Revista Foresta nº 68

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Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. 2017. N.o 68

Mesas Temáticas y Viajes de Campo La Dehesa: estructura, producciones arbóreas y tendencias de gestión Especial

Entrevistas a

Manuel Guaita Fernández Margarida Tomé Andrew Gray Fernando J. Pulido Díaz Paola Ovando Pol Gregorio Montero González

7.º Congreso Forestal Español


SUMARIO FORESTA n.o 68

Margarida Tomé, catedrática del Instituto Superior de Agronomia. Universidade de Lisboa

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Manuel Guaita Fernández, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela

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Álvaro Enríquez de Salamanca

Ismael Muñoz Linares

Fernando Javier Pulido Díaz, director del Instituto de Investigación de la Dehesa (INDEHESA) de la Universidad de Extremadura

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Ismael Muñoz

Paola Ovando Pol, investigadora posdoctoral en el Swiss Federal Institute for Aquatic Science and Technology (Eawag)

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Garganta de los Infiernos, valle del Jerte

Ismael Muñoz Linares C. Turismo Extremadura

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C. Turismo Extremadura

Entrevistas:

Andrew Gray, especialista en monitoreo del Pacific Northwest Research Station, USDA Forest Service

Ismael Muñoz Linares

Gregorio Montero González, forestal

Salustiano Iglesias Sauce

Mesas Temáticas

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Viajes de Campo

Puente romano de Alcántara sobre el Tajo

C. Turismo Extremadura

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Río Tiétar

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Tornavacas

La dehesa: estructura, producciones arbóreas y tendencias de su gestión silvopascícola Gregorio Montero, Ricardo Ruiz-Peinado, María Pasalodos

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“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”

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EDITORIAL

7.º Congreso Forestal Español

L

lega la séptima edición del Congreso Forestal Español (CFE), que se celebrará en Plasencia entre los días 26 y 30 de junio de 2017, lo que es un motivo de enorme alegría para todo el sector forestal. Desde que se celebrara por primera vez en Lourizán en junio de 1993, este encuentro ha pasado por numerosas ciudades, con una periodicidad cuatrienal: Pamplona en 1997, Granada en 2001, Zaragoza en 2005, Ávila en 2009, VitoriaGasteiz en 2013 y ahora la bella ciudad cacereña. En la actualidad el CFE se ha afianzado como el encuentro de referencia en la investigación forestal en nuestro país, gracias al esfuerzo que hace la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF) para su organización, y a la magnífica acogida que tiene entre profesionales e investigadores, que edición tras edición acuden a presentar sus trabajos. A lo largo de estas ya siete ediciones y 24 años de recorrido, se han presentado, y se van a presentar en esta edición, ponencias y comunicaciones del máximo interés, de profesionales e investigadores nacionales y extranjeros, abarcando todas las ramas de la ingeniería forestal y del medio natural. Además, este importante acervo de información que componen todas las comunicaciones de los distintos congresos forestales está disponible para su consulta y descarga en la página web de la

SECF, en un encomiable esfuerzo por poner la investigación forestal al alcance de todos los profesionales y del público interesado en ella, de manera libre y sencilla. El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, y la revista FORESTA, no pueden ser ajenos a la importancia de este encuentro técnico y científico, ni al esfuerzo que hace la SECF por organizarlo, y por ello, como ya se viene haciendo en las tres últimas ediciones del CFE, tienen el firme compromiso de colaborar en su organización y desarrollo. Para ello, el Colegio ha firmado un convenio con la SECF, en el que se compromete a colaborar económicamente con el CFE, a colocar un expositor colegial, a difundir este evento a través de la página web del Colegio, de las redes sociales y entre sus miembros y colaboradores, y a elaborar este monográfico de la revista FORESTA sobre el 7.º Congreso Forestal Español, que el lector tiene ahora en sus manos. Nos enfrentamos a un momento de máximo interés en el mundo forestal. La valorización por parte de la sociedad de los diferentes servicios ambientales del monte, como la protección de la biodiversidad y el paisaje, el secuestro de carbono o el suministro

El CFE se ha afianzado como el encuentro de referencia en la investigación forestal en nuestro país, gracias al esfuerzo que hace la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF) para su organización, y a la magnífica acogida que tiene entre profesionales e investigadores, que edición tras edición acuden a presentar sus trabajos 2

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


La valorización de los diferentes servicios ambientales del monte, conlleva retos en cuanto a su estudio, inventariación y gestión, pero también grandes oportunidades para una mayor valoración social de agua, conlleva retos en cuanto a su estudio, inventariación y gestión, pero también grandes oportunidades para una mayor valoración social y una posible canalización de recursos para compensar por esos servicios, de forma complementaria a otros aprovechamientos tradicionales, pudiendo ser un foco primordial de desarrollo rural. Se abren una etapa optimista para productos forestales como los usos energéticos o la madera, redescubierta como material de construcción. Además, cada vez más la sociedad reclama garantías de una gestión sostenible, lo que hace avanzar la certificación forestal. La reciente tragedia de Portugal, que nos llena de dolor y de solidaridad con nuestro país vecino y con todas las familias de las víctimas, nos recuerda la necesidad de tener siempre muy presente el riesgo de incendios, que además se agravará a consecuencia del cambio climático, como a su vez puede hacerlo la incidencia de enfermedades y plagas.Y también relacionado con el cambio climático, las masas forestales tienen un

enorme potencial como sumideros de carbono, pero a su vez exigen una adaptación a unas condiciones cambiantes. Además, la repoblación de terrenos, y en un sentido más amplio la restauración de la cubierta vegetal, es una constante en la labor forestal y en la investigación. Y en un mundo donde la tecnología avanza de forma vertiginosa, cada vez existen más herramientas al servicio de la gestión forestal. Todos estos aspectos, y muchos otros, tienen cabida en una nueva edición del Congreso Forestal Español, que llega de nuevo gracias al decidido esfuerzo de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, con la colaboración decidida del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, como no podría ser de otra manera. Esperemos que este nuevo foro nos ayude a un mejor conocimiento del medio natural y de los sistemas forestales, y nos permita avanzar hacia una gestión cada día más sostenible.

EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR: F. Javier Cantero Desmartines. SUBDIRECTOR: Andrés Arregui Noguer. DIRECTOR TÉCNICO: Ismael Muñoz Linares CONSEJO DE REDACCIÓN: Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara, Enrique García Gómez, José González Granados, Salustiano Iglesias Sauce, María José Manzano Serrano COLABORAN EN ESTE NÚMERO: Marifé Zama Castaño (Consejería de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura) DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356 FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Salto del Gitano. Parque Nacional de Monfragüe. (Consejería de Turismo de Extremadura) Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C.O.I.T. Forestales. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.

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SALUDO

SECF

Gestión del monte: servicios ambientales y bioeconomía Felipe Bravo Oviedo Presidente de la SECF

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na vez más, como cada cuatro años, los forestales tenemos una cita para compartir conocimiento científico y técnico. El Congreso Forestal Español (CFE) cumple su séptima edición y se celebrará, del 26 al 30 de junio próximos, en Plasencia (Cáceres). El CFE es el evento más importante que organiza la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF), y me gustaría agradecer la oportunidad que, como viene siendo habitual, nos ofrece el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural para presentarlo en la revista Foresta. En esta edición hemos elegido como lema del CFE una frase (Gestión del monte: servicios ambientales y bioeconomía) que entendemos que resume nuestra forma de entender la conservación y uso sostenible de los sistemas forestales. Gestión, que incluye también acciones correctoras, restauradoras o facilitadora de procesos naturales; servicios, en sus dimensiones de apoyo al funcionamiento de los ecosistemas, aprovisionamiento, regulación y culturales, y bioeconomía, como oportunidad para dinamizar el mundo rural y contribuir al desarrollo equilibrado de nuestra sociedad. Como en cada edición, el objetivo del CFE es presentar los resultados de las investigaciones y experiencias en materia de ciencias y técnicas forestales surgidos entre un Congreso y el siguiente, fomentar el análisis y el debate para encontrar nuevas ideas y propuestas que mejoren la gestión forestal y orientar la política en el sector de manera que converja con los intereses de la sociedad. Esta edición presenta como novedad un intento de aproximarse a la realidad forestal portuguesa -facilitado por la cercanía de Plasencia a Portugal y por el convenio que hemos firmado con la Sociedade Portuguesa de Ciências Florestais (SPCF), con el objetivo de fortalecer el sector forestal en la Península Ibérica- y latinoamericana -mediante la cooperación con centros de investigación y participación de investigadores de América Latina en el CFE-. El 7CFE presenta novedades organizativas, ya que desde la última edición del Congreso Forestal Español (Vitoria-Gasteiz, 2013), la evolución tecnológica ha abierto enormemente las posibilidades de interacción. En el 7CFE contaremos con una aplicación para dispositivos móviles

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con dos claros objetivos: información e interacción. Con esta aplicación (ya disponible para Android) se da cuenta de las actividades del 7CFE (noticias, programa, videos, etc.), pero además se presentan dos herramientas destacadas: Por un lado, se da acceso al glosario técnico forestal de la SECF, con más de 1.200 referencias con su definición y traducción al inglés, y por otro, se ofrece al congresista la oportunidad de subir un video corto explicando la comunicación presentada al 7CFE, que podrá ser visionado antes, durante y después del propio Congreso. CONTENIDOS DEL 7CFE: MESAS TEMÁTICAS, REDONDAS, TALLERES… Como viene siendo habitual, nuestras universidades se consolidan en el epicentro de la investigación y la ciencia forestal, aportando el 40 % de las comunicaciones que se han presentado al 7CFE; seguidas por los centros de investigación e institutos universitarios (con cerca del 27 %), y por los trabajos que presentan los profesionales que desempeñan su labor en administraciones públicas (casi un 19 %). Estructuradas en diez mesas temáticas y distribuidas en 22 sesiones, el Palacio de Congresos de Plasencia acogerá la presentación oral de alrededor de 200 comunicaciones, mientras que las de formato póster estarán expuestas al público durante los cinco días en los que se celebra el congreso, pero contarán con sesiones específicas para su explicación.

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rial y comercial, que se abordará en Iberforesta, a la más técnica y científica, que se mostrará en el Congreso Forestal Español. Ambos eventos cuentan con el apoyo manifiesto de las administraciones nacionales, regionales y locales y de los agentes empresariales del sector. De este modo, una vez más, la SECF consigue aunar en un evento a todo el sector en sus diversas dimensiones científicas, técnicas y políticoadministrativas. El CFE es el principal foro científico y técnico del sector forestal; desde los comités científicos y el organizador hemos pretendido abrir espacios para que tanto los agentes más orientados a la ciencia como los más implicados con la aplicación técnica y la toma de decisiones políticas y administrativas tengan oportunidad de interactuar de forma fructífera. Esperamos haberlo logrado y que nos podamos ver en Plasencia entre el 26 y el 30 de junio.

Ismael Muñoz

PLASENCIA, CAPITAL DEL SECTOR FORESTAL ESPAÑOL EN 2017 Plasencia se convertirá en la capital del sector forestal español durante la última semana de junio, ya que además del 7CFE, que junto a su dimensión científica incorporará una gran actividad técnica en torno a sus expositores tecnológicos, se celebrará simultáneamente la 3.a Feria Forestal Ibérica (Iberforesta). El desarrollo en paralelo de los dos encuentros permitirá que por primera vez se den cita en una misma localidad todos los agentes implicados en el sector forestal y medioambiental: desde la vertiente más empresa-

C. Turismo Extremadura

Las seis mesas redondas planificadas servirán como foros de debate, de encuentro y de intercambio de conocimiento sobre muchas de las cuestiones que afectan al desarrollo y crecimiento del sector forestal, abordando muchos de los aspectos más prácticos que condicionan nuestra labor diaria, incluyendo un interesante debate entre representantes políticos de todo el arco parlamentario. La importancia de las dehesas quedará patente por la realización del seminario Dehesas, Patrimonio Cultural Mundial, que cuenta con el apoyo de Junta de Extremadura, y en el que se abordará en profundidad algunos de los aspectos de este tipo de ecosistemas, constituyéndose como un espacio científico-técnico con una estructura mixta de ponencias, mesas redondas y debate abierto. Además, en el 7CFE se realizarán diversos talleres que pretenden ser espacios formativos para la presentación de proyectos o iniciativas destacadas, promovidos por administraciones públicas, organizaciones o empresas. Finalmente, pero como uno de los ejes centrales del programa del Congreso, las visitas de campo permitirán conocer diversas acciones relevantes del sector forestal en Extremadura y, por vez primera vez, Portugal, ya que una de las rutas previstas será por territorio luso.

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C. Turismo Extremadura

Bienvenidos a Extremadura


C. Turismo Extremadura

C. Turismo Extremadura

Extremadura es una sorpresa para muchos de sus primeros visitantes. Frente a la imagen de tierra seca y llana que suele instalarse en su imaginación descubren una tierra de contrastes: de relieves, con picos superiores a los 2.000 m sobre el nivel del mar y valles que bajan a los 300 msn; de colores, sobre todo en primavera cuando la naturaleza de la dehesa y de la sierra estalla en mil tonalidades; de temperaturas a lo largo del año; de paisajes como la dehesa y las cumbres de la sierra de Gredos, Las Hurdes y Sierra de Gata. Y, mientras tanto, el agua va surcando y llenando de vida la tierra que riega con dos importantes cuencas, la del Tajo en Cáceres y la del Guadiana en Badajoz, sin olvidar a otros de menor tamaño pero fundamentales para las zonas por donde transcurren: el Tiétar, que se une al Tajo en las puertas del Parque Nacional de Monfragüe, o los ríos Alagón y Ambroz. Este último nace en la sierra de Candelario, cuyo pico Calvitero (2.401 m) es la cumbre más alta de la Región. Extremadura tiene una extensión de 4,2 millones hectáreas y una población de 1.092.997 habitantes (año 2015), lo que nos da una media de 26 hab/ km2.


ENTREVISTA A

PONENTES MAGISTRALES 7.º CFE

Entrevista a Margarida Tomé, catedrática del Instituto Superior de Agronomia (Universidade de Lisboa) y coordinadora de la investigación Forest ecosystem management under global change

“Deberíamos incorporar un gran número de servicios ecosistémicos en los planes de gestión forestal” Álvaro Enríquez de Salamanca

Los modelos forestales, como herramientas que ayudan a la toma de decisiones en la gestión forestal, permiten prever la evolución de los rodales frente a distintas alternativas de gestión. Margarida Tomé es la coordinadora del proyecto de investigación "Modelización de ecosistemas forestales en un contexto de cambios globales". Este trabajo ha integrado los resultados de la investigación sobre el crecimiento y la producción de los principales ecosistemas forestales de Portugal en modelos y simuladores de apoyo a la gestión forestal, destinados a los responsables de definir la política forestal, ya sean gestores o propietarios forestales.

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Un aspecto esencial en su trabajo en el grupo de investigación ForChange es la aportación de resultados de su investigación a la gestión forestal, como es la plataforma sIMfLOR ¿Existe actualmente un adecuado trasvase de conocimientos entre investigadores y gestores? Sim, fazemos um grande esforço para transferir o cohecimento desenvolvido no grupo para os utilizadores. A plataform sIMfLOR tem 363 utilizadores registados e entre 11 de Maio e 11 de Junho teve 1093 “PageViews”, a maioria de Portugal. Organizamos periódicamente seminários e sessões de treino para os utilizadores e estas costumam ser bastante frequentadas. Sí, hacemos un gran esfuerzo para transferir el conocimiento obtenido en el grupo de investigación a los usuarios. La plataforma sIMfLOR tiene 363 usuarios registrados, y entre el 11 de mayo y el 11 de junio su página tuvo 1.093 visitas, la mayoría desde Portugal. Organizamos periódicamente seminarios y sesiones for-

mativas para los usuarios, que suelen estar bastante concurridas. Señala que hoy en día es esencial considerar los múltiples servicios ecosistémicos en los planes de gestión forestal ¿Cuáles considera que son los principales servicios ecosistémicos que deben incorporarse? Deveriamos incorporar um grande número de serviços ecosistémicos nos planos de gestão Florestal. E, de facto, os florestais há muito que pensam nos “múltiplos bens e serviços” que a floresta fornece. Mas apenas os bens directos (madeira, cortiça, pinha, resina, etc) são contabilizados. É esse o problema, os serviços ecosistemicos classificados como “Regulação e manutenção” (proteção do solo, da agua, da qualidade da agua, controlo de pargas e doenças, etc) assim como os “Culturais” (utilização das florestas para recreio ou de forma espiritual, etc), todos sabemos que existem, mas não há metodologías já estabelecidas para os quantificar. E são precisas!

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Deberíamos incorporar un gran número de servicios ecosistémicos en los planes de gestión forestal. Y, de hecho, los forestales hace mucho que piensan en los “múltiples bienes y servicios” que ofrecen los montes. Sin embargo, prácticamente solo se contabilizan los bienes directos (madera, corteza, piñas, resina, etc). Y ese es el problema; los servicios ecosistémicos clasificados como de “regulación y mantenimiento” (protección del suelo, del agua, de la calidad del agua, control de plagas y enfermedades, etc.) así como los “culturales” (utilización de los bosques para recreo o de forma espiritual, etc.), sabemos que existen, pero no hay metodologías ya establecidas para cuantificarlos. ¡Y son necesarias! En línea con la anterior cuestión, ¿puede la incorporación de estos servicios ecosistémicos cambiar los objetivos de la gestión, para enfocarse a aspectos como el secuestro de carbono o la protección de la biodiversidad, con un papel secundario de la selvicultura tradicional? Não é pelo facto de a gestão Florestal passar a incorporar a quantificação dos serviços ecossistémicos que vai fazer uma alteração dos objetivos da ges-

tão florestal, pode é ter algumas implicações na forma como esses objetivos serão alcançados, caso o estejam a ser à custa da perda de serviços ecossistémicos essenciais. Mas isso não tem a ver com os objetivos da gestão, mas sim com uma má gestão. Hoje em dia a “boa” gestão florestal encorpora, na maior parte dos casos em que existe de facto gestão, preocupações na manutenção da saúde e vitalidade dos ecosistemas No es el hecho de incorporar la cuantificación de los servicios ecosistémicos a la gestión forestal lo que va a alterar sus objetivos, aunque sí puede tener algunas implicaciones en la forma en que se alcancen esos objetivos, en caso de que lo hagan a costa de la pérdida de servicios ecosistémicos esenciales. Pero eso no tiene que ver con los objetivos de la gestión, sino con una mala gestión. Hoy en día una “buena” gestión forestal incorpora, en la mayoría de casos en que realmente existe, preocupaciones sobre el mantenimiento de la salud y vitalidad de los ecosistemas. ¿Qué servicios ecosistémicos resultan más complejos de incorporar a la ges-

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tión forestal o precisan en la actualidad un mayor esfuerzo en cuanto a investigación? Parece-me mais dificil quantificar os serviços ecossistémicos e, portanto, poder fazer uma monitorização que nos alerte para problemas que possam estar a ocorrer, do que encorporá-los. Eu centraria a investigação no desenvolvimento de metodologías e ferramentas para a quantificação dos serviços ecossistémicos. Uma vez detectada uma falha, haverá que aplicar medidas corretivas, mas o primeiro passo será detetar, a tempo, o problema. Me parece más difícil cuantificar los servicios ecosistémicos y, por tanto, poder hacer un seguimiento que nos alerte de los problemas que puedan estar ocurriendo que incorporarlos. Yo centraría la investigación en el desarrollo de metodologías y herramientas para la cuantificación de los servicios ecosistémicos. Una vez detectada una carencia, habrá que aplicar medidas correctoras, pero el primer paso será detectar a tiempo el problema. Los escenarios previsibles derivados del cambio climático apuntan a una reducción de precipitaciones e incremento de temperaturas en el sur de Europa que pueden modificar el actual funcionamiento de los sistemas forestales. ¿Han incorporado a sus modelos de gestión estos escenarios? Os modelos que se utilizam para simular a evolução da floresta podem seguir duas filosofías/metodologías de desenvolvimento. Os chamados modelos empíricos ou de base estatística em principio não são adequados para prever o impacto de alterações climáticas e só devem ser utilizados em situações semelhantes àquelas presentes nos dados que foram usados para os desenvolver. Pelo contrario, os modelos de base fisiológica ou processuais simulam os processos que presidem ao crescimento das árvores (em vez de simularem diretamente o crescimento das árvores) e entram em conta, de forma direta, com as condições do ambiente (clima e solo). O problema é que os modelos processuais são geralmente complexos e muito exigentes em termos de dados de input. Em Portugal, temos trabalhado com modelos processuais simplificados 3PG e YieldSAFE) e que possam ser utilizáveis em gestão

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Florestal. Los modelos que se utilizan para simular la evolución del bosque pueden seguir dos filosofías o metodologías de desarrollo. Los llamados modelos empíricos o de base estadística en principio no son adecuados para predecir el impacto de las alteraciones climáticas, y solo deben utilizarse en situaciones similares a las que se utilizaron para desarrollarlos. Por el contrario, los modelos de base fisiológica o de procesos simulan los procesos que rigen el crecimiento de los árboles (en lugar de simular directamente el crecimiento de los árboles) y tienen en cuenta, de forma directa, las condiciones del medioambiente (clima y suelo). El problema es que los modelos de procesos son generalmente complejos y muy exigentes en cuanto a datos de entrada. En Portugal, hemos trabajado con modelos de procesos simplificados (3PG y YieldSAFE) que puedan ser utilizables en la gestión forestal. En este sentido, ¿pueden permitir estos modelos tomar decisiones sobre adaptación al cambio climático en los sistemas forestales? Os modelos não são a realidade! Mas, sim, podem prever as percas/ ganhos de produção por diferenças no clima futuro, permitem prever o impacto de insetos desfolhadores que se prevé que venham aumentar com o câmbio climático, permitem simular o impacto de rega, se essa vier a ser aplicada em algumas plantações. Mas obviamente não são perfeitos e há ainda um longo caminho a percorrer. Podemos talvez dizer que nos modelos estatísticos atingimos talvez o melhor que é possível (a única melhoria será ter melhores da-

dos), nos modelos processuais há ainda bastante a investigar/melhorar em termo de metodologia. ¡Los modelos no son la realidad! Pero si permiten prever las pérdidas o ganancias de producción por diferencias en el clima futuro, el impacto de insectos defoliadores que se prevé aumentará con el cambio climático, o simular el impacto del riego si se aplicase a alguna plantación. Pero obviamente no son perfectos, y todavía hay un largo camino por recorrer. Podríamos decir que en los modelos estadísticos ya alcanzamos probablemente lo mejor que es posible (la única mejora será tener mejores datos), mientras que en los modelos de procesos todavía hay bastante que investigar y mejorar en términos de metodología. Para el funcionamiento de sIMfLOR el usuario tiene que proporcionar información obtenida de un inventario forestal ¿Se incorporan únicamente datos selvícolas, o también sobre otros servicios ecosistémicos? Neste momento apenas se incorporam dados silvícolas e de solo e clima. Mas não é expectável que venham a ser solicitados aos utilizadores dados sobre serviços ecosistémicos (quando muito caracterização do solo), o que se pretende é que seja o simulador a fornecer/estimar os serviços ecosistémicos a partir dos dados de caracterização dos povoamentos fornecidos pelos utilizadores. En este momento solo se incorporan datos selvícolas y de suelo y clima. Pero no se prevé solicitar a los usuarios

datos sobre servicios ecosistémicos (como mucho la caracterización del suelo). Lo que se pretende es que sea el simulador el que proporcione o estime los servicios ecosistémicos a partir de los datos de caracterización de las masas proporcionados por los usuarios. Si se quieren valorar adecuadamente los servicios ecosistémicos, los inventarios forestales tradicionales son insuficientes ¿Qué información esencial debe obtenerse, además de las características selvícolas de las masas forestales? Essa é uma boa questão, mas difícil de responder. Em termos de inventário Florestal, penso que deveria haver uma melhor caracterização dos solos. Mas penso que a caracterização de outros serviços que queiramos avaliar vai necesitar de metodologías diferentes das utilizadas nos inventários tradicionais. Uma boa cartografia do uso do solo, atualizada, é com certeza essencial, a utilização de deteção remota vai, na mina opinião, ver a sua importancia aumentada. Mas terão que ser realizados inventarios “paralelos”. Por exemplo, a avaliação de pragas tem um calendário proprio, não pode ser feita ao mesmo tempo que a medição das árvores. A avaliação da biodiversidade tem também que obedecer a metodologías específicas. Temos portanto diversos desafíos para a investigação. E a necessitar de soluções no curto prazo! Esa es una buena pregunta, pero difícil de responder. En términos de inventario forestal, creo que debería haber una mejor caracterización de los suelos. Pero creo que la caracterización de

Deberíamos incorporar un gran número de servicios ecosistémicos en los planes de gestión forestal. Y, de hecho, los forestales hace mucho que piensan en los “múltiples bienes y servicios” que ofrecen los montes. Sin embargo, prácticamente solo se contabilizan los bienes directos. Y ese es el problema; los servicios ecosistémicos clasificados como de “regulación y mantenimiento”, así como los “culturales”, sabemos que existen, pero no hay metodologías ya establecidas para cuantificarlos. ¡Y son necesarias! 10

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En términos de inventario forestal, creo que debería haber una mejor caracterización de los suelos. Pero creo que la caracterización de otros servicios que queramos evaluar va a necesitar de metodologías diferentes a las utilizadas en los inventarios tradicionales. Una buena cartografía de usos del suelo, actualizada, es ciertamente esencial. Y la evaluación de la biodiversidad también debe obedecer a metodologías específicas

trapolação, mas tenho utilizado em Portugal, com sucesso, funções desenvolvidas para Espanha e também conheço trabalhos de validação de modelos portugueses com dados de espanha com bons resultados. Ou seja, em alguns casos, acho que ganharemos por trabalhar em conjunto e é isso que temos feito. Os modelos de base fisiológica teóricamente devem ser extrapoláveis! Mas sempre se faz alguma adaptação local, visto que o nosso cohecimento dos procesos é limitado. Teóricamente, não deveria ser preciso fazer nenhuma adaptação local.

otros servicios que queramos evaluar va a necesitar metodologías diferentes a las utilizadas en los inventarios tradicionales. Una buena cartografía de usos del suelo, actualizada, es ciertamente esencial. En mi opinión, la utilización de sistemas de detección remota va a ver incrementada su importancia, pero tendrán que realizarse inventarios "paralelos". Por ejemplo, la evaluación de plagas tiene un calendario propio y no se puede hacer al mismo tiempo que la medición de los árboles. La evaluación de la biodiversidad también debe obedecer a metodologías específicas. Tenemos, por tanto, diversos desafíos para la investigación. ¡Y la necesidad de soluciones a corto plazo! Su trabajo se centra en sistemas forestales de Portugal. ¿Son extrapolables a las masas de otras zonas de la región mediterránea, y en especial de España, o precisan una adaptación? Os modelos empíricos em princípio não têm uma grande capacidade de ex-

Los modelos empíricos en principio no tienen una gran capacidad de extrapolación, pero he utilizado en Portugal, con éxito, funciones desarrolladas para España y también conozco trabajos de validación de modelos portugueses con datos de España con buenos resultados. Es decir, en algunos casos, creo que ganaremos por trabajar juntos y eso es lo que hemos hecho. ¡Los modelos de base fisiológica teóricamente deben ser extrapolables! Pero siempre se hace alguna adaptación local, ya que nuestro conocimiento de los procesos es limitado. Teóricamente, no debería ser necesario hacer ninguna adaptación local. El simulador standsSIM maneja modelos del árbol individual para las diferentes especies forestales. ¿Qué especies forestales han desarrollado, y qué previsiones tienen? Neste momento o standsSIM permite fazer simulações de longo prazo, com modelos da árvore individual, para pinheiro bravo, pinheiro manso, eucalipto. O sobreiro está também na pla-

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taforma sIMfLOR mas num simulador próprio para essa espécie. Está em curso a sua incorporação no standsSIM, a qual será seguida da possibilidade de simular povoamentos com mais do que uma espécie. Além disso, o standsSIM permite também fazer simulações com o modelo procesual 3PG, ao qual acrescentámos todos os outputs que os modelos empíricos fornecem. Actualmente el standsSIM permite hacer simulaciones a largo plazo, con modelos del árbol individual, para pino resinero, pino piñonero y eucalipto. El alcornoque está también en la plataforma sIMfLOR, pero en un simulador propio para esa especie. Está en proceso su incorporación en el standsSIM, a lo que seguirá la posibilidad de simular masas con más de una especie. Además, el standsSIM permite también hacer simulaciones con el modelo de proceso 3PG, al que añadimos todos las salidas que suministran los modelos empíricos. Para terminar, ¿mantienen alguna colaboración con otros organismos de investigación europeos en esta línea de trabajo? Sim, temos trabalhado em colaboração com diversas equipas internacionais na Europa e também nos Estados Unidos, na América do Sul e na Austrália. Hoje em dia é praticamente impossível trabalhar isolado no seu prórpio país! Si, hemos trabajado en colaboración con diversos equipos internacionales de Europa y también de Estados Unidos, América del Sur y Australia. ¡Hoy en día es prácticamente imposible trabajar aislado en tu propio país!

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ACTUALIDAD

ENTREVISTA A PONENTES MAGISTRALES

Manuel Guaita Fernández, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, Departamento de Ingeniería Agroforestal, y director de la Plataforma de Ingeniería de la Madera Estructural (PEMADE)

“No se debe usar madera que no esté certificada” Ismael Muñoz Linares

La madera parece vivir un especial repunte por su uso en edificios y construcciones emblemáticas. Los arquitectos y el resto de prescriptores han fijado en ella sus ojos por su versatilidad, por la estética que ofrece, por su fácil combinación con otros materiales y porque es el material con diferencia más sostenible de cuantos se emplean en la construcción. La apuesta por una construcción cada día más sostenible coloca a la madera en una posición de ventaja frente a sus competidores directos como son el acero, el aluminio o el hormigón, todos ellos con un balance de emisiones de CO2 muy elevado frente a la capacidad de la madera para ser un almacén de carbono durante todo su ciclo de vida. Así que la madera, el producto forestal por excelencia, es de momento tendencia, le queda un largo camino por recorrer para convertirse en moda. De todo ello hablamos con Manuel Guaita, ponente magistral del CFE.

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¿Por qué se construye tan poco en madera en España en comparación a otros países centroeuropeos? Han sido varias las causas, tanto a nivel normativo como de abandono de su uso, entre otras. Lo importante es que está incorporándose con vigor de nuevo y eso es una gran noticia. ¿Qué es necesario para que esto cambie? ¡Pues hacerse jóvenes! En la juventud están las utopías, los valores, no hay rigideces ni pasado del que arrepentirse, reivindican valores morales y ellos claman por un mundo sostenible, un planeta lleno de bosques y un mundo mejor, y por eso piden la construcción con madera certificada y proyectos en donde prime la eficiencia energética. Si tuviera que elegir entre el mercado y los prescriptores, los propietarios forestales, la Administración Pública, el sector industrial de la madera, la percepción social y profesional del uso de madera o los medios de comunicación, ¿en cuál incidiría en primer lugar para aumentar el consumo de madera per capita en España? En todos, no hay un proyecto común sin un sentir común y sin un compromiso común. De todos es la responsabilidad de dejar un mundo mejor a nuestros nietos. Hubo un proyecto, Vivir con Madera, que intentó promocionar la madera como elemento constructivo. ¿Qué aspectos positivos podemos extraer de aquella experiencia?, ¿sería necesario poner en marcha otra iniciativa similar? Fue muy positiva en mi opinión. Más que otra iniciativa si-

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Para que aumente el consumo de madera en España hay que hacerse jóvenes... ellos claman por un mundo sostenible, un planeta lleno de bosques y un mundo mejor, y por eso piden la construcción con madera certificada y proyectos en donde prime la eficiencia energética

¿Tiene usted la percepción de que, desde el punto de vista ambiental, se le exige más a la madera que a todos estos competidores? Me refiero a la certificación de su procedencia, o de la demostración de la gestión forestal sostenible de la que proviene la madera, frente a la extracción de minerales con los que se fabrican sus competidores. No se debe usar madera que no esté certificada. Queremos claramente un mundo con más bosque, más productivo, más armonioso y que ayude a frenar los efectos del cambio climático. Hay que exigirle a todos los materiales lo necesario para la mejora del futuro de nuestro planeta. El arquitecto Alex de Rijk afirmó hace unos años que “el acero fue el material de construcción del siglo XIX, el hormigón el del siglo XX y la madera será el del siglo XXI”. ¿Está de acuerdo con esa afirmación? Si es así, ¿qué le falta a la madera para lograr ese objetivo? Claro que lo estoy. Preciosa afirmación. Lo que pasa es que la madera ya lo fue también de muchos siglos anteriores. Creo en la sabia combinación de todo. Cada cosa en su sitio, con su funcionalidad en máximas prestaciones y todo dando el servicio más óptimo. Nada debe desaparecer y todo se debe potenciar en clave de sostenibilidad.

milar, yo creo que todos sabemos influir en nuestro entorno más próximo. Si realmente tenemos conciencia social, vivir con madera debería ser un compromiso vital. ¿Cuáles son los prejuicios negativos con los que parte la madera en la mente del consumidor frente a otros materiales competidores como el acero, el hormigón o el aluminio?

Los consumidores lo que no quieren son malos proyectos con madera. Yo traslado la responsabilidad a nosotros los técnicos. La madera requiere un dominio claro del material. Si sabemos cómo es la madera, el resultado será único e inigualable y de una longevidad y agradecimiento tremendos. Y si lo tratamos con ignorancia, la naturaleza cumplirá con su función y dará orden de extinción.

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España importa madera y derivados por valor de casi 300 millones de euros anuales, mientras se corta aproximadamente el 40 % del crecimiento anual de la masa forestal, frente al 75 % en otros países europeos. ¿Si se aumentase el porcentaje de corta del crecimiento anual implicaría una menor importación de madera? La importación o exportación de las cosas creo que son función de la competitividad y los mercados. Un sector unido, cohesionado, con fuerza, serio, preparado, con una hoja de ruta clara, apoyado institucionalmente y eficiente no tiene freno. Estoy seguro que entre todos vamos a hacer de España cada día una potencia forestal más fuerte. ¿Con qué cinco principales argumentos convencería a un escéptico de los beneficios de consumir madera para uso constructivo frente a otros materiales competidores? Le enseñaría obras ya hechas con

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Los consumidores lo que no quieren son malos proyectos con madera. Yo traslado la responsabilidad a nosotros los técnicos. La madera requiere un dominio claro del material. Si sabemos cómo es la madera, el resultado será único e inigualable y de una longevidad y agradecimiento tremendos

madera de arquitectura de nivel, le pondría en manos de profesionales contrastados, le preguntaría cómo quiere vivir y qué sueños tiene, y le diría, “Los árboles cogieron altura para hacer la fotosíntesis porque endurecieron la pared de sus células para soportar las acciones del viento y de la naturaleza… Anímate a construir la pared de la célula de tu vida rodeado de los elementos por donde circuló la vida de los bosques… La madera te dará armonía, paz, te protegerá térmicamente, equilibrará la humedad de tu interior y tendrás un hogar… “. ¿Un aumento en el consumo de madera con fines constructivos o decorativos podría ayudar en la lucha contra el cambio climático?, ¿de qué manera? Sin duda, todo material sumidero de CO2 es fundamental incorporarlo para tal fin. Usted es el director de la Plataforma de Ingeniería de la Madera Estructural (PEMADE) de la Universidad de Santiago de Compostela. ¿Qué es esta plataforma?, ¿cuáles son sus objetivos? y ¿de qué manera promociona el uso de madera estructural?

Se trata de una unidad del Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Santiago de Compostela, y se dedica a la formación de Posgrado con el Máster en Ingeniería de la Madera Estructural, y posee un laboratorio acreditado ENAC para ensayos de madera estructural. Su vocación es de servicio a las empresas y su ayuda a la innovación para el desarrollo de nuevos productos en base madera.

país?, ¿demanda la industria de transformación de la madera esa investigación? Sin duda, hay mucha y de calidad. Son muchos los centros de prestigio en España que están realizando una gran labor en estos aspectos, y de hecho felizmente cada vez la investigación tiene ese carácter de transferencia de resultados a las empresas en aras a su mayor competitividad.

¿De qué manera la investigación puede ayudar a la promoción del uso de madera en la construcción, en el mueble o en la decoración? La madera está en un proceso tecnológico de primer orden, y eso es gracias a la constante innovación. No se concibe un futuro de la madera en el siglo XXI solamente con una recuperación de los usos tradicionales de la madera, sino con un avance también en su innovación y desarrollo para que pueda incorporarse cada día con más fuerza en una construcción más sostenible y al mundo del diseño industrial.

¿Existe transferencia desde los centros de investigación hasta las empresas que fabrican esos productos de madera? Nosotros desde PEMADE ya no hacemos otra cosa. Hemos colaborado en la sustitución de los fustes de los aerogeneradores eólicos de acero por madera, hemos realizado estructuras espaciales tipo GridShell con madera de Eucalyptus globulus, estamos investigando para el desarrollo de madera contralaminada con especies locales de Galicia, estamos también analizando la tecnología de LVL de eucalipto, entre otros proyectos. Sin transferencia no hay una nueva manera de hacer las cosas, y esa es nuestra vocación y nuestro empeño.

¿Hay investigación científica sobre nuevos usos constructivos de especies forestales presentes en nuestro

La madera está en un proceso tecnológico de primer orden, y eso es gracias a la constante innovación. No se concibe un futuro de la madera en el siglo XXI solamente con una recuperación de los usos tradicionales de la madera, sino con un avance también en su innovación y desarrollo para que pueda incorporarse cada día con más fuerza en una construcción más sostenible y al mundo del diseño industrial 14

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MT1

Ecología y biodiversidad forestal: del gen al paisaje

COORDINADORES

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

Aitor Ameztegui González "En los próximos años se reforzará el estudio de los mecanismos que hacen que los bosques sean más resistentes y resilientes a las perturbaciones. Este tipo de estudios pueden abordarse a numerosas escalas, investigando por ejemplo qué genotipos o rasgos fomentan la respuesta de los árboles a las perturbaciones, qué tipo de selvicultura podemos hacer para mejorar la adaptación de los bosques o qué estructura del paisaje permite minimizar los riesgos en caso de grandes perturbaciones" ¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? Es evidente que un sector como el forestal tiene un componente fundamentalmente aplicado, no en vano el lema de la Escuela de Montes de Madrid es Saber es hacer. Pero al mismo tiempo, podemos darle la vuelta a esa frase, y para poder gestionar, para poder “hacer”, es necesario “saber”, entender cómo funcionan los bosques. Solo si logramos tener una comprensión detallada de su funcionamiento bajo diferentes condiciones podemos anticiparnos y adaptarnos a la multitud de cambios que se están produciendo y a las diversas necesidades de la sociedad. De ahí la importancia de esta mesa temática, probablemente la más teórica del congreso. ¿Por qué el título “del gen al paisaje”? Precisamente, los factores que afectan a cómo funciona un bosque actúan a diversas escalas. Por ejemplo, la producción de semilla o la vecería puede depender sobre todo de factores genéticos, mientras que otros procesos, como el abandono de tierras agrícolas, se dan a escala de paisaje. Con este título hemos querido recalcar esta diversidad de escalas, y lo necesario que es tenerlas en

cuenta a la hora de afrontar el estudio de los bosques de una manera integrada. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? Debido al carácter tan amplio que tiene esta mesa, lo más relevante es precisamente la diversidad de temáticas que se

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verdaderamente interesantes, y con una presencia cada vez mayor de investigadores con formación específicamente forestal, que abordan el estudio de los bosques desde una perspectiva más aplicada, lo cual creo que complementa y mejora las visiones más teóricas, sin duda también necesarias. ¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán o deberían desarrollarse en los próximos años? El campo es tan amplio que se hace difícil elegir. Sin duda, y a pesar de que algún líder político no lo vea así, el cambio climático ha dejado de ser una amenaza futura para convertirse en

un fenómeno actual, que ya está entre nosotros. En este sentido, y aunque se realiza mucha investigación en este campo, creo que se reforzará el estudio de los mecanismos que hacen que los bosques sean más resistentes y resilientes a las perturbaciones. Este tipo de estudios pueden abordarse también a numerosas escalas, investigando por ejemplo qué genotipos o rasgos fomentan la respuesta de los árboles a las perturbaciones, qué tipo de selvicultura podemos hacer para mejorar la adaptación de los bosques o qué estructura del paisaje permite minimizar los riesgos en caso de grandes perturbaciones, como incendios o sequías extremas.

Enrique García Gómez

¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? A pesar de los recortes en ciencia, que sin duda han hecho las cosas más difíciles para muchos equipos e investigadores, creo que la investigación en ecología forestal goza de buena salud en España; no en vano estamos ente los diez países del mundo con mayor producción en este campo. Hay numerosos grupos que están haciendo trabajos

Enrique García Gómez

van a presentar, así que animo a todo el mundo a asistir a las tres sesiones de la mesa 1, seguro que no les va a defraudar. Durante el lunes y el martes, días en que se desarrolla esta mesa, aprenderemos cómo la variabilidad genética determina la eficiencia en el uso del agua y la respuesta a la sequía de varias especies, y cómo eso puede usarse como herramienta de adaptación; cuál es el riesgo de invasión de especies exóticas en las diferentes regiones de España; cómo de preparados están los bosques españoles frente a las perturbaciones naturales, y descubriremos si los pinos rectos se tuercen menos o se enderezan mejor, por citar solo una pequeña muestra. Pero no quiero dejar de destacar la alta calidad de todos los trabajos recibidos, casi 100, de los que por desgracia, solo se pueden presentar oralmente 24.

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

MT2

Inventario y ordenación de montes

Vicente J. Monleón

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"En la actualidad, hay contribuciones muy importantes en prácticamente todos los aspectos de inventario y modelización, desde aplicación de teledetección a la gestión, incluyendo LiDAR y drones, hasta usos innovadores del inventario forestal nacional para analizar cuestiones básicas en ecología y gestión"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? El objetivo principal es presentar las innovaciones en inventario y gestión forestal y facilitar la interacción entre científicos, y entre estos y los encargados de la gestión, para mejorar la gestión de los recursos naturales del país. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? Uno no puede evitar un poco de sesgo hacia los temas con los que está más familiarizado. Hay presentaciones muy interesantes estudiando aspectos ecológicos, como por ejemplo perturbaciones y daños, usando datos inventarios forestales nacionales. El tema que domina, sin embargo, es el uso de teledección, incluyendo presentaciones teóricas, aplicaciones a la gestión e instrumentos y aplicaciones informáticas. Me han parecido especialmente interesantes varios trabajos que, en lugar de simplemente desarrollar modelos basados en teledección, la utilizan como información auxiliar en apoyo del inventario. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? Tradicionalmente, el aspecto más desta-

cado de la investigación forestal española en este campo ha sido la modelización, tanto a nivel de árbol individual como de rodal. En la actualidad hay contribuciones muy importantes en prácticamente todos los aspectos de inventario y modelización, desde aplicación de teledetección a la gestión, incluyendo LiDAR y drones, hasta usos innovadores del inventario forestal nacional para analizar cuestiones básicas en ecología y gestión.

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¿Cuáles son las líneas de investigación más importantes que deberían desarrollarse en los próximos años? El uso de información derivada de imágenes obtenidas con drones y otras plataformas similares es sin duda el tema que más atención está recibiendo actualmente. Pero a pesar de su indudable atractivo visual, quedan muchos aspectos que investigar para mejorar su utilidad. Por ejemplo, evaluar el sesgo inherente a muchas de las aplicaciones, desarrollar estimadores de la incertidumbre asociada a estos métodos, aplicaciones a variables más complejas y menos correlacionadas con la información detectable con los sensores actuales, aplicación al estudio de dinámica temporal… ¿Qué aportan las nuevas técnicas de inventario a la ordenación de montes? Claramente, las nuevas técnicas tienen mucho que aportar a la gestión forestal, permitiendo un seguimiento casi continuo a una escala y un detalle que eran impensables hace solo unos años. Pero la gestión forestal ha cambiado mucho, y también es necesario desarrollar herramientas básicas para estimar de forma eficiente variables relacionadas con la biodiversidad, estructura del rodal, dinámica del carbono, riesgo de incendios, etc. Por ejemplo, la gestión forestal actual tiende a favorecer rodales más heterogéneos, pero ese incremento de la variabilidad hace que sea necesario aumentar significativamente el tamaño de muestra para obtener un nivel de precisión aceptable. La información obtenida con drones puede utilizarse para apoyar el inventario de campo y satisfacer los objetivos de precisión a un costo razonable.

"Las nuevas técnicas tienen mucho que aportar a la gestión forestal, permitiendo un seguimiento casi continuo a una escala y un detalle que eran impensables hace solo unos años. Pero la gestión forestal ha cambiado mucho, y también es necesario desarrollar herramientas básicas para estimar de forma eficiente variables relacionadas con la biodiversidad, estructura del rodal, dinámica del carbono, riesgo de incendios, etc." Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

MT3

Gestión de montes: conservación y aprovechamiento

Miren del Río Gaztelurrutia

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"La investigación se debe orientar a mejorar el entendimiento de los procesos que están teniendo lugar en nuestros montes y a buscar medidas para mejorar la gestión con el fin de garantizar la persistencia, todo ello en el marco de una gestión multifuncional que dé respuesta a las distintas demandas de la sociedad y que garantice el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? El principal objetivo es ofrecer un espacio para la presentación y puesta en común de estudios científicos-técnicos directamente relacionados con la gestión de las masas forestales. Dada la naturaleza de esta temática, uno de los objetivos de la mesa es fomentar el intercambio entre científicos y gestores tanto del ámbito público como privado. El desarrollo de la mesa temática debe servir no solo para transferir los resultados de la investigación de los últimos años en esta área e identificar las necesidades de nuevo conocimiento para su aplicación en la gestión, sino para la puesta en común de conocimiento, experiencias y nuevas ideas sobre gestión de montes por parte de los distintos actores implicados. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en esta mesa temática? Los contenidos que se presentarán en la MT3 son muy diversos, ya que se recogen aspectos directamente relacionados con técnicas de gestión, como tratamientos selvícolas y agrosilvopastorales, aprovechamientos forestales, etc., y otros temas transversales con otras mesas temáticas pero que están orientados hacia la gestión; por ejemplo, es-

tudios sobre el fomento de la biodiversidad mediante técnicas selvícolas. A su vez, las comunicaciones cubren distintos sistemas forestales, atendiendo a la gran diversidad presente en nuestros montes. Entre las aportaciones, los aspectos más representados son la regeneración natural, selvicultura y cambio climático, aprovechamiento de biomasa forestal, productos no maderables,

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destacando el recurso micológico, indicadores de sostenibilidad y, como es natural, teniendo en cuenta la localización del congreso, el sistema dehesa. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? El impacto de la actividad investigadora en España relacionada con las técnicas selvícolas y agrosilvopascícolas, medido con los estándares científicos internacionales, ha crecido notablemente durante la última década, situándose a un nivel comparable al de otros países europeos con gran tradición investigadora en el área. Entre otros aspectos, cabe destacar el gran esfuerzo realizado por mejorar el conocimiento sobre el impacto del cambio climático sobre la dinámica de los sistemas forestales y sobre los efectos que las distintas técnicas selvícolas pueden tener sobre el mismo. En este sentido, se ha avanzado desde el estudio de la vulnerabilidad de los sistemas forestales frente al cambio climático y la estimación de los impactos que este ocasiona hacia estudios centrados en medidas concretas para la adaptación que reduzcan los riesgos y mejoren la resiliencia de los sistemas forestales, es decir, en el desarrollo activo de una selvicultura para la adaptación al cambio climático. Otro aspecto en el que se han logrado avances importantes en los últimos años es la multifuncionalidad, con numerosos estudios que cuantifican la provisión de servicios del ecosistema bajo distintos escenarios de gestión. Es notable la mejora del conocimiento

sobre el efecto de la selvicultura en la provisión de productos forestales no maderables, y en servicios como el carbono fijado en los bosques o la biodiversidad. ¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán o deberían desarrollarse en los próximos años? En mi opinión, el gran reto de la gestión forestal hoy en día sigue siendo el cambio global, incluyendo no solo el cambio climático, sino también los cambios económicos y sociales, como el abandono rural, que en muchos casos repercuten en la viabilidad de los sistemas forestales y pueden aumentar su vulnerabilidad frente a diferentes riesgos, entre otros, nuevas plagas y enfermedades. Por lo tanto, la investigación se debe orientar a mejorar el entendimiento de los procesos que están teniendo lugar en nuestros montes y a buscar medidas para mejorar la gestión con el fin de garantizar la persistencia, todo ello en el marco de una gestión multifuncional que dé respuesta a las distintas demandas de la sociedad y que garantice el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre otras líneas de investigación importantes, se pueden destacar las siguientes líneas en las que se debe seguir avanzando: tratamientos de regeneración en el marco del cambio global; interacciones entre agentes bióticos, abióticos y selvicultura; efecto de los tratamientos selvícolas y silvopascícolas en la provisión de servicios del ecosistema e identificación de los equi-

librios y compensaciones entre ellos; relación bosque-agua-selvicultura; desarrollo de herramientas de gestión adaptativa, etc. ¿Existe aún la disyuntiva conservación o aprovechamiento de los montes? Esta supuesta disyuntiva partió de una comprensión equivocada del sistema económico forestal como meramente extractivo, más propia de minería de otros recursos no renovables. Bajo mi punto de vista, la multifuncionalidad y persistencia de los montes, ligadas a su conservación, ha sido siempre uno de los pilares de la gestión forestal, aunque no siempre bien entendido o aplicado. Los montes proporcionan una serie de bienes y servicios que mediante la gestión forestal intentamos compatibilizar para dar soluciones satisfactorias a las demandas de la sociedad, siendo conscientes de la dificultad que esto conlleva. Habrá que ver qué queremos ‘conservar’, qué queremos ‘aprovechar’ (incluyendo la satisfacción de demandas sociales y espirituales), cuáles son los equilibrios y compensaciones entre los distintos servicios del ecosistema y tomar la decisión técnica que se considere más adecuada en función de los condicionantes ecológicos, económicos y sociales. La sociedad, y con ella sus demandas, están en continuo cambio, por lo que la gestión forestal debe de ser dinámica y responder a estos cambios. Esto requiere de una base científica donde apoyarse, a la que el Congreso Forestal Español y la Sociedad Española de Ciencias Forestales contribuyen.

"La multifuncionalidad y persistencia de los montes, ligadas a su conservación, ha sido siempre uno de los pilares de la gestión forestal, aunque no siempre bien entendido o aplicado. Habrá que ver qué queremos ‘conservar’, qué queremos ‘aprovechar’ (incluyendo la satisfacción de demandas sociales y espirituales), cuáles son los equilibrios y compensaciones entre los distintos servicios del ecosistema y tomar la decisión técnica que se considere más adecuada en función de los condicionantes ecológicos, económicos y sociales" Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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MT4

Hidrología, repoblación y restauración forestal

COORDINADORES

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Luis Santos del Blanco Tasio Fernández Yuste: "Desde el punto de vista conceptual, se han producido cambios significativos del paradigma hidrológico-forestal, superando la concepción y gestión del monte “protector”, ampliándola con la del monte “proveedor” de agua en cantidad, calidad y régimen. En la gestión real, desgraciadamente la hidrología forestal está fosilizada"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? Esta es la primera vez que se combinan el campo de la hidrología y el de los viveros, repoblaciones y mejora genética en un congreso forestal. La fusión obedece a motivos operativos, pero esperamos que se fomente el diálogo entre profesionales de ambos campos. Como objetivo general, al igual que todo el congreso, se busca poner en común los resultados de investigaciones y proyectos desarrollados en los últimos cuatro años. A lo largo del desarrollo de la mesa temática esperamos que haya una participación activa de los ponentes y asistentes, y que se promuevan los debates para compartir puntos de vista complementarios que mejoren la gestión forestal, que es el lema del congreso. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? En esta mesa temática se van a presentar 16 comunicaciones orales, más una ponencia invitada a cargo de Joaquín Navarro Hevia, de la Universidad de Valladolid. La primera comunicación oral tratará un tema integrador entre hidrología y restauración forestal, como es la evolución de un bosque de ribera en relación con la regulación del

caudal. Las otras comunicaciones relacionadas con la hidrología se centran en el estudio de aspectos como la escorrentía y la fuerza de arrastre de torrentes. En cuanto a la repoblación y restauración forestal, se presentarán estudios muy interesantes y aplicados a mejorar la calidad de la planta y el éxito de las repoblaciones. Finalmente, también se presentarán dos comunicaciones relacionadas con la genética: la primera centrada en combatir el problema de la seca de la encina y el alcornoque; y la segunda, en relación con la diversidad genética de los lotes de semillas usados en repoblación.

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¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? Hidrología y repoblaciones son pilares básicos relacionados con la gestión de los montes, y con total seguridad lo seguirán siendo. ¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán o deberían desarrollarse en los próximos años? Junto con la primera sesión de esta mesa temática 4, se celebrará esa misma tarde un taller que lleva por título “Tecnologías de la Información y la Comunicación y Gestión Forestal Sostenible.” En este sentido, creo que el abaratamiento del uso de sensores en investigación forestal tendrá importantes repercusiones en el nivel de precisión con el que podrán contestarse preguntas relacionadas con la hidrología forestal y el éxito de las repoblaciones. ¿En qué aspectos ha evolucionado la hidrología forestal en los últimos veinticinco años? Responde Tasio Fernández Yuste La respuesta a esa cuestión hay que formularla necesariamente desde dos ámbitos: Desde el punto de vista conceptual, se han producido cambios significativos del paradigma hidrológico-forestal, llevando a un primer plano la necesidad de incluir en los criterios y métodos de gestión la necesidad de optimizar los servicios hidrológicos del monte. Supone dar un importante paso adelante, superando la concepción y gestión del monte “protector”, ampliándola con la del monte “proveedor” de agua en cantidad, calidad y régimen. En la gestión real, desgraciadamente la hidrología forestal está fosilizada, salvo excepciones que, precisamente por puntuales, ponen de manifiesto el escaso peso que los criterios hidrológicos tienen en la gestión de nuestras masas forestales, algo, por cierto, inexplicable en un país en el que el agua es un bien escaso, irregularmente distribuido en el espacio y en el tiempo, y con pulsos que con frecuencia generan situaciones de riesgo, tanto por exceso como por defecto. Es importante señalar que los nuevos criterios de planificación hidrológica y de gestión de riesgos de inundación,

así como la estrategia de infraestructuras verdes, ofrecen unas fantásticas oportunidades para dar ese paso que permita hacer real un cambio necesario y urgente. ¿Qué aspectos cree usted que priman más en la elección de especies para repoblaciones o restauraciones: económicos o ecológicos? Responden Jesús Pemán y Juan Oliet La elección de especie es una decisión asociada al objetivo de la repoblación. En las repoblaciones cuyo objetivo preferente es el protector, el criterio debe ser y creo que es ecológico. En las repoblaciones de carácter productor es económico. No obstante, las masas creadas tendrán un carácter multifuncional. Es verdad que existen algunas repoblaciones que tienen funciones diversas donde puede cargarse más el acento en la producción o en la restauración ecológica, pero si la repoblación está bien justificada y es necesaria, las especies adecuadas surgen como resultado de un proceso decisorio encadenado y bien diseñado. ¿Se tienen en cuenta los últimos trabajos científicos en la ejecución de la obra? Es decir, ¿hay transferencia de conocimiento de los investigadores a los gestores? Responden Jesús Pemán y Juan Oliet Desgraciadamente, la transferencia es en muchos casos muy lenta. En el ámbito de las repoblaciones, además, los resultados de las nuevas técnicas dependen mucho del contexto de cada repoblación, es difícil generalizar. Eso hace que los profesionales en este ámbito sean conservadores a la hora de innovar. Pero se han producido algunos cambios de calado en los últimos 30 años que debemos tener en cuenta: - La mejora de las técnicas de producción de planta forestal y de la calidad de la planta, particularmente en el empleo de contenedores de paredes rígidas que conformen un sistema radical no deformado y con capacidad de reiniciar el crecimiento; asimismo, la mejora de la fertilización ha sido otro aspecto fundamental, buscando la formación de reservas nutricionales para promover el arraigo y el crecimiento postrasplante. Este último aspecto, si bien aún no se ha

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transferido a todo el sector viverístico, comienza a observarse ya en muchos productores, y se basa en las teorías aparecidas en los 2000 sobre la importancia de la removilización y el papel fisiológico de los nutrientes para la formación de nuevas raíces. Todo ello frente al paradigma anterior de producir planta pequeña y poco fertilizada, en una falsa concepción de considerar mejores a este tipo de planta por estar "adaptadas" previamente a unas condiciones duras como las que encontrará en el trasplante a campo. El incremento en el número de especies empleadas en las restauraciones, bajo el nuevo paradigma de promover la diversificación específica de las zonas restauradas. Ello ha implicado el desarrollo de protocolos nuevos para estas especies incorporadas, que abarcan desde la recogida del fruto y semilla hasta su conservación, germinación y producción en vivero. El libro coordinado por Jesús Pemán es un claro ejemplo de ello. El diseño de restauraciones mucho más ajustado a las características ecológicas de las zonas a restaurar, promoviendo la diversificación de técnicas de repoblación y de especies en función de las variadas condiciones topográficas y de suelo de los montes. El empleo de nuevos cuidados culturales postrasplante, entre los que destacaría los tubos protectores, aunque también otras técnicas en climas semiáridos y otras zonas difíciles, como el uso de hidrogeles o el microrriego. El diseño de maquinaria de bajo impacto para la preparación del suelo (retroaraña). Sobre el empleo de microorganismos simbiontes en las repoblaciones, han tenido aplicación puntual en zonas degradadas. Hubo progresos en la década de los noventa del siglo pasado y en la primera de esta siglo con el uso de hongos ectomicorrícicos, y en la actualidad hay un renovado interés por el descubrimiento y uso de organismos promotores del crecimiento vegetal.

Algunas de estas técnicas se han desarrollado al amparo de los sucesivos programas de forestación en tierras agrarias con fondos europeos, pero también de unos nuevos principios surgidos de las teorías ecológicas sobre restauración.

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MT5

Gestión de fauna: conservación y aprovechamiento

María Martínez Jauregui

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"La demografía, las enfermedades de la fauna silvestre, el estudio de su hábitat, los estudios que analizan los efectos de los diferentes tipos de contaminantes sobre la fauna silvestre, la genética, las especies invasoras, la caza y pesca sostenible, la fauna como elemento de biodiversidad, las actividades humanas y su incidencia sobre la fauna y la conservación de la fauna silvestre serán las cuestiones que deberemos estudiar en los próximos años"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? La gestión forestal sostenible debe contemplar todos los bienes y servicios ecosistémicos que contiene, lo que significa considerar la producción, los servicios culturales, los de regulación y los de soporte del ecosistema. La fauna silvestre, que se encuentra presente en todos los terrenos forestales, no puede ser obviada en una gestión integral y sostenible del territorio. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? En este congreso existen aportaciones muy heterogéneas en cuanto a su aportación científica o técnica y las especies consideradas. Existen tanto comunicaciones científicamente novedosas en los que la fauna silvestre es protagonista, como por ejemplo un estudio que analiza el papel de la paloma torcaz como dispersora de semillas de acebuche, como trabajos técnicos más específicos, por ejemplo, la evaluación de la incidencia de los incendios provocados por la electrocución de avifauna. Entre las especies consideradas, tienen presencia tanto

especies cinegéticas o de pesca como aquellas que no lo son, entre las que destacan: anguila, ciervo, lobo, paloma torcaz, perdiz roja, nutria, azor y cárabo. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? La científica Beatriz Arroyo y algunos de sus colaboradores del Instituto de Recursos Cinegéticos del CSIC identifica en una exhaustiva revisión hecha en 2016

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(51.436 documentos seleccionados en “Scopus” para el periodo 1984–2013) diez temas centrales en las investigaciones relacionadas con la fauna silvestre: la demografía, las enfermedades de la fauna silvestre, el estudio de su hábitat, los estudios que analizan los efectos de los diferentes tipos de contaminantes sobre la fauna silvestre, la genética, las especies invasoras, la caza y pesca sostenible, la fauna como elemento de biodiversidad, las actividades humanas y su incidencia sobre la fauna (muchas veces contenida en los temas anteriores) y la conservación de la fauna silvestre, que frecuentemente va ligada a minimizar los efectos de las enfermedades, contaminación o pérdida de hábitat, entre otros, y que generalmente supone abordar y solucionar conflictos con el desarrollo humano y con otras actividades que se dan en el mismo territorio.

Un caso emblemático que refleja todos los problemas que puede presentar la temática de su mesa: la caza del lobo. ¿Qué es: gestión de fauna o aprovechamiento? ¿Cómo compaginar visiones, intereses y criterios tan antagonistas como los que suscita esta especie? El crecimiento de algunas poblaciones de lobo, al igual que la vuelta de otros grandes mamíferos emblemáticos en Europa, está suponiendo el regreso de viejos conflictos a los mismos territorios por los que en su día fueron expulsados. El conflicto aparece cuando hay partes de la sociedad que tienen intereses enfrentados con estos animales. En este caso, seguramente todas las partes de la sociedad quieran conservar el lobo, pero no se puede esperar que su conservación sea soportada por unos pocos. Es por esto que se hace indispensable un buen sistema de compensaciones que haga que todas las partes encuentren atractiva la conservación de sus poblaciones. Con respecto al aprovechamiento

cinegético del lobo, me gustaría resaltar que siempre se deberá hacer de una manera sostenible, lo que implica tener en cuenta no solo aspectos relacionados con la ecología sino también con los aspectos sociales y económicos. Recientemente, el Gobierno ha presentado una propuesta para sacar al arruí del catálogo de especies invasoras y que siga siendo especie cinegética. Es otra muestra más del choque de intereses que se dan en la caza. ¿Cuándo podemos considerar técnicamente que una especie está naturalizada o sigue siendo una especie invasora? Una especie exótica introducida se considera naturalizada cuando es capaz de mantener poblaciones viables y autosuficientes (sobrevive y se reproduce). Una especie naturalizada se considera invasora cuando prolifera y se extiende, induciendo con ello cambios que amenazan a los ecosistemas, los hábitats o las especies. Una especie puede comportarse como exótica invasora o no invasora en función del territorio en el que se encuentre. Por tanto conviene tener diagnósticos y tratamientos precisos y particularizados. Siguiendo el principio de precaución, toda especie exótica que se encuentra naturalizada debe ser considerada como invasora o potencialmente invasora.

Ismael Muñoz

¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán o deberían desarrollarse en los próximos años? Indudablemente estos temas seguirán siendo relevantes en los próximos años y deberán ayudar a informar algunos grandes restos de la sociedad que ya se han señalado en la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020, como son

la gestión sostenible de los recursos renovables, el cambio climático, la disminución de la pérdida de biodiversidad o la búsqueda de soluciones que conduzcan a una sociedad innovadora, inclusiva y responsable en un contexto de cambio global.

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

MT6

Incendios forestales

Mercedes Guijarro Guzmán

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"Es necesario desarrollar líneas de investigación que incorporen las nuevas tecnologías a la mejora de la detección, la descripción de los combustibles forestales, la modelización y simulación del comportamiento del fuego y los sistemas de extinción, con especial incidencia en los grandes incendios forestales"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? La mesa temática de Incendios Forestales tiene entidad propia desde el 4.o Congreso Forestal Español celebrado en Zaragoza en el año 2005. Desde entonces, en cada congreso forestal, esta mesa temática ofrece una oportunidad para que tanto investigadores como técnicos y gestores presenten sus trabajos más recientes en materia de incendios forestales. Pretende constituir, dentro de las limitaciones de tiempo, un foro de transferencia de resultados, de debate, de colaboración y de demanda de nuevos conocimientos. Además de las aportaciones de los congresistas, la mesa temática de Incendios Forestales ofrece dos interesantes ponencias invitadas a cargo del Dr. Javier Madrigal, investigador del INIACIFOR, y de D.a Marta Miralles, de la Unidad Técnica GRAF y subinspectora del Cuerpo de Bomberos de la Generalitat de Cataluña. Los dos ponentes ejemplifican el binomio investigación-gestión que se ha querido recoger en esta mesa. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? Las comunicaciones presentadas a esta mesa recogen numerosos aspectos científicos y técnicos de los incendios forestales, ya que abordan tanto la prevención como la extinción y la restauración posincendio.

En las comunicaciones que se expondrán oralmente, en formato de póster o de resumen extenso de trabajos ya publicados o proyectos relevantes ejecutados, podremos conocer aspectos tan variados y relevantes como la caracterización de los combustibles forestales mediante diversas técnicas (por ejemplo, datos LiDAR), los aspectos sociales y políticos de los incendios forestales, los efectos del fuego en diferentes elementos de los ecosistemas forestales, el uso de nuevas tecnologías, las quemas prescritas, los incendios en la interfaz urbano-forestal, la seguridad del personal implicado en la ex-

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tinción, entre otros. Por otra parte, cabe destacar que las aportaciones proceden de todo el territorio español, mostrando un mosaico muy completo de la ciencia y la técnica de nuestro país en el ámbito de los incendios forestales. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? La mesa temática de Incendios Forestales, con cerca de un centenar de comunicaciones, constituye la segunda mesa temática del Séptimo Congreso Forestal Español por número de aportaciones, con aproximadamente el 15 % del total. Estas cifras son buena prueba del excelente momento en que se encuentra la investigación científica a nivel nacional en materia de incendios forestales. Diversos temas que se presentaron como retos de futuro en el Sexto Congreso Forestal Español, celebrado en Vitoria-Gasteiz en el año 2013, ya están siendo abordados en las comunicaciones que se presentarán en Plasencia. Es el caso de la mejora de la evaluación del riesgo de incendio, los retos asociados a la gestión del los combustibles forestales, los problemas relacionados con la interfaz urbano-forestal, el uso del fuego para la prevención de incendios, la mitigación de riesgos posincendio y recuperación de áreas quemadas y las mejoras tecnológicas en el combate de incendios. ¿Cuáles son las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán en los próximos años? Como en todo el sector forestal, el cambio climático y los cambios en la gestión y usos del suelo están condicionando la evolución del régimen de los incendios forestales, al modificar los factores históricos de riesgo. En este contexto, es necesario desarrollar líneas de investigación que incorporen las nuevas tecnologías a la mejora de la detección, la descripción de los combustibles forestales, la modelización y simulación del comportamiento del fuego y los sistemas de extinción, con especial incidencia en los grandes incendios forestales. Se debería profundizar asimismo en el conocimiento de los efectos del fuego sobre los ecosistemas y en el uso de nuevos materiales para favorecer la recuperación de los ecosistemas afectados por el fuego.

La gestión de los combustibles y el comportamiento del fuego en la interfaz urbano-forestal es otra línea de investigación de gran importancia, dada la creciente frecuencia de incendios en estas zonas. Otro aspecto relevante que debe ser abordado es la investigación de las interacciones entre plagas, enfermedades e incendios, ya que las primeras crean, a la escala de paisaje, nuevos combustibles susceptibles de ser afectados por el fuego. Finalmente, el conocimiento de los aspectos históricos y sociales del fuego constituye una importante aportación para mejorar la gestión de los territorios y su resiliencia al cambio climático. Destacar, asimismo, que la investigación debe ser interdisciplinar, y sin duda estrechamente relacionada con muchas de las líneas de investigación que se desarrollarán en el ámbito contemplado en otras mesas temáticas del 7.o CFE.

es fundamental que los profesionales de la lucha contra incendios trabajen junto con los expertos en comunicación. Finalmente, la formación adecuada de los más jóvenes, desde los centros de enseñanza, es asimismo la base para que las nuevas generaciones tengan un conocimiento realista y responsable de los incendios forestales.

Ninguna otra cuestión forestal provoca tanta alarma social como los incendios forestales y, sin embargo, la lucha contra ellos sigue siendo una gran desconocida para la gran mayoría de la sociedad, que combina una visión de heroicidades con otra de desidia y abandono público. ¿Cómo transmitir a la sociedad la necesidad de prevenir incendios, de comunicar los esfuerzos que se hacen para su extinción, los avances técnicos y el conocimiento científico que los sustenta, y la necesidad de su colaboración para luchar contra ellos? Las administraciones públicas, diferentes asociaciones, entidades sin ánimo de lucro, etc. vienen desarrollando desde hace años diferentes campañas de sensibilización y concienciación, orientadas a distintos agentes (medio rural, medio urbano, niños...), que tratan de transmitir a la sociedad todos los aspectos mencionados en la pregunta. Esas campañas deben continuar, utilizando todos los medios posibles, como, por ejemplo, en la actualidad, las redes sociales, los blogs de divulgación científica, etc. Hay que formar a la sociedad en la complejidad del fuego y sus riesgos, pero a la vez en la necesidad de convivir con él, como ocurre en las zonas de interfaz urbano-forestal, así como en el nuevo escenario resultado del cambio global. Para esta formación

¿El éxito en la lucha contra los incendios es solo una cuestión de presupuesto? El éxito en la lucha contra los incendios forestales no viene condicionado solamente por el presupuesto invertido. Además de factores como los meteorológicos, que están más allá del alcance de los fondos gastados, la adecuada distribución de estos fondos, la profesionalización de todos los agentes implicados y la concienciación de la sociedad determinan el éxito en la lucha contra los incendios forestales. Como ampliación de la información relativa a la mesa temática de Incendios Forestales en el Séptimo Congreso Forestal Español, comentar que en conexión con esta mesa se desarrollará una mesa redonda "Incendios forestales y paisaje: resistencia vs resiliencia" y tres talleres "Detección temprana y monitorización de incendios forestales", "Incendios forestales y desarrollo tecnológico: de la prevención a la restauración" e "Investigación de causas de incendios", que permitirán a los congresistas interesados completar e intercambiar conocimientos en materia de incendios forestales. Asimismo, en la mesa redonda "El tratamiento de la gestión forestal sostenible en la enseñanza secundaria" se abordarán temas relacionados con su pregunta sobre comunicación.

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

¿Es el fuego siempre negativo para el monte? No. El fuego es un factor ecológico que ha contribuido a modelar numerosos ecosistemas y ha sido utilizado históricamente de forma adecuada por muchas sociedades en el medio rural. Actualmente, es también una herramienta que convenientemente utilizada, con base en el conocimiento científico de su manejo y sus efectos, se puede emplear tanto para la prevención y la gestión de sistemas forestales (mediante el fuego prescrito) como para la extinción (mediante el contrafuego).

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COORDINADORES

DE LAS MESAS TEMÁTICAS

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Sanidad forestal

M.ª Josefa Lombardero Díaz

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"Es fundamental seguir investigando en temas relacionados con la bioseguridad, mejorar la valoración de riesgos y las técnicas de predicción, intercepción y seguimiento de organismos dañinos, especialmente de especies introducidas, que son las que más daño están ocasionando. Estas líneas de trabajo tienen que salir fuera de nuestros despachos y laboratorios; no podemos limitarnos a dar respuestas locales, sino que necesitamos establecer redes globales de colaboración para compartir conocimiento entre entes interesados, regiones y países, y conseguir que se establezcan políticas de actuación común a nivel global que reduzcan el riesgo de introducción de más especies"

¿Cuáles son los objetivos de esta mesa temática? La sanidad es un elemento clave para el mantenimiento de los bosques y para asegurar sus funciones. Plagas y enfermedades puede contribuir a reducir la productividad de una masa forestal tanto por el daño directo ocasionado sobre el arbolado como por el incremento en los costes de producción que supone aplicar estrategias de prevención o control. Pero además, un bosque sano contribuirá mejor a mantener limpios el aire y el agua, a proporcionar cobijo a la fauna o a reducir el CO2 atmosférico y la erosión. Por último, el monte ofrece muchas oportunidades sociales y de recreo que serán más gratas en un bosque sano. Por eso esta mesa temática es imprescindible y se mantienen prácticamente desde el 1.er Congreso Forestal Español en 1993. Sus objetivos

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¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en esta mesa? Las comunicaciones presentadas abordan aspectos cotidianos dentro del ámbito de la sanidad, como analizar los aspectos económicos del impacto de plagas y enfermedades o diferentes estrategias de gestión. Pero también se abordan los problemas más graves a los que se enfrentan nuestros bosques en la actualidad, como la introducción de especies exóticas y el cambio climático. Se observa también una preocupación por parte de nuestros investigadores en profundizar en una mejor comprensión de la interacción planta-insecto o plantapatógeno y la búsqueda de estrategias alternativas de control. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? La investigación en sanidad forestal ha experimentado un desarrollo importante en los últimos años, a pesar de las restricciones económicas en las que hemos vivido. Este impulso vino dado mayoritariamente por la introducción de especies exóticas, algunas de las cuales pueden llegar a comprometer no solo la producción, sino también la supervivencia de alguna especie arbórea. Se están realizando importantes esfuerzos por parte de nuestros investigadores para intentar mitigar el impacto y la dispersión de las mismas. Pero también se ha producido un avance motivado por los efectos del cambio climático, que en muchas zonas está contribuyendo al deterioro del hábitat de algunas especies arbóreas haciéndolas más vulnerables a ataques de insectos y patógenos.

¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se deberían desarrollar en los próximos años? Creo que es fundamental seguir investigando en temas relacionados con la bioseguridad, mejorar la valoración de riesgos y las técnicas de predicción, intercepción y seguimiento de organismos dañinos, especialmente de especies introducidas, que son las que más daño están ocasionando. Estas líneas de trabajo tienen que salir fuera de nuestros despachos y laboratorios; no podemos limitarnos a dar respuestas locales, sino que necesitamos establecer redes globales de colaboración para compartir conocimiento entre entes interesados, regiones y países, y conseguir que se establezcan políticas de actuación común a nivel global que reduzcan el riesgo de introducción de más especies. ¿La imposibilidad de utilizar determinados plaguicidas en la lucha contra plagas en las masas forestales ha supuesto un impulso a la investigación científica en esta materia? Sí, en este congreso se presentan varios trabajos que abordan sistemas alternativos de control basados en defensas del arbolado, microorganismos antagonistas, etc. Líneas de investigación que surgen, en gran medida, como una alternativa a los sistemas de control tradicionales. Con el conocimiento de que disponemos hoy en día, ¿se puede luchar con éxito frente a las enfermedades y plagas que puedan atacar a los bosques españoles? Tenemos un profundo conocimiento de nuestras especies nativas, pero estamos en una etapa de cambio global en la que no solo cambian las condiciones climáticas sino también la naturaleza y la extensión de nuestros montes. El proceso de globalización en el que nos hallamos sumidos trae consigo un movimiento constante de especies entre fronteras. No solo introducimos plagas y enfermedades,

Unidad de Salud de los Bosques de Aragón

son mostrar los avances en temas de sanidad forestal y ofrecer un lugar de discusión y puesta en común de los problemas sanitarios que preocupan en cada momento, así como sus posibles soluciones. Todo ello combinando la opinión de gestores, técnicos y científicos preocupados por este tema.

sino también especies arbóreas de crecimiento rápido para satisfacer las necesidades, cada vez mayores, de madera y productos madereros de la Unión Europea. Esto conlleva que las especies nativas causantes de plagas y enfermedades se encuentren con nuevos recursos disponibles, a veces incluso con una mayor calidad nutritiva y con menos resistencia hacia tales insectos o patógenos. Esto puede influir positivamente en su dinámica de poblaciones y el resultado pueden ser brotes epidémicos de especies que tradicionalmente eran consideradas especies secundarias, o por lo menos con poco impacto económico. Estamos observando incluso brotes epidémicos de especies nativas en ambientes no esperados. Hay numerosos ejemplos de este tipo en las plantaciones de Pinus radiata en el norte de España. Esta incertidumbre es todavía mayor cuando hablamos de especies de insectos y patógenos introducidos de los que desconocemos su comportamiento a medida que avanzan por el territorio y se van encontrando con nuevos ecosistemas. Conocemos casos históricos de especies introducidas que han mutado en los lugares de introducción o se han hibridado con otras dando lugar a organismos mucho más dañinos. Por tanto creo que podemos luchar contra muchas de las especies que conocemos en los ambientes tradicionales, pero en otros casos nos queda mucho por hacer, sobre todo en las condiciones cambiantes en que vivimos.

"Podemos luchar contra muchas de las especies que conocemos en los ambientes tradicionales, pero en otros casos nos queda mucho por hacer, sobre todo en las condiciones cambiantes en que vivimos" Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

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Paisaje y territorio. Espacios protegidos

Carlos del Peso Taranco

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"Uno de los retos científicos más importante va a estar asociado al desarrollo de nuevas técnicas de inventario y monitoreo y su puesta a punto en las metodologías de evaluación para su aplicación en la gestión diaria de los espacios naturales protegidos. A este aspecto clave hay que añadirle la necesidad de evaluar de alguna manera los servicios ecosistémicos que ofrecen estos territorios"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? La gestión forestal en espacios naturales protegidos es especialmente relevante en países como España, donde el 27 % de su superficie está vinculada a un lugar figura de protección (Espacio Natural Protegido o Red Natura 2000), muy por encima de la media de países europeos. La superficie total con esas figuras de protección supera los 15 millones de ha. A cargo de esa superficie forestal van aspectos tan importantes como la biodiversidad, el paisaje, la fijación de carbono o la protección del ciclo hidrológico. En muchos casos, estos espacios protegidos cuentan con un uso tradicional del territorio fuertemente arraigado en las poblaciones que los sustentan desde siglos. Las peculiaridades de estos territorios obligan, necesariamente, a una gestión y a un conocimiento específicos que intente aunar todas las sensibilidades. ¿Qué aspectos científicos o técnicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? Las comunicaciones al congreso están dentro de un amplio intervalo de trabajos en torno a esta temática. Destacan especialmente las centradas en el monitoreo de

estos territorios con nuevas tecnologías y en nuevas propuestas metodológicas para el análisis de distintos parámetros (biodiversidad, estado de conservación…). Se aportan además aspectos relacionados con el uso social y paisajístico, o el papel del arbolado monumental, singular o urbano. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? Dentro del sector forestal, la producción científica vinculada a esta mesa temática no

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es la más relevante si lo comparamos con la importancia superficial y de servicios que nos aportan estos espacios protegidos. Bien es cierto que cada vez más el gestor forestal necesita dar respuestas a sus incógnitas de manejo, relacionadas con estos singulares territorios basándose en evidencias científicas, en un campo en el que tradicionalmente han estado más volcados otros profesionales (especialmente biólogos). ¿Cuáles son a su juicio las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán o deberían desarrollarse en los próximos años? Personalmente creo que uno de los retos más importante va a estar asociado precisamente al desarrollo de nuevas técnicas de inventario y monitoreo y su puesta a punto en las metodologías de evaluación para su aplicación en la gestión diaria de los espacios naturales protegidos. A este aspecto clave hay que añadirle la necesidad de evaluar de alguna manera los servicios ecosisté-

micos que ofrecen estos territorios. En otro orden de cosas, el conjunto naturaleza-uso social-mundo urbano es uno de los aspectos que se va a complicar más en las próximas décadas, y necesariamente habrá que buscar respuestas en la gestión de espacios naturales. ¿Espacio natural protegido significa intocable por el ser humano? Desde luego, en el mundo mediterráneo, no. Nuestra sociedad lleva conviviendo con los espacios naturales desde hace miles de años, pudiendo afirmar que tanto el hombre, sus usos y las especies asociadas de nuestros territorios han evolucionado de forma conjunta. El hombre y sus usos es una pieza clave para la conservación de la biodiversidad en el ámbito mediterráneo. La gestión del territorio y de los espacios naturales, ¿es usted partidario de dejarla en manos de las comunidades locales o en las de la administración pública general del Estado?

Cada vez es más importante hacer la gestión de estos espacios de forma participada con las comunidades locales. Existen hoy en día iniciativas interesantes de gestión de territorios con procesos participados a nivel mundial. Un buen ejemplo de ello son los Bosques Modelo. Desgraciadamente, en muchos territorios españoles la pérdida de población rural puede afectar muy negativamente al mantenimiento de estos espacios protegidos. ¿De qué manera la investigación científica puede ayudar a la gestión de ese territorio? La presencia de la investigación científica es necesaria en cualquier ámbito de la vida para el avance de las sociedades actuales. Una apuesta firme por la ciencia forestal acaba desarrollando el territorio. Pensemos simplemente en su importancia superficial y en todos los beneficios directos e indirectos que aportan al conjunto de la población.

Consejería de Turismo de Extremadura

Geoparque Villuerca-Ibores

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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DE LAS MESAS TEMÁTICAS

MT9

Productos e industrias forestales

Gerardo Moreno Marcos

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"En un país con montes tan diversos, muchos de ellos con poca aptitud maderera, será la diversificación, pero también en algunos casos la intensificación/modernización, lo que permita ganar protagonismo al monte productor como motor de riqueza y economía rural. Será necesario también explorar nuevos productos, como pueden ser alimentos funcionales, estrategias de comercialización y de gobernanza"

¿Cuáles son los objetivos de esta mesa temática? El objetivo fundamental de esta mesa temática es visualizar la gran diversidad de productos generados por los diferentes tipos de montes y cultivos forestales españoles. Estos productos van mucho más allá de la madera (desenrollo, tablero, aserrado y celulosa) y del aprovechamiento de especies arbóreas y arbustivas como biomasa para producción de calor y electricidad. En el congreso se presentan trabajos sobre diversos productos no madereros (PNM) como el corcho, la resina, las setas, los frutos forestales, las plantas silvestres de uso aromático y comestibles, la producción intensiva de bellotas, etc. Esta mesa temática es especialmente interesante por el gran número de trabajos en los que colaboran o son dirigidos por los departamentos I+D de empresas del sector forestal. Las investigaciones presentadas abarcan estudios de los efectos de las prácticas de manejo de las plantaciones en la calidad de la madera (y otros PNM), pero también sobre el transporte, procesado industrial y estrategias de comercialización. ¿Qué aspectos científicos son los más relevantes que se mostrarán en esta mesa? En este congreso se presentan varios trabajos que contribuyen a la caracterización

de las propiedades físicas y mecánicas de la madera con métodos no destructivos que permitirán optimizar la gestión y la calidad del producto final. También un buen número de trabajos abordan diferentes aspectos que permitirán valorizar el uso de la biomasa forestal, fundamentalmente para producción de calor: técnicas de cosecha, características físicoquímicas, comportamiento en caldera y or-

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Ismael Muñoz

ganización de mercado. Respecto a los productos forestales no madereros, los trabajos muestran cómo ir más allá de la aplicación de técnicas de recolección (e.g. descorche), y se presenta trabajos que estudian cómo modernizar/optimizar la producción de resinas, setas (e.g. la turmicultura; uso de bacterias facilitadoras de la micorrización), incluso cómo explorar nuevas producciones (e.g., producción intensiva de bellotas con planta seleccionada y de producción precoz). Finalmente resultan de gran interés varios trabajos que analizan la relación de la industria con los productores, el conjunto de la cadena de valor y la planificación integral del sector forestal, de gran relevancia en un sector con ciclos de producción tan largos y con tantas implicaciones sociales y ambientales. ¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? Muchos de los trabajos presentados en esta mesa temática han sido desarrollados plenamente o con fuerte participación de la empresa, buen indicador de la transferencia directa del conocimiento generado al sector productivo e indicador del potencial de los productos estudiados para la generación de actividad económica y riqueza. Como se ha señalado antes, resulta alentador la gran diversidad de temáticas y productos que se presentan en este congreso. Así, sobre trabajos de productos procedentes de varias especies de pino (P. nigra, P. sylvestris, P. pinaster, P. radiata), eucaliptos, chopos, paulownias, plátano, fresnos, haya, alcornoque, encina, castaño, cerezos… y varias especies arbustivas. Otros trabajos estudian especies dedicadas a la producción de madera de calidad;

especialmente interesantes resultan los estudios de producción de clones de nogal híbrido. La aplicación de tecnologías de caracterización de la madera, el uso de aplicaciones para la selvicultura de precisión, el estudio del ciclo de vida de algunos productos forestales, la búsqueda de nuevas formas de planificar y organizar el sector forestal y su cadena de valor son muestra del buen momento de la investigación sobre productos forestales que deberán jugar un papel relevante en la economía de muchas comarcas rurales españolas. ¿Cuáles son las líneas de investigación más importantes que se desarrollarán en los próximos años? Sin duda deberán seguir las muchas líneas de investigación que se reflejan en este congreso. En un país con montes tan diversos, muchos de ellos con poca aptitud maderera, será la diversificación, pero también en algunos casos la intensificación/modernización, lo que permita ganar protagonismo al monte productor como motor de riqueza y economía rural. Será necesario también explorar nuevos productos, como pueden ser alimentos funcionales (e.g. antioxidantes de bellotas, madroños…) y estrategias de comercialización (certificación, análisis de ciclo de vida) y de gobernanza. Finalmente, el estudio de los servicios ecosistémicos y su evaluación económica (ver mesa temática 10) deberán cobrar protagonismo para ayudar tanto a la revalorización de los productos forestales como a la gestión sostenible del monte. La creciente percepción positiva de los servicios ecosistémicos del monte por la población debe ser aprovechada para devolver protagonismo a sus productos. Un buen ejemplo puede

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

ser la puesta en marcha del mercado de bancos de carbono que financien la restauración y gestión racional del monte. ¿Es la madera el material constructivo del futuro? ¿Qué necesita para competir con otros materiales como el aluminio, el acero o el cemento? Los países ricos en madera vienen promocionando desde hace años su uso en la construcción de interiores como elemento esencial en la dinamización de sus montes. España, aunque escasa en madera de calidad, haciendo más y mejor gestión de sus montes puede aspirar a producir madera que pueda ser utilizada por el sector urbanístico. Pero para ello es tan esencial producir madera de suficiente calidad como que se establezcan bien las características estructurales de la misma para que los arquitectos las incorporen con mayor facilidad en sus proyectos. ¿Cómo puede ayudar la investigación en nuevos productos, elaborados a partir de materias primas forestales como la madera, a promocionar su consumo y a aumentar la gestión forestal? El desarrollo de nuevos (o renovados) productos forestales debe surgir de la investigación participada de los productores y la industria, especialmente porque esta última tiene mayor capacidad para explorar y generar mercados. Una mejor integración bosque-industria y la planificación del binomio deben ser la base del fortalecimiento del conjunto de la cadena de valor. La rastreabilidad de sus productos, elaborados con criterios de calidad y sostenibilidad, debe permitir aumentar el consumo y valor añadido de los productos forestales, tarea en la que los centros de investigación deben trabajar en colaboración con la iniciativa privada.

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COORDINADORES

DE LAS MESAS TEMÁTICAS

MT10

Economía y política forestal

Mercedes Bertomeu García

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"En un momento como el actual, en el que se imponen los principios de la bioeconomía y la economía verde, la investigación científica se centra a nivel nacional en la valoración económica de los servicios ambientales para legitimar y aplicar sistemas de Pago por Servicios Ambientales (PSA)"

¿Cuáles son los objetivos con la organización y el desarrollo de esta mesa temática? Los objetivos principales de esta mesa son la valoración económica de los bienes y servicios de los bosques, así como el análisis de las políticas que se están adoptando a distintos niveles (local, nacional e internacional) en relación con la gestión forestal sostenible y la lucha contra el cambio climático. ¿Qué aspectos científicos cree que son los más relevantes que se presentarán en este congreso? Se abordará con especial interés la valoración económica de los servicios ambientales de los bosques, como el almacenamiento de carbono, el control de la erosión, la producción de agua de calidad, la protección de la biodiversidad, etc. Por otra parte, se presentarán varios trabajos sobre la gestión de los recursos forestales por parte de los agricultores en países en desarrollo, donde la degradación de los bosques y la deforestación debidas a la expansión agrícola y el desarrollo urbano contribuyen significativamente a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. También se presentarán algunos trabajos sobre los problemas de la gestión forestal conjunta de los propietarios privados. Por último, se analizarán las experiencias de algunas comunidades autónomas en la regulación de actividades como la recogida de setas o el turismo en los espacios forestales.

¿En qué momento se encuentra la investigación científica a nivel nacional en esta materia? En un momento como el actual, en el que se imponen los principios de la bioeconomía y la economía verde, la investigación científica se centra a nivel nacional en la valoración económica de los servicios ambientales para legitimar y aplicar sistemas de Pago por Servicios Ambientales (PSA). Entre los objetivos está lograr una gestión de los recursos forestales que impulse el progreso local y regional equilibrado.

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¿El mayor valor de los bosques son los servicios ambientales que nos prestan o los bienes que aprovechamos de ellos? Desde un punto de vista general, dado que los servicios ambientales suponen en sí mismos la protección de los ecosistemas, de cuya salud depende la del planeta, podría decirse que representan el mayor valor de los bosques. No obstante, asegurar la rentabilidad económica de los bosques a través del aprovechamiento sostenible de sus bienes directos es una forma de asegurar los servicios ambientales que proporcionan. ¿Debe pagar la sociedad por estos servicios ambientales? Absolutamente sí. En cierta medida algunas ayudas y subvenciones existentes en la actualidad están encamina-

Consejería de Turismo de Extremadura

¿Cuáles son las líneas de investigación más importantes que se deberían desarrollarse en los próximos años? Por un lado, es importante profundizar en los mecanismos para la comercialización de los servicios ambientales, como por ejemplo la comercialización de derechos de emisión de carbono. Por otro lado, en relación con la bioeconomía y la gestión sostenible, en Extremadura se va a poner en marcha un proyecto de investigación para promover la adopción de sistemas agroforestales por parte de los agricultores en zonas de montaña. La integración de árboles en los sistemas agrícolas (con cultivos de anuales o perennes o ganado) aumentará la protección del suelo contra la erosión, favorecerá el almacenamiento de carbono en el vuelo y en el suelo y mejorará la protección de la biodiversidad, además de mejorar la rentabilidad del sistema para el agricultor. das a “pagar” por el servicio prestado. De igual modo, el creciente desarrollo de los programas PSA se basa en la legitimidad y necesidad del pago público al propietario del ecosistema. Por lo tanto, es necesario avanzar en una contabilidad que contemple la importancia real de estos servicios. ¿En qué medida es necesaria una política forestal nacional y europea para la gestión forestal de los bosques españoles? La gestión forestal debe dar respuesta a problemas que trascienden los ámbitos locales y regionales, y, por lo tanto, son necesarias políticas a una escala superior (nacional, europea y mundial). No obstante, estas políticas deben contemplar la diversidad del territorio y las interrelaciones existentes entre el mundo agrícola, el

forestal y el ganadero. El sometimiento a normativas diseñadas específicamente desde la perspectiva agrícola (p. ej. pago básico de la PAC) o forestal (restricciones al desbroce y aclarado) generan conflictos además de comprometer su sostenibilidad en muchos casos. Tradicionalmente, muchas de las formaciones arbóreas (y arbustivas) en Europa han sido, y siguen siendo, manejadas o aprovechadas mediante pastoreo. La dehesa ibérica es un buen ejemplo, pero no el único, del valor preferentemente pastoral de las formaciones arboladas. Todas ellas forman mosaicos y espacios de transición entre lo forestal y lo agrícola que precisan normativas específicas. Es necesario, por tanto, el diseño de políticas y medidas orientadas a la gestión de las formaciones y paisajes silvopastorales y los cultivos agroforestales.

"Desde un punto de vista general, dado que los servicios ambientales suponen en sí mismos la protección de los ecosistemas, de cuya salud depende la del planeta, podría decirse que representan el mayor valor de los bosques. No obstante, asegurar la rentabilidad económica de los bosques a través del aprovechamiento sostenible de sus bienes directos es una forma de asegurar los servicios ambientales que proporcionan" Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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SECF

RESPONDE

Felipe Bravo Oviedo

SECF

Responde

El presidente de la Sociedad Española de Ciencias Forestales responde a las cuestiones planteadas por distintos actores del sector forestal.

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“Es importante, de cara al futuro del sector forestal en España, dar valor a la opción voluntaria de certificación de comercio justo para productos forestales maderables de modo que el consumidor final, individual o administraciones públicas, pueda identificar correctamente los productos que proceden de esquemas de producción y transformación que tienen en cuenta el origen de pequeños productores, los derechos de los trabajadores y condiciones de igualdad entre sexos en los procesos. En este sentido, el sello Madera Justa impulsado por COPADE es en la actualidad el único sello que, apoyándose en los principios de sostenibilidad garantizados por las certificaciones FSC y PEFC, integra los principios del Comercio Justo y el cumplimiento de la normativa EUTR para importación de madera tropical en Europa.” Iván Bermejo Barbier. Técnico Sello Madera Justa

R. La certificación de la gestión forestal y de los procesos de transformación de los productos forestales por terceras partes es una acción clave para dotar al sector de transparencia y mejorar el grado de conocimiento de la sociedad en relación con los servicios que los ecosistemas forestales proveen. Todas las acciones que faciliten la integración de sellos de calidad y responsabilidad social y ambiental serán beneficiosos para el conjunto del sector forestal.

Desde UICN estamos muy interesados en la gestión forestal orientada hacia optimización de la biodiversidad. Algunos otros países has desarrollado herramientas para facilitar este proceso (por ejemplo, BP en Francia). ¿Existe, en vuestro conocimiento, alguna herramienta en España que ayude a orientar la gestión hacia sistemas más biodiversos? ¿Qué hay o qué debería haber para ayudar al gestor a tomar decisiones que favorezcan la biodiversidad? Marcos Valderrábano. Coordinador del programa mediterráneo de ecosistemas de UICN.

R. La conservación y promoción de la biodioversidad es uno de los servicios ecosistémicos que los bosques pueden generar de forma compatible con otros servicios demandados por la sociedad. En este sentido, los índices de biodiversidad potencial puede ser una línea a explorar para desarrollar métodos de gestión orientados al fin propuesto. Desde este punto de vista, los últimos estudios sobre dinámica y selvicultura de bosques mixtos que se están desarrollando en España, en el marco de colaboraciones con otros países europeos, pueden generar un cuerpo de conocimiento suficiente para definir modelos selvícolas. Además, el desarrollo de un programa nacional de gestión forestal adaptativa y el análisis de datos a grandes escalas servirá para adaptar la

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ASEMFO parte de la premisa de la necesidad de impulsar la gestión forestal como generadora de riqueza y empleo en los entornos rurales. Para ello resulta necesario garantizar la libre concurrencia y competitividad del sector forestal, apostando por la iniciativa privada empresarial y por el establecimiento de criterios legislativos, técnicos y administrativos homogéneos en las aAdministraciones públicas. Nos encontramos en un momento oportuno con la tramitación en el Congreso de los Diputados de la reforma de la Ley de Contratos del Sector Público para trasponer varias Directivas Comunitarias, que obligan a reforzar la competitividad y libre concurrencia en la contratación pública. La competitividad y la eficiencia económica son las claves de toda gestión, también de la forestal. Miguel Ángel Duralde. Presidente de ASEMFO

¿Cómo debería ser el diseño de una estrategia para convertir en cuestión "de Estado" la gestión de los territorios forestales independientemente de los ciclos políticos y que la sociedad reconociera las bondades y eficacia de ese proceder? Patricia Gómez Agrela Gerente de COSE

R. En primer lugar pasa por reconocer los múltiples servicios que proveen los ecosistemas y que para muchos de ellos no hay un mercado eficiente que los retribuya. En segundo lugar, desacoplando el Pacto de Estado, que necesariamente hace falta, de los ciclos electorales. Finalmente, reconociendo y respetando las competencias que los distintos niveles administrativos tienen sobre el sector forestal y el papel que los diferentes tipos de propietarios (públicos, privados, comunales..) necesariamente deben tener.

R. Desde el último Congreso Forestal Español hemos visto como muchas empresas desaparecían o sufrían grandes transformaciones debidas a la crisis, pero también durante este periodo han aparecido numerosas empresas innovadoras dentro del sector forestal, tanto empresas de servicios tecnológicos como de ejecución de obras. Facilitar la competitividad de todas estas empresas no solo a nivel nacional sino también a nivel internacional es una de las acciones clave que en la medida de los posible y con los instrumentos legales disponibles la comunidad científica debe abordar. Además, hay otras medidas necesarias que deben impulsar nuestros gobernantes o las administraciones públicas. La Sociedad Española de Ciencias Forestales, a través de su participación en la plataforma Juntos por los Bosques, apoya la difusión y promoción de este tipo de propuestas.

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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C. Turismo Extremadura

gestión a las condiciones previsibles en el momento de cambio global que estamos viviendo.


¿Cómo valora la SECF las implicaciones del nuevo Acuerdo de París en el ámbito forestal? Sergio de la Cruz Director Técnico Foro de Bosques y Cambio Climático

R. El Acuerdo de París reconoce explícitamente el valor de los bosques y otros sistemas forestales en la lucha contra el cambio climático. Esta es una gran oportunidad para el sector en su conjunto, pero debe ser ratificada por los planes nacionales relativos a las contribuciones nacionales planeadas. En este aspecto, el nivel de referencia (su valor y la metodología que se utilice) será clave para potenciar o frenar el papel de los bosques en la desarrollo del Acuerdo de París. Se abre una oportunidad para el sector forestal, pero como siempre su impacto dependerá de los detalles en los textos finales. ¿Considera que los nuevos objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea para 2030 derivados del Acuerdo de París, en los que por primera vez se van a tener en cuenta las absorciones que realizan los bosques, pueden influir en el desarrollo de nuevos modelos de gestión forestal? Sergio de la Cruz Director Técnico Foro de Bosques y Cambio Climático

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R. Cuando hablamos de cambio climático, bosques y gestión debemos diferenciar entre la gestión forestal para la mitigación y para la adaptación.Y en ese segundo caso también debemos diferenciar entre la gestión para la adaptación de los sistemas forestales al cambio climático (gestión para la adaptación) de la adaptación de la gestión al cambio climático (gestión adaptativa). Con respecto a la gestión orientada a la mitigación ya hay conocimiento de base para que las actuaciones tenga éxito (repoblaciones, claras, conservación, producción de productos de más vida útil...), aunque por supuesto siempre queda un margen de mejora. En cuanto a la gestión para la adaptación de los ecosistemas, también se dispone de conocimiento básico sobre estrategias de adaptación (bosque mixtos, promover la diversidad genética en los bosques, migración asistida...), si bien la necesidad de conocimiento y teorías consolidadas es mayor que en el caso anterior. Finalmente, la adaptación de la gestión está aún en mantillas en España, a pesar de que disponemos de los instrumentos básicos (redes de parcelas, modelos de dinámica y crecimiento...) para llevar a cabo diversos proyectos piloto que coordinados puedan generar conocimiento útil para desarrollar programas de gestión adaptativa. Recientemente, la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados ha aprobado la Proposición no de Ley relativa a la creación de un Fondo Forestal Nacional. ¿Qué opinión le merece esta

medida y qué recorrido puede tener? COITF y GIFMN

R. Los montes proveen a la sociedad de múltiples servicios y no todos están debidamente remunerados mediante instrumentos de mercado. Por tanto, es lógico que la sociedad en su conjunto, en este caso a través de nuestros parlamentarios, articule una forma de revertir a los propietarios de los montes y al sector en su conjunto alguna forma de compensación por los servicios ecosistémicos para los que no hay un precio de mercado. Al ser una proposición no de ley, el recorrido que puede tener dependerá mucho del impulso político que reciba desde el Parlamento y de las formas de articularlo que el Gobierno determine. En cualquier caso, es un gran avance y pone al sector forestal en la agenda política del país, lo que ya de por sí es bueno. ¿Qué opinión le merece la actual estructura de titulaciones universitarias forestales y cuál cree que es el futuro de los colegios profesionales a este respecto? COITF y GIFMN

R. La estructura de las titulaciones en cuatro niveles de enseñanza superior (formación profesional de grado

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


C. Turismo Extremadura

Río Malo de Abajo, meandro del río Alagón

empresas, administraciones... , en la definión de contenidos siempre en el marco que para las cualificaciones en la enseñanza superior tiene España. En estos momentos se está elaborando la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, ¿qué papel deberían jugar en los bosques en la misma? COITF y GIFMN

R. Los bosques tienen un doble papel en relación con esta ley. Por un lado, son instrumentos de mitigación, y por otro lado, está su dimensión de adaptación, tanto de los bosques en sí mismos como de la gestión que se aplica en ellos. La forma en que se definan los métodos y procedimientos de seguimiento de las acciones de mitigación, las estrategias selvícolas para

Ismael Muñoz

superior, grado universitario, máster oficial y doctorado) está acorde con lo previsto en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior. De los cuatro niveles citados, los tres últimos (grado, máster y doctorado) son impartidos por las universidades, y para cada uno de ellos se plantean, a través de los descriptores de Dublín, un nivel de cualificación diferente. La Sociedad Española de Ciencias Forestales no participó en el diseño de los títulos universitarios forestales, y por tanto no tuvimos la oportunidad de expresar nuestra opinión sobre sus contenidos. Sin embargo, somos conscientes de la importancia de este asunto, y por ello en este Congreso Forestal Español hemos planificado una mesa redonda sobre los estudios universitarios forestales. Por otro lado, los colegios, en tanto que representantes de las profesiones reguladas a las que dan acceso los títulos de grado y máster, deben participar, junto con otros actores como la SECF,

la adaptación de los bosques y la forma de aplicar sistemas que permitan que la gestión, en sí misma, también se adapte a las nuevas condiciones será determinante para que los bosques y la selvicultura sean un factor clave en esta Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Ismael Muñoz

Castañar de Hervás

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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ENTREVISTA A

PONENTES MAGISTRALES 7.º CFE

Entrevista a Fernando Javier Pulido Díaz, director del Instituto de Investigación de la Dehesa (INDEHESA) de la Universidad de Extremadura

“En general, la dehesa no goza de buena salud” Ismael Muñoz Linares

La dehesa, reconocida como el Sistema Agrario de Alto Valor Natural más extenso de Europa y pendiente de una petición para que sea declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, sobrevive en sus contradicciones: envejecimiento de su arbolado y baja rentabilidad comercial. Las causas y las consecuencias se muerden la cola y dan vueltas sin que nadie sea capaz de romper el movimiento. La dehesa vive en una paradoja: aquello que la creó, la mano del hombre y el ganado, la debilita porque es incapaz de hacerla rentable y le impide su regeneración natural. Solo una visión a más largo plazo, ajena a las urgencias económicas del día a día, puede salvarla.

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La dehesa en Extremadura ocupa el 40 % de su territorio y supone el 35 % de las dehesas a nivel nacional. ¿Qué es la dehesa a nivel ecológico, económico y social para Extremadura? Los 1,4 millones de hectáreas de dehesa extremeña constituyen el paisaje más genuino y representativo de este territorio. Como sistema económico, es una referencia mundial del aprovechamiento múltiple de la tierra a través de productos saludables y singulares. Como fuente de empleo, es un tipo de explotación que origina trabajo a lo largo de los sectores productivos agrario, industrial y de servicios. Como referente ambiental, está reconocida formalmente como el Sistema Agrario de Alto Valor Natural más extendido en Europa. Como referente cultural, es el escenario de una forma de vida surgida en un contexto ambiental e histórico único: la “Cultura de la Dehesa”. ¿Cuál es el estado de la dehesa en Extremadura?, ¿goza de buena salud o por el contrario se encuentra amenazada su existencia? En general, la dehesa no goza de buena salud. En primer lugar, y esta afirmación suele levantar ampollas,

la dehesa como tal no es un sistema necesariamente sostenible porque su gestión suele olvidar la necesidad de regenerar a largo plazo el arbolado: por eso el 80 % de las dehesas tienen un arbolado envejecido o decrépito, encontrándose al final del ciclo de vida de los árboles. Usted ha señalado en numerosas ocasiones que los dos principales problemas de la dehesa son el envejecimiento de los árboles y su baja rentabilidad, ¿cuáles son las causas de estos problemas? Se trata de problemas relacionados. La falta de rentabilidad obliga a utilizar cargas ganaderas (incluyendo las cinegéticas) excesivas que suponen un deterioro del suelo y de la capacidad de regeneración del arbolado por falta de zonas acotadas al pastoreo. Si uno busca en medio de cualquier dehesa el árbol aparentemente más joven (por el diámetro de su tronco), en la mayoría de los casos este habrá nacido hace décadas, un periodo demasiado largo en el que habrán muerto muchos más árboles que los que han nacido y perdurado. En el ámbito económico puramente

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


comercial, la dehesa actual es escasamente competitiva. En la actualidad la moderada o baja rentabilidad de la mayoría de las dehesas, especialmente las productoras de materias primas en campo, se explica por un excesivo peso de las formas tradicionales de producción y un escaso esfuerzo formativo y cooperativo por parte de los gestores privados, todo lo cual ha dificultado la emergencia de fórmulas de trabajo innovadoras. Ahora bien, los estudios económicos muestran que existen rentabilidades “ocultas” ligadas al uso recreativo que explican el alza del precio de las tierras adehesadas incluso cuando el balance comercial de costes y beneficios es desfavorable. ¿Cómo se convierte en rentable la dehesa? Hasta ahora la inmensa mayoría de las explotaciones se defienden económicamente gracias a las ayudas públicas. Cuando esto no es suficiente, los gestores optan por explotar el valor recreativo de sus fincas mediante visitas turísticas basadas en diferentes productos (especialmente la caza), o por la venta directa de productos transformados sin intermediarios. Estas dos tendencias tenderán a incrementarse con la disminución de las ayudas, que también generará situaciones de abandono de una parte de las explotaciones.

¿Puede ser rentable la dehesa por su producción?, es decir ¿podemos mantener la dehesa sin subvenciones públicas? Yo llamo a eso “dehesas de autor” para reflejar la capacidad de ciertos gestores singulares para rentabilizar sus explotaciones mediante usos “industriales” basados en productos elaborados para consumidores de alto poder adquisitivo. Los gestores tradicionales de ganado no pueden prescindir de las ayudas públicas, e incluso con ellas el estado de conservación de las fincas empeora porque se conceden sin condicionantes ambientales. En cierto modo, como sociedad estamos financiado la degradación de muchas dehesas. ¿Existe también un envejecimiento en la forma de entender la gestión de la dehesa y su aprovechamiento? Sin duda. Podríamos decir que el mundo se ha adaptado a la dehesa porque aprecia sus atributos más singulares en las políticas públicas; sin embargo la dehesa no se ha adaptado al escenario actual en muchos aspectos, especialmente en lo que respecta a la comercialización y la capacidad para “hacer sector”. Si fuese así, ¿cuáles serían las señas de identidad de una gestión moderna

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

de la dehesa? Probablemente hay tantas como tipos de explotaciones diferentes, pero hay actitudes y aptitudes comunes a los gestores “avanzados”, entre las que yo resaltaría la capacidad de impulsar iniciativas colectivas, participar en proyectos de I+D, generación de productos transformados y marcas diferenciadas. Usted titula su ponencia “La dehesa vs la dehesa: una peligrosa crisis de gobernanza”, ¿a qué se refiere con crisis de gobernanza? A las dificultades que encuentra el colectivo de agentes implicados para identificar prioridades comunes, generar grupos de trabajo resolutivos, evitar esfuerzos redundantes y aprovechar sinergias. Probablemente, parte del problema sea inherente a la naturaleza multisectorial de la dehesa y la dispersión de competencias entre rincones distintos y distantes de la administración. Pero tengo claro que, además de eso, hay una tendencia a la atomización y la defensa de intereses particulares que debilita las posiciones de los gestores frente a los legisladores. ¿De qué y de quién depende esa gobernanza?, ¿quiénes son los principales actores y qué papel deben jugar? De las administraciones públicas a escala europea, nacional, regional y

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En la actualidad la moderada o baja rentabilidad de la mayoría de las dehesas, especialmente las productoras de materias primas en campo, se explica por un excesivo peso de las formas tradicionales de producción. Ahora bien, los estudios económicos muestran que existen rentabilidades “ocultas” ligadas al uso recreativo que explican el alza del precio de las tierras adehesadas incluso cuando el balance comercial de costes y beneficios es desfavorable

comarcal, de las entidades privadas sectoriales y transversales (incluyo aquí a la Federación Española de la Dehesa – FEDEHESA- y a las organizaciones agrarias), y de otros grupos de interés de más difícil catalogación y menor repercusión. Desgraciadamente sería difícil consensuar entre todos ellos cuáles es el principal problema de la dehesa o cuáles son los tres retos principales. Esa dificultad se advierte incluso cuando se encuesta solo a los propietarios de dehesas, ya que unos enfatizan los problemas ambientales y otros los económicos, sin que parezca haber espacio para una visión más integradora, que seguramente es la más rentable socialmente. ¿La gestión de la dehesa aumenta o disminuye su biodiversidad? Es decir, ¿su abandono puede aumentar la biodiversidad que alberga? Depende de la escala y del tipo de organismo. En general aceptamos que la diversidad de la mayoría de grupos de animales y plantas aumenta con la heterogeneidad de las fincas, por lo que es preciso mantener varios tipos de uso (un mosaico de pastizal, cultivo y matorral, por ejemplo) para favorecer al conjunto. Recientes investigaciones

muestran que en las dehesas la mayor parte de la biodiversidad (número de especies de plantas y animales con pequeñas áreas de campeo) está ligada a los llamados elementos secundarios del paisaje, tales como charcas, vaguadas húmedas, linderos, afloramientos rocosos o construcciones de piedra. De este modo, la homogeneización de las fincas hacia una estructura de “parque” o “campo de golf” iría en detrimento de su valor ambiental. ¿Desde cuándo ha existido la dehesa en España? ¿Puede existir la dehesa sin la mano del ser humano? Hay distintas evidencias prehistóricas de la existencia de paisajes abiertos modelados por el ganado y el fuego, pero las estructuras legales y de propiedad que hoy conocemos como dehesas son de origen altomedieval. Con todo, el proceso más intenso de adehesamiento de montes en el suroeste ibérico tuvo lugar desde el siglo XVIII de manera paralela al incremento de población y la demanda de terrenos cerealistas. Las dehesas más antiguas son hoy pastos desarbolados en su mayoría, evidenciando el problema estructural de la falta de regeneración.

¿Por qué es tan importante que exista la dehesa? Porque ilustra una forma de generar productos de alta calidad con un coste ambiental asumible; también porque es el hábitat de formas de vida amenazadas, incluyendo especies raras y prácticas culturales únicas, por las cuales ha sido reconocida como el Sistema Agrario de Alto Valor Natural más extenso de Europa. En la actualidad se está preparando una propuesta para su declaración como Patrimonio Mundial de la UNESCO, lo cual no debe llevarnos a la autocomplacencia y a ignorar sus problemas debidos al abuso y al desuso. Si se abandonase definitivamente este territorio, si la mano del hombre dejase de modelar ese paisaje, ¿hacia dónde evolucionarían estos ecosistemas? Eso ya está ocurriendo en una parte del territorio adehesado como consecuencia del abandono y la terciarización (sobre todo cinegética) de las fincas de suelos menos productivos. El resultado es el regreso al “monte pardo”, una formación arbustiva en la que el número de especies y la cobertura se incrementa con el tiempo. Es muy probable que este proceso haya ocurrido en muchos lugares históricamente, siendo paradó-

Los gestores tradicionales de ganado (en dehesas) no pueden prescindir de las ayudas públicas, e incluso con ellas el estado de conservación de las fincas empeora porque se conceden sin condicionantes ambientales. En cierto modo, como sociedad estamos financiado la degradación de muchas dehesas 42

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


Hay actitudes y aptitudes comunes a los gestores “avanzados”, entre las que yo resaltaría la capacidad de impulsar iniciativas colectivas, participar en proyectos de I+D, generación de productos transformados y marcas diferenciadas

jicamente la mejor forma de asegurar la regeneración del arbolado y los suelos. ¿Cuáles son las líneas de investigación en las que trabaja el Instituto de la Dehesa de Extremadura? El INDEHESA es un centro con sede en la Universidad de Extremadura pero de ámbito internacional, dado que la mayor parte de sus líneas se financian con fondos europeos y se desarrollan en múltiples países en los que existen dehesas o sistemas afines. Actualmente mantenemos colaboraciones con centros de California, Argentina, Túnez e Irán, por poner algunos ejemplos. Los retos estratégicos son: crear una estructura científica que integre el esfuerzo de especialistas de múltiples disciplinas con una clara convergencia en el estudio de la dehesa y los sistemas afines, favorecer el análisis integrado del valor económico y ambiental, desarrollar técnicas de mejora de los productos ganaderos, agrícolas, forestales, ambientales y culturales, y mantener una plataforma estable y participativa sobre la dehesa para la integración del conocimiento tradicional con los avances científicos al servicio de los empleados y los gestores privados y públicos. ¿Cómo es la transferencia de conocimiento de la investigación a los gesto-

res públicos y privados? El INDEHESA cuenta con un departamento específico de transferencia de conocimiento en estrecha cooperación con la Federación Española de la Dehesa y casi un centenar de explotaciones. Todos los proyectos actuales tienen un fuerte componente aplicado centrado en problemas concretos de producción, mejora sanitaria, conservación, mejora tecnológica, planificación o gobernanza. ¿Cuál es el futuro de la dehesa? En términos de territorio, la superficie adehesada está a grandes rasgos estabilizada desde el cese de la im-

plantación de grandes zonas de regadío (años sesenta del pasado siglo), si bien la densidad de árboles se reduce en la mayoría de las explotaciones ganaderas, si obviamos las reforestadas artificialmente. Si analizamos el conjunto de las explotaciones, encontraremos todas las variantes a que me he referido antes, aunque la falta de estadísticas oficiales impide conocer qué tendencia es la predominante. Aprovecho, pues, para recordar que la falta de transparencia y de acceso público a los datos que caracterizan las explotaciones deben ser subsanados si queremos hacer de este un sector con futuro.

Recientes investigaciones muestran que en las dehesas la mayor parte de la biodiversidad está ligada a los llamados elementos secundarios del paisaje, tales como charcas, vaguadas húmedas, linderos, afloramientos rocosos o construcciones de piedra. De este modo, la homogeneización de las fincas hacia una estructura de “parque” o “campo de golf” iría en detrimento de su valor ambiental Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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COLABORACIÓN

TÉCNICA

La dehesa: estructura, producciones arbóreas y tendencias de su gestión silvopascícola Gregorio Montero (1 y 2) Ricardo Ruiz-Peinado (2 y 3) María Pasalodos (2 y 3)

(1) Sociedad Española de

Se presentan diferentes definiciones de dehesa, superficie ocupada por la misma, producciones del arbolado: bellota, leñas, fijación de carbono y tendencias en la gestión silvopascícola de la dehesas. Palabras clave: producción de bellota, leña de poda, fijación de CO2, encina, Q.ilex.

Ciencias Forestales (2) Instituto Universitario Gestión Sostenible (Uva-INIA) (3) Centro de investigación Forestal del CIFOR-INIA

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INTRODUCCIÓN os sistemas adehesados mediterráneos son unidades de paisaje natural muy complejas, tanto en su estructura como en su dinámica y funcionamiento. Desde hace siglos, el hombre se ha beneficiado de sus diversas producciones y servicios: leñas, carbón, ramoneo, frutos, pastos, ganadería doméstica y caza, apicultura, y últimamente ha cobrado importancia la producción de setas, la fijación del CO2, así como su contribución al mantenimiento y mejora de la diversidad biológica. Esta diversidad de productos es fiel reflejo de la amplia variabilidad del medio mediterráneo. Estos sistemas se han venido aprovechando con la intensidad y el ritmo que marcaban las necesidades y costumbres de los propietarios. En demasiadas fincas no se ha valorado suficientemente el concepto de producción sostenible que apareció con la aplicación generalizada de la ordenación espacio-temporal de la selvicultura, primero,

L

y de la silvopascicultura, después, a mediados del siglo XIX. En los últimos 50-60 años, en España se ha generalizado la idea de que la dehesa está envejeciendo, que el número de árboles es insuficiente y está mal distribuido superficialmente, y, sobre todo, que no existen suficientes árboles jóvenes capaces de reemplazar a los que mueren por envejecimiento o enfermedad para seguir cumpliendo las mismas funciones productivas y ambientales de los que por una u otra causa desaparecen. Se afirma, con frecuencia, que el sistema dehesa tal como se gestiona en la actualidad en muchos casos no puede ser considerado en términos biológicos, ecológicos y sociales como un sistema sostenible a medio y largo plazo, aunque la sostenibilidad económica pueda seguir manteniéndose a corto plazo. Los resultados en el caso de las dehesas de encina y alcornoque no fueron todo lo buenos que cabía esperar. En opinión de

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Naturalmente que se necesita mejorar los conocimientos sobre la estructura, dinámica y funcionamiento biológico y social de la dehesa, pero es cierto también que la silvopascicultura considerada como una técnica ecológica posee la tecnología necesaria e imprescindible, hoy en día, para garantizar una gestión sostenible de la dehesa. Su aplicación como herramienta de gestión en situaciones muy degradadas es urgente y necesita inversiones económicas para recuperar en el menor tiempo posible los niveles de sostenibilidad exigibles a los sistemas adehesados. Existe una cierta unanimidad entre científicos, técnicos y propietarios referida a la necesidad y urgencia de incorporar a la gestión técnicas científico-experimentales suficientemente probadas para recuperar la sostenibilidad de muchas fincas adehesadas. En este trabajo se presentan datos originales sobre las producciones de leñas, bellota y fijación de CO2 por las dehesas españolas. DEFINICIÓN DE DEHESA omo antes se ha dicho, la dehesa es un sistema complejo, y como tal no es fácil encontrar una definición breve y precisa de la misma. El término se refiere a un monte arbolado claro y con uso agrosilvopastoral o silvopastoral. El Diccionario Forestal (Sociedad Española de Ciencias Forestales, 2005) define la dehesa como Monte arbolado con fracción

C

de cabida cubier ta generalmente incompleta y un estrato herbáceo bien desarrollado, cuyo producto principal es la ganadería extensiva. Es de origen agrícola (tierra labrada en rotaciones largas) y ganadero (pastoreo extensivo o semiextensivo). Etimológicamente se refiere a la condición de cerrado o acotado (defesa=defendida). Sin: debesa; devesa. El documento "Diagnóstico de las dehesas ibéricas mediterráneas" (Tragsatec, 2008) define la dehesa como: Sistema antrópico de uso y gestión de la tierra basado en la explotación ganadera extensiva de una superficie de pastizal y arbolado mediterráneo en la que más de del 20 % está ocupado por especies frondosas con Fcc comprendida entre el 5 % y el 60 %, que da lugar a un ecosistema en el que la conjunción del manejo agrosilvopastoral propicia: –– –– –– ––

Importantes valores ambientales Un uso sostenible del territorio Un paisaje peculiar y equilibrado Una adecuada biodiversidad a diferentes niveles de integración

La Ley 7/2010 establece para las dehesas andaluzas diferentes definiciones para las formaciones adehesada en general y para el término dehesa como explotación agraria. A. Formación adehesada: Superficie forestal ocupada por un estrato arbóreo con una fracción

Enrique García Gómez

algunos científicos y técnicos los problemas no estaban bien identificados y las soluciones técnicas aplicadas fueron, en ocasiones, ineficaces por no garantizarse su correcta aplicación o por no ser las adecuadas para corregir el problema que se pretendía remediar. Esto puso de manifiesto, una vez más, la necesidad de una investigación científico-técnica que dote de información técnica a los preceptos legales, lo que ahora se conoce como investigación prenormativa. En ocasiones la voluntad política bien intencionada pero sin información técnica suficiente puede dar lugar a programas de ayudas poco eficaces. Hoy se admite por todos los grupos interesados (técnicos forestales, propietarios, grupos ecologistas y ciudadanía en general) que para obtener de manera eficiente, racional y controlada toda la gama de productos que los sistemas adehesados mediterráneos pueden proporcionar a la sociedad hace falta la aplicación de una técnica biológico-experimental denominada silvopascicultura, y en ocasiones, agrosilvopascicultura. Esta ciencia para unos y técnica para otros contiene las bases teóricas necesarias y la experimentación práctica suficiente para el diseño y aplicación de los tratamientos silvopascícolas que se hace necesario aplicar en cada caso, según las condiciones ecológicas y las prácticas de uso actuales en cada finca.

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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de cabida cubierta comprendida entre el 5 y el 75 %, compuesto principalmente por encina, alcornoque, quejigo, acebuche y, ocasionalmente, por otro arbolado, que permita el desarrollo de un estrato esencialmente herbáceo para aprovechamiento del ganado o de las especies cinegéticas. B. Dehesa: Explotación constituida, en su mayor parte, por formaciones adehesadas sometidas a un sistema de uso y gestión de la tierra basado principalmente en la ganadería extensiva que aprovecha los pastos, frutos y ramoneos, así como otros usos forestales, cinegéticos o agrícolas. El libro verde de la dehesa (Pulido y Picardo, 2010) define la dehesa como: Sistema de explotación ganadera o cinegética de carácter multifuncional en que al menos el 50 % de la superficie está ocupado por pastizal con arbolado adulto disperso, productor de bellotas y con una fracción de cabida cubierta entre el 5 y el 60 %. Todas las definiciones, de forma explícita o implícita, incorporan aspectos agrosilvopastorales de la dehesa para indicar la importancia relativa de cada vértice del triángulo Árbol-PastoGanado, que debe mantenerse en cierto equilibrio en todos los sistemas adehesados. Si falta uno de los vértices no puede hablarse de un sistema adehesado. La componente agrícola puede existir en las dehesas gestionadas más intensivamente, y de hecho existe en muchas de ellas, pero no es imprescindible: puede haber dehesas sin laboreo y cultivos agrarios extensivos. Bien entendido que el término agroforestal da entrada a sistemas de gestión que pueden emplear fertilizantes, riego, biocidas y energías procedentes de combustibles fósiles. El término agricultura aplicada a la dehesa debe referirse a agricultura extensiva. Lo que sí suele suceder es que dentro de una misma finca o explotación haya una superficie dedicada a agricultura intensiva y otra parte de la misma sea gestionada como sistema silvopastoral. Los conceptos principales que entran en la definición tienen importancia porque orientan, de alguna manera,

46

Gregorio Montero

ARBOLADO

GANADO

PASTO

Fig. 1.- La dehesa es un sistema formado por tres componentes fundamentales árbol-ganado-pasto que forman el triángulo de equilibrio de la dehesa.

los criterios de gestión de la dehesa. Siempre el objetivo es, o debe ser, hacer viable el aprovechamiento sostenible (económico, ecológico y social), para lo cual la gestión debe garantizar la mejora y conservación de los tres principales elementos (árbol-pasto-ganado) en proporciones adecuadas, así como la mejora y optimización de las producciones conjuntas de las tres partes. El árbol y la producción de pastos son elementos inherentes a cada dehesa. El ganado puede ser elegido en función de las características de la dehesa y de los intereses económicos del propietario. Sin embargo es muy importante, pues por un lado es el principal productor de bienes comerciales de la dehesa y por otro es la herramienta fundamental con que cuenta el sistema para su mantenimiento. Como antes se ha dicho, la dehesa es un sistema complejo, y como tal no es fácil encontrar una definición breve y precisa de la misma. LA DEHESA EN CIFRAS 1. Superficie La definición un tanto inconcreta de dehesa -unos autores se centran en la composición específica, otros en la espesura del arbolado, otros en

el uso agrícola más o menos esporádico- hace que la estimación de la superficie ocupada por la dehesa en España haya dado cifras que oscilan entre 1,8 millones de hectáreas y 4,3 millones de hectáreas. Incluso se ha llegado a citar una superficie de 7,5 millones de hectáreas (Campos et al., 2003). Siguiendo a San Miguel (1994) y Olea y San Miguel (2006), la superficie ocupada por las dehesas en España no es inferior a los 3 o 3,5 millones de hectáreas. Siguiendo la definición de dehesa adoptada por Tragsatec, 2008, se ha elaborado el siguiente resumen, Tabla 1, en el que se presentan las superficies adehesadas cubiertas por las principales especies de frondosas mediterráneas en nuestro país, haciendo referencia, solamente, a aquellas comunidades autónomas en las que estas formaciones son más abundantes. De la observación de la tabla 1 se desprende que la superficie de formaciones adehesadas, siguiendo la definición de Tragsatec, 2008, supera los 3,5 millones de hectáreas. Por comunidades autónomas figuran Extremadura (35,2 %), Andalucía (27,0 %), CastillaLa Mancha (21,3 %), Castilla y León (13,3 %) y Madrid (3,2 %). Si se hace

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


Superficie por especie (ha)

Q. pyrenaica

Q. faginea

Q. canariensis

Q. ilex

Q. suber

Otros Quercus

Fraxinus angustifolia

Olea europaea

TOTAL

0

9.873

6.897

7.261

8.709

19.367

0

18.363

70.470

Córdoba

601

7.210

0

309.463

7.203

22.674

0

13.996

361.147

Granada

0

0

0

243

0

0

0

227

470

Huelva

172

3.465

0

160.794

14.412

12.985

0

529

192.357

Jaén

177

1.588

0

80.277

465

9.765

0

9.250

101.522

Málaga

0

1.924

2.403

15.358

3.358

4.789

0

1.348

29.180

Sevilla

0

3.403

0

130.670

36.111

13.733

0

7.419

191.336

950

27.463

9.300

704.066

70.258

83.313

0

51.132

946.482

0

353

0

79.549

0

0

58

0

79.960

Ciudad Real

934

8.559

0

298.204

4.225

0

1.549

0

313.471

Cuenca

169

7.397

0

57.900

0

0

0

0

65.466

Guadalajara

5.487

21.882

0

55.309

0

0

164

0

82.842

Toledo

3.450

2.774

0

198.769

2.265

0

2.557

0

209.815

CASTILLA-LA MANCHA

10.040

40.965

0

689.731

6.490

0

4.328

0

751.554

Ávila

4.323

0

0

46.513

0

0

216

0

51.052

Burgos

861

132

0

120

0

0

4

0

1.117

León

153

0

0

217

0

0

0

0

370

Provincia Cádiz

ANDALUCÍA Albacete

Palencia Salamanca Segovia Soria

82

0

0

0

0

0

0

0

82

108.709

17.238

0

229.638

3.359

0

3.552

0

362.496

3.938

0

0

3.204

0

0

1.316

0

8.458

514

96

0

1.984

0

0

74

0

2.668

0

246

0

1.147

0

0

0

0

1.393

Zamora

11.309

2.043

0

26.478

260

0

33

0

40.123

CASTILLA Y LEÓN

129.889

19.755

0

309.301

3.619

0

5.195

0

467.759

Badajoz

21

81

0

559.844

39.764

0

1.383

0

601.093

Cáceres

28.364

117

0

541.722

65.550

0

228

0

635.981

EXTREMADURA

28.385

198

0

1.101.566

105.314

0

1.611

0

1.237.074

Madrid

8.540

315

0

93.177

0

0

11.019

0

113.051

MADRID

8.540

315

0

93.177

0

0

11.019

0

113.051

177.804

88.696

9.300

2.897.841

185.681

83.313

22.153

51.132

3.515.920

Valladolid

TOTAL GENERAL

Tabla 1.- Distribución superficial de las explotaciones adehesadas por provincias, comunidades autónomas y especies arbóreas (ha). Se ha utilizado este grupo para denominar aquellas formaciones adehesadas de Quercus sp. en Andalucía en las cuales la documentación cartográfica disponible no aporta información más precisa, seguramente porque se trata de mezclas de Quercus no bien definidas

referencia a las provincias con mayor super ficie adehesada aparecen: Cáceres (18,1 %), Badajoz (17,1 %), Salamanca (10,3 %), Córdoba (10,3 %), Ciudad Real (8,9 %), Toledo (6,0 %), Huelva (5,5 %) y Sevilla (5,4 %) seguidas por Madrid (3,2 %) y Jaén (2,9 %) por formaciones adehesadas. Llama la atención la superficie adehesada poblada por Olea europaea, en la que esta especie figura como dominante en 51.132 ha, y que otras estadísticas suelen considerar muy por

debajo de esta cifra. Consultado el Mapa Forestal de España 1:50.000, encontramos que el acebuche figura como especie dominante en más de 100.000 ha, ocupando aéreas de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, y zonas de vegetación de garriga mediterránea en Levante y Baleares, pero solo en Andalucía se ha encontrado cartografía específica. 2. Estructura El arbolado de la dehesa debe tener

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una espesura incompleta que permita la insolación sobre el suelo y, por tanto, el crecimiento de la hierba, y, paralelamente, una escasa competencia entre los pies para favorecer su producción de fruto y ramón. La forma más habitual de valorar esta espesura es la fracción de cabida cubierta (Fcc), que para este tipo de monte se situará entre el 30 % y el 60 %. Espesuras superiores a 60 % implicarán un exceso de competencia entre los árboles y de estos con el estrato herbáceo. Espesuras inferiores a 30

47


% reducen tanto la presencia del estrato arbóreo que su contribución directa a la alimentación del ganado y su influencia microclimática sobre el pastizal tienden a ser inapreciables. A pesar de ello, la mortalidad del arbolado de nuestras dehesas, acelerada por el proceso denominado seca y la ausencia o escasez de regenerado, hacen que, desgraciadamente, un porcentaje cada vez más alto de nuestras dehesas presenten valores de Fcc inferiores al 10 %. Tabla 2. Aunque la tabla 2 es suficientemente explícita, hay que destacar que casi 1.1000.000 ha (31 % de la dehesa) tiene menos del 20 % de Fcc. Se trata de dehesas muy aclaradas, en ocasiones con arbolado muy envejecido, y que si no se procede a su regeneración o densificación dejaran de formar parte de la dehesa por falta de arbolado y se convertirán en pastizales mediterráneos cada vez más empobrecidos o en matorral. El 48 % de la superficie adehesada contiene una cubierta arbórea comprendida entre el 21 y el 40 % de Fcc. Se necesita comenzar su regeneración o densificación con urgencia para que esas dehesas pasen en un periodo de 20-30 años a la clase de Fcc superior (40-60 %), que según todos los datos es lo más conveniente desde el punto de vista ecológico y económico. Solo el 20 % de la superficie adehesada tiene entre el 41 y el 60 % de Fcc. Esta cobertura considerada próxima al óptimo productivo de pasto y bellota debe fijarse como objetivo a conseguir con la gestión silvopastoral de la dehesa. Contamos con poca información cuantitativa sobre la densidad óptima del arbolado para optimizar las producciones indicadas anteriormente. Sí se sabe que la sombra de la copa de la encina tiene una influencia

Total ha

%

2.653.606

75,4

862.303

24,5

Superficies adehesadas respecto a Zonas de Especial Protección para las Aves Dehesas no incluidas en ZEPA Dehesas incluidas en ZEPA

Fig. 2. Distribución de la superficie adehesada. Las áreas de color rojo están incluidas en zonas ZEPA y suponen el 24,53 % de la superficie adehesada

mejoradora de la producción y calidad del pasto que se extiende en forma de elipse debido a la órbita que describe respecto del Sol, que alcanza un poco más que la proyección de la copa. También se sabe que los espacios entre árboles, libres de la influencia de la copa, suelen producir menos pasto y durante un periodo de tiempo más corto (Montoya, 1982). El cálculo de área de influencia de la copa podría utilizarse para estimar la Fcc óptima desde el punto de vista de la producción de pasto. Tampoco hay mucha información sobre cómo varía la producción de be-

llota en función de la Fcc. Parece que el aumento de espesura lleva consigo una disminución de la producción de bellota por m2 de superficie de copa. La experiencia empírica indica que una Fcc próxima al 60 % puede estar cerca del óptimo productivo por ha, con un óptimo productivo de bellota entre 40 y 60 árboles adultos por hectárea, bajando paulatinamente para densidades mayores y menores de estas. Solo un 1 % de las dehesas tiene una Fcc superior al 60 %. Sería interesante estudiar producciones de pasto y bellotas en estas condiciones. Fig.3

Superficie por especie y Fcc (ha) Fcc (%)

Q. pyrenaica

Q. faginea

Q. canariensis

Q. ilex

Q. suber

Otros Quercus

Fraxinus angustifolia

Olea europaea

TOTAL

5--20

67.869

25.443

897.674

29.805

2.667

44.330

4.770

21.997

1.094.555

21-40

78.902

41.464

1.390.351

95.932

5.011

34.732

8.067

24.642

1.679.101

41-60

28.791

21.621

577.595

56.540

1.325

3.998

7.932

4.373

702.175

>60

2.242

168

32.221

3.404

297

253

1.384

120

40.089

TOTAL

177.804

88.696

2.897.841

185.681

9.300

83.313

22.153

51.132

3.515.920

Tabla 2.- Distribución de las formaciones adehesadas en función de su cabida cubierta (Fcc)

48

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


20-40 %

40-60 %

>60 %

Gregorio Montero

Gregorio Montero

5-20 %

Fig.3. Representación esquemática de % de espesura o densidad del arbolado (% Fcc)

Superficie (ha) Número de explotaciones

<10

10--50

50-100

100-150

150-200

200-300

300-500

500-1.000

>1.000

Total

87.395

12.015

4.612

2.322

1.468

1.698

1.521

979

377

112.387

% sobre el total

77,8 %

10,7 %

4,1 %

2,1 %

1,3 %

1,5 %

1,4 %

0,9 %

0,3 %

Superficie total (ha)

152.867

287.939

330.672

285.042

253.716

416.935

582.026

658.528

638.429

3.606.154

4,2 %

8,0 %

9,2 %

7,9 %

7,0 %

11,6 %

16,1 %

18,3 %

17,7 %

1,7

24,0

71,7

122,8

172,8

245,5

382,7

672,7

1.693,4

32,1

% sobre el total Superficie media por explotación (ha)

Tabla 3.- Distribución del número de explotaciones y superficie total por clases de tamaño, desde menores de 10 ha hasta mayores de 1.000 ha Fuente: modificado de Tragastec, 2008

3. Superficie adehesada por tamaño de la explotación Otro aspecto que interesa conocer en la caracterización de la dehesa es el que hace referencia al tamaño superficial de cada explotación, al menos desde el punto de vista económico y social. Tabla 3. De la observación de la Tabla 3 se desprende que casi el 78 % de las explotaciones adehesadas tienen menos de 10 ha, con una superficie media de 1,7 ha, y que solamente representa el

4,2 % de la superficie total adehesada. Estas fincas corresponden, en ocasiones, a usos diferentes, como pueden ser recintos que sirven cono granjas de engorde o cebaderos de ganado, casi corrales donde guardar animales, o pequeñas fincas abandonadas e invadidas de matorral. En opinión de muchos, en muchos casos no deberían considerarse dehesas. –– El 18,2 % de las explotaciones tienen entre 10 y 200 ha, y ocupan el 32,1 % de la superficie adehesada:

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

se pueden considerar como fincas pequeñas y medianas. –– El 2,9 % de las explotaciones tienen entre 200 y 500 ha, y ocupan el 27,7 % de la superficie adehesada: se pueden considerar fincas medianas y grandes. –– El 1,2 % de las explotaciones tienen más de 500 ha, y ocupan el 36,0 % de la superficie adehesada: se pueden considerar como fincas grandes o muy grandes.

49


FUNCIONAMIENTO DE LA DEHESA pesar de su relativa complejidad, la dehesa no suele ser autosuficiente: depende de otros sistemas adyacentes complementarios para la alimentación del ganado en época de escasez de pastos. Las soluciones antaño solían venir de la mano de la trashumancia, hoy en desuso, que permitía trasladar el ganado a otros pastaderos en verano cuando la escasez de pasto y agua no hacían posible su permanencia en la dehesa. Hoy en día muchas fincas se han dotado de infraestructuras que les permiten la disponibilidad de agua en verano y complementar la alimentación del ganado a través del aprovechamiento de residuos de cultivos agrícolas o mediante la importación de piensos, henos y otros alimentos. La regulación de las épocas de celo-parideras para hacerlas coincidir con las épocas de mayor disponibilidad de pasto es otra herramienta del ganadero para reducir la suplementación alimentaria. Por otra parte, en ocasiones la dehesa aparece también relacionada con otras formaciones de bosque y matorral mediterráneos de las que suele depender en dos sentidos: como refugio y fuente de alimento para la caza (una de las producciones directas más importantes de muchas dehesas) y como hábitat de numerosas especies de plantas y animales silvestres que contribuyen de forma impor tante a aumentar la riqueza ambiental y ecológica del territorio. La importancia de la integración de la dehesa en su medio circundante hace que cualquier plan de gestión y aprovechamiento deba considerar no solo las características de la misma sino también la de los sistemas forestales y agrosilvopastorales adyacentes. En general, la dehesa está formada por tres componentes básicos: el arbolado, el tapiz herbáceo o pastizal y el ganado. El arbolado Es un componente esencial de la dehesa, desempeñando un papel ecológico y productivo imprescindible. Las principales funciones se enumeran y resumen a continuación: –– Intercepción de radiaciones y vapor de agua. La simple presencia física del árbol posibilita el mantenimien-

50

Gregorio Montero

A

BOMBEO DE NUTRIENTES

DESFRONDE

Fig.4. El arbolado realiza funciones de desfronde y bombeo de nutrientes, refracción de las radiaciones nocturnas y sombra para el ganado, lo que repercute en que la hierba que crece bajo la copa aparezca antes en otoño y se agoste más tarde en verano

to bajo su copa de un microclima menos frío en invierno y, sobre todo, más húmedo y fresco en verano. De este modo, la vegetación herbácea situada bajo el arbolado puede alargar su periodo vegetativo, iniciándolo antes y finalizándolo después que la que no está debajo de las copas. Es decir, la hierba debajo de las copas nace antes en otoño y se agosta más tarde, al final de la primavera, lo que permite que el ganado tenga hierba fresca durante un periodo más largo. –– Intercepción y redistribución de las precipitaciones. La cubierta arbórea intercepta y retiene parte de las precipitaciones y redistribuye el resto concentrándolo en las inmediaciones del tronco y en la periferia de la copa. De esta forma se acelera el reciclaje de nutrientes, especialmente fósforo (P), potasio (K) y calcio (Ca). –– Efectos diversos sobre el viento. La presencia del arbolado reduce notablemente la velocidad del viento y, por consiguiente, su poder desecante, con las consecuentes repercusiones beneficiosas para la vegetación y el ganado.

–– Competencia de las raíces del arbolado con las del pastizal. En general, el arbolado posee un sistema radical compuesto por un conjunto de raíces pivotantes profundas que captan agua en verano y un conjunto de raíces superficiales que compiten con el pasto por el agua y nutrientes de las capas más superficiales del suelo. –– Enmienda orgánica. El arbolado de la dehesa incorpora, por medio del desfronde, cantidades importantes de materia orgánica a los horizontes superficiales del suelo en la zona bajo la copa, aumentando así la fertilidad y la capacidad de retención de agua del suelo. –– Fertilización. El arbolado de la dehesa extrae cantidades importantes de nutrientes de los horizontes profundos del suelo no accesible a la vegetación herbácea y los sitúa en superficie a través del desfronde (efecto de bombeo de nutrientes desde los horizontes profundos a los superficiales). Estos nutrientes quedan nuevamente a disposición de la vegetación herbácea. –– Punto de concentración de animales. Los árboles son un punto de

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


concentración del ganado pastante, el cual se protege bajo su copa del frío en invierno y del calor en verano. La avifauna de la dehesa los utiliza para anidar, protegerse y descansar. La concentración de animales también produce pisoteo del suelo, concentración y enterrado de semillas de diferentes especies, fertilizantes, etc. –– Diversificación. La presencia de arbolado aumenta la diversidad ambiental, y como consecuencia, la diversidad biológica del pastizal, y contribuye de forma importante a la estabilidad del sistema dehesa. Aparte de su papel ecológico, el arbolado tiene una importante función productora: leña, ramón, fruto, corcho, fijación de CO2 atmosférico, etc. La magnitud de estas producciones depende de las condiciones ambientales, del tipo de dehesa y de los tratamientos a los que ha sido sometida. La importancia de los efectos del arbolado discutidos en los párrafos precedentes dependen en gran medida

de la espesura de aquel, lo que ha llevado a algunos especialistas a proponer densidades y espaciamientos que optimicen simultáneamente los efectos beneficiosos y las producciones del arbolado con la producción y calidad nutritiva del pasto. El pastizal Constituye la base fundamental de la alimentación del ganado que pasta la dehesa, junto con el aprovechamiento de la montanera. La mayor parte de la producción de hierba de la dehesa se concentra en primavera y otoño, siendo considerablemente menor, e incluso puede faltar, la del este último periodo. Las producciones estacionales (otoño-primavera) son muy variables en función del clima del año, pudiendo producirse variaciones entre años de 100-150 % respecto a la media del periodo. Esto hace que para mantener un número de cabezas de ganado más o menos estable el ganadero tenga que acudir a la suplementación con piensos y henos importados en cantidades variables según las características climáticas de cada año.

El ganado El ganado constituye la esencia misma del sistema dehesa. Transforma la producción de pasto y la producción de bellota, ramón, etc. en carnes de primera calidad y proporciona la práctica totalidad de la producción comercializable de la dehesa, junto con la caza. El ganado contribuye al control del matorral invasor, a la mejora de la calidad del pasto y a la mejora de la fertilidad a través de sus deyecciones. Es sabido que las condiciones ecológicas de las dehesas son muy variadas, lo que se refleja en que se utilice para su aprovechamiento diferentes tipos de ganado: ovino, bovino, porcino, caprino, caballar, etc. Lo habitual es que en la dehesa convivan dos o tres especies distintas: bovinoporcino; ovino-porcino; ovino-caprinoporcino; bovino-porcino-caprino, etc. Las diferentes preferencias alimenticias de los diversos tipos de ganado hacen que cada uno aproveche, preferentemente, aquellas zonas y especies vegetales de la dehesa que le son más propias.

Enrique García Gómez

Cerdos ibéricos en dehesa de encinas. Entre Torrejón el Rubio y Trujillo (Cáceres)

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

51


PRODUCIONES DEL ARBOLADO a cuantificación de las producciones de la dehesa es uno de los temas más difíciles de determinar, tanto las correspondiente al arbolado como al pasto o a la ganadería. Existen datos puntuales referidos a la hectárea y en pocas ocasiones al árbol; suelen ser datos heterogéneos obtenidos en fincas y condiciones muy distintas, y por consiguiente poco generalizables. En este trabajo presentamos datos

L

experimentales cuantitativos sobre producción de bellota, producción de leña y fijación de CO2 para Quercus ilex subsp. ballota por clases diamétricas, que pueden aplicarse, con poco error, a otras situaciones. Producción de bellota La producción de bellota es muy variable de unas dehesas a otras, pues depende de: número de árboles por hectárea, tamaño medio y edades de

los mismos, además de las condiciones ecológicas de la finca y sanitarias del arbolado. Rodríguez-Estévez et al. (2007) ofrecen una revisión interesante sobre producción de bellota aparecidas en diferentes trabajos de muy distintos autores en la Tabla 4. En este trabajo se presentan datos experimentales cedidos por la universidad de Córdoba al proyecto RECAMAN, complementados con datos cedidos por el Centro de Investigaciones

kg/árbol

g/m2 Supf copa

-

14,8

-

Cabeza de Vaca et al., 1992

-

10,0 - 14,0

-

Espárrago et. al, 1992

Q. ilex

-

12,0 - 14,0

-

Espárrago et al., 1993

Q. ilex

300 - 1000

14,8

-

Benito et al., 1997

Q. ilex

291 - 296

7,1 - 25,3

115,8 - 285,8

Q. ilex

-

18

-

Parras, 1998

Q. ilex

-

4,3 - 11,9

-

Vázquez et al., 1999

Q. ilex

-

14,1 - 15,2

-

Vázquez et al., 2000

Q. ilex

-

4,5 - 8,4

-

Vázquez et al., 2002

Q. ilex

-

5,7- 13,2

-

García et al., 2003

Q. ilex

-

12,0 - 65,0

-

López Carrasco et al., 2006

Q. ilex

400 - 600

15,0 - 21,0

100

Q. ilex

-

10,0 - 45,0

-

Moreno Marcos et al., 2007

Q. ilex

-

9,7

-

Hernandez et al., 2007

Q. ilex

-

-

59,6 - 278,0

Lossaint y Rapp, 1971

Q. ilex

-

-

14

Q. ilex

-

-

189,4

Gómez-Gutiérrez et al., 1981

Q. ilex

-

-

120,4

Escudero et al., 1985

Q. ilex

-

-

75,2

Leonardi et al., 1992

Q. ilex

-

-

25,9

Bellot et al., 1992

Q. ilex

590 - 830

-

1,0 - 237,4

Q. ilex

100 - 800

-

-

Olea y San Miguel, 2006

Q. ilex

700 - 800

Ruiz de la Torre, 2006

Q. ilex

475

19

0,1 - 87,9

Q. ilex

800 - 1000

-

-

Roldán, 1983

Q. ilex

414 - 978

3,7 - 12,2

-

Fernández y Carbonero (Sevilla), 2007

Q. ilex

-

9,3 - 31,9

-

Fernández y Carbonero (Málaga), 2008

Q. ilex

414 - 1428

8,5 - 20,7

-

Fernández y Carbonero (Córdoba), 2008

Q. canariensis

-

0,8 - 3,7

11,6 - 48,0

Especie

kg/ha

Q. ilex Q. ilex

Autores

Martin Vicente et al., 1998

Gea-Izquierdo y Montero, 2006

Verdú et al., 1980

Cañellas et al., 2007

Álvarez et al., 2002

Martín Vicente et al., 1998

Q. faginea

-

1,0 - 11,0

-

Medina Blanco, 1956

Q. pyrenaica

-

-

48,6

Escudero et al., 1985

Q. suber

-

4,5 - 11,0

-

Medina Blanco, 1956

Q. suber

-

5,0 - 10,0

-

Montoya, 1988

Tabla 4. Recopilación de producciones de bellota por árbol medio y m2 de superficie de copa en dehesas y bosques mediterráneos Fuente: Elaboración propia a partir de Rodríguez-Estévez et al. (2007) y otras fuentes bibliográficas

52

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


Enrique García Gómez

Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX) (Montero et al., 2015). En total se trata de una muestra de 1.120 árboles procedentes de seis fincas situadas en Andalucía en las cuales se recogió la producción de bellota durante cinco años consecutivos y trece fincas situadas en Extremadura en las cuales se midió la producción de bellota durante dos años consecutivos. Con la información comentada se ajustó una ecuación de predicción que resultó ser la siguiente: Prod.bellot. = e(dn2 /8,818+0,458.dn2)-1 Siendo Prod.bellota: la producción de bellota en kg/árbol. Bellotas de Q. coccifera

Dice el saber popular que: Un cerdo de engorde en montanera consume alrededor de 8,0 kg de bellota diarios y 3,0 kg de hierba. Una encina adulta produce alrededor de 20,0 kg de bellota por año. Un cerdo ibérico de engorde en mon-

tanera aumenta alrededor de 1,0 kg diario. El tiempo de duración de la montanera es de alrededor de 85-95 días. Se dice que el número de encinas necesarias para cebar un cerdo ibérico en montanera es de 40 encinas

CD (cm)

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

kg bellota materia fresca

3,8

5,5

7,4

9,5

11,6

13,8

16,0

18,2

20,3

22,5

24,6

Tabla 5. Producción de bellota de encina (Q.ilex) por clases diamétricas (kg por árbol) de materia fresca

Gregorio Montero

Producción de leña La producción de leñas de poda depende del tamaño del árbol, del número de años transcurridos desde la última poda y de la intensidad de la poda que se aplique en cada caso. En una experiencia de poda llevada a cabo en la dehesa Haza de la Concepción, propiedad de la Diputación de Cáceres, se compararon dos tipos de poda con diferentes intensidades. Se podaron 36 árboles de diferentes clases diamétricas siguiendo el sistema tradicional de la zona, y en 27 árboles, de los mismos tamaños, se realizó una poda que llamamos “reglada”, consistente en no extraer más del 30-35 % de la biomasa de la copa procurando no cortar ramas gruesas si no se consideraba estrictamente necesario por podredumbres, desequilibrios físicos etc,. Para cada clase diamétrica se podaron tres encinas, excepto para las clases de 65-70 y >70 cm, que no se realizó tal poda reglada. Fig. 6. De la observación de la tabla 6 se desprende que la producción de leña obtenida con la poda que llamamos “reglada” disminuye entre un 40 y 50 % respecto a la obtenida por la poda “tradicional” para encinas comprendidas entre 20 y 45 cm de diámetro. Para encinas con diámetro mayor de 50 cm la disminución puede suponer entre el 50 y el 65 %. Los tiempos medios empleados para cada tipo de poda fueron cro-nometrados y no se apreciaron diferencias estadísticamente significativas para encinas menores de 60 cm de diámetro. Aunque la dehesa de alcornoque (Q.suber) es menos frecuente y la poda

Fig.6.Vacas aprovechando el ramón de encinas podadas por el método tradicional en la dehesa Haza de la Concepción. Malpartida de Plasencia (Cáceres)

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

53


se realiza más buscando la producción de bornizo que la de leña, se incluyen en las tablas 7 y 8 información experimental de dos alcornocales, uno en la sierra de San Pedro y otro en la Sierra Norte de Sevilla. En ambos casos se realizó una poda “reglada” que no extraía más del 30-35 % de biomasa de la copa en la sierra de San Pedro y 35-40 % en la Sierra Norte de Sevilla, Tablas 7 y 8.

Gregorio Montero

Producción de biomasa y fijación de CO2 La producción de biomasa y fijación de carbono por los árboles se considera una producción más de la dehesa (Montero et al., 2005), aunque todavía no figure como tal en la cuenta

Pesos medios y desviaciones típicas de la leña verde (kg) CD (cm) P reglada 20 (n=3)

25 (n=3)

30 (n=3)

35 (n=3)

40 (n=3)

45 (n=3)

50 (n=3)

55 (n=3)

60 (n=3)

65 (n=3)

70 (n=2)

>70 (n=3)

Perdida de produccion P reglada P tradicional P tradicional P. reglada Diferencia P tradicional P reglada Diferencia P tradicional P reglada Diferencia (%) Diametro medio (cm)

Peso leña > 7cm (kg)

Peso ramilla < 7cm (kg)

Peso total (kg)

Media

20,2

19,0

41,3

21,0

20,3

127,0

60,7

66,3

Desv. Tip.

1,9

2,2

7,1

8,7

51,6

16,2

Media

26,3

25,0

105,0

34,3

70,7

166,0

126,7

39,3

Desv. Tip.

1,1

1,7

42,0

12,1

18,5

41,5

Media

30,7

29,5

112,3

36,3

76,0

242,3

164,0

78,3

Desv. Tip.

2,3

2,2

28,3

3,2

78,9

96,8

Media

35,0

34,8

116,3

48,0

68,3

227,3

174,7

52,7

Desv. Tip.

0,9

1,0

47,4

13,9

25,0

39,3

Media

39,9

41,7

202,0

110,7

91,3

281,3

184,3

97,0

Desv. Tip.

2,0

2,4

22,6

47,1

66,3

90,7

Media

45,0

44,7

238,0

129,0

109,0

375,0

245,7

129,3

Desv. Tip.

2,0

2,5

71,0

20,1

17,7

46,6

Media

49,9

49,8

314,3

118,7

195,7

380,0

204,3

175,7

Desv. Tip.

1,6

1,0

53,6

27,1

98,7

99,1

Media

54,8

54,8

588,7

167,0

421,7

553,3

232,3

321,0

Desv. Tip.

0,9

1,4

108,2

33,6

32,6

48,7

Media

59,4

59,7

475,0

152,0

323,0

527,7

292,3

235,3

Desv. Tip.

2,4

2,1

56,7

27,1

47,6

57,5

Media

64,0

502,0

492,0

Desv. Tip.

0,3

54,7

49,8

Media

69,5

643,5

755,5

Desv. Tip.

2,1

51,6

43,1

Media

73,1

609,0

655,3

Desv. Tip.

0,1

67,3

45,7

168,3

81,7

86,7

51%

271,0

161,0

110,0

41%

354,7

200,3

154,3

44%

343,7

222,7

121,0

35%

483,3

295,0

188,3

39%

613,0

374,7

238,3

39%

694,3

323,0

371,3

53%

1142,0

399,3

742,7

65%

1002,7

444,3

558,3

56%

994,0

1399,0

1264,3

Tabla 6. Producción de leña y ramillas de encina (Q. ilex) (kg de materia fresca) por clases diamétricas (CD cm) para dos tipos de poda (tradicional y reglada) en la dehesa Haza de la Concepción, Malpartida de Plasencia (Cáceres). (1) Por cada 5,0 kg de leña verde se obtiene 1,0 kg de carbón. Rendimiento medio: 20,0 % (2) por cada 10,0 kg de ramillas verdes se obtiene 1,0 kg de picón o cisco. Rendimiento: 10,0 % *Un operario poda una media de 25-30 encinas en un día *En la separación de leña gruesa y ramillas se emplea un jornal por cada 25-30 encinas *La poda proporciona entre 200 y 600 (equivalentes) unidades forrajeras por hectárea

54

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


CD

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

Leña con bornizo > 5 cm Ø (kg)

5,8

13,2

41,2

68,7

95,6

115,5

125,5

164,7

198,8

209

214,1

Bornizo (kg)

1,6

7,9

11

20

25,6

30,9

33,6

44,1

53,2

55,9

57,3

Ramillas < 5cm Ø (kg)

3,9

9

28,1

46,9

65,2

78,8

85,6

112,4

135,6

142,6

146,1

Tabla 7. Producción de leña, bornizo y ramillas en poda de alcornoque (Q. suber) por clases diamétricas kg/árbol. Peso verde. Sierra de San Pedro CD

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

Leña con bornizo > 5 cm Ø (kg)

16,7

35

64,6

103,1

115,6

164,7

205

237,5

243,5

298,5

308,7

Bornizo (kg)

4,2

8,8

16,3

26

29,2

41,6

51,8

60

61,5

75,4

77,9

Ramillas < 5cm Ø (kg)

10,3

21,7

40,1

63,9

71,9

102,1

127,1

147,2

151

185,1

191,4

Tabla 8. Producción de leña, bornizo y ramillas en poda de alcornoque (Q. suber) por clases diamétricas kg/árbol. Peso verde. Sierra Norte de Sevilla

de resultados de la explotación. A continuación se presenta un resumen de estas producciones para las diferentes fracciones del árbol. Tabla 7. Un estudio reciente demuestra que las dehesas de encina extremeñas retienen en su biomasa (tronco, ramas, hojas y raíces) 74,5 millones de toneladas de CO2, y que cada año las encinas extremeñas fijan 1,2 millones de toneladas de CO2. Lo que significa que cada año absorben:

CO2

Luz

O2

O2

CO2

Ismael Muñoz

- 12 % de las emisiones de todas las actividades de Extremadura - 49 % de lo emitido por el sector transporte en Extremadura - 45 % de lo emitido por la actividad industrial en Extremadura - 75 % de lo emitido por la actividad agrícola en Extremadura - 50 % de lo emitido por los hogares extremeños

Fig.7 Proceso de fijación y respiración de los árboles

CD

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

Fuste

2,4

13,4

28,9

55

89,5

132,1

182,5

240,1

304,7

375,9

453,4

536,8

625,9

720,5

Ramas > 7 cm

0

0

18,2

46,5

95,2

169,4

274

413,5

592,2

814,2

1082,6

1401,5

1774

2203,2

Ramas 2 a 7 cm

1,6

9

19,3

36,6

59,4

87,5

120,6

158,4

200,7

247,2

297,7

352

410

471,4

Ramas < 2 cm

1,2

6,6

14

26,3

42,4

62

85,1

11,4

140,6

172,7

207,5

244,7

284,4

326,3

Hojas

0,3

1,5

3,2

6

9,7

14,2

19,5

25,5

32,2

39,5

47,4

55,9

65

74,5

Total biomasa aérea

5,5

30,5

83,6

170,4

296,2

465,2

681,7

848,9

1270,4 1649,5

2088,6

2590,9

3159,3

3795,9

Raíces

9,7

33,6

69,3

116

172,9

239,6

315,7

400,9

494,9

597,6

708,7

828,1

955,6

1091,1

Total

15,2

64,1

152,9

286,4

469,1

704,8

997,4

1249,8 1765,3 2247,1

2797,3

3419

4114,9

4887

kg C fijado

7,2

30,4

72,6

136,0

222,8

334,8

473,8

593,7

1328,7175

1624,025

1954,5775

2321,325

kg CO2 fijado

26,5

111,7

266,5

499,3

817,8

1228,6 1738,7 2178,7 3077,4 3917,3 4876,393225

5960,17175

7173,299425

8519,26275

Fijacion anual de CO2 por árbol (kg)

3,1

6,8

7,2

8,4

13,4

39,4

39,3

57,7

19,1

19,0

32,8

838,5

44,3

1067,4

26,1

38,7

Tabla 9. Distribución de la biomasa y fijación de carbono para diferentes fracciones del árbol y por clases diamétricas (kg de materia seca)

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

55


L

-

-

Silvopascicultura extensiva: Abundancia relativa de árboles, generalmente más de 50 pies/ha, o bien dehesas muy degradadas y aclaradas por repetidos laboreos y sobrepastoreo en las que ya no es rentable la siembra de forrajeras o cereales. Está basada en el equilibrio creado a través del pastoreo. El piso inferior contiene abundantes arbustos y matas, que se desbrozan periódicamente a intervalos largos. Más que un pastizal, se trata de un “pastadero”. La regeneración natural se produce de forma irregular, y suele ser insuficiente. La montanera, el corcho o la caza tienen gran importancia frente al pasto -que suele ser escaso y muy frugal- y la producción ganadera. Silvopascicultura intensiva: Baja densidad de arbolado, con desbroces, laboreos e, incluso, fertilizaciones frecuentes. Siembra de forrajeras o cereales. Pastizales de alta producción estacional (otoño, invierno y primeros meses de primavera) que garantizan la rentabilidad del sistema. La producción del arbolado, aunque siempre importante

56

Hojas 3,0 % Ramas 2-7 cm 18,6 % Ramas >7 cm 37,0 %

Gregorio Montero

GESTIÓN SILVOPASCÍCOLA DE LA DEHESA a gestión de la dehesa debe regirse por las normas técnico-experimentales derivadas de la silvopascicultura. Esta técnica tiene herramientas suficientes para garantizar el control, manejo y aprovechamiento de una comunidad en la que coexisten un piso superior formado por árboles y otro inferior formado por especies herbáceas y arbustivas (dehesa). Estos dos pisos o estructuras están íntimamente relacionados, y las intervenciones que se realicen en cada uno de ellos deben tener en cuenta la existencia del otro si se quiere garantizar la perpetuación del modelo que se desea mantener, el monte adehesado. Dentro de lo que se puede entender como gestión de una dehesa en la que la producción directa tiene importancia, aun siendo más o menos extensivas, pueden establecerse varios tipos en función de la intensificación o artificialización de los tratamientos. Con estos criterios pueden aplicarse diferentes modelos de gestión silvopascícola más o menos extensivo:

Fuste 28,0 %

Biomasa aérea 65,4 %

Biomasa radical 34,6 %

Fig. 8. Porcentaje de biomasa de cada una de las fracciones de biomasa de la encina (Q.ilex). Valores medios

Clases diamétricas (cm)

N.º de árboles/ha

Clases diamétricas (cm)

N.º de árboles/ha

20-29

125-175

50-59

40-50

30-39

75-110

60-69

30-40

40-49

50-75

> 70

30

Tabla 10. Variación del número de árboles por hectárea en función de la clase diamétrica en una dehesa con masa de arbolado regular (individuos coetáneos) Clases diamétricas (cm)

N.º de árboles/ha

Clases diamétricas (cm)

N.º de árboles/ha

< 20

60

50-60

9

20-30

38

60-70

6

30-40

23

> 70

2

40-50

15

Tabla 11. Variación del número de árboles por hectárea en función de la clase diamétrica, en una dehesa de encina con masa de arbolado irregular (individuos de todas las edades y tamaños)

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


por la montanera, suele estar subordinada a la de pastos. Estos dos extremos de la silvopascicultura aplicada pueden ser rebasados, y de hecho lo son, con alguna frecuencia (fincas con gestión más extensiva de la apuntada en el primer caso, y que con el tiempo, pierden la condición de dehesa y pasan a convertirse en monte mediterráneo, y fincas gestionadas de forma más intensiva que la apuntada en el segundo caso, que también pueden perder las características de una explotación silvopascícola y convertirse en una explotación agrícola-ganadera, donde la componente forestal pasa a ser testimonial). Naturalmente, la gestión de la mayoría de las dehesas se sitúa en un término medio de los dos extremos apuntados.

sobre la producción y la composición específica del pastizal hacen difícil la determinación de la densidad óptima, que, por otra parte, será ligeramente distinta en cada finca, en función de la importancia que se quiera dar a la montanera y al pasto. La información experimental actualmente es insuficiente para determinar la densidad óptima del arbolado en cada tipo de dehesa. Basándonos en la escasa bibliografía, y considerando una dehesa de encina bien poblada y una dehesa de alcornoque en la que la producción del pasto sea importante, la máxima producción conjunta de bellota y pasto se obtiene con densidades que oscilan entre el 30 % y el 50 % de la superficie cubierta por la copa de los árboles (Vázquez y Montero, comunicación personal). Lógicamente, el número de árboles por hectárea es variable en función de su tamaño y debe aproximarse a las cifras que se presentan en la tabla 1. En masas con estructura irregular, en el número de árboles por ha y clase diamétrica, debe oscilar según los valores de la Tabla 11. Tomando los valores medios del número de árboles por clases diamétricas de las tablas 10 y 11, y los valores

Densidad del arbolado y producciones por hectárea La determinación de la densidad más conveniente para optimizar la producción de la dehesa (en términos de sostenibilidad económica, social y ambiental) es un tema controvertido y poco estudiado científica y técnicamente en España. La peculiaridad del aprovechamiento (cereal, pastoreo, ramoneo, montanera, leña, etc.) y la influencia que la cubierta del árbol ejerce

modulares de las tablas 5, 6 y 9 se construyen las tablas 12 y 13, que representan los valores por hectárea para masa regulares o precedentes de siembra o plantación y para masas con distribución diamétrica irregular y estable en el tiempo. La producción de bellota por hectárea representa el valor medio para el periodo de cinco años que abarcan los datos. La variación entre años puede oscilar en un 50 %, Healy y Wahlen (1999). Martín Vicente et al. (1998) amplían estas oscilaciones entre el 68 y el 74 %, descontadas las pérdidas por clima desfavorable, sanidad del arbolado, etc. Por otra parte es conocido que existe un porcentaje de árboles que no produce bellotas casi ningún año o producen muy pocas, y otros que producen unos años sí y otros no. Se estima que el porcentaje medio que no produce bellota un año determinado oscila entre el 10 y 25 %, dependiendo de la zona de muestreo y del año. Los datos utilizados en este trabajo muestran variaciones de entre el 12 y el 30 %. Con esta información se considera que las producciones expresadas en las tablas 12 y 13 deben ser bajadas, como promedio, en un 20 %.

15

25

35

45

55

65

>70

400

150

92

62

45

35

30

7,1

7,4

8,8

9,9

10,7

11,6

11,5

18 %

22 %

41 %

43 %

44 %

52 %

50 %

Producción bellota kg/ha

825,0

874,0

855,6

819,0

787,5

738,0

Producción leña gruesa > 7cm Ø kg/ha

5145

4416

7998

7515

5845

5334

33,4

44,4

62,7

78,8

94,0

110,6

113,9

2867,5

2016,2

1744,1

2747,9

1743,6

1374,1

1732,0

CD (cm) N.º de árboles Área basimétrica Fcc

m2/ha

m2/ha

Producción biomasa t/ha CO2 fijado anualmente kg/ha

Tabla 12. Número de árboles, Área basimetrica, Fcc, producción de bellota/ha, producción de leña de poda, producción de biomasa y fijacion anual de CO2 por hectárea en una dehesa de estructura regular o procedente de siembra o plantación 15

CD (cm)

25

35

45

55

65

>70

Total por ha

60

38

23

15

9

6

2

153

1,1

1,9

2,2

2,4

2,1

2,0

0,8

12,4

3%

6%

10 %

10 %

9%

9%

3%

50 %

Produccion de bellota (kg/ha)

209,3

217,4

206,4

163,4

134,9

49,2

980,4

Produccion de leña gruesa (kg)

1303,4

1104

1935

1503

1002

355,6

7203

Produccion de biomasa aérea (t)

5,0

11,3

15,7

19,1

18,8

19,0

7,6

96,4

Fijacion anual de CO2 por ha (kg)

430,1

510,8

436,0

664,8

348,7

235,6

115,5

2741,5

N.º de árboles Área basimétrica

(m2/ha)

Fcc (%)

Tabla 13. Número de árboles, Área basimetrica, Fcc, producción de bellota/ha, producción de leña de poda, producción de biomasa y fijacion anual de CO2 por hectárea en una dehesa de estructura irregular con árboles de distintas edades y tamaños

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

57


Regeneración La falta de regeneración de las dehesas es un hecho incuestionable. Su solución exige un diagnóstico acertado de las causas que la limitan o la hacen imposible, y valorar adecuadamente las consecuencias actuales y futuras que la falta de regeneración puede tener sobre la economía de su aprovechamiento y la propia persistencia de los sistemas adehesados. Partiendo de este análisis, se hace necesario encontrar soluciones que siendo compatibles con el actual sistema de aprovechamiento de la dehesa permitan su regeneración en condiciones técnica y económicamente viables.

mediante regeneración natural. Luego, si la dehesa existe desde la época de la Reconquista, como parecen indicar numerosos testimonios, cabe preguntarse cómo han persistido hasta la actualidad. Nosotros pensamos que el modelo dehesa, más o menos parecido al actual, existe efectivamente desde la época citada, pero inicialmente el adehesamiento debió reducirse a las zonas más fértiles, más productoras de pasto y cereal. Poco a poco estas zonas fueron totalmente desarboladas por corta o por falta de regeneración, y están hoy dedicadas a pastos, a cultivos de cereales o a posíos permanentes, que producen un pasto escaso y estacional. El adehesamiento fue dirigiéndose gradualmente hacia zonas menos fértiles no aptas para la agricultura, que son las tierras que ocupan la mayor parte de las actuales dehesas o montes adehesados. Este razonamiento, de ser cierto, conduciría a poder afirmar que la mayoría de nuestras dehesas están aún en su primer ciclo o turno después del adehesamiento inicial, es decir, nunca se han regenerado, los viejos árboles que sobreviven en ellas son los jóvenes que existían en el momento del adehesamiento. El adehesamiento en el Alentejo portugués parece que se inició hacia el año 1750 con mayor intensidad y en términos parecidos a los actuales, por lo que es lógico pensar que así fuese en la mayor parte

Esteban Díaz

Origen y consecuencias de la falta de regeneración El principal problema que afecta a la dehesa es la insuficiente regeneración natural, aspecto de vital importancia para asegurar su persistencia. En la inmensa mayoría de las dehesas es patente la falta de regenerado, y en el mejor de los casos es evidente la escasez de pies jóvenes que en el futuro puedan sustituir a los actuales adultos. La silvopascicultura o manejo científico de sistemas adehesados debe dar respuesta a este problema. En la mayoría de las dehesas la producción ganadera ha restado importancia económica al arbolado, y consiguientemente los propietarios han tenido menos interés en la regenera-

ción, ya que este aspecto se plantea como un problema a muy largo plazo, que les pasa inadvertido, aun siendo el mayor de los problemas que en la actualidad tiene planteado la dehesa, hasta el punto de que en muchos casos amenaza su propia existencia a corto y medio plazo. En demasiadas ocasiones los propietarios plantean la regeneración como una competencia entre el ganado y el arbolado en vez de entenderlo como un beneficio mutuo, tal y como realmente ocurre en el sistema adehesado. Es preocupante comprobar que la práctica totalidad de nuestras dehesas, a veces con magnifica apariencia, están exclusivamente pobladas por árboles más o menos viejos o envejecidos, pero bajo los cuales es muy difícil encontrar un pequeño brinza, una joven mata, etc. No se crían nuevos individuos para sustituir a los que mueren. El aprovechamiento exhaustivo de la montanera, el laboreo periódico y la roza del matorral como operaciones no selectivas con las jóvenes plantas de encina, alcornoque u otras especies acaban ineludiblemente con los pocos brinzales y chirpiales que han logrado sobrevivir a las inclemencias del clima. No es arriesgado afirmar que son estas causas las que impiden la regeneración de la dehesa, y que si no se suprimen o se reduce su intensidad no será posible recuperar con regularidad grandes superficies adehesadas

58

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


Ismael Muñoz

Regeneración natural La experiencia demuestra que las dehesas de encina y alcornoque se regeneran por sí solas sin otra intervención que el acotamiento al ganado y la caza durante periodos más o menos

largos, dependiendo de las condiciones silvopascícolas de la dehesa y de la clase de ganado que pastorea. Numerosos ejemplos de fincas abandonadas por absentismo de sus propietarios u otras causas así lo confirman. Admitiendo esta certeza experimental, el problema estaría resuelto con el simple hecho de acotar determinadas áreas de la dehesa al pastoreo durante un periodo de tiempo no bien determinado en todos los casos. Los propietarios se resisten a tomar estas medidas por no renunciar a una parte de la escasa renta del pasto que la finca les proporciona, sin darse cuenta que, a largo y en muchos casos a medio plazo, están arriesgando la persistencia del sistema y empobreciendo en cantidad y calidad su capacidad ganadera. La silvopascicultura tiene herramientas suficientes para lograr la regeneración de las dehesas sin que ello suponga un alto sacrificio económico inmediato para el propietario. Las actuaciones son simples y consisten en definir los siguientes aspectos: –– Turno o periodo de rotación durante el cual se desea que la dehesa esté totalmente regenerada. Este periodo podría fijarse, en principio, en 120 años. Pueden proponerse periodos más cortos si la urgencia de la regeneración es mayor o la finca está muy desarbolada (por ejemplo, 60 años).

Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

–– Periodo de tiempo durante el cual las áreas en regeneración habrán de estar acotadas total o parcialmente (periodo de regeneración). –– Dividir la finca en tantas partes como resulte de dividir el turno entre el periodo de regeneración (120/20 = 6 partes), lo que supone que cada parte representa aproximadamente el 17 % de la superficie de la dehesa a regenerar. –– Seleccionar aquellas zonas cuya regeneración se considere más urgente, bien porque estén más desarboladas o porque su arbolado esté más envejecido, hasta completar el 17 % de la superficie de la finca. Estas superficies no tienen por qué ser continuas. –– Acotar el pastoreo el 17 % de la superficie que se haya decidido que constituye lo que se llamará tramo o área en regeneración. Este método, que en principio supone prescindir del 17 % de la superficie durante 20 años, puede flexibilizarse si se tiene un buen conocimiento de la finca y se hace un seguimiento anual del área en regeneración. Transcurridos 4-5 años de acotamiento, seguramente ya habrá un número suficiente de plantas nacidas de bellota y brotes de cepa y raíz en las proximidades de los árboles madres, lo que permitirá aprovechar las sucesivas montaneras con cerdos, que comen la bellota pero no dañan demasiado

Esteban Díaz

de Extremadura, zona muy próxima geográfica y socioeconómicamente a la región portuguesa, lo que haría muy probable que la mayor parte de nuestras actuales dehesas procediesen de esa época, y consiguientemente, hasta principios o mediados de este siglo no se ha puesto claramente de manifiesto el envejecimiento de sus árboles y la necesidad de su regeneración, que hasta la fecha no se ha conseguido y que es necesario iniciar con urgencia si se quiere perpetuar el sistema dehesa. Robles (1961), refiriéndose a la necesidad de regenerar los alcornocales decía: La renovación del arbolado es consustancial con la existencia de monte o dehesa. Es inherente a la tenencia de finca, como las amortizaciones de maquinaria lo son a la de una industria. La máquina y el árbol son bienes fungibles y deben ser repuestos si la unidad productora (la dehesa) ha de permanecer. Pero la maquinaria se construye en pocos meses y la construcción de un árbol, en este caso, tarda cerca de 50 años. Por esta razón, ha de comenzarse hoy para que cumpla sus funciones de producción, protección y biodiversidad dentro de medio siglo.

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Gregorio Montero

a las jóvenes plantas que forman el regenerado. El pastoreo con ovejas puede iniciarse, también, a los 5-6 años de forma moderada y en épocas de abundante hierba fresca (principalmente otoño y principios de primavera) durante las cuales la oveja no suele prestar atención a las jóvenes plantas y el mordisqueo no representa un daño de consideración. El pastoreo con cabras y vacas no es recomendable hasta transcurridos un mínimo de 15-25 años, en ocasiones, 30 años. Una vez conseguida la regeneración en las proximidades de los árboles madres, se irán eliminando paulatinamente estos para liberar al regenerado de su competencia, y se podarán las matas de raíz o los brinzales de semillas que hayan alcanzado una altura igual o mayor de 1,5 m, y que por su vigor y repartición superficial se considere que deben seleccionarse como futuros árboles de la dehesa. Si los espacios entre el arbolado no se han regenerado, como suele ocurrir frecuentemente, no habrá más remedio que acudir a una regeneración artificial en los términos que se expondrán en el siguiente apartado. Cuando toda el área esté suficientemente regenerada se abrirá nuevamente al pastoreo, con las precauciones que la situación aconseje, y se procederá al acotado de otras zonas en las que la regeneración se considere más urgente, y así sucesivamente hasta conseguir la regeneración de toda la finca. Las pérdidas de renta que haya podido tener el propietario pueden verse compensadas por las mejoras del pastizal realizadas en otras zonas de la finca que tradicionalmente son subvencionadas por la administración forestal. En numerosas dehesas de Q. pyrenaica y Q. faginea, situadas fundamentalmente en el sur de las provincias de Salamanca y Ávila y en el norte de la provincia de Cáceres, así como en las zonas de piedemonte de los sistemas Ibérico y Central y puntos de la provincia de León, es frecuente encontrar dehesas cuya regeneración se ha producido, o se está produciendo, mediante brotes de cepa y raíz (chirpiales). Algunas de estas dehesas en formación fueron, hasta hace 40-50 años, montes bajos aprovechados para leña mediante cortas a matarrasa en turnos de 15-20 años.

En las dehesas de encina, ante la falta de regeneración por semilla se adopta con frecuencia este método de renovación del arbolado. Este sistema, aunque puede encontrarse en toda el área de distribución de la dehesa en España, es más frecuente en Castilla y León y Castilla-La Mancha que en Extremadura y Andalucía. En este método, la regeneración del arbolado se produce tras la corta de pies adultos por medio de brotes de cepa y raíz. De esta forma, los sistemas radicales de los árboles no llegan a morir, y su extensión y vigor permite la emisión de abundantes y vigorosos brotes, lo que hace que estas zonas puedan soportar algún pastoreo (nunca intensivo si se quiere obtener una buena regeneración de la zona).

En este caso, y si el mordisqueo no es muy intenso, los chirpiales suelen distribuirse por grupos o pequeñas manchas y adquirir un porte de matas más o menos roídas y almohadilladas, con una consistencia dura y pinchuda (en el caso de la encina). Si el balance producción/consumo por herbívoros es negativo para la planta, esta se mantendrá en forma de mata casi rastrera, y terminará por morir si no cesa o disminuye la presión del ganado. Sin embargo, si como suele suceder en montes bajos el balance es positivo, el volumen de las matas va aumentando hasta que su parte central llega a ser físicamente inaccesible para el ganado y de esta zona central surgen individuos que comienzan a desarrollarse en altura dando lugar a nuevos

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árboles que formarán el vuelo de la futura dehesa. Cuando estos individuos han alcanzado una altura y grosor (diferentes según el ganado pastante: oveja, cabra, vaca, ciervos, etc.) debe procederse a la eliminación del resto de los brotes de inferior calidad y a practicar una ligera poda en los seleccionados. Si se desea acelerar o asegurar más el proceso, es conveniente acotar temporalmente la zona al pastoreo y hacer una selección de brotes, más temprana que en el caso anterior, para fomentar su crecimiento en altura, libre ya de la competencia de los brotes inferiores y del ramoneo del ganado. La reapertura al pastoreo podrá hacerse cuando los brotes hayan alcanzado una altura y un diámetro suficientes para resistir la presión ramoneadora de los animales, lógicamente distinta según la especie, como se indicó anteriormente. Algunas razas bovinas autóctonas, como por ejemplo la avileña, producen importantes daños en la corteza de los árboles jóvenes al rascarse con ellos, llegando, en muchos casos, a tronchar arbolillos de hasta 10 cm de diámetro normal, bien sea por rascarse o por doblarlos, valiéndose de la parte inferior de la cabeza y el cuello, para comerse las hojas y los brotes de la copa. Como cifras orientativas, los plazos de acotamiento deben oscilar entre 5-6 años para ganado ovino y entre 15-25 para ganado cabrío y bovino, según la intensidad de pastoreo, la abundancia de brotes y el desarrollo de estos. Por último, apuntar que si bien los brotes de cepa y raíz tienen, en sus primeras edades, un desarrollo en altura y diámetro mucho más rápido que los brinzales procedentes de semilla, pasados 40-50 años, según la fertilidad del terreno y el envejecimiento de las cepas de las que proceden, suele producirse una ralentización del crecimiento y numerosos árboles comenzarán a puntisecarse. Este fenómeno es más patente en Q. pyrenaica y Q. faginea que en alcornoques, y en este, mayor que en la encina. En todos los casos, el tamaño final que alcanzan los árboles procedentes de brotes de cepa y de raíz es mucho menor que el alcanzado por los procedentes de semilla, y su longevidad raras veces sobrepasa el 70 % de la vida media alcanzada por la especie. Esto pone de manifiesto que aunque este método de regeneración

es frecuente, aparentemente sencillo y eficaz en la capacidad de cubrir la superficie con árboles jóvenes, no debe ser empleado más que en aquellos casos en que no sea posible recurrir a una regeneración por semillas, o como suele ser frecuente, cuando se opte por un sistema mixto en el que la regeneración por brotes no debe superar el 30 % de los individuos conseguidos al final del proceso. Regeneración artificial En dehesas con menos de 2025 árboles por hectárea y suelo muy compactado por el pisoteo del ganado la regeneración natural no suele ser suficiente y es necesario acudir a la regeneración artificial. En la regeneración artificial los cos-

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tos deben tener en cuenta tres aspectos: –– Los costos de la repoblación. –– La pérdida del aprovechamiento de pastos por el acotamiento del área repoblada. –– Los costos de los cuidados culturales que es necesario dar a las jóvenes plantas si se quiere tener la seguridad de que estas arraiguen y se desarrollen después en buenas condiciones. El periodo de acotamiento al pastoreo dependerá básicamente de: –– El método de reforestación empleado. –– Los cuidados culturales que se proporcionen al nuevo arbolado. –– La fertilidad del suelo.

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Sin entrar aquí a discutir los posibles métodos de reforestación aconsejables en cada caso -según las peculiaridades ecológicas, silvopascícolas y de aprovechamiento de cada finca- por ser estos relativamente conocidos por el personal técnico que habrá de dirigir los trabajos, sí queremos indicar que cuanto menos intensos sean la preparación del terreno y los cuidados culturales que es necesario proporcionar a la repoblación durante los primeros años de su vida menor será el costo de estas operaciones y mayor será el tiempo que las nuevas plantas necesiten para alcanzar el tamaño suficiente que permita la apertura al pastoreo; mayor será, también, el riesgo de fracaso de la reforestación. Por otra parte, algunas experiencias actuales han puesto en evidencia que las siembras y plantaciones de alcornoque y encina hechas en las zonas desarboladas de la dehesa sin protección de arbolado ni matorral no son viables

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si no se hace una intensa preparación del suelo que permita a las raíces de las plántulas profundizar lo suficiente para asegurarse el suministro mínimo de humedad durante el verano. Siembras y plantaciones en pequeños hoyos hechos con un pequeño golpe de azada con la intención de no alterar la producción de pasto se han mostrado totalmente inviables. Actuaciones más intensas aumentan los costos iníciales y de mantenimiento de la repoblación, pero disminuyen los tiempos necesarios de acotado al pastoreo y, lo que es más importante, reducen considerablemente los riesgos de fracaso en la repoblación, tanto en su arraigo como en lo que se refiere a lograr un crecimiento aceptable de las plantas. Si la producción de pasto es muy alta y el propietario no está dispuesto a acotar la zona repoblada, podrá acudir a una reforestación por plantación con una preparación del suelo puntual pero intensa, con baja densidad de plantas,

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habitualmente entre 75 y 100 plantas por hectárea, y protección individual de cada planta con protectores de diferente forma y tamaño según el ganado del cual se desee proteger. Los costos de reforestación son más altos pero permite el aprovechamiento del pasto. Si la producción de pasto es baja, se debe acudir a una protección colectiva de la reforestación, mediante un cerramiento perimetral de la zona repoblada que permita su acotamiento al ganado durante el tiempo que se considere necesario. En todos los casos, si se decide efectuar la reforestación por siembra se hace necesario tratar la bellota con alguno de los repelentes para roedores que existen en el mercado. No hacerlo así supone arriesgarse a que aquellos se coman la práctica totalidad de las semillas. Los pájaros también pueden causar daños importantes, tanto sacando las bellotas antes de su germinación como comiéndose las plántulas

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cia en un medio hostil en lo que se refiere a las condiciones climáticas como

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el que suele dominar en la mayoría de las áreas adehesadas.

Esteban Díaz

en el momento de su emergencia. Las semillas para la siembra se recogerán en la propia finca, si ello es posible, y si no, de una región de procedencia cuyas características ecológicas sean similares a las de la dehesa a repoblar. Si se opta por repoblar mediante plantación, las plantas deben contar con una savia y poseer un sistema radical amplio y bien desarrollado, además de haber sido cultivadas en envases que no permitan la espiralización de la raíz y que se hayan criado con suficiente luz y en condiciones de elevada naturalidad, es decir, que hayan pasado el menor tiempo posible en invernadero. No deben tener un tallo excesivamente largo (lo que sería señal de que no haber recibido suficiente luz), las hojas en el tallo deben estar juntas y todas verdes desde la base, y la consistencia de las hojas debe ser lo más coriácea posible, lo cual demuestra que la planta está endurecida y que tendrá mayores posibilidades de arraigo y superviven-

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VC2

Técnicas selvícolas

VIAJE

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DE CAMPO

El recorrido de esta ruta transcurre por las comarcas de Gata y de Las Hurdes para conocer varias actuaciones forestales: tratamientos selvícolas de mejora y preventivos de incendios (claras y desbroces); tratamientos de regeneración (zonas incendiadas y masas mixtas); trabajos de resinación, y adecuaciones recreativas. Texto editado a partir de la documentación facilitada por: - José Antonio Gil Polo. Jefe del negociado de la Sección Occidental (Las Hurdes) del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Junta de Extremadura. - Francisco J. Martín y Alberto Murcia, del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Junta de Extremadura.

Parada 2.1 - Monte Público n.o 12 “Baldío Cabril”, en el término municipal de Gata. Masa repoblada hacia 1950 y, tras incendio en 1981, masa de regeneración natural regular de 36 años de edad. Trabajos de resinación. - Parada 2.2 - Monte Publico n.o 97 “Lote del Medio”, en el término municipal de Villasbuenas de Gata. Gestión de pinares, claras. - Parada 2.3 - Visita al Monte Público n.o 100 “Sierras de Pinofranqueado”. Trabajos de claras en pinar. Visita al “Chorrito de Ovejuela”, viendo los trabajos realizados para la adecuación de dicho sendero para su uso turístico. - Parada 2.4 - Visita al Monte Público n.o 15 “Majada y Bardal” en Hernán Pérez. Trabajos de desbroce y adecuación pastoral en zonas repobladas con alcornoque. -

Introducción La Sierra de Gata y Las Hurdes son comarcas extremeñas situadas en la vertiente meridional del Sistema Central, en el límite noroeste de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Conforman un paisaje diverso con zonas montañosas que van desde las sierras de la Peña de Francia hasta la sierra de La Malvana, en la raya portuguesa. A partir de allí se extiende un terreno de suaves laderas de piedemonte que se prolongan hasta la fosa del río Tiétar. La situación geográfica y la altura de sus sierras, con picos que superan los 1.400 msnm (Jálama, 1.492 m; Jañona, 1.368 m; Bolla Grande, 1.519 m), permiten un régi-

men de precipitaciones que superan considerablemente el índice medio de la región, sobrepasando los 1.000 mm anuales (1.121 mm para la Estación de Villamiel; 1.207 mm para estación de Pinofranqueado). A pesar de sus nevadas invernales, la temperatura media anual está entre 13 y 15 oC, con temperaturas absolutas por debajo de los 0 oC en invierno y por encima de los 40 oC en verano, existiendo un periodo de sequía estival que lo enmarca claramente dentro del ámbito mediterráneo. Ambas comarcas comprenden una superficie de 172.166 ha, de las que 65.326 ha pertenecen a montes administrados por la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de

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Extremadura, a través de la Dirección General de Medio Ambiente. Se trata de 39 montes de Utilidad Pública y 20 montes consorciados en Sierra de Gata, y de cinco montes de Utilidad Pública en Las Hurdes. Parada 2.1: MUP n.o 12 “Baldío Cabril”. Pinar en resinación El Monte de Utilidad Pública n.o 12, “Baldío Cabril”, pertenece al Ayuntamiento de Gata, no existiendo, al parecer, título alguno de propiedad, pero sí la posesión inmemorial no interrumpida y su inscripción en el registro de la propiedad de Hoyos. Cuenta con una superficie de 3.768 hectáreas y fue catalogado en 1901. En 1960 se redacta el Proyecto de Ordenación provisional del monte. En 2010 se redacta un nuevo Proyecto de Ordenación, actualmente vigente, con la implantación de un modelo de gestión forestal sostenible. El estrato arbóreo está dominado principalmente por el pino negral o resinero (Pinus pinaster Ait.), en más del 80 % de la superficie del monte. A pesar de que la mayoría de los pinares de la zona provienen de las repoblaciones realizadas sobre todo en los años cuarenta y cincuenta y posteriormente en los años setenta, estos pinares presentan un aspecto bastante natural, debido principalmente a la regeneración con éxito tras los incendios sufridos. Concretamente, en el año 1981 se produjo un incendio que afectó prácticamente a toda la superficie del monte. Más recientemente, en 2012 y en 2015, los incendios han vuelto a afectar a una parte importante de su superficie, algo más de 400 ha. Otras especies o formaciones vegetales que se encuentran presentes en el monte ocupando una pequeña superficie en su parte más alta son el castaño (Castanea sativa Mill.) y el rebollo (Quercus pyrenaica Willd.), mezclados entre sí con predominancia del roble. También hay una superficie ocupada por pino silvestre (Pinus sylvestris L.) procedente de repoblaciones. Otras especies arbóreas presentes en el monte son el alcornoque (Quercus suber L.), la encina (Quercus ilex subsp. ballota (Desf.) Samp.) y el pino piñonero (Pinus pinea L.). Tras la tendencia al alza en los últimos años del sector resinero, el alto interés por parte de la población y el

Superficie comarcas Las Hurdes

46.750 ha

Sierra de Gata

125.416 ha

Superficie montes de gestión pública MUP MUP Montes C. Autónoma Ayuntamientos Consorciados

Total

%

34.780 ha

34.780 ha

74 %

30.546 ha

24 %

8.496 ha

13.662 ha

8.388 ha

Tabla 1: Superficies comarcales y superficies de montes a cargo de la Administración

éxito obtenido en la iniciativa de 2013 de resinación en montes de La Siberia Extremeña, se inicia en el año 2015 la actividad resinera en Gata, con la adjudicación de 21 matas ubicadas en el MUP n.o 12 “Baldío Cabril” y en el MUP n.o 13 “Egido Helechoso”. En 2016 se amplió el aprovechamiento con dos matas más. Parada 2.2: MUP n.o 97 “Lote del Medio”. Claras Forma parte del Catálogo de Montes de Utilidad Pública desde 1925, año en el que el Patrimonio Forestal del Estado compró a particulares las fincas que lo componen, en el término municipal de Villasbuenas de Gata. En 1968 se tramita un expediente de rectificación pasando la superficie de Utilidad Pública a

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Algunos datos del aprovechamiento: 450 hectáreas. 23 matas (3000-5000 pies/mata) Densidad media: 250 pies/ha. Superficie media de mata: 20 ha. Producción 2015: 1,8 – 2,5 por pie Producción 2016: 2,1 – 2,8 por pie Sistema de resinación: Pica de corteza ascendente con estimulación química

las 254 ha que tiene actualmente. En los años cuarenta del siglo XX se repobló toda la superficie con pino resinero (Pinus pinaster Ait.) pero el incendio forestal de 1981 arrasó con toda la vegetación del monte. La masa existente actualmente procede de la regeneración natural y los tratamientos

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selvícolas acometidos desde entonces. En noviembre de 2002 la Junta de Extremadura cede al Ayuntamiento de Villasbuenas de Gata la propiedad del monte. En el año 2011 se redacta y aprueba el Proyecto de Ordenación del monte, actualmente vigente. De igual forma que el castaño y el roble, también aparecen pies de alcornoque (Quercus suber L.) y más raramente aparece también la encina (Quercus ilex subsp. ballota (Desf.) Samp.). Parada 2.3: MUP n.o 100 “Sierras de Pinofranqueado” “Sierras de Pinofranqueado” es uno de los cinco montes catalogados de la comarca de Las Hurdes. Las Hurdes son un ejemplo paradigmático de finales del siglo XIX y principios del XX de la toma de conciencia social de aumentar la superficie forestada en España. Durante estas décadas la comarca fue testigo de la visita de viajeros ilustres, políticos, profesionales e intelectuales, cuyas impresiones quedaron recogidas en sucesivas publicaciones. Estas publicaciones, que paulatinamente fueron abandonando el negativo prejuicio y el ingrediente de fábula, trataron de ahondar en los problemas detectados y proponer soluciones al secular atraso de la comarca. Este cúmulo de análisis pronto repararía en la escasez de arbolado, tras siglos de explotación basada en la quema de montes para permitir rozas de subsistencia, dar pasto a los hatos de cabras que aprovechaban el rebrote del matorral en una economía de subsistencia y favorecer profusas floraciones de matorral para el sostenimiento de colmenas. Producciones que no habían permitido el desarrollo de la comarca. Las alternativas económicas que se consideraban posibles para fomentar el progreso en la región eran escasas, centrando la atención en la falta de bosques que contrastaba con la disposición de sus terrenos para mantenerlos. “La Esperanza de las Jurdes”, Sociedad regeneracionista fundada en 1903 por Francisco Jarrín, a la sazón obispo de Plasencia, tomó pronto conciencia de la necesidad de aumentar la superficie forestada, promoviendo siembras y fomentando la protección del escaso arbolado existente. Pérez Argemi (Ingeniero de Montes Jefe del Distrito Forestal de Cáceres)

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en 1921 y Sánchez Rodrigo, en 1927, fueron los primeros en consolidar técnicamente el paradigma de la repoblación con pinar, con el objetivo de crear repoblaciones protectoras que posibilitaran la conservación del suelo, así como un cambio de modelo productivo enfocado a la obtención de madera para la construcción e industria y el desarrollo de la industria resinera. La razón de la elección del pino como especie principal se basaba en: - La consideración del pino como autóctono de la comarca, vista la presencia de ejemplares residuales repartidos por todo el espacio de la comarca y pinares de entidad en Horcajo (1.107 ha), Cambroncino (59 has) y Descargamaría (110 ha); - La presunción de que la absoluta escasez de suelo impediría el desarrollo de otras especies; - La previsión del valor económico de sus productos derivados (en particular de la resina). Tras la visita de Alfonso XIII en 1922 y la posterior creación del Real Patronato de Las Hurdes, comienzan una serie de actuaciones entre las que se incluyen la repoblación de 94 ha en los parajes “Era del Río” y “Perrubio” (monte “Comunal Valle de Riomalo”); 106 ha en “Colgadizo” (monte Sierras de Caminomorisco) y otras 54 ha en “Las Bragás” (monte Sierras de Nuñomoral). Asimismo, la inclusión de los cinco montes en el Catálogo de Utilidad Pública se produce por Real Orden de 8 de marzo de 1924. No obstante, la labor del Servicio Forestal del Real Patronado de Las Hurdes en sus primeros años de actuación (1923-1931) se centró en la construcción de pistas forestales, algunas de las cuales supusieron los primeros caminos que permitían el acceso a los pueblos y alquerías. Labor que fue acompañada por el desarrollo de servicios básicos sanitarios, farmacéticos, docentes y de beneficiencia, resultado de las múltiples atribuciones que el Patronato tenía a consecuencia del Real Decreto de 20 de marzo de 1924. Tras la disolución del Real Patronato, será el Patrimonio Forestal del Estado el que, a partir de 1941, se encargue de continuar la tarea repobladora a gran escala. Si bien el marco teórico de la acción repobladora se basaba en el Plan Gene-

ral de Repoblación Forestal de 1939, la concreción del mismo, llevada a cabo por el PFE entre 1941 y 1970, abarcó actuaciones plurales y complejas. La actuación repobladora buscaba atender la urgencia protectora en las cabeceras de cuenca, absorber mano de obra y fomentar un modelo productivo asociado a los productos obtenidos del pinar. Mientras que algunos ayuntamientos como los de Ladrillar, Pinofranqueado y Caminomorisco firmaron consorcios de repoblación entre 1941 y 1942, hubo reticencias y conflictos en otros pueblos y corporaciones municipales, opuestos al proyecto de repoblación global mediante siembra de Pinus pinaster, que condujo al PFE a hacer uso de la figura legal de Interés Nacional para la repoblación forestal de la Región de Las Hurdes. En 1973, tras casi tres décadas de actuaciones, el PFE realizó un inventario de repoblaciones. En el caso de Las Hurdes, la labor repobladora se extendió desde 1943 hasta 1973, con las superficies y especies que se señalan en la Tabla 2. El resultado aparentemente exitoso de la labor repobladora llevó asimismo a la Administración Forestal a la elaboración de un plan quinquenal, en el que incluía repoblaciones de rasos, mejoras forestales, primeras claras (las últimas se planificaban para el año 2000), pistas forestales, impulso de la resinación y fomento del uso público, lo que hace suponer un cambio de paradigma hacia otros usos que la sociedad empezaba a demandar del monte. No obstante, y como ya señalaba Butler en 1953, en referencia a las repoblaciones efectuadas por el Real Patronato, “los incendios que siempre han amenazado a los pinares hurdanos” dieron al traste con gran parte de la superficie plantada. Sin entrar a valorar sus causas, que son múltiples y de muy amplio espectro, la consecuencia fundamental de los incendios forestales contemporáneos es la modificación de la gestión forestal: de una gestión proactiva que vaya planificando una selvicultura fundamentada en el principio de sostenibilidad, a una gestión reactiva que trata de subsanar los perjuicios causados por los incendios forestales. No obstante, las actuaciones de restauración hidrológico forestal ejecutadas en la comarca hurdana han

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permitido recuperar buena parte de las áreas degradadas por el fuego. Estas obras incluyeron hidrotecnias de corrección (diques, gaviones, albarradas), tratamientos parciales sobre el regenerado natural tras los incendios y repoblaciones forestales en zonas de difícil regenerado, con pino silvestre, pino pinaster, roble melojo, encina y alcornoque. Con la elaboración de los proyectos de ordenación de los cincos montes catalogados de la comarca se reforzó el carácter protector de estos montes, sin renunciar a un objetivo productor que los otorga un carácter vertebrador de desarrollo rural. Estas ordenaciones han pretendido dar un impulso al uso social de los mismos. Se considera que el acceso por parte del público al conocimiento y disfrute directo de los ecosistemas forestales es otra herramienta que puede ayudar a su persistencia. La inclusión de buena parte de los montes hurdanos en la RN2000, formando parte de los espacios ZEPA Hurdes (ES0000355) y ZEC Las Hurdes (ES4320011), es otro motivo más para profundizar en la sensibilización e información a la ciudadanía, fomentando una valoración del patrimonio forestal que garantice actuaciones y conductas en pro de la sostenibilidad. La Sección Forestal Técnica de Cáceres Occidental ha fomentado el desarrollo, conservación y recuperación de infraestructuras relacionadas con el uso público de estos montes, como son senderos, áreas recreativas, miradores, refugios y paneles interpretativos. Recientemente, se han llevado a cabo las siguientes actuaciones: - Ruta “Luis Buñuel”: mejora y adecuación de 28 km del sendero, que tiene su punto de partida en la alquería de Las Mestas (Ladrillar), y discurre por Aceitunilla, Nuñomoral, Cerezal y Fragosa. - Ruta “Chorro de la Meancera”: mejora de la accesibilidad de la ruta que permite acceder hasta la cascada de agua del arroyo de la Meancera, en la alquería de El Gasco. - Ruta “Chorrito de Los Ángeles”: mejora de la accesibilidad y construcción de mirador a la cascada del nacimiento del río de Los Ángeles, en el paraje de “Los Llanos del Convento”.

Sup. Sup. MUP repoblada (ha) (ha) 1.630 551

Sup. P.pinaster (ha) 542

Sup. P. sylvestris (ha) 9

Sup. E.globulus (ha) 0

3.384

3.313

9

62

8.756

6.747

6.696

0

51

1930, 1944- 1969

7.503

5.855

5.830

0

25

MUPn.º 100

1930, 1945 -1973

12.238

9.504

9.427

73

4

Totales

1930, 1943-1973

34.790

26.041

25.808

91

142

MUP

Período

MUP n.º 3

1950 - 1969

MUP n.º 8

1930, 1944 - 1973

4.663

MUP n.º 98

1930, 1943 - 1970

MUP n.º 99

Tabla 2: Repoblaciones del PFE – ICONA en la comarca de Hurdes. Fuente: Estudio del Servicio Hidrológico-Forestal de Cáceres en 1973

- Ruta del Chorrituero: mejora de la accesibilidad y transitabilidad de esta ruta que nace en la alquería de Ovejuela y conduce hasta el salto de agua en el nacimiento del río del mismo nombre. La senda tiene unos 3 km, que sólo eran practicables en épocas sin crecidas del río. La mejora consistió en la nivelación y adecuación del trazado mediante el ensanchado de piedra en seco, la elevación del sendero mediante muros de mampostería hidraúlica y la construcción de pasarelas de madera para salvar el cauce. Parada 2.4: MUP n.º 15 “Majada y Bardal”. Densificación con jaulas protectoras El Monte de Utilidad Pública n.o 15 “Majada y Bardal”, está situado en el término municipal de Hernán Pérez, en la provincia de Cáceres, fue declarado de Utilidad Pública en 1901. El monte con 627 ha, tiene una importante vocación ganadera forestal y su vegetación está formada por diferentes especies arbóreas, las más representativas son el alcornoque (Quercus suber) y el pino resinero (Pinus pinaster), con una importante representación de zonas abiertas de pastizales. A principios del año 2000, y con objeto de adehesar amplias zonas sin cobertura arbórea, se inicia un programa de repoblación con protecciones individuales que permitiría el uso ganadero y la restauración forestal. A pesar de los dilatados periodos que se necesitan para observar los resultados, se ha logrado introducir amplias zonas con alcornoques y rebollo.

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VIAJE

DE CAMPO

VC3

Dehesas

El objetivo de este viaje de campo es hacer un recorrido por diversas dehesas situadas en el valle del río Tiétar, unas bajo gestión privada y otras bajo gestión pública, para comprobar problemas y soluciones en su gestión. Las paradas de este viaje las marcan la investigación científica, conocer distintos modelos de gestión y sus resultados, el problema de la seca y un recorrido por el Parque Nacional de Monfragüe.

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Texto editado a partir de la documentación facilitada por: - Juan Carlos Giménez. Grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Centro Universitario de Plasencia. Universidad de Extremadura - Gerardo Moreno. Grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Centro Universitario de Plasencia. Universidad de Extremadura - Santiago Fraile Bueso. Jefe de negociado de la Sección Técnica Forestal Cáceres Oriental - Fernando Pulido Díaz. Director del Instituto de Investigación de la Dehesa. Universidad de Extremadura - Ángel Rodríguez Director del Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe - Almudena Cremades Pons. - Parada 3.1 - Visita a la Dehesa Boyal de Majadas de Tiétar. Investigación y valores ambientales. - Parada 3.2 - Visita a la dehesa Haza de la Concepción, propiedad de la Diputación de Cáceres. Conservación de razas autóctonas y problemas sanitarios. - Parada 3.3 - Visita dehesa La Herguijuela, propiedad privada. Incluida dentro de la zona de influencia del Parque Nacional de Monfragüe. Gestión dehesa privada con restricciones. Debate con varios propietarios de dehesas del entorno. Demostración de descorche tradicional. - Parada 3.4 - Recorrido por el Parque Nacional de Monfragüe. Gestión de fauna y vegetación.

¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO DECIMOS DEHESA? Sistema de explotación ganadera o cinegética de carácter multifuncional en que al menos el 50 % de la superficie está ocupado por pastizal con arbolado adulto, disperso y productor de bellotas con una fracción de cabida cubierta entre el 5 y el 60 %. Según esta definición, para tener una dehesa necesitamos un arbolado productor de bellotas (encina, alcornoque, robles o quejigos) que permita formas de aprovecha-

miento extensivo tradicionalmente ligadas a las dehesas y no a otras formaciones forestales abiertas. Sin embargo, en España las estimaciones cifran en casi cuatro millones de hectáreas las dehesas perennifolias con arbolado de encina, alcornoque y acebuche, y en casi 800.000 ha las llamadas dehesas caducifolias (con robles, quejigos, fresnos, castaño o haya). Una estimación ajustada a formaciones adehesadas con arbolado productor de bellotas nos da tres millones y medio de hec-

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táreas de dehesas en las cinco comunidades autónomas (MAPA 2008). En números redondos, Extremadura cuenta con 1.250.000 ha (35 %); Andalucía ,con 1.000.000 ha (27 %); Castilla-La Mancha, con 750.000 ha (21 %); Castilla y León, con 500.000 ha (13 %) y Madrid, con poco más de 100.000 ha (3 %). El 75 % de las dehesas es de titularidad privada. El resto corresponde a la categoría de bienes de gestión colectiva de propiedad comunal, de grupos de vecinos asociados para su compra o de ayuntamientos. En muchos casos estas explotaciones colectivas mantienen la denominación histórica de dehesa boyal. La dehesa es un sistema agroforestal generado y mantenido por el pastoreo a lo largo de los siglos. Este sistema está compuesto por un estrato arbóreo de espesura incompleta y un estrato herbáceo muy diverso. La presencia del arbolado cobra una gran importancia como elemento de diversidad, además de constituir un recurso necesario para la alimentación del ganado (ramón) y de proporcionar recursos de montanera. Los pastos herbáceos otorgan la diversidad y singularidad al sistema, habiendo sido generados y mantenidos por efecto del ganado, el verdadero modelador de este paisaje. La falta de regeneración del arbolado es un problema inherente al uso asociado a las dehesas desde su antigüedad, aunque su gravedad y repercusiones han variado a lo largo de la historia. En general, la regeneración se considera insuficiente o incluso nula en dos tercios de la superficie evaluada a nivel nacional (cifras del III Inventario Forestal Nacional; MAPA 2008).

Desde hace 20 años, la seca es el principal problema fitosanitario del arbolado de las dehesas. De manera general, la pérdida de encinas y alcornoques se relaciona con factores que generan debilitamiento en el arbolado y que predisponen para la muerte posterior. Los factores de debilitamiento pueden ser ligeras desviaciones del clima local, las podas o descorches inadecuados y las alteraciones drásticas del suelo, así como determinados patógenos, principalmente Biscogniauxia mediterranea y Botryosphaeria spp., la sequía, perforaciones del insecto Cerambyx sp. y la podredumbre de las raíces debida al patógeno Phytophthora cinnamomi. Frente a los problemas apuntados de escasa regeneración y seca, que afecta preferentemente a ejemplares de mayor edad, hay que hacer notar que no es tan grave el problema de que mueran los viejos, lo peor es la ausencia de juventud. En las dehesas predominan los ganados vacuno, ovino y porcino, aunque cabras y caballos alcanzan también cifras importantes. El ovino el tipo de ganado que presenta censos más numerosos, el más adecuado para el aprovechamiento de los pastos y el que menos daños causa al arbolado. El vacuno es el más importante en términos de unidades ganaderas, y el caprino, el que más abunda en los pastos leñosos. Finalmente, el porcino suele estar ligado a zonas más densamente arboladas, donde los animales aprovechan en extensivo la producción de bellotas. Las producciones comerciales forestales, como el corcho y la leña, tienden a declinar como fuentes de renta comercial del propietario de la tierra.

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Las podas del arbolado y las cortas del matorral tienden también a desaparecer, y se mantiene la explotación de la montanera. Según el MAPA (2008), en las zonas de dehesa existen casi 200.000 hectáreas de alcornocal con casi 16 millones de alcornoques y una superficie descorchada de 46 millones de metros cuadrados. De estas existencias, el 90 % se encuentran en Extremadura y Andalucía. Esta última región encabeza la producción nacional, con 42.482 toneladas (68 %), aunque las mejores calidades y precios se dan en Extremadura (en pie) y Castilla y León (en cargadero). La producción por hectárea se sitúa en torno a 220 kg (4,8 quintales). Los alcornoques pueden vivir unos 170 años, por lo que pueden dar corcho taponable en unos 15 descorches. El tapón es el principal destino de las producciones corcheras, pero el tapón natural solo supone el 16 % de las ventas totales por la gran competencia con tapones alternativos que se usan en vinos de bajo precio. En cuanto a la producción de leña en las regiones con dehesa, se cifra en casi 500.000 estéreos en Castilla y León (la mayoría procedente de montes bajos), 250.000 estéreos tanto en Extremadura como en Andalucía y 125.000 en Castilla-La Mancha (MAPA 2008). La producción (peso fresco) de leña gruesa por árbol en una poda suave oscila entre 150 y 450 kg. Aproximadamente el 75 % de la producción se destina a la industria del carbón, generando esta un volumen de exportaciones importante a Europa central, en gran parte producido en la provincia de Badajoz. El resto (25 %) se consume como leña seca a pequeña escala.

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PARADA 3.1: DEHESA BOYAL DE MAJADAS DEL TIÉTAR Monte de Utilidad Pública n.o 81 del Catálogo de la provincia de Cáceres, “Dehesa Boyal de Majadas del Tiétar”, sito en su mismo término municipal. Fecha de inclusión en el catálogo: 1929. Tiene una superficie pública de 1.040 ha. Especies arbóreas principales: Quercus pyrenaica, Q. Ilex, Q. suber y Pinus pinaster. Uso ganadero y forestal en la mayor parte de su superficie. Uso agrícola en la zona autorizada. En este monte aún persiste retazo de una masa de Pinus pinaster de origen natural, lo que constituye una singularidad y enlaza con el espacio protegido Corredor Ecológico y de Biodiversidad de los Pinares del Tiétar. En este monte se han realizado tratamientos selvícolas como podas y repoblaciones/densificaciones.

Parada 3.1: Dehesa Boyal de Majadas del Tiétar Estación permanente para el estudio de los efectos del cambio global en el funcionamiento de los pastos arbolados mediterráneos Los cambios recientes hacia la aridificación del clima, junto con los cambios en la naturaleza química de la atmósfera que aporta a los ecosistemas terrestres cantidades crecientes de nitrógeno (procedente de las emisiones antrópicas), están ejerciendo cambios sutiles en el funcionamiento de los agrosistemas que podrán afectar a su manejo y productividad futura. La correcta monitorización del funcionamiento de los agrosistemas más representativos permitirá conocer su vulnerabilidad frente a eventos extremos, como olas de calor o sequía, así como diseñar actuaciones de adaptación a los mismos. La estación de seguimiento de los efectos del cambio global de la Dehesa Boyal de Majadas de Tiétar aúna esfuerzos de monitorización manual y automática de parámetros que cuantifican y explican los flujos de carbono, agua y energía del ecosistema dehesa y de sus componentes árbol y pasto. Estas estaciones sirven para conocer tanto la respuesta de la dehesa al cambio climático y biogeoquímico como para conocer la capacidad de esta para asimilar CO2. Por otro lado, permiten conocer la contribución positiva del arbolado al funcionamiento y productividad de los pastos. Además se ensayan los efectos de la alteración de la relación N/P en la productividad del arbolado y el pasto, los flujos de agua y carbono y la eficiencia en el uso del agua. La monitorización se basa fundamentalmente en la medición en con-

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tinuo de flujos de CO2, H2O y energía por estaciones de “Eddy Covariance”, que incluyen anemómetros sónicos 3D y analizadores de gases por infrarrojo. Además de las estaciones de medición a nivel ecosistémico (15 m de altura), otras similares miden los mismos flujos a nivel del sistema suelo/pasto (1,5 m de altura), que excluye los efectos del arbolado. La evapotranspiración del sistema suelo/pasto y del arbolado es medido de forma independiente mediante lisímetros y sondas de flujo de savia, respectivamente. Otros registros continuos son la fenología del pasto y arbolado (phenoscam), los índices de vegetación NDVI (Normalized Difference Vegetation Index) y PRI (Photochemical Reflectance Index) de pasto y arbolado, el crecimiento del arbolado (dendrómetos), la respiración del suelo y variables meteorológicas y ambientales como

temperatura y humedad del aire, velocidad y dirección del viento, precipitación, radiación solar (de onda larga y onda corta, incidente y reflejada, y difusa), temperatura y humedad del suelo, flujo de calor en el suelo, etc.). Las medidas manuales incluyen inventarios florísticos, la biomasa y producción de pasto, la dinámica radicular (minirizotrons), el desfronde y producción de bellotas del arbolado, el estado nutritivo de suelo y plantas y diversos ensayos sobre la dinámica de nutrientes en el suelo. La creciente disponibilidad de información multiespectral (imágenes satelitales) e hiperespectral (tomadas con vuelos tripulados y no tripulados) abre nuevas oportunidades de monitorización del estado y funcionamiento de los ecosistemas. Sin embargo, para poder generalizar la utilidad de los datos satelitales aún es preciso mejorar la capacidad explicativa y de inferencia que ofrece la información espectral, que se correlaciona con la actividad fotosintética de la vegetación (absorción de radiación), el contenido de clorofila, estado hídrico…. Un amplio equipo de investigación, dirigido por la Dra. Martín Isabel (CCHS-CSIC, Madrid), estudia las relaciones que presenta la información espectral con los flujos de agua y carbono, teniendo en cuenta la estructura y el estado de la vegetación. A su vez, el equipo dirigido por Mirco Migliavacca (MPI, Jena, Alemania) trabaja en la búsqueda del potencial de las medidas de la fluorescencia de la vegetación para los mismos fines.

Esquema conceptual del ensayo desarrollado en la Dehesa Boyal de Majadas de Tiétar

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Mapa de localización de los ensayos dentro de la finca Dehesa Boyal de Majadas de Tiétar. Las tres zonas grandes marcadas corresponden a las cobertura (~ 20 ha, señalando las zonas de mayor a menor probabilidad de lectura del intercambio gaseoso) proporcionada por las tres torres de Eddy Covarianza instaladas (Control, +N y +NP). El ensayo es replicado a pequeña escala en el ensayo SMINE

Imagen esquemática de estación de medición.

Torres equipadas con sensores de registro continuo. Imagen de estaciones de Eddy Covarianza a nivel de ecosistema (árbol+pasto+suelo; en la torre) y del sistema pasto+suelo (1,5 m de altura)

A la izquierda: Imagen de par de lisímetros para medición de la evapotranspiración de suelo y pasto (izquierda) y cámara cerrada de medición de flujos de CO2 y H2O (derecha)

Abajo: Imagen de dendrómetro y sensor de flujo de savia (izquierda), colectores de hojarasca y bellotas (centro) y jaulas de exclusión de pastoreo para seguimiento de producción y biomasa de pasto (derecha)

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Parada 3.2: Haza de la Concepción La Finca Desde 1970 es propiedad de la Diputación de Cáceres. Durante décadas, la finca se explotó en régimen de medianería para el cultivo de algodón, tabaco, pimiento para pimentón y praderas para uso del ganado. Más tarde se estableció un programa de cría de razas autóctonas de ganado que ha sido hasta ahora la prioridad de la explotación. En la actualidad, la gestión se está rediseñando y cobra importancia el uso agroturístico y educativo, utilizando como base el palacete de la finca y dos centros de interpretación. Su superficie es de 700 ha. Como consecuencia del intenso uso agroganadero, el arbolado de encina y alcornoque ha sufrido una fuerte regresión por falta de regenerado y, más recientemente, la muerte provocada por patógenos de raíz. Esta es la principal razón de la visita durante el CFE. El problema de mortalidad del arbolado (pudrición radicular) El decaimiento y muerte de algunas especies del género Quercus, fenómeno habitualmente denominado seca,

es uno de los principales problemas fitosanitarios que actualmente afecta a las dehesas. Dada la extensión, más de 30.000 ha afectadas solo en Extremadura, y el ritmo de crecimiento de la enfermedad, un 0,16 % anual (Cardillo et al., 2012), se trata del problema que más preocupa a los propietarios (Figura 1). Aunque son varios los factores bióticos y abióticos que están involucrados, la enfermedad ha sido repetidamente asociada a un patógeno del suelo que provoca la pudrición del sistema radicular (Figura 1). Phytophthora cinnamomi es un oomicete, patógeno de más de 3.000 especies de plantas, considerado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como una de las 100 especies invasoras más agresivas del mundo. Actualmente las medidas de control de P. cinnamomi a nivel operativo son muy escasas. La detección suele producirse cuando la enfermedad se halla en un estado muy avanzado, y el diagnóstico se enfrenta a la escasez de medios, protocolos y laboratorios especializados. Respecto a los tratamientos, aunque se han ensayado diversos métodos biológicos, químicos y culturales,

actualmente no existe un remedio totalmente eficaz. Por ejemplo, diversos trabajos demostraron el efecto fungistático y la mejora de la resistencia de plantas tratadas con fosfonatos, aunque algunos ensayos en campo no han conseguido efectos significativos con este tipo de aplicaciones. Así mismo, se ha descrito el efecto supresivo de suelos ricos en materia orgánica o enmendados con calcio. En el laboratorio se han constatado reducciones de crecimiento y producción de zoosporas en presencia de ciertos microorganismos, o el efecto alelopático de los exudados radicales de plantas como el matagallo (Phlomis purpurea). Por último, se ha realizado un esfuerzo por conocer qué procedencias de encina y qué especies arbóreas presentes en estos ecosistemas tienen tolerancia o resistencia frente al patógeno. De esta forma es posible diseñar tratamientos selvícolas dirigidos a reducir la capacidad infectiva, o proponer una composición específica adecuada para la restauración de focos en los que las encinas y alcornoques han sido gravemente afectados. En este sentido, se empiezan también a conocer las bases genéticas y moleculares relacionadas

Figura 1. a) Aspecto de árboles y focos infectados por el patógeno. b) Evolución temporal de número de focos en Extremadura (Fuente: ICMC-Cicytex)

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blanca cacereña son muchos y difíciles, entre otros destaca la mejora en la conformación, en los índices productivos y reproductivos, evitando la consanguineidad.

Figura 2. Reducción progresiva de la densidad de árboles en el foco de seca en el que se desarrolla el ensayo entre 1957 y 2017. La línea azul de referencia corresponde al cauce principal que cruza el área experimental

con la respuesta de los árboles al patógeno. En este contexto, la Universidad de Extremadura y Cicytex realizan en esta finca un ensayo para valorar la resistencia/tolerancia de diferentes especies y procedencias sobre suelos infectados por el patógeno (Figuras 2, 3). El ensayo, replicado en dos fincas, consiste en analizar los efectos de la procedencia geográfica (seis parques nacionales con presencia de encina donde se ha recogido bellota) y la posición topográfica (ladera, vaguada) sobre el vigor fisiológico y la mortalidad de plantas de encina naturalmente infectadas por el patógeno. En cada parcela experimental se han plantado también grupos de fresnos y quejigos, especies resistentes y más tolerantes, respectivamente, al patógeno según estudios previos. Las parcelas cuentan también con un sistema de seguimiento del perfil de humedad edáfica en dos metros de profundidad mediante sonda. En caso de observarse diferen-

cias en la mortalidad por patógenos entre las distintas procedencias, se seleccionarán las más viables para ensayos posteriores de mejora. Programa de cría de razas bovinas autóctonas La finca Haza de la Concepción alberga uno de los núcleos reproductivos de la raza blanca cacereña, considerada la raza bovina más antigua de España y la única de capa blanca Se cría en sistema extensivo, en rebaños medios de 20 a 50 vacas, y se explota como producto de carne. Apenas sobrepasa los 1.000 ejemplares en todo el mundo. Además de los animales vivos, existe un banco de germoplasma de la raza constituido por 50.000 dosis seminales y 94 embriones que garantizan la recuperación de la raza en caso de extinción. La raza continúa considerada en peligro de extinción. En la actualidad los retos de la raza

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Parada 3.3 - Visita a la dehesa La Herguijuela de Doña Blanca La finca La Herguijuela de Doña Blanca es una finca familiar que se adquirió en 1974 como explotación agroforestal. Se ubica en el municipio de Toril (Cáceres), junto al Parque Nacional de Monfragüe, próxima a la desembocadura del río Tiétar en el Tajo. Tiene aproximadamente 3.000 ha. Aprovechamiento y especies forestales Se cuenta con explotación de ganadería extensiva de vacas y ovejas; se arrienda la montanera para cerdos; para el manejo se emplean caballos y se caza de acuerdo con un plan de gestión cinegética. Se obtiene leña, bellota, corcho como rodal selecto, y se da gran importancia a la gestión del arbolado y pastos. La finca tiene el certificado de gestión forestal sostenible PEFC desde 2014. En la explotación se realizan diversos aprovechamientos agrícolas de secano y regadío que varía según los años. Se cultivan normalmente varias parcelas de cereales de invierno, praderas de regadío, césped ornamental y otros cultivos de regadío típicos de la zona como el maíz. Merece especial mención el cultivo de césped en tepes en unas 100 ha del regadío. Su uso va desde jardinería a campos deportivos. El aprovechamiento ganadero dispone de cabezas de ovino merino, de vacuno manso y de lidia, y de porcino ibérico y cruces de ibérico con Duroc Jersey. Con la excepción de la ganadería de lidia, el resto es de aptitud cárnica y no lechera. La superficie dedicada al pastoreo de cada uno de estos tipos de ganado son las siguientes: ovino (491 ha), bovino (1.273 ha) y porcino (678 ha). El aprovechamiento corchero siempre ha tenido muchísima importancia en la zona, no solo por ser una importante fuente de ingresos para la propiedad, sino porque produce muchos puestos de trabajo. Las pelas se han venido haciendo cada diez años. Se cazan el jabalí (Sus scrofa) en la modalidad de aguardo, y el ciervo (Cer-

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vus elaphus) en rececho, además de la tradicional montería para ambas especies. Como aprovechamiento secundario se practica la caza menor. Como complemento, en la finca existen dos tipos de instalaciones turísticas: el hotel Puerta de Monfragüe y dos casas rurales de reciente construcción destinadas principalmente para los cazadores. Parada 3.4 - Recorrido por el Parque Nacional de Monfragüe Parada en Portilla del Tiétar Estamos en uno de los rincones más espectaculares de la zona de uso público del Parque Nacional de Monfragüe, un lugar apartado de las carreteras públicas, con una buena representación de la vegetación mediterránea al fondo y con especies vegetales de interés de carácter rupícola. Frente al mirador, un ejemplo de los farallones fluviales que caracterizan a Monfragüe, en los que se refugian un buen número de especies animales de las más emblemáticas del parque. Es La Portilla del Tiétar; en él anidan unas 30 parejas de buitres leonados y una pareja de búhos reales como especies seguras; es frecuente que nidifique también alguna pareja de cigüeña negra, el alimoche y, no muy lejos, algún águila culebrera, que utiliza madroñeras o pequeñas encinas para instalar su nido sin preocuparse de la molestia del hombre. Pero la especie principal, la más buscada por los ornitólogos, es el águila

imperial ibérica que “ha decidido” instalar aquí su nido, a unos 300 metros de la mirada de cientos de aficionados a la ornitología, acontecimiento especial si tenemos en cuenta que se trata de uno de los 400 nidos existentes en el mundo. Si miramos a la derecha de las rocas, en la copa de un gran alcornoque se encuentra el nido de esta pareja de águilas que dispone de tres plataformas diferentes y que utiliza cada año la que mejor le parece para placer y deleite de los visitantes de Monfragüe. A la derecha del farallón rocoso se puede observar el matorral mediterráneo en su máximo esplendor, con grandes alcornoques, encinas, algunos acebuches y quejigos, cobijando a todo un matorral cerrado a base de madroñeras, brezos, cornicabras, labiérnagos y otras especies propias de la zona. Este paraje es un ejemplo de la vegetación de las umbrías de Monfragüe. A la izquierda del farallón tenemos la vegetación propia de las solanas de las sierras del parque, con abundancia de madroñeras dispersas, brezos de bajo porte y gran cantidad de jaras. Mirando hacia los nidos de las rocas, a nuestras espaldas, tenemos la continuidad de lo que vemos de frente, umbrías y solanas con la vegetación ya descrita. Además de las grandes aves que siempre llaman más la atención, sobre las aguas del río Tiétar es fácil observar nutrias, cormoranes, garzas y un buen número de pequeños pajarillos cada

vez más acostumbrados a la presencia humana, como pinzones, currucas, chochines, carboneros, herrerillos, roqueros solitarios, escribanos, etc. Parada en La Fresneda Continuamos la carretera hacia el interior del Parque y, a unos 500 metros, tenemos el paraje conocido como La Fresneda. Un poco más abajo está El Alisar, nombres de parajes que claramente aluden a la vegetación de ribera que sería abundante en esta zona antes de la construcción del embalse de Torrejón-Tiétar. Desde hace ya unos diez años, frente a La Fresneda, al otro lado del agua, vemos un nido de alimoche, especie que encuentra en Monfragüe uno de sus mejores refugios, con 32-35 parejas reproductoras cada año. Parada en La Tajadilla Lugar de esparcimiento y regocijo familiar mientras los turistas meriendan, se toman el bocadillo y aprovechan para observar la roca de La Tajadilla, en la que nidifican los buitres leonados. Este año tenemos una pareja de alimoche después de haber permanecido ausente de este lugar unos diez años. Presencia especial en la roca, después de unos 20 años de ausencia, es la de una pareja de cigüeñas negras, que ha construido dos plataformas, aunque solo críe en una. Espectáculo natural para los visitantes que casi pueden observarlo desde el interior de su vehículo.

Enrique García Gómez

Puente del Cardenal. Parque Nacional de Monfragüe

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yOrdenación y del Territorio yProtección y ambiental yGestión y de espacios naturales y especies protegidas ySeguridad y y salud yJardinería y y paisajismo yCaza y y pesca yAprovechamientos y forestales yEnergías y renovables yHidrología y

yCalidad y ambiental yEducación y ambiental yPrevención y y extinción de incendios yRestauración y de cubierta vegetal yIndustrias y forestales y papeleras ySanidad y vegetal yPeritaciones y y valoraciones yTrabajos y topográficos yConstrucciones y

Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales Avenida Menéndez Pelayo, 75, bajo izquierda. 28007 Madrid Tfno.: 91 501 35 79 . Fax: 91 501 33 89 forestales@forestales.net

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Espacios y especies protegidas

VIAJE

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DE CAMPO

La visita a dos espacios naturales protegidos, un Parque Nacional y un LIC-ZEPA incluido en la Red Natura 2000, con muy diferentes características geológicas y botánicas, tiene como objetivo comprobar los problemas relacionados con su gestión y las soluciones a aplicar. Texto editado a partir de la documentación facilitada por: - Ángel Rodríguez. Director del Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe

- Parada 4.1 - Visita al monte “Lugar Nuevo”. Aspectos generales e históricos de su gestión. - Parada 4.2 - Visita a la zona del Salto del Gitano. Información sobre el Parque Nacional de Monfrague y avistamiento de aves. - Parada 4.3 - Mirador del Castillo de Monfragüe. Información sobre el Parque. - Parada 4.4 - Visita al centro de interpretación del Parque en Villareal de San Carlos. - Parada 4.5 – Visita al espacio protegido Corredor Ecológico y de Biodiversidad de los Pinares del Tiétar, como consecuencia de la aplicación de las “Directrices para la Ordenación y Gestión Sostenible de los pinares del Corredor Ecológico del Tiétar” y de la “Primera Revisión del Proyecto de Ordenación del Monte de Utilidad Pública n.o 82”.

Parada 4.1. Finca Lugar Nuevo La finca Lugar Nuevo es propiedad del Estado, está gestionada por el Organismo Autónomo Parques Nacionales, y tiene una extensión de 2.300 hectáreas, todas ellas en el interior del Parque Nacional. Fue objeto de consorcio en los años setenta del pasado siglo para ser repoblada con Eucalyptus camaldulensis en su mayor parte. La propiedad de la finca de aquellos tiempos se reservó unas 400 hectáreas para seguir ejerciendo la caza, muy arraigada en la zona. En los años cincuenta del siglo XX se llevaron a cabo las primeras repoblaciones con Pinus pinaster en esta zona de jarales con poco más que un aprovechamiento de ganado cabrío por la pobreza de suelos. Veinte años después, un incendio arrasó el pinar y quedaron ejemplares aislados que se respetaron cuando en los años setenta del siglo XX se procedió a la repoblación de toda la zona con eucaliptos, en su mayor parte con Eucalyptus camaldulensis, algo de

Eucalyptus maideni y un poco también de Eucalyptus globulus. En el año 1979 se declara el Parque Natural de Monfragüe y se paralizan las repoblaciones de eucaliptos en la zona. Estas repoblaciones afectaban a unas 1.400 hectáreas que fueron objeto de aprovechamiento en los años 1986-1987, forzado por la existencia de Phoracantha. Entre los años 1999-2001, el Servicio Forestal de la Junta de Extremadura procedió a la eliminación de unas 800 hectáreas de eucaliptos, con movimiento total del terreno en zonas con poca pendiente y con retroexcavadora en zonas con pendiente pronunciada. Aprovechando el movimiento del suelo se procedió a la repoblación de la zona con encinas y alcornoques, aunque el objetivo principal era la revegetación de estas tierras con las especies espontáneas propias de la zona. No fue fácil la eliminación de los eucaliptos, y prueba de ello es que aún queda algún resto que se mantiene como testigo de lo que fue el paisaje en otro tiempo.

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solana de una dehesa cada vez más matorralizada, con viejos alcornoques y gran cantidad de acebuches, algunos de grandes dimensiones. Desde lo alto del castillo observamos casi toda la superficie del parque. La bajada a pie por la umbría hasta llegar a la Fuente del Francés permite una inmersión en el matorral de Monfragüe entre grandes madroñeras, alcornoques de buen porte y quejigos. Este trayecto, subida al Castillo y bajada por la umbría, permite disfrutar del contraste de vegetación entre la solana y la umbría, observar de cerca el vuelo rasante de los buitres leonados, oír los graznidos de las chovas piquirrojas y disfrutar del vuelo corto de pequeñas aves que se esconden entre la vegetación arbustiva de la zona. Parada 4.4.- Villarreal de San Carlos Pedanía del municipio de Serradilla, es el único núcleo con personas que viven en el parque. Alberga los centros de información, documentación, interpretación y de educación ambiental del parque.

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Parada 4.2. Salto del Gitano Es el lugar más visitado, el más fotografiado, el más reconocible del parque nacional. Estamos ante un imponente farallón rocoso que se abre para que pase el río Tajo, hoy transformado en embalse de Alcántara. A la derecha del roquedo podemos ver buena parte del pinar del Monte Público de Serradilla que se quemó en 1990, actualmente regenerado y arropado por grandes ejemplares de Pinus pinaster que se salvaron de aquel gran incendio. A la izquierda se observan olivares asilvestrados por el abandono de sus dueños, con grandes alcornoques dispersos por toda la zona. El gran roquedo de Peñafalcón, la peña del halcón, cobija entre 75 y 80 parejas de buitre leonado, de cuatro a cinco nidos de cigüeña negra, único caso de tal concentración en el mundo, alimoche, búho real y, por supuesto, la pareja de halcón peregrino que da nombre al lugar y que debe haber sido especie presente desde hace mucho tiempo. Este año han iniciado la reproducción cinco parejas de cigüeña negra, singularidad única por tratarse de una especie bastante territorial para reproducirse, además de ser muy esquiva a la presencia humana. El lugar más visitado del parque no parece ser el más idóneo si lo que buscan es soledad. Sobre las rocas crece Adenocarpus argyrophillus, especie vegetal endémica del cuadrante lusoextremadurense.

PARQUE NACIONAL DE MONFRAGÜE Extensión: 18.396 hectáreas Zona periférica de protección: 97.764 ha. Área de influencia socioeconómica: 195.500,53 ha. Otras figuras de protección: - el parque nacional y la zona de influencia, con 116.160 hectáreas, formanla ZEPA "Monfragüe y Dehesas del entomo". - Es Reserva de la Biosfera desde 2003. Se declaró parque nacional en marzo de 2007 (Ley 1/2007 de 2 de marzo; BOE n.o 54 de 3 de marzo). La gestión ordinaria del parque corresponde al Gobierno de Extremadura. Alberga: 280 especies de vertebrados: 193 especies de aves, 48 especies de mamíferos, 20 especies de reptiles, 12 especies de anfibios y 10 especies de peces.

Arriba: Salto del Gitano. Abajo: Castillo de Monfragüe

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Monfragüe se declara Parque Nacional en el año 2007, y en el año 2009 se finaliza la eliminación de eucaliptos. La declaración de Parque Nacional obliga a eliminar el eucalipto y el pino rodeno, consideradas como especies alóctonas, pero con el problema de la prohibición de realizar talas de madera comerciales. La paradoja se da cuando son algunos de estos ejemplares de pino rodeno los elegidos por las parejas de buitre negro para anidar. Ante esta situación, se decide la eliminación del eucalipto pero no del pino, que no podrá ser objeto de mejoras con fines comerciales, pero será objeto de claras que faciliten la evolución hacia la naturalidad de la vegetación.

Parada 4.3.- Explanada del Castillo de Monfragüe En la subida al castillo de Monfragüe se puede observar la vegetación de

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Incendios forestales

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En esta ruta se conocerán los trabajos de prevención de incendios correspondientes a las Redes de Defensa previstas a diferentes escalas (Planes de Defensa escala ZAR Villuercas-Ibores) y Plan de Prevención. Por otro lado, se conocerá el desarrollo de uno de los incendios relevantes acaecidos en Extremadura durante 2005. También se podrá comprobar el funcionamiento de una base para helitransporte y extinción. Texto editado a partir de la documentación facilitada por: - Antonio Blanco. Director de Programas de Incendios Forestales de la Junta de Extremadura - Miguel Ángel Cotallo. Coordinador de Incendios Forestales de la Junta de Extremadura - Jesús Pulido y Luis Galán. Coordinadores de Incendios Forestales. - Juan Gómez. Jefe del Servicio de Prevención y Extinción Incendios, Junta de Extremadura

- Parada 5.1 - Trabajos de campo en una finca, propiedad de la Junta de Extremadura, del Monte Silvadillo-Trevolosas, en el Puerto Llano, desde el que hay vistas del Pico Villuercas. Se podrán ver los trabajos de prevención ejecutados en este MUP en los últimos años. Se puede apreciar la evolución del monte desde el incendio de 2005, del que fue parte afectada. - Parada 5.2 - Base de Guadalupe. En esta visita se podrá ver el funcionamiento de una base para helitransporte y extinción, y se explicarán las particularidades del dispositivo de defensa contra incendios en Extremadura: Planes INFOEX y PREIFEX. 16:00 h. Se plantean dos alternativas a los asistentes: a) - Parada 5.3 - Presentación y debate sobre el dispositivo de extinción de incendios en Extremadura en la Casa de la Cultura de Guadalupe; b) - Visita al Real Monasterio de Guadalupe y casco urbano. - Regreso a Plasencia por la ruta del Valle del Río Ibor, con explicación desde el autobús del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara.

Parada 5.1 – Incendio forestal de Cañamero (julio 2005) Se recorrerán algunas de las áreas que fueron quemadas como consecuencia de uno de los incendios ocurridos el 21 de julio de 2005 en la Zona de Ibores-Villuercas. Ese día se simultanearon dos incendios que arrasaron juntos más de 12.000 hectáreas de superficie forestal. Nos centraremos en el que se inició en las proximidades del límite del casco urbano de Cañamero con el monte. Quemó 9.916 ha.

El incendio se inició en las proximidades del núcleo urbano de Cañamero a las 13:47 h, en la zona denominada La Jarilla, donde se sitúan las últimas viviendas del pueblo, lindando con el monte. En esos momentos, la temperatura alcanzaba valores superiores a los 35 oC y la humedad relativa valores inferiores al 20 %. El viento soplaba con componente Oeste y alcanzaba velocidades de 21 km/h. Con estos datos se obtiene una probabilidad del 90 %, lo que nos coloca en una situación de “Alarma Extrema”, condi-

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ciones más que favorables para que se consolide un incendio forestal. A las 15:30 h se produce otro incendio al sureste del primer punto de inicio, a 6 km en línea recta, originado por maquinaria de obras públicas. Horas más tardes estos dos incendios se unirían. Pero es que a las 14:58 se había producido otro incendio en la zona de Los Ibores, en el término municipal de Robledollano, en una zona muy complicada de acceso por las grandes pendientes existentes y por la gran cantidad de combustible forestal. Este incendio carbonizó 2.306 hectáreas de los términos municipales de Castañar de Ibor y Navalvillar de Ibor y complicará las labores de extinción ya que todos los medios se encontraban sofocando el incendio de Cañamero. Esta superficie de casi 10.000 ha se quemó en aproximadamente en menos de 30 horas, con velocidades de propagación muy altas, de 340 ha/hora de media, pero teniendo en cuenta que en las primeras horas del incendio se midieron velocidades cercanas a 1.000 ha/hora. El incendio afectó principalmente a términos municipales cacereños. Donde más superficie arrasó fue en el de Alía, con 4.822 ha, seguido de Cañamero, con 2.392 ha y Guadalupe, con unas escasas 20 ha. En la provincia de Badajoz solo se quemaron 45 ha de los términos de Talarrubias y Casas de Don Pedro.

FORMACIÓN Pastos

Superficie (ha) 2.188,16

MEDIO HUMANO

Dehesas

219,59

Matorral

2.530,16

Bomberos Forestales

691

Bomberos Estructura

Encinar Pinar

3.583,00

Castañar

90,88

Eucaliptal

555,21

Vegetación de ribera TOTAL

45,47 9.916.33

Vegetación afectada por el incendio de Cañamero. A la derecha: los medios humanos y materiales empleados en la extinción del incendio

NÚMERO

Técnicos Agentes Forestales

8 28 404 33

Total

473

TIPO DE MEDIO Aéreos Avión Anfibio Helicóptero+helibalde Avión Coordinación Terrestres Autobomba Bulldozer Tractor agrícola Total

N.o 10 11 3 52 18 6 100

Parada 5.2 - Base de Guadalupe En esta visita se podrá ver el funcionamiento de una base para helitransporte y extinción, y se explicarán las particularidades del dispositivo de defensa contra incendios en Extremadura: Planes INFOEX y PREIFEX. LA ORGANIZACION DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN EXTREMADURA. LA DEFENSA CONTRA LOS INCENDIOS: PLANES INFOEX Y PREIFEX (2017) 1.- ANTECEDENTES La lucha contra los incendios forestales, con la primera Ley de Incendios Forestales de 1968, se inició como un intento de proteger los montes que se estaban recuperando. A lo largo de los años coincidieron varios factores socioeconómicos que ponían en peligro los montes: -- El rápido cese de los aprovechamientos leñeros (sustituidos por la

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bombona de butano) y la progresiva ralentización y posterior sustitución de los maderables (resinas, carboneo y otros). -- Se reducen, en casos hasta casi desaparecer, el pastoreo en abierto y el menudeo agrario por sus respectivos competidores en intensivo. -- El despoblamiento rural superado por una población urbana que demanda contacto con la naturaleza y eleva el número de casas en el campo solo vinculadas al recreo. Este progresivo incremento de la combustibilidad y de la continuidad en los montes, unido a la intrusión dispersa de numerosas edificaciones en monte y al abandono del campo, desde el punto de vista social, económico y cultural y de conocimiento del monte, implican el crecimiento de los medios de extinción para hacer frente a los incendios. Medios que han actuado con éxito en el control de la mayor parte de ellos, impidiendo su transformación en grandes incendios (>500ha). 2.- LA DEFENSA O LUCHA CONTRA LOS INCENDIOS FORESTALES: INCORPORACIÓN EFECTIVA DE LA PREVENCION A LA EXTINCIÓN Durante medio siglo se centraron los principales esfuerzos en la organización de los medios de extinción hasta alcanzar, en algunos casos, niveles asintóticos. La prevención se circunscribió a la importante selvicultura preventiva convencional (puntos de agua, pistas, fajas auxiliares, fajas y áreas cortafuegos) centrada en montes de gestión pública. La Ley de Montes de 2003 integra el ámbito de los incendios forestales y actualiza e impulsa algunos aspectos preventivos novedosos como son los referidos a su origen o número (causas, disuasión de malas prácticas y otras), pues la actividad humana está detrás del 90 % de los incendios. Coincidiendo con la 1.a Ley de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales en Extremadura de 2004, se incorpora personal técnico y de extinción todo el año, con refuerzos en la época de peligro alto y labores preventivas en peligro bajo, lo que supone el mantenimiento de un cuarto de los efectivos para la extinción. Se añaden también varios aspectos novedosos en materia de prevención como son la planificación técnica obligada para la prevención en todos los montes, en los

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núcleos urbanos y conjuntos de edificaciones aisladas e infraestructuras de entidad (ferrocarril, carreteras y otras). Finalmente, se intensifica en campo la regulación de las actividades con fuego u otras que pueden causarlo, así como las que incrementan el peligro de incendios, como es la ausencia de acondicionado de restos vegetales en monte. 3.- EL PLAN INFOEX (la detección y extinción de los incendios forestales) El Plan INFOEX integra y coordina los medios de las distintas administraciones públicas para la lucha contra los incendios forestales en Extremadura. El INFOEX detalla los medios que aportan las distintas administraciones y entidades. El grueso de los medios lo integra la Dirección General de Medio Ambiente, aportando: -- 45 puestos de vigilancia (casetas con cuatro vigilantes en turnos). -- 66 brigadas de retenes de tierra (duplicadas en Peligro Alto). -- 14 brigadas de retenes de aire. -- 48 camiones autobomba 4x4. -- 40 camionetas con cuba ligera (pick-up). -- 6 máquinas oruga-pala (trabajan sobre línea de fuego), 3 góndolas y 11 capataces. -- 7 helicópteros ligeros de transporte y extinción, 1 de coordinación aérea y 1 bombardero (Kamov, que destaca por su elevada capacidad). -- 260 agentes del Medio Natural. -- 30 técnicos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales. -- 1 puesto de mando avanzado (4x4 apoyo), 8 técnicos de logística y análisis, 1 equipo de apoyo a la investigación de causas, y 1 equipo para SIG en incendios forestales. -- 3 centrales de incendios (Badajoz, Mérida, integrada en el 112, y COR en Cáceres). Estos medios se emplazan en 47 bases de tierra y 10 aéreas, distribuidas en las 11 zonas de coordinación. El Estado contribuye con la BRIF de Pinofranqueado (2 helicópteros medianos de transporte y extinción), el Kamov de Plasencia y el hidroavión o Anfibio de Talavera (Badajoz). El Organismo Autónomo de Parques Nacionales contribuye con 3 brigadas de retén de tierra: dos en Monfragüe y una

en los Montes de Granadilla, que incluyen un puesto de vigilancia. Confederación del Guadiana aporta tres patrullas con cuba ligera en 4x4 durante el verano. Las singularidades de este Plan respecto a los de otras CC. AA. son: 1. Desconcentración de los medios para acortar los tiempos de llegada a la extinción. Esta mayor eficacia supone un elevado esfuerzo por el mantenimiento de más bases. 2. Localización gravitada de medios sobre áreas forestales y otros espacios naturales. Su desvinculación de las áreas urbanas acorta los tiempos de llegada a la extinción. 3. Integración de la extinción y la prevención en la Consejería competente, análogamente a los países con mayor trayectoria histórica en incendios forestales. Esta organización estrecha la interrelación entre causas, efectos y soluciones (conocimiento del medio). 4. Combinación de entidades (administración pública, empresas públicas y privadas). 5. Personal con afinidad y vinculación entre las labores de prevención y de extinción. Se trabaja en prevención con las mismas herramientas en el mismo medio, cubriendo los requerimientos de extinción desde un cuarto de efectivos en peligro bajo, a un 100 %, incrementado con refuerzos temporales, en peligro alto. 6. Especialización en el ámbito de los incendios forestales, con un Servicio específico, y con técnicos y personal de campo dedicados a su prevención y a su extinción, variando estacionalmente su dedicación mayor a una u otra. 4.- EL PLAN PREIFEX (prevención de los incendios forestales) Este Plan conforma el reglamento de prevención de incendios forestales. Desarrolla las novedosas incorporaciones legislativas, y aun fuera de su órbita, cita otros importantes ámbitos de la prevención que no regula (la investigación de causas y sus efectos, los aprovechamientos forestales con destinos energéticos, el pastoreo extensivo, el secano con frutales y viñedos, el menudeo agrario y otros elementos en la ordenación del territorio). Este Plan especifica que la prevención de incendios forestales regulada se refiere a:

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1. Reducir la propagación del fuego sobre la vegetación con actuaciones lineales. 2. Reducir el número de incendios mediante la regulación del uso del fuego y otras actividades que pueden causarlo o incrementar el peligro estacional de incendios. 3. Mejorar la operatividad de los medios de extinción mediante: su entrada y tránsito, recarga de agua; autodefensa de elementos vulnerables (periurbanos, edificaciones e instalaciones aisladas) que reduzcan los detraimientos de medios destinados a la extinción del incendio forestal, evitando que se agrande o prolongue; notificando las falsas alarmas que eviten costes económicos y de oportunidad. 4. Establecer la caracterización o modelización de las medidas de prevención. 5. Las Zonas de Alto Riesgo para priorizar o intensificar las medidas de prevención. 6. Sensibilización ciudadana mediante información, educación y divulgación. El Plan PREIFEX establece 14 zonas de alto riesgo, cada una con sus especificaciones y redes de defensa para la prevención colectiva de montes y otros espacios naturales a escala casi comarcal. Este Plan establece instrumentos de la prevención, que atendiendo a su complejidad son: -- Instrumentos técnicos redactados por especialistas en montes e incendios forestales, revisables cada cuatro años, y cuya regulación se desarrolla en una Orden Técnica: yy Los Planes de prevención en montes (>400ha, >200ha en ZAR y afectados por red de defensa). Son cerca de 3.000 planes entre particulares y gestión pública. yy Los planes periurbanos para defensa de los núcleos urbanos (cerca de 400), con una franja alrededor de 200 m (o 400 m en ZAR), con el objetivo de reducir la propagación y mejorar la operatividad de los medios en la extinción. yy Las memorias técnicas para el caso de los conjuntos de edificaciones aisladas de casco urbano u otras infraestructuras e instalaciones importantes (redes de carreteras, ferrocarril, distribución y

Evolución del número de incendios en Extremadura

El porcentaje de incendios con causa desconocida disminuye hasta el 7 %, muy por debajo de la media nacional, alrededor del 15,37 %, o de la media de comunidades interiores, que está en torno al 17,48 %.

producción eléctrica, y otras análogas). -- Instrumentos generales de aplicación directa sin apoyo técnico, de obligación anual, y especificados mediante las Órdenes de Peligro estacional de incendios: yy Las Medidas Generales, anuales y obligatorias para todos los terrenos forestales: -- Las de acceso: facilitando la entrada, el tránsito 4x4 y la recarga de agua. -- Y las lineales para cuando los terrenos forestales son mayores de 50 ha o 25 ha en ZAR, y en todo caso cuando estén junto a núcleos urbanos o carreteras. Se perimetrará con fajas y áreas cortafuegos o con fajas auxiliares junto a viales. yy Las Medidas de Autodefensa

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para edificaciones aisladas o instalaciones vulnerables, de modo que minimicen su afección ante incendios forestales y faciliten en caso de necesidad la operatividad de los medios de extinción. yy Regulación de usos del fuego y actividades que pueden causarlo o incrementar el peligro estacional de incendio forestal. Con la ordenación de las quemas prescritas en áreas de montaña (donde no es posible aplicar una selvicultura preventiva convencional), se persigue la planificación a cuatro años como medida de prevención de monte, preferentemente en agrupación. De una parte se fragmentan manchas de piorno, donde no resultan razonablemente viables otros tratamientos o medidas convencionales, y de otra se concilian intereses con los pastores de las áreas

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de montaña. Todo ello en un medio escabroso sin acceso rodado ni puntos de agua. Se declaran de interés general (U. P.) cuando contribuyan al entrenamiento para la extinción. 5.- PERSPECTIVAS EN INCENDIOS FORESTALES PARA EXTREMADURA Un territorio habitado, aun reduciendo las causas hasta un mínimo inevitable (rayos y accidentes), mantendrá un elevado potencial de devastación por la elevada acumulación y continuidad de vegetación, agravado por la dispersión de edificaciones e infraestructuras. Tanto la extinción como la prevención actuales no se muestran suficientes ante los grandes incendios iniciados en algunos lugares (montes en abandono) y en algunas condiciones especiales adversas (vientos solanos constantes). De los elementos clásicos del campo: labradores, pastores y leñadores, es necesario impulsar la segunda y rescatar la tercera. Con la crisis de la construcción y la reciclabilidad del papel, la coyuntura es más que favorable al aprovechamiento de los montes con destinos energéticos, especialmente para uso directo en calefacción, donde se obtiene un rendimiento de la madera hasta del 80 %, mientras que para producción de electricidad su rendimiento baja al 20 %. Fundamentalmente las astillas, leñas y, sobre todo, los pellets son la opción renovable, por su capacidad de empleo y valor añadido locales y por lo que aportan a la lucha contra el cambio climático, tanto por balance cero de dióxido de carbono como la por defensa contra los grandes incendios forestales, solo abordables con reducciones importantes en la cantidad y en la continuidad del combustible en los montes. La ordenación de los aprovechamientos maderables en comarcas con extinciones muy complicadas, como Sierra de Gata y Las Hurdes, siguen una pauta muy marcada por los incendios forestales. Así, en números redondos, de las cerca de 50.000 hectáreas de pinar en Las Hurdes, a un turno aproximado de 50 años, ofrecerían una corta de 1.000 ha anuales (claras aparte). Pese a que Las Hurdes apenas tiene una media anual de diez incendios, los muy pocos grandes incendios marcan en buena medida el régimen de los aprovechamientos: 6.500 ha incendiadas en 2003 y otras 2.500 ha en 2009, son la posibilidad de casi un decenio.

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Sin duda, también se presentarán importantes retos tecnológicos junto a mejoras profesionales y de organización, que en conjunto seguirán contribuyendo a una mayor eficacia y servicio de los Planes INFOEX y PREIFEX. Ambos están justificados tanto en términos protectores como económicos y sociales. Los incendios son un síntoma cuyo tratamiento depende de la traza que

guíen las sociedades con su modo de vida y sus gobernantes como parte de ellas, para abordar otros ámbitos importantes de la prevención: los aprovechamientos forestales y la ordenación del territorio y sus recursos. Las figuras que se insertan a continuación ilustran sobre la evolución temporal del proceso de los incendios forestales en Extremadura.

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Alcornocales y la industria del corcho

VIAJE

DE CAMPO

El objetivo de este viaje de campo es mostrar algunas de las peculiaridades de los alcornocales y la industria corcho-taponera. Se visitará una de las zonas más representativas de producción y aprovechamiento del corcho y posteriormente se visitarán dos industrias de transformación, tradicional y con tecnologías avanzadas. Durante el desplazamiento se tendrá la ocasión de parar en los riberos del Alagón, declarados LIC y ZEPA junto con los Canchos de Ramiro. En el regreso a Plasencia se cruzará el corazón de Sierra de San Pedro, un espacio natural protegido que produce una buena parte del corcho de Extremadura de una calidad excepcional. Texto editado a partir de los textos facilitados por: -- Ramón Santiago Beltrán. Técnico del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal (CMC) del CICYTEX -- Raúl Lanzo Palacios. Técnico del Instituto CMC-CYCYTEX y responsable del Plan de Calas de IPROCOR. -- Antonio Rodríguez, ingeniero industrial, responsable de calidad de EXTRACOR AVA, S. L. -- Joaquín Herreros de Tejada, ingeniero industrial, responsable de calidad de DIAM CORCHOS, S. A.

- Parada 6.1 - Visita al monte público de Valcorchero (propiedad del Ayuntamiento de Plasencia). - Parada 6.2 - Visita EXTRACOR AVA, S. L., industria del corcho con tecnología tradicional. - Parada 6.3 - Visita DIAM CORCHOS S.A., en San Vicente de Alcántara, una de las fábricas de tapones de corcho más modernas del mundo.

Parada 6.1: Visita al monte público de Valcorchero 6.1.a – Plan de Calas de IPROCOR. El corcho es un producto natural muy heterogéneo con distintos destinos industriales y distintos precios en función de estos destinos. Por este motivo, es necesario conocer bien la calidad de una partida comercial para proceder a una correcta compraventa. El objetivo del Plan de Calas de IPROCOR es establecer la calidad de corcho de una partida

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mediante un muestreo forestal, durante el cual se toman 75 muestras de corcho, y un escogido posterior de estas muestras. Normalmente, se realiza un muestreo por parcelas. En este tipo de muestreo se replantean sobre el terreno cinco parcelas de radio variable, que incluyen los 15 árboles más próximos al centro de cada una de ellas; en total se muestrean 75 árboles. Sea cual sea el tamaño de la finca y la cantidad de corcho que produzca, estos árboles muestrea-

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dos nos permiten estimar la calidad de la partida de corcho con un error menor del 15 % en el 90 % de las ocasiones. En cada árbol se toma una muestra de corcho de unos 12 x 12 cm mediante un hacha corchera. Además se toman datos adicionales del árbol muestreado, fundamentalmente: - coordenadas geográficas: mediante dispositivo GPS. - datos dasométricos: circunferencia a la altura del pecho, y altura de descorche como mínimo, ya que ambos parámetros nos permitirán estimar el peso de corcho producido por cada árbol. - datos fitosanitarios: afección por plagas y enfermedades. - datos selvicultura: calidad de la podas y descorches. En el caso de realizarse muestreo por parcelas, una vez muestreados los 15 árboles de la parcela, se pueden tomar datos adicionales de la masa: densidad (pies/ha), área basimétrica (m2/ha), altura dominante, valoración de la regeneración, tipo de vegetación y otros. Una vez muestreados los 75 árboles, se pueden tomar también datos del conjunto de la explotación: carga ganadera, selvicultura practicada, vegetación, características de la masa (densidades, altura dominante...). Las muestras de corcho se trasladan al laboratorio de calidad de corcho del CICYTEX, y allí sufren un proceso similar al que se realiza en la industria preparadora de corcho: se secan en estufa durante 24 horas y se cuecen en agua hirviendo durante una hora; después se dejan enjugar durante dos días, y por último se recortan y se clasifican. Tras la clasificación, los datos de su calidad se reflejan en una hoja de cálculo específica y se realiza un informe sobre la calidad de corcho, donde se recoge: - porcentajes de corcho de las diferentes clases - índice de calidad Q - calibres - alteraciones del corcho - comparación de la calidad de la partida con las calidades medias de la zona y de la región. Además, se indican las fortalezas y debilidades de la partida de corcho de cara a su compraventa, y una serie de recomendaciones específicas y genera-

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Ejemplo de informe de calidad de corcho del Instituto C.M.C. - CICYTEX

les para mejorar la calidad del corcho de ese alcornocal a medio y largo plazo. Este informe de calidad de corcho se completa con los datos selvícolas tomados en campo en forma de informe selvícola, donde se resumen las cifras claves de la gestión del alcornocal y se realizan una serie de recomendaciones en aras de la gestión sostenible del mismo. 6.1.b – Descorche tradicional El corcho se extrae del alcornoque mediante un procedimiento que tiene numerosas pautas regladas: - Solo se extrae una parte del corcho del árbol, en primer lugar para evitarle un excesivo daño fisiológico y en segundo lugar porque solo es interesante extraer el corcho con una calidad tecnológica adecuada. - Se extrae exclusivamente el corcho,

constituido por células muertas, respetando la capa madre, que está formada a su vez por cuatro capas, todas ellas de células vivas, siendo una de ellas, el felógeno, la responsable de la formación del corcho. Aunque esta delgadísima capa muere al poco del descorche, el alcornoque tiene la virtud de regenerarla en pocos días y adquirir de nuevo la capacidad de producir corcho. - Se extrae desde finales de primavera hasta la mitad del verano, aproximadamente, que es cuando el corcho se puede sacar sin dañar las capas de células vivas del interior del árbol. - Entre dos descorches sucesivos transcurren al menos nueve años y, en determinadas regiones del área del alcornocal puede llegarse incluso a 15 años.

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La saca tradicional se realiza fundamentalmente con la ayuda del hacha corchera. Es un hacha peculiar, adaptada al trabajo de descorche: el radio de curvatura del filo es más pequeño que el del hacha para madera; los extremos del filo son muy punzantes y se llaman gavilanes, y el mango es ligeramente curvo y acabado en bisel. Estas modificaciones le permiten al sacador realizar con precisión las diferentes operaciones de que consta el descorche: - abrir y trazar, que consisten en realizar una serie de cortes verticales y horizontales sobre el corcho - ahuecar, que es golpear con la parte posterior del hacha en los cortes realizados previamente - dislocar, que es comenzar el desprendimiento de las planchas entre sí y de la capa madre - separar, que es desprender completamente las planchas del árbol.

nas determinan de forma automática la profundidad de corte para no dañar la capa madre (operaciones de abrir y trazar). Por otro lado, el sector cuenta con las herramientas diseñadas en el Instituto CMC - CICYTEX para completar el trabajo de las máquinas. Estas herramientas sustituyen al hacha corchera y permiten realizar el descorche con mayor seguridad para el trabajador y con menos daños al árbol (operaciones de ahuecar, dislocar y separar). - Operaciones de abrir y trazar Estas operaciones consisten en realizar cortes en el corcho, en este caso mediante una máquina motosierra o mediante una sierra de calar.

Además del hacha se utiliza: - la burja, que es una palanca de madera que ayuda a descorchar las partes altas del árbol y a sacar las zapatas (corcho de la base del árbol) - la escalera, una escala simple y ligera que sirve para trabajar en las partes altas del árbol - la navaja de rajar, que sirve para cortar las planchas de corcho una vez sacadas y facilitar su transporte. Una vez descorchados los árboles se procede al desembosque del corcho (rodear la corcha) mediante bestias o tractores, y en los sitios más abruptos, a hombros de los sacadores. La práctica tradicional es que el corcho se reúna en un lugar preparado y se forme una pila que permanece durante ocho días intacta a fin de que el corcho se oree. Al cabo de este tiempo, el corcho se pesa con ayuda de una cabria y una romana. Aunque poco a poco se va imponiendo el sistema métrico decimal, el mundo del corcho tiene sus propias unidades: la unidad de peso se denomina quintal castellano, y equivale aproximadamente a 46 kg. La unidad de calibre (espesor del corcho) se denomina línea, y equivale aproximadamente a 2,25 mm.

Máquina IPLA para el descorche. Se trata de una sierra de calar donde va colocado un sistema de regulación automática de la profundidad de corte. La fuente de energía es un generador eléctrico portátil. Abajo: Máquina Stihl MC200 para el descorche. Está instalada sobre una motosierra convencional a la que se le ha añadido un sistema automático para regular la profundidad de corte

6.1.b – Descorche con nuevas tecnologías Desde hace 20 años han aparecido en el mercado una serie de máquinas para el descorche. Todas estas máqui-

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Este corte solo se puede hacer con la máquina Sthil si se realiza a una altura inferior a dos metros, de manera que se puede hacer con los dos pies apoyados en el suelo; si hubiese que realizarlo a mayor altura, y por lo tanto trabajar desde una escalera, solo podría hacerse con la máquina IPLA. Una vez realizadas las operaciones de abrir y trazar comienza el descorche propiamente dicho, que incluye las operaciones de ahuecar, dislocar y separar. - Operación de ahuecar La operación de ahuecar en el descorche tradicional se efectúa golpeando con la parte posterior del hacha en los cortes practicados. Sirve para facilitar el desprendimiento del corcho cuando no se da bien. En el descorche mecanizado esta operación se ejecuta con una herramienta específica: la tenaza corchera. Esta tenaza consta de dos lengüetas que cuando están juntas se introducen en el corte realizado por las máquinas, y al hacer palanca se abren y permiten ahuecar el corcho. - Operación de dislocar La operación de dislocar consiste en facilitar la separación de las planchas entre sí y el desprendimiento de las planchas de la capa madre. En el descorche tradicional se suele realizar introduciendo el bisel del mango del hacha en los cortes previamente realizados por el hacha. En el descorche mecanizado esta operación se realiza con las tenazas corcheras, en su trabajo normal, simultáneamente con la operación de ahuecar, y también con una herramienta específica: el mijuro. Esta herramienta es una palanca metálica con el extremo en forma de espátula con el borde redondeado que permite introducirse en los cortes sin producir daños en la capa madre y sin riesgo de heridas cortantes para el trabajador. - Operación de separar Se desprenden totalmente las planchas del árbol. En el descorche tradicional el sacador utiliza tanto el pecho del hacha como los gavilanes, el mango y sus propias manos. En el descorche mecanizado lo normal es utilizar el mijuro. El sacador coge el mijuro por ambas asas y hace palanca con el extremo en forma de espátula, introduciéndolo progresivamente entre la plancha y la capa

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Herramientas para el descorche de IPROCOR. De izquierda a derecha: mijuro pértiga, mijuro corto, mijuro percutor y tenazas corcheras

madre, haciendo palanca para facilitar su desprendimiento. En ocasiones, la operación de separar es simultánea a las de ahuecar y dislocar con las tenazas corcheras. Esto ocurre cuando el corcho se da muy bien, y al ir introduciendo las tenazas corcheras en los cortes realizados por las máquinas de descorche, las planchas van cayendo al suelo por su propio peso. Hay tres tipos de mijuro: corto, largo y percutor. El mijuro corto es el que se usa para las planchas accesibles desde el suelo. El mijuro largo se utiliza para dislocar y separar las planchas que no son accesibles desde el suelo, normalmente las de las ramas y la parte superior del fuste, a más de dos metros de altura. Es en cierto modo un

sustituto de la burja o palanca corchera tradicional. El mijuro percutor se utiliza una vez acabado el descorche si queda un trozo de corcho pegado al tronco. Esta herramienta permite extraer los trozos agarrados a la capa madre, golpeando con precisión en la zona de unión sin dañar la capa madre; la herramienta va introduciéndose milímetro a milímetro entre el trozo de corcho y la capa madre hasta que el trozo cae al suelo por su propio peso. - Operación de recoger Lo ideal es que un trabajador especializado, el rajador, realice la operación de recoger, cortando las planchas que tengan un tamaño excesivo para facilitar su transporte; pero realizando este

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nas desde el suelo, sin subirse al árbol con ella, la productividad aumenta por encima de los 130 kg de corcho/persona/hora, frente a los 114 kg/persona/hora del descorche tradicional.

Rudo III, con la plataforma hidráulica desplegada para apoyo de trabajos de descorche

corte por el lugar preciso para no desperdiciar corcho. A continuación se deben amontonar al pie del árbol, poniendo las que vayan a estar en contacto con el suelo con la espalda hacia el mismo, para evitar el contacto de la barriga con los microorganismos que edáficos. - Operación de reunir Durante esta operación se transportan las planchas y los trozos de corcho desde los montones a pie de árbol hasta el lugar de reunión, donde se hará una pila de corcho, o un montón en función de lo acordado en la transacción comercial, y desde donde un camión transportará el corcho a fábrica. El Instituto C. M. C. diseñó y construyó un prototipo de carguero forestal denominado Rudo, un vehículo todoterreno teledirigido, con tracción y suspensión independiente a cada una de sus cuatro ruedas, capaz de cargar hasta 800 kg de peso y sortear obstáculos de 1 m de altura.

La tercera versión del Rudo tiene una plataforma hidráulica con un pretil que permite elevar en condiciones de seguridad a un sacador para que este pueda trabajar hasta una altura de unos 4,5 metros. Ventajas que aportan las nuevas tecnologías al descorche: 1. Las nuevas tecnologías suponen un salto cualitativo muy importante en el proceso del descorche, presentando una serie de ventajas interesantes con respecto al hacha: • La calidad del trabajo de descorche aumenta, pues el número de heridas en el árbol disminuye considerablemente. • El rendimiento del corcho aumenta por ser los cortes más rectos. Además el porcentaje de trozos disminuye sensiblemente con respecto al descorche tradicional. • La productividad es superior a la del hacha. Si se trabaja con las máqui-

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2. La organización del trabajo de descorche con la máquina cambia de forma notable con respecto al descorche tradicional: • Permitirá fraccionar el descorche, separando en el tiempo las operaciones de abrir y trazar de las de ahuecar, dislocar y separar. La forma óptima de trabajo es la cuadrilla con máquinas recorriendo el alcornocal y posteriormente la cuadrilla con los nuevos útiles de descorche rematando la saca. • El trabajo de una máquina puede llegar a dar servicio hasta a cuatro sacadores con las nuevas herramientas, de forma que un número relativamente bajo de máquinas puede ser suficiente para realizar los descorches en muchas explotaciones. • Una de las formas de trabajo nuevas es realizar un corte transversal en la base del alcornoque, dejando las zapatas en el árbol. Esta operación facilita mucho los próximos descorches, deja en el monte las zapatas, que no son utilizables en tapamiento, y el cuello de la raíz del árbol queda protegido contra posibles agresiones mecánicas y de enfermedades y plagas.

• •

3. Las nuevas tecnologías traen mejoras para el sacador: La posibilidad de fraccionar el descorche puede permitir realizar trabajos específicos de descorche durante ocho meses al año en lugar de tresque es el número máximo hoy por hoy. Esto es muy importante, ya que la profesión de sacador requiere una especialización muy alta como para que sea ejercida tan solo tres meses al año. El aprendizaje del oficio es más fácil con las máquinas y nuevas herramientas, ya que un aprendiz puede comenzar con tareas de descorche sin peligro para la integridad del árbol ni la suya propia. El trabajo del sacador es menos duro. Son herramientas específicas para el descorche y deben ser utilizadas

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por un sacador para poder obtener productividades y rendimientos óptimos. No suponen una disminución de la mano de obra del descorche, todo lo contrario, ya que la mejora general que supone estas herramientas de descorche animará a descorchar alcornocales que hoy no se explotan. Parada 6.2: EXTRACOR AVA, S. L. Industria preparadora. La industria preparadora es la que está en contacto directamente con el corcho crudo, tal y como viene del campo. A través de un proceso industrial lo transforma en corcho preparado, del que se surten la industria taponera y otras. Generalmente, la industria preparadora compra el corcho directamente en el campo y supervisa las labores de descorche. El corcho en campo suele ser objeto de una primera clasificación: se separa el corcho en plancha del resto. El corcho plancha es el que a priori puede ser objeto de transformación para obtener tapones o discos naturales. El resto no es apto para fabricar estas manufacturas y comprende: bornizo, zapatas, albardas, corcho quemado y algún otro tipo de corcho. Una vez en fábrica, el corcho se almacena en el patio donde se somete a un periodo de estabilización de al menos seis meses, en el cual el corcho mejora sus aptitudes taponeras. Después se realiza el primer cocido, en el que el corcho es hervido en agua limpia a una temperatura próxima a 100 oC durante una hora. Durante esta operación el corcho pierde una buena parte de las partículas de polvo, tierra y sustancias solubles, y mueren los microorganismos que pueda incluir. En el proceso de cocción el corcho aumenta su calibre entre un 2 y un 7 %, disminuye por lo tanto su densidad (también porque pierde algo de raspa) y gana en elasticidad. A continuación, el corcho se somete a un periodo de reposo de una a cuatro semanas en un lugar cubierto hasta que su humedad disminuye por debajo del 16 %. En este momento se realiza la operación de escogido, se clasifican las planchas de corcho en los distintos tipos de corcho de los que se aprovisiona la industria de segunda transformación. Esta clasificación se hace por calibres y por aspecto visual. La realiza un opera-

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Imagen de descorche con nuevas tecnologías. Operación de abrir, el sacador de arriba con la máquina IPLA y el de abajo con la Stihl

Cuadro resumido de calidades de corcho, con los destinos industriales de cada una de ellas

rio, el escogedor de corcho, que conoce perfectamente el mismo como materia prima industrial, y de una forma rápida y

efectiva, provisto de una cuchilla de retacear, corta los bordes irregulares de las planchas para poder observar su ca-

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libre y aspecto, y si es necesario divide cada plancha en dos o tres si presenta diferentes calidades. Las planchas clasificadas se almacenan durante un corto periodo hasta que su humedad está por debajo del 14 %. Después, se suelen agrupar en fardos cuyas dimensiones aproximadas son del orden de 1,15 x 0,60 x 0,60 m y su peso aproximado de 80 kg. Estos fardos son tradicionalmente la unidad de comercialización. Parada 6.2: DIAM CORCHOS, S. A. Fábrica de tapones DIAM CORCHOS, S. A. fabrica tapones tecnológicos de corcho aglomerado. Para llegar al producto final se realizan dos tipos de actividades: fabricación de granulados de corcho y fabricación de tapones aglomerados. - Proceso general de fabricación de granulados de corcho El primer proceso es la recepción y control de materia prima, que es de una importancia crucial para poder fabricar tapones aglomerados de calidad. La industria de fabricación de granulados se suele aprovisionar de refugo (corcho no apto para fabricación de tapones naturales) y sí apto para tapamiento. Además, también se suele abastecer de subproductos de la industria taponera: brocas, aparas, tapones defectuosos... En segundo lugar se procede a su almacenamiento, controlando perfectamente su humedad para evitar problemas sensoriales. La tercera operación es la trituración, donde se procede al molido y despedazamiento del corcho en los molinos rompedores. Después tiene lugar la granulación, donde se fragmenta el corcho procedente de la trituración mediante molinos de piedras, obteniendo gránulos de un tamaño comprendido entre 0,25 y 8 mm. Estos granulados son separados mediante tamices en función de su tamaño. Los granulados después se pasan por las mesas densimétricas, para separarlos por densidades en función del tipo de tapón que se quiera fabricar. Los distintos tipos de granulados se someten a un secado para que su humedad no supere el 8 %. - Proceso general de fabricación de tapones aglomerados El primer proceso es el control de re-

cepción del granulado. A continuación, se almacena en silos o sacas de material sintético que permitan su aireación. El siguiente paso es mejorar las cualidades sensoriales del granulado, eliminando los compuestos volátiles no deseados. Luego se inicia el proceso de aglomeración, en el que se aglutina el granulado de corcho con ligantes y aditivos. Acto seguido se realiza el moldeo, con polimerización en caliente en moldes adecuados. A continuación se procede a la rectificación dimensional y biselado para conseguir las dimensiones especificadas. Posteriormente, se eliminan los tapones con defectos. Los tapones seleccionados, que se denominan semielaborados, son almacenados en condiciones adecuadas para conservar sus características.

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Por fin, se cuentan y embalan para que su transporte sea óptimo. En muchas ocasiones la siguiente fase, el semiacabado, se suele hacer en otra unidad fabril. El semiacabado está formado por varios procesos: control de recepción, almacenamiento, lavado y secado (desinfección), revestimiento (para mejorar su estanqueidad), conteo y embalaje y transporte. La última fase, el acabado, también se suele hacer en otra unidad fabril distinta, y comprender los siguientes procedimientos: control de recepción, almacenamiento, escogido (no siempre se hace), marcado (a fuego o con tinta, a demanda de la bodega), parafinado, siliconado, conteo y embalaje y, por último, el transporte.

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VC7

Repoblaciones forestales

VIAJE

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DE CAMPO

Esta ruta se dedica a comprobar los resultados, tras 20 años de inversiones, de distintas repoblaciones y densificaciones realizadas, mayoritariamente con encinas y alcornoques, que comenzaron a ejecutarse al amparo de las distintas líneas de financiación establecidas por la Unión Europea con el Reglamento Europeo 2080/1992, y luego se continuaron realizando dentro de los sucesivos PDRural de Extremadura, y son cofinanciadas con distintos fondos de la UE y la Junta de Extremadura. Recorre montes de la comarca de las Vegas del Alagón y Sierra de Mirabel, zona de influencia del PN de Monfragüe, y visita árboles monumentales. Texto editado a partir del texto y documentación facilitados por: - Enrique Balbuena. Ingeniero de montes. Junta de Extremadura. Servicio de Ordenación y Gestión Forestal. Sección Técnica Cáceres Occidental. -- Parada 7.1. Monte de U. P. n.o 105 Dehesa Boyal de Mínguez, t. m. de Coria. Visita de repoblación forestal realizada en 1997 sobre 217 ha. -- Parada 7.2. Monte de U .P. n.o 116 Dehesa Boyal de Torrejoncillo, t. m. de Torrejoncillo. Visita de densificación forestal realizada en 2006 sobre 36 ha con alcornoques y a repoblaciones forestales realizadas en 2014 y 2015 sobre 107 ha. -- Parada 7.3. Monte de U. P. N.o 110 Berrocal-El Palancar, t. m. de Pedroso de Acím. Elementos singulares: Incluido en la Zona Zepa Canchos de Ramiro-Sierra Ladronera. Visita a densificaciones de distintas edades realizadas sobre 62 ha, y repoblación de alcornoque en 28 ha ejecutada en 2015. -- Parada 7.4. Monte de U. P: n.o 132 Dehesa Boyal de Mirabel, t. m. de Mirabel. Elementos singulares: Incluido en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, ZEPA y ZEC. Árboles Singulares de Extremadura Alcornoque Padre Santo y Alcornoque Gordo. Visita a densificaciones forestales con alcornoques de diversas edades realizadas en alrededor de 100 ha. Visita a repoblación forestal realizada en 1996 en 167 ha. Visita a árboles declarados como Singulares de Extremadura.

En esta ruta se recorrerá el centro de la provincia de Cáceres, zonas de la penillanuras donde se concentran magníficas dehesas al pie de serranías de altitud media de 400 a 700 m (altitud mayor, pico de La Silleta 825 m, en la sierra de PedrosoCañaveral), que dan paso a las vegas

aluviales (225 m de altitud) en la zona del Alagón o que caen directamente al Tajo en su curso medio, encajonado en sus riveros, que van a dar a la cola del inmenso embalse de Alcántara a su paso por Monfragüe. Apareciendo ecosistema de roquedos en las crestas cuarcíticas, bosque y matorral

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mediterráneo en solanas y umbrías de las sierras, y dehesas en las llanuras y áreas de relieve ondulado. Contando con elevada biodiversidad faunística, con valores excepcionales en cuanto a las aves presentes, dándose una alta concentración de especies protegidas, y florística, con elementos singulares del bosque y matorral mediterráneo. Parada 7.1. Monte de Utilidad Pública n.o 105. Dehesa Boyal de Mínguez Este monte, catalogado en 1931, tiene 849 ha y pertenece al Ayuntamiento de Coria. El monte Dehesa Boyal de Mínguez es una clásica dehesa de penillanura ondulada en terrenos pizarrosos, que en su zona noroeste cuenta con una buena masa arbolada de encinas adultas de magníficos portes, acompañada de un sotobosque de monte mediterráneo. Sin embargo, su zona sur estaba prácticamente desarbolado hasta hace unos veinte años, en que comenzaron las tareas de repoblación que aún hoy continúan. Se recorrerá una repoblación forestal realizada en 1997 sobre 217,25 ha dentro del programa de ayudas a la forestación de tierras agrarias de Extremadura y mantenida por obras de montes públicos cofinanciados dentro del Programa de Desarrollo Rural de Extremadura 2007-2013 por FEADER (fondos europeos de desarrollo rural) y fondos de la Junta de Extremadura. Se plantaron 217,25 ha a razón de 500 árboles por ha, siendo las especies 80 % encinas (Quercus rotundifolia) y 20 % alcornoques (Quercus suber), plantándose en total más de 100.000 árboles, la mayoría de los cuales aparecen en un muy buen estado vegetativo en la actualidad (se estiman vivos más de 70.000 árboles). Este buen estado es resultado de una adecuada implantación, en la que era fundamental la buena preparación del terreno y la calidad de la planta, y unas buenas labores de mantenimiento: la reposición de las marras cuando el porcentaje de éstas supere el 5 % de la densidad inicial, labores de cavas, haciendo un ruedo de un metro de diámetro alrededor de las plantas para la eliminación de la competencia de la vegetación herbácea y arbustiva en las líneas de plantación, y gradeos entre líneas de plantación, así como

Repoblación de la Dehesa Boyal de Mínguez a comienzos de la primavera

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Aprovechamiento con ganado ovino en la repoblación de Mínguez, con las sierras de Pedroso de Acim y Mirabel al fondo

Apostados y podas de formación en repoblación de Mínguez

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la realización anual de un cortafuegos perimetral como labores para prevenir un incendio forestal, y unos cuidados culturales y selvícolas adecuados posteriores (apostados, podas, pastoreo controlado, etc.). Cabe destacar que en las primeras convocatorias de la ayuda a la forestación, los expedientes solicitados por instituciones públicas no tenían derecho a primas compensatorias (por lo que el aprovechamiento agrícola o ganadero no estaba prohibido expresamente, lo que por el contrario sí lo estaba en el resto de los expedientes que tenían derecho a las primas compensatorias), y únicamente tenían derecho a las primas de mantenimiento que duraban cinco años, y una vez acabadas estas, por parte de los gestores del monte se tomó la acertada decisión de pastorear con ovejas los terrenos de la forestación (este aprovechamiento sigue en la actualidad), lo que llevó a un mejor desarrollo de la forestación, pues se evitaba la competencia del matorral heliófilo y se protegía el monte repoblado ante la posibilidad de un incendio forestal. En cuanto a los tratamientos selvícolas necesarios para su óptima evolución, el Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de Extremadura (SOGFEX) ha acometido en dos obras recientes el apostado y guiado por poda de todos los árboles presentes. En la primera obra se acometió, en el otoño invierno 2012-13, la poda de 104 ha con realces hasta 1 m de altura en 14.000 pies, poda hasta 2 m en 16.500 pies, y apostado de matas en 12.500 pies y posterior eliminación de restos, con un total de presupuesto de ejecución material de 56.644,20 €. Previo a esta actuación se aprovechó para quemar y eliminar en toda la repoblación los árboles afectados por Biscogniauxia mediterranea (Sinónimo: Hypoxylon mediterraneum) (Anamorfo: Periconiella sp.), siendo fundamental una correcta desinfección de las herramientas de poda durante la operación. En la segunda obra se podó el resto del monte, incluyéndose la poda de formación hasta 2 m de 19.800 pies y poda de formación hasta 3,5 m de altura en 5.500 pies, con la eliminación posterior de restos por trituración con desbrozadora de cadenas, con una densidad de menos de 8 t/ha, con un total de presupuesto de ejecución material de 37.508,90 €.

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Eliminación de restos con desbrozadora de cadenas en repoblación de Mínguez

Repoblación de Mínguez. Linde norte, donde se ve el estado del monte antes de ser repoblado

RESUMEN PASTOREO CON OVINO EN LA ANUALIDAD 2016 Número de expedientes solicitados en la anualidad 2016 (datos a 31-5-2016): 505 Expedientes favorables: 496 expedientes Expedientes desfavorables o inadmitidos: 9 El total de los 496 expedientes resueltos supusieron un 32 % del total de los expedientes aprobados que aún mantenían el compromiso de forestación. Se autorizó una superficie de 19.233,33 ha (43,05 % del total de la superficie objeto de la ayuda), de las cuales, 11.149,34 ha están en la provincia de Badajoz y 8.073,99 ha en la de Cáceres. El número de ovejas autorizado se eleva a 76.933, ya que como máximo se autoriza una carga de cuatro ovejas/ha. La mayoría de estos expedientes (95,2 %) correspondían a expedientes del Anexo I (comunicación previa supervisada) de la citada Orden, que dice que a este procedimiento podían acogerse aquellos titulares de forestaciones en las que hubieran transcurrido diez o más años a contar desde el año de la certificación de su implantación, que presentarán una densidad acorde con la legislación que regula su ayuda y un estado vegetativo óptimo para el año en que se encuentra, debiendo sus árboles alcanzar como altura media 1,3 metros de altura. En las forestaciones de cinco a diez años los expedientes con pastoreo controlado son menos, pues no suelen estar consolidadas del todo.

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Parada 7.2. Monte de Utilidad Pública n.o 116, Dehesa Boyal de Torrejoncillo. El Monte de Utilidad Pública n.o 116 (catalogado en 1932), Dehesa Boyal de Torrejoncillo, tiene 443 ha y es propiedad del Ayuntamiento de Torrejoncillo. Este monte adehesado, de relieve ondulado y suelos pizarrosos, está adecuadamente arbolado en su zona norte con encinas y algunos alcornoques adultos, y presentaba amplias zonas desarboladas en sus zonas centro y sur. Se verá una densificación forestal de alcornoques realizada en 2006 sobre unas 36 ha, al amparo de Convenio Hidrológico Forestal entre la Confederación del Tajo y la Junta de Extremadura, y mantenidas por obras de montes públicos del SOGFEX, cofinanciados dentro del Programa de Desarrollo Rural de Extremadura 2007-2013 por FEADER (fondos europeos de desarrollo rural) y la Junta de Extremadura, y las repoblaciones forestales realizadas en 2014 y 2015 sobre 107 ha dentro de las inversiones del SOGFEX del PDR 2007-2013. En primer lugar, en esta parada se verá una densificación (que definiremos como repoblación hecha con jaulones individualizados que protegen a los nuevos árboles frente al ganado y la caza mayor, y permiten los tratamientos selvícolas posteriores como cavas, binas, podas), técnica de reforestación utilizada para intentar garantizar la persistencia de las masas arboladas de Quercus que aparecen en las dehesas sin afectar al aprovechamiento ganadero habitual. En los terrenos de este Monte de Utilidad Pública Dehesa Boyal de Torrejoncillo, como en todos los montes adehesados, se deben compatibilizar los usos ganaderos tradicionales con la persistencia del arbolado, y se debe corregir el problema habitual de estas dehesas con falta de regeneración natural. El aprovechamiento ganadero existente (actualmente, unas 75 vacas que pastan en las 263 ha del monte sin repoblaciones), las especies, el período y la carga de pastoreo, que deberían rondar de 0,2 a 0,5 UGM/ha, está fuertemente condicionado por la política agraria europea y la situación socioeconómica de cada monte. Para ello, en el año 2006 se implantó esta densificación en su zona central, y recientemente, en el otoño-

Ramoneo de planta protegida por jaula; densificación antes de su mantenimiento; densificación después de su mantenimiento y nueva repoblación en la Dehesa Boyal de Torrejoncillo con el embalse de Portaje al fondo

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invierno 2014-2015 se han acometido tareas de mantenimiento por un total de 17.255 € (ejecución material), manteniéndose unas 1.000 jaulas. Estos mantenimientos se realizan normalmente alrededor de los diez años, pero dependiendo del estado general de la densificación y del crecimiento medio se adelantará o retrasará esta actuación. En este caso ha consistido en un mantenimiento general con apertura del mallazo, enderezado y clavado de postes, cava, bina y escarda, poda o recepe, recolocación o retirada del protector, aporcado, montaje y atado de jaula, incluyendo el aumento de un metro de altura en la protección de las jaulas para darles rigidez. En los años 2014 y 2015, viendo la necesidad de garantizar la persistencia de la masa arbolada de esta dehesa, se hacen sendas repoblaciones en la zona sur, que seguía muy desarbolada, una de 42,30 ha, por un total de 73.845,98 € (ejecución material), y otra de 64,80 ha, por un total de 80.180,93 € (ejecución material), plantándose unos 18.000 árboles, al 50 % encinas y alcornoques. Tras acordarlo con el Ayuntamiento propietario, las nuevas forestaciones se vallan y se restringe el pastoreo, y se introducirá ganado ovino cuando este no dañe los nuevos árboles. Parada 7.3. Monte de Utilidad Pública n.o 110 Berrocal Este monte (catalogado en 1931) cuenta con 352 ha y es propiedad del Ayuntamiento de Pedroso de Acím. En sus terrenos de sierras y llanuras conviven: pinares de pino rodeno o resinero (Pinus pinaster) en sus partes más altas y abruptas; montes alcornocales en sus zonas de pendientes intermedias y refugiados en berrocales, y una dehesa mixta con encinas y alcornoques en las zonas más llanas. Este monte está incluido en la ZEPA Canchos de Ramiro y Ladronera. Se pueden observar densificaciones de distintas edades y una repoblación de alcornoques realizada sobre 28 ha en el año 2014-2015, ejecutadas para apoyar la regeneración del arbolado de la zona de dehesa y para restaurar las zonas que se quemaron en julio del año 2006 en un terrible incendio forestal que arrasó unas 1.500 ha en las sierras de Pedroso de Acím y Cañaveral, afectando especialmente al

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Árbol criado protegido por malla electrosoldada (MUP 102 Dehesa Cilleros) y repoblación en zona quemada (MUP 110 Berrocal) con alcornoque adulto quemado

monte alcornocal de las laderas próximas al Convento del Palancar, dentro de las inversiones del SOGF del PDR 2007-2013. En este monte, como en todos los montes adehesados, se deben compatibilizar los usos ganaderos tradicionales con la persistencia del arbolado, lo que en la actualidad supone la casi falta total de regeneración natural, que se debe proteger del ramoneo del ganado y apoyarlo con actuaciones de regeneración artificial. Se puede observar cómo los grandes alcornoques presentes, y la escasa regeneración natural, se han refugiado en las islas de rocas que aparecen como berrocales aislados o a media ladera. El aprovechamiento ganadero (unas 120 vacas pastan en las 272 ha aptas para el pastoreo de zonas sin repoblaciones), el período, la carga de pastoreo y las especies pastantes, que deberían estar entre 0,2 y 0,5 UGM/ ha, está fuertemente condicionado por la política agraria europea y la situación socioeconómica de cada monte, y condiciona enormemente las posibilidades de regeneración natural o artificial. Para apoyar la regeneración de la dehesa en las zonas más llanas, desde hace unos veinte años se vienen instalando distintas densificaciones, se realizaron con mallas electrosoldadas

muy sólidas, de 2 m de altura, luz de malla 5 x 5 mm y un grosor de alambre de unos 2,7 a 2,9 mm, apareciendo en buen estado las jaulas y en buen estado vegetativo las plantas. Se observa que se han retirado ya algunas jaulas, una vez transcurridos entre veinte y veinticinco años, cuando el nuevo árbol ha alcanzado al menos 15-20 cm de diámetro, y solamente una vez está garantizado que el joven árbol no sufrirá daños por el envite y ramoneo de los animales pastantes. Se puede ver algún árbol dañado por haberse retirado la jaula antes de tiempo, y aunque las jaulas no retiradas siguen cumpliendo de forma efectiva su función original de protección, el árbol puede aparecer dañado por la falta de guiados de mantenimiento. En el año 2006, tras el incendio que asoló estas sierras de Cañaveral y Pedroso de Acim, se reforzaron estas plantaciones de las zonas llanas de dehesa, instalándose una nueva densificación de alcornoques, sobre la que recientemente en el otoño invierno 2014-2015 se han acometido tareas de mantenimiento por un total 20.370,36 € (ejecución material), manteniéndose unas 200 jaulas e instalándose 250 jaulas nuevas. Este mantenimiento coincide con lo realizado en el monte Dehesa Boyal de Torrejoncillo, si bien en este monte aparecían las

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o similar. Resultando un total de 2,287 km/ha de subsolado.

Alcornoque Grande del Palancar, dentro de la zona repoblada. MUP 110 Berrocal

jaulas más dañadas por el ganado. En este caso también se ha realizado un mantenimiento general con apertura del mallazo, enderezado y clavado de postes, cava, bina y escarda, poda o recepe, recolocación o retirada del protector, aporcado, montaje y atado de jaula, incluyendo el aumento de un metro de altura en la protección de las jaulas para darles rigidez, y se han instalado jaulas nuevas para sustituir las que estaban muy dañadas. Para restaurar el monte alcornocal de media ladera se acomete la repoblación de 28 ha con una inversión de 63.965,25 € (ejecución material), en el otoño-invierno 2014-2015. Por la pendiente existente se trabaja por fajas plantando unos 5.000 alcornoques, con un marco de 7 x 7 m, protegidos con protectores de 1,8 m de altura microperforados tipo invernadero, que deben retirarse unos diez años después de la repoblación dependiendo del porte alcanzado. Como actuación previa a la repoblación de los terrenos y tratamiento de la vegetación preexistente se proyectó la ejecución de una roza por calles con desbrozadora de cadenas y un pase de gradas posterior por dicha calle, a fin de disminuir la competencia y mejorar las características físicas del suelo. Se llevó a cabo por fajas de 3,5 metros de anchura sobre 14 ha que suponen el 50 % del total de la superficie. Se realizó un único pase de grada pesada, acoplada a tractor agrícola, a una profundidad mínima de 15 cm, procediendo con estas ac-

tuaciones a la eliminación del matorral, descompactación y mullido del terreno. En cuanto a la repoblación, se proyecta la preparación del terreno mediante subsolado lineal en doble pase ejecutado con tractor de cadenas de 171-190 CV con tres rejones, realizando labor de no menos de 50 cm de profundidad, dando dos pases sobre la línea de plantación previamente desbrozada distanciándose las calles 7 metros y la planta 7 metros una de otra, de tal manera que se introduzca una plantación de marco unos 7 x 7 m (200 plantas/ha aproximadamente, teniendo en cuenta que parte del terreno presenta zonas con árboles adultos donde no se planta)

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Parada 7.4. Monte de Utilidad Pública n.o 132. Dehesa Boyal de Mirabel El Monte de Utilidad Pública n.o 132 (catalogado en 1991), Dehesa Boyal de Mirabel, tiene 762 ha y pertenece al Ayuntamiento de Mirabel. El monte está incluido en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe-ZEPA y ZEC. Cuenta con dos Árboles Singulares de Extremadura, Alcornoque Padre Santo y Alcornoque Gordo, y en sus límites como atalaya vigía sobre el monte se destaca el castillo de época medieval de Mirabel. El paisaje del monte es una dehesa de encinas y alcornoques, bajo cuyas copas existe un pastizal de buena calidad, apareciendo en las zonas más abruptas del monte distintas especies como el pino resinero, rebollos (Quercus pyrenaica) y castaños (Castanea sativa). En el monte se puede observar una repoblación forestal realizada en 1996 sobre 167 ha a razón de 625 árboles por ha, siendo la especie elegida 100 % alcornoques. Se plantaron más de 100.000 árboles, de los cuales se estiman vivos más de 70.000. Esta forestación no ha tenido un pastoreo controlado constante por lo que aparece cubierta de matorrales (jaras, etc.) que compiten actualmente con los árboles, habiéndose acometido los últimos mantenimientos con rozas, apostados y podas en los años 2011 y 2012.

Mantenimiento en repoblación de la Dehesa Boyal de Mirabel

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Monte, paisaje y territorio

VIAJE

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DE CAMPO

En este viaje se conocerán dos comarcas muy especiales dentro de Extremadura desde el punto de vista geográfico, forestal y cultural: El Valle del Ambroz y las Tierras de Granadilla. Dentro de estas comarcas existen 15 montes gestionados por el Servicio de Ordenación y Gestión Forestal, en su mayoría Montes de U. P. propiedad de ayuntamientos y también un monte propiedad del Estado y gestionado por Parques Nacionales. Se comprobarán los resultados y los efectos de la ordenación forestal en los aspectos ecológicos, económicos y sociales. Todo ello en masas forestales de muy diverso origen y composición. Texto editado a partir del texto facilitado por: Pedro Francisco Santos Sánchez. Ingeniero técnico forestal de la Sección Técnica I, Subsección Ambroz-Plasencia-Monfragüe. Servicio de Ordenación y Gestión Forestal. Junta de Extremadura. Colaboradores: Andrés González Picado. Ingeniero técnico forestal de la Sección Técnica I, Subsección IboresVilluercas, anterior responsable de la Subsección del Ambroz. Junta de Extremadura. Jesús García García. Ingeniero técnico forestal de la empresa pública GPEX, actualmente técnico de apoyo en proyectos y aprovechamientos de la Sección.

- Parada 8.1 - Puerto de Honduras. Panorámica de los valles del Ambroz y del Jerte. En la primera parada tomamos la carretera que comunica Hervás (valle del Ambroz) con Cabezuela (valle del Jerte), una de las de mayor altitud de Extremadura y que regularmente se cierra en invierno por la nieve. Durante la subida y la bajada tendremos impresionantes vistas al valle del Ambroz y nos asomaremos un poco al vecino valle del Jerte, haciendo referencias a sus montes, a sus características y a su problemática. - Parada 8.2 – Visita al MUP 4 Castañar del Duque de Gargantilla. Este castañar es de los últimos que se ordenaron en la provincia de Cáceres (2011) y tiene características únicas como la de compartir la propiedad entre el Ayuntamiento de Gargantilla (suelo y robledal) y los particulares (vuelo de castaños y robles), cuyas parcelas toman la forma de un minifundio forestal. Esto no solo dificulta su tratamiento y gestión sino que también pone en entredicho su propia inclusión en el catálogo. En este caso se trata de un monte bajo, con una forma regular (por microrrodales) o semirregular (en el conjunto) que se aprovecha por cortas a hecho utilizando el método de ordenación por rodales. - Parada 8.3 – Visita al MUP 6, Castañar Gallego, de Hervás. Este monte, propiedad del Ayuntamiento de Hervás, es único en su género por ser el uno de los montes ordenados más antiguos de Extremadura (1970) y por sus características de gestión casi únicas en-

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tre los castañares del sur de la península, ya que se trata de un monte medio, de forma irregular o semirregular aprovechado mediante una combinación de los métodos

de entresaca regularizada y entresaca por huroneo. - Parada 8.4 - Montes de Granadilla (OAPN). - Parada 8.6 - Centro de cría del lince ibérico (OAPN).

Vista desde el puerto de Honduras

Parada 8.1 - Puerto de Honduras En el Puerto de Honduras confluyen los términos municipales de Gargantilla y Cabezuela del Valle. Es el mejor punto para observar los dos valles: del Ambroz y del Jerte. En la subida al puerto es posible encontrar varios pisos de vegetación mediterránea y con especies muy variadas, tanto agrícolas como forestales. La diferente temperatura en los dos valles, mayor en el del Jerte a igual altitud, ha provocado que sean allí los cerezos y castaños de fruto los que se lleven casi todo el protagonismo, dejando cada vez menos margen a los rebollos que van escalando la sierra. En el valle del Ambroz se hace notar el frío y los cerezos quedan relegados, por lo general, a las zonas más bajas, dejando más espacio a robles y castaños de madera. Los pinares de silvestre también son más abundantes en el valle del Ambroz, quedando relegados a pequeños enclaves en el valle del Jerte. En las zonas más altas desaparece el arbolado y encontramos el típico piornal que da nombre al pueblo que veremos enfrente, el más alto de Extremadura. Parada 8.2. Castañares. El Castañar del Duque Este castañar, en contraposición al Gallego, es de los últimos que se ordenaron en la provincia de Cáceres (2011) y tiene también características únicas, como la de poseer compartida la propiedad entre el Ayuntamiento de Gargantilla (suelo y parte del vuelo) y los particulares (vuelo de castaños y en menor medida de robles) cuyas parcelas toman la forma de un minifundio forestal.

A la izquierda el Castañar del Duque de Gargantilla, a la derecha el Castañar Gallego de Hervás. En medio se sitúa la Garganta de Andrés. En verde, el recorrido a pie

El origen de esta dualidad en la propiedad es incierto. Puede que en sus orígenes el monte fuera comunal y al pasarlo por el catastro el ayuntamiento de la época lo inscribiera todo a su nombre, quedando el vuelo escriturado en el Registro de la Propiedad a favor de los particulares. También es posible que en alguna época el ayuntamiento cediera el terreno a los vecinos para la siembra de castaños como ocurrió en otros pueblos (p. ej. en la Dehesa de Mirabel, en el entorno de Monfragüe) Para su ordenación se identificaron 294 parcelas que se delimitaron sobre el terreno con ayuda de vecinos y mediante mojones metálicos de corrugado. La superficie total de las parcelas

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identificadas es de 76,12 ha, lo que hace una superficie media de 0,26 ha por parcela. Aprovechamientos. El principal es el de madera de castaño. No hay aprovechamiento de pastos (por imposibilidad en un castañar tan cerrado) y el cinegético es marginal. Quizá como aprovechamiento secundario podemos citar el micológico. Con respecto al uso recreativo, citar la ruta PR-CC 37, de La Garganta a Segura de Toro, que atraviesa el monte por su parte norte. Figuras de Protección. El monte, como el Castañar Gallego

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de Hervás, está incluido en el LIC “Sierra de Gredos y Valle del Jerte” casi en su totalidad. También forma parte de los proyectos LIFE de conservación de los quirópteros de Extremadura y el de conservación de artrópodos amenazados. Estado natural El monte se sitúa a una cota media de 950 m, con un desnivel de 450 m. Prácticamente, se encuentra en los mismos límites altitudinales del Castañar Gallego. Sus pendientes, no obstante, son mayores, haciéndolo de tránsito más difícil. La precipitación media anual es de 830 mm, siendo la máxima en noviembre. En cuanto a temperaturas la media es de 14,9 oC y el periodo libre de heladas es de nueve meses. En cuanto a la vegetación, el estrato arbóreo lo domina el castaño (60 %), proveniente mayormente de cultivo. Como especie secundaria tenemos el rebollo. También encontramos otras especies en forma arbórea o arbustiva como el arce menor (Acer monspessulanum), el acebo, el majuelo, el aliso y el fresno. También son frecuentes ejemplares asilvestrados de cerezo. Estado forestal Con la distribución de parcelas de origen ya definida y según las especies principales, se establecieron dos cuarteles (uno de roble y otro de castaño) y cinco cantones (dos de roble y tres de castaño) según el siguiente mapa. El cuartel A (castaño) se ha dividido en rodales atendiendo al tipo de cubierta y estructura de la masa. Dada la complejidad que supone la ordenación de este monte debido a su situación actual (división en parcelas realizada según los propietarios del vuelo), se ha buscado la forma óptima para la diferenciación de rodales, unificando parcelas contiguas que aseguren una mejor gestión futura de la masa de castaño. Para esta suma de parcelas contiguas se han tenido en cuenta los siguientes criterios: pertenencia al mismo cantón, pendientes similares, mínimos sacrificios de cortabilidad, menor impacto y superficies más coherentes de cara a las actuaciones selvícolas (cortas a hecho). En el caso del cuartel B (protectorproductor) en el que la especie principal es el roble melojo, se ha realizado

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una división exclusivamente en dos cantones para facilitar la gestión. Se trata de una masa en la que toda su superficie es una mezcla de monte bajo y monte alto como forma fundamental de masa, por lo que presenta una masa irregular formada por árboles adultos y pies jóvenes de cepa. En el caso del roble también se determinan sus existencias, aunque el número de parcelas inventariadas con respecto a su superficie no es muy alto. Solo se pretende tener unos valores medios que determinen las características selvícolas de este tipo de masa, ya que se van a tratar como masas protectoras cuyo principal objetivo es su conservación y mejora y el aprovechamiento de leñas. Los tratamientos a aplicar son: - Cuartel A: Cortas a hecho para

la regeneración, completadas con repoblación artificial; cortas de policía y selección de brotes como cortas de mejora. - Cuartel B: Resalveo de conversión para conseguir una estructura de monte alto. El método de ordenación utilizado es la ordenación por rodales. El turno se establece en 26 años en el cuartel productor, al igual que el módulo de rotación. A los cuatro años de ejecutada la corta a hecho se realiza una primera clara o selección de brotes, y en la mitad del turno se seleccionan las varas definitivas (2 o 3 por cepa). En el caso del cuartel protector el turno es de 150 años.

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Parada 8.3. Monte de Utilidad Pública n.o 6 Catañar Gallego de Hervás Este castañar, propiedad del Ayuntamiento de Her vás, es único en su género por ser el uno de los Montes Ordenados más antiguos de Extremadura (1970) y por sus características de gestión casi únicas entre los castañares del sur de la península ya que se trata de un monte medio, de forma irregular o semirregular aprovechado mediante una combinación de los métodos de entresaca regularizada y entresaca por huroneo. Ocupa una superficie de 290 ha. El Castañar Gallego y su entorno forman parte del Sistema Central, dentro de la Sierra de Béjar. Ocupa la vertiente sur en la parte inferior de la cabecera de la estribación llamada Tras la Sierra. Precisando un poco más, está situado en la margen izquierda del río Ambroz y tiene altitudes comprendidas entre los 619 y los 748 m. Las pendientes son muy variables, desde llanas a muy fuertes con valores que alcanzan el 35 %. El suelo es granítico, de textura arenosa, con profundidades que oscilan entre 0,5 y 3 m. Fértil, con una capa de materia orgánica de 0,20 m de profundidad y con pH entre 4,6 y 5,4. La precipitación media es de 1.254 mm anuales; la temperatura media de las máximas es de 23 oC y de 10 oC la media de las mínimas; 133 son los días de lluvia y nieve, y la humedad relativa es del 51 %. Entre las especies de vegetación, por estratos podemos resaltar: - En el estrato arbóreo: Castanea sativa, Quercus pyrenaica y otros como Alnus glutinosa y Acer campestre. - En el estrato arbustivo: Juniperus communis, Crataegus monogyna, Hedera helix y Salix spp. Entre las especies subarbustivas y las herbáceas aparte de una buena representación de especies de leguminosas y gramíneas, tanto atlánticas como mediterráneas, podemos destacar algunos tipos de orquídeas y Linaria triornitophora. Ordenación. El Proyecto de Ordenación definitiva del monte "Castañar Gallego" se redactó en diciembre de 1970 de acuerdo con las Instrucciones para la

Esta imagen pertenece a la distribución actual de rodales que es similar a la original de 1970

Ordenación y Organización Económica de la Producción Forestal, aprobadas por Real Orden de 27 de enero de 1930. En 2006, después de 36 años desde la ordenación de 1970, la Consejería de Agricultura y Medioambiente de la Junta de Extremadura encarga a la empresa TECMA la redacción de un Proyecto de revisión de la Ordenación vigente. En el Plan de Mejoras la novedad es que ya se establece como prioritaria la siembra de castaños por dos razones: - La proporción de brotes de cepa de castaño es superior actualmente a la de pies de semilla (65 contra 35 %). - Ha aumentado la presencia de Q. pyrenaica en todo el monte. Gracias a la revisión de la ordenación se observa que: - La masa de roble ha aumentado desde 1990 en detrimento del castaño. - Si bien la masa de castaño aumenta desde 1970, no lo hace en las tres clases superiores, 70, 75 y 80 que desaparecen en el inventario de 2002. - También se analiza la calidad técnica del fuste (2002) resultando que el porcentaje de pies con fuste de calidad positiva es del 58,6 %. La forma de masa se define como irregular. La estimación de existencias

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de castaño se calcula en unos 23.933 m3 para pies de más de 20 cm con un crecimiento de 5,83 m3/ha/año. No se obtienen resultados en el caso del roble. El volumen es mayor que el calculado en 1970 pero inferior al de 1990. Llegamos así al Plan General que establece: - Como especie principal el castaño, Como secundaria será el rebollo. - El método de beneficio es el de monte medio teniendo en cuenta la proporción de brotes y brinzales. - La forma de masa dominante en la mayoría de cantones es irregular de 1.er orden (90% de los pies en tres clases consecutivas). - El turno será variable y se determinará por el diámetro y características de cada árbol. El diámetro de cortabilidad se establece en 55 cm. - El tratamiento será mediante una combinación de cortas por entresaca regularizada, aclareo sucesivo y entresaca por huroneo. - Se realizarán tratamientos de mejora consistentes en la selección de brotes de castaños a los 4-5 años de la corta, el control mediante corta de robles y matorral y la siembra de nuevos castaños de semilla. - El método de ordenación sigue siendo la entresaca regularizada complementada con la entresaca por huroneo. - La densidad ideal se establece en 1.100 pies/ha.

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ENTREVISTA A

PONENTES MAGISTRALES 7.º CFE

Entrevista a Paola Ovando Pol, investigadora posdoctoral en el Swiss Federal Institute for Aquatic Science and Technology (Eawag), Instituto Federal Suizo para la Ciencia y Tecnología Acuática

“La implantación de un modelo bioeconómico puede diversificar y revitalizar el sector forestal en Europa” Ismael Muñoz Linares

La valoración de los servicios ambientales va a ser una de las herramientas de los bosques para reivindicar su valor ante la sociedad y la necesidad de su gestión para que sigan ofreciendo lo que nos dan a diario y no somos conscientes: aire, agua, suelo, recreo, paisaje, etc. El concepto de bioeconomía, entendido como uso racional y sostenible de los recursos así como la búsqueda de alternativas viables a los combustibles fósiles y al uso de materias primas no renovables se abre hueco en las agendas políticas. Paola Ovando es una de las mayores especialistas españolas en contabilidad económica y ambiental integrada aplicada a los ecosistemas forestales

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¿Qué es la bioeconomía? Bioeconomía no es concepto del todo nuevo. Este término fue acuñado en los años 60 del pasado siglo por el economista Nicholas GeorgescuRoegen, como una abreviatura de biological economics, con la idea de dotar al pensamiento económico de una nueva disciplina capaz de combinar elementos de la economía convencional con la biología y la termodinámica. Esta disciplina reconoce las limitaciones físicas y biológicas a la actividad económica y la importancia de racionalizar el consumo y la producción a través del ahorro energético y material. Este término ha sido recuperado recientemente para definir un modelo de desarrollo basado en la producción sustentable de recursos renovables terrestres, pesqueros y acuáticos para su uso como alimentos, forrajes, fibras vegetales, bioenergía y servicios. Pero ¿es la idea de modelo bioeconómico similar al original? No, realmente. Georgescu-Roegen propuso una serie de cambios radicales y, en gran medida, utópicos en la organización económica, política y social del mundo. La bioeconomía como nuevo modelo de desarrollo es una respuesta de la industria y las instituciones a las actuales crisis sociales, económicas y ambientales. Y esta es una respuesta, más bien pragmática, que pretende, sobre la base del conocimiento y desarrollo tecnológico, encontrar alternativas viables a los combustibles y materias primas no renovables. ¿Qué aporta este concepto que no hayan aportado otros anteriormente utilizados sin el prefijo bio? El problema, en mi opinión, no es el concepto en sí, o la etiqueta que se

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utilice para definir un nuevo modelo de desarrollo, sea bio, eco, verde o sustentable (quizás los lectores puedan añadir alguna más que se me haya podido pasar). El problema es el uso abusivo de estas etiquetas para definir formas de producción o consumo que están muy alejadas de la idea de una gestión sostenible económica, social y ambiental-

mente. Lo que hace que estos términos vayan perdiendo significado, en la medida que solo implican ciertos retoques (digamos superficialmente verdes) y no cambios sustanciales dirigidos a racionalizar el uso de recursos naturales. No obstante, y a pesar de las etiquetas, rescatar el concepto de bioeconomía como modelo alternativo de

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desarrollo podría ser algo más que un retoque verde. La bioeconomía entrañaría cambios radicales en las formas de producción, e idealmente del consumo, con el fin de, por una parte, reducir la alta dependencia de los combustibles fósiles y de recursos no renovables en general, y por otra, las emisiones de gases de efecto invernadero que carac-

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Rescatar el concepto de bioeconomía como modelo alternativo de desarrollo podría ser algo más que un retoque verde. La bioeconomía entrañaría cambios radicales en las formas de producción, e idealmente del consumo, con el fin de, por una parte, reducir la alta dependencia de los combustibles fósiles y de recursos no renovables en general, y por otra, las emisiones de gases de efecto invernadero que caracterizan el modelo económico actual terizan el modelo económico actual. La actual crisis ambiental, los potenciales efectos del cambio climático y el temor a la futura escasez de combustibles fósiles (al menos a precios asequibles) están forzando cambios relevantes en las estrategias regionales (europeas) y nacionales de desarrollo; y también algunos cambios en los patrones de producción y consumo (aunque todavía es difícil precisar si son consecuencia de la crisis económica mundial del 2008 o cambios que se mantendrán en el tiempo). En todo caso, estas estrategias no tienen por qué suponer una vuelta a las condiciones de la economía preindustrial; por el contrario, son una apuesta por el desarrollo y la innovación tecnológica a través de nuevos materiales y fuentes de energía. El sector forestal no es ajeno a esta estrategia, y su papel podría ser relevante en cuanto a: (1) la producción bioenergética (biomasa y biocombustibles); (2) nuevos materiales de construcción en sustitución del hormigón o acero; (3) fibras para la industria textil en sustitución del algodón u otros cultivos industriales que compiten con la producción de alimentos, y (4) otros productos, como resinas para usos industriales, farmacéuticos o químicos, en

sustitución de materias primas no renovables. Ahora bien, ¿puede la implantación de un modelo bioeconómico diversificar y revitalizar el sector forestal en Europa? Aparentemente, sí, aunque no de forma inmediata o generalizable a todos los bosques europeos, ya que la implantación de este modelo requiere previamente del desarrollo de un sistema interconectado de producción y distribución, y de otro aspecto previo muy importante, que es la competitividad comercial de estos nuevos productos. Algunos autores coinciden en que se esperan cambios estructurales en el sector forestal mundial en los próximos 20 o 30 años para responder a las nuevas demandas bioenergéticas y biomateriales. ¿Qué aporta la valoración de la naturaleza a su conservación? ¿Se puede conservar la naturaleza sin conocer su valor? La no valoración de bienes y servicios que están fuera del mercado contiene de forma implícita un valor: cero; y este valor no es baladí, ya que cualquier decisión que se toma en la práctica ignora el bien o servicio en cuestión, y la provisión futura de este bien o servicio

depende más bien de las sinergias o conflictos que puedan existir con la provisión de bienes o servicios que determinan las decisiones de cambio de uso del suelo o de gestión de los recursos naturales en un ecosistema dado. Algunos servicios ambientales afectan positivamente a la producción de bienes y servicios de otros sectores de la economía sin que medie pago o compensación alguna por parte de los sectores beneficiarios. En presencia de conflictos, se pueden (y hacen con cierta frecuencia) establecer pagos por una serie de servicios ambientales a fin de promover formas de gestión compatibles con la provisión de los mismos. Los pagos a propietarios o gestores forestales por los servicios de regulación de la calidad hídrica cuenca abajo son cada vez más numerosos. Son también frecuentes los pagos para frenar la deforestación, por los servicios de fijación de carbono en programas de reducción de las emisiones de la deforestación (REDD+). Desde luego, valorar, diseñar y establecer mecanismos de pago o compensaciones por servicios ambientales es una tarea compleja, cuyo funcionamiento y éxito depende de muchos factores, como pueden ser una correcta identificación de

¿Puede la implantación de un modelo bioeconómico diversificar y revitalizar el sector forestal en Europa? Aparentemente, sí, aunque no de forma inmediata o generalizable a todos los bosques europeos, ya que la implantación de este modelo requiere previamente del desarrollo de un sistema interconectado de producción y distribución, y de otro aspecto previo muy importante, que es la competitividad comercial de estos nuevos productos 102

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La no valoración de bienes y servicios que están fuera del mercado contiene de forma implícita un valor: cero; y este valor no es baladí, ya que cualquier decisión que se toma en la práctica ignora el bien o servicio en cuestión. No pienso que sea posible conservar la naturaleza si no se reconoce su potencial valor (aunque este nos resulte desconocido hoy en día) las relaciones causales entre la gestión o protección forestal y la provisión de un servicio ambiental dado, y una clara definición de los derechos de propiedad y uso o transparencia institucional, entre otros. En todo caso, son un ejemplo de la importancia de ampliar la valoración económica de los bosques a otros bienes o servicios más allá de los tradicionales. Si bien no es posible conocer el valor económico total de la naturaleza, es posible aproximar valores económicos de bienes y servicios específicos aplicando diferentes métodos de valoración económica basados en las preferencias observadas en mercados reales o las preferencias declaradas por los individuos en mercados hipotéticos. La valoración económica de bienes y servicios de no mercado está sujeta a diferentes grados de incertidumbre y subjetividad, que son inevitables en cualquier ejercicio de valoración hipotética. No obstante, pienso que es importante integrar aquellos bienes y servicios de no mercado que son relevantes para la sociedad en las políticas y estrategias de conservación ambiental y desarrollo, en la medida que un desarrollo económico más equilibrado social y ambientalmente parece deseable y puede minimizar conflictos en el futuro. La métrica monetaria facilita esta integración y análisis y su comprensión,

al ser una métrica más familiar para la población en general que otros indicadores que requieren conocimientos previos en física, biología u otras ciencias. Pero desde luego, la monetaria no es la única métrica posible. En todo caso, es importante, en mi opinión, considerar explícitamente los errores, incertidumbres y supuestos a los que están sujetas las mediciones económicas para su consideración en la toma de decisiones. En cuanto a su última pregunta, no pienso que sea posible conservar la naturaleza si no se reconoce su potencial valor (aunque este nos resulte desconocido hoy en día). En la actualidad desconocemos el valor de uso de muchas especies, pero estas podrían ser relevantes en el futuro, por ejemplo por las propiedades que puedan tener para la cura de enfermedades, o por ser claves en la conservación de hábitats. En situación de irreversibilidad, el principio de precaución indica que es recomendable actuar para evitar está perdida en la medida que la sociedad pueda asumir el coste. En muchos casos los individuos, agrupaciones ciudadanas, ONG e instituciones gubernamentales en representación de la sociedad están dispuestas a asumir un coste a fin de garantizar la opción de uso/disfrute de los servicios que podrían derivarse en el futuro de hábitats o especies determinados.

Hay una corriente de bioeconomía que dice que no se pueden monetizar servicios ambientales fundamentales. ¿Está de acuerdo? Depende de los servicios ambientales que consideremos fundamentales. Y desde luego que hay límites para una valoración económica consistente y robusta. Estos límites pueden estar dados por la propia naturaleza de los bienes a valorar. Por ejemplo, no es posible asignar un valor económico a bienes públicos puros, es decir, aquellos bienes que todas las personas pueden consumir simultáneamente sin reducir su disponibilidad y para los que no puede haber discriminación en su uso mediante la fijación de un precio. Eso no quiere decir que este bien no tenga valor, aunque carezca de precio. Esto puede ocurrir con bienes esenciales para la vida como el aire que respiramos. Por otro lado, existen límites éticos a la valoración económica; por ejemplo, la valoración económica de una vida humana. Pero, volviendo a su pregunta sobre la valoración económica de servicios fundamentales, si consideramos, por ejemplo, la conservación de la biodiversidad como un servicio fundamental, sí es posible aproximar valores económicos basados en las preferencias de la generación actual. No obstante, también hay que reconocer que estos valores están sujetos a enormes incertidumbres y

Si bien no es posible conocer el valor económico total de la naturaleza, es posible aproximar valores económicos de bienes y servicios específicos aplicando diferentes métodos de valoración económica basados en las preferencias observadas en mercados reales o las preferencias declaradas por los individuos en mercados hipotéticos. Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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La métrica monetaria no es la única métrica posible para reflejar la contribución actual de los ecosistemas y el efecto de cambios en su estado de conservación sobre el bienestar de grupos de individuos y de la sociedad en su conjunto.

grados de subjetividad, y por supuesto ignoran las preferencias de las generaciones venideras, lo que confiere a estas aproximaciones una validez limitada y sujeta a actualizaciones y mejoras; lo que es común a toda aproximación científica, por otro lado. También es relevante reconocer que los altos grados de incertidumbre no son exclusivos de la valoración se servicios ambientales sin mercado. La futura evolución de los mercados de productos forestales es altamente incierta, especialmente en momentos de transición como el actual. Por tanto, tomar decisiones asumiendo que los precios relativos y la productividad futuros de estos bienes serán similares a los actuales es una decisión subjetiva que limita la validez del análisis, a menos que se incluya un análisis de sensibilidad hacia cambios plausibles en diferentes variables económicas o biofísicas, o bien se consideren procesos estocásticos en la evolución de los precios o producciones futuros, para tener una idea de cuán robustas son las estimaciones y cuán sensibles a variaciones respecto a las situaciones actuales. ¿Qué otra manera hay de valorar la naturaleza que no sea la monetización? La métrica monetaria no es la única métrica posible para reflejar la contribución actual de los ecosistemas y el efec-

to de cambios en su estado de conservación sobre el bienestar de grupos de individuos y de la sociedad en su conjunto. Es posible medir (aunque no es necesariamente fácil) indicadores biofísicos sobre el estado de conservación de un ecosistema y sus cambios a lo largo del tiempo, sobre su diversidad biológica, modelizar los efectos de cambios en la gestión o el uso de suelo a partir de la evidencia empírica y de la calibración de modelos que representan o simulan interacciones entre diferentes componentes de un ecosistema. Otros indicadores, como la generación de empleo, generación de alimentos y fuentes de energía, también muestran contribución de la naturaleza a las actividades humanas, que finalmente afectan a su bienestar. El asociar un valor económico a las pérdidas o ganancias de bienestar por el deterioro o mejora de los ecosistemas, sus recursos y servicios es una forma de reconocer explícitamente valores que trascienden lo meramente comercial, y que por diversos fallos y limitaciones de los mercados como instrumentos de gestión de los recursos no se ven reflejados en las cuentas y, en su defecto, en las decisiones de los individuos, las empresas y las naciones. Su monetización, con todas las incertidumbres y limitaciones que esta pueda tener, revela “los números de la naturaleza” de una forma más comprehensiva. Y esos números

invisibles de la naturaleza no pretenden reflejar otra cosa que las externalidades positivas y negativas que la gestión de los ecosistemas y sus recursos generan para la sociedad actual. ¿La valoración de la naturaleza, de sus servicios ambientales, puede convertir a estos en un producto de la economía de mercado? La valoración basada en el análisis de las preferencias individuales y su agregación para representar las preferencias de la sociedad puede generar oportunidades para la comercialización de algunos servicios (hoy fuera del mercado), como la recolección libre de setas o los servicios recreativos. Establecer pagos por visitas recreativas en espacios naturales protegidos no es ajeno a controversias en algunos países donde existen derechos históricos de acceso libre a los mismos, pero a la vez es un instrumento aplicado en varios países y contextos y supone la oportunidad de crear beneficios que puedan competir con actividades extractivas que afectan la conservación de los valores escénicos y la biodiversidad de estos espacios naturales. En estos casos, la comercialización de servicios recreativos puede convertirse en una fuente relevante de ingresos y empleos e incrementar el desarrollo de capacidades locales y capital social, a la vez que se conservan hábi-

El asociar un valor económico a las pérdidas o ganancias de bienestar por el deterioro o mejora de los ecosistemas, sus recursos y servicios es una forma de reconocer explícitamente valores que trascienden lo meramente comercial, y que por diversos fallos y limitaciones de los mercados no se ven reflejados en las cuentas. Su monetización, con todas las incertidumbres y limitaciones que esta pueda tener, revela “los números de la naturaleza” de una forma más comprehensiva 104

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La valoración basada en el análisis de las preferencias individuales y su agregación para representar las preferencias de la sociedad puede generar oportunidades para la comercialización de algunos servicios (hoy fuera del mercado), como la recolección libre de setas o los servicios recreativos tats, especies y los servicios que fluyen de estos. Por otro lado, la valoración de los servicios ambientales basada en preferencias sociales, en caso de ser posible estimar la disponibilidad de pagar de los individuos u hogares por incrementar el consumo en calidad o cantidad de un bien o servicio ambiental dado, o alternativamente, basado en los costes de oportunidad o de producción asociados a la provisión de estos servicios ambientales, es relevante a la hora de diseñar y desarrollar sistemas de pagos o compensaciones por estos servicios ambientales. Estos pagos pueden crear nuevas oportunidades económicas para la aplicación de selviculturas de conservación que hoy en día no son rentables para el propietario de la tierra, por ejemplo. ¿Cuánto y cómo influye la ideología política en la manera de entender la bioeconomía? El modelo económico y las decisiones políticas pueden estar algunas veces más influenciadas por la ideología que por las ideas y hechos. Acabamos de ver la salida de EEUU de los Acuerdos de París (de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) como un ejemplo de la influencia ideológica (o una manera de entender la economía) en una decisión política concreta por encima de la evidencia científica.

La forma de entender la política, las relaciones internacionales y la economía sí pueden afectar el diseño e implantación de las estrategias bioeconómicas. Por ejemplo, la relevancia que se dé a promover cambios profundos en los patrones y cultura de consumo, la distribución de la riqueza y la búsqueda de equidad social, la sostenibilidad en la gestión de los recursos naturales o que se impongan restricciones al surgimiento de grandes corporaciones y monopolios bioenergéticos, entre otros. La estrategia del modelo bioeconómico para la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables podría basarse en una gestión intensiva de los recursos renovables, que podría, potencialmente, generar presiones relevantes sobre la conservación de la biodiversidad, conflictos con la producción de alimentos y disponibilidad de agua para consumo humano y otras actividades económicas, ocasionar problemas de contaminación del suelo y aguas superficiales y subterráneas y afectar el equilibrio natural de los ecosistemas, y por tanto, la provisión de otros servicios ambientales que son relevantes para nuestro bienestar. Por el contrario, esta podría basarse en modelos de gestión menos intensivos que sean compatibles con la provisión de servicios ambientales en cantidad y calidad relevantes. En todo caso, los cambios en los patrones de consumo hacia

un menor uso de energía y materiales parecen ser el elemento clave en la estrategia de desarrollo bioenergética. La ideología y las preferencias, no solo de quienes toman las decisiones políticas, sino también de los ciudadanos que los eligen, y las relaciones de poder entre individuos, gobiernos y las empresas son elementos que se espera que en principio afecten a la forma de articularse la equidad social, la conservación de recursos naturales y la calidad ambiental o las relaciones de comercio internacionales en la implantación de un modelo económico basado en los recursos renovables. Así mismo, en cómo se articulan las políticas de innovación y desarrollo, que se traducen en recursos y esfuerzos para la reducción de los consumos energéticos y materiales, y en la búsqueda de alternativas viables a los recursos no renovables de bajo impacto ambiental. Los documentos que desarrollan la estrategia bioeconómica europea tienen, en mi opinión, algunos puntos flacos. Si bien estas indican la necesidad de modificar los patrones de consumo, este factor se menciona de forma muy general. En cambio, estas estrategias analizan de forma más detallada y concreta alternativas productivas para diferentes industrias y sus interconexiones sectoriales. La falta de énfasis en la necesidad de cambios en patrones de

La forma de entender la política, las relaciones internacionales y la economía sí pueden afectar el diseño e implantación de las estrategias bioeconómicas. Por ejemplo, la relevancia que se dé a promover cambios profundos en los patrones y cultura de consumo, la distribución de la riqueza y la búsqueda de equidad social, la sostenibilidad en la gestión de los recursos naturales o que se impongan restricciones al surgimiento de grandes corporaciones y monopolios bioenergéticos, entre otros Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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consumo implica pasar por alto uno de los factores principales tras la crisis ambiental actual. Por otro lado, las estrategias actuales no parecen considerar la producción de una serie de servicios ambientales, como la conservación de la biodiversidad, la provisión de oportunidades recreativas o la regulación de la calidad hídrica como alternativas productivas. En la práctica, la falta de claridad en el papel que juegan los cambios en los patrones de consumo, así como ignorar la producción de servicios ambientales, podría producir resultados no deseables ambientalmente. En todo caso, estas estrategias están en discusión, y la búsqueda de una gestión sustentable de los recursos renovables es uno de los aspectos transversales de la misma, al menos sobre el papel. La Unión europea anunció en 2011 que “Los Estados miembros (…) calcularán el valor económico de los servicios ambientales y promoverán la integración de ese valor en los sistemas de contabilidad [nacional] e información a nivel nacional y europeo no más tarde de 2020”. ¿Estamos en condiciones de cumplir ese plazo? En 2014 se han publicado las guías metodológicas del Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica (SEEA-CF 2012, por sus siglas en inglés), que es la norma estadística aceptada internacionalmente para ampliar la contabilidad nacional a la integración de activos ambientales y sus variaciones, los recursos naturales extraídos, insumos naturales y residuos. Este sistema propone la integración de las variables anteriores de forma consistente con el sistema de contabilidad nacional a través de cuentas físicas y económicas combinadas, tanto corrientes como de activos, para los recursos madereros, suelo, tierra, recursos hídricos, biológicos y acuáticos.

Recientemente (2017) se ha publicado un documento que discute las ampliaciones y extensiones del SEEA-CF 2012, en el que se hace una revisión del papel que las cuentas SEEA pueden tener para el análisis del cumplimiento de las metas europeas de desarrollo sustentable en los periodos 2020 y 2030. Estas metas incluyen para 2020, como usted menciona, la integración de valores asociados a los ecosistemas y la biodiversidad en la planificación local y nacional, procesos de desarrollo, estrategias de reducción de la pobreza y sistemas contables. Las cuentas ambientales disponibles para la UE-28, y que tienen el objeto de vincular la economía y el medioambiente, de momento se restringen a: (1) emisiones de diferentes gases de efecto invernadero por la industria; (2) flujos materiales a la economía, incluyendo la extracción y uso de recursos, productos resultantes y residuos de materias primas como biomasa, metales, minerales no metálicos y combustibles fósiles; (3) cuentas físicas energéticas, y (4) cuentas económicas de bienes y servicios que se producen específicamente para la protección ambiental y la gestión de recursos, como la gestión y tratamiento de residuos o la gestión del agua. Estas estadísticas comprenden también las cuentas de los bosques, que incluyen el valor de los activos (cuentas de capital) de la madera y la tierra forestal, así como las cuentas económicas comerciales de la selvicultura y la cosecha de productos leñosos, y otros indicadores ambientales como los balances de madera y la fijación de carbono. No obstante, la recogida y reporte de estos datos es voluntario, y no necesariamente se cuenta con información económica y biofísica completa para todos los países de la UE-28. Respondiendo a su pregunta, se observa un mayor esfuerzo estadístico para la conexión de indicadores ambien-

tales y económicos de los sectores industriales y energéticos y de gasto en la protección ambiental, mientras las cuentas económicas y ambientales de los bosques y sus servicios no reciben la misma atención. En cuanto a la valoración económica de los servicios ambientales, se espera que estos se centren en aquellos embebidos en bienes y servicios de mercado, y en todo caso, esperaría que para 2020 las cuentas de los bosques no sean diferentes a las cuentas (de cumplimiento voluntario) que se disponen en la actualidad enfocadas en la producción de madera. Incluir en las cuentas públicas de cualquier país el valor de los servicios ambientales que presta su naturaleza puede suponer toda una revolución en la manera de entender la economía e incluso la organización política. En primer lugar quisiera saber si es partidaria de esta contabilización, y en segundo lugar, ¿cómo cree que debería hacerse? Considerar explícitamente la contribución de la naturaleza a las actividades económicas, por un lado, y por otro, los activos naturales y sus variaciones como resultado de las actividades económicas en las cuentas oficiales nacionales o regionales, desde luego que supondría un cambio relevante, y necesario a mi modo de ver, en nuestra forma de entender la actividad económica. La aceptación internacional del SEEA-CF es un primer e importante paso para poder vincular variables ambientales asociadas a la presión y uso de recursos y sus resultados en términos de productos, residuos o emisiones para diversos sectores o actividades económicas. No obstante, el SEEA se queda corto a la hora de estimar la contribución de los ecosistemas forestales a la actividad económica, debido a la natu-

Considerar explícitamente la contribución de la naturaleza a las actividades económicas, por un lado, y por otro, los activos naturales y sus variaciones como resultado de las actividades económicas en las cuentas oficiales nacionales o regionales, desde luego que supondría un cambio relevante, y necesario a mi modo de ver, en nuestra forma de entender la actividad económica 106

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raleza pública de varios de los bienes y servicios que generan los bosques. Por ejemplo, la mitigación del cambio climático a través de la fijación de carbono en la biomasa forestal, la regulación hídrica (en cantidad y calidad), la conservación de hábitats y especies amenazadas, y los valores paisajísticos o la provisión de oportunidades recreativas para visitantes de libre acceso a los bosques. Ninguno de estos servicios forma parte de la función de producción de los propietarios privados del monte, y sus decisiones de gestión pueden favorecer o por el contrario afectar negativamente la provisión de estos servicios en calidad o cantidad. Por otro lado, los individuos pueden valorar y demandar una serie de servicios y estar dispuestos a pagar por mejoras en la provisión de los mismos a través de incrementos de impuestos, donaciones o pago de entradas. La cuantificación y valoración económica de estos bienes y servicios ambientales busca mejorar la toma de decisiones, las políticas de conservación y planificación territorial y el análisis de alternativas de gestión o desarrollo a partir de una imagen más completa e inclusiva de los beneficios y costes sociales de la gestión de los montes. La valoración económica del flujo de bienes y servicios ambientales y los efectos de la actividad de la economía sobre los activos ambientales no es una tarea simple, es costosa en tiempo y dinero, y está sujeta a incertidumbre. Aun así, ignorar estos valores podría llevar a decisiones más costosas en el futuro. La implantación de sistemas de contabilidad económica y ambiental integrada es, al fin y al cabo, una decisión política con miras a mejorar el diseño de planes y estrategias para corregir, mitigar o compensar los impactos ambientales de las actividades económicas. Por tanto, sí soy partidaria de implantar sistemas

de contabilidad lo más comprehensivos posible y atendiendo al mejor conocimiento científico disponible. ¿Qué puede suponer para un país como España que se incluya el valor económico de los servicios ambientales de su naturaleza en la contabilidad nacional?, ¿cómo sería esa contabilidad? En general se ignora la contribución de la mayor parte de los ecosistemas forestales a la renta total social de las regiones en las que estos se encuentran, y de su deterioro o desaparición a la perdida de capital natural. Recientemente, los resultados del proyecto de Valoración de la Renta y Capital de los Montes de Andalucía (RECAMAN) sugieren que la contribución de servicios ambientales públicos a la renta total social que generan los montes mediterráneos andaluces es mayor que la de las producciones agroforestales tradicionales. Estos resultados muestran el valor que servicios fuera del mercado –como la conservación de la biodiversidad amenazada, la conservación del paisaje, la oferta de servicios recreativos públicos o la regulación hídrica– tiene para la sociedad en esta región. La valoración de costes y beneficios ambientales generados por otros ecosistemas forestales españoles debe responder idealmente a contextos socioeconómicos e institucionales locales, reflejar las preferencias individuales sobre el consumo de bienes y servicios e integrar su variabilidad espacial y temporal. Los valores estimados para Andalucía son una referencia, pero no tienen por qué ser similares a los resultados que puedan obtenerse en otros montes españoles. En todo caso, disponer de cuentas biofísicas y económicas ampliadas de los montes a escala nacional será relevante y necesario, en mi opinión, a la hora de evaluar y promo-

ver estrategias bioeconómicas para el sector forestal en España a fin de evitar conflictos con la provisión de servicios muy relevantes en el contexto mediterráneo, como la regulación hídrica en cantidad y calidad o la conservación de especies amenazadas, considerando que los montes mediterráneos son uno de los puntos calientes a nivel global para la conservación de flora endémica y aves migratorias. ¿Qué importancia para la gestión forestal puede tener esta valoración de los servicios ambientales?, ¿cambian por completo los paradigmas de la gestión? El efecto de la integración del valor económico de un servicio o un grupo de servicios ambientales en las decisiones forestales dependerá de su importancia relativa y los conflictos o sinergias que se observen con la producción de madera u otros productos forestales tradicionales. Por tanto, la única respuesta válida es: depende. Los paradigmas de gestión podrían verse modificados con la integración de pagos o compensaciones al propietario de la tierra para favorecer la producción de un bien o servicio demandado por la sociedad. Una investigación en la que he colaborado recientemente muestra que integrar pagos por la cantidad de carbono adicional fijado en el arbolado resultante de una gestión forestal activa en los montes de Andalucía podría cambiar la decisión de abandonar la gestión forestal en muchas áreas en las que esta actividad no es rentable para el propietario de la tierra. A la vez, este estudio muestra que pagos por los servicios de provisión de agua con uso económico apenas cambiaria esta decisión a escala regional, al menos en los niveles de precios simulados. Lo que muestra que la internalización de los servicios am-

Los paradigmas de gestión forestal podrían verse modificados con la integración de pagos o compensaciones al propietario de la tierra para favorecer la producción de un bien o servicio demandado por la sociedad. Dependerá de la importancia relativa del servicio ambiental en cuestión y de los conflictos o sinergias que se observen con la producción de madera u otros productos forestales tradicionales Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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bientales puede tanto generar cambios relevantes en la gestión forestal como no hacerlo. Un ejemplo real de la modificación de las decisiones de inversión forestal son las forestaciones de los años 90 con fondos europeos, que cambiaron la distribución de especies plantadas en España. En estas reforestaciones se dio preponderancia a especies del género Quercus y otras frondosas mediterráneas sobre las plantaciones de pinos o eucaliptos que dominaron las inversiones forestales en las décadas anteriores. En este caso, la generación de empleo y la producción de servicios ambientales públicos, específicamente la mitigación del cambio climático, fueron dos de los objetivos principales de las medidas forestales de las reformas de la política agraria común a través de las cuales se financiaron estas plantaciones forestales. En todo caso, no solo la internalización de servicios ambientales es capaz de generar cambios en los paradigmas de gestión. El surgimiento de nuevas demandas de productos forestales podría cambiar, asimismo y de forma significativa, los modelos de producción forestal actuales. Su efecto dependerá también de las restricciones o incentivos que afecten en el futuro la producción de nuevos biomateriales o bioenergía en el sector forestal. Si nos centramos en el monte mediterráneo, siempre se ha aceptado que su valor económico era menor que el del bosque atlántico, más productor de madera, el bien forestal con mejor monetización. Sin embargo, todos sabíamos que los servicios ambientales que presta el monte mediterráneo son enormes, en ocasiones se ha llegado a decir que impagables, por la importancia que tiene a nivel social y ecológico.

¿Cómo debe hacerse esta valoración?, ¿qué técnica debe utilizarse para reflejar completamente ese valor? Es cierto que muchos de los beneficios que generan los montes mediterráneos para la sociedad son invisibles en las cuentas empresariales y nacionales, mientras que su productividad y rentabilidad comercial es menor en comparación con los montes atlánticos o los bosques de norte y noroeste de Europa. Ahora bien, cuán relevantes son estos servicios ambientales públicos en montes mediterráneos dependerá de muchos factores. Entre estos, las demandas sociales por el consumo de bienes y servicios privados y públicos o el estado de conservación de los montes. Estudios como RECAMAN muestran la importancia de un número relevante de servicios públicos a la hora de medir la renta total social de los montes, pero también muestran la heterogeneidad espacial de estos valores. En general, y no únicamente en el monte mediterráneo, es necesario extender las estadísticas de la actividad forestal (basada hoy en la madera o productos leñosos de relevancia comercial) hacia la integración de valores de uso recreativo, conservación de la biodiversidad y paisaje, fijación de carbono, servicios de regulación hídrica, control de la erosión, protección contra avalanchas o deslizamientos, etc. que prestan los ecosistemas forestales. Las cuentas sociales de producción y capital desarrolladas en el proyecto RECAMAN son un buen ejemplo de integración de producciones y costes privados y públicos comerciales y ambientales de forma consistente con los principios de la contabilidad nacional, que sería deseable continuar en el futuro a través de la instauración de sistemas de cuentas anuales de los bosques. Disponer de estadísticas e indicadores biofísicos y económicos y su varia-

ción en el tiempo es un paso relevante para entender mejor la contribución económica de los bosques y su función social. Mejorar los sistemas de información supondría también mejoras en la toma de decisiones, la gestión de riesgos y la planificación territorial en general. Esta necesidad de mejorar los sistemas de información cobra aún mayor importancia a la vista de los cambios potenciales en la gestión forestal para las próximas décadas que he mencionado antes. Finalmente, no existe una única técnica para ampliar las estadísticas y cuentas del sector forestal, sino más bien un conjunto de métodos y modelos de medición, predicción y valoración que suponen un esfuerzo de investigación interdisciplinar. El o los métodos que pueden emplearse para estimar el valor económico de productos que están fuera del mercado dependerá de la naturaleza del bien, su relación con la función de producción de bienes y servicios de mercado o el contexto socioeconómico e institucional, entre otros. La aplicación de métodos de valoración económica de servicios ambientales permite una aproximación de su valor como bien público. Este valor depende de la voluntad de las personas paras pagar por este bien, es decir, de sus preferencias por su consumo. Las preferencias de los individuos u hogares pueden estimarse a partir de la observación de mercados que están relacionados con un bien ambiental. Por ejemplo, utilizar el método de precios hedónicos para estimar el efecto de los valores paisajísticos en el precio de las viviendas. Estas preferencias, en caso de no existir mercados relacionados con el bien a valorar, pueden determinarse preguntando directamente a las personas sobre su disponibilidad a pagar por una mejora ambiental o por garantizar o incrementar el consumo de un servicio

En general, es necesario extender las estadísticas de la actividad forestal (basada hoy en la madera o productos leñosos de relevancia comercial) hacia la integración de valores de uso recreativo, conservación de la biodiversidad y paisaje, fijación de carbono, servicios de regulación hídrica, control de la erosión, protección contra avalanchas o deslizamientos, etc. que prestan los ecosistemas forestales 108

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ambiental determinado, utilizando métodos de preferencias declaradas como los experimentos de elección o la valoración contingente. El diseño, aplicación y análisis de métodos de valoración económica ambiental de bienes públicos es una disciplina en continua evolución. Por tanto, la técnica más adecuada a aplicar en cada caso concreto debe considerar el mejor conocimiento científico disponible y, como ya he comentado antes, reconocer explícitamente los niveles de error e incertidumbre asociados a cada ejercicio de valoración a fin de informar mejor a los decisores privados y a los planificadores públicos. ¿Está la sociedad preparada o dispuesta para pagar unos servicios ambientales que hasta ahora eran gratis? No diría que son del todo gratuitos en países europeos, ya que sus gobiernos regionales destinan parte de sus presupuestos a la gestión forestal sostenible, la protección de la biodiversidad, la lucha y vigilancia contra incendios forestales o la investigación, entre otros. Todos estos gastos se pagan con los impuestos de los contribuyentes; y afectan directa o indirectamente a la producción de bienes y servicios públicos y privados, la generación de empleo y la revitalización del sector primario, que son objetivos importantes de las políticas de desarrollo rural. El gasto de los gobiernos podría ser, no obstante, insuficiente para la conservación de los recursos naturales que proporcionan diversos servicios públicos a los visitantes de espacios naturales o a la sociedad en su conjunto, en la cantidad o calidad demandada por estos. En cuyo caso, es preciso evaluar nuevos mecanismos e instrumentos a través de los cuales se puedan traducir las demandas sociales por bienes y servicios públicos en instrumentos financieros para mantener o mejorar su producción en el tiempo. El pago de entradas por visitas recreativas, establecer un sistema voluntario de donaciones o pagos o incrementar los impuestos son potenciales mecanismos de recaudación de dinero para los propósitos anteriores. Implantar el pago de una entrada por visitas recreativas a áreas protegidas, como se hace en varios parques nacionales estadounidenses, generaría en principio rechazo en muchas áreas protegidas de Europa, debido a que en la actualidad cualquier persona tiene

derecho de acceso libre para realizar actividades recreativas o deportes. Y en principio, modificar derechos adquiridos a través de la tradición puede suponer conflictos relevantes. Lo cierto es que facilitar el acceso de visitantes a un área protegida concreta, proporcionar información y a la vez proteger los recursos de estos ecosistemas de diversas amenazas, como las que podrían derivarse de un uso público irresponsable, cuesta dinero. La discusión de quién debería pagar estos costes no está exenta de polémica: ¿Deberían ser los usuarios directos de estos recursos? ¿Deberían seguir pagándose a través de impuestos de los contribuyentes, consuman o no directamente estos servicio? No creo que exista una respuesta única y sencilla, ya que las áreas protegidas generan servicios ambientales más allá del

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uso directo y que afectan a la sociedad en su conjunto, tanto a escala local como global. Posiblemente tenga sentido en el futuro implantar mecanismos de financiación mixta, a través de impuestos, donaciones y pagos directos de los usuarios de bienes y servicios específicos. En mi opinión, como potencial usuario y contribuyente, es relevante contar con un sistema transparente de información de los gastos e inversiones realizadas para la gestión de espacios naturales y de sus resultados que justifiquen pagos adicionales para el mantenimiento o mejora de los servicios públicos en espacio naturales. También es relevante crear mecanismos para mantener la función social de las áreas protegidas, por ejemplo, facilitando el acceso a un precio reducido o gratuito a algunos colectivos (escuelas, parados, etc.).

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ENTREVISTA A

PONENTES MAGISTRALES 7.º CFE

Entrevista a Andrew Gray, del Pacific Northwest Research Station, USDA Forest Service. Ecólogo especialista en investigación y monitoreo forestal

“El diseño del inventario condiciona toda la información que puede generar” Ismael Muñoz Linares

Los inventarios forestales nos proporcionan datos valiosísimos sobre los bosques de todo el mundo. Cualquier país es consciente de que disponer de datos sobre sus ecosistemas forestales es imprescindible para establecer politicas forestales de conservación y aprovechamiento, de recuperación tras perturbaciones y de gestión en el más amplio sentido de la palabra. Sin esos datos la gestión se hace intuitiva y repetitiva. Las tecnologías de la información, adaptadas a la toma de datos y a su manejo posterior, pueden ser una gran herramienta pero sin olvidar el trabajo más tradicional de campo. Una combinación de ambos, en opinión de Andrew Gray, puede proporcionar la mejor información para una correcta gestión sostenible del territorio.

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¿De qué manera condiciona la inclusión de la biodiversidad en los inventarios forestales los límites de la investigación, la escala del análisis y la frecuencia de las observaciones? El diseño del inventario condiciona toda la información que puede generar, incluyendo la biodiversidad. La escala de trabajo depende de la densidad de parcelas en un área o tipo de vegetación de interés; generalmente se necesitan al menos diez parcelas de muestreo en cada grupo de análisis (por ejemplo, encinares en Cáceres) para hacer una estimación fiable de las condiciones. Muchos tipos de inventarios no son capaces de aportar información fiable para especies o tipos de vegetación raros. La frecuencia es una preocupación menor cuando se evalúan grandes áreas porque las condiciones no cambian habitualmente muy rápido. Es más importante tener información de calidad y consistente en el tiempo, más que ciclos cortos de revisión. El término “biodiversidad” se puede referir a todas las especies presentes en un bosque, pero la mayoría de inventarios se diseñan para analizar la vegetación. La medición directa de un gran número de especies de plantas y animales, especialmente cuando se mueven o cambian a lo largo del año, es difícil de hacer en inventarios a nivel nacional o regional.

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¿De qué forma es útil disponer de marcadores de biodiversidad normalizados para poder comparar resultados de investigaciones a lo largo del tiempo y en distintas partes del planeta? El término “biodiversidad” puede incluir todo tipo de organismos, desde bacterias a grandes carnívoros, muchos de ellos de difícil (o cara) medición. En consecuencia, los indicadores que son válidos en muchas áreas son esenciales para el seguimiento de la biodiversidad. El Proceso de Montreal de 1994 estableció criterios e indicadores para el seguimiento de la conservación de la biodiversidad, que incluyen la medición de la superficie y fragmentación de diferentes tipos de bosques en diferentes etapas de sucesión, evaluando el grado de conservación de las especies nativas y el mantenimiento de la diversidad genética. Los inventarios forestales pueden añadir medidas sobre la estructura de la vegetación que pueden em-

plearse como indicadores, comparado con las dimensiones habituales de las especies arbóreas. También se pueden relacionar con la biodiversidad otras medidas como los árboles muertos (en pie y caídos), las especies vegetales del sotobosque, las características del suelo, líquenes y musgos o el historial de gestión y alteraciones de la zona. ¿Podríamos hablar de distintos tipos de inventarios en función del objeto de la gestión forestal? Es decir, si pretendemos una producción de madera o pretendemos conservar biodiversidad, ¿debemos hacer inventarios diferentes? Es posible hacer inventarios diferentes, pero si la población objeto de estudio es a nivel nacional o regional, es importante tener un diseño de muestreo robusto para cualquier tipo de variable. La solución ideal es combinar los diseños para que la información sea consistente y la duplicación sea reducida. Si

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un tipo es de menos importancia (o más caro) que el otro, es posible hacer las mediciones en una submuestra. Para algunos parámetros u organismos de interés (arboles grandes o carnívoros) pueden ser necesarias parcelas o áreas de análisis más grandes que lo que es tradicional. La consideración más difícil para mucha gente es que una parcela no es, y no puede ser, una enumeración completa de una comunidad. Cada parcela de inventario es solo una pequeña muestra de la población total (por ejemplo, los bosques de una región), y no es lo suficientemente grande ni detallada para caracterizar en detalle la masa forestal donde se ubica (que puede tener 5 a 50 ha de superficie). El análisis estadístico en los inventarios se hace generalmente sobre medias o totales; por ejemplo: ¿cuál es la densidad media de grandes árboles muertos en bosques de roble en espacios protegidos?

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La información que queremos siempre debe condicionar el inventario; pero un diseño robusto y estadístico que se pueda aplicar y repetir durante muchos años en el futuro debería ser fundamental. El valor de muchas de las medidas que queremos se obtiene en la continua medición

Si esto es así, ¿cómo condiciona la metodología a utilizar el tipo de inventario que queramos realizar? La información que queremos siempre debe condicionar el inventario; pero un diseño robusto y estadístico que se pueda aplicar y repetir durante muchos años en el futuro debería ser fundamental. El valor de muchas de las medidas que queremos se obtiene en la continua medición. Aunque es fácil querer más información, mediciones que necesitan mucha pericia y conocimiento pueden complicar el diseño y el costo del inventario. Pero hay muchas opciones y soluciones para integrar distintas prioridades, incluso la submuestra. Una de los problemas de organización es la decisión de qué prioridades ganan o pierden cuando cambia el presupuesto o la política. Debemos asegurarnos de que hay infraestructura dentro de la organización para apoyar la colección y el análisis de la información, y de que hay usuarios fuera de la organización que lo demanden; estos dos factores ayudarán a garantizar que el inventario continúe. ¿Cómo pueden combinarse metodologías más clásicas como el muestreo con otras más novedosas como fotointepretación?

El uso de fotointerpretación e imágenes de satélite en inventarios no es algo tan novedoso, pero nuevas tecnologías han mejorado la calidad de información que nos facilitan. La metodología estadística para combinar información de fotos o satélites con los datos de parcelas de campo es básica y bien conocida. Todavía hay oportunidades para mejorar el análisis de cambio de condiciones conectando cambios medidos en parcelas con cambios en fotos en un diseño estadístico. También tenemos la posibilidad de usar fotos para estimar las condiciones en zonas que no podemos visitar en el campo. Y siempre existe la oportunidad de usar las parcelas para hacer mapas de vegetación. ¿Los parámetros tradicionales que se incluían en los inventarios forestales son útiles para responder a las preguntas sobre biodiversidad que ahora nos hacemos? Por ejemplo, características del arbolado, diámetro, altura, niveles de crecimiento, tipo de suelo, etc. Si “biodiversidad” incluye todos organismos en un sitio, no hay ningún inventario o investigación que funcione para todo. Los parámetros tradicionales pueden ser útiles para calcular algunos marcadores de biodiversidad, y con

poco esfuerzo se pueden incluir mediciones adicionales en inventarios de madera que aumentan esa información. Conocer el tipo de gestión o de alteraciones que han tenido lugar en una simple parcela es muy útil para interpretar los cambios en la vegetación. A menudo la posibilidad de aplicar indicadores de biodiversidad a inventarios debe apoyarse en otras investigaciones; por ejemplo, ecuaciones para el cálculo de la biomasa a partir de datos dasométricos, o descripciones de hábitats faunísticos concretos aplicados a las parcelas de inventario. En su opinión, ¿cuáles son las variables obligatorias que deben incluirse en un inventario forestal que quiera conocer la biodiversidad de ese territorio? Al fin del día, hay que satisfacer las preguntas más críticas que tienen los que pagan el inventario (o los que presionan para que paguen). En mi opinión, el punto fuerte del inventario forestal es la medición de la vegetación y su estructura. La estimación de la biomasa y densidad de árboles vivos y muertos (en pie y caídos), las especies dominantes del sotobosque, las condiciones del suelo y las perturbaciones recientes han sido muy útiles

Conocer el tipo de gestión o de alteraciones que han tenido lugar en una simple parcela es muy útil para interpretar los cambios en la vegetación. A menudo la posibilidad de aplicar indicadores de biodiversidad a inventarios debe apoyarse en otras investigaciones; por ejemplo, ecuaciones para el cálculo de la biomasa a partir de datos dasométricos, o descripciones de hábitats faunísticos concretos aplicados a las parcelas de inventario 112

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En mi opinión, al punto fuerte del inventario forestal es la medición de la vegetación y su estructura. La estimación de la biomasa y densidad de árboles vivos y muertos (en pie y caídos), las especies dominantes del sotobosque, las condiciones del suelo y las perturbaciones recientes han sido muy útiles para entender los cambios en nuestros bosques

para entender los cambios en nuestros bosques. Muchas veces, la información sobre el crecimiento, la mortalidad, la extracción de madera y las causas de los cambios son los aspectos más interesantes y los más difíciles de estimar de manera robusta. Las nuevas tecnologías han facilitado el almacenaje, organización y disponibilidad de información, ¿pero de qué forma condicionan la toma de datos? Las nuevas tecnologías de las bases de datos han facilitado disponer de una mejor colección de datos. Para un inventario nacional, la inversión en un programa informático fuerte para uso en el campo, conectado a la base de datos e incluyendo definiciones e información adicional, hace que los expertos en el campo obtengan la mejor información posible. Eso hace el análisis más fácil para contestar las preguntas de interés. También, las computadoras del campo se hacen menos pesadas y más flexibles cada año, y es posible incluir fotos, mapas y coordenadas. Estas nuevas tecnologías permiten incorporar con mayor facilidad gran cantidad de datos al inventario, ¿pero hasta qué punto es útil añadir sin lími-

te nuevos parámetros a un inventario forestal? ¿Qué es lo que debe marcar el límite de la investigación y el tamaño de un inventario forestal? Siempre hay que considerar la escala de análisis, el uso de los datos y la gente que está en el campo haciendo las mediciones. El diseño siempre es un compromiso. No es razonable esperar la identificación de insectos por expertos en mediciones de árboles y vegetación. Las preguntas necesarias, y su orden de importancia, y el presupuesto disponible marcan el límite del inventario. Pero quizás más importante es el largo plazo de inventariación. ¿Es más útil hacer un inventario estrella por un año, o hacer un inventario básico de medición continua durante muchos años? ¿Qué aporta a la gestión forestal disponer de un inventario actualizado y amplio del territorio? El debate sobre la gestión forestal en mi país depende en gran parte del contexto. Muchos de los problemas que parecen críticos en un determinado momento o región (un gran incendio forestal, cortas muy intensas o una gran mortandad de árboles por sequía) parecen menos importantes cuando se

comparan con la trayectoria de cambios en un tipo de vegetación o región. Por ejemplo, ocurren muchos episodios esporádicos de mortandad natural de árboles que atraen gran atención, pero la tasa media de mortandad de árboles a largo plazo puede mantenerse prácticamente sin cambios. Por otro lado, muchos cambios importantes en bosques pueden no ser tan obvios (cambio de uso del suelo, problemas con la regeneración, escaso crecimiento) y podrían perderse si no se han medido en los inventarios forestales. Estos datos informan de la trayectoria de los bosques del país y su contribución a la biodiversidad, el almacenaje de carbono y al desarrollo nacional. ¿Cuáles son los retos de futuro de la ciencia del monitoreo? En mi opinión, el reto más grande siempre será el análisis de cambios básicos forestales a lo largo del tiempo, cuando el muestreo, las mediciones, el dinero y las definiciones cambian, ¿cuánto ha cambiado la superficie del bosque? ¿Cuánto ha cambiado la composición y la estructura del bosque? Parecen preguntas muy simples, pero mi reto es hacer un inventario que permita responder con confianza.

En mi opinión, el reto más grande siempre será el análisis de cambios básicos forestales a lo largo del tiempo cuando el muestreo, las mediciones, el dinero, y las definiciones cambian, ¿cuánto ha cambiado la superficie del bosque? ¿Cuánto ha cambiado la composición y la estructura del bosque? Parecen preguntas muy simples, pero mi reto es hacer un inventario que permita responder con confianza Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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ENTREVISTA A

PONENTES MAGISTRALES 7.º CFE

Gregorio Montero González, sencillamente, nada más y nada menos que Forestal

“Si no hay ciencia no puede haber gestión forestal sostenible” Salustiano Iglesias Sauce

Decir Gregorio Montero es decir forestal en el más amplio sentido de la palabra. Un merecido prestigio acompaña a su nombre cuando alguien lo nombra. Toda una vida dedicada al trabajo en el monte, desde el más sencillo hasta la investigación, le dan una perspectiva que le permite analizar con sentido crítico un sector que conoce como la palma de su mano. Su capacidad para sumar ideas, sensibilidades, análisis y visiones diferentes del sector, de dentro y de fuera de él, dan a sus reflexiones un valor especial. Recién jubilado, en teoría, porque dice que no ha trabajado más en su vida que desde que se jubiló oficialmente, parece mirar a su sector con cierta distancia, o al menos a opinar de él con menos ataduras pero siempre con la intención de sumar. Lo entrevista Salustiano Iglesias, otro ilustre forestal recién jubilado, amigo personal y compañero de reflexiones. Más que una entrevista, sus preguntas son casi flechas teledirigidas al centro de la diana, una sutil manera de obligar a Gregorio a hacer públicas las opiniones tantas veces compartidas a lo largo de estos años. Por eso, mantenemos el tuteo en la entrevista, dos amigos y compañeros que comparten sus conversaciones personales sobre su sector profesional, sobre su vocación.

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Tu amplia y variada trayectoria laboral te permite tener una visión retrospectiva del sector forestal español y de los profesionales que se dedican al mismo. Comparativamente, ¿qué es lo que destacarías como un avance y qué piensas qué se ha perdido y, si es posible, hay que recuperar? ¿Qué recomendarías a los jóvenes que se incorporan a la actividad forestal? El sector forestal, desde el punto de vista de la existencia de los profesionales, se organiza a mediados del siglo XIX con la creación de la Escuela de Ingenieros de Montes y el correspondiente Colegio Profesional. Durante su larga trayectoria ha pasado por varias etapas. A finales del siglo XIX y durante los dos primeros tercios del siglo XX, el sector alcanzó una gran actividad en la corrección de dunas costeras y continentales, torrentes de alta montaña y ramblas de la costa mediterránea (ver Fototeca Forestal Española). Visto con la perspectiva del tiempo, en esa época se hizo una obra ingente de la que los forestales nos debemos sentir orgullosos, aunque, naturalmente, también se cometieran errores. Paralelamente a las obras de corrección de torrentes se desarrolló un programa de deslindes y ordenación de los montes públicos, que algunos consideran que hasta la

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fecha, junto con el Catalogo de Montes de Utilidad Pública, ha formado la mejor herramienta de conservación del medio en España. Todas estas épocas se caracterizaron por una presencia física de los forestales y de la Administración en el territorio trabajando para la población rural, contribuyendo a la mejora de su medio de vida y a la restauración del medio forestal. En la última época se podría decir que los forestales han pasado de trabajar “para” a trabajar “con” la población rural. La democratización de la Administración forestal ha llevado a que esta escuche las demandas sociales en mayor medida que lo hacía anteriormente, y que incorpore sus preferencias a la gestión forestal. Pero en este momento se ha producido un cambio importante: en épocas an-

teriores los forestales trabajaban para la población rural, ahora abandonada o desaparecida de muchas zonas. Hoy se trabaja para cumplir las demandas de la población urbana, que muchas veces van en contra de los intereses de las poblaciones rurales. Esto supone un cambio importante que se intenta paliar con el desarrollo del turismo rural, pero no es suficiente. Ahora, y visto desde un ángulo poco optimista para los forestales, nos encontramos con una profesión que estaba “diseñada” para gestionar y aprovechar los bienes de los montes y otros terrenos forestales en beneficio de las poblaciones rurales, y contribuir así al desarrollo rural y a la fijación de la población del mismo. Actualmente se encuentra con muchas dificultades para aplicar las técnicas forestales

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necesarias para el logro de esos objetivos (nuestras leyes tienden a restringir, cuanto no a impedir, el desarrollo de muchas actividades forestales), actividades que son necesarias para llevar a cabo la gestión forestal sostenible, que por otro lado la sociedad necesita. Para resumir, antes los forestales estaban para gestionar el medio forestal en beneficio de la población rural y del medioambiente; ahora casi no es posible hacer gestión y la población rural más dependiente de los aprovechamientos forestales se ha marchado a las grandes ciudades. Las administraciones forestales se ocupan, básicamente, de aplicar las normativas ambientales y de carácter general demandadas por la sociedad urbana. ¿Qué es del desarrollo rural del que oímos hablar con frecuencia a los políticos?

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Habría que recuperar el espíritu de ayuda a la población rural, no ponerles tantas trabas al ejercicio de lo que muchos pensamos que son sus derechos. Viven en los pueblos, y entre otras muchas funciones, ayudan a la gestión del medio forestal y a la conservación de razas ganaderas autóctonas. Tenemos que ayudarlos para que no tengan que marcharse a la ciudad. En cuanto a los jóvenes, no sé qué aconsejarles. Únicamente que se apasionen por la profesión, que sean militantes de la causa forestal y que hagan lo que puedan. Son inteligentes y encontrarán el mejor medio de actuar. La SECF está integrada en la COSCE (Confederación de Sociedades Científicas de España). Me consta que siempre has mostrado un gran interés por esta Confederación, ya que fue precisamente en tu etapa como presidente de la SECF cuando se procedió a su adhesión formal. ¿Por qué crees que es importante que nuestra organización mantenga una vinculación con el resto de sociedades científicas? Sí, efectivamente, siempre he pensado que nuestra sociedad forestal, la SECF, debería pertenecer a la COSCE, y ello por las siguientes razones: 1) La SECF es y debe seguir siendo una sociedad científica, y por lo tanto debe participar de los problemas y de los éxitos de la ciencia, como cualquier otra sociedad de esta índole. 2) Porque la unión hace la fuerza, y en la COSCE están confederadas unas 80 sociedades científicas de toda España, 15 de las cuales pertenecemos a la vocalía n.o 4 (Ciencias de la Tierra, Agricultura y Medio Ambiente). Esto nos ayuda, o nos puede ayudar, a defender los derechos e intereses de las ciencias forestales, siendo así más escuchados en nuestras demandas. 3) Las ciencias forestales han sido hasta ahora poco visibles como ciencia ante la socie-

dad en general, y la pertenencia a la COSCE les concede mayor visibilidad y reconocimiento como tales. 4) Los científicos y técnicos forestales asociados pertenecen así a un colectivo de más de 40.000 científicos y tecnólogos que están integrados en la COSCE, y eso seguramente es bueno para ellos. En fin, la ciencia forestal debe estar donde están todas las demás ciencias. Ciencia forestal frente a gestión forestal. ¿Tiene sentido la una sin la otra? ¿Qué instrumentos existen para que los flujos de comunicación y demandas mutuas sean efectivos? ¿Cómo crees que podemos mejorar el dialogo/comunicación entre ciencia y gestión? No, si no hay ciencia no puede haber gestión forestal sostenible, multifuncional, etc. Sin investigación no puede haber innovación y sin innovación no hay desarrollo; esto lo deberíamos tener cada vez más claro. Los instrumentos de comunicación entre investigadores y gestores no existen, o existen en muy escasa medida. Las razones son complejas y tienen que ver con las políticas general y sectorial. No hay política forestal en España, y creo que tampoco existe como tal en las CC. AA. Los responsables de la gestión no gestionan porque la normativa ambiental limita mucho sus intervenciones. Por otro lado, la investigación se ha ido orientando cada vez más hacia temas generales y poco comprometidos con la gestión forestal. La investigación forestal ha aprendido a “vivir” sin tener en cuenta las necesidades de la gestión. Estamos en una situación surrealista, casi esperpéntica, de la cual será difícil salir a corto plazo. Hacen falta más científicos preocupados por ayudar a la gestión y más gestores preocupados por la innovación de los métodos de gestión. Si no existe el dialogo es porque las partes piensan que no lo necesitan.

Las dos partes saben dónde encontrar a la otra. No quiero ser muy negativo, pero lo veo así. Ese dialogo necesario lo está intentando llevar a cabo la SECF, que no es más que una asociación profesional sin ánimo de lucro y movida por el interés de la ciencia y la gestión forestal. La SECF logra la comunicación entre profesiones de la gestión y de la investigación a través de las reuniones de los grupos de trabajo y, sobre todo, en los congresos forestales, pero la falta de políticas sectoriales adecuadas no permite que esos acuerdos, que el sector ve necesarios e imprescindibles, se lleven a la práctica por falta de apoyo económico e interés de las partes. Creo que los profesionales forestales (en sentido amplio, no solo ingenieros forestales) lo tienen claro y esperan que, cuanto antes mejor, las instituciones públicas, de unos y otros, se decidan a poner en marcha las políticas específicas que lo hagan posible. Que investiguen otros: ¿Qué nivel tiene la investigación forestal española en el ámbito científico internacional? ¿Hasta qué punto la ciencia forestal que se desarrolla en España está integrada con la que se desarrolla en naciones de nuestro entorno? ¿Existen líneas de investigación forestal en las que España es líder/pionera? ¿Que líneas crees que deberían impulsarse más? Lo de que “investiguen otros” puede que sea válido, todavía, para aspectos industriales, de los llamados de nuevas tecnologías y otras ciencias más punteras, pero yo creo que no lo es tanto en los temas forestales. De lo forestal pocos se ocupan, ni de investigar ni de importar conocimientos investigados por otros. La administraciones forestales consideran que solo necesitan lo que les exige la Unión Europea para rellenar los informes oficiales anua-

La gestión forestal tiene que ajustarse a la demanda social, pero para eso hace falta crear estructuras participativas que hagan posible esa colaboración responsable y equilibrada entre ambas partes 116

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les o periódicos, si estos se pueden cumplimentar, aunque sea forzando la poca información disponible; no es necesario nada más. La ciencia forestal en España tiene problemas de calidad y de cantidad, como sucede en otras naciones de nuestro entorno, pero sobre todo tiene problemas de transferenFig. 1. Evolución del número de trabajos publicados por los diez primeros países europeos en el periodo 2000-2015. cia de los resultados a la España (línea roja gruesa) ha pasado de ser un país de cola en el año 2000 al 4.º lugar que ocupa desde 2010, gestión forestal. cuando superó a Italia. Su crecimiento ha sido rápido y sostenido en los últimos 15 años. No es que se publiFig. 2. Evolución del número de publicaciones forestales en España. La tendencia es ascendente quen pocos trabajos de hasta el punto de que han multiplicado por diez en los últimos 20 años. la actividad investigadora que se realiza, en eso no estamos mal, al menos en términos comparativos con el métodos tradicionales para garantizar le presta la investigación. La gestión resto de Europa Fig.1, es que lo que la sostenibilidad ecológica y la multifunnecesita innovación para cumplir con se investiga, lo que se aprende, los cionalidad de los aprovechamientos y las exigencias que la sociedad le denuevos conocimientos obtenidos sobre usos de los sistemas forestales. manda. Hacen falta más investigadores los diferentes aspectos forestales no Un uso y aprovechamiento de mapreocupados por la gestión forestal y somos capaces de transformarlos en yor calidad y diversidad económica y más gestores interesados en incorpoinnovación de métodos, en desarrollo ambiental requiere aumentar la comrar nuevos conocimientos a la gestión. de nuevas técnicas y, en fin, en la meplejidad de los métodos de gestión y La investigación está relativamente jora de la gestión de nuestros montes. las tasas de inversión para rebajar los bien integrada en la investigación de No logramos transformar (como otros niveles de riego. Es decir, la gestión es las naciones de nuestro entorno eurosectores) el esfuerzo investigador en cada vez más compleja y más cara, y peo, seguramente mucho mejor de lo riqueza económica y ambiental. sin embargo no parece que se estén que está en nuestra gestión forestal. Muchos piensan que solo un reducihaciendo esfuerzos suficientes para En términos de producción científica fodo número de trabajos de investigación desarrollar nuevos métodos. restal, España es el 4.o país en Europa sirve para mejorar la gestión forestal; Se sabe que sin investigación no después de Alemania, Reino Unido y el resto, se dice, puede ser que aporpuede haber innovación, y sin innovaFrancia Fig. 1 y 2. Si esto es así, y está ten conocimientos, pero estos no son ción no puede haber desarrollo; esto reconocido a nivel internacional, cómo válidos para mejorar las técnicas de es incuestionable. Pues bien, mientras se explica que el grado de transferencia gestión. esto sucede, la investigación forestal al sector sea tan exiguo. Por lo general, las exigencias de la se va desligando, cada vez más, de Algunas voces críticas con nuestra gestión forestal han cambiado mucho las necesidades de la gestión, y esta gestión piensan que la gestión forestal, en los últimos 25-30 años, en el senno parece mostrarse demasiado preal nivel de intensidad con el que se tido de cuestionar la capacidad de los ocupada por la falta de atención que realiza, no necesita incorporar nuevos

Antes los forestales estaban para gestionar el medio forestal en beneficio de la población rural y del medioambiente; ahora casi no es posible hacer gestión y la población rural más dependiente de los aprovechamientos forestales se ha marchado a las grandes ciudades. Las administraciones forestales se ocupan, básicamente, de aplicar las normativas ambientales y de carácter general demandadas por la sociedad urbana Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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Creo que el sector incorpora, al menos parte, de las demandas sociales que le hace la sociedad urbana. Lo que tiene bastante desestimadas son las necesidades demandadas por las poblaciones rurales

conocimientos, se limita a redactar proyectos de ordenación y planes técnicos, en el mejor de los casos, que luego se ejecutan, solo parcialmente, sin que nadie se ocupe de exigir su aplicación. El grado de integración de la investigación forestal con la investigación de otros países se mide por el número de publicaciones conjuntas que se hacen con investigadores de dichos países. En España, alrededor del 50 % de las publicaciones de autores españoles van firmadas por, al menos, un autor extranjero. Esto indica que la colaboración de nuestros científicos con investigadores de otros países es relativamente alta. Respecto a si somos o no líderes en algunos temas de investigación, en términos generales no es así. Nuestros equipos son más bien pequeños en comparación con otros, y tampoco dedicamos muchos medios, lo cual no quiere decir que en algunos aspectos concretos no puedan existir pequeños grupos de trabajo que sean punteros. En mi opinión, se podría considerar que España va a la cabeza de los países mediterráneos en temas como “valoración de rentas de capital y ambiental de los montes” (Proyecto RECAMAN), ciertos aspectos de ecología forestal y autoecología, selvicultura y modelación de crecimientos y producciones

en especies mediterráneas, variación genética de poblaciones de algunos pinares mediterráneos, resistencia a la grafiosis en olmos, fijación de carbono por los masas forestales y alguno más que seguramente no recuerdo en este momento. En estos temas, los conocimientos en nuestro país se puede considerar que no son menores que en los países de nuestro entorno. Estado de autonomías y descentralización en el éxito o fracaso de la investigación forestal. ¿Existen elementos para que la ciencia forestal que se impulsa tenga una visión de conjunto y puedan desarrollarse líneas de interés general? ¿Qué aspectos institucionales deberían mejorarse para favorecer la investigación forestal? ¿Cuál debe ser el papel de la Administración forestal y las empresas forestales en la investigación forestal? No creo que se pueda establecer una relación sencilla entre el Estado autonómico y los éxitos o fracasos de la investigación forestal; lo más que yo me atrevería a decir es que, en ocasiones, pueda servir para que se echen las culpas entre administraciones por lo poco y lo mal que lo hacen las dos. ¿Cómo hacer que la ciencia forestal que se debería impulsar tuviese una visión de conjunto dirigida al interés

general? Pues en mi opinión, poniendo en marcha unas políticas forestal y científica que apoyen financiera y políticamente esa necesidad. Este asunto es una obligación del Estado y de los gobiernos de las CC. AA., que deben reconocer la ausencia de política forestal y decidirse a consensuarla entre todos y ponerla al servicio de la sociedad. La Ley de Montes, que nació en 2003, ya ha sido reformada dos veces por motivos políticos, sin que nadie hable de hacer un reglamento que la desarrolle. Después de 15 años no se ha mostrado eficiente, y yo diría que nadie se ha preocupado por las relaciones entre investigación y gestión forestal. Las leyes forestales autonómicas tampoco han dado ningún resultado beneficioso a este respecto, no han creado centros de investigación forestal ni han apoyado la investigación en las universidades de manera institucional y reglada. En cuanto a las empresas forestales, la cuestión puede ser más delicada. Son empresas pequeñas, más necesitadas de trabajo que de adquirir nuevas tecnología para las labores que suelen llevar a cabo. Algunas, a su escala, hacen un gran esfuerzo de innovación, que intentan vender a las administraciones forestales como herramienta para rebajar costes de

Sin investigación no puede haber innovación y sin innovación no hay desarrollo; esto lo deberíamos tener cada vez más claro. Los instrumentos de comunicación entre investigadores y gestores no existen, o existen en muy escasa medida. La investigación forestal ha aprendido a “vivir” sin tener en cuenta las necesidades de la gestión. Estamos en una situación surrealista, casi esperpéntica, de la cual será difícil salir a corto plazo. Hacen falta más científicos preocupados por ayudar a la gestión y más gestores preocupados por la innovación de los métodos de gestión 118

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inventarios y otras actividades. En términos de tecnología forestal, la única empresa de relevancia es Tragsatec, que resuelve o ayuda a salir del paso a las administraciones en aquellas necesidades perentorias que les exige la Unión Europea, no porque las administraciones crean que se necesita mejorar la tecnología forestal. Pero esta forma de entender la mejora de la técnica forestal no es, ni mucho menos, eficiente, y puede resultar perjudicial, porque las administraciones piensan que es suficiente para solventar sus necesidades impuestas y no se preocupan de apoyar la generación de ciencias y tecnologías propias adaptadas a nuestro medio y necesidades específicas. Da la impresión de que los tópicos tienen en nuestro sector más relevancia que en otros y se pierde un tiempo considerable en explicar obviedades. ¿Qué opinas sobre la relación entre la ciencia y gestión forestal con los cambios en la sociedad? ¿Los retos sociales están incorporados en la ciencia/gestión? ¿Cómo podría mejorarse la importancia de lo forestal para resolver las demandas sociales? Los tópicos son generalmente importantes en todos los sectores, pero en el nuestro yo creo que hemos tenido poca habilidad para explicarlos o desmontarlos cuando fuese necesario. Por otro lado, casi todos lo son porque la gente los repite a menudo como lugares comunes o sentencias que tienen algo o mucho de verdad sobre el asunto en cuestión. Se parte del tópico y se genera una teoría que de otra manera sería mucho más difícil de elaborar y sostener. Muchos tópicos sobre lo inne-

cesario de la gestión forestal y sobre la mala forma de llevarla a cabo no tienen (o tenían) un fundamento científicotécnico, o no son (o eran) suficientes para sacar conclusiones radicalmente contrarias a la gestión forestal. En muchos casos, los mismos grupos interesados que los fomentaron y fueron capaces de instalarlos en la cabeza de la clase política ahora los quieren desmontar, aunque no reconozcan su error, y propugnan una gestión forestal sostenible como necesaria para garantizar el aprovechamiento y la conservación de los montes. Pero ahora esa vía más ruralista parece no interesar al político, más proclive a las demandas de la sociedad urbana, que contienen pocas exigencias de gestión forestal. La ciencia y la gestión forestales tienen que ser sensibles a los cambios sociales, y más si estos generan nuevas demandas. La importancia que la sociedad atribuye a los montes (producción de bienes de mercado, ambientales, recreativos, paisajísticos, etc.) varía mucho en función de su desarrollo socioeconómico, de la necesidad de asegurar la presencia de los bosques en condiciones óptimas para garantizar la funcionalidad del ecosistema, la conservación de la biodiversidad, la fijación de las poblaciones al medio rural, etc. Esto parece un hecho aceptado por muchos especialistas, pero es también un hecho probado que en muchos casos una gestión multifuncional sostenible puede crear y conservar bosques con estructuras y hábitats más diversos y estables para el fomento de la biodiversidad que las conseguidas por esos mismos ecosistemas en ausencia de gestión forestal. Para terminar, cabe decir que la

gestión forestal por supuesto tiene que ajustarse a la demanda social, pero para eso hace falta crear estructuras participativas que hagan posible esa colaboración responsable y equilibrada entre ambas partes. Creo que el sector incorpora al menos parte de las demandas sociales que le hace la sociedad urbana. Lo que tiene bastante desestimadas son las necesidades demandadas por las poblaciones rurales. Con la perspectiva de encontrarnos en este momento en el 7.o CFE, y con la referencia de los pasados, ¿crees que realmente es un elemento que puede hacer aportaciones al sector forestal? ¿Qué balance haces de la aportación de estos congresos al sector forestal y a la sociedad? Sin ninguna duda es el evento más importante que celebra el sector en todos los sentidos. La Sociedad Española de Ciencias Forestales, como organización, y el Congreso Forestal, como foro de encuentro del sector, mantienen una credibilidad creciente y son las instituciones en mi opinión más respetadas por el conjunto de los profesionales del sector. Si consultamos los más de 40 números de los Cuadernos de la SECF y las actas de los seis Congresos Forestales anteriores podemos comprobar que en los 25 años de vida de la SECF se han publicado alrededor de 5.000 trabajos de investigación y gestión forestal, lo que representa más del 90 % de todas las publicaciones hechas durante este periodo, incluidas las editadas por las instituciones con responsabilidad de gestión e investigación forestal. Es evidente que las

Lo de que “investiguen otros” no parece muy válido en los temas forestales. De lo forestal pocos se ocupan, ni de investigar ni de importar conocimientos investigados por otros. La administraciones forestales consideran que solo necesitan lo que les exige la Unión Europea para rellenar los informes oficiales anuales o periódicos, si estos se pueden cumplimentar, aunque sea forzando la poca información disponible; no es necesario nada más Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales

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aportaciones de la SECF y del Congreso Forestal son las mayores del sector. Las aportaciones a la sociedad civil puede que sean más difusas, pues nos falta tamaño y medios para llegar masivamente a ella, pero dentro de nuestras posibilidades creo que sigue siendo un medio eficaz, o por lo menos, el más eficaz posible, de acercamiento del sector forestal a la sociedad civil. ¿Crees que el modelo actual de congreso es un instrumento adecuado para promocionar y evaluar el estado de la ciencia forestal en España? ¿Hasta qué punto el objetivo de llegar a todo el sector forestal condiciona su nivel científico? ¿Crees que es una forma eficiente de mejorar el dialogo entre los investigadores y la sociedad? Yo creo que sí. Los trabajos presentados son muchos, buenos y variados, y pueden representar muy bien el estado de la ciencia forestal en España. Se podría tener algunas reservas sobre que los gestores presentan solo una pequeña muestra de sus trabajos cotidianos en el Congreso Forestal, al igual que hacen en los Cuadernos de la SECF, y otro tanto puede suceder con algunos trabajos de investigación que los científicos publican en revistas forestales internacionales con el objetivo de darles mayor visibilidad y mejorar su currículo. Pero aun así, sigo considerando que lo aportado en los congresos celebrados y en los Cuadernos de SECF hasta la fecha constituye el mejor banco de información para medir el estado actual de la ciencia forestal en España. Si el objetivo de la SECF es promover la ciencia forestal, estimo que está demostrando que el modelo y el funcionamiento de la SECF son eficaces en

el cumplimiento de sus funciones, o al menos lo hacen en mucha mayor medida que ninguna otra institución forestal de nuestro país. Para finalizar, ¿cuáles crees que son los retos de la investigación forestal de cara al futuro? La investigación forestal tiene pendiente varios retos de futuro; la dificultad estriba en determinar cuáles son los más importantes para cada cual, pues en una primera aproximación parece que puede haber opiniones diferentes y todas ellas bien justificadas. En un estudio realizado por la Red Temática de Selvicultura y Gestión Sostenible y la SECF se recopila la opinión de 557 profesionales del sector forestal, en el que han participado gestores, investigadores, asociaciones, empresas forestales, y personas a título individual, a través de una encuesta anónima realizada por correo electrónico para ordenar prioritariamente doce grandes retos propuestos por un grupo de 20 expertos de acreditado prestigio (diez investigadores y diez gestores), pertenecientes los primeros a centros de investigación y universidades de diferentes especialidades, y a instituciones de gestión forestal, asociaciones forestales, empresas forestales y profesionales libres, los segundos. Los 557 encuestados establecieron un orden prioritario de esos doce retos, atendiendo a la importancia que, en su opinión, debe darse para mejorar la gestión forestal a cada uno de ellos en los próximos diez años. Es decir, priorizaron las cuestiones que debemos resolver lo antes posible para hacer una gestión innovadora, que cumpla con las normativas ambientales y las

leyes ecológicas, y que sea económicamente eficaz y socialmente admisible. El resultado final fue la priorización de los siguientes temas: 1) Incendios forestales 2) Sanidad forestal 3) Sistemas de selvicultura multifuncional 4) Bioenergía 5) Restauración forestal 6) Monte-agua 7) Economía y gestión forestal 8) Política forestal 9) Biodiversidad en sistemas forestales 10) Desarrollo de nuevas herramientas para la gestión forestal 11) Mejora de las tecnologías de los productos forestales 12) Mejora y conservación de los recursos genéticos Puede parecer a simple vista que los forestales consultados proponen demasiados temas; incluso se podría pensar que los retos para un decenio no deberían ser más de dos o tres si se quiere darles el realce conveniente. En mi opinión, se puede justificar por la variada problemática del sector forestal, que abarca temas tan diferentes como incendios forestales, técnicas selvícolas, sanidad, bioenergía, ordenación, etc., todos los cuales demandan soluciones específicas, y por otra parte, no se puede dar respuesta a grandes retos tales como, por ejemplo, la gestión forestal que engloba distintas y variadas disciplinas. Tal vez por esta problemática los encuestados han considerado que era necesario trabajar a un nivel más desagregado para identificar, con mayor precisión, los temas concretos que la gestión forestal necesita resolver en los próximos diez años.

Lo aportado en los congresos celebrados y en los cuadernos de SECF hasta la fecha constituye el mejor banco de información para medir el estado actual de la ciencia forestal en España. Si el objetivo de la SECF es promover la ciencia forestal, pienso que está demostrando que el modelo y funcionamiento de la SECF son eficaces en el cumplimiento de sus funciones, o al menos lo hacen en mucha mayor medida que ninguna otra institución forestal de nuestro país 120

Especial 7.º Congreso Forestal Español. 2017. N.o 68


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