Revista Foresta nº 84

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Zorro ( Vulpes vulpes )

del Medio
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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y
Natural. N.o
bellota: producción, domesticación, injertos, calidad y nuevos productos para consumo humano Trabutina mannipara, una nueva amenaza para los tarayales del centro de la península ibérica La estimación de la edad dendrocronológica de los árboles De secano semiárido a sumidero de carbono
El almez La seguridad en la extinción de incendios forestales Monte Los Comunes en Riaza-Sepúlveda: el monte que no es bosque Drones con cámaras térmicas para localización de jabalíes Olivos milenarios del territorio Sénia El sector forestal en Ucrania La
Juan Luis Peñuelas
Exdirector del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales "El Serranillo"

APUNTES

Zorro (Vulpes vulpes). Enrique García Gómez

Celtis australis L. Almez. Gregorio Montero González , César López Leiva

La seguridad en los incendios forestales (I). Jorge Rodríguez López

Monte Los Comunes en Riaza-Sepúlveda: el monte que no es bosque. Rafael Serrada Hierro, Valentín Gómez Sanz, Celso Coco Megía, Francisco Javier Plaza Martín, Juan Ignacio García Viñas

Iniciación al pilotaje de drones con cámaras térmicas para la localización de jabalíes. Alberto Fernández-Arias Montoya

Cambio climático y regeneración de bosques. Álvaro Enríquez de Salamanca

ENTREVISTA

Juan Luis Peñuelas, exdirector del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales "El Serranillo"

ACTUALIDAD

La bellota: producción, domesticación, injertos, calidad y nuevos productos para consumo humano.

Juan L. Peñuelas Rubira, Juan Pereira Sieso, Enrique García Gómez, María-Dolores Rey, María-Ángeles Castillejo, Marta Tienda-Parrilla, Tamara Hernández-Lao, Mónica Labella-Ortega Irene HonrubiaGómez, Javier Ramírez-García, Ana María Maldonado-Alconada, Jesús V. Jorrín Novo, Junta de Extremadura, Manuel Pomar Cloquell Andreu Adrover Serra Maria Massanet Neubaur Aina Socies Fiol, Miguel Ángel Llorente, Francisco Romero Aragüete, Joan Montserrat, Antonio Pérez Moreno.

COLABORACIONES TÉCNICAS

Trabutina mannipara,una nueva amenaza para los tarayales del centro de la península ibérica. Propuestas de control biológico. Santiago A. García-Saúco G., Ferrandis P.

La estimación de la edad dendrocronológica de los árboles. Mar Génova Fuster

De secano semiárido a sumidero de carbono. Hacia una transformacion de tierras de labor marginales. Ana María Martínez Barrio, Ángel Nieto Montejo, Ashok Thapar

REPORTAJE FOTOGRÁFICO

El sector forestal en Ucrania. David León Carbonero, Mykhailo Volk

RINCONES NATURALES

Olivos milenarios del territorio Senia AGENDA Noticias forestales Libros

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4 6 10 14 18 26 28 34 70 74 82 90 98 102 103 90 34 SUMARIO N.º 84 98 18 82 74

Productos forestales no madereros, una oportunidad de gestión forestal, generación de rentas y fijación de población

Los graves y grandes incendios forestales del último verano y los mensajes de los dispositivos de extinción de incendios, demandando más inversión en gestión forestal como herramienta fundamental para el éxito de su misión, han hecho que los ciudadanos vuelvan la vista hacia lo forestal con una mirada más amplia que la estrictamente conservacionista. La sociedad comienza a percibir que, si queremos conservar los boques, y todos sus beneficios ambientales, sociales y económicos, debemos gestionarlos. La no intervención es un riesgo que coloca a los espacios forestales en la primera línea de voluntarios para ser devorados por los grandes incendios forestales y el cambio climático.

Pero la gestión no es barata, requiere de una inversión que ofrece rentabilidad económica a largo plazo en la mayoría de los casos, aunque la rentabilidad social y ambiental sean inmediatas, pero la sociedad no es capaz de percibirlo. En el caso de los productos forestales no maderables -PFNMmuchos de ellos con aprovechamiento anual o bienal, la obtención de rentas es fundamental para mantener la gestión de esos espacios, evitar su abandono y deterioro y reducir los riesgos de afección por grandes catástrofes. La castaña, la bellota, la resina, las plantas aromáticas, los hongos, la caza y pesca, o el piñón pueden ser generadores de rentas, fijadores de población, creadores de empleo y mantenedores de una cultura que crea identidad y apego al territorio.

Recientemente, han sido aprobadas las renovaciones de la Estrategia Forestal Española y el Plan Forestal Español. Son documentos que marcan la política general y reconocen unas inversiones públicas en los montes. No debemos olvidar que, en términos globales, la propiedad forestal privada en España es

del 66 % de la superficie forestal, aunque con notables diferencias entre las distintas comunidades autónomas. Sin políticas que incentiven la inversión privada en gestión forestal sostenible, reconozcan la especificidad de la fiscalidad rural y forestal, el valor de los servicios ecosistémicos y el derecho de sus propietarios a recibir una justa compensación por lo que la gestión de sus montes ofrece a la sociedad, será muy difícil que estos PFNM salgan de la buena percepción social de la que gozan para convertirse en generadores de rentas con mercado propio. Aquello que no tiene valor acaba perdiéndose, puesto que nadie invierte en su cuidado.

Muchos de estos PFNM forman parte de la cultura, tradición, gastronomía y patrimonio de la sociedad española. Esto ha permitido rescatar actividades como la resinación después de unos años de absoluta inactividad. Productos como el piñón o la resina producida en España gozan de un prestigio internacional y una demanda en estos mercados que no se cubre por falta de estructura y organización del sector. Y, sin embargo, solo en Castilla-La Mancha, por poner un ejemplo, se podría poner en producción 58.000 hectáreas de Pinus pinaster a corto plazo, lo que triplicaría su producción y puestos de trabajo, según un estudio encargado por la Consejería de Desarrollo Sostenible. Algo similar sucede con la idealizada dehesa, necesitada de regeneración para combatir su envejecimiento, pero capaz de ofrecer terreno para producción de bellota en más de un millón de hectáreas si se orienta su restauración con ejemplares injertados capaces de producir desde el primer año de su plantación.

Pero, algo se mueve. Hay emprendedores, entusiastas y decididos, que han arriesgado su dinero en la promoción y

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EDITORIAL
Ismael Muñoz Enrique García

producción de productos forestales no maderables como la trufa, la bellota o el piñón, por poner algunos ejemplos. Hay también grupos operativos que trabajan para eliminar las barreras que dificultan el despegue de productos forestales en otra época fundamentales para la economía rural y para la gestión de los montes. El grupo operativo Pinea se centra en el piñón y en la búsqueda de una solución al problema del Leptoglossus occidentalis que tanta merma ha provocado en los últimos años a la producción nacional. El grupo operativo Resinlab ha establecido parcelas de experimentación en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura para encontrar un nuevo método de resinación que aumente la eficiencia del trabajo resinero, además de identificar la balanza del comercio nacional y exterior de la resina y ofrecer transparencia sobre un sector que necesita visibilizar ante la sociedad los beneficios que ofrece y su necesidad de apoyo institucional.

El subsector de los PFNM puede aportar las rentas que el mundo rural necesita pero

EDITA:

Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89.

Página web: www.forestales.net

DIRECTOR

Enrique García Gómez

Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Medio Ambiente Diputación de Toledo

SUBDIRECTOR

Andrés Arregui Noguer

Ingeniero Técnico Forestal Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

DIRECTOR TÉCNICO

Ismael Muñoz Linares

Licenciado en Ciencias de la Información Altermedia Comunicacion, SL @ismaelnatura

CONSEJO DE REDACCIÓN

Francisco Javier Cantero Desmartines

Ingeniero Técnico Forestal

Dirección General de Medio Ambiente. Comunidad de Madrid

Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara

Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales

DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, SL

Universidad Complutense de Madrid

es necesario trabajar para conseguir una producción continuada y de calidad; fomentar un mercado que demande estos productos, con lo que es imprescindible una comunicación adecuada que haga llegar a la sociedad todas sus cualidades. Necesitamos productores que estén dispuestos a apostar por la materia prima, la investigación e innovación en nuevos productos, pero para ello es preciso desarrollar cadenas de valor que permitan disponer de productos elaborados con valor añadido. En definitiva, es necesario establecer condiciones propicias desde el punto de vista político, financiero, laboral y de la propiedad forestal.

En este número fijamos nuestra atención en la bellota y las enormes posibilidades que ofrece desde el punto de vista alimenticio como base para nuevos productos. En próximos números abordaremos otros PFNM porque pueden ser una oportunidad de empleo, gestión forestal sostenible y generación de rentas en el medio rural, principales o complementarias, a partir de productos naturales y renovables.

Llanos Gabaldón Lozano

Ingeniera Técnica Forestal e Ingeniera de Montes

Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

José González Granados

Ingeniero Técnico Forestal

Parque Regional del Sureste. Comunidad de Madrid / Ayuntamiento de Aranjuez

David León Carbonero.

Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

Jorge Rodríguez López.

Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación @Jorgenemoralis

María José Manzano Serrano

Ingeniera Técnica Forestal

ESMA Estudios Medioambientales, SL @esmasl_es, @mariaj_manzano

AUTORES QUE HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO:

En el nº. 82 de Foresta, en el artículo del Jardín Botánico del Castillejo, en el primer párrafo la información correcta que debería aparecer es: "El Parque Natural Sierra de Grazalema fue declarado por un Decreto de 1984 publicado en 1985. Posteriormente, en 1989, fue incluido en la ley que aprobó el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía"

Alberto Fernández-Arias Montoya, Álvaro Enríquez de Salamanca, Juan L. Peñuelas Rubira, Juan Pereira Sieso, Enrique García Gómez, María-Dolores Rey, María-Ángeles Castillejo, Marta Tienda-Parrilla, Tamara Hernández-Lao, Mónica Labella-Ortega Irene Honrubia-Gómez, Javier Ramírez-García, Ana María Maldonado-Alconada, Jesús V. Jorrín Novo, Junta de Extremadura, Manuel Pomar Cloquell Andreu Adrover Serra Maria Massanet Neubaur Aina Socies Fiol, Miguel Ángel Llorente, Francisco Romero Aragüete, Joan Montserrat, Antonio Pérez Moreno, Santiago A. García-Saúco G. & Ferrandis P., Mar Génova Fuster, Ana María Martínez Barrio, Ángel Nieto Montejo, Ashok Thapar, David León Carbonero, Mykhailo Volk,

DISEÑO Y MAQUETACIÓN:

Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid

IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe

DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356

FOTOGRAFÍA PORTADA: Makamuki0 en Pixabay

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Enrique García Gómez, Gregorio Montero González , César López Leiva, Jorge Rodríguez López, Jorge Rodríguez López, Rafael Serrada Hierro, Valentín Gómez Sanz, Celso Coco Megía, Francisco Javier Plaza Martín, Juan Ignacio García Viñas, Coleur FE DE ERRATAS

Zorro (Vulpes vulpes)

Cola inconfundible

El tamaño de su cola, que llega a ser hasta el 70 % de la longitud del cuerpo, es una característica inconfundible de los zorros, al igual que la terminación de esta en un mechón blanco. Su hocico alargado y puntiagudo también es un rasgo distintivo de la especie. El color del pelo de cada ejemplar es variable, pues oscila desde el negruzco a los pálidos y amarillentos, si bien el más común es el pardo-rojizo.

Carnívoro oportunista

Su elenco alimenticio es amplísimo, adaptándose a los recursos que haya en cada zona. Una de sus presas favoritas es el conejo, aunque en su menú se encuentran multitud de micromamíferos, aves e insectos. Cuando tiene ocasión aprovecha las carroñas que encuentra, tanto de animales salvajes como domésticos.

Además, es un visitante asiduo de los vertederos humanos, donde obtiene buena parte de los alimentos. Las basuras y las carroñas se convierten, en sitios humanizados, en la fuente principal de sus recursos tróficos. Durante el otoño e invierno un porcentaje importante de su dieta se basa en los frutos silvestres.

Abundante y disperso

Se distribuye por casi todo el territorio europeo, excepto en las zonas más al norte. En la península ibérica es común en cualquier lugar, aunque su densidad depende sobre todo de la posibilidad de obtención de alimento. Se puede encontrar en cualquier tipo de hábitat: bosques, zonas de cultivo, zonas semiáridas… De hábitos crepusculares y nocturnos, aunque en zonas poco transitadas por el ser humano no es difícil observarlos durante el día.

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Texto: Enrique García Gómez Fotografías: Foto Ardeidas

Apareamientos y partos

El apareamiento suele suceder entre los meses de enero y febrero, y tras siete semanas y media de gestación se producen los nacimientos. El número de cachorros por camada es muy variable, aunque lo normal es que oscilen entre 2 y 7. Esto depende de aspectos genéticos, de la densidad de población

y de la disponibilidad de alimento.

Los primeros momentos de vida se desarrollan dentro de la madriguera. Las dos primeras semanas sin abrir los ojos y hasta la quinta semana manteniéndose exclusivamente de la leche materna. A partir de ahí las crías diversifican su alimentación y comienzan sus correrías fuera de la madriguera.

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APUNTES / ESPECIES FORESTALES

Celtis australis L. Almez

El nombre genérico, Celtis, era el nombre que daban los griegos a este árbol y del que Linneo lo tomó cuando lo clasificó. Según Plinio el Viejo el nombre viene de Celtis que era el nombre que daban en África al Loto, que más comúnmente, los árabes, denominaban Almez, y que a su vez proviene del árabe Al-mays o Al-mais, al cual también denominaban Loto, de cuyo nombre proceden varios de los actuales nombres vulgares, tales como lodón, latonero, etc.

Se ha sugerido que Celtis podría ser el nombre del árbol que en la mitología griega se cita como árbol del Loto (Heródoto, Dioscórides y Teofrasto lo denominaron como Loto en sus escritos) estando este nombre, a su vez, relacionado con la isla de los Lotófagos, cuyos habitantes perdieron la memoria por ingerir abundantes frutos del árbol del Loto, que en este caso sería el Celtis australis; aunque nunca se han atribuido esos efectos a las almecinas o frutos del almez (1)

El nombre especifico, australis, hace referencia a que la distribución territorial de esta especie que predomina en la región austral de Europa, este de Asia y norte de África, muy circunscrita a la costa mediterránea. Según Ruiz de la Torre, 2006, existen alrededor de 100 especies del género Celtis, repartidas por las regiones tropicales, subtropicales y templadas.

Celtis australis es un árbol muy longevo, se afirma que puede vivir más de 600 años. Cuando crece en

rodales forestales, con suelos pobres y limitaciones hídricas, no suele sobrepasar los 20-25 metros de altura. Cuando crece aislado, sobre tierras agrícolas, linderos de fincas, acequias o en parques y jardines, puede llegar a alcanzar los 40 metros, e incluso más en ejemplares sobresalientes, como los situados en el paseo de Prado o en el Jardín Botánico de Madrid.

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Gregorio Montero González Cesar López Leiva Nombre científico: Celtis australis L. Nombres vulgares: Almez, lodon, latonero, ledonero, lodoño, Lledó, lledoner, hojaranzo y otros muchos dados en diferentes regiones y localidades concretas. Composición con vista parcial del Almezal de Aldeadávila (Salamanca), y detalle del interior del monte Fig. 1. Mapa de distribución de Celtis australisL.

DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA

Celtis australis se distribuye, de forma muy dispersa, casi por toda la península ibérica y Baleares, unas veces de forma espontánea y otras introducida por el hombre en fincas agrícolas o forestales y sobre todo, actualmente, en parques y jardines urbanos y periurbanos. Es especie característica de la vertiente mediterránea, centro, oeste y sur de España, falta en el norte peninsular. Abunda en Cataluña, todo el Levante no árido, incluyendo Baleares, y Andalucía. En las sierras y barrancos del interior ocupa terrenos forestales, pobres, pedregosos y próximos a los pequeños arroyos o en zonas umbrosas con algo de agua, casi siempre en forma de árboles aislados, o pequeños grupos dispersos. En estas condiciones abunda en las sierras de Guadalupe y sus estribaciones, que se extienden por las provincias de Cáceres, Toledo y Ávila, y en la comarca de Sanabria (Zamora). Fig.1. Según este mapa de presencias, elaborado con datos del Inventario Forestal Nacional, la especie aparece en numerosas teselas del mismo, sumando todas ellas un total de 247.657 hectáreas, aunque casi siempre se presente en forma de pies dispersos o pequeños rodales, que solo ocupan una pequeña parte de la superficie de cada tesela.

En los Arribes del Duero, al resguardo de los vientos y de las bajas temperaturas de esa zona, se localizan pequeños nichos o enclaves, algunos de los cuales permiten la existencia de rodales relativamente extensos de la especie, formando masas más o menos puras y en ocasiones dominantes, con varias hectáreas de superficie, entre las que destacan los Almezales de Mieza y de

Aldeadávila en Salamanca. Vive entre los 100 y los 1400 metros de altitud, en ámbitos de los tipos potenciales de vegetación esclerófila (donde destaca por ser uno los pocos integrantes arbóreos caducifolios) y también de los subesclerófilos o submediterráneos. Puede crecer en suelos graníticos y pedregosos con baja fertilidad, siempre que no haga mucho frío y tengan abastecimiento de agua freática. Los grandes crecimientos se producen en suelos fértiles y húmedos, tanto calizos como silicios.

USOS PREFERENTES

Esta especie se ha cultivado con frecuencia en Cataluña y Levante, casi siempre para fijar terrenos sueltos en barrancos, linderos o terraplenes en tierras agrícolas, dado su potente sistema radical. También se ha cultivado para abastecer a las industrias locales de horcas y cayadas o bastones, especialmente en Cataluña, Levante y Sanabria. En los últimos 25-30 años se ha comenzado a emplear en plantaciones forestales para producir madera de calidad.

LA MADERA

Es de color pardo-grisáceo-amarillento, compacta, flexible y resistente, de densidad media-alta, grano fino y fácil de trabajar. Estas características han facilitado su uso en la práctica totalidad de los utensilios de labranza y de los hogares rurales durante siglos en nuestro país. Siempre fue un árbol muy ligado a las tradiciones y quehaceres del mundo rural, por lo cual no podemos describir todos los usos aquí, sino apuntar solo los más característicos o curiosos.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Rodal de Almez sobre el rio Piedra(ZA). Monasterio de Piedra El almez bien cultivado produce madera de excelente calidad y buenas escuadrías

En el caso de la madera, los usos más importantes ha sido la fabricación de horcas, bieldos, astiles (mangos) de herramientas, cayados o garrotas, bastones, varas para varear o tirar la cosecha de aceitunas o bellotas de la encina durante la montanera, vigas y dinteles de ventanas y puertas en la arquitectura rural. La fabricación de horcas y bastones constituyó durante años una importante industria en algunos pueblos de la ribera del rio Segre, destacando los numerosos talleres especializados en el pueblo de Alentorn (Lleida). En la primera mitad del siglo XX, se fabricaban más de 70.000 horcas al año, pues la práctica totalidad del pueblo trabajaba en esos talleres familiares. Estas producciones requerían cultivar el almez mediante brotes de cepa que necesitaban entre 4-6 años para alcanzar las dimensiones necesarias para obtener horcas, garrotas etc. Tan importante llegó a ser esta industria en algunos lugares que alrededor de ella se fue creando un folklore en torno a las horcas de almez, de manera que el día del patrón de los forqueros (25 de enero) se decoraban las calles con grandes arcos de horcas, por donde pasaba la procesión portando manojos de espliego que la gente incendiaba, a modo de incensario.

Lo mismo sucedía el Domingo de Ramos, en el que los forqueros de Alentorn preparaban unas palmas bellísimas hechas con palos de horcas de almez que sustituían a las clásicas hojas de palmeras y ramos de olivo, con la intención de representar un acto de lucimiento y admiración a los artesanos que tan bien trabajaban la madera de lledò o llenoder, como ellos denominan a este árbol.

Una industria artesana, similar, existía en el valle de Ayora (Valencia), muy abundante en los pueblos de Cofrentes y Jarafuel (Valencia) o en Algimia de Almonacid, donde todavía se sigue fabricando bastones.

La patrona de Castellón de la Plana toma el nombre del Lledó (cuya divinidad es venerada en la Basílica de la Mare de Deu del Lledó, porque la leyenda dice que la Virgen se apareció bajo un grupo de llenoders.

En muchas villas familiares mallorquinas diseminadas por el campo se planta un lledoner junto a la casa

principal, atribuyéndose el poder de hacer de pararrayos para proteger a los habitantes de la villa.

Casi en el otro extremo de la península, en la comarca de Sanabria, en el valle del Tera y Vidriales, se fabricaban y vendían horcas de almez u hojaranzo, como lo llaman por allí, cuyo mercado abastecía las necesidades de los campos de Castilla.

Hoy día, en muchos pueblos de estas comarcas mencionadas, siguen quedando algunos talleres familiares que fabrican bastones y utensilios para el hogar y bastones, que ofrecen como curiosidades al turismo rural.

Es conocido que la localidad de Torrelodones, en Madrid, debe su nombre a este árbol, ya que se deriva de Torre de los Lodones, o Torre de los Almeces, figurando este árbol, el lodón, en su escudo.

GANADERÍA

Las ramas bajas y más jóvenes y vigorosas, y las puntas de los brotes cortados para la elaboración de horcas, etc., que tenían abundante follaje, se aprovechaban para ramón, que se ofrecía al ganado cabrío y lanar para suplementar su ración alimentaria en el aprisco.

MEDICINALES

Las hojas y frutos, sometidos a distintos métodos y tiempos de cocción, se han utilizado en medicina de forma tradicional como antihemorrágico, contra la disentería, regulación de la tensión arterial, del tracto digestivo, la retención de orina, los niveles de azúcar en sangre, y como remedio de un sinfín de dolencias tradicionales.

REPOBLACIONES DE TIERRAS AGRÍCOLAS CON ALMEZ

El aprovechamiento de la madera de almez dejó de tener demanda en los años 60 del siglo pasado, con la aparición de la mecanización de las labores agrícolas (aparición de las cosechadoras y limpiadoras de cereales). Lo mismo sucedió con los astiles, bieldos

Cultivo de Almez aprovechando los brotes de cepa que se cortaban entre los 4-6 años en función de los tamaños de los útiles a obtener B Horcas fabricadas para su empleo en las labores de carga de las hacinas, mantenimiento de la parva durante la trilla etc. Gentileza de https://bastonesyartesania.com/ D

Limpiando o aventando, con el bieldo el trigo o cebada en la era. Aprovechando las brisas de viento para separar la paja del grano E Cayadas (garrotas) de almez, listas para su uso por los pastores

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y cayadas, solo los bastones y utensilios decorativos siguen manteniendo cierta demanda en la actualidad.

El decreto de repoblación de tierras agrícolas de 1993 despertó el interés entre los forestales por esta especie para emplearla en plantaciones productoras de madera de calidad. Sobre esta iniciativa existe poca información y muy difusa acerca de dónde y cuánta superficie se repobló con Celtis australis. Existen ensayos localizados de carácter experimental en el INFAPA de Granada (Finca Camino del Purchil) donde se han publicado resultados sobre arraigo y crecimientos con diferentes métodos de cultivo y en comparación con otras especies como fresno, nogal, cerezo, plátanos, etc. y los resultados parecen prometedores.

Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (Campus de Albacete) han publicado resultados preliminares de ensayos con almez en terrenos más áridos y pobres de Albacete y Murcia. No hemos encontrado información sobre los resultados de algunas parcelas que se plantaron en la comarca de Sanabria (Zamora) a finales del siglo pasado. Sí existe una plantación realizada por el CIFOR-INIA y la Diputación de Toledo en la finca El Borril, término municipal de Polán, con precipitaciones de poco más de 400 mm anuales y cuyos resultados son bastante buenos.

EL ALMEZ EN LA MITOLOGÍA

El árbol del Loto, sugieren muchos autores, que podría ser el almez, y otros, en cambio, dicen que podría ser una palmera o el Diospyros kaki (fruto del fuego divino o palo santo) que se emplea como porta injertos del caqui, pero es posible que en cada zona el árbol del Loto se considerase que podría ser una especie diferente.

Sebastián de Covarrubias en su libro “Tesoros de la lengua Castellana o Española, 1611”, afirma bajo esta

voz: Arábigo árbol conocido, del cual se hacen instrumentos… y otras cosas menudas y delicadas…, y todos los que escriben de esta planta dicen que es el loto. Andrés Laguna, hablando sobre el Dioscórides, acerca de la materia medicinal, comenta: “Fingieron los poetas que Lotos, una ninfa de quien Príapo fue galán y huyendo de él asustada, pidió a los Dioses que la convirtieran en árbol, y estos la compadecieron y la convirtieron en Loto”. En el mismo árbol se convirtió Driope, por desear coger las flores y las frutas de este nuevo árbol en el que se había transformado Lotos”

Sea como fuese, y según la leyenda, la tripulación de Ulises olvidó cómo volver a casa, tras comer grandes cantidades de almecinaa,(1) y durante el regreso de Troya las naves de Odiseo y sus hombres fueron desviadas por el viento hacia la isla de los lotófagos, o comedores de loto, refiriéndose al fruto de almez.

BIBLIOGRAFÍA

Berna, R. 2020. Mieza y su almez. MAS Castilla y León. Flores, D; Úbeda, D; Orozco, E; Martínez, L: 2000. Analisis y supervivencia de 5 especies forestales. Monte Bravo, 6 y 7 pp. 58-62.

Celtis australis. Floralqueria, La revista del Parque. Celtis australis. Wikipedia.

Montero, G; Cisneros, C,2003. Manual de selvicultura para plantaciones de especies frondosas productoras de madera de calidad. Ed. INIA- Mundi Prensa. 283 pp. Ruiz de la Torre, 2006. Flora Mayor, Ed. OAPN: 1756 pp. Soler, M. 2001. Mil Maderas. Ed. UPV, 598pp. Ripoll, M. et. al. 2013. Aplicaciones de los cultivos de frondosas destinadas a la producción de madera de calidad. Actividades y resultados. Actas 6º Congreso Forestal Español.

Fruto de almez, de sabor agradable parecido al dátil, es una drupa carnosa que primero es verde, luego amarillenta y finalmente azul oscura o negra por fuera y amarillo por dentro, en su madurez, de un diámetro de alrededor de un centímetro y con un hueso interior del tamaño de un grano de pimienta

AGRADECIMIENTOS

A Óscar Cisneros, por su información sobre plantaciones de frondosas para producción de madera de calidad, y a David Ballesteros por su colaboración en la elaboración del mapa de distribución en España.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Repoblación de Almez de unos 25-26 años, en la finca de El Borril. Polan (Toledo). La falta de podas adecuadas no han permitido el desarrollo esperado en la altura de los fustes

La seguridad en la extinción de incendios forestales (I)

Dentro del marco general de la seguridad en el trabajo y la prevención de riesgos laborales, las labores de extinción de incendios forestales suponen una actividad excepcional incluso dentro del sector forestal, ya que implican una serie de riesgos muy variados, en ocasiones con la posibilidad de sufrir accidentes con daños graves, y con una serie de particularidades que condicionan la toma de decisiones durante las tareas de extinción.

No suele ser posible determinar a priori cuáles van a ser las condiciones en las que tendrán que desarrollarse las labores de extinción de un incendio, aunque sí que es posible prever que frecuentemente se tratará de situaciones inadmisibles, desde el punto de vista de la seguridad, para otras actividades y sin embargo no es posible suspender la actividad o trasladarla. A las características topográ cas que pueden llegar a ser extremas, con elevadas pendien-

tes o incluso despeñaderos al borde de lo transitable, a la posibilidad de desprendimientos de rocas, a las situaciones meteorológicas adversas como olas de calor, etc., hay que añadir un factor de elevado riesgo y en muchas ocasiones imprevisible como es un incendio forestal fuera de control. Dentro de la lógica de la prevención de riesgos, situaciones de este tipo generalmente conducirían bien a la renuncia a realizar la actividad en esas condiciones o bien a proveer medidas preventivas para reducir el riesgo, las cuales pueden requerir un tiempo hasta ponerse en práctica. La urgencia de las tareas de extinción, con la exigencia de actuación inmediata allí donde resulte necesario, incluso a pesar de condiciones de riesgo elevado que no es posible modi car, contradice totalmente el enfoque habitual de la prevención de riesgos. Estas particularidades llevan a que en la extinción de incendios forestales se deba adoptar un enfoque integral de la seguridad, que además de las

la extinción de incendios forestales se deba adoptar un enfoque integral de la seguridad, que además de las condiciones de trabajo durante la extinción, abarque otros aspectos como la selección del personal o lainvestigación

APUNTES / INCENDIOS FORESTALES #IIFF
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En
de accidentes
Ismael Muñoz

condiciones de trabajo durante la extinción, abarque otros aspectos como la selección del personal o la investigación de accidentes.

No debemos dejar de lado un aspecto particular de la seguridad en los incendios forestales, como es la repercusión mediática y social de los accidentes con fallecimientos. Aunque las cifras demuestran que la siniestralidad laboral en la extinción de incendios no es especialmente mayor que en otros sectores, los episodios de accidentes con fallecidos generan una atención social que a veces provoca cambios en la organización de los dispositivos, incluso más allá de lo que estrictamente se re ere a la seguridad.

LA PREVENCIÓN DE RIESGOS Y LA SEGURIDAD EN INCENDIOS FORESTALES

La seguridad en la extinción de incendios forestales, al igual que cualquier otra actividad laboral, se enmarca en el contexto legal de la seguridad en el trabajo y la prevención de riesgos laborales, aunque con particularidades que le añaden unas diferencias destacables frente a otros sectores. El marco legal de la prevención de riesgos se establece en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, pero esta misma ley ya prevé que ciertas peculiaridades impiden a la actividad de extinción de incendios encajar totalmente en las previsiones generales para otros sectores. En el artículo 3.2 establece que “la presente Ley no será de aplicación en aquellas actividades cuyas particularidades lo impidan en el ámbito de las funciones públicas de (…) servicios operativos de protección civil (…) en los casos de grave riesgo, catástrofe y calamidad pública”. Aunque el mismo artículo también dispone que “esta Ley inspirará la normativa especí ca que se dicte para regular la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores que prestan sus servicios en las indicadas actividades”. Es decir, la normativa reconoce que en la extinción de incendios no siempre será posible ceñirse a la letra de la Ley y por tanto habrá que seguir su espíritu en otras normas adaptadas a la realidad particular de los incendios.

El artículo 15 de la Ley establece una serie de principios de la prevención de riesgos, algunos de los cuales son de difícil encaje en las labores de extinción. La adaptación de las condiciones del puesto de trabajo a la persona es un requisito inasumible en una actividad en la que resulta imposible anticipar dónde se ubicará el lugar de trabajo y cuáles serán sus condiciones particulares. Por otra parte, tampoco resulta de aplicación en la mayoría de los casos el principio de preferencia de las medidas de protección colectiva frente a las protecciones individuales. Y, por último, la aplicación del principio de evitar los riesgos conlleva una decisión que no siempre es bien entendida: abandonar las labores de extinción cuando las condiciones de riesgo son tales que no es posible asumir la extinción con seguridad. En de nitiva, el enfoque general de la prevención de riesgos

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El marco legal de la prevención de riesgos se establece en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, pero esta misma ley ya prevé que ciertas peculiaridades
El enfoque general de la prevención de riesgos choca claramente con las condiciones de trabajo y las exigencias de la actividad de la extinción, por lo que claramente es necesario introducir matices a este enfoque general
Ismael Muñoz

choca claramente con las condiciones de trabajo y las exigencias de la actividad de la extinción, por lo que claramente es necesario introducir matices a este enfoque general.

Aparte del marco legal, es importante de nir el marco conceptual de la seguridad en incendios forestales, el cual es bastante amplio, y requiere de un enfoque integral que comienza desde el mismo proceso de selección de los trabajadores, continúa en aspectos habituales de la seguridad en cualquier otro sector, como la formación, los equipos de protección y los protocolos de trabajo, aunque como veremos con peculiaridades propias y , por último, utiliza la investigación de accidentes como fuente de aprendizaje que retroalimenta a elementos anteriores como la formación o los protocolos. El concepto de seguridad no debe limitarse a lo que pueda ocurrir en el incendio, ya que el bagaje material, de equipamiento, formativo y de concienciación sobre los riesgos, con el que cuenten los trabajadores, determinará el nivel de seguridad con el que afronten las operaciones.

LA SELECCIÓN, FORMACIÓN Y ENTRENAMIENTO DEL PERSONAL

supone la propagación sin control del fuego. En un contexto como el descrito resulta indiscutible que la capacidad física de respuesta para ponerse a salvo ante una situación de riesgo sea un elemento básico de seguridad para todos los trabajadores. La veri cación del umbral mínimo de aptitud física viene siendo realizada desde hace décadas a través de diversas pruebas que no solo se deberían efectuar en el momento del ingreso de los trabajadores en el dispositivo de extinción, sino que también deberían repetirse anualmente antes del inicio de cada campaña, como garantía de seguridad para los propios trabajadores. Algunas de las pruebas más tradicionales son las del banco o escalón y la prueba de la mochila, si bien existen numerosas pruebas que son igualmente válidas, siempre que evalúen tanto la capacidad aeróbica como la aptitud muscular.

Desde

el punto de vista de la seguridad, la selección del personal no debe limitarse a elegir a los candidatos más cuali cados, sino que antes de esto debe establecer un umbral mínimo de aptitud física para afrontar los trabajos de extinción con seguridad. Las tareas de extinción son una labor eminentemente física que puede requerir grandes esfuerzos. Frecuentemente se desarrolla en un entorno en el que son habituales las fuertes pendientes, los terrenos irregulares y los obstáculos naturales. Es común que las condiciones ambientales en el incendio impliquen tener que soportar elevadas temperaturas, teniendo que unir a todo ello la incertidumbre que

Junto con la aptitud física, también debe garantizarse como requisito fundamental para la seguridad del personal de extinción unos conocimientos básicos en materia de seguridad que permitan realizar las labores encomendadas y valorar los riesgos a los que el trabajador pueda enfrentarse. Puede resultar paradójico que en muchas unidades de extinción de incendios forestales se dedique durante la campaña una proporción de tiempo mayor a la formación y entrenamiento que a la propia actividad de extinción. Si bien la formación sobre riesgos laborales es hoy en día un requisito habitual en todas las actividades, incluso en las que teóricamente tienen un bajo nivel de riesgo, en la extinción de incendios adquiere especial relevancia por dos cuestiones diferenciales. En primer lugar, el elevado nivel de riesgo que pueden llegar a alcanzar las operaciones de extinción justica una formación extensa y profunda, en la que el componente práctico permita entrenar situaciones antes de afrontarlas en un incendio real. Y, en se-

Junto con la aptitud física, también debe garantizarse como requisito fundamental para la seguridad del personal de extinción unos conocimientos básicos en materia de seguridad que permitan realizar las labores encomendadas y valorar los riesgos a los que el trabajador pueda enfrentarse

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gundo lugar, la insistencia en actividades formativas sobre seguridad contribuye a elevar en los trabajadores el nivel de concienciación sobre los riesgos y la posibilidad de que se mani esten incluso de forma inesperada. Este enfoque de la formación adquiere sentido al establecer las capacidades de los trabajadores como el primer escalón de su seguridad, por encima de equipos de protección o medidas de seguridad externas.

La formación debe versar tanto sobre las peculiaridades del trabajo a realizar como sobre la compleja diversidad de riesgos que pueden presentarse en un incendio. Requieren especial atención en la formación el propio fuego, su propagación y comportamiento; así como las herramientas, máquinas y equipos empleados, algunos de los cuales tienen unos riesgos particulares muy característicos, como pueden ser el trabajo con buldóceres, medios aéreos o el empleo de la motosierra. Además de la transmisión de conocimientos a través de la formación teórica, resulta imprescindible realizar prácticas que permitan a los trabajadores ensayar en una situación controlada distintos aspectos del trabajo de extinción. En algunas operaciones, como el embarque y desembarque de helicópteros, la apertura de líneas, etc. resulta imprescindible este entrenamiento, ya que la repetición es la que permite la ejecución en situaciones reales con la su ciente seguridad. Nunca es excesivo el tiempo dedicado al adiestramiento y no debe juzgarse como un tiempo improductivo. Una unidad que se ha formado y entrenado de manera adecuada y se ha cohesionado como un equipo durante esas actividades, podrá afrontar con seguridad retos de la máxima exigencia. Una unidad que haga lo contrario, no solo tendrá limitaciones operativas, sino que podrá ver su seguridad comprometida en determinadas situaciones.

EQUIPOS DE PROTECCIÓN

De la propia naturaleza de las labores de extinción ya se deduce la imposibilidad de modi car las condiciones del puesto de trabajo, así como de aplicar protecciones colectivas, como la ley de prevención de riesgos recomienda. Por ello, los equipos de protección individual (EPI) son un elemento fundamental no solo para evitar accidentes, sino también para permitir el desarrollo de los trabajos en unas condiciones mínimas de seguridad. Algunos elementos del EPI de extinción de incendios forestales cumplen una función idéntica a la que cumplirían en otras labores forestales o en otros sectores, al evitar o disminuir los daños producidos por un eventual accidente. En esta línea podemos incluir al casco que protege ante la caída de objetos o de impactos en el cráneo ante la caída del propio operario, o los guantes que protegen de cortes y abrasiones. Sin embargo, algunos de los elementos más característicos del EPI de incendios forestales tienen además la propiedad de ser elementos que permiten realizar las labores de

extinción y resultan imprescindibles en todo momento, incluso sin que se produzca ningún accidente, ya que el normal desarrollo de la actividad implica un riesgo en sí mismo.

El caso más llamativo, quizá, es de la ropa de protección ignífuga, la cual permite acercarse al frente de llama lo su ciente como para realizar ataque directo con herramientas manuales o lanzamiento de agua cuando resulta necesario. Acercarse a las llamas ya es un riesgo que requiere protección sin que suceda ningún accidente. Otro ejemplo es el del calzado con aislante térmico en la entresuela, que permite a los trabajadores pisar suelo a elevadas temperaturas cuando tienen que moverse por un terreno que pudo estar ardiendo solo unos minutos antes. De nuevo nos encontramos con la particular naturaleza de la prevención de riesgos en los incendios forestales, ya que estos EPI que protegen ante el riesgo de las llamas o las elevadas temperaturas solo pueden hacerlo parcialmente, sin que en la práctica exista ningún EPI que realmente proteja ante un atrapamiento por las llamas. Resulta paradójico que ante el factor de riesgo más característico de los incendios que es el fuego, el EPI sea imprescindible para trabajar, aunque sin embargo no existe ningún EPI que ofrezca protección total ante el atrapamiento por el fuego. Esto lleva a insistir de nuevo en la formación y el entrenamiento como la medida preventiva más efectiva, ya que el conocimiento por el trabajador de aquello que puede hacer y cómo debe hacerlo es la única medida que siempre le mantiene del lado de la seguridad.

Por último, y en relación con los de equipos de protección, hay que hacer mención a los llamados equipos de supervivencia o de último recurso. Estamos hablando de los refugios ignífugos, individuales o para grupos, así como los elementos destinados a convertir el habitáculo de un vehículo en lugar seguro donde resistir a un atrapamiento. Estos equipos no pueden, en ningún caso, ser consideraros EPI, puesto que no previenen riesgos y permiten trabajar, sino que una vez que el accidente ocurre, tratan de mitigar sus consecuencias y mantenerlas por debajo de un umbral de daño aceptable, cosa que no siempre se consigue. Sin poner en duda su utilidad, estos equipos requieren de un elevado nivel de formación y entrenamiento para su correcto empleo. Igualmente, debe insistirse en la concienciación de los trabajadores que cuenten con estos equipos, evitando que generen una falsa idea de seguridad y lleven a pensar que un atrapamiento es un suceso admisible, ya que el refugio permitiría a los trabajadores superarlo. La premisa siempre debe ser tratar de evitar su empleo a toda costa, buscando soluciones alternativas para escapar del atrapamiento y solo cuando resulte imprescindible recurrir al refugio. No obstante, su empleo en España ha sido escaso, siendo desechados por algunos dispositivos de extinción que los utilizaron durante algún tiempo.

Los equipos de protección individual son un elemento fundamental para evitar accidentes y para permitir el desarrollo de los trabajos en condiciones mínimas de seguridad. El caso más llamativo es la ropa de protección ignífuga, que permite acercarse al frente de llama lo su ciente para realizar ataque directo

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APUNTES / EL MONTE CAMBIA

Monte Los Comunes en Riaza-Sepúlveda: el monte que no es bosque

En esta ocasión El monte cambia vuelve a los montes Los Comunes, n.os 79 y 250 del CUP de Segovia, situados en el común de Riaza y Sepúlveda y en el TM de Riaza respectivamente, para presentar el caso de unos rodales que son pastizales, siendo un ejemplo de un monte que no es bosque (San Miguel, 2009). Como en otras ocasiones, nos basamos en ortofotos de distintas fechas, en el proyecto de actuaciones, en fotografías desde el suelo y en datos tomados en campo. Se presentan dos casos: (1) la instalación de un pastizal arti cial sobre un monte bajo degradado de rebollo con abundante presencia de estepas (Cistus laurifolius), sus resultados y efectos; y (2) la recuperación de un pastizal natural, cuya

presencia se justi ca por su singular composición litológica y posición siográ ca, tras el daño producido por una actividad errónea.

El monte Los Comunes (UP 79), propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, tiene 5.224 ha de super cie pública, pobladas en principio por masas formadas por pies de origen natural de rebollo (Quercus pyrenaica), la mayor parte en un notable estado de degradación y estancamiento. El 250 es similar en este sentido. Se sitúan en la vertiente septentrional del tramo central de la sierra de Ayllón, en la cabecera del río Serrano, a uente del Duratón. En 1966, por parte del Patrimonio Forestal del Estado y previo consorcio SG - 3056, se redacta un proyecto de repoblación forestal para repoblar 4.202 ha y es-

Rafael Serrada Hierro1, Valentín Gómez Sanz2, Celso Coco Megía3, Francisco Javier Plaza Martín4, Juan Ignacio García Viñas2

1 Sociedad Española de Ciencias Forestales 2 ECOGESFOR

3 Centro Integrado de Formación Profesional Almázcara

4 Servicio Territorial de Medio Ambiente. Segovia. Junta de Castilla y León

Zona (1). (Arriba) Los Praderones: Izquierda, ortofoto de 1956; Derecha, ortofoto de 2020. Edición @eforestal

Zona 2. (Abajo) Pradera de San Benito. Izquierda: Mapa topográfico. Escala más pequeña que la ortofoto para ver localización Derecha. Ortofoto de 2020. Se aprecia que los daños que produjeron en 2019 no son apreciables en esta imagen tras la restauración aplicada. Edición @eforestal

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tablecer 545 ha de mejora de pastizales, estos para compensar el acotamiento de las super cies repobladas, y su realización mediante laboreo, siembra, abonado, riego a manta, cerramientos y abrevaderos. Nos centramos en este artículo, para el caso (1), en el paraje Los Praderones, en los rodales 9,11 y13 (UP 250) y 134 (UP 79), con una cabida de 150 ha de pastizales (ver ortofotos 1956 y 2020). Altitud de 1.100 m, zonas llanas, con posibilidad de riego y cercanía al pueblo.

Con un ombroclima húmedo (precipitación media anual en torno a 1.100 mm), ligera mediterraneidad (algo más de un mes de aridez estival) y continentalidad moderada (oscilación media anual de la temperatura de unos 30 ºC), las super cies de ambas praderas se ubican bioclimáticamente en el piso montano de la región eurosiberiana (Rivas Martínez, 1987). Suponen condiciones climáticas que Allué (1990) de ne como oroborealoides subnemorales, con unas pérdidas potenciales de agua por evapotranspiración próximas a 600 mm (carácter mesotérmico, según Thorthwaite (1948)).

Desde un punto de vista edá co, la super cie sobre la que se instaló el pastizal arti cial (zona 1) fue sometida a una intensa transformación por remoción y mezcla de los materiales (laboreo completo) que supuso la destrucción de la morfología edá ca previa a la intervención y un retroceso total en el estado evolutivo de sus suelos, Por otro lado, la pradera natural (zona 2) muestra un relieva topográ co de pequeña planicie, ligeramente inclinada y sobreelevada, lo que le con ere un comportamiento hidrológico particular que favorece el drenaje y propicia un relevante grado de aridez edá ca. La eliminación, remoción o compactación de materiales producido por una actuación inadecuada supuso la eliminación de la cubierta vegetal y también una marcha atrás en el estado del suelo. En ambos casos, sobre un substrato litológico de raña (materiales sedimentarios detríticos del Plioceno compuestos por una matriz areno-arcillosa en la que se incluyen cantos y gravas de cuarcita (GEODE)), la situación actual es de Antrosoles (IUSS Working Group WRB, 2015), de carácter ácido, condi-

ción química silícea y textura franca arcillo-arenosa (es notable la presencia de materiales nos, lo que conlleva de ciente aireación y permeabilidad), con un muy escaso grado de evolución edá ca.

La mejora de pastizales en la zona (1) supuso la siembra de las mezclas (Proyecto PFE, 1966): Festuca rubra y Onobrychis sativa; Dactylis glomerata y Medicago sativa; Festuca arundinacea, Phalaris tuberosa y Trifolium pratense; Lilium perenne y Lotus corniculatus; Arrenatherum elatius y Trifolium pratense El abonado de base se hizo con superfosfato de cal, cloruro de potasa y amonitro. Los primeros años se regaba a manta y se heni caba tras una siega, con pastoreo a diente posterior. Se realizaron resiembras a lo largo del tiempo, siendo la última en 2002; a partir de esta fecha el aprovechamiento es únicamente a diente. Se dejaron las mejores matas de rebollo, cuyo desarrollo se explica por estar situadas en lugares con mejor condición edá ca, para dar ocasión de refugio al ganado (Fotos 1).

En la actualidad, la cubierta vegetal ha evolucionado constituyendo un pastizal mesó lo con un porcentaje de cubierta total algo superior al 95 %, dominado por especies herbáceas vivaces, con cierta presencia-abundancia de las especies sembradas (todas naturales o plenamente integradas en la ora ibérica) y otras presentes en el banco de semillas del suelo o incorporadas de los espacios cercanos (directamente o a través del ganado y fauna). Entre las gramíneas destacan por su mayor abundancia

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Fotos 1 - Fotos 1 - Zona (1) Los Praderones, Rodal 134, invierno y primavera. Se dejaron las mejores matas para resguardo del ganado Javier Plaza
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, y entre las leguminosas, Trifolium subterraneum, Lotus corniculatus, Trifolium glomeratum, Trifolium arvense, Trifolium campestre y Ornithopus perpusillus, que son acompañadas de una enorme variedad de especies de otros géneros, entre los que cabe destacar Sanguisorba, Rumex, Tuberaria, Plantago, Conopodium, Carex, Parentucella, Armeria, Pilosella, Bellis, Linum, Chamaemelum, Aphanes, Carduus y Eryngium, entre otros muchos. También con alguna leñosa muy dispersa, como Santolina rosmarinifolia y Genista anglica (indicadora de cierto encharcamiento en algunas zonas). Se trata por tanto de un tipo de comunidad vegetal de origen arti cial que con la gestión llevada ha conseguido una elevadísima biodiversidad y naturalidad.

El resultado de la instalación del pastizal, su ordenado aprovechamiento y el mantenimiento de los cerramientos es disponer de un espacio cercano a Riaza sin riesgo de incendios forestales, interés paisajístico y de biodiversidad, y con capacidad de mantener los siguientes rebaños: 250 vacas casinas (asturiana de montaña) y alistana sanabresa, 250 vacas y caballos y 80 vacas limusinas (Fotos 1, 2 y 3). Todo ello con bajo coste de mantenimiento y efectos socioeconómicos de interés. Unos rodales de monte que no son bosque, y cuyo origen inicial es arti cial, tras los correctos trabajos de instalación y posteriores de mantenimiento se han naturalizado y aportan, sin requerir inversiones, servicios de gran interés ecológico, económico y social.

El otro caso, zona (2), que tenemos ocasión de presentar es el entorno de la pradera de San Benito, 4,3 ha situadas en el rodal 211 de MUP n.º 79, a una altitud media de 1.350 m, sobre la zona superior de

una loma (ver plano y ortofoto). Es una pradera de origen natural, colindante con masas arbóreas naturales, que se ha mantenido así por el uso y la condición de menor profundidad edá ca. Es colindante con la ermita de San Benito y ha sido lugar de estancia en las tradicionales romerías.

En noviembre de 2019, con tiempo muy lluvioso y ausencia de los encargados de la vigilancia del monte por estar dedicados a tareas de salvamento de un montañero extraviado en esos días, se produjeron, por error de una empresa dedicada a la extracción de maderas en la zona, unos notables daños en el tapiz herbáceo natural (Foto 4). La población local y el Ayuntamiento, alarmados, reclaman una reparación de estos daños (El Día de Segovia, 2019, Foto 4).

Los técnicos responsables abordan la reparación con trabajadores y medios del adjudicatario en la primavera siguiente, aplicando, con tractor agrícola

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Festuca rothmaleri, Festuca rubra, Poa bulbosa, Aira caryophyllea, Dactylis glomerata, Phleum pratense, Holcus lanatus, Anthoxanthum aristatum, Bromus hordeaceus, Vulpia myuros y Vulpia ciliata Foto 2. Vacas casinas en el Rodal 9.
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Foto 3. Caballos en Rodal 11.
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Rafael Serrada Javier Plaza Foto 6. (A la derecha) Dos aperos usados en la restauración de la zona

(Fotos 5 y 6) un gradeo de descompactación y una nivelación con rulo para favorecer la germinación y desarrollo del banco de semillas del suelo. Se abonó con superfosfato de cal y cloruro potásico. El resultado favorable se aprecia en la Foto 4, derecha. Las roderas y escari caciones que el paso de vehículos puede producir en el monte cuando el suelo está muy húmedo, algo que puede parecer muy alarmante, tiene una muy sencilla y barata reparación; el monte que no es bosque presenta procesos mucho más rápidos que las masas arboladas. El acondicionamiento del suelo realizado junto con el banco de semillas, los rizomas supervivientes, geó tos y el aporte de propágulos del entorno cercano muestra un ejemplo magní co de recuperación. Hoy, la cubierta vegetal es un espinar mixto claro. Presenta un estrato superior de leñosas, las más abundantes, espinosas (Rosa sp., Prunus spinosa, Crataegus monogyna, Rhamnus saxatilis, Rubus gr. ulmifolius), junto con otras inermes (Adenocarpus complicatus, Malus sylvestris, Cytisus scoparius y Juniperus communis hemisphaerica), y rellenando los claros un estrato bajo herbáceo de gran diversidad y calidad pascícola en el que se encuentran especies como Dactylis glomerata, Arrhenaterum elatius, Agrostis sp., Brachypodium sylvaticum, Lotus corniculatus, Trifolium pratente, Sanguisorba minor, Festuca sp., Bellis perennis, Arenaria montana, Polygala vulgaris, Hypericum perforatum, Geum sp., Vicia sp. y Pteridium aquifolium, Se comprueba con los casos presentados que la técnica forestal también se puede aplicar en formaciones no arbóreas, tanto para objetivos preferentemente productores como para restauraciones. La facilidad de la restauración en estas situaciones debe reducir el alarmismo que a veces producen a corto plazo algunas actuaciones en el monte.

REFERENCIAS

Allué JL. 1990. Atlas fitoclimático de España. INIAMAPA, Madrid.

El Día de Segovia. 2019. Riaza lamenta el destrozo de la pradera 'Cinco Maderas' - El Día de Segovia (eldiasegovia.es). 19 de noviembre de 2019.

GEODE. Mapa Geológico Digital continuo [en línea]. Instituto Geológico y Minero de España. Disponible en: http://info.igme.es/gis/rests/services/Cartografía_Geológica/IGME_Geode_50/ MapServer. [Fecha de consulta 27/12/2020].

IUSS Working Group WRB. 2015. Base de referencia

mundial del recurso suelo. Informe sobre recursos mundiales de suelos 106. FAO, Roma.

Rivas Martínez S. 1987. Memoria del mapa de series de vegetación de España 1: 400.000. ICONA, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid.

San Miguel A. 2009. La gestión de los montes que no son bosques: nuevos paradigmas para viejos paisajes culturales. Actas 5CFE. SECF. Ávila.

Thornthwaite CW. 1948. An approach toward a rational classification of climate. Geogr. Rev. 38: 55–94

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Foto 4. Arriba. Daños producidos por una errónea extracción de madera en la pradera de San Benito. Zona (2). Noviembre de 2019. Abajo. Estado de la misma zona (2) tras su restauración. Mayo de 2022. Foto 5. Proceso de restauración de la pradera de San Benito. Descompactación por gradeo, refinado y pase de rulo.
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Iniciación al pilotaje de drones con cámaras térmicas para la localización de jabalíes

Se describe el modo de conseguir la titulación y los requisitos administrativos necesarios para volar para un dron de 1,1 kg de peso máximo al despegue dotado de cámara térmica en entornos rurales. En segundo lugar, se exponen métodos destinados a la localización y censo de jabalíes en maizales con el n de conocer su número y distribución y optimizar su control poblacional, diferenciándolo de la caza deportiva, en un contexto de posible llegada de la peste porcina africana a España.

A lo largo del artículo se incorpora información complementaria que se podrá visualizar mediante códigos QR situados al nal de este.

INTRODUCCIÓN

Los drones se utilizan cada vez más para censar y localizar distintas especies animales. El desconocimiento de la normativa y de cómo conseguir las certi caciones necesarias para pilotarlos es una de las mayores barreras con la que se encuentran los gestores de caza e investigadores que desean utilizar esta tecnología.

Con el n de facilitar el acercamiento de esta poderosa técnica de muestreo a los neó tos en el mundo de los drones, se describirán las necesidades formativas y de certi cación necesarias para pilotar drones dotados de cámaras térmicas. Seguidamente se expondrá el modo que hemos empleado para la localización de jabalíes en grandes monocultivos, principalmente maizales. Esta técnica permite la realización de censos y mapas de distribución temporales de los jabalíes y, ante un posible futuro escenario de aproximación de la peste porcina africana a España

y en un contexto de disminución progresiva del número de cazadores y del aumento de su edad media, permite, también, optimizar el control poblacional de esta especie en las batidas que se realizan en los maizales. Cuando se sugiere la utilización de drones para aumentar la e cacia del abatimiento de jabalíes no nos referimos a la caza deportiva, en la que las piezas de caza han de tener las mayores oportunidades de lucha y huida, sino a la utilización de un método que ayude a maximizar el número de jabalíes abatidos por jornada de caza.

Con el n de que este trabajo sea lo más práctico y aplicable posible, se citarán marcas concretas, así como enlaces a páginas web comerciales con las que declaro no tener vinculación ni trato de favor de ningún tipo, pero que han sido de utilidad en el desarrollo de nuestros trabajos y que pueden serlo para otros operadores.

Para la localización de los jabalíes se pueden contratar los servicios de una empresa especializada, que pondrá a nuestra disposición su título de operador y de pilotos formados, o bien las personas

Figura 1: Jabalí en maizal visto con cámara térmica desde un dron Mavic 2 Enterprise Advance

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Alberto Fernández-Arias Montoya Doctor en Veterinaria. Jefe del Servicio de Caza y Pesca del Gobierno de Aragón
Esta técnica permite la realización de censos y mapas de distribución temporales de los jabalíes, además de optimizar el control poblacional de esta especie en las batidas que se realizan en los maizales

que vayan a pilotar los drones necesitarán habilitarse como pilotos y operadores de drones, este artículo se ha escrito pensando en este segundo escenario.

¿DRONES, UAS O RPAS?

Dron es el término más empleado para describir a las aeronaves no tripuladas y deriva del inglés «drone», que signi ca «zángano» por el zumbido que producen sus hélices. Dado que es el término que goza de mayor popularidad, es el que emplearé en este artículo.

Por el contrario, la normativa europea no utiliza el término «dron» sino el de «UAS Unmanned Aerial System» o Sistema Aéreo no Tripulado, que incluye la aeronave, la estación de control y el enlace de comunicaciones. Los «UAS» engloban, por una parte, los «RPAS Remotely Piloted Aircraft System» o Sistema Aéreo Pilotado Remotamente, que es lo que conocemos popularmente como «Dron» y, por otra, las Aeronaves de Operaciones Autónomas, que son aquellas aeronaves capaces de operar sin la intervención de un piloto. Otras denominaciones útiles para aquellos que deseen buscar información complementaria son «UA Unmanned Aircraft» o Aeronave no tripulada, «UAV Unmanned Aerial Vehicule» o Vehículo aéreo no tripulado y «RPA Remotely Piloted Aircraft» o Aeronave tripulada de forma remota.

NORMATIVA

En los últimos años, la normativa europea sobre UAS ha sufrido muchas modi caciones.

En el enlace QR1 se expone un resumen de la normativa europea actual y en el QR2 pueden consultarse la mayor parte de cuestiones legales relacionadas con los drones. La normativa para el vuelo de drones sigue cambiando y el piloto de drones deberá conocer la legislación vigente en cada momento.

En España estamos pendientes de la próxima publicación de un nuevo Real Decreto sobre el empleo de UAS.

MAVIC 2 ENTERPRISE ADVANCED

El dron que hemos empleado y que describiremos en este artículo es el «Mavic 2 Enterprise Advanced» (QR3) de la empresa DJI, al que denominaremos M2EA. La descripción de los requisitos legales para pilotar drones y de la técnica de localización de jabalíes se referirán básicamente a este modelo, aunque se podrán aplicar igualmente a otros de similares características. El M2EA es un cuadracóptero (cuatro hélices) de 1.100 gramos de peso máximo de despegue dotado de cámara dual óptica y térmica por infrarrojos.

En la actualidad, el M2EA es uno de los mejores RPAS para nuestros objetivos por la relación entre precio (algo menos de 6.000 € a nales de marzo de 2022) y prestaciones, tanto de vuelo como de resolución de la cámara térmica. Se trata de una aeronave de gran calidad diseñada para el rescate de personas.

Además de la cámara dual se vende con un altavoz, un foco y una baliza luminosa de largo alcance, muy útil para verlo en todo momento. EL M2EA es extremadamente estable aun con vientos fuertes, dispone de una cámara térmica de infrarrojos radiométrica de 640×512 px, una cámara visual de 48 MP, un zoom óptico de 4 aumento y uno digital de 32 x. Dispone de la funcionalidad DJI AirSense, un sistema de alerta que recibe datos de vuelo enviados por otras aeronaves cercanas que dispongan de transmisores ADSB, que calcula posibles riesgos de colisión y alerta al usuario para que tome las decisiones oportunas que minimicen el peligro. El M2EA puede volar en un rango de temperaturas de -10 a 40 ºC y presenta detección de obstáculos omnidireccional.

Para volarlo con seguridad deberemos estudiar su manual de instrucciones a conciencia y seguir las indicaciones que en él se exponen. DJI va implementando mejoras de software cada cierto tiempo, así que el software tanto de la aeronave como del mando de pilotaje (DJI Smart Controller) deberán actualizarse regularmente y estaremos atentos a los cambios que las actualizaciones introduzcan en nuestros equipos.

HABILITACIÓN PARA PILOTAR UN MAVIC 2 ENTERPRISE ADVANCED

Los requisitos para volar los distintos tipos de drones varían, básicamente, en función del peso de la aeronave, de que estén provistos de cámara o micrófono o no lo estén y del tipo de vuelo que vaya a realizarse (no es lo mismo volar en campo abierto que sobre una manifestación de personas). En España, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) es el organismo que establece los requisitos necesarios para la habilitación como piloto de RPAS en sus diferentes categorías y escenarios.

El piloto de un M2EA para sobrevolar terrenos rurales durante el día se certi cará para la Categoría Abierta A, subcategorías A1/A3. El temario del curso, la guía de inscripción en el curso y el examen de estas subcategorías pueden consultarse en el enlace QR4, formación para la subcategoría A1/A3.

Además de la categoría abierta, existen otras dos categorías, la especí ca y la certi cada. La «Categoría especí ca» (QR5) comprende las operaciones de UAS con un riesgo medio que no pueden realizarse en categoría abierta. Esta categoría podría ser de nuestro interés en el caso de realizar determinados tipos de vuelos englobados en los Escenarios estándar STS-ES-01 y STS-ES-02, en los que deberemos habilitarnos mediante estudios, exámenes y prácticas especí cas, por lo que será conveniente que nos dejemos guiar por una academia (QR6) que nos proporcione la formación y prácticas necesarias para la habilitación en dichos escenarios, así como para los requisitos especí cos de los vuelos nocturnos.

Por último, la «Categoría certi cada» ampara los vuelos de mayor peligro y es en la que deberá estar

Los requisitos para volar los distintos tipos de drones varían, básicamente, en función del peso de la aeronave, de que estén provistos de cámara o micrófono o no lo estén y del tipo de vuelo que vaya a realizarse (no es lo mismo volar en campo abierto que sobre una manifestación de personas)

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habilitado un piloto de UAS que vaya sobrevolar concentraciones de personas con aeronaves mayores de 3 metros, que transporten personas o mercancías peligrosas o en los que el vuelo presente riesgos elevados de otro tipo. Esta categoría certi cada no es de aplicación en el caso que describimos.

La Web de Rafael Ocón «droneguru.es» una de las más útiles para encontrar información sobre muchas de las materias relacionadas con los drones. En una de sus páginas se resumen los requisitos de formación y certi caciones necesarias para volar drones (QR7).

REGISTRO COMO OPERADOR DE UAS

Una vez disponga de las certi caciones necesarias, el piloto de un M2EA deberá registrase como operador de UAS a no ser que trabaje para una compañía que ya esté registrada como operador. Es un trámite sencillo que se puede realizar telemáticamente dándonos de alta en AESA en el enlace QR8 y solicitando el registro como operador de UAS (QR9).

SEGURO

Por último, deberemos disponer de un seguro a terceros que cubra las posibles contingencias. Hay varias compañías que ofrecen este tipo de seguros, como por ejemplo Coverdrone (QR10) empresa de seguros especializada en UAS.

PLANIFICACIÓN DEL VUELO

Una vez que hemos adquirido los conocimientos necesarios para volar con seguridad el dron, conseguido las habilitaciones que exige la normativa y que disponemos tanto del registro como operador de UAS como de un seguro que cubra las posibles

contingencias derivadas del vuelo, podemos salir a pilotar.

Lo primero que deberemos hacer es plani car el vuelo. Por un lado, determinaremos si en la zona que queremos prospectar hay restricciones al vuelo y, en el caso de que las haya, si se puede solicitar algún tipo de permiso para volar y, por otro, si hay algún peligro derivado de las condiciones climatológicas adversas o si en la parcela hay obstáculos contra los que podría chocar el dron.

A) Zonas restringidas al vuelo de drones

En muchos lugares no se puede volar un dron a no ser que dispongamos de un permiso especíco. Para conocer los lugares restringidos al vuelo de drones consultaremos el mapa de sobrevuelo de UAS de ENAIRE (QR11). Las causas más comunes de restricción son la existencia de aeropuertos, aeródromos, helipuertos y zonas militares y de seguridad, así como zonas medioambientalmente sensibles, espacios naturales protegidos y zonas de la Red Natura.

En la «Imagen 2» aparecen zonas restringidas al vuelo de UAS en el entorno de Zaragoza. En este ejemplo hemos pinchado con el cursor en una parcela cercana al Aeródromo de Tardienta. Aparecen entonces dos perímetros en azul, la zona de restricción correspondiente al propio aeródromo, de forma circular, y una zona mayor, de contorno poligonal, que se trata de una zona con restricciones temporales por ejercicios de vuelos militares. Si aumentásemos el zoom, podríamos ver distintas zonas protegidas de la Red Natura de Aragón dentro de esta área de maniobras militares (en la «Imagen 2» no aparecen). Por otro lado, en el recuadro de la izquierda de la imagen se explican las causas de las restricciones y los datos

Imagen 2: Zonas restringidas al sobrevuelo con UAS en el entorno del Aeródromo de Tardienta (Zaragoza)

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En muchos lugares no se puede volar un dron a no ser que dispongamos de un permiso especí co. Las causas más comunes de restricción son la existencia de aeropuertos, aeródromos, helipuertos y zonas militares y de seguridad, así como zonas medioambientalmente sensibles, espacios naturales protegidos y zonas de la Red Natura

de contacto de las entidades competentes a las que se podrían solicitar los permisos de sobrevuelo.

Por su parte, el M2ED presenta en su software de vuelo un geofencing propio que impide que volemos alrededor de lugares considerados de alto riesgo como aeropuertos, estadios deportivos, centrales nucleares, etcétera. Para saber cómo desbloquear el geofencing se pude consultar el enlace QR12

B) Meteorología:

El M2EA es una aeronave con grandes prestaciones, aun así, las condiciones climáticas extremas le pueden afectar. El frío y el viento fuerte reducen el tiempo de funcionamiento de las baterías. DJI recomienda no volarlo con viento superior a 10 metros/ segundo (equivalente a 36 Km/hora o 19,4 nudos). No se debe volar con lluvia o nieve intensa, niebla o bruma porque, por un lado, pueden afectar a los componentes de la aeronave y, por otro, porque para volar el dron deberemos poderlo ver. Por ello, conviene consultar con anterioridad al vuelo páginas de meteorología como Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) (QR13), Wind nder (QR14) o Windy (QR15) que también se pueden descargar como apps en móviles y tablets.

C) Obstáculos en la zona de sobrevuelo

Antes del vuelo, conviene consultar mapas topográ cos y ortofotos para detectar posibles obstáculos contra los que podría chocar el dron. Los más comunes son líneas eléctricas, molinos de viento, pívots de regadío, silos u otros edi cios, árboles o la propia elevación del terreno. Al llegar al lugar de sobrevuelo volveremos a comprobar mediante observación directa la localización de estos obstáculos y plani caremos el vuelo de tal forma que evitemos colisiones.

D) Tipos de vuelos dependiendo del contacto visual que mantengamos con el dron

a) VLOS (Visual Line of Sight), son los vuelos en los que el piloto mantiene contacto visual directo con el dron sin la ayuda de dispositivos ópticos o electrónicos de aumento. Son los vuelos más comunes y no requieren autorizaciones especiales de AESA. Por normativa el alcance visual máximo está establecido en 500 metros, no obstante, la distancia máxima a la que deberemos volar el dron será, en este rango máximo de 500 m, la que nos permita seguir viéndolo.

b) EVLOS (Extended Visual Line of Sight) son los vuelos en los que el piloto no ve directamente el dron, sino que es guiado por observadores que disponen de los conocimientos teóricos precisos y que se mantienen en contacto permanente por radio con el piloto. Este tipo de vuelo es de interés en la prospección de grandes extensiones de maíz.

c) BVLOS (Beyond Visual Line of Sight) son los vuelos en los que ni el piloto ni sus ayudantes

mantienen contacto visual directo con el dron por estar más alejado del alcance visual. Estos vuelos tienen muchas más restricciones.

E) Altura máxima de vuelo de los drones En categoría abierta la altura máxima sobre el terreno a la que podemos volar será de 120 metros del punto más próximo a la super cie.

OTROS COMPONENTES NECESARIOS Y RECOMENDACIONES

En el momento de la compra, conviene adquirir una correa de cuello (QR16) para evitar que el mando de control de la aeronave, el DJI Smart Controller, se nos pueda caer de las manos. Por otro lado, para evitar que el M2EA se estropee durante los aterrizajes, es conveniente comprar una estación de aterrizaje tipo STARTRC Drone Landing Pad de 80 cm de diámetro (QR17) y los problemas espacio para el almacenamiento de imágenes los solucionaremos con una tarjeta microSD de memoria (QR18) de 64 Gigas o más y de alta velocidad de grabación. Por otro lado, dado que las baterías en la práctica tienen una duración de unos 25 minutos, es conveniente comprar baterías suplementarias y tener la precaución de llevarlas totalmente recargadas. Otro consejo práctico es que la primera carga de las baterías nuevas no la hagamos con el cargador múltiple que nos entregan con el kit de compra sino con el cargador individual, ya que las baterías se bloquearán si la primera carga no se hace de forma individual. Un tutorial con el que arreglamos este problema, por otro lado bastante común, es el descrito en el QR19.

Por otro lado, si el DJI Smart controller indica que debemos calibrar el IMU o la brújula, lo haremos antes de volar la aeronave.

EL PROBLEMA DE JABALÍ

En España y en otras partes del mundo las poblaciones de jabalí están en claro aumento. Las causas más directas son la precocidad reproductiva, alta proli cidad y gran adaptabilidad a diferentes entornos y recursos tró cos del jabalí, así como el aumento del hábitat idóneo para esta especie debido al incremento de la super cie forestal y a la existencia de grandes monocultivos, principalmente maizales, en los que se refugian.

Una elevada población de jabalíes tiene como consecuencias negativas el aumento de accidentes de trá co y de daños a cultivos, la predación sobre otras especies silvestres, su posible transmisión de enfermedades infecciosas a las personas, su afección a la seguridad de las personas y sus mascotas en entornos urbanos y la contribución en la propagación de enfermedades, como la peste porcina africana.

A este respecto, debemos señalar que, en 2019, la producción porcina supuso el 42 % de la producción nal ganadera de España y que más del 40 % de esta producción se exporta a países terceros que no reconocen la regionalización. Es por ello, que pode-

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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Antes del vuelo, conviene consultar mapas topográ cos y ortofotos para detectar posibles obstáculos contra los que podría chocar el dron. Los más comunes son líneas eléctricas, molinos de viento, pívots de regadío, silos u otros edi cios, árboles o la propia elevación del terreno

mos asegurar que la llegada de la peste porcina africana a nuestro país tendría gravísimas consecuencias económicas no solo para el sector ganadero sino también para el resto de la economía española.

En agosto de 2021, se aprobó el «Plan de Acción en la gestión sostenible a medio y largo plazo de las poblaciones de jabalíes silvestres en España» que incide en la necesidad de disminuir las poblaciones de esta especie. En España el control efectivo y legal del jabalí solo se puede hacer mediante la caza y el trampeo en vivo. El envejecimiento de la población de los cazadores (media de 57 años en Aragón) así como la falta de relevo generacional obligarán al diseño de nuevas estrategias que optimicen la e cacia los recursos humanos y temporales destinados a las capturas de jabalíes. Es de prever que, en pocos años y al menos de forma parcial, el control del jabalí pase de ser una actividad lúdica a profesionalizarse (QR20).

Un hábitat relativamente nuevo y muy favorable para el jabalí lo constituyen las grandes extensiones de monocultivos, principalmente de maíz. En estos cultivos, el jabalí consigue un refugio con abundante comida, en el que se siente seguro y en el que la realización de batidas presenta di cultades.

Tradicionalmente, en Aragón el área a batir de un maizal se decide en función de los rastros y hozaduras que los jabalíes dejan en las márgenes del cultivo. Un problema que conocen bien los cazadores son las batidas en las que, instaladas las señales de aviso de batida, colocada la línea de tiradores y soltados los perros, los jabalíes ya no están en la parcela donde habían dejado los rastros con lo que la e cacia de la batida es nula. La localización aérea de los jabalíes presentes en un maizal antes de la realización de la batida incrementará la proporción de ejemplares cobrados.

LOCALIZACIÓN DE JABALÍES EN MAIZALES

A) ¿Por qué es necesaria una cámara térmica?

Dentro de los maizales, los jabalíes, al igual que otros animales, son difícilmente distinguibles desde el aire con una cámara óptica, sin embargo, se ven con mucha facilidad al utilizar una cámara térmica. Podemos apreciar las diferencias en la siguiente imagen.

La imagen generada por la cámara térmica es el resultante de la radiación térmica del jabalí propiamente dicha, de su emisividad y de factores circundantes como la humedad ambiental y, sobre todo, la temperatura del terreno.

B) Procedimiento para la localización de los jabalíes

a) Hora del día:

Para localizar los jabalíes es conveniente que el terreno esté frío. Por eso, en los días que el sol vaya a calentar el suelo es mejor realizar los vuelos durante las primeras horas de la mañana. En los días fríos del invierno podremos volar a cual-

quier hora. Igualmente podemos volar de noche, pero para eso necesitaremos la habilitación en el Escenario estándar de vuelo nocturno comentado anteriormente.

b) Meteorología: Antes del vuelo consultaremos la previsión meteorológica de tal forma que nos aseguremos de que podremos volar sin lluvia, nieve, niebla ni bruma. Podremos volar con viento de hasta 36 km/hora, que es viento bastante fuerte.

c) Ubicación del piloto: Idealmente, el piloto se colocará en el exterior de la parcela a prospectar hacia su mitad para poder cubrir la mayor parte de terreno a derecha e izquierda. Con visualización directa del dron en vuelo VLOS el piloto alejará el dron como máximo a 500 metros. Podríamos situarnos en el centro de la parcela subidos a un pívot, por ejemplo, con lo que en teoría cubriríamos legalmente un área circular de unas 78 hectáreas, pero, en la práctica, esto es más incómodo que hacerlo desde una pista forestal o camino ya que hay que atravesar el cultivo. Por otro lado, podemos plani car un vuelo BVLOS con la ayuda de observadores-ayudantes del piloto lo que permitirá la prospección de un área mayor sin que el piloto tenga que moverse de ubicación. Aunque no es imprescindible, intentaremos posicionarnos elevados sobre la parcela a prospectar, bien mediante una elevación natural del terreno o subiendo a un tractor o pick up estacionados.

d) Altura de vuelo

Por normativa, volaremos siempre por debajo de 120 metros sobre el terreno. Cuanto más alto volemos por debajo de los 120 metros, más área de prospección abarcará la cámara. Según el estado de crecimiento del cultivo y de la práctica en detectar los animales que tenga el piloto volaremos más alto o más bajo.

e) Paleta de colores

En la pantalla del DJI Smart control podremos visualizar las imágenes infrarrojas de la cámara térmica con diez paletas de color diferentes. Solemos utilizar la denominada «Hot Iron» (Imagenes 1, 3 y 6) en la que los jabalíes se ven en

Imagen 3: Comparación de la misma imagen de jabalíes dentro de un maizal con cámara óptica y cámara térmica

relativamente

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Un hábitat
nuevo y muy favorable para el jabalí lo constituyen las grandes extensiones de monocultivos, principalmente de maíz. En estos cultivos, el jabalí consigue un refugio con abundante comida, en el que se siente seguro y en el que la realización de batidas presenta di cultades

tonos naranjas, amarillos y rojos intensos destacando con facilidad sobre el terreno. Otras dos paletas útiles son las «White Hot» y «Black Hot» (Imagen 5).

f) Modo de prospección manual:

El piloto prospectará la parcela en búsqueda de jabalíes haciendo recorridos lineales o en zigzag. Es un método apropiado para parcelas no muy grandes, pero en las de mayor tamaño es fácil que dejemos zonas sin prospectar o que sobrevolemos varias veces una misma zona. Para mejorar la precisión de la búsqueda podemos programar el vuelo mediante una Misión de vuelo con la función Cartografía.

g) Modo de prospección en Misión vuelo con la

función Cartografía

Para prospectar de forma e caz una parcela grande podemos programar con el DJI Smart Controller una misión de vuelo con la función cartografía. La programación del vuelo es relativamente sencilla y hará que el dron vuele en zigzag, reticulando toda la parcela de forma automática, es decir, sin control manual por parte del piloto. Si se desea, se puede parar el dron y abortar la misión de vuelo pasando a control manual si avistamos jabalíes y queremos verlos con mayor detalle o si detectamos un peligro. Para programar la misión de vuelo utilizaremos el programa DJI Pilot instalado en el DJI Smart Controller.

Abriremos la pestaña «Misión de vuelo» y, a continuación, «Crear ruta» y «Cartografía». En la ortofoto se localiza la parcela que queremos prospectar y al tocar con el dedo encima de la parcela aparecerá un rectángulo con un recorrido en zigzag sugerido. Arrastramos las esquinas del rectángulo y lo transformamos en un polígono que cubra toda la parcela que queramos sobrevolar (Imagen 4). En «Tipo de cámara» se indicará la «Mavic 2 Enterprise Advanced Thermal».

Los parámetros que nosotros hemos venido utilizando hasta ahora suelen ser los siguientes: foto con temporizador; altitud (se trata de altitud relativa con respecto al punto de despegue) entre 60 y 90 metros; velocidad de despegue 10 m/s; velocidad de vuelo entre 3 y 5 m/s según la visibilidad; «optimización de elevación» OFF; «Alnalizar» marcamos «Regreso al punto de origen». En Con guración avanzada, dado que no estamos mapeando una cartografía de precisión, sino prospectando un terreno para ver animales, el ratio de superposición tanto lateral como frontal que aparece como defecto se puede disminuir mucho con el n de que la prospección sea más rápida y no se consuman las baterías. Aquí, al igual que con la altura de vuelo, conviene hacer pruebas personales para determinar nuestras preferencias. El «ángulo de rumbo» es el ángulo de vuelo de prospección del dron con respecto

al norte. En la pestaña «Margen» conviene dejar unos 15 metros para observar las lindes del cultivo. La cámara puede dirigirse totalmente en vertical hacia abajo o inclinarla unos grados inclinada hacia delante.

A medida que el dron sobrevuela la parcela podremos ver los jabalíes que hay en ella, además se irán realizando las fotos programadas y, manualmente, podremos grabar en vídeo los momentos que nos interesen.

h) Otras especies e imágenes que pueden inducir a error:

Con la cámara térmica del M2EA, además de los jabalíes, se detectarán el resto de especies que estén en la zona prospectada, normalmente conejos, liebres, zorros, mustélidos, corzos, ra-

el dron

medida

Imagen 5: Foto superior: Zorro (a la izquierda) y conejo (derecha) en maizal a con paleta cromática White Hot Foto inferior: zorro en plantación de maíz con paleta Black Hot

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Imagen 4: DJI Smart Controller en la que se visualiza una parcela en la que se ha programado una Misión de Vuelo con función Cartografía
A
que
sobrevuela la parcela podremos ver los jabalíes que hay en ella, además se irán realizando las fotos programadas y, manualmente, podremos grabar en vídeo los momentos que nos interesen

tones, topillos e incluso pájaros cuando volemos a baja altura. Es posible confundir las especies de mayor tamaño que estén recostadas con un jabalí encamado, sobre todo si volamos alto. Aun así, cada especie tiene diferentes patrones térmicos que ayudan a diferenciarlas en cuanto se adquiere un poco de práctica.

La cámara infrarroja es muy sensible y un jabalí recién levantado de su encame deja una mancha térmica en el suelo debido al calor residual que su cuerpo ha transmitido al terreno en el que estaba echado. Esta mancha térmica desaparece al cabo de uno o dos minutos, pero puede confundirse con otro ejemplar. De nuevo, la práctica ayuda a diferenciar con relativa facilidad los dos tipos de imágenes (Imagen 5).

En ocasiones, las tapas de los registros de los colectores en los regadíos pueden dar una imagen similar a la de un jabalí echado. En la fase de aprendizaje, cuando ocurran estas circunstancias es conveniente meternos en el maizal y llegar hasta lo que nos induce a error para aprender a discernir a qué se corresponden las imágenes térmicas que estamos observando.

Con el suelo muy caliente las imágenes con la cámara infrarroja no son claras, sobre todo si los jabalíes están quietos, por eso es recomendable volar al principio de la mañana o en días fríos.

CENSO DE JABALÍES EN MAIZALES

La determinación de las densidades de jabalíes se puede hacer utilizando varios métodos. En el siguiente artículo se citan diversos métodos de localización y censos de jabalíes con drones y cámaras térmicas en medios forestales (QR21). Los métodos de censo se resumen a continuación.

A) Transectos lineales en los que el dron efectúa vuelos lineales ya programados y se cuentan los jabalíes. Aplicando programas estadísticos podremos tener una estimación de los jabalíes que hay en el área prospectada.

B) Conteo en puntos aislados (QR22), consiste en desplazar el dron hasta un punto determinado y una vez allí y mantenerlo en vuelo estacionario mientas se gira 360º, primero con la cámara dirigida hacia abajo y luego con diferentes ángulos. Posteriormente se aplican los programas estadísticos para la estimación de los ejemplares presentes en el área prospectada.

C) Determinación de los jabalíes existentes en una parcela mediante Misión vuelo con la función Cartografía.

Hemos descrito la metodología en el apartado 11. B) g). Junto con el pilotaje manual, es el método que solemos emplear para la detección de jabalíes. Con este método se localizan todos los jabalíes existentes en una parcela.

Durante la misión de vuelo podremos simplemente visualizar lo que hay debajo del dron o programar la

grabación de vídeo durante el vuelo o la toma seriada de fotografías. Los archivos grá cos que obtengamos podrán servir en el futuro para un conteo manual o para un análisis automático mediante programas que discriminen las distintas manchas térmicas que aparezcan en los vídeos o fotos y las asocien a determinadas especies calculando así las densidades de las distintas especies animales presentes.

LOCALIZACIÓN DE JABALÍES PARA DECIDIR LA ZONA A BATIR Y OPTIMIZAR EL ESFUERZO DE CAZA

Con el empleo de este método no estamos contribuyendo a nada que se parezca a la caza deportiva, sino que, bajo determinadas circunstancias que obligan al control poblacional del jabalí en su vertiente más prosaica, utilizamos un medio técnico que nos ofrece ventajas. Para ello prospectaremos de forma previa a las batidas las parcelas en las que pudieran estar encamados los jabalíes. La localización se puede llevar a cabo la tarde anterior o el mismo día antes de la cacería. Si es en el mismo día, en las parcelas grandes, una vez localizados los jabalíes se puede dejar el dron en vuelo estacionario sobre los jabalíes para indicar su posición y dirigir hacia ese lugar el esfuerzo de caza.

CONCLUSIÓN

La utilización de drones con cámaras térmicas optimiza en gran medida el esfuerzo de prospección de jabalíes en maizales Es sabido que es difícil introducir cambios en las rutinas de trabajo existentes, por lo que hay quien considera que es una técnica futurista y de poco alcance. Mi opinión es que los drones han llegado al mundo de la gestión de la vida salvaje para quedarse y que, con las mejoras técnicas que se van produciendo en los nuevos modelos todos los años, se emplearán cada vez más y se convertirán en

Imagen 6.

Jabalí recién levantado de su encame y mancha térmica que desprende el suelo aún caliente por la temperatura corporal trasmitida por el jabalí al suelo durante el encame

Foto superior: altura de sobrevuelo 9 metros, jabalí a la izquierda y mancha térmica del encame a la derecha

Foto inferior: altura de sobrevuelo 60 metros, jabalí abajo centro y mancha térmica del encame arriba derecha

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Los drones han llegado al mundo de la gestión de la vida salvaje para quedarse. Con las mejoras técnicas que se van produciendo en los nuevos modelos todos los años, se emplearán cada vez más y se convertirán en un instrumento de uso común

un instrumento de uso común. Como escribió Douglas Adams, «todo lo que ya está en el mundo cuando naces es simplemente normal; cualquier cosa que se invente entre ese momento y antes de que cumplas los treinta es increíblemente emocionante y creativo y, con un poco de suerte, puedes convertirlo en una carrera; cualquier cosa que se invente después de

los treinta va en contra del orden natural de las cosas y es el principio del n de la civilización tal como la conocemos hasta que ha existido durante unos diez años cuando gradualmente resulta que realmente está bien». Esperemos unos años y comprobemos en 2032 la utilización de los drones en la gestión diaria del medio natural que prevemos que será masiva.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Anexo 1: Códigos QR que remiten a los enlaces Web citados en el texto

Cambio climático y regeneración de los bosques

En las décadas de 1950 y 1960 se hicieron extensas repoblaciones por toda la España mediterránea, que en muchos lugares fueron exitosas. Varias décadas después, repoblaciones hechas con planta de buena calidad y mayores medios fracasan con frecuencia. Además, muchas de las masas forestales que fueron plantadas, sobre todo de pinos, se han desarrollado, pero tienen problemas de regeneración. Y también muchas masas de encinas, quejigos o melojos tienen dificultades para regenerarse de bellota, y subsisten gracias a su capacidad de rebrote. Cabe preguntarse qué ha ocurrido en estos años para encontrarnos ante esta situación.

El clima mediterráneo se caracteriza por su verano seco y caluroso, que parte en dos el periodo vegetativo. Ese periodo seco supone un reto para los vegetales, que han desarrollado diversas adaptaciones. Una es desarrollarse aceleradamente en los periodos favorables, y morir al final, dejando sus semillas. Otra es la esclerofilia, endureciendo las hojas para sobrevivir el estío sin perder la hoja, lo que supondría no aprovechar el periodo otoñal o tener que hacer un gran esfuerzo para una nueva foliación. Son especialmente sensibles las jóvenes plántulas, que con apenas unos meses de vida deben superar su primer verano; de hecho, cerca del 90 % mueren (Castro et al., 2004).

Un pequeño cambio en las condiciones estivales puede hacer que la mortandad de plántulas aumente, poniendo en riesgo la regeneración de los bosques. De hecho, se podría alcanzar un punto de inflexión, en que esa regeneración deje de ser posible. A menudo se achacan los problemas de regeneración a una mayor sequía. Un análisis estadístico de los datos meteorológicos de varias estaciones del centro de España apunta a que la reducción de la precipitación estival y el aumento de la duración del periodo seco no son estadísticamente significativos, pero el aumento de la temperatura si lo es (Enríquez de Salamanca 2022).

El aumento de la temperatura incrementa el déficit de presión de vapor, y con ello aumenta el estrés fisiológico de las plantas (Will et al. 2013; Broz et al. 2021). Esto afecta a toda la vegetación, pero de forma muy notable a las jóvenes plántulas de

especies forestales. La afección es mayor en especies en su límite ecológico, como por ejemplo Pinus sylvestris, una especie boreo-alpina que alcanza la Península en zonas de montaña (Mendoza et al. 2009). Es previsible un aumento de cota progresivo de las especies, para adaptarse a la nueva situación, aunque no siempre será viable, por razones ecológicas o por la antropización del medio.

Es esencial favorecer la regeneración de los bosques, para lograr su adaptación al cambio climático y su persistencia futura. Entre las medidas recomendadas está el cambio de especies principales en algunos lugares, emplear plantas de regiones de procedencia más secas, contenedores que permitan un mayor desarrollo radicular, hoyos más profundos, emplear hidrogeles o el sombreado de las plantas o su plantación bajo matorrales para reducir la insolación (Chirino et al., 2009; Hlásny et al., 2014; Konnert et al. 2015; Seidel et al., 2016).

Es preciso actuar ya para garantizar la persistencia futura de los bosques con problemas de regeneración, para evitar que terminen sufriendo una progresiva transición hacia matorrales.

REFERENCIAS

Broz A, Retallack GJ, Maxwell TM et al. 2021. A record of vapour pressure deficit preserved in wood and soil across biomes. Sci. Rep. 11: 662.

Castro J, Zamora R, Hódar JA et al. 2004. Seedling establishment of a boreal tree species (Pinus sylvestris) at its southernmost distribution limit: Consequences of being in a marginal Mediterranean habitat. J. Ecol. 92, 266–277.

Chirino E, Vilagrosa A, Cortina J et al. 2009. Ecological restoration in degraded drylands: the need to improve the seedling quality and site conditions in the field. En: Grossberg SP (Ed.) Forest Management, 85-158. Nova, New York.

Enríquez de Salamanca, Á. 2022. Effects of climate change on forest regeneration in Central Spain. Atmosphere 13: 1143.

Hlásny T, Mátyás C, Seidl R et al. 2014. Climate change increases the drought risk in central European forests: What are the options for adaptation? Lesn. Cas. For. J. 60(1): 5-18.

Konnert M, Fady B, Gömöry D et al. 2015. Use and transfer of forest reproductive material in Europe in the context of climate change. EUFORGEN, Bioversity International, Rome.

Mendoza I, Zamora R, Castro J. 2009. A seeding experiment for testing tree-community recruitment under variable environments: Implications for forest regeneration and conservation in Mediterranean habitats. Biol. Conserv. 142(7): 1491–1499.

Seidel H, Schunk C, Matiu M et al. 2016. Diverging drought resistance of scots pine provenances revealed by infrared thermography. Front. Plant Sci. 7: 1247.

Will RE, Wilson SM, Zou CB et al. 2013. Increased vapor pressure deficit due to higher temperature leads to greater transpiration and faster mortality during drought for tree seedlings common to the forest–grassland ecotone. New Phytol. 200(2): 366-374.

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Álvaro Enríquez de Salamanca Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales Draba Ingeniería y Consultoría Medioambiental y Universidad Complutense de Madrid
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ENTREVISTA

Juan Luis Peñuelas, ex director del del Centro Nacional de Recursos Genéticos

Forestales “El Serranillo”

“Nuestras plantas prefieren sobrevivir a crecer”

Foresta

Juan Luis Peñuelas ha sido el director del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales “El Serranillo”, en Guadalajara, desde 1985. Recién jubilado repasa algunas de las actividades más importantes desarrolladas en ese tiempo, algunas de ellas a la espera de medir definitivamente sus resultados. Ha sido un trabajo a largo plazo que requería de visión estratégica, constancia y toneladas de paciencia. Confiesa que le habría encantado continuar en su puesto, es la ventaja de unir pasión y trabajo, de hecho, en la entrevista habla muchas veces en presente, como si aún fuese el responsable del centro, o un componente más, que tendrá que comprobar mañana cómo evoluciona el último ensayo.

Han sido muchos años como responsable del centro de El Serranillo, señal de que los objetivos, como mínimo, se han ido cumpliendo.

Sí y además he tenido bastante libertad para desarrollar lo que yo he creído que debíamos hacer. Nunca me han obligado a ir en una determinada dirección y durante todo este tiempo mi Dirección General ha aceptado mis propuestas de trabajo. En ese aspecto estoy francamente agradecido a la postura y con anza de mis superiores.

Tengo la impresión de que El Serranillo no se conoce lo suficiente incluso por el propio sector forestal. Yo también tengo esa sensación. Seguramente haya sido un fallo mío y no haya sabido promocionarlo. También es cierto que nosotros hemos trabajado en un área muy concreta de semillas-plantas que evidentemente

no abarca a todo el sector forestal. Aun así, creo que sí que hemos sido útiles al sector al que hemos proporcionado conocimientos y utilidades.

¿Centro de investigación o de experimentación?

En realidad ha sido un híbrido, pues junto a líneas muy pragmáticas como es la línea del abastecimiento de semillas, hemos trabajado en otras que han tenido a veces un claro contacto con la investigación como es el caso de los trabajos para protocolizar el cultivo y la calidad de la planta forestal. He tenido la impresión de que nuestro Ministerio nunca ha querido admitir que en el centro se hacía investigación, porque si lo hubiesen hecho posiblemente nos habrían pasado al INIA. La palabra clave es experimentación, incluso en la página web aparece como centro de experimentación.

¿De haber tenido consideración de centro científico el trabajo del centro habría sido muy distinto?

No sé lo que hubiera podido pasar. Posiblemente hubiéramos trabajado buscando nuevos conocimientos de base en lugar de haber aplicado los conocimientos existentes a situaciones reales, que es lo que de verdad hemos hecho. En realidad, podría decirse que El Serranillo ha seguido una línea de investigación aplicada.

¿Cuáles han sido las líneas fundamentales de investigación y experimentación desarrolladas en el centro en estos años?

Hemos incrementado sustancialmente el conocimiento existente en cuanto al manejo de semillas así como en lo referente a la producción y la calidad de la planta forestal. En nuestras semillas hemos desarrollado un enorme trabajo para protocolizar los procesos analíticos y para eliminar las latencias que mejoraran los porcentajes de germinación en los viveros. Del mismo modo hemos trabajado en la búsqueda de la mejor tecnología para producir y conferir calidad a nuestras plantas forestales. En programas a largo plazo hemos abordado la mejora genética, línea con la que yo he sido crítico pues tenía como objetivo el mejorar genéticamente especies arbóreas del centro peninsular con vistas a la producción maderera.

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¿Por qué ha sido crítico con esta línea de mejora genética?

Porque la sensibilidad de la sociedad española ha cambiado mucho en los últimos años. Hoy día se valora más un monte en pie que uno cortado, que aunque genera unas rentas madereras suele dejar en el medio unas cicatrices que la sociedad cuestiona. Mejorar genéticamente para producir madera a especies como el Pinus halepensis o el P. nigra nunca lo he visto claro. He intentado en lo posible redirigir estas líneas hacia a la adecuación ecológica de estas especies.

El abastecimiento de semillas ha sido una de las líneas de trabajo más reconocidas del Serranillo. Su labor de selección, tratamiento y venta de semilla de calidad ha sido fundamental en la recuperación de determinadas especies con origen de procedencia

El trabajo del Centro enfocado al abastecimiento a nivel nacional de se-

El Serranillo ha sido un híbrido, pues junto a líneas muy pragmáticas como es la línea del abastecimiento de semillas, hemos trabajado en otras que han tenido a veces un claro contacto con la investigación como es el caso de los trabajos para protocolizar el cultivo y la calidad de la planta forestal.

millas ha permitido al sector abastecerse de semillas en calidad y en cantidad para los proyectos desarrollados en estos años. Para ello, cada año se desarrollan campañas de recogidas de frutos por toda España. Los frutos son procesados y sus semillas analizadas en nuestros laboratorios, almacenadas en las cámaras frigorí cas y expedidas para abastecer al mercado. En esta área hay que destacar las reservas estratégicas de semillas que ha mantenido el centro para hacer frente a las restauraciones forestales

por grandes catástrofes medioambientales como los incendios o para mantener acerbos genéticos en lugares donde las poblaciones locales tengan peligro de desaparición.

Le he leído en algún artículo suyo que España, a pesar de ser uno de los países que más ha reforestado en todo el mundo, ha desdeñado siempre la calidad de planta ¿cómo es posible?

En ninguna monografía antigua dedicada al tema reforestador se es-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Ismael Muñoz

boza el concepto de calidad de la planta como favorecedora del arraigo y desarrollo y quizás ello sea debido a que cuando en la época en la que reforestábamos cientos de miles de hectáreas al año, la preocupación del sector no era en muchos casos el lograr la repoblación sino cumplir una función social de generar puestos de trabajos en zonas desfavorecidas. La urgencia de reforestar sea como fuera anuló cualquier otra consideración. Cuando al inicio del Serranillo contacté con compañeros de brigadas reforestadoras me di cuenta que no existía una idea cierta de lo que era una planta buena o mala y todo el mundo trabajaba con un paradigma convertido en verdad absoluta: “la planta forestal tiene que ser pequeña, endurecida y castigada”.

En tantos años de repoblaciones ¿nadie se ocupó de la calidad de la planta?

Se plantaban más plantas por hectárea de la que silvícolamente era adecuado, porque era una forma de generar más jornales. Si después se moría una parte importante de ellas tampoco tenía mayor importancia. Si ponemos 5.000 plantas y se nos mueren 4.000, quedaban 1.000 plantas en la hectárea, es decir, se habían cumplido los objetivos sociales y forestales. La calidad de la planta como favorecedora del arraigo solo empezó a considerarse cuando el problema social se atenuó y subieron los precios de los jornales. Cuando El Serranillo apareció en escena en 1985 nos dimos cuenta de esta situación y nos propusimos trabajar y desarrollar el concepto de calidad.

¿Por dónde empezaron la investigación?

Por la producción de planta. En los primeros años nos dedicamos a generar un protocolo de producción de planta, que denominamos tecnología de ambiente controlado (TAC). Primero aprendimos a producir y después trabajamos la calidad de planta.

¿En qué consiste esa tecnología?

Se trata de dirigir y controlar el proceso de producción de la planta. Con los anteriores sistemas de producción

Cuando al inicio del Serranillo contacté con compañeros de brigadas reforestadoras me di cuenta que no existía una idea cierta de lo que era una planta buena o mala y todo el mundo trabajaba con un paradigma convertido en verdad absoluta: “la planta forestal tiene que ser pequeña, endurecida y castigada”.

a raíz desnuda y en bolsa de plástico era la planta quien dirigía el cultivo. No había prácticamente ninguna actuación relevante del cultivador. La planta se desarrollaba bien o mal y no había más. Los norteamericanos y los franceses, en el área mediterránea, fueron los pioneros en el desarrollo de esta técnica TAC en sus especies forestales y nosotros en el Serranillo hicimos lo mismo con nuestras principales especies. Durante años estudiamos la in uencia de los factores de producción más relevantes: contenedores, sustratos, condiciones ambientales de luz, agua, humedad, nutrición, micorrización, endurecimiento…

¿Cuáles fueron las principales enseñanzas que extrajeron del análisis de los factores de producción?

Empezamos a ver en cada especie donde estaban los niveles límites y los óptimos de manejo de cada factor. Vimos, por ejemplo, que producir P. pinaster en altas densidades era un error porque era atacado por Botritis y que la mejor manera de producir encina era utilizando contenedores más profundos que permitieran generar una raíz pivotante de mayor longitud. Comprobamos que la fertilización nitrogenada era un fantástico medio para modular los crecimientos, pararlos o acelerarlos. Descubrimos el error que supone mezclar sustratos orgánicos con sustratos minerales y lo importante que era utilizar sustratos porosos que mantengan aire en su interior y permitan la respiración de las raíces.

El siguiente paso fue comprobar la calidad de la planta, es decir, por qué una planta sobrevive y otra, aparentemente igual, muere en condiciones parecidas.

La calidad de la planta se manifiesta sobre todo en medios y condiciones ambientales hostiles y para ello debíamos aprender cuales eran las estrategias que emplean nuestras las plantas para sobrevivir. No es lo mismo un pino que un Quercus.

Así es. La calidad de la planta se mani esta sobre todo en medios y condiciones ambientales hostiles y para ello debíamos aprender cuales eran las estrategias que emplean nuestras las plantas para sobrevivir. No es lo mismo un pino que un Quercus. Vimos rápidamente que calidad era una cuestión siológica y empezamos estudiar parámetros funcionales relacionados con los estados hídricos y nutricionales y para ello tuvimos la suerte de incorporar a cientí cos formados en el campo agrícola que nos aportaron su conocimiento y experiencia. Estudiamos el uso de las reservas, la jación de los carbohidratos fotosintetizados y bajo qué condiciones se usa uno u otro, cuál es la preferencia entre las estrategias, cuál es su capacidad de resistencia al estrés hídrico, etc.; en de nitiva, aspectos todos ellos prácticamente desconocidos en especies xéricas españolas.

¿Qué factor es el que comprobaron como más importante?

La sequía y el estrés hídrico que genera en la planta es lo que produce su muerte en una plantación. Es imposible que una planta recién puesta en campo

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sobreviva un verano típico sumergida en un terreno que está seco en sus primeros 40-50 cm de profundidad. Para que una planta sobreviva a esta situación debe de “escapar” de esa zona seca y sus raíces deben de alcanzar la zona de humedad permanente. Calidad es dotar a la planta de los medios para que pueda alcanzar ese objetivo.

¿Tienen alguna herramienta de defensa las plantas frente a ese estrés hídrico?

Cada especie tiene su propia estrategia de vida marcada genéticamente tras millones de años de evolución. Se piensa que al pino le gusta la sequía y nosotros comprobamos que es todo lo contrario y que como no le gusta se de ende y como se de ende la soporta, es decir, es una especie previsora. Su estrategia de vida es cerrar sus estomas y cortar su transpiración de agua, pero entonces no crece porque no es capaz de jar el CO2 que entra por los estomas… pero sobrevive a la espera de mejores condiciones hídricas. Dicho de otra forma, nuestras plantas pre eren sobrevivir a crecer. Han evolucionado y nos han llegado así. En sus códigos genéticos está marcada su forma de actuar.

¿El género Quercus sigue otra estrategia?

Paradójicamente, la encina, es una especie “señorita” que no es capaz de hacer un cierre estomático temprano como el pino. Resiste mucha sequía, eso sí, pero no está genéticamente dotada para evitar el estrés hídrico. Su estrategia de vida está basada en un sistema radical potente, profundo, que abastezca de agua al individuo. Así, su estrategia no consiste en evitar las pérdidas sino garantizarse el aprovisionamiento de agua. El problema viene cuando en el suelo no hay su ciente agua o esta se encuentra fuera de su alcance.

¿Es la seca una consecuencia de esta estrategia de vida?

En cierto modo. En mi opinión hay dos tipos de seca en la encina: la patológica y la siológica, que pueden actuar separadas o a veces complementarse. La primera está originada por un patógeno que provoca la pudrición de los sistemas radicales perjudicando

una absorción de agua para cuya pérdida no está preparada. Si la demanda ambiental continua en el tiempo y la planta continua con esas di cultades la planta entra en fuerte estrés hídrico y su sistema absorbente puede colapsar masivamente embolizando el tejido verde y provocando la muerte súbita.

¿Se ha trabajado en El Serranillo para encontrar planta que pudiera adaptarse mejor a unas condiciones más exigentes de falta de agua?

En el Serranillo no, pero el Área de Recursos Genéticos del Ministerio estableció hace muchos años las regiones de procedencia publicando sus

características ecológicas, edá cas y climáticas más importantes. Sabemos que el origen de las especie condicionan determinadas características genéticas y conocemos por tanto cuales son los enclaves más xéricos de donde deberíamos sacar el material genético en previsión del cambio climático.

Una vez constatada la importancia del estrés hídrico en la supervivencia de la planta ¿qué solución le dieron?

Debemos de hacer todo lo posible para evitar que la planta no entre en estrés hídrico continuado, porque si la planta cierra estomas no puede fotosintetizar y por tanto tiene que vivir y cre-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural La sequía y el estrés hídrico que genera en la planta es lo que produce su muerte en una plantación. Es imposible que una planta recién puesta en campo sobreviva un verano típico sumergida en un terreno que está seco en sus primeros 40-50 cm de profundidad. Ismael Muñoz

cer a costa de sus reservas que siendo nitas pueden agotarse y la planta morir. La planta debe de crecer para arraigar y este es un principio que debemos de tener siempre en cuenta. La planta debe de llegar al campo dotada de todo lo necesario para crecer autónomamente en los primeros momentos hasta que el arraigo sea efectivo.

Pero esto es hacer todo lo contrario de lo que se venía haciendo hasta ahora, que se suponía había que endurecer la planta con condiciones de cultivo muy exigentes

Así es, los resultados que alcanzamos fueron los contrarios al axioma con el que empezamos. El secreto de la calidad de la planta es el crecimiento. Tenemos que poner una planta en el campo que tenga capacidad intrínseca de crecimiento; es decir, con un sistema radical potente cargado de reservas y bien dirigido, embutido en un cepellón consistente y con una generosa parte aérea fotosintetizante.

Por lo tanto, una planta ni pequeña, ni endurecida, ni castigada.

¿Cómo podemos conocer la capacidad de crecimiento de una planta?

La fotosíntesis y por tanto la asimilación de carbohidratos se produce en las hojas y por eso la planta debe tener hojas sanas, con altos contenidos de nitrógeno y cuantas más mejor. Alguien dirá que las hojas transpiran, es verdad, por eso, en función de la especie y lugar de destino tendremos que utilizar un contenedor su cientemente generoso en volumen. Si cultivas encinas o alcornoques, de raíces pivotantes, por ejemplo, no puedes colocarlos en un contenedor de 10 centímetros de profundidad porque estás limitando su estrategia de vida. Debe tener, también, gran cantidad de raíces que sean activas, no vale si las raíces están completamente reviradas e incapaces de dirigirse hacia el agua.

¿Qué importancia tiene el proceso de plantación en el campo en el éxito de su arraigue?

Ya hemos visto que la planta en campo empieza a crecer porque fotosintetiza o porque utiliza sus reservas. Al tratarse, normalmente, de una época fría, los asimilados se alojan

El secreto de la calidad de la planta es el crecimiento. Tenemos que poner una planta en el campo que tenga capacidad intrínseca de crecimiento; es decir, con un sistema radical potente cargado de reservas y bien dirigido, embutido en un cepellón consistente y con una generosa parte aérea fotosintetizante. Por lo tanto, una planta ni pequeña, ni endurecida, ni castigada.

en la raíz y generan crecimiento radical. Esto provoca un aumento de absorción de agua y genera un bucle siológico positivo al evitar el estrés hídrico. Es evidente que este proceso siológico se facilita enormemente si se hacen trabajos de suelo generosos. ¡Qué mínimo que un subsolado para facilitar el tránsito de las raíces a las zonas húmedas del suelo!

Una línea de trabajo más reciente en el Centro ha sido la del desarrollo rural, o producción de rentas, ¿en qué ha consistido?

Con la línea de calidad prácticamente acabada, se nos ocurrió tra-

La fotosíntesis y por tanto la asimilación de carbohidratos se produce en las hojas y por eso la planta debe tener hojas sanas, con altos contenidos de nitrógeno y cuantas más mejor.

bajar en líneas que generaran rentas al medio rural y elegimos dos líneas. Una línea de micorrización controlada con especies comestibles y otra línea dedicada a la domesticación de los Quercus para producción de fruta. En un principio trabajamos con los hongos ectomicorrícicos como facilitadores del arraigo de las plantas, sobre todo en los terrenos agrícolas, y aprendimos a micorrizar. Posteriormente, nos implicamos en la micorrización con especies fúngicas interesantes económicamente hablando. Vimos que micorrizar con trufas no era cosa del diablo sino mas bien algo perfectamente posible y además bastante fácil para cualquier viverista y externalizamos el conocimiento. Últimamente estamos trabajando con otras trufas como T. aestivum y T. borchii y hemos ampliando a los pinos como hospedantes. La idea de futuro es hacer plantaciones forestales ad hoc para producción de hongos comestibles empleando para ello a varias especies forestales y a varias especies fúngicas.

La otra línea de generación de rentas es a partir de la encina y la mejora de producción de bellota

Nos jamos en que gran parte de nuestras dehesas se encuentran envejecidas y ahuecadas, estando por tanto en riesgo su rentabilidad y su viabilidad futura. Había que buscar el modo adecuado de regenerarlas y densi carlas. Se me ocurrió que podíamos utilizar para ello a árboles muy productivos, seleccionados en campo y reproducidos vegetativamente para que conservaran sus características genéticas y entraran rápidamente en producción. Comprobamos que en aquellos momentos la única técnica de propagación vegetativa que no rejuvenecía era el injerto e iniciamos entonces un proceso experimental dirigido a controlar el injerto en estas especies. No fue fácil porque carecíamos de referencias, pero al nal, y después de asimilar fracasos y de más de 12 años de trabajos, creo que ahora sabemos lo su ciente para poder seleccionar, propagar y establecer en campo estos ejemplares injertados y hacer factible el proyecto de fruticultura de la encina

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¿Qué posibilidades ofrece este descubrimiento o aplicación?

Una vez que sabemos clonar por injerto los individuos selectos se abren dos alternativas de uso. Por un lado, una alternativa claramente agronómica consistente en establecer plantaciones intensivas o superintensivas, a semejanza de las que actualmente existen con el olivo o el almendro; es decir, dotadas de riego, fertilización y mecanización con el objetivo de producir bellota para consumo humano o animal. Por otro lado, una alternativa de uso ganadero-forestal usando estos individuos seleccionados para regenerar y densi car las dehesas envejecidas y/o abandonadas.

Si pudiéramos poner en producción un millón de hectáreas de dehesas hoy día improductivas, podríamos incrementar la cabaña de ibéricos en un millón de cerdos. Esto supone un enorme valor añadido no solo a los propietarios de las dehesas o de los ganados que las aprovechan sino para toda la cadena de valor que encierran los productos gourmet del cerdo ibérico

¿Se ha empezado ya a poner planta injertada en campo para producir bellota de mayor tamaño y calidad?

Me consta que los responsables forestales extremeños están encantados con esta línea. Están seleccionando ya sus mejores ejemplares y quieren poner sus plantaciones experimentales. Para el propietario particular de una dehesa el regenerarla con ejemplares selectos injertados le supone una incuestionable ventaja nanciera porque desde el primer año ya puede producir bellotas frente a la alternativa del que puso encinas hace veinte años y está esperando su primera cosecha, sin saber si serán grandes, dulces o cuántas serán.

¿El consumo humano de la bellota tiene reticencias culturales para que se convierta en un alimento habitual en los murales de los supermercados?

Es que no existe mercado del fruto denominado bellota. Hay muchos emprendedores entusiastas que trabajan con elaborados a base de harina de bellota, pero sin mercado de bellota al que acudir, no tienen mucha capa-

Después de más de 12 años de trabajos, ahora sabemos lo suficiente para poder seleccionar, propagar y establecer en campo ejemplares injertados y hacer factible el proyecto de fruticultura de la encina.

cidad de crecimiento. Por otro lado, es verdad que existe un poso cultural que di culta su consumo, un prejuicio negativo que lo asocia con atraso o necesidad. Pero hay algo incuestionable y es que la bellota es un excelente alimento que seguro encontrará un nicho de consumo aceptable.

No quiero terminar la entrevista sin preguntarle por un reto muy especial en su carrera profesional, la creación de un jardín tropical en la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Fue la primera vez que se hizo algo así.

El hacer la burbuja amazónica dentro del pabellón de la Naturaleza de la Expo 92 constituyó un enorme reto en lo personal y más de una vez me pregunté cómo pude decir sí cuando me propusieron hacerla. En el año 90, al Ministerio de Agricultura se le ocurrió hacer algo que sirviese de reconocimiento al valor icónico de la selva amazónica, coincidiendo con la preparación de la Cumbre de

Río. Como yo tenía experiencia en el mundo tropical y venía de montar los invernaderos en El Serranillo, el ICONA consideró que podía ser la persona adecuada para lleva a cabo este proyecto que podía haber sido un fracaso tremendo y, sin embargo, fue un éxito. Había que traer planta del Amazonas y plantarla en Sevilla y, por tanto, había que recrear todo el medioambiente tropical. Nos trajimos cuatro contenedores de plantas con el inconveniente de que la legislación topatológica española no permitía la entrada de tierra, por lo que las plantas, que podían tener hasta ocho metros de alto, tenían que venir a raíz desnuda, lo cual era una barbaridad. Tuvimos que modi car el fotoperiodo, regular la temperatura, la luz y la humedad, construir un suelo adecuado… cada día teníamos un reto técnico y fue muy estimulante solucionarlos. Fue el segundo pabellón más visitado después del de España y el ejemplo de los jardines tropicales que después se instalaron en España.

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

La domesticación de los Quercus xerofíticos con vistas a su potencial frutícola

LAS DEHESAS, APUNTES HISTORIOGRÁFICOS DE SU TRÁNSITO HASTA NUESTROS DÍAS.

Cualquier formación vegetal que ha llegado hasta nuestros días no es sino la consecuencia de la profunda interacción del ser humano con las formaciones vegetales.

En el caso de la península ibérica, y dejando de lado a los iniciales homo sapiens cazadores-recolectores, que poco pudieron influir, y centrándonos en el hombre agricultor y ganadero, han sido numerosos los pueblos que con muy

diferentes usos y culturas nos han visitado dejándonos su impronta en el medio rural.

Utilizando el fuego y el hacha como herramientas, la agricultura y la ganadería han ido conquistando terrenos forestales, disminuyendo, fragmentado y relegando sus formaciones a zonas montañosas alejadas de los núcleos poblacionales. Una excelente aportación al particular caso extremeño lo podemos encontrar en el trabajo de Ezquerra y Gil (2008) “La transformación histórica del paisaje forestal en Extremadura”.

Por otro lado, la dehesa, como la forestal atípica y antrópica que es, posee matices que conviene desgranar pues, siguiendo a Linares Lujan (2012), esta formación vegetal es un caso particular de herencia de poderosas fuerzas de mercado e importantes cambios de carácter técnico e institucional.

El inicio del proceso de construcción y consolidación de la dehesa en Extremadura se inicia tras la conquista cristiana que origina en Extremadura una red de asentamientos humanos extremadamente débiles, consolidando la gran propiedad como consecuencia de los inmensos terrenos donados por los reyes de turno a las órdenes militares, casas fuertes de Castilla y de León, así como a los nuevos concejos y al común de los vecinos. Ambos hechos determinan una clara orientación ganadera del territorio, que se mantiene hasta bien entrado el siglo XVIII. El Catastro de Ensenada, de esta época, nos informa que en la “demarcación extremeña” las dehesas cubren casi el 55 por 100 de la superficie agraria útil, pero que muchas de ellas se encuentran fuera de mercado por estar amortizadas en favor de organismos

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Juan L. Peñuelas Rubira Ingeniero de Montes Exdirector del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales “El Serranillo” Dehesa en producción y en buen estado de conservación

públicos, institutos religiosos o mayorazgos laicos.

Ya en siglo XIX una serie de acontecimientos marcaron el devenir de la dehesa. La Guerra de Independencia, la liquidación institucional del absolutismo, la crisis de las empresas mesteñas y las políticas liberalizadoras de la propiedad y muy especialmente la desamortización eclesiástica de Mendizábal en 1836 y la posterior y más intensa desamortización civil de 1855 de Madoz. Ambas, liberando históricas ataduras legales, propiciaron la venta forzosa de ingentes superficies eclesiásticas, laicas y comunales, abriendo un intenso proceso de rompimientos y roturaciones que afectaron muy negativamente a los espacios arbóreos adehesados que fueron deforestados para pagar así el precio de las adquisiciones. Muchas de las travieses de los tendidos de las líneas férreas, entonces en construcción, provienen de este proceso histórico.

Pero también es cierto que muchos de los adquirentes de grandes dehesas arboladas desamortizadas asumieron que una adecuada gestión de estos espacios era más provechoso económicamente que su aprovechamiento maderero a corto plazo. En este sentido, los procesos desamortizadores del siglo XIX fueron esenciales tanto para fijar la amplitud territorial de las dehesas como para centrar su concepción como espacios económicamente rentables de aprovechamiento polivalente.

La ola desamortizadora de Madoz tuvo como consecuencia reducir a testimonial la titularidad pública de dehesas arboladas, por lo que hoy día es muy predominante la propiedad particular y por ello es importante admitir que la premisa de la rentabilidad sigue siendo requisito indispensable para que estas formaciones se mantengan, en tanto que, pocos propietarios privados estarán dispuestos a mantenerlas y menos a mejorarlas si no existe rentabilidad en la inversión.

En los últimos decenios, las revoluciones agrícolas y la globalización han expulsado prácticamente de las dehesas al aprovechamiento agrícola, reduciendo también a testimoniales los aprovechamientos forestales,

quedando el aprovechamiento ganadero prácticamente como único soporte económico.

LA MONTANERA COMO FORMA DE APROVECHAMIENTO

Hoy día las dehesas arboladas que nos han llegado tienen una enorme importancia ecológica y socioeconómica, formando mosaicos de paisajes de bosques abiertos antropizados muy adecuados para la producción pastoral mediante el aprovechamiento extensivo de sus recursos por parte de ganaderías de razas rústicas autóctonas. Destacamos, entre ellas, a nuestra raza porcina autóctona “cerdo ibérico”, gran consumidora in situ de las bellotas (montanera) y generadora de derivados cárnicos saludables y de muy alta calidad culinaria que se sitúan en la élite mundial de productos gourmet.

Son las extraordinarias características organolépticas de sus derivados cárnicos, debidas a la infiltración grasa en la carne, unido a una saludable grasa cargada de ácidos mono y poliinsaturados con un punto de fusión entre 26 y 29 ºC, lo que permite que estos lípidos se mantengan en estado líquido en la corriente sanguínea humana sin depositarse en las arterias, indicador este de una adecuada salud cardiovascular.

Esta conjunción del fruto forestal (bellota), de la genética animal y del manejo extensivo del aprovechamiento es el generador en algunas regiones del suroeste peninsular de un alto porcentaje de las rentas agrarias.

LA BELLOTA COMO FRUTO

Análisis nutricionales nos confirman que las bellotas son fuente de saludables hidratos de carbono ricos en almidón y, por lo tanto, con bajo índice glucémico, estando en posesión de contenidos proteínicos de alto valor biológico donde se encuentran presentes casi todos los aminoácidos esenciales. Si a esto le añadimos su potente e interesante contenido graso, en el que además del ácido oleico se encuentran los ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, y una alta concentración

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Hoy día las dehesas arboladas que nos han llegado tienen una enorme importancia ecológica y socioeconómica, formando mosaicos de paisajes de bosques abiertos antropizados muy adecuados para la producción pastoral mediante el aprovechamiento extensivo de sus recursos
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en vitaminas y antioxidantes, especialmente en forma de taninos, obtenemos como resultado un producto con excepcionales propiedades nutricionales y para la salud. La ausencia de gluten confiere un valor añadido a este fruto que algunos autores lo definen como un superalimento.

En los últimos años, al ponerse de manifiesto su capacidad nutricional y para la salud, y con el despertar de la filosofía de alimentación sana y natural, ha emergido, todavía como punta de iceberg, un nuevo mercado potencial de consumo humano de la bellota y de sus numerosos derivados.

Las bellotas son fuente de saludables hidratos de carbono ricos en almidón y, por lo tanto, con bajo índice glucémico, estando en posesión de contenidos proteínicos de alto valor biológico donde se encuentran presentes casi todos los aminoácidos esenciales

Pero la recolección de bellotas para consumo humano es una práctica que se efectúa, sobre todo, en las dehesas manualmente y con tintes de marginalidad, por lo que la carencia y carestía del producto dificulta la existencia de un mercado real. Oferentes y demandantes no se encuentran hoy día por falta de existencias reales, perdiéndose la comercialización de productos con consistente valor añadido. Por el contrario, millones de kilos de estos frutos se pudren en los campos o, en el mejor de los casos, son consumidos por la fauna silvestre.

SOBRE LA SUPERFICIE Y LA PRODUCTIVIDAD DE LAS DEHESAS

El R.D. 4/2014, de 10 de enero, considera dehesa a aquella área geográfica que mantiene una cubierta arbolada de al menos 10 árboles por hectárea, exigiendo un mínimo de un 10 % de fracción de cabida cubierta para que pueda certificarse la producción de ibéricos de bellota. Las superficies de extensión que se manejan varían entre los 3 y los 5 millones de hectáreas repartidas por el centro y vertiente suroriental de la península, de las que aproximadamente solo un millón son consideradas de buena calidad para su explotación en montanera del cerdo ibérico (Ruiz de la Torre, 2006). La producción media anual de bellota de las dehesas se estima entre 250 y 600 kg/ha (Gea-Izquierdo et al., 2006) estando muy influenciada por la precipitación, el suelo, la especie de Quercus, su densidad y edad, siendo la variabilidad pluviométrica el factor más determinante que determina la producción anual y su crónica vecería. Esta adaptación ecológica obliga a los ganaderos a un fuerte reajuste anual de cargas ganaderas que impacta a modo de inseguridad en todo el sector productor y en el resto de la cadena de valor y que supone un freno a la inversión productiva. En las dehesas situadas en las zonas más continentales y frías, la vecería adquiere su máxima intensidad, debido en parte a las heladas tardías, razón por la cual, en ellas no existe el aprovechamiento en montanera (Ruiz de la Torre, 2006).

Si en términos medios un cerdo ibérico en montanera

consume diariamente 10 kg de bellota para conseguir 1 kg de carne, y la norma de calidad exige al animal engordar en montanera un mínimo de 46 kg de carne, una hectárea de dehesa, con las producciones medias antes reseñadas, solo puede soportar una carga anual entre 0,5 y 1,3 cerdos.

La superficie y productividad de las dehesas está claramente en disminución. La naturaleza contribuye a ello mediante el enrarecimiento pluviométrico y el envejecimiento de las masas, pero las personas también tienen su porción de responsabilidad con su, a veces, comportamiento ausentista y rentista de la propiedad que, quizás motivada por la baja productividad, aleja la inversión productiva.

La patente y negativa influencia de patologías y/o fisiopatías no muy bien conocidas y difíciles de controlar como es el caso de “la seca” cierra un círculo vicioso del que hay que escapar.

Afortunadamente, las fuertes connotaciones culturales, sociales y ecológicas de estos espacios han calado en los poderes públicos. Las leyes de dehesas de Andalucía y de Extremadura son fiel testimonio de ello, obligando a los poderes públicos a trabajar en el desarrollo de alternativas de manejo que mejoren rentabilidades y expectativas.

El proyecto de domesticación de Quercus que presentamos en este trabajo al tener como objetivo último la generación de rentas en el medio rural entra de lleno en este juego productor-conservador ofreciendo a las dehesas una plausible alternativa de manejo, como luego veremos.

EL PROYECTO DE DOMESTICACIÓN Descripción

Vista la situación esbozada en los puntos anteriores, desde hace casi 15 años, primero el MAPAMA y actualmente el MITECO, viene desarrollándose en el Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales “El Serranillo”, en Guadalajara, un proyecto de domesticación de nuestras especies quercíneas mediterráneas, identificando primero, multiplicando vegetativamente después y plantando posteriormente individuos seleccionados por sus características productivas. El objetivo es aumentar y regularizar la producción de bellotas en cantidad y calidad tanto para consumo animal como humano, sirviendo de vía para la generación de potenciales rentas en el medio rural, ahora durmientes.

El desarrollo del proyecto básicamente consiste en un proceso continuado y reiterativo de selección en campo de ejemplares sobresalientes para que actúen como donantes en un proceso de propagación vegetativa para generar futuras líneas clonales de individuos. Los

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árboles seleccionados nos proporcionan subpoblaciones de mejora que serán sometidas a sucesivos filtros, analizando primero la aptitud individual para ser injertados para posteriormente medir sus capacidades de producción y, en su caso, su adaptación a las peculiaridades de un manejo agronómico intensivo.

Los criterios de selección que se han empleado buscan en el árbol aquellas características que, teniendo una alta influencia en la capacidad productiva del individuo, se encuentran controlados por su código genético. En nuestro caso y apoyándonos en el trabajo de Carbonero (2011) hemos utilizado los siguientes criterios:

• La precocidad vegetativa, en tanto que es evidente que los árboles de inicio temprano de su fenología vegetativa y floral aprovechan mejor las condiciones de crecimiento y por tanto tienen más posibilidades de tener más flores femeninas y de que estas puedan ser fecundadas por arboles tardíos de la misma especie.

• La feminidad, dado que una alta feminidad en el árbol aumenta el potencial fecundante de la polinización natural y por tanto la capacidad intrínseca de producción de fruto del árbol.

• La dominancia o hábito de crecimiento, pues una débil dominancia apical aumenta la cantidad de yemas laterales, lo que implica el aumento de material verde fotosintetizante del árbol en detrimento del material leñoso no productivo.

• La vecería, ya que su presencia puede venir asociada a la existencia en ciertos árboles de contenidos genéticos que permiten al árbol un manejo especial de los recursos disponibles.

• El tamaño del fruto, debido a que el tamaño máximo de la bellota se encuentra fijado genéticamente. Una bellota pequeña puede ser consecuencia de falta de recursos suficientes en el año de la selección, pero, también puede esconder una indeseable limitación genética de la que tenemos que huir. Elegiremos árboles de bellota grande.

Aplicación económico-ecológica

La idea que se plantea tiene dos acusadas ramificaciones distintas. En una de ellas, y con un

barniz económico-ecológico, el proyecto quiere actuar favoreciendo la redensificación de aquellas dehesas que por acción u omisión humana nos han llegado fuertemente ahuecadas y envejecidas. El barniz económico se generará por el incremento de la producción. El barniz ecológico lo proporcionará la redensificación en sí misma, pero también el esperado cambio de mentalidad de la propiedad impulsando inversiones productivas en las dehesas que favorezcan su permanencia en el tiempo.

Hoy día aún tenemos o “resisten” en España millones de hectáreas de “falsas” dehesas procedentes de antiguas propiedades concejiles comunales, como son las dehesas boyales que, en absoluta degradación, y con pocas posibilidades de sostener cultivos agrícolas, pueden ser rejuvenecidas con tintes económicos mediante la plantación de individuos seleccionados por el proyecto.

Aplicación productora

La segunda ramificación del proyecto se dirige al establecimiento de plantaciones de quercíneas

Aspecto de una dehesa envejecida y ahuecada

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La dehesa no tiene por qué seguir siendo un espacio aislado, sin manejo y adormecido en el tiempo y que la encina, sobre todo, además de ser una especie típicamente forestal, puede convertirse también en un frutal y ser sometido a manejo intensivo
Trabajos de densificación de dehesas

mediterráneas con la pretensión de producir bellotas en terrenos agrícolas y por tanto fuera de las dehesas, aplicando todas las capacidades tecnológicas hoy existentes. Las bellotas recolectadas pueden almacenarse para ser posteriormente consumidas por las personas o pueden ser esparcidas a su tiempo en las dehesas como alimento del cerdo ibérico, incrementando de este modo la productividad y regularidad del sistema de montanera.

Estas nuevas plantaciones de Quercus se asemejarían en cuanto a concepción agronómica y logística a las nuevas plantaciones superintensivas de frutos que en los últimos años han aparecido en el mundo agrícola peninsular revolucionando los antiguos y milenarios cultivos dedicados a la vid, el olivo, el almendro, el pistacho y que han alcanzado incluso a arbustos como el endrino (Prunus spinosa), cultivado hoy día intensivamente en formaciones en seto por los productores del pacharán.

En definitiva, lo que se está intuyendo es toda una revolución conceptual de un modelo productivo centenario.

La sociedad debe previamente asumir que la dehesa no tiene por qué seguir siendo un espacio aislado, sin manejo y adormecido en el tiempo y que la encina, sobre todo, además de ser una especie típicamente forestal, puede convertirse también en un frutal y ser sometido a manejo

intensivo.

Requerimientos técnicos y biológicos del proyecto

La domesticación es la vía técnico-biológica elegida y emprendida, que consiste primero en identificar buenos ejemplares productores del campo para, después de hacerlos pasar por unos filtros selectivos, ser reproducidos masivamente, pasando a ser los constituyentes de las plantaciones futuras sin generarse nuevos genotipos.

Evidentes razones de tipo financiero obligan a que estas nuevas plantaciones, además de ser altamente productivas, deben tener una pronta entrada en producción, razones por las cuales debemos multiplicar los individuos seleccionados sin acudir a los procesos germinativos de sus semillas que generarían individuos jóvenes y sin seguridad en cuanto a sus características

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Vista aérea actual de dehesas boyales. Villanueva del Duque (Córdoba) Figura 1. Factor clonal en Q. ilex
La domesticación de nuestros Quercus es biológica y técnicamente factible. Las nuevas plantaciones en su vertiente densificadora de dehesas degradadas pueden mejorar la ecología y la economía de estas peculiares formaciones

productivas.

Dentro del abanico actual de técnicas de propagación vegetativa disponibles: injerto, estaquillado y variantes de cultivos in vitro, el injerto es hoy día la única técnica que hemos podido utilizar, en tanto que, por un lado, las especies de Quercus implicadas no son proclives al autoenraizamiento clásico por estaquilla y también porque las técnicas de cultivo in vitro como son la embriogénesis y la organogénesis, si bien con matices, no están aún lo suficientemente desarrolladas en ellas.

DESARROLLO DEL PROYECTO Y RESULTADOS

La idea de este proyecto surgió en el año 2005 y de ese año datan los primeros y tímidos trabajos que nos permitieron comprobar la dificultad, pero también la viabilidad del injerto, como principal técnica a emplear. Unos años después, una vez comprobada su viabilidad,

se iniciaron las primeras selecciones en campo. Las especies implicadas en estos años han sido

• Q. suber de la vertiente sur de Sierra Morena y Extremadura nororiental

• Q. ilex de la vertiente norte de Sierra Morena, Montes de Toledo y dehesas occidentales de la provincia de Madrid

• Q. × mixta (hibrido de Q. ilex y Q. suber) de la vertiente norte de Sierra Morena, Montes de Toledo, centro y nordeste de Extremadura

• Q. faginea faginea del centro-Sur de Guadalajara

• Q. faginea broteroi de los Montes de Toledo y dehesas occidentales madrileñas Después de decenas de miles de injertos hechos, los ejemplares más prometedores han sido estudiados y testados en plantaciones experimentales existentes en el propio Centro de El Serranillo, así como en una parcela de experimental sita en el T. M. de Saucedilla, en Cáceres. Con la debida prudencia, destacamos como los resultados más visibles los siguientes:

• La existencia en todas las especies ensayadas como donantes de un patente factor clonal que determina la predisposición del individuo a ser injertado (ver Figuras 1 y 2).

• Un ensayo efectuado en 2014 en una colección de seis Q. faginea broteroi en el que se injertaron los 6

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Figura 2. Influencia de la especie patrón en Q. x mixta Fructificación de encina, seleccionada e injertada, con dos savias en campo. Parcela de Saucedilla (Cáceres). Octubre de 2020 Plantas injertadas de Q. ilex de una savia listas para ser plantadas

individuos sobre los hijos de cada uno de ellos, puso en evidencia que también existe una clara influencia en los patrones. El estudio, hecho con familias de medio hermanos, nos alerta de la posible existencia de incompatibilidades patrón/donante. Todo lo anterior abre una clara línea de trabajo de estudio de compatibilidades clon a clon cuando en un futuro la tecnología de propagación in vitro nos permita disponer de líneas de patrones monoclonales.

• Aunque los injertos heteroblásticos son posibles, en algunos casos hemos comprobado la existencia de falta de vigor y esporádicos rechazos. Salvo experimentación realizada especialmente clon a clon, recomendamos emplear siempre injertos homoblásticos.

• Q. fagínea, en su faceta de donante, ha demostrado en “El Serranillo”, que no en Saucedilla, ser una especie con un alto potencial productivo. Como patrón exhibe una fuerte propensión a rebrotar de cepa, aspecto este inadmisible en las plantaciones.

• Q. × mixta (mesto), por su vigor híbrido se configuraba en un inicio como una muy interesante alternativa productora de bellotas, si bien los ensayos de campo no lo han confirmado. Es posible que la utilización futura de esta especie quede relegada en su vertiente de patrón, siempre y cuando, y debido a su escasa representación en la naturaleza, seamos capaces de producir sus individuos in vitro

• Q. suber, presenta muy altas capacidades cuando se le utiliza como especie patrón, si bien en los ensayos de campo no hemos encontrado el potencial frutero que se deseaba. Muy posiblemente será su vertiente productora de corcho la que esté llamada a ser la protagonista de una nueva revolución productiva de la que hablaremos en otros puntos.

• Son igualmente factibles tanto el injerto en escudete como el de púa o de sustitución. El mejor desempeño de un tipo o del otro depende más de la habilidad del injertador que de la variante en sí.

ALGUNAS CONCLUSIONES Y ALGUNAS PERSPECTIVAS FUTURAS

Los trabajos emprendidos confirman que, pese a la ausencia de referencias previas y a las dificultades encontradas en el camino, podemos asegurar que la domesticación de nuestros Quercus es biológica y técnicamente factible.

Las nuevas plantaciones en su vertiente densificadora de dehesas degradadas pueden mejorar la ecología y la economía de estas peculiares formaciones. Posiblemente los propietarios públicos y privados de dehesas tengan ahora una herramienta técnica y una razón económica que incentive las urgentes y necesarias inversiones que son necesarias para su mantenimiento y mejora, frenando de este modo la espiral de degradación y pérdida de superficie que vienen sufriendo desde hace centenares de años.

La vertiente de efectuar plantaciones puramente agrícolas destinadas la producción intensiva de frutos, con árboles netamente forestales, puede convertirse a su vez en una seria alternativa productora. Sin patentes problemas de demanda de mano de obra, estas producciones de bellotas generarán un mercado ahora inexistente, que posibilitará su consumo tanto para usos humanos como ganaderos. Un mercado secundario de harina de bellota permitirá incorporar esta a las formulaciones de los actuales piensos compuestos,

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Injerto de púa prendido. Q. ilex sobre Q. suber
El avance biotecnológico posiblemente nos permita, mediante cultivos in vitro, generar líneas clonales de donantes ontogénicamente adultos evitando la necesidad de efectuar injertos

mejorando sin duda su calidad y abriendo un interesante futuro a sectores ganaderos de todo tipo, desde el avícola de carne o huevos hasta las piscifactorías. Posiblemente, en esta vertiente, sea el propio sector porcino, tanto de capa blanca como de cerdos ibéricos en cebo, el más beneficiado, al poder ofrecer a los mercados nuevos derivados, más sabrosos y más saludables.

Por otro lado, en explotaciones en montanera pura, resulta evidente la mejora económica que se produciría si sus cabañas pudieran seguir comiendo en el terreno la bellota que necesiten en los años típicamente veceros. Sería suficiente con acudir al mercado y esparcir por la dehesa la bellota adquirida, complementando de este modo lo que la dehesa no ha producido. Muchas de las actuales partidas de cebos de campo podrían convertirse en ibéricos de bellota.

El avance biotecnológico que se espera se produzca en los próximos años en estas especies, posiblemente nos permita, mediante cultivos in vitro, generar líneas clonales de donantes ontogénicamente adultos evitando la necesidad de efectuar injertos. El subsiguiente abaratamiento de todo el proceso puede ser muy patente incidiendo positivamente en la aceptación y expansión de esta idea.

Hasta ahora el proyecto se ha desarrollado sometido a la dictadura del concepto de la domesticación, pero no es de descartar que, al igual que se ha hecho con otras especies como el almendro o el olivo, algún dia interese y se plantee abrir un programa de mejora genética buscando nuevos genotipos para alguna aplicabilidad especial.

EL CASO ESPECIAL DEL ALCORNOQUE

Q. suber fue una de las especies en las que se pensó inicialmente como productor frutero. Evidencias posteriores como la baja productividad, el hecho de ser una especie en la que el cultivo in vitro esta más desarrollado y, por supuesto, el hecho de ser el corcho su principal activo productivo ha venido a cambiar esta idea frutera inicial.

Las técnicas de embriogénesis somática y de organogénesis, que ya están prácticamente conseguidas en esta especie, van a permitirnos en un próximo futuro trabajar con líneas monoclonales de patrones, eliminando de este modo la variabilidad que se produce al injertar sobre patrones francos. Esta posibilidad tiene especial importancia cuando, bajo el aspecto frutero, el donante es una encina selecta, al poder diseñar combinaciones ad hoc de patrones y donantes, ahuyentando el problema de un posible rechazo heteroblástico.

Además, si estas líneas monoclonales de patrones fueran resistentes a Phytophthora cinnamomi Rands, hongo responsable de la seca parasitaria, tendríamos en nuestras manos la capacidad de restaurar y regenerar espacios adehesados afectados por el hongo. A modo de información, existe un proyecto liderado por el MITECO contra “la seca” que está buscando tanto el perfeccionamiento de la técnica in vitro en sí como a

individuos resistentes/tolerantes a la enfermedad.

Otra posibilidad, con fuertes visos de próxima implantación, consiste en, previa selección de alcornoques en el campo por su calidad/cantidad de cocho, injertar estos sobre los patrones clonales, mejorando de este modo sustancialmente las fincas en las que este árbol sea especie dominante.

Por último, y quizás en la faceta más promisoria, los clones in vitro de Q. suber, si procedieran de individuos contrastados como buenos corcheros podrán ser plantados directamente y sometidos a cultivos más o menos intensivos que disminuyan los hoy excesivos tiempos de retorno de los primeros desbornizados. El corcho, al estar fuertemente ligado a la industria vitivinícola, está considerado como uno de los productos agrarios con una demanda futura más consistente y ya existen, sobre todo en Portugal, seria iniciativas empresariales para efectuar estas plantaciones. De nuevo un árbol “forestal” se encuentra en la tesitura de ser cultivado agrícolamente y en Extremadura existen ya “Grupos Operativos” que están trabajando para encontrar los mejores manejos para estas nuevas plantaciones.

BIBLIOGRAFÍA

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Algunas referencias históricas sobre el consumo de bellotas por el ser humano

Desde el origen de la humanidad los seres humanos han utilizado las bellotas tanto para su consumo como para alimentar al ganado. Existen innumerables noticias y reseñas que hacen alusión, directa o indirectamente, a que las personas tradicionalmente han hecho un uso alimenticio de los frutos de los Quercus. En este artículo se recogen algunas muestras de diferentes contextos en los que se evidencian este aprovechamiento.

Heródoto, en el Libro 1 de su Historia, narra que a mediados del siglo VI a. C. los espartanos después de las revueltas mesenias querían ampliar su territorio y pusieron sus ojos en la región de sus vecinos Arcadia y su capital Tegea. Antes de iniciar las operaciones militares consultaron al oráculo de Delfos. La contestación de la Pitía, nombre con el que se conocía a Apolo Pitio, Dios principal de Delfos, fue, como siempre, ambigua:

¿Me pides Arcadia? Pides demasiado; no te lo concedo.

Hay muchos hombres en Arcadia, comedores de bellotas, que te obstaculizarán.

Pero no te lo niego. Te daré Tegea para que la golpees con tus pies en la danza, y su hermosa llanura para que la midas con una cuerda.

Los espartanos creyeron que el oráculo les indicaba que conquistarían Tegea y su llanura y que usarían una cuerda para dividir el territorio conquistado. En la campaña militar llevaban las varas usadas para parcelar la tierra y las cadenas para esclavizar a los arcadios. Sin embargo, en contra de su interpretación de la predicción de la pitonisa de Delfos, fueron derrotados. No obstante, la pitonisa no se equivocó y la larga hilera de los espartanos prisioneros arrastrando las cadenas con sus pies interpretaron el sonido de la danza que les profetizó el oráculo.

La descripción de Heródoto de este hecho histórico la podemos considerar como la primera vez que se hace referencia al consumo de bellotas por una comunidad y se

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Juan Pereira Sieso Enrique García Gómez Profesor titular. Universidad de Castilla-La Mancha Doctor en Medio Ambiente. Diputación Provincial de Toledo Egeo consultando a la Pitia en Delfos. Pintor de Codros. 440-430. Berlín Altes Museum Molinos de Numancia

relaciona este consumo con la capacidad de los arcadios de derrotar a los enemigos, en este caso a los temibles espartanos. Para algunos autores estas es una de las primeras referencias en las que se relaciona el consumo de bellotas vinculado al pasado de la Edad de Oro con un cierto primitivismo o falta de civilización de los pueblos que las consumían, que eran difíciles de someter.

Similar interpretación se ha mantenido por parte de la historiografía al valorar las noticias que el geógrafo Estrabón daba sobre los pueblos prerromanos del interior de la península ibérica al señalar:

Los montañeses del interior de Iberia se alimentan tres cuartas partes del año con un pan hecho con harina de bellotas.

Esta descripción de las comunidades peninsulares de la Edad del Hierro que se interpreta como una justificación de la conquista romana de la península sobre unos pueblos menos civilizados, está perfectamente constatada en el registro arqueológico, siendo el caso más emblemático el de la ciudad celtibérica de Numancia. Los numantinos se van a enfrentar durante una larga guerra, que durará más de 20 años, a las legiones romanas, causándole cuantiosas pérdidas y derrotas con repercusiones en la organización administrativa y política de Roma. Los estudios de paleonutrición realizados sobre los individuos enterrados en la necrópolis de Numancia han constatado que las bellotas formaban parte habitual de su dieta. Este dato se ha visto confirmado por el estudio que se ha realizado en los molinos de mano documentados en la ciudad numantina en los que se han identificado fitolitos de bellota. Las bellotas una vez más se vinculaban a pueblos que mantenían cierto carácter primitivo que les hacía oponerse violentamente y con cierto éxito a enemigos en teoría más civilizados.

Las pocas referencias generales sobre el aprovechamiento de las bellotas como alimento por parte de los seres humanos durante la Edad Media tienden por lo general a valorarlas como un recurso de emergencia, al que recurrir durante las hambrunas que eran tan habituales en ese período. Las imágenes procedentes

de distintos tipos de documentos, como libros de horas o calendarios ilustrados, representan casi siempre las tareas de vareado destinadas al engorde de piaras de cerdos desarrolladas durante los meses de octubre y noviembre. En escasas ocasiones estas imágenes ilustran que la cosecha de bellotas no solo se destinaba al consumo animal, sino que también se recogían para consumo humano (García Gómez, Ruiz Taboada y Pereira, 2020).

Durante la Baja Edad Media hay evidencias que demuestran que el consumo de bellotas estaba más generalizado y no era por tanto un recurso de emergencia, sino que se consumía habitualmente. Dos referencias permiten sostener esta interpretación: la primera de ellas procede del monasterio de San Clemente de Toledo, uno de los monasterios femeninos más antiguos de la ciudad de Toledo, fundado inicialmente extramuros de la ciudad en el siglo XII, se trasladará al interior del recinto amurallado e irá acumulando un importante patrimonio inmobiliario en la ciudad protegido por los reyes y vinculado a las familias más importantes de Toledo (Vizuete, 2021). En su libro de cocina con fecha de la víspera de San Lorenzo de 1361 se anota junto con la compra de pescado la de bellotas (Vizuete, 2009).

La segunda referencia procede de un tratado escrito por Enrique de Aragón, marqués de Villena (13841484), en 1423 “Arte Cisoria” o arte de trinchar y cortar los alimentos, dedicado a Sancho de Jarava, maestro trinchante del rey Juan III de Castilla (figura 4). En el capítulo sexto de este tratado se reseñan los frutos que se cortan, mondan y parten citando entre ellos las castañas y las bellotas. Estas referencias nos revelan que a finales de la Edad Media e inicios de la Edad Moderna el consumo de bellotas era algo habitual y conocido por todos los estamentos de la sociedad, desde el rey de Castilla al más humilde campesino.

Similar situación se ha documentado en otros países del ámbito mediterráneo como Italia, donde si bien abundan las referencias del uso de las bellotas como alimento de emergencia durante las hambrunas, se constata que hacia el final de la Edad Media alimentos de la clase campesina aparecen en las mesas de la aristocracia y los burgueses de las grandes ciudades. Los cocineros de estos ámbitos comienzan a usar alimentos de las clases bajas o campesinas como guarniciones o ingredientes secundarios en recetas que por su precio los campesinos no podían acceder. Se documenta la aparición de bellotas en libros de cocina de élite como el publicado en 1549 póstumamente por Cristoforo da Messisbugo, mayordomo de la Casa de Este, donde se detalla la receta de un pastel de bellotas. Otro famoso cocinero, Bartolomeo Scappi (1500-1577), que sirvió en las cortes italianas más importantes de su época, incluyó un pastel de bellotas en su colección de recetas (Maraschi, 2018).

Entre 1595 y 1596 la nao San Agustín, al mando de Sebastián Rodríguez Cermeño, realizó una expedición por la costa de California buscando un puerto que

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Arte Cisoria del Marques de Villena

sirviera de apoyo al galeón de Manila. Avistó las costas de California el 4 de noviembre y naufragó el 30 de noviembre en la bahía Drake. Los supervivientes siguieron viaje en una lancha con rumbo sur, llegando al puerto de Chacala en la costa occidental de Nueva España en enero de 1596. En la documentación que se conserva de esta expedición cabe destacar la información que proporciona Rodríguez Cermeño de su periplo tanto por la costa californiana como en algunas ocasiones tierra adentro entre el 4 de noviembre y el 22 de diciembre de 1595 (González Vázquez, 1999). Esta información básicamente señala los contactos mantenidos con los diferentes pobladores de aquellos territorios, haciendo referencia entre otras noticias al aprovechamiento de los recursos vegetales entre los que predominan “las bellotas amargas”.

La información recopilada destaca la importancia de los recursos vegetales que desempeñaban un papel básico en la subsistencia de los cazadores-recolectores de la costa de California. En la bahía de San Francisco se almacenaban grandes cantidades de bellota amarga, que posteriormente se procesaba, convirtiéndola en harina para posteriormente consumirla como puré, pasta o masa comestible, en muchos casos combinada con el pescado. Que los españoles acopien bellotas amargas para su consumo (González Vázquez, 1999) indica dos cosas: por un lado, que en su experiencia personal no les extraña que los indígenas consuman bellotas, salvo que estas sean amargas, ya que las que se consumían habitualmente en España eran más dulces que las variedades californianas. Por otro lado, que probablemente habían aprendido de los naturales como procesar las bellotas para quitarles el sabor amargo que produce la presencia de taninos y glucósidos.

Los indígenas, según la información conservada, solo proporcionaron a los españoles alimentos vegetales. La mayoría de estos recursos eran estacionales, y los grupos de indígenas habían desarrollado estrategias de recolección y almacenamiento que les permitían contar con grandes cantidades de frutos secos recolectados durante el otoño, que posteriormente “se tuestan, se panifican o se hacen sopas y masas con ellas” (González Vázquez, 1999). Las diferencias que se observan en

el informe de Rodríguez Cermeño entre los productos alimenticios consumidos desde la bahía Drake en rumbo sur hacia Nueva España están relacionadas con los distintos ecosistemas: mientras al norte de lo que luego será denominada California abundaban las especies de Quercus -productoras de bellota- en el sur desaparecen las referencias a este tipo de recurso.

En la península ibérica el aprovechamiento de unas masas de encinar abundantes se va a mantener hasta mediados del siglo XVIII, siendo el consumo de bellotas

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Romería de San Eugenio. Biblioteca Nacional California, mujer de la tribu Cahuilla almacenando bellotas 1900. Robert F. Heizer Quercus coccifera. Bellotas. Santo Isidoro (Mafra. Portugal)

por parte de la población una de sus opciones y muchas veces la solución de emergencia que permitirá afrontar épocas de malas cosechas y hambrunas por la población campesina. Esta última circunstancia estaría en el origen de la romería de san Eugenio del Monte del Pardo. Según la tradición, un 15 de noviembre, festividad de san Eugenio, el rey Felipe IV que estaba cazando en el monte de El Pardo sorprende a un hombre recogiendo bellotas en el cazadero real. Cuando el rey le advierte de que puede ser duramente castigado, el hombre le informa que en Madrid es tal el hambre que sufren las clases humildes que no les importa el riesgo de ser castigados por recoger bellotas en el cazadero real para paliar el hambre que sufren. El rey ante esta noticia autoriza que todos los años en la festividad de san Eugenio el pueblo de Madrid pueda entrar en el monte de El Pardo a recoger bellotas. Esta fiesta ha tenido cierta raigambre en las romerías populares madrileñas, haciéndose referencia a ella en cuplés, zarzuelas, películas y en novelas ambientadas en Madrid como Fortunata y Jacinta, y aunque desaparece de las festividades populares

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Portada de Arroz y Tartana, de Blasco Ibáñez Quercus ilex. Bellotas. Layos (Toledo) Quercus faginea. Bellotas. Saucedilla (Cáceres) Quercus petraea. Bellotas. Zarnesti (Rumanía) Quercus robur. Bellotas. Zoo de Santillana del Mar (Cantabria)

durante la Guerra Civil, desde finales del siglo pasado ha sido recuperada y en la actualidad se sigue celebrando puntualmente cada 15 de noviembre.

Entre finales del siglo XVIII y finales del siglo XIX el crecimiento demográfico, la demanda de tierras consiguiente y la pérdida de rentabilidad de la ganadería, a la que se dedicaban grandes extensiones de tierra sin cultivar, van a propiciar una fase de tala y por lo tanto de retroceso de los encinares para poner en cultivo las nuevas tierras, que no siempre dará los resultados apetecidos.

Esta tala generalizada de encinas no será un impedimento para que determinadas zonas mantengan sus encinares como alimento humano bien como harina de bellota consumida sola o mezclada como en épocas anteriores con harinas de otros cereales. Así se aprecia en la correspondencia que aparece en el legajo nº 1608 de la Biblioteca Nacional, donde D. Francisco Ganchoso, presbítero de Valencia de Alcántara, en la provincia de Cáceres, envía en 1804 un informe al conde de Montarco, gobernador del Consejo de Estado durante la crisis de subsistencia que se declaró en el reino de España entre 1803 y 1805 que dio lugar en Madrid a los llamados tumultos del pan. En ese informe se propone, ante la notoria escasez de grano en la comarca, fabricar pan con mezcla de harina de trigo y de bellota a partes iguales, con las consiguientes ventajas de abaratamiento del precio y descenso en las necesidades de importar grano de otros países. A pesar de algunos informes favorables sobre las características del pan obtenido con esta mezcla, el expediente se acabó archivando, tras un informe del gobernador de Valencia de Alcántara en el que se afirmaba que la penuria descrita por el presbítero era una exageración voluntaria, y que no faltaba ningún tipo de alimento básico en dicha villa (Pereira et al. 2003)

Los encinares que sobrevivieron a ese proceso de tala mantuvieron su importante función en los sistemas tradicionales de organización del espacio agrario, y por lo que se refiere al aprovechamiento de bellotas perduró

como una labor estacional realizada por lo general de modo colectivo, cuyos resultados se dividían en partes iguales, distinguiendo la que se destinaba como pienso para el ganado de la que se destinaba para el consumo humano (Costa, 1898), (Fernández Montes, 1992). También en las grandes ciudades se seguirían consumiendo bellotas, pero en este caso probablemente debido a su paulatina escasez, al igual que en el Renacimiento se incorporaron productos de consumo campesino como exquisiteces en la gastronomía de las clases pudientes. Así nos lo describe Blasco Ibáñez en su novela Arroz y Tartana de 1894. En el inicio de la obra doña Manuela va al Mercado Central de Valencia y tras comprar verduras entra en el mercado de los frutos seco donde… “estaba en pequeños sacos la aristocracia del casquijo, las bellotas dulzonas, atrayendo la mirada de los golosos”. A salida del mercado se encuentra con su hermano Juan quien le dice… “Chica, si empiezas así vas a llevar a casa medio mercado… Eso son bellotas, ¿verdad? Comida de ricos; quien puede gasta. Eso solo lo compra la gente de dinero”.

El proceso de tala de las encinas se mantendrá durante el siglo XX, recibiendo estas el golpe de gracia en la década de los 40, cuando se fija por el Servicio Nacional del Trigo un precio de garantía para los cereales, lo que junto a la pérdida de valor de los productos ganaderos de las dehesas serán los factores económicos que llevarán al arranque de miles de encinas. Finalmente, el progresivo cambio de las estructuras económicas de las comunidades rurales determina que en la actualidad el consumo de bellotas sea en muchos casos un recuerdo lejano (Pereira et al. 2003).

BIBLIOGRAFÍA

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Miguel Ángel Llorente Productos elaborados a partir de bellotas

OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

María-Dolores Rey, María-Ángeles Castillejo, Marta Tienda-Parrilla, Tamara Hernández-Lao, Mónica Labella-Ortega Irene Honrubia-Gómez, Javier Ramírez-García, Ana María Maldonado-Alconada, Jesús V. Jorrín Novo

Unidad de Bioquímica, Proteómica y Biología de Sistemas Vegetal y Agroforestal, Dpto. Bioquímica y Biología Molecular, Universidad de Córdoba. Autores de correspondencia: María-Dolores Rey y Jesús V. Jorrín Novo

La bellota como fuente de alimento con valor nutricional y nutracéutico

En la actualidad hay un renovado interés en el uso de la bellota y derivados con fines alimenticios e industriales. Por este motivo nuestro grupo de investigación “Bioquímica, Proteómica y Biología de Sistema Vegetal y Agroforestal” de la Universidad de Córdoba, liderado por el Prof. Jesús V. Jorrín Novo, ha puesto en marcha una línea de investigación dirigida al análisis de la composición química de la bellota, con el fin de caracterizar la misma desde un punto de vista nutricional y nutraceútico. Para ello se están optimizando y utilizando un buen número de técnicas dirigidas al análisis de macro y micronutrientes, vitaminas y hormonas, azúcares, lípidos, aminoácidos, péptidos y proteínas. Desde el punto de vista analítico, disponemos de un abanico de técnicas, las dirigidas, basadas en reacciones colorimétricas, y las holísticas, incluyendo NIRS, proteómica y metabolómica. Los datos obtenidos indican, por un lado, que el perfil es genotipo dependiente, encontrándose variabilidad entre encinas, y, por otro, que la harina y derivados tienen valor nutricional y nutraceútico. La bellota destaca por su elevado contenido en almidón, un perfil de ácidos grasos similar al del aceite de oliva, la ausencia de gluten, alto contenido en fibra y hierro, la presencia de un buen número de fenólicos y otros metabolitos secundarios con actividad antioxidante y antimicrobiana, así como péptidos bioactivos con actividad antihipertensiva. Por el contrario, a la conocida presencia de compuestos antinutritivos como los taninos, hay que añadir la existencia de proteínas potencialmente alergénicas. Nuestros datos justifican y apoyan el uso de la bellota en alimentación humana, lo que daría valor añadido a la encina y la situaría al nivel de otras especies productoras de frutos secos, y complemento o alternativa a cultivos,

con lo que ello supondría desde un punto de vista económico.

INTRODUCCIÓN

Los bosques basados en Quercus han sido parte de nuestra geografía, vida y subsistencia desde la antigüedad, constituyendo un patrimonio y herencia que debe preservarse (Guzmán Álvarez, 2016). La encina (Quercus ilex L.) es la especie predominante de nuestra geografía andaluza, elemento clave de la biodiversidad, fuente de riqueza, y una especie resiliente y adaptada a condiciones de sequía y elevadas temperaturas (Barbeta y Peñuelas, 2016; San-Eufrasio et al., 2020) (Figura 1). Esta especie forestal ha sido clave en nuestra vida desde tiempos ancestrales como

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Figura 1. Individuo de encina localizado en Aldea de Cuenca, Fuente Obejuna, Córdoba (UTM 30S 2767511284245466 datum ETRS89), utilizado en la secuenciación del genoma de la encina (Rey et al., 2022)

fuente de madera, alimentación, tanto para humanos como para el ganado, y extractos para el tratamiento de dolencias, como infecciones fúngicas o bacterianas (Mohammadzadeh et al., 2013) (Figura 2). Su fruto, la bellota, ha constituido parte del alimento básico en épocas prehistóricas y durante siglos en la cuenca Mediterránea, proporcionando casi el 25% de la dieta consumida por las clases más pobres en Italia y España (Hill, 1952). En tiempos de escasez, la bellota constituía un recurso de alto contenido energético, pero cuando mejoró la economía tras la Segunda Guerra Mundial, este fruto pasó a considerarse un alimento para pobres y la tradición gastronómica de la bellota desapareció casi por completo, salvo para alimentar al ganado (Pignone et al., 2010). Con el incremento de la población mundial que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para

la Alimentación y la Agricultura) ha declarado para las próximas décadas será necesario producir un 70 % más de alimentos de los que se producen en la actualidad. El diseño de una agricultura más productiva y sostenible forma parte de la solución al futuro aumento en la demanda de alimentos; no obstante, este objetivo requiere análisis de valor nutricional, trazabilidad y composición química. En el contexto de una mayor conciencia del valor nutricional de todos los frutos secos, es lógico pensar en el comienzo de “una nueva era” en el uso de la bellota y su reintegración en la dieta humana (Vinha et al., 2020). Sin embargo, el amargor y astringencia de algunas variedades, asociada, entre otras causas, a la presencia de taninos, la hace poco atractiva para el consumidor. Aparte del pre-procesado para eliminar su amargor y ser aptas para el consumo humano (Deforce et al., 2009), se pueden seleccionar individuos productores de las denominadas bellotas dulces, más aptas para el consumo humano. El consumo de bellotas puede llevarse a cabo a diferentes niveles, como frutos secos, para la elaboración de harina o para la obtención de aceite de uso culinario (Vinha et al., 2016). Como producto apto para el consumo humano, la bellota, o su harina, debe cumplir unos requisitos de trazabilidad, una exigencia legal impuesta por la Unión Europea para garantizar, entre otros objetivos, la seguridad y la inocuidad de los productos alimentario. Es por ello que se hace necesario un análisis fitoquímico amplio y en profundidad que posibilite su etiquetado para consumo humano y permita su trazabilidad.

METODOLOGÍA EMPLEADA EN LA CARACTERIZACIÓN FITOQUÍMICA DE BELLOTAS

Desde el año 2004, el grupo de investigación liderado por el Prof. Jesús V. Jorrín Novo en la Universidad de Córdoba lleva trabajando en la biología molecular de la encina (Maldonado-Alconada et al., 2022). Una de las principales líneas de investigación llevadas a cabo por el grupo se centra en la caracterización fitoquímica y búsqueda de compuestos bioactivos en la bellota de la encina (López-Hidalgo et al., 2021). El flujo de trabajo y técnicas empleadas se muestran en la Figura 3. Tras la optimización de las diferentes técnicas, en la actualidad, el grupo de investigación se encuentra caracterizando el fruto de un amplio número de individuos ya que, al tratarse de una especie no domesticada y alógama, la variabilidad en cuanto a composición de la bellota es muy alta, contribuyendo a ello no solo factores genéticos o epigenéticos, sino también ambientales.

VALOR NUTRICIONAL

En términos generales, el 50 % de la composición total de la bellota es almidón; la proteína, libre de gluten, aporta entre

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Figura 2. Pintura rupestre ubicada en La Sarga, Alcoy, Alicante, España. Imagen tomada de Fortea y Aura (1987) y modificada por Alejandro Valle Vázquez Figura 3. Flujo de trabajo utilizado en la caracterización fitoquímica de bellotas

Tabla 1. Composición química y perfiles de ácidos grasos de bellotas correspondientes a un individuo de encina localizado en Aldea de Cuenca (Fuente Obejuna, Córdoba) mediante tecnología NIRS. Los valores se expresan como porcentaje de peso seco o porcentaje de ácidos grasos totales.

Cenizas (%) Proteínas (%) Grasas (%) Azúcares (%) Fibras (%) Digestibilidad (%) Energía (kcal/ kg) Polifenoles (%) 2,64 4,07 8,91 6,32 2,21 46,55 4576,24 0,39 Almidón (%) Ácido plamítico (%) Ácido esteárico (%) Ácido oleico (%) Ácido linoleico (%) 69,22 26,07 1,83 76,49 6,03

Tabla 2. Composición de macronutrientes (Ca, Mg, K, Na y P) (g/kg) y micronutrientes (Fe, Zn, Mn y Cu) (mg/kg) de bellotas correspondiente a un individuo de encina localizado en Torrecampo (Córdoba) mediante fotometría de llama (K, potasio), espectrofotometría (P, fósforo) y espectrofotometría de absorción atómica (Ca, Mg, Fe, Mn, Zn y Cu, calcio, magnesio, hierro, manganeso, zinc y cobre, respectivamente).

Ca (g/kg) Mg (g/kg) K (g/kg) Na (g/kg) P (g/kg) Fe (mg/kg) Zn (mg/kg) Mn (mg/kg) Cu (mg/kg) 0,28 0,56 1,69 0,05 0,50 27,74 6,48 3,16 1,94 Bellota Cacahuete Anacardo Castaña Avellana Nuez de Macadamia Nuez de Brasil Nuez Pecán Piñón Pistacho Nuez de Castilla Almendra Proteína 5.3 25.8 18.2 4.2 15.0 7.9 14.3 9.2 13.7 20.2 15.2 20.4 Lípidos totales 6.6 49.2 43.8 1.1 60.8 75.8 47.1 72.0 68.4 45.3 65.2 57.8 Almidón 68.7 NR 23.5 NR 0.5 1.0 NR 0.5 1.43 1.7 0.06 NR Fenólicos 1.3 NR NR NR NR NR NR NR NR NR NR NR Azúcares 15.0 16.1 30.2 49.1 16.7 13.8 11.7 13.9 13.1 27.2 13.7 16.2 Ácido Palmítico 31.9 5.2 3.9 0.2 3.1 6.0 9.6 4.4 3.2 5.3 4.4 3.5 Ácido Esteárico 2.8 1.1 3.2 0.01 1.3 2.3 6.2 1.7 1.4 0.5 1.7 0.8 Ácido Oleico 70.0 23.8 23.5 0.6 45.4 43.8 23.6 40.6 17.9 22.7 8.8 33.8 Ácido Linoleico 6.9 15.6 7.8 0.3 7.8 1.3 24.4 20.6 33.2 14.1 38.1 14.5

Tabla 3. Comparación del perfil nutricional de los frutos secos más consumidos (datos tomados del USDA, https://www.usda.gov/) y del análisis de harina de bellota llevado a cabo en el laboratorio, utilizando la tecnología NIRS. Los valores se expresan como porcentaje de peso seco.

un 2 % y 5 %, el contenido graso en torno a un 9 %; siendo el ácido oleico, palmítico y linoleico los principales ácidos grasos presentes (López-Hidalgo et al., 2021) (Tabla 1). El uso alimenticio de productos vegetales, también, implica una composición determinada en nutrientes (Mohammadzadeh et al., 2013). El contenido en macronutrientes (g/kg peso seco) y micronutrientes

(mg/kg peso seco) detectado en la harina de bellota se incluye en la Tabla 2. El K y el Fe junto con el Zn son los macro- y micronutrientes, respectivamente, más abundantes en el fruto. Dicho perfil, tal y como se presenta en la Tabla 1, sitúa a la encina desde un punto de vista nutricional a la altura de otros frutos secos (Tabla 3).

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PERFIL FITOQUÍMICO Y BÚSQUEDA DE COMPUESTOS BIOACTIVOS

Dentro de la gran variedad de moléculas presentes en la bellota cabe destacar la presencia de compuestos bioactivos, de lo que depende su valor nutraceútico. Los compuestos bioactivos se definen como compuestos que pueden ser esenciales o no (p. ej. vitaminas o polifenoles) que se encuentran en la naturaleza, formando parte de la cadena alimentaria y con algún efecto sobre la salud humana (Biesalski et al., 2009). La encina destaca por la gran diversidad de metabolitos secundarios que produce, incluyendo fenólicos (benzoicos, cinámicos, cumarinas, estilbenos, flavonoides, lignanos y taninos), terpenoides (sesqui-, di- y triterpenos), y algún alcaloide (López-Hidalgo et al., 2021). Los compuestos fenólicos son el grupo de metabolitos secundarios más interesantes ya que su presencia aporta valor añadido por su actividad antioxidante, antiinflamatoria, anticancerígena, antienvejecimiento y, por tanto, su potencial en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, diabetes e infecciones microbianas (Vinha et al., 2016, 2020; Pasqualone et al., 2019; Morales, 2021). Dentro de posibles compuestos bioactivos, en la bellota se ha detectado la presencia de ácido elágico caracterizado por sus propiedades antiinflamatorias, antiproliferativas y antienvejecimiento; la luteolina por sus propiedades anticancerígenas o el resveratrol, al que se asocia el efecto antioxidante de la uva. También hay que destacar el alto contenido en proteínas que contienen péptidos bioactivos a los que se asocia actividad antihipertensiva (Figura 4).

A su vez, como alimento para el consumo humano, es importante tener en cuenta el contenido en alérgenos ya que en el ámbito médico los frutos secos se encuentran entre los principales alimentos alergénicos. El síndrome de alergia al polen y los alimentos es una

Figura 4. Estructura de los compuestos bioactivos presentes en la bellota de encina: a) Ácido 3,4- dihidroximandélico, b) Ácido elágico, c) Hispolon, d) Escoparona, e) Symplocoside, f) Siringina, g) 6-hidroxiluteolina 6-glucurónido, h) 3-O-β-Dglucopiranosilandrografólido, i) Ácido abscísico, j) Aucubina, k) 8-Acetilharpagide, l) Trigonelina y m) Resveratrol

reacción inmediata que ocurre después de la ingestión de frutas, verduras o frutos secos y que tienen reactividad cruzada (Waserman et al., 2018). Los alérgenos homólogos de PR10 dentro de las especies del orden Fagales (Fagus, Castanea y Quercus) muestran reactividad cruzada, siendo uno de los mejores caracterizados el Bet v 1 de abedul. Entre un 50-93% de los pacientes alérgicos al polen de abedul también desarrollan síntomas y signos de alergia frente a determinados alimentos de origen vegetal (Breiteneder et al., 2001). Del mismo modo, se ha identificado el primer alérgeno del polen de la encina, Que i 1, una proteína PR10 homóloga a Bet v 1 de abedul (Pedrosa et al., 2020). Datos recientes revelan la existencia en harina de bellota de otras proteínas potencialmente alergénicas.

REFERENCIAS

Álvarez JRG (2016) Culture & History Digital Journal 5, e003-e003.

Barbeta A, Peñuelas J (2016) Plant Ecology & Diversity, 9, 321-338.

Biesalski HK, et al. (2009) Nutrition 25, 1202-1205.

Breiteneder H, et al. (2001) International archives of allergy and immunology 124, 48-50.

Deforce K, et al. (2009) Archaologisches Korrespondenzblatt, 12, 381.

Hill AF (1952) Economic botany. A textbook of useful plants and plant products., (2nd edn).

López-Hidalgo C, et al. (2021) Food Chemistry 338, 127803.

Maldonado-Alconada AM, et al. (2022) International journal of molecular sciences, 23, 9980.

Mohammadzadeh A et al. (2013) Spectrochimica Acta Part A: Molecular and Biomolecular Spectroscopy, 113, 423-426.

Morales D (2021) Trends in Food Science & Technology 109, 116-125.

Pasqualone A, et al. (2019) Heliyon 5, e02242.

Pedrosa M, et al. (2020) Clinical & Experimental Allergy 50, 815-823.

Pignone D, Laghetti G (2010) Genetic Resources and Crop Evolution 57, 12611266.

Rey MD et al. (2022) BioRxiv.

San-Eufrasio B et al. (2020). Forests, 11, 707.

Vinha AF, et al. (2016) Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety 15, 947-981.

Vinha AF, et al. (2020) Bioactive compounds in underutilized fruits and nuts 273-287.

Wasserman RL, et al. (2018) Annals of Allergy, Asthma & Immunology 121, 272-275.

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Trabajos de selección de encinas productoras de bellota dulce y su propagación dentro del programa de mejora del material genético forestal en Extremadura

Para su propagación y conservación y su papel en la lucha contra el cambio climático y la bioeconomía forestal

La Estrategia Extremeña de Bioeconomía Forestal, en proceso de aprobación, se ha centrado en todas aquellas producciones que supongan una contribución del monte y el sector agroforestal extremeño a la economía y el empleo verde, a las energías renovables y a la economía circular, al consumo responsable y a la construcción sostenible, de acuerdo con el marco regional de impulso a la economía verde y circular definido en la Estrategia de 2030 de Extremadura.

Dentro de la estrategia de bioeconomía forestal tienen un papel fundamental los productos de las dehesas extremeñas, más de 1,5 millones de hectáreas pobladas de encinas y alcornoques que producen bellotas, corcho, pastos y leñas, para los que es fundamental mejorar su valorización con programas como el de mejora genética y conservación de los recursos genéticos forestales que se ha puesto en marcha recientemente.

Para el desarrollo de este programa no podemos obviar los dos mayores problemas de estas masas, que son la falta de regeneración del arbolado y la sanidad,

con problemas tan graves como el decaimiento, “seca de los Quercus”, sin olvidar el incremento del potencial productivo, en un marco de lucha contra el cambio climático, en el que juega un especial papel la repoblación y regeneración de especies autóctonas, pero a la vez también su mejora genética para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

Siendo papel fundamental de esta Administración forestal liderar y poner a disposición de la sociedad estas mejoras, con el apoyo financiero de los fondos “Next Generation” y del Programa de Desarrollo Rural de Extremadura (FEADER), la Dirección General de Política Forestal de la Junta de Extremadura, a través de su Servicio de Ordenación y Gestión Forestal, en colaboración con la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), están trabajando en un ambicioso programa de mejora del material genético forestal en Extremadura, en el que se contará con el apoyo científico de la Universidad de

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/ LA
OPINIÓN DE ACTUALIDAD
BELLOTA
Viveros Servicio de Ordenación y Gestión Forestal 1 Dirección General de Política Forestal Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio Junta de Extremadura

Extremadura y del CICYTEX, y con una red de ensayos y campos de demostración para testar el material seleccionado y trabajar en su mejora.

Para la mejora genética de las encinas ya existen trabajos previos del MITECO para la búsqueda de encinas con tolerancia a la seca y de encinas grandes productoras de bellota, con la participación de la empresa pública TRAGSA, y desarrollos de empresas privadas pioneras en este campo en España, para lo que desde Extremadura se ha iniciado la búsqueda de encinas productoras de bellotas dulces.

Estos trabajos, combinados con los avances en la propagación vegetativa de Quercus sp., permitirán la obtención de clones mejorados procedentes de encinas con grandes producciones de bellotas y/o producción de bellotas dulces. Así mismo, se implementarán las mejoras en las técnicas de injerto en diferentes Quercus procedentes de otros trabajos del MITECO, lo que permitiría obtener en un futuro encinas mejoradas sobre patrones de otros Quercus con más tolerancia a la seca.

RECOGIDA Y SELECCIÓN

Para la búsqueda de encinas productoras de bellota dulce, desde los viveros forestales de la Junta de Extremadura se viene realizando, desde 2020, una campaña de búsqueda de este material con la colaboración de diferentes entidades, asociaciones, agentes del medio natural, técnicos, campaña en redes sociales, etc.

Gracias a este esfuerzo y al consentimiento de la propiedad de las fincas, se han inventariado y estudiado ya más de 50 encinas, recogiendo bellotas de muchas de ellas la pasada campaña, continuándose tanto la selección como el estudio de los parámetros fundamentales a estudiar de las bellotas: dulzor, producción por encina, tamaño y vecería.

Si bien para la encina hay una sola región de procedencia en Extremadura, para la selección de árboles para bellota

y bellota dulce se considerará la división en las tres zonas de interés para la mejora que se han propuesto para el programa en su conjunto, con el fin de mejorar la representación de la diversidad de sus estaciones forestales, teniendo en cuenta la división del territorio en RIU, y las compatibilidades establecidas entre ellas para la utilización de los MFR, estableciéndose las siguientes zonas:

1. Norte de Cáceres: comprendiendo las RIU 18, 19 y 28.

2. Centro-Sur de Cáceres – Sierra de San Pedro –Siberia Extremeña: RIU 29 y 30.

3. Centro – Sur de Badajoz: Incluyendo las RIU 31 y 46.

Con el material seleccionado para producción de bellota dulce, en el periodo 2023 a 2025 se establecerán diferentes plantaciones de ensayos en montes públicos, en estas tres zonas, para evaluar así el material seleccionado, así como el posterior establecimiento de huertos semilleros y campos de material madre, para la obtención de materiales forestales de reproducción de las categorías cualificada y controlada.

PROPAGACIÓN

Considerando los avances en la propagación vegetativa de Quercus, se ha optado para aprovechar todo el potencial genético de los árboles seleccionados, y realizar los ensayos de procedencias y progenies, en base a clones de los mismos, lo que por otro lado permitirá fijar las ganancias genéticas obtenidas, a través de la selección realizada de patrones con mayor tolerancia a la seca y el injerto de material con caracteres productivos de bellota y bellota dulce.

Dado que la encina es una especie recalcitrante y de difícil propagación vegetativa in vitro y mediante injerto, y que la respuesta difiere mucho para cada árbol según los estudios del MITECO, en febrero de 2022 se hizo una preselección de las 20 mejores encinas recolectadas en cuanto a dulzor de la bellota, cantidad de producción

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Recogida de bellotas y preparación de muestras

y vecería, con las que en marzo de 2022 se hicieron ensayos de injerto en el Centro El Serranillo, de la Dirección General de Biodiversidad (MITECO), y en los viveros forestales de Rueda Chica y La Moheda, de la Junta de Extremadura.

De estos resultados se deduce que la respuesta al injertado ha sido muy diferente (Gráfico 1), siempre inferior al 40 %, aunque por la experiencia del MITECO se debe continuar con estos ensayos antes de descartar los clones que aparentemente no permiten el injerto, así como incorporar los mejores de las nuevas prospecciones de esta campaña.

Estos trabajos de selección serán la base para, a través de un análisis detallado de todos los parámetros fisicoquímicos de la bellota, en colaboración con el CICYTEX, caracterizar cuales de estos parámetros son determinantes para definir el dulzor de la misma, más allá de las actuales “catas”, aspecto fundamental

para determinar objetivamente qué bellotas pueden ser consideradas como dulces.

Además, en colaboración con la Universidad de Extremadura se realizarán diferentes ensayos relacionados con la adaptación al cambio climático, incluyendo material procedente de fuentes semilleras más meridionales.

1 Equipo viveros de la Dirección General de Política Forestal de la Junta de Extremadura: José Luis del Pozo Barrón. Ingeniero Técnico Forestal. Jefe de Servicio de Ordenación y Gestión Forestal Francisco. Javier Nieto Remedios. Ingeniero de Montes Alfredo Ortiz Granado. Ingeniero Técnico Forestal Álvaro Tejerina Gallardo. Capataz Juan José Albalat Vicente. Capataz Equipo apoyo, empresa pública GPEX: Alicia Ramírez Vera. Ingeniero Técnico Forestal Eusebio Bermejo Bello. Ingeniero Técnico Forestal Ramón Larrazábal Pareja-Obregón. Ingeniero Técnico Forestal

Gráfico 1. Injertos prendidos y % por encina (marzo 2022)

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Injertos prendidos Material recogido para el injerto e injerto recién realizado

OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

La recuperación de las variedades de encina de bellota dulce de Mallorca

La encina (Quercus ilex L.) es uno de los árboles más emblemáticos del Mediterráneo. Domina los bosques maduros y las maquias de la cuenca occidental de nuestro mar y ha sido muy apreciada desde antiguo por la sombra que ofrece, la producción de carbón y leña y por sus bellotas. Son precisamente estas bellotas objeto del estudio que está llevando a cabo la Associació de Varietats Locals, AVL en adelante.

La gran mayoría de las encinas silvestres de Mallorca producen bellotas con un alto contenido en taninos que les confieren resistencia a ciertas plagas, pero también les otorgan un gusto amargo y astringente poco atractivo para su consumo. Además, puede tener consecuencias negativas para la salud si no se someten a un proceso de lixiviado previo. Aun así, este es un carácter que a veces no se expresa con tanta intensidad y se pueden encontrar encinas de bellotas con un menor contenido de taninos y de gusto dulces: son las encinas dulces.

Históricamente, estas encinas se han identificado y preservado para su aprovechamiento como árbol forrajero, haciendo pastar los animales por debajo, que encuentran en las bellotas dulces un alimento muy nutritivo. Pero no solo esto, las más dulces se reservaban para el consumo humano, tanto frescas como tostadas o haciendo harina para multitud de recetas.

Conociendo de primera mano que el carácter de dulzor a menudo no se transmite a través de los frutos, la técnica empleada tradicionalmente para su propagación es la del injerto. Una técnica específica para estas variedades transmitida de generación en generación, y que en Mallorca es el único lugar donde se conserva.

Esta técnica llamó mucho la atención de Balanotrees, vivero catalán especializado en encinas dulces, quién en 2019 impulsó una prospección preliminar para conocer

la situación de las encinas dulces de Mallorca. Los resultados fueron muy positivos y se pudo comprobar el gran potencial para este cultivo en la isla.

Más adelante, la AVL pudo acceder a una Beca de Investigación Aplicada, financiada por el FOGAIBA, para la identificación y caracterización de las encinas de bellota dulce de Mallorca. Esta permitió crear las fichas de 8 tipos varietales, incorporadas en el Catálogo de variedades locales de interés agrario de las Illes Balears. La mala añada y la situación de la pandemia dificultaron una prospección exhaustiva, pero, aun así, los resultados muestran al menos ocho tipos varietales de encina, conservadas en diferentes fincas de la isla, cada una con sus características organolépticas, morfológicas y agronómicas particulares. Estas encinas son: avellaneta; d’en Pere Andreu; de la campaneta “allargada”; de la campaneta “arrodonida”; d’en Cremat; de la monja Riera; de la senyora i de la castanya. Además de estas, los datos provisionales indican que seguramente se podrán identificar varias más en las siguientes campañas.

Hoy en día las encinas dulces son un cultivo infrautilizado, a menudo despreciado por sus connotaciones de alimento ligado a la pobreza, pero que presenta un gran potencial comercial, como demuestran iniciativas como las de Balanotrees en Cataluña u Oakmeal en Grecia.

La preservación de las variedades de encinas de bellota dulce es un hito más en la recuperación de la biodiversidad cultivada de Mallorca y del patrimonio cultural y gastronómico de nuestra isla. Por eso, la AVL ha puesto en marcha un proyecto de propagación de encinas dulces de variedades mallorquinas, injertando 800 individuos en su primer año, con el objetivo de potenciar y preservar estos cultivares.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Manuel Pomar Cloquell Andreu Adrover Serra Maria Massanet Neubaur Aina Socies Fiol Asociació Varietats Locals Mallorca

Según la tradición, las encinas se injertan a campo cuando ya tienen más de 5 o 10 años, requiriendo mucho trabajo de mantenimiento para evitar que el injerto se deshidrate, dado que es un árbol con poco movimiento de savia y tarda un tiempo en cicatrizar

en diferentes zonas. En este sentido, y gracias al Institut de Recerca i Formació Agroalimentària i Pesquera de les Illes Balears (IRFAP), se han podido enviar 18 muestras de árboles «madre» a laboratorio para analizar los marcadores moleculares, que mostrarán cuantas variedades genéticamente diferentes se han injertado.

Estos árboles «madre» tenían que presentar buenas condiciones sanitarias y dar negativo en el análisis de Xylella fastidiosa realizado por parte de los técnicos de la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació de les Illes Balears. Esta bacteria es el motivo por el cual las encinas dulces obtenidas en el vivero no pueden salir de Mallorca hacia zonas consideradas libres del microorganismo, como la Península.

El vivero forestal de Menut, gestionado por la Conselleria de Medi Ambient i Territori de les Illes Balears, aportó encinas de un año, y la Universitat de les Illes Balears (UIB) cedió un lugar donde injertar y espacio dentro de un invernadero.

Para conseguir poner en marcha este nuevo proyecto, la AVL primero visitó el vivero de Balanotrees, en La Nou de Gaià (Tarragona), donde se aprendió todo el proceso de injerto de hendidura, dado que este método no se había llevado a cabo antes en Mallorca. Según la tradición, las encinas se injertan a campo cuando ya tienen más de 5 o 10 años, requiriendo mucho trabajo de mantenimiento para evitar que el injerto se deshidrate, dado que es un árbol con poco movimiento de savia y tarda un tiempo en cicatrizar y unirse el pie con el nuevo material vegetal. Aun así, muchas veces este proceso no tiene éxito y se tiene que volver a injertar al año siguiente. En cambio, el nuevo método empleado, de hendidura sobre planta de un año, permite injertar muchos árboles en poco tiempo y en unas condiciones más controladas que hacen aumentar el porcentaje de éxito.

Una vez estudiado el método se decidió de qué árboles prospectados anteriormente se cogerían injertos, intentando asegurar la máxima cantidad de variedades diferentes y repitiendo algunas variedades prospectadas

El proceso se inició en el mes de enero 2022, recolectando los injertos de las variedades en campo, en este caso material vegetal del crecimiento del año anterior, y haciendo el injerto de hendidura con tijeras y bisturí en condiciones lo más asépticas posibles, desinfectando con alcohol los enseres para no transmitir enfermedades entre árboles y variedades. Una vez realizada la unión se sujetó la zona del corte con cinta y se bañó todo el injerto con una cera caliente especializada para evitar la deshidratación de la muda. A continuación, los árboles se pusieron en horizontal en el tubo caliente, una estantería en la que se montó un tubo de PVC con diferentes materiales aislantes y por el que pasa una resistencia. Es importante hacer coincidir la zona de calor aportado por la resistencia con la del injerto, ayudando a cicatrizar la unión y activando solo las células de esta parte del árbol, mientras el resto todavía permanece en reposo. Durante las tres semanas que pasan en el tubo caliente es crucial mantener la humedad de la zona radicular de los árboles.

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A la derecha: bellotas de la encina Son Horrach, d'en Pere Andreu, la variedad más resistente a las plagas

Todo este proceso no habría sido posible sin la ayuda desinteresada de todas las personas voluntarias que ayudaron tanto en el montaje de la instalación como con los injertos.

Una vez pasadas estas tres semanas, las plantas se introdujeron en la palangana forestal y fueron transportadas al invernadero, a una mesa de riego por inmersión en la cual se diseñó un sistema de riego automático para garantizar el buen desarrollo de los árboles. En pocos días empezaron a brotar los primeros injertos. Pocas semanas después, las plantas más avanzadas se fueron trasplantando dentro de macetas para asegurar su correcto desarrollo.

Al inicio del verano, cuando las temperaturas dentro del invernadero eran demasiado elevadas, las plantas fueron trasladadas hasta el vivero de Menut, en Escorca, donde los voluntarios de la AVL han ido realizando el seguimiento, entutorado y poda de los árboles para darles la forma adecuada.

Con las cerca de 300 encinas dulces resultantes se pretende hacer cuatro colecciones, y repartir las sobrantes entre los socios de la AVL que se interesaron por el proyecto. Estas colecciones se llevarán a cabo en Can Pistola (Felanitx), gestionada por un miembro de la

AVL; una en la UIB y otra en la finca pública de Mortitx, en agradecimiento por su colaboración en el proyecto; y otra en la finca pública de Galatzó

Balanotrees: http://balanotrees.org/es/

ENLACES DE INTERÉS

Catálogo de variedades locales de interés agrario de las Illes: https://varietatslocalsib.com/ca/webcataleg

Associació de Varietats Locals: https://www.varietatslocals.org/

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Arriba: encina Son Fortes en Alaró.

OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Miguel Ángel Llorente

MiguelÁngelLlorenteMedina  / 

@miguel_angel_llorente_medina 

@miguelangelllorenteymas@gmail.com 

Bellotas probióticas para alimentar el mundo

Seguramente hemos escuchado los términos alimento probiótico o comida probiótica de los que tanto se habla últimamente y que se refieren a alimentos fermentados de distintas formas que contienen poblaciones de microorganismos beneficiosos para nuestra flora intestinal y por tanto benefician a nuestro sistema inmunológico y nuestra salud física y mental.

Habría que añadir que dichos alimentos, al estar predigeridos por los microorganismos que participan en la fermentación, son más digeribles y fáciles de asimilar para nosotros que dicho alimento antes de producirse la fermentación. Un ejemplo bien conocido es el de la leche y el yogur, donde el yogur, que es leche fermentada, se digiere y se asimila mejor.

Y ahora vamos con la bellota, ese alimento tan nutritivo y abundante, presente en los cinco continentes y en cualquier tipo de clima, y que ha hecho al jamón ibérico mundialmente conocido por la calidad de la carne de los animales que comen este fruto.

Es probable que si le dices a alguien que la bellota es un alimento apto para humanos su cara sea de sorpresa, duda o incluso desprecio, a no ser que se trate de alguna persona de cierta edad que haya crecido en un entorno rural y haya comido bellotas dulces asadas al igual que las castañas.

También se percibe cierta vergüenza al reconocer que la gente comía bellotas, ya que culturalmente ha sido relegada a “comida de animales” por muy diversas razones que no cabrían en este escrito, sin ningún argumento coherente. Como mucho te dirán que son amargas y no se pueden comer porque “dicen” (no sabemos quién lo dice) que no son buenas por ser amargas, que son venenosas, o cualquier otra leyenda rural.

Es verdad que los taninos de las bellotas en dosis altas pueden ser ligeramente tóxicos para las personas, al igual que muchos antinutrientes y compuestos de semillas y frutos secos que consumimos habitualmente, aunque no se nos alerta tanto de eso.

Entonces les preguntaría que si alguna vez se comieron una aceituna de un árbol, y os aseguro que quien lo haya hecho no lo olvida, ya que las aceitunas son mucho más amargas que las bellotas y aun así las transformamos en comida deliciosa.

Y precisamente por ahí es por donde empezó mi experimentación con las bellotas, ya que soy un gran amante de los alimentos fermentados y las aceitunas caseras y hago mis propios aliños y endulzados desde hace años. Así que un día pensé en probar las técnicas de desamargado de aceitunas con todas esas bellotas que veía por el suelo y que muchas se pudren debajo de los árboles.

Este proceso de pensar en transformar bellotas en comida coincidió con la llegada a mi vida del libro escrito por César Lema Costas y Félix Rodrigo Mora llamado “Cocina Bellotera para la Era Post-Petrolera”, que me ayudó a tener una perspectiva más amplia tanto de los usos de la bellota para alimentación humana en la historia y en diferentes lugares del mundo, como de los estudios científicos sobre valores nutricionales y composición química de este fruto llevados a cabo por varias universidades de España, California, Noruega o Inglaterra, por citar algunas.

En ellos se revela que la bellota tiene un gran valor nutritivo y medicinal, con altas cantidades de hierro y calcio entre otros y de vitaminas A, E y C (tanta como el limón), además de contener grasas, proteínas e hidratos de carbono de alta calidad.

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Dicho libro también menciona brevemente procesos de fermentación de las bellotas que se cree que realizaban nuestros antepasados, así que con toda esta información e intuición comencé a probar y descubrí algo que me pareció muy revelador y útil, o quizás lo rescaté de la memoria colectiva: Todos los procesos que usamos para desamargar aceitunas sirven también para desamargar bellotas.

y medicinal, con altas cantidades de hierro y calcio entre otros y de vitaminas A, E y C (tanta como el limón), además de contener grasas, proteínas e hidratos de carbono de alta calidad.

Aquí hay que aclarar que algunos de esos procesos de desamargado son fermentaciones y otros son lavados, todos ellos con el propósito de quitar el amargor, que en el caso de la bellota es debido a los taninos y en el caso de la aceituna es por la oleuropeína, aunque funcionan igual en los dos casos.

Un ejemplo de aceitunas fermentadas son las aceitunas verdes de año, que se dejan reposar durante un año en agua con sal sin cambiar el agua y después se pueden consumir durante mucho tiempo ya que es muy difícil que se estropeen. Lo mismo podemos hacer con las bellotas por muy amargas que sean, aunque en mucho menos tiempo. Se pueden fermentar hasta las de coscoja (Quercus coccifera).

Llegados a este punto, ya tenemos bellotas probióticas, un superalimento al alcance de todos que además se digiere y asimila con facilidad, aunque esto es solo el principio de un mundo de infinitas posibilidades tanto culinarias como medicinales. Digo infinito porque cuanto más experimento, más infinito me parece, ya que una vez que sabes cómo funcionan las fermentaciones, puedes hacer innumerables variaciones y combinaciones.

A partir de bellotas fermentadas con diferentes procesos, mezclas e ingredientes, he desarrollado

innumerables alimentos probióticos como bellota de mesa, patés, crackers, “quesos” vegetales, deshidratados y otros que no sabría ni qué nombre ponerles y que ya he mostrado a cientos de personas de distintos países en las formaciones presenciales y en línea que realizo desde hace años.

De momento no se venden estos productos ya que mi foco está en la investigación y difusión, y recientemente he contactado con algunas universidades para analizar en laboratorio los nutrientes y compuestos de dichos fermentos.

El último y no menos importante beneficio global de introducir la bellota en nuestra dieta es que seguramente cuidaríamos más nuestros bosques y dehesas e incluso, como ya algunas personas estamos haciendo, podríamos integrar los Quercus en plantaciones agro-forestales multiespecie para producción de comida, fibra y madera, con la gran ventaja de ser árboles rústicos que van a requerir mucha menos agua e insumos.

El interés en la bellota para alimentación humana está creciendo en muchos países, y me gustaría mencionar otros proyectos ibéricos, compañeros de camino, como Freixo do Meio y Moinho de Pisoes en Portugal, Bellota y Raíz, Acorn Revel y La Tahona Gourmet en España, que están comercializando numerosos productos a partir de bellota dulce y bellota desamargada como harinas, panes, turrón, bebidas vegetales y mucho más.

Y para los interesados en el tema, estaremos celebrando en Extremadura la IV Feria Ibérica de la Bellota el 28 y 29 de enero de 2023, con un programa lleno de información y productos muy novedosos y valiosos.

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OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Los híbridos del género Quercus

Es conocido por el ser humano el manejo de la genética desde hace mucho tiempo, y por lo tanto también el concepto de hibridación. Así pues, al igual que hay híbridos en el reino animal (mulo, ligre, etc.) existen en el reino vegetal, donde coexisten especies tan habituales en nuestro día a día como el plátano de sombra, olmo contra grafiosis, castaño contra tiña del castaño, etc. Así pues, son evidentes en muchos casos las mejoras genéticas que pueden albergar los híbridos, con la consiguiente posibilidad de prestar un servicio al ser humano (mayor producción, etc.) y a la propia naturaleza (resistencia a sequías, etc.).

El mejoramiento genético vegetal mediante hibridación está bien establecido y utilizado para muchos cultivos, ya sean cereales, leguminosas, hortalizas u ornamentales. Desde su introducción hace casi 100 años, los materiales híbridos están siendo

utilizados de manera creciente en términos globales. En Brasil, por ejemplo, el maíz, el sorgo, el girasol, la soja, el algodón y el arroz está entre los cultivos más importantes en términos de superficie sembrada.

En Reino Unido, la betarraga, el maíz, forrajeras y hortalizas son los cultivos que presentan el mayor uso de materiales híbridos a partir de semillas F1. Otros materiales híbridos están incidiendo también en un importante sector del mercado, como la canola y la cebada de invierno, así como nuevas variedades de trigo híbrido que han sido recientemente introducidas. El desarrollo de los materiales híbridos ha sido uno de los principales factores para un significativo aumento en la productividad global de los cultivos, resistiendo sequías, enfermedades y plagas. Ese avance se logró a través de la selección y combinación de dos líneas parentales puras, formándose el vigor híbrido. Este impulso al

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Francisco Romero Aragüete. Presidente de la Asociación Quercus Real Híbrido Quercus x mixta X Quercus coccifera coscoja detrás y fondo encina Híbrido Quercus x mixta X Quercus coccifera inidividuo castizo cuajado de bellotas

desempeño combinando el mejor rendimiento, calidad y caracteres de interés agronómico y comercial de cada parental es el resultante del vigor híbrido.

Los cultivos producidos a partir de semillas híbridas ofrecen beneficios significativos en términos de aumento de rendimiento, desempeño agronómico y consistencia de la utilización final de su calidad, y esto se debe al vigor híbrido derivados de la combinación de dos líneas parentales. Existen personas y entidades, como la asociación Quercus Real, que es una asociación sin ánimo de lucro, que trabajan en este campo y han conseguido recopilar la genética de diversos individuos híbridos del género Quercus L. Un híbrido entre especies del género Quercus L. se denomina de forma común mesto y suele presentar características morfológicas externas propias de sus parentales. El mesto o híbrido más común en Extremadura es el Quercus x mixta (híbrido entre encina y alcornoque, o lo que es lo mismo, entre Quercus ilex subsp. ballota y Quercus suber). Como ya se ha comentado, estos árboles tienen un porte y vigor superior que la de sus parentales, y puede distinguirse dicho vigor bastante bien en las dehesas. Es importante volver a recalcar que dicho vigor híbrido es típico de muchas especies que se hibridan, tanto en animales como en vegetales.

Por otro lado, existen otros tipos de mestos o híbridos menos comunes como híbridos entre encinas y robles, y uno de especial importancia, el híbrido entre la encina y la coscoja (Quercus x auzandrii). La coscoja (Quercus coccifera) es el Quercus más resistente a la sequía, el pastoreo excesivo, y los suelos pobres de todo el Mediterráneo.

Así pues, la asociación Quercus Real lleva más de 10 años investigando en la búsqueda de los ejemplares de mestos, seleccionando únicamente los mejores en belleza, resistencia a la sequía y producción sin vecería anual. Resumiendo, Quercus Real tiene una selección de mestos que en su mayoría son probablemente mestos encina-coscoja, pero también otros entre

alcornoque y coscoja, y coscoja y quejigo. La selección de individuos híbridos o mestos con tales características y su introducción en reforestaciones y densificaciones de dehesas y bosques son de gran importancia para el futuro, ya que desde un punto biológico preservan ambos genotipos y a su vez hacen continuar el proceso de hibridación con ejemplares de parentales previamente seleccionados en dehesas y montes, generando una mayor biodiversidad y riqueza genética del género Quercus. Por otro lado, si los híbridos o mestos introducidos en las repoblaciones y densificaciones de dehesas y montes son más tardíos en la floración que los parentales existentes o más precoces que otros Quercus, forman una cadena de polinización muy interesante para la producción de bellotas.

El doble sistema radicular (superficial de la coscoja y profundo de la encina) permite beneficiarse de aguas profundas y superficiales, adaptándose a diferentes episodios de lluvias. La asociación Quercus Real ha observado y documentado estas variables durante más de 10 años. También han observado, que los mestos entre encina y coscoja son más precoces, es decir producen bellotas antes que otros Quercus, pudiendo dar bellotas con 4 o 5 años, cuando una encina necesita 12 o 14 años para producir bellotas, o 20 años para el caso del alcornoque. Actualmente la asociación Quercus Real trabaja en la comprobación empírica de, por un lado, qué parentales forman los híbridos encontrados por la misma, así como su resistencia a sequías, enfermedades, comprobación del vigor híbrido respecto a parentales, comprobación de clones idénticos mediante autofecundación de los mejores individuos, y otras variables más. Todo ello puede llevar a producir clones que a su vez sean grandes productores de bellotas, y que además puedan ser patrones idóneos para injertar otros Quercus de grandes producciones de bellotas dulces, bellotas tempranas (robles), y de alcornoques de buen corcho y buenas producciones de bellotas.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Probable híbrido Quercus x mixta X Quercus coccifera encina a la izquierda Híbrido Quercus suber x Quercus coccifera sobresale sobre todo el monte

OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Sobre encinas y bellotas dulces

Una tarde de hace unos diez años mi abuela me explicó que de pequeña iba al bosque a recolectar bellotas de dos encinas que las daban dulces y que se las comían asadas en la leña como castañas. Este fue el comienzo de un viaje que nos ha llevado a lo largo y ancho de la Península Ibérica y Baleares en busca de las elusivas bellotas dulces, a aprender de distintos maestros las técnicas del injerto en encina, y a conocer la estrecha relación de este árbol emblemático con las personas.

ALIMENTO HUMANO

De entre los muchos aprovechamientos de los árboles y arbustos del género Quercus hay uno que pasa relativamente desapercibido: el consumo humano de bellota. Las bellotas son muy nutritivas, abundantes, fáciles de recolectar y se pueden almacenar durante mucho tiempo. Por eso, allí donde crecen robles y encinas los humanos históricamente se han alimentado de sus frutos.

Su principal inconveniente es que tienen un alto contenido en taninos. Estos le confieren un sabor astringente parecido el que encontramos en un caqui o una uva inmadura. Es una astringencia que, a diferencia de la de otros frutos, no desaparece del todo con la maduración. Por eso, las sociedades que históricamente se han alimentado de bellotas desarrollaron procesos de desamargado con el objetivo de reducir la concentración de taninos.

Sorprendentemente, existen unos pocos individuos de encina carrasca —Quercus ilex subsp. ballota— que producen bellotas dulces; no solo con un contenido de taninos suficientemente bajo como para poderlas comer directamente, sino también con un sabor que no tiene nada que envidiar al de otros frutos secos más populares. Muchas de estas encinas dulces tienen nombre y la gente de campo las conoce bien, especialmente en las zonas de dehesa, donde la bellota

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Sorprendentemente, existen unos pocos individuos de encina carrasca que producen bellotas dulces; no solo con un contenido de taninos suficientemente bajo como para poderlas comer directamente, sino también con un sabor que no tiene nada que envidiar al de otros frutos secos más populares

sigue teniendo un rol importante para las personas. En Mallorca incluso existen variedades tradicionales de encina de bellota dulce que se han reproducido por injerto desde hace siglos.

En el Mediterráneo occidental el encinar es el ecosistema clímax más común, es hacia donde la tierra empuja, por eso, si nos creemos la afirmación de que en vez de estar constantemente luchando contra la naturaleza debemos trabajar con los procesos naturales, entonces pocas cosas tienen más sentido que reintroducir la bellota en nuestra dieta.

Para ello creemos que hay dos caminos que pueden trabajar de la mano. Por un lado, los productos elaborados a base de bellotas “normales” y por el otro la bellota dulce como fruto seco entero. Este segundo planteamiento es en el que nos centramos en Balanotrees y es un camino que implica la domesticación de la encina, un proceso que empezó hace milenios pero que debido a características intrínsecas y también a factores culturales no ha sido tan intenso como en otras especies.

LA DOMESTICACIÓN OLVIDADA

Los viveristas de planta ornamental a menudo se lamentan de lo difícil que es formar una encina para que tenga un tronco recto, parece que se resista a obedecer.

Este “carácter rebelde” también se expresa en ciertos rasgos que dificultan su aprovechamiento agrícola y su domesticación: entrada en producción tardía, vecería pronunciada, difícil reproducción vegetativa y baja heredabilidad del dulzor en la bellota.

Aun así, estos obstáculos botánicos no parecen insalvables y son compartidos con otras especies que sí que han sido domesticadas, por lo que seguramente ciertos factores culturales e ideológicos tengan un peso importante a la hora de explicar el sorprendente olvido de la bellota por parte de la agricultura.

Según algunos investigadores, el hecho de que la inmensa mayoría de Estados, tanto pasados como presentes, hayan basado su agricultura en los cereales, no es tanto debido a factores agronómicos o productivos sino más bien políticos: el cultivo cerealista facilita

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Bellotas dulces y encinas de Els Ports

un sistema impositivo robusto y el control social necesarios para la existencia de una élite no productiva. En comparación, la producción de bellota es difícil de cuantificar a simple vista, la cosecha se extiende durante un período de tiempo relativamente largo y el control de acceso a los campos es complicado. Todos ellos factores que dificultan en gran medida el trabajo del recolector de impuestos.

Asimismo, en muchos contextos históricos la bellota fue el alimento de sociedades que vivían en los márgenes del Estado, fuera de su control y con los que a menudo entraban en conflicto. Era el pan negro de los salvajes, de los bárbaros, en contraposición al pan blanco de cereal de la “gente civilizada”. Por todo esto, el consumo humano de bellota se fue cargando de connotaciones culturales negativas, muchas de las cuales han llegado a nuestros días.

UN FUTURO ABELLOTADO

En el contexto actual de emergencia climática y de agotamiento de recursos parece inevitable caminar hacia una producción de alimentos menos intensiva en hidrocarburos y agroquímicos. El actual modelo extractivo basado en quemar petróleo y erosionar suelo fértil para producir comida es un sinsentido a muchos niveles, pero además parece que en un futuro no muy lejano dejará de ser rentable.

En Balanotrees creemos que la encina y la bellota pueden jugar un papel importante en un nuevo modelo de producción de alimentos más alineado con los ciclos naturales. Para ello será necesario deshacernos de la concepción equivocada según la cual las personas y la naturaleza somos dos cosas separadas, origen de la división artificial que hemos construido entre lo agrícola y lo forestal.

Estamos comprometidos en trabajar sin patentes, compartiendo libremente la información y en favor de la soberanía de los agricultores. Es triste que todavía sea necesario decirlo alto y claro: los seres vivos no deberían ser objeto de patentes “protección” es el eufemismo que se usa en Europa . En el caso de las especies forestales el abuso es si cabe más flagrante, ya que muchas veces el único mérito del obtentor es haber encontrado una planta.

El argumento según el cual sin patentes de variedades vegetales no habría progreso en la mejora vegetal es falso, una rápida mirada histórica demuestra precisamente lo contrario y parte de un marco mental de funestas consecuencias que otorga el monopolio de la investigación agrícola a grandes empresas e instituciones y que degrada al agricultor al mero rol de consumidor de productos y servicios de la agroindustria.

La bellota como alimento humano es una oportunidad de futuro, pero creemos que en este camino debemos ser muy conscientes de los errores del pasado. De lo contrario, corremos el riesgo de convertir, una vez más, una posible solución en otro problema.

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Injerto de encina Planta injertada y micorrizada con trufa negra Encina injertada

OPINIÓN DE ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Proceso industrial de fabricación de harina de bellota para consumo humano

El autor ha patentado un proceso industrial de fabricación de harina de bellota que permite producir grandes cantidades de este producto derivado del fruto estrella de la dehesa y que tiene enormes posibilidades de aplicación en distintos alimentos para consumo humano, como el pan o bebidas vegetales.

El proceso busca dar un nuevo aprovechamiento a la bellota, hasta ahora usada fundamentalmente para el cebo de cerdos ibéricos, lo que a su vez supondría crear un nuevo nicho productivo dentro del ecosistema singular de la dehesa, con la consiguiente creación de empleo y fijación de población al territorio.

Las bellotas tienen un altísimo valor nutricional, el cual se conserva con el proceso industrial ideado y que considera que se trata de “una de las materias primas más importantes para alimentación que puede haber en la naturaleza”.

La harina de bellota es rica en hidratos de carbono muy fáciles de trabajar y con un índice glicémico muy bajo, por lo que son muy adecuados para deportistas y personas diabéticas; rica también en grasas mono y poliinsaturadas y por lo tanto cardiosaludables y rica en aminoácidos esenciales, además de ser un producto libre de gluten y por lo tanto apto para celiacos. También contiene distintos polifenoles que en estos momentos están en estudio y que consumidos en pequeñas dosis y a largo plazo parece ser que pueden tener propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antivirales y posiblemente neuroprotectoras.

Dado su potencial nutritivo y la facilidad con la que se trabaja este producto, existe un amplio abanico para producir productos para alimentación humana, pudiéndose fabricar desde bebidas vegetales, salchichas y hamburguesas veganas hasta gusanitos para los niños.

Si bien, de momento se están comercializando productos de panadería y bollería artesanal, que están teniendo una respuesta muy positiva por parte del consumidor.

Otra ventaja que aporta esta materia prima es que al ser de proximidad (km 0) la huella de carbono derivada del transporte que origina su puesta en el mercado es casi inexistente en comparación con otros productos tan en auge como la quinoa o la chía, que proceden de muy lejos y “no son mejores que nuestras bellotas”.

“Quizás como se suele decir el árbol no nos ha dejado aún ver el bosque”. Mientras que en los últimos años se ha impulsado el conocimiento en relación a la gastronomía de castañas, setas, espárragos y otros frutos silvestres, la bellota ha permanecido en el olvido, si bien en este momento se empieza a poner en valor a este fruto y comienzan a emerger incluso los primeros cultivos intensivos de encinas en regadío para consumo humano.

Parece ser que la bellota era el alimento principal de la población indígena en el hemisferio norte cuando el ser humano aún era cazador recolector, formando parte de lo que ahora se conoce como la paleodieta. Además, historiadores griegos y latinos contaban que los pueblos de la Hispania se alimentaban en gran parte de bellotas y que la forma de colonizarlos era quemarles los abundantes bosques de Quercus de las zonas a conquistar, para así dejarlos sin su principal fuente de alimentación. Posteriormente, y según algunos estudios, los distintos estados políticos promovieron el consumo de productos derivados de la agricultura frente a los de origen silvestre para así poder fijar fácilmente la población al territorio y tener cierto control sobre ella, lo que hizo que la bellota quedase sumida en el olvido, reservándose principalmente para consumo animal.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Antonio Pérez Moreno. Veterinario

OPINIÓN DE

ACTUALIDAD / LA BELLOTA

Enrique Sánchez Córdoba. Ingeniero de Montes José Antonio Espejo Barranco. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas Pablo Hernández Figueras. Técnico superior en Administración de Empresas Agropecuarias

Dehesa de Autor, montaneras con garantía

En Dehesa de Autor desarrollamos modelos de aprovechamiento en parcelas reforestadas con especies leñosas forestales, injertadas con material seleccionado, que permite acortar la entrada en producción (encina, alcornoque, pino piñonero, algarrobo, castaño, etc.).

Y se preguntarán, ¿esto qué es? Buscamos aportar rentabilidad a las plantaciones o reforestaciones en la dehesa, en función al objetivo perseguido por el propietario o gestor, concentrando las plantaciones en bosquetes, áreas de prevención de incendios, densificaciones, renaturalización de espacios degradados, o plantaciones, con plantas injertadas, o sea, disponemos de patrones de semilla seleccionada o patrón micropropagado, procedentes de ejemplares

seleccionados por su calidad y tolerancias, sobre los que injertamos material vegetal de encinas seleccionadas o “encinas madre o PLUS”, las cuales poseen unas características de grandes productoras, no veceras, de frutos dulces y grandes, que son elegidas por los cerdos ibéricos para su selecta alimentación. Desde Dehesa de Autor seleccionamos las encinas madres y testamos la injertabilidad y su respuesta en condiciones controladas, posteriormente son testadas en campo, y pasados todos los filtros se consideran aptas para su distribución.

Estimamos, por tanto, que podemos incrementar la producción de bellotas en la dehesa, llegando a alcanzar entre 2500 a 3000 kg de bellota por hectárea, con marcos de 400 plantas por hectárea que llegarán a producir entre 6 a 8 kilos por árbol al alcanzar

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envejecimiento

árboles

enfermedades,

hectárea

los 5 a 6 años de plantación. De esta manera garantizamos el alimento “bellota” en la montanera para el cerdo ibérico, aportando rentabilidad al ganadero y al ecosistema dehesa. También estará el alimento disponible para otras cabañas de ganadería extensiva y fauna silvestre en el caso de la caza.

¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL DE LAS DEHESAS?

Las dehesas presentan una disminución de la producción y rentabilidad muy pronunciada por las siguientes razones:

• Envejecimiento de los árboles y falta de regeneración o renuevo natural: Baja densidad en las dehesas como consecuencia de la existencia de masas muy envejecidas y decaidas, ataque de enfermedades y duras condiciones ambientales.

• Enfermedades y muerte: Phytophthora cinnamomi El hongo de la Phytophthora produce la enfermedad comúnmente conocida como “la seca”, que mata a los árboles y se extiende cada vez más en las dehesas.

• La producción media en una dehesa de encinas adultas se sitúa en los 250 kg por hectárea con fuertes alternancias interanuales (vecerías).

• Las encinas de regeneración natural tardan un mínimo de 20 años en fructificar con regularidad. Ante esta situación asumimos el reto de lanzar al mercado las innovaciones y desarrollos biotecnológicos aplicándolos a la dehesa. Algunas de estas investigaciones se estaban desarrollando de la mano de varias administraciones públicas y en ámbitos científicos, y desde Dehesa de Autor hacemos transferencia y desarrollo de modelos desde la ciencia y desde aplicaciones agrícolas hacia la dehesa.

¿CÓMO LO HACEMOS?

• Plantas: multiplicar plantas forestales (leñosas) de alta rentabilidad. Injertadas, para conseguir la entrada precoz en producción, al acortar el periodo de maduración (proceso biotecnológico). Esta

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
Las dehesas presentan una disminución de la producción y rentabilidad muy pronunciada por el
de los
y falta de regeneración natural,
una producción media de 250 kg por
y 20 años para que fructifiquen las encinas de regeneración natural
Encina injertada para colocar en campo Encina injertada Encina madre

precocidad, además, genera un mayor índice de atrapamiento de CO2, debido a su mayor capacidad de crecimiento.

• Espacios adehesados: identificar y captar espacios adehesados, tanto públicos como privados.

• Modelos de aprovechamiento: definir y desarrollar distintos modelos de aprovechamiento para cada espacio, que permita el mayor aprovechamiento (fruta, subproductos, empleo, población) con el mejor equilibrio de conservación (agricultura de conservación de suelos: manejo y biohigienizantes).

ALIANZAS

Mantenemos alianzas con empresas privadas, laboratorios de biotecnología y distintas Administraciones Públicas.

PRODUCTOS Y SERVICIOS

• Plantas: encina, alcornoque, pino piñonero, algarrobo, castaño, etc. Patrón de semilla y micropropagados. Injertados con material vegetal seleccionado por su productividad en base a la experiencia y a análisis químicos y organolépticos. Esto supone una innovación biotecnológica aplicada a la multiplicación de plantas forestales leñosas de alta rentabilidad. Injertadas para conseguir la entrada precoz en producción al acortar el periodo de desarrollo madurativo (proceso biotecnológico).

• Modelos de aprovechamiento: modelos de aprovechamiento en parcelas reforestadas con especies leñosas forestales de aprovechamiento no forestal, sobre parcelas en Montes de Utilidad Pública y montes privados. Lo que hacemos es definir y desarrollar distintos modelos de aprovechamiento

adaptados a cada espacio, que permita la mayor rentabilidad (fruta, subproductos, empleo, población) con el mejor equilibrio de conservación (agricultura de conservación de suelos: manejo y biohigienizantes).

• Proyectos de absorción de CO2: definición y diseños de sistemas de atrapamiento de CO2 con las acreditaciones y certificaciones necesarias para el cálculo de la huella de carbono.

Y finalmente ayudamos a desarrollar un ecosistema emprendedor en el ámbito rural, mediante el impulso y creación de empresas que permitan la transformación, desarrollo y comercialización de los frutos bellota o subproductos de las plantaciones (pymes agroforestales, industriales sostenibles y respetuosas con el medioambiente que desarrollen la economía circular). En este sentido, promovemos las iniciativas industriales de transformar las bellotas en harinas, frutos secos, cosméticos (taninos de la cáscara), elaborados panificables, dulces, cervezas y otros fermentados, etc., ya que entendemos la bellota como un superalimento.

SEGMENTOS DE CLIENTES A LOS QUE ORIENTAMOS NUESTRA PROPUESTA DE VALOR

Empresas de explotaciones forestales.

Industria del cerdo ibérico y del cerdo de cebo.

Industria de alimentación animal.

Industria de alimentación humana: industria de harina y sus derivados.

Propietarios de fincas para ganadería extensiva: porcino, bovino, ovino, equino, toro de lidia.

Propietarios de monte alcornocal e industrias del corcho.

Propietarios de fincas cinegéticas y forestales.

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Plantación experimental Saucedilla 2019 Planta en tercera floración

Empresas de gestión de explotaciones agroganaderas.

Administraciones Públicas que cuentan en su patrimonio con Montes de Utilidad Pública adehesados, con especial interés en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Cataluña.

Además, plantaciones como sistemas de atrapamiento de CO2 y conservación del medioambiente, dirigidas a grandes industrias emisoras de carbono, que en sus estrategias de RSC y criterios ESG están buscando inversiones en proyectos singulares, que les permita compensar sus emisiones y generar valor medioambiental.

Con este sistema de trabajo en el futuro trabajaremos con los catálogos de ejemplares singulares, para conseguir conservar, reproducción y propagar dichos ejemplares.

A nuestros clientes les ofrecemos rentabilidad mediante la optimización de sus aprovechamientos de montanera (bellota), de alcornocal (corcho), cinegético (bellota), MUP (bellota, corcho, CO2), de algarrobas o de piñones.

AMENAZAS Y PROBLEMAS ENCONTRADOS

Nos hemos encontrado en la dehesa con las amenazas de especies como la Phytophthora cinnamomi que estamos abordando con prácticas agronómicas basadas en compendios de microorganismos ya utilizadas en el cultivo de otros leñosos como el almendro y los cítricos. Ajustando y testando dosis a las características biométricas del sistema radical y vuelo, junto con el manejo con el criterio de conservación de suelos.

Ayudamos a desarrollar un ecosistema emprendedor en el ámbito rural, mediante el impulso y creación de empresas que permitan la transformación, desarrollo y comercialización de los frutos o subproductos de las plantaciones

Por otro lado, nos estamos encontrando con Cribricollis, Acrididae y Cerambycidae, para lo que estamos utilizando combinaciones de bioestimulantes y biohigienizantes elaborados con bacterias certificadas para la producción ecológica.

IMPACTOS POSITIVOS EN EL ENTORNO

Innovación en el mundo rural y fijación de población y creación de empleo, desde la implantación del modelo de aprovechamiento hasta el mantenimiento, pasando por el aprovechamiento de los recursos provenientes de la economía circular.

Medioambiental, desde el punto de vista de rejuvenecimiento, reforestación, renaturalización de la dehesa y espacios naturales.

Generación de sistemas de atrapamiento de CO2 y su desarrollo, compensación y venta de derechos para generar un mayor retorno.

Desarrollar/potenciar una barrera natural “dehesa”, que podrá ayudar a la frenar la desertización de Europa.

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Planta dos años Valle Pedroches octubre 202

Santiago, A.1 García-Saúco2 G. & Ferrandis, P.3

1 Conservador, Jardín Botánico de Castilla-La Mancha conservador@jardinbotanico-clm.com

2 Divulgador, Jardín Botánico de Castilla-La Mancha divulgacion@jardinbotanico-clm.com

3 Director, Jardín Botánico de Castilla-La Mancha Catedrático de Producción Vegetal, ETS Ingenieros Agrónomos y de Montes Universidad de Castilla-La Mancha Pablo.Ferrandis@uclm.es

Trabutina mannipara, una nueva amenaza para los tarayales del centro de la península ibérica. Propuestas de control biológico

Se presenta la primera cita de la cochinilla del maná (Trabutina mannipara) para el interior peninsular ibérico, en la provincia de Albacete, y se ofrecen propuestas de control biológico para tratar esta plaga del taray.

Palabras clave: Trabutina mannipara, Control biológico, Tamarix, Control de plagas.

Trabutina mannipara (Hemprich & Ehrenberg, 1829) es una cochinilla perteneciente a la familia Pseudococcidae (Hemiptera). Es un insecto que parasita de forma no selectiva a las especies del género Tamarix L. (Sivenathi et al. 2022). Trabutina mannipara se ha recolectado sobre Tamarix africana, T. gallica, T. gracilis, T. hispida y T. jordanis (Danzing & Miller, 1996), T. canariensis (Sánchez-García, 2004), Tamarix aphlyla (Williams, 2004) y T. smyrnensis (Batsankalashvili, et al, 2017). T. mannipara succiona la savia de los ejemplares parasitados produciendo la pérdida de vigor de estos e incluso su muerte.

El espécimen utilizado para la descripción (tipo) de Trabutina mannipara

proviene de una hembra recolectada sobre taray (Tamarix sp.) en el año 1829 por Hemprich & Ehrenberg, en la península del Sinaí (Egipto). Durante el siglo XIX, su nombre e identificación sufren variaciones diversas que la colocaron hasta en 13 identidades taxonómicas distintas (Scale net, 2022).

Su identidad taxonómica actual se debe a los trabajos de Ben-Dov, en 1988, donde se describe T mannipara como la cochinilla del maná. Este autor, en sus notas biológicas, relaciona el exudado producido por estas con el maná que consumieron los israelitas en el Sinaí, según los textos bíblicos. Asimismo, la identificación del exudado de T mannipara con el maná bíblico ya se insinuaba en los trabajos

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originales

EXPANSIÓN MUNDIAL

Desde sus orígenes en Egipto, la expansión de T. mannipara no ha hecho más que progresar y actualmente, puede encontrarse cochinilla del maná en 22 países. No obstante, la evaluación de la expansión de T. mannipara basada únicamente en citas bibliográficas no puede ser tomada como una cronología cierta, debido a la influencia de posibles desigualdades en cuanto al esfuerzo de prospección realizado. Sí merece la pena evaluar dichas citas para posibilitarnos establecer una idea general sobre de la capacidad expansiva de T. mannipara por Eurasia y norte de África, a falta de otro método. Por tanto, basándonos en las citas bibliográficas publicadas de T. mannipara, distinguimos como una primera cita fuera de la ubicación tradicional de la especie en la península del Sinaí, aunque todavía en Egipto, el registro de Bodenheimer en el año 1929. El avance de sus poblaciones afectó de forma temprana a Italia (Balach, 1934) desde donde pudo haber saltado a la isla francesa de Córcega, existiendo una cita del mismo año y autor para esta localidad. Dicha posibilidad debe tomarse con cierta cautela, pues no ha sido citada en las vecinas islas de Cerdeña o Sicilia hasta finales del siglo

XX o principios del XXI. Curiosamente, aunque ya encontramos una cita publicada por Borchs en 1941 para Rusia, aparentemente su expansión se ve frenada, no habiendo citas posteriores en nuevos países durante casi 40 años.

En la que podríamos llamar una segunda fase de su expansión, siempre según las citas bibliográficas, llega hasta Israel, donde fue descrita por primera vez en 1988 por Ben-Dov. Del análisis de las citas bibliográficas, se desprende la existencia de un importante impulso en su expansión en la década de los noventa del pasado siglo. Concretamente en 1996, año en la que es citada desde Kazajstán, Irán y Uzbekistán en el oeste, hasta Argelia y Túnez, pasando, como hemos visto antes, por la isla de Cerdeña en la cuenca mediterránea.

En los primeros años del siglo XXI es detectada en 2001 en la República de Georgia (Yasnosh, 2001) y Francia continental (Foldi, 2001). Entre 2004 y 2005 se cita por primera vez en Pakistán (Williams, 2004),China y las Islas Canarias (Porcelli et al. 2004), siendo las últimas notificaciones de su expansión en Turquía en 2007 (Kaydan et al, 2007), Marruecos en 2016 (Gavrilov-Zimin, 2016) y Afganistán en 2018 (Cerasa, & Lo Verde, 2018). Estos brotes pueden deberse a introducciones a través de individuos transportados por el viento o por el comercio de

material vegetal infectado (Pellizzari & Porcelli, 2014).

Asimismo, en ciertos casos, su expansión e introducción en nuevos países ha sido intencionada. Esta intencionalidad se ha debido a su capacidad para controlar biológicamente los tarayes allí donde no son nativos y son considerados invasores no deseados (Sivenathi et al. 2022, DeLoach et al. 1996). Este es el caso de EE. UU., donde T. mannipara fue aprobada para su liberación por el Servicios de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas como agentes de biocontrol para Tamarix spp. (Marlin et al. 2017).

TRABUTINA MANNIPARA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

La cochinilla del maná no es citada en la península ibérica hasta el año 2004, año en que Sánchez-García la cita para España. Hasta la actualidad, todas las citas publicadas de T. mannipara se limitan geográficamente al sur de España, concretamente a la provincia de Cádiz (Sánchez-García y BenDov, 2004, 2010, 2015). Aunque existen testimonios gráficos de imágenes tomadas de T. mannipara en la provincia de Almería (Rodríguez & García, 2014) y de Alicante (Molina, 2021), ninguna de estas localidades se encuentra alejada de la zona de costa, pudiendo parecer que el ambiente más frío y continentalizado del centro peninsular hubieran po-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural de Hemprich & Ehrenberg de 1829. Figura 1. Trabutina mannipara parasitando Tamarix gallica

dido detener la expansión de la plaga. Sin embargo, en el invierno de 2017, T. mannipara fue detectada por primera vez en el centro de la península ibérica, en Castilla-La Mancha, concretamente en Albacete, bajo un clima mediterráneo continental. Por lo tanto, esta es la primera cita de T. mannipara para la zona central de la península ibérica. Los especímenes encontrados en Albacete se recolectaron sobre plantas no silvestres de T. gallica y T. africana. El análisis de los caracteres morfológicos durante la identificación reveló caracteres concordantes con los estadios femeninos en todos los casos (Ben-Dov,1988; Danzing & Miller, 1996), no habiéndose recolectado ejemplares masculinos.

CONTROL

En su trabajo, Ben-Dov (1988) describe cómo las poblaciones de Tamarix en Israel se encuentran relativamente libres de T. mannipara y libres de acumulaciones de melaza, debido al consumo de las hormigas Crematogaster jehovae y Polyrachis simplex.

Pertenecientes a los órdenes Coleoptera e Hymenoptera han sido descritos cinco géneros de dos familias con posibilidad para establecer un control biológico sobre T. mannipara De la familia Coccinellidae (Coleoptera), Cryptolaemus montrouzieri, Nephus kiesenwetteri (=Scymnus kiesenwetteri) (Porcelli et al. 2004). De la familia Encyrtidae (Hymenoptera), las avispas parásitas Anagyrus tamaricicola, Aphyculus trabutinae, Prochiloneurus

pulchellus (Trjapitzin,1989). No obstante, las excreciones de T. mannipara contienen una gran cantidad de material no digerido, como en muchas cochinillas parásitas de plantas, que en el caso de T. mannipara contienen una alta concentración de azúcar

(Wigglesworth, 2012). Dichas excreciones azucaradas, además de conferir, por su aspecto, el nombre común de cochinilla del maná, resultan muy atractivas para hormigas y avispas, que dificultan la posible acción de los depredadores y parasitoides propuestos para su control biológico.

Por otra parte, los individuos encontrados en Albacete han sobrevivido desde 2017 hasta el año de publicación del presente artículo. En esta nueva ubicación detectada para T. mannipara, las temperaturas alcanzaron mínimas por debajo de cero desde noviembre a marzo cada año, y una temperatura mínima absoluta de -15,4ºC en enero de 2021 (SIAR, 2022). Esta mínima absoluta sería la menor temperatura registrada hasta el momento para una población natural de T. mannipara, y aunque requeriría de estudios más profundos, parece mostrar que, en efecto, el frío no sería suficiente para el control de la expansión de la especie.

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Figura 2. Ciclo de vida de Trabutina mannipara. (Ilustración: Guillermo García-Saúco) Figura 3. Estadios larvarios de Trabutina mannipara sobre tronco de Tamarix gallica

Como alternativa para encontrar controles eficaces y eficientes, libres de sustancias fitosanitarias tóxicas, desde 2017 se han evaluado controles de tipo mecánico y cultural sobre la población de T. mannipara encontrada en Albacete. Para ello hemos evaluado el ciclo de vida de T. mannipara y detectado dos estadios en los que sus poblaciones serían más vulnerables a este tipo de medidas de control. A nuestro parecer son el estadio sésil de invierno y los estadios larvarios iniciales de final de verano.

Paradójicamente, el estadio sésil del ciclo de vida de T. mannipara, que es el de mayor resistencia a cualquier aplicación química o al control biológico, resulta ser el más vulnerable ante una medida fitosanitaria de tipo cultural: la poda en invierno de las ramillas donde se acumulan los ovisacos y su posterior eliminación mediante quema controlada, reduce sensiblemente la capacidad de expansión de la T. mannipara en su siguiente generación.

En cuanto a un control de tipo mecánico, la estrategia utilizada consistió en aplicar agua a 170 bares con un caudal de 480 l/h a finales de verano, cuando T. mannipara se encontraba en los primeros estadios larvarios. En dichos estadios iniciales, las larvas se encuentran más expuestas y migran en gran número hacia los troncos donde son fácilmente atacables con el sistema descrito de agua a presión. El método de eliminación mecánica por agua produce una mortalidad cercana al 100% de los individuos que se encuentran en las zonas expuestas, pudiendo sobrevivir únicamente los que se ubican entre las escamas de los ramillos (observación personal).

El conjunto de tratamientos culturales y mecánicos citados fueron suficientes para mantener la plaga en umbrales muy bajos, incluso obteniendo situaciones de densidad de cochinilla del maná en los que apenas se detectaron problemas derivados de las secreciones azucaradas pegajosas, y en los que en ningún momento se hicieron patentes síntomas de disminución en la vitalidad del árbol parasitado.

No obstante, a pesar de la combinación de ambos mecanismos de control, no fue posible conseguir una

eliminación total de T. mannipara y la consiguiente propagación de algunos individuos, aunque mucho más lenta, continuó. Por ello sería preciso evaluar la posible acción conjunta de los métodos mecánicos y culturales, con la actuación de entomofauna autóctona como posibles controladores biológicos de la plaga. Con este fin, son

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candidatas interesantes para evaluar, las especies que se encuentran de forma natural en la península ibérica del género Crematogaster. En concreto, para el centro peninsular, C. scutellaris y C. auberti, dada la agresividad y efectividad mostrada en el control de T. mannipara por su congénere C. jehovae en Israel (Ben-Dov, 1988)

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La estimación de la edad dendrocronológica de los árboles

Uno de los métodos más precisos y fiables para conocer la edad de los árboles es el análisis dendrocronológico de las series o secuencias de anillos de crecimiento, pero en muchos casos únicamente se cuenta con secuencias parciales o incompletas. En este trabajo se presentan algunos estudios que han utilizado distintas metodologías para realizar estimaciones dendrocronológicas de la edad. Se pretende divulgar estas técnicas y los resultados obtenidos con los objetivos de contribuir a la protección y conservación de árboles longevos y, también, de determinados paisajes forestales.

Palabras clave: anillos de crecimiento, longevidad, leñosas.

INTRODUCCIÓN

Desde antiguo se ha considerado la edad de los árboles como de gran importancia para determinar su valor y/o singularidad. Generalmente, se asocia longevidad a tamaño y apariencia y los árboles más grandes y majestuosos suelen representar la máxima edad entre los organismos vivos, aunque en muchos casos se ha determinado que aquellos que habitan en ambientes muy desfavorables también pueden ser muy longevos. Entre los diferentes métodos que se emplean para el cálculo de la edad de un árbol, se analizará el conteo (o en su caso la estimación) del número de anillos de crecimiento que se acumulan en los troncos constituyendo la madera. Los anillos de crecimiento habitualmente presentan variaciones interanuales que constituyen el registro de la historia vital del árbol y que se pueden representar median-

te secuencias de valores. El análisis de estas secuencias permite detectar anomalías y estimar con un alto grado de fiabilidad la edad dendrocronológica. Incluso en los casos en que la zona central del árbol (la madera más antigua) haya desaparecido o esté mal conservada, la edad de un individuo puede establecerse con cierto grado de precisión contrastando las secuencias de valores con series de anillos de árboles de edad conocida (Norton et al., 1987; Stephenson, 2000; Rozas, 2003; Clark y Hallgren, 2004).

En este trabajo se presentan algunas de las estimaciones de la edad de los árboles realizadas mediante diferentes técnicas dendrocronológicas, indicando sus limitaciones y esperando que sean de utilidad en futuros estudios sobre la longevidad de leñosas. Además, se indica el interés de conocer la edad con precisión en

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Mar Profesora Titular de Universidad. Universidad Politécnica de Madrid

la elaboración de medidas de gestión y conservación, no sólo identificando árboles viejos, sino también utilizándolos como una de las bases de la protección y restauración de los paisajes (Piovesan y Biondi, 2021).

METODOLOGÍA

Muestreo y análisis de los anillos de crecimiento

Para el muestreo de árboles vivos habitualmente se utiliza la barrena de Pressler, de uso frecuente en estudios e investigaciones de carácter forestal. Este instrumento permite extraer una pequeña muestra cilíndrica en dirección transversal y radial al tronco, que recoge una porción de cada uno de los anillos anuales formados, con un mínimo daño para los ejemplares muestreados, pues afecta casi exclusivamente al cambium vascular vivo en una pequeñísima superficie. En árboles muertos, o en determinados estudios que así lo requieran, se utiliza la sierra para extraer una rodaja completa o, en su caso, cuñas incompletas, preferiblemente en dirección transversal al plano de disposición de los anillos.

Seguidamente las muestras se preparan para su análisis y, tras el secado de la madera, se lijan y pulen para una mejor visualización e identificación de los anillos de crecimiento. Los anillos se cuentan y miden, habitualmente mediante equipos especializados (mesas de medición o escáneres precisos), y se elaboran secuencias temporales de anchura de anillos.

En general, simplemente el conteo de anillos en muestras procedentes de árboles viejos sólo supone una relativa aproximación a la estimación de su edad. En primer lugar, debido a determinadas anomalías que pueden suceder en los ciclos de crecimiento, como por ejemplo la formación de anillos incompletos, o los denominados anillos ausentes, que no se han formado en absolu-

Figura 1. Árboles muy longevos en la Sierra de Guadarrama. a) Muestreo con barrena de Pressler en un viejo ejemplar de Pinus sylvestris. b) Extraordinario ejemplar de Pinus nigra de edad próxima a los 500 años

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a) b)

to; ambas anomalías son frecuentes en árboles longevos (Schweingruber, 2012). Por esta razón, y si es posible, se comparan y contrastan entre sí numerosas secuencias procedentes del mismo ejemplar, y de otros de la misma especie y localidad o región, mediante técnicas estadísticas específicas. Así, tal vez se puedan obtener secuencias de anillos de crecimiento sincronizadas y ubicadas en el tiempo, es decir interdatadas, de manera que cada valor de la secuencia se corresponde con el año en que fue formado el anillo (Douglass, 1941; Fritts, 1976). Si se cuenta con muestras completas desde la corteza hasta la médula del tronco, la interdatación aporta valores muy precisos, pero aun así se trata de una estimación, pues muy rara vez es posible la obtención de muestras justamente en la base del tronco en la que se conservan todos los anillos formados. Más habitualmente se cuenta con muestras parciales o incompletas procedentes de la extracción con barrena, por ejemplo, porque el árbol es muy grueso, o la madera interna ha desaparecido a causa de pudriciones. En estos casos la edad se calcula a partir del número de anillos contenido en la muestra, al que se suma el número de anillos estimados correspondiente a la parte desconocida más interna. Así Ee (edad estimada en años) = ∑ (Nm + Ne), siendo Nm = número de anillos de la muestra y Ne = número de anillos estimados para la parte desconocida.

Métodos de estimación de Ne Ne se calcula en función de la longitud estimada del radio (a partir del perímetro o diámetro) y de la longitud y anchura de los anillos de la muestra. Distintos métodos se emplean para estimar Ne que, en general, implican extrapolar a la parte desconocida del radio la anchura media de anillo del total de la muestra o de los anillos más internos, o el incremento medio del área basal; y/o técnicas de regresión sobre la secuencia de crecimiento conocida (Norton et al., 1987; Stephenson y Demetry, 1995; Rozas, 2003; Biondi y Qeadan, 2008; Arnan et al., 2012). Ambos enfoques

En este trabajo se presentan algunas de las estimaciones de la edad de los árboles realizadas mediante diferentes técnicas dendrocronológicas, indicando sus limitaciones y esperando que sean de utilidad en futuros estudios sobre la longevidad de leñosas

presentan limitaciones al implicar un hipotético crecimiento radial concéntrico y/o no tener en cuenta la variabilidad de los patrones de crecimiento individual en cada periodo vital (Clark y Hallgren, 2004). Otros modelos más complejos sí que tienen en cuenta numerosos datos de la especie y acerca de las diferencias entre las distintas etapas de crecimiento (Stephenson, 2000; Génova y Sadornil, 2020).

EJEMPLOS DE APLICACIÓN

Los árboles más longevos Según la edad dendrocronológica verificada (http://www.rmtrr.org/ oldlist.htm), la especie arbórea más longeva es Pinus longaeva D.K.Bailey, precisamente como indica el epíteto específico en el nombre científico. Esta especie, muy próxima a la más común Pinus aristata Engelm., habita en altitudes por encima de los 3.000

metros, en tierras áridas y rocosas azotadas por gélidos vientos de la Sierra Nevada de California (EEUU). Concretamente, 2 ejemplares alcanzarían una edad interdatada próxima a los 5.000 años, el denominado “Prometheus”, que fue cortado en 1964 sin conocer su elevada edad, y “Methuselah” (Matusalén) que alcanzó en 2010 la elevada edad dendrocronológica de 4.850 años. Otras especies muy longevas que aparecen en dicha lista y que superan los 3.000 años de edad son Fitzroya cupressoides (Molina) I.M.Johnst. y Sequoiadendron giganteum (Lindl.) J.Buchholz.

En España, la secuencia dendrocronológica más larga alcanzó 924 años en un pino (Pinus nigra subsp. salzmannii Dunal (Franco)) de la Sierra de Cazorla (Creus, 1998); posteriormente también se analizaron otros ejemplares en la misma región que superaron los 800 años (Dorado Liñán et al., 2012a)

En España, la secuencia dendrocronológica más larga alcanzó 924 años en un pino (Pinus nigra subsp. salzmannii Dunal (Franco)) de la Sierra de Cazorla (Creus, 1998); posteriormente también se analizaron otros ejemplares en la misma región que superaron los 800 años (Dorado Liñán et al., 2012a). Otras especies longevas del género Pinus en las que se han realizado análisis dendrocronológicos en España son Pinus uncinata Ramond ex A.DC., que alcanza hasta 750 años en Pirineos (Dorado Liñán et al., 2012b), o Pinus sylvestris y Pinus nigra en el Sistema Central, que se aproximan a los 500 años (Figura 1, Génova 2000). En cuanto al género Quercus se conocen ejemplares que habitan en la Cordillera Cantábrica con más de 500 años de Quercus petraea (Matt.), Liebl., y algo menos de Quercus robur L. (Souto-Herrero et al., 2017; García Hermida, 2020). Sin embargo, mediante técnicas radiocarbónicas se ha demostrado que otras especies pueden alcanzar edades aún mayores. Este es el caso de Juniperus cedrus Webb y Berthel., uno de cuyos ejemplares milenarios de la isla de Tenerife se ha considerado como árbol más longevo de la Unión Europea, pues la edad estimada a partir de la porción de tronco más interna posible alcanzó los 1.410 ± 30 años BP (before present, 1950) calibrados, es decir 1.481 ± 30 en 2021, aunque el máximo número de anillos contabilizados en los ejemplares analizados no superó los 550 (Sangüesa-Barreda et al., 2022).

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ID Ejemplar

Término Municipal H (msnm) h (m) DBH (cm) Tm Na Aa (mm) Ee (años)

VP La Virgen El Paso (LP) 900 30 240 T 344 0,93 800**

DP Dos Pernadas Vila or (T) 1500 56 268 T 230 0,98 781**

GD Gordo Vila or (T) 1500 45 286 T 128 1,14 751**

CA Casandra Tejeda (GC) 950 15 156 T 188 0,85 692**

MV Molino del Viento S. J. Rambla (T) 450 25 166 T 253 1,65 398**

GA Gáldar* Gáldar (GC) 1500 96 S 328 1,50 328

PI Pilancones* S. B. Tirajana (GC) 1000 30 167 S 508 1,67 508

LA La Lajilla* S. B. Tirajana (GC) 1120 153 S 466 1,02 466

SE Seco*

S. B. Tirajana (GC) 1150 70 S 178 1,75 202

La edad de ejemplares monumentales de Pinus canariensis

El pino canario (Pinus canariensis C.Sm. ex DC.) es una de las especies más originales del género Pinus, que actualmente habita exclusivamente sobre sustratos volcánicos en las Islas Canarias. Esta especie ha adquirido diversas adaptaciones, como un gran tamaño y extraordinaria capacidad de rebrote de tronco, que permite su supervivencia incluso después de incendios intensos, y una madera muy densa, que también requiere un gran coste enérgético para el árbol, pero que también favorece su supervivencia evitando pudriciones. Todo ello ha posibilitado que aún existan ejemplares monumentales de elevada edad, aún a pesar de la intensa intervención humana sobre sus poblaciones.

Desde hace ya muchos años nos planteamos el estudio de la edad de algunos de los magníficos ejemplares de pino canario. Inicialmente extrajimos muestras con barrena de Pressler del Pino de La Virgen (La Palma), uno de los ejemplares de mayores dimensiones y de especial significación histórica y valor emblemático (Génova et al., 1999). Posteriormente, se analizaron muestras de los pinos de Vilaflor (Tenerife) y de los de Casandra y Pilancones (Gran Canaria), en el marco del Proyecto Leyendas Vivas (Génova, 2009). Los pinos de Vilaflor

son los pinos canarios que alcanzan mayor talla, siendo el Pino Gordo el más grueso, con unos 9 m de perímetro, mientras que el Pino de las Dos Pernadas, que recibe este nombre por ramificarse a unos 10 m en dos gruesas ramas, presenta similar grosor, pero es más alto y, además, se trata del árbol que alcanza mayor altura entre los españoles autóctonos (56 m). Los pinos de Casandra y Pilancones, de menores dimensiones, también se han considerado entre los árboles más singulares de España (Domínguez, 2005). Con estas muestras se afrontó la aproximación a la edad dendrocronológica de estos pinos, utilizando la longitud del radio estimado en cada ejemplar, la anchura media de los anillos más internos calculada a partir de las secuencias de crecimiento obtenidas y numerosos datos provenientes de los diferentes muestreos realizados en las islas, aplicando con especial hincapié las diferencias observadas entre las distintas etapas de crecimiento (Génova y Santana, 2006). Más tarde se pudo hacer otra aproximación similar, mediante el análisis de muestras del Pino del Molino del Viento (Tenerife), de porte similar a los dos últimos citados, aunque presenta la particularidad de situarse a una altitud muy inferior (450 msnm, tabla 1) y que presenta también un gran interés histórico, paisajístico y dendrológico (Génova, 2010).

Además, también se han realizado estimaciones de la edad a partir de cuñas o secciones completas del tronco. Procedente de un rodal de grandes pinos situados en la vertiente NW de Gran Canaria se pudo contar con una cuña de un ejemplar (Pino de Gáldar) que fue talado en 1998 después de su muerte por el Cabildo insular. Por otra parte, como consecuencia de los devastadores incendios forestales sucedidos en 2007 en Canarias, superiores en intensidad y extensión a los que suceden más frecuentemente y que en Gran Canaria afectaron aproximadamente a unas 20.000 ha (la cuarta parte de la isla), se produjo una gran mortalidad en muchos pinos monumentales. Alguno de ellos era especialmente valioso, como el ya comentado Pino de Pilancones, por su enorme significado histórico y simbólico, y porque constituía un ejemplo entre otros muy escasos de supervivencia casi milagrosa en el Parque Natural del mismo nombre, muy castigado por los incendios habituales y formado por árboles de mucho menor porte (Génova y Santana, 2006). El Cabildo de Gran Canaria decidió ceder secciones de algunos de estos pinos caídos con fines científicos y de divulgación (pinos de Pilancones -figura 1-, La Lajilla y Seco en orden descendente de DBH, tabla 1).

Las edades estimadas en la tabla 1 a partir de secciones comple-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Tabla 1. Ubicación, características de los ejemplares y de las muestras de pino canario analizadas. ID: identificador, *: ya muerto, H: altitud, h: altura, DBH: diámetro a 130 cm, Tm: tipo de muestra, Na: nº anillos contabilizados, Aa: anchura promedio de anillo, Ee: edad estimada, **: media del rango de edad estimado (fuentes: Génova y Santana, 2006; Génova, 2010; Génova et al., 2017).

tas o cuñas son evidentemente más precisas que las obtenidas mediante muestras de barrena. En cada sección o cuña se midieron un mínimo de 3 radios y un máximo de 13, y se sincronizaron entre sí las secuencias obtenidas, localizando numerosos anillos ausentes, hasta 90 en una de las secuencias medidas del Pino de Pilancones. Se ha demostrado que después de un daño el reinicio de la actividad del cambium vascular en el pino canario puede retrasarse o ser muy irregular, con el resultado

de que se formen anillos incompletos o ausentes, lo cual puede estar relacionado con eventos de incendios o con ciertos usos tradicionales como la extracción de tea (Génova et al., 2017). Tanto en el caso de Pino de Pilancones como en el de La Lajilla, los valores de crecimiento obtenidos para los últimos años indicaban un excelente estado de salud cuando sucedió el desastroso incendio que terminó con sus vidas, incluso a pesar de su elevada edad y, en el caso del Pilancones, tener el tronco ahuecado.

A pesar de todos los análisis realizados, las edades calculadas para cada pino siguen siendo aproximaciones; entre otras razones, porque no fue posible la sincronización de las secuencias medias de los diferentes ejemplares analizados ni, por tanto, su datación precisa. Para este trabajo se ha examinado si existe relación entre el radio y la edad estimada en cada ejemplar estudiado (figura 2), comprobando que parece bastante razonable el rango de edades estimado (incluso en los casos en los que se ha contado

Figura 3. Relación entre los radios y edades estimadas de los pinos canarios monumentales estudiados. Los círculos más oscuros corresponden a las estimaciones más precisas en las que se han utilizado secciones o cuñas y los más claros a las estimaciones realizadas a partir de muestras de barrena, en rosa oscuro la recta de regresión. Los identificadores aparecen detallados

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en la tabla 1 Figura 2. El pino de Pilancones. a) Base del tronco cuando aún estaba en pie, se aprecia la herida que fue realizada para extraer la madera interna muy enteada protegida por una pila de piedras; por la herida caían unos muy llamativos goterones de resina que los lugareños interpretaban como lágrimas por los muertos (fotografía realizada en 2004). b) Sección completa en la que se observa la herida en la parte superior izquierda y dos de los radios medidos marcados en verde y naranja; para poder medirlos hubo que recurrir a la fotografía digital (fuente: Génova et al., 2017, modificado)

con una muestra no muy larga), y que Pinus canariensis se trataría de una especie muy longeva, con posibilidad de ser muchas veces centenaria.

La edad de las sabinas de Calatañazor

La Dehesa de Carrillo (Calatañazor, Soria, España) alberga un singular bosque de Juniperus thurifera L., tradicionalmente utilizado para el pastoreo. Se encuentra a 1.000 m de altitud sobre arenas y conglomerados mesozoicos y calizas del Cretácico y el área se caracteriza por un clima mediterráneo con un alto grado de continentalidad. En el año 2000 fue declarado Reserva Natural y entre sus valores más destacables se encuentran árboles monumentales con perímetros que superan los 4 m y alturas de hasta 25 m (Alcalde y Génova, 2006). La mayor edad interdatada para esta especie corresponde a un ejemplar que habita en Marruecos y que alcanza 525 años (DeSoto et al., 2014) pero, hasta el momento, esta edad máxima es inferior en España (Sigueruelo, Segovia) alcanzando 413 años (DeSoto et al., 2012).

En la Dehesa de Carrillo se seleccionaron para su estudio 25 grandes árboles con un solo eje y de apariencia saludable, con el fin de evitar las frecuentes pudriciones y ahuecamientos en el tronco (figura 3). Las series de

anchura de anillos de crecimiento obtenidas se sincronizaron entre sí para asegurar que cada valor se correspondiera de forma exacta con el año de su formación (Génova y Sadornil, 2020). A pesar de su aspecto exterior saludable, en numerosos árboles las muestras obtenidas fueron incompletas a causa de pudriciones internas y, además, algunos árboles tenían un radio mayor que la barrena estándar utilizada para extraer las muestras. Por tanto, para establecer las edades de los árboles, fue necesario estimar el número de anillos de la parte desconocida del radio y para ello se utilizaron diferentes métodos estadísticos. Posteriormente se sumaron al número de anillos conocido el número de anillos estimado en la parte desconocida por cada método para obtener la edad estimada (tabla 2).

Para estimar la edad de cada ejemplar se utilizaron 4 métodos, con el objetivo de evaluar la precisión de cada uno de ellos. Los métodos A y B se basaron en la hipótesis de incremento constante del radio o del área basal a lo largo del tiempo, en relación a la anchura conocida de los anillos, y se diferencian en que en el segundo método se obtuvieron los valores de número de anillos y anchura de anillo simultáneamente, mediante un proceso iterativo original (Génova y Sadornil, 2020). Con ambos méto-

dos se alcanzaron resultados similares, con una diferencia máxima de 17 años. Con el método C, en el que se aplicaron modelos de regresión, se obtuvieron resultados más variables, que difirieron hasta en 60 años respecto al promedio de las otras estimaciones. Consideramos que es necesario contar con otros muchos datos para obtener resultados más precisos mediante este método. Por su parte, con el método D, basado en la determinación de valores diferentes para las etapas de crecimiento juvenil y madura y que constituye un enfoque más coherente con el comportamiento biológico del crecimiento de los árboles, se obtuvieron edades en general más elevadas a las estimadas con los otros métodos, pero con menor dispersión y menores valores atípicos, más equilibrados en relación al grosor del tronco (figura 4).

Aunque la máxima edad dendrocronológica interdatada en las sabinas de la Dehesa de Carrillo alcanzó 275 años (desde 1738 a 2012), nuestras estimaciones indicaron que las sabinas con radios superiores a 35 cm tienen en su mayoría más de 300 años, y también que algunos ejemplares superan los 400 años, con un máximo probable superior a 500 años. Además de la utilidad que la discusión sobre las limitaciones y la precisión de cada método de estimación en estudios futuros sobre las edades de mu-

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Figura 4. El sabinar de Calatañazor. a) Aspecto general, b) algunos árboles presentan más de un eje o están ahuecados

Tabla 2. Diferentes métodos de estimación de la edad en las sabinas de Calatañazor. ID: identificador, RE: radio estimado, LM: longitud de la muestra, Na: nº anillos contabilizados, DS: desviación estándar (fuente: Génova y Sadornil, 2020, modificado)

Edades estimadas (años)

ID RE LM Na

Método A Método B Método C Método D Media± DS

2367 18 16,9 121 125 130 131 126 128 ± 2,9 1377 25 22,9 193 203 220 213 207 211 ± 7,4 1318 27 22,4 256 286 287 298 280 288 ± 7,5 308 27 13 120 206 210 249 182 212 ± 27,7 2329 28 12,7 220 400 398 362 360 380 ± 21,9 477 32 24,5 216 255 255 285 243 260 ± 17,9 1944 32 23,9 211 254 255 286 242 259 ± 18,7 854 32 13,4 144 280 283 316 265 286 ± 21,4 1623 33 29,2 243 260 264 278 259 265 ± 8,7 2364 33 20,8 207 284 282 320 256 286 ± 26,3 2257 34 28 274 305 311 329 300 311 ± 12,6 844 35 30,7 249 268 276 289 269 276 ± 9,6 1370 35 18,2 211 340 353 367 322 346 ± 19,1 1048 35 12,6 199 444 450 406 437 434 ± 19,5 1070 36 10,2 126 353 352 365 356 357 ± 5,9 1246 36 8,1 184 637 633 442 651 591 ± 99,4 140 37 15,2 150 298 299 352 294 311 ± 27,5 385 38 17,9 172 302 308 358 296 316 ± 28,4 107 38 17,2 150 273 276 343 269 290 ± 35,2 980 38 14,9 149 309 309 363 308 322 ± 27,1 1480 38 10,1 113 334 334 371 342 345 ± 17,5 1039 40 12,3 97 251 252 353 258 279 ± 49,7 1369 41 21,1 219 356 358 403 351 367 ± 24,1 600 42 18,6 138 256 257 355 258 282 ± 49 590 48 12,4 123 373 375 452 403 401 ± 36,8

Figura 5. Relación entre los radios y edades estimadas según diferentes métodos en las sabinas de Calatañazor. En distintos tonos de azul se indican mediante marcadores las edades estimadas por los métodos A, B y D y en verde las edades estimadas por el método C (ver texto), el mismo color se ha utilizado para indicar las correspondientes rectas de regresión

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A pesar de su aspecto exterior saludable, en numerosos árboles las muestras obtenidas fueron incompletas a causa de pudriciones internas y, además, algunos árboles tenían un radio mayor que la barrena estándar utilizada para extraer las muestras.

Por tanto, para establecer las edades de los árboles, fue necesario estimar el número de anillos de la parte desconocida del radio y para ello se utilizaron diferentes métodos estadísticos.

chos árboles monumentales (Génova y Sadornil, 2020), con este trabajo también se aportaron datos técnicos sobre la edad de los árboles con la intención de apoyar las medidas de gestión y conservación de las sabinas en esta Reserva Natural.

CONCLUSIONES

La estimación de la edad dendrocronológica se revela como uno de los métodos más fiables y precisos para el conocimiento de la longevidad de los árboles. Diferentes técnicas se han empleado en estas estimaciones, pero aquellas que tienen en cuenta diferentes valores de crecimiento para las etapas juvenil y madura constituyen un enfoque más coherente con el registro vital que suponen los anillos de crecimiento de los árboles. La divulgación de los resultados que estos estudios aportan tiene gran interés, no sólo para reconocer la edad de ejemplares monumentales, sino también para respaldar medidas de protección y conservación en espacios naturales.

AGRADECIMIENTOS

La realización de los trabajos presentados no hubiera sido posible sin la colaboración de las entidades implicadas, el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno Regional de Castilla y León, y sin las aportaciones y estudios realizados por los coautores de los trabajos citados.

Alcalde C. y Génova M. 2006. Análisis dendrométrico y dendrocronológico de las sabinas de la Dehesa de Carrillo (R.N. del sabinar de Calatañazor). Actas del III coloquio internacional sobre los sabinares y enebrales (género Juniperus) I: 89-96.

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@RevForesta 81
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
REFERENCIAS

De secano semiárido a sumidero de carbono. Hacia una transformación de tierras de labor marginales

Entre las diversas consecuencias de la guerra de Ucrania está su impacto sobre la crisis del secano cerealista semi-árido español, que se ha agudizado. El vertiginoso incremento en los costes energéticos ha encarecido el laboreo aún más, y ha

acentuado su ya pronunciada falta de rentabilidad. Como consecuencia, el abandono de estas tierras se ha acelerado.

Para frenar semejante destrucción de patrimonio sería necesario la formulación de un plan coordinado para

82 @RevForesta 2022. N.o 84 COLABORACIÓN / TÉCNICA
2 3
Ana María Martínez Barrio1 Ángel Nieto Montejo2 Ashok Thapar 3
1
Ingenieros Técnicos Forestales
Economista
Pastizal de Secano logrado Marcial González Mencía

la conversión de estas tierras marginales de labor en pastizales permanentes de secano.

Y para asegurar la rentabilidad del mencionado plan para la “conversión de uso” de estas tierras una de las medidas necesarias sería definir su capacidad remunerada para fijar carbono. Pero no se ha hecho nada para realizar este objetivo.

En comparación, en otros países de nuestro entorno, la situación es bien distinta. En Francia, publicaciones de la Federación Nacional Ovina, llevan meses no solo hablando del tema sino incluso divulgando métodos para aumentar el carbono fijado por los pastizales franceses mediante la siembra directa, sin labor, de leguminosas que aumentarían la masa radicular de dichos pastizales, y en consecuencia la cantidad de carbono almacenado en ella.

Además, el Banque de Crédit Agrícole, siguiendo instrucciones del Ministerio de Agricultura francés, recientemente ha marcado líneas de financiación para promocionar estas siembras.

En el Reino Unido, en el Lake District, zona destacada por sus pintorescas colinas y orografía movida, un buen número de ganaderos de ovino ya tiene hechos los inventarios del balance de CO2 de sus explotaciones,

con vistas a convertir sus saldos positivos en derechos comercializables tan pronto se ponga en marcha un sistema de “carbón trading”.

miento entre aprovechamientos y una limitación de la duración de cada uno de estos, para no castigar dos veces el brote tierno en el curso del mismo turno, y así evitar el agotamiento de las reservas radiculares.)

En Brasil, que no se ha distinguido por una excesiva preocupación por temas medioambientales, la universidad de Sao Paolo tiene un avanzado estudio de la variación en la cantidad de carbono fijado en pastizales según su sistema de pastoreo, entre los que han destacado el PRV, abreviación de Plan de Rotación de Voisin. (Este distinguido ecólogo y pascicultor francés, formuló a mediados del siglo pasado las pautas a seguir para maximizar el aprovechamiento de los pastizales. En esencia, el sistema consiste en un riguroso espacia-

Con este telón de fondo, las iniciativas oficiales en España para lograr la participación de los pastizales en sistemas de “carbón trading” son una mera expresión de intenciones. En la “Guía para la estimación de Absorciones de Dióxido de Carbono”, publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica, se trata casi exclusivamente de medidas para el sector forestal. No dice nada en relación con las posibilidades en el sector agrícola, y menos todavía de los pastizales, aparte de indicar que España está suscrita “a la gestión de pastizales”, entre las cláusulas que emanan del Protocolo de Kioto y sus siguientes acuerdos. Más adelante, en su “Informe Final”, dicha Guía expresa que “sería deseable profundizar conocimientos del tema de pastizales”. No se extiende en dar más explicaciones.

En respuesta a las preguntas formuladas por agricultores respecto a los derechos de carbono para el sector, en tertulias organizadas por medios sociales y en charlas radiofónicas etc., los invitados oficiales

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Perspectiva de erial inerme Detalle de flora degradada de erial inerme Felipe Rodríguez Martín Felipe Rodríguez Martín
sue-
El vertiginoso incremento en los costes energéticos ha encarecido el laboreo aún más, y ha acentuado su ya pronunciada falta de rentabilidad.
Como consecuencia, el abandono de estas tierras se ha acelerado

len decir que “en un futuro los habrá, pero aún no los hay”. Y cuando fue presionado en una reciente sesión para especificar qué es lo que significaba el “futuro”, un ilustre interlocutor se limitó a decir “más bien temprano que tarde”.

Dicho estado de indefinición trae consecuencias. Bajo el patrocinio de la Unión Europea y la Junta de Extremadura, en un admirable “Análisis de Huella de Carbono en Explotaciones de Ovino de Carne y Leche” en las dehesas Extremeñas, sus autores, tras un pormenorizado examen, en el que incluyen pienso, paja, heno, electricidad, combustible y la totalidad de emisiones generadas fuera de la explotación, lamentan no poder “considerar el secuestro de carbono por parte del componente territorial (hectáreas de tierras agrícolas, con pastos, arboles…)”, porque quedaban fuera de los parámetros marcados por el ám-

bito de su estudio. Añaden, “esto puede enviar mensajes confusos a los consumidores y poner en peligro la persistencia de estos sistemas complejos y valiosos, así como limitar el atractivo” de productos etiquetados en dehesas. Y, concluyen sus observaciones planteando “la necesidad de potenciar estudios que analicen los cambios en usos de suelo que permitan una mayor fijación de carbono en las explotaciones”.

Tiene que haber una más estrecha colaboración entre los Ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica. Para que los pastizales de secano fijen más carbono, primero tiene que haber una extensa transformación de las cada vez más inviables tierras semi-áridas y marginales de labor en pastizales de secano permanentes. La tarea es más compleja de lo que parece. La mera ausencia de laboreo no significa que las parcelas abandonadas se convertirán automáticamen-

Su exclusiva concentración en actividades forestales es elitista. Sus normas para acceder al Registro de la Huella de carbono virtualmente restringen la participación en el mercado del carbono a inversores y empresas, y excluyen a los numerosos agricultores anónimos que en realidad son los que deberían tener prioridad

te en pastizales saludables. La ausencia del estímulo que proporciona el pastoreo controlado y la carga ganadera regulada simplemente conducirá a su degeneración en eriales inermes. La implantación de una ganadería extensiva es un paso imprescindible hacía la rehabilitación de un agro semi-árido que se está desmoronando.

Una interesante posibilidad en esa dirección sería la de combinar la implantación de pastizales con las nuevas ayudas forestales que consisten en la plantación de Quercus en un amplio marco de 10 mts. por 10 mts., o sea un máximo de 100 pies/Ha., lo que permitiría simultanear pastoreo con arboleda, con su correspondiente impacto favorable en la fijación de carbono. La resultante creación de extensiones adehesadas sería bien distinta a la densa concentración de los casi 800 pies/Ha. que se exigía en el pasado en los programas ayudados por la UE para la conversión de tierras

84 @RevForesta 2022. N.o 84
Felipe Rodríguez Martín Nuevo pastizal con nueva plantación de quercus en amplio marco de 10x10 metros. Semental de 4 años alimentado con pastizal de larga duración Marcial González Mencía

de labor en forestales. Y además serviría para frenar la paulatina desaparición de un ecosistema único.

En fin, la implantación de los nuevos pastizales es un reto para el MAPA. Pero el éxito le seguirá eludiendo sin la debida aportación del MITECO. Porque la rentabilidad de los nuevos pastizales estará ligada a la posibilidad de poder generar y comercializar los derechos emanados de su capacidad de fijar carbono.

Las tierras agrícolas y ganaderas son la fuente más natural de fijación de carbono que existe. De ahí la suma importancia de que el MITECO reoriente sus guías para la estimación de absorciones de carbono.

Su exclusiva concentración en actividades forestales es elitista. Sus normas para acceder al Registro de la Huella de carbono virtualmente restringen la participación en el mercado del carbono a inversores y empresas, y excluyen a los numerosos agricultores anónimos que en realidad son los que deberían tener prioridad.

Tiene que haber espacio suficiente para que participen ambos—inversores y agricultores—en la común ambición de lograr el carbono cero.

Sería un error subestimar la magnitud de la tarea. El estado y la productividad de un pastizal están directamente relacionados con el uso al que ha estado sometido. El último es un factor determinante en la composición de su flora. Es imprescindible el estimulo que proporciona el pastoreo rotacional controlado y la carga ganadera regulada para que se produzca el enraizamiento de la hierba en capas más profundas de la tierra. Es en estas capas más profundas donde se encuentran las reservas de sodio, fosfato, potasio, magnesio, molibdeno, cobre, calcio, cobalto, zinc, hierro, los sulfatos, los nitratos y muchos más que han perdido los estratos más superficiales, tras siglos de lixiviacion causada por los repetidos laboreos otoñales y su acompañante proceso de erosión.

Para subrayar nuestra aseveración, incluimos en la foto 5 el retrato de un joven semental de 3 años de la raza autóctona Berrenda en Colorado, que se ha alimentado exclusivamente de unos pastos sometidos a aprove-

chamientos rotacionales controlados y que no han sido roturados en 46 años cuanto más larga la duración de un pastizal más completa la diversificación de su flora. El brillo de su pelaje y el desarrollo de su estructura ósea y musculatura claramente indican que su dieta ha sido sobradamente equilibrada. Su zona de crianza, el oeste de Toledo y norte de Cáceres, es altamente representativa de las tierras marginales de cereal que hoy están reclamando su conversión en pasti-

zales permanentes de secano y que a la vez señalan su potencial. La cría de ganado en semejantes pastizales, junto con su recría ecológica, bien podría ser la base para la producción de “carne de calidad” que, según recientes indicaciones, ocuparía un lugar cada vez más importante en el mercado español.

Un paso del MITECO hacía la rentabilidad del carbono fijado por los pastizales de secano sería de gran ayuda.

@RevForesta 85
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

FORAY® 48B la calidad frente a la Procesionaria

La procesionaria del pino [Thaumetopoea pityocampa (Denis & Schiffermüller)] (Lepidóptera: Notodontidae, Thaumetopoeinae) es uno de los defoliadores más nocivos del área mediterránea y requiere la aplicación de medidas de control, ya que supone una grave amenaza para la funcionalidad y productividad de pinares naturales y artificiales. Además, en entornos urbanos, representa un problema sociosanitario por los efectos en humanos y otros animales homeotérmicos debido a que, los pelos urticantes de larvas a partir del III estadio (Niccoli et al., 2004), pueden flotar en el aire y provocar irritación en oídos, nariz y garganta o desencadenar intensas reacciones alérgicas.

El principal método para combatir de forma viable la procesionaria, es la aplicación del bio insecticida Bacillus thuringiensis var. kurstaki con tratamientos aéreos o terrestres, mediante maquinaria especializada de fumigación. Estos tratamientos se realizan durante el inicio del otoño, fecha en la que el insecto se encuentra en una fase sensible, larvas en estadio I y II.

Para un buen control de esta plaga, es muy importante la elección de un formulado de calidad. Esta calidad viene determinada por las Unidades Internacionales en las que se expresa la potencia de un producto basado en Bacillus thuringiensis . El proceso de fabricación se realiza por fermentación, con la misma técnica que se realizan los antibióticos farmacéuticos. Si esta fabricación no se realiza en estrictas condiciones, se obtendrán productos con menos unidades biológicas, menos cantidad y calidad de toxinas, lo cual se traduciría en una menor eficacia para la plaga objetivo. Además, en la fermentación, hay un proceso clave que es la extracción

de la Beta exotoxina, la cual es tóxica para mamíferos. La planta de fermentación de los B. thuringiensis de Kenogard, se encuentra situada en Osage (E.E.U.U.), donde se fabrican los Bacillus con la máxima eficacia y seguridad.

El objeto de este estudio fue estimar las Unidades Internacionales (UI) de dos formulados comerciales a base de Bacillus thuringiensis subespecie kurstaki (Bt-k) lo cual, determinaría que un producto sea más eficaz que otro frente a la plaga objetivo.

Este estudio fue encargado por KENOGARD al laboratorio BIOISENCTICS.

Materiales y Métodos

El objetivo de este estudio fue estimar las Unidades Internacionales (UI) para dos productos comerciales: Foray® 48B frente a otro Bt-k (disponible en formulado comercial y que también se emplea en la actualidad en tratamientos forestales), utilizando la cepa ABTS-351 de Bacillus thuringiensis kurstaki estándar y su UI asociada contra Trichoplusia ni, como referencia.

86 @RevForesta 2022. N.o 84
PUBLIRREPORTAJE

Para lo que se realizaron los siguientes estudios:

• Estimación de la LC501 para el standard Bt-k ABTS-351 contra Trichoplusia ni y Spodoptera exigua.

• Estimación de la LC50 para Foray 48B contra Trichoplusia ni y Spodoptera exigua.

• Estimación de la LC50 de otro Btk F frente a Trichoplusia ni y Spodoptera exigua Obtención de larvas de Trichoplusia ni y Spodoptera exigua (Lepidoptera: Noctuidae)

Las colonias de laboratorio de T. ni y S. exigua se mantuvieron en una

cámara de crecimiento en condiciones controladas (25 ±2 ºC, 70 ±5 de humedad relativa y un fotoperiodo 16:8 luz:oscuridad).

Las larvas se criaron con una dieta semisintética (Greene et al., 1976). Los adultos tuvieron acceso a una solución de azúcar al 10%. Para los estudios de toxicidad solo se seleccionaron larvas recién nacidas (< 2 h después de la eclosión).

Preparación, análisis volumétrico y obtención de proteínas insecticidas de la cepa de referencia y de los productos comerciales.

Se homogeneizó una muestra (1 g) de polvo del Standard Bt-k ABTS-351 en

E.E.U.U.

100 ml de agua bidestilada (denominada 10x). Se diluyó una alícuota (10 ml) de ambos productos comerciales, en un volumen final de 1000 ml (denominado 10x). Este proceso se repitió tres veces para generar tres stocks diferentes. Para determinar las unidades formadoras de colonias (UFC) por muestra, se prepararon varias diluciones seriadas para cada producción. Se inocularon un total de 50 µl en placas de agar nutritivo y se incubaron a 28ºC durante la noche. Este proceso se repitió tres veces utilizando alícuotas independientes.

Planta de fermentación de 130.000 m2

Para obtener el perfil de las proteínas insecticidas (SDS-PAGE), una alícuota

@RevForesta 87
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Vista interior planta de fermentación Bacillus.

de 10 µl de cada muestra se mezcló con 5 µl de 30x Agente reductor (1/10 del volumen) y 3xSDS Sample Buffer (1 volumen) (New England Biolabs) y se desnaturalizó a 100ºC durante 5 min. A continuación, cada mezcla se cargó en un gel de poliacrilamida al 10 % y se procesó durante 1 h a 36 mA. Seguidamente, el gel se tiñó con una solución de etanol al 50 % (v/v), ácido acético al 10 % (v/v) y azul de Coomasie R 250 al 0,1 %.

Resultados y Discusión.

En la Tabla 1 se muestran los resultados del análisis de las unidades formadoras de colonias de la cepa de referencia y los productos comerciales. Estos resultados muestran una densidad muy alta de colonias en las muestras Btk ABTS-351 y Foray 48B con recuentos medios de 6,36x106 UFC/ml y 1,60x106, respectivamente, en comparación con Otro Btk (4,00x104 UFC/ mililitros).

Vista interior de un fermentador (Capacidad 100.000L)

De acuerdo a estos resultados, el Standard Btk y el producto comercial Foray 48B son 159 veces y 40 veces más concentrados en términos de UFC que Otro Btk .

En la Figura 1 se muestra el perfil de las toxinas proteicas de los productos evaluados. Las tres muestras presentan dos bandas de

aproximadamente 130 kDa (Kilodalton) y 633 kDa, que es el tamaño correspondiente a las proteínas Cry1 y Cry2, respectivamente. La intensidad de las bandas de proteína para Otro Btk (numero 3) es muy baja, probablemente debido a la menor concentración de ingrediente activo de este formulado.

Figura 1. Perfil de proteína (SDS-PAGE).

M: Marca de peso molecular (kDa);

1: Btk ABTS-351;

2: Foray 48B y

3: Otro Bt-k

88 @RevForesta 2022. N.o 84
PUBLIRREPORTAJE

En la Tabla 2 y Tabla 3 se muestran los resultados de la LC50 obtenidos en los bio ensayos realizados sobre larvas neonatas de T.ni y S. exigua respectivamente.

Btk ABTS-351 10-4 31.8 6.36x106

Foray 48B 10-2 800.0 1.60x106 Otro Bt-k 10-2 20.0 4.00x104 Tabla 2

CONCLUSIONES

1. Foray® 48B está 40 veces más concentrado en términos de UFC (Unidades Formadoras de Colonias) que el otro Btk.

2. La potencia insecticida relativa de Foray® 48B fue 39.078 veces más tóxica en comparación con el producto comercial Otro Btk F para larvas de neonatos de Trichoplusia ni

R.P: Potencia Relativa. F.L: limites fiduciales; χ2: el mejor con 3 grados *La LC50 estimada usando 5 concentraciones de producto frente a 28 T ni en larvas neonatas usando un volumen (35 µl) para tratar la superficie con dieta semi-sintética. La mortalidad se registró a los 7 días R.P: Potencia Relativa. F.L: limites fiduciales; χ2: el mejor con 3 grados *La LC50 estimada usando 5 concentraciones de producto frente a 28 T ni en larvas neonatas usando un volumen (35 µl) para tratar la superficie con dieta semi-sintética. La mortalidad se registró a los 7 días

Para la estimación de las Unidades Internacionales de ambos formulados comerciales en relación con el Btk estándar emplearemos la siguiente formula.

En la Tabla 4 se muestran los resultados de cada formulado para cada una de las especies evaluadas.

3. La potencia insecticida relativa de Foray 48B fue 19.785 veces más tóxica en comparación con el producto comercial Otro Btk F para larvas de recién nacidos de Spodoptera exigua.

4. Las Unidades Internacionales (UI) estimadas para los productos comerciales

Foray® 48B y Otro Btk F en comparación con Standard Btk ABTS-351 (64 930 UI/ mg) contra Trichoplusia ni fueron 21 643 y 550 UI/ mg, respectivamente.

5. Las Unidades Internacionales (UI) estimadas para los productos comerciales

Foray® 48B y Otro Btk F en comparación con Standard Btk ABTS-351 (64 930 UI/ mg) contra larvas de recién nacidos de Spodoptera exigua fueron 8252 y 417 UI/mg, respectivamente.

Este estudio demuestra que Foray® 48B responde a unos estándares de calidad muy altos y esto puede tener un impacto en el control de Thaumetopoea pityocampa

Asociación y
Oficial de
Técnicos
del
Natural @RevForesta 89
Colegio
Ingenieros
Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y
Medio
Tabla 1. Producto Dilucion Número de colonias UFC/ml
Productos *LC50 (mg/ml) R.P F.L (95%) χ2 df Más Bajo Más alto
Productos *LC50
R.P F.L
χ
Más
alto
Btk ABTS-351 0.0008 112.722 79.201 160.429 3.609 3 Foray 48B 0.0024 39.078 27.469 55.593 5.906 3 Otro Bt-k 0.0944 1 - - 7.969 3 Tabla 3
(mg/ml)
(95%)
2 df
bajo Más
Btk ABTS-351 0.106 140.341 90.195 218.648 1.437 3 Foray 48B 0.834 19.785 14.419 27.149 2.479 3 Otro Bt-k 16.505 1 - - 14.685 3
Tabla
Productos UI/mg T. ni UI/mg S. exigua
21,643.00 8,252.00
550.00 417.00
4
Foray 48B
Otro Bt-k
Formulado comercial (UI/mg) = LC50 Standard x UI Standard LC50 Formulado comercial
RINCONES NATURALES 90 @RevForesta 2022. N.o 84
SECTOR FORESTAL EN UCRANIA Un bosque caducifolio en la zona de conservación local de Radomska Dacha. Las especies arbóreas dominantes son: roble (Quercus robur), fresno (Fraxinus excelsior), álamo temblón (Populus tremula), carpe (Carpinus betulus), pino silvestre (Pinus sylvestris) y abedul (Betula pendula) Abedular la Betula pendula El norte de Polesie es una zona de pequeños ríos y ciénagas, por lo que la principal función del bosque es la regulación del ciclo del agua Reserva forestal de importancia local "Rosumovskaya dacha". La normativa de esta zona prohíbe la tala en estos rodales de pino silvestre, que tienen entre 80 y 105 años de edad
EL

El invierno es una época preferible para las cortas. En comparación con otras épocas del año, en invierno no se daña la cubierta herbácea, la vegetación del sotobosque y los insectos están invernando y se minimiza el factor de perturbación para los animales y las aves

FORESTAL UCRANIA

Lamentablemente, la guerra de Ucrania ha puesto el foco internacional en este país. Desde la revista Foresta, mediante este reportaje fotográfico, queremos que nuestros lectores descubran los bosques ucranianos y su sector forestal. Para ello hemos podido contar con Mykhailo Volk, ingeniero forestal y fotógrafo ucraniano que trabaja en la región de Chernigov, cerca de la frontera con Rusia.

@RevForesta 91
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural El bosque en invierno parece un cuento de hadas al atardecer Las cortas de regeneración para pino silvestre (Pinus sylvestris) se realizan en tranzones con una anchura de 100 m. Esto se hace para facilitar la regeneración de los rodales David León Carbonero Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Mykhailo Volk Ingeniero Técnico Forestal.

Ucrania es un país del este de Europa que hace frontera con Moldavia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Polonia, Bielorrusia, Rusia, el mar Negro y el mar de Azov. Es el segundo país más grande de Europa, después de Rusia, con una super cie total de 60,4 millones de hectáreas (un 20 % más que España) y una población de unos 43 millones de habitantes, un 10 % menos que España. En estas cifras se incluye toda la super cie ucraniana, incluidas las zonas actualmente bajo poder ruso de las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia, Jersón y Jarkov, y también la República Autónoma de Crimea, donde el gobierno ucraniano tampoco tiene actualmente poder efectivo, ya que fue anexionado por Rusia en 2014.

El relieve ucraniano está dominado por llanuras y mesetas tipo estepa de baja altitud media, suelos de gran fertilidad y muy adecuados para el cultivo de cereales. A pesar de que Ucrania es uno de los países más pobres de Europa, es una potencia mundial en producción de trigo, cebada, maíz y girasol. El sector forestal tiene una importancia pequeña en la economía, pues la super cie de bosques es de 10,4 millones de hectáreas (un 17,2 % del territorio) concentradas principalmente en la cordillera de los Cárpatos al oeste y en la zona norte de la Polisia ucraniana. La Polisia, la zona pantanosa más grande de Europa, se extiende por Polonia, Bielorrusia, Ucrania y Rusia, con un paisaje dominado por bosques y humedales (literalmente Polisia signi ca bosque). Las montañas de Crimea también cuentan con un núcleo relativamente importante de super cie forestal.

Según los datos de la Agencia Estatal de Recursos Forestales de Ucrania en los últimos 50 años la supercie forestal se ha incrementado 1,5 veces y las existencias 2,5 veces. No obstante, el Global Forest Watch, un observatorio internacional de vigilancia de la deforestación, ha detectado la pérdida de más de un millón de hectáreas de super cie arbórea entre 2001 y 2020. Este mismo organismo, en otro estudio y utilizando otra metodología detectó una ganancia de la super cie forestal de 353.000 ha

92 @RevForesta 2022. N.o 84
Figura 1. Composición especifica de los bosques ucranianos. Pine = Pinus sylvestris; Oak = Quercus robur; Beech = Fagus sylvatica; Spruce = Picea abies; Birch = Betula pendula; Alder = Alnus glutinosa; Hornbeam = Carpinus betulus; Ash = Fraxinus excelsior Aprovechamiento forestal pino silvestre (Pinus sylvestris). En este caso, la tala, el desramado y el tronzado de los troncos se realiza con motoserristas. El arrastre y el apilado, con un tractor con pinza hidráulica

entre 2001 y 2012. Aunque los datos son contradictorios, es posible que todos ellos sean correctos. Aunque la tendencia global es que la super cie forestal vaya en aumento, es posible que en los últimos años la explotación de los recursos forestales haya aumentado, aspecto que no tiene que ser negativo por sí mismo, si bien algunos organismos de la unión europea han alertado sobre la práctica de cortas ilegales.

A pesar de esta problemática y los intentos de poner freno a las cortas ilegales y a la corrupción asociada, la riqueza ambiental y forestal de Ucrania es notable. La diversidad de climas y ecosistemas posibilita una variedad de bosques muy alta, desde las zonas templadas al nivel del mar hasta las estepas frías del interior y del este, pasando por los bosques de las zonas montañosas y pantanosas de los Cárpatos y la Polisia. En los bosques ucranianos habitan unas 30 especies de árboles, las especies principales por este orden son el pino silvestre (Pinus sylvestris), el roble (Quercus robur), el haya (Fagus sylvatica), el abeto rojo (Picea abies), el abedul (Betula pendula), el aliso (Alnus glutinosa), el fresno (Fraxinus excelsior), el carpe (Carpinus betulus) y el abeto blanco (Abies alba).

Los bosques en Ucrania desempeñan principalmente funciones ecológicas de protección de la naturaleza y protección hidrológica. La función económica no es muy relevante des-

@RevForesta 93
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural En el sistema actual de corta y repoblación, las plantaciones están dominadas por pino silvestre (Pinus sylvestis), Se forman masas monoespecíficas con un cortejo arbustivo compuesto habitualmente por arraclán (Frangula alnus), avellano (Corylus avellana), guillomo (Amelanchier ovalis), serbales (Sorbus spp.) y otros El bosque de importancia local del Parque Nacional de Radomska Dacha. Las zonas con una alta diversidad de especies, como esta, suelen preservarse como Reservas Naturales con el objetivo de conservación de la naturaleza, se deja actuar a la dinámica natural y están prohibidas toda clase de talas. En este caso, este Parque está compuesto por masas forestales de roble (Quercus robur), abeto rojo (Picea abies), carpe (Carpinus betulus) fresno (Fraxinus excelsior), álamo temblón (Populus tremula), abedul (Betula pendula) y, por supuesto, pino silvestre (Pinus sylvestris)

de el punto de vista general, el sector forestal produce tan solo el 1 % de producto interior bruto y ocupa a 142.000 personas, el 0,6 % del total (FAO, 2014). El 38 % de los bosques tiene la consideración de bosques de producción, el resto se clasi can como bosques con funciones protectoras, recreativas, de protección de la naturaleza y de la salud, así como de protección por motivos históricos, culturales o cientí cos.

A pesar de escasa relevancia del sector forestal en la economía ucraniana, los bosques representan una gran oportunidad, las existencias de madera se estiman en 2.102 millones de m3, con un crecimiento de 35 millones de m3 anuales. El crecimiento medio por hectárea está en 3,9 m3/ ha y año, variando mucho según las zonas: en los Cárpatos alcanza 5 m3/ ha y año, pero en la zona esteparia se reduce hasta 2,5 m3/ha y año.

Los bosques ucranianos son relativamente jóvenes, con una edad media de 60 años y con la mayoría de los rodales (el 45 %) en edades medias.

La tasa de rodales maduros o extramaduros solo supone el 17 %.

Antes de la Revolución de 1917 el 70 % de la super cie forestal pertenecía a propietarios privados con un aprovechamiento intensivo de los bosques. Esto provocó que se redujera la super cie forestal en un 40 % y que prácticamente desaparecieran los pinares y robledales con buena calidad de madera. Las consecuencias de la deforestación fueron múltiples y bastante graves en términos de regulación hidrológica, con la aparición de fuertes fenómenos erosivos, creación y movimientos de dunas, tormentas de arena, sequías y otras situaciones negativas, que provocaron hambrunas en las regiones esteparias y subesteparias.

Tras la Revolución, en 1918 se produjo la nacionalización de los principales bosques del país y la gestión forestal se profesionalizó y se generalizó, pero también se subordinó a las necesidades de la industria, tanto que incluso en algunos periodos los principales maderistas no tenían que pagar por la madera que cortaban. Hasta la década de 1960 el principal objetivo de la gestión forestal era proporcionar madera para la industrialización, la colectivización, los requerimientos de la II Guerra Mundial y la posterior reconstrucción de la economía nacional. Esto afectó negativamente a los bosques, sobre todo en la planicie ucraniana, donde se redujo fuertemente la super cie forestal útil. Las necesidades de madera se tuvieron que cubrir

Los bosques cercanos a los pueblos se suelen clasificar como bosques recreativos. La población local utiliza estos bosques para pasear y realizar otras actividades recreativas Carretera inviernal

Explotación

En 1966 el Gobierno, siendo consciente de la situación, creó el Ministerio de la Selvicultura, con los objetivos principales de fomentar la restauración forestal, la plantación forestal en terrenos no aptos para la agricultura y la aplicación de una gestión forestal sostenible. Medio siglo de estabilidad y de gestión forestal produjeron sus efectos bene ciosos, ahora la situación es muy diferente, la super cie y las existencias han aumentado y se han creado grandes zonas de plantaciones forestales para la protección de los suelos y la jación de dunas.

Actualmente el Ministerio de la Selvicultura ya no existe, sino que es

la Agencia Estatal de Recursos Forestales la responsable de la gestión de la super cie forestal de titularidad estatal, lo que supone el 73 % del total. La gestión se realiza a través de los Departamentos Regionales de Gestión de Bosques y Caza y las Empresas Forestales Estatales, ambos subordinados a la Agencia Estatal y que se han establecido a nivel regional. El resto de los bosques son mayoritariamente también de propiedad pública, un 13% de propiedad comunal municipal gestionada a través de empresas públicas de los gobiernos locales, un 7 % de titularidad pública también, pero declarados como zonas de reserva sin aprovechamiento y, nal-

mente, otro 7 % asignados a otras entidades públicas estatales (otras agencias y ministerios). La propiedad privada es prácticamente inexistente, ya que solo supone el 0,1 % del total.

Ucrania tiene ante sí el reto de luchar contra las cortas ilegales y de hacer una gestión sostenible de sus recursos naturales. En términos generales así es, en Ucrania se cortan anualmente entre 15 y 19 millones de m3, lo que equivale a un 60 % del crecimiento anual. El dato de cortas totales es muy parecido al español, aunque en España solo se aprovecha el 40 % del crecimiento anual. Recientemente el Estado ucraniano ha dejado de nanciar la gestión forestal, por

@RevForesta 95
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural importándola de Rusia y Bielorrusia. Aserradero a finales del siglo XIX en la región norte de la provincia de Chernihiv, 18881898. Debajo aparece la dedicatoria manuscrita del dueño del aserradero a uno de los trabajadores. “Para el recuerdo de Jaritón Danílovich Semenienko” Cargadero de madera. Desde los cargaderos en monte (“almacen superior” en la traducción directa del ucraniano) se traslada la madera a los parques de madera de los compradores o de la propia empresa forestal (“almacén inferior”) apícola. Con la guerra, los colores de la bandera ucraniana han proliferado en cualquier soporte Plantación de piceas (Pícea ábies y Picea pungens). Cuando los árboles alcanzan la edad de 7-10 años, se cortan y se venden para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo

lo que los gestores públicos deben conseguir la nanciación para las repoblaciones, la restauración y la conservación del medio natural del propio uso de los recursos forestales. En los próximos años se espera un aumento signi cativo en los volúmenes de corta debido a que muchas masas adultas entrarán en turno de corta.

Ucrania, antes del con icto bélico, tenía un plan muy ambicioso de repoblación forestal sobre terrenos agrícolas marginales, que tiene el objetivo de conseguir aumentar la tasa de super cie forestal hasta el 20 %. Esto supone la repoblación de 2 millones de hectáreas en los próximos años. La tasa anual media de supercie reforestada en los últimos 5 años es de 49.000 hectáreas, por lo que se tardarían unos 40 años en conseguirlo. El proyecto “País Verde. Creamos bosques juntos”, presentado en 2021, pretende impulsar este aspecto y se anuncia como un programa del presidente que planea plantar 1000 millones de árboles en 3 años (aproximadamente 1 millón de hectáreas). Para ello se han establecido una red de viveros forestales e invernaderos con una producción de 232 millones de plantas anuales y se han establecido 41.000 hectáreas de materiales de base para la producción de semillas.

En relación con la totalidad de los espacios naturales protegidos ucranianos, los bosques suponen una tercera parte de la super cie protegida. Solo bajo la gestión de la Agencia Estatal de Recursos Forestales se encuentra unos 3.000 lugares protegidos de diferentes tipologías, que suponen 1,3

silvicultores recogen anualmente bellotas para su germinación en viveros. Los plantones de roble (Quercus robur) se utilizan para la reforestación

millones de hectáreas, destacando 8 Parques Nacionales y 6 Reservas.

Durante la redacción de este artículo, en septiembre de 2022, el Consejo de Ministros ucraniano ha adoptado una resolución para la reforma integral del sector forestal de Ucrania según el modelo europeo. Se pretende simpli car la estructura administrativa, los 24 departamentos regionales se quedarán en 9 y las 128 empresas forestales estatales se fusionarán en una única, que se denominará “Bosques de Ucrania”. No sólo es una mera fusión, sino que se pretende modi car profundamente el sistema de gestión y atraer la nanciación internacional a gran escala.

Hasta aquí nuestro repaso por los bosques y el sector forestal ucrania-

no. Esta guerra, como no puede ser de otra manera, habrá alterado todas las estructuras del país, entre ellas el sector forestal. Aún se desconocen las consecuencias sobre los bosques y sobre las infraestructuras asociadas, aunque suponemos que la mayoría de las políticas forestales estarán suspendidas, o al menos supeditadas a las necesidades bélicas. Desde aquí queremos desear que la guerra -y todo lo que conlleva- acabe pronto y se pueda comenzar la reconstrucción del país cuanto antes.

AGRADECIMIENTO

A Oxana Gresilova, que ha traducido los borradores y ha posibilitado la comunicación uida entre los autores. Muchas gracias Oxana.

96 @RevForesta 2022. N.o 84
Límite entre bosques y tierras de cultivo. En primer plano, Altramuz de wolfsbane (Lupinus sp.), un excelente mejorador del suelo. Los agricultores lo utilizan a menudo como abono verde En los bosques abundan las setas comestibles, como estos Boletus. Septiembre es la temporada alta de setas Los

desnuda y se clasifican antes de plantarlos en primavera

REFERENCIAS

Página web oficial de la Agencia Estatal de Recursos Forestales de Ucrania https://forest.gov.ua/en

Legalidad de la madera. MITECO. https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/internacional-especies-madera/madera-legal/ Actas del 2º Grupo de Expertos de la Comisión/La Plataforma de Múltiples Partes Interesadas para la Protección y Restauración de los Bosques del Mundo; Reunión del 9 de diciembre de 2020. Anexo de Conclusiones de las autoridades competentes para la aplicación del Reglamento Europeo de la Madera (EUTR) sobre la aplicación del apartado 2 del artículo 4 y el artículo 6 del EUTR a las importaciones de madera procedentes de Ucrania. https://ec.europa.eu/transparency/expert-groups-register/screen/expertgroups/consult?lang=en&do=groupDetail.groupDetail&groupID=3282

Página web de Global Forest Watch https://www.globalforestwatch.org

Ficha de Ucrania. Información general para contribuir a la implementación de EUTR. UN Environment Programe WCMC. Actualización de mayo de 2022. https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/internacionalespecies-madera/fichaucrania0520_tcm30-523426.pdf

FAO. Contribution of the forestry

Talas ilegales

El informe especí co para Ucrania que redactó el Grupo de expertos de la Comisión Europea para la Protección y Restauración de los Bosques del Mundo en relación con la aplicación del Reglamento Europeo de Legalidad de la Madera (EUTR). Este informe estima que solo en los Cárpatos 1 millón de m3 procedía de talas clandestinas, frente a los 4 millones de cortas legales. El mayor problema parece que está en las talas ilegales “con papeles”, obtenidos fraudulentamente. Se ha detectado que un método para obtener estos permisos es solicitar cortas sanitarias no justi cadas, apoyándose en mecanismos basados en la corrupción. En 2017 entre el 30-40 % de las cortas autorizadas fueron de este tipo. El gobierno ha introducido cambios legales para intentar frenar esta situación. Ha establecido un sistema de solicitud de permisos de corta geolocalizados, unos certi cados de origen de la madera y un sistema electrónico de contabilidad de la madera. Cualquier ciudadano puede acceder por internet a un sistema de información y comprobar si la corta que está presenciando está autorizada o no, si la madera en rollo tiene una etiqueta válida o, incluso, si un camión que circula por la carretera transporta madera legal o ilegal. Como curiosidad, también se puede comprobar la legalidad de los árboles de Navidad.

No obstante, y a pesar de todos los intentos, el informe presentado ante el Grupo de Expertos de la Comisión Europea citado anteriormente concluye que el riesgo de incumplimiento de la legislación del país es muy elevado y que los documentos o ciales, los certi cados y el sistema de trazabilidad no garantizan por sí mismos la legalidad de la madera. Por tanto, se pide a los operadores lleven a cabo medidas adicionales de mitigación del riesgo para el comercio de madera. En la actual situación de guerra, las garantías son aún menores y en un informe posterior de este mismo organismo ha alertado sobre el riesgo de las importaciones de madera procedentes de los territorios de Ucrania, en particular de aquellos fuera del control del gobierno ucraniano.

@RevForesta 97
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Sello de trazabilidad de la legalidad de la madera. La fresa (Fragaria sp.) es una baya habitual del bosque. Los plantones de una savia de pino silvestre de los viveros se extraen a raíz

Olivos milenarios del Territorio Sénia

La inquietud por el expolio de olivos milenarios en el Territorio Sénia que empezó a finales del siglo pasado, cuando personas y entidades de la zona alzaron la voz de alarma, consiguió que la comunidad local asumiera la preocupación por la venta de este patrimonio natural, cultural e histórico tan importante para el territorio.

Creadas en 2006/07, la Mancomunidad Taula del Sénia y la Asociación Territorio Sénia (27 municipios: quince valencianos, nueve catalanes y tres aragoneses, con 112.000 habitantes y 2.070 km2) asumieron esta inquietud y decidieron realizar un inventario de olivos milenarios para conocer la magnitud de este patrimonio arbóreo.

El criterio adoptado para incluir un olivo en el inventario fue que la medida del tronco a 1,30 m del suelo fuera superior a 3,50 m de perímetro, partiendo de la misma cifra utilizada en el estudio Prospección de los olivos monumentales de Andalucía, realizado por C. Muñoz, D. Barranco y L. Rallo, que justi caron que un olivo de estas dimensiones puede alcanzar una edad su ciente para ser considerado monumental.

El inventario de olivos milenarios del Territorio Sénia (que consta de las mediciones completas del árbol, su geolocalización y un reportaje fotográ co) se realizó en 2008 y 2009 gracias a diversas ayudas, pero sobre todo gracias a la colaboración de los propietarios y ayuntamientos de la zona, siendo su resultado de 4.080 olivos. El inventario se mantiene actualizado y ha pasado de 4.080 a más de 6.500 ejemplares.

otra parte, en 2010 se realizó un estudio completo de las varieda-

Por des de los olivos milenarios por parte del IRTA (Ninot & Romero, 2011). Se
RINCONES NATURALES
98 @RevForesta 2021. N.o 84
Medición de olivo Farga Arion Ulldecona

recogieron muestras de 1.150 árboles y se analizaron los marcadores genéticos. El resultado fue que la variedad dominante de los olivos inventariados es la “Farga”, que alcanza el 96 %.

DATACIÓN DE LOS OLIVOS MILENARIOS DEL TERRITORIO SÉNIA

La edad de los olivos es uno de los valores más signi cativos de estos monumentos vivos. Con los años los árboles van aumentando sus dimensiones y en especial el grosor del tronco. Hay que tener en cuenta que el tamaño de un árbol depende de muchos factores ambientales y genéticos. El tipo de variedad in uye, pero también las condiciones ambientales como la pluviometría, la insolación, la temperatura y la naturaleza de los suelos.

Así pues, para determinar la edad con exactitud se recurrió a estudios basados en la metodología dendrométrica, apoyada con estudios y cálculos para averiguar el volumen real de los troncos y su edad. El Departamento de Ingeniería y Gestión forestal y Ambiental de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid ha realizado la datación de varios olivos del territorio con estos resultados:

- N.º 1.878, la Farga de l'Arión (Ulldecona) fue plantado el año 314 y tiene 1.708 años (en 2022).

- N.º 2.814, el de El Olivo (Canet lo

Roig) fue plantado el año 527 y tiene 1.495 años.

- N.º 2.767, que está en el Área de Canet lo Roig, lo fue en el año 569 y tiene 1.453 años.

- N.º 0041, el del Área de Mas Cabanes (Sant Jordi) fue plantado el año 744 y tiene 1.278 años.

- N.º 0117, la Farga del Pou del Mas (la Jana) fue plantado el año 833 y tiene 1.189 años.

- N.º 3.841, que está en el Área de Traiguera, lo fue en el año 971 y tiene 1.051 años.

- N.º 1.493, que está en el Museo Arión (Ulldecona), lo fue en el año 1011 y tiene 1.011 años.

- N.º 3.715, que está en el Área de Godall, fue plantado en el año 1018 y tiene 1.004 años.

CONSERVACIÓN Y VALORIZACIÓN DE LOS OLIVOS MILENARIOS

A la vista de la importancia, dimensión y concentración (4.080 olivos monumentales en 2.070 km2) del patrimonio de olivos milenarios del Territorio Sénia, se decidió trabajar conjuntamente el sector público (mancomunidad, ayuntamientos y otros) y el sector privado (asociación: propietarios, molinos de aceite, restauración, turismo...) para conseguir el objetivo principal: conservar y, a la vez, valo-

@RevForesta 99
Asociación y
Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Territorio de Senia Mar de olivos Los olivos son patrimonio social y cultural

rizar los olivos milenarios del Territorio Sénia.

Para conseguir este objetivo son diversas las acciones que se están llevando a cabo durante estos años:

• Concienciación de los propietarios

Ha sido muy importante poder contar con su ayuda y colaboración, sobre todo cuando han comprobado que produciendo un aceite certi cado solo de estos olivos y de gran calidad, este se les paga el doble, y además siguen disfrutando de un patrimonio excepcional que, llegado el momento, podrán transmitir a sus hijos. El cambio ha sido crucial, pues antes había di cultades para hacer el inventario y ahora son los mismos propietarios los que solicitan que se vaya a sus ncas a medir los olivos.

• Mejora del proceso de producción de la aceituna y el aceite

En general, se producía mucha más cantidad que calidad. Ahora, con el asesoramiento de los mejores especialistas durante todo el proceso de producción, recolección y transporte de las aceitunas, y también en el de elaboración, almacenaje y conservación del aceite, se está mejorando la calidad de los aceites de la zona.

• Incremento de la producción certificada del aceite de olivos milenarios

Se ha pasado en 15 años de 1 a 16 marcas y de 300 a 10.000 litros de aceite, certi cados externamente y tras análisis y grupos de expertos de cata o ciales. Hay un total de ocho marcas valencianas y ocho catalanas, que van aumentando. Todo funciona dentro de la Marca de Garantía Aceite Farga Milenaria.

• Incremento de la producción de aceites de variedades tradicionales

Además del de “Farga” (el de casi todos los olivos milenarios), predomina la morruda y la sevillenca (que forman la D. O. Baix Ebre-Montsià), mientras en Aragón casi todo es empeltre. Además del virgen extra (mezcla de variedades no controlada), se producen aceites monovarietales, muy apreciados en el mercado.

• Convenios de colaboración con los mejores restaurantes de la zona

A cambio de consumir aceite de olivos milenarios del Territorio Sénia algunos restaurantes hacen recetas con dicho aceite que incorporan a su carta y se publican en libros de gastronomía. El libro Olivos milenarios, identidad del Territorio Sénia es el tercero que se realiza, siguiendo positivas experiencias anteriores.

• Oleoturismo

Museos, áreas y caminos de olivos milenarios que se llevan a cabo tras rmar convenios con propietarios, molinos y ayuntamientos. Las actividades y sitios que visitar guran en el web www.oliveresmillenaries. com. El oleoturismo es un apartado con gran desarrollo, presente y futu-

ro, en especial tras el reconocimiento del SIPAM Olivos milenarios Territorio Sénia por la FAO y el trabajo conjunto de los SIPAM europeos en el proyecto Interreg Sudoe VALSIPAM.

PROTECCIÓN Y VALORIZACIÓN DE LOS OLIVOS MILENARIOS

Durante siglos, muchos de estos árboles se fueron arrancando por sus propietarios para hacer leña, para vender la madera o bien para sustituirlos por árboles más jóvenes. Los propietarios de olivos abandonados no sacaban ningún rendimiento de la tierra y, por ello, la opción que veían era vender estos árboles por la madera.

En la década de los 90 del s. XX, este proceso de arrancar estos árboles se aceleró mucho más. A los propietarios se les ofrecían elevadas cantidades para deshacerse de sus olivos

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La utilización del aceite en los mejores restaurantes de la zona prestigia la calidad de la producción

El reconocimiento a lospropietariosy el oleoturismo contribuyen a reconocer socialmente el valor de estos olivos

más monumentales, los cuales se vendían como árboles decorativos. El bajo precio del aceite y la falta de ayudas hicieron de la venta de olivos una fuente económica para obtener bene cios, acompañada a veces de un cambio de cultivo de secano a regadío.

Ante aquel expolio de olivos milenarios se hizo necesaria su protección para asegurar su conservación. Al igual que hay leyes de protección del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico, son necesarias leyes de protección de los olivos monumentales que los protejan, pero garantizando también ayudas a los que los cultivan y elaboran su aceite. En España, corresponde a las comunidades autónomas esta legislación.

En la Comunidad Valenciana, tras aprobarse en 2006 la Ley de Protección Arbórea, en 2018 se publicó su

reglamento en el que se ja la protección de todos los olivos de más de 3,50 m de perímetro de tronco a una altura de 1,30 m del suelo, atendiendo lo que nosotros propusimos en la Comisión de seguimiento de la Ley.

En Cataluña se presentó en 2018 una Proposición de Ley en el Parlamento que, tras una larga tramitación (con comparecencias en la ponencia y presentación de enmiendas consensuadas por nuestra parte), en 2020 se aprobase por 122 votos a favor, 0 en contra y 12 abstenciones la Ley 6/2020 de Protección, conservación y puesta en valor de los olivos y olivares monumentales que, además de proteger este patrimonio tan singular, garantiza ayudas a los propietarios, empresas, asociaciones y entes locales que trabajen con esta nalidad.

EMBAJADORES DE LOS OLIVOS MILENARIOS

Estas son las personas que ayudan a su promoción y divulgación: Oriol Romeu (futbolista), Juan Echanove (actor), Federico Mayor Zaragoza (exdirector general UNESCO), María Galiana (actriz), Pepa Fernández (periodista), Vicente del Bosque (seleccionador de fútbol) y Paco Zapater (abogado y defensor de estos olivos).

También se rmó un Hermanamiento con la película El Olivo.

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS

- Ocho de AEMO (Asociación Española Municipios del Olivo)

- Gastronomía Llorenç Torrado

- Fundación Dieta Mediterránea

- Hispania Nostra/Fundación Banco Santander

- Academia de Gastronomía de Tarragona

- Onda Cero Radio

- DOP Catalanas de Aceite

- Unión Europea de Patrimonio Cultural/Europa Nostra

- Día Mundial del Olivo (Consejo Oleícola Internacional)

- Convenio Europeo del Paisaje (Consejo de Europa)

- Historias de Patrimonio Europeo (Unión Europea/Consejo de Europa)

- Miembro de Honor de la Ruta Europea del Olivo (Consejo de Europa)

- Mejor Olivo monumental del Mediterráneo (Re.C.O.Med)

SIPAM OLIVOS MILENARIOS DEL TERRITORIO SÉNIA (FAO)

Conocedores de los SIPAM (Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial) de la FAO, se elaboró una candidatura que cumplía todos los requisitos exigidos y, tras un intenso trabajo conjunto, fue reconocido el SIPAM Olivos Milenarios del Territorio Sénia, siendo uno de los 65 que hay en el mundo, siete en Europa y cuatro en España. Además de trabajar ejecutando su propio plan de acción, a petición de la FAO, se ha participado con ponencias sobre los olivos milenarios en seminarios y otros eventos en Roma, Azerbaiyán, Chile, Italia y China.

https://www.fao.org/giahs/giahsaroundtheworld/designated-sites/europe-and-central-asia/agricultural-systemancient-olive-trees-territorio-senia/es/

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NOTICIAS FORESTALES

El SEPRONA, Grupo Sylvestris y Miguel Ángel Morcuende reciben la más alta distinción de los ingenieros forestales

Miguel Ángel Morcuende Hurtado, ex Director Técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA) y responsable de la dirección y coordinación de la emergencia derivada por la erupción del Volcán de Cumbre Vieja en La Palma, recibe la distinción de Colegiado de Honor por su espectacular trayectoria profesional.

Miguel Ángel Morcuende impartió la charla magistral “La gestión del volcán de Tajogaite”, compartiendo su experiencia profesional sobre cómo se gestionó una emergencia de ese calado.

También el Colegio ha querido rendir homenaje por su trabajo al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil -SEPRONA-, concediéndole el Diploma de Honor. En su nombre ha intervenido el Excmo. Sr. D. Clemente García Barrios, General de División Jefe del SEPRONA, recordando que desde 1988 son la policía judicial y específica en cuestiones de conservación de la Naturaleza, considerada la mejor policía medioambiental de Europa y siendo convocada en Bruselas en varias ocasiones para describir su organización.

Por otra parte, la otra distinción con el Diploma e Honor ha sido para el Grupo Sylvestris, empresa social fundada por dos ingenieros forestales Francisco Manuel Martínez Sanz y Enrique Enciso Encinas, en reconocimiento por su actividad como sus proyectos desarrollados en zonas rurales de la España vaciada, utilizando especies autóctonas y dando empleo a la población cercana que más lo necesita.

Además de las distinciones anteriores también se han entregado las Menciones de Honor a: Carlos Fernández Vicente, Miguel Ángel Ena Pérez, Mónica Bardají Mir, José Antonio Rueda Guijarro, Francisco

Grimalt Falcó, Consuelo Quesada Gómez, Manuel Páez Blázquez y Ramiro González Cruz.

El acto se celebró en Los Jardines del Buen Retiro de Madrid durante la celebración de San Francisco de Asís.

Durante la entrega de diplomas y menciones honoríficas se han vivido momentos emotivos. José González Granados, decano-presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, intervino recordando que "la gestión de los montes resulta indispensable para conseguir un mejor aprovechamiento y un uso racional de sus recursos naturales, entre ellos la biomasa forestal, importante fuente de energía estratégica y renovable al tiempo que es potencialmente un gran yacimiento de empleo en el medio rural". También señaló que la ingeniería vive "un momento dulce en lo laboral con un 3 % de desempleados en nuestro colegio profesional y que estamos en un momento clave con la nueva Estrategia Forestal Española, el Plan Forestal Español horizonte 2050, así como las Directrices Básicas Comunes de Gestión Forestal Sostenible.

La jornada de San Francisco de Asís sirvió para reivindicar el papel de los bosques como una gran oportunidad de futuro.

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LAS BELLOTAS Y EL SER HUMANO. AVATARES DE UN SÍMBOLO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

978-84-124312-5-4

Los habituales hallazgos de restos de bellotas en yacimientos arqueológicos permiten proponer un uso continuado y generalizado de como alimento humano durante la Prehistoria. Hay numerosas evidencias que indican que se consumían enteras –crudas o cocinadas–, o molidas –en forma de tortas o purés–. A lo largo de la historia, junto con otros frutos silvestres, podían completar durante meses la monótona dieta de la gente del campo.

Los datos conocidos hasta el día de hoy nos indican diferentes formas de consumo. Una de las más habituales ha sido en forma cruda, pues es la manera más inmediata, cómoda y rápida para consumir; sin embargo, esta ingesta en crudo solo podía realizarse durante el período de maduración, que en los casos más generosos sucede a lo largo de unos tres meses. Fuera del periodo de montanera los cotiledones deshidratados o tostados servían de base para las innumerables formas posteriores de utilizar el material. Según el uso al que se destinasen bien se machacaban en trozos más o menos grandes o bien se molían hasta conseguir una harina más o menos gruesa. Se ha documentado su consumo asadas y tostadas, cocidas, en horchata, como sucedáneo de café, en tortas, como gachas o purés, pan, aceite, dulces, etc.

Un uso principal como alimento ha sido en forma de pan. Este normalmente se hacía mezclando la harina de bellota con harina de trigo –habitualmente mitad y mitad–, de manera que se estiraban las existencias de granos. También conocemos mezclas con harina de otros cereales como la cebada o el maíz.

No solo como alimento se han utilizado las bellotas. Debido a su riqueza en taninos se han aprovechado como astringentes, para combatir la diarrea. En crudo, cocidas, tostadas, bebiendo el zumo resultante de la cocción, en forma de café, como papilla, como horchata o como cacao son algunas de las variantes recogidas de su aplicación como antidiarreicas. Incluso durante el siglo XX hubo preparados comerciales puestos en el mercado para tal fin. También se ha documentado una larga serie de dolencias o enfermedades para las que las bellotas se utilizan como terapia. La ingesta de estas se ha llevado a cabo para combatir debilidades de estómago, la roña, el reumatismo, intoxicaciones, cálculos renales o para producir más y mejor leche por parte de las mujeres que amamantan, entre otras muchas otras. Y en forma de cataplasma se han empleado para sanar llagas, heridas en la boca, úlceras o grietas en la piel.

En torno a las bellotas también se ha generado un gran patrimonio cultural inmaterial. La inmensa mayoría de esta cultura popular emana del pueblo de manera espontánea y se transmite oralmente de generación en generación, relatando las experiencias y tradiciones de los diferentes lugares. Estas expresiones orales recogidas en el libro engloban adivinanzas, refranes, dichos, greguerías, coplas, canciones y juegos de palabras.

Por otro lado, la gran importancia de la bellota en la vida cotidiana de muchas áreas geográficas españolas ha dado lugar que a lo largo de la historia haya tenido una gran carga simbólica. Se han encontrado numerosos restos de bellotas, o de adornos de muy diferentes materiales en forma de bellota, en contextos rituales, funerarios o de cultos en yacimiento de diversas épocas prehistóricas. La iconografía recoge continuadamente la imagen y forma de la bellota, manteniendo tradi-

ciones, creencias o supersticiones ancestrales. En la literatura también se ha utilizado mucho como emblema de la Edad de Oro, aquel pasado edénico y glorioso de la humanidad en el que las personas no tenían que trabajar para obtener el alimento necesario para sobrevivir.

Además, toda esta riqueza cultural acumulada se ha visto reflejada en los abundantes términos lingüísticos incorporados a nuestro idioma. Palabras derivadas de la acepción bellota o sus sinónimos, palabras homógrafas, diferentes acepciones para designar al mismo fruto, fitónimos… han sido recogidas como muestra de lo anterior.

Esta intensidad y continuidad en el uso humano de la bellota a lo largo de los siglos es posible que haya influido en la selección y distribución –tanto de la encina como de otras especies productoras de bellotas– en la superficie peninsular. Podemos pensar que en la composición de las dehesas actuales el porcentaje de encinas dulces sea superior a lo que las correspondería si de una distribución natural y aleatoria se tratase. Si las dehesas son formaciones vegetales de origen antrópico, a las que se ha llegado tras un aclareo del primitivo monte mediterráneo, parece lógico pensar que ese proceso de selección no ha sucedido al azar. Nos encontramos ante un caso claro de lo se viene a llamar bosque cultural. A este respecto conviene recordar al profesor González Bernáldez cuando hablaba de la frutalización del bosque mediterráneo, en el que se manejaba el arbolado silvestre para aprovechar, sobre todo, la potencialidad de sus frutos.

Enrique García / Juan Pereira Sieso Edita: Cuarto Centenario. Toledo, 2022. ISBN:
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La revista abarca todo tipo de temas relacionados con la ciencia, gestión e industria forestal, tanto bienes como servicios generados por los terrenos forestales, su gestión, protección, defensa, restauración y mejora. Acepta trabajos originales que no hayan sido previamente publicados ni enviados simultáneamente a otras revistas. De forma excepcional, el consejo de redacción podrá aceptar la publicación de trabajos no originales de especial interés, siempre que no existan conflictos con la propiedad intelectual. Se podrán enviar artículos de opinión o colaboraciones técnicas, debiendo indicar los autores donde desean que se incluya su trabajo. Las colaboraciones técnicas tratarán sobre cualquier aspecto que entre dentro del ámbito de la revista, aceptándose revisiones, nuevas técnicas o propuestas, análisis históricos o casos prácticos. Los artículos de opinión se deben centrar en temas de actualidad o interés para los lectores, aportando una postura razonada, que justifique su publicación. Los artículos se remitirán por correo electrónico a la dirección forestales@forestales.net. La revista confirmará la recepción del artículo, y el Director asignará los miembros del consejo de redacción que se ocuparán de su revisión, así como revisores externos adicionales cuando sea preciso. La publicación de un artículo en la revista supone la cesión de los derechos de propiedad intelectual a la editora, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, a efectos de su publicación y distribución. Los autores son los responsables de obtener los permisos necesarios para reproducir materiales con copyright procedentes de otras fuentes. Los artículos se someterán a las siguientes normas:

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* Libros: García Gómez E. 2014. La naturaleza en Toledo. Ciencias naturales en la ciudad. DB Comunicación, Toledo.

* Capítulos de libros: Cantero Desmartines FJ. 2005. Los árboles singulares de Madrid. En: Sánchez M, Muñoz M, Moya B (Eds.) El arbolado monumental y singular en España: gestión, conservación y legislación. Ponencias del II encuentro de árboles monumentales y singulares. Pp. 311–338. Asociación Española de Arboricultura, Madrid.

* Revistas: González Doncel I, Collada C, Domínguez J et al. 2015. Life + Olmos vivos. Un nuevo impulso a los olmos... o cuando las amistades se vuelven peligrosas: la grafiosis del olmo. Foresta 63: 26-31.

* Recursos digitales: Enríquez de Salamanca A, Carrasco MJ. 2013. Evolución de las medidas compensatorias en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental. VII Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental: Gestión, Seguimiento, Innovación. Libro de Actas. 211-224. http://www.eia.es/ nueva/memorias_programas_coneias/VII_libro_Actas.pdf (9.12.2015).

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