C/año) se han concentrado en
Figura 3. Proporción del valor absoluto anual (t C/año) de la mortalidad, de los aprovechamientos y de la capacidad de sumidero de cada una de las especies más comunes en Cataluña
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Exceptuando algunas zonas donde los bosques fueron emisores netos de CO2 (figura 4), en la mayor parte de la superficie el balance fue positivo, es decir, actuaron como sumidero de C. Las zonas donde el balance fue negativo (colores naranjas y rojos en la figura 4) coinciden con las zonas donde hubo importantes incendios forestales que afectaron a grandes superficies (especialmente en los años 1994 y 1998). Planificación y gestión: cómo evaluar otras existencias con precisión racias a los inventarios forestales, y a la medida precisa de todos los árboles y fracciones, la información se puede tratar de maneras muy distintas, lo que permite cuantificar distintos aspectos. A continuación se expone un ejemplo. ¿Qué cantidad de biomasa de copas abandona el bosque como consecuencia de los aprovechamientos forestales? Un aprovechamiento tradicional de madera supone llevarse solo el tronco, de modo que la copa del árbol se abandona en el bosque. Desde hace unos años se discute la posibilidad de aprovechar también esta parte como biomasa para energía. En este inventario, gracias a la experiencia previa adquirida en el IEFC (Gracia & al., 2004), donde se tomaron medidas precisas para la estima de biomasa de ramas y hojas, se han podido cuantificar estas fracciones con mucha precisión. Así, según los aprovechamientos de madera cuantificados a partir de la comparación entre los dos inventarios se ha determinado que la cantidad anual que se podría obtener con las copas alcanzaría las 148.000 toneladas: 100.000 corresponderían a los aprovechamientos de coníferas, 48.000 a los de frondosas. Esta cantidad equivale en términos de energía primaria a 400.000 barriles de petróleo aproximadamente.
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Figura 4: Distribución geográfica del balance medio (estrato arbóreo aéreo y subterráneo) en t C/ha/año en Cataluña. Cada polígono representa un área de 5x5 km, y el valor que representa es la media de las parcelas de muestreo. El valor solo se da para los que tienen menos unos superficie arbolada del 10 %
¿Cuánto representa el carbono fijado por los bosques catalanes? n términos absolutos, durante el período entre los dos inventarios forestales (1990-2001), los bosques catalanes (estrato arbóreo aéreo y subterráneo) acumularon 1,27 millones t C/año. Los aprovechamientos anuales de madera y leña fueron de 430.000 t C/año y la mortalidad supuso la pérdida de 140.000 t C/año. De promedio, el 8 % muere cada año, un 23 % se aprovecha y el 69 % restante se va acumulando cada año incrementando el almacenamiento de C vivo en pie. En promedio, una hectárea de bosque fija cada año 4,1 toneladas de CO2. Teniendo en cuenta que las emisiones de origen antropogénico correspondientes al año 2008 fueron de 54,3 millones t CO2 eq./año y que cada año el bosque ha sido capaz de absorber el equivalente a 4,6 millones de toneladas de CO2, significa que el bosque captura solo el 8,5 % de estas emisiones o, dicho de otro modo, que haría falta una superficie arbolada once veces superior a la actual para compensar las emisiones de CO2 de los catalanes.
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Investigación: efectos del calentamiento en los bosques de la España peninsular os inventarios forestales nacionales también se han convertido en una herramienta imprescindible en el ámbito de la investigación porque constituyen una fuente de información de gran alcance territorial que permite analizar patrones a escala espacial y temporal. Como resultado del cambio glo-
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bal, los bosques están acumulando C en amplias zonas del mundo. Esta capacidad parece que va en aumento porque el incremento del CO2 atmosférico actúa directamente como fertilizante e indirectamente porque aumenta la temperatura y por lo tanto alarga el periodo vegetativo. Sin embargo, en la península Ibérica, donde el agua es a menudo el principal factor limitante, el calentamiento junto con el aumento del almacenamiento de C, fruto del abandono de la gestión forestal, reduce la disponibilidad hídrica, y por tanto, la capacidad de
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Javier Cantero
Figura 5. Distribución geográfica de la tendencia reciente de la temperatura (ºC) en la España peninsular en celdas de resolución de 0,5º x 0,5º
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ad ilid nib po rica Dis híd
Capacidad de sumidero
sumidero puede verse seriamente comprometida. De hecho, en el periodo entre los dos inventarios forestales ya ha habido un incremento significativo de la temperatura (figura 5), que en algunas zonas ha llegado a casi dos grados por encima de los valores habituales. En este contexto nos preguntamos, por una parte, si el cambio global había afectado a la capacidad de sumidero de los bosques de la Península Ibérica de forma diferente en función del agua disponible, y de la otra, si la gestión forestal podría haber servido para mitigar el efecto del calentamiento. Como respuesta al calentamiento, mientras que los bosques de la España húmeda (con mayor disponibilidad hídrica) sufren una reducción importante de su capacidad de sumidero como consecuencia del calentamiento, en los bosques de la España seca (baja disponibilidad hídrica) el efecto del calentamiento no produce ningún efecto negativo significativo (figura 6). Dicho de otro modo, únicamente los bosques del norte de España y de zonas de montaña -con presencia de especies de clima temFigura 6. Gráfica tridimensional que muestra los efectos predichos por el modelo estadístico propuesto plado y que en la Península están a su límide la interacción sobre la capacidad de sumidero (t C/ha/año) te más meridional- se han mostrado mucho de la disponibilidad hídrica (%) y el calentamiento (ºC) más sensibles al efecto del calentamiento. En cambio, las especies mediterráneas del centro, este y sur de la Península, acostumbradas a soportar temperaturas elevadas y a sobrevivir a largos períodos de sequía, apenas han sufrido su efecto. Por otra parte, mientras que en los bosques no gestionados el calentamiento ha tenido un efecto negativo en la capacidad de sumidero, en los bosques gestionados su efecto adverso ha quedado cancelado (figura 7). Por lo tanto, se concluye que la gestión podría ser una herramienta útil para mitigar, al menos en parte, el efecto del calentamiento porque probablemente la gestión reduce la competencia por los recursos más limitantes mejorando su capacidad de sumidero. El futuro de los inventarios l uso de las bases de datos de los inventarios forestales tiene algunas limitaciones, especialmente si se quieren hacer estudios más precisos de cambios en la estructura del bosque en el espacio y en el tiempo. En primer lugar, porque las parcelas son medidas discretas en el espacio y en el tiempo de manera que la extrapolación a partir de la información de cada parcela en todo el territorio a menudo no es de fácil solución. En segundo lugar, los inventarios forestales no incluyen mediciones precisas del sotobosque que sin embargo Figura 7. Efectos predichos sobre la capacidad de sumidero (t C/ha/año) de la pueden tener un papel relevante en el balance global de C del interacción entre la gestión forestal y el calentamiento (ºC) ecosistema (Goodale & Davidson, 2002). Actualmente, una de las técnicas más habituales para abordar esta cuestión es mediante sensores láser aerotransportados (LiDAR), técnica que se está convirtiendo en una de las tecnologías basada en sensores remotos más utilizada en aplicaciones forestales gran precisión el relieve del terreno, como producto secunda(Maltamo & al., 2006; Gobakken & Næsset, 2009; Magnussen rio también se puede estimar la altura de la vegetación sobre grandes extensiones. La información agregada para una por& al., 2010; Mc Roberts & al., 2010). Aunque los sensores ción de terreno (parcela de muestreo) proporciona asimismo LiDAR fueron concebidos originalmente para determinar con
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2013. N.o 57
una información precisa de la distribución por alturas de toda la vegetación. Esta información se puede combinar con datos detallados de campo para construir modelos estadísticos y predecir de manera directa la altura de la vegetación, pero también indirectamente, el volumen de madera en pie, la
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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
biomasa aérea y otros parámetros biofísicos (Næsset 1997a; 1997b; Maltamo & al., 2005) y proporciones de las diferentes especies coexistentes (Packalen & Maltamo, 2007), reduciendo así los costes del inventario forestal (Norte-Larsen & RiisNielsen, 2010).
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ACTUALIDAD
Inventarios naturales
Criterios e indicadores genéticos para la gestión Forestal. Aplicaciones a inventarios nacionales y a unidades de gestión forestal Ricardo Alía1,2, Bruno Fady3, Pedro Manuel Díaz-Fernández4, Regina Chambel1, Santiago C. GonzálezMartínez1,2, Salustiano Iglesias5 1 INIA. Centro de Investigación Forestal. Dpto. de Ecología y Genética Forestal. Madrid 2 Instituto Mixto de Gestión Forestal Sostenible. INIA-UVA. Madrid 3 INRA. URFM - UR629. Site Agroparc. Aviñón, Francia 4 Facultad de Ciencias y Artes UCAV. Ávila 5 Servicio de Material Genético. MAGRAMA. Madrid
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ANTECEDENTES anto políticos como gestores forestales necesitan herramientas que permitan definir, evaluar y monitorizar los progresos periódicos hacia una gestión forestal sostenible para un lapso de tiempo determinado en un país o región o en un área forestal específica (FAO, 2009). Este proceso comenzó en 1992, cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) centró la atención mundial en la importancia de la gestión forestal sostenible como elemento clave del desarrollo sostenible. Como resultado de este encuentro internacional, 144 países adoptaron una declaración no vinculante de Principios sobre los Bosques en la que se reconoció la importancia de la gestión sostenible de todos los tipos de bosques con el fin de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. A raíz de la CNUMAD, muchos países comenzaron a considerar cómo podrían medir y seguir su progreso hacia la meta de la sostenibilidad. Estos debates se centraron en la necesidad de establecer de común acuerdo los criterios e indicadores (C&I) que proporcionen un marco para la recogida y la evaluación de datos y, en la medida de
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lo posible, estandarizar la información sobre la gestión forestal a nivel nacional. Distintos procesos han avanzado en la definición de estos C&I, que se han aplicado a tres niveles distintos: Regional, Nacional y Unidad de Gestión forestal (Figura 1). Los criterios definen los elementos esenciales frente a los que se evalúa la sostenibilidad, con una consideración específica a las funciones productivas, protectoras y sociales de los bosques y de los ecosistemas forestales. Cada criterio se relaciona con un elemento importante de la sostenibilidad y puede describirse por uno o más indicadores. Los indicadores son características que pueden medirse y corresponden a un criterio particular. Su aplicación desde el nivel político al de usuario puede incluir cuatro etapas que incluyen: definir los indicadores referidos a criterios ecológicos, económicos y socioculturales; evaluar los criterios combinando los indicadores con verificadores (estos permiten monitorizar la situación y los cambios de los bosques en términos cuantitativos, cualitativos o descriptivos y reflejan el valor del bosque tal como es visto por aquellos que definen cada criterio); integrar la información compleja a distintos niveles; y comu-
n.o 56
Los criterios e indicadores estandarizan la información sobre la gestión forestal y definen los elementos esenciales para evaluar la sostenibilidad
nicar esta información a los responsables de las políticas y decisiones (Andersson et al., 2005). Los indicadores pueden establecerse para medir Respuestas (R, indicadores que miden la aplicación de políticas o acciones parar prevenir o reducir la pérdida de biodiversidad), Presiones (P, indicadores que monitorizan la importancia e intensidad de las causas de la pérdida de biodiversidad que intentan medir las respuestas), Estado (S, indicadores que analizan la condición y el estado de distintos aspectos de la biodiversidad) o Beneficios (B, indicadores que cuantifican los beneficios que los humanos reciben de la biodiversidad) (Sparks et al., 2011). Dentro del esquema de criterios e indicadores se necesita identificar el menor número de C&I necesarios para una evaluación fiable de la gestión forestal sostenible de forma costo-eficiente (Ravi et al., 1999). Los nuevos avances metodológicos y de información en genética forestal van a permitir
la inclusión de indicadores más efectivos para evaluar la sostenibilidad. Actualmente, las tecnologías de la información (a través de grandes bases de datos en red) y las tecnologías de genotipado y fenotipado masivo están abriendo la posibilidad de utilizar verificadores genéticos en algunos procesos de monitorización. Hay que señalar que muchas de estas técnicas están desarrolladas de forma incipiente solo para algunas especies, pero se espera que sean aplicadas de forma masiva a una gran cantidad de especies en un futuro cercano como consecuencia del desarrollo de novedosos proyectos de I+D+i a escalas europea y nacional (proyectos LINKTREE, TREES4FUTURE, EVOLTREE, CLONAPIN, ADAPCON, PHENOPIN). En España, el Sistema Nacional de evaluación y seguimiento de los recursos genéticos forestales establecido en la Estrategia Española para la Conservación y Uso Sostenible de los Recursos Genéticos Forestales -en adelante,
Figura 1. Esquema de C&I a escalas Regional, Nacional y de Unidad de Gestión
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Estrategia de recursos genéticos forestales- (MIMAM 2006) contempla entre sus actividades la Definición de criterios e indicadores a nivel nacional que permitan estimar, a intervalos regulares, cambios en la distribución y la estructura genética de las especies forestales, así como cambios significativos en los procesos que pueden influir en la conservación a largo plazo. Estos indicadores utilizarán información disponible a través de otras iniciativas, como las herramientas para la planificación instauradas por la Estrategia Forestal Española (p. ej., IFN, Mapa Forestal, etc.) completada con datos propios. En este trabajo se analizan una serie de propuestas con vistas a su aplicación a tres niveles diferentes: regional y nacional (que consideramos que han de ser similares) y a escala de unidad de gestión forestal. Por otra parte, se realizan una serie de propuestas en relación con la información generada en estos C&I de modo que esta pueda ser incorporada como una dato más a los ya establecidos en un Inventario Forestal Nacional ampliado, en el marco de una política forestal que contemple todas las funciones esperables de los bosques. Este nuevo Inventario Forestal incluiría una serie de herramientas y parcelas de monitorización de las distintas funciones de los montes (ver Cuadros 1 y 3 posteriormente). En este sentido, la Estrategia de recursos genéticos forestales (MIMAM, 2006) ya planteaba unos sistemas de monitorización nacionales y la definición de criterios e indicadores para evaluar el estado de la conservación de los recursos genéticos y su uso sostenible, que en esta propuesta se ven más desarrollados. NIVELES REGIONAL Y NACIONAL ara los niveles regional y nacional todos los países en los que se aplican se centran en siete áreas temáticas globalmente acordadas: extensión de los recursos forestales, diversidad biológica, sanidad forestal y vitalidad, funciones protectoras de los bosques, funciones productivas de los bosques, funciones socioeconómicas y marco institucional y de política legal (FAO, 2013). En el Proceso Paneuropeo de Protección de Bosques se han definido seis criterios que son utilizados a nivel nacional (Cuadro 1). La información genética se incluye en el Criterio 4 (Mantenimiento, conservación y aumento apropiado de la diversidad biológica en los ecosistemas forestales) como un Indicador (4.6. Recursos Genéticos). A continuación describimos los indicadores propuestos en este trabajo, siguiendo la numeración correspondiente a los criterios e indicadores recogidos por la MCPFE.
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Indicador 4.6. Recursos Genéticos El objetivo de este indicador es comprobar el estado, las presiones y los beneficios aportados por los recursos genéticos forestales. Bajo este indicador se consideran dos verifica-
Cuadro 1. Criterios e indicadores derivados del Proceso Paneuropeo de Protección de Bosques. El proceso paneuropeo de protección de bosques ha adoptado unos indicadores para evaluar la gestión forestal sostenible (MCPE, 2003). Estos indicadores son tanto cuantitativos como cualitativos. A continuación se resumen los seis criterios definidos, así como los indicadores cuantitativos dentro del Criterio 4, que está más relacionado con los recursos genéticos forestales. Criterio 1: Recursos forestales y contribución a ciclos globales de carbono Criterio 2: Mantenimiento de la salud y la vitalidad de los ecosistemas forestales Criterio 3: Mantenimiento y mejora de la función productiva de los bosques Criterio 4: Mantenimiento, conservación y mejora de la biodiversidad en los ecosistemas forestales 4.1. Tipos de bosque y composición por especie 4.2. Regeneración 4.3. Grado de naturalidad 4.4. Especies introducidas 4.5. Madera muerta 4.6. Recursos genéticos 4.7. Estructura del paisaje 4.8. Especies forestales amenazadas 4.9. Superficie forestal protegida Criterio 5: Mantenimiento y mejora de la función protectora de los bosques (principalmente, suelo y agua) Criterio 6: Mantenimiento de otras funciones y condiciones socioeconómicas
dores cuantitativos: la superficie gestionada para conservación y utilización de los recursos genéticos forestales (in situ y ex situ) y el área gestionada para producción de semillas. El primer verificador se relaciona con las unidades de conservación. A nivel europeo se cuenta con la información obtenida dentro del programa europeo EUFORGEN (Figura 1), aunque no existe una completa armonización en los procedimientos seguidos. En España se han establecido criterios para la definición de unidades de conservación genética (MAGRAMA, 2010), pero aún no han sido regulados los procedimientos para aprobar las unidades de conservación con vistas a su inclusión en el Catálogo Nacional de Unidades de Conservación (MAGRAMA, 2006). En la actualidad un grupo de trabajo derivado del Comité Nacional para la Mejora y Conservación de los recursos genéticos forestales está finalizando la propuesta para reglamentar este procedimiento.
Los nuevos avances metodológicos y de información en genética forestal van a permitir la inclusión de indicadores más efectivos para evaluar la sostenibilidad 44
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En cuanto al segundo verificador, el área gestionada para producción de semillas (Figura 2), se ha elaborado a partir de la información recogida en el Registro y Catálogo Nacional de Materiales de Base, que muestra la disponibilidad de materiales de base de todas las especies. Los indicadores y verificadores incluidos en este criterio son claramente insuficientes al no precisar el estado de conservación de la diversidad genética forestal ni los esfuerzos realizados a los niveles nacional o regional para conseguir una gestión sostenible de la diversidad genética. Se deberían incluir otros indicadores y verificadores que pueden evaluarse de forma costoeficiente y que pueden incorporarse a este u otros criterios de los ya aceptados al nivel regional o nacional. Estos nuevos indicadores permitirían una mejor planificación nacional en políticas de gestión y de conservación de recursos genéticos. Han de incluir tanto aquellos relacionados con las presiones a las que son sometidos los recursos genéticos como los referidos al estado de los recursos genéticos y los beneficios derivados de su mantenimiento (siguiendo la clasificación de Sparks et al., 2011).
Figura 1. Unidades de Conservación de recursos genéticos en Europa (información obtenida de EUFGIS, portal.eufgis.org)
4.6.1. Superficie gestionada para conservación y utilización de los recursos genéticos forestales (in situ y ex situ) Los verificadores (indicadores) encargados de evaluar este aspecto serían dos: a) Superficie gestionada para la conservación in situ. b) Superficie y unidades gestionadas para la conservación ex situ. Esta información estaría disponible a partir del Registro nacional de unidades de conservación. 4.6.2. Nivel de conservación de los recursos genéticos forestales En este caso pueden establecerse dos verificadores. En el primero de ellos, la superficie gestionada para conservación ha de considerarse en comparación con el nivel deseable de conservación determinado respecto a la ofrecida por una red eficiente de conservación genética y para las principales especies incluidas en el listado de la Estrategia de recursos genéticos forestales. Es posible determinar un número eficiente de unidades de conservación para especies o grupos de especies (por ej., basándose en las regiones de procedencia y en los niveles de diversidad de las especies). Este valor de referencia podría ser modificado cuando aumentase la información sobre las especies. En el segundo verificador se considera el número de unidades de conservación en las que se monitoriza su estado de conservación periódicamente (por ej., cada diez años, que es el plazo definido para la realización del Inventario Forestal Nacional y correspondería al marco de monitorización de la Estrategia de recursos genéticos forestales. En este caso, el nivel deseable debería
Figura 2. Evolución del número de unidades de admisión en el Catálogo Nacional (arriba) y tipo de categorías (abajo) (MAGRAMA, 2012a)
En España se han establecido criterios orientadores para la definición de unidades de conservación genética, y se está desarrollando el procedimiento de aprobación de dichas unidades Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
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definirse previamente, pues no tiene por qué alcanzar el 100 % de las unidades de conservación. Los verificadores (indicadores) para este caso serían: a) Porcentaje de unidades de conservación respecto al número óptimo de la red de conservación. b) Número (porcentaje) de unidades de conservación con programa de monitorización del estado de conservación. Esta información se recoge en el Registro nacional de unidades de conservación y en el plan de gestión que se define para incluir una unidad de conservación en el mismo (MAGRAMA, 2009). 4.6.3. Amenazas a los recursos genéticos forestales Este es un indicador de la presión a la que están sometidos los recursos genéticos, y en general está relacionado con acciones de otros sectores (por ej., urbanismo, agricultura, etc.). La Estrategia de recursos genéticos identifica cinco amenazas (Fragmentación del territorio y destrucción de hábitats, Contaminación ambiental y cambio climático, Sobreexplotación de recursos y deforestación, Introducción de especies y variedades exóticas y Cambios en la intensidad de los usos del suelo). En este caso se establecen indicadores para la conservación de la variación intraespecífica. Son: a) Fragmentación de las poblaciones naturales. b) Reducción prevista de superficie en poblaciones naturales evaluada mediante modelos de nicho. c) Reducción de censos poblacionales en unidades de conservación. d) Riesgo de introgresión de unidades de conservación por
Cuadro 2. La importancia de la Adaptación local y la diferenciación de las poblaciones En especies forestales se ha demostrado la existencia de diferencias genéticas entre poblaciones en caracte-
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materiales alóctonos. e) Desaparición de poblaciones naturales. 4.6.4. Área gestionada para producción de semillas Debe añadirse una valoración sobre la disponibilidad de materiales de base para el conjunto de las regiones de procedencia definidas. a) Superficie gestionada para la producción de semilla, por categorías. b) Evolución del número de unidades gestionadas para la producción de semilla. c) Representación de los materiales de base respecto al total de regiones de procedencia de las especies reguladas (Figura 3). Esta información está disponible a partir del Registro Nacional de materiales de base (MAGRAMA, 2013). 4.6.5. Utilización de material forestal de reproducción El registro del material de base per se no indica cómo se están utilizando los materiales de reproducción; sin embargo, este hecho es esencial para muchos procesos que modelan la diversidad genética de las especies forestales. Uno de los principales resultados obtenidos en los proyectos antes mencionados, así como en otros, señalan la importancia de la adaptación local para algunas especies o su diferenciación frente a otras poblaciones. En cualquiera de los dos casos, las poblaciones locales pueden presentar características diferenciales frente a otras poblaciones alóctonas de la misma especie, aunque en el primer caso están mejor adaptadas, y
res tanto de crecimiento como de adaptación. En ocasiones estas diferencias se traducen en una superioridad (en aptitud biológica) de la población local frente a las poblaciones foráneas. Es lo que se denomina adaptación local.
En un ensayo de trasplante recíproco (dos poblaciones de Pinus pinaster: Coca y Calderona, sembradas en los dos sitios y bajo condiciones de cubierta y en claros), se comprueba que en Calderona existe una mayor emer-
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en el segundo no tienen por qué estarlo (Cuadro 2). Por tanto, debería contemplarse la valoración de distintos factores como: a) Número de procedencias usadas durante un lapso de tiempo en un paisaje determinado. b) Porcentaje de procedencias alóctonas frente a autóctonas utilizadas en repoblaciones o restauraciones forestales dentro de un paisaje. c) Superioridad estimada y diversidad de los materiales de reproducción utilizados. Indicador 4.8. Especies forestales amenazadas Este indicador está relacionado con los recursos genéticos forestales, pero al nivel específico, basado en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial y en el Catálogo español de especies amenazadas. No proponemos ningún cambio en este indicador. Indicador 4.10. Diversidad Genética En el criterio 4 debe añadirse un indicador actualmente no contemplado y relacionado con la diversidad genética, uno de los componentes de la biodiversidad que usualmente no es incluido en las evaluaciones realizadas. La diversidad genética intraespecífica es esencial en distintos procesos, como por ejemplo la adaptación a condiciones futuras, especialmente en el sur de Europa (Alberto et al., 2013). Se deben precisar los niveles de diversidad entre y dentro de poblaciones a lo largo del tiempo para especies clave definidas en el país. Existe un gran número de estudios gené-
gencia bajo copas para los dos orígenes y una ligera mayor emergencia de la procedencia local en ambos tipos de cobertura. Además, hay un mejor comportamiento del origen foráneo en un ambiente abierto, pero hay una ventaja del origen local bajo cubierta. (Vizcaíno, en prep. Resultados del proyecto LINKTREE). La adaptación local no suele ser lo general. En otras ocasiones existe diferenciación genética entre poblacio-
Figura 3. Base de datos (GD)2 (INRA, 2013)
nes pero no está asociada a una superioridad de estas poblaciones locales. Son por tanto diferentes, y como tal han de considerarse en programas de mejora y conservación de recursos genéticos forestales (por ej., para definir regiones de procedencia o decidir sobre la combinación de poblaciones para restaurar zonas amenazadas). Esta diferenciación en muchas ocasiones se evalúa tanto mediante marcadores moleculares como a través de
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caracteres cuantitativos. Por ejemplo, existen diferencias en poblaciones de Pinus pinaster en la edad a la que empieza la reproducción femenina (Female), y menos, en la masculina (Male), lo que demuestra la diferencias existentes entre poblaciones incluso de una misma zona geográfica (Santos de Blanco et al., 2012).
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Figura 4. Red Nacional de ensayos genéticos GENFORED (CITA-INIA, 2013)
ticos, en muchos de los cuales se combinan datos obtenidos con marcadores y con ensayos genéticos. Dentro de este indicador deben recogerse los niveles de diversidad de las principales especies (tanto en marcadores cuantitativos como en moleculares), los cambios con el tiempo si se detectan y los déficits existentes en estos estudios. Para este criterio es necesario disponer de bases de datos actualizadas tanto con datos moleculares [por ej., base de datos (GD)2 (INRA, 2013), Demiurge (JBC, 2013)] como en ensayos de campo [Genfored (CITA-INIA, 2013)]. Esta necesidad se reflejaba ya en la Estrategia de recursos genéticos forestales. A partir de estas base de datos podemos obtener unos indicadores de variación genética con marcadores moleculares (número de especies, numero de poblaciones, marcadores utilizados, niveles de diversidad) (Figura 3) y en ensayos genéticos (área total existente, número de poblaciones analizadas, caracteres evaluados, niveles de diferenciación) (Figura 4). A partir de estas bases es posible evaluar cuatro verificadores: a) Número de poblaciones e individuos analizados con marcadores moleculares, por especie. b) Niveles de diversidad de las principales especies en marcadores moleculares. c) Superficie dedicada a ensayos genéticos, con número de poblaciones y caracteres medidos, por especie. d) Niveles de diversidad y diferenciación entre poblaciones de las principales especies en marcadores cuantitativos. En resumen, el inventario forestal ampliado que señalamos anteriormente debería ser modificado para incluir la información generada por otras iniciativas (Cuadro 3).
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Cuadro 3. Implicaciones para el Inventario Forestal Nacional Para poder contemplar estos nuevos indicadores, el Inventario Forestal ampliado, junto con el Inventario de Patrimonio Natural, debería incluir una serie de herramientas contempladas en la Estrategia Española para la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos o desarrollados a nivel europeo dentro del Programa EUFORGEN y otras iniciativas: a) Registro Nacional de materiales de base b) Registro Nacional de unidades de conservación c) Banco de Germoplasma en Red d) Base de datos de ensayos genéticos (GENFORED) e) Base de datos moleculares (GD2, Demiurge) f) Red de seguimiento y monitorización de los recursos genéticos forestales El mantenimiento de estas herramientas de planificación es esencial para una evaluación correcta del uso sostenible y la conservación de la diversidad genética forestal.
NIVEL DE UNIDAD DE GESTIÓN FORESTAL os indicadores para el nivel de unidad de gestión forestal dependen de factores ambientales locales, a menudo específicos del sitio, tales como el tipo de bosque y el relieve, así como las prioridades y consideraciones económicas y sociales locales. Estos indicadores pueden diferir por tanto
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Criterios e Indicadores
Verificadores
CR- Conservación de los procesos que mantienen la variación genética (Namkoong et al., 2002). I 1 – Cambio en los niveles de la variación genética
Demográficos; Marcadores genéticos
I 2 – Cambio direccional en las frecuencias génicas o genéticas
Demográficos; Marcadores genéticos
I 3 – Migración entre poblaciones
Demográficos; Marcadores genéticos
I 4 – Cambios en los procesos reproductivos
Demográficos; Marcadores genéticos
CR- Cambios temporales en el monitoreo genético de unidades de conservación genética de plantas perennes (Aravanopoulus, 2011) I 1- Selección
Demográficos y Reproductivos
I 2- Deriva Genética
Marcadores genéticos
I 3- Flujo Genético
Marcadores genéticos Tabla 1. Ejemplo de Criterios e Indicadores para la unidad de gestión forestal que se han definido
entre áreas forestales individuales en un país determinado, en un momento determinado, de acuerdo a las condiciones prevalentes, las prioridades y los objetivos de gestión. Se han definido métodos para desarrollar, testar y seleccionar criterios e indicadores a escala de unidad de gestión forestal (Ravi et al., 1999). Hay algunos intentos para establecer criterios e indicadores genéticos a este nivel (por ej., Namkoong et al., 2002), y especialmente para unidades de conservación genética (Aravanopoulus, 2011) (Tabla 1, Cuadro 4). La gestión forestal afecta a la diversidad genética forestal a través de varias acciones, principalmente el sistema selvícola (con impacto en la estructura y composición del rodal y del paisaje) y tipo de regeneración (regeneración natural frente a plantaciones). Estas operaciones pueden influir tanto en los recursos genéticos de las especies objeto de la gestión forestal como de cualquier otra del ecosistema (planta, animal u otros organismos). Dados los principales tipos de actividades, pueden distinguirse (Jiménez et al., 2010): Uso del material forestal de reproducción en repoblaciones y restauración forestal y criterios para la gestión sostenible. A ellos podríamos añadir los correspondientes a la Gestión de unidades de conservación. Otra aproximación consiste en definir criterios orientadores para la gestión forestal sostenible. Esta aproximación es la seguida en la Estrategia de recursos genéticos forestales (MIMAM 2006, Jiménez, 2009). En ella se plantea definir unos criterios orientadores que puedan ser utilizados por los gestores forestales en el proceso de toma de decisiones, en el uso de los materiales forestales de reproducción, en las labores de gestión de las masas forestales y en la elaboración y seguimiento de los planes de ordenación de los recursos forestales y naturales (PORF, PORN y otras herramientas de planificación). Actualmente están desarrollados los correspondientes al uso de los materiales de reproducción para su uso en repoblación, reforestación y restauración forestal (MAGRAMA 2012b) y en restauración de riberas (MAGRAMA, 2012c) (Figura 5). Una vez establecidos estos criterios orientadores, podrían establecerse un sistema de C&I para verificar su cumplimiento en las distintas actividades de gestión.
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Cuadro 4. Criterios e indicadores genéticos (Namkoong et al., 2002) Estos autores plantean la elaboración de verificadores demográficos y genéticos para comprobar el cumplimiento del criterio: Conservación de los procesos que mantienen la variación genética. Por ejemplo, el Indicador I 3: Migración entre poblaciones cuenta con cuatro verificadores demográficos y un verificador genético. Verificadores demográficos 3.D.1 Aislamiento físico 3.D.2 Aislamiento reproductivo 3.D.3 Dispersión de semilla 3.D.4 Dispersión de polen Verificadores genéticos 3.G.1 Flujo genético Para estos verificadores sería necesario definir unos niveles críticos a partir de los cuales se cumple la sostenibilidad de la gestión aplicada. Niveles críticos: Cambios de menos del 50 % en los verificadores demográficos o menos del 10 % en los parámetros genéticos => Sostenibilidad La aplicación de esta metodología obliga a definir estos niveles críticos, así como los métodos de muestreo o medición de los verificadores y el lapso espacial y temporal de las mediciones. Por tanto, a pesar de su aparente simplicidad no han sido aplicados en la gestión real.
Uso de los materiales forestales de reproducción. El uso de material forestal de reproducción cuenta con unas condiciones fijadas por la legislación sobre comercialización de material forestal de reproducción que aseguran la calidad genética y exterior de acuerdo a unos estándares para cada especie y categoría (requisitos de los materiales de base, requisitos de producción de los materiales de reproducción, etc.), así como de los posibles efectos sobre la diversidad genética en la zona donde se introducen y de los propios materiales utilizados.
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El Comité Nacional de Mejora y Conservación de Recursos Genéticos Forestales (órgano de coordinación entre administraciones para los recursos genéticos forestales) ha aprobado unos criterios orientadores a aplicar en lo relativo a los materiales forestales de reproducción en la redacción y ejecución de proyectos de repoblación y restauración forestal (MAGRAMA 2012a). Siguiendo estos criterios, los indicadores pueden establecerse para: 1. Zona de utilización Los sitios para realizar las repoblaciones o forestaciones deben ser seleccionados de tal forma que se eviten los posibles efectos negativos sobre áreas de alto valor ecológico, particularmente la conversión de áreas no forestales naturales o seminaturales (recomendación 18, Figura 5. Criterios orientadores para realizar trabajos de repoblación, reforestación y restauración forestal aprobaMCPFE, 2009). Las procedencias y dos en España (izda.) y para las labores de revegetación de riberas (dcha.) (MAGRAMA, 2012b y c) variedades o ecotipos de especies nativas que están bien adaptadas a las condiciones del sitio deben utiliLa elección de la especie es una decisión técnica que ha zarse para forestación y reforestación cuando sea apropiado de considerar, entre otros aspectos, el objetivo de la repobla(recomendación 19, MCPFCE 2009). La necesidad de conción o restauración forestal. En cualquier caso, esta elección siderar la adaptación al cambio climático debe tenerse en ha de tener en cuenta una serie de aspectos, entre los que cuenta cuando se elige la especie, procedencia y variedades destaca la elección de las especies locales, aunque no siemo ecotipos para forestación y reforestación (recomendación pre estas tienen por qué ser las más productivas ni las más 20, MCPFCE 2009). adecuadas a las condiciones del sitio. Actualmente se dispoEn España se han establecido 57 regiones de utilización ne de una lista de especies locales (INIA,2013) y de informa(RU) que se definen como ”una parte del territorio, ecolóción relativa a comportamiento en ensayos y de predicciones gicamente homogénea, donde el material de reproducción basadas en el nicho actual o potencial. presenta un comportamiento y adaptación similar” (García del Barrio et al., 1999, 2005). Estas regiones constituyen la 3. Origen del material base para las recomendaciones de uso de materiales de reSe ha comprobado la importancia de la fuente local en producción realizadas a nivel nacional y, por tanto, facilitan la muchos casos (ver cuadro 2). Se han realizado en ocasioelección del material más adecuado para la zona de siembra nes esfuerzos para aportar recomendaciones de uso de los o plantación. materiales o de su posible movimiento basándose en predicciones o en ensayos de campo. Aunque la legislación obliga 2. Especies utilizadas a identificar el origen de los materiales (para algunas de las Se debe promover que la composición de especies y la categorías), se pueden aplicar nuevos métodos de genotipadiversidad estructural refleje la diversidad natural a nivel del do masivo para comprobar el origen del material de base y de paisaje (recomendación 23. MCPFE 2009). la región de procedencia.
El Comité Nacional de Mejora y Conservación de Recursos Genéticos Forestales ha aprobado unos criterios orientadores a aplicar en lo relativo a los materiales forestales de reproducción en la redacción y ejecución de proyectos de repoblación y restauración forestal 50
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4. Niveles de diversidad genética de los materiales forestales de reproducción En muchas ocasiones está implícito en el tipo de material de base y en la categoría del material de reproducción. Este nivel puede evaluarse tanto con marcadores genéticos neutrales como adaptativos. Han de seleccionarse materiales con niveles de diversidad genética y con tamaño efectivo poblacional adecuados a los objetivos de las repoblaciones o forestaciones. Se recomienda la cautela en el caso de utilizar árboles genéticamente modificados. Los impactos ecológicos, socioeconómicos y culturales, incluyendo los efectos a largo plazo, deben analizarse y conviene realizar una evaluación del riesgo profunda, exhaustiva y transparente de acuerdo al Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad. En este contexto, los impactos potenciales de los árboles modificados genéticamente sobre los recursos genéticos naturales deben ser considerados en profundidad (recomendación 22, MCPFE 2009). Debe realizarse un análisis similar sobre los impactos socioeconómicos y sobre los recursos genéticos autóctonos con todos los materiales utilizados.
do la tasa de contaminación de los materiales utilizados con otros materiales no deseados. La amenaza que ofrece una nueva plantación para los recursos genéticos locales (poblaciones amenazadas, unidades de conservación, poblaciones localmente adaptadas) puede estimarse previamente al establecimiento utilizando unas metodologías similares. Se pueden aplicar nuevos métodos desarrollados para estimar el flujo genético utilizando conjuntos existentes de marcadores moleculares.
5. Contaminación/introgresión del material forestal de reproducción con material no deseado. Amenaza a los recursos genéticos locales Estos verificadores pueden aplicarse a la producción de material forestal de reproducción de algunas fuentes semilleras, huertos semilleros y progenitores de familia estiman-
8. Registro de la información en el banco de datos del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad Existe una aplicación desarrollada por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal relativa a actuaciones forestales, y en particular a repoblaciones, mediante la cual, una vez finalizada la obra, se suministrará información
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6. Superioridad de los materiales Esta superioridad se puede evaluar para algunos tipos de materiales (por ej., materiales controlados) utilizando bien ensayos precoces o marcadores moleculares tras la aplicación de estudios de asociación o de selección genómica. 7. Adaptabilidad del material Ya están desarrollados para algunas especies. Mediante modelos predictivos pueden estimarse la supervivencia de los materiales en función de las condiciones climáticas de origen y de las del lugar donde van a ser plantadas.
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sobre sitio de actuación, especie y características genéticas del material forestal empleado, etc.. De cara al futuro, esta información es imprescindible para discriminar el material de base a catalogar evitando que por desconocimiento del origen de la masa se cataloguen fuentes semilleras o rodales inadecuados.
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Gestión de masas forestales Para asegurar la gestión sostenible desde un punto de vista genético se han de elaborar unos criterios e indicadores de gestión sostenible que puedan ser utilizados en los procesos de certificación de la gestión forestal, al menos para las especies prioritarias de la Estrategia de recursos genéticos. Estos criterios deberían ser tenidos en cuenta en operaciones tales como la planificación de labores selvícolas, incluyendo regeneración, claras y clareos, cortas finales, recolección de material forestal de reproducción, aprovechamientos maderables y no maderables (p. ej., los aprovechamientos micológicos o de especies secundarias), limpiezas, cortafuegos, etc. Todas estas actividades han de optimizarse para asegurar que ninguno de los indicadores asociados a la conservación de los procesos que mantienen la diversidad genética (niveles de variación de las especies, migración entre las poblaciones, cambios direccionales en las frecuencias
genéticas, sistema reproductivo, etc.) se vean negativamente afectados. Los criterios e indicadores han de ser divulgados entre los gestores para garantizar su aplicación a escala práctica. La elaboración de estos criterios ha de ser realizada en colaboración con los sistemas de certificación forestal y con la contribución de otras iniciativas (p. ej., la red temática SELVIRED y otras actuaciones previstas en la Estrategia Forestal Española y en el Plan Forestal). Gestión de unidades de conservación Se han definido (MAGRAMA, 2010) unos indicadores para valorar la inclusión de una unidad de conservación dentro de la red nacional de conservación, unos indicadores de monitorización, otros de gestión de la unidad una vez incorporada en la red y otros de monitorización a lo largo del tiempo. Los relacionados con la selección son: número de unidades en la red (objetivo de la red), distribución de las unidades de la red, disponibilidad de datos genéticos, valor de la unidad para la red, naturaleza (origen) de la unidad, tamaño de la población, caracterización, propiedad, elección de unidades para varias especies, y el estado de conservación y amenazas. Los relacionados con la gestión incluyen algunas recomendaciones generales y la realización de planes de gestión de las unidades de conservación genética. Por último, los relacionados con la monitorización (propuesta en un plazo de diez años), que sirven para verificar el cumplimiento de los requisitos mínimos por los cuales una unidad ha sido aprobada como tal, estimar el impacto de las medidas propuestas en los planes de gestión, detectar de nuevas amenazas y reorientar los planes de gestión si es el caso. La evaluación y revisión será específica para cada unidad de conservación y ha de incluir algunos de los aspectos propuestos para la selección de la unidad, además de los indicadores sobre la evolución de la diversidad genética de la la misma (por ej. Indicadores propuestos por Aravanopoulos 2011).
CONCLUSIONES La elaboración de criterios e indicadores útiles para la toma de decisiones a distintas escalas de trabajo es un método eficaz para sistematizar la información recogida, además de ser flexible al ir adoptando los desarrollos teóricos y metodológicos de forma eficiente. A nivel nacional, el desarrollo de estos criterios e indicadores y su integración en un Inventario Nacional ampliado permitiría monitorizar de forma eficiente las actuaciones relacionadas con los recursos genéticos y su posible impacto. Pero sería necesario definir una red permanente y costoeficiente de monitorización, basada en las redes de ensayos genéticos existentes, las unidades de admisión del registro nacional y de un subconjunto de las unidades de conservación. A nivel de unidad de gestión, la aproximación seguida debe basarse en utilizar la información genética para el establecimiento de buenas prácticas que puedan ser monitorizadas mediante la aplicación de técnicas de análisis cada vez más eficientes.
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AGRADECIMIENTOS Este trabajo deriva del Deliberable D10 del proyecto financiado por la ERA-Net BiodivERsA (Proyecto LinkTree, EUI2008-03713), con el Ministerio de Economía y Competitividad como financiador nacional, y parte de la convocatoria BiodivERsA de 2008 para proyectos de investigación. También forma parte de las actividades del proyecto Europeo 284181 SP4 CAPACITIES- “TREES4FUTURE. Designing trees for the future” y de los proyectos financiados por el Plan Nacional de investigación RTA2010-00120-C02-02 “CLONAPIN, Mejora genética y variación geográfica en ca-
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
Los señalamientos forestales: una herramienta imprescindible para mejorar nuestros bosques Adrián Pascual1, Pablo Sabín2, Alfredo Fernández2, Felipe Bravo3,4, Cristóbal Ordóñez3,4, Francisco Rodríguez1 1 Fundación Cesefor 2 Agresta S. Coop., Soria 3 Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible, Universidad de Valladolid-INIA, Palencia 4 Departamento de Producción Vegetal y Recursos Forestales, ETS de Ingenierías Agrarias, Universidad de Valladolid, Palencia
En demasiadas ocasiones, en los señalamientos forestales no surge la pregunta de qué es lo que estamos cortando, qué futuro tiene la masa remanente y a qué objetivo de gestión estamos respondiendo, primando en demasía la cantidad, es decir, responder a un porcentaje de volumen o de número de pies, en el mejor de los casos definido en un proyecto de ordenación o un plan dasocrático. En este sentido, tan importante es obtener un volumen de madera que permita un aprovechamiento rentable y con unos productos que sean objeto de demanda como la calidad y la cantidad de la masa remanente, que es el capital productor hasta la siguiente corta. El señalamiento consiste en seleccionar, marcar y, en su caso, medir los árboles a cortar o a preservar de acuerdo a una prescripción selvícola. Por tanto, el señalamiento es el proceso de mayor transcendencia en la evolución de las masas, ya que va a ser determinante en el capital productor, la biodiversidad del rodal y la rentabilidad de la gestión.
¿Qué es y por qué es importante el señalamiento forestal? n el transcurso de toma de decisiones de la gestión selvícola de masas forestales, el último proceso consiste en el señalamiento, en el que se determina la cantidad y el tipo de árboles que van a permanecer en
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pie (y por oposición, los que se van a cortar), de manera que se introduzca una mejora del estado selvícola, se incorporen los criterios de conservación de la biodiversidad y se asegure un aprovechamiento sostenible de los bosques. Por tanto, el señalamiento consiste en seleccionar, marcar y, en su caso, medir
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los árboles a cortar o a preservar de acuerdo a una prescripción selvícola. En el proceso de señalamiento, el objetivo de la corta debe exponerse de forma clara y concreta, y en la práctica totalidad de las situaciones serán varios los objetivos que se apliquen simultáneamente. Por ejemplo, adecuar el capital productor a un óptimo en cantidad o calidad, regenerar la masa, obtener un determinado tipo de producto que demande el mercado, favorecer árboles de porvenir, realizar cambios en la distribución del combustible aéreo y disminuir el riesgo y la vulnerabilidad frente a un incendio forestal o hacer una selvicultura que favorezca a una determinada especie, entre otros. Además de esos objetivos, normalmente existen condicionantes específicos como preservar una densidad de madera muerta, favorecer la diversidad de especies o a determinadas especies o hábitats, entre otros. En demasiadas ocasiones, en los señalamientos no surge la pregunta de qué es lo que estamos cortando, qué futuro tiene la masa remanente y a qué objetivo de gestión estamos respondiendo, primando en demasía la cantidad, es decir, responder a un porcentaje de volumen o de número de pies, en el mejor de los casos definido en un proyecto de ordenación o un plan dasocrático. En este sentido, tan importante es obtener un volumen de madera que permita un aprovechamiento rentable y con unos productos que sean objeto de demanda como la calidad y la cantidad de la masa remanente, que es el capital productor hasta la siguiente corta. Por tanto, el señalamiento debe tener en cuenta las características del árbol individual, entre las que destacan: (i) capacidad de producción del árbol y su vitalidad, (ii) calidad tecnológica actual y futura, (iii) valor actual y futuro, (iv) mercado de los productos que tiene, (v) valores ecológicos que alberga, (vi) capacidad de producción de semilla y (vii) situación sanitaria actual y potencial, completadas con otras cuestiones relativas a su representatividad en la masa como (a) ¿es una especie poco representada?, (b) ¿tiene unas dimensiones poco habituales?, y (c) ¿presenta alguna singularidad?. A su vez deberá responder a su interacción con los árboles vecinos, formulándonos preguntas como: (1) ¿ayuda a una mejor conformación de árboles vecinos?, (2)
Figura 1. Aula de señalamiento de Soria situada en “el Amogable”. A la izquierda, un detalle de la señalización del aula y a la derecha un ejemplo de los árboles numerados
¿compite con árboles de mejor calidad tecnológica?, (3) ¿protege a otros árboles o a la masa? o (4) ¿impide el desarrollo de la regeneración? En definitiva, el señalamiento es el proceso de mayor transcendencia en la evolución de las masas, ya que va a ser determinante en el capital productor, la biodiversidad del rodal y la rentabilidad de la gestión. Las entidades participantes en esta publicación hemos ejecutado un Proyecto de Innovación en la Formación Profesional del Sistema Educativo (www.messiFor.es), en el que uno de los ejes principales ha sido el señalamiento forestal, siempre apoyado en las nuevas tecnologías en las mediciones y en las simulaciones forestales. Es por ello que con esta publicación se busca exponer brevemente la situación actual de los señalamientos forestales y proponer mejoras que ayuden a una buena toma de decisiones en la ejecución de los mismos. Evolución de los señalamientos: Objetivos y metodologías a fase de selección de los individuos a cortar es el proceso crítico para el adecuado manejo de los bosques. En un día de trabajo se señala un gran número de árboles, y por tanto, un mal criterio, una mala identificación de la dinámica de los individuos y del bosque o una inadecuada dosificación darán
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lugar a que no se cumplan los objetivos del señalamiento, lo que podrá tener importantes consecuencias en el futuro productivo de la masa. Por ello, para la realización de señalamientos se requieren capacidades específicas tales como: (i) saber interpretar la dinámica natural de los sistemas forestales e identificar la función de cada individuo en la masa, (ii) disponer de conocimientos de dendrometría de cara a evaluar los ejemplares y la masa, (iii) conocer los sistemas de aprovechamiento a fin de prever los daños o evitarlos y a hacer compatible el desembosque con la corta, (iv) saber clasificar tecnológicamente la madera y los árboles como suma de trozas de distintas calidades y (v) disponer de información actualizada de los productos de madera, su valor y su mercado. Por otra parte, la modelización forestal, la mejora en los instrumentos de medición, los sistemas de información geográfica o los programas informáticos de apoyo a la gestión tanto para la cubicación (TCCP, cubiFOR, etc.) como para la simulación de la evolución de la masa (simanFor, GesMo, Pinea, Sylves, etc.) han permitido generar una amplia base de conocimiento para apoyar las decisiones de manejo selvícola de los bosques. Sin embargo, este desarrollo no se ha trasladado al señalamiento, donde suelen primar formas de hacer tradicionales, falta de conocimientos
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específicos y escasez de evaluación de los métodos empleados, así como de los resultados finalmente obtenidos tras el señalamiento. En los últimos tiempos, y de forma generalizada, los señalamientos se han marcado objetivos cuantitativos, es decir, un número determinado de árboles por hectárea, y en el mejor de los casos, un número determinado de metros cúbicos, un área basimétrica o un índice de espaciamiento final. Normalmente, los árboles señalados se han medido con forcípula manual y se ha procedido a una cubicación mediante valores modulares. No se suele realizar la clasificación de la madera en calidades, simplemente se hacen diferenciaciones por clases diámetricas, y como consecuencia tenemos un elevado trabajo de postproceso para transcribir los estadillos, una cubicación de escasa calidad y una difícil valoración del aprovechamiento. En este trabajo proponemos una visión más actual y tecnificada de los señalamientos forestales, en donde el objetivo no es la cantidad sino la calidad, o más bien, una proporción adecuada de ambas. La realización de estos señalamientos debe ejecutarse mediante el uso de una forcípula registradora, en la que además de almacenar el diámetro del árbol se debe almacenar también su altura (o al menos en una muestra de los pies señalados para ser estimada en gabinete mediante una curva alturadiámetro) y asignada la calidad tecnológica de al menos la primera troza de madera, ya que esta es trascendental para determinar la tasación de la corta y para una adecuada comunicación entre vendedores y compradores. La cubicación es recomendable realizarla mediante una ecuación de perfil (en el caso de Castilla y León se emplea cubiFOR, y en Galicia, TCCP), la cual nos permitirá determinar el volumen de los distintos productos de madera y estimar su calidad tecnológica con la precisión necesaria. Una alternativa sencilla y principalmente barata la podemos encontrar en el dendroflexómetro (Reque et al., 2009), el cual nos permite realizar mediciones sencillas, precisas y baratas tanto para árboles individuales como para masas forestales, y en combinación con una PDA o un Smartphone puede dar resultados muy satisfactorios. Finalmente, recomendamos analizar distintos escenarios selvícolas
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Figura 2. Distribución de las nuevas aulas de señalamiento generadas en el proyecto messiFor
mediante el uso de simuladores de crecimiento; en el caso del proyecto messiFor se usó la plataforma web simanFor (Bravo et al., 2012), de forma que se pueden evaluar e intentar maximizar los objetivos planteados en cada uno de los escenarios y decidir cuál aporta mayor valor al señalamiento en cuestión. Las aulas de señalamiento como elemento didáctico n aula de señalamiento es un espacio señalizado en el que se han medido y numerado los árboles y se han localizado espacialmente. Se trata de un espacio abierto para el debate selvícola entre estudiantes, agentes forestales, técnicos y todas aquellas personas interesadas o relacionadas con la gestión forestal, y constituye el elemento didáctico clave para practicar señalamientos forestales. En la Figura 1 podemos observar cómo un aula de señalamiento estándar ocupa una hectárea de masa forestal, dispuesta en un cuadrado de 100x100 m dividido en 16 cuadrantes de 25x25 metros (numerados del 1 a 16). Los vértices de los cuadrantes están señalados con una estaca pintada y los árboles se encuentran numerados por ambas caras (salvo los del perímetro exterior que solo lo están hacia el interior del aula). En Castilla y León ya existían dos aulas de señalamiento; una en Soria, poblada por pino silvestre, en donde se han realizado todas las jornadas prácti-
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cas del citado proyecto, y otra en Burgos, poblada con roble albar. En la actualidad, gracias al proyecto messiFor, se han instalado 13 nuevas aulas de señalamiento distribuidas por toda la geografía española (Figura 2). Por tanto, en la actualidad disponemos de 15 aulas de señalamiento (Tabla 1). De entre los múltiples ejercicios que podemos realizar en el aula de señalamiento, en los cursos y prácticas que realizamos durante la ejecución de este proyecto decidimos separarlos en tres bloques: (i) Estimaciones de variables daso/ dendrométricas, con el objetivo de entrenar “el ojo” para poder realizar mediciones aproximadas de visu. Normalmente estas mediciones se realizan con la ayuda del dendroflexómetro y usando otros hipsómetros y dendrómetros para comprobar sus resultados, (ii) Clasificación, en pie, de productos maderables, con el objetivo de adquirir el conocimiento necesario para poder asignar a los árboles un valor económico, y con la finalidad de ponderar su valor económico y su valor ecológico de cara a decidir si ese árbol debe permanecer en la masa o no. Una vez clasificado en pie, se comprueban en gabinete los resultados de la clasificación de productos mediante cubiFor (Rodríguez, 2009).
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(iii) Señalamiento propiamente dicho, en el que el objetivo, como ya se ha visto, es seleccionar, marcar y, en su caso, medir los árboles a cortar o a preservar de acuerdo a una prescripción selvícola. En particular en este proyecto definimos dos escenarios selvícolas; uno que representaba una primera corta diseminatoria, dentro del marco de un aclareo sucesivo, y otro que denominamos ProSilva, el cual seguía las recomendaciones de la selvicultura ProSilva (de Torre et al., 2009) y en la que se pretendía una corta de que no superara el 25 % de las existencias en intensidad, apostando por la calidad tecnológica, en un marco de no existencia de cortas de regeneración y una rotación de cortas de diez años. Finalmente, una vez realizadas las prácticas de campo en el aula de señalamiento, en gabinete se deben cuantificar las acciones ejecutadas mediante las herramientas generadas para cada una de las aulas. De esta forma se aprecia cómo los problemas (y también las oportunidades) que son necesarios abordar en la gestión forestal (equilibrio entre producción, protección y fomento de la biodiversidad, asegurar la regeneración, rentabilizar la aplicación de una selvicultura preventiva, etc.) encuentran
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Centro
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CFA ALMAZCARA
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CFA COCA
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IES ALJANADIC
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IES MURGIA
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IES SAN ROSENDO
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en el aula de señalamiento un lugar que permite simular distintos escenarios y obtener varias alternativas selvícolas, generando un lugar de encuentro entre
gestores, propietarios e industria forestal y cualquier agente ligado al mundo forestal.
Agradecimientos Este trabajo ha estado cofinanciado por el Fondo Social Europeo y la Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional a través del proyecto de innovación aplicada y transferencia del conocimiento en la formación profesional del sistema educativo “Nuevas tecnologías de aplicación al sector forestal: mediciones, señalamientos y simulaciones forestales”. Los autores queremos agradecer a todo el personal que ha participado en este proyecto y han ayudado a crear nuevas aulas de señalamiento en los centros de Formación Profesional: CFA Almázcara, CFA Coca, IES Aljanadic, IES Murgia, IES San Rosendo, IES Virgen de la Cabeza, IFPE Montearagón, IMK Derio e IMK Fraisoro.
Referencias • Bravo F, Rodríguez F, Ordóñez CF. 2012. A web-based application to simulate alternatives for sustainable forest management: SIMANFOR. Forest Systems 21(1):4- 8. Available in http://dx.doi.org/ 10.5424/fs/2112211- 01953. • De Torre Barrio, B., Fernández Landa, A., García Quintana, I., Lasala Sánchez, D., Sabín Galán, P., Trassierra Villa, A. 2009. Aplicación de Selvicultura Prosilva en montes privados, aplicación práctica en un monte de pino silvestre. 5.º Congreso Forestal Español. (http:// www.congresoforestal.es/fichero.php?t=41725&i=181&m=2185). • Reque, J., Fernández-Manso, A., Rodríguez, F. 2009. DendroFlexómetro©: dendrómetro económico de libre utilización y autoconstrucción para la medición de árboles y masas forestales. 5.º Congreso Forestal Español. (http://www.congresoforestal.es/fichero. php?t=41725&i=577&m=2185). • Rodríguez, 2009. Cuantificación de productos forestales en la planificación forestal: Análisis de casos con cubiFOR. 5.º Congreso Forestal Español. (http://www.congresoforestal.es/fichero.php?t=41725&i=529&m=2185).
Especie principal
Especie acompañantes
Estructura
Estado de desarrollo
Sup (ha)
Quercus pyrenaica
Quercus petraea
regular
fustal joven x latizal alto
1
Pinus nigra
-
regular
fustal joven
1
Pinus pinaster
-
semirregular
fustal adulto x fustal joven
1
Pinus pinea
-
regular
fustal joven
0,5
Pinus halepensis
-
regular
fustal joven
0,5
Pinus radiata
-
regular
fustal joven
1
Eucaliptus globulus
-
regular
fustal adulto
1
Eucaliptus globulus
-
regular
latizal bajo
0,5
IES VIRGEN DE LA CABEZA
Pinus pinea
Quercus ilex
regular
fustal joven x fustal adulto
1
7
IFPE MONTEARAGÓN
Pinus sylvestris
-
regular
latizal alto
1
8
IMK DERIO
Pinus radiata
-
regular
latizal alto x fustal joven
1
9
IMK FRAISORO
Pinus nigra
-
regular
fustal adulto
0,5
Quercus rubra
-
regular
fustal joven
0,625
10
JUNTA CASTILLA Y LEÓN
Pinus sylvestris
Pinus pinaster
regular
fustal maduro
1
Quercus robur
Fagus sylvatica
semirregular
fustal maduro x fustal joven
1
Tabla 1. Principales características de las nuevas aulas de señalamiento creadas en el proyecto messiFor
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
57
COLABORACIÓN
TÉCNICA
Poblaciones en crecimiento del jabalí: ¿causas naturales o artificiales?
Matías García Morell Ingeniero Técnico Forestal
En este artículo se pretende alertar de los problemas que se pueden derivar del creciente manejo artificial en la gestión de las especies cinegéticas a partir del suministro de alimentación de origen vegetal y del empleo de productos atrayentes. En concreto, en el caso de las poblaciones de jabalí (Sus scrofa), esta gestión las hace susceptibles de derivar en diferentes problemáticas debido a la atracción, concentración y crecimiento de sus poblaciones. También otras especies de fauna silvestre son a su vez susceptibles de generar problemas, destacando los daños a los cultivos agrícolas y los riesgos para la seguridad vial, así como para la sanidad de la fauna silvestre y del ganado doméstico y para la conservación de la flora y la fauna silvestres.
INTRODUCCIÓN adie duda que la expansión de especies autóctonas oportunistas como el jabalí es un hecho en toda Europa debido a diferentes causas: inexistencia de depredadores naturales, altas tasas de reproducción, alimentación omnívora, disponibilidad de alimento sin limitaciones y nichos ecológicos vacíos, entre otras. Una vez que los animales se instalan en el medio natural y lo colonizan se expanden, por lo que son susceptibles de causar importantes daños a la agricultura y a la ganadería, afectar negativamente a la seguridad vial y a las especies de flora y de fauna autóctonas, llegando a provocar al enrarecimiento de su poblacio-
N
58
nes y, en casos extremos, su desaparición. El jabalí es la especie de caza mayor más ampliamente distribuida en la Península Ibérica. Los factores que lo han favorecido parecen estar ligados a sus especiales características reproductivas y de organización social, además de a aspectos relacionados con el manejo del territorio por parte del hombre. Estadísticas cinegéticas como la elaborada por la Fundación para el Estudio y Defensa de la Naturaleza y Caza (FEDENCA) así lo confirman. A partir de los datos de capturas oficiales de la especie suministrados por los diferentes servicios responsables de la actividad cinegética de las diferentes
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2000 2001
2000 2001
2001 2002
2002 2003
2003 2004
2004 2005
2005 2006
2006 2007
2007 2008
2008 2009
2009 2010
Capturas anuales
comunidades autónomas se estima la fluctuación de las poblaciones de la especie. En el periodo 2000-2010 los datos de capturas indican un claro crecimiento, duplicándose las mismas al final de la década (la Comunidad Valenciana y el País Vasco, excepto Vizcaya, no envían datos habitualmente). La media anual de capturas se estima próxima a los 160.000 ejemplares, convirtiendo a esta especie en la más cazada dentro de las incluidas en la caza mayor española, siendo relevante en la mayor parte de las comunidades autónomas, a excepción de las insulares, donde no aparece. Duplica las capturas de la siguiente especie en la clasificación, el ciervo, estando muy alejadas el resto (corzo, gamo, muflón, cabra montés, rebeco, arruí y lobo, por orden decreciente), confirmando así su gran importancia económica en zonas rurales, y social, puesto que se trata de una especie ampliamente distribuida cuya caza resulta accesible en términos monetarios al conjunto de los cazadores. LA ESPECIE l jabalí habita gran diversidad de ecosistemas donde encuentre agua, comida y una vegetación lo suficiente alta para poder encamarse, incluso en zonas donde la cubierta no supere el 10 % del terreno, pues en casos llega a instalarse en áreas costeras casi desprovistas de vegetación. Si a estos factores se une la tranquilidad, se dan las condiciones óptimas para el desarrollo de sus poblaciones, sin necesidad de realizar grandes desplazamientos.
E
Se trata de un animal que llega a medir hasta 90 centímetros en la cruz, con una longitud total del cuerpo de hasta 150 centímetros. Si la alimentación es abundante los machos llegan a sobrepasar los 100 kilogramos, siendo el peso de las hembras algo menor debido al desgaste de la reproducción. De movimientos nocturnos, durante el día reposa en sus encames. La madurez sexual se produce en ambos sexos cuando los ejemplares alcanzan los 40 kilogramos de peso (alrededor del año de edad). Los nacimientos se producen entre los meses de diciembre y junio, durando la gestación 120 días (2-6 rayones por parto según la edad de la hembra), entrando en reposo sexual hacia el mes de junio, que llega hasta el comienzo del otoño, época habitual del celo. GESTIÓN Y APROVECHAMIENTO CINEGÉTICO l ajuste de las poblaciones de jabalí en cada territorio se produce en función del alimento natural disponible en la época de menor abundancia. Pero la demanda cinegética y su fomento han propiciado que se apueste por el incremento de sus poblaciones mediante la práctica de aumentar la cantidad de alimento disponible, principalmente en la época de escasez, aunque esta medida de manejo se está extendiendo a la mayor parte de los meses a partir del uso de comederos artificiales, incluso de tipo automático, con dispensadores de comida programados en la unidad de tiempo seleccionada. Sus hábitos nocturnos y huidizos dificultan la estimación de sus poblacio-
E
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
Comedero automático
nes, por lo que se recurre al análisis de huellas, señales y excrementos, o bien al resultado de las propias cacerías para determinar el sexo y la edad de los animales abatidos y así elaborar pirámides poblacionales aproximadas. El aprovechamiento de las poblaciones de jabalí varía considerablemente en función de la titularidad de los te-
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rrenos. En la mitad sur peninsular se impone el manejo artificial de sus poblaciones a partir del vallado de fincas, el traslado de ejemplares o el refuerzo con animales de granja y el suministro de alimento artificial con productos naturales o piensos específicos, en algunos casos, medicados. Debido a las dificultades de su caza diurna en modalidades tradicionales como las monterías, las batidas y los ganchos, cuya organización se complica por el elevado número de participantes, se impone la práctica de la caza del jabalí en aguardo, unida al suministro de alimentación artificial por su comodidad y por las garantías que ofrece. Casetas, torretas y puestos de diferentes materiales se han convertido en infraestructuras habituales en cotos de caza con la pretensión de hacer más cómoda la práctica cinegética y prolongarla en el tiempo. A estas mejoras en las infraestructuras se añade el uso de dispositivos que informan de la presencia de animales, siendo posible conocer el horario de sus movimientos e incluso sus características morfológicas, así como sofisticados accesorios para su identificación mediante dispositivos de iluminación y localización nocturna (monoculares, binoculares, gafas, miras, etc.) y sistemas de identificación termográfica, que colorean las partes calientes de los animales. A partir de diferentes estudios realizados se concluye que el suministro artificial de comida altera el ciclo biológico del jabalí, provocando variaciones en el periodo de celo normal, que se da en los meses otoñales, de octubre a noviembre. Así, se produce el adelanto del periodo debido a que las hembras alcanzan antes la condición corporal necesaria para entrar en celo al disponer de abundante alimento artificial, produciéndose cópulas en los meses de agosto y septiembre. Teniendo en cuenta que el periodo de gestación es de 120 días, este suministro da lugar a hembras con crías en los meses invernales de diciembre-enero, en plena temporada de caza y pleno invierno, sujetas por tanto a una alta mortalidad debido a la presión cinegética, las inclemencias meteorológicas y la escasez de alimento de origen animal necesario en los primeros meses de vida. De esta forma se llega con frecuencia a los dos partos anuales, agostoseptiembre y febrero-marzo, de 4 a 6
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Puesto de caza
Trampeo
ejemplares. Esto hace que los machos pierdan sus querencias naturales, desapareciendo de las zonas en las que estaban presentes gran parte del año. Por otra parte, estas medidas de gestión atraen ejemplares de cotos colindantes donde no se suministra alimento, así como un nutrido grupo de especies, entre las que destacan herbívoros de carácter cinegético (ciervos, corzos, muflones, gamos, cabras montesas, arruíes, etc.) y especies amenazadas de alimentación granívora u omnívora.
Animalesnno son objetivo en el comedero
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PROBLEMÁTICA DERIVADA DEL CRECIMIENTO DE SUS POBLACIONES l jabalí es una especie típicamente generalista, con capacidad de alcanzar densidades de población elevadas (posibilidad de reproducción varias veces al año y camadas numerosas). Su capacidad de adaptación le facilita medrar en muchos entornos diferentes y alimentarse de un amplio espectro trófico (raíces, rizomas, tubérculos, frutos, semillas, hierbas, invertebrados y carroñas -incluso de su propia especie-), incluyendo un porcentaje variable de especies cinegéticas y amenazadas, de las que consume huevos, pollos y crías especialmente. Estas especies oportunistas recuperan rápidamente sus poblaciones cuando se realizan controles, al ser capaces de aprovechar cualquier situación de abundancia local o temporal de cualquier tipo de alimento. Las causas pueden ser de índole natural o artificial.
E
Comedero manual
CAUSAS NATURALES: - Abandono del medio rural y crecimiento de la superficie forestal. Consecuencias: o Daños en la agricultura. o Incidencia negativa en la seguridad vial. o Daños en poblaciones de fauna silvestre amenazada y cinegética: mamíferos, reptiles y aves que nidifican en el suelo, fundamentalmente aves acuáticas y esteparias. CAUSAS ARTIFICIALES: - Suplemento artificial de alimento, sobre todo aportes de maíz, principalmente en la estación estival, lo que altera, como ya se ha indicado, la alteración de su ciclo biológico. Consecuencias: o Daños en la agricultura. o Daños en la ganadería. o Incidencia negativa en la seguridad vial. o Daños en jardines, viviendas rústicas, carreteras, caminos, manantiales, campos de golf, etc. o Daños en poblaciones de fauna silvestre amenazada y cinegética: mamíferos, reptiles y aves que nidifican en el suelo, funda-
Atropello de jabalí
mentalmente aves acuáticas y esteparias. o Concentración y atracción no deseable de otras especies de fauna silvestre amenazada y cinegética, con los problemas que de ello se derivan. o Problemas sanitarios, transmisión de enfermedades de carácter epidemiológico con afección potencial sobre el hombre (tuberculosis, brucelosis, enferme-
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dades transmitidas por garrapatas, triquinelosis, hidatosis o protozoos que pueden contaminar el agua potable) y los animales domésticos (peste porcina, enfermedad de Aujeszky, salmonelosis, sarna y trasmisión de parásitos como garrapatas y piojos). o Gastos para los cazadores y otros organismos para evitar o paliar los daños.
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NORMATIVA LEGAL RELACIONADA. LEGISLACIÓN ESTATAL: Ley de Caza de 1970, artículo 31, punto XVII, donde se establece la prohibición como norma general de “cualquier práctica que tienda a chantear, atraer o espantar la caza existente en terrenos ajenos”. Reglamento de la Ley de Caza de 1971: “se entenderá por acción de chantear aquellas prácticas dirigidas a sobresaltar o alarmar a la caza existente en un predio con vistas a predisponerla a la huida o a alterar sus querencias naturales”. “No se consideraran como ilícitas las mejoras del hábitat natural que puedan realizarse en terrenos sometidos a régimen cinegético especial, aun cuando supongan atracción para la caza de los terrenos colindantes”. La reciente Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, especifica textualmente lo siguiente en su Anexo VII: Procedimientos para la captura o muerte de animales y modos de transporte que quedan prohibidos: a) Medios masivos o no selectivos. - fuentes luminosas artificiales, espejos, dispositivos para iluminar los blancos, dispositivos de visor que incluyan un convertidor de imagen o un amplificador de imagen electrónico para tiro nocturno. LEGISLACIÓN AUTONÓMICA: Región de Murcia Ley 7/2003, de Caza y Pesca Fluvial: Artículo 43.- De las prohibiciones en beneficio de la caza. Con carácter general y sin perjuicio de las medidas de protección de la fauna silvestre y sus hábitats recogidas en la legislación vigente, así como de la observancia de los restantes preceptos de la presente Ley, queda prohibido: 15) Cualquier práctica que tienda a chantear, atraer o espantar la caza existente en terrenos ajenos. Se entenderá por acción de chantear aquellas prácticas dirigidas a sobresaltar o alarmar a la caza existente en un predio con vistas a predisponerla a la huida o alterar sus querencias naturales. No se considerarán como ilícitas las mejoras debidamente autorizadas del hábitat natural que puedan realizarse en terrenos cinegéticos, aun cuando supongan atracción para la caza de los terrenos colindantes.
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Especies no objetivo en el cebadero
Artículo 46.- De los métodos y medios de captura o muerte prohibidos. 3. Queda prohibido el empleo, sin autorización de la Consejería competente, de los siguientes métodos y medios de captura o muerte de piezas de caza: g) Todo tipo de cebos, humos, gases o sustancias que crean rastro, venenosas, paralizantes, tranquilizantes, atrayentes o repelentes, así como los explosivos. Artículo 99.- Infracciones leves. 19.- Cualquier práctica que tienda a chantear, atraer o espantar la caza existente en terrenos donde al cazador no le esté permitido cazar. Castilla-La Mancha Según Decreto 257/2011 de modificación de Reglamento de Caza, establece en el apartado q) del artículo 27: “queda prohibida cualquier práctica fraudulenta para atraer o espantar la caza, no entendiéndose como tal el aporte de alimentación complementaria, agua o nutrientes en forma de sales aportados por el titular cinegético en las épocas de escasez de agua o alimentos o para evitar la dispersión de las poblaciones cinegética, siempre y cuando se realice a distancias superiores a 250 metros con respecto a los limites de los cotos colindantes y no afecte a especies migratorias en los lugares de paso. Así mismo, se excluirán como practica fraudulenta para atraer o
espantar la caza aquellos casos en que las piezas hayan sido atraídas como consecuencia de mejoras realizadas en el hábitat o espantadas mediante procedimientos y medios permitidos para proteger cultivos u otros bienes”. Cataluña Según resolución MAH/2584/2010, de 23 de julio, por la que se fijan las especies objeto de aprovechamiento cinegético, los periodos hábiles de caza y las vedas especiales para la temporada 2010-2011 en todo el territorio de Cataluña, se especifica: 8.14 No se puede suministrar alimento a los ejemplares de jabalí fuera de su periodo hábil de caza (establecido desde inicio de septiembre a finales de febrero), salvo que esté autorizado excepcionalmente por los directores/as de los servicios territoriales del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda por razones de control poblacional. La Dirección General del Medio Natural dictará las instrucciones técnicas oportunas para la adecuada concesión de estas autorizaciones Comunidad Valenciana Según orden 3/2012, de 19 de marzo, por la que se regula la caza y control del jabalí en la Comunidad, en su preámbulo justifica el crecimiento de las poblaciones de jabalí: “En las últimas décadas se ha producido un abandono de los usos tradi-
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crepúsculos y las noches, consistente en que, una vez comprobadas las querencias, los lugares de alimento o baña de los animales, el cazador espera armado en un puesto fijo a una distancia prudencial.
Jaula para captura de jabalíes en vivo
Comedero y bebedero protegido contra jabalíes
cionales del monte y un despoblamiento de las áreas de montaña, factores que han favorecido el aumento del área de distribución del jabalí (Sus scrofa) en la Comunitat Valenciana. La expansión espacial del jabalí ha derivado en un incremento de la población, aumentado los daños y problemas a causa de su abundancia, debido al elevado potencial reproductivo de la especie y a la ausencia de predadores naturales que regulen o controlen sus poblaciones.
La pérdida de superficie agrícola en las zonas próximas a terrenos forestales origina una mayor presión sobre los terrenos agrícolas restantes y provoca que los controles poblacionales de la especie sean más urgentes”. Artículo 2. Modalidades deportivas de caza de jabalí. Gancho, Batida, Al salto, Rececho y Espera o Aguardo, definida esta última como la modalidad practicada en los
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Artículo 3. Técnicas de caza por razones de control o gestión. Se podrá autorizar mediante resolución expresa la utilización de cajas trampa para la captura de jabalíes única y exclusivamente cuando las armas no sean suficiente solución satisfactoria por razones de control o gestión. Esta técnica de control consiste en la utilización de jaulas móviles cuyo cierre, una vez haya entrado el animal, se produzca por accionamiento de un sistema automático. La querencia o entrada de los jabalíes podrá favorecerse con la utilización de alimento en el interior de la jaula. Artículo 7. Condiciones de caza en las esperas. Durante la realización de las esperas, así como en su preparación, se prohíbe el empleo de: a) Dispositivos electrónicos, tales como detectores o controladores de hora de paso o presencia, para la posterior realización de esperas nocturnas al jabalí. b) Sustancias olorosas atrayentes. Se autoriza el empleo de linternas o focos acoplados al arma en el instante previo al disparo. Durante los meses de abril, mayo y junio se prohíbe la caza de hembras que vayan seguidas de cría. Al objeto de asegurar la eficacia de controles en las poblaciones de jabalí mediante esperas y a los efectos de lo dispuesto en el artículo 13.1 de la Ley 13/2004, de Caza, se establece que: No tienen la consideración de cebaderos las siembras cinegéticas, inclusive si en ellas o en las proximidades se deposita o extiende grano o frutos una vez se haya iniciado el periodo hábil de esperas o se hayan registrado los primeros daños. Se permitirá en estos casos la realización de esperas con cualquier tipo de arma legalmente autorizada a cualquier distancia de las siembras cinegéticas o del punto de disposición de alimento. El lugar de cebado no podrá distar más de 20 metros de la linde de la siembra cinegética.
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En los cultivos con destino a cosecha en los que se hayan iniciado los daños podrá disponerse igualmente de alimento en las condiciones anteriores. No tienen la consideración de aguaderos artificiales las bañas o charcas que carezcan de material de obra. Artículo 9. Períodos hábiles. Los periodos hábiles para las distintas modalidades o técnicas de caza susceptibles de autorización en los diferentes espacios cinegéticos no excederán de: Batida: 1.er domingo de septiembre – 2.o domingo de febrero Gancho: 1.er domingo de septiembre – 2.o domingo de febrero Al salto: 12 de octubre – 6 de enero Espera o aguardo: 1 abril – 2.o domingo de febrero Rececho(*): 12 de octubre – 6 de enero
Impacto de cebaderos
(*) Esta modalidad podrá ser complementaria a otras autorizaciones de especies de caza mayor. HACIENDO NÚMEROS e parte de que el suministro de alimentación artificial a base principalmente de maíz se está convirtiendo en una medida de gestión tradicional para la atracción de los jabalíes y su caza en la modalidad de aguardo o espera nocturna. Si a partir de una hipótesis conservadora suponemos que en cada punto de suministro exista una hembra con posibilidad de criar, considerando la posibilidad de dos partos anuales, tendríamos:
S
o De esta forma, el crecimiento exponencial de las poblaciones transcurridos cinco años, partiendo de una sola hembra en edad de cría puede ser el siguiente en ausencia de caza los primeros cuatro años:
o Esta actividad cinegética selecciona de forma sistemática los ejemplares macho trofeo, preferentemente de edad superior a cinco años, desechando la posibilidad de abatir
POBLACION AL QUINTO AÑO: + MACHOS: - 3 DE 5 AÑOS (objetivo principal de los cazadores). (100 % SE CAZA) - 12 DE 4 AÑOS (50 % SE CAZA) - 39 DE 3 AÑOS (50 % SE CAZA) - 120 DE 2 AÑOS (75 % MUERE POR INANICIÓN, DEPREDACIÓN, ATROPELLO, ETC.). - 363 DE 1 AÑO (75 % MUERE POR INANICIÓN, DEPREDACIÓN, ATROPELLO, ETC.). - TOTAL = 146 JABALÍES.
Parto fin de invierno (natural): 5 rayones. • Mortalidad: 20 %. • Supervivencia: 4 animales, 2 machos + 2 hembras. Parto fin de verano (fuera de época): 4 rayones. • Mortalidad: 50 %. • Supervivencia: 2 animales, 1 machos + 1 hembras.
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hembras y ejemplares macho de menor edad.
o Las hembras alcanzan la madurez sexual a partir de los doce meses de vida.
HEMBRAS: - 1 DE 5 AÑOS (100 % SE CAZA) - 12 DE 4 AÑOS. (50 % SE CAZA) - 39 DE 3 AÑOS. (50 % SE CAZA) - 120 DE 2 AÑOS. (75 % MUERE POR INANICIÓN, DEPREDACIÓN, ATROPELLO, ETC.). - 363 DE 1 AÑO. (50 % SE MUERE POR INANICIÓN, DEPREDACIÓN, ATROPELLO, ETC.). - TOTAL = 146 JABALÍES
POBLACIóN
1.er año
2.o año
3.er año
4.o aÑo
5.o AÑO
TOTAL
HEMBRAS REPRODUCTORAS
1
4
13
40
121
121
MACHOS
3
12
39
120
363
537
HEMBRAS
3
12
39
120
363
537
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res más viejos, así como la posible domesticación de la especie. -- Analizar si la expansión poblacional se debe a su carácter colonizador y no a un correcto manejo cinegético. Estudiar las estructuras poblacionales cualitativa y cuantitativamente en zonas a gestionar.
Concentración de jabalíes en punto de suministro artificial de comida
Esta hipótesis tiene en cuenta la cría doble de todas las hembras disponibles de la población en edad de procrear, y aplica altas tasas de mortalidad los últimos años del análisis derivadas de su exceso poblacional, por lo que resultaría una población de 292 jabalíes por cebo al 5.o año. QUÉ HACER n primer lugar, ante el crecimiento exponencial de sus poblaciones y su problemática derivada, se debería:
E
-- Analizar la cantidad media de puntos de suministro existente en los cotos de caza. Según los datos disponibles, esta media es notablemente superior a la de la hipótesis conservadora fijada en el anterior ejemplo: uno por coto. Asimismo, los efectos ecológicos derivados de la atracción y concentración de animales (daños agrícolas, ganaderos, sanitarios, a la flora y a la fauna silvestres, inseguridad vial). -- Analizar el manejo de algún punto de suministro artificial de comida: cantidad de alimento suministrado, duración del suministro, especies y número de animales objetivo y no objetivo alimentados. Efectos sobre la biología de las especies alimentadas.
-- Analizar el impacto que otras modalidades de caza puedan tener sobre la especie, aunque muchos de los cotos practican con exclusividad el aguardo al jabalí. -- Confirmar las densidades conservadoras estableciendo el porcentaje real de hembras que crían dos veces al año y asociar y confirmar en campo los efectos negativos derivados de los excesos de población de jabalí. -- Estudiar la pérdida de calidad cinegética de la especie debida a la sistemática selección de ejempla-
Modificar la legislación cinegética nacional y autonómica de forma coordinada, limitando o prohibiendo el suministro artificial de alimentación, impulsando la actividad cinegética de piezas salvajes en equilibrio con la conservación de la naturaleza, así como medidas de gestión del hábitat que potencien la mejora de la disponibilidad de alimento de forma natural (manejo de vegetación forestal) y tradicional (siembra y mantenimiento de cultivos). La caza desarrollada como actividad de ocio, fundamentalmente en días festivos y estacionalmente, debe estar claramente dirigida hacia la consecución de piezas que proporcionen un lance adecuado. Estas especies autóctonas y salvajes, debido a su adaptación al medio han desarrollado sus sentidos de manera que dificultan la acción de cazar. Dificultad que ha hecho desarrollarse a lo largo de los tiempos modalidades de caza que requieren el conocimiento biológico de las especies y el uso de armas, accesorios, perros, etc. específicos para conseguir abatir las piezas en su hábitat tradicional. La caza y el cobro de las piezas es el resultado final, que posteriormente es aprovechado gastronómicamente e incluso recordado mediante la naturalización de los trofeos obtenidos.
BIBLIOGRAFÍA Y OTRAS FUENTES CONSULTADAS FERNANDEZ-LLARIO, P. & P. MATEOS-QUESADA (1998). La alimentación suplementaria en los jabalíes. Trofeo. FERNANDEZ-LLARIO, P., J. TORRES & J. CARRANZA (2008). La cara oculta del cebado de los jabalíes. Trofeo. GARCÍA, F.J. & J.M. VARGAS (2000). Jabalíes, los mayores predadores de nidos. Trofeo. GARRIDO MARTÍN, J.L. (2011). Estimación de aprovechamientos cinegéticos en España por comunidades autónomas. FEDENCA. GENERALITAT DE CATALUNYA (2012) <http://www.mediambient.gencat.net>. GOBIERNO DE VALENCIA (2012) <http://www.gva.es>. JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA-LA MANCHA (2012). <http://www.jccm.es>. MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE (2012). <http://www. magrama.es>. REGIÓN DE MURCIA (2012) <http://www.carm.es>.
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
Investigación sobre los resultados anormales encontrados en el cotejo diacrónico entre los dos últimos Inventarios Forestales Nacionales en Navarra José Antonio Villanueva Aranguren Doctor ingeniero de montes Diplomado en estadística Exjefe del Inventario Forestal Nacional
El método usado para el proceso de datos del Inventario Forestal Nacional de España puede, en algunos casos, producir un error en la cuantificación de las existencias de algunas especies minoritarias. En este artículo se muestra cómo este error se ha producido en Navarra en Pinus uncinata y se dan consejos para eliminarlo o disminuirlo.
E
n el año 2009 estuvieron disponibles los primeros resultados de la última repetición del Inventario Forestal Nacional (IFN4) de la Comunidad Foral de Navarra, una vez completadas las labores de campo el año anterior. Con parte de esos resultados se hizo una comparación con los similares del inventario forestal previo, acabado diez años antes. La mayoría de estas colaciones mostraron una evolución normal de los ecosistemas forestales arbolados de Navarra, pero en dos de ellos, los ocupados por la mayoría de las especies del género Quercus y los ha-
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bitados, en mayor o menor medida, por el pino negro (Pinus uncinata, especie 22 en la clave del IFN), las cifras nos sorprendieron y preocuparon, sobre todo las correspondientes a dicho pino, que en Navarra goza de la categoría de especie protegida, amparo que también se extiende a los montes públicos donde se halla. Cuando llegó hasta mí el avance de resultados del IFN4 verifiqué que las tablas 201. EXISTENCIAS POR CLASE DIAMÉTRICA Y ESPECIE presentaban para el IFN3 una cantidad de pies mayores de 1.080.200 y una biomasa arbórea de 182.533 m3 de la
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sable del proyecto Inventario Forestal Nacional, mis métodos de proceso de datos y de labores de campo se siguen utilizando y todavía me consultan sobre el trabajo los actuales encargados, por lo que he considerado que es mi obligación intentar esclarecer este descubrimiento tan extraño. Para ello he reunido un gran número de informaciones sobre el IFN, muchas de las cuales no se hallan en las publicaciones y -aunque sí están en los archivos informáticos- muy rara vez se solicitan. Lo primero que he hecho es cotejar las especies presentes en las parcelas repetidas y su ubicación geográfica. De esta operación, con la ayuda de un compañero, hemos descubierto dos errores groseros en la toma de datos del IFN3 producidos porque un operador confundió un grupo de pinos laricios (Pinus nigra) con pinos negros y otro unos cuantos pinos silvestres (Pinus sylvestris) con nuestra especie investigada. Como yo era entonces el jefe del IFN tengo que reconocer mi responsabilidad por no detectar a tiempo estos errores, más teniendo en cuenta que estas dos parcelas mal medidas estaban en una zona de Navarra muy alejada de la que contiene pinos negros: mea culpa. La consecuencia de estos errores ha sido bastante importante, pues las cifras para la especie 22 del IFN3 de 1.080.200 pies mayores y de 182.533,03 metros cúbicos, hechos los adecuados cálculos, se ha visto que
Ricardo Monzón
especie protegida Pinus uncinata, mientras que para el IFN4 las correspondientes cantidades eran 585.107 pies y 129.762 metros cúbicos. Una merma en diez años de 495.093 árboles (el 46 % de los presentes anteriormente) y de 52.771 metros cúbicos de biomasa arbórea (el 29 % de pérdida) era una rareza completamente irracional para cualquier persona conocedora de los montes navarros; y, además, la publicación de estos datos produciría, sin duda, un mayúsculo escándalo que podría afectar a los gestores públicos y, quizá, hasta al gobierno de la comunidad. Sin embargo, debido a los efectos colaterales de nuestra crisis económica, mientras que las publicaciones provinciales estándar de los inventarios forestales nacionales presentaban las cifras de existencias de todas las especies importantes y comentaban la evolución de las más interesantes, la correspondiente al IFN4 de Navarra se ha visto muy reducida por dificultades presupuestarias y su información en soporte papel se limita a la de las especies más conspicuas con respecto, principalmente, a la madera (aquí Fagus sylvatica, Pinus sylvestris, Pinus nigra, Quercus robur, Quercus ilex y poco más). Esto ha hecho que prácticamente nadie en la comunidad foral se haya enterado del suceso. Ahora bien, aunque yo ya estoy jubilado, he sido muchos años respon-
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Relación de los documentos empleados en esta investigación 1. Publicación del IFN3 Navarra. 2. Publicación del IFN4 Navarra. 3. Tablas de resultados del IFN4. 4. Tablas de los estratos del IFN3 y del IFN4. 5. Estadillos de campo de las parcelas remedidas de Pinus uncinata. 6. Existencias por especie, clase diamétrica y hectárea de las parcelas remedidas. 7. Relación de las parcelas nuevas del IFN4 con pino negro. 8. Relación de las teselas con presencia de Pinus uncinata de los mapas forestales del IFN3 y del IFN4 con la identificación de las parcelas contenidas en ellas. 9. Tablas 938 y 948 de la comparación dasométrica IFN4 de Navarra. 10. Tabla resumen de resultados IFN4. 11. Mapas del IFN3 y del IFN4 con la situación marcada de las parcelas estudiadas y dibujados los límites de las teselas de la zona. 12. Relación de los estratos del IFN3 con aquellos del IFN4 estructuralmente semejantes y comparables. 13. Relación de los estratos de ambos inventarios con su estructura forestal y principales atributos. 14. Tablas con las parcelas del IFN3 y del IFN4 con presencia de la especie estudiada y estrato al que pertenecen.
eran en realidad de 827.511 pies mayores y 170.998 m3. Aun así, una pérdida de 242.404 (un 29 %) de pies y de 41.236 (un 24 %) de biomasa arbórea seguía siendo escandalosa o, probablemente, inexacta, lo que me compelía a un estudio completo de los métodos de proceso de datos de los distintos inventarios forestales nacionales. En el año 1964 se inició el proyecto de Inventario Forestal Nacional con el objetivo de poder conocer la situación cuantitativa y cualitativa de los montes españoles. No era la primera vez que se había procurado aquistar esa información con más o menos interés, amplitud, exactitud y utilidad (desde los
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romanos a la desamortización del siglo XIX) pero sí lo era en el método y en la tecnología empleada, puntera para su tiempo (estadística, ordenadores, cartografía, fotogramas, calculadoras, aparatos dasométricos y dendrométricos, etc.). Este proyecto, como todos los similares, considera dos aspectos contrapuestos: el deseo de lograr máximos en calidad, precisión y detalle, y el coste, siempre limitado por la cuantía de los presupuestos y por el tiempo que se tardaría en obtener los resultados necesarios. Los trabajos de campo de los inventarios forestales modernos, que consisten en la localización de parcelas y en la medición de sus componentes en el terreno, consumen más del 80 % del presupuesto aprobado. Es por ello que en el diseño se procure escoger un error de muestreo aceptable calculado para una superficie arbolada grande con una cantidad de parcelas conveniente para el error y para el coste. Ya desde los protoinventarios forestales, la biomasa arbórea -su estado y su crecimiento- constituía el principal y, a veces, el único producto que se pretendía evaluar. Esta herencia fue aceptada por los promotores del primer Inventario Forestal Nacional de España, tal como hacían entonces los pocos países con tales proyectos, así que para los cálculos estadísticos se tomó como variable aleatoria principal el atributo volumen maderable con corteza. Las siguientes repeticiones del inventario a lo largo de 45 años han seguido respetando esa elección, aunque naturalmente se han ido añadiendo, por la demanda social, muchas otras variables para medir. Si el único objetivo de un Inventario Forestal Nacional fuese la situación del país como unidad, el coste de la actuación sería bastante reducido; así, en España, en vez de las 90.000 parcelas de campo que se están apeando actualmente bastarían con menos de 5.000 para conseguir un error de muestreo asumible para cuantificar la cantidad de madera existente en el país (y otros atributos relacionados con ella). Esta información satisfaría las peticiones internacionales (FAO, Unión Europea, CEOE, etc.), que solo quieren datos a escala Estado miembro, pero sería poco provechosa para su uso dentro de nuestra nación. Para que las instituciones y personas responsables de nuestro bien-
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estar y de nuestros bosques actúen de manera racional y adecuada necesitan conocer esos datos en elementos más pequeños. En nuestro diseño se comenzó por dividir el país en provincias, actuación lógica teniendo en cuenta nuestra geografía, nuestra historia y nuestra constitución. Después se descompuso el colectivo arbolado en especies botánicas, pues no es lo mismo tener mucha biomasa de alcornoque que de haya. Y como decisión final se crearon los estratos, con la vista puesta en el muestreo estadístico, que se diferenciaban en función de aquellos atributos con mayor influencia en los resultados que nos solicitaban. Es obvio que los políticos, legisladores, gestores y demás grupos interesados en los ecosistemas forestales desearían recibir una información con el máximo detalle en todos los aspectos que puedan influir en sus variadas decisiones. Pero para satisfacer plenamente esta demanda habría que multiplicar por tres o por cuatro la cantidad de parcelas de campo, cuyo apeo, como ya he dicho, gasta más de un 80 % del presupuesto de un inventario forestal, con la consiguiente dificultad económica. Esto obliga a los proyectistas a buscar un equilibrio entre la cantidad limitada de dinero disponible y las peticiones y deseos de los futuros usuarios del inventario. Y también se añade la necesidad de que el error de muestreo de la estimación de las medias aritméticas de las variables aleatorias seleccionadas estuviera limitado, lo que condicionaba la cabida ocupada por los estratos definidos. Cuando se trata de especies de árboles ampliamente representadas en una provincia es fácil hacer estratos con ellas, pero cuando la presencia es exigua hay que colocarlas bien en un estrato con
m (CANT.P.MA. / ha / parc.) m (VCC / ha / parc.)
otras especies también insuficientes o bien en uno con una especie abundante parecida a la implicada. El cálculo de las existencias de las especies principales o de la totalidad no parece ser afectado por estos agrupamientos, pero cuando se trata de las especies escasas incluidas en un estrato de gran extensión con dominio de otra especie podría producirse una inexactitud en el cálculo que, quizá, originaría un conflicto en las colaciones entre inventarios. Así pues, y como consecuencia de lo expuesto, he decidido abrir una investigación sobre el caso de Pinus uncinata en Navarra para aclarar mis dudas. Los datos básicos que tenemos para estudiar el extraño fenómeno de la disminución de las existencias de la especie 22 entre inventarios son su cantidad de pies mayores por hectárea (CANT.P.MA./ ha) y su volumen maderable con corteza por hectárea (VCC/ha) de cada parcela de campo con presencia de dicha especie en ambos inventarios. Una vez eliminadas las parcelas con errores nos quedan trece en el IFN3 y quince en el IFN4, de las cuales trece son las mismas del anterior inventario. El cotejo de las medias aritméticas de las existencias de los dos atributos seleccionados en las parcelas repetidas se refleja en la tabla 1. El tamaño de la muestra es pequeño pero, aceptándolo, las cifras manifiestan que el cambio ha sido moderado y en el sentido de aumento de las existencias con el paso del tiempo. También contamos con la lista de las teselas del IFN3 y del IFN4 con estadía de la especie investigada. La suma de las cabidas de ambos colectivos, una vez depurados, figura en la tabla 2. Se evidencia con esta tabla que la superficie con Pinus uncinata ha crecido de un inventario al otro.
IFN3
IFN4
210,30 pies/ha
221,58 pies/ha
47,46 m3/ha
49,86 m3/ha
Tabla 1
S (especie 22)
IFN3
IFN4
1.549,57 ha
1.819,43 ha
Tabla 2
2013. N.o 57
Cuando diez años después se preparó el IFN2 ya teníamos cartografía forestal, aunque bastante deficiente, y datos sobre los estratos confeccionados, lo que nos facilitó hacer una asignación de las parcelas de campo, no óptima sino proporcional a la cabida de cada uno, de implantación sistemática, con una intensidad de muestreo de una parcela cada 100 ha, sabiendo que así el error al 95 % de coeficiente de confianza sería aceptable. Esta decisión facilitaba mucho las labores sobre el terreno. Sin embargo, algunos obstáculos presupuestarios nos obligaron a disminuir la intensidad de muestreo en aquellos estratos con insuficiencia del atributo principal de entonces, la biomasa arbórea, VCC. Así pues, nos encontramos con que, en contra de lo proyectado de igualdad en la intensidad de muestreo de los estratos, había variaciones en dicha intensidad. En los posteriores ciclos del inventario se siguió aceptando la preeminencia de la variable VCC para los cálculos y la disparidad en la intensidad de muestreo en función, precisamente, de la cuantía del atributo VCC aprovechable.
Ya desde hace bastantes años he estado preocupado por la influencia que pudiera tener el distinto valor del VCC de determinadas especies en las parcelas de los estratos de menor importancia maderable, formados por la unión de otros que no reunían las condiciones vigentes para ser independientes. La falta de tiempo me impidió estudiar esa posible influencia, pero ahora, con el problema de Navarra, me ha llegado la hora de actuar. Un cuidadoso y largo análisis de los documentos citados al principio de este artículo, cuyas facilidades de acceso debo agradecer a TRAGSATEC y a la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, ha apoyado mi conjetura, y después de bastantes cálculos y pruebas he desarrollado el que puede llamarse “Teorema de la unión de estratos en el IFN”, que explico a continuación. Supongamos que en un inventario forestal por muestreo se unen dos estratos, que llamamos 1 y 2, para formar uno nuevo, el 3, y los primitivos, denominados después de esta acción subestratos, pueden tener entre sí diferentes valores de sus atributos en las parcelas
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¿Cómo es posible, entonces, que estos datos brutos del IFN sean contradictorios con los elaborados presentados en las publicaciones? Algo irregular sucede en el proceso de datos que cabe intentar descubrir y corregir. Desde que empecé a trabajar en el Inventario Forestal Nacional sospeché que el diseño de los estratos, sus uniones, el reparto de las parcelas de muestreo y los cambios en las etiquetas de las teselas del mapa forestal después de las labores de campo podrían influir en el proceso de datos. En el IFN1, al no conocerse los valores de los estadísticos de las variables aleatorias (CANT.P.MA., VCC, etc.) de los estratos elaborados y no haber una cartografía forestal adecuada para medir sus cabidas, la única información disponible era la de las parcelas fotointerpretadas de cada estrato. De este vasto grupo de parcelas (más de 20.000 por provincia) se elegía una fracción de ellas, con asignación óptima para cada estrato, en función de la precisión convenida para la estimación de las medias aritméticas y otros estadísticos de las especies más explotables.
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m(x)2: lo mismo en el subestrato 2.
La prueba de la veracidad de este teorema no requiere grandes conocimientos matemáticos, pero es larga, complicada y necesita ser acompañada de dibujos, por lo que opino que es innecesaria e inadecuada para un artículo divulgativo. A continuación voy a aplicar las tesis de este teorema para determinar los verdaderos cómputos de las variables escogidas de la especie Pinus uncinata. Una vez excluidos los estratos de ambos inventarios con errores, con poca importancia o con escasas diferencias en las comparaciones, han quedado en el IFN3 los estratos 03, 06, 27 y sus similares en el IFN4 03, 06, 26. Cada uno de ellos está constituido por un subestrato con la especie Pinus uncinata, de menor extensión, y otro sin ella, de cabida mayor. Para conseguir las existencias (solo CANT.P.MA. y VCC) hay varios métodos de cómputo. En la tabla A, situada al final de este texto, hay para el IFN3 siete valores de esos parámetros para la integridad de los tres estratos y en sus definiciones el método de operar utilizado. Según el recién creado teorema de la unión de estratos en el IFN, como en los números 27 y 06 del IFN3, las medias aritméticas de las dos variables aleatorias de las existencias del subestrato 1 son diferentes a las correspondientes del subestrato 2 (exclusivamente de pino negro) y ambos IM1 son mayores que los IM2, los dos T(x)3 serán mayores que los T(x)1, mientras que en el número 03 ocurre lo contrario. Para corregir esta desviación computamos los valores de T(x)3 solamente con el subestrato 1, y así los rectificados
T(x)1: total del valor del atributo x en el subestrato 1.
- CANT.P.MA. C. = 250,25 (854,92) = 213.944 pies y
T(x)2: lo mismo en el subestrato 2.
- VCC C. (m3) = 51,50 (854,92) = 44.028,38 m3 en el estrato 27 y
de la muestra (biomasa arbórea por especie, cantidad de árboles, crecimiento, ocupación de las especies, índice de salubridad, etc.) y unas intensidades de muestreo muy desiguales. Se pueden calcular los totales de esos valores para cada subestrato por separado, o bien para el estrato unión, a partir de las medias aritméticas de los valores por hectárea de los atributos elegidos en las parcelas (CANT.P.MA., VCC) multiplicadas por las correspondientes cabidas. Se demuestra que: 1. Si m(x)1=m(x)2, T(x)1=T(x)3 independientemente de las intensidades de muestreo. 2. Con m(x)1= m(x)2, si IM1>IM2, T(x)3>T(x)1. 3. Con m(x)1= m(x)2, si IM1<IM2, T(x)3<T(x)1. 4. Con m(x)1= m(x)2, si IM1=IM2, T(x)3=T(x)1, y que cuanto mayores sean las diferencias en m(x) o en IM mayores serán también entre los correspondientes T(x). Las definiciones de los acrónimos son: m(x)1: media aritmética de los valores por hectárea en las parcelas del subestrato 1 de una determinada variable aleatoria x (en esta investigación, VCC y CANT.P.MA.).
T(x)3: lo mismo en el subestrato 3. IM1: índice de la intensidad de muestreo en parcelas por cada 100 hectáreas. IM2: lo mismo para el subestrato 2. IM = (100) Cantidad de parcelas/Superficie del subestrato.
70
- CANT.P.MA. C. = 250,64 (204,94) = 51.366 pies y - VCC C. (m3) = 58,98 (204,94) = 12.087,36 m3 en el 06 son muy inferiores a los que se obtuvieron en el proceso de datos anterior
y que se publicaron en su día, con los dos subestratos unidos (ver tabla B). Situación contraria hay en el estrato 03, con 37,576 pies y 12.987,37 m3, existencias superiores a las publicadas, pero su plusvalía es muy inferior a la minusvalía de los otros dos. Si sumamos todas estas cifras de la tabla B para la provincia de Navarra y la especie Pinus uncinata, los resultados de 302.884 pies y 69.102,79 m3 para las existencias son más ajustados a la realidad que los publicados de 1.080.200 pies y 182.533,03 m3 o que los corregidos sin modificación por la intensidad de muestreo de 683.462 pies y 147.370,66 m3. Así, estas cantidades CU5 de la tabla A son las que deben cotejarse con las correspondientes del IFN4, calculadas de la misma manera, para determinar el sentido y la evolución de las existencias de esta especie y su cuantía. Para ejecutar este cotejo con iguales hipótesis, teorema, método y consideraciones he hecho el cálculo equivalente para el IFN4 cuyos resultados están en la línea CU5. De esta manera, donde diez años antes había 302.884 pies de pino negro y 69.102,79 m3 de madera hay ahora 400.794 pies y 91.170,72 m3 respectivamente, o sea, un 32 % más de ambos atributos. Por tanto, pueden estar tranquilos los ciudadanos de Navarra (y del resto de España) porque su especie apreciada y protegida, Pinus uncinata, no está en regresión sino en notable progresión. Sin embargo se debe ser prudente si hay que tomar decisiones de actuación sobre este ecosistema de 1.819,42 ha, pues aunque las cifras mostradas son insesgadas, tienen, debido a la escasez de la muestra, un error relativo de muestreo alto (oscila entre un 29 % y un 37 %, según los casos). Para intentar disminuir esta incertidumbre he calculado las existencias de la especie estudiada con distintos métodos, que dan resultados parecidos, y que con las pertinentes explicaciones están en la tabla A. La cantidad de computaciones necesarias para conseguir los resultados aquí mostrados es muy considerable y por eso no se presentan en este artículo, pero si algún estudioso tuviese interés en revisarlos o investigarlos puede pedírmelos cuando desee.
2013. N.o 57
1.
2.
3.
4.
En los estratos aceptados se igualarán las dos intensidades de muestreo de los subestratos 1 y 2 aumentando o disminuyendo la cantidad de parcelas de uno de ellos y, una vez hecho esto, dicha cantidad se usará en los cómputos. Estas parcelas ficticias tendrán el mismo valor de la media aritmética por hectárea del atributo estudiado que sus compañeras de subestrato. Agrupando las parcelas virtuales y reales se calculará la media aritmética del parámetro elegido para la totalidad del estrato, suma de los dos subestratos. Multiplicando esa media por la superficie de dicho estrato se obtendrán las integridades de los atributos escogidos, que se emplearán en las tablas 201 y derivadas. Las computaciones para aquistar los datos que exige este método no son muy complicadas y se han utilizado para determinar la cuantía CU8 de la tabla A. 5. Los estudios sobre estas imperfecciones descubiertas por el autor de este artículo son muy complicados y requieren tiempo, dinero, datos, conocimientos y trabajo. Espero que algún compañero aspirante a doctor encuentre este asunto suficientemente interesante, importante y útil como para enfrentarse con él. 6. En varios artículos y ponencias de congreso he explicado la conveniencia de tener un equipo de auditoría que analice y controle la parte técnica y científica de los proyectos más importantes de la administra-
ción, como hace la intervención en los asuntos económicos, para asegurarse de su calidad, precisión y veracidad. 7. En este proyecto, y supongo que en otros, la escasez de personal cualificado produjo que solo se pudiera atender debidamente al trabajo obligado, sobre todo administrativo, de seguimiento y control, careciéndose de tiempo para estudiar las mejoras o los inconvenientes del método del inventario forestal, a pesar de los deseos del que suscribe, su director durante los últimos años. 8. Cuando arrancó el Inventario Forestal Nacional de España allá por los años 60 del pasado siglo, se asignaron al proyecto seis ingenieros de montes, cinco ingenieros técnicos forestales, dos administrativos, veinte capataces forestales, diez conductores y toda la infraestructura técnica, administrativa y logística necesaria; cuando yo me jubilé en 2008 éramos dos ingenieros de montes, un ingeniero técnico forestal, cuatro capataces, un conductor y un vehículo. Y todavía hay gente, y más ahora, que dicen que sobran funcionarios. Y si se trata de salarios, cuando yo empecé a trabajar como funcionario en 1967 ganaba 100 unidades de sueldo, y cuando me jubilé en 2008, después de varios ascensos y muchos trienios, me había quedado en 79,4 unidades, que muestra un descuento de más del 20 % de lo cobrado por primera vez.
Ismael Muñoz
CONCLUSIONES Las personas preocupadas por la situación y evolución de los ecosistemas forestales de Navarra pueden estar tranquilas en lo que respecta a la especie arbórea Pinus uncinata, que, en contra de lo que mostraban las cifras del IFN antes de ser revisadas, ha crecido en los últimos diez años tanto en superficie como en cantidad de pies y en biomasa arbórea (y supongo que en otros atributos). Esta deficiencia en el método y en el proceso de datos detectada en Navarra para el pino negro podría extenderse a otras especies minoritarias (caso de algunas especies del género Quercus, con problemas añadidos por sus frecuentes hibridaciones) y a otras provincias. Los procesos de datos del Inventario Forestal Nacional que se hagan a partir de ahora deberán modificar el método de cálculo empleado para las especies minoritarias y para los estratos formados por la unión de subestratos menores con insuficiente tamaño (cabida, cantidad de parcelas, existencias, etc.) y, por tanto, con un error de muestreo demasiado elevado para procesarlos independientemente. He ideado un método para resolver el problema tratado en este artículo. Se comenzará por estudiar uno por uno los estratos creados para localizar, si existen, aquellos que presenten dos subestratos como los descritos aquí.
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TABLA A DATOS MÁS IMPORTANTES DEL ESTADO Y EVOLUCIÓN DE LA ESPECIE Pinus uncinata DE LA PUBLICACIÓN DEL IFN Y DE LOS NUEVOS CÁLCULOS DE ESTA INVESTIGACIÓN
1. Cifras en la publicación IFN3 CANT.P.MA. CU1
1.080.200
IFN4 VCC (m3) 182.533,03
CANT.P.MA. 585.107
VCC (m3) 129.762,36
Definiciones IFN3: Tercer ciclo del Inventario Forestal Nacional, segunda repetición
2. Cifras corregidas sin modificación por la intensidad de muestreo IFN3
IFN4: Cuarto ciclo del Inventario Forestal Nacional, tercera repetición. CANT.P.MA.: Cantidad de árboles (pies) de diámetro normal mayor de 74 mm. VCC (m3): Volumen maderable con corteza, biomasa arbórea, en metros cúbicos. CU1: Cuantía de las existencias principales (cantidad de pies mayores y biomasa arbórea) de la especie 22 según las tablas 201 de las publicaciones del IFN3 y del IFN4. CU2: Cuantía de las existencias principales de la especie 22 corregidas del error presente en la tabla 201 del IFN3. CU3: Cuantía de las existencias principales de la especie 22 corregidas con la supresión de las cantidades mínimas y dudosas de algunos estratos. CU4: Cuantía de las existencias principales de la especie 22 calculadas solo con los estratos que tienen cantidades importantes de dicha especie con unas teselas del Mapa Forestal de España y con unas parcelas con pino negro y otras sin él. CU5: Cuantía de las existencias principales de la especie 22 calculadas solo con los subestratos de teselas y parcelas de dicha especie, y sumadas para aquistar el resultado provincial. CU6: Cuantía de las existencias principales calculadas a partir de las teselas con especie 22, formando con todas ellas un solo estrato independiente de los demás.
72
CANT.P.MA.
IFN4 VCC (m3)
CANT.P.MA.
VCC (m3)
CU2
827.511
170.998,61
585.107
129.762,36
CU3
683.462
147.370,66
486.773
109.726,33
CU4
478.383
107.960,22
403.385
90.506,81
3. Cifras calculadas con modificación en función de la intensidad de muestreo IFN3 CANT.P.MA.
IFN4 VCC (m3)
CANT.P.MA.
VCC (m3)
CU5
302.884
69.102,79
400.794
91.170,72
CU6
325.876
73.542,83
403.149
90.709,69
CU7
303.647
69.325,37
400.085
91.011,21
CU8
325.879
73.543,37
403.130
90.712,07
CU7: Cuantía de las existencias principales calculadas con los estratos y subestratos seleccionados modificando la cantidad de parcelas apeadas en el subestrato sin pino negro para igualar la intensidad de muestreo de ambos subestratos y sumando los resultados parciales de cada estrato para obtener el provincial.
Las cifras de estas tablas se han obtenido solo con las parcelas de pino negro doblemente apeadas al ser fijas; tenemos también unas pocas parcelas y teselas, que no estaban en el IFN3, añadidas en el IFN4; son menos adecuadas para las comparaciones pero más para el cálculo de las existencias actuales; su influencia en los resultados de estas tablas es muy escasa.
CU8: Cuantía de las existencias principales de la unión de todos los estratos con pino negro calculadas añadiendo o quitando parcelas con valor nulo de las cantidades de dicha especie y así igualando la intensidad de muestreo en ambos subestratos (con y sin Pinus uncinata) que pertenecen al ecosistema forestal arbolado de la provincia.
2013. N.o 57
446,21
14.817,32 15.566,35
13.214,82 13.661,03
4
5
4
CP1
81
151
44
CP2
0,7774
0,6408
0,6675
0,8964
IM1
0,7353
0,8523
1,0191
0,3330
IM2
221,58
71,98
348,42
212,63
m (CANT1/ha)
49,86
34,70
66,37
44,37
m (VCC1/ha)
450.205 100.163,06
34.308
173.834
242.063
CANT.P.MA. P.
16.538,66
33.112,74
50.511,66
400.794
44.928
260.979
94.887
VCC P. (m3) CANT.P.MA. C.
91.170,72
21.659,05
49.713,42
19.798,25
VCC C. (m3)
S1 (ha)
26
749,03
9.504,22 10.128,40
276
Estrato
06
624,18
13
S2 (ha) S3 (ha) IFN4
IFN3
m (CANT1/ha)
37.536,36 39.355,78
CP1 CP2
1.819,42
S3 (ha)
90.716,60
VCC C. (m3)
S2 (ha)
403.148
CANT.P.MA. C.
44.028,18
92.427,05
VCC P. (m3)
213.942
410.774
m (VCC1/ha) CANT.P.MA. P.
115.588,82
49,86
561.672
221,58
51,50
0,7353
IM2
250,25
0,7145
IM1
0,2850
276
0,8188
13
46
37.536,36 39.355,78
7
1.819,42
03 + 26, 06, 03 U 26, 06, 03
16.993,64
12.087,19
S1 (ha)
854,92 16.138,72
51.365
Estrato
27
21.997,39
12.987,42
93.480
37.576
58,98
9.784,45
250,64
28.309
69.102,79
0,7857
26,52
302.883
1,4639
76,73
147.370,66
57
0,8224
683.462
3
0,6126
44,59
7.459,27
87
195,46
7.254,33
3
0,5593
204,94
11.068,38
0,8389
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
06
489,72 10.578,66
13 190
VCC C. (m3): Cantidad corregida de biomasa arbórea en metros cúbicos de la especie 22 en el estrato 3 según los nuevos cálculos (dato presuntamente correcto, insesgado, pero con un error relativo de muestreo alto por el reducido tamaño de la muestra).
35.521,29
CANT.P.MA. C.: Cantidad corregida de pies mayores de la especie 22 en el estrato 3 según los nuevos cálculos (dato presuntamente correcto, insesgado, pero con un error relativo alto por el reducido tamaño de la muestra).
1.549,58 33.971,71
VCC P. (m3): Cantidad de biomasa arbórea en metros cúbicos de Pinus uncinata en el estrato 3 según la publicación (dato presuntamente erróneo).
73.543,07
CANT.P.MA. P.: Cantidad de pies mayores de Pinus uncinata en el estrato 3 según la publicación (dato presuntamente erróneo).
325.875
m (VCC1/ha): Media aritmética de la cantidad de biomasa arbórea o volumen de madera con corteza de la especie 22 por hectárea en el subestrato 1 según sus parcelas.
107.959,86
m (CANT1/ha): Media aritmética de la cantidad de pies mayores de la especie 22 por hectárea en el subestrato 1 según sus parcelas.
478.383
IM2: Intensidad de muestreo en parcelas por cada 100 ha del subestrato 2.
47,46
IM1: Intensidad de muestreo en parcelas por cada 100 ha del subestrato 1.
210,30
CP2: Cantidad de parcelas de campo del subestrato 2.
0,5593
CP1: Cantidad de parcelas de campo del subestrato 1.
0,8389
S3 (ha): Cabida en hectáreas del estrato 3 unión de los subestratos 1 y 2.
13 190
S2 (ha): Cabida en hectáreas del subestrato 2 que no contiene Pinus uncinata.
35.521,29
S1 (ha): Cabida en hectáreas del subestrato 1 que contiene Pinus uncinata.
1.549,58 33.971,71
Definiciones
03 + 27, 06, 03 U 27, 06, 03
TABLA B PRINCIPALES ATRIBUTOS CON SUS VALORES DE LOS TRES ESTRATOS COMPARABLES EN EL IFN3 Y DEL IFN4 CON PRESENCIA IMPORTANTE DE LA ESPECIE Pinus uncinata
73
COLABORACIÓN
TÉCNICA
Río Amazonas: un misterio sin misterio
Sebastià Delclós i Suñer Ingeniero Técnico Forestal Fotografía: Wilder Alvarado Javier Guía de Alta Montaña Cordillera Blanca, Perú
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Que estas breves líneas sirvan de homenaje a uno de los accidentes geográficos más importantes del globo, que, lamentablemente, aún en pleno siglo XXI sigue siendo un perfecto desconocido, pues continúa teniendo lagunas importantes para su completo entendimiento. Este artículo es el resultado de un breve viaje a este inmenso sistema hidrológico, realizado en los meses de noviembre y diciembre de 2008, y la información que ofrece no tiene otra finalidad que la de contribuir a un conocimiento más completo del río Amazonas. La dividiremos en cinco partes: 1. Una aproximación histórica a la realidad de las fuentes del río Amazonas 2. Una aproximación geográfica a la realidad de las fuentes del río Amazonas 3 Accesibilidad de las fuentes del Amazonas 4. El río 5. El viaje 2013. N.o 57
Una aproximación histórica a la realidad de las fuentes del río Amazonas egún parece, Vicente Yáñez Pinzón, capitán de La Niña, encontró en el año 1500 la desembocadura del Amazonas, pero pensó que era el Ganges (de todos es conocido que Colón, cuando descubrió América, creyó que habían llegado a la India, y fue Amerigo Vespucci [Florencia, 1454-Sevilla, 1512] quien se dio cuenta de la realidad). Asimismo, la historiografía oficial nos dice que “no fue hasta don Francisco de Orellana que en 1541 y 1542 remontó el Amazonas hasta la confluencia de éste con el río Marañón...”. La realidad no tiene nada que ver con esta leyenda. La historia real (ver El País de la Canela de William Ospina, editorial “La otra orilla”, 2009) es muy diferente. No se trataba de explorar el entonces desconocido y mayor río del mundo, ni de una expedición científica o geográfica... Se trataba de la búsqueda de “un bosque de árboles de canela”. Era solo un rumor, pero a este rumor le dedicaron una gran expedición, como se verá en las siguientes líneas, y para sufragar los gastos se empleó una parte importante del oro de Cuzco. Porque de remontar el río como dice la historiografía oficial, nada de nada. Veamos: La miembros de la familia Pizarro: Francisco, Hernando, Gonzalo, Juan... eran los “dueños” de Perú, donde hacían y deshacían a su antojo. Fue don Gonzalo Pizarro quien, haciendo caso de los rumores, organizó una expedición que saliendo de Cuzco y pasando por la Ciudad de los Reyes de Lima y por Santiago de Guayaquil, cuyo gobernador era don Francisco de Orellana, llegó finalmente a Quito. Al pasar por Guayaquil, la fiebre del “bosque de árboles de canela” contagió también a don Francisco de Orellana y pidió a don Gonzalo Pizarro unirse a su expedición. Esta no se detuvo y Orellana permaneció en Guayaquil vendiendo sus pertenencias para financiar “su expedición”. En Quito, don Gonzalo Pizarro organizó finalmente, y definitivamente, toda la expedición: doscientos cuarenta soldados españoles, cien a caballo y ciento cuarenta a pie, cuatro mil indios, dos mil llamas, mil perros de presa, dos mil cerdos... Tras mil penalidades lograron atravesar los Andes. Unos días después vieron llegar al campamento a unos personajes
S
Fuente de la quebrada Carhuasanta en el farallón (14-XI-2008)
muertos de hambre y diezmados. Eran los restos de la expedición de don Francisco de Orellana. Juntos siguieron avanzando por interminables selvas en unas condiciones lamentables. Al cabo de cierto tiempo vieron que avanzaban por la ribera de un río de una anchura considerable. Un día llegaron a una aldea abandonada con unas veinte piraguas atadas en la orilla. Las robaron y así fue como el río adquirió el rango de protagonista del viaje. Finalmente, el capitán don Gonzalo Pizarro mandó construir un barco. Durante unas semanas avanzaron con el barco y las piraguas por el río mientras que el resto de personal seguía por la orilla. A los diez meses de haber salido don Gonzalo Pizarro y su expedi-
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ción de Quito, y al día siguiente del día de Navidad de 1541, don Francisco de Orellana y 56 personas se embarcaron en el barco en busca de víveres para volver al punto de partida, aguas arriba. La suerte no los acompañó, y el barco de Orellana, viendo la imposibilidad de subir a contracorriente, no tuvo otro remedio que bajar, primero por el río Coca, luego por el Napo y, finalmente, por el río Amazonas. El resto de la expedición con su comandante, don Gonzalo Pizarro, no tuvo otra alternativa que retroceder por el mismo camino, y después de mil aventuras, llegaron otra vez a Quito. La expedición de Orellana, tras ocho meses de infinitas penalidades y problemas sin número llegó al océano Atlántico
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el 24-8-1542. Subieron siguiendo la costa de Brasil y al cabo de 15 días, el 9-91542, llegaron a la isla de Cubagua, donde ya encontraron una granja de perlas en manos de españoles. ¡Ah!, y del “bosque de árboles de canela”, nada se supo. En el periódico La Región del lunes 15 de diciembre de 2008 (Iquitos-Perú)1 se puede leer que un acercamiento a la totalidad del río nos llegó en el año 1707. En el libro escrito por el jesuita Samuel Fritz, fundador de Yurimaguas2, de título De la Fantasía a la Realidad , editado por la Corte de Justicia de Loreto, en su prólogo, el padre Joaquín García Sánchez dice: “Fue una intuición genial del jesuita P. Samuel Fritz, nacido el 9 de abril de 1654 en Trutnov3, entonces dominio del imperio austrohúngaro, que en el año 1686 comenzó con su primera aproximación a la inalcanzable extensión del río más largo, ancho y profundo de cuantos surcan la piel del globo”. Es decir, Samuel Fritz fue quien visitó, recorrió y enlazó el recorrido fluvial desde el Nevado del Mismi en Arequipa4, en la cuenca del río Marañón, hasta el inmenso océano Atlántico en la ciudad de Belén do Para (Brasil), con una gran disciplina y un diseño detallado y minucioso como un encaje de bolillos. Su exploración duró 16 años, desde 1691 hasta 1707, años en los que fue dibujando, palmo a palmo, el primer mapa5, que habría de convertirse, con el paso del tiempo, en una joya geográfica de la corriente más caudalosa del planeta”. El periódico La Región (ver anexo) explica que Samuel Fritz enlazó la zona del Mismi con Iquitos, si bien la realidad histórica no concuerda exactamente con esta explicación, como ya se ha visto en el apartado número 4 de la página 4. Samuel Fritz -ver el mapa 1- situó el nacimiento del Amazonas, siguiendo el río Marañón, en la laguna Lauricocha, a donde llegó en el mes de mayo del año 16936. Parece ser que se dio por buena su apreciación del nacimiento del río Amazonas en tal laguna, y no es hasta el cercano año 19356a cuando se empezó a cambiar el emplazamiento y se situó en las fuentes del Apurimac. (Ver mapa núm. 2, págs. 8 y 9). En el libro escrito por Bohumir Jansky y otros K pramenum Amazonky -ISBN 80-7181-125-4 (OTTOVO NAKLADATELSTVÍ. CESTY Praha)- (a partir de ahora KPA), Hasta los orígenes del Amazonas, publicado en 2004, hay una
76
MAPA 1. Realizado por Samuel Fritz (1691-1707)
FOTO 2. Según KPA. Placa situada en la laguna Lauricocha
tabla en la cual se pueden observar las distintas opiniones -no todas- a lo largo de los años. Esta tabla ha sido actualizada. (Ver tabla 1). Asi mismo, el explorador polaco Jacek Palkiewicz localiza, en el verano de 1996 o 19978, el manantial del gran río suramericano debajo del nevado Quehuisha (5.358 msnm) en la quebrada Apacheta12. El profesor Zaniel Novoa, vicepresidente de la Sociedad Geográfica de Lima, en el año 2008 dice: “Hemos tardado 12 años en confirmar los resultados de la expedición Jacek Palkiewicz. Ahora podemos estar seguros de que lleva razón” (ver diario El País, lunes 26 de mayo de 2008, Madrid- España, pág. 12). Sin embargo, en nuestra excursión los días 14 y 15 de noviembre de 2008, visitamos primero
FOTO 3. Fuente de la quebrada Carhuasanta, en el farallón, con la placa que se colocó en honor de Loren McIntyre
2013. N.o 57
Año
Autor
Lugar de nacimiento del río Amazonas
1500
Vicente Yáñez Pinzón
Descubrimiento de la desembocadura del río. Río Ganges
1541-1542
Francisco de Orellana
Quito (Ecuador) -curso del río Coca-río Napo-río Amazonas
1693
Samuel Fritz
Laguna Lauricocha-río Marañón-río Amazonas
1935
S.J. Santos García
Laguna Vilafro 4.730 m-quebrada Huancane-río Santiago-río Apurimac
1953
Michel Perrin
Cerro Huagra 5.220 m-quebrada Huarajo-río Santiago-río Apurimac
1953
Gerardo Diánderas
Cerro Huagra 5.220 m-río Monigote- ... -río Apurimac
1968
Helen y Frank Schreiderovi
Laguna Vilafro 4.730 m-quebrada Huancane-río Santiago-río Apurimac
1969
Nicolas Asheshov
Nevado Minaspata 5.570 m-quebrada Yanacocha-quebrada Chullimagorío Ancollaga-río Challamayo -río Hornillos-río Apurimac
1969
Carlos Peñaherrera del Águila
Nevado Mismi 5.628 m-quebrada Carhuasanta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
1971
Loren McIntyre7
Nevado Choquecorao 5.220 m-quebrada Chaupihuichay-río Alcata río Hornillos-río Apurimac (según KPA). Según la placa (ver foto 3) quebrada Carhuasanta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
1978
Walter Bonatti
Cerro Huagra 5.220 m-quebrada Huarajo-río Santiago-río Apurimac
1982
Jean Michel Costeau
Nevado Choquecorao 5.220 m -quebrada Chaupihuichay-río Alcata-río Hornillos-río Apurimac
19978
Jacek Palkiewicz, Zaniel I. Novoa Goicochea
Nevado Quehuisha 5.358 m- quebrada Apacheta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
1999
Bonhumir Jansky, expedición Checa "Hatun Mayu 1999"
Nevado Mismi 5.628 m-quebrada Carhuasanta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
2000
Bonhumir Jansky, expedición Checa "Hatun Mayu 2000"
Nevado Mismi 5.628 m: Estudio comparativo de la quebrada: Carhuasanta con la quebrada Apacheta (Ccaccansa y Sillanque) en la cuenca del río Lloqueta
Zaniel I. Novoa Goicochea/
Confirmación datos 1997: quebrada Apacheta
2008 2008
S.G.L.9 Wilder Alvarado
La Fuente de la quebrada Apacheta está seca 15-XI-2008. La nieve de toda la cuenca del río Lloqueta ha desaparecido completamente
TABLA 1. Opiniones relativas a la localización del nacimiento del río Amazonas (ver mapas 2, 3, 4 y 5)
A la derecha: FOTO 4. comienza la travesía que, pasando por las fuentes del Amazonas, nos lleva hasta Cailloma
FOTO 5. Quebrada Carhuasanta, desde el farallón donde nace el río Amazonas.
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Viaje de don Francisco Orellana 1540-1542 Descubrimiento de Samuel Fritz 1693 El río Amazonas a partir de 1935
MAPA 2. Según KPA. Cuenca del río Amazonas
MAPA 3. Según KPA. Esquema de las distintas posibilidades del nacimiento del río Amazonas
FOTO 6. Camino que siguiendo la quebrada Apacheta enlaza la vertiente del océano Pacífico con la vertiente del océano Atlántico y sube al nacimiento del Apacheta
FOTO 7. Nacimiento sin agua de la quebrada Apacheta (15-XI-2008)
78
2013. N.o 57
Fuente
Distancia10
Recorrido
Laguna Vilafro
Quebrada Huancane-río Santiago-río Apurimac
35,3 km
Cerro Huagra
Quebrada Huarajo-río Santiago-río Apurimac
37,9 km
Cerro Minaspata
Quebrada Yanacocha-quebrada Chullimago-río Ancollagua-río Challamayorío Hornillos-río Apurimac
55,5 km11
Nevado Mismi
Laguna Bohemia-quebrada Carhuasanta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
59,0 km11
Nevado Quehuisha
Quebrada Apacheta-río Lloqueta-río Challamayo-río Hornillos-río Apurimac
58,3 km11
Nevado Choquecorao
Quebrada Chaupihuichay-río. Alcata-río. Hornillos-río. Apurimac
50,0 km
TABLA 2. Según KPA. Resultado de las mediciones de la distancia entre el nacimiento de las distintas fuentes y la confluencia del río Hornillos con el río Apurimac en el mapa 1:100.000 del IGN, Lima (Perú)
FOTO 8. Cuenca del río Lloqueta
el manantial, en el farallón (foto 1), de la zona del Mismi, el día 14 de noviembre. Al día siguiente subimos a la fuente (foto 6) de la quebrada Apacheta y cuál fue nuestra sorpresa y desilusión al encontrarla seca (foto 7). Este inconveniente ponía en entredicho el descubrimiento del polaco Jacek Palkiewicz, al resultar que la fuente del Apacheta es intermitente. El agua salía por filtraciones laterales 150-200 metros aguas abajo. Entendemos, de buena fe, que el río más largo, caudaloso, profundo y con la cuenca más extensa del mundo no puede permitirse tener un nacimiento con intermitencias. Con el fin de comprobar esta anomalía convendría hacer un seguimiento hidrológico y fotográfico de los dos manantiales en la época de sequía -meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre- por lo menos durante 4-5 años. El personal de la zona (Lari, Madrigal, Pinchillo) podría dedicarse a ello.
Una aproximación geográfica a la realidad de las fuentes del río Amazonas asta hoy, lo que queda claro es que las fuentes del Amazonas están en la cuenca del río Lloqueta, que está formada por diferentes quebradas: la Carhuasanta y la Apacheta. La Apacheta, a su vez, está formada por la quebrada Sillanque en su margen derecho, y la quebrada Ccaccansa en su margen izquierdo. Cualquiera de las fuentes de estas distintas quebradas puede ser el nacimiento del río Amazonas. Para conocer con exactitud las características de las cuatro quebradas: Carhuasanta, Apacheta, Sillanque y Ccaccansa y poder decidir con un conocimiento científico y razonado, la Universidad Karlovy de Praga12b, República Checa, siguiendo los pasos de Samuel Fritz organizó dos expediciones: Hatun Mayu 1999 y Hatun Mayu 2000, con la finalidad de reconocer, cartografiar, explorar y medir con detalle la cuenca del río Lloqueta para poder comparar con
H
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medidas, y con conocimiento de causa, las distintas quebradas que forman la cuenca del río Lloqueta y poder decidir cuál de ellas es la que tiene más posibilidades de ser la fuente del Amazonas. El resumen de estas dos expediciones se publicó en el libro KPA. A este estudio comparativo habría que añadir el concepto de la zona drenada (cuenca) por el manantial o fuente, donde nace el agua que alimenta el curso de agua de la quebrada, es decir la “cuenca de la fuente”. Así podemos decir que la “cuenca de la fuente” situada en la zona del nevado Mismi (farallón) tiene una superficie de 3,6 km2 aproximadamente y unos 473 metros de desnivel (la altitud del nevado Mismi es de 5.628 msnm menos la altitud de la fuente, 5.155 msnm). La superficie aproximada de la “cuenca de la fuente” de la laguna Bohemia es de 2,0 km2, y 478 m su desnivel (altitud del nevado Mismi, 5.628 msnm, menos la altitud de la laguna, 5.150 msnm). La superficie total de la cuenca de las dos
79
Superfície de la zona de las fuentes 57,1 km2
MAPA 4. Según KPA. Mapa hidrográfico de la cuenca del río Lloqueta. Escala aprox. 1:100.000
fuentes -farallón y laguna Bohemia- que forman la quebrada Carhuasanta es de 5,6 km2 aproximadamente. Mientras que la “cuenca de la fuente” situada en la zona del Quehuisha tiene una superficie aproximada de 0,6 km2 y un desnivel de 189 m (altitud del nevado Quehuisha, 5.358 msnm, menos la altitud de la fuente, 5.169 msnm). Asimismo la “cuenca de la fuente” de la quebrada Ccaccansa tiene una superficie de 0,4 km2 aproximadamente y un desnivel de 203 m (altitud máxima de la cuenca, 5.380 msnm, menos la altitud de la fuente, 5.177 msnm). Mientras que la “cuenca de la fuente” de la quebrada Sillanque tiene una superficie aproximada de 2,1 km2 y un desnivel de 181 m (la altitud máxima de la cuenca es de 5.220 msnm y la altitud de la fuente es de 5.039 msnm). Si se observa el perfil de las distintas quebradas que alimentan el río Lloqueta (pág. 16) se aprecia que la más larga y más alta es la quebrada Ccaccansa, pero si añadimos el concepto de “cuenca de la fuente” es, sin duda alguna, la quebrada Carhuasanta la que tiene más puntos a su favor.
-
-
Según KPA. Perfil de las distintas quebradas que alimentan el río Lloqueta. (Fuentes del Amazonas)
FOTO 9. El río Lloqueta/Amazonas es un pequeño riachuelo
80
Datos a favor de la quebrada Carhuasanta: Está situada en la cuenca del nevado Mismi (5.628 msnm), el nevado más alto de toda la cuenca del río Lloqueta. El nevado Queuisha tiene 5.358 msnm, el Ccaccansa, 5.435 msnm, y de la cuenca del Sillanque la mayor altura es de 5.220 msnm. (Ver mapa núm. 4). La longitud máxima de cuenca es mayor (10.388,4 m), pues la quebrada Apacheta tiene 9.334 m y la quebrada Ccaccansa 9.526 m, mientras que la longitud de la quebrada Sillanque es de 7.120,21 m.
FOTO 10. Descenso hacia la laguna Carhuacocha
2013. N.o 57
Nombre
Longitud13 km
Longitud máxima14 de cuenca km
Altitud15 m
Desnivel16 Superficie m de la cuenca (km2)
Superficie de la cuenca de la fuente (km2)
Coordenadas de las fuentes según GPS
8.138'4+2.300
10.438,4
5.150/5.62817
478
16,85
2,019
15o30'43'' lat. 71o42'05'' long.
7.779,31+2.000
9.779,3
5.155/5.62817
473
16,85
3,619
15o30'07'' lat. 71o41'13'' long.
8.134,2+1.200
9.334,2
5.169/5.35818
189
35,32
0,6
15o31'15'' lat. 71o45'42'' long.
Apacheta hasta la desembocadura del Ccaccansa
5.966,79+1.200
7.166,79
5.169/5.35818
189
13,29
0,6
15o31'15'' lat. 71o45'42'' long.
Ccaccansa hasta la desembocadura en el Apacheta
6.772,16+600
7.372,16
5.177/5.43520
258
9,06
0,4
15o27'16'' lat. 71o46'55'' long.
Ccaccansa incluyendo el Apacheta
8.926,09+600
9.526,09
5.177/5.43520
258
13,26
0,4
15o27'16'' lat. 71o46'55''long.
Carhuasanta origen en la laguna Carhuasanta origen en el farallón Apacheta
Sillanque hasta el Apacheta
4.683,64+1.200
5.883,64 5.039/5.22020a
181
12,97
2,1
15o30'25'' lat. 71o44'41''long.
Sillanque incluyendo el Apacheta
5.920,21+1.200
7.120,21 5.039/5.22020a
181
13,67
2,1
15o30'25'' lat. 71o44'41'' long.
- Es mayor la superficie de la cuenca de
-
-
las fuentes en la zona del Mismi (quebrada Carhuasanta, 5,6 km2) que en la quebrada Apacheta (0,6 km2). Mayor desnivel de la cuenca de la fuente en la zona del Mismi (478 m) que en la zona de la quebrada Apacheta (189 m). Las fuentes, en principio, no son intermitentes ni las del farallón ni las de la laguna Bohemia.
Datos a favor de la quebrada Apacheta: - Mayor altura de la fuente (5.169 msnm) cuando mana agua. La altu-
-
-
ra de la fuente de la quebrada Carhuasanta en el farallón es de 5.155 msnm, es decir, 14 metros de diferencia. Mayor longitud de la quebrada (8.134,2 m) cuando mana agua. Si en lugar de considerar la fuente en el farallón (7.779 m) consideramos el nacimiento de la quebrada Carhuasanta en la laguna Bohemia, esta es mayor (8.138,4 m). Es normal que los habitantes de Lari rindan homenaje a esta quebrada, ya que discurre junto al camino antiquísimo que saliendo de aquí (3.330
FOTO 11. Tercer y último campamento antes de llegar a Cailloma
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msnm) permite pasar, a través del Apacheta -collado- (5.180 msnm), de la vertiente del Pacífico a la vertiente del Atlántico. En el estudio comparativo de las cuatro quebradas realizadas por el doctor Bohumir Jansky en la expedición del año 2000 deja abierta la cuestión, pero creemos, y como se ha visto, que la quebrada con más puntuación es la quebrada Carhuasanta, en la zona del Mismi, tal y como ya dijo en el año 1969 el doctor Carlos Peñaherrera del Águila y confirmó Loren McIntyre en el año 1971.
FOTO 12. Laguna Huarhuarco
81
Autor
Nacionalidad
Año
Longitud en km
O.H.Walkey
Británico
1949
6.517
E.J.Devroey
Estadounidense
1950
6.595
C.Peñaherrera
Peruano
1969
6.762
J.Marcinek
Alemán
1978
6.510
I.I.A.P.21 - Iquitos
Peruano
1980
6.885
J.Costeau
Francés
1984
7.025
J.C.P.Grande
Brasileño
1985
6.571
I.G.N.- Perú
Peruano
1989
6.762
J.Marcinek, E.Rosenkranz
Alemán
1996
6.516
Martini, J.Wagner
Brasileño
1996
7.062
Zaniel Novoa/ I.N.P.E.22
Peruano/Brasileño
2008
7.040
TABLA 4. Según KPA. Datos sobre la longitud del río Amazonas
Río 1. Nilo (África) 2. Amazonas (América del Sur)
Longitud en km 7.088 km 6.675 km23
3. Yangtse (Asia)
6.236 km
4. Mississippi-Missouri (América del Norte)
6.084 km
5. Yenisey-Angara (Asia)
LONGITUD DEL RÍO AMAZONAS Si las fuentes del Amazonas son motivo de controversia, la longitud de este río parece ser que también. La variación más importante está entre los 6.510 km del alemán J. Marcinek (ver tabla 4) y los 7.062 km de los brasileños Martini y J. Wagner; son 542 km de diferencia, es decir, que hay una longitud para cada gusto. Si lo comparamos con los otros gigantes del mundo (ver tabla 5) hay un empate técnico con el río Nilo, siempre y cuando este mida 7.088 km según la revista National Geographic y no los 6.857 km que le otorga el periódico El País (ver pág. 12). A este empate convendría añadirle, con lo que quedaría un empate triple -todos ellos alrededor de los 7.000 km-, el río Yenisey, al sumarle también su trayecto por el lago Baikal (125 km) y el recorrido del río Selenga (1.024 km), en Mongolia, resultando un total de 6.965 km.
6. 5.816 km24
6. Yenisey-Angara BalatónSelenga (Asia)
6.965 km
7. Amarillo (Asia)
5.778 km
8. Ob-Irtysh (Asia)
5.525 km
9. Amur (Asia)
5.498 km
10. Lena (Asia)
5.150 km
11. Congo (África)
5.118 km
FOTOS 13/14. Descenso por el río Ucayali
TABLA 5. Según la revista National Geographic (marzo 2010), los diez ríos más largos del mundo
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Accesibilidad de las fuentes del Amazonas ara visitar el manantial del nevado Mismi lo más fácil es lo siguiente: Desde Arequipa nos desplazamos hasta Chivay en 4-5 horas de autobús. Situados en Chivay y subiendo por la carretera que sigue el río Colca llegamos a Tuti, y una vez pasado el pueblo, a unos 15 km, encontramos un desvío a la izquierda que indica hacia el nevado Mismi. Subimos unos 25 km por esta trocha apta para cualquier tipo de vehículos hasta haber dejado a nuestra derecha la estancia de Huayranca. Dejamos el coche (4.500 m) (ver foto 4) y continuamos a pie unas 4 horas y llegamos al manantial del Mismi, en el farallón (ver foto 1 y foto 3), a unos 5.155 m. De disponer de un vehículo 4 x 4 y un conductor experimentado se puede hacer una aproximación con vehículo hasta unos 10 minutos del manantial del Mismi. Para visitar el manantial del nevado Quehuisha hay tres posibilidades: a) A partir del manantial se desciende la quebrada Carhuasanta y al llegar a la confluencia de esta con la quebrada Apacheta (3 horas) se sube por la misma (ver foto 6), siguiendo el camino histórico que une Madrigal y Lari, en la cuenca del río Colca (vertiente del océano Pacífico), con Cailloma en la cuenca del Santiago/ Apurimac/Amazonas (vertiente del océano Altlántico). A unas 3 horas aproximadamente de la confluencia de las dos quebradas ya dichas, -Carhuasanta y Apacheta- llegamos al manantial (ver foto 7) a unos 100
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metros a la izquierda del camino y a unos 40 minutos del Apacheta -collado-. El nevado Quehuisha nos queda a la izquierda. b) Se sigue por la pista anterior (Chivay, Tuti, Huayranca), hasta llegar al pueblecito de Anchaca (es necesario un 4 x 4 y un chófer experimentado). En Anchaca (posibilidad de alquilar caballos) se sigue hacia la laguna Carhuacocha y se traspasa un pequeño collado que permite descender al río Lloqueta. Subiendo por el río Lloqueta a unas tres horas aproximadamente de Anchaca llegamos a la confluencia de la quebrada Carhuasanta con la quebrada Apacheta. También para llegar a Anchaca puede hacerse el trayecto desde Cailloma, con un vehículo 4 x 4 y un conductor experimentado. Hay unas tres o cuatro horas de viaje. En Anchaca hay un mercado (feria) un lunes cada dos semanas. c) Del pueblo de Lari (3.330 msnm) o el de Madrigal (3.262 msnm) (vertiente del océano Pacífico) se sube por el camino antiquísimo que culmina en el Apacheta (collado), a 5.180 msnm, en unas ocho o nueve horas aproximadamente. Para llegar al manantial tardaremos unos 30-40 minutos en la vertiente atlántica. La zona -como puede observarse en las fotografías 4, 5, 6 , 7, 8, 9, 10, 11 y 12- es relativamente fácil de recorrer, problemas de altura aparte, y está conformada por grandes pampas, llanuras y quebradas amplísimas.
El río El río Amazonas empieza, como hemos visto, en dos puntos: debajo del nevado Mismi (5.628 msnm), según Carlos Peñaherrera del Águila (año 1969) y la placa de Loren McIntyre (año 1971), o debajo del nevado Quehuisha (5.368 msnm), según Jacek Palkiewicz avalado en 2008 por el vicepresidente de la Sociedad Geográfica de Lima, profesor Zaniel Novoa (en nuestro viaje, el día 15-11-08, esta fuente estaba seca). En el primer caso desciende por la quebrada Carhuasanta, en el segundo caso desciende por la quebrada Apacheta. (Ver mapas: n.o 3, n.o 4, n.o 5 y n.o 6). La confluencia de las dos quebradas, Carhuasanta y Apacheta, forma el río Lloqueta, y cuando el río Ancollaga desemboca en el río Lloqueta este se convierte en el río Challamayo, que a su vez recibe el río La Toma, que nace en la laguna Carhuacocha, cerca del poblado Anchaca. Es en esta confluencia, La Toma- Challamayo, donde vuelve a cambiar de nombre y se llama río Hornillos. Del nacimientos o nacimientos hasta aquí, a pesar de haber cambiado cuatro veces de nombre, tiene un recorrido de 25 km aproximadamente. El río Hornillos, con unos 35 km de recorrido, llega al río Apurimac. Este río ya no lo abandonaremos hasta la confluencia con el río Mantaro, donde vuelve a cambiar de nombre llamándose río Ene. Habremos dejado atrás los departamentos de Arequipa, Cuzco, Apurimac y Ayacucho y recorrido unos 1.260 km. Seguimos el río Ene, y al desembocar en el mismo, el río Perené vuelve a cambiar de nombre y se llama río Tam-
FOTO 15. Plaza de armas de Cailloma
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FOTO 16. Puerto Ocopa. Cruzando el río Perené
Vemos desde el nacimiento en la cuenca del río Lloqueta que el curso de agua cambia hasta nueve veces de nombre: quebrada Carhuasanta o quebrada Apacheta, río Lloqueta, río Challamayo, río Hornillos, río Apurimac, río Ene, río Tambo, río Ucayali y finalmente río Amazonas. Como hemos visto, fue Samuel Fritz quien en 1693 llegó a la laguna Lauricocha y creyó que allí nacía el río Marañón, y que en su confluenMAPA 5. Zona entre Chivay y Cailloma. Obtenido de juntar las hojas: cia con el río Ucayali fornúm. 31-S (2540) Cailloma y la hoja núm. 32-S (2539) Chivay. maban el río Amazonas. Escala 1:100.000. Publicadas por el Instituto Geográfico Nacional Esta versión duró hasta 1935, cuando S.J. Santos García ya colocó en las fuentes del Apurimac, él en la laguna Vibo. Llegamos asimismo a la confluencia lafro, el nacimieto del Amazonas. Tuviedel Tambo con el Urubamba, que drena ron que transcurrir 242 años para hacer todo el departamento de Cuzco, y esta justicia y colocar de forma más real las vez cambia de nombre el río Tambo y el fuentes del Amazonas. Estos 242 años nuevo se llama río Ucayali, y este a su de desconocimiento causaron según vez, al encontrarse con el río Marañón nuestro parecer la proliferación de nomya forma definitivamente25 el río Amabres, un total de nueve para nombrar el zonas. El cual, pasando por Iquitos, mayor río de la Tierra, y la creencia de Leticia y Manaos, entre otras muchas que el Amazonas nace en la confluencia ciudades, finalmente llega al océano del río Marañón con el río Ucayali. Atlántico en Belén do Para después de Con el fin de darle la unidad topohaber recorrido 7.040 kilómetros, siennímica, unidad que geográficamente ya do el curso de agua más largo, más protiene, y con el fin de que los ribereños fundo, más caudaloso y con la mayor sepan que están en la orilla del mayor cuenca del planeta (siete millones de kirío del mundo, en todos los sentidos, lómetros cuadrados), a la vez que abarque no es poco, la solución más sencica territorios de Brasil, Perú, Colombia, lla sería añadir la palabra Amazonas a Ecuador, Venezuela, Guayana y Bolivia. los ríos arriba apuntados.
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El Amazonas podría nacer, no en la confluencia del río Ucayali con el Marañón, sino en la quebrada Carhuasanta/ Amazonas que al confluir con la quebrada Apacheta forma el río Lloqueta/ Amazonas y seguiría con Challamayo/ Amazonas, luego Hornillos/Amazonas, asimismo Apurimac/Amazonas, también Ene/Amazonas, Tambo/Amazonas, Ucayali/Amazonas y, finalmente, Amazonas. Desde que Orellana en 1542 bautizó Amazonas27 al curso de agua que se encontró cuando descendía por el río Napo, han pasado cerca de cinco siglos y, francamente, creemos que es hora que se haga “justicia toponímica geográfica” al que creemos es uno de los accidentes geográficos más importantes de los que podemos encontrar en la superficie de la Tierra. Debería terminarse el desconocimiento y confusión que crea el argumentar que el Amazonas solo es el Amazonas a partir del Marañón, sino que el Amazonas también es el Ucayali, el Tambo, el Ene, el Apurimac, el Hornillos, el Challamayo, el Lloqueta y la quebrada Carhuasanta. El viaje ara mayor facilidad de comprensión explicaremos por jornadas, sin entrar en muchos detalles, el viaje comprendido entre Arequipa e Iquitos durante los días del 12 de noviembre al 7 de diciembre de 2008. Día 12-XI-08: Visita de Arequipa y compra de mapas y material (2.325 msnm). Día 13-XI-08: Viaje de Arequipa a Chivay (3.600 msnm). De 4 a 5 horas de viaje.
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Día 14-XI-08: En coche (taxi) ChivayTuti-trocha (ver foto 4). Unas cuatro horas de viaje. A partir de aquí andando cuatro horas se llega al nacimiento del Carhuasanta/Amazonas (5.155 msnm), en el farallón, (ver mapa 5, fotos 1 y 3). Día 15-XI-08: Descenso a pie por la quebrada Carhuasanta (ver foto 5) hasta la confluencia de la quebrada Apacheta. Visita al nacimiento Apacheta/ Amazonas (ver fotos 6 y 7), un total de siete horas. Altura, 4.680 msnm. Día 16-XI-08: Seguimos andando junto al río Lloqueta/Amazonas (ver foto 9), nos desviamos a la derecha para subir a un collado y bajar a la laguna Carhuacocha (ver foto 10). Pasamos por el poblado llamado Anchaca. Siguiendo sensiblemente el río La Toma (nace en la laguna) cruzamos el río Challamayo/Amazonas y subimos a las lagunas Quehuayllococha y Ajuyoscota, que están completamente secas. Bajamos al caserío de Parihuana, cuya laguna, del mismo nombre, está prácticamente seca. Seguimos la pista que une Cailloma con Anchaca. Pasamos junto a una acequia que sale de la laguna y se junta con el río Callamayo, que alimenta, entre otras, la laguna Huarhuarco, represada y casi seca. Dormimos entre la estancia Chiayullo y el cerro Antaymarca (siete horas), 4.480 msnm (ver foto 11). Día 17-XI-08: Rodeamos la laguna Huarhuarco (ver foto 12), y pasando junto a un cementerio llegamos a la carretera (tres horas). Hacemos autoestop y a las 11:00 de la mañana llegamos a Cailloma (4.314 msnm) (ver foto 15). La travesía desde la trocha (cerca del Mismi) a la carretera que va a Cailloma ha durado tres días y hemos andado en conjunto unas veintiuna horas, incluyen-
Mismi 5.597 m
Quebrada Apacheta
Quebrada Carhuasanta
Recorrido a pie
(1/2 hora). De Puerto Prado a Atalaya seis horas de viaje en canoa por el río Tambo/Amazonas (227 msnm). Día 30-XI-08: De Atalaya al río Ucayali/Amazonas. Dieciséis horas de viaje (214 msnm) en motonave de 500 toneladas. Día 01-XII-08: Río Ucayali/Amazonas-Pucallpa. Dieciocho horas de viaje (200 msnm). Día 02-XII-08: Pucallpa. Descanso. Día 03-XII-08: Pucallpa-río Ucayali/ Amazonas. Cinco horas de viaje en motonave (180 msnm). Día 04-XII-08: Continuando con el viaje seguimos en el río Ucayali/Amazonas. Veinticuatro horas de viaje en motonave (160 msnm) (ver fotos 13, 14 y 17). Día 05-XII-08: Continúa el viaje por el río Ucayali/Amazonas. Veinticuatro horas de viaje (140 msnm). Día 06-XII08: Continúa el viaje por el río Ucayali/ Amazonas, y a las ocho de la tarde en la desembocadura del río Marañón entramos en el Amazonas propiamente dicho. Veinticuatro horas de viaje (120 msnm). Día 07-XII-08: Río Amazonas-Iquitos. Llegamos a la ciudad de Iquitos a las cuatro de la madrugada (100 msnm). Es decir, que tardamos 26 días en unir Arequipa con Iquitos; a pie fuimos desde el nacimiento hasta cerca de Cailloma, y siguiendo aproximadamente el río por tierra y mediante transporte público terrestre fuimos desde Cailloma hasta Puerto Ene, unos 1.200 km
Distancias aproximadas: 1. Nacimiento Mismi-río Lloqueta 2. Nacimiento Apacheta-río Lloqueta 3. Río Lloqueta-río Apurimac 4. Río Apurimac-puerto Ene 5. Puerto Ene-puerto Prado 6. Puerto Prado-Atalaya 7. Atalaya-Pucallpa 8. Pucallpa-Iquitos-Quito 9. Iquitos-océano Atlántico Total
Recorrido en coche Cailloma (4.350 m.s.n.m.) Río Napo
Río Hornillos
Río Lloqueta
Laguna Lauricocha
Zona VRAE
Recorrido en barco Laguna Carhuacocha
km 726 726 53 1.100 250 130 500 1.300 3.700 7.040
San Francisco 500 (m.s.n.m)
Puerto Ene
Puerto Ocopa
Puerto Prado Atalaya (227 m.s.n.m.) Río Tambo
PERÚ
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales
COLOMBIA
Río Marañón
Río Ene
Pucallpa (200 m.s.n.m.)
Río Ucayali
Recorrido no realizado
Iquitos (106 m.s.n.m.) Río Amazonas
Océano Atlántico
Nevado Quehuisha 5.170 m
do la visita de la fuente de la quebrada Apacheta, que encontramos seca. Día 18-XI-08: De Cailloma a Yauri/Espinar pasando por Suyckutambo (4.800 msnm) en taxi colectivo (camioneta). Unas cuatro horas de viaje. La altitud de Yauri/Espinar es de 3.980 msnm. Día 19-XI-08: De Yauri/Espinar a Combapata en colectivo. Unas cuatro horas de viaje. Aquí se visitó en taxi el puente inca Q-eswachaca. El viaje al puente, entre ida y vuelta, también duró cuatro horas (90 km). Altitud de Combapata. 3.600 msnm. Día 20-XI-08: De Combapata a Cuzco, dos horas de viaje en colectivo (3.400 msnm). Día 21-XI-08: De Cuzco a Abancay, seis horas de viaje en colectivo (2.300 msnm). Día 22-XI-08: De Abancay a Andahuaylas en combi, cuatro horas (2.270 msnm). Día 23-XI-08: De Andahuaylas a Uripa. De tres a cuatro horas de viaje en combi (3.105 mnsm). Día 24-XI-08: Uripa, descanso, por no encontrar transporte. Día 25-XI-08: De Uripa a Ayacucho. Siete horas de viaje en combi (2.600 msnm). Día 26-XI-08: De Ayacucho a San Francisco. Siete horas de viaje en combi (525 msnm). Día 27-XI-08: De San Francisco a Puerto Ene. Cuatro horas de viaje en taxi colectivo (480 msnm). Día 28-XI-08: De Puerto Ene a Puerto Prado y subiendo un pequeño tramo por el río Perené llegamos a Puerto Ocopa (ver foto 16). Siete horas de viaje en canoa por el río Ene y una hora por el río Perené (320 msnm). Día 29-XI-08: De Puerto Ocopa a Puerto Prado. Viaje en taxi colectivo
Solimoes Leticia
Manaos
BRASIL
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Belén do Paná
aproximadamente. Y a partir de este puerto, navegando por el río mediante dos canoas y dos motonaves, llegamos finalmente a Iquitos, donde el Amazonas ya es el Amazonas con todas las letras. Todos los desplazamientos, excepto el primero, que fuimos de Chivay hasta cerca del nacimiento del Amazonas en el Mismi, y la visita del puente del Inca Q-eswachaca, que se hicieron en taxi, los demás desplazamientos se hicieron en transporte público: colectivo, combi, taxi colectivo, canoa y motonave. De poder utilizar un vehículo privado tanto en los desplazamientos terrestres como en los desplazamientos fluviales se podría realizar este viaje en 15 a 20 días. ANEXO EL RÍO AMAZONAS SIN SECRETOS La Sociedad Geográfica de Lima resuelve controvertidas hipótesis con relación a la fuente de la Reina de todos los Ríos El misterio con relación a las fuentes del Río Amazonas, al igual que las que se referían a las del Nilo, ha sido desde hace tiempo la causa de conjeturas sin fin y discusiones académicas. La identificación de la parte de la fuente principal del río pone muchas dificultades a los investigadores ya que todos los criterios hidrológicos difícilmente se encuentran al mismo tiempo. Y en el caso de un sistema hidrográfico tan grande y una arteria de agua tan importante como es el río Amazonas, las complicaciones aumentan todavía más. Los hidrologistas creen que la corriente que lleve más agua, que sea la más larga y cuya fuente se encuentre más alta sobre el nivel del mar tendría que ser considerada el río principal. Igualmente importantes son las ideas que tratan de la pendiente del río, la actividad en la desembocadura o la morfología del terreno. También es incuestio-
nable la importancia de la cultura. Algunas veces las tradiciones conservadas a través de la historia y la cultura de una región son argumentos que influencian para la elección del río principal. Desde el tiempo de Humboldt, el Marañón ha sido considerado la fuente tributaria del río Amazonas. En 1934 el geodesista Coronel Gerardo Dianderas formuló la idea que mas bien seria el Ucayali, al ser más largo o de más importancia en la historia de la región y más extensamente navegable y así habrá jugado un papel económico más importante. Además su cuenca es más extensa. Esta tesis ha ganado últimamente la aceptación de los geógrafos. Desde la mitad del siglo pasado, en la cordillera Chia, en la provincia de Caylloma, en el sur del Perú, ha habido apasionados aventureros que sin tomar mediciones formulaban vagas identificaciones de la supuesta fuente. En 1969 el famoso geógrafo Prof. Carlos Peñaherrera del Águila, sin haberse molestado en visitar la región, anunció que el discutido lugar estaba situado en el nevado Mismi, donde el Carhuasanta tiene su inicio. Dos años más tarde, después de analizar los mapas, cartógrafos del “National Geographic Magazine” llegaron a la conclusión que exactamente en este lugar se encontraría la parte del río Amazonas más distante de su desembocadura. El Grupo Editorial envió a Loren McIntyre, quien sin tomar ninguna medición del cauce en el área de la fuente dio su apoyo a la interpretación de los geógrafos. Ya al año siguiente, la revista americana anotó este hecho en sus mapas. Pronto, también Jacques Ives Cousteau aceptó esta opinión, dándola por válida. Acreditados especialistas, sin embargo, nunca han aceptado esta hipótesis.
Criticaron la falta de mediciones complejas, indispensables para identificar la fuente actual. Una institución tan prestigiosa como la Enciclopedia Británica se ha reservado cautelosamente una lapidaria y suscinta versión: “el río tiene su fuente, alto en los Andes, a una distancia de 100 millas del Océano Pacífico.” En julio de 1996 la expedición científica “Amazon Source’96”, dirigida por el periodista explorador Jacek Palkiewicz, miembro de la prestigiosa Real Sociedad Geográfica de Londres, llevó a cabo una serie de observaciones hidrológicas y geomórficas y exámenes que permitieron la resolución del enigma del lugar de nacimiento de la Reina de los Ríos. Entre otros, el dirigente de la investigación científica, el ingeniero Zaniel Novoa, y el Almirante Guillermo Faura Gaig, autor de una monografía monumental sobre el río Amazonas, formaron parte de la expedición, la cual tuvo lugar bajo el patronaje del vicepresidente de la República del Perú, Ricardo Márquez Flores. Empezando desde el cauce principal del Apurimac, los investigadores se movieron, ascendiendo a lo largo de la cuenca, eliminando en cada afluente el cauce secundario según criterio más arriba mencionado. Esto permitió determinar la fuente del Apacheta como el principio del río Amazonas. En comparación con la fuente rival del Carhuasanta, que tiene su inicio en el Pico Mismi (10 km más lejos), solo presenta dos parámetros semejantes: una distancia parecida y una similar altura sobre el nivel del mar. Tal como defiende el ingeniero Zaniel Novoa en su publicación para la Universidad Pontificia Católica de Lima “La Fuente del Río Amazonas” (1996), los parámetros que quedan van a favor del Apacheta, que tiene un nivel mas alto de cauce y una cuenca mejor desarrollada (más
FOTO 17. Atardecer en el río Ucayali/Amazonas
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tributarios), una actividad hidrológica más alta (cauce relativo expresado en litros/segundo/km2 de la cuenca), una pendiente menor en el perfil longi- tudinal, un lecho del río más claramente formado y excavado. El tallado del valle indica la extensión del río en el lugar de su estuario dirigiéndose al Lloqueta. Es también significativo el hecho de que fue el valle del Apacheta el que constituyó una ruta histórica de comunicación de los incas a través de la principal divisoria de aguas quechua. Viviendo en esta área, confirma que el Apacheta lleva agua durante todo el año y que fue así tan lejos como llega la memoria. A la luz de los argumentos arriba mencionados, hoy en día se puede hablar del papel dominante de la fuente del Apacheta, la cual constituye el inicio del río más largo del mundo. Concluyendo, el inicio del río Amazonas es el Apacheta, que fluye desde el monte Quehuisha (latitud 15o 31’05 S. y longitud 71o 45’55 O., altitud 5.170 msnm), encontrándose allí la cuenca principal. Pero el lugar del nacimiento del río Amazonas alzó vivas polémicas en los últimos años. Un geógrafo checo se consideró a sí mismo un nuevo descubridor sin haber efectuado ninguna medición. Más tarde, el año 2000, una expedición bajo los auspicios de la Sociedad Geográfica Nacional anotó que la corriente del Carhuasanta es más larga. Basándose únicamente en observaciones fragmentarias y restringiendo la clasificación sobre la longitud, anunció que la fuente se encuentra situada en el Mismi. Comprensiblemente, tal teoría no puede presentar un valor científico. La expedición se atribuyó el patronaje de la Sociedad Geográfica de Lima, una afirmación alejada de la realidad, porque la institución no tenía ningún representante en la expedición y tampoco confirmó los resultados. El grupo dirigente de la Sociedad Geográfica de Lima reconoce el valor científico del informe presentado por la expedición dirigida por Jacek Palkiewicz como la investigación más importante hecha sobre la fuen- te del río Amazonas y se obliga asimismo “a difundir este resultado entre cada una de las Instituciones Geográficas Mundiales, así como a la comunidad internacional. En conexión con la cuestión de la fuente del Río Amazonas, la Sociedad Geográfica de Lima expresa su opinión sobre la igualmente discutida longitud del río.
Muchas fuentes declaran que su longitud total, tomando el canal sur del delta en consideración, suma 6.750 km, lo cual sobrepasa la longitud del Nilo en 79 km. Aunque algunos geógrafos más cautelosos defienden la tesis que la parte sur del delta pertenece al río independiente Pará con su tributario Tocantins y que no tendría que ser tomado en consideración como parte de la cuenca del río Amazonas. Por otra parte, el reputado geólogo Prof. Aziz Ab’Saber afirma que “a causa de la compleja hidrología y geomorfología ambas bocas del Río Amazonas (distantes de 302 km) tendrían que ser tratadas por igual.” Una contribución significativa para especificar la longitud de la Reina de todos los Ríos fue hecha por investigadores del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, un instituto brasileño de Ciencia Cósmica en Sao José dos Campos, en 2005. Paulo Roberto Martini, dirigiendo investigaciones teledireccionales de las mediciones hechas por el satélite
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Landsat y tomando los resultados de la expedición “Amazon Source’96” como base, contó que la longitud del río Amazonas es de 7.040 km, y la longitud del Nilo, de 6.857 km. Una longitud similar (7.000 km) fue defendida por el geógrafo profesor Carlos Peñaherrera del Águila hace ya 40 años, y mas tarde también por Jacques Ives Cousteau (7.025 km), entre otros. El profesor polaco Jerzy Makowski observó certeramente que estas cifras no representan un valor científico, ya que solo se refieren al periodo de tiempo en que las mediciones fueron hechas. Transcurriendo a través del gran valle aluvial, el río Amazonas cambia frecuentemente su lecho principal. Tal como el Almirante Faura (1966) señaló, es un río típicamente anastomósico, fluyendo algunas veces en lechos profundos, serpenteando entre islas fijas. Sin embargo, la corriente forma de continuo nuevos meandros, los cuales se mueven o son cortados. El río cambia constantemente la dirección del lecho y estrecha o acorta su longitud in-
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cluso hasta en cientos de kilómetros. Basándose en el análisis de fotografías y tomas por satélite durante el periodo de varios años, los hidrologistas formularon el punto de vista de que el río Amazonas tiene una longitud aproximada de 7.000 km. Esto es totalmente suficiente para asegurar su primacía sobre el Nilo y el Kagera (en las versiones más largas), incluso durante el periodo de lluvias, cuando, en tiempo de anegación, el río corre “campo a través” acortando su curso. Otro hecho confirma la hegemonía del río Amazonas. Las longitudes de los ríos mencionados en páginas anteriores fueron especificadas basándose en mapas de exactitudes diferentes. Visto en un mapa a escala de 1:250.000, el Nilo tiene una longitud de 6.468 km, mientras en un mapa de escala 1:100.000 tiene una longitud de 6.671 km. El río Amazonas ha sido analizado en un mapa de poca exactitud (1:100.000) porque no había otros mapas disponibles, donde su flujo sería generalizado a superior altitud. En este mapa la longitud llega a 6.516 km. A diferencia del Nilo, con su curso recto, el río de Suramérica hace cantidad de curvas cerradas. Los geógrafos piensan que si las longitudes de los dos ríos tuvieran que ser determinadas en acuerdo a una escala de 1:100.000, no habría ninguna duda de que el río Amazonas es definitivamente más largo. Fuera de las consideraciones mencionadas más arriba, no hay razón para apoyar la tesis de que sea el Nilo el río más largo del mundo. Lima, 6 de Mayo de 2008 Dr. Santiago E. Antúnez de Mayolo Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima Traducción: Enric Carreras i Vigorós
Cartografía - Hoja N.º 31-S (2540) Cailloma. Escala 1:100.000. 1.ª edición publicada por el Instituto Geográfico Nacional. - Hoja N.º 32-S (2539) Chivay. Escala 1:100.000 publicada por el Instituto Geográfico Nacional. - Perú. Escala 1:500.000. Rough Guide Map. - Perú. Escala 1:500.000. Mapas Internacionales de Viaje. 530 West Brodway/Vancouver, B.C. Canadà. V5Z1E9. - Perú-Bolivia-Ecuador. Escala 1:4.000.000. Collins.
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1. Ver anexo página 26 2. Yurimaguas: ciudad situada en el margen izquierdo del río Huallaga, afluente del río Marañón (Perú) 3. Trutnov: ciudad situada a unos 140 km al NO de Praga, en la República Checa 4. La frase desde el Nevado del Mismi en Arequipa como demuestra el mapa 1 debería decir desde la laguna Lauricocha (ver foto 2) en la cuenca del río Marañón. La laguna Lauricocha está situada a unos 200 km al norte de Lima, cerca del Nevado Yerupaja (6634 msnm) 5. Ver mapa 1. Realizado por Samuel Fritz (años 16911707) 6. Ver foto 2 de la placa existente en la laguna Lauricocha. Si bien la exploración total del río duró 16 años (1691-1707), es palpable que a la laguna Lauricocha ya llegó en 1693 6a. Es decir, se tardaron 242 años en deshacer este error. La distancia, en línea recta, que separa la laguna Lauricocha de las fuentes del Lloqueta es de 800 km aproximadamente 7. En esta tabla se explica que Loren McIntyre, en 1971, sitúa las fuentes del Amazonas en el Nevado Choquecorao (5.220 msnm) pero también podemos leer en la placa (foto 3) situada en el nacimiento del río en el farallón de la zona del Mismi lo siguiente: “En honor de Loren McIntyre. Descubridor del efecto del río Amazonas 1971. Puesto aquí por Emil Barjak. W.W.N. Lee, Iago Lepeglan, Kenneth L. Senter, Hans Weser”. Es decir, creemos que Loren McIntyre en el año 1971 optó por la zona del Mismi (5.628 msnm), a 5.155 msnm, según la placa. La palabra “efecto” equivale a “nacimiento” 8. Según el periódico El País, 26-V-2008, la exploración la realizó en 1996. Según KPA fue en 1997. 9. S.G.L.: Sociedad Geográfica de Lima. Ver anexo 10. Es la longitud comprendida entre las fuentes y la desembocadura del Hornillo con el Apurimac 11. Si incluimos el recorrido que a partir del río Hornillos transcurre por la acequia que conduce el agua hacia la laguna Parihuana y continuúa por otra acequia que conduce el agua al río Callamayo y la laguna Huarhuarco y al río del mismo nombre para desembocar en el río Santiago, habrá que añadir 9,1 km 12. Apacheta: en quechua arequipeño significa paso, collado 12a. Una vez en Lima (10-XII-2008) nos pusimos en contacto telefónico con el profesor Zaniel Novoa a través de la "Sociedad Geográfica de Lima". Le comentamos que las fuentes de la Apacheta estaban secas. Nos contestó que nos habíamos equivoca-
do de quebrada. Unos días más tarde se le enviaron las fotos 6 y 7 y el mapa 5, dando la callada por respuesta. Asimismo, en su día se envía a Lucía Magi, de El País, esta información, y también dio la callada por respuesta 12b. Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Carolina de Praga (República Checa) 13. La primera cifra incluye la distancia desde el nacimiento hasta la confluencia correspondiente. La segunda cifra es la máxima distancia aproximada que puede correr una gota de agua en la cuenca de la quebrada anunciada hasta la fuente 14. La suma de las dos distancias anteriores es la longitud máxima de cuenca 15. La primera cifra se refiere a la altitud de la fuente. La segunda cifra se refiere a la altitud máxima de la cuenca 16. Es la diferencia de las dos altitudes anteriores 17. Esta altitud corresponde al nevado Mismi 18. Esta altitud corresponde al nevado Queuisha 19. La superficie total de la cuenca "de las fuentes" de la quebrada Carhuasanta es la suma de estos dos valores: 2,0 km2 y 3,6 km2 (total, 5,6 km2) 20. Esta altitud corresponde a la máxima de la cuenca, es decir, al cerro Ccaccansa 20a. Esta altitud corresponde a la máxima de la cuenca 21. IIAP: Instituto para la Investigación de la Amazonia Peruana-Iquitos 22. INPE: Instituto Nacional de Pesquisas Especiales, Brasil 23. Según el Instituto Nacional de Pesquisas espaciales (INPE), Brasil, el Amazonas tiene 7.040 km de recorrido 24. Como hemos visto, en puridad la distancia máxima de cuenca tendría que incluir el recorrido en el lago Baikal (125 km) y el recorrido del río Selenga (Mongolia) (1.024 km), sumando un total de 6.965 km 25. Hay que recordar que a 10 kilómetros aguas abajo de Manaos los indígenas que viven a sus orillas le llaman Solimoes, que quiere decir “la gran serpiente, madre de los hombres” 26. Se igualan las longitudes de las quebradas Carhuasanta y Apacheta con el fin de igualar la distancia total. Para el resultado final únicamente se ha sumado una distancia 27. Tomó el nombre de las “amazonas” que encontró en su descenso por el río
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yOrdenación y del Territorio yProtección y ambiental yGestión y de espacios naturales y especies protegidas ySeguridad y y salud yJardinería y y paisajismo yCaza y y pesca yAprovechamientos y forestales yEnergías y renovables yHidrología y
yCalidad y ambiental yEducación y ambiental yPrevención y y extinción de incendios yRestauración y de cubierta vegetal yIndustrias y forestales y papeleras ySanidad y vegetal yPeritaciones y y valoraciones yTrabajos y topográficos yConstrucciones y
Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales Avenida Menéndez Pelayo, 75, bajo izquierda. 28007 Madrid Tfno.: 91 501 35 79 . Fax: 91 501 33 89 forestales@forestales.net
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REPORTAJE
ACTUALIDAD
La caza con parany busca huecos para legalizarse
Verónica Ramírez Martín-Salas Fotografías de AE-Agro
A la tradición es difícil convencerla. El Código Civil español comienza diciendo que las fuentes del ordenamiento jurídico son “la Ley, la costumbre y los principios generales del derecho”. Sucede que a veces la costumbre y la Ley se contradicen, como es el caso de la caza en barraca o parany, un método de captura de aves tradicional pero prohibido por la Directiva Europea de Aves y que se sigue practicando sobre todo en la Comunidad Valenciana. Los paranyers llevan años pidiendo su legalización y los grupos ecologistas denunciando su continuada práctica, denuncias que han tenido como resultado varias sentencias judiciales que ratifican la prohibición. En el último otoño, la época principal de la caza con parany, la ONG valenciana Acció Ecologista-Agró (AE-Agró), que tiene su propio sistema de seguimiento, ha localizado 545 paranys, de los cuales 318 se han utilizado para cazar y los otros 227 estaban inactivos en el momento en el que los encontraron. La ONG estima que debe de haber cerca de mil en total.
¿Qué es el parany? a caza en barraca o parany de tords (trampa para tordos en catalán) se practica desde hace siglos, principalmente en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón, aunque donde se más se da actualmente es en la provincia de Castellón. Consiste en uno o varios árboles podados de una forma específica (olivos y algarrobos, entre otros) en los que se colocan en su interior una serie de varetas impregnadas con un compuesto adhesivo llamado “liga”. Los zorzales, ave objetivo de esta caza, quedan pegados a las varetas al parar en el árbol. Para que acudan
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se utilizan los llamados reclamos, que tradicionalmente han sido aves vivas con cuyo canto hacen acudir a los zorzales. También se utilizan aparatos electrónicos que imitan el sonido del reclamo, aunque su uso para la caza está prohibido. La tradición en las regiones mediterráneas españolas ha sido capturar el zorzal para comerlo, y así se ha mantenido hasta nuestros días. Cualquier amante del parany siempre recuerda lo antiquísimo de esta práctica (cuentan con referencias a la antigua Grecia) y otros mencionan su pasión por la poda anual de los árboles. Incluso con-
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sideran estos árboles como un “bien mueble de interés cultural”. En la Francia mediterránea también es un método de caza tradicional, pero no para comer, y en Italia es testimonial pero también lo practican algunos cazadores. Ilegal con la entrada en la UE uando España se incorporó a la Unión Europea en 1986 entró en vigor igualmente la Directiva de Aves de 1979, en la que se encuentra entre los métodos de caza prohibidos la utilización de ligas (adhesivos), aunque establece una serie de excepciones. Desde entonces comenzó la batalla de la Comunidad Valenciana para permitirlo a pesar de la prohibición. Según los datos que recoge SEO/BirdLife, desde 1988 la Comunidad Valenciana ha ido otorgado un número de autorizaciones de caza con parany que comienza con algo más de 5.000 y va descendiendo progresivamente hasta el año 2001, con casi 2.900. Estas autorizaciones siempre se dieron bajo el amparo de las excepciones que permite la Directiva, y el motivo más utilizado fue el de “prevención de daños importantes a la agricultura”. En 2000 y 2001 además se añadió otra razón, “captura en pequeñas cantidades y con métodos selectivos”. Desde entonces no ha habido más autorizaciones que las otorgadas para estudios científicos, como el de los siete paranys permitidos en 2004 para la investigación de los efectos de la liga C-96 y de su disolvente. Aunque aparentemente la Comunidad Valenciana había encontrado su resquicio legal para seguir permitiendo el parany, el Tribunal de Justicia de la UE condenó al Reino de España en 2004 por incumplir la Directiva de Aves. La lucha por la legalización del parany ha alcanzado cuatro tribunales y por ahora ninguno ha dado la razón a los defensores de este tipo de caza. Cuatro decisiones judiciales han mantenido su prohibición: 1. Año 2000: el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana declara nulo el Decreto del Gobierno Valenciano 135/2000, de 12 de septiembre, en el que definía “las autorizaciones excepcionales para la caza de tordos con parany” por ser contrario a Derecho. 2. Año 2004: El Tribunal de Justicia de la UE declaró que el Reino de España incumplió la Directiva de Aves
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Varetas de parany en Onda
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“al tolerar la práctica de la caza con liga en el territorio de la Comunidad Valenciana mediante el método conocido como parany”. 3. Año 2005: El Tribunal Supremo desestima en junio el recurso de casación interpuesto contra la Sentencia del TSJV de 2002. 4. Año 2010: El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso de inconstitucionalidad promovido por el Gobierno de España contra la Comunidad Valenciana por permitir la caza con parany en su Ley de Caza autonómica aprobada en 2004. Se suspendió, por tanto, el párrafo de la ley que permitía este modo de caza.
Las diferentes sentencias establecen que la caza con parany se basa en un método de captura no selectivo, cuestión clave ya que la Directiva prohíbe expresamente la caza masiva en su artículo 8. Un buscador especializado en parany avid Olmos es socio de AE-Agró, una ONG que lleva años denunciando los paranys en activo, además de responsable de una versión de la aplicación Google Maps especializada en localizar estas formaciones arbóreas. En el Parany maps o Barraca maps se pueden apreciar nada menos que to-
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dos los paranys localizados en la Comunidad Valenciana desde el año 2007. Además de las coordenadas, cada punto del mapa nos da la fecha en la que se encontró o supervisó, si se han colocado las varetas adhesivas e incluso si en ese momento se había cazado. Toda esta labor, informática y de campo, la resuelven entre unos pocos voluntarios de esta ONG, que reciben incluso la visita de voluntarios de otros países europeos para localizar y fotografiar las barracas. Olmos considera que el ambiente de permisividad que impera en estas provincias con respecto a esta práctica hace que los agentes de medioambien-
Especies objeto de la caza con parany Nombre
Longitud (cm)
Envergadura (cm)
Población en España (parejas reproductoras)
Migración
Destaca
Es la principal especie cinegética en la caza con parany. Se captura menos por ser menos abundante que el zorzal común
Zorzal común (Turdus philomelos)
20-22
33-36
Entre 200.000 y 400.000
Tanto residente como invernante
Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)
19-23
33+34,5
Depende de la dureza del invierno, en Europa se estiman 5-7 millones
Invernante
Zorzal real (Turdus pilaris)
22-27
39-42
Depende de la dureza del invierno, en Europa se estiman 5-7 millones
Invernante
Zorzal charlo (Turdus viscivorus)
26-29
42-47
330.000-790.000
Tanto residente como invernante
Esta especie es poco capturada en la caza con parany
Otras especies paseriformes no cinegéticas capturadas con el método de la caza con parany en la investigación de IMPCF Estornino pinto (Sturnus vulgaris)
21-23
38-42
Entre 2 y 2,5 millones
Residente
La mayor parte de la población europea de esta especie está en España
Mirlo común (Turdus merula)
24-25
34-39
Más de un millón
Residente
Es una de las especies más frecuentes y numerosas de Europa
20-23
Sin datos precisos (podría estar entre 500.000 y el millón)
Residente, de paso e invernante
Considerada “de interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas
Entre 1,2 y 3 millones
Residente e invernante
Considerada “de interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla)
Petirrojo (Erythacus rubecula)
13
14-16,5
20-22
Estas especies son las que, en función de los datos del estudio del IMPF, son más propensas a ser capturadas en barraca. Un informe de SEO/BirdLife (2001) calcula que en los paranys alrededor de un 20 o 22 % de las capturas son aves protegidas. Según el IMPCF, en su estudio, de media el 90 % fueron tordos cinegéticos.
(Fuente: IMPCF y enciclopedia de las aves de España de SEO/BirdLife)
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te de la Guardia Civil no hagan mucho caso de sus denuncias, “salvo dos o tres que sí están concienciados con la causa” y que mueven las denuncias o investigan para encontrar cazadores furtivos: “los agentes medioambientales lo tienen relativamente fácil para revisar paranys, si todos los años estamos localizando entre 500 y 600 activos y las denuncias que se ponen son 30, habría que preguntarse dónde acaban”, explica. Permisividad o no, lo cierto es que la Administración pública apoya esta actividad y está trabajando por su legalización desde hace tiempo. En septiembre del año pasado la consejera de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, Isabel Bonig, se reunión en Madrid con la directora general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), Begoña Nieto, precisamente para tratar este asunto de la legalización del parany. La Comunidad Valenciana quiere proponer un parany al estilo francés, sin muerte y con condiciones excepcionales. El MAGRAMA no ha querido responder sobre si apoyarán o no esta propuesta y tampoco para explicar cuál es su posición general con respecto al parany. Por otro lado, el pasado mes de diciembre, el presidente de la diputación de Castellón, Javier Moliner, firmó un convenio con el presidente de la asociación deportiva Club de Cazadores Apaval, Miguel Ángel Bayarri, con el objetivo de apoyar las competiciones realizadas por la asociación durante 2012. Apaval es la asociación que reúne a los paranyers desde 1988 y entre sus actividades se encuentra la celebración de concursos de reclamo, formación y otras relacionadas con la defensa de esta tradición. Tiene su sede en Villarreal, pero entre sus 2.700 socios reúne a cazadores de Cataluña, Aragón y Baleares. Apaval siempre se desvincula de los paranyers que siguen practicando esta caza no autorizada y su presidente expresa con rotundidad su desacuerdo con los que “campan a sus anchas”. Bayarri afirma que en la asociación solo lo han autorizado cuando se han dado permisos para estudios científicos. Apaval invita expresamente a sus socios a no practicarla hasta que no esté permitido y amenaza con expulsar a aquellos que sean sancionados por ello.
Parany entre Borriana y Vila-real Parany en Onda
Parany en Ribesalbes
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En la temporada 2012 la Generalitat ha abierto un total de 92 expedientes sancionadores que posteriormente pasan a la fiscalía para ser investigados. Normalmente se trata de una sanción económica, aunque podría ir a mayores teniendo en cuenta que el Código Penal en su artículo 336 recoge penas de hasta dos años de cárcel y la inhabilitación para la caza para quien emplee métodos prohibidos. Qué dice la investigación a ciencia no ha dado aún con una solución convincente para que este método sea visto con mejores ojos desde las filas ecologistas. Tampoco se han encontrado ligas y disolventes que no tengan algún efecto para las aves, sean cinegéticas o no. Un estudio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de 2005 concluyó que el C-96 y la antiliga (los productos utilizados en España) “contienen elementos químicos con capacidad narcótica y tóxica probada”, un efecto que dura como máximo unas 48 horas. Además del sueño, el estudio comprobó que las aves capturadas y liberadas tras la aplicación del disolvente mostraron cambios en “otras facetas del comportamiento”: una mayor tendencia a pasar más tiempo al sol, un incremento en actividades que reducen la vigilancia, como el adormecimiento
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o la limpieza de plumaje, o incluso la reducción en el tiempo dedicado a la alimentación. El análisis del plumaje también dio malos resultados para el C-96. El producto reduce la impermeabilidad del plumaje entre una semana y dos, algo que destaca la investigación como aspecto importante ya que puede explicar la “tendencia observada a una mayor mortalidad en las aves que estuvieron expuestas a este tratamiento, así como a la inmersión experimental en agua”. La importancia de que las aves no porten su “impermeable” se agrava si tenemos en cuenta que la época de caza con parany se da en otoño, estación de lluvias frecuentes. El IREC es un centro de investigación dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla– La Mancha (UCLM) y la Junta de Comunidades de Castilla–La Mancha (JCCM). Otro estudio aporta datos algo más favorables para la caza en barraca. El Instituto Mediterráneo de Patrimonio Cinegético y Faunístico (IMPCF), con sede en Vergeze (sur de Francia), colaboró con la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana para llevar a cabo una serie de experimentos y probar los efectos de otro producto, el QX08 (liga) y el anti QX08 (disolvente). Las observaciones de este estudio acabaron con la suelta de los ejempla-
La excepción francesa La caza con liga en Francia está regulada desde hace 24 años, diez después de la implantación de la Directiva Aves. Los puntos más importantes son los siguientes: 1. Las especies objeto de esta caza son las variedades de zorzales charlo, real y alirrojo y el mirlo común y se permite el uso de ligas para su captura destinada a que se utilicen de reclamo para fines personales. Se permite en cinco departamentos del sur. En el primero artículo menciona tres expresiones clave para que esta permisión quepa dentro de la Directiva: se tiene que dar en condiciones estrictamente controladas para poder permitir una “captura selectiva” y en “pequeñas cantidades” puesto que no hay “otra solución satisfactoria”. 2. Cada año se fijará el periodo concreto en el que se permite la caza con liga. 3. Las varetas con el pegamento se instalan al alba y se retiran antes de las 11 h. 4. El cazador debe estar presente en todo momento y cada pájaro atrapado debe limpiarse inmediatamente. Se prohíbe llevar escopeta durante esta práctica.
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res. A la hora de alzar el vuelo, el 5 % presentaron dificultades en el momento de ser liberados debido a la pérdida de plumaje. La investigación considera que “con cierta destreza en las técnicas de limpieza la pérdida de plumaje se reduce notablemente”. En este caso no se ha llevado a cabo el seguimiento días después para ver los efectos a largo plazo de QX-08 y antiQx-08, por lo que no se puede comparar con el estudio del IREC para saber si estas sustancias tenían o no los efectos del C-96. El IMPCF admite tener pocos datos y estima que los resultados deben tomarse como orientativos. De las 54 aves censadas, el 80 % se trataba de especies cinegéticas y ninguna de las capturadas falleció. Sin embargo, aunque la mayor parte de los ejemplares fueran zorzales, también hay especies no cinegéticas, algunas de ellas incluso se encuentran en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, como un ejemplar de lechuza común. Aun siendo pocas y con sustancias inofensivas, la batalla por demostrar la selectividad del parany sigue sin ser ganada, “ya que no permite evitar la captura de aves de otras especies”. Este argumento es uno de los que estableció el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2003 en la sentencia que condenaba al Reino de España por in-
5. Solo las especies mencionadas antes se pueden usar como reclamo y no pueden ser mutilados ni impedirles la visión. 6. Cada año se establecen el número máximo de ejemplares que pueden ser cazados y las especificaciones técnicas oportunas para cada departamento. También son importantes otros aspectos de este decreto ministerial, como que los permisos se atribuyen nominalmente y solo ese cazador puede usa ligas. Además, cada persona debe notificar lo capturado a final del mismo año como máximo. Si se capturan especies diferentes de las permitidas hay que limpiarlas y liberarlas también de inmediato. Por último, está prohibida la comercialización de los ejemplares obtenidos. Aunque de un año a otro pueden variar, las cifras de captura máxima se mantienen más o menos en niveles similares. La temporada dura aproximadamente dos meses entre octubre y diciembre, dependiendo del departamento. Las cantidades permitidas son: − Alpes de Alta Provenza: unas 5.000 capturas por temporada, entre seis y ocho por cazador, dependiendo del año.
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cumplir la Directiva Aves al permitir el parany en la Comunidad Valenciana. Según reflejaba el diario Levante EMV en 2008, APAVAL presentó el QX08, la liga utilizada usualmente en Francia, como un nuevo adhesivo ecológico a la Generalitat para que pudiese legalizar el parany. No debió de convencer a los paranyers, puesto que hoy siguen usando el C-96. Una de las empresas que vende el C-96 en Castellón asegura que su uso en principio está destinado al control de plagas en árboles, pero saben que algunas de las personas “lo adquieren para otras cosas” e incluso manipulan el compuesto. Desconocen también cualquier otra sustancia empleada para esta caza en la zona. El parany francés a caza con liga en Francia se da principalmente en la zona mediterránea. Han conseguido sortear la Directiva de Aves y los cazadores galos lo tienen permitido en algunos departamentos (provincias) con una serie de condiciones. Visto que la práctica tal y como se da en España se antoja imposible que sea legal, Apaval aspira a adaptarse al modo francés: “En nuestra asociación queremos adaptarnos a la normativa europea, por lo tanto pedimos que se nos regule igual que a nuestros vecinos”, explica su presidente Miguel Ángel Bayarri. Los vecinos franceses regularon
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esta práctica ya en 1989. Las condiciones que plantean las autorizaciones son restrictivas y hace que sea diferente del parany. No es que su método sea selectivo para la Directiva, sino que se acogen a la excepción de “pequeñas cantidades”. Eric Camoin, presidente de la francesa Asociación de Defensa de las Cazas Tradicionales del Tordo (ADCTG por sus siglas en francés), hace una interpretación diferente de la norma europea: “La liga no está prohibida, sino que su uso para la caza debe entrar en los criterios de la Directiva de Aves. Nosotros tenemos un decreto en el que se exige seguir una serie de criterios, como es la caza en pequeñas cantidades”. Una de las condiciones que impone la norma francesa es estar presente en todo momento desde que se colocan las varetas, lo que les permite estar pendientes de si cae algún ave que no sea zorzal para limpiarla y soltarla de inmediato: “Ahí radica la selectividad”, expresa Camoin. El presidente de la ADCTG indica además que en algunos departamentos, como el de Alpes de Alta Provenza, este año han quedado incluso lejos de la cuota de seis mil zorzales máximo, ya que se han cazado unos tres mil. “La diferencia con España es que nosotros no matamos nunca a los pájaros, los despegamos, ellos conservan
− Alpes Marítimos: 1.000 capturas, de media diez por persona. − Bocas del Ródano: 15.000 aves, entre cinco y siete por cazador según el año. − Var: 27.000 en total máximo, entre nueve y once por persona según la temporada. − Vaucluse 2011: máximo 30.000, ocho por cazador.
todas sus plumas y todo. Los guardamos en jaulas para utilizarlos después como reclamo para caza con escopeta”, explica Camoin, añadiendo un último dato: “nuestro pegamento es natural, es una resina ecológica y no sintética”. Asegura que esta liga (la mencionada QX08) no tiene ningún efecto sobre las aves. El debate sobre la selectividad parece más bien un camino de líneas paralelas imposibles de encontrarse: los que apoyan el parany sostienen su selectividad en la norma ISO 10990:1999
Reclamo vivo
permite” y considera que “una ley honesta sería que la temporada fuera de 2-3 días y no de 2-3 meses”.
El furtivismo no escapa a la regulación, y la ONG alemana CABS (Comité contra la Caza Furtiva de Aves) llevó a cabo una investigación para vigilar el cumplimiento de las restricciones del uso de la liga en Francia. Encontraron varios usos inadecuados que vulneran la norma, aunque lo más grave, según destaca Andrea Rutigliano, miembro de CABS que llevó a cabo esta investigación, es la superación de los límites de captura: la temporada de caza dura unos dos meses cada año y “cualquier cazador te comenta que recoge entre ocho y diez zorzales por día”, comenta Rutigliano. En un día un cazador cumple su límite y en su investigación ellos reconocían que la cuota impuesta es un mero “trámite” y que notifican el máximo permitido pero capturan muchos más. Rutigliano entiende que la Administración es “consciente” de ello y “lo
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relativa al bienestar animal, que considera selectivo un método de captura en el que se obtengan al menos el 90 % de especies objetivo. Y según el estudio del IMPCF, que es el que utiliza siempre de referencia APAVAL, la media de captura de zorzales fue del 90 %, aunque según el dato global, como se ha indicado antes, fue un 80 %. Si nos vamos del lado conservacionista, no lo es, haya limpieza y liberación o no. Así lo expresa Mario Giménez, delegado de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana: “No tiene nada que ver matar zorzales o no, la cuestión es que es un método no selectivo. No nos importa que cacen zorzales, el problema que tienen es el pegamento”. De hecho, la Directiva de Aves no menciona porcentajes sino únicamente métodos prohibidos y la posibilidad de excepciones. Giménez desconfía además de una posible regulación, ni aun siendo similar a la francesa. Piensa que si estando prohibido se sigue cazando y las autoridades lo toleran, permitirlo lo haría incontrolable: “Si consiguieran legalizarlo imagina lo descontrolado que sería, se convertiría en un coladero de captura de cualquier tipo de pajaritos”, afirma. Igualmente sentencia Josep Bort, presidente del Grupo de Estudio y Protección de los Rapaces-Ecologistas en Acción (GER-EA) de Villarreal, que denuncia además que no hay “ningún tipo de control por parte de la guardería medioambiental ni del Seprona, ni de la policía rural de pueblos como el mío (Villarreal), donde todos saben dónde están los paranys y cuándo están cazando”. Mientras, los paranyers siguen pendientes de que el MAGRAMA dé la respuesta a la petición que presentó la Generalitat Valenciana en septiembre para un parany “a la francesa”. APAVAL celebrará próximamente su asamblea anual en la que decidirán qué acciones llevar a cabo en caso de negativa, y no descartan incluso manifestarse, como ya anunciaron durante la temporada pasada. Quieren convertir su costumbre en ley aunque no responda exactamente a la tradición en esta parte del Mediterráneo y están convencidos de que lo van a conseguir. Entretanto, si para cuando vuelvan los zorzales a migrar el próximo otoño todo sigue como ahora, “Gran Hermano” Paranymaps seguirá vigilando.
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Reclamo en una jaula
Parany en Nules
Parany en Moncofar
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REPORTAJE
fotográfico
Emblemas nacionales de
Centroamérica: Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador Centroamérica ostenta orgullosa quince Patrimonios Mundiales de la Humanidad, concentra el 7 % de la biodiversidad y el 8 % de las reservas naturales del planeta. Son tierras cubiertas de bosques, lagos, fértiles valles y, sobre todo, erizadas de volcanes. En este artículo se destacan particularidades de Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. Celosos de la belleza de sus paisajes, tienen como parte de sus emblemas patrios flores, árboles y aves.
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José Luis Lisbona Gil Psicólogo y educador ambiental
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Guatemala Flor nacional: Monja blanca (Lycasteskinneri alba) Árbol nacional: Ceiba (Ceiba pentandra) Ave nacional: Quetzal (Pharomachrus mocinno)
Juan José Pucci
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Ceiba en Tikal
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uauhtlemallan (del náhuatl, “lugar de muchos árboles”) cuenta con una rica diversidad de flora debido a la combinación de clima, suelo y relieve. Las altitudes van desde el nivel del mar hasta los 4220 metros del volcán Tajumulco. Los bosques montanos (entre 1000 y 3500 metros) de Guatemala están considerados como una unidad fitogeográfica única, y representan áreas de alto endemismo. Se caracterizan por una neblina casi permanente, la gran cantidad de plantas epífitas (orquídeas, bromelias y aráceas) y briofitas, acompañadas de numerosas hemiepífitas y estranguladoras (géneros Clusia y Ficus sobre todo). En estos bosques se observan siete géneros de coníferas (Abies, Cupressus, Juniperus, Pinus, Podocarpus, Taxodium y Taxus). Entre otras curiosidades destacan las 16 especies de Pinus y las 25 de Quercus. Desde La Nueva Guatemala de la Asunción (Ciudad de Guatemala), la amplia carretera Interamericana (CA-1) nos lleva por estos bosques montanos hacia el departamento de Sololá. El color invade todo lo que nos rodea, desde los alegres autobuses hasta los llamativos trajes de los diversos grupos humanos (tzutuhiles, cakchiqueles y un largo etcétera). En el recorrido llama la atención, sobre todo para un europeo, encontrar fuera de los parques de nuestras ciudades el liquidámbar (Liquidambar styraciflua), que convive en las en-
crespadas sierras guatemaltecas con el ocote (Pinus oocarpa). Unas horas más tarde llegamos a Panajachel, desde donde se aprecia la caldera formada por una antigua erupción, que las aguas aprovecharon para formar el lago Atitlán, que dicen es el más hermoso del mundo. A su singular belleza se suman las siluetas de los volcanes Atitlán, Toliman y San Pedro, y los preciosos pueblos donde se recogen las esencias de sus antiguas civilizaciones en armónica mezcolanza con la herencia hispánica (Santiago de Atitlán, San Lucas, San Pedro, etc.). Guatemala atesora treinta y siete volcanes, teniendo cada uno de ellos singularidades propias. En uno de ellos, el Atitlán, vegetan doce especies vegetales no presentes en los demás. En sus faldas se alternan los cafetales y otros árboles frutales con los sembrados de maíz. En su vertiente sur vive el quetzal, la “hermosa pluma” en náhualt, que dio vida al mito de Quetzalcoatl, la serpiente emplumada de los aztecas, que los mayas llamaron Kukulcán. De entre los volcanes, el volcán de Agua y el Santo Tomás presentan la mayor diversidad de especies endémicas, 37 en ambos casos. En la falda del primero se ubica la que fuera capital durante muchos años, Santiago de los Caballeros de Guatemala, fundada en 1543. Hoy conocida como La Antigua, es Patrimonio de la Humanidad. Al recorrer sus lindas calles se tiene la sen-
Ceiba
Juan José Pucci
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sación de que no ha pasado el tiempo. Merece la pena dedicarle más de una jornada y admirar la arquitectura de sus templos y monasterios, mudos testigos del tremendo terremoto que la arruinara, ocurrido en 1773. Hoy es una de las ciudades más visitadas de América. Para entender el porqué de la elección de la ceiba como árbol nacional de Guatemala hay que ir a Tikal, porque allí algunas de las presentes presenciaron
Lago Atitlán
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Volcán de Agua desde Antigua
el declinar de la cultura maya hace más de cinco siglos. En el centro mismo de las construcciones, desde lo alto de la pirámide del Tigre, no será difícil adentrarnos en la cosmovisión de aquel pueblo al verlas sobresalir de la selva. En el centro de su mundo, arraigada entre el cielo y el infierno, se levanta Yaxché, el árbol sagrado de los mayas, que, según ellos, sostiene el universo con sus descomunales jambas o raíces. Es la cuna
Santiago de Atitlán
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Mercado de Santiago de Atitlán
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de Xibalbá, el infierno maya. Representa la sabiduría y la resistencia. Los españoles mantuvieron esas tradiciones y fueron plantadas ceibas cerca de los cabildos de todas las plazas. Existen ejemplares de más de 60 metros de altura, con diámetros de hasta cuatro metros. En los amplios espacios de las plazas mayas corretea el simpático coatí (Nasua narica), y por las copas de los árboles o descansando en las ruinas de los templos, el escurridizo mono araña (Ateles geoffroyi). La orquídea monja blanca se puede encontrar por las selvas de Semuc Champey, donde el río se esconde en la montaña, en el departamento de Alta Verapaz. Sus bosques esconden el tenebroso gemido del mono aullador (Alouatta palliata), y el río Cahabón remansa su veloz descenso de las montañas en agradables piscinas naturales. En las fincas cercanas se planta el cacao (Theobroma cacao). La última etapa del viaje la aprovechamos para ver el lago Izabal, el mayor del país, donde en 1652 se construyó en la embocadura del río Dulce el castillo de San Felipe de Lara como baluarte frente a las incursiones de piratas procedentes del mar Caribe.
Mono araña
Tronco de la ceiba
Recolección de cacao
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Urraca (Psilorhimus morio)
Castillo de San Felipe
Coatí en Tikal
Café
Gradas en Semuc Champey
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Nicaragua • Flor nacional: Sacuanjoche (Plumeria rubra) • Árbol nacional: Madroño (Calycophyllum candidissimum) • Ave nacional: Guardabarranco común (Eumomota superciliosa)
Giancarlo Pucci
icaragua debe su nombre a la tribu amerindia de los nicaraos. Es el país más extenso de América Central. Abierto tanto al Pacífico como al Caribe, tiene al igual que sus países hermanos una hermosa vegetación tropical que contrasta con una tierra abierta a las entrañas de la Tierra a través de las chimeneas de sus volcanes. En estas tierras puede admirarse el cortez amarillo (Tabebuia ochracea), árbol famoso en toda América Central por el espectacular despliegue floral de intenso amarillo en la época seca. Uno de estos volcanes se encuentra enclavado en la Reserva Natural Volcán Mombacho, donde se preserva la mayor diversidad de flora y fauna del país. Lo que fue en su día un extenso manto de selva tropical se ha visto transformado por la presión humana en extensas plantaciones agrícolas, entre las que destacan los cafetales. El paseo por sus senderos y el descanso en los miradores facilitan la vista del lago Nicaragua o Cocibolca, conectado con al mar Caribe por el río San Juan, por lo que alberga especies de origen marino –ya escasas- como tiburones (Carcharhinus nicaragüensis), peces sierra (Pristis perotteti) y peces espada (Pristis pectinatus) adaptados al agua dulce. El llamado “Mar Dulce” tiene un sinfín de pequeñas isletas tan exuberantes en vegetación como en aves, que proceden de los fragmentos desperdigados por una antigua erupción del Mombacho.
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Volcán Concepción
INTUR
Javier Jayme
Catedral de Granada
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Cortez
Petroglifos
La isla de Ometepe se ubica en el interior del lago, con el volcán Maderas a un lado y el Concepción, activo, al otro. Sus paisajes, con ambas cumbres en los extremos de la isla, son excepcionales, y recorrer a caballo sus senderos nos permite recrearnos en la flora, la fauna y en los numerosos yacimientos arqueológicos: edificaciones, cerámicas, estatuillas de basalto y petroglifos de una cultura precolombina, la chorotega. A orillas del lago se encuentra Granada, cuna de poetas. Fue una de las primeras ciudades fundadas en el nuevo continente, en 1524, por Francisco Hernández de Córdoba. Al recorrer sus calles y detenernos a observar su arquitectura se
Hacienda en la isla de Ometepe
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aprecia la proximidad de sus líneas y colores al estilo de tantas ciudades virreinales de América. Al atardecer, pasear en un carruaje tirado por caballos nos acerca a la vida cotidiana de sus amables habitantes, que sentados en sus cómodas hamacas de madera charlan animadamente en sus terrazas y patios. Como decía fray Francisco de Bobadilla en 1529, asomarse al cráter del volcán Masaya es como estar en la boca del infierno. La carretera llega hasta el mismo, y desde los muros protectores se aprecia en vertiginosa caída su fondo, desde donde manan nubes de gases sulfurosos. El Parque Nacional Volcán Masaya fue el primero que se creó en Nicaragua, en 1979, no solo por su interés paisajístico y geomorfológico, sino también por sus variadas flora y fauna. Se han encontrado restos de culturas que practicaron sus ritos en aquellas laderas y cumbres. Entre la sabana y el bosque tropical seco que caracteriza estos dominios corretea el siempre hambriento coyote; mimetizada entre sus lavas, la iguana o garrobo, de color ceniza, y en su cráter, el bullicioso loro verde (Aratinga strenua). Entre los arbustos que pueblan esos terrenos puede verse la flor nacional, el Sancuanjoche.
Arquitectura tradicional en Ometepe
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Javier Jayme
Volcรกn Masaya
Javier Jayme
Volcรกn Concepciรณn en la isla de Ometepe
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Costa Rica F
• Flor nacional: Guaria morada (Guarianthes kinneri) • Árbol nacional: Guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) • Ave nacional: Yigüirro (Turdus grayi)
Juan José Pucci
Giancarlo Pucci
Giancarlo Pucci
ue Cristóbal Colón el primer europeo en pisar el suelo de Costa Rica, en 1502, y hasta 1563 no se funda “La muy noble y leal ciudad de Cartago” (la capital del país entre 1563 y 1823) en esta provincia del Nuevo Mundo por la dificultad de sus accesos y por la densidad de sus bosques tropicales. Hoy, más del 25 % del territorio está protegido por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación. En el noroeste de la cordillera de Talamanca se establece en el año 1992 el Parque Nacional Tapantí, y en 2000 se suma el macizo de la Muerte para proteger la flora y la fauna características del sector atlántico del país. Entre las especies de árboles se encuentran los higuerones (Ficus spp.), el nance macho (Byrsonima crassifolia) y el encino (Quercus bumelioides), mientras que en el grupo de las epífitas se descubren los helechos, las bromelias y las orquídeas. Veremos a su ave nacional, el yigüirro, y cómo no, colibríes, orepéndolas, quetzales y demás aves que sobrevuelan sus copas. Se
Socratea exorrhiza
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Rothschildia lebeau
Sombrilla de pobre
RĂo Pacuare
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suman 28 especies de anfibios, algunas endémicas, como la salamandra Nototriton tapanti, y más de 45 especies de mamíferos. En el intrincado relieve orográfico de la cordillera nace el caudaloso río Pacuare (ideal para los amantes del descenso de ríos), siendo los albergues situados en sus orillas ejemplos de respeto no solo por el medio sino también por el apoyo a la cercana comunidad indígena cabécar, con diferentes proyectos educativos. En todo el país tico prima como distintivo nacional la sostenibilidad del cada vez más numeroso turismo. Al igual que sus naciones hermanas, Costa Rica ofrece volcanes imponentes como el Poás (2708 m), Parque Nacional desde 1971 por su riqueza vegetal y la espectacularidad de sus paisajes. Contrasta la desolación de su cráter principal con la exuberante vegetación de la laguna Botos, que se ubica en una antigua caldera. Los miradores ofrecen balcones excelentes de ambos escenarios: en una parte, las ardientes aguas sulfurosas del Poás, con sus espeluznantes emisiones gaseosas periódicas, y en la otra, las tranquilas, verdes y frías aguas de Botos, a donde se accede por una intricada maraña de robles
Basilisco
Iguana
Tamagá
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(Quercus costaricensis), cedrillos (Brunellia costaricensis) y cipreses blancos (Podocarpus macrostachyus), entre otros frondosos árboles; en las lindes de los caminos destacan las famosas sombrillas de pobre (Gunnera insignis). Desde sus cumbres nacen ríos como el Sarapiquí, que atraviesa la Reserva Biológica La Tirimbina, que comprende una extensión de 350 hectáreas de bosque tropical lluvioso. Los guías de la reserva informan sobre educación ambiental e historia natural durante el trayecto por los senderos del bosque. El volcán más activo de Costa Rica es el Arenal; desde el pueblo de La Fortuna se tiene una impresionante exposición visual del mismo. Forma parte del Área de Conservación El Arenal, Parque Nacional creado en 1991. En los alrededores de este cono perfecto se aprecia una rica diversidad de flora y fauna, así como espacios naturales espectaculares: aguas termales, bosques, cascadas, etc. Muy cerca de allí, a orillas del lago Arenal, se halla una de las mayores ceibas de Centroamérica, ubicada en una zona muy singular de explotación ganadero-hotelera a cargo de un emigrante suizo, que ha hecho de su extensa propiedad una pequeña Helvecia (casas, establos, trenecillo de montaña, iglesia, etc.). De entre los proyectos costarricenses de conservación destaca la Fundación Árboles Mágicos, creada para incentivar la conservación de los árboles -especialmente los nativos- y concienciar a las personas de su importancia, así como de la educación ambiental y de la reforestación.
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Basilisco
Ceiba centenaria
RĂo San Juan
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Volcán El Arenal
Cascada de La Fortuna
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El Salvador l más pequeño de los países centroamericanos se caracteriza por unos rasgos de fuerte presencia indígena que envuelven en pura artesanía toda la vida salvadoreña. Tanto su capital, San Salvador, como los más recónditos pueblos están impregnados de colores y sabores mestizos; mercados, iglesias y gentes conviven de manera armónica con la naturaleza. El clima del país es tropical, con una acentuada estación seca. Se cultivan en sus fértiles suelos de origen volcánico el café, el algodón, la caña de azúcar, el maíz, el arroz y las judías secas principalmente. Los bosques ocupan el 5 % del territorio, y contienen valiosas especies como el cedro (Cedrela odorata), la caoba (Swietenia humilis) y el palo de rosa o maquilishuat (Tabebuia rosea). Transitar por la famosa ruta de las Flores nos sumerge en parajes casi desconocidos donde se manifiesta el esplendor de la naturaleza y su gente. Visitar sus pueblos nos acerca a su pasado indígena (los pilpil, fundamentalmente) y español: la artesanal Nahuizalco, con su iglesia de principios del siglo XVIII, Salcoatitán, ciudad de artistas, Juayúa, “río de las orquídeas rojas”, con su atractivo entorno natural, Apaneca, que se sitúa a 1407 m, entre extensos cultivos de café (Coffea arabica), y la pintoresca ciudad virreinal de Ataco, de amplias calles empedradas. A 20 minutos de la capital se encuentra el Parque Nacional del Boquerón, con el volcán San Salvador, cuya última erupción sucedió en 1917. Los senderos llegan hasta el mismo cráter, observándose una intrincada vegetación entre la que se encuentran pinos (Pinus maximinoi), cipreses (Cupressus lusitanica) y algunos arrayanes (Baccharis vaccinioides). Si alguna ventaja puede presentar una erupción volcánica es que preserva cuanto sepulta con sus cenizas. Así, algo parecido a lo que sucedió en Pompeya con el Vesubio ocurrió con el volcán Laguna Caldera en el año 590 d. C. La erupción repentina en las inmediaciones de una aldea no dio tiempo a sus pobladores ni de llevarse sus pertenencias. De esta forma quedó enterrada una muestra intacta y única de la vida cotidiana de los antiguos pobladores de la zona: templos, casas de adobe, útiles, cerámicas, alimentos, huertos, todo está allí. El valor arqueológico es incalculable, y por ello fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco (la Joya de Cerén). Tenemos también para adentrarnos en su pasado otros descubrimientos prehispánicos como Tazumalco, San Andrés, Casa Blanca, Cihuatán…, que son excelentes ejemplos del pasado maya de El Salvador. Por último, nos dirigimos al hermoso litoral salvadoreño visitando el Puerto de la Libertad, donde se puede comprar pescado fresco o seco en su malecón, y si nos atrevemos con el aguerrido Pacífico, deslizarnos por sus olas con las tablas de surf y bañarnos en las famosas playas del Sunzal, el Zonte y el Tunco. Es hora de finalizar, un mes transitando por tierras centroamericanas da pie a cubrirnos de un denso tejido de profundas experiencias y del contacto con gentes amables, lo que, no cabe duda, se traduce en una arraigada idea de volver.
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• Flor nacional: Flor de izote (Yucca elephantipes) • Árboles nacionales: Bálsamo (Myroxylon pereirae) y maquilishuat (Tabebuia rosea) • Ave nacional: Torogoz o talapo (Eumomota superciliosa). Es el mismo que en Nicaragua, aunque recibe diferentes nombres comunes.
Maquilishuat
Giancarlo Pucci
E
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Recolección de la flor de izote
Joya de Cerén
Tazumal
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Tejedor en Nahuizalco
Puerto de La Libertad
Caobo
Parque Nacional El Boquerón
Bibliografía: - Árboles Mágicos. Juan José, Sergio y Giancarlo Pucci, Jaime Gamboa. 2010. - Plantas de los Bosques Montanos de Guatemala. Ana Lucrecia de MacVean. Universidad del Valle de Guatemala.
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Agradecimientos: • CATA, Agencia de Promoción Turística de Centroamérica. • Institutos de Turismo de Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. • FUTUROPA. • Fundación Árboles Mágicos. • Jardín Botánico de Ciudad de Guatemala. • IBERIA Líneas Aéreas. • TACA Líneas Aéreas.
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LEGISLACIÓN
AMBIENTAL
Antonio García-Giralda Ruiz Abogado ambientalista
Entrada en vigor del Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre,
por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios En el pasado número 49 de nuestra revista Foresta, en esta sección se efectuó un breve comentario sobre la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de octubre de 2009, por la que se establece el marco de la actuación comunitaria para conseguir un uso sostenible de los plaguicidas que son productos fitosanitarios -mediante la reducción de los riesgos y los efectos del uso de los mismos en la salud humana y en el medioambiente- y el fomento de la gestión integrada de plagas y de planteamientos o técnicas alternativas, como el empleo de métodos no químicos (físicos, mecánicos, biotécnicos o biológicos) frente al uso de plaguicidas.
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E
sta Directiva obliga a los Estados miembros a adoptar todas las medidas necesarias para fomentar la gestión de plagas con bajo consumo de plaguicidas, dando prioridad, cuando sea posible, a los métodos no químicos, de manera que los usuarios profesionales de plaguicidas opten por las prácticas y los productos que supongan riesgos mínimos para la salud humana y para el medioambiente de entre todos los disponibles para tratar un mismo problema de plagas. Obliga, además, a adoptar planes de acción nacionales para fijar sus objetivos, adoptando medidas de formación, requisitos de la venta de plaguicidas, medidas de información y sensibilización. Y por último, obliga a los Estados miembros a someter a los equipos de aplicación de plaguicidas para uso profesional a inspecciones periódicas, debiendo superar una evaluación del riesgo para la salud humana y el medioambiente. De esta obligatoria inspección periódica solo quedarán a salvo los equipos de aplicación manual y los pulverizadores de mochila. Mediante el presente Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanita-
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rios, se procede al desarrollo normativo de la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de sanidad vegetal, y se transpone el resto de la Directiva 2009/128/CE mencionada. Entró en vigor el pasado 16 septiembre de 2012, salvo su artículo 10.1 en lo que se refiere a los usos agrarios, que entrará en vigor el 1 de enero de 2014. Dicha salvedad hace referencia a la gestión de las plagas de los vegetales en ámbitos profesionales, que se realizará mediante la aplicación de prácticas con bajo consumo de productos fitosanitarios, dando prioridad, cuando sea posible, a los métodos no químicos, de manera que los asesores y usuarios opten por las prácticas y los productos con menores riesgos para la salud humana y el medioambiente de entre todos los disponibles para tratar una misma plaga. En definitiva, el nuevo Real Decreto contempla medidas y obligaciones para el sector productor y de la distribución de productos fitosanitarios, así como para los agricultores y otros usuarios profesionales, los cuales deberán realizar un uso más racional de los productos fitosanitarios mediante la aplicación de los principios de gestión integrada de plagas a partir del año 2014. Esta gestión integrada de plagas se basa en realizar un conjunto de medidas culturales, de control biológico y de control químico destinadas a mantener la presencia de las plagas y las enfermedades de los cultivos en unos niveles que no afecten a la rentabilidad económica de los mismos. Para permitir el cumplimiento de las obligaciones por parte de los distintos sectores, las administraciones públicas implicadas deberán poner en marcha todas las herramientas disponibles en el ámbito de la formación, el asesoramiento, la investigación y la innovación para que los nuevos requerimientos no solo no supongan una merma de la competitividad de nuestras explotaciones agrícolas sino que también les aporten una serie de ventajas competitivas que les permitan acceder en mejores condiciones a los mercados nacional y europeo, e internacional. Dentro de las medidas que contempla el Real Decreto, y que deberán poner en marcha las administraciones públicas
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implicadas, se encuentran el establecimiento de sistemas de asesoramiento y de guías de cultivo que permitirán a los agricultores trasladar los principios de la gestión integrada de plagas a sus cultivos. También se establecerán sistemas de formación para los usuarios profesionales y vendedores, con la finalidad de reducir los riesgos sobre la salud humana y el medioambiente en la aplicación de los productos fitosanitarios. Otras de las medidas recogidas en la nueva normativa son el incremento del control de la venta y la distribución de los productos fitosanitarios, la prohibición de ejecutar aplicaciones aéreas de productos fitosanitarios (con las excepciones que prevé la normativa y con plena justificación de la necesidad de las mismas y de la falta de alternativas económica y técnicamente viables) y el establecimiento de medidas para evitar la contaminación de las masas de agua y otras zonas sensibles. Igualmente se establecen las condiciones en las que se deben manipular y almacenar los productos fitosanitarios y sus envases, se contempla la creación de un registro de productores y operadores de productos fitosanitarios y se establecen disposiciones específicas para la utilización de estos productos en otros ámbitos distintos a la producción agraria. El presente RD 1311/2012 establece también las disposiciones necesarias para llevar los registros de utilización de productos fitosanitarios y, asimismo, para la adecuación, mejora y simplificación de registros ya existentes, como el de Establecimientos y Servicios Plaguicidas y el Libro Oficial de Movimiento de Plaguicidas Peligrosos, instrumentos de apoyo imprescindibles para aplicar las políticas de consecución de la sostenibilidad y del control oficial en la utilización de productos fitosanitarios que se establecen en la mencionada Directiva. Atendiendo a ello, se regula el Registro Oficial de Productores y Operadores Fitosanitarios sobre la base del anterior Registro de Establecimientos y Servicios Plaguicidas, registro este que se suprime por la disposición derogatoria del presente Real Decreto, integrándose los datos en él existentes en el citado Registro Oficial. La publicación del Real Decreto se ve complementada con la aprobación del Plan de Acción Nacional de Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios. En este plan se desarrollan buena parte de las medidas que todas las administraciones competentes deben poner en marcha con objeto de garantizar la sostenibilidad en el uso de los productos fitosanitarios. En la actualidad se encuentra en proceso de elaboración conjunta con todas las partes implicadas: asociaciones profesionales, organizaciones profesionales agrarias, asociaciones de productos fitosanitarios, comunidad científica e investigadora, autoridades académicas y colegios profesionales. Es en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, celebrada el 10 de diciembre de 2012, cuando se ha aprobado el Plan de Acción Nacional para el uso sostenible de productos fitosanitarios, de acuerdo con lo indicado en el artículo 4 de la Directiva 2009/128/CE. En el Plan de Acción Nacional se establecen objetivos, medidas, calendarios e indicadores para introducir criterios de sostenibilidad en el uso de productos fitosanitarios para el periodo comprendido entre los años 2013 y 2017.
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NOTICIAS
FORESTALES
La nueva Junta de Gobierno celebra su primera reunión La nueva Junta de Gobierno ya trabaja en el Colegio después de que el día 22 de marzo se formalizase el cambio. Idear y desarrollar nuevas estrategias para el empleo, aumentar la transparencia en la gestión del Colegio, optimizar los recursos económicos y velar por la ética y la deontología profesional son sus prioridades de gobierno A la nueva junta se le nota ilusionada, con muchos temas sobre la mesa y con la agenda muy apretada de reuniones para las próximas semanas. “Venimos con mucha ilusión, con muchas ganas de trabajar por el colectivo de Ingenieros Técnicos Forestales y por la profesión. Esperamos contar con la mayor participación posible de nuestros colegiados. Ellos son la principal fuerza del Colegio y estamos seguros de que con la aportación de ideas y esfuerzos de todos podremos conseguir los objetivos que nos marquemos”, ha señalado Pilar Avizanda, la nueva Decana-Presidenta del COITF. Pilar no es nueva en esta plaza, ya le tocó lidiar asuntos muy complicados en su primera etapa como Decana (en funciones desde el 25 de enero de 1984, y como Decana electa desde el 29
De izquierda a derecha, arriba: Antonio Sánchez Jordán, Pedro Miguélez de la fuente, Antonio Martín Cobos, José Miguel Lara, Ramiro González Cruz. Abajo: Rafael Martínez Cubillos, Pilar Avizanda, Mar Ocaña García y Javier de La Puente Vinuesa
de marzo de 1985 hasta abril de 1988) cuando peleó y consiguió la Ley de Atribuciones que ha permitido a los Ingenieros Técnicos Forestales firmar muchos proyectos y trabajos que hasta entonces tenían vedados. Vuelve ahora acompañada de María del Mar Ocaña García como Vicedecana, de Ramiro González Cruz como tesorero y de José Miguel Lara Piñero, Javier de La Puente Vinuesa, Antonio Sánchez Jordán, Antonio Martín-Cobos Puebla, Pedro Miguélez de la Fuente y Rafael Martínez Cubillos como vocales. Están representados en esta junta ingenieros técnicos forestales que trabajan en la administración pública, en la empresa privada, en el ejercicio libre de
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la profesión y en la docencia, lo cual facilita la sensibilidad hacia cada uno de estos grupos profesionales de forestales y sus necesidades. Dos retos urgentes le esperan a esta nueva Junta de Gobierno, la inminente Ley de Servicios Profesionales que prepara el Gobierno, y que puede ser un tremendo golpe para los colegios profesionales y las profesiones, y la nueva Ley de Montes, en pleno proceso de participación pública y alegaciones. Simultaneamente a estos dos primeros retos la nueva junta tendrá que enfrentarse a los de todos los colegios profesionales: ser útiles a sus colegiados y a la sociedad para la que trabajan. Por eso han señalado en rojo un artí-
culo de los nuevos estatutos del COITF, recientemente publicados en el BOE: el artículo 4 punto 8, “velar por la ética, la deontología, la dignidad profesional y el respeto debido a los derechos de los particulares, y ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional y colegial”, conscientes de que la correcta actividad profesional y la defensa de los derechos de los profesionales y de los ciudadanos viene dada por la existencia de los colegios profesionales y sus códigos deontológicos. "Experiencia, compromiso y mucha ilusión por elevar el prestigio social de los Ingenieros Forestales son las señas de identidad de esta nueva Junta de Gobierno, ha señalado Pilar Avizanda.
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En recuerdo de
Juan José Pérez Regadera
C
uando conocí a Juan José Pérez Regadera en Cáceres, en el momento de su nombramiento como Colegiado de Honor del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, entendí al instante que estaba delante de alguien especial. No se trataba solo de sus formas y educación exquisitas, era su personalidad: pasional en cada una de las cosas que hacía, en cada conversación, en cada opinión, en cada relación personal. Esa misma pasión la puso siempre en su trabajo, en la niña de sus ojos: la piscifactoría Las Vegas del Guadiana, que creó en 1963 por encargo del Ministerio de Agricultura y que, por su dedicación y compromiso, acabó siendo una referencia mundial en el cultivo de su la tenca. Pérez Regadera era uno de los mayores expertos mundiales en el cultivo de tenca, sus trabajos en esta materia siguen siendo hoy referenca obligada para todos los investigadores. Juan José fue técnico, gestor, profesor universitario, parlamentario en la primera Asamblea Autonómica de Extremadura, conferenciante, investigador en acuicultura, un enamorado de su trabajo y de su tierra de adopción, Extremadura. Pero si un enorme curriculum profesional lo avala, no menos valiosa es su personalidad: su enorme amabilidad, sincera, no forzada ni fingida, su hospitalidad extrema, su sentido del humor y esa capacidad que tienen las personas inteligentes y con experiencia para “calar” a primera vista a las personas y sus intenciones.
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Con motivo de hacerle una entrevista para Foresta, lo visité en su finca, junto al parque nacional de Monfragüe, después de insistirme que lo hiciera cada vez que nos veíamos. Se deshizo en atenciones. Recorrimos cada palmo del perímetro de la misma, me explicó sus planes y trabajos para eliminar el eucalipto, la gestión cinegética que hacían en ella y su valor como lugar de encuentro familiar. Siempre la familia en sus conversaciones. Juan José desbordaba vitalidad en cada cosa que hacía. Esa vitalidad, fruto del compromiso con lo que le rodeaba, le valió la medalla de honor de Extremadura. El entonces presidente, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dijo públicamente en su entrega “Juan José Pérez Regadera recibe esta medalla porque es un ejemplo del extremeño que con su trabajo hace cada día Extremadura”. “A mí aquello se me quedó grabado y, aunque tengo que reconocer que no fue de mi devoción política, por ese detalle siempre le estaré agradecido” me confesó Juan José en una ocasión. He leído varias semblanzas sobre Juan José y todas coinciden en un detalle muy particular, su capacidad para hacerte sentir especial para él. Aunque hubiesen pasado dos años sin vernos, cada vez que nos encontrábamos o hablábamos por teléfono parecía como si hubiese sido ayer la última vez que lo hicimos. Pérez Regadera falleció el 9 de mayo del pasado 2012, aunque por motivos de edición de la revista no habíamos tenido oportunidad hasta ahora de recordarlo. Ismael Muñoz
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El 6º Congreso Forestal Español se celebrará en Vitoria del 10 al 14 de junio Puntual a su cita cada cuatro años, la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF) organiza el 6º Congreso Forestal Español bajo el lema Montes: servicios y desarrollo rural. Se tata del encuentro científico de referencia a nivel nacional, punto de encuentro y exposición de los últimos avances científico-técnicos del sector forestal. Esta vez es en Vitoria, en el Palacio de Congresos y Exposiciones Europa. Pero el encuentro es, además, una oportunidad para llamar la atención de los responsables de las administraciones públicas sobre el valor social, ambiental y económico del monte. Para Rafael Serrada, vicepresidente de la SECF “los montes no son parte de la crisis, son parte de la solución. No podemos permitirnos tenerlos olvidados, sin gestionar y sin invertir en ellos porque son un potencial enorme de empleo y materias primas infrautilizadas, además de los servicios ambientales vitales que nos prestan y que debemos garantizar”. Precisamente por esto los responsables de la SECF invitan a todo el sector a unirse y participar de una u otra forma en este congreso, bien con su presencia física en él o bien a través de las redes sociales. El perfil en facebook es Congreso Forestal Español. En twitter hay que seguir la cuenta @congresoforesta y lanzar mensajes con la llamada de atención o el “hastag” #6cfe cada vez que se hable de #montes #forestal #desarrollorural o #biodiversidad. La última información se puede encontrar también en la web www.congresoforestal.es. El congreso se estructura en mesas temáticas, pósters, mesas redondas, confe-
rencias magistrales, visitas de campo y sesiones dinámicas. A estas actividades hay que sumar los actos paralelos dirigidos a la sociedad alavesa con el fin de sensibilizar a la opinión pública sobre los valores del monte. De igual forma, la SECF tendrá oportunidad de celebrar su asamblea general y sus grupos de trabajo se reunirán para planificar las actividades entre congresos. La organización espera a más de ochocientos profesionales forestales a lo largo de estos cinco días. Impresión gratuita de pósters y premios a los mejores El servicio gratuito de impresión de pósters es para aquellos participantes inscritos en el congreso antes del 17 de mayo (un póster impreso por cada inscripción). La Organización colocará los pósteres para su exposición durante la celebración del evento, tras la cual los autores podrán retirarlo. Habrá también tres premios para los tres pósters más innovadores que se presenten en el congreso. En la página web del congreso se pueden descargar toda la documentación necesaria, plantillas y bases del concurso.
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Mesas temáticas - Mesa Temática 1. Ecología y biodiversidad forestal. Flora y fauna protegidas. - Mesa Temática 2. Gestión de la biodiversidad y de las producciones: técnicas selvícolas, silvopascícolas y agroforestales. - Mesa Temática 3. Conservación y mejora de recursos genéticos, repoblación y restauración forestal. - Mesa Temática 4. Gestión de la fauna cinegética y piscícola. - Mesa Temática 5. Montes y agua, el papel de la hidrología forestal. - Mesa Temática 6. Incendios forestales. - Mesa Temática 7. Sanidad forestal. - Mesa Temática 8. Monte, paisaje y territorio: inventario, planificación y ordenación forestal; planes de gestión de espacios protegidos. - Mesa Temática 9. Productos e industrias forestales: caracterización, transformación y nuevos usos. - Mesa Temática 10. Economía, valoración y mercado de sistemas y recursos forestales.
Mesas redondas Reto A. Gestión forestal adaptativa al cambio global. Reto B. Aprovechamiento energético de los montes y de los cultivos forestales. Reto C. Red Natura 2000 y otras figuras de protección. Reto D. Nuevas tecnologías, avances metodológicos y transferencia. Inventario e información forestales. Reto E. Productos no maderables y servicios ambientales. Reto F. Medio forestal y desarrollo rural. Reto G. El sector forestal y los medios de comunicación: viejos tópicos y nuevos mensajes.
Visitas de Campo Visita 1. Espacios naturales y servicios en el entorno urbano. Visita 2. Industria forestal y propiedad privada. Visita 3. Gestión selvícola en Guipúzcoa. Visita 4. Gestión selvícola en Vizcaya. Visita 5. Gestión selvícola en Álava. Visita 6. Incendios. Visita 7. Espacios protegidos y especies amenazadas. Visita 8. Historia forestal: tras las huellas del forestalismo intensivo
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CARTAS
AL DIRECTOR
Restauración Hidrológico Forestal, ¿una denominación adecuada? Alberto González Sáiz Estudiante de Ingeniería Forestal en la Escuela de Palencia
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scribiendo la memoria del proyecto de fin de carrera, he reflexionado sobre lo poco, que a mi juicio, se cuida en nuestra profesión el propagar los logros conseguidos, ni siquiera de lo que se hace, de en qué consiste, hasta el punto de que resulta una carrera desconocida para la mayoría de la gente. En este sentido, el término “restauración hidrológico forestal” me parece que no es comprendido por las personas en general. Si atendemos al origen de las tres palabras, la primera significaría “arreglo”; la segunda, algo relacionado con el agua; y la tercera, algo relacionado con los bosques. Con esta terminología no creo que se esté designando adecuadamente lo que significa, podríamos estar hablando de algo mal definido, algo que queda alejado del interés general. ¿En qué consisten dichas restauraciones?, en detener la erosión, facilitando la implantación de vegetación que impida el arrastre de la tierra, obligando a la infiltración del agua, que será devuelta con una distribución en
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el tiempo que permitirá su aprovechamiento. O sea que lo forestal está relacionado con lo hidrológico y una buena “salud hidrológica” es indicativa de una buena cubierta forestal en su cuenca. Es decir ambas facetas de la Naturaleza están perfectamente relacionadas. Pero pese a su importancia para cualquiera iniciado en los fenómenos naturales, me parece que es una designación poco adecuada que no expresa ante el público en general el contenido de la misma. Creo que una designación de actualidad, que por sí misma resultaría atractiva para cualquier oyente, sería la de “restauración económico-social de un monte”. Creo que esta denominación despertaría el interés del oyente mejor que la habitual, y llega mucho más. Motivos para elegirla serían: - Económico: ¡porque al restaurar se crea riqueza!. Se va a hacer algo para que en primer lugar no cause daños por su estabilidad (ahorro económico al no tener que reparar los posibles daños ocasionados) y porque en un futuro esa área podrá mantener una vegetación que produzca una riqueza (madera, biomasa, resina, plantas medicinales, setas o simplemente plantas tipo romeros, tomillos que den flores para hacer miel… ¡algo!). Restaurar es una inversión, en definitiva.
- Social: indudablemente la sociedad se va a ver beneficiada, y no solo por la producción de bienes que se realice (que también, pero eso beneficia principalmente al productor que posea el aprovechamiento, y muy social eso no es), se va a ver beneficiada con una mejora de la cantidad de agua disponible en los cauces, una mejor distribución de la misma a lo largo del tiempo, una mayor pureza que le llega de esta, lo que implica también un mejor hábitat para la fauna piscícola, en un paisaje que al ser restaurado ha sido mejorado y más diverso, más CO2 captado por la vegetación... cosas así, cosas más generales. Y como la restauración se suele hacer de una ladera, un monte, pues ya está todo incluido: restauración económico-social del monte El Viejo (por ejemplo), así ya sabe nuestro oyente que se mejora (restaura) la economía, la sociedad y el monte (naturaleza), ¡todo incluido y mucho más completo e interesante!, ¡ya despierta interés! En fin, solo es mi opinión, pero deseaba expresarla. Desde aquí me gustaría abrir el debate para conocer la de los lectores y que se puedan realizar nuevas aportaciones, tanto al término que defiendo, como soluciones para dar a conocer la labor de los ingenieros forestales.
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Telefonero español Almudena Córdoba López Restauradora de Arte Teodoro Abbad Santiveri
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esde el viejo y clásico “Aló” al más actual e imperativo “Dígame” ha pasado el suficiente tiempo como para que los muebles telefoneros se hayan ido olvidando paulatinamente hasta dotarlos de una función diferente a la original, pero adaptándose a tantas situaciones como ideas e iniciativas tienen sus propietarios, desde la mera decoración hasta su utilización como revistero o soporte de discos compactos para música o videos. A lo largo de esta serie de La Madera y el Arte hemos señalado en varias ocasiones la inmediata respuesta de los fabricantes para resolver y adaptarse a nuevas necesidades, consecuencia de la evolución y el desarrollo sociales, o para facilitar la vida diaria en los hogares mediante modernos diseños; en este caso es justo el reconocimiento que debemos hacer para este mueble, que se adapta a los nuevos modelos y mejoras en los aparatos para comunicación telefónica, con dos repisas, para la
ubicación del aparato y para la disposición de guías de teléfonos y papel para anotaciones. No es naturalmente el único modelo que se estilaba en los años 40-50 del siglo pasado, pero sí es un diseño que tuvo una gran aceptación durante bastantes años. El mueble de la fotografía constituye un buen representante de la línea clásica española que se caracteriza por la imitación en su línea de formas anteriores pero con más viveza y ligereza, especialmente importante en los muebles de carácter auxiliar por la necesidad de traslados frecuentes y cambios de ubicación, todo ello sin perder una interesante y relativa solidez. Este mueble telefonero ofrece su elegante aspecto meced tanto a la madera empleada, caoba, como a la línea sencilla y ligera de su diseño, en donde destacan las patas estriadas que dotan al conjunto de la fuerza precisa. En la zona útil o de trabajo la sujeción del estante superior se consigue a partir de una sencilla palillería de doble curvatura en adorno de simetría invertida y que se remata en el estante menor por el tope curvado que lo engalana, habilitando el espacio necesario para emplazar un práctico cajón de proporciones ajustadas al telefonero. No es por lo tanto un mueble recargado, sino que resulta a primera vista de extremada sencillez, pero una mirada más pausada revela los detalles más destacados que dan sobriedad al conjunto sin perder su funcionalidad.