Foresta Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. N.o 78
Especial sanidad forestal Estado de la legislación Evolución de plagas y enfermedades forestales de 1980 a 2020 La Red de Seguimiento de Daños en Bosques Nivel I La grafiosis de los olmos Mejora y conservación de los recursos genéticos frente a la seca El nematodo del pino y primeros pinos tolerantes al nematodo El género Xylosandrus El chinche de las piñas Leptoglossus occidentalis El cancro del castaño La enfermedad de las bandas de las acículas de pino Cydalima perspectalis y el futuro del boj Comprender cómo se defienden los árboles Tratamientos aéreos contra la procesionaria del pino La sanidad vegetal urbana
Entrevista a
José María Cobos Suárez Subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
@RevForesta
B
SUMARIO N.º 78 APUNTES
Seres de este planeta. Alberto Hurtado Enfermedades y plagas del alcornocal.
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José Berdón, Raúl Lanzo, Mónica Murillo y Ramón Santiago
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Tejiendo redes. Ismael Muñoz
13
La salud de los bosques en España. Ismael Muñoz
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Algunas relaciones entre los incendios forestales y la sanidad forestal. Jorge Rodríguez López
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El monte cambia. Cambios rápidos, soluciones urgentes. Rafael Serrada Hierro, Valentín Gómez Sanz, Javier Otero de Irízar, Celso Coco Megía
COLABORACIONES TÉCNICAS
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Estado de la legislación en materia de sanidad forestal. José García Gámez y Roberto Sanz Díez
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Evolución de los problemas causados por plagas y enfermedades forestales en España entre 1980 y 2020. José Miguel Sierra
El chinche de las piñas Leptoglossus occidentalis Heidemann. Laura Ponce Herrero, Juan Carlos Domínguez Alonso
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Caídas en el rendimiento en piñón de las piñas de Pinus pinea l. y evidencias acerca de la causalidad de Leptoglossus occidentalis. Rafael Calama, Francisco Javier Gordo, Marta Pardos, Guillermo Madrigal, Susana Pascual, Rosa Raposo, Margarita Elvira-Recuenco, Sven Mutke
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ENTREVISTA
José María Cobos Suárez, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación Ismael Muñoz Linares
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120
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Programa de mejora y conservación de los recursos genéticos de la encina y el alcornoque frente al síndrome de la “seca”. Felipe Pérez, Beatriz Cuenca,
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Control de calidad de los tratamientos aéreos contra la procesionaria del pino en Formentera. Germinal Belvis de Miguel, María José Manzano Serrano, Ramón Folgueiras González, Luis Núñez Vázquez, María Isidora Santiago Lozano, Sandra Closa Salinas
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La sanidad vegetal urbana gestionada por el ingeniero forestal del siglo XXI. José González Granados, Alberto Hurtado Hernández, María José Manzano
F.J. Ruiz-Gómez, María Dolores Rey, Mar Ruiz- Galea, Isabel Arrillaga, Elena Corredoira, José Antonio Manzanera, Raúl Tapias, Alejandro Solla
Aplicación Web para la Gestión del Inventario Nacional de Focos de Seca. Daniel Sanjurjo López-Alonso,
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Comprender cómo se defienden los árboles: primer paso para la prevención de plagas y enfermedades. Carla Vázquez-González, Alejandro Solla, Luis Sampedro, Rafael Zas
Mónica Espinosa Rincón
La grafiosis de los olmos: situación actual. Luis Gil
Cydalima perspectalis y el futuro del boj. Xabier Santesteban Insausti
Gestión de la sanidad forestal en Castilla-La Mancha.
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La importancia de la innovación para la prevención y control de las enfermedades forestales. Proyecto Innobandas. Alejandro Cantero Amiano, Josu Azpitarte Andrinúa
Sanjurjo, Ana Isabel González, Belén Torres
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El cancro del castaño: estado actual de la enfermedad y de su control mediante transmisión de hipovirulencia. Pedro Mansilla, Olga Aguín, María Jesús Sainz
125
Aproximación al análisis de resultados de las evaluaciones de la Red de Seguimiento de Daños en Bosques, Red de Nivel I. María José Manzano, Daniel
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COLABORACIONES TÉCNICAS
90
143
Noticias forestales
144
Libros
AGENDA
María José Manzano Serrano
El equipo de diagnóstico de la seca (EDS). Una herramienta pública para apoyar a las dehesas en Andalucía. M.ª Luisa Sillero Almazán, Sixto Rodriguez Riveriego,
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Ricardo Alarcón Roldán
70
El nematodo del pino, una permanente amenaza para nuestros pinares. Juan Pajares
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Las invasiones silenciosas de escolítidos: el caso del género Xylosandrus (coleoptera, curculionidae, scolytinae). Diego Gallego, Josep María Riba, Noelia Molina, Eudaldo González, Nicolò di Sora, Luis Núñez, Alejandra María Closa, Claudia Comparini, Mar Leza
La mejora genética como herramienta de control frente al nematodo del pino. Primeros pinos tolerantes catalogados en España. Raquel Díaz Vázquez,
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María Menéndez Gutiérrez, Eva Prada Ojea
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“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”
2020. N.o 78
EDITORIAL
La sanidad forestal es pieza clave en la conservación de los bosques
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concreto del 78,9 % al 73,1 %. Ha aumentado el porcentaje de árboles dañados: el 24,3 % de los pies presentaban defoliaciones superiores al 25 % en 2019, mientras que el promedio del quinquenio era del 18,5 %. La globalización ha repartido personas, comercio, cultura, productos, ideas, información, plantas, animales, plagas y virus con una velocidad hasta ahora desconocida. En el caso de los bosques, el cambio climático ha favorecido la expansión de especies exóticas, y entre ellas algunas plagas que han colonizado nuevos territorios y nuevas especies, en ocasiones muy sensibles a su ataque. Además, la irregularidad en las temperaturas, con inviernos suaves más frecuentes y mayor repetición de olas de calor, altera la fenología de plagas y hospedantes, y debilita a los segundos, favoreciendo la expansión de los atacantes y aumentando los daños a las plantas atacadas. La falta de gestión forestal es otro ingrediente para un cóctel perfecto que, en los últimos años por ejemplo, ha puesto en peligro de desaparición una especie como el olmo y que amenaza a otras de los géneros Quercus o Pinus por diversos agentes nocivos. La sanidad forestal y la selvicultura son dos pilares fundamentales en los que se basa la gestión sostenible de los bosques y, además, están directamente relacionadas. Una correcta gestión silvícola previene y ayuda a combatir plagas y enfermedades, aumenta la resistencia y resiliencia de los bosques frente al cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos como sequías prolongadas, o agentes nocivos autóctonos o importados. Por otra parte, mantener los boques en un buen estado sanitario favorece el desarrollo de las po-
Alberto Hurtado
E
l año 2020 ha sido declarado Año Internacional de la Sanidad Vegetal por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La pandemia de COVID-19 ha obligado a retrasar la mayor parte de los actos previstos hasta 2021, a la espera de que la situación sanitaria mundial mejore a lo largo de ese año. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha querido con esta celebración mostrar que la protección de la salud de las plantas puede ayudar a erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico. Recuerda la FAO que cada año hasta el 40 % de los cultivos alimentarios a nivel mundial se pierden a causa de plagas y enfermedades. En el comercio agrícola esto supone pérdidas anuales de más de 180.000 millones de euros, hace que millones de personas padezcan hambre y perjudica gravemente a la agricultura, principal fuente de ingresos de numerosas comunidades rurales. En el caso de la agricultura, la sanidad vegetal es garantía de seguridad alimentaria; disponer de semillas sanas permite garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, favorecer el desarrollo económico y proteger al medioambiente. En el caso de los bosques, disponer de masas forestales en buen estado sanitario significa garantizar sus bienes y servicios ambientales, fundamentales para la vida, como su capacidad para fijar CO2, la biodiversidad, el agua dulce, el suelo o el paisaje. El último Inventario de Daños Forestales en España en 2019 señala una disminución del porcentaje de árboles sanos con respecto a la media del último quinquenio, en
2020. N.o 78
EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, SL Universidad Complutense de Madrid SUBDIRECTOR Andrés Arregui Noguer Ingeniero Técnico Forestal Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico DIRECTOR TÉCNICO Ismael Muñoz Linares Licenciado en Ciencias de la Información Altermedia Comunicacion, SL @ismaelnatura COORDINADORES DE ESTE NÚMERO Gregorio Montero González Doctor Ingeniero de Montes IUFRO. Expresidente SECF. María José Manzano Serrano Ingeniera Técnica Forestal ESMA Estudios Medioambientales, SL @esmasl_es, @mariaj_manzano
autónoma en esta materia al entender que, desde el punto de vista técnico, los procedimientos y protocolos son similares cuando no completamente iguales. En el caso de los patógenos de cuarentena todas ellas deben reportar la misma información al Gobierno de España y este a la Comisión Europea. Sí hemos querido conocer el estado actual y los tratamientos más novedosos para algunas de las plagas y enfermedades que más afectan a las masas forestales españolas. Frente a los problemas cada vez más acuciantes y el peligro de entrada de nuevos patógenos, tenemos la certeza de que hay ciencia que aporta conocimiento, medidas preventivas, nuevos tratamientos e incluso selección de ejemplares vegetales resistentes a estas enfermedades y plagas. Pero el enemigo está siempre al acecho, y mantener la salud de los bosques en un estado óptimo, por necesidad vital, social y económica, requiere de inversión y trabajo constante.
CONSEJO DE REDACCIÓN Francisco Javier Cantero Desmartines Ingeniero Técnico Forestal Dirección General de Medio Ambiente. Comunidad de Madrid Llanos Gabaldón Lozano Ingeniera Técnica Forestal e Ingeniera de Montes Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha Enrique García Gómez Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Medio Ambiente Diputación de Toledo José González Granados Ingeniero Técnico Forestal Parque Regional del Sureste. Comunidad de Madrid / Ayuntamiento de Aranjuez David León Carbonero. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Jorge Rodríguez López. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación @Jorgenemoralis AUTORES QUE HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: Olga Aguín, Ricardo Alarcón, Isabel Arrillaga, Josu Azpitarte, Germinal Belvis de Miguel, José Berdón, Rafael Calama, Alejandro Cantero, Alejandra María Closa, Celso Coco, Sandra Closa, Claudia Comparini, Elena Corredoira, Beatriz Cuenca, Raquel Díaz, Juan Carlos Domínguez, Margarita
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Alberto Hurtado
líticas de gestión forestal necesarias para los bosques. Así que ambas deben ir de la mano, como garantía de una gestión que favorezca la bioeconomía y la conservación de los recursos naturales. En la gestión de la sanidad forestal influyen otras variables como: la nueva normativa de la Unión Europea; la distribución administrativa de competencias; los mecanismos y herramientas de prevención y control de plagas que buscan reducir el riesgo de aparición en la Unión Europea; la eliminación de productos fitosanitarios utilizados hasta ahora como medida de protección ambiental; la integración de la sanidad forestal en la planificación forestal; el impulso a la investigación científica; y la participación, conocimiento y sensibilización social con respecto a la sanidad vegetal y forestal. Por estos motivos hemos querido realizar en Foresta un número especial dedicado a la sanidad forestal. No hemos repasado la labor que desarrolla cada comunidad
Elvira-Recuenco, Mónica Espinosa, Ramón Folgueiras, Diego Gallego, José García, Luis Gil, Valentín Gómez, Ana Isabel González, Eudaldo González, José González, Francisco Javier Gordo, Alberto Hurtado, Raúl Lanzo, Mar Leza, Guillermo Madrigal, Pedro Mansilla, José Antonio Manzanera, María José Manzano, María Menéndez, Noelia Molina, Ismael Muñoz, Mónica Murillo, Sven Mutke, Luis Núñez, Javier Otero de Irízar, Juan Pajares, Susana Pascual, Felipe Pérez, Laura Ponce, Marta Pardos, Eva Prada, María Dolores Rey, Rosa Raposo, Josep María Riba, Jorge Rodríguez, Sixto Rodríguez, Mar Ruiz-Galea, F.J. Ruiz-Gómez, Luis Sampedro, María Jesús Sainz, Daniel Sanjurjo, Xabier Santesteban, María Isidora Santiago, Ramón Santiago, Roberto Sanz, Rafael Serrada, José Miguel Sierra, M.ª Luisa Sillero, Alejandro Solla, Nicolò di Sora, Raúl Tapias, Belén Torres, Carla Vázquez-González, Rafael Zas DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356 FOTOGRAFÍA PORTADA: Alberto Hurtado Hernández. INFFE S.L. Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C. O. I. T. F. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.
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APUNTES / AGENTES NOCIVOS E INSECTOS BENEFICIOSOS
Seres de este planeta
Fotografías de Alberto Hurtado Hernández INFFE S.L.
Cerambyx welensii
Daños y orugas de Nymphalis polychloros
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2020. N.o 78
Phaenops cyanea hembra haciendo puesta en pino piñonero talado
Catocala nymphaea en zona forestal
Larvas de Aphidoletes aphidimyza depredando pulgones
Thaumetopoea pityocampa haciendo el bolsón
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Ninfa de antocórido depredando pulgón de la Catalpa
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Euproctis chrysorrhea
Thaumetopoea-pityocampa
Ninfas de cochinilla del boj
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Lymantria dispar en Sierra Nevada
Thaumetopoea pityocampa
Acanthocinus aedilis macho
2020. N.o 78
Detalle de larva de Scymnus sp. depredando pulgón de la Catalpa.
Oruga de Librea, Malacosoma neustria
Chrysomela populi
Parasitoide Tachiniidae sobre Thaumetopoea procesionea (procesionaria del roble)
Cerambyx welensii
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APUNTES / ESPECIES FORESTALES
alcornocal
Los alcornocales son bosques muy antiguos: investigadores portugueses han encontrado troncos fósiles de alcornoque que datan del periodo Serravaliense del Mioceno medio, con una antigüedad de 11,6 a 13,82 millones de años. En ese tiempo el clima en el suroeste de la península ibérica era más cálido y húmedo que en la actualidad, y el alcornoque convivía con numerosas especies tropicales que desaparecieron con los avatares climáticos que ha sufrido la Península desde aquellos remotos tiempos. Sin embargo la supervivencia del alcornocal se ve amenazada en algunas zonas de su área actual, fundamentalmente por culpa de la presión humana a la que se ve sometido y agravada por el cambio climático y por la incidencia de enfermedades y plagas. Vamos a dar un repaso a las principales enfermedades y plagas del alcornocal.
ESMA Estudios Medioambientales,
Enfermedades y plagas del
José Berdón, Raúl Lanzo, Mónica Murillo y Ramón Santiago Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura. Cicytex.
Imagen satélite de un foco de seca. Se observa el impacto del sobrepastoreo en las proximidades de una charca.
PRINCIPALES ENFERMEDADES SECA OCASIONADA POR FITÓFTORA Esta enfermedad está ocasionada por un oomiceto (hoy día no se le considera un hongo) del género Phytophthora, siendo el más extendido en el alcornocal P. cinnamomi. Es un patógeno que procede del sureste asiático, y llegó a Europa probablemente en el siglo XVIII. Vive en el suelo provocando la enfermedad de la seca a alcornoques, encinas y hasta 5.000 especies vegetales diferentes, ocasionándoles un decaimiento que muchas veces acaba con la muerte del hospedante. Cuando hay suficiente agua en el suelo este organismo produce zoosporas que transmiten la enfermedad. Cuando las condiciones no son favorables producen estructuras de supervivencia denominadas clamidosporas que pueden aguantar años hasta que las condiciones vuelven a ser favorables. Esta enfermedad es muy mortífera con los alcornoques, y por el momento la mejor lucha contra
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ella es la prevención. En la web de CICYTEX se puede encontrar una publicación reciente sobre gestión y prevención de esta enfermedad1.
1 Trindade M, Moreira AC, Cardillo E et al. 2020. Gestión y prevención de la enfermedad causada por Phytophthora cinnamomi en dehesas y montados. CICYTEX. 2020. N.o 78
CHANCRO CARBONOSO Es una enfermedad provocada por un hongo ascomiceto, Biscogniauxia mediterranea, que vive en la parte aérea del alcornoque (también de la encina). Es semiparásito: se puede comportar como saprófito y como parásito. Se transmite por vía aérea y es muy frecuente. En ocasiones puede ocasionar daños graves, incluso la muerte de rodales enteros. Se puede controlar podando las ramas afectadas y eliminando los restos.
CHANCRO HÚMEDO
Raúl Lanzo
Es una enfermedad provocada también por un hongo ascomiceto (teleomorfo: Botryosphaeria corticola; anamorfo: Diplodia corticola) que vive en la parte aérea de alcornoques y encinas. Causa chancros húmedos, marchitez y muerte progresiva del árbol. Se transmite por vía aérea y es más frecuente en zonas costeras. La mejor forma de controlarlo es mediante la prevención: evitar heridas de descorche y desinfectando las herramientas.
Tronco de alcornoque afectado por chancro húmedo Alcornoque afectado por chancro carbonoso
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Lorenzo Vallés
Ramón Santiago
PRINCIPALES PLAGAS ATAQUES DE CERAMBÍCIDOS Hay varios coleópteros de gran tamaño que atacan al alcornoque (también a la encina y otros Quercus): Cerambyx welensii, C. cerdo y Prinobius germari. Sus larvas se alimentan de madera, llegando a dejar prácticamente huecos troncos y ramas, provocando su rotura y caída. Se están probando trampas alimenticias, aunque no son eficientes con todos ellos. La mejor lucha contra esta plaga es la prevención: evitar heridas de poda y heridas de descorche. Rama de alcornoque con ataque severo de cerambícidos
Insecto adulto (Coroebus
Ramón Santiago
Este bupréstido (Coroebus undatus), cuyas larvas se alimentan de capa madre y corcho, ocasiona daños económicos importantes en los alcornocales. También dificulta el descorche y provoca que se hagan más heridas al alcornoque durante la saca. Se están probando trampas con kairomonas aunque de momento poco eficaces, ya que el insecto adulto es muy esquivo. El descorche elimina una gran cantidad de larvas.
undatus)
Ramón Santiago
CULEBRA DEL CORCHO
Larva de Coroebus undatus
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2020. N.o 78
Ramón Santiago
Pieza de corcho atacada por hormigas
HORMIGAS Hay varias especies de himenópteros que ocasionan daños en el corcho, como Crematogaster scutellaris, Camponotus herculeanus y otras. Hacen sus hormigueros en el corcho y lo inutilizan para su aplicación más apreciada, los tapones naturales. En parte son beneficiosas porque controlan otras plagas. Un correcto acabado de los cuellos y zapatas puede minimizar sus daños.
Ramón Santiago
Lorenzo Vallés
Platypus cylindrus
Larvas de lagarta peluda sobre la corte
za de un alcornoque
LAGARTA PELUDA Es un limántrido (Lymantria dispar) cuyas larvas comen hojas de alcornoques, encinas y otras especies. Los daños son muy llamativos porque llegan a defoliar totalmente a los árboles. Son urticantes y pueden ocasionar bastantes molestias y daños a los sacadores. Se han venido tratando con lucha biológica, insecticidas y Bacillus thuringiensis. Los daños provocados en los alcornocales por la sobreexplotación, malas prácticas (podas en árboles en producción y gradeos) y mala gestión son mucho mayores que los provocados por enfermedades y plagas. Para prevenirlas es recomendable mantener un alto grado de biodiversidad en nuestros alcornocales, llevar a cabo buenas prácticas de gestión y en caso necesario recurrir a la lucha biológica o a la lucha integrada. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
BARRENILLOS Este escarabajo platipoideo (Platypus cylindrus) es un escarabajo ambrosía perforador de alcornoques y otras especies. Es bastante mortífero por los hongos asociados que transportan en los micangios. Se puede luchar contra ellos mediante trampas comerciales con feromonas.
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REDES / FORESTALES
Tejiendo redes
Compartimos perfiles de Twitter personales, institucionales y profesionales, relacionados con la sanidad forestal.
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APUNTES / SITUACIÓN SALUD DE LOS BOSQUES ESPAÑOLES
La salud de los bosques en España en 2019 El Inventario de Daños Forestales se realizó en 2019. Examinó 14.880 árboles en 620 parcelas de 16 x 16 km, distribuidas por todo el territorio nacional. El objetivo es dar una visión global del estado de las masas arboladas. Se examinan siempre las mismas parcelas, lo cual otorga una gran fiabilidad a la evolución histórica, por el contrario no permite extrapolar de forma concluyente los datos a nivel nacional. Los resultados obtenidos en 2019 muestran un retroceso respecto al estado general del arbolado evaluado, comparado con los valores promedio de los últimos 5 años
ÁRBOLES SANOS Media de los últimos 5 años
78,9 %
Media de los últimos 5 años
80,5 %
73,1 %
77,3 %
18,5 %
CONÍFERAS DAÑADAS 2019
73,3 %
FRONDOSAS SANAS Media de los últimos 5 años
ÁRBOLES DAÑADOS Media de los últimos 5 años
2019
CONÍFERAS SANAS
Ismael Muñoz Linares
2019
23,1 %
CONÍFERAS DAÑADAS 2019
73 %
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
2019
25,5 %
2019
24,3 %
En cuanto a los daños observados en árboles con más del 25% de defoliación, las causas abióticas son mayoritarias (casi el 46%), principalmente producidos por sequía. En segundo lugar, destacan los provocados por insectos (más del 27%), siendo la causa principal la presencia de defoliadores (procesionaria). Tambien hay daños producidos por insectos perforadores, si bien en menor proporción. La principal causa de la muerte natural del arbolado se debe a los daños producidos por insectos (28%), siendo la totalidad de las muertes producidas por insectos perforadores, y mayoritariamente por Ips acuminatus. Las muertes debidas a incendios representan el 27%, mientras que las debidas a daños abióticos son el 19% (principalmente por la acción de la sequía, seguido de nieve y por la acción del viento).
Fuente. Inventario de Daños Forestales (IDF) en España. Red Europea de Seguimiento de Daños en los Bosques (Red de Nivel I). Resultados de muestreo en 2019.
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APUNTES / INCENDIOS FORESTALES #IIFF
Algunas relaciones entre incendios forestales y la sanidad forestal bóreo, pueden eliminar la protección que este ofrece frente a la radiación solar y el viento. En estas condiciones, los combustibles finos muertos del suelo (hojarasca, ramillas, herbáceas secas...) pueden desecarse rápidamente y favorecer la propagación del fuego. Este fenómeno, si bien puede resultarnos un tanto insólito, está observado y documentado en las grandes extensiones de coníferas boreales de América del Norte y Siberia. Aunque en nuestras latitudes el proceso habitual suele ser justo el contrario (proliferación de poblaciones de insectos, generalmente xilófagos o floéfagos, sobre árboles previamente debilitados por incendios), no hay que despreciar que el debilitamiento y la mortandad del arbolado, causados por cualquier agente dañino biótico o abiótico, producirá un incremento de la biomasa leñosa muerta y por tanto de los combustibles más problemáticos en caso de incendio; ya sean los que favorecen la propagación rápida, como en el caso de los finos, o bien los que dificultan la extinción, como en el caso de los gruesos.
Jorge Rodríguez López Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales
Ismael Muñoz
El fuego, como factor ecológico, tiene una importante función en la conformación de las comunidades forestales, tanto sobre la vegetación como sobre la fauna asociada a ella. La estructura de la vegetación determina las condiciones de propagación del fuego y viceversa, la ocurrencia de incendios determina la estructura de la vegetación resultante tras el fuego. Las comunidades faunísticas están igualmente condicionadas por las distintas fases de evolución del ecosistema que se suceden tras la perturbación que supone un incendio. Los insectos son el grupo más rico en especies de la fauna forestal, desempeñando diversas funciones en el ecosistema como fitófagos, polinizadores y una especialmente importante como descomponedores de la biomasa forestal muerta. Por tanto, sus poblaciones se encuentran también condicionadas por los efectos del fuego, y en cierta medida también pueden ser condicionantes del mismo. Los ataques masivos de insectos defoliadores, que llegan a consumir buena parte del dosel foliar ar-
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INSECTOS E INCENDIOS Como decíamos, la relación entre incendios y problemas sanitarios más frecuente en nuestros montes es el incremento de poblaciones de insectos a costa de árboles muertos o debilitados por el paso del fuego. Numerosas especies de insectos, en su mayoría coleópteros, se reproducen sobre la madera muerta y se alimentan de ella en sus estadios larvales. Esto resulta fundamental para el proceso de descomposición de la madera y su incorporación al ciclo de nutrientes, existiendo diferentes adaptaciones en las especies según las distintas fases de degradación de la madera. Por tanto, un incendio reciente puede resultar un lugar atrayente tanto para especies adaptadas a troncos carbonizados, como para las que tienen preferencia por árboles vivos pero debilitados, como ocurre con los que han sido sólo parcialmente afectados por el paso del fuego. Los insectos atraídos por árboles quemados son insectos pirófilos, capaces de detectar la existencia de un incendio a distancia por distintos mecanismos no siempre bien conocidos, entre los que están la detección del humo y el calor. Al parecer el primero de estos factores ejerce atracción sobre distintas especies de cerambícidos, mientras que el segundo se ha identificado como atrayente de algunas especies de bupréstidos. Entre estos últimos, el género de escarabajos Melanophila es uno de los pirófilos más habitualmente citados por la literatura especializada. Aunque la especie de este género más conocida, M. picta, sea un perforador de chopos sin una especial relación con el fuego, en Estados Unidos estos insectos son conocidos como escarabajos del humo (smoke beetles), debido a su atracción por el fuego. Al parecer, especies de este género poseen un órgano sensorial, sensible a la radiación infrarroja, que les permite localizar la presencia de fuego incluso a varias decenas de kilómetros. En el ámbito mediterráneo Melanophila cuspidata busca coníferas recién quemadas, en especial Pinus halepensis y Juniperus oxycedrus, para realizar sus puestas. Sin embargo, a pesar de estas asombrosas adaptaciones, las especies pirófilas no representan un problema sanitario en nuestros montes, siendo lo más habitual que las especies atraídas por madera recientemente muerta (independientemente de la causa) o por árboles debilitados, sean las que generen problemas tras los incendios. Aunque el género de cerambícidos Monochamus también sea citado entre los de costumbres pirófilas, en España M. galloprovincialis no está relacionado estrictamente con la madera quemada, utilizando para reproducirse madera recién muerta o árboles del género Pinus muy debilitados por cualquier causa. Este cerambícido es el único vector conocido en Europa del nemátodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus), organismo de cuarentena en la Unión Europea, por lo que tendría un impacto económico en el sector de la madera en caso de proliferar. Por ello, en las zonas de riesgo del nemátodo cualquier incendio
reviste especial interés desde el punto de vista sanitario, ya que la presencia de madera muerta favorece la reproducción del escarabajo vector y eventualmente puede significar la expansión de la enfermedad. Otro de los coleópteros que buscan pinos muy debilitados o recientemente muertos es el curculiónido Hylobius abietis. Se reproduce sobre árboles en pie, madera apeada o incluso en tocones, donde se desarrollan las larvas, mientras que los adultos se alimentan sobre la corteza de ramillas o brinzales jóvenes. Tras la ocurrencia de incendios, en los que se multiplican los nichos favorables para su reproducción, si los trabajos de restauración incluyen repoblaciones la presencia de Hylobius es un factor a tener muy en cuenta, siendo recomendable posponer la plantación hasta que sus poblaciones hayan descendido. En algunos casos en que la repoblación se ha ejecutado el invierno inmediatamente posterior al incendio se han producido numerosas pérdidas en el repoblado, o ha sido necesario tomar medidas de control. Este caso nos introduce en el debate entre control sanitario y gestión de la regeneración de superficies incendiadas sobre el que volveremos más adelante. Sin ninguna duda, el grupo de coleópteros perforadores que mayores problemas causa en los montes españoles son los escolítidos, concretamente los géneros Tomicus e Ips, que causan daños sobre la mayoría de especies de pinos. Estos escolítidos no pueden clasificarse como pirófilos, ya que utilizan para su reproducción árboles débiles o recientemente muertos por cualquier causa, perforando galerías subcorticales maternas y larvarias. Sin embargo, los incendios son con toda seguridad la perturbación que de modo natural pone una mayor cantidad de árboles disponibles para la reproducción de estos escolítidos; el fuego es un fenómeno que les favorece. Tras el incendio, los trabajos de restauración suelen iniciarse con la retirada de la madera quemada, en un plazo
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La relación entre incendios y problemas sanitarios más frecuente en nuestros montes es el incremento de poblaciones de insectos a costa de árboles muertos o debilitados por el paso del fuego. Numerosas especies de insectos, en su mayoría coleópteros, se reproducen sobre la madera muerta y se alimentan de ella en sus estadios larvales.
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ENFERMEDADES TRAS INCENDIOS n cuanto a las enfermedades, el debilitamiento producido tras el paso del fuego en los árboles afectados tiene el mismo efecto que en el caso de las plagas. Distintos hongos patógenos, que no serían capaces de colonizar un árbol sano, encuentran su oportunidad entre los pies afectados por el incendio. Hongos que se comportan como saprófitos en el suelo o sobre los sistemas radicales pueden pasar a comportarse como patógenos, o acelerarse sus efectos. El complejo de especies del género Armillaria afecta a numerosas especies forestales, y no siempre es fácil de detectar, pudiendo pasar por un debilitamiento inespecífico producido por el fuego. En definitiva, los efectos indirectos del incendio sobre la dinámica del ecosistema forestal se mantienen en la masa próxima a la superficie quemada todavía durante unos años después de su ocurrencia, debido a la mortandad que los agentes bióticos favorecidos por el fuego pueden seguir produciendo. Las relaciones entre los distintos organismos forestales y el fuego son complejas y se combinan creando perturbaciones y equilibrios que dan lugar a una amplia variedad estructural. Y recordemos que en esta compleja red que
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de tiempo generalmente breve para evitar, entre otras cosas, la proliferación de escolítidos. La extracción diligente de los pies quemados de forma sistemática es una práctica habitualmente asumida en la gestión forestal en el sur de Europa. Sin embargo, los problemas aparecen cuando toca decidir sobre qué hacer con árboles que no han muerto aunque hayan sido afectados por el fuego. En estos casos no siempre resulta evidente cuáles son los posibles pies problemáticos desde el punto de vista sanitario que se deberían extraer. Los daños no visibles producidos por el calor en el cambium o el sistema radical pueden limitar el vigor de los árboles, y condicionar seriamente su supervivencia, aunque durante los meses inmediatamente posteriores al incendio buena parte de la copa permanezca verde. Estos árboles parcialmente dañados o aparentemente no dañados, se localizan en el perímetro del incendio o en “islas” no quemadas de su interior. Con esa ubicación, resultan especialmente interesantes como diseminadores de semillas sobre la superficie quemada, muy valiosas para la regeneración natural. Valorar si mantenerlos o cortarlos, aún presentando síntomas de debilitamiento, supone considerar por un lado, el incremento de posibilidades de regeneración espontánea y por otro, el riesgo de aparición de focos de escolítidos. No han sido pocos los casos en que la proliferación de escolítidos tras un incendio se convierte en un problema de gestión durante varios años. Esta delicada decisión técnica no tiene una solución única, ya que tanto la evolución de las poblaciones de insectos como la regeneración dependen de numerosos factores, cuya evolución futura se desconoce en el momento de tomar la decisión, como puede ser la meteorología de los años venideros.
son los ecosistemas forestales no todas las relaciones y sus efectos son bien conocidas. Aunque bajo distintos enfoques de gestión puedan tener justificación, tanto la eliminación sistemática de pies muertos o debilitados, como la supresión de todos los fuegos, son injerencias en las dinámicas de funcionamiento de los ecosistemas forestales. Tratando de adaptar la gestión a estas dinámicas la sanidad forestal ha evolucionado y abandonado prácticamente el manejo reactivo que dominaba en el pasado, basado fundamentalmente en los tratamientos químicos. Si bien estos tratamientos tuvieron mucha aplicación, hoy se comprende que su éxito a corto plazo resulta contraproducente a largo plazo, y genera problemas inesperados. Se prefiere hoy el manejo preventivo de la masa, la lucha integrada y otras técnicas como el fomento de la fauna útil para la lucha biológica. Se ha pasado de la lucha contra plagas a la búsqueda de equilibrios biológicos, tomando incluso este nombre las unidades responsables de la sanidad forestal en algunas administraciones. La gestión del fuego forestal puede plantearse también como una reacción al mismo cuando aparece, poniendo el énfasis en la extinción, o bien como una búsqueda de equilibrios en el ecosistema para tratar de minimizar los efectos negativos del fuego que tarde o temprano llegará, y mejorar la resiliencia de las masas tras el incendio. En el pasado sanidad e incendios estuvieron unidos en algunos planes de estudio bajo el concepto “defensa del monte”. Mientras que el enfoque de la primera ha evolucionado de manera muy importante en las últimas décadas, en los incendios sigue instalada la extinción como la principal estrategia de nuestras administraciones. Quizá esta puede ser la principal enseñanza que podamos sacar de las relaciones entre sanidad e incendios: la incorporación a la gestión del elemento perturbador del sistema (sea una plaga o sea el fuego) resulta a la larga más barato y efectivo que reaccionar ante él cada vez que aparece.
La gestión del fuego forestal puede plantearse también como una reacción al mismo cuando aparece, poniendo el énfasis en la extinción, o bien como una búsqueda de equilibrios en el ecosistema para tratar de minimizar los efectos negativos del fuego que tarde o temprano llegará, y mejorar la resiliencia de las masas tras el incendio
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APUNTES / EL MONTE CAMBIA
Cambios rápidos, soluciones urgentes Para este número de Foresta, monográfico sobre sanidad forestal, la sección El monte cambia aborda también un tema relacionado con ella. Las plagas y enfermedades producen bruscos cambios en las masas forestales, más lentos que los incendios pero mucho más rápidos que los derivados de procesos naturales de colonización o regeneración y que los inducidos por la gestión selvícola, presentados en ocasiones anteriores. En la anterior entrega (Serrada et al., 2019) nos referíamos al catastrófico incendio que se produjo en julio de 2005 en la comarca de El Rodenal de Guadalajara, y presentábamos el efecto de las ayudas a la regeneración natural tras el fuego. Recordamos que el incendio duró del orden de una semana y recorrió unas 12.000 ha (Foto 8), de las cuales 10.000 eran masas naturales de Pinus pinaster, muchas de ellas en edad de fustal medio resinado, con una altura media del orden de 15 m y una densidad de unos 400 pies/ha. Tras el abandono de la resinación en 1980 cesaron los trabajos de desbroce (Cistus laurifolius y Calluna vulgaris), lo que hizo adquirir a estas masas una alta combustibilidad.
Los suelos de los pinares son Leptosoles esqueléticos (IUSS Working Group WRB, 2014), o ranker de pendiente en la clasificación de Gandullo (1984), con profundidad limitada y alta pedregosidad, que les confieren baja capacidad de retención de agua, formado sobre conglomerados silíceos y areniscas del periodo Neógeno de la era Cenozoica. Tiene la comarca un clima nemoromediterráneo genuino (VI (IV)1) de Allué (1990), con precipitación media anual de 630 mm, temperatura media anual algo inferior a 10 oC , entre 1,5 y 2 meses de duración de la aridez y cinco meses de helada segura. En su conjunto la estación presenta unas condiciones bastante marginales para la masa de Pinus pinaster que poblaba el paraje antes del incendio. En esta nota comentamos como en julio de 2006, el año siguiente al incendio, se produjo un importante ataque de Ips sexdentatus en las masas de pinar no afectadas por el fuego, interiores y colindantes al perímetro de extinción del incendio. El control de esta plaga obligó a la corta, casi a hecho, de una superficie de masas de pinar no afectadas por el fuego del orden de 1.000 ha; importante y
1 Sociedad Española de Ciencias Forestales 2 ECOGESFOR 3Servicio de Prevención y Extinción
de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Guadalajara 3 Centro Integrado de Formación Profesional Almázcara
Foto 1 - Pie de pino rodeno resinado: ¿está muerto? Tiene copa verde aunque su viabilidad tras el incendio es claramente nula. La muerte del arbolado es un proceso, no es un instante. Selas; incendio 18 de julio de 2005; fotografía 14 de noviembre de 2005.Los criterios de porcentaje de copa verde no son adecuados para limitar el apeo de pies afectados, especialmente en pies resinados. Foto 2 - En la fase de apeo de pinos quemados, con los que se hacían fajinas, se mantuvieron pies con parte de la copa verde. Los pies muertos no provocan estas plagas, los parcialmente afectados sí. Foto en enero de 2006.
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Rafael Serrada Hierro1, Valentín Gómez Sanz2, Javier Otero de Irízar3, Celso Coco Megía4,
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Foto 4 - Panorámica tomada desde el término municipal de Selas hacia Ablanque en julio de 2006. Se observa al fondo el límite del incendio en cultivos agrícolas. En segundo término zona de pinar quemada y, en primer término, extenso rodal de pinar no afectado por el fuego con muchas copas en fase de secado por causa del Ips sexdentatus. Foto: J. Otero. Fotos 5 - El progreso de la plaga de perforadores obligó a realizar cortas a hecho para evitar su extensión en el espacio y en el tiempo. .
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brusco cambio. Se ilustran los comentarios con fotos tomadas en aquellos años. La proliferación de insectos perforadores se ve favorecida por la presencia de material vegetal en fase de secado, tras una corta o, como en este caso, por un incendio. En el caso del pino rodeno resinado (Foto 1) la afección del fuego en el fuste, aún sin afectar a la copa, provoca un debilitamiento que, a su vez, favorece la proliferación de escolítidos. En esta ocasión se impuso en las instrucciones de la administración para los trabajos de restauración la prohibición de apear los pies con un 50 % o más de copa verde (Fotos 2 y 3). Esta instrucción y la imposibilidad de tratar toda la superficie en el plazo de ocho meses tras el incendio fue la causa de la importante plaga de Ips sexdentatus. La extensión de la plaga fue enorme (Fotos 4 y 9-11) y la solución urgente fue la corta a hecho con rápida extracción de todo el material (Foto 5).
Fotos 3 - A la izquierda, fotografías tomadas en la fase de restauración en invierno de 2006, dejando pies con copa verde según las instrucciones. A la derecha, los mismos parajes en primavera de 2016, donde se observa que los pies reservados no sobrevivieron, fueron fuente de plaga y hubo que extraerlos posteriormente. Fotos de arriba en Villarejo de Medina, fotos de abajo en Otero. Fotos de la derecha en 2017.
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Fotos 6 - Detalles del ataque de Ips sexdentatus a un pie sano: arriba izda.: copa con marchitez; arriba dcha.: entrada de adultos para hacer la puesta; abajo izda.: serrín en la base del fuste por la acción de las larvas; abajo dcha.: imago de Ips sexdentatus. Fotos en septiembre de 2006.
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Los detalles del ataque del perforador, proveniente de pies parcialmente afectados por el incendio, se muestran en la Foto 6. Los ejemplares completamente
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muertos por el incendio (Foto 7) no son vectores de plaga de perforadores y su presencia en el monte no tiene gran duración. Por este motivo en estas situaciones es prioritario retirar los pies parcialmente afectados por el fuego. Se ha titulado esta información Cambios rápidos, soluciones urgentes pues las actuaciones de restauración o contención tras incendios y plagas requieren, como se ha visto en este caso, actuaciones urgentes determinadas por la fenología de la vegetación y de las plagas. Estos previsibles procesos no son entendidos por los lentos engranajes administrativos que ignoran la peculiaridad de la gestión forestal. Este caso ilustra la necesidad de que la gestión forestal esté basada en la ciencia y la experiencia forestales y no en intuiciones ni en sentimentalismos bienintencionados que acaban generando perjuicios mayores que los que pretenden evitar.
Foto 7 - Los pies completamente muertos por incendio no propagan perforadores. Detalle de una parcela testigo para estudio de la regeneración natural, sin apeo, instalada en invierno de 2006. Foto en agosto de 2009.
Foto 8 - Perímetro del incendio. Fuente: LANDSAT7-USGS-NASA, julio 2005. Se indica la localización de los rodales cuya evolución se analiza. Edición @eforestal.
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Foto 9 - Imagen de detalle, en infrarrojo, tomada en 2005 tras el incendio. Se observan los rodales no afectados que se corresponden con la Foto 4. Edición @eforestal.
Foto 10 - Ortofoto (Imagen PNOA), tomada en 2006. Se observan los rodales no afectados, que se corresponden con la Foto 4, con arbolado y algunos de los afectados en fase de corta. Edición @eforestal.
Foto 11 - Ortofoto (Imagen PNOA), tomada en 2009. Se observan los rodales no afectados, que se corresponden con la Foto 4, sin arbolado y apeado por causa de la plaga. Los rodales afectados tienen las cortas de ayuda a regeneración terminadas. Edición @eforestal.
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REFERENCIAS Referencias: Allué JL. 1990. Atlas fitoclimático de España. Taxonomías. INIA, Madrid. Gandullo JM. 1984. Clasificación básica de los suelos españoles. Fundación Conde del Valle de Salazar, Madrid. IUSS Working Group WRB. 2015. Base referencial mundial del recurso suelo 2014, Actualización 2015. Sistema internacional de clasificación de suelos para la nomenclatura de suelos y la creación de leyendas de mapas de suelos. Informes sobre recursos mundiales de suelos 106. FAO, Roma. Otero J. 2017. Aprovechamiento y restauración de montes incendiados. Experiencia y resultados en la zona afectada por el incendio del Rodenal en julio de 2005 (Guadalajara). TRAGSA, Madrid Otero J, Serrada R. 2017. Evolución de la restauración de la masa forestal en el incendio del Rodenal de Guadalajara diez años después mediante fotos comparativas. Actas del 7 Congreso Forestal Español. SECF, Plasencia. Serrada R, Gómez-Sanz V, Coco C. 2019. El monte cambia: hacer de la necesidad virtud. Foresta 73: 8–9.
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ENTREVISTA
José María Cobos Suárez, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
"El mantenimiento y mejora del estado de salud de los bosques depende en gran medida de la práctica de una gestión forestal sostenible" Ismael Muñoz Linares
En un momento de cambio global la sanidad forestal cobra una relevancia enorme en la gestión de los bosques. Proteger la salud de las plantas es fundamental para la vida en el planeta, por ello la Asamblea General de Naciones Unidas decidió establecer 2020 como Año Internacional de la Sanidad Vegetal. En España las competencias están transferidas a las comunidades autónomas. A la Administración General del Estado le corresponde el papel de elaborar la normativa básica, transponer la legislación europea, coordinar a todas las administraciones y controlar el estado fitosanitario del material vegetal que entra por la frontera del Estado. De cómo se hace esta coordinación y el control de entrada, así como de los retos actuales y futuros a los que se enfrenta la sanidad forestal española hablamos con José María Cobos. Se celebra en 2020 el Año Internacional de Sanidad Vegetal ¿por qué era necesaria esta celebración y qué objetivos tiene? El Año Internacional de la Sanidad Vegetal 2020, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene por objeto principal concienciar a la sociedad sobre la importancia de la sanidad vegetal, especialmente en el contexto de la globalización de los intercambios comerciales de vegetales y sus productos, así como del cambio climático. La salud de las plantas es esencial para la vida en el planeta. Es fundamental evitar la propagación de plagas y enfermedades de las plantas y su erradi-
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cación o contención cuando aparecen en un nuevo ámbito territorial. Con la concienciación de la sociedad, se pretende favorecer una adecuada dotación de medios en las organizaciones nacionales y regionales de protección fitosanitaria, en su papel de defensoras de la salud de las plantas. ¿Cuáles son las actividades fundamentales que ha desarrollado? Se habían programado reuniones y eventos internacionales y nacionales como conferencias y seminarios sobre diferentes aspectos de la sanidad vegetal. Pero, las medidas que ha habido que aplicar por la crisis de
salud pública ocasionada por la pandemia del COVID19, no han permitido que se desarrollen con participación presencial del público, y se han pospuesto para el año 2021. Es el caso de la primera Conferencia Internacional de Sanidad Vegetal que se había previsto celebrar en Helsinki, en octubre de 2020, y que, tentativamente, tendrá lugar en junio de 2021; o la 15ª Sesión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias de la Convención Internacional de Protección de Plantas, prevista para la pasada primavera en la sede de FAO en Roma y que se prevé su celebración en marzo de 2021. No obstante, ha habido diferentes actuaciones en formato webinar, foros virtuales y seminarios web que han permitido mantener la actividad no presencial del Año Internacional y avanzar en la concienciación de la importancia de la sanidad vegetal. A menudo, se comenta que las dos cuestiones más importantes en la gestión de los montes son la selvicultura y la sanidad forestal ¿Está de acuerdo? ¿Por qué es tan importante trabajar la sanidad forestal? Estoy totalmente de acuerdo con que son dos cuestiones que están íntimamente ligadas. Es fundamental potenciar una selvicultura preventiva 2020. N.o 78
en materia de sanidad forestal que aumente la resiliencia y resistencia de las masas forestales, así como su capacidad de adaptación a los fenómenos climáticos extraordinarios propiciados por el cambio climático. Es fundamental el mantenimiento y conservación de un buen estado sanitario en las masas forestales que favorezca la consecución de los objetivos y principios de gestión multifuncional de las masas forestales incluidos en la Ley 43/2003 de Montes, siendo la inclusión de dicha gestión un elemento esencial en toda estrategia forestal. De cara a la relación entre ambas, hay que resaltar que el mantenimiento y mejora del estado de salud de los bosques depende en gran medida de la práctica de una gestión forestal sostenible, que procure su mantenimiento en un adecuado estado ecológico y selvícola mediante densidades adecuadas del arbolado para reducir su competencia y fomentar su vitalidad y resiliencia ante los efectos del cambio climático, plagas y enfermedades. Un exceso de competencia arbórea derivado de la falta de gestión de las masas, en particular en repoblaciones con coníferas, reduce el crecimiento y vigor del arbolado propiciando que dichas masas sean más propensas a sufrir plagas y enfermedades forestales. En una organización administrativa en la que las competencias sobre sanidad forestal las tienen las comunidades autónomas ¿Cuál es el papel del Ministerio? Efectivamente, las comunidades autónomas tienen la plena competencia de la sanidad forestal en sus respectivos territorios y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sin menoscabo de las competencias de otros órganos directivos y departamentos ministeriales, como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tiene las funciones que la Constitución Española encomienda a la Administración General del Estado. Dichas funciones se resumen en el desarrollo de las competencias en materia sanitaria de la producción agrícola y forestal, en aplicación de la Ley 43/2002 de Sanidad Vegetal. Es-
Es fundamental potenciar una selvicultura preventiva en materia de sanidad forestal que aumente la resiliencia y resistencia de las masas forestales, así como su capacidad de adaptación a los fenómenos climáticos extraordinarios propiciados por el cambio climático
tablece y desarrolla las directrices de las políticas fitosanitarias, elabora la normativa básica, coordina a las comunidades autónomas y representa al país en los foros internacionales como la Unión Europea y otros organismos internacionales, como punto de contacto y donde establece las posiciones nacionales en la materia. Tiene también competencias funcionales plenas en el control fitosanitario en frontera de puertos y aeropuertos y en la gestión del registro y autorización de los medios de defensa fitosanitaria de los vegetales como productos fitosanitarios y organismos de control biológico.
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¿Cómo es la transferencia de información entre las distintas administraciones públicas? La legislación tiene establecidos cauces de comunicación de la información fitosanitaria entre el Estado y las comunidades autónomas, determinando el tipo de información que debe ser comunicada y la periodicidad con la que debe producirse. La transferencia de información fitosanitaria y la coordinación entre administraciones en materia de sanidad vegetal se lleva a cabo mediante el órgano de coordinación del Comité Fitosanitario Nacional, y a través de
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los Grupos de Trabajo de expertos que se puedan establecer en su seno para abordar problemáticas concretas en la materia. ¿Cómo calificaría el estado sanitario de las masas forestales españolas? Es una cuestión difícil de determinar debido a la diversidad de especies que las componen y a la complejidad climática y ecológica del territorio español. No obstante, se puede estimar mediante el grado de defoliación, un indicador común a la mayoría de las especies que se analiza en el Inventario de Daños Forestales de la Red Europea de Seguimiento de Daños en los Bosques (Red de Nivel I), que coordina y gestiona el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Así, los resultados obtenidos del inventario de 2019 indican que, con respecto al promedio de los cinco últimos años, el estado general del arbolado experimenta un ligero retroceso, disminuyendo algo el número de árboles sanos y aumentando ligeramente los dañados. Entre las especies de coníferas evaluadas la más afectada en cuanto a su vitalidad es el pino carrasco. Y respecto a las frondosas, la encina presenta un deterioro muy acusado en este inventario. Por otra parte, se observa que la incidencia por sequía afecta principalmente a las dehesas, encinares y pinares de pino carrasco, mientras que las formaciones más afectadas por insectos defoliadores, principalmente procesionaria del pino, son los pinares de pino salgareño o negral. En cuanto a los daños observados en árboles con más del 25 % de defoliación, se aprecia que los asociados con causas abióticas son mayoritarios, seguidos por los provocados por insectos defoliadores. En general, y conforme a la información proporcionada en los últimos años de inventarios sobre el grado defoliación, se puede considerar que en general el estado de salud de la mayoría del arbolado es aceptable, dado que más del 75 % de los árboles observados presentaban un aspecto saludable.
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El nuevo Reglamento 2016/2031 de la UE constituye un importante paso en pro del enfoque preventivo que España venía demandando y que es absolutamente necesario para evitar que se repitan las situaciones de entrada de nuevas plagas que hemos padecido en el pasado
¿Cuáles son a su juicio los principales problemas sanitarios a los que se enfrentan las masas forestales españolas? Son numerosos y diversos según la especie forestal de que se trate. Los pinos, por ejemplo, padecen un problema crónico o recurrente, ampliamente presente en el territorio, como es la plaga de la procesionaria. Sin embargo, considero que las principales amenazas sanitarias a las que se enfrentan las masas forestales españolas se encuentran en aquellas plagas de cuarentena aparecidas en el territorio español, que se encuentran localizadas, y sobre las cuales se están aplicando medidas de emergencia para su erradicación y contención. Sin duda el nematodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus) es el principal exponente de esta amenaza para las masas de pinos, y en particular del pino rodeno. Este nematodo fue introducido en Portugal, probablemente desde China, en el material de embalaje de madera. Rápidamente se extendió al encontrar un vector muy apropiado para su dispersión, el cerambícido Monochamus galloprovincialis. En España se han identificado brotes muy localizados en Galicia, Extremadura y Castilla y León, sobre los que se están adoptando drásticas medidas de erradicación y alcanzando la erradicación de alguno de ellos. Este
nematodo causa la enfermedad conocida como decaimiento repentino del pino, que provoca la muerte de los pies afectados ocasionando pérdidas económicas y estragos ecológicos, así como importantes restricciones al comercio de madera. Otra plaga de cuarentena detectada en España ha sido el chancro resinoso de los pinos causado por el hongo Fusarium circinatum, y que tiene una especial incidencia en las formaciones de pino insigne del norte de España. Finalmente, quiero hacer una especial mención a la bacteria fitopatógena de cuarentena Xylella fastidiosa, localizada en España en la provincia de Alicante y en las Islas Baleares y con un brote puntual en la Comunidad de Madrid, que está afectando principalmente a especies leñosas de cultivos agrícolas. Sin embargo, afecta también al ecosistema mediterráneo, ya que está teniendo incidencia en los acebuches de las Islas Baleares y en numerosas especies de matorral características de esas regiones. Al afectar a un amplio espectro de especies vegetales –595 según un estudio de EFSA de este mismo año–, tanto agrícolas como forestales, y arbóreas, arbustivas o de matorral, por su diversidad genética y capacidad de adaptación a nuevos huéspedes representa un riesgo potencial importante para las masas forestales. Por otro lado y respecto a las plagas no cuarentenarias hay que mencionar a las bandas marrón y roja de los pinos –producidas por los hongos Lecanosticta acicola y Dothistroma pini / D. septosporum respectivamente–, que tienen una fuerte incidencia en las masas de pino insigne del norte de España, favorecida por unas temperaturas suaves y una alta humedad ambiental, condiciones climáticas muy adecuadas para su dispersión Merecen atención particular también los ataques de insectos perforadores de pinos como escolítidos o curculiónidos, propiciados por un arbolado debilitado por factores bióticos o abióticos como la sequía y, en ocasiones también por la falta de una selvicultura preventiva y una inadecuada planificación de los aprovechamientos forestales. 2020. N.o 78
Además cabe citar otras plagas que afectan a determinadas especies forestales o de parques y jardines, como el lepidóptero barrenador del palmito, Paysandisia archon, el picudo rojo de las palmeras, Rhynchophorus ferrugineus, la avispilla del castaño, Drycosmus Kuriphilus, la polilla del boj, Cydalima perspectalis o el gorgojo de los eucaliptos, Gonipterus platensis. La globalización reparte por igual conocimiento, comercio, personas y problemas sanitarios, vista la pandemia que sufrimos y cómo han crecido las enfermedades y plagas en las masas forestales. ¿Vivimos la época de mayor riesgo de expansión de plagas y enfermedades forestales? La globalización del comercio de vegetales y sus productos, y la importancia y velocidad de los intercambios comerciales, se ha visto incrementada en los últimos tiempos. Las mercancías vegetales pueden recorrer grandes distancias en cuestión de horas y llegar en perfecto estado de conservación, pero lógicamente puede suceder igual con las plagas que pudieran portar desde su lugar de origen. Llegan a áreas geográficas donde, por el cambio climático, pueden encontrar condiciones favorables para su establecimiento. Así, el riesgo de expansión de plagas es un hecho constatable. No obstante, dicho riesgo se encuentra mitigado por los modernos instrumentos normativos y técnicos que se han puesto a disposición del control cuarentenario en fronteras, puertos y aeropuertos. Desde diciembre de 2019 se aplica en la Unión Europea un nuevo marco legislativo por el Reglamento 2016/2031 que, entre otros objetivos, tiene el de reforzar los controles y proteger el territorio europeo de la introducción y propagación de plagas foráneas. Plagas emergentes como Xylella fastidiosa o el nematodo de la madera del pino han propiciado un cambio de estrategia en pro de un enfoque más preventivo, para elevar la protección frente al riesgo que representa el material de plantación, adoptando medidas para evitar la entrada en la Unión Europea de vegetales, productos vegetales y otros objetos de alto riesgo,
El cambio climático puede estar generando una sutil progresiva evolución de los parámetros característicos del clima, lo que implica que las masas forestales de determinadas especies puedan ir progresivamente quedándose fuera de su estación, entrar en procesos de decaimiento y favorecer la proliferación de plagas oportunistas
hasta ahora no evaluados, que se han incluido en un listado. Además, se generaliza el requisito del certificado fitosanitario para la importación de la totalidad de vegetales de terceros países. Esto es importante no sólo para elevar el nivel de protección fitosanitaria, sino que también es una herramienta que proporcionará un mejor conocimiento sobre el material vegetal que está entrando en la Unión Europea y detectar así dónde puede estar el riesgo. En definitiva, se ha pasado de un enfoque bastante pasivo, en el cual se iba por detrás del riesgo, a una posición proactiva que busca e identifica el riesgo antes de que este nos alcance. El nuevo Reglamento constituye un importante paso en pro del enfoque preventivo que España venía demandando y que es absolutamente necesario para evitar que se repitan las situaciones de entrada de nuevas plagas
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que hemos padecido en el pasado. ¿Qué papel juega el cambio climático en la expansión de plagas y enfermedades forestales? ¿Está afectando a España de manera especialmente importante? El cambio climático puede estar generando una sutil progresiva evolución de los parámetros característicos del clima, lo que implica que las masas forestales de determinadas especies puedan ir progresivamente quedándose fuera de su estación, entrar en procesos de decaimiento y favorecer la proliferación de plagas oportunistas adaptadas en medrar sobre pies debilitados fisiológicamente. Pero el cambio climático también favorece que ante la evolución del clima de una zona esta pueda llegar a ser receptiva a plagas foráneas que hasta entonces no podían establecerse por limitaciones vitales que el propio clima les imponía.
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Por ello, es necesario comprender mejor las relaciones complejas entre el cambio climático los bosques y las plagas y enfermedades forestales, para garantizar la adopción de medidas eficaces de mitigación del cambio climático y en particular respecto a la incidencia de las plagas y enfermedades por organismos nocivos tanto nativos como exóticos. ¿Tenemos mecanismos adecuados de prevención y control de enfermedades y plagas? Entiendo que así es ya que, a raíz de la aprobación del nuevo marco normativo fitosanitario, disponemos de diversos mecanismos y herramientas de prevención y control de plagas que permiten reducir el riesgo de aparición en la Unión Europea, como son la normativa sobre vegetales con riesgo de dispersión de plagas; las medidas de control en las fronteras de la Unión Europea; el sistema de información y alertas TRACES-NT para la comunicación sobre la detección de plagas y enfermedades interceptadas en los envíos con origen en países terceros; la aprobación de medidas de emergencia específicas para plagas emergentes por parte de la Sección de Sanidad Vegetal del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos de la Comisión Europea; o el sistema de alerta temprana de comunicación de brotes de plagas cuarentenarias a través de la aplicación Europhyt-Outbreaks. No obstante, se han intensificado los programas de vigilancia y prospección de plagas cuarentenarias al objeto de su detección temprana y, en caso de aparición de brotes, disponer de herramientas que permitan una pronta respuesta a través de Planes Nacionales de Contingencia y Planes de Acción. ¿Cómo se realiza el control de entrada de material vegetal de países ajenos a la Unión Europea y de los miembros de la UE? Con la aplicación del nuevo régimen comunitario de sanidad vegetal se ha impuesto un enfoque más preventivo al establecer la obligatoriedad de someter a inspección en los puntos de control de frontera establecidos en los puertos y aeropuertos las importa-
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Hay que integrar la sanidad forestal en la planificación forestal fomentando la adopción por los selvicultores de medidas preventivas de vigilancia y control de las plagas en sus masas y en los productos forestales objeto de su actividad económica
ciones de todos los vegetales y productos vegetales, con alguna excepción, originarios de terceros países. En este contexto, a través del Reglamento 2016/2031 y el Reglamento 2019/2072 se garantiza la aplicación unificada para todos los Estados miembros de los criterios y normas de inspección fitosanitaria para la importación de productos agrarios respecto a plagas cuarentenarias de la Unión Europea y otras plagas reguladas. Adicionalmente, el nuevo Reglamento de Controles Oficiales crea una plataforma para compartir los resultados de estos controles así como para garantizar la trazabilidad de los vegetales y productos vegetales una vez importados. Este refuerzo de los controles queda evidenciado por el aumento de las interceptaciones notificadas, consecuencia del endurecimiento de las inspecciones en frontera. El movimiento de vegetales y productos vegetales en el mercado interno de la Unión Europea se realiza acompañado de un pasaporte fitosanitario emitido en origen, que acredita la trazabilidad y que se han cumplido los requisitos establecidos en el Reglamento 2019/2072. Las autoridades competentes de las comunidades autónomas son las responsables de realizar controles periódicos a los operadores receptores. La normativa europea ha reducido la disposición de productos fitosanitarios para tratar determinadas plagas, lo que ha provocado un pequeño
terremoto en su gestión. ¿Qué opciones hay al uso de productos fitosanitarios? Según avanza el conocimiento científico, los requisitos exigidos por la normativa de la Unión Europea a las sustancias activas de los productos fitosanitarios son cada vez más rigurosos. El objetivo es garantizar que su empleo no represente riesgos inaceptables para el medio ambiente, la salud de los consumidores, de los aplicadores, los trabajadores que desarrollen su actividad en el cultivo tratado o los viandantes que pasen en su proximidad. Ha supuesto la pérdida de algunas herramientas fitosanitarias que hasta ahora veníamos empleando en el control de las plagas de nuestros cultivos y masas forestales. La menor disponibilidad de materias activas y productos fitosanitarios obliga a racionalizar su uso. La gestión integrada de plagas es la alternativa. Según la plaga en cuestión, se priorizan: el control biológico con depredadores y parasitoides; la selvicultura preventiva para mejorar el vigor de la masa y eliminar los reservorios de plagas; o los métodos biotecnológicos como los trampeos masivos con feromonas o atrayentes kairomonales. Se deja, como última alternativa, el control químico con plaguicidas autorizados. En cumplimiento de la Directiva 2009/128 de uso sostenible de plaguicidas, se han elaborado Guías de Gestión Integrada de Plagas de los principales cultivos agrícolas y de especies forestales; el Ministerio ha publicado las de frondosas, Quercus, eucaliptos, parques y jardines, y está en impresión la correspondiente a coníferas. Me consta que el Ministerio trabaja para la inclusión de nuevos productos fitosanitarios en el listado de productos a utilizar ¿En qué consiste este trabajo? Efectivamente, desde el Ministerio estamos trabajando para incrementar la disponibilidad de productos fitosanitarios al optimizar la aplicación del Reglamento 1107/2009, aprovechando al máximo los mecanismos de Autorización Zonal, Ampliaciones de Uso, Reconocimientos Mutuos, Usos Menores e in extremis las Autorizaciones Excepcionales. 2020. N.o 78
Para ello, es necesaria la participación conjunta de la administración, los sectores y las empresas titulares de los productos para identificar las carencias de productos en el binomio cultivo-plaga, así como para conocer la disponibilidad de productos para el mismo fin en otros Estados miembros de la zona sur de Europa. El objetivo es plantear los reconocimientos mutuos, o los estudios y evaluaciones preceptivas, para la autorización de aquellos productos que puedan cubrir las necesidades de protección fitosanitaria. Al respecto de las autorizaciones excepcionales, deben poseer un marcado carácter de excepción ante situaciones de emergencia y en ausencia de otros medios razonables de control. La Comisión, para restringir el empleo de la utilización de esta figura por los Estados miembros, ha establecido el número de autorizaciones excepcionales concedidas por los Estados miembros como uno de los “indicadores de riesgo armonizado”. En España, el número de autorizaciones excepcionales ha descendido notablemente en los últimos años, este hecho es especialmente significativo si se tiene en cuenta la diversidad de cultivos y plagas presentes en nuestro país. Esta reducción se ha debido principalmente a la optimización de los procedimientos alternativos de autorización de usos, como los reconocimientos mutuos y los usos menores.
de los plaguicidas en un 50 %, así como de la reducción en el 50 % de aquellos plaguicidas más tóxicos. Los indicadores armonizados de riesgo y los objetivos estratégicos van a ser muy relevantes en el futuro próximo y condicionarán el tipo de productos fitosanitarios que se podrán emplear. Se evolucionará en la lucha química hacia sustancias básicas, productos fitosanitarios calificados de bajo riesgo, productos de biosíntesis, feromonas y productos fitosanitarios distintos de los muy tóxicos y calificados como candidatos a sustitución por la normativa vigente.
¿Qué tipo de fitosanitarios cree que se podrán utilizar en un futuro para cumplir la normativa y que sean efectivos? La aplicación estos años de la Directiva 2009/128 relativa al uso sostenible de plaguicidas ha evidenciado la necesidad de avanzar en su implantación, aunque en la Unión Europea dispongamos de uno de los sistemas más rigurosos para autorizar y controlar el empleo de plaguicidas. Para ello, se han definido indicadores armonizados de riesgo que permiten determinar el uso por el Estado miembro de productos fitosanitarios según su peligrosidad. Por otro lado, el reto establecido en el Pacto Verde Europeo y, en particular, sus estrategias “De la granja a la mesa” y “Biodiversidad” establecen los objetivos a alcanzar en los próximos diez años de reducir el empleo
¿Cuáles son las claves que marcarán la gestión de la sanidad forestal en los próximos años? Deberán ir orientadas a reducir el riesgo fitosanitario con líneas de acción destinadas a evitar la aparición de brotes de plagas y minimizando sus daños y pérdidas económicas y ambientales. Hay que integrar la sanidad forestal en la planificación forestal fomentando la adopción por los selvicultores de medidas preventivas de vigilancia y control de las plagas en sus masas y en los productos forestales objeto de su actividad económica. Obviamente, desde las administraciones responsables, y según sus competencias, ya se está produciendo un reforzamiento de los controles fitosanitarios en la importación y en el movimiento de los vegetales y productos
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vegetales forestales, que con generalización de los correspondientes Planes de Contingencia y de Acción de las principales plagas de cuarentena se garantiza la prevención de la aparición de mismas y si esta se produjese una pronta respuesta que facilita su erradicación y contención. Otra clave estará en la aplicación generalizada de una gestión forestal sostenible que redundará en una mejora del estado sanitario de las masas forestales aplicando una selvicultura preventiva, que unida a una gestión integrada de las plagas garantice un control permanente de estas. Una clave fundamental reside en la investigación de todos aquellos aspectos que puedan incorporarse a la gestión integrada de plagas forestales, lo que permitirá adoptar medidas oficiales equilibradas que, manteniendo su eficacia, impliquen un menor coste y perjuicios para los afectados. Es muy importante continuar con la mejora de la transferencia rápida a los sectores concernidos de los nuevos avances en el conocimiento científico de las plagas y de las medidas para su erradicación o control que la investigación vaya conociendo. Por último, es clave el fomento de la participación, sensibilización y concienciación de los sectores y la sociedad en general respecto a todos aquellos aspectos relacionados con la sanidad vegetal y en particular la sanidad forestal.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Estado de la legislación en materia de sanidad forestal José García Gámez, Roberto Sanz Díez Ingenieros de montes de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal.
El presente artículo repasa el actual marco legislativo en materia de sanidad forestal en España, en función del ámbito competencial y de aplicación. La normativa europea cuenta con dos reglamentos sobre los que se fundamenta el régimen fitosanitario en la UE, diversa legislación que desarrolla los aspectos de mayor relevancia contenidos en dichos reglamentos y medidas de emergencia desarrolladas ad-hoc sobre determinadas plagas y enfermedades que suponen un riesgo fitosanitario. A nivel nacional el marco legislativo viene articulado principalmente mediante las leyes de Montes y de Sanidad Vegetal como normativa básica, complementadas mediante otra normativa desarrollada de cara a un mejor y más eficiente control de las plagas y enfermedades. Las comunidades autónomas, en el ámbito de sus competencias, también elaboran normativa que desarrolla el contenido de las anteriores normas en sus respectivos territorios. Toda esta legislación, junto con otra de aplicación indirecta, conforma un amplio puzle normativo en materia de sanidad forestal que es necesario conocer de cara a su correcta aplicación en el territorio español.
A NIVEL EUROPEO omo Estado miembro de la Unión Europea, España ha de aplicar y dar cumplimiento a la legislación europea en materia de sanidad forestal. El marco normativo europeo se ha visto renovado el pasado 14 de diciembre de 2019, al entrar en vigor el Reglamento (UE) 2016/2031 sobre medidas de protección contra las plagas de los vegetales. Esta norma constituye el nuevo régimen fitosanitario de la UE, y ha supuesto una revisión en profundidad de la legislación fitosanitaria comunitaria. Dicho reglamento sustituye a la Directiva 2000/29/CE, que ha quedado derogada en su mayor parte a excepción de determinados artículos relativos al control oficial de mercancías en los puestos de control en frontera.
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Dentro del nuevo paquete legislativo europeo sobre fitosanidad el otro reglamento base de aplicación es el Reglamento (UE) 2017/625 del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de marzo de 2017 relativo a los controles y otras actividades oficiales realizados para garantizar la aplicación de la legislación sobre alimentos y piensos, y de las normas sobre salud y bienestar de los animales, sanidad vegetal y productos fitosanitarios. Volviendo al Reglamento (UE) 2016/2031, su objeto es establecer las normas para determinar los riesgos fitosanitarios que plantea cualquier especie, cepa o biotipo de agentes patógenos, animales o vegetales parásitos que sean nocivos para los vegetales o productos vegetales y las 2020. N.o 78
medidas para reducir los riesgos a un nivel aceptable. En cuanto a su ámbito de aplicación, es importante indicar que se aplica en todo el territorio UE excepto Ceuta, Melilla y las regiones ultraperiféricas entre las que se incluirían las Islas Canarias. Existe además otra reglamentación que desarrolla la anterior, adoptada mediante actos delegados o de ejecución, de tal manera que se garantice la correcta aplicación de la legislación desarrollada en todos los Estados Miembros. Hasta la fecha en que ha sido redactado el presente artículo, han sido aprobados los siguientes: – Reglamento de Ejecución (UE) 2019/2072 por el que se establecen condiciones uniformes para la ejecución del Reglamento (UE) 2016/2031 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que se refiere a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales. Establece la lista de plagas cuarentenarias, las plagas cuarentenarias de zonas protegidas y las plagas reguladas no cuarentenarias de la UE, así como las medidas de aplicación relativas a vegetales, productos vegetales y otros objetos para reducir los riesgos hasta niveles aceptables. – Reglamento Delegado (UE) 2019/1702 de la Comisión de 1 de agosto de 2019 por el que se completa el Reglamento (UE) 2016/2031 del Parlamento Europeo y del Consejo estableciendo la lista de plagas prioritarias. En lo relativo a este reglamento, cabe remarcar que de las 20 plagas prioritarias publicadas, al menos 8 afectan a especies forestales. – Reglamento de Ejecución (UE) 2017/2313 de la Comisión, de 13 de diciembre de 2017, por el que se establecen las especificaciones de formato del pasaporte fitosanitario para los traslados en el territorio de la Unión y del pasaporte fitosanitario para la introducción y los traslados en una zona protegida. – Reglamento de Ejecución (UE) 2018/2019 de la Comisión, de 18
En primer plano, publicación de de la Ley de Plagas del Campo el 23 de mayo de 1908 en la Gaceta de Madrid. En segundo plano, publicación de de la Ley de defensa de los montes contra las plagas forestales de 1952 en el B.O.E.
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de diciembre de 2018, por la que se establece una lista provisional de vegetales, productos vegetales y otros objetos de alto riesgo, en el sentido del artículo 42 del Reglamento (UE) 2016/2031, y una lista de vegetales para cuya introducción en la Unión no se exigen certificados fitosanitarios, de conformidad con el artículo 73 de dicho Reglamento. Reglamento Delegado (UE) 2019/829 de la Comisión, de 14 de marzo de 2019, que completa el Reglamento (UE) 2016/2031 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales, autorizando a los Estados miembros a establecer excepciones temporales para la realización de análisis oficiales, con fines científicos o educativos, ensayos, selección de variedades o mejora. Reglamento Delegado (UE) 2019/827 de la Comisión, de 13 de marzo de 2019, relativo a los criterios que deben cumplir los
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operadores profesionales para satisfacer las condiciones establecidas en el artículo 89, apartado 1, letra a), del Reglamento (UE) 2016/2031 del Parlamento Europeo y del Consejo y a los procedimientos para garantizar el cumplimiento de estos criterios. Reglamento de Ejecución (UE) 2020/1231 sobre el formato y las instrucciones de los informes anuales relativos a los resultados de las prospecciones y sobre el formato de los programas de prospección plurianuales.
Además de la legislación anterior, se mantienen decisiones de la comisión sobre medidas de emergencia dirigidas a plagas y enfermedades concretas. Desde el punto de vista de la sanidad forestal caben destacar las correspondientes a: – Anoplophora chinensis Forster: Decisión 2012/138/EC – Anoplophora glabripennis Motschulsky: Decisión 2015/893/EU – Aromia bungii Faldermann: Decisión (EU) 2018/1503
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Fusarium circinatum Nirenberg & O’Donnell: Decisión (EU) 2019/2032 – Phytophthora ramorum Werres, De Cock & Man: Decisión 2002/757/ EC – Bursaphelenchus xylophilus (Steiner et Buhrer) Nickle et al.: Decisión 2012/535/EC – Xylella fastidiosa Wells et al.: Decisión (EU) 2015/789 En cuanto a Xylella fastidiosa, en agosto de 2020 fue aprobado el nuevo Reglamento de Ejecución (UE) 2020/1201 sobre medidas para evitar su introducción y propagación dentro del territorio de la UE, que reemplaza a la anterior Decisión de Ejecución (UE) 2015/789. –
EN EL ÁMBITO NACIONAL n España, el marco legislativo estatal en materia de sanidad forestal viene articulado principalmente a través de la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de Sanidad Vegetal y de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. La Ley 43/2002, de Sanidad Vegetal, sucesora de la Ley de Plagas del Campo de 21 de mayo de 1908 y de la Ley de Defensa de los Montes contra Plagas Forestales de 20 de diciembre de 1952, tiene como objeto el establecimiento de la normativa básica y las normas de coordinación en materia de sanidad vegetal. Se presenta como un marco legal apropiado para proteger a los vegetales y sus productos contra los daños producidos por las plagas y enfermedades, con objeto de mantenerlos, mediante la intervención humana, en niveles de población económicamente aceptables, y para impedir la introducción y extensión de
mismo, en el artículo 52 apartado 1 sobre protección de los montes contra agentes nocivos, se recoge que la protección de los montes frente a dichos agentes ha de tener un carácter preferentemente preventivo, mediante técnicas selvícolas adecuadas, utilización de agentes biológicos que impidan o frenen el incremento de las poblaciones de agentes nocivos y la aplicación de métodos de lucha integrada. En lo relativo a competencias de las administraciones públicas, la Ley de Montes en su artículo 7, apartado 2.d, indica que corresponde a la Administración General del Estado, en colaboración con las comunidades autónomas, y sin perjuicio de sus competencias en estos ámbitos, el ejercicio de las funciones necesarias para la adopción de medidas fitosanitarias urgentes, así como velar por la adecuada ejecución, coordinación y seguimiento de las mismas, en situaciones excepcionales en las que exista grave peligro de extensión de plagas forestales, de conformidad con el artículo 16 de la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de sanidad vegetal. A su vez, las comunidades autónomas, en cumplimiento del artículo 52, apartado 2, tienen que adoptar las medidas necesarias de vigilancia, localización y extinción de focos incipientes de plagas, debiendo informar a los propietarios forestales de la zona afectada, y al órgano competente de la Administración General del Estado por si pudiera verse afectada la sanidad general de los montes españoles. En cuanto a la inclusión de disposiciones para la prevención y lucha contra plagas y enfermedades forestales en los documentos de planificación forestal, y tal y como establece
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aquellas procedentes de otras áreas geográficas. En esta norma, se recogen y regulan los principios básicos de actuación de las diferentes administraciones públicas competentes en materia de sanidad vegetal, inclusive las relativas al comercio y sanidad exterior competencia exclusiva de la Administración General del Estado. Como complemento a la Ley de Sanidad Vegetal, el 21 de enero de 2005 se aprobó el Real Decreto 58/2005 que suponía la transposición a la legislación española de la Directiva Marco de la Sanidad Vegetal en territorio UE, la Directiva 2000/29/ CE, por la que se adoptan medidas de protección contra la introducción y difusión en la Comunidad Europea de organismos nocivos para los vegetales y productos vegetales, así como para la exportación y tránsito hacia terceros países. Tras la entrada en vigor el nuevo Reglamento (UE) 2016/2031, el cual deroga la mayor parte de la Directiva 2000/29/CE, está prevista la derogación del Real Decreto 58/2005 a excepción de aquellas disposiciones sobre materias sujetas a controles oficiales en los puestos de control en frontera, que trasponen a la legislación nacional las disposiciones aún vigentes de la citada Directiva. La Ley de Montes establece en su artículo 51 el marco jurídico de la sanidad forestal en España, de tal manera que en la prevención y lucha contra las plagas forestales, en el Registro de Productos Fitosanitarios a utilizar en los montes y en la introducción y circulación de plantas y productos forestales de importación, así como en cualquier otro aspecto de la sanidad forestal se ha de cumplir lo establecido en la Ley de sanidad vegetal. Así
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el artículo 52 de la Ley de Montes en su apartado 3, tanto la Estrategia Forestal Española, como el Plan Forestal Español derivado de ésta, así como los planes de ordenación de recursos forestales, las directrices básicas comunes de gestión forestal sostenible, los proyectos de ordenación, los planes dasocráticos y cualquier otra acción de planificación contemplada en dicha ley deberán de incluirlas. Desde el punto vista de los titulares de los montes, más concretamente en lo relativo a sus obligaciones, el artículo 53 de la Ley de Montes establece que en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de sanidad vegetal están obligados a comunicar la aparición atípica de agentes nocivos a los órganos competentes de sus comunidades autónomas correspondientes y a ejecutar o facilitar la realización de aquellas actuaciones obligatorias que éstos determinen. Además de la normativa nacional anterior, en los últimos años, y ante la creciente aparición de nuevas plagas y enfermedades en nuestro territorio, ha sido necesaria la publicación de diversos reales decretos para su control y erradicación, así como órdenes ministeriales para un mejor y más eficiente control de las mismas. Como caso particular, cabe destacar la normativa en relación a los embalajes de madera. A nivel estatal, la norma técnica fitosanitaria en la que se recogen las condiciones que deben cumplir dichos embalajes, crea y regula el registro oficial de operadores de embalajes de madera y establece el procedimiento administrativo para la obtención de la autorización como operadores de embalajes de madera y para su marcado, con el logotipo de la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias (NIMF) nº 15, es la Orden AAA/458/2013. Resulta necesario mencionar en este apartado los Planes Nacionales de Contingencia frente a determinados organismos, elaborados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en colaboración con las comunidades autónomas con el objeto de impedir su aparición en territorio nacional, y en caso de que aparezcan, actuar con rapidez y eficacia. Estos planes se deben aprobar y actualizar
Daños de perforadores del pino
en el seno del Comité Fitosanitario Nacional en caso de que fuese necesario a tenor de los nuevos avances científicos o la adaptación a la nueva legislación que haya al respecto. Para más información, se recomienda consultar la página web del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación: (https://www.mapa.gob.es/es/agricultura/temas/sanidad-vegetal/Default.aspx) Además de lo anterior, las diferentes comunidades autónomas, en desarrollo de sus competencias, pueden elaborar y publicar normativa propia en materia de sanidad forestal de aplicación en sus respectivos territorios. PRESENTE Y FUTURO a nueva normativa europea tiene como objetivo modernizar el régimen fitosanitario, mejorando las medidas más efectivas para la protección del territorio de la Unión, garantizando
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un comercio seguro, así como tratando de mitigar los impactos del cambio climático en la salud de nuestros cultivos y bosques. Toda la normativa desarrollada en el nuevo marco fitosanitario europeo implica la necesidad de adaptación de la legislación de los diferentes Estados Miembros al nuevo contexto normativo y por ello en la actualidad se está trabajando en el proceso de renovación de la legislación estatal correspondiente. Por último, desde la SGSHVF no queremos desaprovechar la oportunidad que nos ha brindado Foresta de escribir este artículo para recordar que en 2020 se conmemora el Año Internacional de la Sanidad Vegetal cuyo principal objetivo es concienciar sobre la importancia de proteger la salud de las plantas y así tratar de prevenir la propagación de plagas y enfermedades de los vegetales: “Proteger las plantas, proteger la vida.”
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Evolución de los problemas causados por plagas y enfermedades forestales en España entre 1980 y 2020 José Miguel Sierra Ingeniero de Montes (ex jefe de la Sección de Sanidad Forestal de Castilla y León)
En este artículo se expone la evolución de la salud de los bosques en España en los últimos 40 años, que supone un empeoramiento respecto a la situación anterior. Hemos revisado las comunicaciones que se hicieron en las reuniones del Grupo de Trabajo de Forestales, Parques y Jardines, exponiendo plagas o enfermedades nuevas que en años anteriores no habían producido problemas, las especies que se citaron por primera vez en España, potencialmente peligrosas, exóticas y aquellas conocidas que han tenido una expansión en estos años u ocasionado graves daños.
INTRODUCCIÓN esde la década de 1980 hasta hoy se ha producido un empeoramiento del estado sanitario de nuestras masas forestales, que pone en peligro la supervivencia a largo plazo de muchas de ellas. En estos años cinco factores han actuado sinérgicamente para llegar a esta situación: la evolución del clima; la escasa ejecución de una selvicultura correcta; el casi abandono de las técnicas de control integrado de plagas y enfermedades; las normativas conservacionistas contraproducentes en espacios naturales; y la entrada de especies exóticas. Los años 1985 a 1996 se caracterizaron por ser muy secos y con inviernos con temperaturas anormalmente altas. Después hubo episodios anormales como el mes de julio de 1997, frío y lluvioso, y las heladas muy severas de diciembre y enero de 2001,
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pero la tendencia posterior fue hacia consolidar unas temperaturas medias más elevadas. Todos estos efectos se conjugaron con la apertura de fronteras al tráfico internacional. A principios de la década de 1980 se introdujo, debido a la apertura de fronteras al comercio, la primera enfermedad para nuestros árboles con capacidad de generar la desaparición de una especie, la grafiosis agresiva (Ophiostoma novo-ulmi), que supuso la pérdida de un tipo de masa forestal, las olmedas. Esta introducción de especies exóticas ha continuado imparable. En Cataluña, el CREAF calculó en 2016 que había más de 1.100 especies exóticas de las que 110 eran invasoras y suponían peligro para nuestros ecosistemas. En esta comunicación se citan únicamente las especies que han provocado plagas y enfermedades en los 2020. N.o 78
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PLAGAS Chupadores, defoliadores, perforadores de brotes y carpófagos Los inviernos suaves y cálidos. Las temperaturas bajas en invierno son una limitación importante para el desarrollo de muchas especies; casi todos los insectos chupadores y defoliadores ven limitado el crecimiento exponencial de sus poblaciones por las temperaturas bajas, por lo que los inviernos cálidos de la década de 1980 y, sobre todo, de la década de 1990, produjeron la aparición de plagas de pulgones, cochinillas y defoliadores. Merecen destacarse las plagas por Lymantria dispar y L. monacha dado que, cuando se muestran, tienen el potencial de extenderse a decenas de miles de hectáreas. Han sido controladas mediante tratamientos químicos aéreos, que actualmente
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último 40 años, y que resultaron novedades con respecto a los decenios anteriores. En cada análisis se relacionan las causas que han influido en la biología de los organismos dañinos y patógenos. DECAIMIENTOS Las sequías. La escasa precipitación en la década de 1980 provocó que a principios de los años 90 se detectaran decaimientos generalizados en todas nuestras masas forestales. Especialmente graves y objeto de la atención de la administración, fueron los de Abies alba en el Pirineo oscense, de Juniperus (sobre todo J. oxycedrus) en el centro de España, de los alisos en el norte y, sobre todo, de la llamada seca de los Quercus. Hubo en muchas ocasiones factores previos que predispusieron a estos decaimientos, como las espesuras excesivas y los envejecimientos de las masas, claro efecto de la falta de una selvicultura preventiva. La debilidad de estas especies fue aprovechada por organismos oportunistas que incrementaron el daño. En los alisos no se llegó a determinar ningún agente nocivo pese a que hubo importantes mortandades. Los decaimientos han aumentado y en la actualidad casi todas las especies forestales presentan masas que lo sufren.
Oruga de Limantria dispar en Sierra Nevada en 2016
están muy restringidos. Respecto a L. monacha hay que citar que en centroeuropa sus defoliaciones provocan en Picea abies y en menor medida en Pinus sylvestris debilitamientos severos a los que siguen plagas de perforadores, sobre todo Ips typographus, que han provocado la muerte de miles de hectáreas de bosques. Entre las nuevas especies no podemos obviar
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a la especie exótica Leptoglossus occidentalis, que está provocando grandes pérdidas en la producción de piñón y a la avispilla del castaño, Dryocosmus kuriphilus, en expansión actualmente. Los perforadores de troncos. Sequía, inviernos benignos y/o gestión forestal inadecuada. Los
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Tomicus destruens ocasionó daños en Valencia entre 1995 y 1998, solo o en menor medida con Orthotomicus erosus, en masas de Pinus halepensis en el 85 % de los casos y en masas mixtas de Pinus halepensis y Pinus pinea en el 15 % restante. En Andalucía, entre 1995 y 2001 se calcula en más de 40.000 las hectáreas afectadas de Pinus halepensis, Pinus pinaster y Pinus pinea con focos de pinos muertos a causa de Tomicus destruens y Orthotomicus erosus, debido a la existencia de residuos en el monte. Los daños por Ips sexdentatus, Orthotomicus erosus y Tomicus destruens que hubo en estos años deberían ser un aviso nada despreciable del riesgo que suponen para nuestras masas de pinares. En Canadá, coincidiendo con los inviernos inusualmente cálidos de la década de 1990, se empezó a observar a partir de finales de esa década la extensión y multiplicación de los daños provocados por el insecto autóctono Dendroctonus ponderosae. No se tomaron medidas confiando en el retorno del equilibrio biológico por el control de sus enemigos naturales, pero esto no sucedió. Durante el decenio 1995-2005 se había extendido por Canadá y el oeste de los Estados
Cancro sanguinolento
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ba provocaron que, por ejemplo, en 1992 en Zamora se detectaran y eliminaran 450 focos de Ips sexdentatus en 8.500 ha de pinares. Entre 1992 y 1998 hubo más de 1.000 focos en Castilla y León por Ips sexdentatus, l. acuminatus y Tomicus piniperda, principalmente sobre Pinus pinaster. El Orthotomicus erosus por primera vez en España ocasionó graves daños en Murcia. Previamente las condiciones climatológicas de los años anteriores habían sido extremas registrándose en 1995 una de las pluviosidades más bajas desde hacía un siglo. Esto, acompañado de temperaturas muy altas durante 1994, que alcanzaron 46 ºC durante varios días, provocó un importante estrés hídrico y una enorme debilidad fisiológica de las masas de Pinus halepensis. En 1996 hubo daños en La Rioja, también sobre pino carrasco, provocados por Orthotomicus erosus y Tomicus piniperda, ataque generado por el abandono de restos selvícolas y favorecido por las condiciones de sequía. Las invasiones de Orthotomicus erosus a grandes extensiones de masas arboladas tienen lugar cuando las condiciones de estrés hídrico son muy elevadas, pero el futuro apunta a que serán situaciones que se repetirán.
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perforadores de troncos son las plagas de insectos más peligrosas pues pueden acabar con la vida del árbol colonizado. En general para poder introducirse en un árbol necesitan que el flujo de savia sea muy bajo, por lo que las sequías les favorecen. Los inviernos benignos pueden alargar su periodo de actividad biológica y dar cabida a más generaciones de lo habitual, lo que agrava la situación. Una gestión forestal correcta siempre puede minimizar el riesgo de plagas por perforadores al mantener el arbolado en una espesura adecuada, e incluso algo defectiva, y que evite que la edad del arbolado sea excesiva. Los factores que favorecen la aparición de perforadores de tronco son: Climáticos (sequías y vendavales); y gestión forestal defectuosa (incendios forestales - por la presencia de pies semiquemados susceptibles a la colonización de insectos dañinos-, espesura excesiva del arbolado, ejecución de aprovechamientos forestales y tratamientos selvícolas abandonando los restos de las cortas durante el periodo vegetativo, envejecimiento de las masas y abandono de las cortas de policía). Todos los factores reseñados arri-
Daños en quejigo por Cerambyx 2020. N.o 78
ENFERMEDADES n general la susceptibilidad de las masas forestales a las enfermedades de transmisión aérea se ve incrementada por la espesura excesiva, por lo que una buena selvicultura puede servir como medida de prevención. En las enfermedades que se transmiten por el suelo la falta de agua, el encharcamiento y el exceso de edad son factores que predisponen. En cualquiera de los casos la detección precoz y las cortas de policía son vitales para conseguir su control al prevenir su expansión. Entre 1995 y 2000 hubo serios daños por ataques de Thyriopsis halepensis. Entre 1997 y 2000 aparecieron los primeros daños documentados en Es-
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paña por Sirococcus conigenus, que tiene como principal huésped a Pinus halepensis, y cuyas masas pueden verse severamente afectadas por defoliaciones paulatinas en el momento de la brotación. Se constató una propagación importante del muérdago. El año 2000 la Comunidad Valenciana inventarió en dos municipios que más del 1 % de los pinos laricios estaban muertos por muérdago. En Aragón entre 2001 y 2009 se valoró su presencia en el 30 % de la superficie de P. halepensis y en el 20 % de la de P. sylvestris. También se hizo patente su expansión en las masas de P. pinaster de la meseta del Duero. La causa estriba en la caza insuficiente de los zorzales. Bursaphelenchus xylophylus es una peligrosa amenaza para la supervivencia de nuestros pinares, sobre todo desde que a partir de 2008 se declara su extensión a casi todo el territorio de la vecina Portugal. Ya se ha introducido en varios brotes en los que se está luchando activamente por frenar su expansión al resto de masas de pinar del país, todas en mayor o menor medida susceptibles a su ataque. Phytophthora alni fue detectada por primera vez en Gran Bretaña en 1993 y en España en 2006. Produce
Cameraria ohridella Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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norte de la península aún era mayor el porcentaje de C. welensii. Hay dos perforadores de las palmeras que son especies exóticas: Rhynchophorus ferrugineus se detectó por primera vez en 1996 y luego apareció por toda la costa mediterránea llegando en 2006 a Mallorca convirtiéndose en un gravísimo problema; Paysandisia archon en 2003 se detectó en Cataluña, por primera vez en Europa. Ambas están ampliamente extendidas.
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Unidos. Los mayores daños ocurrieron en la Columbia Británica. Algo más de 40 millones de hectáreas en Canadá se vieron afectados por la plaga, 18 millones de ella de ellas con mucha intensidad, habiendo alcanzado en 2012, tras doce años de plaga, la pérdida de 723 millones de metros cúbicos de madera comercializable, lo que suponía el 53 % de las existencias de los pinares. En muchos casos la plaga remitió sólo cuando todos los pinos que tenían las dimensiones para ser colonizados por el insecto habían muerto, dejando solo a aquellos que, por su juventud, no tenía su tronco un grosor suficiente para ser colonizado. Cerambyx welensii. A raíz de la sequía de la década de 1980 hubo un incremento paulatino y constante en los daños por cerambícidos en el arbolado de fustales gruesos de Quercus en el sur y centro peninsulares. En 1991 se estimó que en Badajoz el 23 % de los términos municipales presentaban daños muy graves con más del 11 % de los árboles gruesos y viejos afectados. Posteriormente en Andalucía se determinó que el causante principal de los daños no era C. cerdo sino C. welensii (con el 87 % de la población de cerambícidos). Más al
Daños en pino por perforadores
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CONCLUSIONES n 1980 no se consideraban capaces de producir daños graves, y por eso no aparecieron en los textos de la época, nada más que la décima parte de las especies aquí consideradas. La nueva situación sanitaria pone en grave peligro la sostenibilidad a largo plazo de nuestros pinares, castañares, abetares, alisedas, incluso nuestros encinares y robledales. Respecto a los problemas aparejados al clima, la recomendación de la FAO y la SECF para la adaptación de los bosques minimizando los riesgos es mantener a las masas en la espesura adecuada, tendiendo a densidades bajas y evitar el excesivo envejecimiento de los bosques. Pero en España vivimos una política de gestión forestal que es justo la contraria: las inversiones en selvicultura
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una pudrición de raíz que puede acabar con la vida del árbol. Está extendido en ríos del norte de España. Cryphonectria parasítica se propagó por toda España entre 1980 y 2000. Si hacia 1980 solo estaba presente en determinadas localidades del norte de España, ahora lo está en todo el país. El movimiento de planta viva de castaño generó esta expansión. Es la única enfermedad forestal española grave que tiene cura mediante la técnica de cepas hipovirulentas. Marssonina brunnea fue detectada por primera vez en España en 1976, en 1997, por primera vez, ocasionó en Castilla y León severas defoliaciones en 6.000 hectáreas. Phytophthora ramorum se citó por primera vez en 2001 en Gran Bretaña. Provoca daños foliares y un grave debilitamiento del arbolado. En 2007 se confirmó su presencia en España. En ensayos produce lesiones considerables en Quercus pubescens, Q. canariensis, Q. faginea, Q. pyrenaica, Q. ilex, Pinus halepensis, P. pinea, Arbutus unedo, Castanea sativa, Fagus sylvatica e Ilex canariensis. Los bandeados marrón y rojo (Lecanosticta acicola, Dothistroma septosporum y Dothistroma pini) de los pinos está provocando graves defoliaciones en grandes extensiones de pinares del norte de España en los últimos años.
Daños de Cerambyx
–clareos y claras- son insuficientes, por lo que son demasiado habituales las espesuras excesivas y, sobre todo en espacios naturales, se tiende al envejecimiento de las masas forestales. Quedan para el recuerdo las olmedas de España; antes de la llegada de grafiosis agresiva, cuando ya estaba en Francia, se pudo hacer algo más, como prohibir la entrada de madera de olmo, y cuando había llegado se pudieron generalizar las inyecciones de fungicida y tratar los escolítidos. Pero la Administración no lo hizo así, a pesar de que los olmos iban casi a desaparecer. Hoy la historia se repite con el cancro del castaño que tiene una solución técnica pero las administraciones no la ponen en práctica de modo generalizado. La amenaza de introducción de nuevos organismos es continua e intentar evitarla es obligación de la Administración que debería disponer más medios de los que pone. Actualmente especies como por ejemplo Anoplophora chinensis, Anoplophora glabripennis, Aromia bungii, Agrilus anxius, Agrilus planipennis, Popilia japonica o Dendrolimus sibiricus, aun ausentes, entre otras ya presentes en focos aislados de nuestro territorio, suponen un grave riesgo para las masas forestales, es-
pecialmente teniendo en cuenta que muchas de ellas son polífagas. Las prospecciones e inspecciones fitosanitarias, junto con la aplicación rigurosa de la Ley de Sanidad Vegetal para obligar a la responsabilidad de los comerciantes y compradores de material vegetal sensible, son las herramientas con que contamos para frenar la entrada de organismos exóticos. Pero la experiencia indica que los medios que existen no son suficientes. En Francia existe desde 1989 el Departamento de Salud Forestal con cinco polos interregionales que sostienen la red de observadores de campo, abordando los siguientes temas básicos: patología forestal, entomología forestal, decaimientos, bosque mediterráneo, cambio climático y teledetección. Poseen 230 técnicos de campo, entrenados periódicamente para la detección de daños. La estrategia para la recogida de información silvosanitaria se desarrolla según tres ejes principales: el control específico de los organismos causantes de la mayor parte de los daños a la salud, la vigilancia forestal sanitaria y el seguimiento de los organismos peligrosos y emergentes. Los organismos y enfermedades emergentes y/o exóticas están sujetas a observaciones y seguimiento. En contraste la situación de España no puede ser más deficiente: una insuficiente investigación; plantillas deficientes en técnicos especializados; falta de presupuestos destinados al control de las plagas y enfermedades forestales; en ocasiones normativas de espacios protegidos que prohíben los tratamientos (lo que ocasiona, entre otras cosas, la ausencia de cortas de policía); y un control en frontera del comercio para evitar la entrada de especies exóticas que debería reforzarse ya que no se ha mostrado capaz de ejercer un control eficaz. ¿Por qué no hacer algo parecido a lo que han creado en Francia para España? AGRADECIMIENTOS A los queridos compañeros y amigos de los Grupos de Trabajo de Forestales, Parques y Jardines, entre 1992 y 2011, de los que tanto aprendí y cuyos datos han sido imprescindibles para la realización de este artículo. 2020. N.o 78
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Bolsón de Malacasoma neustria
Daños de Euproctis en madroño
ANEXOS PLAGAS Especies oportunistas principales que ocasionaron daños en los decaimientos. Abies alba: Melampsorella caryophyllacearum. Juniperus: Causante principal el Arceuthobium oxycedri, Phaeostoma juniperina, y Gymnosporangium sp. Quercus: Diplodia mutila, Diplodia corticola, Phytophtora cinnamomi, Hirschioporus pergamenus y Biscogniauxia mediterranea. Plagas por insectos chupadores aparecidas, provocando daños graves o con nueva cita como plaga o exótica, en el periodo 1980-2020. Pinos: Haematoloma dorsatum, Agalmantium flavescens, Paleococcus fuscipennis, Matsucoccus feytaudi, Zyginidia scutellaris, Nysius ericae y Nysius thymi; Abies pinsapo: Cinara confinis; Picea abies: Physiokermes hemicryphus; Quercus: Myzocallis pictus, Filoxera quercus, Kermes vermilio. Hayedos: Cryptococcus fagi; Chopos: Phloeomyzus passerini Platanos: Corythuca ciliata; Eucaliptos: Ctenarytaina spatulata. Plagas por insectos defoliadores aparecidas, provocando daños graves o con nueva cita como plaga o exótica, en el periodo 1980-2020. Pinos: Acantholyda hieroglyphica, Lymantria monacha, Strophosoma melanogrammum, Brachyderes lusitanicus, Diprion pini, Pachyrhynus squamosus, Cryptocephalus pini, Thaumetopoea pinivora, Acantholyda serbica, Gilpinia pallida, Thaumetopoea pityocampa (por primera vez citada en Formentera); Abies alba: Epinotita subsequana; Juniperus thurifera: Gelechia senticetella; Quercus: Lymantria dispar, Euproctis chrysorrhoea, Tortrix viridana, Opherophtera brumata, Erannis defoliaria, Malacosoma neustria, Periclista andrei, Altica quercetorum, Caliroa annulipes; Hayedos: Rhynchaenus fagi; Choperas: Leucoma salicis, Cerura ibérica, Phyllodecta vitellina, Operophtera brumata, Phyllobius squamosus; Betula celtibérica: Agriopis auruntaria; Eucaliptos: Ctenarytaina spatulata, Gonipterus scutellatus; Buxus sempervirens: Cydalina perspectalis; Castaño de Indias: Cameraria ohridella;
Rosaceas: Aglaope infausta. Plagas por insectos carpófagos o perforadores de brotes aparecidas, provocando daños graves o con nueva cita como plaga o exótica, en el periodo 1980-2020. Pinos: Rhyacionia buoliana, Rhyacionia duplana, Pissodes validirrostris, Leptoglossus occidentalis; Abies alba: Epinotia subsequana; Quercus: Tortrix viridana; Hayedos: Cydia fagiglandana; Castaños: Dryocosmus kuriphilus Plagas por insectos perforadores de tronco aparecidas, provocando daños graves o con nueva cita como plaga o exótica, en el periodo 1980-2020. Pinos: Ips acuminatus, Tomicus piniperda, Tomicus destruens, Ips sexdentatus, Orthotomicus erosus. Quercus: Cerambyx welensii, Coroebus florentinus, Platypus cylindrus, Cossus cossus, Lasius brunneus; Fresnos: Hylesinus crenatus, Hylesinus fraxini; Palmeras: Rhynchophorus ferrugineus, Paysandisia archon; Polífaga: Xylosandrus compactus. ENFERMEDADES Enfermedades que fueron citadas con incremento de sus daños, o por primera vez citadas provocando daños, o exóticas en el periodo 1980-2020. Pinos: Endocronartium pini, Cronartium flaccidum, Cyclaneusma minus, Thyriopsis halepensis, Sphaeropsis sapinea, muérdago (Viscum album), Phytophtora cinnamomi, Heterobasidion annosum, Sirococcus conigenus, Fusarium circinatum, Bursaphelenchus xylophylus, Candidatus Phytoplasma pini, Gremmeniella abietina, Lecanosticta acicola, Dothistroma septosporum y Dothistroma pini; Abies alba: Melampsorella caryophyllacearum, Pseudotsuga: Phaeocryptogus gaeumannii. Quercus: Diplodia mutila, Diplodia corticola, Phytophtora cinnamomi, Brenneria quercina; Hayedos: Nectria coccinea. Castaños: Cryphonectria parasítica, Phytophtora cinnamomi; Olmos: Ophiostoma novo-ulmi; Chopos: Dothichyza populea, Marssonina brunnea; Alisos: Phytophthora alni; Platanos: Gnomonia veneta; Eucaliptos: Botryosphaeria australis; Polífaga: Xylella fastidiosa, Phytophthora ramorum.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Aproximación al análisis de resultados de las evaluaciones de la Red de Seguimiento de Daños en Bosques, Red de Nivel I María José Manzano1, Daniel Sanjurjo2, Ana Isabel González3, Belén Torres4 1 Ingeniera Forestal y del Medio Natural. ESMA-Estudios Medioambientales S.L. 2 Ingeniero de Montes. ESMA-Estudios Medioambientales S.L. 3 Ingeniera de Montes. Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. 4 Licenciada en Farmacia. Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
La Red de Seguimiento de Daños en los Bosques Nivel I se encuentra enmarcada dentro del Programa de Cooperación Internacional para la Evaluación y Seguimiento de los Efectos de la Contaminación Atmosférica en los Bosques (ICP-Forests), que proporciona una metodología de trabajo estandarizada a nivel europeo. La Red lleva activa en España varias décadas de forma ininterrumpida, recogiendo datos sobre el estado del arbolado, los agentes que afectan a su salud y su evolución en el tiempo, aportando así una serie de datos históricos de valor único. Partiendo de sus orígenes, y describiendo el contexto internacional en el que se enmarcan los trabajos, se detalla en qué consisten los mismos, y sobre todo por qué es tan útil la información que genera. Para ello, se presenta una muestra de las múltiples posibilidades de explotación de los datos recogidos en las evaluaciones de campo, con el objeto de profundizar en el conocimiento de la función que desempeñan los bosques en aspectos como la lucha contra el cambio climático y la sanidad forestal. Palabras clave: Redes de seguimiento; ICP- Forests; nivel I; defoliación; agentes; daños
INTRODUCCIÓN El seguimiento del estado de los bosques es una herramienta de vital importancia, especialmente en la actualidad, ya que está ampliamente reconocido el papel clave que juegan en la lucha contra el cambio climático. Por ello, parece más necesaria que nunca la inversión en el refuerzo de los sistemas de seguimiento de la salud de los ecosistemas forestales.
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En nuestro país contamos con diferentes redes de seguimiento. En este artículo profundizamos en la Red de Nivel I, basada en la metodología ICP-Forests, estandarizada a nivel pan-europeo y mantenida por la Administración General del Estado desde hace tres décadas, por lo que aporta una serie histórica de datos de valor incalculable.
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METODOLOGÍA a Red de Nivel I se basa en puntos y parcelas de control instalados en los nodos de una malla sistemática de 16 x 16 km. Los muestreos anuales de la parcelas permiten
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Fig. 1. Red de parcelas de Nivel I.
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ANTECEDENTES Y CONTEXTO INTERNACIONAL En los años ochenta del siglo pasado se comenzó a detectar un continuo y progresivo deterioro del estado de salud de los bosques en Europa. Entre las hipótesis que se plantearon para explicarlo cobró especial relevancia la que atribuía a la contaminación atmosférica el papel de factor desencadenante de los desequilibrios observados en los montes. A consecuencia de ello, en 1985 se constituyó el programa ICP-Forests, en el marco del “Convenio sobre la Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Gran Distancia de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa” (Convenio de Ginebra). Un año más tarde, se publicó el Reglamento CEE nº 3528/86 sobre “Protección de los Bosques contra los Efectos de la Contaminación Atmosférica”, que puso en marcha de forma coordinada las acciones de seguimiento del estado de los bosques en todos los países comunitarios. Además, el proyecto fue apoyado por las resoluciones de las Conferencias de Ministros para la Protección de los Bosques (Forest Europe) celebradas en Estrasburgo (1990) y Helsinki (1993). Desde entonces, los trabajos se coordinan a nivel pan-europeo por el Programa ICP-Forests. La labor conjunta del mismo y de los países participantes ha dado como resultado el análisis continuado del estado de salud del arbolado europeo desde 1987 hasta nuestros días. El programa está compuesto por representantes de todos los países participantes. En cada uno de ellos hay designado un centro focal nacional (CFN), que desarrolla y coordina a nivel nacional los trabajos de las redes. En el caso de España, el CFN se coordina desde la Subdirección General de Política Forestal y Lucha contra la Desertificación, dependiente en la actualidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
conocer la variación en el tiempo y en el espacio del estado de vitalidad de los bosques. En España la red consta de 620 parcelas, donde se evalúan anualmente 14.880 árboles (Fig. 1). Las parcelas son permanentes y están georreferenciadas, de manera que se evalúa siempre el mismo emplazamiento y los mismos árboles, haciendo posibles comparaciones a nivel tanto de árbol como de parcela. Los puntos de la Red I se componen de 24 árboles seleccionados en el momento de su instalación, los más cercanos al centro de la parcela, y de carácter dominante o codominante. El parámetro principal utilizado para
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evaluar el deterioro del arbolado es la defoliación, que se evalúa en una escala porcentual. Además, se determina si hay presencia de agentes causantes de daños, codificándose en su caso. A lo largo del tiempo, y constatándose la utilidad de la información proporcionada y las posibilidades que ofrecía la Red, la metodología ha evolucionado, aumentando la importancia en la identificación de los agentes nocivos detectados y de los síntomas o signos originados por la interacción de estos sobre el arbolado. Así, en un principio solo se contabilizaba la presencia de agentes dentro de ocho grandes grupos: animales superiores,
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insectos, hongos, agentes abióticos, hombre, incendios, contaminantes y otros. Estos grupos se designaban como T1 a T8, respectivamente. Posteriormente, en el año 2005 se incrementó la importancia en la determinación de los distintos agentes, pasándose a identificar género y especie en el caso de los bióticos, y discriminándose con mayor precisión las causas dentro de cada grupo en el caso de los abióticos. En la misma línea se inició la consignación de los síntomas y signos asociados a cada agente detectado, así como la antigüedad del daño y el grado de afección; todo ello referido a la parte del árbol donde se localice el patógeno o sus efectos. El grado de precisión en la determinación de los agentes y daños evaluados en los árboles sigue progresando de año en año, discriminando e incorporándose nuevos agentes (bióticos y abióticos) cuando se detectan en el arbolado. Uno de los puntos fuertes de la metodología de la Red de Nivel I es que está consensuada y estandarizada a nivel internacional, a través de los manuales de ICP-Forests. Dicha armonización es muy útil, porque hace los datos comparables. La Red I permite tener una visión global del estado de las masas arboladas, además, como la muestra de árboles es constante (se evalúan los mismos árboles), es posible realizar estudios de evolución árbol a árbol, aspecto de gran utilidad para diseñar modelos predictivos. Además, los resultados de las evaluaciones permiten profundizar en el conocimiento del medio natural, la biodiversidad, y los principales agentes que influyen en el estado de salud del arbolado. La Red de Nivel I está asumiendo en los últimos años nuevos cometidos, como por ejemplo la evaluación de sumideros de carbono. Para ello, se están aprovechando los muestreos anuales para tomar datos sobre los depósitos forestales de madera muerta y hojarasca (litter). Las necesidades de información sobre sumideros de carbono son tan exigentes y apremiantes que no permiten esperar a completar los ciclos del Inventario Forestal Nacional (IFN),
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Fig. 2. Evolución de la defoliación (excluyendo árboles cortados) en el periodo 1987-2019 en coníferas, frondosas y en general para todos los árboles de la muestra
Fig. 3. Evolución de la prevalencia de los daños T durante el periodo 1995-2019. T1: daños por animales. T2: daños por insectos. T3: daños por hongos. T4: Agentes abióticos (excepto acción directa del hombre). T5: Acción directa del hombre. T6: Incendios. T7: Contaminantes. T8: Otros
que se alargan un mínimo de 10 años, por lo que el CFN optó por utilizar las parcelas de la Red, que si bien son reducidas en número en comparación con el IFN, tienen mayor periodicidad de muestreo (anual). La combinación de datos procedentes de la Red de Nivel I, con mediciones anuales, y del IFN, con mediciones decenales pero en gran cantidad de parcelas en diferentes formaciones forestales, tiene un gran potencial para el seguimiento de los depósitos de carbono. RESULTADOS DE LAS EVALUACIONES DE LA RED DE NIVEL I continuación se presenta un ejemplo de análisis de la información que se puede llevar a cabo a partir de los datos históricos de la Red de Daños de Nivel I. Los datos brutos son los obtenidos en la determinación del grado de defoliación árbol a árbol, que está relacionado directamente con la vitalidad de los ejemplares evaluados, y la identificación de los agentes detectados que puedan influir en esta.
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En la figura 2 se observa la evolución de la defoliación media de los árboles evaluados en el conjunto de la muestra (excluyendo los árboles cortados). Se puede apreciar que, si bien hay un fuerte incremento de la defoliación hasta 1995 (desde el 8 al 21 %), a partir de este año la tendencia se suaviza, con un claro repunte en estos últimos años. Desde 2012 se produce una convergencia entre la defoliación de coníferas y frondosas en torno al 24 %, siendo históricamente mayor esta última. La figura 3 permite analizar la evolución de la incidencia de cada uno de los principales grupos de agentes desde 1995, y comparar esta evolución con la de la vitalidad del arbolado reflejada en el parámetro de la defoliación en el mismo periodo. El análisis del gráfico permite constatar la relación entre el grupo T4 de agentes (agentes abióticos, que incluyen la sequía), con la defoliación. En los siguientes gráficos (Fig. 4 a 6) se muestra la evolución de la afec2020. N.o 78
ción de los dos principales grupos de agentes (insectos y hongos) sobre los árboles, tanto globalmente como por separado entre frondosas y coníferas, indicando el porcentaje de pies afectados. La curva correspondiente a los valores globales toma siempre valores intermedios a las correspondientes a coníferas y frondosas, ya que en la red de daños está incluido un número similar de pies de ambos grupos, lo que hace que los porcentajes globales sean la media entre uno y otro grupo. Se muestran los datos desde 2005, dado que ese año se produjo un cambio metodológico, pasándose de indicar únicamente si el pie está afectado por algún agente de cada grupo (T1 a T8), a identificar de forma precisa los agentes presentes de manera significativa en el mismo. En la figura 4 se observa una divergencia en el tiempo del porcentaje de hongos detectados en coníferas y frondosas (cada vez se detectan más hongos sobre frondosas y menos sobre coníferas). En cambio, el porcentaje de insectos sobre frondosas, tras un fuerte incremento en los primeros años del gráfico, tiende a disminuir para converger a partir de 2014 con el de coníferas (que por el contrario aumenta). En ambos casos el porcentaje de insectos detectados es muy superior al de hongos. Estos resultados son coherentes con los observados en el gráfico 2, donde el número de pies evaluados con insectos es siempre superior al de pies con hongos. Durante todo el periodo incluido en el gráfico 3 hay también un número de agentes detectados sobre frondosas superior al detectado sobre coníferas (con una breve interrupción para los hongos entre 2006 y 2011). En la figura 5 se observa que la brusca convergencia entre el porcentaje de pies de frondosas y coníferas afectados por insectos a partir de 2014. Esta se debe al incremento del porcentaje de insectos defoliadores sobre estos últimos, llegando a alcanzar el 20%, y destacando sobre todos los demás, incluidos los referentes a agentes sobre frondosas. Estudiando la prevalencia de los hongos (Fig. 6), puede comprobarse que el descenso de este grupo en coníferas se debe fundamentalmente
Fig. 4. Evolución del porcentaje de pies afectados por insectos u hongos para el periodo 2005-2019 en coníferas, frondosas y total
Fig. 5. Evolución del porcentaje de pies afectados por cada grupo de insectos en coníferas, frondosas y total.
Fig. 6. Porcentaje de pies afectados por cada grupo de hongos en coníferas, frondosas, y total
a la caída de hongos de acículas detectados, que apenas experimenta un mínimo repunte en 2018, posiblemente asociado al fenómeno de la “banda roja” sobre Pinus radiata. También se comprueba que el incremento de hongos sobre frondosas se debe fundamentalmente al incremento de hongos de pudrición, cancros y deforma-
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ciones en este grupo, mientras que el mismo tipo de hongos apenas ha variado su prevalencia sobre coníferas. A continuación, y como ejemplo de los datos que se pueden obtener respecto a la evolución en el tiempo de los agentes que afectan a los bosques españoles, se ha llevado a cabo un pequeño estudio sobre las dos es-
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pecies arbóreas más abundantes, una de coníferas y otra de frondosas, y los cinco agentes que históricamente han ocasionado más daños sobre cada una, indicando el porcentaje de pies en cada temporada que mostraban estos daños. En el caso de la conífera, Pinus halepensis, en la figura 7 se puede apreciar que el agente más le ha afectado a lo largo de la serie histórica ha sido la sequía, destacando ampliamente sobre los demás. Solo en 2011 los pies con daños por sequía disminuyeron hasta casi el 10%. Los daños por Thyriopsis halepensis, si bien relativamente relevantes en el quinquenio 2005-2010, han ido disminuyendo de forma sostenida hasta ser casi insignificantes. El hongo Sirococcus conigenus está presente en todo el periodo de estudio, sin que sus valores alcancen el 10% de los pies muestreados. Los daños por otros hongos de acículas no precisados al realizar la evaluación han sido relevantes apenas en 2008 y 2009, y solo los daños por procesionaria parecían tener algún incremento, aunque esta situación se ha revertido los últimos años. La frondosa elegida para el estudio es Quercus ilex. Los datos referentes a los daños por agentes estudiados se presentan en la figura 8. Como en el caso del pino carrasco, el agente más importante es la sequía, que presenta una evolución muy similar a la que se puede observar en esta conífera, incluyendo el mínimo (en este caso solo un 25% de pies con daños) en 2011. El resto de agentes ofrece una prevalencia menor. Los hongos de pudrición muestran un incremento sostenido desde el inicio del periodo. Los daños por Cerambyx spp. también acusan una pequeña tendencia al alza, mientras que los daños por Dryomia lichtensteini y por insectos defoliadores no especificados, tras un breve crecimiento los primeros años, se mantienen más o menos constantes hasta la actualidad, nunca superando el 10% de pies evaluados afectados. CONCLUSIONES os gráficos presentados son un ejemplo de la información que se puede extraer de los datos acumulados desde los inicios de la red de da-
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Fig. 7. Porcentaje de pies de Pinus halepensis con daños por Thaumetopoea pityocampa, Sirococcus conigenus, Thyriopsis halepensis y por otros hongos de acículas no especificados
Fig. 8. Porcentaje de pies de Quercus ilex con daños por Cerambyx sp., Dryomya lichtensteini, hongos de pudrición e insectos defoliadores
ños en los bosques Nivel I. La base de datos histórica acumula más de quince años de seguimiento detallado de los agentes que afectan a los bosques, y más de treinta monitorizando la vitalidad del arbolado y los grupos de agentes detectados. Especialmente desde la última gran revisión de la metodología en 2005, la cantidad y calidad de la información que se recoge de los árboles evaluados permite la realización de múltiples estudios relacionados con la sanidad forestal y el cambio climático. Los datos de la Red de Daños pueden además combinarse con otros registros históricos, como puede ser el de la Agencia Estatal de Meteorología o inventarios de estadística agrícola y forestal y similares, para intentar encontrar relaciones de la información contenida en unos y otros, y así poder profundizar en el conocimiento del medio
natural, la biodiversidad y los principales agentes que influyen en su estado. Con esta pequeña muestra de los datos generados por la Red se pretende llamar la atención sobre las múltiples posibilidades de la información recopilada durante estos treinta años, y así ponerla en valor. El creciente interés por estudiar no solo el estado actual de la biodiversidad en España, sino las tendencias que se puedan dar a lo largo del tiempo, convierten a herramientas como la Red de Nivel I, en un elemento de gran valor que merece ser mantenido y sobre todo explotado. AGRADECIMIENTOS A todo el personal técnico de ESMA que ha realizado a lo largo del tiempo los trabajos de toma de datos en campo; sin su esfuerzo y dedicación la información existente no sería posible. 2020. N.o 78
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Gestión de la sanidad forestal en Castilla-La Mancha Mónica Espinosa Rincón Ingeniera de Montes. Servicio Forestal. Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
La gestión de la sanidad en Castilla-La Mancha se ha centrado en los últimos años en el impulso de la formación y la actualización de los conocimientos; homogeneizando y protocolizando los trabajos de inspección, adaptándolos a los avances científicos y a la normativa vigente; poniendo en marcha nuevos seguimientos, ampliado el número de los organismos objetivo; avanzando en el uso de nuevas tecnologías, tanto para la toma de datos como para su explotación y aprovechamiento, aplicando los avances científicos para el control de enfermedades y para la conservación y mejora genética de especies afectadas; poniendo en marcha labores de asesoramiento y diagnostico a los propietarios, etc. El objetivo futuro es seguir avanzando en todas estas labores, implicando a todo el personal dedicado a la gestión forestal, incluidos gestores de terrenos privados, y aumentar la información a la sociedad para facilitar su comprensión ante las decisiones a tomar. Palabras clave: Recursos, especialización, conocimiento, información.
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n las últimas décadas las comunidades autónomas han sumado a los tradicionales trabajos de gestión integrada de la sanidad forestal otras tareas, principalmente de vigilancia, para la detección temprana de organismos nocivos exóticos, así como la obligación de realizar las complicadas tareas de erradicación en el caso de aparición de aquellos organismos considerados de cuarentena por la normativa europea. En Castilla-La Mancha estos trabajos se articulan en torno a tres ejes: – Evaluación del estado fitosanitario de las masas y establecimiento de medidas de gestión en caso necesario, tratando de mantener las poblaciones de patógenos y
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organismos capaces de generar una plaga, por debajo de niveles tolerables. La base de la gestión es el sistema de información que nos ayuda en la toma de decisiones. – Redes de seguimiento de daños, a semejanza de las redes europeas creadas por el Programa de Cooperación Internacional para la Evaluación y Seguimiento de los Efectos de la Contaminación Atmosférica en los Bosques (ICPForests), que permiten realizar un balance periódico sobre la variación del estado de las masas forestales tanto en el espacio como en el tiempo y su relación con los factores de estrés – Redes de vigilancia para la detección temprana adaptadas a los 2020. N.o 78
distintos organismos exóticos. A continuación, se describen de forma breve los principales trabajos que se vienen realizando SEGUIMIENTO SANITARIO EN MASAS DE PINAR Procesionaria La importancia de la procesionaria en nuestra región es debida fundamentalmente al problema de salud pública que supone la capacidad urticante de sus orugas en determinados estadios de su desarrollo. A esto se suma la alarma social que en ocasiones crea el impacto paisajístico de las defoliaciones intensas; por ello es necesario un seguimiento anual que sirva como base para tomar decisiones en cuanto a su tratamiento y dar una adecuada información. Para llevar a cabo este seguimiento toda la superficie de pinar está dividida en 6.000 rodales, masas con características homogéneas en cuanto a dinámica poblacional y comportamiento de la procesionaria, donde anualmente se toman datos de infestación midiéndola en grado de 0-5. Esta evaluación se lleva a cabo desde el año 2007 contando actualmente con una serie continua de 12 años Con estas evaluaciones anuales, el estudio de la evolución y las ca-
racterísticas de la masa se establecen las zonas de atención preferente donde se prevé que puede haber infestaciones elevadas la próxima temporada. Para facilitar el acceso a la información por parte de los gestores y propietarios la información está disponible en un visor donde se puede consultar tanto las características del rodal como la evolución de la infestación por procesionaria, y esas zonas de atención preferente en las que centramos los trabajos de trampeo y estudio de puestas para afinar la predicción. El visor está disponible en la siguiente dirección: https://castillalamancha.maps. arcgis.com/apps/webappviewer/ index.html?id=b8ee20e349ac49778 e2dda0d9317a0b1 Las medidas que se adoptan en las zonas en las que se prevén elevadas poblaciones de procesionaria son diferentes según el tipo de masa: – Zonas en las que hay un uso público intenso en los meses de invierno y/o principios de primavera: se realizan tratamientos terrestres puntuales, con insecticidas biológicos o tratamientos con endoterapia con insecticidas que inhiben la síntesis de quitina y que ingieren las orugas al alimentarse de las acículas del árbol.
– Zonas forestales sin demasiada presión de uso público o zonas forestales en las que por su extensión no son viables los tratamientos terrestres: en estos casos consideramos que lo más importante es la información, por un lado a los gestores de los montes y a los responsables de tratamientos preventivos contra incendios de qué zonas pueden tener problemas de elevados niveles de infestación y de qué fechas pueden ser las más problemáticas, de esa manera evitamos la presencia de trabajadores forestales en las masas de pinar en los momentos más delicados, y por otro a los ayuntamientos y usuarios de estas zonas para que ellos a su vez lo tengan en cuenta en la organización de los aprovechamientos cinegéticos, micológicos y otras actividades de uso público. Perforadores Con la información obtenida de las evaluaciones por rodal que se hacen a final del invierno, de las inspecciones de control de organismos nocivos, de los avisos que recibimos a los largo del año de posibles focos de escolítidos, sobre tratamientos selvícolas realizado en años anteriores y sobre
Imagen 1. Visor para el control de procesionaria en Castilla-La Mancha Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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zonas incendiadas o con otro tipo de perturbaciones (sequía-mala calidad de estación-daños por nevadas etc.), establecemos las zonas en las que se prevé que puede haber incidencias por aumento de los daños causados por escolítidos. En esas zonas determinamos la evolución esperable para por un lado establecer un sistema de trampas de monitoreo en las diferentes épocas de vuelo y por otro dar la información necesaria a los gestores para: – La programación adecuada de los futuros trabajos selvícolas que no aumenten el riesgo de explosiones poblacionales de escolítidos por puesta a disposición de madera en zonas donde las poblaciones están ya por encima de lo normal, elaborando unas recomendaciones adaptadas a cada zona y a las especies de perforadores presentes en cada una de ellas para la correcta organización de estos trabajos desde el punto de vista sanitario. – La intervención dirigida, para evitar la proliferación de escolítidos y que donde no hay realmente un problema sanitario en sentido estricto haya posibilidad de que acabe habiéndolo, retirando los árboles afectados en aquellos sitios donde sea necesario por decaimiento (sequia, masa no adecuada a la estación) u otro tipo de perturbaciones (tormentas, nevadas…). A la hora de diagnosticar este debilitamiento no debemos simplificar en cuanto a los factores que participan en él, porque existe el peligro de achacarlo a lo más visible, en muchas ocasiones insectos perforadores, y es posible que estos insectos no sean la causa del debilitamiento si no su consecuencia, y que contribuyan al declive pero no sean la causa principal. Podemos diferenciar tres tipos de factores: – Factores que predisponen, son factores que afectan a largo plazo y sobre los que es difícil actuar: clima, humedad y nutrientes del suelo, genotipo del hospedante – Factores que inciden: suelen ser causas más puntuales como un
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Trampa para seguimiento de las poblaciones de escolítidos
ataque de insectos defoliadores que puede debilitar al árbol que ya viene castigado, factores dependientes de la meteorología como heladas o sequías, salinidad del suelo, heridas mecánicas debidas a tratamientos selvícolas mal ejecutados, etc. – Factores que contribuyen: perforadores, chanchos o podredumbre de raíces SEGUIMIENTO SANITARIO EN MASAS DE QUERCUS os principales trabajos desarrollados en las masas de Quercus en la región han consistido en la localización y caracterización de los focos de seca que se ha llevado a cabo en distintas campañas de revisión realizadas desde que comenzó a observarse el decaimiento de estas formaciones, principalmente en zonas de dehesa.
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En los últimos años las labores desarrolladas han tenido varias fases: – Determinar cuáles son los principales agentes implicados en cada provincia y su distribución espacial, evaluar los síntomas del decaimiento y detectar las zonas donde el agente principal puedan ser los patógenos Phytophthora cinnamomi, Pythium spiculum u otros oomicetos. De esta manera tenemos una aproximación a la distribución de P. cinnamomi; hay que tener cuenta que este es un organismo difícil de identificar por lo que existen zonas donde la sintomatología coincide con la podredumbre radical pero aún no ha sido posible aislar el patógeno por lo que se continúa con los trabajos de toma de muestras ofreciendo a los propietarios un servicio de diagnóstico. 2020. N.o 78
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En las zonas en las que ya se ha confirmado la presencia de P. cinamomi en el suelo trabajamos en la localización de árboles testigo que se encuentren en esos focos y muestren síntomas de tolerancia o resistencia con el objeto de incorporar su germoplasma a programas de mejora genética. Puesta en marcha de proyectos piloto de aplicación de medidas de prevención y control contra la podredumbre radical causada por Phytophthora, en varias fincas con formaciones de dehesa. Estas medidas se basan fundamentalmente en limitar la extensión del patógeno por la finca y reducir las fuentes de inóculo y hacer un seguimiento de su evolución; una vez delimitados los focos de infección se están realizando diferentes actuaciones: Tratamientos al suelo: enmiendas calizas con sulfato cálcico Tratamiento a los árboles asintomáticos o con bajo nivel de severidad con inductores de resistencia mediante endoterapia. Estableciendo recomendaciones sobre prácticas de gestión: dando a los propietarios de estas fincas pautas de manejo de la enferme-
Aplicación de tratamientos de endoterapia en fincas experimentales
dad, sobre todo en cuanto a prácticas de mejora y conservación del suelo VIGILANCIA DE ORGANISMOS DE CUARENTENA os organismos en los que centramos nuestro trabajo son aquellos declarados prioritarios por la Comisión Europea. Se establecen en el Re-
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glamento Delegado 2019/1702. La selección de las especies está basada en la evaluación llevada a cabo por el Centro Común de Investigación de la Comisión y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y para elaborarla se han tenido en cuenta la probabilidad de propagación, el establecimiento y las consecuencias económicas, medioambientales y so-
Aplicación de enmiendas calizas en fincas experimentales
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Zonas de inspección de Bursaphelenchus xylophilus 2016-2020
ciales de dichas plagas para la UE. En estos casos, y en tanto que estos organismos no aparezcan en nuestras masas forestales, nuestro trabajo fundamental es el de la inspección para la detección temprana de estos organismos, es decir en el caso de presencia de alguno de estos organismos localizarlos antes de su establecimiento para que las medidas de erradicación sean efectivas y causen el mínimo perjuicio. Dentro del listado de especies prioritarias las más importantes debido a la superficie ocupada por especies hospedantes y la probabilidad de aparición son Bursaphelenchus xylophilus (nematodo de la madera del pino) y Xylella fastidiosa, no obstante, se establecen redes de vigilancia para todas las especies prioritarias con hospedantes en la región. Esta vigilancia se lleva a cabo con redes de inspección específicas para cada organismo y que vamos moviendo cada año en base a planes de contingencia nacionales y regionales. Como ejemplo, en el caso del nema-
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todo de la madera del pino (NMP), en el año 2016 se estableció una red de puntos según una malla de 8 x 8 km fijando los puntos de inspección en la intersección de la malla cuando esta coincide con la existencia de zonas de pinar en un entorno de 500 m, en los años siguientes moveos el lugar de inspección 2.000 alrededor de ese punto sucesivamente en direcciones este, sur, oeste y norte para volver el sexto año al punto de origen. En los puntos de inspección se evalúa la existencia de árboles que presenten sintomatología compatible con la causada por el organismo y se toman muestras para su análisis en laboratorio en caso necesario. En determinados casos, como ocurre con el vector del NMP, Monochamus galloprovincialis, se establecen redes de trampeo para los vectores de estas especies, que se envían al laboratorio para su análisis. Para facilitar el trabajo de inspección y gestión de estos datos para cada organismo se desarrollan aplicaciones de móvil y vía web.
ESPECIES DE DISTRIBUCION RESTRINGIDA AFECTADAS POR ORGANISMO FORÁNEOS ESTABLECIDOS pesar de los esfuerzos que se realizan para la detección temprana de organismos nocivos exóticos su erradicación no siempre es posible y en ocasiones se deben establecer medidas de convivencia con los patógenos; como ejemplo se señalan dos de los trabajos que se están desarrollando en estos casos para especies de distribución restringida donde es importante mantener las poblaciones. – Rosáceas silvestres, como el piruétano, Pyrus bourgeana, afectadas por fuego bacteriano, Erwinia amylovora, organismo de cuarentena. Castilla-La Mancha dejó de ser zona protegida en el año 2011 junto a varias regiones del país, por la presencia extendida de esta enfermedad y la imposibilidad de su erradicación. – Alisos, Alnus glutinosa, de las riberas del río Alberche (afluente del Tajo) en la provincia de Tole-
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do, donde en el año 2014 se comienza a observar mortandad y debilitamiento de ejemplares y donde confirmamos la presencia de Phytophthora xalni como causa principal de estas mortandades. Tanto los piruétanos como los alisos son especies incluidas en el catálogo de especies amenazadas en Castilla-La Mancha con una gran importancia ecológica, en el caso de los alisos fundamental para las zonas de ribera. En ambas especies durante los trabajos de seguimiento de la enfermedad se observaron ejemplares situados en zonas afectadas que se mostraban asintomáticos o con síntomas leves de la enfermedad. El objetivo, dada la dificultad y la efectividad de otros tipos de tratamiento, es la conservación de estos genotipos y la obtención de individuos resistentes o tolerantes a estas enfermedades. Para ello la metodología seguida en ambos casos ha sido similar adaptándola tanto a la especie como al organismo patógeno, simplificando los trabajos que se están desarrollando en estos casos son: – Selección de individuos que muestren síntomas de tolerancia – Confirmación de la presencia del agente causal en ellos – Conservación y propagación de
COMPOSICION POR ESPECIES RED DE DAÑOS CLM CONÍFERAS
79,70%
FRONDOSAS
20,30%
Pinus nigra
29,62%
Quercus ilex
15,17%
Pinus pinaster
17,74%
Quercus faginea
3,20%
Pinus halepensis
12,76%
Quercus pyrenaica
1,31%
Pinus sylvestris
9,94%
Fagus sylvatica
0,34%
Juniperus thurifera
5,36%
Olea europaea
0,11%
Pinus pinea
2,55%
Quercus suber
0,07%
Juniperus oxycedrus
1,02%
Acer monspessulanum
0,04%
Juniperus phoenicea
0,48%
Quercus coccifera
0,03%
Juniperus communis
0,21%
Arbutus unedo
0,01%
Nº PARCELAS RED DE DAÑOS CLM RANGO RED
AB
CR
CU
GU
TO
TOTAL
RANGO I 8x8 km
36
24
73
38
29
201
RANGO II 4x4 km
8
7
51
59
2
127
TOTAL
43
31
112
82
31
327 (298 contando solapes)
germoplasma – Ensayos de tolerancia RED DE SEGUIMIENTO DE DAÑOS a red de seguimiento de daños de Castilla-La Mancha se instaló en el año 2005 y sigue la misma metodología que la Red Europea de Nivel I con la que es coincidente por desdoblamiento, lo que permite su integración en los programas europeos de salud
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de los bosques. Se trata por tanto de una red sistemática obtenida superponiendo una malla cuadrada sobre la superficie forestal arbolada de la Comunidad en dos rangos: – Red de Rango I: 8 x 8 km sobre la superficie forestal arbolada – Red de Rango II: 4 x 4 km sobre la superficie forestal arbolada de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha.
Aplicación de toma de datos de Arcgis on line. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
La grafiosis de los olmos: situación actual Luis Gil ETS de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural. Universidad Politécnica de Madrid
En 1979, con la introducción y posterior expansión de la enfermedad de la grafiosis agresiva de los olmos, se produjo la muerte de millones de olmos. En 1986 se inició el Programa de Mejora Genética de los Olmos Ibéricos, que se localizó en el Centro Nacional de Mejora Genética Forestal (CNMGF) de Puerta de Hierro (Madrid). En 2013 se catalogaron cinco Ulmus minor tolerantes a la grafiosis. En otra línea de trabajos se demostró que Ulmus laevis era un olmo autóctono en la Península, uno de sus refugios durante las glaciaciones. En la actualidad se trabaja en una segunda generación de clones, obtenida de un ensayo de cruzamientos controlados que mejora la tolerancia de los parentales, así como en la búsqueda de nuevos genotipos en campo y en inocular plantas in vitro para priorizar genotipos candidatos antes de su evaluación en parcelas de inoculación para comprobar su tolerancia a la enfermedad. La búsqueda de una vacuna es otra de las líneas de trabajo.
INTRODUCCIÓN n 1978 entra en España una segunda pandemia de la enfermedad del olmo holandés (DED), denominada grafiosis agresiva (Ceratocystis novo-ulmi), que provocó la mortandad de los olmos supervivientes de la primera introducción (Pajares y Gil, 1985), causando alarma social por ser árboles de referencia en sus lugares. Cientos de miles de olmos de grandes dimensiones murieron por toda la geografía española, sobre todo por la abundancia de un genotipo, denominado clon ‘Atinio’ (Gil et al., 2004), con más de 2000 años de antigüedad. Este clon fue introducido por el hispanorromano Columela cuando los viñedos eran plantaciones de olmos a los que se unían cepas trepadoras. Este uso se abandonó al usar cepas bajas, pero por su frondosidad y crecimiento el clon alcanzó gran difusión por toda España, llegando a suponer cerca del 60 % de nuestros olmos en los años
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en que apareció la grafiosis agresiva. Su valor ornamental, su adaptación a los suelos compactos y su capacidad de soportar sequías estivales hicieron que los olmos tuvieran una estrecha relación con el hombre. Su presencia era general, como señalaba el agrónomo Herrera (1515) en su Agricultura General: […] son los alamos negros de dos maneras, unos que suben altos y derechos, y otros que se estienden en ramas, quales los suele aver en plazas de Iglesias, y otros lugares, mayormente en las aldeas, y aun alli se juntan los labradores, a mentir los dias de fiestas […] La mortandad llevó al ICONA a establecer en 1986, junto con la ETSI Montes de Madrid, un programa para el mejoramiento genético de los olmos frente a la enfermedad de la grafiosis, aún activo gracias al apoyo de las sucesivas administraciones forestales. 2020. N.o 78
Los resultados permitieron un mejor conocimiento de la biología de los agentes implicados y de su relación con el hombre (Gil y García-Nieto, 1990; Fuentes-Utrilla et al., 2004), y que dos especies, apenas conocidas por las generaciones actuales y en peligro de extinción, cuenten con un futuro prometedor. EL PROGRAMA “MEJORAMIENTO GENÉTICO DE LOS OLMOS FRENTE A LA ENFERMEDAD DE LA GRAFIOSIS”: PRIMEROS RESULTADOS. ras la expansión de la grafiosis las olmedas silvestres quedaron reducidas a un rebrote periódico de raíz, hasta que la cepa se agota por el ataque reiterado de hongos e insectos. Cuando un ejemplar alcanza ciertas dimensiones el patógeno se expande por los vasos conductores del olmo y mata su parte aérea, quedando con frecuencia vivo el sistema radical, que inicia un nuevo rebrote. Algunos olmos monumentales que no son tolerantes, como el clon ‘Atinio’, han conseguido escapar a la enfermedad, como la olmeda de Mari Pinar plantada en la carretera paralela al río Segura en el año 1902 y con alturas de 30 m en 2011, o el olmo de plaza de Navajas (Castellón) (Figura 1). Después de 30 años, en 2013, se catalogaron los primeros olmos resistentes (Tabla 1), bajo la categoría de “material base para la producción de material forestal de reproducción cualificado” (BOCM nº 302, de 20 de diciembre de 2013 y BOE nº 34 del 8 de febrero de 2014), lo que supuso un impulso al programa y su continuidad. Una consecuencia derivada fue demostrar que otra especie de olmo, Ulmus laevis, era autóctona (FuentesUtrilla et al., 2014). La especie había pasado inadvertida para los botánicos, que lo identificaban como U. minor o lo consideraban introducido para su uso ornamental (Navarro y Castroviejo, 1993). La confusión la motivaba una morfología similar, sólo diferenciable si están presentes flores y frutos, así como por su ecología, por ser exclusiva de suelos silíceos con un nivel freático permanente, mientas que el olmo común es indiferente edáfico. Ulmus laevis es sensible a
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Tabla 1: Caracterización de los cinco clones que se mostraron tolerantes a la grafiosis. Resultado derivado de la comparación con uno tolerante y otro sensible en los años de la inoculación. Ensayos realizados en parcelas situadas en el Centro Nacional de Mejora Genética Forestal de Puerta de Hierro (Madrid).
Nombre del clon (y nº de ramets inoculados)
Año de inoculación
Porcentaje de marchitamiento de copa a los 60 días de la inoculación (media ± error estándar) Clon seleccionado
Sapporo
Control susceptible
2008
11,1 ± 7,0
48,1 ± 9,9
89,2 ± 4,05
2009
17,5 ± 4,6
21,4 ± 6,7
87,1 ± 3,1
Majadahonda (N=6)
2008
13,1 ± 7,8
48,1 ± 9,9
89,2 ± 4,05
2009
19,1 ± 5,3
21,4 ± 6,7
87,1 ± 3,1
Dehesa de la Villa (N=10)
2009
12,0 ± 5,6
18,1 ± 6,9
81,3 ± 5,5
2010
15,2 ± 6,9
0,0 ± 8,6
99,0 ± 6,7
Dehesa de Amaniel (N=12)
2011
1,4 ± 4,9
31,7 ± 4,9
86,7 ± 4,9
2012
1,7 ± 5,4
11,0 ± 5,4
80,0 ± 6,3
2011
14,0 ± 5,2
31,7 ± 4,9
86,7 ± 4,9
2012
6,2 ± 5,8
11,0 ± 5,4
80,0 ± 6,3
Ademuz (N=10)
Retiro (N=7)
Figura 1: Olmo de la plaza del ayuntamiento antiguo de Navajas (Castellón). Es un ejemplar del clon "Atinio", que fue plantado en 1636 y, pese a no ser resistente a la enfermedad, se mantiene vigoroso y es el orgullo del pueblo. Fue declarado árbol del año en 2019.
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la grafiosis pero escapa a la enfermedad por no ser detectado por los coleópteros transmisores, siendo la península ibérica uno de sus refugios durante las glaciaciones. El olmo de Cortelazor (Huelva) (Figura 2) es de esta especie. La capacidad de producir material de ambas especies permitió que en 2014 se concediera un proyecto Life+ para la plantación de 12.000 ejemplares de Ulmus minor y U. laevis en la provincia de Madrid, en colaboración con los ayuntamientos de San Sebastián de los Reyes y Aranjuez. El material se produjo en el CNMGF de Puerta de Hierro, en el que se localizan las parcelas de conservación, los bancos clonales y las plantaciones experimentales, incluidas las de inoculación de la enfermedad. El proyecto ha ido acompañado de una página web «Olmos vivos», que difunde los trabajos y solicita información de olmos no detectados por el programa. El proyecto, gracias a las numerosas personas y medios implicados, ha
permitido que España lidere la obtención de olmos autóctonos tolerantes y el conocimiento científico del género en Europa. Pero, ante todo, ha logrado recuperar la especie en su ambiente natural, y que vuelva a ser un árbol urbano, pues sobrepasan el centenar los pueblos y ciudades que han vuelto a tener olmos en sus plazas y paseos. Como trabajos prácticos continúa la búsqueda de nuevos olmos candidatos (Figura 3) para aumentar el número y la diversidad genética de los olmos tolerantes. Los individuos recolectados, como semillas, estaquillas o yemas, tras su propagación pasan a parcelas de inoculación, en las que, tras cuatro años, sus vasos alcanzan las dimensiones adecuadas para ser sensibles al patógeno y son inoculados (Solla y Gil, 2002). En la base del tronco se inyecta una dosis elevada de esporas del hongo. La inoculación se realiza durante dos años consecutivos y se valora el porcentaje de defoliación del olmo. Como controles (Tabla 1) se sitúan un olmo resistente
(‘Sapporo Autumn Gold’) y un genotipo sensible. Los clones a evaluar, con al menos seis copias o “ramets”, se sitúan al azar en la parcela para recoger la posible variabilidad edáfica. Para calificarlos como tolerantes su defoliación ha de ser inferior al 30 %, y el control sensible debe superar un 70 %. De cumplirse ambas condiciones se inician los trámites para calificarlo como material cualificado. La comparación con el ‘Sapporo Autumn Gold’ valora el grado de resistencia. El control sensible indica que las condiciones ambientales han sido adecuadas para la expresión de la enfermedad. Cuando el olmo ensayado sólo tiene una copia y se muestra resistente es obligada su propagación vegetativa, hasta obtener el mínimo necesario de seis réplicas para comprobar su tolerancia. En 2008-09 (Tabla 1) se obtuvieron los primeros genotipos tolerantes que como brinzales ya la habían mostrado en 2003, pues procedían de semillas recolectadas años antes. Todos los
Figura 2: En la plaza del olmo de Cortelazor, el ejemplar centenario es un Ulmus laevis de 5,2 m de perímetro. Su copa reducida se debe a reiteradas podas para mantener en equilibrio su estructura hueca. La Sierra de Aracena en la provincia de Huelva es la que contiene la población más numerosa de esta especie, con más de 600 ejemplares.
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clones obtuvieron porcentajes inferiores al clon resistente ‘Sapporo Autumn Gold’, al menos en el primer año, pues este genotipo responde siempre con un marchitamiento menor al año siguiente, por formar, tras el contacto con el hongo, sustancias antifúngicas. En 2016 se inocularon las progenies obtenidas por cruzamientos controlados (Figura 4) entre los clones resistentes. El resultado fue una numerosa descendencia con mayores tolerancias que sus parentales. Los genotipos con marchitamientos inferiores al 30 % lo habían mostrado en solo una posición de la parcela, por ser brinzales, por lo que se mantienen en la parcela para su seguimiento y observar su evolución. Al final se seleccionarán los mejores genotipos por porcentaje de tolerancia, crecimiento y morfología. Los seleccionados se clonarán, para establecer una parcela de inoculación en la que cada genotipo tenga un mínimo de seis copias. Este tipo de ciclos de mejora supone un periodo de más de 12 años. No es posible disminuir los plazos para los ensayos, por lo que se pretende reducir el número de candidatos y solo llevar a parcelas de inoculación los que tengan mayores probabilidades de ser resistentes. Para ello se hace una valoración previa con plántulas de un mes procedentes del cultivo in vitro (Figura 5). En un medio que contiene el genotipo a evaluar y el hongo se incorpora malondialdehído, sustancia que actúa como evaluador del estrés debido a la inoculación del hongo (Martin et al., 2019). Plantas controles, crecidas en ausencia del hongo, muestran cuál es el nivel normal de malondialdehído en contacto con un olmo y se utiliza como referencia para evaluar la respuesta en los que sí han sido inoculados. Se ha observado que en olmos tolerantes la respuesta es similar a la del control, mientras que muestra diferencias estadísticamente significativas respecto al control en olmos sensibles. La respuesta se manifiesta en los genotipos tolerantes elongando su tallo y formando hojas nuevas (Figura 6a), lo que no ocurre en los olmos sensibles a la grafiosis (Figura 6b). Este ensayo permite llevar a las parcelas de inoculación genotipos con una mayor pro-
Figura 3: Localización en la provincia de Jaén de olmos vivos de gran tamaño junto a ejemplares muertos. Estos genotipos han sido incluidos en el programa para ensayar su resistencia a la enfermedad.
Figura 4: Clon resistente en el que se han aislado ramas mediante bolsas para ser utilizado como progenitor femenino. Se le introducirá polen de otro genotipo resistente. En la progenie resultante se seleccionarán aquellos individuos que posean resistencias mayores que la de sus parentales, buen crecimiento y forma.
Figura 5: Cultivo in vitro de un genotipo. En un medio de crecimiento y en condiciones de esterilidad se han propagado yemas, cuyos tejidos proliferan y forman tallos a los que, posteriormente, se le añaden sustancias de enraizamiento. Posteriormente, se individualizan los pies obtenidos, logrando nuevas réplicas del genotipo, o se utilizan en otro tipo de estudios.
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babilidad de que se muestre tolerantes cuando se inoculen en su cuarto y quinto año. Por último, se trabaja con la obtención de una posible vacuna que permita el tratamiento de olmos monumentales que no son tolerantes y no se han visto afectados por la enfermedad. Esta procedería del empleo de endófitos simbiontes obtenidos en genotipos sensibles a la enfermedad, que no hayan enfermado de grafiosis. Los endófitos aislados se colocan en un medio de cultivo compartido con el patógeno. Se han seleccionado aquellos endófitos que impiden el crecimiento del hongo de la grafiosis, pues éste ve impedido su desarrollo por la presencia del simbionte (Figura 7). Pero son necesarios otros ensayos realizados en olmos para validar su utilidad general en diferentes genotipos, a los que no les debe afectar negativamente, y muestren que el endófito permanece en años sucesivos.
REFERENCIAS Fuentes-Utrilla P, Venturas M, Hollingswort PM et al. 2014. Extending glacial refugia for a European tree: genetic markers show that Iberian populations of white elm are native relicts and not introductions. Heredity 112 (2): 105–113. Gil L, Fuentes-Utrilla P, Soto A et al. 2004. English elm (Ulmus procera) is a 2,000-year-old Roman clone. Nature 431: 1035–1035. Gil L, Garcia-Nieto ME. 1990. Paleobotánica e historia de los olmos en la península Ibérica. En: Gil L. (Ed.). Los olmos y la grafiosis en España, pp. 29-65. ICONA, Madrid. Herrera GA. 1513. Agricultura General. Corregida según el texto original de la primera edición publicada en 1513 por el mismo autor y adicionada por la Real Sociedad Económica Matritense, 1818, tomo II, Madrid, Imprenta Real. Martin JA, Sobrino-Plata J, Coira B et al. 2019. Growth resilience and oxidative burst control as tolerance factors to Ophiostoma novo-ulmi in Ulmus minor. Tree Physiol. 39(9): 1512–1524. Navarro C, Castroviejo S. 1993. Ulmus L. En: Castroviejo S et al. (Eds.). Flora iberica 3: 245– 246. Real Jardín Botánico, CSIC, Madrid. Pajares J, Gil L. 1985. La grafiosis de los olmos. Hojas Divulgadoras del MAPA, 19/85 HD, Madrid. Solla A, Gil, L. 2002. Xylem vessel diameter as a factor in resistance of de Ulmus minor to Ophiostoma novo-ulmi. For. Pathol. 32: 123–134.
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Figura 7: Para la obtención de una posible vacuna, en un mismo medio de cultivo se sitúan el hongo de las grafiosis y un endófito simbionte obtenido de un olmo. En el ejemplo, un inóculo de la grafiosis, a la izquierda, no crece al estar en contacto con un endófito, situado a la derecha, que muestra capacidad antibiótica frente al patógeno de los olmos.
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Figura 6: Aspectos de plántulas de un genotipo resistente (A) y otro susceptible (B) obtenidas mediante cultivo in vitro y crecidas en presencia del hongo. La planta resistente elonga su tallo y forma nuevas hojas, lo que no ocurre en el genotipo sensible a la enfermedad. Al tiempo se han evaluado los niveles de malondialdehído en plantas controles, resistentes y sensibles, siendo similares en los controles y en el genotipo resistente, pero no en el sensible. 2020. N.o 78
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Programa de mejora y conservación de los recursos genéticos de la encina y el alcornoque frente al síndrome de la “seca” Felipe Pérez1 Beatriz Cuenca2 F.J. Ruiz-Gómez3 María Dolores Rey3 Mar Ruiz- Galea4 Isabel Arrillaga5 Elena Corredoira6 José Antonio Manzanera7 Raúl Tapias8 Alejandro Solla9 1 Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico 2 TRAGSA 3 Universidad de Córdoba 4 Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Alimentario (IMIDRA) 5 Universidad de Valencia 6 Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG CSIC) 7 Universidad Politécnica de Madrid 8 Universidad de Huelva 9 Universidad de Extremadura
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Ante la gravedad del decaimiento y mortalidad de la encina y el alcornoque, que amenazan la sostenibilidad de las masas de Quercus en la Península Ibérica, en 2017 se constituyó el subgrupo “Mejora genética y fisiológica” que forma parte del grupo de trabajo de “seca de los Quercus” coordinado por el MAPA-MITERD. Este subgrupo incluye a científicos y técnicos de varias administraciones, Universidades, centros de investigación y una empresa pública, expertos en mejora genética, fitopatología, ecología, propagación vegetativa, bioquímica y biología molecular. El programa tiene como objetivo la obtención y propagación de plantas de Quercus ilex y Q. suber tolerantes al estrés hídrico y a la podredumbre radical provocada por Phytophthora cinnamomi. A partir del estudio de poblaciones y de árboles “escape” seleccionados en focos de seca, se espera obtener un material apto para restaurar en el futuro zonas con problemas de decaimiento.
ANTECEDENTES a “seca” de los Quercus es actualmente la principal amenaza de las encinas y alcornoques en buena parte de la Península Ibérica, especialmente en el Suroeste, ya que compromete la estabilidad y la persistencia de ecosistemas importantes a nivel ecológico y socioeconómico en el ámbito mediterráneo, como es el caso de la dehesa. Se trata de un síndrome del arbolado que provoca una elevada mortandad y que no puede atribuirse a una única causa. La interacción de factores tales como el cambio climático, los agen-
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tes bióticos y la gestión tienen una incidencia conjunta importante (Carrasco-Gotarredona et al., 2009). Sin embargo, dentro de este escenario destacan la presencia de microoganismos virulentos que generan pudrición de raíz, en especial el oomiceto Phytophthora cinnamomi (Corcobado et al., 2013). Se tienen evidencias de que este patógeno invasor actúa sinérgicamente junto a otros factores de estrés, como el déficit hídrico, lo cual justifica que se les dedique esfuerzos de investigación conjuntos.
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GRUPO DE TRABAJO Y OBJETIVOS nte la preocupación creciente sobre este problema, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), competente en sanidad vegetal, y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), competente en materia forestal, crearon en 2017 un grupo de trabajo orientado a concentrar los esfuerzos científico-técnicos de lucha contra la “seca”. Coordinado por ambos Ministerios, el grupo incluye a representantes de las comunidades autónomas más afectadas y a organismos de investigación y universidades que se dedican al estudio de este síndrome. El objetivo del grupo de trabajo es profundizar en el conocimiento y promover actuaciones concretas y prácticas que intenten poner freno a este complejo y grave problema. Está organizado en los siguientes subgrupos: 1) Inventario y seguimiento de focos de Seca, 2) Mejora genética y fisiológica, y 3) Gestión silvopastoral. El subgrupo 2, de “Mejora genética y fisiológica”, pone en común diferentes líneas de trabajo sobre la base de los resultados de investigación previos en el ámbito de la selección y propagación de encina y alcornoque tolerantes a la podredumbre radical (Moreira et al. 2018; Martínez et al. 2020). La mejora genética forestal ha demostrado ser una solución óptima para otros problemas fitosanitarios, como por ejemplo para la grafiosis del olmo, la tinta del castaño o la afección del ciprés de Lawson. En agronomía son numerosos los casos exitosos de mejora vegetal, como, por ejemplo, la obtención de patrones de
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aguacate resistentes a Phytophthora cinnamomi. Así, tras las reuniones mantenidas de este subgrupo, se detectó la necesidad de iniciar un Programa Nacional a largo plazo para la conservación y mejora de los recursos genéticos de la encina y el alcornoque. El programa, coordinado y gestionado por el MITERD, pretende seleccionar y propagar planta de encina y alcornoque tolerante a Phytophthora cinnamomi y/o estrés hídrico que pueda utilizarse en un futuro próximo para restaurar focos de “seca”. ESTRATEGIAS DEL PROGRAMA l programa se basa en primer lugar en la reproducción sexual de material seleccionado. Dado que la tolerancia a la podredumbre radical provocada por P. cinnamomi es heredable, se plantea el establecimiento de huertos semilleros, que son plantaciones de árboles seleccionados por sus caracteres hereditarios, desarrollados y tratados para producir y recolectar fácilmente cosechas de semilla abundantes. En este caso, se seleccionarán como componentes de cada huerto, genotipos, por especie y procedencia, que hayan mostrado su tolerancia en ensayos de vivero. La bellota producida en los huertos semilleros se espera que genere planta que haya heredado el carácter de tolerancia de sus progenitores. Esta estrategia tiene la ventaja de que garantiza una elevada variabilidad genética. El material se utilizaría en situaciones de regeneración de las masas naturales de encina y alcornoque afectadas por focos de “seca”. La segunda estrategia es la reproducción vegetativa del material
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Muestreo hojas
tolerante. Los genotipos que hayan mostrado mayor tolerancia a la enfermedad se propagarán vegetativamente a través de diferentes técnicas, principalmente de micropropagación, y serán registrados en el futuro como clones. Este material se utilizaría en situaciones más concretas, es decir en plantaciones con un carácter productivo o bien como patrones de injerto, en el que se podría injertar púas seleccionadas, por ejemplo, por su mayor producción de bellota o corcho. Por último, el programa fomentará el incremento del conocimiento de la variabilidad en la respuesta a estrés de ambas especies, mediante la identificación de marcadores genéticos y moleculares de interés para la mejora. Por ello, incluye tareas relativas al estudio de la respuesta fisiológica de las especies frente a estreses bióticos y abióticos, patología, micropropagación, genética y multiómica.
Ensayo de campo en La Haza de la Concepción
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TAREAS DEL PROGRAMA continuación, se describen brevemente cada una de las tareas de las que consta el Programa. El primer grupo de tareas comprende: • Caracterización e identificación de árboles en focos de “seca” y selección de árboles “escape”. A través de la información de las CCAA y de los OPIs participantes, y con el apoyo de los resultados del Subgrupo de Trabajo de Inventario y seguimiento de focos de “seca”, se caracterizan y seleccionan, a través de un protocolo común, parcelas de muestreo y árboles “escape”, esto es, árboles que dentro de un foco de “seca” donde se ha constatado la presencia de Phytophthora, no presentan síntomas externos. De dichos árboles se recolectan bellotas, hojas y muestras de suelo en el entorno próximo, y se caracteriza su comportamiento fisiológico a través de medidas de fotosíntesis y potencial hídrico. También se caracterizan “árboles susceptibles”, y se recogen muestras de su rizosfera para evaluar la composición de la microbiota del suelo. La comparación de la información procedente de los árboles susceptibles con la de los árboles escape permite caracterizar individuos que podrían presentar tolerancia a la podredumbre de raíz.
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Caracterización e identificación de árboles para estudio de variabilidad poblacional
Bellotas de encina secando tras su desinfección
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Esta tarea pretende seleccionar y recolectar material de árboles fuera de los focos de “seca”, en una representación sistematizada de las poblaciones de encina y alcornoque a nivel nacional, y analizar diferencias entre poblaciones, comparándolas, a su vez, con los resultados del material recolectado en árboles escape. El estudio tiene como objetivos (i) describir el comportamiento de la encina y del alcornoque frente al estrés hídrico, a la afección por P. cinnamomi, y a ambos factores de estrés de forma conjunta, (ii) elucidar la importancia relativa de cada uno de los factores de estrés en la respuesta de la plantas, (iii) identificar poblaciones, progenitores y genotipos tolerantes a los factores anteriores, (iv) cuantificar estimas de mejora, y (v) validar marcadores moleculares funcionales EST-SSR para el estudio de variabilidad-respuesta de las especies. Este objetivo incluye nueve poblaciones por especie, que en el caso de la encina se corresponden con nueve regiones de procedencia; y en el alcornoque se corresponden con las 9 regiones de procedencia principales identificadas para la especie. •
Propagación de árboles “escape” y de árboles fuera de focos para evaluar en su descendencia la tolerancia al estrés y el sistema radicular De las bellotas recolectadas, tanto de árboles escape, como de los del estudio de variabilidad poblacional,
se está produciendo planta destinada a ensayos de tolerancia. Las plantas se producen en tres lugares con condiciones ambientales distintas: norte (vivero de TRAGSA en Maceda, Ourense), centro (Grado de Forestales de la Universidad de Extremadura, Plasencia) y sur (Vivero de la Universidad de Huelva). Los ensayos consistirán en inocular la planta con el patógeno y someter a ésta a períodos de sequía, simulando lo que acontece en el monte. Los ciclos durarán dos períodos vegetativos consecutivos. En Plasencia y en Huelva se evaluará el sistema radicular de aquellas procedencias de respuesta al estrés hídrico más contrastada. Las plantas supervivientes pasarán a integrar la colección de materiales tolerantes, que serán en el futuro testados como clones. Durante este primer año se han ensayado un total de 18.350 plantas. •
Propagación clonal y micropropagación del material evaluado y crioconservación Esta tarea, a desarrollar por los grupos del IMIDRA, IIAG – CSIC, Universidad de Valencia, Universidad de Huelva y TRAGSA, tiene como finalidad principal la obtención de copias clonales de cada genotipo necesarias para realizar los ensayos de campo, los ensayos de confirmación de tolerancia y la instalación de las poblaciones de mejora y las plantaciones de producción de material forestal de reproducción (MFR). Secundaria-
Siembra de un bloque de ensayo según diseño 2020. N.o 78
mente, se pretende poner a punto las técnicas que permitan la incorporación de la multiplicación clonal a los sistemas de producción de MFR de las especies comprendidas en el programa. En este sentido resulta fundamental desarrollar y transferir las técnicas de multiplicación, bien por embriogénesis somática o por organogénesis, con el fin de que éstas puedan ser empleadas en la multiplicación masiva de los genotipos de mayor valor por su tolerancia para su uso como portainjertos o como productores directos de bellota o corcho. Los genotipos con mejor respuesta a la multiplicación vegetativa pasarán a componer una variedad sintética, que se podrá usar en selvicultura clonal. El resto, se implantará en huertos semilleros o bancos clonales, formando las poblaciones de mejora para la explotación y continuación del programa. Las técnicas varían en función de la especie y de la edad del material. Existe mayor dificultad en micropropagar encina que alcornoque y árboles adultos que planta juvenil. Cada genotipo dentro de cada especie presenta, sin embargo, una respuesta diferente al ser propagado. Cobra también importancia la conservación a largo plazo de las distintas líneas
injerto de encina sobre alcornoque
embriogénicas inducidas, por lo que se incorporarán técnicas de crioconservación ya desarrolladas y aplicadas con éxito tanto a encina como a alcornoque por el IIAG-CSIC. •
Evaluación de la aptitud como portainjertos del material tolerante Esta tarea tiene como finalidad evaluar y seleccionar, por su aptitud como portainjerto, aquellos genotipos que de entre los materiales tolerantes presenten una mayor compatibilidad. Se ensayarán los genotipos de alcornoque tengan mayor aptitud a la micropropagación para asegurar un suministro más rápido de vitroplantas aclimatadas. De cada uno de los genotipos se injertarán doce plantas en cada período de injertado, que incluye tres momentos diferentes dentro de la ventana de oportunidad anual. Se emplearán como donantes dos árboles seleccionados por su porcentaje de compatibilidad que mejor resultado hayan dado en los ensayos previos del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales El Serranillo (Guadalajara), dependiente del MITERD. •
Ensayos de tolerancia en campo Se ha considerado importante
que el material seleccionado como tolerante en vivero sea también testado en campo. Para ello se prevé instalar cuatro parcelas entre las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Castilla - La Mancha que se instalarán en zonas afectadas por podredumbre radical, con terreno lo más uniforme posible, y donde se haya comprobado la presencia del oomiceto. Se instalará todo el material tolerante del que haya sido posible obtener copias clonales. •
Instalación de poblaciones de mejora y de materiales de base El cuarto año del programa se pretenden instalar dos huertos semilleros con los materiales seleccionados de encina y alcornoque y bancos clonales en diferentes comunidades autónomas. Se contempla la inclusión del resto de los materiales clonales para en el futuro establecer un huerto semillero por región de procedencia y especie (5 de alcornoque y 1 de encina). •
Autorización de materiales de base para la producción de material forestal de reproducción Los materiales seleccionados durante la ejecución del programa que
Equipo ERSAF caraceterizando arboles en un foco de seca
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Evaluación de ensayo de tolerancia en vivero de la Universidad de Extremadura
hayan demostrado su superioridad como materiales tolerantes a Phytophthora cinnamomi y/o sequía, serán propuestos para ser autorizados como materiales de base a los órganos competentes de las comunidades autónomas donde se hayan realizado los ensayos y posteriormente registrados en el Registro y Catálogo Nacional de Materiales de Base. Esta tarea permitirá la disposición de materiales forestales de reproducción en el mercado para restauraciones de zonas afectadas por podredumbre radical.
UPM-UCM, tiene como finalidad desarrollar un protocolo que permita evaluar la tolerancia in vitro de diferentes genotipos de encina y alcornoque a P. cinnamomi y correlacionar los resultados obtenidos con los del test de tolerancia en vivero. Se pretende acortar los períodos de ensayo y acelerar los resultados del programa. Se realizará un análisis de correlación entre los resultados obtenidos en laboratorio y en vivero para determinar la validez del test. •
Por su parte, el segundo grupo de tareas comprende las siguientes actividades: • Ensayos de tolerancia in vitro Esta tarea, a realizar por el grupo
Búsqueda de marcadores moleculares de respuesta a resistencia/tolerancia Estas tareas se realizarán utilizando protocolos desarrollados y publicados por la Universidad de Córdoba
Embriogénesis somática de alcornoque adulto
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Deshidratacion de hojas
para encina y por la Universidad de Extremadura para castaño (Alcaide et al., 2020). Bellotas y hojas se utilizaran para estimar variabilidad (marcadores de DNA-microsatélites) y realizar análisis multiómicos de respuesta al patógeno, así como para la identificación de marcadores asociados a la resistencia al patógeno. Con ello se espera identificar, en el futuro, genotipos de encina y alcornoque tolerantes mediante técnicas analíticas más sencillas, permitiendo acelerar la selección sin necesidad de hacer ensayos de vivero. •
Recogida y análisis de muestras para estudio del componente biológico del suelo Como complemento al conoci-
Cultivo de yemas axilares de alcornoque 2020. N.o 78
miento del proceso infeccioso de P. cinnamomi se está estudiando el microbioma del suelo y la rizosfera de árboles candidatos a tolerantes (por no expresar síntomas) y de árboles infectados. La comunidad microbiana del suelo puede desempeñar un papel fundamental en la relación del árbol y el patógeno. La presencia en la rizosfera de determinados hongos, como las micorrizas, puede enmascarar síntomas como la defoliación en árboles afectados por Phytophthora (Corcobado et al., 2014; Ruiz-Gómez et al., 2019). Por ello, se busca diagnosticar la presencia de oomicetos en la rizosfera de árboles escape y no escape y la riqueza y diversidad del microbioma del suelo mediante técnicas de metabarcoding, así como caracterizar el suelo en el que se producen las diferentes respuestas, de acuerdo al protocolo establecido por el grupo ERSAF de la Universidad de Córdoba. Este análisis permitirá identificar respuestas de los árboles frente al patógeno, relacionando la ausencia de síntomas con la estrategia de escape o con la tolerancia, y aportar información valiosa sobre la biodiversidad del suelo. CONCLUSIONES unque el síndrome de la “seca” se lleva estudiando desde hace décadas en nuestro país, hasta el momento no se había promovido la búsqueda coordinada de resultados prácticos a nivel estatal. Así, los resultados esperados de este Programa Nacional pueden contribuir en gran medida a paliar este vacío, al obtener plantas de encina y de alcornoque tolerantes que puedan ser utilizadas en el futuro en zonas afectadas por P. cinnamomi. Se avanzará enormemente en el conocimiento de los marcadores moleculares, el componente biológico del suelo y el desarrollo y transferencia de las técnicas de micropropagación, como parte de una estrategia conjunta de lucha contra la enfermedad. Sin embargo, no hay que olvidar que el problema de la “seca” es muy complejo y debe ser abordado desde un punto de vista integral. En cada caso concreto se debe incorporar una gestión silvopastoral particular para combatir la seca, siendo la mejo-
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ra genética un complemento más y no la única solución. AGRADECIMIENTOS Queremos agradecer a todos los miembros del subgrupo de trabajo de mejora genética y fisiológica frente a La Seca, en especial a: – G. Fernández, D. León, C. Anegón, L. Prieto, J.L. Peñuelas, J.L. Nicolas, N. Herrero y E. Pérez del MITERD. – J.M. Jaquotot y J.M. Cobos del MAPA – J.R. Guzmán y J.M. Ruiz de la Junta de Andalucía. – J.L. del Pozo, J. Gonzálvez de Miranda y F.J. Nieto de la Junta de Extremadura – D. García, M. Rodríguez y F.M. Vázquez del CICYTEX. – M. Espinosa de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha. – L. Ocaña, L. Luquero, L. Rodríguez, F. Roman, C. del Campo y A. Quevedo de TRAGSA. – R.M. Navarro, J. Jorrín, R. Sánchez-Cuesta, C. de Miguel Rojas, M.A. Castillejo B. San Eufrasio y M.A. Martín de la Universidad de Córdoba – F.J. Dorado, F. Alcaide, R. González, A. Camisón, M. Vivas, R. Bo-
nal, M. Rodríguez y F. Pulido de la Universidad de Extremadura. – M. Fernández y M.L. Fernández Universidad de Huelva. – J.R. González Adrados, M. Berrocal y J.A. Domínguez Núñez de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) – A. Gómez Garay, B. Pintos y T. Solís de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). – A. Alborch, M.A. Sánchez y M.A. Pérez-Oliver de la Universidad de Valencia. – I. Hernández, C. Villarreal del IMIDRA. – M.T. Martínez F.J. Vieitez y F. Mosteiro del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG - CSIC). – R. Alia y D. Barba del CIFOR-INIA. Durante los cuatro primeros años el Programa de mejora y conservación de los recursos genéticos de la encina y el alcornoque frente al síndrome de la “seca” cuenta con una cofinanciación del FEADER al 75%, al estar estas actividades incluidas en el Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014 - 2020, dentro de la submedida 15.2, de apoyo al fomento y la conservación de los recursos genéticos forestales.
REFERENCIAS Alcaide, F., Solla, A., Cherubini, M. et al. (2020). Adaptive evolution of chestnut forests to the impact of ink disease in Spain. J. Syst. Evol. 58:504-516 Carrasco-Gotarredona et al. (2009). Procesos de Decaimiento Forestal (la Seca), Situación del Conocimiento. Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía. Corcobado, T., Cubera, E., Moreno, G. et al. (2013). Quercus ilex forests are influenced by annual variations in water table, soil water deficit and fine root loss caused by Phytophthora cinnamomi. Agric. For. Meteorol. 169: 92-99. Corcobado, T., Vivas, M; Moreno, G.; Solla, A. (2014). Ectomycorrhizal symbiosis in declining and non-declining Quercus ilex trees infected with or free of Phytophthora cinnamomi. For. Ecol. Manage. 324: 72-80 Martínez, M.T., Vieitez, F.J., Solla, A. et al. 2020. Vegetative propagation of Phytophthora cinnamomi-tolerant holm oak genotypes by axillary budding and somatic embryogenesis. Forests 11, 841. Martín, J. A., Sobrino-Plata, J., Rodríguez-Calcerrada, J., Collada, C., Gil, L. (2019). Breeding and scientific advances in the fight against Dutch elm disease: Will they allow the use of elms in forest restoration? New Forests, 50, 183-215. Moreira, A. C., Tapias, R., Fernandes, L., et al. (2018). Field susceptibility of cork oak trees with different provenances to Phytophthora cinnamomi. For. Pathol. 48, e12461. Rodríguez, L., Cuenca, B., López, C. A., Lario, F. J., & Ocaña, L. (2005). Selection of Castanea sativa Mill. genotypes resistant to ink disease in Galicia (Spain). Acta Horticul. 693, 645. Ruiz-Gomez, F. J.; Navarro-Cerrillo, R.; Osswald, W. et al. (2019). Assessment of functional and structural changes of soil fungal and oomycete communities in holm oak declined dehesas through metabarcoding análisis. Sci. Rep. 9, 5315 Sniezko, R. A., Hansen, E. M. (2000). Screening and breeding program for genetic resistance to Phytophthora lateralis in Port-Orford-cedar (Chamaecyparis lawsoniana): early results. Phytophthora Diseases of Forest Trees, 91-94.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Aplicación web para la gestión del inventario nacional de focos de seca Daniel Sanjurjo López-Alonso, María José Manzano Serrano ESMA-Estudios Medioambientales S.L.
En 2017 se constituyó un grupo de trabajo sobre la “seca”, coordinado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (responsable en ese momento de la política forestal) en el que estaban representados tanto el propio Ministerio, a través de las Subdirecciones Generales de Política Forestal (actualmente adscrita al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico) y Sanidad e Higiene Forestal, como las comunidades autónomas más afectadas (Extremadura, Castilla la Mancha y Andalucía) y organismos de investigación y universidades que llevaban ya tiempo estudiando el fenómeno. El objetivo de este grupo de trabajo fue profundizar en el conocimiento que existe sobre la seca y proponer soluciones que permitieran reducir los daños producidos. Se organizó en tres subgrupos: inventario y seguimiento de focos de seca, mejora genética y fisiológica, y gestión agrosilvopastoral para prevenir y restaurar daños. Entre las conclusiones obtenidas tras la primera reunión del subgrupo de trabajo de inventario se identificaba la posibilidad de elaborar un inventario común basado en un formulario normalizado. La aplicación informática que aquí se presenta pretende cubrir la necesidad de almacenar digitalmente los datos existentes sobre los focos de seca o áreas afectadas por este síndrome, y dar alojamiento a los nuevos focos o nuevos datos que se registren en las revisiones que se realicen sobre los ya identificados, todo ello a través del acceso a una base de datos común que facilite el tratamiento de la información a nivel provincial, autonómico y nacional.
Selección geográfica de los focos
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REQUISITOS DE LA APLICACIÓN la hora de afrontar el diseño de la aplicación se han tenido en cuenta diferentes requisitos, en cuanto al acceso, la implantación y el mantenimiento:
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Acceso a la información Cuando se trabaja con un inventario centralizado el acceso al mismo se realiza por personal con distintas responsabilidades y adscrito a diferentes operaciones. Por ello es necesario establecer una política de acceso que permita determinar los privilegios de cada usuario. Así mismo, es necesario poder discriminar entre los usuarios adscritos, según las funciones a realizar en las distintas administraciones (introducción de datos, consulta, etc.) ya que el acceso a la información deberá estar sujeto a autorización por parte de los responsables de cada administración. Facilidad de implantación, mantenimiento y migración El acceso a la información se ha de realizar desde muy diversas ubicaciones, no pudiendo establecerse unos requisitos muy estrictos a nivel de sistema operativo ni software y existiendo incluso el problema de que en determinados sitios esté restringida la posibilidad de instalar nuevo software. Por otro lado, la necesidad de realizar actualizaciones para la solución de bugs (fallo o error inesperado en una aplicación informática) o incorporación de mejoras no hace sino exacerbar este problema. Respecto a la perdurabilidad de la aplicación, se debe considerar un ciclo de vida de ilimitado, y en el caso de que se decida el cambio a versiones superiores de los componentes o directamente el cambio de tecnología, este cambio deberá requerir el mínimo de recursos posibles para ser llevado a cabo. En especial la información contenida en las tablas de la base de datos empleada deberá ser fácilmente exportable a otro sistema. SOLUCIONES ADOPTADAS Acceso a la información, implantación y mantenimiento La solución adoptada se basa en la aplicación de tecnologías web.
Selección de focos
Esta solución permite la adopción de medidas de seguridad en el acceso, adicionales a las implementadas en la propia aplicación, mediante el uso de VPN (red privada virtual, por sus siglas en inglés), certificados digitales, etc. Se ha optado por emplear software de código abierto (Open Source) como base tecnológica de la aplicación, eligiendo soluciones de confianza que llevan ya muchos años siendo empleadas y que cuentan con una amplia base de usuarios a nivel particular, comercial e institucional, lo que además de aval de la calidad de las mismas garantiza su continuidad. Además, el uso de software independiente de la plataforma permite su empleo desde cualquier sistema (Windows, Mac, Linux…). La aplicación se ha diseñado basada en un sistema de asignación de privilegios asentados en ‘roles’ y administración. Los ‘roles’ indicarán las acciones permitidas a cada usuario, y la administración los datos a los que puede acceder. Se mantiene el sistema de inventario centralizado de forma que se pueda extraer información y realizar estudios a nivel nacional, además de autonómico o provincial. ARQUITECTURA, PATRÓN DE DISEÑO Y NIVELES l núcleo de la aplicación es una base de datos a la que se realizan peticiones, tanto de consulta como de incorporación de información. Se trata de mantener un repositorio de
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información centralizado, de forma que se pueda gestionar la información desde múltiples puestos. La solución es una aplicación web con la clásica arquitectura en tres capas: capa de presentación, capa de negocio y capa de datos. Esto permite conjugar el mantenimiento centralizado de la aplicación con un rápido despliegue de la misma, sin necesidad de instalar ningún software específico en los puestos de trabajo. Esta arquitectura se estructura en un sistema de tres niveles lógicos: cliente, servidor de aplicaciones y servidor de base de datos. La infraestructura de la aplicación emplea los siguientes subsistemas: Apache 2 como servidor web y PostgreSQL como servidor de base de datos (encargado de almacenar la información persistente de la aplicación: datos de focos, de usuarios y de configuración de la aplicación). La aplicación se ha desarrollado empleando las siguientes versiones de lenguajes de programación: • Nivel de cliente: HTML 5 y Javascript (ECMAScript 2015). Lenguajes interpretados que se ejecutan en el navegador del cliente. • Nivel de servidor de aplicaciones: PHP 7. El intérprete del código se ejecuta como un módulo de PHP dentro del proceso Apache (mod_ php). • Nivel de base de datos: Se emplea el sistema de base de datos relacional PostgreSQL (versión 9.6).
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En este nivel se emplean funciones implementadas en PL/pgSQL para realizar un pre-procesado de la información. EL núcleo de la aplicación (la mayor parte de la capa de negocio y parte de la de presentación) se ha implementado en PHP empleando el entorno de trabajo Laminas Framework. Este entorno está basado en un patrón Modelo-Vista-Controlador que permite separar conceptual y lógicamente la recepción de información y peticiones del cliente, su procesado y la presentación de la respuesta. Para la funcionalidad GIS de la aplicación se emplea la librería OpenLayers 5.3.0, desarrollada en JavaScript. ESQUEMA DE FUNCIONAMIENTO os usuarios autorizados pueden dar de alta focos de seca, y dentro de estos focos indicar los diferentes parcelas catastrales por las que pudieran extenderse y guardar la información de las distintas revisiones del foco, incluyendo los análisis de suelos o muestras vegetales que se puedan realizar en busca de patógenos relacionados con este problema.
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Criterios La primera concesión es respecto a la realidad física del fenómeno de la seca y está relacionada con la división administrativa en que se basa la aplicación. Los focos son fenómenos que no conocen de límites administrativos, y un mismo foco situado en las cercanías del lugar conocido como “Los Tres Mojones”, en la cabecera del embalse de La Serena, podría extenderse incluso por tres comunidades autónomas distintas. Dado que cada comunidad es competente en su territorio, la posibilidad de estos focos ‘intercomunitarios’ ha obligado a que sea necesario considerar como distintos focos las superficies de un mismo foco que se extienda por dos o más autonomías. Por supuesto la ficha de foco incluye un campo de observaciones generales donde se podrá indicar esta circunstancia, nombrando el o los códigos de foco correspondientes a su extensión fuera de cada comunidad autónoma. Otro tema importante a considerar es la identificación del foco. Cada co-
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Visualización geográfica
munidad tiene sus criterios a la hora de identificar un foco, a veces cambiantes incluso dependiendo de la campaña en la que se ha localizado. Por ello se ha optado por identificar cada foco unívocamente con un código formado a partir del nombre de la comunidad y un número secuencial asignado automáticamente al dar de alta el foco. El identificador empleado por la comunidad responsable se preserva y se pueden realizar búsquedas mediante el mismo, pero no se hace ninguna comprobación de existencia o unicidad de este código, considerándose simplemente como un texto libre a nivel de base de datos. Como se ha indicado un mismo foco se puede extender por varias unidades administrativas distintas. Una vez asignado un foco a una comunidad autónoma se pueden indicar las distintas unidades por las que se extiende, tomando como tal unidad la finca catastral. También se incluye la posibilidad de incorporar los códigos REGA (Registro general de explotaciones ganaderas) y REGEPA (Registro General de la Producción Agrícola) de las fincas afectadas. La aplicación permite localizar focos empleando cualquiera de estos datos. Indicando total o parcialmente códigos de foco (código de la comunidad o general), catastral o de explotación. Se buscarán y mostrarán los focos que se correspondan con la información suministrada.
Capacidad SIG Una aplicación con un fuerte componente territorial no estaría completa sin un componente de un sistema de información geográfica (SIG) que permita al menos un tratamiento básico de la información cartográfica. En concreto la aplicación permite identificar y seleccionar focos a partir de su ubicación sobre un mapa, así como planimetrar sus distintas extensiones en cada uno de los controles que se le realicen. Todo esto se realiza a través de un módulo SIG que para facilitar estas tareas permite la incorporación de capas locales y remotas, configurando su visualización (capas visibles y orden de representación) según las preferencias particulares de cada usuario. Así por ejemplo empleando las capas adecuadas ya incluidas (catastro, SIGPAC…) es fácil identificar las distintas unidades administrativas por las que se extiende el foco para incorporar esta información a la documentación del mismo. Información de cada foco Siguiendo las conclusiones del subgrupo de trabajo de inventario y seguimiento de focos de seca se ha partido de la ficha empleada por la comunidad autónoma de Extremadura (diseñada para el inventario que realizó dicha comunidad en los años 2003-2004) con el fin de determinar la información que podrá almacenarse de cada foco. Los datos recogidos 2020. N.o 78
en esta ficha se han ampliado y modificado para adaptarla a su procesado electrónico, incluyendo además, nuevos campos que se ha considerado actualmente de interés para la caracterización y estudio presente de los focos. La información incluida puede agruparse en varios bloques: • Información general del foco: incluyendo ubicación geográfica del mismo (centroide aproximado) y códigos de identificación. • Información de localización: indicando cada una de las parcelas catastrales por las que se extiende el foco y sus datos administrativos. • Inspecciones en campo: cada revisión en campo puede ser consignada independientemente, identificándose por la fecha de visita. La información que se incorpora en cada visita se compone de los siguientes bloques: - Fisiografía, geología y edafología del foco - Vegetación (arbórea, arbustiva y herbácea) y su caracterización - Aprovechamientos (selvícolas, agrícolas y ganaderos) - Caracterización propia del foco (forma del mismo, extensión, edad, velocidad de crecimiento…) - Clasificación de los daños en la vegetación (descripción y dominancia ordenada de los sín-
tomas, grados de daño…) Presencia de otras enfermedades o plagas. - Árboles escape presentes - Información sobre la toma de muestras y análisis realizados en cada la visita (tipo de muestras, agentes nocivos buscados y resultados). CONCLUSIONES a existencia de un inventario común centralizado de información sobre la seca permite normalizar la información recopilada sobre los focos en las distintas comunidades españolas. Esto facilita enormemente el estudio de este fenómeno a una escala nacional y el procesado de la información de forma automática, abriendo la puerta a técnicas de “minería de datos” en el momento en que la cantidad de información almacenada lo permita. Con esta aplicación se pretende facilitar el procesado de la información referida al fenómeno de la seca, que continua siendo de gran importancia en un escenario de cambio climático y obtener información del problema a niveles geográficos superiores, fuera de los ámbitos propios autonómicos. Evidentemente al tratarse de la primera herramienta de esta naturaleza destinada a la gestión de información de la seca en su conjunto serán muchas las mejoras que puedan proponerse cuan-
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GLOSARIO • Apache 2: Apache HTTP Server Project v2 (Proyecto de Servidor HTTP Apache v2). Es un servidor de páginas web publicado por primera vez en 1995. • Bootstrap: Librería (conjunto de funciones) de JavaScript orientada a la interacción con CSS y la presentación de la información. • CSS: Cascade Style Sheets (Hojas de Estilo en Cascada). Ficheros que indican la presentación de los distintos elementos de una página web (fuente, tamaño de texto, colores, etc.). • HTML: Hyper Text Marckup Lenguage (Lenguaje de marcas de hipertexto). Es el lenguaje que describe la información incluida en una página web, junto con la estructura básica de su presentación. Su especificación es también mantenida por el W3C, y puede consultarse en https://www.w3.org/TR/html52/ • HTTP: Hyper Text Transport Protocol (Protocolo de Transferencia de Hipertexto). Protocolo que permite el acceso a servidores web a través de un navegador de internet • JavaScript: Lenguaje de programación que permite indicar
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do su uso continuado permita explorar todas las posibilidades que ofrece. Al ser además un producto escalable sus posibilidades de conexión con otras BBDD o fuentes de información son ilimitadas lo que multiplica su potencialidad; apuntando además hacia un horizonte, no solo del conocimiento respecto a las características naturales y de gestión de las áreas afectadas, sino también en aras del rescate y recuperación de dichas áreas golpeadas por este síndrome. AGRADECIMIENTOS Endesa; Enel Green Power; Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, Subdirección General de Política Forestal y lucha contra la Desertificación); Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria, Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal; Gobierno de Castilla-La Mancha (Consejería de Desarrollo Sostenible); Junta de Andalucía (Conserjería de La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible); Junta de Extremadura (Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio); Comunidad de Madrid (Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad).
al navegador web la respuesta a determinadas acciones del usuario, respuestas como como revisar y enviar un formulario, abrir o cerrar ventanas dentro de la página, etc., permitiéndolas comportarse de forma interactiva con el usuario. JQuery: Librería de uso general para su empleo en JavaScript. OpenLayers: Librería de JavaScript orientada a la presentación cartográfica de la información. PHP: PHP Hypertext Preprocessor (Preprocesador de Hipertexto). Preprocesador que permite generar páginas HTML dinámicas para ser enviadas al cliente desde el servidor. PostgreSQL: Sistema de base de datos relacional que acepta peticiones en lenguaje SQL. También acepta la definición de funciones en distintos lenguajes, incluyendo PL/pgSQL. VPN: Red Privada Virtual (Virtual Private Network). Sistema que permite conectar dos redes o equipos separados a través de internet, como si estuvieran en la misma red física. Zend Framework 2/Laminas Framework: Entorno de trabajo basado en PHP. Laminas es la continuación del proyecto Zend al pasar su gestión de Rogue Wave Software a la Linux Foundation.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
El equipo de diagnóstico de la seca (EDS). Una herramienta pública para apoyar a las dehesas en Andalucía M.ª Luisa Sillero Almazán1, Sixto Rodriguez Riveriego1, Ricardo Alarcón Roldán2 1Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA). Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Junta de Andalucía 2Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Junta de Andalucía
Las dehesas representan un agroecosistema único en la península ibérica, fruto de un manejo ancestral del arbolado, los pastos y la ganadería, que ha permitido llegar hasta nuestros días un paisaje y una actividad agrícola y forestal característica de numerosas comarcas y provincias españolas y portuguesas. Como sistema agrario y forestal, la dehesa se ha caracterizado secularmente por su carácter multiproductivo, obteniéndose un conjunto muy diverso de bienes. A una base fundamentalmente ganadera se le suman las producciones cinegéticas, de corcho, bellota, leña, etc. Desde hace tiempo se tiene conciencia de que la dehesa no se limita a producir bienes y servicios comerciales. La protección del suelo frente a la erosión, el almacenamiento y secuestro de carbono, el servir de hábitat para la biodiversidad o su dimensión paisajística y cultural son aspectos de gran relevancia que gozan cada vez de un mayor reconocimiento y valoración. En Andalucía las formaciones adehesadas ocupan en torno a 1,2 millones de hectáreas en casi cien municipios de nuestra comunidad, y unas 14.000 explotaciones donde se gestiona una cabaña ganadera de más de 3 millones de cabezas de ganado ovino, bovino, caprino y porcino, lo que da una idea de la importancia económica, ambiental y social de este sistema agrosilvopastoral. Sin embargo, la dehesa no está exenta de amenazas que ponen en riesgo su futuro y el de las personas que las habitan y se dedican a su aprovechamiento. El decaimiento forestal asociado al cambio global, la falta de regeneración del arbolado y los problemas fitosanitarios son algunas de estas amenazas a las que debemos hacer frente.
EL PROBLEMA DE LA “SECA” n las últimas décadas del siglo XX se empezó a observar la aparición de un número elevado de ejemplares de encinas y alcornoques vegetando con dificultad, y que con frecuencia acababan muriendo. Esta situación se englobó bajo el término “seca”, enten-
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dido como un estado del arbolado en el que, sin entrar a determinar su origen, se aprecia un deterioro que puede acabar en su muerte. Con el paso del tiempo, la “seca de los Quercus” se ha convertido en un término coloquial asociado a un tipo de daño que afecta al arbolado de 2020. N.o 78
las dehesas y otros montes de especies del género Quercus (alcornocales y encinares densos), y que se caracteriza por mostrar un desarrollo vegetativo deficiente, lánguido, moribundo o, llegado el caso, muerto. Este progresivo deterioro y muerte de árboles, junto con la falta de regeneración del arbolado, son motivos de honda preocupación social, tanto en Andalucía como en el resto de su ámbito de distribución en España y Portugal, que trasciende la vertiente productiva o ambiental de la dehesa. Los síntomas asociados a la “seca” son inespecíficos y similares a los provocados por otras afecciones que provocan la desecación total o parcial de la planta, observándose usualmente una pérdida progresiva de hojas, aunque también puede manifestarse como una muerte prácticamente súbita del árbol. Este concepto engloba situaciones semejantes pero provocadas por causas diferentes, haciendo imposible encontrar una solución única para todas ellas. Sólo la realización de un diagnóstico de laboratorio, que determine a los agentes nocivos implicados y el grado de participación de cada uno de ellos, permitirá clarificar la situación. La identificación del agente (o agentes) responsable supondrá el abandono del término “seca” en favor del correspondiente en función de la causa establecida. En este sentido, es crucial detectar la posible presencia de patógenos del suelo responsables de la enfermedad conocida como podredumbre radical, por su relación con los procesos de mortandad de las especies del género Quercus. Estos patógenos son oomicetos del género Phytophthora, fundamentalmente P. cinnamomi, pero también diferentes especies del género Pythium. Su detección y aislamiento es fundamental para establecer un diagnóstico, pasando en este caso de hablar de un problema genérico de “seca” a hablar de podredumbre radical de los Quercus. EL EQUIPO DE DIAGNÓSTICO DE LA SECA a complejidad para identificar la causa o causas, bióticas o abóticas, que pueden estar detrás de la muerte del arbolado de la dehesa,
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así como las dificultades para poder facilitar una “receta” sencilla para su solución, es lo que animó a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía a poner en marcha un servicio que ayudara a los propietarios de las dehesas y montes de Quercus a conocer el agente o agentes causales responsables de la “seca” y poder ofrecerle las recomendaciones adecuadas en base al conocimiento científico disponible. Andalucía ya venía realizando un importante trabajo en este ámbito, desde la década de 1990, estableciendo convenios entre la administración forestal andaluza y centros de investigación (universidades de Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla e INIA) para profundizar en el conocimiento de los agentes implicados, ensayar medidas a adoptar y poner en marcha de herramientas para la vigilancia del estado del arbolado, y se ha contado con el apoyo de empresas públicas como Egmasa y, posteriormente, la Agencia de Medio Ambiente y Agua a través del Equipo de Técnicos de Equilibrios Biológicos. Igualmente se pusieron por primera vez en España herramientas para contar con asesoramiento técnico cualificado a través de las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (ATRIAS) de dehesa. Un importante hito lo marcó en 2013 el proyecto europeo Life bioDehesa, donde se desarrollaron actuaciones específicas sobre la “seca” como manuales de trabajo de campo, diagnóstico de laboratorio, procedimientos para obtención de planta de vivero, material didáctico y de divulgación o recomendaciones basadas en situaciones reales en una red de fincas colaboradoras. Este proyecto sentó las bases para el diseño y puesta en marcha del Equipo de Diagnóstico de la Seca (EDS). El EDS es un servicio público que ofrece apoyo a los propietarios de dehesa y montes de Quercus, para el diagnóstico de la causa que se encuentra detrás del problema de la “seca” que afecta a sus explotaciones, y proporciona las recomendaciones oportunas para una mejor gestión de las mismas. Se trata de
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un servicio gratuito, disponible para todos los propietarios de Andalucía que lo soliciten. Los trabajos del EDS son llevados a cabo por un equipo de técnicos cualificados y especialmente formados pertenecientes a la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA). El acceso al servicio del EDS comienza con una sencilla solicitud por parte de los propietarios. Para ello se cuenta con la colaboración de las organizaciones profesionales agrarias y forestales de Andalucía, así como con las Oficinas Comarcales Agrarias (OCA), la unidad administrativa de la Consejería más cercana al medio rural, y donde los interesados son atendidos, se recaban los datos necesarios y se les informa sobre el funcionamiento del servicio. A partir de ese momento, un técnico del EDS se hace responsable de la petición y contacta con la persona interesada para llevar a cabo la visita a la explotación de dehesa o monte. La visita de campo es el eje central del trabajo del EDS; en ella el técnico, acompañado por una persona conocedora de la explotación, realiza un análisis detallado de la misma, de su manejo, su situación actual y pasada, e identifica y localiza las
zonas afectadas por problemas fitosanitarios o donde se aprecia mortandad o senescencia del arbolado. El EDS trabaja con un enfoque integral, intenta abordar de manera global la problemática de la dehesa y trata de identificar las causas que pueden estar detrás de la muerte del arbolado. Sin embargo, dada la gran importancia que tiene la presencia de los patógenos de suelo Phytophthora cinnamomi y Pythium spiculum como responsables de graves problemas de mortandad de las especies de
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Quercus de las dehesas españolas, el equipo técnico del EDS lleva a cabo un seguimiento especial de dichos organismos nocivos. En ese sentido, han recibido una formación teórica y práctica específica para la identificación de síntomas, toma de muestras de suelo y delimitación de focos de podredumbre radical. Dado que la presencia de los principales patógenos responsables de la podredumbre radical de los
Quercus solo es posible mediante la aplicación de técnicas específicas de laboratorio, el diagnóstico de los citados patógenos es uno de los elementos fundamentales del trabajo del EDS. En ese sentido, el proyecto se apoya en cuatro centros públicos especializados en patología vegetal pertenecientes a la Red de Laboratorios de Producción y Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Con la información recabada en la visita a la explotación, la toma de muestras y los resultados de laboratorio, el EDS redacta un informe técnico en el que se identifica la causa o las causas responsables de la mortandad del arbolado y se realizan una serie de recomendaciones en función del agente causal. Especial importancia reciben las recomendaciones en aquellos casos
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en los que se detecta un problema de podredumbre radical por la presencia de Phytophthora cinnamomi o Pythium spiculum. En paralelo, el EDS también lleva a cabo una importante función divulgadora. Para ello se han editado folletos y carteles informativos sobre el propio proyecto y sobre las recomendaciones para una gestión integral de la dehesa. Del mismo modo, se han organizado charlas informativas en las principales zonas de dehesa de Andalucía y en las que se tratan las cuestiones más relevantes sobre el problema de la seca y de la podredumbre radical de los Quercus. Desde su puesta en marcha en octubre de 2019 hasta la fecha el EDS ha realizado ha realizado 100 visitas a explotaciones, de las que se han tomado 294 muestras y en las que se han efectuado más de 700 determinaciones de laboratorio. En resumen, podemos concluir que el EDS es un proyecto fruto de una amplia coordinación interna y que es una potente herramienta de para mejorar la conexión entre la dehesa y la investigación, la formación y la transferencia de resultados.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
El nematodo del pino, una permanente amenaza para nuestros pinares Juan Pajares Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible. iuFOR. U. de Valladolid-INIA.
El marchitamiento del pino, causado por el nematodo invasor Bursaphelechus xylophilus y transmitido por el insecto nativo Monochamus galloprovincialis amenaza gravemente nuestros pinares. Se han declarado en nuestro país seis focos de infección, tres de ellos aún activos, en los que se aplican planes de contingencia para su erradicación, que incluyen inspecciones, saneamiento de pies con decaimiento, trampeo del insecto vector y restricciones de cortas, labores selvícolas y movimientos de madera. La mejora genética en busca de resistencia es una estrategia de manejo integrado a medio plazo; ya se ha iniciado en España un programa de mejora de Pinus pinaster frente al nematodo. No existen medidas a escala forestal frente al nematodo, aunque se han estudiado nematicidas y organismos nematófagos. Un sistema de trampeo efectivo es utilizado hoy sistemáticamente para el monitoreo y control del insecto vector. Una cepa del hongo entomopatógenos Beauveria pseudobassiana ha demostrado su aptitud para el control biológico del insecto vector y desarrollos recientes han mostrado que puede lograse su aplicación operativa mediante técnicas de auto diseminación. La amenaza de expansión de la enfermedad a medio plazo obliga a estrategias de contención que incluyan el manejo forestal para aumentar la resiliencia de las masas frente a la enfermedad. Debe avanzarse en el conocimiento de las condiciones forestales y de gestión que influyen en las poblaciones de los vectores. Las medidas de erradicación han evitado la expansión de la enfermedad y deben mantenerse y mejorarse mientras nos preparamos para la aplicación de la mejora genética y del manejo forestal.
EL MARCHITAMIENTO DEL PINO: EL NEMATODO DEL PINO Y SUS INSECTOS VECTORES a enfermedad del marchitamiento del pino es un buen ejemplo de los procesos que ocurren cuando agentes virulentos invaden nuevos ecosistemas forestales, donde encuentran
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hospedantes susceptibles y vectores apropiados. Esta enfermedad es el resultado de una compleja interacción entre un nematodo, un hospedante y un insecto vector. Otros organismos, como diversas bacterias asociadas al nematodo, podrían también formar parte de este complejo sistema. 2020. N.o 78
El nematodo del pino o de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus) puede vivir como saprófito sobre árboles muertos, como sucede en su área de origen, o dañar letalmente el parénquima y las células epiteliales de los canales resiníferos en los hospedantes susceptibles. Este nematodo requiere necesariamente de un insecto vector para su dispersión a nuevos hospedantes: exclusivamente especies de cerambícidos del género Monochamus, insectos secundarios que colonizan el floema y xilema de
pinos, o de partes de ellos, recién muertos o moribundos. En España se encuentran dos de estas especies, M. sutor, restringido a la zona pirenaica, y M. galloprovincialis, ampliamente distribuido por nuestros pinares y la única en que se ha demostrado su papel como vector de la enfermedad. Es una especie univoltina que oviposita en heridas de puesta realizadas en la corteza, y cuyas larvas se alimentan inicialmente del floema y luego del xilema, construyendo finalmente una cámara pupal en el interior de la ma-
dera donde se transforman en pupa y adulto. Una vez emergidos, los nuevos adultos se alimentan del floema de los ramillos jóvenes de árboles sanos para su maduración sexual y mantenimiento vital a lo largo de su vida, que transcurre de mayo a octubre (Fig. 1). Aunque es una especie secundaria, su papel como vector del letal B. xylophilus le ha conferido una singular relevancia como plaga. El ciclo del nematodo incluye dos fases, una propagativa o de multiplicación con cuatro estadios larvarios
Figura 1. Adulto macho de Bursaphelechus xylophilus (Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos, Junta de Castilla y León) y ciclo vital de Monochamus galloprovincialis: hembra realizando la puesta, mordeduras de puesta, galería larvaria en el floema/xilema, larva en el xilema, orificio de emergencia del adulto, adulto alimentándose de ramillas de pino (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR) Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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(JI a JIV) antes de transformarse en adulto, y otra dispersiva con dos estadios, larva dauer JIII de resistencia y larva dauer JIV para ser transportada por el vector. Todo el ciclo de infección y reproducción del nematodo está estrechamente vinculado a su insecto vector (Fig. 2). La larva dauer JIV, se forma cuando éste se transforma en adulto dentro de su cámara de pupación y es llevada hasta un nuevo árbol, donde se introducirá durante la fase de alimentación del adulto de Monochamus en las ramillas de los árboles sanos susceptibles, que enfermarán, o durante la puesta en árboles moribundos o muertos. Una vez en el nuevo árbol, las larvas JIV del nematodo mudarán a adultos y comenzarán a reproducirse (fase de multiplicación). Transcurrido un tiempo desde la infección, comienza la fase de
dispersión del nematodo, cuando sus larvas pasan al estadio dauer JIII, resistente a condiciones adversas, que se transformarán en dauer JIV en las cámaras de pupación de los vectores que hayan colonizado el árbol cuando el insecto adulto esté formado, introduciéndose en él y siendo transportadas fuera del árbol al producirse la emergencia. Cuando los nuevos adultos se alimenten obligatoriamente en el floema de las ramillas en la copa de los pinos sanos, el nematodo abandonará entonces al vector y penetrará en el árbol por las mordeduras de alimentación, infectándolo y reproduciéndose en él si es susceptible. Como consecuencia, el árbol morirá en unas pocas semanas o meses, nuevos insectos se reproducirán sobre el árbol muerto y adquirirán los nematodos que serán nuevamente transmitidos.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y SITUACIÓN ACTUAL l nematodo del pino es nativo de Norteamérica donde, como resultado de su coevolución con los pinos nativos, estos presentan un alto grado de resistencia, si bien se han registrado infecciones en especies exóticas. Este patógeno ha ocasionado efectos catastróficos en el paisaje, en la genética de las especies hospedantes susceptibles y en la economía forestal allí donde se ha expandido. El nematodo del pino fue inicialmente introducido en los bosques de Japón a comienzos de siglo XX (1905), extendiéndose por todo el país y causando una alta mortandad sobre Pinus densiflora y P. thunbergii. Posteriormente, el nematodo se propagó por el sureste de China (1982), Taiwan (1983) y Corea (1988), afectando a centenares de miles de hectáreas de pinos y causando
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Figura 2. Ciclo de infección del nematodo del pino
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la muerte a millones de árboles, especialmente de Pinus koraiensis y P. luchuensis. Actualmente siguen apareciendo nuevos focos y causando importantes pérdidas medioambientales en estos países asiáticos, aunque su ritmo se ha reducido fruto de los esfuerzos para su prevención y control. En 1998 la enfermedad fue detectada sobre Pinus pinaster en la bahía de Setúbal en Portugal, donde llegó a establecerse una zona demarcada superior a un millón de hectáreas. Pese a las medidas de erradicación establecidas, en 2008 todo el territorio continental portugués fue declarado zona infectada, apareciendo más tarde en Madeira. La Unión Europea declaró a B. xylophilus organismo de cuarentena, y ha obligado a los países miembros a la aplicación de planes de contingencia que incluyen inspecciones anuales periódicas para demostrar la ausencia del patógeno en su territorio. El primer foco en España fue detectado en Villanueva de la Sierra (Cáceres) en 2008, a menos de 40 km de la frontera portuguesa. Desde entonces se han declarado en nuestro país otros cinco focos de infección del nematodo: As Neves (Pontevedra; 2010, ampliado en 2016 y 2018), Valverde del Fresno (Cáceres; 2012), SanctiSpíritus (Salamanca; 2013), Lagunilla (Salamanca; 2018) y, el más reciente, nuevamente en Valverde del Fresno (2019) a 8 km del foco de 2012. De estos focos, todos ellos cercanos a la frontera con Portugal (el más lejano, Lagunilla, está a 70 km), únicamente se encuentran activos los de As Neves, Lagunilla y el último de Valverde del Fresno, mientras que los demás han sido declarados erradicados (Fig. 3). En nuestro país la especie afectada es Pinus pinaster, aunque también se han detectado pies infectados de P. nigra y de P. radiata. De las restantes especies de pinos de la península ibérica, P. sylvestris podría verse severamente dañada, ya que en Norteamérica se ha visto afectada y, además, ha resultado ser muy susceptible en diferentes ensayos de inoculación. Por el contrario, ni P. pinea ni P. halepensis se han visto infectadas hasta ahora en Portugal o en España y diferentes ensayos de inoculación han mostrado
Figura 3. Focos del nematodo del pino (los focos activos aparecen en rojo) y predicción de la expansión del marchitamiento del pino en España (Modificado de De la Fuente et al., 2018).
Figura 4. Corta de erradicación a matarrasa de 3 km de radio alrededor del árbol infectado en el foco de Villanueva de la Sierra (Cáceres, 2008).
su escasa o nula susceptibilidad, por lo que son actualmente consideradas especies muy resistentes al patógeno. Desde su aparición en Europa, la Unión Europea, a través de su comité fitosanitario permanente, ha ido elaborando y modificando distintas decisiones de la Comisión Europea para evitar la propagación de este organismo de cuarentena (vigente la Decisión de Ejecución de la Comisión 2012/535/ UE) con varias modificaciones posteriores), mediante su erradicación, o su contención cuando no sea posible,
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y cuyo cumplimiento obliga a los países miembros a través de sus planes de contingencia nacionales y autonómicos en el caso de España. Inicialmente, las medidas de erradicación implicaron la corta y destrucción de todos los árboles susceptibles en un radio de tres kilómetros alrededor del foco de Villanueva de la Sierra (Fig. 4). Posteriormente, la evidencia científica ha mostrado la inutilidad y el efecto contraproducente de tales cortas, por lo que la eliminación del arbolado susceptible fue reduciéndose a radios de
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1500 m, 500 m y actualmente de 50100 m alrededor del árbol o arboles infectados (Robinet et al., 2020). Los planes de contingencia, una vez que el nematodo ha sido detectado en un territorio, establecen una zona demarcada alrededor del foco, habitualmente de 20 km de radio, y las medidas específicas a aplicar se desarrollan en planes de acción, diseñados ex profeso y renovados anualmente, que incluyen inspecciones sistemáticas y dirigidas sobre las especies vegetales susceptibles en campo, en industrias de la madera o en materiales en circulación mediante el control de vehículos en carreteras en los límites de las zonas demarcadas. Además, se incide en el control del insecto vector mediante el saneamiento de pies con decaimiento y su trampeo masivo, así como en restricciones de cortas y todo tipo de labores selvícolas en el área demarcada y de movimientos de madera fuera de la misma (por ejemplo, sólo en 2019 en Castilla y León se analizaron 4.037 muestras de madera procedentes de 5.472 pies y 11.901 muestras de M. galloprovincialis procedentes de 108.036 capturados; Fig. 5). El desarrollo de la enfermedad, además del patógeno, del insecto vector y de un hospedante susceptible, requiere la prevalencia de temperaturas suficientes, que un modelo ha establecido en un umbral de 19,14 ºC para la temperatura media del verano (junio-agosto). Aunque los resultados de estos modelos implican que la enfermedad probablemente no se desarrollaría en los pinos silvestres sanos, especialmente en el centro y norte de Europa, la situación empeoraría sustancialmente bajo las condiciones previstas por el cambio climático de aumento de temperaturas y de estrés que favorecen la manifestación de la enfermedad (Gruffudd et al., 2016). Los modelos de expansión contemplan, sin embargo, un grave escenario para muchas masas de pinares en el centro, este y sur de Europa, como en la península ibérica, con pérdidas económicas estimadas en nuestro país en cerca de 12 mil millones de euros para el periodo 2008-2030. Se ha pronosticado la extensión de la enfermedad por dispersión natural del vector a Galicia en 2022 y a Castilla
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Figura 5. Inspecciones en los planes de contingencia. Detección de pies con decaimiento desde helicóptero o desde tierra, toma de muestras de madera en árbol o en material en circulación. (Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos, Junta de Castilla y León).
y León y Extremadura en 2026 (De la Fuente et al., 2018) (Fig. 3), si bien, gracias a la aplicación efectiva de los planes de contingencia, hasta la fecha la enfermedad continúa restringida a zonas próximas al país vecino. MANEJO DE LA ENFERMEDAD Las acciones para manejar la enfermedad pueden enfocarse sobre cualquiera de los tres principales organismos implicados: hospedante, patógeno y vector. La mejora genética en busca de resistencia al nematodo en los hospedantes susceptibles, un proceso que requiere de cierto tiempo, espacio y recursos económicos, es quizás la principal estrategia a largo plazo. Esta mejora fue iniciada a finales de la década de 1970 en los países asiáticos, donde ya se han obtenido clones
resistentes de Pinus densiflora, P. thunbergii (Japón) y P. massoniana (China). Aunque aún no se han seleccionado clones resistentes para las especies de pino europeas, estudios iniciados recientemente en España y Portugal han mostrado diferencias significativas en la susceptibilidad al nematodo de P. pinaster (Menéndez et al., 2018), lo que indica que la resistencia al nematodo es un carácter heredable. Estos trabajos están permitiendo avanzar en la obtención de pinos resistentes, en la determinación de los genes ligados a esta resistencia y en la búsqueda de métodos no destructivos para evaluar los materiales genéticos de una forma más rápida (Fig. 6). Más allá del saneamiento de los árboles infectados, fundamento de los planes de contingencia para el 2020. N.o 78
control de la enfermedad, el manejo a través de métodos dirigidos contra los otros dos componentes del sistema, patógeno y vector, es especialmente complejo. No existen actualmente disponibles medidas efectivas a escala forestal dirigidas directamente frente al nematodo. Se ha estudiado la inyección de nematicidas para proteger árboles individuales de gran valor y recientemente se ha planteado el control biológico del nematodo a través de organismos nematófagos, como el hongo endoparásito Esteya vermicola que ha obtenido resultados prometedores sobre plántulas de pino en China (Zhen et al., 2017) y una de cuyas cepas se encuentra patentada para su uso frente al nematodo. Un reciente proyecto se encuentra explorando actualmente esta nueva posibilidad de manejo en nuestro país (Fig. 6). Sin duda, la opción actualmente más factible de manejo de la enfermedad del marchitamiento del pino de forma operativa se articula a través del insecto vector. El desentrañamiento de las señales químicas implicadas en la comunicación a distancia en M. galloprovincialis, y de otras especies del género, ha conducido a importantes desarrollos prácticos para el manejo de estos vectores. Un sistema de trampeo efectivo, consistente en un cebo altamente atractivo (Galloprotect 2D; Álvarez et al., 2016a) y en una trampa eficiente para capturar insectos vivos (Álvarez et al., 2015), está hoy disponible y es utilizado sistemáticamente para el monitoreo y control del insecto vector en los pla-
Figura 6. Arriba a la izquierda: Manejo integrado. Selección de plántulas de P. pinaster resistentes al NP (Fotografía de Centro de Investigación Forestal de Lourizán, Xunta de Galicia). Hifas de hongo nematófago estrangulando un nematodo (Fotografía de Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos, Junta de Castilla y León). Hongo entomopatógeno sobre vector adulto (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR). Trampeo de Monochamus galloprovincialis con trampas de aleta cruzada y de embudos múltiples.
nes de contingencia (Fig. 6). El sistema no sólo es útil para la determinación de la presencia, distribución y fenología de los insectos vectores, sino que también permite la detección del nematodo en los insectos. Puede ser utilizado, además, para la reducción directa de las poblaciones del vector de forma operativa en zonas de alto riesgo, pues se ha encontrado que el 95 % de la población podría ser retirado con una densidad algo menor de una trampa/ha y se ha estimado que
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con la mitad de trampas lograría conducirse a la población a su casi extinción local en unos años (SánchezHusillos et al., 2015). Se han encontrado diversos agentes que podría ser utilizados para el control biológico de los insectos vectores, como algunos coleópteros e himenópteros parasitoides o nematodos entomopatógenos en Asia, aunque sus aplicaciones prácticas no han llegado a desarrollarse. Por otro lado, se ha observado que algunos hongos
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entomopatógenos parecen ser los principales agentes bioreguladores de las poblaciones de estos insectos vectores, lo que les confiere un gran potencial como agentes de control biológico. Se han encontrado diversas cepas del hongo Beauveria bassiana muy virulentas sobre M. alternatus en Asia y una cepa de B. pseudobassiana, aislada sobre M. galloprovincialis en España, ha mostrado una alta virulencia frente al insecto vector, causando una mortalidad completa de los insectos adultos en ensayos de laboratorio (Álvarez et al., 2016b) (Fig. 6). La aplicación operativa de estos agentes biológicos en el medio forestal, sin embargo, encuentra importantes limitaciones, especialmente frente a los estadios larvales subcorticales. Se han propuesto diversos métodos para liberar a estos agentes, como la pulverización directa o la inoculación manual, pero no han resultado suficientemente efectivos. La estrategia de auto diseminación, en particular las tácticas conocidas como “atrae e infecta”, pueden permitir la aplicación operativa de hongos entomopatógenos en las masas forestales. Estas tácticas requieren un sistema eficiente para “atraer” a los insectos hacia trampas o estaciones donde son capturados vivos, seguidamente “auto-infectados” con el agente biológico y “auto-liberados”, de forma que sean capaces de diseminar el organismo entomopatógenos entre su propia población. Estudios recientes han desarrollado un método práctico para la auto-diseminación de B. pseudobassiana entre la población del vector mediante estas tácticas, cuya efectividad fue testada en una masa forestal de pino resinero utilizando trozas como material hospedante. Los resultados mostraron que se redujo hasta la mitad la emergencia de nuevos adultos en las trozas tratadas, y hubo una menor supervivencia de la progenie larvaria en todas sus fases, lo que muestra que esta nueva herramienta podría ser útil en reducir la población los insectos vectores a una escala forestal (Sacristán et al., 2017). Es indudable que si contemplamos el escenario a medio plazo, más allá de la erradicación de los focos actuales o futuros, la amenaza permanente de
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la expansión de la enfermedad obliga a abordar estrategias de contención que incluyan el manejo forestal. Las poblaciones de los insectos vectores, como especies secundarias incapaces de generar su propio material hospedante, excepto cuando transmiten el patógeno, dependerán de su disponibilidad en la masa, lo cual estará ligado a las características forestales (especies, edad, estructura, densidad, fragmentación) y de gestión (selvicultura, aprovechamientos), que pueden manejarse. Actualmente existe un gran desconocimiento de las condiciones forestales que influyen en la abundancia poblacional de estos insectos, y resulta imprescindible avanzar en este conocimiento. Por ejemplo, se ha encontrado que el pino piñonero resulta inadecuado como hospedante para M. galloprovincialis y que sus poblaciones están ausentes en las masas puras de este pino. La utilización de esta especie en mezcla con otros pinos susceptibles, como el resinero, podría aumentar la resiliencia de las masas frente a esta enfermedad al reducir la población del vector, como ha sido mostrado en un estudio reciente. En conclusión, el marchitamiento del pino continúa representado una letal amenaza que se cierne sobre muchos de nuestros pinares.
La aplicación eficaz de medidas de erradicación, apoyadas en desarrollos científicos, muchos de ellos obtenidos en nuestro país, ha permitido que, tras más de una década desde su aparición, la enfermedad continúe restringida a zonas próximas al país vecino. Aunque existe una alta probabilidad de que en los próximos años se produzca una expansión de la enfermedad por el territorio peninsular, es imprescindible mantener la firme aplicación de los planes de erradicación y avanzar en el desarrollo de nuevos métodos de control, mientras nos preparamos para un escenario de contención donde la mejora genética y el manejo forestal constituyan nuevas herramientas. AGRADECIMIENTOS Este trabajo ha recibido financiación a través del proyecto Development of improved methods for detection, control and eradication of pine wood nematode in support of EU Plant Health policy, REPHRAME (RTA 20110069-C03, RTA2014-00042-C02-02 y RTA2017-00012-C02-00). Ha de destacarse la participación del Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos (Junta de Castilla y León) y las aportaciones de A. Martín Hernández y R. Díaz Vázquez.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Las invasiones silenciosas de escolítidos: el caso del género Xylosandrus (Coleoptera, Curculionidae, Scolytinae) Diego Gallego1,2, Josep María Riba3, Noelia Molina1, Eudaldo González4, Nicolò di Sora1, Luis Núñez5, Alejandra María Closa5, Claudia Comparini6, Mar Leza6 1 Departamento de Ecología, Universidad de Alicante 2 Sanidad Agrícola Econex S.L. 3 Consultor 4 Silco S.L. 5 Servicio de Sanidad Forestal, Direcció General d'Espais Naturals i Biodiversitat, Govern Balear 6 Departamento de Biología, Universidad de las Islas Baleares
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Las invasiones biológicas son una de las principales amenazas a la biodiversidad local y, en ocasiones, a los recursos naturales de áreas más o menos extensas. De cualquier forma no hay que olvidar que los procesos de invasión biológica han ocurrido de forma natural innumerables veces a lo largo de la historia de la vida y forman parte de los motores evolutivos. Pero en la actualidad la actividad comercial ligada a la globalización ha aumentado la frecuencia de las invasiones biológicas, mediadas o facilitadas por la actividad humana, con unos impactos en muchos casos impredecibles.
U
n proceso de invasión biológica es complejo y necesita que diferentes factores confluyan para tener éxito. Richardson et al. (2000) definieron estos factores: transporte, introducción, colonización, naturalización, expansión e impacto. Los procesos de globalización y el movimiento a larga distancia de mercancías están facilitando el transporte, generalmente involuntario, de organismos que viajan ocultos en ellas o en sus contenedores. Una vez llegados a destino, si estos organismos son capaces de abandonar el medio de transporte y sobrevivir en el nuevo territorio, se produce la introducción. Una vez introducidos, si consiguen sobrevivir durante al menos una generación, entonces se ha-
brá producido una colonización. Pero sólo cuando estas colonias se mantienen en el tiempo, completando su ciclo biológico durante varias generaciones en este nuevo territorio, se podrá hablar de naturalización. Tras esta naturalización puede producirse la expansión, con la generación de nuevas colonias en otros lugares del nuevo territorio. Tras la expansión puede producirse una repercusión, que puede conllevar pérdidas económicas, u otras alteraciones ecosistémicas, siendo ésta la fase de impacto. No todos los organismos tienen la misma capacidad intrínseca para la invasión biológica. Es evidente que mamíferos de gran tamaño como un grupo de rinocerontes no tiene la misma capacidad de pasar desapercibidos 2020. N.o 78
Tabla 1. Características biológicas de Xylosandrus que facilitan su capacidad invasiva Fase de la invasión Característica biológica
Efecto
Transporte
Polifagia, xilomicetofagia, cripticismo. No producen decaimiento rápido del hospedador.
Capacidad para el transporte dentro del xilema de vegetales leñosos vivos. Dificultad extrema para la detección en frontera.
Introducción
Polifagia, xilomicetofagia, capacidad de vuelo.
Alta capacidad para atacar numerosas especies vegetales (polifagia), no depender del hospedador para alimentarse (xilomicetofagia).
Colonización
Haplodiploidía
Una única hembra fecundada es capaz de generar una colonia: los huevos fecundados generan hembras diploides y los no fecundados machos haploides. Los machos fecundan a sus hermanas y nunca abandonan las galerías.
Naturalización
Haplodiploidia
Las nuevas colonias son estables gracias a los mecanismos moleculares para corrección de efectos deletéreos de la endogamia.
Expansión
Polifagia, xilomicetofagia, capacidad de vuelo
Nuevas hembras fecundadas capaces de dispersarse y generar nuevas colonias a mayor o menor distancia.
Impacto
Xilomicetofagia
La introducción de hongos en el tejido vegetal puede causar la muerte de la planta o partes de la misma.
en un contenedor marítimo que una familia de ratones. En general, cuanto más pequeño y mayor capacidad de ocultación tenga un organismo o sus propágulos, mayor será la probabilidad de que sea transportado involuntariamente. Entre estos organismos pequeños y crípticos se encuentran las especies de la subfamilia Scolytinae (Coleoptera, Curculionidae) y particularmente las de la tribu Xyleborini. Esta tribu es un grupo muy diverso y en constante revisión taxonómica (Farrell et al., 2001) que contiene al género Xylosandrus Reitter, 1913, compuesto por 54 especies de origen asiático (Dole et al., 2010). Morfológicamente son muy similares al género Anisandrus, representados en Europa por Anisandrus dispar (Fabricius, 1792), aunque con las procoxas separadas (Faccoli, 2008). Este género, al igual que el resto de la tribu Xyleborini, reúnen las características biológicas para constituirse en especies invasoras (Tabla 1). La xilomicetofagia es una interacción más o menos específica, pudiendo llegar a simbiosis, entre unos grupos de insectos y ciertas especies de hongos conocidas como hongos de ambrosía. Esta interacción insecto-hongo es muy común en el grupo de los Scolytinae y los Platypodinae. Particularmente, los Xyleborini transportan esporas de hongos en órganos especializados, que en el caso
de Xylosandrus se encuentran en un repliegue de la cutícula entre el pronoto y el mesonoto. Una vez que una hembra perfora una galería en un vegetal adecuado, las esporas germinan y el hongo comienza a tapizar la galería. La hembra pondrá los huevos en esas galerías y los hongos servirán de alimento a las larvas tras la eclosión. Esto puede entenderse como una forma de agricultura similar a la practicada por algunas especies de Formicidae. Los Xyleborini perforan las galerías en el xilema de numerosas especies leñosas de forma muy críptica, por lo que son extremadamente difíciles de localizar en las inspecciones de frontera, lo que asegura el transporte. Además la xilomicetofagia y su capacidad de vuelo aseguran encontrar un hospedador susceptible de ser atacado en las proximidades de la zona de llegada al nuevo territorio, permitiendo la Introducción. Tanto la colonización como la naturalización están facilitadas por la haplodiploidía, ya que a partir de una única hembra fecundada se pueden establecer nuevas colonias viables. La expansión se facilitaría gracias a las dos características anteriores y a su capacidad de vuelo dispersivo. El impacto podría venir ligado precisamente a la xilomicetofagia, ya que la inoculación de hongos exóticos en las especies vegetales nativas puede desencadenar
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enfermedades, como la marchitez del aguacate en Florida (EEUU), producida por el hongo alóctono Raffaelea lauricola, que es transportado en los micangios de Xyleborus glabratus Eichhoff, 1877 (Fraedrich et al., 2008); o entre algunas especies de Xyleborini y el hongo Cryphonectria parasítica, agente patógeno del chancro del castaño (Frigimelica & Faccoli, 1998, Rassati et al., 2020). Tres especies del género Xylosandrus nativas del sudeste asiático Xylosandrus germanus (Blandford, 1894), X. crassiusculus (Motschulsky, 1866) y X. compactus (Eichhoff, 1876), han expandido su rango de distribución notablemente en las últimas décadas, invadiendo numerosos países con clima tropical, subtropical y templado de todos los continentes (EPPO, 2020), entre ellos España (Fig. 1). Xylosandrus germanus sta especie ha invadido numerosos países del hemisferio norte. En Europa la primera cita ocurrió en Alemania occidental en 1951, posiblemente relacionada con importaciones de madera norteamericana tras la Segunda Guerra Mundial, aunque es posible que estuviera presente desde la década de 1920 (Galko et al., 2019). En la actualidad está presente en cuatro provincias canadienses, 26 estados de Estados Unidos, siete provincias de China, cuatro regiones
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Figura 1: Distribución conocida de las especies del género Xylosandrus en España. Izquierda: Localidades donde se han encontrado las diferentes especies (círculos). Derecha: Detalle de cada una de las localidades identificadas por su correspondiente número (triángulos). Se indica también el año en que se detectó por primera vez cada una de las especies.
o islas japonesas, Vietnam, Corea del Sur, Taiwan, Nueva Zelanda, la Rusia europea y el extremo oriente ruso. En Europa ha sido citado en 20 países (EPPO, 2020), entre ellos España, donde fue citado por primera vez en 2007 (López et al., 2007), aunque se trataba de insectos capturados en trampas en 2003 en una localidad de Vizcaya (Fig. 1). Goldarazena et al. (2014) reportaron la captura de nuevos ejemplares en trampas cebadas en 2011 y 2012, en otras tres localidades del oriente de Euskadi (Tabla 2, Fig. 1). En España no se han registrado daños en vegetales producidos por esta especie; tan sólo se ha capturado en trampas. En cambio, en el resto de Europa se han registrado ataques en especies forestales, sobre todo en madera cortada de Fagus sylvatica, diferentes especies de robles (Quercus spp.), Picea abies, Pinus sylvestris, Abies alba, diferentes especies de olmo (Ulmus spp.) y de tilo (Tilia spp.), Castanea sativa y Carpinus betulus, así como en plantaciones de Juglans regia en Italia y de Actinidia
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deliciosa y Corylus avellana en Turquía (Galko et al., 2019). Xylosandrus crassiusculus specie nativa del sudeste asiático (EPPO, 2020), ha invadido seis provincias chinas, 10 provincias indias, siete provincias indonesias, Israel, las dos Coreas, tres provincias malayas y otros ocho países del sur de Asia. Fuera de Asia se ha introducido en 14 países del África tropical, incluyendo islas del Índico, cuatro estados de Brasil, Argentina, Uruguay, la Guayana Francesa, Guatemala, Honduras y Panamá, 25 estados de EEUU y una provincia canadiense. En Oceanía está presente en un estado australiano, Nueva Zelanda y dos países de melanesia y uno de micronesia. En Europa se citó por primera vez en el norte de Italia en 2003 (Pennacchio et al., 2003). En Francia fue descubierto en 2014 en Mont Boron y en 2016 en la Reserva Biológica de Sainte Marguerite (Sur de Francia). En España se detectó por primera vez en 2016 en Benifaió, en Valencia (Gallego et al.,
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2017). En 2017 fue capturado en el oeste de Eslovenia (Kavcic, 2018). En España se conocen únicamente dos localidades con presencia de esta especie, ambas en Valencia (Fig. 1). La primera, localizada en 2016, cubre unas 1300 ha, con una veintena de algarrobos afectados. En la segunda localidad, descubierta en 2020 a unos 30 km de la primera, se han localizado 11 algarrobos afectados en algo más de media hectárea. En esta localidad se ha producido la muerte de un algarrobo muy longevo durante el verano de 2020, posiblemente por un ataque excepcionalmente masivo en la parte baja del árbol (Fig. 2). Se trataría del segundo caso registrado de muerte de la totalidad por ataque de esta especie en España (el primer caso fue en Benifaió en 2016). En ninguno de los dos casos se ha mermado la capacidad de rebrote de cepa (Fig. 2). Pese a ser una especie altamente polífaga, en Europa tan sólo se han registrado ataques de X. craussiusculus sobre Ceratonia siliqua y Cercis siliquastrum, causando el secado de 2020. N.o 78
Figura 2: Trampas, habitus y daños producidos por X. crassiusculus y X. compactus. 1: Trampa Crosstrap Mini cebada con α-pineno y etanol (Econex, Murcia), usada para detección de ambas especies. 2: Habitus de X. crassisusculus (arriba) y X. compactus (abajo), tomado de Gallego et al., (2017) y Leza et al., (2020). 3: Galerías de X. crassiusculus, mostrándose el tapiz de hongos. 4: Galerías de X. compactus conteniendo larvas y pupas. 5: Cadenas de serrín en un ataque típico de X. crassiusculus en ramas de algarrobo. 6: Ataque masivo de X. crassiusculus a algarrobo en Náquera en julio 2020. 7: Síntomas de decaimiento en ramas de algarrobo por ataque de X. crassiusculus. 8: Aspecto del algarrobo muerto en Náquera a comienzos de septiembre 2020. 9: Aspecto del rebrote de cepa en 2018 del algarrobo muerto en Benifaió en 2016. 10: Aspecto del rebrote de cepa del algarrobo muerto en Náquera en septiembre 2020.
ramillos y la muerte de ramas (Fig. 2), salvo los dos casos de muerte antes citado; en España solamente se han detectado ataques sobre C. siliqua. No obstante existe un alto riesgo de ataque a otras especies hospedadoras (EPPO, 2020) como Diospirus kaki, Ficus carica, Malus domestica, Prunus avium, P. domestica, P. pérsica y los géneros Alnus, Quercus, Populus, Salix y Ulmus. Xylosandrus compactus specie posiblemente nativa del sudeste asiático, una amplia zona que incluye 10 países del sur de Asia, Japón, Filipinas, más cuatro provincias chinas. Se localiza también en Timor Oriental, aunque posiblemente es introducido en esa isla. Ha invadi-
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do 28 países del África subsahariana, incluyendo Mauritania, Madagascar y Mauricio. En América ha sido introducido en ocho estados de EEUU, cinco estados del Caribe, seis estados brasileños, Perú y las Antillas Holandesas. En Oceanía está presente en Fiji, Nueva Zelanda, Papúa-Nueva Guinea, Samoa e Islas Salomón (EPPO, 2020). Fue detectado por primera vez en Europa en 2010, en Italia, en las regiones de Campania y Toscana (Francardi et al., 2012; Garonna et al., 2012; Pennacchio et al., 2012). Posteriormente fue detectado en 2016 en la región del Lazio, produciendo un intenso puntisecado a unas 13 ha de maquia mediterránea del Parque Nacional del Circeo (Vannini et al., 2017). En
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Francia fue detectado en 2015 en una amplia zona de los Alpes Marítimos, aunque sus mayores poblaciones se han detectado cerca de Niza (Roques et al., 2019). En España fue citado por primera vez en Calvià (Mallorca) en 2019 (Leza et al., 2020), atacando un algarrobo en un jardín privado (Fig. 1). Durante el verano de 2020 se ha localizado otro ejemplar de algarrobo atacado en otro jardín privado en Andratx, también en Mallorca. La primera cita para la península ibérica se ha registrado en un jardín de Banyoles (Gerona) en el verano de 2020. Al igual que las otras dos especies, X. compactus también es muy polífaga. En Europa ataca Quercus ilex, Viburnum tinus, Ruscus aculea-
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tus, Laurus nobilis, Pistacia lentiscus y Ceratonia siliqua. Los ataques en Mallorca tan sólo se han detectado sobre dos ejemplares ornamentales de C. siliqua, mientras que en Banyoles ha atacado a ejemplares ornamentales de un seto Laurus nobilis y un ejemplar de Liquidambar styraciflua . Hay que destacar que la mayor parte de los ataques en Europa están dirigidos a ramillos, ramas finas e incluso brotes. En cambio, en los algarrobos afectados en Mallorca, los ataques han ocurrido también sobre tronco principal y ramas gruesas. Este tipo de ataque fue reportado por primera vez por Gugliuzzo et al., (2019) en Sicilia en 2019, y fue considerado un comportamiento inusual. A falta de más registros, los ataques a tronco y ramas gruesas de algarrobo podrían ser frecuentes en zonas con climas más parecidos a los de Sicilia y Mallorca que a los de Italia central, donde sólo ataca ramillos. RIESGOS DE LA INVASIÓN SILENCIOSA DE Xylosandrus SOBRE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES ESPAÑOLES osiblemente desde el comienzo del siglo XXI las especies del género Xylosandrus han ido invadiendo la Península y Baleares de forma silenciosa. Se considera invasión silenciosa cuando el organismo invasor es transportado e introducido en un nuevo territorio de forma totalmente inadvertida. Tanto la colonización como la naturalización y expansión
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se producen sin que los sistemas de vigilancia lo perciban, lo que implica un impacto muy poco patente a corto plazo. Por lo tanto, las invasiones silenciosas son difíciles de detectar en las primeras fases, emergiendo cuando ya se encuentran en fase de expansión. Estas invasiones suelen ser detectadas por casualidad, siendo la ciencia ciudadana la que da la alerta en muchos casos. En el caso de insectos, sirven de ejemplo la invasión del coccinélido europeo Harmonia axyridis en Centroamerica (Hiller & Haelewaters, 2019), el hemíptero asiático invasor Halyomorpha halys en París (Garrouste 2016), la hormiga de fuego Solenopsis invicta en Australia (Herald, 2016), o el redúvido norteamericano Zelus renardii en Europa (Vivas, 2012), todas detectadas mediante ciencia ciudadana. Las invasiones de las tres especies del género Xylosandrus en España se ajustan muy bien a este patrón de invasión silenciosa, ya que han escapado a los sistemas de vigilancia y ha sido la casualidad y la ciudadanía lo que ha permitido su detección (Tabla 2). X. germanus fue detectado mediante trampas no selectivas o cuya diana era otra especie; profesionales de la jardinería fueron quienes alertaron de la presencia de daños inusuales en jardines privados, que resultaron en la localización de X. compactus en las dos ubicaciones mallorquinas y la de Gerona. Lo mismo ocurrió con las localizaciones valencianas de X. cras-
siusculus, aunque en este caso fueron particulares quienes dieron la alerta (Gallego et al., 2016; Leza et al., 2019). La ciencia ciudadana es un elemento clave para la detección de las invasiones silenciosas y debe ser potenciada. DETECCIÓN Y CONTROL DE LAS INVASIONES DE Xylosandrus: EL PROYECTO LIFE SAMFIX a mayor manifestación de daños producidos por este género en Europa fue el puntisecado masivo de una gran zona del Parque Nacional del Circeo, ubicado en la región italiana del Lazio, en el verano de 2016 (Vanini et al., 2017). Se detectó entonces la fase de impacto tras la invasión silenciosa de X. compactus, que había pasado desapercibida. La dimensión de los daños generó gran preocupación social y científica, y aunque la masa forestal se recuperó al año siguiente, este ataque masivo despertó el interés por su prevención por parte de los gestores y la comunidad científica, lo que terminó cuajando en el proyecto europeo LIFE SAMFIX. Se trata de un proyecto coordinado por Italia, en el que participa la Universidad de Alicante, junto con otros socios italianos y franceses (SAMFIX, 2020). El proyecto comenzó en verano de 2018 y terminó a principios de 2020, y en España se ha desarrollado en el espacio natural protegido El Tello (Llombai, Valencia). SAMFIX ha aportado procedimientos de detección de las especies y ha puesto a punto pro-
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Tabla 2. Datos relativos a la detección de las especies de Xylosandrus en España Especie
Ubicacion
Año
Detección
X. germanus
Muxika (Bizcaya)
2003
Red de trampeo no selectivo junto a parques de madera.
X. germanus
Berrobi (Gipuzkoa)
2011, 2012
Trampa cebada con feromona Ips sexdentatus.
X. germanus
Campezo (Gipuzkoa)
2012
Trampa cebada con feromona de Pityophthorus juglandis.
X. germanus
Apodaka (Gipuzkoa)
2012
Trampa cebada con feromona de Pityophthorus juglandis.
X. crassiusculus
Benifaió (Valencia)
2016
Detección por alerta por ciencia ciudadana.
X. crassiusculus
Picassent (Valencia)
2018
Proyecto LIFE SAMFIX
X. crassiusculus
Monserrat (Valencia)
2019
Proyecto LIFE SAMFIX
X. crassiusculus
Náquera (Valencia)
2020
Detección por alerta por ciencia ciudadana.
X. compactus
Calvià (Mallorca)
2019
Detección por alerta por ciencia ciudadana.
X. compactus
Andratx (Mallorca)
2020
Detección por alerta por ciencia ciudadana.
X. compactus
Banyoles (Girona)
2020
Detección por alerta por ciencia ciudadana.
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Tabla 3. Protocolos para la detección, control o contención de contemplados en el proyecto LIFE SAMFIX Acción
Protocolo
Estado
Detección
Red de trampas cebadas con a-pineno y etanol
Validado. Capacidad para capturar X. crassiusculus en lugares donde no se detectan daños en plantas
Trampeo masivo
Trampas cebadas con a-pineno, etanol, a-copaeno y quercivorol
En proceso de validación
Push & pull
Uso combinado de trampeo masivo e instalación de difusores de repelente (verbenona) en los vegetales susceptibles de ataque
En proceso de validación
Ciencia ciudadana
Fomento del interés y colaboración ciudadana mediante formación y uso de la aplicación para teléfono inteligente “Samfix Agent” con diana en el público general y en alumnos de secundaria mediante ludificación
En proceso de validación
ciudadana. Esto abre una ventana de esperanza a poder poner freno a estos procesos en un futuro próximo.
tocolos de captura masiva y fomento de la ciencia ciudadana (Tabla 3). De hecho, SAMFIX ha interactuado con los agentes de ciencia ciudadana, facilitando la cascada de detecciones de focos de Xylosandrus en España. Hasta el momento las invasiones silenciosas de estas especies han tenido un impacto prácticamente nulo en los ecosistemas que las han acogido; su
alta capacidad invasiva debe ser objeto de atención, ya que no puede descartarse que los escenarios de cambio global puedan facilitar impactos imprevisibles hoy en día. Afortunadamente ya se dispone de un sistema de detección, se están poniendo a punto métodos de control y contención efectivos de estas especies y se está fomentando la implicación social mediante ciencia
AGRADECIMIENTOS A las personas que permitieron la detección de los focos: Álvaro Roca (Calvià), Ricardo Santos (Andratx), Severino Gómez (Náquera) y Quim Llovera (Banyoles).
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
La mejora genética como herramienta de control frente al nematodo del pino. Primeros pinos tolerantes catalogados en España Raquel Díaz Vázquez, María Menéndez Gutiérrez, Eva Prada Ojea Centro de Investigación Forestal de Lourizán
El nematodo del pino (Bursaphelenchus xylophilus) es un organismo que causa graves daños en pinares asiáticos y del suroeste de Europa. El manejo de las masas y de los insectos vectores de este nematodo es muy importante para frenar su evolución. La mejora genética, a través de la obtención de genotipos resistentes, se presenta como la principal herramienta a medio o largo plazo. Desde 2013 el Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán desarrolla una línea de mejora genética de resistencia a este nematodo como parte del programa gallego de mejora genética de Pinus pinaster. Todos los estudios realizados indican que, si bien el pino marítimo es una especie muy vulnerable a la enfermedad, la resistencia al nematodo es un carácter heredable y susceptible de mejora. Recientemente se han incluido en el Catálogo Nacional de Materiales de Base un grupo de familias de este programa como progenitores de familia en la categoría de material cualificado. Estos progenitores han tenido una supervivencia un 25 % superior al resto de los genotipos evaluados, lo que indica que la mejora genética es una herramienta clave a la hora de combatir la enfermedad del marchitamiento del pino, causada por este nematodo. El manejo integrado de la enfermedad mediante el empleo de pinos resistentes, unido al manejo de los pinares y de los insectos vector, será clave para contener la expansión de esta enfermedad.
LA ENFERMEDAD DEL NEMATODO DEL PINO Y SU IMPACTO a enfermedad del marchitamiento del pino (EMP) es causada por el nematodo Bursaphelenchus xylophilus, originario de Norteamérica, donde la mayor parte de las especies de pinos son resistentes a la enfermedad. Sin embargo, en los países en los que
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este patógeno ha sido introducido la enfermedad está teniendo una gran virulencia, produciendo la muerte de los árboles y, como consecuencia, grandes pérdidas económicas y ecológicas. En la Unión Europea este nematodo es considerado organismo de cuarentena por el gran riesgo que puede suponer su dispersión y por los importantes per2020. N.o 78
juicios que puede ocasionar. Desde el siglo pasado este organismo ha causado graves daños en pinares de Japón, China, Taiwán y Corea del Sur. En Europa apareció por primera vez en 1999 (Mota et al., 1999), llegando a extenderse prácticamente por todo el país actualmente (Fig. 1). En 2008 se detectó en España, y hoy en día hay tres focos activos localizados en Galicia, Castilla y León y Extremadura. Las especies afectadas hasta la fecha en Europa son Pinus pinaster, P. radiata y P. nigra, si bien la inmensa mayoría de positivos se han detectado en la primera. Los daños económicos derivados de esta enfermedad son muy acusados en todos los países afectados. En Japón las pérdidas ascendieron a un millón de m³ anuales en la década de 1980 (Hoshi, 2016) y en Taiwan más de 500 millones de pinos habían muerto hasta 2011 (Cang-Sang, 2011). En Portugal se cortaron entre 2008 y 2014 más de siete millones de árboles sintomáticos (Bonifácio, 2016) para evitar la expansión de la enfermedad al resto de Europa. Si bien no hay datos sobre el impacto en España, cabe esperar que las pérdidas económicas puedan ser elevadas. Un estudio destaca el gran impacto que ya ha tenido la enfermedad en zonas de la Red Natura portuguesas pobladas por coníferas, donde hasta 2016 había afectado a un 49 % de ellas (de la Fuente y Beck, 2018). Tanto en los países asiáticos como en Portugal la evolución de la enfermedad ha sido semejante. En todos los casos, a pesar de las fuertes medidas de contención que se tomaron, la enfermedad acabó expandiéndose. Además, aunque los vectores naturales que transmiten el nematodo son cerambícidos del género Monochamus, la expansión de la enfermedad está potenciada por el hombre, que actúa como dispersor mediante el transporte y comercialización de la madera, justificando así la aparición de focos a grandes distancias en poco tiempo. LA MEJORA GENÉTICA COMO MEDIDA DE CONTROL DE LA ENFERMEDAD iversos son los métodos de manejo y control que se están empleando para la contención de la en-
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Figura 1. Distribución de la enfermedad del marchitamiento del pino en la península ibérica
Figura 2. A) Ensayos de inoculación dentro del programa de mejora genética de Pinus thunbergii en Japón. B) Evaluación de injertos con púas del programa de mejora genética de P. thunbergii (Kyushu Regional Breeding office, Forest tree breeding Center). C) P. thunbergii afectado por Bursaphelenchus xylophilus (Kumamoto, Japón)
fermedad. Una de las medidas más efectivas para luchar contra las plagas y enfermedades es emplear árboles resistentes en las nuevas plantaciones. Se ha comprobado la existencia de especies de coníferas resistentes a la enfermedad del marchitamiento del pino, como es el caso de Pinus halepensis o P. taeda. Sin embargo, un cambio de especie solo se debería realizar en el caso de estar bien estudiada su adaptación al lugar de plantación, así como su comportamiento ante posibles enfermedades allí existentes. Una alternativa más viable es desarrollar líneas de mejora genética dentro de los programas de las especies de
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interés, ya sea por su importancia económica o ecológica. Con esta alternativa se tiene prácticamente asegurada su adaptación al lugar de plantación, así como su comportamiento ante las plagas y enfermedades ya existentes. Son diversos los ejemplos en los que se han desarrollado líneas de mejora en especies forestales con éxito en la lucha contra plagas y enfermedades de gran impacto: Eucalyptus globulus resistente a Phoracantha semipunctata empleado en el sur de España; Pinus taeda resistente a Cronartium quercuum f. sp. fusiforme en Estados Unidos; Pinus radiata resistente a Dothistroma pini en Nueva Zelanda,…
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Figura 3. Huertos semilleros del programa de mejora gallego de Pinus pinaster. A) A Braxe. B) Monfero.
En todos estos casos se consiguieron árboles resistentes que permitieron minimizar o incluso eliminar el fuerte impacto ecológico y económico que podría haber supuesto la pérdida de estas especies. En Japón el gobierno comenzó una línea de mejora genética para Pinus thunbergii y P. densiflora en 1978 para combatir la enfermedad del marchitamiento del pino. Uno de los primeros estudios que realizaron fue evaluar si los insectos vectores asiáticos tenían preferencia alimenticia por unos genotipos de pino frente a otros, y no encontraron diferencias significativas. Así, la línea de mejora se centró en la búsqueda de árboles resistentes. En primer lugar, y debido a la existencia de diferencias en la patogenicidad de cepas de B. xylophilus, se seleccionó una cepa con gran agresividad para emplearla en los ensayos. Actualmente los programas de mejora japoneses cuentan con 183 y 246 ejemplares de P. thunbergii y P. densiflora respectivamente seleccionados por su resistencia (Matsunaga, com. pers.; Fig. 2). En particular en ese país, se han instalado decenas de huertos semilleros de primera generación (con estos clones) y de segunda (a partir de una selección hecha con semilla obtenida de dichos clones). En 2016 se plantaron en Japón más de 400.000 plantas de P. densiflora y 700.000 de P. thunbergii procedentes de estos huertos semilleros de árboles resistentes. A raíz de la aparición de la enfermedad en España, el CIF Lourizán consideró de gran importancia iniciar una línea de mejora genética frente al nematodo dentro del programa de
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mejora genética del pino marítimo y el pino de Monterrey. Esta línea comenzó a estar operativa en 2013. PROGRAMA DE MEJORA GENÉTICA DE Pinus pinaster del CIF LOURIZÁN l programa de mejora genética del pino marítimo del CIF Lourizán se inició en Galicia entre las décadas de 1980 y 1990. Un estudio había revelado previamente la superioridad en crecimiento de los pinos gallegos. El objetivo principal era aumentar la producción de madera para apoyar e impulsar al sector forestal gallego. En esas décadas se seleccionaron 116 árboles superiores, los cuales se escogieron por tener mayor crecimiento, troncos más rectos y menor espesor de corteza. Con púas de estos árboles superiores se establecieron dos huertos semilleros clonales (Sergude y Monfero; Fig. 3A), que fueron incluidos en el Catálogo Nacional de Materiales de Base (CNMB) en 2001 y 2007, respectivamente. Asimismo, con semilla recogida de estos árboles, el centro de Lourizán realizó 19 ensayos de progenies entre 1995 y 2005. Estos ensayos se distribuyeron por toda Galicia para estudiar diversos caracteres como crecimiento, forma y resistencia a enfermedades, entre otros. El análisis de los datos de los cuatro ensayos más antiguos dio lugar a la catalogación en 2009 de un nuevo huerto semillero clonal (A Braxe; Fig. 3B) en la categoría de controlado. La planta que se obtiene a partir de este huerto tiene una ganancia en rectitud del 3 % con respecto a los huertos se-
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milleros cualificados catalogados anteriormente. Posteriormente, el análisis de datos de diez de los ensayos de progenie permitió convertir tres de los ensayos más antiguos en huertos semilleros de brinzales (As Neves, Gomesende y Lalín), incluidos en el CNMB en 2016 y 2019. La planta de estos huertos de brinzales tiene una mejora en crecimiento y rectitud con respecto a la procedente de fuentes semilleras identificadas gallegas de un 5,3 y 2,9 %, respectivamente. Si se compara con respecto a los huertos semilleros cualificados, la mejora estimada es de 3,1 y 0,6 %, respectivamente. En los últimos años además de catalogar nuevos huertos semilleros para ofrecer planta mejorada por crecimiento y rectitud, se ha iniciado una línea de mejora genética frente al nematodo. También se han comenzado a estudiar parámetros relacionados con la calidad de madera (densidad básica y módulo de elasticidad) en los ensayos de progenie y se ha iniciado un programa de mejora silvícola en colaboración con la empresa maderera Finsa, a partir del cual se tratarán de determinar las labores silvícolas más adecuadas para estos pinos mejorados. LÍNEA DE MEJORA GENÉTICA DEL CIF LOURIZÁN a aparición de la enfermedad del marchitamiento del pino en España en 2008, motivó la decisión de iniciar una línea de resistencia o tolerancia a la enfermedad dentro de este programa de mejora. Tras la adecuación de las instalaciones para el trabajo con el nematodo, al ser un organismo de
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Figura 4. Ensayos de inoculación de Bursaphelenchus xylophilus en las instalaciones del CIF Lourizán. A, B) Evaluación de la susceptibilidad de especies de coníferas. C) Evaluación de la susceptibilidad de las familias del programa de mejora genética de Pinus pinaster. D) Evaluación de la virulencia de cepas de B. xylophilus con distintos orígenes en P. radiata y P. pinaster
cuarentena, en 2013 se iniciaron los ensayos de inoculación en invernadero bajo condiciones controladas. Desde entonces se han realizado ensayos todos los años para profundizar en el conocimiento de la enfermedad, así como para obtener genotipos resistentes. La evaluación de distintas especies de coníferas mostró que Pinus sylvestris, P. pinaster y P. radiata eran las especies más susceptibles (80, 65 y 40 % de mortalidad, respectivamente), mientras que otras especies como Pinus canariensis, P. halepensis, Cryptomeria japonica, Sequoia sempervirens y Thuja plicata fueron totalmente resistentes (0 % de mortalidad). Otras especies, como Pinus pinea, mostraron ser muy poco susceptibles, presentando tan solo un 15 % de mortalidad (Díaz et al., 2017; Menéndez et al., 2018b; Fig. 4A, B). Ensayos intraespecíficos en P. pinaster mostraron diferencias significativas entre procedencias de esta espe-
cie, siendo la procedencia gallega una de las más susceptibles (Menéndez et al., 2017). Ante esta situación se decidió evaluar las familias del programa de mejora del CIF Lourizán en busca de material mejorado por crecimiento y rectitud que mostrase una mayor resistencia a la enfermedad (Fig. 4C). El resultado de estos ensayos mostró que existen diferencias significativas entre familias, siendo por tanto este carácter heredable (hi² = 0.25; Menéndez et al., 2018a). Esto indica que la mejora genética por dicho carácter en esta especie puede ser una herramienta clave en el control de la enfermedad, al igual que sucedió en Japón para las especies asiáticas P. thunbergii y P. densiflora. Autores asiáticos mostraron que la patogenicidad de distintas cepas de nematodo es muy variable, con cepas que causan el 100 % de mortalidad en los pinos asiáticos, mientras que otras son avirulentas (Aikawa y Kiku-
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chi, 2007). Estudios de patogenicidad realizados recientemente en España con distintas cepas de B. xylophilus de orígenes diversos (Estados Unidos, Japón, Portugal y España; Fig. 4D) muestran que la cepa gallega empleada en los ensayos de inoculación para la obtención de genotipos resistentes en Galicia era, junto con una portuguesa, significativamente la más patogénica. Esto indica que la cepa empleada hasta ahora en la línea de mejora por resistencia es suficientemente agresiva para el objetivo marcado, la obtención de pinos resistentes al nematodo. NUEVOS MATERIALES FORESTALES DE REPRODUCCIÓN CUALIFICADOS: PROGENITORES DE FAMILIA TOLERANTES AL NEMATODO ecientemente el análisis de datos de cinco ensayos de inoculación con familias del programa de mejora de P. pinaster del CIF Lourizán ha
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Figura 5. Ensayos de evaluación no destructivos en condiciones de laboratorio. A) Inoculación de ensayo de migración. B) Extracción de nematodos mediante el método de Baermann.
dado lugar a la catalogación de seis de ellas como progenitores de familia en la categoría de material cualificado. Estos progenitores (con códigos PF-Q-26/15/001 a PF-Q-26/15/006 en el CNMB) destacan por tener una supervivencia media de un 78 % en los ensayos de inoculación, un incremento superior al 25 % con respecto al resto de genotipos estudiados. Además, cabe destacar que estos progenitores siguen mostrando superioridad en otros caracteres de interés para la producción de madera como es el crecimiento en volumen. En este caso, la ganancia a obtener es de un 17 % si se compara con el crecimiento de fuentes semilleras identificadas gallegas. Estos pinos más resistentes ya se pueden encontrar en los viveros. No obstante hay que tener en cuenta que la resistencia encontrada ha sido demostrada en plántulas de dos a cuatro años en condiciones controladas de invernadero, no habiéndose podido evaluar en planta adulta en condiciones naturales por estar prohibidas las inoculaciones en campo, al ser este nematodo un organismo de cuarentena. La línea de mejora frente al nematodo continúa avanzando. Actualmente se siguen realizando ensayos de inoculación en invernadero para seleccionar pinos todavía más resistentes. Además, se están haciendo cruces controlados entre los progenitores de familia catalogados, puesto que hay estudios que sugieren que esta técnica permite acumular genes resistentes; los cruces controlados podrían ser, por tanto, una herramienta muy interesante para incrementar la resistencia al nematodo. Al mismo tiempo, se están llevando a cabo estudios empleando
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métodos no destructivos que permitan evaluar materiales genéticos de una manera más rápida que la inoculación en planta entera (Fig. 5). Si bien estos métodos han permitido diferenciar especies de pinos resistentes de las susceptibles, hasta la fecha estos métodos no han resultado eficaces para la diferenciación dentro de las especies europeas, es decir a nivel procedencia o familias. Sin embargo, estos métodos sí han sido empleados para diferenciar grados de susceptibilidad al nematodo en especies asiáticas, por lo que hay que seguir trabajando, tratando de depurar la metodología para las especies europeas. En conclusión, la enfermedad del marchitamiento del pino es una gran amenaza ecológica y económica para muchos pinares españoles y europeos. Desde su aparición en Europa se aplican distintas herramientas para su contención y control, si bien es muy posible que con el tiempo siga expandiéndose. Sin embargo, la mejora genética ya se contempla como una herramienta real para la lucha contra esta enfermedad. El empleo de pinos resistentes a la enfermedad en las nuevas plantaciones, unido al manejo de los pinares ya existentes, permitirán mitigar el fuerte impacto que se prevé pueda tener la evolución de la enfermedad. AGRADECIMIENTOS Los estudios relacionados con el nematodo han sido financiados por los proyectos de financiación pública, RTA 2011-0069-C03 “Nemopin”, RTA201400042-C02-02 “Nemocontrol” y RTA2017-00012-C02-00, “Nemoplan” y por un convenio de colaboración con la empresa Inditex.
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El chinche de las piñas Leptoglossus occidentalis Heidemann Laura Ponce Herrero1, Juan Carlos Domínguez Alonso2 1 Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible. iuFOR. UVa-INIA. 2 Centro de Sanidad Forestal, Junta de Castilla y León
El chinche de las piñas, Leptoglossus occidentalis, es una plaga de piñas de coníferas asociada a la disminución de la cosecha de piñón blanco observada en los últimos años en las masas de pino piñonero mediterráneas. Ensayos de alimentación controlada del chinche sobre piñas de pino piñonero de diferentes edades ponen en evidencia esta relación. Actualmente no se han logrado definir métodos efectivos y sostenibles de monitoreo y control de las poblaciones de la plaga. Se han realizado avances en el conocimiento de un atrayente feromonal sexual que podría ser utilizado en el seguimiento y control directo en campo. La acción de parasitoides nativos de huevos encontrada no parece lo suficientemente robusta como para su aplicación en el desarrollo de un programa de control biológico. Por otro lado se está ensayando el efecto de dos compuestos fitosanitarios sobre las poblaciones del chinche, por si fuera posible su uso en huertos semilleros o plantaciones injertadas. Palabras clave: plaga invasora, pino piñonero, monitoreo, control biológico, feromonas.
INTRODUCCIÓN l chinche de las piñas (western conifer seed bug), Leptoglossus occidentalis Heidemann (Hemiptera, Coreidae), es una plaga nativa del oeste de Norteamérica que se alimenta de piñas de coníferas. Su carácter polífago ha permitido su rápida expansión a nivel mundial, entrando en Europa en 1999 a través de Italia y llegando a España en 2003. En su región de origen es una importante plaga de los huertos semilleros en los que se produce semilla de alta calidad para programas de reforestación. En los países de la cuenca mediterránea es considerado una de las plagas más importantes del pino piñonero (Pinus pinea L.), ya que se le ha asociado con la disminución
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de la cosecha de piñón blanco observada desde 2012 (Calama et al., 2020). Para abordar el problema de las bajas producciones de piñón registradas en los pinares de la provincia de Valladolid, se estableció el convenio de colaboración “Propinea” entre la Diputación de Valladolid y la Universidad de Valladolid (2014 - 2016), que incluía la búsqueda de soluciones sostenibles para el manejo de esta plaga invasora. En 2015 se firmó un convenio de colaboración entre la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid (2015 - 2019) para abordar de forma específica los problemas causados por las plagas que dañan la producción de piñón, con especial 2020. N.o 78
Figura 1. Ninfa (A) y adulto (B) de L. occidentalis alimentándose de piñas de tercer año de pino piñonero. (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR)
atención al chinche de las piñas. El objetivo de este artículo es presentar los principales avances obtenidos sobre esta especie y su control en las investigaciones desarrolladas por la Universidad de Valladolid y el Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos de la Junta de Castilla y León. DAÑOS CAUSADOS POR L. occidentalis SOBRE LAS PIÑAS Y PIÑONES DEL PINO PIÑONERO a disminución de la producción y rendimiento de la cosecha del piñón blanco mediterráneo, considerado una de las variedades comestibles mundialmente más apreciadas y que alcanza elevados precios de mercado, está generando importantes pérdidas económicas a los integrantes de la cadena de producción del sector. Este hecho ha sido asociado con la presencia de la especie invasora L. occidentalis, aunque ha existido una importante controversia sobre su responsabilidad real en los daños observados. Los adultos y las ninfas del chinche se alimentan de las piñas insertando su estilete a través de las escamas (Figura 1), e introduciendo enzimas digestivas que disuelven los nutrientes de las piñas y piñones en desarrollo. En su área de origen los daños provocados varían según el momento en el que se produce la alimentación en relación con el desarrollo fenológico de la piña (Strong, 2016), desde su aborto durante sus primeras etapas de desarrollo, hasta la muerte del em-
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Figura 2. Embolsamientos de piñas en la parcela del Banco Clonal “El Molinillo” (A). Piñas de primer (B) y segundo (C) año. Ensayo de alimentación de adulto sobre piña de segundo año (D). Piña de segundo año tras ser sometida a la alimentación del chinche (der.) frente a su control (izq.) (E). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
brión o la deformación del endospermo reduciendo las reservas de lípidos y proteínas de los piñones. Este tipo de daños se han detectado en pinares y huertos semilleros mediterráneos donde el chinche está presente (de la Mata et al., 2019; Farinha et al, 2018). Tanto los adultos, como las ninfas son capaces de producir daños sobre piñas y piñones. Para determinar y caracterizar los daños causados por el chinche a las
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piñas y piñones, se realizaron diversos experimentos en el banco clonal “El Molinillo” (Tordesillas, Valladolid) entre los años 2015 y 2018. Un grupo de ensayos consistieron en el embolsamiento forzado, durante un tiempo limitado, de hembras o ninfas junto a piñas en diferentes estados de desarrollo fenológico (Figura 2). Se realizó un seguimiento semanal de los síntomas provocados por la alimentación del chinche sobre la superficie de las
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Figura 3. Daños producidos por la alimentación de L. occidentalis. Piña abortada antes de alcanzar la madurez (A). Piñones abortados (B y C). Piñón sin endospermo ni embrión (D). Piñón con embrión, sin endospermo y con tegmen fusionado a la testa (E) o suelto (F). Piñón con endospermo dañado parcial (G y H) o totalmente (I). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
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piñas durante el periodo estival, y su supervivencia se evaluó anualmente hasta su maduración como piñas de tercer año. Las piñas fueron recolectadas y procesadas en laboratorio, incluyendo la apertura de todos los piñones, cuyos daños fueron caracterizados (Calama et al., 2020) (Figura 3). Los resultados mostraron que la intensidad de los daños sobre piñas y piñones dependió del estado de desarrollo fenológico de las piñas en el momento en el que se alimentó el chinche. Las piñas de primer año abortaron cuando la alimentación se produjo a principios de verano, las de segundo año lo hicieron si la alimentación tuvo lugar entre mediados de primavera y principios de verano (Figura 2E), mientras que las de tercer año se
secaron cuando la alimentación se realizó entre mediados y finales de la primavera. El rendimiento de las piñas sometidas a la acción del chinche se vio reducido a la mitad, y aumentó a medida que la alimentación forzada se fue retrasando a lo largo de la estación (Ponce et al., 2017). La proporción de piñones dañados disminuyó a lo largo del verano. Entre principios y mediados del verano el daño se produjo mayoritariamente sobre el embrión, mientras que el daño sobre el endospermo aumentó con el avance de la estación (Ponce et al., 2016). En otro ensayo se comparó la supervivencia y rendimiento de dos grupos de piñas, unas expuestas a la alimentación de la población natural del chinche y otras protegidas con bolsas
de malla durante todo su desarrollo fenológico. La mortalidad de las piñas expuestas fue muy elevada durante su primer y segundo año de desarrollo. Solamente un tercio de las piñas expuestas alcanzaron la madurez, frente a casi la totalidad de las piñas protegidas. Estas diferencias también se reflejaron en su rendimiento, ya que el de las piñas protegidas dobló al de las piñas expuestas, este último fuera del rango histórico de los pinares de Valladolid (2,7 - 4,4 %) (Conde et al., 2016). Las notorias diferencias en la intensidad de los daños únicamente pueden ser explicadas por la acción del chinche sobre las piñas expuestas, ya que no se encontraron signos de la acción de otros agentes bióticos.
Figura 4. Colonias de L. occidentalis en pino piñonero (A y B). Ninfa de tercer estadio o N3 (C). Ninfas de segundo estadio o N2. (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR). Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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CICLO BIOLÓGICO DE L. occidentalis EN CASTILLA Y LEÓN ara determinar del ciclo biológico del chinche de las piñas en Castilla y León se realizaron numerosos ensayos en el banco clonal “El Molinillo”. Los primeros consistieron en el embolsamiento controlado de parejas de adultos para el seguimiento de la evolución de su progenie. Se detectó una alta mortalidad de las ninfas de segundo estadio (N2), por lo que en sucesivos ensayos se retiraron las bolsas para que pudiesen moverse libremente por el árbol, no resultando efectivo al no encontrar ninfas de estadios superiores al N3 (Figura 4). Como última opción se optó por realizar un monitoreo visual semanal de huevos, ninfas y adultos en piñas y ramillos (Figura 5) en dos de parcelas del banco clonal durante la primavera y el verano de 2018 y 2019.
P
Los resultados sugieren la existencia de un ciclo formado con dos generaciones anuales: los adultos post invernantes comienzan su actividad alimentándose en primavera y realizando las primeras puestas a mediados de mayo, de las que eclosiona la primera generación anual de ninfas, que se desarrollan durante junio y julio, pasando por cinco estadios ninfales (Figura 6) antes transformarse en la primera generación de adultos del año (F1) desde mediados de julio. Estos adultos realizan a su vez otras puestas, que dan lugar a la segunda generación de ninfas durante la segunda mitad del verano, y a los nuevos adultos (F2) a partir de finales de agosto y septiembre. Estos adultos no se reproducen e invernan agrupados hasta la primavera siguiente (Figura 7).
ATRAYENTES PARA EL MONITOREO Y CONTROL DE L. occidentalis l seguimiento del chinche de las piñas puede realizarse de forma muy parcial e incompleta en huertos semilleros y bancos clonales mediante observación directa, vareos de ramas y aplicación de insecticidas. Sin una herramienta de atracción y detección, su seguimiento en monte es actualmente inabordable, y únicamente es posible detectar su presencia cuando, como en otras especies de hemípteros, se agrega para pasar el invierno refugiado bajo cortezas de árboles o construcciones como casas, casetas, torres de vigilancia, y cualquier lugar adecuado situado en el entorno a masas forestales. L. occidentalis localiza estos lugares cálidos mediante una serie de receptores de radiación infrarroja localizados en su
E
Figura 5. Puesta de L. occidentalis de la población silvestre del Banco Clonal (A). Adulto de L. occidentalis en ramillo (B). Ninfas de segundo estadio sobre piña de tercer año (C). Ninfa de cuarto estadio en ramillo (D). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
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abdomen (Takacs et al., 2009). En un breve trabajo preliminar, Blatt y Borden (1996) plantearon que la agregación invernal podría estar mediada por una feromona de agregación, emitida por los machos, que atrajese a individuos de ambos sexos hacia los lugares de invernación. Para comprobar esta teoría, se realizaron seis ensayos de campo (2014 - 2016) utilizando cebos naturales, consistentes en machos embolsados junto a ramillas de pino y piñones pelados, sobre diversos modelos de trampas en varias masas de pino piñonero, resinero y laricio en Castilla y León (Figura 8). Los resultados de todos los ensayos fueron negativos, poniendo en cuestión la existencia de una señal
Figura 7. Ciclo biológico de L. occidentalis en Valladolid
Figura 6. Ninfas de primer estadio (N1) emergiendo del huevo (A). Ninfas de primer estadio (B). Ninfa de segundo estadio (N2) alimentándose de savia (C). Ninfa de tercer estadio (N3) (D). Ninfa de cuarto estadio (N4) (E). Ninfa de quinto estadio (N5) (F). Adulto de L. occidentalis (G). Agregación de adultos en laboratorio (H). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR). Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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química emitida por los machos como guía para la agregación invernal de los adultos. Paralelamente a los ensayos de campo, en 2014 se iniciaron ensayos de captura de volátiles emitidos por machos y hembras. Los volátiles se analizaron mediante cromatografía de gases-espectrometría de masas, y se testaron en L. occidentalis de ambos sexos mediante electroantenografía (Figura 9). Estos estudios vienen realizándose en colaboración con los grupos ecología química del Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de Greenwich (Reino Unido), y del Departamento de Entomología de la Universidad de California (Estados Unidos). Los análisis han revelado la presencia de un compuesto, exclusivo de los machos, potencialmente atractivo que causa una respuesta electrofisiológica en la antena. El compuesto ha sido aislado principalmente de machos tras
salir de la invernación, y en ningún caso de machos preinvernantes o invernantes, por lo que se trataría una feromona sexual. En la actualidad se están realizando progresos en la identificación química de esta nueva molécula. En el caso de que se lograse sintetizar una feromona sexual lo suficientemente atractiva en campo, se abriría la posibilidad del monitoreo efectivo de esta especie en los pinares y quizás permitiría la aplicación de tácticas de control directo para la reducción efectiva de sus poblaciones. CONTROL BIOLÓGICO DE L. occidentalis CON PARASITOIDES l control biológico consiste en la reducción de la población de una plaga utilizando enemigos naturales, como parasitoides, depredadores o patógenos. El uso de parasitoides de huevos podría ser uno de los métodos de control del chinche de las pi-
E
ñas, ya que L. occidentalis presenta enemigos naturales muy eficaces en su área de distribución nativa, como es Gryon pensylvanicum (Ashmead). Este parasitoide de huevos ha sido testado en laboratorio por investigadores italianos para su introducción como agente de control biológico. Los resultados de los ensayos fueron prometedores, ya que las hembras fueron capaces de parasitar el 71,8 % de los huevos del chinche (Pevieri et al., 2012). Sin embargo, su polifagia ha impedido continuar con el desarrollo del programa de control biológico para la introducción de esta especie en Europa (Roversi et al., 2014). La fauna europea alberga insectos que podrían actuar como agentes de control biológico de L. occidentalis, aunque su acción y potencialidad son desconocidas. Para avanzar en el conocimiento de los parasitoides nativos de huevos del chinche de las
Figura 8. Ensayos de atracción con cebo de machos de L. occidentalis (B y D) en trampas Cross-trap® en Tabuyo del Monte (León) (A), y trampas Theysohn en Mojados (Valladolid) (C) y en el Banco Clonal “El Molinillo” (Valladolid) (E) (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
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piñas, entre 2017 y 2019 se realizaron ensayos de parasitismo sobre puestas del chinche en el banco clonal “El Molinillo” y en un monte de pino piñonero en Nava del Rey (Valladolid). Las puestas centinela se obtuvieron a partir de embolsamientos controlados de L. occidentalis adultos. Se realizó un seguimiento semanal de los huevos, contabilizándolos y clasificándolos (Figura 10), que tras dos semanas de exposición al parasitismo fueron llevados al laboratorio. De estas puestas centinela emergieron dos parasitoides encírtidos del género Ooencyrtus. Los porcentajes de parasitismo oscilaron entre el 11 y el 30 % en función del año (Ponce et al., 2019). Estos valores condujeron a la realización de bioensayos de parasitismo en laboratorio para determinar su aptitud como agentes nativos de control biológico del chinche (Figura 11). Desafortunadamente, los resultados hasta la fecha muestran un bajo nivel de parasitismo en laboratorio, lo que, unido a las limitaciones para obtener una producción numerosa de parasitoides, ponen en duda su uso práctico como agente para el control biológico. CONTROL CON INSECTICIDAS n 2019 la Junta de Castilla y León inició un ensayo, con duración al menos de tres años, para intentar determinar el efecto de dos compuestos fitosanitarios (Deltametrin y Flonicamid) sobre la población del chinche de las piñas en masas de piñonero. La complejidad del ensayo es múltiple, ya que se trata de determinar la eficacia de un insecticida sobre un insecto que apenas puede observase en campo y que produce unos daños no específicos difíciles de determinar, pues también existen factores climáticos de gran influencia en la productividad de las piñas. La determinación de la eficacia de estos fitosanitarios se valorará evaluando los daños detectados y el rendimiento de piñón blanco obtenido en las diferentes parcelas. Actualmente no hay ningún producto fitosanitario autorizado para su uso contra el chiche de las piñas en pinares, y su uso en masas naturales o naturalizadas tendrá que ser valorado
E
Figura 9. Análisis de candidatos feromonales. Captación de volátiles emitidos por los machos (A). Ensayos de electroantenografía en la antena de L. occidentalis (B). Ensayos de atracción en olfatómetro en Y (C). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
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Figura 10. Puesta centinela en campo (A). Huevo sano con ninfa de L. occidentalis en su interior (B). Huevo tras emergencia de la ninfa (C). Huevo no fecundado (D). Huevo abortado (E). Huevo parasitado con detritus del parasitoide en su interior (F). Huevo parasitado con orificio de salida del parasitoide (G). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
dentro de una gestión sostenible de estas, sin bien su aplicación podría quedar restringida a plantaciones injertadas con fines prioritariamente productivos. CONCLUSIONES as perspectivas productivas del pino piñonero han experimentado un drástico empeoramiento tras la introducción del chinche de las piñas en nuestras masas, sin menoscabar la influencia de los años de sequía y las olas de calor. Las características de esta plaga invasora le convierten en un agente de gran éxito biológico, capaz de extender su acción sobre numerosos hospedantes en varios continentes. Los estudios realizados dentro del Convenio entre la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid ha mostrado su severo potencial destructivo sobre la cosecha de
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piñones (pérdidas de producción y de rendimiento) a lo largo de todo el desarrollo de las piñas. Desafortunadamente, no disponemos actualmente de ningún método o herramienta, no sólo para su control directo, sino para su seguimiento en monte. En este Convenio se ha trabajado en la obtención de tales herramientas, y se han logrado prometedores avances en el conocimiento de su feromona sexual o en la determinación de potenciales parasitoides nativos para su control biológico. Hasta la definición de métodos sostenibles para el control de las poblaciones de la plaga, es incierto cuándo podrán mejorar significativamente las perspectivas futuras de la producción de piñón en los pinares naturales de Castilla y León. El futuro del sector productor y elaborados de piñón podría verse reforzado si se produjese la incorporación decidida
de nuevos métodos de aprovechamiento basados en la producción en plantaciones injertadas de alto valor añadido, en las que podrían aplicarse tratamientos culturales, fitosanitarios, biológicos, etc., no asumibles en masas naturales y seminaturales. En cualquier caso, el avance hacia una solución integral del problema, aplicable en todas las masas de la especie, requiere continuar con las investigaciones enfocadas al desarrollo de métodos de manejo sostenible de esta plaga. AGRADECIMIENTOS Queremos agradecer a los técnicos y agentes medioambientales del Servicio Territorial de Medioambiente de Valladolid su participación en las investigaciones, y a los agentes medioambientales de Castilla y León que han suministrado ejemplares de L. occidentalis. 2020. N.o 78
Figura 11. Bioensayos de parasitismo en laboratorio. Tubo de ensayo (A). Huevos parasitados en diferentes etapas de desarrollo de la ninfa (B). Parasitoide realizando la puesta (C). Parasitoide emergiendo de un huevo parasitado (D). (Laboratorio de Sanidad Forestal, iuFOR).
Las técnicas de laboratorio Ana Ponce, Tamara Sánchez y María Gallo han colaborado en la realización de ensayos.
Estos estudios forman parte de la tesis doctoral de L. Ponce, financiada a través una ayuda para la contratación predoctoral de personal investi-
REFERENCIAS Blatt SE, Borden JH. 1996. Evidence for a male-produced aggregation pheromone in the western conifer seed bug, Leptoglossus occidentalis Heidemann (Hemiptera: Coreidae). Can. Entomol. 128(4): 777–778. Calama R, Gordo J, Mutke S et al. 2020. Decline in commercial pine nut and kernel yield in Mediterranean stone pine (Pinus pinea L.) in Spain. iForest 13(4): 251–260. Conde M, Madrigal G, Mutke S et al. 2016. Pérdidas de rendimiento de piña y piñón en las masas de Pinus pinea. Jornada Final del proyecto Propinea. Ponencias. http://www.asfova.es/wp-content/uploads/2014/11/Perdidas-derendimiento.pdf (29.02.2016). De la Mata R, Teixidó A, Aletà N et al. 2019. La producció de pinyons en plantacions empeltades. Resultats dels assaigs instal·lats a l’IRTA. XXXVI Jornades Tècniques Silvícoles Emili Garolera. Intercanvi d’experiències a bosc. https://www.forestal.cat/ bdds/imatges_db/biblioteca/BIBLIOTECA_DOCUMENT1_4177900015611078. pdf (14.6.2019) Farinha ACO, Silva JEP, Correia AC et al. 2018. Is Leptoglossus occidentalis entirely responsible for the high damage observed on cones and seeds of Pinus pinea? Results from a fertirrigation trial in Portugal. For. Ecol. Manag. 429: 198–206. Ponce L, Gallo M, Pajares JA. 2019. Parasitoides nativos de puestas de Leptoglossus occidentalis Heidemann (Hemiptera, Coreidae) en Castilla y León. IV Reunión Científica de Sanidad Forestal. http://secforestales.org/sites/default/files/archivos/libro_resumenes_sanidad_forestal_final2019.pdf (26.09.2019).
gador de la Junta de Castilla y León cofinanciada por el Fondo Social Europeo.
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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Caídas en el rendimiento en piñón de las piñas de Pinus pinea l. y evidencias acerca de la causalidad de Leptoglossus occidentalis Rafael Calama1, Francisco Javier Gordo2, Marta Pardos1, Guillermo Madrigal1, Susana Pascual3, Rosa Raposo1, Margarita Elvira-Recuenco1, Sven Mutke1 1 INIA. Centro de Investigación Forestal. iUFOR INIAUniversidad Valladolid. 2 Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid. Junta de Castilla y León. 3 INIA. Departamento de Protección Vegetal.
En los últimos años están apareciendo insectos exóticos que ocasionan problemas a las plantas de los espacios verdes urbanos o a las personas que los utilizan. El movimiento de personas y mercancías puede contribuir a la expansión de algunos de esos insectos. Por otro lado, la profusión de las especies atacadas, así como la ausencia de enemigos naturales en los lugares de invasión, facilitan la proliferación de las poblaciones de los insectos invasores. El piñón del pino piñonero (Pinus pinea L.) constituye uno de los principales productos forestales no madereros de la cuenca mediterránea, alcanzando un valor de mercado minorista superior a los 100 €/kg. El producto final de interés, el piñón blanco, se obtiene tras la cosecha de las piñas de los árboles, bien por medios manuales o mecanizados. La posterior transformación industrial de las piñas consiste en su secado, extracción de piñones con cáscara, cascado de los mismos, extracción del piñón blanco, y su posterior clasificación, envasado y comercialización. Aunque España presenta la mayor superficie a nivel mundial de la especie (490.000 ha), las limitaciones de tipo climático y orográfico hacen que sea el segundo país productor y piñón,millones tras Portugal. la estade ha,En lo ese quesentido, corresponde al Los bosques absorbende unpiña décimo dística oficial proporcionada por el Ministerio de Agricultura desde 1972 da 54 % del territorio nacional. En unos este de las emisiones mundiales de carlas coníferas un pabono, con lo que contribuyen posi- de contexto, valores medios anuales de producción piña de 30.000 a 35.000tienen t. El carácter pel decisivoclimática tanto desde de tivamente a la respuesta planetaria vecero de la especie, asociado tantoala la variabilidad comoel apunto fenómevista ecológico como forestal, ocucambio climático. Tanto el protocolo nos de agotamiento de recursos tras años de buena cosecha (Mutke et al., 2005), pando una superficie de 6.000.000 ha de Kioto como los planes nacionales hace que la producción piñaForestal oscile entre 10.000 t/año yInventario máximos demínimos acuerdode con el Segundo de investigación y el de Plan superiores a las a60.000 t/año. De aesta un 20-25 (MAPAMA, % corresponde a la Forestal Nacional 2018). Español instan los gobiernos in- producción, Meseta Norte (pinares de Valladolid y Segovia), un 40 % a las masas de Andalucía, Desde hace varios años, la FAO crementar la superficie forestal a traviene instando a los(valles investigadores vés20de y un % aprocesos Cataluña,de un 5forestación % a los pinares del Sistema Central del Tiétaraly estudio producciones de diferentes(MAPAMA, aspectos2017). bioreforestación, mejorar la eficiencia del Alberche) yyelaresto a otras zonas con menores de los sistemas forestales en términos de biomasa. La superficie forestal española es de aproximadamente 27
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tecnológicos en el ámbito forestal que contribuyan al incremento
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M
ientras que la variable de interés para el propietario forestal es el peso total de piña verde cosechada en el monte, los transformadores industriales buscan optimizar el rendimiento final en piñón blanco de las piñas verdes, definido como la razón entre el peso del piñón blanco obtenido y el peso de piñas verdes entrante en fábrica, expresado en porcentaje. Valores promedios históricos para el rendimiento final (tabla 1) se sitúan en torno al 3,2-3,5 % para los pinares de Andalucía, Meseta Norte y Sistema Central, siendo algo inferiores para Cataluña. Este rendimiento final equivale al producto entre el rendimiento en piñón con cáscara de las piñas verdes y el rendimiento en piñón blanco del piñón con cáscara. El primero de estos rendimientos intermedios es un valor que experimenta gran variabilidad interanual (12-19 %), asociada tanto al tamaño medio de la piña, el tamaño de los piñones y el número de piñones contenidos en cada piña, factores muy relacionados con la precipitaciones ocurrida durante el último año de maduración de la piña (Mutke et al., 2007). Por el contrario, los registros históricos indican una menor variabilidad en el rendimiento en piñón blanco del piñón con cáscara, situado en torno al 20-24 %, estando relacionado este rendimiento con el porcentaje de piñones dañados o vanos, cuyo valor normalmente no alcanzaba el 15 % de los piñones (tabla 2).
Tabla 1. Valor medio del Rendimiento final del piñón blanco de las piñas verdes y de los rendimientos intermedios para las campañas históricas (anteriores a 2005) y modernas (posteriores a 2012) en las cuatro principales regiones productoras de piñón en España.
Cataluña
Andalucía
Meseta Norte
Sistema Central
Históricas
2,36%
3,34%
3,52%
3,49%
Modernas
1,55%
3,21%
1,39%
2,70%
p-valor
0,0002
0,6028
<0,0001
0,0010
Históricas
13,79%
15,48%
13,87%
16,13%
Campañas Rendimiento final en piñón blanco de las piñas verdes Rendimiento en piñón con cáscara de las piñas verdes Rendimiento en piñón blanco de los piñones con cáscara
Modernas
11,33%
16,04%
9,46%
15,26%
p-valor
0,0043
0,5488
<0,0001
0,1828
Históricas
16,63%
21,65%
24,08%
21,26%
Modernas
12,29%
19,36%
12,63%
17,19%
p-valor
0,0001
0,0305
<0,0001
0,0020
p-valor indica el nivel de significación para la hipótesis de igualdad entre periodos en una misma región Tabla 2. Valor medio del porcentaje de piñón dañado y número de piñones por piña para las campañas históricas (anteriores a 2005) y modernas (posteriores a 2012) en las cuatro principales regiones productoras de piñón en España.
Campañas Porcentaje de piñón dañado
Número de piñones por piña
Cataluña
Andalucía
Meseta Norte
Sistema Central
Históricas
23,0%
18,6%
13,4%
9,4%
Modernas
56,0%
25,7%
58,5%
37,5%
<0,0001
0,0414
<0,0001
<0,0001
Históricas
65,6
44,7
76,1
83,8
Modernas
52,9
65,5
47,5
78,9
0,0138
<0,0001
<0,0001
0,3352
p-valor
p-valor
p-valor indica el nivel de significación para la hipótesis de igualdad entre periodos en una misma región
En la campaña 2011-2012 se detectó en las fábricas de procesado un descenso notable en el rendimiento final en piñón, cayendo por debajo del 2 % de forma generalizada y simultánea en todos los países productores del
arco mediterráneo: España, Portugal, Italia, Turquía y Líbano (Mutke et al., 2017). Esta merma supone que para obtener la misma cantidad de piñón blanco las industrias tienen que procesar en fábrica casi el doble de piña
Leptoglossus occidentalis: adulto (izda) y ninfas de primer estadio recién emergidas junto a la puesta (dcha.) criadas en el laboratorio de entomología del INIA Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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verde. La coincidencia en el tiempo de la aparición de estas mermas en el rendimiento con la aparición y expansión en Europa de la chinche exótica Leptoglossus occidentalis Heidemann, hemíptero succionador de semillas de coníferas de Norteamérica (Roversi et al., 2011), hicieron que se considerara a esta plaga exótica como posible agente causante. Ante esta situación el INIA-CIFOR, en colaboración con el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid, iniciaron en 2012 una línea de investigación centrada en el estudio de la caída en la producción y rendimiento en piñón. Esta línea se marcó como objetivos: (i) cuantificar y caracterizar las pérdidas; (ii) identificar a los posibles agentes causantes; y (iii) proponer medidas de control o mitigación. Los trabajos se ha desarrollado desde entonces a través del convenio “Propinea”, entre ITACYL, la Diputación de Valladolid y el INIA, con soporte financiero y técnico de la Junta de Castilla y León; la encomienda EG-17-042-C2 entre el MAPA y el INIA, el proyecto RTA-2013-00011 y el proyecto H2020 “Incredible”. En este trabajo se presentan distintos resultados alcanzados en estos proyectos, poniéndolos en contexto con los resultados alcanzados por otros grupos, y avanzando futuras líneas de investigación. CUANTIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LA CAÍDA EN EL RENDIMIENTO EN PIÑÓN n elemento fundamental para el desarrollo de esta línea ha sido la red de parcelas permanentes para el estudio del crecimiento y producción de madera y piña de pino piñonero instalada por el INIA-CIFOR en los años 90 del siglo pasado en las principales regiones productoras de piñón. Gracias al mantenimiento y seguimiento de la red ha sido posible comparar el rendimiento en piñón observado en las campañas posteriores a 2012 con el medido en series históricas que abarcaban, según la región, desde 1992 a 2005. Desde 2012 se realizan muestreos en la red, cosechando cada año piña verde sana, que se lleva al laboratorio de biometría del INIA-CIFOR, donde se procede a su apertura, extracción, conteo y pesaje de piñones
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Figura 1. Evolución del rendimiento final en piñón blanco de las piñas verdes (a) y de la tasa de piñón dañadas entre las campañas anteriores a 2000 (color azul) y posteriores a 2012 (color verde). Datos para la Meseta Norte. La línea discontinua indica valor medio de cada periodo
con cáscara, y posterior selección de una muestra para cascado, conteo y pesaje del piñón blanco y piñón dañado, de acuerdo al mismo protocolo usado en las series históricas. Los resultados (tabla 1) permiten identificar una reducción estadísticamente significativa en el rendimiento final en piñón blanco en todas las regiones excepto Andalucía (donde se observa una disminución no significativa del 0,2 %). La caída más notable se ha producido en los pinares de la Meseta Norte, que han pasado de ser los de mayor rendimiento (>3,5 %) a mostrar un rendimiento final promedio para 2012-2019 inferior al 1,4 %. En el caso de Cataluña el promedio de rendimiento final ha pasado del 2,4 % al 1,5 %
en las campañas recientes, mientras que en el Sistema Central se ha pasado de rendimientos del 3,5 % al 2,7 %. En las regiones más afectadas la caída en los rendimientos se observa todos los años de las series modernas, siendo más acusada la disminución en los últimos (figura 1a). Como ejemplo, indicar que en las dos últimas campañas analizadas en la Meseta Norte el rendimiento final no llega al 1 %. La merma en el rendimiento final observada desde 2012 se asocia con un menor rendimiento en piñón blanco del piñón con cáscara, significativo en todas las regiones, y especialmente acusado en la Meseta Norte, donde ha pasado del 24 % al 12 %. En cuanto al rendimiento intermedio de piñón con cáscara 2020. N.o 78
Fases del procesado de las piñas en laboratorio
en las piñas verdes la reducción únicamente es significativa en Cataluña y la Meseta Norte, siendo de nuevo mayor en esta última, donde ha alcanza valores inferiores al 10 % (tabla 1). Calama et al. (2020) correlacionan la caída en los rendimientos con un
aumento significativo de la tasa de piñón dañado, observable en todas las regiones (tabla 2). Este aumento llega a alcanzar valores del 55 % en Cataluña y Meseta Norte (con máximos superiores al 75 % en las últimas campañas; figura 1b), lo que supone
la práctica pérdida de la cosecha en la mayor parte del territorio. El tipo de daño observado presenta una casuística particular, caracterizada en Calama et al. (2015) y Elvira-Recuenco et al. (2016). Se demuestra también que ha existido una reducción significativa
Tipología de daños en piñones de Pinus pinea observados en piñas maduras cosechadas en campo Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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en el número de piñones sanos por piña verde en las dos regiones más afectadas, provocada por un aumento del número de piñones abortados. EVIDENCIAS SOBRE LA CAUSALIDAD DE Leptoglossus occidentalis na vez demostrado que la merma en el rendimiento final se debe principalmente a un aumento significativo del porcentaje de piñones dañados, y en menor medida a una reducción en el número de piñones por piña, la investigación se centró en identificar el agente causante de estos daños. Partiendo de la hipótesis de una causalidad por parte de L. occidentalis, se intentó confirmar la misma mediante una serie de experimentos:
Figura 2. Patrón temporal de evolución del porcentaje de piñones sanos en piñas inmaduras a lo largo del último periodo de maduración en dos montes públicos de la provincia de Valladolid
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Seguimiento temporal de daño en piñas inmaduras y comparación con ciclo biológico de Leptoglossus occidentalis De acuerdo a los distintos estudios sobre el ciclo biológico de la especie (González et al., 2013), la actividad de ninfas y adultos de L. occidentalis en nuestro país se concentra entre los meses de mayo y septiembre, permaneciendo el resto del año los adultos en estado invernante, formando colonias gregarias. El objetivo de este experimento fue estudiar si el patrón temporal de daño en piñones a lo largo del último periodo de maduración de las piñas se correspondía con este periodo de actividad, lo que indicaría una evidencia de causalidad por parte del hemíptero. Para el ensayo –establecido en colaboración con el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid– se seleccionaron en 2016 dos montes en la provincia de Valladolid: el MUP 17 (Nava del Rey, con tasas previas de daño cercanas al 70 %), y el MUP 115, (Mayorga, tasas de daño en torno al 30 %). Entre el 20 de mayo y el 20 de octubre, y con una periodicidad quincenal, se recogió un lote de 3-5 piñas inmaduras de cada monte. Una de las piñas era seleccionada para el ensayo de alimentación controlada descrito en el siguiente apartado, mientras que en el resto se extraían los piñones inmaduros, clasificando
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Figura 3. Tasa de daño predicha a partir de modelos espacio temporales, para pinares de Pinus pinea en la provincia de Valladolid. El color verde indica mayores tasas de daño, mientras que el rojo indica menores tasas
según tipo de daños e indicando el grado de lignificación de piña y piñón. El análisis en el tiempo de la evolución en la tasa de piñones dañados (figura 2) permitió identificar que los daños más acusados se producen entre los meses de julio y septiembre, coincidentes con la época de mayor actividad de L. occidentalis en la re-
gión, lo que vendría a confirmar la hipótesis de causalidad. A partir del mes de septiembre, con las piñas y los piñones completamente lignificados, la tasa de daño se mantiene constante. Respecto al tipo de daño observado en cada periodo debe indicarse que en la fase inicial, con el piñón lechoso y la testa sin lignificar, los ocasionales 2020. N.o 78
daños observados son de tipo 0 (foto 4a), empezando a aparecer daños de tipo I con el comienzo de la lignificación (final de junio, foto 4b) y de tipo II una vez que la piña alcanza su tamaño definitivo y los piñones están lignificados (final de julio, foto 4c). Este patrón de daño parece indicar que cuando el piñón no está lignificado L. occidentalis es capaz de provocar el vaciado total del piñón, mientras que cuando las testas se han lignificado pero la piña aún no el daño habitual es de tipo I, y una vez que tanto piñas como piñones están lignificados el daño que puede provocar es de tipo II, de menor intensidad. Ensayo de alimentación controlada En paralelo con el ensayo anterior se lleva a cabo un experimento de alimentación controlada de individuos de L. occidentalis en el laboratorio de entomología del INIA, en el que se mantuvo entre mayo y octubre de 2016 una población de 3-4 adultos y un número variable de ninfas en una caja de cría. La piña inmadura reservada en la actividad anterior se partía en dos mitades, introduciéndose ambas en la jaula de cría de L. occidentalis, una de las mitades expuesta a los insectos y la otra no (protegida en un recipiente plástico con posibilidad de transpiración). Las dos mitades de la piña eran mantenidas en la caja durante un periodo de 3-4 días, procediendo entonces a la extracción de piñones de cada mitad, y al posterior conteo, cascado y clasificación según tipo de daño. El experimento permitió recabar evidencias de cómo L. occidentalis, incluso en estadios de ninfa, se alimenta de las piñones de las piñas introduciendo su estilete entre las escamas de las mismas. En el análisis se observó como en las mitades de la piña expuesta a la acción de L. occidentalis la tasa de piñón dañado era superior al 67 %, llegando al 100 % en numerosos casos. Por el contrario, la media piña protegida presenta tasas de daños inferiores al 11 %, no observando daño en la mayor parte de los casos. Al comparar los daños observados en condiciones de laboratorio con los obtenidos en las mismas fe-
Foto 4. Daños observados en piñones de piñas inmaduras recolectadas en campo el 3 de junio (a), 30 de junio (b) y 28 de julio (c) de 2020, correspondientes con daño tipo 0, tipo I y tipo II.
Ninfa de Leptoglossus occidentalis de tercer estadio insertando su estilete entre las escamas de una piña en fase de maduración
chas en campo se evidencia una gran analogía en los daños, identificando niveles similares de daño en el endospermo y embrión, y presencia residual del tegumento.
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Exclusión de Leptoglossus occidentalis mediante embolsamientos de piña inmadura En esta actividad, liderada por el grupo de patología forestal del INIA-
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CIFOR, se procedió a embolsar piñas durante el mes de marzo de 2016 piña del último año de maduración, al objeto de protegerlas de un posible ataque por L. occidentalis. Para ello, en el banco clonal PH23 ubicado en Puerta de Hierro (Madrid), y donde había evidencia de la presencia de la chinche, se seleccionaron 91 piñas en 22 árboles, de las cuales 41 fueron embolsadas con malla de luz 1,5 mm, mientras que las restantes fueron dejadas sin protección. Las piñas se recolectaron en el momento de su madurez comercial, procediendo a la extracción, conteo y pesaje de piñones, y clasificación de tipología de daños. Se identificó un efecto significativo (p-valor < 0.0001) del embolsamiento, de forma tal que mientras que en las piñas protegidas se observaba una tasa de piñones dañados del 6 %, en las piñas expuestas al insecto la tasa de daño alcanzaba al 34 % de los piñones (Elvira-Recuenco et al., 2016). Asimismo, se identificó que los daños tipo 0 y tipo II solo aparecían en las piñas expuestas, y por tanto debidos a la acción exclusiva de L. occidentalis, mientras que los daños tipo I eran provocados tanto por la chinche como por otros agentes abióticos. Resultados similares demostrando la implicación de L. occidentalis mediante el uso de embolsamientos han sido obtenidos por el grupo de plagas forestales de la Universidad de Valladolid (Ponce et al., 2017). En el mismo ensayo se ha estudiado la presencia de hongos patógenos y su asociación con el daño causado por el insecto, incubando sobre un sustrato de crecimiento de dextrosaagar en placa Petri piñones dañados procedentes de las muestras embolsadas y no embolsadas. Los resultados indicaron que, aunque se detectan hongos saprófitos de los géneros Aspergillus, Penicillium, Fusarium, Alternaria, Cladosporium y Rhizomocur, su presencia no está asociada a ningún tipo de daño y no causa un incremento en la frecuencia de piñones dañados. PROPUESTAS DE CONTROL Y MITIGACIÓN DE LOS DAÑOS OBSERVADOS ras encontrar evidencias suficientes sobre la implicación de L. occidentalis en la disminución en
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Daños observados en piñones de piñas expuestas a la acción de Leptoglossus occidentalis y comparación con testigo no expuesto
rendimiento final en piñón (aunque no se descarte el efecto de otros factores de tipo climático), la investigación debe orientarse al planteamiento de propuestas de control o mitigación de los daños observados. Uno de los elementos clave para el control del daño es el disponer de herramientas para el seguimiento de los niveles poblacionales de la chinche, algo de lo que aún no se dispone. En paralelo con otros ensayos, el grupo de entomología del INIA, en colaboración con la Universidad Católica de Ávila, estableció un estudio de trampeo de L. occidentalis para comparar la eficacia atrayente de distintos compuestos volátiles que han mostrado previamente respuesta electroantenográfica en el insecto (α-pineno, β-pineno y limoneno), así como de distintos colores de trampa (verde y blanco). Tras un seguimiento quincenal realizado entre abril y octubre de 2016 en 36 trampas se evidenció la nula eficacia del método, pese haberse detectado el insecto en la parcela de estudio. Dentro de esta línea, el citado grupo de plagas forestales de la Universidad de Valladolid está trabajando en la actualidad en la síntesis de una feromona de agregación para la especie (Pajares, 2019), lo que permitiría establecer un método eficiente de control e inventario de la plaga, y determinar la correlación entre niveles de daño
en piñón y valores poblacionales de L. occidentalis. El mismo grupo está investigando sobre organismos nativos que parasiten las puestas de L. occidentalis, habiendo identificado distintas especies del género Ooencyrtus (Himenoptera, Chalcidadae) como potenciales parasitoides. Estos hallazgos podrían contribuir al desarrollo de herramientas de control biológico de la especie. Por otra parte, la Junta de Castilla y León, en colaboración con asociaciones de propietarios forestales e industriales del sector, han iniciado recientemente ensayos de control químico de la plaga utilizando distintos compuestos (deltametrina y flonicamida), que se encuentran actualmente en fase de evaluación. Una línea reciente se centra en identificar qué factores de rodal, paisaje y climáticos pueden explicar la variabilidad espacio-temporal observada en la tasa de daño en piñón. Los resultados de esta línea (Villaseñor et al., 2019; Calama et al., 2019) han permitido identificar mayores tasas de daño en las zonas con mayor espesura del pinar y menor calidad de estación; en los años más secos y en los posteriores a una buena cosecha. Con esto se ha podido modelizar la probabilidad de ocurrencia del daño en piñones (figura 3), y proponer que una selvicultura basada en claras intensas podría mitigar en parte la caída de rendimientos. 2020. N.o 78
CONCLUSIONES os estudios desarrollados demuestran la existencia de un descenso generalizado en el rendimiento en piñón blanco de las piñas, más acusado en los pinares de Cataluña y la Meseta Norte. Esta caída está motivada principalmente por un aumento en la tasa de piñón dañado, que se sitúa en algunas regiones en valores superiores al 75 %, lo que pone en peligro la viabilidad del sector de la piña y piñón. Distintos ensayos de seguimiento en campo, embolsamiento de piñas y alimentación controlada en laboratorio han permitido identificar –con muy alta probabilidad– a la chinche exótica Leptoglossus occidentalis como principal agente causante del daño. Las líneas futuras de investigación deben orientarse al diseño de herramientas de monitorización del insecto, identificación de factores de vulnerabilidad en los pinares, propuestas de gestión forestal para mitigar el impacto de la plaga, y diseño de tratamientos de control químico y biológico.
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Trampas de interceptación evaluadas para la captura de Leptoglossus occidentalis, ubicada sobre Pinus pinea en el banco clonal de Puerta de Hierro
Piña en tercer año de maduración embolsada para prevenirla del ataque de Leptoglossus occidentalis
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
El cancro del castaño: estado actual de la enfermedad y de su control mediante transmisión de hipovirulencia Pedro Mansilla1, Olga Aguín1, María Jesús Sainz2 1 Estación Fitopatolóxica Areeiro, Diputación de Pontevedra, Pontevedra 2 Departamento de Producción Vegetal y Proyectos de Ingeniería, Universidad de Santiago de Compostela, Lugo
El cancro del castaño es una enfermedad fúngica grave causada por el ascomiceto Cryphonectria parasitica (= Endothia parasitica), que afecta principalmente a los castaños europeos (Castanea sativa) y americanos (C. dentata). Este hongo, de origen asiático, convive como patógeno débil, sin causar apenas daños, con el castaño japonés (C. crenata) y, sobre todo, con el castaño chino (C. mollisima), considerados tolerantes. Cryphonectria parasitica está presente fundamentalmente en áreas de castaño del hemisferio Norte (Figura 1).
Figura 1. Mapa mundial de distribución de Cryphonectria parasitica (EPPO, 2020a).
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ryphonectria parasitica fue introducido de forma fortuita a través de material vegetal infectado en Estados Unidos a principios del siglo XX (1904), ocasionando uno de los mayores desastres ecológicos conocidos, ya que causó la muerte de millones de castaños americanos y eliminó prácticamente a Castanea dentata como especie dominante en sus áreas naturales. Años más tarde se constataría la presencia del patógeno en Europa: primero en Italia (1938), después en España (1947) y Suiza (1948), y durante la segunda mitad del siglo XX en la mayoría de los países europeos con áreas de castaño (Robin y Heiniger, 2001). Hoy en día, su incidencia es particularmente preocupante en Fran-
cia, Italia, Suiza, España y Portugal, los países europeos con mayor superficie cubierta por Castanea sativa, donde la rentabilidad de su cultivo se ha visto claramente mermada. Cryphonectria parasitica es un patógeno de herida que ataca fundamentalmente a la corteza de las ramas y tronco, provocando lesiones necróticas llamadas cancros, que son los que le dan nombre a la enfermedad y los que, en casos graves, pueden ocasionar la muerte del árbol (Figura 2). Aunque es un hongo que tiene una fase asexual y otra sexual, su ciclo de vida es predominantemente asexual; se caracteriza por la formación de un micelio vegetativo haploide y picnidios de color amarillo a naranja que forman conidias (esporas asexuales).
Como sucede en otras especies fúngicas filamentosas puede producirse la fusión de células de hifas de dos cepas distintas (anastamosis hifal), siempre y cuando ambas cepas sean compatibles. El sistema de compatibilidad vegetativa de Cryphonectria parasitica está controlada por al menos seis loci, cada uno con dos alelos (Milgroom y Cortesi, 1999), y permite que una cepa del hongo diferencie a sus propias células de las de otras cepas. Para que se produzca anastamosis hifal entre dos cepas es necesario que tengan alelos idénticos en los seis loci. Hay que tener en cuenta que, al haber al menos seis loci (con dos alelos por locus) que determinan la compatibilidad vegetativa (vc), pueden existir más de 64 (26) tipos vc. En Europa, de hecho, hay una colección
Figura 2. Diferentes estados de enfermedad y tipologías de cancros en castaños afectados por Cryphonectria parasitica. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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de cepas de referencia de Cryphonectria parasitica de 74 tipos vc, numeradas como EU-1 a EU-74 (Cortesi y Milgroom, 1998; Robin et al., 2000), si bien, en algunos países europeos como por ejemplo España y Portugal, se han detectado cepas de grupos vc que no pertenecen a ninguno de ellos (Bragança et al., 2007; Montenegro et al., 2008; Zamora et al., 2012), lo que indica que posiblemente existen más loci implicados en la compatibilidad de C. parasitica Por otra parte, en las áreas europeas de castaño suele encontrarse una baja diversidad de tipos vc; los tipos más frecuentes en Europa son EU-1, EU-2, EU-12 and EU-14 (Aguín et al., 2020). En cuanto a la fase sexual, Cryphonectria parasitica es una especie heterotálica, es decir son necesarias dos cepas distintas genéticamente compatibles para que se forme un cigoto. La reproducción sexual está controlada por un único locus, denominado MAT, que tiene dos alelos, de manera que podrá haber reproducción sexual entre dos cepas si tienen distintos alelos MAT. Otro aspecto muy importante de la biología del hongo es que algunas
Cancro en tronco de castaño europeo.
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cepas están infectadas por un virus que causa cambios en la morfología de sus colonias y en su fisiología. Los virus que tienen la capacidad de infectar a hongos se denominan micovirus. Se conocen unas 150 especies de micovirus (ICTV, 2020), de las cuales nueve se han encontrado infectando cepas de C. parasitica (Aguín et al., 2020). En Europa, hasta la fecha, sólo se ha detectado la especie de micovirus Cryphonectria hypovirus 1 (CHV1), que también afecta a cepas del hongo en China, Japón y Corea (Lee et al., 2006; Liu et al., 2007). Probablemente este micovirus, que tiene un genoma de ARN monocatenario positivo, se introdujo en Europa junto con su hongo hospedador, Cryphonectria parasitica. Las cepas infectadas por CHV1 son menos agresivas que las que no están infectadas, causando menos síntomas, cancros superficiales y menos daños y nunca la muerte de ramas o del propio árbol. Es decir, las cepas infectadas por el micovirus muestran una virulencia atenuada, por lo que se denominan cepas hipovirulentas. Por extensión, a los micovirus que causan hipovirulencia se les denomina comúnmente hipovirus y a las cepas
fúngicas infectadas por los hipovirus, hipovirulentas. En contraste, las cepas no infectadas por micovirus son virulentas, ocasionando, tras la entrada en alguna herida del árbol, la aparición de síntomas. Son las cepas responsables de la muerte de ramas o de los propios árboles. Cuando se aíslan y se cultivan en laboratorio, puede observarse que cepas virulentas e hipovirulentas muestran morfología y velocidad de crecimiento diferentes. Así, en medio de cultivo PDA, las colonias de las cepas infectadas por CHV1 son blancas, con márgenes generalmente lobulados, escaso micelio aéreo y producción de pocos o ningún picnidio, mientras que las colonias de cepas libres de virus muestran un micelio con crecimiento organizado y regular, producen numerosos picnidios que proporcionan un color amarillo-naranja característico y crecen más rápidamente que las hipovirulentas (Figura 3). Cuando una cepa hipovirulenta forma anastomofosis hifales con una cepa virulenta compatible, le transmite el hipovirus. La cepa virulenta así infectada se convierte en hipovirulenta. Este fenómeno, que ocurre de
Colonia de un aislado hipovirulento de Cryphonectria parasitica a partir del cancro de la izquierda. 2020. N.o 78
forma natural, permite la diseminación del hipovirus, pero también el control natural espontáneo de la enfermedad (Figura 4). Desafortunadamente, en campo, la mayoría de las cepas son virulentas, por lo que frecuentemente no sucede el control natural del cancro y la enfermedad se extiende. Para tratar de prevenir la introducción y dispersión de C. parasitica en nuevas áreas de castaño, y ante la gravedad de los daños que causa y la amenaza que supone para la supervivencia de los árboles, se han adoptado una serie de medidas en todo el mundo que afectan al movimiento de madera, semillas y plantas. En Europa la Directiva 2000/29/CE del Consejo, modificada por la Directiva 2004/102/CE de la Comisión, incluyó a Cryphonectria parasitica en el grupo de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales, estableciendo medidas de protección contra la introducción y propagación de este patógeno dentro de la UE. Esta directiva obligaba al control de cualquier material vegetal de los géneros Castanea y Quercus destinado a plantación que pudiera entrar en la UE, con excepción de las semillas, así como al control de madera (excepto
Cancro en tronco de castaño europeo.
madera libre de corteza) y de corteza aislada de castaño. La Directiva 2000/29/CE y sus posteriores modificaciones, así como la Directiva 2004/105/CE (por la que se fijan los modelos oficiales de certificados fitosanitarios o certificados fitosanitarios de reexportación que deben acompañar los vegetales, productos y otros objetos procedentes de terceros países y enumerados en la Directiva 2000/29/CE) se incorporaron a la normativa española mediante el Real Decreto 58/2005, de 21 de enero, por el que se adoptaron medidas de protección contra la introducción y difusión en el territorio nacional y de la Comunidad Europea de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales, así como para la exportación y tránsito hacia países terceros. La Organización Europea y Mediterránea para la Protección de Plantas, una organización internacional (con 52 países miembros en la actualidad) que identifica organismos que pueden ser patógenos y plagas de riesgo para plantas y propone medidas fitosanitarias para su control, incluye a Cryphonectria parasitica como patógeno de cuarentena en su lista A2 (EPPO, 2020b). La lista A2 inclu-
ye especies de patógenos y plagas, presentes en alguno o varios de los países miembros de la Organización, para las que se propone que se regulen como patógenos de cuarentena. Cryphonectria parasitica también se considera un patógeno de cuarentena en varios países en todo el mundo, como es el caso de Estados Unidos (EPPO, 2020a). Sin embargo, las restricciones existentes no han sido totalmente eficaces, y no han podido detener completamente la dispersión del patógeno en Europa. El principal problema son las plantas asintomáticas infectadas, ya que no pueden ser detectadas a través de inspecciones visuales (Rigling y Prospero, 2018). Una vez que se establece en una nueva área de castaños, no existe ningún método eficaz cultural ni químico de control de Cryphonectria parasitica, ni ningún cultivar de castaño europeo tolerante o resistente a la enfermedad (EPPO, 1997). La propagación de la enfermedad se intenta limitar mediante la eliminación de árboles sintomáticos o ramas afectadas, la desinfección de herramientas de corte y la destrucción de los restos de poda. Pero generalmente estas
Colonia de un aislado virulento de Cryphonectria parasitica a partir del cancro de la izquierda.
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Éxito (izquierda) y fracaso (derecha) en la transmisión del micovirus CHV1 desde un aislado hipovirulento (colonia blanca) a uno virulento (colonia naranja). En cada placa, se han dispuestos dos fragmentos de cultivos de una cepa hipovirulenta y dos de una virulenta en medio PDA. En el cultivo de la izquierda, los aislados tenían el mismo tipo vc, mientras que en el de la derecha, no.
medidas no surten el efecto deseado debido a la facilidad con la que el patógeno se disemina. Ante la ineficacia de los métodos culturales y/o químicos, en los últimos 20 años la investigación sobre el control del cancro del castaño se ha basado en el desarrollo de métodos biológicos basados en la transmisión de micovirus de cepas hipovirulentas a virulentas. Para un área de castaños afectados por la enfermedad, el primer paso para llevar cabo estos métodos es tomar muestras de cancros y aislar en el laboratorio cepas virulentas e hipovirulentas, si las hay, de Cryphonectria parasitica a partir de ellos. Es importante obtener un alto número de cepas virulentas para conocer la diversidad de tipos de compatibilidad vegetativa. Si se tiene la fortuna de encontrar cepas hipovirulentas, hay que determinar también su tipo vc. Existen zonas de castaño europeo en Suiza, Francia, Croacia, Eslovenia, Bosnia y Macedonia en las que los cancros causados por Cryphonectria parasitica tienen una alta prevalencia de infección por hipovirus, con una proporción de más de un 50 %. Sin embargo, en otras zonas europeas
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donde se ha detectado este hongo patógeno todavía no se han detectado cepas hipovirulentas o su prevalencia es muy baja. Es el caso de España, Portugal, Bulgaria, Rumania, algunas zonas de Suiza y Turquía (Rigling y Prospero, 2018). Hay que señalar también que no es fácil detectar cepas hipovirulentas en campo, sobre todo cuando su incidencia es baja, ya que se aíslan de cancros superficiales que no llegan a afectar al cambium en los que no se forman, o apenas hay, cuerpos de fructificación (Heiniger y Rigling, 1994). Aunque podría pensarse que cancros aparentemente superficiales son indicadores de la presencia de cepas hipovirulentas, esto no siempre es así, ya que puede tratase de cancros iniciales que con el tiempo evolucionarán a lesiones más importantes. Por ello, cuando se obtiene un aislado de Cryphonectria parasitica, independientemente de las características del cancro del que se obtenga y de la morfología de su colonia en un medio de cultivo, la única manera de confirmar que está infectado por un micovirus es obtener el ARN vírico y proceder a la identificación de la especie vírica en laboratorios de análisis
(Bryner et al., 2012). En la Figura 5, se muestra un gel de agarosa en el que se observan los fragmentos de ARN obtenidos a partir de aislados hipovirulentos de C. parasitica. En caso de encontrar cepas hipovirulentas compatibles con las cepas virulentas dominantes en la zona, pueden elaborarse inóculos de cepas hipovirulentas para su introducción en áreas de castaños afectados por cancro. Estos inóculos pueden incluir una o más cepas hipovirulentas. Se ha comprobado que, si en una misma zona de castaños existen cepas virulentas de varios tipos vc codominantes, se podrían aplicar un inóculo que contuviera una mezcla de cepas hipovirulentas pertenecientes a esos diferentes tipos vc para incrementar el éxito en el control de la enfermedad (Robin et al., 2000). Las cepas hipovirulentas de los inóculos deben aislarse de la misma zona del castaño donde se reintroducirán. No se recomienda utilizar cepas hipovirulentas obtenidas de otras zonas o de otros países, ya que pueden no adaptarse y/o desplazarse (Feau et al., 2014). El inóculo puede realizarse en diferentes formulaciones. Éstas deben 2020. N.o 78
tener características adecuadas para garantizar la viabilidad de las cepas hipovirulentas y para permitir una fácil aplicación del inóculo sobre las lesiones, de manera que se favorezca el contacto entre las cepas hipovirulentas del inóculo y las virulentas del árbol tratado y que se produzca la transmisión del micovirus, en Europa de CHV1, mediante anastomosis hifal. Distintos equipos de investigación en Europa y en Estados Unidos han elaborado formulaciones de inóculos de cepas hipovirulentas para estudiar su eficacia en la transmisión de hipovirulencia a cepas virulentas y su eficacia en el control del cancro del castaño en campo a nivel experimental, pero ninguno está comercializado. En España, la empresa Fauna Útil tiene una patente referida a la composición y preparación de un gel para el tratamiento de castaños afectados por cancro, concedida hace 10 años. Se ha probado la eficacia de ese gel para servir como portador de inóculos hipovirulentos y su utilidad para ser aplicado en los cancros de árboles afectados. En Europa, donde suele encontrarse una baja diversidad de tipos vc de Cryphonectria parasitica, el control
biológico del cancro del castaño mediante la introducción de cepas hipovirulentas del hongo infectadas con el micovirus CHV-1 ha tenido una gran eficacia (Robin y Heiniger, 2001), aunque en el caso de Francia, donde se ha registrado una incidencia similar de hipovirulencia en sitios tratados y no tratados, no se sabe con certeza si la propagación de la hipovirulencia se ha debido a las cepas introducidas o a cepas hipovirulentas presentes naturalmente en las áreas afectadas por la enfermedad (Robin et al., 2000). Hay que precisar que los tratamientos con cepas hipovirulentas en Europa han sido particularmente efectivos en cancros pequeños y delimitados en árboles jóvenes, mientras que, en cancros grandes en árboles viejos, su efectividad ha sido baja (Rigling y Prospero, 2018). En cambio, en Estados Unidos el control biológico del cancro del castaño basado en la introducción del hipovirus CHV-1 no ha tenido éxito, lo cual se ha relacionado con el elevado número de tipos vc en las poblaciones de Cryphonectria parasitica (Milgroom y Cortesi, 2004). Es decir, había muchas cepas virulentas en campo que
Gel de agarosa mostrando los fragmentos de ARN obtenidos a partir de aislados hipovirulentos de C. parasitica. Calles 1-4: aislados hipovirulentos, M: marcador, C+: control positivo.
tenían un tipo vc diferente al de la cepa o cepas hipovirulentas introducidas. En resumen, el éxito de la transmisión de la hipovirulencia como método de control biológico del cancro del castaño depende de factores relacionados con la biología de las poblaciones de Cryphonectria parasitica en las áreas afectadas y con la calidad
Cancro en el tronco de un castaño europeo (izquierda) y aspecto del mismo cancro un año después de la aplicación de un inóculo hipovirulento (derecha). Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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de los inóculos. La situación más favorable para controlar la enfermedad se daría en zonas dominadas por cepas virulentas del hongo con uno o pocos tipos de compatibilidad vegetativa y con un solo tipo MAT, de manera que la reproducción fuese principalmente asexual; las cepas hipovirulentas seleccionadas para la inoculación tendrían que tener una alta capacidad de conversión y ser compatibles vegetativamente con las cepas virulentas, para que pueden transmitir el virus; y tendría que disponerse de una formulación adecuada de inóculo que garantizase la estabilidad y capacidad de dispersión de las cepas hipovirulentas incluidas en él (Kunova et al., 2016). En muchos rodales de castaños afectados por cancro en el noroeste de España, las poblaciones de Cryphonectria parasitica presentan pocos tipos de compatibilidad vegetativa, muchas veces con uno marcadamente dominante, y un solo tipo MAT, detectándose en ellas cepas hipovirulentas infectadas por el virus CHV1 (Montenegro et al., 2008). Estas condiciones permiten la implementación exitosa del control biológico de la enfermedad mediante la aplicación de inóculos hipovirulentos de calidad obtenidos mediante la multiplicación y reintroducción de esas cepas hipovirulentas. Debe señalarse, sin embargo, que, a pesar de las evidencias y estudios científicos sobre el éxito del control biológico del cancro mediante inóculos hipovirulentos en las principales zonas europeas afectadas por Cryphonectria parasitica (Italia, Francia, Portugal, España, Suiza), no existe todavía una regulación para la transferencia de esta metodología al sector. Como otros investigadores europeos han indicado en publicaciones previas, depende de los organismos competentes esperar a que la hipovirulencia natural actúe y se propague, si hay cepas hipovirulentas en las áreas afectadas que puedan llegar a poder hacerlo, o facilitar el establecimiento de una hipovirulencia natural implementada mediante la multiplicación y reintroducción de esas cepas hipovirulentas, de manera que los resultados sean más rápidos y se puedan recuperar lo antes posible los castaños afectados.
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
La importancia de la innovación para la prevención y control de las enfermedades forestales. Proyecto Innobandas Alejandro Cantero Amiano1, Josu Azpitarte Andrinúa2 1 Ingeniero de montes. Hazi Fundazioa 2 Baskegur
El proyecto del Grupo Operativo Innobandas concluye que los tratamientos ensayados son eficientes para el control de la enfermedad de las bandas de las acículas en pinos y respetuosos con el medio ambiente.
NECESIDAD DE REFORZAR EL CONOCIMIENTO, LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE ENFERMEDADES Y PLAGAS as enfermedades y plagas forestales tienen cada vez mayor impacto en la salud de nuestros ecosistemas. El aumento exponencial de la entrada de mercancías y del movimiento de personas por nuestras fronteras está ocasionando una multiplicación del número de organismos potencialmente patógenos, que se introducen y se expanden por los montes. Por otro lado, el cambio climático está generando episodios meteorológicos extremos cada vez más frecuentes (sequías prolongadas y olas de calor extremo, granizadas, vendavales, etc.), que dañan y debilitan a los árboles, generando situaciones de estrés en las plantas y condiciones más favorables para la proliferación de plagas y enfermedades. Todo ello está afectando a multitud de especies, autóctonas e in-
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troducidas, y tanto a las que ocupan amplias superficies como a las menos frecuentes. Por citar una serie de ejemplos, los castaños, afectados anteriormente por enfermedades como la tinta (Phytophthora cinnamomi), y el cancro (Cryphonectria parasítica), ambas introducidas, se ven ahora gravemente dañados por la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), de origen chino, y que se ha expandido por todo el mundo. El fresno está siendo afectado en la mayoría de países europeos desde mediados de la década de 1990 por Chalara fraxinea, hongo invasor procedente de Asia que causa la grave enfermedad del marchitamiento de los brotes, y que este año ha sido detectado ya en los Pirineos atlánticos franceses. La polilla del boj (Cydalima perspectalis), nativa de las regiones subtropicales húmedas del este de Asia, está causando graves defoliaciones y la muerte de bojedales españoles desde hace tres o cuatro años.
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Los veranos calurosos y secos están favoreciendo brotes de escolítidos que están destruyendo vastas extensiones de bosques en Europa central, debilitando las defensas naturales de las píceas (Picea abies) en la Chequia, el norte de Austria, Baviera y Eslovaquia. Llevan avanzando cuatro años por Francia y ya han llegado hasta el Pirineo. El nematodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus) fue detectado por primera vez en territorio europeo en Portugal en 1999, y desde 2008 la totalidad del territorio portugués está declarada como zona demarcada. Esta dañina plaga, que afecta principalmente al pino marítimo (Pinus pinaster) pero también a otros pinos como el insigne (P. radiata) o el silvestre (P. sylvestris), ha sido localizada en España en diversas ocasiones. La principal causa expansión de la plaga parece ser la no observancia de las condiciones de transporte de la madera, por lo que es obligada una llamada a la responsabilidad del sector para evitar el traslado de madera sin el necesario control. Como aspecto positivo cabe citar la reciente catalogación por parte del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán de tres familias de pino resistentes a esta plaga, lo que abre una puerta a la esperanza. La lista de plagas y enfermedades que amenazan las masas forestales es extensa y preocupante; conocer los factores que están sirviendo para su expansión y agravamiento y las técnicas para su prevención y control debe ser prioritario para los organismos responsables de su gestión. Es fundamental el apoyo al estudio científico y experimental y la adopción de medidas de prevención y control. Las nuevas tecnologías de información geográfica, como imágenes de satélite y teledetección mediante drones, son una potente herramienta para situar sobre el terreno el avance de las enfermedades y plagas, su grado de afección, velocidad de evolución e incluso la predicción de episodios que se puedan manifestar en el futuro. El proyecto Innobandas ha constatado la buena correlación entre los datos de defoliación recogidos en parcelas de campo y los valores de
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los índices NDVI y NBR recogidos por satélites y drones en las mismas fechas. Esto abre nuevos campos para el empleo de la teledetección a pequeña y gran escala en el seguimiento de enfermedades u otros tipos de daños forestales. También se han probado métodos innovadores para estimar la defoliación de las parcelas, como láseres 3D o fotografías cenitales. LA ENFERMEDAD DE LAS BANDAS DE LAS ACÍCULAS DE LOS PINOS e denomina enfermedad de las bandas de las acículas de pino la afección causada por tres especies de hongos, Lecanosticta acicola, Dothistroma septosporum y Dothistroma pini; la primera se conoce como banda marrón y afecta principalmente al pino insigne, y las otras dos como banda roja, y afectan además a otras especies de pinos, como el laricio. La enfermedad de las bandas de las acículas se conocía desde hace décadas, pero era una enfermedad oportunista, que se manifestaban sobre todo en fondos de valle, montes con alta densidad arbórea o zonas con alta humedad ambiental. Durante los últimos años se ha agravado de forma creciente, con una gran afección en 2018 y una atenuación posterior en 2019. En masas de pino insigne ha afectado sobre todo la banda marrón y en masas de pino laricio la banda roja. Las condiciones climáticas, con humedad relativa anormalmente elevada, factores endógenos de los patógenos, la entrada de nuevas cepas y otros factores que se continúan investigando han hecho que las medidas silvícolas habituales no sean suficientes para detener el avance de esta enfermedad. La afección ha sido más grave en plantaciones jóvenes y en masas con síntomas de estrés previo (p.e. exposición sur y suelos pobres o plantaciones con un estado fisiológico deficiente). Las consecuencias están siendo preocupantes para el sector forestal del País Vasco, donde el pino insigne abarca el 32 % de la superficie forestal arbolada y genera el 80 % del total de aprovechamientos y el 68 % de la actividad de la industria de la madera.
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En esta comunidad autónoma el sector forestal integra a 40.000 personas, genera más de 20.000 empleos y supone el 1,5 % del PIB, según datos del Informe 2018 del Observatorio Vasco de la Madera. En vista del agravamiento de la situación, desde las administraciones, centros de investigación y el conjunto del sector forestal y de la madera de Euskadi se intensificaron el análisis e investigación en torno a estas enfermedades y las posibles forma de prevención y control. Como resultados se pueden citar: la aprobación en 2018 de la Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas; Neiker puso en marcha el Plan experimental para el control de la enfermedad de las bandas de pino en Euskadi; Hazi ha puesto a punto un sistema para evaluación del avance de la enfermedad por medio de imágenes satélite; y el sector forestal-madera de Euskadi, junto con el de Cantabria y Navarra, han desarrollado el proyecto Innobandas. Otros proyectos europeos como Espacio Atlántico Reinfforce (2009-2013), Sudoe Forrisk (2012-2014) o Life Healthy Forest (2015-2019) han permitido poner a punto diversas herramientas y visores de cuantificación de los pinares defoliados en el País Vasco (basados en el programa Copernicus y el índice NBR), de seguimiento de las condiciones climatológicas en tiempo real y de asesoramiento a los propietarios forestales sobre las especies arbóreas más aconsejables para sustituir a los pinares enfermos en cada tipo de clima y terreno. PROYECTO INNOBANDAS l proyecto de innovación sobre bandas de acículas de pinos (Innobandas), financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), ha confirmado la efectividad de los tratamientos ensayados para el control de la enfermedad de las bandas de las acículas en pinares de Navarra, Euskadi y Cantabria, que son a su vez respetuosos con el entorno natural. El proyecto, finalizado en agosto de 2020, ha contado con la participación de Baskegur, Foresna, Acemm, Galca, Hazi, Neiker y Basoekin, y con
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la colaboración de Aspapel, las diputaciones forales de Álava, Vizcaya y Guipuzcóa, el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra y la Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Cantabria. El objetivo fue determinar por medio de ensayos en el monte la eficiencia de diferentes tratamientos para controlar la enfermedad de las bandas de acículas en pino insigne y laricio, y su sostenibilidad ambiental. Los productos utilizados habían sido previamente testados en laboratorio. Los expertos consultados sostenían que una aplicación de óxido de cobre a ultrabajo volumen no generaría afecciones medioambientales y podía combatir con eficacia las enfermedades de las bandas de las acículas a unos costes asumibles, pero se quería corroborar y comparar los resultados con los de otras sustancias, como aceites esenciales vegetales o bioestimulantes. Diseño de las parcelas Para el proyecto Innobandas se diseñaron series de parcelas de dos tipos: las de tipo 1 permitían la realización de ensayos con suficientes repeticiones para obtener resultados significativos estadísticamente, y se realizaron sobre masas jóvenes por medio de mochila y tratamiento individualizado. En las de tipo 2 se hicieron tratamientos por rodal por medios motorizados, con cañón pulverizador, pero sin repeticiones dentro de cada ensayo, dada la orografía y la fragmentación de la propiedad de los pinares de la zona de trabajo. Neiker, con el conocimiento recabado de expertos internacionales y sus propias experiencias en laboratorio, determinó los seis tratamientos (incluido el testigo) que se han utilizado en los dos tipos de parcelas. A cada tipo de tratamiento se le asigna un código de colores para poder identificarlo, tanto en la ejecución como en la posterior medición. Mediciones de campo realizadas El principal parámetro medido para determinar el grado de efectividad de los productos aplicados fue la decoloración y defoliación de los dos tercios superiores de la copa de
Productos elegidos Los productos elegidos en el proyecto Innobandas para los ensayos de 2019 han sido: Desfan 100
Compuesto orgánico complejo proveniente de la extracción de las semillas de la naranja y pomelo
Nordox Cobre 75%. WG
Óxido cuproso presentado en forma de gránulos dispersables en agua.
Bio 75 Red Thyme (Timol)
Extracto de tomillo (Thymus zygis) con propiedades antifúngicas e inductoras de la producción de fitoalexinas.
Biofungitek
Bicarbonato potásico y componentes activos sinérgicos.
Se han realizado nueve tipos diferentes de tratamientos: Tratamiento
Etiquetas de fila
Único tratamiento de Nordox
Am1
Doble tratamiento de Nordox
Am2
Único tratamiento de Timol
Az1
Doble tratamiento de Timol
Az2
Único tratamiento de Desfan + Timol
Bl1
Desfan+Timol y Bicarbonato potásico
Bl2
Timol y Bicarbonato potásico
Ro2
Desfan
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Testigo (sin tratamiento)
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los pinos. Se han realizado tres mediciones: en mayo de 2019, antes de la intervención; en octubre de 2019, después de la primera campaña; y en mayo de 2020, para dar conocer los efectos tras el invierno y un año entero desde la primera medición. Así se puede cuantificar la evolución de las
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masas tratadas y también de los testigos en las parcelas que no han recibido tratamiento, en las que la enfermedad ha progresado de forma natural sin ningún tipo de intervención. En total se han medido tres veces 911 árboles de tipo 1 y 243 árboles de tipo 2 en los ensayos.
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EVOLUCIÓN DE LOS TESTIGOS a evolución de los ensayos está muy relacionada con cada localidad. El estado fisiológico previo, marcado por los condicionantes de la estación, y la intensidad de la afección en la zona, marcan evoluciones diferentes en cada localización. A través de la medición de las parcelas testigo se ha podido evaluar la intensidad de la afección por cada localización y considerar así su influencia en la evolución de los ensayos.
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Resultados de la eficacia de los tratamientos realizados En el gráfico 2 se representan las diferencias entre las tres mediciones de los diferentes tratamientos en las localizaciones de tipo 1. Descontando la variación de las parcelas sin tratamiento en los resultados obtenidos con los diferentes tratamientos, se obtiene el gráfico 3. Tras su análisis, se concluye que: • Los mejores resultados, como era de esperar, se consiguen en los tratamientos con óxido cuproso, tanto con doble aplicación (Am2) como con una única aplicación (Am1). • Los tratamientos con Timol (Az) con una o dos aplicaciones y con Desfan (Ve), presentan efectos de interés. • Descontando la evolución de las parcelas testigo, todos los tratamientos aplicados mejoran el comportamiento del testigo. EVALUACIÓN DE LOS ENSAYOS EN EL ENTORNO no de los objetivos del proyecto Innobandas es garantizar que los productos utilizados cumplan con la normativa medioambiental y no causen ningún impacto reseñable en el entorno. Neiker se ha responsabilizado del control de la posible ecotoxicidad de los productos ensayados con el fin de garantizar que son seguros, centrándose sobre todo en los controles sobre el óxido cuproso, por ser el que, a priori, más afecciones medioambientales podría generar. Las tareas realizadas han sido las siguientes: 1. Estimación de la deposición de cobre en suelo. 2. Análisis del impacto eco toxicológi-
Gráfico 2. Diferencias de decoloración y defoliación en parcelas tipo 1.
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Gráfico 3. Diferencias en decoloración y defoliación tras descontar la evolución de las parcelas testigo
co en la microbiota (MARA) 3. Determinación de cobre en suelo y agua (antes del tratamiento, tras la primera Lluvia, y un mes depués de la aplicación) 4. Evaluación de la biodisponibilidad del cobre en el suelo. Estimación de la deposición de cobre en suelo. Se ha determinado la deposición de cobre en el suelo mediante el uso
de láminas trazadoras (láminas Mylar), para comprobar cuánto del cobre nebulizado llegaba al suelo. Junto a la hoja se disponía también un papel hidrosensible para comprobar si existía deposición, que la distribución de la aplicación era homogénea y si el cobre llegaba o no al soporte. En los resultados de 2019 y 2020 no se aprecia una deposición con riesgo medioambiental. Las mayores concentraciones se 2020. N.o 78
La diferencia entre pinos tratados y no tratados es manifiesta a lo largo de todo el año
observan en el mantillo, la zona más superficial, sin llegar a afectar a perfiles más profundos. En 2020 en Orozko se ha completado el método de control con testigos a más distancia, siendo prácticamente nulas las deposiciones de cobre registradas. Solo cabe mencionar un ligero pico en las hojas Mylar situadas a 5 m del equipo de aplicación. Evaluación del impacto ecotoxicológico en la microbiota del suelo y agua Para la evaluación del impacto ecotoxicologico en la microbiota del suelo y agua se realizaron muestreos de la solución intersticial del suelo al inicio, tras el primer período de lluvia y un mes después de la aplicación. Estos muestreos se han realizado mediante “Rhizon” de baja presión negativa y posterior bioensayo multiespecifico “MARA” que consiste en la inoculación en la muestra de agua de una colección de once microorganismos genéticamente diversos (diez bacterias y una levadura) para determinar el grado de toxicidad de las muestras recogidas. Especiación del cobre Para evaluar la biodisponibilidad de los cobres en los suelos, se de-
Instrumental “Rhizon” de baja presión negativa y su disposición en las parcelas
sarrolló un método de extracción secuencial con distintos extractantes, para visualizar las fracciones de cobre biodisponible que es el que más afectaría tanto a los microorganismos del suelo como a los recursos naturales. Como conclusión sobre la posible ecotoxicidad de los tratamientos se puede concluir que: · En ninguno de los tratamientos realizados se han producido daños medioambientales al suelo. · En las muestras de agua las concentraciones de cobre y los porcentajes de inhibición encontrados son inapreciables y no tóxicos.
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Los tratamientos terrestres no han alterado significativamente el contenidos basal de cobre inorgánico en el suelo ni en el agua (contenido basal medio: 18,02 mg/kg o 18,02 ppm). Los contenidos de cobre inorgánico en el agua, no superan los límites máximos permitidos para agua potable (2 mg/l) ni para referencias de calidad máxima de agua (media de >2 ug/kg/año) Más información en: https://baskegur.eus/2020/05/04/ innobandas-un-proyecto-innovadorde-sanidad-forestal/
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Cydalima perspectalis y el futuro del boj Xabier Santesteban Insausti Ingeniero Técnico Forestal e Ingeniero de Montes. Grupo de Sanidad Forestal. Gestión Ambiental de Navarra
La polilla del boj (Cydalima perspectalis) es un lepidóptero de la familia Crambidae originario del Este de Asia (China, Corea y Japón). Fue detectada por primera vez en Europa en 2007, en Alemania, en las proximidades de un centro de importación de productos y planta procedentes de China, siendo ésta su posible vía de entrada en Europa. Desde ese momento experimentó una rápida expansión por el continente, hallándose en la actualidad en todo centroeuropa, Rusia, Turquía y Reino Unido. En 2014 se detectó por primera vez en la península ibérica, extendiéndose rápidamente por toda la cornisa Cantábrica y detectándose también en Cataluña.
MORFOLOGÍA Y BIOLOGÍA os adultos tienen una envergadura aproximada de 4 cm. El cuerpo es blanco excepto la cabeza y la parte terminal del abdomen que son marrones. Las alas son blancas, ligeramente iridiscentes con una banda de color marrón oscuro en el margen exterior y un punto blanco característico en el dorso del ala, en la celda discoidal. Existen dos fenotipos (alas blancas y alas marrones) y aunque haya individuos con los dos pares de alas completamente marrones, siempre muestran un punto blanco.
L Defoliaciones de bojedales en el Valle de Esteribar(Navarra)
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Realiza puestas formadas por grupos de 10 a 30 huevos que son depositadas en el envés de las hojas, recubiertos por una sustancia mucilaginosa. Los huevos son redondos, con un diámetro aproximado de 0,8-1 mm. Inicialmente son de color amarillo pálido y posteriormente presentan un punto negro que corresponde a la cápsula cefálica de la larva. Las larvas al nacer tienen una longitud de 1-2mm, llegando a alcanzar al final de su desarrollo 35-44 mm. La cabeza es negra, brillante y el cuerpo es verde. En la parte dorsolateral pre-
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sentan dos líneas de bandas negras bordeadas por una fina banda blanca y amplios tubérculos negros bordeados de blanco en todos los segmentos. Las larvas presentan pelo por todo el cuerpo. Las larvas prefieren alimentarse de las hojas más maduras. Cuando la densidad de la población es muy elevada pueden provocar la defoliación total de la planta. Las orugas jóvenes hibernan situándose entre dos hojas unidas por hilos de seda, continuando el ataque en primavera. Las pupas miden entre 1,5 y 2 cm de longitud. Al principio son de color verde con líneas negras en la superficie dorsal. Conforme avanza su desarrollo van adquiriendo una tonalidad marrón, con zonas más oscuras que corresponden a las bandas marrones de las alas de los futuros adultos. Las pupas están protegidas por redes de seda blanca más o menos densas, y se encuentran escondidas camuflándose entre las hojas y ramas. La fase de pupa dura entre 10 y 14 días, dando paso a los nuevos adultos que empiezan a volar desde principios de junio (primera generación) y desde mediados de agosto y todo septiembre (segunda generación). Los vuelos se detienen cuando las temperaturas descienden en octubre, dando paso a la hibernación de las orugas existentes. Los adultos son capaces de realizar vuelos de larga distancia, entre 5 y 10 km. Los vuelos son por la noche y presentan fototropismo positivo, siendo atraídos por fuentes de luz. Los vuelos masivos se producen
Adultos alimentándose en flores de Hedera helix
en la generación de final de verano, con cientos de miles de ejemplares en vuelo que generan observaciones impactantes. Aunque el número de generaciones puede variar de una a cuatro anuales dependiendo principalmente de la temperatura, actualmente estamos detectando dos generaciones completas y una tercera dependiendo del lugar, con un primer vuelo en junio-julio y un segundo extenso y continuo entre mediados de agosto
hasta finales de octubre (solapándose la segunda y tercera generación). DAÑOS l daño más visible es el que causan las larvas en las hojas al alimentarse de ellas, dando lugar a defoliaciones severas o totales que afectan o impiden la capacidad fotosintética de la planta. Cuando el ataque se repite varias veces tras el rebrote de los bojes, se está observando que se alimentan de ramillos y corteza, que
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Parcela de seguimiento de la plaga completamente defoliada
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puede llevar al secado y a la muerte de la planta por agotamiento. El boj es una especie muy resistente con una capacidad de rebrote extraordinaria, pero la repetición de las defoliaciones tras cada rebrote, es capaz de agotar esas reservas que parecían inagotables. En general, la primera generación del año provoca menos daños, mientras que las posteriores causan daños mucho más graves, llegando a provocar la desecación de toda la parte aérea. En el segundo año la planta rebrota nuevamente, pero a partir del tercer año de daños se empiezan a observar muertes de las cepas. EVOLUCIÓN DE LA PLAGA EN NAVARRA n 2015 se detectaron dos focos en Navarra: el primero por expansión desde la cornisa Cantábrica, que afectó a la cuenca del Bidasoa (vertiente cantábrica navarra); y el segundo, directamente en la cuenca de Pamplona, presumiblemente por importación de lotes de boj ornamental infestados. En 2018 la plaga ya había defoliado
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Pupa de Cydalima perspectalis en boj
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la totalidad de los escasos bojedales de la vertiente cantábrica de Navarra, mientras que el foco de la cuenca de Pamplona que se había mantenido dentro de la ciudad, se expandió por toda la mitad norte de la Comunidad Foral de Navarra (abarcando toda la superficie donde habita el boj en Navarra). Un año después se registraron defoliaciones del 100 % en muchos de los bojedales entre Pamplona y el límite con el País Vasco. Las defoliaciones totales se extendieron a los valles más cercanos a Pamplona, afectando a Anué, Odieta, Valle de Aranguren, Valle de Esteribar, Noain y Valle de Elorz. El suave invierno de 2020, y la posterior primavera, han estado caracterizadas por presentar temperaturas más cálidas que la media. Esto ha propiciado el desarrollo temprano de las orugas, que ya desde mediados de febrero empezaron a activarse, provocando un adelanto en el desarrollo de imagos de una a dos semanas respecto a los valores registrados en años anteriores. Tras finalizar la fase de oruga, donde se producen las defoliaciones, los bojes iniciaron el rebrote, recuperando
Pupa de Cydalima perspectalis
parcialmente su follaje. Pero poco después, tras eclosionar la puesta de la segunda generación en junio, las orugas han vuelto a defoliar los bojes al 100 %. En algunos casos, incluso generando el secado de muchos de ellos al comerse también tallos y corteza. De esta manera, las defoliaciones de 2020 han continuado siendo muy graves, repitiéndose en las zonas afectadas y conquistando nuevas superficies. La plaga avanza lentamente, pero sin descanso. Los suaves inviernos favorecen la supervivencia de las larvas de hibernan en provisionales refugios construidos entre hojas. Así, la plaga asciende progresivamente en altitud, alcanzando laderas anteriormente no afectadas, cruzando valles y poco a poco, acercándose a los valles pirenaicos navarros. Aunque fue en 2018 cuando se empezaron a detectar pequeñas cantidades de mariposas en el Pirineo navarro y aragonés (mediante trampeo con feromonas), la velocidad de avance de las defoliaciones es más lento y todavía se encuentra decenas de kilómetros atrás.
Rebrote del boj tras defoliación total 2020. N.o 78
¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA SU CONTROL Y TRATAMIENTO? o se recomienda el uso de productos fitosanitarios convencionales para hacer frente a la plaga en zonas de parques públicos, jardines o huertas, ya que pueden generar impactos en la salud humana y en las especies vegetales. En su lugar, se debe apostar por el control con productos biológicos, como Bacillus thuringiensis (con sus limitaciones y restricciones de uso), y también se están probando otros productos de confusión sexual que pueden ser eficaces para defender setos y ejemplares ornamentales en parques y jardines. En el caso de las trampas de luz, aunque eficaces en la captura masiva, no se consideran recomendables para usuarios particulares, debido a que no son selectivas y pueden causar daños graves en otras especies no objetivo. Tanto el Gobierno de Navarra en colaboración con el Departamento de Agronomía, Biotecnología y Alimentación de la Universidad Pública de Navarra y con la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra, como la Generalitat de Catalunya han reali-
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Puesta de Cydalima perspectalis sobre hoja
zado diferentes ensayos experimentales de lucha biológica contra Cydalima perspectalis, instalando parcelas de ensayo en ubicaciones distintas, donde se están utilizando parasitoides del género Trichogramma sp. para comprobar su capacidad de controlar la plaga. Los ensayos han tenido el objetivo de evaluar la capacidad para mitigar las poblaciones de polilla del boj en bojedales naturales introduciendo Trichogramma sp. autóctonos que
afectan a las puestas de Cydalima perspectalis. En un segundo orden, se quiere evaluar la capacidad del parasitoide para establecerse en los bojedales naturales. Aunque todavía no han finalizado los trabajos de campo en el ensayo de Navarra, los primeros datos arrojan valores de parasitación insuficientes para controlar grandes poblaciones de Cydalima perspectalis, pareciendo que tiene una eficacia muy limitada en monte.
Trampa de luz completamente llena de adultos de Cydalima perspectalis. Ilundain (Navarra)
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FUTURO DEL BOJ l futuro es incierto por el momento, ya que el boj nos ha vuelto a demostrar su capacidad de resistencia, rebrotando con mayor o menor fuerza cada vez que alguien le robaba parte de su follaje. Se han detectado varios bojedales en la vertiente cantábrica navarra que tras ser completamente defoliados repetidas veces desde 2015 y ser “declarados” muertos, en 2020 han generado unos tímidos rebrotes que atisban un rayo de esperanza sobre su capacidad de supervivencia. Sin duda, la escasez o ausencia de la plaga en estas superficies consideradas “tierra quemada” (por ausencia total de alimento), pueden permitir la lenta recuperación de estos bojedales. El Gobierno de Navarra ha encargado a la guardería de medio ambiente una recogida de semillas de bojedales vulnerables al cambio climático enmarcados en el proyecto Life Nadapta. Si se completa ese banco de semillas, puede asegurar una reserva de semillas de gran diversidad y valor genético, en caso de una evolución muy negativa de la plaga en estos bojedales tan vulnerables. En la misma línea de trabajo, se han generado iniciativas ciudadanas donde grupos de vecinos y entidades locales se han coordinado para recolectar semillas de boj de su entorno más inmediato, creando bancos locales de semillas. Los próximos años serán determinantes para valorar la conveniencia de aumentar esas colecciones de semillas, en función del avance de la
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plaga y supervivencia que demuestre el boj, pero no debemos dormirnos. El tiempo juega en nuestra contra y las comunidades autónomas deben prepararse para lo peor. En paralelo, habrá que esperar para comprobar la posible existencia de ejemplares que puedan ser resistentes a la plaga, buscando esos posibles reservorios (como ya paso con el olmo y la grafiosis). Aunque todavía no se han detectado debido a lo incipiente de la plaga, parece que hay ejemplares con menor afección, que podría explicarse como consecuencia de una mayor concentración de sustancias como la buxina, ciclobuxina, buxamina (alcaoides), aceites esenciales o taninos que limitasen la ingesta por parte de las orugas. Por otro lado, hay potenciales depredadores naturales: se han observado avispas, mantis religiosas, golondrinas, aviones y otras aves insectívoras, alimentándose de orugas y mariposas, si bien no han sido capaces de ingerir todos los individuos existentes, debido a su elevado número. Otra de las incógnitas es si la plaga es capaz de concluir su ciclo vital en zonas de mayor altitud como el Pirineo, ya que hasta el momento en Navarra no ha ascendido demasiado en altitud y los escasos ejemplares encontrados en el Pirineo navarro parecen ser exploradores que probablemente no han conseguido finalizar su ciclo. Todavía es pronto para concluir cuál es el futuro que le depara al boj, pero es evidente que el impacto en los ecosistemas forestales y el impacto
paisajístico que está provocando esta plaga, es muy grave y perfectamente cuantificable. Otro impacto a considerar es el incremento de la aridez en las superficies que queden desprovistas de vegetación, incrementando la erosión especialmente en superficies con suelos pobres y escasez de vegetación secundaria. Debemos tener información de cuál es la situación concreta de la plaga en cada momento, estudiar su ciclo biológico, evolución y expansión. Para ello, es fundamental desarrollar un sistema de monitorización extenso y a la altura de la gravedad de la plaga, abarcando comunidades autónomas, organizaciones, universidades e institutos de investigación.Hay grandes extensiones de boj en la península libres de Cydalima (las más meridionales y posiblemente en el Pirineo central). Debemos investigar y desarrollar maneras de hacerle frente con las medidas actuales. No se puede tratar masivamente los montes, pero sí buscar otras opciones: parasitoides como se hizo con la avispilla del castaño (Torimus sinensis), posibles cepas específicas de Baccillus thuringiensis, baculovirus específicos, ejemplares resistentes de boj u otras opciones que puedan desarrollarse. Para finalizar, aunque todavía no se han encontrado las herramientas adecuadas que permitan combatir y minimizar los impactos de la plaga, las preguntas que debemos hacernos son: ¿el futuro del boj será el mismo que le deparó al olmo la grafiosis? ¿será la resiliencia del boj suficiente para sobrevivir a esta plaga?
Parcelas de seguimiento sin todavía daños visibles
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
Comprender cómo se defienden los árboles: primer paso para la prevención de plagas y enfermedades Carla Vázquez-González1, Alejandro Solla2, Luis Sampedro1 y Rafael Zas1 1 Misión Biológica de Galicia. Consejo superior de Investigaciones Científicas (MBG – CSIC). A Carballeira, 8, Salcedo. 36143, Pontevedra. Spain 2 Ingeniería Forestal y del Medio Natural, Instituto de Investigación de la Dehesa (INDEHESA), Universidad de Extremadura. Avenida Virgen del Puerto 2, 10600 Plasencia, España.
El conocimiento de las interacciones árbol-antagonista abarca desde la identificación de los mecanismos defensivos de los árboles hasta las relaciones con otros organismos del ecosistema que puedan condicionar el estado sanitario de las masas forestales. Aquí presentamos los principales avances llevados a cabo por la comunidad científica en el complejo mundo de las interacciones árbolantagonista, destacando también el conocimiento más reciente generado a partir de estudios en especies anuales, pero poco desarrollado en especies forestales. Para finalizar, hacemos hincapié en cómo estos avances pueden contribuir a desarrollar estrategias de gestión innovadoras y respetuosas con el medio ambiente que permitan incrementar la resistencia de especies leñosas de interés a insectos y patógenos.
MECANISMOS DEFENSIVOS EN PLANTAS Y ÁRBOLES as plantas constituyen un alimento asequible para multitud de organismos. Entre estos, insectos herbívoros y microorganismos patógenos son los que causan mayores daños, disminuyendo la eficacia biológica (fitness) de la planta y provocando en ocasiones su muerte. A lo largo de su historia evolutiva, las plantas han desarrollado múltiples estrategias y mecanismos defensivos para hacer frente a los daños causados por esta amplia y diversa comunidad de organismos antagonistas (1, 2). A grandes rasgos, existen dos ti-
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pos de estrategias defensivas en plantas: Las estrategias de tolerancia y las estrategias de resistencia (2, 3). Las estrategias de tolerancia son aquellas que se basan en compensar o minimizar el impacto negativo que los organismos antagonistas causan sobre el fitness de las plantas, sin mayores efectos directos sobre sus atacantes. Las estrategias de resistencia, por su parte, buscan reducir el daño, y por lo tanto tienen un efecto negativo sobre el fitness del organismo antagonista. En las últimas décadas se ha generado un enorme conocimiento sobre los mecanismos de resistencia en plantas, y se han identificado numerosos
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tes procesos macro y micro evolutivos han generado complejos patrones de diversidad genética de defensas en plantas, tanto entre como dentro de especies (11-13). Por otra parte, factores ambientales como la disponibilidad de agua o de nutrientes también pueden condicionar la producción de defensas (14). Es decir, las plantas son capaces de percibir cambios ambientales y modular, mediante respuestas plásticas, la producción de compuestos y caracteres defensivos. Los avances en el campo de la biología molecular están permitiendo desentrañar la complejidad de estas respuestas, en las que intervienen numerosas rutas de señalización que permiten ajustar, de manera muy fina, la producción de defensas a las demandas del ambiente biótico y abiótico (7). El conocimiento sobre las interacciones planta-antagonista es especialmente relevante desde un punto de vista aplicado, ya que sirve de guía para desarrollar nuevas prácticas de lucha contra plagas y enfermedades. Los mayores avances en este campo se han realizado en especies anuales, mientras que el conocimiento sobre especies forestales es todavía limitado. Los árboles son especies longevas y de gran tamaño, y están expuestos a numerosos estreses
Encinas secas en san Martín de Valdeiglesias (Comunidad de Madrid)
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do de manifiesto la complejidad de las relaciones planta-antagonista. Es lo que se conoce como ‘defensas inducidas’, en contraposición a las ‘defensas constitutivas’ que están siempre presentes como protección basal, incluso en ausencia de ataques (3). Las defensas inducidas proporcionan una resistencia adicional precisamente cuando ésta es más necesaria, de manera equivalente al sistema inmunitario en humanos. A través de esta regulación defensiva, los recursos necesarios para la defensa se utilizan sólo cuando son necesarios, quedando disponibles para otras funciones en situaciones de bajo estrés biótico. Los avances recientes sobre los mecanismos defensivos de las plantas evidencian la complejidad de las relaciones planta-antagonista, y han demostrado la capacidad de las plantas para percibir el daño, identificar al organismo agresor, transmitir la señal de daño y generar una respuesta defensiva específica y eficaz (3, 7). Gran parte del esfuerzo de investigación en el campo de las interacciones plantaantagonista se ha centrado en explorar la variación que existe en la producción de defensas, así como en comprender los procesos ecológicos y evolutivos que generan y mantienen dicha variación (1, 8-10). Por una parte, diferen-
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caracteres defensivos que afectan negativamente a patógenos y herbívoros (4, 5). Se incluyen aquí las defensas mecánicas, que actúan como barreras físicas, dificultando la entrada de organismos invasores o reduciendo la palatabilidad de los tejidos (p. ej., espinas, tricomas, hojas endurecidas, peridermis), y las defensas químicas o metabolitos secundarios que actúan como tóxicos o repelentes (p. ej., fitoanticipinas, terpenos, látex, compuestos fenólicos, alcaloides, ligninas). Además de estos mecanismos defensivos que actúan de forma directa sobre el organismo agresor, las plantas también han desarrollado estrategias de defensa indirecta, en las que entran en juego otros organismos del ecosistema. Mediante la proporción de alimento, cobijo o información sobre la presencia de herbívoros (p. ej., a través de compuestos volátiles, agallas, domatia, néctar extrafloral), las plantas atraen a depredadores o parasitoides de estos, disminuyendo el daño causado por herbívoros (6). La producción de defensas en plantas no es constante en el tiempo, sino que se regula en función del riesgo biótico al que las plantas están sometidas. Así, la producción de defensas puede incrementar de forma drástica en respuesta a un ataque, ponien-
Pinos con defoliación completa 2020. N.o 78
VARIACIÓN EN LA PRODUCCIÓN DE DEFENSAS Y EN LA RESISTENCIA A PLAGAS Y ENFERMEDADES a producción de defensas en árboles es un proceso costoso que implica la síntesis de compuestos metabólicos secundarios ricos en
defensas puede tener un origen neutral, no relacionado con la adaptación al medio (21). Las especies forestales de la región paleártica, por ejemplo, tienen una historia demográfica muy compleja, pues sus poblaciones han sobrevivido refugiadas en emplazamientos relictos durante las últimas glaciaciones, dando lugar a procesos de deriva genética (ej., cuellos de botella asociados a tamaños poblacionales muy reducidos) que también han generado patrones de diferenciación neutral (no adaptativa) entre las poblaciones actuales. Ambos procesos evolutivos (adaptación y deriva genética) han contribuido a moldear el complejo mapa de diversidad genética de las especies forestales, dando lugar, por lo general, a poblaciones bien diferenciadas a lo largo de su rango de distribución. Otros procesos evolutivos como el flujo genético y la mutación, contribuyen, a su vez, a mantener una alta variación genética dentro de las propias poblaciones (22). Constituyendo la materia prima sobre la que actúa la selección natural (o artificial) y la adaptación, esta variación genética intra-específica es un valioso recurso para hacer frente a al cambio global, siendo, a su vez, la que permite llevar a cabo programas de mejora genética (23).
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carbono, así como la diferenciación de estructuras anatómicas complejas como los canales resiníferos de los pinos, el engrosamiento celular o la compartimentación (16-18). Los árboles han de ajustar de manera precisa la adjudicación de recursos a la producción de defensas de acuerdo a las condiciones ambientales locales, según los costes y beneficios que éstas generen (8, 19). De este modo, la heterogeneidad en las condiciones abióticas y bióticas constituye una importante fuente de variación en la producción de defensas, tanto a nivel espacial como temporal. Muchas especies de árboles tienen rangos de distribución muy amplios que abarcan una gran heterogeneidad ambiental biótica (p. ej., presencia y abundancia de herbívoros y patógenos) y abiótica (p. ej., disponibilidad de agua, nutrientes). Esta variación ambiental genera presiones selectivas divergentes a lo largo del rango de distribución de las especies (20). Así, mediante procesos de adaptación a las condiciones ambientales locales, se ha generado una notable variación genética dentro de las especies en caracteres defensivos. Además de esta variación de origen adaptativo, parte de la variación genética que se observa en la producción de
Daños por cerambícidos Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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bióticos y abióticos a lo largo de su vida. Dado que los árboles son especies clave para la funcionalidad de los ecosistemas y proporcionan innumerables beneficios ecosistémicos, es necesario incrementar el conocimiento sobre los mecanismos defensivos de estos y sus interacciones con el medio abiótico y biótico. Esto se vuelve todavía más relevante dado el papel de los bosques en la resolución de la crisis ambiental derivada del cambio global y la actual emergencia climática. Llevamos más de un siglo observando un continuo y alarmante deterioro del estado sanitario de los bosques en todo el planeta (15), y las predicciones presentan un futuro a corto plazo aún más desolador. Sólo a través de un conocimiento robusto y profundo conseguiremos desarrollar estrategias innovadoras de gestión forestal adaptativa que aseguren la salud y persistencia de nuestros ecosistemas forestales.
Daños de Limantria dispar en Sierra Necada
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Son muchos los estudios que han mostrado una gran variación genética entre poblaciones en la producción de defensas químicas y mecánicas en diferentes especies de interés forestal (24-28) Algunos de estos estudios han ido un paso más allá y han identificado los mecanismos evolutivos responsables de esta diferenciación, incluyendo procesos de adaptación local al medio abiótico y procesos de diferenciación neutral (27, 28). Esta diferenciación en caracteres defensivos está probablemente detrás de los patrones de diferenciación ente poblaciones en la resistencia ante plagas y enfermedades. Por ejemplo, distintos trabajos han demostrado que existe una fuerte
diferenciación entre poblaciones de pino marítimo (Pinus pinaster) en la susceptibilidad ante insectos como Matsuccoccus feytaudi (29) o Hylobius abietis (30), y patógenos como Bursaphelenchus xylophilus (26) o Fusarium circinatum (31). En frondosas, esta diferenciación también se ha mostrado patente frente a patógenos, por ejemplo, en olmo, y castaño (32, 33). De forma similar, también existe una gran variación dentro de las poblaciones en la producción de defensas y la resistencia efectiva frente a plagas y enfermedades (17, 27, 34, 35). Muchos de los caracteres de resistencia identificados han resultado estar bajo un fuerte control genético y ser altamen-
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Figura 1. A) Defoliación masiva por la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) en una masa de Pinus nigra en la provincia de Teruel. Este tipo de brotes epidémicos ocurren periódicamente en los pinares mediterráneos y, aunque generan daños considerables, raramente causan la muerte de los pinos, y los pinares suelen recuperar su vigor en pocos años. Sin embargo, el cambio climático y las alteraciones de los ecosistemas asociados al cambio global han aumentado la frecuencia de los brotes epidémicos y expandido la incidencia de éstos hacia el norte y las altas montañas. El aumento de la frecuencia e intensidad de los daños causados por este insecto está poniendo en jaque a pinares antes libres del defoliador. B) Ejemplar de encina (Quercus ilex) severamente dañadas por Phytophthora cinnamomi en El Andévalo, Huelva. Este microorganismo infecta las raíces del árbol, alterando su perfil hormonal e impidiendo la absorción de agua y nutrientes. Las micorrizas y el microbioma influyen en la interacción árbol-antagonista, cuyo impacto en daños es mayor si el árbol está previamente estresado hídricamente, o defoliado por larvas de un lepidóptero. Bellotas de una encina infectada generan plantas más pequeñas, pero más tolerantes a posteriores infecciones de P. cinnamomi. La variación intraespecífica y heredable de la respuesta de la encina ante P. cinnamomi podría permitir seleccionar ejemplares tolerantes. C) Defoliación variable resultado de la interacción Quercus sp.- Lymantria dispar. El grado de defoliación y el fitness de esta larva omnívora varía según la especie arbórea, la población y los individuos de cada población. Los daños se pueden interpretar como (i) falta de mecanismos de resistencia del árbol al lepidóptero, (ii) tolerancia por parte del árbol a ser defoliado, o (iii) capacidad del lepidóptero para burlar los mecanismos de defensa del árbol. Esta interacción árbol-hospedante se agrava si el árbol está previamente infectado por Phytophthora plurivora. No obstante, esta triple interacción no es simétrica y depende del orden de eventos, de modo que el árbol sufre mucho más si es defoliado primero y luego infectado por el patógeno.
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te heredables (35, 36). Sin embargo, la producción de defensas en árboles, no depende solamente de factores genéticos, sino también de factores ambientales (14). Como especies longevas, los árboles experimentan a lo largo de su vida una gran variación en las condiciones ambientales. Así, han de ajustar, de manera continua a lo largo de su vida, la adjudicación de recursos entre la producción de defensas y otras funciones vitales. Se ha observado, por ejemplo, como la disponibilidad de agua (37) o de nutrientes (17, 38) y la temperatura (39) pueden afectar de manera notable a las respuestas defensivas en árboles. Desentrañar cómo los factores ge-
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néticos y ambientales afectan, de manera independiente e interactiva, a la producción de defensas en árboles es crucial para predecir las respuestas evolutivas y ecológicas de las masas forestales en un contexto de cambio global. En particular, es fundamental determinar cómo las condiciones climáticas futuras modularán, mediante respuestas adaptativas y plásticas, la producción de defensas en árboles, su resistencia, y determinarán, por ende, el resultado de las relaciones árbol-antagonista. ESTRESES BIÓTICOS ASOCIADOS CON EL CAMBIO GLOBAL os estreses asociados al cambio global comprometen la sostenibilidad y persistencia de los bosques (15). Preservar los ecosistemas agrícolas y forestales frente al incremento en estreses bióticos es uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad actual (Figura 1) (40). El aumento de estreses bióticos tiene un origen dual. Por una parte, se ha disparado la presencia de organismos antagonistas exóticos, que fuera de su rango de distribución, y en ausencia de sus enemigos naturales, muestran un comportamiento invasor y pueden causar efectos devastadores sobre las especies autóctonas. Por otra parte, el incremento en las temperaturas asociado con el calentamiento global y los desajustes en los regímenes hídricos están propiciando la expansión de organismos antagonistas nativos, así como un aumento en la frecuencia de brotes epidémicos y de la virulencia de éstos. Cabe resaltar que diferentes organismos antagonistas pueden atacar o infectar al individuo a la vez o en eventos encadenados, donde un organismo facilita la posterior invasión por otro, magnificando sus efectos y agravando los problemas sobre la salud del árbol. Los cambios globales asociados a la actividad humana pondrán en riesgo la salud de los ecosistemas forestales no sólo mediante efectos sobre las poblaciones de organismos antagonistas, sino también afectando directamente el estado defensivo del árbol. Por ejemplo, el aumento en la frecuencia e intensidad de los episodios de sequía puede limitar la actividad
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Figura 2. Representación esquemática de los ciclos de mejora genética de la resistencia a plagas o enfermedades. De la población base original (panel superior) se seleccionan los árboles más resistentes a la enfermedad (colores verdes y trazos más gruesos) que se cruzan entre sí para obtener la siguiente población de mejora. Si los caracteres que proporcionan resistencia son heredables, los ciclos sucesivos de selección y cruzamiento irán mejorando la resistencia de las sucesivas generaciones a la patología en cuestión (paneles inferiores). Las campanas de Gauss reflejan las hipotéticas distribuciones de frecuencias de la resistencia en las distintas generaciones, y el área rallada, los individuos seleccionados. Nótese el desplazamiento de la media hacia la derecha y el estrechamiento de la variabilidad.
fotosintética de los árboles y provocar una disminución en la producción de defensas, comprometiendo su capacidad de resistencia (41). Los efectos sinérgicos de los estreses bióticos y abióticos asociados con el cambio global suponen una verdadera amenaza para nuestros bosques. Por ello, la comunidad científica, y actores encargados de la gestión y conservación de las masas forestales, han de trabajar conjuntamente para desarrollar e implementar estrategias que permitan hacer frente a estos nuevos retos. NUEVAS PERSPECTIVAS EN LA GESTION FORESTAL FRENTE A PLAGAS Y ENFERMEDADES a principal herramienta en la lucha contra plagas y enfermedades ha sido la utilización de plaguicidas y pesticidas. Sin embargo, las políticas de la Unión Europea abogan por la reducción en el uso de estos productos
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y el desarrollo de técnicas innovadoras que permitan llevar a cabo prácticas agrícolas y forestales más respetuosas con el medio ambiente (42). Es aquí donde el conocimiento sobre los mecanismos defensivos de los árboles juega un papel crucial, siendo nuestro mejor bastión para diseñar estrategias de gestión forestal adaptadas a la actual situación de cambio global. Por ejemplo, el cocimiento sobre la variación genética intraespecífica en la producción de defensas nos permitirá seleccionar material vegetal resistente frente a plagas y enfermedades. Además, mediante la implementación de programas de selección y mejora genética podremos incrementar los niveles de resistencia que existen en las poblaciones de origen (Figura 2). Para ello será clave determinar qué mecanismos defensivos son eficaces en la lucha contra plagas y enfermedades.
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Si bien se han identificado diferentes caracteres de resistencia, los mecanismos de defensa efectivos frente a un tipo de organismo, pueden no serlo frente a otros. En general, las defensas químicas que actúan como toxinas parecen ser más efectivas frente a insectos generalistas que frente a especialistas, ya que estos últimos podrían haber desarrollado adaptaciones ante este tipo de defensas, llegando incluso a utilizarlas en su favor (43). Además, el tipo de daño causado por diferentes herbívoros (chupadores, masticadores, minadores, etc.) y patógenos (necrotrofos, biotrofos, etc.) activan diferentes rutas metabólicas de defensa en la planta, que pueden actuar de forma cruzada (44). Dada la amplia variedad de organismos antagonistas a los que están expuestos los árboles, cabría esperar que estos expresen síndromes defensivos, es decir, múltiples rasgos que confieren resistencia simultáneamente, en lugar de caracteres de defensa específicos frente a un organismo en particular (1, 45, 46). Siendo esperable que la expresión de estos síndromes sea particularmente relevante en especies longevas y de gran tamaño (47), el estudio de los mecanismos de resistencia en árboles ha de realizarse bajo un contexto multivariante, evitando buscar caracteres defensivos concretos frente a organismos antagonistas específicos. Las defensas inducidas juegan también un papel muy importante en la resistencia frente a organismos antagonistas (48). La producción de defensas inducidas depende en parte de la exposición previa a distintos estímulos, que pueden conducir a la planta a un estado de pre-activación defensiva o ‘imprimación’ (Figura 3) (48). Bajo este estado de imprimación, la planta está mejor preparada para una situación de riesgo y es capaz de generar respuestas inducidas más fuertes y rápidas. Los estímulos previos que impriman a las plantas son muy variados e incluyen desde pequeños daños iniciales ocasionados por el agente agresor hasta estímulos por parte de organismos simbiontes (ej. micorrizas y endófitos) y alteraciones químicas en el ambiente aéreo o subterráneo que rodea a la planta (48, 49). Un caso especialmente llamativo es el de la emisión de com-
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Figura 3. Esquema de los procesos de inducción de resistencia en plantas no imprimadas (línea roja) y plantas imprimadas (línea azul) mostrando la dinámica de la concentración de una defensa hipotética de la planta (eje y) a lo largo del tiempo (eje x). Las plantas poseen un nivel basal de la defensa en cuestión (C) que generalmente aumenta en respuesta a una agresión por patógenos o herbívoros (ej. insectos y microorganismos). Ese aumento de la defensa tras el daño se conoce como inducibilidad (In), o respuesta inducida. Recientemente se ha demostrado un estado intermedio de pre-activación de defensas conocido como priming (imprimación), estado que se activa con un estímulo previo que las plantas perciben como un riesgo de daño (ej. recepción de los cambios en la emisión de compuestos orgánicos volátiles – COV – de una planta vecina atacada o de otras partes de la misma planta, o los estímulos generados por organismos simbiontes como las micorrizas y hongos endófitos). Este primer estímulo no desencadena una respuesta inducida propiamente dicha, sino que preactiva la maquinaria defensiva de la planta de tal manera que ésta es capaz de responder más intensamente (Ip > In) y más rápidamente (tp < tn) al daño generado por una agresión posterior, mejorando su resistencia efectiva.
puestos orgánicos volátiles (COVs) en respuesta a un ataque, que pueden ser reconocidos por plantas vecinas sanas o por la propia planta atacada, alertándolas sobre un ataque inminente (50). Estos compuestos podrían ser aplicados de manera artificial para pre-activar la producción de defensas en árboles. Sin embargo, los avances sobre los fenómenos de comunicación planta-planta y su papel en los procesos de imprimación se han llevado a cabo en especies anuales modelo, y todavía no conocemos bien el alcance de estos mecanismos en especies forestales. Con el objetivo de trasladar a la gestión forestal este conocimiento, es necesario identificar qué compuestos volátiles están implicados en los procesos de comunicación e imprimación en árboles, y ante qué organismos antagonistas concretos son efectivos.
Por último, conviene resaltar que el estado de salud de nuestras masas forestales no depende solamente de los propios mecanismos defensivos del individuo, sino también de las intrincadas interrelaciones con sus vecinos y con otros organismos del ecosistema. Por ejemplo, una mayor diversidad de plantas disminuye el daño causado por insectos herbívoros (51, 52). Este fenómeno, denominado resistencia asociativa (Figura 4), es especialmente relevante en ecosistemas forestales, donde las masas mixtas tienden a ser sanitariamente más resilientes que las masas monoespecíficas (53). Una mayor diversidad de especies forestales favorecería la presencia de depredadores de herbívoros, como hormigas o pájaros insectívoros (54). Estos juegan un papel muy relevante en las cascadas tróficas mediando las interaccio2020. N.o 78
Figura 4. Figura conceptual mostrando el efecto de la diversidad específica de las masas forestales sobre la susceptibilidad al daño por antagonistas en una misma especie focal (adaptado a partir de Jactel et al., 2017 y Jactel et al., 2020). Las masas mixtas tienden a ser más resistentes (sufren menos daños) a las agresiones bióticas de insectos herbívoros y hongos patógenos que las masas monoespecíficas, especialmente si la mezcla de especies incluye especies filogenéticamente distantes entre sí. A la derecha se muestran cuatro factores que podrían estar detrás de este efecto. La diversidad específica aumenta la heterogeneidad de recursos para los herbívoros y antagonistas y favorece los mecanismos de control por niveles tróficos superiores (depredadores de insectos y hongos patógenos). A su vez, en las masas mixtas la especie diana es menos abundante y accesible.
nes árbol-antagonista, ya que pueden reducir la abundancia de insectos herbívoros en una masa forestal y ayudar a mitigar los daños por herbivoría (55). Los depredadores de herbívoros, además, pueden detectar COVs emitidos por plantas atacadas, un mecanismo de defensa indirecta que se conoce coloquialmente como ‘llamada de socorro’ (6). Los beneficios de la resistencia asociativa y de las interacciones entre plantas, herbívoros, y depredadores, ponen de manifiesto la necesidad de fomentar planes de gestión forestal que preserven la biodiversidad, en contraposición al establecimiento de monocultivos. Esto no solo tendrá efectos positivos sobre la lucha contra plagas y enfermedades, sino que también ayudará a preservar la funcionalidad ecológica de los bosques. Todas estas nuevas visiones del complejo mundo de las interacciones árbol-antagonista están generando oportunidades muy prometedoras para la mejora del estado de salud de nuestros bosques. La identificación de síndromes defensivos y la búsqueda de resistencia múltiple a distintos organismos, la posibilidad de estimular de manera artificial las respuestas defensivas de los árboles, el manejo de la diversidad arbórea como herramienta para maximizar la resistencia asociativa, y la gestión integral del bosque con el foco puesto no sólo en los árboles sino también en aquellos
elementos del ecosistema implicados en las cascadas tróficas, emergen como procesos muy interesantes desde un punto de vista aplicado, y podrían revolucionar la gestión forestal frente a plagas y enfermedades en un futuro cercano. CONCLUSIONES n las últimas décadas el avance en el conocimiento sobre los procesos ecológicos y evolutivos que determinan las relaciones planta-antagonista en general, y árbol-antagonista en particular ha sido elevado. Estos avances incluyen no sólo la identificación de mecanismos de resistencia frente a plagas y enfermedades y la influencia de factores genéticos y abióticos sobre éstos, sino también desvelar la relevancia de las interacciones bióticas a nivel de comunidad. Este conocimiento es imprescindible para hacer frente a uno de los principales retos a los que se enfrenta la humanidad: reducir los daños causados por el incesante aumento de plagas y enfermedades minimizando sus riesgos ambientales. La implementación de estrategias innovadoras basadas en el conocimiento sobre las relaciones árbol-antagonista permitirá llevar a cabo planes de gestión forestal adaptativa que ayudarán a mejorar la salud de los sistemas forestales. Aunque todavía incipiente, esta línea de trabajo es especialmente atractiva
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y prometedora y, en opinión de los autores, mejorará la forma actual de gestionar las masas forestales. AGRADECIMIENTOS Este trabajo se encuadra dentro de las actividades de difusión del proyecto de investigación RESILPINE (RTI2018-094691-B-C33) financiado por MCIU/AEI/FEDER-UE. También se agradece la financiación concedida por EU y la Consejería de Economía e Infraestructuras, Junta de Extremadura (VI-Plan Regional de I+D+i, IB18091).
REFERENCIAS 1. A. A. Agrawal, Macroevolution of plant defense strategies. Trends in Ecology & Evolution 22, 103-109 (2007). 2. J. Núñez-Farfán, J. Fornoni, P. L. Valverde, The evolution of resistance and tolerance to herbivores. Annual Review of Ecology, Evolution, and Systematics 38, 541-566 (2007). 3. R. Karban, I. T. Baldwin, Induced responses to herbivory. (University of Chicago Press, 1997). 4. D. Carmona, M. J. Lajeunesse, M. T. Johnson, Plant traits that predict resistance to herbivores. Functional Ecology 25, 358-367 (2011). 5. M.-L. Pilet-Nayel et al., Quantitative resistance to plant pathogens in pyramiding strategies for durable crop protection. Frontiers in Plant Science 8, 1838 (2017). 6. I. S. Pearse et al., Generalising indirect defence and resistance of plants. Ecology Letters, (2020). *La lista completa de referencias puede consultarse en el material suplementario online.
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Control de calidad de los tratamientos aéreos contra la procesionaria del pino en Formentera Germinal Belvis de Miguel1, María José Manzano Serrano1, Ramón Folgueiras González1, Luis Núñez Vázquez2, María Isidora Santiago Lozano2, Sandra Closa Salinas2 1Estudios Medioambientales S.L. (ESMA) 2Servicio de Sanidad Forestal de la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad. Consejería de Medio Ambiente y Territorio. Govern de les Illes Balears.
La procesionaria del pino se detectó por primera vez en la isla de Formentera en el año 2007 (Núñez, 2007) y en 2009 se declaró la existencia oficial de plaga como agente nocivo en las islas de Ibiza y Formentera (BOIB núm. 20, de 07/02/09). A raíz de ello, y estudiando su evolución en sucesivos años, el Servicio de Sanidad Forestal (SSF) perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente y Territorio del Govern de les Illes Balears determinó, a solicitud del Consell insular de Formentera, la realización de varios tratamientos fitosanitarios aéreos con un producto biológico con el objetivo de evitar la expansión de este lepidóptero defoliador (Núñez, 2013), y así proteger las masas de pinar de pino carrasco (Pinus halepensis) que pueblan la isla. Estos tratamientos aéreos llevan asociado un control de calidad que garantiza que todos los trabajos, servicios y equipos relacionados con los mismos se ajustan a unos requisitos mínimos, además de asegurar la calidad en cada fase del proceso. Igualmente garantiza el cumplimiento del Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.
MATERIAL Y MÉTODOS UTILIZADOS l producto que se ha empleado es un bioinsecticida microbiológico con actividad por ingestión y por lo tanto selectivo. Su denominación comercial es Belthirul F, y su composición es Bacillus thuringiensis (var. kurstaki) 17,6 % p/v (17,6 millones de UI/g) p/v (Probelte, 2019). Se trata de un insecticida agrobiotecnológico formado por bacterias que durante la fase de esporulación producen una toxina insecticida en
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forma de cristales proteínicos (proteína Cry). Tras su aplicación, el producto, y por lo tanto la proteína, queda adherido a las acículas del pino; las orugas de procesionaria, al alimentarse, ingieren dicha proteína, que una vez en el tracto digestivo se descompone por la acción de los jugos gástricos alcalinos del insecto. Es entonces cuando se activa la toxina, que se inserta en el epitelio del intestino provocando poros en el mismo que alteran el equilibrio osmótico, paralizando la actividad de las mandíbulas y del trac2020. N.o 78
to intestinal, y por lo tanto el cese de la alimentación; ocasionando la muerte de este lepidóptero en su fase de oruga. Por otra parte, Belthirul F es un producto respetuoso con la entomofauna beneficiosa, debido a que su acción bioinsecticida resulta específica para lepidópteros y no tiene afección sobre los parasitoides ni los predadores existentes en los pinares. Además, este producto se encuentra certificado para su utilización en agricultura ecológica y no presenta plazo de seguridad. Para obtener una mayor efectividad el producto debe aplicarse desde la eclosión de los huevos y hasta que las orugas alcanzan el tercer estadio larvario -L3- (Hernández et al., 2002). Este periodo de tiempo puede prolongarse durante varias semanas incluso en una misma zona; por ello, el establecimiento de una fecha concreta para el inicio del tratamiento es una cuestión crítica, puesto que es habitual que coincidan en el tiempo orugas en estadio L3 y huevos viables aún sin eclosionar. Debido a estos intervalos temporales de eclosión y desarrollo, y para lograr una mayor efectividad, la aplicación de este bioinsecticida se realiza dos veces, es decir, se efectúan lo que se denomina en aplicaciones aéreas dos pasadas, separadas temporalmente por un mínimo de 10 días. Para la aplicación de este producto se ha empleado como medio aéreo un helicóptero modelo Bell 206 Jet Ranger B lll, provisto de atomizadores del tipo Micronair, que proporcionan sistemas de ULV (Ultra Bajo Volumen), con una dosis de aplicación de 2,5 litros/ hectárea. El helicóptero resulta la herramienta más precisa y eficaz para cubrir las áreas de pinar de la isla de Formentera, ya que las masas forestales se encuentran muy fragmentadas, con contornos irregulares y con numerosas zonas de exclusión en su interior. El control de calidad del tratamiento comienza antes de que se inicien los trabajos en el campo. En una fase previa de gabinete se estudian anualmente los polígonos de tratamiento, ya cartografiados por el SSF según los niveles de infestación detectados en los pinares y atendiendo a las cap-
Helicópetro con pértigas
Dispositivo para carga de producto en el helicoptero
turas obtenidas en los diferentes sistemas de trampeo con feromona sexual sintética. Anualmente se instalan 1.039 trampas georreferenciadas que son revisadas cada quince días. A partir de las superficies cartografiadas digitalmente, y mediante el análisis con Sistemas de Información Geográfica (SIG), se realiza un estudio de las áreas de trabajo, analizándose la relación entre las áreas de actuación y las posibles helipistas a utilizar para la carga y operaciones de des-
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pegue y aterrizaje del helicóptero. Además, se estudian las principales zonas que serán objeto de señalización sobre el terreno en cumplimiento del Real Decreto 1311/2012. Por otra parte, durante los días previos al tratamiento aéreo es necesario realizar un seguimiento detallado de las variables meteorológicas previstas para la isla, con el fin de ejecutar los tratamientos en una ventana temporal donde se mantengan unas condiciones meteorológicas óptimas.
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Para ello, se consultan diversos modelos de predicción. Una vez comprobado que el estado larvario de las orugas de procesionaria se encuentra en una fase de desarrollo apropiada (visitando diferentes puntos de control) y cuando las previsiones meteorológicas resultan adecuadas, se inicia la fase de logística para comenzar el tratamiento aéreo. Esto implica una primera reunión con todos los agentes involucrados (empresa aplicadora, miembros responsables del control de calidad y técnicos de la administración-SSF-), en la que se repasan todos los procedimientos, y se comprueba la documentación relativa a las características de la aeronave y al personal técnico responsable de la misma. Igualmente se chequean y verifican las áreas de tratamiento, las helipistas y las comunicaciones entre las mismas, y se establece una previsión de avance del tratamiento para los días sucesivos. Este plan de actuación puede verse alterado por diversos factores (cambios no previsibles en la meteorología, averías en el instrumental empleado, etc.), por lo que deberá ser revisado diariamente por el equipo de control de calidad (equipo CC) y si fuese necesario se procederá a su modificación y ajuste, registrando todos los cambios en una serie de documentos y actas que deberán firmarse por los responsables de cada parte del operativo. Posteriormente, el equipo CC junto con el piloto visitan sobre el terreno las helipistas, estudiando sus características y seleccionando la zona más adecuada para el desarrollo del trabajo, teniendo especial atención respecto a la seguridad. El equipo CC es el responsable de situarse en la helipista, debiendo comprobar que en ella se encuentran las condiciones y la dotación necesaria para iniciarlos: el helicóptero, el material auxiliar y el producto biológico que se va a emplear. Es entonces cuando se procede a acreditar y documentar in situ que el producto y la cantidad existente es el indicado para el tratamiento y que no ha sufrido ningún deterioro. También el equipo CC, antes de la pulverización, realizará sobre el terreno la señalización informativa
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Resultados del analisis cartografico de las pasadas 1
situándola en los accesos principales a las zonas objeto del tratamiento aéreo, así como en el entorno de las helipistas que van a ser utilizadas. Respecto al helicóptero se comprueba el correcto funcionamiento de los instrumentos instalados en él relacionados con la pulverización, y el instrumental necesario para las comunicaciones con la aeronave (emisoras tierra-aire). En cuanto al equipo de pulverización, se procede a revisar su calibración, a fin de que la dosis a aplicar resulte la perceptiva respecto al tipo de producto y tipo de tratamiento. Para ello, con la aeronave en reposo, se realiza una simulación de
la aplicación del mismo, cuantificándose la cantidad emitida por los atomizadores tipo Micronair. Cuando el resultado de la simulación muestra la dosis deseada, se procede a comprobar la llamada “anchura de la pasada”, lo que se corresponde con la anchura de las pértigas que lleva instaladas el helicóptero y con el intervalo (distancia) de dispersión del producto en función a la altura de vuelo. Además, con esta operación también se chequea la distribución, tamaño y homogeneidad de las gotas. Para realizar esta prueba, la aeronave realiza un vuelo sobre una zona 2020. N.o 78
en la que previamente se han colocado una serie de láminas con un papel hidrosensible. Este tipo de láminas o tarjetas permiten conocer y evaluar la densidad y el tamaño de las gotas y sirven como verificación de la calidad de la sedimentación del producto (Lauric et al., 2016). Por último, queda comprobar en campo las condiciones meteorológicas, estas se refieren a que la velocidad del viento sea inferior a los 10 km/h (European Crop Protection Association, 2010), y que no se observe rocío sobre la vegetación, así como que la temperatura se mantenga en un rango adecuado sin ser muy elevada (FAO, 2002). Una vez chequeado todo, y antes del comienzo de los vuelos de cada jornada y al finalizar los mismos, el equipo CC realiza una serie de avisos vía telefónica a todos los participantes en el operativo, y a los servicios o entidades que deban estar informados, incluyendo: Servicio de Emergencias (112), Punto de Información ambiental (PIA), Consell Insular de Formentera, SSF, y Asociación de Apicultores de Formentera. En estas comunicaciones se informa de las áreas a tratar en la isla cada día y de nuevo se indican las características del producto bioinsecticida a emplear. El objetivo es anunciar la ejecución del tratamiento aéreo y favorecer la tranquilidad de la ciudadanía respecto al mismo. Previo a estas comunicaciones el SSF ha realizado una labor de divulgación mediante charlas y exposiciones dirigidas a técnicos y personal interesado. Estas labores se consideran clave para la aceptación de los tratamientos aéreos por parte de los residentes y visitantes existentes en las zonas a tratar, así como, en general para los habitantes de la isla, que tras varios años de trabajo observan los resultados y beneficios de estas acciones. Si todos los parámetros meteorológicos son adecuados, el equipo CC situado en el monte, en continua comunicación con el equipo de la helipista, procede a dar la orden para que se inicie el primer vuelo. En campo cada 20 minutos se continúan midiendo, registrando y verificando las condiciones de viento, temperatura y humedad relativa, comprobando que
se mantienen en los rangos necesarios para continuar con la aplicación. Igualmente, durante los vuelos el equipo situado en el monte comprueba que la nube de producto pulverizado incide en el pinar, observando que no existe deriva y que no llega producto a las zonas de exclusión; así como, que todos los difusores funcionan correctamente y que la altura de vuelo del helicóptero resulta adecuada. Por otra parte, en la helipista, el equipo controla todas aquellas tareas relacionadas con el helicóptero y con el producto, chequeando que el trabajo se desarrolla de acuerdo con las normas técnicas y de seguridad. Así, se vigila que cada día se limpie el depósito de producto del helicóptero y que durante las operaciones de carga de combustible se desconecte el motor de la aeronave, controlando que no se produzcan salpicaduras o derrames sobre el terreno. En estos procesos de control se cumplimentan unos formularios con los datos correspondientes a los vuelos de la aeronave incluyendo el producto y el combustible cargados y además se recogen y comprueban los partes de vuelo que genera el piloto. Al final de cada jornada se examina y verifica la información descargada del dispositivo DGPS (GPS diferencial) del helicóptero, con el fin de analizar si todas las superficies programadas han resultado pulverizadas, o si es necesario realizar alguna corrección en las jornadas siguientes. Una vez se ha terminado el tratamiento aéreo, el equipo CC procede a retirar la señalización y a verificar que la helipista utilizada se encuentra
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libre de residuos. Todos los bidones de Belthitul F, vacíos y limpios, deben ser depositados en un centro autorizado de recogida de envases fitosanitarios, en cumplimiento del apartado 1, del Artículo 41 del Real Decreto 1311/2012. Finalmente y una vez en gabinete, se procesa y analiza el conjunto de archivos que se han generado diariamente durante los vuelos del helicóptero al grabar el área rociada. Los archivos generados son entregados cada jornada por el piloto al equipo de CC en formato compatible con SIG. Estos ficheros se someten a un geoprocesamiento con el fin de analizar los datos y calcular la efectividad real del tratamiento aéreo de cada pasada. Para dicho cálculo, se tiene en cuenta únicamente la superficie tratada dentro de los polígonos de tratamiento propuestos; identificando y extrayendo de estos, para el resultado final, las zonas solapadas existentes dentro de cada uno de ellos. En el análisis de los datos, también, se procede a la identificación, examen y cálculo de las superficies pulverizadas fuera de los polígonos propuestos; así como, de las superficies que debiendo estar rociadas no aparecen como tal. En estos casos hay que hacer un análisis detallado de estas áreas que muestran exceso o ausencia de pulverización argumentando en todos los casos las causas de estos sucesos. En función de los cómputos resultantes de las superficies comentadas se procede a obtener el cálculo final de la efectividad de cada pasada.
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CONCLUSIONES l trabajo desarrollado por un equipo de control de calidad, durante la ejecución de un tratamiento fitosanitario aéreo, se manifiesta como una herramienta imprescindible para garantizar la eficacia, optimización y control de unos trabajos de gran importancia, cuyo objetivo final es recuperar el estado de salud óptimo de las masas forestales, cumpliendo en todo momento los requerimientos de seguridad. Estos trabajos aéreos han sufrido en los últimos años abundantes críticas por parte de diversos sectores de la sociedad y por ello la implementación de un control de calidad en todos ellos ayudaría a reforzar la idoneidad y mejorar la información de la opinión pública sobre este tipo de tratamientos, poniendo de manifiesto sus beneficios frente a determinadas plagas presentes en los montes de la Península e islas. En este caso, el informe final resultante del control de calidad se remitió al parlamento de las Islas Baleares como argumento técnico ante las críticas de falta de control que surgieron sobre los tratamientos aéreos realizados. Sirvió entonces para justificar que los trabajos se habían ejecutado bajo un control técnico exhaustivo y riguroso. En este tipo de trabajos son numerosas y variadas las casuísticas que aparecen y por ello la programación y planificación de las tareas a desarro-
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llar por cada miembro del operativo debe ser precisa y coordinada. Incluso tras una exhaustiva planificación en ocasiones aparecen modificaciones, debido a cambios meteorológicos no previstos, averías u otro tipo de inconvenientes que ocasionan modificaciones en la programación prevista inicialmente. Por estas razones, resulta de gran importancia que todo el personal que interviene en el tratamiento aéreo se encuentre preparado para asumir este tipo de problemas. Para ello, el equipo CC supervisa cada paso y reevalúa las situaciones críticas para volver a planificar, manteniendo el flujo de trabajo; todo ello, bajo la supervisión del Director de los trabajos del SSF. En este sentido, el control de calidad desempeña una labor fundamental desde el punto de vista de la coordinación de las tareas y en referencia a las operaciones de comunicación. Los procedimientos explicados y que son los realizados en la isla de Formentera por el equipo de control de calidad de ESMA avalan la vigilancia, monitorización, chequeo y supervisión de cada una de las labores realizadas en un tratamiento fitosanitario aéreo; desde la información inicial a la población interesada hasta la obtención de los resultados de la efectividad del tratamiento con la exactitud de las superficies tratadas. AGRADECIMIENTOS A Rotorsun, S.L. (compañía aérea. Empresa adjudicataria del servicio para el control de la procesionaria del
pino mediante tratamiento aéreo de los pinares de Formentera. Lote 1) y a Probelte, S.A.U. (fabricante y distribuidora de fitosanitarios).
REFERENCIAS European Crop Protection Association. 2010. Buenas prácticas fitosanitarias para reducir la deriva. http://proyectotopps.es/buenas-practicas-fitosanitarias-para-reducir-la-deriva/ FAO. 2002. Guías sobre buenas prácticas para la aplicación aérea de plaguicidas. http://www. fao.org/3/Y2766S/Y2766S00.htm#4.2 Hernández R et al. 2002. Procesionaria del pino. Informaciones Técnicas. Gobierno de Aragón. http://bibliotecavirtual.aragon.es/bva/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=3714807 Lauric A et al. 2016. Utilización de tarjetas hidrosensibles para evaluar el efecto de la presión sobre la calidad de aplicación. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Argentina. https:// inta.gob.ar/documentos/utilizacion-de-tarjetas-hidrosensibles-para-evaluar-el-efecto-dela-presion-sobre-la-calidad-de-aplicacion Núñez L. 2007. Jornadas de la procesionaria del pino 2008. http://www.caib.es/sites/sanitatforestal/es/n/primera_cita_confirmada_ de_la_procesionaria_del_pino_thaumetopoea_pityocampa_den__schiff_en_formentera_2007-67127/ Núñez L. 2013. Evolución de la población de procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Den. & Schiff.) en Formentera y actuaciones de control. 6º Congreso Forestal Español. http://www.caib.es/sites/sanitatforestal/es/n/ evolucion_de_la_poblacion_de_procesionaria_del_pino_thaumetopoea_pityocampa_den__schiff_en_formentera_y_actuaciones_de_control-57004/?mcont=3433 Probelte. 2019. Ficha de datos de seguridad. https://www.probelte.es/upload/productos/ documentos/36_[belthirul-f_es][belthirul-f] [5][es-ES].pdf
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COLABORACIÓN / TÉCNICA
La sanidad vegetal urbana gestionada por el ingeniero forestal del siglo XXI José González Granados1, Alberto Hurtado Hernández2, María José Manzano3 1 Ingeniero Técnico Forestal. Tercer Teniente de Alcalde responsable de Medio Ambiente, Parques y Jardines y Agricultura del Ayuntamiento de Aranjuez. 2 Ingeniero Técnico Forestal. INFFE, S.L. 3 Ingeniera Forestal y del Medio Natural. Estudios Medioambientales S.L. (ESMA)
La importancia de nuestra profesión en la jardinería moderna es tan incuestionable como que los ingenieros técnicos forestales y graduados en ingeniería forestal se encuentran entre los técnicos más competentes y mejor valorados dentro de este sector. La naturaleza domesticada, como algunos definen a la jardinería, se nutre de especies botánicas de ámbito forestal, y en contadas ocasiones de origen agronómico. Si bien el origen de la sanidad vegetal estaba restringido al cuidado de los cultivos agrícolas y huertos, en el mismo momento que el ser humano comienza a implantar los primeros jardines y árboles ornamentales y a preocuparse de las masas forestales se crea un nuevo vínculo entre lo urbano y lo forestal, que ha ido evolucionando hasta hoy.
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no de los objetivos principales que persigue el diseño de un jardín es conseguir la máxima belleza y esplendor de las especies vegetales que lo conforman; con este propósito comienza un inusitado interés por encontrar especies botánicas forestales raras o atractivas a los sentidos humanos con el objeto de introducirlas en los jardines, por lo que los problemas sanitarios se fueron ampliando de manera proporcional al número de especies, variedades y cultivariedades utilizadas a lo largo de la historia jardinera. La sanidad vegetal comienza a ser una ciencia primordial para el buen estado de los jardines y arbolado ornamental en todo el mundo. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
Los novedosos tratamientos fitosanitarios aplicados en la actualidad, inimaginables 25 años atrás, tienen hoy una gran importancia en la correcta gestión del arbolado desde el punto de vista político, profesional y técnico en un sector tan importante como el de la jardinería. Según Naciones Unidas más del 50 % de la población mundial vive en zonas urbanas, ascendiendo dicha cifra al 70 % en el territorio español, porcentaje que se incrementará en los próximos años. Esta tendencia afectará al paisaje urbano que habitamos, y de ahí la importancia de mantener una adecuada y saludable gestión de los parques, jardines y arbolado urbano. Ya hemos alcanzado un ratio de zonas verdes de 10 m²/habitante, que
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cumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. La partida dedicada a parques y jardines en las principales ciudades españolas representa entre el 2 y 3,5 % de sus presupuestos anuales. España dedica aproximadamente el 1,5 % del presupuesto total a parques y jardines, según los últimos presupuestos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de España. RESPONSABILIDADES DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS EN LA SANIDAD VEGETAL Y LA CORRECTA GESTIÓN DEL ARBOLADO URBANO Y ZONAS VERDES as entidades locales son las responsables de la gestión de los servicios básicos a la ciudadanía y del patrimonio verde. Como parte de esa responsabilidad, el gestor público debe asegurar la creación, mantenimiento y conservación de las zonas verdes de las ciudades. Las empresas del sector de la jardinería facturan una media de 800 millones de euros, el 70 % procedente del sector público (ASEJA, 2015). Cada vez más los ciudadanos exi-
el uso de las nuevas técnicas en el control de plagas que presentan unos mejores resultados y la aplicación de las nuevas tecnologías son algunas de las medidas que los responsables políticos y técnicos que dirigen la administración deben adoptar para no quedarse rezagados y evitar la disfunción de su infraestructura verde. Diferentes sistemas de trabajo, que van desde la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación a la gestión eficiente del patrimonio arbóreo de las ciudades, los sistemas de estabilidad de arbolado, la utilización de drones con cámaras multiespectrales y termográficas para el control y mantenimiento de zonas verdes, que permita la clasificación del terreno y la generación de mapas temáticos relativos a parámetros como la cantidad de agua contenida, o la existencia de enfermedades que no son percibidos por el ojo humano y que posibilitan la detección precoz de diferentes patologías, pueden permitir un ahorro de costes asociados de hasta un 10 % (ASEJA, 2015). A este ahorro habría que añadir el producido por el correcto empleo del agua de riego en las zonas verdes urbanas, por motivos ambientales y económi-
Alberto Hurtado
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gen a las administraciones públicas una mayor calidad en el cuidado de las zonas verdes y del arbolado urbano, y el desarrollo de una economía verde (infraestructura verde urbana). Existe una apuesta de futuro por una jardinería moderna y por la sanidad vegetal, bajo la premisa de que es un servicio público obligatorio, que exige una adecuada gestión, integral, diferenciada y sostenible, que garantice la conservación y puesta en valor del patrimonio verde urbano y la profesionalización del sector, que debe contar con los mejores expertos, entre ellos los ingenieros técnicos forestales y graduados en ingeniería forestal. Es imprescindible que las administraciones públicas, sobre todo los ayuntamientos, dispongan de los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para garantizar la conservación y mantenimiento de las zonas verdes, y hacer partícipe a la ciudadanía para que se pregunte cuánto esfuerzo económico está dispuesta a realizar. La redacción de planes directores de uso y gestión de zonas verdes, parques y jardines, y arbolado, la externalización de los servicios, la profesionalidad de las plantillas, la formación de los técnicos,
Adulto de Adalia decempunctata depredando pulgón de la Catalpa
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Esapcios verdes y bienestar social 2020. N.o 78
LA REALIDAD DE LA GESTIÓN FITOSANITARIA EN ESPACIOS VERDES. PRINCIPALES PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTA EL ASESOR FITOSANITARIO os ingenieros forestales, como profesionales altamente cualificados, tienen la responsabilidad de gestionar adecuadamente el patrimonio verde de las ciudades, un trabajo imprescindible; algunas de ellas (como Madrid o Arroyomolinos) han sido incluso galardonadas como ‘Ciudad Arbórea del Mundo 2019’. La gestión
Limitación de productos autorizados y vegetación con difíciles condiciones de partida Actualmente a nivel europeo existen 485 productos fitosanitarios autorizados, de los cuales 48 son de origen biológico. De esos últimos productos 26 sirven contra enfermedades y bacterias, tres contra nematodos, tres contra virus y 16 contra plagas (la mayoría son formulados de Bacillus thuringiesis); sólo 8 tienen uso autorizado para plantas ornamentales y forestales mientras que el resto sólo lo está para especies hortícolas. A nivel nacional el abanico de posibilidades se estrecha has-
ta los 123 productos fitosanitarios autorizados en parques y jardines (MAPA, 2020). En este escenario se enmarca la compleja labor del asesor fitosanitario de combinar todas las herramientas que tiene a su alcance para mantener los problemas fitosanitarios bajo unos umbrales de daño aceptables (Trillas et al., 2020). Además, hay que tener en cuenta que en buena parte de los casos las condiciones de partida de la vegetación urbana son en general desfavorables (compactación del suelo, contaminación, falta de espacio, poca variedad de especies, arbolado ornamental exótico, podas drásticas, vertidos incontrolados, etc.), en definitiva, existe una falta de naturalidad en el ecosistema urbano. El caso más llamativo es la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). En España existe el paradigma de no autorizar el uso de Bacillus thuringiesis subsp. kurstaki en parques y jardines para su control cuando es inocuo para las personas (no existe ningún caso de sensibilidad en 60 años de utilización en los ámbitos forestal y agrícola); además, es muy específico y no deja residuos. En cambio sí está permitido en paí-
Alberto Hurtado
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integrada de la sanidad vegetal es uno de los pilares fundamentales de la gestión diaria de los espacios verdes (Hurtado et al., 2020). Albert Eistein dijo que “loco es quien haciendo siempre lo mismo, espera resultados distintos”; en este sentido el control biológico (CB) en sentido amplio (micro y macrobiológico) rompe con la mentalidad dual y simplista “plaga / tratamiento químico” para abrir un nuevo abanico de posibilidades sustentado en soluciones basadas en la naturaleza.
María José Manzano
cos. El uso de agua regenerada, allí donde se pueda, o la utilización de modernos sistemas de riego para el ahorro y eficacia en el consumo de agua suponen avances importantes. Por ejemplo, el ayuntamiento de Aranjuez tiene un gasto medio anual de agua en los últimos cinco años de más de 300.000 euros; el plan director de este municipio recoge un ahorro de al menos un 30 % si se ponen en marcha las medidas que en él se detallan. Este caso contrasta con la gestión del agua de riego que hace el ayuntamiento de Bilbao, posiblemente la mejor de España.
Pulgón (Aphis nerii) en adelfa Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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control en jardinería. Además, existen patologías que todavía se encuentran faltas de estudios, como los fitoplasmas. Estos patógenos pertenecen a la clase Mollicutes, que agrupa a los procariotes autorreplicativos más pequeños que se conocen (con un tamaño medio de 200-800 nm); son similares a bacterias pero están desprovistos de pared celular, y provocan síntomas fácilmente confundibles con virosis, estrés hídrico, muerte regresiva de ramas y debilitamiento apical. Estos organismo llevan años provocando un decaimiento progresivo en multitud de especies ornamentales como el almez (Celtis spp.) pero generalmente pasan desapercibidos debido tanto a la falta de especialización de los asesores como a su dificultad de detección en laboratorios especializados. Otras herramientas de bioprotección. El control de las principales plagas y enfermedades en las ciudades es posible, pero requiere un alto nivel de conocimiento y la aplicación de múltiples técnicas de modo combinado. El CB se sustenta en un co-
rrecto monitoreo y en una actuación preventiva, trabajando permanentemente con especial atención en la conservación. La liberación de enemigos naturales apoyándose en la utilización de cajas refugio (trampas delta o cajitas de suelta) a las que se aporta suplementos (comederos y bebederos) ha demostrado unas mejores tasas de implantación en los espacios verdes de esta entomofauna beneficiosa (Hiernaux, 2020). Esta mejora es más necesaria en el viario y las plazas que en los grandes parques y jardines, con mayores estratos de vegetación y mayor complejidad del sistema. Una de las claves de éxito de la gestión fitosanitaria es emplear alternativas biológicas que no tengan un único mecanismo de acción. Quizás el caso más claro sea el de los Trichodermas, cuyo uso es muy improbable que genere resistencias porque tienen múltiples mecanismos de acción simultánea: competencia, parasitismo e inducción de defensas en la planta (Trillas et al., 2020). En estos casos la correcta elección de la cepa adecuada se convierte en un factor primordial.
Alberto Hurtado
ses vecinos como Francia, con una legislación mucho más restrictiva que la española, ya que desde enero de 2017 no se emplea ningún producto químico, siendo los abanderados en Europa del llamado “cero fito” (Hiernaux, 2020). La principal razón de esta situación contradictoria radica en que los estudios de sensibilización para productos biológicos todavía no están validados, a pesar de ser productos de bajo riesgo (Trillas et al., 2020). Uno de los mayores retos actuales es la carencia de enemigos naturales disponibles comercialmente para la lucha contra plagas clave, como por ejemplo la galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola) o la procesionaria del pino. Por otra parte, el desaforado empleo de determinados organismos de CB, como el parasitoide Aphidius colemani, no sólo es ineficiente para controlar pulgones distintos del género Aphis sino que su uso incorrecto propiciará el incremento de hiperparasitoides que frenarán todavía más el control deseado de la plaga. Con respecto a las enfermedades apenas existen productos de origen natural (Trichodermas, Bacillus subtilis o Pseudomonas fluorescens) para su
Parasitoides sobre puestas de procesionaria
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Adulto de Adalia decempunctata depredando 2020. N.o 78
aceptación en la ciudad de Barcelona y una demostrada eficacia. En referencia al control de plagas urbanas se han logrado grandes avances que prometen un futuro esperanzador. Los casos más destacados son el control del tigre del plátano (Corythucha ciliata) con el nematodo Steinernema carpocapsae (García del Pino et al., 2020), o el empleo de formulados a base de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana para el control del picudo (Rhynchophorus ferrugineus) y del barrenador de las palmeras (Paysandisia archon). En el caso de la procesionaria del pino en los últimos años se ha multiplicado el uso de trampas de feromonas, de anillos para la recolecta de orugas y la instalación de cajas refugio para aves insectívoras y murciélagos. Todas estas medidas son necesarias y respetuosas con el medioambiente, pero en muchos casos todavía no son suficientes para rebajar los daños a los niveles mínimos deseados. En este sentido, muy recientemente se ha comprobado que la confusión sexual puede ser un excelente aliado, ya que los ensayos efectuados hasta la
Alberto Hurtado
C
cítricos tremendamente polífago que puede atacar a los géneros Aesculus, Platanus, Populus y Ulmus). Existen otras plagas que, aun llevando años entre nosotros, todavía existe un vacío casi absoluto de información sobre ellas, como el minador del almez (Phyllonorycter millierella) o el pulgón del tulipanero (Illinoa liriodendri). Como enfermedades de reciente aparición destacan Xylella fastidiosa (bacteria fitopatógena del olivo y ornamentales), Cylindrocladium buxicola (hongo del boj), Pseudomonas syringae pv. aesculi (chancro sanguinolento del castaño), Hymenoscyphus fraxineus (chalarosis del fresno) y Ceratocystis plantani (chancro colorado del plátano). Importantes ciudades como Barcelona, Valencia, Huesca o Aranjuez llevan casi una década en el buen camino, minimizando el uso de productos fitosanitarios a casos excepcionales y desarrollando multitud de acciones de gestión integrada para la sanidad vegetal. Recientemente se ha comprobado que el empleo de la biodiversidad como herramienta de gestión es posible. Un caso pionero es el proyecto “alcorques vivos” con gran
pulgón de la Catalpa Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
Alberto Hurtado
PLAGAS EMERGENTES Y OTROS RETOS. omo pieza fundamental en la salvaguarda de los espacios verdes el asesor fitosanitario debe transformar las debilidades con las que se encuentra en oportunidades de cambio. Además, el cambio climático está suponiendo un serio debilitamiento de las zonas verdes, que va a ser más patente en los árboles, al ser éstos los más longevos de los vegetales que conforman la infraestructura verde. Esta alteración del clima dificulta la anticipación de actuaciones y exige un continuo y estrecho seguimiento de las plagas clave de cada ciudad. Por otro lado, la globalización a nivel fitosanitario conlleva la aparición cada vez más frecuente de nuevas plagas y enfermedades emergentes, que ponen en serio riesgo nuestros vegetales (Pons, 2020). Como plagas destacan: Cydalima perspectalis (polilla asiática del boj), Belonochilus numenius (chinche del fruto del plátano), Xilostrechus chinensis (cerambícido de la morera), Halyomorpha halys (chinche marmolada), Agrilus anxius (taladro del abedul), Anoplophora chinensis (cerambícido de los
Ninfas de cochinilla
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fecha muestran resultados esperanzadores (Pal et al., 2018). CONCLUSIONES – El correcto mantenimiento de la sanidad vegetal en las ciudades es posible, y existen multitud de alternativas de control, pero ello requiere un alto nivel de conocimiento y la aplicación de múltiples técnicas de modo combinado. Además, requiere de una elevada cualificación por parte del asesor o técnico responsable, que no siempre es la adecuada. Aquí es donde el ingeniero forestal juega un papel fundamental, como profesional especializado, que además necesita apoyarse en documentos de referencia como son los planes de gestión y los planes directores de los que carecen buena parte de las ciudades. – El control biológico es uno de los pilares fundamentales de la gestión integrada, aunque no el único, y su implementación progresiva contribuye a una mayor concienciación ciudadana de la importancia de la correcta conservación de todos los elementos naturales presentes en el ámbito urbano (complejidad y biodiversidad funcional) en beneficio de todos. – Aunque durante la última década ha habido un cambio de rumbo importante en materia de gestión integrada de la sanidad vegetal de nuestras ciudades, es necesario y primordial favorecer el ensayo de nuevas metodologías basadas en la ciencia empírica que nos permitan continuar avanzando. – A pesar de que vamos en el buen camino, por el bien de nuestra salud y el medio ambiente, es necesario que los ciudadanos exijan el uso de productos biológicos y que las administraciones locales impulsen y fomenten el abanico de herramientas que ofrece la gestión integrada. Para lograrlo, una adecuada pedagogía a todos los niveles y el trabajo en proyectos a medio plazo (huyendo de rápidas y únicas soluciones) será la garantía de éxito durante los años venideros.
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REFERENCIAS ASEJA. 2015. Estudio sobre la contribución económica, social y ambiental de los parques y jardines a las ciudades españolas. García del Pino et al. 2020. Los nematodos entomopatógenos en la gestión de plagas en áreas verdes: el caso del tigre del plátano (Corythucha ciliata). Phytoma 322: 35-38. Hiernaux, L. 2020. Desilusiones y esperanzas tras más de una década dedicada al estudio, aplicación y eficacia del control biológico en espacios verdes. Phytoma 322: 39-44. Hurtado, A., et al. 2020. Gestión fitosanitaria integrada de la ciudad de Aranjuez 2013-2018. Foresta 76: 52-54. Pal E. et al. 2018. Processionnaire du pin: un traitement bille en tête. Phytoma 715: 28-32. Pons, X. 2020. Problemas recientes causados por insectos invasores en espacios verdes urbanos. Foresta 77: 50-51. Trillas I. et al. 2020. Retos y oportunidades de los fitosanitarios biológicos en espacios verdes ornamentales. Phytoma 322: 45-49.
2020. N.o 78
NOTICIAS FORESTALES
Convocatoria de elecciones ordinarias a Junta de Gobierno y delegaciones territoriales Tras acuerdo de la Junta de Gobierno celebrada el pasado día 29 de octubre de 2020, se convocaron elecciones ordinarias para Junta de Gobierno del Colegio Oficial y Asociación de Ingenieros Técnicos Forestales y pa-
ra las delegaciones territoriales de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, País Vasco, Navarra y Región de Murcia. La presentación de candidaturas se
deberá realizar en la primera quincena de 2021. Toda la información sobre el proceso electoral se puede localizar en la web del Colegio (www.forestales.net), dentro del apartado “Elecciones”.
El Colegio organiza los jueves el Café Forestal Entre los fines del Colegio está el llevar a cabo una labor cultural, científica y técnica relacionada con la ingeniería forestal en todas sus vertientes, y dedicar una atención preferente a la evolución técnica como base de la información permanente, a fin de que nuestros profesionales puedan prestar el mejor servicio a la sociedad. Por todo ello, el Colegio organiza una serie de encuentros digitales
con especialistas en diferentes campos de actuación de los ingenieros forestales, enmarcados dentro del proyecto que hemos llamado “Café Forestal”, por su horario y por el carácter de estas acciones formativas. Se pretende que las temáticas abordadas desde estos “Cafés Forestales” sean variadas y de actualidad, dentro del amplio elenco de materias propias de nuestra profesión. Y por supuesto con los mejores
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
profesionales. Se trata de jornadas gratuitas tanto para colegiados como para precolegiados que por su formato están teniendo una excelente acogida dentro del colectivo profesional, por lo que el proyecto tendrá continuidad durante 2021. No dejes de consultar nuestra web (www.forestales.net) para conocer cuáles serán los próximos “Cafés Forestales”. Anímate a participar.
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AGENDA LIBROS
PRODUCCIÓN DE BIOMASA Y FIJACIÓN DE CARBONO POR LOS MATORRALES ESPAÑOLES Y POR EL HORIZONTE ORGÁNICO SUPERFICIAL DE LOS SUELOS FORESTALES Gregorio Montero, César López-Leiva, Ricardo Ruiz-Peinado, Eduardo López-Senespleda, Raquel Onrubia y María Pasalodos. Edita: Ministerio de agricultura Pesca y Alimentación-INIA. 2020. Nipo: 003200520. Versión digital: https://www.mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/publicaciones/publicaciones-de-desarrollo-rural/default.aspx
El libro consta de dos partes: En la primera se hace una introducción sobre el concepto y significación de los matorrales, tipos de matorral, superficie que ocupan por especies y agrupaciones, y una somera aproximación a su gestión. En la segunda, se realiza una estimación de necromasa almacenada en el horizonte orgánico superficial para zonas de matorral y arboladas. En la primera parte, se presentan 45 fichas descriptivas de especies de matorral y arbustos en las que, de forma sistemática, se incluyen: una breve descripción de la especie y las condiciones ecológicas de los lugares donde vive; sus principales aprovechamientos tradicionales; su distribución y la superficie que ocupa en la España peninsular (mapa de distribución); contenido de carbono en la biomasa de cada especie; algunos datos sobre su crecimiento en diámetro y altura; la biomasa total media que acumula por hectárea y su tasa de acumulación anual (crecimiento anual), referidos ambos conceptos a t ha-1 M.S. A continuación, se presentan ecuaciones y tablas que ofrecen la cantidad de biomasa aérea (t ha-1 M.S) en función de la altura media y de la fracción de cabida cubierta para las 15 principales agrupaciones de especies de matorral y arbustedos, definidas y cuantificadas en este trabajo. En la segunda parte se presenta una estimación de necromasa (Litter) almacenada en el horizonte orgánico superficial del suelo para zonas cubiertas de matorral (menos del 10 % de superficie cubierta por arbolado) y zonas arboladas, con diferenciación de coníferas y frondosas (abeto, pinos, sabina, robles, alcornoque, encina, haya, acebuche, eucalipto etc.) Cuando ha sido posible, se ofrecen resultados sobre cantidad de desfronde (t ha-1 M.S.) para más de 25 especies de matorral y 16 arbóreas, así como sus correspondientes tasas de descomposición del desfronde. Se presentan modelos de estimación (ecuaciones) del desfronde total acumulado en el suelo (t ha-1 M.S.), en función de la fracción de cabida cubierta del matorral o del arbolado por agrupaciones y especies, y contenido en carbono orgánico en (%) del desfronde correspondiente, lo que permite conocer la cantidad total de carbono acumulada en el horizonte superficial de suelo y, por consiguiente, la cantidad de CO2 fijada en este reservorio de los terrenos forestales, matorrales y masas forestales. El libro termina con un breve resumen comparativo del estado de los conocimientos sobre la cantidad de biomasa, CO2 y carbono orgánico total acumulado en los diferentes reservorios de los bosques españoles. De este resumen se desprende que la parte aérea de los matorrales tienen acumulado el 10 % del CO2 acumulado por las masas
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forestales arbóreas. Sin embargo, la tasa de acumulación anual de CO2 por los matorrales se aproxima al 37 % de lo acumulado anualmente por la parte aérea de las masas forestales arbóreas, lo que indica que la proporción de hojarasca respecto a la biomasa total es mayor en los matorrales que en los arboles forestales. El porcentaje de las emisiones de CO2 de España que fijan los bosques y matorrales españoles varía, lógicamente, en función de las cantidades alcanzadas por el inventario anual de emisiones anuales nacionales de CO2 y gases equivalentes. Si partimos de las emisiones medias de los cinco últimos años en España, 328.825 x 106 t CO2 equivalentes, se desprende que los bosques españoles fijan anualmente el 28,6 % del total de emisiones nacionales y la parte aérea de los matorrales un 6,8 % de las mismas, lo que supone que entre arboles y matorrales fijan el equivalente al 35,4 % del total de emisiones. ANEXOS DIGITALES Anexo I.1.Tablas de superficie y mapas de distribución por Agrupaciones de matorral y arbustedos Anexo I.2. Tablas de superficies y mapas de distribución de especies de matorral y arbustedos https://www.mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/publicaciones/ ANEXOS FOTOGRÁFICOS. Anexo I.1. Fotografías y paisajes de diferentes tipos de matorral y arbustedos Anexo I.2. Fotografías de diferentes aspectos del horizonte orgánico superficial en montes arbolados y matorrales https://www.mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/publicaciones/ 2020. N.o 78
Normas de publicación INSTRUCCIONES A LOS AUTORES La revista abarca todo tipo de temas relacionados con la ciencia, gestión e industria forestal, tanto bienes como servicios generados por los terrenos forestales, su gestión, protección, defensa, restauración y mejora. Acepta trabajos originales que no hayan sido previamente publicados ni enviados simultáneamente a otras revistas. De forma excepcional, el consejo de redacción podrá aceptar la publicación de trabajos no originales de especial interés, siempre que no existan conflictos con la propiedad intelectual. Se podrán enviar artículos de opinión o colaboraciones técnicas, debiendo indicar los autores donde desean que se incluya su trabajo. Las colaboraciones técnicas tratarán sobre cualquier aspecto que entre dentro del ámbito de la revista, aceptándose revisiones, nuevas técnicas o propuestas, análisis históricos o casos prácticos. Los artículos de opinión se deben centrar en temas de actualidad o interés para los lectores, aportando una postura razonada, que justifique su publicación. Los artículos se remitirán por correo electrónico a la dirección forestales@forestales.net. La revista confirmará la recepción del artículo, y el Director asignará los miembros del consejo de redacción que se ocuparán de su revisión, así como revisores externos adicionales cuando sea preciso. La publicación de un artículo en la revista supone la cesión de los derechos de propiedad intelectual a la editora, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, a efectos de su publicación y distribución. Los autores son los responsables de obtener los permisos necesarios para reproducir materiales con copyright procedentes de otras fuentes. Los artículos se someterán a las siguientes normas: - Título. Será breve y reflejará el contenido del artículo. Se debe evitar el empleo de abreviaturas o fórmulas. - Autores. Se indicará el nombre y apellidos, pro-
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fesión y centro de trabajo de todos los autores, y al menos para el autor principal su dirección postal o correo electrónico. Es recomendable incluir una fotografía de los autores. Resumen. Se incluirá un resumen del artículo, que no supere las 150 palabras, excepto en artículos de opinión. Palabras clave. Se incluirán 2-4 palabras clave para clasificar el artículo, excepto en artículos de opinión. Extensión. Los artículos de opinión no superarán las 2.000 palabras y las colaboraciones técnicas 3.500-5.000 palabras en función de la cantidad de tablas e ilustraciones; cuanto mayor sea el material gráfico, menor deberá ser el número de palabras. Trabajos más extensos deberán ser aceptados expresamente por el consejo de redacción. Formato. El texto se remitirá en un archivo en formato Word o compatible, no existiendo requerimientos específicos en cuanto a formato o tipo de letra. Las páginas deben ir numeradas. Estructura. No existen normas concretas en cuanto a la estructura del artículo, pero deberá contener apartados adecuadamente organizados y numerados. Se recomienda incluir al menos un primer apartado de introducción, donde se detallen los objetivos del artículo, unas conclusiones finales, y un apartado de referencias. Idioma. Los textos se redactarán en castellano. Se evitará el empleo de palabras en otros idiomas cuando tengan traducción al castellano; en caso contrario, se escribirán en cursiva. Es aceptable el empleo de términos en otros idiomas, aún teniendo traducción al castellano, cuando formen parte de nombres oficiales de organismos o de empresas o marcas comerciales. Imágenes. Se incluirán los gráficos, esquemas o fotografías necesarios para facilitar la compren-
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sión del artículo. Todo el material gráfico deberá se remitirá en archivos independientes en formato JPG o TIFF con una resolución mínima de 300 ppp. En el texto se identificará la ubicación de las imágenes, incluyendo un pie explicativo. Referencias. Se incluirán únicamente las referencias citadas en el texto. Los artículos de opinión no incluirán referencias, por lo que si existe alguna se detallará en el propio texto. En el texto las referencias se recogerán de las siguientes maneras: Pérez (2015), (Pérez, 2015), Pérez y Gómez (2015), (Pérez y Gómez, 2015), Pérez et al. (2015), (Pérez et al., 2015). En el apartado de referencias se seguirán las siguientes normas: * Libros: García Gómez E. 2014. La naturaleza en Toledo. Ciencias naturales en la ciudad. DB Comunicación, Toledo. * Capítulos de libros: Cantero Desmartines FJ. 2005. Los árboles singulares de Madrid. En: Sánchez M, Muñoz M, Moya B (Eds.) El arbolado monumental y singular en España: gestión, conservación y legislación. Ponencias del II encuentro de árboles monumentales y singulares. Pp. 311–338. Asociación Española de Arboricultura, Madrid. * Revistas: González Doncel I, Collada C, Domínguez J et al. 2015. Life + Olmos vivos. Un nuevo impulso a los olmos... o cuando las amistades se vuelven peligrosas: la grafiosis del olmo. Foresta 63: 26-31. * Recursos digitales: Enríquez de Salamanca A, Carrasco MJ. 2013. Evolución de las medidas compensatorias en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental. VII Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental: Gestión, Seguimiento, Innovación. Libro de Actas. 211-224. http://www.eia.es/ nueva/memorias_programas_coneias/VII_libro_Actas.pdf (9.12.2015).
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