Revista Foresta nº 80

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Foresta Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. N.o 80

I Congreso Español de Botánica Entrevista

Juan Carlos Moreno presidente de SEBOT

Conservación de semillas de tipo ortodoxo de especies silvestres en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha La conservación de la flora amenazada en el ámbito del MITECO

Silene hifacensis: salvada de la extinción en la Comunidad Valenciana La producción de polen de los árboles urbanos. El plátano de sombra El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha La miera, un producto forestal esencial en la ganadería tradicional

Especial

Manuel Martín Bolaños


Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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SUMARIO N.º 80

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ENTREVISTA 4

Juan Carlos Moreno Saiz, presidente de la Sociedad Botánica Española SEBOT. Ismael Muñoz Linares

ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS 8

Martín Bolaños los primeros pasos de la geobotánica en España durante la primera mitad del siglo xx. Isabel Butler, Paloma Gil, Francisco José Monteagudo

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Manuel Martín Bolaños en el IFIE: el herbario MAIA. Ana Carmen de la Cruz, Ángeles Tirado, Carmen de Arana, José M. Grau, Jacobo Ruiz del Castillo, Juan Tazón, Marta Pardos

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Manuel Martín Bolaños ingeniero innovador

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Recuperación del mapa forestal de Huelva de la serie e. 1:100.000 del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias

Isabel Butler, Paloma Gil, Francisco José Monteagudo

Isabel Butler, Francisco José Monteagudo

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La herencia de mi bisabuelo Manuel Martín Bolaños Bruno Martín, Norman Martín

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Reivindicando un olvido Francisco José Monteagudo, Isabel Butler

I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA 46

Conservación de semillas de tipo ortodoxo de especies silvestres en el banco de germoplasma del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha. Estatus de las colecciones José M.ª Herranz Sanz, Alejandro Santiago González, Elena Copete Carreño, Miguel Ángel Copete Carreño, Pablo Ferrandis Gotor

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La conservación de la flora amenazada en el ámbito del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina, Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación (MITECO)

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Silene hifacensis: salvada de la extinción en la Comunidad Valenciana Pablo Ferrer-Gallego, Inmaculada Ferrando, Manuel Pereira, Luis Viciano, Carlos Visera, Pedro Rodríguez, Carles Grau, José Santamaría, Ana Vives, Nacho López-Astilleros, Enrique Moscardó, Joan PérezBotella, Roger Carchano, Enrique Fernando Carmona, Ana Colominas, Toni Pellicer, Dani Gilabert, Joan Segovia, Emilio Laguna, Juan Jiménez

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La producción de polen de los árboles urbanos. Caso de estudio, el plátano de sombra Beatriz Lara, Jorge Romero-Morte, Sergio López-López, Noelia Suárez-Sánchez, Cristian Salido-Dobado, Jesús Rojo, Rosa Pérez-Badia

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El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha: una experiencia de conservación en excelencia ecológica Alejandro Santiago, Guillermo García-Saúco, José María Herranz, Pablo Ferrandis

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La miera, un producto forestal esencial en la ganadería tradicional

“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”

José Fajardo Rodríguez, Tomás Morcillo Cuenca, Alonso Verde López 2021. N.o 80


EDITORIAL

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a Sociedad Botánica Española (SEBOT) organiza el I Congreso Español de Botánica, del 7 al 11 de septiembre de 2021, en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo. Se trata del primer congreso español de botánica, aunque pueda resultar extraño dada la larga trayectoria científica en este campo en nuestro país. Como todo congreso científico, será una oportunidad para conocer los avances en el conocimiento de las diferentes disciplinas, para intercambiar experiencias profesionales, difundir el conocimiento, botánico en este caso, y promover la conservación de la biodiversidad, entre otras muchas cuestiones. El congreso comenzará el día 7 con una serie de talleres, aunque la inauguración será el día 8 de septiembre. Desde entonces hasta el día 10 se sucederá ponencias magistrales, comunicaciones técnicas, mesas redondas, encuentros técnicos, y exposiciones de pósteres. El día 11 se dedicará para visitas técnicas al Parque Nacional de Cabañeros, a la comarca de Talavera y la Sierra de San Vicente (Toledo) y al Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (Albacete). Es una buena noticia que las diferentes escuelas y especialidades botánicas sean capaces de unir esfuerzos y trabajar por unos objetivos comunes a partir de lo mucho que les une: la ciencia, el conocimiento, la necesidad de su divulgación, la correcta gestión de los recursos naturales y la conservación de especies y hábitats en situación delicada.

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No es lógico que un país como España, al que hoy podemos catalogar como primer mundo científico, a pesar de todas las dificultades que tradicionalmente ha tenido la ciencia para desarrollarse y las que atraviesa ahora, fruto de dos crisis económicas encadenadas, no dispusiese de una sociedad botánica científica fuerte, al estilo de las que existen en países como Francia, Italia o Inglaterra. Sí existían varias asociaciones y sociedades botánicas, especializadas en alguna rama concreta de conocimiento, pero su unión desde 2019 en esta federación que es la Sociedad Botánica Española supone aunar fuerzas en la defensa de una ciencia a menudo ignorada. Disponer de una sociedad científica más numerosa, que comparta ideas, enfoques, problemas y soluciones solo puede crear sinergias que ayudará a poner a la botánica a la altura que merece política, económica y científicamente. Las plantas son fundamentales para la vida en la Tierra, su conocimiento es el primer paso para comprender y valorar acertadamente su importancia, la necesidad de gestionarlas de forma sostenible y de conservarlas. Foresta, como revista del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería del Medio Natural, ha querido estar presente en este primer congreso y apoyarlo como revista oficial del mismo. Estamos convencidos de que este será el primero de una serie de congresos y actividades científicas intercongresuales que enriquecerán el conocimiento y nos permitirán tomar las decisiones de gestión

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I Congreso Español de Botánica: una oportunidad para visibilizar la ciencia botánica

Saxifraga pubescens

2021. N.o 80


EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, SL Universidad Complutense de Madrid SUBDIRECTOR Andrés Arregui Noguer Ingeniero Técnico Forestal Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico DIRECTOR TÉCNICO Ismael Muñoz Linares Licenciado en Ciencias de la Información Altermedia Comunicacion, SL @ismaelnatura COORDINADOR DE ESTE NÚMERO Enrique García Gómez Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Medio Ambiente Diputación de Toledo CONSEJO DE REDACCIÓN Francisco Javier Cantero Desmartines Ingeniero Técnico Forestal Dirección General de Medio Ambiente. Comunidad de Madrid

secuencia la botánica es algo inherente a ella. Por eso es un placer y un orgullo para esta revista participar en este I Congreso Español de Botánica, y esperamos que la colaboración con la Sociedad Botánica Española se mantenga. Nuestras páginas estarán siempre abiertas a la difusión del conocimiento botánico.

Llanos Gabaldón Lozano Ingeniera Técnica Forestal e Ingeniera de Montes Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha José González Granados Ingeniero Técnico Forestal Parque Regional del Sureste. Comunidad de Madrid / Ayuntamiento de Aranjuez David León Carbonero. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico María José Manzano Serrano Ingeniera Técnica Forestal ESMA Estudios Medioambientales, SL @esmasl_es, @mariaj_manzano

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más adecuadas, basadas en la ciencia y en la experiencia profesional. Hemos querido aprovechar este número para incluir también un homenaje a un botánico forestal, Manuel Martín Bolaños, que formó parte del grupo de investigadores españoles que comenzaron a aplicar la geobotánica al estudio de la vegetación española en la primera mitad del siglo XX. Este ingeniero de montes que desarrolló gran parte de su carrera en el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, pasó un periodo formativo en la Station Internationale de Géobotanique Méditerranéenne et Alpine de Montpellier, dirigida por Braun-Blanquet, visitó Australia para el estudio del género Eucalyptus, en el que fue un destacado especialista y desarrolló numerosos trabajos botánicos junto a otros especialistas como Carlos Vicioso o Luis Ceballos. La ciencia y técnica forestal estudia y gestiona comunidades vegetales, y en con-

Marsilea batardae

Herranz Sanz, Juan Jiménez, Emilio Laguna, Beatriz Lara, Nacho López-Astilleros, Sergio López-López, Bruno Martín, Norman Martín, Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina (MITECO), Francisco José Monteagudo, Tomás Morcillo Cuenca, Enrique Moscardó, Ismael Muñoz Linares, Marta Pardos, Manuel Pereira, Toni Pellicer, Rosa Pérez-Badia, Joan Pérez-Botella, Jesús Rojo, Jorge RomeroMorte, Pedro Rodríguez, Jacobo Ruiz del Castillo, Cristian Salido-Dobado, José Santamaría, Alejandro Santiago González, Joan Segovia, Noelia Suárez-Sánchez, Juan Tazón, Ángeles Tirado, Alonso Verde López, Luis Viciano, Carlos Visera, Ana Vives. DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe

Jorge Rodríguez López. Ingeniero Técnico Forestal y Licenciado en Ciencias Ambientales Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación @Jorgenemoralis

DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356

AUTORES QUE HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: Isabel Butler, Roger Carchano, Ana Colominas, Elena Copete Carreño, Miguel Ángel Copete Carreño, Carmen de Arana, Ana Carmen de la Cruz, José Fajardo Rodríguez, Pablo Ferrandis Gotor, Inmaculada Ferrando, Enrique Fernando Carmona, P. Pablo Ferrer-Gallego, Guillermo García-Saúco, Paloma Gil, Dani Gilabert, Carles Grau, José M. Grau, José Mª

Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C. O. I. T. F. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.

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FOTOGRAFÍA PORTADA: Geranium cazorlense. Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico MITECO.

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ENTREVISTA

Entrevista a Juan Carlos Moreno Saiz, presidente de la Sociedad Botánica Española (SEBOT)

"Queremos reivindicar el papel de las plantas, la necesidad de su estudio, gestión y protección" Ismael Muñoz Linares

Juan Carlos Moreno Saiz es el primer presidente de la Sociedad Botánica Española, una federación de las principales asociaciones científicas de botánica españolas. La intención de sus fundadores es disponer en España de una asociación nacional al estilo de la inglesa, francesa o italiana con más de cien años de recorrido. Organizan el I Congreso Español de Botánica, una oportunidad para compartir conocimientos, hacer un diagnóstico del estado de la investigación científica y de los retos de futuro de la botánica española.

¿Qué es la SEBOT? La Sociedad Botánica Española es una federación de sociedades científicas botánicas formada a finales de 2019, después de unos años de conversaciones y elaboración de estatutos. La formaron en sus inicios la Asociación Española de Aerobiología, la Asociación de Palinólogos en Lengua Española, la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas, la Sociedad Española de Briología y la Sociedad Española de Geobotánica. En estos dos años se ha unido también la Sociedad de Etnobiología. Somos alrededor de 750 integrantes. ¿Cuáles son sus fines? Establecer una coordinación entre los científicos que trabajan en botánica y disponer de un número suficiente de asociados que permita tener una

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de las plantas, la necesidad de su estudio, gestión y protección.

voz común para ser interlocutor ante las distintas autoridades. La otra ventaja es una sinergia de intereses y oportunidades que cada una de estas asociaciones por sí sola no podría tener. Por ejemplo, hemos sido llamados para formar parte de una federación de sociedades botánicas europea.

¿Cada una de estas asociaciones que forman parte de SEBOT seguirá teniendo su propia identidad y actividad? Cada asociación mantiene su autonomía pero trabajamos coordinados bajo la idea de SEBOT. Lo deseable es que, a medio plazo, podamos equipararnos a las sociedades botánicas de otros países y, una vez que se aprecien las ventajas de estar unidos, estas pequeñas sociedades abandonen la estructura federal para ser una sola sociedad con distintas secciones. Empezamos a hablar hace unos cuatro años y algunas dimos el paso hacia adelante. Otras han preferido darlo a un lado, de momento, para ver cómo funciona este proyecto.

¿Por qué es necesario una sociedad que englobe al resto de asociaciones? Se produce con mucha frecuencia el fenómeno que los norteamericanos han definido “de ceguera ante las plantas”. Las plantas están quietas, forman el paisaje pero el cerebro presta atención a lo que se mueve, a los animales y a las personas. Esto convierte a las plantas en un actor menor que pierde interés social y político. Queremos reivindicar el papel

¿Por qué no ha sido posible hasta ahora tener una asociación o sociedad nacional como sí existe desde hace cien años en Inglaterra o Francia, por ejemplo? En su momento, no se optó por una sociedad inclusiva de todos los campos botánicos, sino que se crearon sociedades para cada campo científico. Esto puede haber tenido sus ventajas pero nos ha impedido tener un intercambio más fluido entre nosotros y una mayor presencia social. 2021. N.o 80


En tiempos anteriores quizás no se percibía la necesidad y oportunidad de coordinarse. Supongo que también habría un trasfondo de escuelas botánicas o afinidades que no ayudasen a unirse. Siempre ha estado latente la pregunta de por qué no había una sociedad botánica española como la italiana, la inglesa o la francesa. ¿Por qué es necesario organizar un Congreso Español de Botánica? La filosofía viene dada con la creación de SEBOT: tener un congreso de botánica con temáticas transversales, vernos la cara, escuchar a los colegas que trabajan en áreas diferentes, todos preocupados por la conservación de la biodiversidad, interesados por técnicas moleculares, conocer las afinidades y problemas comunes. Este primer congreso tiene también un interés fundacional y es la oportunidad para establecer un encuentro cada cuatro años a partir de ahora. ¿Qué esperan lograr con su celebración? Para SEBOT es muy importante consolidar todo esto. Vamos a tener 200 congresistas presenciales, más los que asistirán online. Es una oportunidad para dar presencia social a la botánica y sus investigadores, para demostrar que esta es una idea que cuaja y que es de futuro para las nuevas generaciones de botánicos. ¿Es posible encontrar nuevas especies en España o está todo muy estudiado? Sin duda alguna que se descubren cada año nuevos géneros o especies porque hay territorios en España que no están bien estudiados, o especies que se parecían entre si y que con nuevas técnicas podemos comprobar que eran diferentes. Estamos hablando de una treintena de especies al año descubiertas por los botánicos españoles, si tenemos en cuenta los trabajos en España y en otros países. ¿Cuáles son los principales peligros o riesgos que afectan a la vegetación española? Generalizar es un poco peligroso porque no son las mismas en la Pe-

Juan Carlos Moreno es profesor titular de Botánica en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid. Sus principales líneas de investigación son la biogeografía y la conservación de la flora del occidente del Mediterráneo. Su contacto con endemismos ha dado lugar a trabajos de diagnóstico de especies amenazadas, fichas rojas y diseño de planes de recuperación. En biogeografía ha trabajado en corología y en el análisis de territorios florísticamente homogéneos de la península Ibérica y Baleares. Ha investigado sobre las causas ambientales e históricas que hay detrás de esas regiones o de los patrones de diversidad y endemicidad existentes en el área.

nínsula que en las islas, por ejemplo. Cuando hemos hecho los libros rojos de la flora española aparecen repetidos peligros como el impacto del turismo, la densidad de población o la insuficiente extensión del territorio protegido. En general, son problemas detectados en todas partes las transformaciones del territorio, como la urbanización o la fragmentación de las comunidades vegetales; el cambio climático, como peligro emergente; y el sobrepastoreo por el impacto de los herbívoros, silvestres o domésticos. Un reto creciente es el animalismo, que se posiciona en contra del control de estos herbívoros y elige pri-

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mero los sentimientos que la necesidad de salvar plantas o paisajes sobre la base científica. Su presión social es cada día mayor. ¿Qué debemos hacer con las especies que tienen pocos ejemplares y que además habitan en lugares muy especiales con gran presión humana y económica como playas o cumbres de montañas: proteger el espacio o buscar alternativas de conservación? Los problemas pueden ser muy variados, casi específicos de cada especie, es difícil generalizar. Hemos recurrido a medidas de sentido

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común para después evaluar. Puede que no haya sido una mala solución, como por ejemplo vallar poblaciones en peligro por sobreexplotación de herbívoros. A medio y largo plazo, hemos comprobado que hay que evaluar especie a especie, por su relación con el medio donde vive, su facilidad o no de polinización o dispersión, su eventual necesidad de un estado de permanente perturbación, de forma que en el momento que acaba esa perturbación hay otras especies más eficientes y ocupan el nicho que necesita nuestra especie a conservar. En un mundo ideal lo suyo sería disponer de un plan para cada especie. En un mundo menos ideal tenemos ejemplos de planes y actuaciones que pueden extrapolarse a otras especies como primeras medidas. Lo prioritario es conservar los ecosistemas y luego se obtendrán previsiblemente ventajas para todos sus integrantes, aunque en ocasiones hay que ir en paralelo hacia medidas más específicas. Podemos estar en un punto de no retorno en algunos casos y debemos ayudar, sin paternalismo, para que esa especie retome su camino y proceso evolutivo natural.

Tenemos la mejor generación de investigadores que ha habido en España y, probablemente, también tengamos más botánicos en activo que ha habido nunca en nuestro país. Sin embargo, vivimos de la época de las vacas gordas. Hemos formado a unos jóvenes excelentes que han viajado fuera, que han aprendido nuevas técnicas y estamos cosechando los resultados de una política anterior 6

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Algunos de los miembros de la junta directiva de SEBOT: Daniel Sánchez Mata, Rosa Pérez Badia, Juan Carlos Moreno y Pablo Vargas Gómez

¿Cómo se le explica a la sociedad que impedir la extinción de una determinada especie es fundamental para su vida? Se lo llevamos explicando unas décadas con escaso éxito. Por un lado, es una cuestión de mensajes, pero también de medios y de actitud. Es necesario comunicar los éxitos que hemos tenido, no parecer unos plañideros que solo se quejan de lo mal que está todo. Cualquiera sabe la dependencia que tiene el ser humano de las plantas: alimentación, fármacos, erosión, productos naturales, etcétera. Debemos poner en valor los servicios que nos prestan, no por obvio debe dejar de comunicarse continuamente. Por otro lado, las sociedades botánicas deben crecer para tener más voz y ayudar a que las administraciones no sean dubitativas. Debemos aprender de otras sociedades científicas con capacidad de influir en decisiones políticas. En ocasiones, hay unas sinergias difíciles de parar porque afectan a distintos intereses económicos que pueden llevar a la desaparición o vulnerabilidad de las plantas y sus comunidades, y esto hay que explicarlo. Uno de los problemas que afectan a los hábitats son las plantas invasoras ¿Podemos hacer más por impedir o dificultar la entrada de

nuevas especies invasoras o es una batalla perdida por la globalización y el mercado internacional? No soy un experto en esta materia pero entiendo que lo que mejor funciona es una política de prevención. Hay especies con un potencial invasor muy importante, debemos regular su comercialización o prohibirla y estar atentos a las afines, que suelen ser

Conseguir fondos estatales de investigación es dificilísimo, seguimos doce años después de la crisis picoteando proyectos. Esto no permite ninguna estabilidad laboral, ni abordar grandes proyectos, ni desarrollar una carrera profesional de un cierto prestigio, ni, en definitiva, hacer ciencia con visión de futuro. Y esa ciencia básica la tiene que promover la administración pública 2021. N.o 80


de características muy parecidas. Por otro lado, debemos tener claridad en la gestión y en la política. Este problema lo abona la actitud dubitativa de la administración pública para oponerse a determinados intereses sociales o económicos. Esto genera confusión, nunca estamos de acuerdo en unos mínimos que permitan tomar decisiones más allá de los intereses políticos o económicos en un determinado momento. ¿Cuál es el estado de la investigación botánica española? Tenemos la mejor generación de investigadores que ha habido en España y, probablemente, también tengamos más botánicos en activo que ha habido nunca en nuestro país. Sin embargo, vivimos de la época de las vacas gordas. Hemos formado a unos jóvenes excelentes que han viajado fuera, que han aprendido nuevas técnicas y estamos cosechando los resultados de una política anterior. Ahora mismo, estamos en una época de penuria económica, desde la crisis de 2008 no se ha recuperado la inversión en los programas de I+D, o hay jubilaciones en universidades y centros de investigación y no se cubren las plazas. Es especialmente preocupante para la ciencia básica porque seguimos en el furgón de cola si nos comparamos a otras disciplinas. Nuestras publicaciones no han decaído, pero conseguir fondos estatales de investigación es dificilísimo, seguimos doce años después de la crisis picoteando proyectos. Esto no permite ninguna estabilidad laboral, ni abordar grandes proyectos, ni desarrollar una carrera profesional de un cierto prestigio, ni, en definitiva, hacer ciencia con visión de futuro. Y esa ciencia básica la tiene que promover la administración pública. Precisamente, ¿cuáles son los retos científicos que tiene la botánica? La diversidad vegetal española es sobresaliente. Estamos en uno de los puntos calientes de la zona mediterránea y es un reto la descripción y caracterización de esa diversidad. Seguramente, en el campo de las plantas vasculares ya sabemos cuáles son las especies, pero no su distribu-

Las nuevas tecnologías han sido una revolución para nosotros. Desde que se ha abaratado secuenciar DNA de forma rápida se abren unas posibilidades inmensas. Son herramientas excitantes, que nos permiten dar nuevas respuestas a viejos problemas ción, no disponemos de un mapa de datos de calidad para hacer biogeografía basada en hechos reales. Nos falta un buen muestreo en algunos territorios españoles, necesitamos conocer sus relaciones evolutivas y sus regiones biogeográficas porque nos permitirá comprender la evolución en los periodos cálidos y fríos, lo cual nos facilitará adelantar lo que pueda suceder con el cambio climático. En otras ocasiones, no se ha puesto esa información en red en acceso libre para los investigadores. En Reino Unido lo tienen desde hace cincuenta años. Otro reto puede ser vehicular la ciencia ciudadana para que nos facilite información a los profesionales donde no llegamos. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en el estudio de la botánica, como por ejemplo los sistemas SIG, los análisis bioquímicos o genéticos, o la llamada “botánica digital” y las plataformas colaborativas? Esto ha sido una revolución para nosotros. Desde que se ha abaratado secuenciar DNA de forma rápida se

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abren unas posibilidades inmensas. Nos podemos dar cuenta de que géneros, o familias, que creíamos relacionadas pueden no estarlo. Esto es muy importante también para la gestión porque permitirá tomar decisiones sobre ejemplares o localizaciones que creíamos diferentes, o que comprobamos ahora que lo son y hay que plantearse su conservación. Nos dará la información para decidir si merece la pena destinar fondos públicos para ello, o es mejor emplearlos en conservar una población que se encuentra alejada de las que viven en un parque nacional, por ejemplo, con todo lo que esto puede suponer. Se pueden dar muchas circunstancias distintas. Nos facilita también el trabajo con modelos demográficos para proyectar la población de una especie al futuro, en función de variables como su fragmentación del hábitat o un mayor número de ejemplares en una zona, o las nuevas condiciones que provocará el cambio climático. Se trata de herramientas excitantes, que nos permiten dar nuevas respuestas a viejos problemas.

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

Martín Bolaños en los primeros pasos de la geobotánica en España durante la primera mitad del siglo xx Isabel Butler 1, Paloma Gil 2, Francisco José Monteagudo 1 1 Doctores Ingenieros de Montes. Departamento de Ciencias Agroforestales, Universidad de Huelva. 2 Ingeniera de Montes. Conservadora del Herbario EMMA, Universidad Politécnica de Madrid.

Manuel Martín Bolaños formó parte del grupo de investigadores españoles que comenzaron a aplicar la nueva ciencia geobotánica a estudios de la vegetación española en la primera mitad del siglo XX. Sus trabajos en colaboración con Ceballos en Andalucía y el Protectorado Español de Marruecos, en la década de 1930, y las monografías sobre tipos de vegetación específicos en la de 1940, continúan siendo referentes obligados de los estudios actuales y siendo útiles como sustento científico de la gestión forestal. Entre estos dos periodos, para complementar su formación, desarrolló una estancia en la Station Internationale de Géobotanique Méditerranéenne et Alpine (SIGMA) de Montpellier (Francia) dirigida por Braun-Blanquet, siendo uno de los tres investigadores españoles formados allí entre 1932 y 1934 mediante pensiones de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), institución encargada desde 1907 de establecer relaciones entre la asilada España y sus vecinos europeos.

ENFOQUE GEOBOTÁNICO DE LOS TRABAJOS DEL IFIE niciado noviembre de 1927 el onubense Manuel Martín Bolaños (18971976) gana por concurso una plaza de ingeniero de montes aspirante a ingreso en el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE). Junto a Luis Ceballos, y más tarde Carlos Vicioso, integra la Sección de Flora y Mapa Forestal. Poco antes, desde 1921, Emilio Huguet del Villar, geógrafo, biogeógrafo, ecólogo, edafólogo y naturalista, comienza a difundir y

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aplicar en España los conceptos de sucesión y clímax del norteamericano Clements, introduciendo la geobotánica en España y en la América de habla hispana. En sus trabajos establece un sistema, una metodología y una terminología propias que inician en esta ciencia a botánicos de la talla de Cuatrecasas, Laza, González-Albo, Rivas Goday y Bellot. En la misma línea y época, discurre la labor del ingeniero de montes onubense Ezequiel González Vázquez en pro de una orientación ecológica de la Selvicultu2021. N.o 80


ra clásica, buscando una propiamente mediterránea fundamentada en la geobotánica forestal. Martín Bolaños es receptor directo de esta visión en sus últimos cursos de estudiante en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, donde González imparte Selvicultura entre 1923 y 1952, y, junto a Ceballos, a través de la prolífica producción científica y técnica del profesor, confluente con las ideas geobotánicas y edafológicas de Huguet del Villar, con quien establecen una larga relación a través del IFIE. Octavio Elorrieta, director del Instituto y renovador de la ciencia forestal española, encarga a Ceballos y Martín Bolaños comenzar una nueva etapa del proyecto mapa forestal y estudio de la flora y vegetación de España, para dar continuidad a los trabajos desarrollados en el siglo XIX por los ingenieros de montes a través de las comisiones de reconocimiento y descripción de los montes públicos (1852-1859) y las comisiones de la flora (1866-1888) y del mapa forestal de España (1868-1887). En ellos, Pascual, Laguna y García Martiño ya habían incorporado los conocimientos sobre geografía botánica de su época por influencia directa de Willkomm, profesor de los primeros forestales españoles en la Real Academia Forestal de Tharandt y autor de influyentes estudios y cartografía sobre la vegetación ibérica. Inspirados por todos estos trabajos, deciden imprimir a su proyecto un nuevo enfoque geobotánico. Así, diseñan un plan de trabajo destinado no solo a la formación de una cartografía que represente gráficamente la vegetación existente, sino a emprender un estudio en profundidad de la vegetación forestal y su evolución, estableciendo relaciones con las condiciones geográficas, climáticas, edáficas y la acción de los animales y el hombre. Instalados en Ronda (Málaga) desde 1927-1928, se dedican de forma intensiva a los trabajos de campo en las provincias de Cádiz y Málaga y a la redacción del estudio de la vegetación forestal de la primera de ellas (Ceballos y Martín Bolaños, 1930a), casi en coincidencia con la publicación en 1929 de la Geobotánica de Huguet. Los jóvenes ingenieros demuestran des-

de su primer trabajo en común pensamiento independiente y criterios propios, formados bajo la influencia de la interpretación de los matorrales como etapas de degradación, argumentada en 1925 por Huguet en su Avance geobotánico sobre la pretendida estepa central de España, pero manteniendo el concepto de “asociación”, establecido por Humboldt, denostado por el autor al considerar que “las plantas luchan entre sí por el espacio y el alimento, por lo que, más propio que hablar de asociaciones, sería quizás hablar de luchas o competencias”. En lo relativo al análisis de las asociaciones de la vegetación gaditana, discriminadas por las condiciones climáticas, se intuye la influencia de González, que interpreta la vegetación española de acuerdo a la clasificación fitoclimática de Mayr, y se enriquece a través de comentarios comparativos con formaciones forestales homólogas en otras zonas del occidente mediterráneo, gracias a las observaciones realizadas por Martín Bolaños en Francia, Italia, Argelia, Túnez y Marruecos durante su estancia pensionada por la Junta de Pensiones de Ingenieros y Obreros en el Extranjero de 1926-1927 (Martín Bolaños, 1929). En esta primera

obra logran alcanzar el objetivo marcado, como queda demostrado en el prólogo escrito por Eladio Romero, que opina que los autores han llegado “mediante deducciones lógicas, a la más clara explicación de los fenómenos geobotánicos”. La geobotánica, identificada por Ceballos en 1932

Fig.1. Forma típica de las masas de Pinus pinaster sobre las calizas de Sierra Almijara. Fotografía de Martín Bolaños incluida en Ceballos y Vicioso (1933a).

Fig. 2. Aprovechamiento del pastoreo herbáceo en uno de los mejores encinares de la provincia. Fotografía incluida en Ceballos y Martín Bolaños (1930a) sin identificar a su autor. Archivo Herbario EMMA.

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con la “ciencia forestal pura” que debe orientar la actuación de los ingenieros de montes y fundamentar la economía forestal, será a partir de entonces su ámbito de interés y dedicación, convirtiendo sus publicaciones en referentes de la nueva ciencia en España. El estudio de Málaga, al que se incorpora Vicioso (Ceballos y Vicioso, 1933a), fortalece los nexos con Huguet mediante la inclusión de un capítulo dedicado a la relación suelo-vegetación, pero evidencia un giro hacia la Escuela de Zürich-Montpellier, liderada por Braun-Blanquet, agrupando bajo el epígrafe “estudio fitosociológico” el análisis de las formaciones forestales y las asociaciones que las componen, aplicando en su caracterización, ahora, la terminología fitosociológica básica y la clasificación fitogeográfica formulada en 1930 por el miembro de esa escuela Emberger. Al considerar que la novedosa clasificación no es suficientemente conocida por los forestales españoles, en su afán de que las prácticas selvícolas se cimenten en la ciencia natural, aprovechan para exponerla pormenorizadamente, revisada “amablemente” por su autor. Escribe el prólogo de esta obra Joaquín Mª de Castellarnau, defendiendo la necesidad de que este tipo de trabajos geobotánicos señalen las directrices de las prácticas forestales, frente a la marcada orientación productivista dominante. En esta primera etapa geobotánica realizan, con escasos medios, un gran esfuerzo de representación cartográfica de la vegetación forestal gaditana y malagueña (Ceballos y Martín Bolaños, 1931; Ceballos y Vicioso, 1933b), sacando tiempo para realizar y publicar notas sobre algunos aspectos concretos de la flora gaditana (Ceballos y Martín Bolaños, 1929) y estudios locales sobre sus pastizales (Ceballos y Martín Bolaños, 1930b) y las sierras de Ronda y Grazalema (Ceballos y Martín Bolaños, 1928a), llevándoles su interés por los pinsapares (Abies pinsapo Boiss.) a cruzar el estrecho de Gibraltar hasta la cordillera marroquí del Rif, describiendo la variedad africana como A. pinsapo Boiss. var. marocana (Trab.) Ceballos & Martín Bol., gracias al estudio comparado de las numerosas muestras herborizadas (Ceballos y Martín Bolaños, 1928b y c). Además,

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realizan un diagnóstico del estado de los pinsapares españoles, destacando el desequilibrio entre clases de edad, la escasa regeneración y los daños producidos por las cabras y las cortas intensas, aconsejando la adopción de medidas urgentes, entre las que destaca la adquisición por parte de la administración forestal del pinsapar mejor conservado, el de la Sierra del Pinar en Grazalema, que termina materializándose en 1971. Todas las publicaciones citadas están profusamente ilustradas mediante fotografías, muchas de ellas tomadas por Martín Bolaños, aunque en pocas ocasiones aparece reflejada su autoría (Fig. 1 y 2).

LA ESTANCIA DE MARTÍN BOLAÑOS EN LA SIGMA DE MONTPELLIER A partir de 1931, tras la publicación del estudio y el mapa de Cádiz, y quedando en manos de Ceballos muy avanzado los de Málaga, Martín Bolaños, con colaboraciones de Vicioso, dedica sus esfuerzos al estudio y cartografía forestal de la provincia de Sevilla (Butler et al., 2012a). En enero de 1934 los trabajos de campo y la formación del mapa están finalizados, comenzando la preparación del estudio sobre la vegetación forestal hispalense. Es el momento elegido para presentar la solicitud de una segunda estancia en el extranje-

Fig. 3. Pinsapo de 1,80 m de diámetro derribado por la tormenta en la Sierra de las Nieves (de izquierda a derecha, Francisco Molina, Ceballos, Roger Ducamp y Martín Bolaños,). Fotografía de Auguste A. Barbey publicada en Barbey (1931). 2021. N.o 80


ro, en esta ocasión ante la JAE para ampliar conocimientos geobotánicos bajo la dirección de Braun-Blanquet, en la joven e influyente SIGMA de Montpellier. Justifica su solicitud con la posibilidad de reflejar las enseñanzas recibidas en el pendiente estudio de la flora hispalense y así enriquecer la obra proyectada, pero la razón de fondo más probable de esta decisión es el reconocimiento de que la formación en geobotánica no fue suficiente en sus años de estudio en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, debiendo sus conocimientos en la materia a un aprendizaje autodidacta, basado en la lectura de bibliografía especializada y la observación directa en el campo. La elección del destino y la dirección científica de la estancia tampoco se hacen al azar. La relevancia de Vicioso en el grupo de trabajo de la JAE “Flora, vegetación y taxonomía de las plantas vasculares” y la colaboración desde 1932 de Ceballos en el herbario del Jardín Botánico de Madrid, procuran conocer de primera mano la enriquecedora experiencia en la SIGMA de José González-Albo, becado en 1932 gracias a la intervención de Cuatrecasas (González, 2020). Siguiendo los pasos del joven botánico manchego y activando las relaciones existentes entre investigadores del IFIE con sus homólogos franceses, probablemente a través de Emberger, Martín Bolaños solicita la pensión el 30 de enero de 1934, siéndole concedida el 13 de abril. Ese mismo año también solicitan beca para estancias similares el farmacéutico Miguel Martínez, desde 1928 conservador del herbario del Jardín Botánico, y, nuevamente, su compañero en esa institución desde 1932, González-Albo. Este último pretende repetir la experiencia en 1936, pero no puede aprovechar la pensión por el estallido de la Guerra Civil aquel verano. De esta forma se compone el selecto grupo de investigadores españoles pensionados en la prestigiosa Estación de Montpellier. La suma importancia de las pensiones de la JAE para el desarrollo de la geobotánica española se deduce de su coincidencia con la elección de Cataluña como destino de la excursión de abril de 1934 organizada por la SIGMA, protagonizada por

Fig. 4. Pliegos de Arnica montana L. (EMMA 15637, 15639) de Miguel Martínez (izda.) y Manuel Martín Bolaños (dcha.), prueba de su coincidencia durante sus estancias en la SIGMA de julio 1934. Fotografías: J. López y P. Gil.

las excelentes relaciones entre BraunBlanquet y Font Quer, considerado un hecho clave para el desarrollo de esta ciencia en España, y con la publicación por González-Albo de la primera descripción del método fitosociológico sigmatista para la ejecución de inventarios florísticos, ilustrada con ejemplos prácticos para facilitar su uso en los estudios de vegetación. La SIGMA se crea en 1930 al amparo de la larga tradición botánica de la ciudad de Montpellier y del influyente desarrollo de los estudios geobotánicos franceses, liderados en el ámbito mediterráneo por el profesor Braun-Blanquet, primer director de la Estación. En la elección de Montpellier como ubicación de la SIGMA pesa tanto el prestigio de su universidad e instituciones educativas y científicas -Escuela de Agricultura, Instituto y Jardín Botánico-, como su situación geográfica entre el mar Mediterráneo y las altas cumbres del Macizo Central, ofreciendo la cercana garriga de La Colombière un adecuado campo de experimentación. Esta combinación de docentes e investigadores especializados en geobotánica,

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instalaciones científicas de calidad y un entorno de gran riqueza botánica, permiten ofrecer a los investigadores visitantes, franceses y extranjeros, programas para sus estancias en las que practicar modernas técnicas de laboratorio y campo de aplicación, entre otras materias, a la Fitosociología, Selvicultura y Economía Rural en el estudio del suelo, el clima y la vegetación, dedicando especial atención a su representación cartográfica. Martín Bolaños llega a Montpellier en junio de 1934 tras una corta visita al jardín botánico Thuret en Antibes (Alpes Marítimos), para volver a disfrutar de su arboreto de eucaliptos y recabar nuevos datos que completen el estudio realizado en su pensionado de 1926-1927. Sus trabajos geobotánicos para el IFIE son conocidos y valorados por los investigadores y técnicos franceses de la SIGMA, tanto de forma directa por sus publicaciones, como por el libro de Barbey (1931), Inspector Forestal y reconocido entomólogo, guiado, tras las huellas de su abuelo Boissier, a través de los pinsapares andaluces por Ceballos y Martín Bolaños, sobre los que expresó la

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mejor de las opiniones acerca de su solvencia profesional e investigadora (Fig. 3). En consecuencia, es invitado por Braun-Blanquet a presentar ante los miembros de la SIGMA los estudios y cartografía de la vegetación forestal realizados en Andalucía, siendo sinceramente elogiados y recibiendo “honrosas felicitaciones”. También desarrolla jornadas en los laboratorios, aprendiendo técnicas aplicadas al estudio de suelos: análisis mecánicos, contenido en aire, permeabilidad para gases y agua, medición de carbonatos y pH; y al de la fisiología vegetal, especialmente de la presión osmótica de jugos vegetales por el método crioscópico. A pesar de lo valioso de sus experiencias en los laboratorios, son las excursiones guiadas por BraunBlanquet “observando y discutiendo ante los elementos integrantes de las asociaciones vegetales” las que despiertan su mayor interés y de las que

obtiene conocimientos que considera de aplicación en la ciencia forestal española. En ellas también amplía sus conocimientos sobre el método fitosociológico, ecología, edafología y botánica sistemática. Herboriza gran cantidad de muestras, cuyo secado y preparación le consumen “muchas horas en el laboratorio”, componiendo un voluminoso herbario de 186 pliegos, actualmente conservado en buen estado en el herbario EMMA de la Universidad Politécnica de Madrid. Precisamente gracias a pliegos de Arnica montana L. (EMMA 15636, 15637, 15639) y Achillea pyrenaica Sibth. (EMMA 15494, 15495, 15499), hay pruebas de la coincidencia de Martín Bolaños y el farmacéutico Martínez durante su periodo formativo de junio y julio de 1934, desarrollando actividades conjuntas, al menos la excursión al monte Aigoual y las Cévennes meridionales (Fig. 4). Probablemente ambos

investigadores se conocían de tiempo atrás, a través de la estrecha relación de los componentes de la Sección de Flora y Mapa Forestal con el Jardín Botánico de Madrid y la frecuente aportación de pliegos de referencia a su herbario MA.

Fig. 6. Pliegos recolectados por Martín Bolaños en la excursión botánica a Le Cros, Le Caylar, Le Pser y Cornus (9 y 10 de junio de 1934). Izquierda: EMMA 3102 Dentaria pinnata Lam. [= Cardamine heptaphylla (Vill.) O. E. Shulz], especie característica de los hayedos subatlánticos del piso Montano oceánico. Derecha: EMMA 16878 Lilium martagon L., frecuente en las montañas del suroeste de Francia. Fotografías de Javier López Llorens y Paloma Gil Borrell.

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El Languedoc, donde se ubica la ciudad de Montpellier, ofrece una gran riqueza florística representativa de la diversidad ecológica de las regiones biogeográficas Mediterránea y Atlántica, así como de sus ecotonos. Gracias a su herbario se siguen los pasos de Martín Bolaños durante los meses de junio y julio de 1934 recorriendo, solo o acompañado, localidades seleccionadas de los departamentos de Hérault, Aveyron y Gard (Occitania), en las que estudia con detenimiento las bien representadas asociaciones de la encina (Quercus ilex L.), el roble pubescente (Q. pubescens Willd.), la coscoja (Q. coccifera L.), el pino carrasco (Pinus halepensis Mill.), el haya (Fagus sylvatica L.), el tilo (Tilia platyphyllos Scop.) y las, raras en Francia, de pino de Salzmann (P. nigra subsp. salzmannii (Dunal) Franco) (Fig. 5-10). Además de las formaciones arboladas, son también objeto de estudio sus matorrales seriales, procurando interpretar

y deducir la pauta que marcan para la restauración de los montes, buscando, como buen ingeniero, la aplicación práctica a la Dasonomía. Entre ellos, despiertan más su interés los romerales (Rosmarinus officinalis L.), jaguarzales (Cistus monspeliensis L.) y brezales (sobre todo de Erica multiflora L.), tan abundantes en la Región Mediterránea ibérica. Como complemento para el estudio evolutivo de la vegetación mediterránea, dedica atención a los pastizales, formaciones herbáceas resultado último de la degradación, en especial a los de la asociación Phlomido lychnitidisBrachypodietum retusi Braun-Blanq. 1925, caracterizada por el cervero (Brachypodium retusum (Pers.) P. Beauv.) y el matagallo amarillo (Phlomis lychnitis L.), abundantes en todo el Languedoc. Por último, también desarrolla experiencias prácticas en parajes de interés en las cercanías de Montpellier: el campo de experien-

cias de la garriga de La Colombière, el bosque de Doscares, Le Crés y las marismas de Palavas. Como resultado, gracias al intenso programa formativo de la SIGMA, Martín Bolaños completa una excelente formación en la interpretación y diagnóstico de la vegetación que influirá en sus futuros trabajos. SEIS AÑOS DE INTERRUPCIÓN Y REANUDACIÓN DE LOS TRABAJOS GEOBOTÁNICOS ocos meses después de su retorno a España, el 10 de noviembre de 1934, Martín Bolaños ingresa en el cuerpo de Ingenieros de Montes siendo destinado al Distrito Forestal de Cuenca; Ceballos también ingresa y parte a su destino en el de Ávila, emprendiendo vidas profesionales separadas, dedicadas a las necesidades de los servicios territoriales. En esos destinos se encuentran cuando comienza la guerra civil en julio de 1936,

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Fig. 7. Pliegos recolectados por Martín Bolaños en la excursión botánica a Saint-Martin-de-Londres (15 de junio de 1934). Izquierda: EMMA 13806 Sideritis fruticulosa Pourr., recolectada en encinar basófilo. Derecha: EMMA 570 Salix atrocinerea Brot., integrada en las galerías del Arroyo Malalue (sic) [Lamalou]. Fotografías de Javier López Llorens y Paloma Gil Borrell. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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que supone un largo paréntesis para el desarrollo de la geobotánica en España y la pérdida de algunos de los investigadores mejor formados. De los tres pensionados en la SIGMA, sólo Martín Bolaños sigue en activo al finalizar la contienda; González-Albo sufre una enfermedad que le aparta del trabajo para siempre y Martínez, socio fundador del partido Renovación Española, es detenido en el Jardín Botánico y asesinado (González, 2020). La deriva de la guerra civil, muy amarga para Martín Bolaños, le separa de Ceballos, reuniéndose de nuevo en Madrid y en el IFIE la Navidad de 1940, donde toma posesión como jefe de Experiencias de Flora Forestal y Dendrología. Ceballos, habiendo aportado el argumento geobotánico al Plan para la repoblación forestal de España de 1939, compagina la actividad en el Instituto con la docencia de Botánica y Geografía Botánica en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. La amis-

tad, la complicidad intelectual y la colaboración entre ellos perdura, pero en su momento de madurez investigadora, cada uno lidera sus propios proyectos. En esta nueva etapa en el IFIE Martín Bolaños retoma los estudios geobotánicos, mientras Vicioso le acompaña y complementa, centrado en la botánica descriptiva más clásica, compartiendo las tareas propias de investigación con otras demandadas dentro de la actividad conjunta del Instituto, que consumen, muy a su pesar, gran parte de su tiempo. El estudio y mapa de la vegetación forestal de Sevilla, inacabados en 1934 y destruidos en gran parte durante la guerra, nunca llegan a publicarse, pero el proyecto de los estudios y mapas forestales provinciales a escala 1:100.000 se reactiva, comenzando en 1941 por un territorio que conoce en profundidad, su provincia, Huelva. Cambios progresivos en las directri-

ces del IFIE, buscando proyección social a través de una mayor producción de publicaciones por parte de sus investigadores, motivan que el proyecto se estanque al finalizar 1943 (Butler et al., 2012b; Butler, 2016). Siguiendo la estela del éxito de la monografía Consideraciones sobre los encinares de España (Martín Bolaños, 1943), se abre un ciclo de numerosas aportaciones abordando diferentes aspectos de la geobotánica aplicados a la práctica forestal. De forma individual publica trabajos sobre la influencia en la vegetación del hombre y sus ganados (1945), la introducción del eucalipto (1946), ya tratado años atrás (1928), los pinares y sus aprovechamientos (1947), así como otros trabajos inéditos, y participa, con becarios a su cargo o colaboradores del IFIE, en estudios sobre los principales tipos de matorrales seriales mediterráneos, los brezales (De Benito,

Fig. 8. Pliegos recolectados por Martín Bolaños en la excursión botánica a Saint-Guilhem-le-Désert (21 de junio y 1 de julio de 1934). Izquierda: EMMA 8715 Acer monspessulanum L., arce de Montpellier, característico de las montañas de calizas y dolomías. Derecha: EMMA 9748 Daphne alpina L., de roquedos calizos de montaña. Fotografías de Javier López Llorens y Paloma Gil Borrell.

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1948) y los jarales (Martín Bolaños y Guinea, 1949). También, a su pesar, colabora en la hoja de Cercedilla del Mapa Agronómico Nacional escala 1:50.000 (Baró et al., 1948), para el que se incluye en sus “Instrucciones” un exhaustivo apartado de “Geobotánica (formaciones y asociaciones vegetales)”, por inspiración de Elorrieta que participa en la comisión directora, tomando como fuentes bibliográficas, entre otros, los trabajos de BraunBlanquet, Huguet y los estudios de vegetación y flora forestal de las provincias de Cádiz y Málaga. A pesar de haber practicado en la SIGMA el método fitosociológico, no lo aplica en sus trabajos, lo que no quiere decir que no incorpore amplia información florística cuando así se requiere, obtenida en numerosas campañas de herborización a lo largo y ancho del territorio español, compartidas fre-

cuentemente con Vicioso, de las que da buena cuenta el herbario que formaron en el IFIE, hoy indexado como MAIA (CIFOR-INIA, CSIC). En todas sus publicaciones emplea un lenguaje claro y cercano al lector, aportando ejemplos de observaciones directas en el campo profusamente ilustradas con sus fotografías comentadas (Fig. 11), muestra de la intención didáctica de “dilatar el horizonte de lectura más allá de la mirada del especialista”; una narrativa casi poética demostrativa de su sensibilidad social y su respeto hacia las ideas de las gentes del mediterráneo que conforman su paisaje. Al final de la década de 1940, en coincidencia con las fechas de las últimas publicaciones de Martín Bolaños comentadas, se puede dar por finalizado el primer periodo de implantación de la geobotánica en España (Rivas Goday, 1948). Gran parte de los inves-

tigadores españoles, procedentes del mundo académico, se centran en estudios fitosociológicos con metodología y terminología sigmatista, logrando reconquistar un puesto de privilegio en la comunidad científica, aunque algunos, como Bellot y Font Quer, terminan adoptando una actitud crítica (Monteagudo, 2016). A nuestro protagonista aún le quedan por delante 16 años de trabajo en el IFIE, gran parte de ellos, por decisión de la Dirección, con plena dedicación al estudio del género Eucalyptus L’Hér., su adaptación y cultivo, siendo reconocido como uno de los grandes especialistas a nivel internacional, lo que pudo influir en que el estudio y cartografía forestal de la provincia de Huelva, muy avanzados en 1951, quedaran inéditos. Martín Bolaños sigue en conexión con Ceballos que logra publicar en 1951 y 1954, en colaboración con antiguos alumnos

Fig. 9. Pliegos recolectados por Martín Bolaños en las excursiones botánicas realizadas en las cercanías de Montpellier (7, 9 y 27 de junio, 3, 4 y 5 de julio de 1934). Izquierda: EMMA 9879 Cistus monspeliensis L., jara de Montpellier, recolectado en su localidad clásica del Bosque de Doscares. Derecha: EMMA 18371 Sonchus maritimus L., en los arenales subhalófilos de las Marismas de Palavas. Fotografías de Javier López Llorens y Paloma Gil Borrell.

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aventajados, los estudios y los mapas forestales de las Canarias occidentales y de la provincia de Lérida, y, ya en 1966, el Mapa Forestal de España a escala 1:1.000.000. EL LEGADO DE MARTÍN BOLAÑOS n sus últimos años de actividad laboral vuelve a publicar con sus antiguos compañeros Ceballos y Vicioso, siguiendo su línea tradicional de estudio e interpretación de la vegetación española (Martín Bolaños y Vicioso, 1956 y 57; Martín Bolaños, 1960; Balguerías et al., 1960a, b) (Fig. 12). También colabora en la empresa de elaborar una flora forestal española que actualice la de Laguna y Ávila de finales del siglo XIX, dejando el testigo a una nueva generación de ingenieros botánicos. En ella destaca Juan Ruiz de la Torre, que alcanza ese último objetivo de actualización de la flora forestal publicando en 1971 Ár-

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boles y arbustos y Flora mayor en 2006, y dirige entre 1990 y 2002 una nueva etapa del Mapa Forestal de España, a escalas 1:200.000 y 1:1.000.000, con sus memorias correspondientes, que alcanza la consideración de proyecto continuo de la administración forestal española, ligado al Inventario Forestal Nacional a partir de la aprobación de la Ley de Montes de 2003. Queda así demostrado el destacado papel de Martín Bolaños, junto a su amigo y compañero Ceballos, entre los precursores de la gestión forestal enfocada a la conservación de la naturaleza, avalado por numerosas publicaciones de amplia difusión, vigencia y referencia obligada actual. AGRADECIMIENTOS Juan Ruiz de la Torre, inspirador de la investigación sobre la vida y obra de Martín Bolaños, y a sus com-

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Fig. 11. El valle de la Fuenfría. Al fondo, Montón de Trigo (de espaldas la esposa de Martín Bolaños, Beryl Samson). Fotografía de Martín Bolaños incluida en Baró et al. (1948). Archivo del Herbario MAIA.

pañeros en la conservación de su legado inédito en los herbarios EMMA, MAIA y sus archivos: Jacobo Ruiz del

Fig. 10. Pliegos recolectados por Martín Bolaños en la excursión botánica al Monte Aigoual y las Cévennes meridionales (11 y 12 de julio de 1934). Izquierda: EMMA 3106 Dentaria digitata Lam. [= Cardamine pentaphyllos (L.) Crantz], característica de los hayedos subatlánticos montanos. Derecha: EMMA 85 Dryopteris linneana C. Chr. [= Gymnocarpium dryopteris (L.) Newman], indicador del alto grado de humedad. Fotografías de Javier López Llorens y Paloma Gil Borrell.

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Fig. 12. Observando un Atriplex halimus L. en Aranjuez (Madrid), septiembre de 1947. Izda.: de izquierda a derecha, Antonio Rodríguez, Carlos Vicioso y Manuel Martín Bolaños. Dcha.: de izquierda a derecha, Antonio Rodríguez, Luis Ceballos y Carlos Vicioso. Archivo del Herbario EMMA.

Castillo, Carmen de Arana y José Manuel Grau; a Mª Rocío Sánchez, jefa del Archivo Central del Ministerio de

Agricultura, Pesca y Alimentación, que facilitó el acceso a su expediente profesional; y a Javier López Llorens,

por las fotografías de los pliegos que se incluyen en el artículo.

REFERENCIAS: Balguerías E, Ceballos A, Martín Bolaños M et al. 1960a. Estudio de las especies leñosas de la familia Rhamnaceas. Anales Inst. For. Invest. Exp. 5: 7–29. Balguerías E, Ceballos A, Martín Bolaños M et al. 1960b. Especies leñosas de mayor interés en la comarca de Jabalcuz. Anales Inst. For. Invest. Exp. 5: 31–48. Barbey A. 1931. A travers les forêts de Pinsapo d'Andalousie. Etude de dendrologie, de sylviculture et d'entomologie forestière. Lib. Agricole - J. Duculot, - Gembloux. Baró F, Martín Bolaños M, Jiménez L. et al. 1948. Mapa Agronómico Nacional (Escala 1:50.000). Hoja núm. 508. Cercedilla. Memoria. Ministerio de Agricultura, Madrid. Butler I. 2016. Los trabajos de Manuel Martín Bolaños sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Huelva. Aplicación al análisis de cambios espaciotemporales en el Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador. Tesis doctoral. Universidad de Huelva. Butler I, Monteagudo FJ, Gil P et al. 2012a. Reconstrucción de trabajos inéditos de la Sección de Flora y Mapa Forestal del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias-IFIE: provincia de Sevilla, España. Ecología 24: 183–210. Butler I, Monteagudo FJ, Gil P et al. 2012b. Reconstrucción de trabajos inéditos de la Sección de Flora y Mapa Forestal del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias-IFIE: provincia de Huelva, España. Ecología 24: 211–244. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1928a. Notas sobre el aspecto botánico-forestal de las serranías de

Ronda y Grazalema. Inst. Invest. Exp. Agr. For. 1:16-31. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1928b. El pinsapo y el abeto de Marruecos. Inst. Invest. Exp. Agr. For. 2: 47-101. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1928c. El abeto de Marruecos: una excursión al monte Magó. Conf. Reseñas Cient. Real Soc. Hist. Nat. 3: 37-47. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1929. Notas botánicas sobre algunos aspectos de la flora forestal de Cádiz. Inst. Invest. Exp. Agr. For. 3: 85-94. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1930a. Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1930b. Notas sobre flora gaditana. Contribución al estudio de la composición botánica de los pastizales de monte. Inst. Invest. Exp. Agr. For. 5: 125-142. Ceballos L, Martín Bolaños M. 1931. Mapa forestal de la provincia de Cádiz 1:100.000. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid. Ceballos L, Vicioso C. 1933a. Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid. Ceballos L, Vicioso C. 1933b. Mapa forestal de la provincia de Málaga 1:100.000. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid. De Benito N. 1948. Brezales y brezos. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid. González A. 2020. Plantas, espacios y públicos. El desarrollo de la Botánica en la España peninsular entre 1833 y 1936. Real Acad. Nac. Farmacia, Madrid. Martín Bolaños M. 1928. Flora y Mapa Forestal. Los

eucaliptos de Sierra Cabello. Inst. For. Invest. Exp. Agron. For. 1: 5-15. Martín Bolaños M. 1929. Memoria de un viaje forestal por el extranjero. Bol. Junta Central Perfec. Prof. Obrero 7–9,10–12: 3–38, 39–75. Martín Bolaños M. 1943. Consideraciones sobre los encinares de España. Inst. For. Invest. Exp., Madrid. Martín Bolaños M. 1945. El diente y el hacha en la vida de las plantas. Montes 4: 205–208. Martín Bolaños M. 1946. Impresiones comentadas sobre los eucaliptos de Sierra Cabello. Inst. For. Invest. Exp., Madrid. Martín Bolaños M. 1947. Ensayo de investigación indirecta sobre origen, desarrollo y producciones del monte alto. Inst. For. Invest. Exp.,, Madrid. Martín Bolaños M, Guinea E. 1949. Jarales y jaras. Inst. For. Invest. Exp., Madrid. Martín Bolaños M. 1960. Las plantas leñosas en la alimentación y pastoreo de la ganadería española. Montes: 347-351. Martín Bolaños M, Vicioso C. 1956. Estudio de razas y variedades en los pinos españoles. Anales Inst. For. Invest. Exp.1: 11-24. Martín Bolaños M, Vicioso C. 1957. Sección de botánica forestal y fitogeografía. Estudio de razas y variedades en los pinos españoles. Anales Inst. For. Invest. Exp. 2: 7-15. Monteagudo FJ. 2016. Diseño, desarrollo y validación de un modelo general de cualificación multifuncional de las cubiertas forestales españolas y su aplicación en la provincia de Cádiz (Andalucía, España). Tesis doctoral. Universidad de Huelva. Rivas Goday S. 1948. La geografía botánica en España, durante los años 1939-1946. Vegetatio 1: 67-73.

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

Manuel Martín Bolaños en el IFIE: el herbario MAIA Ana Carmen de la Cruz, Ángeles Tirado, Carmen de Arana, José M. Grau, Jacobo Ruiz del Castillo, Juan Tazón, Marta Pardos Centro de Investigación Forestal, INIA (CSIC)

El recorrido de la vida laboral de Manuel Martín Bolaños en el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE) entre 1941 y 1966, permite tener una visión de la evolución de los proyectos y trabajos de investigación y experimentación forestal en España. Durante los 25 años de actividad profesional en el IFIE fue responsable de la unidad dedicada a la investigación aplicada en botánica forestal, creándose bajo su dirección el actual herbario MAIA, al que realizó numerosas aportaciones, existiendo una colección con su nombre. A lo largo de esos años realiza numerosas publicaciones e informes de temática forestal diversa, centrándose a partir de 1950 en el estudio de los eucaliptos, siendo reconocido como el mayor especialista sobre el género en España. En 1952 emprende un viaje de dos meses a Australia, organizado por la FAO, durante el cual reúne una colección de semillas de un gran número de especies de eucaliptos. Las semillas fueron posteriormente distribuidas por diferentes arboretos de España para el estudio de su comportamiento con el fin de realizar plantaciones.

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a labor de Martín Bolaños en el IFIE está muy influenciada por los objetivos de la política forestal del país en aquella época. Era importante poder dotar de trabajo a la población rural (las repoblaciones requerían gran cantidad de trabajo manual), conocer los recursos disponibles (mapa forestal, estudios botánicos), tanto de la vegetación espontánea como de posibles introducciones justificadas por las necesidades de materia prima debidas a la autarquía de la época, el control de la producción (celulosa, pasta de papel,...), mejorar los aprovechamientos (silvicultura, ganadería, pastos, resinas, plantas medicinales y aromáticas, carbón vegetal,..),… Casi desde el comienzo de su vida profesional, Martín Bolaños estuvo vinculado al IFIE –posteriormente

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unificado con el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA)–, y a su gran pasión y dedicación, la botánica, desde sus comienzos como contratado por la Sección de Flora y Mapa Forestal hasta su incorporación definitiva como funcionario del IFIE en Madrid, donde permaneció casi toda su vida laboral. HERBARIO HISTÓRICO MAIA l herbario histórico MAIA (acrónimo de MA, Madrid e IA, Investigación Agraria) inscrito en el Index Herbarioum pertenece al Centro de Investigación Forestal (CIFOR) del INIA. Se ha ido formando principalmente a partir de los especímenes recolectados en los montes españoles, por los ingenieros y botánicos del INIAF (Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas y Forestales) hasta

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Fotos 1a y 1b. Pliegos de Martín Bolaños. (a) MAIA_6027 Eucalyptus camaldulensis Dehnh. (Huelva, 1922); (b) MAIA_6110 Eucalyptus maculata Hook. (Málaga, 1924). Fotos: J. Tazón.

1929, del IFIE hasta 1971 y posteriormente del INIA. El herbario está compuesto por colecciones de plantas leñosas fundamentalmente, aunque también hay herbáceas. Los primeros pliegos (15) datan de 1914-1919, recolectados en su mayoría por Eduardo Balguerías, y los últimos son de principio del 2000, principalmente de Jacobo Ruiz del Castillo. Está ordenado según el sistema filogenético de clasificación de plantas de Adolf Engler. Al principio el herbario estaba registrado como MAIF (Madrid - Instituto Forestal), pero a raíz de la unificación con el INIA se modificó a MAIA. Comienza a constituirse como herbario cuando el IFIE, situado en la calle de Núñez de Balboa 51 de Madrid, se traslada en 1954 a Puerta de Hierro (sede actual del INIA), a un edificio mucho más grande que permitió guardar los pliegos en cajas y armarios especialmente diseñadas para estas colecciones. Aquí se inicia el herbario partiendo de los fondos recolectados a partir de 1928 por Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños. Dos años antes del traslado, en 1952, había cesado en su cargo de jefe de Sección de Flora Forestal, Dendrología y Mapa Forestal, Luis Ceballos, ocupando su puesto Ma-

nuel Martín Bolaños. Como ayudante continúa con él Carlos Vicioso. Colaboraban también en dicha sección Jordán de Urríes, Francisco Ortuño y Juan Ruiz de la Torre, como alumno becario de la Sección, ilustres botánicos que contribuyeron a dar forma al herbario MAIA. Este herbario está vinculado de una manera muy especial a Manuel Martín Bolaños. Las colecciones más antiguas están relacionadas con proyectos y necesidades de aquellos años. Martín Bolaños, colaboró y dirigió diferentes planes del IFIE hasta finales de 1966. Participó en proyectos como el Mapa Forestal Español, y en libros como el Manual de árboles y arbustos, Manual de flora leñosa española,… Pliegos con especies de estos trabajos, entre otros muchos, se conservan hoy en el herbario MAIA. La Sección de Botánica daba apoyo a muchos otros departamentos o secciones. Muchas de las colecciones botánicas se guardaban en los pasillos interiores de la Sección, en carpetas o cajas disponibles al resto de personal para su consulta. En estas carpetas se encontraban las principales especies de la flora forestal española, tanto de árboles, como arbustos, matas y herbáceas. Debido al alto precio de los libros de botánica

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Foto 2. Sintypus (Isolectotypus): MAIA_1416 Erica australis L. fma. albiflora C. Vicioso, Almonaster (Huelva), 1943. M. Martín Bolaños y C. Vicioso. Colección Flora Forestal Española. Foto: J. Tazón.

y a que muchos de ellos no contaban con fotografías, sólo dibujos y claves, se facilitaba así la identificación de las especies. Las aportaciones de Bolaños al herbario MAIA vienen de antiguo. Los primeros pliegos que tenemos de él son de 1922 (2), 1924 (32), 1929 (2), 1932 (17) y 1932 (2) (Foto 1a y 1b), de 37 especies diferentes del género Eucalyptus. La mitad están recogidos en la provincia de Málaga y el resto en Huelva, Cádiz y Sevilla. Los 34 pliegos anteriores a 1927, fecha en que Bolaños empieza a colaborar con el INIAF, fueron aportadas con posterioridad a su incorporación en el IFIE como complemento personal a las colecciones ya existentes. Encontramos pliegos suyos en la exsiccatae Flora Forestal Española (528) con especies herborizadas sólo o junto a Carlos Vicioso y Roberto Alonso. Dos tercios corresponden a la provincia de Huelva, seguidos de 123 recogidos en Santander, 50 en Palencia y varios recogidos en 6 provincias más. Principalmente son ejemplares del género Quercus, Cistus y Erica, aunque existen otros 80 registros de géneros variados. Dentro de la exsiccatae Flora Forestal Española, el herbario MAIA custodia dos nuevos taxones (con rango de especie o inferior e incluyendo un

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híbrido) descritos para la flora vascular íbero-macaronésica, que fueron herborizadas e identificadas por Martín Bolaños y Vicioso. Son: – Sintypus (Isolectotypus): Erica australis L. fma. albiflora C. Vicioso (Foto 2). – Typus: Quercus × secalliana C. Vicioso [Q. petraea x Q. robur subsp. broteroana] (Foto 3). Asimismo hay pliegos suyos en la exsiccatae IFIE (461) recogidos sólo o junto a Carlos Vicioso, Roberto Alonso, Juan Ruiz de la Torre, Antonio Zuloaga, Diego Gil, Ignacio Echevarría,… 173 de estos pliegos pertenecen a la provincia de Huelva, seguidos de casi un centenar recogidos en Málaga, 67 en la actual Cantabria y existen pliegos de más de 17 provincias. La mayoría son ejemplares del género Eucalyptus, Quercus y Thymus y el resto corresponden a 123 géneros muy variados. COLECCIÓN MANUEL MARTÍN BOLAÑOS (LEGAJOS) n el herbario MAIA se encontraban 38 legajos que contenían 1.280 especies en papel fino después de haberse secado, que habían sido enviadas a Martín Bolaños y que se guardaban tal y como se habían recibido (Foto 4). Era material que debía completar algún trabajo botánico de Martín Bolaños, y sin llegarse nunca a clasificarse, quedó almacenado sin procesar. Gracias a los trabajos realizados por Butler (2016) se ha sabido que son muestras recolectadas entre 1946 y 1951, probablemente por Roberto Alonso en la mayoría de los casos, y procedentes en su inmensa mayoría de Huelva. Los especímenes han sido identificados en su mayoría por Isabel Butler con la colaboración de Fernando Bastida, Enrique Sánchez y Francisco José Monteagudo.

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COLECCIÓN Optimun Specimen l herbario MAIA cuenta con una colección de especies enmarcadas en las que Martín Bolaños está implicado especialmente. Pese a sus dotes para la enseñanza, nunca quiso anteponerlas a la investigación. De ahí surge la idea de seleccionar especímenes para enmarcarlos y colocarlos en los pasillos aledaños al depar-

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Foto 3. Typus: MAIA-6546 Quercus x secalliana C.Vicioso [Q. petraea x Q. robur subsp. broteroana], Bárcena Mayor (Santander), 1944. M. Martín Bolaños y C. Vicioso. Colección Flora Forestal Española. Foto: J. Tazón.

tamento. Estos pliegos enmarcados presentan las mejores características de cada especie en cuanto a la hoja, flor, fruto, semillas, inserción,… Fueron recogidas en el momento preciso en el que la especie despliega las características fundamentales que facilitan su identificación. Son 75 cuadros fechados entre 1941 y 1946, con 71 especies diferentes de 56 géneros, representativas de nuestros bosques, de 11 provincias incluida Canarias. Fueron herborizadas por Martín Bolaños y Vicioso y algunas por Roberto Alonso, Antonio Rodríguez, Luis Ceballos, Antonio Zuloaga,… Más del 75 % de ellas han sido recogidas y/o identificadas por Mratín Bolaños. (Foto 5). Tras el paso de casi 75 años muchas de las plantas, aun-

que han perdido sus colores originales, son un magnífico ejemplo de la labor “docente” de estos excepcionales botánicos que facilitaban así la tarea de identificación a sus compañeros. BOLAÑOS Y AUSTRALIA: EXSSICATA Eucalyptus entro del carácter curioso y multifacético de Bolaños, y de su facilidad para los idiomas¹, le surge la posibilidad de viajar a Australia. Tras la reunión de la FAO en 1951, en Roma, se decide organizar un viaje a Australia para estudiar y herborizar el género Eucalyptus, en el cual hay participantes de 24 nacionalidades. Martín Bolaños, al ser el principal especialista sobre este género en España, es uno de los seleccionados.

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Foto 4. Legajos de la Colección Manuel Martín Bolaños fotografiados en el Herbario MAIA. Foto: J. Tazón.

El 1 de septiembre de 1952, Bolaños, acompañado de Peña Urmeneta de la empresa SNIACE, inicia una estancia de 68 días de duración. El fin del viaje era conocer y estudiar las mejores especies que pudieran adaptarse a España, con vistas al uso en plantaciones forestales y sus productos. Fue un viaje intenso y completo², con un total de aproximadamente 65.000 km, ¡de aquella época!, 10.000 de ellos en Australia. Se visitaron los bosques naturales de eucaliptos, sus formaciones, regeneración natural y artificial, rendimientos, ordenación, así como los métodos de apeo, despiece en serrería, desecación y conservación de la madera y su posterior utilización de la madera para sierra, traviesas, tableros, combustibles y pasta celulósica, incluyendo taninos y esencias (Butler, 2016). (Fotos 6ab) De las doscientas especies de Eucalyptus vistas, sólo cincuenta de ellas tenían importancia económica, y quince consideradas de primer orden. Conocemos a través de Jacobo Ruiz del Castillo que fruto de ese viaje se trajo una colección de semillas de 200 especies, que fueron distribuidas a diversas instituciones, viveros y arboretos, entre otros al Centro Forestal de Lourizán (Pontevedra), la jefatura regional de Patrimonio Forestal del Estado en Andalucía occidental (Sevilla), el Servicio de Explotación y Mejora de las zonas áridas del SE Español y al Centro de Investigaciones y Experien-

cias Forestales de Larache. Ejemplares procedentes de estas semillas se fueron incorporando a la que hoy es conocida como la exssicata Eucalyptus del herbario MAIA, una de la más completas e importantes de Europa. Conocemos también por Ruiz del Castillo que la colección, iniciada en 1922 por Bolaños, se incrementó a partir de los viajes para los que fue comisionado para visitar en 1924 las plantaciones existentes en el Sur de España y, pocos años después, de varios países mediterráneos (Foto 7). También este autor atribuye a Martín Bolaños 73 pliegos etiquetados sin fecha ni nombre de colector procedentes del arboreto de El Villar en Almonte (Huelva), de los cuales, 43 son semillas hijas procedentes de las semillas traídas del viaje a Australia (Foto 8). Del resto de muestras de esta colección de Eucalyptus, las más antiguas se deben a Diego Gil y Eladio Caro, recogidas en el arboreto de Gaucín (Málaga). José Duclós aportó las obtenidas en su finca de Sierra Cabello (Huelva), cuyo gran interés mereció una importante publicación de su buen amigo Bolaños. También herborizó Martín Bolaños con Antonio Rodríguez y Antonio Zuloaga, especialmente en Gaucín (Málaga) y Guadacorte (Cádiz). Además Florentino Martínez, Javier Elorrieta e Ignacio Echevarría recogieron muestras en la estación de Lanjarón (Granada).

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Foto 5. Pliegos enmarcados de los especímenes con las características más representativas de su especie. Colección Optimun Specimen. Foto: A.C. de la Cruz.

Destacan en esta exiccatae 23 pliegos de 1958 de la provincia de Larache (Marruecos), recogidos por Juan Ruiz de la Torre y determinados por Bolaños. Existen dos muestras de los años 30 de Argelia que se deben al botánico francés René Maire. Algunas muestras de Madrid, Guadalajara y Guardamar fueron herborizadas por Jacobo Ruiz del Castillo. Otras aportaciones se deben a Manuel Prats y Rafael Benito (Galicia), Luis Bustamante (Cantabria) y Juan de Arana (Baleares). Fruto del viaje a Australia, Bolaños estableció relaciones con los principales expertos y centros de información de la época³. A su vuelta dio 45 conferencias sobre el tema en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, bajo el título general de “Eucaliptografía con especial referencia a la selvicultura y aprovechamientos de las especies de Eucalyptus introducidas en España”. Existe numerosa correspondencia de empresas y particulares pidiéndole su consejo en este tema. Queda también de este viaje un amplio reportaje fotográfico (alrededor de 500 fotos), una película “en color”, folletos,…

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LAS PUBLICACIONES DE MARTÍN BOLAÑOS EN EL IFIE A lo largo de su actividad profesional en el IFIE Martín Bolaños realiza numerosas publicaciones e informes, centrándose a partir de 1950 en el estudio de los eucaliptos. Destacamos a continuación algunas de las publicaciones, informes y notas que se conservan de forma inédita en el herbario MAIA. Estudio de razas y variedades en los pinos españoles Este documento describe desde una perspectiva botánica y ecológica los pinos de las sierras de Cazorla y Segura (Jaén), que Martín Bolaños considera como “el centro de mayor comercio de pinos de Andalucía”. Cita como naturales al pino carrasco (Pinus halepensis), negral o rodeno (P. pinaster) y salgareño o laricio (P. clusiana [= P. nigra subsp. salzmannii]), mientras que el pino piñonero (P. pinea) lo considera introducido, aunque “naturalizado en algunos sitios desde antiguo”. Establece una relación de la distribución de estas especies (principalmente pino negral y laricio) y las estaciones (altitud, climas locales, humedad del aire, tipo de suelo), además de la acción de agentes abióticos (fuego) y bióticos (entrada del ganado), y expone las “dudas respecto a la intolerancia del pino negral con las habitaciones calizas” y la falta de unanimidad al respecto. El diente y el hacha en la vida de las plantas Martín Bolaños se centra en la “pérdida eventual o cíclica de órganos externos” que sufren las plantas, siendo los mecanismos diferentes en plantas anuales, matas o arbustos y árboles. En las plantas anuales, el tallo se pierde todos los años acabada la maduración de los frutos, sin que se interrumpa la vida de las plantas, que incluso se fortalece. En matas y arbustos destaca el autor el efecto ligado al ramoneo de ganado (“la mordedura de los animales”), pero también por acción del hombre (podas, rozas), comentando algunas excepciones. Pasa luego el artículo a centrarse en las especies del género Cistus, sobre las que en el IFIE se estaban realizan-

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Fotos 6 a y b. Fotografías de Martín Bolaños realizadas en su viaje a Australia en 1952. Fotos: Herbario EMMA. Corte de Eucalyptus marginata con E. wandoo. Wundowie (W.A), 9-Septiembre-1952.

do diferentes investigaciones dendrométricas en el momento. Por último, se centra en el efecto del ramoneo y la poda sobre determinados géneros (Quercus, Eucalyptus, Abies y Pinus).

Jarales y jaras (cistografía hispánica) Se trata de un extenso y detallado documento sobre las especies del género Cistus (Foto 9) El libro se divide en 2021. N.o 80


tres partes, comenzando con un estudio biológico de las especies españolas de jaras, incluyendo consecuencias teóricas y prácticas para la selvicultura y agronomía. Continúa con el análisis botánico de todas las especies españolas y termina con una parte dedicada a los híbridos, tanto naturales como de origen artificial. Se incluyen, además, dibujos y fotografías originales. Ensayo de investigación indirecta sobre origen, desarrollo y producciones del monte alto. Martín Bolaños destaca la importancia de los conocimientos de selvicultura obtenidos por observación directa y comenta las consecuencias de haber prescindido de los conocimientos adquiridos por los selvicultores de España, para adoptar la selvicultura de Centroeuropa. Comenta que esta selvicultura centroeuropea ha conducido a producciones de madera muy bajas, ya que los métodos aplicados son inadecuados para nuestro país, pues, salvo pequeñas modificaciones, no consideran la importancia de los cambios del clima en las coníferas, concretamente en los pinos. Se centra este trabajo en los pinares, ya que de los “montes españoles, ninguno adquiere la extensión e importancia” de los mismos. Habla de todos aquellos aspectos que se deben considerar en selvicultura: la regeneración, el temperamento de las especies, la producción de madera, la renta económica, los aclareos y las claras, las cortas, el clima, el estado del rodal, el turno, el crecimiento, el suelo, el fuego, el aspecto social y la participación directa en el beneficio de los pueblos propietarios de montes. Destaca la importancia de la utilización de la mano de obra para mejorar las producciones actuales. Árboles en la arena. Narración de viaje Este trabajo, sobre la descripción del viaje por los montes de la provincia de Huelva, se presentó al concurso abierto con motivo del centenario de la fundación del Cuerpo de Ingenieros de Montes. Aunque la comisión nombrada acordó excluir el trabajo, por su carácter histórico y literario más que científico, se le recompensó con la cantidad de 5.000 pesetas. Además,

Foto 7. MAIA_6153, Eucalyptus pulverulenta Sims. Gaucín (Málga), determinado por M. Martín Bolaños (1958). Foto: J. Tazón.

el director de la Escuela (Pío GarcíaEscudero) le escribió una carta alabando tanto su valor científico, como su redacción literaria (“escrita con amenidad y galanura”). A lo largo de 40 páginas va narrando de forma detallada el viaje realizado: entre pinos (sobre el pino piñonero: “pino loco o forma microcarpa junto al pino normal o pino cuerdo); xosas de genética (sobre el ailanto, el acebuche, las dehesas, las plantaciones de eucaliptos); camino del mar (pinares, retamas, sabinas); paréntesis (las dunas); ojos, lucios y turba (“el gran banco de arenas depositado por el Guadalquivir”); conquista sin pólvora (plantaciones de eucaliptos en fincas de caza).

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Esbozo geobotánico de los montes de Covaleda Siguiendo su característico estilo narrativo, Martín Bolaños hace una descripción detallada de los montes de Covaleda, centrándose especialmente en los pinares de pino silvestre: estación, orientación, especies arbóreas (robledal y pinar), especies arbustivas y pastizales, clima, suelos, fertilidad, aprovechamiento y restauración, problemas de acidificación del suelo, necesidad de ordenación del pastoreo y acotamiento del regenerado. Se incluye además un resumen del inventario dasométrico realizado en 322 árboles de pino silvestre. Termina alabando el monte de Covaleda:

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“...difícil será el hallazgo en España de superficies continuas como las de Covaleda para ensayos e investigaciones científicas”; “...el monte entero podría ser habitado por el pino silvestre si el hombre se lo propone...”. Notas sobre botánica de la zona del Raso de Urbión Martín Bolaños realiza este informe a petición de los ingenieros del distrito forestal de Soria, “para averiguar las causas que motivan el daño (muerte de ganado) y de las posibilidades de atajarlo”. Tras visitar la zona y hablar con los ganaderos, identifica la causa de la muerte con “la ingestión en relativas cantidades de la margarita amarilla o inflorescencias en cabezuelas liguladas de la compuesta herbácea vivaz (Doronicum carpetanum)”, que se produce en verano, sobre todo lluviosos. Señala que “la planta es poco apetecible y los ganados sólo recurren a ella a falta de mejor alimento”. Dado que el área habitada por Doronicum es pequeña y las plantas se hallan dispersas, considera su “destrucción en agosto como económicamente posible”. Notas sobre algunas plantas textiles. Agave y Fourcroya (sisál, henequén, tampico, zapupe, etc.) Aunque de fecha desconocida, podría haberse realizado en torno a 1950 (Butler, 2016), época de instalación de numerosas plantaciones de plantas textiles entre la ciudad de Almería y el Cabo de Gata. El documento recoge una descripción botánica de las especies de Agave y Fourcroya, incluyéndose generalidades, clasificación, distribución natural, clima, suelo, así como las características necesarias para la instalación de plantaciones. Las plantas leñosas en la alimentación y pastoreo de la ganadería española Empieza el artículo con los frutos. Se describe en primer lugar el empleo de la bellota para alimentación de los cerdos, así como sus posibilidades de conservación sin que disminuya su digestibilidad. Propone que la alimentación con bellota no se mezcle

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Foto 8. Carpoteca MAIA-6316_Eucalyptus elaeophora x rostrata, Almonte (Arboreto de El Villar), procedente de semilla traída desde Australia por Martín Bolaños (1952). Foto: J. Tazón.

con semillas ricas en proteínas, cuyo resultado es la producción excesiva de hueso y tocino, característica del ganado indígena. Habla también de la importancia de la acebuchina, que “los cerdos, más en recría que en engorde, devoran con deleite en el monte”, así como del algarrobo y la higuera. Continúa hablando del follaje de robles, sauces, acebuches y fresnos, que “constituyen la base nutritiva”, ya que “proporcionan ramón apetitoso y de calidad excelente”; y de los pastos. Apunta que “la presencia de plantas leñosas aumenta el valor de los pastizales herbáceos”. Concluye que “pensando en nuestros montes, más lógico parece buscar soluciones para

mejorar la ganadería con forrajeras forestales que con plantas herbáceas”. Especies de crecimiento rápido: los eucaliptos Recoge los conocimientos que se tienen hasta ese momento sobre este género, que se considera de gran aprovechamiento industrial (Foto 10). El libro comienza con una descripción de las especies de crecimiento rápido. En una segunda parte se describen las características físico-mecánicas de la madera de dos de las especies de eucalipto (E. globulus y E. camaldulensis). Se muestran, además, las aplicaciones industriales de la madera de los eucaliptos en general. Por último, se descri2021. N.o 80


ben 26 de las 50 especies de eucalipto que se consideran de mayor interés en España desde un punto de vista de la repoblación forestal. BOLAÑOS EN LA WEB ediante el proceso iniciado por José Manuel Grau (responsable del herbario MAIA de 2006 a 2016) y Carmen de Arana (conservadora del herbario de 1993 a 2016) de digitalización de los pliegos, el herbario MAIA se ha “abierto al mundo”, facilitando de este modo su consulta. Jacobo Ruiz del Castillo y Carmen de Arana informatizaron los datos de los pliegos en una base de datos donde se incorporó toda la información contenida en las etiquetas. Posteriormente con José Manuel Grau, Carmen de Arana y Juan Tazón, con la ayuda del Área de Informática del INIA (Antonio Martínez y Covadonga Díaz) se inicia el proceso de digitalización de los pliegos. Se prepara cada espécimen teniendo que, en muchos casos, cambiar los pliegos, reponer etiquetas o crear duplicados y triplicados al estar los pliegos con especímenes aglutinados. Se aprovecha y se realizan correcciones o implementaciones de la información, tanto en la etiqueta como en el registro informático. Los pliegos se fotografían y las colecciones se van incorporando a la página web del INIA-CIFOR (http:// wwwsp.inia.es/Investigacion/centros/ CIFOR/enlint/Paginas/Herbdig.aspx). A partir de 2013, con la incorporación de Ana Carmen de la Cruz (conservadora del herbario desde 2016), los registros se normalizan y adaptan a los requisitos de la Global Biodiversity Information Facility (GBIF), una red de acceso libre y gratuito a los datos de biodiversidad, con casi 1.700 millones de registros biológicos. Las bases de datos MAIA se han ido incorporando a través de GBIF España (https://www. gbif.es/?s=maia), y están disponibles. Con más de 5.500 especímenes ya digitalizados, con la incorporación de nuevos pliegos que no estaban informatizados y con los legajos pendientes de identificación, digitalización y registro, queda todavía mucho trabajo por hacer. El equipo actualmente encargado del herbario MAIA formado por Marta Pardos (investiga-

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Foto 9. Portada del libro de Martín Bolaños y Guinea, 1949. Jarales y jaras (cistografía hispánica).

dora responsable), Ana Carmen de la Cruz (conservadora) y Ángeles Tirado (ayudante técnica) tiene encomendada la continuación de este trabajo. Gracias a la digitalización ha sido posible conocer los “secretos” que atesora el herbario MAIA, y se ha puesto de relieve el trabajo de los botánicos del mundo forestal español.

Foto 10. Portada del libro de Martín Bolaños , 1964. Especies de crecimiento rápido: los eucaliptos.

Martín Bolaños, con su trabajo infatigable, permite aún después de su muerte, ampliar el conocimiento y el estudio de la evolución de la flora forestal española en la actualidad y en el fututo. Quedan abiertas las puertas para siguientes trabajos de investigación en los legajos que quedan por procesar.

1: “… Como el doctor Schmidt debió arreglar su equipaje científico en Eberswalde… pero con la terquedad habitual en su carácter sumaba el empeño de expresarse en alemán... aumentar el embrollo … en el mutuo deseo de precisar ideas valiéndonos del español, alemán, francés, inglés, italiano y latín, estabilizamos un surtido de frases convencionales que, andando el tiempo, lleno satisfactoriamente la función de entendernos…” Martín Bolaños (1948) 2: “Con independencia de las molestias del que suscribe por el desplazamiento desde Madrid realizado con precipitación y no por la vía más corta, conviene decir que la asidua asistencia a todos los itinerarios, conferencias, reuniones, etc., ha exigido considerable atención y esfuerzo físico por parte de todos los asistentes, quienes por otro lado, estuvimos sometidos casi siempre a austero régimen de alimentación y alojamiento.” Martín Bolaños, M. 1952. Viaje de estudio de eucaliptos en Australia. 3: “Es de hacerse constar la buena armonía dentro del grupo y el espíritu de ayuda mutua para el futuro, así como la simpática acogida que se nos dispensó en Australia por todos los naturales a quienes hubimos de tratar”. Martín Bolaños, M. 1952. Viaje de estudio de eucaliptos en Australia.

BIBLIOGRAFÍA Butler I. 2016. Los trabajos de Manuel Martín Bolaños sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Huelva. Aplicación al análisis de cambios espacio-temporales en el Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador. Tesis Doctoral, Universidad de Huelva. Martín Bolaños M. 1945. El diente y el hacha en la vida de las plantas. Montes 4: 205–208. Martín Bolaños M., 1947. Ensayo de investigación indirecta sobre origen, desarrollo y producciones del monte alto. Inst. For. Invest. Exp. 34., Madrid. Martín Bolaños M. 1948. Árboles en la arena. Narración de viaje. Centenario de la fundación del Cuerpo de Ingenieros de Montes. Archivo del Herbario MAIA, CIFOR-INIA. Inédito. Martín Bolaños M. ¿1948?. Notas sobre botánica de

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la zona del Raso de Urbión. Archivo del Herbario MAIA, CIFOR-INIA. Inédito. Martín Bolaños M. 1960. Las plantas leñosas en la alimentación y pastoreo de la ganadería española. Montes 94: 347–351. Martín Bolaños M. 1964. Especies de crecimiento rápido: los eucaliptos. Inst. For. Invest. Exp., Madrid. Martín Bolaños M. ¿1950?. Notas sobre algunas plantas textiles. Agave y Fourcroya. (Sisál, Henequén, Tampico, Zapupe, etc.). Archivo del Herbario MAIA, CIFOR-INIA. Inédito. Martín Bolaños M. Guinea E. 1949. Jarales y jaras. (cistografía hispánica). Inst. For. Invest. Exp. 49, Madrid. Martín Bolaños M, Vicioso C. 1956. Estudio de razas y variedades en los pinos españoles. Anales nst. For. Invest. Exp. 1: 11–24.

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

Manuel Martín Bolaños: ingeniero innovador Isabel Butler, Francisco José Monteagudo Doctores ingenieros de Montes. Universidad de Huelva, Departamento de Ciencias Agroforestales

De Manuel Martín Bolaños, autor de prestigio por sus numerosas publicaciones en el campo de la Botánica forestal aplicada, es escasamente conocida su faceta de ingeniero innovador. Durante la década de 1930 enfocó gran parte de sus capacidades a la resolución de problemas de la ingeniería de su tiempo en el campo del transporte y de la obtención de energía, siempre con una visión moderna y proyectada al futuro. Patentó un sistema de rodajes ferroviarios antideslizante y antidescarrilante, buscando trenes más seguros y veloces, proyectó aplicaciones de gasógenos a camiones y tractores, y promocionó el carbón vegetal obtenido de residuos agrícolas y forestales como fuente de energía alternativa a los combustibles fósiles.

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ue la niñez marca las inquietudes intelectuales del resto de la vida, es algo que todos, en mayor o menor medida, hemos experimentado. Manuel Martín Bolaños (1897-1976) es un buen ejemplo de que esta sentencia puede hacerse realidad. Para su interés por las ciencias naturales -en particular la Botánica-, por la Selvicultura, los aprovechamientos forestales y por un tema tan apartado de ellos como los trenes, para todos, encontramos claros referentes en sus primeros años vividos en Huelva. Su carácter curioso, observador y crítico le orientan a la investigación aplicada como ingeniero de Montes e incluso a la invención, como se expone en este artículo para el caso de sus innovaciones sobre ferrocarriles, gasógenos y energías renovables desarrollados en la década de 1930. Cuando nace, terminando el siglo XIX, Huelva es una provincia inmersa en un desarrollo modernizador inducido por la actividad minera en la faja pi-

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rítica ibérica. Son muy llamativos para el niño que fue los ferrocarriles mineros de vía estrecha que desde la década de 1870 discurren desde las minas hasta la costa, las elegantes infraestructuras en celosía de los puentes de los caminos de hierro y los muellescargaderos de mineral, construidos en las dos márgenes de la ría del Odiel por la Compañía de Tharsis (Tharsis Sulphur and Copper Company Ltd.) y la Rio Tinto Company Ltd. Un poco más tarde, entre 1880 y 1889, entran en servicio para el transporte de viajeros las líneas de ancho ibérico (1668 mm) Sevilla-Huelva, de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante-MZA y Huelva-Zafra de la Compañía del Ferrocarril de Zafra a Huelva-ZH, acercando la capital provincial a Sevilla, conexión hacia el Madrid de sus estudios de ingeniería, y a La Sierra onubense, donde la familia Martín-Bolaños disfruta de sus fincas forestales de Valdelaniña (Almonaster la Real) y Santa Cristina (Santa Ana la Real). Como en el resto de España, la 2021. N.o 80


creación de las infraestructuras ferroviarias se debió a iniciativas privadas, autorizadas y mínimamente subvencionadas por el Estado, que ofrecían a los viajeros servicios incómodos, lentos, de escasa seguridad y coste elevado. De esta forma, no es de extrañar que la mejora de las condiciones de este tipo de transporte despertara el interés del joven ingeniero. LAS PATENTES DE RODAJES FERROVIARIOS l interés que Martín Bolaños siente desde la infancia por los ferrocarriles se transforma en búsqueda de soluciones técnicas a las deficiencias que observa aplicando los conocimientos obtenidos en los estudios realizados en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, en asignaturas como Elementos de Mecánica Racional, Mecánica aplicada a las máquinas y a las construcciones y Transportes forestales (Butler, 2016). El año en que finaliza la carrera, 1924, visita los principales eucaliptales del sur de España por encargo de las Residencias Forestales de la Escuela, entre ellos, los de la finca “La Garganta”, a caballo entre las provincias de Ciudad Real y Córdoba. Allí su propietaria, la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya, acaba de finalizar la construcción del último tramo de conexión entre Peñarroya y Puertollano a través de 216 km de vía estrecha. A bordo de la locomotora realiza el trayecto por las recién inauguradas vías de 0,60 m de ancho entre las estaciones de Conquista y La Garganta, llamando tanto su atención que inspiran un inédito y no localizado estudio sobre ferrocarriles de este ancho sobre camino macadamizado en zonas de relieve accidentado, el principal obstáculo a solventar por los ferrocarriles españoles. Este trabajo inicia una serie que aborda cuatro aspectos fundamentales para los ferrocarriles de la época: la consecución de velocidades elevadas asegurando la estabilidad del convoy, el descenso de peso de sus componentes, el uso de automotores ferroviarios y la búsqueda de una fuente de energía alternativa a los derivados del petróleo, competitiva desde el punto de vista económico, ya que pocas líneas están electrificadas

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Fig. 1. Esquema de la dirección de Ackermann aplicada al sistema ortogiro de rodajes para ferrocarril. https://es.wikipedia. org/wiki/Geometr%C3%ADa_de_Ackermann

y se impone el uso ferroviario de los motores de explosión; todo ello en un ambiente de controvertida valoración del ferrocarril, frente al automóvil y el aeroplano como medios de transporte con vigor emergente.

Fig. 2. Planos del Nuevo sistema de rodajes para grandes velocidades sobre caminos de hierro. Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Oficina Española de Patentes y Marcas, O.A. Archivo. Fondo Histórico, P (Patente) /Nº 125674.

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No está solo en estas inquietudes. Los primeros años de trabajo en el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE) le llevan a instalarse en Ronda (Málaga) entre 1927 y 1928, entrando en contacto con Cristóbal Román Ramos (Ronda 1903- ¿?). Este inquieto inventor, formado en mecánica, automovilismo, aviación y aerodinámica, acaba de formalizar la patente de un Nuevo sistema de Bogie para material rodante de ferrocarriles. Se trata de una estructura rodante sobre la que descansan los vagones, los coches y las locomotoras que no utilizan ejes simples (Real Academia de Ingeniería, 2021) que, según su diseñador, podrá mantener la marcha en recta sin la menor resistencia de resbalamiento. Así, Martín Bolaños (1933) encuentra un compañero que le aporta conocimientos prácticos que echa en falta para materializar su sueño de poder obtener sobre tierra, sacando todo el partido posible al camino de hierro, las mismas velocidades que hoy hace en el aire el avión comercial. Los resultados de esta colaboración no se hacen esperar. En febrero de 1932 y julio de 1935, a través de la madrileña Agencia Soler, formalizan las patentes de invención denominadas Nuevo sistema de rodajes para grandes velocidades sobre caminos de hierro y Un sistema ortogiro de rodajes para ferrocarriles, trasladando al ferrocarril soluciones empleadas en los automóviles como el cuadrilátero tipo Ackermann, que permite un cambio de dirección en un vehículo sin deslizamiento de las ruedas (Fig. 1-3). Este último sistema de rodajes se patenta también en el Reino Unido en 1937 por intermedio de la Agencia Stanley Popplewell & Francis de Londres, con el título Improvements in or relating to Railway Vehicle Wheels and Guiding Arrangements therefor y, posiblemente, en Francia, Alemania y Estados Unidos, como se deduce de la carta remitida por la Agencia Soler, Oficina Técnica Internacional de Patentes y Marcas, a los inventores en septiembre de 1939. Para difundir sus investigaciones Martín Bolaños publica en 1933 un extenso artículo, en el que expone las bases teóricas del sistema de rodajes

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Fig. 3. Planos de Un sistema ortogiro de rodajes para ferrocarriles” . Ministerio de Industria, Comercio y Turismo

diseñado y sugiere su aplicación a unidades ligeras autopropulsadas, automotores, con 2 ejes de sustentación, que además de permitir alcanzar velocidades elevadas con seguridad, procura un mayor confort a los viajeros al minimizar el característico traqueteo del tren convencional. A continuación, se centra en los aspectos prácticos de una propuesta para la propulsión de los automotores mediante gasógenos alimentados con carbón vegetal, demostrando, mediante un estudio económico, las ventajas de uso del gas forestal frente a la gasolina. Nuevamente muestra ideas innovadoras, esta vez en el ámbito de lo que hoy en día denominamos fuentes de energías renovables, sugiriendo el reciclaje mediante carboneo de subproductos agrícolas, como el cisco de orujo de aceituna, y, sobre todo, forestales: fa-

jinas, maderijas, leñas menudas, desperdicios de aserrío, etc. de encina y eucalipto, así como cepas de brezos y jaras. PRUEBAS EN RONDA DEL SISTEMA ORTOGIRO os inventores concentran sus recursos en la construcción de prototipos de automotor fusiforme a escala 1/10, primero, y después, a 1/4. Realizan prometedoras experiencias en el Campo de Fútbol de Ronda, que graban en celuloide, montando una película muda en la que se explican las características de los ensayos mediante carteles, sin indicación de las fechas en que se realizan. Para ejecutarlos instalan una vía cerrada de 350 m y 42 cm entre railes, incluyendo curvas de 40 m de radio, en la que someten a pruebas el prototipo

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Fig. 4. Prototipo de automotor fusiforme ferroviario con tracción por gasógeno alimentado con gas forestal escala 1/10. Fototeca Histórica Martín Bolaños (Universidad de Huelva).

de automotor a escala 1/4 al que se han adaptado los rodajes de sistema ortogiro, que en la realidad sería un vehículo metálico de 20 tm, de caja en viga tubular y apoyado en dos ejes separados 20 m. Para la tracción en los primeros ensayos se emplean cuatro motores eléctricos de 2/3 de H.P. [1 HP = 1,0138 CV] que accionan cada una de las cuatro ruedas. Posteriormente, se cambia la tracción a un motor de explosión que activa una hélice propulsora posterior. En el caso de la tracción mediante motores eléctricos, el prototipo alcanza en los peores sitios del circuito 60 km/h, en situaciones reales equivalentes al paso de curvas de 160 metros de radio con velocidad superior a 120 kilómetros por hora. Con el motor de explosión y la hélice posterior, la velocidad del prototipo se eleva hasta los 70 km/h, correspondiendo, sobre ancho de vía normal, a más de 140 km/hora. La documentación de Martín Bolaños archivada en el Herbario EMMA (Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural, Universidad Politécnica de Madrid) aporta más información sobre los ensayos, permitiendo estimar su inicio en 1935, cuestión documentada mediante una carta de Román a Martín Bolaños de octubre de ese año, en la que informa haber conseguido un acuerdo para arrendar el campo por 6 meses, a partir del 1º de Septiembre. La mejor información concierne a los realizados entre el 9 de febrero y el 31 de marzo de 1936, gracias al documento de justificación de gastos del auxilio de 5.000 Pts. concedido en

Fig. 5. Román (izquierda) y Martín Bolaños (derecha) junto al prototipo 1/4 de automotor fusiforme ferroviario en el Campo de Futbol de Ronda (Málaga). Fototeca Histórica Martín Bolaños (Universidad de Huelva).

Fig. 6. Izquierda: sistema ortogiro de rodajes instalado en el prototipo 1/4. Derecha: curva pronunciada de la vía experimental de Ronda. Fototeca Histórica Martín Bolaños (Universidad de Huelva).

Fig. 7. Modificaciones en las experiencias en Ronda: cambios de vía y propulsión por hélice incorporada en el extremo posterior del automotor. Fototeca Histórica Martín Bolaños (Universidad de Huelva).

abril de 1935 a Martín Bolaños por la Dirección General de Ferrocarriles, Tranvías y Transportes por Carretera para proseguir con los ensayos. La financiación conseguida se invierte en mejoras en el circuito de pruebas, en

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concreto, la instalación de tres cambios en la vía existente y la adaptación al coche modelo de propulsión por hélice, y en presentaciones en el campo de experiencias. En la citada documentación, Martín Bolaños se

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pone a disposición del Director General del ramo para exponerle los resultados obtenidos en tan interesantes experiencias, exposición que se facilita merced a los gráficos, fotografías, pequeños modelos y películas para cine portátil (Fig. 4-7). Aunque no hay constancia de que la solicitada presentación tuviera lugar, si la hay de las que se realizaron ante personas que ocupan elevados cargos en la técnica ferroviaria y automovilista, así como también por una representación del Ministerio de Obras Públicas. De entre las presentaciones desarrolladas en Ronda, existe amplia documentación de las realizadas ante el ingeniero Martín de la Compañía MZA y el Sr. Lloret de la Compañía ZH, que acudieron a la invitación de los inventores, mostrando su interés por el uso de automotores para el transporte de viajeros (Fig. 8). Para estas presentaciones, en la búsqueda de empresas que pudieran estar interesadas en colaborar con la puesta en práctica del invento para el ferrocarril comercial, Martín Bolaños redacta los estudios inéditos Servicio rápido de automotores de Madrid a Sevilla y Servicio rápido de automotores de Huelva a Zafra, líneas que conoce bien desde su infancia, planteando la sustitución de los lentos e incómodos expresos de la época por servicios de automotores explotados mediante la delegación en un concesionario de sus propietarias, las compañías MZA y ZH, respectivamente. En ellos destaca los beneficios que supone la puesta a punto del sistema de rodajes ortogiro, antidescarrilante y sin oscilaciones aplicado a servicios rápidos de automotores encadenados. Los coches del convoy propuestos son automotores ligeros, totalmente metálicos y aislados interiormente con aglomerado de corcho, con ventanas, claraboyas y sistema de ventilación forzada frío-calor. Según los datos aportados, hacen posible cubrir los 573 km entre Madrid y Sevilla a una velocidad media de 160 km/h en 4 h 36 min, velocidad punta de 200 km/h, con paradas en Alcázar de San Juan, Baeza y Córdoba. Y los 180 km de la ruta Huelva-Zafra a una media de 130 km/h en 2 h 14 min, velocidad máxima de 160 km/h, realizando 17 paradas. Los datos estima-

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Fig. 8. Puente sobre el río Odiel de la línea Zafra a Huelva (Martín Bolaños, mayo de 1942) por la que circuló entre 1929 y 1961 el “piojo verde”, automotor a vapor de la Compañía ZH. Fototeca Histórica Martín Bolaños (Universidad de Huelva) y Colección Isabel Naylor Moreno.

Fig. 9. Detalle del plano del gasógeno para camión Ford de 8 cilindros en “V” diseñado por Martín Bolaños. Archivo del Herbario EMMA (Universidad Politécnica de Madrid).

dos incluyen los tiempos de paradas fijas y accidentales y las producidas por pérdidas de aceleración. Las velocidades estimadas para estas rutas se establecen de acuerdo con las obtenidas en los ensayos realizados con el prototipo 1/4 y suponen una mejora considerable, abriendo una posibilidad real dentro de la deseada nueva etapa de grandes velocidades para los ferrocarriles. Pero no sólo eso; al

contar los automotores con independencia tractora y facilidad para sumarse o disgregarse del convoy, permiten mejoras sensibles de organización del servicio ferroviario, pudiendo adaptarlo al número de viajeros y minimizar los tiempos muertos de los molestos transbordos; en definitiva, ahorrando tiempo de gestión que repercute en la duración final del viaje. Los técnicos de estas compañías, tras las re2021. N.o 80


visiones oportunas, realizan algunas críticas adversas que, según recuerda Martín Bolaños a Román en una carta de marzo de 1939, convergen con las realizadas por Mr. Cleaver, de la compañía británica de fabricación de vehículos Associated Equipment Company-AEC, obligando a los inventores a considerar nuevas modificaciones y a plantear experiencias con un prototipo 1/2 en una vía estrecha (0,60 m), que Martín Bolaños propone sea la de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya entre Conquista y La Garganta que recorrió en 1924. De estas deseadas nuevas experiencias no se ha localizado documentación alguna. PROYECTOS INNOVADORES EN EL DISTRITO FORESTAL DE CUENCA uando se ensaya el sistema ortogiro en 1935-1936, Martín Bolaños ya no reside en Ronda. A finales de 1934 ingresa en el Cuerpo de Ingenieros de Montes incorporándose al Distrito de Cuenca mediado enero del 35, desempeñando su faceta de ingeniero proyectista, orientada en la medida de lo posible, a sus inquietudes. De ella tenemos noticia a través de los proyectos que redacta y han llegado hasta nosotros archivados en el Herbario EMMA: la instalación de un sequero de obtención de semillas de pino laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii (Dunal) Franco), mediante calefacción interna por circulación de aire caliente en diversas fases, el desarrollo de un gasógeno adaptado a motores de camión y de tractor agrícola, y la construcción de una prensa para aglomerados de carbón destinados a alimentar gasógenos (Fig. 9-11). Las propuestas innovadoras de Martín Bolaños llaman la atención de sus superiores, principalmente los relativos al carbón vegetal y a las adaptaciones de gasógenos, muy extendidas en aquellos tiempos de guerra en que el abastecimiento de los combustibles tradicionales era complicado e incierto. Así, el Director General de Montes, Pesca y Caza decide en marzo de 1938 su traslado urgente a Cazorla (Jaén) para que realice trabajos sobre aglomerados de carbón vegetal y preparación de alquitrán en el Servicio del Patrimonio Forestal del

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Fig. 11. Detalles de los planos del proyecto de sequero de calefacción interna para extracción de semillas de pino laricio redactado por Martín Bolaños: fachada principal y posterior planta del edificio exponiendo la distribución de las estancias, secciones de la cámara de secado y distribuidor de aire caliente. Archivo del Herbario EMMA (Universidad Politécnica de Madrid).

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Fig. 11. Detalles de las secciones de la cámara de secado y distribuidor de aire caliente del sequero de Cuenca. Archivo del Herbario EMMA (Universidad Politécnica de Madrid).

Estado, lo que nunca llega a producirse por su frustrado intento de fuga desde Valencia al Reino Unido para reunirse con su mujer y su hijo. Este hecho desemboca en su proceso ante el Juez Especial de la Rebelión Militar de Valencia por adhesión a la rebelión, que, afortunadamente, no tiene consecuencias penales. En los últimos meses de la Guerra Civil es destinado a Valencia, y su final, de regreso al Distrito Forestal de Cuenca, le enfrenta a un procedimiento administrativo de depuración, finalizado por resolución de 30 de marzo de 1940 del Director General de Montes, Caza y Pesca Fluvial que implica la inhabilitación para el desempeño de puestos de mando o de confianza. No parece que ello tenga gran trascendencia profesional, ya que en diciembre de ese año se traslada a Madrid donde toma posesión como jefe de Experiencias de Flora Forestal y Dendrología en el IFIE. A pesar de todos estos graves problemas, la relación por correspondencia con su compañero de invenciones Román

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se mantiene y en 1941 deciden poner al día las anualidades pendientes de la licencia de explotación del sistema ortogiro a través de la Agencia Soler, renovándola anualmente y anunciando su venta en los diarios ABC e Informaciones y la revista Nueva Economía Nacional hasta 1952, cerca de cumplirse los 20 años de vigencia de la patente. RELACIÓN DEL SISTEMA ORTOGIRO CON EL TALGO oincidiendo con esta nueva etapa, se produce una profunda transformación del transporte ferroviario español con la aprobación de la Ley de Bases de Ordenación Ferroviaria y de los Transportes por carretera de 21 de enero de 1941 y la creación de la empresa pública Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), nacionalizando las principales compañías de vías de ancho ibérico, entre ellas la MZA y la ZH que habían mostrado interés por el desarrollo del sistema ortogiro. También ese año el ingeniero Alejandro Goi-

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coechea Omar (1895-1984), ingeniero experto en ferrocarriles con ideas patentadas desde 1927, logra probar su sistema de chasis con bastidores triangulares en las vías del trazado Leganés-Villaverde-Madrid y MadridSegovia, alcanzando en el primero de ellos una velocidad punta de 75 km/h (Pintado, 2021). Y en 1942, tras muchas negativas en su búsqueda de financiación, el empresario José Luis Oriol Urigüen (1877-1972) constituye la empresa Patentes TALGO S.A. para proteger y explotar las patentes del Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol. Juan Ruiz de la Torre, en su conferencia sobre Martín Bolaños en la Universidad de Huelva (1997-1999), transmite la percepción existente en su entorno de que el sistema ortogiro debió ser sumamente parecido al luego empleado en el “Talgo” y que tuvo noticia fiable de que fue invitado a la presentación oficial. Con base en la documentación analizada, puede afirmarse que los dos sistemas buscan el común objetivo de diseñar un tren ligero, veloz, articulado y que no 2021. N.o 80


descarrile en las curvas, residiendo además la coincidencia entre ambos en el uso de un bastidor triangular, pero diferenciándose en su disposición: en el sistema ortogiro el triángulo, denominado V de reacción, va adaptado a cada uno de los 2 ejes de sustentación del automotor, mientras que en el TALGO I la tracción del convoy articulado se debe a una cabeza motriz y el chasis de cada unidad que lo compone es un triángulo isósceles, situándose las ruedas en los extremos de su base, quedando entre cada dos coches, asegurando que se ajusten al sentido de la marcha y al trazado de las curvas, evitando el descarrilamiento independientemente del peso del coche (Fig. 12). Nuevas pruebas del TALGO I en 1944 demostraron una velocidad máxima de 135 km/h, en línea con la estimada que se podría alcanzar con el sistema ortogiro tras los ensayos del prototipo en Ronda. Las sucesivas mejoras en los TALGO revolucionan el sector ferroviario internacional, permitiendo reducir la duración de los desplazamientos y dando paso en la actualidad a líneas de alta y muy alta velocidad, siendo hoy en día una de las principales empresas de ingeniería española con presencia mundial. Martín Bolaños se distinguió como un investigador avanzado a su tiempo en todos los aspectos en los que se implicó. Junto a Román formó parte del grupo internacional de ingenieros que generaron diversas soluciones técnicas para transformar el antiguo ferrocarril del siglo XIX en uno de los medios de transporte más valorados del XXI, por su seguridad y velocidad. Durante años invirtieron su ingenio, tiempo y dinero intentando que su sistema de rodajes ortogiro fuera el recurso definitivo, y no conseguirlo les produjo un cierto grado de melancolía. Juan Ruiz de la Torre manifestó al respecto, que Martín Bolaños En los últimos tiempos, rehuía la conversación sobre este tema. AGRADECIMIENTOS Juan Ruiz de la Torre, por recordar públicamente las innovadoras experiencias de Martín Bolaños sobre rodajes ferroviarios; a Paloma Gil, conservadora del herbario EMMA de la

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Fig. 12. Arriba: plano de planta de Improvements in or relating to Railway Vehicle Wheels and Guiding Arrangements therefor que muestra el uso de barras en forma de triángulo en el sistema ortogiro. Abajo: chasis triangular del TALGO I de Oriol Urigüen (1941) al que van unidas las ruedas que se sitúan entre cada dos coches del tren articulado. Base de datos ESPACENET (Europen Patent Office) y https://twitter.com/alf_aves/status/1259128698676133889.

Universidad Politécnica de Madrid, a Mª Rocío Sánchez, jefa del Archivo Central del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a Ana Naseiro, jefa de Servicio del Archivo de la Oficina Española de Patentes y Marcas (Ministerio de Industria, Comercio y Turismo), y al Archivo General de la Administración por facilitar el acceso, respectivamente, a la documentación personal archivada en EMMA, al expediente profesional, a los expedientes de las patentes españolas, y al expediente de depuración de Martín Bolaños; y a su familia, por poner a disposición pública la documentación gráfica de los ensayos realizados en Ronda.

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REFERENCIAS Butler I. 2016. Los trabajos de Manuel Martín Bolaños sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Huelva. Aplicación al análisis de cambios espacio-temporales en el Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador. Tesis doctoral. Universidad de Huelva. Martín Bolaños M. 1933. El gas forestal y los ferrocarriles. Montes e Industrias 32: 200–203. Pintado R. 2021. Patentes TALGO, S.A. Museo Virtual. Oficina Española de Patentes y Marcas, Universidad Autónoma de Madrid http://historico.oepm.es/museovirtual/galerias_tematicas.php?tipo=EMPRESA&xml=Patentes%20 Talgo,%20S.%20A..xml [16.5.2021]. Real Academia de Ingeniería. 2021. Diccionario Español de Ingeniería. Ver. 1.0. http://diccionario.raing.es [3.4.2021].

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

Recuperación del mapa forestal de Huelva de la serie E. 1:100.000 del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias Isabel Butler, Francisco José Monteagudo Doctores Ingenieros de Montes. Universidad de Huelva, Departamento de Ciencias Agroforestales

La cartografía a escala 1:25.000 levantada en campo, su documentación complementaria y el herbario creado para la formación del mapa forestal de Huelva y el estudio de su vegetación y flora dirigidos por Manuel Martín Bolaños en el periodo 1941-1951, se conservaron durante décadas inconexos y distribuidos en diferentes instituciones públicas. Se describe el proceso seguido para su recuperación, así como las aplicaciones y líneas de investigación que ofrece a las ciencias forestales.

Fig. 4. Laguna de El Portil (Cartaya) fotografiada por Martín Bolaños en 1943. Archivo Herbario EMMA.

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partir de 1927, primero desde el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas y Forestales y seguidamente del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE), se retomó la línea de trabajo en materia de Botánica y Cartografía forestal ejecutada durante la segunda mitad del siglo XIX por la administración forestal española. Entre 1928 y 1954 los investigadores del Instituto, Luis Ceballos, Manuel Martín Bolaños y Carlos Vicioso y sus colaboradores publicaron notas florísticas o botánico-forestales relativas a sus trabajos en las provincias de Cádiz (1928, 1929 y 1930), Málaga (1932), Soria (1942), Huelva y Sevilla 2021. N.o 80


Fig. 1. Mapa forestal de Huelva, original de la hoja Santa Ana la Real E. 1:25.000.

(1946) y Santa Cruz de Tenerife (1947), así como estudios de vegetación y flora y mapas forestales de Cádiz (193031), Málaga (1933), las islas Canarias occidentales (1951) y Lérida (1954), documentos de referencia para el conocimiento botánico de esos territorios. La traza de su labor también puede seguirse mediante el estudio de los herbarios EMMA (Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural, Universidad Politécnica de Madrid), MAIA (Centro de Investigación Forestal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria) y MA (Real Jardín Botánico de Madrid), singularmente relevante para el caso de algunas provincias cuyos trabajos no llegaron a publicarse, tales como Huelva y Sevilla (Butler Sierra et al., 2012a, b, 2013). El estudio y el mapa forestal de Huelva (MFH) quedaron inéditos, pero la documentación generada durante su realización fue celosamente conservada por Martín Bolaños, director del proyecto, en las instalaciones del IFIE. Tras su jubilación y con el paso de los años, la documentación acabó

dispersa y sin relación, repartida entre los archivos de los herbarios EMMA y MAIA y la Universidad de Huelva, a la que se cedieron las 91 hojas a escala 1:25.000 originales iluminadas a lápiz, levantadas en los trabajos de campo (Figura 1). Gracias a los trabajos realizados desde la Universidad de Huelva se ha podido reunir, relacionar y estudiar la totalidad de la documentación y los pliegos de herbario, logrando reconstruir el importante trabajo realizado en la provincia de Huelva desde el IFIE (Butler Sierra, 2016). CUÁNDO SE DESARROLLÓ EL PROYECTO Y QUIÉNES LO DESARROLLARON e acuerdo con la documentación localizada, los trabajos del MFH se ejecutaron en dos etapas, 1941-1943 y 1948-1951. En la primera, aunque se reconocieron la mayoría de los municipios de la provincia, no se disponía de una cartografía de base adecuada, siendo entre 1948 y 1951 cuando se levantaron los mapas a escala 1:25.000 definitivos. La interrupción sufrida entre 1944 y 1947 se debió a la decisión de la dirección

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del IFIE de priorizar otros trabajos que pudieran ser publicados con rapidez, entre ellos los demandados desde el Ministerio de Agricultura para la formación del Mapa Agronómico Nacional. El MFH queda finalizado a finales del año 1951, no así el complementario estudio sobre la vegetación y flora forestal, siendo requerido nuevamente Martín Bolaños por la dirección del IFIE para desarrollar otra línea de investigación en la que destacó notablemente, el estudio del género Eucalyptus, de gran auge en ese momento a nivel nacional e internacional. Entre 1961 y 1963 la Junta Directiva del IFIE aprobó el presupuesto necesario para realizar nuevos trabajos de campo para la actualización y publicación del MFH, pero Martín Bolaños no lo consideró oportuno sin tener redactado el estudio de vegetación, quedando finalmente inédito. Durante todo el periodo de ejecución, el promotor y responsable de estos trabajos fue el ingeniero de montes onubense Martín Bolaños, interviniendo de forma directa en los trabajos de campo siguiendo sus directrices Eusebio Roberto Alonso

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Martín, natural de Santa Ana la Real, contratado como obrero recolector, primero para los trabajos en Huelva y posteriormente en otras zonas de España. En el reconocimiento de la flora onubense intervino entre 1941 y 1943 el investigador del IFIE Vicioso, que incluyó sus observaciones entre sus Notas sobre la Flora Española (1946), referente obligado de los actuales catálogos de flora onubense. A lo largo del trabajo colaboraron también los hermanos de Martín Bolaños, Misael e Hipólito, residentes en Huelva, otros botánicos (Emilio Guinea y Luis Ceballos), ingenieros de los servicios forestales (Manuel Kith y Gaspar de la Lama), un grupo de naturales de diferentes pueblos contratados como guías y el topógrafo Rafael López Fernández, que realizó la planimetría. TÉCNICAS CARTOGRÁFICAS UTILIZADAS l MFH utiliza las técnicas cartográficas de los anteriores mapas forestales publicados por el IFIE, Cádiz y Málaga, representando las diferentes formaciones forestales con delimitación de su localización en recintos cerrados (teselas) que se identifican mediante signos convencionales: colores sólidos, tramas de rayas de diferentes orientaciones y combinación de colores, y como símbolos sobreimpresos, letras que codifican mediante sus iniciales los nombres científicos de las principales especies arbóreas. Los colores sólidos se emplean para la identificación de teselas en las que existe predominio de una especie arbórea, p.e. el color naranja señala los encinares, mientras que las tramas rayadas indican las masas mixtas, tal y como sucede con las formadas por encina y alcornoque representadas por bandas naranjas y marrones. De este modo se compone la leyenda del MFH, que se completa con notas tomadas durante los trabajos de campo para la redacción del estudio de vegetación, consistentes en breves descripciones tales como jarales, matorral o información sobre cultivos labores, olivar, viñas o higueras, que se han incluido también en las versiones digitalizadas a la escala original 1:25.000 (municipios) y la composición final proyectada para

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Fig. 2. Mapa Forestal de Huelva E. 1:100.000. Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias. Dirección: Manuel Martín Bolaños. Trabajos de campo: Manuel Martín Bolaños y Eusebio Roberto Alonso Martín (1941-1951). Digitalización: Isabel Butler Sierra (2015)

Fig. 5. El mesto de La Lima (Quercus suber x ilex) fotografiado por Martín Bolaños en 1941. Archivo Herbario EMMA. 2021. N.o 80


su publicación a 1:100.000 (Figura 2). También figura la numeración correlativa de las teselas de cada tipo de formación anotada durante el proceso de medición de superficies mediante planímetro (Figura 3) e información sobre la distribución de los nuevos eucaliptales (eucalipto o E), fruto de una revisión efectuada en 1957/1958, lo que supone una nueva capa de datos sobre el MFH finalizado en 1951. DESCRIPCIÓN DE LA VEGETACIÓN ONUBENSE Y POSIBLES APLICACIONES l MFH 1941-1951 evidencia la clara vocación forestal del territorio de Huelva, suponiendo las formaciones forestales casi el 75 %, prácticamente el 79 % si consideramos también las marismas y los arenales costeros con sus matorrales característicos (Figuras 4-5). Resulta claro el predominio de los matorrales, jarales principalmente, encinares (Quercus ilex subsp. ballota (Desf.) Samp.) y alcornocales (Q. suber L.) en las comarcas naturales de la Sierra y El Andévalo (norte y centro provincial), frente al de los pinares de piñonero (Pinus pinea L.) en la Tierra Llana frente al océano Atlántico, existiendo otras formaciones como castañares (Castanea sativa Mill.), robledales (Q. pyrenaica Willd.), acebuchales (Olea europaea var. sylvestris (Mill.) Lehr.) y las plantaciones de eucalipto (Eucalyptus globulus Labill. y E. camaldulensis Dehnh.), en pleno auge en ese momento histórico. Gracias a los intensos trabajos de herborización de Martín Bolaños y sus colaboradores, que dieron lugar a un total de 2.802 pliegos archivados en los herbarios MAIA, EMMA y MA, se ha podido describir la composición florística de cada tipo de vegetación en el correspondiente estudio, también redactado dentro del proceso de recuperación del MFH. Los trabajos de cartografía forestal desarrollados en Huelva por el IFIE entre 1941 y 1951 fueron los de mayor envergadura realizados hasta entonces en la provincia, y aún hoy ofrecen aplicaciones derivadas de la calidad de la información aportada, del detalle de la escala a la que se representa la distribución espacial de las formaciones forestales y la oportunidad de poder li-

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Fig. 3. Detalle de la hoja del municipio de Castaño del Robledo y su estadillo de planimetría. Las teselas iluminadas en amarillo corresponden a las parcelas de matorral numeradas del 1 al 5 en el estadillo de planimetría.

garla a un tiempo concreto. Así, resulta de gran interés, aportando información sobre flora y vegetación y datos para la elaboración de cartografía destinados a estudios de cambios espacio-temporales ocurridos en la provincia de Huelva, permitiendo obtener una rica información sobre los efectos de los modelos de gestión forestal practicados, del cambio climático, la incidencia de plagas y enfermedades, la planificación y ordenación del territorio, etc.

AGRADECIMIENTOS Paloma Gil (ETSIM-UPM), Carmen de Arana y José Manuel Grau (CIFOR-INIA) por su ayuda en la localización de la documentación inédita de Manuel Martín Bolaños. Este artículo es un resumen de la Comunicación presentada al 7º Congreso Forestal Español, celebrado en Plasencia (Cáceres) en junio de 2017.

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REFERENCIAS: Butler I. 2016. Los trabajos de Manuel Martín Bolaños sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Huelva. Aplicación al análisis de cambios espacio-temporales en el Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador. Tesis doctoral. Universidad de Huelva. Butler I, Monteagudo FJ, Gil P. 2013. Valor documental de los herbarios históricos: aportación de la exsiccata Flora Forestal Española al conocimiento de las cubiertas forestales de las provincias de Huelva y Sevilla (España). 6º Congreso Forestal Español. 6CFE01-065 1-9. Sociedad Española de Ciencias Forestales. Vitoria-Gasteiz. Butler I, Monteagudo FJ, Gil P et al. 2012a. Reconstrucción de trabajos inéditos de la Sección de Flora y Mapa Forestal del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias-IFIE: provincia de Sevilla, España. Ecología 24: 183-210. Butler I, Monteagudo FJ, Gil P et al. 2012b. Reconstrucción de trabajos inéditos de la Sección de Flora y Mapa Forestal del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias-IFIE: provincia de Huelva, España. Ecología 24: 211-244. Vicioso C. 1946. Notas sobre la Flora Española. Anales Jard. Bot. Madrid 6(2): 5-92.

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

La herencia de mi bisabuelo, Manuel Martín Bolaños Bruno Martín, Norman Martín

Crecí cerca de los Montes de Toledo, entre dehesas y jarales. Recuerdo cómo mi padre, arrodillado ante un arbusto, navaja en mano, me enseñó a fabricar una cuerda trenzada utilizando los tallos del torvisco. Tal y como le había enseñado su abuelo, Manuel Martín Bolaños. “Te habría gustado conocerle”, me dijo en varias ocasiones. Al parecer mi bisabuelo Manuel, como yo, era un hombre meticuloso y cuadriculado. Habríamos compartido el gusto por los relatos, por los estudios y por la comunicación. Me habría gustado su trato amable con los demás y su afecto hacia los niños. También su enorme cultura y conocimientos sobre las ciencias naturales. Sin embargo nunca lo conocí —él murió 19 años antes de que yo naciese— y estos atributos suyos solo me han llegado a través de los textos y de las anécdotas familiares.

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Manuel alimentando a una ardilla en su casa de Madrid, haciendo gala de su sensibilidad por los animales

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o curioso es que mi bisabuelo sí dejó un legado, tan sólido como intangible, que no necesito consultar en las biografías, porque pasó de él a su hijo Norman, y de mi abuelo, a su vez, a toda la familia Martín. Esa herencia fue su enorme amor por el campo. Es algo que nos atraviesa sin excepción a padres, tíos, hermanos y primos, y que ha condicionado las formas en que todos vivimos. Ese amor lo veo en mis recuerdos de la infancia, jugando con mi hermano, encaramados a la copa de una encina, o navegando con mis padres en canoa por los afluentes encañonados del río Tajo, esperando ver una nutria o un nido de cigüeña negra en la roca.

También lo veo en las visitas vacacionales a casas de tíos o abuelos, siempre acompañadas por un paseo de monte en el que parábamos a mirar las estrellas y a escuchar los búhos y los sapos cuando nos sorprendía la noche. Lo sigo viendo en el grupo familiar de Whatsapp, donde cuatro de cada cinco fotos compartidas retratan una planta, un paisaje o una escapada silvestre. Y, cómo no, en el calendario, articulado en torno a las excursiones anuales, casi religiosas de la familia: en otoño para escuchar la berrea de los ciervos, en primavera para ver el cortejo de las avutardas en los campos de cereales y en invierno para sentir bandadas de grullas sobrevolar nuestras cabezas de camino a su dormidero. 2021. N.o 80


Todo esto lo vivía mi abuelo, que absorbió de su padre esa sensibilidad por la naturaleza que le cambia a uno la forma de ver el mundo, y se esforzó por transmitirla y disfrutarla en familia. También lo vivía mi padre, a quien le debo más personalmente mi conexión con el entorno y mis raíces como biólogo. Hoy, releyendo las memorias que dejó escritas Norman sobre Manuel, los recuerdo a los tres —padre, hijo y nieto—, felices en el campo. Lo que sigue son fragmentos que he seleccionado y editado de un documento que escribió mi abuelo Norman en 2011, antes de padecer Alzheimer, titulado “Mi padre, Manuel Martín Bolaños: recuerdos de su hijo a los 74 años”: En el campo, “Manolo” vestía siempre un traje gris. Botas de cuero hechas a medida con suela de caucho de ruedas de avión: las demás suelas no servían, decía. Si se trataba de andar por el monte bajo, con polainas de cuero. Y el sombrero. No llevaba jamás ni agua ni comida y podía estar horas al sol sin beber ni sufrir ninguna molestia. En la ciudad, vestía traje negro, camisa blanca, corbata negra, calcetines y zapatos negros, siempre brillantes. No estaba de luto, es que vestía así. En casa, el pantalón negro sujeto con tirantes era su vestimenta preferida. Ocupaba una parte importante de su tiempo de ocio en preparar su café, que tomaba solo y sin azúcar. Calentaba el agua en un viejo cazo eléctrico con los bornes al aire que posaba sobre la cocina de hierro y que solo él entendía. Los demás sufríamos un calambre nada más tocarlo. Nació en Huelva capital 16 febrero 1897, hijo de Manuel Martín Vázquez, natural de Santa Ana, abogado y ex alcalde de Huelva, y de María Antonia Bolaños Romero, natural de Almonaster la Real. Tenía tres hermanos: Misael, Maria Cristina e Hipólito, con quienes mantuvo un íntimo contacto durante toda su vida. [...] Realmente conocí a mi padre por primera vez en 1942. Yo tenía 6 años cuando mi madre, con quien yo vivía entonces en Londres, me trajo, en plena contienda mundial, a España.

Martín Bolaños en el campo, vestido con su traje gris, sus botas con suela de caucho de rueda de avión y sus polainas de cuero

Nos “conocimos” en la bahía de Lisboa tras un viaje accidentado en hidroavión desde Irlanda; según supe luego, esquivando cazas alemanes por el camino. Después de una breve estancia en Huelva con su familia, nos mudamos a su piso recién alquilado en la Calle Ibiza, entonces a las afueras de Madrid, donde vivimos los siguientes cinco años. Creo recordar que pagaba un alquiler mensual de 300 pesetas: una fortuna en aquellos tiempos. Mi padre tuvo su oficina en el Instituto Superior Forestal de Investigaciones y Experiencias, en la calle Nuñez de Balboa en pleno barrio de Salamanca. Trabajaba, preferentemente en total silencio, en un despacho compartido con los ahora famosos ingenieros D. Luis Ceballos y D. Car-

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los Vicioso. A mí me llevaba, a veces, a jugar a los jardines, donde nos pasábamos horas buscando lombrices con las que alimentar a nuestros galápagos, para luego volver a casa, siempre a pie. La oficina estaba decorada con sus originales cuadros de plantas prensadas, a los que no daba importancia estética, y que veía sólo como una forma de exponer un gran número de especies botánicas, en lugar de mantenerlos archivados en las prensas. Mis recuerdos más vivos de él son de esos años. El ático donde vivíamos era calurosísimo en verano. Lo eligió precisamente para poder disfrutar de su hermosa terraza abierta al cielo. [...] Día y medio duraba el viaje que hacíamos anualmente los tres en vagón de tercera con sus bancos de madera,

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desde Madrid a la Sierra de Aracena. Solíamos parar para estar también unos días con la familia en Huelva. Yo observaba a mi padre preparar como único equipaje su pequeño maletín de cuero. Lo hacía con sumo detalle, aprovechando cada centímetro cúbico de espacio. No podían faltar las cuerdas de cáñamo de varios tipos, la navaja, la cinta métrica, sus herramientas — conservo y sigo usando su pequeña hacha y su pico — papel higiénico, lupas de dos tamaños, su equipo fotográfico con los carretes cuidadosamente envueltos en papel de grasa, sus cuadernos para notas, varios lapiceros de diferente dureza, un pequeño hule para envolver alguna planta, un mínimo de ropa y la caja de polvos de DDT para combatir las pulgas de las bestias que nos llevarían hasta la casa de Valdelaniña o de Santa Cristina.

Manuel y Beryl Martín con su hijo Norman. Imagen tomada al poco de conocerse Manuel y Norman por primera vez, recién llegado el hijo de Londres, donde se había criado.

Recuerdo mi emoción cuando el tren “expreso” se acercaba a Huelva de madrugada y se discernían con la primera luz las marismas del Río Odiel. Recuerdo cuando salía al pasillo con mi padre y me hablaba de Colón y de La Rábida. Recuerdo el color rojo vivo del Río Tinto al pasar por Niebla, donde me contaba que se ensayó la pólvora en España. Y recuerdo también las excursiones en canoa hasta Punta Umbría y los largos paseos entre las dunas hasta llegar a la laguna del Rompido. [...] Los principales recuerdos que tengo de él durante esos años en Madrid son los momentos felices cuando compartía conmigo temas relacionados con la naturaleza. Me enseñó a coger grillos a la puerta de casa, y a cuidarlos en pequeñas jaulas alimentándolos con lechuga y tomate. También me dejaba participar en su gran afición por los pájaros. Teníamos jaulas colgadas por todas las paredes de nuestro pequeño salón: lúganos, verderones, chamarices, pardillos y jilgueros (desdeñaba los canarios, producto del hombre, decía). Una tarde por semana convencía a mi madre, que decía que ensuciaban mucho, para que nos dejara soltarlos. Después pasábamos horas para conseguir que volviesen uno a uno a sus jaulas.

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Autorretrato de Manuel Martín Bolaños y su mujer, Beryl Martín (neé Samson), en los pinsapares de la Serranía de Ronda

También recuerdo cómo, sentado en la terraza, observaba a los galápagos traídos de los arroyos de la Sierra de Valdelamusa. Llamaba al mayor, llamado Gigante, chasqueando los dedos, para que subiera hasta su regazo agarrado a su pantalón negro y trepando casi verticalmente, para ser obsequiado con un trozo de pan mojado en leche. Su paciencia con los animales era infinita.

Me dejaba ayudarle en el cuidado de sus queridas plantas en macetas, enseñándome exactamente cómo regarlas, transplantarlas y podarlas, moviéndolas todos los días de sol a sombra. En las calurosas noches de verano me enseñaba el firmamento, pues conocía todos los planetas y las constelaciones y el nombre de muchas estrellas; no teníamos telescopio ni buenos prismáticos. De vez en cuando me ayudaba con mis cons2021. N.o 80


trucciones de Mecano. Las noches de luna llena nos hacía exhibiciones de proyección de sombras sobre las paredes, sombras de animales o pájaros — conejo, gato, zorro, cigüeña, paloma o perdiz — hechas a la perfección con las manos y con los brazos. También me enseñó las rimas para saber si la luna crecía o menguaba y de ahí donde estaba el norte cuando no se podía observar bien la Osa Mayor. [...] A veces mi padre me invitaba a acompañarle de paseo por el monte o por los pinares. Caminaba siempre en silencio largas distancias, sin esfuerzo, con un paso regular y bastante rápido. De cuando en cuando se paraba sin sentarse para “echar un cigarro”, un cuidadoso proceso que incluía liarlo además de fumarlo. Otras, interrumpía el paso para escuchar o mirar algún pájaro o examinar alguna planta, frotando sus hojas entre los dedos para olerla, dando en ambos casos su nombre vulgar y su nombre científico en latín. A veces sacaba su pico de la mochila para coger muestras del suelo a diferentes profundidades, guardando la tierra en papeles doblados; todavía me acuerdo de que tenía dos formas de doblarlas, según el tamaño, para que no se saliera la tierra. O sacaba la cinta métrica para medir la circunferencia de algún árbol. Más tarde me di cuenta de que estaba trabajando sin cesar en estos paseos: o contando árboles, o buscando signos de enfermedades, o interpretado el efecto de las últimas lluvias o de la sequía sobre los árboles, o cualquier otro tema relacionado con su profesión o su capricho. Para hacer sus apuntes a lápiz se solía sentar en algún tronco. En el campo hacía muchas fotos. Luego me daría cuenta que era un magnífico fotógrafo. En sus fotografías de árboles y de campo a veces aparecía algún familiar o buen amigo, a veces incluso mi madre, o yo mismo, pero le servíamos sólo para dar idea de tamaño o perspectiva. Lo importante para él eran los árboles: nunca hacía mención de estas personas en las cuidadosas anotaciones que realizaba detrás de cada fotografía. [...]

Fotografía de una plantación de eucaliptos jóvenes (E. maidenii) tomada por Manuel en Sierra Cabello, con una persona para dar idea de la escala

También tenía mucho afecto por sus nietos mayores, a los que hablaba de las migraciones de las anguilas, de los disfraces miméticos del camaleón o les repetía el largo cuento sobre la noche en la que le siguió un lobo, durante un recorrido nocturno por un barranco de la Sierra de Huelva. ¡Qué bien contaba los cuentos! Ellos, que realmente pasaron poco tiempo en su compañía, le recuerdan con claridad. [...] Yo seguía viéndole una, o a lo sumo dos, veces al año. En algunas ocasiones venía a visitarnos a mi madre y a mí a Inglaterra, país por el que tenía una gran admiración. Cuando pasaba por Londres, que le encantaba, lo que más le interesaba era una visita al museo de Historia Natural o a los jardines botánicos de Kew. De mis estudios escolares y universitarios

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— enfocados hacia la química — no recuerdo que se interesase, una vez que yo hubiera decidido no seguir la carrera de Montes, asunto por el que sólo una vez me preguntó, sin tratar de persuadirme. También una vez me preguntó si querría volver a España a estudiar, pero tampoco insistió. [...] Pero sin duda nuestra convivencia a lo largo de mis años formativos, y en especial en el amor por el campo, me habían hecho una profunda mella que seguramente me influyó una vez acabada la carrera y ya casado, en decidir en el año 1964 residir en España durante el resto de mi vida. Ese amor por la naturaleza también lo han heredado mis hijos.

Y tus nietos, abuelo. Caló profunda la mella de Manuel.

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ESPECIAL MANUEL MARTÍN BOLAÑOS

Reivindicando un olvido Francisco José Monteagudo Sánchez de Movellán, Isabel Butler Sierra Doctores Ingenieros de Montes. Departamento de Ciencias Agroforestales, Universidad de Huelva.

En la década de los años noventa del siglo pasado, Juan Ruiz de la Torre aprovechó varias visitas a Huelva motivadas por las actividades forestales que se estaban desarrollando en su Universidad para, en ellas, reivindicar el rescate de la memoria del ingeniero de montes onubense Manuel Martín Bolaños. Sus inquietudes fueron consideradas por el Departamento de Ciencias Agroforestales de dicha Universidad que, con este objetivo y la colaboración directa de Ruiz de la Torre, organizó actos conmemorativos y promovió la asignación del nombre de Manuel Martín Bolaños a un nuevo edificio de laboratorios, desarrollándose desde entonces, con la participación de varias instituciones y personas, importantes trabajos recopilatorios de información, investigación y divulgación sobre su biografía y obra. El objetivo de este artículo es dar a conocer estos hechos y los documentos inéditos que los facilitaron.

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Fig. 1.

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on Manuel Martín Bolaños, insigne onubense, forestal, científico nato, escritor cuidadoso, almacén de infinitos conocimientos, conversador inagotable e inventor de dispositivos contra el descarrilamiento en curvas similares a los que son base del tren Talgo”, son las palabras con las que Juan Ruiz de la Torre concluyó su conferencia en el día forestal mundial celebrado el 11 de marzo de 1997 en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Huelva (Fig. 1). Pero fue una década antes, recién finalizados nuestros estudios de ingeniería de montes en Madrid y habiendo accedido a puestos de profesorado en los estudios de ingeniería técnica forestal de Huelva, cuando Ruiz de la Torre, durante su estancia en dicha provincia para asesorar al equipo encargado de la elaboración en la zona de su mapa forestal de España1, en conversaciones nos fue revelando la brillante trayectoria científica y profesional de Martín Bolaños, haciéndonos partícipes de su deseo de recuperar la memoria de este ilustre ingeniero de montes nacido en Huelva. 2021. N.o 80


F. J. Monteagudo Fig. 2. Juan Ruiz de la Torre con el equipo encargado de la elaboración de varias hojas del Mapa Forestal de España en 1990. De izquierda a derecha: Luis Lucero, Carolina Martínez-Santamaría, José Luis Rodríguez y Juan Ruiz de la Torre.

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En años posteriores, y con los mismos objetivos, fueron varias las estancias de Ruiz de la Torre en Andalucía (Fig. 2), haciendo presente en todas ellas el recuerdo de Martín Bolaños. Fue sin embargo en el año 1997, con motivo de la referida celebración del Día Forestal Mundial, cuando en su conferencia hizo pública su tristeza por el olvido de este ilustre forestal onubense, sugiriendo la celebración en la Escuela de algún acto conmemorativo aprovechando que se cumplía el centenario de su nacimiento, el 16 de febrero de 1897. El resultado fue la celebración, en octubre de ese mismo año, de la conferencia Reivindicando un olvido, en la que Ruiz de la Torre, de forma muy personal y mostrando sus sentimientos en la exposición, ofreció información sobre la biografía y obra de Martín Bolaños, deteniéndose especialmente en aspectos personales y familiares de su nacimiento y de los años que vivió en Huelva hasta iniciar sus estudios de ingeniero de montes, ciudad y provincia que visitó con frecuencia y en la que realizó parte de sus trabajos que tendrían una enorme repercusión en el desarrollo de su actividad forestal. Finalizado el acto, Ruiz de la Torre nos entregó un resumen de su exposición titulado Don Manuel Martín Bolaños, que previamente había redactado con información que conservaba en su privilegiada memoria y la ayuda de Jacobo Ruiz del Castillo, que fue colaborador próximo a Martín Bolaños y de quien, más adelante, habría de facilitar valiosa información documental y testimonial. Algunos datos que Ruiz de la Torre expuso en el citado documento pudieran carecer de precisión, o se han comprobado inexactos en trabajos de investigación posteriores, no siendo este su objetivo, ni restando valor a la eficacia del documento para el cumplimiento de la intención con la que su autor lo redactó y difundió en Huelva. De forma paralela a lo anterior, desde 1991 hasta 2002, periodo en que ocupamos los cargos de Director (FJ Monteagudo) y Secretaria (I Butler) del Departamento de Ciencias Agroforestales desde su creación (cuando aún los centros universitarios de Huelva pertenecían a la Universidad de Sevilla), los recursos humanos y

Fig. 3. Laboratorio del departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Huelva en el edificio Manuel Martín Bolaños

materiales de la titulación de Ingeniero Técnico Forestal de la Escuela Politécnica Superior (actual Escuela Técnica Superior de Ingeniería) experimentaron una fuerte expansión como resultado de nuestras reivindicaciones, la disponibilidad del rectorado para atenderlas, y aprovechando el impulso que supuso la creación, en 1993, de la Universidad de Huelva. Todas estas circunstancias dieron lugar a la construcción y equipamiento, en el emblemático Campus Universitario de La Rábida, de nuevas instalaciones que aumentarían de forma sensible sus recursos para la docen-

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cia, investigación, administración y servicios complementarios, y entre ellas, la construcción y equipamiento de un nuevo edificio de laboratorios destinado a la docencia e investigación del citado departamento, al que oficialmente, por acuerdo de junta de gobierno de la Universidad de 24 de mayo de 2000, se le asignó el nombre de “Edificio Manuel Martín Bolaños” (Fig. 3 y 4), sede del herbario Rábida (RABH del Index Herbariorum), con la participación de los alumnos de Forestales en promover la dedicatoria del edificio, el aporte de pliegos al herbario, y la plantación de especies

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F. J. Monteagudo

forestales características de la zona en su ajardinamiento perimetral. La denominación de este nuevo edificio se aprobó en base a la solicitud hecha por el departamento de Ciencias Agroforestales el 26 de noviembre de 1999, que fue acompañada y se justificaba por el contenido del citado documento Don Manuel Martín Bolaños de 1997, que Ruiz de la Torre, informado de lo que estaba aconteciendo y a petición nuestra, en parte actualizó para la ocasión sin apenas tiempo para su revisión completa el 24 de noviembre de 1999, y nos envió el día 25 anterior al de la tramitación de la solicitud. Además del magnífico edificio universitario dedicado a Manuel Martín Bolaños, que desde entonces ha permitido impartir una docencia de prácticas de laboratorio de muy alta calidad a los numerosos alumnos que han cursado estudios forestales en Huelva y ha facilitado la actividad investigadora del Departamento, también desde entonces, con la participación de varias instituciones y personas, se han venido realizando importantes trabajos recopilatorios de información,

Fig. 4. Edificio Manuel Martín Bolaños del Campus Universitario de La Rábida (Palos de la Frontera, Huelva)

científicos y divulgativos sobre su biografía y obra, todo lo que en su conjunto ha permitido materializar el esfuerzo y la voluntad de Juan Ruiz de la Torre transmitida para rescatar de un olvido la memoria de Manuel Martín Bolaños, de lo que aquí queda constancia con la aportación de los documentos inéditos a los que se ha hecho referencia y se presentan a continuación.

1 Ruiz de la Torre J. (Coord.). 1990-2000. Mapa forestal de España escala 1.200.000. Organismo Autónomo Parques Nacionales, Madrid.

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

Conservación de semillas de tipo ortodoxo de especies silvestres en el banco de germoplasma del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha. Estatus de las colecciones existentes José M.ª Herranz Sanz, Alejandro Santiago González, Elena Copete Carreño, Miguel Ángel Copete Carreño, Pablo Ferrandis Gotor Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha. Jardín Botánico de Castilla-La Mancha.

En el banco de germoplasma del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha se aborda la conservación de semillas ortodoxas, que son aquellas capaces de tolerar desecación hasta 4-5 % de humedad y refrigeración a -5 °C. Desde sus inicios en 2007 hasta la actualidad se han recolectado y conservado 1162 accesiones de semillas de flora silvestre, pertenecientes a 604 taxones de 70 familias, siendo las labiadas, crucíferas, leguminosas y compuestas las mejor representadas. Un 22 % de estos taxones están amenazados: 47 incluidos en la Lista Roja de Flora Vascular Española y 85 en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha. También se conservan semillas de 115 taxones de la Estrategia Española para la Conservación y Uso Sostenible de Recursos Genéticos Forestales, así como de 85 endemismos ibéricos y 33 iberonorteafricanos. Estas cifras reflejan una prioridad del banco por la flora amenazada o de distribución geográfica restringida, siguiendo la filosofía de su creación.

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as técnicas de conservación de especies vegetales ex situ, que implican la adopción de medidas fuera de sus hábitats naturales y ecosistemas de los que forman parte, representan en la actualidad una excelente alternativa complementaria de los programas de

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conservación de la biodiversidad dentro de sus hábitats naturales, esto es “in situ”, y constituyen componentes críticos en un programa de conservación global (Heywood e Iriondo, 2003). La conservación ex situ se realiza a través de un conjunto de técnicas que tienen por finalidad el mantenimiento 2021. N.o 80


de colecciones vegetales fuera de su hábitat natural, ya sea en forma de ejemplares completos o partes de ellos como semillas, polen, propágulos vegetativos, tejidos y células. El tipo de instalaciones que, aplicando diferentes métodos, consiguen esta forma de conservación se denominan bancos de germoplasma vegetal, de los que existen varios modelos según la forma del material vegetal a conservar: a) colecciones de plantas, b) colecciones de cultivo in vitro, c) bancos de polen, d) bancos de semillas (Clemente, 1994). La importancia de los bancos de germoplasma en la conservación de la biodiversidad queda reflejada en el Artículo 9 del Convenio sobre Diversidad Biológica, así como en la Meta 8 de la Estrategia Mundial para la Conservación de Plantas (Herranz et al., 2011). Los bancos de semillas constituyen la forma más importante de conservación ex situ para las especies que poseen semillas de tipo ortodoxo, aproximadamente un 80-85 % de la flora de zonas templadas. Las semillas

de este tipo se pueden desecar hasta un contenido de humedad del 3-4 % y almacenar a -20 °C sin pérdida significativa de viabilidad. Por el contrario, las semillas de tipo recalcitrante no pueden desecarse por debajo de un contenido de humedad relativamente alto (12-31 %) ni ser mantenidas a baja temperatura sin sufrir daño. Las de tipo intermedio o semirecalcitrantes toleran ciertos niveles de deshidratación, pero son sensibles a temperaturas de congelación (Roberts, 1973). La principal ventaja de los bancos de semillas de tipo ortodoxo, y que ha determinado su proliferación por todo el mundo, radica en que en el espacio reducido de unos pocos centímetros cúbicos de un tubo de vidrio se pueden mantener viables a largo plazo miles de propágulos originados a partir de propagación sexual y por tanto con su propia dotación genética. Para la conservación, de acuerdo a las reglas de Harrigton, existe una relación exponencial entre longevidad, temperatura de la cámara y contenido de humedad de las semillas, de manera que la longevidad de

una semilla se duplica por cada reducción de 5 °C en la temperatura y por cada reducción de un 1 % en el contenido de humedad (Iriondo, 2001). Los primeros bancos de semillas fueron creados a mediados del siglo pasado con la finalidad de preservar recursos fitogenéticos de las plantas cultivadas, para ser posteriormente utilizados para la investigación y obtención de nuevas variedades agrícolas que mejoraran la productividad de los cultivos y su resistencia a plagas y enfermedades. El profesor Gómez Campo fue pionero en la conservación de semillas de flora silvestre, el cual creó en 1966 en el Departamento de Biología Vegetal de Madrid (UPM) un banco enfocado hacia crucíferas silvestre, que luego amplió a endemismos ibéricos, iberonorteafricanos y macaronésicos, basado en un sistema de ultradesecación y encapsulado hermético de las semillas (GómezCampo, 2007; Herranz et al., 2011). Siguiendo la metodología utilizada por el profesor Gómez-Campo, a finales del siglo pasado se crearon

Fig. 1. Etapas secuenciales del proceso de conservación de las semillas de tipo ortodoxo

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en muchos jardines botánicos bancos de germoplasma destinados a la conservación de flora silvestre. En el año 2002, los miembros de la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos (AIMJB), junto al Departamento de Biología Vegetal de la UPM, constituyeron la Red Española de Bancos de Germoplasma de Plantas Silvestres (REDBAG), a la que pertenece el banco de germoplasma del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM), desde el año 2008. Además, en el año 2016 ingresó en la red Global Biodiversity Information Facility (GBIF), como colección de biodiversidad y, en 2020, se incluyó en la red The International Plant Exchange Network (IPEN), dependiente de la red Botanic Gardens Conservation International (BGCI). El banco de germoplasma del JBCLM inició su actividad en el año 2007 en el marco del proyecto “Creación de un banco de germoplasma de flora silvestre amenazada en el JBCLM”, financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Por ello, su objetivo inicial fue la recolección y conservación de semillas de tipo ortodoxo de especies silvestres castellano-manchegas, generalmente amenazadas, aunque también se incorporaron al banco gran número de accesiones previamente recolectadas y conservadas en cámara

frigorífica convencional en la Universidad de Castilla-La Mancha. Con el paso del tiempo el abanico de especies objetivo de recolección y conservación se fue ampliando considerablemente, quedando en la actualidad configurado de la siguiente forma: 1. Especies amenazadas incluidas en la Lista Roja de Flora Vascular Española (LRFVE; Moreno, 2008). 2. Especies de flora vascular incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de CastillaLa Mancha (CREA; DOCM, 1998, 2001). 3. Especies incluidas en la Estrategia Española para la Conservación y Uso Sostenible de los Recursos Genéticos Forestales (ERGF; MIMAM, 2006). 4. Endemismos ibéricos e iberonorteafricanos presentes en CastillaLa Mancha y no incluidos en las categorías anteriores. 5. Especies silvestres castellanomanchegas con interés potencial bajo diversos puntos de vista: medicinal, ornamental, aromático/ melífero, mejora genética de especies cultivadas o pascícola. 6. Especies precisas para mantener activo el servicio de intercambio con otros jardines y centros de investigación a través de la oferta del Index Seminum.

¿CUÁLES SON LAS FASES DEL PROCESO DE CONSERVACIÓN? Las fases del proceso de conservación y metodología seguida es la utilizada por REDBAG, que ha adoptado la puesta a punto por el Departamento de Biología Vegetal de la Universidad Politécnica de Madrid (Gómez-Campo, 2007). A continuación, se indican las etapas más importantes del proceso (Fig.1): – Seguimiento de la fenología y biología reproductiva de la especie a fin de determinar el momento óptimo para la recogida de las semillas (Fig.2). – Recolección de las semillas/frutos y anotación de datos de pasaporte: localidad, altitud, hábitat, UTM, municipio, provincia, etc. – Limpieza de las semillas en laboratorio utilizando diferentes técnicas en función del tipo de fruto: carnoso (baya, drupa, gálbulo) o seco (cápsulas, silicua). – Determinación del grado de viabilidad y porcentaje de humedad de las semillas. – Desecación en cámara hermética mediante gel de sílice durante 3-4 meses hasta que el contenido de humedad de las semillas desciende hasta 4-5 %. – Encapsulado de las semillas en tubos de vidrio sódico sellados

Fig. 2. Prospección de una población de Consolida orientalis para la recolección posterior de sus semillas

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a la llama con un soplete de oxibutano. Dentro de cada tubo, la muestra de semillas va acompañada con una cantidad proporcional de gel de sílice separado de la misma mediante un disco de algodón hidrófilo que proporciona una barrera física de separación, pero permite el trasiego de humedad llegando a desecar las semillas hasta valores del 3%. Por encima del gel de sílice se pone otra capa de algodón procurando que queden unos 5 cm de tubo libres para facilitar el cierre a la llama. – Etiquetado. Con el tubo de vidrio sellado y la etiqueta identificativa de la réplica se forma un cilindro cuyo extremo superior se rellena con cera de abeja licuada que, al solidificar, forma un tapón protector del punto de soldadura. Los tubos de vidrio preparados de esta forma se guardan en tarros de vidrio herméticos con cierre de caucho en cuyo fondo se coloca una capa de gel de sílice cuyo cambio de color indicaría entrada de humedad al interior del tarro. – Refrigeración a -5 °C. Para algunos géneros (p.e. Prunus, Sorbus, Crataegus, Viburnum, Euonymus) cuyas semillas pudieran tener durante el almacenaje un comportamiento de tipo intermedio o semirrecalcitrante, hemos abordado su conservación desecando previamente las semillas a temperatura ambiente de laboratorio hasta ≈10 % de humedad y guardándolas posteriormente en tarros de vidrio con cierre hermético a 5 °C. COLECCIONES CONSERVADAS A) Familias conservadas En la actualidad el número de accesiones conservadas asciende a 1162, pertenecientes a 604 taxones de 70 familias diferentes, siendo las labiadas (130 taxones), crucíferas (57), leguminosas (40), compuestas (34), cariofiláceas (29), cistáceas (26) y rosáceas (23) las familias mejor representadas en el banco (Fig.3). Otras familias bien representadas son escrofulariáceas, umbelíferas, liliáceas, ranunculáceas y amarilidáceas. Por número de accesiones las familias mejor representadas son: labiadas (293), crucíferas (108),

Fig. 3. Familias con mayor número de taxones recolectados.

cistáceas (68), leguminosas (65), compuestas (49), ranunculáceas (39) y rosáceas (37). La relación completa de accesiones conservadas puede consultarse en la página web del JBCLM dentro del apartado conservación, banco de germoplasma. B) Representación de grupos objetivo Algunas cifras ilustrativas del material conservado son las siguientes (Fig.4): 47 taxones Fig. 4. Frecuencia de los grupos de taxones objetivo de conservación incluidos en la LRFVE, 85 taxones amenazados gráfica mejor representados entre a nivel regional incluidos el material conservado son (Fig.5): en el CREA, 115 taxones no amenaendemismos ibéricos (204 taxones), zados pero incluidos en la ERGF. Hay endemismos iberonorteafricanos (64), además 87 endemismos y 33 endetaxones mediterráneos (59), meditemismos iberonorteafricanos, en amrráneo-occidentales (55), euroasiátibos casos ni amenazados ni incluidos cos y norteafricanos (54), y euroasiáen ERGF. Se conservan también 66 ticos (43). En la categoría de varias se taxones con interés medicinal, 52 con incluyen mediterránea y macaronésiinterés ornamental y 66 con interés ca; Eurasiática y macaronésica; mapara la recreación de ecosistemas en caronésica. las colecciones de planta viva del JBCLM, 32 incluidas en el Index SemiD) Representación de hábitats num” y 21 con finalidad diversa (pasLos hábitats de recolección de cícola, alimenticio, mejora genética). las accesiones conservadas que han sido más frecuentados son (Fig.6): C) Representación de tomillares mixtos calcícolas (173 acgrupos biogeográficos cesiones); ribazos, cunetas y bordes Los modelos de distribución geo-

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de caminos (107); pinares xerófilos y sabinares (99); matorrales mixtos calcícolas (78); prados juncales y depresiones húmedas (73); jarales y brezales (62); ambientes arvenses y ruderales (56); roquedos silíceos (52); galerías de ríos y arroyos (50), roquedos básicos (47), encinares y/o quejigares (45), matorrales espinosos caducifolios o almohadillados (44) y estepas yesosas (40). E) Colaboración en trabajos de conservación “in situ” Otro aspecto digno de relevancia es que las semillas conservadas han servido para la obtención de planta destinada a la realización de refuerzos poblaciones de especies amenazadas dentro de sus hábitats naturales en territorio castellano-manchego: Coincya rupestris subsp. rupestris, Atropa baetica, Delphinium bolosii, Nepeta hispanica, Helianthemum polygonoides, H. guerrae, Sideritis serrata, S. chamedryfolia, Senecio auricula subsp. auricula, Sisymbrium cavanillesianum y Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus (Santiago et al., 2013). Asimismo, dentro de las colecciones de plantas del JBCLM, en el espacio destinado a representación de los ecosistemas regionales, hemos logrado recrear los hábitats naturales de algunas de estas especies: Helianthemum guerrae y Sideritis chamaedryfolia, Sideritis serrata, Delphinium bolosii y Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus, a partir de las semillas del banco de germoplasma, que también han sido la base para diversas colecciones del JBCLM (Herranz et al., 2011) (Fig.7). RETOS DEL BANCO DE GERMOPLASMA DEL JBCLM al vez el mayor problema de las colecciones ex situ, tanto de plantas como bancos de semillas, radica en que suelen ser incapaces de proporcionar una muestra representativa de la diversidad genética intraespecífica (Primack, 2000). Por ello, se ha recalcado con frecuencia la necesidad de maximizar dicha variabilidad genética (Heywood, 1990; Maxted et al., 1997). En España, de 1223 taxones amenazados incluidos en la LRFVE (Moreno, 2008) un total de 686 taxones se

nes, aislamiento y variación ecotípica. hallan conservados en los bancos de Se recomienda un mínimo de 2000 semillas de REDBAG, lo que represensemillas/población, recolectadas a ta el 56 % (Güemes et al., 2011). Estos partir de 50 individuos seleccionados datos ponen de manifiesto la importanal azar y no sobrepasando nunca el cia de los bancos de REDBAG para el 20 % de las semillas producidas por logro, a nivel español, de la Meta 8 de una planta (Brown y Marshall, 1995). la Estrategia Mundial para la ConservaEn la práctica, en la mayoría de banción de Plantas: “Por lo menos el 75 % cos no se cumplen estos requisitos, de las especies vegetales amenazadas por lo que en el borrador de directrideben ser conservadas en colecciones ces para la conservación ex situ de ex situ, preferentemente en sus países flora silvestre que está tramitando el de origen, y al menos el 20 % de ellas Ministerio de Transición Ecológica y deben ser objeto de planes de recupeReto Demográfico, se incluyen mediración y restauración”. Sin embargo, das para paliar esta situación, como indican Güemes et al. (2011) que, aunnúmero de poblaciones y número míque la cifra de un 56 % pueda parenimo de ejemplares a muestrear. cer satisfactoria, de muchos de estos La problemática del banco de gertaxones sólo se conserva una o unas moplasma del JBCLM es muy parecipocas accesiones, por lo que es preda a la existente en otros bancos de ciso aumentar el número de éstas para garantizar la conservación de una parte importante de la variabilidad genética de cada especie. Para preservar la variabilidad genética de una especie, deben recolectarse un mínimo de 5 poblaciones (accesiones de semillas) utilizando como criterios de priorización: grado de amenaza de algunas poblacioFig.5: Distribución geográfica de los taxones conservados..

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Fig. 6. Hábitats de recolección de las accesiones conservadas. 2021. N.o 80


REDBAG. En el banco del JBCLM se conservan 132 taxones amenazados (a nivel nacional y/o regional) sobre un total de 604, lo que representa casi un 22 %. En los bancos de REDBAG, a finales de 2011, se conservaban un total de 6900 taxones, de los que 1711 tenían algún grado de protección a nivel nacional y/o regional, lo que representa un 24% (Güemes et al., 2011). Asimismo, el banco del JBCLM conserva 1162 accesiones de 604 taxones, por lo que la media de casi 2 accesiones/taxón dista mucho de las 5 accesiones recomendables. Únicamente se alcanzan estas cifras en algunos grupos de taxones pertenecientes a los géneros Coincya (C. longirostra, C. monensis subsp. orophila, C. rupestris subsp. leptocarpa, C. rupestris subsp. rupestris), Lonicera (L. etrusca, L. xylosteum) y Narcissus (N. alcaracensis, N. bujei, N. eugeniae, N. yepesii), que han sido objeto de estudios de ecología germinativa por parte de nuestro grupo de investigación, así como en algunos géneros (Salvia, Sideritis, Thymus) de labiadas aromáticas y medicinales. La gran representación (130 taxones) de la familia de las labiadas en el banco del JBCLM se debe a que durante el periodo 2012-2015 se contó con financiación del INIA para el desarrollo del proyecto “Recolección y conservación de semillas de 50 taxones de labiadas del cuadrante sureste ibérico con interés aromático, medicinal u ornamental”, que nos permitió ampliar el territorio de recolección y diversificar las colecciones. La buena representación de las crucíferas es debida al influjo del profesor Gómez Campo, experto en dicha familia, que nos asesoró en la puesta en marcha del banco y al que tuvimos la suerte de poder acompañar en numerosas expediciones de recolección. La abundancia de leguminosas, cistáceas y rosáceas viene motivada por la buena representación de los taxones de estas familias en la ERGF. Como principales objetivos del banco del JBCLM para los próximos años están los de completar la recolección de taxones de la LFVE presentes en Castilla-La Mancha, así como ampliar la recolección de taxones del CREA. En el caso de taxones ya reco-

lectados, ampliar el número de accesiones. Para poder lograr estos objetivos es preciso contar con financiación pública para poder sufragar las expe-

diciones de recolección, dificultades de financiación que han sido el mayor problema de la mayoría de bancos de REDBAG durante la última década.

Fig. 7. Panorámica del JBCLM y algunas de las especies cuyos hábitats naturales son recreados (a: Sideritis chamaedryfolia, b: Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus, c: Coincya longirostra y d: Delphinium bolosii).

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

en Castilla-La Mancha, pp. 459 – 478. Inst. Est. Albacetenses-Jar. Bot. Castilla-La Mancha. Heywood VH. 1990. Objectives and strategies for a network of Mediterranean botanic gardens. En: Hernández-Bermejo JE, Clemente M, Heywood VH. (eds.). Conservation techniques in botanic gardens, pp. 57–62. Koetz, Koenigstein. Heywood VH, Iriondo JM. 2003. Plant conservation: old problems, new perspectives. Biol. Conserv. 113: 321–335. - Iriondo JM. 2001. Conservación de germoplasma de especies raras y amenazadas. Invest. Agr.: Prod. Prot. Veg. 16: 5–24. - Maxted N, Ford-Lloyd BV, Hawkes JG. 1997. Complementary conservation strategies. Chapman y Hall, London. - MIMAM. 2006. Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de los Recursos Genéticos Forestales. DG Biodiversidad, Madrid. - Moreno JC. (coord..) 2008. Lista Roja 2008 de la Flora Vascular Española. DG Medio Natural y Política Forestal. - Primack RB. 2000. A primer of conservation biology. Sinauer, Sunderland. - Roberts EH. 1973. Predicting the storage life of seeds. Seed Sci. Techn. 1: 499–514. - Santiago A, Herranz JM, Ferrandis P. 2013. El banco de germoplasma vegetal del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha: implicaciones para la conservación ex situ de flora silvestre. Sabuco 9: 95–111.

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

La conservación de la flora amenazada en el ámbito del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina, Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación (MITECO)

La Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina (SDGBTM) de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), tiene asignadas las competencias sobre la planificación, la formulación de estrategias y directrices básicas comunes para la conservación y el uso sostenible del patrimonio natural y la biodiversidad, de acuerdo con los programas nacionales e internacionales.

Androsace ciliata

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as especies vegetales son un componente esencial de dicha biodiversidad, que sufre múltiples amenazas, principalmente derivadas del incremento de las presiones ejercidas por las actividades humanas sobre el medio. Dentro de este grupo, las plantas amenazadas protegidas suponen una especial responsabilidad para las administraciones públicas en general y para el MITECO en particular, ya que España se caracteriza por su enorme diversidad vegetal y su elevado grado de endemicidad. La conservación de estos elementos debe ser una prioridad en las políticas de biodiversidad. En este sentido, es destacable el impulso que en los últimos años se le ha dado a la conservación vegetal. Sin embargo, es necesario mantener y ampliar esta línea de trabajo para 2021. N.o 80


poder conseguir resultados tangibles tanto de conservación in situ como ex situ a largo plazo, en el contexto de las obligaciones establecidas por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y por el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, así como por la Estrategia Española de Conservación Vegetal, como marco de referencia para la conservación de la diversidad vegetal en España. La SDGBTM establece sus líneas básicas de actuación en el seno del Grupo de Trabajo de Conservación Vegetal (GTCV), adscrito al Comité de fauna y Flora de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Se trata de un grupo especializado en la materia, formado por representantes de la Administración General del Estado (concretamente de la SDGBTM) y de los órganos ambientales de las comunidades y ciudades autónomas, responsables de la gestión en el territorio. A continuación se describen los principales trabajos que se están llevando a cabo desde la SDGBTM en el contexto de la conservación de la biodiversidad vegetal y en coordinación permanente con el GTCV.

LAS ESTRATEGIAS DE CONSERVACIÓN DE ESPECIES VEGETALES na de las principales líneas de actuación es la elaboración de estrategias. Según el artículo 60 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, la Administración General del Estado elaborará las estrategias de conservación de especies amenazadas presentes en más de una comunidad autónoma (CA) o aquellas otras que resultan clave para el funcionamiento de los ecosistemas presentes en más de una CA, y las estrategias de lucha contra las principales amenazas para la biodiversidad. Estas estrategias se constituyen como criterios orientadores o directrices de los planes de recuperación y de conservación o de los planes de acción de lucha contra las amenazas para la biodiversidad que, en su caso, adopten las CCAA. Hasta la fecha se han publicado cuatro: la estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas protegidas de ambientes costeros y la estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas protegidas de ambientes rupícolas, ambas aprobadas por Conferencia Sectorial de Medio Ambiente el 26 de julio de 2018. La estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas pro-

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Saxifraga pubescens

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tegidas de altas cumbres y la estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas protegidas ligadas al agua, aprobadas por Conferencia Sectorial de Medio Ambiente el 30 de septiembre de 2019. Todas ellas comparten esta aproximación multiespecífica basada en la idea de que las plantas que viven en ecosistemas o biotopos similares, comparten amenazas y presiones equivalentes, que inciden negativamente sobre su estado de conservación y pueden ser abordadas bajo un mismo enfoque. De esta forma, la lucha contra amenazas comunes facilita dar una respuesta coherente y fundamentada a las necesidades de conservación de un amplio grupo de especies protegidas a escala estatal. En todo caso, el desarrollo de planes de recuperación o de medidas concretas sobre cada especie debe plantearse teniendo en cuenta sus particulares necesidades y amenazas. La estrategia de plantas costeras aborda la lucha contra las amenazas y los problemas de conservación de 56 plantas del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) y del Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA) presentes en ambientes costeros. El documento también incluye una relación de 136 plantas de ambientes costeros incluidas en los catálogos

Oxyria dygina

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autonómicos de especies protegidas que pueden verse beneficiadas por su aplicación. Las especies de la Estrategia, viven en áreas terrestres e intermareales costeras: acantilados (frentes costeros verticales con influencia marina); cinturón halófilo (arenales, dunas costeras, costas pedregosas halófilas…); así como entornos de zonas húmedas costeras y otras zonas sublitorales, llanas y bajas, con sustratos arenosos, limosos, pedregosos o rocosos donde la influencia del mar se va atenuando Por su parte la estrategia de plantas rupícolas incluye 82 plantas del LESRPE y del CEEA así como una relación de 203 plantas de los catálogos autonómicos. Se trata de un grupo de especies que viven en sustratos rocosos o con escaso suelo, verticales o de fuerte pendiente, incluyendo piederriscos, andenes, cornisas, extraplomos, fisuras, etc. La estrategia de altas cumbres contempla por un lado 52 plantas del LESRPE y del CEEA y por otro 424 plantas de los catálogos autonómicos. A los efectos de esta estrategia, se consideran plantas de altas cumbres las relacionadas con la vegetación supraforestal de matorrales, pastos de montaña (formaciones orófilas pulvinulares, espinosas, rastreras, de gramíneas, etc.) roquedos y gleras. También se consideran incluidas las

Frecuentación de montañeros en las altas cumbres

plantas del límite superior del bosque. No se ha establecido una delimitación altitudinal estricta para identificar los ambientes ocupados por las especies de plantas de montaña, ya que, a lo largo del territorio español, se pueden encontrar condiciones ecológicas equivalentes y presiones y amenazas comunes a distintas altitudes. Por último, la estrategia de plantas ligadas al agua pone el foco sobre 45 plantas del LESRPE y del CEEA, y 474 plantas protegidas a nivel autonómico. En este caso también se incluyó un anexo 3 con 147 especies que no Vallado para Aquilegia y Geranium

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están protegidas legalmente pero que no se encuentran en un buen estado de conservación, y por tanto también pueden verse beneficiadas por la aplicación de la Estrategia. La Estrategia contempla, bajo la consideración de plantas ligadas al agua tanto a los hidrófitos y helófitos, que dependen totalmente de los hábitats acuáticos, como a los higrófitos, que habitan en terrenos muy húmedos. Dentro de los higrófitos se incluyen las especies turfófitas, asociadas a los hábitats de turbera. Se trata, pues, de plantas que ocupan diversos tipos de Vallados con acceso humano cruzando senda

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ambientes, con un denominador común que es la presencia de agua: cursos de agua, humedales permanentes/ temporales, salinos/no salinos, de agua dulce/salada, prados húmedos, los bosques higrófilos, los hábitats turbosos, comunidades fontinales, taludes rezumantes y surgencias de agua. En la actualidad se está trabajando en una nueva estrategia multiespecífica, en el marco del GTCV: la estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas protegidas de ambientes ruderales. Se trata de una estrategia compleja puesto que incluye especies que pueden ocupar un hábitat ruderal de forma principal o de forma secundaria. Este tipo de hábitat sirve con frecuencia de refugio a una parte o a toda la población objeto de conservación, cuyo hábitat natural comparte con éste un cierto grado de perturbación. Son especies sensibles, solo moderadamente ruderales, que se ven afectadas, tanto por una ausencia total de perturbaciones, como por una perturbación excesiva. Teniendo en cuenta esta circunstancia, la Estrategia ofrece medidas de conservación y lucha contra las amenazas tanto a poblaciones concretas como a especies en su conjunto. Se puede dar la situación de que la Estrategia se aplique para una especie en una CA y no se aplique en otra, puesto que pueden darse comportamientos dife-

rentes a lo largo del área de distribución de la planta. Sin embargo, esas poblaciones en hábitats ruderales son muchas veces difícilmente protegibles en el marco de otras estrategias y esa es la necesidad que la estrategia de ruderales viene a cubrir. Las características ecológicas de las plantas incluidas en esta Estrategia son muy diversas: especies orófilas o de tierras bajas, higrófilas o xerófilas, gipsófilas, halófilas o no halófilas, calcícolas o silicícolas, nitrófilas o no nitrófilas. El verdadero elemento común de todas ellas es su carácter pionero, que supone la capacidad de vivir en ambientes con algún tipo de alteración que reduce la competencia. De esta manera, por el momento el borrador de estrategia incluye unos 35 taxones del LESRPE y CEEA y alrededor de 100 especies protegidas en los catálogos autonómicos. LOS ENSAYOS DE MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PARA LA FLORA n el contexto de las estrategias, el MITECO también viene desarrollando, en los últimos años y en colaboración con las CCAA, la puesta en marcha de ensayos de campo, con el objetivo de evaluar sobre el terreno la aplicabilidad, pertinencia, requerimientos técnicos y coste real de determinadas medidas, para ser propuestas como directrices técnicas

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Atropa baetica ligeramente defoliada

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para la flora protegida en España. En el seno del GTCV se elaboró un documento que recopilaba todos los ensayos que las comunidades autónomas propusieron según sus necesidades. Entre 2019 y 2021 se están llevando a cabo tres de ellos, elegidos por su viabilidad, por incluir en el diseño especies del LESRPE y del CEEA o del contexto de las Estrategias, y sobre todo por la utilidad de las propuestas, es decir, se buscaron ensayos cuyos resultados se pudieran extrapolar y fueran útiles para otros territorios. El primero de estos ensayos se centra en especies amenazadas por la presión de la herbivoría, y se está llevando a cabo en Andalucía, en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y en el Parque Natural de Sierra Mágina. El objetivo es establecer una metodología para evaluar la idoneidad de la presencia de vallados de exclusión frente a la herbivoría, para la conservación de especies de flora amenazada según sus características biológicas (biotipo, tipo de reproducción y dispersión) y obtener también información de los efectos del vallado sobre el hábitat de cada especie. La información que se obtenga sobre la incidencia de la presencia de estos vallados se utilizará para establecer criterios de gestión en cuanto a su adecuación (apertura y cierre), épocas y periodos, cargas

Viola cazorlensis

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ganaderas, etc., o, en su caso, la retirada de los elementos protectores cuando sus efectos sean indeseados. En este caso las especies que se están analizando son: Atropa baetica, Geranium cazorlense, Narcissus longispathus, Glandora nitida, Aquilegia pyrenaica subsp. cazorlensis y Euonymus latifolius. El segundo ensayo, se está llevando a cabo en Aragón, en el Pirineo oscense. Se centra en especies amenazadas de altas cumbres, en línea con las directrices establecidas en la Estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de plantas protegidas de altas cumbres. Por un lado, el objetivo es determinar la frecuentación de montañeros y excursionistas durante el periodo estival y los posibles daños sobre la flora local. Concretamente se ha analizado un conjunto de 10 cimas de más de 3.000 m. de altitud en el Pirineo oscense: Aneto, Posets, Monte Perdido, Garmo Negro, Infiernos y Balaitus cimas altamente frecuentadas y Frondiella, Gran Facha, Marboré y Punta las Olas, cimas poco frecuentadas. Mediante este estudio, se ha evaluado la incidencia de las actividades de uso público en altas cumbres sobre especies de flora sensible. A partir de los resultados, se está desarrollando una propuesta de metodologías o directrices destinadas a minimizar los posibles efectos negativos del uso público previamente identificados. Por otro lado, se ha realizado un inventario florístico de las cimas elegidas, centrado en los últimos 10 metros verticales de cada cima, referenciando altitud, abundancia y cobertura de cada especie. Este censo se sumará a otros inventarios florísticos elaborados en años anteriores, de cara a aprovecharlos para un futuro análisis comparativo en el que se puedan evaluar los posibles efectos del cambio climático sobre las poblaciones de especies de altas cumbres. El tercer ensayo tiene lugar en Extremadura, en la Zona Especial de Conservación Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes (Cáceres) donde se encuentran ejemplares del helecho endémico Marsilea batardae cuyas poblaciones naturales están seriamente amenazadas debido a la alte-

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ración de los cauces de ríos y arroyos en los que habita. La población del ámbito de estudio ha sobrevivido a orillas del embalse de Guadiloba pero, debido a las fluctuaciones artificiales del nivel del agua, no presenta crecimiento ni reproducción sexual de los individuos que la conforman. Este tipo de presiones, asociadas a la alteración del sistema natural por el efecto de los cambios en las condiciones hidráulicas, se describen ampliamente en la Estrategia de conservación y lucha contra las amenazas de especies protegidas ligadas al agua. El objetivo del ensayo es reforzar y reintroducir nuevas poblaciones del helecho acuático Marsilea batardae en el entorno del embalse Guadiloba mediante la creación de una red de ocho núcleos poblacionales en humedales temporales que, en los años óptimos, puedan completar el ciclo anual con la producción de esporocarpos. Complementariamente se han protegido las nuevas poblaciones mediante la instalación de vallados temporales de protección, de pequeña extensión y dimensiones, según las necesidades, para evitar el acceso del ganado en los momentos más sensibles. LA CONSERVACIÓN EX SITU EN EL ÁMBITO ESTATAL entro de las obligaciones derivadas de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, en materia de conservación vegetal, se encuentra el desarro-

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llo de sus artículos 62 y 63 relativos al impulso de la conservación ex situ como complemento a las acciones de conservación in situ. Así, según esta norma, la conservación ex situ se enmarca en el ámbito de la constitución de reservas genéticas y de la obtención de material o ejemplares aptos para su reintroducción al medio natural. Además, con objeto de preservar la diversidad genética de las especies silvestres se insta a las Administraciones públicas a promover la existencia de bancos de material genético y biológico de especies silvestres. A este respecto, de acuerdo con lo previsto en el artículo 63 de la mencionada Ley, se dará prioridad, entre otros, a la conservación de material biológico y genético de taxones del LESRPE, con especial atención a las especies endémicas o catalogadas. En la actualidad se está tramitando el proyecto de Real Decreto sobre conservación de los recursos genéticos forestales y de la flora silvestre, que desarrolla los artículos 62 y 63 de la Ley 42/2007, respecto de la conservación ex situ de la flora silvestre protegida, así como el artículo 54 de la Ley 43/2003, de Montes respecto de la conservación in situ y ex situ de los recursos genéticos forestales. Este Real Decreto prevé la creación de dos herramientas fundamentales al servicio de la conservación ex situ: el Banco Nacional de Germoplasma Forestal y de Flora Silvestre (Banco

Individuos de Marsilea batardae preparados para introducción

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Nacional) y el Banco de Germoplasma Forestal y de Flora Silvestre en Red (Banco en Red). El Banco Nacional se ubicará en el Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales El Serranillo, integrante de la Red de Centros Nacionales de Recursos Genéticos Forestales del MITECO. En lo que respecta a la flora silvestre y con el objetivo de garantizar su disponibilidad y dar respuesta a las necesidades de conservación, de conformidad con lo previsto en las Estrategias de conservación y en los Planes de recuperación o conservación, el Banco Nacional conservará material de taxones de flora protegida, en particular los incluidos en el LESRPE, priorizando los del CEEA. Además, será depositario preferente de un duplicado de dichos taxones, salvo que se justifique que se está conservando adecuadamente en otra instalación. Por su parte el Banco en Red se constituye como una herramienta de coordinación y cooperación a nivel estatal entre conservadores, gestores, investigadores y usuarios de los recursos genéticos forestales y de flora silvestre con objeto de mejorar el estado de conservación de las especies forestales y el uso adecuado del material de reproducción y de contribuir al desarrollo de programas de conservación ex situ y reintroducción de taxones de flora silvestre. En concreto, el Banco en Red facilitará el acceso a la información sobre el germoplasma de taxones forestales y de flora silvestre (que se incluyen en los anexos del Real Decreto), conservado ex situ y promoverá la sinergia entre sus miembros y el vínculo entre éstos y otros agentes.

Por otro lado, el artículo 63.2. de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, establece que La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad elaborará unas directrices para impulsar el trabajo coordinado entre los bancos de material genético y biológico y las administraciones públicas. Estas directrices incluirán, entre otras cuestiones, los mecanismos para el impulso del trabajo en red de los bancos, los procedimientos de intercambio de información sobre las colecciones, los taxones prioritarios para ser conservados ex situ y los mecanismos de coordinación entre todos los implicados. En este contexto, y también en el seno del GTCV, se está elaborado una propuesta técnica de directrices para la conservación ex situ de la flora silvestre. La naturaleza jurídica de los bancos de material biológico y genético es diversa, existiendo centros dependientes de las administraciones autonómicas, de las administraciones locales, de fundaciones, de instituciones privadas o de universidades u otros centros de investigación. Esta situación ha provocado que las prioridades de estos bancos y de las administraciones públicas ambientales en materia de conservación ex situ no siempre coincidan, lo que ha conllevado a que no siempre se promueva una conservación ex situ centrada en apoyar las actuaciones de conservación in situ o en preservar la diversidad genética de la flora protegida y catalogada. En base a esta situación, y conforme a lo establecido en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, se estimó que

eran necesarias unas pautas que permitieran impulsar una conservación ex situ que contribuya a la salvaguarda de germoplasma a largo plazo y que, además, asegure la disponibilidad inmediata de material para la obtención de ejemplares viables aptos para la reintroducción en el medio natural, de manera que sirvan de apoyo a la implementación de acciones de conservación in situ. Las Directrices por tanto, responden a esta necesidad y recogen una serie de orientaciones y recomendaciones técnicas que buscan facilitar y homogeneizar el trabajo coordinado entre los bancos de material genético y biológico y las administraciones públicas. Las Directrices contienen un diagnóstico de la situación actual y de las necesidades que se han ido identificando a lo largo de todo el proceso de elaboración. En base a este diagnóstico, se establecen los siguientes objetivos, desarrollados en el documento: 1. Identificar prioridades para la conservación ex situ de la flora silvestre, en materia de taxones a conservar y sus poblaciones, de condiciones mínimas para la conservación ex situ de los taxones, así como de los fines y utilización del material conservado. 2. Favorecer el impulso del trabajo en red de los bancos de material genético y biológico, y los mecanismos de intercambio de información y de coordinación entre los actores implicados. 3. Proporcionar recomendaciones técnicas básicas para asegurar un correcto desarrollo de las acciones de conservación ex situ.

Individuos de Marsilea batardae tras introducción

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

Silene hifacensis: salvada de la extinción en la Comunidad Valenciana P. Pablo Ferrer-Gallego1,2, Inmaculada Ferrando1,2, Manuel Pereira2,3, Luis Viciano2,3, Carlos Visera4, Pedro Rodríguez4, Carles Grau2,3, José Santamaría2,3, Ana Vives2,3, Nacho López-Astilleros2,3, Enrique Moscardó2,3, Joan Pérez-Botella2,5, Roger Carchano2,5, Enrique Fernando Carmona2,3, Ana Colominas3, Toni Pellicer3, Dani Gilabert3, Joan Segovia3, Emilio Laguna1,5 Juan Jiménez5

1 Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000, Centro para la Investigación y la Experimentación Forestal de la Generalitat Valenciana (CIEF). VAERSA. 2Generalitat Valenciana. VAERSA. 3Generalitat Valenciana. Servicio de Gestión de Espacios Naturales Protegidos. 4Generalitat Valenciana. Agentes medioambientales del grupo de intervención en altura (G.I.A.). SSTT Alicante (España). 5Generalitat Valenciana. Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000.

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La silene de Ifac (Silene hifacensis) es una especie endémica íbero-balear, presente en los acantila¬dos litorales del noroeste y sur de Ibiza, y en la costa norte de la provincia de Alicante. Fue registrada en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, figurando como “Vulnerable” para las Islas Baleares y “En peligro de extinción” en la Comunidad Valenciana. Su situación actual en la Comunidad Valenciana permite ser optimistas en lo referente a su recuperación y permanencia en el territorio gracias al trabajo desarrollando desde hace más de una década. Así, un total de 57 poblaciones han sido creadas desde el año 2011, las cuales se suman a las tres únicas poblaciones que cuentan con ejemplares naturales, repartidas todas en 24 cuadrículas del retículo UTM de un kilómetro de lado. En mayo de 2021 el censo total fue de 1.266 plantas procedentes de los trabajos de translocación, a las que hay que sumar 15 ejemplares naturales. De todas estas plantas 756 son adultas reproductoras. Palabras clave: Flora amenazada; Plan de recuperación; Silene hifacensis; Comunidad Valenciana; España.

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES a flora vascular de la Comunidad Valenciana cuenta con cerca de 3.530 táxones. El principal hito para su conservación, y en particular para las especies de mayor relevancia, fue la publicación del Decreto 70/2009, de 22 de mayo, por el que se crea el Catálogo Va­lenciano de Especies de Flora Amenazadas (CVEFA). Esta norma sentó las bases para la conserva­ción de las plantas amenazadas valencianas, estableciendo una lista de especies en las que debe cen­trarse la actividad de conservación, guiada en lo posible bajo criterios científicos.

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El CVEFA contiene actualmente 35 especies en la categoría “En peligro de extinción” y 50 en el nivel “Vulne­rable”. Para el primer caso, el de máximo nivel de protec­ción, sólo 3 especies figuran a su vez en el Catálogo Español de Especies Amenazadas: Cistus heterophyllus Desf., Limonium perplexum L. Sáez & Ros­selló y Silene hifacensis Rouy ex Willk., las cuales cuentan además con un plan de recuperación en la Comunidad Valenciana aprobado en el año 2015. La silene de Ifac (Silene hifacensis) es una especie emblemática para el conservacionismo español, solo presente en Ibiza y en los acantila­dos 2021. N.o 80


litorales del norte de la provincia de Alicante (Ferrer-Gallego et al., 2019). A nivel internacional fue incluida en el Anexo I del Convenio de Berna, relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa, y en los anexos II y IV de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE del Consejo). A nivel estatal fue registrada en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, CEEA figurando como “Vulnerable” para las Islas Baleares y “En peligro de extinción” en la Comunitat Valenciana (Ferrer-Gallego et al., 2013a, b).

En este artículo se muestra la situación actual de Silene hifacensis en la Comunidad Valenciana y se reflejan los resultados alcanzados hasta la actualidad de los trabajos realizados en el marco de su plan de recuperación. METODOLOGÍA El plan de recuperación de la silene de Ifac está siendo desarrollado durante los últimos años gracias a la colaboración de diferentes colectivos e instituciones de la Generalitat Valenciana (Servicio Vida Silvestre y

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Red Natura 2000, equipos gestores de los Parques Naturales del Montgó, Serra Gelada y Penyal d’Ifac, Agentes Medioambientales- Grupo de Intervención en Altura), ayuntamientos de L’Alfàs del Pi, Benidorm, Guarda Rural-Guardapesca marítima de Benidorm, Unidad Marítima de la Policía Local de Benidorm, Club Náutico de Benidorm, Club Náutico de Altea, Oceanogràfic de Valencia y diversos centros de educación, entre otros. El desarrollo del plan de recuperación ha sido enfocado mediante

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la preservación del hábitat natural donde vive la especie y acciones complementarias de manejo de la planta, como por ejemplo la producción de ejemplares y semillas para realizar siembras en el medio natural. Estas siembras necesitan de una gran cantidad de semillas ya que el porcentaje de éxito e instalación de plantas tras la germinación es bajo debido a la hostilidad del medio donde vive la especie. Todas las semillas se obtienen mediante el funcionamiento y mantenimiento de huertos semilleros, colecciones de plantas que permiten la multiplicación de germoplasma y la producción de planta. Estas colecciones de planta viva están instaladas en los centros de interpretación de los tres Parques naturales en los que se está introduciendo la especie: El Montgó (Dénia), Peñón de Ifac (Calpe) y Serra Gelada (Benidorm). En este punto, es necesario indicar que la producción de semillas y plantas se ha beneficiado del soporte financiero del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en el marco de la operación 8.5.3 “Conser-

vación y desarrollo de la Red Natura 2000” como parte del Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana 2014-2020. El programa de producción de semillas iniciado en 2009 ha generado 13.126.019 semillas, el 44,65 % de las cuales han sido utilizadas en el plan de recuperación de la especie, y el resto se encuentran conservadas el Banco de germoplasma del Servicio de Vida Silvestre y Red natural 2000 la Generalitat Valenciana. ESTADO DE LAS POBLACIONES NATURALES n la actualidad tan solo se conocen tres poblaciones naturales, todas situadas en el noreste de la provincia de Alicante, las cuales se denominan: Morro de Toix (Calpe), y Cova de les Cendres y Pessebret (ambas en el municipio de Teulada). Sin embargo, en la recuperación de esta especie también se cuenta con material genético de una cuarta población, denominada Illot de la Mona (Jávea), extinguida en 2015 pero de la que se pudo conservar material vegetal antes de su desaparición.

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La población de Pessebret ha sido la más importante en cuanto a número de individuos, pero experimentó un importante declive, pasando de censarse cerca de 50 plantas en 2009 a tan solo seis en 2021. También, es importante mencionar el declive que ha sufrido la población de Cova de les Cendres, la cual contaba con cerca de 20 plantas entre 2012-2014, pasando a seis en 2021. La población de Morro de Toix también ha experimentado un declive continuada hasta situarse en tres ejemplares en 2021. NUEVAS POBLACIONES CREADAS Entre 2009 y 2021 se han realizado más de 60 experiencias de siembras y/o plantaciones en diferentes enclaves. Durante 2021 se han censado 1266 plantas en 57 enclaves (Fig. 1 y 2); de ellas, 756 son ejemplares adultos reproductores, es decir que han emitido escapos florales y han producido semillas. Del total de plantas censadas, 150 corresponden a la supervivencia de ejemplares plantados, y más de 1.100 plantas proceden de la germinación de las semillas introducidas.

A la izquierda: trabajos verticales de siembra en Cova de les Cendres. Sobre estas líneas: ejemplar de flor blanca introducida en el Illot de la Mona

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Arriba: ejemplar introducido de flor blanca en el Illot de la Mona. Abajo, a la izquierda: Silene hifacensis introducida en Ila Mitjana. A la derecha: trabajos verticales de siembra de Silene en el Peñon de Ifac Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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A la luz de los datos mostrados, concluimos que un alto por­centaje de éxito para la creación de nuevas poblaciones se obtiene sin duda cuando el sitio elegido dentro de los acantilados litorales es adecuado, tanto desde el punto de vista de las condiciones ambien­tales, como de la accesibilidad al lugar para poder hacer trabajos de seguimiento. Asimismo, se considera también de gran importancia el establecimiento de grupos de trabajo y equipos especializados responsables del seguimiento de las acciones realizadas en campo, debido a la complejidad de ejecución de los trabajos de translocación en un medio natural tan complicado de trabajar con son los acantilados litorales de gran altura. CONSIDERACIONES FINALES El Plan de Recuperación de la Silene de Ifac están siendo desarrollados correctamente durante los últimos años, gracias a la colaboración entre diferentes colectivos e instituciones. Los valores alcanzados en estos indicadores y su tendencia permiten inferir que se alcanzará el próximo año los objetivos marcados en el Plan de recuperación de esta especie en la Comunidad Valenciana, momento en el cual se podrá solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el cambio de categoría nacional para la península de “En peligro de extinción” a “Vulnerable”, y posteriormente hacer el cambio similar en la legislación valenciana.

Silene hifacensis (Alicante)

Fig. 2. Mapa de distribución de las poblaciones creadas desde la año 2009 hasta la actualidad en la Comunidad Valenciana.

Fig. 1. Evolución del número total de ejemplares censados de Silene hifacensis entre 2009 y 2020; en color rojo se indica los ejemplares florecidos y fructificados.

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REFERENCIAS Ferrer-Gallego PP, Ferrando-Pardo I, Albert FJ. et al. 2013a. Colecciones ex situ de planta viva para la conservación de la planta amenazada Silene hifacensis Rouy ex Willk. (Caryophyllaceae). Cuad. Biodivers, 43: 1–10. Ferrer-Gallego PP, Ferrando-Pardo I, Gago C et al. (eds.) 2013b. Manual para la conservación de germoplasma y el cultivo de la flora valenciana amenazada. Colección Manuales Técnicos Biodiversidad, 3. Conselleria d’Infraestructures, Territori i Medi Ambient, Generalitat Valenciana, Valencia. Ferrer-Gallego PP, Ferrando-Pardo I, Laguna E. 2019. Descripción de una nueva variedad de Silene hifacensis (Caryophyllaceae) y reseña sobre la nomenclatura y tipificación del nombre. Bouteloua 28: 82–97.

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

La producción de polen de los árboles urbanos. Caso de estudio, el plátano de sombra Beatriz Lara1, Jorge Romero-Morte1, Sergio López-López1, Noelia Suárez-Sánchez1, Cristian Salido-Dobado1, Jesús Rojo2, Rosa Pérez-Badia1 1 Universidad de Castilla-La Mancha. Instituto de Ciencias Ambientales. Área de Botánica. 2 Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Farmacología, Farmacognosia y Botánica.

El incremento de la presencia de árboles ornamentales en los parques y jardines urbanos representa un aumento de las fuentes de emisión de polen. Si las especies son alergénicas, la exposición de la población alérgica al polen de estas especies representa un problema de salud pública. Pero respirar mayor o menor cantidad de polen depende no solo de la abundancia de las especies sino también de su producción polínica y de su estrategia de polinización, así como del carácter aerovagante de los granos de polen. Frente al inconveniente de que sea el azar el que determina el éxito de la polinización anemófila las plantas reaccionan incrementando la producción de polen. La producción excesiva de polen y la liberación de los alérgenos tiene como con-secuencia la aparición de las alergias en la población sensible. Estimar la producción de polen de una especie es una herramienta útil para conocer la contribución de esa especie a las concentraciones atmosféricas de polen. Esta información es muy relevante para aplicar criterios de manejo y de elección de las especies en la gestión municipal de los espacios verdes.

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a producción polínica depende de la arquitectura floral y de las características intrínsecas de las especies, que tienen que garantizar el éxito del proceso reproductivo. Las especies anemófilas necesitan producir mayores cantidades de polen debido a la imprecisión que supone utilizar el viento como vector de polinización, y el polen ha de ser ligero y viable mucho tiempo (Izco, 2004). Si se compara la producción de polen de especies entomófilas con especies anemófilas se puede interpretar la gran diferencia entre ambas

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estrategias de polinización. Así, según Ubera-Jiménez y Hidalgo-Fernández (1992), el romero (Rosmarinus officinalis L.) presenta una producción polínica de apenas 2300 granos de polen por flor, mientras que en gramíneas aun existiendo gran variabilidad de producción polínica entre especies, se considera baja la producción de 12340 granos de polen por flor (caso de Taeniatherum caput-medusae (L.) Nevski), y elevada producción el caso del sorgo silvestre (Sorghum halepense (L.) Pers.) con 15765000 granos de polen por flor (Aboulaich et al., 2009). 2021. N.o 80


La polinosis o enfermedad alérgica producida por inhalación de alérgenos asociados al polen de determinadas especies, es consecuencia de la exposición de la población sensible a grandes cantidades de polen y representa un problema de salud pública. Por ello, conocer la producción de polen de especies alergénicas

es de gran importancia pues permite relacionar los niveles de exposición asociados a los problemas respiratorios de la población alérgica, con la producción polínica individual de las especies potencialmente alergénicas. Esto resulta más importante en aquellas especies que producen mucho polen y cuyo principal uso es el orna-

mental, como sucede con muchos árboles de las ciudades cuya presencia es masiva en forma de plantaciones o alineaciones. A pesar de ello, existe poca información relacionada con la producción polínica de las especies. Una de las especies que más se conoce su producción polínica es el olivo (Olea europaea L.), debido fundamentalmente a su interés agrícola. Los trabajos realizados sobre esta especie indican que produce una media de 2600000 granos de polen por inflorescencia según Ferrara et al. (2007), presentando además diferencias en la producción entre variedades de cultivo y entre diferentes localizaciones geográficas (Rojo et al., 2015). En el caso de los cipreses, Hidalgo et al. (1999) compararon la producción polínica de varias especies, ciprés común (Cupressus sempervirens L.), arizónica (C. arizonica Greene) y ciprés de Monterrey (C. macrocarpa Hartw.) obteniendo valores bastante similares de 365000, 333000 y 382000 granos de polen por flor respectivamente. Una especie ornamental de interés por su elevado potencial alergénico y explosiva floración es el plátano de sombra (Platanus x hispanica Mill. ex Münch), que dispersa una elevada cantidad de granos de polen a la atmósfera durante un corto periodo de tiempo (Fig. 1). Hasta la fecha se conocen dos trabajos que estiman su producción polínica, uno realizado en la ciudad de Badajoz (Tormo et al., 1996) y otro en la ciudad de Tesalónica en Grecia (Damialis et al., 2011). Para un mejor conocimiento del potencial de emisión polínica de esta especie se ha planteado este estudio en la ciudad de Toledo. PRESENCIA DEL PLÁTANO DE SOMBRA EN LA CIUDAD DE TOLEDO l plátano de sombra es una especie ornamental característica y muy empleada en los espacios verdes urbanos de la región Mediterránea y sur de Europa. El cultivo masivo de esta especie en las ciudades permite la obtención de grandes superficies sombreadas que facilitan y hacen más agradable el tránsito de la población durante los meses de primavera y verano (Fig. 2).

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Fig. 1. Ejemplar de plátano de sombra en los jardines del campus de la antigua Fábrica de Armas, de la Universidad de Castilla en Toledo Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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Durante años se ha considerado que el plátano de sombra tenía poca importancia desde el punto de vista alergénico y bajos porcentajes de sensibilización (Caillaud et al., 2015). Sin embargo, las plantaciones cada vez más frecuentes de esta especie para uso ornamental han provocado que los niveles de polen de atmosférico se hayan incrementado hasta alcanzar una proporción importante del espectro polínico en muchas ciudades (Pérez-Badia et al., 2011; Rojo et al., 2016). Las características de la ciudad de Toledo con la presencia de largas

avenidas entre los núcleos urbanos hacen imprescindible la presencia de arbolado en alineaciones para proporcionar sombra en los meses más calurosos del año. Durante los meses de mayo a septiembre se registran más de 250 horas de sol al mes y la temperatura media se sitúa entre 17,6 °C y 26,8 °C, con máximas superiores a 30 °C en los meses de verano (AEMET, 2010). De entre las especies presentes en las alineaciones, el plátano de sombra ha sido de las más utilizadas y el número de ejemplares ha tenido un incremento considerable, así, en el periodo comprendido entre 2003 y

2019, se ha duplicado el número de árboles en la ciudad (Fig. 3) (Lara et al., 2020). PRODUCCIÓN POLÍNICA. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS l cálculo de la producción polínica se ha realizado a partir de una muestra característica de ejemplares maduros y bien desarrollados ubicados en cuatro zonas o espacios verdes de la ciudad de Toledo con buena representación de la especie (Fig. 4): – Calle Bélgica (Fig. 5), situada al noreste de la ciudad y ubicada en una transitada zona residencial y comercial donde de la especie está presente en forma de alineaciones a lo largo de la calle. – Parque de las Tres Culturas, se trata de un parque de 9,6 ha ubicado en una de las zonas residenciales y comerciales más importantes de Toledo. Posee gran importancia debido a su localización céntrica y a colindar con un complejo deportivo, lo que hace que sea una zona verde y además de tránsito para la realización de actividades recreativas y deportivas. En esta zona los plátanos de sombra se distribuyen en el paseo central. – Avenida de Santa Bárbara, localizada en el barrio del mismo nombre. La distribución del plátano de sombra se encuentra en alineación junto al paseo peatonal. – Parque de Safont. Se trata de un

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Fig. 2. Paseo de plátanos de sombra en el parque de las Tres Culturas (Toledo)

Fig. 3. Evolución del número de ejemplares del plátano de sombra en la ciudad de Toledo para el periodo 2003-2019. Modificado de Lara et al. (2020)

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Fig. 4. Ciudad de Toledo. Localización de los espacios verdes: azul, Parque de Las Tres Culturas; morado, Parque de Safont; rojo, Santa Bárbara y verde, Calle Bélgica 2021. N.o 80

Fig. 5. Alineaciones de plátanos de sombra en la calle Bélg


gica (Toledo)

parque de 8,6 ha delimitado por el río Tajo en su parte oriental. Los plátanos de sombra se encuentran a lo largo de toda la superficie del parque alternando con otras especies como las de la vegetación de ribera. En cada uno de los espacios verdes mencionados se han seleccionado tres árboles para realizar el muestreo, excepto en la calle Bélgica donde fueron seleccionados dos, por lo que se han tomado muestras en un total de once árboles. De cada árbol se cogieron dos inflorescencias masculinas cuando se encontraban en la fase fenológica correspondiente al momento anterior a la dehiscencia de las anteras (Fig. 6). En el laboratorio se dejaron secar las inflorescencias hasta lograr que las anteras se desprendieran fácilmente (Fig. 7) para poder realizar el recuento del número de anteras por inflorescencia. La extracción de los granos de polen de las anteras se realizó mediante su disolución en 1000 µl de etanol al 70 % y preparación posterior para el recuento en el microscopio óptico (Fig. 8) donde se realiza el conteo del número total de granos de polen que contiene cada preparación microscópica considerando el volumen de muestra utilizada para extrapolar al volumen total (Fig. 9).

Fig. 5. Alineaciones de plátanos de sombra en la calle Bélgica (Toledo).

Fig. 6. Inflorescencias masculinas y femeninas del plátano de sombra

Fig. 7. Inflorescencia masculina (izquierda) y antera del plátano de sombra (derecha) Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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RESULTADOS DEL ANÁLISIS Y CONCLUSIONES l recuento del número de anteras por inflorescencia se ha estimado en 366 (± 34) (Fig. 10). Este resultado es similar al registrado en Badajoz con 323 (± 56) anteras por inflorescencia (Tormo et al., 1996), y ligeramente superior al obtenido en Tesalónica (Grecia) con 272,3 (± 13,9) anteras por inflorescencia (Damialis et al., 2011). La producción de granos de polen por antera (Fig. 11) ha obtenido una media de 7542 (± 2144), valor similar al de Tesalónica donde se obtuvieron 8200 granos de polen por antera (Damialis et al., 2011). Sin embargo, ambos valores son muy inferiores a los obtenidos en Badajoz (Tormo et al., 1996). La producción de polen por inflorescencia (Fig. 12), reportó un valor medio de 2,79 x 106 (±0,92 x 106) granos de polen siendo de 3,3 x 106 ±0,2 x 106 los obtenidos en Tesalónica (Grecia). A pesar de la variabilidad de los datos que se obtienen en este tipo de trabajos, los resultados ponen de manifiesto la elevada producción de polen por parte de esta especie siendo los valores obtenidos bastante similares a los expuestos en el trabajo de Damialis et al. (2011) en Tesalónica. Teniendo en cuenta esta elevada producción y conociendo que el polen de esta especie se deposita pocas horas después de su liberación y que más del 88% lo hace dentro de un rango de menos de 3 km de la fuente de emisión (Adams-Groom et al., 2017), su relevancia desde el punto de vista alergénico es importante. Por ello, los resultados de producción polínica deben ser integrados con los correspondientes a su abundancia y dinámica aerobiológica (Lara et al. 2019, 2020). Los trabajos sobre la producción polínica de las especies y en particular de las alergénicas, en combinación con los basados en la monitorización del polen en el aire, proporcionan información sobre la calidad biológica del aire en las ciudades, permiten estimar con mayor precisión la cantidad de polen emitida a la atmósfera y alertar a la población para limitar el tránsito por los parques y jardines durante los periodos en los que las especies se encuentran en periodo de polinización.

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Fig. 8. Esquema de la preparación de muestras para el recuento del número de granos de polen por antera

Fig. 9. Granos de polen de Platanus x hispánica al microscopio óptico (400x).

Esta información es además muy relevante para aplicar criterios de manejo y de elección de las especies en la gestión municipal de los espacios verdes. AGRADECIMIENTOS os autores quieren agradecen a la Consejería de Desarrollo Sos-

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tenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha su apoyo a la Red de Aerobiología de Castilla-La Mancha (AEROCAM) y al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España por el proyecto SICAAP-CPI RTI2018096392-B-C22. 2021. N.o 80


Fig. 10. Número y valor medio de anteras por inflorescencia de los ejemplares estudiados, ordenados según los espacios verdes de procedencia.

Fig. 11. Número y valor medio de granos de polen por antera de los ejemplares estudiados, ordenados según los espacios verdes de procedencia.

Fig. 12. Número y valor medio de granos de polen por inflorescencia de los ejemplares estudiados, ordenados según los espacios verdes de procedencia. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

REFERENCIAS Aboulaich N, Bouziane H, Kadiri M et al. 2009. Pollen production in anemophilous species of the Poaceae family in Tetouan (NW Morocco). Aerobiologia 25(1): 27–38. Adams-Groom B, Carsten S, Michael B et al. 2017. Modelled and Observed Surface Soil Pollen Deposition Distance Curves for Isolated Trees of Carpinus betulus, Cedrus atlantica, Juglans nigra and Platanus acerifolia. Aerobiologia 33: 407–416. AEMET. 2010. Guía resumida del clima En España 1981-2010. AEMET, Madrid. Caillaud DM, Martin S, Ségala C et al. 2015. Airborne pollen levels and drug consumption for seasonal allergic rhinoconjunctivitis: a 10-year study in France. Allergy 70: 99–106. Damialis A, Fotiou C, Halley JM et al. 2011. Effects of environmental factors on pollen production in anemophilous woody species. Trees 25: 253–264. Ferrara G, Camposeo S, Palasciano M et al. 2007. Production of total and stainable pollen grains in Olea europaea L. Grana 46(2): 85–90. Hidalgo PJ, Galán C, Domínguez E. 1999. Pollen production of the genus Cupressus. Grana 38: 296–300. Izco J (coord.) 2004. Botánica. Mac Graw-Hill, Madrid. Lara B, Rojo J, Fernández-González F et al. 2020. Impact of Plane Tree Abundance on Temporal and spatial variations in pollen concentration. Forests 11: 817. Lara B, Rojo J, Fernández-González F et al. 2019. Prediction of airborne pollen concentrations for the plane tree as a tool for evaluating allergy risk in urban green areas. Landsc. Urban Plan. 189: 285–295. Pérez-Badia R, Rapp A, Vaquero C et al. 2011. Aerobiological Study in East-Central Iberian Peninsula. Ann. Agr. Environ. Med. 18: 99–111. Rojo J, Rapp A, Lara B et al. 2016. Characterisation of the airborne pollen spectrum in Guadalajara (Central Spain) and estimation of the potential allergy risk. Environ. Monit. Assess. 188: 130. Rojo J, Salido P, Pérez-Badia R. 2015. Flower and pollen production in the ‘Cornicabra’ olive (Olea europaea L.) cultivar and the influence of environmental factors. Trees 29: 1235–1245. Tormo R, Muñoz A, Silva I et al. 1996. Pollen production in anemophilous trees. Grana 35(1): 38–46. Ubera-Jimenez JL., Hidalgo-Fernández PJ. 1992. Temporal gynodioecy in Rosmarinus officinalis. In: Harley RM, Reynolds RM (Eds.) Advances in Labiatae science, pp. 281–289. Royal Botanic Gardens, Kew.

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha: una experiencia de conservación en excelencia ecológica Alejandro Santiago1, Guillermo García-Saúco1, José María Herranz 1,2, Pablo Ferrandis1,2 1 Jardín Botánico de Castilla La-Mancha 2 Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha Universitat de Lleida

Coincya rupestris subsp. rupestris, endemismo de la Sierra de Alcaraz

El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM) está situado en la ciudad de Albacete. Inició su andadura en 2003, cuando el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de Albacete, el director de la Oficina de Gestión e Infraestructuras de la UCLM, el alcalde de la ciudad, el consejero de Ciencia y Tecnología y el presidente de la Asociación Española de Jardines Botánicos, plantaron una encina (Quercus ilex subsp. ballota) y descubrieron un monolito que conmemora el acontecimiento. Unos años después, en octubre de 2010, se inauguraba este jardín botánico, un espacio museístico que, con el paso de los años, ha ido acumulando en sus colecciones más de 2000 taxones de plantas, algunas de ellas en peligro de extinción. Con el objetivo claro de la conservación de especies amenazas, la investigación en todos los ámbitos de la botánica (incluyendo su ecología y bioquímica) y la divulgación de esta ciencia entre la población, el JBCLM trabaja para favorecer la protección y apreciación de la flora regional. Palabras clave: Conservación de flora, Biodiversidad urbana, Manejo en ecológico, Jardín Botánico

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l JBCLM, de unas 7 ha de extensión, está dividido en dos grandes zonas: una dedicada a colecciones presentadas a la manera clásica, propia de los jardines botánicos tradicionales, y otra en la que las colecciones se construyen desde una perspectiva paisajística y ecológica centrada en la recreación de hábitats naturales. En la primera, se exponen secciones como la colección sistemática, que reúne especies agrupadas según su proximidad filogenética, los endemismos mediterráneos,

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las medicinales, una rosaleda, los cultivos o el invernadero de flora tropical, con un área seca y otra húmeda. Este sector funciona como muestra de la diversidad de taxones de flora en los diferentes continentes. En la segunda se incluyen más de 40 recreaciones de ecosistemas regionales castellanomanchegos, el 50 % de ellos protegidos por la normativa regional (Decreto 199/2001) y europea (Directiva 92/43/ CEE). Forman parte de estas colecciones desde recreaciones de humedales manchegos hasta pinares y sabinares 2021. N.o 80


de grandes altitudes, pasando por estepas yesosas, saladares, encinares béticos, manchegos y alcarreños, e incluso bosques caducifolios relictos. En su conjunto, las colecciones de flora conforman un mosaico de hábitats muy valioso desde el punto de vista del fomento de la biodiversidad, la conservación, la investigación y la divulgación. De esta manera, los visitantes pueden disfrutar en pocos metros de distancia de una gran variedad de ecosistemas propios de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Las colecciones del JBCLM, en su conjunto, cuentan con 28.000 plantas, entre las que se encuentra el 15 % de los taxones vegetales recogidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas (Decretos 33/1998 y 200/2001), además de un alto porcentaje de especies catalogadas en las listas y libros Rojos nacionales (Bañares et al., 2010; Moreno et al., 2008) y de la IUCN (2021), incluyendo una amplia representación de endemismos ibéricos, mediterráneos e ibero-norteafricanos. Son ejemplo de ello algunas especies incluidas en la lista roja de la flora vascular española (Moreno et al., 2008) y protegidas por la normativa regional: los endemismos albacetenses Coincya rupestris subsp. rupestris y Sideritis serrata; el relíctico bonetero de hoja ancha (Euonymus latifolius), que encuentra en el JBCLM uno de los pocos lugares donde se cultiva ex situ, o el pítano, propio de las estepas yesosas de La Mesa de Ocaña (Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus). Todas estas especies están catalogadas como En Peligro Crítico de Extinción (CR). Asimismo, tanto la espuela de caballero (Delphinium bolosii) o el endemismo ibero-levantino sabulícola Helianthemum guerrae, que se encuentran catalogadas como En Peligro (EN), o las especies vulnerables (VU) Silene hifacensis o Sideritis chamaedryfolia, son otros ejemplos del valor botánico de las especies presentes en las colecciones del JBCLM. De esta manera, el JBCLM está concebido con una mirada innovadora, enfocada, sobre todo, en la conservación de flora de interés y amenazada y su preservación, tanto en las colecciones de planta viva, como a

Recreación de la Laguna de Ruidera

través de su banco de germoplasma, un banco de semillas ortodoxas que hasta la fecha almacena 1162 accesiones de 604 taxones, la mayoría de ellos amenazados, protegidos, endémicos o singulares. EL MANEJO EN ECOLÓGICO n 2014 se inició una experiencia piloto de manejo ecológico del JBCLM que, en principio, se limita a unas pocas zonas del jardín, aproximadamente una hectárea y media. Dicha experiencia resultó exitosa, por lo que se fue ampliando en años sucesivos a más zonas del jardín, y en 2019 se adoptó como la única metodología para la conservación de las colecciones de planta viva. Fruto del escrupuloso cumplimiento de los parámetros establecidos por este tipo de manejo, en 2020 el JBCLM obtuvo la certificación de jardín ecológico en grado de “excelencia”, siendo el primer jardín botánico iberomacaronésico que consigue este reconocimiento. Para el cumplimiento de esta certificación, el JBCLM ha tenido que superar 60 puntos de chequeo que afectan a la cualificación técnica del personal, la evaluación de riesgos, el

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ahorro energético y el uso de energías renovables, el consumo sostenible de los recursos hídricos, la optimización microbiológica y nutricional del suelo, la integración paisajística y medioambiental de las colecciones, la aplicación de un control fitosanitario biológico e integrado, la eliminación de productos tóxicos o peligrosos para el medio o las personas, la minimización y adecuada gestión de residuos, la documentación del sistema y permisos, la adecuada comunicación y la señalización para los visitantes. Así, las líneas que vertebran el manejo en ecológico son: Integración paisajística y medioambiental Existe un inventario y un plan para el mantenimiento de las especies de flora, que persigue la recreación de distintos hábitats naturales. En ellos, las series de vegetación se encuentran en su etapa climácica y tratan de mantener tanto la estructura y composición como la diversidad de aquellos. Además, incluye un plan de gestión medioambiental que prevé el mantenimiento y mejora de las condiciones ecológicas de las colecciones,

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con diversas medidas como la creación de refugios, zonas para anidamientos, fuentes de agua accesibles a la fauna y embalses naturalizados, implantación y resiembra de praderas con floración de vivaces y anuales silvestres, etc. Asimismo, la introducción de especies alóctonas se encuentra limitada, evitando las especies catalogadas como exóticas invasoras (Real Decreto 630/2013), y estableciendo un plan para su eliminación en aquellos lugares en las que ya se encuentren. Fertilidad del suelo Como paso inicial, han sido realizados distintos estudios de parámetros del suelo como pH, salinidad, compactación, resistencia, densidad, textura, estructura, composición química, entre otros. Así, basándonos en dichos parámetros, se han seleccionado aquellos aditivos de origen natural (arcillas, arenas, fibras, pumitas, gravas...), que puedan acercar esas condiciones preexistentes a aquellas que facilitarán un crecimiento adecuado de la especie seleccionada, siendo habitual que en el JBCLM cada especie implantada lleve una mezcla de sustrato específica para cada especie en un volumen

Sideritis serrata, exclusiva de la Sierra de Abenuj (Tobarra, Albacete)

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de suelo similar al que precisarán para desarrollarse como adultas. Las condiciones edáficas concernientes al mantenimiento de nutrientes y la mejora de la biodiversidad en la microbiota del suelo son esenciales para mantener un buen estado fitosanitario de las especies vegetales. Para su fomento, en el JBCLM se aplican prácticas de mejora de la fertilidad natural del suelo, como la incorporación de restos vegetales, triturado de poda, cubiertas vegetales, siembras de leguminosas u otras plantas beneficiosas, incorporación de materias orgánicas mediante compost de elaboración propia o la aplicación de los métodos de desbrozado y acolchado con los propios restos vegetales. Recursos hídricos El agua para el riego del JBCLM se obtiene de la recolección mediante depósitos y sistemas de embalses, además de la obtenida directamente del acuífero mediante pozo. La prioridad en el uso del agua es la de garantizar el menor impacto posible en el acuífero, por lo que existe un plan de riego que establece las necesidades básicas de agua por cada zona, Dichas necesidades se basan en el

conocimiento de las necesidades hídricas de cada hábitat, obtenidas del ombroclima de su área natural, teniendo en cuenta la precipitación efectiva de Albacete en cada uno de ellos. Además, durante el diseño y el cultivo de determinadas zonas se han tenido en cuenta las orientaciones y la implantación de determinadas especies con capacidad de sombreo o de cobertura para minimizar las pérdidas por evapotranspiración. Por otra parte, todo el sistema de riego se ha diseñado de forma individualizada y aislada para cada colección, de manera que sea posible zonificar el riego y alternar riego por goteo regulable, aspersión o mangueras según sea la época del año, la cantidad de precipitaciones y el estadio fenológico de las especies representadas. Tratamientos fitosanitarios El JBCLM sigue un sistema integrado de gestión en el que se fomenta, como primera solución, el control biológico por conservación. Aunque en ocasiones este control no es eficaz por sí solo, por lo que se añaden: - Métodos físicos o mecánicos como trampas de caída o adhesivas, cromáticas, arenas de dia-

Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus, endémica de las estepas yesosas de la cuenca media del río Tajo (Toledo y sur de Madrid)

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tomeas, lavados con agua a presión, vibrado, protecciones frente a condiciones climáticas extremas… - Métodos culturales como rotación de cultivos, implantación de especies insectífugas o de plantas cebo, establecimiento de zonas de cría de depredadores naturales, implantación de especies fungistáticas, aumento de la microbiota edáfica, acolchados y abonados mediante compost y ácidos húmicos… - Métodos químicos, como última opción, solo en el caso en que los sistemas de monitoreo establecidos indiquen que es necesario según los umbrales de aplicación de fitosanitarios y utilizando únicamente aquellos autorizados en la reglamentación actualizada de Producción Ecológica. En todos los casos, las decisiones a adoptar primarán el manejo enfocado a la prevención mediante el mantenimiento del estado sanitario óptimo de las especies vegetales ante el tratamiento, que en su caso será realizado según el grado de infestación y la fase del ciclo vital en la que se encuentre la plaga.

Gestión de residuos Los residuos vegetales grandes son triturados, y los desbrozados se mantiene como acolchado y acaban siendo incorporados al suelo o son compostados. Solamente se realiza la quema puntual de restos vegetales en el caso de que exista justificación técnica para ello, principalmente por riesgos fitosanitarios (ej: Phytophtora en cipreses). Los residuos no vegetales procedentes de las actividades del JBCLM sse recogen y tratan de forma diferenciada. Cuando es posible se reutilizan los residuos, por ejemplo, botellas vacías para fabricar balsas flotantes para plantas acuáticas o grandes envases plásticos para depósitos de estanques y fuentes. Optimización energética La energía eléctrica que se utiliza en el JBCLM proviene al 100 % de fuentes renovables. Se ha limitado la iluminación nocturna para disminuir el consumo, no habiendo ningún elemento que provoque un consumo ausente, como luces permanentes sin función definida, elementos decorativos que generan gasto energético, etc.

INCREMENTO DE LA BIODIVERSIDAD DE FAUNA SILVESTRE ASOCIADA AL MANEJO EN ECOLÓGICO DE LAS COLECCIONES DE FLORA DEL JBCLM l JBCLM tiene importancia como refugio para la fauna beneficiosa de vertebrados e invertebrados, debido al impacto positivo de las metodologías de manejo en ecológico en el incremento de la diversidad de fauna silvestre. Dichos elementos de fauna silvestres juegan un destacado papel en el funcionamiento de los ecosistemas, considerándose por ello notables indicadores de la calidad de los mismos. Por lo tanto, su presencia puede ser tomada como indicador de la calidad y pertinencia de las técnicas de manejo en ecológico utilizadas. Algunos de los grupos más significativos que aparecen en el JBCLM son: Odonatos Las libélulas y caballitos del diablo conforman uno de los grupos de insectos acuáticos más amenazados a nivel mundial (Sánchez-Bayo y Wyckhuys 2019; Kalkman et al. 2010), siendo el manejo inadecuado de las masas de agua la principal causa de desaparición de este orden. Como de-

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Euonymus latifolius, especie relíctica en peligro

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predadores, suponen una ayuda extra para el control de ciertas plagas de insectos, por lo que resultan muy beneficiosos en el manejo del jardín. En el entorno del JBCLM se detectaron 15 especies de odonatos en 2020, lo que confirma el buen funcionamiento de los sistemas acuáticos del Jardín. Destacan: Lestes barbarus, Ischnura graellsii, Anax imperator, Crocothemis erythraea, Orthetrum chrysostigma, O. cancellatum y Trithemis kirbyi, especie africana de reciente incorporación a la fauna europea. En el futuro, se espera detectar una mayor cantidad de especies de odonatos.

de ellas nunca detectadas con anterioridad en la provincia de Albacete, frente a las cuatro que se encontraron en los eriales adyacentes (Lorenzo et al., 2019).

Sírfidos Esta familia de dípteros constituye un importante grupo de polinizadores de flores. En estado larvario, muchos sírfidos son depredadores de otros insectos que parasitan a las plantas, por lo que este grupo de invertebrados es considerado altamente beneficioso para la agricultura. En el verano de 2019, se desarrolló un estudio conjunto del área de conservación del JBCLM, el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO) y la Universidad de Alicante (UA), que detectó la presencia de 18 especies de sírfidos en el JBCLM, 12

Aves El JBCLM supone un punto de parada en su migración de muchas especies de paseriformes, que encuentran en las recreaciones de hábitats un lugar donde refugiarse y alimentarse. Así, las lagunas llegan a acoger ejemplares de martinete (Nycticorax nycticorax), avetorillo (Ixobrychus minutus), martín pescador (Alcedo athiis) y ánade azulón (Anas platyrhynchos). Los bosquetes funcionan como refugio de picogordos (Coccothraustes coccothraustes), sílvidos y fringílidos, entre otras muchas especies. El búho chico (Asio otus) y la lechuza común

Rocalla caliza con especies autóctonas de la región (Echium boissieri, Saponaria ocymoides, Aquilegia vulgaris, Coincya rupestris subsp. rupestris, Helianthemum croceum…)

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Anfibios Se ha confirmado la presencia en el JBCLM de una nueva población reproductora de sapo partero del sureste (Alytes obstetricans subsp. pertinax), anfibio protegido, y que se considera vulnerable (Pleguezuelos et. al., 2002) y cuyas pequeñas poblaciones naturales están muy aisladas (París et al., 2002).

(Tyto alba) también ocupan en diversas épocas del año el entorno del jardín botánico. Para algunas de estas especies, se han colocado nidales artificiales (cajas nido, nidos flotantes, cestas…) que funcionan como puntos estratégicos de reproducción. Murciélagos En 2018 fue confirmada la presencia de Eptesicus serotinus alimentándose en las lagunas artificiales del JBCLM. Esta especie está catalogada como de Interés Especial (Palomo et al., 2007) y su presencia en Albacete no es habitual. En la actualidad se está desarrollando una experiencia piloto de instalación de cajas refugio para murciélagos en las colecciones de plantas. CONCLUSIONES l manejo continuado de las colecciones del JBCLM bajo un enfoque ecológico ha promovido tanto la conservación como la implantación de especies autóctonas de flora y fauna protectora asociada en sus colecciones, además de permitir una certificación evaluada por auditoría externa, que no hace más que evidenciar a nivel documental los interesantes resultados ecológicos obtenidos

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Praderas manejadas de forma ecológica en el JBCLM, en las que se realiza una perturbación moderada, para favorecer la presencia de flores arvenses.

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en el JBCLM derivados de este modelo de gestión. A pesar de tratarse de un sistema artificial, en el que las plantas se instalan y mantienen gracias al cuidado humano, el novedoso diseño de las colecciones vegetales recreando hábitats naturales, ha resultado fundamental para atraer a la fauna silvestre. Por otra parte, el diseño del JBCLM permite la interconexión entre sus distintas zonas y los espacios colindantes, de tal modo que, al servir como refugio de especies, fomenta la persistencia de la biodiversidad tanto en sus instalaciones como en su entorno más próximo. Lo aprendido en este espacio nos hace proponer este sistema de jardinería, con diversidad de hábitats manejados en ecológico, como una potente herramienta para incrementar la biodiversidad urbana, convirtiendo los grandes espacios ajardinados de las ciudades en auténticos refugios para las especies silvestres. Desde estos entornos, la biodiversidad podría reconquistar los nichos perdidos en los entornos periurbanos y aportar sus servicios ecosistémicos como efecto regulador de los desequilibrios provocados por los métodos agronómicos y de jardinería habituales.

Sapo partero del sureste (Alytes obstetricans subsp. pertinax)

REFERENCIAS Bañares Á, Blanca G, Güemes J et al. 2010. Atlas y libro rojo de la flora vascular amenazada de España. Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, Madrid.. García-París M, Pleguezuelos JM, Márquez R et al. 2002. atlas y libro rojo de los anfibios y reptiles de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza, Madrid. IUCN. 2021. The IUCN red list of threatened species. https://www.iucnredlist.org. (13.7.2021). Kalkman VJ, Boudot JP, Bernard R et al. 2010. European red list of dragonflies. European Union, Luxembourg. Lorenzo D, Santiago A, Ricarte A. 2019. El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (Albacete, España), refugio de un grupo bioindicador: los sírfidos

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Orthetrum cancellatum en la recreación de las Lagunas de Ruidera

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ESPECIAL / I CONGRESO ESPAÑOL DE BOTÁNICA

La miera, un producto forestal esencial en la ganadería tradicional José Fajardo Rodríguez1, Tomás Morcillo Cuenca2, Alonso Verde López3

J. Fajardo

1 Universidad Popular de Albacete. 2 Profesor de secundaria. 3 Instituto de Estudios Albacetenses.

Los enebros son parte esencial del paisaje vegetal mediterráneo. Este nombre común se utiliza en España para distintas especies del género Juniperus. Una de ellas es Juniperus oxycedrus L., de la que existen varias subespecies en la península ibérica. La subespecie oxycedrus, extendida por la vertiente oriental de la península, es un arbusto o arbolillo, dioico, con hojas aciculares con dos bandas blancas en el haz y gálbulos (conos femeninos) de color pardo rojizo (Fig. 1). Pies masculinos y femeninos tienen distinto porte; abierto, con ramas algo péndulas en los pies femeninos y erguido y más compacto en el caso de los pies masculinos. Es una especie mediterránea (Fig. 2), que forma pequeños enebrales o participa en matorrales mediterráneos mixtos. Este enebro es el usado para obtener la miera, término procedente del latín pix mera, pez pura.

Fig. 1. Juniperus oxycedrus. Gálbulos y acículas

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LA MIERA as cepas de los enebros, llamadas también porras, están formadas por una madera roja, muy aromática, con un veteado intenso de color rojizo (Fig. 3). La miera es el alquitrán vegetal o brea que se obtiene por la destilación de la madera de su cepa. Su uso estaba extendido por todo el este ibérico y su producción dispersa por las zonas de enebrales y matorrales mediterráneos. Hoy en día, sólo la conocen y la han usado los pastores de más edad. En España, tenemos constancia de la destilación de miera en las

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Fig. 2. Distribución mundial de Juniperus oxycedrus (Vilar et al, 2016)

JM López

os múltiples usos tradicionales del enebro y la miera han sido recogidos en diversos trabajos etnobotánicos (Sánchez et al., 1994; Verde et al.2008; Fajardo et al., 2000; Fajardo y Morcillo, 2020; Monesma, 2017; Blanco et al., 2018). La madera de enebro, dura y aromática se emplea para hacer badajos de cencerros y ocasionalmente para garrotes y pipas de fumar. Los gálbulos del enebro (conos femeninos carnosos), llamados “bolos”, se utilizan como condimento para platos de caza y se usan en medicina popular como diuréticos. Con el agua en que se había cocido su raíz se hacían enjuagues para calmar el dolor de muelas. Los gálbulos se tomaban directamente en casos de dolores, molestias de estómago y reúma, siempre un número impar, tres, cinco, siete o nueve. El cocimiento se toma también para tratar la diabetes y como diurético. Existía también la creencia de que los enebros podían quitar las verrugas. Para ello, se apalea una mata de enebro al tiempo que se le dice: “buenos días, enebro, enebroso, aquí está (fulano) el verrugoso”. En veterinaria popular, además de la miera, las ramas de enebro, cortando una púa afilada (llamada astabón o pita), se usaban para curar las nubes de los ojos de las ovejas, pinchadas en la oreja y también para las picaduras de las víboras, pinchando con ellas la inflamación producida por la picadura. Los bolos (gálbulos) y tallos se cocían para lavar las heridas de las ovejas y las que tenían roña.

Fig. 3. Cepa de enebro, materia prima para la elaboración de la miera

provincias de Albacete, Burgos, Castellón, Cuenca, Lérida, Tarragona, Teruel y Zaragoza (Guadalajara y Vélez, 2014; Monesma, 2017; Fajardo y Morcillo, 2020). Esta actividad ha tenido que estar extendida por todo el este ibérico. Algunas localidades han destacado por la producción de miera como Riba-Roja d´Ebre en Tarragona y Ossa de Montiel (Albacete) donde aún se sigue produciendo miera a nivel comercial (Fig. 6). En la provincia de Albacete, a los naturales de Alatoz se les llama los de la miera, por la importancia que tuvo esta práctica en la localidad (Cruz, 2004). Incluso, en las inmediaciones del pueblo existe una colina llamada el Cerro de las Mereras, donde aún se localizan restos de estas instalaciones (Fig. 4).

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Hay que destacar el artículo divulgativo referido al aceite de enebro de Monesma (2017), donde se hace un recorrido por los usos de la miera y su importancia en Riba-Roja d´Ebre, donde se conservan más de veinte hornos industriales para la elaboración de miera. También se muestran las huellas de las pequeñas mereras domésticas talladas en losas de roca en diversas localidades de Teruel, y se menciona la evidencia de destilación de miera en Zaragoza, Teruel, Lérida y Castellón. LAS MERERAS Y LA DESTILACIÓN DE LA MIERA a elaboración de la miera consiste en un proceso de destilación seca. Esta técnica ha sido recogida ya por varios autores (Monesma, 2017; Oro-

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Sobre el las mereras de Riba-Roja d´Ebre, llamadas en catalán forns d´oli de ginebre destaca el trabajo de Vidal y Orobitg (2018), que recoge la pervivencia de unas 40 en Cataluña. Jardí y Ferré (2019) documentan cuatro tipologías. También se muestran esquemas de mereras en Guadalajara y Vélez (2014) y Monesma (2017). USOS DE LA MIERA n la composición de la miera abundan los polifenoles y otras sustancias de gran poder desinfectante. El principal componente es el cadineno, un sesquiterpeno. Contiene del 17 al 26 % de fenoles (especialmente guayacol y cresol), carburos y un alcohol, el cardinol (IUCN, 2005). Se ha evaluado in vitro la actividad antimicrobiana de la miera con resultados positivos en diversas cepas de microorganismos (Abdellah et al., 2018). Por su concentración en fenoles, es una sustancia peligrosa si no se usa adecuadamente. Ya cuentan los pastores que cuando se echaban un poquito de miera impregnada en un trapito sobre una muela cariada, la muela se deshacía. Se han descrito casos de intoxicaciones por ingestión de miera y por su uso externo (Koruk et al, 2005). En Marruecos, la miera es ampliamente usada en medicina popular, para enfermedades de la piel, pérdida de pelo, como antiparasitico para los gusanos intestinales, antiséptico, para la elaboración de productos cosméticos (jabones, cremas, champús). Oralmente, se administran unas

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pocas gotas. En este mismo país, se dio un caso de intoxicación por uso externo de miera en un niño (Ezzaki et al, 2020). En la medicina popular marroquí, se emplea también para la tiña (Cabezón, 1997). En Oriente Medio se emplea para tratar enfermedades de la piel. Además, se emplea como parasiticida, y diluido en algún aceite o como parte de la composición de ungüentos y jabones (Al-Snafi, 2018). En el norte de África se usa en el tratamiento de enfermedades de la piel en animales, para curar heridas y como repelente de insectos para evitar que se desarrollen en heridas abiertas. En la actualidad se usa también en perfumes masculinos, como desinfectante en la composición de jabones y como aditivo alimentario aportando sabor a ahumado (IUCN, 2005). En Turquía se usa como antirreumático, antiparásitos, antiséptico, eczemas, inflamaciones, heridas y cortes (Rivera et al, 2011). En España, se ha utilizado ampliamente la miera con usos similares. Como producto veterinario y medicinal, existía la venta ambulante de miera a cargo de las trementinaires en Cataluña o de los pelayos de Huerta-Pelayo en Guadalajara (Gusi et al. 2009). En la Serranía de Cuenca se ponían unas gotas de miera en las muelas cariadas, y se usaba para calmar el dolor de oídos y como desinfectante de heridas en personas y animales (Verde et al, 2008). En el Alto Tajo y el Señorío de Molina (Guadalajara), la miera o aceite de enebro se empleaba como medicinal para des-

J. Fajardo

bitg y Vidal, 2018; Vidal y Orobitg, 2018). Para la elaboración de este producto el horno interior se rellena desde arriba con trozos de cepas de enebro. Una vez cargado se cierra herméticamente la apertura. Envolviendo el horno (de ladrillo en las mereras más antiguas y de hierro en las más modernas) existe una cámara que se carga de leña y se enciende (G. Muñoz, com.pers) (Figuras 5 y 6). El humo sale por la abertura superior. Tras un tiempo variable, el calor exterior produce la destilación de la miera que comienza a salir por un drenaje en la base de la merera donde se coloca un tubo que va a parar a una pileta de obra donde se produciría la decantación de la miera. Inicialmente sale una miera de poca calidad, que contiene la parte acuosa retenida en la madera y tras este destilado inicial, comienza a salir la miera pura, que se separa fácilmente, una vez fría, de la parte acuosa por su diferente densidad (la miera pura flota sobre la parte acuosa). Este es un aceite espeso, de color negruzco y olor muy intenso, con fuertes matices de humo. El proceso termina cuando cesa la exudación de miera. El acceso a la parte superior de las mereras es una rampa para poder cargarlas tanto de cepas de enebro como de leña para la combustión. Como los hornos que contienen las porras de los enebros se cargan por arriba, una vez cargados hay que cerrarlos por la parte superior, tanto en las mereras de piedra como en las de hierro.

Fig. 4. Cerro de las Mereras (Alatoz). Izda.: restos de una merera de mampostería en un talud.

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Dcha: restos del drenaje de una merera tallado en una losa de roca 2021. N.o 80


E. Pardo Fig. 5. Esquema de una merera antigua, de piedra, de Ossa de Montiel. (Dibujo: J. Fajardo).

LA MIERA EN FUENTES DOCUMENTALES l término miera puede referirse también a la resina de los pinos. La miera, era conocida también en el mundo antiguo como cedria o aceite de cedro, nombre griego para J. oxycedrus (κεδρος). La referencia más antigua la encontramos en el pasaje 87 del Libro II (Euterpe) de Heródoto de Halicarnaso, donde cuenta el uso de esta sustancia en el embalsamiento de momias. Dioscórides recoge en su tratado del siglo I dC el uso de un destilado de enebro que denomina cedria. Entre otras cosas, dice que corrompe los

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K. Muñoz

infectar heridas y hacer salir el pelo y para la sarna de las cabras y la roña de las ovejas (Blanco et al., 2018). En las sierras del suroeste de Albacete, la miera se usaba en medicina popular y veterinaria para dolores de muelas, llagas de los pies, reumatismos, artrosis, catarros y lombrices en personas, y para escoceduras, desinfectar cascos y pezuñas y eliminar parásitos en animales. Se asperjaba con miera las entradas de casas y corrales para ahuyentar a las serpientes (Jordán, 2018). En Albacete y Cuenca la miera era usual en el hato de los pastores (Guadalajara y Vélez, 2014). Se usaba como desinfectante dermatológico para animales, como desinfectante del agua en abrevaderos y aljibes, como repelente de serpientes y para muelas cariadas. A nivel comercial se sigue vendiendo para su uso como desinfectante y repelente de serpientes (Fig. 8).

Fig. 6. Mierera en Paracuellos de la Vega (Cuenca)

Fig. 6. Mereras en uso en Ossa de Montiel

cuerpos vivos y conserva los muertos, clarifica la vista, mata los gusanos, metido en el horado del diente, lo quiebra y quita el dolor, con su untura mueren los piojos y las liendres, aplicado en unción es útil a los leprosos, mata las lombrices y los gusanos que parecen pepitas de calabaza, arranca la criatura del vientre. Se hace de la cedria un óleo, que se usa particularmente para la sarna de perros, bueyes y otros animales cuadrúpedos, mata las garrapatas y cura las llagas que se les hace al trasquilarlos. Añade en sus anotaciones Andrés de Laguna a este texto, que en Castilla no se halla la cedria legítima, que tiene gran semejanza con el aceite de enebro conocido como miera. Sin duda, cedria y miera coinciden en los usos, aunque la descripción que

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hace Dioscórides de la cedria como un destilado transparente no se corresponde con el color oscuro de la miera. En la revisión del Dioscórides de Font Quer (1995), se añade que la miera se emplea para curar llagas y úlceras, y se cita su uso para la roña de los ganados y otras dolencias cutáneas. Miguel de Cervantes recoge también la miera en sus obras, citando en Rinconete y Cortadillo los untos de miera (Morales, 2005). Hay referencias a la miera en documentos de Albacete como la Carta de los Reyes Católicos al Concejo de la Villa de La Roda (Gil, 1987), las actas capitulares de Alcaraz de 1583 y 1619, las ordenanzas municipales de Villarrobledo de 1591 (Carrilero, 1992), Arancel de Villarrobledo de 1627 (Sepúlveda, 2000), protocolos notariales

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en cuernos, usándolo para la roña y la sarna, aunque perjudica a la lana y para los gusanos. Es un método extendido y valorado y de ahí el dicho “si los mayorales quieren gozar una buena paridera, denles sal y miera”. CONCLUSIONES l enebro es una planta esencial en el paisaje veFig. 8. Botellita de un pastor para llevar miera, y miera comercial getal del este ibérico, no sólo por su presencia en el medio Las mereras que aún se consernatural, sino también por la importanvan deben mantenerse como bien de cia que ha tenido su aprovechamiento interés cultural, testimonio de una acen la producción de miera, un recurso tividad ancestral. Se debe apoyar su forestal esencial en la veterinaria popucatalogación y conservación; algunas lar. Éste remedio antiquísimo entró en de las mereras tradicionales de Ribadesuso hace décadas con la generaRoja d´Ebre (Tarragona) están catalolización de productos comerciales. La gadas como Bien Cultural de Interés evidencia documental y las entrevisLocal y esta localidad celebra cada tas a pastores y ganaderos señalan la año su fiesta del aceite de enebro importancia que tuvo la miera durante (Festa de l´Oli de Ginebre) como una siglos, tanto en la ganadería tradicional reivindicación de esta seña de identicomo en la economía local de algunas dad del municipio. poblaciones.

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J. Fajardo

de Alcaraz de 1646 y 1654, respuestas de Alatoz, Alcaraz y Ossa de Montiel al Catastro de Ensenada (mediados del siglo XVIII), etc. En El Bonillo también hubo mereras, según las respuestas dadas al Cardenal Lorenzana: y también abundancia de henebros, de cuyas raíces sacan de continuo mucha miera en dos miereras propias de esta villa (Fernández, 2018). Francisco Martínez Villaescusa, médico titular de Tarazona de la Mancha, publicó en 1777 un remedio eficaz para el temido carbunco, que consistía en un ungüento elaborado con lejía al que se añade una tercera parte de miera, otra de jabón blando y otra de miel (Sánchez, 2012). A finales del siglo XVIII, hay que destacar las Instrucciones para pastores y ganaderos de Daubenton (1798), obra que tradujo Francisco González adaptándola a las circunstancias españolas. Indica que los pastores españoles usan mucho el aceite de enebro y lo llevan en el hato en liaras o


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