Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. N.o 69
Mitigación del cambio climático en el sector forestal español Biología, ecología y manejo de Monochamus galloprovincialis (Olivier) Jardín botánico Sir Seewoosagur Rangoolam
ta Entrevis
Germán Glaría Galcerán Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de Madrid
l Especia
Analizamos la estructura, contenidos y logros del 7.o Congreso Forestal Español
SUMARIO FORESTA n.o 69 4
Entrevista: Germán Glaría Calcerán, director de la Escuela Técnica Superior de
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Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad
Ismael Muñoz Linares
Politécnica de Madrid
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Especial: 7.o Congreso Forestal Español Colaboraciones Técnicas:
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Control de densidad. Claras
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S. O. S. Toponimia. La toponimia española en vías de desaparición
José Miguel Montoya Oliver
Jorge Matey Valderrama
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Mitigación del cambio climático en el sector forestal español
Noticias forestales
Álvaro Enríquez de Salamanca
La madera y el arte Sillería del coro de la iglesia de Santiago en Sangüesa
Almudena Córdoba López y Teodoro Abbad Coleccionable:
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n.o 53 Gymnosporangium clavariiforme (Wulfen) DC, la roya de los enebros
Nieves Ibarra Ibáñez
Paxillus rubicundulus P.D. Orton y Cortinarius semisanguineus (Fr.) Gillet.
José Cuesta Cuesta y Nino Santamaría Rodríguez
Jardín botánico 64 Sir Seewoosagur Rangoolam José González Granados
Biología, ecología y manejo de Monochamus galloprovincialis (Olivier), vector del nematodo de la madera del pino
Estela Sánchez Husillos
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“Impreso en papel certificado que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas”
Aprovechamiento forestal en Carreño durante los siglos XVI al XVIII
María Amelia González Gerpe Óscar Galcerán González
editorial
La investigación y la gestión forestal: ¿un desencuentro remediable?
A
provechando que disponemos de numerosos testimonios de diferentes actores presentes en el último congreso forestal, el 7.o, celebrado en Plasencia, y de las primicias de las conclusiones del mismo, creemos conveniente poner el foco y hacer algunas reflexiones sobre un aspecto frecuentemente citado y, en muchos casos, asumido: la escasa relación entre el mundo de la investigación y el de la gestión desarrollado por la administración forestal. Si ambos mundos se dan la espalda, algo está fallando, y sería conveniente por el bien de todos, y especialmente por el bien de nuestros montes y del medio natural en general, encontrar una pronta solución. En el congreso ha quedado patente que la investigación no solo es necesaria, sino que es a todas luces indispensable. Lo que no genera tanto consenso es hasta qué punto cualquier tipo de investigación resulta eficaz, dado que a un buen número de estas investigaciones será difícil encontrarle una aplicación práctica. Las universidades, las empresas y los centros de investigación pueden estar o no de acuerdo, pero existe relación entre ellos. Sin embargo, la administración forestal, y particularmente las administraciones forestales de las diferentes CC. AA., que son las que tienen la competencia y la responsabilidad en la gestión del territorio, son las grandes ausentes, y además se la considera en buena medida responsable de este divorcio.
La crisis ha sumido a estos organismos en una situación difícil. No solo se han reducido al mínimo las inversiones, sino también las plantillas, sin que se pueda decir que el trabajo a realizar haya disminuido. De esta forma resulta comprensible la menguada asistencia de gestores del mundo forestal a estos congresos, máxime si no disponen del apoyo de sus superiores, en general alejados de la gestión directa y con otras preocupaciones. Sin embargo, no se debe olvidar que un buen número de estos gestores, a pesar de los reducidos medios y acaso sin posibilidades de reciclarse debidamente, desarrollan sus trabajos en numerosos casos durante años en un mismo -o similar- ámbito territorial, obteniendo datos y experiencias que podrían ser utilizados para validar investigaciones que adolecen precisamente de un recorrido temporal suficiente. Es más, estos técnicos conocen las necesidades de investigación en el medio en que se mueven para poder alcanzar sus metas en el entorno concreto de su gestión. La interacción entre la investigación y estos actores solo puede resultar fructífera. Como ya se resalta en los artículos de opinión de este número de Foresta, algunos gestores, al ser miembros de la SECF, entienden la necesidad de colaboración con el mundo de la investigación, pero no es justo cargar sobre sus espaldas -ni por supuesto de las de aquellos que no lo son- la labor de estar al día de las nuevas investigaciones que atañen a
Si ambos mundos se dan la espalda (el de la investigación y el de la gestión), algo está fallando, y sería conveniente, por el bien de todos, proporcionar una pronta solución. En el congreso ha quedado patente que la investigación no solo es necesaria, sino que es a todas luces indispensable. Lo que no genera tanto consenso es hasta qué punto cualquier tipo de investigación resulta eficaz, dado que a un buen número de estas investigaciones será difícil encontrarle una aplicación práctica Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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Las administraciones no deberían limitar su representación a aportaciones económicas (en ocasiones, cicateras) u organizativas. Y la SECF no debe conformarse con esto. Ha de buscar que las administraciones al frente de la gestión forestal se impliquen, dotando económicamente a proyectos de investigación aplicable a las tareas de gestión y potenciando la presencia de sus técnicos en las diferentes líneas de investigación sus funciones y poner en práctica sus resultados en su ámbito de actuación. Y para eso es preciso recabar la colaboración de la administración forestal. Porque las administraciones no deberían limitar su representación en los congresos forestales a aportaciones económicas (en ocasiones, cicateras) u organizativas. Y la SECF no debe conformarse con esto. Ha de buscar que las administraciones al frente de la gestión forestal se impliquen, dotando económicamente a proyectos de investigación aplicable a las tareas de gestión y potenciando la presencia de sus técnicos en las diferentes líneas de investigación.
En el caso de los responsables políticos, no cabe duda de la dificultad que entraña que personas cuya permanencia al frente de organismos forestales es más bien efímera se involucren en políticas cuyos resultados se hacen visibles, en su gran mayoría, a largo plazo, y que en muchas ocasiones son políticas que resultan ajenas a su trayectoria anterior y posterior. Esta falta de política forestal resulta desastrosa para la conservación de los bosques y para la economía de las poblaciones rurales, y dificulta e incluso imposibilita el desarrollo rural. Por si esto fuera poco, de trata de políticas que benefician, primordialmente, a una población escasa y, por desgracia, menguante. La SECF debería abordar este problema y asumir el reto de colaborar en la búsqueda de una solución.
EDITA: Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural Avda. Menéndez Pelayo n.º 75, 28007 Madrid Tfno: 91-501 35 79, Fax: 91-501 33 89. Página web: www.forestales.net DIRECTOR: F. Javier Cantero Desmartines. Subdirector: Andrés Arregui Noguer. DIRECTOR TÉCNICO: Ismael Muñoz Linares CONSEJO DE REDACCIÓN: Alvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara, Enrique García Gómez, José González Granados, Salustiano Iglesias Sauce, David León Carbonero, María José Manzano Serrano, Gregorio Montero González, Jorge Rodríguez López COLABORADORES: Raúl de la Calle Santillana, Ricardo Alía DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Altermedia Comunicación 2000, S.L. C/ Electrodo n.º 68, oficina 6, 28522 Rivas Vaciamadrid IMPRESIÓN: Grupo Impresa. C/ Herreros n.º 42, 28969 Getafe DEPÓSITO LEGAL: M-4.268-1975, ISSN: 1575-2356 FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Sierra de Gredos, ascenso a la Laguna Grande. Autor: Ismael Muñoz. Las opiniones expuestas por los autores de los artículos no son necesariamente las del C. O. I. T. F. Los artículos, fotografías y gráficos que se publican en Foresta son facilitados por las personas que los firman. Es su responsabilidad la autoría de los mismos. Foresta admite, de buena fe, que este material pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes para su reproducción.
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2017. N.o 69
FOTOGRAFÍA DE PORTADA Esperando que caiga agua del cielo El año hidrológico 2016-2017 es el más seco de los últimos cinco años, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Tan solo las lluvias de noviembre de 2016 salvan la media final de estos doce meses. El año hidrológico mide las precipitaciones desde el 1 de octubre de 2016 hasta el 30 de septiembre de este año. La razón es que la nieve caída en otoño e invierno del año anterior no se contabiliza hasta que se funde en la primavera siguiente. Según los datos de la AEMET, la lluvia registrada en este año ha sido un 15 % menos de la media anual, tomando como referencia el periodo de 1981 hasta 2016. En concreto, se han registrado 551 mm para el conjunto de España, lo que representa un 15 % de déficit respecto al valor normal (648 mm). Aunque las precipitaciones han sido muy diversas en épocas del año y en las distintas partes de España, en lo que va de 2017 hay zonas como Galicia,
Asturias, norte de Castilla y León y Cantabria que las precipitaciones han sido entre un 25 y un 50 % menores que la media de años anteriores. Donde menos ha llovido ha sido en el interior de Palencia, la mitad oeste de Tenerife y La Gomera, donde no llegaron ni al 50 % de media anual. Si medimos solo las precipitaciones por años naturales, 2017, y a falta de contabilizar los tres últimos meses, sería uno de los años más secos desde hace veinte años. Octubre de 2017, por ejemplo, es el mes de octubre más seco del siglo XXI, con una precipitación media en España de 26 mm, lo que supone tan solo el 33 % de la media de este mes, que es de 78 mm. Con semejante panorama, no es extraño que las primeras lluvias y nieves hayan sido recibidas con alegría en buena parte del país a pesar de la bajada de temperaturas. Que los arroyos de montaña vuelvan a correr es fundamental para los ecosistemas
forestales, como en la sierra de Gredos, escenario de la fotografía de portada, en la subida a la Laguna Grande en la primavera de 2016. Foto y texto: Ismael Muñoz
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ACTUALIDAD
ENTREVISTA
Entrevista a Germán Glaría Galcerán, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid
“Somos ingenieros de la naturaleza” Ismael Muñoz Linares
La reforma de Bolonia supuso todo un terremoto en la universidad española. Años después de su implantación, el proceso, en ocasiones, da la sensación de no haberse cerrado del todo porque, de fondo, aún se perciben ondas sísmicas que amenazan continuamente con provocar nuevos cambios. La Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal de Madrid optó por la creación de un nuevo título, Ingeniero del Medio Natural, mientras que la Escuela de Ingeniería de Montes optó por impartir el título de Grado de Ingeniero Forestal y del Medio Natural, asimilado a la profesión de ingeniero técnico forestal. Ocho años después las dos escuelas son una sola y su director es una de las personas que más abogó por ampliar los planes de estudio hacia actividades no exclusivamente forestales, trabajadas por los ingenieros forestales “por ósmosis”, como dice él, pero sin una formación universitaria especializada. La universidad, los títulos, las atribuciones y la profesión: repasamos lo que son y lo que pueden ser en un futuro próximo con el máximo responsable de la formación en Madrid de los futuros ingenieros forestales, ingenieros de montes e ingenieros del medio natural.
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¿Qué ha supuesto la unión de las dos escuelas de ingeniería forestal de Madrid? Ha sido la culminación de un proceso larguísimo que al principio no fue sencillo pero que, con el tiempo, nos hemos ido convenciendo todos de la bondad de la integración para los alumnos, los profesores y la propia universidad. ¿En qué beneficia a cada uno de estos protagonistas la integración de las dos escuelas? Al ser una estructura mayor, se ha podido ampliar la ofer ta educativa, lo cual beneficia a los alumnos al disponer de mayores posibilidades de selección de títulos, y una mayor facilidad para complementar su formación con otra titulación de las ofer tadas al disponer de un sistema de paso entre ellas lo más simple posible. Para los profesores, estar integrados en esa estructura mayor facilita acceder a más medios para la investigación. Y para la UPM significa disponer de una escuela más potente con una oferta educativa menos fragmentada 2017. N.o 69
en el ámbito de la ingeniería forestal y, en general, del medio natural. ¿En qué se diferencian los títulos de Grado que se imparten en esta escuela? Tienen perfiles similares aunque con diferencias apreciables. El Grado de Ingeniería Forestal se corresponde con el tradicional, actualizado, que se imparte en las distintas escuelas de España. El Grado de Ingeniero del Medio Natural, que solo se imparte en la UPM, está enfocado fundamentalmente hacia la formación en gestión de espacios naturales y de especies protegidas y en la evaluación y corrección de impactos ambientales. Por poner un ejemplo, estos nuevos titulados en Ingeniería del Medio Natural deben conocer los elementos básicos de una ordenación de montes para poder gestionar, por ejemplo, un espacio natural, pero no para redactar un proyecto de ordenación. Eso corresponde a los ingenieros forestales y se enseña, por tanto, en el grado correspondiente.
El título de Ingeniería del Medio Natural genera titulados que no tienen atribuciones reconocidas por ley, ¿cómo aceptan los alumnos esta circunstancia? Sin ningún problema. Les explicamos desde el principio de curso qué son las atribuciones profesionales y la diferencia entre títulos habilitantes y los que no lo son, pero que son igualmente oficiales, como es el Grado en Ingeniería del Medio Natural. Parece que en algunos ámbitos hay una cierta confusión al respecto, aunque la cuestión es sencilla y no admite dudas: los alumnos que terminen estos estudios universitarios no podrán opositar a los cuerpos profesionales o a los puestos de la administración pública que exijan un título que habilite para el ejercicio de una profesión regulada. Sin embargo, sí pueden opositar a cualquier otro puesto en la Administración que no exija este requisito, y que son la mayoría. En el ejercicio libre de la profesión, evidentemente, podrán trabajar en todo aquello relacionado con lo que han estudiado, incluida la redacción de proyectos.
Los títulos no habilitantes han proliferado en toda la universidad en los últimos años. ¿A qué se debe? Efectivamente, son muchos los títulos oficiales no habilitantes que ahora se pueden estudiar en la universidad. Estos nuevos títulos ofrecen una formación científico-técnica y unas capacidades que cuando se crearon los cuerpos profesionales no se precisaban o no se conocían. Sin embargo, hoy hay gran demanda por alguno de ellos. No es casualidad que los tres títulos de grado con nota de corte más alta en la Universidad Politécnica de Madrid sean profesiones que no tienen atribuciones. ¿Y en el caso concreto del título de Ingeniero del Medio Natural a qué responde su creación? A la necesidad de profundizar en áreas como la gestión de espacios y especies protegidas, o a la valoración y corrección de impactos ambientales, que, aunque se tratan en parte en Ingeniería Forestal, no es posible profundizar en ellas dada la cantidad de materias a considerar en ese Grado por
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La Orden CIN obliga a que el Grado sea muy denso y ello está motivado en parte porque las atribuciones de los ingenieros forestales son, en buena medida, las mismas que las de los ingenieros de montes, lo cual obliga a incluir muchas asignaturas en un tiempo muy corto, cuatro años las exigencias formuladas por la Orden CIN (norma que establece los requisitos para la verificación de títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de una determinada profesión con atribuciones profesionales). ¿Por qué tiene tanto contenido el Grado de Ingeniería Forestal? La Orden CIN obliga a que el Grado sea muy denso y ello está motivado en parte porque las atribuciones de los ingenieros forestales son, en buena parte, las mismas que las de los ingenieros de montes, lo cual obliga a incluir muchas asignaturas en un tiempo muy corto, cuatro años, de los cuales casi medio se emplea en prácticas en empresas, Erasmus o en asignaturas optativas. Pero, por poner un ejemplo, son muchos los profesionales titulados que realizan estudios de impacto ambiental, no es una competencia exclusiva de los ingenieros forestales o del medio natural Así es, dependerá del tipo de proyecto a estudiar sus efectos el que el especialista más indicado sea un titulado u otro. Para evaluar ambientalmente la mayoría de los proyectos de obras públicas como carreteras, ferrocarriles o presas, de transformaciones agrarias o también de energías renovables, entre otros muchos tipos de proyectos, es necesario conocer y saber valorar los recursos del medio natural, y en esa
área nuestros titulados tienen una formación más que suficiente para poder abordar estos trabajos. ¿Los planes de estudio responden a una demanda de la sociedad? Eso es lo que pretendemos. No obstante, un condicionante importante es que tenemos tantas áreas en las que los forestales podemos actuar que hay que priorizar hacia dónde enfocar y centrar la formación. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta cuál es la posible salida profesional de nuestros técnicos, qué demanda realmente el mercado laboral, porque no siempre la formación que la sociedad parece exigir para gestionar los numerosos bienes y servicios de nuestros montes tiene una clara correlación con las demandas del mercado laboral, y es que las denominadas externalidades no tienen siempre el valor monetario que les correspondería. ¿Y qué peso tiene en la elaboración de los planes de estudio otros factores como el tipo de profesorado del que dispone una escuela de ingeniería? Esto es un condicionante real, particularmente en estos últimos años, en los que la tasa de reposición de profesores ha sido cero y ha disminuido considerablemente la plantilla de profesores. Hemos creado nuevos títulos y nuevas asignaturas, lo cual ha supuesto un gran esfuerzo de preparación de programas a aquellos profesores que las imparten.
¿Todas estas nuevas asignaturas tienen hueco en los cuatro años que tiene de formación un Grado? Soy partidario del enfoque generalista del grado y de que los másteres deben ir dirigidos más a la especialización, aunque el grado debe formar también un profesional preparado para trabajar. En lo que se refiere a la formación forestal, tenemos que repensar la relación del grado con el máster y analizar si en el máster hay que profundizar en alguna materia que en el grado no se ha podido tratar con la profundidad necesaria, dada la recarga del título. En la UPM todos los másteres habilitantes tienen 120 créditos, un número mayor que en las demás Universidades. Este hecho permite disponer de 60 créditos adicionales a los otros 60 regulados por la Orden CIN, lo que permite ampliar conocimientos en alguna materia, además de formar en áreas específicas. Está anunciando cambios en los planes de estudio, ¿para cuándo? Vamos a comenzar a trabajar en esta cuestión en enero de 2018. Nuestra intención es actualizar y mejorar tanto el título de Grado en Ingeniería Forestal como el Máster en Ingeniería de Montes. La razón es que en nuestro ámbito profesional hay nuevas demandas y problemas que implican cambios en los modelos de gestión y en las funciones que tiene un monte. Me refiero, por ejemplo, a la gestión forestal en
Tenemos tantas áreas en las que los forestales podemos actuar que hay que priorizar hacia dónde enfocar y centrar la formación. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta cuál es la posible salida profesional de nuestros técnicos, qué demanda realmente el mercado laboral 6
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relación al cambio climático, o nuevos enfoques en relación a la bioeconomía. ¿Cómo ha cambiado la reforma de Bolonia al profesorado de la Universidad? Se ha ido produciendo un cambio en el perfil que debe tener un profesor de universidad. Hace 20 o 25 años lo que primaba en una oposición era el perfil profesional del candidato, su experiencia en el campo de la ingeniería. Esto ha ido cambiando hasta el punto de que ahora lo que tiene mayor peso, casi único, para acceder a una plaza de profesor es la experiencia investigadora. ¿Eso no es una pérdida de calidad de enseñanza para el alumno? Es verdad que hay una polémica sobre el peso que debe de tener la experiencia profesional del candidato. Lo que prima, como he dicho, es su curriculum investigador, y eso obliga, al que quiera llegar a ser profesor universitario, a orientar su actividad fundamentalmente al área de la investigación y plasmarla en publicaciones científicas. En materias tecnológicas o vinculadas al desarrollo de proyectos de ingeniería puede crear algún problema. No me parece adecuado que un profesor de alguna de ellas nunca haya trabajado en ese campo. En mi opinión debería haber un mayor reconocimiento de la experiencia profesional para impartir esas materias. ¿Esto no provoca una universidad endogámica, sin experiencia profesional? Esta es otra cuestión, que tiene que ver más con la forma de contratar. La
Universidad de hoy no es más endogámica que la de antes. Ahora, existe un primer filtro que es conseguir la acreditación para ser profesor de universidad que otorga una agencia externa, la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación). Después, la escuela saca a concurso una plaza, por ejemplo de profesor titular o catedrático, a la que se pueden presentar todas las personas que estén acreditadas. Un tribunal formado por cinco profesores elige al mejor candidato, siendo tres de los miembros del tribunal de otras universidades.
¿Cómo se pueden preparar planes de estudio adaptados a lo que demanda la sociedad, y necesitan las empresas, si los que intervienen en su elaboración no están en contacto con esa realidad, no tienen esa experiencia? Hay un cierto riesgo, es verdad, pero procuramos estar al tanto de esas necesidades, no solo por la tipología de los proyectos de investigación que se nos proponen, sino también por los que nos demandan las empresas con las que tenemos convenios de colaboración. Y desde luego, cuando hacemos un plan de estudio también hablamos con colectivos profesionales del sector.
Soy partidario del enfoque generalista del Grado y de que los másteres deben ir dirigidos más a la especialización, aunque el Grado debe formar también un profesional preparado para trabajar. En lo que se refiere a la formación forestal, tenemos que repensar la relación del Grado con el Máster y analizar si en el Máster hay que profundizar en alguna materia que en el Grado no se ha podido tratar con la profundidad necesaria, dada la recarga del título Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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El enfoque de la actividad forestal es cada vez más multifuncional, con un peso creciente de la conservación. Pero es obvio que formamos a ingenieros, es decir, a expertos en identificar y analizar problemas, plantear alternativas para solucionarlos, proyectar la mejor de ellas y llevarlas a cabo ¿Cómo debe ser profesionalmente el ingeniero forestal del futuro? Es una cuestión clave para poder enfocar los planes de estudio. Está claro que el enfoque de la actividad forestal es cada vez más multifuncional, con un peso creciente de la conservación. A todas esas áreas tiene que atender la formación impartida, teniendo en cuenta algo que debería ser obvio, como es el que formamos a ingenieros, es decir, a expertos en identificar y analizar problemas, plantear alternativas para solucionarlos, proyectar la mejor de ellas y llevarlas a cabo. ¿Qué otros conocimientos o especialidades profesionales deberá reunir ese ingeniero? Además de lo relacionado con lo que hemos venido haciendo, la gestión sostenible de los montes, la conservación de suelos, el diseño y mantenimiento de parques y jardines, etc., destacaría al menos cuatro áreas muy relevantes en el presente y futuro inmediato: - las relativas a la gestión de la fauna silvestre, incluyendo la caza y pesca, por su enorme potencial como turismo de la
naturaleza y la demanda existente. - las relativas a los nuevos modelos de gestión del agua. El agua no se contempla solo como un recurso, que lo es, y básico, sino desde una visión integral de la cuenca, tal como establece la Directiva Marco. Los problemas derivados de la sobrexplotación, incrementados por las consecuencias del cambio climático, van a ser el motivo por el que en el siglo XXI el uso y gestión del agua sea uno de los problemas ambientales y socioeconómicos mas importantes a los que nos enfrentemos. - una tercera área de interés sería la denominada bioeconomía, es decir, una economía basada en el uso eficiente y respetuoso con el medioambiente, de los recursos –productos y servicios- de origen biológico y, en particular, los suministrados por el monte. - Y una cuarta tiene que ver con una gestión forestal adaptada a los nuevos escenarios climáticos. Además, también deberemos seguir dedicando una atención especial a la lucha contra incendios forestales, prestando especial atención a los incendios en la interfaz urbano-forestal.
¿Cuál es el futuro de esta profesión? El futuro es enorme y creo que está relacionado con estas cuatro áreas que he comentado, con muchas posibilidades económicas en cada una de ellas. Pero también en las áreas convencionales, aplicándoles toda la experiencia adquirida a lo largo de los años, lo cual nos permitirá gestionar los montes de forma adecuada a las exigencias actuales. No hay que olvidar que 27,7 millones de hectáreas, el 55 % de la superficie del territorio nacional es monte, y que de ellas 18,4 millones de hectáreas son arboladas, superficie que se incrementa año a año, y que hay que gestionar según sus potencialidades y teniendo en cuenta los condicionantes a que puedan estar sometidas en cada caso. Además, el despoblamiento ocasiona problemas de desertización a los que la actividad forestal puede dar alternativas que generen rentas y al mismo tiempo ayuden a solventar problemas ambientales. ¿Por qué es necesario el ingeniero forestal? Somos ingenieros de la naturaleza y la naturaleza no es una cuestión de moda;
Además de lo relacionado con lo que hemos venido haciendo, la gestión sostenible de los montes, la conservación de suelos, el diseño y mantenimiento de parques y jardines, etc., destacaría al menos cuatro áreas muy relevantes en el presente y futuro inmediato: - las relativas a la gestión de la fauna silvestre incluyendo la caza y pesca - las relativas a los nuevos modelos de gestión del agua - la bioeconomía - nuevos escenarios climáticos 8
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Los ingenieros forestales estamos gestionando ecosistemas que son necesarios para el ser humano en todos los sentidos: económico, social, cultural y ambiental. Proporcionan calidad de vida y debemos gestionarlos de manera inteligente para conservarlos y obtener beneficios de ellos su conservación y disfrute es una necesidad vital. Estamos gestionando ecosistemas que son necesarios para el ser humano en todos los sentidos: económico, social, cultural y ambiental. Proporcionan calidad de vida y debemos gestionarlos de manera inteligente para conservarlos y obtener beneficios de ellos. ¿Qué opinión tiene sobre la posible fusión de los dos colegios profesionales de ingeniería forestal? Creo que tal como se han planteado la reforma de las enseñanzas, a medio plazo sería lo deseable porque no hay una ruptura brusca entre el grado y el máster, y porque profesionalmente no son dos colectivos tan diferentes como para que haya dos Colegios distintos,
aunque ciertamente haya títulos y algunas atribuciones diferenciadas ¿En qué beneficia a los profesionales una posible fusión de los dos colegios? Tendríamos una voz más fuerte en todo lo que tiene que ver con el mundo forestal. Tenemos un déficit de imagen social y poca capacidad de respuesta, por lo que una estructura mayor permitiría mejorar en este aspecto, que creo que es fundamental porque se nos conoce poco y mal. Actuaciones que están llevando a cabo ambos colegios como la plataforma Juntos por los Bosques en la que además se integran más de 30 entidades vinculadas al mundo forestal, es un buen ejemplo del camino a seguir.
Y desde el punto de vista interno ¿la fusión supondría tener unos profesionales con distintas atribuciones? Mientras se mantengan las órdenes CIN, entiendo que sí. A nivel general, ¿se han superado ya los prejuicios entre los dos profesiones, los conflictos de intereses y las etapas de desconfianza? En el ámbito de la Escuela de Montes los recelos que pudieron haber en el pasado han desaparecido; ha sido una de las consecuencias positivas de la integración. Todos los profesores, provengan de una u otra escuela imparten docencia en cualquiera de los títulos que se ofrecen sin ningún problema.
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
7.º Congreso Forestal Español. Gestión del monte: servicios ambientales y bioeconomía
Felipe Bravo Oviedo Presidente de la Sociedad Española de Ciencias Forestales
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seis mesas redondas, veinticinco talleres, ocho visitas de campo y un seminario con el objetivo de mostrar la vitalidad y la potencialidad del sector forestal y su investigación e incluir los intereses de la gran variedad de actores de nuestro entorno profesional. Para algunos participantes, esta edición del Congreso Forestal Español ha resultado demasiado científica, mientras que para otros ha sido demasiado técnica. Esto es lógico, pero entiendo que había actividades para todos los perfiles e intereses. Por otro lado, entre nuestros objetivos estaba sensibilizar, a nuestros representantes y a la sociedad en general, de la importancia
CFE. Pilar Valbuena
A
hora que ya hemos superado el verano, es momento de mirar hacia atrás y reflexionar sobre la pasada edición del Congreso Forestal Español en Plasencia (Cáceres, Extremadura), que tuvo como lema Gestión del monte: servicios ambientales y bioeconomía. Con este lema, desde la organización tratábamos de resaltar el papel de la gestión de los ecosistemas forestales como garantía para la provisión de servicios ecosistémicos y el desarrollo de una economía basada en el uso sostenible de los sistemas forestales. Desde el comité científico organizamos el programa en torno a diez mesas temáticas,
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de los montes y su gestión para la provisión de servicios ambientales y el desarrollo de una bioeconomía inclusiva y generadora de empleo y riqueza. En este sentido, la asistencia de la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a la jornada inaugural del Congreso, y que este fuera el marco elegido para la presentación de las líneas básica del Plan de Actuación del Sector Forestal, refrenda la importancia del Congreso Forestal Español como principal punto de encuentro de este sector en España. El grado de participación en el Congreso fue muy alto, ya que asistieron más de 950 participantes activos que pudieron intercambiar conocimientos, ideas y experiencias al tiempo que asistían a alguno de los viajes de campo o a alguna de las 650 comunicaciones científicas de las mesas temáticas o de las 100 charlas que se impartieron en las mesas redondas o talleres. Por otro lado, las 25 empresas, organismos y entidades sin ánimo de lucro que tuvieron presencia en el área expositiva pudieron mostrar sus avances y establecer contactos para futuras colaboraciones. Otro de los objetivos del comité organizador era potenciar la dimensión internacional de nuestra investigación, y por ello se firmaron convenios con la Sociedade Portuguesa de Ciências Florestais y con universidades y centros de investigación de Argentina, Colombia, México y Uruguay. Finalmente, en esta edición del Congreso participaron investigadores y técnicos forestales de 20 países de los cinco continentes. Desde mi punto de vista, el Congreso Forestal Español ha permitido resaltar que la gestión forestal es una herramienta fundamental para favorecer la resiliencia, resistencia y restauración de los montes frente al cambio climático; que el sector debe fortalecer los servicios de los ecosistemas como base de la bioeconomía; que la investigación, junto con el desarrollo tecnológico y la innovación, es un elemento clave para el sector y que la comunicación entre sus diferentes actores debe fortalecerse. Además, como en ediciones anteriores, al finalizar el Congreso Forestal Español se presentó el avance del Informe de Situación del Bosque y del Sector Forestal en España, que estará disponible en su forma definitiva este otoño. Me gustaría expresar mi agradecimiento, en nombre del comité organizador, a todos los que ha facilitado la realización del Congreso Forestal Español, ya que este ha sido posible gracias al trabajo de muchos profesionales (organización, voluntarios, congresistas...) y a las ayudas económicas y logísticas de las administraciones (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; Junta de Extremadura, tanto su Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas
CFE. Pilar Valbuena
El CFE ha permitido resaltar que la gestión forestal es una herramienta fundamental para favorecer la resiliencia, resistencia y restauración de los montes frente al cambio climático; que el sector debe fortalecer los servicios de los ecosistemas como base de la bioeconomía; que la investigación, junto con el desarrollo tecnológico y la innovación, es un elemento clave para el sector y que la comunicación entre sus diferentes actores debe fortalecerse
Agrarias y Territorio como la de Economía e Infraestructuras; Diputación de Cáceres, y Ayuntamiento de Plasencia). Además de instituciones públicas, también nos han apoyado empresas y asociaciones empresariales, colegios profesionales, entidades de la sociedad civil, centros de investigación y universidades. De los participantes hemos recibido muchos elogios y parabienes; y algunas críticas. Los dos primeros, sin duda excesivos, y las críticas, merecidas. Solo puedo decir que hemos intentado hacerlo lo mejor posible, que hemos contado con la colaboración de un gran equipo de voluntarios y profesionales (ambos grupos muy bien valorados por los participantes en el Congreso) y con las facilidades dadas por nuestras administraciones, empresas y organizaciones. Estamos globalmente satisfechos con el resultado, pero también somos conscientes de que hay margen de mejora (especialmente en la disposición del espacio expositivo y en el cumplimiento de los horarios previstos en el programa), y queremos aprovechar esta experiencia para mejorar en la próxima edición. Ver al sector forestal en su diversidad participar en el Congreso Forestal Español ha sido una gran satisfacción para todo el equipo organizador. Reunir a todos estos actores del sector forestal en torno a la Sociedad Española de Ciencias Forestales para el Congreso Forestal Español y atraer jóvenes investigadores y técnicos ha sido una de nuestros premios en esta ardua tarea. Espero que nos podamos ver en el 8.o Congreso Forestal Español en Cataluña.
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
Ciencia y gestión forestal, transferencia y aplicación
Froilán Sevilla Martínez Doctor Ingeniero de Montes. Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos
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fuera de estos eventos y que no es fácil; la reunión de gestores e investigadores motiva que aflore esta queja, que en general no se expresa simplemente porque son dos mundos tan ajenos que no se creen necesitar. En este congreso se ha continuado con la tradición de presentar trabajos tanto científicos como de gestión, y eso creo que es bueno. Sin duda que habría muchos aspectos que mejorar, pero para mí la cuestión es mucho más esencial y supera con mucho el alcance de los congresos: la desconexión entre la investigación científica y la gestión forestal en España. La investigación forestal se realiza principalmente en universidades y centros tecnológicos o de investigación, y en su mayor parte depende de fondos públicos, lo que supone una debilidad y un primer factor de desapego
CFE. Pilar Valbuena
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no de los comentarios que más he oído respecto al 7.o Congreso Forestal Español es que han predominado las aportaciones científicas sobre otras que podrían ser más interesantes de cara a la gestión: estudios sobre aspectos en exceso concretos y con poca o dudosa aplicación práctica. Aunque es obvio que no todos los temas y no todas las formas de enfocarlos pueden atraer y gustar a todo el público, la organización del congreso en mesas temáticas, grupos de trabajo, excursiones y charlas más generales facilita que cada cual encuentre algo de su agrado, y creo que en realidad el problema es más profundo y de otra naturaleza: de hecho, los congresos forestales españoles siempre han procurado aunar ciencia y aplicación práctica, algo muy necesario, poco habitual
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con la gestión. Los investigadores se encuentran constreñidos en su actividad en función de la financiación que deriva de los proyectos a los que pueden acceder. Estos proyectos se generan y desarrollan según dinámicas que son ajenas a la gestión forestal ordinaria. Por su parte, los gestores, tanto públicos como privados, están muy condicionados por factores que limitan enormemente su capacidad de maniobra: rentabilidad de las explotaciones, motivaciones de los propietarios de los montes, mentalidad de la sociedad, normativa medioambiental, etc. Podría achacarse a esos factores el hecho de que no se aplique el mejor conocimiento científico posible, pero ese enfoque es demasiado complaciente si no se completa: lo cierto es que la ciencia no tiene respuestas adecuadas a muchos de los interrogantes de los gestores, y que estos, por diversas causas, entre las que se encuentran la inercia y la comodidad, tampoco son en absoluto proclives a cambiar sus formas de trabajo y de pensamiento. En cada zona concreta los gestores tienen lagunas de conocimiento que constriñen su gestión, pero raramente sus inquietudes generan proyectos de investigación, que en general provienen de grandes líneas de trabajo que solo tangencialmente coinciden con las demandas de los gestores. La gestión forestal se encuentra en muchas zonas de España reducida a unos niveles muy bajos, limitada por condicionantes que no son la falta de conocimientos científicos sino otras cuestiones de índole política, administrativa y socioeconómica. Las inercias y los prejuicios también pesan enormemente. Solo así se explica, por ejemplo, el injustificable retraso en la aplicación de claras que se ha dado, y que todavía continúa, en muchos bosques que tienen ahora medio siglo de edad, si no más, y en los que serían factibles económicamente, y muy convenientes ecológicamente, estos aprovechamientos; no es la falta de conocimiento lo que bloquea algo tan esencial como la ejecución de esas claras, y esto también ocurre con otros aspectos de la gestión. El hecho de que la gestión se vea afectada por otros graves condicionantes no debería impedir esa ligazón con la investigación, aunque es cierto que cuando la gestión está muy poco desarrollada las prioridades deben ser otras. Un hecho que favorece la desconexión entre gestión e investigación es que en esta última raramente se contextualizan sus trabajos, tanto desde el punto de vista espacial y temporal como porque no se incluyen la economía y la sociología como factores decisivos en los análisis, a pesar de que siempre lo son para la gestión. Esta idea está relacionada con otra, que es la preferencia por los estudios reduccionistas sobre los holísticos: estos últimos son mucho más difíciles de conducir, con resultados a más largo plazo, menos precisos y encajan mucho peor en las líneas editoriales de las revistas científicas. Los análisis del conjunto del ecosistema necesitan un marco conceptual muy diferente al que
Asistentes a una de las sesiones del último Congreso Forestal Español
se aplica en modelos teóricos, en sistemas de laboratorio o para aspectos muy concretos: el rigor estadístico que sirve para estos es inapropiado para sistemas complejos, que son los que manejan los gestores. Desgraciadamente, en la producción científica se ha dado más importancia al respeto de los métodos estandarizados, casi siempre cuantitativos, que a la capacidad de predicción, que debería ser la vara de medir; y en la gestión predominan las recetas sobre los análisis derivados del conocimiento técnico-científico. Las motivaciones que tienen en su trabajo diario investigadores y gestores, si no existe una coordinación superior, tienden a alejarlos hasta desarrollarse en mundos sin apenas conexión. La descentralización política y administrativa de España es un factor que en principio no tendría por qué ser negativo de cara a una mejor integración entre gestión e investigación, pero en la práctica bloquea cualquier opción de lograr que esa integración se pudiese lograr a nivel nacional; a ese nivel, los centros de investigación, como el INIA o el CSIC, dependen de una administración desligada de la gestión, sobre la que no tiene competencias. El papel de la Administración General del Estado ha quedado tan reducido en el sector forestal que cada comunidad autónoma aplica la política que juzga oportuna sin casi coordinación alguna. Incluso en los aspectos más básicos, como los que regula la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, es muy frecuente que cada comunidad autónoma los interprete a su manera o conveniencia, cuando no se ignoren completamente. A este respecto, una simple encuesta acerca de la ope-
Las motivaciones que tienen en su trabajo diario investigadores y gestores, si no existe una coordinación superior, tienden a alejarlos hasta desarrollarse en mundos sin apenas conexión Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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Soluciones ¿Soluciones? Evidentemente, difíciles. Desde estas páginas, solo instar a una cierta confluencia en los objetivos y a ampliar las perspectivas. Se hacen precisos enfoques a largo plazo en los que prime la mejora de la gestión, que debería ser un objetivo crucial no solo de los profesionales más directamente relacionados con ella sino también de la investigación, cuya finalidad última es más práctica de lo que cotidianamente transmite.
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ratividad real del fondo de mejoras de los montes de utilidad pública serviría como prueba de las enormes divergencias que se presentan en un aspecto tan esencial y con tanta tradición en la administración forestal española. Incluso dentro de cada comunidad autónoma existen grandes diferencias en función de las provincias, y no solo derivadas del reparto competencial (diputaciones forales vascas, cabildos insulares), sino en muchos casos simplemente producto de la falta de coordinación y de la tendencia a seguir cada técnico sus propios criterios y paradigmas; la falta de auténticos debates, de consensos, de claridad en las ideas y, sobre todo, de políticas a largo plazo, además de la tan española tendencia a la desorganización, se encuentran detrás de estos problemas. La proliferación de centros universitarios forestales, a todas luces excesiva, debería al menos haber servido para una conexión más cercana con los servicios forestales provinciales, pero de hecho esta es escasa. Probablemente, tener menos centros pero más potentes facilitaría abordar estudios más ambiciosos, tanto por su nivel geográfico como conceptual. Las administraciones forestales, con muy pocas excepciones, son precarias en personal, con pocos técnicos para gestionar amplias superficies, y con una burocracia creciente que deja muy poco margen para la mejora técnica y la investigación sobre de terreno. En las empresas privadas la situación de los técnicos a este respecto no es mejor. Existe un déficit en el proceso de formación de los gestores, y tampoco se promueven intercambios que son mucho más habituales en el mundo de la investigación. Todo en conjunto favorece las inercias y limita enormemente la innovación y la posible contribución de los gestores al avance científico. Por supuesto, no todo es negativo: existen ejemplos concretos de comunión fructífera entre ciencia y gestión, como se produce en los pinares de piñonero en la meseta del Duero, o con el creciente uso de la madera en construcción que se ha visto impulsada por estudios de tecnología de la madera. Pero falta una visión integral del problema y los elementos esenciales para avanzar.
Cada uno en su parcela (más grande o más pequeña) puede lograr progresos. El hecho de que una parte de la comunidad forestal compartamos ciertos nexos en ambos mundos (investigación y gestión) debería facilitar las cosas. No somos pocos los gestores que formamos parte de la Sociedad Española de Ciencias Forestales; aunque son menos, diría que escandalosamente escasos, también hay gestores que compaginan ese trabajo con el de profesor de universidad sobre temas forestales; los profesores comprometidos se preocupan por mantener el contacto con la realidad de los gestores, etc. Al final, el congreso forestal sirve para este fin de aproximar gestión e investigación, aunque solo sea por el hecho de encontrar viejos conocidos, adquirir nuevas amistades o contactos y, en general, porque lo que no son capaces de hacer las instituciones lo consiguen hasta cierto punto, y a una escala reducida, los grupos de personas: en un sector relativamente reducido como es todavía el forestal español, las relaciones personales sirven con frecuencia de catalizadores que al menos generan puntos de contacto entre investigación y gestión, pero sería necesario que estos nexos se produjesen a niveles superiores. Si por lo menos el congreso ha servido para tomar conciencia del problema de la desconexión entre ciencia y gestión, ya habría cumplido una importante función.
Se hacen precisos enfoques a largo plazo en los que prime la mejora de la gestión, que debería ser un objetivo crucial no solo de los profesionales más directamente relacionados con ella sino también de la investigación, cuya finalidad última es más práctica de lo que cotidianamente transmite. El hecho de que una parte de la comunidad forestal compartamos ciertos nexos en ambos mundos (investigación y gestión) debería facilitar las cosas 14
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
El monte al servicio de la sociedad Valentín Gómez Mampaso, Subdirector de Operaciones Forestales del Grupo Tragsa, repasa la trascendencia y significación de este congreso para todos los ámbitos del sector forestal
Valentín Gómez Mampaso Subdirector de Operaciones Forestales del Grupo Tragsa
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l pasado mes de julio se celebró el VII Congreso Forestal Español en Plasencia, organizado por la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF), la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres y el Ayuntamiento de Plasencia. El encuentro tuvo el apoyo fundamental del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y del Grupo Tragsa como principal patrocinador. Esta edición, al igual que las anteriores, ha sido un éxito por el poder de convocatoria, el número de asistentes y el amplio abanico de materias tratadas. El Congreso de Plasencia ha supuesto un trabajo ingente, no solamente logístico y administrativo, sino también en la elección de contenidos. Este año, la SECF y CESEFOR (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León) han realizado un trabajo francamente bueno, destacando la multitud de actividades que se han desarrollado simultáneamente. Seiscientas cincuenta comunicaciones, talleres, mesas temáticas, seminarios, etc. nos hacen ver el nivel que ha alcanzado este encuentro sectorial. Desde el primer Congreso Forestal en 1993, celebrado en Lourizán, todos han sido un éxito debido a varios factores; el primero es que se celebran cada cuatro años, tiempo suficiente para que haya habido novedades en todos los ámbitos del sector forestal, dando margen para preparar ponencias interesantes y documentadas. El segundo factor es que estos congresos aglutinan todas las ramas forestales que hay en España; universidad, investigación, administración y empresas, entre otras. En tercer lugar cabe destacar la multidisciplinaridad de los participantes, que permite obtener unas conclusiones y resultados más completos, al realizarse análisis
más detallados, con aportación de nuevas ideas y propuestas para mejorar la gestión y la política forestal. En el Grupo Tragsa, como patrocinadores del Congreso Forestal desde hace 16 años, hemos podido comprobar de primera mano los buenos resultados de la combinación de estos tres factores, que resultan determinantes en el éxito de este tipo de convocatorias. En los últimos tres congresos: Ávila, Vitoria y Plasencia, los lemas han sido respectivamente “Montes y Sociedad. Saber qué hacer”, “Montes, servicios y desarrollo rural” y “Servicios ambientales y bioeconomía”, es decir, que siempre se está considerando la relación del monte con la sociedad, por los servicios que presta, por el trabajo que puede crear y por los productos que genera. El monte es el objetivo de todos los congresos, trabajando para conseguir una adecuada conservación de los hábitats, mejorar la producción general, crear empleo, y de esta forma generar riqueza y proporcionar una mejor calidad de vida a los habitantes del medio rural. Después es necesario e imprescindible divulgar los avances que se logran y que se presentan en el congreso, nuevos productos y nuevas herramientas de gestión que nos permitan tener unos montes mejor gestionados y más productivos desde todos los puntos de vista. Aquí es donde todavía existe un importante camino por recorrer. Tenemos que acercar los resultados de este congreso al monte, a sus gestores y a los profesionales que trabajan en él. El Congreso Forestal ha sido capaz de representar de forma muy amplia al ámbito docente y científico, cuyos profesionales son los principales protagonistas del evento, primando las comunicaciones científico-técnicas frente a las experiencias prácticas; esto pue2017. N.o 69
de provocar que pasen desapercibidas aquellas ponencias que exponen sistemas novedosos de trabajo, resultados de nuevas aplicaciones sobre el terreno o presentan problemas de reciente aparición. Una de las mejoras a tener en cuenta para próximas ediciones es fomentar la presencia de la administración pública, así como de la empresa privada, convirtiendo esta cita en un foro igualmente útil para los profesionales que trabajan el monte y en el monte. La investigación y la docencia son muy importantes, pero el siguiente reto al que debe hacer frente el sector es ser capaz de llevar esa investigación a la aplicación práctica en nuestros montes. Este proceso, aunque lento, ya se ha hecho realidad en muchos de los trabajos que Tragsa realiza diariamente para la administración, y que han conseguido implantar nuevas formas de actuación en los bosques, que están cambiando poco a poco la gestión forestal hacia modos más sostenibles. El Grupo Tragsa desde sus comienzos ha apostado por un I+D+i relacionado con su actividad. Invertimos tres millones de euros al año en proyectos de investigación, muchos de los
cuales tienen que ver con la actividad forestal, como se ha visto con la alta participación de técnicos del grupo en el congreso. En estos momentos estamos trabajando en proyectos muy importantes que merece la pena comentar, pues sus resultados llegarán pronto al monte. Entre ellos se incluye el proyecto Advanced Forest Fire Fighting, fruto de la coordinación con 19 socios de nueve países y en cuyo seno se han desarrollado nuevas formas de lucha contra grandes incendios forestales; la investigación para la mejora del rendimiento de los recursos del ecosistema gallego de soutos de castaño, o nuevos métodos de desbroce y cosecha de material arbustivo con fines energéticos. Desde su primera edición, el Grupo Tragsa ha patrocinado con interés este evento, debido a nuestra permanente apuesta por el sector forestal, que lo hace para nosotros un encuentro imprescindible. El Congreso Forestal Español es una cita con la que nos sentimos plenamente identificados y a cuyas sucesivas ediciones seguiremos aportando nuestra capacidad empresarial y la experiencia acreditada de nuestros profesionales.
Una de las mejoras a tener en cuenta para próximas ediciones es fomentar la presencia de la administración pública, así como de la empresa privada, convirtiendo esta cita en un foro igualmente útil para los profesionales que trabajan el monte y en el monte. La investigación y la docencia son muy importantes, pero el siguiente reto al que debe hacer frente el sector es ser capaz de llevar esa investigación a la aplicación práctica en nuestros montes
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
Por un congreso integrador de todo el sector forestal
Pablo Sabín Galán José Luis Tomé Morán ingenieros de montes y socios de Agresta Sociedad Cooperativa
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En general hay que significar que la organización ha aprobado con nota; no es fácil coordinar un evento de esta magnitud. Como mejora para congresos venideros queremos remarcar que desde el punto de vista de quien invierte como expositor, contribuyendo a la financiación del Congreso, sería muy recomendable poder estar integrado en el mismo espacio físico. Este año hemos estado bastante solos pese a los esfuerzos de la organización, ubicados lejos del espacio de congresos, un poco a desmano y salvados únicamente por el efecto llamada del bar en las cañas de última hora. Como congresistas, y después de haber pasado por Zaragoza, Ávila, Vitoria y ahora por Plasencia, creemos que los Congresos forestales conservan gran homogeneidad en su estructura y contenidos, pero hay algunos aspectos de fondo que van cambiando. La dinámica del día a día del congresista se mantiene igual de frenética: saludas a
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e nuevo, tras cuatro años, hemos vuelto a encontrarnos en el Congreso Forestal una buena representación de lo que hoy entendemos por sector forestal. El Congreso se mantiene como punto de encuentro clave y un hito en el devenir de la actividad forestal que emerge cada cuatro años en una fuerte explosión de producción técnico-científica y además congrega en un ambiente muy agradable a una parte de los que tenemos el bosque como pasión y fuente de empleo. La verdad es que no hay como la presión de las fechas de entrega que nos recuerda la organización del Congreso Forestal, para que la comunidad técnica y científica nos pongamos las pilas con la elaboración de artículos. En el caso de Agresta hemos tenido que hacer un verdadero esfuerzo para encajar la participación con nuestro día a día productivo con 18 comunicaciones aceptadas, preparación de los talleres y el espacio expositivo.
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dos amigos que nos ves desde hace años, entras en una ponencia, vas corriendo a desayunar, entras en una mesa redonda, sales corriendo porque empieza otra ponencia, saludas a una excompañera de clase cuyo nombre ha quedado sepultado bajo años de profesión, picoteas, apuras con somnolencia las mesas redondas y ponencias de por la tarde, disfrutas de las cañas poniéndote al día de lo que pasa en regiones lejanas y te acuestas demasiado tarde una vez más, habiendo visto finalmente el 50 % de todo lo que habías previsto el día que por fin cayó en tus manos el programa. Como aspecto principal a destacar positivamente, desde nuestro punto de vista, el incremento progresivo de la calidad científica de las ponencias que muestran un sector más innovador y dinámico. En este aspecto creemos que hay que destacar la cada vez mayor labor de investigación realizada por empresas privadas que se suma al buen hacer tradicional de universidades, centros de investigación y centros tecnológicos. Hay que significar que la mayor parte de estas novedades vienen ligadas al uso de la teledetección para caracterizar distintos aspectos de las masas forestales y a la temática de incendios forestales, favorecidas por una apertura generalizada de la información disponible y el aumento de la capacidad de computación en los últimos años. En estos ámbitos se observa realmente una investigación transformadora, aspecto que en otras de las temáticas tradicionales no llega a vislumbrarse (selvicultura, aprovechamientos…), si bien la calidad científica se mantiene igualmente elevada. Lo que menos nos gusta del Congreso Forestal es darnos cuenta de lo alejado que está del sector de la economía y la generación de riqueza. Hoy en día la temática científica se encuentra centrada en el territorio: ecología, pastos, sanidad, inventario, ordenación, incendios, ordenación…, aunque esta es solo una parte de la realidad forestal. Podemos decir que aglutina la parte de la actividad forestal donde se invierte dinero; en general, dinero público. Mucho menos representados, y además desde un enfoque “externo,” están también los aprovechamientos y los productos forestales. Particularmente echamos en falta los actores que aglutinan las técnicas y maquinaria para el aprovechamiento, la transformación de las materias primas y la generación de productos tecnológicos. Esta parte de la economía forestal, la que tiene mayor peso económico, no encuentra interés en asistir al congreso. De hecho, en muchos casos, esto no se considera parte del sector (no hay más que ver dónde se ubican estas actividades dentro de la estructura organizativa de la mayor parte de las administraciones).
Reflexionando tras el congreso, uno de los aspectos más decepcionantes es sentir que hay pocos adeptos que se sumen a la causa de hacer que el sector forestal sea integrador de toda la cadena de valor, desde el monte hasta el producto que sale de una industria. De hecho, para nosotros aquí está uno de los principales retos actuales, ya que consideramos que es la única manera de que el congreso sea referente de un sector que pueda mirar con firmeza al futuro, donde se genere valor añadido que repercuta en unos trabajadores bien valorados. Otra cosa que echamos en falta es la asistencia de algunas personas relevantes dentro del sector, especialmente de muchos de los responsables de gestión territorial (fundamentalmente de la administración pública), pero también personal técnico de algunas empresas privadas. Quizás el congreso está muy bien armado como congreso científico, pero nos falta darle una vuelta de cara a convertirlo en un espacio de debate de todo el sector. Debate sobre dónde estamos y hacia dónde debe caminar el sector, poniendo en común las necesidades de usuarios finales y productores científicos con el fin de orientar mejor los retos reales de investigación. En este sentido creemos que el Congreso Forestal debe suponer un evento con mayor impacto de generación de opinión a través de puesta en común con la presencia de todos los actores. Por poner un ejemplo, participamos en un taller sobre movilización de recursos forestales donde se debatió en profundidad la situación actual. Sin embargo, siendo sinceros, se trata de un debate con poca trascendencia, ya que entre todos los asistentes se podrían contar con los dedos de una mano aquellos que realmente tienen capacidad de transformación en este aspecto. Es necesario además aprovechar mejor este espacio para la puesta en común de las políticas o estrategias contrastadas que funcionan. Asistimos a una España que en gestión forestal (por ejemplo) se mueve a 17 velocidades. Algunas CC. AA. van como gacelas y otras sin embargo van a paso de tortuga. Hay pocas oportunidades para intercambiar experiencias y el Congreso Forestal es un hito consolidado en el calendario del sector. ¿No es buen momento para poner conocimientos y experiencias en común y mejorar aprendiendo del vecino? El convertir al Congreso Forestal en un evento más transformador requiere emplear nuevos formatos. Desde este foro nos gustaría animar a la Sociedad de Ciencias Forestales a hacer suyos estos planteamientos en aras de aumentar la trasferencia de la componente científica, al tiempo que aprovechamos para felicitarlos por la organización de un evento tan complejo como imprescindible.
Como aspecto principal a destacar positivamente, el incremento progresivo de la calidad científica de las ponencias que muestran un sector más innovador y dinámico. En este aspecto creemos que hay que destacar la cada vez mayor labor de investigación realizada por empresas privadas que se suma al buen hacer tradicional de universidades, centros de investigación y centros tecnológicos Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
CFE lugar de encuentro científico-técnico
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nas semanas después del #7CFE, en el que desde Tecnosylva participamos como expositores, la revista Foresta nos pide que efectuemos un análisis del congreso y de nuestra participación. Empecemos por el propio congreso. ¿Es un congreso científico? ¿Es técnico? Pues parece tratar de cubrir ambas vertientes, lo que es un reto complicado de alcanzar. Por ello, es probable que no deje plenamente satisfechos ni a investigadores ni a técnicos, pero lo que es seguro es que consigue ser un punto de encuentro para todos ellos donde compartir abiertamente experiencias de las cuales todos podemos extraer conocimientos que aplicar en nuestro trabajo. Esto resulta complicado de conseguir, y lograrlo es mérito tanto de la organización como de los propios participantes, pero convierte a estos congresos en una oportunidad que debemos aprovechar todos los profesionales del sector. Pero no solo trata de conjugar los ámbitos científico y técnico, sino que temáticamente trata de abarcar una gran gama de materias que permiten recorrer las diferentes ramas del conocimiento forestal. Esto supone un complejo reto que debe ser objeto de merecido reconocimiento por el esfuerzo de organización que precisa. Un tercer reto viene derivado de la alta
Javier Blanco Martínez Departamento de Ingeniería
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participación. Ya antes del congreso, con más de 600 aportaciones técnico-científicas, se podía intuir que la afluencia de profesionales iba a ser masiva: casi mil congresistas tuvimos invadidas las calles de Plasencia. Todo esto permite valorar el esfuerzo necesario para abordar la complejidad que supone organizar un evento de este calibre y superar la dificultad de alcanzar todos los objetivos y llegar a todos los participantes. En cuanto a la implicación de los que asistimos, incidir en lo comentado anteriormente. El 7.o CFE ha sido un foro de encuentro entre profesionales, compañeros, colegas e incluso amigos, donde se han debatido un sinnúmero de aspectos relacionados con nuestra profesión. Las diferentes dinámicas que se plantearon probablemente ayudaron a que surgieran estos debates: en particular, las mesas redondas y los talleres, que buscaban la interacción entre participantes y asistentes. Esto es altamente enriquecedor para todos. Como aspecto diferente a anteriores ediciones merece la pena destacar la alta actividad en redes sociales antes, durante y después del congreso. Twitter en Plasencia era un hervidero la etiqueta #7CFE (con la que hemos iniciado este artículo), que llegó a ser tema del momento de la actualidad nacional. ¡Enhorabuena a todos los forestales activos!
El CFE parece tratar de cubrir las vertientes científica y técnica lo que es un reto complicado de alcanzar. Por ello, es probable que no deje plenamente satisfechos ni a investigadores ni a técnicos, pero lo que es seguro es que consigue ser un punto de encuentro para todos ellos 2017. N.o 69
Por lo que se refiere a nuestra participación, aportamos varias comunicaciones para exponer nuestros trabajos, principalmente en EE. UU., ligados al riesgo de incendios para aportar soluciones a compañías eléctricas, agencias forestales estatales y federales. También tuvimos aportaciones de trabajos realizados en España ligados a las modelizaciones de combustibles y dasométricas. Precisamente en este último aspecto fue donde se centró nuestra mayor presencia en el congreso. De la mano de nuestros amigos de föra forest technologies presentamos una iniciativa empresarial que hemos llamado remOTTO. Esta nueva aventura nace de la colaboración que llevamos manteniendo durante los últimos años en la aplicación de técnicas de percepción remota en la ingeniería forestal y territorial. Nos acompaña en este camino Spasa, compañía referente en la realización de vuelos fotogramétricos y LiDAR. Para presentar esta iniciativa común contratamos un estand en el pabellón de expositores. Y ahí viene nuestra principal crítica a la organización. Para los expositores supuso un importante esfuerzo económico montar este expositor. Pero la ubicación, en un pabellón separado del Palacio de Congresos donde se celebraron todas las sesiones técnicas,
Visita de Isabel García Tejerina al estand de Tecnosylva y föra Además, y también colaborando con föra, organizamos el taller Calibración de inventarios LiDAR para amortiguar los desfases temporales entre vuelo e inventario y para el cambio de escala regional-local. No podemos sino agradecer la participación de los asistentes, a los que hicimos trabajar de manera activa en el taller, en el que mediante un método Lombard tratamos de proponer una dinámica para interactuar y proponer soluciones a necesidades del uso de LiDAR en inventarios. Gracias a todos. Podéis ver el vídeo completo en la web del congreso.
hizo que la afluencia de los congresistas fuera menor de lo deseado. De hecho fue muy escasa. Somos y éramos conscientes de que visitar al grupo de expositores no es el objetivo principal de los asistentes al congreso. Por eso mismo, y consideramos que en justa compensación por el aporte económico que inyectamos a la organización, hubiera sido adecuado poder encontrar una ubicación que facilitara una mayor afluencia. Nos informaron de acciones encaminadas a instalarlos dentro del edificio del Palacio de Congresos, pero que no fue posible. Comentado el asunto con la organización durante los primeros días, se improvisaron algunas acciones para tratar de llevar a los participantes, pero a todas luces no cubrieron las expectativas que teníamos para mostrar tanto las potencialidades de remOTTO como los trabajos de föra, o las capacidades y soluciones de Tecnosylva para la gestión del riesgo de incendios, con las que buscamos ser un referente internacional en la materia: fiResponse® o Wildfire Analyst®. Los que pasaron por nuestro expositor pudieron interactuar con la SimTable, modelando el terreno de esta mesa de arena interactiva para, después, simular el comportamiento del fuego.
Fue un placer compartir estos días con los “föreros”. Esperamos que además, sea altamente productivo. Por último, participamos en dos talleres. Primero en Tecnologías de la información y la comunicación y gestión forestal sostenible, donde tratamos de explicar el uso GeoTICs para la divulgación de información forestal. Nosotros nos divertimos mucho tratando de enseñar información de páginas web… sin poder conectarnos a internet. Gracias, Eduardo, porque además de moderar luchaste como un jabato contra los elementos. Nuestra última participación fue en el taller Incendios forestales y desarrollo tecnológico: de la prevención a la
Entre las visitas, pudimos hablar unos minutos con la Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente
restauración, donde presentamos una intervención titulada “De la modelización a la gestión”, en la cual tratamos de recorrer diferentes utilidades de distintos modelos a lo largo del ciclo de gestión de incendios. También puede encontrarse el video completo del taller en la web del congreso. En conclusión: magnífica experiencia para compartir información y conocimiento, así como de reencuentros. Desde Tecnosylva tratamos de conseguir una participación activa, aunque nos quedamos con la espina clavada de la indebida ubicación y la consiguiente escasa afluencia a los diferentes expositores.
Participación en el taller organizado por Tecnosylva y föra
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
La comunicación del sector forestal y el 7.o CFE
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Equipo IADF
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ada cuatro años, los miembros de la familia forestal nos reunimos para hablar de asuntos de gran relevancia, asuntos que influyen de manera directa en sectores tan visibles como el turismo, la industria, los recursos hídricos o el cambio climático. Hablamos de los bosques, las montañas, los ríos, los animales y plantas que en ellos habitan, sus suelos y aguas. Asuntos que parecen carecer de interés social o político, pero que tenemos la obligación profesional y moral de llevar a cada debate y a cada mesa con el fin de hacer la pedagogía necesaria de cara a tomar conciencia de lo indispensables que son para un funcionamiento sostenible de la dinámica social y económica tanto de España como de un mundo globalizado. Los congresos forestales nacionales, a través de sus diferentes ediciones, han acercado posturas y expresado estas ideas, y nuestro alcance es cada vez mayor. Ya disponemos de herramientas para comunicar nuestros logros y nuestras propuestas. En este contexto de crisis social, económica y ecológica, parece que lo tenemos más fácil para encontrarnos, apoyarnos y formar un frente común, tal y como se está demostrando con plataformas como Juntos Por Los Bosques. Pero la concentración de energías que convergen en un congreso forestal nacional es insustituible. El 7.o Congreso Forestal Español ha permitido el encuentro entre conocidos, colaboradores, compañeros y amigos. Se ha mostrado de nuevo como un punto de confluencia, en el que nos ha llamado especialmente la atención cómo las nuevas generaciones de forestales vienen empujando y haciéndose hueco en un sector que parecía estar anclado. Aparte de mostrar nuevas caras, también nuevas tecnologías y herramientas se han
puesto sobre la mesa, y se ha demostrado que no solo la sociedad y los ecosistemas nos demandan nuevas soluciones, sino que estamos más que preparados para hacer frente a los grandes retos que se nos plantean en un escenario muy dinámico y difícilmente previsible. Disponemos de las capacidades científicas, técnicas y creativas precisas. Plasencia acogió a los participantes de este encuentro con los brazos más que abiertos, generando un marco inigualable para tan merecida fecha. Como todo aquel que recibe un equipo en pruebas, nos encontramos ante un impresionante Palacio de Congresos de Plasencia que no dejó a nadie indiferente. Visualmente impactante, sí es cierto que les resultó un tanto difícil adaptarse a sus espacios a organizadores, participantes, ponentes y expositores. La desconexión entre los estands de patrocinadores y los congresistas y sus sesiones se hizo especialmente patente por los 300 m de cuesta que nos separaban y la concentración de actividades en el Palacio. Los organizadores fueron acercando poco a poco a los congresistas a la feria y también al espacio de Iberforesta, mediante el desplazamiento de algunas actividades a estas áreas, así como mediante la incentivación de medidas de atracción tras la finalización de las sesiones a la cafetería de esta. Aun así, la feria se encontraba demasiadas horas desierta, con la única presencia en los expositores la de los servicios contratados por las administraciones públicas para sus espacios. Una verdadera pena. En el interior del palacio el ritmo era frenético. Los expositores necesitaban el apoyo de los incansables voluntarios para encontrar su sala, los oyentes cruzaban ponencias en curso a falta de pasillos, y casi no daba tiempo de parase a leer los pósters, de los que faltaron 2017. N.o 69
Cabe destacar la irrupción de nuevas corrientes de opinión que promulgan la necesidad de comunicar al exterior cuanto se cuece dentro de nuestra burbuja forestal. Comunicar nuestros proyectos, trabajos y descubrimientos ayuda a impulsar y reconocer nuestro sector, desaparecido a los ojos de este país desde la década de los 70 muchos por imprimirse, otros tantos por colocarse y muchos por encontrarse. Los pasillos se llenaban cada día de multitud de comunicaciones, sin apenas espacio (físico y temporal) para que los autores nos hablaran sobre ellos. En este sistema rotacional, el congresista podía perderse con facilidad. De la misma manera, podemos decir que las comunicaciones orales (mesas temáticas) disponían apenas del tiempo necesario para expresar el título y las primeras palabras del resumen. Generalmente, se echó en falta el espacio de interacción con el autor. Siempre nos quedará el debate acerca de si debe prevalecer la cantidad o la calidad. ¿Fueron suficientes los filtros aplicados? ¿Se trataba de temas actuales? ¿Nos repetimos con la misma aportación en diferentes espacios y formatos para terminar diciendo lo mismo? En cambio, sí resaltar que los talleres han sido como un rompehielos sobre la superficie helada. Un formato más fresco que ha introducido el debate sobre temas de actualidad ha proporcionado la participación de diferentes actores del sector, y ha puesto sobre la mesa nuevas propuestas de acción para dar respuesta a situaciones reales.
IDAF en el 7.o CFE IDAF es el Centro de Investigaciones Aplicadas al Desarrollo Agroforestal ubicado en el seno de la Universidad de Córdoba. Desde nuestra oficina técnica participamos en proyectos internacionales de consultoría, cooperación, investigación y formación. En este año 2017 no podíamos perdernos tan destacada cita para celebrar con todos vosotros, como patrocinadores del evento, los diez maravillosos años que cumplimos. Estos diez años han venido marcados por hacer que la innovación sea un proceso constructivo entre las entidades que demandan soluciones tecnológicas y mejora de su competitividad y aquellas cuya misión es la generación de un conocimiento relevante para la sociedad. Durante todo el congreso, en la feria de patrocinadores tuvimos la oportunidad de interactuar con los participantes que por allí pasaron, compartir con ellos nuestras propuestas, así como de mostrar nuestra oferta de servicios apoya-
En este aspecto, cabe destacar la irrupción de nuevas corrientes de opinión que promulgan la necesidad de comunicar al exterior cuanto se cuece dentro de nuestra burbuja forestal. ¿Puede ser que la llegada de una nueva generación, altamente conectada, sea la abanderada de este movimiento? Lo que sí es cierto es que no se puede desaprovechar la conectividad de los tiempos en que vivimos, y que tenemos a nuestro alcance la posibilidad de llegar de manera directa a un amplio espectro social que demanda más y mejor información. Comunicar nuestros proyectos, trabajos y descubrimientos ayuda a impulsar y reconocer nuestro sector, desaparecido a los ojos de este país desde la década de los 70. Mesas redondas y talleres dieron la oportunidad de hablar largo y tendido sobre las sinergias que se deben establecer entre universidades, administraciones y empresas para potenciar un sector que está elevando el ancla. Un sector que demanda soluciones actualizadas y necesita nuevas capacidades técnicas y creativas desde los profesionales emergentes, así como una adaptación definitiva y global a un mundo digitalizado.
dos en innovadoras tecnologías basadas en sensores remotos y la aplicación del Big Data con el fin de poner en manos del gestor las mejores técnicas de selvicultura adaptativa y de precisión. Par ticipamos como ponentes en el Taller de Comunicación Digital Forestal, explicando la importancia para las empresas forestales e instituciones de adentrarse en estos foros, ya que la transferencia de conocimiento es indispensable para la innovación y el desarrollo del sector. Tuvimos la oportunidad de aportar nuestro granito de arena en diferentes talleres, donde sumamos experiencias en temas tan relevantes como el inventario forestal o el uso de herramientas del Big Data y aplicación de las TIC para una gestión forestal sostenible. De manera impaciente, esperamos ya el siguiente encuentro para poder vernos de nuevo y seguir participando de este sector ágil y proactivo.
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
Reflexiones sobre el 7.º CFE de cara al 8.º CFE de 2021 en Cataluña
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Silvia Martínez, Lorena Guerra, Alberto Rojo y Marcos Estévez. FSC España
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rganizar un evento como este es extremadamente complejo, por eso consideramos que el trabajo realizado por la SECF, los comités y otros colaboradores antes, durante y después del 7CFE ha sido y es, en líneas generales, excelente. El Congreso Forestal Español (CFE) es la vía principal para divulgar la ciencia forestal en España de un modo directo entre todos los actores interesados. Es evidente que todo profesional debe velar por actualizar sus conocimientos y la lectura de información especializada es prácticamente obligada. Sin embargo, resulta difícil para la mayoría de los profesionales vinculados a la gestión forestal y al mercado de los productos forestales tener contacto personal directo con investigadores o expertos en áreas de conocimiento claves para su profesión. Esto se convierte en una desventaja significativa, ya que la transferencia de resultados de I+D+i a los profesionales del sector forestal puede considerarse más bien escasa. Por eso las ediciones del CFE son tan importantes para la actualización y divulgación de conocimientos a unos profesionales que, en ocasiones, se preocupan por su día a día pero desconocen herramientas y estudios que pueden mejorar significativamente su desempeño y sus resultados en pro del beneficio de sus clientes y del medio natural. Además, el CFE debe ser una fuente de conocimiento que favorezca un incremento de la innovación para ayudar a solventar muchas de las debilidades y problemas que afectan al sector y que, pese a los esfuerzos, no acaban de resolverse (por ejemplo, la insuficiente o a veces inadecuada gestión forestal de muchos de los montes españoles).
Otro aspecto trascendente del CFE es la necesaria implicación de las administraciones públicas a todos los niveles (nacional, autonómico, provincial, municipal) y de los partidos políticos en todo lo que tiene que ver con la gestión forestal, el mercado de los productos forestales y los servicios ambientales. Fue reconfortante comprobar como el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente participó activamente en muchos de los actos, incluso con la intervención de la ministra Isabel García Tejerina en la inauguración y del subdirecctor general de Silvicultura y Montes José Manuel Jaquotot Sáenz de Miera en la clausura. Además, el CFE debe ser punto de encuentro para afianzar iniciativas conjuntas de las entidades del sector forestal como Juntos por los Bosques. Por conversaciones mantenidas con ingenieros de montes, ingenieros forestales y otros actores del sector parece que una mayoría de los técnicos y de los gestores de los montes no asisten ni prestan especial atención a los congresos forestales, y tampoco consultan con posterioridad las actas. Por eso serían recomendables acciones de difusión posterior al congreso, dirigidas a todos los públicos, como por ejemplo la publicación sistemática de compilaciones de artículos por temáticas para simplificar el contenido y hacerlos más accesibles y sencillos para los técnicos y gestores. De cara a la organización del 8.o Congreso Forestal Español en Cataluña en el año 2021 podría explorarse la simplificación del programa para facilitar la asistencia de congresistas interesados en un tema específico (en el 7CFE ya se programaban 2017. N.o 69
las mesas temáticas por días, pero era bastante común que simultáneamente hubiese comunicaciones orales de interés semejante para un técnico gestor de montes, y debería procurarse que esto sucediese lo menos posible, simultaneando temas poco relacionados). Por ejemplo, el lunes y martes las comunicaciones orales de las mesas temáticas 1, 2 y 3 coincidieron en varias ocasiones impidiendo que una misma persona pudiera asistir a ponencias de su interés (temáticamente relacionadas) dada su simultaneidad en diferentes salas. Las exhibiciones de los pósters contaron, en general, con una baja afluencia. Parece recomendable explorar mejoras para aumentar la efectividad de esta dinámica: quizás combinar la presencia de los autores y su exposición a los interesados con rondas guiadas en las que los autores expliquen su póster en tres minutos a un grupo, con posibilidad de preguntas posteriores de interesados al margen del grupo, pudiese ser una opción. El contenido de las circulares y la información de la web y la aplicación han sido adecuados, pero sería deseable mejorar aún más si cabe la aplicación para móviles, así como explicar de modo breve y práctico (quizás con un vídeo de ejemplo) cómo emplear la información para programar la asistencia a las sesiones, concertar encuentros con otros congresistas, etc.
FSC en el 7.º CFE: compartiendo conocimiento sobre gestión forestal, mercado de productos forestales y servicios ambientales FSC España participó tanto en la preparación como en el desarrollo del 7.o Congreso Forestal Español de Plasencia (en adelante 7CFE). FSC fue uno de los 18 patrocinadores del 7CFE, nuestro patrocinio se visibilizó fundamentalmente por la aportación de los cuadernos de notas en papel certificado FSC fabricado en España por MIQUEL RIUS 1839, S. A. (Código de licencia FSC-C117653 y código de certificado FSC de cadena de custodia BV-COC-117653), que se incluyeron en el material entregado a cada uno de los congresistas. Además, FSC España dispuso de un punto de información en el Palacio de Congresos de Plasencia y en el expositor número 22 del Pabellón de Cristal, visitado por los asistentes al 7CFE, así como por los visitantes de la 3.a edición de la Feria Forestal Ibérica Iber-Foresta. Desde el punto de vista científico, FSC participó en el 7CFE presentando las tres siguientes comunicaciones técnicas que fueron aceptadas por el comité científico como pósters, y que se presentaron en las sesiones de los días 26, 27 y 29 de junio de 2017: • “El proceso de adaptación del estándar español de gestión forestal sostenible a los nuevos principios y criterios del FSC”, incluido en la mesa temática 2, Inventario y ordenación de montes. Enlace web al póster (https://goo. gl/wLNv35) y al artículo completo (https://goo.gl/PaZgPt) • “Ampliación del alcance de la certificación FSC de gestión forestal a los servicios ecosistémicos: contexto global y perspectivas de aplicación en España”, incluido en la mesa temática 3, “Gestión de montes: conservación y aprovechamiento”. Enlace web al póster (https://goo.gl/ e6NFZP) y al artículo completo (https://goo.gl/TxgRVA)
Los talleres también son susceptibles de ajuste para mejorar los resultados obtenidos. Por ejemplo, la información disponible a posteriori en la web del congreso en relación con los talleres no es homogénea; en algunos se accede a las ponencias en PDF, hay buenas y abundantes fotos y hasta vídeos en Youtube, mientras que en otros no hay más que un texto descriptivo. La coincidencia del 7CFE con Iber-Foresta generó, quizás, menos sinergias de las esperadas, puesto que la distancia existente entre el Palacio de Congresos, el Pabellón de Cristal (donde estaban los expositores del 7CFE) y la carpa de la Feria Iber-Foresta supuso una complicación que, unida a la gran cantidad de información suministrada a los congresistas, quizás disuadió a algunos de ellos de la visita de la feria o de los expositores del Pabellón de Cristal. Los talleres celebrados en la carpa de Iber-Foresta en ocasiones se dificultaban debido al ruido de la actividad de la feria, que no permitía una correcta audición de las ponencias ni de las preguntas de los asistentes. La emisión en línea de todas las sesiones parece recomendable, así como su publicación en canales como Youtube o Vimeo, para así facilitar el uso posterior de esos contenidos en el periodo entre congresos. Manteniendo el nivel del 7CFE y explorando algunas mejoras, el éxito del 8.o CFE de 2021 en Cataluña está garantizado.
• “Actualización 2016 de los costes de certificación FSC de la gestión forestal en España”, incluido en la mesa temática 10, economía y política forestal. Enlace web al póster (https://goo.gl/NoiXsB) y al artículo completo (https://goo.gl/GVxjwY) Por otra parte, la directora técnica de FSC España (Silvia Martínez) fue ponente en el “TALLER 5. Certificación forestal en España”, celebrado en la carpa de Iber-Foresta. Tanto el equipo técnico como varios miembros de la Junta directiva de FSC España asistieron a las comunicaciones orales, talleres y mesas redondas, participando en los debates y turnos de preguntas. También FSC España estuvo presente en las visitas de campo, la cena de gala y la clausura. El balance de esos intensos días, con multitud de conversaciones y encuentros, podemos calificarlo de muy positivo, por acercar la certificación de FSC al sector forestal español.
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ACTUALIDAD
7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
COSE en el 7.º Congreso Forestal Español
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Francisco Carreño Sandoval, Presidente de COSE
Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE
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l pasado 26 de junio, día en el que se inauguró el 7.o Congreso Forestal Español, COSE participó en un taller sobre Big Data para una gestión forestal sostenible. El valor de la información forestal y su activación socioeconómica, para analizar el manejo de la información; cantidad frente a calidad, accesibilidad y disponibilidad de los mismos, y el paso de los datos masivos (big data) a los datos inteligentes (smart data). Con una ponencia titulada necesidades de información de los propietarios y gestores forestales, a la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) le tocó acercar a los asistentes, entre ellos muchos investigadores y profesionales del sector, la realidad que se vive en el territorio, las carencias que encuentran los selvicultores y la información que echan en falta para su labor. Y es que no se concibe una correcta gestión sin una buena base de datos e información disponible y accesible. Si no se facilitan las herramientas necesarias a los propietarios y gestores de los espacios forestales (y la información es fundamental), la gestión, y por tanto, la conservación de las masas, se vuelve algo complejo. Nosotros percibimos el monte como un generador de recursos que necesitan ser gestionados de forma sostenible. Como todos sabemos, la naturaleza nos proporciona múltiples bienes y servicios esenciales para el bienestar humano y para el desarrollo socioeconómico de la sociedad. Es por ello que se hace necesario valorar lo que tenemos, lo que existe en el monte, para medir lo que producimos y consumimos, y hacer una correcta planificación y ordenación de los recursos. Para cuantificar los múltiples servicios generados por la gestión forestal sostenible necesitamos identificar de la ciencia nuevos
indicadores y métodos que permitan valorar los aspectos socioeconómicos y de mejora de la calidad de vida que aportan los montes gestionados: protección del suelo, cantidad y calidad del agua y del aire, paisaje, valor recreativo, empleo y riqueza, mitigación del cambio climático, reducción del riesgo de incendios, amortiguación del daño de las catástrofes naturales, productos forestales no madereros e incidencia en la salud humana. También necesitamos mejorar aspectos estadísticos a escala monte, como cortas anuales y existencias por comunidades autónomas y por especie, hectáreas repobladas según especie, consumo de madera per cápita, comercio de madera y sus productos y otros datos que nos proporcionen un reflejo de los gustos de la sociedad actual y de las tendencias de mercado. Querríamos desarrollar metodologías de recopilación de datos indispensables para caracterizar el sector forestal primario y crear un sistema de información permanente y viable a fin de que se pueda realizar un seguimiento y análisis socioeconómico de la evolución de la selvicultura (cuantificación de la producción forestal según destino; precios, costes de las principales operaciones en la selvicultura y en la explotación forestal; inversiones en selvicultura, facturación y cuentas de explotación de los selvicultores, y empleo generado en la selvicultura). Igualmente importante resulta disponer de unos indicadores para conocer la estructura de la propiedad forestal y poder definir qué es una explotación forestal y darle forma a la figura de selvicultor activo. Esto es fundamental para la vertebración del territorio, pues en España existen varios millones de propietarios forestales privados de muy diferente tipología en cuanto a la titularidad. Los esfuerzos por movilizar e incorporar al 2017. N.o 69
Requerimos una investigación aplicada que esté a nuestro alcance para solucionar los problemas que tenemos en la gestión del monte; plagas y enfermedades, incendios, nuevas prácticas forestales y herramientas para la adaptación y mitigación del cambio climático, indicadores para valorar tanto beneficios directos como indirectos y llevar la innovación al sector forestal español enorme colectivo de selvicultores a la gestión de los recursos forestales deben ser reconocidos y apoyados, pues sin su participación no es posible manejar los bosques. En el monte se tiene la sensación de que hay pocas cosas económicamente rentables. Sin embargo, la gestión e inversión forestal tiene un efecto positivo en el territorio y en la sociedad que hay que tener muy en cuenta. Sería deseable y muy positivo incorporar estos datos a la contabilidad nacional porque se trataría de una vía más que permita visualizar el valor de lo que los montes ofrecen. La Unión Europea pretende fomentar el uso de indicadores para medir y evaluar los resultados que con los recursos de las Políticas Estructurales se destinan a la gestión del territorio. Estamos pues en una etapa interesante para resolver un problema que tiene mucho de convencional, es decir, de relativamente fácil solución. La cuantificación del valor que generan nuestros montes, también los privados, tiene una vía muy sencilla para que aparezca en el PIB al igual que ocurre con la actividad en los montes públicos. Se trata de calcular el cociente resultante de dividir todas las partidas presupuestarias de las administraciones públicas destinadas a inversión y gestión de los montes públicos, que sí aparecen en el PIB, entre el número de hectáreas. Ese cociente sería un indicador del valor de lo que produce la superficie forestal privada, ya que es perfectamente asimilable la oferta de bienes y servicios directos e indirectos independientemente que se produzcan en terrenos forestales públicos o privados. En nuestra comunicación “Recursos públicos para los bienes y servicios públicos” incidíamos en esto mismo: Debido al creciente interés y la demanda de la sociedad hacia las funciones de los bosques y el mantenimiento de los servicios que generan, se requiere desarrollar políticas orientadas a la gestión del uso múltiple del monte con criterios de sostenibilidad, que pasa por el reconocimiento de la labor de los que cuidan esos espacios. A partir de este concepto fundamental se pueden deducir los demás: la multifuncionalidad, la integración de la planificación forestal en la ordenación del territorio, la cohesión territorial y la subsidiariedad, el fomento de las producciones forestales y del desarrollo rural, la conservación de la biodiversidad, los servicios ambientales…
Se debe tender hacia un diseño no cortoplacista constatando los resultados, sobre todo en un ámbito como el forestal, donde los períodos de maduración son a largo plazo. Los montes de particulares representan una fracción mayoritaria de la superficie forestal, y al igual que sucede con otras facetas del mundo rural, constituyen un universo olvidado por la mayoría de la población aunque generen externalidades y bienes y servicios indirectos de primera magnitud. Estas externalidades constituyen bienes públicos ofertados por agentes privados. Se trata de dinamizar y estimular que la oferta de bienes y servicios se optimicen en cantidad y calidad El reto es amplio, pues se trata de reconocer por parte de la sociedad el papel de los montes particulares para satisfacer las demandas sociales y normalizar la financiación de esa oferta de bienes de uso público con los correspondientes recursos públicos. Es evidente que la mayor parte de la población desconoce este papel, además de que existen lugares comunes y tópicos sobre la propiedad forestal privada que distorsionan nuestro quehacer. Nos gustaría avanzar en el desarrollo de una estrategia que traslade estos hechos a la sociedad y reconduzcan el discurso de tal manera que afloren estos mensajes eficientes y faciliten la gestión de una parte fundamental de nuestro territorio. Requerimos una investigación aplicada que esté a nuestro alcance para solucionar los problemas que tenemos en la gestión del monte; plagas y enfermedades, incendios, nuevas prácticas forestales y herramientas para la adaptación y mitigación del cambio climático, indicadores para valorar tanto beneficios directos como indirectos y llevar la innovación al sector forestal español. Hay aspectos científicos que, fuera del laboratorio, pueden ayudar a estructurar el sector. Nos gustaría un congreso forestal cercano, con más participación ciudadana y abierto para hacer comprender a la sociedad cómo se comportan realmente nuestras masas forestales, lo necesario que es actuar en ellas, y a la vez, que comunicar todo lo que se hace por nuestros bosques con un lenguaje más comprensible para el público en general.
Nos gustaría un congreso forestal cercano, con más participación ciudadana y abierto para hacer comprender a la sociedad cómo se comportan realmente nuestras masas forestales, lo necesario que es actuar en ellas, y comunicar todo lo que se hace por nuestros bosques Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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7.º congreso FORESTAL ESPAÑOL
Conclusiones finales del 7.o Congreso Forestal Español 1. La gestión forestal es una herramienta fundamental para favorecer la resiliencia, resistencia y restauración de los montes frente a perturbaciones asociadas al cambio climático. 2. El sector debe fortalecer los servicios de los ecosistemas como base de la bioeconomía en una situación de cambio ambiental y social que genera incertidumbre en la toma de decisiones. 3. La investigación, junto con el desarrollo tecnológico y la innovación, es un elemento clave para, desde un punto de vista interdisciplinar, dinamizar el sector y ayudar a la toma de decisiones fundamentadas. 4. La comunicación de la comunidad científica, y en particular de nuestra Sociedad científica, con el sector (administración, empresas, propietarios…) y la sociedad en general debe fortalecerse.
Sociedad Española de Ciencias Forestales
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• Una buena parte de la investigación en ecología forestal está volcada en comprender los efectos del cambio global en la vegetación y en los ecosistemas: cómo las diferentes funciones de las plantas (crecimiento, eficiencia en el uso del agua, etc.) responden al estrés, y qué repercusión puede tener en la biodiversidad, la producción, las áreas de distribución de las especies, su capacidad de persistencia, su carácter invasivo… • En este sentido, destaca un fuerte compromiso de trasladar los avances del conocimiento en aplicaciones para la gestión de los ecosistemas, y se están desarrollando herramientas y modelos para predecir los cambios en el futuro próximo, desde relaciones ecofisiológicas y de funcionamiento hasta modelos de distribución de especies que integran el clima de manera dinámica. Actualmente se está trabajando en esta línea a todas las escalas, desde celular a paisajística, y el reto es ser capaz de integrar la información obtenida por cada una de ellas. • Los análisis de variabilidad genética están abriendo un horizonte nuevo de
Ecología y biodiversidad forestal: del gen al paisaje
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conocimientos sobre los mecanismos de transmisión de los caracteres. La cuantificación de la variabilidad genética de las distintas poblaciones permite el establecimiento de áreas prioritarias de conservación según criterios de preservación de la diversidad genética y la selección adaptativa frente al cambio. Existen ya ejemplos exitosos de creación de áreas de conservación basados en estudios genéticos. • Si bien la información climática es abundante, las cartografías detalladas de suelos y su relación con la vegetación son escasos, a pesar de constituir una herramienta fundamental para la modelización tanto de la distribución potencial como de los caracteres cuantitativos de desarrollo de las especies forestales.
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mizar la incertidumbre que genera. • Las técnicas de optimización multicriterio continúan ganando importancia en nuestro ámbito, vinculadas a la relevancia de los servicios ecosistémicos que el bosque proporciona. Definir claramente los criterios y su importancia dentro de la función objetivo es un aspecto clave para la obtención de recomendaciones de gestión forestal mediante técnicas de optimización. • La combinación de las múltiples y diversas fuentes de información generadas en el pasado, y espe-
• Los servicios ecosistémicos de los sistemas forestales deben integrarse en los modelos selvícolas y en las decisiones técnicas de gestión. Para ello es necesario seguir avanzando en el estudio y cuantificación de la influencia de la gestión en cada uno de estos servicios. • Se ha producido un avance notable en el desarrollo de herramientas que facilitan el seguimiento de las masas forestales y la predicción de su evolución bajo diferentes escenarios de gestión y de cambio
climático, resaltando su utilidad para analizar las sinergias y compensaciones entre los distintos servicios ecosistémicos, así como entre las medidas de adaptación y mitigación. • Es destacable el esfuerzo realizado en el análisis de los efectos de los tratamientos selvícolas de mejora sobre el funcionamiento de los ecosistemas, especialmente sobre los ciclos biogeoquímicos y la biodiversidad. • La adaptación de las masas forestales al cambio climático si-
Ismael Muñoz
• La cuantificación de variables forestales a partir de datos provenientes de datos LiDAR aéreos es un área consolidada en el investigación forestal española. El reto futuro es el uso de la información generada en procesos de ordenación/planificación forestal. • La identificación del posible impacto del cambio climático a partir del análisis de escenarios a nivel regional debe ser integrada en la planificación a nivel estratégico, con el fin de mitigar impactos negativos de dicho cambio y mini-
Inventario y ordenación de montes
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cialmente en los últimos años, mediante la utilización de los nuevos avances tecnológicos en lo referente al uso de grandes bases de datos, nos abre nuevos horizontes en la resolución de problemas de planificación complejos.
Gestión de montes: conservación y aprovechamiento
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gue siendo un foco de interés, especialmente para el desarrollo y la evaluación de medidas de adaptación. La diversificación de especies y el fomento de las masas mixtas como una de estas medidas de adaptación ha sido objeto de gran atención, con estudios sobre la fase de regeneración de las masas forestales así como de tratamientos de mejora. • Es necesario diseñar estrategias de adaptación del sistema Dehesa -que ha sido un ejemplo de eficiencia y sostenibilidad- al cambio global, donde los condicionantes sociales y económicos serán especialmente críticos. La adecuada gestión ganadera y los tratamientos selvícolas y agrícolas en la dehesa son claves para mantener, mejorar y diversificar las producciones y su calidad, elemento clave para la conservación de este sistema agrosilvopastoral. • Se considera necesario seguir avanzando sobre las implicaciones que el aprovechamiento de la biomasa forestal para uso energético tiene para los ecosistemas forestales.
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• Es de gran importancia el estudio de la evolución de actuaciones pasadas de restauración hidrológica y forestal. En particular, tienen gran relevancia actuaciones pioneras ejemplares que debemos a ingenieros españoles. La valorización de esas actuaciones ilumina el presente y el futuro, siendo fuente de inspiración para investigadores y guía para los profesionales encargados de redactar nuevos proyectos. • La hidrología forestal debe desarrollar estrategias para optimizar los servicios hidrológicos del monte e integrarlos en la cadena de valor económico de los ecosistemas forestales. • La mejora de la calidad de planta de vivero destaca como uno de
Gestión de fauna: conservación y aprovechamiento
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• Es necesaria una gestión no fragmentada de la fauna, sino unitaria según áreas ecológicas afines. Se han detectado disfunciones entre objetivos de recuperación de especies de fauna y objetivos de la PAC, así como gestiones claramente distintas en territorios adyacentes. • El indudable aumento de las poblaciones de ungulados silvestres en toda España en las últimas décadas plantea el reto de saber “gestionar la abundancia”. Los problemas de sobrepoblación de estas especies no están convenientemente abordados. • Existen ejemplos de que las poblaciones cinegéticas bien gestionadas contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad (dispersión de semillas, mantenimiento de depredadores, etc.). Hay que incidir en el fomento de estos efectos positivos mediante un adecuado equilibrio poblacional.
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los aspectos más importantes en repoblación forestal. Es un activo campo de investigación, con enfoques en los diversos factores que influyen en un mejor comportamiento de las plantas, particularmente su tamaño, su estado nutricional y aspectos relacionados con la calidad genética como la resistencia a enfermedades o la diversidad genética. • Al igual que en el caso de la restauración hidrológica y forestal, el estudio sistemático de experiencias pasadas ha permitido establecer una relación entre incrementos de tamaño de planta e incrementos de supervivencia. Al mismo tiempo, sigue siendo importante investigar casos particulares, en especial los relativos
• El tipo de incendio está cambiando. Cada vez son más frecuentes los incendios de gran tamaño y de elevada gravedad con gran riesgo de afectación a la interfaz urbanoforestal. Además, en un contexto de cambio climático, se está alargando también la época de alto riesgo de incendio. Por lo tanto, las consecuencias ambientales, económicas y sociales empeorarán en el futuro y debemos prepararnos. • Es necesario, por tanto, una mejor comprensión del papel jugado por los combustibles y un mejor conocimiento del comportamiento del fuego para planificar las actividades de prevención y extinción de manera más eficiente. • Se está produciendo un cambio de paradigma en el ámbito científico, aceptando el papel natural del fue-
Hidrología, repoblación y restauración forestal
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a condiciones de restricción hídrica, como los referidos al uso de tubos protectores o acolchados para la mejora del establecimiento en estas condiciones. Finalmente, progresos en micropropagación ya permiten la obtención a escala comercial de plantas de castaño resistentes a enfermedades, y el uso de nuevas tecnologías NIR, la mejora del proceso de evaluación de calidad de planta.
Incendios forestales
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go en la conservación de muchos ecosistemas forestales, así como su uso como herramienta tanto para la gestión del territorio como para la extinción. Hace falta que ese cambio de mentalidad llegue también a la sociedad. • Ante un incremento del impacto ecológico de los incendios forestales, la rehabilitación urgente de las áreas afectadas se plantea como una tarea necesaria para recuperar el papel que juegan los bosques como sumideros de carbono.
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arraigado en las poblaciones que los sustentan desde siglos. Las peculiaridades de estos territorios obligan, necesariamente, a una gestión y a un conocimiento específicos que intenten aunar todas las sensibilidades. Además, el acceso y la demanda de sociedades cada vez más urbanas sobre este tipo de espacios forestales (protegidos o no) es un aspecto que se debe incorporar a la gestión. • Uno de los mayores retos del futuro estará asociado al desarrollo de nuevas técnicas de inventario y monitoreo y a la puesta a punto de metodologías de evaluación para su aplicación en la gestión diaria del territorio. A este aspecto cla-
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• Existe una clara preocupación por buscar sistemas de control alternativos a los métodos tradicionales, tales como utilizar las defensas naturales de las plantas o novedosos sistemas de control biológico con hongos endófitos, lo que refleja una mayor sensibilidad por una gestión fitosanitaria sostenible.
Paisaje y territorio. Espacios protegidos
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ve hay que añadirle la necesidad de evaluar de alguna manera los servicios ecosistémicos que ofrecen estos espacios y sistemas forestales. El conjunto naturalezauso social-mundo urbano va a ser progresivamente más complejo en las próximas décadas, y por ello habrá necesariamente que buscar las respuestas adecuadas.
Ismael Muñoz
• La gestión forestal en espacios naturales protegidos es especialmente relevante en países como España, donde el 27 % de su superficie está vinculada a un lugar con figura de protección (Espacio Natural Protegido o Red Natura 2000), muy por encima de la media de países europeos. La superficie total con esas figuras de protección supera los 15 millones de ha. A cargo de esa superficie forestal van aspectos tan importantes como la biodiversidad, el paisaje, la fijación de carbono o la protección del ciclo hidrológico, entre otros. En muchos casos, estos espacios protegidos cuentan con un uso tradicional del territorio fuertemente
Sanidad forestal
Ismael Muñoz
• Los principales problemas sanitarios de nuestros bosques son ocasionados por especies invasoras. La mayoría de las comunicaciones presentadas abordan problemas de este tipo. • Se observa una incipiente preocupación por el aumento de la vulnerabilidad de algunas especies arbóreas debido al efecto del cambio climático. • Existe una mayor preocupación por parte de nuestros investigadores por entender la interacción plantainsecto/patógeno y el papel de las comunidades asociadas en dicha interacción, lo que podría abrir en el futuro nuevas vías de control.
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• Se ha presentado la necesidad de un conocimiento de los parámetros clave para la producción de corcho centrados principalmente en su producto más valorado, el tapón de calidad, con gran demanda dado el crecimiento de la producción de vino embotellado a nivel mundial. Se plantean como principales parámetros el índice de crecimiento y su variación en escenarios de cambio climático con periodos cada vez más secos, la porosidad lenticelar y el comportamiento del tapón en relación a la estanqueidad de la botella y a la transferencia del oxígeno al vino. • El empleo de la madera en la construcción sostenible es cada vez mayor; los retos se centran en conseguir una superior durabilidad de la madera en el exterior, valorando la influencia del clima, la especie y el diseño constructivo. Es necesario crear una base de datos de valores ambientales de los productos de madera clasificados y caracterizados de cara a una correcta prescripción en las soluciones constructivas. Deben ampliarse los estudios que ofrezcan datos de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de productos de madera a nivel nacional. • El uso creciente de la biomasa es una realidad del sector energético y forestal, que además evita la
emisión de CO2, contribuyendo a la reducción de los gases de efecto invernadero y de los incendios forestales. El estudio y el desarrollo de tecnologías innovadoras que ayuden a la gestión de las masas forestales de matorral durante el desbroce y la cosecha ponen de manifiesto la necesidad de realizar mejoras en los prototipos existentes con el fin de conseguir mejores rendimientos y un trabajo de calidad a un coste razonable. • Se han planteado las posibilidades de plantaciones de especies de Quercus mediterráneas para la producción intensiva de bellotas. Los principales retos se centran en desarrollar programas de mejora genética y de la propagación asexual del género, además de
• El cambio climático constituye una de las amenazas que ha conducido al desarrollo de la Bioeconomía. El objetivo es cubrir las necesidades de las personas (alimento, energía, etc.) sin comprometer el planeta. Para que la gestión forestal sea sostenible económica, social y medioambientalmente se están llevando a cabo numerosos trabajos científicos, tanto de medición o cuantificación de los servicios ambientales de los sistemas forestales como de valoración económica de los mismos (captura de CO2, provisión de agua, preservación de la biodiversidad, etc.). La sostenibilidad requiere concertar
entre propietarios, gobierno y consumidores los pagos asociados al consumo de dichos servicios ambientales. • En cuanto a la cuantificación de los servicios ambientales, se han realizado estudios que demuestran que la actuación selvícola conlleva, con respecto a la ausencia de gestión, un mayor aumento del almacén de CO2, especialmente en masas con peor calidad de estación, lo que destaca la importancia de la gestión forestal. Sin embargo, la importancia del sector forestal no viene marcada por uno solo de los bienes y servicios que proporciona el bosque, por muy importante que
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Ismael Muñoz
Productos e industrias forestales
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conocer las necesidades hídricas, nutricionales y hormonales en los fenómenos de inducción y diferenciación floral y en la producción de frutos. Se deberá analizar la respuesta de los clones al manejo intensivo para conseguir un producto que sea asequible, en precio, al mercado de demanda. Una línea biotecnológica a desarrollar será la consecución de patrones monoclonales que confieran homogeneidad a las plantaciones. • La resina es un producto natural de gran potencial a nivel nacional y cuya demanda es creciente a nivel mundial debido a sus múltiples campos de aplicación. Los estudios sobre el aprovechamiento resinero en zonas apenas explotadas como Galicia y otras de larga tradición de extracción como Segovia ponen de manifiesto la necesidad de iniciar líneas de investigación que posibiliten la innovación del sector con métodos de extracción en contenedor cerrado en el que el binomio produccióncalidad sea rentable.
Economía y política forestal
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este sea, sino por la unión del gran número de bienes y servicios con los que una masa forestal bien gestionada puede contribuir a la sociedad. Por este motivo, es de vital importancia dotar al sector de herramientas que permitan tomar en consideración los distintos bienes y servicios generados por el bosque.
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TÉCNICA
COLABORACIÓN
Mitigación del cambio climático en el sector forestal El cambio climático está causado impactos en los sistemas naturales y humanos de todos los continentes; se está produciendo un cambio en el clima, y se va a seguir produciendo, con mayor o menor intensidad en función de los esfuerzos que se haga para mitigarlo. El sector forestal es clave en esa mitigación, ya que los bosques son sumideros de carbono. La gestión que se haga puede incrementar o reducir la mitigación; medidas como la defensa de los montes, la reforestación, el fomento de productos forestales duraderos o las actuaciones selvícolas tienen una relación directa con la mitigación del cambio climático, que es preciso tener en cuenta en la toma de decisiones. Palabras clave: Mitigación del cambio climático; gestión forestal
Introducción l clima no ha sido constante a lo largo del tiempo, pero desde la década de 1950 se está produciendo un calentamiento del sistema climático inequívoco, con cambios que no tienen precedentes en los últimos milenios (Stocker et al. 2013); la atmósfera y los océanos se han calentado, la cantidad de nieve y hielo ha disminuido, el nivel del mar ha subido y la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) se ha incrementado. Se trata de un suceso anómalo que solo puede atribuirse a la acción humana, por incremento de GEI por emisiones antropogénicas; el efecto invernadero natural se ha intensificado por acciones como la quema de combustibles fósiles, la agricultura, la ganadería o la deforestación. En los últimos decenios, los cambios en el clima han causado impactos en los sistemas naturales y humanos en todos los continentes
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Álvaro Enríquez de Salamanca Ingeniero Técnico Forestal y Doctor en Ciencias Ambientales DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, S. L.
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y océanos, afectando a la población y las especies de flora y fauna, y poniendo de relieve la vulnerabilidad y la exposición de algunos ecosistemas y muchos sistemas humanos a la actual variabilidad climática (IPCC 2014). En la Región Mediterránea (OECC 2013) se prevé: (i) un incremento de temperatura superior a la media europea, más pronunciado en los meses estivales (en el escenario climático más desfavorable a finales del siglo XXI el incrementos medio sería de 3,8 oC en invierno y 6,0 oC en verano); (ii) una reducción de la precipitación anual en la Península Ibérica, más acusada cuanto más al sur, con una fuerte reducción en los meses estivales (para el supuesto más desfavorable, la reducción media sería del 12 % en invierno y del 24 % en verano a finales del siglo XXI); (iii) un aumento de extremos relacionados con precipitaciones de origen tormentoso.
2017. N.o 69
Para evitar que se cumplan estas previsiones tan desfavorables es precisa una mitigación muy intensa. Concepto de mitigación Mitigar en un sentido lingüístico es moderar, aplacar, disminuir o suavizar. Sin embargo, en el ámbito ambiental, y sobre todo en referencia al cambio climático, ese concepto es más amplio, e incluye también prevenir y compensar. Se establecen así tres tipos de medidas de mitigación: - Mitigación preventiva, para evitar los impactos antes de que se produzcan. En el caso del cambio climático se busca evitar o reducir las emisiones de GEI y evitar la destrucción de sumideros. Es el tipo de mitigación más deseable, ya que evita la generación de impactos. - Mitigación correctiva, cuyo objetivo es corregir, atenuar o minimizar impactos inevitables. Respecto al cambio climático su uso es limitado porque una vez se emite un GEI no hay corrección posible. Su aplicación se centra en la recuperación de sumideros vivos afectados. - Mitigación compensatoria, cuyo objetivo es crear nuevos valores o medidas positivas para un recurso que compensen una pérdida inevitable de dicho recurso. Se pueden compensar la emisión de GEI con la creación de nuevos sumideros.
Evitar los impactos (prevención)
Minimizar los impactos (corrección)
Compensar los impactos (compensación) Fig. 1. Jerarquía de la mitigación
Estas medidas siguen una jerarquía, que establece un orden de prioridad, de manera que primero se deben evitar los impactos, luego minimizarlos y finalmente compensarlos (Fig. 1). Almacén y secuestro de carbono Los vegetales absorben CO2 mediante la fotosíntesis y lo fijan en sus tejidos mediante el crecimiento. A su vez, al morir esos tejidos se descomponen en el suelo, liberándose CO2 por el proceso de respiración de este, más intenso cuanto mayor sea el aporte de carbono y el crecimiento de la vegetación (Schlesinger & Andrews 2000). Existen dos conceptos básicos para entender el papel de los bosques en la mitigación del cambio climático, el
almacenaje de carbono y el secuestro de carbono. El almacén es la cantidad de carbono fijado por la vegetación en un determinado momento. El secuestro de carbono es la cantidad de carbono que está fijando la vegetación en un determinado momento. El almacén y el secuestro de carbono difieren; los bosques maduros, con árboles de gran edad, disponen de un gran almacén de carbono, pero su crecimiento suele ser moderado, por lo que la tasa de secuestro es poco intensa. Los bosques jóvenes tienen menor carbono almacenado pero un crecimiento más vigoroso, a la vez que una elevada tasa de secuestro. Ambos factores están determinados por la especie, la edad y la estructura de la masa. Existe un número creciente de trabajos donde se valora el potencial de fijación de carbono de la vegetación en España, tanto de los bosques como de los matorrales, que sirven de base para determinar la pérdida tanto de carbono fijado (almacén) como de capacidad de absorción. Algunos ejemplos son Montero et al. (2005), Agudo et al. (2007), CITAA (2008), Alías et al. (2009) o Muñoz-Rojas et al. (2011). Estos últimos autores, por ejemplo, aportan valores de densidad de carbono (stock) para Andalucía de 3,04 t/ha en pastizales, 8,22 t/ha en dehesas, 17,74 t/ha en matorrales, 28,24 t/ ha en bosques de frondosas o 59,48 t/ ha en bosques de coníferas.
Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural
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Mitigación del cambio climático en el sector forestal e todos los sectores incluidos en los inventarios de GEI, el único que es un sumidero neto, con balance positivo entre el almacenamiento y la emisión de carbono (EEA 2014), es el de las actividades de uso del suelo y selvicultura o LULUCF (Land Use, Land Use Change and Forestry). En 2014 el sector LULUCF en España tuvo una emisión de GEI de 3.014 kt CO2-eq y una absorción de 34.515 kt CO2-eq, con un balance neto de -31.501 kt CO2-eq (MAPAMA 2016), casi el 10 % del total de emisiones del país. Dentro de las actividades LULUCF, el sector forestal es esencial. Los bosques europeos se han recuperado después de siglos de degradación, incrementando su superficie y volumen de madera (EEA 2008), aunque con signos de saturación (Nabuurus et al. 2013). En España, los bosques crecen anualmente 20.911.786 t de materia seca, y solo se extrae el 25,5 %; solo en las principales especies arbóreas, los bosques españoles fijan anualmente 75.143.536 t CO2 (Montero et al. 2005). Hay diversas recomendaciones sobre cómo mitigar el cambio climático a través de actividades LULUCF, en especial en el sector forestal (Tabla 1).
D
Influencia de la gestión forestal en la mitigación a gestión forestal y los tratamientos selvícolas y culturales aplicados a las masas tienen una repercusión directa en el almacenado de carbono y en el potencial de secuestro. En España, y en general en todos los países desarrollados, el objetivo prioritario en la gestión de las masas forestales es su preservación y continuidad, no existiendo riesgos de deforestación asociados a la gestión (aunque sí a los incendios forestales), al existir una legislación y una larga tradición forestal que lo evita. Sin embargo, dentro de esa conservación y mejora de la masa, hay distintas actuaciones que influyen positiva o negativamente en el almacenado de carbono y en la capacidad de secuestro (Tabla 2). El que algunas medidas influyan negativamente no quiere decir que deban ser evitadas, ya que pueden tener otras ventajas. Por ejemplo, las actuaciones preventivas frente a incendios forestales implican una reducción de la carga
L
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Referencias
Medidas Incremento de la cubierta forestal, restauración de la vegetación y reforestación I+D sobre el papel del sector forestal en la captura de GEI Medidas de prevención de incendios forestales
1, 2, 3, 4, 5 1 1, 4, 5
Gestión forestal sostenible y cambios en la gestión
1, 2, 3, 4
Protección de los bosques y evitar la deforestación
2, 3, 4
Uso de la madera: productos de larga duración y uso en la construcción Uso de la biomasa para reemplazar combustibles fósiles
2, 5 2, 3, 4, 5
Asegurar el empleo de turnos óptimos y reducción de la intensidad de corta
4
Sacar el ganado fuera de los bosques
4
Utilizar diversas especies en la reforestación
4
Plantar y proteger áreas vulnerables
4
Prevención de plagas y enfermedades
5
Maximización de los productos forestales
4
Fertilización sostenible
5
Fomentar la participación del sector privado
1
Promover el Fondo del Patrimonio Natural
1
Desarrollar un sistema de información sobre el C absorbido en el sector LULUCF
1
Tabla 1. Medidas de mitigación del cambio climático en el sector forestal. Fuente: Enríquez de Salamanca et al. (2017b) [1 MMA (2007); 2 MAGRAMA (2015); 3 Trines (2006); 4 Vickers et al. (2012); 5 COSE (2008)]
de combustible, y con ello del carbono almacenado, con influencia negativa en cuanto a la mitigación; pero no acometer estas actuaciones implica un mayor riesgo de incendio, que si se produce da lugar a la eliminación de todo el almacén de la masa, convirtiéndolo mayoritariamente en GEI por medio de su combustión. Por otra parte, medidas que influyen positivamente pueden tener efectos indeseados. Por ejemplo, la fertilización y el riego incrementan los crecimientos de la vegetación, pero en el primer caso se emite N2O del fertilizante y CO2 en su fabricación (ambos GEI), y en el segundo se pueden generar impactos en la obtención del agua. No hay por tanto reglas fijas en su aplicación, pero el gestor forestal debe ser consciente de las repercusiones de sus decisiones sobre el almacenado y secuestro de carbono, para incorporar esas consideraciones dentro del proceso de toma de decisiones. Mitigación compensatoria en el sector forestal Tipos de mitigación compensatoria La compensación ambiental consis-
te en la adopción de medidas ambientales positivas para corregir, equilibrar o remediar la pérdida de recursos ambientales (Cowell 2000) o crear nuevos valores iguales a los perdidos (Kuiper 1997). La mitigación compensatoria del cambio climático en el sector forestal se puede acometer desde dos grandes perspectivas: secuestrar carbono o evitar nuevas emisiones (Fig. 2). Secuestro de carbono en sumideros vivos El secuestro de carbono por medio de sumideros vivos se basa en fomentar el desarrollo de vegetación, que absorba CO2 atmosférico mediante la fotosíntesis transformándolo en materia vegetal. Existen diferentes posibilidades de actuación. Gestión forestal Como se ha señalado, existen numerosas actuaciones de gestión forestal que incrementan o reducen el almacén y el secuestro de carbono. Aplicar de forma premeditada medidas que incrementen ambos aspectos, obteniendo beneficios añadidos que 2017. N.o 69
Medida
Influencia en el stock de carbono
Influencia en el secuestro de carbono
Influencia en otros factores
Cambio del turno de corta
En general, mayor almacenado con turnos largos
Los turnos largos reducen el crecimiento medio de la masa con la edad
Influencia en el tipo de madera obtenida
Cambio del turno de claras o podas
En general, menor almacenado a mayor frecuencia de cortas
Dependerá del crecimiento inducido
Influencia en calidad madera y crecimiento de la masa
Intensidad de cortas y claras
En general, menor almacenado a mayor intensidad de cortas
Depende de crecimiento inducido. Normal: reducción
Influencia en el crecimiento de la masa y su edad media
Cambio de densidad de la masa
En general, mayor almacenado con densidad alta, aunque pueden ser pies finos (poco volumen)
Más competencia con alta densidad: crecen en altura pero menos en diámetro
Influencia en riesgo incendio y regeneración de la masa
Desbroce de matorral, fajas y cortafuegos
Pérdida de almacén
Pérdida de vegetación con capacidad de secuestro
Reducción del riesgo de incendio y de pérdida súbita de almacén y secuestro
Retirada del ganado de zonas forestales
Aumento del almacenado a medio y largo plazo
Mejora de la regeneración y crecimiento del matorral
Mejor regeneración, mayor riesgo de incendio
Uso cinegético
Más presión en vegetación sin uso cinegético
Más presión en vegetación sin uso cinegético
Influencia positiva/negativa en la comunidad animal
Escamonda (poda de ramas muertas)
Pérdida de almacén
Sin influencia (ramas muertas)
Reducción del riesgo de incendios
Poda de ramas vivas
Pérdida de almacén
Pérdida de crecimiento en ramas bajas Menor riesgo de incendios, mejor y mejora apical crecimiento apical
Plantaciones y siembras
Aumento del almacén, sobre todo a medio y largo plazo
Aumento del secuestro, sobre todo a medio plazo
Apoyo a la regeneración, aumento de la diversidad, aumento de la densidad
Erradicación de especies invasoras
Pérdida de almacén, al menos a corto y medio plazo
Pérdida de secuestro de invasoras; reducción de competencia a espontáneas
Evita cambios en ecosistema por la invasión biológica
Eliminación de residuos: quema
Pérdida de almacén
Sin influencia (residuo muerto)
Contribución al cambio climático por emisión CO2
Eliminación de residuos: trituración
Incorporación al suelo con cierta pérdida de carbono
Sin influencia (residuo muerto)
Mejora fertilidad de suelos; reduce emisión de CO2
Fertilización
Aumento del almacén a medio y largo plazo
Mayor crecimiento y fijación de carbono en plantaciones
Emisión N2O del fertilizante y CO2 en su fabricación
Riego
Aumento del almacén a medio y largo plazo
Mayor crecimiento y fijación de carbono, mayor garantía de arraigo en plantaciones
Impactos consumo de agua (ecosistemas, biodiversidad)
Control de plagas y enfermedades
Mayor garantía de mantenimiento del almacén
Crecimiento menor con plagas o enfermedades
Reducción de mortandad o de la pérdida de vigor
Tabla 2. Influencia de la gestión forestal en el almacenado y secuestro de carbono. Fuente: Adaptado de Enríquez de Salamanca (2017) Abajo: Fig. 2. Mitigación compensatoria en el sector forestal
no ocurrirían sin su aplicación (lo que se denomina adicionalidad), es una forma de realizar una compensación ambiental. Reforestación La reforestación puede utilizarse como medida compensatoria para crear nuevos bosques o mejorar los existentes, incrementando su densidad o composición. Es importante aunar secuestro y biodiversidad, ya que maximizar el primero (por ejemplo, plantaciones de especies exóticas) puede generar impactos ecológicos indeseados. En
Mitigación compensatoria en el sector forestal
Reducción de la concentración de CO2 en la atmósfera
Secuestro en sumideros vivos (vegetación)
Evitar la generación de emisiones ex situ
Evitar la destrucción de sumideros de carbono (deforestación evitada)
Fijación en el suelo
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España, un problema para la compensación mediante reforestación es el lento crecimiento de los árboles en clima mediterráneo, que limita el potencial forestal (Nabuurs & Schelhaas 2002); eso ha llevado a un creciente interés por el matorral y la agricultura como sumideros (Agudo et al. 2007, CITAA 2008, Alías et al. 2009). La reforestación para compensar GEI puede competir con la agricultura; alternativas basadas en usos del suelo pueden contribuir un 13 a 52 % del objetivo de reducir un 20 % los GEI en 2020, pero requerirían que el 8 a 30 % de tierras agrícolas de la UE-25 fueran reforestadas o destinadas a cultivos bioenergéticos (Ovando & Caparrós 2009). En Estados Unidos, pagos por encima de USD 50 por t CO2 podrían reducir las emisiones de GEI más de 700 millones t CO2-eq por año, pero implicaría la reducción de la superficie agrícola un 10 % o más (Jackson & Baker 2010). España tiene una gran superficie de tierras agrícolas marginales y eriales susceptibles de ser reforestadas, y se esperan altas tasas de abandono en los próximos 25 años en Europa (EFTEC et al. 2010). También es favorable el tamaño del país, la gran superficie agrícola y forestal y la densidad de población menor que la media de la UE28. Con una adecuada planificación es posible reforestar amplias superficies de territorio sin que eso suponga un conflicto con la agricultura. Sistemas agroforestales Los sistemas agroforestales combinan el uso agrícola o ganadero con la presencia de arbolado, permitiendo la
Especie Pinus pinaster
DN37 cm(a) 23(b)
producción agropecuaria y el secuestro de carbono de forma simultánea, sin requerir la transformación total del terreno (Flugge & Abadi 2006, Trines 2006, Balderas et al. 2010, Bryan et al. 2014). En España existe un sistema tradicional, la dehesa, formada por cultivos o pastos con una cubierta clara de arbolado con densidad de 20-100 pies/ ha (Olea & San Miguel 2006); ocupó amplias extensiones, pero la intensificación agraria ha llevado a su reducción. Una forma de secuestrar carbono es plantar arbolado en zonas agrícolas o ganaderas, con ventajas ecológicas, paisajísticas y edáficas, incrementando el contenido de carbono y facilitando el movimiento de agua y nutrientes. Los sistemas agroforestales son difíciles de promover por razones sociales y culturales (FAO 2001); los árboles dificultan el laboreo y cosecha, y si hay ganado se deben proteger al menos de jóvenes. Setos vivos y bosquetes El paisaje agrario ha sufrido una intensificación, perdiéndose arbolado progresivamente. La baja productividad del secano mediterráneo hace precisos terrenos amplios de explotación barata; setos y bosquetes suponen una molestia. Además, la concentración parcelaria ha sido muy negativa. Las ventajas de setos y bosquetes son grandes: refugio de flora y fauna; cambio visual del paisaje; fijación de carbono en suelo y vuelo; bombeo de agua y nutrientes; protección contra viento; sombreado, e incremento de humedad. Son razones suficientes para su recuperación, plantando hileras de
Biomasa kg/pie 166,70(f)
Carbono % 51,1(f)
Carbono kg/pie 85,18
setos entre cultivos, pastos y prados. Rey et al. (2016) abordan este tema. Potencial de secuestro El potencial de secuestro en las plantaciones (reforestación, dehesas o setos) depende de la especie empleada y su crecimiento, la densidad de plantación o, un aspecto esencial, la supervivencia (la cantidad de marras que se tengan). En la Tabla 3 se incluyen ejemplos de potencial de secuestro mediante plantaciones basados en Enríquez de Salamanca et al. (2017a), con diferentes densidades y especies, en un plazo de 35 años, empleando planta de dos savias, y con unos porcentajes de marras estimados según la especie, Secuestro de carbono en el suelo El uso agrícola de los terrenos, en especial el laboreo, lleva a una progresiva pérdida de carbono orgánico del suelo, que alcanza hasta dos tercios de las reservas originales (Rasmussen & Collins 1991, Loveland & Webb 2003, Lal 2004). Para aumentar la cantidad de carbono es posible aplicar agricultura de conservación (no laboreo, laboreo reducido y mantenimiento de residuos). La transformación de suelos agrícolas a plantaciones forestales favorece la fijación de carbono, por abandono del laboreo y permanencia de residuos, ayudando a su secuestro. Deforestación evitada Una medida de compensación del cambio climático es la “deforestación evitada”, consistente en evitar la destrucción de sumideros amenazados y con ello de su almacenaje y capacidad
CO2 fijado kg/pie 312,62
CO2 fijado en 35 años pies/ha
Marras
t CO2/ha
625
30 %
136,77
1 111
30 %
243,12
100
50 %
11,78
625
50 %
73,62
1 111
50 %
130,86
Quercus ilex
14(c)
135,14(f)
47,5(f)
Quercus pyrenaica
13(d)
76,78(f)
47,5(f)
36,47
133,85
100
50 %
6,69
Fraxinus angustifolia
23(e)
446,02(f)
47,8(f)
213,20
782,44
100
30 %
54,77
64,19
235,58
Tabla 3. Fijación de carbono en diferentes tipos de plantaciones en un plazo de 35 años Fuente: Adaptado de Enríquez de Salamanca et al. (2017a). [a Diámetro normal con 37 años; b Río et al. (2006); c Ximénez de Embún (1963); d Delgado (2009); e Modrego & Cisneros (2008); f Montero et al. (2005)]
38
2017. N.o 69
de secuestro. Es preciso considerar varios aspectos: (i) para ser una compensación debe tener adicionalidad y permanencia; (ii) en países desarrollados el marco legal garantiza la preservación de las masas forestales, por lo que no hay beneficios añadidos en evitar la deforestación, y (iii) solo hay deforestación evitada cuando existe un riesgo de destrucción de los bosques y no hay un marco legal sólido. El ejemplo más claro es la financiación de proyectos en países en desarrollo, como los REDD+, un mecanismo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático destinado a incentivar a los países en desarrollo para reducir las emisiones de carbono causadas por la deforestación y la degradación forestal (UN 2016). Su ventaja es la economía, con costes por t CO2 inferiores a la reforestación en España, y la existencia de organizaciones que facilitan esta compensación. Sin embargo, aplicar este mecanismo de forma sistemática lleva a una situación poco deseable donde los países ricos compran contaminación y los pobres venden compensación. Si compensar emisiones de GEI es caro, es un aliciente para mitigar, no para compensar barato. Oportunidades y desafíos de la mitigación en el sector forestal l uso de las actividades LULUCF (en especial forestales) como herramienta para la captura de carbono
E
tiene oportunidades interesantes, pero también retos importantes (Tabla 4). Las actividades forestales pueden mitigar el cambio climático mediante absorción y almacenamiento de CO2 o evitando la deforestación, procesos que se pueden acelerar mediante una adecuada gestión. Si se puede demostrar que esos esfuerzos se traducen en el secuestro de carbono sería posible crear unos “créditos” potencialmente comercializables (Vickers et al. 2012). Funk et al. (2014) demuestran que en Gisborne (Nueva Zelanda) la mayor parte de los terrenos podría obtener mayores ingresos de la “agricultura del carbono” que del pastoreo. Balderas et al. (2010) indican que en México los pagos en los primeros años y los costes de transacción bajos tienden a favorecer el desarrollo de proyectos de forestación en sistemas agroforestales. Maximizar el secuestro de carbono tiene riesgos de daños a la biodiversidad: reemplazar vegetación natural por especies exóticas de crecimiento rápido (Caparrós & Jacquemont 2003, Canadell & Raupach 2008, O’Connor 2008, Hall et al. 2012); cambio en poblaciones de aves (Matthews et al. 2002); efectos inesperados en secuestro de carbono en suelos (Xiong et al. 2014). El secuestro de carbono mediante sumideros puede implicar una reducción de tierras agrícolas, reduciéndose
la seguridad alimentaria, incrementando los precios de los alimentos y forzando la ocupación de tierras menos productivas, que retienen la mayoría de la biodiversidad (Huston & Marland 2003, Canadell & Raupach 2008, Ovando & Caparrós 2009, Jackson & Baker 2010), pero bien enfocado puede ligar secuestro y suministro de productos sostenibles, generando ingresos adicionales que favorezcan el desarrollo rural (Canadell & Raupach 2008). Un problema para adaptar la gestión forestal a la mitigación del cambio climático, y para el fomento de la reforestación y los sistemas agroforestales, es la falta de incentivos económicos; los propietarios no ven ventajas en esas prácticas. Es preciso, por tanto, movilizar fondos desde los sectores que contribuyen al cambio climático (como industria o transporte) y destinarlos a una gestión forestal encaminada a la mitigación (Enríquez de Salamanca 2017a). Los pagos por servicios ambientales pueden ser claves para fomentar una selvicultura de uso múltiple (Ovando et al. 2017); esos servicios, por ejemplo, compensarían las inversiones públicas para apoyar la reforestación (Ovando et al. 2016). También sería muy favorable establecer un mercado único de compensación ambiental, ligando biodiversidad y carbono (Enríquez de Salamanca 2017b).
Mitigar el cambio climático por absorción y almacenamiento de CO2 o deforestación evitada Oportunidades
Los procesos se puede acelerar y traducir en créditos de C potencialmente comercializables (1) Unir el secuestro de C con el suministro de productos sostenibles y con mayores ingresos (2) Fortalecer el valor de los ecosistemas y ligarlo a los pagos por servicios ambiental (PES) Reducción de la pobreza (y desempleo) a través de PED, incluyendo mercados de C (3, 4, 5, 6, 7, 8, 9) Credibilidad, necesitando estándares internacionales que den legitimidad a la compensación (10, 11)
Desafíos
No existen beneficios añadidos (adicionalidad) en la deforestación evitada en países desarrollados La maximización del secuestro de C tiene el riesgo de causar daños a la biodiversidad (2, 12, 13, 14, 15, 16) Reducción de tierras agrícolas, con menor seguridad alimentaria e incremento de precios (2, 17, 18) Ocupación de las tierras menos productivas, donde se mantiene la mayoría de biodiversidad (19) La permanencia es esencial para la compensación ambiental.
Tabla 4. Oportunidades y desafíos del secuestro de carbono mediante actividades LULUCF Fuente: Enríquez de Salamanca (2017b) [1Vickers et al. (2012), 2Canadell & Raupach (2008), 3Landell-Mills (2002), 4Pagiola et al. (2005), 5Grieg-Gran et al. (2005), 6Wunder (2008), 7Engel et al. (2008), 8Muradian et al. (2010), 9Milder et al. (2010), 10GS (2013), 11VCS (2013), 12Caparrós & Jacquemont (2003), 13O’Connor (2008), 14Hall et al. (2012), 15Matthews et al. (2002), 16Xiong et al. (2014), 17Ovando & Caparrós (2009), 18Jackson & Baker (2010), 19Huston & Marland (2003)]
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Ismael Muñoz
Conclusiones l sector forestal tiene un enorme potencial para la mitigación del cambio climático. Muchas medidas de gestión influyen en el almacenado y capacidad de secuestro de carbono de los montes, de manera positiva o negativa, siendo preciso tener este criterio en cuenta en la toma de decisiones. Sin duda, el mayor potencial del sector forestal es su capacidad de secuestro de carbono a largo plazo, retenido en los árboles o en la madera. Esto abre la posibilidad de compensar
E
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
Biología, ecología y manejo de Monochamus galloprovincialis (Olivier), vector del nematodo de la madera del pino Este artículo es un resumen de la tesis doctoral "Biology, ecology and management of Monochamus galloprovincialis (Olivier), vector of the pine wood nematode", reconocida con un Accesit en los premios de la Sociedad Española de Ciencias Forestales de 2017
La enfermedad del marchitamiento del pino está originada por el nematodo Bursaphelenchus xylophilus (Steiner and Buhrer) Nickle (Nematoda: Parasitaphelenchidae) y afecta a las especies del género Pinus, provocando un súbito decaimiento en los árboles infestados que termina con su rápida muerte. Se trata de un organismo patógeno de gran virulencia originario de América. Fue accidentalmente introducido en Asia en 1905 (Yano, 1913), donde ha causado daños devastadores en pinares, originando pérdidas millonarias (Yoshimura et al., 1999). Este nematodo puede ser dispersado de forma natural a través de la alimentación y oviposición de insectos vectores del género Monochamus, o por medio del transporte humano de material infestado. En Portugal los estudios realizados demostraron que el único vector del nematodo era Monochamus galloprovincialis (Olivier) (Sousa et al., 2001), una especie ampliamente distribuida por España y gran parte de Europa, Cáucaso y Asia, en pinares y abetales.
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Estela Sánchez Husillos Ingeniera Técnica Forestal y Doctor por la Universidad de Valladolid
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n Europa B. xylophilus fue detectado por primera vez en Portugal en 1999 en una masa de Pinus pinaster Aiton (Mota et al., 1999), calificándose como organismo en cuarentena en todo el territorio de la Unión Europea; dicha calificación implica que la madera procedente del país afectado está sujeta a las condiciones establecidas en la Decisión
2012/535/UE. Según la legislación vigente (Decisión 2006/133/CE de la Comisión de 13 de febrero de 2006), se definen como material sensible la madera y la corteza aislada de coníferas (excepto la del género Thuja), y como plantas sensibles (excepto frutos y semillas), las de los géneros Abies, Cedrus, Larix, Picea, Pinus, Pseudotsuga y Tsuga. A
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partir de entonces, Portugal inició un programa de erradicación con el que ha mantenido un aparente control. A partir de 2008 comenzaron a producirse detecciones sucesivas de este nematodo en zonas del territorio español donde no estaba presente hasta entonces, siempre cerca de los límites fronterizos con Portugal, obligando a la Comisión Europea a intensificar los esfuerzos para su control y erradicación. Asimismo, se desarrolló un mecanismo de detección temprana que obligaba a todas las comunidades autónomas españolas, excepto las Islas Canarias, a realizar prospecciones anuales. La situación actual continúa siendo preocupante: la totalidad del territorio portugués está declarada zona demarcada desde el año 2008, al no existir garantía de la existencia de zonas libres en su interior. Actualmente existen en la Unión Europea dos zonas demarcadas, donde se concentran los esfuerzos de control de la enfermedad: el territorio continental de Portugal y una zona de 20 km a lo largo del borde fronterizo con España. La Comisión Europea diseñó un plan de acción en coordinación con las comunidades autónomas, de acuerdo con las directrices establecidas para el control y erradicación de organismos de cuarentena y las recomendaciones de la Organización Europea y Mediterránea de Protección de las Plantas (EPPO, European and Mediterranean Plant Protection Organization). La última decisión
de la Comisión Europea relativa a la prevención de la propagación de esta enfermedad (2012/535 /UE) establece como medida de erradicación obligatoria la realización de cortas a hecho en al menos 500 m alrededor de cada planta sensible en la que se hubiera detectado la enfermedad. Esto podría suponer la corta de cientos de hectáreas en España si se detectara un nuevo foco, a pesar de que esas medidas se basan en experiencias previas de control del insecto vector en países asiáticos, en condiciones de ecología y biología del vector que no tienen por qué ser coincidentes con las que presenta en Europa. La introducción del nematodo en España pondría sus pinares en grave riesgo, debido a que al menos tres de las especies nativas del género Pinus son muy sensibles a la enfermedad, y a que el carácter mediterráneo de la mayor parte del territorio español proporciona las condiciones de temperatura estival requeridas para el desarrollo del parásito (Pérez et al., 2008). La presencia del nematodo de la madera del pino en Portugal y el peligro que supone para las masas de pinar españolas exigen el desarrollo de herramientas de detección y control adecuadas a este organismo. El seguimiento y control del cerambícido M. galloprovincialis, único vector conocido del patógeno en Europa, supone una de las estrategias más efectivas para la lucha contra la enfermedad.
Antecedentes nicialmente en Japón se adoptó como estrategia para el manejo de la enfermedad tratar las masas forestales con fenitrotión para evitar la transmisión por parte de M. galloprovincialis. Aunque el empleo de esta técnica tuvo cierto éxito, las fumigaciones debieron ser suspendidas debido a su efecto negativo sobre las poblaciones de algunas especies de aves y de insectos depredadores y parasitoides naturales del género Monochamus. En los montes Huangshan, un área protegida de China declarada Patrimonio de la Humanidad, se estableció a su alrededor una faja desarbolada de cuatro kilómetros de anchura y cien de largo. Aunque este cinturón parecía inicialmente eficaz para la contención de la enfermedad, finalmente los bosques del interior se vieron afectados; actualmente China ha perdido 80.000 ha de pinar y más de 50 millones de árboles. El uso de trampas cebadas con atrayentes específicos se ha mostrado una alternativa eficaz y preferible al uso de insecticidas, debido al peligro que estos últimos representan para otros organismos y para la salud humana. En los últimos años se ha llevado a cabo un avance significativo en el tratamiento de M. galloprovincialis gracias al desarrollo de cebos muy atractivos (Pajares Alonso et al., 2010; Álvarez et al., 2015), así como al empleo de trampas altamente eficaces (Álvarez et al., 2015; Figura 1b),
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Figura 1: a) Detalle de sistema de marcado de insectos para ensayos de captura-marcado-recaptura. b) Trampa multiembudos modificada con teflón y tubo colector extendido desarrollada para captura de Monochamus galloprovincialis
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que permiten una captura de insectos de ambos sexos, manteniéndolos vivos pero sin riesgo de fuga. Esta captura en vivo permite obtener información clave sobre la carga de nematodos transportados por los insectos, y posibilita el desarrollo de técnicas de manejo conocidas como captura-marcado-recaptura (Figura 1a). El éxito en la captura es clave para un correcto monitoreo del insecto, posibilitando su estudio y el desarrollo de técnicas de manejo, control y erradicación de la enfermedad. Posibles hospedantes y su papel en el manejo del vector l primer paso para un manejo eficiente del insecto es conocer el espectro de posibles especies hospedantes entre las presentes en la Península Ibérica. En observaciones de campo realizadas en Portugal se apreció cómo en masas de Pinus pinaster afectadas completamente por la enfermedad aparecían árboles dispersos de Pinus pinea no infestados por el nematodo. Con esta base se realizó un estudio de preferencias de alimentación, oviposición y supervivencia en ensayos de
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doble elección entre las especies principales de pinos presentes en la Península Ibérica, obteniendo una escala de preferencias de hospedantes. Como resultado, Pinus sylvestris destacó como la primera elección, seguido de Pinus pinaster. A diferencia de los resultados obtenidos en Portugal (Naves et al., 2006), el insecto fue capaz de alimentarse, reproducirse y desarrollar su progenie sobre Pinus pinea, a pesar de no ser la especie preferida. Se detectó un posible efecto disuasorio del limoneno, principal terpeno de Pinus pinea, que podría explicar la escasa preferencia hacia este hospedante, lo que abre una puerta para el manejo de este insecto. Dispersión de inmaduros y su implicación en el cebo comercial n los seguimientos de campo con cebo comercial se observó que los insectos liberados recién emergidos no se capturaban hasta pasadas dos semanas, lo que suponía un freno para el conocimiento de su comportamiento de dispersión en este período, que es clave para la contención de la enfermedad. La ausencia de capturas en ese período
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podía responder a alguna razón fisiológica del insecto, como la necesidad de maduración sexual, o incluso a su capacidad de vuelo, por lo que se procedió a analizar el desarrollo gonádico de individuos de ambos sexos en intervalos comprendidos entre la emergencia y los 21 días. Se observó que para lograr la maduración sexual es necesario un período de entre once y doce días en ambos sexos (Figura 2), que coincide con el período de falta de atracción por el cebo. Además, se realizaron diversos bioensayos consistentes en la extracción de la musculatura alar y el contenido en lípidos de insectos de ambos sexos en esos mismos intervalos de edad, que fueron pesados para observar su posible variación durante el desarrollo sexual. A su vez, los insectos se sometieron a un escáner de microtomografía computarizada de rayos-X a alta resolución que hizo posible la creación de secciones del insecto adulto en diferentes niveles de maduración, de modo que se generó un modelo del insecto en 3D en el que se pudieron observar los cambios fisiológicos del vector, así como las estructuras de su musculatu-
Figura 2: Desarrollo gonádico en Monochamus galloprovincialis después de 0, 8 y 14 días de alimentación desde su emergencia. Las figuras a, b y c corresponderían al desarrollo de los ovarios; mientras que en d, e y f, el cambio de coloración es de los testículos masculinos
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Figura 3: Reconstrucción de una hembra madura de Monochamus galloprovincialis escaneada mediante un escáner de alta resolución
ra alar (Figura 3). Como consecuencia de estos ensayos se estimó que los insectos nacen con musculatura y reservas suficientes como para emprender el vuelo, sin que varíen a lo largo de la edad ni influya su tamaño o sexo. Como paso final se realizó un ensayo en campo para comprobar la capacidad de dispersión de los insectos recién emergidos. Con este fin se liberaron casi 500 individuos recién emergidos en un área desprovista de posibles hospedantes a una distancia de entre 100 y 3.000 m, procediendo a recapturarlos mediante trampas multiembudos cebadas. El ajuste de los resultados a un modelo negativo exponencial estableció que los insectos inmaduros se dispersaron hasta 3.109 m desde el punto de liberación, atravesando campos de cultivo hasta llegar a un pequeño rodal de pinos. Asimismo, se sometió a ayuno en laboratorio a una muestra de insectos, obteniendo una supervivencia media de doce días. Estos datos en su conjunto ponen de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de detección en procesos de transporte de madera y controles en puertos y otras vías de entrada de posible material infestado. Dispersión de adultos a enfermedad del nematodo del pino se ha extendido accidentalmente a escala mundial y regional principalmente por el transporte humano. Sin embargo, a escala local la colonización está determinada por su dispersión por
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Figura 4: Localización y diseño de los dispositivos de trampeo utilizados para los ensayos de dispersión de Monochamus galloprovincialis. Las cruces representan la localización de las trampas, y el cuadrado, el sitio de liberación de los insectos
parte de insectos, lo que es importante a la hora de diseñar protocolos de contención de la enfermedad. La distancia de dispersión de las poblaciones se puede representar mediante una curva de dispersión (kernel), que es una función de densidad de la probabilidad utilizada para describir la probabilidad de la distribución de las distancias viajadas de las poblaciones de estudio. La definición de esa curva de dispersión se realizó por medio de tres experimentos con técnicas de marcado-capturarecaptura, utilizando trampas y cebos comerciales, bajo dos escenarios, uno con fragmentación del paisaje y otro, con dos muestras, en masas continuas. En ambos escenarios se utilizaron redes regulares de muestreo con trampas multiembudos colocadas en cada vértice de la malla (Figura 4). Existen diferentes tipos de funciones para describir los modelos teóricos de dispersión (kernel); en este estudio, los datos obtenidos de la captura-recaptura se ajustaron a un modelo mecánico y a dos modelos empíricos de dispersión. Se estableció que lo más probable es que el 50 % de los insectos se concentren a distancias cercanas a su origen (250 a 532 m) y el 99 % no sobrepasen los 3.500 m. Existen unos pocos insectos (0,6 %) capaces de dispersarse a grandes distancias, que pueden alcanzar hasta 5 km, cifra que aumenta a me-
dida que se fragmenta el hábitat y que van a ser claves a la hora de diseñar los protocolos europeos de contención de la enfermedad. Por ejemplo, se capturó un insecto a los 14 días a 5.303 m. Los mismos dispositivos experimentales proporcionaron resultados que ayudaron a calcular los parámetros de captura mediante la regresión de las proporciones de insectos recapturados a lo largo de las distancias desde el punto de liberación. De esta manera, el área de muestreo efectivo de la trampa se obtuvo entre 0,57 y 0,76 hectáreas, mientras que el intervalo de muestreo estacional osciló entre 426 y 645 m. Preferencia de hábitat usando LiDAR a dispersión de los insectos dentro de una masa probablemente esté determinada por la búsqueda de alimento para su maduración sexual y de material en decaimiento o muerto para hacer sus puestas. Esta exploración de los recursos para satisfacer sus necesidades fisiológicas obliga a Monochamus galloprovincialis a moverse buscando parcelas óptimas dentro de un mismo bosque. El desarrollo de nuevas tecnologías permite elaborar mapas de variables cuantitativas, que pueden emplearse para caracterizar los hábitats con un grado de especificidad hasta ahora nunca obtenido. La obten-
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ción de variables dasométricas de la masa con un elevado nivel de detalle por medio de técnicas LiDAR, junto con otras variables geoespaciales como la visibilidad de la trampa, obtenidas por medio de Sistemas de Información Geográfica (SIG), permitió obtener una descripción exhaustiva del hábitat en el que se mueven los insectos (Figura 5), definiendo las zonas predilectas para Monochamus galloprovincialis. Estos datos se utilizaron para desarrollar modelos de probabilidad de dispersión del insecto, y por consiguiente de riesgo de dispersión de la enfermedad, atendiendo a la masa en la que se produzca la infestación. Para ello se utilizó nuevamente un dispositivo de trampeo distribuido en una red regular, y técnicas de captura-marcadorecaptura. Se hizo un seguimiento tanto de capturas nativas como de ejemplares liberados procedentes de laboratorio durante todo el período de vuelo del insecto, con el fin de obtener unos modelos que describieran su abundancia y movimiento por la masa. Se estableció que la abundancia de los insectos nativos se ve influida positivamente por la fracción de cabida cubierta, lo cual tiene sentido si se tiene en cuenta que esta variable está directamente relacionada con el tamaño y edad de los árboles, con una mayor cantidad de material colonizable y alimento en masas maduras. Por otro lado, se observó que la altura máxima del regenerado afectaba negativamente a la distribución de las capturas de los insectos liberados.
Reducción de la población como posible manejo de la enfermedad a técnica de captura de individuos por medio de trozas cebo es un método usado desde hace más de 200 años para extraer de forma masiva escolítidos de nuestros bosques de forma eficaz. Las trampas cebadas con productos químicos específicos para reducir las poblaciones de escolítidos no fueron una alternativa a los árboles cebo hasta el descubrimiento y síntesis de sus feromonas. Actualmente, el desarrollo de cebos y trampas específicas para Monochamus galloprovincialis plantea la posibilidad de una captura masiva de este vector como estrategia de gestión proactiva para la erradicación o contención de la enfermedad. Con el fin de evaluar la eficacia de este tipo de campañas de trampeo masivo, se llevaron a cabo en 2010 y 2013 dos series de experimentos. El primero permitió la evaluación de la metodología de marcado-captura-recaptura (MCR) para calcular la abundancia de la población mediante la formulación Popan del modelo Jolly-Seber para poblaciones abiertas, un requisito previo para la evaluación de la captura masiva. Las estimaciones de abundancia derivadas de los mejores parámetros de ajuste estuvieron dentro del intervalo de los valores reales, lo que demostró que el método era adecuado. Se obtuvo una densidad poblacional de Monochamus galloprovincialis en la zona de estudio en torno a 82
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individuos/ha. Por otro lado, en esa misma zona de estudio se llevó a cabo un ensayo de extracción de la población en el que se evaluó la efectividad de cuatro densidades diferentes de trampas. Las densidades de trampeo evaluadas extrajeron el 4,66, 20,50, 33,33 y 59,80 % de la población de M. galloprovincialis para intensidades de trampeo de 0,02, 0,11, 0,25 y 0,44 trampas/ha respectivamente, por lo que la eliminación de aproximadamente el 95 % de capturas se produciría con 0,82 trampas/ha (Figura 6). Estos resultados sugieren que podría lograrse una reducción sustancial de la población de M. galloprovincialis mediante capturas masivas, lo que representa un método de gestión muy prometedor para la contención o incluso erradicación de Bursaphelenchus xylophilus en zonas afectadas por la enfermedad del marchitamiento del pino. El siguiente paso ha sido testar esta metodología de manejo del insecto bajo un escenario de captura masiva durante cinco años consecutivos (Figura 7). Para ello, se procedió a modelizar siguiendo los resultados anteriores para una campaña de extracción con una densidad de 0,44 trampas/ha. Como resultado se observó que esta actuación debería conducir a las poblaciones locales a un nivel cercano a la desaparición y, si esto no llegase a ocurrir, volverían gradualmente a alcanzar los niveles poblacionales iniciales restableciendo nuevamente su equilibrio. Conclusiones l desarrollo de trampas sin muerte y cebos altamente atractivos ha permitido realizar ensayos de capturamarcado-recaptura en Monochamus galloprovincialis, pudiendo observarse los patrones de dispersión tanto en indivudos maduros como en inmaduros. Se pudo observar que hay insectos capaces de dispersarse a distancias mayores de lo estimado hasta ahora, distancia que es mayor cuanto más alta sea la fragmentación del hábitat, lo que pone en entredicho la eficacia de los actuales protocolos europeos de contención de la enfermedad que transmite este vector. El éxito de la captura masiva para el manejo de las poblaciones puede permitir a los gestores optimizar la densidad de trampeo en función de las necesidades y riesgos, manteniendo un equilibrio entre beneficio y gasto económico, si bien es preciso conside-
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Figura 5: Variables de la masa obtenidas mediante técnicas LiDAR en la zona de muestreo
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predecir el avance de la enfermedad van a ser claves para un mejor manejo, e incluso podrán ayudar en la detección temprana de la enfermedad. Todos estos datos en su conjunto podrían ser integrados en el diseño y aplicación de medidas de manejo en áreas con alto riesgo o utilizados para complementar y mejorar las medidas vigentes de la Unión Europea en el manejo de esta enfermedad que pone en serio riesgo nuestros pinares.
Figura 6: Ajuste de la regresión logística con las capturas en relación al incremento de la densidad de trampeo. La región sombreada representa el intervalo de confianza del 95 % de las respuestas ajustadas. Los valores TD50 y TD95 indican el valor de trampas por hectárea necesarios para extraer el 50 y 95 % de la población respectivamente
Figura 7: Tendencia de la población de Monochamus galloprovincialis bajo diferentes intensidades de trampeo obtenidos en un modelo con una simulación de resultados iterados 1.000 veces con (en rojo) y sin (en azul) captura masiva durante cinco años consecutivos
rar también el importante papel ecológico que tiene esta especie en los ecosistemas. Esto puede limitar el uso de las trampas al entorno de zonas de especial sensibilidad como aserraderos, puertos o bordes de masas forestales. Estos dispositivos de trampeo son incapaces de capturar insectos inmaduros, lo que supone una limitación extremadamente importante, planteando un serio problema a la hora del manejo
del insecto y de la detección temprana de la enfermedad. Además, nuestros resultados muestran que los insectos recién emergidos son capaces de volar largas distancias en campo y sobrevivir mucho tiempo sin requerir ningún hospedante para alimentarse, lo que agrava esta limitación. El desarrollo de cebos más efectivos y el avance de técnicas de geoestadística con datos LiDAR que permitan
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
Control de densidad. Claras Las intervenciones de control de la densidad son esenciales en el manejo sostenible de cualquier uso antrópico, recurso natural renovable viviente y espacio más o menos natural (continental o marino). Se desarrolla una visión global, generalizable a todos ellos, a través de un desarrollo numérico sencillo de las claras aplicadas al arbolado forestal. Se desarrollan los cálculos a seguir y los coeficientes a aplicar a las especies forestales españolas según los objetivos selvícolas pretendidos en las masas. Se ejemplifican estos cálculos para el caso del encinar de montanera. Palabras clave: selvicultura, claras, encina, dehesa.
José Miguel Montoya Oliver Escuela de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural. Universidad Politécnica de Madrid
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Introducción La búsqueda heurística de la sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales renovables vivientes y de los usos y espacios es la razón de ser de las profesiones forestales (Fig. 1). La ingeniería forestal del futuro será necesariamente una ingeniería de la sostenibilidad. Sería interesante que esa ingeniería de la sostenibilidad fuera capaz de desarrollar: 1.o/ Un algoritmo conceptual y de cálculo normalizado, único y común, para todos los recursos, usos y espacios (su propio cálculo de estructuras); 2.o/ Una terminología común a todos ellos, rompedora de cualquier encastillamiento sectorial; 3.o/ Una tecnología basada en perspectivas ecosistémicas, de raíces forestales e igualmente común. Las técnicas de intervención propias del manejo sostenible (selvicultura, pascicultura, cinegética, pesca…) tienen, desde la perspectiva ecosistémica, unas funciones preventivas de las actuaciones de los procesos de perturbación. Dentro de ellas, el control de la densidad poblacional es una de las herramientas técnicas principales (Fig. 2).
Antecedentes Las formas de crecer de los animales y de los vegetales, de los individuos y de sus poblaciones, se pueden reflejar sintéticamente por medio de una curva sigmoide (Fig. 3). Son numerosas las referencias bibliográficas y las experiencias de campo que podrían citarse como antecedentes en materia de control de densidad. Usamos centralmente los fundamentos de Reineke (1933) y la curva sigmoide que hace años se generalizó desde el ámbito maderero al conjunto de los recursos naturales renovables vivientes (en lo que sigue, simplemente recursos). Justificación Una de las intervenciones esenciales de control de densidad en la selvicultura son las claras; para su establecimiento es útil una visión desarrollada desde una perspectiva única e integradora. Habituados a trabajar con teselas de ecosistemas más o menos fragmentados (bosques, pastos, caza, pesca…), solemos olvidar que cada ecosistema es único e indivisible, y sus usos, múltiples.
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BIENES (MATERIALES) Y SERVICIOS (INMATERIALES) ÚTILES PARA LA SUPERVIVENCIA DE LA HUMANIDAD
Incluimos
PRESENTES O PROCEDENTES DE MEDIOS MÁS O MENOS NATURALES (CONTINENTALES O MARINOS)
Incluimos
RECURSOS
CUANTO AFECTE NEGATIVAMENTE A LA SUPERVIVENCIA DE LA HUMANIDAD. DESTRUCCIÓN O AGOTAMIENTO DE VALORES Y POTENCIALIDADES
Incluimos
Incluimos
NATURALES
Excluimos
SERES VIVOS, ANIMALES Y VEGETALES, SOMETIDOS A LAS PERTURBACIONES DE LOS ECOSISTEMAS
PERPETUABLES EN EL MEDIO NATURAL CON ESCASA O NULA INTERVENCIÓN HUMANA
RENOVABLES
Excluimos
RECURSOS ANTRÓPICOS (CULTURALES Y TECNOLÓGICOS)
VIVIENTES
Excluimos
Excluimos
RECURSOS AGRÍCOLAS Y RECURSOS FÓSILES O DE MUY LENTA RECUPERACIÓN (SUELO, CANTERAS, MINAS, PETRÓLEO, GAS...)
RECURSOS NATURALES RENOVABLES NO VIVIENTES (AGUA, SOL, VIENTO, OLEAJE...)
Figura 1. Concepto de recurso natural renovable viviente. (Delimitación de las competencias del ámbito forestal)
La sostenibilidad es un objetivo global que abarca todos los usos, recursos y espacios naturales o antrópicos. No podemos fraccionar los ecosistemas ni reducir el manejo sostenible a determinados espacios. Como indicaba el jefe indio Noah Sealth en 1854, cada palmo del planeta es igualmente sagrado para el hombre. El objeto de este artículo es proponer una metodología para el diseño de claras en el arbolado, destinadas al control de la densidad, con una perspectiva conceptual sencilla y generalizable al resto de recursos. Metodología Unidad de trabajo La unidad básica de inter vención es el rodal. Para cada rodal, en función de su calidad, se establece el diámetro cuadrático máximo esperable en monte alto, en condiciones adecuadas de vitalidad, salubridad y rendimiento (usualmente entre 40 y 60 cm de menor a mayor calidad). A partir de este dato puede establecerse el diámetro medio cuadrático hipotético para el cual sería aconsejable suspender las claras, y que es aproximadamente 3/4
FACTORES DE PREDISPOSICIÓN -------
Inadecuación edad y sexo: exceso, defecto o desequilibrio Inadecuación genética: heredada o sobrevenida Competencia interespecífica natural (o no): sucesión Factores individuales: subordinación, inmadurez, conducta Inadecuación de biomasas: exceso o defecto Daños previos: recientes y pretéritos
ACTUACIONES PREVENTIVAS -------
Normalización de la pirámide poblacional Repoblación, selección individual, mejora... Mejora de la composición específica Selección y liberación individual Control de densidad-espesura Gestión adecuada y defensa del recurso
FIGURA 2. Factores de predisposición a los procesos de perturbación y actuaciones preventivas. (Perspectiva ecosistémica de las intervenciones antrópicas)
del anterior (30 a 45 cm). Las claras deben realizarse en el inter valo desde que se alcance el diámetro cuadrático establecido en función de las condiciones de repoblación e intensidad selvícola hasta que se alcanzase el diámetro de suspensión. Dentro de los rodales pueden aparecer bosquetes distintos que precisen o no ser aclarados, de una u otra forma y
con mayor o menor intensidad. No caben actuaciones homogéneas a escala de rodal. Densidades críticas de clara La proximidad a la capacidad de carga del ecosistema (Fig. 3) establece las condiciones de máximo riesgo de actuación de los agentes de perturbación, bióticos y abióticos, propios del medio
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natural (incendios, enfermedades y plagas, derribos…). Reineke (1933) cifra en su ecuación ese límite para las especies arbóreas (100 % de la biomasa en la Fig. 3), límite que en ocasiones se puede superar de manera transitoria. Si Nm es el máximo número de pies por hectárea, y Dg su diámetro medio cuadrático en centímetros, la ecuación de Reineke (1933) convertida al sistema métrico internacional queda: log (Nm x 0,4) = -1,605 log (Dg/2,5) + K1 Para los temperamentos propios de nuestras especies forestales el coeficiente K1 a utilizar es: especies de sombra, 4,45 (haya, abeto, acebo…); media sombra, 4,42 (castaño, robles, pino laricio…); medio con tendencia a sombra, 4,38 (rebollo, quejigos, pinos silvestre y uncinata…); medio, 4,35 (encina, alcornoque, pino pinaster…); medio con tendencia a luz, 4,30 (pino pinaster gallego, radiata, eucalipto en el sur, pino carrasco, piñonero, pino silvestre en Pirineos, enebro, sabinas…); media luz, 4,26 (eucalipto en el norte…); luz, 4,21 (abedul, chopos…). Estos valores son medios, pudiendo variar en situaciones locales y procedencias genéticas concretas. Mientras que los datos de Reineke (1933) varían desde 4,61 hasta 4,21, los nuestros varían desde 4,45 hasta datos posiblemente menores de 4,21 (aunque pendiente de comprobación, parece que 4,00 en el clon de chopo I-214). Tal vez pudieran darse valores mayores de K1 que los detectados por Reineke (1933) en algunas selvas ecuatoriales (Montoya 2017). Por ejemplo, se deduce en el caso de la encina (K1 = 4,35): Nm = (10(-1,605 x log (Dg / 2,5) + 4,35)) / 0,4 Desde que la densidad supera significativamente los 5/6 del Nm así obtenido, no aclarar es peligroso; pero hacerlo, también, pues son esperables daños de diversos agentes de perturbación tras la clara (enfermedades, plagas, derribos…). Densidad ideal Cada bosquete debería tener una densidad ideal (BI) en función de su diámetro medio cuadrático, que será la densidad máxima para cada especie (Nm) multiplicada por un coeficiente reductor (K2) que corresponde a su finalidad selvícola (Montoya 2017): 1.a/ Máxima naturalidad y restauración hidrológico-forestal (K2 = 2/3); 2.a/ Máxima producción biológica de maderas y leñas (K2 = 1/2); 3.a/ Madera de desenrollo, chapa… (K2 = 1/3); 4.a/ Máxima vitalidad y longevidad individual, bosques singulares, corcho, resina… (K2 = 1/6); 5.a/ Producción de frutos forestales (K2 = 1/12). BI = Nm x K2 Ejecución de las claras Aparte de los criterios técnicos, las oportunidades económicas pueden influir en la intensidad de las claras. En condiciones de escasez económica es aconsejable actuar antes de que el número de pies supere los 4/3 de BI obtenido y reducirlos como máximo hasta los 2/3 de BI. En condiciones menos desfavorables, para limitar el impacto y riesgos de la clara, debe intervenirse con menor número de árboles y dejar más pies residuales. Las claras en bosquetes con
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Figura 3. Curva sigmoide de crecimiento de recursos naturales renovables vivientes
densidades menores que las residuales son innecesarias. No habrá que volver a aclarar un bosquete hasta que el arbolado residual, con el crecimiento de sus individuos, alcance la densidad con la que se debe intervenir para el nuevo valor del diámetro cuadrático. Claras en el encinar de montanera Las claras en el encinar de montanera son un excelente ejemplo práctico. En su selvicultura es preciso distinguir dos fases: una de crecimiento en régimen de máxima vitalidad y longevidad individual (K2 = 1/6) y otra de selección por capacidades individuales de fructificación (K2 = 1/12), separadas entre sí por la entrada en fructificación al alcanzarse el estado de fustal (alrededor de los 20 cm de diámetro). En condiciones selvícolas medias (Fig. 4): - Primera clara. Apenas superados los 15 cm de Dg debe reducirse la densidad inicial hasta unos 332 pies por hectárea, los mejores vegetativamente hablando, es decir, los mayores, mejor formados, más sólidos, vitales y frondosos (K2 = 1/6). Todavía no se habrá declarado su capacidad de fructificación (excepto en los brotes). Obtendremos así el mayor número de pies posible, en condiciones de crecimiento rápido y mínima competencia y desgaste individual, con máxima vitalidad y longevidad potencial: el mayor y mejor fondo vegetativo, en número y calidad, que es posible lograr, y sobre el que podremos seleccionar en el futuro con elevada intensidad y según la capacidad de fructificación que vaya declarando cada pie. Fracción de cabida cubierta (Fcc) = 0,66. - Segunda clara. Entre los 20 y 25 cm de Dg las capacidades individuales de fructificación comienzan a declararse. La densidad debe reducirse progresivamente, eliminando los pies menos productores de bellota en favor de los más productores. Algo antes de los 25 cm de Dg, esta clara, entre vegetativa y selectiva, dejará unos 155 pies/ ha (K2 = 1/9). Fcc = 0,50. 2017. N.o 69
ENCINA A MONTE ALTO PARA MONTANERA Diámetro medio cuadrático
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
Máximo número de pies/ha
703
443
207
116
90
73
60
51
44
38
Número ideal de pies/ha
528
332
155
87
68
55
45
38
33
29
Mínimo número de pies/ha
352
222
103
58
45
36
30
35
22
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Figura 4. Densidad de encina en monte alto para montanera (máxima, ideal y mínima) en función del diámetro medio cuadrático de la masa
- Tercera clara. Entre los 25 y los 30 cm de Dg, una clara netamente selectiva deberá dejar unos 87 pies/ha (K2 = 1/12), los mejores y más productores. En las peores calidades estacionales, esta será probablemente la última clara. Fcc = 0,33. - Claras sucesivas. La suspensión de las claras debería producirse entre los 30 y los 45 cm de Dg con una densidad final de 87, 68, 55 o 45 pies/ha según la calidad de estación. Bastará pues con una o como mucho dos claras suaves en las mejores calidades (muy escasas en el caso de la encina, porque sus mejores calidades naturales están dedicadas al cultivo agrícola). Podría pensarse que si una Fcc de 0,33 (aproximadamente, pues varía con la calidad estacional) es la ideal para la producción de bellotas, que, a diferencia de los bosques madereros, habría que seguir aclarando durante toda la vida útil de la dehesa; pero las bajas naturales, la reducción con la edad del crecimiento diamétrico de las copas del arbolado y la mayor intensidad de las podas en los estados más maduros nos hacen recomendar en principio esta suspensión temprana. No obstante, es preciso evaluar la producción de bellota de forma anual para establecer si se precisa alguna corrección. Consideraciones finales os conceptos y cálculos que se han analizado en este artículo describen los fundamentos básicos del control de la densidad en los bosques. La curva sigmoide simplemente los guía y, al ser común a todos los recursos, sería aplicable al control de densidad en todos ellos. Cortar, cazar, pescar o pastorear tienen en común eliminar unos individuos en beneficio de otros y de la sostenibilidad. La muerte es clave en el funcionamiento de los ecosistemas; no es legítima si no contribuye a la sostenibilidad o si es cruel en su aplicación en el caso de los animales. Muchas masas forestales presentan densidades bastante menores que las teóricas, como se observa en los montes mediterráneos, con escasas precipitaciones, y especialmente en zonas con pendiente y escaso suelo. Muchas veces, a esas limitaciones edafoclimáticas se añaden fuertes heterogeneidades internas de las masas: bosquetes muy diferentes entre sí, en densidad poblacional y en dimensiones individuales. El pinar de pino carrasco en zonas calizas secas suele ser el ejemplo más claro: escasos pies con distribución muy irregular en densidad y dimensiones. En estas masas tan abiertas e irregulares las claras no regulan tanto la competencia con la luz como la competencia radical. Los árboles que viven con densidad excesiva muestran
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Figura 5. Regla de copas en el señalamiento de claras
signos como pies demasiado elongados, copas estrechas respecto al diámetro del árbol, relativamente cortas y poco frondosas, crecimientos míseros (estancamiento) o daños bióticos y abióticos que permiten visualizar esa realidad. Las referencias numéricas son siempre útiles, pero no se deben aplicar irreflexivamente. En el bosque, las buenas ecuaciones solo ponen números a lo que nuestros ojos ven; por esto son esencialmente útiles para calibrar el ojo del selvicultor y para desarrollar su capacidad de diagnóstico forestal.
Bibliografía Montoya Oliver JM. 2017. Una propuesta de normalización para el cálculo de la densidad de plantación en las repoblaciones forestales. Foresta 67: 22–26. Reineke LH. 1933. Perfecting a stand-density index for even-aged forest. J. Agric. Res. 46(7): 627–648.
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
Aprovechamiento forestal en Carreño (Asturias) de los siglos XVI al XVIII Este estudio aborda la situación de los montes y bosques en el concejo de Carreño (Asturias) en la Edad Moderna. El siglo XVII fue una época de avances, y aunque existía un nuevo concepto de hombre y naturaleza, pervivían las prácticas tradicionales de aprovechamiento de los recursos forestales que daban respuesta a las necesidades de consumo doméstico, ganadería, siderurgia, construcción naval, etc. Estos usos intensivos provocaron un retroceso progresivo de las superficies arboladas. La deforestación intentó corregirse a través de plantíos, viveros y ordenanzas que emanaron de la Corona. Palabras clave: Carreño, bosque, deforestación, repoblación.
E María Amelia González Gerpe Licenciada en Ciencias Biológicas Licenciada en Historia Óscar Galcerán González Grado en Sociología
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l Concejo de Carreño está englobado en la región medioeuropea y, dentro de esta, en la franja mesotemplada o piso colino, que se caracteriza por ocupar la España templada, a una altitud que va de 0 a 400 m. Situado en el centro de la zona costera de Asturias, tiene una superficie de unos 67 kilómetros cuadrados, y se encuentra limitado por Corvera, al oeste; con Gozón y el mar Cantábrico al norte; con el mar Cantábrico y Gijón al este, y con Gijón de nuevo al sur. Su capital es la villa de Candás, y sus núcleos más poblados son la propia villa de Candás, La Granda, La Matiella y Rebollada. Se encuentra dividido en doce parroquias, originarias del siglo XIII, que no han sufrido modificaciones desde entonces.
El concejo no tiene grandes alturas. Su relieve es el típico de la zona central asturiana, con pequeñas lomas y valles que se suceden paralelamente en dirección SO-NE, y que discurren, de norte a sur, por todo el territorio de Carreño, desde el valle de San Zabornín y El Regueral, barrio de Candás, hasta el monte Areo. La única excepción es la franja occidental del concejo, ocupada por el amplio valle del río Tabaza, tributario de la ría de Avilés. Los montes tenían una triple utilidad para su aprovechamiento: agrícola, pastoril y forestal. A. Aprovechamiento agrícola Las Reales Ordenanzas de 1659 permitieron roturar espacios en el monte por un periodo de cuatro años, y se regla-
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mentó la forma de realizar su aprovechamiento. Las roturaciones arbitrarias mediante cierres en el resto de los terrenos comunales no desaparecieron, y a ellas se acompañó la apropiación indebida y fraudulenta. Su explotación exigía mucho esfuerzo, ya que cada vez que había de ser puesto en cultivo había que volverse a roturar. Por el carácter de terrazgo colectivo, el trabajo era también frecuentemente colectivo: acordado por el concejo el espacio a roturar, todos los vecinos llevaban sus ganados a pastar un cierto tiempo. Con ello se pretendía, además, abonar el terreno, y limpiarlo de matas con el pisoteo de las vacas y el ramoneo de las cabras. El terrazgo de monte se convirtió en una prolongación del verdadero espacio cultivado. Tuvo carácter de generalidad en toda Asturias, puesto que todas las aldeas contaron con varios pagos destinados a este fin; y Carreño no fue ajeno a tal fenómeno. B. Aprovechamiento pastoril La cría del ganado solía desarrollarse en los montes comunales. Sus pastizales constituían la principal forma de su aprovechamiento, y aunque podía realizarse de forma común en toda la extensión del concejo, lo general es que cada parroquia o aldea tuviese los suyos perfectamente delimitados. Su explotación era para el uso exclusivo de los vecinos, sin que nadie, bajo ningún pretexto, pudiese introducir los de otras aldeas. C. Aprovechamiento forestal Los aprovechamientos forestales tuvieron un gran valor en la economía rural. A través de ellos obtenían madera, no solo para la construcción de sus casas, sino también para fabricar aperos de labranza y otros útiles que, debidamente comercializados, les proporcionaban unos ingresos en metálico muy interesantes en una economía de subsistencia. El aprovechamiento de la madera fue muy importante y tuvo un gran impacto en el futuro de los bosques. En el siglo XVIII se restringió aún más. En las zonas próximas al litoral, la Corona estableció una serie
Mapa 1. Mapa del concejo de Carreño (Fuente: Ayuntamiento de Carreño)
de Ordenanzas para abastecer de madera a las construcciones navales de El Ferrol. Las cortas fueron sustraídas a los vecinos de los concejos, que solo quedaron compensados por las leñas y jornales que obtenían de las talas, pero con la obligación de acudir con sus animales de labor para facilitar el trabajo. Debido a la sobreexplotación de los montes, su masa forestal se vio sensiblemente reducida. Atrás quedaron los frondosos montes que se describían en el siglo XVI, y por el contrario, 200 años después la roturación y la tala masiva ocasionaron que los montes quedaran deforestados. Normativa forestal en la edad moderna n el siglo XVI se produjeron una serie de talas y quemas de bosques que motivaron un incremento de la protección y defensa de los montes. El reinado de los Reyes Católicos es paradigmático en este sentido, puesto que emitieron una serie de pragmáti-
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cas que propugnaban el respeto por los montes, penando a todos aquellos que cortaran o talaran árboles en las zonas boscosas. En cambio, favoreció a una institución como la Mesta, que ocasionó numerosos perjuicios a la superficie arbolada peninsular. La ganadería fue uno de los principales agentes deforestadores de la época, pues devoraba el sotobosque e impedía la regeneración natural. La situación de los recursos forestales españoles a la llegada de los Borbones era lamentable. A pesar de la legislación existente, la deforestación estaba muy avanzada, sobre todo en Castilla. A lo largo de la Edad Moderna se fue produciendo un deterioro de los bosques debido a la extracción masiva de la madera para usos particulares y la construcción de buques. El interés por el mantenimiento de la riqueza forestal se plasmó en el cumplimiento de las órdenes superiores tendentes al plantío de árboles y al control de las cortas. En esta línea hay que analizar la abundante legislación promulgada en el reinado de Felipe V,
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Descripción de los montes de Carreño n el siglo XVI el bosque sigue predominando en el paisaje, y en él habitan diferentes especies de animales que obligan a mantener la figura del montero. Los mecanismos de intensificación productiva siguen siendo extensivos y se basan en la roturación de nuevas tierras; así, en 1595 se so-
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Leny Martínez
que inició su intervención en este campo ordenando al Consejo de Castilla, a los corregidores y a las justicias locales que empleasen todos los medios a su alcance para conservar los árboles, cumpliendo al mismo tiempo las órdenes de monarcas anteriores referentes a plantíos. Las principales aportaciones borbónicas al mundo forestal tomaron cuerpo en el reinado de Fernando VI, cuando se promulgaron la Ordenanza para la Conservación y Aumento de los Montes de la Marina y la Real Ordenanza para la Conservación de Montes y Plantíos. La primera de ellas cedía la jurisdicción sobre los bosques existentes cerca de la costa o de los ríos y con especial interés para la construcción naval a los intendentes de Marina, relegando a los jueces de montes y las autoridades locales. Por dicha Orden se reservaban zonas específicas para la Armada y se fijaban los medios para reparar la mala situación en que se encontraban. La segunda, de menor extensión, fijaba tanto las normas tradicionales para la defensa de las masas arbóreas como nuevos planteamientos que potenciaban un mayor control de las mismas, fuera cual fuese su importancia o su situación jurisdiccional. La legislación emitida permaneció vigente hasta bien entrado el siglo XIX, marcando el interés hacia el cuidado, mantenimiento y repoblación de los montes, siempre con un claro trasfondo utilitarista: la existencia de madera y leña suficiente para abastecer tanto las necesidades vecinales como las de la Corona. Desgraciadamente, los avatares políticos del siglo que se iniciaba, con las distintas desamortizaciones y ventas particulares de muchos de los bosques, la progresiva puesta en cultivo de muchas zonas, la falta de una legislación más actualizada y el escaso interés hacia su conservación por parte de vecinos y autoridades locales acentuaron la progresiva deforestación de la Península.
Castaños y pinos en Carreño
licitó el permiso para ampliar las zonas cultivadas a costa de los bosques. Los abusos se hicieron notar en el espacio de Carreño y, si en 1595 se mencionaban las grandes extensiones de robles, fresnos y otros árboles existentes en el término municipal, dos siglos más tarde, Carlos González Posada se referirá a Carreño como un concejo “muy raso” y “uno de los concejos de menos madera”. … la corta de robles para la Real Armada por la codicia los asentistas contra la ordenanza que prohíbe cortar
cerca de la marina, acabó los montes de Carreño… Según el tipo de madera, esta tenía distinta utilidad: los castaños eran usados para construir hórreos, paneras y casas para los vecinos del concejo; los frutales como el nogal, cerezo y naranjo, para muebles y útiles, y los robles se enviaban a Avilés para la construcción de navíos. En consecuencia, a finales del siglo XVIII, en las respuestas dadas al interrogatorio de Tomás López describe al concejo del siguiente modo: 2017. N.o 69
El lugar y aún el concejo se halla despoblado de árboles, y solo existe poblado algún monte particular fuera de esta parroquia, aunque en lo antiguo fue de los muy abundantes. Para tener una imagen fotográfica del concejo de Carreño tendremos en cuenta las respuestas dadas en el Interrogatorio del Catastro de la Ensenada en 1752, respuestas al interrogatorio de Tomás López de 1766 y las observaciones llevadas a cabo por Carlos González de Posada en 1792. A. Interrogatorio del Catastro de Ensenada en el concejo de Carreño Consistía en una serie de cuarenta preguntas que debían satisfacerse bajo juramento por parte de las justicias y demás personas que tenían que comparecer ante los intendentes en cada pueblo. En 1752, en Candás concurrieron ante el abogado de los Reales Consejos y el juez delegado para el establecimiento de la Real Única Contribución el cura párroco, el juez noble y los regidores de la villa, que contestaron a una serie de preguntas referidas al tipo de terreno y cosechas, de árboles o plantaciones forestales pertenecientes al rey. Carreño, además de los cultivos para el consumo doméstico, disponía de árboles plantados en los márgenes de las tierras, y algunos en las quintanas y servidumbres de los lugares. Otros, en territorio de mano común o en territorios particulares. Se señalaba también que el rey no tenía ningún terreno en donde hubiera plantaciones forestales. B. Interrogatorio de Tomás López Otro documento que nos muestra el Carreño del siglo XVIII es el llamado «Diccionario Geográfico de Tomás López», un proyecto que se estructura en las respuestas que una serie de corresponsales enviaron a Tomás López. La sistemática consiste en la elaboración de un cuestionario-interrogatorio minucioso de 15 preguntas y remitido a un sector social que se le supone un suficiente nivel cultural: el clero. Las respuestas que nos interesan para la cuestión señalaban que Candás y el concejo de Carreño se hallaba despoblado de árboles y solo existe poblado algún monte particular fuera de esta parroquia. En relación a los frutos más singulares del terreno señala “que los
naturales aquí son opuestos a toda innovación y no fatigan sus terrenos sino en la producción de granos necesarios al sustento como trigo, maíz, habas, centeno y manzana de que fabrican sidra en varios lagares de algunos hacendados”. C. Comentarios de Carlos González Posada González Posada fue un sacerdote nacido en Candás (1745–1831). Era un importante ilustrado que llevó a cabo una numerosa producción basada en su actividad de lingüista. Remesal Rodríguez (2013) y Pérez Suñé (2013) han recopilado sus diferentes escritos, entre los que cabe destacar las Memorias históricas del Principado de Asturias y Obispado de Oviedo. En la misma se realiza una descripción del paisaje de Carreño que viene a confirmar lo visto hasta ahora: el paso de una zona con abundancia en árboles en el siglo XVI a, doscientos años después, caracterizarse por su escasez. González Posada escribió: Vamos pues a decir algo sobre la madera y leña en Carreño. En los últimos años del reinado de Felipe II, es decir en los del siglo XVI, fue a Carreño, de orden del mismo Rey, D. Fernando de la Riba Herrera, veedor general de construcción de bajeles de la Real armada, a mandar y ordenar semilleros, almácigas, o plantíos de árboles para montes del real servicio. En el mismo acto de la notificación de los despachos se opusieron los justicias y regimiento suplicando a S. M. declarase que no se entendía con este concejo la orden, porque sería un gran perjuicio para él por estar de suyo tan arbolado que apenas había donde sembrar para el mantenimiento de los hombres. Pero dos siglos más tarde ya no se encontraba madera en el concejo de Carreño, donde apenas alcanzaba para las cocinas Nada o poco se replantaba sino por fuerza y de mala gana, y así estaría hoy Carreño, todo tan raso como su monte Areo, si de suyo no fuese tan feraz de árboles, y si algunos caballeros no conservasen todavía admirables bosques de robles y pedazos de sus montes antiguos.
Foto 2. Croquis del Concejo de Carreño en 1752 según el Catastro de La Ensenada. (Fuente: Pérez de Castro, 1978)
El relato de González Posada nos confirma que la deforestación del concejo de Carreño estaba ya en un estado muy avanzado. D. Otras fuentes1 Una fuente importante para la historia forestal de España en el siglo XVIII son las Actas de la Secretaría de la Marina. Durante el reinado de Felipe II comenzaron las llamadas visitas a los montes y plantíos, aunque se realizaron en pocos lugares. Fue a partir de 1748, con ocasión de las dos grandes Ordenanzas de Montes promulgadas por Fernando VI, cuando se verifican con exactitud y regularidad. En las visitas se contaban los árboles diferenciando las especies y, en muchos casos, se dividían en nuevos, crecidos y viejos. Hubo otros visitadores que indicaban el número de troncos útiles para la construcción de barcos, para la artillería y otros usos semejantes. Tenemos una descripción del arbolado de Asturias, del año 1749, llevada a cabo por el comisario de Marina Joseph de Colossia, donde nos indica la cantidad de diferentes arboles (robles, nogales, castaños, hayas, álamos, fresnos y encinas). El Principado de Asturias lo divide en dos zonas: Este y Oeste, con la divisoria del cabo Peñas. Es de destacar que no se mencionan los pinos; los había en Asturias, pero en número escaso, y, también que la cifra total de árboles es de 3.232.024 unidades.
1 BAUER MANDERSCHEID, E. (1980): Los montes de España en la Historia. Madrid. Ministerio de Agricultura.
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En la visita realizada en 1770 por Francisco Ravago se estudian 59 concejos y ya se incluyen a los pinos; por otra parte, cada árbol se clasifica en útil, mediano o nuevo. La cifra total de árboles ahora es de 3.006.922 unidades. Aprovechamiento de los bosques. Utilidades de los árboles El roble era considerado como uno de los árboles más útiles. Según Tabern (1788), fue uno de los más explotados y, dado su ritmo de desarrollo biológico, hubo una incompatibilidad con su ritmo de explotación. Este fue uno de los grandes problemas a los que hubo de hacer frente durante la Edad Moderna. El ritmo de demanda de materias primas era manifiestamente superior al ritmo de crecimiento de las diferentes especies arbóreas, y, poco a poco, los problemas de deforestación y escasez se fueron agravando. Hay que tener en cuenta que, lejos de las consideraciones ecológicas y medioambientales más acordes con la mentalidad y cultura de hoy en día, la sociedad en la Edad Moderna se movía con criterios utilitaristas. Cuando hablaban de deforestación o de retroceso del bosque se referían realmente a la falta de materia prima para la construcción o combustible. Aunque los terrenos dedicados al cultivo agrícola y a las actividades ganaderas eran áreas deforestadas, jamás fueron consideradas como tales. Aun así, Ilustrados como es el caso de Carlos González Posada ya relacionaba la deforestación con la sequía2, demostrando una cierta sensibilidad ecológica. … desde que se talaron sus montes, bosques y selvas no llueve como antes en Asturias... La explotación utilitarista del bosque dio lugar a usos diferenciados en función de los materiales y recursos forestales para dar respuesta a las necesidades y a la actividad económica. -- El castaño (Castanea sativa). La madera obtenida era utilizada para la estructura y superficie de las casas, edificios y navíos; mástiles para embarcaciones pequeñas,
2 REMESAL RODRÍGUEZ, J., PÉREZ SUÑÉ, J. (2013): Carlos Benito González Posada (17451831). Vida y obra de un ilustrado entre Asturias y Cataluña. Real Academia de la Historia. Madrid.
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Tabla 1. Árboles en Asturias en 1749 (Fuente: Elaboración propia a partir de Bauer)
Tabla 2. Árboles en Asturias en 1770 (Fuente: Elaboración propia a partir de Bauer)
para tablazón en las partes nobles de los navíos y carbón vegetal. -- El haya (Fagus sylvatica). Sus hojas y hayucos servían de alimento para el ganado bovino y porcino. La leña también se empleaba como combustible y para fabricar carbón vegetal; remos, duelas, quillas y tablazón, para la construcción naval; para mazos, cuñas, andabarras, ruedas, estructuras lígneas de las ferrerías; para fabricar yugos, mangos y aperos de labranza, cajas para armas, etc. -- El nogal (Juglans regia). Importante como alimento. Formaba parte de las zonas nobles de las construcciones de los navíos, aleros de casas, coros, retablos y esculturas religiosas.
-- Los alisos (Alnus glutinosa). Para la fabricación de carbón vegetal y de vergas para embarcaciones pequeñas como las de pesca o cabotaje. -- El roble (Quercus robur). Se utilizaba en la construcción naval y de edificios (aportaba piezas curvas) y la elaboración de carbón vegetal. También flejes para la realización de aros de barriquería y entramados en las edificaciones. Su fruto se usaba para la alimentación de los animales. -- La encina (Quercus ilex). Su fruto, la bellota, como alimento para el ganado, sobre todo porcino; y su madera, para la quilla de las embarcaciones. La leña, para fabricar carbón vegetal. 2017. N.o 69
-- Los pinos (Pinus sylvestris y Pinus nigra.) Muy utilizados en la construcción naval. Con su madera se fabricaban arboladuras, sobrequillas, bordas, forros, etc.
Madera Roble
10.620
Haya
1.260
Cedro La causa primordial para la protección de los bosques y llevar a cabo plantíos era la utilización de la madera en la construcción de embarcaciones para la guerra, para la vigilancia de las costas o para llevar a cabo las rutas comerciales con las Indias, norte de Europa, Filipinas, etc. De ahí que la costa española estuviera salpicada de astilleros, dedicándose los menores para la construcción de barcos de pesca y los grandes para fabricar naves de alta mar. La cantidad de madera necesaria para un barco de alta mar era asombrosamente cuantiosa. Bauer (1980) señala que “por cada tonelada de arqueo del barco era necesario alrededor de diez metros cúbicos de madera labrada o veinte en rollo.” Como ejemplo: para los barcos de 70 cañones que se proyectaron construir en 1795, uno en El Ferrol y otro en Cádiz, se consideraron necesarias las cantidades de madera reflejadas en la tabla 4.
Codos cúbicos1
Pino de Soria Pino del norte de Europa
120 6.700 630
Tabla 4: Madera utilizada para construcción un barco de 70 cañones (Fuente: Elaboración propia a partir de Bauer)
Técnicas de cuidado y repoblación forestal Para llevar a cabo el mantenimiento de los bosques durante la Edad Moderna se emplearon dos técnicas: los viveros y los trasmochos guiados. A. En las zonas próximas al mar, desde los Pirineos a Galicia, y veinte leguas tierra adentro, se aplicaba la técnica de los viveros en los montes de robles, hayas, castaños, nogales, fresnos y pinos, entre otros.
Para la formación del vivero se partía de la semilla que, después de dos o tres años sembradas, se debían trasplantar las plantas que estaban en disposición desde noviembre hasta fines de marzo. Las chirpias recién plantadas constituían los viveros, y para ellos se escogía una tierra fértil e inmediata a los bosques. Se rodeaban de pared o vallados para evitar la presencia del ganado. Después de dos o tres años de plantada la chirpia, en el caso del roble se cortaban a tres o cuatro pulgadas de la superficie de la tierra y, de los varios brotes, solo se conservaba el más recto, quitando los demás. Pasados unos seis o siete años llegaba el momento de llevar las plantas o bien al monte para su repoblación, o bien en campos o en bosques nuevos o bien a las arboledas. Estos trasplantes se realizaban en los terrenos próximos, de modo que los arbolitos arrancados por la mañana se plantaban ese mismo día por la tarde. Entre planta y planta se guardaba una distancia de diez o doce pies si es para bravos, y de
Leny Martínez
Haya trasmochada en Carabanzo, Asturias
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veinte o veinte y ocho si es para trasmochos. Este espacio señalado no era una regla general, ya que dependía de la calidad de la tierra, su situación y exposición. Así, en el llano la plantación debía ser más espaciosa, y en las cuestas, más espesa. En opinión de Tabern (1788), el único medio de repoblar los montes en España era a través de los viveros. En los montes de realengo se debía hacer por cuenta de la Real Hacienda; en los comunes de los concejos, por cuenta de ellos, y en los particulares, por la suya. La experiencia demostraba el mejor efecto de los viveros y la posibilidad de unos montes inagotables, frente a las otras medidas que se practicaban como la de extraer de los montes las plantas y poblar con ellas las dehesas.
B. Entre los siglos XVI y XVIII había tres tipos de montes: bravos, jarales y trasmochos. - Los Montes Bravos eran aquellos que se lograban plantando los robles y dejándolos crecer durante sesenta, ochenta y cien años. Se utilizaban los árboles para las herrerías, maderamen y tablazón de navío. Pero, dado el período tan largo de espera, pocos utilizaban esta técnica. - Los Montes Jarales eran aquellos que se cortaban por la base, dejando unas cepas bajas de dos a cuatro pies de altura. Tardaban en ser útiles entre 12 y 15 años, siendo utilizados para leña y carbón en las ferrerías. Hay algunos jarales de castaño cuyas ramas servían para arcos de barriles y toneles. - El Monte Trasmocho no se generalizó hasta el siglo XVII. En el siglo XVI se hablaba de jarales y montes altos (bravos), y fue la Ordenanza de 1548 la que inició la técnica del trasmocho. Se generalizó pues en el siglo XVII, y consistía en el corte de las ramas, e implicaba dejar horca y pendón.
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Leny Martínez
…los viveros executados del modo que indico, pueden servir únicamente a repoblar los montes: el arte debe en estas circunstancias ayudar a la naturaleza: sin los viveros no habrá montes en España.
Castaño en la fuente de Los Ángeles, Candás
El significado de horca y pendón es utilizado por el Marqués de Rocaverde, que a su vez la tomó de Pedro Bernardo Villareal de Berriz3.
3 ARAGÓN RUANO, A.: “Una longeva técnica forestal: los trasmochos o desmochos guiados en Guipúzcoa durante la Edad Moderna”. En Espacio, Tiempo y Forma. Serie IV, Historia Moderna. UNED. 2010. pp. 73-105.
… (a los plantíos) que hizieren caueza como albaca se les deje lo que llaman las hordenanzas de su magestad horca y pendon, que es dejar una buena rama azia un lado en angulo rectto con el tronco, y otra derecha o en angulo obtuso para que tenga curbatones jenoles o barenjas para nauios… La aparición de los trasmochos se explica por la necesidad de aumentar la productividad del bosque y de com2017. N.o 69
plementar diversas actividades. Los jarales esencialmente permitían el aprovechamiento para carbón, pero para su buena conservación exigían estar cerrados a fin de impedir el acceso al ganado al menos hasta que creciesen los retoños, de difícil cumplimiento en montes concejiles y de pasto común. El trasmocho sustituyó en muchos casos al jaral, porque permitía un mayor aprovechamiento del árbol y del bosque para un mayor número de actividades, como las de ferrerías, ganadería y construcción naval. La escasez de monte, junto con la mayor demanda de actividades, hizo que, ante la imposibilidad de extender la masa forestal o la productividad de los bosques, las manchas forestales diversificaran su aprovechamiento. Fueron, pues, las necesidades de las actividades productivas las que dieron forma al bosque. Conclusiones urante el siglo XVI el concejo de Carreño tenía una gran superficie arbolada (robles, castaños, hayas, fresnos…). Tras la excesiva presión y explotación que sufrió durante la Edad Moderna experimentó un importante retroceso y deforestación, constatada, entre otros, por González Posada en 1792. La deforestación fue consecuencia de las diferentes actividades realizadas por el ser humano, como son: a) Excesivas roturaciones para establecer nuevos cultivos, invadiendo, de esta manera, los terrenos ocupados por el monte. Se taló y quemó su superficie y, posteriormente, se sembró sobre sus cenizas. Al cabo de pocos años, agotada la fertilidad de la tierra, se acudía a otra zona, y así sucesivamente. Esta forma de cultivo arruinó los bosques. b) El excesivo pastoreo. En los montes en los que pastaban ovejas, cabras y vacas, sus dientes y pezuñas causaban un importante daño que acababa con el bosque. La cabra era el animal más perjudicial de ellos. En España, en general, la Mesta obtuvo importantes privilegios de pasto, ramoneo y de paso que ocasionó inmensos daños en la supervivencia del bosque. c) Las minas, la metalurgia y otras actividades (caleros, hornos de pan, teyeras, alfares…) necesitaban mucha madera, leña y carbón vegetal como combustible.
D
d) La construcción de barcos. Se necesitaba abundante cantidad de robles, hayas, pinos y otras especies para la construcción naval. Las zonas costeras y montes del interior comunicados a través de ríos con los astilleros y puertos fueron fuertemente explotados. Se sacrificaron los bosques para la construcción de las flotas de guerra y buques mercantes y pesqueros. Ante la situación de declive en montes y bosques, la Corona intentó paliarlo a través de distintas Ordenanzas que obligaron a los diferentes concejos a su preservación, cuidado, mantenimiento y repoblación. Las Órdenes no se cumplieron con el rigor adecuado en toda su amplitud por los municipios ante la disyuntiva que se planteaba: o el bienestar del bosque o el bienestar de los vecinos. Los concejos, en muchos casos, se mostraron reacios a su aplicación. Otro modo de salvaguardar el bosque fue aplicando técnicas de silvicultura como la utilización de los trasmochos guiados o la implantación de viveros. Todas estas iniciativas no dieron los frutos esperados y la situación del monte en el concejo de Carreño era (y es) lamentable. Busto García (1984) señala
cómo González Posada se lamenta en 1792 que … Hoy está Carreño muy raso y es uno de los concejos con menos madera. Por último, es preciso señalar que toda la conservación de los bosques tenía un carácter principalmente utilitarista. No obstante, tal como señaló González Posada, empezaron a surgir criterios de sostenibilidad medioambiental en toda la actividad de preservación de los bosques: … Nunca falta agua a Carreño y hasta en las cimas de sus cordilleras hay fuentes con frecuencia. Así supieran aprovechar tanta agua que se pierde, haciendo falta a los sembrados los más de los años, pues desde que se talaron sus montes, bosques y selvas no llueve como antes en Asturias…
Pino al que se le aplicó la técnica del trasmocho
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COLABORACIÓN
TÉCNICA
S. O. S. Toponimia La toponimia española en vías de desaparición No es mi intención escribir un denso y extenso artículo sobre la toponimia española. Primero, porque no creo que este sea el lugar ni yo la persona indicada para ello; y segundo, porque creo que hay suficientes lingüistas, historiadores y demás expertos en este tema en España como para abordarlo desde los mil y un enfoques que la toponimia nos ofrece: origen y procedencia, o etimología, tipología, significados, etc. Pero sí creo que este es el lugar adecuado para hacer un llamamiento a todos los ingenieros técnicos forestales, ingenieros de montes, agrícolas y agrónomos, y en general a todas las personas que trabajan, habitan o frecuentan el medio rural y que tienen la suficiente formación como para elaborar un mapa
L Jorge Matey Valderrama Ingeniero Técnico Forestal Decano Territorial de La Rioja Forêtezk, Ingeniería y Proyectos Medioambientales
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os nombres de nuestros montes, ríos, valles, pagos, etc. están desapareciendo con la misma velocidad con la que desaparecen quienes los habitan y conocen. Las personas que aún recuerdan la toponimia no son otros que los que en su día se vieron obligados a usarla a diario para el manejo de su vida y hacienda. Gentes que para poder localizar una vaca perdida o una oveja herida, o para poder mandar a un hijo a recoger un apero olvidado o estraviado –andando, por supuesto–, eran orientados hasta su destino gracias a que atesoraban un nombre para cada pliegue o accidente del terreno. Hoy en día, debido al abandono de esa dura vida, al muy preocupante éxodo rural y en parte también a los nuevos medios de transporte, ese uso antes imprescindible,
hoy lo es mucho menos o apenas resulta testimonial. Y ya se sabe, cuando algo deja de usarse, tarde o temprano se acaba perdiendo. Porque cuando las personas poseedoras de ese tesoro desaparecen, generalmente lo hacen sin dejar testimonio escrito de ello. Y esta gente, la última generación que vivió usando plenamente la toponimia, es principalmente la generación de nuestros abuelos, y en la mayoría de los casos se irán llevándose consigo los nombres que otros hombres en otros tiempos les dieron a las tierras. Nombres que han llegado hasta hoy, muchos de ellos con más mil de años de antigüedad, sobreviviendo incluso al elemento al que nombraban (castros, poblados celtíberos o romanos, aldeas, ermitas, etc.), y que por supuesto son patrimonio cultural de nuestro país.
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El uso de la toponimia es algo habitual en nuestro trabajo como gestores del medio natural. Al igual que le sucedía antiguamente al pastor, nosotros también debemos saber ubicar los lugares según sus nombres. Para ello consultamos planos de toponimia, o si estos no existen, los elaboramos a partir de la memoria de los lugareños que mejor conocen los topónimos, o lo que hoy en día es más importante, de los que mejor los recuerdan. O sea, tal y como rezan las hermosas leyendas de muchos de los mapas del geógrafo Tomás López (1730-1802), Construido por las memorias de los naturales. Así que, durante la redacción de proyectos de ordenación de montes, en algunas ocasiones elaboramos planos donde generalmente reflejamos los topónimos principales. Ya que aun no siendo ajenos a la existencia de toda una extensa toponimia que da nombre hasta al más pequeño de los barrancos, no es habitual reflejarla en su totalidad en un plano y recopilarla alfabéticamente en un nomenclátor. Y ese es, precisamente, el llamamiento que deseo realizar. Aprovechemos nuestros conocimientos, nuestros proyectos, nuestros viajes al pueblo de los padres o abuelos, o cualquier ocasión que lo permita, para recopilar y plasmar –y de paso, digitalizar– en un plano y un nomenclátor toda la toponimia que esté a nuestro alcance. Y desde nuestros distintos trabajos o puestos de responsabilidad en la administración o en las empresas, aprovechemos para promover, facilitar o posibilitar en la medida de lo posible su recopilación y digitalización antes de que esto sea ya imposible de llevar a cabo por falta de personas que la recuerden. Bien es cierto que algunos organismos están llevando a cabo tareas encaminadas a ello. Pero generalmente efectúan una recopilación toponímica proveniente de fuentes escritas ya existentes, generando de este modo planos que habitualmente solo reflejan la toponimia principal y que suelen acumular muchos errores. Fuentes de información cartográfica para la localización de toponimia como son los planos catastrales acumulan tal cantidad de errores que no son una fuente fiable para este fin. Téngase en cuenta que la labor fundamental de los topógrafos del Catastro, en todas las épocas, era
Plano de topónimos vascon
es de Ezcaray (La Rioja). San
la de delinear detalladamente todas y cada una de las parcelas, dejando en un segundo plano el nombre de las mismas. Generalmente tomaban uno de los nombres de la zona y se lo asignaban al conjunto, errando en mayor o menor medida con esta operación. En otros casos sí existen planos toponímicos más detallados, como en el caso del Plano de Ezcaray (La Rioja) de Santiago Arregui (1957) –el caso del Alto Oja, afortunadamente es muy particular, pues ha sido muy estudiado dada la existencia de una alta densidad de topónimos vascones en un territorio riojano–. El plano de Arregui posee
tiago Arregui Belar, 1957
la belleza y el encanto que tienen las cosas hechas a mano, pero le falta la exactitud de la geolocalización de los topónimos, pues intentar deducir el lugar exacto de un topónimo con este plano es algo realmente complejo. Además, únicamente recogió la toponimia vascona, tanto en el plano como en la lista anexa, dejando de lado la toponimia castellana. Llevo recopilando y recuperando toponimia desde hace 15 años, y aparte de ser uno de los trabajos que con más entusiasmo he hecho, he disfrutado y aprendido muchísimo escuchando
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cientos de anécdotas, curiosidades, leyendas, misterios, tesoros desaparecidos (poblados milenarios, ermitas, santuarios, etc.) que nuestros montes ocultan y que a veces solo perduran en el recuerdo de la tradición oral. No deja de sorprenderme, e incluso estremecerme, la rapidez con la que el tiempo se traga la historia: donde hace 60 años había una aldea habitada, hoy solo hay maleza y piedras tiradas y la vegetación lo cubre todo. Recomendaciones útiles a la hora de elaborar planos de toponimia l escribir el topónimo sobre el plano se debe intentar, en la medida de lo posible, que este ocupe toda la zona a la que designa. Por ello, luego se observarán nombres de mayor tamaño que otros, y alineados en distintas direcciones, por ejemplo siguiendo el curso de un barranco, la orientación de una umbría o la divisoria entre dos laderas. Otras veces, como en el caso de pequeños collados, fuentes, peñas u otros accidentes topográficos, el espa-
A
cio que denomina el topónimo es más pequeño que el que ocupa su nombre escrito sobre el plano, por lo que es recomendable que este se halla centrado con respecto al paraje designado. A veces se puede encontrar que un mismo lugar recibe distinto nombre en función de cada persona. Por ejemplo, en la designación de los barrancos unas personas pueden nombrar al barranco con el nombre de las fincas que hay a su pie o desembocadura, y otros lo nombran, por ejemplo, con el nombre de la majada o la fuente que hay en su parte alta. En ese punto pueden comenzar discusiones sobre si está bien o mal, y si fulano, mengano o zutano lleva o no razón. Mi opinión es que ambas acepciones son correctas, ya que no debemos olvidar que el topónimo es el medio, y no el fin, para denominar un paraje. Se debe reflejar en el plano la que se considere más correcta, y el resto citarlas también en la lista (nomenclátor). También es muy común que un mismo río reciba distintos nombres, debido a que a veces cada tramo toma el nombre de las fincas o parajes por donde pasa.
Portada del Libro Planos de toponimia actual e histórica y nomenclátor del Alto Oja (La Rioja) Ezcaray – Ojacastro – Valgañón – Zorraquín. Jorge Matey Valderrama. Ed. Instituto de Estudios Riojanos, 2016
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Una apreciación relacionada con la profesión forestal es la acepción por la que de manera más habitual se entiende hoy en día la palabra monte, referida a una elevación del terreno o montaña. Pero antiguamente el significado que comúnmente se le daba era el de una zona arbolada, por lo que las referencias a un monte generalmente estarán indicando una zona de bosque –de haya, roble, encina...– aunque este ya no exista. La lista de topónimos o nomenclátor, con el fin de facilitar la búsqueda de topónimos, se ha de elaborar por orden alfabético, posponiendo los artículos y las preposiciones. En su nomenclatura, además del accidente o indicio topográfico que corresponde a cada topónimo (valle, barranco, majada, collado, monte, etc.), se debe intentar indicar su localización por la intersección de letras y números (A3, B5, D2, etc.) correspondientes a una cuadricula trazada en el plano. La tradición oral se mezcla y redescubre con la historia mediante la consulta de archivos municipales, textos
Plano de toponimia de Ezcaray (Formato A0 – 84 x 119 cm) del Libro Planos de toponimia actual e histórica y nomenclátor del Alto Oja (La Rioja) Ezcaray – Ojacastro – Valgañón – Zorraquín. Jorge Matey Valderrama. Ed. Instituto de Estudios Riojanos, 2016
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históricos sobre la evolución del lugar que estamos estudiando, o cualquier documento que aporte luz. Así que toda la información que se recopile será de utilidad. Si se dispone de tiempo y atrevimiento se puede hacer algo de investigación tras el trabajo de campo que ayude a datar topónimos gracias a documentos donde aparecen por primera vez citados, o recuperar nombres ya perdidos, etc. Lejos de lo que pueda parecer, la toponimia apenas ha cambiado desde hace 400-500 años. En cualquier caso, y en cierto modo gracias a la experiencia acumulada en la recopilación y documentación de toda la extensísima toponimia de los valles del Alto Oja y el Alto Cárdenas en La Rioja, y de la lectura detenida de todos los documentos históricos relacionados con la toponimia o con contenido de ella que han caído en mis manos, me atrevo a decir que es más fiable el nombre recogido de viva voz que los topónimos recogidos en los distintos documentos históricos, provenientes generalmente de los archivos municipales. Como he podido observar repetidamente que les ocurría a los escribanos castellanos de esta zona con los enrevesados y abundantísimos nombres vascones del Alto Oja –los cuales escribían de distinta manera incluso en un mismo documento–, estos redactaban los distintos documentos (apeos, amojonamientos, alcances de unas villas en otras, etc.) sin ser conocedores expertos de los parajes sobre los que daban fe sino que se limitaban a copiar los nombres al dictado de los prácticos de cada villa o, en otros casos, a elaborar copias de estos documentos destinadas a cada una de las partes implicadas, cometiendo por ello muchos errores de trascripción. Esto mismo ya sucedía en la historiografía colonial, en cuyos documentos repletos de complicados nombres aztecas, incas, etc. aparecen desviaciones solo explicables como fenómenos debidos o a una vacilación en su pronunciación (en el caso del ser el autor el mismo que lo escribe) o a una incomprensión de la grafía original (en el caso de la copia de un documento). Conviene, por tanto, hacer un pequeño apéndice o un apartado, a la altura de las posibilidades de cada cual pero sin grandes pretensiones, donde se refleje la información recabada sobre esas curiosidades descubiertas durante el trabajo de campo de recopi-
Uno de mis colaboradores, Florencio Izquierdo, ya fallecido en el momento en que escribo estas líneas, dictándome y señalándome la toponimia de la aldea de Zaldierna, al fondo. (Ezcaray-La Rioja)
lación toponímica y el trabajo de investigación; ermitas, despoblados, minas, castros, fuentes, leyendas, etc. Seguro que serán de mucho valor para el caso de que alguien realice un estudio histórico del municipio o de la zona se tope con tu trabajo. Y ya, si se puede, intentar que el ayuntamiento para el cual se ha hecho el trabajo publique o dé difusión al plano y su anexo, y así no quede en el olvido de un estante del archivo municipal. La tarea es simple pero no sencilla. Lo más importante es localizar varios informantes lo más fiables posible de entre las personas que aparezcan en el municipio como más conocedores de montes y nombres. Generalmente antiguos pastores, agricultores, leñadores, etc. originarios y conocedores de cada zona, bien por proximidad –a veces en un municipio existen, o han existido, varias aldeas o barrios– o bien por estar en ellas sus tierras de labor o las de sus antepasados. Cuanto más grande sea el municipio, más informantes serán necesarios, ya que cada término o circunscripción de una aldea o barrio es preferible recorrerla con originarios de la misma. Luego, con un vehículo, se
recorre el municipio dejándose aconsejar por los colaboradores para situarse en las mejoras atalayas desde donde proceder al dictado de los topónimos y su ubicación. En la medida de lo posible, siempre se debe buscar el acompañamiento de dos o más prácticos, pues tras varias horas dictando topónimos, la memoria suele jugar malas pasadas, y dos o más mentes funcionan mejor que una. Unos planos en papel que cubran todo el término municipal que nosotros mismos podemos elaborar –un formato A3 con la ortofoto y el topográfico a una escala de entre 1:5.000 y 1:10.000 es más que suficiente– y un par de bolígrafos es todo lo que necesitaremos. Y luego, habilidad para tirar del hilo del conocimiento atesorado de los informantes, para retarlos a que no se dejen ni un solo nombre sin decir, ni una sola historia sin contar. Y disfrutar. Y compartir con ellos el elevado acto de fijar sobre el papel la memoria de los naturales para el resto de generaciones. De evitar el olvido, de perdurar sus recuerdos. Porque como escribió mi amiga y poeta Sonia San Román, Sin nombre, todo es accidente
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Jardín Botánico Sir Seewoosagur Ramgoolam I )
El jardín botánico Sir Seewoosagur Ramgoolam (SSR), además de ser el jardín botánico más antiguo del hemisferio sur, es, sin duda, uno de los más hermosos y reconocidos del mundo. Se encuentra en Mauricio, en el norte de la isla, en el pequeño municipio de Pamplemousses, a escasos 10 km al nordeste de su capital, Port Louis. La villa debe su nombre a la gran cantidad de pomelos (Citrus maxima) plantados e introducidos por los holandeses desde la isla de Java, ya que el nombre vernáculo de este árbol en francés es “Pamplemousses”, patronímico de este vergel botánico. Históricamente este jardín ha cambiado reiteradamente de nombre. Desde sus orígenes: “Jardin de Mon Plaisir”, “Jardin de Mont Plaisir”, “Jardin de Plantes”, “Le Jardin National de l’Isle de France”, “Jardin Royal”, “Jardin Botanique des Pamplemousses”, “Le Jardin du Roy”, “The Royal Botanical Gardens, Pamplemousses”, “The Royal Botanic Garden, Pamplemousses”, y desde 1988, “Sir Seewoosagur Ramgoolam Botanic Gardens”.
a
parte
José González Granados Ingeniero Técnico Forestal
Monolito a la entrada del Jardín Botánico de Pamplemousses en Mauricio
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Nenúfares gigantes (Victoria amazonica)
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La puerta principal, de hierro forjado, es una estructura arquitectónica sublime, un regalo donado por Francois Lienard de la Mivoie en 1868; cuenta con la presencia del escudo de armas, un unicornio y una corona, en la parte superior de cada uno de sus pilares. Esta obra de arte ganó el primer premio en la Exposición Internacional celebrada en el Crystal Palace en el Reino Unido en 1862.
historia Fue fundado en 1736, durante la época colonial francesa (gobernaba Francia Luis XV), por el gobernador François Mehé de Labourdonnais, después de que la isla de Mauricio fuese abandonada en 1710 por los holandeses. En esta época era más un jardín de plantas comestibles, donde se iban introduciendo un gran número de especies vegetales de interés botánico e importancia económica traídas para su aclimatación desde los lugares más recónditos. Algunos ejemplos son la yuca (Manihot esculenta), traída desde Brasil para alimentar a los esclavos, nuez moscada (Myristica fragans), clavo de olor (Syzichium aromaticum), caña de azúcar (Saccharum officinarum), canela (Cinnamomum verum), vainilla (Vanilla tahitensis) y palma de coco (Cocos nucifera). Estas especies todavía están presentes en el Rincón de las Especias del Jardín. En 1739, la Compañía Francesa de las Indias Orientales adquiere los terrenos y realiza una gran plantación de árboles de morera para instalar una industria de “gusanos de seda”, posteriormente sustituidos por la especie Albizia lebbeck, cuya madera servía para hacer carbón de leña que se usaba en la fabricación de pólvora.
Panorámica de Poivre Avenue con baobab al fondo
Poivre Avenue con un paseo de Roystonea regia
Busto de Pierre Poivre (1719-1786)
Beaucarnea recurvata Alineación de palmeras reales
Desde 1746 hasta 1753 estuvo virtualmente abandonado; después fue gestionado por FuséeAublet, a quien se envió para poner en funcionamiento una farmacia y el jardín botánico, y se le acusa de haber destruido plantas recogidas por la expedición de Pierre Poivre, celoso del éxito de este último. No fue hasta el año 1767, en la segunda visita a la isla de Poivre, quien al ser nombrado intendente de Mauricio comienza la selección de las plantas tropicales, muchas de las cuales continúan en el jardín hoy en día, y el diseño de jardín que hoy conocemos y que continuó su sucesor Nicolas Céré (1775-1810), quien dedicó su vida y fortuna personal a que este jardín botánico alcanzara fama mundial. De esta época datan las principales avenidas y la construcción de varios estanques, en especial el que alberga el lirio de agua gigante (Victoria amazonica). Flor de nenúfar gigante
Baobab (Adansonia digitata)
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Palmera real (Roystonea regia)
Las palmeras son uno de los principales atractivos de Pamplemousses
Fustes de algunos grandes árboles del jardín botánico
En agosto de 1810, tras la guerra franco-británica, Isla Mauricio fue ocupada por los británicos, posesión que fue ratificada por el tratado de París de 1814. Los británicos recuperaron de nuevo el nombre holandés de la isla: "Mauricius". Durante los primeros 30 años de colonización inglesa el jardín estuvo en decadencia (1810-1849), hasta la llegada de James Duncan como Director en 1849, artífice de la introducción en el jardín de una gran colección de palmeras, incluida la majestuosa palmera real (Roystonea regia). En 1866, una epidemia de malaria golpeó la isla, y el jardín botánico se utilizó para la producción de cientos de miles de eucaliptos que fueron introducidos por toda la isla para desecar los aguazales, ciénagas y charcas donde proliferaban los mosquitos transmisores del parásito a los humanos, en un intento de controlar la enfermedad. Desde 1944 hasta 1966 la gestión del botánico fue encomendada a Henri Julien, quien varias veces tuvo que restaurar el jardín, con la colaboración del Dr. Octave Wiehe y de Alfred North, tras los graves daños causados por
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los violentos ciclones que arrasaron la isla en 1945 y 1960. Por iniciativa del Dr. Reginald Vaughan se creó un Comité Asesor del jardín en 1968 que estableció un eficaz modelo para su mantenimiento. En 1995, el gobierno chino financia la creación del jardín de plantas medicinales; en 1998 se erige una pared de roca basáltica de colores alrededor del jardín para garantizar una mayor protección, y en 2000 se crea una sección dedicada a los recursos genéticos vegetales. Desde 1988, el jardín lleva el nombre de quien fuese el Primer Ministro de la República de Mauricio y después Gobernador General: considerado el “Padre de la Nación” por llevar a Mauricio a la independencia en 1968, y quien desempeñara el cargo de presidente de la Organización de la Unidad Africana. Su monumento funerario (Samadhi) se encuentra cerca del Chateau de Mon Plaisir, así como un monumento conmemorativo que consiste en un estanque de agua dulce coronado por una flor de loto con la inscripción: "En memoria querida del Padre de la Nación".
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Arriba: Avenida de Adrien D'Epinay con Hyophorbe verschaffeltii. Están presentes otras tres especies del género: Hyophorbe lagebicaulis, H. revaughanii y H. vaughanii
TodasForestal las palmeras de las islas Mascareñas están representadas Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería y del endémicas Medio Natural 69
en este jardín: Dictyosperma, Acanthophoenix, Hyophorbe y Latania, entre otras
Monolitos en conmemoración a las plantaciones de algunos árboles realizadas por ilustres personalidades y dirigentes mundiales
Estanque de loto
Muchos árboles del SSR han sido plantados por ilustres personalidades, como la Reina Madre del Reino Unido, la primera ministra de la India Shrimati Indira Gandhi, el presidente de la República Francesa François Miterrand o el presidente de la República Sudafricana Nelson Mandela, entre otros muchos líderes mundiales. Las especies elegidas fueron: Araucaria heterophylla, A. cunninghamii, Lagerstroemia speciosa, Hornea mauritiana, Mimusops petiolatis, Cassine orientale, Calophyllum eputamen, Diospyros diversifolia, Saraca indica, Putranjiva roxburghii, Mimusops elengi, Muristica fragans, Gastonia mauritiana, Syzygium contractum, Sideroxylon cinereum, Polyanthia longifolia, Erythrina falcata, Delonix regia, Cordia sebestena, Polyalthia longifolia, Dyospiros egrettarum, Triplaris americana, Donbeya mauritiana, Dyospiros tessellaria, Labourdonnaisia glauca, Aegle marmelos, Sideroylon grandiflorum, Eugenia tinifolia, Sideroxylon puberulum, Dyospiros boutoniana, Corypha umbraculifera y Securinega durissima. En las imágenes aparecen algunos ejemplos. Varios estanques ese encuentran repartidos por este maravilloso jardín botánico de Pamplemousses. En el denominado estanque de loto podemos deleitarnos con varias especies acuáticas, entre ellas la flor de loto (Nelumbo nucifera), una de las plantas medicinales que ya se conocía en la antigua Grecia y que fuera inmortalizada en La Odisea de Homero, y varias especies de nenúfares (Nymphaea sp.). El “efecto loto” radica en sus hojas, puesto que poseen una muy alta repelencia al agua (superhidrófobas).
Detalle del fruto complejo de Nelumbo nucifera formado por un receptáculo elipsoidal de 5-10 cm de diámetro
Hojas de nenúfar (Nymphaea sp.) Flor de loto de color blanco antes de abrir
Flor de nenúfar (Nymphaea sp.)
Detalle de una flor de loto
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Flores de Plumeria alba
El jardín botánico Sir Seewoosagur Ramgoolam cuenta con una excelente colección de especies botánicas; entre ellas se cuentan algunas de las especies de palmeras más exóticas del mundo, repartidas por una superficie de 37,5 hectáreas: palmeras botella, palmeras reales, palmera talipot, además de una excelente colección de bambúes, lotos, baobabs, ficus y, por supuesto, nenúfares gigantes, que serán objeto de mayor atención en la segunda parte de este reportaje. Desde el año 2000, este esplendido jardín botánico es administrado por una Fundación conocida como SSR Botanic Garden Trust, constituida en mayo de 1999. Sus principales objetivos son la conservación, la educación, la recreación, la cultura y la historia de este fastuoso escenario botánico.
Jardines aledaños al Château de Mon Plaisir
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Árbol salchicha (Kigelia africana)
Cenador con una alineación de palmeras botella (Hyophorbe lagebicaulis)
2017. N.o 69 El río Citrón atraviesa por el centro el jardín botánico
Ébano (Diospyros egrettarum)
Palmera amarilla (Chrysalidocarpus lutescens)
El jardín goza de áreas que emulan un bosque tropical
Colección palmeras de Pamplemousses: Verschaffeltia splendida, Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y deldeMedio Natural 73
Crytostachys renda, Latania lontaroides, Chrysalidocarpus madagascarensis, Roystonea oleracea, Dictyosperma album…
NOTICIAS
FORESTALES
Tomó posesión la nueva Junta de Gobierno del Colegio En un acto celebrado el 23 de marzo en la Escuela de Ingeniería del Medio Natural de Madrid, la nueva Junta de Gobierno tomó posesión y enunció las líneas generales que marcarán la actividad colegial los próximos cuatro años. Al acto asistieron Carlos Novillo Piris, director general de Protección Civil de la Comunidad de Madrid, Germán Glaría Galcerán, director de la escuela de Ingeniería del Medio Natutal de la Universidad Politécnica de Madrid, Pedro Cifuentes, director de la escuela de Ingenieros de Montes de la UPM, y Pilar Avizanda, decana saliente del Colegio. “Conocimiento e imaginación son dos señas de identidad que colectivo forestal, a lo que hay que añadir una gran capacidad de trabajo”. Con estas palabras comenzó José González Granados, nuevo decano del Colegio, su discurso en el acto. Reivindicó el papel jugado por los ingenieros forestales en el desarrollo del país, especialmente de las zonas más rurales, así como en la protección de la naturaleza, por lo que reivindicó un sentimiento de orgullo por “una profesión con profunda
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actitud social y disposición de servicio público que ha ido evolucionando con el devenir de los tiempos”. En su discurso, el nuevo decano apuntó al futuro prometedor que espera a los ingenieros técnicos forestales en el siglo XXI, “los retos no son pocos ni pequeños, por lo que se necesita más que nunca un colectivo bien estructurado, cohesionado, orgulloso de la profesión forestal, ambicioso en sus planteamientos y con aportaciones enriquecedoras de todos los que conforman el Colegio y la Asociación de Ingenieros Técnicos Forestales, las escuelas universitarias forestales y todos aquellos compañeros que, aun no estando colegiados, desarrollan su trabajo en empresas, administraciones o, por el contrario, en estos momentos se encuentren en búsqueda de una oportunidad laboral; todos vertebran nuestra profesión y con todos hay que contar”. Para terminar, agradeció a la junta saliente, y especialmente a su decana Pilar Avizanda, el trabajo desarrollado en los últimos años.
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La nueva Junta de Gobierno está compuesta por: Decano-presidente: José González Granados Vicedecano: Enrique García Gómez Tesorero: Andrés Arregui Noguer Vocales: Álvaro Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara Ana María Olmos García Francisco de Paula Villaespesa Sánchez Loreto González Laborda Eduardo García Márquez Luis Ocaña Bueno Suplentes: José Ramón González Pan Guillermo López Santiago
desarrollar una hoja de ruta, consensuada con los delegados territoriales y refrendada por la Junta General, que permita un diálogo fluido y constructivo con el Colegio de Ingenieros de Montes para buscar puntos de encuentro y confluencia, en una estrategia de mutuo beneficio, basada en el respeto, la reciprocidad y el fortalecimiento de la profesión. Los profesionales que componen esta candidatura entienden que el Colegio debe atender principalmente a 10 funciones esenciales: 1. Función técnica: hasta conseguir que la profesión cuente con el reconocimiento y el prestigio técnico y social que merece. Esto permitirá a los ingenieros técnicos forestales y graduados en ingeniería forestal y del medio natural ser uno de los referentes medioambientales para la sociedad, al ocupar y defender un espacio preferente en la gestión, manejo, preservación, restauración y sostenibilidad de los recursos naturales. 2. Función académica: apostando por unas escuelas universitarias modernas que cuenten con programas académicos curriculares orientados hacia una excelente formación técnica, científica y económica de profesionales expertos en evaluación y gestión sostenible de las áreas forestales y en general del medio natural, así como en la planificación y transformación industrial de productos forestales. Es fundamental que se asegure una alta calidad formativa de los futuros egresados y se delimiten, de forma clara y concisa, los ámbitos competenciales de cada profesión regulada. La relación con las escuelas universitarias donde se imparten los títulos que habilitan a la profesión de ingeniero técnico forestal debe ser muy estrecha. Es el futuro de la profesión. 3. Función colegial: es hora de comenzar a plantearse las negociaciones que lideren, en un futuro, la unificación de los dos colegios. Esta unión nos hará mucho más fuertes y competitivos, sin perder derechos ni oportunidades. Para ello contamos en esta candidatura con personas sobradamente cualificadas y que atesoran una larga y prolija carrera profesional en defensa de nuestras competencias y atribuciones profesionales. Estos miembros del equipo van a tener encomendada de forma prioritaria su implicación y atención en este asunto clave y de suma importancia para todos nosotros. El objetivo es
4. Función divulgativa: para que la profesión forestal sea valorada por la sociedad, y los profesionales que la ejercen sean reconocidos como expertos en esta materia, es imprescindible que los medios de comunicación sepan quiénes somos, nos valoren como técnicos y cuenten con nosotros como expertos siempre que lo precisen. Entre nuestros objetivos está contar con la colaboración de todos nuestros colegiados en el ámbito de sus especialidades para fijar la postura del Colegio en temas de interés o actualidad, y fomentar y desarrollar estrategias eficaces de comunicación. También vamos a reestructurar, potenciar y apoyar, en todo lo que se pueda, nuestra revista Foresta, como herramienta de conocimiento y difusión forestal. 5. Función institucional: el Colegio debe establecer una política de representación institucional profesional trasparente y con criterios claros alineados con la defensa de la profesión forestal y para ello se deben emprender acciones encaminadas a influir en la toma de decisiones a todos los niveles. La firma de convenios de colaboración con las distintas administraciones, así como la presencia y participación en foros, congresos y cualquier acto relacionado con nuestro sector debe ser la norma a seguir. Es importante la participación en el Instituto Nacional de Graduados e Ingenieros Técnicos de España (INGITE), así como en la plataforma forestal Juntos por los Bosques, entre otros organismos profesionales, así como la proyección internacional del Colegio y sus colegiados colaborando con entidades homónimas de otros países europeos y latinoamericanos. 6. Función formativa: el Colegio debe fomentar e incrementar la organización e impartición de jornadas, foros técnicos, cursos, seminarios, conferencias o másteres que incrementen la formación de nuestro colectivo, de manera coherente y coordinada con las estrategias de los sectores empresarial, educativo y de la administración.
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7. Función laboral: el Colegio debe incrementar sus esfuerzos para apoyar de forma activa a los colegiados desempleados, favoreciendo la búsqueda de empleo, la formación y el desarrollo de capacidades emprendedoras, así como la exploración de nuevos mercados y actividades emergentes donde los ingenieros técnicos forestales y graduados en ingeniería forestal y del medio natural puedan ampliar oportunidades laborales. Se trabajará para llegar a acuerdos de colaboración con empresas, asociaciones, cooperativas y centros de investigación del sector forestal y medioambiental, de manera que opten por incorporar a sus plantillas a profesionales forestales. Esto exige una adecuada labor de mercadotecnia corporativa. 8. Función judicial: el colegio debe contar con unos servicios jurídicos profesionales y solventes que defiendan la profesión y los derechos de los colegiados si se ven agraviados en cualquier ámbito. Este servicio deberá fortalecerse en la medida de lo posible y ser mucho más cercano al colegiado. 9. Activación del Comité Asesor, con compañeros de referencia de la profesión, como órgano de consulta para temas de trascendencia, previa presentación a la Asamblea General de colegiados.
La Junta entrante y la saliente a la finalización del acto
10. Presencia en las Delegaciones Territoriales a través de actividades de formación/divulgación, así como realizando labor de inluencia, siempre en colaboración de los decanos territoriales.
José Luis Allué Andrade, medalla de Unión Profesional por su prestigio y trayectoria profesional Unión Profesional entregó en el Senado la primera edición de Premios, Medallas y Distinciones para los profesionales que han destacado por su excelencia profesional a lo largo de su trayectoria en el ámbito de la cultura social, la universidad, la comunicación y el derecho. José Luis Andrade fue propuesto por el Colegio para recibir esta medalla, recogida en su nombre por Gregorio Montero. Unos días después, el propio Gregorio Montero y el decano José González Granados le hicieron entrega de su medalla a José Luis Allué en su casa. En el acto oficial, el presidente del Senado, Pío García-Escudero, reconoció el valor social de las profesiones colegiadas, para lo que subrayó la importancia de “un ejercicio profesional guiado por el rigor intelectual, la búsqueda de la exce-
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El decano, José González Granados, y Gregorio Montero acercaron la medalla a José Luis Allué a su domicilio
lencia y el compromiso deontológico como esencia para el bienestar y el progreso de nuestra sociedad”. Jordi Ludevid, presidente de UP, señaló la importancia social de las profesiones colegiadas: “Unión Profesional quiere hacer patente la relevancia, la vigencia y el futuro de la importante labor de todas las profesiones en una sociedad abierta y global, mediante su firme compromiso con una ética exigente, un conocimiento permanentemente actualizado y una capacidad facultativa independiente”. Esta celebración, y el próximo Congreso Nacional de las Profesiones, tienen como objetivo reflexionar y reconocer los valores de las profesiones, para darles visibilidad social y contribuir a la defensa y promoción de la función de las corporaciones colegiales. 2017. N.o 69
Entregadas las distinciones de honor del Colegio en la festividad de san Francisco de Asís Los actos se celebraron el 4 de octubre en el Instituto de la Ingeniería de España, en Madrid, en colaboración con el Colegio de Ingenieros de Montes. Presidieron el acto Carlos del Álamo, presidente del Instituto de la Ingeniería de España, José González Granados, decano-presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, Eduardo Rojas, decano-presidente del Colegio Oficial y Asociación de Ingenieros de Montes, José Manuel Jaquotot, subdirector general de Silvicultura y Montes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y Germán Glaría, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid.
Los nuevos Colegiados de Honor, distinciones de honor y el resto de profesionales premiados por sus más de veinticinco años como colegiados junto con el decano del Colegio José González Granados y el presidente del Instituto de la Ingeniería de España Carlos del Álamo
El Colegio impuso la insignia de oro a los colegiados que cumplían 50 años de colegiación. Asistieron al acto: Pascual Follente Torrego, Juan Manuel Ayllón Colmenar, José Luis Calle García, Esteban Juan Sánchez Conejo, Emilio Cor tes Benítez y Antonio Jimeno Ramírez. Igualmente, se hizo la imposición de la insignia de plata por sus 25 años o más de colegiación a: Eusebio Gómez Aguado, Yolanda Abadía Mendoza, M.a del Mar García Herguido, Manuel Calvo Temprano, José Antonio Castrillo Soto, Luis Alejandro Asenjo Cabrero y M.a José Manzano Serrano. En la Asamblea General Ordinaria del Colegio celebrada en Oviedo el pasado día 16 de junio de 2017 se aprobó por unanimidad conceder las siguientes distinciones de honor y que fueron entregadas en este acto.
Diploma de Honor a la entidad solicitante de la certificacón forestal regional del Principado de Asturias-ESCRA En octubre de 2007 se creó ESCRA, una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de implantar un sistema de certificación forestal regional en Asturias. Está integrada por representantes del sector forestal asturiano. En enero de 2008 PEFC-España reconoce oficialmente a la Asociación Promotora para la Certificación Regional de Asturias y a ESCRA como Entidad Solicitante. ESCRA está realizando numerosos planes de gestión forestal sostenible, lo que ha supuesto que más de 1.000 propietarios forestales certifiquen sus montes.
Recogió el premio en nombre de ESCRA D.a Ana Belén Noriega Bravo, Secretaria General de PEFC-España.
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Diploma de Honor al ilustre Ayuntamiento de Tineo El Ayuntamiento de Tineo es el encargado de organizar Asturforesta, un evento estrictamente forestal y dirigido a los profesionales del sector. En él se cita la maquinaria más moderna para el trabajo en el monte, desde la selvicultura y la explotación hasta la primera transformación de los productos forestales. Este año se ha celebrado la undécima edición, reafirmándose como la feria forestal con mayor reconocimiento de la península, que en esta ocasión superó las 200 marcas representadas y más de 15.000 visitantes.
José Ramón Feito Lorences, alcalde de Tineo
Mención de Honor a Manuel Calvo Temprano Ingeniero técnico forestal, ha ocupado diversos cargos de responsabilidad, especialmente en la administración regional de Asturias. La distinción se realiza por la defensa que ha desempeñado de la profesión y del Colegio Profesional. Siendo director-conservador del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa fue nombrado director general de Recursos Naturales del Principado de Asturias, puesto que ocupa actualmente y en el que destaca por su voluntad de trabajo, por su carácter conciliador y por una visión práctica de la gestión de los recursos naturales.
Manuel Calvo Temprano
Colegiado de Honor. Carlos Gómez de Aizpurúa Está considerado como el mejor entomólogo especializado en ciclos biológicos de Lepidópteros que ha habido en la historia de España. Ha dedicado toda su vida a la entomología forestal, ha descrito más de 1.000 ciclos biológicos del orden Lepidoptera, lo que supone un 22 % de la fauna de las mariposas y falenas presentes en la Península Ibérica. Su obra Mariposas y Orugas de Europa, puede considerarse “la Biblia” de los ciclos biológicos de los Lepidópteros que existen en el continente. Posee las cualidades que todo científico debe poseer: espíritu innovador, ansia de conocimiento y un ánimo incansable. En 1997, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid le encarga la dirección del Arboreto Luis Ceballos. En 2006 se le concede la Medalla de Oro de la Ciudad de San Sebastián por su trayectoria profesional. En 2009 se le concede la primera Insignia de Oro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Entre 1974 y 2017 ha publicado casi 50 libros y numerosos artículos científicos. Además, ha descubierto varias especies para la Ciencia. Su trato cercano y humano componen la figura ideal del sabio humilde al que es imposible no reconocer sus enseñanzas.
Colegiado de Honor. José Ramón González Pan Desde 1985 es funcionario del Cuerpo de Ingenieros Técnicos Forestales del Estado. Ha sido, entre otros cargos, director del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) y jefe de servicio de Prevención y Comunicación del Área de Defensa contra Incendios Forestales del Ministerio de Medio Ambiente. Entre sus múltiples facetas, además de la de ser autor de numerosas publicaciones y artículos, destaca la de guionista y realizador de un importante número de videos y series de televisión. Entre otros reconocimientos, posee el Batefuegos de Oro, Mención especial año 2013, y la Medalla de Honor del Colegio de Ingenieros de Montes 2014, al que ahora tendrá que añadir el de Colegiado de Honor de su colegio profesional. En la actualidad es jefe del Servicio de Publicaciones del Organismo Autónomo Parques Nacionales.
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Colegiado de Honor. Javier de la Puente Vinuesa Ingeniero técnico forestal e ingeniero de montes, ingresó en el Colegio en 1973 y desde ese momento ha sido un miembro activo y destacado del Colegio. Ha estado más de 30 años en algún cargo colegial, pasando desde secretario general hasta por el cargo de vicedecano. Por todo ello, en 2016 recibió la insignia de Oro del Colegio. Su vida profesional la ha desarrollado en la empresa Dragados y Construcciones, en la que ha ocupado diversos cargos, como el de responsable de Gestión Ambiental y luego Jefe de Calidad y Medioambiente de DRACE. Desde hace más diez años es profesor del Máster de Edificación de la Escuela de la Fundación de la Edificación. D. Javier de la Puente Vinuesa ha rendido servicios extraordinarios a la ingeniería técnica forestal, tanto desde los órganos colegiales e institucionales como representante en numerosas entidades en las que hoy sigue colaborando. En la actualidad es presidente del Foro de Bosques y Cambio Climático. En su vida colegial ha sido una constante la defensa y el servicio prestado a los colegiados, siendo una de las de las personas más conocidas del colectivo. Ahora, como jubilado, dedica su tiempo a la defensa del medioambiente, del arbolado urbano y del parque del Retiro de Madrid.
Entregados los premios El Batefuegos de Oro 2017 Un año más, los premios El Batefuegos reconocen la labor de los profesionales que luchan contra los incendios forestales. Esta ha sido la decimosexta edición y se entregaron el 30 de noviembre en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de Madrid. En la 1.a categoría el premio fue para el Servicio de Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid por su programa de pastoreo controlado como medida preventiva. Recogió el premio D. Pablo Cristóbal Mayoral, jefe de Servicio de Incendios Forestales del Cuerpo de Bomberos de la CAM. En la categoría del Batefuegos Honorífico: - el primer premio, fue para D. José López Candall, por sus más de cuarenta años en el sector - el segundo premio fue para D. Ignacio Gracia Monforte. Quienes lo
conocen se refieren a él como “la aviación contra los incendios” - el tercer premio fue para D. Miguel Ángel Cortallo de Cáceres, con más de treinta años de experiencia con actuaciones de reconocido prestigio.
En la categoría El Batefuegos del Año el premiado fue D. José Jiménez García. Hubo momentos emocionantes en el recuerdo de los civiles portugueses fallecidos este verano.
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Juntos por los Bosques informa a S. M. El Rey de la situación del sector forestal español La plataforma Juntos por los Bosques, a la que pertenece el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, fue recibida por S. M. El Rey Felipe VI. En la audiencia, don Felipe demostró estar informado tanto sobre los preparativos para la creación
del Consejo Forestal Nacional como sobre el estado actual del sector, y expresó su extrañeza por el hecho de que el elevado consenso existente sobre la importancia de los bosques no genere más acciones concretas. Juntos por los Bosques invitó al monarca a presidir el acto central en
España del próximo Día Internacional de los Bosques, el 21 de marzo de 2018. La plataforma ha ofrecido al jefe del Estado asumir la condición de “embajador de los bosques”. A dicho acto acudió en representación del Colegio el decano-presidente José González Granados.
Presentación de la sección especial "Mediterranean Silviculture" en homenaje a Gregorio Montero El dia 30 de noviembre se presentó la seccion especial de la revita Forest Systems en homenaje a Gregorio Montero. Forest System es la unica revista española incluida en el Journal Citation Reports dentro del area de Forestry, que reconoce a las revistas mas prestigiosas de su área. Este homenaje se plantea para reconocer a destacados cientificos forestales españoles que han contribuido signficativamente al desarrollo de la ciencia forestal en nuestro pais. En Gregorio Montero se une el haber sido editor jefe de la revista y también impulsor de los cambios para hacer de esta una referencia en la bibliografía forestal española. Por último, su vida profesional ha estado dedicada a la ciencia forestal, desde diferentes puestos (tanto en el INIA, su centro de trabajo, como la Sociedad Española de Ciencias Forestales) mediante la direccion de proyectos cientiíficos, formación de investigadores, publicación de numerosos trabajos científicos y técnicos, e impulsando la relación de la ciencia con el sector forestal. Esta sección fue coordinada por F. Bravo y M. del Río. En ella se recogen doce artículos relacionados con diversos aspectos de la selvicultura. El acto de presentación consistió en la exposición de cuatro de los trabajos recogidos en esta sección especial por investigadores que han reflexionado sobre el papel de Gregorio Montero como impulsor de la selvicultura en España.
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Normas de publicación Descripción La revista FORESTA abarca todo tipo de temas relacionados con la ciencia, gestión e industria forestal, entendidos en un sentido amplio, tanto los bienes producidos por los terrenos forestales como sus servicios ambientales, su gestión, protección, defensa, restauración y mejora. Instrucciones a los autores La revista acepta trabajos originales, que no hayan sido previamente publicados, ni se hayan enviado simultáneamente a otras revistas. De forma excepcional, el consejo de redacción podrá decidir la publicación de trabajos no originales de especial interés y difícil acceso, siempre que no existan conflictos con la propiedad intelectual. La publicación de un artículo en la revista supone la cesión de los derechos de propiedad intelectual a la editora, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, a efectos de su publicación y distribución. Los autores son los responsables de la obtención de los permisos necesarios para reproducir materiales con copyright procedentes de otras fuentes. Los artículos se remitirán a la dirección prensa@forestales.net. La revista confirmará la recepción del artículo y el Director asignará los miembros del consejo de redacción que se ocuparán de su revisión y aceptación o rechazo. Cuando se estime necesario, se designarán revisores externos adicionales para determinar la idoneidad del trabajo. Se podrán remitir a la revista artículos de opinión o colaboraciones técnicas. El autor indicará expresamente dónde desea que se incluya su trabajo. Las colaboraciones técnicas tratarán sobre cualquier aspecto que entre dentro del ámbito de la revista, aceptándose tanto revisiones de un tema, nuevas técnicas o propuestas, análisis históricos o casos prácticos. Los artículos de opinión se deberán centrar en temas de actualidad o de interés para los lectores, aportando una visión o postura razonada, que justifique su publicación. Todos los artículos se someterán a las siguientes normas: - Título. Debe ser breve y reflejar el contenido del artículo. Se evitará el empleo
de abreviaturas o fórmulas en el título. - Autores. Se deberá indicar el nombre y apellidos completos de todos los autores, su profesión y centro de trabajo. Al menos para el autor principal deberá figurar su dirección postal completa y correo electrónico, siendo deseable que se indique para todos los autores. Es recomendable que los autores remitan también una fotografía suya tipo carnet. - Resumen. Se incluirá un breve resumen del contenido del artículo, que no podrá superar las 150 palabras. En los artículos de opinión no es preciso resumen. - Palabras clave. Se incluirán entre dos y cuatro palabras clave que permitan clasificar el artículo. En los artículos de opinión no son precisas palabras clave. - Extensión. Los artículos de opinión no superarán en general las 2.000 palabras, y las colaboraciones técnicas entre 3.500 y 5.000 palabras en función de la cantidad de tablas, gráficos e ilustraciones que acompañen al artículo; cuanto mayor sea el material gráfico, menor deberá ser el número de palabras. Trabajos más extensos podrán ser aceptados por su relevancia, o bien acordarse con los autores su publicación en partes. - Formato. El texto se remitirá en un archivo en formato Word o compatible, no existiendo requerimientos específicos en cuanto a formato o tipo de letra. Las páginas deben ir numeradas. - Estructura. No existen normas concretas en cuanto a la estructura del artículo, pero deberá contener apartados adecuadamente estructurados y numerados. Se recomienda incluir al menos: * un primer apartado de introducción, donde se detallen los objetivos o alcance del artículo, * conclusiones finales, cuando proceda, y referencias. - Fotografías. Se incluirán los gráficos, esquemas o fotografías necesarios para facilitar la comprensión del artículo. Todo el material gráfico deberá ser de la
mejor calidad posible, remitiéndose en archivos independientes en formato JPG o TIFF con una resolución de 300 puntos por pulgada y al tamaño que quiera ser reproducido. En el texto se identificarán cada una de las imágenes o fotografías, incluyendo un pie de foto explicativo. - Referencias. Se incluirá un apartado final donde se recogerán únicamente las referencias citadas en el texto. Los artículos de opinión no incluirán referencias, por lo que si existe alguna se detallará en el propio texto. En el texto las referencias se recogerán de las siguientes maneras: Pérez (2015), (Pérez, 2015), Pérez y Gómez (2015), (Pérez y Gómez, 2015), Pérez et al. (2015), (Pérez et al., 2015). En el apartado de referencias se seguirán las siguientes normas: Libros: García Gómez, E. 2014. La naturaleza en Toledo. Ciencias naturales en la ciudad. Toledo. 239 pp. Capítulos de libros: Cantero Desmartines, F.J. 2005. Los árboles singulares de Madrid. En: Sánchez, M., Muñoz, M. y Moya, B. (Coords.) El arbolado monumental y singular en España: gestión, conservación y legislación. Ponencias del II encuentro de árboles monumentales y singulares. 311338. Madrid. Revistas: González Doncel, I., Collada, C., Domínguez, J., García-Viñas, J.I., Iglesias, S., Martín, J.A., Medel. D., Venturas. M. y Gil. L. 2015. Life + Olmos vivos. Un nuevo impulso a los olmos... o cuando las amistades se vuelven peligrosas: la grafiosis del olmo. Foresta 63: 26-31. Recursos digitales: Enríquez de Salamanca, A. y Carrasco, M.J. 2013. Evolución de las medidas compensatorias en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental. VII Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental: Gestión, Seguimiento, Innovación. Libro de Actas. 211-224. Disponible en: http://www.eia.es/ nueva/memorias_programas_coneias/VII_libro_Actas.pdf (consultado 9-12-2015).
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El corzo: clave en la reproducción del águila real
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El corzo se ha convertido en un alimento importante para el águila real (Aquila chrysaetos homeyeri). Esta es la principal conclusión del primer año de estudio del proyecto “Aequilibrium, el estudio del águila equilibradora del monte”, que han puesto en marcha la asociación conservacionista Tagonius y la asociación cinegética Asociación del Corzo Español y que se ha desarrollado en las comunidades autónomas de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León. En el momento de la publicación de esta revista los responsables de proyecto realizaban el análisis de los datos obtenidos para saber el número de corzos que caza cada pareja de águila real ibérica, la importancia
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en su dieta y la frecuencia con la que lo hace. Las más de 120.000 fotografías, obtenidas en 21 nidos diferentes en este primer año, indican que el corzo no es un alimento ocasional para las águilas. Más bien al contrario, estas imágenes hacen pensar que en algunos casos se ha convertido en su principal alimento, al menos en aquellas zonas donde la población de corzo ha crecido de forma muy importante. Para Pablo Ortega, presidente honorífico de la Asociación del Corzo Español,
“el aumento del corzo está suponiendo un problema de gestión en numerosas zonas de España, tanto para propietarios de cotos como para agricultores, conductores y administraciones públicas. Y el águila real, de forma natural, podría ayudar a solucionarlo”. Además de las fotografías, algunas de las cuales se muestran en Foresta por primera vez en un medio de comunicación, los responsables del proyecto han procedido al anillado de los pollos y a la toma de datos biométricos y
biológicos para conocer su estado de salud. Los censos de la poblaciones de corzo en las zonas controladas permitirán obtener un conocimiento detallado de la dieta y del comportamiento de las águilas reales en el centro de España. La intención de los responsables del estudio es continuar con el mismo los años 2018 y 2019 para lo que han puesto en marcha una propuesta de micromecenazgo en su página web, ya que no cuentan con financiación pública. https://aequilibrium-project.org
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AGENDA
FORESTAL
Para una gestión forestal sostenible, más madera Autor: Eduardo Tolosana Edita: Fundación Conde del Valle de Salazar de la Universidad Politécnica de Madrid. Año 2016. 103 páginas
Según estimaciones de la F. A. O., la demanda mundial de madera va a seguir incrementándose: alrededor de un 45 % la de madera en rollo para la industria, y un 50 % para la producción bioenergética. En Europa, las estimaciones de crecimiento son de un 50 % para madera industrial y un 230 % para la producción bioenergética. Frente a esta perspectiva, el aprovechamiento de madera en España durante las últimas décadas es muy inferior a la disponibilidad de la misma, siendo las extracciones anuales de madera y leña alrededor de un 40 % del crecimiento anual de los bosques españoles. La infrautilización española está muy por debajo de la media de los países de la Unión Europea, que se sitúa en un 60 %. El bajo aprovechamiento de los recursos forestales en España, junto con el abandono de la agricultura y la ganadería extensiva debido a la emigración rural a las ciudades y al mejor nivel de vida de la población en general en las últimas décadas, han provocado un considerable aumento de la superficie de los bosques y que cada vez estos sean más densos, especialmente en zonas de baja producción. Si a ello se une una falta de gestión activa, los bosques acumulan un exceso de biomasa, lo que favorece el desarrollo de grandes incendios, mayor vulnerabilidad frente a enfermedades, plagas y fenómenos meteorológicos extremos, amén de desperdiciarse un valioso recurso rural e industrial en el campo de las energías
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renovables. Hay que explicar a la población que cortar árboles es tan necesario como plantarlos, especialmente en antiguas repoblaciones y zonas rurales abandonadas. El porcentaje de planes de ordenación en superficies arboladas españolas ronda el 20 %, frente al 43 % de Francia o el 70 % de Alemania. Igual ocurre con la superficie de bosque con certificado de gestión forestal sostenible. El objeto de este libro ha sido analizar la situación de las comunidades autónomas españolas (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Madrid y provincias más forestales de Castilla y León, como Palencia, Burgos, Soria y Segovia, así como Guadalajara en Castilla-La Mancha) que suman más del 90 % de cortas de madera en rollo industrial del conjunto nacional. El estudio ha sido promovido por la empresa Central Forestal S. A. U., suministradora de madera de coníferas perteneciente al grupo Smurfit Kappa, y se ha planteado con los siguientes objetivos: • Identificar y valorar la información disponible sobre crecimientos y disponibilidad en los inventarios forestales nacionales sobre el área señalada. • Recopilar los datos más recientes sobre cortas de coníferas y su serie histórica en la misma zona geográfica. • Realizar entrevistas a gestores y expertos en el área de estudio para identificar:
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Barreras a la comercialización de madera en rollo. - Iniciativas y propuestas para superar esas restricciones. - Oportunidades en las distintas comunidades autónomas y provincias estudiadas. - Fuentes de información en internet. Como puede deducirse de todo lo anterior, se trata es un libro muy útil para selvicultores y gestores de zonas forestales arboladas en general. El texto está disponible en formato “pdf” para descarga gratuita en el sitio forestal de la red, de la UPM http:// blogs.upm.es/forest/2016/03/30/ mas-madera-para-una-gestion-forestalsostenible
2017. N.o 69
Sillería del coro de la iglesia de Santiago en Sangüesa Almudena Córdoba López. Restauradora de Arte Teodoro Abbad Santiveri
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n Sangüesa la Historia hace una larga e interesante parada. Bañada en su límite occidental por el río Aragón, reúne una sugestiva sucesión de arquitectura relevante en su casco viejo, de la que merecen destacar no solo los edificios consagrados a culto religioso, entre los que sobresale sin duda la iglesia de Santa María la Real, sino también palacios y otras atractivas manifestaciones en viviendas particulares. Dejando de lado -a propósito- las de mayor relevancia, no por no valorar su indiscutible interés, sino más bien para destacar lo que a menudo dejamos en olvido, en ocasiones por falta de tiempo o por simple agotamiento en los viajes de placer, excursiones o desplazamientos de cualquier otra índole, nos detenemos en la pequeña iglesia de Santiago, ubicada en la calle homónima de esta pequeña población del nordeste de Navarra, de la que hay quien afirma que tiene un monumento en cada calle. Cabría hablar de su torre almenada, que le confiere el carácter de iglesia-fortaleza, del tímpano de la entrada en la fachada de poniente presidida por una polícroma imagen de Santiago, posterior a la construcción del templo, y, naturalmente, del retablo mayor, probablemente la mejor obra de su interior, realizado sobre madera de pino, en el que destaca su trabajo policromado
y sus dimes y diretes en cuanto a su diseño y construcción, colección azarosa de avatares hasta su finalización, como bien relata, entre otros, Labeaga. Pero si pretendemos acercarnos a lo artístico menos destacado, es una buena opción ver con detalle el coro; no pasa desapercibido, sin resultar ser una obra maestra; al fin y al cabo esta iglesia, que inicia su construcción en el románico para terminarse entre los siglos XII y XIII, no fue sede episcopal ni albergó poderosas órdenes religiosas, sino simplemente una parroquia, por lo que su significado siempre se ubicará sobre escalones menores en cualquier jerarquía en la que pueda encuadrarse. Estos asientos de coro son de una genuina sencillez no exenta de trabajo. Evitando la grandilocuencia se abre paso en estremecedor silencio para expresar su razón de ser, reclamando su justo sitio de forma tan discreta como firme. Solo dispone de una fila de estalos, como corresponde a iglesia sin categorías diferentes de clérigos, y no presentan bóveda, corva ni coronamiento, destacando un austero remate en lo alto del dosel a modo de alisor. Las misericordias son muy sencillas, sin adornos sobrios, en íntima coherencia con el conjunto, en el que manteniendo similar criterio, se opta por una ornamentación poco profusa, con mucha repetición y variaciones escasísimas y muy débiles, sobre madera de nogal trabajada con elegancia y premura.